De cómo los “Fast Foods” han afectado y modificado la dieta del Puertorriqueño

De cómo los "Fast Foods" han afectado y modificado la dieta del Puertorriqueño


"Dime lo que comes, y te diré lo que eres" - Jean Anthelme Brillant-Savarin


Durante los últimos años, la cultura puertorriqueña ha sido bombardeada por una ola de influencias extranjeras, mayormente Americana, que han trastocado la misma. La manera de hablar, de cómo vestimos, de lo que leemos, pensamos y para efectos de este ensayo, de lo que comemos. He decidido investigar los nuevos hábitos de la dieta puertorriqueña en comparación de cómo los puertorriqueños solían comer. En lo que basaban su dieta hasta hace unos años, en comparación con tiempos recientes donde no solo hemos adoptado e integrados nuevas costumbres gastronómicas a nuestra dieta, sino que ha sido bastante influenciada por la proliferación de las cadenas de comidas rápidas. Los llamados "fast food" han comenzado a formar parte de la dieta diaria de muchos puertorriqueños en las últimas décadas. Con esto, pretendo indagar en lo que antes se basaba la dieta de los puertorriqueños y los cambios que han ocurrido en la misma gracias a este tipo de restaurante.

Debemos destacar que para la época previa a la conquista, los datos encontrados informan que la dieta básica de los indios pobladores de la isla, los taínos, tenían una alimentación sustentada por la caza, la pesca y la agricultura. En la isla, en aquel momento, no había existencia de ganado vacuno, por lo tanto este no formaba parte de la dieta. Las proteínas eran mayormente adquiridas a través de la jutía, iguanas, aves, tiburón, peces, y camarón. Maíz, batata, yuca, y la yautía eran la mayor fuente de carbohidratos de la dieta taína. Mayormente utilizada la yuca. Había consumo de frutas (jobo y guanábana), pero no se indica que era primordial en la dieta. Si vemos estos datos pudiésemos entender que la dieta precolombina constaba más bien de una agro, saludable. Carecía de grasas o elementos preservadores. Luego de la conquista, se nos introduce nuevos ingredientes culinarios, desde África por la trata de esclavos. Plátanos, ñame, malanga, y nuestros distintivos gandules. Ya en este momento vemos como se ha integrado el cerdo a la dieta, y el aceite para freír. Quizás pudiésemos decir que aquí es donde comienzan los problemas de alto colesterol, triglicéridos y alta presión, aunque no puede encontrar datos concretos de esto.

Ya para 1598 el Reverendo Lafield, enviado por la expedición inglesa, describe cel ganado como uno salvaje. La domesticación sigue aparentando no tener un rol importante en la sociedad de ese momento, esto según indica Armando J. Martí Carvajal en su artículo "Surgimiento del jíbaro puertorriqueño…". Martí indica que el Rev. Lafield apunta "el ganado pace con tal ilimitada licencia que salvaje crece". El rol del ganado aparenta ser uno de intercambio, siendo utilizado sus cueros, mayormente de contrabando. El número de ganado que cubría esta necesidad, era superior a la cantidad de criollos que se alimentaban, si acaso, por lo que el mismo luego de ser descuerado, era abandonado. Denunciando que el mismo no formaba una parte esencial de la dieta puertorriqueña. En esta época se especifica una economía simple, basada en la agricultura sustentable, mayormente artículos de primera necesidad. Alexandro O'Reylly indica en su censo de 1765, que "con cinco días de trabajo, tiene una familia plátanos para todo el año".

La dieta del puertorriqueño desde la época precolombina, ha sido una de adaptación a las condiciones económicas y sociales de una colonia. Según algunas de las lecturas investigadas, la dieta antes de la llegada de los americanos en el 1898, era una "pésima y con malas condiciones de viviendas" Gonzalo F. Córdova y Santiago Iglesias: Creador del movimiento Obrero de PR, capítulo 1, páginas 13-19. El plátano, el guineo, la yuca, el arroz, granos, y un bajo contenido de carnes fue la base primordial de la dieta jíbara hasta el momento de la llegada americana. Luego de esto, la dieta de los puertorriqueños comenzó un nuevo ciclo de adaptación. Ya no solo teníamos una integración de la herencia india, española y africana, sino que estábamos listos para añadirle un nuevo toque a nuestra dieta. El componente americano.

Adelantemos en calendario a 1916, cuando se funda el primer restaurante de comida rápida en los Estados Unidos. Bienvenidos a White Castle. Un menú limitado, que incluía hamburguesas por 5 centavos. El concepto básico: alto volumen, bajo costo y velocidad. El concepto de franquicias es introducido en 1921, y de ahí se proliferó una gran cantidad de este tipo de restaurantes, no solo en Estado Unidos, sino en el mundo, siendo este el país con más cadenas de restaurantes de comidas rápidas a nivel mundial, muy en parte a la llamada globalización. La comida y los hábitos alimenticios revelan mucho de las tradiciones de una cultura. Si vemos estudios realizados, se han encontrado datos de que las personas en los Estados Unidos tienen un alto índice de obesidad, en comparación con países en el Continente Europeo.

Según mi madre, una de las fuentes verbales que usé, el primer "fast food" en Puerto Rico fue el Tastee Freez, en el 1959. Esta cadena se dedicaba a vender mantecados, estilo soft cream, y hamburguesas. Mayormente frecuentada por jóvenes, causando furor en los llamados "baby boomers", estuvieron localizados mayormente en las áreas de alta población estudiante y el área metropolitana de la isla. Ya en los años 60', aparece en el mercado el "restaurante" Big Boy, alcanzando fama debido a la llegada de la televisión a la isla, y este pudiendo comprar tiempo comercial en las emisoras televisivas. "Si no es Big Boy, no voy" era el slogan del mismo. Poco a poco la isla se fue llenando de varios comercios de este tipo. Alimentando a la masa boricua ya fuese con hamburguesas, sándwiches, papas fritas y Coca Cola, mucha Coca Cola. Así nacieron los Burger Kings y los McDonalds, que uno los encuentra en cada esquina, muchas veces uno frente al otro, viendo cuál de los dos nos ofrece la mayor cantidad de comida a un precio mínimo.



Desde hamburguesas y hot-dogs hasta el arroz "como el de mami", según Pollo Tropical, hemos visto como han ido apareciendo, como pequeñas flores silvestres en un jardín, este tipo de servicio de alimentos rápido, económico y alto en grasas, azúcares, aditamentos que poco a poco han ido substituido la comida casera. La industria de alimentos y bebidas genera unos 8.5 billones de dólares anuales en la isla, datos del Caribbean Business. Esto representa un cuarto de las ventas anuales en la isla, siendo un 15% comida importada, distribución, restaurantes y colmados. Esta industria ha acaparado tanto el mercado de la dieta puertorriqueña, que inclusive en gobierno permite que los beneficiarios de la tarjeta del PAN (Programa de Asistencia Nutricional Federal) utilicen un porcentaje de la misma en este tipo de establecimientos de comidas rápidas, lo que a mi entender es un oxímoron.

Según encuestas realizadas por el Centro de Control de Enfermedades (CDC), 3 de cada 5 personas visita un restaurante de estos, y un 43% comía al menos dos veces a la semana en uno. Pero, por qué? Muchas de estas cadenas de comida tienen muy buena publicidad, e invierten millones de dólares o poder llegar al público. Ya sea mediante la prensa escrita, radial o televisiva, diariamente somos atacados por "arroz como el de mami", "I'm loving it", "Lo prefiro" o aquel famoso chihuahua que decía "Yo quiero Taco Bell".


Sumémosle el hecho de que el atractivo es mucha comida por poco dinero, y en estos momentos estamos viviendo una situación económica global que va en decadencia. Mucho trabajo, poco tiempo, poco dinero; he aquí la solución: un servi-carro donde te sirven 8 onzas de papas fritas, ¼ de carne procesada ( información que ha salido a la luz pública indica que estas carnes provienen de diferentes fincas, donde el trato y alimentación de animales en diferente, se mesclan todas, se procesan con preservativos, aditivos y condimentos; muchas veces, en especial en el caso de esos suculentos "chicken mcnuggets" se hace un proceso de pre-freído, proceso de congelación y empaque), y 21onzas de refresco.

Este tipo de alimentación nos ha llevado a encontrar una población con unos índices altísimos de obesidad, enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, úlceras, falta de nutrientes esenciales para el cuerpo. En otras palabras, una sociedad enferma, que no puede rendir la capacidad esperada. Si vemos las expectativas de vida saludable ahora, comparadas con las expectativas de vida de nuestros antepasados, podemos ver claramente que las personas que llevaban una dieta saludable, que no ingerían este tipo de alimentos, ya fuese porque no existiera o porque no lo deseaban, no solamente duraban más tiempo, sino que eran personas saludables, que muchas veces hasta en sus setenta y tempranos ochenta, aún trabajaban en sus fincas, en la siembra de caña o en la manufactura. No es de asombrarse que encontremos niños padeciendo de diabetes, adolecentes obesos y sedentarios, y adultos con problemas del corazón
en nuestra sociedad.

Si quisiéramos echar culpas, muy bien pudiésemos señalar aquel Tastee Freez que llegó a la isla, a los medios de comunicación, al inversionista, a la globalización. Pero realmente es culpa de cada uno de nosotros que hemos dejado de ser quienes somos, para adaptarnos a otra influencia cultural. Y no estoy diciendo que no me gusten unas papas fritas o un vaso bien frio de Coca Cola, pero hemos dejado que este tipo de dieta nos afecte, nos cambie y que se funda con quienes somos. Puerto Rico está más que apto para poder cosechar, criar y producir sus propios alimentos, sin tener que surgir a este tipo de comida fácil y dañina. Debemos dejar la conveniencia alimentaria, la inseguridad económica y el miedo de no poder subsistir sin una hamburguesa grasocita, y el vasito de Coca Cola. Debemos comenzar a producir lo nuestro, no solo porque deberíamos volver a nuestras raíces culinarias, sino por nuestra salud.

Como hemos visto, la dieta de los puertorriqueños ha cambiado totalmente de lo que era, subsistencia mayormente agro, a una dieta de la facilidad y la rapidez. Poco a poco fuimos añadiendo nuevo valores culinarios a la dieta original de nuestros antepasados. Logrando que la dieta básica de plátanos, yuca, yautía y malanga haya sido substituida, al menos 3 veces por semana en algunos casos, por comida de fast food.




Bibliografía

"Surgimiento del jíbaro puertorriqueño: el modo de vida criollo (1541-1778)". Armando J. Martí Carvajal. Tebeto: Anuario del Archivo Histórico Insular de Fuerteventura, Nº. 19. Cabildo de Fuenteventura, Islas Canarias, 2006


Caribbean Business (n.d) Sacado de Http://www.caribbeanbusinsspr.com/cbdirectory/cd_reatil.php?cat_id=13


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CDC - BRFSS 2012 Survey Data and Documentation. (n.d.). Retrieved from http://www.cdc.gov/brfss/annual_data/annual_2012.html#datafiles








Baby boomer – Persona nacida durante la natalidad explosiva, ocurrida en muchos países durante el periodo posterior a la Segunda Guerra Mundial (1940-1960).
"Si no es Big Boy, no voy" fue el estribillo utilizado en Gaby, Fofó y Miliki. Este programa televisivo estaba dirigido a los niños, así vendiendo la idea de los fast food a esa generación.
PAN – El Programa de Asistencia Nutricional es un programa de asistencia económica Federal que ayuda a las familias de escasos recursos para que puedan cubrir sus necesidades alimentarias para la compra de alimentos nutritivos.
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