De la tiza y el pizarron a la computadora

July 4, 2017 | Autor: Nicolas Dantaz | Categoría: ICT in Education
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Descripción



De la tiza y el pizarrón a la computadora…
desarrollando la pedagogía del compañerismo.

Desde hace ya varios años el sistema educativo uruguayo ha estado en contante revisión de planes y programas de estudio, como consecuencia de los cambios que ha habido en diversos paradigmas pedagógicos. La digitalización de las aulas no ha sido ajena a semejantes cambios, así como tampoco lo han sido los sentimientos encontrados del cuerpo docente de nuestro sistema.

De más está decir que todo cambio conlleva una revolución y en muchos casos ciertas transformación. Hoy en día, las aulas uruguayas se encuentran con un alumnado mayoritariamente digitalizado y docentes, que si bien en algunos casos lo están, no todos tienen el mismo nivel de digitalización o alfabetización en las nuevas tecnologías.

Conceptos como los de nativos digitales o inmigrantes digitales (Prensky: 2001) están en boca de muchos de los docentes de hoy en día. Prácticamente podemos decir que en muchos casos dicha terminología se ha hecho un clásico del lunfardo diario de conferencias y jornadas de capacitación docente. No obstante, si bien se es consciente de esta diferencia, poco se ha trabajado en buscar la forma de fortalecer el entusiasmo y ayudar a aquellos docentes que libremente o tímidamente se autodenominan digitales inmigrantes.

Esta falta de capacitación, ha conllevado en algunos casos el mal uso de las nuevas tecnologías de la educación o simplemente al desuso de las mismas. Hoy en día los docentes se enfrentan a estudiantes que ven venir un nuevo mundo – su mundo - un mundo en el que lo que consideran debe ser importante, de hecho lo es. El mundo al que nuestros alumnos se dirigen es diferente e importante para ellos, quienes ya saben más de algunos aspectos de dicho mundo de lo que nosotros mismos podemos creer saber. (Prensky: 2010)

Es por esto entonces que sin lugar a duda, la educación necesita un cambio pedagógico. Cambio que no solo atañe a la educación. El avance tecnológico ha generado cambios de paradigmas a diversos niveles: sociales, económicos, etc. y sólo aquel que deseé tapar el sol con el dedo no sería capaz de darse cuenta de semejante realidad. Este cambio pedagógico en la educación tiene que ser tal que contemple la realidad de de los docentes actuales con los que cuentan nuestras aulas y sus alumnos. Por esto, Marc Prensky invita a los educadores del siglo XXI a sumarse a lo que él denomina: "pedagogía del compañerismo". (Prensky: 2010)

Dada la dicotomía de ralidads que se presentan hoy en día dentro de las aulas con alumnos visionarios armados de un capital cultural tecnológico altamente superior al de sus docentes y a su vez, con docentes calificados y expertos en sus áreas de conocimiento, se necesita más que nunca una sólida unión, sino comunión, de ambos agentes educativos para poder verdadera y realistamente preparar a los educandos para ese futuro que cada vez más rápido se les transforma en su propio presente sino pasado.

En esta pedagogía del compañerismo del siglo XXI, lo que los docentes han de tener presente es cómo la tecnología puede y debe ser usada por sus alumnos para fortalecer y mejorar su propio aprendizaje. Es así, que en este nuevo paradigma pedagógico, el usar la computadora es trabajo del alumno y el guiar dicho trabajo es tarea del docente. Por lo consiguiente, no debería haber temor alguno por parte de los aquellos educadores que tímida o embarazosamente se autodenominan docente digitalmente inmigrantes al incluir las nuevas tecnologías de la educación en sus aulas.

Seguramente miles de años atrás, cuando los primeros libros fueron escritos y luego introducidos a las aulas con el desarrollo de la imprenta, muchos de aquellos maestros poseedores del conocimiento absoluto que pasaban horas transmitiendo su saber supieron sentirse amenazados por el fácil o libre acceso que sus educandos tendrían al conocimiento con la simple lectura de éstos. Asimismo, la falta de control que dichos educadores tendrían sobre el saber de sus educandos podría haber sido disparador de cuestionamientos. Salvando las diferencias, es hora que los educadores del siglo XXI sepamos aprender de la historia y la usemos para construir y no caer en los mismos errores del pasado.

Es así que Prensky invita a una revisión de los roles del docente y del alumnos así como de los métodos de trabajo para la enseñanza de estos nativos digitales. Si bien cabe aclarar que en la mayoría de los casos, estos nuevos roles no son tan nuevos, es la suma del todo, lo que hace rever la forma de enseñar y de aprender.

En un marco de pedagogía del compañerismo, los alumnos tienen roles de investigadores, usuarios y expertos de la tecnología, pensadores y hacedores del sentido, autodidactas y generadores de cambio. Bajo esta pedagogía, de corte crítico y constructivista, el docente una vez más deja de ser el transmisor del conocimiento para ser el guía o mentor del proceso de aprendizaje de sus alumnos. Los docentes ahora le exigen a sus alumnos lo que deben saber a diferencia de decirles lo que debe saber para que los propios alumnos lo busquen por sí mismos. Aquí actividades como la formulación de las "webquests", por ejemplo, cobran un rol fundamental en el acto del enseñar. Esta postura va de la mano con los postulados de Freire de abandonar la educación bancara para pasar a una enseñanza problematizadora que tenga al alumno como eje del conocimiento.

Teniendo en cuenta los "nuevos" roles que nuestros alumnos nativos digitales con sus laptops en nuestras clases, es importante definir claramente, qué roles tiene todos aquellos docentes que a veces se sienten amedrentados y en desventaja por dichas computadoras. En este nuevo paradigma, los educadores son guías y mentores de los procesos de aprendizaje de sus alumnos. Así mismo, también son los problematizadores de los procesos de aprendizaje de sus educandos y quienes establecen los objetivos a alcanzar por los estudiantes. De esta forma, el docente del XXI, es un constante diseñador de aprendizaje para sus alumnos. A ningún alumno le gusta estar en clases repetitivas, memorísticas ya que sabemos que el alumno postmoderno está siempre sediento de un cambio constante y mucha variedad en las actividades que se llevan a cabo en el aula. Para esto, la computadora es una herramienta que permite al alumno tener acceso a una amplia variedad de información, pero es el docente quien debe guiar al educando en cómo y dónde puede encontrar dicha variedad. Si el docente, plantea problemas que impliquen el vasto uso de esta nueva tecnología de la educación, el estudiante encontrará en nuestras clases un lugar de constante desafío que puede será tanto lúdico como intelectual y nada le agrada mas a un educando que el ser intelectualmente bien desafiado.

De la misma forma, el docente debe también abandonar esa postura de querer tener control total y de implementar actividades que son totalmente controladas por él mismo. Las actividades que se realizan en nuestras aulas hoy en día, si bien deben tener como siempre claros objetivos que le peritan al alumno y docente poder medir el progreso en los procesos de aprendizaje, también deben ser lo suficientemente abierta para que el alumno descubra y se descubra a sí mismo como agente de conocimiento.

Para esto a veces es importante recordar que nuestro rol como docente es el de ser los proveedores de contextos que faciliten los aprendizajes de nuevos contenidos. He aquí el rol de nuestro saber académico en comunión con la computadora y con el propio saber de nuestros alumnos. Si bien ellos saben y son capaces de descubrir conocimiento por las propias estrategias de aprendizaje que han adquirido a lo largo de su escolarización, la computadora y cantidad de contenido que ésta ofrece pude a veces abrumar y atormentar al estudiante llevándolo a la frustración y "mareo intelectual". Por esto, nuestro saber debe ser usado para determinar los contextos que son seguros y que le permitan a nuestros alumnos hacer su andar en lo educativo.

Finalmente, el docente inmigrante digital no sólo tiene que asumir un rol de medidor de calidad sino también provee al alumno de rigor académico. Con esto me refiero a que es el docente quien debe marcar los estándares de qué es bueno o mano en tanto a su calidad. Si bien este enfoque de enseñanza puede ser muy libre y poner al alumno en un lugar muy central en el acto educativo, no debemos confundirnos y creer que es un enfoque permisivo donde todo vale. Por el contrario, el docente debe ser muy estricto para que haya precisión y rigor conceptual en las investigaciones que nuestros alumnos realicen.

Otro agente importante en la educación que no está siempre presente dentro de la institución educativa pero que sí tiene cada vez más un peso muy importante es el de la familia y en especial los padres. No es de ignorar la discrepancia que hay en el doble discurso de los padres en estos tiempos. Si bien por un lado demandan y nos exigen que nuestros alumnos se "diviertan" en nuestras clases, por otro lado también llegan a nuestras instituciones a quejarse porque sus hijos no saben lo que ellos ya sabían a las edades de sus hijos o porque no lo saben de la misma forma: memorística. Léase: ubicación de países y datos precisos de ciertos países en el caso de geografía; fechas y datos específicos de hechos históricos, reglas gramaticales tanto en lengua materna como extranjera, etc. Por todo esto, es importante involucrar a la familia y familiarizarla con el objetivo del uso de las nuevas tecnologías y de los métodos de enseñanza.

Y si hablamos de nuevos métodos de enseñanza es válido aclarar que dichos métodos que se implementan en la pedagogía del compañerismo no son tan nuevos o al menos no deberían serlo para muchos de los educadores del siglo XXI. Teniendo en cuenta los roles educativos de los alumnos y docentes, metodologías que tengan al alumno como centro del aprendizaje, que sean problematizadoras del conocimiento, que sean constructivistas y co-constructivistas, que busquen la comprensión del conocimiento, que estén basadas en la realización de proyectos, en el análisis de casos y en la búsqueda de conocimiento son las que garantizaran la enseñanza eficaz de los alumnos y el acertado uso de las nuevas tecnologías de la educación en nuestras aulas y fuera de ellas también.

En suma, es de aceptar que la computadora ha llegado no sólo a los hogares de nuestros educandos sino también a sus aulas y con esto a nuestros propios procesos de enseñanza no para afectarlos ni perjudicarlos sino para maximizarlos y facilitarlos. Es nuestro rol el de ser capaces de comprender que esta tecnología es simplemente una herramienta más de las tantas que ya tenemos y que no sólo facilitan el acceso al conocimiento sino que bien usadas también pueden hacer que el aprendizaje de los contenidos sea más dinámico, realista y altamente más significativo.

Bibliografía
Dudeney, G. & Hockly, N.: "How to teach English with Technology". Essex. Pearson Longman. 2007.
Freire, P.: "Pedagogy of Freedom". Maryland. Rowman & Littlefield. 2001.
Freire, P.: "Pedagogy of the Oppress". New York. Continuum. 2000.
Perkins, D.: "Smart Schools". New York. The Free Press. 1992.
Prensky, M.: "Digital Natives, Digital Inmigrantes". Disponible en http://www.marcprensky.com 2001
Prensky, M.: "Don't Bother Me Mom – I'm Learning". St. Paul. Paragon House. 2006.
Prensky, M.: "Teaching Digital Natives: Partnering for Real Learning". Thousand Oaks. Corwin. 2010.
Rivé, R. y Vidal, N.: "Project Work, Step by Step". Oxford. Heineman. 1993.
Scrivener, J. "Learning Teaching 3rd Edition". Oxford. Macmillan. 2011.
Sharman, P. & Barney, B.: "Blended Learning". Oxford. Macmillan. 2007.
Stone, M.: "Teaching for Understanding". San Francisco. Jossey-Bass Inc. 1998.


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