De la pintura de Henry Ossawa Tanner a la palabra de Du Bois, Frazier y Moynihan: La familia negra afrodescendiente en la historiografía estadounidense del siglo XIX y XX

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Descripción

La familia NEGRA afrodescendiente en la historiografía estadounidense del
siglo XIX y XX

yeidy luz rosa ortiz
Mayo 2015

The forward movement of a social group is not the
compact march of an army, where the distance
covered is practically the same for all, but is
rather a straggling of a crowd, where some of
whom hasten, some linger, some turn back; some
reach far off goals before others even start, and
yet the crowd moves on.
-W.E.B. Du Bois, The Negro American
Family, 1908

Introducción: De la pintura de Henry Ossawa Tanner a la palabra de W.E.B.
Du Bois
En 1893, Henry Ossawa Tanner, el primer y único alumno negro de la
Academia de Bellas Artes de Pennsylvania —institución equivalente a L'Ecole
des Beaux-Arts en Paris, ciudad a la que Tanner se había trasladado unos
años antes al sentir allí menos racismo que en Estados Unidos— pintó una
nueva obra. En The Banjo Lesson, Tanner nos muestra un abuelo, enseñándole
a su pequeño nieto a tocar el humilde instrumento de cuerdas, mientras que
éste está sentado sobre su falda. Es un momento de traspaso de
conocimiento, cultura e identidad de una generación a otra, de compartir
una actividad de goce y disfrute con un pequeño, y un momento colmado de
ternura y cariño, donde se experimenta la fuerza del lazo familiar.
Asumimos que es un abuelo y un nieto, porque eso nos enseña la
historia del arte, pero podría ser un maestro, un vecino, un amigo de la
familia, o un familiar más lejano. Lo cierto es que, si bien el entorno no
nos muestra lujos ni comodidades, el momento compartido y cargado de
significados y afectos paternales no depende de lo material. Un año más
tarde, Tanner pintaría The Thankful Poor; escena en la que, nuevamente,
abuelo y nieto, sentados en una humilde mesa, sobre bancos sin espaldar,
comparten un momento reflexión que va mas allá del entorno esparzo.
Faltaría solo mencionar que los protagonistas de ambas obras son
afrodescendientes; parte de la familia negra en Estados Unidos a finales
del siglo XIX. Hasta este momento, la imagen del negro, más aun con un
banjo, era únicamente para el entretenimiento de la población anglo-europea
blanca estadounidense; el negro del minstrel no era parte de una familia. A
lo largo de la esclavitud en Estados Unidos, escenas como las de Tanner no
eran permitidas; los lazos familiares del esclavo fueron violentamente
quebrados.
No es hasta el año 1908, cuando estudiantes de la Universidad de
Atlanta llevaron a cabo una serie de investigaciones a partir de la
Decimotercera conferencia anual para el estudio de los problemas de los
negros, que el secretario corresponsal de la conferencia, W.E.B. Du Bois,
recoge los hallazgos y comienza a escribir la historia de la familia negra
estadounidense. Considerado el primero de tres textos indispensables sobre
la familia negra estadounidense en el siglo XIX y principios del XX, The
Negro American Family es seguida por The Negro Family in the United States
de E. Franklin Frazier en 1939 y The Negro Family: The Case for National
Action por Daniel P. Moynihan en 1965.
En estas tres primeras obras, la familia negra estadounidense es
profundamente formada por la esclavitud: Du Bois proclama que la
institución familiar de origen africano es destruida por la esclavitud,
causando la inmoralidad sexual y las "familias quebradas" negras de finales
del siglo XIX en Estados Unidos; Frazier refuerza esta teoría tres décadas
más tarde, expresando que familias negras eran inestables y desorganizadas
a causa del legado de la esclavitud, la falta del padre y los hijos
ilegítimos, y Moynihan capitaliza sobre la idea de la familia organizada de
manera maternal, donde la raíz del "problema" de la familia negra era la
falta de un padre.
El presente ensayo examina la historiografía de la familia negra
estadounidense en el siglo XIX y XX desde la perspectiva de estas tres
obras, prestando particular atención a la de Du Bois, ya que ésta es la
base sobre la que Frazier y Moynihan construyen sus obras. Se examinarán
los aportes y las diferencias en motivos e intención que Frazier y Moynihan
traen a esta historiografía, concluyendo con un breve análisis de la
producción de conocimiento que se ha llevado a cabo desde la publicación de
estas tres obras, sus críticas y sus nuevos enfoques.

W.E.B. Du Bois: The Negro American Family, 1908
Dividido en cuatro segmentos principales, Du Bois analiza los temas
de matrimonio, hogar, economías familiares, y grupo familiar de la
comunidad negra en Estados Unidos —y, a menor escala, en las Antillas—;
cada segmento comenzando con una sección sobre los antecedentes africanos y
durante la esclavitud que preceden las condiciones actuales evaluadas por
los alumnos en 1908. Du Bois establece que este intento de conectar las
realidades de las familias afrodescendientes en las Américas en el 1908 a
un pasado africano no significa que son africanos, ni que se pueda trazar
una historia social desde África, sino que la o el estudiante cuidadoso no
puede perder de vista que existe un nexo —si bien perversamente quebrado—
entre África y América.[1] Las estadísticas y hallazgos de las
investigaciones en el 1908 muestran fuertes correlaciones, aunque no sean
causales, con los efectos que tuvo la trata humana esclavista sobre la
familia negra desde su desplazamiento forzado de la costa occidental y
región central del continente africano.
Para profundizar sobre estas correlaciones en el estado del
matrimonio, el hogar y la familia en la comunidad negra estadounidense de
comienzos del siglo XX, Du Bois cita los escritos de viajeros y académicos
anglo-europeos como los de Ratzel sobre los Madis en lo que hoy es
Sudáfrica, los de Ellis sobre culturas Tshi y Yoruba de la costa occidental
africana, y los de Tylor sobre los Zulus. Du Bois detalla las practicas de
matrimonio y organización familiar y comunitaria de diversos lugares y
periodos de la historia de África, citando que reconoce la problemática de
no saber si estas culturas son representadas entre las familias que sirven
como muestras para las investigaciones del 1908, y lo fragmentada que es la
visión de los viajeros y académicos citados. Sin embargo, resalta que, "a
partir de algunas de estas ideas del matrimonio y la vida familiar, el
negro fue traído a América como esclavo".[2]
El autor señala algunos casos donde, durante el siglo XIX, prácticas
ancestrales africanas eran evidentes en grupos de negros esclavos o
ex–esclavos en las Antillas y Estados Unidos. Por ejemplo, en Alabama, en
1892, se registra un matrimonio donde la novia es perseguida como parte del
ritual de unión, tal como en la descripción de la ceremonia Zulu que
anteriormente menciona. También, detalla un funeral en Jamaica parecido a
la sepultura del Mumbo Jumbo de los Mandingos, y grupos de hombres sentados
alrededor de una piedra en Brasil, llevando a cabo juicios y consultas de
la misma manera que se llevaban a cabo en Angola y en el Congo. El autor va
más allá al señalar que, en casos como el de Haiti, donde costumbres
ancestrales en torno a la familia y la comunidad del Congo pudieron ser
preservadas, revoluciones de esclavos fueron posibles.
Du Bois luego analiza cómo el sistema esclavista, como estrategia de
dominación, destruyó por completo los sistemas culturales, borrando así
las identidades de los esclavos, y separando al sujeto de todas las
estructuras de protección colectiva. Du Bois establece que esto se llevó a
cabo a través de tres elementos esenciales de la esclavitud: (1) no
permitir ni reconocer legalmente el matrimonio entre esclavos; (2) no
permitir ni reconocer legalmente a la familia como núcleo, y (3) no
permitir control legal sobre los hijos.[3] Sin embargo, el autor señala
que, si bien este fue el sistema esclavista desde el 1619 hasta el 1863,
lazos familiares continuaron por parte de esclavos a pesar de la represión.
Como ejemplos, el autor detalla anuncios de periódicos de la época que
ofrecen recompensa por la captura de esclavos escapados, señalando que los
mismos podrían estar en ciudades donde habían expresado tener
familiares.[4]
Du Bois continúa esta historia social detallando datos de los censos
1890 y 1900 para evaluar las condiciones actuales de familias negras en
Estados Unidos. Como es de esperar, al haber sido parte de un sistema
diseñado para enajenar y deshumanizar en lo absoluto a sujetos humanos para
su mayor rendición y producción al menor costo, los datos revelan que, una
generación después de la abolición de la esclavitud en Estados Unidos, las
comunidades negras experimentaban dificultades al remplazar sistemas de
organización familiar y comunitarias negadas tan violentamente.
Recordándonos que escribe en un momento histórico de positivismo
antropológico, donde se mide el progreso humano de acuerdo a un esquema
lineal desde lo primitivo a lo civilizado, Du Bois proclama que el estado
más primitivo en el que se encuentra la comunidad negra es en la moralidad
sexual, y que es de esperarse que esto afecte de forma negativa la vida
familiar, la protección de las mujeres, y la formación de los hijos.[5]
Luego de este amplio análisis sobre el matrimonio, Du Bois analiza el
hogar, la economía familiar, y el grupo familiar de acuerdo a la misma
metodología: provee información de trasfondo histórico desde África, hasta
la esclavitud, y luego indaga en datos del censo estadounidense del 1890 y
el 1900. Donde único esto varía es en el segmento final sobre el grupo
familiar, donde, en lugar de datos de los censos, Du Bois expone los
resultados de investigaciones sociales sobre 32 familias negras en Estados
Unidos —divididos entre ciudad, campo, y el sur del país— completados por
16 alumnos de la Universidad de Atlanta.
En el segmento sobre el hogar, Du Bois incluye un foto-ensayo sobre
la evolución de la casa familiar negra —desde la organización comunitaria
de culturas africanas, sus variaciones en el Caribe y en climas más
templados del norte, y las diferencias entre las viviendas de los
sirvientes dentro de los hogares de familias anglo-europeas y esclavos en
los terrenos supervisados por una persona contratada por el propietario,
quienes solían ser aun más crueles y abusivos según algunos testimonios—
ligando estas diferencias a niveles de exposición al cristianismo y, por
ende, visiones diferentes sobre que debería ser la sexualidad y la
institución matrimonial. Como Du Bois señala, existe una fuerte correlación
entre la incomodidad, falta de objetos de lujo, confort o placer estético,
e inclusive hacinamiento y bajo número de ambientes por domicilio que se
encuentran en los hogares de familias negras en 1908 y las viviendas de los
esclavos.
Du Bois resalta las correlaciones entre la baja calidad del aire (por
falta de ventilación y por hacinamiento) y de comida de la misma manera,
citando inclusive la falta de libros y de asientos cómodos —cómo los bancos
sin espaldar en nuestra obra de Henry Ossawa Tanner— como resultado de
siglos de vivir sin estos objetos, pero añade a su análisis una explicación
de cómo este estilo de vida afecta la familia. Según el autor, toda la
información traspasada por los mayores de las familias, desde cómo asearse,
la importancia de comer saludable, el merecer dormir cómodamente, y el
respeto a los padres, es imposible ser traspasada por mayores negros a
quienes se le negó reconocimiento y control sobre su vida familiar hasta
apenas una generación previo a la investigación de Du Bois.
Du Bois no solo se enfoca en familias negras pobres, sino que incluye
también su análisis de familias como las de él; el primer estadounidense
negro graduado de Harvard. Sobre esto, Du Bois declara que "entre estos
extremos manifestados, se encuentra hoy el centro de gravedad cultural de
la raza" y que no se debe "enfocarse en la ignorancia ni el crimen entre
Negros como si no debería esperarse; ni aplaudir logros excepcionales como
si fuesen típicos."[6] Du Bois concluye su escrito detallando la vida
social de familias negras en el 1908, y cómo estos espacios aportan a que
este grupo social siga en marcha, como la cita con que comienza este
ensayo.
Los espacios detallados por el autor cómo generadores de lazos
afectivos familiares y comunitarios en 1908 son (1) la visita al centro de
la ciudad los sábados, (2) ir a la iglesia los domingos, (3) los días entre
navidad y año nuevo, (4) el frolic, o la fiesta, (5) la boda o el funeral,
(6) la escuela, (7) el circo, (8) sociedades secretas, y (9) otros eventos,
usualmente metodistas o bautistas. El autor resalta que "[l]a iglesia Negra
es la única institución de los negros que comenzó en el bosque africano y
sobrevivió la esclavitud; bajo el liderazgo de un sacerdote o chaman, luego
el pastor cristiano, la iglesia preservó en ella los vestigios de la vida
tribal africana y se convirtió, luego de la emancipación, en el centro de
la vida social Negra."[7]
Así como el autor nos recuerda al iniciar el escrito que la o el
estudiante cuidadoso no debe perder de vista el nexo quebrado entre África
y América al evaluar las realidades de familias descendientes de la
experiencia de esclavitud en Estados Unidos en el 1908, y que ese nexo no
explica la causa y efecto de las realidades, sino una correlación, es
imperativo tener en cuenta que este es un escrito de hace más de un siglo.
Aunque no se puedan utilizar ciertos aspectos de este estudio para explicar
las realidades de hoy — realidades que incluyen un siglo añadido de racismo
institucionalizado y su propagación por nuevas tecnologías y medios masivos
repletos de estereotipos— Du Bois incluye algunas conclusiones que podrían
aplicarse al estado actual del 2015. Concluye esta reseña con la siguiente
cita sobre viviendas precarias en distritos específicos de la ciudad, que
bien pudo haber sido escrita sobre viviendas públicas o de bajo costo en la
actualidad:
"Los Negros son confinados a estas localidades no-deseables no
enteramente por su propia culpa e incompetencia, pero en parte por los
obstáculos que enfrentan cuando intentan mudarse a mejores vecindarios.
Ningún casero desea tener inquilinos negros en sus viviendas, porque
significa que desprecia el valor de la propiedad en algún momento.
Cuando una familia negra se muda a una calle, generalmente ocurre que
los residentes blancos le dejan sus viviendas a otros negros o a
blancos de una clase inferior. Para mantener el estatus de una calle,
entonces, o para reembolsarse el mismo antes de que deprecie la
propiedad, el casero aumenta el alquiler. Un negro que ocupa una
vivienda previamente ocupada por una familia blanca es obligado a pagar
de 20% a 50% más que su predecesor. […] a veces, cuando una familia
negra se muda a una calle "blanca," los residentes mismos se ocupan de
manejar la situación [.]"[8]

E. Franklin Frazier: The Negro Family in the United States, 1939

El prologo de la obra histórica del sociólogo E. Franklin Frazier
establece el motivo por el que se escribe: "Treinta y un años atrás, un
estudio sobre la familia negra estadounidense apareció en una serie de
monografías pioneras dedicadas a la aplicación de métodos objetivos al
estudio de la adaptación del Negro a la civilización moderna."[9] Frazier
expresa que, desde entonces, el tema ha sido ignorado. Así como la obra de
Du Bois a la que hace referencia, Frazier dedica su obra al análisis de la
situación actual (1939) de la familia negra estadounidense y los legados de
la esclavitud. Sin embargo, en los treinta y un años que han transcurrido,
Frazier se encuentra con datos que le permiten tener un análisis más
positivo que Du Bois; la población afrodescendiente en Estados Unidos ha
adquirido más acceso a la educación, más propietarios de bienes, mejores
empleos, mejores condiciones de vida, y lugares en el norte de los Estados
Unidos que experimentaban menos segregación.
Frazier organiza su obra en cinco partes: La casa del patrón (1), La
casa de la madre (2), La casa del padre (3), La ciudad de destrucción (4),
y La ciudad de renacimiento (5). En este orden, Frazier comienza con el
trasfondo histórico de la esclavitud al igual que Du Bois, pero resalta un
enfoque que será central a su obra: la maternidad bajo el sistema
esclavista. Frazier continua con esta tesis a lo largo de la esclavitud y
entrando en tiempos de emancipación, proclamando que la migración de
hombres del sur hacia el norte de los Estados Unidos en busca de mejores
empleos, menos discriminación, oportunidades educativas y participación en
el servicio militar había creado una situación donde la madre soltera no
alcanzaba satisfacer las necesidades económicas y afectivas del hogar y la
familia por sí sola. De esta forma, vemos como Frazier elabora las ideas de
Du Bois sobre la maternidad; idea que una generación más tarde será
elaborada aun más por Moynihan. Según Frazier, la relación entre madre e
hijo es el lazo primordial sobre el que todos los otros lazos familiares y
sociales se construyen. Frazier traza la "Matriarca" desde la esclavitud
hasta la emancipación, resaltando su caída y su reemplazo por la figura de
la abuela, quien Frazier llama "La guardiana de las generaciones."
Al igual que Du Bois, la religión ocupa un espacio importante dentro
de la organización familiar y comunitaria, ya que regula la conducta social
y, a su vez, la estabilidad de la familia. Frazier eleva al "Negro
Puritano" como un grupo pequeño que ha podido organizarse de acuerdo a una
"conducta moral puritana", adquiriendo más recursos económicos y
asimilándose a otros grupos de clase social alta, manteniéndose alejada del
resto de la población negra.[10] Frazier indica que estos pequeños grupos
están alejados de las masas negras que se ven obligadas a vivir en
"arrabales" donde todo tipo de organización ha desaparecido, razón por la
que solo pueden seguir desorganizadas. Frazier, al igual que Du Bois,
utiliza censos, y el anejo de su obra es una recopilación de casos de
estudio de la época para explicar la creación de estas clases sociales
dentro de la comunidad negra estadounidense, e inclusive comienza un debate
sobre racismo dentro de la misma comunidad a causa de una intensa
competencia por recursos.
Al igual que Du Bois, la moralidad sexual es señalada como el
problema principal en la formación de la familia negra estadounidense
estable. Frazier establece que la reconstrucción creó una masa de negros
"vagabundos" que se veían obligados a ir de ciudad en ciudad en busca de
trabajo o aventura. Esto, argumenta Frazier, creo la "Ciudad de la
devastación," y una "Juventud rebelde" y "Divorcio"; títulos y subtítulos
de secciones de su obra.
En sus conclusiones, aptamente titulada "Retrospecto y Prospecto,"
Frazier hace claro su diferencia a Du Bois. Mientras que Du Bois se mueve
hacia la idea de una sociedad negra totalmente separada de la blanca —dato
que hará que Moynihan no cite a Du Bois una generación más tarde y advierta
en contra del enajenamiento que lleva a la juventud negra a unirse a grupos
musulmanes— Frazier aboga por la progresiva asimilación y adaptación de la
"raza del patrón." Según Frazier, es la asimilación a la organización
familiar blanca que controla los impulsos sexuales "primitivos" del esclavo
negro, y lo que ha facilitado a un pequeño grupo de privilegiados negros a
moverse hacia una clase económica negra. Según Frazier, solo así cambiaran
los 150 años de historia que ha escrito en su obra.

Daniel P. Moynihan: The Negro Family: The Case for National Action, 1965

Mientras que la obra de Du Bois fue financiada por una entidad
bautista y publicada por una universidad del sur de Estados Unidos
(Universidad de Atlanta), y la obra de Frazier fue publicada por la
Universidad de Chicago una generación mas tarde, The Negro Family: The Case
for National Action de Daniel P. Moynihan fue publicada en 1965 por el
Departamento del Trabajo de Estados Unidos. El tema principal del escrito
es la necesidad de un esfuerzo nacional —desde toda la nación— en reunir
las actividades del gobierno federal estadounidense para que éstas trabajen
en conjunto hacia una nueva meta de interés nacional. Esta nueva meta sería
el establecimiento de una familia negra con una estructura estable. Si bien
es un documento institucional, también conocido como el Moynihan Report, es
considerado unos de los textos históricos indispensables sobre la familia
negra estadounidense junto a Du Bois y Frazier. A diferencia de Du Bois y
Frazier, ambos parte de la comunidad negra afrodescendiente estadounidense,
Moynihan era un hombre blanco estadounidense de descendencia anglo-europea.
El primer capítulo lleva como título "The Negro American Revolution,"
en el que Moynihan proclama la lucha por los derechos civiles por parte de
la comunidad afrodescendiente cómo el movimiento político nacional más
importante en la época de la posguerra. El segundo capítulo se enfoca en la
familia, bajo el titulo "The Negro American Family," y es subdividido bajo
los temas de matrimonio, nacimientos, empleo, y la dependencia a la
asistencia social. El tercer capítulo examina las causas del "problema,"
bajo el titulo "The Roots of the Problem," dedicando los subtemas a la
esclavitud, la Reconstrucción estadounidense, la urbanización, el salario
mínimo, el desempleo y la pobreza. De particular interés para
historiógrafos en la década de los 1970, el cuarto capítulo de Moynihan,
"The Tangle of Pathology" detalla la estructura matriarcal, el fracaso de
la juventud, crimen y delincuencia, las fuerzas armadas y la enajenación
como los aspectos patológicos que residen dentro de la familia negra en
Estados Unidos en el 1965. Finalmente, Moynihan concluye con su quinto
capítulo, "The Case for Final Action," restableciendo así la razón por la
que se escribe el libro.
Moynihan comienza su escrito con el pronunciamiento que "[e]n el
corazón del deterioro de la fibra de la sociedad negra está el deterioro de
la familia negra."[11] Para ir estableciendo su tesis del estado actual,
sus causas históricas, y el plan nacional que se debe llevar a cabo desde
instituciones gubernamentales para remediar el problema, Moynihan utiliza
un marco teórico sicoanalítico, expresando que las niñas y niños aprenden
su modo de ver la vida durante sus primeros años de vida, de acuerdo a su
experiencia familiar. Señala que la estructura familiar negra,
especialmente la de la clase social con escasos recursos, es altamente
inestable, y que esto se debe a la naturaleza peculiar de la esclavitud en
Estados Unidos, tal como expresaba Alexis de Tocqueville.[12] Al igual que
Du Bois y Frazier, Moynihan establece que los lazos familiares de los
esclavos fueron violentamente quebrados por el mismo diseño de la
esclavitud en deshumanizar a los humanos obligados a ser parte del sistema
esclavista estadounidense, comparando a los Estados Unidos con Brasil,
donde los esclavos podían casarse legalmente, ser bautizados, y las
familias no eran separadas para ser vendidas. Moynihan llega a la
conclusión que, en Estados Unidos, dueños de esclavos no reconocían
matrimonios entre esclavos ni facilitaban uniones cristianas, mucho menos
consideraban no separar a parejas para venderlas, lo que resulto en una
organización familiar negra "matrifocal" y sin padre.[13] Moynihan
establece que "[f]ue a través de la destrucción de la familia negra bajo la
esclavitud que América blanca rompió el espíritu y la voluntad del pueblo
negro."[14]
Moynihan resalta su teoría de la familia matrifocal negra, señalando
que en la era de Jim Crow, hogares sin padres continuaron de la misma
manera que durante la esclavitud, ya que las leyes Jim Crow humillaban al
hombre negro y evitaban que los padres de familia negros adquirieran un
papel de padre fuerte y protector. Moynihan explica que durante tiempos de
inestabilidad social como el que ha vivido la población negra por siglos en
las Américas, la delicada línea de transmisión de generación a generación
se rompe. Inclusive, Moynihan señala que, en el mayor de los casos, las
profesiones de los padres no eran traspasados a los hijos a causa de la
ausencia del padre, lo que resultaba en falta de dirección, notas más
bajas, hijos a más temprana edad, y el comienzo de un nuevo ciclo de
situaciones precarias, crimen, delincuencia, pobreza, y baja educación.
Moynihan, como político, utiliza una gran variedad de informes
gubernamentales en su informe, pero como académico y activista, cita a
figuras como Bayard Rustin, activista anti-guerra y proponente de la no-
violencia. Este dato hace más sorprendente la sección de Moynihan sobre las
fuerzas armadas. Moynihan opina que las fuerzas armadas le ofrecen al
hombre negro una importante cualidad: que es un mundo rotundamente
masculino. Explica que, "[d]ado las dificultades de la vida familiar
matrifocal y desorganizada en la que tantos jóvenes negros se criaron, las
fuerzas armadas son un cambio dramático y desesperadamente necesitados."
Expresa que es "un mundo lejos de las mujeres, manejado por hombres fuertes
y de autoridad incuestionable, donde la disciplina es dura pero ordenada y
predecible, y donde las recompensas se adquieren en base a su rendimiento,"
a diferencia del sistema esclavista.[15]

Conclusión: Críticas y nuevos enfoques desde 1970

La historiografía estadounidense sobre la familia negra fue obligada
a recurrir a la sociología, la antropología, y la política para escribirse.
A falta de material escrito por historiadores, Du Bois, Frazier y Moynihan
toman el papel de historiador; utilizando un trasfondo histórico para
fortalecer sus propuestas individuales. Sin embargo, a partir de la década
de los 1970, la academia recurre a la interdisciplinariedad como método
enriquecedor; no a causa de escases. Las tres obras examinadas no dejan de
ser puntos de partida monumentales para la historia de la familia negra
estadounidense, pero comenzando con la generación después de Moynihan,
nuevas propuestas emergen.
Al examinar las obras de Du Bois, Frazier y Moynihan, una
problemática principal se presenta: la definición de familia. Para sus
escritos, los tres autores examinados aquí definen a la familia de acuerdo
a los censos que utilizan en sus investigaciones. Para el Estado, una
familia es un padre, madre e hijos que residen bajo el mismo techo y donde
el padre provee la mayor parte o todo de los ingresos. Los tres autores
examinados en este ensayo se guían por esta definición y llegan a dos
conclusiones: (1) que la mayoría de la población negra afrodescendiente en
Estados Unidos durante el siglo XIX y XX no vivían en estas condiciones,
sino como "familias rotas" o quebradas, y que (2) esto era un indicador
negativo. A partir del 1970, historiadores se dan la tarea de examinar la
historia de la familia negra estadounidense para (1) proponer diferentes
modelos de familia que se aplican a la comunidad afrodescendiente en
Estados Unidos, (2) probar o rechazar que, efectivamente, la familia negra
no contaba con un padre, como tanto resaltan las obras de Du Bois, Frazier
y Moynihan, y (3) si estos son indicadores apropiados para analizar la
familia negra estadounidense.
De los estudios más citados de esta generación de escritos es "The
Urban Black Family of the Nineteenth Century: A Study of Black Family
Structure in the Ohio Valley, 1850-1880" de Paul L. Lammermeier, publicado
en 1973. Su estudio revela que el "Tangle of Pathology" desorganizado y
matrifocal de Moynihan no es lo que arrojan los datos. Al contrario, las
comunidades analizadas por Lammermeier revelan que en siglo XIX tardío y
siglo XX temprano, era más común que en el hogar negro vivieran la madre y
el padre, y que el padre proveía la mayor parte de los recursos con que
contaba la organización familiar.
En 1976, Herbert Gutman publica su libro The Black Family in Slavery
and Freedom, 1750-1925, donde el autor reconoce los peligros de utilizar
censos para la articulación histórica sobre organización familiar, ya que
no nos informa sobre las relaciones entre personas viviendo en hogares
diferentes. De este modo, nuestro "abuelo y nieto" de las obras de Henry
Ossawa Tanner pueden o no serlo; pueden vivir en hogares separados y no
tener alianzas sanguíneas, pero la relación entre estas dos generaciones es
familiar y es organizada. Gutman concluye que la familia negra
estadounidense que él examina no era desorganizada; consistía de madre y
padres, y debería ser examinada bajo criterios más amplios que incluyan
definiciones diversas de lo que constituye una familia.
Las obras de Du Bois, Frazier y Moynihan comienzan una historiografía
sobre la familia negra afrodescendiente estadounidense que hace uso de los
recursos disponibles para escribir una historia que carecía de
antecedentes. Lo que tienen en común es la creencia que el legado de la
esclavitud formó la estructura de la familia negra en Estados Unidos hasta
el 1965. Mientras que Du Bois y Frazier resaltan la inmoralidad sexual,
madres solteras y falta de formación religiosa como causas de la
inestabilidad familiar —todos resultados de la estructura esclavista
forzada sobre esta comunidad— sus recomendaciones no podrían ser más
contradictorias. Du Bois, escribiendo en 1908, aboga por una identidad
negra propia, mientras que Frazier, escribiendo en 1939, propone la
asimilación a la cultura blanca. En 1965, Moynihan publica un informe
gubernamental donde resalta el trasfondo histórico esclavista, continua la
línea de culpa hacia las mujeres que no pueden criar bien sus hijos solas,
y propone que mas hombres negros entren a las fuerzas armadas para
recuperar la autoridad que la esclavitud y la Reconstrucción les robo de
manera emasculadora.
Lammermeier y Gutman cambiaron el rumbo de la historiografía en el
tema de la familia negra afrodescendiente en Estados Unidos al utilizar
nuevas perspectivas en su análisis. Cabe resaltar que falta mucho por
escribir: desde una perspectiva de género, desde diferentes conceptos de lo
que es la familia y la comunidad, desde el racismo institucionalizado,
desde la feminización de la pobreza, desde la etnografía, desde la justicia
social, desde la militarización, desde un análisis económico y social, y
desde la era digital y globalizadora que perpetúa estereotipos.
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-----------------------
[1] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family. Atlanta: The Atlanta
University Press, 1908, p. 9.

[2] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 18.
[3] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 21.
[4] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 24.
[5] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 37.

[6] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 128.
[7] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 130.

[8] Du Bois, W.E.B. The Negro American Family, p. 61.
[9] Frazier, E. Franklin. The Negro Family in the United States. Chicago:
University of Chicago Press, 1939, p. xix.

[10] Frazier, E. Franklin. The Negro Family in the United States, p. 246.
[11] Moynihan, Daniel P. The Negro Family: The Case for National Action.
Washington D.C.: Government Printing Office, 1965, p. 5.

[12] Moynihan, Daniel P. The Negro Family: The Case for National Action, p.
15.
[13] Moynihan, Daniel P. The Negro Family: The Case for National Action, p.
16.
[14] Moynihan, Daniel P. The Negro Family: The Case for National Action, p.
30.
[15] Moynihan, Daniel P. The Negro Family: The Case for National Action, p.
44.
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