\"Datación por técnicas luminiscentes de la Tumba 3 y el conjunto campaniforme de La Pijotilla (Badajoz, España)\".

July 11, 2017 | Autor: Carlos Odriozola | Categoría: Archaeology, Prehistoric Archaeology, Death and Burial (Archaeology), Prehistory
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Descripción

DATACIÓN POR TÉCNICAS LUMINISCENTES DE LA TUMBA 3 Y EL CONJUNTO CAMPANIFORME DE LA PIJOTILLA (BADAJOZ, ESPAÑA) LUMINISCENCE DATING OF BURIAL 3 AND THE BELL BEAKER POTTERY FROM LA PIJOTILLA (BADAJOZ, SPAIN) CARLOS P. ODRIOZOLA1, VÍCTOR HURTADO PÉREZ2, M. ISABEL DIAS3, M. ISABEL PRUDÊNCIO3 (1) Instituto de Ciencia de Materiales de Sevilla. Avd. Américo Vespucio 49. 41092 Sevilla. España. ([email protected]) (2) Departamento de Prehistoria y Arqueología, Universidad de Sevilla. C/ María Padilla S/N. 41004 Sevilla. España. (3) Instituto Tecnológico e Nuclear. Estrada Nacional 10. 2686-953 Sacavém. Portugal.

RESUMEN La Pijotilla es uno de los mayores asentamientos (80 Ha) del III milenio A.N.E. de la Península Ibérica, siendo considerado un lugar central dentro de la red de poblamiento de Tierra de Barros (comarca de Tierra de Barros, Badajoz). Desde los años 70 se han excavado el poblado y la necrópolis, destacando la tumba T3, excavada en la roca donde se realizaron 300 inhumaciones en capas sucesivas generando una estratigrafía amplia y que contenía un variado y cuantioso ajuar. En el poblado se ha recuperado una colección de fragmentos campaniformes sin contexto estratigráfico, junto a una gran diversidad de estilos decorativos pertenecientes a la última fases del III milenio ANE. El objetivo propuesto en este trabajo ha sido datar diferentes niveles de la tumba T3 y compararlas con otras dataciones C14; al igual que datar la cerámica campaniforme de superficie del poblado y compararla con dataciones absolutas procedentes de contextos habitacionales.

ABSTRACT La Pijotilla, one of the largest settlements through out all Iberian Peninsula, and is considered a central place of Tierra de Barros Copper Age settlement network (Comarca de Tierra de Barros, Badajoz). During the field works that has been going on since the 70’s, the settlement and the necropolis area have been located. Several tombs have been excavated, standing out tomb 3, build on the rock with 300 buried individuals and a great richness of funerary objects alternated in several layers. During survey works in the settlement a large amount of decorated pottery from III millennium BC including a great number of Bell Beaker pottery, without a stratigraphic context, have been found. The focus in this work is to date different layers of T3 using luminescence techniques and compare them with old and new radiocarbon dates, as well as to date the survey-collected Bell Beaker pottery and compare them with the settlement radiocarbon dates.

Palabras clave: Comarca de Tierra de Barros, Badajoz, III milenio ANE, Termoluminiscencia, Campani-

Key words: Comarca de Tierra de Barros, Badajoz, III millenium ANE, Thermoluminescence, Bell Beaker pottery, radiocarbon.

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forne, Radiocarbono.

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I. INTRODUCCIÓN Las investigaciones arqueológicas en la provincia de Badajoz se han dedicado en los últimos 30 años a cubrir el vacío que en referencia al número y tipo de asentamientos conformaban el paisaje poblacional de la Edad del Cobre en esta provincia. Si desde inicios de los años 80 el número de asentamientos de la Edad del Cobre conocidos en la provincia de Badajoz se limitaba prácticamente a dos, a principios de los años 90 esta cifra ascendió a 70 tras el trabajo de J.J. Enriquez (1990), y a principios del siglo XXI la cifra volvió a crecer situándose ca. 150 tras las prospecciones de V. Hurtado y P. Mondejar. La cifra, lejos de estancarse, sigue aumentando pero quizás no de manera tan espectacular; la construcción de la Presa de la Alqueva ha provocado no ya nuevas prospecciones sino lo que es más importante numerosas excavaciones en nuevos asentamientos claves del III milenio ANE como es el caso de San Blas (Hurtado 2004a,b), alcanzándose una cifra cercana a los 180 yacimientos catalogados (Fig. 1). A pesar de todos estos esfuerzos por obtener un registro completo en cuanto al número y tipo de asentamientos, el conocimiento queda sesgado por la falta de excavaciones y la mayoría de los yacimientos calcolíticos conocidos lo son por prospecciones o excavaciones de urgencia, habiéndose llevado a cabo escasas investigaciones sistemáticas que impliquen un programa analítico que incluya dataciones absolutas, lo que implica una enorme dificultad a la hora de entender las dinámicas de poblamiento en la Cuenca media del Guadiana. Este sesgo en la investigación se hace más evidente si tenemos en cuenta el desconocimiento que se tiene entre los investigadores europeos del fenómeno campaniforme en la Cuenca media del Guadiana, ya que la mayoría de los trabajos de éstos se basan en publicaciones de los años 70, principalmente la de R. Harrison (1977), ignorando los últimos 30 años de investigación en esta región a la hora de realizar síntesis a escala europea.

Figura 1. Mapa del Suoreste peninsular con los principales yacimientos calcolíticos (círculos rojos: grandes asentamientos).

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Siendo escasos los programas analíticos que contemplen dataciones absolutas, como se ha mencionado, en este trabajo pretendemos dar a conocer las últimas dataciones llevadas a cabo mediante C14AMS y Termoluminiscencia (TL) en el yacimiento de La Pijotilla, concretamente en la necrópolis (tumba T3) y el asentamiento (cerámica campaniforme de superficie), para así empezar a llenar ese vacío.

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Consideramos que la TL es la técnica de datación absoluta idónea para datar cerámicas recuperadas en prospecciones de superficie, ya que fecha el momento de producción de los objetos cerámicos y no los contextos de deposición como el C14-AMS, y además puede proporcionar una información fiable del momento de abandono de aquellos yacimientos que conocemos sólo a través de prospecciones. La base de la técnica de datación por TL se sustenta en que los minerales presentes en las arcillas —principalmente el cuarzo— acumulan la energía procedente de la radioactividad ambiental. Si los minerales presentes en la arcilla son calentados a temperaturas superiores a 500ºC o expuestos a una irradiación luminosa durante algunas horas, éstos liberaran la energía acumulada con el tiempo en forma de luz. Este sistema de acumulación-liberación es la base del sistema de datación por luminiscencia (Aitken, 1985), funcionando de cronómetro desde la última vez que el recipiente cerámico fue sometido a una temperatura superior a 500ºC, generalmente coincidiendo con el momento de su producción, que puede a su vez puede coincidir o no con el contexto de deposición, que es lo que mayoritariamente datamos por C14. A nivel práctico se traduce en fechas ostensiblemente más antiguas que las obtenidas mediante radiocarbono, ya que el radiocarbono fecha propiamente un contenedor (unidad estratigráfica) y por tanto su contenido (incluyendo toda la cultura que contenga la unidad estratigráfica) independiente de la historia vivida por esos ítems y su momento de producción.

II. LA PIJOTILLA: NECRÓPOLIS Y ASENTAMIENTO La Pijotilla es de entre los más de 180 yacimientos calcolíticos localizados en la Cuenca Media del Guadiana (Hurtado, 1995), uno de los mayores y más singulares yacimientos de la Edad del Cobre tanto de la Cuenca Media del Guadiana como de toda la Península Ibérica con sus ca. 80 Ha. de extensión. Las intervenciones arqueológicas a las que ha sido sometido durante los últimos 20 años (prospecciones y excavaciones) han proporcionado una imagen compleja de este yacimiento, al que se le atribuye una posición política, social y económica preeminente en la Cuenca Media del Guadiana (Hurtado, 1995, 1999). Entre el ingente registro de materiales recuperados cabe destacar los ídolos (numerosos tipos) y la cerámica decorada (campaniforme, peinadas, pastillas repujadas, simbólicas, etc.) que lo hace ser un referente a nivel regional e ibérico.

La T3 se encuentra excavada a más profundidad y cortada por la T1 en la zona del corredor, lo que hace suponer que es más antigua que la T1. Además de este hecho los ajuares en ambas tumbas precampaniformes son diferentes, siendo muy simples en la T1 (una lámina de sílex y una punta de flecha por individuo y en algunos casos ocre) y variados y ricos en la T3 donde se pudo identificar un destacado ajuar individual (Fig. 3) compuesto por un puñal de cobre con escotadura, dos vasos cerámicos pequeños, una lámina de sílex y ocre o limonita, entre el centenar de vasos cerámicos, puntas de flecha y láminas de sílex, un puñal de piedra verde, miles de cuentas de collar, vasos de hueso, conchas marinas, ídolos falange, de hueso largo, figurillas antropomorfas, betilos y grandes vasos que correspondían al conjunto de ajuares de los 300 restantes enterramientos (Hurtado, 1999: 56).

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Tras la campaña de excavación de 1981 en la que se descubre la necrópolis y se excavan las tumbas T1 (ca. 80 inhumados) y T2, en 1990 se excava la T3 (ca. 300 inhumados) (Hurtado, 1991, 1999; Hurtado et al., 2000). En La Pijotilla las tumbas se ubican en el sector oriental dentro del recinto circular formado por el foso exterior. Los tholoi semihipogeos, T3 y T1, presentan una disposición en V con diferentes orientaciones y realizadas con técnicas constructivas muy similares; en ambos casos los sepulcros se encuentran excavados en tierra caliza y, aunque no se han conservado, es posible que las cámaras se cubrieran con una falsa cúpula, aunque en su interior sólo se hallaron unos (insuficientes) bloques de tierra caliza (Fig. 2). Ambas tumbas han sido consideradas como pertenecientes a una fase precampaniforme (Hurtado, 1999: 55). Por su parte la tumba campaniforme T2 es una tumba circular de construcción diferente y número de inhumados mucho menor (ca. 30).

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Figura 2. Necrópolis de La Pijotilla (Hurtado et al., 2000: 250, fig. 1); y estratigrafía de la T3 (Hurtado et al., 2000:253, fig. 3).

Junto a la T1 se halla la T2 de forma circular y ya con cerámica campaniforme en su interior (Hurtado, 1986), su arquitectura es muy simple, consistente en un círculo de pequeñas pizarras colocadas en vertical y parcialmente hincadas en una zanja rellena de tierra para su contención. Se habían inhumado 34 individuos: 16 adultos, 5 jóvenes y 13 niños (Hurtado, 1984). El ajuar quedó removido por la acción del arado, pero se pudieron recuperar 5 vasos de pequeño tamaño, dos vasos campaniformes de estilo puntillado geométrico, ídolos falange decorados, un ídolo tolva, un vaso de mármol, cientos de cuentas de collar, varias láminas de sílex y puntas de flecha.

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Figura 3. Objetos representativos del ajuar de la tumba 3: 1) Idolos antropomorfos de cerámica. 2) Idolo falange. 3) Vaso de hueso. 4) Puñal de cobre. 5) Puñal de piedra verde. 6) Hacha pulida. 7) Vaso de caliza. 8) Colgantes de piedra. 9) Vasos cerámicos. 10) Vaso cerámico datado por TL.

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Tres metros separan la T1 de la T2, lo que sugiere una construcción más tardía, quizás cuando la cúpula de la T1 se hubiera desplomado y el túmulo desaparecido (Hurtado, 1999:58). En la T3 se practicaron numerosa inhumaciones, ca. 300 individuos, entre los que se pudo identificar una serie de rasgos morfogenéticos, sobre una muestra de 180 individuos, cuya frecuencia permite establecer relaciones familiares (Hurtado et al., 2000). La disposición de los esqueletos hace pensar que durante la utilización de la tumba se amontonaban los cráneos y huesos largos junto a las paredes para hacer sitio a las nuevas inhumaciones que irían ocupando el centro de la cámara, hasta formar varios niveles superpuestos. La única fecha radiocarbónica de la necrópolis publicada hasta el momento procede de esta tumba T3 y corresponde al nivel medio (UE 15/16) de la sucesiva acumulación de niveles compuestos por los enterramientos y el derrumbe de la cubierta con los que se forma la estratigrafía de la cámara (Beta-121143: 4130±40 BP). La datación por TL nos permitirá datar el ajuar, y por tanto diferentes momentos de uso de la sepultura. La selección de dos vasos se ha realizado en base a la estratigrafía de la T3 y se ha seleccionado un vaso de uno de los estratos intermedios, UE 16, coincidiendo con la mayor acumulación de inhumaciones en la T3 (Fig. 2.2).

III. MATERIALES Hemos seleccionado 2 muestras de la T3 para datar, en primer lugar una muestra de carbón procedente de la UE 18 (C14-AMS) y otra muestra cerámica —vaso 15— procedente de la UE 16 (TL) (Fig. 3). Al seleccionar estas muestras pretendemos conocer en primer lugar si los vasos depositados en el nivel principal de la tumba (máxima acumulación de inhumaciones) son sincrónicos con los restos de actividad ritual hallados en ese nivel, ya que muchos de los vasos han sido movidos de su deposición original para hacer hueco a nuevas inhumaciones, y en segundo lugar cuánto tiempo estuvo en uso la sepultura desde su construcción (nivel base UE 18 Beta-121143: 4130±40 BP) hasta su abandono (UE 15).

Figura 4. Vasos campaniformes de superficie: 1) Vaso de estilo marítimo (P-SUP-27). 2) Vaso de estilo regional (P-SUP-13).

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Se han seleccionado igualmente tres fragmentos cerámicos (TL) recuperados en las prospecciones de superficie, ya que si bien el yacimiento de La Pijotilla es uno de los que cuenta con más dataciones absolutas de la provincia de Badajoz (8 dataciones, 6 del asentamiento y 2 de la necrópolis) no se han podido datar los contextos campaniformes ni de abandono del yacimiento. De los tres fragmentos, dos son campaniformes (estilos Marítimo e Inciso) (Fig. 4) y uno decorado a peine. La selección de diferentes esti-

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los cerámicos se hace con la intención de ver si efectivamente en La Pijotilla conviven ambos estilos campaniformes o si por el contrario corresponden a diferentes etapas evolutivas y por ende cronológicas. Al datar la cerámica campaniforme de superficie estamos datando la fase campaniforme del yacimiento y con ella una aproximación a la cronología de la sepultura T2.

IV. PROTOCOLO La TL ha sido medida siguiendo el protocolo de medida del ITN. La toma de muestras del vaso 15 de la T3 y de los fragmentos cerámicos P-SUP-37, P-SUP-27 y P-SUP-13 se ha realizado siguiendo dos protocolos, uno para la obtención de la fracción gruesa (90-160 !m) y otro para la fracción fina (4-11 !m). Para obtener la fracción gruesa de 90-160 m eliminamos ca. 1 cm alrededor de la muestra con ayuda de un disco de corte, de tal forma que sólo nos quedamos con el núcleo de la cerámica, tras lo que limpiamos la superficie del corte. Posteriormente procedemos a cribar el material, y atacarlo con HCl (20%) y lo lavamos sucesivas veces con agua destilada. Una vez limpio el material le agregamos H2O2 al 10% (esta operación puede ser realizada en una estufa a 50ºC para acelerar la reacción), repitiéndose el número de veces que sea necesario hasta que no ocurra reacción alguna, y lavamos con agua destilada sucesivas veces. Seguidamente se vuelve a atacar con HCl a 10% y se lava. El residuo insoluble resultante de todas estas operaciones es secado en una estufa a 50ºC. Los discos donde se depositarán las muestras son vaporizados con silicona previamente a la colocación uniforme de los granos. Para obtener la fracción fina de 4-11 !m se recoge una muestra de polvo con una broca de carburote tungsteno de 2 mm de diámetro. El polvo es tratado con ácido clorhídrico al 10% durante 10-15 minutos, y centrifugado en un tubo de plástico de centrífuga. Repitiéndose el proceso hasta que se considere concluido. Se deja reposar 30 minutos, de tal forma que los granos se asienten y decanten en el líquido sobrenadante. Se vierten 3/4 partes del tubo en un tubo de ensayo con agua destilada, se agita cuidadosamente dicho tubo de ensayo y se centrifuga a 5200 rpm durante 2 minutos, repitiéndose el proceso hasta que el líquido se aprecie limpio. Tras lo que vierte en un tubo con 4 cm de etanol, seguido por un proceso idéntico con acetona y se decanta. Una vez decantada secamos la muestra en una estufa 50ºC. Tras lo que preparamos una suspensión de 1 ml de acetona por cada 2 mg de material, y se deposita en discos de aluminio previamente depositados en frascos que se secan en la estufa hasta que puedan ser utilizados como muestras de fracción fina para medir.

Dosis equivalente (DE) Las medidas de luminiscencia se han realizado en un lector TL/OSL DA-15 equipado con un fotomultiplicador PMT EMI 9235QA. La luminiscencia se detecta a través un filtro BG-25 e HA. La irradiación beta se realiza con fuente beta 25mCi 90Sr/90Y que fornece 0.096 ± 0.0031 Gy/s.

TL 500ºC, 5ºC/s

TL natural (nTL)

TL 500ºC, 5ºC/s

valor de fondo

Irradiación beta ("1) TL 500ºC, 5ºC/s

TL ("1)

TL 500ºC, 5ºC/s

valor de fondo

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La dosis equivalente se mide por TL usando el método aditivo. Los discos se agrupan en medición de la TL natural (nTL), natural + "1 (dosis semejante a la natural), y natural + "2 (dosis semejante al doble de la dosis natural):

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Irradiación beta ($2) TL 500ºC, 5ºC/s TL 500ºC, 5ºC/s

TL ($2) valor de fondo

Dosis Externa (D!, cósmica) La irradiación gamma procedente del exterior de la muestra toma un gran protagonismo debido al alto poder de penetración (30 cm en suelos), aún así, carecemos de medidas de fondo para las cerámicas procedentes de las prospecciones y para la cerámica de la tumba, por lo que tomaremos el valor promedio experimental, obtenido de las mediciones realizadas en museos, la literatura científica y las mediciones sobre el terreno, que a día de hoy se sitúa en una D!ext=0.6 mGy/año y le aplicaremos un "!int=1.2 mGy/año (Castaign et al., 2004). Los valores estimados para la radiación cósmica pueden encontrarse tabulados en (Prescott y Hutton, 1988).

Eficiencia alpha (a) La radiación alpha es menos penetrante que la beta o la gamma. Es por esto que la dosis alpha debe ser corregida. Así, se compara la respuesta luminiscente de la muestra para las irradiaciones alpha y beta. Usando el a-value tal y como lo define Aitkien (1985).

Humedad (WF) La humedad (WF) se define como el producto de la porosidad (W) por la tasa de saturación (F). Para el cálculo de la edad usaremos el valor tabulado para la humedad: 8 ± 5 % (Aitkien, 1985). Pero hemos de tener en cuenta que el coeficiente de absorción del agua es un 50% superior que el de la cerámica en el caso de la radiación #, y un 25 y 14% en el caso de la $ y la !, con lo que la dosis de radioactividad anual recibida por la muestra variará dependiendo de la humedad ambiental1.

Composición del espécimen El contenido en radioelementos naturales se calcula debido a su emisión de partículas radioactivas. La composición elemental y el contenido de las muestras en radioelementos naturales (K, TH, U) medidos a través de análisis químico instrumental de activación con neutrones térmicos, usando el reactor portugués de investigación, según se describe en Dias y Prudêncio (2007).

Cálculo de la edad El cálculo de la edad se realiza teniendo en cuenta todos los factores indicados anteriormente y utilizando la ecuación:

Dequivalente D’# + D$ + D!int + D!ext + D’c

Donde D’# es el valor tabulado para la eficiencia alpha (Aitkien, 1985), D$ el valor de la radiación beta emitida por la propia cerámica y D’c el valor tabulado para la radiación cósmica (Prescott y Hutton, 1988). 1. C. Odriozola, 2004. Calibración del Protocolo de datación por Luminiscencia, a través de cerámicas arqueológicas de Edad conocida (Memoria de estancia, C2RMF, Museo del Louvre) (memoria inédita).

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Edad =

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V. CONTEXTO Y SIGNIFICADO La periodización tradicional define las fases cronológicas en base a la cultura material; así, la aparición, desaparición o transformación de la cultura material, particularmente de los tipos cerámicos y los tipos de sepulturas sirven para medir el ritmo de cambio en la Prehistoria. Tradicionalmente la cerámica campaniforme y los modos de enterramiento individual han servido como “fósil guía” para medir el ritmo de cambio en la Edad del Cobre e identificar un periodo convulso donde las estructuras sociales cambian profundamente para acabar dando paso a las comunidades de la Edad del Bronce, de ahí la importancia de datar el campaniforme y las tumbas de La Pijotilla. Las últimas investigaciones indican que la principal ocupación demográfica de la Cuenca Media del Guadiana, en especial en la comarca de Tierra de Barros se produjo entre fines del IV y principios del III milenio ANE. Entre estos primeros poblados cabe destacar a La Pijotilla (80 Ha) y San Blas (30-60 Ha). La fecha más antigua para La Pijotilla se ha obtenido mediante C14-AMS en la de la base de la estructura E4 (tabla 1), que corresponde a un enorme un silo de almacenamiento que posteriormente fue utilizado con otras funciones (Hurtado, 1999).

Tabla 1. Fechas de C14 obtenidas para La Pijotilla (Hurtado, 1999)

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La principal secuencia cronológica del yacimiento de La Pijotilla se basa en las fechas absolutas obtenidas a partir de la estratigrafía de esta estructura E4, una de las más potentes del yacimiento, además de la sepultura T3. De la estructura E4 se han obtenido fechas radiocarbónicas de la base o nivel de uso de la estructura como silo o lugar de almacenamiento, de un nivel intermedio de colmatación, que se corresponde con un nivel de abandono y reutilización de la estructura como basurero, del nivel final de basurero, y finalmente de la utilización como cabaña construida sobre la estructura de almacenamiento. En ningún nivel de la estratigrafía fechada se encontró cerámica campaniforme, el único fragmento se halló en el nivel de abandono situado encima de la cabaña (Hurtado, 2005) y en el que no se recuperó materia orgánica para datar mediante C14. En lo referente a la necrópolis, la única datación obtenida hasta ahora procede de la UE 15 de la sepultura T3 (tabla 2, Fig. 5).

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Figura 5. Fechas radiocarbónicas para el yacimiento de La Pijotilla calibrados a 1 sigma (Stuiver y Reimer, 1993; Reimer et al., 2004 ) y fechas de TL.

Igual que sucede en el poblado, la cerámica campaniforme se utiliza en la necrópolis, junto a los diferentes tipos de sepulcros y ajuar, como identificador o delimitador de los distintos procesos culturales que se producen en este yacimiento durante el III milenio ANE. En el caso de los sepulcros encontramos además una clara asociación entre un tipo de ajuar —con o sin campaniforme— y un tipo de contenedor funerario. Los tres sepulcros encontrados hasta ahora en la necrópolis de La Pijotilla son completamente diferentes en cuanto a ajuar y ha sido la presencia/ausencia de cerámica campaniforme la que determinó en un principio su consideración cronológica (Hurtado, 2005:328). Así las tumbas T1 y T3, sin cerámica campaniforme, corresponderían a un momento anterior al periodo campaniforme (Hurtado, 2005:328). Aunque en la tumba T1 no se han obtenido dataciones absolutas, el hecho de que una parte del corredor al aire libre corte al de la tumba T3 hace pensar que estratigráficamente T1 sea posterior a T3, pero también las diferencias en el tipo de ajuar podrían indicar lo contrario al tener T3 artefactos más ricos y evolucionados (Hurtado, 2005). Es el caso del puñal de cobre con escotaduras formando parte del ajuar de un enterramiento de los niveles superiores, o el de un puñal realizado en piedra verde hallado en el nivel base de la tumba y cuya forma con dos perforaciones para remaches recuerda prototipos metálicos de la Edad del Bronce.

Los resultados obtenidos para este trabajo se detallan en la tabla 2, donde pueden observarse los valores obtenidos para la Dosis Equivalente (ED), su error, los contenidos en radioelementos (K, Th, U) y la edad calculada con su error según los parámetros de cálculo expuestos anteriormente, al igual que la fecha obtenida por C14-AMS calibrada a 1 sigma y el área relativa de cada intervalo.

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VI. RESULTADOS DEL ANÁLISIS

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Tabla 2. Resultados obtenidos mediante TL y C14-AMS.

VII. DISCUSIÓN En un nivel superior al de la cabaña E4 apareció un fragmento de cerámica campaniforme de estilo regional (Hurtado, 2005: 324). Si asumimos un momento puntual para la producción campaniforme, este fragmento debe ser coetáneo al campaniforme regional de superficie fechado por TL, y entonces resultaría más antiguo que la fecha radiocarbónica obtenida para la cabaña. Este hecho genera una contradicción, ya que la fecha radiocarbónica de la cabaña, obtenida en una posición estratigráfica inferior, resulta más moderna que el campaniforme que se encuentra en un estrato superior. Esta contradicción se puede explicar de manera simplista si tenemos en cuenta que al tratarse de cerámicas descontextualizadas, estos fragmentos podrían haber sufrido procesos postdeposicionales, tales como haber sido removidos hasta la superficie por la acción del arado. O bien no tan simplista si tenemos en cuenta valoraciones interpretativas de manera que se consideren a priori los vasos campaniformes como un “bien de prestigio”, lo que a larga le conferiría un carácter de “reliquia” y un periodo de vida prolongado, pudiendo transmitirse de generación en generación mientras que su función como estructurador social siga vigente. En el caso del vaso 15 procedente de la T3 podemos apreciar cómo no existe una diferencia significativa de edad entre la unidad estratigráfica inmediatamente superior —datada por C14-AMS— y la fecha de producción del vaso. En la estratigrafía de la T3 no se advierten indicios de incendio, especialmente en el nivel inmediatamente superior o inferior al que contiene el vaso 15, por lo que podemos suponer que la fecha obtenida mediante luminiscencia para esta vasija cerámica corresponde al de su producción. Cabe pensar también que este vaso no es un vaso amortizado con un valor añadido de “bien de prestigio” como el señalado anteriormente para la cerámica campaniforme, sino que es posible que este recipiente hubiera sido producido ex profeso para el ritual funerario como ajuar de acompañamiento de alguno de los individuos inhumados en la sepultura.

Actualmente se coincide en asumir las producciones funerarias campaniformes, como realizadas ex profeso en base a la menor calidad de las pastas y la menor inversión de tiempo en el acabado de la producción (Boast, 1995; Salanova, 2000). Si asumimos esta tendencia que coincide con lo observado para

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Las diferencias entre las sepulturas T2 y T3 son evidentes en cuanto a ajuar y arquitectura, sin embargo las dataciones obtenidas en el vaso 15 de la T3 y el fragmento campaniforme internacional de superficie resultan coetáneas. Por asociación analógica también debería ser coetánea la producción de los vasos campaniformes internacionales recuperados en la T2.

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el vaso 15 de la T3, podríamos considerar que la T2 es coetánea de la producción campaniforme internacional y por tanto de la T3. Todas estas asociaciones y analogías unidas al espectacular ajuar de la T3 podrían hacer pensar que nos encontramos en un momento de cambio social que coincide con la adopción del campaniforme por parte de alguna facciones políticas (Brumfiel 1994) o actores socio-políticos produciéndose una competencia entre facciones: sustrato “local” vs campaniforme, que podría estar reflejándose en los modos de enterramiento observados en las sepulturas T3 y T2, o bien que obedecería a las distintas capacidades de prestigio que puedan alcanzar las diversas unidades parentales, como se esbozó para las tumbas T1 y T3 (García Sanjuán y Hurtado, 1997), lo que facilitaría la comprensión del proceso de evolución social hacia estructuras progresivamente más complejas. A nivel general el hecho de que las dataciones obtenidas en los contextos campaniformes sean más modernas que las asignadas a las de producción de los vasos implicaría que los fragmentos campaniformes de Cerro de la Horca, Zambujal, Cabrerizas o Leceia pudieran ser sensiblemente más antiguos que los de La Pijotilla. Ello podría tener implicaciones a la hora de discutir las tan traídas y llevadas rutas de penetración del campaniforme en la Península Ibérica, bien por vía continental (Hurtado y Amores, 1982 y 1986; Hurtado, 2005; Alday 2001) o marítima (Salanova, 2000; Guilane et al., 2004, Cardoso et al., 2005).

HUERTA MONTERO SAN BLAS K27/8 SAN BLAS F5 PIJOTILLA E4 BASE SAN BLAS J25/12 HUERTA MONTERO LECELA FM CERRO DE LA HORCA IIB ZAMBUJAL (2A) ZAMBUJAL (2A) PIJOTILLA T3 UE 18 ZAMBUJAL (3C/4A) PALACIO QUEMADO 1 PIJOTILLA T3 VASO 15 PIJOTILLA T3 UE 15 PIJOTILLA INTERMEDIO E4 ZAMBUJAL (3B/C) CABRERIZAS P SUP 27 ZAMBUJAL (4B) ZAMBUJAL (3B) PALMELA ZAMBUJAL (3A) PALMELA SAN BLAS E9 ZAMBUJAL (4B) PIJOTILLA E4 ABANDONO P-SUP-13 ZAMBUJAL (3B) SAN BLAS K7/37 ZAMBUJAL (4B) LECEIA EN P-SUP-37 SAN BLAS H22/29 PIJOTILLA CABAÑA ZAMBUJAL (2B/C) SAN BLAS J24 HUERTA MONTERO ZAMBUJA (4C) CASTILLO ALANGE PALACIO QUEMADO 2 ZAMBUJAL (3B/C) CASTILLO ALANGE

RANGOS DE EDAD PARA TL

Figura 6. Fechas radiocarbónicas para contextos con cerámica campaniforme calibrados a 1 sigma (Stuiver y Reimer, 1993; Reimer et al., 2004) desde el Estuario del Tajo a la Cuenca Media del Guadiana (datos para Zambujal, Leceia y Palmela, Vander Linden 2006: Annexe). Huerta Montero, San Blas, La Pijotilla, Palacio Quemado, Castillo de Alange contextos sin campaniforme a excepción de San Blas H22/29 y Palacio Quemado (2) que son contextos con campaniforme). Y fechas de TL para La Pijotilla.

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RANGOS DE EDAD CALIBRADOS PARA C14

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VIII. CONCLUSIÓN De acuerdo a la dataciones obtenidas en La Pijotilla se podrían extraer las siguientes valoraciones:

• La cerámica datada por TL se encuadra dentro de las más antiguas obtenidas por C14 para los prin-

cipales yacimientos de la Edad del Cobre que ocupan la franja que va desde el estuario del Tajo hasta la Cuenca Media del Gaudiana; así, en la Fig. 6 podemos apreciar cómo los niveles con cerámica campaniforme de el Cerro de la Horca, Zambujal, Cabrerizas o Leceia tienen fechas similares al campaniforme de La Pijotilla para contextos campaniformes, aunque no sucede los mismo con las de yacimientos que se encuentran más próximos a La Pijotilla, como pueden ser las obtenidas en contextos campaniformes de San Blas (H22/29) o Palacio Quemado (2).

• Parece evidente que las producciones campaniformes del Estuario del Tajo o de Cáceres son más

antiguas en relación a las de la Comarca de Tierra de Barros, si asumimos que su producción es anterior a su deposición. Podría suponerse que el río Tajo fue un eje de comunicación más dinámico y temprano que el Guadiana, lo que sumado a las características geográficas de la Comarca de Tierra de Barros, cerrada al exterior y organizada socio-políticamente, podría haber provocado una adopción ligeramente más tardía del campaniforme en esta región, y que la dinámica podría haber sido una penetración por el río Tajo hacía su desembocadura (Este-Oeste) procedente del Norte vía terrestre como propusieran V. Hurtado y F. Amores (1982 y 1986) para otros ítems como son las pastillas repujadas y el campaniforme CZM “Corded Zone Maritime” y que A. Alday (2001) ha confirmado para el campaniforme marítimo y mixto en base a esta ruta de penetración desde Francia por el País Vasco hasta el Estuario del Tajo.

• A nivel comarcal el campaniforme de La Pijotilla es el más antiguo, lo cual estaría relacionado a prio-

ri con la extensión, ubicación (en una arteria importante del Guadiana de penetración hacía la Comarca), y al poder de atracción de ítem de prestigio de este asentamiento, aunque habría que tener en cuenta que éstas proceden de contextos de deposición y no de producción.

• Para la necrópolis de La Pijotilla se confirma que la T3 tiene un periodo de vida relativamente corto

como puede inferirse a través de las fechas obtenidas para la base, y los niveles principales de uso de la misma, pudiéndose llegar a proponer un uso coetáneo a la T2 en base a la fechas obtenidas para el complejo campaniforme del asentamiento.

• De la datación de la T3 por TL se puede esbozar que las producciones cerámicas que conforman este ajuar podrían haber sido realizadas ex profeso o que al menos no son producciones de carácter inalienable (Earle, 2004) o sagrado (Godelier, 1996) que hayan perdurado en el tiempo a sus productores, como sucede en el caso de la cerámica campaniforme recuperada en el poblado cuya cronología podría reforzar la idea de que estas producciones son “bienes de prestigio” en base al largo periodo de vida que en principio podría atribuírseles.

• Podemos establecer la sincronía entre el periodo campaniforme de La Pijotilla y el periodo principal de uso de la sepultura T3, a la par que una mayor antigüedad del campaniforme de estilo internacional frente al regional o inciso.

blecer cronogramas sobre todo en aquellos casos donde no se disponga de contextos datables, ya que la utilización de estilos cerámicos para secuenciar fases cronológicas no siempre resulta apropiada, y que el carácter de “bien de prestigio” puede dilatar su cronología respecto al momento de su producción.

VII CIA – S2: DATACIÓN

• Tenemos que recalcar el hecho de que la TL cómo técnica de datación absoluta es óptima para esta-

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AGRADECIMIENTOS Proyecto financiado por el Plan Nacional de Materiales Convocatoria I+D MAT 2005-000790 y por el programa de colaboración entre España y Portugal GRICES-CSIC 2005-PT0030. Agradecimiento a programa de formación y especialización de personal investigador del CSIC por la concesión de una predoctoral I3P.

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