Dal Molise alla Catalogna. Gabriele Pepe e le sue esperienze nella Guerra del Francès - De Molise a Cataluna. Gabriele Pepe y sus experiencias en la Guerra del Francès Vol. II

Share Embed


Descripción

Provincia di Campobasso

Biblioteca Provinciale “P. Albino”

Dal Molise alla Catalogna Gabriele Pepe e le sue esperienze nella Guerra del Francès Testi inediti e lettere

De Molise a Cataluña Gabriele Pepe y sus experiencias en la Guerra del Francès Textos inéditos y cartas

II a cura di / a cargo de

Vittorio Scotti Douglas

EDITRICE

Traduzioni in e dallo spagnolo di Elena Errico Revisione redazionale e generale dell’opera a cura di Vittorio Scotti Douglas Indici dei nomi a cura di Elena Errico Consulenza paleografica di Daniela Romagnoli Il © copyright dei saggi è di proprietà dei singoli Autori Videoimpaginazione e Grafica GiulianoGraphic per Arti Grafiche La Regione Stampato nel mese di ottore 2009 da Arti Grafiche La Regione s.r.l. - Editrice AGR ISBN 978-88-88102-31-3

Mapa de Cataluña - Laffaille, Mémoires, p. 347, grabado

Galimatías sobre viajes, aventuras, observaciones y varios, que tendré la oportunidad de hacer mientras esté lejos de mi patria y será grato recordarlo algún día. Empezado en Bérgamo en el año 1807. // INTRODUCCIÓN

1r

En este Galimatías me voy a dedicar a relatar todos los viajes, las aventuras y las observaciones que tenga la oportunidad de hacer mientras esté lejos de mi patria. Ojalá esto sea breve. Ojalá no me ocurra algo que yo mismo no pueda relatar y que alguien tenga la pena de relatarlo por mi cuenta. Ésta es la segunda vez que veo el humo de los tejados extranjeros y que llamo a puertas ajenas como huésped lejano. ¡Dichosos los que no han de hacerlo jamás y que no abandonan la casa paterna y su suelo natal! Ellos no se dirigen tristemente ni de día ni de noche hacia la colina o hacia la estrella del horizonte que les enseña la dirección donde se encuentra su patria. Pero como el destino decidió que lo hiciera dos veces hasta el momento, quiero aprovechar mis viajes observando, reflexionando y comparando todos los objetos que se presenten ante mí, para ilustrarme y aprender. En mi primer viaje la edad juvenil e imprudente me hizo pasar por alto lo que ahora veo muy necesario e intentaré recuperar el tiempo y las ocasiones perdidas en él, esforzándome por utilizar el actual. Para este fin, voy a arrancar todos los momentos que pueda al culto de Marte para consagrarlos a una ocupación útil y que por otra parte es deliciosa para mí. El empleo que me toca me ofrece una gran cantidad de temas a los que dedicarme. Los viajes, los acontecimientos, las costumbres, las poblaciones, los caracteres, etcétera, todo esto lo voy a relatar de la mejor forma posible conforme a mis fuerzas y mi posición en medio // del fragoroso alboroto de las armas. 487

1v

G1

2r

Voy a empezar por un rápido vistazo a mi vida pasada. Nacido en un pueblo a los pies del Apenino Samnita, yo no sé si he de considerar desgracia o dicha la inclinación que he tenido al empleo militar desde que tengo memoria de mí mismo. Yo no tenía idea de tropas y en la comarca jamás se habían visto y recuerdo que desde la primera infancia le preguntaba tanto a mi padre como a mi hermano primogénito que me relataran las hazañas de los guerreros. Ellos me hablaban de Alejandro, Aquiles, Argante, Tancredo y Reinaldo; yo escuchaba con la máxima y más profunda atención; mi imaginación se despertaba y me iba corriendo al carpintero cerca de nuestra casa a hacer picas, escudos, armas de madera y arcos con los aros de los cubos. Si tenía papel borrajeaba peleas y combatientes. El sacerdocio de Marte fue por lo tanto mi primera y única vocación. Mis padres cuidaron mucho de mi educación: me pusieron unos maestros de ciencias y dibujo1; pero yo ingenuamente tengo que confesar que durante toda mi infancia y adolescencia, ya sea porque mi inteligencia no se había desarrollado bastante, o por falta de dedicación por mi parte, el provecho que saqué fue muy débil y si digo nulo estaré más seguro de no mentir. A los 17 años se produjo una gran revolución en todo mi ser tanto por la recuperación de una enfermedad como a través del amor. A esa edad Cupido arrojó su flecha: tuve mi primera y única pasión, de la cual aún sigo adoleciendo al cabo de diez años y quizás // siga adoleciendo durante toda mi vida2. Desde entonces me di cuenta de que se me aguzaba el entendimiento, se me desarrollaba el talento, mi ánimo y mis sentidos iban haciéndose más vivaces; finalmente sentí que dentro de mí estaba surgiendo una nueva vida, una nueva existencia. Por lo cual desde entonces, tanto mis ideas como mis deseos empezaron a agrandarse y ampliarse. Empecé a aborrecer el pueblo, a mirar hacia la Capital, porque es imposible satisfacer los deseos de estatus en las provincias. Debido a una contradicción inconcebible, mientras intentaba marcharme de ellas, amaba fervorosamente tal como puede amar un joven sensible y vivaz por primera vez y el objeto de mi pasión vivía en Samnio, desde donde quería irme. Empecé a ser, sin quererlo, inquieto en mi familia; el aborrecimiento por la provincia y

1 2

Cfr. aquí Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. ?? Ídem, p.

488

G1 ese género de vida iba creciendo junto con mi amor. En medio de este contraste de sentimientos recuerdo que quise superarme y romper mis lazos. En contra del sentido común no escogí el altar3 como remedio al amor. Mi refugio fueron las armas y la lejanía, al sentir yo hacia ambas una fortísima inclinación. En aquella época toda la juventud había sido llamada a las armas. Yo corrí a blandirlas. Mi padre me encontró un puesto de alférez en un regimiento de caballería. Al año siguiente el delirio de la libertad se apoderó también de mi cabeza juvenil e inconsecuente y la pasión por el arte guerrero me hizo correr a alistarme al bando republicano con el mismo ardor y entusiasmo con el cual me había enrolado bajo la insignia de Ferdinando. // Al poco tiempo, al árbol demócrata le sucedió la cruz monárquica, cuya santidad contaminaron horrorosamente muchas atrocidades, atropellos y delitos, más abominables aún por ser cometidos al amparo de un estandarte que nos recuerda un Dios de paz y tranquilo que predica la concordia y el amor; y en lugar de las armas con las que yo me había ceñido el costado me ciñeron las manos y el cuello con cadenas. Aquí estoy entonces, en el torbellino de la gran crisis, de la horrorosa catástrofe que inmoló a muchos héroes por sus talentos y sus virtudes. Al cabo de ocho meses de cárcel comparecí ante un tribunal formidable reunido para juzgarme4. Recordé a los jueces que debido a mi edad aún no estaba bajo la jurisdicción de las leyes, pero en balde. Temía pasar de la cárcel al patíbulo, pero gracias a la providencia me metieron en un navío de guerra que llevaba los exiliados a Francia y me dejaron en Marsella. Allá me enteré de que mi padre, exiliado antes que yo, había muerto. Exiliado, solo, vagabundo sin medios ni conocidos, sin guía en un país extranjero y totalmente nuevo para mí, sentí vivamente esta pérdida. Antes de salir desde esa antigua colonia de los Focenses, quise derramar unas lágrimas en la tierra que guardaba las cenizas de Marcello. Fui al cementerio sin llevar más tributos que mi llanto y mi pena. Tres veces evoqué yo a la sombra de mi padre, tres veces el genio fúnebre protector de los sepulcros que habita la roca de Malbosquet contestó a mis gritos. No derramé vino ni puse flores en la // tumba, sino que hice

3 4

La carrera eclesiástica. Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p

489

2v

3r

G1

3v

una ofrenda desde luego más placentera para el espíritu de Quien me había engendrado: mis lágrimas y la promesa de seguir el ejemplo de sus virtudes5. Las armas que años atrás había empuñado por deseo tuve que volver a empuñarlas por necesidad. Me alisté a la Legión Italiana6. En aquel entonces Napoleón, que había vuelto de Egipto con la rapidez de un relámpago y había llegado a la primera magistratura, estaba a punto de reconquistar Italia. Participé entonces en el prodigioso paso de la armada por el Gran San Bernardo, pero no estuve en Marengo donde una sola victoria decidió el destino de la propia Italia, que pasó del dominio alemán al de los Franceses7. La paz firmada en 1802 entre Napoleón y Ferdinando me hizo abandonar las interminables llanuras de Italia y volver a los montes patrios8. Entonces me despedí de las armas y emprendí la carrera de las ciencias. La pluma le sucedió a la espada y el que había sido el más fervoroso seguidor de Marte se convirtió en el más entusiasmado adorador de Minerva. Del tumulto y del fragor de las armas pasé a una forma de vida totalmente opuesta, es decir al silencio de los libros y de un despacho. Estuve repasando todas aquellas ciencias que había aprendido y a la vez estudiando otras. Quise elegir una como principal labor y del arte de acabar con los hombres // que había ejercido hasta aquel momento, pasé a aprender el de conservarlos9. A los 24 años tuve la vanidad de hacer-

5

Esta visita a la tumba paterna Gabriele la evoca en 1811 en un largo poema de más de quinientos endecasílabos sueltos, All’ombra di mio padre. Una copia de él se encuentra guardada en las Carte Albino en la Biblioteca Provincial de Campobasso, cfr. Epistolario, p. XXII, nota 12. 6 En 28 de marzo de 1800, Napoleón, Primer Cónsul, establece la Legión Italiana y manda que se reúnan en Dijon y Bourg-en-Bresse todos los militares italianos que se encontraban en Francia. 7 Con la victoria de Marengo (14 de junio de 1800) y la posterior de Hohenlinden (3 de diciembre de 1800), Napoleón consolidó sus conquistas territoriales en Italia y sentó las bases para la futura y definitiva configuración de la Península. Pepe, más o menos en los mismos días (el 28 de mayo) participó en la batalla victoriosa de Varallo Sesia entre la Legión Italiana y un contingente austro-ruso. 8 Se trata de la paz de Florencia, que sin embargo es de 1801 (29 de marzo) y no de 1802. El tratado, entre otras cosas, marcaba unas cuantas cesiones territoriales a favor de Francia, una amnistía a favor de los patriotas perseguidos o encarcelados con la vuelta a su patria y la devolución de los bienes embargados. 9 Pepe se refiere a los estudios de medicina.

490

G1 me escritor y mi primer opúsculo sobre el terremoto del 26 de julio de 1805 probó la indulgencia del público10. Se me reprocharon unos defectos que efectivamente se debían a mi edad, con lo cual no me desanimé de ninguna manera. Estaba entusiasmado más que nunca por esta labor cuando en 1806 me volvieron a llamar a ese culto del que había apostatado. El templo de Jano volvió a abrir sus puertas para mí después de permanecer cerrado durante unos cinco años. Volví a las armas. Ahora son mi empleo y por lo visto seguirán siéndolo siempre. No estoy descontento de mi posición. Sin pecar de orgulloso, puedo afirmar que gozo del aprecio de mis jefes y de mis compañeros. Como no tienen ninguna obligación, me halaga el hecho de que su reconocimiento y aprecio no se deban a agradecimiento sino a mi conducta no mala y merecedora de su indulgencia. //

MARCHA DEL REGIMIENTO DE CAPUA A BÉRGAMO

4r

El itinerario del Regimiento 1° de Línea Napolitano en el cual me encuentro desde Capua hasta Bérgamo ha sido por batallones. El 1° Batallón salió de Capua el 25 de julio, el 2° el día 28 y el tercero, en el cual me encontraba yo, el día 31. El día 8 del mes de agosto llegamos a Roma. Las ciudades que se encuentran entre Capua y Roma son Sessa, Mola, Fondi, Terracina, Piperno, Sermoneta, Velletri y Albano. Sessa es la antigua Sinuessa de los Campanos. Entre Sessa y Mola se cruza el río Garigliano en un puente de barcas que los Franceses hicieron para el paso de la armada. Mola está muy bien situada, con vista al mar y a Gaeta. No muy lejos de Mola está Castellone, un pueblo grande y muy poblado. El campo desde Sessa hasta Fondi es deliciosísimo, abunda en frutales, cítricos, viñas, algarrobos, olivares, aguas dulces y es el que está mejor cultivado y cuidado. Entre Fondi y Terracina está Portella, la frontera entre nuestro Reino y el Estado Pontificio, donde se encuentra una delegación de nuestro gobierno y una del papa para controlar los pasaportes y los forasteros que pasan de un estado a otro. Terracina está en parte en colina y en parte en la orilla del mar. Al salir de esta ciudad hacia Romaña se encuentra el gran camino carretil

10

Cfr. Pepe, Ragguaglio istorico- fisico del tremuoto.

491

G1

4v

5r

que flanquea el canal Pío, llamado así porque Pío VI11 mandó abrirlo, que es el desaguadero de los Pantanos Pontinos; este camino lleva directamente a Velletri pasando por Cisterna; y yo lo recorrí volviendo de la // emigración. Pero las tropas ahora recorren otro situado a la derecha de él, donde se encuentran Piperno y luego Sermoneta, dos pueblos (pues así pueden llamarse en lugar de ciudades, tal como los Romañoles los califican) desdichados y despoblados desde la época en la cual sus vecinos, atraídos por las ganancias del trabajo en el saneamiento de los Pantanos Pontinos, murieron por el aire malo. Dicho camino no es de ninguna forma carretil y lo único destacado en que me fijé fue un gran manantial de agua sulfúrea, que brota de un monte compuesto integralmente de sulfato calcáreo. Se huele su hedor sulfúreo a unas dos millas de distancia y cuando uno se acerca el olor resulta no solamente repugnante, sino casi imposible de aguantar. El canal Pío empieza hacia Cisterna y luego desemboca hacia Terracina corriendo paralelo al mar. Los pantanos saneados todavía están desiertos y yermos. Están poblados únicamente de unos rebaños o unas boyadas. A 20 millas de Cisterna se encuentra Velletri en una colina. 20 millas más allá está Albano. Con la salvedad de pocas villas y pocos edificios, estas ciudades no ofrecen nada destacado. Allí empiezan a aparecer los desiertos del campo de Roma, que se encuentran cada vez más incultos y silvestres a medida que uno se acerca a esta antigua capital del Universo. // Mientras tanto, parece que Roma sigue siéndolo, tanto por la vastedad de su circunferencia como por la magnificencia de sus edificios modernos, como por el aspecto imponente de sus antiguos monumentos. San Pedro, San Pablo, Santa María Mayor y San Juan de Letrán son sus iglesias principales y sin duda las primeras de Europa. El Vaticano, el Capitolio, Monte Caballo, Palacio Borghese, Doria Panfili, Corsini, Farnesio, el Teatro de Marcelo son los edificios más grandiosos tanto de Roma como del Universo. El Anfiteatro, la Rotonda, las columnas Trajana y Antonina, el Arco de Tito, el Acueducto, los Obeliscos, las Pirámides, el Castillo de San Ángel, la antigua tumba de Adriano, son los primeros monumentos de la tierra. Finalmente las muchas plazas, los

11

Giovanni Angelo Braschi (Cesena 1717-Valence 1799), papa desde 1775. Depuesto por el Directorio en 1798, desterrado a Siena, Florencia y finalmente a Valence, donde fue declarado prisionero de Estado.

492

G1 muchos puentes en el Tíber, las muchas fuentes, las muchas estatuas y miles de maravillas más en que no voy a detenerme son los monumentos más renombrados y únicos por su antigüedad y hermosura tanto de la ciudad como de Europa y del Universo entero. Yo me arrodillé religiosamente ante los restos, ante las ruinas de nuestra grandeza pasada, que me recordaban dolorosamente quiénes fueron nuestros antepasados y quiénes somos nosotros hoy. Tantos monumentos antiguos me recordaron los triunfos de nuestros generales, la gloria de nuestras armadas, lo que Italia // fue antaño, en la época en que la victoria mantenía encadenados todos los pueblos del orbe a los pies del Capitolio, a los pies de la colina que se eleva en el centro de Italia; y el Vaticano saqueado me mostró la idea humillante de lo que es hoy. A la magnanimidad y energía del antiguo pueblo romano comparé el espíritu servil y flojo del actual; a aquellas numerosas legiones invencibles comparé la multitud de monjes y curas opulentos y corruptos que alberga actualmente en Roma y aún me enojé más. Finalmente, vi al obispo gobernador de la ciudad asistiendo al suplicio de la cuerda que se infligía a un desdichado condenado por robo y este espectáculo atroz que yo veía por primera vez, ejecutado ante un ministro del sublime apostolado de Cristo, terminó por horrorizarme y me invadió hasta el punto de enloquecer. Hui rápidamente del lugar de la ejecución porque no aguantaba la idea de que un ministro de un Dios de paz mandara y contemplara bárbaramente la tortura; seguí mi camino hacia la Puerta del Pueblo y fui a ver la Villa Borghese, donde no me esperaba asistir a otro espectáculo más repugnante que el descrito. Encontré a una multitud de obreros retirando todas las estatuas // más bellas y famosas y también las maravillas más preciosas y los mármoles antiguos de los cuales abunda. Pregunté curioso por qué estaban despojando la Villa de sus mejores ornamentos y me contestaron que era por orden del actual príncipe Borghese, que iba recogiendo lo mejor de sus posesiones romanas para adornar las que había adquirido en Francia. Entonces no pude dejar de exclamar: «¡Ay! Bien nos merecemos nuestra mala suerte actual, pues Italia tiene hoy hijos tan indignos que abandonan vilmente el delicioso clima nativo para albergar bajo el pálido sol del norte y despojan a su propia madre para enriquecer a una madrastra extranjera». Sigamos. El batallón se marchó desde Roma el día 10 de agosto. Saliendo de la Puerta del Pueblo se cruza el Tíber por un gran puente 493

5v

6r

G1

6v

7r

llamado Ponte Molle12. A unas 20 millas de esta ciudad se encuentra la bifurcación en dos caminos, uno de los cuales lleva a Toscana y el otro a la Marca Anconitana. En el punto de separación de la bifurcación hay una columna cuadrangular, en cuyas dos caras orientadas hacia el camino una pone “para Florencia” y la otra “para Loreto”. Nosotros cogimos este camino, cuya primera estación de las tropas está en Monterosa, a // 26 millas de Roma. Al marchar para Ancona, donde llegamos el día 22 de agosto, se encuentran Civita Castellana, Otricoli, Narni, Terni, Spoleto, Serravalle, Tolentino, Foligno, Macerata y Loreto. Con la salvedad de Monterosa, Otricoli y Serravalle, que son pueblos pequeños y miserables, todas las demás son ciudades bonitas. Civita Castellana era la antigua Vejo que, si creemos a la historia de los primeros siglos de Roma, sufrió un sitio de 10 años. Hoy está también fortificada, pero sus fortificaciones son muy modestas. Terni, Spoleto, Foligno y Macerata cuentan con calles bonitas, plazas grandes y regulares, un teatro público, unas imprentas, unas librerías, tiendas de café y mercancías limpias; los albergues son grandes, cómodos y decentes; las casas están edificadas al estilo de los edificios romanos. En Serravalle se pasa la cordillera de los Apeninos, que viene del norte de Italia y continúa en nuestro Reino. En Tolentino está el santuario de San Nicolás, que lleva este nombre. Entre Tolentino y Foligno se encuentra el lugar donde Napoleón se entrevistó con Braschi y Galeppi13, enviados de Pío VI, y donde se firmó el tratado de paz entre la República Francesa y el Papa, que fue infringido el año siguiente. Aquí se ven los cimientos de un arco de triunfo en memoria de dicho tratado, que está sin acabar y que por lo visto ya no se acabará.// Macerata está majestuosamente ubicada en una colina pintoresca. En la fachada principal del campanario de la catedral hay una semi-cupulita en la cual está representada la cueva de Belén. Siempre que toca el gran reloj del campanario de la ciudad, se ven salir seis estatuitas, una tras otra, que representan a los tres Reyes Magos con sus respecti-

12 13

Ponte Molle o Ponte Mollo: Ponte Milvio. La paz de Tolentino – con la cual el Papa entre otras cosas cedía a Francia las Legaciones y pagaba un tributo cuantioso en dinero y obras de arte – se firmó el 19 de febrero de 1797 entre Napoleón y François Cacault, por parte de la República francesa, y monseñor Lorenzo Caleppi, el duque Luigi Braschi Onesti, el marqués Camillo Massimi y el cardenal Alessandro Mattei, por parte del Estado pontificio.

494

G1 vos escuderos, cada una de las cuales hace una media reverencia como signo de la adoración de los Reyes. Un rayo horrendo cayó en el campanario el mismo día que paramos en Macerata y le dañó la cornisa. Después de todo eso una muchedumbre inmensa de personas acudió a la plaza esperando impacientemente que diera la hora para ver si la máquina de la adoración había sido dañada por la descarga eléctrica. El pueblo se mostraba tan inquieto e impaciente que todos nosotros temíamos una revolución si hubiera pasado. Pero dio la hora. La “Epifanía maceratense” se produjo y entonces cada uno volvió tranquilo a su casa. Entre Macerata y Loreto está Recanati, un pueblo grande, bonito y poblado. Loreto también está situado en una hermosa colina enteramente cubierta de olivares. El santuario de la llamada Virgen de Loreto está en la iglesia catedral de la ciudad, que ha sido edificada a su alrededor. La vivienda llamada la Casa Santa es de ladrillos, revestida exteriormente de mármoles finos y raros. Según la creencia popular, dicha casa // fue transportada de Palestina a Albania y posteriormente al lugar donde se encuentra ahora. En el fondo de la vivienda está una especie de semi-cupulita con una reja detrás de la cual se ve una estatuita con un niño en los brazos. De estas figuras no se ven sino los rostros que son tan negros como el ébano. En la plaza delante de la fachada de la iglesia está la estatua de medio busto de Sixto V14, de bronce. Las puertas de dicha iglesia son también de bronce y contienen muchos bajorrelieves bonitos que representan los hechos de la pasión de Jesucristo. Ancona está a 18 millas de Loreto. Está ubicada en parte en una colina y en parte en la costa del Adriático. Cuenta con muchas fortificaciones tanto en la parte interior como en la orilla, aun sin ser una plaza importante. Hay un gran edificio llamado la Casa de los Mercaderes, que está dividido en muchos grandes salones en donde se suele celebrar el mercado de telas, sedas, etcétera. El puerto es pequeño y no muy importante. La leprosería es también pequeña, pero está bien edificada y bien cuidada. La judería es sumamente sucia y los judíos son engañadores igual que lo han sido siempre en todas partes.

14

Felice Peretti (Grottammare 1520-Roma 1590), papa desde 1585, en sus pocos años de reinado saneó las finanzas de la Iglesia y aplastó firmemente el bandolerismo en el Estado pontificio; excomulgó a Isabel I de Inglaterra.

495

7v

G1

8r

8v

De toda la zona del estado romano que se recorre siguiendo este camino, el campo de Roma está inculto, Sabina y Umbría están cultivadas mediocremente, la Marca Anconitana es un jardín perpetuo y delicioso.// El campo de Roma es un terreno fecundo y excelente. La naturaleza, que durante mucho tiempo no fue cansada por ninguna labor, parece que ha recobrado todas sus fuerzas y su pleno vigor original. Hay muchos manantiales de aguas minerales. El cieno fértil depositado por las aguas podridas desaguadas ha mejorado muchos suelos. Pero, ¿para qué valen todos los tesoros de la tierra si faltan los hombres? Uno recorre los campos inmensos cubiertos de zarzas y espinas sin encontrar ni un palmo de terreno cultivado, ni un campesino. Apenas uno encuentra de vez en cuando algún rebaño o boyada llevado por algún pastor miserable y bruto, que recuerda mucho a los habitantes de los campos primitivos de la naturaleza. Todo es árido, yermo e inculto y Roma se eleva en medio de un amplio territorio donde la naturaleza es absolutamente bruta al igual que las ruinas maravillosas de Pesto, que se encuentran en medio de matorrales y soto. Entre Otricoli y Narni, es decir entrando en Sabina, el suelo empieza a ser diferente, cubierto de vez en cuando de viñedos y terrenos sembrados. Empieza a haber frutales, parrales y olivares. Siguiendo adelante y pasando a Umbría, el aspecto del campo se hace más interesante, la agricultura está más cuidada porque la población es más numerosa. Pero la vista cambia por completo al entrar en la Marca de Ancona. Allí el viajero que cruza // los Apeninos y sigue hacia el norte parece salir de las regiones áridas y entrar de pronto donde Ceres, Baco y Pomona dispensaron abundantemente sus dones y sus tesoros. Un suelo ameno repartido en mil colinas, regado por mil arroyos reluce en todas partes de las esmeraldas de las viñas y de los frutales, así como del oro de las espigas y del blanco de las casas de campo. Las propiedades están sumamente cuidadas, cultivadas y mantenidas; aquí hileras simétricas de frutales, allá olivares inmensos plantados con regularidad, más allá viñas bajas bien cuidadas, en otro lugar parrales largos utilizados tanto para adorno como para ahorrar suelo, casas de campo, casas de recreo, pequeñas aldeas, en todas partes trabajadores cantando o silbando, y finalmente en todas partes el aspecto más ameno y próspero de la agricultura más refinada. Al admirar con una especie de éxtasis el aspecto de esta región yo me fijé también en la diferencia que produce la agricultura entre hombre y hombre, entre habitantes y habitantes, y me persuadí cada 496

G1 vez más de que es ella el eslabón para el paso del estado de naturaleza al de la sociedad. Los pueblos del campo de Roma son brutos, groseros y salvajes, mientras que los Marquesanos son amables, limpios, corteses y llenos de urbanidad y mucho más hospitalarios que los primeros. Aquellos son tristes, melancólicos y miserables. // Los otros son joviales, alegres, vivarachos y ricos. Las mujeres son más amables, guapas e ingenuas. Los medios de vida más abundantes y decentes. Aquéllos viven en chozas y viviendas maltrechas ennegrecidas por el humo y en ruina por la vejez y el abandono. Éstos, en cambio, tienen casas limpias y bien edificadas. Allí el comercio es nulo. Aquí los caminos siempre están recorridos por carros y bestias de carga, que llevan los cereales y las mercancías de un lugar a otro. Pero es necesario matizar que esta gran diferencia en la agricultura no se debe del todo a los Marquesanos. Según me relataron ellos mismos, un gran número de nuestros Abruzos vienen a labrar la tierra de esta región o se instalan aquí, atraídos tanto los unos como los otros por las ganancias de su trabajo y por los privilegios que otorga el papa a los extranjeros que se van a vivir a sus estados. Con lo cual, el número de los brazos trabajadores ha aumentado debido a los súbditos del Reino de Nápoles y esta perenne emigración, que es fatal para nuestra población y que atrae el interés del pontífice a impulsarla, de la misma forma debería llamar la atención de nuestro rey para que la impidiera, utilizando en nuestro territorio con otros medios a los hombres que van a beneficiar el suelo ajeno porque no lo pueden hacer con el suyo al ser alpestre y montañoso. // Yo no soy ni político ni entiendo de economía civil, pero me parece que a nuestro Reino no le sobran hombres de los que tenga que librarse y que más bien los necesita y que la emigración que acabo de mencionar es muy perjudicial para nuestra agricultura, nuestro comercio y nuestras artes. A mi parecer éste es uno de los muchos inconvenientes notables que Ferdinando pasa por alto por pereza y al cual el gobierno de la nueva dinastía debería remediar enérgica y eficazmente para atacar el mal desde sus raíces, parar su ulterior difusión y por fin llegar a extirparlo. Pero sigamos. El estado romano está todo atravesado por caminos carretiles bien cuidados y mantenidos por el gobierno. Los ríos principales son el Tíber y el Nera, que desemboca en el mismo Tíber. Ambos son navegables y hay muchísimos barcos de transporte que bajan desde Narni hasta Ostia pasando por Roma y luego suben desde la desembocadura del primero hasta el manantial del segundo. 497

9r

9v

G1

10r

10v

Saliendo de Ancona, toda la carretera que lleva hasta el norte de Italia flanquea la orilla del mar Adriático hasta Rímini. En la misma se encuentran Sinigaglia, famosa por su feria, y Pésaro, en la actualidad la última ciudad del pontífice. Sinigaglia, Pésaro y Rímini carecen de puerto aunque están en la costa. No tienen // sino un miserable canal para las barcas de transporte pequeñas. Los buques mercantes deben estar fondeados en la rada, que no es muy segura. Rímini es la primera ciudad del Reino Italiano y es la capital del departamento del Rubicón, un río que corre delante de su Puerta de Bolonia, el río donde César infringió el decreto del Senado y marcó la caída de la libertad romana. Allí el camino carretil gira a la izquierda y se aparta del mar. En el mismo están uno tras otro Sant’Arcangelo, Cesena, Forlì, Faenza, Imola y Bolonia. Antes de entrar en Sant’Arcangelo hay un gran arco de triunfo edificado en honor de Clemente XIII, nacido en esta ciudad15. Hay un antiguo castillo arruinado y consumido por el abandono y la antigüedad. Los habitantes se dedican a la gran industria de la seda. En la plaza de Cesena está el busto de Pío VI, natural de esta ciudad. Forlì tiene una plaza amplia y regular con pórticos a su alrededor. Entre Forlì y Faenza se encuentra Forlimpópoli, llamada vulgarmente Frampul, un pueblo grande y muy poblado. Faenza e Ímola son igualmente dos ciudades grandes y bonitas. Todas las ciudades mencionadas tienen iglesias bonitas, plazas bonitas, carreteras grandes, edificios grandes, fuentes, albergues buenos, tiendas de café // limpias y cuidadas, librerías, salas de comercio, grandes pórticos cubiertos donde se celebra el mercado de los comestibles, y de noche están todas alumbradas. Allí entonces se encuentran todas las comodidades de la vida y a precio bastante asequible. El suelo donde se encuentran es plano e irregular, se formó por la retirada paulatina del Adriático. La cadena de los Apeninos flanquea paralelamente el gran camino a la izquierda y el mar lo flanquea a la derecha. Bolonia, adonde llegamos el 31 de agosto, es la tercera ciudad del Reino Italiano por tamaño. Cuenta con unos ochenta mil habitantes. Su

15

Pepe recuerda o anota mal: se trata de Clemente XIV, Lorenzo Ganganelli (Sant’Arcangelo 1705-Roma 1774), papa desde 1769, también conocido por suprimir la Compañía de Jesús (21 de julio de 1773). Clemente XIII, el veneciano Carlo Rezzonico, fue su antecesor (Venecia 1693-Roma 1769).

498

G1 población fue la adoradora más fervorosa de la libertad cisalpina. En 1796 la misma corrió con furor a las armas para liberarse del dominio del pontífice; la guardia nacional de esta ciudad es la mejor que he visto hasta ahora. Proporcionó 20 batallones armados, vestidos, equipados e instruidos en la guerra contra Austria, que en campaña lucharon como una auténtica tropa de línea aguerrida. En la plaza mayor de la ciudad están la catedral y el palacio municipal (antiguamente la ciudad pertenecía al Legado Pontificio). En la fachada del mismo está el busto de bronce de san Petronio, patrono de Bolonia. En la catedral, cuya fachada está sin acabar, está la renombrada meridiana que hizo construir el famoso Cassini16, para trabajar en la reforma del calendario mandada // por Gregorio XIII17. La misma regula un reloj de dos cuadrantes, uno de los cuales marca la hora a la italiana y el otro a la ultramontana. Está trazada con una chapa de latón empotrada en una amplia banda de mármol que, colocada en el suelo, atraviesa toda la iglesia en longitud y recibe el haz de rayos solares desde un hueco de la bóveda. En dicha banda están grabados los doce signos del zodíaco, cada uno de los cuales coincide exactamente con el lugar donde cae el haz para sendos meses del año. En medio de la plaza mayor hay una fuente abundante de agua donde se encuentra una estatua bonita de mármol que representa a Neptuno con el tridente en la mano. La Specola, es decir la Universidad, es un edificio grande, magnífico e imponente18. En los patios están los bustos de todos los pontífices que beneficiaron la institución. Se ve un gabinete de estatuas, otro de máquinas, un museo de historia natural tanto de minerales como de animales donde se guardan dos momias egipcias. Hay una escuela de anatomía con unos modelos de cera estupendos. Se ven miles de maravillas como por ejemplo la hoja

16

Giovanni Domenico Cassini (Perinaldo 1625-París 1712). Matemático, astrónomo, ingeniero, médico y biólogo italiano. Fue profesor en Bolonia y desde 1671 director del Observatorio de París. Descubrió entre otros cuatro satélites de Saturno y el fenómeno de la luz zodiacal. 17 Ugo Boncompagni (Bolonia 1502-Roma 1585), papa desde 1572. La reforma se llevó a cabo en 1583. 18 Es el palacio del Archiginnasio, edificado entre 1562 y 1563 por voluntad del cardenal Carlos Borromeo, en aquel entonces cardenal legado en Bolonia. Fue sede del Studium boloñés de 1563 a 1803. Desde 1838 es sede de la biblioteca homónima.

499

11r

G1

11v

12r

del cuchillo que Menghini construyó con el hierro extraído de la sangre humana19. Por último, están los retratos de todos los hombres insignes que le han dado lustre a la academia boloñesa, entre los cuales está el bajorrelieve de Napoleón, que fue acogido en ella como miembro. El retrato más reciente es el del inmortal Galvani, descubridor de la electricidad animal20. // En el centro de la ciudad se eleva la altísima Torre degli Asinelli, que sirve de observatorio si el de la Specola no cuenta con suficiente horizonte para las observaciones. Al lado de la misma se encuentra la Torre Garisenda, llamada comúnmente Torre Mozza21, que está inclinada. Bolonia cuenta con tres teatros, el más grande de los cuales es bastante más pequeño que nuestro Fondo22. En ellos siempre actúan buenas compañías tanto de música como de prosa. Yo estuve en una velada de nuestra napolitana Longo, donde ella ejecutó con gran pericia dos conciertos para piano y uno para arpa23. Hay un gran edificio público donde se encuentra todo tipo de diversiones, bailes, juegos, cantes, etcétera. Se denomina la Casina y está muy concurrida, en especial en los Carnavales. Todas las calles de Bolonia tienen pórticos en los lados, de tal forma que cuando llueve a cántaros uno puede ir de un lado a otro de la ciudad sin sombrero y sin miedo a mojarse. Debido a esto, sin embargo, los cuartos de las viviendas de la planta baja son muy oscuros. Además, la obra más admirable es el pórtico fuera de las murallas que desde la Puerta de Massa lleva hasta la Virgen de San Lucas y que tiene una longitud de unas dos millas. Los Boloñeses son fervorosos, vivarachos, espirituales, //alegres, aficionados a las diversiones y a los pasatiempos, laboriosos y activos, pero inquietos y tumultuosos como los Atenienses. La menor circuns-

19

Vincenzo Menghini (Budrio 1704-Bolonia 1759), médico y físico, conocido por descubrir que el hierro de la sangre se concentra en los glóbulos rojos. 20 Luigi Galvani (Bolonia 1737-Ídem 1798), fisiólogo, físico y naturalista, es famoso por sus estudios pioneros sobre la electricidad. 21 Mocha, NdT. 22 La referencia al teatro Fondo es frecuente en este Galimatías. El teatro fue fundado como Teatro del Fondo entre 1777 y 1778 y se inauguró en 1779 con la opera “El infiel fiel” musicada por Domenico Cimarosa. Desde 1870 tomó el nombre de Teatro Mercadante. Dedicado principalmente a la opera, en el siglo XX fue consagrado a la prosa. 23 De esta música no se han encontrado más noticias.

500

G1 tancia, el menor insulto es capaz de despertar una rebelión furiosa y de entregar el pueblo a los excesos más violentos. Antes la ciudad abundaba en una multitud de pícaros llamados biricchini, que se parecían a nuestros ladrones, pues no tenían ni hogar ni oficio e inquietaban al resto de la población con una anarquía al menos una vez al mes. El gobierno del pontífice no se atrevía a intervenir y por ello se habían vuelto muy atrevidos, pero la policía introducida por los Franceses ha eliminado esta hez acabando con ellos poco a poco, ya sea utilizándolos en las tropas, o en las obras públicas, o por último sometiendo al resto de ellos a la disciplina más severa y eficaz. Bolonia es la capital del departamento del Reno, uno de los mejores del Reino Italiano tanto por la población como por su agricultura, como por el gran tránsito que hay, pues se cruzan en esta ciudad cinco grandes caminos carretiles, es decir el de Milán, el de Ferrara, el de Ancona, el de Florencia y el de Massa. Saliendo de Bolonia tras tres días de descanso tiramos para el primero de los citados caminos, en el cual la primera ciudad que se encuentra es Módena. A medio camino hay un fuerte pentagonal llamado Fuerte Urbano porque lo renovó Urbano VIII24. Allí estaba la frontera antigua entre el Estado // Pontificio y el Ducado de Módena. Antaño Módena era la capital del ducado homónimo. El último príncipe del ducado fue Hércules de Este, indigno del nombre del padre y del de la familia Estense. El mismo perdió sus territorios en Italia en 1796 y luego fue indemnizado en Alemania. La ciudad ahora es la capital del departamento del Panaro, río en el cual se luchó acremente en 1799, cuando el general Macdonald hizo su famosa retirada del Reino de Nápoles. La iglesia catedral de esta ciudad es de diseño gótico. El Palacio Ducal es grande sin ser ni magnífico ni imponente. El teatro es mediocre. Las calles son amplias y luminosas. La antigua Villa Ducal que actualmente es el paseo público es extravagante y bonita. En el antiguo internado de los Jesuitas el gobierno italiano ha colocado un liceo, las escuelas militares y especialmente las del Cuerpo de Ingenieros y de Artillería. En las antiguas fortificaciones de la plaza hay un polígono donde los alumnos del liceo van a aprender la práctica y el manejo de las piezas de artillería. Módena es la patria del célebre Tassoni, autor de La Secchia Ra-

24

Maffeo Barberini (Florencia 1568-Roma 1644), papa desde 1623.

501

12v

G1

13r

13v

pita25. A la ciudad siempre dieron lustre grandes hombres de letras. Actualmente cuenta con el famoso Venturi, profesor de escuela, renombrado por su obra sobre las sensaciones, considerada superior a las de Bossuet // y de Condillac26. Siguiendo en el camino de Milán la segunda ciudad que se encuentra es Reggio, capital del departamento del Cróstolo, río que baña sus murallas. Dicha ciudad también pertenecía al duque estense y los Reggiani que fueron tan fieros republicanos como los Boloñeses corrieron igual que ellos a las armas para liberarse del dominio ducal, acercándose a la armada francesa en 1796. Los Reggiani son vivarachos, alegres, sensibles y espirituales igual que los Boloñeses. Su guardia nacional es igual de numerosa, aguerrida e instruida que la de Bolonia, de la cual siempre ha sido émula. Reggio es la patria del famoso Ariosto. Saliendo de Reggio, siguiendo el gran camino carretil para Milán se encuentran Parma, Borgo San Donnino, Plasencia, Fiorenzuola, Lodi, etcétera. Es un camino que recorrí muchas veces durante mi emigración. Ahora las tropas pasan por otro camino que se encuentra a la derecha del que acabo de mencionar, cuya quinta estación está en Busalla, un pueblo bonito y muy poblado casi en la orilla del río Po. Al marchar desde Brescello hasta Casalmaggiore se cruza el río Po en grandes barcas capaces de transbordar por lo menos a 100 hombres y útiles también para pasar de una orilla a otra los grandes carros y los coches. // El aspecto de este río es agradable y pintoresco. Su curso es lento y majestuoso. Sus orillas están diseminadas de molinos, casas de campo, aldeas y ciudades, y también de alamedas frondosas que con su verdura contrastan notablemente con el blanco de los edificios. De

25

Alessandro Tassoni (Módena 1565-Ídem 1635), escritor y poeta, estuvo al servicio del cardenal Ascanio Colonna, que siguió a España, famoso sobre todo por el poema cómico-heroico La Secchia Rapita, que se inspira en una batalla entre Modeneses y Boloñeses. 26 Giovanni Battista Venturi (Bibbiano 1746-Reggio Emilia 1822), físico y filósofo , famoso sobre todo por sus estudios de hidráulica. Jacques Bénigne Bossuet (Dijon 1627-París 1704), clérigo, apologista del catolicismo, famoso por su elocuencia. Étienne Bonnot de Condillac (Grenoble 1714-Beaugency 1780), clérigo, amigo de Rousseau y de Diderot, abordó el problema del conocimiento solucionándolo enteramente con la sensación, como intentó demostrar en su Traité des sensations (1754).

502

G1 vez en cuando las aguas se parten y dejan aflorar unos islotes amenos que, dejados a la merced de la naturaleza, pues nadie se atreve a cultivarlos, adquieren su aspecto con las plantas que crecen allí y son lo más diferente de los lugares que se encuentran en las orillas embellecidas por el arte y los cultivos. El camino que de Casalmaggiore conduce a Cremona flanquea siempre el río y se encuentra en un gran dique edificado para contenerlo dentro de sus orillas y salvar el campo de las inundaciones que son terribles. A medio camino entre las dos ciudades, el camino carretil se une al que desde Milán lleva a Venecia pasando por las comarcas de Cremona y Mantua. Cremona, lugar famoso donde Eugenio sorprendió a Vendôme27, es capital del departamento del Alto Po. Esta ciudad cuenta con una plaza bonita, un buen teatro, una gran iglesia gótica, unos caminos largos y anchos pero no derechos; su población puede ascender a unos treinta mil habitantes. Los albergues son grandes y decentes, las tiendas de café y de mercancías limpias y numerosas, las // plazas del mercado siempre abundantemente cubiertas de comestibles. El inconveniente de Cremona es que está expuesta a inundaciones cada vez que el Po se desborda, porque se encuentra en la orilla de este río, y por dejadez o imposibilidad no se edificó un dique para preservar la ciudad de la misma manera que se construyó para proteger el campo. Tirando para Lodi, donde se juntan los dos caminos que se habían dividido en Módena, se cruza el río Adda en un puente de barcas aguas abajo de Pizzighettone, que antes era una fortaleza importante y cuyas fortificaciones han sido ahora parcialmente demolidas y parcialmente abandonadas. Después de Pizzighettone está Codogno, ciudad pequeña pero bonita, cuyos vecinos son todos comerciantes muy acomodados. A 13 millas de Codogno se halla Lodi, la ciudad más linda y alegre que yo he visto en Lombardía. Es la capital del departamento del Adda, río que baña sus murallas, donde hay un puente de madera famoso por la batalla sangrienta que desató Napoleón en contra de Beaulieu en 1796, en la cual dos armadas formidables se contendieron

27

Se trata de la batalla de Luzzara (1702), durante la Guerra de Sucesión española, cuando Eugenio de Saboya-Soissons (París 1663-Viena 1736), general ítalo-austriaco del ejército imperial, se enfrentó a las tropas franco-españolas mandadas por el general francés Louis-Joseph Vendôme, apodado el Grand Vendôme (París 1654-Vinaros 1712) y, aunque con importantes bajas, le impidió apoyar Mantua sitiada.

503

14r

G1

14v

15r

acremente su posesión, es decir la francesa para mantenerlo y facilitarse el paso y la austríaca para destrozar el puente a fin de impedirlo28. Como teníamos que llegar a Bérgamo, dejamos el // gran camino carretil de Milán a la izquierda y tiramos para otro camino a la derecha, donde se encuentra Cassano. Esta ciudad es renombrada por la victoria del príncipe Eugenio sobre Vendôme en 170529. En sus alrededores hay una inmensa cantidad de esqueletos y los vecinos del pueblo tienen la costumbre religiosa de colocarlos en unas capillas edificadas para este fin, cuando los encuentran debajo del arado o de la azada trabajando en el campo. Los campesinos saben que estos huesos pertenecen a los que murieron en la batalla mencionada; no voy a dejar de relatar una circunstancia parecida a la referida por Heródoto, que dice que había estado en el campo de la batalla combatida entre Cambises y Psametico, que este campo seguía cubierto de huesos y calaveras y que según su dureza o blandura los vecinos decidían si eran de los Egipcios o de los Persas matados30. Asimismo los Cassanesi cuando encuentran esqueletos grandes y gigantescos los atribuyen a los Alemanes matados, mientras que los de estatura correcta y regular los atribuyen a los Franceses. A la distancia de 20 millas de Cassano está Bérgamo, los des 3° Batallón llegamos el día 13 de septiembre. Esta ciudad está situada en una colina amena. Sus grandes suburbios se hallan en la llanura que está en las faldas de la misma. Es la capital del departamento del Oglio, un río que merece su nombre, dado el // curso lento y quieto de sus aguas31. En la gran plaza de la ciudad está la estatua del célebre Tasso, el honor de cuyo nacimiento los Bergamaschi se disputan acremente con nuestro Sorrento32. La actual familia Tassis se jacta de ser descendiente de la del inmortal poeta.

28

El 10 de mayo de 1796 Napoleón, intentando sorprender al general austríaco Jean-Pierre de Beaulieu (Lathuy, Brabante 1725-Linz 1819), se enfrentó en Lodi con su retaguardia. La toma del puente marcó la victoria de los Franceses y aquella noche empezó el mito del Petit Caporal. 29 A pesar de la afirmación contraria de Pepe, no cabe duda de que en Cassano Eugenio de Saboya-Soissons fue derrotado por el duque de Vendôme. 30 Es el campo de batalla de Pelusio, donde Cambises II derrotó en 525 a.C. al faraón Psametico III. 31 La referencia al aceite (el agua correría suelta como el aceite, en italiano olio, NdT) no está documentada desde el punto de vista etimológico. 32 Hoy es indiscutible que Sorrento tuvo el honor de ser el lugar de nacimiento de Torquato Tasso (Sorrento 1544-Roma 1595).

504

G1 Bérgamo abunda en aguas corrientes utilizadas admirablemente en las muchas fábricas de telas y sedas que están instaladas aquí. Los vecinos son casi todos comerciantes y su comercio consiste en agujas, sedas y telas que mandan a Suiza, al Tirol, a Grisones y al resto del Reino Italiano. Los Bergamaschi son vivarachos, industriosos y alegres. Sumamente aficionados a las diversiones y a los placeres, son capaces de consumir en el día de fiesta todos los productos del trabajo de la semana. Su dialecto es áspero e ininteligible para un Toscano, para un Romano y sobre todo para nosotros los Napolitanos. La comarca bergamasca antes de 1796 formaba parte de la República Véneta. Al descender Napoleón, los Bergamaschi corrieron a las armas para librarse del yugo veneciano con el mismo entusiasmo con el cual se habían rebelado los Reggiani contra el duque de Módena y los Boloñeses en contra del papa. El potestad que mandaba estuvo a punto de ser masacrado con toda su guardia de soldados esclavones. Hay dos teatros, uno de lo cuales es mucho más grande // que nuestro Fondo y está bien cuidado. La gran plaza de la ciudad se denomina ”Campo di Marte”. A su alrededor hay un sinfín de tiendas necesarias para la famosa feria que se celebra en la primera semana de septiembre. En el centro de la plaza está un obelisco dedicado a Bonaparte, con el bajorrelieve de su busto. Además hay muchas avenidas, muchos espaldares de rosas y jazmines, muchos diseños de parterres, etcétera. Nuestro regimiento está actualmente de guarnición y nosotros estamos bienquistos por los vecinos, ya que éstos tienen una idea excelente de los Napolitanos desde que estuvieron aquí nuestros regimientos de caballería en 1794 y 1795. Todos los domingos se celebra la gran parada y el pueblo acude en muchedumbre para asistir. La primera impresionó a toda la ciudad por el aguante excelente y el decoro del regimiento. Desde el alarde se pasa a la misa militar y el pueblo corre de la plaza a la iglesia para escuchar nuestra música. Además del gusto del espectáculo que todo pueblo ama, nosotros damos a los Bergamaschi el del provecho, que domina también a todos los pueblos. Dos mil hombres más en una ciudad de tercer orden, que se gastan todo lo que tienen, que de esta manera hacen circular moneda y que se portan bien, están siempre bienquistos y queridos porque aumentan la ganancia y la riqueza de los ciudadanos con los cuales viven en buena armonía.// 505

15v

G1 OBSERVACIONES GENERALES SOBRE EL REINO DE ITALIA

16r

16v

El Reino Italiano limita con el Imperio Francés, con Helvecia, con Baviera, con los Estados austríacos, con Toscana y con el Estado romano. Su población actual es de más de 6 millones de habitantes. El territorio del Reino está dividido en 22 departamentos33. Cada departamento está dividido en sub-prefecturas, cada sub-prefectura en municipios. Sus fuerzas constan de 7 Regimientos de Línea, 3 de Ligera, 3 de Caballería, con la artillería correspondiente. Incluyendo a la Guardia Real en pie completo, la armada puede llegar a treinta y seis mil soldados34. El Reino cuenta con tres liceos, es decir escuelas militares: una en Módena, otra en Pavía y otra en Padua35. Cada escuela tiene su propio polígono donde los jóvenes aprenden a practicar el uso del cañón. La agricultura está en un estado próspero en toda la superficie del Reino. Todos los terrenos están regados con las aguas de los tantos ríos de esta hermosa región. Estas aguas a través de los canales pasan por todas las granjas. Los canales primarios se suelen abrir al lado de las grandes carreteras; de vez en cuando hay compuertas que se abren y se cierran conforme al agua que se necesite para los céspedes, los campos sembrados y los frutales, donde se ha abierto toda la red de dichos canales // con el máximo conocimiento y según las normas de la hidráulica y de la nivelación. Se desconoce la época de este trabajo grande y muy

33

Se trataba de: Adda, Ádige, Adriático, Agogna, Alto Ádige, Alto Po, Bacchiglione, Basso Po, Brenta, Cróstolo, Lario, Mella, Mincio, Musone, Olona, Panaro, Passariano, Piave, Reno, Rubicón, Serio y Tagliamento. En 1808 se agregaron Metauro y Tronto. El 7 de noviembre de 1810 la población del Reino ascendía a 6.473.888 habitantes (ASM, Ministero della Guerra, carp. 796, cfr. Della Peruta, Esercito e società, p. 133). 34 Sobre el ejército del Reino de Italia cfr. Della Peruta, Esercito e società. Noticias útiles se encuentran además en Zanoli, Sulla Milizia Cisalpino-Italiana. Ahora es imprescindible consultar el estudio reciente de Crociani, Ilari, Paoletti, Storia militare del Regno Italico (1802-1814). 35 La escuela militar de Módena para ingenieros y artillería – que posteriormente se convirtió en la actual Academia militar – fue establecida durante la República Cisalpina con una ley del 13 de marzo de 1798; la de Pavía con decreto del 7 de julio de 1805, que establecía también la escuela de Bolonia, que quedó pendiente durante mucho tiempo y fue cancelada definitivamente en 1808. Nunca se creó una escuela militar en Padua. Puede que Pepe estuviera mal informado o equivocara la instrucción militar que se impartía en las universidades (en Padua también) con una institución dirigida específicamente a ello.

506

G1 útil, pero pensando en aquellos versos de Virgilio «Claudite iam rivos» etcétera, se puede afirmar con fundamento que es anterior a la edad de este poeta36. Las aguas pasan por las ciudades de las cuales obtienen estiércol y basura y luego transportan la riqueza y la fecundidad a los campos. El heno se recoge tres veces al año, una al final de la primavera y dos en verano. Los Lombardos cuidan el cultivo de los prados con el mismo esmero que el trigo y el maíz. El heno es tan exquisito que si uno entra en un henil recién llenado, huele la fragancia más suave y agradable que exhala de esa especie de fermentación que sufre el heno tras ser segado y encerrado. Es por ello que las mantequillas y los quesos de Lombardía son tan ricos y abundantes. Los mejores son los de la comarca de Lodi. Los bueyes y las vacas son de una especie diferente a la de nuestro Reino. Son más pequeños que los nuestros. Se crían con el mismo cuidado y esmero que los caballos de lujo. Se estrillan dos veces al día, es decir antes y después de las horas de trabajo. Esta vigilancia y el sustento nutritivo del heno que comen, hacen // que la leche de las vacas sea tan espesa y excelente y que los quesos y las mantequillas de aquí sean renombrados. Lombardía abunda en ganado de pezuña hendida, es decir de bueyes, ovejas, cabras, cerdos, etcétera, pero escasea sobremanera de caballos y mulos. Para que montaran los tres regimientos de caballería, el gobierno fue obligado a comprar los caballos en Suiza y en Tirol. El comercio se hace todo con los carros arrastrados por bueyes. Los carros son pesados y están hechos mal; los nuestros, llamados traini, son mucho más cómodos para las bestias de tiro y por la mayor cantidad de bultos que transportan. Lo que sigue abundando en Lombardía son las aves de corral. Esta industria es sumamente próspera porque su consumo es incalculable; no obstante, el precio de los pollos y de los pavos, llamados pitoni en dialecto lombardo, es muy modesto. Recuerdo que en Cremona estuve haciendo sopa para mi compañía con pavos hervidos y el gasto no fue mucho más de lo que se suele gastar diariamente comprando otras comidas. En un terreno todo llano y regular es más fácil abrir caminos carretiles. De ahí que en Lombardía haya gran cantidad. Los caminos son grandes y están bien hechos, flanqueados por dos hileras de álamos,

36

Virgilio, Égloga III, 111: «Claudite iam rivos, pueri; sat prata biberunt (cerrad entonces los arroyos, niños: los prados bebieron bastante)».

507

17r

G1

17v

18r

18v

que además de la vista // pintoresca que ofrecen, dan a los caminos la ventaja de la sombra y del fresco y al viajero el alivio de no estar molestado por los rayos ardientes del sol en verano. La leña para las chimeneas y las cocinas escasea mucho y vale muy cara, porque el Reino de Italia carece por completo de bosques. La poda de los álamos sirve para proporcionar materiales para quemar, pero no basta. El gobierno, previendo que en 15 años ya no habría leña para encender las chimeneas, en 1804 mandó dejar baldíos los grandes campos que había comprado en los varios departamentos, después de sembrar encinas. Pero hizo algo más. Todos los años hace plantar tres millones de álamos en los caminos principales, secundarios y en las travesías, etcétera. Además, ha hecho plantar muchos millones más de álamos en la comarca de Mantua, que era toda pantanosa y cuyas aguas se sanearon con inmenso trabajo, y esto para un doble fin, es decir proporcionar leña y, más útil, hacer el aire menos infecto y más salubre gracias a tantas plantas que terminarán por secar pantanos y estanques. En Lombardía no hay viñas bajas. Todas son parrales, por la cual // los vinos de esta región no son ni recios ni abundantes. Los ricos, los terratenientes, los nobles y los artesanos viven todos en las ciudades; los campesinos en el campo. En invierno, la conversación de éstos, las tareas domésticas y las faenas de las mujeres se realizan en los establos, que se parecen a muchas estufas gracias al calor que sale del muladar y a la respiración de bueyes y vacas. La escasez de leña hace que estos animales tengan compañía perpetua y que se mantenga más conveniente y decente el lugar donde viven. El sustento de los campesinos consiste en leche, mantequilla, legumbres y polenta. Comen pan únicamente en Semana Santa, en Navidades y en la última semana del Carnaval. En general el pueblo de Lombardía es bueno, limpio, cortés, dócil y hospitalario. En el campo las costumbres son sencillas y puras pero en las ciudades corruptas, especialmente las de las mujeres. Los Boloñeses, los Reggiani, los Bergamaschi y los Bresciani son más vivarachos, sensibles y espirituales; su cabeza es inquieta y turbulenta, su temperamento cambiante e intolerante. Todos los demás son más dulces y flexibles. El número de fondas que se encuentran tanto en las ciudades como en los pueblos y en los caminos carretiles es incalcu//lable y los Lombardos tienen gran afición hacia ellas, donde hacen conversaciones continuas y largos partidos de recreo. Esto no solamente ocurre con el populacho, sino también con la gente rica y las personas distinguidas. 508

G1 ¡Qué diferentes son las costumbres en los varios países! En nuestra tierra es vergonzoso e indecente ir a fundas, mientras que aquí los nobles, la clase media y las personas de baja ralea van allí todos los días y se trata de una diversión al igual que el teatro, el baile, el paseo, etcétera. Es necesario, sin embargo, matizar que las fundas están cuidadas con suma decencia y conveniencia. Hay salas grandes y limpias, piececitas bien repartidas y pintadas que suelen tener un jardín con alamedas, espaldares, bancos y parrales largos; en las alamedas se juega a las bochas; en algunas se encuentra también el billar; en fin, no hay diferencia entre ellas y los grandes albergues. No voy a dejar de relatar la creencia del pueblo lombardo en la astrología, y la muchedumbre de astrólogos de los cuales están infestadas estas comarcas. Semejantes embusteros suelen ser viejos jorobados y malhechos como Esopo o Bertoldo, con una nariz gruesa y ojos de locos. Su figura les da la risa a los forasteros, pero aquí impone una especie de respeto a la gente del país. Se en//cuentran dando vueltas por el campo con los ojos dirigidos al cielo, llevando consigo el libro de la fisonomía humana de nuestro Giovanbattista della Porta37, unas smorfie38 y muchos almanaques ridículos, y finalmente un tubo de hierro blanco como vara. En los días de fiesta se van a las aldeas donde el pueblo es más crédulo, se suben a un banco o a una silla en medio de la pública plaza y los rodea una muchedumbre de campesinos. Las preguntas y los oráculos se dan en secreto a través de dicho tubo. Quienes solicitan su horóscopo reciben la respuesta acercando el oído a la extremidad del tubo; el embustero habla desde la otra. Las chicas son especialmente deseosas de consultarlos; preguntan sobre su suerte, sus queridos y esposos futuros. Desde luego los astrólogos nunca les darán predicciones desagradables y de tal manera ellos se dedican a vaciar los bolsos de los crédulos.

37

Giovanni Battista della Porta (Vico Equense 1535-Nápoles 1615), filósofo, alquimista y comediógrafo. El libro al cual se refiere Pepe es sin duda De humana physiognomonia en 4 libros (1586). En 1599 publicó la segunda edición, revisada y ampliada, en 6 volúmenes. 38 La Smorfia (también llamada impropiamente Cábala) es el libro de los sueños, utilizado para extraer los números para jugar al bonoloto. El origen del término parece vinculado al nombre de Morfeo, dios griego del sueño. El primer ejemplo de smorfia se encuentra en el Divinatore Universale del Lotto (siglo XIX), siempre presente en los quioscos de los Regi Lotti napolitanos.

509

19r

G1

19v

20r

Pero pasemos a una reflexión más digna de un viajero. La Ática del Reino de Italia es el departamento del Alto Po, es decir la antigua comarca de Cremona. Allí el suelo es un jardín continuo tanto por los dones de la naturaleza como por la ayuda del arte, allí el terreno es más fértil, regado por el Po, mil arroyos, mil canales, está salpicado de mil pueblos, casas de recreo, casas de campo y ciudades; la población es numerosísima, las viviendas // más cómodas y bien edificadas, la propiedad y la decencia son máximas, los vecinos más urbanos, amables y hospitalarios, las mujeres más guapas e ingenuas, las comodidades de la vida más abundantes, y por último la cultura general está más universalmente diseminada y difundida. El río Po, con su majestuoso curso y con sus riberas pintorescas, flanquea toda la longitud del departamento. En los días de fiesta una gran muchedumbre de campesinos va a recrearse a las mismas y a la sombra de los álamos se ve a miles de pandillas de hombres y de mujeres, de viejos y de niños. Quien baila, quien toca, quien bebe, quien come, quien canta, quien lucha, quien juega, quien corre, etcétera, y el fragor sombrío de las aguas del río parece ser el eco del sonido de los instrumentos musicales, de los cantos y de las tantas voces que anuncian todas la alegría. La Beocia de este Reino es el territorio que se extiende entre el Sempione y la comarca de Novara, que se parece perfectamente al campo de Roma tanto en lo que respecta a la agricultura como a la cultura y civilización de la población. El hecho de encontrar algunos países donde la cultura y la civilización están difundidas, donde la agricultura prospera igual que el comercio y la industria, // donde la urbanidad y la hospitalidad se ejercen con dedicación; y algunos otros donde los vecinos son brutos e inciviles, perezosos, hacen decaer el suelo, las artes y el comercio; el hecho, decía, de encontrar esta diferencia entre lugar y lugar se da en todos los estados y en todos los reinos. De la Italia entera, por ejemplo Toscana puede llamarse el Ática y el campo de Roma la Beocia, asimismo en nuestro reino la provincia de Lecce equivale a la primera y la Calabria citerior o Basilicata meridional a la segunda. Los habitantes del Reino de Italia están bien hechos y proporcionados en sus miembros; su tez es más blanca que la de nosotros los Napolitanos, pero ellos son menos fuertes y robustos. Las mujeres suelen ser guapas. Las Milanesas, las Cremonesas y las de Brescia tienen la primacía. Las de Bérgamo tienen siluetas bonitas, un color de piel bonito, ojos bonitos, pero sufren el monstruoso defecto de tener el bozo y este proble510

G1

ma físico está generalizado tanto en las mujeres como en los hombres.//

VARIOS

20v

Estoy metiendo en este Galimatías mío todo lo que se me ocurre escribir. No sirve sino para mí. Con lo cual, no estoy obligado a cumplir todas las pautas que debería seguir si lo destinara al uso ajeno. Como aquí he vuelto a leer la Ilíada de Homero, que había hojeado de pasada en una edad sin reflexión ni profundidad, voy a poner en papel las ideas que se me ocurrieron tras esta segunda lectura. El enredo del poema es perfectamente conforme al de la Jerusalén Libertada. El Cantor de Aquiles tiene la gloria de haberlo creado, de ser su inventor; el de Godofredo puede ser acusado de ser un imitador y de copiar el suyo del poeta griego. La semejanza entre los dos enredos se verá más fácilmente con los dos rápidos resúmenes a continuación.

ENREDO DE LA ILÍADA Los Griegos sitian Troya. Agamenón causa un insulto humillante a Aquiles, que se retira en su tienda y ya no vuelve a aparecer en las batallas del sitio. Desde este momento la guerra para los Griegos va mal. Héctor lleva destrucción y muerte a todas partes, penetra en el campo griego, la flota está a punto de ser // quemada, mueren mil héroes; pero de pronto Aquiles renuncia a su resentimiento, vuelve al combate, Héctor cae por mano suya y se salva la armada.

ENREDO DE LA JERUSALÉN LIBERTADA Los Cruzados cercan Jerusalén. Reinaldo mata a Gernando y Godofredo lo destierra. Desde este momento el desenlace empieza a peligrar. La gran torre es quemada, la selva está hechizada. Mil guerreros intentan disolver el encantamiento cortando el árbol, pero en balde. Resulta necesario hacer volver a Reinaldo, que vuelve y disuelve el encantamiento: se reconstruyen las máquinas y se toma la ciudad. Desde este rápido relato de la acción de los dos poemas, se puede ver fácilmente que la ausencia del hijo de Peleo forma el nudo del primero, la del hijo de Bertoldo el nudo del segundo. Aquiles que vuelve a aparecer constituye el desenlace de la Ilíada; Reinaldo que vuelve el del Godofredo. Hay también gran semejanza en las acciones secundarias. En la 511

21r

G1

21v

22r

Ilíada Elena desde lo alto de la torre en las Puertas Esceas indica a Príamo todos los héroes griegos; le enseña Agamenón, Áyax, Ulises, Diomedes, Menelao, etcétera. Y Herminia en la Jerusalén desde lo alto de las murallas da a conocer a Aladino los guerreros cruzados Tancredo, Reinaldo, Godofredo, Dudón, Raimondo, etcétera. // En el sexto libro de la Ilíada Héctor desafía al más valiente de los Griegos. La suerte elige a Áyax. Ambos luchan con furor y valor indecible, hasta plena noche. Taltibio e Ideo, dos heraldos, van a separarlos y ellos se separan dándose la palabra de reanudar el combate otro día. En 6° libro del Godofredo Argante desafía al héroe más valiente de los Cristianos. Se elige a Tancredo. Combaten espantosamente hasta que, llegada la noche, Pindoro y Arideo van a separarlos y ellos se separan prometiéndose volver a luchar el sexto día. En la primera Páride y Menelao se desafían a duelo delante de las dos armadas que asisten. El primero es derrotado. Pandaro Troyano, seducido por Minerva, arroja una flecha y hiere el segundo. Como había sido roto el juramento, los guerreros de las dos naciones bajan las viseras, vienen a las manos y las dos armadas se enfrentan en una batalla sangrienta. En la segunda Argante y Raimondo luchan solos en el campo. Raimondo consigue muchas ventajas y Argante está a punto de rendirse. Oradino, persuadido por el fantasma mágico de Clorinda, arroja una flecha y hiere al cristiano. Entonces, como se ha infringido el tratado pactado, toda la armada de los Cruzados coge las armas para castigar la perfidia de los violadores y da el asalto a Jerusalén. // En la Ilíada Agamenón es el personaje que reúne toda la autoridad primaria; manda a muchos héroes, muchos caudillos, muchos guerreros, muchos reyes de naciones distintas. Sin embargo, Aquiles es el héroe más importante de la armada por su fuerza y su pericia. En la Jerusalén, igualmente, Godofredo es el caudillo supremo que manda a muchos otros príncipes y caudillos de naciones y varios potentados: Ingleses, Daneses, Francos, Latinos, Noruegos, etcétera. Pero Reinaldo es el guerrero más distinguido de los Cruzados por su coraje y su valor. Homero pone una cinta encantadora en el seno de Venus, que seduce a todos y ante la cual nadie se resiste. «Allá – dice Homero – se encontraban los encantamientos, los donaires, los atractivos más seductores, el amor, los deseos, las bromas, las malicias inocentes, los encuentros secretos, las diversiones lisonjeras que fascinan el corazón 512

G1 y el espíritu de los más sensatos»39. Y Tasso ciñe el pecho de Armida con una cinta mágica: Tiernos desdenes, desamor tranquilo, Duros regalos, paces sospechosas, Suspiros blandos, amoroso estilo, Con besos y palabras cautelosas; Llanto falso que corre de hilo en hilo, Cizañas y cautelas envidiosas, Forman la cinta varia y encendida Con que la cruda maga va ceñida.40// Tasso imitó algunas cosas más de la Odisea y de la Eneida. En la primera la maga Circe, amante de Ulises, convierte a los compañeros de él en cerdos; la maga Armida, amante de Reinaldo, transforma a sus seguidores en peces y otros animales. En la segunda Eneas es herido, Venus mezcla el díctamo que ha cogido en el monte Ida al bálsamo saludable que Yapigio, médico de los Troyanos, esparce en la llaga del héroe. La herida se recupera de inmediato y el médico le dice: vuelve a luchar. En la Jerusalén, igualmente, Godofredo es herido por una flecha; el ángel custodio mezcla el mismo díctamo cogido también en el monte Ida al bálsamo que Erotimo echa en la herida, que se cura de inmediato. Erotimo, asombrado de una recuperación tan rápida, grita: «pide las armas, ¿a qué esperas? » En Homero todo es genio y en el grado más sublime y eminente. El siglo en el cual vivía le ofrecía poco, mejor dicho nada, para consultar las pautas del arte y del gusto. Su guía entonces no era sino su mismo genio y su sola fantasía. Homero es incomparable en los grandes rasgos de la belleza ideal, que despiertan en el ánimo del lector un asombro que sorprende, y a la vez causan admiración. Júpiter sacude su cabellera inmortal y el universo tiembla hasta sus // quicios. Neptuno golpea la tierra con su tridente y Plutón salta desde su trono por estos golpes temiendo que la misma tierra no se abra y no haga entrar la luz en el lugar de las tinieblas eternas. Minerva agita su formidable Égida y la armada troyana es

39 40

La cita corresponde a los versos 214-217 del texto griego (Ilíada, libro XIV). Tasso, Jerusalén Libertada, XVI, 25, trad. Juan Sedeño, Barcelona, Imprenta de la Viuda É Hijos de Gorchs, 1829.

513

22v

23r

G1

23v

desbaratada por completo ante semejante vista. Diomedes hiere a Venus y luego a Marte, las dos divinidades que luchaban por los Troyanos. Héctor levanta con un solo brazo una piedra inmensa y arrojándola con incalculable vigor contra los atrincheramientos griegos los desbarata y los derroca. Patroclo levanta un héroe clavado en el hierro de su lanza y volteándolo en el aire lo arroja al suelo igual que un pescador hace con el pescado colgando de su anzuelo. Aquiles grita solamente sin combatir, su voz causa espanto y confusión en las filas troyanas y hasta en los caballos enemigos, etcétera. Estas imágenes de lo sublime ideal, estos grandes impulsos de fantasía e imaginación afectan sumamente el ánimo del lector y lo hacen quedarse estático por el asombro. ¿Qué efecto producirían entonces sus versos en el público, cuando Homero mismo los declamaba? Homero es también incomparable en los estados afectivos tocantes y conmovedores en los cuales supo representar el corazón humano. El último adiós, los últimos abrazos entre Héctor // y Andrómaca; el primero que coge en los brazos al hijo Astianax, que lo estrecha al pecho dando muestras del afecto paterno más humano y que lo levanta al cielo invocando a Júpiter para que le conceda fuerza, virtud y sabiduría, pues tiene que ser el apoyo de la madre tras su muerte (yo lloré ante esta tierna escena); Elena que maldice el día de su nacimiento ante los males de Troya y Príamo, buen rey y padre indulgente que la consuela diciéndole: «no, hija mía, no causaste tú sino los dioses esta guerra cruel en contra de mí y de mis pueblos»41; los gritos de Hecuba y de Príamo desde lo alto de las murallas de Troya suplicando a Héctor para que vuelva a la ciudad y evite a Aquiles; la muerte de este héroe, sustento de Troya y del campo griego que sume en la consternación la primera y en el júbilo el segundo; Príamo que va a rescatar el cuerpo de Héctor, que entra en la tienda de Aquiles, un viejo rey y un padre desolado que se echa a sus pies, que los moja de lágrimas suplicándole que le devuelva el cuerpo de su hijo, que le besa las manos homicidas, aquellas manos aún teñidas del sangre de sus propios hijos; los llantos y los gritos fúnebres alrededor de la pira de este héroe, Andrómaca, Hecuba y Elena que se hacen cardenales en el pecho doliéndose del marido, del hijo y del cuñado; Príamo que, cubierto de ceniza, grita “Ay de ti, Troya, tu solo y más fuerte baluarte cayó, etcétera y muchas situaciones más

41

Aquí también Pepe emplea el texto griego (Ilíada, libro III, 162-164).

514

G1

// tiernas y conmovedoras penetran tanto en el alma, enternecen tanto

el corazón que el lector se cree transportado a la época y a los campos de Troya y entra a formar parte de toda la tragedia y del drama de los héroes que Homero supo representar tan admirablemente. El arte de Homero para despertar mayor admiración por su héroe es incomparable. Aquiles ya no quiere luchar y Agamenón cree poder evitar el combate al contar con otros tantos héroes de su armada. Diomedes aparece primero, furioso y formidable, de modo que dos divinidades sientan el peso de su mano. Pero Héctor aparece y él se retira. Áyax pelea igual que el dios de la guerra, Héctor lo desarma. Patroclo, vestido de las armas divinas del hijo de Pelio, es matado. Aquiles vuelve a aparecer, vuelve a luchar y triunfante sobre Héctor parece un dios que acaba con un héroe y no un héroe que derrota a un hombre. El arte sublime del poeta se halla en realzar la gloria de quien debe ser vencido para hacer destacar mejor la del que ha de ser su ganador. Homero no es siempre sublime, grande y bello, pero es incomparable cuando lo es. Virgilio y Tasso no igualan la belleza de Homero, pero luego tienen la ventaja de ser siempre parejos en la misma, siempre sostenidos en su propia esfera, // siempre correctos y elegantes, mientras que Homero a veces cae de lo sublime a lo innoble. Esto no seguía sino el impulso y el dictamen de su genio. Los otros dos recurrían al gusto y al arte donde fallaba el genio. Es fácil ver que yo considero a los cantores de Godofredo y Eneas inferiores al de Aquiles y Ulises. Éste, a mi entender, tiene más fantasía creadora, más impulsos enérgicos y sublimes, un color más vivo, un fuego más penetrante e incendiario, una elocución más vibrante y sonora. En él todo es genio poético y en el grado más alto, todo es obra y creación suya, todo es rapidez en el transcurso de la acción principal y de las secundarias. ¿Qué recursos y manantiales inagotables encontraría en su espíritu creador, pues levantó todo el edificio grandísimo de la Ilíada a partir de un episodio menudísimo, es decir una disputa entre dos héroes? Mientras que Virgilio necesita hacer de su héroe un guerrero, un viajero, un amante, un fundador de imperio y un recién casado para llenar la Eneida; y Tasso representa a su Godofredo en muchas escenas extraídas de la Ilíada, de la Odisea y de la propia Eneida. ¡Vaya! ¿La fantasía vehemente por la cual se volvió loco acaso no pudo proporcionarle unas ideas nuevas y originales? ¿O bien una vez que se sometió a imitar la acción general, su espíritu perdió el resorte de la originalidad y de la in//vención incluso en los episodios? El poeta griego entonces es, a mi entender, 515

24r

24v

25r

G1

25v

superior al latino y al italiano. Siento con mucho disgusto dentro de mí que mi amor nacional está menguado por mi mismo juicio; pero por otra parte yo no creo que sea humillante para nadie ser inferior a ese poeta que el tiempo y la tierra entera reconocieron como el primero de todos los siglos y de todas las naciones. Addison no opina lo mismo cuando, al hacer el panegírico de Milton exclama: «cedite Romani scriptores, cedite Graii»42. No. De todas las naciones, solamente Italia puede oponer un atleta vigoroso y poderoso para contrastar la primacía al Cantor de Grecia. Este atleta es Ariosto, el templo de cuya fama tiene y siempre tendrá como base la superficie del globo y por bóveda el firmamento. No hay que juzgar a Ludovico a partir del enredo del Orlando, sino por las cualidades poéticas que manifiesta en la ejecución del mismo. El Orlando es un poema novelesco y por lo tanto imposible de comparar con la Ilíada, la Eneida y la Jerusalén que son épicos, pues la comparación solamente es posible entre magnitudes homogéneas. No consideremos entonces la obra sino al artista. Una fantasía creadora e intemperante, un genio imaginativo lleno de fuego y de energía, un color brillante y vivo, // y todas estas cualidades en un grado superior al de Homero. Una delicadeza de estilo y de las frases siempre correcta y elegante, una fluidez incalculable de pensamientos e imágenes, esa suavidad que contrasta con lo sublime y lo realza, esa mágica representación de las pasiones y del corazón humano, y todas estas prerrogativas en una dosis más eminente que las de Virgilio y de Tasso. Finalmente, una originalidad en las ideas, en las acciones, en las comparaciones, en las escenas, en las posiciones, en los nudos, en los enredos, en los desenlaces. Siempre nuevo, siempre distinto sin repetirse nunca y siempre llevando consigo la huella del genio más elevado junto con el arte y el gusto más refinado. Él pinta con grandes pinceladas igual que Miguel Ángel y a la vez cuenta con la venustidad delicada de Rafael y el colorido mágico de Ti-

42

Joseph Addison (Milston 1672-Kensington 1719), político, escritor y dramaturgo inglés, fundador del “Spectator” (1711). John Milton (Londres 1608-Ídem 1674), poeta inglés, famoso sobre todo por los poemas Paradise Lost (1667) y Paradise Regained (1671). La cita de Addison es tomada de los famosos versos de Propercio en exaltación de la Eneida.

516

G1 ciano. Es el pintor del hombre, de la naturaleza y del universo entero. Rescató algunos defectos suyos causados por la intemperancia de la imaginación (las bobadas del Cardenal d’Este) con una muchedumbre de sentencias morales, de alegorías verdaderas y justas, de sátiras mordaces y delicadas. Sus cantos son la representación más veraz de las pasiones y de los movimientos del ánimo, de los pervertimientos, finalmente de todos los resortes y pliegues del corazón humano. Ariosto fue el primero en servirse de la magia, un medio en boga en su siglo para crear // lo maravilloso de su poema. Tasso también lo hizo, pero lo que causa una gran impresión en un poema novelesco es indecente a mi entender en uno heroico, donde todo debe ser digno en el máximo grado. Efectivamente, Homero evitó utilizar pociones y varas mágicas en la Ilíada, que es un poema heroico épico, pero sí empleó estos recursos en la Odisea, que es menos épico y más novelesco. Termino estas reflexiones sobre los cuatro poetas más grandes e inmortales de la tierra. Que sus sombras, a las cuales pido disculpa, calculen por lo que vale a este pigmeo que se atreve a medir y a criticar a los gigantes.

26r

BÉRGAMO, 10 DE OCTUBRE DE 1807 El general Charpentier43, jefe de Estado Mayor de la Armada de Italia, vino a pasar revista por orden del Virrey44. Se quedó muy satisfecho del estado y del aguante de nuestro regimiento. En la franja oriental del Zodiaco se vislumbra todas las noches un cometa crinito. Pese a que estamos a los pies de los Alpes y en el segundo mes del otoño, la temperatura sigue bastante alta y el tiempo agradable. La mayoría de los terratenientes de Bérgamo están veraneando en el campo, lo cual es bastante aburrido para nuestra // guarnición, porque no

43

Henri-François-Marie Charpentier (Soissons 1769-Oigny 1831), general de brigada (1799), jefe de Estado Mayor de Eugenio de Beauharnais (1812), estuvo con él en la campaña de Rusia. 44 Aquí, igual que en otros pasajes, Pepe se refiere a Eugenio de Beauharnais (París 1781Múnich 1824), hijo de Joséphine Tascher de la Pagérie. Tras la boda de la madre con Napoleón, Eugenio se convirtió en su edecán y en 1804, después de la proclamación del Imperio, consiguió el grado de general de brigada. En 1805 Napoleón lo nombró Virrey de Italia.

517

26v

G1 hay tertulias ni teatro. Sin embargo, en general nos aseguran que si pasamos el invierno aquí tendremos todo tipo de pasatiempo y diversión. En el regimiento ha habido muchas promociones. Los tenientes Pignataro y Cardosi han sido promovidos a capitanes, igual que el edecán Doria45. Ricci y Grillo han sido promovidos a tenientes46. El edecán Oudinot y Guilmin, alumno del Liceo de Metz, ahora son subtenientes47.

VARIOS CONSIDERACIONES ACERCA DE LA GEOGRAFÍA FÍSICA DE ITALIA

27r

La Italia superior, es decir el norte de Italia, es una gran cuenca formada por la cordillera de los Alpes que abarca el Tirol, pasa por los Grisones, la separa de Helvecia, de Saboya y de una parte del sur de Francia. A oriente en el Genovesado los Alpes se convierten en Apeninos, que siguen este sentido hasta que hacia Massa giran a noreste llegando hasta Bolonia donde cambian de sentido hacia el este-sureste. El fondo de la cuenca es un terreno llano y sin asperezas y es el que constituye las interminables llanuras de Lombar//día. La misma estuvo antaño bajo las aguas del Adriático y emergió y se formó gracias a la bajada paulatina de éstas. El río Po corre a todo lo ancho de la cuenca y por consiguiente ocupa su parte inferior. Todos los demás ríos de la región, con la salvedad del Ádige, descienden de varios puntos de la circunferencia de la cuenca y confluyen en el Po, que corre de occidente a oriente, desde su

45

Herido el 2 de marzo de 1809, Pignataro está citado varias veces en el RA y por su valor en un informe del mariscal Macdonald, fechado en Lleida, 30 de agosto de 1810 (cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. 281). Sobre el capitán Doria cfr. también el RA y los informes inéditos Duhesme (Précis des opérations militaires du corps d’armée des Pyrénées Orientales pendant l’année 1808) y Pégot (Rapport historique des opérations du corps d’armée des Pyrénées Orientales), de ahora en adelante Informe Duhesme e Informe Pégot. Los informes, que estaban en ASN, Sezione Guerra, f. 1459, destruidos durante las Segunda Guerra Mundial, fueron vistos y citados por Cortese, L’esercito napoletano. 46 El teniente Ricci se distinguió en octubre de 1808, posteriormente fue herido durante la acción de 6 de diciembre de 1808 delante de Sants. Se mereció los elogios de Lechi en el informe al Ministro de la Guerra en Nápoles (15 de marzo de 1809), cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 73. No hay más noticias sobre el teniente Grillo. 47 El subteniente Oudinot fue elogiado por Lechi (como Audinot) en el informe del 26 de noviembre de 1808 a Duhesme (cfr. De Laugier, Fasti e vicende, VI, pp. 41-46) y también, pero con el grado de teniente, en el del mismo Lechi al Ministro de la Guerra napolitano (15 de marzo de 1809), cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 73. No hay más noticias sobre el subteniente Guilmin.

518

G1 manantial en los Altos Alpes hasta su desembocadura en el Adriático, donde se encuentra la única apertura de dicha cuenca. En todos los demás puntos de su periferia está enmarcada por cumbres nevadas tanto de los Alpes como de los alpestres Apeninos. Ya he mencionado que el suelo de Lombardía, que constituye el fondo de la cuenca, se formó por la retirada del Adriático, debajo de cuyas aguas estuvo hace un tiempo. Este mar sigue bajando. Rávena, que en la época de los Exarcas era un puerto, ahora está a dos millas de la costa. La cordillera de los Apeninos que, surgiendo de los Alpes flaquea el Mediterráneo en el territorio de Génova, luego dobla gradualmente hacia el norte y se muestra al Adriático hacia Bolonia, cuya costa también flanquea paralelamente hasta Serravalle, desde la cual entra en nuestro // Reino donde parece ser igualmente amiga de los dos mares y seguir su curso siempre equidistante de los mismos hasta la peligrosa Escila. Debido a su movimiento los ríos que nacen de ellos, cuando están cerca al Mediterráneo, confluyen en el Po, que vierte sus aguas al Adriático. Cuando, en cambio, dicha cordillera está cerca de este mar, los ríos toman la dirección opuesta y desembocan en el Mediterráneo, por ejemplo el Arno, el Tíber, el Nera, el Garigliano, etcétera. En el norte de Italia hay pocos vestigios volcánicos, que se hallan en los montes de Brescia y de Trescore, donde hay manantiales de aguas minerales y donde el gobierno ha edificado un establecimiento para los militares que necesiten beberlas. Los fenómenos volcánicos son más abundantes en el territorio toscano y romano y finalmente incalculables en nuestro Reino, donde todo indica que allí se produjeron las conflagraciones y las erupciones más fervorosas. Por ello, los terremotos son frecuentes y formidables en el sur de Italia, y raros y de ningún efecto en el norte48. Allí el suelo abunda en materias bituminosas, metales, materias sulfúreas, las más aptas para cargar la potencia eléctrica; allí el terreno es montañoso y los montes son los que la cargan más fácilmente en su interior para luego descargarla cuando los obstáculos ya no consiguen impedir la tendencia de dicho elemento a equi//librarse; aquí, en cambio, un origen natural diferente, una diferencia diametral de materias que componen el suelo y una posición toda llana y regular hacen que esta región carezca de las

48

Esta afirmación de Pepe hace pensar que sus conocimientos de sismología y de la historia de los terremotos en aquellas zonas no eran exhaustivos.

519

27v

28r

G1

28v

condiciones esenciales y necesarias para el desarrollo de los fenómenos más tremendos de la naturaleza. En los montes entre Grisones y la comarca de Bérgamo hay muchas minas de hierro que se explotan sin parar y proporcionan dicho metal tanto al gobierno como al pueblo para que lo comercie. Hay también en los montes de Génova y en los de Módena, que separan el Reino Italiano de Toscana. Los Alpes y los Apeninos, que con su colocación en semi-círculo forman la cuenca del norte de Italia, tienen estribaciones y ramificaciones de montes y de colinas tanto hacia el exterior, como hacia el centro de la misma. Éstas van bajando paulatinamente hasta que se confunden con la llanura de Lombardia; entre ellas corren los muchos ríos que con la salvedad del Ádige confluyen todos en el Po y desde ellas se forman aquellas divisiones de regiones que los Lombardos llaman valles, como por ejemplo Valtellina, Valcamónica, Valcuvia, Valle de Aosta, Valle de Susa, etcétera. Estos valles son otras tantas pequeñas cuencas que se encuentran alrededor de la circunferencia interior de la grande. El fondo de algunos de ellos se encuentra debajo del nivel de la cuenca principal y las aguas de los ríos y de los arroyos se han parado allí // y han formado unos lagos, es decir el de Iseo, el de Como, el Lago Maggiore, el Lago Superiore49, el de Garda, etcétera. Hace un tiempo tanto el fondo de esta amplia cuenca principal como el de las cuencas secundarias estuvo cubierto de aguas y gemía bajo el imperio del mar. Sin embargo, el continente extendió el suyo y sigue extendiéndolo y ahora esta parte que el mismo arrebató al primero es la región más bonita de la tierra. El oro, las esmeraldas y los tesoros de la naturaleza brillan y relucen en aquella hermosa superficie que antaño estuvo ocultada por el fluctuoso elemento (no en sentido químico). A la arena y a las formaciones salinas primitivas sucedieron las plantas y los vegetales; a los peces los cuadrúpedos. A los infelices testáceos que se arrastraban en la arena del fondo, y que resultaban entre los seres más mezquinos del sistema físico de la región, sucedió el hombre, que creó allí un sistema y un mundo moral, introdujo las artes, las ciencias y el comercio y se levantó con su razón hasta las regiones más sublimes,

49

Uno de los tres lagos de Mantua: Superiore, di Mezzo e Inferiore, formados por el río Mincio en su curso hacia el Po.

520

G1 hasta las esferas más remotas del universo, al igual que los primeros intentaban ganar siempre las más ínfimas del mar tempestuoso. Todos los monumentos entonces indican que el origen geológico de Italia fue distinto dependiendo de la región. En el norte fueron las aguas las fábricas de las tierras y del suelo, mientras que en nuestro Reino los volcanes y el fuego fueron el laboratorio y el medio de su formación.// BÉRGAMO, 2 DE NOVIEMBRE DE 1807

29r

Este día está consagrado a la conmemoración de los difuntos. Nuestra religión no podía establecer una fiesta cuyo objeto fuera más debido, augusto e imponente. Se trata de una libación sublime que los vivos hacen tanto por el descanso de los muertos, como para suavizar la indignación de la divinidad en favor de sus sombras; y mientras intentamos desarmar su derecha vengadora y deseamos descanso a los manes de los difuntos, tenemos la oportunidad de volver la mirada hacia nosotros mismos, de hacernos penetrar por la idea horrorosa de nuestro fin y de estar convencidos firmemente que algún día la posteridad nos dirija las mismas oraciones para que descansemos en paz que ahora dirigimos a nuestros antepasados. Que entren en un templo. La función se celebra por la noche, cuyas sombras aumentan la impresión que causan los aparatos fúnebres de la ceremonia. Pocas lámparas sepulcrales despejan las tinieblas y hacen más horrorosos los objetos de la misma. En el suelo se levanta un túmulo cubierto de una sábana negra festoneada en naranjado, con encima áridos huesos y calaveras consumidas. Parece el trono de la muerte, este trono formidable a cuyos pies todo ser vivo debe ir a postrarse y deponer sus frágiles restos mortales. ¡Qué idea terrible! Las paredes y las columnas enlutadas; la bóveda resuena tétricamente con el melancólico sonido del órgano, con el canto triste de los lamentos sublimes y terríficos de Job, y con el toque funéreo de la campana de los difuntos; los sepulcros cubiertos de flores en los cuales el cura asperja el agua en signo de liberación; la bendición de la tumba que es el lugar donde el // hombre depone la podredumbre y los gusanos para purificarse y aparecer puro con su rayo inmortal ante su Autor, todo penetra e impresiona el alma con un asombro moral, un recogimiento que le invita a meditar que tarde o temprano sonará su hora y que los faustos humanos, las grandezas, las cualidades brillantes y heroicas y todos los fantasmas engañadores de la vida permanecerán envueltos entre gusa521

29v

G1 nos y arenas cuando el espíritu se libre de la corrupción del tiempo para pasar a la inmortal conservación de la eternidad. Todas las naciones de la tierra tuvieron fiestas consagradas a la memoria de los difuntos. Los Egipcios los honraban sumamente. Las momias nos señalan el cuidado que ellos tenían en conservar los cadáveres, pues creían que agradarían a sus sombras. Dichos cadáveres se encerraban en grandes tubos de una especie de talco diáfano a través del cual podían verse y estos tubos servían de columnas para las viviendas de los herederos. Los Griegos y los Romanos, más bárbaros o más filósofos que los Egipcios, quemaban los despojos mortales y luego enterraban los huesos en sus granjas. Los Romanos celebraban las lemurias para aplacar a los Lemures, es decir a los espectros. Los salvajes de América también tienen ceremonias consagradas para este fin, llamadas “fiestas de las almas”. En los días de estas fiestas se exhuman los esqueletos envueltos en las pieles de oso y se cuelgan delante de la cabaña de los herederos; una vez terminadas las celebraciones, se vuelven a enterrar. Cuando una de sus tribus se traslada de un lugar a otro, lleva consigo los huesos de los antepasados. Las negociaciones entre una tribu y otra se realizan jurando el tratado sobre los huesos de los respectivos antepasados, de modo que acuerdan el futuro sobre los restos de lo que está pasado. //

BÉRGAMO, 4 DE NOVIEMBRE DE 1807

30r

El regimiento recibió la orden de trasladarse a Francia. Se dice que nuestro destino de momento es Grenoble. Hoy el 3° Batallón se fundió con el 1° y el 2°. El regimiento en la actualidad tiene únicamente a dos batallones fortísimos, que están destinados a salir para Francia. Una pequeña reserva formada por oficiales y suboficiales sobrantes y soldados viejos o enfermizos también va a salir desde aquí para Mantua. Yo del 3° pasé al 2° Batallón, donde mando la 5a Compañía de Fusileros. Mi hermano fue nombrado mayor de la misma50. Nuestra marcha también se va a realizar por batallón. El 1° va a salir de aquí el día 7 y nosotros el 9. La población de Bérgamo está profundamente afligida por nuestra salida. Allí estábamos tan bien vistos

50

Se trata de Francesco (Cicco) Pepe (Civitacampomarano 1783-Ídem 1829), penúltimo de los seis hermanos Pepe.

522

G1 y queridos, que al querer los oficiales pagar el alquiler de su alojamiento, todos los dueños de las viviendas se negaron noblemente a recibir el dinero, de lo contrario se lo ofrecieron a los que lo necesitaran.

7 DE NOVIEMBRE DE 1807 El 1° Batallón ya salió. Pasado mañana vamos a marcharnos los del segundo. Mientras tanto, las lluvias parecen haber esperado la época de nuestra salida para abrir las cataratas del cielo y verterse a la tierra. Son tan furiosas que los Bergamaschi dicen que no caían lluvias parecidas desde tiempo inmemorial. //

AVIÑÓN, 14 DE DICIEMBRE DE 1807

30v

Ayer el 2° Batallón llegó a esta ciudad. El 1° había llegado el 11.

ITINERARIO DE BÉRGAMO A AVIÑÓN Al salir de Bérgamo dejamos a la izquierda la carretera que lleva a Milán y cogimos la otra a la derecha para Turín. Pasamos el río Adda en una barca y dormimos en Vimercate, lugar de veraneo por su amenidad tanto de los Bergamaschi como de los Milaneses. Antes de la revolución pertenecía a la familia Visconti, famosa por los grandes hombres que dio a Italia. Allí veraneaba el famoso Davide, que se ganó muchos aplausos en nuestro teatro San Carlo y que ahora se ha retirado a Bérgamo, su patria51. El jefe de batallón Ambrosio52, que lo conocía, y yo fuimos a visitarle y lo encontramos muy envejecido. La charla cayó sobre la comparación entre Paisiello y Cimarosa, y quién era superior a quién de los dos. Él prefería al primero, y con razón. El segundo día de marcha, que fue un día de aguacero furioso y sin parar, llegamos a Barlassina, un pueblo mediocre. El tercero a Gallarate, el cuarto a Cigliano, un pueblo más grande y poblado que los tres anteriores, donde tuvimos que parar dos días seguidos porque el río Sesia estaba muy hinchado e imposible de pasar. El día 15 llegamos a Novara. Novara es una ciudad mediocre; sus fortificaciones fueron de-

51

Giacomo Davide (Presezzo 1750-Bérgamo 1830), tenor italiano, cuyo apellido fue anglicado en David cuando cantó en Londres por primera vez en 1791. 52 Angelo D’Ambrosio (Nápoles 1771- Starza 1822), concluyó su carrera como teniente general (1813), cfr. D’Ayala, Le vite de’ più celebri capitani, pp. 7-25. Cortese, L’esercito napoletano, p. 50, nota 3, proporciona más información sobre la biografía de D’Ambrosio.

523

G1

31r

31v

molidas. La ciudad pertenecía al rey de Piamonte; en la actual //idad pertenece al Reino de Italia y es la capital del departamento del Sesia. Su territorio está casi enteramente dedicado al cultivo del arroz y esto hace que su clima sea sumamente insalubre. Después de Novara se encuentra Vercelli, una ciudad más grande y la primera del imperio francés en esta parte. Siguiendo en el camino carretil se pasa el río Acquadoro en un puente de barcas, luego se encuentra Chivasso, antigua fortaleza actualmente demolida y abandonada. Desde Chivasso a Turín se pasan tres ríos más: el Malone, que se cruza en barca, el Stura en un puente de madera y el Dora en uno de mampostería. El día 19 de noviembre llegamos a la capital de Piamonte y paramos allí el 20 también. Allí me alegré de encontrarme con una persona amiguísima de mi padre y de mi familia, don Amadeo Ricciardi53 que, expulsado por la revolución de nuestra patria, al igual que muchos otros fue empleado allí por el gobierno y ocupa un puesto honorable de magistrado en la Corte d’Appello54. Turín era la capital de Piamonte; ahora lo es de todos los departamentos más allá de los Alpes que pertenecen al imperio francés. Su población puede ascender a cien mil habitantes. En sus afueras no ofrece nada pintoresco, pero en su interior es bonita. Las calles son amplias, rectas y luminosas, las plazas todas regulares, los edificios majestuosos, los albergues grandes y cómodos, las tiendas ricas y bien cuidadas. Los palacios de todo el barrio nuevo son todos de una arquitectura uniforme y esto por una parte les da un aspecto // imponente y magnífico, por otra parte resulta monótono y le quita a la vista el gusto de la variedad. Las fortificaciones tanto de la ciudad como de la Ciudadela se demolieron. La Corte d’Appello se reúne en el antiguo palacio del príncipe de Carignano, el más bonito y grande después del de los antiguos reyes. Éste es ahora la residencia del gobernador y del gobierno administrativo. Turín perdió mucho pasando del dominio sardo al de los Franceses. La ciudad antes era la primera residencia de un rey, ahora es la de un gobernador y de un prefecto. Era la capital de un reino indepen-

53

Amadeo o Amodio Ricciardi (Palata 1756-Nápoles 1835), jacobino molisano, exiliado después de 1799, en Turín ocupaba el cargo de fiscal general. Cfr. Ricciardi G., Vita e opere di A. Ricciardi. 54 El tribunal de segunda instancia, NdT.

524

G1 diente, ahora lo es de pocos departamentos. Antes era la residencia de la corte, de su séquito, de tantos grandes, del cortejo real, de una guarnición numerosa, de tantos ministros de potencias extranjeras. De todas las relaciones, en fin, que tiene una ciudad cuando es capital de un estado y todas estas circunstancias difundieron el lujo, la industria y la opulencia. Actualmente como provincia no tiene todos estos recursos, por lo cual los Piamonteses y los Turinenses en especial aborrecen al gobierno francés. Al salir de Turín se encuentran muchos caminos que llevan al Valle de Aosta, a la provincia de Niza, a Moncalieri, a Briançon y al Mont Cenis. Nosotros tiramos para éste último, cuya primera estación está en Avigliano, la segunda en Susa, ciudad situada en las faldas del Mont Cenis. Susa es una ciudad infeliz, colocada entre dos desfiladeros aspérrimos formados por las rocas de este monte, que antes estaban armados de muchas baterías y fortificaciones // en defensa del llamado paso de Susa. Actualmente están casi todas demolidas. Parecía que la naturaleza había librado al Mont Cenis, este monte primario y colosal, de sentir en su cumbre tanto el arrastre de las ruedas como el pataleo de los caballos. No obstante, el hombre que fue elegido por la providencia para mandar a otros hombres y a otras naciones, quiso también imponerse y mandar sobre la naturaleza en los Alpes, abriendo un camino carretil y haciendo pasar los carros pesados en sus cumbres orgullosas, a las cuales podía subir solamente el peatón libre con gran pena y esfuerzo. Se pueden aplicar a este camino los versos famosos que Monti compuso con motivo del paso del San Bernardo: Finalmente, tras tomar el semblante de un dios «Ábrete», dijo él al Alpe, y el Alpe se abrió, Y tembló debajo de las plantas del héroe55. En efecto, el inmenso trabajo que costó semejante camino carretil parece obra de los Númenes más que del hombre. En todas partes el hombre tuvo que forzar a la naturaleza y en aquella parte donde ésta presentaba los obstáculos más grandes, una resistencia insuperable. De las enormes masas de granito algunas tuvieron que ser cortadas a pico,

55

Monti, In morte di Lorenzo Mascheroni (1801), canto II.

525

32r

G1

32v

33r

otras fueron agujereadas y el viajero tiene que pasar por unas largas cuevas desde cuyas bóvedas cuelgan cuñas monstruosas de hielo formadas por el goteo de las aguas congeladas por el frío. En algunos lugares se tuvieron que derrumbar algunos inmensos barrancos que colgaban de las laderas del monte; en otros se construyeron unos puentes altísimos en unos valles donde los arroyos espumajeantes se arrojaban con violencia y fragor, ya sea ocultándose debajo de hielos y nieves, o aflorando; // en otras partes el camino está cortado perpendicularmente por un grupo salvaje de piedras enormes y allí el viajero ve con espanto los abismos de los desfiladeros debajo de sus pies y las masas de los montes dominando y colgando encima de su cabeza: en todas partes se ven panoramas y objetos que apuntan a una naturaleza hórrida y salvaje, que presenta todas sus fuerzas y sus obstáculos para no ser forzada y vencida y la grandeza admirable del hombre que lo ha abatido y superado todo. La parte del monte próxima a la base es toda pedregosa, desnuda y falta de árboles y hierbas. Todo el resto está cubierto de nieve y hielo. El ojo no ve más que un blanco perpetuo y el oído no oye ningún sonido, no oye ni el canto ni los silbidos de los campesinos, ni el de los pájaros, ni los mugidos del buey, ni los balidos de los rebaños. La potencia mortífera del frío ha debilitado a toda la naturaleza: no se oye ni se ve nada de su vida. Aquel silencio primitivo y aciago está interrumpido de vez en cuando únicamente por el fragor de las avalanchas o de las peñas de granito partidas por el gran frío que caen en los valles, y por el retumbo sombrío que causan éstas al caer a los precipicios. Al llegar a la cumbre del monte tras siete horas de marcha penosísima, se veía el cielo puro y sereno por la parte de Piamonte, hórrido y nuboso por la parte de Saboya. Allí me pareció ver a Aníbal enseñar a los guerreros cartaginenses el clima delicioso y las regiones fértiles de Italia para animarlos. Yo me paré allí mirando hacia esa región bonita, hacia mi patria, y sumido en la reflexión sobre Aníbal, pasé a pensar que entonces había un pueblo que supo // castigarle por pisar aquel territorio sagrado tras unos éxitos pasajeros, un pueblo que en lugar de ser esclavo de una nación, quiso convertirse en el dueño y dominador de todas las del orbe. Dicha consideración me hizo pensar en lo que es la Italia de hoy. Vi que llevaba el traje de sierva y que siempre se servía de armas ajenas para pasar de esclavitud en esclavitud, sin decidir tomar las suyas y hacerse independiente. Vi a sus pueblos gemir en todas partes, pero gemir quienes por los du526

G1 ques, quienes por el papa, quienes por Ferdinando, quienes por los Austríacos, quienes por los Franceses, sin ennoblecer ninguno de sus gemidos por la independencia italiana, por la unificación de toda Italia, que sometería a toda la tierra. Sigamos. En la cumbre del monte hay una gran cuenca en cuyo fondo está un lago. A poca distancia del mismo está el convento de los Cistercienses y algunas viviendas. Los frailes dieron de beber a nuestros soldados media botella de vino cada uno. A los oficiales nos llevaron a una sala donde estaba encendida una chimenea y allí nos dieron un almuerzo mediocre con un vino excelente, que nos hizo olvidar el frío sufrido y nos fortaleció para lo que nos quedaba por padecer. Al lado del camino en la cumbre han plantado unos pinos de vez en cuando, para que guíen a los viajeros cuando la nieve y las tormentas hacen desaparecer las huellas del camino. Bajando a Lanslebourg nos sorprendió la tormenta. Nosotros nos creíamos todos perdidos y que quedaríamos sepultados debajo de la nieve, pero tuvimos suerte en perder solamente a tres soldados. Mi primo se había extraviado y estaba a punto de perderse pues ya no encontraba el camino; pero tuvo la ocurrencia de empezar a disparar // unos tiros de fusil gracias a los cuales fue rescatado y se salvó56. Lanslebourg es el primer pueblo de Saboya que se encuentra en la falda occidental del Mont Cenis al igual que Susa en la oriental. Tras cruzar este monte, el camino carretil corre siempre en el fondo de los valles y flanquea el Isère, un río que viene de los Alpes y confluye en el Ródano. De esta manera, el camino carretil evita más montes y no ofrece sino cuestas abajo y arriba muy modestas. Los pueblos que se encuentran en el camino carretil indicado son Lanslebourg, Modane, Saint Jean de Maurienne, Aiguebelle y Montmélian. Luego está Chambéry, capital de la Saboya y ahora del departamento del monte Blanco, el más alto de todos los Alpes. Les Echelles era el último pueblo del antiguo ducado, Le Pont de Bonvoisin era el primero de Francia antes de la época de la revolución. Chambéry es una ciudad de poca consideración. Solamente la plaza es mediocre; todo el resto está mal edificado y se parece al barrio de los tintores y de los orfebres en Nápoles. Tendrá una población de unos nueve mil habitantes. Les Echelles tiene este nombre porque antes de que Víctor Ama56

Se trata de Carlo Pepe, hijo de Titta Pepe.

527

33v

G1

34r

34v

deo57 abriera el camino carretil que unía Saboya y Francia se pasaba de una región a otra por una senda pequeña y peligrosa cortada en forma de escalinata, pues el terreno de la primera de estas dos regiones estaba muy elevado y en una posición más alta que el limítrofe de la segunda, y la barrera de las piedras y de las peñas de granito donde estaban dichas escalinatas es perfectamente perpendicular. // Entonces, para abrir el camino real fue necesario cortar de la mitad los bloques de piedra en forma de canal inclinado y formar el resto para poder llegar al nivel del suelo inferior con una gran estructura en forma de glacis o escarpa. En el lugar donde termina dicho corte hay una inscripción latina grabada en una lápida de mármol empotrada en la piedra viva, cuyas palabras no recuerdo, pero cuyo contenido es que esta carretera, que intentaron edificar inútilmente los Romanos, Carlomagno y Francisco I, tras mucho trabajo fue abierta por Víctor Amadeo. Antes de abandonar Saboya, es preciso relatar lo que todo viajero observa allí. Los Saboyanos son mezquinos y están mal hechos, su figura y fisionomía anuncian la torpeza de su físico y una cierta estupidez de su ánimo. El frío que debilita la naturaleza de su suelo ha deformado a esta especie de hombres. Viven en pueblos infelices y en viviendas aún más infelices y maltrechas. Sus alimentos son también malos y esto contribuye al desarrollo deficiente de su físico y de su moral. Tienen la sencillez y la bastedad de todos los montañeros, pero son sumamente puros en sus costumbres y leales hasta el punto que todas las casas de comercio de Francia emplean a un Saboyano miserable al cual entregan sumas inmensas de dinero para que las lleve a los bancos públicos, a los cambios, a los pagos y a las ferias. El espectáculo que ofrece Saboya es imponente. Un amontonamiento de montañas de primer orden, unas encima de otras y dominadas majestuosamente por el enorme monte Blanco, unos valles profundísimos en el fondo de los cuales corren // ríos hinchados y arroyos espumajeantes, cuyas aguas chocan con violencia y fragor tanto entre sí como en contra de las peñas desnudas y de las quiebras horrorosas en el cuerpo de los propios montes, algunos lados de ellos

57

No se trata de Amadeo II de Saboya, primer rey de Cerdeña (Turín 1666-Moncalieri 1732), sino de Carlos Manuel III de Saboya, apodado el Laborioso (Turín 1801-Ídem 1773), que la hizo edificar en 1760.

528

G1 perfectamente perpendiculares, otros más o menos oblicuos, otros que sobresalen de la perpendicular hacia la base y casi amenazan derrumbarse de un instante a otro, unas cascadas de aguas desde altas cotas que se caen a barrancos quizás cavados por la violencia de su propia caída, hielo, nieve, granito desnudo y poca tierra con vegetales, pocas hierbas y plantas mezquinas en el último fondo de los valles, todo ofrece una nueva perspectiva pintoresca, un nuevo tipo de naturaleza salvaje y horrorosa, pero grande y majestuosa, incluso en medio de sus horrores y de sus ruinas. Allá me convencí aún más del origen de los montes que había conjeturado en mi opúsculo sobre el terremoto del 26 de julio de 1805. Allí todos los monumentos muestran claramente que aquella región fue el teatro en el cual la naturaleza realizó las escenas más grandes y espectaculares, las revoluciones y las catástrofes físicas más formidables: allí todo anuncia que los montes se han formado a través de violentas sacudidas de terremoto que lastimaron y desgarraron tanto la superficie como la masa que compone la región; allí parece finalmente que ahora la naturaleza está muerta o inerte por agotar hace un tiempo todas sus fuerzas, sus resortes, sus potencias más poderosas para causar los más grandes fenómenos y estas operaciones extraordinarias, cuya memoria está grabada con caracteres indelebles y clarísimos en aquellos monumentos eternos. En contra de la opinión de muchos naturalistas y en favor de // la de muchos otros observé en las hendiduras de las montañas que el granito, este material primitivo del globo y que parece ser su núcleo, está estratificado. La observación resultaba tan clara y fácil de hacerse que yo se la hice notar al jefe de batallón Ambrosio y a nuestro cirujano Guzzi58, ambos provistos de talento, inteligencia y conocimientos, con los cuales siempre charlábamos para hacer menos aburrida la marcha a través de este nuevo tipo de desiertos. Uno entonces no ve en toda Saboya nada más que desiertos, horrores y ruinas en la vetustez de la naturaleza; pero en cuanto uno llega a la peña de las rocas de Eccelle un nuevo horizonte, un nuevo cielo, una nueva naturaleza se abren y se presentan todos juntos ante los ojos. Terminan las montañas alpestres, los glaciares, las peñas desnudas, los

58

El cirujano calabrés Guzzi, gran amigo de Pepe, mencionado varias veces, por ejemplo en Lettere, 20.

529

35r

G1

35v

barrancos. El suelo se convierte todo junto en colinas amenas cubiertas de plantas, de viñas, de árboles, salpicadas de aldeas y casas de campo. Se ve el curso majestuoso del Ródano desde el norte hacia el sur y las montañas azules de las comarcas de Lyon y Auvernia coronan esta perspectiva nueva y agradable. Semejante diferencia se puede ver claramente entre habitantes y habitantes. A la deformidad, inercia y torpeza de los mezquinos Saboyanos suceden las proporciones esbeltas, la alegría y la vivacidad francesas. Las mujeres son más amables y más guapas, aunque menos puras; las costumbres más limpias y urbanas aunque más corruptas. De la misma manera, las comodidades de la vida son más decentes, más apropiadas, las mercancías y la comida más abundantes, las ciudades, los pueblos y las viviendas mucho mejor edificadas y más limpias. Al salir del Pont de Bonvoisin se encuentran tres caminos carretiles, uno de los cuales lleva a Ginebra, el otro a Lyon y el tercero a Valence. Nosotros cogimos éste. // El día 3 de diciembre llegamos a Voiron, una ciudad poblada y mercantil. Hay muchas fábricas de tejidos para las cuales los vecinos han aprovechado bien las muchas aguas corrientes que abundan allí. Descansamos el día 4. El 5 fuimos a Saint Marcellin, el 6 a Romans donde se pasa en un puente de mampostería el río Isère, que da el nombre al departamento cuya capital es Grenoble, ciudad que dejamos a nuestra izquierda. El día 7 llegamos a Valence. Valence es la capital del departamento del Drôme, río que procede de los Alpes, corre paralelamente al Isère y confluye en el Ródano entre dicha ciudad y Loriol. Allí hay siempre un depósito de artillería destinado a instruir a los reclutas sobre estas armas. Hay también un polígono donde tanto los cadetes como los oficiales practican la maniobra de las piezas. La ciudad se encuentra en la ribera izquierda del Ródano y es sumamente rica debido al tránsito constante de barcos que de Lyon van aguas abajo hacia el Mediterráneo y desde él aguas arriba a la ciudad. El jefe de batallón Ambrosio, que estaba conocido allí porque había pasado mucho tiempo como prisionero después de la expedición de Tolón en 1793, me llevó al Círculo de Madame de Jaque59. Una persona de la compañía me dijo: «En aquella misma sala bailó el emperador Napoleón cuando era teniente del Regimiento de Artillería estacionado aquí en 1788».

59

Sobre la estadía de D’Ambrosio en Valence cfr. D’Ayala, Le vite de’più celebri capitani , pp. 9-10.

530

G1 En Valence los oficiales napolitanos estaban considerados los propietarios más ricos del Reino. Su manera de jugar en el gran café de la ciudad asombró a todos los // vecinos. Como nos habían dado dos meses de sueldo, la mayor parte del dinero nos lo gastamos en el juego y de diez a doce mil francos daban vueltas por el tapete pasando de quienes perdían a quienes ganaban – de esta manera más tarde apareció una suma triple y cuádruple. Un oficial que se había enamorado de la Demoiselle de su alojamiento y que lo había perdido todo jugando, dejó escritos en la chimenea de su habitación los siguientes versos:

36r

A Valence i’ai laissé deux choses avec douleur, Mon argent au jeu et pour Nannette mon cœur. Entre Valence y Loriol se pasa el Drôme en un puente grande y bonito de mampostería edificado por Luis XV. Montélimar, Pierrelatte y Orange son ciudades pequeñas pero bonitas. El día 13 de diciembre llegamos a Aviñón, donde nos encontramos ahora. Aviñón es la capital del departamento del Durance, río que corre de los Alpes paralelamente al Isère y al Drôme y confluye en el Ródano. El Ródano parece ser en la región al oeste de los Alpes lo que es el Po en la oriental, es decir que ambos reciben en su seno la mayoría de los ríos que nacen en dichas montañas. Antes de la revolución Aviñón pertenecía al papa. El regimiento está acuartelado en el antiguo palacio de los pontífices, un antiguo edificio gótico pero estropeado por la vetustez y la misma revolución. La ciudad está también en la orilla izquierda del Ródano y cuenta con las mismas ventajas que Valence. Hay muchas fábricas de tejidos, hay una herrería y por último una forja para piezas de artillería. // Todas las máquinas que pertenecen a las instalaciones y a los talleres de tejidos, de herrería y de cañones están movidas por aguas extraídas del Ródano a través de cadenas. Nuestro viaje fue penosísimo. Desde Bérgamo hasta Susa nos atormentaron el agua y los diluvios, en Saboya la nieve y el frío, en Francia un viento tan impetuoso que, al tenerlo afortunadamente a la espalda, nos hacía recorrer en dos horas de marcha esos tramos en que hubiésemos tardado por lo menos seis si no hubiésemos sido azotados por las corrientes aéreas y tenido que correr a costa ajena. 531

36v

G1 VARIOS

37r

Como había adquirido un abono literario de Madame Seguin la Veuve60, que tiene una tienda con todas las obras más selectas y apreciadas, me tocó entre las manos el libro de los Poemas Osiánicos traducidos al francés por Lemouin61. Dicha traducción no iguala la de nuestro Cesarotti. Pero hablemos de Osián y no de sus traducciones. ¿Semejante poeta existiría alguna vez? ¿Es tan antiguo como sostienen Macpherson y Blair62? Cuestiones bastante difíciles de solucionar plenamente. Un país entero quiere que existiera y esto lo afirma con un entusiasmo muy parecido al furor. Todas las demás, con igual ensañamiento, niegan no solamente su antigüedad, sino incluso su existencia. Por imparcial que sea la crítica en estos casos, lo que la hace siempre sospechosa es por una parte el amor propio y nacional y por otra parte el deseo de las demás de rebajarlo. // Yo que no tengo ni las virtudes ni la penetración para hacer el crítico me conformaría con decir que los poemas celtas son excelentes y admirables. O bien son del hijo de Fingal y tenemos que admirar a Osián pues en un siglo bárbaro y en un clima helado y salvaje surgieron unos poemas que encierran las bellezas imaginativas más seductoras, los sentimientos más nobles y la moral más elevada. O bien son de Macpherson y por ser recientes, como no pierden nada de su valor, igualmente merecen ser admirados con su moderno autor. La historia oficial de estos poemas es la siguiente. Macpherson, estudiante de teología en Edimburgo, alumno de Blair en la oratoria, publicó en su 28˚ año un poema titulado Highlander, cuyo argumento es un episodio de la historia esco-

60

Debe tratarse de la viuda del tipógrafo François Seguin l’aîné, que continuó la labor del esposo; entre otras cosas, contribuyó a la difusión, publicando incluso algunos volúmenes en co-edición, de la gran obra de Agricol-Joseph Fortia d’Urban, Mémoires pour servir à l’histoire ancienne du globe terrestre, 10 voll., Paris, Xhrouet, 1805-1809. 61 Entre las muchas traducciones franceses de Osián entonces disponibles, ninguna es de Lemouin. Si, como le ocurre a menudo, Pepe cita de memoria, puede que se trate de Pierre-Marie-François Baour Lormian, cuya traducción fue publicada por primera vez en 1801. 62 James Macpherson (Ruthven, Inverness 1736-Belleville, Inverness 1796) publicó Fingal (1761), los Cantos de Osián y otros poemas que afirmó haber traducido de textos gaélicos, obra de un bardo del siglo III, Osián hijo de Fingal. Hugh Blair (Edimburgo 1718-Ídem 1800), predicador y escritor; convencido de la autenticidad de los poemas, proporcionó apoyo financiero a Macpherson y escribió en su favor. 63 Highlander fue publicado en 1758.

532

G1 cesa63. Semejante poema no gustó y murió al nacer. Traicionado en sus expectativas, el joven autor se retiró a las montañas de Escocia donde había nacido. Al cabo de dos años volvió a aparecer en Edimburgo y divulgó el Fingal, cuyos cantos anunciaba haber recogido entre los montañeros del interior y de las Hébridas y pertenecer a un antiguo poeta escocés llamado Osián y que él no había hecho sino traducirlos. Al oír de la existencia de un poeta nacional, el entusiasmo encendió e invadió todas las cabezas de Escocia. Blair, con su elocuencia, entra en la arena y se convierte en el panegirista del poeta celta, asemejándolo a Homero, Virgilio y Milton; y Lord Bute, protector de Macpherson, lo anima y le da los medios para hacer un segundo viaje y terminar de recoger los Poemas Osiá//nicos64. Al cabo de dos años, que fueron años de viva impaciencia para el público escocés, Macpherson vuelve y publica las traducciones de los poemas de Temora, Octona, Cuculino, de cinco Bardos y muchos fragmentos más recién recogidos. Las bellezas de una poesía totalmente nueva, con nuevas imágenes, nuevos colores, con otro tipo de héroes, la pasión nacional por un antiguo poeta, la protección de los talentos y de las riquezas por parte de dos hombres insignes, todo esto sirvió para acreditar a Osián y sus poemas. Por último, el hecho de que el traductor que había apreciado sus bellezas hubiese podido apropiarse de las composiciones celtas porque desconocidas a todos, hizo que el público confiara generosamente en él y formulara un juicio que una crítica lenta e imparcial aún hubiese podido hacer aplazar. En balde, en medio de tantas voces de entusiasmo, de aplausos y de aclamaciones, la crítica elevaba la suya. Estaba sofocada por el tumulto y el retumbo de las primeras; y además, ¿cuál es el ánimo que escucha el grito de la verdad y de la razón cuando está totalmente entregado a una pasión cualquiera? En balde, decía, Laing65 destacaba que el enredo del Fingal atribuido a Osián era perfectamente igual al del Highlander de Macpherson, por lo cual estaba claro que ambos resultaban del designio de una sola cabeza; lo único que se había hecho había

64

John Stuart, 3° Conde de Bute (Edimburgo 1713-Londres 1792) ocupó importantes cargos de gobierno y fue también Primer Ministro bajo el reinado de Jorge III, de 1762 a 1763. Algunos de los intelectuales más destacados de la época fueron amigos suyos. 65 Malcolm Laing (Strynzia 1762-Ídem 1818), historiador, adversario feroz de Macpherson, publicó en 1805 dos volúmenes de poemas de éste, atribuyéndole todos los cantos que se presumían de Osián.

533

37v

G1

38r

38v

sido cambiar el nombre de los personajes, de los lugares y las épocas de los sucesos. En balde Johnson también hizo un viaje a los montes y a las Hébridas para comprobar las afirmaciones // del traductor de los poemas celtas y al volver anunció que no había encontrado ninguna memoria o ninguna noticia ni de Osián ni de sus cantos ni de sus héroes, y que los montañeros y los habitantes de las Hébridas desconocían totalmente los fragmentos traducidos por Macpherson66. Finalmente, en balde Laing y Johnson rogaron que el traductor enseñara los originales para comprobar la autenticidad de los poemas y del poeta. Las razones de estos dos opositores se achacaron a la rivalidad o a los celos. La pasión y la gloria nacional hicieron que Osián surgiera de la nada, hicieron canonizarlo como uno de los primeros poetas de la tierra, existido hace 17 siglos, dándole de esta manera esa antigüedad que siempre impone respeto y que está exenta de aquellos obstáculos que la contemporaneidad siempre encuentra. Osián cruzó entonces mares y montes. Lemouin lo tradujo al francés, Stuki al alemán y Cesarotti al italiano67. En todas partes, en cuanto apareció, fue recibido con entusiasmo y furor. Toda Europa le erigió un altar. Pero el apremio a presentar los originales se hacía cada día más urgente. La Academia de Edimburgo, persuadida de la razón de esta demanda, instó Macpherson a que los enseñara. Bajo varios pretextos él se negó muchas veces, pero por fin presentó un manuscrito en dialecto erse que había escrito él, repleto de faltas y borraduras68. Esto tampoco bastó para calmar los ánimos y la disputa, // en lugar de solucionarse, se volvió a encender con furor. Con mucha agudeza Geoffroy observó que se puede deducir que

66

Se trata del viaje a Escocia realizado por Samuel Johnson (Lichfield 1709-Londres 1784), famoso escritor y critico literario, para intentar averiguar si las afirmaciones de Macpherson eran ciertas. En 1775 Johnson publicó A Journey to the Western Islands of Scotland, en el cual sostiene no haber encontrado huella de los antiguos manuscritos osiánicos, ni ninguna memoria de sus poemas entre la población de las islas. 67 La traducción de Melchiorre Cesarotti (Padua 1730-Ídem 1808) – uno de los literatos más importantes del prerromanticismo italiano – publicada en 1763, alcanzó enseguida la fama en toda Europa, mientras que hoy no se encuentra huella de la traducción al francés citada por Pepe, ni de la al alemán, a pesar del gran éxito de los poemas osiánicos en ambos países: en la sola Alemania, entre 1765 y 1800 se hicieron cuarenta traducciones. 68 La palabra erse equivalía a gaélico, posteriormente por antonomasia – pero con valor despectivo – pasó a indicar el gaélico irlandés.

534

G1 los Poemas Osiánicos son recientes pensando en la razón por la cual han sido tan aplaudidos y tan bien recibidos69. Su fortuna la deben a esa melancolía sentimental que marca las situaciones, las pasiones y los discursos de los héroes celtas y la etopeya del poeta. Todo el mundo sabe que la melancolía sentimental estaba en boga en la literatura del siglo pasado. Efectivamente, las novelas de Richardson70, los relatos sentimentales de Sterne71, las pastorales de Shenston72, las noches de Young73, la Elegía de Gray74 en Inglaterra; las obras de Goethe y de Gessner75 en Alemania o las de Arnaud76 en Francia, habían despertado en los espíritus una especie de fermento sentimental. Una obra de este tipo no se consideraba buena si no hacía llorar, si no sumía el alma en la tristeza, en un recogimiento afligido y sombrío. La melancolía inglesa y la influencia anglófila en toda Europa habían hecho de este estado de ánimo una moda. Ahora bien, todas las obras de la imaginación están influidas por el espíritu de la tierra donde fueron compuestas, están por así decirlo vestidas a la moda del tiempo de su creación. De hecho, las epopeyas de Homero señalan una época en la cual no había ni cultura ni gusto; la Enei-

69

Julien Louis Geoffroy (Rennes 1743-París 1814). Jesuita francés, crítico literario y teatral, colaborador de “L’Année littéraire” (1776-1792) y, después de la Revolución, del “Journal des Débats” (1800), aun cuando se convirtió en el “Journal de l’Empire”. Empleó siempre y de propósito un estilo violento y polémico, que le procuró muchos ataques pero también muchos lectores. 70 Samuel Richardson (Mackworth 1689-Londres 1771), uno de los escritores ingleses más importantes del siglo XVIII, autor de Pamela (1740), obra considerada una de las pioneras de la novela moderna. 71 Laurence Sterne (Clonmel 1713-Londres 1768), escritor irlandés, se hizo famoso en toda Europa con The life and opinions of Tristram Shandy, gentleman (1760-1767) y sobre todo con A sentimental journey through France and Italy (1768). 72 William Shenstone (Hagley, ahora Blakedown, Shropshire 1714–Ídem 1763); sus descripciones de la naturaleza le valieron los elogios y la admiración de los contemporáneos. 73 Edward Young (Upham, Hampshire 1683-Welwin, Hertfordshire 1765); poeta, famoso sobre todo por la obra Complaint or night thoughts on life, death and immortality (17431745). 74 Thomas Gray (Londres 1716-Cambridge 1771), alcanzó la fama con la publicación de Elegy Written in a Country Churchyard (1751), el poema al cual alude Pepe. 75 Salomon Gessner (Zúrich 1730-Ídem 1788), pintor y poeta, famoso sobre todo por sus Idilios publicados en 1772. 76 François-Thomas-Marie de Baculard d’Arnaud (París 1718-Ídem 1805), autor – ahora olvidado – de versos, novelas y tragedias.

535

G1

39r

39v

da nos da a conocer que se compuso en el siglo de oro de Augusto. // Los poemas de Ariosto y de Tasso llevan consigo la fecha del siglo en el cual reinaba la creencia en la magia. La Henriada demuestra que se compuso en el de la razón y de la filosofía77. De la misma manera, los Poemas Osiánicos, de cuya belleza la melancolía sentimental es el resorte principal, dan claramente a conocer que son obra del siglo XVII, en el cual estaba en boga este modo de expresión y no del III que, inmerso en la barbarie, no tenía ni literatura ni modalidades de expresión establecidas. El mérito de los poemas celtas se halla en su originalidad. Lo sublime se expresa con un lenguaje totalmente nuevo. Se oye hablar a los héroes de una forma nueva y totalmente peculiar que rapta el alma y la llena de admiración. Las expresiones, las imágenes y las comparaciones son igualmente nuevas y originales. Lo espectacular no consiste en la intervención de la divinidad, sino en las sombras de los antepasados, fantasmas nocturnos, meteoros enfáticos, etcétera, etcétera. De modo que, bajo esta apariencia de novedades originales hay muchas cosas imitadas y desleídas con suma pericia y arte para que apenas se puedan reconocer. Homero y la Biblia son las fuentes desde las cuales se extrajeron muchas imitaciones. Fingal que lucha y ahuyenta al espíritu de Loda es una escena magistralmente tomada de la Ilíada cuando Diomedes gana y hiere a Venus y luego a Marte. Fingal va a rescatar a Cuculino. Avanza // majestuosamente y vestido de armas brillantes se parece a un monte cubierto de hielo y expuesto a la luz del sol. Homero hace la misma comparación cuando representa a Áyax que lucha con Héctor. Las imitaciones de algunos fragmentos de la segunda son más patentes. Comorla, hablando a Fingal, le dice «¿Dichosos tus pueblos, oh Fingal? Ellos escuchan atentamente tus lecciones de sabiduría alrededor de tu trono ». Y la reina de Saba, hablando a Salomón, se expresa de la siguiente manera: «Beati viri tui, et beati servi tui, qui assistunt coram te omni tempore et audiunt sapientiam tuam»78.

77

La Henriada, poema épico de Voltaire en honor de Enrique IV, fue publicado por primera vez en 1723 con el título La Ligue; el Autor lucha contra la discordia civil y el fanatismo religioso. 78 ¡Dichosos tus súbditos! ¡Dichosos estos servidores tuyos, que constantemente están en tu presencia bebiendo de tu sabiduría!, Reyes, I, 10.

536

G1 En el Cantar de los Cantares aparece «Sicut turris David collum tuum, … Duo ubera tua sicut duo hinnulli capreae gemelli … Collum tuum sicut turris eburnea… Caput tuum ut Carmelus… Crura illius sicut columne marmoreae que fundatae sunt super bases aureas» etcétera, etcétera79. Y en Osián leemos «Ven mi amor (veni columba mea), tus pechos se parecen a dos piedras redondas iguales del río; tus brazos y tus piernas son como las columnas redondas del palacio real de Fingal… tu cuello es igual que la torre de Selma». A mi entender, entonces, los poemas celtas son de Macpherson y Osián es un nombre ficticio. Esto, en lugar de hacer agravio a los talentos del supuesto traductor, de lo contrario los ensalza y los resalta, igual que el Libro de Gloria atribuido a Cicerón le hace un gran honor a Carlos Sidonio80. Pero semejantes imposturas nunca // son elogiables. Atribuir lo de uno a los demás es condenable igual que hacer pasar lo ajeno por propio. En ambos casos se viola la verdad, nuestro único fin.

AVIÑÓN, 23 DE DICIEMBRE DE 1807 Nuestro coronel Bigarré pasó a mandar el 2° Regimiento de Línea y para este fin salió para Mantua. Lo sustituyó nuestro mayor Pégot81. El general italiano Lechi llegó para asumir el mando de una división italo-napolitana que se está reuniendo aquí. Una parte de los cuerpos ya ha llegado y el resto lo estamos esperando. Estará integrada por el 1° de Línea Napolitano, un batallón de vélites italianos, tres batallones del 2°, 4° y 5° Regimiento Italiano, un escuadrón de caballería italiana y otro de napolitana. Desde la ventana de mi alojamiento veo Vaucluse, patria de Laura, y la misa militar se celebra en esa misma iglesia en la cual los Aviñonenses dicen que Petrarca la vio por primera vez y se hizo su querido. Vaucluse es un pueblo ameno situado en la ribera opuesta del Ródano. El teatro de esta ciudad es feo y está mal edificado. El empresario quiso adjudicarse el contrato para todos los oficiales de la guarnición, lo cual nosotros no queríamos. Él pensó únicamente en ganar sin prever

79

Tu cuello se asemeja a la torre de David, 4,4; Tus pechos parecen dos cervatillos…Tu cuello parece torre de marfil, 7, 3-4; Tu cabeza se yergue como la cumbre del Carmelo, 7,5; Sus piernas son pilares de mármol que descansan sobre bases de oro puro, 5,15. 80 El apellido está equivocado: se trata de Carlos Sigonio (Módena 1520-Pontebasso, Módena 1584), historiador y humanista. 81 Cfr. Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 134, nota 66.

537

40r

G1 40v

el peligro. Los oídos italianos y en especial los napolitanos no pueden sino estar repugnados del sonido de una mú//sica tan bárbara como la francesa. Por ello, en cada función el teatro retumba de silbidos y ululatos, ruidos y gritos en lugar de aplausos. En balde el inspector de policía sale de su palco para aplacar el alboroto de los ruidos y de los silbidos con los cuales acompañamos los cantos chirriantes: en vano los Franceses por una especie de rivalidad baten las manos y aplauden lo que nosotros silbamos. El órgano de nuestro oído está hecho para la armonía y la melodía, no para sufrir esta música rebuznante y ululosa.

VARIOS Leyendo las Cuestiones sobre la Enciclopedia encontré una nota relativa al Hombre de la Máscara de Hierro, curiosa y que no dejo de transcribir en este Galimatías mío82. Es la siguiente: «Il est surprenant de voir tant de savans pleins d’esprit et de sagacité se tourmenter a deviner qui peut avoir ete le fameux Masque de fer, sans que l’idée la plus simple naturelle et vraisemblable, se soit jamais presentée a eux. Le fait tel que M. de Voltaire le rapporte, une fois admis avec ses circonstances, l’existence d’un prisonnier d’une espece si singuliere, mise au rang des verités historiques les mieux constatées, il paraît que non seulement rien n’est plus aisé que de concevoir quel etait ce prisonnier, mais qu’il est meme difficile qu’il puisse y avoir deux opinions sur ce sujet. On ne s’amusera point a refuter ceux qui ont imaginé que ce prisonnier pouvait etre le comte de Vermandois83, le Duc de Beaufort84, ou

82

Voltaire ya había hipotetizado que el Hombre de la Máscara de Hierro era un hermano de Luis XIV: cfr. Le Siècle de Louis XIV, cap. XXV. 83 La hipótesis de que el Hombre de la Máscara de Hierro era el conde de Vermandois, hijo natural de Luis XIV y de Louise de la Vallière, la formuló el jesuita francés Henri Griffet (Moulins 1698-Bruselas 1771), capellán de la Bastilla (desde 1745) en el capítulo XIV de su Traité des différentes sortes de preuves qui servent à établir la vérité historique (Liège, Bassompierre, 1769). Su tesis estaba respaldada, según decía él, por revelaciones que le habían hecho personalmente unos guardias de la Bastilla, donde el Hombre de la Máscara de Hierro había muerto en 1703. 84 François de Borbón-Vendôme, II duque de Beaufort (París 1616-Isla de Candia 1669). Según las afirmaciones del poeta dramático Charles-François-Joseph-Victor Chancel apodado Lagrange-Chancel (Razac-sur-l’Isle, Périguex 1677-Ídem 1758), que fue encarcelado en una de las cárceles por donde pasó el Hombre de la Máscara también, el duque sería el querido de Ana de Austria y con ella generaría a Luis XIV. Éste, tras la confesión del adulterio que le había hecho la madre en el lecho de muerte, segregaría al padre, temiendo que la noticia se difundiera.

538

G1 le Duc de Monmouth85. Le savant auteur de cette derniere opinion a tres-bien refutés les autres; mais il n’a essentiellement appuyé la sienne que sur l’impos//sibilité de trouver en Europe quelque autre prince dont il eut eté de la plus grande importance qu’on ignoràt la detention. Monsieur de Sainte Foix86 a raison, s’il n’entend parler que des princes dont l’existence etait connue: mais pourquoi personne ne s’est il encore aviser de supposer que le Masque de fer pouvait avoir eté un prince inconnu, eleve en cachette, et dont il importait de laisser ignorer totalement l’existence ? Le duc de Montmouth n’etait pas pour la France un prince de si grande importance : et l’on ne voit pas meme ce qui eut pu engager cette puissance, au moins apres la mort de ce Duc et celle de Jacques II a faire un si grand secret de sa detention,s’il eut eté en effet le Masque de fer. Il n’est guere probable non plus que M. Louvois et M. de S. Mars eussent marqué au Duc de Monmouth ce profond respect que M. de Voltaire assure qu’ils portaient au Masque de fer87. L’auteur de cette addition conjecture, de la manier dont M. de Voltaire a racconté le fait, que ce historien celebre est aussi persuadé que lui du soupçon qu’il va, dit il manifester; mais que M. de Voltaire a titre de français n’a pas voulu publier tout net. Surtout en ayant dit assez pour que le mot de l’enigme ne dut pas etre difficile a deviner. Le voici selon moi. Le Masque de fer etait sans doute un frere et un frere ainé de Louis XIV, dont la mere avait ce gout pour le linge et les dentelles sur lequel M. de Voltaire appuie. Ce fut en lisant les memoires de ces temps

85

James Crofts, posteriormente James Scott, I duque de di Monmouth (Rotterdam 1649Londres 1685). Hijo ilegítimo de Carlos II de Inglaterra. 86 Seguramente se trata de Germain-François Poullain de Sainte-Foix (Rennes 1698-París 1776), comediógrafo famoso por sus ocurrencias, que le causaron también muchos desafíos a duelo. 87 François-Michel Le Tellier, marqués de Louvois (París 1641-Versalles 1691). Muy joven (a los 15 años) fue Secretario de Estado para la Guerra. Siguiendo las huellas del padre, reformó el ejército francés, haciendo de él el primer instrumento militar moderno. Intentó en balde introducir el reclutamiento obligatorio y la meritocracia para el acceso a los grados más altos. Bénigne Dauvergne de Saint-Mars (París 1626-Ídem 1708), tras una carrera en los mosqueteros del rey, se hizo director de la cárcel de Pinerolo (16641681), más tarde de la de Exilles (1681-1687), de la de las islas de Sainte-Marguerite y Saint-Honorat, en el golfo de Cannes (1687-1698), finalmente de la Bastilla, desde 1698 hasta su muerte. Su nombre está vinculado al del Hombre de la Máscara de Hierro porque el personaje estuvo detenido en Pinerolo (1669) y luego en todas las cárceles que él había dirigido.

539

41r

G1

41v

42r

qui rapportent cette anecdote au sujet de la Reine, que me rappellant ce meme gout du Masque de fer, je ne doutais plus qu’il fut son fils, ce dont toutes les autres circonstances m’avaient deja persuadé. // On sait que Louis XIII n’habitait plus depuis longtemps avec la reine, que la naissance de Louis XIV ne fut due qu’a un heureux hasard habilement amené, hasard qui obligea absolument le roi a coucher en meme lit avec la reine. Voici donc comme je crois que la chose sera arrivée. La reine aura pu s’imaginer que c’etait par sa faute qu’il ne naissait point d’heritier a Louis XIII. La naissance du Masque de fer l’aura detrompée. Le Cardinal a qui elle aura fait confidence du fait, aura su pour plus d’une raison tirer parti de ce secret ; il aura imagine de tourner cet evenement a son profit et a celui de l’Etat. Persuade par ce exemple que la reine pouvait donner des enfans au roi, la partie qui produisit le hasard d’un seul lit pour le roi et pour la reine, fut arrangée en consequence. Mais la reine et le Cardinal egalement penetrés de la necessité de cacher a Louis XIII l’existence du Masque de fer, l’auront fait elever en secret. Ce secret en aura ete un pour Louis XIV jusque a la mort du Cardinal Mazarin. Mais ce monarque apprenant alors qu’il avait un frere et un frere ainé que sa mere ne pouvait desavouer, qui d’ailleurs portait peut-etre des traits marqués qui annonçaient son origine, faisant reflexion que cet enfant né durant le mariage ne pouvait sans des grands inconveniens et sans un horrible scandale etre declaré illegitime apres la mort de Louis XIII, Louis XIV aura juge ne pouvoir user d’un moyen plus sage et plus juste que celui qu’il employa pour assurer son propre tranquillité et le repos de l’etat : moyen qui le dispensait de commettre une cruauté que la politique aurait representee comme necessaire a un monarque moins conscientieux // et moins magnanime que Louis XIV. Il me semble que plus on est instruit de l’histoire de ce temps-là, plus on doit etre frappé de la reunion de toutes les circonstances qui prouvent en faveur de cette supposition». Esta nota incluida por el editor en la edición de 1771 de las cuestiones sobre la Enciclopedia es considerada por todos los literatos obra del propio Voltaire. Él la vio en dicha edición de sus obras y nunca contradijo o desmintió la opinión que contiene acerca del Hombre de la Máscara de Hierro. Voltaire fue el primero en hablar de este prisionero y siempre combatió todas las demás conjeturas sobre él; habló de él como de un 540

G1 hombre más culto que todos los demás escritores y cuando en la entrada sobre el Hombre da la Máscara de Hierro dijo «celui que ecrit cet article en sait plus que le pere Griffet, et n’en dira pas davantage» por lo visto él no desconocía el secreto, pero no quería decir todo lo que sabía al respecto. Posteriormente a la época de esta nota fue publicada una carta de mademoiselle de Valois al mariscal Richelieu, en la cual ella se jactaba de haberse enterado, en condiciones muy extrañas y poco favorables a su honor, del duque de Orleans, su padre, que el Hombre da la Máscara de Hierro era hermano mellizo de Luis XIV, nacido unas horas después de éste. O bien esta carta que era tan inútil, imprudente y peligrosa a escribir es una carta de suposiciones, o bien el regente, dando a su hija la recompensa que ella se había merecido tan noblemente, creyó reducir el peligro que había en revelar el secreto de estado alterando el hecho y haciendo de // este príncipe un segundogénito sin derecho al trono en lugar del supuesto heredero de la corona. Pero Luis XIV que tenía un hermano segundogénito, Luis XIV cuya alma era magnánima y generosa, Luis XIV que pretendía ser de una probidad escrupulosa, al cual los historiadores no reprochan ningún delito y que efectivamente no cometió ninguno, seguro que Luis XIV no hubiese condenado a la cadena perpetua un hermano suyo segundogénito para prevenir los males que, según dicha carta, le había anunciado un astrólogo. Él debía tener razones más importantes. Primogénito de Luis XIII, reconocido por este rey, el trono le correspondía de derecho; pero un hijo nacido de Ana de Austria, desconocido a su marido, no tenía ningún derecho a la corona y podía, mientras intentaba hacerse reconocer, lacerar Francia con una larga guerra civil y ganarla fácilmente en contra del hijo de Luis XIII alegando el derecho de primogenitura, y sustituir una nueva raza a la de los Borbones. Estas razones, aunque no justificaban enteramente el rigor de Luis XIV, por lo menos servían para excusarlo: y el prisionero, que conocía demasiado bien su destino, podía estarle agradecido que no hubiese adoptado decisiones más firmes: las decisiones y los medios que la política a menudo ha empleado en contra de quienes tenían alguna pretensión a los tronos ocupados por sus rivales. Voltaire desde joven había sido amigo del mariscal de Richelieu que no era ni prudente ni discreto; si la carta de mademoiselle de Valois es cierta, él debería conocerla; pero, como estaba dotado de un espíritu justo, se dio cuenta del error y buscó más información. Él estaba en la 541

42v

G1

43r

posición de conseguirla y rectificó la verdad alterada en esta carta tal como rectificó muchos más errores históricos de aquel // tiempo. Como había conocido muy bien al prisionero desconocido, para evitar la desgracia o una persecución revelando abiertamente con su nombre el importante secreto de estado, bajo el nombre de Editor de las Cuestiones sobre la Enciclopedia publicadas en Londres hizo añadir aquella nota, escrita por la misma mano que había dictado el texto.

AVIÑÓN, 1° DE ENERO DE 1808 La división recibió la orden de trasladarse a Perpiñán. El movimiento empezará el 4 de este mes y nuestro regimiento será el primero en marchar, pues fue el primero en llegar aquí.

PERPIÑÁN, 14 DE ENERO DE 1808 Hoy a las once de la mañana llegamos a esta ciudad. Al llegar nos pasó revista el inspector en la plaza de la Ciudadela y nos puso en pie de guerra con respecto a los víveres.

ITINERARIO DE AVIÑÓN A PERPIÑÁN

43v

Esta vez el regimiento marchó todo entero y junto y no por batallones como desde Capua hasta Bérgamo y desde Bérgamo hasta Aviñón. Tras salir de esta ciudad llegamos a Tarascona, renombrada por la belleza de sus mujeres. Entre Aviñón y Tarascona se pasa el Durance en unas barcas. Tarascona está en la ribera izquierda del Ródano, donde hay un puente de barcas que lleva a la ribera opuesta en la que se encuentra Beaucaire, famosa por la gran feria que se celebra en la última semana de julio. El día 5 llegamos a Nimes. Nimes, patria de Antonino Pío88, es una ciudad bonita de cuarenta mil habitantes. Hay muchos monumentos romanos antiguos, entre los cuales los más destacados son un anfiteatro y un templo dedicado antiguamente a Diana. Ambos están bien cuidados y el gobierno ahora ha encargado unas obras para limpiarlos y eliminar toda obra accesoria posterior y conservar solamente las ruinas antiguas. // La Cour Civile et Criminelle es un edificio renovado con mucho estilo. Tiene una escalinata bonita y un peristilo precioso adornado con

88

Emperador romano (Nimes 86-Lorium 161). Reinó desde el año 138 hasta la muerte.

542

G1 columnas. La ciudad cuenta con muchos paseos, los más bonitos de los cuales son el llamado de la Esplanade y el de la Fuente. Éste es precioso y muy pintoresco. Se encuentra no muy lejos de Nimes a los pies de un grupo de colinas bien cultivadas, a cuyas faldas hay un gran manantial de agua, que fue encauzada y que atravesando la villa pasa a la ciudad. En el canal hay puentes bonitos en forma de terrazas con barandillas de mármol. Hay muchos parterres, muchas avenidas, muchos pabellones de plantas. A la derecha y a la izquierda del paseo hay dos pequeños bosques. El conjunto ofrece una vista agradable y deliciosa. Nimes abunda en protestantes y judíos. Éstos últimos son todos mercaderes y tan astutos y engañadores como los Roma y de Ancona. El día 6 dormimos en Lunel, un gran pueblo renombrado por sus famosos vinos moscatel. El día 7 llegamos a Montpellier, donde nuestro coronel Pégot nos alcanzó, fue reconocido en su nuevo grado ante todo el regimiento y ofreció a todos los oficiales un almuerzo muy abundante en el Auberge du Midi. Montpellier es más grande pero está menos poblada. Tendrá unos treinta y cinco mil habitantes y es la capital del departamento del Héraut. Hay una universidad renombrada por medicina. El número de estudiantes no sólo franceses, sino también españoles que van allí a estudiar el arte saludable es inmenso. El teatro es mucho más grande que nuestro Fondo, pero está mal edificado igual que todos los teatros franceses. Yo vi el Tancredo de Voltaire, y el actor y la actriz principales actuaban muy bien. Hay un edificio bonito adornado de columnas, destinado para la Bolsa de Comercio. La ciudad tiene también dos paseos bonitos, es decir uno en la escarpa de la Ciudadela y el otro cerca del acueducto // de la ciudad, denominado Le Perou, quizás por su belleza y magnificencia. El primero tiene un diseño parecido al de la Villa de Nápoles, es decir de cinco avenidas flanqueadas por olmos. En la de en medio hay dos fuentes y una columna en la cual hay una estatua que antes representaba la de la libertad y que ahora han convertido en la del genio de Francia quitándole el gorro republicano. El segundo está también fuera de las murallas de la ciudad y se apoya al acueducto que le lleva el agua desde una distancia de tres leguas. Su diseño es más o menos a la inglesa pues tiene dos plantas, la de en medio que es la superior y la que gira alrededor de la primera y se mantiene inferior. Se entra en la primera a través de una gran reja delante de la puerta de la ciudad, Porte du Perou, y aparece delante toda la plaza de la planta superior que es cuadrada. En el lado delante del de la entrada hay un pequeño templo octogonal, den543

44r

G1

44v

tro del cual hay una cuba que recibe toda el agua del acueducto y la envía a través de llaves en parte a la ciudad, en parte a los jardines, en parte al campo y en parte a la villa. Desde la planta superior se baja a la inferior a través de ocho escalinatas situadas simétricamente de dos en dos en los cuatro ángulos del cuadrado, flanqueadas por barandillas de mármol. Hay muchas avenidas, parterres, cafés, asientos, estatuas, etcétera. La villa tiene un horizonte estupendo, desde ella se ve una gran parte del mar hacia el sur y una amplia y pintoresca circunferencia de colinas diseminadas de pueblos, casas de recreo, casas de campo y granjas en todo el resto de la vista. Desde los lugares de lujo y delicias pasé a ver los de mayor utilidad, los dos hospitales, es decir el civil y el militar. Ambos están bien edificados y bien cuidados. La decencia y la limpieza son máximas. Los pasillos y las habitaciones se refrescan dos veces al día con los ventiladores. Los suelos están cubiertos de esteras que se cambian tres veces a la semana. Cada enfermo tiene su toalla y su escupidera. Las camas son muy cómodas, la lencería es fina y está siempre limpia. Los enfermos se cambian la camisa todos los días. // Tienen todos los recursos imaginables y todas las ayudas que se puedan desear. El ciudadano ingresado allí sabe qué interés y qué cuidado tiene su patria para quienes, faltos de medios, no pueden costear los gastos para recobrar la salud. Allí el guerrero olvida las penas y los peligros de la guerra, olvida la sangre que derramó ante los cuidados que el estado asegura a sus defensores. Allí, finalmente, el forastero y el viajero están animados a admirar la grandeza de una institución tan caritativa y saludable, y también las atenciones de la nación que la mantiene en un estado tan próspero. En el hospital civil están todas las cátedras de medicina, hay un gabinete de anatomía, otro de cirugía práctica, una biblioteca, un gabinete de maquinarias físicas, otro de arte obstétrico y finalmente uno de herramientas quirúrgicas. El territorio de Montpellier abunda en plantas medicinales y en la ciudad hay un jardín botánico. Siguiendo el camino hacia Perpiñán se encuentran Mez, Pézenas y Béziers, todas ciudades grandes y pobladas. Cerca de ésta se encuentra el famoso canal de Lenguadoc, que une el Mediterráneo al océano a través de los ríos Aude y Garona. Ahora están trabajando para abrir otro que lleve de Beaucaire a Béziers, para incluir el Ródano también en el gran comercio. Narbona, donde llegamos el día 11, está en la orilla del Aude y es riquisíma gracias a la ventaja del canal. Es una sub-prefectura del departamento de ese río, cuya capital es Carcasona. 544

G1 Sigean y Rivesaltes son dos pueblos mediocres que se encuentran entre Narbona y Perpiñán. Pasamos la noche del 12 en el primero y el 13 en el segundo. Perpiñán es una plaza de frontera, capital del departamento de los Pirineos orientales. Sus fortificaciones son antiguas. En el lado hacia España la ciudad cuenta con una Ciudadela de poca importancia. El interior de Perpiñán es feo y está mal edificado, las calles // son estrechas y tortuosas y resultan más oscuras aún debido a la estructura bárbara de las casas, cuyo segundo piso se levanta en una contignación que sobresale de la planta baja como si se tratara de un gran balcón. El teatro se parece a nuestro San Carlino89. La catedral es fea. Hay una plaza cuadrada llamada plaza de Napoleón, alrededor de la cual han plantado unos olmos y colocado asientos de mármol. La Fontaine d’Amour es un paseo mediocre. En todo el resto no se observa nada más destacable.

OBSERVACIONES GENERALES SOBRE LOS DEPARTAMENTOS MERIDIONALES DE FRANCIA Yo viajé dos veces por el sur de Francia y dos veces subrayé que este país es bonito, está cultivado, bien cuidado, civilizado y que en todos los respectos llama la atención y despierta la admiración del viajero. Los Franceses son industriosos, alegres y vivarachos. Allí el paresseux, el perezoso, se considera casi un infame. Tanto por amor al dinero como por la imposibilidad de quedarse ociosos debido a su constitución física, trabajan sin parar. Ellos inspiran siempre alegría, amor a la diversión y a los placeres; su movilidad perpetua aumenta la viveza sensoria de sus órganos. Todo lo que hacen está acompañado por la galantería que para ellos no supone solamente buenos ademanes hacia las mujeres, sino el empleo de formas limpias y refinadas en todo lo que hacen, tanto en hacer reverencias, como en servir en la mesa, en la esgrima, en montar a caballo, en fin, en todo. Ante nuestros ojos o ante los de un alemán semejantes formas parecen ridículas y llenas de caricatura y afectación; para un francés son cosas indispensables y

89

El teatro fue fundado en 1740 con el nombre de Cantina di San Giacomo (por la cercanía a la iglesia homónima); cambió el nombre en San Carlino en 1770; fue demolido en 1884. En él se celebraron funciones de prosa, como las del famosísimo “Pulchinela” Vincenzo Cammarano, “Giancola”, que actuó allí desde 1756 hasta 1802, admirado incluso por Ferdinando IV.

545

45r

G1

45v

quien no las adopta se considera torpe, grosero y malcriado. Los Franceses son menos hospitalarios que los Suizos y los Alemanes, pero más afables, más abiertos y menos reservados. Su compañía atrae y agrada. En sus viviendas reina la decencia más grande y se encuentran todas las comodidades de la vida. Cada cama, cada alcoba, cada ventana o balcón tiene sus cortinas. Cada salon, es decir vestíbulo, tiene // su reloj, y cada habitación o cuarto de estar tiene su péndulo encima de la chimenea. En invierno el suelo de las habitaciones está cubierto de esteras, muchas de las cuales son preciosas, hechas de paja natural entrelazada con otra teñida de rojo o verde, etcétera, etcétera. Lo que es más admirable es la limpieza, en especial de las mujeres. No me refiero solamente a las ricas y acomodadas, pues no he mirado solamente a éstas para hacer esta reflexión. Las campesinas, las artesanas y las pobres nunca salen de su casa por la mañana a hacer la compra al marché si no tienen la cofia limpia, el pañuelo y el delantal que no es el que llevaron el día anterior. Las esposas de los mercaderes parecen damas. Sentadas en su limpio comptoir mientras leen alguna novela o relato, con un vestido de señoras nobles, lleno de encajes y de puntos finos y con una lencería tan blanca como el alabastro, despiertan admiración y respeto. Las mismas siervas, aquí llamadas filles, son siempre decentes y limpias, más de lo que son las mujeres de condición mediocre en nuestras comarcas. Lo que finalmente causa no sólo admiración sino asombro es que además, a la limpieza y a la decencia combinan el lujo y un lujo inconcebible en comparación con la fuerza de la posición social de cada mujer. Respecto al amor por el dinero, los Franceses hoy siguen siendo tal como los describe Livio, es decir «auri gens avidissima»90. Por el dinero son capaces de olvidar a menudo tanto las lecciones de la moral como los deberes de la urbanidad. Su ménage, la economía doméstica, es la cátedra en la cual se enseña la avaricia más sórdida. Aún así, luego todo se lo gastan en bienes de lujo y prendas de vestir. Relativamente a las costumbres y a la educación pública los Franceses son mucho más puros que los Italianos. A pesar de que la nación estuvo sin culto público de religión durante unos diez años, la corrupción no es tan grave como en nuestra tierra. Las chicas salen solas tanto

90

La cita, referida a los Galos, es «…auro, cuius avidissima gens est». Tito Livio, Ab Urbe condita , XXI, 20.

546

G1 para ir a la iglesia como para ir al mercado a hacer la compra diaria como para pasear; no tienen otra guía sino su virtud y la pública // educación que hace que los hombres en la calle las respeten como si estuvieran a los pies del santuario. A veces ocurrió que unos Italianos y Napolitanos de nuestra división, que desconocían la costumbre, al ver a las chicas pasearse solas, las tomaron por otra cosa y les dirigieron algún que otro mot libre y recibieron unas contestaciones dignas de salir de la boca de una antigua matrona romana. Las chicas pueden ser besadas por los jóvenes en la frente y a esto no se le achaca ninguna idea de pecado o escándalo. A las casadas se les besa la mano y uno no se atreve a besarles la mejilla a no ser que ellas mismas la ofrezcan al despedirse o al verse después de un tiempo. En los paseos públicos las mujeres están libres de hablar con los jóvenes, de aceptar su brazo, de pasearse con ellos y yo encuentro esta costumbre elogiable pues de tal manera se evitan los deseos de citas secretas, que son siempre peligrosas, porque en ellas el hombre es más atrevido, la mujer más débil y todo en fin puede favorecer la caída. Cuando se está en público, la razón recomienda que la conducta tanto de los unos como de las otras sea decente y honrada y la educación pública en Francia hace que en público los hombres y las mujeres mantengan una actitud de respeto y gravedad como si estuvieran ante el soberano. La educación pública francesa entonces es cien veces mejor y más ejemplar que la nuestra. No se oyen en las calles ni palabras obscenas, ni groseras o indecentes. No se ven signos, gestos o actitudes escandalosos o toscos. Las rameras más viles y las mujeres más virtuosas mantienen una conducta igual en público, en las calles, en las iglesias, en los paseos, en los teatros e incluso al hombre más libertino le cuesta distinguirlas y reconocerlas. Respecto a la religión no temo afirmar que si hay un país en el cual se profesa la verdadera es Francia. En un país donde hay tolerancia y libertad de consciencia no puede haber ni engaño ni hipocresía al profesarla. Por ello, en las iglesias todo es religiosidad, recogimiento y devoción. Las personas que van a la iglesia lo hacen por el fin sublime de adorar y asistir a las funciones. // De esta manera, el templo de Dios no está profanado por los hipócritas, pues aquí los hombres no están animados a serlo. Los que entran en ellos lo hacen con toda la pureza y la persuasión del corazón. El clero en Francia es poco numeroso, pero está compuesto de personas puras, ejemplares y edificantes en toda la fuerza del término. 547

46r

46v

G1

47r

La mayoría de los curas, rescatados milagrosamente de la catástrofe horrible de la revolución, se hicieron dignos del altar en medio de las desventuras. El resto, es decir los nuevos sacerdotes, son los que tienen una verdadera vocación a ser ministros del Altísimo, vocación que pensiones, asignaciones y grandes rentas temporales no hacen engañadora y atractiva, pues los curas de este país son muy pobres, son los verdaderos seguidores de Jesucristo pobre y desnudo en la tierra, porque no tienen sino una modestísima asignación del gobierno. Quienes entonces se consagran al altar son los que tienen una verdadera vocación, pues no están atraídos de ninguna manera por la riqueza en el estado que escogen, al no ofrecer éste ninguna. Los curas entonces son pobres. No tienen más que una pequeña pensión asignada por el estado y lo que consiguen de las limosnas, cuya caja de cada iglesia pone Trone du culte. ¡Palabras sublimes y mayores que recuerdan a todo hombre la pobreza de los ministros del culto y hacen casi debida la obra caritativa de las ofrendas para alimentar los unos y apoyar al otro91! El catecismo que se enseña en todas las iglesias católicas de Francia es obra de Bary, obispo de Auch92, respetable por sus virtudes, sus talentos y su piedad. El mismo se imprime y se divulga a cargo del gobierno. En él se enseñan no solamente los dogmas de la religión y los principios de la moral, sino también los de la vida civil. Con él los niños aprenden no solamente a ser religiosos, sino también a ser buenos ciudadanos. El horror a los delitos, el respeto a las leyes, a los magistrados, a la autoridad, las virtudes públicas y los deberes del ciudadano se enseñan junto con el horror a los pecados, el temor a Dios, la fe en la religión, el respeto a la misma, la santidad de sus dogmas, los deberes// cristianos. Una misma voz es la que enseña la piedad y el patriotismo, las virtudes morales y las civiles, a servir bien a Dios y al estado. El dialecto que se habla en casi todos los departamentos del sur de Francia es el de Lenguadoc, la antigua lengua de los troubadours, que si se hubiera cultivado y establecido como idioma nacional, hubiese sido más poética, sonora y expresiva que la lengua francesa. La Siena93

91

Pepe lee Trone du culte e interpreta como “Trono del culto” la inscripción Tronc du culte, “Colecta para el culto”, colocada en las cajas de la limosna. 92 De este obispo no se encuentra huella en la lista de los prelados ni de Auch ni de Agen, a cuya diócesis se unió la de Auch de 1801 a 1828. 93 Siena es la ciudad italiana cuya habla se consideraba el italiano ejemplar.

548

G1 de este vernáculo es Tolosa, donde se reunieron los primeros troubadours bajo el reinado de Carlos el Bello en 1321, época en la cual siete poetas de esta ciudad enviaron una carta a todos los poetas de Lenguadoc invitándoles a venir a leer sus poemas y prometiendo una viola de oro al que compusiera el mejor. Una vez reunidos los mismos y realizada la lectura ante todos los poetas y señores de Tolosa, se dio la recompensa prometida a un tal Arnaut Vidal de Castelnaudary, un pueblo entre Tolosa y Carcasona. Desde entonces se estableció una especie de sociedad y ésta dio origen a la academia de los juegos florales, que posteriormente adquirió nuevo prestigio gracias a la liberalidad de una mujer tolosana que se llamaba Clementina Isaura. Esta mujer dejó con su testamento una herencia con la cual se pagaban tres flores de oro para las mejores composiciones. Los vecinos de la ciudad le erigieron en agradecimiento una estatua de mármol que se encuentra en una de las salas del palacio municipal, que se corona de flores todos los años precisamente el día 3 de mayo, día de la lectura y de la distribución de los premios para los mejores poemas94. La agricultura está en un estado prosperísimo en todos los departamentos meridionales que yo he recorrido dos veces. Los terrenos abundan en trigo, maíz, legumbres, olivares, viñas, algarrobos y frutales. Todos los cultivos son de rejilla oblicua. Las granjas están atravesadas y regadas por canales; los céspedes son fecundos y están bien regados también. La poda de los árboles se realiza toda a cono invertido que está vacío en medio. Las viñas son en parte bajas y en parte parras, ambas cuidadas diferentemente de las nuestras. La bajas están // formadas por viñedos altos ni medio palmo y no se suele cignerle (término de mi patria), es decir apoyarlas y sustentarlas con cañas o rodrigones. Asimismo, las parras son mucho más bajas que las nuestras. No están dispuestas en largas y anchas hileras de álamos como en nuestra tierra, sino que tanto los viñedos como los mismos álamos están plantados en forma de cuadrado y los viñedos miden poco más que un hombre de estatura normal. El resto del tronco del álamo se corta para

94

Los «primeros troubadours» hay que entenderlos en sentido más bien cualitativo y no cronológico. En realidad Carlos el Bello subió al trono en 1322, el Consistoire de los trovadores de Lenguadoc fue fundado en 1323 y Arnaut Vidal ganó el primer concurso poético el 3 de mayo de 1324, fecha en la cual se iniciaron los Jeux Floraux.

549

47v

G1

48r

quitar la sombra; las ramas de las viñas se entrelazan con aquéllas a su alrededor, de manera que a uno, mirando desde lo alto una viña, le parece ver una extensión uniforme de vegetación. Las viñas bajas son también diferentes en estos departamentos. Algunos las tienen como las nuestras, en terrenos enteros, es decir enteramente cubiertos de viñedos. Otros, en cambio, las tienen de manera distinta. Hay lugares en los cuales el campo está dividido en muchas franjas iguales y paralelas, de las cuales una está cubierta de viñedos, la otra de trigo o maíz o legumbres; en otros, los campos están repartidos en franjas más estrechas, en cuyos surcos de separación están las hileras de viñas y todo el resto está dedicado al cultivo del pienso y de los cereales; en otros, finalmente, los terrenos están divididos en muchos cuadrados en diagonal, uno de los cuales está cubierto de viñas, el otro contiguo está sembrado, y siguiendo de la misma manera. Todos los vinos del sur de Francia suelen ser buenos y poderosos. Los mejores son los de Lunel, Frontignan, Saint Peray, Saint Gilles y Cornas, pueblos casi todos de Lenguadoc. La manera de extraerlos difiere de la nuestra pues los hacen fermentar junto con el orujo tras pisar las uvas durante muchos días. Una vez extraídos los mismos, echan agua y esperan otra fermentación, después de la cual extraen el aguapié, que es mejor que nuestros vinos más poderosos. A pesar de la enorme contribución des droits reunis que el gobierno exige de esta industria, // los vinos están a un precio discreto. El mejor país del sur de Francia es el Lenguadoc, cuyo norte disfruta de un clima más suave y templado y abunda en cereales y frutas. La parte baja, es decir la meridional, a pesar de producir menos trigo, produce vinos excelentes y abundantes; los olivares se cultivan con éxito igual que en Provenza. Los rebaños que cubren las montañas de Cévennes y la cantidad prodigiosa de moreras son las principales riquezas del país. Los ríos transportan algo de arena de oro después de las lluvias abundantes, lo cual señala que los montes contienen unas minas de este metal. En muchas partes hay minas de hierro, de plomo, de estaño, de cobre, de vitriolo, de betún natural, de antimonio, de nitrógeno, de azufre y de carbón mineral. Las canteras de mármol allí son muy comunes. En el territorio de Narbona hay veteados muy bonitos. Más comunes aún son las aguas minerales, de las cuales las más buenas son las de Vals, Lodève, Servan, Balarne y Vendres. Finalmente, muy abundantes son las plantas medicinales, de las cuales en las montañas de Cévennes hay más de tres mil especies. 550

G1 El Lenguadoc era la Galia Narbonense o Transalpina de los Romanos. Tras varias vicisitudes pasó en el año 418 bajo el dominio de los Visigodos, que instalaron su capital en Tolosa. En 720 pasó bajo el de los Moros, ganadores de los Visigodos y luego cayó en manos de Pipino, hijo de Carlos Martel, en 75995. Después del reino de Carlomagno fue asolada por los Sarracenos, los Normandos y en 850 se hizo independiente y se mantuvo tal, gobernada por los condes Raimondi hasta el VII de ellos96, que dejó solamente una hija que se llamaba Juana, esposa de Alfonso, conde de Poitier y hermano de san Luis97. Como Alfonso y Juana murieron sin herederos, Felipe el Atrevido98 se apoderó de esta comarca en 1271 y desde entonces ésta siempre perteneció a la corona de Francia. // La obra más admirable que existe en el Lenguadoc, la que despierta no solamente admiración sino también sorpresa y asombro, es el canal. Éste empieza desde el mar hacia Béziers y llega derecho a Tolosa pasando por Narbona, Carcasona y Castelnaudary, y desde Tolosa llega a Bayona pasando por Burdeos. Yo quise examinarlo en muchas partes y, como he dicho, me quedé impresionado. En cuanto un barco entra en el canal pasando de la inconstancia de las olas al curso pacífico de las aguas, es decir procediendo del mar, se quitan los mástiles y una cuerda tirada por dos caballos reemplaza las velas que habían empujado el barco hasta entonces. A la derecha y a la izquierda del canal hay dos caminos recorridos por los caballos que tiran del barco. A través de compuertas el barco sube y baja de las colinas, y siguiendo así. Las compuertas son imposibles de imaginar si no se han visto y quienes sin haberlas visto oyen que un barco sube navegando a la cumbre de una colina y luego baja, toman por loco o mentiroso al que lo diga. De esta manera, todos los barcos de mercancías que para pasar del Mediterráneo al océano deberían arriesgarse y desafiar la inconstancia del mar en el estrecho de Gibraltar, el peligro de ser cogidos por los piratas y los enemigos, aquí viajan de un mar a otro a través de esta obra inmortal que va a eternizar la memoria de Luis el Grande. Yo le pedí permiso a mi jefe de batallón Ambrosio y fui a ver le réservoir de Saint-Ferriol, es decir el lugar que suministra las aguas a dicho

95

Carlos Martel (? aprox. 689-Quierzy-sur-Oise 741); Pipino III el Breve (? 714-Saint-Denis 768). Raymond de Saint-Gilles, conde de Rolosa y de Provenza (Beaucaire 1197-Millau 1247). 97 Luis IX rey de Francia, reinó durante 44 años (1226-1270). 98 Felipe III rey de Francia (Poissy 1245-Perpiñán 1285). 96

551

48v

G1

49r

49v

canal y que se encuentra en la parte más elevada del mismo. El Conservatorio, es decir la gran cuba, está formado por las estribaciones de dos colinas que se acercan en las puntas y forman una garganta que se ha cerrado con unos diques. Delante de la misma hay muchas llaves grandes de calibre diferente que suministran el agua según las necesidades. Allí el gobierno mantiene un fontanero, // que distribuye y ahorra las cantidades necesarias de agua con todos los cálculos, las pautas y las experiencias recogidos durante mucho tiempo, que se han anotado y siguen anotándose en unas grandes tablas colgadas a la pared de su vivienda y con mucho rigor se entregan de sucesor a sucesor. Saint-Ferriol se encuentra entre Tolosa y Narbona. La cuba recibe el agua desde muchos arroyos perennes que nacen en las faldas de las colinas, con cuyas estribaciones se ha formado la cuenca del réservoir. El número de caminos carretiles en Francia es inmenso y el gobierno cada vez va abriendo más. Los mismos siempre están recorridos por carros grandísimos, tirados por ocho caballos, que transportan veinte veces lo que llevan nuestras narrias. Para que los caminos no se estropeen por el peso y el arrastre de las ruedas, el gobierno ha mandado que el hierro de la circunferencia de las mismas tenga un ancho de por lo menos medio palmo nuestro. De esta manera, no dañan las carreteras surcándolas, pues las ruedas no actúan de cuñas como las de los carros de nuestro Reino. Todos los terrenos cuya nivelación lo permite están regados y en esto Francia es como Lombardía, o sea que está toda atravesada por caminos y canales. ¡Qué vergüenza es para nuestro Reino y para nuestro gobierno ver que Apulia y la Terra di Lavoro no están regadas mientras que podrían serlo¡ Pero sigamos. En Francia hasta la aldea más pequeña y más infeliz tiene sus albergues grandes y cómodos, sus tiendas de café, su billar, sus paseos; que se juzguen las ciudades a partir de esto. Las librerías son numerosísimas: en cada una de ellas uno encuentra el abono literario, es decir una suscripción para libros a tres francos al mes más la fianza. Esto indica claramente la costumbre que los Franceses tienen de leer y es el termómetro de su cultura.// En general en Francia el estamento militar es aborrecido y despreciado. Esta circunstancia es una de las muchas contradicciones de los pueblos, pues a la vez esta nación es agradecida a ese estamento de personas que la salvaron y al cual debe su potencia y prosperidad ac552

G1 tual. El menor Maire de una aldea es capaz de insultar a un general. Los militares forasteros quizás estemos mejor vistos que los Franceses, sus propios compatriotas. Todas las iglesias que he visto en Francia son de diseño gótico. Las funciones religiosas se celebran con simplicidad, sin ostentación ni lujo. Los teatros están todos mal edificados y son incómodos. Si uno va al patio tiene que quedarse de pie, si va a las galerías delante del escenario, como comunican entre ellas, corre el riesgo de encontrarse en medio de las prostitutas o de los sans-culottes. Si finalmente escoge un palco lateral, ve solamente un tercio del escenario, dado que el diseño no es en absoluto de herradura. La comida diaria de los Franceses es la sopa. La comen cuatro veces al día, es decir en le déjeuner, le dîner, le goûter et le souper. En Francia se comen más carne y menos hortalizas que en nuestra tierra y en Italia. La comida más usual de este pueblo son las patatas. Este fruto farináceo útil y nutritivo se cultiva desde hace poco en los departamentos meridionales. Antes de la revolución se desconocía. En aquella carestía formidable que hubo en 1792, la convención nacional mandó una siembra inmensa de patatas costeada por el estado en los campos de los emigrados99. La cosecha reemplazó la falta de trigo y el pueblo que se las comió conoció y apreció su utilidad y siguió cultivándolas con fervor. El número de periódicos y gacetas que circulan en Francia es inmenso. Cada capital de departamento tiene el suyo. Muchas ciudades tienen dos o tres, como por ejemplo Lyon, Burdeos, Marsella, etcétera. // París publica seis a diario, el Monitor del Imperio, es decir el Diario Universal, el Diario de la Tarde, el Publicista, el Correo de Europa y el Memorial Europeo100. La pasión o el hábito de leerlos es general. El noble, el rico, el artesano, el campesino, etcétera, todos tienen sus suscripciones101. En la actualidad Francia no ofrece ningún vestigio de la revolución formidable que la desgarró. Las artes, las manufacturas, el

99

Se trata de tierras de nobles, o de todas maneras ricos, huidos al extranjero por temor a la violencia revolucionaria, conocidos como “émigrés”. 100 Sobre la prensa en Francia en el periodo napoleónico es fundamental el volumen de Cabanis, La presse. Para las relaciones entre la prensa francesa, la italiana y la Guerra de la Independencia cfr. Scotti Douglas, Los periódicos italianos. 101 Se trata de suscripciones en favor de comunidades o lugares de encuentro, donde se reunían los socios para una lectura que muy a menudo era colectiva.

553

50r

G1 comercio y la agricultura gozan de prosperidad y están en un estado lozano. Las mercancías y los comestibles están a un precio discreto y el comercio circula abundantemente; el lujo que reina allí en todos los estamentos indica su ingenio, industria y opulencia. No se encuentra ni un palmo de terreno baldío y los nuevos cultivos inmensos, las nuevas mejoras de las granjas anuncian que en este ámbito se ha avanzado en lugar de retroceder. Lo que se observa es que las mujeres son más numerosas que los hombres, y esto recuerda las muchas guerras sufridas y la conscripción que anualmente aparta a los jóvenes de sus familias para integrarlos en las armadas. Todos los demás restos de la revolución han desaparecido. El gobierno se ha preocupado mucho de hacerlos desaparecer pues los Franceses recordaban y siguen recordando con horror las escenas sangrientas de la anarquía. Cuando yo fui desterrado allí en 1799, dichos vestigios existían y abundantemente. Esta vez me he quedado asombrado al no encontrar ninguno. Napoleón lo hizo desaparecer todo. Francia debería erigir un altar a este hombre y adorarle como un numen tutelar y libertador. Cuando apareció, se acabaron las guerras civiles e intestinas, el territorio francés se amplió, la potencia, amenazada de invasión, se afianzó y se consolidó, cesaron los derroches de la administración pública, las artes, el comercio y las manufacturas se repusieron, se restableció la disciplina militar, se abrieron unos canales, se restauraron muchos monumentos, muchos establecimientos públicos, se abrieron nuevas escuelas y todo esto en un tiempo corto, en la época en la cual estaba amenazada por la disolución total de sus fuerzas o por crisis más sangrientas y formidables que las que la habían perturbado y trastornado hasta ese momento. //

PERPIÑÁN, 15 DE ENERO DE 1808

50v

El general Duhesme llegó aquí para asumir el mando del Cuerpo de Armada de Observación de los Pirineos Orientales, que estará formado por dos divisiones, es decir la nuestra y otra francesa mandada por el general Chabran. Ésta estará formada por los Regimientos 7° y 58° de Línea, un Batallón del 16°, otro del 37°, otro del 33°, uno suizo, y dos regimientos provisionales de caballería, es decir uno de cazadores y uno de coraceros. Todos desconocemos el destino de estas tropas. Un artículo aparecido en los periódicos de París hace sospechar que una armada franco-hispana se debe reunir para hacer el sitio de Gibraltar. Todas las circunstancias parecen probar decididamente que tendremos que entrar en España. Ayer fue fusilado un soldado nuestro por herir a otro con una cuchillada en una disputa de juego. Él murió con tal intrepidez que no solamente fue admirado por 554

G1 toda la división sino que todos los vecinos de Perpiñán hablaron de él. Para mostrar aún más su valor, pidió que se le permitiera ir desde la cárcel hasta el lugar de la ejecución con la pipa en la boca. Pero nuestro capellán lo disuadió haciéndole observar que eso sería un signo de poca resignación y que se podía morir con intrepidez incluso sin ir fumando.

1° DE FEBRERO DE 1808 El Cuerpo de Armada de Observación recibió la orden de entrar en España. Nuestra primera división saldrá de aquí el próximo día 6, la segunda el día 7. Nuestro destino es conocido hasta Barcelona. Allí por lo visto recibiremos nuevas instrucciones. //

BARCELONA, 17 DE FEBRERO DE 1808

51r

El día 13 de este mes llegamos a esta ciudad bonita, capital del Principado de Cataluña.

ITINERARIO DE PERPIÑÁN A BARCELONA Salimos el día 7 desde Perpiñán y pasamos la noche en le Boulou, un gran pueblo situado en el Tech, río que nace en los Pirineos y desemboca en el Mediterráneo. El día 8 pasamos el desfiladero de los mismos, donde se encuentra el camino carretil que une Cataluña y el Rosellón. Dicho desfiladero está vigilado por el fuerte de Bellaguarda, construido en una altura que es una estribación de aquellos montes, y que domina y enfila todo el camino por la parte de España. En el lugar más elevado del desfiladero hay una pequeña aldea que se llama El Pertús, de la cual una mitad pertenece al imperio francés y la otra a la monarquía española. Allí hay dos barreras, dos aduanas, dos empresas de las dos respectivas coronas, las unas delante y al lado de las otras. La noche del día 8 llegamos a La Jonquera, gran y primer pueblo de Cataluña, que se encuentra en las faldas meridionales de los Pirineos orientales. Estos montes no son comparables por altura y elevación a los Alpes, pero son mucho más pintorescos. La masa que los compone es también granitosa pero son menos desnudos y áridos que aquellos. En medio de la nieve y del hielo se vislumbra el verde de los pinos, de los bojes y de los alcornocales cuyas hojas siempre persisten en invierno; y resulta sumamente agradable la vista del verde de las plantas en medio del hielo y del frío de las montañas más imponentes. 555

G1

51v

El monte más alto de los Pirineos orientales es el Canigò; pero el camino carretil lo evita y gracias al citado desfiladero se pasa sin peligros ni trabajos de una región a otra en dos horas de marcha regular. // En el gran camino, a cuatro leguas de distancia de La Jonquera, se encuentra Figueres, una ciudad mediocre. Entre estos dos pueblos se cruza la Moja, un riachuelo que procede del Canigò y desemboca en el golfo de Roses, después de Mont-Roig102, un lugar famoso por la batalla de 1794 entre Españoles y Franceses, en la cual murieron ambos generales en jefe de las dos armadas, el español Conde de la Unión y el francés Dugommier103. En el lugar donde falleció el primero el gobierno de España erigió una columna con una inscripción latina en su memoria. Figueres es la capital de la parte de Cataluña hoy llamada Empordà. La ciudad se encuentra al pie de una colina donde se halla el Castillo de San Fernando, una fortaleza de frontera grande e imponente en cuya edificación el gobierno español derrochó tesoros. La empezó Felipe V104. El rey actual, Carlos IV, la ha terminado. Solamente está por completar la capilla. Esta enorme fortaleza es de planta octogonal irregular. Está fortificada con ocho bastiones, tres hornabeques105 y sus revellines, muchas contraguardias y medias lunas. Hay muchos subterráneos tanto en las cortinas como en los bastiones; los cuarteles, el hospital y los almacenes están reforzados a prueba de bomba; todos los bastiones están fortificados con atrincheramientos en su gola; todas las obras están contraminadas, hay muchos aljibes, muchos molinos de viento y movidos por animales

102

Pepe llama Mont-Roig “Montagna Nera” traduciendo del francés “Montagne Noire”, nombre empleado por los Franceses al tiempo de la guerra de la Convención a causa de la naturaleza del terreno y del color de la roca. Cfr. www.prats.fr/dotclear/index. php?200/08/08/66-ou-se-trouve-la-montagne-noire. Pepe emplea el mismo nombre de “Montagna Negra” para identificar otro lugar, Montnegre, cerca de Barcelona, camino de Girona (cfr. LC, 46v.). 103 Luis Firmín (o Fermín) de Carvajal y Vargas (Lima 1752-Mont-Roig 1794), militar español, en 1778 Carlos IV lo nombró conde de la Unión; ascendió hasta teniente general (1793). Jacques Coquille, apodado Dugommier (Basse-Terre, Guadalupe 1738- Mont-Roig 1794), militar francés, general de división en 1793. 104 Felipe de Borbón (Versalles 1683-Madrid 1746), fue el primer rey de España de su dinastía, sucediendo a Carlos II (1665-1700), último rey de España de la dinastía. 105 Del alemán hornwerk. Se trata de fortificaciones exteriores que se componen de dos medios bastiones trabados con una cortina. Cfr. Almirante, Diccionario militar, II, p. 664.

556

G1 de tiro. Finalmente, los polvorines están protegidos por pararrayos. En la guerra entre la monarquía española y la república francesa este fuerte fue cedido sin disparar un tiro de fusil. La armada española, derrotada por completo en Mont-Roig, se retiró bajo la protección del fuerte y sembró espanto y alarma en la guarnición. El general Perignon, que sucedió a Dugommier106 al mando de la armada francesa, aprovechó este terror pánico, // avanzó con atrevimiento a tiro de la fortaleza y pidió imperiosamente al gobernador que abriera las puertas. A pesar de las inmensas provisiones, de una guarnición numerosa, de unas obras de artillería bien apercibidas y de la solidez y naturaleza de las fortificaciones, el fuerte capituló. El comandante fue condenando a muerte por un consejo de guerra español. La clemencia de Carlos IV aplazó su ejecución hasta la paz de Basilea, y cuando ésta se publicó, él fue absuelto y soltado107. A tres horas de camino de Figueres se pasa el Fluvià en barca. En la orilla derecha de este río se encuentra Báscara, un antiguo pueblo con un castillo también antiguo y abandonado. La noche del día 10 llegamos a Girona, plaza fuerte situada en el lugar donde el Ter se une con el Onyar, dos ríos, el primero grande y el segundo de poca importancia. Se pasa el Ter en un puente de piedras que da el nombre al pueblo, llamado Puente Mayor, situado en la orilla del mismo. Luego se encuentra el barrio de la ciudad llamado Gironeta y se entra en la plaza por la puerta de Francia. Esta plaza está rodeada de una cadena de colinas contiguas en cuyas cumbres están los fuertes Montjuïc, el Condestable, la Reyna Anna, los Capuchinos, el Calvario y muchos reductos más.108 El Oñar atraviesa la ciudad y separa el arsenal del resto de la misma. Cuenta con dos grandes iglesias góticas, es decir la catedral y la de san Narcís, protector de Girona. Tiene

106

Catherine-Dominique Pérignon (Grenade, Lenguadoc 1754-París 1818). General de división (1793), embajador en España (1795-1797), gobernador de Nápoles y jefe de las tropas francesas en el Reino de Nápoles (1811-1813). 107 La historia de la rendición del castillo de Figueres por parte de su comandante, Andreu Torres, es muy distinta a como la cuenta Pepe y a como fue descrita en aquel entonces, para crear un chivo expiatorio y ocultar las graves responsabilidades de la cumbre del ejército español. Cfr. al respecto Roura i Aulinas, Guerra gran, pássim, especialmente pp. 121-122 y la abundante bibliografía citada en las notas 61, 62, 63 en la p. 122. 108 Sobre las fortificaciones de Girona, su historia y evolución en la época anterior al sitio, cfr. lo que escribió al respecto Camillo Vacani, en España como capitán de ingenieros del ejército del Reino de Italia y autor de una obra sobre la guerra que sigue siendo considerada fundamental, Storia, II, pp. 191-199.

557

52r

G1

52v

dos puertas, la de Francia y la de Barcelona. El interior de la ciudad es feo, está mal cuidado y el aire no debe ser muy salubre, debido a los dos ríos que la bañan. Esta ciudad fue expugnada por Noailles en la Guerra de Sucesión109. Saliendo de la puerta de Barcelona, tras dos horas de camino se encuentra una bifurcación, de la cual el camino a la derecha lleva a Barcelona a través del interior de Cataluña pasando por Hostalric y el de la izquierda que cogimos // también llega a Barcelona tirando para la costa y bordeándola. Tras dos horas más de marcha desde la bifurcación se vadea el Tordera, río que procede de las montañas del Congost y desemboca en el Tirreno110. En la ribera derecha de este río hay un pueblo que también se llama Tordera, que tal vez da o recibe el nombre del río. Continuando el camino se llega por fin al mar y se duerme en Malgrat, un pueblo grande, bonito y poblado que se encuentra a un tiro de fusil de la playa. El terreno entre Girona y Malgrat es todo montañoso, está cubierto casi enteramente de pinos y bojes silvestres. Sigue habiendo alcornocales y algún que otro olivar. La vista es siempre monótona y triste. Pero cuando uno está en la colina que domina el segundo de estos pueblos, desde la cumbre de la cual se vislumbra el mar, el panorama cambia por completo. El azul marino baja todo junto al hosco verde perpetuo; una costa diseminada de aldeas, casas de recreo, casas de campo, villas, cubierta enteramente de frutales, también flanqueada por colinas cultivadas, en cada una de las cuales hay un convento, una hospedería o una capilla o una casa de vacaciones, como decía, esta costa se encuentra después de recorrer el día anterior una región boscosa y triste. El camino real flanquea entonces esta amenísima costa, donde de vez en cuando se encuentran pueblos bonitos y deliciosos como Malgrat, Canet, Pineda, Calella, Arenys de Mar, etcétera etcétera. Todos estos poblados se edificaron en una época reciente, es decir hace como 30 años, cuando se abrió el camino, pues antes existía únicamente el camino de Hostalric.

109

Las tropas francesas, al mando del duque Adrien-Maurice de Noailles (París 1678Ídem 1766), consiguieron expugnar Girona tras un sitio que duró desde el 14 de diciembre de 1710 hasta el 24 de enero de 1711. 110 En realidad en el Mediterráneo.

558

G1 A tres horas de distancia de Arenys de Mar se encuentra Matarò, una gran ciudad de unos veinte mil habitantes y riquísima. Las carreteras son amplias y luminosas, los edificios son de gusto ita//liano, hay tiendas limpias de mercancías y de café. Hay muchas fábricas de medias de seda y también de encajes llamados puntos en catalán, que los Mataronenses comercian mucho con América, pero que según los Barceloneses son poco apreciados. Saliendo de Matarò camino de Barcelona se encuentran El Masnou, pueblo grande y poblado, la torre marítima de Montgat y luego Badalona, pueblo del mismo tamaño que El Masnou. A poca distancia de la misma se pasa el Besòs, río que procede del desfiladero del Congost y desemboca en el Mediterráneo, pero que es más torrente que río. En su orilla hay un pequeño y bonito bosque de álamos, en medio del cual toda la división se puso el uniforme de gala para entrar en Barcelona con decencia y dignidad. En cuanto se sale de esta alameda, una escena sumamente espectacular y pintoresca va desarrollándose con asombro y movimiento ante los ojos. Se vislumbran a la derecha las amenísimas colinas de Horta, de Santa Coloma, de Gràcia y de Sant Jeroni enteramente cubiertas de villas, jardines y frutales coronar como un anfiteatro la llanura situada entre ellas y el mar, también cubierta de casas de recreo, aldeas, frutales y alamedas; y a la izquierda aparece de pronto Barcelona, que ofrece un aspecto imponente con su grandeza, con la elegancia de sus edificios y con la perspectiva militar de sus fortificaciones formidables. A mí me raptó la vista que ofrecían las afueras y sobre todo la ciudad. El día era lindo y delicioso, el cielo claro y despejado. El sol relucía en medio de un clima benigno, del azul precioso del firmamento. Una multitud inmensa de Barceloneses estaba en las murallas, en las fortificaciones y en las azoteas de las casas, pues éstas están casi todas cubiertas igual que las de Nápoles. En las mismas se veía también una cantidad incalculable de paraguas (debido al calor que hacia el mediodía se nota bastante, incluso en esta época del año) que con su varie//dad de colores mejoraban el efecto de la vista. Entramos en la ciudad acompañados por las autoridades civiles y militares; encontramos todos los balcones y las ventanas de las casas adornados de tapices, cubiertos de seda, de damasco, etcétera, etcétera. Yo creí, y todo el mundo igual que yo, que se trataba de una fiesta de bienvenida, sin saber que era la de Santa Eulalia, protectora de Barcelona. Esta ciudad fue fundada según algunos por Barkino, según otros 559

53r

53v

G1

54r

por Amílcar Barca, ambos Cartaginenses111. Está fortificada con obras modernas. A sudeste está defendida por el fuerte Montjuïc112 que, situado en una colina, domina Barcelona al igual Sant’Elmo en Nápoles. Al noreste se apoya en una amplia e imponente Ciudadela en forma de pentágono regular que mandó edificar Felipe V113. En su recinto, provisto de obras o fortificaciones solidísimas, hay cinco puertas, es decir la nueva que es la por donde entramos, las de los Ángeles, Sant Antoni, Santa Matrona y la Puerta del Mar. Su calle principal es la Rambla, que antes de la edificación de la ciudad nueva era el torrente de la antigua. Esta calle tiene dos hileras de árboles que separan la acera colocada entre los caminos para los coches y los carros que están en los dos lados. El Carrer Nuevo es la calle más simétrica y regular porque edificada recientemente con un diseño. La Rambla de Mar es la más deliciosa y se parece en todo a nuestra Chiaia. En la escarpa de la Ciudadela hay un paseo público larguísimo adornado de avenidas, estatuas, parterres y asientos. Pero los paseos más concurridos son las dos Ramblas. Los edificios más grandes y magníficos son la Bolsa, la Aduana y el Palacio del Capitán General. Este último, a pesar de los defectos, tiene un aspecto imponente. El segundo es grande, majestuoso y está edificado enteramente al estilo de la arquitectura romana. La Bolsa es más grande y bonita que los otros dos. La mandó construir el rey actual Carlos IV, igual que la Aduana. En la fachada están los retratos del monarca y de la reina en bajorrelieve. En la cornisa aparece la inscripción: «terra dat fructus undaque divitias»114. Este edificio no se emplea solamente // para el comercio. Gracias a su tamaño, alberga cátedras públicas, una gran biblioteca pública, una escuela de dibujo del desnudo, una de es-

111

La referencia es a la dinastía cartaginense de los Barca y al antiguo nombre de Barcelona, Barcino. 112 En la colina de Montjuïc se edificó en 1640, sobre los restos de una antigua torre de vigía, un fuerte, posteriormente convertido en castillo en 1694. Se modificó por completo en 1715 y se hicieron más obras de mejora entre 1779 y 1799. 113 La Ciudadela (Ciutatella) se edificó a partir de 1715 por orden de Felipe V y para este fin se tiraron unas dos mil viviendas y cuatro iglesias. Los vecinos desalojados fueron instalados en el nuevo barrio de la Barceloneta, diseñada para este objeto en 1719 por Joris Prosper van Verboom (Amberes 1667- Barcelona 1744), famoso arquitecto militar de origen holandés al servicio español, fundador en 1711 del Real Cuerpo de Ingenieros. La edificación, sin embargo, empezó solamente en 1753. 114 «La tierra da frutas y la ola riquezas ».

560

G1 cultura, una de arquitectura, las de náutica y de pilotaje. Hay un gabinete de estatuas, uno de máquinas físicas, uno de maquetas de navíos de guerra, otro de piezas de artillería, etcétera, etcétera. En el fuerte llamado Atarazanas, que mira hacia el mar, están el arsenal, el taller de fundición de piezas, los hornillos, la construcción de las cureñas de los cañones, la escuela práctica de artillería, la armería y la fábrica de fusiles115. La catedral es un gran edificio gótico, pero mal cuidado y mal conservado. La vastedad del interior sin embargo no tiene ningún efecto porque el coro, que en todas las iglesias que he visto está detrás del altar mayor o en el presbiterio, aquí está en medio de la nave principal, expuesto en el solo lado hacia el altar mayor y cerrado en todos los demás. Esto quita a quienes entran desde la puerta principal la vista de todo el fondo, la perspectiva interna del templo. Las demás iglesias de San Francisco, de Nuestra Señora de la Merced, del Pilar, de Santa María del Pino etcétera, son pequeñas y de menor importancia. Barcelona es sede de un obispado. El arzobispo reside en Tarragona. El teatro es bastante más grande que nuestro Fondo y está mucho mejor edificado que todos los teatros franceses. Hay dos compañías, la española y la italiana, la primera para la prosa, la segunda para la música. Las piezas de ésta son todas italianas y suelen ser las mejores de las que salen de las plumas de nuestros maestros de capilla. En los intermedios hay bailes heroicos y grotescos, igual que en nuestro San Carlo. Actualmente la primera bailarina es la famosa Campilli y el bailarín principal el célebre Ronzi, ambos conocidos en nuestro Teatro Real116. El puerto es pequeño y sólo permite la entrada de los buques mercantes. Los de guerra deben quedarse anclados fuera de la rada, que no es muy segura. Se llega allí saliendo de la Puerta del Mar. En el brazo de tierra que la forma está el barrio llamado Barceloneta,

115

Se trata de las Reales Atarazanas de Barcelona (Reials Drassanes en catalán), cuya edificación empezó durante el reinado de Pedro III el Grande de Aragón (Valencia 1239-Vilafranca del Penedès 1285). En 1571 en estos astilleros se construyó la galera de don Juan de Austria, almiranta durante la Batalla de Lepanto. Después de la Guerra de Sucesión española (1714) se instaló allí un cuartel de artillería. 116 Elisabetta Campilli y Gaspare Ronzi, ambos activos y conocidos en aquella época en Italia y en el exterior. El Teatro Real es la sala de baile del Palacio Real, convertida en teatro en 1768 por el arquitecto Ferdinando Fuga (Florencia 1699-Roma 1782).

561

G1

54v

edificado hace cincuenta años por el capitán general Mina117. Todas las viviendas están diseñadas de la misma forma, // tienen sólo dos plantas, es decir la planta baja y la primera planta, las calles son todas iguales, regulares y rectas, las manzanas todas igualmente repartidas118. En medio del barrio hay una plaza y una iglesia dedicada a san Miguel, donde hay un cenotafio dedicado a Mina, que bien mereció este monumento, pues mandó edificar la Barceloneta para que allí viviera toda la gentuza que infestaba Barcelona y de tal manera limpió la ciudad de una gentualla turbulenta. Ahora está poblada por vecinos que se dedican todos a la marina mercante. En los días de fiesta es peligroso ir allí porque siempre ocurren peleas sangrientas; este barrio es para la ciudad lo que es Trastevere para Roma. Mina, previendo que los vecinos serían pendencieros y turbulentos, hizo edificar la Barceloneta de manera que todas sus calles rectas estuvieran a tiro del cañón de la Ciudadela, y esto para mantenerlos a raya, pues temen ser metrallados en caso de que se amotinaran. Más allá del barrio está la torre del farol y a la izquierda el fuerte marítimo de San Carlos119, llamado así porque mandó edificarlo Carlos III120. Barcelona fue expugnada por Berwik en la Guerra de Sucesión121.

117

Don Jaime de Guzmán y Spínola, marqués de la Mina (Sevilla 1690-Barcelona 1767), fue Capitán General de Cataluña (1749-1767). Dio gran impulso al desarrollo y a la mejora urbanística de Barcelona con la construcción de la Barceloneta; a él se deben también los dos fuertes de Montjuïc y de San Fernando, encargados al famoso arquitecto militar Juan Martín Zermeño. 118 Las viviendas debían tener obligatoriamente una sola planta, para dejar el campo libre a los cañones. Sólo posteriormente, en la segunda mitad del siglo, se autorizó la edificación de una segunda planta. 119 Pepe comete aquí dos errores: el fuerte se llamaba Don – y no San – Carlos (pero en otro pasaje Pepe utiliza el nombre correcto) y no fue edificado por Carlos III. Fue construido a partir de 1717 para controlar los accesos al barrio de la Barceloneta y fue dedicado al Infante Don Carlos (Fort de l’Infant Don Carles en catalán), nacido el año anterior, futuro rey de Nápoles y posteriormente de España como Carlos III. En el barrio de la Barceloneta había dos cuarteles, edificados entre 1764 y 1779, uno de los cuales se llamaba San Carlos y puede que esto haya causado la equivocación en la cual también cae Vacani, Storia , I, p. 302. 120 Carlos de Borbón (Madrid 1716-Ídem 1788), duque de Parma y Plasencia, duque de Castro (1731-1735), posteriormente rey de las Dos Sicilias (1735-1759), más tarde Carlos III como rey de España. 121 James Fitz-James, hijo ilegítimo de Jaime II de Inglaterra, primer duque de Berwick (Moulins 1670-Philippsburg 1734). Militar inglés, combatió bajo la bandera francesa y se hizo ciudadano francés. Ganó varias batallas en la Guerra de Sucesión española y conquistó Barcelona en 1714 después de un largo sitio.

562

G1 Tendrá como ciento cuarenta mil habitantes. Lo que me asombró fue leer en los anales de los alcaldes de la ciudad que tenía solamente sesenta mil cuando Carlos III desembarcó procedente del reino de Nápoles a tomar posesión del de España tras la muerte de Fernando VI122. Cuenta con excelentes fábricas de sombreros, fusiles y hojas. El gobierno español tiene allí seis batallones de guarnición, es decir dos de Guardias Valonas, dos de Guardias Españolas y dos de Suizos. Los oficiales napolitanos hemos sido recibidos con suma hospitalidad y cortesía; participamos en todas las conversaciones que queremos, y en todas partes nos acogen y tratan con distinción.//

BARCELONA, 3 DE MARZO DE 1808

55r

Hasta ayer la entrada de la Armada de Observación de los Pirineos Orientales era un misterio tanto para nosotros como para los Catalanes. Cada uno hablaba de ello según su fantasía, sin fundamento, sacando consecuencias a voluntad. Quien decía que era para el sitio de Gibraltar, quien para cerrar los puertos al comercio inglés, quien para una expedición marítima a realizar en el Mediterráneo o en el océano; quien muchas otras charlas parecidas. El suceso del primero de marzo quitó, o por lo menos hubiese debido quitar, la venda a todos. A las dos de la tarde de antes de ayer, entonces, toda la armada recibió la orden de tomar las armas y estar lista a pasar una revista general. A cada cuerpo se le asignó el lugar donde debía reunirse. Nuestro regimiento fue puesto en orden de batalla en la explanada de la Ciudadela. El general Lechi, a la cabeza de un escuadrón de caballería italiana, entró en el fuerte y nos mandó seguirlo. La guardia española de las puertas fue sorprendida, los puestos ocupados con la rapidez del relámpago y la guarnición de los Valones, sin esperárselo y sin tener el tiempo de recogerse, expulsada. En cinco minutos y sin disparar un tiro de fusil la Ciudadela, esta fortaleza tan formidable, estuvo en nuestro poder. Mientras tanto, tres batallones italianos mandados por el general Milossevitz123 asaltaron Montjuïc, que levantó sus puentes y no quiso

122 123

Fernando de Borbón (Madrid 1713-Villaviciosa 1759). Andrea Milossevich, posteriormente Milossevitz (Malcesine 1760-? 1814). Militar dálmata, comandante de la VIII Legión del ejército cisalpino (1798), general de brigada en el ejército italiano (1801), comandante de la plaza de Milán desde 1803, en España (1808-1809) comandante en funciones de la división Lechi.

563

G1

55v

hacerles entrar. Entonces el general Duhesme con otros dos batallones franceses cercó el palacio del capitán general español, que escribió una carta al alcaide de Montjuïc para que entregara el fuerte y tras esa carta el mismo fue entregado. Ante estas novedades tan inesperadas, el pueblo empezó a amotinarse y a amenazar con una sublevación furiosa. Pero todas las autoridades tanto civiles como militares españolas, todos los alcaldes, los regidores, los párrocos, etcétera, salieron a la calle, empleando todos los medios para aplacarla y tanto gracias a su // elocuencia, como por temor que, por estar los fuertes en nuestro poder, las bombas y la metralla asolaran la ciudad y la población, el tumulto cesó y cada uno volvió a sus tareas. Aquí nuestro general en jefe publicó una proclama a todos los Barceloneses y a todos los Catalanes invitándoles a que no se alarmaran por la ocupación de la fortaleza por parte de las armas francesas, pues todo ello se hacía para proteger la seguridad de una armada que se encontraba en un país extranjero, que podían estar seguros de la amistad y armonía entre las dos potencias y que no interpretaran como una señal de hostilidad o de ruptura lo que él había hecho únicamente por la seguridad de sus tropas. No sé si esta proclama produjo el efecto para el cual se había colgado. Los Españoles se muestran demasiado inquietos y suspicaces por esta medida. No se habla sino de la ocupación traidora de Montjuïc y de la Ciudadela. Ayer algunos soldados valones fueron insultados y cogidos a pedradas por el populacho por dejarse sorprender. Todo esto no es un signo de persuasión y confianza. Yo, en cuanto se llevó a cabo dicha ocupación con la astucia, me dije entre mí mismo: «indicios seguros de una futura guerra»; y el periódico de hoy que dice que el gran duque de Berg entró también con cincuenta mil combatientes en España desde los Pirineos occidentales me confirmó mis razonamientos124. El señor Marescotte, coronel general de Ingenieros Franceses pasó por esta ciudad camino de Madrid125.

124

Joaquín Murat (La Bastide-Fortunière 1767-Pizzo Calabro 1815), que había recibido de Napoleón el 8 de marzo de 1806 el título de duque de Clèves y de Berg, convertido el 12 de julio en el de gran duque de Berg. En el Congreso de Viena los territorios del Granducado pasaron todos a Prusia. 125 Armand-Samuel Marescot (Tours 1758-Chaslay cerca de Montoire 1832). General de brigada, posteriormente de división en 1794, primer inspector general de Ingenieros en 1804. Después de la misión de inspección de las plazas fuertes españolas en la primavera de 1808 participó en la batalla de Bailén, donde fue cogido. Cuando regresó a Francia en agosto de 1808 fue destituido, arrestado y luego confinado en Tours.

564

G1 Se desconoce el objeto de su misión. En el «manet alta mente repositum» del Emperador debe haber grandes designios de cambios ulteriores de la geografía política de Europa126. Hubiese querido estar invisiblemente presente en la entrevista de los dos monarcas más poderosos en el Niemen127. Allí yo creo que se planearon y se decidieron nuevos destinos de cambios de poderosos, de coronas y de dominios.//

BARCELONA, 28 DE MARZO DE 1808

56r

La Gazeta de Madrid refería la noticia de una revolución ocurrida en el Gabinete de España. El día 19 de este mes, Fernando, príncipe de Asturias, subió al trono después de que su padre Carlos IV abdicara en su favor128. El Príncipe de la Paz fue arrastrado, insultado por el pueblo y encarcelado en una horrible prisión. Según el relato del diario, esta catástrofe se produjo de la manera siguiente. El gran duque de Berg, a la cabeza de su armada, avanzaba muy rápidamente hacia Madrid. La corte estaba en Aranjuez y se alarmó vivamente por esta marcha rápida de las tropas francesas. El Príncipe de la Paz aconsejó al Rey que huyera con toda la familia real y este proyecto estaba a punto de llevarse a cabo. Cuando el pueblo se enteró de esta decisión, el palacio real fue rodeado por la muchedumbre, que impidió su ejecución. Mientras tanto, las guardias del cuerpo proclamaron rey al Príncipe de Asturias y Carlos aceptó. Desde las ventanas del palacio real gritaron que Fernando VII era el rey y el entusiasmo del pueblo entonces degeneró en furor en contra de Godoy, que había siempre sido enemigo de Fernando y había intentado hacerle condenar a muerte calumniándole como culpable de querer envenenar al padre. La noticia y el entusiasmo pasaron rápidamente desde Aranjuez al Escorial y a Madrid. El pueblo se fue corriendo a esta última ciudad a asaltar el palacio de Godoy y, a pesar de que sus guardias de honor dispararon, el torrente de la multitud penetró dentro, capturó al ministro, lo arrastró por las calles y lo metió en una cárcel.

126

Virgilio, Eneida, I, 26: «permanece cerrado en la profundidad del corazón ». Pepe alude a la entrevista entre Napoleón y Alejandro I de Rusia en Tilsit. Cfr. aquí Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 133, nota 58. 128 Fernando de Borbón (San Ildefonso 1784-Madrid 1833), rey como Fernando VII, reinó brevemente en 1808, fue prisionero en Francia en el castillo de Valençay y volvió al trono de España desde 1814 hasta su muerte. 127

565

G1

56v

Todas estas noticias causaron la máxima alegría en todos los habitantes de la ciudad. Nobles, clero, magistrados, mercaderes, militares, la burguesía, el populacho, todos recibieron esta revolución de gabinete con júbilo y entusiasmo. Carlos IV estaba odiado por su letárgica pereza y por elevar a Godoy hasta el máximo grado de magistratura y de empleo. La reina Luisa estaba detestada pues, aprovechándose de un marido imbécil, era la // protectora del ministro favorito y le había permitido hacer una fortuna tan rápida y monstruosa129. Éste luego fue execrado pues era él el déspota de España en lugar del Rey, que era un fantasma. Fernando, como había arrebatado todo lo que era el objeto del odio y del desprecio de los Españoles, no podía sino subir al trono con los gritos de felicitaciones y regocijo de la nación. Lo que aumentó el entusiasmo por el nuevo monarca fue que éste había hecho volver al ministerio muchos personajes de mérito, como por ejemplo Cevallos130, Floridablanca131, don Carlos Escoiquiz132, Infantado133, etcétera, que habían caído en desgracia debido a Godoy y habían sido apartados de la corte, aunque se trataba de personajes que

129

Maria Luisa de Borbón-Parma (Parma 1751-Roma 1819). Se casó en 1765 con el futuro Carlos IV. Siempre tuvo gran influencia sobre él y en aquel entonces se pensaba – lo cual los historiadores de hoy desmienten – que era la amante de Godoy. 130 Pedro Ceballos, o Cevallos, Guerra (San Felices de Buelna 1764-? 1840), ministro de Carlos IV y Fernando VII. Al principio tomó partido por los Franceses, sin embargo pasó muy pronto al bando patriótico. Publicó en 1808 un opúsculo en seguida difundido y traducido a muchos idiomas, que causó grandísima resonancia: Exposicion de los hechos y maquinaciones que han preparado la usurpacion de la corona de España, y los medios que el Emperador de los Franceses ha puesto en obra para realizarla. 131 José Moñino y Redondo, conde de Floridablanca (Murcia 1728-Sevilla 1808). Embajador en Roma en 1772, fue decisivo para convencer a Clemente XIV para que suprimiera la Compañía de Jesús (1773); ministro bajo Carlos III y Carlos IV. El miedo a la Revolución francesa lo convirtió de uno de los primeros reformadores en un enemigo de todo tipo de innovación. Destituido en 1792, encarcelado y soltado en 1794. Cuando estalló la invasión francesa, a la cual se opuso ya desde el comienzo, fue el primer presidente de la Junta Central. 132 Se trata en realidad de Juan de Escoiquiz (Ocaña 1762-Ronda 1820). Cura español, fue uno de los preceptores de Fernando VII; después de que éste fuera desterrado a Valençay, fue exiliado a su vez. Cuando volvió a España publicó en 1814 un opúsculo para disculparse de su conducta a favor de Napoleón: Idea sencilla de las razones que motivaron el viage del rey D. Fernando 7º á Bayona en 1808. 133 Pedro Alcántara y Salm Salm, XIII duque del Infantado (Madrid 1768-Ídem 1841). Militar y diplomático, muy cercano a Fernando VII, durante la Guerra de la Independencia fue embajador en Londres por parte de la Junta Central.

566

G1 gozaban de toda la confianza y del aprecio de los Españoles por sus talentos y sus virtudes, por los servicios rendidos a la nación, confianza y aprecio que degeneraron luego en amor y apego al verlos caídos por las maniobras del ministro, al que aborrecían. Según los Españoles, el Príncipe de la Paz era un monstruo. Yo relato las cosas tal como las suelo oír, al no ser parte de sus sentimientos de arrebato y de amor por Fernando, ni de los de execración por Godoy. Para mí «Mihi Galba, Otho, Vitellius nec beneficio nec iniuria cogniti»134. Por lo que he podido averiguar, Godoy era en España lo que Acton y Potemkin fueron respectivamente en Nápoles y en Rusia135. Salido del muladar igual que los otros dos, amante de la reina Luisa igual que Acton lo era de Carolina y Potemkin de Catalina, él había hecho caer en desgracia a unos grandes hombres respetables por sus talentos, virtudes y servicios rendidos al estado, de la misma forma que nuestro ministro inglés sacrificó a Medici136 y el ruso perdió al famoso Romanosow137. Él era déspota y tiránico igual que los otros dos, persecutor como estos dos personajes que podían rivalizar con él, odiado, aborrecido y execrado en España como el primero lo era en nuestro Reino // y el segundo en el Imperio Ruso. Pero sean cuales sean sus excesos, sus delitos, sus tiranías y todo lo que quieran los Españoles, el pueblo no tenía derecho a echarle las manos a un ministro que ostentaba la autoridad y el sagrado poder de las leyes. Corresponde únicamente a otras autoridades, que de acuerdo a las leyes ostentan el poder legítimo, castigar a quien fue su deposita-

134

«No he conocido a Galba, Otón, Vitelio: no he tenido entonces de ellos ni beneficios ni ofensas», Tácito, Historiae, I. 1; emperadores romanos: Galba desde junio de 68, matado en enero de 69; Otón desde el 15 de enero de 69, se suicidó al cabo de tres meses; Vitelio, matado en diciembre del mismo año 69. 135 John Francis Edward Acton (Besançon 1736-Palermo 1811). Ministro de la Marina y de la Guerra, desde 1789 presidente del Consejo del Reino de Nápoles; favorito de la reina María Carolina de Habsburgo-Lorena (Viena 1752-Ídem 1814). Grigorij Alexandrovic Potemkin (Smolensk 1739-Ídem 1791), ayudante general y favorito de Catalina II la Grande (Stettin 1729-Puškin 1796). 136 Luigi de’ Medici d’Ottaiano (Nápoles 1759-Madrid 1830), jurista y político italiano, fue jefe de la policía y del juzgado criminal de Nápoles. Involucrado en el bandazo reaccionario de Acton, estuvo en la cárcel desde 1795 hasta 1798. Representó Nápoles en el Congreso de Viena y llevó a cabo de forma excelente la Restauración en las Dos Sicilias. 137 Se trata probablemente de Aleksandr Romanovic Voroncov o Vorontsov (San Petersburgo 1741- Ídem 1805).

567

57r

G1

57v

rio y abusó de ellas. Ninguna ley permite ni tolera que la muchedumbre atente a la persona sagrada de los magistrados. Solamente en las anarquías se ven y luego se sufren estos excesos. El pueblo español en esta ocasión se desmintió y se contradijo. Siempre se había jactado de su generosidad, de su magnanimidad, de su fidelidad, y finalmente de su acatamiento a la autoridad constituida y a las leyes. Los Españoles fueron los declamadores más fuertes y con colores más violentos en contra de la revolución francesa. ¿Y en qué difiere la que hicieron ellos y los excesos a los cuales se entregó el pueblo de Madrid? ¿Quién puede asegurar que la abdicación del rey Carlos es espontánea? ¿Ante qué diputación nacional se le quitó el diadema y se ciñó a su hijo con él? ¿Quién puede asegurar que es falso lo que dicen algunos, es decir que las Guardias de Corps amotinadas, armas en la mano, obligaran a que Carlos abdicara la corona? ¿En qué país, finalmente, se permitió a la muchedumbre invehír en contra del primer magistrado de la monarquía, arrastrarlo por las calles y meterlo en una cárcel antes de ser juzgado y declarado culpable por las autoridades competentes a las cuales está atribuido todo el poder? Al examinar detenidamente todas las circunstancias de esta revolución en el Gabinete de España, parece que la abdicación de Carlos no fue espontánea, pues uno no renuncia a un reino de tan buena gana. Con respecto a los excesos cometidos en contra de Godoy, el pueblo se puede considerar menos reprochable si se piensa que Fernando pudo soplar sobre el fuego de la anarquía y empujar los ánimos aún más para ven//garse de las persecuciones sufridas debido a este ministro.

BARCELONA, 4 DE ABRIL DE 1808 Aquí no se habla sino de la llegada de Fernando al trono. Se imprimieron miles de copias de su retrato y se siguen imprimiendo. Mientras tanto, entre los Españoles circulan miles de noticias. Hay quien dice que el rey mandó pedir como esposa a una princesa francesa; y quien que el Emperador va a ir a Madrid para ajustar la situación de esa familia real en desorden y en disensión; quien muchas charlas más. Se desconoce si el Emperador reconocerá o no a Fernando. Mientras tanto, el último “Journal de l’Empire” no parece hablar muy favorablemente de la revolución en el Gabinete de Madrid: «España – dice – sumida en la anarquía pidió la ayuda de Francia …. El hijo derrocó del trono a su propio padre … hizo ensañar o toleró los excesos del pueblo en contra del primer ministro … Se cree que este príncipe ad568

G1 quirió estos sentimientos tan sediciosos y turbulentos de la hija de la famosa Carolina ….»138. Las palabras anarquía, sumir, príncipe en lugar de rey, no anuncian un porvenir tranquilo para Fernando. Esto a pesar de que las gacetas de Madrid relatan que todo es alegría y fiesta en aquella ciudad. Las compañías de música italiana y de baile del teatro de Barcelona fueron llamadas por la corte y salieron hace unos días para la capital. Avisan también que se están haciendo grandes preparativos para la llegada del Emperador y que para este objeto se están empleando todos los medios para recibirlo dignamente y para brindarle todas las fiestas y las diversiones posibles. El jefe de batallón Aquino de nuestro regimiento llegó desde Mantua para reemplazar al jefe de batallón Carascosa ascendido a mayor en el 2° Regimiento de Línea139, // y trajo un destacamento de unos 500 hombres pertenecientes a los distintos cuerpos de la división italiana, entre los cuales hay 130 del nuestro.

BARCELONA, 13 DE ABRIL DE 1808 Godoy fue llamado a Francia por el Emperador y salió escoltado por la caballería francesa. El pueblo español, que se esperaba verlo salir de la cárcel para ir al patíbulo, se quedó pasmado por la noticia. Se habla de una entrevista entre la familia real española y Napoleón en Bayona. Los Españoles empiezan a estar impacientes y suspicaces acerca del desenlace de esta entrevista. La llamada del Príncipe de la Paz, la escolta dada al mismo por el gran duque de Berg para que viajara seguro, despertó en su ánimo la impaciencia, la sospecha y el temor con respecto a Fernando.

138

Se trata del artículo sobre Aranjuez del “Journal de l’Empire”, fechado en París 28 de marzo. Casi con las mismas palabras utilizadas por Pepe se encuentra traducido en el n. 96 (6 de abril de 1808) del “Giornale Italiano” de Milán, pp. 383-385. 139 Michele Carascosa y Zerezeda y Azebron (Paternò 1774-Nápoles 1852); mayor (1808), Murat lo promovió a general de brigada, luego ascendió a teniente general cuando volvió a Nápoles después de la campaña de España. Luigi Antonio d’Aquino (Cosenza 1771-Nápoles 1822); militar napolitano, formó parte de la Legión Italiana; capitán (1803), alcanzó el grado de mariscal (1813); cfr. D’Ayala, Le vite de’più celebri capitani, pp. 273-295, que lo elogia; cfr. también la orden del día de la División napolitana desde Figueras del 30 de abril de 1810, firmada por Pignatelli, cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, CCLXVIII. Distinta a la de D’Ayala y de Pignatelli es la valoración de Pepe (cfr. Lettere, 43, y aquí 121r).

569

58r

G1 BARCELONA, 2 DE MAYO DE 1808

58v

El rey Carlos y la reina Luisa, reina de Etruria140, salieron para Bayona. Fernando también debe ir allá. Corre la voz que el Emperador va a reunir allí a toda la familia de España para ser el mediador de una reconciliación general entre el hijo, el padre, la madre y el ministro. Los Españoles están sumamente impacientes y esperando el desenlace de ésta. Se esperan un final feliz y yo creo que para ellos va a ser una pièce larmoyante. Mientras tanto, en los periódicos franceses se ha publicado un manifiesto de Champagny141, Ministro de Asuntos Exteriores, que contiene cosas importantes y puede resumirse de dos maneras: «Luis XIV – dice – unió las dos potencias con un lazo de familia y se vieron las dos naciones gozar de un siglo de paz tras tres siglos de guerra ….Hay que renovar la obra de Luis», etcétera, etcétera. Ahora bien, Luis // XIV hizo dos cosas con respecto a este lazo, es decir su boda con la Infanta española y luego la sucesión de su nieto Felipe V. O bien la obra de Luis que ahora se quiere renovar supone un matrimonio, lo cual está bien para Fernando; pero si se entiende algo totalmente distinto, por lo visto ni Fernando ni Carlos reinarán más, o por lo menos tranquilamente, en España.

BARCELONA, 17 DE MAYO DE 1808 Por fin se manifestó a la audiencia impaciente el desenlace de la obra. Una proclama colgada hoy por orden de nuestro general en jefe anuncia a los Españoles que Fernando devolvió la corona al padre y que Carlos renunció al reino a favor del Emperador. Los Catalanes, decepcionados en sus expectativas, se quedaron pasmados y petrificados al leer la proclama. Si no hubieran temido los fuertes que están en nuestro poder, el asombro hubiese degenerado en furor y en una revolución violenta. Hicieron pedazos de todas las copias

140

María Luisa de Borbón (San Ildefonso 1782-Roma 1824); viuda en 1803 de Ludovico I rey de Etruria (Plasencia 1773-Florencia 1803), Napoleón la hizo volver a España (1807), tras anexionar Toscana al Imperio el 15 de marzo de 1808, dividiéndola en tres departamentos: Arno, Mediterráneo y Ombrone. 141 Jean-Baptiste de Nompère de Champagny (Roanne 1756-París 1834), embajador en Viena (1801), Ministro de Interior (1804), sucedió a Talleyrand en el Ministerio de Asuntos Exteriores (1807).

570

G1 de la proclama que estaban colgadas en los varios barrios de la ciudad. Murmuran y se agitan en secreto. A lo largo de todo el día todas nuestras tropas se quedaron encerradas en los cuarteles y en los fuertes para estar listas a coger las armas, temiendo un levantamiento.

BARCELONA, 1 DE JUNIO DE 1808 Hasta el momento solamente he tenido la oportunidad de anotar en este Galimatías mío comentarios pacíficos sobre países, costumbres, habitantes, suelo, agricultura, comercio, industrias y arte, que yo hacía en mis viajes y estancias. «At nunc horrentia Martis»142. Ahora van a empezar relatos completamente distintos: todo nos anuncia una guerra próxima y feroz; todas las noticias que se reciben desde los distintos lugares de España informan que hay una insurrección // y un levantamiento general. A raíz de la proclama que avisaba que Carlos y Fernando habían renunciado al reino a favor del Emperador, el pueblo de esta ciudad se amotinó y se levantó varias veces. El día 19 del mes pasado la muchedumbre mató a un sargento y a tres soldados italianos en la plaza de los Ángeles. El día 21 hubo un combate sangriento entre los Vélites Reales y la Guardia Valona delante de la plaza de la Aduana, con muertos en el uno y en el otro bando, y resultó herido un oficial de los primeros que estaba de guardia en la Puerta del Mar. Finalmente, el día 24 la multitud del populacho, que se había hecho más atrevida, amenazó con una rebelión general, pero nuestra caballería y la metralla del Atarazanas la castigaron bien por intentarla. Mientras tanto, todas las comunicaciones tanto con Francia como con el resto de España siguen cerradas desde hace muchos días. Hace dos semanas que no llega el correo y nosotros estamos a oscuras de todo. Esto anuncia claramente una insurrección general. Se encontraron unas proclamas escritas en español, francés e italiano, que invitaban los soldados de nuestra armada a desertar143. Manresa, que

142

«Pero ahora, los horrores de Marte», es decir de la guerra. Según la Vita Vergilii, en el De Viris Illustribus de Gayo Suetonio Tranquillo (sig. I-II), estas palabras formarían parte del comienzo de la Eneida, pero está demostrado que son apócrifas. 143 Sobre estos folletos en más lenguas invitando a la deserción cfr. Scotti Douglas, Gabriele Pepe e la sua visione della Spagna, p. 288. Cfr. también Scotti Douglas, Las «comisiones reservadas». Otra mención importante – con la reproducción de un folleto en cuatro lenguas – se encuentra en la crónica casi cotidiana del padre Ferrer, Barcelona cautiva, III, pp. 134-136.

571

59r

G1

59v

fue la primera en levantarse fulmínea, llamando en sus periódicos todos los Catalanes a las armas. El general en jefe envió allí una brigada bajo el mando del general de Schwarz144 para ponerla a raya y ésta, una vez llegada al desfiladero del Bruc y del Montserrat, fue parada por una multitud inmensa de rebeldes y no pudo seguir. Además, al estar forzada a volver aquí, fue acompañada por el fuego del enemigo hasta casi el alcance del cañón de la plaza. En esta expedición participaron cuatro compañías de nuestro regimiento mandadas por el jefe de batallón Aquino, que actuaron bien, pero sufrieron unas bajas. Los capitanes Ruggiero y Staiti volvieron heridos el primero en la cabeza y el segundo en el hombro145. También perdimos a unos veinte soldados. El general Chabran, que había sido enviado desde aquí con su división a ocupar Tarragona, tuvo que volver y // estuvo forzado a abrirse paso a viva fuerza en Vilafranca. Nuestros heridos de estas dos expediciones que se vieron volver a la ciudad, las dos columnas que regresaron con unas bajas, y finalmente las voces que siempre van aumentando, hicieron que los Barceloneses se enorgullecieran sobremanera y nos insultaran diciéndonos que tarde o temprano nos “pasarían a cuchillo”. Afortunadamente tenemos en nuestras manos esta importante plaza, que es y seguirá siendo nuestro baluarte, si no desde hace tiempo hubiésemos tenido que evacuar Cataluña.

BARCELONA, 11 DE JUNIO DE 1808 El día 7 nuestras avanzadillas de San Feliu, pueblo a unas dos horas de aquí camino de Madrid, fueron asaltadas de forma contundente por los rebeldes. Hacia el mediodía tuve que acudir con dos

144

François-Xavier de Schwarz (Hernwies 1762-Sainte Ruffine 1826); francés, general de brigada (1806), en 1808 comandante de una brigada de caballería napolitana en la Armada de Observación a las órdenes de Duhesme. 145 Del capitán Ruggiero no hay más noticias además de las que da Pepe aquí (pássim) y en el RA. Francesco Staiti (Milazzo 1779- ? ?), al que Pepe menciona varias veces, ascendió hasta el grado de mayor (1813); está citado en el “Monitore Napolitano” n. 494 del 21 de enero de 1810; cfr. también Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCXC. Su nombre, igual que el de muchos otros oficiales que Pepe menciona, se encuentra también en una petición presentada en París (1° de abril de 1812) por el general francés Gratien Ferrier (Payrehorade 1771-París 1848) en aquel entonces al servicio de Nápoles, para solicitar la concesión de las condecoraciones prometidas por Napoleón el 24 de enero (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119.

572

G1 compañías desde esta ciudad para apoyar la escolta de una caja de cartuchos que iba a San Feliu, a punto de caer en manos del enemigo. La alcancé en Esplugues, me abrí paso y conseguí llevarla al lugar de nuestras avanzadillas donde el coronel Zenardi que mandaba me hizo quedarme por la noche146. En esta escaramuza tuve un soldado herido. Ese mismo día dos Voltigeurs nuestros hicieron un prodigio de valor y pericia tirándose al río Llobregat y nadando para ir a quemar una barca atada en la orilla opuesta a pesar del fuego fusilero de los enemigos apostados allí147. Con ello se quiso quitar a los Españoles un medio para pasar a nuestra parte. Estos valientes se llaman Cappelli y de Rosa148. El día después, es decir el 8, con tres batallones fuimos a asaltar Molins de Rei donde se habían fortificado los insurrectos. El gran puente fue forzado, cruzado, el pueblo ocupado, saqueado e incendiado. En mi compañía tuve un soldado herido en el lomo derecho. Un mayor que se llamaba De Gennaro también resultó herido // y murió antes de ayer149. Puedo jactarme de haber salvado la vida a un viejo medio tonto que se había quedado allí entre los horrores del saqueo y del incendio. Un soldado de mi compañía me regaló un caballo. Les cogimos a los insurrectos dos cañones de hierro y otras municiones de guerra. Ayer volvimos a esta ciudad.

SANT PERE MÀRTIR, 2 DE JULIO DE 1808 Después del episodio del 8 de junio en el Llobregat, los Espa-

146

Giuseppe Scarlatta Xibilia Platamone (Siracusa 1772-Marsella 1835). Militar napolitano, cambió su apellido en Zenardi (o Zenardy) cuando se alistó al ejército francés (1794). En noviembre de 1806 consiguió el mando del II de Cazadores napolitano; ascendió hasta teniente general (1813). Cfr. D’Ayala, Le vite de’ più celebri capitani, pp. 543-5551; Cortese, Memorie di un generale, I, p. 251. 147 Los Voltigeurs erano unidades de élite, creadas por Napoleón en 1804. Formadas por soldados de baja estatura, se colocaban a la izquierda del batallón y combatían en orden abierto y de forma individual. Recibían el mismo sueldo que los Granaderos. 148 En el RA los Voltigeurs mencionados son tres: Derosa, Chapell (Cappelli) e Izzo, todos posteriormente condecorados con la Orden de las Dos Sicilias. De Rosa será promovido a teniente y mencionado en el informe del general Pignatelli de Strongoli a Suchet desde Mora (10 de octubre de 1810). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXC-CCXCI. 149 No se han encontrado más noticias de él.

573

60r

G1 ñoles se cambiaron de posición y se fortificaron más allá del Besòs, apoyándose a mano derecha a los montes de Sant Jeroni y a la izquierda a la torre marítima de Montgat, equipada con once piezas de artillería pesada quitadas a las baterías marítimas. Había unos siete mil soldados bajo el mando de Milans del Bosch150, jefe de todos los migueletes catalanes151. El General Duhesme decidió atacarles. Para ello, el día 16 marchamos con toda la división Lechi y dos batallones franceses. A pesar de las balas y de las metrallas que empezaron a disparar desde la torre en cuanto llegamos a su alcance, y también del fuego de dos buques cañoneros españoles, tras una carga violenta y impetuosa de nuestras tropas ocupamos todas las posiciones mantenidas y defendidas por los Catalanes. Ya sea por casualidad o bien por suerte yo me encontré que había superado con mi compañía a la que dominaba el reducto de la torre. Sin perder un momento empecé a dirigir un fuego mortífero hacia la misma y luego me lancé a la bayoneta y conseguí apoderarme de ella. Mi teniente Dumarteau cogió un estandarte; un cabo llamado Cesarini cogió otro152, ambos fueron llevados a Barcelona por un destacamento de mi compañía que había ocupado el atrincheramiento153. El general Duhesme regaló un doblón a mis soldados y me halagó abrazándome, sin pensar que a mí me gusta el asado y no el humo.//

150

Francisco o Francesc Milans del Bosch (San Vicente de Montalt 1769-Ídem 1834). Combatió en Cataluña al mando de los migueletes (cfr. nota siguiente), a menudo junto con Juan Pablo Clarós (Barcelona 1749-Figueres 1827); éste, militar retirado en la época de la invasión francesa, actuó a la cabeza de los migueletes durante todo el conflicto. 151 Migueletes (miquelets en catalán): se trata de una milicia irregular o auxiliar, formada y sostenida por una autoridad local o militar, que normalmente está destinada a reforzar o suplantar las actuaciones de la tropa regular y que solía destacar principalmente en acciones de guerrilla. En el siglo XVIII puede considerarse equivalente a los llamados fusileros de montaña (fusellers de muntanya). Además de Cataluña existieron también migueletes en Guipúzcoa. 152 Fabrizio Dumarteau es mencionado varias veces por Pepe; capitán (1815), mayor (1820); activo carbonario, participó en la sublevación de 1820, a raíz de la cual pidió y obtuvo el grado de coronel (cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, CXXIV, CXXVI). De Cesarini no hay más noticias además de las que proporciona Pepe. 153 El RA (pp. 5-6) dice que las banderas fueron cuatro, dos de las cuales las cogieron el teniente Errico Martinez (coronel en 1833, tras la restauración borbónica) y el capitán de los Voltigeurs Ignazio Serrano (cfr. también Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCXC-CCXCI). Sobre la bandera que cogió Martinez tenemos en la LC la versión de Pepe. Martinez y Serrano están mencionados a menudo en el RA.

574

G1 Al mediodía estaba todo terminado, gracias a la gran rapidez de nuestras operaciones. Los Españoles, expulsados de sus posiciones y ahuyentados, fueron perseguidos por nuestra caballería que despedazó buena parte de ellos. El resto se puso a salvo hacia el mar en los buques, una parte hacia las montañas y una parte en Matarò. El General quiso aprovechar su huida y confusión y ordenó que avanzáramos hasta esta ciudad para tomar control de ella. En cuanto llegamos a la vista de la misma, empezó un fuego de artillería y de fusilería desde todas las entradas, las murallas, la puertas y las ventanas. Los vecinos habían levantado barricadas en todas las calles y se defendían con una obstinación inconcebible. El asalto que dimos fue contrarrestado con incalculable contundencia y pericia, pero la resistencia era insuperable. Los generales vacilaban y estaban a punto de ordenar la retirada cuando los del Segundo Batallón Napolitano que estábamos atacando por la parte del mar, marchando metidos en el agua hasta medio muslo, nos lanzamos hacia una batería y nos apoderamos de ella. Entonces se dejó de hablar de retirada, la entrada en la ciudad fue menos difícil, los defensores desalentados dejaron sus posiciones y Matarò fue ocupada y condenada al saqueo. En toda esta jornada nuestro 2° Batallón se distinguió sobremanera y se mereció el elogio de los generales. Él solo cogió 21 cañones al enemigo y 3 banderas. Nuestro teniente Tomaselli resultó herido gravemente en el muslo derecho por una metralla154. Tuvimos además nueve muertos y 26 o 27 soldados heridos. Mientras se saqueaba la ciudad, lo cual es horroroso de ver, yo recuerdo con alegría haber hecho dos buenas acciones. Una muchacha desgreñada y gritando se echó a mis brazos suplicándome que la salvara de la ignominia pues estaba a punto de ser violada por dos vélites, a los cuales hice unos buenos cardenales en los hombros con un palo. Tras ponerla a salvo, me puse casi de centinela // delante de la puerta de la casa donde me había hospedado cuando llegué a Barcelona el pasado mes de febrero e impedí que la saquearan. La familia, que me reconoció, me dio todas las bendiciones posibles. La rapidez y el éxito de dichas acciones en contra del cuádruple de fuerzas enorgullecieron a nuestros generales, que decidieron avanzar hasta Girona e intentar un ataque sorpresa en contra de esta plaza.

154

Del teniente Tomaselli no hay más noticias además de las que proporciona Pepe.

575

60v

61r

G1

61v

Nosotros salimos la mañana del día 18 y llegamos a la vista de la misma hacia el mediodía del día 20. En el camino entre Matarò y Girona tuvimos que luchar sin parar con los vecinos de las comarcas insurrectas y de todos los pueblos de la costa y cuando costeamos el mar fuimos azotados por el fuego de los buques ingleses. Girona nos cañoneó durante todo el día aunque con poquísimo perjuicio. De noche cerrada el general Duhesme ordenó a cuatro batallones entre los cuales estaba el 1° Batallón de nuestro regimiento, que dieran la escalada. El intento fue llevado a cabo, pero en balde, debido a la resistencia sumamente obstinada de la guarnición y de los vecinos. En efecto no era tan fácil apoderarse de una fortaleza como lo había sido cuando se expugnaron Montgat y Matarò. Al ver la inutilidad de la acción, se desistió de la misma y tras la retirada los asaltadores volvieron a nuestro campo. En esta operación el 1° Batallón se distinguió igual que el 2° el día 16 aunque el desenlace fue distinto. El capitán D’Estengo y el teniente Martinez155, ambos de nuestro regimiento, fueron heridos gravemente por la metralla, que nos causó 17 muertos y aproximadamente otros tantos heridos entre suboficiales y soldados de nuestro cuerpo. La mañana del día 21 nos pusimos en marcha retirándonos hacia Barcelona, a las afueras de la cual llegamos el día 24 y estuvimos acantonados allí durante muchos días sin entrar en la ciudad. El día 29 la división se reunió // en San Feliu donde se dividió en dos columnas para asaltar una de frente el gran puente de Molins de Rei y la otra por el flanco vadeando el Llobregat delante de San Boy, en cuya orilla opuesta los Españoles se habían vuelto a reunir y a fortificar. A pesar de la rapidez y de la corriente del río, a pesar del fuego vivísimo que hacían los migueletes, se ejecutó el paso en este segundo lugar. Entonces Molins de Rei, tomado por el flanco, fue abandonado por los migueletes. Allí encontramos muchas provisiones de guerra y de boca. Tomamos cuatro cañones y perseguimos al enemigo hasta Martorell, que fue saqueado e incendiado. No debo dejar de relatar dos hechos muy singulares, uno por pe-

155

Giuseppe D’Estengo (Longone 1770-? ?). Militar napolitano, jefe de batallón del Sexto de Línea en octubre de 1809, Napoleón le hizo volver a Nápoles con el contingente de bandoleros que Murat quería enviar a España para engrosar las filas de la división napolitana; ascendió a coronel en 1814. Sobre el teniente Martinez cfr. nota 153.

576

G1 ricia, el otro por una especie de prodigio de la naturaleza. Un gastador de nuestro regimiento, cuyo nombre era Giovanni Casati156, indignado por la larga e insuperable resistencia de un reducto vigilado por los Españoles, se lanzó hacia él primero con valentía y como no podía entrar porque estaba cerrado, cogió una rama de pino nudosa y utilizándola como palanca o pie de cabra entre las piedras mal juntadas, tiró una parte del atrincheramiento a modo de brecha, a través de la cual nuestros soldados entraron y masacraron a bayonetazos a todos los que defendían el reducto, es decir 21 combatientes. El segundo es el siguiente. Un Abruzo que se llamaba Nicola Leonardi, soldado de mi compañía, pasando el río Llobregat fue herido por una bala que le entró en el hueso petroso detrás de la oreja derecha y le atravesó todo el cuello. Como él se sentía vacilar y desmayar, se agarró firmemente a la cola del caballo de un soldado de la caballería italiana que yo hacía ir delante para averiguar la profundidad del río157. Sea por los recursos que nos da la naturaleza en los peligros, sea por la convulsión en sus músculos, este soldado, aunque desmayado y totalmente inconsciente, se quedó todo el tiempo agarrado a la cola del caballo, de tal manera que fue arrastrado a la ribera opuesta, donde se tuvo que emplear la fuerza para abrirle las manos. Sin esta especie // de prodigio se lo hubiese llevado la corriente y seguro que hubiese muerto. Ahora sigue en vida y el cirujano mayor del hospital al cual yo lo encarecí mucho me dice que alberga unas esperanzas sobre su recuperación, siempre que no surjan síntomas de gangrena, pues los de la supuración no han aparecido todavía. La división volvió el día 30 a Barcelona y yo llevo dos días vigilando este puesto atrincherado con dos compañías.

BARCELONA, 17 DE JULIO DE 1809 El general Duhesme se marchó esta mañana con la división del general Chabran reforzada por nuestro 1° Batallón y otro italiano para expugnar Girona. Se llevó consigo muchas máquinas para el sitio y ojalá la acción esta vez no fracase. Los del 2° Batallón con el resto de la división del general Lechi

156

No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe (pássim). Un episodio parecido lo relata Pepe 35 años después en la LC (cfr. 44v), pero el protagonista es el gastador Bastelli o Bastello: podría ser un recuerdo equivocado. 157 Del soldado Leonardi también tenemos solamente este recuerdo.

577

62r

G1 ahora estamos vigilando Barcelona. Debido a la ausencia de la mayoría de las tropas, se han tomado las medidas más firmes para conservar y mantener segura esta importante plaza. Las Guardias Valonas has sido desarmadas. Nosotros estamos muy cansados por guardias, rondas, descubiertas, patrullas, etcétera. El obispo, muchos nobles, muchos ricos comerciantes y los magistrados principales fueron encerrados en la Ciudadela, se dice con el objeto de mantenerlos como rehenes para la seguridad de la plaza; pero los más listos creen que ésta es una maniobra de nuestro general Lechi, comandante superior de Barcelona durante la ausencia del general Duhesme, para llenarse los bolsillos y yo también opino lo mismo.

19 DE JULIO Ayer tuve que marcharme para Matarò con mi compañía para escoltar hasta allí el parque de artillería que sigue la marcha del general Duhesme y que va a servir para el sitio de Girona. Esta mañana he vuelto a Barcelona. Ni de ida ni de vuelta encontré ningún obstáculo o fuego. Esto puede considerarse un milagro.//

OBSERVACIONES GENERALES SOBRE CATALUÑA

62v

He demorado hasta este momento en hablar del suelo, de las actividades de los habitantes, etcétera, etcétera, de esta región, para tener tiempo para observar mejor, recabar más información y noticias, comprobarlas antes de relatarlas y también porque acontecimientos más importantes merecieron ser preferidos en este Galimatías. Ahora que estamos a oscuras de todo, por no tener ninguna noticia ni del resto de España, ni de Francia, ni de toda Europa, ni del general Duhesme, me voy a encargar de hacerlo de la mejor manera que pueda. Cataluña es uno de los países más bonitos de la tierra. Disfruta de un clima templado, aunque bastante cálido. El cielo está casi siempre claro y despejado. Está bañada por muchos ríos y miles de arroyos. Los ríos principales son el Muga, el Fluvià, el Ter, el Tordera, el Besòs, el Llobregat, el Segre y una parte del Ebro. Con la salvedad del Besòs y del Tordera, que nacen en los montes del Congost, que separan el valle de Granollers del de Vic, todos los demás proceden de los Pirineos y corriendo hacia el sur cambian paulatinamente de dirección hacia el sudeste y manteniendo siempre entre ellos un paralelismo curvo. Los dos primeros desembocan en el golfo de Roses, el 3° en el de L’Estartit, 578

G1 el penúltimo en el Ebro cerca de Mequinenza y éstos dos respectivamente dividen Cataluña de Aragón y del País Valenciano. El suelo de Cataluña en general es desigual, montañoso sin ser alpestre; está formado por muchas cordilleras de montes y colinas que, al ser estribaciones de los Pirineos, se yerguen entre los ríos mencionados y por lo tanto tienen su misma dirección. En general el suelo es sumamente fértil, está muy bien regado con la natural ramificación y el curso de estos ríos, está bien cultivado, todo cubierto de // frutales, viñas, cítricos, olivares, algarrobos y alcornocales, de los cuales los Catalanes hacían un gran comercio con Francia y con Inglaterra. Las aguas manantiales son abundantes y puras. Hay minas de hierro, plomo, salgema, jaspe del cristal de roca, pirita y aguas minerales. Muchos montes son de origen volcánico, como por ejemplo el gran Montserrat, entre cuyas piedras hay un monasterio de Benedictinos. Los Catalanes están muy bien hechos en sus miembros, robustísimos y bien plantados. Su estatura es gigantesca, su porte es majestuoso y orgulloso. Las mujeres también son unas viragos. Sus formas son grandes y bonitas, el color de la cara moreno, los ojos vivos y animados, pero ellas son sumamente cálidas y fáciles de seducir. Si en la actualidad hay una especie de mujer que puede hacerme creer que existieron las amazonas, es la catalana. Su forma de vestir es parecida a la de las mujeres de nuestra comarca. Lo único que tienen de distinto es la costumbre de llevar en la cabeza una larga cofia negra, encima de la cual se ponen un pañuelo blanco, cuyas extremidades se cruzan debajo del mentón y se anudan encima de la cabeza volviendo a pasar detrás de las orejas. El pelo no les cubre la frente, sino que, echado todo atrás, es soportado por un peine que corona toda la cabeza con su forma curva empezando detrás de una oreja y girando hasta la otra. El atuendo de los hombres se parece perfectamente al de los cíngaros que vagan en nuestro Reino. Pantalón y chaqueta de terciopelo azul o verde; en la camisa dos grandes juegos de botones de plata que cuelgan y suenan. Una gran cinta roja les ciñe los lomos; un nuevo tipo de calcetines con los cuales solamente tapan la pierna dejando el pie desnudo, cuyo calzado no consiste en zapatos, sino en una especie de zueco hecho de cordel tejido y entrelazado, atado al pie a la manera del calzado de los guerreros antiguos. // Este zueco en catalán se llama espardenyes. Ellos también llevan una larga cofia negra en la cabeza y encima de ella un gorro rojo en lugar del pa579

63r

63v

G1

64r

ñuelo de las mujeres. A todo esto añádase un abrigo negro con las mangas sobrepuestas solamente en el hombro derecho o izquierdo, y la descripción del hombre catalán está completa. Éste es el populacho. Los caballeros siguen la moda a la francesa; pero las señoras siempre visten de negro incluso de gala, en los bailes, en las bodas, etcétera y siguen la costumbre de vestir a la americana, es decir las faldas tienen tres o cuatro capas, desde cada una de las cuales cuelgan velos y encajes también negros. Los Catalanes son fieros enemigos de todos los pueblos de la tierra. Ven mal a todos los forasteros y los llaman con el apodo injurioso de gabachos158. Odian no solamente a todas las demás naciones sino también a todo el resto de los Españoles que no están en el Principado y en especial a los Castellanos, que ellos consideran indolentes y perezosos. Apegados tenazmente a sus hábitos, costumbres y principios, su civilización es lentísima y nula. Son tan soberbios y orgullosos que si uno se dirige a un Catalán hablándole en castellano o en otra lengua que no sea la suya, él contesta: «parle christià, home»; dice tácitamente que el catalán es la lengua por excelencia, la única buena y digna de ser hablada por los cristianos, que todas las demás son bárbaras y salvajes y por lo tanto indignas de ser aprendidas o entendidas por ellos. Invirtiendo la proposición, a mi parecer no hay lengua más áspera, bárbara y dura que la catalana. El sonido de la palabra disgusta sumamente el oído especialmente cuando hablan los hombres. Incluso cuando expresan sentimientos de amor, suaves o humildes, las expresiones, las frases y los sonidos son desagradables. Por ejemplo, si un Catalán se resigna a la voluntad divina en las adversidades, sus palabras // no expresan aquella suave humillación como en italiano: «sia fatta la divina volontà», como en francés: «que la volonté de Dieu soit faite», como en castellano: «sea hecha la voluntad de Dios». Oyendo pronunciar rudamente: «alabat siga Déu», parece más bien escuchar a uno que blasfema, en lugar de uno que bendice al Señor. Pero lo que me asombró es que un vernáculo tan bárbaro y raro

158

El término despectivo gabacho o gavacho (ya recogido en el Tesoro de la lengua castellana por Sebastián de Covarrubias Orozco en 1611) o también gabatche (en lengua de oc), gabatx (en catalán), se suele emplear para los extranjeros en general. Durante la Guerra de la Independencia, sin embargo, adquirió un significado antifrancés. Sobre el empleo del término y los problemas de frontera cfr. Sahlins, Boundaries, tr. catalana, Fronteres i identitats.

580

G1 tiene su gramática, sus diccionarios, los libros con los primeros rudimentos para los niños. En la escuela pública de humanidades se explica en catalán; los panegíricos y las homilías en las iglesias son en catalán; se utiliza este dialecto también para redactar actas publicas de las autoridades y de los notarios, cartas personales, de correspondencia dentro del Principado, cartas pastorales de los obispos, órdenes de los magistrados, etcétera. He conocido a estudiantes que aprendían el castellano en la edad adulta, al igual que nosotros aprendemos el francés. El clero en Cataluña es numerosísimo, muy opulento y respetado, pero sumamente ignorante y corrupto. La mayoría de los curas lleva una vida escandalosísima, entre riquezas y comodidades. A todo ello se añade su ignorancia crasa, pues la mayoría de los curas apenas sabe leer el latín para decir misa. Son éstos los ministros del Altísimo en una región en la cual la nación se jacta de profesar la religión mejor que todas las demás de la Iglesia Católica. Son ellos los hombres a los que corresponde guiar las almas, este ministerio tan sublime y delicado que necesita un conocimiento profundo del corazón humano, de la experiencia del mundo, de los talentos propios para discernir los ánimos y finalmente de las virtudes más puras y ejemplares. No se crea exagerada esta afirmación sobre los curas españoles. Yo antes de hacerla he observado y observado mucho. He visto que suelen ser los galanes de las señoras a las // cuales tienen acceso más libre; he visto que todos tienen criadas guapas en su casa; finalmente, he visto en la gran mayoría de ellos la misma vida licenciosa y condenable que se reprochaba a algunos curas de nuestra provincia. España, que se gloría de tener mucha religión, es a mi parecer la región donde hay menos. A decir verdad, el culto público se ejerce con dedicación y magnificencia, todo el mundo acude a las iglesias, donde se celebran funciones sin parar, homilías continuas, catecismos, etcétera. Mil procesiones llamadas Rosarios siempre obstruyen las calles, pero en medio de todo esto, si se observa menudamente y con ojo atento se encuentra que la mayoría son supersticiones; los Españoles tal vez creen en los cuentos del Flos Sanctorum más que en los dogmas sacrosantos de la religión y en el Evangelio159.

159

Posiblemente se trata de la obra de Alonso de Villegas, Flos Sanctorum y historia general en que se escribe la vida de la Virgen…, y de los santos antiguos…, Barcelona, Joseph Texidò, 1724.

581

64v

G1

65r

Son capaces de gastarse dinero para hacer una corona o un collar a Nuestra Señora de la Merced sin darle un maravedí al pobre; son capaces de hacer una larga peregrinación por los santuarios y dejar de ir a rezar durante media hora ante el altar del Dios viviente. A pesar de sus rosarios perpetuos, de sus devociones, cargados de reliquias y de trapos benditos en su cuerpo, no son más puros o menos corruptos que los demás pueblos. Su vida moral desmiente la del culto religioso público. En las iglesias, a las que siempre acude una muchedumbre inmensa de gente, se ven escandalosamente los gestos, las miradas, los encuentros secretos, aquel susurrar amoroso que se observa también escandalosamente con vergüenza nuestra en las iglesias de Nápoles y en las de Roma. Las mujeres son mucho más corruptas que los hombres. La fidelidad conyugal está mucho menos respetada aquí que en Francia y en Italia, y lo que es peor, son raras las muchachas que se entregan intactas en las manos de sus esposos. Un cura francés emigrado, cuya virtud es realmente ejemplar y edificante, que yo conozco y al que le repugna igual que a mí esta extraña mezcla de superstición y corrupción, me ha dicho ahora que las prácticas detestables e // infernales entre las penitentes y los padres espitiruales son frecuentísimas, que el confesonario es el lugar donde en vez de un sacramento y de la penitencia se concierta el pecado y se comete un sacrilegio; y que si un Español al subir las escaleras de los lugares a los cuales ni la religión, ni la moral, ni la honradez, ni la decencia permiten ir y encuentra un cura o un fraile que está bajando, se arrodilla y pide perdón por el pecado que uno ha cometido y que el otro va a cometer. Dejemos a los curas españoles, que suelen ser ministros indignos del Altísimo, y dediquémonos a algo totalmente distinto. Las autoridades en Cataluña son: los alcaldes, los regidores y los bayles. El territorio del Principado con respecto a la parte administrativa está dividido en subveguerias y éstas en corregiments160. Los alcaldes residen en las capitales de las primeras, en las de las se-

160

Posiblemente la imprecisión de Pepe depende de la información que le proporcionaron. Las subveguerías eran subdivisiones de las veguerías (en español vicariatos/vicarías), entidades territoriales regidas por un funcionario nombrado por el rey. Fueron suprimidas por Felipe V, que con el decreto de Nueva Planta (1716) las sustituyó con los corregimientos, en el intento de extender el modelo castellano a toda España, a la vez castigando los territorios de la Corona de Aragón por el apoyo dado al Archiduque de Austria en la Guerra de Sucesión. No es de extrañar que, después de menos de cien años de una reforma mal aceptada, siguiera habiendo confusión. Pepe vuelve a hablar de las subveguerías en otras tres ocasiones utilizando grafías distintas (sousveguerias, sosvegueria).

582

G1 gundas residen los regidores. Cada poble, es decir pueblo, tiene su bayle. En Barcelona, finalmente, reside el capitán general que ostenta toda la autoridad primaria, militar, administrativa y judicial. Lo que es notable en Cataluña es la abundancia de gacetas diarias llamadas diarios. Barcelona tiene dos que salen de las prensas todas las mañanas; Tarragona, Tortosa, Reus, Manresa, Vic, Figueres, Olot, Bisbal, Girona, Lleida, Cervera, etcétera tienen cada una el suyo; y la afición de leerlos es común entre nobles, mercaderes, artesanos y campesinos. La mayoría de ellos están escritos en catalán. Con respecto a la comida y a las bebidas los Catalanes son sobrios. Su comida original es una especie de sopa de verdura y legumbres juntas llamada escudella. En cuanto al vino son moderadísimos: un porró, que equivale más o menos a la medida de nuestra garrafa161, basta para el almuerzo de cuatro campesinos trabajadores. Ellos tienen la costumbre de beber desde unas redomas llamadas porrons, que están provistos de un pitón larguísimo que sobresale de su cuerpo, y cuyo orificio es casi capilar. No colocan entonces la extremidad de este pitón entre los labios, sino que abren la boca y hacen chorrear // el vino sin tocarlo con los labios. He visto a Catalanes arrojando el porrón al suelo después de que alguno de los forasteros bebiera a la manera nuestra, temiendo ahogarse si bebía a la suya, a la que achacan la idea más rigurosa de la propiedad. Los bailes catalanes son unas contradanzas de figuras inglesas en tres partes. Los temas de música son agradables y los lazos de las figuras preciosos. Suelen bailar no retozando como nosotros, sino casi paseando. Además tienen un baile llamado contrepàs que es indecentísimo, pues después de muchos giros enteros y piruetas cada hombre pone una mano delante de la rodilla doblada de la mujer, otra debajo de las nalgas y la levanta al aire manteniéndola en esta posición durante unos segundos. El fandango y el bolero son bailes nacionales de las Castillas y de Andalucía; yo sin embargo los he visto ejecutados varias veces en esta ciudad y tienen muchos pasos que yo encontré muy lascivos. Los Catalanes son sumamente trabajadores e industriosos. Odian a los demás pueblos de España por ser éstos indolentes y perezosos. Los

161

El porró (plural porrons) equivalía entonces aproximadamente a un litro (0,94 cl con pequeñas variaciones locales). En Barcelona valía 0,94, en Girona 0,96, en Tarragona 1,08, etc.

583

65v

G1

66r

habitantes de las costas se dedican todos a la marina mercante y hacen sin parar unos viajes larguísimos a las Américas, a las Indias Orientales, a las Filipinas y al Levante del Mediterráneo. Exportan vinos, aceite, aguardiente, tejidos, encajes y traen aquí moneda o mercancías coloniales. La población del interior se dedica toda a la agricultura y ésta se encuentra en el estado más próspero y mejor cuidado. El suelo está cultivado con el mayor cuidado y precisión. Si uno mira un Catalán arando su campo, sus surcos desafían por rectitud las mismas rectas geométricas, y en los grandes llanos de Lombardía o de Apulia no habría tierra que él no araría en línea recta, aunque tuviera que trazar surcos de Piamonte a Rímini, o de San Severo a Bari. Su arado es más complicado que el nuestro. Consta de tres hojas, dos laterales y una encima de la reja. Los bueyes son tan escasos y pequeños como los de Francia. Para arar y para el tiro casi todos se sirven de mulos, que son la mejor especie que // he visto de dichos animales. Todos los cultivos están hechos con diseño y simetría de reja oblicua. Se ven unos frutales y olivares enormes que parecen jardines por su regularidad simétrica. Las plantas blandas están revestidas por un cilindro vacío hecho de cañas entrelazadas, que sirve tanto para protegerlas de los dientes de los animales, como para hacerlas crecer derechas. Los olivares, los algarrobales y los almendrales siempre forman plantaciones aparte, a las cuales no se mezclan otros frutales. En los demás vergeles se ve una mezcla de árboles distintos y en muchos lugares es una especie de lujo plantarlos siempre en el mismo orden, por ejemplo primero el peral, luego la higuera, el manzano, la morera, el melocotonero, el cerezo, el granado, el membrillo, el guindo, etcétera hasta que vuelven a empezar por el mismo fruto en el mismo orden y sucesión en todas las hileras. Hay muchos campesinos, más extravagantes e ingeniosos, que dan a sus vergeles el diseño de un parterre, y entonces uno desde una hilera pasa a una plaza redonda, desde otra a una cuadrada u octogonal o en forma de estrella. Los árboles suelen estar dispuestos en cruz; se encuentran muchos giros, entrelazamientos, vaivenes y todos combinados entre ellos con simetría y proporción. En todos los lugares planos y en especial en las subveguerías del Empordà y de Granollers, los amplios campos están divididos en franjas igual que los de Lenguadoc, una de las cuales se emplea para el trigo, otra para el maíz, otra para las legumbres y en las separaciones están plantados viñedos y frutales. Obsérvese la figura siguiente: 584

G1

// En las llanuras de la subveguería de Bisbal, en cambio, los campos

están repartidos en muchos cuadrados iguales, de los cuales en uno se cultiva el trigo, en otro el maíz u otra planta, de la misma manera que en las franjas de los demás lugares; en cada ángulo de estos cuadrados, es decir donde se encuentran las líneas de separación, hay un frutal. La figura siguiente hará comprender mejor la idea.

Ambos tipos de división ofrecen una vista agradable y pintoresca en verano, pues se ve el color oro y esmeralda de la natura brillar y relucir simétricamente, el primero en las espigas y el segundo en la antigua vid o en el moderno maíz. 585

66v

G1

67r

En Lenguadoc yo creí que esta división de las tierras por franjas se hacía más por extravagancia que por utilidad. Luego la encontré también en Cataluña, igual que la división en cuadrados y pregunté su fin; un campesino catalán me contestó que al repartir de esta forma su campo la pedregada (la granizada), que siempre cae en franjas, no destroza sino una pequeña parte del maíz y de las legumbres. Las viñas en Cataluña son tal como las he descrito hablando de los departamentos meridionales de Francia. Están cultivadas de la misma manera y los viñedos se dejan sin sujetarlos o apoyarlos con rodrigones o cañas. La manera de extraer el vino es la misma, pero los vinos son más poderosos aquí, y las contribuciones que exige o por lo menos exigía el rey de España no son inferiores a las que pagan los Franceses. Los setos de las propiedades están todos formados por // higueras chumbas que abundan, plantas sempervirentes y endrinos. Cataluña abunda en vinos y aceites, y también en la producción de miel y sedas, algarrobas, cítricos y frutas, pero la porción de su suelo destinada al cultivo del trigo me pareció escasa. Efectivamente de todo el principado solamente el Empordà, el valle de Granollers, el llano de Vic y el de Urgell abundan en trigo. Todo el resto está cubierto enteramente de viñedos, olivares y frutales. La agricultura está entonces en el estado más próspero. Ni se crea que se trata de algo nuevo para los Catalanes. Los antiguos olivares, algarrobales y almendrales, los antiguos cultivos, la costumbre muy difundida de cultivar bien el suelo, señalan que ellos hace dos siglos hacían lo mismo que ahora. Sin embargo, con respecto a las ciencias y al resto de la cultura del espíritu están cuatro siglos detrás de Franceses, Italianos, Ingleses y Alemanes. He hablado de la ignorancia del clero, de aquel estamento que debería ser el más ilustrado. Los médicos y los cirujanos aquí no son sino barberos que aprenden algo empíricamente y que son ignorantísimos. Yo he visto poner azafrán en las heridas de arma blanca; he visto hacerle un baño con agua de cal a uno que tenía ciática. El pobre enfermo salió todo desollado y enflamado. Quise declamar en contra de una medicina tan bárbara y me tomaron por insolente e ignorantazo. Los avances de la química neumática son desconocidos; igualmente lo son los descubrimientos de la nueva medicina y del galvanismo. En las escuelas públicas de Barcelona se sigue enseñando La institución filosófica de santo Tomás. El sistema copernicano sigue prohibido por la Inquisición porque contrario al pasaje del Libro de Josué y del Ecle586

G1 siastés, y esto no solamente lo he leído en los elementos filosóficos para el uso del seminario de esta ciudad, sino que // lo he oído desde lo alto de una cátedra de estudios públicos. Su opinión sobre el sistema solar no es ninguna de las tres conocidas a todas las naciones cultas, es decir la ptolemaica, la copernicana o la de Tico Brahe, sino otra llamada aquí sistema compuesto, según la cual la tierra está en el centro, alrededor de ella giran la Luna, el Sol, Marte, Júpiter y Saturno. Venus y Mercurio giran entonces alrededor del Sol. Admiten la revolución de nuestro globo alrededor de su eje y por ello lo han llamado sistema compuesto, pues han tomado una parte de cada uno de los otros tres sistemas. El genio y los talentos aquí están sofocados por el terror de la Inquisición, de este monstruo asqueroso y ávido de sangre humana que, desterrado de todas las demás naciones por las luces y la razón, se radicó en ésta a la sombra de la superstición y de la ignorancia. Este tribunal horrendo y formidable está en las manos de los Dominicos. El palacio donde se reúne se encuentra en la calle de los Orfebres de esta ciudad; yo muchas veces quise entrar en las salas de los archivos y en las cárceles, pero me resultó imposible. Se conoce que actualmente hay muchos presos que recurrieron al general Duhesme para ser soltados, pero éste no quiso intervenir pues únicamente tenía órdenes y autoridad relacionadas con la conservación de la plaza. La última víctima devorada por este monstruo fue hace unos 20 años el famoso don Pablo Olavide, que fue perseguido, encarcelado y condenado por dejarse escapar una frase inocente sobre la tolerancia. Si se acabara con este monstruo, si las luces de las ciencias irradiaran este clima bonito, se verían brotar unos genios tan fecundos como el suelo que pueblan, tan grandes como Séneca, Lucano y Marcial, que nosotros incluimos entre los antiguos Romanos y que habría que contar entre los antiguos Iberos. // Él que quiera juzgar en qué estado se encuentran las ciencias y el espíritu de la cultura en Cataluña puede verlo en el hecho de que en una ciudad de ciento cuarenta mil habitantes se encuentran únicamente tres tiendas mezquinas de libros y la mayoría de ellos sobre cuestiones teológicas, vidas de santos, novenas, relatos de peregrinaciones, catálogos de indulgencias, historias de la Inquisición, cuaresmarios, milagros de santuarios españoles y libros de devoción, 587

67v

68r

G1

68v

los mejores de los cuales están traducidos del francés, como por ejemplo La imitación de Jesucristo162, Los escollos del cristiano, etcétera. Los Españoles aficionados a leer prefieren las novelas, muchas de las cuales son nacionales y muchas traducidas. La mejor de las primeras es el Don Quixote de Cervantes Saavedra, cuya imaginación es superior a la de Marcial y Lucano. El hábito de fumar está generalizado entre los Catalanes. Ellos no fuman para nada la pipa, sino que utilizan unas envolturas de papel donde meten el tabaco pinchado. Hay también mujeres que fuman unos cigarros hechos de tabaco de La Habana metido en el tegumento de paja que reviste el tallo de la espiga del trigo. Le fortalezas de Cataluña son: Barcelona, Figueres, Girona, Tarragona, Tortosa y Lleida, las principales por su importancia y grandeza. Cardona, Hostalric, Roses, Castell Balaguer y Berga son unos castillos fortificados pero de poca importancia. La población del Principado asciende a un millón y medio de habitantes. El rey no tiene o por lo menos no tenía derecho a reclutar tropas aquí; y debido a aquellas contradicciones que siempre se observan en los pueblos, los Catalanes por una parte aborrecen la carrera militar, por otra parte acuden en masa a las armas en la mínima guerra. Estamos viendo prueba de ello en la rebelión generalizada actual. Los numerosos batallones de voluntarios que Cataluña llamó a las armas en la guerra de 1793 y la insurrección general actual // hacen ver claramente que este pueblo sigue siendo tal como lo describió Tácito «Nación intrépida y feroz que no valora nada la vida a no ser que la emplee para luchar»163.

BARCELONA, 3 DE AGOSTO DE 1808 Ayer tres fragatas inglesas asaltaron la torre marítima de Montgat, vigilada por una compañía de nuestro regimiento, mientras los insurrectos españoles la atacaban desde la tierra. Como no dio tiempo para darle socorro y el ataque fue contundente e impetuoso, dicha compañía tuvo que rendirse y fue cogida como

162

De imitatione Christi, tratado ascético de autor no seguro, supuestamente el flamenco Tomás de Kempis (Kempen 1380-Zwolle 1471). 163 La cita, sin embargo es de Tito Livio, Ab Urbe condita, XXXIV, 17: «Ferox genus, nullam vitam rati sine armis esse».

588

G1 prisionera de guerra. Los oficiales que perdimos fueron el capitán Smerber y el subteniente Liguori164. Este episodio, obvio en todas las guerras, fue doloroso para nosotros los Napolitanos, y peor aún, desanimó mucho a nuestros soldados. Mientras tanto, seguimos a oscuras de todo. No tenemos ninguna noticia del exterior, del general Duhesme y de lo que se hace en el sitio de Girona. Parece que para nosotros desapareció el orbe entero.

15 DE AGOSTO DE 1808 Hoy se celebró con magnificencia la fiesta onomástica del Emperador. Se dispararon salvas de artillería, se dio una doble ración a los soldados, hubo un gran desfile de la guarnición y se cantó un Te Deum solemne en la catedral. Esta noche va a haber una gran cena y un baile en casa del general Lechi, actualmente comandante superior de Barcelona. Mientras tanto, seguimos sin tener ninguna noticia ni de Europa, ni del resto de España, ni del general Duhesme. Nos parecemos a una colonia de criminales trasladados a una isla desierta de mares desconocidos.//

BARCELONA, 18 DE AGOSTO DE 1808

69r

El general Duhesme finalmente volvió tras sitiar Girona en balde y tras ver la imposibilidad de expugnarla.

164

Jean-Jacques Schmerberg (en el RA Syembert), coronel en 1821, está mencionado en el informe Pignatelli a Macdonald desde Garcia (septiembre de 1810), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp.CCLXXXV-CCLXXXVII, en el del mismo desde Mora a Suchet (octubre de 1810), Ídem, pp. CCXC-CCXCI , en el del jefe de batallón Palma al Ministro de la Guerra (Mora, 12 de octubre), Ídem, p. CCXCIII, así como en el de Pignatelli a Macdonald sobre la actuación de la división napolitana desde el 17 de octubre hasta el 8 de noviembre, donde se solicita para el oficial – pero en balde, como veremos – la Orden de las Dos Sicilias, y al Ministro de la Guerra (Mora, 11 de noviembre), con la misma solicitud, Ídem, pp. CCXCIV-CCXCV. Para él (y muchos oficiales más) el general Compère pidió (octubre de 1811) la Orden de las Dos Sicilias (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 116 y el “Monitore Napolitano” del 20 de noviembre de 1811). Su nombre además aparece en la ya mencionada solicitud del general Ferrier de enero de 1812 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119). El subteniente Liguori no debe equivocarse con el capitán homónimo Francesco Liguori (1783-1837), citado en el RA. Éste, tras servir desde 1796 hasta 1798 en el ejército borbónico, había ascendido a teniente (1806), posteriormente a capitán (1807) en el 1° de Línea; capitán en la Guardia (1809), jefe de batallón en el 1° de Línea (1812), finalmente mayor (1815); cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 57. Sobre Francesco véase la opinión desdeñosa de Pepe en Lettere, 41 y 42.

589

G1 Nuestro jefe de batallón Ambrosio fue condecorado con la legión de honor por señalarse y distinguirse con sus servicios en esta expedición. Nuestro 1° Batallón, sin embargo, volvió reducido a la mitad por las bajas sufridas. El capitán Carreras fue herido en Figueres165. El capitán Doria también fue herido, pero lo trajeron hasta aquí. Al ver la inutilidad de nuestra expedición ofensiva, el general en jefe decidió cambiar el plan de guerra y a partir de ahora actuar solamente a la defensiva. Nuestras tropas van a repartirse entre esta ciudad y sus afueras.

GRÀCIA, 21 DE AGOSTO DE 1808

69v

Nosotros estamos acantonados en este pueblo que está a media hora de distancia de Barcelona. Se encuentra al pie de la colina de Horta y del monte de Sant Jeroni. Toma el nombre del convento de Franciscanos que se llama Nuestra Señora de Gràcia. En época de paz este pueblo ameno y delicioso es para los Barceloneses lo que es Portici para los Napolitanos en los meses de veraneo. Es un conjunto de casas de recreo y de jardines preciosos, que abundan en pabellones, estatuas, invernaderos, fuentes, asientos y parterres. Las aguas también abundan, están bien empleadas y bien repartidas. Como ahora únicamente está poblado por mujerzuelas y los llamados pensionistas, los oficiales hemos ocupado las viviendas mejores, y nunca he estado tan bien alojado como ahora. Si no estuviéramos fatigados //por las guardias penosas en los montes de Horta y Sant Jeroni, nuestra estancia sería un mero veraneo para nosotros, pues los Españoles hasta el momento no se han movido de sus líneas más allá del Llobregat y del Besòs, ya que nosotros no los molestamos.

DESDE LA PUNTA DE SANT JERONI, 26 DE AGOSTO DE 1808 « Salve Parens frugum… » ,Virgilio166 Dondequiera que vuelva la mirada, se me ofrece la vista más preciosa y pintoresca. Si miro hacia el norte descubro la llanura fértil y amena de Granollers coronada por los montes azul claro del Congost, bañada por muchos arroyos, embellecida por mil cultivos de mil fruta-

165 166

No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. Virgilio, sin embargo, habla de Italia, saludándola así: «Salve, magna parens frugum, Saturnia tellus (Salve, gran genitora de frutas, tierra saturnal) »: Geórgicas , II, 173.

590

G1 les, diseminada de casas de campo y de los pueblos de Sant Cugat, Sabadell, Santa Perpetua, Ripollet, Mollet y Moncada; si miro hacia el levante y después hacia el lento curso del Besòs, veo levantarse las ricas colinas de Santa Coloma, en la más alta de las cuales domina majestuosamente el convento de Sant Jeroni Grande, veo la preciosa crátera hasta Matarò, y debajo de mis pies en las faldas de este monte el valle pequeño y ameno de Horta con los soberbios jardines de Llupià de Mondejar, de Bosco y de muchos otros; si me vuelvo hacia el oeste, más allá del rápido Llobregat, veo una cordillera de montes cubiertos de bosques oscuros de abetos, del verde precioso de los pinos, de algarrobos frondosos y sombrosos entre los cuales parece estar sentado el Montserrat, que con sus rocas puntiagudas y su aspecto salvaje forma un contraste agradable con los jardines y las llanuras fértiles de los demás lugares; o finalmente hacia el sur y a lo largo de una ladera suave miro una multitud de villas, de lugares de recreo, de casas de recreo, viviendas, jardines, avenidas, estatuas, fuentes, cascadas de agua, terrazas, pabellones, conventos, capillas, iglesias, veo los pueblos amenísimos de Gràcia, Sant Andreu, San Just, Sarrià, Esplugues, Sants y San Juan, en medio de los cuales se halla Barcelona, // y la colina oval de Montjuïc; miro el mar plácido y tranquilo y finalmente Mallorca, como una nubecita azul claro en medio del color brillante del horizonte. Esta vista rapta y encanta. Al aspecto variado de muchos objetos, de muchos puntos de vista preciosos y pintorescos, a la multiplicidad desigual y confusa de muchos colores diferentes, del verde más o menos oscuro de las plantas y de las selvas, del rojo más o menos brillante de los tejados, del amarillo más o menos cargado de las naranjas y de los cítricos, del blanco de las viviendas o de los edificios, del azul más o menos variado del mar, de los ríos, de los montes lejanos y de la atmósfera serena, colores mezclados con una variedad y una distribución desigual y opuesta, se le ofrece a los ojos un tal espectáculo que yo me esforzaría en vano de describir el éxtasis y la sensación que causan y que solamente el espectador puede concebir. El que no supiera que Milton y Tasso jamás vinieron a Cataluña diría que las representaciones inmortales de los jardines del Edén y de Armida pudieron salir de sus pinceles mágicos solamente aquí. ¿Por qué no tengo yo los colores del uno y del otro? Entonces podría yo describir lo que siento. Lector (por si alguna vez este Galimatías mío tuviera alguno) no creas que esta descripción está acalorada por el entusiasmo de hacer creer que yo he visto cosas mayores. Si hubiese nacido bajo el pálido sol del norte tendrías 591

70r

G1

70v

toda la razón de sospechar que me ha entusiasmado un clima meridional con un sol siempre puro y brillante: pero mi patria es una región tan fértil y bonita como Cataluña. He recorrido la Italia entera e Italia mereció por su belleza convertirse en el lugar de estancia y de amparo de todos los númenes. La Campania feliz, el cráter de Nápoles, Toscana, Lombardía, la marina de Venecia son regiones preciosas que // conozco. Con lo cual, el lector puede estar seguro de que el afecto que siento y que intentaría describir más detalladamente en balde, es cierto y no está exagerado.

GRÀCIA, 3 DE SEPTIEMBRE DE 1808 Como nos habíamos enterado de que los Españoles asentados más allá del Llobregat habían acumulado almacenes llenos de víveres y municiones, el general Duhesme decidió atacarles ayer pasando dicho río. Para este fin reunió en San Juan a siete batallones, entre los cuales estaban ambos los nuestros. La acción empezó una hora después de la salida del sol. El paso se ejecutó delante de Sant Boi a pesar del impetuosísimo fuego fusilero y artillero del enemigo apostado en la otra orilla. El desenlace fue muy exitoso: hacia las diez todo había terminado. El enemigo, ahuyentado, nos dejó sus almacenes que fueron en parte vaciados y su contenido enviado a Barcelona, el resto quemados. Yo tuve solamente un soldado herido en un brazo. Nuestro capitán Forcella fue herido en un muslo167. Los oficiales muertos de nuestro bando fueron el capitán Milanesi del 5° Regimiento Italiano168, un teniente del Batallón Suizo y nuestro valiente teniente de Petris, que era un modelo de coraje y valor169. Al igual que con estas cualidades suyas se había merecido el aprecio y la admiración de todos los superiores y compañeros del regimiento, todo el mundo compadeció y se condolió de él. Yo grabé la siguiente inscripción en la corteza de un gran álamo cerca del lugar donde fue enterrado.

167

El capitán Forcella aparece, además del RA, también en el ya mencionado informe Lechi del 15 de marzo de 1809, cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 73. 168 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. No debe equivocarse con el teniente Milanesi mencionado más abajo, del cual tampoco hay más noticias. 169 Además de las noticias que proporciona Pepe, lo recuerda el general Duhesme en la carta que acompañaba el informe del 11 de enero de 1809 al Ministerio de la Guerra; cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 67.

592

G1 De Petrius Primae Neapolitanae Legionis Subcenturio Impavidus ac strenuus miles Cum magno moerore et luctu omnium commilitonum Ab Hiberis die 2° 7bris 1808 occisus Ejus cineres sub hac populo jacent sepultae Hoc, Ne nescius esset viator, cui non sit grave dicere Requiem Centurio Pepe Posuit170 En otro álamo cerca del mismo grabé los versos siguientes // Paz, reposo y descanso A mi hermano de armas Muerto en el suelo de Gloria Digno de todos los cármenes

71r

Cenizas respetables De un infeliz perecido De su valor víctima No vencido por el enemigo Yo le saludo y le beso: Que le sea leve la tierra Que le recubre y le hizo La tumba en el suelo de guerra. A las dos de la tarde volvimos a pasar el río y anoche cada cuerpo regresó a su acantonamiento cargando con el botín encontrado en los almacenes españoles. Como éstos no podían ser vaciados del todo para llevar las mercancías a Barcelona debido a la falta de medios de transporte, se les permitió a los soldados saquearlos antes de quemar el resto.

170

«De Petris, teniente de la Primera Legión Napolitana, soldado impávido y valiente, matado por los Iberos el 2 de septiembre de 1808 con gran aflicción y luto de todos los compañeros de armas. Sus cenizas están enterradas debajo de este álamo. Estas palabras, para que el caminante se entere, y no le cueste decir un Réquiem, las puso el capitán Pepe».

593

G1 GRÀCIA, 7 DE SEPTIEMBRE DE 1808

71v

Los del Cuerpo de Armada de Observación podemos compararnos a la guarnición de un navío de guerra que viaja por mares desconocidos, y que está allí durante años sin tener noticias de ninguna nación en la tierra. Todas las comunicaciones están cerradas herméticamente, no pasa ningún mensajero, no nos llega ninguna noticia. Mientras tanto, el incendio de la revolución es violento y se ha difundido a toda España. Los Españoles han desarrollado un entusiasmo y un furor parecido al que había invadido a los Franceses bajo Pétion y en los primeros años de la República171, entusiasmo de un pueblo lleno de pasiones tan vivas y ardientes como el suelo que habita. Los curas y los frailes, que se meten siempre en las cosas terrenales a pesar que la voz de Jesucristo y los cánones se lo prohíban, sobre todo en las guerras, los curas y los frailes, decía, estos indignos ministros del Altísimo, han enarbolado su estandarte declarando que ésta es una guerra de religión, e igual que // los sacerdotes de Mahoma se han puesto a la cabeza de las partidas y de los insurrectos. Las Juntas hacen proclamas continuas invitando a todos quienes estén aptos a las armas a que venguen la patria traicionada y ultrajada. Se compusieron también muchas canciones en catalán y en castellano sobre el mismo tema que el del himno marsellés para entusiasmar a la gente. Nos enteramos de todo esto por algunos periódicos que se distribuyen secretamente entre nuestras tropas para fomentar la deserción entre nosotros. Los sarcasmos más mordaces e injuriosos están dirigidos en contra de los Franceses, de sus aliados, del Emperador y de los generales. No se ahorra ningún tipo de imprecación y de ignominia y con colores tan negros y terribles, con expresiones tan cáusticas y contundentes que es imposible imaginar unas más fuertes e injuriosas. Dicha predisposición de ánimo de esta nación, y la opuesta que sentimos por una especie de venganza, hace que esta guerra sea una auténtica guerra de destrucción y nada de conquista. Los Catalanes sublevados descuartizan, despedazan, crucifican a nuestros desdichados compañeros que caen en sus manos. Clarós y Milans del Bosch renuevan los ejemplos de atrocidades de nerones y heliogábalos172 y de lo que

171

Jérôme Pétion de Villeneuve (Chartres 1756-Saint-Magne-de-Castillon, Saint-Émilion 1794). Jacobino, alcalde de París, agitador de las muchedumbres parisienses. Caído en desgracia, para que no le cogieran, se suicidó junto con un compañero de huida. 172 Heliogábalo, emperador romano (218-222).

594

G1 padecieron los mártires durante siglos de persecuciones. Nosotros, por nuestra parte, no somos más generosos. Si alguien me preguntara dónde se halla la Armada de Observación, yo le contestaría que para encontrarla siguiera las huellas de los incendios y del asolamiento. Desde los desfiladeros del Montserrat hasta La Jonquera todo estaba saqueado, destrozado y quemado. Parece como si Atila hubiera resurgido y vuelto a salir de las selvas del norte para traer destrucción y azotes a esta región; y el 1° Regimiento de Línea Napolitano parece que lo envió aquí la Providencia para vengar a su patria de todos los horrores cometidos por los Españoles durante la opresión virreinal. Era natural que los Españoles desarrollaran sentimientos tan contundentes de odio en contra de los Franceses e hicieran una revolución tan formidable como la que ahora arde en toda España. Las grandes pasiones no se apagan fácilmente en sus comienzos. Seguro que el entusiasmo extremo desarrollado hacia Fernando no se podía aplacar en el corto plazo de un mes de reino. A Godoy, que ellos detesta//ban y creían ver salir de la cárcel para subir al patíbulo, de lo contrario lo vieron llamado a Francia, recibido con distinciones y honores y ser restablecido en su cargo para estipular la renuncia del reino. Esto fue la última gota. Yo creo que los políticos europeos habían previsto que la familia real de España dejaría de reinar. Yo, que no soy ni político ni adivino, hago el siguiente razonamiento, pero después de ocurrir el hecho. Los Borbones eran oriundos de Francia. Al haber la revolución francesa cortado el tronco desde las raíces, las ramas de Parma, Nápoles y Madrid debían necesariamente resecarse. La segunda de estas tres sigue reinando en Sicilia, pero ha perdido la mayoría de sus estados. Todo el resto está en Francia y es muy probable que jamás salga de allí. Luis XIV unió más por política que por derecho las dos coronas de Francia y de España con un lazo de familia que es el solo y el más poderoso para que haya amistad entre monarcas. En efecto, a raíz de la llegada de Felipe V al trono de Madrid, se vieron las dos naciones gozar de un siglo de paz después de muchos siglos de guerra. El Emperador quiso renovar la obra de Luis y a pesar de la furiosa revolución que arde en la actualidad en la Península, este principio sanísimo y solidísimo finalmente va a producir efectos buenos y la concordia entre los dos pueblos. Pero los Españoles invocan y quieren únicamente a Fernando VII, este príncipe poco apto para reinar, porque después de tener el inmoral atrevimiento de derrocar a su padre del trono y arrancar la corona de su cabeza canosa, debía tener la fuerza de ánimo para saber conser595

72r

G1

72v

varla en la suya y en lugar de ir para Bayona, ponerse a la cabeza de sus armadas y presentarse con la actitud conveniente para un rey que destrona a otro, que destrona a su propio padre. Con la espada en la mano hubiese podido intentar conservar el trono, finalmente hubiese reinado en México, pues se había mostrado tan ávido de reinar sin tener los medios ni los talentos. Él mostró la fuerza ánimo de un usurpador // únicamente el día 19 de marzo y hacía falta poco para serlo ante un padre viejo y débil. En todo el resto actuó de imbécil y por eso bien mereció el Castillo de Valençay. Más que todos los demás pueblos de España los Catalanes, a mi entender, están entusiasmados por este fantasma, por este príncipe imbécil. Ahora ellos están todos armados por un descendiente de aquel rey, para no someterse al cual en la Guerra de Sucesión derramaron torrentes de sangre durante nueve años enteros. Los Barceloneses que se agitan en secreto por el temor a las bombas y a la metralla deberían recordar aquella multitud de antepasados suyos masacrados cuando Berwik expugnó esta ciudad. En menos de un siglo Cataluña fue asolada y destrozada dos veces: una por no querer y la otra, es decir ésta, por querer la misma dinastía que entonces no quería. Es verdad que en todos los pueblos hay contradicciones inconcebibles, pero jamás en un plazo tan corto, como es el caso de éste, en contra del cual actualmente hacemos la guerra.

GRÀCIA, 11 DE SEPTIEMBRE DE 1808 DELIRIOS La mayoría de estos delirios es verdadera. He seguido el estilo de Venance173, al poner la parte de descripción en prosa y la sentimental en versos. Esta noche para mí fue una noche de melancolía suave y sentimental, mezclada de imágenes amargas. Las memorias más queridas y un sueño espantoso unieron en mi corazón un conjunto de dardos y de venenos cuya acción sigo sintiendo. Yo estaba de guardia en la colina amenísima de Horta. El tambor aún no había dado el toque de queda nocturno para los guerreros que charlaban entre ellos mientras yo pa-

173

Jean-François Dougados (Carcasona 1762-París 1794). Capuchino (1784) con el nombre de padre Venance. Poeta, participó en la Revolución, edecán (1792) del general Jacques-Bernard-Modeste d’Anselme; combatió en la Guerra de la Convención. Se unió a los girondinos y fue guillotinado el 14 de enero de 1794. Cfr. Cazals, Trois poètes guillotinés.

596

G1 seaba en la parte más alta de la colina con una hosquedad y una melancolía que anticipaban mis sentimientos. Una voz llena de conmoción y de afecto a la vez se oyó resonar en aquellos pequeños valles. Era un soldado que cantaba la patria lejana. // ¡Dichosos Ustedes, que demoran En la patria y habitan El tejado paterno y el suelo Sin afán y sin dolor! ¡Dichosos Ustedes! La alegría y la calma Siempre reinan en su alma, Ni jamás ningún dolor Pica y hiere su corazón. Sin riesgos y sin afanes Ustedes gozan de sus verdes años Y la cara dulce del amor Alimentan en la alegría y la paz. Por el trabajo cansados y lasos Cuando cae la noche oscura Ustedes se duermen alegremente Entre pensamientos de amor, Y durmiendo suavemente Muchos sueños tiene su corazón. Ni jamás el trueno de la guerra O el grito o el sonido de las armas Interrumpen las horas quietas Del descanso del que gozan. Ni jamás de las molestas Negras imágenes funestas El infernal y mal veneno Aflige y desgarra su seno. ¡Dichoso era yo también cuando Pasando los días en mi patria Estaba sin afanes ni dolor En el techo y en el suelo paterno! De mi viejo Padre Apoyaba los días y las horas Y entonces hacía feliz A mi querida Madre.

73r

597

G1 Ahora en duro y amargo exilio Yace su hijo predilecto Por ellos querido y única fianza Su consuelo y apoyo. ¿Ahora por mí quién ayuda y cuida Su edad cayente? Cielo piadoso, cumple el voto De un ferviente corazón devoto: Cuida al querido Padre Y a la dilecta Madre Yo también era feliz cuando Pasando los días en mi patria Estaba al lado de una niña guapa Virtuosa, bonita y esbelta. ¡Ay, Niña! De este corazón Puro y único verdadero amor. ¡Niña! Único digno objeto De la llama de mi pecho Ahora lejos, pero siempre constante Vive tu fiel amante. ¡Dichosos Ustedes que pasan los días En la patria y habitan El paterno techo y el suelo Sin afanes y sin dolor! ¡Ay! Yo solo lejos y ausente De mi patria y de mi gente Paso los días tristes y las horas En la mesticia y en el dolor. ¡Ay! Que el Cielo por fin me arranque De aquí y me lleve Donde viven el viejo Padre, Mi Niña y mi Madre.

73v

El canto del guerrero me entró profundamente en el corazón. ¡Ay! ¿Quién es ese insensible que no se conmueve al oír los nombres imponentes de patria, de padres y de amor, que no siente surgir en sí mil //pensamientos y recuerdos dulces y mestos, sobre todo cuando se encuentra tan lejos de su patria, de Cataluña a Samnio? Mientras tanto, el toque de queda ya se había dado y el silencio 598

G1 de la noche muy cerrada aumentó por la tranquilidad de los soldados de guardia. La luna brillaba majestuosamente con su disco de plata. En medio del azul de las estrellas del firmamento, sus rayos resplandecían rápidamente en los fusiles brillantes de mis centinelas que estaban alerta en las horas de vela. El cielo estaba puro y despejado. Un vientecito agradable de poniente soplaba con su aire fresco, templando el calor del clima y de la época hacía más placentera la posición en la colina. No se oía ni el canto del pájaro de mal agüero ni el del ruiseñor de la medianoche. Este silencio imponente estaba interrumpido únicamente por la monotonía de los grillos, que parecía causar no sé qué armonía mesta y lejana. Se podía decir que el alma de la noche suspiraba desde los montes escarpados del Montserrat y que las peñas del Congost o las orillas del Besòs resonaban de sus suspiros. Un movimiento de ojos involuntario me hizo divisar Júpiter que, precedido por las Pléyades, aparecía en el horizonte. No sé por qué me detuve a contemplar el oriente. Una complacencia interior me hizo mantenerme inmóvil en aquella dirección y un suspiro que procedía de las entrañas más profundas me hizo comprender que yo me complacía al mirar la dirección del lugar donde se hallaba mi patria. A una distancia de mil leguas, en el silencio y en la soledad de la noche, en medio del incendio de una guerra feroz y formidable, ¡qué sentimientos me invaden el corazón al pensar en mi patria! Mil recuerdos, mil imágenes, mil ideas tiernas, suaves y melancólicas aparecen juntos y forman un sentimiento tan conmovedor que yo me esforzaría en vano en describirlo. Éste se puede únicamente sentir y yo no le deseo a nadie que lo sienta. Ojalá todos puedan vivir en la casa paterna y no estar como yo lejos, más allá de regiones inmensas y de tres cordilleras de montañas imponentes. // Mi corazón, además, esto lo sintió más profundamente porque había sido predispuesto por el canto del guerrero. Llevado entonces por mi imaginación, crucé los Pirineos, los Alpes y llegué al pie de los Apeninos Samnitas. Allí grité con entusiasmo sacrosanto: «yo te saludo, patria mía, yo te saludo; ojalá pueda yo besarte algún día; ojalá pueda yo rendirte el tributo de mis despojos; ojalá el destino aparte de mí la maldición de deponerlos en un suelo extranjero, donde ni los amigos ni la familia puedan arrojar una flor a mi tumba. Ojalá el destino me ahorre un entierro sin lágrimas y me conceda devolverte lo que me diste». La ilusión imaginativa pasó después del éxtasis sincero que sentí con este voto, pero la idea de mi cuna se mantuvo con vigor. Mi me599

74r

G1

74v

lancólica introspección favorecida por el silencio y la soledad nocturna se hizo más imponente. El que nunca ha dicho adiós ni desde lo alto de un navío ni desde una colina, donde uno vislumbra por última vez la casa y el suelo natal que está abandonando, el que nunca ha llamado a la puerta ajena como huésped lejano cree que el nombre abstracto de patria no despierta ningún sentimiento. Yo también creía lo mismo, cuando sin conocer el mundo y la naturaleza del corazón humano aborrecía el pueblo donde recibí la existencia y la vida. Ya dos veces he conocido a mi costa todo lo que parece indiferente para quien está presente y se convierte en un aspecto y una acción vigorosa con la lejanía. Las diversiones de la infancia, la escuela, el árbol de las tertulias de los niños, el eco de la peña, las vendimias, el huertecito, las aficiones juveniles, los juegos, los cacharros, los bailes, los amores, la querida y la misma familia, todo se recuerda menudamente con atención, todo se reúne y sume el corazón en una memoria mesta y sentimental. Al repasar entonces todas las memorias que el pensamiento de la Cavatella me causaba, mi corazón se sobresaltó // ante la de L… Cuando recordé a este objeto encantador, sentí un éxtasis en toda mi alma y en todos mis sentidos. Todo mi corazón fue invadido por la más poderosa magia del amor, de mi primer amor, de un amor que en lugar de apagarse tras diez años se hizo más poderoso a pesar de la lejanía de la emigración, de las circunstancias actuales y de mil circunstancias más. Recordé menudamente todos los momentos que más me deleitaban el corazón, sus virtudes, su belleza, y la magia de este sentimiento se hizo tan enérgica que caí en un delirio melancólico, al tenerla delante de los ojos, con su imagen profundamente grabada en el corazón. Sumido en este delirio yo pensaba únicamente en ella y me dedicaba únicamente a ella. Para ella hice votos de prosperidad, supliqué al Cielo que le concediera todas las bendiciones … en este momento un vientecito se hacía más fuerte … Yo le hablé locamente pasando de tal manera de delirio en delirio. Oh, grato Céfiro De occidente Hacia el Samnio Corres rápido; Veloz lleva allí Los mestos acentos Y mis tiernos Vanos lamentos; 600

G1 Lamentos flébiles De un duro amor Que aflige e incendia Este corazón mío. Tú dirígete allí Donde está el objeto De este tierno Dulce afecto mío; Y que tu ráfaga Le recuerde a ella, Oh, grato Céfiro Mis afectos Y los frescos aires Tuyos, preciosos, amenos, Que no suavizan Estas penas mías, Que le recuerden a ella Mis afanes Y el amor fervoroso De mis verdes años; Que le recuerden a ella El amor constante De su fervoroso Primer amante. // Pero al recordar tantas cosas sobre lo que me es más querido ¿podía escaparse la que cada esperanza está perdida y que ella le pertenece a otro? Esta idea me sacudió por el horror y al delirio de memorias suaves sucedió el de la agitación y de la amargura. Yo fui tan fulminado por esta reflexión que en el delirio de mi espíritu hubiese deseado culpablemente la destrucción de mí mismo o de toda la creación. El amor con todas sus fuerzas, el vínculo sacrosanto de ella a otro que me llenó de terror y de consternación por mis ideas culpables y por último los celos con sus serpientes, me causaron una revolución infernal en el corazón. Exclamé con todo el ímpetu del corazón mismo: Deja ya de atormentarme Crudo afecto de mi corazón; ¿Por qué a agitarme De L... y de mi amor 601

75r

G1 Aparece la imagen entre las armas Y en los sueños y a todas horas? Déjalo ya; y mi luz Por fin apaga y dame la paz. Paz dónales a mis martirios Ay, crudo afecto de mi corazón; ¿Para qué sirven los delirios De un amor que me aflige en el pecho, Ya que son mis suspiros Vanos y culpables para el objeto Al que yo adoro? Por fin la calma Rinde ya a mi alma.

75v

Debilitado por el contraste y la contundencia de sentimientos tan amargos, yo me apoyé a un balcón con flores de la colina. Allí, muy afligido, apoyando a la mano la mejilla donde corrían las lágrimas, estaba sacudido por esta mezcla de amor y de dolor. El desaliento me invitó al sueño y mientras tanto yo creo que Lucifer sacaba de las regiones del Tártaro y preparaba para mi corazón un sueño más infernal aún que los que se deleita en enviar a los tiranos para anticipar los tormentos reservados a sus delitos. Me parecía entonces haber vuelto a Civita y haber encontrado el pueblo desierto. Llamo a la puerta de //mi casa, nadie abre o contesta y en aquel mismo momento oigo el toque fúnebre de la campana de los difuntos en la iglesia, que resuena dolorosamente en todo mi corazón. Corro allá, entro y veo decoraciones fúnebres en todas partes. Una sábana negra festoneada de naranjado estaba tendida en el suelo, y en medio de él estaba un féretro que contenía una mujer guapa muerta. Los presagios de mi corazón y mis miradas me hicieron reconocer a L…, y los gritos de mi doloroso asombro retumbaron en toda la bóveda y las paredes de la iglesia. Todos los asistentes se me acercaron mandándome callar, resignarme y no molestar la función religiosa. A pesar del ímpetu del dolor yo la miraba y la contemplaba. Sus ojos estaban cerrados, su boca entreabierta, aún sonriente, dirigida al cielo donde había exhalado su alma pura; sus manos preciosas juntas en el corazón como signo de ofrenda del mismo a su supremo Autor; sus pies modestos estaban unidos; la serenidad del rostro bonito que nada había perdido de su belleza viviente anunciaba la felicidad del espíritu que la había animado y muerta seguía pareciéndome tan bella y quizás más aún de lo que re602

G1 cordaba yo cuando estaba viva. Mientras tanto, yo estaba rezando de rodillas entre angustias y tormentos; el cura rociaba el agua bendita y cantaba con tono mesto y lúgubre los lamentos de Job: «Yo pasé como una flor y me resequé como la hierba en el campo174. ¿Por qué la vida fue dada a un miserable y a los que están en la amargura del corazón?»175. Este sentimiento sedujo mi razón si es que la tenía en aquel momento, e impío y sacrílego saqué la espada para traspasarme en el templo de Dios. Entonces curas y asistentes se arrojaron hacia mí para quitarme el arma, luchando contra los cuales me desperté // encontrándome chorreando de sudor frío y de muerte, sumamente agitado en el corazón, confuso sin juicio y sin razón y temeroso tal como puede ser uno perseguido por espectros horrendos o asesinos feroces. Tembloroso y paralizado por esta convulsión frenética, eché a correr como un loco por la colina sin saber lo que hacía y adónde iba, sin distinguir si soñaba, deliraba o velaba, desconociendo dónde estaba, si en Samnio o en España, a cada momento teniendo delante de mis ojos a L…, el féretro y la función fúnebre, por ser la impresión de este sueño tan viva en un corazón predispuesto al sueño mismo por las escenas anteriores. Un centinela que me vio actuar de forma tan fuera de lo ordinario me dijo: «Capitán, ¿qué le pasa? No hay ninguna novedad». Esta voz me sacudió y me hizo volver a mis sentidos, pero tuve que esforzarme en fingir y contestarle: «Nada; creía que habían llamado a las armas». Las imágenes de los sueños, en especial de los funestos, no se borran tan fácilmente y a pesar de que el hombre al despertarse reconoce la ilusión que lo atormentó, seguí funestado durante un buen rato. La del féretro seguía apareciéndoles a mi corazón y a mi imaginación y les clavaba una espina aguda y profunda. En una situación totalmente distinta me hubiese burlado de un sueño; en ésta que me sacudía, precedida por todas las escenas de mi ánimo que he descrito, temí que alguna potencia sobrenatural o que el genio del amor me había avisado de lo que estaba ocurriendo en las regiones de oriente. Este nuevo delirio más formidable que los anteriores me llenó de terror y de consternación. Sentí las rodillas doblarse solas, tocar el suelo y mi corazón nunca rezó con un fervor igual al con el que yo suplicaba al Cielo que alejara la

174 175

Job, 14, 2. Ídem, 3, 20-21.

603

76r

G1 76v

maldi//dición que causara un suceso tan luctuoso y triste: Oh formidable176 Superno Dios, Dios de los ejércitos Del mundo y mío Que allí arriba regulas El orbe y la Naturaleza Con tu justicia Sabia y pura, Tú al que adoran El orbe y el cielo Y del espacio Las cosas enteras, Tú al que adoran En todos los suelos Desde las más rígidas Regiones de los polos Hasta las más cálidas Del Ecuador Los pueblos enteros Su Creador; En estas férvidas Plegarias doliente Acoge, cumple Benignamente Los votos que te dirijo Para la noble y pura L…, la ínclita Criatura tuya. Ay, que no destroces Ese gran modelo

77r

De incomparable Trabajo y bonito, De inimitables Virtudes celestes Adornada y espléndida Tú la hiciste; Entonces la angélica Belleza perfecta, Tu más admirable Obra elegida, Guarda en aquel ángel Que hiciste Y de tu espíritu Irradiaste. Desvía el relámpago Desde aquella flor bonita Que sólo merece Gracias tuyas y amor, Desvía el relámpago Que tu dardo de muerte, Fuera de Samnio Su masacre lleve. Ay, que no se cumplan Con respecto a ella Mi delirio Y los sueños míos. Igualmente disipa El horroroso veneno Que me desgarra el corazón Y el alma en el seno.//

Yo seguía rezando fervorosamente cuando la estrella de la mañana aparecida en el oriente dio el signo al tambor que tocara diana. Todos los soldados cogieron las armas y yo tuve que esforzarme para recomponerme ante ellos.

176

Al pie de la página, remitido con asterisco: «Fíjense en que se trata de un guerrero agitado y fuera de sí que está rezando».

604

G1 Al poco rato fui relevado por la compañía a la cual le correspondía montar la guardia y volví aquí agitado y confuso de modo que ahora no siento enteramente desaparecidos los venenos amargos bebidos con largos sorbos en esta noche funestísima.

BARCELONA, 19 DE SEPTIEMBRE DE 1808 Desde el acantonamiento de Gràcia pasamos en guarnición a la Ciudadela de esta ciudad. El Primer Batallón al que relevamos ahora está acantonado en Esplugues y el de los Suizos ocupa Gràcia.

21 DE SEPTIEMBRE DE 1808 Un barco venido de Francia entró afortunadamente en este puerto a pesar de la presencia de los buques ingleses que lo bloquean. Trajo muchas cartas y periódicos. Sin embargo, yo no he recibido noticias de mi familia. La noticia más importante para nosotros ha sido la de la armada de doscientos mil combatientes que se está reuniendo en varios puntos de los Pirineos y que deberá entrar en España con el Emperador a su cabeza. Los Españoles se burlan de ello, diciendo que todo esto es una fanfarronada, pero dentro de poco van a ver que es lo contrario de lo que ellos se creen estúpidamente. La otra noticia importantísima para los Napolitanos es que a nuestro trono vacante subirá el gran duque de Berg177. La llegada de un príncipe guerrero y el temor desaparecido de convertirnos en una provincia nos llenó de alegría y consuelo. Barcelona se declaró en estado de sitio. // El gobierno ahora es enteramente militar; todos los poderes los reúne la persona de nuestro general en jefe Duhesme. El capitán general español fue encarcelado en la Ciudadela. ¡Extravagancia y frivolidad de los sucesos humanos! Años atrás Ezpeleta era virrey en México con toda la autoridad y el poder más allá del Océano y actualmente está en la cárcel178.

177

Nótese la demora con la cual llega a Barcelona la noticia de la subida al trono de Murat, sancionada, como se ha dicho, por un decreto del 15 de julio. 178 José Ezpeleta y Veira de Galdeano (Pamplona 1740-Madrid 1823), militar y alto funcionario público, operó durante mucho tiempo en América Latina. Capitán General de Cataluña en 1807; como rechazó el juramento de fidelidad a José I, fue encarcelado y estuvo desterrado en Francia desde 1809 hasta 1814.

605

77v

G1 Los Barceloneses se agitan cuando piensan que sólo esta parte de Cataluña está en manos de los Franceses. El general Duhesme cuida mucho de su salud, pues temiendo que la bilis les perjudique, les da una purga de 4000 duros al día179. Mientras tanto, no pagan la armada y ésta y Barcelona están igualmente enojadas, una por sacar dinero, la otra por no recibirlo.

GRÀCIA, 1° DE OCTUBRE DE 1808 Nosotros estamos una vez más acantonados en este pueblo. Yo lo encuentro cada vez más bonito y delicioso. Los Españoles han instalado dos campos, uno más allá del Besòs, donde manda Milans del Bosch, el otro más allá del Llobregat, donde hasta ahora ha mandado Wimpffen180. En la actualidad Palacio es el general en jefe de toda su armada en Cataluña181. Se dice que ellos han recibido refuerzos considerables desde el País Valenciano y desde la isla de Mallorca. No sé si esta noticia está exagerada o no, pero en el fondo es cierta. Desde nuestras avanzadillas de Horta se distingue a simple vista que su campo de Santa Coloma se ha ampliado mucho. Ayer de día se vio con el anteojo que estaban en formación de batalla quizás para maniobrar o para ser revistados.

179

Se trata de una gravosísima contribución impuesta a la ciudad. El duro, peso duro o peso fuerte, llamado también real de a ocho era una moneda de plata dividida en 20 reales de vellón. El real de vellón era solamente una moneda de cuenta. Al inicio del siglo XIX el salario de un jornalero era como máximo de 4 reales por día, y los economistas de la época consideraban que 1000 reales por año eran el salario mínimo vital. Cfr. Domínguez Ortiz, Sociedad y estado, pp. 414-415; 504-505. Las autoridades francesas fijaron el cambio del duro a 5,33 francos. Cfr. Francisco Olmos, Conflictos bélicos y circulación de moneda, pp. 114-115. 180 Luis Wimpffen (Neubürger von Rietholz 1765-Madrid 1831). Militar suizo que sirvió en España, combatió en la Guerra de la Convención y en la de la Independencia; general (1808), teniente general desde 1814 hasta 1831. 181 Domingo María Traggia Uribarri Roncal Idiàquez, marqués de Palacio (Zaragoza 1744-Badajoz 1816). Capitán General en Menorca cuando estalló la guerra antifrancesa, fue nombrado Capitán General de Cataluña, adonde llegó con un refuerzo de 5000 hombres (la noticia que da Pepe es entonces correcta). Posteriormente fue a Valencia, donde tuvo enfrentamientos violentos con el general Blake. Era hermano de Manuel de Santo Tomás, el fraile carmelita autor de un famoso proyecto de partidas guerrilleras formadas solamente por clérigos.

606

G1 Mientras tanto parece que hay tregua entre ellos y nosotros. Sus líneas están más allá de los dos ríos mencionados. La nuestra rodea Barcelona apoyando la derecha al primero y la izquierda al segundo.//

5 DE OCTUBRE DE 1808

78r

Hoy hemos recorrido todo el precioso valle de Horta para llevarnos todos los cereales y las legumbres que encontrábamos y aprovisionar Barcelona. Visitamos todas las villas bonitas de veraneo que hay, la más estupenda de las cuales es la de Lupià, edificada hace años bajo la dirección de un arquitecto italiano y cuyo gasto ascendió a trescientos mil duros, según el guarda. Se trata de un jardín que se halla en la ladera suave de una colina y está edificado mitad al estilo inglés y mitad de forma simétrica y regular. Se entra allí por una puerta majestuosa desde la cual se accede a una avenida amplia y larguísima de cítricos, arrayanes y bojes. Mientras uno se pasea por la avenida parece que todo el jardín consiste en ella; pero al final de la avenida se encuentra una gran cuba que recibe el agua de dos cascadas, de dos barrancos artificiales cubiertos de hiedra y almizcle. En medio de la cuba hay un pabellón octogonal, en cada una de cuyas caras hay una gran ventana. Cuando uno está dentro, descubre la grandeza interna del jardín. Ocho grandes avenidas como la descrita, que es una de ellas, se corresponden a las ocho ventanas: si uno da la vuelta a una llave de latón que está en uno de los rincones, en un momento se verán mil chorros de agua cruzándose en medio de estas avenidas. Los oficiales lo pasamos muy bien a costa de los soldados que paseaban allí y de los vecinos que les acompañaban, salpicando y rociando a los unos y a los otros. A la derecha y a la izquierda de la cuba hay dos placitas redondas en medio de las cuales están dos pequeños templos con las estatuas de la paz y de la abundancia. Al final de cada avenida hay un pabellón de rosas y jazmines entrelazados con asientos y mesitas de mármol. En un rincón del jardín hay un laberinto de bojes en medio del cual yo me extravié, y cuando ya no podía encontrar la salida, mis largos muslos me sirvie//ron de hilo de Ariadna, saltando por encima de los espaldares no muy altos, pues los bojes fueron plantados hace pocos años. Además, hay mil vistas y perspectivas pintadas al fresco, muchas fuentes, muchas estatuas. Si la casa estuviera terminada, esta villa no tendría nada que envidiarle a la villa real Favorita de Portici. 607

78v

G1 GRÀCIA, 14 DE OCTUBRE DE 1808

79r

Doña Fortuna me protegió arrancándome por un auténtico milagro de las manos de los Españoles. El general Duhesme, siempre impetuoso e incapaz de mantenerse inactivo, decidió hace unos días asaltar el campo enemigo más allá del Besòs. Para este objeto ordenó a la brigada del general Milossevitz, de la cual formamos parte nosotros, y a dos batallones franceses mandados por el ayudante comandante Devaux, pasar dicho río en la noche entre el 9 y el 10 de este mes182. El silencio de la marcha y la oscuridad ayudaron mucho la operación. Los Españoles, sorprendidos rápidamente en sus barracas, no tuvieron ni el tiempo de coger las armas; la mayoría fueron masacrados con la bayoneta; una parte se puso a salvo huyendo como podía a través de los montes; el resto fue cogido prisionero. Nuestro regimiento se distinguió sobremanera por el ímpetu contundente con el cual se echó en contra del enemigo y también mostrando que sabía combinar la generosidad con la pericia, haciendo unos 300 prisioneros y concediéndoles la vida precisamente a los que se ensañan de las maneras más crueles hacia nuestros infelices que caen en su poder. La operación fue tan rápida y feliz que no tuvimos ni un herido. Pero la acción no había terminado en las colinas de Santa Coloma. El desenlace desfavorable para nosotros iba a darse en otro sitio. El terror que un episodio tan inesperado causó en el ánimo del enemigo y de Milans que lo mandaba // hizo que el general Duhesme decidiera hacer perseguir a los fugitivos, que fueron acompañados con la espada en el lomo hasta Granollers adonde se desplazó Devaux con dos batallones franceses, y donde se encontraron muchos almacenes de víveres y municiones, que en parte se vaciaron para llevar las mercancías a Barcelona, mientras que el resto fueron saqueados y quemados. Mientras tanto, nuestra brigada estuvo descansando el día 11 en Sant Andreu y el 12 se trasladó a Ripollet, más allá del desfiladero de Moncada, para formar una segunda línea además de la que maniobraba en Granollers, y apoyarla en caso de necesidad. La mañana del 13 Devaux volvió, se mantuvo en posición en el mismo Ripollet y nosotros

182

Marie-Jean-Baptiste-Urbain Devaux (Orgelet 1767-París 1836). General de brigada (1811), se retiró en 1813 por quedarse ciego. En RA está citado muy a menudo como Duveaux.

608

G1 recibimos la orden de ir con toda la brigada a hacer un reconocimiento en las alturas de Sant Cugat. Al cabo de seis horas llegamos a la vista de este gran pueblo, tras pasar el cual encontramos un cuerpo de seis mil Españoles en formación de batalla, acompañados por la caballería y cuatro piezas de artillería que empezaron a dispararnos metralla y a lanzar granadas en cuanto llegamos a la vista. Este cuerpo había sido enviado allí desde su cuartel general del Camps, más allá del Llobregat, para reforzar a Milans, derrotado por completo detrás del Besòs. Durante nuestra disposición en orden yo fui enviado con mi compañía para proteger los flancos del ala izquierda y cubrirla. A pesar de que las fuerzas enemigas eran el doble, nuestra línea batió una carga violenta e impetuosa atacando a la bayoneta, pero la caballería española la asaltó con tanta rapidez que la derrotó totalmente; y a raíz de esta maniobra me quedé separado de la misma y en la imposibilidad de unirme a ella. Debido a mi temperamento sanguíneo e impulsivo, es dificilísimo mantener toda la sangre fría necesaria para salir bien de estas situaciones. Mi teniente se había // extraviado y ya no lo veía; unos veinte soldados míos habían muerto o estaban heridos; el resto estaba asustado y atolondrado igual que yo. Quería intentar abrirme paso a través de un valle largo y estrecho donde podía eludir la caballería en un terreno inadecuado para ella; quería aprovechar la superioridad y el ascendiente de ánimo que nuestros soldados adquieren cuando se les hace atacar al enemigo; estaba a punto de lanzarme con la espada en la mano a la cabeza de mi compañía y sacar partido de la desesperación, cuando vimos un fuerte batallón español que, cerrado en masa, seguía rápidamente el movimiento retrógrado de los nuestros intentando tomarlos por el flanco. Este batallón, en cuanto vio que había enemigos separados de su columna, destacó la mitad para terminar de cerrarnos y tomarnos. Entonces yo me creí perdido irreparablemente y aumentó el abatimiento en mis soldados; ellos estaban a punto de deponer las armas y yo fui muy tentado de traspasarme, pensando en los tormentos que iba a sufrir con las sevicias que los Españoles me infligirían; pero dos veces me faltó el coraje y le doy las gracias al Cielo. En semejante situación y predisposición de espíritu un genio tutelar, yo creo, velaba por mí y mis soldados; éste sin duda me inspiró que podría intentar retirarme, aunque con riesgos y peligros, bajo la protección del puesto de Sant Pere Màrtir, aunque en una dirección opuesta a la donde se estaba retirando la brigada. 609

79v

G1

80r

80v

Reuní entonces al resto de mis soldados, les dije que como estábamos perdidos, era necesario intentarlo todo para salvarnos y que nos salvaríamos si me seguían y si todo el mundo hacía lo que yo pedía.// El carácter de nuestros soldados es tal que o bien tienen toda la confianza en sus oficiales o no tienen ninguna. Yo creo gozar de la de los míos. Mi discurso entonces los reanimó. Tras reunirlos mandé hacer una gran descarga de fusilería en contra de los Españoles que se acercaban seguros de que yo me rendiría a su poder. Mientras se recargaban las armas yo me orientaba en la posición y decidía la dirección a tomar. Repetí la descarga y luego mandé huir a toda velocidad. Tras recorrer unos trescientos pasos corriendo nos detuvimos, mandé volver a hacer fuego e inmediatamente reanudamos la huida. El que huye es más rápido que el que persigue, además yo elegía los caminos boscosos e impracticables, la noche ya estaba cayendo, de vez en cuando mandaba que mis soldados disparasen un fuego vivo y contundente, todas estas circunstancias hicieron que los Españoles por fin nos perdieran de vista, perdieran nuestras huellas y nosotros después de cinco horas de marcha diabólica llegáramos faltos de fuerzas y consumidos a Vallvidrera bajo la protección de las avanzadillas de Sarrià y de Sant Pere Màrtir. Mientras tanto, la brigada fue perseguida por el enemigo hasta Sant Andreu. Sus bajas fueron considerables y más importantes que las de nuestro regimiento que fue destinado a cubrir su retirada. Nosotros perdimos a más de 200 hombres entre muertos y heridos que no pudieron ser transportados. De mi compañía perdí a veintiuno soldados valientes y a un sargento que se llamaba Andrea de Santis183. Mientras tanto, el regimiento creyó que yo y los míos estábamos perdidos. Ya los que no pueden vivir sin charlar y decir mentiras contaban miles de historias. Quien decía que me había visto herido por un tiro, quien hecho pedazos por los caballeros españoles, // quien muchas noticias más, mientras que yo estaba sano y salvo184. Mis compañeros estaban todos tristes por mí. Mi hermano estaba a oscuras de todo, pues se encontraba en Barcelona. Mi primo por un afecto mal interpretado o exagerado quería volver a Sant Cugat en cuanto se enteró de que me había extraviado e hizo falta nada menos que la autoridad de los superiores para disuadirlo.

183 184

No tenemos más noticias de él. Sobre la rápida y crédula difusión de las falsas noticias en guerra continúa siendo un clásico el artículo de Bloch Réflexions d’un historien.

610

G1 Esta mañana al amanecer me puse en marcha y tras atravesar Sarrià volví aquí muy rápidamente haciendo el milagro del muerto resucitado. Fue una escena sumamente tierna cuando abracé a mis superiores. Los jefes de batallón Ambrosio y Aquino me presentaron al general Milossevitz que me recibió con alabanzas como si hubiese tomado Marengo o maniobrado como Turenne185; comí con estos señores y una buena mesa me repuso las fuerzas debilitadas por los trabajos físicos y morales, por los riesgos y los peligros de ayer. Tras hablar durante mucho tiempo, como es normal, del episodio de Sant Cugat, que estuvo a punto de convertirse en un auténtico Gólgota para mí, en el momento del postre los guerreros se convirtieron todos a la vez en unos filósofos metafísicos, y yo tengo que confesar que nunca me he encontrado en una academia donde se haya debatido más a fondo sobre la inmortalidad y la libertad de ánimo, sobre la concordia u oposición entre libre albedrío y previdencia, sobre los sistemas de Berkley, de Leibinitz, de Kant, etcétera, de lo que se hizo hoy. El general Milossevitz con su flemática impasibilidad, el jefe de batallón Ambrosio con su elocuencia // seductora, nuestro cirujano Guzzi con la argucia penetrante de un Calabrés instruido, yo lo mejor que podía, todos hablaron, todos expresaron su opinión y era una conversación que se podía realmente escuchar con provecho. De tal manera, tras un día consagrado sangrientamente a Belona, se le dedicó uno a la misma diosa, pero con el nombre de Minerva.

GRÀCIA, 17 DE OCTUBRE DE 1808 Un cura barcelonés encendido por el fanatismo el pasado día 13, al resonar el fuego de artillería y fusilería que se hacía en Sant Cugat y que se oía en Barcelona corrió en aquel mismo momento hacia el campanario de la catedral para tocar la señal de la sublevación. Allí fue sorprendido por un comisario de policía mientras estaba a punto de ejecutar su designio, fue detenido y sometido al juicio de una comisión militar. Yo fui su capitán relator y puedo gloriarme de intentar ayudarlo en el juicio sin comprometerme a mí mismo. Si hubiera debido o querido hacer instancia fiscal según lo que me dictaba la conciencia, él

185

Henri de la Tour d’Auvergne, vizconde de Turenne (Sedan 1611-Sassbach 1675). Coronel (1630), mariscal de Francia (1643), fue uno de los generales y estrategos más famosos de su época.

611

81r

G1

81v

82r

hubiese resultado culpable, pero según las pruebas accidentales había un aspecto en el cual no parecía tal y me centré en éste. El mismo fue absuelto, pero entregado a la vigilancia de la policía. Me di cuenta en esta ocasión de que el fanatismo de los Españoles no se detiene ante la muerte ni el temor a ella. Cuando fui a visitarlo a la cárcel lo encontré echado al suelo en una posición de abatimiento y desolación, aunque le habían traído una cama. Estaba todo convulso, temblante y tan atolondrado que puedo decir que yo mismo dicté sus respuestas al escribano militar que escribía. Al verlo en dicha predisposición de espíritu, intenté tranquilizarlo con aquellas palabras que son tan consoladoras para quienes // se encuentran en semejantes posiciones, intenté reanimarlo con unos licores, él los rechazó y finalmente llegué a ser tan imprudente de decirle que para soltarle haría todo lo que podía, pues su estado me había movido mucho el corazón; pero todo fue inútil; más bien, ante mis aseguraciones él temblaba aún más y se torcía, quizás debido al delito o al remordimiento o finalmente el temor a la muerte era formidable en su corazón. Tras terminar el interrogatorio que había llevado a cabo yo enteramente tanto en las preguntas como en las respuestas, y que tal vez ni él hubiese podido hacer más favorable, le pregunté si necesitaba algo. Él me pidió que le trajera un jarro de agua y un breviario. Con respecto a la primera fue fácil satisfacerlo en seguida; para el segundo tuve que salir de la Ciudadela donde estaba encarcelado y presentarme filosóficamente donde el primer cura que encontré, al que dije que un colega suyo en dicha situación quería un libro de los oficios divinos, que yo hubiese podido darle únicamente libros militares y que hacía falta que él me diera uno para llevárselo. En cuanto lo conseguí se lo llevé y se mostró mucho más calmo y menos agitado y convulso. Cuando apareció ante la sesión de la comisión reunida, se desmayó dos veces y luego cuando yo le leí la sentencia se quedó tirado al suelo en un letargo convulsivo hasta las últimas palabras. Él ni se había enterado de que había sido absuelto y no se lo creyó hasta que yo mandé que un sargento lo llevara fuera de la Ciudadela al inspector general de policía, para entregarlo conforme a la sentencia a la vigilancia de algún encargado de la misma policía. A pesar de estos pequeños beneficios, estoy seguro de que si desgraciadamente cayera en manos de este fanático al // mando de alguna partida de insurrectos, él sería el primero y el más furioso en condenarme a muerte de la misma manera que yo me afané poderosamente para preservarle la vida. 612

G1 SARRIÀ, 22 DE OCTUBRE DE 1808 El día 20 pasamos del acantonamiento de Gràcia a éste, donde relevamos un batallón italiano que ha ido a acantonarse a San Justo. Este pueblo es también un lugar de recreo para los Barceloneses en los meses de vacaciones. Ahora están solamente los vecinos que viven allí todo el año. El lugar es menos ameno que Gràcia, pero el país es más grande. Hay muchas villas bonitas, la mejor de las cuales es la de Gironell, al estilo inglés. En la casa hay un museo de minerales y de animales, pero el general Lechi casi lo vació para completar el suyo en Italia. Saliendo de Sarrià rumbo a Sant Pere Màrtir se encuentra una larguísima avenida de cipreses al final de la cual hay un convento de Capuchinos, mal edificado, mal cuidado y muy sucio, igual que todos los conventos de esta religión y de los frailes franciscos. El jardín sin embargo equilibra y disipa la mala sensación que uno siente al entrar en al claustro que a primera vista se parece a una pocilga. Este jardín está enteramente diseñado a la inglesa y parte de él está situada en un llano, parte en las colinas que son las estribaciones del monte de Sant Pere Màrtir. Un arroyo bastante grande lo riega zigzagueando, atravesándolo en toda su longitud y pasando de cascadas en cascadas, por barrancos rocosos artificiales. Hay muchos puentes de escombros. Los cipreses, los tejos, los pinos, las hayas y los // álamos están mezclados sin orden ni proporción. Hay mil espaldares de bojes, de arrayanes, de jazmines y de rosas; aquí un templito, allá unos obeliscos pequeños, en otros lados restos de arcos, etcétera, etcétera. De una extremidad a otra del jardín, que es sumamente grande, hay una alameda tortuosa, flanqueada por frutales, espaldares, emparrados y arcadas verdes. A lo largo de la misma está el Via Crucis, hecho con una nobleza de idea que yo creía imposible de encontrar en medio de la crasa ignorancia de los Capuchinos. En cada estación entonces hay un templete de vegetación hecho elegantemente de boj y arrayán. Las rosas y los jazmines se encuentran colocados hábilmente en medio de los mismos, de tal manera que forman unas espirales simétricas alrededor de las columnas que sustentan las bóvedas de cada templete o las decoraciones de la cornisa o los festones del zócalo. Cada templete está rodeado de árboles sombrosos en forma de pequeño anfiteatro. Los hechos de la pasión de Jesucristo 613

82v

G1

83r

están representados por muchos grupos de estatuitas de arcilla hechas por un fraile del mismo convento, cuyo gusto no iguala al resto, pero que para un convento de Capuchinos es tolerable. Alrededor de la base de los templetes hay muchos floreros con flores bonitas y olorosas de las cuales exhala la fragancia más exquisita y deliciosa, el puro incienso que la naturaleza ofrece a su supremo Autor. Al final de esta alameda se encuentra en frente una capilla cavada en el monte, toda incrustada en el interior de conchas preciosas por sus brillantes colores de oro, esmeralda y púrpura. Allí el monje que me guiaba me preguntó si quería ver el cementerio de los frailes. Al contestar yo que sí, abrió una puerta y me dijo que lo siguiera a un subterráneo. Yo estaba asombrado al ver que estábamos bajando sin ninguna antorcha o lámpara encendida, pensando que el cementerio estaba en // alguna cueva parecida a las de la Trapa que había leído en Arnaud. Pero me quedé más asombrado cuando me volví a encontrar al aire libre después de unos treinta o cuarenta pasos y en medio de una especie de anfiteatro no muy grande rodeado de un doble o triple orden de cipreses altísimos y funéreos. Se baja hacia el fondo en una pequeña alameda que gira alrededor en forma de espiral. En medio de este fondo está la tumba general de los frailes, cuyas aperturas están en los lados y no en la cobertura. En medio de ésta hay un esqueleto que representa la muerte con el haz y el reloj, y alrededor de esta estatua terrorosa unos grupos de estatuas hechas por el fraile ya mencionado representan la peste que hace un tiempo asoló Barcelona. Este cementerio extravagante, aunque está dentro del recinto del jardín, no se distingue hasta que uno entra. Visto desde otro lado parece únicamente un bosque muy espeso de cipreses y esto se hizo a propósito, me comentó el Capuchino, pues el que quiera meditar va allí sin estar molestado en su recogimiento, y el que quiera pasearse y entretenerse no se entristece, porque no divisa nada que pueda señalarle tumbas y sepulcros. Yo voy muy a menudo a pasar un rato allí cuando quiero estar solo o estoy de humor negro. Allí en medio de los cipreses y de las sepulturas surgen los mismos pensamientos, se siente la misma melancolía sentimental que despierta la lectura de Job y de Young. A menudo estuve allí invadido por un recogimiento religioso 614

G1 que me hizo ver toda la frivolidad de las cosas humanas, los fantasmas seductores de la vida que desaparecen con el menor vientecillo, la rapidez con la cual pasa mi juventud y finalmente los terrores de un Dios vengador que se hacen más espantosos y formidables ante las tumbas.//

SARRIÀ, 29 DE OCTUBRE DE 1808

83v

Un edecán del general Duhesme afortunadamente entró en Barcelona por mar. Él mismo trajo la noticia que el general Saint-Cyr con una armada de treinta mil hombres ha empezado el sitio del fuerte de Roses, terminado el cual va a venir a juntarse con nosotros. Esta noticia causó gran alivio en toda nuestra Armada de Observación. Por fin he recibido cartas de mi familia después de tanto tiempo y esto ha sido motivo de inmenso consuelo para mí, mi hermano y mi primo. Mientras tanto, más allá del Llobregat, la armada española se hace cada día más grande. Palacio fue llamado a Madrid y al frente de la armada de Cataluña le sucedió el marqués Vives, que mandaba la isla de Mallorca186. Milans del Bosch se ha vuelto a reunir con sus migueletes y se ha asentado más allá del Besòs, donde le quemamos el campo el pasado día 10. Una parte de los sublevados empezó a infestar la montaña de Sant Jeroni y cada mañana hay fuego fusilero entre ellos y nuestras avanzadillas. Antes de ayer asaltaron con ímpetu el puesto de Vallvidrera y yo junto con el capitán Lombardi187, mi mejor amigo en el regimiento, fuimos a socorrerlo con nuestras compañías. El pasado día 25 dos fragatas inglesas se acercaron al fuerte marítimo de Don Carlos, cerca de Barcelona, y hubo un cañoneo de unas dos horas. Lo malo es que los víveres se hacen más caros y disminuyen cada día más y a pesar de la necesidad general que hay de dinero, a pesar de la cantidad enorme de impuestos que Barcelona paga, no vemos un cén-

186

Juan Miguel Vives y Feliu (Girona ?-Ciudad Rodrigo 1809) fue Capitán General de Baleares desde 1799 hasta 1808, posteriormente en Cataluña y en Castilla la Vieja. 187 Además de las varias referencias que hace Pepe a él, sabemos que Felice Lombardi fue jefe de escuadrón agregado al Estado Mayor de la Primera División de la Guardia Real (1815) y autor, en 1812, del Manuale militare delle Due Sicilie. Alcanzó el grado de coronel y murió en 1839.

615

G1

84r

timo de nuestro sueldo desde hace más de cinco meses. Esta circunstancia hace que // la mayoría de la armada, por no poder tener lo que legítimamente le corresponde, intente ganarlo indirectamente e ilegítimamente.

SARRIÀ, 3 DE NOVIEMBRE DE 1808

84v

Ayer, día de la conmemoración de los difuntos, fui a ver la función de los Capuchinos. Fueron de procesión a aquel nuevo tipo de cementerio que ya mencioné en las páginas anteriores, donde bendijeron la tumba. Yo asistí con esa tristeza sentimental que nos inspiran aquellos días, el sonido lúgubre de los toques de difuntos y las funciones mortuorias. Después de que terminara la ceremonia me quedé allí solo. Allí yo deseé paz y descanso a las sombras de todos los difuntos y eché unas flores al sepulcro. Allí deseé paz y descanso a las almas de mis padres y sentí un suave consuelo interior al formular este deseo mientras las lágrimas me regaban las mejillas. Evoqué a la sombra de mi madre, de la cual apenas me acuerdo y la supliqué que me presentara siempre delante de los ojos la imagen de sus virtudes angélicas, al recordar las cuales me sentí desalentar, viéndome tan lejos y pensando en la imposibilidad de poder imitar virtudes tan puras y celestes. Evoqué también a la de mi Padre, y no sé si molesté o ayudé su descanso exclamando en un éxtasis de ternura y de dolor «…Augusta y veneranda sombra de mi padre, sombra querida de Marcello, injusta e inocente víctima de la persecución y del despotismo, surge de la tumba de Marsella, surge y mira a tu hijo que con la espada en la mano venga tu memoria contribuyendo a la destrucción de la estirpe de aquella inicua familia que te causó a ti amargura y muerte, a mí un llanto y un dolor eternos». ¡Dichosos los que sentados a los pies del ciprés que sombrea las cenizas enterradas de sus padres derraman las lágrimas en su memoria! Ellas son dulces, les alivian y consuelan el corazón. Pero en cuanto caen a una tierra lejos de la que cubre los huesos paternos, ay, ¡qué amargas y dolorosas son! Tal vez menos sinceras que las suyas pero más ardientes, ellas surgen de la ternura hacia los padres muertos // y del recuerdo de aquella tierra que las contiene y a la que se teme ya no volver. 616

G1 BARCELONA, 5 DE NOVIEMBRE DE 1808 Nosotros hemos vuelto a la Ciudadela. Un batallón italiano ocupa actualmente Sarrià. Nuestro 1° Batallón pasó por aquí para acantonarse en Sants.

7 DE NOVIEMBRE Tres sargentos mayores de nuestro regimiento, por portarse siempre bien y distinguirse en la campaña que hemos llevado a cabo hasta el momento, fueron nombrados subtenientes en el campo de batalla por el general en jefe Duhesme. Ellos son: mi hermano Francesco Pepe, Angelo Prete hermano de otro capitán188, y Gesualdo Ossorio189. Ayer desapareció nuestro capellán y parece muy probable que haya pasado al enemigo. Se trataba del famoso fraile Domizio, renombrado y horrendo bandolero de Abruzos el cual, nombrado capellán de un regimiento en lugar de ser ahorcado, estuvo agradecido al gobierno de Nápoles por un favor tan importante, es decir que se les conservara la vida aunque mereciera mil veces la muerte, y se le empleara quitándole el pan a otra persona honrada más merecedora o por lo menos más fiel, yendo a alistarse bajo las insignias españolas.

10 DE NOVIEMBRE Tuvimos dos días seguidos de combate. El día 8 el enemigo hizo un reconocimiento general en todos los puntos de nuestra línea, que fue rechazada de nuevo hasta bajo el cañón de la plaza. Se intentó volver a ocupar nuestras primeras posiciones hacia el Llobregat, pero en balde. La nueva línea española estableció su cuartel general en San Feliu con la derecha hacia el río y la izquierda hacia San Justo. Asimismo, desde el lado del Besòs todas las colinas de Horta, de Gràcia, de Sant Andreu y de Sant Jeroni // fueron ocupadas por los migueletes de Milans del Bosch, pero conseguimos rechazarlos de las primeras, con más éxito que en el otro lado. Milans ahora tiene todas sus fuerzas concentradas en el gran monte de Sant Jeroni. A raíz de estos movimientos y acciones, un oficial y 25 Voltigeurs del 37° Francés fueron cogidos en Sant Andreu y nos enteramos con horror

188

Gaetano Prete (mencionado también en la LC) fue propuesto por el general Pignatelli, con el apoyo de Suchet, para la Legión de Honor, por la acción del 22 de octubre de 1810: cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXCIV-CCXCV. 189 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe.

617

85r

G1 de que fueron ahorcados en seguida. Perturbado por esta bárbara atrocidad que estremecería incluso a un caníbal, el general Duhesme dio una orden del día formidable, ordenando a toda la Armada de Observación que ya no diera cuartel a los Españoles. Envió también a un parlamentario con una carta para el general Vives, diciéndole que él podía vengar una acción tan horrorosa en unos prisioneros que están en nuestro poder, pero que el grito de la humanidad suspendía su venganza. «Esto servirá» continúa «para enseñarles de qué manera se hace la guerra entre las naciones civilizadas, pero les anticipo que si Ustedes siguen haciéndola como los bárbaros yo no voy a ahorrar la vida ni a viejos, ni a mujeres, ni a niños de Barcelona».

13 DE NOVIEMBRE DE 1808

85v

Nuestro 2° Batallón tuvo sólo pocos días de descanso en la Ciudadela, desde la cual hemos salido otra vez, y ahora formamos una línea de comunicación en forma de cordón delante de Sarrià, entre el 7° Regimiento Francés apostado delante de Gràcia y nuestro 1° Batallón acantonado entre Sants y Esplugues. Nuestros centinelas están casi a tiro de fusil con los del enemigo. Durante la noche estamos sumamente molestados por rondas, patrullas, guardias y descubiertas que se hacen para la vigilancia, necesaria ante un enemigo numeroso y feroz. Durante el día, en cambio, todo es descanso e inacción. Lo que hace más duros nuestros trabajos es la época tan excelente que no // se puede desear una mejor en nuestra posición.

17 DE NOVIEMBRE DE 1808 Ayer el general Lechi vino a nuestro acantonamiento con tres batallones italianos y con la orden de asaltar junto con el nuestro a los Españoles instalados en el monte de Sant Jeroni. El movimiento empezó hacia el mediodía. Los Napolitanos que formábamos la vanguardia tuvimos que penar mucho para subir hasta Vallvidrera, donde una vez llegados tuvimos que aguantar el asalto vivísimo de toda la fuerza enemiga, que intentó desbaratarnos varias veces, pero en balde, esperando a que subiera el resto de nuestras tropas. Pero antes de que éstas terminaran de llegar, impacientes, pues nos mantenían peligrosamente inactivos bajo el fuego mortífero de toda la línea enemiga, nos lanzamos en contra de ella sin recibir la orden y sin esperar a los demás. Nuestro impacto fue tal que los Españoles no 618

G1 lo pudieron aguantar; ocupamos todas sus posiciones, masacramos a todos los enemigos que encontramos según la orden de la armada y hallamos muchos víveres y pertrechos en el convento de San Jeroni. Al anochecer cada cuerpo volvió a su acantonamiento. Las bajas de nuestro batallón fueron de 5 muertos y 17 heridos. Entre ellos estuvo el teniente Forni190, que perdió con un balazo el dedo medio de la mano izquierda. Yo tuve dos soldados heridos en mi compañía. Con respecto al relato hecho por los jefes de los cuerpos, en presencia de todas las tropas, al general Lechi que había mandado la expedición, o bien porque siempre se cometen injusticias al hacerlo, o bien porque cada uno cree haber hecho mucho en alguna acción cuando en cambio tal vez solamente ha cumplido su deber, yo estuve muy descontento del que hizo el jefe de batallón Aquino, que o bien se apropia de todo el mérito en los éxitos, o bien suele ser muy injusto al repartir entre los demás la parte que les corresponde. Como la mayoría de los oficiales tanto por adulación como por justicia opinaban // igual que yo y se mostraban partícipes del agravio que había sufrido, me hice más atrevido, de modo que delante de todos hice igual que Aquiles después del insulto de Agamenón, es decir jurando y prometiendo que ya no me comprometería más en los asuntos como había hecho en pasado. Por razón o por indulgencia mi fanfarronada me fue perdonada y ya no se habló de ella. De noche cerrada, mientras estábamos comentando la acción del día, el enemigo, el coraje demostrado, los agravios y muchas cosas más, oímos unos cañonazos extraordinarios por la parte del mar. Se trataba de cuatro fragatas y cuatro buques cañoneros ingleses que se habían acercado a tiro de los fuertes de la costa de Barcelona y por consiguiente se producía ese fuego vivo que se oía. Antes de saber qué era, cada uno se fue corriendo a su puesto y olvidándolo todo yo fui corriendo al mío con el mismo entusiasmo que siempre y que me gustaría que por lo menos se apreciara más. La batalla de ayer y las de los días 8, 9 y 10 de este mes y 10 del octubre pasado, se produjeron a vista de la ciudad de Barcelona, y testigos y espectadores fueron todos sus habitantes, que desde sus murallas y

190

Está mencionado en el RA también como Fornis. No debe equivocarse con el subteniente Panfilo Forni.

619

86r

G1

86v

ventanas altas sin duda hacían votos de victoria y prosperidad para los Españoles, de bajas y desastres para nosotros. Esta circunstancia sirvió también para hacer estas batallas más furiosas y violentas. El enemigo, combatiendo a vista de aquella ciudad que ellos dicen que quieren “liberar” del yugo de los Franceses, no podía dejar de ensañarse en la batalla tanto por el amor propio nacional avivado al ver a sus compatriotas como por la rabia que sentían en contra de nosotros y que se hacía más poderosa estando los Barceloneses como espectadores. Nuestras tropas, a las que escarnecían por las mismas razones, oyendo decir que nosotros estábamos perdidos irreparablemente, que algún día // «todos seríamos pasados al cuchillo por los invencibles Españoles», no podían dejar de ser animadas por el estímulo acuciante de mostrar su superior habilidad con respecto a las enemigas a pesar de su número mucho más importante. Lo que ocurre es que todas estas acciones, a pesar de ser exitosas, no son solamente inútiles sino hasta perjudiciales para nosotros. Es una verdad incontestable que cuando las conquistas no se pueden conservar, es perjudicial hacerlas. Nosotros no podemos guardar aquellas posiciones de las cuales expulsamos a los Españoles siempre que al general Duhesme se le ocurre atacarles, debido a la falta de una fuerza suficiente. En segundo lugar, en estas expediciones siempre tenemos bajas y no podemos reemplazarlas al estar cerradas las comunicaciones, mientras que el enemigo está siempre en condiciones de estar reforzado en caso de que sufriera bajas considerables. A todo esto añádase que nuestro fin es el de apoyar la importante plaza de Barcelona y nuestras fuerzas apenas bastan para defender la Ciudadela y Montjuïc en caso de que sufriéramos un sitio completo antes de la llegada del general Saint-Cyr. He aquí el esquema de nuestras tropas: DIVISIÓN LECHI Vélites Reales 5° Regimiento Italiano 1° Regimiento Napolitano Cazadores a caballo

600 1.300 1.400 200 3.500

DIVISIÓN CHABRAN 7° Regimiento Francés 620

1.500

G1 37° Batallón 93° Batallón Suizos Departamentales Caballeros y Cazadores

700 700 200 250 250 3.550191

ARTILLERÍA TOTAL

150 7.200

No incluyo a los almaceneros, proveedores de víveres // inspectores, comisarios de guerra, Estado Mayor y séquito, porque ellos nunca son combatientes y por no pertenecer a ninguna arma no se deben considerar parte de las fuerzas o del valor inherente de una armada. De estas fuerzas entonces la Ciudadela en caso de sitio absorbería a 3000 hombres, dando a cada bastión una dotación de 600 hombres. Montjuïc cuenta con cuatro bastiones y emplearía dos mil cuatrocientos, sin calcular los hombres que habría que emplear para defender las fortificaciones externas al fuerte, llamadas cola de la serpiente. Nuestras tropas están entonces casi todas empleadas para apoyar las dos fortalezas que son los baluartes principales de la plaza de Barcelona. Todas las demás obras, todo el resto de su recinto debería ser abandonado, con lo cual dejaríamos desprotegidos nuestros almacenes, nuestros hospitales y nuestros recursos. Mientras tanto, con las fuerzas que he mencionado, nosotros ocupamos la Ciudadela, Montjuïc, Fuerte Pío192, Atarazanas, Don Carlos, el campo atrincherado, las murallas. Se pretende defender todas estas cosas en caso de sitio y luego se sufren bajas a diario e inútilmente, y se trata de aquellos mismos soldados que resultan tan necesarios y preciosos en nuestra posición actual.

191 192

En realidad la suma es 3.600, ascendiendo el total a 7.250. El Fuerte Pío estaba en las afueras de Barcelona, a nordeste de la ciudad. Fue edificado en 1719, con vistas a una eventual invasión francesa, por orden del Capitán General Francisco Pío de Saboya, marqués de Castel Rodrigo (? 1672-Madrid 1723) y tomó el nombre de él. Fue demolido en 1868, como la Ciudadela.

621

87r

G1 21 DE NOVIEMBRE DE 1808

87v

88r

Todavía seguimos en la misma posición delante de Sarrià. Trabajos, vigilias y pena por las noches, descanso e inacción de día. Desconocemos, por lo menos yo desconozco, las intenciones del enemigo, a qué apunta su lentitud en la acción. Desconocemos si el cerco de Roses terminó o en qué estado está. Los víveres se hacen cada vez más caros y escasos: con medio duro apenas uno consigue comer pan, queso y vino aguado… Pero pasemos a otro tema. La guerra que hemos combatido hasta el momento en Cataluña // ha sido una verdadera escuela de ferocidad y desmoralización. El derecho de represalia contra las bárbaras atrocidades perpetradas por los Españoles ha hecho que también en nuestro bando se vean atrocidades y horrores. El hecho de que los generales a menudo hayan ordenado o tolerado los saqueos, los asolamientos, los incendios, ha desmoralizado sobremanera a nuestras tropas. El freno de la disciplina militar se ha aflojado. El soldado, que en todas las épocas y en todos los países es naturalmente propenso al latrocinio, creyó y sigue creyendo que la constitución perpetua de esta campaña es la que el derecho de guerra a veces permite o tolera y cuyos ejemplos deben ser rarísimos. A todo ello se añade que combatiendo en un país todo revolucionado, no solamente en contra de tropas regulares, sino contra todo un pueblo armado, entrando a viva fuerza o sin encontrar a nadie en las ciudades y en los pueblos donde tal vez no había almacenes de víveres y las autoridades públicas habían huido, era necesario abrir las casas particulares para encontrar sustento; y una vez abiertas, aún sin quererlo, se fomentaba todo tipo de saqueo y de rapiña. Pero hay más. La conducta de nuestros generales Duhesme y Lechi no fue ni es la más conforme a la justicia y a la buena moral: los soldados sin sueldo desde largo tiempo, los oficiales lo mismo, mientras que hace falta comer para vivir... Muchas circunstancias tan graves como son la sangre, el fuego, los asolamientos, los robos, la necesidad, los ejemplos de los jefes supremos, han embrutecido y corrompido sobremanera a las milicias de la Armada de Observación. Pero los horrores se han multiplicado exorbitantemente en esta época y en la posición actual. Si uno presta atentos oídos, no escuchará // resonar nada más entre las colinas de Sant Andreu, Horta, Gràcia, Sant Jeroni y Sarrià, entre las orillas del Llobregat y las del Besòs que las voces de robos y rapiñas, rapiñas y robos. Todo lo que 622

G1 se encuentre: trigo, aceite, vino, animales de tiro, muebles domésticos y hasta las jaulas con los loros y con los canarios, todo se coge descaradamente y se lleva a vender a Barcelona para hacer dinero. Yo escribí una oda dedicándosela a un capitán de mi regimiento, amigo mío y compañero (el señor capitán Prete, oficial digno de alabanza por sus conocimientos militares y por su pía y religiosa moral), cuya rectitud moral es realmente edificante y que está sin un duro peor que yo, declamando en contra de esta desmoralización, en contra de estos ladrones, de la cual oda yo creo que apenas merece transcribirse aquí la conclusión: No son ya hombres Quienes aquí guerra hacen; Sino de infernales furias El horrendo genio ellos tienen. ¡Ay, atroces memorables Iniquidades, y horrores! Que las almas puras estremecerse Hacen, y los corazones sensibles. Amigo, démosle gracias Al Numen Todopoderoso, Que de este genio tan inicuo Nos hizo el alma exenta.//

DESDE LA CREU COBERTA, 26 DE NOVIEMBRE DE 1808

88v

Hoy ha sido un día de combate sangriento sin parar. Los Españoles han avanzado toda su línea y desde todos los lados para cerrar y asaltar la plaza. A pesar de los prodigios de valor y de pericia de nuestras tropas, fue necesario rendirse a una fuerza por lo menos cuatro veces más numerosa que la nuestra. Todas las avanzadillas y las posiciones ahora están ocupadas por el enemigo y nosotros estamos bajo la protección del cañón de la ciudad. Yo creo que nuestro regimiento nunca se ha distinguido tanto como este día. Tres veces cargamos en contra de cuatro batallones españoles fortísimos y tres veces los expulsamos de las posiciones que ellos guardaban. Ni una granizada intensísima de balas de fusilería, ni otra granizada de metralla, balas y granadas de seis piezas de artillería jamás nos dejaron aturdidos o pararon. Yo jamás he visto a 623

G1

89r

nuestros soldados tan enfurecidos y valientes como hoy y esta predisposición del espíritu la tenía todo el mundo. El capitán Lombardi y yo, a la cabeza de nuestras compañías, nos lanzamos a la bayoneta hacia Sants ocupado por un batallón numeroso de migueletes y los expulsamos de allí. Fue la primera vez que combatimos en contra del enemigo cuerpo a cuerpo y con armas blancas durante mucho tiempo. Fue también la primera vez que nos mantuvimos inmóviles dos horas bajo el fuego de una batería enemiga de piezas de batalla que nos cañoneaba horrendamente con todos los medios de destrucción que se emplean en estas circunstancias. Esta intrepidez y estas operaciones nos hicieron bien merecer los elogios halagadores que el general Milossevitz, al mando de nuestra línea, nos hizo públicamente. Pero nosotros los pagamos caros. Nuestro subteniente Poerio murió en el campo de batalla193; el teniente Ferrara194 y el subteniente // Ossorio fueron heridos peligrosamente. Además, sufrimos la pérdida de unos cincuenta muertos y un centenar de heridos entre suboficiales y soldados. Yo tuve once bajas en mi compañía, de las cuales tres muertos y el resto heridos. El combate duró desde el amanecer hasta las tres de la tarde, y se fue arrancando terreno palmo a palmo, de manera sangrienta, a pesar de la enorme disparidad entre veintidós mil enemigos y cinco mil de los nuestros. Esta acción fue también inútil y perjudicial para nosotros, debido a las consideraciones que hice días atrás. La situación entonces se está rápidamente deteriorando. Desde la embestida impetuosa de Barcelona que los Españoles han llevado a cabo hoy, aunque no por completo pues no nos han empujado al interior de las murallas, es fácil deducir que muy pronto sufriremos el sitio y que ellos lo harán con vigor y energía. Está demostrado matemáticamente en fortificación que una plaza no puede resistir más de cuarenta días, siempre que cuente con la gente necesaria y bastante numerosa como para cubrir y dotar todas las obras. Ahora nosotros estamos muy lejos de estar en esta posición de defensa y si nos sitiaran me juego el cuello que tendríamos que limitarnos a la defensa de la Ciudadela y de Montjuïc. Estas fortalezas no pueden aguan-

193

Hermano del más conocido Giuseppe, es uno de los seis hermanos Poerio; según las averiguaciones sobre sus datos biográficos, debe tratarse de Pirro o Domenico. 194 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe.

624

G1 tar más de un mes. Si mientras tanto llega el general Saint-Cyr estaremos a salvo; si no, quién sabe qué será de nosotros en manos de los Españoles.

27 DE NOVIEMBRE El puesto de Sant Pere Màrtir, que estaba vigilado por dos compañías italianas, al no poder comunicar ya con nosotros después de los movimientos de antes de ayer se rindió a los Españoles, pues hemos visto ondear su bandera y no sabemos qué destino tendría la guarnición en sus manos. Se trata del resultado de la obstinación de los generales. La ignorancia y la prevención le habían otorgado a este puesto una importancia extrema que no merecía ni mucho menos. Totalmente inútil // para el fin de nuestras operaciones aún cuando nuestra línea lo cubría, expuesto a ser cortado de la armada tal como ocurrió, el mismo resultó útil solamente una vez y fue cuando yo pasé allí la noche del 13 al 14 de octubre con el resto de mi compañía después del asalto del Sant Cugat. En todo el resto y desde todos los puntos de vista este puesto era antimilitar. Todas estas consideraciones hubiesen debido hacer prever a un general que tarde o temprano se perderían los 150 hombres que lo guardaban. Duhesme, obstinado en sus falsos principios, quiso mantenerlo: su rendición sirvió de ejemplo patente de que a menudo los generales cometen fallos y errores, cuando están en contra del sentimiento general que nunca se equivoca. A todo ello se añade el hecho de que además de estar el lugar de ese puesto elegido malamente y antimilitarmente, estaba tan mal fortificado que sus fortificaciones estaban hechas sin diseño ni reglas, sus fosos se parecían a unos esbozos, a zanjas tales que en el destacamento que mandaba el pasado mes de julio me entretenía con mis subalternos a saltar a pies juntos desde el parapeto hasta la escarpa de la misma manera que Remo despreciaba las murallas y los fosos del fundador de Roma. Yo quisiera ser mentiroso y aparecer un astrólogo falaz, pero tengo muchas razones por temer que semejante escena ocurra en el campo atrincherado, por el cual el general Lechi se ha vuelto fanático de la misma manera que Duhesme por Sant Pere Màrtir. Que no se me reproche el hecho de no tener confianza en los comandantes; yo sé que este es un defecto en los subordinados, pero es más grande aún la incapacidad de los superiores de inspirarla. El campo atrincherado que fue entonces edificado delante de Montjuïc por el cual el general Lechi perdió la cabeza, que se cree el ancla sagrada de Barcelona, es directa625

89v

G1 90r

90v

mente opuesto y contrario a las ideas que Vauban195, Cormontagne y Bosmare196 prescriben sobre la edificación del mismo en // una plaza de que debe ser sitiada o por lo menos de la cual se espera el sitio. Entre las miles de razones que prueban incluso a los tontos la inutilidad del nuestro, yo voy a mencionar solamente dos, las principales, y las que más fácilmente ilustran que el mismo se hizo en contra de los principios y de las reglas del arte. 1°. Hasta el que tenga solamente unos conocimientos básicos de fortificación sabe que un campo atrincherado se edifica cuando la tropa que defiende una plaza procede desde la guarnición de la misma, pues sobra para cubrir y dotar todas sus obras, y lo que sobra se emplea y se pone al cubierto del mismo. 2°. El lugar que se suele elegir para su formación debe ser uno que no pueda ser envuelto por el enemigo desde ningún lado, cuyo recinto esté enteramente al alcance del cañón de las obras de la plaza de modo que si el enemigo llegara con la astucia o con la fuerza a apoderarse de él, no pudiera mantenerlo e instalarse allí de ninguna manera. Ahora bien, es muy fácil ver lo lejos que estamos de estas dos circunstancias primordiales y esencialísimas en el nuestro. Que nuestras tropas no procedan de la guarnición de la amplia plaza de Barcelona todo el mundo lo sabe, mejor dicho todo el mundo sabe además que somos demasiado escasos y que podemos vigilar solamente las fortalezas principales. Con respecto al segundo punto, nuestro campo atrincherado no está al alcance del cañón de ninguna obra, está expuesto solamente a unos tiros disparados desde Montjuïc, que no tiene ninguna rasante a su alrededor, y finalmente se puede envolver tanto desde el lado del mar como desde el de La Bordeta. En la defensa que vamos a tener que hacer de la ciudad de Barcelona yo considero que el consejo dado por el general Milossevitz sería el mejor a seguir, pues siempre tiene en cuenta nuestra posición. Me alegré de enterarme que opinaba igual que yo con respecto a la inutilidad y al perjuicio de muchas acciones, combates y escaramuzas que nos dañaron muchísimo //

195

Es el gran ingeniero militar Sébastien Le Prestre, marqués de Vauban (Saint-Légerde-Foucheret 1633-París 1707). 196 Louis de Cormontaigne (Estrasburgo 1695-Metz 1752). Ingeniero militar francés, perfeccionó las ideas de Vauban. Bosmare es Henri-Jean-Baptiste de Bousmard (1749-1807), cuyo Essai général de fortification..., 3 coll. y un atlas, Berlin, 1797-1799, mejoró y enriqueció la obra de Cormontaigne.

626

G1

// haciéndonos perder a gente valiosa sin conseguir ningún provecho, real o quimérico. Él también quería con toda la razón encerrar a toda la tropa en la ciudad el día 26 y evitar la batalla en contra de un enemigo cuatro veces más numeroso. Es perfectamente conocida su intención de embestir la plaza y nosotros no podíamos impedírselo. Lo que ocurre es que si los Españoles 627

91r

G1

Bloqueo de Barcelona - Vacani, Storia, atlas, III, gradabo

628

G1 nos sitian como se debe, los 500 hombres puestos en condiciones de no poder combatir ese día el general Duhesme los va a echar en falta con lágrimas amargas. Echándole un vistazo a la figura adjunta se verán con gran facilidad nuestra posición actual y la del enemigo que nos rodea.

30 DE NOVIEMBRE DE 1808 El general Lechi recibió secretamente una carta del general español Vives con la cual éste intentaba sobornarlo197. Le prometía un millón de duros, el grado de capitán general y el asilo en América o en Inglaterra, en caso que no se sintiera seguro en España, si cedía a traición Montjuïc y Barcelona a los Españoles. Una carta parecida fue enviada al comisario general de policía que se llamaba Casanova, que quizás es el único Español en nuestro bando198. Ambos contestaron al general Vives como merecía que se contestara a semejantes peticiones. Dice el refrán que donde no vale la fuerza vale el engaño. Los Españoles, entonces, como han intentado apoderarse de Barcelona con la astucia, corrompiendo a uno de nuestros generales, dan prueba muy evidente de que no piensan o no tienen los medios para emprender un sitio, o se esperan un fracaso, o finalmente temen empezarlo pues les podría molestar el general Saint-Cyr, cuyos movimientos no deben desconocer, a diferencia de nosotros que los desconocemos por falta de comunicaciones. A mi parecer, sea cual sea la perspectiva desde la que examinar el intento de los Españoles, de todas formas es un buen indicio para nosotros y cabe suponer que el enemigo no está en condición de hacer el sitio, o que el general Saint-Cyr no va tardar mucho en llegar allí.//

2 DE DICIEMBRE

91v

Nosotros seguimos en la misma posición y los Españoles en la suya. El general Vives ha instalado su cuartel general en Sarrià, y esta

197

El episodio del intento de corrupción de Lechi es conocido. Está relatado por ejemplo en De Laugier, Fasti e vicende, VI, pp. 51-53, que menciona la oferta de Vives y la respuesta de Lechi. Con respecto a cómo surgió la idea y cómo se desarrolló en el bando español, cfr. Scotti Douglas, Las «comisiones reservadas», pp. 170-172 . 198 Ramon Casanova (Barcelona 1756-? Post 1814), jefe de la policía de Barcelona, colaboró fielmente con las autoridades francesas, aprovechando sin embargo su posición para enriquecerse ilícitamente, hasta el punto que los Franceses lo arrestaron y lo enviaron a Francia en donde fue procesado y encarcelado (noviembre de 1810).

629

G1 mañana oímos todos los tambores y las campanas tocando, tal vez por su llegada. Se ve una gran cantidad de gente trabajar a tiro de nuestro reducto y se sospecha que quieren edificar una batería.

6 DE DICIEMBRE

92r

Por segunda vez doña Fortuna me quiso rescatar de las manos de los Españoles en una ocasión más peligrosa y climatérica que la de Sant Cugat. Aquella noche yo estaba de avanzadilla con mi compañía delante de Sants. A las tres de la madrugada el enemigo atacó con contundencia el campo atrincherado y se apoderó de él; al cabo de pocos momentos otra columna también asaltó el reducto y se apoderó de él. Perplejo y vacilante si debía quedarme allí o retirarme, no recibía ninguna orden, ni los superiores podían enviar ninguna, pues los movimientos de los Españoles y su fuego se cruzaban detrás de mi espalda. Yo no sabía decidirme, cuando yo también fui atacado en mi avanzadilla, quizás al mismo tiempo que las otras dos, aunque debido a la oscuridad de la noche los hombres enviados hacia mi puesto llegaron más tarde. El batallón italiano que tenía yo a mi izquierda se había prudentemente retirado a los primeros balazos sin avisarme, pues en este caso yo también hubiese actuado con prudencia. Mientras estaba dudoso e inseguro, me cerraban desde todas partes: delante, en los costados y detrás. A decir verdad, me había desanimado y lo confieso ingenuamente, pues es difícil mantener todo el coraje en semejantes posiciones y cuando se está a punto de caer en manos de los Españoles. Pero siempre respetando el mismo principio en todas las malas situaciones en las cuales me he encontrado, es decir que antes de perderse hay que intentarlo todo para salvarse, decidí abandonarme al azar e intentar reunirme a los batallones que habían sido desbaratados hasta delante de Montjuïc. Al ver nuestro fuego tan retrocedido no me desanimé, sino que esto alivió mi desesperación y fue la primera vez que hice voto no de ganar, // sino de salvarme o morir. Mandé entonces a mis soldados que cesaran el fuego y dejaran de disparar el menor balazo al retirarnos, para que los Españoles no se percataran de nuestro rumbo. De tal manera, con las bayonetas listas empezamos a retirarnos y medio ayudados por la suerte, medio por el atrevimiento, pasando a través de una granizada de balas que venían de todas partes, pasando en medio de los propios Españoles que tal vez nos tomaron por tropas suyas, conseguimos salir y llegar al pie de Montjuïc donde se había retirado toda la brigada. Mi sargento Lonero se encontró 630

G1 tan atrapado y en medio de los Españoles que fue detenido199. Yo afortunadamente tuve tan sólo dos muertos y otros dos soldados que, como no han vuelto a aparecer hasta el momento, es probable que hayan caído en manos del enemigo. Mientras tanto al amanecer dos batallones italianos reforzados por cuatro compañías nuestras reconquistaron el campo atrincherado y el resto de nuestro regimiento, reforzado por los Vélites, volvió a ocupar el reducto y en ambos lugares se cometió una masacre incalculable de Españoles que, borrachos, se dejaban matar y que la ferocidad de los nuestros no ahorraba. Mi sargento, que acabo de mencionar, aprovechando estos momentos, logró escaparse de quienes en aquel momento pensaban más en defenderse que en vigilarle. Mi subteniente Valenzuoli y el teniente Ricci resultaron heridos en este ataque nocturno, el primero gravemente y el segundo ligeramente200. En el regimiento tuvimos además dos muertos de los míos y 17 heridos. El enemigo dejó tanto en el campo atrincherado como en el reducto unos setenta muertos, todos masacrados con la bayoneta. No debo dejar de relatar un hecho ridiculísimo y un episodio singular ocurrido durante la batalla de esta noche. El primero le ocurrió a una mujer que pertenecía a un soldado de mi compañía la cual había empezado a alborotar en medio de esa situación diabólica y yo había empezado a pegarla para que lo dejara. Como ella no podía desahogar su miedo con la boca, su cuerpo le abrió // acceso por otro lado y como estaba vestida de hombre, su evacuación la vieron inmediatamente los soldados, siempre pícaros, que van observando los asuntos ajenos. Esto fue objeto de risa y de broma de todos, después del final de la batalla. Con respecto al episodio singular, éste me ocurrió a mí y es el siguiente. Tenía una botella llena de aguardiente. En aquella situación climatérica dije: «ya que esta noche tenemos que morir, más vale morir alegremente», y me la bebí casi toda. A pesar de una dosis de licor tan abundante, no sentí el menor trastorno ni en las funciones intelectuales, ni en las animales, ni el menor calor. Es una verdad irreprochable que ante los fuertes estímulos morales, son nulos y de ningún efecto los estímulos físicos más enérgicos y difusivos tanto por naturaleza, como por cantidad.

199 200

No tenemos más noticias de él. Del subteniente Valenzuoli no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe.

631

92v

G1 6 DE DICIEMBRE A LAS DOS DE LA TARDE Los Españoles sacaron una batería de ocho piezas sitiadoras en el mismo lugar donde se veía gente trabajando. Los cañonazos empezaron con furor en contra de nuestro reducto. A los primeros balazos, una bala de 24 se llevó la pierna derecha de nuestro capitán Doria. Tres soldados nuestros también murieron en el mismo reducto y otros dos resultaron heridos peligrosamente.

8 DE DICIEMBRE

93r

El capitán Doria murió la otra noche. El subteniente Valenzuoli fue herido en la noche del 5 al 6 y murió esta mañana. Ambos eran oficiales excelentes, provistos de valor, atrevimiento y pericia y para el regimiento su muerte ha supuesto una pérdida que no podrá reemplazar tan fácilmente. El general Duhesme nombró al edecán // Nini201 subteniente en el campo de batalla en sustitución del subteniente Poerio, muerto en el combate del 26 de noviembre.

9 DE DICIEMBRE Los cañonazos siguen con furor y no sé para qué fin los Españoles se gastan balas y municiones en contra de un reducto del que pueden apoderarse cuando quieran, como demostraron la noche del 5 al 6. El fuego es tan vivo y continuado que para relevar a los guardias tenemos que enviar a los soldados de dos en dos, y cuando miramos hacia el reducto tenemos que estar tumbados en el suelo detrás del parapeto, donde los balazos, no pudiendo hacernos otro daño, nos cubren del terreno y de la arena que saltan con el impacto de las balas. Ayer tres soldados de mi compañía fueron heridos por la misma bala de una forma singular. A uno, cuyo apellido es Visone, le desolló todo el brazo derecho; a otro, que se llamaba Caruso, le causó una contusión enorme en el izquierdo y al tercero, que se llamaba Esposto, le produjo una herida ligera en la nalga derecha desgarrándole abrigo, pantalón y camisa202. La Creu Coberta parece ser el blanco perpetuo de los tiros de la batería enemiga. Se trata de una cúpula sustentada por cuatro pila-

201

Se trata de Gioacchino Nini, que ascendió a teniente coronel del ejército borbónico (1° de agosto de 1833) y murió suicida en 1841: cfr. LC y Cortese, L’esercito napoletano, p. 65. 202 De estos tres soldados no tenemos más noticias.

632

G1 res, debajo de la cual hay una gran cruz de piedra. Este monumento fue erigido por un voto de los Barceloneses cuando esta ciudad estuvo asolada por la pestilencia no sé en qué siglo; y era el lugar donde los gobernadores del Principado venían a presentar las llaves a los monarcas españoles cuando se les ocurría visitar la capital de Cataluña. Como esta cúpula está situada detrás de nuestro reducto y justamente en la dirección de la batería enemiga, todos los tiros llegan casi siempre a dañarla. A pesar de su solidez, temo que algún día se caerá si ocho o diez balas más cogen el mismo pilar. Si mandara este puesto, informaría a los Españoles que su fuego daña la Creu Coberta y estoy seguro de que dejarían de disparar.// Hoy a las tres de la tarde el general Duhesme vino a visitar el reducto. A pesar del peligro, toda nuestra tropa se puso de pie, cada uno quedándose en su lugar. En esta posición, mientras dos o tres balas silbaron horrendamente por el aire, todo el mundo se quedó inmóvil menos el general, que delante de todo el mundo se agachó al suelo. Nuestros soldados, siempre imprudentes y temerarios, le silbaron todos juntos muy sonoramente; él se echó a reír y nos dijo: «C’est egal, Napolitains; vous me connaissez assez». Entonces a los silbidos siguieron voces y gritos: «Viva el General, viva nuestro General».

11 DE DICIEMBRE A los conocedores de la guerra y de los asuntos militares pareció ver un movimiento en la armada española y después del mismo una fuerte reducción en la que nos bloquea actualmente. Éste puede ser un buen indicio. Mientras tanto el cañoneo sigue con furor y con la máxima intensidad, pero no es la primera vez que para engañar al enemigo una armada despliega la mayor fuerza y energía cuando está más débil.

12 DE DICIEMBRE Buenas noticias. Un francés llamado Planas que estaba al servicio de los Españoles y era edecán del general Reding, desertó esta noche de la armada enemiga y vino a refugiarse donde nosotros203. Él dijo que el Emperador ha entrado en España con una armada poderosísima desde

203

Teodoro Reding de Biberegg (Schwyz 1755-Tarragona 1809), militar español de origen suizo, fue uno de los artífices de la victoria de Bailén. Derrotado varias veces por los Franceses en Cataluña, murió por las heridas sufridas en la batalla de Valls.

633

93v

G1

94r

la parte de Bayona, que a estas alturas ya habrá llegado a Madrid, que entre los Españoles hay máxima alarma y la más grande consternación, debido a un decreto terrible promulgado por Napoleón contra los jefes de la revolución y porque una parte de la armada española de Cataluña marchó para oponerse al paso del general Saint-Cyr, que ya está en marcha para unirse con nosotros los de la Armada de Observación.// Todas estas noticias importantísimas produjeron la mayor alegría entre nosotros. Esperamos con impaciencia la llegada de Saint-Cyr, que no tardará mucho, pues el Emperador ha entrado en España. Al fin y al cabo todas las noticias que ha dado Planas parecen ser indudables, de no ser así no hubiese desertado y venido a refugiarse entre los que están cercados. Nuestra impaciencia es enorme, pues desde hace tiempo padecemos una gran carencia de comida y bebidas. Nuestras raciones consisten únicamente en una libra de pan, pocas habas y un vasito de aguardiente. Nuestros soldados una noche declararon guerra a muerte a todos los perros y gatos de Barcelona. Se cazan todos los animales como si fueran faisanes o las aves más preciosas. Días atrás una bala de cañón mató dos caballos del tren de artillería y sus cuerpos, creo hasta la piel, los huesos y las uñas, tuvieron por sepultura el estómago de los soldados. En las mesas de los generales ya se sirve hasta la carne de los caballos matados, y cuando estos grados comen semejante comida, la de los oficiales inferiores y de la masa de los soldados debe ser sumamente escasa y anacorética.

15 DE DICIEMBRE Los buenos indicios aumentan. La división Chabran que forma la derecha de nuestra línea hoy asaltó la izquierda de los Españoles y volvió a rechazarla hasta más allá de Sant Andreu, donde se han instalado los nuestros. No obstante, la batería enemiga siguió haciendo fuego en contra de la nuestra. Mañana tal vez nosotros también atacaremos a los que están delante de nuestro frente.//

16 DE DICIEMBRE

94v

Esta mañana, mientras al amanecer iba con mi compañía a relevar al capitán Lombardi en la avanzadilla hacia la batería enemiga, nos encontramos ambos inspirados a tirotearnos y a hacer un reconocimiento en la misma batería desde la cual parecía que habían quitado las piezas. Al acercarnos a la misma vimos que seguía estando vigilada por mucha gente y el enemigo disparó en contra de nosotros muchos 634

G1 tiros que reconocimos ser los de batalla y no de sitio como antes. Esta circunstancia nos hizo más atrevidos, y a pesar del vivo fuego fusilero, a pesar del de la artillería de campaña, con el cual los Españoles intentaban mantenernos lejos, batimos una carga tan violenta y contundente que en pocos minutos nos apoderamos de la batería, de la cual habían quitado el cañón de gran calibre. Mientras los camaradas nos felicitábamos del éxito de esta gran acción, un soldado nos hizo notar que el enemigo se retiraba llevando consigo toda la artillería gruesa. Nosotros éramos demasiado pocos como para atacarle, y fue una suerte que resistiéramos al primer impulso de dos cabezas juveniles y encendidas por el deseo de señalarnos. Enseguida avisamos al jefe de batallón Aquino que acudió de inmediato con el resto del batallón, pero que empezó a regañarnos y a reprocharnos duramente por actuar sin ninguna orden, mientras que nos esperábamos algún elogio por lo que habíamos hecho. Aquino seguía gritando en contra de lo que él había llamado nuestra insubordinación, hasta que no pude más y le dije «si nos merecemos un castigo, nos lo debe dar en la Ciudadela; ahora no es el momento de detenciones o gritos // sino de señalarnos y de aprovechar la situación: ¿ven allí a los Españoles retirándose? Vámonos a atacarles e intentemos apoderarnos de sus piezas». Si Aquino no hubiese perdido el tiempo en terminar de gritar, como suele hacer, en decidir, en vacilar, en avisar a los generales que luego con mi extremo consuelo le reprocharon su inacción, estoy seguro de que la acción en contra de la artillería gruesa enemiga hubiese tenido éxito. El camino por el cual los Españoles la llevaban era difícil, estaba invadido por las aguas, lleno de hoyos y nosotros hubiésemos podido, con nuestro ímpetu habitual, desbaratar con todo el batallón a los que cubrían la retirada, llegar al alcance de los animales de tiro, herirlos, y uno de los primeros heridos hubiese necesariamente parado todo el convoy y nosotros hubiésemos alcanzado nuestro fin. Pero como estuvimos esperando órdenes y decisiones, el enemigo tuvo dos horas de tiempo para poner a salvo la artillería. El ayudante comandante Devaux llegó con dos batallones franceses y con la orden de atacar junto con nosotros, pero demasiado tarde. Los Españoles, que se habían concentrado en Sarrià, opusieron la resistencia más obstinada en una posición tan ventajosa para ellos como desventajosa para nosotros y tras poner a salvo su parque, se retiraron tranquilamente hacia Vallvidrera. El general Duhesme, como quería recompensar a nuestro regimiento por los servicios rendidos a sus órdenes antes de que terminara 635

95r

G1

95v

su mandato, hizo muchas promociones en el campo de batalla. El teniente Martinez ascendió a ayudante mayor, los tenientes Monaco y Giuliani a capitanes, los subtenientes Sassi, Oudinot y Costa a tenientes y los sargentos mayores Formica, Venafra y Carlo Pepe // a subtenientes204. Todo el regimiento está contentísimo. Yo más que todos, al ver asegurado el grado de oficial a mi hermano desde hace algún tiempo y hoy a mi primo.

17 DE DICIEMBRE Por fin llegó el general Saint-Cyr. Esta mañana a las diez un cañoneo general de salva desde todas las fortificaciones de Barcelona nos anunció su llegada. Los gritos de «viva el Emperador» resonaron hasta las regiones más sublimes de la atmósfera. Su armada, el 7° Cuerpo de la Gran Armada de España, consta de veintiséis mil combatientes y está compuesta por las divisiones Souham, Pino y Chabot205, en la cual está el 2° Regimiento de Línea Napolitano, cuyo coronel es nuestro antiguo jefe de batallón Carascosa. Esta armada el día 25 derrotó por completo a los Españoles en Cardedeu, enviados a la batalla bajo el mando del general Reding, cuando nos enteramos de que el número de Españoles que nos bloqueaba había disminuido. El enemigo ahora se ha retirado con todas sus tropas más allá del río Llobregat.

204

De Monaco no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. Giuliani (aún como teniente) es mencionado en el Informe Lechi en ASM., Militare, parte moderna, f. 722 y en el “Monitore Napolitano” del 2 de junio de 1809. Sassi es mencionado favorablemente, pero como Sasso, en el informe del jefe de batallón Palma al Ministro de la Guerra del 12 de octubre de 1810 (cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCXCIII, e Ídem, L’esercito napoletano, pp. 66-67). En el ejército napolitano los hermanos Costa eran tres: Gaetano (llamado Costa 1° en RA), ayudante general y jefe del Estado Mayor (1815); Juan (llamado Costa 2° en el mismo RA), edecán del general Zenardi (28 de mayo de 1809), posteriormente mayor; José, muerto en 1814 con el grado de ayudante general. Venafra está recordado en la ya mencionada carta de Duhesme (enero de 1809), cfr. Cortese, L’esercito napoletano, pp. 66-67. No tenemos más noticias de Formica. 205 Joseph Souham (Lubersac 1760-Ídem 1837), general desde 1793, en España mandó la Segunda División francesa a las órdenes de Gouvion-Saint-Cyr. Domenico Pino (Milán 1767-Cernobbio 1826), militar del Reino de Italia, general desde 1798, en 1804 fue Ministro de la Guerra, cargo que dejó para mandar la Segunda División italiana en España; volvió a Italia en 1813. Louis-François-Jean Chabot (Niort 1757-Sansais 1837), general desde 1795, mandó una división en España a las órdenes de Gouvion-Saint-Cyr.

636

G1 BARCELONA, 19 DE DICIEMBRE DE 1808 Nuestro regimiento volvió a la Ciudadela. Todos los cuerpos que estaban fuera de las murallas de la plaza durante el bloqueo también volvieron a sus cuarteles. Estamos finalmente disfrutando de descanso después de tantos trabajos, de una cama tras vivaquear durante mucho tiempo y los víveres que entran ahora abundantemente en Barcelona nos reponen de las ayunas y de las privaciones sufridas durante más de un mes. La armada del general Saint-Cyr desfiló // delante de las murallas de la ciudad, donde había acudido una muchedumbre inmensa de población. Todos los Españoles se quedaron decepcionados en sus expectativas. Los vecinos de Barcelona creían que en un mes se entregarían a su Fernando que está en Francia. Habían preparado unos bailes, unas fiestas públicas, una enorme cantidad de inscripciones y cucardas rojas. Las señoras habían preparado unas bonitas para sus parejas y para sí. En la actualidad todos se parecen al que ha soñado y que al despertarse sigue dudando de lo que le apareció en el sueño. Ahora el 7° Cuerpo forma una línea en esta orilla del río Llobregat y se supone que dentro de algunos días se ejecutará el paso del mismo para seguir con las operaciones de la guerra contra la armada española.

96r

DESDE FUERTE PÍO, 22 DE DICIEMBRE Desde hace dos días estoy destacado para vigilar este fuerte con mi compañía. Ayer se ejecutó el paso del Llobregat a pesar de la resistencia del enemigo y de las muchas baterías construidas en la otra orilla. Al mismo se le hicieron unos 300 prisioneros, se le tomaron cuatro banderas y treinta piezas de artillería. En Molins de Rei se encontró todo el parque y todas las municiones aprovisionadas por los Españoles para el sitio de Barcelona. El 2° Regimiento de Línea Napolitano se distinguió sumamente en esta acción y todo esto lo hizo con gran placer para sus compatriotas. Este destacamento es para nosotros un alegre carnavalito. Mi teniente, después de ir a escoltar a un oficial de Ingenieros hasta Moncada a por un depósito de balas, granadas y municiones que el enemigo había dejado allí, volvió con una gran provi//sión de chorizos, pollos, pavos y vinos excelentes, encontrados en un almacén que los Españoles habían abandonado sin vaciarlo. Nosotros hemos empezado a celebrar las Navidades cuatro días antes y todavía nos quedan por celebrar cuatro días más. 637

96v

G1 BARCELONA, 25 DE DICIEMBRE DE 1808

97r

Ayer por la mañana fui relevado desde el destacamento de Fuerte Pío. Ayer por la noche estuve cenando con muchos otros oficiales de nuestro regimiento donde el marqués Cattaneo206, napolitano al servicio de los Españoles con el grado de brigadier y que ahora ha prestado juramento de fidelidad al rey José. Él se casó con la hermana del príncipe Pignatelli Strongoli la cual, profundamente embebida de los principios de su familia que fue siempre fiel a la causa francesa, fue el apóstol que convirtió a nuestro bando su marido, que estaba más inclinado hacia el de los Españoles. El general Saint-Cyr avanzó hasta Vilafranca y continúa su marcha hacia Valls. Entre los prisioneros cogidos el día 21 está el general español Caldaqués207, que mandaba el cuerpo de las tropas enemigas en Sant Cugat y la vanguardia de toda la armada española el pasado 26 de septiembre. El mismo, sentado en la mesa del general Duhesme, hizo en presencia de todos los oficiales superiores de Barcelona un elogio halagador de nuestro Regimiento. «Vous avez – dijo – dans votre corps d’armee un fameux regiment». «De quel regiment parlez vous, General, du 7.me de ligne?», le preguntó Duhesme. «Non, General, du regiment napolitain – contestó Caldaqués – rien ne resiste à son choc et à son impetuosité». En efecto, el ímpetu que nuestros soldados demostraron en todas las acciones ofensivas de esta campaña fue subrayado por todos los generales, de manera que el general Milossevitz, que es un filósofo profundo, nos dijo un día que los Napolitanos estábamos electrizados // por el Vesubio y el general Duhesme nos llamó los Franceses de Italia. La fórmula general con la cual actuamos en las situaciones más peligrosas fue la carga, y cuanto más crítica era la posición, más se batía de forma contundente y violenta. Si se ofrece a nuestros soldados la posibilidad de mantenerse inmóviles y parados a tiro del enemigo con poco peligro o ir a atacarlo con el mayor peligro, escogen el segundo de estos dos métodos. Hubo muchos ejemplos en los cuales los soldados, de-

206 207

Cattaneo di Montescaglioso, nombrado Mariscal de Campo en 1811 por Murat. Pierre-Raymond (Raimundo) de Caldagués o Caldaqués, apodado Conde (Soissons 1752-? post 1822). De origen francés, había combatido en la Guerra de la Independencia americana; lugarteniente-coronel en 1791, emigró a España en 1792 con todos sus oficiales y se puso a las órdenes del rey; combatió en la Guerra de la Convención; promovido a brigadier en 1802. Volvió de Francia tras ser soltado en 1814 y en 1816 se retiró del servicio.

638

G1 biendo estar parados bajo el fuego, pidieron ardientemente a sus oficiales que les mandaran cargar, más de una vez lo hicieron ellos mismos sin recibir la orden y nos resultó imposible detenerlos. Cuando uno los hace mantenerse inmóviles, su coraje se abate, su imaginación se enciende en su detrimento. Hay quien ve inmensos cuerpos de caballería cuando aparece alguna ordenanza o algún oficial enemigo a caballo; quien ante algún tiro disparado a las alas concluye que se ha tomado el flanco o la espalda, quien dice que el enemigo ha hecho la media luna, que ya hace falta retirarse si no todos estarán perdidos; pero en cuanto se les hace batir una carga impetuosa y rápida, su coraje se reanima y se hace feroz, todos los peligros, reales o quiméricos, desaparecen ante sus ojos y ellos se echan en enfants perdus en contra de las piezas que disparan metrallas o en medio del granizado de la fusilería más intensa y mortífera. En la constitución militar de nuestras tropas lo primero que debería calcularse seriamente es el temperamento tan ardiente de nuestros hombres, que les resulta imposible estar inmóviles en las filas. Las leyes que siempre deben adaptarse a los hombres y no al revés, nuestras leyes militares, decía, deberían ser muy indulgentes hacia nuestras tropas con respecto // al tema de aquella inmovilidad cadavérica que fue siempre admirada en los Alemanes, sin tener en cuenta que a aquellos pueblos no les cuesta ningún esfuerzo. Si se manda a un Alemán o a un Ruso que se quede inmóvil durante diez semanas, él descansará. Si se obliga un Napolitano a quedarse inmóvil durante dos minutos, se cansará y padecerá. Ese mismo temperamento ardiente, esta viveza interior de nuestros órganos hacen pensar que nuestras tropas son inestimables en las guerras ofensivas, menos buenas en las defensivas, insuperables en las guerras de montaña y menos valiosas en los llanos y en línea. Las tropas napolitanas, al estar en medio de las francesas con las cuales nuestros soldados han empezado a rivalizar, aunque prematuramente, si se mantuvieran en la disciplina severa de los campos militares durante algún tiempo, se harían inestimables y me atrevo a decir que las mejores de Europa. El hombre de nuestras comarcas es vivaracho, está lleno de fuego, dotado de un talento natural y de una agudeza fecunda de medios y recursos; es robusto, fuerte y está naturalmente bien plantado en sus miembros, es bastante intrépido y cuenta con una dosis suficiente de valor que terminaría de desarrollar con la práctica y la habituación a la guerra. A todo ello se añade que él está acostumbrado más que los demás pueblos a las privaciones. Si un soldado francés no come sopa durante dos días se debilita y cae enfermo; en cambio nuestros 639

97v

G1

98r

98v

campesinos, aunque coman pan o pan de maíz, cebolla o ajo, son tan fuertes y robustos como si comieran alimentos más nutritivos. Durante el bloqueo de Barcelona vimos un ejemplo patentísimo. Los regimientos franceses e italianos fueron infestados por enfermedades ocasionadas por la escasez de víveres. Nuestros soldados siempre estuvieron en buena salud y ni uno fue ingresado en el hospital con fiebre.// La inclinación de nuestros compatriotas es para la caballería y la caballería de nuestra nación seguirá siendo excelente igual que lo fue siempre, pues nuestros soldados, propensos por naturaleza a la vehemencia, encuentran en la velocidad del caballo un medio para favorecer más esta predisposición suya: y cada uno sabe que como el oficio de la caballería en la gran táctica es el choque y la rapidez, cuanto más violentas e impetuosas son estas operaciones, tanto más perfecta será dicha arma. La región de nuestro Reino que proporciona los mejores guerreros es el norte, es decir los dos Abruzos y el Condado de Molise, que puede llamarse nuestra Suiza. Esto ocurrió en todas las épocas conocidas a nosotros. Los Samnitas, los Picenos, los Marsos, los Abruzos, los Pelignos, daban en la época de Roma mejores tropas que los Campanos, los Lucanos, los Brutios, etcétera. Los Abruzos y los Molisanos más que todas las demás poblaciones han mantenido el carácter guerrero y el orgullo de sus antepasados. Viven en las montañas y los montañeros son más guerreros, más aptos para las armas, más resistentes a los trabajos y a las penas que los pueblos de las llanuras y de las costas, cuyo vigor y energía el clima suave y la amenidad del suelo parecen entorpecer y por consiguiente hacer ajenos al fragor y a los horrores de Marte. Carlos 3°, ante cuyo nombre deberíamos postrarnos, pues nos rescató de la servitud virreinal, fue el primero en formar nuestra milicia nacional. Fernando en una época de su reino la había mantenido en un estado próspero y bien cuidado208. La Academia Militar proporcionaba oficiales excelentes en todas las armas: nuestra artillería rivalizaba con la piamontesa, la marina aspiraba a igualar a la inglesa, el Cuerpo de Ingenieros llamado ahora del Genio realmente abundaba en genios. A nuestras tropas faltaba solamente la práctica de la guerra. // Pero donde se falló fue en la constitución militar. Sin tener en cuenta el clima, nuestras pasiones, nuestro temperamento y el carácter

208

En realidad las reformas y las mejoras para ejército, marina, artillería e ingenieros las quiso y las organizó Acton (cfr. Colletta P., Storia).

640

G1 nacional, se estableció una constitución copiada enteramente de la alemana y prusiana, mientras que se hubiese debido crear una nacional. Nuestro soldado fue armado, vestido, equipado, alimentado, instruido y disciplinado igual que un Sajón o un Brandeburgués y sin tener en cuenta nuestra viveza, opuesta a la frialdad de los pueblos del norte, nuestras pasiones férvidas y vehementes, nuestras inclinaciones, educación y sensibilidad inflamable, se quiso modelar al Napolitano como si fuera un Alemán. El castigo horrendo de la vara, que deshonra y embrutece al hombre sin mejorarlo, fue el mal peor que la disciplina del norte hizo a nuestros soldados y fue la que hizo aborrecer nuestro empleo a los pueblos del campo, cuya imaginación se encendía sobremanera al pensar que los menores fallos se corregían con palos en aquella parte que a nosotros nos da suma vergüenza enseñar. El Rey, para reformar su armada, durante algún tiempo envió a muchos oficiales al servicio austríaco para aprender el sistema militar de aquellas tropas e introducirlo en las nuestras. Pero con la salvedad de Parisi y Federici209, todos los demás no tenían ni talentos ni genio para distinguir lo que se podía aplicar a nuestros hombres y lo que no, para alcanzar el propósito mencionado y formar unos soldados napolitanos. Ellos quisieron unos soldados enteramente alemanes y no consiguieron ni los unos ni los otros. // A este inconveniente se añadió otro, es decir el de los organizadores extranjeros llamados por el gobierno, que causaron todo el mal posible sin hacer el menor bien. Los talentos nacionales fueron ofendidos y honrados los forasteros a los cuales se les daban todos los grados militares eminentes: Zehenter todavía hace horror a los que sirvieron en su época210. Salis y Gams no despertaron sino odio e indignación211.

209

Giuseppe Parisi (Moliterno 1750-Nápoles 1831), después de un viaje de instrucción a Europa (1794), ocupó varios cargos para mejorar el ejército. Fue Ministro de la Guerra en 1821; Francesco Federici di Pietrastornina (Nápoles 1738-Ídem 1799), general de caballería, adhirió a la República Napolitana y por ello fue ahorcado. 210 Giuseppe von Zehenter, mariscal húngaro llamado a Nápoles (1793) por Ferdinando IV y nombrado inspector general de las tropas. 211 Anton Salis-Marschlins (Marschlins 1732-Ídem 1813). Militar suizo, mariscal de campo (1780), Ferdinando IV lo llamó a Nápoles en 1786 y al año siguiente lo nombró inspector general de toda la tropa. En 1790 tuvo que dimitir y dejar Nápoles con la mayoría de los instructores franceses por desavenencias con la reina. Daniele Giovanni de Gambs (Estrasburgo 1744-Nápoles 1823), militar francés, propuesto por el barón de Salis para reorganizar la infantería napolitana (1787), teniente general (1797), inspector general de la infantería y de la caballería (1807).

641

99r

G1

99v

Todos éstos se dedicaban únicamente a renovar el gorro o el uniforme, a acortar o alargar la cola de caballo, a impacientar a los soldados con muchas minucias, a tenerlos desesperados con los palos. Nadie se dedicó a formar una constitución militar basada en los principios nacionales: nadie podía hacerlo pues todo el mundo desconocía la nación. Ellos debían necesariamente fracasar, de la misma manera que yo fracasaría si tuviera que organizar la milicia de los Tártaros o de los Japoneses conforme a sus usos, costumbres, educación, etcétera. La constitución y la disciplina militar de las tropas franceses actuales son las más aplicables a nuestros hombres, las más adecuadas para la mayoría de las disposiciones guerreras de nuestros pueblos. Hemos visto en nuestra época el éxito admirable que tuvieron las tropas italianas bajo la escuela francesa. Los Napolitanos tenemos más aptitud que la población del norte de Italia a ser guerreros. Nosotros somos más férvidos, más vivarachos, más fuertes, más resistentes a las privaciones y a los trabajos. Nosotros amamos aún más la gloria, como demuestra lo que nosotros llamamos guapperia, es decir el deseo de ser considerados valientes; más pro//pensos a las armas, tal como se puede deducir de la pasión que los nuestros tienen por llevar pistolas, bayonetas y navajas, pasión que dirigida mejor y hábilmente convertiría a nuestros esbirros y guardias en muchos héroes en el campo de Marte. Finalmente, los cuentos de los Paladines de Francia, las hazañas de Reinaldo y de Orlando que nuestros jóvenes escuchan con avidez, indican claramente que el germen del heroísmo, de los laureles y de la pericia prospera y no está apagado en los pechos de toda la nación. Cuando el Emperador se encontró con nuestro 1° Batallón entre Turín y Susa y lo revistó, no se fijó ni en el vestuario ni en el calzado, ni en el equipamiento, sino que analizó con cuidado la fisonomía de nuestros soldados. Se quedó asombrado al ver que éstos lo miraban con actitud orgullosa y sincera, sin miedo ni ficción, con ojo vivo y animado, que le hablaban con una franqueza y un desenfado propios de los hombres que no temen a nadie o que se desentienden bastante de todo el mundo. El Emperador dijo a nuestro antiguo jefe de batallón Carascosa, que ahora es coronel: «Su gente es vivaracha y espiritual igual que los Orientales y los Africanos que vi en Egipto». Luego, dirigiéndose a Berthier212 y guiñándole el

212

Louis Alexandre Berthier (Versalles 1753-Bamberga 1815). General de división (1795), proclamó la Repubblica Romana (1798); jefe del Estado Mayor en Egipto y Siria con Napoleón, ministro de la Guerra (1799-1807), mariscal de Francia (1804), príncipe de Neuchâtel (1806) y de Wagram (1809), mayor general en España (1809-1812).

642

G1 ojo, dijo: «Prince, dix mille de ces boucres là dans nos mains, eh!..». La aprobación de un hombre con tantos conocimientos puede considerarse de algún valor. Espero que su discípulo en el arte guerrero y nuestro rey Joaquín aproveche las aptitudes de sus pueblos y levante nuestro estamento militar al grado que nos corresponde.//

BARCELONA, 3 DE ENERO DE 1809

100r

El general Saint-Cyr avanzó hasta Valls persiguiendo al enemigo. Se le reprocha no haber hecho un intento con Tarragona tras la confusión que había en la armada española a raíz de la batalla del 21 de diciembre. El marqués Vives, general de los Españoles, desapareció de la armada. Corre la voz de que fue masacrado por el pueblo de Vilafranca y, según dicen algunos, el de Tarragona, por perder el combate en el Llobregat y no socorrer a Reding derrotado en Cardedeu el 15 de diciembre. Suele ser éste el destino de los generales que la suerte no ayuda en los gobiernos anárquicos y populares. En la actualidad Reding le ha sucedido al mando de la armada española. El general Saint-Cyr sigue con su cuartel general en Valls. Su derecha llega hasta Igualada, al pie del Montserrat. Esta inacción suya nos resulta inconcebible. Nos parece que debería estar en movimiento continuo, persiguiendo al enemigo y maniobrando para forzarlo a sufrir una tercera acción general con el objeto de derrotarlo definitivamente. Si esta actuación procede de un plan de guerra suyo, este plan es totalmente nuevo y antimilitar, pues nunca se debe dar descanso al enemigo. Si procede de instrucciones ab alto, los críticos deben callar. Los periódicos de Francia venidos por mar, pues las comunicaciones por tierra están cerradas otra vez, nos informan que el Emperador entró en Madrid el 2 de diciembre y su primer decreto fue la abolición de la Inquisición.// En cuanto recibimos esta noticia, este decreto fue promulgado en esta ciudad también y fue abolido el tribunal de los Dominicos. Las puertas del palacio llamado de la Inquisición fueron abiertas, el comisario general de la policía entró en él para hacer el inventario y tomarlo todo en consignación, pero los Españoles, que igual se habían enterado de esta ley a través de sus emisarios, no hicieron encontrar ni un papel en los archivos y ningún preso en las cárceles, aunque unos se habián dirigido al general Duhesme para ser soltados. Yo fui a ver este palacio, que es sumamente grande y está repartido en muchos salones y piezas. Lo único que se veía eran viejos armarios grandísimos, sillas de 643

100v

G1

101r

cuero y mesas redondas también antiguas. Bajé a ver las cárceles y los subterráneos y me dieron miedo. Están todas cubiertas a bóveda, las murallas y las bóvedas son negrísimas y ahumadas, y además tan húmedas que al entrar me pareció estar en una nevera. Se veían solamente grandes aros de hierro clavados en la pared de tramo en tramo a altura de hombre, quizás para encadenar a los presos. Desde la bóveda de cada subterráneo colgaba una gran cruz de madera oscura con dos lámparas colocadas en un hierro clavado en la extremidad inferior del brazo principal de la misma cruz. En el suelo de algunos subterráneos se veían rejas de hierro que cerraban la apertura de otros subterráneos inferiores, desde los cuales exhalaba el hedor más mortífero que, creo, procedía de los cadáveres de las víctimas del monstruo horrendo o estaba causado por la basura y los excrementos de los presos echados a estos lugares. Arrojé una piedra a uno de ellos y oí un hueco retumbo que me hizo imaginar la vastedad de las grutas. Cerca de uno de los aros se veía una piedra teñida de sangre, // quizás derramada por algún infeliz que, empujado por la desesperación, se había dado con la cabeza contra la pared. Yo salí desde este lugar infernal con el corazón lleno de horror y de execración por aquel tribunal en el cual creo que los satanes, los luciferes y los belcebúes llevaban el traje dominico. Yo me glorié cada vez más de proceder de ese país en el cual dicho monstruo jamás pudo anidarse y cuya entrada siempre encontró cerrada. La abolición de este monstruo, siempre asqueroso y siempre ávido de sangre humana, de este monstruo proscrito por la naturaleza, por la verdadera religión y por la razón, que desterrado de todo el resto de Europa se había arraigado en este país bárbaro y supersticioso y que necesitó el brazo del hércules de nuestros tiempos para ser derrotado, es un gran bien para España. Ay, ¡cuántas víctimas sacrificó aquí a su furor! ¡De cuántos delitos y atrocidades se mancharon los sicarios dominicos y los monarcas que lo permitían, ante un Dios de paz y de misericordia, que suprimió los sacrificios cruentos en aborrecimiento de la sangre! La Providencia divina, siempre justa en sus decretos eternos, parece haber castigado a España y a las familias de los reyes que han reinado hasta ahora, haciendo deteriorar hasta el estado actual una potencia que hace 3 siglos imponía la ley a los dos hemisferios, por las muchas atrocidades cometidas, por toda la sangre humana derramada injustamente en su suelo. La eliminación de muchos monasterios, asilos riquísimos de la ociosidad y de la corrupción, que hacen vivir en las comodidades y en 644

G1 la opulencia a los frailes y que sumen al pueblo en la indigencia, será otro bien que esta dinastía nueva haga en España. No va a haber la perjudicial desproporción entre quienes lo tienen todo y quienes nada. Los bienes van a estar repartidos más ampliamente // y la propiedad concedida a los campesinos va a animar la industria, la dedicación y el trabajo, va a aumentar la riqueza de la muchedumbre. Sigue mereciendo la pena que las luces de las ciencias irradien este buen clima. Si los Franceses pueden introducir el gusto para las mismas y la cultura del espíritu, van a rendir generosamente el máximo beneficio a los que ahora se muestran sus más fieros enemigos. Junto con estos bienes que no van a ser de menor importancia, esta guerra y esta nueva sucesión causarán más males a España. En un mismo siglo Francia dio dos dinastías a España, pero las consecuencias de ésta van a ser muy distintas a las que siguieron la Guerra de Sucesión. Felipe V subió al trono de Madrid por derecho de parentesco y porque fue nombrado heredero por Carlos II. Las Castillas, Andalucía, Asturias y en fin la mayoría de la Península se armaron en su favor. Solamente los Aragoneses y los Catalanes se negaron a reconocerle durante nueve años. Las Indias le mandaron ayudas inmensas en dinero. José I° subió al trono por derecho de renuncia y luego por conquista, pero todos los pueblos de España están armados en contra de él y por eso se dice que las colonias y las asentamientos transoceánicos están mil veces más entusiasmados que los Españoles por Fernando y en contra de la nueva dinastía. A partir de todo esto es fácil suponer que las posesiones españolas de ultramar están perdidas para esta monarquía. Francia no tiene fuerzas navales para poder enviar una armada a someterlas. No creo que se sometan voluntariamente. Si ellos se despiertan del letargo español, podrán convertirse en una poten//cia independiente, si no se someterán al imperio de Inglaterra, con la cual se ha aliado la España revoltosa. Si los Españoles del Nuevo Mundo tienen genio, muy pronto veremos la creación de un estado independiente en las ruinas y en el suelo de los Incas y de los antiguos imperios de México. Los Estados Unidos, en posiciones menos favorables, lo hicieron, sacudiéndose el yugo inglés y apoyándonos en aquella libertad que luego sirvió de chispa al gran incendio que se desarrolló en Europa. Ellos tuvieron que luchar contra una potencia formidable que mandó allí tropas para volver a someterlos, y con la ayuda de los Franceses lo645

101v

102r

G1

102v

graron su designio. Mucho más fácilmente lo van a conseguir los Peruanos y los Mexicanos, pues no tienen nada que temer de nuestro continente, debido a la ausencia de la flota en Francia. Pero si los Españoles de América no tienen cuidado, Inglaterra entrará allí y no dejará que se le escape semejante oportunidad. En todo caso, que se hagan independientes o que caigan bajo el imperio de los Ingleses, ellos están perdidos para la corona de España. A esta pérdida, que va a ser imponente, se añadirá la de la marina militar. Tras la batalla de Trafalgar la potencia española seguía teniendo unos setenta buques de guerra entre navíos, fragatas y corbetas. Dada la actitud de los Españoles en contra de los Franceses, todos los buques zarparán, si es que ya no lo han hecho, desde los puertos de Bilbao, Coruña, Oporto, Cádiz, Alicante, Ferrol y Cartagena, en cuanto éstos se presenten para ocuparlos. La marina entonces sufrirá el mismo destino que las colonias, es decir que o bien caerá en las manos de los Ingleses o bien irá a América; y en ambos casos España, que bajo Carlos IV podía contar con una // flota considerable, bajo José I° no podrá sacar de sus costas ni un barco. Para una nación que vive en una tierra bañada por el Océano y el Mediterráneo, que tiene mil relaciones con sus asentamientos, con sus colonias, la marina mercante necesita absolutamente la militar al igual que ésta no puede existir sin aquélla. Ahora bien, si se pierde la segunda, adiós comercio para España y en su posición actual adiós riquezas y prosperidad. Pero el mal más desolador que la Península va a sufrir será su despoblación. Esta lacra empezó a manifestare cuando Rodrigo, rey de Castilla, expulsó impolíticamente a cuatrocientas mil familias moras ya asentadas en territorio español, que allí hacían prosperar la agricultura y las artes del siglo213. Era su gobierno el que había que derrocar, sin privar de pronto la tierra conquistada de tantos brazos útiles y valiosos. El número inmenso de curas y monjes era, según los propios estadísticos españoles, la razón que favorecía y alimentaba una desploblación ulterior. Finalmente, la cantidad incalculable de gente que se trasladó a América atraída allí por la codicia del oro, la que iba allí todos los años y por último la que, atraída por los beneficios eclesiásticos, emigraba desde España

213

Rodrigo Ramírez, primer conde de Castilla (aprox. 860-873), bajo los reinados de Ordoño I (850-866) y de Alfonso III (866-873).

646

G1 hacia la corte de Roma era la tercera razón y era una constante. Según el último censo de 1788, la población de España ascendía a unos 11 millones de habitantes214. Hay un balance de las personas que entran y de las que salen anualmente y la desproporción es tan notable que el número de las segundas rebasa el de las primeras en unas 3000 al año, que no van a volver // más, pues se establecen en las Indias, en la corte de Roma, o están perdidas para la sociedad al haberse metido a curas o frailes. Guevara Muñoz215, estadístico español, exclama, con un arrebatamiento peligroso y admirable a la vez: en España «ya que no pueden impedir que la gente se vaya a América u otros lugares, por lo menos que impidan la segunda fuente de nuestros males. Que reduzcan la clase de los curas y de los monjes, que atrae con sus riquezas a una muchedumbre de ciudadanos y esteriliza al doble, sin por ello hacerlos más puros, más útiles o menos corruptos». Ahora, tras una revolución tan formidable como la que estalló en España, tras los sentimientos de odio implacable que inflamaron a la población en contra de los Franceses, después de que se perjudicara a muchas familias riquísimas que arrastraron a muchas más, la emigración va a ser sumamente considerable y más aún si las Indias españolas se convierten en potencia independiente. La costa va a quedarse desierta, porque la mayoría de los negocios de los habitantes se encuentra en las colonias y porque si se quedaran aquí ya no podrían comerciar y por consiguiente se van a marchar donde estén sus capitales y donde puedan dedicarse a su empleo. Barcelona proporciona un ejemplo poderosísismo. Esta ciudad, cuando entramos en ella, tenía unos ciento cuarenta mil habitantes. En cuanto estalló la guerra, la gente empezó a emigrar de forma tan masiva que a los pocos días quedaron ochenta mil, que quizás hubiesen podido marcharse si no se hubiese tomado la precaución de impedir la salida de las puertas en cuanto las autoridades se dieron cuenta de que la emigración era tanta que amenazaba con dejar la ciudad desierta. // A mi parecer, entonces, los males que va a sufrir España con esta guerra van a ser la pérdida de las posesiones de ultramar, la de las fuerzas navales y una despoblación ulterior. Veo los

214

Pepe se refiere al censo de Floridablanca de 1787, según el cual los habitantes eran 10.541.200. 215 Podría tratarse del jesuita Josef Guevara (Recas 1719-Spello 1806), misionero español en América e historiador de los Indios guaraní. Cfr. Astorgano Abajo, Lorenzo Hervás y Panduro. Biblioteca jesuítico-española, pp. 256-260.

647

103r

103v

G1 intereses de las naciones más poderosas del orbe demasiado opuestos como para creer que una paz general próxima anule la profecía de uno como yo que no es ni político ni adivino, pero cuyas afirmaciones no me parecen sin fundamento o sensatez.

BARCELONA, 23 DE ENERO DE 1809 Estuvimos durante unos diez días en Molins de Rei y en Martorell con nuestro 2° Batallón para mantener la comunicación entre el 7° Cuerpo y Barcelona. Ayer por la noche volvimos a esta ciudad.

VARIOS

104r

Entre todos los conquistadores, entre todos aquellos hombres que no sé si bajan del Cielo como dicen los poetas o si salen del Tártaro según dicen la humanidad y la razón, que se distinguen por la guerra y que inmortalizan su nombre escribiéndolo con la sangre que hacen derramar, yo creo que Federico II fue el más moderado, el más consecuente y el más admirable. La historia de Sesostris está envuelta en los mitos y las tinieblas de los primeros siglos. La crítica moderna parece dudar que este príncipe existiera, o por lo menos hiciera lo que se dice de él. La de Ciro es también dudosa en muchas partes216. El hecho de que los historiadores no convengan en la época, en el lugar y en la modalidad de su muerte, arroja dudas incluso en la histo//ria de todas sus hazañas. Lo que dice la Biblia al respecto es lo único que se puede considerar seguro y cierto acerca de su actuación. Alejandro tenía genio, talentos, pericia y todas las virtudes guerreras. Él hacía la guerra con planes y principio, la empezó por amor a la gloria y la continuó a fin de desarrollar el comercio y las comunicaciones entre el Océano y el Mediterráneo. La conquista de Egipto, que tenía puertos en el uno y en el otro mar, fue una obra maestra y anunciaba que el conquistador tenía una visión sublime y grandiosa. El cerco de Tiro nos lo muestra repleto de conocimientos militares. Pero lleno de pasiones sin saberlas domar, amante caprichoso de la gloria, dominado por el vino, cegado por el orgullo, haciéndose adorar como hijo de Júpiter Amón, él pasó de extravagancia en extravagancia, de unos ex-

216

Ciro el Viejo, hijo de Cambises, fundador de primer gran imperio persa, reinó de 558 a 528 a.C.

648

G1 cesos a otros excesos más funestos, de conquista en conquista perdiendo el tiempo y sin dedicarse a consolidar esa gran obra cuyos cimientos había echado con prosperidad y tanta gloria. César como guerrero debe considerare el modelo de todos los comandantes y de todos los conquistadores. A la cabeza de sus legiones invencibles guiadas por su genio, él terminaba una hazaña únicamente para empezar otra; sus hazañas y su nombre retumban sonoramente en África, en España, en Egipto, en las Galias, en Alemania y en Inglaterra. El universo entero lo temía y lo admiraba. Su constancia y fuerza de ánimo en las adversidades, su moderación en las victorias, su magnanimidad con Deyotaro217 y con Cleopatra, sus talentos militares, sus virtudes, todo lo hace cada vez más digno de la admiración de la posteridad. Pero cuan//do a la gloria de ceñirse de laureles sucedió la de ceñirse con el diadema, de la cual fue invadido no sé por qué, dichos laureles se convirtieron en cipreses: fue apuñalado. Atila no es sino un malhechor a la cabeza de una horda de cien mil bárbaros218. Su época es la de los desastres, de las barbaries, de las atrocidades y de las devastaciones. Gengis Khan es más o menos lo mismo219. Carlos XII, dotado de todos los conocimientos y de las virtudes guerreras, tenía todas las virtudes y el amor a la gloria igual que Alejandro, sin tener todos sus defectos. Ávido de fama y de hacer su nombre inmortal, con un reino vasto pero despoblado, con una pequeña armada, corrió por todas partes sin planes y sin un objetivo político en sus conquistas, pero fue siempre admirable en sus movimientos militares, siempre constante en sus virtudes y conocimientos guerreros hasta Poltava, donde la suerte lo abandonó y donde el fragor de sus hazañas formidables terminó de entusiasmar. Montesquieu comparó Alejandro y Carlos con una conclusión no

217

Deyotaro (105-41 a.C.), tetrarca de Galacia; en la guerra civil de Roma fue partidario de Pompeyo; defendido por Cicerón, César le perdonó. 218 Atila, rey de los Hunos, estuvo a la cabeza de un gran imperio que se extendía desde la Europa central hasta el Caspio y desde el Danubio hasta el Báltico. Cuando murió (453) su imperio se deshizo rápidamente. Su legendaria crueldad le valió el apodo de “Azote de Dios”. 219 Conquistador mongol, cuyo verdadero nombre era Temujin (1155-1226); asumió el apodo de Gengis Khan (príncipe universal); fundador de un imperio colosal, que abarcaba la China septentrional y central, Turkestán, Persia y Afganistán y duró desde 1206 hasta 1227.

649

104v

G1

105r

muy favorable a éste220. A pesar del respeto que tengo para un escritor tan insigne, me parece que fue muy severo con el sueco. Carlos no tenía ninguno de los defectos que deshonran la memoria de Alejandro. Enfin chacun des dieux parlant de sa gloire Le plaçoyent d’avance dans le temple de la mémoire Mais Venus et Bacchus n’en dirent pas un mot. Alejandro derrotó a los Persas, pueblos débiles, afeminados y corruptos; Carlos venció a los Rusos, nación joven, feroz e indomable. El primero destrozó un imperio socavado por el tiempo, la corrupción y la debilidad. El segundo intentó derribar una potencia naciente y formidable por su vastedad. Aquél no tenía un rival en Darío, príncipe débil y nada guerrero221. Éste tenía ante sí a Pedro, que fue reconocido como un genio. Finalmente Alejan//dro tuvo una muerte deshonorable, causada por excesos y embriaguez, Carlos terminó su vida como un héroe, es decir en los campos de batalla y en la gloria, igual que Gustavo Adolfo. Mientras Carlos moría en el frío de Noruega, entre el Óder y el Spree crecía otro guerrero. Federico II, lleno de fuego y viveza, invadido por el amor a la gloria, dotado de talentos militares desarrollados bajo la disciplina del padre, gran guerrero incluso antes de exponerse en los campos de Marte, ve en la muerte de Carlos VI la oportunidad de quitar Prusia del rango de las potencias de segundo orden222. Mientras confutaba a Maquiavelo, aguzaba sus armas223 y su ministro Gortz todavía estaba en Viena cuando ya sin declaración de guerra había invadido Silesia224. Ganó cinco batallas e hizo una paz más ventajosa

220

Charles Louis de Secondat, barón de la Brède y de Montesquieu (1689-1755). Entre los principales intelectuales de la Ilustración, formuló la teoría de la separación de los poderes. 221 Darío III Codomano, rey de Persia (336- 331a.C.) fue derrotado repetidamente (Granico, Issos, Arbela) por Alejandro Magno y matado en 331 por Besso, sátrapa de Bactriana. 222 Carlos VI de Habsburgo, emperador del Sacro Imperio Romano (Viena 1685-Ídem 1740). Su muerte y la consiguiente subida al trono imperial de la hija María Teresa (Viena 1717-Ídem 1780) desencadenaron la Guerra de Sucesión austríaca, que se concluyó en 1748 con la paz de Aquisgrán. 223 Federico publicó en 1738 su Antimaquiavelo, donde afirmaba la necesidad de una ética política en contra del crudo realismo de los métodos de gobierno teorizados por el escritor florentino. 224 La invasión de Silesia (1740) desencadenó la Guerra de Sucesión austríaca. Wilhelm Benedikt von Goltz (Berlín 1698- Ídem 1780). Noble prusiano, fue ministro plenipotenciario de Federico II en Viena y San Petersburgo.

650

G1 que la propia guerra. Si hubiese sido tan desafortunado como Carlos, los escritores se hubiesen igualmente ensañado en contra de él, en contra de su inmoralidad; pero el trueno y el estruendo de sus victorias asombraron a todos y le valieron aplausos y admiración. La guerra se volvió a desencadenar. María Teresa le volvió a pedir Silesia: Federico se la negó y la contienda, remitida a las armas, fue decidida en su favor. En 1756 Europa, enteramente alarmada debido al nombre y la influencia de este monarca, se armó toda en contra de él. Él estaba a punto de sucumbir ante el choque colosal de tantas potencias que apuntaban todas a su destrucción, estaba amenazado de ser expulsado del imperio y seguramente hubiese perdido la cabeza si hubiese caído en manos de sus enemigos. La mayoría de sus estados habían sido invadidos por los Rusos y los Austríacos; él eludió con pericia a sus armadas conquistando Sajonia y con el dinero cogido en la misma // reanudó una guerra que se creía terminada. Los Franceses lo ciñeron desde la parte del Elba: entonces todos lo creyeron perdido. La Dieta se dedicaba a organizar su juicio acusándolo de mala fe, de ser irreligioso, infractor de tratados, déspota y hasta mal marido; él mismo se veía al borde de su total ruina y le escribía a Voltaire: Quand on est prêt du naufrage Il faut en affrontant l’orage Agir vivre et mourir en roi Pero los genios jamás carecen de recursos: la famosa batalla de Rosbac y un mes después la de Breslau cambiaron la situación por completo225. Entonces todos los defectos del hombre y del rey desaparecieron ante la gloria del héroe. La muerte de Isabel también le ayudó226. Federico se consolidó aún más en aquel trono que había levantado a un grado eminente y desde el cual había estado a punto de caer. Hubiese podido intentar otras conquistas, pero quiso únicamente conservar las por las cuales había luchado tanto y arriesgando sus estados, su nombre y su vida. Napoleón renovó en el globo las hazañas formidables de Alejandro, César y Federico. Con el genio y las virtudes guerreras de los tres, con

225

Las batallas de Rosbach y de Breslau, en las cuales Federico derrotó a los AustroFranceses, tuvieron lugar en noviembre y diciembre de 1757. 226 Isabel zarina de Rusia (Kolomenskoe 1709-San Petersburgo 1761). Hija de Pedro el Grande, se apoderó del Imperio con un golpe de estado en contra de Iván VI (San Petersburgo 1740-Ídem 1764), menor bajo regencia.

651

105v

G1

106r

106v

igual amor a la gloria que el primero, con la ambición del segundo y con los talentos militares del 3°, él conquistó Italia con la rapidez de un relámpago, pasó a Egipto y llegó hasta las orillas del Jordán, volvió a Francia y se puso al frente de la nación entera, pasó los Alpes igual que Aníbal y Francisco 1°, en el pequeño Marengo reconquistó la Italia entera perdida, pasó el Rin y el Danubio y humilló en Austerlitz una potencia formidable, pasó el Elba, aniquiló la potencia de Prusia en Jena, fue a insulta//r las cenizas de Federico en Potzdam igual que había hecho Alejandro con las de Ciro en Babilonia, entró triunfante en Varsovia, coronó sus triunfos en Eylau y Friedland, abrazó a su enemigo en el Niemen, pasó los Pirineos, se arrojó sobre España y en Madrid decretó la abolición de la Inquisición igual que había abolido la servitud en la región del Vístula. Napoleón tiene más virtudes guerreras que Alejandro y no tiene sus defectos. Él es más afortunado que César. Éste quiso ponerse a la cabeza de una nación radicada desde hacía cinco siglos en los principios y en las ideas de libertad y fracasó. Napoleón quiso liderar un pueblo harto de una libertad que no tenía, de diez años de anarquía, revoluciones y derrame de sangre y lo consiguió. Con respecto a los talentos y a los conocimientos sobre el arte de la guerra, yo considero Napoleón inferior a Federico. Éste fue el creador de una nueva táctica, de la táctica actual. La rapidez de los movimientos, las masas, los despliegues, la vara de hierro, el principio de rechazar muchas veces el choque de fuerzas y de apuntar a la implicación de dichas fuerzas con este rechazo y por último todo el resorte y los secretos de la guerra moderna, son invenciones suyas. Él puede considerarse un genio que precedió a otro genio con la antorcha en la mano. Napoleón no hizo sino seguir sus huellas. Por otra parte, no sabemos qué sería Napoleón en las desgracias porque nunca lo hemos visto; pero conocemos a Federico a punto de perder estados, trono y vida, pero siempre grande, siempre igual a sí mismo, siempre fecundo en recursos y extrayéndolos en cada momento de su mismo genio. El velo de las victorias, de la suerte y de los triunfos oculta a veces fallos y debilidades. // Es solamente en las desventuras y en las situaciones peligrosas cuando se puede juzgar perfectamente la verdadera fuerza y la grandeza de ánimo de un hombre.

BARCELONA, 1° DE FEBRERO DE 1809 Un barco venido de Francia ha traído muchas cartas desde Nápoles. Nuestro jefe de batallón Ambrosio fue promovido a mayor del 2° Batallón de Línea. El teniente Carafa pasó con el mismo grado a los Gra652

G1 naderos de la Guardia Real227. Llegaron las confirmaciones de los nombramientos de mi hermano y de los demás, ascendidos a oficiales en el campo de batalla. Finalmente, el ministro escribió de parte del rey una carta de felicitaciones a nuestro coronel por los buenos informes recibidos por el general Duhesme acerca de la conducta de nuestro regimiento en la campaña.

12 DE FEBRERO Con gran disgusto los Napolitanos nos hemos enterado de que el coronel Carascosa del 2° Regimiento de Línea fue herido mortalmente en Ilacuna, cerca de Igualada. Una bala de fusil le atravesó el pecho de parte a parte. Permaneció en manos de los Españoles durante algún tiempo tras ser herido, pero su mismo regimiento lo rescató. Ahora está en Igualada y tememos recibir de un momento a otro la noticia de su muerte.

21 DE FEBRERO El coronel Carascosa sigue vivo y fue transportado a esta ciudad, adonde llegó ayer a duras penas. Yo fui a visitarle y me reconoció, pero como no puede hablar, no hizo más que apretarme la mano. Para animarlo y alentarlo le dije que no debía perder la esperanza de su recuperación, pues yo había visto muchos ejemplos // de hombres heridos igual que él y recuperados, y en especial a un cura del pueblo donde vivía una hermana mía casada, que en la revolución de 1799 había sufrido una herida muy parecida a la suya y se había restablecido perfectamente. El pasado día 17 hubo una batalla entre nuestra armada y la española en Valls228. Reding, que mandaba al enemigo, fue enteramente derrotado. Sufrió unos mil muertos y tres mil prisioneros entre los cuales más de cien oficiales, que llegaron aquí esta mañana. El general Saint-Cyr avanzó hasta Reus y su derecha está actualmente en Montblanc.

BARCELONA, 3 DE MARZO DE 1809 Los del Segundo Batallón Napolitano estuvimos nueve días en el valle de Granollers para recoger trigo, maíz, legumbres y vinos a fin de

227

Es uno de los hermanos Carafa della Stadera di Noja; posteriormente fue promovido a capitán. 228 La batalla de Valls, cerca de Tarragona, que se concluyó con la derrota completa de Reding, tuvo lugar en realidad el 25 de febrero.

653

107r

G1 aprovisionar los almacenes de la armada. Antes de ayer volvimos aquí y salió el 1° Batallón, también para este objeto, a lo largo de la costa de Mataró, aunque no tuvo el mismo éxito que nosotros. Escoltando los convoyes, fueron atacados por tierra por los migueletes españoles y por mar por los barcos ingleses. El capitán Giannettini y el teniente Sassi resultaron ligeramente heridos229; el capitán Pignataro lo fue más gravemente en la mano derecha.

9 DE MARZO

107v

Clarós, con un cuerpo de cuatro mil migueletes, muy hábilmente envolvió la derecha de la armada del general Saint-Cyr por detrás del Montserrat y se apostó delante de la ciudad en la actitud de intentar un golpe de mano en Barcelona, o hacer una operación diversiva a las operaciones de Saint-Cyr. Nosotros hicimos muchas salidas con poca gente, pues la guarnición de la plaza actualmente es débil. En la de ayer resultaron heridos el capitán Monaco y el teniente // Costa, aunque poco gravemente. Antes de ayer el mismo cuerpo, que está siempre en movimiento, se había apoderado del gran puente de Molins de Rei para cortar la comunicación entre Barcelona y la armada. Mi hermano, que volvía de Vilafranca con un destacamento, donde había escoltado a un oficial del Estado Mayor, tuvo mucha suerte en encontrar este puente barreado y abandonado unas horas antes por los migueletes. Hoy ellos se han atrevido a avanzar hasta bajo el cañón de Fuerte Pío, pero han sido bien castigados por su atrevimiento por la metralla del fuerte y una compañía de caballería que se ha lanzado en contra de ellos.

VARIOS Todas las dinastías que han reinado en Francia han tenido como ascendencia y fundadores a hombres geniales, grandes tanto en los talentos como en las armas, y como últimos descendientes a unos imbéciles que, incapaces e indignos del diadema, las hicieron vilmente desaparecer. El fundador de la primera raza se considera Meroveo o Clodoveo230; ambos deben considerarse entre los hombres destinados por la Providencia a reinar sobre los demás, por sus hazañas y sus virtudes guerreras. Esta dinastía duró 333 años y dio a Francia 36 monarcas, el último de los

229 230

No se han encontrado más noticias además de las que proporciona Pepe. Meroveo reinó de 448 a 457 y Clodoveo de 481 a 511.

654

G1 cuales fue Quilderico 3°, un príncipe débil, imbécil, y por eso rapado según la costumbre de la época y encerrado con su hijo Tieri231. A los Merovingios sucedieron los Carlovingios, cuyos primeros reyes serán eternamente memorables en la historia. Carlos Martel, célebre por su virtud y su genio, más célebre aún por ser el padre de Pipino y el antepasado de Carlomagno. Pipino, famoso // por su prudencia y su política, fue aún más famoso por ser hijo de Carlos Martel y padre de Carlomagno. Éste, finalmente, fue digno descendiente de su abuelo y de su padre y más renombrado que ellos por sus hazañas, por sus victorias, por sus conquistas y por su gloria. El título de Magno que le dio el universo se lo mereció. Grande en sus designios, sencillo en la ejecución, nadie más que él poseyó el arte de hacer las cosas grandes con facilidad y las difíciles con prontitud. Alguna crueldad cometida en el Veser en contra de los Sajones por razones de religión debió perderse y eclipsarse ante la gloria y el fulgor de sus acciones formidables. ¿Y dónde hay un príncipe al cual la posteridad no pueda reprochar algo? Voltaire entonces fue muy severo considerando a Carlos solamente desde este lado y pintándolo como un hombre supersticioso y feroz. Carlos pasaba por ser el hombre más guapo, más robusto y mejor hecho de su época. A sus dotes físicas se añadían las virtudes heroicas que hacían su gran alma digna de albergar en un cuerpo tan bello. Reinó durante 47 años232. La dinastía de los Carlovingios se terminó con Luis 5°, conocido como el Fainéant, tras durar 236 años233. La corona le correspondía de derecho a Carlos, duque de Lorena e hijo de Luis IV, apodado de Ultramar234, pero como se había hecho odioso a todos los Franceses, Hugo Capeto, el más rico y poderoso señor de Francia, aprovechando la influencia que sus riquezas y sus talentos tenían en el ánimo de su pueblo, subió al trono y se mostró digno de sostener su peso y dignidad y de fundar la dinastía de los Capetingios, que reinó desde 987 hasta 1792 y terminó con Luis XVI235. // El fin de los últimos reyes de las tres respectivas dinastías siempre fue

231

Quilderico III reinó nominalmente de 742 a 752, cuando fue destronado; murió en 755. Si se calculan los años de reinado a partir de cuando asumió la corona de Neustria (758), el total asciende a 56. 233 Luis (o Ludovico) V conocido como el Indolente o el Holgazán, reinó de 978 a 987. 234 Lodovico IV fue rey de Francia de 936 a 954. 235 Hugo Capeto reinó de 987 a 996. 232

655

108r

108v

G1 el que se merecía su imbecilidad. Quilderico, príncipe débil, afeminado y supersticioso, fue encerrado en un monasterio tras ser rapado, es decir declarado indigno del cetro, según la costumbre de la época. Carlos el Simple, que se puede considerar el último de la segunda pues Luis V no fue sino un fantasma, tanto por la corta duración de su reino como porque Hugo lo hacía todo, Carlos el Simple, decía, monarca imbécil y vil, fue encarcelado mientras huía vilmente por Herberto, conde de Vermandois, que lo encerró en el castillo de Peronne, donde terminó sus días miserables236. Por último, el fin de Luis XVI es conocido a todos. Este rey indolente y débil, mientras estaba a punto de ser detenido por la multitud en Varenne, podía salvarse si hubiese tenido fuerza de ánimo. El comandante de un escuadrón de dragones que lo escoltaba le dijo: «Sire, je chargerai cette populace, et je me ferai jour pour le passage de Votre Majesté». Luis, más por fuerza de ánimo y coraje que por sentimiento de humanidad, le contestó: «je ne veux pas voir couler le sang de mes sujets», mientras éstos le detenían para hacer derramar la suya. El gobierno de Napoleón está bastante consolidado como para asegurar que una cuarta dinastía ya se ha instalado con el nombre de Napoleoningios o Bonapartingios. El héroe que es su fundador fue digno de subir al trono de Clodoveo, de Carlomagno y de Hugo Capeto por reunir en el grado más sublime el genio, los talentos, las hazañas y las virtudes guerreras de los tres. //

15 DE MARZO

109r

Un barco venido de Francia trajo muchos pliegos del Ministro de la Guerra francés, dirigidos al general Saint-Cyr. Se cuentan muchas historias sobre el contenido de los mismos. La voz general, sin embargo, sobre la cual coinciden todos, es que el 7° Cuerpo de Armada realizará un movimiento retrógrado. En aquel mismo barco vinieron dos oficiales napolitanos: el subteniente d’Estengo237, sobrino del capitán nuestro con el mismo nombre, para nuestro regimiento, y el subteniente Sasso para el 2° de Línea238.

236

Carlos III el Simple reinó de 893 a 922, cuando fue destronado. De él no tenemos más noticias. 238 Pietro Sasso (que no debe equivocarse con el teniente Sassi) aparece mencionado en el informe del jefe de batallón Palma al Ministerio de la Guerra (Garcia, 12 de octubre de 1810), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCXCIII, y en el de Guglielmo Pepe (24 de febrero de 1812) también al Ministerio de la Guerra, cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119. 237

656

G1 Ellos nos dieron la noticia de que el jefe de batallón Casella sustituyó a nuestro antiguo jefe de batallón Ambrosio239, pasado al Segundo como mayor, y que el mismo está en Perpiñán, esperando a que la comunicación esté abierta para reunirse con nosotros.

21 DE MARZO La voz del movimiento retrógrado de la armada está asegurada. Hay quien dice que este movimiento es para abrir las comunicaciones con Francia, quien para escoltar a los prisioneros españoles, quien finalmente para el sitio de Girona. Los Napolitanos desconocemos si saldremos con la armada o si nos quedaremos de guarnición en Barcelona. Un decreto imperial otorgado por el Emperador a su campo de Astorga ordena una nueva y rápida conscripción de ochenta mil hombres. Corre la voz de que Austria volvió a declarar guerra al Emperador francés. Algunos añaden que el Emperador volvió a Francia con una parte de las tropas de la gran armada. Zaragoza, tras una defensa muy obstinada, por fin fue tomada por el mariscal Lannes240. El día 19 el cuerpo de los oficiales napolitanos organizó // una fiesta de baile precedida por una cena suntuosa para todos los generales y oficiales de la guarnición de Barcelona con motivo, decía, de la fiesta onomástica del rey José, pero el verdadero objeto era reconciliar al general Lechi con nuestro coronel Pégot. Sin embargo, este fin no se consiguió, pues el general no acudió bajo el pretexto de un ligero trastorno.

31 DE MARZO Todo el 7° cuerpo se ha vuelto a concentrar en esta orilla del Llobregat. Se están realizando grandes preparativos para el próximo movimiento. Nuestra división recibió la orden de marchar y nosotros vamos a salir mañana para ir a tomar posición en el camino de Vic hacia Granollers.

239

Calcedonio Casella (? 1775-Nápoles 1845), militar napolitano, capitán de la República Partenopea en 1799, tuvo que exiliarse y formó parte de la Legión Italiana; jefe de batallón del Primero de Línea en 1808, estuvo en España. Repatriado, ascendió al grado de coronel (1813); mariscal de campo durante las sublevaciones de 1820. 240 Jean Lannes (Lectoure 1769-Ebersdorff 1809). General de brigada (1797), mariscal de Francia (1804), duque de Montebello (1808), en España desde 1808, ganador de la batalla de Tudela, recibió el 21 de febrero de 1809 la capitulación de Zaragoza. Murió por las heridas sufridas en la batalla de Essling.

657

109v

G1 GRANOLLERS, 2 DE ABRIL DE 1809 Ayer por la mañana nos marchamos de Barcelona y llegamos aquí a las 4 de la tarde con toda la división Lechi. El general Pino está con la suya en Terrassa a nuestra izquierda. Chabot está en Barcelona. Souham sigue en la orilla izquierda del Llobregat. En cuanto entramos en este valle oímos el toque de alarma de todos los campanarios de los pueblos y de las ciudades que había. Encontramos unas proclamas que invitaban la gente apta del valle a coger las armas para «destruir a los Franceses que evacuan Cataluña». Esta ciudad y los pueblos de los alrededores están desiertos. Todos los vecinos se marcharon, hombres, mujeres, ancianos, niños y hasta perros y gatos. En nuestras avanzadillas, particularmente en las de nuestro batallón que está en la vanguardia, hay fuego sin parar desde la mañana hasta la noche. Nuestro movimiento retrógrado enorgulleció sobremanera al enemigo.//

CANOVELLAS, 7 DE ABRIL DE 1809

110r

Desde el día 3 con dos compañías estoy vigilando este pueblo, que está a media hora de distancia de Granollers. Todos los días desde el amanecer hasta la noche estoy acosado por los rebeldes que vienen a atacar y a disparar a mis puestos, a mis centinelas y nos obligan a estar siempre en armas y alerta. Hoy me hirieron gravemente a De Crescenzio, al sargento Bucca y a cinco soldados241. Hay bajas a diario. Ayer tuve un herido; antes de ayer cuatro; en cuanto llegamos, otro. Indignado por esta constante inquietud y este derrame de sangre, ayer envié un mensaje a los migueletes, a través de un viejo con el que topé, que si no dejaban de atacarme, les quemaría la iglesia, los heniles, las casas y todo el pueblo, pero en balde. Quizás más enojados todavía por estas amenazas, ellos siguieron molestándome incluso con más fervor y yo soy demasiado recto como para no llevar a cabo lo que había amenazado sólo para que dejaran de infestarme y molestarme peligrosamente. Nunca tuve una Pascua tan mala. Antes de ayer apenas pudimos

241

El subteniente De Crescenzio (en el RA llamado Decrescenzi) murió el 8 de julio de 1809 (cfr. Ilari, Crociani, Boeri, Storia militare del regno murattiano, III, p. 549). Del sargento Bucca no tenemos más noticias.

658

G1 celebrarla con unas legumbres mal guisadas y aliñadas peor, en lugar del cordero pascual. Además de ello un fuego fusilero eterno y muy intenso honró la fiesta de la Resurrección del Señor.

12 DE ABRIL El fuego entre nosotros y los Españoles sigue con furor. Yo estoy debilitado por las penas y los trabajos junto con mis subalternos, con mis soldados, pues sigo estando en acción y en armas de día y en perpetua y rigurosa vigilia durante la noche, temiendo alguna sorpresa y desconfiando de doña Fortuna, que es inconstante por ser mujer, y no sé si me ayudaría a salir de esto tal como // me ayudó las demás veces. El general Lechi vino aquí ayer para reprocharme el consumo de los cartuchos que yo hacía. Yo le rogué que se retirara porque el enemigo, como se había dado cuenta de su llegada, al ver mucha gente a caballo podía intentar alguna acción en contra de él y le dije que no se expusiera, instándole a colocarse detrás de una casa donde podía estar más seguro. Él me contestó gritando que había venido aquí para pedirme cuentas de las municiones que consumía y no para recibir consejos. Con una paciencia de Job yo le hice observar que para la defensa el arma blanca me resultaba inútil y que debía usar la de tiro; en balde le volví a explicar que para defender un puesto se necesitaba fuego a fin de mantener lejos al enemigo, al igual que para arrancarlo de manos ajenas bastaba con las bayonetas; llegué a decirle que por Canovellas respondía con mi vida y mi honor, y que cuando yo comprometía las cosas más valiosas él podía ser indulgente si por casualidad faltaba en algo. Él no quiso escuchar nada y más caprichoso de lo que solía ser, no sé por qué, seguía reprochándome y maltratándome agriamente, cuando una descarga mortífera de artillería hizo llover desde todas partes una cantidad inmensa de balas silbantes sobre el pueblo. Entonces él se olvidó de defensiva, ofensiva, consumo de cartuchos o ahorro y montándose rápidamente a caballo huyó al galope tendido hacia Granollers con su Estado Mayor. De esta manera, me quité de encima a este pesado y en contra de lo que él me había recomendado tan tajantemente mandé a mis soldados que hicieran fuego a toda fuerza y // me dediqué a defenderme de otros, más peligrosos y molestos que él.

18 DE ABRIL Hasta antes de ayer hubo fuego fusilero eterno y continuo entre 659

110v

111r

G1

111v

nosotros y los somatenes catalanes242. Ahora de alguna manera estamos descansando pues la división del general Pino, que estaba a nuestra izquierda, avanzó hacia adelante y los bandoleros que me molestaban y que me molestaron durante 15 días seguidos, pues temían estar cortados y colocados en medio de dos fuegos detrás de dicho movimiento, ya no volvieron a aparecer. Esta mañana el general Lechi volvió a venir aquí con todo su Estado Mayor para visitar las avanzadillas. Yo me esperaba algún tratamiento cortés igual que el día 11, pero ocurrió todo lo contrario. Tras las preguntas usuales sobre las novedades de la avanzadilla, sobre la lluvia y sobre el buen tiempo, que siempre se hacen en el primer encuentro, me pidió un vaso de vino mezclado con agua para quitarse la sed. Yo le rogué entrar en la casa donde estaba puesta nuestra mesa, hice servir un pollo que afortunadamente un soldado nuestro había cogido quién sabe dónde. Él no se negó a comer y se sentó en la mesa con el general Milossevitz con sus edecanes y me mandó que me sentara yo también. Tras los primeros bocados y charlas generales empezó a decirme que estaba muy contento de mí por como había defendido Canovellas hasta el momento, que el general Milossevitz presente lo había informado de mi persona y de mi conducta en la campaña, en especial del provecho // que había sacado de mis talentos en el asunto peligroso de Sant Cugat y finalmente llegó a decirme que ese día que me había reprochado estaba de mal humor; luego empezó a preguntarme dónde había cursado mis estudios, dónde había servido y muchas más preguntas tan inútiles como ésta. Yo contesté a sus preguntas lo mejor que pude, siempre muy cortés y limpio, y cuando le dije que había militado otra vez a sus órdenes en la Legión Italiana, recordándole aquella carga contundente de tres millas que nos mandó hacer en Varallo, se quedó sumamente halagado y contento. Desde estos temas pasamos a otros asuntos y en especial al de la guerra actual en España. Hablamos detenidamente del aviso de Cu-

242

Sometents (“somatenes” en español): institución armada de autodefensa propia de Cataluña, formada por la movilización de la población civil. A partir de siglo XVI su denominación de sagramental (“sacramental” en español) se fue sustituyendo por la de sometent, derivada de la práctica de tocar las campanas (só metent) para efectuar las llamadas a la movilización. Como tal institución fue abolida por los decretos de Nueva Planta, después de la Guerra de Sucesión española. Durante la Guerra Gran y la Guerra del Francés la monarquía borbónica la resucitó ante las dificultades en que se hallaba el ejército regular y dadas las dificultades de los reclutamientos.

660

G1 pigny a los generales españoles243, de su plan, de sus lecciones y de cómo en las charlas frívolas es fácil quedar diez veces mejor de lo que es el valor inherente de uno, de esta manera creo haberle hecho concebir una idea que yo no merezco. Pero la última poción mágica con la cual le embriagué fue un brindis que el general Milossevitz, el cual quizás me había oído recitar algún versazo en las mesas del acantonamiento de Gràcia, quiso a toda costa que hiciera, y en aquel brindis introduje la estrofa siguiente dirigida a él: Honor de nuestra Italia Nuestro ornamento y caudillo, En el que virtud y mérito Alto brillan y relucen etcétera etcétera. Entonces él hizo muestra de todo lo que podría hacer para mí, me aseguró su amistad, su aprecio y salió creyéndose que me había encantado con sus declaraciones, tal vez sin imaginarse // que si él quiso burlarse de mí y se rio de mí entre sí, yo soy más listo que él y sé qué son los generales, no caí en la trampa y me reía igualmente de él de todo corazón.

MANLLEU, 26 DE ABRIL DE 1809 El día 21 nuestra división abandonó Granollers en cuanto el general Saint-Cyr llegó allí con todo el 7° Cuerpo y fuimos de exploración al desfiladero del Congost, que une el valle de Granollers con el de Vic. El objeto de nuestra operación era ver si los caminos estaban cortados, si había barricadas y atrincheramientos, cuál era la fuerza del enemigo que la defendía, etcétera, etcétera. Nuestro regimiento, igual que el que formaba la vanguardia, debió esforzarse mucho en la misma para cubrir a los oficiales de Ingenieros y a los Zapadores que nos seguían para eliminar los cortes, tirar las barricadas y llevar a cabo los arreglos necesarios. Dicha operación, que duró casi un día entero, fue muy sangrienta para nosotros, expuestos igual que

243

Antoine Malet de Coupigny (Arras 1765-Madrid 1825); militar español, teniente general (1808), fue uno de los protagonistas de la batalla de Bailén. Hasta el momento no se han encontrado huellas del aviso del que habla Pepe, ni del plan o de las lecciones.

661

112r

G1

112v

siempre al fuego de la fusilería enemiga. Tuvimos muchas bajas entre muertos y heridos. El subteniente Prete fue herido peligrosamente en el maléolo izquierdo244, el teniente Napoletani sufrió una laceración del escroto derecho y el capitán La Posta fue herido, aunque no muy gravemente, en el muslo derecho245. Tras la exploración, los del 1° Regimiento Napolitano tuvimos que quedarnos por la noche en el mismo desfiladero. Era un espectáculo imponente vernos en el fondo y en las crestas de las montañas alrededor una inmensidad incalculable de fuegos enemigos. El día 22, el 7° Cuerpo pasó el desfiladero dispuesto a cruz en sus divisiones. La de Souham marchaba primera en medio, nosotros en las montañas a la derecha, Pino en las a la izquierda, los prisioneros españoles en medio y Chabot cerraba la marcha. Los trabajos y las penas de la nuestra fueron incalculables. Tuvimos que trepar todo el tiempo entre barrancos, despeñaderos y montes rocosos y alpestres y peor aún bajo el fuego de la fusilería // enemiga. Pero todo fue superado. Nosotros pasamos la noche en Centellar, un gran pueblo situado donde el desfiladero desemboca en el valle de Vic y el 23 hacia el mediodía entramos en esta ciudad. Vic tendrá una población de unos treinta mil habitantes, pero nosotros encontramos solamente al obispo octogenario, a pocos curas también viejos y a los frailes más decrépitos dejados para custodiar cada

244

Se trata de Angelo Prete, hermano del capitán homónimo, gran amigo de Gabriele y autor con él del RA. 245 Pepe menciona aquí al capitán La Posta y al teniente Napoletani, que se encuentran en RA como Della Posta y Napoletano. El nombre de Della Posta aparece también en la ya mencionada solicitud de condecoraciones del general Compère (13 de octubre de 1811, cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 116) y en el “Monitore Napolitano” (20 de noviembre de 1811); además aparece en la petición del general Ferrier de enero de 1812 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119) y en el “Monitore Napolitano” del 26 de octubre de 1812, con respecto a un enfrentamiento con la partida del guerrillero “El Fraile”. El teniente Venanzio Napoletani no debe equivocarse con Antonio Napoletano (1764-1820), antiguo capellán militar, en aquel entonces él también en España como jefe de escuadrón de la caballería ligera de la Guardia, ascendió a mayor (10 de octubre de 1809), coronel (1813), ayudante general (1813), mariscal (1814); es conocido su papel en la revolución de 1820. Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, CXC. Los nombres de ambos oficiales se encuentran en dos informes de Zenardi (enero de 1809) al general Reille y al Ministerio de la Guerra en Nápoles donde se solicita la promoción para Napoletano (entre otros) y la Orden de las Dos Sicilias para Napoletani (entre otros). Cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 75.

662

G1 uno de los monasterios246. Todo el resto había huido y el hecho de ver una ciudad tan grande desierta y abandonada necesariamente al saqueo para abrir las viviendas a la tropa y los establos para la caballería me daba horror. Después de dos horas de descanso nuestra división reanudó la marcha para ocupar los puntos militares en el Ter. El general Lechi está en Roda con una parte. Nosotros estamos aquí con el resto, bajo el mando del general Milossevitz.

FIGUERES, 4 DE MAYO Yo me veo aquí y aún no me lo puedo creer, por la cantidad de penas y peligros que pasé desde el día 19 pasado hasta antes de ayer, el 2 de este mes. El día 28 la división recibió la orden de reunirse en Esquirol para recibir a los prisioneros españoles y llevarlos a Francia. La mañana del 29 se ejecutó la orden y empezó el movimiento. Acabábamos de pasar el pueblo de San Juan, a dos horas de Esquirol, cuando los del 2° Batallón Napolitano que formábamos la vanguardia, sufrimos una carga contundente de la caballería española que había salido de un bosque detrás de una colina. La carga fue tan impetuosa que rompió nuestros rangos; el desorden y la confusión se habían propagado también al resto de la columna, los prisioneros podían huirse, cuando los oficiales napolitanos demostraron gloriosamente quiénes son. Nuestro ayudante mayor De Dominicis con la espada en la // mano se colocó delante del general Lechi y lo defendió de los caballeros españoles, entre los cuales se encontraron todos juntos quienes reunían a los soldados, quienes los ponían en orden, quienes formaban los pelotones, quienes disparaban, quienes apaleaban y obligaban las personas asustadas a reunirse, quienes a defenderse personalmente de los enemigos, quienes a buscar los tambores y hacerles tocar la recogida de las tropas, quienes todo lo contrario, y tras muchísimas penas y trabajos se llegó a volver a formar el batallón, a cerrarlo en masa y a poder actuar247. La confusión mayor la causaron las mujeres de nuestro regimiento, que nunca

246 247

Cfr. Gouvion-Saint-Cyr, Journal des opérations, pp. 182-183. De Dominicis murió en julio de 1809 (cfr. también RA y LC). De él no tenemos más noticias.

663

113r

G1

113v

se habían encontrado en semejantes posiciones y se habían puesto a gritar, en cuanto vieron la impetuosa caballería enemiga: «Virgen, san Genaro, almas del purgatorio, santos Abogados, padre, hijos, maridos», y todo ello con gritos igual que las bacantes. Pero en cuanto nuestro batallón fue reunido y cerrado, los oficiales lo rodeamos para impedir que saliera de los límites, pusimos unos tambores en medio y en la actitud de desesperación nos pusimos en movimiento para abrirnos paso. Aquella fue entonces la primera vez, creo yo, que la infantería cargó la caballería y el desenlace fue comparable al atrevimiento. El enemigo ya no se atrevió a atacar un cuerpo tan denso y cerrado, que tenía una multitud de bayonetas a su alrededor y que marchaba con rapidez y firmeza, y a pesar del fuego mortífero de batallones que hacía su infantería, todo se dispersó, hasta que conseguimos pasar. El resto de la columna nos siguió y llegamos por la noche a Nuestra Señora de la Salud, donde pasamos la noche.// El segundo día de marcha fue menos peligroso que el primero. Nosotros pasamos la noche en Mieres. El tercer fue un día de combate sin parar, cuando tanto por la impracticabilidad de los caminos como por la cantidad de animales de tiro matados, una parte del inmenso bagaje de aquellos ladrones que habían venido a hacer fortuna en Cataluña y que se retiraban a Francia cargados de riquezas tras hacerla, cayó en poder del enemigo. Nosotros pasamos el Fluvià y nos paramos en Besalú. El cuarto, finalmente, fue un día infernal. Nos atacó no solamente el enemigo que nos había perseguido en los días anteriores, sino también todos los vecinos de aquella comarca que se habían reunido atraídos por las ganancias del día anterior y que esperaban apoderarse del resto. Se veían los montes y las colinas adyacentes al camino que estábamos recorriendo llenos de gente en todas partes y el humo de la fusilería era tanto que parecía que todo el campo se estaba quemando. Los sonidos de las campanas de alarma, los gritos indecibles de los Catalanes, el estallido de los tiros de fusil, las llamadas tofe248, que son las trompetas o los tambores de migueletes y somatenes, todo causaba un estruendo y un alboroto nuevo, que nunca había oído. Por suerte o por valor salimos de este horrendo laberinto y hacia las

248

Probablemente Pepe se equivoca con la palabra “toques”, la cual indica – como es sabido – la alarma para los somatenes.

664

G1 cuatro de la tarde llegamos a la vista del fuerte de esta ciudad, que fue el non plus ultra de nuestros persecutores. El subteniente Forni249, el capitán Lombardi, el capitán Giuliani250, los tenientes Manes y Oudinot251, los subtenientes Segonne y Pagani fueron heridos en esta jornada diabólica252, con la salvedad del segundo que lo fue el día 29 y que yo el día 30 tuve que llevar // por unos cincuenta pasos a cuestas para rescatarlo de las manos de los Españoles, bajando la cuesta de Nuestra Señora de la Salud. Además de ellos tuvimos 14 muertos y unos treinta entre suboficiales y oficiales heridos. De mi compañía tuve cinco de éstos últimos. Y los demás tienen casi todos los chacós partidos por los sablazos de la caballería española. Al jefe de batallón Aquino le mataron el caballo que montaba. Mi primo Carlo tuvo el gorro perforado por un balazo.

6 DE MAYO El señor Zenardi, coronel del 2° Regimiento de los Cazadores a caballo Napolitanos, recibió en este correo la nota de nombramiento a general de brigada. Nosotros fuimos a hacerle una visita esta mañana. El jefe de batallón Casella, venido para reemplazar a Ambrosio, promovido a mayor del 2° Regimiento de Línea, llegó hoy desde Perpiñán y se incorporó al nuestro. Vino también nuestro capitán Gironda-Canniti253. Con este mismo correo han llegado las cartas de muchas promociones en nuestro cuerpo. Todos los nombramientos en el campo de batalla hechos por el general Duhesme han sido confirmados, menos dos. Además de éstos, los tenientes Corbions, Graziola y Forni 1° han

249

Del subteniente Panfilo Forni no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. 250 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. 251 El teniente Manhès aparece en el informe Lechi en ASM., Militare, parte moderna, f. 722 y en el “Monitore Napolitano” del 2 de junio de 1809. 252 El subteniente Segonne, mientras tanto promovido a ayudante mayor, aparece mencionado (como Segone) en el ya recordado informe desde Mora (10 de octubre de 1810) del general Pignatelli, cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXC-CCXCI, así como en el informe del jefe de batallón Palma al Ministro de la Guerra (Garcia, 12 de octubre), Ídem, p. CCXCIII. 253 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe.

665

114r

G1

114v

sido ascendidos a capitanes254, los subtenientes Ossorio, Scarpelli y Moscatelli han pasado a tenientes255, el sargento Comar a subteniente256. El mayor Cetrangolo ha pasado como subteniente a los Vélites Reales257. El teniente Tomaselli ha sido nombrado capitán en el 3° de Línea. El teniente Oudinot y el subteniente Segonne han pasado con el mismo grado a la Guardia Real.// Aquí se hacen unos inmensos preparativos para el sitio de Girona. Ya llegó una parte de las piezas de artillería y se espera el resto, igual que las tropas que deberán destinarse para dicho cerco. Llegaron una parte de la división de Westfalia, el regimiento de Vourzbourg y el de los príncipes de la Confederación del Rin y se pusieron en posición detrás del Fluvià, instalando el cuartel general en Bàscara, donde se formará el parque de artillería. Las demás tropas tardarán poco en llegar, pues salieron por la mañana desde Perpiñán, según nos dijo el jefe de batallón Casella que llegó con el convoy postal. Nosotros saldremos mañana para reunirnos con el general SaintCyr en Vic. La noticia de la rotura con Austria se ha confirmado. El general Reille, que mandaba el Empordà258, fue llamado por el Emperador, del

254

El nombre de Nicola Corbions, así como el de muchos otros oficiales que menciona Pepe, se encuentra en el informe histórico de la división napolitana desde al 11 hasta el 17 de septiembre de 1810, redactado en Garcia y enviado por Pignatelli a Macdonald (19 de septiembre), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCLXXXV-CCLXXXVII, en el informe desde el 17 de octubre hasta el 8 de noviembre, en el cual Pignatelli solicita para el oficial la Orden de las Dos Sicilias, cfr. Ídem, pp. CCXCIV-CCXCV, en el informe del mismo al Ministro de la Guerra (Mora, 11 de noviembre) en el cual reitera la petición de condecoración, Ídem, p. CCXCVI y en la ya mencionada petición del general Ferrier de abril de 1812 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119). Este capitán Forni 1° no debe equivocarse con el subteniente homónimo, herido en la acción del 2 de mayo y muerto en junio por las heridas sufridas. Raffaele Graziola es mencionado por el general Pignatelli en el informe desde Mora (26 de septiembre de 1810), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCLXXXVII-CCLXXXVIII. 255 Giacinto Scarpelli (Cosenza 1778-Palermo 1832). Jacobino calabrés, en España de 1808 a 1811, capitán (1812), en Rusia (1812), mayor (1827), teniente coronel (1835). Scarpelli también es mencionado por el general Pignatelli en el informe desde Mora, cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCLXXXVII-CCLXXXVIII. De Moscatelli no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. 256 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. 257 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. 258 Honoré-Charles-Michel-Joseph Reille (Antibes 1775-París 1860). Jefe de escuadrón (1797), general de brigada (1803), combatió en Jena, en España desde 1808 (Girona, Roses); mandó la 1° división del 7° cuerpo de Gouvion-Saint-Cyr. Dejó España en marzo de 1809.

666

G1 cual es edecán, y recibió la orden de dirigirse a Estrasburgo para alcanzarle. El Emperador entonces salió o va a salir para esta ciudad y éste es un signo de que el mismo mandará la armada de Alemania. Corre la voz de que los Alemanes han invadido Baviera y Tirol. Otros también añaden la comarca de Venecia. El papel, mientras tanto, habla de la guerra, pero no proporciona detalles acerca de los movimientos de las tropas enemigas.

MANLLEU, 10 DE MAYO DE 1809 Otra vez nos encontramos en los puntos militares del Ter y con la misma colocación con la cual los ocupábamos antes de escoltar a los prisioneros hasta Figueres. El general Lechi manda en Roda, Milossevitz aquí. Nuestra vuelta no fue ni tan dificultosa ni tan peligrosa como la ida. No estábamos estorbados ni por pri//sioneros ni por bagajes. Nos enfrentamos muchas veces con el enemigo, pero no tan numeroso, tal vez porque recorrimos otro camino, pasando por Banyoles y no por Besalú. Mi teniente Milanesi fue ligeramente herido en la nalga derecha259 y es el único oficial que sufrió esta desgracia. Gracias a algunos diarios de Girona que encontramos aquí, quizás pertenecientes a algún suscriptor que huyó junto con todos los vecinos en cuanto llegamos, tal como ocurre siempre, nos enteramos del informe que un tal Novirez260, oficial superior español, le envió al general de Girona acerca de nuestra marcha de escolta a los prisioneros. A pesar del secreto que había sobre este mandato antes de que llegara al general Lechi, la información había filtrado al enemigo y para este objeto el enemigo había enviado dos cuerpos, uno desde la propia Girona y el otro desde Olot, que debían maniobrar cruzándose en el Fluvià para cerrarnos el paso y soltar a los prisioneros. Novirez, que mandaba el primero y que es el autor del informe, se queja del comandante del

259

No debe equivocarse con el capitán Milanesi del 5° Regimiento Italiano, caído el 3 de septiembre de 1808 (cfr. nota 168). 260 No hemos encontrado ninguna referencia a un oficial español llamado Novirez. Sin embargo, el Padre Manuel Cúndaro, en su Historia político-crítico militar (I, pp. 126127) recuerda la expedición de Lechi, y dice que tuvo que sufrir «bastante pérdida y descalabros […] por el arrestado valor de las tropas del Teniente Coronel D. Blas de Fournás», procedentes de Girona. La noticia se encuentra también en Minali, Historia militar de Gerona, p. 65. Las fuentes no hacen referencia a ningún destacamento español que hubiese tenido que atacar desde Olot.

667

115r

G1

115v

segundo por no estar de concierto el día 2, es decir cuando desde Besalú marchamos hasta Figueres, por la cual circunstancia él dice que la acción fracasó. Sin embargo, si tuviera que juzgar a estos dos en un consejo de guerra diría que el propio Novirez tuvo toda la culpa y la falta, por no saber calcular el tiempo o no querer pasar el río. El otro, que actuaba a nuestra izquierda, maniobró muy bien intentando empujarnos hacia el Fluvià y desbaratarnos allí, y esta maniobra hubiese resultado muy exitosa para ellos si hubiese hecho pasar el río a una parte de las tropas procedentes de Girona y se hubiese apostado delante de nosotros, con la orilla del río a su izquierda, y reuniendo a su derecha a los de Olot que actuaban en nuestro flanco. Además los dos fallaron en lo siguiente, no sé si por falta de voluntad o por calcular mal el tiempo, lo cual da a conocer a todos la impericia de estos dos comandantes en nuestro arte, es decir el hecho de // que ninguno de los dos ocupara militarmente Besalú o cortara el puente, pues en ese caso, al no ser el Fluvià vadeable, hubiésemos tenido que retroceder a Vic o hacer una conversión estratégica a la derecha para intentar llegar a Bàscara donde hay una barca, pero ambas operaciones hubiesen sido sumamente difíciles y peligrosas para nosotros.

MEDINYÀ, 15 DE MAYO DE 1809 Ayer por la noche llegamos aquí con la división. Este pueblo está a medio camino entre Bàscara y Girona. Se trajo aquí el parque de sitio y todas las tropas que estaban en la línea del Fluvià avanzaron hasta aquí. El general Verdier mandará el sitio261. Nosotros desconocemos si nos utilizarán o no. Por ahora hacemos de mensajeros de la armada. Para que se pueda juzgar bien qué guerra diabólica es la que hacemos en Cataluña, basta con decir que para enviar una carta de un sitio a otro se empleó una división entera. En Alemania o en Italia para lo que estamos haciendo nosotros bastaría con un solo mensajero, una sola ordenanza a caballo. En este malditísimo país apenas bastan cinco mil hombres y seguimos perdiendo a oficiales y soldados.

261

Jean-Antoine Verdier (Tolosa 1767-Mâcon 1839). General de brigada (1796), participó en la expedición de Egipto, general de división (1800). En España desde 1808, ganador de la batalla de Logroño, estuvo en el primer sitio de Zaragoza; recibió la capitulación de Girona el 1° de diciembre de 1809 y volvió a Francia en 1810.

668

G1 En esta marcha nosotros no hemos recorrido ni el camino de Besalú que hicimos la primera vez ni el de Banyoles de vuelta, sino otro, dejando a la izquierda el Ter sin pasarlo donde lo habíamos pasado la otra vez, siempre costeándolo y tirando para Sant Hilari y volviendo a verlo en Salt, delante de Girona, que nos acogió con las bombas. La intención del general fue la de evitar una dirección mediana entre Girona y Olot, donde podíamos encontrarnos con dos cuerpos enemigos, y por consiguiente eligió la donde solamente podíamos encontrarnos con uno, que es siempre más fácil a derrotar // que dos. Pero no encontramos a ninguno. El capitán Ruggiero se marchó por trastornos de salud, uniéndose al 3° Batallón, que se encuentra en el Reino. ¡Dichoso él! Entonces, el puesto de capitán de los Granaderos había quedado vacante. En estos casos en los regimientos suele ocurrir lo que ocurrió en la armada griega delante de las murallas de Troya tras la muerte de Aquiles, es decir que todos reclamaban sus armas. La Compañía Selecta de Granaderos es la condecoración que da el regimiento al capitán al cual se lo entrega. Todos los capitanes entonces se lo disputaron, pero, quizás afortunadamente, yo fui el Ulises que lo obtuvo y más de un Áyax tal vez se desgarraría dentro por el dolor y la pena.

116r

RODA, 22 DE MAYO Estamos por tercera vez en el Ter. Vamos a volver a marcharnos para llevar los pliegos del general Saint-Cyr al general Verdier sobre la manera de acordarse entre la armada del sitio y el 7° Cuerpo, que debe protegerlo, y cubrirla.

DESDE EL CAMPO DE GIRONA, 28 DE MAYO DE 1809 Antes de ayer nuestra división llegó aquí y ha sido destinada a formar parte de los cuerpos del sitio. En esta última carrera el capitán Canniti fue herido en el muslo izquierdo. Hasta hoy nos hemos dedicado a trazar nuestro campo, mientras la plaza nos acogía con las bombas, que sin embargo no nos hicieron ningún daño. Dentro de poco esperamos vengarnos, arrojándoselas nosotros y causándoles un perjuicio mucho más grande. El Segundo Regimiento de Línea Napolitano se ha incorporado a nuestra división, que está compuesta por dos brigadas muy buenas: la Italiana bajo el mando del general Milossevitz y la Napolitana del general Zenardi. Nuestro teniente Costa fue nombrado edecán // de éste. 669

116v

G1 1° DE JUNIO DE 1809 La plaza fue asaltada formalmente esta noche. El enemigo fue encerrado dentro de las murallas y nuestras avanzadillas empujadas hasta llegar a tiro. El general Guillot con una brigada francesa ocupó la Casa Cuadrada y el Montilivi 262. Santa Eugènia la ocupamos nosotros. Verdier mandará el sitio, como ya mencioné. El general de Ingenieros Sanson mandará dirigir las operaciones263. Se dice que el frente del asalto será el mismo que hizo Noailles en el sitio de 1711 durante la Guerra de Sucesión. El general español Álvarez Ossorio es el que defiende Girona264. Según las noticias recibidas, la guarnición puede ser de ocho mil combatientes, pero además todos los vecinos están armados.

2 DE JUNIO El frente de asalto de la plaza estará en la parte de la puerta de Francia en la ciudad y en el correspondiente lado de Montjuïc. Ahora para bombear la plaza se está trabajando en una batería de morteros en una colina que se encuentra en un recodo que hace el río Ter acercándose a las murallas de Girona. Se trabaja también en la construcción de una batería de doce piezas de a 24 para derribar los tres reductos colocados delante del fuerte Montjuïc y luego poder acercarse al fuerte con las obras. El trabajo es difícil porque deben hacerse todos con gaviones y sacos de tierra, al ser el suelo reacio a la azada y mayoritariamente compuesto por piedras y rocas.

262

François-Gilles Guillot (Angers 1759-Draguignan 1818). General de brigada (1793), participó en la Guerra de la Convención; en España desde 1808, fue cogido en Figueres en 1811 y condenado a muerte; soltado cuando la plaza cayó, fue condenado a muerte por los Franceses también, por negligencia (1813). La condena fue anulada y en 1814 le devolvieron el grado. 263 Nicolas-Antoine Sanson (París 1756-Passy 1824). Combatió como capitán de Ingenieros en la Guerra de la Convención, general de división (1807), comandante de ingenieros del 5° cuerpo en España bajo Gouvion-Saint-Cyr, dirigió las obras del sitio de Roses y mandó el cuerpo de ingenieros en el de Girona. Volvió a Francia en octubre de 1809. 264 En realidad el defensor de Girona se llamaba Mariano José Manuel Bernardo Álvarez Bermúdez de Castro y López Aparicio (Burgo de Osma 1749-Figueres 1810). General de brigada (1795), en 1809 fue nombrado Gobernador general de la plaza de Girona, que defendió heroicamente hasta que, muy enfermo, tuvo que ceder el mando. A los dos días, el 10 de diciembre de 1809, la ciudad capituló.

670

G1 Echando un vistazo a la figura a continuación se reconocerá el plano de Girona y de sus fuertes y también la posición de la mayoría de las tropas que la sitian. //

671

117r

G1

Sitio de Girona - Vacani, Storia, atlas, IX, gradabo

672

G1

// 7 DE JUNIO

117v

Hacia la una de la madrugada pasada empezó el fuego de nuestros morteros, que arrojan a Girona doce bombas al minuto. Nosotros nos habíamos acercado quietamente a nuestras avanzadillas delante de Santa Eugènia para observar el efecto que las primeras balas causaban en la ciudad. Cuando cayeron las primeras bombas y estallaron con un fragor indecible oímos tocar la general en todos los lugares de la plaza y vimos una gran cantidad de luces y linternas correr a todas partes dentro de la ciudad, quizás llevadas por quienes iban a ponerse a salvo en los subterráneos u otras partes. A algunos centinelas nuestras que estaban más cerca que nosotros a las murallas, pareció oír un grito casi general y voces de ruido y alboroto, quizás ocasionadas por la sorpresa y la confusión. Este tumulto duró como un cuarto de hora, después del cual parece que todo volvió al orden y quizás para avisar a la población que esté en guardia dan dos toques de campana en el campanario de la catedral en cuanto ven tanto el relámpago por la noche como el humo del mortero que tira de día. Al amanecer, además, empezó el fuego de la batería contra los reductos. La plaza, sin embargo, respondió con contundencia a ambos fuegos, tirando también bombas y granadas contra nuestras baterías. Nos enteramos desde Perpiñán de que el subteniente Forni murió antes de ayer debido a la herida recibida el día dos de mayo. Se trata del quinto oficial de nuestro regimiento fallecido en Cataluña, y Dios quiera que sea el último.

9 DE JUNIO Hoy hacia el mediodía estaba yo en mi barraca leyendo el ensayo de la historia general de Bossuet, que había arrancado de las manos de un soldado que tal vez había cogido este libro en alguna casa saqueada, o quién sabe dónde. Yo // leía con entusiasmo y con atención esta obra original, para componer la cual el obispo de Meaux no tuvo modelos ni podrá tener imitadores, en la cual supo con pericia y un efecto grandísimo adaptar su elocuencia pomposa y viril a la sequía histórica y embellecer con las flores y con la belleza de la oratoria una materia que por su simplicidad parece excluirla; invadido por una especie de éxtasis, pues todo lo que es grandioso y sublime ejerce una gran influencia en mi ánimo, yo declamaba en voz alta las frases que el autor, parafraseando las palabras de la Biblia, hace pronunciar a Jacob, 673

118r

G1

118v

cuando desde el lecho de muerte predice a Judas la gloria y los destinos futuros de su tribu y de su descendencia. De repente vi a una muchedumbre de oficiales nuestros entrando todos con mucho alboroto en la barraca, a los cuales, disgustado pues me habían distraído de mi tarea agradable, bastante impertinentemente dije que me dejaran tranquilo y no me molestaran con muchachadas. Pero ellos hicieron todo lo contrario. Me rodearon todos haciéndome cumplidos y deseos; quien me llamaba caballero, quien duque, quien príncipe en broma. Uno me entregó una nota de nombramiento a Caballero de la Orden Real de las Dos Sicilias y otro colgó a la botonera de mi uniforme un perendengue pesado de oro y de esmalte que representaba una estrella, un águila y una corona. Aquí estoy entonces, consagrado, armado y reconocido como caballero y en esta actitud poniéndome en medio me arrastraron hasta el café de Salt, donde entre licores, bebidas y pociones me hicieron gastar más de la mitad del precio del perendengue o de la asignación anual de mi caballerato. Ay, ¡qué frívolas, inconstantes y extravagantes son las ideas del hombre! Hace ni nueve años se despreciaban cintas, condecoraciones, órdenes, se le escupía en la cara a la nobleza, a los escudos de armas, // a las diferencias de clase. Ahora todas estas cosas se desean con avidez y, empezando por mí primero, los hombres se enorgullecen al recibirlas, y se creen totalmente distintos a lo que eran antes de recibirlas.

10 DE JUNIO Esta mañana los tres reductos delante del fuerte de Montjuïc llamados San Narciso, San Luis y del Árbol, por no poder soportar ya el fuego de nuestra batería que había destrozado todas sus piezas y tirado todos los parapetos, fueron abandonados por los Españoles, que se retiraron en Montjuïc, y ocupados por el regimiento de infantería del gran duque de Berg. Se dice que la noche que viene se abrirá la trinchera de nuestras obras contra Montjuïc y que en quince días entrará en función una batería formidable de 30 piezas de a 24 para batir el fuerte en brecha. Ayer llegó nuestro nuevo capellán, que el gobierno nos ha enviado para reemplazar al famoso fraile Domizio, que coronó sus méritos, gracias a los cuales había alcanzado dicha situación, pasando al bando español a principios del mes de noviembre del año pasado. Como el nuevo es hermano de nuestro teniente Scarpelli265, esperamos con gran

265

Se trata del sacerdote Nicola Scarpelli.

674

G1 fundamento que no siga el ejemplo de su infame y pérfido antecesor.

DESDE LA CASA CUADRADA, 14 DE JUNIO DE 1809 Nuestro Segundo Batallón está en esta posición ya desde ayer, pues uno de la brigada del general Guillot pasó más allá de Montjuïc para cerrar aún más el asalto de la plaza desde la parte del Onyar, a través// de la cual puede comunicar con San Feliu. El general Saint-Cyr con todo el 7° Cuerpo abandonó la subveguería de Vic que ocupaba y acercándose aún más a la armada sitiadora instaló su cuartel general en Santa Coloma. Ahora estamos más tranquilos y seguros. Nosotros estaríamos bien en esta posición si el fuerte de los Capuchinos que tenemos en frente no nos saludara de vez en cuando con el cañón y el obús. El subteniente Senape del 2° Regimiento pasó a teniente en el nuestro266. Corre la voz de que nuestro jefe de batallón Aquino va a pasar con el mismo grado a este regimiento y que en el nuestro le va a sustituir el jefe de batallón Palma267. Muchos soldados españoles huyeron de Girona y se refugiaron donde nosotros. Nos dijeron que los víveres empiezan a escasear en la ciudad y que la guarnición está a dos tercios de ración. Si esto fuera cierto, sería muy bueno: el sitio terminaría muy pronto; pero su duración aún es demasiado breve como para hacer creer que ya hayan llegado a disminuir la ración. Nos han dicho también que toda la guarnición juró en la iglesia de san Narciso ante el obispo que defendería bien todos los puestos y que moriría antes que abandonarlos. Finalmente, añadieron que en Girona se formaron cuatro compañías de mujeres organizadas en forma de batallón, en el cual los oficiales y los suboficiales eran las señoras de las familias más pudientes, que todas están armadas de estilete y llevan uniforme; que ellas hacen regularmente servicio no armado para ali//viar los trabajos de la tropa, es decir que están destinadas a llevar víveres, agua, municiones a los varios sitios, que hacen sus patrullas, que tienen su cuartel, etcétera, etcétera. O

266 267

No hay más referencias al teniente Senape. Bernardo Palma (Estado Pontificio 1771-Nápoles 1855) sirvió en el ejército italiano, y en 1806 pasó al napolitano. Capitán en el I de línea, ascendió hasta el grado de mariscal (1848). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCLIX.

675

119r

119v

G1

120r

bien esta noticia es falsa, o bien, si es cierta, el fanatismo y la revolución han enloquecido a los Españoles, que están cometiendo semejantes extravagancias al hacer entrar al sexo débil en lo que le corresponde exclusivamente al fuerte268. Esta mañana una bomba lanzada desde Girona cayó en medio del 2° Regimiento de Línea mientras una parte del mismo pasaba revista de la guardia. Un soldado fue desvencijado por un cascote, otro perdió un brazo y otros dos resultaron heridos no muy gravemente. «Voilà une ville qui court a sa ruine», dijo ayer el general Guillot cuando vino a visitar nuestras avanzadillas y oyó el retumbo fragoroso del estallido de nuestras bombas dentro de la ciudad. La sacudida es tan fuerte que hace temblar ligeramente hasta nuestras barracas. ¿Qué desbarajuste producirá entonces en la plaza? No obstante, ésta responde con contundencia desde todos los lados, y hasta el momento los Gerundenses muestran la misma obstinación que los habitantes de Tiro, los Cartaginenses y los Saguntinos cuando sus ciudades estaban siendo expugnadas. Hacia el mediodía me senté a la sombra de un alcornocal frondoso y saqué de mi cartera el plano de la plaza de Girona para compararlo con el aspecto que ofrece la misma desde este lado; pero sin quererlo fui arrastrado a otros pensamientos. El estallido de los medios de destrucción que empleamos nosotros contra los Españoles y que éstos emplean en contra de nosotros despertó en mi ánimo otras reflexiones distintas a las del sitio, del ataque y de la toma, de las que debía ocuparme. Al espíritu del guerre//ro se sustituyó el corazón del hombre y no vi en Girona sino a un pueblo que se encontraba en medio de la operación más horrorosa del azote de la guerra. Yo hubiese querido conmigo un partidario del sistema consolador del optimismo y le hubiese preguntado: ¿cómo se concilia esta opinión con los horrores de la destrucción ante nuestros ojos? Hubiese querido uno de quienes están tan entusiasmados por la idea de la excelencia del hombre y de la razón humana, que no es capaz de frenar nuestras pasiones de las cuales traen su origen todos los males morales que afligen a la humanidad. He aquí una ciudad, decía, que está a punto de ser arrasada y que, justamente o no, debe sus males a las pasiones de los hombres. Yo tuve la tentación de opinar igual que Jean-Jacques Rousseau, es decir que el

268

Cfr. aquí Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 143, nota 112.

676

G1 hombre sería más feliz en el estado de naturaleza que en la sociedad269, y que las artes y las luces le han perjudicado en lugar de beneficiarle. Si no existieran las divisiones de los estados, los varios imperios, las relaciones entre ellos, las sucesiones y todo lo que la política o mejor dicho la ambición, inventó, habría tan sólo querellas y peleas individuales, pero nada de los destrozos y de las guerras entre naciones; no habría tantas pasiones más formidables e impetuosas que la más fogosa que tenemos por naturaleza, no habría esa eterna guerra que desde los siglos más remotos conocidos a nosotros hasta nuestra época ha ido ardiendo sin jamás apagarse. Al pensar en esto, me acordé de aquella oda que compuse tras el día 26 de noviembre del año pasado y que dediqué a la filantropía del general Milossevitz, en la cual invocaba al Autor de la naturaleza a que nos otorgara la paz. // Desde hace muchos siglos arde La más feroz guerra Y se anhela pan por fin En esta tierra afligida. Pan, Señor, te piden Los gritos de la humanidad: Ay, que a sus ruegos y gemidos Tu corazón aplacado sonría. Mira aquel velo fúnebre Que envuelve el orbe entero Velo de duelo y lágrimas Manto de muerte y luto. Mira desierto y escuálido Inculto el suelo que languidece, Todo cubierto y ensuciado De miembros humanos y sangre etcétera, etcétera.

120v

Yo vi también que las pasiones no se hubiesen multiplicado tanto sin los avances del espíritu, y que el solo uso que el hombre ha intenta-

269

Jean-Jacques Rousseau (Ginebra 1712-Ermenonville 1778). Como recuerda Pepe, Rousseau propugnó la superioridad del estado de naturaleza sobre la sociedad organizada, preparando la formación del gusto romántico.

677

G1

121r

do hacer de las Luces ha sido para poder satisfacerlas más fácilmente. Los relámpagos que ensordecen con su estallido toda esta comarca no estarían en nuestro poder si no conociéramos la naturaleza y por consiguiente tuviéramos menos medios de destrucción mutua. Si el hombre no hubiese querido saber e ilustrarse, Anaxágoras no hubiese sido machacado en un mortero por decir que el sol era más grande que el Peloponeso270, ni Socrates hubiese bebido la mortífera cicuta, ni Galileo hubiese sido encarcelado por la Inquisición, ni Bruno ni Vanini271 // hubiesen muerto en la hoguera. Vi finalmente que si en el globo y en el orden actual de las cosas puede haber felicidad para alguien, ésta puede consistir únicamente en el número menor posible de pasiones y por ende de deseos.

DESDE EL CAMPO DE GIRONA, 21 DE JUNIO DE 1809 Tras pasar nuestros ocho días de estancia en la Casa Cuadrada, nos relevó un batallón del 5° Regimiento Italiano y esta mañana volvimos a nuestro campo. La construcción de la gran batería que debe batir en brecha Montjuïc avanza vigorosamente. La guarnición de este fuerte hizo dos veces unas salidas impetuosas para impedir o destrozar las obras, pero éstas fueron rechazadas con bajas. La batería estará a 90 toesas del fuerte y tendrá 30 bocas de fuego. Corre la voz de que en diez días empezará a funcionar. Mientras tanto, nuestro fuego de morteros sigue, pero a mi entender es inútil, pues como no causó la sorpresa y la consternación en los primeros días, ya no las va a conseguir.

28 DE JUNIO DE 1809 La noticia del cambio de los jefes de batallón entre nuestro regimiento y el 2° de Línea se concretó. Aquino, que era el nuestro, pasó al segundo, Palma que estaba en éste, pasó al nuestro.

270

Anaxágoras (Clazómenas 499/498 a.C.- Lámpsaco 428-427 a.C.). Filósofo griego, amigo y maestro de Pericles, acusado de impiedad, tuvo que huir de Atenas. Con respecto a la manera en que murió, Pepe sigue una versión que la atribuye a Anaxágoras, mientras que se trató de Anaxarco, condenado por el tirano de Chipre Nicocreón a ser machacado hasta la muerte en un mortero. 271 Giulio Cesare Lucilio Vanini (Taurisano, Lecce 1585- Tolosa 1619), filósofo y teólogo; condenado por la Inquisición, le cortaron la lengua, fue estrangulado y luego quemado en la hoguera.

678

G1 Este cambio se debió al hecho de que Aquino no estaba muy de acuerdo con nuestro coronel. No me corresponde a mí decidir quién de los dos tenía la culpa en esta enemistad. Pégot es reprochable porque es demasiado indulgente y débil y en nuestro empleo, cuando la mano que aguanta el freno no es vigorosa, el carro va hacia el barranco. Aquino por su parte es más // condenable porque se aprovechó de la debilidad del coronel para declararse su enemigo y hacerse partidario del general Lechi. Si yo fuera jefe de un cuerpo, seguro que nunca animaría un subordinado mío a ser mi enemigo con las tropelías, pero tampoco esto ocurriría si éste quisiera aprovecharse de mi indulgencia, pues sabría tenerlo o ponerlo a raya. Si el sitio sigue como ahora no es un sitio para nosotros, sino una especie de descanso en espera de una nueva orden. Con la salvedad de los momentos en los cuales caen las bombas que conocemos de sobra, todo el resto del día está dedicado al ocio. Cada oficial ha edificado su barraca decente, en orden y simetría con las demás. El campo de nuestra división se parece a una galería. Se barre dos veces al día y se moja con agua para evitar que se levante polvo y para refrescar el suelo. A lo largo de casi una milla se ven cuatro hileras de barracas, dispuestas simétricamente y en orden en línea recta. Lo mismo se puede decir para las hileras de haces de armas y de las cocinas. La época del año es excelente: por la noche nos molestan solamente los mosquitos. Los oficiales de los varios regimientos se visitan y se invitan mutuamente a almorzar. Las bandas, es decir las músicas militares de los cuerpos, ejecutan piezas de música tres veces al día y siempre que lo pedimos. Si queremos bailar entre nosotros les hacemos tocar vals y ballets. El que quiera jugar encuentra dónde hacerlo, el que quiera tirar de esgrima encuentra unos esgrimidores, el que quiera pasearse sin estar distraído ni por los compañeros ni por la banda, se va más allá // de la línea de las letrinas, donde no pueden llegar las bombas y donde nuestro capellán, que es temerosísimo, va a recitar su oficio divino diario. Todos los comandantes de regimiento a rotación organizan una comida suntuosa. En cada una de ellas siempre están invitados los generales Lechi, Zenardi y Milossevitz y todos los oficiales superiores de los cuerpos, cada uno de los cuales está invitado a traer consigo al oficial que elija. Mi jefe de batallón siempre me ha llevado, y yo he tenido el gusto de sentarme en todas las comidas que se han celebrado hasta el momento. 679

121v

122r

G1

122v

Pero hay más. Como yo gozo de la reputación no merecida de ser el “poeta del regimiento”, el comandante me ha llevado siempre para hacer unos brindis y «hacer quedar bien a nuestro regimiento», según dice él272. Con respecto a esta circunstancia, en la comida organizada hace unas noches por el jefe de batallón de los Vélites Reales Italianos, ocurrió un episodio singular y ridículo debido a los versos. Todo el mundo pensará que yo voy allí preparado con versos y estrofas para no quedar mal. Pero en esta mesa, por suerte o por estro en la impostura de ser improvisador, yo lo fui efectivamente, tal como se verá a partir de lo que voy a contar. Como estaba sentado al lado del coronel Foresti del 5° Regimiento Italiano273, éste me dijo al oído: «Pepe, esta noche tienes a un fuerte rival en poesía» y me enseñó un oficial edecán del general // Pino, llamado Del Fante274. Esta prevención no me hizo mucha gracia y me dije entre mí: «Esta noche va a pasar lo que a mí no me gusta, que “qui brille au second rang, s’eclipse au premier”». Mientras tanto, después de que la comida, los licores, los vinos y la alegría calentaran las cabezas, empezaron los brindis. Yo callaba, debido a lo que me había comentado Foresti. Del Fante fue el primero en entrar en la arena, igual que un atleta en pleno vigor de sus fuerzas, haciendo su toast al Emperador y recitando unos versos preciosos. Yo, que me mantenía listo para lanzarme, en cuanto terminó me levanté con el vaso en la mano, hice el saludo siguiente también en honor de Napoleón: En el gran templo de Fama inmortal Veo a los genios celestes, en coro Tejer coronas y guirnaldas de laurel Destinadas a sabiduría y valor. Y con notas brillantes y eternas Grabar con el diamante las bóvedas

272

Para Pepe poeta cfr. Carano, Gabriele Pepe “Poeta del reggimento”. Pietro Foresti (Brescia 1777-Girona 1809). Jefe de batallón (1798), coronel del ejército del Reino de Italia. 274 Cosimo Del Fante (Livorno 1781-Krasnoj 1812) entró muy joven en el ejército del Reino de Italia; se hizo rápidamente capitán del Estado Mayor del general Pino, posteriormente fue jefe de batallón en Rusia donde murió heroicamente en la batalla de Krasnoj (15-18 de noviembre). 273

680

G1 Donde están abarrotadas y recogidas Las altas hazañas de gloria y de honor. Gloria, leo, al más grande de los reyes Que asombra la tierra y el cielo, Con sus hazañas sublimes y nobles Con el retumbo y el fragor tronante. Sus faustos ya para el orbe conocidos Inmortales vivirán para siempre Mientras los astros rueden con el sol, Mientras se irradie su luz y fulgor. // O bien, al levantarme yo en cuanto el otro terminó su toast, interrumpí los aplausos que le tributaban los comensales, o bien a ellos les gustó más el mío y teniendo en cuenta cómo batían las manos y los ¡viva! que me dirigían me pareció que había ganado la palma. Los generales me felicitaron y todos los oficiales superiores napolitanos me animaron, me incitaron: «Cuidado Pepe; que seas fuerte en apoyar el honor y la superioridad nacional». Me pareció que el Italiano se resintió bastante por las apreciaciones. Mudó de metro y bebió a la salud de los Napolitanos; sin perder tiempo recité unas cuantas estrofitas de alabanza a los guerreros italianos y si no le fui superior, por lo menos alcancé su nivel. Después de algún tiempo él también volvió a levantarse e, invadido más por un arrebato de pitonisa que por el entusiasmo de un poeta, empezó a declamar unos versos sobre los destinos de Italia en la situación política actual. Se mostraba tan acalorado y declamaba las estrofas en voz tan alta que retumbaba no solamente la barraca del triclinio, sino también todo el campo de los Vélites. Él se detuvo un momento con la palabra “pueda” en la boca, que repitió más veces tanto porque le fallaba el verso, como tal vez para acreditar que estaba improvisando... «Pueda», y bebía... «Pueda», y se rascaba la frente... «Pueda», y cobraba aliento, ... cuando yo, aprovechando esta pausa suya y más acalorado que él, exclamé sobre el mismo tema, empe//zando por aquella misma palabra en la cual él se había detenido: Pueda de Italia el pueblo Regenerarse entero, Y al globo terráqueo Volver el antiguo imperio. 681

123r

123v

G1 Hágase un solo pueblo Desde Scilas hasta los Alpes Y serán súbditos nuestros Desde el Volga hasta Calpe275. Hágase un solo pueblo Desde los Alpes hasta Scilas Y se verán temerosas Mil naciones y mil.

124r

El hecho de que yo supliera el silencio de mi rival improvisando en el mismo metro, en el mismo tema, pero con sentimientos más patrióticos y nacionales, terminó por encantar a mi favor todos los comensales. La barraca retumbó de aplausos y de batidos de manos, tal como antes había retumbado de la voz de los poetastros. Todos bebieron a la salud de Pepe y esto halagaba la locura de mi amor propio y de mi vanidad a la vez que mortificó sobremanera al adversario. Yo estaba deseando que el post-prandium terminara, temiendo siempre que el viento de la fortuna cambiara y que los laureles de mi musa se convirtieran todos juntos en cipreses. Hubiese querido levantarme de la mesa, pero no me atrevía a hacerlo, pues todos los generales y los oficiales superiores seguían sentados, charlando con los cigarros en la boca y con el ponche en la mano. El rival quiso terminar intentando la suerte, para obtener con un último esfuerzo juicios favorables, y recitó un soneto sobre la alegría // del banquete, tras estar durante un tiempo con el vaso en la mano, meneando las caderas y con el cabello revuelto. En la primera cuarteta yo me di cuenta de que no podía estar improvisando y no pudiendo ganarle con armas iguales intenté hacerlo caer indirectamente, componiendo lo mejor que pude, mientras él recitaba el resto, algunas estrofitas en las cuales sostenía que los sonetos son dificilísimos y casi imposibles de improvisarse. Recuerdo sólo dos y las transcribo: Un Gianni o un Serio Un Monti o un Valletto Apenas pueden Hacer un soneto

275

En la antigüedad Calpe designaba una de las Columnas de Hércules y precisamente la en territorio español, hoy Gibraltar. Cfr. Plinio, Naturalis Historia, libro IV.

682

G1 Improvisándolo276. Lo recitado Por lo que me parece Está concertado. La afirmación era no solamente descortés, sino atrevida y como tal merecía ser reprochada por el público. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario. Aplausos y más aplausos, viva y más viva, que molestaron sobremanera a Del Fante. Entonces él empezó a burlarse de mí, con lo cual yo, por naturaleza poco acostumbrado a soportar, contesté como debía contestar. Nuevas burlas más picantes, nuevas respuestas más mordaces, el amor propio irritado, la idea de superioridad que no quería ser rebajada y finalmente todas las cabezas calentadas por los licores, todo esto nos había hecho olvidar dónde estábamos, ante quién, y ya estábamos a punto de recurrir a la “ultima ratio militum”277, cuando la voz de los superiores nos hizo callar. Después de unos momentos de silencio el general Milossevitz, que es el mejor hombre de esta tierra, dijo: «Los contrastes de poesía // hay que terminarlos con decisiones poéticas y no con las armas »; y recitó entonces estos versos de Tasso: Sois, o “poetas”, Con igual honor ambos poderosos, sustituyendo a la palabra “guerreros” la de poetas278. Esta decisión no hubiese sido suficiente en los juegos olímpicos, pero en una mesa bastó para aplacar los espíritus de los dos atletas. Todos se llenaron los vasos, todos bebieron a la salud de los poetastros, nombrados “bardos de la armada sitiadora”. Nos abrazamos y quedamos amigos como si nada hubiese ocurrido.

276

Francesco Gianni (Roma 1750-París 1822), hábil versificador, nombrado en 1799 improvisador imperial por Napoleón. Vincenzo Monti (Alfonsine 1754-Milán 1828), literato y poeta, famoso sobre todo por su traducción de la Ilíada, que en este momento Pepe no podía conocer, ya que fue publicada en 1810. Luigi Serio (Massa Equana, Nápoles 1744-Nápoles 1799), profesor de elocuencia y famoso improvisador. El cuarto personaje podría ser Nicola Valletta (Arienzo 1750-Nápoles 1814), jurista, literato, poeta en vernáculo napolitano. Posiblemente Pepe escribe Valletto por razones de rima. 277 El duelo. 278 Tasso, Jerusalén Libertada, VI, 51.

683

124v

G1 DESDE LA CRUZ DE FOLINA, 5 DE JULIO DE 1809

125r

Nuestro batallón desde el 1° de este mes está destacado para vigilar esta posición intermedia entre Girona y Figueres, para proteger los convoyes de víveres y municiones que desde esta ciudad van al campo del sitio. Hace dos días que llueve a mares sin parar. Este cambio de tiempo hace sumamente penoso el servicio tanto para nosotros como para los soldados. La lluvia ha estropeado todas las barracas. Afortunadamente hemos encontrado una cueva en esta colina, en la cual los oficiales nos hemos amparado para protegernos del agua. Mientras tanto, estamos oyendo desde ayer un cañoneo extraordinario en Girona. Yo creo, y debe ser así, que la gran batería ya está en función y que se está batiendo en brecha Montjuïc. El subteniente De Carolis, que pertenece a nuestro regimiento, llegó aquí antes de ayer desde // el Reino279. Nos ha dicho que en Nápoles se habla muy bien de los regimientos napolitanos que hacen la guerra en España. Verdadera o falsa que sea, esta noticia halagó y entusiasmó sobremanera nuestros espíritus.

DESDE EL CAMPO DE GIRONA, 7 DE JULIO DE 1809 Anoche fuimos relevados por un batallón italiano desde el puesto de la Cruz de Folina y llegamos aquí esta madrugada. El fuego de la gran batería se acabó, mientras que se dice que la brecha en Montjuïc ya está practicable. Desconocemos cuándo se dará el asalto.

7 DE JULIO, A LAS 2 DE LA TARDE Ahora mismo todas la compañías de los Granaderos y de los Voltigeurs de la armada sitiadora han recibido la orden de reunirse en Sarrià, donde se encuentra el cuartel general del general Verdier. Yo creo que la operación de asalto del fuerte se llevará a cabo esta noche.

279

El teniente De Carolis también es elogiado en el informe del general Pignatelli desde Mora del 10 de octubre de 1810. Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXC-XCI. Elogios repetidos en el informe de Pignatelli al Ministro de la Guerra (Mora, 11 de octubre), Ídem, p. CCXCI-CCXCII, y en el del jefe de batallón Palma al mismo Ministro (Garcia, 12 de octubre), Ídem, p. CCXCIII.

684

G1 A LAS 4 DE LA TARDE El general Zenardi ha reunido a todas nuestras ocho compañías selectas y nos ha hecho un discurso, instándonos a señalar el nombre y el honor de las tropas napolitanas en la operación más grandiosa del sitio que se nará. El jefe de batallón Casella mandará todo el batallón selecto de la división. ¡Quién sabe cuántos de nosotros a esa misma hora mañana habrán pasado a otro orden de cosas! ¡Quién sabe …! Pero ya toca la retreta. La inquietud que siento no es por mí sino por mi hermano, que también debe venir, pues pertenece a los Voltigeurs.//

PERPIÑÁN, 21 DE AGOSTO DE 1809

125v

No he podido volver a abrir mi Galimatías antes y relatar periódicamente en él las aventuras tal como había hecho en el pasado. Creía no volver a abrirlo jamás; ya creía que había sonado mi hora y que mis despojos volverían a la circulación universal en el suelo de Cataluña, en aquel suelo bárbaro, donde el feroz habitante hubiese insultado mis cenizas pisándolas en odio de la guerra y de su causa, donde ningún amigo hubiese podido dejar una flor en mi tumba sin lágrimas. Pero gracias a la naturaleza sigo vivo entre los seres vivos. Ella aplazó la satisfacción del tributo que creía deber pagarle ya. Para retomar el hilo de los sucesos, debo pasar a través de escenas muy tristes y funestas. Aquella época del sitio que yo imprudentemente llamaba descanso se convirtió de pronto en días de disgusto y aflicción. El asalto de Montjuïc marcó la apertura de esta nueva escena tan luctuosa y el contagio de las enfermedades de la armada agravó los estragos que produjo la operación. Todas las compañías de Granaderos y Voltigeurs de la armada sitiadora recibieron entonces el día 7 de julio la orden de reunirse en Sarrià. Desde allí nos enviaron detrás de la gran batería de brecha. Este movimiento fue ejecutado muy de noche para no despertar ninguna sospecha en los sitiados; pero ¿qué comandante de fortaleza no se esperaría ser asaltado con la brecha abierta? El fuerte seguía lanzando materias incendiarias para averiguar si nosotros avanzábamos y hasta la media noche la ciudad no paró de asolarnos con bombas que hubiesen causado el mayor daño posible si detrás del lugar donde estábamos apostados no hubiese habido una ladera empinada, a lo largo de la cual // las bombas no podían parar y estallaban en el fondo del valle de abajo. 685

126r

G1

126v

Por fin, hacia la medianoche el fuego cesó y a pesar de la prevención que el ánimo sentía por la operación de la mañana siguiente, a pesar de la inquietud que sentía por mi hermano, puedo asegurar que nunca había dormido tan profundamente y a sueño suelto como aquella noche durante tres horas seguidas. Dicha prevención estaba acertada y no fue desmentida por el éxito. Hacia las tres de la madrugada, la columna destinada al asalto se puso en marcha cerrada en masa hacia el fuerte aprovechando la oscuridad de la noche. El desasosiego y la orden de máximo silencio posible hacían que hasta nosotros apenas oyéramos el movimiento. Uno hubiese dicho que la naturaleza les había quitado a todos el uso de la palabra e incluso del menor aliento. Ya empezábamos a vislumbrar las murallas y las almenas, cuando un tiro de fusil desde lo alto de la fortificación pareció ser la chispa eléctrica que enciende y hace reventar un volcán. En un momento Montjuïc entero, todo inflamado y vomitante, derramó torrentes de fuego. Materias incendiarias, metralla, bombas, granadas reales, granadas de mano, fusilería, carcasas, pedreros, todo estaba en la más férvida actividad contra nosotros. Las detonaciones y el estallido de todos los medios de destrucción que se utilizan en estas circunstancias se acompañaban al incendio del cual el fuerte parecía arder y quemarse explotando, y por la noche hacían su aspecto más horroroso e imponente. Mientras tanto, después de dar el grito de guerra, nosotros nos lanzamos al foso con una rapidez incalculable, montamos la brecha, entramos en el bastión pero en balde, pues el enemigo había atrincherado la gola de manera que no se pudiera superar. De todos quienes se // metieron para adentro, solamente poquísimos tuvieron la suerte de salir, aunque llenos de heridas. Mientras tanto, desde lo alto de las almenas, llovía al foso una cantidad inmensa de granadas de mano y vizcaínas280, que causaban el efecto más mortífero en los asaltadores, aumentado aún más por los estragos ocasionados por el fuego de la metralla desde los flancos de los dos bastiones, y por un granizado de bombas que todas las fortificaciones de la ciudad y del Condestable arrojaban al glacis. Después de permanecer durante aproximadamente una hora en una posición tan infernal, al ver la inutilidad de la acción y la gran masacre su-

280

Pequeñas granadas, denominadas así por los grandes fusiles de sitio, del alcance de unos 300 pasos, utilizados en el siglo XVIII, de los cuales eran las balas. Posteriormente se utilizaron solas, arrojándolas con la mano.

686

G1 frida y que se seguía sufriendo, toda la columna se retiró detrás de la misma gran batería, y luego a Sarrià, y desde allí cada cuerpo a su campo. Durante una operación tan formidable, quizás yo fui el que padeció la inquietud más aguda y penetrante. Todo eso no era ni por temor a la muerte, ni por la prevención, ni por la inquietud acerca de mí mismo, sino por lo que yo sentía por mi hermano. Unas cuantas veces no cumplí mi deber de vigilar sobre mi compañía para dedicarme a él y yo en esto no creo que todos sean indulgentes hacia mí. Yo era hermano antes de ser capitán. ¿Dónde está Cicco? ¿Dónde está Cicco? Yo preguntaba a todos y con sumo disgusto mío, quien me encogía los hombros, quien no me contestaba, quien me decía que lo había visto unos momentos antes, quien, más atolondrado que yo, me contestaba otra cosa. Después de que fuera herido y que, al no poder ya aguantarme de pie pues tenía un clavo hincado en el talón izquierdo, me mandaran retirarme, me hice arrastrar durante largo rato en el glacis para encontrarle, si era posible, olvidando los peligros, y me expuse a recibir heridas más peligrosas, pero en balde; // hasta que volví a verle en Sarrià, después de que toda la columna se retirara, mi corazón experimentó la agitación más angustiosa e infernal. Ay, Ustedes, quienes tienen un corazón parecido al mío y que abrazan el empleo militar, escuchen el consejo de quien sabe lo que cuesta un corazón de esta naturaleza: jamás tengan como compañeros de armas ni en los cuerpos donde sirven ni en los asuntos peligrosos, a los hermanos a los que quieren. Tras una escena tan sangrienta hubo un espectáculo más horroroso en la plaza de Sarrià. Una cantidad inmensa de heridos estaba echada al suelo; a quien se le cortaba el brazo, a quien la mano, a quien el muslo, a quien las piernas. Quien estaba vendado, quien se estaba muriendo, quien lloraba, quien gritaba por el dolor de las heridas y de las operaciones. Heridos, cirujanos y ayudantes estaban igualmente salpicados de sangre, que brotaba y corría en todas partes. Nuestro capellán, finalmente, corría a todos lados dando los consuelos de la religión, mientras los profesores prestaban los cuidados de su arte. Nuestras bajas fueron considerables. Según el informe redactado por el Estado Mayor del sitio, ascendieron a 1091 combatientes entre muertos y heridos; y al ser éste el número que se hizo aparecer para una operación fracasada, es muy probable que fuera mucho mayor. Las solas compañías selectas de nuestro regimiento perdieron 71 soldados entre muertos y heridos. De la mía tuve dos cabos y once granaderos muertos y otros trece heridos; y para ser completo el recuento, yo que 687

127r

G1

127v

128r

era el capitán, mi teniente y mi subteniente resultamos todos heridos, hecho singular que no le ocurrió a ninguna de las demás compañías que montaron el asalto. Los oficiales napolitanos muertos fueron: el ayudante mayor // De Dominicis y el subteniente De Crescenzio de nuestro regimiento y el teniente Sparano del 2°. Los heridos fueron: del 1° los capitanes Giannettini, Pepe y Forni, los tenientes Dumarteau y Scarpelli y mi subteniente Nini; del Segundo los capitanes Caporale y Coletti, el teniente Maone y los subtenientes Longo y Orsi281. Mientras tanto, cuando todo en nuestro campo era desaliento, tanto por la acción fracasada como por la masacre sufrida, en Girona en cambio todo era júbilo y alegría. Se oyeron tocar todas las campanas del Te Deum que quizás se cantó como muestra de agradecimiento y su toque, que para los Españoles era un sonido de consuelo, fue para nosotros uno de aflicción y luto. Después de salir indemne del asalto sangriento de Montjuïc, pues fui ligeramente herido en el talón del pie izquierdo con el clavo de una granada de mano que me explotó debajo de la planta y se me hincó al revés desde la escarpa de la brecha en el foso, estuve a punto de rendirme ante un mal más peligroso. La fiebre de los campos empezó a asolar la armada sitiadora. A mí me atacó violentamente hacia mediados de julio y tuve que ser tratado a la vez por un cirujano por la herida y por un médico por la enfermedad. Estuve inconsciente ya desde los primeros días y cuando recobré mis sentidos me encontré en Figueres, donde me habían llevado, asistido por mi hermano y por el teniente Scarpelli, que estaba allí a curarse la herida que también había recibido en el asalto del fuerte. Gracias a los cuidados de un médico alumno de la escuela de Montpellier y sobre todo ayudado por la naturaleza que no quería sucumbir, empecé a mejorar, hasta que la fiebre cesó. Se me aconsejó que cambiara de clima para evitar una recidiva y el 13 de este mes me trasladé a esta ciudad, donde espero superar la convalecencia y restable//cerme por completo, igual que estaba entes. Después del 8 de julio fue necesario, para continuar el sitio, avanzar la línea de nuestras obras hacia Montjuïc, fue preciso rodear el glacis, descender el foso y ocupar el revellín, lo cual tardó mucho tiempo y costó mucha más sangre. La gran batería que estaba a cincuenta toesas fue avanzada a veinte. Montjuïc estaba reducido enteramente a 281

Estos oficiales que Pepe recuerda en la LC y a los cuales añade el hermano Francesco, aquí extrañamente omitido.

688

G1 un montón de escombros y ruinas el día 24, cuando los Españoles quemaron una mina en el bastión izquierdo, la cual en lugar de reventar hacia afuera, afortunadamente estalló hacia adentro y el fuerte fue abandonado. La noche del 25 fue ocupado por los sitiadores y nuestro general Zenardi, que estaba de servicio en la trinchera, fue el primero en entrar, acompañado por nuestro jefe de batallón Palma. Entonces se hizo justicia a los sitiadores de Montjuïc, de los cuales quienes no habían estado presentes hablaban desconsideradamente de la misma manera que siempre se habla de los que no han tenido suerte en nuestro empleo. La masacre sufrida y la sangre derramada, de las cuales fueron testigos, hubiesen tenido que hacer callar a estos detractores, que valen sólo para hablar detrás de la espalda de los demás pues no tienen otra cosa que hacer en su vacuidad. Hacía falta entonces una prueba más contundente para cortar sus lenguas zoilescas y torpes282 y esta prueba la tuvimos con la ocupación de Montjuïc por parte de los nuestros. La gola del bastión donde se abrió la brecha que montamos estaba atrincherada de forma insuperable, lo cual no se había creído cuando habíamos dado el asalto. Delante del atrincheramiento había un doble orden de caballos de Frisa atravesados por púas de hierro, entre los cuales estaban clavados aún los cadáveres de algunos granaderos que se habían lanzado rápidamente y que por la oscuridad de la noche no los habían visto. Delante de estos caballos de Frisa habían cavado un foso profundo, el mismo cuya profundidad había yo intentado averiguar con la punta de la espada que tenía entre las manos, tirándome boca abajo al suelo para estar menos expuesto // a la fusilería enemiga, y no fui creído cuando lo conté, pues mi afirmación fue tomada por mentira o pretexto para ocultar nuestro fallo voluntario. Finalmente en este foso se encontraron unas tablas armadas con largos clavos puntiagudos quizás para engañar a los asaltadores por la noche y hacer que se quedaran hincados; estas tablas o bien los nuestros no las vieron, o bien el enemigo las puso posteriormente, temiendo un segundo asalto y añadiendo otro medio de defensa.

282

Zoilo, historiador y rétor griego (siglo IV a.C.), crítico violento de Homero, por antonomasia en literatura italiana se llama “zoilo” al crítico malévolo, injusto y pedante. Es un término que Pepe utiliza varias veces.

689

128v

G1 Mientras tanto, siguen llegando a esta ciudad numerosos convoyes de enfermos y heridos. El número es tan desbordante que los enfermos son rechazados por los hospitales y se evacuan a los de Tolosa, Carcasona, Narbona, Montpellier, Nimes y hasta Aviñón.

4 DE SEPTIEMBRE

129r

Nos hemos enterado con disgusto de que un cuerpo de Españoles, mandados por un tal Blake283, a través de una maniobra muy hábil envió un refuerzo de tropas frescas y un convoy de víveres a Girona. Según los relatos este episodio ocurrió de la manera siguiente. El último día del pasado mes de agosto este cuerpo de Españoles se presentó delante de la línea del 7° Cuerpo de Armada que estaba en Santa Coloma y en Fornells y se mostró en la actitud de llegar a una acción decisiva para levantar el sitio de la plaza. Éste se colocó en posición militar y una vez llegada la noche encendió unos fuegos en toda la línea de su frente. El general Saint-Cyr, creyendo que Blake quería efectivamente dar batalla, destinó a su cuartel general muchos cuerpos que formaban el sitio, para ser más numerosos y estar más seguros de la victoria. Mientras tanto, la mañana del 1° de septiembre, mientras se veían los Españoles maniobrar // con un falso frente, pues solamente se trataba de una parte de ellos, la otra con una contramarcha bien calculada apareció en la orilla derecha del Ter, cubierta por sus migueletes, apoyada por cinco escuadrones de caballería y de tal manera, protegiendo un convoy inmenso de unos dos mil mulos, aprovechó el engaño del general Saint-Cyr, aprovisionó Girona enviando allí el convoy y el refuerzo y luego se retiró con la misma rapidez con la cual había actuado. Yo no sé entender cómo un capitán tan experto, tan conocedor del empleo y tan frío y prudente como Saint-Cyr pudiera caer en la trampa de los Españoles. Prefiero creer que fue engañado antes que fingiera serlo y hubiera maniobrado tan falsamente para alargar el sitio por celos

283

Joaquín Blake y Joyes (Málaga 1759-Valladolid 1827). Militar español, participó en la Guerra de la Independencia americana y en la de la Convención con el grado de capitán. En 1808 era lugarteniente general. Aunque era un estratego hábil, su nombre acompaña algunas de las derrotas peores de ejército español en la guerra antifrancesa: Medina de Río Seco, Pancorbo, Albufera, batalla después de la cual, no obstante, Blake fue promovido a Capitán General.

690

G1 del general Verdier; porque en este caso sería un monstruo, que por pasiones personales no se preocupa de la sangre que cueste un sitio. ¿Pero de qué excesos son capaces los hombres invadidos por las pasiones? Esta época casi se parece a la de los primeros años de la revolución, en la cual Francia estaba en guerra con casi toda Europa. Guerra en España, guerra en Alemania, guerra en Holanda con los Ingleses, revolución en Westfalia, revolución en Tirol y en muchos lugares de Italia, Ischia y Procida ocupadas por los Ingleses. Flesinga destruida284, José que concentra toda la armada alrededor de Madrid, la situación en Cataluña no muy favorable, la batalla de Wagram, digan lo que digan las crónicas, sumamente sangrienta para los Franceses285. No obstante, el Emperador parece reírse de todo. En medio de este diabólico incendio general él ha creado una nueva orden de nobleza (la de los Trois Toisons)286, ha mandado edificar un monumento a la gloria del pueblo francés287, y parece desafiar // a su enemigo en Austria, decretando la muerte de Chasteler288, que ha revolucionado Tirol y que no está en sus manos.

PERPIÑÁN, 10 DE SEPTIEMBRE DE 1809 Yo sigo aquí. Había decidido volver al campo días atrás, pero hace tres noches que me molesta una fiebrecita ligera, que me causa una sudoración excesiva durante toda la noche y que me ha debilitado a tal punto de que apenas me aguanto de pie. ¿Dónde está aquella primera vigorosa salud mía? ¿Aquella salud gracias a la cual me parecía poder desafiar las enfermedades, las situa-

284

El importante puerto militar de Flesinga (Vlissingen) en la isla holandesa de Walcheren, fue cañoneado y ocupado por los Ingleses el 16 de agosto de 1809. 285 La batalla de Wagram (4-6 de julio de 1809) fue ganada por Napoleón, pero sin un resultado táctico definitivo, pues el archiduque Carlos de Habsburgo-Lorena (Florencia 1771-Viena 1847), consiguió evitar el sitio y la destrucción de su ejército. 286 Napoleón creó en 1809 la Ordre impérial des Trois Toisons d’Or, que significa la reunión de las tres coronas de Francia, España y Austria, y en recuerdo de la prestigiosa Orden del Toisón de Oro, fundada por Felipe III de Borgoña en 1430. La Orden fue disuelta el 27 de septiembre de 1813. 287 Es el Arco de Triunfo edificado en la Étoile, cuyo proyecto fue aprobado con decreto del 27 de marzo de 1809. 288 Johann Gabriel marqués de Chasteler de Courcelles (Moulbais cerca de Mons 1763Venecia 1825), general austríaco. Combatió en Italia con Suvorow en 1799 y en 1809 en Tirol, donde, por su conducta despiadada hacia los prisioneros franceses, fue definido «infame» y condenado a muerte en ausencia por Napoleón.

691

129v

G1

130r

ciones y las intemperies? ¿Dónde está esa fuerza mía y esa hercúlea robusteza gracias a la cual era el primer jugador de pelota de hierro y desafiaba a los luchadores más fuertes de Civita? Ahora flaco y fatigado por la enfermedad, paso con tristeza mis días en esta tierra lejos de mi patria, de mi familia, lejos de todo lo que aliviaría el peso que sufre mi ánimo junto con mi cuerpo. Para distraerme abro y cierro mi Galimatías, leo lo que he borrajeado en él, voy a por la pluma para escribir, pero las ideas surgen incoherentemente en mi cabeza; de vez en cuando me fallan la expresión, la palabra, los nexos del estilo, las frases. Mis funciones intelectuales están igualmente flacas y fatigadas que mi cuerpo. Desde el Galimatías paso a hojear mi cartera volviendo a leer lo que escribí en una edad más juvenil y mi estado de espíritu es tal que en la lectura actual de mis papeles no encuentro los defectos que había detectado antes y pensado corregir. A veces me parece ver con disgusto que entonces escribía mejor que ahora; y cuando los ojos // caen en aquellas obras en las cuales el vigor de la juventud y de la perfecta salud habían hecho surgir de mi pluma un estilo enérgico y animado, me acuerdo con tristeza de la salud enfermiza que ahora me aflige. La vanidad de convertirme en autor enflamó mi cabeza juvenil años atrás y a costa de las tragedias de mi patria encontré una oportunidad para dedicarme a eso, publicando un opúsculo sobre el terremoto del 26 de julio de 1805289, hacia el cual el público fue indulgente, mientras que yo mismo reconozco que debería haber sido severo. Este éxito, justo o injusto, merecido o no, terminó por invadir mi espíritu y halagar aún más el amor propio de un joven de 24 años. Animado por el parto de mi primer trabajo, empecé a trabajar para escribir un segundo sobre un tema mucho más delicado, y más aún porque el mismo había pasado por las manos de hombres grandes y geniales que, al haber recogido todas sus flores y frutas, no me dejaban a mí, hombre ni mediocre, sino tallos, espinas y zarzas. Bastará con mencionar que la obra que pensaba escribir debería ser acerca de una nueva teoría de la tierra, para abstenerse de nombrar a los grandes hombres que se dedicaron a este tema y tener la seguridad de que yo fracasaría en mi proyecto. Pero a la edad de 24 años, con la cabeza enflamada por el estudio de estas materias, por la ambición de

289

Cfr. nota 10.

692

G1 distinguirme entrando en aquella arena donde tan gloriosamente habían luchado un Buffon, un Viston, un Saussure290 y finalmente por el amor propio deleitado por la indulgencia que experimenté en mi primer opúsculo que tenía que ver con esta misma materia en algunas de sus partes, todas estas circunstancias hicieron desaparecer ante mis ojos los peligros y los escollos de mi hazaña, no haciéndome vislumbrar en ella sino una carrera brillante y feliz. // Empecé entonces a amontonar materiales sin orden ni concierto, a compilar, a escribir y a juntar verdades y paradojas, comentarios y conjeturas, principios y consecuencias. Borrajeaba cada hoja que me caía en las manos y luego la guardaba sin criterio entre las demás; varias veces ocurría que en una misma página juntaba de prisa ideas muy distintas: trataba de piedras, luego del aire, más adelante del fuego y en medio de estas líneas escribía acerca del agua. Conmigo sigo guardando un manuscrito confuso de matemática e historia natural, ocasionado por la impaciencia de esperar más papel, la cual circunstancia me hizo escribir muchas reflexiones sobre una nueva teoría geológica en el margen y en los espacios vacíos de otro trabajo mío que confutaba la divisibilidad del punto geométrico, que el padre Colelli, profesor de Matera, había intentado demostrar291, cuyo trabajo me había remitido el señor Luca Cagnazzi292, que nos conocía a ambos. Con una naturaleza tan poco sistemática como es la mía y con la manera en que reunía los materiales, fíjense qué baturrillo confuso y diabólico debía haber de textos, de hojas y de ideas en mi cartera. Un Arundel o un Baiardi en esto hubiesen perdido a la vez la paciencia y la cabeza293, debido a la gran incoherencia con

290

Georges-Louis Leclerc, conde de Buffon (Montbard 1707- París 1788), naturalista, conocido sobre todo por los 44 volúmenes de la Histoire naturelle générale et particulière, 1749-1804. Horace-Bénédict de Saussure (Conches, Ginebra 1740- Ginebra 1799), naturalista y físico, estudió el orden de sucesión de las capas terrestres. Viston fue un astrónomo francés, activo en el siglo XVIII. 291 Onorio Colelli (Matera 1767-? ?), menor conventual, publicó en 1804 la Memoria sugli infinitesimi ossia su la divisibilità del punto matematico, Lecce, Vincenzo Marino. 292 Luca De Samuele Cagnazzi (Altamura 1764-Nápoles 1852), cura, matemático y físico. Enseñó en las universidades de Altamura, de Florencia y de Nápoles. Durante el reino de Murat fue jefe de la oficina de estadística y de comercio. 293 Arundel posiblemente es Thomas Howard, 2° conde de Arundel (Finchingfield 1586Padua 1646), gran bibliófilo y coleccionista de obras de arte; Baiardi podría ser Ottavio Antonio Bayardi (Parma 1690- Nápoles 1765), arqueólogo activo en Herculano, de la cual dejó el primer catálogo detallado, en la primera mitad del siglo XVIII.

693

130v

G1

131r

131v

la cual borroneaba todo lo que me parecía preciso y a la posterior necesidad de volver a encontrarlo a la hora de ponerlo todo en orden. Mientras recogía, escribía, razonaba, compilaba y observaba a la bartola, yo me proponía aún en los delirios de un espíritu invadido por la locura de escribir, en los suaves castillos en el aire de un joven, me proponía, // decía, hacer unos viajes a los Apeninos y a los Alpes, visitar los volcanes extinguidos del Reino y queriendo dar un fin útil a mi obra, pensaba finalmente concluirla con un tratado topográfico y geológico sobre nuestro Reino. En esta situación el empleo militar al cual fui llamado en 1806 me hizo saltar desde el centro de la Calabria citerior hasta más allá de los Pirineos. Aprovechando con avidez estas oportunidades, mi baturrillo iba ampliándose cada vez más; nuevas observaciones sobre los Apeninos de aquella provincia, otras sobre los de Romaña, otras sobre los Alpes y Saboya, otras sobre los Pirineos y en especial las montañas del Congost y del Montserrat, y todas amontonadas y borroneadas en unas hojas sueltas, mezcladas luego en el caos general de la cartera, para describir el cual se necesitaría a un nuevo Ovidio. Para juntar tantos materiales, tantas observaciones, tantas conjeturas, tantos razonamientos y quién sabe cuántos errores, he escrito sin exagerar más que un santo Tomás y un Wolf294. Ahora bien, para eliminar lo superfluo, limpiar lo grosero, cambiar lo que merece ser cambiado y sobre todo poner cada cosa en su lugar, para dar un orden a las materias, haría falta un trabajo inmenso y un tiempo larguísimo. Este trabajo sería totalmente imposible incluso para un Voltaire, debido a la gran confusión entre trabajos y materiales. Quizás yo lo conseguiría; pero en nuestro empleo el ocio y el descanso necesarios para este fin están en guerra perpetua con nosotros y jamás se acercan. En mi estado de salud actual, en el cual cualquier cosa me cansa, me molesta, me irrita y me aburre, la única ta//rea que parece aliviarme es la de darles la vuelta a muchos textos, a muchos papeles, sin darme cuenta de que al hacer esto aumento su desorden confuso.

294

Es el filósofo alemán Christian Wolf – o Wolff – (Breslavia 1679-Halle 1754), al que Pepe menciona también en una carta de 1812 al hermano Raffaele (Lecce, 23 de septiembre). Cfr. Epistolario, pp. 71-73.

694

G1 14 DE SEPTIEMBRE El señor Bennafox, el médico que me asiste, me ha recomendado que vuelva a cambiar de clima y vaya a respirar el aire de Prades, que está entre los desfiladeros de los Pirineos. Para tal objeto yo y el capitán Giannettini de la otra compañía de granaderos de nuestro regimiento, que sigue enfermo, vamos a salir mañana para ese lugar. El señor Picas, dueño de la casa donde estoy alojado, se ha encargado de hacernos encontrar alojamiento a través de un conocido suyo que vive allí295. Animados por nuestro ejemplo, nuestros capitanes Pignataro, Giuliani y della Posta, que están también enfermos, irán con nosotros. PRADES, 2 DE OCTUBRE DE 1809 Es la segunda vez que vuelvo a abrir este Galimatías mío tras el temor a no volver a abrirlo jamás. Estuve otra vez en con un pie en la tumba; gracias a tus cuidados, oh erudito Marie, esta vida que yo conservo una vez más me la regalaste tú. El mismo día que nos marchamos de Perpiñán, no sé si porque debía ocurrir o porque las sacudidas y el movimiento del carruaje causaron la recidiva, fui cogido a medio camino por una fiebre ardiente y violentísima que empezó a hacerme delirar al principio del paroxismo. Junto con el delirio perdí los sentidos y el uso de las funciones intelectuales y durante once días seguidos puedo asegurar no haber tenido sino pocos momentos en que estaba consciente y de los que yo // ahora me acuerde. Recuerdo en especial que el capitán Gianettini, que vive conmigo, y el doctor Marie, que me cura, me sacudieron de mi letargo morboso, que el médico me dijo que mi enfermedad «lui donnait des vives sollicitudes», y que yo dirigiéndome al primero, le dije: «si llegó mi hora, te ruego solamente que envíes mi espada y mi condecoración a mi familia en Civita». También recuerdo que, al despertarme durante unos momentos de mi letargo soñoliento, vi a un cura al lado de mi cama, al cual apreté solamente la mano, sin comprender yo mismo lo que estaba haciendo y luego volví a caer en la postración y en la modorra. Después de que empezara a mejorar me dijeron que me habían

295

Ninguna noticia sobre este médico militar, ni sobre el señor Picas y el doctor Marie, mencionados algunas líneas más abajo (cfr. infra).

695

132r

G1 dado unos baños, los polvos de James296, quina y muchos remedios más, que se desesperaba mucho de mi restablecimiento, que deliraba perpetuamente y miles de cosas más, de las que no guardo memoria ninguna. Hace como ocho días que estoy mejor, pero tan extenuado y enflaquecido que al levantarme de la cama necesito apoyarme en mi granadero ayudante para pasearme unos minutos. Cuando estoy en la cama me parece tener todo el vigor, pero en cuanto me levanto de pie me parece que se me congelan todos mis miembros y que un velo me baja ante los ojos. Me dicen todos que me parezco a una larva y yo me lo creo, pues me doy cuenta yo mismo de que me he quedado piel y huesos.//

PRADES, 7 DE OCTUBRE

132v

Mi recuperación sigue. Me estoy dando cuenta de ello porque he recuperado el apetito, por las fuerzas que estoy recobrando día tras día y por sentir que la convalecencia no me molesta mucho. Esta mañana salí a dar un buen paseo por primera vez y todos los Pradenses me miraban con una especie de interés y de placer pues me han dicho mis compañeros que ellos se movieron a compasión el día que me vieron llegar en coche, privado de sentido y luego se enteraron por el doctor Marie que mi enfermedad era peligrosa. Prades es una pequeña ciudad al pie del gran Canigó. Su población será de unos 4000 habitantes. Es una sub-prefectura del departamento de los Pirineos orientales. El aire es puro, las aguas son salubres y el terreno colindante es sumamente fértil. Ahora está allí el mariscal Augereau respirando su aire, pues ha venido para asumir el mando del 7° Cuerpo de Armada, cuando el general Saint-Cyr, que pidió retirarse o que fue obligado a ello por la falsa maniobra del primero de septiembre delante de Girona, se retire de la armada. El pasado día 19 de septiembre se dio el asalto a la ciudad de Girona, que tuvo el mismo desenlace que el que dimos nosotros a Montjuïc el día 8 de julio, pero con mucha menor sangre y bajas. No resultó herido ningún oficial ni de nuestro regimiento ni del Segundo. El valiente coronel Foresti del 5° Regimiento Italiano murió en la acción. El sitio se convirtió en bloqueo tras el fracaso de este intento.

296

Polvo de James o polvo antimonial. Se puede ver su preparación en Luigi Valentino Brugnatelli, Farmacopea generale ossia Dizionario delle preparazioni farmaceutiche mediche più usitate ai nostri tempi, e conformi alle dominanti teorie, Pavia, Bolzani, 1814.

696

G1 Mientras tanto, nos escriben que la enfermedad sigue asolando a la armada sitiadora. La división Lechi se fundió: una parte pasó a formar parte de la del general Pino, y nuestra brigada de la del general Guillot. Nuestro regimiento pasó de guarnición a Roses; el 2° de Línea al fuerte de Figueres. Aquino, // jefe de batallón del 2°, fue nombrado mayor y ahora manda nuestro cuerpo, no estando el coronel el cual también por estar enfermo se encuentra en Saint-Gaudens, su patria cerca de Tolosa. Corre la voz de que se ha firmado la paz entre Austria y Francia, pero esta noticia aún no es oficial297.

12 DE OCTUBRE Mi hermano me ha escrito que he sido nombrado jefe de batallón. Debe tratarse de una equivocación o de un engaño. O bien otro oficial con apellido Pepe causó este malentendido298, o bien mi hermano, poco experto en materias militares y cegado por su afecto por mí, sin ningún criterio y demasiado fácilmente se creyó lo que le habían dicho. En ambos casos estoy seguro de que no son ciertas las noticias que él me escribe. Yo sigo mejorando día tras día. Antes de ayer salí a caballo con mi conmilitón Giannettini, visitamos el fuerte de Vilafranca y subimos hasta Mont-Louis. Desde allí arriba yo volví a ver con horror España, recordando las penas, los peligros sufridos y la grave enfermedad que cogí en su suelo. En la falda meridional de este monte que forma parte de los Pirineos está Puigcerdà, hasta donde no llegamos. Vimos desde lejos la Cerdaña Francesa, que hasta el momento ha sido respetada por los Españoles, no sé cómo. Los oficiales compañeros nuestros, que estaban aquí a respirar el aire salubre para recuperarse de sus trastornos, salieron para el regimiento. Si sigo mejorando, como espero, nosotros también saldremos con mi conmilitón dentro de diez días. Desde Roses nos escriben que allí el aire marino es bueno, que los víveres son buenos y que gozan de descanso tras los trabajos del campo de sitio. //

297

La noticia era cierta, aunque la paz – que había sido precedida por el armisticio de Znaïm en julio – fue firmada el 14 de octubre en Viena. Con ella Austria cedía a Francia las provincias ilirias y otros territorios y se comprometía a unirse al Bloqueo continental. 298 En aquella época en España había más oficiales con apellido Pepe; los más conocidos eran los hermanos Florestano y Guglielmo, ambos generales. La homonimia con Gabriele a menudo causó malentendidos.

697

133r

G1 VARIOS

133v

Chateaubriand, en su obra titulada Le Génie du Christianisme, examinó la cuestión sobre cuál de las dos religiones, la pagana o la nuestra, puede proporcionar con más éxito y con el mejor efecto lo maravilloso para la maquinaria de los poemas épicos. El abad Batteux, en el tratado sobre la poesía épica en su curso de literatura, fue el primero en sostener la opinión a favor de la cristiana299. Chateaubriand tiene la misma opinión y la sustenta con una gran cantidad de ejemplos y de argumentos más o menos fuertes y convincentes, derivados de los poemas modernos en los cuales los autores han mezclado con éxito los resortes y las bellezas poéticas de nuestra religión, por ejemplo con Zaira, con Atalia, con Tasso, con Milton, etcétera. Mientras tanto, la opinión contraria, es decir la que el paganismo es más apto para la epopeya, cuenta con fuertes defensores y precursores. Despréaux en su Arte Poético dice: De la foi d’un chrétien les mystères terribles D’ornements egayés ne sont pas susceptibles; Ils n’offrent dans l’Evangile et la Chretienneté Que pénitence à faire et tourments merités300.

134r

Y Voltaire, que en su Henriade introdujo a san Luis, el infierno, el empíreo y las potencias celestes e infernales, por una contradicción inconcebible opina esto, es decir lo contrario de lo que hizo en su poema. Su opinión, sin embargo, debería considerarse nula, porque la deduce comparando el poema malo titulado Les fastes de l’Eglise, cuyo autor no me acuerdo, con los Faustos y las Metamorfosis de Ovidio. Mientras no surja un nuevo Homero, que tenga todas las dotes poéticas del antiguo y que sepa aprovechar las // bellezas poéticas de nuestra religión, igual que el cantor de Aquiles y de Ulises aprovechó las del paganismo, la cuestión se quedará, en mi opinión, sin resolver. Los adversarios de Batteux y Chateaubriand tienen a su favor y como

299

Charles Batteux (Vouziers 1715-París 1780), profesor de filología griega y latina en el Collège de France, escritor de estética. El texto al que hace referencia Pepe es el Cours de belles lettres, 1750. 300 Se trata del Art poétique (1674), por Nicolas Boileau-Despréaux (París 1636-1711), poeta y crítico.

698

G1 armas en sus manos las epopeyas inmortales de la Ilíada, de la Odisea y de la Eneida, que hasta el momento han sido insuperables e inimitables, mientras que éstos no pueden sino oponer la racionalidad al ejemplo o ejemplos más débiles y menos convincentes. Pero supongamos que surgiera este nuevo Homero y se dedicara a cantar alguna acción grande y heroica embellecida por lo sublime y con los recursos del cristianismo; que este Homero cantara algún acontecimiento nacional que implicara una nación entera, o faltando el mismo una acción destacada e importante no solamente para los pueblos cristianos, sino para todos los pueblos de la tierra; que él supiera imponerse con sus cantos a los oyentes y hacerles creer que el acontecimiento estaba preparado por la divinidad, el medio más eficaz para atraer la atención y el interés; que supiera elegir y representar al héroe principal como modelo de todas las virtudes del hombre, asistido por el Todopoderoso y por las potencias superiores en la ejecución de la gran obra; que supiera formar la maquinaria de su maravilloso poema con el apoyo de los genios celestes e infernales, que llenara sus cantos de aquellas imágenes vivas de los profetas, que mezclara hábilmente lo portentoso de las cosas sobrehumanas con la naturaleza de los acontecimientos humanos; que su pincel fuera tal de mezclar con provecho los colores de la gran religión con // los de la filosofía sublime y que este colorido fascinara y enorgulleciera al espectador; si surgiera, decía, este nuevo Homero, que reuniera estas dotes en el grado más eminente y cantara la acción en una lengua tan sonora y poética como la griega, sin duda su poema sería superior a todos los poemas aparecidos hasta el momento y el suyo sería más brillante y sublime que el que admiramos en la Ilíada y en la Eneida. Supongamos que este Homero eligiera por acción la salida de Israel de Egipto, que, si se considera uno de los hechos más extraordinarios del pueblo que nos transmitió su religión y la verdadera, interesaría a todos los pueblos cristianos; o si se considera simplemente como el esfuerzo de una nación entera por salir de la esclavitud de otra, seguiría interesando a todos los pueblos de la tierra, por su naturaleza propensos a la independencia y a la libertad. El pincel del pintor luego haría estos dos resortes más poderosos y eficaces en los ánimos de los espectadores. El poema podría empezar haciendo aparecer al espíritu de Abraham que se presenta al Eterno y que le recuerda el pacto de alianza y la promesa sobre los destinos de su estirpe. Esta apertura de escena en el empíreo, que mostraría al Ser supremo en todo el fulgor de su gloria 699

134v

G1

135r

135v

inmortal, rodeado por los coros de las potencias celestes que cantan himnos en alabanza del que en un abrir y cerrar de ojos regula las esferas, la naturaleza y el universo, sería verdaderamente épica, contaría con lo maravilloso más sublime de la epopeya y serviría para grabar en el espíritu del espectador la idea imponente de que el episodio está preparado por la misma divinidad. En esta misma escena el poeta podría elegir al ejecutor de la gran obra, es decir al per//sonaje principal, provisto de todas las virtudes heroicas y guerreras y como tal elegido por el brazo divino para libertar su nación. Se vería entonces la suerte de un pueblo entero depender de la sola persona del héroe y esta circunstancia serviría para hacerlo más importante y atraer mayor interés hacia él. Este héroe podría ser Moisés o Josué, que quedaría mejor como personaje principal, debido a las virtudes guerreras de las cuales el poeta, basándose en la historia sagrada, podría hacerle relucir de la manera más eminente. El héroe reuniría a los caudillos y a los ancianos de la nación para deliberar sobre la liberación de Israel y el poeta de tal manera podría determinar con sus discursos y sus sentimientos los caracteres de los actores secundarios, sin recurrir a la fría y lánguida etopeya. Por ejemplo, haciendo hablar a Judas, entusiasmado por la predicción de Jacob sobre la gloria y la pericia de su estirpe: «tu regnaveris Juda…Juda sicut leo iuvenis»301, en su primera aparición podría determinar al Áyax o al Tancredo de esta acción y apoyar a este personaje en el transcurso de los episodios. Los obstáculos empezarían a surgir a partir de la naturaleza de la propia acción, es decir la oposición del faraón a la salida de los judíos de sus estados. Se trata del nudo más natural y no de uno mendigado a duras penas de otra obra. El faraón debería ser representado como opuesto al protagonista que se pretende que sea admirado, es decir un hombre digno por calidades guerreras de oponerse a Josué, fuerte y formidable, de manera que destaque sobremanera la gloria de éste cuando finalmente lo gane. Se declararía entonces guerra entre las dos naciones, entre la que intenta liberarse de la esclavitud y la que pretende mantenerla bajo el yugo. El espectador no dejaría de interesarse por la primera y sobre todo por el que la guía. // Entonces se abriría un amplio campo ante la carrera de la imaginación del poeta con armas, peleas, maniobras, batallas y episodios. Para hacer desear el desenlace con más impaciencia y verlo entonces

301

La cita, no literal, hace referencia a Génesis, 49, 8-10.

700

G1 con más satisfacción, el poeta intentaría hábilmente complicar el nudo y los obstáculos aún más; podría hacer ocurrir una sublevación furiosa en el pueblo, que amenazara al héroe, aprovechando de esta forma las ideas que el Antiguo Testamento nos da sobre la inconstancia israelítica, igual que las de la experiencia universal que todos los pueblos son desagradecidos hacia sus benefactores. Entonces Josué se alejaría y la indignación de la Divinidad empezaría a contrariar a Israel. El faraón triunfaría, la pérdida de la nación sería inminente, la acción se desarrollaría con rapidez e interés, la duda sobre el desenlace aumentaría notablemente la impaciencia hasta que, después de que el pueblo se arrepintiera de sus excesos y la ira divina se aplacara con los sacrificios, el héroe volvería a aparecer, permitiría a la armada recuperarse y crearía naturalmente el desenlace con su vuelta, al igual que su ausencia constituía el nudo. Esta acción reuniría todas las ventajas para ser cantada con la trompa épica. Ella es heroica, grande y sublime. Está en la historia de la propia religión, sin la cual no hay ni puede haber epopeya. Ella está sumamente distante de nuestros tiempos para dar mayor credibilidad a partes de la imaginación del poeta, al concurso de las potencias sobrenaturales, a las cualidades eminentes de los héroes, etcétera. Finalmente habría una cantidad amplísima de objetos completamente nuevos tanto en la parte sentimental como en la descriptiva: en ésta el poeta tendría debajo de sus pinceles al empíreo, a los himnos celestes, a los azotes asoladores, a los sacerdotes, a los sacrificios, al tabernáculo, al arca, cuya existencia su imaginación permitiría colocarla antes de la época de la salida, para tener un recurso más en las acciones épicas; Aarón que da los // oráculos podría brillar más que Calcante: la nube de humo y de fuego que indica la dirección del camino al pueblo, etcétera, etcétera, etcétera; y también en la parte sentimental podría él explayarse, representando una rebelión furiosa del pueblo inconstante, la fuerza y la presencia de ánimo del héroe en reprimirla, las pasiones y los movimientos del corazón humano, las posiciones de los corazones de todos ante la inminente ruina de Israel y todo esto manejado y embellecido con los recursos mágicos que nos brinda nuestra religión. Pero hay todavía más. Todo lo que pertenece a la epopeya debe ser sublime, grande y digno y todo en el grado más eminente. Ahora bien, nuestra teología es más digna y decorosa de lo que era la pagana y por tanto más idónea para la dignidad épica. Efectivamente, las ideas que tenemos de la divinidad y de las potencias superiores son más 701

136r

G1

136v

grandiosas y puras que las de los antiguos sobre sus dioses. Nuestro Numen y los seres celestes no los rebajamos con las pasiones humanas, que en cambio sentían los dioses paganos. Júpiter era todopoderoso, inmortal, brillaba de gloria divina, pero era también disoluto, adúltero, usurpador del reino celeste, hijo desagradecido y rebelde, y finalmente estaba sometido al destino y a la necesidad. Neptuno había cuidado las ovejas, Apolo había sido albañil, Venus era una meretriz, Volcán un deformado, Baco un borracho, Marte un cruel brutal y sangriento, Juno una pérfida engañadora, Mercurio un rufián; el Eterno, en cambio, es el modelo de la perfección infinita y absoluta, todopoderoso, justísimo, dueño y rector absoluto del universo, no está contaminado por ideas de bajezas indignas de la divinidad; las potencias angélicas son igualmente puras y perfectas en el grado de su jerarquía entre las cosas creadas. Para la epopeya entonces, en la cual todo debe ser dignidad, majestad y decoro, // un Homero encontraría ideas y recursos más nobles en nuestra teología que en la mitología pagana. En efecto en la Biblia encontramos unas escenas épicas que encierran un ideal sublime, más grandioso y bello que los más grandes ímpetus de Homero en la Ilíada. ¿Dónde encontramos un pasaje más imponente que el del Éxodo, en el cual el Eterno habla desde el monte, el pueblo que se echa al suelo al oír las primeras palabras de su voz y le pide a Moisés que deje de hacerles oír el trueno fragoroso de las palabras de Jehová? Júpiter que truena desde el monte Ida no es nada en comparación con esta escena formidable al pie del Sinaí. Áyax reza a los númenes para que hagan caer pronto la noche pues está deseando combatir y los desafía a puñetazos en contra de él al amanecer. Se trata de lo más sublime del atrevimiento; pero Josué que en medio del campo de batalla le impone al sol que se pare, que de tal manera le manda a Dios mismo y a toda la naturaleza que obedezcan a su seña, nos da una idea más imponente, nos despierta en el ánimo el asombro más grande con respecto a lo extraordinario y a lo admirable. El espíritu de Patroclo aparece en sueño a Aquiles, anunciándole la muerte próxima; el hijo de Peleo se levanta lleno de miedo y esta escena es de grandísimo efecto; pero la sombra de Samuel evocada en la cueva de la pitonisa que se muestra con actitud amenazadora a Saúl, que le predice su caída y su fin, es mucho más terrífica y de mayor efecto que la primera. Un efecto más terrorífico y vivo aún causa la visión en el libro de Job: «In horrore visionis nocturnae quando solet sopor occupare hominem, pavor tenuit me et tremor, et tota ossa mea perterrita sunt; et dum spi702

G1 ritus me praesente transiret, inhorruerunt pili carnis meae»302. ¿Y dónde encontrar una descripción más verdadera y animada de lo que se siente ante un espectro, ante las sombras y los // horrores de la noche? Finalmente, en la Ilíada Apolo asola con sus flechas mortíferas a la armada griega porque Agamenón ha insultado a su sacerdote Crises y desde esta ficción surge la reflexión y la moral que siempre hay que respetar a los ministros sagrados y que los fallos de los generales recaen en las tropas. Pero cuando David, en el tercer día de los azotes, va a rezar a la colina de Jerusalén y ve al ángel volando con la espada relampagueante de los mismos azotes, media desenvainada, es una imagen más imponente y fecunda de representaciones y reflexiones sobre el hecho de que las culpas y las injusticias de los soberanos se convierten en infelicidad y males para los súbditos. El Antiguo Testamento contiene muchas escenas donde se puede apreciar la epopeya más verdadera, más grande y más sublime. Si este nuevo Homero no quisiera ceñirse a una sola acción y se dedicara a un poema sobre los portentos de nuestra divinidad siguiendo el enredo de las Metamorfosis de Ovidio, ¡oh, qué amplísimo campo también se abriría a la carrera y al ímpetu de su imaginación! Él podría cantar un dios sempiterno desde todas las facetas metafísicas y morales, luego la creación de las potencias celestes, sus rebeliones, combates y caídas, la creación del universo, la del hombre, el jardín del Edén, el primer pecado, el primer fratricidio, la maldición de la tierra. Las catástrofes y las revoluciones físicas del globo, el diluvio universal, el arca llevada al cielo en signo de reconciliación, la tierra que vuelve a poblarse con tres parejas fecundadas por la bendición del Señor, la torre de Babel, los primeros conquistadores, las injusticias de los pueblos y la redención. El poeta tendría todo el universo, el cielo, la tierra y el infierno, para sus pinceles: tendría a disposición todas las luces de la filosofía y de la metafísica sublime, de la física y de la astronomía, de la historia natural embellecidas y destacadas con colores poéticos. Él sería el cantor //no solamente de nuestra religión, sino de los que admiten la sola religión natural, de una manera más sublime y superior a lo que fue Ovidio en la antigua mitología.

302

«Entre inquietantes visiones nocturnas, cuando cae sobre los hombres un sueño profundo, me hallé presa del miedo y del temblor; mi esqueleto entero se sacudía. Sentí sobre mi rostro el roce de un espíritu, y se me erizaron los cabellos», Job, 4, 13-15.

703

137r

137v

G1 Si naciera entonces un nuevo Homero, la cuestión entre dos maravillosos se decidiría a mi parecer en favor del cristianismo. Sería él el apóstol que convertiría a Caliope, sin el cual esta musa protectora de la epopeya siempre será amiga de las divinidades paganas.

21 DE OCTUBRE

138r

El jefe de batallón Aquino, que antes pertenecía a nuestro regimiento y que posteriormente cambió puesto con Palma en el 2°, ascendió a mayor en el nuestro y ahora manda el cuerpo en ausencia del coronel que está enfermo. El bloqueo de Girona sigue. Circulan mil noticias y mientras tanto los Gerundenses resisten con vigor. Afortunadamente la noticia de la paz con Austria es cierta, pues se publicó oficialmente con un tiro de cañón. Francia puede entonces enviar una gran cantidad de tropas desde Alemania hacia España, de lo contrario la situación en ésta iría mal. La gran cuestión política de España se creyó totalmente distinta a lo que posteriormente ocurrió. Se creyó un simple asunto de gabinete pero luego se interesó y se implicó a la nación entera. Tras esta imprudencia, fácil a ocurrir cuando las pasiones dirigen las operaciones, se falló también en los medios que debían corregir el mal paso dado. Se creyó que con noventa mil combatientes se podría someter España, mientras que éstos, diseminados en varios puntos, fueron todos derrotados individualmente y casi destrozados. Se le dio tiempo al // pueblo entero a que se sublevara, corriera a las armas, se reuniera, formara y organizara una armada, etcétera, etcétera. Si desde el principio se hubiesen empleado los doscientos mil hombres con los cuales entró el Emperador, España hubiese recibido un golpe mortal en su seno y el estallido de la rebelión general no hubiese sido ni tan formidable, ni tan consecuente. En Cataluña tuvimos un ejemplo poderosísimo de ello. Si en lugar de once o doce mil hombres que integraban la Armada de Observación de los Pirineos orientales hubiesen sido enviados por lo menos 25mil, las cosas hubiesen sido muy diferentes. Girona, Tarragona, Cardona, Hostalric, Tortosa y Lleida estarían en nuestras manos igual que lo están Barcelona y Figueres; no se derramaría tanta sangre delante de la primera y se ahorraría todo lo que costará el sitio de todas las demás ciudades mencionadas. Además de todo esto, no existiría una armada española en Cataluña, pues con estas fuerzas se hubiese impedido su formación, destrozándola, persiguiéndola y derrotándola en sus comienzos. Se 704

G1 hubiesen podido mantener las comunicaciones entre las plazas mencionadas y la rebelión y sublevación no hubiesen sido tan violentas. Todas las plazas fuertes de Cataluña estarían en nuestro poder, pues, dado el letargo del gobierno de Carlos IV, hubiese sido facilísimo apoderarse de ellas por sorpresa como ocurrió en Barcelona y en Figueres. De esta manera, tendríamos tres líneas de plazas en nuestras manos. Es decir la frontera, la marítima y la interior; y el que sea bastante conocedor de asuntos militares sabe qué ventaja supone para una armada tener de tramo en tramo unos baluartes donde // se encuentren todos los recursos, donde se pueda instalar la base de los almacenes de municiones de boca y de fuego, donde finalmente se pueda amparar un cuerpo de tropa en caso de derrota. En esta posición la guerra hubiese sido lo contrario de la que hacemos ahora, es decir que los Españoles hubiesen debido hacer lo que estamos haciendo y deberemos hacer, y seguro que no hubiesen tenido ni la cabeza ni el corazón para hacerlo. Para aclarar aún más lo que estoy diciendo, supongamos por un momento que todas las fortalezas catalanas fueran nuestras. En esta situación, empezando por la armada del general Saint-Cyr, ésta no hubiese estado durante mucho tiempo tan inactiva en cubrir el sitio de Girona, con lo cual a los Españoles no les hubiese dado tiempo para reorganizarse y reformarse tras las batallas de Cardedeu, Llobregat y Valls. Los residuos de la armada enemiga hubiesen sido perseguidos en todos los rincones de Cataluña. Se hubiese impedido que Blake pasara desde Aragón, donde había sido derrotado, al Principado; asimismo, se hubiese impedido que Bassecourt saliera del País Valenciano para venir a reforzarlo a Cataluña303. Si hubiésemos tomado Tarragona, el enemigo tendría un punto menos donde desembarcar las tropas que vienen de Baleares, Cartagena y Alicante; los Españoles no tendrían en sus manos las dos inmensas fábricas de pólvora, es decir Manresa y Reus; y finalmente toda la parte no ocupada de Cataluña, que quizás es la más fértil, desde la cual consiguen víveres, subsistencia y dinero, proporcionaría a nuestra armada todos aquellos recursos que en la actualidad suministra a la enemiga.

303

Luis Alejandro Procopio de Bassecourt (Fontaine-les-Boulans 1769-Zaragoza 1826). Militar francés al servicio español, Capitán General de Valencia y Murcia.

705

138v

Manoscritto Intermedio

// GAETA, LI 20 GENNAIO 1812

3r

Durante i miei viagi in Italia, in Francia, in Ispagna, io mi occupai a compilare un giornale, che intitolai Galimazias, attesoché vi buttavo tutto quello che mi veniva in testa di scrivere: avventure, osservazioni, varietà, pensieri e delirii. Una porzione del giornale sudetto fu perduta per l’immoralità di qualcheduno il quale, visitando il mio baullo, trovò che io avevo equipaggio soverchio, e stimò di smezzare non solo la mia roba ma anche i miei scritti. L’altra fu salvata non so come. Nel formarlo io non avevo in mira che due cose. La prima, per avere un’occupazione la quale, nel mentre diminuisse il tedio nelle ore oziose, mi facesse trovar registrati i diversi avvenimenti della mia vita fuor della mia patria per poscia confrontarli con altri tempi ed avere un mezzo di conoscer meglio me stesso comparandomi nelle diverse epoche ed istruendomi a mie proprie spese. La seconda, per la speranza che mi sarebbe stato dolce rammentarsi // un giorno degli avvenimenti e delle fatiche e perigli che io prevedevo, attesoché è facile prevedere tali cose nel nostro mestiere, e particolarmente in un regimento che sortiva dal Regno per far la guerra. Mi sono ingannato in amendue questi oggetti. Quel che io facevo per mio diletto ed istruzione sola è divenuto un oggetto di divertimento per gli altri; ed il mio Galimazias ch’io credevo non dover avere altro lettore che me stesso ha corso mezzo Sannio. Vedendo che tutti bramavano di leggerlo io credei che rinverrebbe più severità che indulgenza, mentre scritto or sul cabinetto1, or sotto un albero, or in una baracca, ordinariamente in mezzo al fragore delle armi, senza legame di pensieri, senza limatura di stile, scritto quale colava dalla penna, infine, non meritava di far fortuna. Ma è avvenuto tutto l’opposto, e non è questa la prima volta che gli uomini restano delusi ne’ loro raziocinii.

1

A tavolino.

709

3v

MInt

4r

4v

5r

Sono stato egualmente deluso nella seconda parte. Io mi rammento con amaritudine di ciò che ho sofferto, attesoché quale ricompensa ho io avuta di tanti peri//gli, fatiche e del mio sangue versato? Quale ricompensa per essere stato uno di quelli che hanno vendicato la propria patria di tutti gli orrori commessivi da’ Spagnoli durante il dispotismo viceregnale, per aver contribuito co’ miei sudori a costituire un nome militare alla nazione e ad agguerrire il primo corpo della nostra armata? Null’altro che torti, ingiustizie, perfidie e dissapori. Tre anni di guerra feroce in Spagna, duemila combattenti napoletani morti in azione, cinquanta e più ufficiali uccisi, tutti gli altri stroppii e feriti, tante privazioni, tanti perigli non han servito che ad elevare tre individui soli. Essi sono attualmente ne’ posti più eminenti della milizia, sono baroni, sono stati arricchiti da un re prodigo con alcuni, avaro con altri. Essi devono la loro riputazione e la loro fortuna a’ nostri sudori; ciò non ostante appena ci degnano d’un guardo passaggiero dall’alto de’ lor gradi, che noi loroa abbiamo meritato, e se loro riesce di darci un gambetto non mancano certamente di farlo.// Dall’altra banda quali considerazioni il governo ha di noi, in preferenza degli altri che non han fatto la guerra? Nulla. Si veggono i vili che non sono giammai sortiti dal letto delle delizie della capitale ascendere rapidamente a’ gradi superiori senza altro merito che quello dell’intrigo, delle donne e del cortegianismo. Che mostrino essi le loro ferite… Ferite! Essi domanderebbero, come Carlo XII: «Cosa è questo suono?», al sibilo di qualche palla, non avendone mai intesa fischiar alcuna; ma si guarderebbero bene di aggiugnere la sua ripresa: «Questa sarà d’oggi innanzi la mia musica». Il nostro mestiere riunisce tutto quello che si può imaginare di duro e di più rivoltante per l’uomo. La milizia è un vero dispotismo, nel quale il terrore è la molla principale. Voi dovete mangiare quando non avete fame, e morir affamato quando la natura richiede i cibi; dormire quando non avete sonno, e vegliare allorché non potete reggere in piedi; più d’una volta voi avete ragione, ma i superiori vogliono che abbiate torto e bisogna cedere. Se voi cava//te la spada contro un superiore che vi forza a cavarla siete fucilato, se l’onore ve gli fa rispondere con sole parole andate a’ ferri. Se non secondate i loro capricci, e soventi volte le loro viste o immorali, o dissonoranti, siete vessato. A tutto

a

Nel sopralinea su gli depennato.

710

MInt ciòa aggiungete le perpetue fatiche, i spessi pericoli, e se un poco volete esser uomo di onore, i perpetui dissapori, le continue vessazioni, ed avrete una leggiera idea di tutto il duro del nostro mestiere, per dipingere il quale io non trovo né pennelli né colori abbastanza forti. Ma qual è il velo che covre agli occhi de’ guerrieri questo misto inudito di cose tutte contro natura? L’ambizione e la speranza di ascendere i divini scalini di questa scala infernale. Se voi spegnete questi due sentimenti nel loro cuore, allora si ravvisano tutti gli orrori in mezzo a’ quali essi sono. Allora è il Moly che toglie l’incantesimo del Lotos e che vi fa ravvisare le cose nel loro verace aspetto2. Or questi sentimenti ammaliatori sono in me spenti. Io credo che nulla può più giovarmi per // ascendere, subito che tre anni di guerra non mi han giovato. Altronde io sento che non mi abbasserò giamai a meritarlo con altri mezzi: ho i nervi poco flessibili per strisciarmi vilmente nelle sale del cortigianismo; l’intrigo mi è odioso ed ignoto; quanto alle donne, io non ho né moglie, né sorelle, né amiche per impegnarle a mio vantaggio, e secondo la mia maniera di pensare sento in me stesso che non neb farò giamai uso. Ho deciso. Io deporrò la divisa la quale mi ha ingannato fin dalla mia prima età col fantasma della gloria. Io tornerò a quelle sacre terre che udirono i miei primi vagiti, nelle quali giacque il mio corpo pargoletto, nelle quali l’etade infantile si temprò al sole patrio, alle ombre degli olmi, a’ freddi del Borea ed alle maschie abitudini sannite; nelle quali posano le ossa de’ miei padri e della mia diletta genitrice, la quale mi sovvengo che cercava di alienarmi da’ pensieri delle armi. In mezzo a quelle rupi dalle quali i baci delle colombe ed i rucoli della tenera tortorella sembravan rispondere al primo ed unico sospiro di // questo core io sarò mille volte più contento di quel che lo sono fra le armi. Colà io mi rammenterò con diletto degl’innocenti passatempi giovanili, e con soave malinconia di quell’angelo di virtù e di beltà ch’io ho amato ed amo tuttora. Colà io siederò spesso sulla tomba di mia madre e e libarò con

a b 2

Nel sopralinea. Nel sopralinea. Il moly è l’erba dalle radici nere e dal fiore bianco che Ermes dà a Ulisse come antidoto agli incantesimi di Circe: Odissea, X, vv. 302-306. Il loto è l’erba dell’oblio: Odissea, IX, vv. 83-103.

711

5v

6r

MInt lacrime al di lei riposo; colà infine lontano da un mondo corrotto e dalle perfidie degli uomini io spero di sgravare quest’anima dal fascio delle amaritudini e di gustare nella solitudine quella pace che non sarà amareggiata se non da’ sovveniri del tempo che io sono stato nelle schiere.

26 GENNAIO

6v

Ho inviato al Ministro della Guerra la mia dimissione. Spero che mi verrà presto accordata, malgrado che il colonnello ed i membri del consiglio d’amministrazione si sono rifiutati a segnarla, dicendomi ciascuno un sacco di parole vuote di senso. Vi è stato un tempo in cui mi era facile montarmi la testa con le promesse; vi è stato un tempo in cui la mia si era montata, attesoché senz’amor proprio credo d’aver fatto in campagna tanto da meritar una promozione. Ma daché ho conosciuto che canaglia è l’uomo, neanche // Ulisse sarebbe valevole a tirarmi nella rete. Nell’aspettativa di esser dimesso, della sola ricompensa che richiedo de’ miei servizii e delle mie fatiche, pensiamo ad altro. Ho il cuore troppo esacerbato e perciò lungi i pensieri di mestiere e d’armi. Se dobbiamo credere a Virgilio, la navigazione d’Enea diede i nomi a varii punti della costa tirrena del nostro Regno: così per esempio Palinuro prese il nome dal pilota del vascello di Enea che cadde in mare dormendo; Miseno da un altro guerriero troiano colà morto; Gaeta infine perché Enea vi seppellì Caieta sua nutrice: In quoque litoribus nostris Caieta dedisti Aeternum nomen….3

7r

Quando scrisse questi versi si era dimenticato forse che avea fatto lasciare al suo eroe in Sicilia tutte le donne e tutti i vecchi; oppure bisogna credere che siccome le donne troiane furon colà lasciate in punizione d’aver tentato di bruciare la flotta, in una tale congiura non vi entrò forse Caieta, la quale aveva dato ad Enea quel latte che non poteva dargli Venere, motivo pel quale venne ella risparmiata dalla relegazione. Lo stesso potrebbe dirsi della // madre d’Eurialo, che

3

Virgilio, Eneide, VII, 1-2. La citazione esatta è: «Tu quoque litoribus nostris, Aeneia nutrix, aeternam moriens famam, Caieta, dedisti »; «Anche tu, o Gaeta, nutrice di Enea, morendo hai lasciato alle nostre rive un’eterna fama».

712

MInt comparisce in scena nel libro nono senza essersene fatta mai menzione ne’ libri innanzi. Lasciamo queste cose che non sono succedute giamai, ed occupiamoci di quel che è certo. Gaeta è una città antichissima, subito che Virgilio ne parla. Ella è attualmente una piazza di guerra di considerazione. La città è divisa in due partia: in Gaeta propriamente detta ossia la città vecchia, e la nuova, detta Porta di Terra. La vecchia è edificata su di un masso calcareo staccato da qualche terribile concussione tremuotica dal monte di Torre d’Orlando, che un tempo ha dovuto essere isola prima che il mare si fosse ritirato, nell’istessa guisa che il promontorio Circeo era un’isola a’ tempi di Omero. In mezzo della spaccatura vi si rinvengono altri massi enormi là precipitati nell’atto istesso della catastrofe, che formano una specie di ponte congiungente, sotto del quale voi vedete entrare e rifluire le acque marine, le quali allorché ilb mare è tempestoso formano una fragorosa detonazione frangendosi dentro le caverne della spaccatura istessa. Un’altra spaccatura, sebbene men considerabile, si rinviene nel lato opposto del monte sudetto, ove su di un grandissimo macigno caduto fra le parti spaccate vi hanno edificata // una cappella, attesoché la tradizione popolare vuole che un tale avvenimento sia successo nella morte di Gesù Cristo. Si fa vedere al forestiere l’impressione di una mano umana in faccia al sasso vivo, e vi si dice che un Turco, negando la possibilità dell’avvenimento, avesse battuto il sasso colla sua mano per indicarne la dursia4, e che il sasso avesse ceduto lasciandovi l’impressione e la forma. Si veggono ancora in Gaeta i ruderi delle fortificazioni della città vecchia, le quali comprendevano tutto il masso spaccato e precipitato dal monte di Torre di Orlando. Ma dopo l’invenzione del cannone esse non erano più servibili tanto per la loro natura, quanto per esser dominate dal monte istesso; e d’allora le fortificazioni sono state estese includendo nella fortezza il citato monte. La città vecchia è un vero porcile. Strade strettissime tortuose, che non veggion mai il sole, intagliate la maggior parte nel sasso, e tutte a scalini; la città nuova, ossia quella detta Porta di Terra, è mediocre.

a b 4

Segue parola depennata. Segue fo depennato. Per: durezza?

713

7v

MInt

8r

8v

Gaeta ha quattro quartieri per la truppa, e tre padiglioni per l’alloggio degli ufficiali. L’edifizio della Gran Guardia è decente. Vi sono due ospedali militari, vi è un arsenale d’artiglieria. Prima aveva anche un collegio militare, ma adesso non vi sono più allievi. //

// Questa città manca di teatro. Un sotterraneo di una cortina è stato convertito in questo uso, ma è troppo mal costruito e mal tenuto per potere essere chiamato teatro. Attualmente non vi è compagnia né in musica, né in prosa. La cattedrale, che porta il nome di Sant’Erasmo protettore di Gaeta, era un edifizio gotico antico. È stata da pochi anni rivestita tutta al di dentro di nuovo, ed ora ha perduto il pregio di monumento antico, senza esser divenuta una buona cosa rinnovandola. Le altre chiese sono di pochissima estimazione. La casa degli esposti, ossia l’Annunciata, è tenuta con qualche proprietà. Allorché voi montate sulla cima del monte di Torre d’Orlando voi avete d’intorno intorno un vago colpo d’occhio. All’occidente la vostra vista si estende lungo la costa di Sperlonga fino al promontorio Circeo; all’oriente fino al golfo di Napoli; al settentrione voi vedete le aride montagne delle Gole d’Itri, e di Marano le quali formano il più bel contraposto colla parte piana lungo il lido la quale è ben coltivata; è 714

MInt abbondante di ulivi, di carobbo, di vigna di frutteti eccetera, è disseminata di villaggi e case di campagna; al sud infine voi scovrite l’azzurro mare finire col vostro orizzonte, coronato delle isole di Ponza, Ventotene, Santo Stefano, Zannone, Palmarola, Ischia, e Procida. // Io ando colà spesso per esser solo e il più lontano che posso dalla moltitudine, ad oggetto di poter sgravare quest’anima dalle amaritudini all’aria aperta e nella solitudine. Sovente volte io guardo con indifferenza le vicende di questo esilio di vita e par che mi consolo con le idee che non sono il solo ad essere amareggiato, e che forse ve ne han degli altri i quali più di me bevono giornalmente dissapori ed ingiustizie. Altre fiate o sono di diverso umore, e ravviso le cose in altro aspetto, io esacerbo io stesso i miei dolori, i miei patemi; mi fo io stesso le prospettive di felicità che io proverei se lungi da questo mestiere infernale io, coltivando un campicello, dividerei i miei sudori e la mia vita con L… Ordinariamente penso, ed è il pensiero che più mi tormenta, ch’io non ho meritato la sorte ch’io provo; ed allora che l’afflizione ed i dissapori si fan sentire più vivamente nel mio cuore io guardo con tentazione di delirio le rupi a picco del monte verso il mare, e fuggo spaventato e fuor di me temendo di cadere nella viltà di attentare contro me stesso. I patemi d’animo derivanti da’ torti nel nostro mestiere sono terribili per un’animo sensibile. L’uomo apprezza le cose per quel ch’esse vagliono, e molto più pe’ sforzi ch’egli fa onde acquistarle. Più i mezzi ch’egli impiega e spende per possedere qualche oggetto sono di valore, più l’oggetto gli viene caro se l’acquista // oppur resta esacerbatissimo se i suoi sforzi sono vani. Or imaginatevi quanto deve riuscir doloroso per un guerriero l’esser defraudato d’una promozione dovuta, per aver la quale questi non ha impegnato né denaro né altro, ma sangue e perigli di vita. Aggiungete a questi dispiaceri quell’altro di vedere che i meriti delle ferite delle campagne e de’ sudori non valgono nulla e che tutto si dà pel cortigianismo per le donne e per l’intrigo; aggiungete l’altro della considerazione che non si riparano giammai i torti e le ingiustizie nella professione nostra, attesoché quand’anche siete promosso, siete sempre comandato da colui che lo è stato prima di voi e che non meritava di esserlo: imaginatevi, diceva, tutte queste cose, e condannatemi poi se io non ho motivo di essere amareggiato quale lo sono. Ho lasciato Gaeta e Torre d’Orlando, e son tornato alla solita cantilena di me stesso. Ma che posso fare se il mio spirito è svaneggiato, ed ho il cuore in perpetuo tumulto? Una sorda voce rimbomba perennemente dal fondo del medesimo e mi dice: «Tu non hai meritato d’essere 715

9r

9v

MInt

10r

così obliato»; questa idea è quella che più mi crucia e tormenta; cerco di scacciarla, ma invano; prendo un libro, lo apro, leggo, ma o non comprendo, o vi leggo torti ed ingiustizie; il pensiero che mi apporta qualche consolazione è quello di essere presto dimesso dal servizio militare; allora potrò dire con orgoglio: «Il Re ha perduto in me un buon soldato, ed io con questa sua perdita mi sono vendicato // de’ torti da me non meritati».

30 GENNAIO

10v

Il maggiore Roche che è in Napoli è stato chiamato dal Ministro della Guerra e domandato per quale oggetto io avevoa chiesto la mia dimissione, e che ufficiale io ero5. Non so cosa Roche abbia risposto, ma ho saputo che non si è voluto dar corso alla mia supplica. Io ne ho inviato subito un’altra concepita ne’ termini seguenti: «Reitero la mia preghiera all’Eccellenza Vostra affinché mi faccia ottenere da Sua Maestà la mia dimissione. Io non voglio né posso servire più, per gl’interessi della mia famiglia e per lo stato della mia salute. Ho servito molti anni la mia patria; il mio sangue è colato al di lei servizio: ho dunque concorso colla mia porzione a pagare quel tributo ch’ella è in dritto da esigere da ogni suddito fedele, e credo d’essermi sciolto da quel debito ch’ogni altro cittadino ha con essa. Io m’indirizzo a Vostra Eccellenza con quella franchezza e fiducia che ogni guerriero, il quale non ha nulla a rimproverarsi, deve avere ne’ suoi capi. Questi sentimenti m’ispirano l’ardire di domandare con un certo che di ragione ch’io possa andar a gioire nel seno de’ miei parenti dopo una lunga assenza dalla mia aura, e godere di quel riposo necessario a ristaurare le mie forze spossate da’ travagli e dalle ferite riportate in tre anni di guerra nelle Spagne. Spero // dunque che voglia l’ Eccellenza Vostra interessarsi a sollecitare dalla magnanimità della Maestà Sua questa sola ricompensa ch’io chiedo de’ miei servizi. Io sono, eccetera». Alcuni miei amici a’ quali l’ho fatta leggere han rinvenuto che era un po’ forte scrivere in tal maniera ad un ministro di Guerra, che la lettera scritta in uno stile non risparmiato e romanzesco poteva irritarlo, e che io potevo fra le altre mie sventure annoverar quella di aver anche

a

Segue domandato depennato.

5

Henry Roche, nato nella Martinica, al servizio di Napoli dal 1806, colonnello (aprile 1812), maresciallo di campo (1815). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCXLI, CCXLIX, e Colletta P., Storia, II, p. 396 e 432.

716

MInt nemico il Ministro, circostanza fatalissima per me nel caso che il Re non volesse accordarmi la dimissione. Tutte queste ragioni sono belle e buone, ma io non so né fingere né mascherare i miei sentimenti. Io l’ho messa alla posta: che faccia dunque il suo corso. Nella posizione d’animo in cui io sono oso dire: Si le Ciel en colere S’ecrouleroit sur ma tete Je ne tremblerois pas.

5 FEBRAIO 1812 Qui, a spese delle autorità tanto militari che civili, come ancora degli ufficiali della guarnigione, si è accomodato un locale ad uso di casino di piacere nel quale tre volte nella settimana vi si tiene ballo e gioco. Io vi intervengo spesso per distrarmi da’ miei pensieri e da un certo mal umore atrabilare, // dal quale io sono stato invaso in qualche tempo. La musica, la quale ha un grande impero nell’animo mio, par che mi sgrava il cuore dall’oppressione e dalle amaritudini. Io ci assisto ancora per meglio analizzare e conoscere l’uomo. Entro nella sala; giro intorno; or mi metto ad osservare qualche contradanza che si eseguisce, battendo col mio piede la battuta; or mi affaccio al balcone; or mi avvicino ad un tavolino di gioco; or mi metto a sedere in un cerchio sia di signore sia d’uomini. Ovunque mi fermo io apprendo qualche cosa: ossia presso al gioco, e veggo qualche giocatore abituato, che non ha forse che dar da mangiare alla sua famiglia quella sera istessa, e che perde, bestemmiando orrendamente ciò che v’ha di più sacro nell’universo; o veggo qualche tagliatore il quale fa sortire a dritta invece della sinistra qualche carta corrispondente a quella che è troppo carica di monete sul tappeto; e nel ballo e ne’ crocchi veggo quella sciapita insipida galanteria francese, che consiste tutta in riverenze affettate, in altrettanti modi di porgere il braccio alle signore, d’invitarle a ballare e di ricondurle a sedere dopo aver ballato; o veggo qualche raffinata cochetta che brama maritarsi, tener a bada con un’arte sublime molti amanti per incapparne qualcheduno; far scomporre ella istessa il velo del suo seno e quindi far vedere che arrossisce nel ricomporlo, e biasimando se stessa // come sciocca o malavvertente; dall’altra parte miro le madri le quali o si compiacciono delle conquiste che fan le loro figlie, o le favoriscono esaltando le loro virtù, la loro educazione eccetera; dappertutto poi uno sputacchiar di sentenze morali e di sentimento ch’esse 717

11r

11v

MInt

12r

non sentono nel proprio cuore, albergo solo di civetteria. Io sfido che madamigella Ponti e Carolina Catanzaro invilupperebbero nella rete il più accorto libertino di Parigi, di Londra e di Napoli, cotanto è il raffinamento al quale han spinta la loro cochetteria. A questo spettacolo diabolico di finzioni di sentimenti di semplicitàa, io rido, ma più sovente m’irrito in me stesso. Non più il vero amore, non più quella dolce melanconia che la sua fiamma fa sorgere nel cuor dell’uomo, non più quel non so che che non si può nascondere quando si ama davvero, non più quel caro interesse che si prende della persona amata, non più quell’idea consolatrice di dire: «Quella persona farebbe o farà la mia felicità», non più quella sincerità di linguaggio nel comunicarsi vicendevolmente i proprii affetti, i proprii sentimenti, i piani e le pene di ciascheduno; non più infine quella castità e securità coniugale, senzab della quale, intorno al talamo nuziale, o deve esser immersa nel sopore un’ignominiosa indifferenza, o deggion vegliare le nere cure ed i gelosi sospetti.// Quanta differenza fra queste donne e L… Ma! Che dissi? Ardisco io rabbassarla con una sì vituperosa comparazione? No. Sono soggetti troppo eterogenei per poter essere comparati con un paragone che è nobile ed onorevole per queste, ignominioso per ella. Resti ognuno al suo posto. L… nel suo candore, nella sublimità delle sue virtù, nella perfezione, morale del suo cuore e fisica dell’angelico volto; queste nel lezzo della civetteria e della corruzione.

8 FEBRAIO Il nostro maggiore Roche è ritornato da Napoli; egli mi ha parlato a lungo del chiasso che ha fatto nel ministero ed in Napoli la reiterata domanda della mia dimissione, ha cercato di persuadermi a ritirarla con mille promesse, ma inutilmente: «Quod scripsi, scripsi»6. Ad alcune espressioni che gli sono scappate nel discorso tenuto meco pare ch’egli sia stato assicurato che succederà a Pegot nel grado di colonnello del nostro regimento. Per me è lo stesso, sia egli sia il diavolo; nulla più spero, nulla più temo, nulla più voglio, nulla più

a b 6

Seguono alcune lettere depennate. Nel sopralinea su parola depennata. Vangelo di Giovanni, 19, 22.

718

MInt ambiziono fuorché il vedermi fuori da questo infernale mestiere. Più ci penso, più mi esacerbo io stesso, più mi trovo contento de’ passi dati e tornerei mille volte a far l’istesso, quand’anche l’angelo della predizione mi dicesse: «Tu andrai mendicando un nero pane». //

10 FEBRAIO

12v

Mi sono trattenuto questa mattina a lungo sulla torre della cappella del Castello per contemplare a mio comodo la natura intera in convulsione ed in orgasmo. L’atmosfera è agitata da’ venti più furenti e tempestosi, ed il mare…che terribile e spaventoso spettacolo!… non più mare… non più quel piano liquido, azzurro, increspantesi dolcemente al soffio delle fresche e dolci aure de’ zefiri, ma una congerie di montagne semoventi d’acqua e di spuma, elevarsi, abbassarsi, mostrar il fondo, correr di regione in regione, frangersi finalmente correndo con incalcolabile ferocia e velocità fra gli antri della spaccatura sassosa, e zampillar dalla voragine del luogo delle bombe, a guisa d’un’eruzione vulcanica, acqua e spuma. Non ostante la pioggia io mi sono portato sulla spaccatura ed ho osservato uno spettacolo egualmente formidabile ed imponente. Nelle diverse fluttuazioni marine or si vedeva interamente il fondo cavernoso della medesima, ed or preceduta da una orrenda fragorosa detonazione entrarvi violentemente una massa di spuma, più violentemente // levarsi nella voragine alla guisa di un’acqua in fervida ebollizione, riempirla, e proiettarsi quindi al di fuori al par della lava di un monte ignivomo. Un mio amico ufficiale del nostro regimento, che ha dimorato molto tempo a Messina, mi ha detto: «Tu non hai bisogno di veder il Faro in tempesta, né là vedresti uno spettacolo simile». Perché dunque meravigliarci se la fantasia omerica vi collocò due mostri? Io qui ve ne collocherei cento. Ho detto che la natura intera è in orgasmo e convulsione. Sì. Pioggia dirottissima, l’atmosfera ripienaa di nere nubi, e messab a soqquadroc dalla gagliardia de’ venti; la massa del mare disquilibrata ne’ suoi immensi serbatoi; montagne d’onde accavallantesi le une sulle altre, urtarsi,

a

Nel testo ripieno. Nel testo messo. c Nel testo socquadro. b

719

13r

MInt comprimersi, ed accelerare reciprocamente la feroce rapidità delle correnti; l’azzurro delle acque marine cangiato in un livido verde-nero, ed allorché si frangon esse contro i scogli ed i massi sassosi della costa un bianco spumoso egualmente livido succede a quel colore ferale.//

11 FEBRAIO

13v

Colla posta di questo giorno ci sono venute le novità sulle promozioni seguenti nella milizia. Il nostro colonnello Pegot è stato fatto ispettore alle riviste, Bois7, colonnello del 1° Leggiero, aiutante generale. Medici8 ha rimpiazzato il secondo, De Majo9 il primo: Brocchetti10 ha succeduto a Medicia, un tal Colart11 a Majo. Morra capitano della Guardia è stato nominato capobattaglione al 6° in luogo di Paolella12, che ha rimpiazzato Colart ne’ Granatieri della Guardia. Medici sarà un eccellente colonnello; egli era un antico ufficiale della nostra marina. È vero che può dirsi quasi nuovo nell’arma dell’infanteria, che non ha fatto la guerra in tale arma, ma un uomo che ha talenti e cognizioni nel generale del nostro mestiere supplisce sempre a tali inesperienze, e con giorni fa quel che un altro senza i suoi mezzi abbisogna di anni per fare. È stata dunque una buona scelta che il Re ha fatto, e se tutti i nostrib colonnelli fossero della fatta di Ambrosio, Roussarol13, Fi-

a b

Brocchetti-Medici depennato. Nel sopralinea.

7

Louis-François Boy (Lerronville 1768- ? ?). Militare francese al servizio di Napoli, fu in Tirolo e in Spagna (1809-1811), ascese fino ai gradi di aiutante generale (1812), e maresciallo di campo (1813). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCLIII. 8 Alessandro de’ Medici d’Ottaiano (Ottaiano 1777-Napoli 1843), già ufficiale di marina, ascese fino al grado di maresciallo di campo (1814). 9 Luigi Nicola De Majo (Campobasso 1774-? post 1848), duca di San Pietro, capitano (1806), ascese fino al grado di tenente generale (1834). Fu Luogotenente del Re in Sicilia dal 1840 al 1848. 10 Giuseppe Brocchetti (Napoli 1778-Ivi 1846), barone, capitano (1806), colonnello (1813), direttore della segreteria borbonica di Guerra e Marina (1818). 11 Di Collard sappiamo solo che raggiunse il grado di colonnello (1812). 12 Pasquale Paolella, córso, capitano dei granatieri della guardia (1806), raggiunse il grado di colonnello (1814). 13 Giuseppe Maria Rossaroll (Napoli 1775-Nauplia 1825). Militare napoletano, capitano dell’artiglieria repubblicana (1799), esule, ufficiale nella Legione italiana, combatté a Marengo, ascese fino al grado di maresciallo di campo (1812); partecipò al moto napoletano del 1820 e morì in Grecia combattendo con gli insorti indipendentisti.

720

MInt langieri14, Medici e Macdonald15, la nostra armata sarebbe nella sua proporzione la prima dell’Europa. // Non conosco Majo che di figura. So solo che nel 1807 eravamo capitani amendue, egli nella Guardia, io nel 1° di Linea. Egli non è sortito da Napoli ancora ed è mio colonnello, io con tre anni di guerra e sono ancora capitano. Ma egli ha sposato una francese nipote di Berthier, è nobile, è marchese, ed io sono appena un civile provinciale, un figlio… ah perdona, ombra del mio gran genitore… l’aver ricevuto l’essere da te, ch’altri creder potrebbe sventura, è ciò del quale io più mi glorifico e mi consolo con sentimenti che m’inorgogliscono. Brocchettia è anche uno di quelli uomini fortunati che avanzano senza saper come. Nel 1806 eravamo tenenti amendue, io al 1° egli al 2° di Linea. Allorché marciammo per la Calabria nel citato anno, egli finse o fu effettivamente attaccato da difficoltà di urine, e ritornò a Napoli. Ma siccome la pubblica voce e fama, la quale difficilmente s’inganna, vuole ch’egli patisse di tremolio di cuore e di membra in guerra, così io credo più finzione che male reale. Egli neanche ha fatto la guerra non essendo mai sortito dal Regno, ma ha meritato i suoi gradi industriandosi a passare di corpo in corpo, dal 2° a’ Zappatori, da questi al 4° di Linea, quindi allo Stato Maggiore, ora al 5° // e più di tutto poi io credo che li abbia acquistati (e questo è anche sentimento della pubblica voce e fama) vedendo volentieri gli alti personaggi ed informandoli di ciò che aveva saputo sia nelle conversazioni ove non era conosciuto, sia nell’espansione del cuore e dell’amicizia di persone che neanche lo conoscevano. Allorchè io ero a Chieti nel passato luglio egli era incaricato di commissioni segrete e io fui avvertito di guardarmeneb. Aggiugnete a tanti meriti le protezioni di Madama Santarpinoc16, della quale è cortigiano o amante, e svanirà la meraviglia de’ suoi rapidi voli, come ancora si giudicherà sempre più della maniera colla quale si danno i gradi nel sistema attuale.

a

Depennato. Allorchè-guardarmene depennato. c Depennato. b

14

Carlo Filangieri, principe di Satriano (Cava dei Tirreni 1783-San Giorgio a Cremano 1867). Cfr. Filangieri Fieschi Ravaschieri, Il generale Carlo Filangieri. 15 Francesco Macdonald (Pescara 1776-Firenze 1837). Militare napoletano, capobattaglione del genio (1806-1810), maresciallo di campo (1813), ministro della Guerra (1814). Fu marito morganatico di Carolina Murat. Cfr. D’Ayala, Vite de’ più celebri capitani, pp. 419-438. 16 I Santarpino o Sant’Arpino erano una ricca e influente famiglia napoletana; non abbiamo però identificato la signora citata da Pepe.

721

14r

14v

MInt

15r

Quanto a Colart ed a Morra io non li conosco né di nome né di figura, e nulla so sul loro conto né di bene né di male. A tutte queste notizie tutti i nostri ufficiali superiori sono rimasti di gelo. Pegot voleva esser fatto generale ispettore e non ispettore semplice; Roche che teneva in mano il grado di colonnello, attesoché a suo dire il Re istesso glie lo avea promesso, sentendo nominato Majo, che era maggiore meno antico di lui, ha preso immantinenti // la posta ed è partito per Napoli giurando di non ritornare più al regimento; Celentani in ultimo sentendo lo scandaloso avanzamento di Brocchettia ha finito di stupidirsi e di scilinguarsi17, attesoché non è niente felice né nella successione delle idee, né in quella de’ suoni della loquela.

13 FEBRAIO

15v

Il nuovo colonnello è giunto ieri sera. L’anticob gli ha consegnato questa mattina il regimento, ed è partito. Majo ha un bell’aspetto, una figura interessante ed una statura vantaggiosa. Pare pulito e cortese ne’ suoi tratti nelle sue maniere; ma io mi diffido sempre allorché veggo cerimonie, e particolarmente cerimonie affettate alla francese. L’affettazione scopre subito quelle cose le quali non partono direttamente dal cuore, attesochè mancano esse di quella semplice naturalezza colla quale il cuore istesso allorché è sincero lascia colare le sue effusioni. Il popolo francese sarebbe molto più stimabile se fosse meno affettato di quel che lo è in tutto ciò che fa; l’italiano e particolarmente noi altri Napoletani abbiamo ne’ nostri modi, che i Francesi chiamano grossiers, più // sincerità di essic. 17r […] Bulow scrittore prussiano18, ed autore dello Spirito // del

17v

a

sentendo-Brocchetti depennato. Nel sopralinea su il vecchio depennato. c 15v-17r: Lunga digressione sui Tartari, ripresa in G2, 28r-29v. b

17

Dovrebbe trattarsi di Gennaro Celentani, caposquadrone del 1° Cacciatori e poi dei Veliti a cavallo della guardia (1809), maggiore e poi colonnello (1813), che svolse un ruolo importante nella rivoluzione del 1820. 18 Dietrich Adam Heinrich von Bülow (Falkenberg 1757-Riga 1807). Scrittore militare prussiano, autore nel 1798 del Geist des neueren Kriegssystem, opera che, insieme a molti altri suoi scritti teorici, ebbe una profonda influenza sulla formazione di una nuova tattica. Le sue idee urtarono l’establishment militare prussiano, che lo fece prima imprigionare, poi lo consegnò alla Russia, dove morì in carcere.

722

MInt sistema della guerra moderna, chiude una tale opera con una quistione che egli propone a’ tattici, «se è temibile – cioè – nello stato attuale delle potenze europee una nuova invasione di Tartari, e se perverrebbero questi a prendere le nostre fortezze». Malgrado le mie deboli forze io credo che è facile il rispondere ad una tale domanda in poche parole. La questione a mio intendimento, può cadere se vi sarà o no una nuova invasione, ma se questa succede ella sarà irresistibile malgrado la nostra tattica, le nostre armi e le nostre piazze forti. I Romani avevano la legione, la quale ordinanza per la sua eccellenza fu creduta opera dell’istesso dio della guerra, e che vinse la fin’allora intatta falange; essi avevano i tormenti e le macchine belliche, avevano le linee delle loro rocche, avevano infine quella tattica colla quale divennero i padroni di quasi tutta l’Europa, e d’una porzione dell’Asia e dell’Africa. Ciò non ostante i barbari comparvero, e con tutti questi vantaggi essi furono vinti e il loro impero rovesciato. Or quale attuale nazione europea può compararsi // alla romana anche ne’ tempi della decadenza di quest’ultima? Quale nazione attuale sa[p]rebbe far fronte ad un popolo che si affacciasse a torrenti nelle sue frontiere con armi, vestimenta, linguaggio, disciplina, e maniera di far la guerra tutta diversa? Si renderebbero allora inutili i nostri cannoni, i nostri fucili, le nostre manovre, i nostri forti, attesoche tutte queste invenzioni dell’uomo fatte con certe date regole, falliscono allorche l’inimico non risponde alle medesime nelle sue mosse, nelle sue offese, nelle sue difese. La guerra è un vero giuoco di scacchia. Se io do al mio avversario la libertà di cambiare le regole del gioco ne’ suoi movimenti, quand’anche sono un altro Lolli resto matto alla quarta giuocata19. Che da un esempio così ristretto, e che a qualcheduno potrà sembrare o inconcludente, o triviale, mi sia permesso di portarne uno più in grande e più nella natura dell’argomento. In tutte le epoche della guerra tanto antiche quanto moderne si sono vedute le Nazioni le più rinomate per le armi piegare e cadere allorché sono state esse attaccate da qualche altra nazione con una manierab di far la guerra diversa dalla loro. In tal maniera le colon//ne immense, gl’immensi carri, colle quali l’impero per-

a b

Corretto su schacchi. Nel sopralinea.

19

Giambattista Lolli (Nonantola 1698-Modena 1769). Scacchista italiano, pubblicò nel 1763 le Osservazioni teorico-pratiche sopra il giuoco degli scacchi.

723

18r

18v

MInt

19r

siano si era ingrandito, fallirono alle prese colla falange macedone. Questa fu rotta e vinta dalla legione romana. La legione non reggette all’urto disordinato de’ barbari; l’invenzione della polvere fece cadere le picche e i scudi, e vincere quelle nazioni che ne facevano ancora uso. Quella del cannone inutilizzò le alte torri e mura delle piazze. La guerra si faceva con lentezza; Gustavo Adolfo incomincia la celerità de’ movimenti e riporta de’ vantaggi; Carlo XII l’accresce, e con un piano nelle sue campagne, sarebbe stato un altro Alessandro. Il genio di Federico crea una tattica novella, e non solo resiste, ma rispinge l’urto colossale di tutta l’Europa contro di lui. Il fragore delle sue strepitose vittorie fa che la sua tattica diviene la tattica dia tutte le potenze Europee; ma i Francesi vi fanno de’cambiamenti nel 1793, e d’allora in poi furono vinti i Prussiani, i Spagnoli, i Tedeschi, i Russi; infine, e di ciò io ne sono testimonio, i Spagnoli nella guerra attuale, calcolando da popolo saggio e previdente che non potevano lottare con armate agguerrite nelle battaglie ordinate, cambiano il piano di guerra, in virtù del quale questa nazione che si crede//va dover essere schiacciata ne’ primi istanti della sua generale reazione, ha ancora i suoi eserciti, le sue provincie intatte dal nemico, molte piazze forti in sua mano, molte altreb riprese, e con un uomo di genio e fortunato alla di lei testa io non vedrei troppo chiaro nell’esito di questa luttac, che sarà memorabile nell’istoria de’ tempi, e che ha svelato all’Europa la possanza di un popolo ch’ella dispregiava. A questa verità irrefragabile confermata da tanti esempii istorici, io voglio azzardarne un’altra tutta paradossale e stravagante ch’ella potrà sembrare, ed è che più un duce è istruito nella sua professione, più è suscettibile di esser battuto. Imaginiamoci un generale il quale, dotto nel suo mestiere quanto Pallade istessa, guardi una posizione militare che in tutti i tempi è stata teatro della guerra; egli dirà fra se e se: «Questo terreno fu così difeso da Malboroug20, così da Eugenio, in questo modo attaccato da Turenna, in quest’altro da Montecucoli21; in tal ma-

a

Corretto su dell’Euro, depennato. Nel sopralinea. c Per lotta. b

20

John Churchill, primo duca di Marlborough (Musbury 1650-Windsor 1722). Militare e politico inglese, ebbe un’intensa e contrastata carriera, ma nel corso della Guerra di successione spagnola si dimostrò ottimo stratega. 21 Raimondo Montecuccoli (Pavullo nel Frignano 1609-Linz 1680). Militare italiano al servizio dell’Austria, attivo in tutte le campagne militari dal 1625 al 1675. Fu anche importantissimo teorico dell’arte militare, scrittore e diplomatico di vaglia.

724

MInt niera da Condé22, in tal altro da Villars23; così da Tilly24, da Daun25, da Laudon26, in altra maniera da Federico, da Pichegru27, da Moreau28, da Napoleone, eccetera eccetera. In qualunque di tali modi l’inimico verrà per combattermi, io so quello della difesa che deggio metter in opera a far fallire i suoi proggetti». Intanto se il di lui avversario, o per essera ignaro di ciò che han fatto tutti i citati // capitani, o d’un genio superiore a’ medesimi, ne impiega uno tutto nuovo e differente, il general Pallade resta preso nella rete e deluso ne’ proprii. Un altro esempio tirato anche dal fondo dell’argomento, e non più. Si metta l’assedio ad una piazza, e sia questa anche Troia che resisté dieci anni, Tiro29, Belgrado30, eccetera, e tutte quelle che portano la

a

Nel sopralinea.

22

Luigi II di Borbone-Condé, detto il Gran Condé (Parigi 1621-Fontainebleau 1686). Condottiero francese, vinse numerose importanti battaglie, ma è ricordato soprattutto perché nella guerra dei Trent’anni sconfisse gli Spagnoli a Rocroi (1643). 23 Claude-Louis-Hector duca di Villars (Moulins 1653-Torino 1734). Militare e diplomatico francese, maestro di campo di cavalleria (1674), ambasciatore a Vienna (1683), maresciallo di Francia (1702), vincitore a Malplaquet (1709) e Denain (1712), vittoria che portò alla pace di Utrecht (1713). 24 Jan T’Serclaes conte di Tilly (Tilly 1559-Ingolstadt 1632). Generale fiammingo, nella guerra dei Trent’anni, a capo delle truppe della Lega cattolica, riportò numerose vittorie; conquistò il Magdeburgo (1631); fu però sconfitto da Gustavo Adolfo II di Svezia a Breitendfeld e Lech (1631), ove venne ferito mortalmente. 22 Leopold Joseph Maria von Daun o Dhaun (Vienna 1705-Ivi 1766). Generale austriaco, riformatore dell’esercito austriaco; durante la guerra dei Sette anni inflisse la prima sconfitta a Federico II (Kolin 1757). 26 Ernst Gideon von Laudon (Laudona 1717- Nový Ji in 1790). Generale austriaco, capitano (1742), tenente colonnello (1756), colonnello (1757), maggior generale(1758), feldmaresciallo (1778), si distinse soprattutto nella guerra dei Sette anni. 27 Jean-Charles Pichegru (Planches près Arbois 1761-Parigi 1804). Generale francese, comandante dell’armata del Nord (1794) e dell’armata del Reno (1795), generale in capo della Guardia nazionale di Parigi (1795). Proscritto e deportato (1797), rientrò segretamente in Francia e morì in carcere per aver partecipato alla cospirazione realista di Georges Cadoudal. 28 Jean-Victor Moreau (Morlaix 1763-Lahn 1813). Generale francese, comandante dell’armata del Nord (1795) poi dell’armata d’Italia (1799): Repubblicano, coinvolto nella congiura antinapoleonica di Cadoudal, emigrò negli Stati Uniti. Richiamato in Europa dallo zar Alessandro I partecipò battaglia di Dresda (1813) dove fu ferito mortalmente. 29 Tiro, antica città fenicia, quasi a mezza strada tra le odierne Beirut e Haifa. L’assedio cui pensa Pepe è certamente quello memorabile del 332 a.C., quando la città fu presa da Alessandro Magno. 30 Tra i numerosi assedi cui fu sottoposta Belgrado, Pepe pensa probabilmente a quello del 1521, quando le truppe di Solimano I il Magnifico (Trebisonda 1494-Szigetvár 1566), riuscirono a conquistare la città dopo un lungo assedio.

725

19v

MInt

20r

riputazione di “imprenables”a. Ogni guerriero vi dirà ch’egli brama essere assediante e non assediato. Questo prova che ogni piazza dopo una difesa nonb ordinariac, ma terribile ed inaudita deve alla perfine cadere non per la fame, ma per le operazioni dell’assedio. Perché questo? Se vogliamo far uso d’una frase matematica ciò addiviene perché le linee d’offesa degli assedianti sono convergenti, quelle di difesa degli assediati divergenti; quindi le prime di grande effetto, le seconde di poco. Ma fuori matematica: io dico che una piazza deve finalmente cedere dietro un’assedio in regola, perché quelli hanno mille modi di attaccare, questi uno solo di difendersi; la zappa va ovunque, e quindi le trincee e poscia le brecce possono ovunque aprirsi, ma le fortificazioni e le mura sono sempre quelle. Persuadiamoci dunque. È desiderabile che i Tartari non intraprendino un’invasione nell’Europa, ma se la imprenderanno, si vedranno rinnovate le epoche di quelle de’ Barbari, si vedranno sovvertiti gli imperi e le potenze europee come lo // fu l’Impero Romano. Ho dimostrato che chi assalisce ha mille vantaggi sopra colui che è assalito: ho dimostrato quanti vantaggi ancora ha colui che cambia i modi di far la guerra, e che inviluppa l’inimico con azioni nuove che questi non sa parare. Aggiungete a tutto ciò che nello stato attuale, le nazioni sid fanno la guerra con mille vicendevoli sacrificii d’uomini, di denaro e di derrate, e che i barbari non si risentirebbero in modo alcuno, attese le loro costituzioni e natura di conquiste. Essi incomincerebbero a conquistare le nazioni in dettaglio ed ad una ad una; e vi sarebbe una rivoluzione a massa generale di tutti i popoli dell’Europa d’andare ad opporsi al torrente nel fondo della Russia? E quandanche vi fusse, quanti esempii abbiamo dell’insufficienza e dell’inutilità delle coalizioni? Quante difficoltà dietro la tattica attuale di sostenere e nutrire così grandi armate in paesi lontani? Quanti rovesci e guasti di malattie prodotti da’ climi stranieri, e di diserzioni? Quanta poca intelligenza infine fra le armate stesse divise di linguaggio e d’interesse, atteso che i Spagnoli e gl’Italiani per esempio farebbero men davero che i Russi ed i Polacchi? Laddove le orde che sboccherebbero dal nord dell’Asia, prive de’ nostri bisogni superflui, del nostro lusso, della nostra effemminatezza, e nutrendosi sì de’ loro armenti come a spesee de’

a

Nel testo emprenables. Nel sopralinea. c Segue deve depennato. d Depennato. e Nel sopralinea. b

726

MInt terreni conquistati, non incontrerebbero nell’offendere la menoma di quelle difficoltà che a folla noi avressimo nel // difenderci, e questo solo non contribuirebbe poco alle loro vittorie ed a’ loro progressi. Resta ora ad esaminare se questa nuova invasione succederà. Ma io rimetto ad altro tempo un tale esame.

20v

22 FEBRAIO Il Re ha decretato l’organizzazione di un regimento che sarà intitolato Regal Provisorio. Questo sarà composto a quel che dicesi di amnistiati, refrattari, condannati a’ lavori pubblici, alla palla, a’ ferri, ed infine de’ cattivi soggetti di tutta l’armata. Con una simile gente, la divisa della disciplina interna a un tale corpo deve esserea a mio credere, bastone e legnate eterne. Gli ufficiali superiori sono stati benanche nominati. Chiarizia colonnello, Macdonald maggiore; Lombardo31, Ritucci e Coletti capi battaglioni32. Gli altri ufficiali sono stati tirati da’ diversi corpi dell’armata, meno che dal nostro, mercé i primi beneficii che ci ha fatto il nuovo colonnello d’impedire una tale promozione, scrivendo al Mini//stro della Guerra anticipatamente. Il primo volume del mio Galimazias fu chiuso con alcune considerazioni militari sulla guerra in Catalogna, che iob scrissi essendo ancora a Prades. Lacerai a quel che mi sovviene le ultime carte, attesoché nell’intolleranza della convalescenza che soffrivo allora, colavano dalla mia penna alcune cose che non si possono sempre dire, particolarmente allorche si parla di conquiste, di politica e di sovrani.

a b

Nel testo esseri. Segue feci depennato.

31

Giuseppe Lombardo (Troia 1782-Caserta 1838). Entrò a quattordici anni nell’esercito borbonico; esule dopo il 1799, rimpatriato nel 1801, nel 1806 tenente nel I di Linea. Ascese tutti i gradi fino a colonnello (1820); messo da parte durante la reazione, rientrò in servizio nel 1832 ma riebbe il grado soltanto nel 1837. Cfr. D’Ayala, Vite de’ più celebri capitani, pp. 611-623. 32 Giovanni Battista Ritucci (Napoli 1776-? ?), capitano della legione sannita (1799), ufficiale cisalpino, poi italiano, capitano napoletano (1806), in Spagna sino al 1811, maggiore (1813). Bernardo Coletti era stato promosso capobattaglione dopo la felice conclusione dell’assedio di Oropesa nell’autunno del 1811 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, pp. 113-116). Il suo nome, anche se storpiato in Berardo Colletti, compare nel più volte citato sollecito di ricompense redatto dal generale Ferrier il 1° aprile 1812 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119).

727

21r

MInt

21v

22r

Il secondo volume incominciava dalla mia rientrata in Spagna, e finiva allorché partimmo con tutto il corpo d’armata di Catalogna sotto gli ordini del general Macdonald. Conteneva esso pochi avvenimenti militari, ma molte osservazioni su’ paesi, sugli abitanti su’ costumi ed alcune rêveries simili al delirio buttato nel primo volume. Io non lo rinvenni nel mio baullo allorche giunsi a Perpignano per rimpatriare, e ne’ momenti di primo moto de’ quali non sono per niente padrone, lacerai i materiali del 3° e poco man//cò che non lacerassi anche il primo. Io mi sforzerò di raccozzare per quanto potrò i frammenti, e le avventure delle quali mi sovvengo; ma prevedo che questa copia informe non avrà la sorte della prima parte del Galimazias, attesoché mancherà di quella tinta che il momento ed il luogo in cui si scrive danno a’ scritti. Basta. Questo mio attuale lavoro non sarà un quadro nel quale si possonoa osservare il colorito, e la morbidezza del pennello, ma sarà una semplice stampa oveb si vedrà soltanto il disegno ed il chiaro oscuro. Da Prades verso la fine di ottobre io ed il mio camerata Giannettini ritornammo a Perpignano, e dopo due giorni partimmo per raggiungere il regimento che sentimmo accantonato a Roses. Ci trattennimo due altric giorni al Pertus, sotto il forte Bellegarde per aspettare il passaggio del convoglio scortato dal general Guillot, scorsi i qualid insieme col quale noi rientrammo in Catalogna e giunsimo a Figueres. // Il convoglio fu attaccato da’ Spagnoli nella gola della Montagna Nera33, luogo solito nel quale il nemico ha fatto molti colpi di mano e sorprese su’ nostri, luogo celebre per la sanguinosa battaglia datavi nel 1793 fra i Spagnoli ed i Francesi, nella quale si perirono amendue i generali in capo delle due armate: Dugomier cioè, ed il conte dell’Unione; luogo infine che tanto per la guerra passata quanto per l’attuale è a mio credere impastato di sangue umano. Colà sentii rifischiare le palle dopo tre mesi di silenzio. Allora io conobbi che il coraggio consiste e dipende tutto dalla forza fisica e dalla perfetta salute, e che si perde intieramente o colle ferite o colle malattie. Io che avevo tante volte affrontato intrepidamente i perigli e la morte in azioni sanguinose e tremende, sentii a

Segue parola illeggibile depennata. Inserito sopra nella quale depennato. c Nel sopralinea. d scorsi i quali depennato. b

33

In catalano Mont-Roig.

728

MInt tremarmi la budella allora che ero snervato da una malattia mortale, d’una più mortale recidiva, e d’una lunga e penosa convalescenza. Se i Spagnoli avessero attaccato il convoglio in regola, il medesimo sarebbe caduto nelle loro mani, // ed io sarei stato senza dubbio loro prigioniero, mentre non avrei potuto salvarmi colla fuga, attesa la debolezza del mio fisico. È una massima fondamentale nell’arte di attaccare e sorprendere i convogli, quella di attaccarli con poca forza alla testa, e con molta alla coda. In quella basta soltanto ammazzare o ferire i primi animali da tiro: allora il convoglio si arresta necessariamente atteso l’ostacolo de’ primi carri. Il gran numero alla coda serve per impedire la retrocessione. Se i Spagnoli dunque avessero un po’ consultato questa massima, che è stata dimostrata da Federico nelle sue istruzioni per le truppe leggiere, il colpo non falliva loro in quel giorno34. Ma siccome ci attaccarono alle spalle, così non vi fu altro che fucileria, qualche colpo di cannone, ed il convoglio sfilò senza ostacolo, e pervenne intatto a Figueres. L’indomani del nostro arrivo, alla punta del giorno fummo svegliati da un vivo cannoneggiamento. Senza saper cosa fusse noi credemmo che il nemico cercasse di fare una sorpresa al forte detto Castillo // de San Fernando, che io mi pare d’aver descritto nel mio Galimazias. Ci vestimmo di tutta fretta, e sortimmo per unircia alle truppe, che vidimo schierate in battaglia nella grande strada di Perlata. Ci confirmammo nell’opinione vedendole che si agiva col nemico; ma incominciando a domandare a qualcheduno seppimo che il cannone tirava per la pace conchiusa fra l’impero francese e l’Austria35. Restammo due giorni a Figueres in compagnia degli ufficiali del 2° di Linea, e del 2° Cacciatori a Cavallo, i quali ci diedero de’ pranzi sontuosi. Presimo notizie sull’assedio di Girona, e ci fu detto che era stato convertito in blocco. «Vergogna», esclamai io, «per le armi Francesi! Flessinga non ha resistito che cinque giorni; Girona resiste da cinque mesi».

a

unirci sovrascritto a metterci di mezzo depennato.

34

Pepe si riferisce al libretto Istruzione destinata alle truppe leggere ed agli ufficiali che servono negli avan-posti, redatta sopra un’istruzione di Federico II a’ suoi uffiziali di cavalleria (Milano, Nobile e Tosi, 1802), traduzione dal francese di un testo di tale D’Autheville, pubblicato a Parigi intorno al 1760, Instruction destinée aux troupes légères et aux officiers qui servent dans les avant-postes, redatto su un originale di Federico II. 35 La pace di Vienna (14 ottobre 1809). Cfr. G1, p. 465, nota 317.

729

22v

23r

MInt Partendo da Figueres per portarci a Roses attraversammo il gran campo che era stato convertito in cimitero pe’ morti dell’armata di Catalogna e particolarmente per tutte le vittime dell’assedio di Girona immolate dalla malattia e dalle armi. // // 26v

29r

Fra Monselice e Padova si vedono a sinistra della stradaa i deliziosi colli Euganei coverti di vigne e di frutteti, abbelliti di giardini e di ville. Io fissai lo sguardo alla collina di Arquà e salutai da lontano la casa del Petrarca. Stetti quasi per dire al camerata di lasciarmi smontare dalla carozza, e che lo avrei raggiunto a Vicenza per la traversa, dopo aver visitata l’abitazione di questo tenero e sublime poeta; ma mi ritenni temendo di aver il rimprovero di voler pizzicare di letterato e di sentimentale, nell’istessa guisa che a Ravenna egli scherzò meco allorché vedendomi rientrar tardi all’alloggio, ed avendomene domandata la cagione, io gli dissi che ero andato ad onorare le ceneri di Dante. Io dunque mi contentai di mirarla e salutarla da lontano con una specie d’estasi e con una soave malinconia. Recitai fra me solo molte canzoni e tutte quelle che potevan venirmi a memoria;b io m’intenerii alla memoria del suo amore per Laura, e lo stato del mio cuore favoriva questi pensieri con una dolce occupazione, attesoché chi è colui che all’imponente nome di amore non si rimembra d’aver amato, non si risovviene della sua amante? // //

// Nel mio Galimatias io buttai un rapido colpo d’occhio su tutti i conquistatori che avevano figurato colle di loro gesta sulla terra, ed azzardai un paragone fra i due ultimi, fra Federico il Grande, e Napoleone in favore del primo. Le ragioni che io adducevo di questa preponderanza verso Federico eran che questi era stato creatore di una nuova tattica, creatore della sua cavalleria, egualmente grande nella prosperità che nell’avversa fortuna, egualmente capace di trar vantaggio dalle vittorie che fecondo di risorse nelle avversità, solo resistere a quasi tutto il continente con un regno di 3 milioni di uomini, solo reggere e non spaventarsi allorche egli non era rimasto che colla sola armata, e questo piccolo regno occupato da’ Russi e dagli Austriaci e intanto egli correre da gran capitano e non da avventuriere or qua or là, sconcertare i suoi inimici ne’ loro movimenti, dividerli colle sue sagge manovre e colla sua celerità e batterli finalmente prima di farli riunire

a b

della strada nel sopralinea. Seguono due parole depennate.

730

MInt per esser più sicuro della vittoria evitando la loro superiorità numerica. Io conchiudevo in questo paragone,a che conoscevamo il primo nelle avversità ed il secondo no; che il velo de’ trionfi e delle vittorie copre più di una volta i falli che si fanno, e che non è che nelle disavventure nelle quali si può conoscere a fondob e la forza d’animo e l’entità morale di colui che si vuol giudicare; circostanza la quale, nel mentre si rinveniva in Federico e con suo vantaggio, mancava in Napoleone, onde confrontarlo col primo e giudicarlo separatamente. // Allorché io scrivevo un tal paragone era il tempo delle prosperità e degli allori di Napoleone. Egli aveva di recente riportate le strepitose vittorie di Austerlitz, di Jena, di Friedland, di Eylau e di Vagramc36, aveva dato corone e creato nuovi regni, aveva richiamato dal nulla politico una porzione della Polonia37, aveva insultato l’ombra di Federico fin dentro la sua tomba, invece di onorarla come fece Alessandro in quella di Ciro, ed a somiglianza del Macedone egli aveva sposato la figlia del suo vinto inimico. Tante gesta che mostravand del prodigio avevan accese le teste de’ poeti e degli oratori, i quali di raro non sogliono essere adulatori. Essi lo caratterizzavan pel primo capitano della terra e de’ secoli; un solo guerriero oscuro, quale io sono, ardiva dire che Napoleone era men grande di Federico e che fino a tanto che non si vedesse cosa sarebbe egli nelle avversità non poteva nullamente portarsi un giusto ed esatto parallelo fra questi due capitani. Or l’epoca della sfortuna di quest’uomo è venuta. Ho grandi presentimenti ch’egli non risorgerà più, e chee per la sua gloria sarebbe desiderabile che eif finisse come Cesare o come Gustavo. Ma tutto ciò è estraneo al mio argomento. Io non voglio esaminare se non quel che è Napoleone nella disgrazia, ed i falli militarig che egli ha commessi, co’ quali se l’ha egli comperata.

a

Segue fra il conquistatore prussiano ed il Corso depennato. a fondo nel sopralinea. c e-Vagram nel sopralinea. d Nel sopralinea sopra avevan depennato. e Nel sopralinea. f Nel sopralinea. g Nel sopralinea. 36 Pepe sgrana il rosario delle grandi vittorie napoleoniche: Austerlitz (1805), Jena (1806), Friedland (1807), Eylau (1807), Wagram (1809). 37 Si tratta del Granducato di Varsavia, nato in seguito alla pace di Tilsit (1807): uno staterello artificiale di 104.000 chilometri quadrati, con frontiere indifendibili e senza accesso al mare. b

731

29v

Francesco Jerace, bozzetto/boceto del monumento a Gabriele Pepe a Campobasso (1913)

Manuscrito Intermedio

// GAETA, 20 DE ENERO DE 1812

3r

Durante mis viajes a Italia, a Francia y a España, me dediqué a escribir un diario, que titulé Galimatías, pues borrajeaba en él todo lo que se me ocurría escribir: aventuras, observaciones, varios temas, reflexiones y delirios. Una parte de este diario se perdió por la inmoralidad de alguien que, hurgando en mi baúl, consideró que yo tenía demasiado equipaje y pensó reducir a la mitad no solamente mis cosas, sino también mis obras. La otra mitad se salvó no sé cómo. Al escribirlo tenía solamente dos objetivos. El primero era tener una ocupación que disminuyera el aburrimiento en las horas ociosas y a la vez relatar los varios episodios de mi vida fuera de mi patria para compararlos posteriormente con otros tiempos y tener un medio para conocerme mejor a mí mismo viendo las diferencias en las varias épocas y aprendiendo a costa mía. La segunda, por la esperanza que me resultaría grato recordar // algún día los hechos, las penas y los peligros que yo preveía, pues es fácil prever estas cosas en nuestro empleo y en especial en un regimiento que salía del Reino para hacer la guerra. Me engañé en ambos objetos. Lo que yo hacía solamente por afición y cultura se convirtió en un objeto de diversión para los demás; y mi Galimatías, que yo creía que no tendría más lectores que yo mismo, recorrió medio Samnio. Al ver que todos anhelaban leerlo, yo creí que encontraría más severidad que indulgencia, ya que escribí una parte de él sobre un escritorio, una parte debajo de un árbol, una parte en una barraca, ordinariamente en medio del estruendo de las armas, sin conexión de pensamientos, sin perfeccionamiento del estilo, tal como salía de la pluma; en fin, no merecía ser recibido bien. Pero ocurrió todo lo contrario y no es la primera vez que los hombres se quedan decepcionados en sus razonamientos. Yo me quedé igualmente decepcionado en la segunda parte. Recuerdo con amargura lo que padecí, pues ¿qué recompensa he tenido yo de tantos peligros, // penas y de la sangre que derramé? ¿Qué recom735

3v

4r

MInt

4v

5r

pensa por ser uno de los que vengaron a su patria de todos los horrores cometidos por los Españoles durante el despotismo virreinal, por contribuir con mi sudor a crear una reputación militar para la nación y a instruir el primer cuerpo de nuestra armada? Solamente agravios, injusticias, perfidias y disgustos. Tres años de guerra feroz en España, dos mil combatientes napolitanos muertos en batalla, más de cincuenta oficiales matados, todos los demás lisiados y heridos, muchas privaciones, muchos peligros que sirvieron únicamente para elevar a tres individuos. Ellos ahora ocupan los puestos más eminentes de la milicia, son barones, se enriquecieron gracias a un rey generoso con algunos y avaricioso con otros. Ellos deben su reputación y su fortuna a nuestro sudor; no obstante, apenas nos reservan una mirada pasajera desde lo alto de sus grados, que nos hemos merecido por ellos, y si consiguen hacernos la zancadilla desde luego no dejan de hacerla. // Por otra parte, ¿qué consideración tiene el gobierno de nosotros, respecto a quienes no han hecho la guerra? Ninguna. Se ven los viles que nunca han salido del lecho de delicias de la capital ascender rápidamente a los grados superiores sin otro mérito que el de la intriga, de las mujeres y del servilismo. Que enseñen ellos sus heridas … ¡Heridas! Ellos preguntarían, igual que Carlos XII: «¿Qué es este sonido?», al oír el silbido de alguna bala, pues nunca lo había oído antes; pero tendrían cuidado en no añadir a continuación: «De ahora en adelante ésta va a ser mi música». Nuestro empleo reúne todo lo más duro y repugnante que se pueda imaginar para el hombre. La milicia es una organización auténticamente despótica, donde el terror es el resorte principal. Hay que comer cuando uno no tiene hambre y morirse de hambre cuando la naturaleza le solicita comer; dormir cuando uno no tiene sueño y velar cuando uno no se aguanta de pie; más de una vez uno tiene razón, pero los superiores se la deniegan y hay que someterse. Si uno saca // la espada en contra de un superior que le fuerza a sacarla se le fusila, si el honor le hace contestar solamente con las palabras, se le encarcela. Si uno no cumple los caprichos de ellos y a menudo sus opiniones inmorales o deshonrosas, lo vejan. A todo ello añádanse las penas incesantes, los peligros frecuentes y, si uno quiere ser un poco hombre de honor, los disgustos perpetuos, las vejaciones continuas y tendrá uno una vaga idea de lo duro que es nuestro empleo, 736

MInt para representar el cual no encuentro ni pinceles ni colores lo suficientemente fuertes. Pero, ¿qué velo oculta a los ojos de los guerreros esta mezcla inaudita de cosas que están todas en contra de la naturaleza? La ambición y la esperanza de subir los divinos escalones de esta escala infernal. Si uno apaga estos dos sentimientos en su corazón, entonces ve todos los horrores en los cuales se encuentra. Se trata entonces de la hierba moly que quita el hechizo del loto y que muestra las cosas en su verdadero aspecto1. Ahora bien, estos sentimientos hechiceros están apagados en mí. Yo creo que nada puede beneficiarme ya para // ascender, pues tres años de guerra no me han beneficiado. Al fin y al cabo, siento que jamás me rebajaré a merecer la promoción con otros medios: tengo los nervios poco flexibles como para arrastrarme vilmente en las salas del servilismo; la intriga me resulta odiosa y desconocida; con respecto a las mujeres, yo no tengo ni esposa, ni hermanas, ni amigas para comprometerlas a mi provecho y, según mi manera de opinar, siento en mí mismo que nunca lo voy a hacer. He decidido. Voy a dejar el uniforme que me engañó ya desde la juventud con el fantasma de la gloria. Voy a volver a esas tierras sagradas que escucharon mis primeros vagidos, en las cuales yació mi cuerpo de niño, en las cuales la edad infantil se fortaleció bajo el sol patrio, a las sombras de los olmos, con el frío de la tramontana y las viriles costumbres samnitas; donde se encuentran los huesos de mis antepasados y de mi querida madre, a la que recuerdo intentando apartarme de los pensamientos de las armas. En medio de estas peñas desde las cuales los besos de las palomas y los zureos de la tierna tortolita parecían responder al primer y único suspiro de // este corazón, yo voy a estar mil veces más contento de lo que estoy entre las armas. Allí voy a recordar con gusto las inocentes aficiones juveniles y con suave melancolía a ese ángel de virtud y de belleza al que yo he querido y al que sigo queriendo. Allí voy yo a sentarme a menudo en la tumba de mi madre y voy a libar con lágrimas a su descanso; allí, fi1

La moly es la hierba con las raíces negras y la flor blanca que Hermes da a Ulises como antídoto a los hechizos de Circe: Odisea, X, vv. 302-306. El loto es la hierba del olvido: Odisea, IX, vv. 83-103.

737

5v

6r

MInt nalmente, lejos de un mundo corrupto y de las perfidias de los hombres, espero aliviar este alma del haz de amarguras y saborear en la soledad aquella paz que solamente estará amargada por la memoria de la época en la cual estuve en la milicia.

26 DE ENERO

6v

He enviado mi dimisión al Ministro de la Guerra. Espero que me la otorgue pronto, aunque el coronel y los miembros del consejo de administración se han negado a firmarla, diciéndome cada uno un montón de palabras sin sentido. Hubo una época en la cual me resultaba fácil engreírme con las promesas; hubo una época en la cual me engreí, pues sin pecar de orgullo creo haberme merecido una promoción con lo que hice en campaña. Pero desde que me di cuenta de lo sinvergüenza que es el hombre, ni // Ulises valdría para atraerme a la red. Esperando la dimisión, única recompensa que pido de mis servicios y de mis fatigas, pensemos en otras cosas. Tengo el corazón demasiado disgustado, por lo cual voy a dejar de lado los pensamientos acerca del empleo y de las armas. Si tenemos que creerle a Virgilio, la navegación de Eneas dio los nombres a los varios puntos de la costa tirrena de nuestro Reino: de ahí que por ejemplo Palinuro tomara el nombre del piloto del navío de Eneas que se cayó al agua durmiendo; Miseno de otro guerrero troyano muerto allí; Gaeta, finalmente, se llama así porque allí Eneas enterró a Cayeta, su nodriza: Tu quoque litoribus nostris Caieta dedisti Aeternum nomen…2. Cuando escribió estos versos, tal vez se había olvidado de que su héroe había dejado en Sicilia a todas las mujeres y a todos los viejos; o bien hay que creer que como las mujeres troyanas fueron dejadas allí como castigo por intentar quemar la flota, en esta conjuración tal vez no entró Cayeta, que le había dado a Eneas la leche que no podía darle Venus, por lo cual no le relegaron. Lo mismo podría

2

Virgilio, Eneida, VII, 1-2. La cita correcta es: «Tu quoque litoribus nostris, Aeneia nutrix, aeternam moriens famam, Caieta, dedisti »; «Tú también, o nodriza de Eneas, muriendo dejaste en nuestras orillas, Gaeta, una fama eterna».

738

MInt

decirse de la // madre de Eurialo, que aparece en el libro noveno sin ser mencionada en los libros anteriores. Pero dejemos estas cosas que jamás ocurrieron y dediquémonos a lo que es real. Gaeta es una ciudad antiquísima, pues ya Virgilio habla de ella. La ciudad ahora es una importante plaza de guerra. Está dividida en dos partes: la propia Gaeta, es decir el casco antiguo, y la ciudad nueva llamada “Porta di Terra”. La parte antigua está edificada en un peñón de cal que debido a algún terremoto terrible se desprendió del monte de Torre d’Orlando, que hace un tiempo debería ser una isla antes de que el mar se retirara, igual que el promontorio Circeo era una isla en la época de Homero. En medio de la hendidura hay otras piedras grandes que se despeñaron en cuanto se produjo la catástrofe, y que forman una especie de puente de unión, debajo del cual se ve entrar y refluir el agua del mar, la cual cuando hay tempestad causa una detonación fragorosa al romperse en las cavernas de la misma hendidura. Otra hendidura, aunque menos considerable, se encuentra en el lado opuesto del monte, donde en una piedra enorme caída entre las partes quebradas se edificó // una capilla, pues según la tradición popular esto ocurriría con la muerte de Jesucristo. Al forastero le da la impresión de ver una mano humana en la cara de la piedra viva y se dice que un Turco, negando que esto fuera posible, golpeó la piedra con la mano para indicar su dureza y que la piedra cedió dejando impresa la forma. En Gaeta están también los restos de las fortificaciones del casco antiguo, que incluían todo el peñón que se había quebrado y había caído del monte de Torre d’Orlando. Pero tras la invención del cañón ya no valían, tanto por su naturaleza como por ser dominadas por el monte; y desde entonces las fortificaciones fueron ampliadas incluyendo al monte en la fortaleza. El casco antiguo es una auténtica pocilga. Calles muy estrechas y tortuosas, que nunca ven el sol, la mayoría de ellas entalladas en la piedra y todas con escalones; la ciudad nueva, es decir la llamada Porta di Terra, es mediocre. Gaeta tiene cuatro cuarteles para la tropa y tres pabellones para el alojamiento de los oficiales. El edificio de la Gran Guardia es decente. Hay dos hospitales militares y un arsenal de artillería. Antes contaba también con un colegio militar, que sin embargo ahora ya no tiene alumnos. // 739

7r

7v

8r

MInt

8v

// Esta ciudad carece de teatro. El subterráneo de una cortina fue convertido para este uso, pero está demasiado mal edificado y mal cuidado como para ser llamado teatro. En la actualidad no hay compañía ni de música, ni de prosa. La catedral, dedicada a San Erasmo protector de Gaeta, era un antiguo edificio gótico. Desde hace pocos años su interior se ha enteramente reformado y ahora ha perdido el valor de monumento antiguo sin que las reformas lo mejoraran. Las demás iglesias son de escasísimo valor. La casa de los huérfanos, es decir la Annunciata, está bastante cuidada. Cuando uno sube a la cumbre del monte de Torre d’Orlando, la vista de los alrededores es preciosa. Al oeste abarca la costa de Sperlonga hasta el promontorio Circeo; al este llega hasta el golfo de Nápoles; hacia el norte se ven los áridos montes de los desfiladeros de Itri y de Marano, que forman el contraste más bonito con la parte llana de la costa, que está bien cultivada; abunda en olivares, algarrobos, viñas, frutales, etcétera, está salpicada de pueblos y casas de campo; finalmente, hacia el sur se vislumbra el mar azul terminar con el horizonte, coronado por las islas de Ponza, Ventotene, Santo Stefano, Zannone, Palmarola, Ischia y Procida. // 740

MInt Yo voy allí a menudo para estar solo y lo más lejos posible de la muchedumbre, a fin de poder aliviar este alma de las amarguras al aire libre en la soledad. A menudo miro con indiferencia los episodios de esta vida de desterrado y parece que me consuelo pensando que no soy el único que se siente amargado y que quizás haya otros que se traguen más que yo disgustos e injusticias todos los días. Otras veces o bien estoy de otro humor y veo las cosas diferentemente, o bien exagero yo mismo mis dolores, mis aflicciones; yo mismo me imagino la felicidad que sentiría si lejos de este empleo infernal, cultivando un pequeño campo, compartiera mi sudor y mi vida con L… Suelo pensar, y es la idea que más me atormenta, que no he merecido este destino; y en cuanto la aflicción y los disgustos se agudizan en mi corazón, miro con tentación de delirio los barrancos del monte hacia el mar y huyo asustado y fuera de mí temiendo caer en la cobardía de quitarme la vida. Las aflicciones que se deben a los agravios en nuestro empleo son terribles para un ánimo sensible. El hombre aprecia las cosas por lo que valen, y mucho más por los esfuerzos que hace para adquirirlas. Cuanto más valen los medios que emplea y gasta para poseer algún objeto, más querido le resultará el objeto si lo compra // o se enojará mucho si sus esfuerzos resultan vanos. Ahora bien, imagínense lo doloroso que debe resultar para un guerrero ser defraudado de una promoción debida, para conseguir la cual éste no ha invertido ni dinero ni otra cosa, sino sangre y el riesgo de perder la vida. Añádase a estos disgustos el de ver que los méritos de las heridas en las campañas y del sudor no valen nada y que se da todo por el servilismo, las mujeres y la intriga; añádase el otro que nunca se reparan los agravios y las injusticias en nuestro empleo, pues aunque uno sea promovido, siempre es mandado por el que lo fue antes y que no merecía serlo: imagínense, decía, todas estas cosas y condénenme luego si no tengo por qué estar amargado tal como lo estoy. He dejado de un lado Gaeta y Torre d’Orlando y he vuelto a la cantilena de siempre sobre mí mismo. Pero ¿qué puedo hacer si mi espíritu está trastornado y tengo el corazón en tumulto perpetuo? Una voz sorda retumba perennemente desde el fondo del mismo y me dice: «Tú no te mereciste ser olvidado de esta manera»; esta idea es la que más me aflige y atormenta; intento desterrarla, pero en balde; cojo un libro, lo abro, leo, pero o bien no comprendo o bien leo en él agravios e injusticias; el pensamiento que me da algún consuelo es el de ser dimitido pronto del servicio militar; entonces voy a poder decir con orgullo: «Conmigo el rey perdió un buen soldado y yo con esta pérdida suya me he vengado // de los agravios que no merecí ». 741

9r

9v

10r

MInt 30 DE ENERO

10v

El mayor Roche, que está en Nápoles, fue convocado por el Ministro de la Guerra que le preguntó por qué había pedido mi dimisión y qué oficial era yo3. No sé qué contestaría Roche, pero me he enterado de que no se quiso satisfacer mi súplica. Yo envié otra en seguida, concebida de la siguiente forma: «Reitero mi ruego a Su Excelencia para que me haga conseguir mi dimisión de Su Majestad. Yo ya no quiero ni puedo servir, por el interés de mi familia y mi estado de salud. He servido mi patria muchos años; derramé mi sangre a su servicio: he contribuido entonces por lo que me correspondía a pagar el tributo que ella tiene derecho a exigir de cada súbdito fiel y creo haber pagado la deuda que todo ciudadano tiene hacia ella. Me dirijo a Su Excelencia con la franqueza y la confianza que cada guerrero que no tenga nada que reprocharse debe tener en sus jefes. Estos sentimientos me inspiran el atrevimiento de pedir con cierta razón poder ir a regocijar en el seno de mi familia tras una larga ausencia de mi tierra y gozar de aquel descanso necesario para recobrar las fuerzas debilitadas por las penas y las heridas sufridas durante tres años de guerra en España. Espero // entonces que Su Excelencia quiera encargarse de instar la magnanimidad de Su Majestad a otorgarme esta única recompensa que yo pido para mis servicios. Yo soy, etcétera». Algunos amigos míos a los que se la hice leer encontraron que era un poco fuerte escribirle de esta forma a un Ministro de la Guerra, que la carta, escrita en un estilo muy directo y novelesco podía irritarle y que yo podía, entre las demás desventuras mías, incluir la de tener al ministro también como enemigo, circunstancia fatalísima para mí en caso de que el rey no hubiese querido otorgarme la dimisión. Todas estas razones son muy válidas, pero yo no sé ni fingir ni disimular mis sentimientos. Yo la he enviado: que siga entonces su curso. En el estado de ánimo en el cual me encuentro, me atrevo a decir: Si le Ciel en colere S’ecrouleroit sur ma tete Je ne tremblerois pas.

3

Henry Roche, nacido en Martinica, al servicio de Nápoles desde 1806, coronel (abril de 1812), mariscal de campo (1815). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCXLI, CCXLIX, y Colletta P., Storia, II, p. 396 y 432.

742

MInt 5 DE FEBRERO DE 1812 Aquí, a cargo de las autoridades tanto militares como civiles, y también de los oficiales de la guarnición, se ha reformado un local para uso de casino en el cual tres veces por semana se organizan baile y juego. Yo participo en ellos a menudo para distraerme de mis pensamientos y de un mal humor colérico // que me invadió en ciertos momentos. La música, que tiene un gran poder sobre mi ánimo, parece que me alivia el corazón de la opresión y de las amarguras. Yo sigo asistiendo para analizar y conocer mejor a los hombres. Entro en la sala; doy la vuelta alrededor; ya me fijo en alguna contradanza que se ejecuta, marcando el compás con el pie; ya me asomo al balcón; ya me acerco a una mesita de juego; ya me siento en un círculo tanto de señoras como de hombres. Dondequiera que me pare aprendo algo: es decir, en la mesa de juego veo a algún jugador habitual, que tal vez no tiene que darle de comer a su familia aquella misma noche, y que pierde, soltando blasfemias horrendas sobre lo más sagrado del universo; o veo a algún croupier que saca a la derecha en lugar de la izquierda alguna carta que se corresponde a la que está demasiado cargada de monedas en el tapete; y en el baile y en las tertulias veo aquella sosa galantería francesa, que consiste toda en reverencias afectadas y en otras tantas maneras de ofrecer el brazo a las señoras, de invitarlas a bailar y de acompañarlas a sentarse tras bailar; o veo alguna refinada coqueta que anhela casarse tener a raya con un arte sublime a muchos galanes para pillar a alguno; destapar ella misma su pecho y luego enseñar que se sonroja al volver a taparlo y reprochándose // lo tonta o despistada que es; por otra parte, miro a las madres que o bien se complacen de las conquistas que hacen sus hijas, o las favorecen realzando sus virtudes, su educación, etcétera; en todas partes, además, dispensan sentencias morales y sobre sentimientos que ellas no sienten en su corazón, que tan sólo alberga coquetería. Yo estoy seguro de que la señorita Ponti y Carolina Catanzaro, gracias a su coquetería extremadamente refinada, enredarían al más precavido libertino de París, de Londres y de Nápoles. Ante este espectáculo diabólico de ficciones de sentimientos y de simpleza yo me río, pero más a menudo me enojo dentro de mí. Ya no se trata de verdadero amor, ya no de esa dulce melancolía que su flama hace surgir en el corazón del hombre, ya no de ese “no sé qué” que no se puede ocultar cuando se ama de verdad, ya no de aquella amorosa dedicación hacia el ser querido, ya no de aquella idea consoladora de 743

11r

11v

MInt

12r

decir: «Esa persona me haría o me hará feliz», ya no de esa sinceridad de lenguaje en comunicarse mutuamente los afectos, los sentimientos, los planes y las penas de cada uno; ya no, finalmente de aquella castidad y seguridad conyugal, sin la cual, alrededor del tálamo nupcial, debe estar sumida en el sopor una indiferencia ignominiosa o deben velar las negras preocupaciones y las celosas sospechas. // ¡Qué diferencia entre estas mujeres y L… ¡Vaya! ¿Qué dije? Me atrevo yo a rebajarla con una comparación tan vituperiosa? No. Son sujetos demasiado heterogéneos como para poder hacer una comparación que es noble y honorable para éstas e ignominiosa para ella. Cada uno en su lugar. L… en su candor, en la sublimidad de sus virtudes, en la perfección, moral de su corazón y física del rostro angelical; éstas en el hedor de la coquetería y de la corrupción.

8 DE FEBRERO Nuestro mayor Roche ha vuelto de Nápoles; él me ha hablado mucho del alboroto que causó en el Ministerio y en Nápoles la solicitud reiterada de mi dimisión, ha intentado persuadirme para que la retirara con mil promesas, pero en balde: «quod scripsi, scripsi»4. Según algunas frases que se le escaparon durante nuestra conversación, por lo visto le han asegurado que le sucederá a Pégot en el grado de coronel de nuestro regimiento. Para mí es lo mismo, tanto él como el diablo; no espero nada más, ya no temo nada, ya no quiero nada, ya no anhelo nada menos que verme fuera de este empleo infernal. Cuanto más pienso en ello, más me enojo yo mismo, más me alegro de los pasos que di y volvería mil veces a hacer lo mismo, aunque el ángel de la predicción me dijera: «irás pidiendo negro pan». //

10 DE FEBRERO

12v

Esta mañana me detuve durante largo tiempo en la torre de la capilla del Castillo para contemplar a mi aire la naturaleza entera en convulsión y en agitación. La atmósfera está sacudida por los vientos más furentes y tempestuosos y el mar…¡qué espectáculo terrible y espantoso!… ya no es mar… ya no es ese líquido plano, azul, que se

4

Evangelio de Juan, 19, 22.

744

MInt encrespa dulcemente con el soplo de las auras frescas y apacibles de los céfiros, sino un conjunto de montañas de agua y espuma que se mueven, subiendo, bajando, mostrando el fondo, corriendo de región en región, rompiéndose y finalmente corriendo con incalculable ferocidad y velocidad entre los antros de la hendidura rocosa y brotando desde el abismo del lugar de las bombas, como una erupción volcánica de agua y espuma. A pesar de la lluvia me acerqué a la hendidura y vi un espectáculo igualmente formidable e imponente. Entre las olas ya se veía enteramente el fondo cavernoso de la misma, ya, precedida de una detonación horrenda y fragorosa, se veía entrar una masa de espuma, subir más violentamente // del abismo igual que el agua en férvida ebullición, llenarlo y luego proyectarse fuera igual que la lava de un monte ignívomo. Un amigo mío oficial de nuestro regimiento, que vivió mucho tiempo en Messina, me dijo: «Tú no necesitas ver el faro en tempestad, ni allí verías semejante espectáculo». ¿Por qué entonces asombrarse si la fantasía homérica colocó allí a dos monstruos? Yo aquí colocaría a cien. He dicho que la naturaleza entera está en convulsión y en agitación. Sí. Lluvia a mares, la atmósfera repleta de nubes negras y desbaratada por la gallardía de los vientos; la masa del mar desequilibrada en sus profundidades inmensas; montañas de olas sobreponiéndose las unas a las otras, chocando, comprimiéndose y acelerando mutuamente la feroz rapidez de las corrientes; el azul de las aguas marinas se convierte en un lívido verdinegro y en cuanto se estrellan en los escollos y las rocas de la costa, a ese color feral sucede un blanco espumoso igualmente lívido.//

11 DE FEBRERO

13r

13v

Con el correo de hoy llegaron las novedades sobre las próximas promociones en la milicia. Nuestro coronel Pégot fue nombrado inspector de las revistas, Boy5, coronel del 1° Ligero, ayudante general. Medici6

5

Louis-François Boy (Lerronville 1768- ? ?). Militar francés al servicio de Nápoles, estuvo en el Tirol y en España (1809-1811), ascendió hasta los grados de ayudante general (1812) y mariscal de campo (1813). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCLIII. 6 Alessandro de’ Medici d’Ottaiano (Ottaiano 1777-Nápoles 1843), anteriormente oficial de marina, ascendió hasta el grado de mariscal de campo (1814).

745

MInt

14r

reemplazó al segundo, De Majo7 al primero: Brocchetti sucedió a Medici8, un tal Colart9 a Majo. Morra, capitán de la Guardia, fue nombrado jefe de batallón en el 6° en lugar de Paolella10, que reemplazó a Colart en los Granaderos de la Guardia. Medici será un coronel excelente; es un antiguo oficial de nuestra marina. Aunque se puede decir que es casi nuevo en el arma de la infantería, que no ha hecho la guerra en esta arma, un hombre que tiene talentos y conocimientos generales sobre nuestro empleo, siempre remedia esta falta de experiencia y en unos días hace lo que otro sin sus medios tardaría años en hacer. El rey tomó entonces una decisión acertada y si todos nuestros coroneles fueran como Ambrosio, Rossarol11, Filangieri12, Medici y Macdonald13, nuestra armada sería, guardando la proporción, la primera de Europa.// No conozco a Majo sino de vista. Solamente sé que en 1807 éramos ambos capitanes, él en la Guardia, yo en el 1° de Línea. Él aún no ha salido de Nápoles y es mi coronel, yo llevo tres años en guerra y sigo capitán. Pero él se ha casado con una francesa sobrina de Berthier, es noble, es marqués, y yo apenas soy un civil provinciano, un hijo … ay perdona, sombra de mi gran padre … recibir la vida de ti, que otro podría creer una desventura, es lo de que más me glorío y me consuelo con sentimientos que me enorgullecen.

7

Luigi Nicola De Majo (Campobasso 1774-¿ post 1848), duque de San Pedro, capitán (1806), ascendió hasta el grado de teniente general (1834). Fue Lugarteniente del Rey en Sicilia (1840-1848). 8 Giuseppe Brocchetti (Nápoles 1778-Idem 1846), barón, Capitán (1806), coronel (1816), director de la secretaría borbónica de Guerra y Marina (1818). 9 De Collard sabemos solamente que alcanzó el grado de coronel (1812). 10 Pasquale Paolella, corso, capitán de los granaderos de la guardia (1806), alcanzó el grado de coronel (1814). 11 Giuseppe Maria Rossaroll (Nápoles 1775-Nauplia 1825). Militar napolitano, capitán de la artillería republicana (1799), desterrado, oficial en la Legión italiana, combatió en Marengo, ascendió hasta el grado de mariscal de campo (1812); participó en el levantamiento napolitano de 1820 y murió en Grecia combatiendo con los insurrectos independentistas. 12 Carlo Filangieri, príncipe de Satriano (Cava dei Tirreni 1783-San Giorgio a Cremano 1867). Cfr. Filangieri Fieschi Ravaschieri, Il generale Carlo Filangieri. 13 Francesco Macdonald (Pescara 1776-Florencia 1837). Militar napolitano, jefe de batallón del Cuerpo de Ingenieros (1806-1810), finalmente mariscal de campo (1813), cfr. D’Ayala, Vite de’ più celebri capitani, pp. 419-438.

746

MInt Brocchetti14 es también uno de aquellos hombres afortunados que avanzan sin saber cómo. En 1806 éramos ambos tenientes, yo en el 1° y él en el 2° de Línea. Cuando marchamos para Calabria ese mismo año, él fingió o fue efectivamente atacado por una dificultad a orinar y volvió a Nápoles. Pero como, según la voz pública y la fama, que difícilmente se engañan, él padecía temblor de corazón y de miembros en guerra, yo creo que aquello era más ficción que una enfermedad real. Él ni ha hecho la guerra, pues nunca ha salido del Reino, sino que se ha merecido sus grados dedicándose a pasar de cuerpo en cuerpo, del 2° a los Zapadores, de éstos al 4° de Línea, luego al Estado Mayor, ahora al 5° // y de todas maneras yo creo que los compró (y ésta es la opinión de la pública voz y fama), pues se encontraba de buena gana con personajes influyentes y les informaba de lo de que se había enterado tanto en conversaciones donde no era conocido, como a través de las confidencias de personas que ni lo conocían. Cuando me encontraba en Chieti en el julio pasado, estaba encargado de comisiones secretas y me avisaron de que tuviera cuidado con él. Añádanse a tantos méritos las protecciones de la Señora Santarpino15, de la cual es cortesano o amante, y desaparecerá el asombro por sus rápidos vuelos y también se entenderá cada vez mejor la manera en la cual se dan los grados en el sistema actual. A Colart y a Morra no les conozco ni de nombre ni de vista y no sé nada sobre ellos, ni bueno ni malo. Ante todas estas noticias todos nuestros oficiales superiores se quedaron de piedra. Pégot quería ascender a general inspector y no a inspector simple; Roche, que tenía en las manos el grado de coronel pues, según él decía, el propio Rey se lo había prometido, al oír que había sido nombrado Majo, que era mayor desde hacía menos tiempo que él, cogió en seguida // el convoy postal y salió para Nápoles jurando que jamás volvería al regimiento; Celentani16, finalmente, al oír el evance escandaloso de Brocchetti, terminó por atontarse y farfullar, ya que no le funciona ni la sucesión de las ideas, ni la de los sonidos del habla.

14

Tachado. Tachado. Los Santarpino o Sant’Arpino eran una rica e influyente familia napolitana, pero no hemos conseguido identificar a la señora citada por Pepe. 16 Debería tratarse de Gennaro Celentani, jefe de escuadrón del 1° Cazadores y luego de los Vélites a caballo de la Guardia (1809), mayor y luego coronel (1813), desempeñó un papel importante en la revolución de 1820. 15

747

14v

15r

MInt 13 DE FEBRERO

15v 17v

18r

El nuevo coronel llegó ayer por la noche. El antiguo le entregó esta mañana el regimiento y se marchó. Majo tiene un aspecto agradable, una figura interesante y una estatura que le aventaja. Parece limpio y cortés en su carácter y su conducta; pero yo siempre desconfío cuando veo ceremonias y en especial las ceremonias afectadas a la francesa. La afectación delata en seguida lo que no sale directamente del corazón, pues carece de aquella naturaleza sencilla con la cual el corazón mismo, cuando es sincero, expresa sus efusiones. El pueblo francés sería mucho más apreciable si fuera menos afectado de lo que es en todo lo que hace; el italiano y en especial nosotros los Napolitanos en nuestros ademanes, que los Franceses llaman grossiers, tenemos más // sinceridad que ellos.

17r […] Bülow, escritor prusiano y autor del Espíritu // del sistema de la guerra moderna, cierra la obra con una cuestión que propone a los tácticos: es decir, «Si se puede temer en la situación actual de las potencias europeas una nueva invasión de Tártaros y si ellos conseguirían tomar nuestras fortalezas»17. A pesar de mis débiles fuerzas, yo creo que es fácil contestar a esta pregunta en pocas palabras. La cuestión, a mi entender, no es si habrá o no una nueva invasión, sino que en caso de que ocurra, si será irresistible a pesar de nuestra táctica, nuestras armas y nuestras plazas fuertes. Los Romanos tenían la legión, cuya ordenanza por su excelencia se creyó obra del propio dios de la guerra y derrotó a la hasta entonces invicta falange; ellos tenían los tormentos y las máquinas bélicas, tenían las líneas de sus fortalezas, finalmente contaban con la táctica con la cual se apoderaron de casi toda Europa y de una parte de Asia y África. No obstante, aparecieron los bárbaros y a pesar de todas estas ventajas fueron derrotados y su imperio desbaratado. ¿Ahora bien, qué nación europea puede compararse // a la romana incluso en su época de decadencia? ¿Qué nación actual sabría

17

Dietrich Adam Heinrich von Bülow (Falkenberg 1757-Riga 1807). Escritor militar prusiano, autor en 1798 del Geist des neueren Kriegssystem, obra que, junto con muchos otros trabajos teóricos suyos, ejerció un influjo profundo en la formación de una nueva táctica. Sus ideas enojaron al establishment militar prusiano, que antes lo hizo encarcelar, luego lo entregó a Rusia, donde murió en la cárcel.

748

MInt enfrentar a un pueblo que se asomara en masa a sus fronteras con armas, uniformes, lengua, disciplina y manera de hacer la guerra totalmente distintas? Entonces no valdrían para nada nuestros cañones, nuestros fusiles, nuestras maniobras, nuestros fuertes, pues todas estas invenciones del hombre, realizadas conforme a ciertas reglas, fracasan cuando el enemigo no cumple las mismas en sus movimientos, en sus asaltos y en sus defensas. La guerra es un auténtico juego de ajedrez. Si yo le doy a mi adversario la libertad de cambiar las reglas del juego en sus movimientos, aunque sea otro Lolli, me da mate en el cuarto lance18. A partir de un ejemplo tan reducido y que a alguien podrá parecerle inconducente o trivial, voy a presentar uno más grande y más consonante con la naturaleza del tema. En todas las épocas de la guerra, tanto antiguas como modernas, se han visto las naciones más renombradas por las armas someterse y caer al ser atacadas por alguna nación con una manera de hacer la guerra distinta a la suya. De esta forma las columnas// inmensas, los carros inmensos con los cuales se había ampliado el imperio persa fracasaron ante la falange macedonia. Ésta fue rota y derrotada por la legión romana. La legión no aguantó el choque desordenado de los bárbaros; la invención de la pólvora hizo que cayeran picas y escudos y que se vencieran aquellas naciones que seguían utilizándolos. La del cañón hizo inútiles las altas torres y las murallas de las plazas. La guerra se hacía lentamente; Gustavo Adolfo introdujo la celeridad en los movimientos y consiguió unas ventajas; Carlos XII la aumentó y con un plan, en sus campañas, hubiese sido otro Alejandro. El genio de Federico creó una nueva táctica y no sólo resistió, sino que rechazó el choque colosal de toda Europa en contra de él. El fragor de sus grandes victorias hizo que su táctica se convirtiera en la de todas las potencias europeas; pero los Franceses la modificaron en 1793 y desde entonces fueron derrotados los Prusianos, los Españoles, los Alemanes y los Rusos; finalmente, y yo lo puedo testificar, los Españoles en la guerra actual, al ser un pueblo sabio y precavido, calcularon que no podían luchar con armadas aguerridas en batallas ordenadas y por ello cambiaron el plan de guerra, gracias al cual esta nación que se creía // que sería aplastada en los primeros instantes de su reacción general, sigue teniendo sus ejércitos, sus provincias no tocadas por el enemigo, muchas

18

Giambattista Lolli (Nonantola 1698-Módena 1769). Ajedrecista italiano, publicó en 1763 la obra Osservazioni teorico-pratiche sopra il giuoco degli scacchi.

749

18v

19r

MInt plazas fuertes en sus manos, muchas otras recuperadas y con un hombre de genio y afortunado a su cabeza yo no veo muy claro el desenlace de esta lucha, que será memorable en la historia de los tiempos y que ha desvelado a Europa la potencia de un pueblo que ella despreciaba. A esta verdad innegable, confirmada por muchos ejemplos históricos, yo me atrevo a contraponer otra que puede parecer totalmente paradójica y extravagante, es decir que cuanto más un comandante está instruido en su profesión, tanto más es susceptible de ser derrotado. Imaginémonos un general que, tan ducho en su empleo como la misma Palas, guarda una posición militar que en todas las épocas fue teatro de guerra; él dirá entre sí: «Este terreno fue defendido así por Marlborough19, así por Eugenio, acometido de esta forma por Turenne, de la otra por Montecuccoli20; de esta manera por Condé21, de la otra por Villars22; así por Tilly23, por Daun24, por Laudon25, de otra manera por Federico, por Pichegru26, por

19

John Churchill, primer duque de Marlborough (Musbury 1650-Windsor 1722). Militar y político inglés, tuvo una carrera intensa y contrastada, pero durante la Guerra de Sucesión española se demostró un estratego excelente. 20 Raimondo Montecuccoli (Pavullo nel Frignano 1609-Linz 1680). Militar italiano al servicio de Austria, participó en todas las campañas militares desde 1625 hasta 1675. Fue también un importantísimo teórico del arte militar, escritor y diplomático de gran envergadura. 21 Luis II de Borbón-Condé, llamado el Gran Condé (París 1621-Fontainebleau 1686). Comandante francés, ganó numerosas batallas importantes, pero está recordado sobre todo porque en la Guerra de los Treinta Años derrotó a los Españoles en Rocroi (1643). 22 Claude-Louis-Hector duque de Villars (Moulins 1653-Turín 1734). Militar y diplomático francés, maestro de campo de caballería (1674), embajador en Viena (1683), mariscal de Francia (1702), ganador en Malplaquet (1709) y Denain (1712), victoria que llevó a la paz de Utrecht (1713). 23 Jan T’Serclaes conde de Tilly (Tilly 1559-Ingolstadt 1632). General flamenco, en la Guerra de los Treinta Años, al frente de las tropas de la Liga católica, consiguió numerosas victorias; conquistó el Magdeburgo (1631); sin embargo, fue derrotado por Gustavo Adolfo II de Suecia en Breitendfeld y Lech (1631), donde fue herido mortalmente. 24 Leopold Joseph Maria von Daun o Dhaun (Viena 1705-Ídem 1766). General austríaco, reformador del ejército austríaco; durante la Guerra de los Siete Años infligió la primera derrota a Federico II (Kolin 1757). 25 Ernst Gideon von Laudon (Laudona 1717- Nový Ji in 1790). General austríaco, capitán (1742), teniente coronel (1756), coronel (1757), mayor general (1758), feldmariscal (1778), se distinguió sobre todo en la Guerra de los Siete Años. 26 Jean-Charles Pichegru (Planches près Arbois 1761-París 1804). General francés, comandante de la armada del Norte (1794) y de la armada del Rin (1795), general en jefe de la Guardia Nacional de París (1795). Proscrito y desterrado (1797), volvió en secreto a Francia y murió en la cárcel por participar en la conspiración realista de Georges Cadoudal.

750

MInt Moreau27, por Napoleón, etcétera. Sea cual sea de éstas la manera de combatirme que el enemigo escoja, yo sé qué defensa tengo que adoptar para que sus planes fracasen». Mientras tanto, si su adversario, ya sea por desconocer lo que hicieron los // comandantes mencionados, o por tener un genio superior a ellos, emplea una manera totalmente nueva y diferente, el general Palas se queda atrapado en la red y decepcionado en la propia. Otro ejemplo sacado también de lo esencial del tema, y nada más. Pongamos que se sitia una plaza, por ejemplo Troya, que resistió diez años, Tiro28, Belgrado29, etcétera, y todas con la reputación de emprenables. Cada guerrero dirá que desea ser sitiador y no sitiado. Esto prueba que cada plaza, tras una defensa no ordinaria, sino terrible e inaudita, al final debe caer no por hambre sino por las operaciones del sitio. ¿Por qué esto? Si queremos utilizar la matemática, es porque las líneas de ofensa de los sitiadores son convergentes, las de defensa de los sitiados divergentes; con lo cual, las primeras son de gran efecto, las segundas de poco. Sin embargo, aparte de la matemática, yo digo que una plaza al final debe rendirse ante un sitio en condiciones, pues ellos tienen mil maneras de atacar, éstos sólo una de defenderse; la azada llega a todas partes y entonces las trincheras y posteriormente las brechas pueden abrirse dondequiera, pero las fortificaciones y las murallas siguen siendo las mismas. Entonces convenzámonos. Es deseable que los Tártaros no emprendan una invasión en Europa, pero si la hacen se verán renovadas las épocas de invasiones barbáricas, se perturbarán los imperios y las potencias europeas tal como lo // fue el Imperio Romano. He demostrado que el que acomete tiene mil ventajas respecto al acometido: también he demostrado las ventajas que tiene quien cambia las maneras de hacer la guerra y que atrapa al enemigo con acciones nuevas que éste no sabe contrarrestar. Añádase a todo esto que en la situación ac-

27

Jean-Victor Moreau (Morlaix 1763-Lahn 1813). General francés, comandante de la armada del Norte (1795), posteriormente de la armada de Italia (1799): republicano, implicado en la conjuración antinapoleónica de Cadoudal, emigró a Estados Unidos. Después de que el zar Alejandro I le hiciera regresar a Europa, participó en la batalla de Dresde (1813) donde fue herido mortalmente. 28 Tiro, antigua ciudad fenicia, casi a medio camino entre las actuales Beirut y Haifa. El sitio al que se refiere Pepe es sin duda el memorable de 332 a.C., cuando la ciudad fue tomada por Alejandro Magno. 29 De los numerosos sitios que sufrió Belgrado, seguramente Pepe piensa en el de 1521, cuando las tropas de Solimán I el Magnífico (Trebisonda 1494-Szigetvár 1566) consiguieron conquistar la ciudad tras un largo sitio.

751

19v

20r

MInt

20v

tual las naciones se hacen la guerra con mil sacrificios mutuos de hombres, dinero, mercancías y que los bárbaros no adolecerían de ello de ninguna manera, debido a su constitución y a la naturaleza de sus conquistas. Ellos empezarían a conquistar las naciones individualmente, una tras otra; ¿y habría una revolución general de las masas de todos los pueblos de Europa para ir a oponerse a la invasión en la parte más remota de Rusia? ¿Y aunque hubiera, cuántos ejemplos tenemos de la insuficiencia y de la inutilidad de las coaliciones? ¿Cuántas dificultades detrás de la táctica actual de mantener y alimentar a armadas tan grandes en países lejanos? ¿Cuántas desgracias y enfermedades causadas por climas extranjeros y deserciones? ¿Qué poca comprensión, finalmente, entre las propias armadas, divididas por la lengua y el interés, pues los Españoles y los Italianos, por ejemplo, realmente no llegarían a igualarse a los Rusos y a los Polacos? Si las hordas aparecieran desde el norte de Asia, libres de nuestras necesidades superfluas, de nuestro lujo, de nuestra afeminación y alimentándose tanto de su ganado como a costa de los terrenos conquistados, no encontrarían en sus acometidas la menor dificultad, mientras que nosotros tendríamos muchas a la hora de// defendernos, y esto solo contribuiría de forma notable a sus victorias y a sus progresos. Ahora queda por examinar si se producirá esta nueva invasión. Pero yo voy a aplazar este análisis a otro momento. 22 DE FEBRERO El rey decretó la organización de un regimiento que se llamará Regal Provisorio30. Corre la voz de que éste estará formado por amnistiados, insumisos, condenados a los trabajos forzosos, a la bala, a los hierros, y finalmente por los malos sujetos de toda la armada. Con semejante gente, la divisa de la disciplina interna a ese cuerpo debe ser, a mi entender, vara y palos eternos. También fueron nombrados los oficiales superiores. Chiarizia coronel, Macdonald mayor; Lombardo31, Ritucci y Coletti jefes de

30 31

Real Provisional, NdT. Giuseppe Lombardo (Troia 1782-Caserta 1838). Entró a los catorce años en el ejército borbónico; desterrado después de 1799, repatriado en 1801, en 1806 teniente en el 1° de Línea. Ascendió hasta el grado de coronel (1820); despedido durante la reacción, se reincorporó al servicio en 1832 pero le devolvieron su grado solamente en 1837. Cfr. D’Ayala, Vite de’più celebri capitani, pp. 611-623.

752

MInt batallón32. Los demás oficiales proceden de los distintos cuerpos de la armada, menos que del nuestro, gracias a los primeros beneficios que nos ha hecho el nuevo coronel de impedir esta promoción, escribiéndole al Ministro // de la Guerra de antemano. El primer volumen de mi Galimatías se concluyó con algunas reflexiones militares sobre la guerra en Cataluña, que escribí aún estando en Prades. Según lo que recuerdo, hice pedazos de las últimas páginas, pues en la intolerancia de la convalecencia que entonces sufría, salían de mi pluma unas cosas que no siempre se pueden decir, particularmente a la hora de hablar de conquistas, de política y de soberanos. El segundo volumen empezaba por mi vuelta a España y terminaba cuando salimos con todo el cuerpo de armada de Cataluña al mando del general Macdonald. Éste contenía pocos episodios militares y muchas reflexiones sobre países, poblaciones, costumbres y algunas reveries parecidas al delirio borroneado en el primer volumen. Yo no lo encontré en mi baúl cuando llegué a Perpiñán para repatriarme y en los primeros momentos, cuando no soy nada dueño de mí mismo, hice pedazos del 3° y por poco // hice lo mismo del primero también. Me voy a esforzar en juntar a la buena de Dios, por lo que puedo, los fragmentos y las aventuras que recuerdo; pero presiento que esta copia informe no tendrá el mismo destino que la primera parte del Galimatías, ya que le faltará el color que el momento y el lugar en los cuales se escribe dan a las obras. Basta ya. Este trabajo mío actual no será una pintura donde se puedan observar el colorido y la suavidad del pincel, sino una simple estampa, donde solamente se verán el dibujo y el claroscuro. Desde Prades hacia finales de octubre yo y mi compañero Giannettini volvimos a Perpiñán y a los dos días salimos para alcanzar al regimiento que nos enteramos que estaba acantonado en Roses. Nos quedamos dos días en Pertus, delante del fuerte de Bellaguarda para esperar el paso del convoy escoltado por el general Guillot, junto con el cual volvimos a Cataluña y llegamos a Figueres. //

32

Giovanni Battista Ritucci (Nápoles 1776-? ?), capitán de la legión samnita (1799), oficial cisalpino, posteriormente italiano, capitán napolitano (1806), en España hasta 1811, mayor (1813). Bernardo Coletti había sido promovido a jefe de batallón tras la conclusión exitosa del sitio de Oropesa en el otoño de 1811 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, pp. 113-116). Su nombre, aunque escrito como Berardo Colletti, aparece en la petición de recompensas, citada varias veces, redactada por el general Ferrier el 1° de abril de 1812 (cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 119).

753

21r

21v

MInt 22r

22v

23r

El convoy fue atacado por los Españoles en el desfiladero de Mont-Roig, el lugar donde a menudo el enemigo dio muchos golpes de mano e hizo muchos ataques sorpresa en contra de los nuestros, lugar celebre por la batalla sangrienta de 1793 entre Españoles y Franceses, en la cual murieron ambos generales en jefe de las dos armadas, es decir Dugommier y el Conde de la Unión; lugar, finalmente, que tanto por la guerra pasada como por la actual a mi parecer está empapado de sangre humana. Allí oí volver a silbar las balas tras tres meses de silencio. Allí aprendí que el coraje consiste y depende todo de la fuerza física y de la salud perfecta y que se pierde por completo con las heridas o con las enfermedades. Yo, que me había enfrentado intrépidamente muchas veces a los peligros y a la muerte en acciones sangrientas y tremendas, sentí temblarme las entrañas pues estaba debilitado por una enfermedad mortal, por una recidiva aún más mortal y por una convalecencia larga y penosa. Si los Españoles hubiesen asaltado el convoy como debían, hubiese caído en sus manos // y sin duda me hubiesen cogido prisionero, pues no hubiese podido salvarme huyendo, dada la debilidad de mi físico. Es una máxima fundamental en el arte de asaltar y sorprender los convoyes, la de acometerlos con poca fuerza en la cabeza y con mucha en la cola. En él basta solamente con matar o herir los primeros animales de tiro, con lo cual el convoy se para necesariamente, debido al obstáculo de los primeros carros. El gran número en la cola sirve para impedir que retrocedan. Entonces, si los Españoles hubiesen acatado esta máxima, que fue demostrada por Federico en sus instrucciones para las tropas ligeras, no hubiesen fallado aquel día33. Pero como nos asaltaron por la espalda, no hubo sino fusilería y unos cañonazos y el convoy pasó sin obstáculos y llegó intacto a Figueres. El día después de nuestra llegada, al amanecer nos despertó un vivo cañoneo. Como no sabíamos qué era, creímos que el enemigo estaba intentando dar un ataque sorpresa al fuerte llamado Castillo // de San Fernando, que me parece que describí en mi Galimatías. Nos vestimos muy de prisa y salimos para unirnos a las tropas, que vimos

33

Seguramente Pepe se refiere al librito Istruzione destinata alle truppe leggere ed agli ufficiali che servono negli avan-posti, redatta sopra un’istruzione di Federico II a’ suoi uffiziali di cavalleria (Milano, Nobile e Tosi, 1802), traducción del francés de un texto de un tal D’Autheville, publicado en París alrededor de 1760, Instruction destinée aux troupes légères et aux officiers qui servent dans les avant-postes, escrito a partir de un original de Federico II.

754

MInt formadas en batalla en el gran camino de Perlata. Al verlas, nos persuadimos de que se actuaba en contra del enemigo; pero en cuanto empezamos a preguntar, nos enteramos de que el cañón disparaba por la paz firmada entre el Imperio Francés y Austria34. Nos quedamos dos días en Figueres junto con los oficiales del 2° de Línea y del 2° Cazadores a caballo, que nos ofrecieron comidas suntuosas. Nos enteramos de noticias sobre el sitio de Girona y nos dijeron que se había convertido en bloqueo. «¡Qué vergüenza», exclamé yo, «para las armas francesas! Flesinga resistió tan sólo cinco días; Girona resiste desde hace cinco meses ». Al salir de Figueres rumbo a Roses pasamos por el gran campo que había sido convertido en cementerio para los muertos de la armada de Cataluña y en especial para todas las víctimas del sitio de Girona inmoladas por las enfermedades y las armas.// // Entre Monsélice y Padua, a la izquierda del camino, se ven los preciosos Colli Euganei cubiertos de viñas o frutales, embellecidos de jardines y villas. Yo me fijé en la colina de Arquà y saludé desde lejos la casa de Petrarca. Estuve por decirle al compañero que me dejara bajarme de la carroza y que lo alcanzaría en Vicenza por el atajo, tras visitar la vivienda de este tierno y sublime poeta; pero me detuve temiendo que me reprochara hacerme el literato y el sentimental, al igual que en Rávena bromeó conmigo cuando, al verme volver tarde al alojamiento y al preguntarme la razón, dije yo que había ido a honrar las cenizas de Dante. Entonces me conformé con mirarla y saludarla desde lejos con una especie de éxtasis y con una suave melancolía. Solamente recité entre mí muchas canciones y todas las que podía recordar; me enternecí por la memoria de su amor por Laura y el estado de mi corazón favorecía estos pensamientos con una dulce ocupación, pues ¿a quién el nombre imponente de amor no recuerda amar, no recuerda a su amada? // //

26v

En mi Galimatías eché un vistazo rápido a todos los conquistadores que habían aparecido con sus hazañas en la tierra y me atreví a hacer una comparación entre los dos últimos, entre Federico el Grande y Napoleón, a favor del primero. Las razones que alegaba de esta preferencia hacia Federico eran que él había sido el creador de una nueva

29r

34

La paz de Viena (14 de octubre de 1809). Cfr. G1, p. 697, nota 297.

755

MInt

29v

táctica, el creador de su caballería, tan grande en la prosperidad como en la fortuna adversa, capaz de aprovechar las victorias y a la vez fecundo en recursos en las adversidades; solo, resistió a casi todo el continente con un reino de 3 millones de personas; solo, aguantó y no se asustó cuando se había quedado únicamente con su armada y este pequeño reino ocupado por los Rusos y los Austríacos, y mientras tanto él corría a todas partes, como hace un gran capitán y no un aventurero, desconcertaba a sus enemigos en sus movimientos, los dividía con sus sabias maniobras y con su rapidez y por fin los derrotó, antes de hacerles reunir, para estar más seguro de la victoria evitando su superioridad numérica. Yo en esta comparación concluía que conocíamos al primero en las adversidades y al segundo no; que el velo de los triunfos y de las victorias oculta más de una vez los fallos de uno y que solamente en las desventuras se pueden conocer a fondo tanto la fuerza de ánimo como la envergadura moral de la persona a la que se pretende juzgar; esto se encontraba en Federico y a beneficio suyo faltaba en Napoleón, por lo cual no se podía compararlo con el primero y juzgarlo por separado. // Cuando yo escribía sobre esta comparación estábamos en la época de la prosperidad y de los laureles para Napoleón. Él acababa de conseguir las grandes victorias de Austerlitz, de Jena, de Friedland, de Eylau y de Wagram35, había dado coronas y creado nuevos reinos, había sacado de la nada política una parte de Polonia36, había insultado la sombra de Federico hasta dentro de su tumba, en lugar de honrarla como hizo Alejandro con la de Ciro e igual que el Macedonio se había casado con la hija de su enemigo derrotado. Muchas hazañas que demostraban el prodigio habían encendido la cabeza de los poetas y de los oradores, que rara vez dejan de ser aduladores. Ellos lo describían como el primer capitán de la tierra y de los siglos; un solo guerrero oscuro, tal como soy yo, se atrevía a decir que Napoleón era menos grande que Federico y que mientras no se viera qué haría en las adversidades no se podía de ninguna manera hacer una comparación correcta y exacta entre estos dos capitanes.

35

Pepe enumera las grandes victorias napoleónicas: Austerlitz (1805), Jena (1806), Friedland (1807), Eylau (1807), Wagram (1809). 36 Se trata del Granducado de Varsovia, creado a raíz de la paz de Tilsit (1807): un pequeño estado artificial de 104.000 quilómetros quadrados, con fronteras indefendibles y sin acceso al mar.

756

MInt Llegó la época de la mala suerte para este hombre. Tengo un gran presentimiento de que él ya resurgirá y que sería deseable que su gloria terminara como César o como Gustavo. Pero todo ello es ajeno a mi tema. Solamente quiero analizar lo que es Napoleón en la desgracia y los fallos militares que cometió y con los cuales la causó.

757

Vista di Aranjuez dal Tago Bourgoing, Modern State of Spain, atlante/atlas, XIV, incisione/grabado

// Secondo Galimazias de miei viaggi e delle mie campagne. Incominciato a Roma nel decembre dell’anno 1813. // // ROMA LI 3 DICEMBRE 1813

3r

È questa la quarta fiata che io esco dalla mia patria ed in tutte le quattro volte per motivi pe’ quali non avrei mai bramato di uscirne. La prima fu allorché Ferdinando invase il territorio della Repubblica Romana con un’armata la quale, comandata da un altro generale o più abile o men vile, avrebbe fatta una figura migliore di quel che fece, e non avrebbe co’ di lei rovesci attirata un’orrenda catastrofe sulla nazione1. La seconda, quando le fasi politiche del 1799, funeste conseguenze della viltade ed inespertezza di Mak, fecero correre fiumi di sangue nel bel giardino del regno, perire sul palco una moltitudine d’eroi pe’ loro talenti per le loro virtù, e balzarne un’altra di pacifici cittadini dalle sponde del Sebeto nelle Gallie; la 3a allorché nel 1807 il 1° Regimento di Linea, ove io servivo allora col grado di capitano, fu ne’ segreti disegni di Napoleone destinato a far parte dell’esercito che doveva invadere le Spagne; l’attuale infine, nella quale pare che la nostra armata debba agire contro il dominio francese in Italia. La guerra e la rivoluzione dunque sono state e sono le cagioni de’ miei viaggi; cagioni orrende e detestabili, totalmente opposte a quelle di istruzione e diporto, pe’ quali oggetti io avrei amato e sarei vago di visitare i paesi stranieri.

1

2r

Il 24 novembre 1798 le truppe napoletane di Ferdinando IV di Napoli, sotto il comando del generale austriaco Karl Mack von Leiberich (Nennslingen 1752-Sankt Pölten 1828), invasero la Repubblica Romana ma, dopo una prima avanzata vittoriosa e la conquista di Roma, furono presto ricacciate fino alla totale sconfitta a Civita Castellana e all’occupazione di Napoli da parte del generale francese Jean-Etienne Vachier detto Championnet (Valence 1762-Antibes 1800).

761

G2

3v

Menoché nella mia seconda uscita, nella quale essendo scacciato come un fellone e deportato qual malfattore, io abbandonai il patrio suolo col cuore ripieno di dispiaceri, in tutte le altre due come nell’attuale io ne sono sortito coll’anima ebra di gloria e fortuna militare, non ostante che per ben due volte mi sono trovato deluso nella mia aspettativa. Ritornai dalla prima lacero e scalzo come un mendico, dopo essere stato prigioniero. Dalla terza, deluso di que’ avanzamenti che il mio sangue versato in quattro anni di guerra feroce in Spagna mi dava dritto di attendere. Lo stesso succederà in questa, se nel libro del destino è scritto che io ritornar vi debba. Forse e senza forse il mio ritorno più lieto fu quello // allorché ripatriai dall’esilio. L’essere stato nella mia adolescenza buttato in paesi stranieri e lontani, abbandonato a me solo e senza ricevere alcun soccorso dalla mia famiglia, l’aver menato due anni di vita in mezzo a tutte le privazioni con una barbara e stentata sussistenza, l’aver conosciuto i Francesi diversissimi da quelli che io mi credevo, l’aver provato infine tutte le amaritudini de’ disagi della fame, della sete, della vigilia, eccetera eccetera, mi fecero gioire nel rivedere i patrii colli. Mi rammento che io mi arrestai sul monte di Sant’Angelo Altissimo e salutai di là la mia terra natale con una specie di santo entusiasmo. Io provai un’estasi di gioia e consolazione al pensiero che era presso a rivedere i miei fratelli, i miei parenti, i miei compagni, e quell’angelo infine di beltade e virtù che è stato l’oggetto del primo ed unico mio amore, e ch’io amo ancora. Tre volte io in regioni lontane ho sentito in tutta la sua forza il possente sentimento della patria, ma in quella sola io provai quell’ebbrezza d’anima e di sensi che non si può descrivere, e che non può esser sentita se non nel rivedere dopo una lunga assenza la punta del campanile del villaggio ove si ha ricevuto la vita e passata l’infanzia. Debbo però confessare d’aver ritratto qualche vantaggio da’ miei viaggi, non ostante che la gloria e la fortuna mi han deluso in essi, e che li ho fatti per la rivoluzione e per la guerra. Mi trovo di aver conosciuto il mondo e gli uomini più di quel che si possono conoscere alla mia età. Ho veduto popoli, costumi e regioni diverse; mi sono trovato presente a diversi avvenimenti importanti; sono stato testimonio della combustione politica e della dignitosa reazione di un popolo che era stimato il più deietto in Europa e che ha fatto vedere essere il più stimabile; ho veduto le grandi opere della natura tanto nelle di lei ruine e ne’ di lei luoghi più orridi e selvaggi, che ne’ giardini de’ suoi amori e della sua floridezza; ho veduto le grandi opere dell’arte, le quali e per il loro ar762

G2 dito disegno e oggetto, e per la loro inimitabile venustà, onorano l’uomo che le [ha] fatte. Non so se ho col viaggiare attutita in parte o più stuzzicata quella brama che l’anima di ogni uomo ha di riempirsi di nuovi // oggetti e che ben diretta produce le grandi ed utili cose. Per quel poco che ho potuto metterla in gioco credo d’averlo fatto con mio vantaggio. Comparando me con me stesso, e rammentandomi di quel che ero, mi trovo contento di quel che sono. Il mio spirito ed il mio cuore mi paion migliorati, e questo benefizio che io devo interamente a’ miei viaggi ed alle pruove per le quali son passato in essi, mi compensa utilmente e con usura della fortuna e della gloria colle quali potevo peggiorare. Nella mia prima uscita io non scorsi che pochi luoghi del territorio romano, limitrofi alla frontiera del Regno. Profittai poco o nulla sì per la mia età che per la brevità del viaggio, attesoché non fui che tre o quattro mesi fuori del tetto paterno. Nella seconda viaggiai molto e molto profittai. Il mio esilio durò due anni, scorsi una parte della Francia, forse la più bella, e quasi tutta l’Italia, mentre il solo Genovesato mancai di vedere. Allora io passai per quella pruova di patimenti e privazioni che è la più efficace scuola per l’uomo e che per me è stata la più utile. Nell’età felice della prima e fresca gioventù conobbi e provai le vicende della vita umana. Nato ed allevato in una famiglia ove regnavano l’agio e l’abbondanza, educato con una certa delicatezza e premura, io mi vedevo ridotto a nutrirmi di uno scarso alimento; più volte soffrii la vera fame e, quel che non si fa se non a’ diciotto anni, io feci digiuno ventidue miglia di cammino, da Modena a Bologna. Oh! Come la fame umilia l’uomo specialmente allorché questi è stato educato con un certo orgoglio di famiglia! Mi rammento che la voce ed il bisogno della natura mi trasportavano verso la porta di qualche casa sulla strada per domandar del pane, e che i principii dell’educazione e dell’orgoglio altrettanto potenti quanto quelli della natura istessa mi distornavano da una sì umiliante figura. Allora vidi col fatto che non bisogna insuperbirsi delle ricchezze e degli agi di fortuna; allora vidi che ero un uomo come tutti gli altri, e che non vi era differenza alcuna fra me, figlio di Carlo Marcello Pepe, ed i mendichi che di tratto in tratto incontravo per la via. Appresi dunque ad esser più sensibile a mie proprie spese, e se più spesso io soccorro adesso il povero e l’indigente devo questa caritatevole propensione all’esser passato per quella scuola che io non auguro a chicchesia. Il mio cuore e la mia morale dunque hanno grandi obligazioni all’avvenimento del mio esilio. Dell’istessa maniera il // mio spirito e la 763

4r

4v

G2

5r

mia sfera intellettuale devono molto al terzo viaggio, a quello della guerra nelle Spagne. Utilizzai in esso il risultato di uno studio profondo che mi trovavo aver fatto per quattro anni continui dopo il ritorno dall’emigrazione. Essendo capitano, io viaggiavo con più agio di quel che avevo viaggiato da esule; e con unaa maggior dose di cognizioni e di esperienza io potevo vedere le cose da un punto di vista o più vero o più utile. Appresi il mio mestiere con quattro anni di pratica in mezzo agli avvenimenti guerrieri. Mi occupai ancora a registrare le diverse avventure, le diverse osservazioni, il racconto di tanti combattimenti avuti nel suolo spagnolo, varietà e delirii infine, in un giornale che per bizzarria e quel caos di quel che conteneva intitolai Galimazias. Una parte del medesimo fu perduta, e forse la più interessante; l’altra si salvò, e correndo mezzo Sannio ha fatto più fortuna di quel che meritava. In questa quarta uscita penso anche di fare il mio giornale. Prevedo per altro che non potrà contenere molto di interessante né per le novità de’ luoghi e paesi, mentre credo che non uscirò questa volta dall’Italia, né per gli avvenimenti militari, attesoché non mi auguro né potranno essercene tanti quanto quelli di Spagna registrati nel primo Galimazias. Comunque sarà, incominciamo. Eccomi dunque per la quarta volta in Roma, in questa terra di grandi ed imponenti sovveniri. Qui il suolo, le ruine, i monumenti, i ruderi, tutto è sacro, tutto è animato da profonde reminiscenze e da più profondi motivi di comparazioni. Qui trionfavano i consoli: qui ora non si veggono che processioni; qui in un tempo la vittoria, ed in un altro l’autorità morale di un pontefice, teneva incatenati tutti i popoli della terra; qui oggi un governador francese regge questo popolo come una colonia oltremarina; qui risiedeva un senato che era una augusta assemblea di re: qui poi si è veduto un governo ricalcitrante colla politica egualmente che colla religione; qui vi era un popolo sovrano: qui vi è oggi il più schiavo ed avvilito popolo dell’orbe; ieri al Campo Marzio la gioventù andava co’ violenti esercizii ad apprendere l’arte o di vincere o di morire: qui adesso i giovani o superstiziosi o libertini marciscono nell’ozio e nella deiettitudine; qui gl’immortali oratori trattavano la gran causa dell’umanità o delle nazioni: qui // ora non si fanno che preci da’ preti. Qui il valor militare trasportò i capi d’opera del genio dall’Oriente, qui la viltà li vide involare e trasportare verso l’Occidente con indifferenza. Qui infine vissero e figurarono colle loro gesta

a

Nel sopralinea.

764

G2 i Fabii, i Camilli, i Scipioni, qui Virgilio ed Orazioa colla loro musa immortale seppero far d’Augusto un eroe, qui Cicerone muoveva a suo piacimento nel Foro un popolo intero, qui onorarono l’umano genere un Michelangelo, un Raffaello, un Correggio, un Guido2, un Fontana3; qui è sepolto l’animo italiano, qui attualmente rampica una turba di esseri che non sono giamai uomini, e toltone Canova4, nessun altro è degno di calcare la terra che copre le ceneri di eroi immortali pel valore e per le arti, questa terra ove è seppellita la grandezza de’ nostri avi. Ogni angolo di Roma attira il viaggiatore che ha anima ad ammirare e meditare. Dalla Porta Lateranense fino alla Colonna Traiana voi vi stupite di vedere un deserto di ruine con poche case sparse qua e là, degne più del villaggio che di una città. Frattanto a’ ruderi voi opinate che un tempo un tal suolo era adornato di grandi fabriche, e vi risovvenite dell’eccidio e della distruzione che Roberto Guiscardo capo de’ Normanni fece di questa parte di Roma per l’ostinazione di Gregorio VII, pontefice del quale alcuni istorici han detto tanto bene ed altri tanto male5. In mezzo di tante ruine si eleva a guisa di un monte l’anfiteatro Colosseo, all’aspetto imponente e ruinoso del quale voi vi dolete meno dell’ingiuria de’ secoli che della barbarie del papa Barberini6, il quale ne scompose una porzione togliendo tutti i pezzi del cornicione. Al Campo Vaccino voi vi trovate in un luogo più vasto, più deserto e più ingombro di rovine; era là elevato il Foro Romano ove Cicerone fulminava contro Catilina ed inteneriva per Milone7 e Deiotare; ove si univano i comizi,

a

ed Orazio nel sopralinea.

2

Guido Reni (Bologna 1575-Ivi 1642), apprendista nella bottega dei Carracci, dal 1601 al 1614 fu attivo a Roma, dove si affermò come uno dei maggiori pittori della sua epoca. 3 Domenico Fontana (Lugano 1543-Napoli 1607), architetto ticinese, operò a lungo a Roma e a Napoli, dove tra l’altro progettò e diresse la costruzione del Palazzo Reale. 4 Antonio Canova (Possagno 1757-Venezia 1822). Scultore, massimo esponente del neoclassicismo, fu scelto da Napoleone come suo ritrattista ufficiale (statua bronzea attualmente nel cortile d’onore del palazzo di Brera a Milano), fu anche autore delle statua di Paolina Bonaparte (Roma, museo di Villa Borghese). Dopo Waterloo ottenne la restituzione dalla Francia di molte delle opere d’arte trafugate a Roma. 5 Gregorio VII (Ildebrando di Soana, Sovana 1020/1025-Salerno 1085), papa dal 1073 al 1085. Assediato in Castel Santangelo nel 1083 dall’imperatore Enrico IV, chiamò in aiuto Roberto d’Altavilla detto il Guiscardo (Hauteville-le-Guichard ca. 1025-Cefalonia 1085), che liberò la città ma la saccheggiò per tre giorni. 6 Le imprese edilizie di Urbano VIII (Maffeo Barberini, 1623-1644) furono riassunte nel detto “Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini”. 7 Tito Annio Milone, tribuno della plebe (57 a.C.) e pretore. Responsabile dell’uccisione di Publio Clodio Pulcro, fu mal difeso da Cicerone e condannato all’esilio.

765

G2

5v

ove si discutevano gli alti affari della repubblica e dell’orbe, ove il più degno popolo della terra si dava le sue leggi; attualmente nulla più vi esiste che qualche lurido avanzo; una ferale solitudine, un tetro silenzio signoreggiano su di que’ rottami che destano sì grandi sovveniri. Essi restano continuamente insalutati dal volgo e da’ pastori, nel mentre meriterebbero che de’ profondi pensatori, de’ Machiavelli e de’ Volney8, vi andassero a meditare con riverenza, e che tutti gli Italiani si andassero a prostrare religiosamente sulle loro antiche memorie. // Né qui finiscono le rovine. Ovunque voi andate ne rinvenite. Quelle de’ tempii di Giove Statore e Giove Tonante, del Sole e della Luna, della Fortuna Muliebre; del Circo Massimo, della Curia Ostilia9, del Teatro di Marcello, di quello di Pompeo, ove fu ucciso Cesare, quello di Minerva Medica, del tempio di Venere e Cupido, di Romolo e Remo, dell’anfiteatro Castrense, della prigione di Giugurta ove si dice che fu rinchiuso San Pietro, del circo di Caracalla, de’ Trofei di Mario, del foro di Nerva, del tempio di Pallade, ed altre mille che io mi stancherei di annoverare, ma non già d’ammirarli. Ma qual pro? I nostri avi furono uomini e grandi, noi non siamo né gli uni né gli altri. Sotto l’impero di Claudio il censo numerò 6.968.000 abitanti; attualmente Romaa non ne contiene che 180.00010. Orribile differenza! I monumenti più conservati sono: il Panteon di Agrippa, oggi chiesa della Rotonda, ove hanno la loro tomba Raffaello, Perino del Vaga11, Annibale Caracci12, Taddeo Zuccheri13, Flaminio Vacca e tanti altri insigni trapassati14; gli archi trionfali di Tito, di Severo, di Costantino, di

a

Nel sopralinea.

8

Constantin-François Chassebœuf de La Giraudais, conte di Volney (Craon 1757-Parigi 1825). Filosofo e orientalista, è ritenuto il precursore degli etnologi, antropologi e sociologi del XX secolo. 9 Pepe si riferisce alle rovine della Curia Giulia, fatta costruire da Cesare e da Augusto sulle rovine della prima Curia Ostilia, andata distrutta in un incendio durante i disordini seguiti al funerale di Clodio nel 52 a.C. Fu modificata dai restauri degli anni Trenta del Novecento. 10 Pepe segue la guida di Vallardi, Itinerario italiano, p. 222. 11 Pero di Giovanni Bonaccorsi, detto Perino del Vaga o Perin del Vaga (Firenze 1501Roma 1547), pittore, allievo del Ghirlandaio e collaboratore di Raffaello. 12 Annibale Carracci (Bologna 1560-Roma 1609), pittore, col fratello Agostino (Bologna 1557Parma 1602) e il cugino Ludovico (Bologna 1555-Ivi 1619) ebbe un’importante bottega. 13 Taddeo Zuccari, o Zuccheri (Sant’Angelo in Vado 1529-Roma 1566), pittore di scuola manierista. 14 Flaminio Vacca o Vacchi (Caravaggio 1538-Roma 1605), scultore tardo manierista.

766

G2 Druso e di Nerone, il Mausoleo di Adriano, oggi Castel Santangelo, il ponte Eliano eretto anche da Adriano, il mausoleo di Augusto presso Ripetta, ed otto colonne di granito orientale ne’ portici del ginnasio delle terme di Diocleziano, ciascuna delle quali è di un solo pezzo, e di un’altezza e di una grossezza tale che sorprende e fa meravigliare come siansi trasportate dall’Eggitto delle sì enormi masse. A’ monumenti più conservati ed intatti bisogna anche aggiungere lo straordinario obelisco vaticano, che esisteva nel Circo e che Sisto V fece inalzare nella piazza di San Pietro per l’opera dell’architetto Domenico Fontana.

4 DICEMBRE Sono stato per più ore a San Pietro ed al Vaticano ed ho ancora l’anima ed i sensi tutti estatici ed assorti da ciò che ho veduto. San Pietro è non solo la più grande e bella chiesa dell’Italia ma ancora il più bello e il più gran tempio dell’universo. È esso di un’entità e di una bellezza tale che sorpassa ogni imaginazione ed ogni credere. L’armonia e la somma proporzione di tutte le di lui // parti colossali fanno sì che nell’entrare in questo tempio divino vi sembra di essere in un edifizio di grandezza ordinaria, ma nel tempo istesso voi sentite alienata ed assorta la vostra anima da una specie di muto rapimento e stupore. È raro il non far il movimento naturale della sorpresa e meraviglia nell’entrarvi, quello cioè di spalancar gli occhi e socchiuder la bocca, non ostante che la prima impressione sia stata quella di un ordinario effetto. Appena voi incominciate a considerar in dettaglio qualcheduna delle di lui tante parti: o una colonna, o un sepolcro, o un altare, o un orname, voi rapportate allora la vostra particolare osservazione dalla parte al tutto, ed il tempio s’ingigantisce fuori misura a’ vostri occhi. Ma non è il tutto e l’insieme solo del tempio che stupisce e sorprende: ogni cantone, ogni parte di San Pietro arreca stupore. Voi vi stancate di girare attorno uno de’ quattro piloni che sostengono la gran cupola e vi stupite di numerare cento e più passi nel pavimento della loro base. Allora voi calcolate la loro mole e vi stupite tanto più in quanto che considerandole nel tutto insieme dell’edifizio vi sembrano delle colonne ardite e svelte. Se date un occhio al gran baldacchino sostenuto da quattro colonne spirali di metallo di Corinto15, vi sembra di vedere un elegante e

15

Corinzio o bronzo corinzio: lega di bronzo, argento e oro che avrebbe avuto origine fortuita nel corso dell’incendio di Corinto nel 146 a.C. Il nome indicava anche semplicemente il bronzo dorato.

767

6r

G2

6v

svelto ornamento all’altare maggiore sulla gran croce della chiesa, e date una mentita al cicerone allorché questi vi dice che il baldacchino sudetto è alto quanto il palazzo Farnese; intanto il cicerone vi dice la verità. In ogni altare il gran quadro e il palliotto sono di mosaico sì fino e ben fatto che sembran pitture sulla tela o tavola. In ogni intercolunnio vi è un mausoleo di pontefice; le cupole delle cappelle sono tutte istoriate a mosaico. A mosaico è ancora incrustata la volta della gran cupola, e la gran fascia ove è scritto: «Tu es Petrus, et super han[c] petram aedificabo ecclesiam meam, et tibi dabo claves regni coelorum»; di mosaico sono i quattro evangelisti fra la fascia ed i piloni; l’interno del tempio è tutto incrustato di marmo, la volta è di stucco dorato; il pavimento è di marmo igualmente. Vi sono le statue colossali de’ fondatori di tutti gli ordini religiosi disposte simetricamente ne’ vani dell’intercolunnio. Nel fondo infine del tempio si vede la tribuna o sedia di San Pietro sostenuta da quattro dottori, due della Chiesa greca e due della latina. Sulla tribuna si vede sul cristallo trasparente la figura dello Spirito Santo tutta raggiante, e siccome dietro della medesima vi corrisponde il finestrone del fondo, così allorché tramonta il sole fa ella, attesa la trasparenza, un bellissimo e stupendo effetto occasionato da’ raggi solari. // Vi è stato bisogno di quasi un secolo per inalzare questo tempio divino, e vi è stata spesa la somma di 47.000.000 di scudi romani. Bramante buttò le fondamenta, Michelangelo elevò la gran cupola, Maderni fece la facciata16, Bernini il porticato17, Fontana inalzò l’obelisco; da Giulio II in poi tutti i pontefici han concorso chi a compirlo e chi ad abbellirlo. Quest’opera immortale riscatta tutti gli errori de’ papi; e quando si considera che San Pietro è l’opera de’ pontefici si oblia facilmente che de’ pontefici a’ tempi di Teodora e di Marozia18 si contaminavano di delitti e di colpe il di cui sovvenire solo fa ribrezzo ed orrore. Allorchè voi siete in mezzo alla gran piazza del tempio voi vi rattrovate in una vasta arena circondata da un colossale porticato intorno

16

Carlo Maderno (Capolago 1556-Roma 1629). Architetto ticinese, nipote di Domenico Fontana, famoso soprattutto per la discussa facciata di San Pietro. 17 Gian Lorenzo Bernini (Napoli 1598-Roma 1680), architetto, pittore e scultore. 18 Madre e figlia, nobildonne protagoniste della vita politica romana nel X secolo. Entrambe amanti di papi: Teodora (moglie del magister militum Teofilatto) di Giovanni X e Marozia di Sergio III.

768

G2 intorno, con un’enorme regolare montagna di fabriche da un lato, coll’immenso edifizio del Vaticano dall’altro, con l’ardito e svelto obelisco nel centro, il quale rassembra al fusto brollo19 di una magnolia in mezzo al deserto, con due fontane che buttano due fiumi di acqua, voi siete penetrato di stupore e d’ammirazione, voi riconoscete la piccolezza o nullità del vostro essere, voi vi stordite come l’uomo sia stato capace di tanto senza però insuperbirvene attesoché la vastità e l’ardito del tutto insieme vi opprime. A questo stato d’estasi e di stupore si accoppia anche una certa penetrazione religiosa della quale l’animo è occupato, sentimento che si sviluppa gradatamente alla considerazione che questo tempio è il solo degno d’esser abitato dal Re de’ re, alla vista di oggetti sì grandiosi, all’aspetto delle lapidi e de’sepolcri, ed infine favorito dal silenzio e dalla solitudine che regnano tanto nel tempio istesso che nella vasta arena del porticato. Sarebbe desiderabile per le belle arti e per l’onore dell’uomo che Dio mettesse il suggello dell’eternità a questo suo santuario, degno dell’immortalità. Ma le opere umane non possono aspirarvi; esse periscono come l’uomo che le ha fatte. Sia il fulmine, sia la catastrofe, sia infine il vorace dente del tempo, tutto ciò che l’uomo istesso inalza, crolla. Crollò il gran tempio di Salomone; crollò il secondo tempio; crollarono gl’inconcipili20 argini ed i formidabili baluardi di Babilonia; crollò il gran Labirinto21; crollarono i grandi edifizii de’ Romani… che dich’io?...Quest’istesso obelisco che adorna oggi la gran piazza di San Pietro abbelliva un tempo qualche gran fabrica egiziana; questa fabrica non più esiste; abbellì poscia il gran circo di Roma; il circo non più esiste; ed un giorno sarà confuso co’ rottami e colle rovine di quel monumento del quale forma oggi uno de’ più vaghi e maestosi ornamenti. // Da San Pietro sono passato alla scuola di mosaico, ove stanno facendo attualmente due quadri per San Pietro istesso, uno rappresentante la discesa della Croce, famosa tela di Annibale Caracci, e l’altro di Camoncini figurante san Tomaso che tocca le piag[h]e di Gesù Cristo22. Mi

19

Per: brullo, cioè spoglio. Per indistruttibili: Pepe costruisce il termine inconcipili derivandolo dal latino classico concipilare, fare a pezzi. 21 Si tratta del mitico labirinto, costruito da Dedalo per richiudervi il Minotauro. In realtà quello che crollò fu l’immenso e, appunto, labirintico palazzo reale di Cnosso. 22 Vincenzo Camuccini (Roma 1771-Ivi 1844). Pittore e incisore, fratello di Pietro (Roma 1760-Ivi 1833), anch’egli pittore e collezionista. Cfr. Meissner, Allgemeines Künstlerlexicon, 16, p. 77. 20

769

7r

G2 sono portato poscia al Vaticano, alle logge del quale il cicerone vi guida a bella prima. Sono state esse tutte dipinte a fresco dall’immortale Raffaello. Malgrado che sono scorsi circaa tre secoli dalla loro dipintura i colori conservano ciò non ostante tutta la di loro freschezza e tutto il vivo col quale usciron dal pennello dell’Autore. Nelle volte sono istoriati tutti i fatti dell’Antico Testamento, incominciando dalla Creazione fino alla Passione, e nelle facciate interne vi è una multiplicità di ornami e di arabeschi noti già per mezzo della stampa a bulino del Volpato23. Voi passate quindi nelle così dette Sale24 del Vaticano, dipinte quasi tutte dall’istesso Raffaello, che esaurì per così dire il suo genio e la sua forza in quelle immortali pitture. I quadri più famosi sono la Scuola d’Atene, San Pietro in Vinculis, il Miracolo di Bolsena, la Vittoria di Costantino sopra Massenzio, l’Incendio di Borgo e il Monte Parnaso. I perfetti a mio credere sono la Scuola d’Atene, San Pietro in prigione e l’Incendio di Borgo. Nel secondo, particolarmente, l’artista con un’intelligenza veramente celeste ha sorpassato se stesso e la sua arte nel combinare con uno straordinario effetto, lumeggiando il quadro, quattro lumi diversi: quello cioè che spicca dalla testa del Santo, quello che raggia attorno all’angelo che va a liberarlo, quello della face che arde innanzi le sentinelle ed infine quello della luna che attraversa l’inferriata della prigione. In ultimo voi entrate nella Cappella Sistina, ne’ lati della quale vi sono de’ quadri a fresco di Pietro Perugino maestro di Raffaele25, e nel fondo vi è l’immortale Giudizio di Michelangelo. Siccome vi sono de’ quadri i quali esaltando l’anima e l’imaginazione di un poeta fanno sortire dalla di lui musa de’ carmi e de’ versi inimitabili, così viceversa vi sono de’ pittori che si accendono alla lettura delle poesie ed intingendo il loro pennello ne’ colori di esse trasfondono nel colorito e nel disegno del quadro il genio del carme. Voi riconoscete all’aspetto di questo quadro immortale il genio e la fantasia di unb pittore e di un poeta, acceso ed invaso dalla lettura del Dante. Voi

a b

Nel sopralinea su cancellatura e macchia d’inchiostro. Nel sopralinea.

23

Giovanni Volpato (Bassano del Grappa 1735-Roma 1803), uno dei maggiori incisori italiani del XVIII secolo. 24 In realtà, le Stanze. 25 Pietro Vannucci detto il Perugino (Città della Pieve ca.1450-Fontignano 1523), maestro di Raffaello.

770

G2 riconoscete la tempra maschia e forte dell’anima di Michelangelo, esaltata dalla lettura dell’Inferno d’Alighieri, nel gittare la prima occhiata sul Giudizio. Come Dante, egli haa accoppiato a suo piacimento nel quadro idee pagane e cristiane, Tartaro e Inferno, furie e demonii; come Dante, che mette nell’Inferno tutti i protagonisti della fazione contraria alla sua, // Michelangelo ha messo nel volto di molti reprobi i ritratti di un cardinale e di alcuni suoi inimici. Questo quadro infine è di una composizione originale ed inimitabile come lo è l’Inferno del Dante. Io non trovo espressioni valevoli a descrivere l’impressione che questa pittura ha fatto sull’anima mia e su’ miei sensi. È necessario vederla per sentirla. Gli angeli suonan le trombe tremende, e dalla loro direzione locale voi passate il vostro occhio ad una congerie di ossami, di teschi, di putredine e di cenci che vi sembra semovente; vi sembra di vedere in que’ volti consunti svilupparsi un principio di vita; vi sembra di vedere, al primo squillo delle trombe, rianimate le teste ed una parte del petto, nel mentre tutto il resto delle membra è ancora morto ed inanimato; vi par di vedere in que’ volti non la scossa e l’attitudine di chi si sveglia dal sonno, ma da una specie di nullità di vita e di deliquio ch’io non saprei descrivere. Voi vedete i morti che si sforzano di risorgere alla voce del Giudice; chi cava la testa fra le cosce dell’altro, chi sotto le ascelle, chi sotto i fianchi, chi puntella a terra il suo braccio per sbarazzarsi del cadavere che gli è sopra; dapertutto una massa di corpi semi vivi e semi morti, ed un effetto che vi fa arricciare i capelli ed abbrividireb le carni. Il pittore è il copista degli oggetti che ci presenta la natura: coluic che meglio li imita è il più perfetto. Considerata quest’arte sublime da un tal punto di vista riesce meno ammiranda l’abilità di alcuni i quali, con una imaginazione viva e forte che nulla oblia delle sensazioni ricevute dagli oggetti, eseguiscono una copia poco o nulla dissimile dall’originale che la natura istessa presenta loro. In tal caso un quadro può assomigliarsi ad uno specchio che rende più o men perfettamente l’imagine dell’oggetto che se gli appone, e attesa una tale similitudine si concepisce agevolmente come si può animare una tela, come si può esprimere in un volto dipinto il genere e la forza delle passioni, come si può dare alla figura l’attitudine ed il gesto del sentimento, mentre di

a

Nel sopralinea. vi nel sopralinea. c Nel sopralinea su que depennato. b

771

7v

G2

8r

tutte queste cose la natura ci esibisce i modelli da copiare, ed il pittore non è allora che il di lei copista. Il divino Michelangelo ha sdegnato di esserlo nel suo quadro del Giudizio, ed ha voluto essere originale e creatore. Egli volle elevarsi dalla sfera degli altri e vi riuscì. Non si trattava di un soggetto del bello ideale, le di cui parti componenti ove più ove meno sono prestate ed improntate da’ sensi; si agiva di rappresentare una scena che l’uomo non ha mai veduta né nella di lei totalità né in alcuna di lei parte. La rianimazione della materia morta ed inerte, una massa semovente // di ossari, di teschi e di luridi stracci, una terra che si solleva per la riviviscenza de’ morti ch’ella copre, uno sviluppo di vita di nuovo genere, e quel sentimento de’ volti, annunciatore della scossa ricevuta dal suono tremendo che li richiama dalla morte alla vita, ecco quel che l’occhio umano non ha giamai veduto, ecco quel che la natura giammai offre, ecco quel che Michelangelo osò concepirea, ecco quel che ci seppe mirabilmente eseguire; ecco infine il quadro che non potrà mai avere imitazioni come non ha avuto né originale né modello. Ombra del grand’uomo, perdona alla debolezza delle mie espressioni nel rendere omaggio alla tua memoria. L’elogio del tuo capo d’opera meriterebbe una penna egualmente immortale e famosa del pennello che lo compose, ed un genio eguale al tuo. La tua fama passerà alla posterità più remota ed i più remoti posteri correranno con premura sulle ruine del Vaticano per domandare ove era il Giudizio di Michelangelo. I ruderi su’ quali si potranno ancora conservare le tracce e le più leggiere tinte del divino tuo disegno, dell’inimitabile tuo colorito, saranno preziosamente conservati ne’ Musei delle nazioni avvenire; e questi inapprezzabili rottami trapassati con cura da generazione in generazione, da popolo in popolo perverranno forse all’epoca del formidabile avvenimento ch’essi rappresentavano, e che la rivelazione annuncia di dover succedere alla fine de’ secoli.

NOTIZIE POLITICHE E MILITARI La divisione del general Carascosa è entrata in Roma annunziandosi come alleata e precedente l’armata tutta del Re, che deve andare in soccorso del Viceré. Intanto Miollis, che comanda i dipartimenti romani, non è nullamente di buona fede. Civitavecchia e Castel Santangiolo vengono secretamente approvisionati e messi in istato di difesa. Tutti

a

Nel sopralinea su fare depennato.

772

G2 gl’impiegati francesi, i generali e Miollis stesso, hanno fatto trasportare nel forte Sant’Angelo i loro equipaggi, i loro scrigni e le loro cose più preziose. Molti personaggi distinti di Roma sono venuti segretamente a visitare il general Pignatelli, aprendosi col medesimo ed esternando il loro vivo desiderio di scuotere il giogo francese se fossero sicuri di un appoggio nelle armi di Gioachino. Il sudetto generale ha scritto al Re che a tenore delle sue istruzioni, scandagliando lo spirito pubblico del paese, lo ha trovato tutto// disposto e propenso per la sua causa. Io che ho registrata la sua lettera mi rammento della seguente frase: «Si Votre Majesté se laisserà echapper cette occasion si favorable cette fois cy, elle aura dans la suite le remord d’avoir perdu pour le Prince son fils l’agrandissement de son etat; et la Nation lui faira justement le reproche de l’avoir laisséea telle qu’elle etait»26. Vi è anche di più. Un prete nominato Giuseppe Battaglia ha insorto molti paesi nelle montagne del Viterbese ed ha unito circa 600 uomini. Siccome il medesimo è amico del nostro agente de’ beni farnesiani, che è un regnicolo, e propriamente il fratello dell’attuale nostro astronomo Zuccheri27, così si è diretto al medesimo implorando la protezione del Re, esibendosi di continuare a travagliare per la rivoluzione a suo favore. Zuccheri ne ha parlato al Generale, il quale prendendo su di sé un tale incarico gli ha fatto rispondere che continuasse pure e, purché non commettesse eccessi, egli s’impegnava di scrivere al Re istesso e d’impegnarlo a trar vantaggio per le sue vedute da un tal prete. Il Viceré è tuttora col suo esercito dietro l’Adige, e pare che il general Hiller che comanda l’armata austriaca sia poco intraprendente28. Intanto corre voce oggi che un corpo di Tedeschi abbia sbarcato a Ravenna ed a Comacchio, e che Ferrara sia stata occupata per sorpresa da’ medesimi. Il Prefetto di Roma, al quale ho reso visita per parte del Generale, mi ha detto che nulla vi era di nuovo né al Reno né a’ Pirenei, e che si vociferava la pace.

a

Seguono due o tre parole depennate.

26

Per questa vicenda cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. XXVIII-XXXV. Federico Zuccari (Sora 1784-Napoli 1817). Astronomo, professore (dal 1812) all’Università di Napoli e direttore dell’osservatorio. Il fratello cui si riferisce Pepe è Giacomo Zuccari, console napoletano a Roma, espulso dalla città agli inizi del 1815 per i suoi intrighi (cfr. De Nicola, Diario napoletano, II, pp. 375-376). 28 Johann von Hiller (Brody 1754-Lemburg oggi Lviv 1819). Militare austriaco, tenente colonnello (1788), maggior generale (1794). La sua estrema prudenza nelle operazioni del 1814 contro Eugenio fece sì che venisse richiamato in patria. 27

773

8v

G2

9r

Noi partiremo domani per Firenze. A Roma si gode di una onesta libertà, e vi si trova una società culta; vi è il gusto per la satira e per quella specie di epigrammi che diconsi pasquinate. Le donne romane, malgrado la degenerazione di questo popolo, conservano ciò non ostante un resto di quella dignitosa venustà che distingueva le antiche matrone. Esse sono belle e benissimo formate. Il popolo di Trastevere conserva tutta la fierezza degli antichi Romani da’ quali pretendesi ch’ei discenda, ed è sensibile alle ingiurie, che non lascia mai invendicate. Il commercio e l’industria languiscono in questa città. Vi sono ciò non ostante delle fabriche di Colonia29, di cera eccetera, vi fiorisce l’incisione in rame, vi sono diversi studii di pittura e scultura, e vi è negozio di quadri // e di statue. Lo studio del famoso Canova, che a buon diritto può dirsi il restauratore del buon gusto della scoltura in Italia, ed i di cui lavori gareggiano co’ più perfetti dell’antichità, è oltremodo frequentato dagli amatori e da’ forestieri.

FIRENZE, LI 6 DICEMBRE Alle due pomeridiane siamo qua giunti. Il Generale è andato all’udienza della Granduchessa, ed io essendo restato solo mi metto a scrivere. Io credo che ogni viaggiatore abbandona Roma con dispiacere; si sorte da quella città con una certa malinconia, occasionata a mio credere sì da’ sovveniri ch’essa desta, che dal non restar l’animo sodisfatto e abbastanza sazio di mirare ed ammirare i stupendi oggetti che contiene. Questa malinconia si accresce poi allorché voi avete passato Ponte Molle. Il viaggiatore si trova in mezzo ad un vero deserto, e scorre una strada attraverso di campagne aride ed incolte. Da Roma sino alla Storta, che è la prima posta, non si trova né una casa, né un albero, né un abitante. Tutto è raso, tutto è squallido; la tomba di Nerone è il solo oggetto che si eleva su di un suolo assolutamente nudo; pare che la natura istessa desolando in tal maniera il terreno abbia voluto rifiutare all’esecrate ceneri di questo mostro fino i fiori e l’ombra, o che abbia ritirato ogni menomo indizio della di lei vita in un luogo contaminato dall’urna di colui che null’altro bramava se non {se} sangue e morte. Prescindendo però da queste considerazioni morali, io non debbo omettere di rapportare relativamente a questo sepolcro che i contadini vi passan con terrore in tempo di notte; che dicono di vedervisi sortire delle

29

Probabilmente il profumo detto acqua di Colonia.

774

G2 fiamme, che vi si sentono de’ sordi gemiti, e che vi posa sempre un uccello di malaugurio; cotanto l’abbominata memoria si conserva ancor viva, e dopo quasi duemila anni accende e stravolge ancora la fantasia del popolo. Il deserto continua fino a Monterosi (Mons Arosus), ove s’incomincia a trovare qualche campo coltivato. Il clima da Roma fino a Monterosi è insalubre, e pestifera poi è l’aria delle vicinanze di Bracc[i]ano, avvelenata per così dire dalle acque stagnanti del lago di un tal nome. Dalla Storta a Monterosi si viaggia per lo più sull’antica via Cassia per la maggior parte mal conservata. A Monterosi si vedono molti ruderi vulcanici. Si sono trovate escavando delle camere sotterranee e de’ monumenti di // antichità etrusche. Si vede a dritta della strada una continuazione di colline di tufo vulcanico. Questo viaggio è più interessante per un naturalista e un antiquario che pel viaggiatore. Un miglio al di là di Monterosi si bifurca la strada in due altre, una delle quali attraversa la Sabina, l’Umbria e conduce alla Marca d’Ancona; l’altra conduce in Toscana, e prima di entrare in questa bella regione passa pel Ducato di Castro e Ronciglione e quindi pel Patrimonio di San Pietro. Il Ducato di Castro e Ronciglione apparteneva un tempo a’ Farnesi. I papi lo cambiarono con quello di Piacenza, se mal non mi rammento, e fecero il più cattivo negozio che mai possa darsi, attesoché il Piacentino è un vero giardino e il Ronciglionese un vero deserto. Sulla montagna che domina Ronciglione vi è un piccolo villaggio col palazzo Caprarola, antica residenza de’ Farnesi. Rassembra il medesimo ad una cittadella, mentre è un pentagono regolare. Odoardo Farnese lo fece fabricare con disegno del celebre Vignola30, e l’interno è dipinto a fresco da Pietro Orbista31. Ronciglione è presso il laco di Vico, anticamente laco Cimino.

30

In realtà il palazzo di Caprarola venne fatto edificare dal cardinale Alessandro Farnese il Vecchio (dal 1534 papa Paolo III). Il progetto originario fu di Antonio da Sangallo il giovane e i lavori iniziarono nel 1530. Sospesi nel 1534, ripresero nel 1559 per volere del cardinale Alessandro Farnese il Giovane, nipote di Paolo III, e terminarono nel 1575, questa volta su progetto di Jacopo Barozzi detto il Vignola (Vignola 1507-Roma 1573), famoso anche per il trattato Regola delli cinque ordini d'architettura, che ebbe vastissima diffusione in Europa sino all’Ottocento. 31 Pietro Orbista è ricordato come pittore romano, attivo intorno al 1610, nella Enciclopedia metodica dell’abate Zani, I, XIV, p. 155.

775

9v

G2

10r

Quest’istessa montagna, che è una ramificazione dell’Appennino, è tutta vulcanica. È ella coverta di querce e di castagni. Si gode su di essa di un immenso orizzonte, attesoché si scovre e quasi tutta la campagna di Roma all’oriente e tutto il Patrimonio di San Pietro all’occidente. Ma una tale veduta non è né gaia né dilettevole. L’occhio del viaggiatore si stanca di allungarsi su di un paese tutto squallido e nudo, su di un paese ove non si vede né verdura, né abitazioni, ove non vi sono né coltivazioni né abitanti. Viterbo è situata alle falde occidentali di un tal monte, come Ronciglione lo è all’orientali. Anch’essa è una città di poca considerazione, sebben vi sia qualche fabrica piuttosto buona. Contiene circa 10 mila abitanti ma ne potrebbe contenere quattro volte tanto. La piazza è regolare e decorata di portici; il palazzo municipale è stato dipinto da Baldassarre Croce32. La // cattedrale è gotica e mediocre. Vi si fa vedere ancora la chiesa di Santa Rosa protettrice della città. Sortendo da Viterbo a sinistra vi è un lago le di cui acque olezzano fortemente e disgustosamente del sulfureo. Seguendo sempre il cam[m]ino verso la Toscana si trova Montefiascone, piccola città sulla montagna di tal nome. È ella rinomata pe’ suoi vini famosi. Da Montefiascone a Bolsena si viaggia sempre attraverso un bosco folto e bruno fino al così detto lago di Bolsena, che ha circa 30 miglia di perimetro e due isole abitate. Bolsena è un avanzo dell’antica Volsinium, città etrusca capitale de’ Volsci; attualmente è un miserabile villaggio; la deiettitudine e l’infingardaggine degli abitanti è tale che le donne apprendono a’ loro figli l’arte di chieder l’elemosina; voi vedete qualche fanciullo il quale non conoscendone ancora tutta la raffinatezza ve la chiede nel mentre mangia saporitamente un buon pezzo di pane che ha in mano. Dirimpetto al lago merita attenzione una collina, di cui fa menzione il padre Kirker nella sua fisica33, che è coperta di colonne a prismi regolari di basalto, le quali per la maggior parte hanno una posizione obliqua ed una lunghezza considerabile fuori della terra ove sono conficcate; esse sono generalmente di figura a sei facce e l’estremità sono degli esagoni perfettamente piani.

32

Baldassarre Croce (Bologna 1558-Roma 1628). Pittore manierista, lavorò attivamente a Roma a partire dal 1575 circa. 33 Athanasius Kircher (Geisa 1602-Roma 1680). Gesuita tedesco, spaziò nei più diversi campi dell’erudizione, dalla fisica all’egittologia, dall’alchimia alla letteratura.

776

G2 A poche miglia distante da Bolsena si veggono le rovine di San Lorenzo Vecchio, paese abbandonato per l’aria insalubre e pestifera del luogo ove giaceva. Pio Sesto raccolse gli abitanti ed edificò San Lorenzo Nuovo, bellissimo villaggio sito su di una vaga collina34. Si passa quindi Acquapendente, Pontecentino, si monta l’interminabile ed erta ascesa di Radicofani e si perviene a San Quirico. Io scorro con impazienza, e per lampo accenno questi paesi, attesoché non offrono nulla né d’interessante né di pittoresco; il viaggiatore sente aprirsi il cuore all’allegria ed al bell’umore allorché a San Quirico entra tutt’insieme nella bella Toscana. Tutto il territorio della campagna di Roma, del Ducato di Castro e Ronciglione e del Patrimonio di San Pietro è un perfetto deserto, sito // fra due perfetti giardini, fra la Terra di Lavoro al sud-est, e la Toscana al nord-ovest. Suolo squallido ed inculto, nullaa agricoltura, meschina popolazione, abitanti deietti, neghittosi e pallidi, ecco quel che tutto insieme si rinviene e si osserva fra l’amena pianura della Campania e i vaghi colli dell’Etruria, fra la numerosa e robusta popolazione di quella, e la numerosa e civilizzata popolazione della seconda. A San Quirico si entra dunque nell’Attica dell’Italia, la quale si mostrab più vaga e sorprendente al viaggiatore che venendo da’ Stati Romani lascia dietro di sé la vera Beozia. L’occhio non osserva che una moltitudine di colline tutte amene, tutte coltivate, tutte popolate; da un suolo nudo e raso voi passate tutt’insieme ad un suolo che vi offre l’agricoltura più ricercata e raffinata; alla deiettitudine ed al pallore degli abitanti del Patrimonio succedono le grazie, l’affabilità ed il brio del popolo toscano. A’ tugurii e malsani neri abituri de’ Romagnoli succedono le belle e monde abitazioni de’Toscani; non più si sente il dialetto colle disgustose lunghe desinenze romane, e ne succede un altro più puro, più dolce, più grazioso. Con tutta quella coltura che può avere la massa generale di unc popolo, il Toscano accoppia poi la purità del costume e la semplicità del cuore. È difficile il sentire successo sulle pubbliche strade non già un misfatto, un assassinio, ma finanche un semplice delitto, un ladrocinio. I Toscani tremano al solo racconto di un eccesso e per la paura chiudono l’uscio della loro casa, cotanto è l’orrore

a

Segue popola depennato. si mostra nel sopralinea su si osse depennato. c Nel sopralinea su parola depennata. b

34

Il paese fu costruito tra il 1775 e il 1779 su progetto dell’architetto Francesco Navona (Roma ca. 1730-? 1804).

777

10v

G2

11r

che hanno per tutto ciò che è contrario al rispetto delle leggi, alla religione ed alla buona morale. In questa cara e vaga regione si ridestarono dal sonno della barbarie le sacre muse e le arti. Qui rinacquero l’uomo e la società; qui riscintillarono le prime faville della libertà spenta da’ barbari del Nord, e qui le tante repubbliche italiane del Medio Evo furono le ultime a perire. Popolo e regione, degni di una miglior sorte, degni di esser sempre sotto il paterno e benefico governo de’ Medici, de’ Leopoldi, io vi saluto con // un santo entusiasmo. Se io non avessi una patria, se la natura con que’ legami che giamai si sciolgono non mi attaccasse allo speco della Cavatella ed a’ colli della Valcanara ove io ricevei l’esistenza35, io non esiterei sulla scelta del mio domicilio e vorrei posare la mia spoglia in questa sacra terra di virtù. Da San Quirico dunque, viaggiando sempre in mezzo a tante ville e perpetui giardini, voi attraversate i vaghi villaggi di Poderina, Torrenieria, Buon Convento, Monteronib, e dopo più di quaranta miglia voi vedete Siena elevata su di un poggio tufaceo circondato da altre grandiose colline. Questo poggio addita patentemente essere stato un tempo il cratere di un vulcano; in effetti Siena è stata molte volte danneggiata da’ tremuoti, funesto retaggio de’ luoghi che hanno origine derivative dal fuoco. Il suolo della città è leggiermente dissuguale. La piazza ha la figura di un guscio di conchiglia, adornata da una bella fontana, dal Palazzo Publico, e da altri palazzi particolari. Il duomo, che è di architettura gotica, è tutto incrustato di marmo sì al di dentro che al di fuori; il suo pavimento è istoriato parte a mosaico e parte intagliato dall’artista Beccafumi36. La navata di mezzo è ornata da’ busti di molti pontefici. La torre detta volgarmente del Mangia è altissima e svelta, e fu inalzata nel 1300 da due architetti senesi nominati Agnolo ed Agostino, che finirono anche il duomo37. Siena ha una libreria38, un

c d

Nel testo Torrinieri. Nel testo Montaroni.

35

La Cavatella è un dirupo su cui poggia il paese di Civitacampomarano e la Valcanala è una sua contrada. 36 Domenico Beccafumi (Montaperti 1486-Siena 1551), pittore manierista. 37 Anche queste notizie vengono da Vallardi, Itinerario italiano. In realtà la torre venne costruita tra il 1338 e il 1348 dai fratelli Muccio e Francesco di Rinaldo. Agostino di Giovanni (attivo tra il 1310 e 1347) lavorò al coronamento. I fratelli Domenico e Giovanni di Agostino e Agnolo di Ventura lavorarono al Duomo nuovo, iniziato nel 1339 e mai compiuto. 38 Per biblioteca.

778

G2 museo, un teatro fatto dal Bibiena39, un collegio chiamato de’ Tolomei che è a mio credere il miglior luogo dell’Italia per l’educazione, un’università, diverse accademie letterarie ed una di fisica ed istoria naturale denominata de’ Fisiocritici e cognita per gli atti da essa publicati. Nel territorio sienese infine vi sono molte sorgenti di acque termali. I Sienesi sono vivaci e spirituali, allegri e franchi; essi parlano il più puro e grazioso dialetto della Toscana, senza curare l’aspirazione fiorentina. Le donne sono generalmente belle ed hanno dello spirito e dell’amabilità. Proseguendo il viaggio da Siena a Firenze l’amenità e l’agricoltura delle campagne vanno sempre crescendo, e lungo una strada fiancheggiata sempre da ville e da giardini si trovano i vaghi // e popolati borghi di Castiglioncello, di Poggibonsi, di Tavernelle e San Casciano. Fra Castiglioncello e Poggibonsi si lascia a dritta il Chianti, vasto territorio di colline a monticuli adorne di vigne, e rinomate pe’ vini famosi. Fra Poggibonsi e Tavernelle si trova a sinistra la strada rotabile che va a Pisa; quindi voi siete a San Casciano, paese situato su di una fertile e ben coltivata collina; di là passate al colle così detto degli Scopeti, dall’alto del quale voi scoprite la bella valle di Firenze, il vago e maestoso corso dell’Arno, alla dritta il Santuario della Vergine dell’Impruneta sopra un alto poggio, e nel fondo dopo le colline di Barberino, di Lucca e di Pistoia l’azzurra catena dell’Appennino. Vi sono a mio credere pochi luoghi i quali offrono un punto di vista più variata e più dilettevole di quello degli Scopeti. Voi avete sotto il vostro occhio un’amenissima valle circondata da più amene colline, con una continuata ramificazione di abitazioni e di villaggi intorno intorno, lungo le tante strade che a guisa di raggi partono da Firenze, che è nel centro, e vanno a Bologna, a Prato, al Santuario, a Siena, ad Arezzo, a Colle40, a Pisa, a Lucca, a Pescia, eccetera. Oltre di tutto ciò vi è una moltitudine di case di campagna, di ville, di conventi, di chiese, nelle possessioni fra le strade sudette; tutta la valle può chiamarsi una continuazione della stessa città: il divino Ariosto espresse questo pittoresco punto di vista co’ seguenti versi: A veder pien di tante ville i colli Par che il terren ve le germogli, come

39

Ferdinando Maria Galli detto Bibbiena o Bibiena (Bologna 1657-Ivi 1743). Architetto, scenografo e trattatista, per molti anni al servizio dei Farnese di Parma. Lavorò anche a Barcellona (1708) e Vienna (1717). 40 Colle Val d’Elsa.

779

11v

G2 Vermene germogliar suole, e rampolli. Se dentro a un mur, sotto un medesmo nome Fusser raccolti i tuoi palagi sparsi, Non ti sarian da pareggiar due Rome 41.

12r

Firenze siede dunque nel centro di questa deliziosa valle; l’Arno la divide in due parti, sul quale vi sono quattro grandi ponti di fabrica. La popolazione della città è di 70mila abitanti. Tutte le strade sono lastricate di gran pezzi di pietra forte; vi sono molte belle piazze ornate di fontane e di statue equestri. Le strade sono belle e fiancheggiate tutte da magnifici palazzi. Il buon gusto della loro architettura deve la sua origine a Michelangelo ed alla sua scuola; se non si rinviene ne’ medesimi quella // sveltezza ed eleganza dell’architettura greca sì felicemente imitata dal Palladio, ciò è perché il genio di Michelangelo si dové adattare alle circostanze de’ cittadini pe’ quali fabricavaa; le frequenti rivoluzioni esigevano che si combinasse il bello col sicuro negli edifizii, quindi bisognò unire la nobile ed imponente decorazione colla solidità e forza delle fabriche. Le fortificazioni di Firenze consistono in una grande muraglia bene conservata, difesa di tratto in tratto da torri quadrate, e in due castelli, uno al ponente della città, l’altro a levante, in un’eminenza sopra il giardino di Boboli. Firenze ha molte chiese. La più grande è la metropolitana, eretta con disegno di Arnolfo Lapo nel 120042. È tutta incrustata di marmo al di fuori, meno che nella facciata. A fianco vi è il campanile in forma di torre quadrata, di un disegno ardito e svelto, alto 280 piedi, anche incrustato di marmo, e fu eretto dal Giotto. Dirimpetto vi è il tempietto ottangolare di San Giovanni Battista, ed è il battistero della città. È anche vestito di marmo, e la volta interna è sostenuta da sedici colonne di granito. Vi sono eccellenti statue ed eccellenti bassi rilievi. Vi sono ancora le chiese di Santa Croce e di San Marco, di Santo Spirito, di San Lorenzo, la di cui sacristia è disegno di Michelangelo, ed ove vi è la cappella reale de’ principi, dietro al coro, incrustata di diaspri, agate, calcedonii e lapislazzuli, con molti sepolcri maestosi ornati di statue di bronzo. Nella parte superiore del chiostro di questa chiesa

a

Segue no depennato.

41 42

Ariosto, Rime, XVI, 19-24. Cioè nel Duecento, o XIII secolo: Santa Maria del Fiore, chiesa metropolitana, fu iniziata nel 1296 da Arnolfo di Lapo, noto anche come Arnolfo di Cambio (Colle Val d’Elsa ca. 1240-Firenze ca. 1302).

780

G2 vi è la famosa Libreria Medicea; deve ancora vedersi dal viaggiatore la chiesa de’ Domenicani, così bella che Michelangelo la chiamava la sua sposa; la chiesa del Carmine ha la cupola dipinta dal nostro Luca Giordano43; la chiesa d’Ognissanti, quella di San Gaetano e tante altre. Il Palazzo Pitti è il più grande e bello di Firenze. Ha due facciate diversamente architettate, una dalla parte della piazza, l’altra da quella di Boboli. Fu esso eretto con disegno del Brunelleschi. Il contiguo giardino Boboli aumenta la magnificenza e il colpo d’occhio di questa bella fabrica. Vi è poi l’altro palazzo ducale, detto Palazzo Vecchio, architettato da Arnolfo Lapo. L’ingresso al medesimo // è adornato dalle statue di Davide vincitor di Goliat, di Michelangelo44, e dell’Ercole e Caco di Bandinelli45. In una delle sue sale interne vi è un’altra statua di Michelangelo rappresentante la Vittoria. Sotto la Loggia così detta de’ Lanzi vi sono molte statue di rinomati scultori, il Perseo di Benvenuto Cellini, il Ratto delle Sabine di Giovanni Bologna46 e la Giuditta di Donatello47. Nella piazza della Trinità vi è una colonna che sostiene la statua della Giustizia; all’imboccatura del Ponte Vecchio vi è il gruppo di Ercole e del Centauro Nesso di Giovanni Bologna. La piazza dell’Annunziata è ornata da portici ed ha nel mezzo la statua equestre di Ferdinando I48. Relativamente alle raccolte private di oggetti di belle arti, il viaggiatore deve visitare la galleria di quadri di Gerini49, e la galleria, il museo e la libreria Riccardi50. La più ricca collezione poi di quadri, statue, gemme, medaglie ed altri monumenti preziosi è nella così detta Galleria di Firenze. Prima che i ladroni francesi la spo-

43

Luca Giordano (Napoli 1634-Ivi 1705). Pittore, attivo soprattutto a Napoli, lavorò anche in Spagna (1692-1702). 44 L’originale del David venne trasferito nel 1872 nella Galleria dell’Accademia di Firenze, dove si trova tuttora. 45 Baccio Bandinelli, pseudonimo di Bartollomeo Brandini (Firenze 1488-Ivi 1560). Scultore, imitatore e rivale di Michelangelo. 46 Jean de Boulogne (Douai 1529-Firenze 1608), in italiano Giambologna, in spagnolo Juan de Bolonia. Scultore fiammingo attivo in Italia, specialmente a Firenze. 47 Donato di Niccolò di Betto Bardi, detto Donatello (Firenze 1386-Ivi 1466), grande scultore e orafo. 48 Opera del Giambologna, terminata nel 1608 dal suo allievo Pietro Tacca. 49 La ricca galleria conservata nel palazzo della famiglia Gerini, nell’antica via dei Cocomeri (oggi via Ricasoli), andò dispersa nel 1825. 50 Si tratta dei tesori artistici e librari della famiglia Riccardi, conservati all’epoca nel palazzo Medici Riccardi. Anche qui, ma anche altrove, libreria vale biblioteca.

781

12v

G2

13r

gliassero ella conteneva i primi capi d’opera greci ed italiani; attualmente non contiene che i soli oggetti di secondo ordine, ma vi si vedono non ostante delle belle cose. Il nostro Luca Giordano ne dipinse la volta, e siccome per la sua testa irrequieta intraprendeva i lavori e li lasciava poi imperfetti, vi fu rinchiuso per ordine della città, coll’incarico a’ custodi di non lasciarlo sortire se non dopo compiuta l’opera. Giordano la compì in cinque giorni e domandò di sortire; il governo credé che fosse un pretesto e che era impossibile che in così breve tempo fosse finita una dipintura per l’esecuzione della quale gli altri pittori avevan domandato due mesi di lavoro. Intanto vi spedì una deputazione di uomini conoscitori per verificare l’assertiva del pittore ed a loro sommo stupore trovarono che era vera. Sull’istesso aneddoto si racconta che Luca faceva da muratore, attesoché il fabro che facea l’intonaco per il fresco era sorpassato in velocità dal pittore che vi dipingeva, e che questi impaziente lo aiutava ad intonacare e quindi tornava a maneggiare i colori. Il viaggiatore deve visitare a Firenze ancora il Museo di Storia Naturale ossia Gabinetto Fisico. Vi si trova // riunito tutto ciò che appartiene a’ tre regni della natura. Vi sono tutte le preparazioni anatomiche in cera fatte da valenti artisti sotto la direzione del professore Fontana51. Vi sono eccellenti machine ed ottimi istrumenti di fisica e d’astronomia. Vi sono tre librerie dette Medico Laurenziana52, Marucelliana e Magliabechiana. Nelle sale di quest’ultima si aduna l’Accademia Fiorentina eretta da Leopoldo, che riunì le antiche accademie della Crusca e degli Apatisti53. Vi è poi l’Accademia de’ Georgofili, diretta a’ progressi dell’agricoltura. Vi sono in ultimo tre luoghi per gl’istituti di carità: lo spedale di Santa Maria Nuova per gl’infermi, quello di San Bonifazio pe’dementi, quello degl’Innocenti per gli esposti.

8 DICEMBRE Sono stato in questa mattina a Santa Croce. In questa vasta chiesa vi sono i sepolcri di molti uomini grandi: di Galileo, di Michelangelo,

51

Felice Fontana (Pomarolo 1730-Firenze 1805) fu il primo direttore del Museo di Fisica e Storia Naturale, fondato dal granduca Pietro Leopoldo nel 1775. 52 Si tratta della biblioteca Medicea Laurenziana, sita nei locali progettati da Michelangelo, che diresse personalmente i lavori di costruzione dal 1524 al 1534. 53 L’Accademia degli Apatisti, fondata nel 1635 da Agostino Coltellini, nel 1783 venne dal granduca Pietro Leopoldo riunita con l’Accademia della Crusca e l’Accademia Fiorentina nell’Accademia Fiorentina Seconda.

782

G2 di Macchiavelli, di Alfieri, del naturalista Micheli54 e dell’aretino Leonardo Bruni55. Nel coro e nella sacristia si vede la pittura rinascente nelle opere a fresco di Cimabue, di Margheritone56 e di Giotto. Io mi sono messo a contemplare le tombe de’ citati uomini illustri. Quella di Michelangelo, che è la prima che voi rinvenite a dritta, consiste in un’urna sostenuta da un piedistallo e da una base. Sull’urna vi è il busto del grande artista, ed attorno vi sono tre statue nell’attitudine del dolore, rappresentanti la pittura, la scultura e l’architettura che deplorano la di lui perdita. Io vi avrei aggiunta anche quella della poesia, attesoché Michelangelo era ancora poeta e buon poeta. A mio credere la lapide contiene una debole iscrizione latina; io non altro vi avrei scolpito che quel verso dell’Ariosto A Michel più che mortal, Angel divino. In quella del Galileo sull’urna vi è anche il busto del grand’uomo colla testa mezza rivolta al cielo e nell’attitudine di un volto assorto nelle contemplazioni celesti o matematiche; a fianco del busto vi sono: un cannocchiale, un pendolo allungato sull’urna, una sfera, Giove colle stelle Medicee ed altri emblemi delle scienze fisico-astronomiche. // Il sepolcro di Macchiavelli è il più semplice. Quelli di Bruni e di Micheli sono delle semplici lapidi incassate nel muro della chiesa. La tomba di Alfieri è di Canova. Consiste in un’urna soprapposta ad un piedistallo ovale. All’urna è appoggiata una donna che piange, rappresentante l’Italia che deplora la perdita del Sofocle italiano. La statua è dignitosamente vestita alla matrona, sulla quale circostanza i Fiorentini, allorché Canova venne ad erigere il tumulo, presero occasione di fare a’ Francesi la seguente satira: Canova l’ha sbagliata, Fe’ l’Italia vestita, ed è spogliata. Su di questo sepolcro però i conoscitori hanno avuto motivo di

54

Pier Antonio Micheli (Firenze 1679-Ivi 1737), professore all’Università di Pisa e botanico di grande fama. 55 Leonardo Bruni (Arezzo 1370-Firenze 1444). Filosofo, scrittore e umanista. 56 Margarito o Margaritone di Arezzo, pittore attivo nella seconda metà del XIII secolo.

783

13v

G2 esercitare una giusta critica. La testa della statua rappresentante l’Italia è perfettamente simile alla testa della Niobe greca. Lo scultore dunque ha obliato di essere l’esimio Canova, e nell’imitare un modello mentre poteva crearne un altro, e nel confondere il genere del dolore nel volto, attesoché quello dell’Italia era di una natura differentissima di quello della Niobe. In questo monumento non vi è stata scolpita la lapide che Alfieri aveva fatta a se stesso: Quiescit tandem Victorius Alferius Musarum ardentissimus cultor, eccetera eccetera, ma una semplicissima che è la seguente: Victorio Alferio Astensi Aloysia Stolberg Albanye Comitissa

14r

attesoché è stato elevato a spese della contessa d’Albany, amica di Alfieri e celebrata dal medesimo più nella sua vita che nelle sue poesie. Io ho salutato con un religioso rispetto le ceneri di questi illustri trapassati: le loro ombre non resteranno giamai senza omaggio attesoché la loro memoria ed il loro nome vivranno nella posterità pe’ benefizii ch’essi hanno fatto alle scienze, alle arti ed all’umanità; laddove io ed un’infinità d’altri come me passeremo come un fiore e nulla lasceremo dietro di noi da raccomandarci alla reminiscenzaa degli uomini a venire. // Firenze ha buone tipografie e varie calcografie, dalle quali si hanno delle stampe colorate all’uso d’Inghilterra; ha una buona getteria di caratteri, de{gl}i buoni studii di scultori, e delle fabriche di vasi ed ornamenti imitati dall’antico e bene eseguiti co’ marmi ed alabastri che si scavano nella parte meridionale della Toscana. Lo studio Pisani è il migliore e più abbondante di tali lavori e ne fa commercio co’ paesi più lontani. Vi sono ancora delle fabriche di seta e di panni, vi sono delle buone tintorie, si fabricano delle carozze di ottimo gusto; si lavora eccellentemente al torno, e vi sono degli ottimi fabbricatori di piano forte, di macchine e di strumenti fisici e matematici. Il commercio vi è piuttosto attivo ed il popolo toscano è laborioso ed industrioso.

a

alla reminiscenza nel sopralinea.

784

G2 In generale il Toscano è il popolo dell’Italia che ha costumi più puria, è il più religioso senza superstizione, è il più sobrio, è il più polito. I grandi sono affabili senza alterigia, ed il volgo è rispettoso per natura. Tutti amano la facezie e l’innocente motteggio. Le donne non sono molto belle ma molto amabili per le loro grazie ed ingenuità. Generalmente sono tutti gaii ed allegri. Io non ho rimarcato altro difetto ne’ Toscani che la loro estrema curiosità. Attorniano un forestiere e lo importunano con mille domande inutili e minute; a bella prima il forestiere li suppone spie ma si avvede ben presto che la loro curiosità non ha alcun fine cattivo. La Toscana sembra esser stata formata dalla natura per fare uno stato a parte dal resto dell’Italia, mentre è dalla altre regioni di questa separata dall’Appennino; in tutte l’epoche in effetti ha formato uno stato particolare e sempre florido. L’Etruria era la prima potenza e la nazione più culta della penisola innanzi l’epoca de’ Romani. Soggiogata da questi, conservò però su di essi quella superiorità che la coltura dà ad un popolo su di un altro, mentre sappiamo che i patrizii romani v’inviavano i loro figli ad educarsi. Nell’epoche disastrose del Medio Evo la Toscana fu rispettata da’ barbari. Si hanno le memorie di un Bonifazio duca della medesima a’ tempi di Carlo Magno57, di un Adalberto e di un Guido marchesi58, che disputarono il trono d’Italia allorché Carlo il Grosso fu deposto. La Corte toscana passava per // la più brillante e la più sontuosa fra’ quelle de’ grandi feudatarii di Benevento, di Spoleto, del Friuli e d’Ivrea, che erano i principali dominii ne’ quali era divisa l’Italia. Fu florida e felice fino all’undecimo secolo, nel principio del quale la contessa Matilde, ultima erede de’ Bonifazii, sedotta da Gregorio VII fece il gran fallo di lasciar per testamento tutti i di lei beni alla Santa Sede. Questa donazione impolitica fu la fatale sorgente delle discordie civili fra’ guelfi e ghibellini, che desolarono per più di due secoli questa bella regione. Intanto nella corte di Matilde si coltivavano le scienze e le belle arti. Noi abbiamo un poema scritto da un tal Donizo, contemporaneo della Principessa e suo cappellano, il quale, tutto che scritto in un bar-

a

Segue che depennato.

57 58

Bonifacio I il Bavaro, capostipite della dinastia, resse il ducato nel periodo 812-823. Adalberto II di Toscana (marchese 890-917); Guido di Toscana (marchese 917-929).

785

14v

G2 baro latino, annunzia però che la poesia si coltivava. Io ne trascriverò un pezzo, che ho preso da Sismondi nell’Istoria delle Repubbliche Italiane del Medio Evo59. Il poeta descrive Enrico IV imperatore d’Allemagna che chiede perdono all’implacabile Gregorio VII dopo esser restato digiuno e scalzo tre giorni fuori del recinto del castello di Canossa nel Reggiano: frigus Per nimium magnum Janus dabat hoc [et] in anno; Ante dies septem quam finem Janus haberet Ante suam faciem concessit papa venire Regem, cum plantis nudis a frigore captis. In cruce se jactans, [papae] saepissime clamans: «Parce [o] beate Pater, [o] pie, parce mi[c]hi peto plane!»60 Alle guerre civili in Toscana malgrado la totale estinzione della libertà e delle repubbliche colla presa di Firenze dalle armi del Papa e dell’Imperatore, successero i secoli gloriosi e felici de’ Medici. Le scienze e le lettere, le quali cambiano albergo ma non abbandonano mai la terra, spente e discacciate dalla Grecia da Maometto II61, ricomparvero sull’etrusco suolo e con maggior lume e dignità. Poeti, oratori, matematici, fisici celebri, e scultori, architetti e pittori insigni, sursero su’ suoli insanguinati di Montaperto62, di Firenze e di Pisa. Il secolo di Cosimo e di

59

Donizone, monaco benedettino, compose tra il 1111 e il 1115 il poema epico-storico De Principibus Canusinis noto come Vita Mathildis, fonte preziosa per la storia della dinastia canossana malgrado il tono encomiastico; il latino che non piace a Pepe è, ovviamente, una lingua diversa da quella di Cicerone, ma non per questo priva di dignità. JeanCharles-Léonard Simonde de Sismondi (Ginevra 1773-Ivi 1842), storico, economista e critico letterario, è noto soprattutto per l’Histoire des Républiques Italiennes du Moyen Age, 16 voll., publicata tra il 1807 e il 1818 presso tre editori diversi a Zurigo e Parigi; la citazione riportata da Pepe si trova nel tomo I dell’edizione italiana (1817), p. 206. 60 «In quell’anno gennaio aveva portato un freddo pungente ed intenso. Sette giorni avanti la fine di gennaio il papa concesse che venisse al suo cospetto il sovrano, nudi i piedi, gelati dal freddo. A terra prostrato in forma di croce dinnanzi al papa, il re supplicò: ‘perdonami, o padre beato; o pio, perdonami, te ne scongiuro!’»: Donizone. Vita di Matilde, pp. 130-133. 61 Maometto II detto il Conquistatore (Edirne 1432-Scutari 1481). Settimo sultano dell’Impero ottomano, conquistò Costantinopoli nel 1453, ponendo fine all’Impero Romano d’Oriente. 62 È la battaglia di Montaperti (4 settembre 1260) fra Siena e Firenze, conclusasi con la vittoria dei Senesi. Le perdite dei Fiorentini furono di 10.000 morti e 15.000 prigionieri.

786

G2 Leonardo è stato con tutta la ragione comparato a quelli di Pericle e di Augusto. Estinti i Medici in Giovangastone ultimo di // questa gloriosa famiglia63, la Toscana passò al ramo cadetto dell’Allemagna64, malgrado le pretese della Spagna. Fu anche felice e florida sotto un tal dominio, sotto del quale ha goduto il glorioso e benefico governo di Leopoldo il di cui nome è ancora oggidì caro e venerato da’ Toscani65.

NOTIZIE POLITICHE E MILITARI L’occupazione di Comacchio, di Ravenna e di Ferrara dagli Austriaci vociferata a Roma è vera. Ferrara però è stata ripresa dal general Pino. A Ravenna vi è un corpo di Tedeschi e di Inglesi comandati dal general maggiore Nugent66. Lo spirito pubblico di tutta la Toscana è contro i Francesi ed in favore delle armi napoletane. Una moltitudine di persone di merito e di considerazione è venuta a smascherarsi col Generale ed esternare il loro vivo desiderio di veder scuotere il giogo francese e riunire al Regno tutti i paesi fino al Po ed all’Appennino. L’armata è qui aspettata con impazienza, e noi che siamo i di lei precursori veniamo importunati da continue domande e premure. La Granduchessa fece la più lusinghiera accoglienza al Generale ed ostentando la massima buona fede sulla marcia di tutta l’armata cercò di leggergli quasi nel volto se le intenzioni del Re erano contro o a favore della causa francese. Non essendovi forse riuscita, gli lanciò addosso il suo consigliere Lucchesini67, che era ministro di Prussia e che

63

Giovanni Gastone (Gian Gastone o Giangastone) de’ Medici (Firenze 1671-Ivi 1737), ultimo granduca di Toscana (1723-1737) della dinastia medicea. 64 Francesco Stefano di Lorena (Nancy 1708-Innsbruck 1765), imperatore col nome di Francesco I e granduca di Toscana (1737-1765) col nome di Francesco Stefano o Francesco II. 65 Leopoldo II d’Asburgo-Lorena (Vienna 1747-Ivi 1792), granduca di Toscana col nome di Pietro Leopoldo I, 1765-1790), imperatore e re d’Italia (1790-1792). 66 Laval Nugent conte di Westmeath (Ballynacorr 1777-Carlstadt 1862). Generale austriaco di origine irlandese, partecipò alla campagna contro Murat e fu capitano generale (1817-1820) per Ferdinando I di Borbone di Napoli. Nel 1848 coadiuvò il generale Radetzky nella campagna contro il Piemonte. 67 Girolamo Lucchesini (Lucca 1751-Firenze 1825). Diplomatico italiano al servizio della Prussia; licenziato da Federico Guglielmo III, tornò in Toscana e si pose al servizio di Maria Anna Bonaparte, detta Elisa (Ajaccio 1777-Trieste 1820), sorella di Napoleone, moglie del capitano còrso Felice Baciocchi; Napoleone creò per lei il principato di Lucca e Piombino (1805) e la fece poi granduchessa di Toscana (1809).

787

15r

G2

15v

è da poco tempo ritornato in Toscana. Costui con tutti i raffinamenti delle conversazioni politiche tentò a strappargli qualche menomo lampo; arrivò perfino a fingersi inimico di Napoleone, di Elisa e del governo francese in Italia, affettò un vivo desiderio di veder l’Italia riunita da Gioacchino, usò infine tutti i mezzi per carpirgli qualche lume: ma fu tutto inutile. Il Generale tenne fermo, e al suo detto istesso, nel congedarsi dopo il pranzo fu freddamente salutato dalla Principessa, forse perché era rimasta delusa nelle sue brame. Intanto in Francia sono state decretate le leve in massa co’ nomi di coorti e battaglioni nazionali. È stata // anche proclamata la patria in pericolo. Corre voce che sia stato già passato il Reno dagli Alleati. È stata benanche ordinata una coscrizione di 300mila uomini. Si è stabilito un giorno per l’apertura del Corpo legislativo, e si attende con impazienza il dettaglio della sua prima seduta e il discorso che vi pronuncierà Napoleone. La Svizzera ha proclamata la sua neutralità, ma parea che gli Alleati non siano troppo disposti a rispettarla, attesoché marciano numerosi corpi di esercito alla di lei volta e sembra che si voglia penetrare in Francia da quella parte. Suvvarow tentò la stessa cosa nel 1800 e nel 1799 e fallì68. Si fallirà questa volta ancora? Lo ignoro, e lo ignorano tutti. Bisognerà vedere qual parte vi prenderanno i Svizzeri. Il Viceré è ancora colla sua armata dietro l’Adige. Vi è qui la notizia che Hiller sarà richiamato e che Bellegarde prenderà il comando dell’armata tedesca in Italia69. Gli Inglesi ed i Spagnoli sono a Pau, patria di Enrico IV. Si vocifera oggi che la Savoia ed il Genovesato siano insorti. Il duca di Monteleone che è qui ci ha detto aver ricevuto lettere dalla sua moglie da Parigi, le quali annunziano che colà si tiene per sicura la pace70. Davoust col suo corpo d’armata regge ancora ad

a

Nel sopralinea.

68

Aleksandr Vasilevi Suvorov (Mosca 1729-San Pietroburgo 1800), generale, conquistò Varsavia e Praga (1794); Caterina II lo nominò feldmaresciallo e lo collocò a riposo; richiamato in servizio contro i francesi, riportò diverse vittorie, ma fu sconfitto a Zurigo (1799) dal generale André Masséna (Nizza 1758-Parigi 1817), maresciallo di Francia, duca di Rivoli, principe di Essling, comandante dell’armata d’Italia (1799, 1805), grande depredatore. 69 Heinrich Joseph Johannes Bellegarde (Dresda 1755-Vienna 1845). Militare austriaco, feldmaresciallo (1806), partecipò a tutte la guerre napoleoniche. Governatore di Milano e delle Venezie, fu il vero creatore del regno Lombardo-Veneto. 70 Diego Pignatelli del Vaglio, duca di Monteleone .

788

G2 Amburgo71. La Danimarca è tuttora alleata della Francia malgrado le minacce delle potenze coalizzate. L’imperatore d’Austria, quello di Russia, il re di Prussia e tutto lo sciame de’ principi e principotti alemanni si sono riuniti a Francfort.

DOMANI PARTIREMO PER BOLOGNA. // 9 DICEMBRE

Bologna, 10 dicembre alle 10 della sera. Siamo giunti in questo momento. Domani partiremo per Ferrara, dovendo il Generale abboccarsi col general Pino e dargli una lettera del Re relativa alla riunione italiana. L’aiutante generale Paolucci è venuto a trovare il Generale e si è col medesimo aperto circa le idee di riunione dell’Italia, e di scuotere il giogo francese72. Il medesimo sta qui organizzando cinque battaglioni di volontarii, ed ha dato la sua parola che se il Re inalzerà lo stendardo della riunione italica egli sarà il primo a mettersi alla testa de’ medesimi ed a rivoltarsi contro il Viceré. Ci ha anche assicurato che se si darà il primo passo tutta l’armata italiana abbandonerà la causa del Viceré istesso e di Napoleone.

BOLOGNA 13 DICEMBRE Ieri sera ritornammo da Ferrara. Tutto è stato colà disposto fra Pino e Pignatelli. Pino si è impegnato a passare al servizio del Re di Napoli appena questi proclamerà l’indipendenza e la riunione dell’Italia. Si è egli anche compromesso che il generale Palombini e il generale Zucchi che comandano due altre divisioni italiane seguiranno il di lui esempio. Paolucci con i cinque battaglioni di volontarii è tutto nostro. Lo spirito publico di Bologna, di Ferrara, di Modena e di tutta la Romagna è contro i Tedeschi ed in favore de’ Napoletani. Il generale Pignatelli ha scritto una lettera incalzantissima al Re relativamente a tutte queste buone disposizioni per la sua causa. Siccome sarebbe periglioso l’azzardarla per

71

Louis-Nicolas Davout o D’Avout (Annouz 1770-Parigi 1823). Generale, poi Maresciallo di Francia (1804), duca di Auerstadt (1808), principe di Eckmühl (1809), partecipò alla campagna di Russia, tenne Amburgo fino all’ordine di resa da parte di Luigi XVIII. 72 Amilcare Paolucci delle Roncole (Modena 1766-?? 1845). Dopo una carriera nella marina, venne nominato generale di brigata (1813) nell’esercito del Regno d’Italia. Alla Restaurazione gli Austriaci lo nominarono vice-ammiraglio.

789

16r

G2

16v

la posta, o per staffetta, così il Generale mi ha incaricato di recarla io stesso al Re, e di consegnarla nelle sue proprie mani. Io parto dunque domani per Roma ove si crede che Sua Maestà possa essere arrivata ieri l’altro. La divisione del generale Ambrosio è entrata in Ancona // fin dal giorno 7, a quel che si è qui saputo. Io sono sì entusiasmato di poter con questa commissione parlare al Re sugli affari dell’Italia, e dalla speranza di vederla riunita, che parlerei come Aiace: Rendici il lume o Giove, e poi se è tuo voler tutti ne spegni73 allorché il figlio di Saturno aveva mandate le tenebre ad ingombrar le schiere greche per favorir le troiane; ed io esclamerei: Riunisci Italia, oh Giove, E poi se è tuo voler tutti ne atterra.

BOLOGNA LI 22 DICEMBRE Io partii nella notte del 13 al 14 e dopo aver corsa la posta per settantadue ore continue arrivai tutto dissossato a Roma. Non essendo colà arrivato il Re né essendovi notizia sicura che potesse arrivare fra giorni, consegnai il piego al signor Zuccheri agente de’ beni farnesiani, il quale lo farà con sicurezza pervenire nelle mani di Sua Maestà, e mi rimisi in viaggio alla volta di questa città ove giunsi ieri sera. La Ia Divisione è partita da Roma. La sua prima brigata va per la strada delle Marche a riunirsi alla 2a Divisione che è uscita dalla parte degli Apruzzi. La 2a ha preso la volta di Toscana, ed io l’ho lasciata a Firenze. A Roma sono giunte le Guardie Regali, il gran parco, ed una porzione della riserva. Il giorno che io ne partii vi arrivava il 7° di Linea, regimento che io non avrei mai fatto sortire dal Regno, ed il quale, conforme è stato composto, non mancherà certamente di disonorare la nazione.

73

Al momento di questa nota Pepe si trova Bologna e potrebbe aver visto la traduzione poetica dell’Iliade, pubblicata da Vincenzo Monti a Brescia nel 1810 per i tipi di Bettoni. Qui però non sappiamo se Pepe parafrasi i versi montiani («Giove padre, deh togli a questo buio/ i figli degli Achei, spandi il sereno,/ rendi agli occhi il vedere, e poiché spenti/ ne vuoi, ci spegni nella luce almeno», XVII, 819-822, versi che corrispondono al testo greco XVII, 645-647), o citi un’altra traduzione in versi, peraltro non conosciuta.

790

G2 Intanto è incominciato il fermento ne’ Francesi che sono al nostro servizio. Forse Miollis li ha fatti entrare in sospetto sulle vere intenzioni del Re in questa guerra, che noi faremo non si ancora a chi. Molti han osato chiedere a’ generali di volere essere informati contro chi l’armata si doveva battere, aggiungendo che essi non si sarebbero mai battuti contro la Francia. Tanto meglio. Questa // è l’occasione per liberarci una volta per sempre di questi giannizzeri, ed il Re non potrebbe far cosa più grata a’ Napoletani tutti di quella di mandarli via quanti sono.

24 DICEMBRE Sono oggi arrivati circa mille soldati napoletani reduci dalla grande armata battuta a Vacliau74, a Lipsia, eccetera. Il duca di Laviano, maggiore del 2° Regimento di Cavalleggieri, è quello che li comanda75. Potranno essere circa duecento di cavalleria appartenenti al nominato regimento e il resto tutto infanteria e propriamente delle compagnie scelte del 5°, 6°, 7° di Linea, che sono a Danzica, e del 4° Leggiero che è stato distrutto più dal colonnello Chiarizia che dalla guerra. Al di loro racconto pare che i Francesi non sono in quell’apprensione ed entusiasmo che ci vogliono far credere i fogli. L’Imperatore ha proclamato la Francia in pericolo, ma questo appello a’ popoli non ha alcun effetto, al dir di essi. Sono state ordinate coorti, leve in massa, landwer76, ma nessuno corre alle armi. Ci han detto poi che l’entusiasmo in Germania è massimo, e che i Francesi vi erano odiati più di quel che lo sono in Italia; che i Prussiani sono i più accaniti, e deve essere così perché sono stati i più maltrattati da Napoleone. Ci hanno infine raccontate le battaglie di Vacliau, Lipsia, Hanau, e tutti i combattimenti avuti dall’armata nella sua ritirata fino al Reno, e ci han fatti raccapricciare di orrore. A’ loro dettagli risulta che l’armata è stata pressoché distrutta, ed i fogli ci volevan far creder che non si era perduta che qualche brigata. Questo avanzo de’ nostri guerrieri è giunto in tempo per colmare le inquietitudini nelle quali era il Generale per la sua persona e la sua corrispondenza col Re, attesoché è un pezzo che il Viceré, entrato forse in sospetto della sua dimora a Bologna, lo ha segretamente

74

Il 16 ottobre 1813 a Wachau, località a sud di Lipsia, si svolse la prima fase della battaglia, terminata il 19 con la sanguinosa disfatta francese. 75 Vincenzo d’Anna, duca di Laviano (Napoli 1770-Ivi 1844). 76 Landwehr, milizia territoriale.

791

17r

G2

17v

circuito di spie. Attualmente con questi mille uomini agguerriti da due anni di campagna non temiamo né insulto né sorpresa. Intanto i Tedeschi essendo stati rinforzati a Ravenna hanno occupato Forlì battendo e discacciandovi 1.000 Italiani // che lo difendevano, comandati dal colonnello Armandi77. Faenza si è rivoltata e vi sono state massacratea 13 persone delle migliori famiglie. Molti altri si sono qui ricoverati. La strada Emilia è stata dunque occupata e noi non abbiamo più comunicazione con Ancona e coll’armata. Il Generale ha scritto subito al general Filangieri a Firenze che marciasse colla sua brigata per difender Bologna nel caso i Tedeschi volessero occuparla. Si sono mandati 200 uomini a Imola, e si è data l’istruzione all’ufficiale che li comanda di dire agli Austriaci, in caso si presentassero, che quel paese è occupato da’ Napoletani co’ quali essi sono in trattative di alleanza. Questi avvenimenti fanno sollennizzare un cattivo Natale. Tutti gli abitanti di queste contrade sono in costernazione, e tutti dimandano quando giunge l’armata napoletana. Non avendosi notizia di questa, attesoché l’Emilia non è libera, lo spirito publico di questi paesi è tale che io non saprei descriverlo. Odiano i Francesi e vorrebbero esserne liberati; ma temono i Tedeschi nel mentre in parte li desiderano per l’odio de’ primi. D’altronde essendo ancora in dubio sul partito che prenderemo noi altri oscillano anche nel desiderio di quello ch’essi vorrebbero che da noi si prendesse. Generalmente tutti ci odierebbero se ci vedessero abbracciare la causa francese. La gente ben pensante desidere[re]bbe che noi inalzassimo lo stendardo della riunione ed indipendenza italiana. Il popolo fluttua fra l’odio de’ Francesi e il timore de’ Tedeschi. Intanto i preti manovrano pel Papa. I Faentini si sono dichiarati per gli Austriaci. Il fatto si è che il Re perde momenti preziosissimi, l’armata avrebbe dovuto da molto tempo avanzarsi ed occupare questi paesi ne’ quali vi sono sì buone disposizioni per noi qualunque ne siano le cagioni. Ma l’armata non comparisce, e l’interesse pe’ Napoletani si raffredda, come l’abbattimento generale degli animi cresce ogni giorno. Io ho preso motivo da questa attitudine morale degl’Italiani per fare un

a

Nel testo stati massacrati.

77

Pier Damiano Armandi (Faenza 1778-Aix-les-Bains 1855). Esule in Francia, poi a Roma, fu precettore dei figli di Luigi Bonaparte, ex re d’Olanda.

792

G2 componimento poetico, e che qui trascrivo qualunque ne possa essere il merito o demerito. // All’Italia 1. Te veggo oh Italia in duolo Costernata guatar l’orrido nembo, che dal nordico cielo a te sovraste; ed il gravido lembo d’orrendi mali e di germaniche aste, sta pronto a riversar sul tuo bel suolo, teatro memorando di peregrino ognor dominio e brando. 2. Che vale, o patria, il pianto Che da’ begli occhi tuoi amaro piove Per le perenni tue somme sventure? Avrai avverso Giove Ognor, né cesserai d’aver sciagure, se ratta tu non strappi il servil manto, che indossi con rossore dacché scudo a te festi altrui valore. 3. Speri che in tua dogliosa Vile sembianza tal, rendi men fiera l’alma e la possa del german tiranno e di sua ostile schiera, che a te ne vien con simulato inganno, ma di mali e di guai carca, e bramosa di vendicarsi appieno, e l’ire sue sbramare nel tuo seno? 4. Non pianto no, scudo altro Appor tu dei allo stranier torrente, che d’infestar tuoi campi ne minaccia. Quello di franca gente che ti difende sol perché ti allaccia, nocivo è scudo, e mal securo e scaltro; nemico è il difensore, egualmente fatal che l’aggressore. //

18r

793

G2 5. Scuola ti è prisca etade sì quella di tua gioia, che del pianto. Tu scettro palleggiavi allor che Roma col tuo braccio soltanto tenea la terra assoggettata e doma dal luogo ù sorge il sol a quello ù cade; scettro tenevi e serto poiché tanta opra tutto era tuo merto. 6. Ma ferrei ornami e nastri cinsero le tue man solcate e grame, appen che nel tuo seno apristi il varco al barbarico sciame, che (orribile a ridirsi) ingombro e carco di eccidi, di rovine e di disastri tuo bel suolo ridusse, e d’incendio feral t’arse e distrusse. 7. D’allor nel tuo servaggio di selvagge orde druda e serva insieme, ma ognor mordente il loro giogoa indegno sol mettesti tua speme nell’armi, nel valore, e nell’ingegno d’altro stranier più rio e più selvaggio, tal che spezzando un laccio porgevi da te stessa a un altro il braccio. 8. Così tuoi scissi panni in tirannici e sempre nuovi brani vedesti, ed alternar le tue catene Svevi, Franchi, e Germani, e tutti esacerbar tue piaghe e pene, e serva sempre varïar tiranni, e spalancar tue porte ad ogni vincitore ed al più forte. //

18v

a

Nel margine ds. o freno rinviato con una croce.

794

G2 9. Delusa di tua mente sebben tu fosti ognor di mutar legge, te veggo, Italia, ancora bramosa e vaga di cambiar chi ti regge, e di stranier novello ancor non paga, con ferro ostil scacciare ostile gente, ed aspettar salute da nuova e peregrina servitute. 10. Tempo sarebbe ormai che dell’error fatal l’animo sciolto si volga a salutare e retta via, cangiando il sentier stolto, che a tanta ne condusse infamia e ria, e tanti ne arrecò feroci guai, sempre divisi, o insieme mettendo in oltremonte nostra speme. 11. Non più stranieri, i figli, I soli figli tuoi teco raduna, ed al Germano e al Franco intuona guerra; richiama e stringi in una tutte le genti che il tuo suolo serra; allora svaniran tutti i perigli, poiché il valor non langue né manca nell’Ausonio core e sangue. 12. Dall’Alpe fino a Scille e fra due mari segga il tuo dominio saggio e forte. Chi contro Italia allora? Paventerà il vicino Franco o German fin dentro sua dimora: paventeran mille nazioni e mille d’irritar tua possanza, né sormontar più l’Alpe avran baldanza. // 13. Celeste e sacra face Di patrio scettro e amor fra noi discenda,

19r

19v

795

G2 e contro ogni non patrio giogo e regno ne’ nostri petti incenda odio feroce e memorando sdegno, che Libertade alfin ne arrechi e pace all’alma itala terra, dopo una giusta e sanguinosa guerra. 14. Estollerai tua fronte, Italia, allor, cinta di ulivo e alloro, e le future tue remote genti pace, gloria e decoro pel nostro sangue e pel valor gaudenti, degli avi correran devote e pronte in sulla fredda fossa a benedir nostra memoria e l’ossa. Canzon, vanne a Gioacchino, e che di un’opra tanta sul suo brando poggia e stassi il destino digli, e l’incita a oprar, se al memorando nome di Grande agogna, e di Divino. //

27 DICEMBRE

20r

Ho dovuto andare fino a Lugo, piccola città distante 28 miglia da qui, per accompagnare e far passare il cavalier Schininà78, uno de’ nostri impiegati nel Ministero degli Affari Esteri, agli avamposti austriaci. Il medesimo va al Gran Quartier Generale degli Alleati con de’ dispacci importantissimi della nostra Corte all’imperatore d’Austria, al principe di Metternich ed al nostro ambasciatore a Vienna79. Per percorrere le sudette 28 miglia abbiamo impiegato più di 28 ore di tempo prendendo sempre viottoli, strade traverse e sentieri non frequentati, ad oggetto di schivare i posti dell’armata del Viceré. Bisognò prima di partire da qui travestir da servidore il nominato commissionato e spacciarlo per mio cameriere. Marciavamo sempre da fuorosciti,

78

Per la missione di Mario Schininá cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. XXVIIIXXXV. 79 Klemens Wenzel Nepomuk Lothar von Metternich (Coblenza 1773-Vienna 1859). Diplomatico e politico austriaco, dal 1821 Cancelliere di Stato e di Corte.

796

G2 ed era bello il vederci, al menomo romore o sospetto d’essere incontrati, dar di mano a’ pieghi ed esser pronti a mangiarli per non farli cadere in mano a chicchessia. Ma tutto è felicemente riuscito ed io, se debbo esser sincero, mi vedo risorto, attesoché se ero sorpreso con quel picciolo controbando avrei fatto una ben trista figura. Durante il viaggio noi diplomatizzavamo. Schininà mi ha detto che l’alleanza con l’Austria è stata pressochéa conchiusa, mentre l’unica cosa che vi mancava era l’adesione della nostra regina, ch’egli porta, e che è il pezzo più importante delle sue carte, essendo stata domandata dall’imperator Francesco e dal principe Metternich come circostanza sine qua non80. Che le donne e le sovrane sono ordinariamente le molle segrete e potenti de’ gabinetti e degli affari politici mi era noto, e noi altri Napoletani lo conosciamo pur troppo nel passato regime, ma che poi i loro nomi ed atti debbano essere diplomaticamente richiesti nelle trattative con un paese come il nostro ove le donne non succedono, ove tutto si fa in nome del re, ed ove la Regina attualmente non è regente attesa la presenza del sovrano, ecco quello che io non potevo concepire. Avendo esternata la mia sorpresa a Schininà egli mi ha dilucidato il mistero. Le potenze // alleate, mi ha detto, sanno che la Regina, come quella che ha procurato il trono al marito, può molto sul di lui animo. Sanno altresì che il Re è debole, che è affezionato alla Francia e, quel che è più, accensibile di testa agli avvenimenti militari. Il menomo rovescio degli Alleati, la menoma fortuna di Napoleone gli farebbe voltar le armi. Hanno voluto dunque l’adesione della Sovrana in primo luogo per comprometterla col fratello e rompere ogni mezzo di riconciliazione fra Napoleone e Gioacchino; in secondo per esser sicuri della veracità delle intenzioni e operazioni del governo, attesoché sono sicuri che il Re vuole quando la moglie vuole. In tal maniera essi saranno tranquilli e certi che tanto il Re alla testa dell’armata che la Regina a quella del governo, come regente in di lui assenza, agiranno amendue nelle loro mire. Il Re dunque entra in trattative prima di incominciare ad operare

a

Nel sopralinea.

80

Francesco Giuseppe Carlo d’Asburgo-Lorena (Firenze 1768-Vienna 1835). Imperatore del Sacro Romano Impero come Francesco II; dal 1806 imperatore d’Austria come Francesco I.

797

20v

G2

21r

coll’esercito. Da questo è facile l’arguire che i voti de’ buoni italiani resteranno anche questa volta delusi, attesoché nel trattato non vi sarà neppur per ombra mentovata la riunione dell’Italia. Laddove se egli avesse prima incominciato ad agire, avesse proclamata la riunione e indipendenza italiana, e fatto un appello a tutti i popoli della penisola, le teste si sarebbero certamente accese colla rivoluzione, una moltitudine d’Italiani correrebbero alle armi, le truppe del Viceré si unirebbero alle nostre, ed allora con cento e più mila combattenti si potrebbe tenere un diverso linguaggio all’Austria ed alle potenze europee. Il Re manca di coraggio politico e gli Alleati, che se non si sono ancora avveduti di questo se ne accorgeranno certamente, non mancheranno di profittarne. Federico II in una tale occasione avrebbe agito differentemente. Nella guerra del 1740 egli non volle ricevere l’ambasciatore francese per l’alleanza contro Maria Teresa, che nel momento in cui egli montava a cavallo e alla testa dell’armata // entrava nella Slesia. Tutta la trattativa non si ridusse che alle seguenti parole, ch’egli gli disse: «Je vais faire votre jeu, si les as me viennent nous partagerons». Gli assi vennero, il gioco fu tutto per lui, e la Slesia tutta passò al suo dominio, ottenuta la quale egli non si curò più della Francia e fece la pace. Se il re avesse rivoluzionata l’Italia in suo favore, avesse aumentato il suo esercito, avesse occupato quanto più paese poteva colle sue armi, se si trovasse, dico, aver già fatto tutte queste cose, egli sarebbe più considerato in quest’alleanza che si conchiude, mentre non si può dissimulare che la forza ottiene tutto. Noi ignoriamo le condizioni del trattato, ma possiamo prevedere che non saranno quelle che potremmo avere se differentemente si fosse agito o si agisse. Basta, staremo a vedere. Quel che certo si è che l’Italia non sarà più né riunita né indipendente, e questo era il punto il più importante della quistione. Domani arriva la brigata del general Filangieri.

31 DICEMBRE 1813 La brigata del general Filangieri composta del 3° e del 5° Regimento di Linea arrivò il 28 in questa città. Un battaglione fu subito spedito a Imola ove vi erano i 200 uomini presi da’ Napoletani reduci della Grande Armata, i quali sono rientrati in questa città. Lo spirito publico di Bologna, che era abbattuto, si è alquanto rianimato coll’arrivo di questa porzione sebben picciola della truppa napoletana. Viene molto ammirata la tenuta e la disciplina della mede798

G2 sima. Una folla immensa di popolo va ogni mattina alla piazza della cattedrale per assistere alla parata. L’oggetto che ha fatto più sorpresa a’ Bolognesi è stato il cavallo emblema delle nostre bandiere. Questa sorpresa a mio credere non deriva dalla novità dell’oggetto, ma dal sentimento che si sveglia d’esservi stata una nazione in Italia che ha scosso il giogo della Francia, attesoché tutti sanno che il nostro governo come dinastia francese aveva preso l’aquila fra’ suoi stemmi. Questo segnale di nazionalità e d’indipendenza ha disposti benissimo gli animi in nostro favore. Ma che vale? Non è più tempo, e tutto è perduto. // Attualmente, che per l’arrivo di queste nostre truppe si è qui molto più tranquillamente di quel che non siamo stati ne’ giorni scorsi, io seguendo il piano incominciato descriverò il viaggio da Firenze a Bologna, da qui a Ferrara, e rapporterò quelle circostanze e notizie che meritano di esser inserite in questo Galimazias. La 1° posta partendo da Firenze per questa città è Fontebuona, piccolo ma vago villaggio. La strada è deliziosa ed attraversa sempre colline coperte di vigne, di uliveti e di ville. A tre miglia dalla città si trova a sinistra il cimitero di Firenze fabricato da Leopoldo81. A 6 miglia si lascia a destra la magnifica real villa detta di Pratolino architettata da Buontalenti82, ed ornata ed abbellita da’ Medici. Vi si vede fra le altre cose la statua dell’Appennino alta 60 piedi; questa villa abbonda di getti d’acqua, di fontane, di cascate, e servì di modello a’ giardini e giuochi idraulici di Versaille. Proseguendo il viaggio verso Cafaggiolo, seconda posta, voi incominciate a montare l’eminenza dell’Appennino, passate Montecarelli, Covigliaio, Le Maschere, Pietra Mala, ed arrivate al giogo, che è la parte più elevata della strada che sormonta il dorso de’ monti. Vicino Filigare, sopra una delle punte dell’Appennino detta Monte di Fò, si vede un piccolo vulcano che ordinariamente fumeggia. Di notte tempo vi si vedon delle fiamme. Vicino Pietra Mala vi è la sorgente di un’acqua detta acqua buia, la quale dicono che si infiamma a guisa dello spirito di vino accostandole il lume. Da Scaricalasino a Loiano e da Loiano a Pianoro si discende sempre. Da Pianoro la strada è sempre piana fino a Bologna.

81 82

Cimitero di Trespiano, voluto dal granduca Pietro Leopoldo I e inaugurato nel 1784. Bernardo Buontalenti (Firenze 1536-Ivi 1608). Pittore, scultore, architetto e scenografo, personaggio-chiave dell’epoca del manierismo.

799

21v

G2

22r

Io ho descritto Bologna nel mio primo Galimazias. Aggiungerò qualche cosa che forse potei allora omettere, mentre attualmente ho potuto osservare più di quel che potei nel 1807, epoca nella quale non vi dimorai che quattro giorni. Bologna è una città cospicua, ricca ed industriosa, situata sul fiume Reno. La sua popolazione è di circa 70mila abitanti. I publici edifizii sono magnifici per l’architettura // e per gli ornamenti. Tutte le strade sono fiancheggiate da portici, i quali danno alle medesime un aspetto poco ridente ed una vista oscura e lugubre a’ piani terreni, ma sono poi di un gran comodo pe’ pedoni. La gente a piedi non è molestata né dalle carozze, né da’ cani, né dagli animali da soma; anche ne’ giorni di piogge dirottissime si può passeggiare tutta la città senza incomodo e senza ombrella. In Bologna, malgrado le devastazioni e le rapine francesi, si ammirano ancora molti pezzi dia scultura del famoso Giovanni Bologna, il cui capo d’opera è a mio credere il Nettuno in bronzo della fontana in piazza, detto volgarmente il Gigante. La cattedrale di San Pietro è un tempio di buon disegno; nel coro si veggono i quadri a fresco di Caracci: l’Annunziazione cioè, e la Vergine e San Pietro addolorati per la morte del Signore. Nella chiesa di San Petronio vi è la famosa meridiana di Domenico Cassini. Si possono ancora vedere le chiese de’ Celestini, del Salvatore, di San Domenico, ove si dice che vi è il corpo del Santo, e la chiesa sotterranea di San Procolo, nell’ingresso della quale vi è la seguente enigmatica iscrizione: Si procul a Proculo, Proculi campana fuisset, Num procul a Proculo Proculus ipse foret83. Un povero uomo chiamato Procolo entrando in chiesa fu ammazzato dal martello della campana della chiesa che cadde dall’alto del campanile e fu seppellitob a’ piedi del medesimo. I Bolognesi gli fecero il rapportato epitafio.

a b

Segue archit depennato. Nel testo seppeltito.

83

L’iscrizione in verità non sembra molto enigmatica: “Se lungi da Proculo fosse stata la campana di Proculo, ora Proculo stesso sarebbe lontano da Proculo”; ovvero: Proculo sarebbe lontano dal suo sepolcro, cioè, vivo.

800

G2 Bologna ha tre teatri: il Comunale cioè, il teatro Marsiglia e quello di San Gabriele. Il primo è del disegno del famoso prospettivista Bibiena. Alla guisa de’ Modenesi, che fanno vedere a’ forestieri la «un’infelice e vil secchia di legno» (Tassoni), tolta a’ Bolognesi, questi si pregiano di mostrare il palazzo ch’essi fabricarono per tenervi prigioniero il re Enzio preso prigione nel 1230 nella guerra fra Modena e Bologna. È un vasto edifizio di una sola facciata sito dirimpetto la chiesa di San Petronio. Vi è un salone così ampio che serve attualmente per giuocarvi al pallone. // Bologna ha una famosa università, ed un insigne Istituto84. Vi è una copiosa raccolta di rari gessi, e di quadri stimati la maggior parte di scuola bolognese. Il museo dell’Istituto è pieno di ogni sorta di curiosità della natura e dell’arte. La biblioteca abbonda di libri e di manoscritti, fra’ quali gli autografi del Marsigli85, che ne fu il fondatore {che ne fu il fondatore}, quelli dell’Aldrovandi il naturalista86, di 187 volumi in foglio, quelli del Carpi87, di Benedetto XIV88, eccetera. Vi è un osservatorio, un cabinetto di macchine inglesi, un giardino bottanico, una scuola di notomia in cera, una camera ostetricia, eccetera. Bologna abbonda di uomini dotti e di poeti. Io ho fatto conoscenza di varii professori dell’Università, e a quel che io posso giudicarne mi sembrano uomini di alto merito. Il bibliotecario Pozzetti89 è un uomo che per la sua intelligenza, memoria, rapidità di percezione, e vastità di cognizioni io lo paragono al nostro Lemaitre. Per chi non conosce Lemaitre questo paragone è nullo; ma egli meriterebbe esser noto in quell’istessa guisa che per le vicende passate pare

84

Si tratta dell’Istituto delle Scienze, fondato nel 1715 da Luigi Ferdinando Marsili, che gli donò tutte le sue raccolte scientifiche. 85 Luigi Ferdinando Marsili (Bologna 1658-Ivi 1730). Scienziato, geologo e botanico, si dedicò agli studi dopo un’importante carriera militare al servizio dell’Impero. 86 Ulisse Aldrovandi (Bologna 1522-Ivi 1605). Naturalista, botanico ed entomologo, famoso in tutto il mondo scientifico del tempo. Realizzò uno dei primi musei di storia naturale. 87 Iacopo Berengario da Carpi (Carpi ca. 1460-Ferrara 1530), medico, anatomista, autore di opere importanti come il De fractura cranii e le Isagogae; lavorò per trent’anni a Bologna prima di trasferirsi alla corte di Alfonso I d’Este, duca di Ferrara. 88 Prospero Lorenzo Lambertini (Bologna 1675-Roma 1758), papa dal 1740. 89 Pompilio Pozzetti (Mirandola 1760-Bologna 1815), religioso dell’ordine degli Scolopi, cronista e storico, diresse la biblioteca dell’Università dal 1807 al 1815.

801

22v

G2

23r

di aver meritato di non esserlo. Ciccolini professor di astronomia è un degno allievo di La-Lande90; egli mi ha fatto vedere la sua corrispondenza con Oriani91, con il padre Piazzi92, con Zach93, e questo prova il conto che i nominati astronomi ne fanno. Il professor di lingue orientali infine, l’abate Mezzofanti, sa tutte le lingue morte, tutte le viventi e starei quasi per dire tutte le future94. Egli parla l’arabo, il giapponese e lo slavo colla stessa facilità colla quale discorre l’italiano. Si raccontano varii aneddoti sul suo conto. Un dotto svedese capitò a Bologna. Egli aveva fra’ suoi domestici un Lappone ed un Islandese. Essendogli stato presentato Mezzofanti, questi parlò prima ina svedese col padrone, e poi co’ servi nella loro lingua rispettiva con gran stupore di tutti gli astanti. Allorché l’Imperatore venne a Bologna nel 1804, visitando l’Università s’indirizzò a Mezzofanti e gli disse di parlar arabo col suo mamelucco95. Dopo un ben lungo // dialogo, questi si rivolse a Napoleone e gli disse: «Sire, fatelo arrestare perché è un mamelucco disertore». Io rendo in questo Galimazias quell’omaggio che devo e posso a questo immortale poliglota. Ciò che lo rende poi più pregevole ed ammirando si è che all’immensa sua dottrina nel ramo delle lingue egli

a

Nel sopralinea.

90

Ludovico Ciccolini (Macerata 1767-Ivi 1854). Astronomo, insegnò all’Università di Bologna e ne diresse l’osservatorio (1803-1815). Joseph-Jérôme de Lalande (Bourgen-Bresse 1732-Parigi 1807), astronomo, diresse l’Osservatorio di Parigi (1795-1803) e fu il primo, insieme all’inglese John Flamsteed (Denby 1646-Greenwich 1719, a catalogare le stelle più luminose. 91 Barnaba Oriani (Garegnano 1752-Milano 1832). Astronomo e matematico, direttore della Specola di Brera, studioso della rifrazione e delle orbite di Urano. 92 Giuseppe Piazzi (Ponte in Valtellina 1746-Napoli 1826). Matematico e astronomo, insegnò a Palermo e ottenne che vi costruisse un osservatorio (1791), che diresse per molti anni . Ivi scoprì (1801) il primo asteroide (Cerere). 93 Franz Xaver von Zach (Pest 1754-Parigi 1832). Astronomo ungherese, diresse l’Osservatorio di Gotha. 94 Giuseppe Gasparo Mezzofanti (Bologna 1774-Roma 1853), cardinale (1837), celebre poliglotta (conosceva 58 lingue). Insegnò lingue orientali a Bologna, dove fu bibliotecario dell’Università; a Roma diresse la Biblioteca Vaticana. 95 Roustam Raza (Tiflis 1782-Parigi 1845), uno dei due mamelucchi che Napoleone aveva portato con sé dall’Egitto come servitori personali. Il secondo, Ali, fu assai presto licenziato per il suo carattere violento. Sui mamelucchi in generale e su quelli di Napoleone cfr. Tulard Dictionnaire Napoléon, alle voci Mamelouks (pp. 1129-1130), Roustam (pp. 1481-1482), e Ali (p. 64).

802

G2 accoppia come Locke e come Fergola96 l’umiltà la più schietta e nel grado massimo. Egli arrossisce e si confonde alla menoma lode, e questa è a mio credere la più verace misura dell’alto sapere. Fuori di Bologna per un porticato di 650 arcate si va alla così detta Madonna della Guardia che si vuole dipinta da San Luca. Si gode lassù di un immenso orizzonte, l’occhio si allunga a perdita di vista sulle belle pianure della Lombardia, e questa veduta è coronata a ponente dall’orizzonte istesso, ed a mezzogiorno e a settentrione dalla azzurre punte dell’Appennino e delle Alpi. Merita anche di esser veduto il cimitero della città stabilito nel monastero della Certosa. Il commercio di Bologna consiste in manifatture di seta, di veli, di saponnette, di liquori, e di fiori artificiali. I Bolognesi sono industriosi, gai, vivaci e coraggiosi. Amano moltissimo i spettacoli. Le donne sono più leggiadre che belle. Le campagne adiacenti sono fertili e ben coltivate; il dialetto bolognese è aspro e disgustoso. Da Bologna a Ferrara vi sono tre poste e mezza. La prima è a Capo d’Argine, la 2a a Malalbergo e la terza a Ferrara. È quasi tutta strada nuova, fatta dal governo italiano, attesoché prima si faceva un’altra strada che passava per Cento. Fra Malalbergo e Capo d’Argine si passa il Reno in barca. Ferrara è una bella città situata a tre miglia da un ramo del Po. Le sue strade sono larghe, dritte e maestose, le sue fortificazioni sono considerabili, i suoi edificii magnifici, la Piazza Nuova è vasta e regolare, ma la popolazione, le arti e l’industria presentano tutto lo stato di languore e decadimento al quale questa città andiede incontro fin dal XVI secolo, nel quale passò dal dominio estense a quello de’ Papi. La sua popolazione è attualmente di 25mila abitanti e il fabricato ne potrebbe // contenere quattro volte di più. Siccome io non vi dimorai che una sola notte, così non ho potuto né osservare né informarmi delle cose più rimarchevoli. La sodisfazione che io ebbi fu quella di conoscere il celebre Cicognara97, uno de’ personaggi più dotti e distinti dell’Italia, il quale venne a visitare il Generale, e concepì della stima per me nell’udire dal

96

John Locke (Wrington 1632-Oates 1704), è considerato il padre dell’empirismo moderno e dell’illuminismo critico. Nicolò Fergola (Napoli 1753-Ivi 1824), matematico, professore all’Università di Napoli, autore di importanti scritti sulla geometria e sui principi di Newton. 97 Leopoldo Cicognara (Ferrara 1767-Venezia 1834), storico dell’arte e bibliografo.

803

23v

G2

24r

medesimo che poteva parlare in mia presenza, in risposta al desiderio che aveva mostrato di parlargli da solo a solo sullo stato dell’Italia e sulle di lei speranze nelle armi napoletane. Lo spirito di novità politica fermenta in tutte le teste italiane. Toltone pochi, comprati dalle cariche o da’ beneficii dell’imperatore Napoleone o del Viceré, tutti gl’Italiani, nobili e contadini, preti e secolari, dotti ed ignoranti, tutti infine abborriscono e detestano l’attuale ordine delle cose. Qualunque ne sia la cagione, sia ella vera o falsa, sia giusta o ingiusta, dipenda ella dal governo cattivo oppure dall’ostinazione e poca docilità de’ popoli, il Regno italiano non è che un fantasma, un essere ideale infine senza alcuna verace consistenza e solidità. I diversi popoli che lo compongono non hanno acquistato dopo 14 anni alcun legame né sociale né di famiglia fra di loro. Il Bolognese, il Modenese, il Milanese, il Bresciano, il Novarese non hanno ancora le stesse passioni, la stessa maniera di pensare sulla loro patria che avevano allorché appartenevano al Papa, all’Austria, agli Este, al Piemonte ed a Venezia. Allorché di molte piccole nazioni se ne vuol formare una sola, lo spirito di famiglia e di patria comune fra di esse abbisogna de’ secoli per formarsi. In tal guisa i legami diversi de’ tanti regni ne’ quali era divisa la Spagna hanno abbisognato di molte generazioni per riunirsi e formarne un solo, in virtù del quale attualmente la nazione spagnuola forma una famiglia sola. Lo stesso è avvenuto in Francia co’ regni di Brettagna, di Borgogna, Provenza, Rossiglione, Linguadocca, eccetera. In Italia dunque non dee far meraviglia se questo sentimento di unità nazionale non si è ancora formato. Prescindendo però da questa decisiva circostanza della mancanza del tempo necessario, io credo che si sia agito in modo e si sia fatto di tutto per non stringerlo e formarlo. L’Italia è stata vessata, desolata e rapinata da coloro che le hanno voluto dare un gover//no e unirea in nazione una di lei parte, in modo che gl’Italiani non si sovvengano che de’ mali, senza por mente al beneficio. Il Regno italiano ha dato più di 160mila coscritti, ed attualmente non ha in sua difesa che tre divisioni appena; il resto è stato distrutto in Spagna, in Germania, in Russia, per guerre straniere agli interessi dell’Italia. Al par del nostro Regno le cariche più lucrative ed onorifiche sono nelle mani d’impiegati francesi, le altre tutte occupate da’ Milanesi, Bresciani e Modenesi. Oltre le con-

a

Corretto su unirla.

804

G2 cussioni fatte da’ tanti verri, è stata l’Italia assoggettata a contribuzioni enormissime, a petto delle quali le nostre sono lievissime. Tutte queste ragioni han fatto sì che il Regno italiano è stato abborrito da’ suoi popoli nel suo nascere. Senza saper di politica io credo che sia massima fondamentale di questa scienza quella di far amare a’ popoli il nuovo governo che si dà loro. Il popolo non intende né la forma di governo, né la costituzione, né le buone leggi, ma ne sente però i vantaggi o i mali, da’ quali ei giudica e ama, o si aliena da chi lo regge. Scommetto che nove decimi del popolo inglese non capisce il governo divino sotto il quale ha la felicità di vivere; ma siccome l’ultimo contadino vede sicura la sua persona, la sua proprietà, sa ch’ei non può pagare e non paga se non quel che s’impone egli istesso, che non può essere arrestato prima di esser risultato colpevole nel dibattimento, ch’egli stesso si sceglie nelle assemblee comunali il suo giudice, il suo amministratore, esattore, eccetera, l’ultimo contadino, diceva, ama il suo governo pe’ vantaggi sudetti, senza intendere un atomo della così detta Carta inglese, delle Camere, de’ Pari, de’ Comuni, eccetera. Uno de’ motivi pe’ quali la Dichiarazione de’ dritti dell’uomo e del cittadino, proclamata sollennemente dall’assemblea costituente nella Rivoluzione francese, non ha in modo alcuno influito sullo spirito publico del popolo francese come la Carta costituzionale sull’Inglese, fu a mio credere che troppo astratta, troppo metafisica, fondata unicamente sulle teorie più sublimi del dritto di natura e delle genti, nel mentre era pregiata, celebrata ed encomiata da tutti i dotti dell’Europa, non lasciava per la sua sublimitàa comprendere cosa alcunab al popoloc, il quale non sentiva in essa che un pomposod apparato di parole e di vocaboli nuovi. Le parole eguaglianza, libertà, fraternità, eccetera, non eccitarono che l’entusiasmo, ma siccome questa esaltazione dell’animo non è lo stato ordinario che la natura vuole nelle menti umane, così si spense a poco a poco, e dopo pochi anni i Francesi tornarono ad esser quali erano prima del 1791. Rousseau celebra molto quell’iscrizione che vi era sul granaio // publico di Ginevra: «alit et dictat», ossia alimentate il popolo e poi re-

a

Segue nulla depennato. A cosa alcuna nel sopralinea. c Nel sopralinea due parole depennate. d Nel sopralinea su semplice depennato. b

805

24v

G2

25r

golatelo a vostra volontà; ed in frase sinonima: fategli sentire i beneficii del governo ed egli amerà il governo. Or come è possibile che i diversi popoli componenti il Regno d’Italia possano amare il governo italiano nel mentre sotto il medesimo pagano contribuzioni immense e si ricordano che sotto i loro antichi padroni non pagavan quasi nulla; prima nessun padre piangeva il suo figlio soldato, attualmente la coscrizione desola le contrade più popolate e riempie di servi della pena97 i publici ergastoli; prima godevan della massima libertà nelle loro case, nelle loro chiese, nelle loro processioni, ne’ loro campi, nelle loro feste; attualmente la pulizia, questo tribunale che è succeduto all’inquisizione, e la gendarmeria, vanno in ogni occasione a intorbidare i divertimenti, i teatri, le feste publiche, le publiche giostre, la domestica pace, l’ilarità e quiete campestre; e certamente tutte queste belle cose non sono le più proprie per far che gli uomini obliino l’antico dominio e si affezionino al nuovo. Il sistema del governo francese è quello del dispotismo in tutti i rami. Aveva ragione Alfieri nell’asserire che questa nazione non era capace che di schiavitù o di anarchia98, e che non ha saputo né saprà mai persuadersi che si può vivere in società senza re e colle sole leggi. Ma Napoleone ha spinto al grado massimo la tirannia. Egli tratta i popoli come ha trattato i re fino all’epoca de’ disastri in Russia. La sua divisa vera è il vae victis. Tanto il caldo abitante delle Calabrie e delle Spagne che il freddo Olandese o Sassone dovevaa esser regolato col suo codice. Tanto il possessore della fertile Lombardia o della Francia meridionale, quanto quello delle rupi elvetiche o alpine, devono pagare eguali contribuzioni. Tanto colui che ha dieci figli che colui che ne ha un solo deve abborrire la coscrizione. Nella sua lettera al re di Spagna Carlo IV egli si smascherò totalmente sulle idee liberali e su’ dritti de’ popoli: «Nulla dee lasciarsi fare dal popolo» - diceva egli - «i sovrani deggion tutto fare per esso». Io non so comprendere come i popoli del nostro Regno, avezzi da più secoli ad una costituzione mista, a’ parlamenti comunali, alle Università99, ad avere una parte sebben picciola nella rappre// sentanza de’ loro dritti, a scegliersi i loro amministratori, a ripartirsi la quota de’ tri-

a

Nel sopralinea su dovevan depennato.

97

Condannati a pene carcerarie. Vittorio Alfieri (Asti 1749-Firenze 1803). Drammaturgo, scrittore e maggior poeta tragico italiano del Settecento. 99 Comunità dei cittadini: cfr. qui Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 102, nota 147. 98

806

G2 buti, eccetera eccetera, si siano così presto adattati alle forme di un governo sotto del quale il popolo è nullo. Io mi rammento con entusiasmo di quelle istituzioni repubblicane che vi erano nel nostro governo passato. Allorché leggo le discussioni che si fanno nelle Camere d’Inghilterra io mi sovvengo di quelle che si facevan ne’ così detti consigli delle Università. Sebben vertenti sopra oggetti di diversa entità, si ravvicinano però nel confronto per un eguale amor di patria, per un eguale parlar libero, per un eguale interesse a’ dritti del popolo. Fox100, Burdet101 e tanti altri insigni oppositori sono negli affari in grande dell’Inghilterra quel che erano alcuni vecchi nostri avi sostenitori de’ popolari dritti delle Comunia. Là la nazione chiama a rendimento di conti i ministri mediante i di lei rappresentanti; a noi il popolo per mezzo di tre o quattro plebisciti chiamava a sindacato i suoi eletti, il suo governatore, eccetera. Là la nazione si esibisce a’ sussidi nelle guerre; a noi il popolo si esibiva alle spese delle liti contro i baroni; là la nazione fa il progetto delle opere publiche, delle leggi che amerebbe; a noi il popolo diceva: «vogliamo la tale strada, l’accomodo di quel ponte, di quelle fontane»; in amendue poi un parlar libero e fiero, poggiato su’ dritti del terzo stato senza ledere quelli della sovranità; ne’ parlamenti si vedeva l’uomo in mezzo al popolo, l’uomo conscio della sua parte nelle comunali assemblee, de’ suoi dritti, di quelli de’ suoi concittadini. L’infimo contadino si sentiva esser libero, esser cittadino senza obliar di esser suddito. Il maggior male che il sistema francese ha fatto nel nostro Regno è a mio credere l’abolizione de’ parlamenti e l’istituzione del Decurionato. A capo di un solo secolo i nostri posteri saranno più deietti e shiavi de’ Turchi. La costituzione che il regno brama dovrebbe esser basata richiamando in vita l’antica istituzione de’ parlamenti. Quella promessa da re Giuseppe è a mio credere nulla e non può in modo alcuno influire né sullo spirito publico né sulla felicità possibile de’ popoli102. Senza le po-

a

Nel sopralinea su Università depennato.

100

Charles James Fox (Westminster 1749-Chiswick 1806). Politico britannico noto per le sue posizioni antischiaviste e per l’opposizione alla guerra contro le colonie americane prima, e contro la Francia rivoluzionaria poi. Fu diverse volte ministro. 101 Francis Burdett (Bramcote 1770-Londra 1844). Politico britannico, anch’egli oppositore della guerra alla Francia rivoluzionaria, fautore della riforma elettorale e del sistema penitenziario, come pure dell’eguaglianza dei diritti civili per i cattolici. 102 È la Costituzione ottriata al regno di Napoli da Giuseppe Bonaparte a Bayona (1808), prima di assumere la corona di Spagna.

807

G2

25v

polari assemblee la volontà nazionale e generale non può esser ben conosciuta, e quindi i deputati non possono essere che organi fallaci del bisogno e della volontà dell’universalità de’ cittadini. D’altronde egli è nelle popolari adunanze che l’uomo e il cittadino si forma, si fa conscio della propria dignità, si occupa de’ suoi interessi reali e di quelli dello stato, se ne penetra ea Se io non era chiamato a pranzo non so dove sarei giunto, // spoliticando, senza saper dove sta di casa la politica, di costituzioni di popoli, di governo e di parlamento. Rileggendo quel che ho scritto senza quasi avvedermene, ho rilevato che sono colate dalla penna molte cose che questo Galimazias non si aspettava mai di contenere, né era mia intenzione di scrivervi. Dovrei cassare più di due pagine… Ma quod scripsi scripsi. D’altronde non ho né ritegno né tema di asserire che io amerei di vivere, o per meglio dire che la mia patria fosse retta, da un governo misto. Lo direi al Re, lo direi a Napoleone, lo direi a chiunque. Sotto un governo costituzionale ben organizzato, ove è ben ripartito l’assegno de’ poteri, ove il re e l’ultimo cittadino sono soggetti alle sante leggi, ove né il comando che esige l’ubidienza, né l’ubidienza che si coopera col comando pel bene generale, non avvilisce chicchessia, sotto un tale governo, dico, gli uomini, senza avere tutta la libertà e l’indipendenza del selvaggio, hanno tutta la libertà e tutte le virtù socialib che possono avere i popoli civilizzati. Né nelle monarchie moderate, né ne’ stati dispotici, né nelle repubbliche popolari le più libere, si sono giammai vedutic degli atti e delle pruove di un coraggio, d’una fermezza e d’una costanza che avevan dell’eroismo. Ma Sparta, Roma, l’Inghilterra, offrono degli esempii di aver sopportata l’avversità la più fiera con una intrepidezza e nobile dignità d’animo che non si trovano nullamente né nelle assemblee di Atene, di Firenze e di Ginevra, néd ne’ cabinetti di un Filippo II, di un Tiberio, di un Czar. Le grandi virtù cittadine, i grandi sacrificii, la grande elevazione d’alma, il gran sentimento della fierezza e dignità umanae, il grande e sublime amore della patria, la libertà e l’eguaglianza senza disordini, non si manifestano che ove i re e le autorità non essendo che gli esecutori delle

a

Segue mezza riga vuota o erasa. Nel sopralinea. c Segue de’ fatti depennato. d Nel sopralinea. e Segue una lunga frase depennata. b

808

G2 leggi, l’uomo volge orgogliosamente la testa in su, e non vede al di sopra di lui che Dio e le leggi istesse. Mi si potrebbe obiettare che piuttosto nelle vere democrazie e non ne’ misti governi gli uomini essendo veramente liberi possono esser grandi e felici. No, rispondo. Ne’ stati democratici e popolari la libertà non è mai sicura. Un sol uomo eloquente è capace colla forza del suo discorso di sommuovere la moltitudine e sovvertire lo stato e la patria. La libertà generale senza un contropeso degenera ordinariamente in licenza e quindi in furia ed anarchia. Allora né le proprietà, // né i dritti più sacri, né le persone, né le leggi istesse godono di quella sicurezza senza la quale le leggi non hanno né autorità né potere, e le persone, le proprietà ed i dritti sono in continuo periglio. Allora né i magistrati né i cittadini possono temprare le loro alme a’ grandi sentimenti, alle grandi cose, attesoché sono consci che tutto è precario e che il popolo può un giorno o l’altro distruggere ogni ordine, ogni sistema. Nelle popolari assemblee non essendovi calma, rispetto ed ordine, non si possono ben discutere ed esaminare gli alti interessi; la moltitudine, per illuminata che possa essere, non lascia però di essere sospettosa, indocile o incostante. Gli uomini grandi e meritevoli divengono ordinariamente le vittime de’ di lei sospetti, della di lei incostanza. In tal guisa Socrate e Focione103, questi due uomini che onoravano la patria ed il genere umano, perirono in Atene per decreto del popolo; esempii atroci ed esecrabili che non si sono veduti né in Sparta, né in Roma, né in Inghilterra. V’ha un’altra ragione ancora per preferire il governo misto al democratico. Questo non può convenire che ad una picciola città, ad un picciolo stato ove tutto il popolo può riunirsi nelle assemblee. Or i piccioli stati non potendo avere una grande forza per difendersi nel bisogno, sono giornalmente alla portata di esser annichiliti o dalle masnade di qualche despota limitrofo, o da’ seguaci di qualche perverso e ribelle cittadino. Molte republiche greche asservite da Filippo104, San Marino dal cardinal Alberoni105, Firenze

103

Focione (Atene ca. 402 a.C.-Ivi 318 a.C.). Politico e militare, esempio di moderazione ed onestà personale. Accusato di collaborazionismo con i macedoni venne condannato a bere la cicuta. 104 Filippo II il Macedone (Pella 382 a.C.-Aigai 336 a.C.), re di Macedonia e padre di Alessandro Magno 105 Giulio Alberoni (Piacenza 1664-Ivi 1752). Cardinale e politico, fu al servizio di Filippo V di Spagna. Legato pontificio in Romagna, prese parte attiva all’occupazione militare di San Marino (1730-1740).

809

26r

G2

26v

da’ Medici, ne formano una pruova. Ma i stati misti possono esser grandi ed estesi, e quindi possono mantenere una forza nazionale armata capace di respingere qualunque aggressione esterna, difendere e salvare la patria in periglio per qualche sollevazione o congiura catilinaria. Io vorrei dunque che la mia patria avesse un governo misto, nel quale i poteri del re, de’ grandi e del popolo fossero col massimo equilibrio ripartiti; nel quale tanto il primo che i secondi ed il terzo fossero egualmente soggetti alle leggi sole; nel quale all’ombra delle leggi istesse il debole fosse al coverto delle vessazioni del potente, il povero da quelle del ricco; nel quale non si vedessero le tante particolari tirannie ne’ diversi rami e dell’amministrazione e del giudiziario; nel quale gli amministratori facessero gl’interessi del popolo e della famiglia generale del governo, senza far quelli soli del re in pregiudizio immenso de’ cittadini come fanno attualmente; nel quale la libertà della stampa permettesse all’ultimo cittadino ed a chiunque di emettere liberamente le sue oppinioni non contrarie all’interesse generale della società e di avvertir tutti i membri della medesima sia di qualche artifizio sia di qualche attentato che una parte di lei volesse // fare sull’altra; nel quale il merito ed il talento potesse sbocciarea dal fango e pervenire alle prime cariche dello Stato; nel quale ogni cittadino potesse considerare la sua casa come un santuario ed esservi sicuro come in un asilo inviolabile; nel quale né il re né i ministri, né chicchessia, potessero rendersi superiori alla legge senza esser dichiarati ribelli. Giacché avevo incominciato bisognava finire. Le cose a metà non son mai buone.

2 GENNAIO 1814 Siamo tuttora nell’istesso stato d’incertezza. Ignoriamo se il Re è, o non ancora, partito da Napoli. L’Emilia essendo occupata da’ Tedeschi non abbiamo notizia alcuna dell’armata, la quale deve essersi riunita ne’ dipartimenti delle Marche ed in quello del Rubicone. Un capitano del 3° Reggimento di Linea che raggiungeva il suo corpo che è qui, è morto a Radicofani in Toscana. Si vuole generalmente che sia stato colà assassinato per ordine della Granduchessa, mentre era portatore di dispacci al general Pignatelli ed al general Filangieri, e questi pieghi si son perduti e non sono stati rimessi, insieme con le altre carte spettanti al regimento, ch’egli portava seco.

a

Nel testo sbucciare.

810

G2 Pensando a questo fatto atrocissimo, nel caso che sia vero, io mi felicito con me stesso, attesoché potevo anch’io incontrare le stesse buone grazie di quella Messalina di Elisa allorché fui spedito a Roma dal Generale con un piego pel Re, e che battei la strada di Toscana. Il dispaccio per certo non mi risparmiava, mentre era un ragguaglio che il Generale faceva a Sua Maestà di tutte le disposizioni che vi erano in Italia contro i Francesi ed in favore de’ Napoletani. Ringraziamo dunque madama Fortuna di questo segnalato favore. Ieri primo giorno dell’anno fummo invitati a pranzo dalla signora Martinetti, la più bella dama di Bologna a mio credere, e la più culta. I convitati erano tutti persone scelte e distinte. Vi erano: Pozzetti il bibliotecario, Mezzofanti il poliglota, il marchese Zappi ottimo poeta106, l’ingegniere idraulico Giusti107 poeta anch’egli, il prefetto Oldofredi108, che è bastantemente // istruito, e molti altri. Il banchetto fu suntuoso ed allegro. Si fecero varii brindisi per l’anno nuovo secondo l’uso, e molti altri per Napoleone, pel Viceré e pel re di Napoli, per la ragione che vi eran due Napoletani. Io volli fare anche il mio, e per renderlo più gradito non vi mischiai né politica né sovrani; io lo indirizzai alla dama della tavola. Eccolo: 1. Non pe’ laudati Sire nuove laudi a cantar l’estro si accende, or che di dapi e vin fuma la mensa: un altro oggetto splende frammezzo a noi, e fa mia mente accensa, e il vatidico ardor m’ispira, e il dire, ei altamente impone che sol l’elogio suo qui risuone. 2. Tu, donna d’alto vanto d’alma e di forma, che qual stella luci in mezzo a’ convitati ed al triclino,

106

Girolamo Francesco Zappi (Imola 1774-Bologna 1839), all’epoca Intendente di Finanza, autore soprattutto di rime d’occasione, partecipò attivamente alla vita culturale bolognese in età napoleonica. 107 Gian Battista Giusti (Lucca 1758-Bologna 1829), molto apprezzato sia per la sua competenza professionale sia come uomo di cultura dalla vivace vena poetica. 108 Girolamo Giuseppe Tadini Oldofredi, prefetto del Dipartimento del Panaro (Peschiera d’Iseo 1773-Milano 1839).

811

27r

G2 e portentosa adduci col tuo sembiante angelico e divino ebbrezza al core e seducente incanto, che ilaritade spiri, e grazia, che non v’ha chi non ti ammiri; 3. Tu, del tuo sesso fregio, non sol pe’ doni che ti fé natura a larga man nel tuo gentil sembiante, ma ancor per virtù pura d’onde sei carca in tante guise e tante, tu, gradisci ch’io m’abbia il sommo pregio, che tazza di salute io libi a tua beltade e a tua virtute. 4. E che felici giorni or che rinnova il di lui corso l’anno io t’auguri ..nturosia e lieti ognora. // Fugga il dolore e il danno, e incatenato in la infernal dimora, lasci che ognorb benigno il sol ritorni né mai turbi il sereno aer, che respirar tu dei del Reno.

27v

5 GENNAIO Fin dal giorno ultimo dello spirato anno era stata aperta una certa corrispondenza fra il general Pignatelli e il general Nugent comandante de’ Tedeschi a Ravenna e a Forlì. Il primo aveva proposto al secondo che attese le relazioni amicali e di alleanza che andavano a stabilirsi fra’ due cabinetti d’Austria e di Napoli, si potesse permettere a’ corrieri napoletani di passar liberamente per la via Emilia occupata dagli Austriaci. Nugent ha annuito a questa giusta domanda e la comunicazione è ora libera. Il primo corriere arrivò ieri sera. Il medesimo portò una lettera del Re al Generale nella quale Sua Maestà assicurava che per la mettà del mese corrente tutto l’esercito napolitano sarà sulla riva destra del

a b

Le prime lettere sono illeggibili. Nel sopralinea su a te depennato.

812

G2 Po, e ch’egli partirà da Napoli il 10. Il re inculca al Generale sudetto di cercar di avere Ferrara nelle sue mani mediante l’opera del general Pino. Ma Pino è stato da parecchi giorni richiamato a Milano, e la publica voce vuole che il Viceré, entrato in sospetto del medesimo, abbia voluto togliergli ogni comando e quindi ogni influenza. Abbiamo appreso dall’istesso corriere che a Roma sono giunti molti depositi di regimenti e la brigata di riserva, e che Miollis si è rinchiuso con molti impiegati dentro Castel Santangelo, e che una moltitudine di verri Francesi è fuggita portando seco somme immense, fra le quali le gioie del re e della regina di Spagna, che avevan avuto bisogno di appignorare, attesoché non veniva loro più pagato l’assegnamento fattogli da Napoleone. Si valuta il valore delle gioie // sudette 20 milioni di lire. La Granduchessa verreggia egualmente in Toscana. Ella finisce di spogliare la bella Etruria ed invia in Francia per la riviera di Genova oro, gemme, quadri, e tutto ciò che è prezioso. In tal maniera la bella ed infelice Italia è il teatro eterno ove vengono a rapinare gli esteri ladroni, e con tutti i mezzi. Ma noi Italiani meritiamo una tal sorte e i tanti guai ci sono ben dovuti. Noi stessi cooperiamo a saziare le ingorde brame di tanti nemici nostri. Senza mai scuoterci dal nostro sonno, senza mai armarci e tentare almeno la via della salute, noi serviamo da schiavi al primo conquistatore, e salmeggiamo fra beate nenie. Una parte stessa dell’Italia, il Regno nostro, si coopera attualmente per asservire l’altra ad un altro estero dominio. In ogni epoca dopo il decadimento della potenza romana fu lo stesso. Gregorio VII chiamò i Normanni per liberarsi di Enrico IV e de’ Germani; i Ghibellini chiamavano i Svevi per opprimere i Guelfi; Innocenzo IV chiamò gli Angioini per scacciare i Svevi109. In tal guisa Arabi, Africani, Spagnoli, Francesi, Inglesi, Russi, Tedeschi, Turchi, eccetera, sono venuti a vicenda a desolare il giardino dell’Europa e dell’Orbe. Noi altri Italiani abbiamo signoreggiato un tempo sulle altre nazioni della terra; in seguito siamo stati e siamo signoreggiati dagli altri popolia. Così si segue quel giro immutabile ed innarrestabile dell’ordine eterno, in virtù del quale un popolo non è mai stazionario né nella sua grandezza né nelle di lui miserie. Una sola nazione pare che sia esente da questa legge innegabile sulle vicende delle umane generazioni: la Tartara. La natura pare che

a

Seguono tre parole depennate.

109

Sinibaldo Fieschi (Genova 1195-Napoli 1254), papa come Innocenzo IV dal 1243.

813

28r

G2

28v

l’abbia destinata per esser sempre libera ed indipendente, mai soggetta a nazioni estranee, e per sovvertire d’epoca in epoca da capo a fondo le altre, col di lei mezzo. Se Dio mi accordasse di poter rinascere e di scegliere io stesso il luogo ove vorrei tornare fra’ viventi, io sceglierei per mia nuova patria la Tartaria. Come Tartaro io potrei dire con nobile verità ed orgoglio: «Io appartengo ad una nazione che ha popolato tutto l’antico continentea, che è la sola la quale può vantarsi d’essere indigena e pura di sua origine, che ha conquistato a diverse riprese quella parte del globo // inclusa fra la terra di Ieco110 e l’Atlante; che ha distrutto tanti imperi formidabili, che è padrona di distrurne e ne distrurrà, che ne ha creato degli altri più formidabili; che non è stata giammai né attaccata né soggetta a nessun’altra, ma ognor libera ed indipendente; che dispone a suo piacimento delle diverse regioni della terra allorché troppo numerosa ha bisogno di sgravarsi d’una parte de’ suoi membri, e che è l’unica la quale conserva sempre le conquiste che fanno i di lei eserciti. «Noi ridiamo delle lutte infantili degli altri popoli, delle loro armi, delle loro ordinanze guerriere, delle loro rocche, della di loro politica, mentre le menome nostre orde sono valevoli a sovvertir da capo a fondo i stati più possenti riuniti insieme. «La nostra patria è vasta dall’Orto all’Occaso; troppo sicuri di noi stessi, le nostre frontiere non sono rinchiuse da mura e baluardi; le nostre mura sono i nostri petti ed i nostri deserti; le nostre braccia sono gli arieti e le baliste per espugnare quelle che inutilmente ci si oppongono allorché sbuchiamo dalle nostre foreste come le locuste; noi siamo cittadini e possessori tanto sulle vette del Bukar, quanto nel fondo della Kamtaskata111; i nostri armenti sono sempre con noi, e se abbiamo genio e coraggio possiamo con un numero innumerabile di nostri fratelli andare a signoreggiare nelle feraci contrade sia dell’Occidente sia del Mezzogiorno.

a

In nota, rinviata con asterisco, la frase “Buffon, nelle Epoche della natura”.

110

A metà del XVIII secolo si chiamava terra di Yeco un’ipotetica grande isola formata dalle maggiori isole dell’arcipelago del Giappone, Hokkaido e Honshu. Lo si può vedere nel Mappa mondo o vero carta generale del globo terestre pubblicato a Roma intorno al 1750 dalla stamperia De Rossi. In questo stesso mappamondo la Gran Tartaria occupa buona parte della Russia europea, tutta la Russia asiatica sino alle coste del Pacifico e si estende a nord sino all’Artico settentrionale. 111 Non è chiaro quali siano queste vette, mentre la Kamtaskata dovrebbe essere la penisola della Kamcˇatka.

814

G2 «Un nazione molto più numerosa di noi, ma che non ha né la nostra bravura né la nostra forza fisica, cercò di resistere coll’arte a un popolo senza arti. Essa inalzò una barriera immensa la quale anziché difenderla non servì che a provocarci ed affrettare il momento della di lei conquista112. Questo inutile argine fu sgominato e noi fluimmo, come un torrente che tutto abbatte, nelle di lei regioni. «Né le grandi catene di montagne, né i grandi fiumi, né la lontananza delle regioni, né la diversità de’ climi hanno giammai arrestati i nostri passi nelle conquiste. Dalla nostra patria gelata noi siamo // pervenuti nelle regioni più calde ed ardenti, e il sangue tartaro bolle nelle vene di tutti gli abitanti della mettà del globo. «Liberi perché senza re, ed indipendenti perché non soggetti ad alcun popolo straniero, noi godiamo di tutta la libertà e le virtù della natura senza soffrire né la schiavitù né i vizii della società. Se fra le altre nazioni sorge un uomo forte egli non impiega la sua forzaa che per asservire la sua patria; presso di noi i forti non sono perigliosi pe’ loro fratelli, essi non esercitano la loro possanza che per dominare su’ stranieri. «Se nell’esercizio della nostra vita libera le nostre famiglie s’incontrano, esse si salutano fraternamente e senza offendersi, senza distruggersi; accampano le une accanto alle altre, e quindi ognuna segue il suo destino. La patria rispettiva è sempre con cadauna di esse nel libero possesso della patria generale. Le nostre società e le nostre leggi sono sempre con noi, attesoché i nostri usi e costumi le costituiscono e le rivestono d’autorità. Il nostro culto e i nostri tempii ci sieguono, poiché il santuariob del nostro nume è formato dalla superficie della terra per base, e dal firmamento per volta; il nostro cuore è l’altare, e l’omaggio del nostro spirto è l’incenso. «Un popolo pastore è formidabile molto più del pescatore e dell’agricola. Le conquiste del primo sono facili ed immancabili, quelle degli altri due difficili e mal sicure a cagione dellac difficoltà di alimentarsi. Le provvigioni del pescatore sono incerte e corruttibili; quelle dell’agricoltore sono temporarie ed imbarazzanti113; le nostre sono se-

a

impiega-forza nel sopralinea su tre parole depennate. Nel sopralinea su tempio depennato. c Seguono due parole depennate. b

112 113

È qui evidente il richiamo alla Grande Muraglia cinese. Nel senso di ingombranti.

815

29r

G2

29v

moventi, reproduttive e costanti. Il primo non può allontanarsi dal mare; il secondo deve due volte ritornare a’ proprii campi; noi possiamo durante tutto l’anno esser in riposo o marciare, percorrere i lidi o l’interno, le montagne o le pianure, i luoghi rasi o lo foreste, senza incorrere nel periglio della fame, attesoché i nostri armenti ci sieguono da per tutto, e senza essere imbarazzati dal di loro trasporto. «I liberi Sciti hanno sempre arrestato i trionfi e le vittorie degli innumerabili schiavi del gran re. I di loro discendenti hanno sovvertiti i due grandi imperi d’Oriente ed Occidente. Essi sono andati a signoreggiare sulle ricche sponde dell’Eufrate, e fino alle gonfie foci del Gange e dell’Oby114. Altre nostre // tribù pervenute sulla vetta del Caucaso si hanno dall’alto di quel monte istesso ripartite le rispettive future dominazioni alla vista delle regioni europee. «Le altre genti le quali sono tutte nostre colonie hanno le di loro epoche di grandezza, di decadenza, di servitù e di dominazione; noi siamo sempre l’istessi, ognor indipendenti e ognor formidabili. Le conquiste ch’essi fanno con tutte le di loro forze non reggono; quelle che noi facciamo col solo superfluo delle nostre sono eterne. Le loro non servono che ad ingrandire un solo; le nostre beneficano una innumerabile moltitudine di nostri figli, de’ quali ci sgraviamo senza che la massa delle nostre generazioni, il ceppo della nazione, ne soffra. La guerra, che presso gli altri popoli è un flaggello più forse per chi vince che per chi è vinto, per noi è bene e prosperità. «Le di loro armate a guisa di torrenti desolano i luoghi pe’ quali passano, con il sangue, cogl’incendii, colle rapine, co’ tributi e colle nuove leggi, senza produrre alcun bene né costante né passaggiero; noi, tutto che chiamati barbari, non produciamo tanti mali; le nostre irruzioni sono come le inondazioni del Nilo, le quali fecondano i campi dell’Egitto, attesoché la natura ha destinato che colle masse del Nord si rinfondano115 le generazioni degli altri popoli, mentre i nostri guerrieri diventano cittadini delle regioni occupate, sposano le figlie de’ conquistati e aumentano il loro numero, quello degli armenti, ravvicinano i costumi de’ vinti alla semplicità di quelli del selvaggio, e

114

Il fiume Ob è uno dei maggiori del mondo (ca. 5.570 km). Sorge nell’Altai e sfocia, dopo un percorso prevalentemente da O a N, nell’omonimo golfo nel mare di Kara, presso il circolo polare. 115 Rinfondano nel senso di rifondano e rinforzano.

816

G2 coll’aumento delle braccia e quindi con quello del travaglio accrescono la fecondità e il frutto delle terre ove essi si stabiliscono». Io credo che i Tartari possano con verace e nobile sodisfazione tenere un tal linguaggio. Né vi è argomento da apporre mentre l’istoria depone in loro favore. Nella vicissitudine perpetua, dunque, nella quale sono le nazioni moderne, or di servire or di dominare or di tornare in servitù, non varrebbe meglio esser membro di quella che non è stata né sarà mai dominata, e la quale mette fine quando le aggrada alla politica, al governo e alla possanza di tutte le altre colle sue irruzioni? //

8 GENNAIO

30r

Questa mattina è giunta un’altra missiva da Napoli. Il Generale è stato ragguagliato che la pace e l’alleanza fra la nostra Corte e l’austriaca è stata conchiusa, ed è stato incaricato di partire per la Germania ad oggetto di accelerare la ratifica, e di presentare una lettera del Re all’imperatore Francesco. Io accompagnerò il Generale in questa sua missione diplomatica. Noi partiremo domani. Sono entusiasmato di poter vedere l’Allemagna, nuovi popoli, nuovi usi e nuovi climi. I viaggi sono le lezioni più utili che possa aver l’uomo per istruirsi. Domani partirà egualmente il general Filangieri con tre battaglioni della sua brigata per occupare Ferrara.

RAVENNA 10 GENNAIO Siamo giunti in questa città questa mattina. Il Generale è andato ad abboccarsi col general Nugent. Per giungere qui con maggiore sollecitudine e minore incomodo, in vece di battere la traversa che da Bologna passando per Lugo conduce a Ravenna, abbiamo battuta l’Emilia fino a Forlì, e quindi da Forlì l’altra strada postale che qui ne mena. Sull’Emilia, a 22 miglia da Bologna, si trova Imola, città fabricata sulle rovine dell’antico Forum Cornelii, sulla sponda dritta del fiume Santerno. Le adiacenze di Imola sono piacevoli ed adornate di grandi piantagioni di pioppeti. A cinque miglia dalla sudetta città si rinviene un bel villaggio chiamato Castel Bolognese, ed a 10 Faenza. Faenza, l’antica Faventia, è una città di 17mila abitanti, fabricata 817

G2

30v

sulla sponda sinistra del Lamonea. Era municipio de’ Romani. È stata la patria del matematico Torricelli116. Ha un buon opificio di vasellami di maiolica, e forse questa circostanza ha fatto sì che una tale manifattura sia chiamata da’ Francesi fayence, e nel nostro Regno Faenza. I vini di Faenza erano commendati da Varrone e da Columella117, e Plinio celebra molto il lino faentino118. A San Cristoforo, quattro miglia distante dalla città, vi sono delle sorgenti di acque minerali e de’ frammenti di miniere di piombo. // A nove miglia da Faenza si trova Forlì, anticamente Forum Livii, attesoché fabricata da Livio Salinatore dopo la celebre disfatta di Asdrubale sul Metauro119. Vi è una bellissima e grande piazza. La sala del consiglio vuolsi esser stata dipinta da Raffaello. Nella cattedrale vi sono de’ buoni quadri del Guercino120. Forlì è popolata da circa 21mila abitanti. In questa città si lascia l’Emilia, che va fino a Rimini, e per chi vuole andare a Venezia se ne trova un’altra al nord rivolta. Le campagne da Bologna a Forlì sono fertilissime, ben coltivate, ben irrigate e assai popolate. A Bologna finiscono le monotone pianure della Lombardia, ed incominciano le pittoresche colline della Romagna. Tutte le strade, tanto le maestre che le traverse, sono fiancheggiate e da canali e da doppia fila di pioppi. Lungo la strada da Forlì a questa città, poi, incominciano le paludi, foriere per così dire di quelle di Primaro e di Comacchio. Ravenna, città antichissima, è situata in vicinanza del luogo ove si riuniscono i due fiumi Ronco e Montone. Era essa florida allorché era capitale sotto l’impero di Teodorico, florida allorché era sede degli

a

Nel testo dell’Amone.

116

Evangelista Torricelli (Faenza 1608-Firenze 1647). Matematico e fisico, assistente di Galileo (1641), inventò il barometro a mercurio 117 Marco Terenzio Varrone (Rieti 116 a.C.-Ivi 27 a.C.). Letterato ed erudito romano, lasciò circa settanta opere, tra cui il De re rustica. Lucio Giunio Columella (Gades 4-Ivi 70), forse il più importante scrittore latino di agricoltura, celebre soprattutto per il trattato De re rustica in dodici volumi. 118 Gaio Plinio Secondo, conosciuto come Plinio il Vecchio (Como 23-Stabia 79). Scrittore di argomenti scientifici, famoso per il 37 libri della Naturalis Historia (77). 119 Marco Livio Salinatore fu console nel 219 a.C.; vinse nel 207 la battaglia del Metauro. Gli viene attribuita la fondazione di Forlì (188 a.C.), che però fu probabilmente dovuta al figlio Gaio. 120 Giovanni Francesco Barbieri, detto il Guercino (Cento 1591-Bologna 1666). Pittore, uno dei maggiori e più originali esponenti del rinnovamento luministico. Lavorò a Roma e nel nord Italia.

818

G2 Esarchi, florida sotto il dominio de’ Veneti; attualmente è oltremodo meschina e languida. Non è celebre che per le sue memorie e pe’ preziosi monumenti di antichità che conserva, pe’ suoi mosaici, marmi orientali, sarcofagi, eccetera. La cattedrale è una fabrica magnifica, antica, restaurata alla moderna. Vi sono due cappelle dipinte al fresco dal Guido Reni, ed un quadro dell’istesso autore rappresentante Moisé che fa piover la manna nel deserto. La navata è sostenuta tutta da bellissime colonne. La cappella del fonte battesimale è bellissima e oltremodo magnifica. In un cortile del palazzo arcivescovile si vedono tutte le lapidi sepolcrali dissotterrate in occasione // della restaurazione del tempio. Nella chiesa di San Giovan Battista, fabricata da una certa Galla Placidia che vi è sepolta121, si vedono con sorpresa 24 colonne cipolline, ed in una di lei cappella si osserva per intiero un mosaico del 4° o 5° secolo ben conservato. In quella di Sant’ Apollinare vi fan vedere 24 colonne di marmo greco trasportate da Costantinopoli. La biblioteca ed il museo contengono ancora molti oggetti di antichità che meritano di esser veduti, ma io non ho avuto tempo di visitarli. Oggi se mi riuscirà andrò a vedere il sepolcro di Dante. È arrivato il general Livron da Rimini, spedito dal general Carascosa per concertare co’ Tedeschi il modo di far passare la nostra armata pe’ paesi da loro occupati122. Il medesimo insieme col general Pignatelli è andato dal general Nugent. Il tempo è orribile. Il freddo è oltremodo intenso, e neviga senza risparmio. A detto del padrone della casa ove siamo alloggiati, il termometro segna sei gradi sotto il zero. È questo freddo un esordio predisponente a quello che dovrò sentire in Germania. Ravenna a’ tempi degli Esarchi era un porto; attualmente è 6 miglia distante dal lido marino. È questa una pruova innegabile che l’Adriatico si ritira giornalmente, e che un tempo ha coverto colle sue acque tutta la pianura della Lombardia e quella della Puglia.

121

Il Mausoleo di Galla Placidia (Costantinopoli 392-Roma 450, sorella dell’imperatore Onorio) fu eretto verso la metà del V secolo, forse per volontà della stessa, che fu però sepolta a Roma. 122 Pierre-Gaston-Henry de Livron (Pau 1770-Aix-en-Provence 1830). Militare francese al servizio di Napoli (1806) come capitano di cavalleria, fu aiutante di campo di Murat (1811) e in Russia come tenente generale (1814).

819

31r

G2 ALLE 9 DELLA SERA

31v

Dopo un concistoro di circa sei ore i tre generali si sono separati. Tutto è stato conchiuso relativamente al passaggio dell’esercito napoletano. Domani, dopo il dejeunè che darà il general Nugent, il general Livron ritornerà a Rimini e noi proseguiremo il viaggio, passando per Vicenza, ove il general Pignatelli deve abboccarsi con Bellegarde e dargli due pieghi, uno del Re, e l’altro del general Neiperg123, // tedesco, che sta in Napoli e che è quello che l’imperatore d’Austria ha spedito al Re nostro per annunciargli la conchiusa pace ed alleanza. Conforme a quel che mi ero proposto, alle 2 ½ pomeridiane sono andato a visitare il sepolcro del grande Alighieri. È esso sito in una cappellania fabricata in un angolo esterno della chiesa de’ soppressi Francescani. Siccome l’entrata nella medesima non è dalla parte interna della chiesa sudetta, ma dalla banda della strada publica, così sta ordinariamente chiusa, ed io non ho provato poca fatica a rinvenirne il custode per aprirmene la porta. Il tumulo fu inalzato da’ successori di Guido della Polenta, signore presso il quale Dante si rifugiò nelle sue persecuzioni, ed abbellito poi magnificamente dal cardinal legato Valenti Gonzaga124. Io vi sono entrato con un religioso rispetto, il quale si è aumentato alla sensazione dell’aer freddo e tetro della cappella: la tomba di un grand’uomo non è muta che all’uomo del volgo o all’apata125, ma per chi ha un’anima capace di sentire e muoversi a’ grandi sovveniri delle grandi cose e de’ grandi autori, diviene eloquente e feconda di mille imponenti considerazioni. Io sono restato buona pezza muto ed assorto; quell’alto animo elevato ridotto all’umiliazione di accettare un ricovero, e di dire a se stesso Tu proverai sì come sa di sale Lo pane altrui…126 il suo esilio, l’ostinazione di Firenze a giammai permettergli il ritorno nella sua patria, l’esser egli stato il primo e il più gran poeta italiano, le discordie intestine dell’Italia cagioni delle sue disgrazie e

123

Adam Albert conte di Neipperg (Vienna 1775-Parma 1829). Militare e diplomatico, marito morganatico di Maria Luisa duchessa di Parma, da cui ebbe due figli. Nel 1815, col grado di luogotenente generale, comandò una divisione contro Murat e contribuì significativamente alla vittoria di Tolentino. 124 Luigi Valenti Gonzaga (Roveredo di Guà 1725-Ivi 1806) fece costruire (1780-1781) il tempietto che ospita la tomba quattrocentesca. 125 Per: persona apatica. 126 Dante, Paradiso, XVII, 57-58.

820

G2 nullamente dissimili da quelle che l’hanno in seguito agitata e causata la persecuzione di altri grandi uomini italiani, tutte queste considerazioni hanno fuso nella mia anima un misto di compassione e di ammirazione pel grand’uomo, alla di cui memoria io rendevo un omaggio. Io non ho saputo far una libazione più grata alla di lui ombra che di recitare con entusiasmo tutti i pezzi // che potevo rammentarmi del di lui divino poema. Ho declamato la patetica avventura di Francesca da Rimino, il terroroso episodio di Ugolino, e quindi quell’apostrofe sublime all’Italia ch’egli fa nel 6° canto del Purgatorio, allorché Virgilio incontra Sordello, e ch’io qui trascrivo: Ahi serva Italia, di dolore ostello, Nave senza nocchiero in gran tempesta, Non donna di provincie ma bordello! Quell’anima gentil fu così presta Sol per lo dolce suon della sua terra Di fare al cittadin suo quivi festa. Ed ora in te non stanno senza guerra Li vivi tuoi, e l’un l’altro si rode Di que’ che un muro ed una fossa serra. Cerca, misera, intorno dalle prode Le tue marine, e poi ti guarda in seno Se alcuna parte in te di pace gode. Che val perché ti raccorciasse il freno Giustiniano, se la sella èa vota? Senza esso fora la vergogna meno. Ahi, gente che dovresti esser devota E lasciar seder Cesar nella sella, Se ben intendi ciò che Dio ti nota! Guarda come esta fiera è fatta fella, Per non esser corretta dagli sproni, Poi che ponesti mano alla predella.

a

Segue una parola depennata.

821

32r

G2 Oh, Alberto tedesco, che abbandoni Costei ch’è fatta indomita e selvaggia, E dovresti inforcar li suoi arcioni! Giusto giudizio dalle stelle caggia Sovra il tuo sangue, e sia nuovo e aperto, Tal che il tuo successor temenza n’aggia. Che avete tu e il tuo padre sofferto Per cupidi[gi]a di costà distretti, Che il giardin dell’imperio sia diserto? Vieni a veder Montecchi e Cappelletti, Monaldi e Filippeschi, uom senza cura, Color già tristi, e costor con sospetti. // Vieni, crudel, vien, vedi l’oppressura De’ tuoi gentili, e cura lor magagne E vedrai Santafior com’è sicura.

32v

Vieni a vedere la tua Roma che piagne, Vedova e sola, e dì e notte chiama: Cesare mio, perché non m’accompagne? Vieni a veder la gente quanto si ama E se nulla di noi pietà ti muove A vergognar ti vien della tua fama. E se licito m’è, oh sommo Giove Che fosti in terra per noi crocifisso, Son li giusti occhi tuoi rivolti altrove, O è preparazion che nell’abbisso Del tuo consiglio fai per alcun bene In tutto dall’accorger nostro scisso? Che le terre d’Italia tutte piene Son di tiranni ed un Marcel diventa Ogni villan che parteggiando viene. 822

G2 Fiorenza mia, ben puoi esser contenta Di questa digression, che non ti tocca, Mercé del popol tuo che sì argomenta. Molti han giustizia in cor, ma tardi scocca Per non venir senza consiglio all’arco, Ma il popol tuo l’ha in sommo della bocca. Molti rifiutan la comune incarca, Ma il popol tuo sollecito risponde Senza chiamare, e grida: io mi sobbarco. Or ti fa lieta, che tu hai ben onde, Tu ricca, tu con pace, tu con senno: S’io dico il ver l’affetto nol nasconde. Atene e Lacedemone, che fenno L’antiche leggi e furon sì civili, Fecero al viver bene un picciol cenno Verso di te, che fai tanto sottilia Provvedimenti, che a mezzo novembre Non giunge quel che tu d’ ottobre fili. // Quante volte, del tempo che rimembre Leggi, moneta, ufficio e costume Hai tu mutato e rinnovato membre?

33r

E se ben ti ricorda e vedi lume, Vedrai te somigliante a quell’inferma Che non può trovar posa in sulle piume Ma con dar volta suo dolore scherma127. Quest’apostrofe è inimitabile. Si vede nella medesima che Dante quando la scrisse era passato dalla fazione guelfa alla ghibellina, cangiamento di oppinioni che nullamente gli giovò, attesoché Firenze fu

a

Segue provvedime depennato.

127

Dante, Purgatorio, VI, 76-150.

823

G2

33v

sempre ostinata a rifiutargli il rimpatriare. Quella terzina ov’è nominato Giustiniano, quella de’ tanti tiranni d’Italia e l’ogni villan che parteggiando viene, quell’ironia fine e sostenuta alla sua patria, quel paragone della medesima ad un’inferma la quale non fa che rivolgersi per alleviare i suoi mali, sono cose divine ed ineguagliabili. L’oppinione che Dante sia divenuto poeta nell’esilio è falsa, mentre si sa che il popolo cantava i suoi versi mentre egli era ancora in Firenze, e ch’egli batté col bastone quel mulettiere al quale sentì terminare una terzina aggiungendovi arri, dicendo: «Cotesto arri non vi posi io». Villani128, istorico suo contemporaneo, dice che Dante aveva composto sette canti dell’Inferno prima di emigrare. Malgrado che Alighieri aveva avuto un ricovero presso un signore di Ravenna egli non ha però avvilita la sua musa con alcuna lode del suo benefattore, come han fatto Ariostob, Tasso, Virgilio: questi con Augusto, quelli con gli Estensi. Anzi, quel che più reca meraviglia è che nel suo viaggio misterioso rinviene nell’Inferno Francesca da Rimino, figlia di Guido della Polenta, ove si era rifugiato, ammazzata da Malatesta suo marito per averla sorpresa con Paolo di lui fratello. L’Inferno di Dante fece introdurre l’uso di rappresentare sull’Arno a Firenze alcune scene infernali, per così dire. Si fingeva che questo fiume fosse l’Acheronte, sul quale passavano da una sponda all’altra alcune barche ripiene di figure e di comparse orribili, rappresentanti i dannati e guidate da un orribile vecchio figurante Caronte. Le barche e le persone ardevano di fuochi e vampe teatrali, e nel passaggio si sentivano urli, imprecazioni, lamenti e bestemmie orribili. Questa specie di festa alla quale interveniva tutto il popolo di Firenze fu abolita per un tragico avvenimento // che successe in una di esse: uno de’ ponti sull’Arno, sul quale si era affollata una gran moltitudine di gente per goder dello spettacolo, cadde improvvisamente e fece perire non solo tutti quelli che vi erano su, ma ancora molti degli istrioni che in quel momento passavan di sotto colle loro barche.

b

Nel sopralinea.

128

Giovanni Villani (Firenze ca. 1280-Ivi 1348), cronista, mercante e banchiere, autore di una Cronica in dodici libri, di cui i secondi sei dedicati alla storia di Firenze dal 1265 al 1248. Sotto l’anno 1321 si trova la più antica biografia dantesca.

824

// Segundo Galimatías de mis viajes y de mis campañas. Empezado en Roma en diciembre del año 1813. //

2r

// ROMA, 3 DE DICIEMBRE DE 1813

3r

Ésta es la cuarta vez que salgo de mi patria y todas las cuatro veces por razones por las cuales nunca hubiese deseado salir de ella. La primera fue cuando Ferdinando invadió el territorio de la República Romana con una armada que, encabezada por otro general más hábil o menos cobarde, hubiese quedado mejor de lo que hizo, y no hubiese, con sus derrotas, causado una catástrofe horrenda para la nación1. La segunda cuando los avatares políticos de 1799, consecuencias funestas de la vileza y de la inexperiencia de Mack, hicieron correr ríos de sangre en el jardín bonito del Reino, morir en el patíbulo una muchedumbre de héroes por sus talentos y sus virtudes y aparecer otra de ciudadanos pacíficos desde las orillas del Sebeto en las Galias; la 3a cuando en 1807 el 1° Regimiento de Línea, donde servía yo entonces con el grado de capitán, en los designios secretos de Napoleón fue destinado a formar parte del ejército que debía invadir España; finalmente la actual, en la cual parece que nuestra armada debe enfrentarse al dominio francés en Italia. La guerra y la revolución entonces fueron y son las razones de mis viajes; razones horrendas y detestables, totalmente opuestas al aprendizaje y a la diversión, fines para los cuales me hubiese agradado y me gustaría visitar los países extranjeros.

1

El 24 de noviembre de 1798 las tropas napolitanas de Ferdinando IV de Nápoles, bajo el mando del general austríaco Karl Mack von Leiberich (Nennslingen 1752-Sankt Pölten 1828), invadieron la República Romana pero, tras una primera avanzada victoriosa y la conquista de Roma, pronto fueron rechazadas hasta la derrota total en Civita Castellana y la ocupación de Nápoles por parte del general francés Jean-Etienne Vachier conocido como Championnet (Valence 1762-Antibes 1800).

825

G2

3v

Con la salvedad de mi segundo viaje, durante el cual, como había sido expulsado como un traidor y desterrado como un malhechor, abandoné mi patria con el corazón repleto de disgustos, en los otros dos y en el actual me he marchado con el alma ebria de la idea de la gloria y de la fortuna militar, a pesar de que ya dos veces mis expectativas han sido decepcionadas. Volví del primer viaje harapiento y descalzo como un pordiosero, después de ser detenido. Del tercero, decepcionado por no conseguir aquellos avances que mi sangre derramada en cuatro años de guerra feroz en España me daban derecho a esperar. Lo mismo va a ocurrir en éste, si en el libro del destino está escrito que he de volver. Quizás, o mejor dicho, seguro que mi vuelta más grata fue cuando // volví del exilio. El hecho de ser desterrado en mi adolescencia a países extranjeros y lejanos, sólo y abandonado y sin recibir ninguna ayuda de mi familia, de pasar dos años de vida en medio de todas las privaciones con una existencia bárbara y mísera, de haberme dado cuenta de que los Franceses son muy distintos a lo que yo creía, finalmente de haber experimentado toda la amargura de las penas del hambre, de la sed, de las vigilias, etcétera, me hicieron regocijar al ver las colinas patrias. Recuerdo que me detuve en el monte de San Ángel Altísimo y saludé allí mi tierra natal con una especie de santo entusiasmo. Sentí un éxtasis de alegría y consuelo al pensar que pronto volvería a ver a mis hermanos, a mi familia, a mis compañeros, y finalmente a ese ángel de belleza y de virtud que fue el objeto de mi primer y único amor, y al que sigo queriendo. Tres veces en regiones lejanas sentí yo en toda su fuerza el poderoso sentimiento de la patria, pero solamente entonces sentí una ebriedad del alma y de los sentidos que no se puede describir, y que únicamente puede sentir uno cuando vuelve a ver tras una larga ausencia la punta del campanario del pueblo donde nació y pasó la infancia. Sin embargo, tengo que confesar que saqué unas ventajas de mis viajes, a pesar de que la gloria y la fortuna me decepcionaron y de que los hice por la revolución y la guerra. Pude conocer el mundo y a los hombres más de lo que se pueden conocer con mi edad. Vi pueblos, costumbres y regiones distintas; estuve presente en varios acontecimientos importantes; fui testigo de la perturbación política y de la reacción decente de un pueblo que se consideraba el más despreciado de Europa y que demostró ser el más apreciable; vi las grandes obras de la naturaleza tanto en sus ruinas y en los lugares más horribles y salvajes, como en los jardines de sus amores y de su prosperidad; vi las grandes obras de arte, que tanto por su diseño y argumento atrevido, como por su an826

G2 tigüedad inimitable, honran al hombre que las hizo. No sé si con los viajes se aplaca o se excita el deseo que el alma de todo hombre tiene de llenarse de nuevos // objetos y que bien dirigido produce las cosas grandes y útiles. Por lo poco que he podido aprovecharlo, creo haberlo hecho a mi beneficio. Comparándome a mí mismo, y recordando lo que era, estoy contento de lo que soy. Mi espíritu y mi corazón me parecen mejorados, y este beneficio que debo enteramente a mis viajes y a las pruebas a las que fui sometido en ellos, me compensa útilmente y con creces de la fortuna y de la gloria con las cuales podía empeorar. En mi primer viaje vi solamente pocos lugares del territorio romano, cerca de la frontera del Reino. Aproveché la oportunidad poco o nada, tanto por mi edad como por la brevedad del viaje, pues estuve solamente tres o cuatro meses lejos de la casa paterna. El segundo viaje lo aproveché mucho más. Mi exilio duró dos años, visité una parte de Francia, tal vez la más bonita, y casi toda Italia menos el Genovesado. Entonces pasé por esa prueba de sufrimientos y privaciones que es la escuela más eficaz para el hombre y que para mí ha sido la más útil. En la edad feliz de la primera y fresca juventud conocí y probé las vicisitudes de la vida humana. Nacido y criado en una familia acomodada donde reinaba la abundancia, educado con cierta finura y cuidado, llegué hasta pasar hambre; varias veces sufrí un hambre auténtica y recorrí en ayunas veintidós millas de camino desde Módena hasta Bolonia, lo cual se puede hacer solamente a los dieciocho años. ¡Ay! ¡Qué humillante es para el hombre pasar hambre, cuando éste ha sido educado con cierto orgullo de familia! Recuerdo que la voz y las necesidades de la naturaleza me llevaban hacia la puerta de alguna vivienda en el camino a pedir pan y que los principios de la educación y del orgullo, tan poderosos como los de la propia naturaleza, me apartaban de semejante humillación. Entonces me di cuenta de que no hay que presumir de las riquezas y de las comodidades de la fortuna; entonces vi que era un hombre igual que los demás, y que no había ninguna diferencia entre yo, hijo de Carlo Marcello Pepe, y los pordioseros a los que de vez en cuando encontraba por el camino. Con lo cual, aprendí a ser más sensible a costa mía, y si ahora ayudo más a menudo a los pobres y a los indigentes, tengo esta predisposición a la caridad por pasar a través de aquella escuela que no le deseo a nadie. Mi corazón y mi moral deben entonces mucho a mi destierro. Asimismo, // mi espíritu y mi intelecto deben mucho al tercer viaje, el de la guerra en España. Utilicé en él el resultado de un estudio profundo que 827

4r

4v

G2

5r

había realizado durante cuatro años seguidos tras volver de la emigración. Al ser capitán, viajaba más cómodo de lo que había viajado durante el exilio; y con más conocimientos y experiencia, podía ver las cosas desde un punto de vista más verídico o más útil. Aprendí mi empleo con cuatro años de prácticas en medio de episodios de guerra. Seguí dedicándome a relatar las varias aventuras, los varios comentarios, los varios combates en territorio español, otros temas y delirios en un diario que por extravagancia o por el caos de su contenido titulé Galimatías. Una parte del mismo se perdió, tal vez la más interesante; la otra se salvó y recorriendo medio Samnio fue recibida mejor de lo que merecía. En este cuarto viaje pienso también hacer un diario. De todas maneras, presiento que no podrá contener mucha información interesante ni por las novedades de lugares y países, pues creo que esta vez no saldré de Italia, ni por los episodios militares, pues espero que no haya ni podrá haber tantos como los de España relatados en el primer Galimatías. Sea lo que sea, empecemos. Aquí estoy entonces por cuarta vez en Roma, en esta tierra de memorias grandes e imponentes. Aquí el suelo, las ruinas, los monumentos, los restos, todo es sagrado, todo está animado por profundas reminiscencias y por más profundas razones de comparación. Aquí triunfaban los cónsules: aquí ahora no se ven sino procesiones; aquí en una época la victoria, en otra la autoridad moral de un pontífice, tenían encadenados a todos los pueblos de la tierra; aquí hoy un gobernador francés rige este pueblo como una colonia de ultramar; aquí residía un senado que era una augusta asamblea de reyes: aquí posteriormente se vio un gobierno recalcitrante con la política igual que con la religión; aquí había un pueblo soberano: aquí hoy está el pueblo más esclavo y envilecido del orbe; ayer en el Campo Marcio los jóvenes iban con ejercicios violentos a aprender el arte de vencer o morir: aquí ahora los jóvenes o bien supersticiosos o bien libertinos se pudren en la flojera y en la dejadez; aquí los oradores inmortales trataban la gran causa de la humanidad o de las naciones: aquí // ahora no se hacen sino los rezos de los curas. Aquí el valor militar trajo las obras maestras del genio desde oriente, aquí la vileza las vio robar y ser llevadas hacia occidente con indiferencia. Aquí finalmente vivieron y se distinguieron con sus hazañas los Fabios, los Camilos, los Escipiones, aquí Virgilio y Horacio con su musa inmortal supieron hacer de Augusto un héroe, aquí Cicerón en el Foro movía a su gusto un pueblo entero, aquí honraron a la humanidad un Miguel Ángel, un Rafael, un 828

G2 Correggio, un Guido2, un Fontana3; aquí está enterrado el ánimo italiano, aquí ahora va tirando una turba de seres que jamás son hombres, y con la salvedad de Canova4, ningún otro es digno de pisar la tierra que cubre las cenizas de héroes inmortales por valor y por las artes, esta tierra donde está enterrada la grandeza de nuestros antepasados. Cada rincón de Roma atrae al viajero que quiera admirar y meditar. Desde la Puerta de Letrán hasta la Columna Trajana uno se asombra al ver un desierto de ruinas con pocas viviendas salpicadas acá y allá, más dignas de una aldea que de una ciudad. En medio de las ruinas uno piensa que hace un tiempo este suelo estuvo adornado de grandes edificios, y recuerda la masacre y la destrucción que causó Roberto Guiscardo jefe de los Normandos en esta parte de Roma por la obstinación de Gregorio VII, pontífice del cual algunos historiadores han hablado bien y otros tantos mal5. Entre tantas ruinas se yergue igual que un monte el anfiteatro Coliseo, con ese aspecto imponente y ruinoso con respecto al cual uno se duele menos de la injuria de los siglos que de la barbarie del papa Barberini6, que deshizo una parte de él eliminando todas las piezas de la cornisa. En el Campo Vaccino se encuentra uno en un lugar más amplio, más desierto y más lleno de ruinas; allí se hallaba el Foro Romano donde Cicerón fulminaba a Catilina y defendía a Milón7 y Deyotaro; donde se celebraban los comicios, donde se discutían los

2

Guido Reni (Bolonia 1575-Ídem 1642) aprendió el arte en el taller de los Carracci. Desde 1601 hasta 1614 trabajó en Roma, donde se afirmó como uno de los mayores pintores de su época. 3 Domenico Fontana (Lugano 1543-Nápoles 1607), arquitecto ticinense, trabajó durante mucho tiempo en Roma y en Nápoles, donde entre otras cosas diseñó y dirigió la edificación del Palacio Real. 4 Antonio Canova (Possagno 1757-Venecia 1822). Escultor, fue el mayor exponente del Neoclasicismo, fue elegido por Napoleón como retratista oficial (estatua de bronce ahora en el patio de honor del palacio de Brera en Milán), fue también autor de la estatua de Paolina Bonaparte (Roma, museo de Villa Borghese). Después de Waterloo obtuvo la devolución por parte de Francia de muchas de las obras de arte rapiñadas en Roma. 5 Gregorio VII (Ildebrando di Soana, papa de 1073 a 1085, Sovana 1020/1025-Salerno 1085), sitiado en el Castillo de San Ángel en 1083 por el emperador Enrique IV), pidió la ayuda Roberto de Altavilla apodado el Guiscardo (Hauteville-le-Guichard aprox. 1025-Cefalonia 1085), que liberó la ciudad pero la saqueó durante tres días. 6 Las hazañas arquitectónicas de Urbano VIII (Maffeo Barberini, 1623-1644) fueron resumidas en el dicho “Quod non fecerunt barbari, fecerunt Barberini”. 7 Tito Anio Milón, tribuno de la plebe (57 a.C.) y pretor. Responsable del asesinato de Publio Clodio Pulcro, fue mal defendido por Cicerón y condenado al exilio.

829

G2

5v

altos asuntos de la república y del orbe, donde el pueblo más digno de la tierra promulgaba sus leyes; ahora no existe nada más que unos restos asquerosos; una triste soledad, un silencio tétrico dominan sobre aquellas ruinas que despiertan memorias tan grandes. El populacho y los pastores pasan totalmente de ellas, mientras que merecerían que unos pensadores profundos, tal como Maquiavelo y Volney8, fueran allí a meditar con veneración, y que todos los Italianos fueran a postrarse religiosamente ante sus antiguas memorias. // Ni aquí terminan las ruinas. Dondequiera que uno vaya, las encuentra. Las de los templos de Júpiter Estator y Júpiter Tronante, del Sol y de la Luna, de la Fortuna Mujeril; del Circo Máximo, de la Curia Hostilia9, del Teatro de Marcelo, del de Pompeyo, donde fue matado César, del de Minerva Médica, del templo de Venus y Cupido, de Rómulo y Remo, del anfiteatro Castrense, de la cárcel de Yugurta donde se dice que fue encerrado San Pedro, del circo de Caracala, de los Trofeos de Mario, del foro de Nerva, del templo de Palas, y mil más que me cansaría de enumerar, pero no de admirar. Pero, ¿para qué? Nuestros antepasados fueron hombres y grandes, nosotros no somos ni los unos ni los otros. Bajo el imperio de Claudio el censo ascendía a 6.968.000 habitantes; en la actualidad Roma alcanza solamente los 80.00010. ¡Qué horrible diferencia! Los monumentos mejor conservados son: el Panteón de Agripa, hoy iglesia de la Rotonda, donde están las tumbas de Rafael, Perino del Vaga11, Aníbal Carracci12, Taddeo Zuccheri13, Flaminio Vacca14 y muchos otros difuntos insignes; los arcos triunfales de Tito, de Severo, de Constantino, de Druso y de Nerón, el Mausoleo de

8

Constantin-François Chassebœuf de La Giraudais, conde de Volney (Craon 1757-París 1825). Filósofo y orientalista, se considera el precursor de los etnólogos, antropólogos y sociólogos del siglo XX. 9 Pepe se refiere a las ruinas de la Curia Julia, que César y Augusto mandaron edificar sobre los restos de la primera Curia Hostilia, quemada durante los desórdenes que siguieron el entierro de Clodio en 52 a.C. Fue modificada por la restauración de los años treinta del siglo XX. 10 Pepe sigue la guía de Vallardi Itinerario italiano, p. 222. 11 Pero di Giovanni Bonaccorsi, apodado Perino del Vaga o Perin del Vaga (Florencia 1501-Roma 1547), pintor, alumno de Ghirlandaio y colaborador de Rafael. 12 Aníbal Carracci (Bolonia 1560-Roma 1609), pintor, con el hermano Agustín (Bolonia 1557-Parma 1602) y el primo Ludovico (Bolonia 1555-Ídem 1619) tuvo un importante taller. 13 Taddeo Zuccari o Zuccheri (Sant’Angelo in Vado 1529-Roma 1566), pintor manierista. 14 Flaminio Vacca o Vacchi (Caravaggio 1538-Roma 1605), escultor tardo-manierista.

830

G2 Adriano, hoy Castillo de San Ángel, el puente Eliano también edificado bajo Adriano, el mausoleo de Augusto cerca de Ripetta, y ocho columnas de granito oriental en los pórticos del gimnasio de las termas de Diocleciano, cada una de las cuales es de un solo bloque, tan alto y grueso que uno se asombra y se maravilla que se trajeran de Egipto piedras tan enormes. A los monumentos mejor conservados e intactos hay que añadir también el maravilloso Obelisco Vaticano, que se encontraba en el Circo y que por voluntad de Sixto V el arquitecto Domenico Fontana colocó en la plaza de San Pedro.

4 DE DICIEMBRE Me quedé unas cuantas horas en San Pedro y en el Vaticano y sigo con el alma y los sentidos extasiados y abstraídos por lo que vi. San Pedro no es solamente la iglesia más grande y bonita de Italia, sino el templo más bonito y más grande del universo. Su tamaño y su belleza sobrepasan toda imaginación y creencia. La armonía y la suma proporción de todas sus // partes colosales hacen que al entrar en este templo divino parezca estar en un edificio de dimensiones normales, pero a la vez uno siente el alma enajenada y abstraída por una especie de mudo embelesamiento y asombro. Es raro no hacer el movimiento natural del asombro y de la maravilla al entrar en él, es decir abrir mucho los ojos y entreabrir la boca, a pesar de que la primera impresión haya sido la de un efecto ordinario. En cuanto uno empieza a considerar en detalle alguna de sus partes, es decir una columna, un sepulcro, un altar, un adorno, compara esto al conjunto y el templo se agiganta desmesuradamente ante los ojos. Pero no es solamente el conjunto del templo que asombra y sorprende: cada rincón, cada parte de San Pedro causa asombro. Uno no se cansa de dar la vuelta alrededor de los cuatro pilares que sujetan la gran cúpula y se asombra al contar los ciento y pico de pasos en el suelo que mide su base. Entonces uno calcula su tamaño y se asombra aún más pues al considerarlos dentro del conjunto del edificio parecen columnas atrevidas y esbeltas. Si se echa un vistazo al gran baldaquín sujetado por cuatro columnas de bronce corintio15, parece ver un ornamento elegante y esbelto del altar mayor en el gran crucero de

15

Bronce corintio: aleación de bronce, plata y oro que según la tradición se originó durante el incendio de Corinto en 146 a.C. El nombre indicaba también simplemente el bronce dorado.

831

6r

G2

6v

la iglesia, y se le acusa al guía de mentir cuando dice que el baldaquín es tan alto como el palacio Farnesio; el guía, sin embargo, dice la verdad. En cada altar el retablo y el dosel están revestidos de mosaico tan fino y bien hecho que parecen pinturas sobre lienzo o tabla. En cada intercolumnio hay un mausoleo de un pontífice; las cúpulas de las capillas están todas historiadas con mosaicos. Están también revestidas de mosaicos la bóveda de la gran cúpula y la gran faja que pone: «Tu es Petrus, et super han[c] petram aedificabo ecclesiam meam, et tibi dabo claves regni coelorum»; de mosaico son los cuatros evangelistas entre la faja y los pilares; el interior del templo está todo revestido de mármol, la bóveda es de estuco dorado; el suelo es también de mármol. Las estatuas colosales de los fundadores de todas las órdenes religiosas están dispuestas simétricamente en los espacios del intercolumnio. Finalmente, en el fondo del templo se ve la tribuna o silla de San Pedro sujetada por cuatro doctores, dos de la Iglesia griega y dos de la latina. En la tribuna se ve en el cristal transparente la figura del Espíritu Santo toda risueña, y como detrás de la misma está el ventanal del fondo, cuando se pone el sol ésta, debido a la trasparencia, produce un efecto precioso y estupendo gracias a los rayos del sol. // Fue necesario casi un siglo para edificar este templo divino y se gastaron 47.000.000 escudos romanos. Bramante echó los cimientos, Miguel Ángel levantó la gran cúpula, Maderni hizo la fachada16, Bernini el pórtico17, Fontana el obelisco; a partir de Julio II todos los papas contribuyeron quienes a terminarlo quienes a embellecerlo. Esta obra inmortal rescata todos los errores de los papas; y cuando se considera que San Pedro es obra de los pontífices, se olvida fácilmente que unos pontífices en la época de Teodora y de Marocia18 se manchaban de delitos y de culpas cuyo solo recuerdo causa repugnancia y horror. Cuando uno está en medio de la gran plaza del templo, se encuentra en una arena sumamente grande rodeada por un pórtico colosal con una enorme montaña regular de edificios en un lado y el palacio inmenso del Vaticano en el otro, el obelisco atrevido y esbelto en el centro, parecido al tronco desnudo de una magnolia en medio del desierto, con dos

16

Carlo Maderno (Capolago 1556-Roma 1629). Arquitecto ticinense, sobrino de Domenico Fontana, famoso sobre todo por la controvertida fachada de San Pedro. 17 Gian Lorenzo Bernini (Nápoles 1598-Roma 1680), arquitecto, pintor y escultor. 18 Madre e hijas, damas protagonistas de la vida política romana en el siglo X. Ambas queridas de papas: Teodora (esposa del magister militum Teofilacto) de Juan X y Marocia de Sergio III.

832

G2 fuentes que echan ríos de agua, está uno invadido por el asombro y la admiración, reconoce la pequeñez o nulidad de su ser, se sorprende de cómo el hombre ha sido capaz de tanto sin a la vez presumir de ello, pues es oprimido por la grandeza y el atrevimiento de todo el conjunto. A este estado de éxtasis y asombro se combina también cierta meditación religiosa que ocupa el ánimo, sentimiento que se va desarrollando tanto por pensar que este templo es el único digno de ser habitado por el Rey de los reyes como por el silencio y la soledad que reinan dentro del templo y en la amplia arena del pórtico. Sería deseable para las bellas artes y para el honor del hombre que Dios pusiera el sello de la eternidad en este santuario suyo, digno de la inmortalidad. Pero las obras humanas no pueden aspirar a ello; perecen igual que el hombre que las hizo. Tanto el relámpago, como la catástrofe, como finalmente el diente devorador del tiempo, derriban todo lo que el propio hombre erige. Se cayó el gran templo de Salomón; se cayó el segundo templo; se cayeron los indestructibles diques y los formidables baluartes de Babilonia; se cayó el gran Laberinto19; se cayeron los grandes edificios de los Romanos… ¿Qué digo yo?... Ese mismo obelisco que adorna hoy la gran plaza de San Pedro hace un tiempo embellecía algún gran edificio egipcio; este edificio ya no existe; luego adornó el gran circo de Roma; el circo ya no existe; y algún día será confundido con los restos y las ruinas de aquel monumento del cual hoy forma uno de los ornamentos más bellos y majestuosos.// Desde San Pedro pasé a la escuela de mosaico, donde ahora están haciendo dos obras para el propio San Pedro, una que representa el descenso de la Cruz, lienzo famoso de Aníbal Carracci, la otra de Camuccini donde aparece santo Tomás que toca las llagas de Jesucristo20. Luego fui al Vaticano, cuyas galerías son lo primero que enseñan los guías. Las pintó todas al fresco el inmortal Rafael. A pesar de que han pasado unos tres siglos y medio desde que fueron pintadas, los colores mantienen toda la frescura y viveza con la cual salieron del pincel del autor. En las bóvedas están historiados todos los hechos del Antiguo Testamento, empezando por la Creación hasta la Pasión, y en las fachadas interiores hay una mul-

19

Se trata del mítico laberinto, construido por Dédalo para encerrar en él al Minotauro. En realidad el que se cayó fue el inmenso palacio real de Cnoso. 20 Vincenzo Camuccini (Roma 1771-Ídem 1844). Pintor y grabador, hermano de Pietro (Roma 1760-Ídem 1833), también pintor y coleccionista. Cfr. Meissner, Allgemeines Künstlerlexicon, 16, p. 77.

833

7r

G2

7v

tiplicidad de ornamentos y de arabescos conocidos ya a través del grabado a buril de Volpato21. A continuación se pasa a las llamadas Estancias del Vaticano, pintadas casi todas por el propio Rafael que, por así decirlo, agotó su genio y su fuerza en aquellas pinturas inmortales. Las obras más famosas son la Escuela de Atenas, la Liberación de San Pedro, la Misa de Bolsena, la Batalla de Constantino contra Majencio, el Incendio del Borgo y el Monte Parnaso. Las perfectas son a mi parecer la Escuela de Atenas, la Liberación de San Pedro y el Incendio de Borgo. En la segunda, en especial, el artista con una inteligencia verdaderamente celeste se superó a sí mismo y superó su arte de combinar con un efecto extraordinario, dando luz a la pintura, cuatro luces distintas: es decir la que sobresale de la cabeza del Santo, la que irradia el ángel que va a soltarlo, la de la antorcha que arde delante de los centinelas y finalmente la de la luna que atraviesa la reja de la cárcel. Por último se entra en la Capilla Sixtina, en cuyos lados hay pinturas al fresco de Pietro Perugino maestro de Rafael22 y en el fondo el inmortal Juicio de Miguel Ángel. Como hay pinturas que exaltando el alma y la imaginación de un poeta hacen salir de su musa unos cármenes y unos versos inimitables, asimismo viceversa hay pintores que se inspiran al leer poemas y mojando el pincel en sus colores trasladan al color y al dibujo de la obra el genio del carmen. Ante esta pintura inmortal reconoce uno el genio y la fantasía de un pintor y de un poeta, enflamado e invadido por la lectura de Dante. Se reconoce el temple viril y fuerte del alma de Miguel Ángel, exaltado por la lectura del Infierno de Alighieri, al echar el primer vistazo al Juicio. Igual que Dante, combinó a su gusto en la pintura ideas paganas y cristianas, Tártaro e Infierno, furias y demonios; igual que Dante, que coloca en el Infierno a todos los protagonistas del bando opuesto al suyo, // Miguel Ángel puso en el rostro de muchos réprobos los retratos de un cardenal y de algunos enemigos suyos. Por último, esta pintura cuenta con una composición tan original e inimitable como el Infierno de Dante. Yo no encuentro palabras que puedan describir la impresión que esta pintura me causó en el alma y en los sentidos. Es necesario verla para sentirla. Los ángeles tocan las trompas tremendas,

21

Giovanni Volpato (Bassano del Grappa 1735-Roma 1803), uno de los mayores grabadores italianos del siglo XVIII. 22 Pietro Vannucci apodado el Perugino (Città della Pieve aprox. 1450-Fontignano 1523), maestro de Rafael.

834

G2 y desde allí el ojo pasa a una muchedumbre de huesos, calaveras, podredumbre y andrajos que parece que se mueve sola; parece ver en aquellos rostros consumidos desarrollarse un principio de vida; parece ver, al primer toque de trompas, las cabezas y una parte del pecho reanimarse, mientras todo el resto de los miembros sigue muerto e inanimado; parece ver en aquellos rostros no la sacudida y la actitud del que se despierta del sueño, sino una especie de nulidad de vida y de deliquio que yo no sabría describir. Se ven los muertos que se esfuerzan por resurgir a la voz del Juez; quien saca la cabeza de las piernas del otro, quien de debajo de las axilas, quien de debajo de las caderas, quien clava el brazo al suelo para quitarse el cadáver que tiene encima; en todas partes una masa de cuerpos semivivos y semimuertos y un efecto que hace poner los pelos de punta y temblar las carnes. El pintor es el copista de los objetos que nos presenta la naturaleza: el que mejor los imita es el más perfecto. Considerando este arte sublime desde este punto de vista, resulta menos admirable la habilidad de quienes, con una imaginación viva y fuerte que no olvida nada de las sensaciones recibidas por los objetos, realizan una copia poco o nada distinta al original que la propia naturaleza le presenta. En este caso una pintura puede asemejarse a un espejo que devuelve más o menos perfectamente la imagen del objeto que está delante de él, y debido a esta semejanza se puede intuir fácilmente cómo se puede animar un lienzo, cómo se puede expresar en un rostro pintado el tipo de pasiones y su fuerza, cómo se puede dar a la figura la actitud y el gesto del sentimiento, pues de todas estas cosas la naturaleza nos brinda los modelos a copiar y por lo tanto el pintor no es sino su copista. El divino Miguel Ángel desdeñó serlo en su pintura del Juicio, y quiso ser original y creador. Quiso sobresalir de la esfera de los demás y lo consiguió. No se trataba de un tema del bello ideal, cuyos componentes, el que más el que menos, están prestados y marcados por los sentidos; era cuestión de representar una escena que el hombre jamás ha visto ni en todo ni en parte. La reanimación de la materia muerta e inerte, una masa semoviente // de osarios, calaveras y de harapos asquerosos, la tierra que se levanta por la reviviscencia de los muertos que cubre, el desarrollo de un nuevo tipo de vida y aquel sentimiento de los rostros, anunciador de la sacudida sufrida con el sonido tremendo que los llama de la muerte a la vida, he aquí lo que el ojo humano jamás ha visto, he aquí lo que la naturaleza jamás ofrece, he aquí lo que Miguel Ángel se atrevió a concebir, he aquí lo que supo admirablemente ejecutar con ello; he aquí, 835

8r

G2 por último, la pintura que nunca podrá tener imitaciones así como no tuvo ni original ni modelo. Sombra del gran hombre, disculpa la debilidad de mis expresiones a la hora de rendir homenaje a tu memoria. El elogio de tu obra maestra merecería una pluma tan inmortal y famosa como el pincel que la compuso y un genio igual que el tuyo. Tu fama pasará a la posteridad más remota y los venideros más remotos acudirán de prisa a las ruinas del Vaticano para preguntar dónde se encontraba el Juicio de Miguel Ángel. Los restos donde seguirán presentes las huellas y los colores más leves de tu dibujo divino, de tu colorido inimitable, serán guardados preciosamente en los museos de las naciones futuras; y estos restos inapreciables transmitidos con esmero de generación en generación y de pueblo en pueblo quizás lleguen a la época del suceso formidable que representaban, y que la revelación anuncia que ocurrirá en el fin de los siglos.

NOTICIAS POLÍTICAS Y MILITARES

8v

La división del general Carascosa entró en Roma anunciándose como aliada y precediendo toda la armada del Rey, que debe ir en apoyo al Virrey. Mientras tanto, Miollis, que rige los departamentos romanos, no está nada de buena fe. Civitavecchia y Castel Santangiolo se aprovisionan y se ponen en estado de defensa en secreto. Todos los empleados franceses, los generales y el propio Miollis, han hecho trasladar al fuerte de San Ángel sus equipajes, sus cofres y sus cosas más valiosas. Muchos personajes distinguidos de Roma vinieron a visitar secretamente al general Pignatelli, confiándose con él y expresando su vivo deseo de sacudirse del yugo francés si estuvieran seguros de un apoyo armado de Joaquín. Este general escribió al Rey que según sus instrucciones había tanteado la opinión pública del país y la había encontrado toda // favorable y bien dispuesta hacia su causa. Yo, que registré su carta, recuerdo la siguiente frase: «Si Votre Majesté se laisserà echapper cette occasion si favorable cette fois cy, elle aura dans la suite le remord d’avoir perdu pour le Prince son fils l’agrandissement de son etat; et la Nation lui faira justement le reproche de l’avoir laissée telle qu’elle etait»23. Pero hay más. Un cura que se llamaba Giuseppe Battaglia hizo sublevarse a muchos pueblos en los montes de la comarca de Viterbo y

23

Para este episodio cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. XXVIII-XXXV.

836

G2 juntó a unos 600 hombres. Como es amigo de nuestro agente de los bienes farnesianos, que es natural del Reino y precisamente hermano de nuestro astrónomo Zuccari24, se dirigió a él suplicando la protección del Rey, prometiendo que seguiría trabajando por la revolución a su favor. Zuccheri habló de ello al General, que al asumir dicho cargo le hizo contestar que continuara y que, con tal de que no cometiera excesos, él se comprometía a escribirle al mismo Rey y a comprometerle a sacar provecho de ese cura para sus propósitos. El Virrey sigue con su ejército detrás del Ádige y por lo visto el general Hiller, que manda la armada austríaca, es poco emprendedor25. Mientras tanto, corre la voz de que hoy un cuerpo de Alemanes ha desembarcado en Rávena y en Comacchio, y que ha ocupado Ferrara por sorpresa. El Prefecto de Roma, al que visité por cuenta del General, me dijo que no había nada nuevo ni en el Rin ni en los Pirineos, y que corría la voz de que estaba a punto de llegar la paz. Nosotros vamos a salir mañana para Florencia. En Roma se goza de una honesta libertad y se encuentra una sociedad culta; hay gusto para la sátira y para aquellos epigramas que se denominan pasquines. Las mujeres romanas, a pesar de la degeneración de este pueblo, guardan un resto de aquella venustidad decente que distinguía a las antiguas matronas. Son guapas y están muy bien formadas. La población del Trastévere mantiene todo el orgullo de los antiguos Romanos de que se pretende que desciende, y es tan sensible a las ofensas que nunca las deja sin venganza. En esta ciudad el comercio y la industria están en decadencia. No obstante, hay fábricas de colonia26, de cera, etcétera, prospera el grabado del cobre, hay varios talleres de pintura y escultura, se venden pinturas // y estatuas. El taller del famoso Canova, que con razón puede definirse el restaurador del buen gusto de la escultura en Italia, y cuyas obras rivalizan con las más perfectas de la antigüedad, está muy concurrido por aficionados y forasteros.

24

Federico Zuccari (Sora 1784-Nápoles 1817). Astrónomo, profesor (desde 1812) en la Universidad de Nápoles y director del observatorio. El hermano al cual se refiere Pepe es Giacomo Zuccari, cónsul napolitano en Roma, expulsado de la ciudad a comienzos de 1815 por sus intrigas (cfr. De Nicola, Diario napoletano , II, pp. 375-376). 25 Johann von Hiller (Brody 1754-Lemburg hoy Lviv 1819). Militar austríaco, teniente coronel (1788), mayor general (1794). Debido a su extrema prudencia en las operaciones de 1814 contra Eugenio, lo hicieron volver a su país. 26 Posiblemente se trata de la fragancia llamada colonia.

837

9r

G2 FLORENCIA, 6 DE DICIEMBRE

9v

Llegamos aquí a las dos de la tarde. El General fue a la audiencia de la Granduquesa y yo, al haberme quedado solo, me pongo a escribir. Yo creo que cualquier viajero deja Roma con disgusto; se sale de esta ciudad con cierta melancolía, ocasionada a mi parecer tanto por las memorias que despierta, como por no quedarse el ánimo satisfecho y lo suficientemente sacio de mirar y admirar los objetos estupendos que contiene. Esta melancolía aumenta cuando se cruza el Ponte Molle. El viajero se encuentra en medio de un auténtico desierto y el camino corre a través de una campiña árida y baldía. Desde Roma hasta la Storta, que es la primera posta, no se encuentra ni una vivienda, ni un árbol, ni un vecino. Todo es raso, todo es escuálido; la tumba de Nerón es el solo objeto que sobresale de un suelo totalmente desnudo; parece que la misma naturaleza, desolando de tal manera el terreno, le ha querido negar a las cenizas aborrecidas de este monstruo hasta las flores y la sombra, o ha retirado hasta el menor indicio de su vida en un lugar contaminado por la urna del que no codiciaba sino sangre y muerte. De todas maneras, aparte de estas reflexiones morales, no puedo dejar de escribir acerca de este sepulcro al lado del cual por la noche los campesinos pasan aterrorizados, pues dicen que ven salir llamas de él, que se oyen unos gemidos sordos y que siempre pasa por allí un pájaro de mal agüero; la memoria abominada sigue muy viva, y casi dos mil años después aún enflama y trastorna la fantasía del pueblo. El desierto continúa hasta Monterosi (Mons Arosus), donde se empiezan a encontrar algunos campos labrados. El clima desde Roma hasta Monterosi es insalubre y el aire cerca de Bracciano es pestífero, está – por así decirlo – envenenado por las aguas estancadas del lago homónimo. Desde la Storta hasta Monterosi se viaja mayoritariamente por la antigua vía Cassia, una gran parte de la cual está mal conservada. En Monterosi se ven muchos vestigios volcánicos. Se encontraron excavando unas cámaras subterráneas y unos monumentos de // antigüedades etruscas. A la derecha del camino se ve una serie de colinas de toba volcánica. Este viaje es más interesante para un naturalista y un anticuario que para el viajero. Una milla más allá de Monterosi el camino se bifurca en dos ramas, una de las cuales atraviesa Sabina, Umbría y lleva a la Marca de Ancona; el otro llega a Toscana, y antes de entrar en esta región preciosa pasa por el Ducado de Castro y Ronciglione y luego por el Patrimonio de San Pedro. El Ducado de Castro y Ronciglione antaño pertenecía a los Far838

G2 nesios. Los papas lo cambiaron por el de Plasencia, si mal no recuerdo, y fue el peor negocio que se pueda hacer, pues la comarca de Plasencia es un auténtico jardín y la de Ronciglione un verdadero desierto. En el monte que domina Ronciglione hay una pequeña aldea con el palacio de Caprarola, antigua residencia de los Farnesios. Se parece a una ciudadela, pues es un pentágono regular. Odoardo Farnesio lo mandó edificar con diseño del célebre Vignola27 y el interior está pintado al fresco por Pietro Orbista28. Ronciglione está cerca del lago de Vico, antiguamente lago Cimino. Este mismo monte, que es una estribación de los Apeninos, es todo volcánico, está cubierto de encinas y castaños. Desde él se puede disfrutar de un horizonte inmenso, pues se ve todo el campo de Roma al este y todo el Patrimonio de San Pedro al oeste. Pero esta vista no es ni alegre ni deleitosa. El ojo del viajero se harta de mirar un país todo escuálido y desnudo, un país donde no se ven ni vegetación ni viviendas, donde no hay ni cultivos ni habitantes. Viterbo se encuentra en las estribaciones occidentales del monte, igual que Ronciglione en las orientales. También es una ciudad de poca consideración, aunque cuenta con unos edificios bastante bonitos. Su población es de unos diez mil habitantes, pero podría tener cuatro veces más. La plaza es regular y está decorada con pórticos; el palacio municipal lo pintó Baldassarre Croce29. La // catedral es gótica y mediocre. Está también la iglesia de Santa Rosa protectora de la ciudad. Al salir de Viterbo a la izquierda hay un lago cuyas aguas huelen fuerte y desagradablemente a azufre. Siguiendo el camino hacia Toscana se encuentra Montefiascone, pequeña ciudad en el monte homónimo. Está renombrada por sus vinos famosos. Desde Montefiascone hasta Bolsena se viaja todo el tiempo a

27

En realidad el palacio de Caprarola lo mandó edificar el cardenal Alejandro Farnesio el Viejo (desde 1534 papa Pablo III). El proyecto original fue de Antonio de Sangallo el joven, las obras empezaron en 1530. Suspendidas en 1534, fueron reanudadas en 1559 por voluntad del cardenal Alejandro Farnesio el Joven, nieto de Pablo III, terminaron en 1575, esta vez conforme al proyecto de Jacopo Barozzi apodado el Vignola (Vignola 1507-Roma 1573), también famoso por el tratado Regola delli cinque ordini d'architettura, muy difundido en Europa hasta el siglo XIX. 28 Pietro Orbista es recordado como pintor romano, activo alrededor de 1610, en la Enciclopedia metodica del abad Zani, I, XIV, p. 155. 29 Baldassarre Croce (Bolonia 1558-Roma 1628). Pintor manierista, trabajó activamente en Roma a partir aproximadamente de 1575.

839

10r

G2

10v

través de un bosque tupido y oscuro hasta el llamado lago de Bolsena, de unas treinta millas de perímetro y con dos islas pobladas. Bolsena es lo que queda de la antigua Volsinium, ciudad etrusca capital de los Volscos; ahora es un pueblo miserable; tanta es la dejadez y la cobardía de la población que las mujeres enseñan a sus hijos el arte de pedir limosna; se pueden ver niños que, por no conocer todavía todos los trucos, piden mientras comen con gusto un buen pedazo de pan que tienen en la mano. Delante del lago merece atención una colina que menciona el padre Kircher en su física30, cubierta de columnas en forma de prismas regulares de basalto, que en su mayoría tienen una posición oblicua y sobresalen considerablemente del suelo donde están clavadas; suelen tener una figura de seis caras y en la extremidad son unos hexágonos perfectamente planos. A pocas millas de distancia de Bolsena se ven las ruinas de San Lorenzo Vecchio, pueblo abandonado por el aire insalubre y pestífero del lugar donde se hallaba. Pío Sexto recogió a todos los vecinos y edificó San Lorenzo Nuovo, un pueblo precioso en una colina bonita31. Luego se pasa a Acquapendente, Pontecentino, se sube la interminable cuesta empinada de Radicofani y se llega a San Quirico. Sigo de prisa y menciono muy de pasada todos estos pueblos porque no ofrecen nada interesante ni pintoresco; el viajero siente abrirse el corazón a la alegría y al buen humor cuando en San Quirico entra de pronto en la preciosa Toscana. Todo el territorio del campo de Roma, del Ducado de Castro y Ronciglione y del Patrimonio de San Pedro es un auténtico desierto, situado // entre dos auténticos jardines, la Terra di Lavoro al sureste, y Toscana al noroeste. Suelo escuálido y baldío, ninguna agricultura, población mezquina, habitantes dejados, perezosos y pálidos, he aquí lo que se encuentra en conjunto y se observa entre la amena llanura de Campania y las preciosas colinas de Etruria, entre la población numerosa y robusta de aquella, y la población numerosa y civilizada de la segunda. En San Quirico se entra entonces en el Ática de Italia, que se muestra más agradable y asombrosa al viajero que, procediendo de los

30

Athanasius Kircher (Geisa 1602-Roma 1680). Jesuita alemán, abarcó los más diversos campos de la erudición, desde la física hasta la egiptología, desde la alquimia hasta la literatura. 31 El pueblo fue edificado entre 1775 y 1779 con diseño del arquitecto Francesco Navona (Roma aprox. 1730-? 1804).

840

G2 Estados Romanos, deja detrás de sí la auténtica Beocia. El ojo ve únicamente una multitud de colinas todas amenas, todas cultivadas, todas pobladas; desde un suelo desnudo y raso se pasa de pronto a un suelo que brinda la agricultura más avanzada y refinada; a la dejadez y a la palidez de la población del Patrimonio suceden el garbo, la afabilidad y el brío del pueblo toscano. A las chozas y las viviendas oscuras y malsanas de los Romañoles suceden las casas limpias y bonitas de los Toscanos; ya no se oye el dialecto con las disgustosas largas desinencias romanas, sino otro más puro, más dulce, más agradable. A toda la cultura que pueda tener la masa de un pueblo, los Toscanos combinan además la pureza de las costumbres y la sencillez del corazón. Es raro enterarse de que en las calles ha ocurrido no solamente un crimen, un asesinato, sino incluso un simple delito, un robo. Los Toscanos se echan a temblar solamente con oír el relato de un abuso y por el miedo cierran la puerta de su casa, tanto es el horror que sienten por todo lo que está en contra de las leyes, de la religión y de la buena moral. En esta región querida y hermosa se despertaron del sueño de la barbarie las sagradas musas y las artes. Aquí volvieron a nacer el hombre y la sociedad; aquí volvieron a centellear las primeras chispas de la libertad apagada por los bárbaros del norte, y aquí las muchas repúblicas italianas de la Edad Media fueron las últimas en perecer. Pueblo y región, dignos de una suerte mejor, dignos de estar siempre bajo el gobierno paternal y benéfico de los Médicis, de los Leopoldos, yo os saludo con // un santo entusiasmo. Si yo no tuviera una patria, si la naturaleza con los lazos que nunca se sueltan no me dejara apegado a la cueva de la Cavatella y a las colinas de la Valcanara donde nací32, yo no vacilaría en la elección de mi domicilio y quisiera colocar mis despojos en esta sagrada tierra de virtud. Desde San Quirico entonces, viajando siempre en medio de muchas villas y un sinfín de jardines, se atraviesan los preciosos pueblos de Poderina, Torrenieri, Buon Convento, Monteroni y después de más de cuarenta millas se ve Siena, que se halla en una colina de toba rodeada de otras colinas grandiosas. Es evidente que esta colina antaño fue el cráter de un volcán; en efecto Siena fue dañada muchas veces por terremotos, legado funesto de los lugares que se originan del fuego. El

32

La Cavatella es un despeñadero donde se encuentra el pueblo de Civitacampomarano y la Valcanala es un barrio suyo.

841

11r

G2

11v

suelo de la ciudad es ligeramente desigual. La plaza tiene forma de concha, está adornada por una fuente bonita, por el Palacio Municipal y por muchos otros palacios privados. La catedral, de arquitectura gótica, está toda revestida de mármol tanto en el interior como en el exterior; su suelo está historiado parcialmente con mosaicos y parcialmente con los grabados del artista Beccafumi33. La nave central está decorada con bustos de muchos pontífices. La torre comúnmente llamada “del Mangia” es altísima y esbelta y fue levantada en 1300 por dos arquitectos de Siena que se llamaban Agnolo y Agostino y que terminaron también la catedral34. Siena cuenta con una biblioteca, un museo, un teatro edificado por Bibiena35, un internado llamado de los Tolomei que es a mi entender el mejor lugar de Italia para educarse, una universidad, varias academias literarias y una de física y de historia natural denominada de los “Fisiocritici” y renombrada por sus publicaciones. En la comarca de Siena se encuentran muchos manantiales de aguas termales. Los Seneses son vivarachos y espirituales, alegres y francos; hablan el dialecto más puro y agradable de Toscana, sin la aspiración florentina. Las mujeres suelen ser guapas y tienen gracia y amabilidad. Siguiendo con el viaje de Siena a Florencia, la amenidad y la agricultura del campo van creciendo, y a lo largo de un camino todo flanqueado por villas y jardines se encuentran las aldeas bonitas y pobladas // de Castiglioncello, Poggibonsi, Tavernelle y San Casciano. Entre Castiglioncello y Poggibonsi está a la derecha el Chianti, un amplio territorio de colinas en forma de montículos adornadas de viñas y renombradas por sus vinos famosos. Entre Poggibonsi y Tavernelle se encuentra a la izquierda el camino carretil para Pisa; luego uno llega a San Casciano, pueblo situado en una colina fértil y bien cultivada; de allí se pasa a la colina llamada de los “Scopeti”, desde cuya cumbre se

33

Domenico Beccafumi (Montaperti 1486-Siena 1551). Pintor manierista. Estas noticias también están tomadas de Vallardi, Itinerario italiano. En realidad la torre fue edificada entre 1338 y 1348 por los hermanos Muccio y Francesco di Rinaldo. Agostino di Giovanni (activo entre 1310 y 1347) realizó el remate. Los hermanos Domenico y Giovanni di Agostino y Agnolo di Ventura construyeron la catedral nueva, empezada en 1339 y nunca acabada. 35 Ferdinando Maria Galli apodado Bibbiena o Bibiena (Bolonia 1657-Ídem 1743). Arquitecto, escenógrafo y tratadista, durante muchos años al servicio de los Farnesios de Parma. Trabajó también en Barcelona (1708) y Viena (1717). 34

842

G2 descubren el hermoso valle de Florencia, el curso bonito y majestuoso del Arno, a la derecha el Santuario de la Virgen del Impruneta encima de una alta colina y en el fondo detrás de las colinas de Barberino, de Lucca y de Pistoia, la cordillera azul de los Apeninos. A mi parecer hay pocos lugares que ofrecen un punto de vista más diverso y agradable que el de los Scopeti. Uno tiene delante de los ojos un valle amenísimo rodeado de las colinas más amenas y a su alrededor un sinfín de viviendas y pueblos, a lo largo de los caminos que en forma de radios empiezan en Florencia, que está en el centro, y van para Bolonia, Prato, el Santuario, Siena, Arezzo, Colle36, Pisa, Lucca, Pescia, etcétera. Además de todo ello, en las posesiones entre los caminos mencionados hay una multitud de casas de campo, de villas, de conventos y de Iglesias; todo el valle puede calificarse como una continuación de la misma ciudad: el divino Ariosto expresó este curioso punto de vista con los siguientes versos: Al ver repletas de tantas villas las colinas Parece que brotan del terreno, como Se ven brotar vástagos. Si dentro de una muralla, bajo un mismo nombre Estuvieran recogidos tus palacios diseminados, No te igualarían dos Romas37. Florencia se halla entonces en el centro de este valle delicioso; el Arno, en el cual hay cuatro grandes puentes de mampostería, la divide en dos partes. La población de la ciudad es de setenta mil habitantes. Todas las calles están adoquinadas con grandes trozos de piedra berroqueña; hay muchas plazas preciosas adornadas de fuentes y estatuas ecuestres. Las calles son bonitas y están todas flanqueadas por palacios maravillosos. El buen gusto de su arquitectura debe su origen a Miguel Ángel y su escuela; si no se encuentra en ellos la // esbeltez y la elegancia de la arquitectura griega tan felizmente imitada por Paladio, es porque el genio de Miguel Ángel tuvo que adaptarse a las circunstancias de los ciudadanos para los cuales trabajaba; las frecuentes revoluciones exigían que se combinara el bello con la seguridad en los

36 37

Colle Val d’Elsa. Ariosto, Rime, XVI, 19-24.

843

12r

G2

12v

edificios, por tanto fue necesario unir la noble e imponente decoración con la solidez y la fuerza de la mampostería. Las fortificaciones de Florencia consisten en una gran muralla bien conservada, defendida de tramo en tramo por torres cuadradas, y en dos castillos, uno a poniente de la ciudad y el otro a levante, en una elevación encima del jardín de Bóboli. Florencia tiene muchas iglesias. La más grande es la metropolitana, edificada con diseño de Arnolfo Lapo en el siglo XIII38. En el exterior está toda revestida de mármol, menos que en la fachada. Al lado está el campanario en forma de torre cuadrada, de un diseño atrevido y esbelto, alto 280 pies, también revestido de mármol, y edificado por Giotto. En frente se encuentra el templito octogonal de San Juan Bautista, el baptisterio de la ciudad. Está también revestido de mármol y la bóveda interior está sujetada por dieciséis columnas de granito. En él hay excelentes estatuas y excelentes bajorrelieves. La ciudad también cuenta con las Iglesias de Santa Croce y de San Marco, del Santo Spirito, de San Lorenzo, cuya sacristía fue diseñada por Miguel Ángel, y donde está la capilla real de los príncipes, detrás del coro, revestida de jaspes, ágatas, calcedonias y lapislázuli, con muchos sepulcros majestuosos ornados de estatuas de bronce. En la parte superior del claustro de esta iglesia está la famosa Libreria Medicea; el viajero también ha de visitar la iglesia de los Dominicos, tan bonita que Miguel Ángel la llamaba “su esposa”; la iglesia del Carmine tiene la cúpula pintada por nuestro Luca Giordano39; la iglesia de Ognissanti, la de San Gaetano y muchas más. El Palacio Pitti es el más grande y bonito de Florencia. Cuenta con dos fachadas de diseño distinto, una en la parte de la plaza la otra en la parte de Bóboli. Fue construido con proyecto de Brunelleschi. El contiguo jardín de Bóboli aumenta la magnificencia y mejora la vista de este precioso edificio. Además está también el otro palacio ducal, llamado Palazzo Vecchio, diseñado por Arnolfo Lapo. Su entrada // está adornada con las estatuas de David vencedor de Goliath, de Miguel Ángel40,

38

Santa Maria del Fiore, iglesia metropolitana, fue empezada en 1296 por Arnolfo di Lapo, conocido también como Arnolfo di Cambio (Colle Val d’Elsa aprox. 1240-Florencia aprox. 1302). 39 Luca Giordano (Nápoles 1634-Ídem 1705). Pintor, activo sobre todo en Nápoles, trabajó también en España (1692-1702). 40 El original del David fue trasladado en 1872 a la Galería de la Academia de Florencia, donde aún se encuentra.

844

G2 y del Hércules y Caco de Bandinelli41. En una de sus salas interiores está otra estatua de Miguel Ángel que representa la Victoria. Debajo de la Loggia42 denominada de los Lanzi hay muchas estatuas de escultores renombrados, el Perseo de Benvenuto Cellini, el Rapto de las Sabinas de Juan de Bolonia43 y la Judith de Donatello44. En la plaza de la Trinità hay una columna que soporta la estatua de la Justicia; en la embocadura del Ponte Vecchio está el grupo de Hércules y del Centauro Nexo, por Juan de Bolonia. La plaza Annunziata está adornada de pórticos alrededor y de la estatua ecuestre de Ferdinando I45 en el centro. Con respecto a las colecciones privadas de obras de arte, el viajero ha de visitar la galería de pinturas de Gerini46 y la galería, el museo y la biblioteca Riccardi47. Es más, la colección más rica de pinturas, estatuas, piedras preciosas, medallas y otros monumentos preciosos está en la llamada Galleria di Firenze. Antes de que los ladrones la despojaran, contenía las principales obras maestras griegas e italianas; ahora solamente cuenta con piezas de menor importancia, aunque se siguen viendo cosas preciosas. Nuestro Luca Giordano pintó su bóveda, y como debido a su cabeza irrequieta empezaba los trabajos y los dejaba sin acabar, fue encerrado en ella por orden de la ciudad, y unos guardias fueron encargados de dejarlo salir solamente una vez terminada la obra. Giordano la realizó en cinco días y pidió salir; el gobierno creyó que era un pretexto y que era imposible que en tan breve tiempo hubiese terminado una pintura para cuya ejecución los demás pintores habían pedido dos meses de trabajo. Mientras tanto envió una delegación de expertos para comprobar lo que afirmaba el pintor y éstos con sumo asombro vieron que era cierto. Con respecto a la misma anécdota resulta que Luca hacía de albañil, pues el que entunicaba para el fresco era más lento que

41

Baccio Bandinelli, seudónimo de Bartollomeo Brandini (Florencia 1488-Ídem 1560). Escultor, imitador y rival de Miguel Ángel. 42 El Pórtico, NdT. 43 Jean de Boulogne (Douai 1529-Florencia 1608), en español Juan de Bolonia, en italiano Giambologna. Escultor flamenco que trabajó en Italia, sobre todo en Florencia. 44 Donato di Niccolò di Betto Bardi, conocido como Donatello (Florencia 1386-Ídem 1466) gran escultor y orfebre. 45 Obra de Juan de Bolonia, terminada en 1608 por su alumno Pietro Tacca. 46 La rica galería conservada en el palacio de la familia Gerini, en la antigua via dei Cocomeri (hoy via Ricasoli), se perdió en 1825. 47 Se trata de los tesoros artísticos y librescos de la familia Riccardi, conservados en aquel entonces en el palacio Medici Riccardi.

845

G2

13r

el pintor que pintaba, y éste, impaciente, lo ayudaba a entunicar y luego volvía a manejar los colores. En Florencia el viajero debe visitar también el Museo de Historia Natural, llamado también “Gabinete Físico”. Allí está // reunido todo lo que pertenece a los tres reinos de la naturaleza. Cuenta con todas las partes anatómicas de cera realizadas por hábiles artistas bajo la dirección del profesor Fontana48. Hay excelentes máquinas y muy buenos instrumentos de física y de astronomía. Hay tres bibliotecas llamadas Medico Laurenciana49, Marucelliana y Magliabechiana. En las salas de ésta se reúne la Academia Florentina creada por Leopoldo, que juntó las antiguas academias de la Crusca y de los Apatistas50. Además está la Academia de los Georgófilos, para lograr avances en la agricultura. Por último, hay tres entidades caritativas: el hospital de Santa María Nueva para los enfermos, el de San Bonifacio para los locos, el de los Inocentes para los huérfanos.

8 DE DICIEMBRE Esta mañana estuve en Santa Croce. En esta amplia iglesia están los sepulcros de muchos grandes hombres: Galileo, Miguel Ángel, Maquiavelo, Alfieri, el naturalista Micheli51 y el aretino Leonardo Bruni52. En el coro y en la sacristía se ve el renacimiento de la pintura en los frescos de Cimabúe, de Margheritone53 y de Giotto. Yo me puse a contemplar las tumbas de estos hombres distinguidos. La de Miguel Ángel, que es la primera que se encuentra a la derecha, consiste en una urna sujetada por un pedestal y una base. Encima de la urna está el busto del gran artista, y alrededor hay tres estatuas en actitud de dolor, que representan a la pintura, a la escul-

48

Felice Fontana (Pomarolo 1730-Florencia 1805) fue el primer director del Museo de Física e Historia Natural, fundado por el granduque Pedro Leopoldo en 1775. 49 Se trata de la biblioteca Medicea Laurenziana, situada en los locales diseñados por Miguel Ángel, que dirigió personalmente la obras de construcción desde 1524 hasta 1534. 50 La Academia de los Apatistas, fundada en 1635 por Agostino Coltellini, fue reunida en 1783 por el granduque Pedro Leopoldo con la Academia de la Crusca y la Academia Florentina en la Academia Florentina Segunda. 51 Pier Antonio Micheli (Florencia 1679-Ídem 1737), profesor de la Universidad de Pisa y botánico de gran fama. 52 Leonardo Bruni (Arezzo 1370- Florencia 1444). Filósofo, escritor y humanista. 53 Margarito o Margaritone di Arezzo, pintor activo en la segunda mitad del siglo XIII.

846

G2 tura y a la arquitectura deplorando su pérdida. Yo hubiese añadido también a la de la poesía, pues Miguel Ángel era también poeta y buen poeta. A mi parecer la lápida contiene una flaca inscripción latina; yo solamente hubiese grabado ese verso de Ariosto A Miguel más que mortal, Ángel divino. En la de Galileo también encima de la urna está el busto del gran hombre con la cabeza media dirigida hacia el cielo y con el rostro absorto en las contemplaciones celestes o matemáticas; al lado del busto hay: un anteojo, un péndulo alargado hacia la urna, una esfera, Júpiter con las estrellas Medíceas y otros emblemas de las ciencias físico-astronómicas. // El sepulcro de Maquiavelo es más sencillo. Los de Bruni y de Micheli son unas simples lápidas empotradas en la pared de la iglesia. La tumba de Alfieri es de Canova. Consiste en una urna sobrepuesta a un pedestal oval. Está apoyada a la urna una mujer llorando, que representa a Italia deplorando la pérdida del Sófocles italiano. La estatua está vestida decentemente como una matrona, y sobre esta circunstancia los Florentinos, cuando Canova vino a edificar el túmulo, aprovecharon la oportunidad para dirigir la siguiente sátira a los Franceses: Canova la falló, Hizo a Italia vestida, y está despojada. Sin embargo, los conocedores han criticado este sepulcro con razón. La cabeza de la estatua que representa a Italia es perfectamente parecida a la cabeza de la Niobe griega. El escultor se olvidó entonces de ser el ilustre Canova, al imitar un modelo aunque podía crear otro y al equivocar el tipo de dolor en el rostro, pues el de Italia era de una naturaleza diferentísima del de Niobe. En este monumento no se ha grabado la lápida que Alfieri se había hecho para sí mismo: Quiescit tandem Victorius Alferius Musarum ardentissimus cultor, etcétera etcétera, sino una muy sencilla que es la siguiente: Victorio Alferio Astensi Aloysia Stolberg Albanye Comitissa 847

13v

G2

14r

pues fue erigido a cargo de la condesa de Albany, amiga de Alfieri y celebrada por el mismo más en su vida que en sus poesías. Yo saludé con respeto religioso las cenizas de estos ilustres difuntos: sus sombras nunca quedarán sin homenaje pues su memoria y su nombre vivirán en la posteridad por los beneficios que dieron a las ciencias, a las artes y a la humanidad; mientras que yo y un sinfín de otros igual que yo pasaremos como una flor y no dejaremos nada detrás de nosotros que nos encomiende a la memoria de los hombres futuros. // Florencia cuenta con buenas imprentas y varias calcografías, que producen estampas coloradas como se estila en Inglaterra; tiene una buena fundición de caracteres de imprenta, unos buenos talleres de escultura y una fábricas de vasos y ornamentos que imitan el estilo antiguo y están bien realizados con mármoles y alabastros que proceden del sur de Toscana. El taller Pisani es el mejor y el que más abunda en estos trabajos y los comercia con los países más lejanos. Hay también fábricas de seda y paños, hay unas buenas tintorerías, se fabrican unas carrozas de gusto excelente; se trabaja de forma excelente con el torno y hay fabricantes muy buenos de pianos, máquinas e instrumentos físicos y matemáticos. El comercio es bastante activo y el pueblo toscano es trabajador e industrioso. En general los Toscanos son el pueblo de Italia que tiene las costumbres más puras y es el más religioso sin superstición, es el más sobrio y el más decente. Los grandes son afables sin altanería y el vulgo es respetuoso por naturaleza. Todos aman las bromas y las burlas inocentes. Las mujeres no son muy guapas pero son muy amables por su gracia e ingenuidad. Suelen ser todos gayos y alegres. Yo no he identificado en los Toscanos otro defecto más que su extremada curiosidad. Rodean a los forasteros y los molestan con mil preguntas inútiles y menudas; al principio el forastero cree que son espías, pero muy pronto se da cuenta de que su curiosidad no tiene ningún propósito malo. Toscana parece haber sido formada por la naturaleza para ser un estado aparte del resto de Italia, pues está separada de las otras regiones por los Apeninos; efectivamente, en todas las épocas ha formado un estado sui géneris y siempre próspero. Etruria era la primera potencia y la nación más culta de la península antes de la época de los Romanos. Sojuzgada por éstos, no obstante conservó esa superioridad sobre ellos que la cultura da a un pueblo respecto a otro, pues sabemos que los patricios romanos enviaban sus hijos a educarse allí. En las épocas desastrosas de la Edad Media Toscana fue respetada por los bárbaros. Se guarda la me848

G2 moria de un tal Bonifacio duque de la misma en la época de Carlomagno54, de un Adalberto y un tal Guido, marqueses55, que se disputaron el trono de Italia cuando fue depuesto Carlos el Gordo. La Corte toscana pasaba por // la más brillante y la más suntuosa de las de los grandes feudatarios de Benevento, de Spoleto, de Friul y de Ivrea, que eran los principales dominios en que estaba dividida Italia. Fue próspera y feliz hasta el siglo XI, al principio del cual la condesa Matilde, última heredera de los Bonifacios, seducida por Gregorio VII hizo el gran fallo de dejar por testamento todos sus bienes a la Santa Sede. Esta donación impolítica fue el origen fatal de las contiendas entre güelfos y gibelinos, que asolaron esta región bonita durante más de dos siglos. Mientras tanto, en la corte de Matilde se cultivaban las ciencias y las bellas artes. Tenemos un poema escrito por un tal Donizone, contemporáneo de la Princesa y su capellán, que a pesar de estar escrito en un latín bárbaro, no obstante señala que se cultivaba la poesía. Voy a transcribir un fragmento de él, tomado de la Historia de las Repúblicas Italianas de la Edad Media de Sismondi56. El poeta describe a Enrique IV emperador de Alemania pidiendo perdón al implacable Gregorio VII tras permanecer tres días en ayunas y descalzo fuera del recinto del castillo de Canosa, en la comarca de Reggio Emilia: frigus Per nimium magnum Janus dabat hoc [et] in anno; Ante dies septem quam finem Janus haberet Ante suam faciem concessit papa venire Regem, cum plantis nudis a frigore captis. In cruce se jactans, [papae] saepissime clamans: «Parce [o] beate Pater, [o] pie, parce mi[c]hi peto plane!»57

54

Bonifacio I el Bávaro, fundador de la dinastía, rigió el ducado en el periodo 812-823. Adalberto II de Toscana (marqués 890-917); Guido de Toscana (marqués 917-929). 56 Donizone, monje benedictino, compuso entre 1111 y 1115 el poema épico-historico De Principibus Canusinis conocido como Vita Mathildis, fuente valiosa para la historia de la dinastía de Canosa a pesar del tono encomiástico; el latín que no le gusta a Pepe es, claro está, una lengua distinta a la de Cicerón, pero no por eso falta de dignidad. Jean-Charles-Léonard Simonde de Sismondi (Ginebra 1773-Ídem 1842), historiador, economista y crítico literario, conocido sobre todo por la Histoire des Républiques Italiennes du Moyen Age, 16 voll., publicada entre 1807 y 1818 con tres editores distintos en Zúrich y en París. La cita de Pepe está en el tomo primero, p. 206, de la edición italiana (1817). 57 «Aquel año enero había traído un frío cortante e intenso. Siete días antes del fin de enero el papa concedió que se presentara ante él el soberano, con los pies desnudos y congelados por el frío. Postrado al suelo en forma de cruz ante el papa, el rey rogó: ‘perdóname, o padre beato; o pío, perdóname, ¡te lo suplico!’»: Donizone. Vita di Matilde, pp.130-133. 55

849

14v

G2

15r

A las guerras civiles en Toscana, a pesar de la desaparición total de la libertad y de las repúblicas cuando Florencia fue conquistada por las armas del Papa y del Emperador, sucedieron los siglos gloriosos y felices de los Médicis. Las ciencias y las humanidades, que cambian de alojamiento pero nunca abandonan la tierra, apegadas y expulsadas de Grecia por Mehmed II58, volvieron a aparecer en el suelo etrusco y con más luz y dignidad. Poetas, oradores, matemáticos, físicos célebres y escultores, arquitectos y pintores insignes, surgieron desde el suelo ensangrentado de Montaperti59, de Florencia y de Pisa. El siglo de Cosimo y de Leonardo fue con toda la razón comparado a los de Pericles y de Augusto. Una vez extinguidos los Médicis después de Giovangastone, último de// esta familia gloriosa60, Toscana pasó a la rama segundona de Alemania61, a pesar de las pretensiones de España. Fue también feliz y próspera bajo este dominio, durante el cual gozó del glorioso y benéfico gobierno de Leopoldo, cuyo nombre sigue querido y venerado por los Toscanos62.

NOTICIAS POLÍTICAS Y MILITARES La ocupación de Comacchio, de Rávena y de Ferrara por parte de los Austríacos de la que corría voz en Roma es cierta. Ferrara sin embargo fue retomada por el general Pino. En Rávena hay un cuerpo de Alemanes y de Ingleses al mando del general mayor Nugent63. Toda la población de Toscana está en contra de los Franceses y a favor de las armas napolitanas. Una muchedumbre de personas de mé-

58

Mehmed II apodado el Conquistador (Edirne 1432-Escútari 1481). Séptimo sultán del Imperio Otomano, conquistó Constantinopla en 1453, acabando con el Imperio Romano de Oriente. 59 Es la batalla de Montaperti (4 de septiembre de 1260) entre Siena y Florencia, que se concluyó con la victoria de los Seneses. Las bajas de los Florentinos fueron de 10.000 muertos y 15.000 prisioneros. 60 Giovanni Gastone (Gian Gastone o Giangastone) de Médicis (Florencia 1671-Ídem 1737), último gran duque de Toscana (1723-1737) de la dinastía medicea. 61 Francisco Esteban de Lorena (Nancy 1708-Innsbruck 1765), emperador con el nombre de Francisco I y gran duque de Toscana (1737-1765) con el nombre de Francisco Esteban o Francisco II. 62 Leopoldo II de Habsburgo-Lorena (Viena 1747-Ídem 1792), gran duque de Toscana con el nombre de Pedro Leopoldo I (1765-1790), emperador y rey de Italia (1790-1792). 63 Laval Nugent conde de Westmeath (Ballynacorr 1777-Carlstadt 1862). General austríaco de origen irlandés, participó en la campaña contra Murat y fue capitán general (1817-1820) bajo Ferdinando I de Borbón, de Nápoles. En 1848 apoyó al general Radetzky en la campaña contra Piamonte.

850

G2 rito y de consideración vino a revelar su pensamiento al General y a expresar su vivo deseo de sacudirse del yugo francés y reunir todos los países hasta el Po y los Apeninos. La armada aquí se está esperando con impaciencia y a nosotros que la precedemos se nos molesta con preguntas y premuras sin parar. La Granduquesa brindó la acogida más halagadora al General y ostentando la mayor buena fe con respecto a la marcha de toda la armada casi intentó leerle en el rostro si las intenciones del Rey estaban en contra o en favor de la causa francesa. Como tal vez no lo había logrado, mandó a su consejero Lucchesini64, que fue ministro de Prusia y que ha vuelto desde hace poco a Toscana, que le siguiera de cerca. Éste, con todos los refinamientos de las conversaciones políticas intentó arrancarle algún mínimo destello; hasta llegó a fingirse enemigo de Napoleón, de Elisa y del gobierno francés en Italia, simuló un vivo deseo de ver a Italia reunida por Joaquín, finalmente utilizó todos los medios para sacarle información: pero en balde. El General se resistió y, según él mismo dijo, antes de irse después del almuerzo la Princesa se despidió fríamente, quizás porque sus deseos habían sido decepcionados. Mientras tanto, en Francia se había decretado el reclutamiento masivo con los nombres de cohortes y batallones nacionales. También se // proclamó que la patria estaba en peligro. Corre la voz de que los Aliados ya pasaron el Rin. También se ha ordenado el reclutamiento obligatorio de trescientos mil hombres. Se ha fijado un día para la apertura del Cuerpo legislativo y se esperan con impaciencia los detalles de su primera sesión y el discurso que pronunciará Napoleón. Suiza ha proclamado su neutralidad, pero por lo visto los Aliados no están muy dispuestos a respetarla, pues numerosos cuerpos militares están marchando hacia ella y parece que quieren penetrar en Francia desde allí. Suvorov intentó hacer lo mismo en 1800 y en 1799 y fracasó65.

64

Girolamo Lucchesini (Lucca 1751-Florencia 1825). Diplomático italiano al servicio de Prusia; despedido por Federico Guillermo III, volvió a Toscana y se puso al servicio de María Ana Bonaparte, apodada Elisa (Ajaccio 1777-Trieste 1820), hermana de Napoleón, esposa del capitán corso Felice Baciocchi; Napoleón creó para ella el principado de Lucca y Piombino (1805) y la hizo gran duquesa de Toscana (1809). 65 Aleksandr Vasilevi Suvorov (Moscú 1729-San Petersburgo 1800). General, conquistó Varsovia y Praga (1794). Catalina II lo nombró feldmariscal y lo jubiló. Retomó servicio en contra de los Franceses, consiguió varias victorias, pero fue derrotado en Zúrich (1799) per el general André Masséna (Niza 1758-París 1817), mariscal de Francia, duque de Rívoli, príncipe de Essling, comandante de la armada de Italia (1799, 1805), gran depredador.

851

15v

G2 ¿Esta vez también se fracasará? No lo sé, nadie lo sabe. Habrá que ver qué papel juegan los Suizos. El Virrey sigue con su armada detrás del Ádige. Ha llegado aquí la noticia que harán volver a Hiller y que Bellegarde asumirá el mando de la armada alemana en Italia66. Los Ingleses y los Españoles están en Pau, patria de Enrique IV. Hoy corre la voz de que Saboya y el Genovesado se han levantado. El duque de Monteleone, que está aquí, nos ha dicho que ha recibido cartas de su esposa desde París, anunciando que allí la paz se da por segura67. Davoust con su cuerpo de armada sigue resistiendo en Hamburgo68. Dinamarca sigue aliada de Francia a pesar de las amenazas de las potencias aliadas. El emperador de Austria, el de Rusia, el rey de Prusia y todo el enjambre de príncipes y principotes alemanes se reunieron en Francfort.

9 DE DICIEMBRE Mañana salimos para Bolonia. // BOLONIA, 10 DE DICIEMBRE A LAS 10 DE LA NOCHE

16r

Acabamos de llegar. Mañana salimos para Ferrara, pues el General tiene que entrevistarse con el general Pino y darle una carta del Rey sobre la reunificación italiana. El edecán Paolucci vino a ver al General y se confió con él con respecto a las ideas de reunificar a Italia y de sacudirse el yugo francés69. Él está aquí organizando a cinco batallones de voluntarios y dio su palabra que si el Rey levanta el estandarte de la reunificación italiana, el será el primero en ponerse al frente de los mismos y a rebelarse al Virrey. Nos aseguró también que si se da el primer paso, toda la armada italiana abandonará la causa del mismo Virrey y de Napoleón.

66

Heinrich Joseph Johannes Bellegarde (Dresde 1755-Viena 1845). Militar austríaco, feldmariscal (1806), participó en todas las guerras napoleónicas. Gobernador de Milán y de las Venecias, fue el verdadero creador del reino Lombardo-Véneto. 67 Diego Pignatelli del Vaglio, duque de Monteleone. 68 Louis-Nicolas Davout o D’Avout (Annouz 1770-París 1823). General, posteriormente Mariscal de Francia (1804), duque de Auerstadt (1808), príncipe de Eckmühl (1809), participó en la campaña de Rusia, resistió en Hamburgo hasta que Luis XVIII dio la orden de rendición. 69 Amilcare Paolucci delle Roncole (Módena 1766-?? 1845). Tras una carrera en la marina, fue nombrado general de brigada (1813) en el ejército del Reino de Italia. Con la Restauración los Austríacos lo nombraron vicealmirante.

852

G2 BOLONIA, 13 DE DICIEMBRE Ayer volvimos de Ferrara. Allí se pactó todo entre Pino y Pignatelli. Pino se comprometió a pasar a servir al Rey de Nápoles en cuanto éste proclame la independencia y la reunificación de Italia. Se comprometió también a que el general Palombini y el general Zucchi, al frente de otras dos divisiones italianas, sigan su ejemplo. Paolucci con los cinco batallones de voluntarios es todo nuestro. La población de Bolonia, de Ferrara, de Módena y de toda Romaña está en contra de los Alemanes y en favor de los Napolitanos. El general Pignatelli escribió una carta muy apremiante al Rey sobre toda esta buena propensión hacia su causa. Como era peligroso enviarla por correo o por el relevo, el General me encargó que yo mismo se la llevara al Rey y se la entregara en sus propias manos. Con lo cual, mañana salgo para Roma donde supuestamente Su Majestad llegó antes de ayer. La división del general Ambrosio entró en Ancona // ya el día 7, según nos hemos enterado aquí. Yo estoy tan entusiasmado con poder con este encargo entrevistarme con el Rey sobre los asuntos de Italia y con la esperanza de verla reunificada, que como Áyax diría: Devuélvenos la luz, o Júpiter, y luego, si es tu voluntad, apáganos a todos70 cuando el hijo de Saturno había enviado las tinieblas a estorbar a las tropas griegas para favorecer a las troyanas; y yo exclamaría: Reúne a Italia, oh Júpiter, y luego si es tu voluntad mátanos a todos.

BOLONIA, 22 DE DICIEMBRE Salí la noche del 13 y tras viajar con el convoy postal durante setenta y dos horas sin parar llegué agotado a Roma. Como el rey no había llegado ni había noticias seguras de que llegaría en unos días, en-

70

Traducción nuestra. Cuando escribe esta nota, Pepe está en Bolonia y podría haber visto la traducción poética de la Ilíada, publicada por Vincenzo Monti con la editorial Bettoni (Brescia, 1810). No sabemos, sin embargo, si Pepe parafrasea los versos montianos, (XVII, 819-822, que corresponden al texto griego XVII, 645-647), o cita otra traducción en versos no conocida.

853

16v

G2

17r

tregué el pliego al señor Zuccheri, agente de los bienes farnesianos, que con seguridad lo va a entregar en las manos de Su Majestad y reanudé el viaje hacia esta ciudad adonde llegué anoche. La 1a División salió para Roma. Su primera brigada, pasando por las Marcas, va a reunirse a la 2a División que procede de Abruzos. La 2a va hacia Toscana, y yo la dejé en Florencia. A Roma han llegado las Guardias Reales, el gran parque y una parte de la reserva. El día que me marché estaba llegando el 7° de Línea, Regimiento que yo nunca hubiese hecho salir del Reino y que debido a como se formó seguro que no dejará de deshonrar a la nación. Mientras tanto, los Franceses que están a nuestro servicio han empezado a agitarse. Tal vez Miollis los haría sospechar de las verdaderas intenciones del Rey en esta guerra, que vamos a hacer aún no se sabe contra quién. Muchos se han atrevido a pedir a los generales que les digan contra quién había de enfrentarse la armada, agregando que ellos hubiesen combatido en contra de Francia. Pues, mejor. Ésta // es la ocasión para librarnos una vez por todas de estos pícaros y el Rey no podría hacer cosa más grata a todos los Napolitanos que la de echarlos a todos.

24 DE DICIEMBRE Hoy regresaron unos mil soldados napolitanos de la gran armada derrotada en Wachau71, en Leipzig, etcétera. Los manda el duque de Laviano, mayor del 2° Regimiento de Caballería Ligera72. Serán unos doscientos jinetes pertenecientes al citado Regimiento y el resto son todos soldados de infantería y precisamente de las compañías selectas del 5°, 6°, 7° de Línea, que están en Dánzic y del 4° Ligero que fue destrozado más por el coronel Chiarizia que por la guerra. Según contaron, por lo visto los Franceses no están tan inquietos y entusiasmados como nos pretenden hacer creer los informes. El Emperador proclamó Francia en peligro, pero este llamamiento a los pueblos no está produciendo ningún efecto, dicen. Se ordenaron cohortes, reclutamientos masivos, Landwehr73, pero nadie corre a las

71

El 16 de octubre de 1813 en Wachau, al sur de Leipzig, tuvo lugar la primera fase de la batalla, terminada el 19 con la sangrienta derrota francesa. 72 Vincenzo d’Anna, duque de Laviano (Nápoles 1770-Ídem 1844). 73 Milicia territorial.

854

G2 armas. Nos comentaron además que el entusiasmo en Alemania es máximo y que los Franceses allí estaban odiados más de lo que están en Italia; que los Prusianos son los más ensañados y debe ser así porque fueron los más maltratados por Napoleón. Finalmente nos contaron las batallas de Vacliau, Leipzig, Hanau, y todos los enfrentamientos de la armada durante su retirada hasta el Rin, y nos espeluznamos por el horror. Según sus detalles, resulta que la armada fue casi destrozada y los informes pretendían hacernos creer que no se habían perdido más que unas brigadas. Lo que quedaba de nuestros guerreros llegó a tiempo para ahuyentar las inquietudes del General por su propia persona y su correspondencia con el Rey, pues hace tiempo que el Virrey, sospechando por su demora en Bolonia, lo ha secretamente rodeado de espías. Ahora, con estos mil hombres aguerridos por dos años de campaña, no tememos ni ataques ni sorpresas. Mientras tanto, los Alemanes, reforzados en Rávena, han ocupado Forlì, derrotando y expulsando a mil Italianos // que la defendían, al mando del coronel Armandi74. Faenza se ha sublevado y allí se han masacrado 13 personas de las mejores familias. Muchos más se han refugiado aquí. La vía Emilia entonces está ocupada y ya no tenemos comunicación con Ancona y con la armada. El General escribió enseguida al general Filangieri en Florencia que marchara con su brigada para defender Bolonia por si los Alemanes querían ocuparla. Se enviaron doscientos hombres a Ímola y se dio la instrucción al oficial que los comanda que dijera a los Austríacos, en caso de que se presentaran, que aquel país está ocupado por los Napolitanos con los cuales están negociando una alianza. Estos hechos hacen solemnizar una mala Navidad. Todos los vecinos de esta comarca están perturbados y todos preguntan cuándo llegará la armada napolitana. Como no hay noticias de ella, pues Emilia no está libre, la opinión pública de estos países es tal que yo no sabría describirla. Odian a los Franceses y quisieran ser liberados de ellos; pero temen a los Alemanes a la vez que en parte los desean por odio a los primeros. Al fin y al cabo, como aún dudan del partido que vamos a tomar nosotros, vacilan incluso en el deseo del que quisieran que tomáramos. Todo el mundo nos odiaría si nos viera abrazar la causa francesa. Los biempensantes desearían que levantáramos el estandarte de la reunificación y de la independencia italiana. El pueblo

74

Pier Damiano Armandi (Faenza 1778-Aix-les-Bains 1855). Desterrado a Francia, posteriormente a Roma, fue preceptor de los hijos de Luis Bonaparte, antiguo rey de Holanda.

855

17v

G2 oscila entre el odio a los Franceses y el temor a los Alemanes. Mientras tanto los curas maniobran por el Papa. Los Faentinos se han declarado partidarios de los Austríacos. Lo que ocurre es que el Rey está perdiendo momentos preciosísimos, desde hace mucho tiempo la armada hubiese tenido que avanzar y ocupar estos países donde hay tan buena predisposición hacia nosotros, sean las que sean las razones. Pero la armada no aparece y el interés hacia los Napolitanos se va enfriando, a la vez que el desaliento general de los ánimos va creciendo cada día más. Yo he tomado motivo de esta actitud moral de los Italianos para hacer una composición poética, que transcribo aquí sea cual sea su mérito o demérito. // A Italia 1. Ay Italia te velo dolida Consternada mirar con sospecha el hórrido nimbo, Que desde el nórdico cielo te domina; Y el trozo grávido De males horrendos y lanzas germánicas, Está listo a verter a tu hermoso suelo, Teatro memorando De dominio y espada siempre extranjeros. 2. ¿Para qué vale, o patria, el llanto Que desde tus ojos preciosos amargo llueve Por tus perennes sumas desventuras? Tendrás a Jove adverso Siempre, ni dejarás de sufrir desgracias, Si no te desgarras rápido el servil manto, Que llevas sonrojada Desde que empleaste como escudo el valor ajeno. 3. ¿Esperas, con tu doloroso Vil aspecto, hacer menos feroz El alma y la potencia del tirano germano Y de su pelotón hostil, Que se acercan a ti con simulado engaño, Pero de males y de daños cargados, y deseosos De vengarse de todo, Y de saciar su ira en tu seno?

18r

856

G2 4. No llanto no, otro escudo Debes oponer tú al ímpetu ajeno, Que amenaza con infestar tus campos. El escudo de la gente franca Que te defiende sólo porque te enreda, Es nocivo, y mal seguro y astuto; Enemigo es el defensor, Tan fatal como el agresor. // 5. Escuela es para ti la edad antigua Tanto la de tu alegría como la del llanto. Tú manejabas el cetro cuando Roma Solamente con tu brazo Tenía la tierra sometida y domada Desde donde sale el sol hasta donde se pone; Cetro tenías y corona Pues de tantas obras eras artífice. 6. Pero ornamentos y cintas de hierro Ciñeron tus manos surcadas y míseras, En cuanto en tu seno abriste camino A la enjambre barbárica, Que (horrible a repetirse) repleto y cargado De masacres, de ruinas y de desastres Tu precioso suelo hizo, Y de feroz incendio te quemó y destrozó. 7. Desde entonces en tu servidumbre De salvajes hordas druidesa y sierva a la vez, Pero siempre mordiendo su yugo indigno Pusiste esperanza sólo En las armas, en el valor y en el ingenio De otro extranjero más malvado y salvaje, Hasta el punto que al partir una atadura Tú misma ofrecías el brazo a otra. 8. Así partidos tus paños En tiránicos y siempre nuevos pedazos

18v

857

G2 Viste, y alternar tus cadenas A Suabos, Francos y Germanos, Y todos exacerbar tus llagas y penas, Y sierva siempre cambiar de tiranos, Y abrir tus puertas de par en par A todo ganador y al más fuerte. // 9. Siempre decepcionada en tu idea Aunque tú fuiste de cambiar de ley, Te veo, Italia, aún ansiosa y deseosa De cambiar a quien te rige, Y aún no satisfecha de nuevos extranjeros, Con espada hostil de expulsar a hostil gente, Y esperar en el rescate De nueva y peregrina servitud. 10. Sería tiempo ya De que al error fatal el ánimo suelto Se diera la vuelta a saludar el camino recto, Apartándose de la senda necia, Que trajo tanta infamia y maldad, Y causó tantas desgracias feroces, Siempre divididos, o juntos Poniendo ultramonte nuestra esperanza. 11. Ya no extranjeros, los hijos, Sólo tus hijos reúne contigo, Y al Germano y al Franco declara guerra; Llama y junta en una A todas las gentes que tu suelo acoge; Entonces desaparecerán todos los peligros, Pues el valor no languidece Ni carece el Ausonio de corazón y sangre. 12. Desde el Alpe hasta las Escilas Y entre dos mares se asiente tu dominio Sabio y fuerte. ¿Quién contra Italia entonces? Temerá el vecino Franco o Germano hasta dentro de su casa:

19r

858

G2 Temerán mil naciones y mil Irritar tu potencia, Y ya no se atreverán a cruzar los Alpes. // 13. Celeste y sagrada luz De patrio cetro y amor entre nosotros descienda, Y contra todo yugo y reino no patrio Encienda en nuestros pechos Odio feroz y memoranda indignación, Que Libertad al final traiga y paz A la divina tierra italiana, Tras una justa y sangrienta guerra. 14. Levantarás tu frente, Italia, entonces, ceñida de olivo y laurel, Y las futuras remotas gentes tuyas Gozando de paz, gloria y decoro Por nuestra sangre y por el valor, De los antepasados correrán devotas y listas A la fría fosa Para bendecir nuestra memoria y los huesos.

19v

Canción, ve donde Joaquín, Y que de semejante obra en su espada Se apoya y se halla el destino Dile, e ínstale a actuar, si el memorando Nombre de Grande anhela, y de Divino. //

27 DE DICIEMBRE

20r

Tuve que ir hasta Lugo, una pequeña ciudad a 28 millas de aquí, para acompañar y hacer pasar al caballero Schininà75, uno de nuestros empleados en el Ministerio de Asuntos Exteriores, a través de las avanzadas austríacas. Él va para el Gran Cuartel General de los Aliados con unos despachos importantísimos de nuestra Corte dirigidos al emperador de Austria, al príncipe de Metternich y a nuestro embajador en Viena76.

75 76

Para la misión de Mario Schininá cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. XXVIII-XXXV. Klemens Wenzel Nepomuk Lothar von Metternich (Coblenza 1773-Viena 1859). Diplomático y político austríaco, desde 1821 Canciller de Estado y de Corte.

859

G2

20v

Para recorrer estas 28 millas tardamos más de 28 horas, tomando siempre veredas, travesías y sendas no frecuentadas, para esquivar los puestos de la armada del Virrey. Antes de salir de aquí fue necesario disfrazar al comisionado de servidor y hacerle pasar por criado mío. Marchábamos siempre como unos fugitivos, y era bonito vernos, al menor ruido o sospecha de ser encontrados, coger los pliegos y prepararnos a comerlos para que no cayeran en las manos de quienquiera. Pero todo salió bien y francamente me siento aliviado, pues si me hubiesen sorprendido con ese pequeño contrabando, hubiese quedado fatal. Durante el viaje estuvimos discurriendo de asuntos diplomáticos. Schininà me dijo que la alianza con Austria había sido prácticamente concluida, pues lo único que faltaba era la adhesión de nuestra reina, que llevaba él, y que era la parte más importante de sus papeles, porque la habían pedido el emperador Francisco y el príncipe Metternich como condición sine qua non77. Que las mujeres y las soberanas suelen ser los resortes secretos y poderosos de los gabinetes y de los asuntos políticos lo sabía, y los Napolitanos lamentablemente lo vimos durante el régimen pasado, pero que sus nombres y acciones deban ser solicitados por la diplomacia en las negociaciones con un país como el nuestro donde las mujeres no suceden, donde todo se hace en nombre del rey y donde la reina ahora no es regente porque está el soberano, todo esto yo no lo podía concebir. Cuando le manifesté mi asombro a Schininà, me explicó el misterio. Las potencias // aliadas, me dijo, saben que la Reina, por haber ella misma facilitado el trono al marido, puede mucho sobre su ánimo. Saben también que el Rey es débil, que está apegado a Francia y, es más, tiene la cabeza muy sensible a las acciones militares. La menor derrota de los Aliados, la menor fortuna de Napoleón le harían cambiar de bando. Entonces quisieron la adhesión de la Soberana en primer lugar para comprometerla con el hermano y romper todo medio de reconciliación entre Napoleón y Joaquín; en segundo lugar, para estar seguros de la veracidad de las intenciones y de la actuación del gobierno, pues están seguros de que el Rey quiere cuando su esposa quiere. De esta manera, estarán tranquilos y seguros de que tanto el Rey a la cabeza de la ar-

77

Francisco José Carlos de Habsburgo-Lorena (Florencia 1768-Viena 1835). Emperador del Sacro Imperio Romano como Francisco II; desde 1806 emperador de Austria como Francisco I.

860

G2 mada como la Reina a la del gobierno, como regente en su ausencia, actuarán ambos conforme a sus propósitos. El Rey entonces entra en una negociación antes de empezar a actuar con el ejército. De ahí que sea fácil deducir que los votos de los buenos Italianos esta vez también quedarán decepcionados, pues en el tratado no estará mencionada ni de lejos la reunificación de Italia. Si, de haber antes empezado a actuar, hubiese proclamado la reunificación y la independencia italiana, y hubiese hecho un llamamiento a todos los pueblos de la península, seguro que las cabezas se hubiesen encendido con la revolución, una muchedumbre de Italianos correría a las armas, las tropas del Virrey se unirían a las nuestras y entonces con más de cien mil combatientes se podría negociar de otra manera con Austria y las potencias europeas. El Rey carece de coraje político y los Aliados, que si aún no se han percatado de esto seguro que se darán cuenta, no dejarán de aprovecharse. Federico II en semejante situación hubiese actuado de otra manera. En la guerra de 1740 no quiso recibir al embajador francés para la alianza contra María Teresa, hasta que montó a caballo y a la cabeza de la armada // entró en Silesia. Toda la negociación se redujo a las palabras siguientes, que él pronunció: «Je vais faire votre jeu, si les as me viennent nous partagerons». Los ases llegaron, el juego fue todo para él y toda Silesia pasó bajo su dominio y después de apoderarse de ella ya no se preocupó de Francia y firmó la paz. Si el rey hubiese revolucionado Italia en su favor, hubiese ampliado su ejército, hubiese ocupado cuanto más territorio podía con sus armas, si – digo – ya hubiese hecho todo esto, estaría mejor considerado en esta alianza que se está estipulando, pues no se puede ocultar que la fuerza lo logra todo. Nosotros desconocemos las condiciones del tratado, pero podemos prever que no serán las que podríamos conseguir si se hubiese actuado o se actuara diferentemente. Ya está, ya veremos. Lo que es seguro es que Italia ya no será ni reunificada ni será independiente, y éste era el punto más importante de la cuestión. Mañana llega la brigada del general Filangieri.

31 DE DICIEMBRE DE 1813 La brigada del general Filangieri formada por el 3° y el 5° Regimiento de Línea llegó aquí el 28. Un batallón fue enviado en seguida a Ímola donde estaban los doscientos hombres cogidos por los Napolita861

21r

G2

21v

nos veteranos de la Gran Armada, que volvieron a esta ciudad. La opinión pública de Bolonia, que se estaba desalentando, se ha reanimado bastante con la llegada de esta parte de la tropa napolitana, por muy pequeña que sea. Se admiran mucho su aguante y su disciplina. Una muchedumbre inmensa de pueblo va todas las mañanas a la plaza de la catedral para asistir a la parada. El objeto que más asombró a los Boloñeses fue el caballo emblema de nuestras banderas. Yo creo que este asombro no se debe a la novedad del objeto, sino al sentimiento que despierta el hecho de que hubo una nación en Italia que se sacudió el yugo de Francia, pues todo el mundo sabe que nuestro gobierno como dinastía francesa había incluido el águila entre sus blasones. Esta muestra de apego a la nación y a la independencia dispuso los ánimos en nuestro favor. Pero, ¿para qué vale? Ya pasó el tiempo y todo está perdido. // Ahora que por la llegada de estas tropas nuestras aquí estamos mucho más tranquilos que en los días anteriores yo, siguiendo el plano empezado, voy a describir el viaje de Florencia a Bolonia, y desde aquí hasta Ferrara, y voy a relatar las circunstancias y noticias que merecen ser incluidas en este Galimatías. La 1° parada al salir de Florencia para esta ciudad es Fontebuona, un pueblo pequeño pero bonito. El camino es delicioso y en todo su recorrido atraviesa colinas cubiertas de viñas, olivares y villas. A tres millas de la ciudad se encuentra a la izquierda el cementerio de Florencia edificado por Leopoldo78. A 6 millas se deja a la derecha la maravillosa villa real llamada de Pratolino, diseñada por Buontalenti79 y decorada y embellecida por los Médicis. Entre otras cosas, se puede ver allí la estatua de los Apeninos, alta 60 pies; esta villa abunda en chorros de agua, fuentes, cascadas y sirvió de modelo para los jardines y los juegos hidráulicos de Versalles. Siguiendo con el viaje hacia Cafaggiolo, la segunda posta, se empieza a subir los Apeninos, se pasan Montecarelli, Covigliaio, Le Maschere, Pietra Mala, y se llega al puerto, que es la parte más elevada del camino que atraviesa la cumbre de los montes. Cerca de Filigare, en una de las crestas de los Apeninos llamada

78

El cementerio de Trespiano, que mandó construir el granduque Pedro Leopoldo I y que se inauguró en 1784. 79 Bernardo Buontalenti (Florencia 1536-Ídem 1608). Pintor, escultor, arquitecto y escenógrafo, personaje clave de la época del Manierismo.

862

G2 Monte di Fò, se ve un pequeño volcán que suele humear. Por las noches se ven llamas. Cerca de Pietra Mala está el manantial de un agua llamada agua oscura, que dicen que se enflama igual que el alcohol del vino cuando se le acerca la lumbre. De Scaricalasino a Loiano y de Loiano a Pianoro se sigue bajando. Desde Pianoro el camino hasta Bolonia es todo llano. Describí Bolonia en mi primer Galimatías. Voy a añadir algo que quizá entonces pasé por alto, pues ahora he podido observar más de los que pude en 1807, cuando me había quedado solamente cuatro días. Bolonia es una ciudad notable, rica e industriosa, situada en la ribera del río Reno. Su población asciende a unos setenta mil habitantes. Los edificios públicos son magníficos por su arquitectura // y por sus ornamentos. Todas las calles están flanqueadas por pórticos, que les dan un aspecto poco risueño y una vista oscura y sombría en las plantas bajas, pero son muy cómodos para los peatones. La gente a pie no está estorbada ni por las carrozas ni por los perros ni por las bestias de carga; incluso en los días de lluvia a mares puede uno pasearse por toda la ciudad sin incomodidad ni paraguas. En Bolonia, a pesar del asolamiento y de las rapiñas franceses, se siguen admirando muchas piezas de escultura del famoso Juan de Bolonia, cuya obra maestra es a mi entender el Neptuno de bronce de la fuente en la plaza, llamado comúnmente el Gigante. La catedral de San Pedro es un templo de buen diseño; en el coro se ven las pinturas al fresco de Carracci, es decir la Anunciación y la Virgen y San Pedro afligidos por la muerte del Señor. En la iglesia de San Petronio está la famosa meridiana de Domenico Cassini. Aún se pueden ver las iglesias de los Celestinos, del Salvador, de Santo Domingo, donde se dice que está el cuerpo del Santo, y la iglesia subterránea de San Próculo, en la entrada de la cual se halla la siguiente inscripción enigmática: Si procul a Proculo, Proculi campana fuisset, Num procul a Proculo Proculus ipse foret80.

80

La inscripción en realidad no parece muy enigmática: “Si lejos de Próculo hubiese estado la campana de Próculo, ahora el mismo Próculo estaría lejos de Próculo”; es decir: Próculo estaría lejos de su sepulcro, o sea, vivo.

863

22r

G2

22v

Un pobre hombre llamado Próculo entrando en la iglesia fue matado por el martillo de la campana de la iglesia que cayó de lo alto del campanario y fue enterrado a los pies del mismo. Los Boloñeses le hicieron este epitafio. Bolonia cuenta con tres teatros: el Comunale81, el teatro Marsiglia y el de San Gabriele. El primero fue diseñado por el famoso perspectivista Bibiena. Igual que los Modeneses, que enseñan a los forasteros «un infeliz y vil cubo de madera » (Tassoni), quitado a los Boloñeses, éstos se glorían de mostrar el palacio que edificaron para encarcelar al rey Enzo, cogido en 1230 en la guerra entre Módena y Bolonia. Es un gran edificio con una sola fachada que se encuentra delante de la iglesia de San Petronio y que tiene un salón tan amplio que ahora se utiliza para jugar a la pelota. // Bolonia cuenta con una universidad famosa y un Instituto insigne82. Hay una colección numerosa de yesos raros y de pinturas, la mayoría de ellas consideradas de escuela boloñesa. El museo del Instituto está lleno de todo tipo de curiosidades de la naturaleza y del arte. La biblioteca abunda en libros y manuscritos, de los cuales los autógrafos de Marsili83, que fue su fundador, los del naturalista Aldrovandi84, de 187 volúmenes in folio, los de Carpi85, de Benedicto XIV86, etcétera. Hay un observatorio, un gabinete de máquinas inglesas, un jardín botánico, una escuela de anatomía con modelos de cera, una sala de obstetricia, etcétera. Bolonia abunda en eruditos y poetas. Yo conocí a varios profesores de la Universidad y por lo que puedo juzgar me parecen hombres de gran mérito. El bibliotecario Pozzetti87 es un hombre que por su inteligencia,

81

Municipal, NdT. Se trata del Istituto delle Scienze, fundado en 1715 por Luigi Ferdinando Marsili, que le donó toda su colección de obras científicas. 83 Luigi Ferdinando Marsili (Bolonia 1658-Ídem 1730). Científico, geólogo y botánico, se dedicó a los estudios después de una importante carrera militar al servicio del Imperio. 84 Ulisse Aldrovandi (Bolonia 1522-Ídem 1605). Naturalista, botánico y entomólogo, famoso en todo el mundo científico del tiempo. Realizó uno de los primeros museos de historia natural. 85 Iacopo Berengario de Carpi (Carpi aprox. 1460-Ferrara 1530), médico, anatomista, autor de obras importantes como el De fractura cranii y las Isagogae; trabajó treinta años en Bolonia antes de trasladarse a la corte de Alfonso I de Este, duque de Ferrara. 86 Prospero Lorenzo Lambertini (Bolonia 1675-Roma 1758), papa desde 1740. 87 Pompilio Pozzetti (Mirándola 1760-Bolonia 1815), clérigo de la orden de los Escolopios, cronista e historiador, dirigió la biblioteca de la Universidad desde 1807 hasta 1815. 82

864

G2 memoria, rapidez de percepción y vastedad de conocimientos se puede comparar a nuestro Lemaître. Para quien no conoce a Lemaître esta comparación no significa nada; pero él merecería ser conocido de la misma manera que por las vicisitudes pasadas parece haber merecido no serlo. Ciccolini, profesor de astronomía, es un digno discípulo de Lalande88; me enseñó su correspondencia con Oriani89, con el padre Piazzi90, con Zach91 y esto es prueba del aprecio de estos astrónomos hacia él. Por último, el profesor de lenguas orientales, el abad Mezzofanti, sabe todas las lenguas muertas, todas la vivas y estoy por decir que todas las futuras92. Habla árabe, japonés y eslavo con la misma facilidad con la que habla el italiano. Sobre él se cuentan varias anécdotas. Un erudito sueco llegó a Bolonia. Tenía entre sus criados a un Lapón y a un Islandés. Como le habían presentado Mezzofanti, éste habló antes en sueco con el amo y luego con los criados en sus lenguas respectivas con gran asombro de todos los presentes. Cuando el Emperador vino a Bolonia en 1804, visitando la Universidad se dirigió a Mezzofanti y le dijo que hablara árabe con su mameluco93. Tras un diálogo // muy largo, éste se dirigió a Napoleón y le dijo: «Majestad, hágalo arrestar porque es un mameluco desertor». Yo en este Galimatías rindo el homenaje que debo y puedo a este inmortal polígloto. Lo que además lo hace aún más apreciable y admirable es que a su doctrina inmensa en el ámbito de las lenguas acompaña igual

88

Ludovico Ciccolini (Macerata 1767-Ídem 1854). Astrónomo, enseñó en la Universidad de Bolonia y dirigió su observatorio (1803-1815). Joseph-Jérôme de Lalande (Bourg-en-Bresse 1732-París 1807), astrónomo, dirigió el Observatorio de París (17951803) y fue el primero, junto con el inglés John Flamsteed (Denby 1646-Greenwich 1719) en catalogar las estrellas más luminosas. 89 Barnaba Oriani (Garegnano 1752-Milán 1832). Astrónomo y matemático, director de la Specola de Brera, estudioso de la refracción y de las órbitas de Urano. 90 Giuseppe Piazzi (Ponte in Valtellina 1746-Nápoles 1826). Matemático y astrónomo, enseñó en Palermo y consiguió que se edificara allí un observatorio (1791), que dirigió durante muchos años. Allí descubrió (1801) el primer asteroide (Ceres). 91 Franz Xaver von Zach (Pest 1754-París 1832). Astrónomo húngaro, dirigió el Observatorio de Gotha. 92 Giuseppe Gasparo Mezzofanti (Bolonia 1774-Roma 1849), cardenal (1838), famoso polígloto. Enseñó lenguas orientales en Bolonia; en Roma dirigió la Biblioteca Vaticana. 93 Roustam Raza (Tiflis 1782-París 1845), uno de los dos mamelucos que Napoleón se había traído de Egipto como servidores personales. El segundo, Ali, fue despedido muy pronto por su carácter violento. Sobre los mamelucos en general y sobre los de Napoleón cfr. Tulard, Dictionnaire Napoléon, en las entradas Mamelouks (pp. 1129-1130), Roustam (pp. 1481-1482) y Ali (p. 64).

865

23r

G2

23v

que Locke y Fergola94 la humildad más escueta y en el grado máximo. Él se sonroja y se confunde ante el menor elogio y ésta es, a mi parecer, la muestra más veraz de su alto saber. Fuera de Bolonia, a través de un porticado de 650 arcadas se va a la llamada Virgen de la Guardia que según la tradición fue pintada por San Lucas. Allí arriba se goza de un horizonte inmenso, la mirada lo abarca todo hasta las llanuras bonitas de Lombardía, y este panorama está coronado a poniente por el mismo horizonte y al sur y al norte por las cumbres azules de los Apeninos y de los Alpes. También vale la pena visitar el cementerio de la ciudad situado en el monasterio de la Cartuja. El comercio de Bolonia consiste en manufacturas de seda, velos, jabón, licores y flores artificiales. Los Boloñeses son industriosos, alegres, vivarachos y valientes. Les encantan los espectáculos. Las mujeres son más donairosas que guapas. El campo alrededor es fértil y está bien cultivado; el dialecto boloñés es áspero y disgustoso. De Bolonia a Ferrara hay tres postas y media. La primera está en Capo d’Argine, la 2a en Malalbergo y la tercera en Ferrara. Casi todo el camino es nuevo, hecho por el gobierno italiano, pues antes se recorría otro que pasaba por Cento. Entre Malalbergo y Capo d’Argine se pasa el Reno en barca. Ferrara es una ciudad bonita situada a tres millas de un ramal del río Po. Sus calles son anchas, derechas y majestuosas, sus fortificaciones imponentes, sus edificios magníficos, la Piazza Nuova es amplia y regular, pero la población, las artes y la industria manifiestan todo el estado de deterioro y de decadencia que sufre desde el siglo XVI, cuando pasó del dominio estense al de los Papas. Su población es ahora de veinticinco mil habitantes, pero los edificios podrían // contener cuatro veces más. Como yo me quedé una sola noche, no pude ni observar ni informarme de las cosas más notables. Tuve la satisfacción de conocer al célebre Cicognara95, uno de los personajes más eruditos y distinguidos de Italia, que vino a visitar al General y me apreció al oír de él que podía hablar en mi presencia, respondiendo a su petición de hablarle de solo a solo sobre el estado de Italia y sobre la confianza de ésta en las armas napolitanas.

94

John Locke (Wrington 1632-Oates 1704), considerado el padre del empirismo moderno y de la ilustración crítica. Nicolò Fergola (Nápoles 1753-Ídem 1824), matemático, profesor de la Universidad de Nápoles, autor de obras importantes sobre la geometría y los principios de Newton. 95 Leopoldo Cicognara (Ferrara 1767-Venecia 1834), historiador del arte y bibliógrafo.

866

G2 El espíritu de la novedad política está fermentando en todas las cabezas italianas. Con la salvedad de pocos, comprados con cargos o beneficios del emperador Napoleón o del Virrey, todos los Italianos, nobles y campesinos, curas y seglares, eruditos e ignorantes, en fin todos aborrecen y detestan el orden actual de las cosas. Sea cual sea la razón, que sea cierta o falsa, justa o injusta, que dependa del mal gobierno o de la obstinación y de la poca docilidad de los pueblos, el Reino Italiano no es sino un fantasma, un ser ideal sin ninguna verdadera consistencia y solidez. Después de 14 años los varios pueblos que lo forman no han creado ningún vínculo ni social ni de familia entre ellos. Las comarcas de Bolonia, Módena, Milán, Brescia, Novara aún no tienen las mismas pasiones, la misma manera de pensar acerca de su patria que la que tenían cuando pertenecían al Papa, a Austria, a los Este, a Piamonte y a Venecia. Cuando de muchas naciones pequeñas se pretende formar una sola, el espíritu de familia y de patria común entre ellas precisa siglos para formarse. De ahí que los varios vínculos de los muchos reinos en los cuales estaba dividida España necesitaran muchas generaciones para reunirse y formar un solo, en virtud del cual ahora la nación española forma una familia sola. Lo mismo ocurrió en Francia con los reinos de Bretaña, Borgoña, Provenza, Rosellón, Languedoc, etcétera. En Italia entonces no es de asombrarse que este sentimiento de unidad nacional no se haya formado todavía. Sin embargo, aparte de esta circunstancia decisiva de la falta del tiempo necesario, yo creo que se ha hecho todo lo posible para no crearlo y formarlo. Italia fue vejada, asolada y saqueada por quienes le quisieron dar un gobierno // y unificar en nación una parte de ella, de manera que los Italianos no se acuerdan más que de los males, sin reparar en el beneficio. El Reino Italiano dio más de ciento sesenta mil soldados, y ahora tiene solamente a tres divisiones que lo defienden; el resto fue destrozado en España, en Alemania, en Rusia, en guerras ajenas a los intereses de Italia. Igual que en nuestro Reino, los cargos más rentables y honoríficos están en las manos de empleados franceses, mientras que los demás están todos ocupados por gente de Milán, Brescia y Módena. Además de las concusiones cometidas por muchos cochinos, Italia estuvo sujeta a impuestos más que enormes, en comparación con los cuales los nuestros son modestísimos. Todas estas razones han hecho que el Reino Italiano fuera aborrecido por sus pueblos desde el comienzo. Aun sin saber de política, yo creo que la máxima fundamental de esta ciencia es la de hacer amar a los pueblos el nuevo gobierno que se les da. 867

24r

G2

24v

El pueblo no entiende ni la forma de gobierno, ni la constitución, ni las buenas leyes, pero siente sus ventajas y sus males, a partir de los cuales juzga y ama, o se aparta de quien le rige. Me apuesto que nueve décimos del pueblo inglés no entienden el gobierno divino bajo el cual tienen la dicha de vivir; pero como el último campesino ve segura su persona, su propiedad, sabe que no puede pagar y no paga más de lo que se impone él mismo, que no puede ser detenido antes de resultar culpable en un juicio, que él mismo elige en las asambleas municipales a su juez, a su administrador, recaudador, etcétera, el último campesino, decía, ama su gobierno por estas ventajas, sin entender absolutamente nada de la llamada Carta inglesa, de las Cámaras, de los Pares, de los Comunes, etcétera. Una de las razones por que la Declaración de los derechos del hombre y del ciudadano, proclamada solemnemente por la asamblea constituyente en la Revolución francesa, no ha influido de ninguna manera en la opinión pública del pueblo francés como la Carta constitucional en el inglés, a mi parecer es que fue demasiado abstracta, demasiado metafísica, fundada únicamente en las teorías más sublimes del derecho de naturaleza y de las gentes; estaba apreciada, celebrada y encomiada por todos los eruditos de Europa a la vez que por su sublimidad no dejaba comprender nada al pueblo, que únicamente veía en ella un aparato pomposo de palabras y vocablos nuevos. Las palabras igualdad, libertad, fraternidad, etcétera, no despertaron más que entusiasmo, pero como esta exaltación del ánimo no es el estado ordinario que la naturaleza pretende de las mentes humanas, se fue apagando poco a poco, y a los pocos años los Franceses volvieron a ser tal y como eran antes de 1791. Rousseau celebra mucho la inscripción que estaba en el granero// público de Ginebra: «alit et dictat», es decir alimentad al pueblo y luego regidlo según vuestra voluntad; o, dicho de otra forma: hacedle sentir los beneficios del gobierno y él amará al gobierno. Ahora bien, ¿cómo es posible que los distintos pueblos que componen el Reino de Italia puedan amar al gobierno italiano cuando bajo este gobierno pagan impuestos ingentes y recuerdan que bajo sus antiguos amos no pagaban casi nada? Antes ningún padre lloraba a su hijo soldado, ahora los soldados asolan las comarcas más pobladas y llenan de presos las cárceles; antes gozaban de la máxima libertad en sus casas, en sus iglesias, en sus procesiones, en sus campos, en sus fiestas; ahora la policía, este tribunal que sucedió a la Inquisición, y la 868

G2 gendarmería, siempre que pueden van a enturbiar los teatros, las fiestas públicas, los carruseles públicos, la paz doméstica, la hilaridad y la quiete campesina; y claramente todas estas cosas bonitas no son las más adecuadas para que los hombres olviden el antiguo dominio y se aficionen al nuevo. El sistema de gobierno francés es despótico en todos los ámbitos. Tenía razón Alfieri cuando afirmaba que esta nación era capaz solamente de esclavitud y de anarquía96, y que no supo ni jamás sabrá persuadirse de que se puede vivir en sociedades sin rey y con las solas leyes. Pero Napoleón llevó al máximo grado la tiranía. Él trata a los pueblos como trató a los reyes hasta la época de los desastres en Rusia. Su verdadera divisa es vae victis. Tanto el fervoroso habitante de las Calabrias y de las Españas como el frío Holandés o Sajón debía estar sometido a su código. Tanto el propietario de la fértil Lombardía o del sur de Francia, como el de las peñas helvéticas o alpinas, deben pagar los mismos impuestos. Tanto el que tiene diez hijos como el que tan sólo tiene uno deben aborrecer el reclutamiento obligatorio. En su carta al rey de España Carlos IV se expresó muy abiertamente con respecto a las ideas liberales y a los derechos de los pueblos: «No se debe dejar que el pueblo haga nada» decía él - «los soberanos deben hacerlo todo por él». Yo no acabo de entender cómo los pueblos de nuestro Reino, acostumbrados desde hace muchos siglos a una constitución mixta, a los parlamentos municipales, a las Universidades97, a participar por poco que fuera en la repre//sentación de sus derechos, a elegir a sus propios administradores, a repartirse la cuota de los tributos, etcétera etcétera, se hayan adaptado tan rápidamente a las formas de un gobierno bajo el cual el pueblo no es nada. Yo recuerdo con entusiasmo las instituciones republicanas de nuestro gobierno pasado. Cuando leo los debates que se celebran en las Cámaras de Inglaterra, me acuerdo de los que se hacían en los llamados consejos de las Universidades. Aunque tenían que ver con asuntos diversos, no obstante se asemejan en la comparación por un igual amor de patria, por una igual libertad de expresarse, por un igual interés hacia

96

Vittorio Alfieri (Asti 1749-Florencia 1803). Dramaturgo, escritor y el mayor poeta trágico italiano del siglo XVIII. 97 Comunidades de ciudadanos, cfr. aquí Scotti Douglas, “Gabriele Pepe” p. 149, nota 147.

869

25r

G2 los derechos del pueblo. Fox98, Burdett99 y muchos otros insignes opositores son en los grandes asuntos de Inglaterra lo que eran algunos antepasados nuestros, que abogaban por los derechos del pueblo en las Universidades. Allí la nación llama los ministros a rendir cuenta a través de sus representantes; aquí el pueblo a través de tres o cuatro reuniones públicas pedía cuenta a sus elegidos, a sus gobernadores, etcétera. Allí la nación se luce pagando los gastos de las guerras; aquí el pueblo se lucía pagando los gastos de las contiendas en contra de los barones; allí la nación hace el proyecto de las obras públicas, de las leyes que desearía; aquí el pueblo decía: «queremos esta carretera, que se arregle ese puente, esas fuentes»; en ambas, además, se podía hablar libre y orgullosamente, confiando en los derechos del tercer estamento sin perjudicar los de la soberanía; en los parlamentos se veía al hombre en medio del pueblo, al hombre consciente de su papel en las asambleas municipales, de sus derechos y de los de sus conciudadanos. El ínfimo campesino se sentía libre, ciudadano sin olvidar de ser súbdito. El mayor daño que el sistema francés causó a nuestro Reino es a mi entender la supresión de los parlamentos y la institución del Decurionado. Dentro de un siglo nuestra posteridad estará más despreciada y será más esclava que los Turcos. La constitución que ambiciona el Reino debería redactarse tras reponer la antigua institución de los parlamentos. Yo creo que esta promesa del rey José es nula y no puede de ninguna manera influir ni en la opinión pública ni en la felicidad posible de los pueblos100. Sin las asambleas populares la voluntad nacional y general no puede ser conocida bien, y por tanto los diputados no pueden ser sino órganos falaces de la necesidad y de la voluntad de toda la ciudadanía. Al fin y al cabo es en las asambleas populares donde se forma el hombre y el ciudadano, donde se hace consciente de su propia dignidad, se dedica a sus intereses reales y a los del estado, los comprende a fondo y101.

98

Charles James Fox (Westminster 1749-Chiswick 1806). Político británico conocido por sus posiciones antiesclavistas y por la oposición a la guerra contra las colonias americanas antes y contra la Francia revolucionaria después. Fue varias veces ministro. 99 Francis Burdett (Bramcote 1770-Londres 1844). Político británico, él también opositor de la guerra a la Francia revolucionaria, partidario de la reforma electoral y del sistema carcelario, así como de la igualdad de los derechos civiles para los católicos. 100 Es la Constitución otorgada al reino de Nápoles por José Bonaparte en Bayona (1808), antes de asumir la corona de España. 101 En la hoja hay una media línea vacia.

870

G2 Si no hubiera sido llamado a almorzar, no sé adónde hubiese llegado, // discurriendo de política, sin saber absolutamente nada de ella, de constituciones, de pueblos, de gobierno y de parlamento. Al volver a leer lo que escribí sin apenas darme cuenta, vi que salieron de la pluma muchas cosas que este Galimatías jamás se esperaría contener, ni pensaba yo escribirlas. Debería eliminar más de dos páginas … Pero quod scripsi scripsi. Al fin y al cabo, no tengo ni reservas ni temor a afirmar que me encantaría vivir, o mejor dicho que me encantaría que mi patria fuera regida por un gobierno mixto. Se lo diría al Rey, se lo diría a Napoleón, se lo diría a cualquiera. Bajo un gobierno constitucional bien organizado, donde están bien repartidos los poderes, donde el rey y el último ciudadano están sometidos a las santas leyes, donde ni el gobernante que exige la obediencia, ni la obediencia que se negocia con el gobernante por el bien general, humillan a nadie, bajo este gobierno, decía, los hombres, sin tener toda la libertad e independencia del salvaje, gozan de toda la libertad y de todas las virtudes sociales con las que pueden contar los pueblos civilizados. Ni en las monarquías moderadas, ni en los estados despóticos, ni en las repúblicas populares más libres se han visto jamás acciones y pruebas de un coraje, de una firmeza y de una constancia que tenían algo heroico. Pero Esparta, Roma, Inglaterra, son ejemplos de como se aguantan las adversidades más terribles con una intrepidez y noble dignidad de ánimo que no se encuentran ni en las asambleas de Atenas, de Florencia y de Ginebra, ni en los gabinetes de un Filipo II, de un Tiberio, de un zar. Las grandes virtudes ciudadanas, los grandes sacrificios, la gran elevación del alma, el gran sentimiento del orgullo y de la dignidad humana, el grande y sublime amor a la patria, la libertad y la igualdad sin desórdenes, no se manifiestan sino cuando, por ser los reyes y las autoridades solamente los ejecutores de las leyes, el hombre se pone a mirar orgullosamente hacia arriba y encima de él ve solamente a Dios y a las propias leyes. Se me podría objetar que es en las auténticas democracias y no en los gobiernos mixtos donde los hombres, al estar totalmente libres, pueden ser grandes y felices. No, contesto yo. En los estados democráticos la libertad nunca es segura. Un solo hombre elocuente es capaz con la fuerza de su discurso de sublevar a la multitud y subvertir el estado y la patria. La libertad para todos y sin un contrapeso suele degenerar en licencia y luego en furia y anarquía. Entonces ni las propiedades,// ni los derechos más sagrados, ni las personas ni las propias leyes gozan de 871

25v

26r

G2 aquella seguridad sin la cual las leyes no tienen ni autoridad ni poder y las personas y los derechos están en continuo peligro. Entonces ni los magistrados ni los ciudadanos pueden fortalecer sus almas para que alberguen los sentimientos grandes, las cosas grandes, pues son conscientes de que todo es precario y el pueblo algún día puede destrozar todo orden, todo sistema. En las asambleas populares, por no haber calma, respeto y orden, no se pueden debatir y analizar bien los altos intereses; la multitud, por muy ilustrada que sea, no deja de ser suspicaz, indócil o inconstante. Los hombres grandes y dignos de alabanza suelen convertirse en las víctimas de sus sospechas, de su inconstancia. De tal manera, Socrates y Foción102, estos dos hombres que honraban a la patria y al género humano, fallecieron en Atenas por decreto del pueblo; ejemplos atroces y execrables que no se vieron ni en Esparta, ni en Roma, ni en Inglaterra. Hay una razón más para preferir el gobierno mixto al democrático. Éste no puede convenir sino a una ciudad pequeña, a un estado pequeño donde todo el pueblo puede reunirse en las asambleas. Ahora bien, al no poder los estados pequeños tener una gran fuerza para defenderse si fuera necesario, todos los días corren el riesgo de ser aniquilados por las pandillas de algún déspota limítrofe, o por los seguidores de algún ciudadano perverso y rebelde. Muchas repúblicas griegas sometidas por Filipo103, San Marino por el cardenal Alberoni104, Florencia por los Médicis, son prueba de ello. En cambio, los estados mixtos pueden ser grandes y extensos, por lo cual pueden mantener una fuerza armada nacional capaz de resistir a cualquier agresión externa, defender y salvar la patria en peligro por alguna sublevación o conjuración catilinaria. Yo quisiera entonces que mi patria tuviera un gobierno mixto, en el cual los poderes del rey, de los grandes y del pueblo estuvieran repartidos con el máximo equilibrio; en el cual tanto el primero como los segundos y el tercero estuvieran igualmente sometidos solamente a las 102

Foción (Atenas aprox. 402 a.C.-Ídem 318 a.C.). Político y militar, ejemplo de moderación y honestidad personal. Acusado de colaboracionismo con los Macedonios, fue condenado a beber la cicuta. 103 Filipo II de Macedonia (Pela 382 a.C. –Aigai 336 a.C.), rey de Macedonia y padre de Alejandro Magno. 104 Giulio Alberoni (Plasencia 1664-Ídem 1752). Cardenal y político, fue al servicio de Felipe V de España. Legado pontificio en Romaña, participó activamente en la ocupación militar de San Marino (1730-1740).

872

G2 leyes; en el cual al amparo de las mismas leyes los débiles estuvieran protegidos de las vejaciones de los poderosos, los pobres de las de los ricos; en el cual no se vieran las muchas tiranías particulares en las varias ramas de la administración y del poder judicial; en el cual los administradores defendieran los intereses del pueblo y de la familia general del gobierno, sin defender solamente los del rey en inmenso detrimento de los ciudadanos, como hacen actualmente; en el cual la libertad de la prensa permitiera al último ciudadano y a cualquiera expresar libremente sus opiniones no contrarias al interés general de la sociedad y avisar a todos los miembros de la misma tanto de alguna astucia como de algún atentado que una parte de ella quisiera // perpetrar en contra de la otra; en el cual el mérito y el talento pudieran brotar del lodo y llegar a los primeros cargos del estado; en el cual cada ciudadano pudiera considerar su casa como un santuario y sentirse seguro allí como en un asilo inviolable; en el cual ni el rey ni los ministros, ni quienquiera, pudieran estar por encima de la ley sin ser declarados rebeldes. Como había empezado, tenía que terminar. Las cosas dejadas a medias nunca son buenas.

2 DE ENERO DE 1814 Seguimos en la misma situación de incertidumbre. Desconocemos si el Rey ya salió para Nápoles o no. Como la vía Emilia está ocupada por los Alemanes, no tenemos noticias de la armada, que debe haberse reunido en los departamentos de las Marcas y del Rubicón. Un capitán del 3° Regimiento de Línea que iba a reunirse a su cuerpo que se encuentra aquí, murió en Radicofani, en Toscana. Corre la voz de que fue matado allí por orden de la Gran Duquesa, pues llevaba despachos al general Pignatelli y al general Filangieri, y estos pliegos se perdieron y no fueron entregados, junto con los demás documentos dirigidos al regimiento, que él llevaba. Pensando en este hecho muy atroz, en caso de que sea cierto, me felicito conmigo mismo, pues yo también hubiese podido encontrar el mismo encanto de aquella mesalina de Elisa cuando me enviaron a Roma donde el General con un pliego para el Rey, y pasé por Toscana. El despacho seguro que no me hubiese ayudado, pues se trataba de un informe que el General presentaba a Su Majestad de todas las órdenes que había en Italia contra los Franceses y en favor de los Napolitanos. Agradecemos entonces a doña Fortuna este gran favor. Ayer, el primer día del año, nos invitó a almorzar la señora Marti873

26v

G2

27r

netti, para mí la señora más guapa de Bolonia y la más culta. Los invitados eran todos personas selectas y distinguidas. Estaban Pozzetti el bibliotecario, Mezzofanti el polígloto, el marqués Zappi excelente poeta105, el ingeniero hidráulico Giusti106, también poeta, el prefecto Oldofredi107, que es bastante // culto, y muchos más. El banquete fue suntuoso y alegre. Se hicieron varios brindis al año nuevo y muchos más a Napoleón, al Virrey y al rey de Nápoles, porque había dos Napolitanos. Yo quise también hacer el mío, y para hacerlo más grato no agregué ni política ni soberanos; lo dirigí a la señora que estaba en la mesa. Ahí va: 1. No para los Soberanos laudados Nuevas laudes a cantar el estro se enciende, Ahora que de vianda y vino huele la mesa: Otro objeto brilla En medio de nosotros, y me enciende la mente, Y el ardor del vate me inspira, y la palabra, Él altamente impone Que sólo el elogio suyo aquí resuene. 2. Tú, mujer de gran valor De alma y de forma, que como una estrella brillas Entre los convidados y los triclinios, Y portentosa agregas Con tu semblante angelical y divino Éxtasis al corazón y seductor encanto, Que hilaridad emanas, Y donaire, y no hay quien no te admire; 3. Tú, honor de tu sexo, No sólo por los dones que te hizo la naturaleza

105

Girolamo Francesco Zappi (Ímola 1774-Bolonia 1839), en aquel entonces Intendente, autor sobre todo de rimas de ocasión, participó activamente en la vida cultural boloñesa en la edad napoleónica. 106 Gian Battista Giusti (Lucca 1758- Bolonia 1829), muy apreciado por su competencia profesional y como hombre de cultura con una vena fecunda. 107 Girolamo Giuseppe Tadini Oldofredi, prefecto del Departamento del Panaro (Peschiera d’Iseo 1773-Milán 1839).

874

G2 Generosamente en tu gentil semblante, Sino también por virtud pura De que estás repleta de tantas formas, Tú, acepta que yo tenga el sumo prez, Que taza de salud Yo libe a tu belleza y tu virtud. 4. Y que dichosos días Ahora que renueva su curso el año Yo te desee108 y risueños siempre. // Huyan el dolor y el daño, Y encadenados a la infernal morada, Dejen que siempre benigno el sol vuelva Ni jamás perturben el aire claro Que respirar debes tú del Reno.

27v

5 DE ENERO Ya desde el último día del año pasado el general Pignatelli y el general Nugent comandante de los Alemanes en Rávena y en Forlì habían empezado cierta correspondencia. El primero había propuesto al segundo que, dadas las relaciones amistosas y de alianza que iban a establecerse entre los gobiernos de Austria y Nápoles, se pudiera permitir a los mensajeros napolitanos pasar libremente por la vía Emilia ocupada por los Austríacos. Nugent acogió esta petición legítima y la comunicación ahora está libre. El primer mensajero llegó anoche. Trajo una carta del Rey al General en la cual Su Majestad aseguraba que para mediados de este mes todo el ejército estará en la ribera derecha del Po y que él saldrá de Nápoles el 10. El rey está persuadiendo al General a que intente apoderarse de Ferrara a través de la actuación del general Pino. Pero Pino hace muchos días fue llamado a Milán, y según la pública voz el Virrey empezó a sospechar de él y quiso quitarle todo mando y por ende toda influencia. Nos enteramos del mismo mensajero que han llegado a Roma muchos depósitos de regimientos y la brigada de reserva y que Miollis se encerró con muchos empleados dentro del Castillo de San Ángel y que

108

Sigue una palabra incomprensible.

875

G2

28r

una muchedumbre de cochinos franceses huyó llevándose sumas inmensas, y también las joyas del rey y de la reina de España, que habían tenido que dejar en prenda, pues ya no se les pagaba la asignación que les había asegurado Napoleón. El valor de las joyas asciende // a veinte millones de liras. La Gran Duquesa se está portando igualmente de cochina en Toscana. Está terminando de despojar la hermosa Etruria y enviando a Francia a través de la costa de Génova oro, gemas, pinturas y todo lo que es precioso. De tal manera, la hermosa e infeliz Italia es el teatro eterno que vienen a saquear los ladrones extranjeros, y con todos los medios. Pero los Italianos nos merecemos este destino y los muchos perjuicios nos son muy debidos. Nosotros mismos contribuimos a saciar las bramas codiciosas de tantos enemigos nuestros. Sin jamás despertarnos de nuestro sueño, sin jamás armarnos ni por lo menos intentar el camino de la salvación, servimos de esclavos al primer conquistador y salmodiamos entre cantilenas beatas. Una misma parte de Italia, nuestro Reino, ahora está colaborando para avasallar la otra a un dominio extranjero. En todas las épocas después de la decadencia de la potencia romana fue lo mismo. Gregorio VII llamó a los Normandos para liberarse de Enrique IV y de los Germanos; los Gibelinos llamaron a los Suabos para oprimir a los Güelfos; Inocencio IV llamó a los Anjou para expulsar a los Suabos109. De esta manera Árabes, Africanos, Españoles, Franceses, Ingleses, Rusos, Alemanes, Turcos, etcétera, llegaron unos tras otros a asolar el jardín de Europa y del Orbe. Los Italianos antaño dominamos a las demás naciones de la tierra; posteriormente fuimos y somos dominados por los demás pueblos. De esta manera se sigue ese ciclo inmutable e imparable del orden eterno, en virtud del cual un pueblo nunca se encuentra en un estado permanente ni en su grandeza, ni en sus miserias. Parece que una sola nación es exenta de esta ley innegable en las vicisitudes de las generaciones humanas: la Tártara. La naturaleza por lo visto la destinó a estar siempre libre e independiente, nunca sometida a naciones extranjeras, y a subvertir por completo con sus medios a las demás en todas las épocas. Si Dios me concediera renacer y elegir yo mismo el lugar donde volver entre los vivos, elegiría como nueva patria la Tartaria. Como Tártaro podría decir con noble veracidad y orgullo:

109

Sinibaldo Fieschi (Génova 1195-Nápoles 1254), papa con el nombre de Inocencio IV desde 1243.

876

G2 «Yo pertenezco a una nación que pobló el Viejo Continente110, que es la sola que puede gloriarse de ser indígena y pura en su origen, que conquistó varias veces aquella parte del globo // que se encuentra entre la tierra de Yeco111 y el Atlas; que destrozó muchos imperios formidables, que puede destrozar más y que los va a destrozar, que ha creado otros más formidables; que jamás fue atacada ni sometida por otra, sino que fue siempre libre e independiente; que dispone a su gusto de las varias regiones de la tierra, cuando ésta está demasiado poblada y necesita eliminar una parte de sus miembros, y que es la única que siempre mantiene las conquistas que llevan a cabo sus ejércitos. «Nosotros nos reímos de las luchas infantiles de los demás pueblos, de sus armas, de sus ordenanzas guerreras, de sus fortalezas, de su política, pues nuestras hordas más pequeñas consiguen subvertir por completo los estados más poderosos aliados entre ellos. Nuestra patria se extiende de oriente a occidente; como estamos demasiado seguros de nosotros mismos, nuestras fronteras no están cerradas por murallas ni baluartes; nuestras murallas son nuestros pechos y nuestros desiertos; nuestros brazos son los arietes y las balistas para expugnar las que inútilmente se nos oponen cuando salimos de nuestras selvas igual que las langostas; nosotros somos ciudadanos y posesores tanto en las cumbres del Bukar como en el fondo de Kamtaskata112; nuestro ganado siempre está con nosotros y si tenemos genio y valor podemos con un numero enorme de hermanos nuestros ir a dominar los países feraces tanto del occidente como del sur. «Una nación mucho más numerosa que nosotros, pero que no tiene ni nuestra habilidad ni nuestra fuerza física, intentó resistir con el arte a un pueblo sin artes. Levantó una barrera inmensa que en lugar de defenderla sirvió únicamente a provocarnos y a acelerar el momento de su conquista113. Esta inútil muralla fue desbaratada y nosotros nos

110

En nota, remitida con asterisco, la frase “Buffon, en las Epoche della natura”. A mediados del siglo XVIII se llamaba tierra de Yeco una supuesta gran isla formada por las islas mayores del archipiélago de Japón, Hokkaido y Honshu. Se puede verla en el Mappa mondo o vero carta generale del globo terestre publicado alrededor de 1750 por el taller romano de la familia De Rossi. En este mismo mapamundi la Gran Tartaria ocupa una gran parte de la Rusia europea, toda la Rusia asiática hasta las costas del Pacífico y llega al norte hasta el Ártico septentrional. 112 No está claro cuáles son estas cumbres, mientras que Kamtaskata debería ser la península de Kam atka. 113 Aquí es evidente la referencia a la Gran Muralla china. 111

877

28v

G2

29r

vertimos a sus regiones como un arroyo que lo derriba todo. «Ni las grandes cordilleras, ni los grandes ríos, ni la lejanía de las regiones, ni la diversidad de los climas jamás detuvieron nuestros pasos en las conquistas. Desde nuestra patria helada hemos // llegado a las regiones más calurosas y ardientes, y la sangre tártara hierve por las venas de todos los habitantes de la mitad del globo. «Libres porque sin rey, e independientes porque no estamos sujetos a ningún pueblo extranjero, nosotros gozamos de toda la libertad y de las virtudes de la naturaleza sin padecer ni la esclavitud ni los vicios de la sociedad. Si en las demás naciones surge un hombre fuerte, él no emplea su fuerza sino para avasallar a su patria; en nuestra nación los fuertes no son peligrosos para sus hermanos, no ejercen su poder más que para dominar a los extranjeros. «Si cuando llevamos nuestra vida libre nuestras familias se encuentran, se saludan fraternamente y sin ofenderse, sin despedazarse; acampan las unas al lado de las otras, y luego cada una sigue su destino. Su patria respectiva está siempre con cada una de ellas en la libre posesión de la patria general. Nuestras sociedades y nuestras leyes siempre están con nosotros, pues nuestros hábitos y nuestras costumbres las crean y les dan autoridad. Nuestro culto y nuestros templos viajan con nosotros, pues el santuario de nuestro numen está formado por la superficie de la tierra como base y por el firmamento como bóveda; nuestro corazón es el altar, y el homenaje de nuestro espíritu es el incienso. «Un pueblo pastor es mucho más formidable que el pescador y el agrícola. Las conquistas del primero son fáciles e indefectibles, las de los otros dos difíciles e inseguras debido a la dificultad de alimentarse. Las provisiones del pescador son inciertas y perecederas; las del campesino son temporales y embarazosas; nuestras se mueven solas, se reproducen y son constantes. El primero no puede alejarse del mar; el segundo ha de volver dos veces a sus campos; nosotros durante todo el año podemos descansar o marchar, recorrer las costas o el interior, los montes o las llanuras, los lugares rasos o las selvas, sin correr el peligro de pasar hambre, pues nuestro ganado nos sigue a todas partes y no nos estorba. «Los libres Escitas siempre detuvieron los triunfos y las victorias de los innumerables esclavos del gran rey. Sus descendientes han subvertido los grandes Imperios de Oriente y Occidente. Fueron a dominar 878

G2 en las ricas riberas del Eufrates y hasta la desembocadura hinchada del Ganges y del Ob114. Otras tribus // nuestras subieron a la cumbre del Cáucaso y desde lo alto de aquel mismo monte se repartieron las futuras dominaciones en las regiones europeas. «Las demás gentes que son todas colonias nuestras tienen sus propias épocas de grandeza, de decadencia, de servidumbre y de dominación; nosotros somos siempre los mismos, siempre independientes y siempre formidables. Las conquistas que ellos realizan con todas sus fuerzas no aguantan; las que hacemos nosotros con lo que sobra de nuestras fuerzas son eternas. Las suyas no sirven sino a agrandar a uno solo; las nuestras benefician a una innumerable multitud de hijos nuestros, que generamos sin que la masa de nuestras generaciones, el tronco de la nación, padezca. La guerra, que en los demás pueblos es un azote tal vez más para el vencedor que para el vencido, para nosotros es bien y prosperidad. Sus armadas como arroyos asolan los lugares por donde pasan con la sangre, los incendios, los saqueos, los tributos y las nuevas leyes, sin producir ningún bien ni duradero ni efímero; nosotros, a pesar de ser llamados bárbaros, no causamos tantos males; nuestros asaltos son como las inundaciones del Nilo, que abonan los campos de Egipto, pues la naturaleza ha dispuesto que con las masas del norte se fortalezcan las generaciones de los demás pueblos, porque nuestros guerreros se convierten en ciudadanos de las regiones ocupadas, se casan con las hijas de los conquistados y aumentan su número y el del ganado, acercan las costumbres de los vencidos a la sencillez de las del salvaje, y con el aumento de los brazos y por ende del trabajo mejoran la fertilidad y los frutos de las tierras donde se instalan». Yo creo que los Tártaros pueden decir esto con auténtica y noble satisfacción. Ni hay argumentos a contraponer pues la historia aboga por ellos. En los avatares perpetuos, entonces, en los cuales se encuentran las naciones modernas, que sirven, dominan y vuelven a la servidumbre, ¿no sería mejor formar parte de la que nunca fue ni será dominada, y que cuando le da gusto acaba con la política, con el gobierno y la potencia de todas con sus asaltos?//

114

El río Ob es uno de los mayores del mundo (aprox. 5.570 km.). Nace en el Altai y corriendo mayoritariamente de O a N desemboca en el golfo homónimo en el mar de Kara, cerca del círculo polar.

879

29v

G2 8 DE ENERO

30r

Esta mañana llegó otra carta desde Nápoles. El General fue informado de que se han firmado la paz y la alianza entre nuestra Corte y la austríaca y se le ha encargado salir para Alemania con el objeto de acelerar la ratificación y entregar una carta del Rey al emperador Francisco. Yo voy a acompañar al General en esta misión diplomática suya. Vamos a salir mañana. Estoy entusiasmado de poder ver Alemania, nuevos pueblos, nuevas costumbres y nuevos climas. Los viajes son las lecciones más útiles para que el hombre pueda aprender. Mañana también saldrá el general Filangieri con tres batallones de su brigada para ocupar Ferrara.

RÁVENA, 10 DE ENERO Llegamos a esta ciudad esta mañana. El general fue a entrevistarse con el general Nugent. Para llegar aquí más rápidamente y cómodamente, en lugar de recorrer el atajo que desde Bolonia lleva a Rávena pasando por Lugo, cogimos la vía Emilia hasta Forlì, y desde Forlì el otro camino de posta que lleva hasta aquí. En la vía Emilia, a 22 millas de Bolonia se encuentra Ímola, ciudad edificada en las ruinas del antiguo Forum Cornelii, en la orilla derecha del río Santerno. Las cercanías de Ímola son agradables y están adornadas de grandes alamedas. A cinco millas de la ciudad se encuentra un pueblo bonito llamado Castel Bolognese y a 10 Faenza. Faenza, la antigua Faventia, es una ciudad de diecisiete mil habitantes, edificada en la orilla izquierda del Lamone. Era un municipio de los Romanos. Fue la patria del matemático Torricelli115. Tiene una buena fábrica de vajillas de mayólica y quizás esto hizo que estas manufacturas en Francia se llamaran fayence, y en nuestro Reino faenza. Los vinos de Faenza eran elogiados por Varrón116 y Columela, y Plinio117 celebra mucho

115

Evangelista Torricelli (Faenza 1608-Florencia 1647). Matemático y físico, ayudante de Galileo (1641). Inventó el barómetro de mercurio. 116 Marco Terencio Varrón (Rieti 116 aC.-Ídem 27 aC.). Literato y erudito, dejó unas setenta obras, entre las cuales el De re rustica. Lucio Junio Columela (Gades 4-Ídem 70). Tal vez el más importante escritor latino de agricultura, famoso sobre todo por el tratado De re rustica en doce volúmenes. 117 Gayo Plinio Segundo, conocido como Plinio el Viejo (Como 23-Estabias 79). Escritor de temas científicos, famoso por los 37 libros de la Naturalis Historia (77).

880

G2 el lino de Faenza. En San Cristoforo, a cuatro millas de la ciudad, hay manantiales de aguas minerales y restos de minas de plomo. // A nueve millas de Faenza está Forlì, antiguamente Forum Livii, pues fue fundada por Livio Salinator después de la famosa derrota de Asdrúbal en el Metauro. Cuenta con una plaza grande y bonita. Según la tradición la sala del consejo la pintó Rafael. En la catedral hay pinturas bonitas de Guercino118. Forlì tiene unos veintiún mil habitantes. En esta ciudad se sale de la vía Emilia, que llega hasta Rímini, y para quien quiere ir para Venecia hay otra que tira para el norte. El campo entre Bolonia y Forlì es muy fértil, está bien cultivado, bien regado y muy poblado. En Bolonia termina la monótona llanura de Lombardía, y empiezan las colinas pintorescas de Romaña. Todos los caminos, tanto principales como secundarios, están flanqueados por canales y una hilera doble de álamos. A lo largo del camino desde Forlì hasta esta ciudad, además, empiezan los pantanos, que por así decirlo, anticipan los de Primaro y de Comacchio. Rávena, ciudad antiquísima, se encuentra cerca del lugar donde se juntan los dos ríos Ronco y Montone. La ciudad era próspera mientras fue capital bajo el imperio de Teodorico, próspera cuando fue sede de los Exarcas, próspera bajo el dominio de los Vénetos; ahora es sumamente mezquina y decaída. Es famosa únicamente por sus memorias y por los monumentos antiguos de gran valor que conserva, por sus mosaicos, mármoles orientales, sarcófagos, etcétera. La catedral es un edificio magnífico, antiguo y está restaurado al estilo moderno. Hay dos capillas pintadas al fresco por Guido Reni y una pintura del mismo autor que representa a Moisés que hace llover el maná en el desierto. La nave está sujetada por columnas preciosas. La capilla de la fuente bautismal es muy bonita y magnífica. En un patio del palacio arzobispal se ven todas las lápidas sepulcrales desenterradas con motivo // de la restauración del templo. En la iglesia de San Juan Bautista, edificada por una tal Gala Placidia que está enterrada allí119, se ven con asombro 24 columnas de mármol cipolino, y en una de

118

Giovanni Francesco Barbieri, apodado el Guercino (Cento 1591-Bolonia 1666). Pintor, uno de los mayores y originales protagonistas de la renovación luminista. Trabajó en Roma y en el norte de Italia. 119 El Mausoleo de Gala Placidia (Constantinopla 392-Roma 450, hermana del emperador Honorio) fue edificado hacia la mitad del siglo V, quizás por voluntad de la misma, que sin embargo fue enterrada en Roma.

881

30v

31r

G2 sus capillas se puede ver un mosaico entero del siglo IV o V bien conservado. En la de San Apolinar hay 24 columnas de mármol griego traídas de Constantinopla. La biblioteca y el museo siguen conteniendo muchos objetos antiguos que merece la pena ver, pero yo no tuve tiempo para visitarlos. Hoy si puedo, voy a ver la tumba de Dante. Llegó desde Rímini el general Livron, enviado por el general Carascosa para acordar con los Alemanes la manera de hacer pasar nuestra armada por los países que ellos ocupan120. El mismo, junto con el general Pignatelli fue a entrevistarse con el general Nugent. Hace un tiempo horrible. El frío es sumamente intenso y nieva a más y mejor. Según el dueño de la vivienda donde estábamos alojados, el termómetro marca seis grados bajo cero. Este frío es una muestra de lo que voy a padecer en Alemania. Rávena en la época de los Exarcas era un puerto; ahora está a 6 millas de la costa. Ésta es una prueba innegable de que el Adriático se está retirando cada día más y que hace un tiempo cubrió con sus aguas toda la llanura de Lombardía y de Apulia.

A LAS 9 DE LA NOCHE

31v

Después de una entrevista de unas seis horas los tres generales se separaron. Se llegó a un acuerdo con respecto al paso del ejército napolitano. Mañana, tras el dejeunè organizado por el general Nugent, el general Livron vuelve a Rímini y nosotros seguimos con el viaje, pasando por Vicenza, donde el general Pignatelli ha de entrevistarse con Bellegarde y darle dos pliegos, uno del Rey y el otro del general Neipperg121, // alemán, que está en Nápoles y que es el que el emperador de Austria ha enviado a nuestro Rey para anunciarle la firma de la paz y de la alianza. Como había decidido, a las 2 y media de la tarde fui a visitar el sepulcro del gran Alighieri. Se halla en una capilla edificada en una esquina de la iglesia de los Franciscanos suprimidos. Como no se entra en la misma desde el interior de la iglesia, sino

120

Pierre-Gaston-Henry de Livron (Pau 1770-Aix-en-Provence 1830). Militar francés al servicio de Nápoles (1806) como capitán de caballería, fue edecán de Murat (1811) y estuvo en Rusia como teniente general (1814). 121 Adam Albert conde de Neipperg (Viena 1775-Parma 1829). Militar y diplomático, marido morganático de María Luisa, duquesa de Parma, de la cual tuvo dos hijos. En 1815, con el grado de lugarteniente general, mandó una división contra Murat y contribuyó significativamente a la victoria de Tolentino.

882

G2 desde la calle, suele estar cerrada, y a mí me costó mucho encontrar al guarda para que me abriera la puerta. La tumba fue edificada por los sucesores de Guido della Polenta, el señor donde se refugió Dante cuando estaba perseguido, y posteriormente embellecido magníficamente por el cardenal legado Valenti Gonzaga122. Entré allí con respeto religioso, aumentado por la sensación de aire frío y tétrico de la capilla: la tumba de un gran hombre no resulta muda más que al vulgo o a la persona apática, pero para quienes tienen un alma capaz de sentir y conmoverse por las grandes memorias de las grandes cosas y de los grandes autores, se convierte en elocuente y fecunda de mil comentarios imponentes. Me quedé durante un rato callado y absorto en meditaciones; ese alto ánimo elevado reducido a la humillación de aceptar asilo y de decirse a sí mismo Probarás cuán amargamente sabe el pan ajeno…123 Su exilio, la obstinación de Florencia en no permitirle jamás volver a su patria, el hecho de ser él el primer y más grande poeta italiano, los enfrentamientos intestinos de Italia razón de sus desgracias, de ninguna manera distintos a los que posteriormente la perturbaron y causaron la persecución de otros grandes hombres italianos, todas estas reflexiones despertaron en mi alma una mezcla de compasión y de admiración por el gran hombre, a cuya memoria rendía homenaje. Yo no supe hacer una libación más grata a su sombra que recitar con entusiasmo todos los versos // que podía recordar del divino poema. Declamé la aventura conmovedora de Francisca de Rímini, el episodio terroroso de Ugolino y el apóstrofe sublime a Italia que hace en el 6° canto del Purgatorio, cuando Virgilio se encuentra con Sordello, y que transcribo aquí: ¡Ah esclava Italia, albergue de dolores, nave sin timonel en la borrasca, burdel, no soberana de provincias!

122

Luigi Valenti Gonzaga (Roveredo di Guà 1725-Ídem 1806) mandó edificar (1780-1781) la capilla que alberga la tumba del siglo XIV. 123 Dante, Paraíso, XVII, vv. 57-58. Trad. Luis Martínez de Merlo, Madrid, Cátedra, 2006.

883

32r

G2 Aquel alma gentil tan prestamente, sólo al oír el nombre de su tierra, comenzó a festejar a su paisano, y en ti ahora sin guerras no se hallan tus vivos, y se muerden unos a otros, los que un foso y un muro mismo encierran. Busca, mísera, en torno de tus costas tus playas, y después mira en el centro, si alguna parte en ti de paz disfruta. ¿De qué vale que el freno te pusiera, Justiniano, si nadie hay en la silla? Menor fuera sin ése la vergüenza. Ah gentes que debíais ser devotas, y consentir al César en su trono, si aquello que Dios manda comprendieseis, esa fiera mirad cuán indomable, por no ser corregida por la espuela, al poner en las riendas vuestras manos. ¡Oh tú, tedesco Alberto, que la dejas al verla tan salvaje y tan indómita, y debiste apretarle los ijares, caiga de las estrellas justo juicio sobre tu sangre, y sea nuevo y claro, tal que tu sucesor le tenga miedo! Pues habéis consentido tú y tu padre, por la codicia de eso distraídos, que el jardín del imperio esté desierto. ¡Ven y ve a Capuletos y Montescos, Filipeschos, Monaldos, ah, indolente, esos ya tristes, y estos con recelos! // ¡Ven, cruel, ven y ve la tiranía de tus nobles, y cura sus desmanes; verás a Santaflora tan oscura!

32v

884

G2 Ven y contempla tu Roma llorando viuda y sola, llamando noche y día: « Oh mi César, por qué no me acompañas?» ¡Verás lo mucho que se quieren todos! y si a piedad ninguna te movemos, ven y tendrás vergüenza de tu fama. Y si me es permitido, oh sumo Jove que por nosotros en cruz te pusieron, ¿es que has vuelto los ojos a otra parte? ¿o te estás preparando, en el abismo de tus designios, para hacer un bien que se escapa del todo a nuestra mente? Pues llenas de tiranos las ciudades están de Italia toda, y un Marcelo se vuelve cualquier ruin que entra en un bando. Puedes estar contenta, ah, mi Florencia, por esta digresión que no te alcanza, pues se las sabe solventar tu pueblo. La justicia en su pecho muchos guardan, y, prudentes, disparan tarde el arco; mas tu pueblo la tiene en plena boca. Muchos rechazan cargos oficiales, mas tu pueblo solícito responde sin ser llamado, y grita: «Yo lo acepto!» ¡Alégrate, porque motivos tienes: tú rica, tú con paz, y tú prudente! De si digo verdad, están las muestras. Las Atenas y Espartas, que inventaron las viejas leyes tan civilizadas del bien vivir, hicieron débil prueba comparadas contigo, pues que haces tan sutiles decretos, que a noviembre los que hiciste en octubre nunca llegan. // 885

G2 Hasta donde recuerdo, ¿cuántas veces leyes, monedas, hábitos y oficios, has mudado, y cambiado de habitantes?

33r

Y si te acuerdas bien y lo ves claro, te verás semejante a aquella enferma que no encuentra reposo sobre plumas, mas dando vueltas calma sus dolores.124 Este apóstrofe es inimitable. Se ve en el mismo que Dante cuando lo escribió había pasado del bando güelfo al gibelino, un cambio de opinión que no le benefició nada, pues Florencia siempre se obstinó en negarle repatriar. Aquel terceto donde está mencionado Justiniano, aquel de los muchos tiranos de Italia y de “cualquier ruin que entra en un bando”, aquella ironía sutil y sostenida hacia su patria, aquella comparación de la misma con una enferma que no hace sino darse vueltas para aliviar sus males, son cosas divinas e sin iguales. La opinión según la cual Dante se hizo poeta en el exilio es falsa, pues se sabe que el pueblo declamaba sus versos mientras todavía estaba en Florencia y que él le dio con una vara al arriero al que oyó terminar un terceto con “arre”, diciendo: «Ese “arre” no lo puse yo». Villani125, un historiador contemporáneo de Dante, dice que el poeta había compuesto siete cantos del Infierno antes de emigrar. A pesar de que Alighieri había conseguido hospedarse donde un señor de Rávena, no envileció su musa con ninguna alabanza a su benefactor, a diferencia de Ariosto, Tasso, Virgilio: éste con Augusto, aquellos con los Este. Más bien, lo que más asombra es que en su viaje misterioso encuentra en el Infierno a Francisca de Rímini, hija de Guido della Polenta, donde se había refugiado, matada por su esposo Malatesta porque la había sorprendido con Paolo, su hermano. El Infierno de Dante hizo introducir la costumbre de representar en el Arno en Florencia algunas escenas infernales, por así decirlo. Se fingía que este río era el Aqueronte, en el cual pasaban de una ribera a la otra al-

124 125

Dante, Purgatorio, VI, 76-155. Trad. Luis Martínez de Merlo, Madrid, Cátedra, 2006. Giovanni Villani (Firenze aprox. 1280-Ídem 1348), cronista, mercader y banquero, autor de una Crónica en doce libros, cuyos segundos seis están dedicados a la historia de Florencia de 1265 a 1248. Bajo el año 1321 se encuentra la biografía más antigua de Dante.

886

G2 gunas barcas repletas de figuras y de comparsas horribles, que representaban a los dañados y estaban guiadas por un viejo horrible que hacía de Caronte. Las barcas y las personas ardían de fuegos y llamas teatrales y cuando pasaban se oían gritos, imprecaciones, lamentos y blasfemias horribles. Esta especie de fiesta en la que participaba toda la población de Florencia fue suprimida por un episodio trágico // que ocurrió en una de ellas: uno de los puentes en el Arno, abarrotado de una gran muchedumbre de gente que quería aprovechar el espectáculo, se cayó de repente y mató no solamente a los que estaban en él, sino también a muchos de los actores que en ese momento pasaban por debajo de él con sus barcas.

887

33v

Battaglia di Caradeden (recte Cardedeu) De Laugier, Fasti e vicende, VI, controcopertina/contracubierta, incisione/grabado

Rapporto Aquino // GIORNALE DELL’OPERAZIONI MILITARI DELLA CATALOGNA, OVE SI È TROVATO IL

1

PRIMO REGIMENTO DI LINEA NAPOLETANO

L’Armata di Osservazione de’ Pirinei Orientali comandata dal generale Dueshme, che si era riunita nel dipartimento di tal nome, si pose in movimento lì 6 febbraio del 1808, il 7 traversò i Pirinei e transitando per Iunquera, Figueras, Gerona, Mulgrant e Mataró, ove soggiornò il 12, pervenne il 13 a Barcellona. La Divisione Lecchi entrò in detta città e fu acquartierata nei diversi quartieri di essa, quella del generale Chambran fu distribuita fra Sant’Andrea, Badalona e Mataró. I Catalani erano oltremodo sorpresi del nostro arrivo, mentre ignoravano l’oggetto pel quale queste truppe eran entrate nel territorio spagnolo. Il 1° di marzo il generale Dueshme ricevé l’ordine dal Ministro della Guerra d’occupare i forti di Barcellona. Immantinenti fu ordinato a tutt’i corpi di prender le armi e senza mostrar alcun’ostilità né agli abitanti, né alla guarnigione spagnola, furono riuniti sullo spalto della cittadella sotto il pretesto di essere passati rivista. Di là il generale Lechi seguito da uno squadrone di cavalleria e da due battaglioni napoletani entra nella medesima ed impone a’ reggimenti valloni, che ne formavan la guarnigione, di sortirne immediatamente; fu eseguita sul forte Montjouich l’istessa operazionea. Al 1° Reggimento di Linea Napoletano fu affidata la guarnigione della cittadella, ed il colonnello Pacot ne fu fatto governadore. Un battaglione del 5° Reggimento Italiano ebbe quella del Montjouich. Dietro i grandi avvenimenti di Bayonne preceduti da quelli di Aranjuez, incominciarono a scoppiare le rivoluzioni ne’ diversi punti

a

l’istessa operazione nel margine s.

891

RA

2

della Spagna. Gli abitanti di Manresa furono i primi nella Catalogna che, richiamando a’ memoria i tempi di Filippo 5°, inalberarono lo stendardo della rivolta. Una tale circostanza determinò il generale Duesheme a mettere in movimento una porzione delle sue truppe, per cercare d’estinguere l’insurgenza nel di lei nascere. Il generale Chabran marciò dunque colla sua divisione sopra Tarragona, sì per imporne agli abitanti colla forza come ancora per agir di concerto con i corpi francesi, che s’inoltravan nel Valenziano dalla parte delle Castiglie. Contemporaneamente il generale // Schovartz fu diretto colla sua brigada verso Marresa per rimetterla nel dovere. Il primo giunse tranquillamente a Tarragona, il secondo rinvenne una forte banda d’insurgenti postata alla gola del Bruc, villaggio situato alle falde del Montserat. Questo duplice movimento ebbe luogo il 27 maggio. Il 2° Battaglione Napoletano comandato dall’intrepido capobattaglione Aquino faceva parte della brigata Schovartz e formava la vanguardia. Le gole anzidette furono forzate e superate con una carica veemente. La brigata combattendoa si avanzò per tutto il resto del giorno 29. A misura ch’ella s’inoltrava il numero dell’inimico s’arrivelava più aumentato, le posizioni da esso guardate più impratticabili e difficili a superarsi, e verso l’imbrunir del giorno intesesi toccar a tuono di campane il segno d’allarme in tutta la valle d’Esparragueras, formata dalle propagini del Monserrat, che vanno quindi a chiudersi e formar la grande gola di Martorell. Tutte queste circostanze, una rivoluzione generale ed inattesa, l’insurgenze alle spalle e quindi ogni communicazione impedita con Barcellona determinarono il Generale a battere in ritirata. Profittandosi dell’oscurità della notte, questo movimento ritrogrado fu involato alla conoscenza dell’inimico, ma nell’arrivare ad Esparragueras, ove dovevasi passar indispensabilmente, si rinvennero le difficoltà le più insuperabili, e per la resistenza degli abitanti rivoltati, e per i materiali co’ i quali avevano essi barricate le strade. Il bisogno di sgombrarle per dar passaggio all’artiglieria rese l’operazione più difficile e la perdita degli uomini più notabile. I Napoletani destinati a forzar l’entrata ed a gettar a terra i travi e gli alberi intrecciati che formavano le barriere, soffriron molto pel vivo fuoco, che veniva fatto dalle finestre, dalle porte, da’ campanili, e per l’immensa quantità de’ sassi e degli embrici gettati da tutti. Malgrado tanta resistenza tutto però fu superato, il cammino

a

Nel testo compattendo.

892

RA reso libero, ed il passaggio dell’artiglieria e della brigata interamente eseguito. Non minori difficoltà furono incontrate in tutto il tratto di strada rotabile fino a Martorell, tagliato in varii punti. Un ponte di legno al quale i rivoltosi avevano appiccato il fuoco ardendo vivamente resisté al passo di due pezzi di battaglia e di un cassone, ma si sprofondò a quello del 3° pezzo, che si perdé. Alla punta del giorno la brigata fu a vista di Martorell, ove bisognò forzar la gola, guardata da un numero imponente di micheletti, come ancora il gran ponte di Mulin del Rey, barricato pur anche e difeso ostinatamente dai ribelli. Dopo tanti stentia e molte perdite la brigata rientrò finalmente in Barcellona. In questa spedizione il 2° Battaglione, siccome fu quello che contribuì più degl’altri a superar tanti ostacoli, così fu quello che soffrì maggiormente. Furono feriti i capitani Staiti e Ruggiero, i sottotenenti Poe//rio e Cannella1, oltre de’ quali 41 altri fra sotto uffiziali e soldati, e 19 morti. Il capobattaglione Aquino, che aveva comandato l’avanguardia tanto nella gita quanto nel regresso, meritò per la sua attività e pel suo coraggio gli elogi del generale Schovartz e del generale Duesheme; si distinsero oltremodo il capitano Serrano ed i tenenti Martinez e Forni. Il ritorno di questa spedizione con un gran numero di feriti, le voci sediziose di alcuni agenti di ribelli cominciarono a suscitare nel popolo di Barcellona una disposizione a rivoltarsi. Gli ammutinamenti segreti, ed alcuni tumulti popolari, ne’ quali furono uccisi due soldati italiani, determinarono il generale Duesheme a richiamare il generale Chabran per contener nel dovere il popolo di Barcellona numeroso, e malcontento. Il ritorno di quest’ultimo affrettò il momento di una rivoluzione generale in Catalogna, talché ne’ primi giorni di giugno si era radunato un imponente stuolo di micheletti sulla dritta del Llobregat e da Mulin del Rey, i quali profittando della montagna situata a sinistra di Sant Feliú infestavano tutta quella contrada, ed inquietavano ogni giorno il 2° Reggimento de’ Cacciatori a cavallo Napoletani colà accantonati. Il 5 giugno il generale in capo fece partire il 1° Battaglione Napoletano comandato dal capobattaglione Ambrosio per rinforzare Sant Feliú. Il colonnello Zenardi situò de’ posti sulla riva sinistra del Llobregat per osservare e tener a bada l’inimico stabilito in Sant Boy; la stessa

a

Nel testo stendi.

1

Del sottonenente Cannella non abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe.

893

3

RA

4

operazione fu fatta sulla grande strada e sulla dritta. La mattina del 6 il sottotenente Ferrara2, che comandava il posto di Carnella, per impedire all’inimico di poter passare il fiume nel buio della notte col mezzo di una barca, ch’era attaccata alla sponda opposta, ordinò ad alcuni voltegiatori di passare il fiume e d’impatronirsene. Questa operazione era oltremodo ardimentosa, ma i voltegiatori Derosa, Chapell ed Izzo con un coraggio estremo passarono il fiume a nuoto sotto il fuoco della metraglia e fucileria nemica, pervengono alla riva opposta ed appiccano il fuoco alla barca. Questo tratto di bravura merita di esser trasmesso alla posterità, ed i loro nomi ascritti nel registro de’ più bravi della nostra nazione. Il Re non [h]a obliato di ricompensarli, giacché decorati dell’Ordine delle Due Sicilie servono attualmente nella Guardia Reale. In quest’istesso giorno tutt’i posti tanto a dritta, che a sinistra, furono vivamente attaccati in modo che bisognò per tutta la giornata fare un fuoco continuo. La munizione essendo terminata, attendendosi un cassone di cartucci dietro un rapporto del colonnello Zenardi sulla mancanza di questa, il Battaglione Napoletano diede la pruova della più grande fermezza guardando le istesse posizioni sotto il fuoco dell’inimico con la sola baionetta. Il cassone inviato da Barcel//lona, e scortato da una trentina di voltegiatori italiani, fu attaccato da’ briganti nel villagio di Esplugas ed era già in procinto di cader nel loro potere allorché due compagnie del 2° Battaglione Napoletano, che erano state spedite di rinforzo a Sant Feliú, battendo la carica mettono in fuga l’inimico e conducono il cassone sudetto al colonnello Zenardi. La mattina de[l] 7 il generale Duesheme parte da Barcellona con un battaglione del 5° Italiano, con due compagnie del 7° Reggimento Francese, per riscacciare i micheletti da Mulin del Rey, la di cui entrata era chiusa da un parapetto, dietro del quale era sito un pezzo da 4. I Spagnoli poggiavan la dritta al fiume ed avevano portato la maggior parte delle loro forze sulla sinistra situatasi vantaggiosamente su di un gruppo di colline che dominano il detto villaggio. Il capobattaglione Ambrosio ricevé l’ordine di attaccarle ed impossessarsi di esse e piombarea in seguito sopra Molin del Rey:

a

Nel testo pionbare.

2

Si tratta con molta probabilità del sottotenente Ferrari, che verrà citato dal generale Pignatelli nel rapporto al Ministro della Guerra da Castiglione (Castellón) il 7 luglio 1810, cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p. CCLXXIV.

894

RA nel medesimo tempo le due anzidette compagnie Granatieri, ed una compagnia di Cacciatori Napoletani con un pezzo da 4 ne attaccavan l’entrata marciando sulla strada rotabile, ed il Battaglione Italiano scorrendo lungo il Llobregat agiva sulla dritta dell’inimico. Il Battaglione Napoletano attacca impetuosamente le alture, ne roversica i Spagnoli, se ne impadronisce, e piomba furiosamente sul villagio. Allora l’entrata fu libera: il pezzo, che la difendeva, cadde in nostro potere, l’inimico battuto in tutt’i punti fuggì abbandonando Mulin del Rey, che per dare un esempio il Generale fece esser preda delle fiamme. In questo giorno i Napoletani meritarono gli elogi del generale Dueshme, essendo restato questo sorpreso e soddisfatto della vivace impetuosità colla quale il battaglione aveva attaccato un inimico numeroso, e ben postato sulle colline. La sera dell’istesso giorno l’infanteria di questa spedizione rientrò in Barcellona. Ne’ giorni seguenti, mancando la communicazione della posta di Francia, si seppe che al di là del Besos, Milans del Bosco capo di tutt’i micheletti catalani ne aveva riunito un numero imponente, ed aveva fatto costruire una ridotta di undici pezzi di grossa artiglieria tolti dalla batteria di costa nel villagio di Mongat, difeso da una torre marittima due leghe distante da Barcellona. Il giorno 16 giugno tutta la divisione Lecchi marciò verso un tal sito. Dopo aver passato il Besos l’operazione principale fu quella di attaccare le alture adiacenti al villagio sudetto guardato da’ micheletti, per prendere quindi in fianco la ridotta e renderne inutile il fuoco. Tutti i corpi batterono una carica generale. Il Primo Reggimento Napoletano comandato dal colonnello Pegot si gettò sull’inimico con quella veemente impetuosità, che è la caratteristica distintiva della nostra nazione, e sia per sorte, sia per bravura fu il primo a pervenire sulle alture discacciando l’inimico dalle // sue posizioni. Il 2° Battaglione Napoletano comandato dal capobattaglione Aquino occupò la collina che dominava immediatamente la torre e la ridotta, sulle quali fecero un foco vivo ed alimentato; la 5a Compagnia del battaglione suddetto profittando dell’impressione che un tal foco fece su i Spagnoli, che le guardavano, vi si lanciò sopra al passo di corsa e se ne rese padrona. Allora il passaggio della strada rotabile fu libero, e la nostra cavalleria, ch’era rimasta nel piano, inseguì l’inimico, il quale parte si salvò per la montagna, parte sulle barche per mare ed il resto fu tagliato in pezzi. Il signor capitano Pepe comandava la Quinta Compagnia del Se895

5

RA condo Battaglione3 alla testa della quale entrò il primo alla ridotta o forte al passo di carica massacrando tutti coloro che si opponevano al suo passagio. Questo degno uffiziale è uno de’ bravi del Primo di Linea, che si è sempre distinto dovunque si sia trovato, come autore, per il battaglione di cui faceva parte, di questo giornale, così per modestia non si è mai nominato. Tutti gli rendono giustizia, e particolarmente, Aquino, maggiorea. Alle ore 11 di questo giorno tutto era superato. Un esito sì rapido e felice impegnò il generale Dueshme ad avanzarsi fino a Mataró, grande città distante sei leghe da Barcellona, ove Milans si era ritirato colla maggiore parte de’ suoi. La divisione fu a vista di detta città verso le ore 4 pomeridiane. Si rinvennero l’entrate barricate e difese da molti pezzi tirati dalle batterie di costa. Il 1° Battaglione Napoletano comandato dal colonnello Pegot e dal capobattaglione Ambrosio ebbe l’ordine di attaccare un’ entrata della città dalla parte di terra; il capobattaglione d’Aquino col 2° quello di far lo stesso dalla banda del mare. Il foco vivissimo dell’artiglieria e fucileria nemica, l’ostinata resistenza, che opponeva Milans co’ micheletti e con tutti gli abitanti di Mataró, faceva esitare i generali se dovevasi proseguire l’operazione o abbandonarla ritirandosi; stavasi già ordinando di batter la ritirata; allorché sopraggiunse il colonnello Zenardi a loro dire: sospendete di dar quest’ordine, Aquino ha già preso la prima batteria. In effetti il Secondo Battaglione Napoletano, marciando sulla riva del mare con l’acqua sino a mezza coscia, si era lanciato sulle prime case, vi aveva slogiato l’inimico, occupata una batteria di 3 pezzi da 16 e messo il foco a tre grandi barche, che erano sull’arena, dalle quali partiva una fucileria la più viva e micidiale. Questa circostanza gittò lo spavento e la costernazione nei difensori della città, nella quale ciò non ostante si entrò con molti stenti, ed a viva forza, attesoché Mataró non era interamente circondata, in parte fu massagrato ne luoghi ove si era nascostob. I vantaggi che si ricavavano in tutte le operazioni del giorno 16 si devono alla rapidità colla quale tutte le truppe caricarono le alture di Mongat, e quindi alla bravura del 2° Battaglione Napoletano, che at-

a b 3

Il – maggiore: nel margine sinistro, di mano di Aquino, che firma. Probabilmente il nemico; la frase appare incompleta, forse per la fretta dell’Autore. È lo stesso Gabriele che viene citato direttamente da Aquino ed elogiato per l’azione del 16 giugno, da lui descritta in G1 alla data del 2 luglio.

896

RA taccò di fronte una batteria malgrado le perdite, che li cagionava un foco vivo, rendendosi in tal modo padrone di una dell’entrate della città. I capi battaglioni non che tutti gli uffiziali dimostrarono in tutto il corso della giornata il coraggio più esemplare, l’energia la più attiva ed il sangue freddo il più commendevole sotto il foco dell’artiglieria e fucileria nemica. Si distinsero i capitani Forcella, Della Posta, D’Oria ed Estengo. I tenenti Depetris e Costa 1° del 1° Battaglione; i capitani Serrano, Lombardi, Giannettini, i tenenti Dumartò, Martinez e Tommaselli, gravemente ferito, ed il sottotenente Scarpelli del 2° Battaglione. La perdita del reggimento fu di 33 morti, e 59 feriti. Furono presea dall’inimico quattro bandiere delle quali una dal tenente // Dumartò, l’altra dal caporale Cesarini, la terza dal tenente Martinez, la quarta dal capitano Serrano, come ancora 12 pezzi d’artiglieria. La confusione, che avvenimenti così rapidi e felici avean seminato tra l’inimico battuto in tutt’i punti, determinò il generale Dueshme a fare una riconoscenza fino a Gerona. A tal effetto marciò con tutta la Divisione Lechi, e con due battaglioni francesi tirati dalla Divisione Chabran, il dì 18 giugno da Mataró; l’avanguardia comandata dal signor colonnello Zenardi, e composta dal 1° Battaglione Napoletano, da un battaglione del 5° Reggimento Italiano, e da Cacciatori a Cavallo Napoletani si era portata il giorno avanti ad occupare Ayrenz de Mar. La strada rotabile tagliata e barricata in maggior parte da gran numero di micheletti postati sulle alture dominanti, e due barche cannoniere inglesi, che facevano un continuo foco a mitraglia, presentar[o]no gli ostacoli e le difficoltà le più insormontabili al passaggio dell’avanguardia. Però mercé le eccellenti disposizioni del colonnello Zenardi e la bravura delle truppe sotto i suoi ordini tutto fu superato. La colonna dopo aver pernottato a Malgrand continuò la sua marcia rinvenendo sempre le medesime difficoltà verso Gerona, a vista della quale città giunse alle ore 10 del giorno 20. Il generale Duesheme, pogiando la sua sinistra al Terr e la dritta all’Ogna, situò i Cacciatori a Cavallo a Salt, il 1° Battaglione Napoletano a Sant’Eugenia, i Veliti Italiani ed il 5° Reggimento Italiano, il 37simo e 56esimo Francese fra questo villaggio e Monte Olivio; il 2° Battaglione Napoletano, pogiando la dritta all’Ogna, chiudeva la linea. La piazza ed il forte fanno fuoco per tutto il giorno. Da noi si rispondeva di tratto in tratto co’ pezzi di battaglia.

a

Nel testo presi.

897

6

RA

7

La debolezza della guarnigione, le fortificazioni non ben guarnite di pezzi, attesoché la rivoluzione aveva scoppiato alcuni giorni prima, e non vi era stato tempo bastante di munirle, fecero decidere il Generale a tentare una scalata al Bastione del Governadore. Il 1° Battaglione Napoletano, il 37esimo e 56esimo furono destinati a tale oggetto. Il movimento incominciò verso le ore 6 pomeridiane. La colonna de’ 3 sudetti battaglioni serrata in massa, coverta dalla Compagnia de’ Voltegiatori Napoletani, che faceva fuoco da cacciatori sul riparo, s’avanzò rapidamente verso le mura e gittossi nella fossata, ove non si rinvennero che due scale, mentre i zappatori, che portavano le altre, erano stati dispersi dal vivo fuoco di metraglia e fucileria nemica. Cinquegrani, fuciliere della 1a Compagnia, che fu il 1° a montare, cadde giù nel fosso trafisso da mille colpi e restò vittima del suo coraggio. Il voltegiatore Giambattista ebbe l’istessa sorte. Terminiello4, fuciliere della 3a, fu più fortunato mentre restò per molti minuti sul parapetto scaricando i fucili che i suoi camerati gli porgevano. Alla punta dell’altra scala vi era il capobattaglione D’Ambrosio seguito dai suoi // uffiziali e soldati. Intanto attendendosi inutilmente le altre scale il fuoco vivissimo di metraglia fatto dal fianco del bastione opposto, la quantità considerabile delle granate a mano, che piovevano nella fossata, e la fucileria facevano una strage orribile dei tre battaglioni. Uopo fu dunque ritirarsi. Contemporaneamente le Compagnie Scelte del 2° Battaglione Napoletano, e del 5° Italiano, comandate dal capobattaglione dello Stato Maggiore Ordonau5, ad oggetto di fare una diversione nella guarnigione, attaccarono la porta di Barcellona. Il signor capitano Prete si distinse in quest’assalto come in tutti gli affari che gli si sono in seguito presentati, come autore del giornale del Primo Battaglione, di cui faceva parte, così à avuto la modestia di non nominarsi, né vi avrebbe fatto una brillante figura. Ciascuno è persuaso del suo merito, ogniuno gli rende giustizia, e con particolarità, Aquino, maggiorea. In queste operazioni si distinsero oltremodo il capobattaglione Ambrosio, Estengo capitano ferito mortalmente, i capitani Forcella e Pi-

a

Il – maggiore nel margine sinistro, di mano di Aquino, che firma.

4

Di Cinquegrani, Terminiello e Giambattista non abbiamo altre notizie. Si tratta di Louis Ordonneau (Saint-Maurice 1770-Thoiry 1855), capo squadrone (1799), aiutante di campo di Duhesme (1802-1805), al servizio di Napoli (1806-1807) e infine generale di brigata (1813), anno in cui rientrò in Francia.

5

898

RA gnataro, i tenenti Depetris, Costa 1° e Corbions e i sottotenenti Ferrara e Costa 2°, i sergenti maggiori Cetrangolo e Prete, del 1° Battaglione. Il capitano Staiti, i tenenti Forni e Martinez, ferito gravemente, delle Compagnie Scelte del 2°. La mattina del 21 la colonna si pose in marcia verso Barcellona, ed il colonnello Zenardi formò la retroguardia colle stesse truppe colle quali aveva formata l’avanguardia. L’estremo coraggio di quest’uffiziale superiore, le sue eccellenti disposizioni, tennero a freno un inimico, che baldanzoso pel non riuscito tentativo sopra Girona, molestava oltremodo la ritirata, la quale fu ciò non ostante eseguita nel massimo buon ordine. In questa spedizione la perdita del reggimento fu di 37 morti, e di circa 80 feriti. Arrivando a Barcellona le truppe furono accantonate nel di lei circondario, e si rinvenne che l’inimico, avendo ricevuto de’ rinforzi, erasi di bel nuovo stabilito al di là del Llobregat, ove aveva formata una batteria di gross’ artiglieria di rimpetto al gran ponte di Molin del Rey. Il primo luglio il generale Duhesme corre ad attaccarlo; il 1° Battaglione Napoletano con i nostri Cacciatori a Cavallo, che formavan l’ala dritta della nostra linea, passano il fiume a Sant’Andrea della Barca e rovescian la sinistra dell’inimico; quindi convergendo a sinistra prendono in fianco la batteria, e se ne impadroniscono. In quest’istesso tempo il 2° Battaglione Napoletano insieme con i Cacciatori Italiani, che formavan la nostra ala sinistra, passano l’istesso fiume a Sant Boy sotto il fuoco vivissimo che la dritta dell’inimico faceva, l’attaccano, la mettono in fuga, e scorrendo lungo il Llobregat vanno a riunirsi alle altre truppe al di là del ponte. L’inimico fu inseguito fino a Martorell ove la Divisione Lechi pernottò. L’indomani si rientrò in Barcellona. Il risultato dell’azione del 1° luglio fu la presa di 13 pezzi d’artiglieria e due bandiere a’ Spagnoli. Si distinsero i due capi battaglioni, i capitani D’Oria, Ciliberti6, Della Posta, Lombardi, i tenenti Depetris, Manes, Dumarteau, Forni, l’aiutante maggiore Marchand7, i sottotenenti Forni e Scarpelli. Il 3 luglio la divisione Chabran sortì da Barcellona e si accantonò di nuovo fra // Sant’Andrea Badalona e Mataró. Il generale Duhesme

6 7

Del capitano Ciliberti non abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe. Pietro Marchand, poi promosso capitano, è ricordato nel rapporto Lechi (marzo 1809) e nel più volte citato sollecito del generale Ferrier per le ricompense promesse da Napoleone (aprile 1812).

899

8

RA sentendo che il generale Reille faceva de’ preparativi per metter l’assedio a Gerona volle anch’egli contribuirvi, ed a tale oggetto il dì 19 luglio partì da Barcellona colla divisione sudetta rinforzata da’ Cacciatori a Cavallo Napoletani, da un battaglione del 5° Italiano e dal 1° Napoletano. Il battaglione sudetto, che formava parte dell’avanguardia comandata anche dal colonnello Zenardi, soffrì moltissimo nella marcia ed in tal occasione si distinsero il capitano Della Costa, i tenenti Monaco, Depetris e Carascosa, e sergenti Casalena e Farina8. Egli è qui necessario di far notare l’intrepidezza del capitano D’Oria il quale partì tre giorni dopo la partenza del generale Dueshme, scortando colla sola sua Compagnia, e con un piccolo distaccamento di 40 uomini del 3° Italiano un gran convoglio di munizioni da guerra fino a Gerona, continuamente attaccato da un numeroso stuolo d’insurgenti, pervenne finalmente al campo del generale Duhesme, il quale credendolo perduto gli testificò la sua riconoscenza nell’ordine del giorno dell’Armata. Il 26 luglio il colonnello Zenardi con 4 battaglioni d’infanteria fra i quali il 1°, e due squadroni di cavalleria, marciò verso Figueras ad oggetto di aprir la comunicazione col generale Reille. Il passaggio del Ter fu fatto sotto il fuoco dell’inimico. La congiunzione eseguita a Bascara, si ritornò al campo il 27. Il 31 Zenardi marciò fino a Iunquera coll’istessi corpi per scortare il convoglio delle munizioni da bocca e da guerra, che si tiravan da Francia. Nell’andare vi fu un combattimentoa nella Montagna Nera, ove era postato Claros con seimila micheletti. Ma tutto fu superato. Al ritorno non vi s’incontrò inimico di sorte alcuna. Questa circostanza fece credere tanto al colonnello Zenardi, quanto agli altri uffiziali superiori, che i Spagnoli avessero abbandonate quelle posizioni e che eransi portati altrove. Nella comunicazione dunque del dì 6 agosto il colonnello Zenardi marciò colle sue istesse truppe fino al Ponte Capomagno, due leghe distante da Iunquera. Colà distaccò il 1° Battaglione Napoletano per rendersi a quest’ultimo villaggio ad oggetto di portar de’ pieghi al ministro della guerra; ed egli col restante delle sue forze restò in posizione sulle colline adiacenti al detto ponte. Il battaglione marciò tranquillamente fino alle gole della Montagna Nera, nelle quali s’introdusse fiancheggiato

a

Nel testo compattimento

8

Di questi due sergenti non abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe.

900

RA da voltegiatori. Qualche micheletto che vedevasi da lontano sulle alture e che prendeva la fuga a misura che il battaglione si avanzava, fece confermare il capobattaglione Ambrosio nella credenza che il resto della marcia sarebbe stato egualmente libero. Ma appena si arrivò alla metà delle gole sudette i micheletti si mostrarono su tutt’i punti circondando la strada e facendo un fuoco vivo, e micidiale. L’impossibilità di retrocedere fece risolvere ad Ambro//sio di continuare la marcia, ed aprirsi il varco. Intanto Claros ed i micheletti avanzavan stringendo i nostri. I fiancheggiatori, la retroguardia e l’avanguardia erano già alla baionetta coll’inimico. Tutto era perduto, allorché la vista delle crudeltà, colle quali i Spagnoli inseguitavanoa sugl’infelici feriti, che cadevano nelle loro mani, pose tutt’i soldati in uno stato tale di disperazione, che risolveron piuttosto morir coll’armi alla mano anziché soggettarsi come prigionieri alla loro ferocia. Malgrado dunque una perdita notabile, il battaglione marciando al passo di carica, ed aprendosi la strada colla baionetta passò per la Iunquera, e giunse finalmente a Bellegard. Questa giornata fu fatale pel 1° Battaglione: la di lui perdita fu di circa trecento individui. Il capitano Della Posta, che comandava la Compagnia de’ Granatieri, fece prodigi di valore: fu lui che salvò il capobattaglione precipitato a terra dal suo cavallo ferito e che non poteva più marciare per la caduta. Oltre la gran bravura ed intrepidezza del sudetto capitano Della Posta, si distinse[ro] ancora i capitani Liguori, D’Oria, e Carreras, ferito. I tenenti Costa 1°, Monaco, Depetris e Carascosa, e sottotenenti Forni e Costa 2°. Il 7 agosto il colonnello Zenardi si portò colla sua colonna a Bellegard; riunendosi al 1° Battaglione Napoletano si pose in marcia il dì 8, ed il dì 9 giunse al campo di Gerona. Il dì 16 l’assedio fu abbandonato. Il generale Reille ritornò a Figueras, ed il generale Dueshme si pose in marcia per Barcellona, ove giunse il 21. Durante questa spedizione il posto di Muncat, ch’era guardato dalla 4a Compagnia del 1° Battaglione Napoletano, attaccato vivacemente per terra da micheletti e per mare da tre fregate inglesi, non potendo ricevere alcun soccorso atteso la scarsezza delle truppe, che formavan la guarnigione di Barcellona, dopo tre giorni di ostinata resistenza fu obbligato a capitolare. In tale occasione il capitano Syembert, il sottotenente Liguori e l’intera compagnia furono fatti prigionieri.

a

Forse per infierivano; nel sopralinea inveivano, della stessa mano.

901

9

RA

10

I considerabili rinforzi, che ricevevano i Spagnoli, i quali si riunivano attorno Barcellona, fecero determinare il generale Dueshme vista la disparità delle forze a cambiare la guerra offensiva in una pura difensivaa. Quindi ristringendo le sue operazioni fra il Besos ed il Llobregat accantonò la Divisione Chabran, la quale poggiando la sua dritta al primo occupava Sant’ Andrea ed Orta, quella del generale Lechi, pogiando la sinistra al secondo, guardava Cornella, San Giovanni, S. Feliú, e Grazia. Essendosi traspirato che l’inimico aveva incominciato a stabilire de’ magazeni al di là del Llobregat, il generale Duhesme il dì 2 settembre alla punta del giorno lo passò con tutta la Divisione Lechi. Il 2° Battaglione Napoletano, con uno del 5° Italiano formavan la dritta. I Veliti Reali, e due altri battaglioni dello stesso reggimento componevano il centro, il 1° Battaglione Napoletano, ed un battaglione svizzero la sinistra. Il passaggio fu eseguito im//petuosamente su tutt’i punti, non ostante il vivo fuoco della fucileria ed una batteria nemica di quattro pezzi di campagna. I magazzeni parte furono vuotati, parte incendiati. In questa giornata perì sul campo di battaglia il bravo tenente de’ granatieri Depetris, il quale siccome aveva meritato la stima e l’ammirazione de’ suoi superiori e camerati pel di lui coraggio, così attirò le loro lagrime colla sua morte. Il capitano Forcella fu ferito gravemente. I capitani D’Oria e Lombardo, e tenenti Sassi e Dumartò e Carascosa, il sottotenente Scarpelli, si segnalarono oltremodo. Il granatiere Casati con alcuni altri granatieri non potendo montare sulla batteria nemica a causa della di lei altezza, con una barra messa in forma di leva fra le pietre e gabioni9 ne fece diroccare una parte, e ne aprì l’entrata. I Spagnoli che vi erano dentro furono massacrati a colpo di baionetta. Un’operazione dell’istessa natura e per lo stess’oggetto fu fatta passando il Besos il di 10 ottobre. L’aiutante comandante Duveaux con due reggimenti francesi passa il fiume alla sinistra nel buio della notte e circonda le alture di San Gironimo, ove era il campo di Milans del Bosco. La brigata Miloszevitz, alla quale si rattrovava il 2° Battaglione Napoletano, lo passa alla dritta. L’inimico sorpreso nel di lui campo, mediante la ra-

a

Nel testo difensita.

9

Robusti cestoni riempiti di pietre.

902

RA pidità, ed il silenzio dell’operazione, fu in gran parte massacrato, una porzione si salvò alla meglio che poté colla fuga. Il nostro battaglione ne fece circa 400 prigionieri ed in questa occasione i Napoletani mostrarono che sapevano accoppiare la generosità alla bravura, accordando la vita e la prigionia a quei nemici istessi, che inveivano nelle forme più crudeli ed atroci verso degl’infelici, i quali cadevano nelle loro mani. Il capobattaglione Aquino si condusse con un’ estrema intelligenza. La costernazione e l’allarme che un’operazione sí inattesa cagionò sui Spagnoli rese oltremodo audaci i nostri generali, i quali ordinarono, che s’inseguisse l’inimico per tutta la regione adiacente. L’aiutante comandante Deveaux portossi fino a Granolle[r]s, città distante da Barcellona circa 6 leghe, ove entrò a viva forza e bruciò tutti i magazeni dell’inimico. La Brigada Miloszevitz restò in 2a linea a Ripollet. Al ritorno dell’aiutante comandante, Miloszevit marciò il 13 ottobre per fare una riconoscenza verso San Gulgat, città distante circa otto leghe da Ripollet, e Deveaux restò in posizione nel sudetto villaggio. La bri//gada del nominato Generale rinforzata dal 1° Battaglione Napoletano partì alla punta del giorno ed alle cinque pomeridiane fu a vista di San Gulgat ove si rinvenne un numeroso corpo di truppe spagnole comandate dal generale Caldaques ed oltremodo forte in cavalleria ed artiglieria. Era esso stato spedito dal quartier generale di Mulins del Rey ad oggetto di soccorrere Milans battuto al Besos. I battaglioni napoletani che formavan l’avanguardia attaccan l’inimico con un vivo foco, forzan l’entrata della città, passan dalla banda opposta ed incontrandosi in una gran pianura soffrono due impetuose cariche di cavalleria. La disparità delle forze e la circostanza delle nostre truppe spossate da una marcia di nove ore fecero risolvere al Generale di battere in ritirata. Intanto il 1° Reggimento che dietro il nuovo movimento costituiva la retroguardia soffrì molto dall’artiglieria e cavalleria nemica. La 5a Compagnia del 2° Battaglione, la quale fiancheggiava la sinistra, restò tagliata dalla brigata e fortunatamente, per l’arrivo della notte, si salvò in una direzione tutt’opposta alla marcia di questa con molta perdita e dopo molti stentia sotto la protezione del posto di San Pietro Martire guardato da nostri. In seguito fino alle 11 della notte le nostre truppe rientrarono finalmente agli accantonamenti. In questa giornata la perdita del reggimento fu considerabile, e se la fortuna non fu favorevole, ciò devesi attribuire al numero maggiore

a

Nel testo stinti.

903

11

RA

12

de’ Spagnoli, e non a mancanza di coraggio dalla parte nostra. La maggior parte de’ feriti fu salvata a stentoa. Le due compagnie de’ granatieri, e quelle de’ voltegiatori fecero prodigi di valore covrendo la ritirata del reggimentosiccome questo copriva quella della brigada. I capi battaglioni Ambrosio ed Aquino si condussero colla fermezza e col sangue freddo il più necessario in simili casi. I due battaglioni si ritiravan a scacchiera alla meglio che la natura del terreno, e le cariche della cavalleria spagnola lo permettevano. I capitani Giannettini, D’Oria e Lombardi, e tenenti Carascosa, Corbions, Ricci, Forni e Garrasa si distinsero oltremodo, come ancora il chirurgo Antonio Vitolo10, il quale dava il primo apparecchio a’ feriti con tutta la posatezza, e sangue freddo sotto il foco dell’artiglieria nemica durante l’azione. Il reggimento ebbe in questo giorno circa 60 morti, e 200 fra feriti e prigionieri. Intanto l’Armata Spagnola s’ingrandiva di giorno in giorno, e i preparativi per mettere l’assedio a Barcellona erano immensi. Il generale Vives che comandava in capo quest’armata, la quale montava a venticinquemila uomini di truppa di linea non compresi i micheletti e somatens, volle la mattina de[ll’] 8 novembre fare una riconoscenza, ed attaccò tutta la linea de’ nostri accantonamenti. Le nostre truppe dovendo cedere al numero imponente dell’inimico furono obbligate // a ritirarsi sotto la protezione della piazza di Barcellona fino all’arrivo del generale Dueshme, il quale avendo riunito tutte le truppe disponibili ch’erano nella città riattaccò i Spagnoli dalla parte di Sans e li respinse sino a Feliú, quindi si portò ad attaccare quelli che si erano impossessati delle colline di Horta e di Grazia, e gli obbligò egualmente ad abbandonarle. In amendue queste azioni vi si trovarono i due battaglioni napoletani, i quali meritarono di esser nominati nell’ordine del giorno dell’Armata, poiché avevano gareggiato in valore colle truppe francesi. Gli uffiziali che si distinsero furono i capitani Della Posta, Pignataro, Estengo e Giannettini; i tenenti Carascosa, Dumarteau, Corbions, il sottotenente Sassi ed i voltegiatori De Rosa e Chappel. Il dì 17 novembre, essendo stato vivamente attaccato il posto di San Pietro Martire e temendosib della di lui presa, il generale Lechi ebbe ordine di andarlo a soccorrerec con due battaglioni italiani, ed il 2°

a

Nel testo stendo. Nel testo tenendosi. b Nel testo soccorerlo. a

10

Di Garrasa e Vitolo non abbiamo altre notizie oltre quelle fornite da Pepe.

904

RA Battaglione Napoletano, che stava accantonato a Sarriá. L’inimico fu obbligato a ritirarsi, e fu inseguito per tutte le alture di San Geronimo, dalle quali fu ben anche discacciato. Il tenente Fornis de’ voltegiatori fu ferito, e si distinsero il capitano Ruggiero ed i sottotenenti Segonne e Poerio. Il generale Vives nella mattina del dì 26 novembre passa il Llobregat con tutto il suo corpo d’armata ed attacca gli accantonamenti in tutti i punti. La maggior parte delle truppe nemiche piombarono sul nostro centro ed alla sinistra. Il villaggio di Espluges, guardato da un battaglione del 5° Italiano, fu il 1° ad esser attaccato, il quale dopo aver fatto una valida resistenza fu costretto dalla superiorità delle forze a ripiegare sopra Sans ritirandosi per la gran strada nel massim’ordine, nell’istesso tempo, che un altro battaglione dell’istesso reggimento per la medesima ragione si ritirava dall’Ospedaletto. I due battaglioni napoletani postati indietro e sulla sinistra di Sans protegevan la ritirata di tutti amendue, che andiedero a formare la seconda linea. I Spagnoli avanzavano sempre più ca[r]ricando, ed un battaglione di micheletti s’impossessa del sudetto villaggio protetto da tre battaglioni svizzeri situati in battaglia su di un’altura due tiri di fucili distante da Sans. Allora il capobattaglione Aquino ordinò a due compagnie del 2° Battaglione di riprendere il villaggio attaccandolo per la gran strada ed il reggimento si avanzò per protegere un’operazione sì fatta. Le sudette compagnie, al passo di carica ed alla baionetta, discacciarono l’inimico dal villaggio, il quale fuggì nel massimo disordine sotto la protezione de’ sudetti tre battaglioni. Allora i due comandanti D’Ambrosio, e D’Aquino volendo profittare del disordine dell’inimico e dell’intusiasmo, nel quale erano i nostri soldati, attaccano i tre battaglioni svizzeri, che non potendo // resistere all’impetuosità ed urto de’ Napoletani si ritirarono precipitosamente sotto la protezione di una batteria volante di tre pezzi di battaglia e due obuiz11, sostenuta da circa seimila uomini d’infanteria e cavalleria postati su di un altura, dominante quella, dalla quale erano stati discacciati. Il reggimento prese una tale posizione e mostrò la più gran fermezza essendo esposto con l’arma al braccio per circa un’ora al vivo fuoco di granate reali, e palle, che faceva la sudetta batteria. Finalmente il generale Lechi vista la superiorità delle forze nemiche ordinò di ritirarsi alla Crau Coverta. La nostr’ala dritta ebbe la stessa sorte, ed i Spagnoli restarono padroni de’ nostri accantonamenti.

11

Obici.

905

13

RA

14

In questa giornata morì sul campo di battaglia il sottotenente Poerio della 2a Granatieri, furono feriti il tenente Ferrara ed il sottotenente Ossorio, il sergente Auriemma e circa altri trenta sotto uffiziali e soldati. Per allontanare sempre più l’inimico dalle mura di Barcellona e contrastargli il terreno adiacente palmo a palmo, il generale Dueshme stabilì una seconda linea protetta dal fuoco della piazza, e per {non} renderla magiormente forte vi fa costruire diverse opere di fortificazione. Nelle polveriere site al di sotto del Montjouich e che dominano la sottoposta campagna, forma un campo trincerato difeso da 30 pezzi di gross’artiglieria, e vi poggia la sua sinistra; una ridotta capace di duecento uomini, costruita alla dritta della gran strada e propriamente alla Croce Coverta, non che il villaggio e cimiterio del Gesú fortificati, coprivano il nostro centro; la dritta poggiava alla strada che conduce a Mataró, protetta dal Forte Pio. Verso le ore quattro della notte de[l] dì 6 decembre i Spagnoli attaccano il campo trincerato difeso dal 5° Italiano, e progressivamente tutta la nostra linea. Da principio le loro operazioni parevan dirette ad impossessarsi di detto campo, come in effetti una porzione era già andata nelle loro mani, allorquando il 5° Italiano rinforzato da quattro compagnie napoletane riviene alla carica e li respinge facendo un massacro di quelli che vi erano entrati. Durante un tal combattimento l’inimico non faceva che tener a bada tutta la linea con un debole fuoco, di maniera che verso le ore 6 sembrava che fosse in ritirata, ma tutt’insieme si vidde il medesimo piombar con sei battaglioni sulla ridotta della Croce Coverta difesa da due compagnie del 1° Battaglione Napoletano, le quali dopo aver fatto quella resistenza della quale è capace una truppa sorpresa, ed una ridotta appena tracinta, protetta dal rimanente del battaglione, conducendoa seco de’ pezzi di battaglia di cui era guarnita la ridotta, che per la sua imperfezione // erano tutta la notte attaccati alla prolonga, si ritirarono alle falde di Montjouich. L’inimico padrone della ridotta si avanza fino alla Croce Coverta, ma alla punta del giorno n’è discacciato, ed obbligato a rientrare nella sua linea. La difesa della sudetta ridotta costò la vita al bravo sottotenente Valanzuola ed alcuni altri soldati. Il tenente Ricci fu ferito insieme con molti sotto uffiziali e soldati. Il giorno 7 alle 11 della mattina l’inimico smascherò una batteria

a

Nel testo conducento.

906

RA di cinque pezzi da 24 ed un obuiz da 8 diretto contro la ridotta sudetta. A primi colpi moriva il capitano D’Oria; in questo mentre il 7° Corpo d’Armata comandato dal generale Saint-Cyr dopo aver preso il forte di Rosas s’incamminava alla volta di Barcellona per sbloccarla. Il generale Vives ciò sapendo spedì il generale Reding con sedicimila uomini per opporsi alla detta marcia, ed incontrandolo a Cane de Deu ne fu battuto. La di lui disfatta, ed il 7° Corpo, che si avanzava, obbligarono al generale Vives a togliere l’assedio e ritirarsi dietro il Llobregat. Il general Saint-Cyr arriva a Barcellona il dì 17 dicembre ed il 21 attacca e rovescia l’inimico stabilito al di la del sudetto fiume. Lo insiegue sino alle vicinanze di Terragona, e lo batte di bel nuovo a Vals facendone circa tremila prigionieri. In questo mentre la mancanza de’ viveri per l’assedio sofferto rendevasi di giorno in giorno più sensibile in Barcellona. Questa circostanza obbligò il generale Dueshme restato governadore della città a spedire il generale Lechi colla sua divisione per la regione adiacente ad oggetto di tirarne la maggior quantità di derrate, che vi si rinvenissero. In virtù di quest’ordine la divisione sudetta portossi a Granolles, ove prese tutt’i viveri che vi si trovavano; si rivolse quindi verso Mataró per lo stess’oggetto. Il 1° Battaglione Napoletano destinato a scortare i convogli, ch’erano spediti da questa città a Barcellona e viceversaa, soffrì molto a causa che le fregate inglesi ed una quantità di barche cannoniere facevano continuamente fuoco sulla strada come ancora i micheletti dalle alture dominanti. In questa circostanza furono feriti i capitani Pignataro e Giannettini e molti altri sotto ufficiali e soldati. Verso la metà di marzo 1809 il generale Saint-Cyr ricevé l’ordine di coprire col suo Corpo d’Armata l’assedio, che andava a mettersi a Gerona; a tal oggetto ordinò alla Divisione Pino di portarsi a Terrassa e da là a Caldas, ed egli dopo aver lasciato la Divisione Souane sul{l’} Llobregat rientra in Barcellona. La Divisione Lechi il dì 29 marzo portossi ad occupare Granolles facendo l’avanguardia al Corpo d’Armata, ove restando in posizione fino al 16 aprile, veniva attaccata tutti i giorni da micheletti, ed in quest’epoca fu ferito gravemente il sottotenente Decrescenzi, come ancora si perderono circa sessanta uomini fra morti, e feriti. Nel sudetto giorno 16 aprile tutto il Corpo d’Armata si pose in movimento verso Vich. Il Primo Reggimento Napoletano, che for//mava

a

Nel testo v’inversa.

907

15

RA l’avanguardia, dové forzare le gole del Congost, le quali mettono dalla valle di Granolles alla pianura di Vich. In questa difficoltosa operazione furono feriti il capitano Della Posta, il tenente Napoletano ed il sottotenente Prete, ed il 1° Battaglione perdé più di 40 uomini morti. Il Corpo d’Armata giunto a Vich il 17 si accantona ne paesi adiacenti. La Divisione Lechi facendo sempre l’avanguardia fu messa in posizione sul Ter, e propriamente a Roda ed a Mallen fino al giorno 28 aprile, nel quale ricevé ordine di scortare tremila prigionieri a Figueras attraversando le montagne, fra le quali scorrono i fiumi Ter e Fluvia. Nella mattina dunque del sudetto giorno la divisione si metté in marcia. Il 2° Battaglione Napoletano, che formava l’avanguardia, respinse un numero imponente di micheletti passati nelle gole di Esqurral, passa il sudetto villagio, ed in una pianura ch’esiste dopo il medesimo soffrì un impetuosa carica di cavalleria spagnola, che lo metté in un certo disordine. Ma le due Compagnie Granatieri comandate da capitani Giannettini e Ruggiero si serrano in massa col resto del battaglione, e battendo una carica si avanzano e respingono l’inimico verso San Feliu di Polloral, ove la divisione pernottò. Il capitano Lombardo fu ferito gravemente; la perdita del battaglione fu di una trentina di uomini. Il resto della marcia fino a Figueras fu eseguita fra tutte le difficoltà ed a grandi stentia. L’avanguardia doveva aprirsi il passo a viva forza, e la retroguardia era sempre molestata da un numero imponente di micheletti, e somatines catalani, i quali cercavano di liberare i prigionieri spagnoli, ed erano altrettanto più audaci inquantoché venivano adescati dall’immenso equipaggio ch’era portato addosso da mul{l}i, alcuni de’ quali feriti; faceva che il carico cadesse nelle loro mani non potendo essere trasportato altrimenti. In una tale spedizione il bravo sottotenente Forni vi perdé la vita. Nell’ultimo giorno, e propriamente nella marcia da Besalu a Figueras, il capobattaglione Aquino, che comandava la retroguardia formata da due battaglioni napoletani, e da una compagnia di cacciatori a cavallo italiani, che fu attaccata da circa duemila uomini di truppa di linea imboscati sulla sponda dritta del Fluvia, spiegò l’energia, e l’attività la più singolareb, come ancora il coraggio, e la fermezza più esemplare. Il cavallo ch’egli montava fu ucciso, furono feriti il tenente Manes e Giuliani, e si distinsero il capitano Staiti, il tenente Costa ed il sottotenente Fortunati.

a b

Nel testo stendi. Nel testo sincolare.

908

RA La divisione giunse a Figueras il dì 29 aprile, e ne ripartì il dì 4 di maggio per portare alcuni pieghi al generale Saint-Cyr relativi all’assedio di Gerona, e quindi per lo stesso oggetto fece due altre // gite fra Vich e Medina passando per Sant’Ilario, dopo le quali fu destinato a formar parte de’ corpi che si riunivano per detto assedio, ed il 23 maggio parte, facendo l’istessa strada di Sant’Ilario colle stesse difficoltà che si erano incontrate la prima volta. La sera de[l] 25 giunse nella piana di Gerona, e si accampa colla sinistra a Salt e la dritta alla Casa Quadrata. Il 29 la piazza fu investita, e nella notte de[l] 30 un battaglione de’ granatieri napoletani ed italiani s’impossessò del villaggio di Sant’ Eugenio sito a 300 tese dalla piazza. Nella notte de[l] 4 giugno s’incominciò a costruirea sulla sinistra del Ter una batteria di dodici mortaii per bombardare la città, ed un’altra di dodici pezzi da 24 su di un’altura, per battere in breccia le ridotte che coprono il fronte del Montjouich; la prima incominciò a tirare nella notte de[l] 14, la seconda alla punta dello stesso giorno. La prima oltre il danno, che produceva sulle opere di fortificazioni e sul fabricato, metteva in scompiglio gli abitanti; la seconda dopo aver fatto un vivo fuoco per due giorni continui sulle due ridotte di San Luigi e San Narciso, creduto praticabili le brece, furono le sudette assalite e prese alla baionetta col massacro de’ difensori. I Spagnoli, vista l’impossibilità di potersi sostenere nella 3a denominata San Daniele, l’abbandonarono12. Padroni di queste ridotte, si stabilirono tre batterie per razare i parapetti di detto forte, e smontarne i fuochi, qual’intentob si ottenne nello spazio di tre giorni, ed allora si costruì nella notte de[l] 3 luglio una batteria di 20 pezzi da 24 sulla dritta della ridotta di San Luigi per battere il bastione di sinistra del Montjouich guardando la tramontana. La medema fu denominata per la sua grandezza Batteria Imperiale, e dopo cinque giorni di continuo fuoco la breccia fu credutac praticabile; a tal effetto nella notte dell’8d tutte le compagnie scielte delle truppe

a

Nel testo custroire. Nel testo intendo. c Nel testo creduto. d Nel testo degl’. b

12

Le ridotte sono identificate da molti storici spagnoli, ma anche da Vacani, con le torri (Luisa, Narcisa, Daniela o de San Luis, de San Narciso e de San Daniel, per gli Spagnoli; San Luigi, San Narciso, San Daniele, per gli Italiani). Cfr. Vacani, Storia, II, pp. 207-208.

909

16

RA

17

che formavano l’assedio, al numero di 42, si riunirono in colonna serrata in massa dietro la detta batteria, e verso le ore tre della mattina si avanzarono al passo di carica per montare all’assalto. Non è esprimibile l’impetuosità con cui i bravi di dette compagnie scelte montarono sulla breccia, ma il trinceramento che i Spagnoli avevano fatto nel bastione impedi a’ nostri di poter entrare nel forte, e non ostante al vivo ed alimentato fuoco, che facevano i difensori la città ed i forti, la nostra truppa ritornò alla carica per ben due volte, ed avendo incontrate maggiori difficoltà che l’arrivo del giorno produceva ne ricavarono lo stesso risultato; che perciò furono costretti a ritirarsi colla perdita di circa mille e cento uomini tra morti e feriti. Le compagnie scelte della Brigata Napoletana condotte dall’intrepido ed intelligente capobattaglione Casella si condussero con estrema bravura, e co//raggio, di manieraché meritarono l’elogio del generale Verdier. Le nostre compagnie scelte soffrirono la perdita di 37 morti tra i quali il valoroso aiutante maggiore De Dominicis ed il sottotenente Decrescenzi, ed ebbero altrettanti feriti, tra i quali il capitano Giannettini della 1a Granatieri, il capitano Pepe, il tenente Dumartò, e sottotenente Nini della 2a , il capitano Forni della 1a Voltegiatori ed il tenente Scarpelli della 2a. Il disgraziato esito di questa giornata richiamò al dovere gli uffiziali del Genio (non essendo oggetto del mio rapporto trascuro le cause che impedirono la presa del Montjouich) i quali decisero di farne l’assedio nelle regole incominciando dall’attacco della mezza luna che fu presa nella notte: essendo di trincea il generale Zenardi, che fu il primo alla testa de’ granatieri a montarvi all’assalto. Dopo la presa della mezza luna s’incominciò a battere in breccia il bastione di dritta, per rendere inutile i cavoni13 che l’inimico avea fatto in quello di sinistra: allora i Spagnoli per non esporre la guarnigione ad esser passata a fil di spada abbandonarono il forte facendo saltar in aria la polveriera. Padroni del Montjouich, s’incominciarono a costruire delle batterie per battere la città, e furono in istato di tirare il 30 agosto. Mentre tutto il nostro fuoco era diretto a formare due breccie, una nel bastione di Santa Lucia e l’altra nella caserma degli Alemani, il general Blake con quindicimila uomini, ed un grosso convoglio di viveri, che fino a quest’epoca era stato in posizione nelle vicinanze di Ajtalrich, si avanza verso Santa Colomba fingendo di voler attaccare il generale Saint-Cyr,

13

Trincee.

910

RA il quale credendo vero il suo movimento il 31 agosto riunisce il suo corpo d’armata, che stava accantonato ne paesi adiacenti di Gerona, ed ordina al generale Verdier, che stava in Sarià, di sospendere l’assedio e venire con tutte le forze disponibili a Fornells suo quartier generale14. Il 1° settembre il generale Saint-Cyr s’incammina per attaccare il generale Blesze, che al buio della notte aveva decampato, e nascondendo la sua marcia venne a piombarea per la dritta del Ter verso le ore 11 della mattina con ottomila uomini e seicento cavalli sulla Divisione Lechi, che le malattie avevano ridotta alla forza di circa mille uomini e sessanta cavalli, mancanti di artiglieria, che il generale Verdier passando avea seco condotto, unitamente al 2° Reggimento di Cacciatori a Cavallo Napoletani. Il generale Milojsevitz, che comandava provisoriamente la divisione, si avanza per riconoscere l’inimico facendo attaccare dalle compagnie de’ voltegiatori napoletani le prime case di Salt di cui i micheletti si erano già impossessati, e vista la superiorità delle truppe nemiche, fu // costretto ritirarsi alla Casa Quadrata, ed attraversare tutta la pianura minacciato dalla cavalleria spagnola, che avrebbe tagliato a pezzi la magior parte de’ nostri, se non le ne avesse imposto l’eccellente ordine in cui ci ritiravamo. Arrivati alla Casa Quadrata il Generale, vedendo l’impossibilità di potersi colà mantenere, giacché una sortita che la piazza aveva fatta cercava di prenderci in fianco, ordinò di continuare la ritirata su Fornells. Il reggimento in questo giorno oltre la perdita di circa venticinque uomini fra morti e feriti perdé ancora una quantità di effetti, che stavano nel magazzeno di Salt. L’inimico, padrone della pianura, introduce a Gerona un gran convoglio di viveri, e fa sortire dalla piazza tutti i feriti in stato di marciare e la guarnigione già consumata dall’assedio, cambiandola con quattromila uomini di truppa fresca. Il generale Saint-Cyr, che non avendo incontrato il generale Blesze era rientrato al suo quartier generale, in vedere il generale Milossevitz ed inteso il suo rapporto gli ordina di ritornare a Gerona, di prendere posizione alla Casa Quadrata e di secondare il movimento del a

Nel testo piompare.

14

La versione del RA , come quella di Vacani, cfr. Storia, II, pp. 268-279, rende giustizia all’astuta manovra di Blake. Si veda anche De Laugier, Fasti, VIII, pp. 111-123, mentre la versione pro domo sua di Gouvion-Saint-Cyr – colma di contraddizioni – si trova in Gouvion-Saint-Cyr, Journal, pp. 241-260.

911

18

RA

19

generale Verdier, al quale ordina egualmente di marciare colla sua divisione per discacciare l’inimico dalla pianura. Immantinente le due divisioni partono, ed arrivano a Gerona verso le ore 4 della sera dello stesso giorno. Il general Verdier non incontrando i Spagnoli nella piana, giacché si erano già ritirati verso Banyols, continuò la sua marcia verso Sarià, e circa le ore 6 pomeridiane tutte le truppe che facevano l’assedio ripresero le posizioni lasciate il giorno precedente. La mancanza della munizione ci obbligò a stare per qualche giorno inoperosi, le quali arrivate s’incominciò la costruzione di altre batterie per battere e rendere praticabilia le due breccie già incominciate, che furono credute talib li 19 dello stesso mese. Dietro il rapporto dunque del Genio, che le breccie erano praticabili15, il general Verdier ordina alle truppe dell’assedio di riunirsi dietro al Montjouich in colonna serrata a massa verso le ore tre pomeridiane; le posizioni che queste lasciarono furono occupate dalle truppe del generale Saint-Cyr, il quale si era avvicinato col suo corpo d’armata per proteggere questa grande operazione. Il generale Guillot colla sua brigada ebbe ordine di montare all’assalto della breccia della caserma degli Alemani altrimenti detta Belle bre[c]he, ed il generale Zenardi, che comandava provisoriamente la Divisione Lechi, che le malattie avevano ridotta alla forza di circa cinquecento uomini, di quella di Santa Lucia16. // Per arrivare alle dette breccie bisognava scendere la montagna del Montjouich al di cui piede è sita la città. Il generale Guillot per rendersi alla sua doveva percorrer maggior terreno; a tal effetto fu il primo a mettersi in movimento verso le ore 4, ed in seguito il generale Zenardi, il quale alla testa della sua divisione montò sulla breccia, non ostante il vivo fuoco, che la piazza, i forti, ed una guarnigione di 4000 uomini unita a circa 7000 abitanti facevano. Nulla però giovò l’essersi resi padroni della breccia, giacché per discendere nella città bisognava buttarsi in un fosso profondo circa quattro tese, formato da una porzione del riparo rimasta in piedi e da un luogo avvallato sottoposto al medesimo. Quantunque si fosse conosciuta l’impossibilità di poter entrare nella città, pur nondimeno

a b

Nel testo praticabile. Nel testo tale.

15

Il RA dà la versione di Verdier; ben diversa, e nei fatti veritiera, quella di Vacani: cfr. Storia, II, pp. 289-301. 16 Aquino, in un rapporto del 16 settembre, segnalava a Napoli che il I° di Linea stava per «isciogliersi in feriti ed ammalati». Cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 86, nota 1.

912

RA per secondare ed aspettare l’esito dell’assalto della Belle bre[c]he fatto dalla brigata Guillot, la quale dopo essersene impossessata incontrò egualmente degli ostacoli, e particolarmente un vivo fuoco di metraglia, che facevano due pezzi siti su di un piccolo ponte, che dalla breccia metteva nella città, la divisione stiede esposta da circa due ore ad un vivo, e micidialea fuoco, che l’inimico faceva da tutti i punti, e particolarmente dall’alto del campanile della chiesa di Santa Lucia da cui scagliavano anche delle pietre sui nostri che stavano sull’alto della breccia. Finalmente il generale Zenardi, il quale aveva sempre lo sguardo fisso sulle operazioni del generale Guillot, accortosi che il medemo per le difficoltà incontrate incominciava a ritirarsi, diede alla divisione lo stesso ordine. Non è esprimibile l’impetuosità, e coraggio con cui i Napoletani, che formavan la maggior forza della divisione, montarono sulla breccia, particolarmente il battaglione delle compagnie scielte, che erano alla testa della colonna comandata dall’intrepido capobattaglione Palma, il quale fu ferito legiermente da un colpo di fuoco sulla nuca del collo. Bisogna rendere giustizia all’estremo coraggio, con cui si comportò il generale Zenardi, nonché all’eccellenti disposizioni da lui date, come anche al valore e sangue freddo dimostrato dal magiore D’Aquino, che in tale circostanza comandava la Brigata Napoletana. In questa giornata disgraziata per l’armi francesi il reggimento su centoventicinque uomini, che formava la sua forza prima dell’assalto, ebbe diciassette morti e trentasei feriti. Si distinsero oltremodo i capitani Carreras, Graziola, il tenente Manes ed i sergenti maggiori Tassoni e Fiscardi ed il sergente // Ferrara17. Tutte le truppe ch’erano state all’assalto bivaccarono la notte sul dietro del Montjouich, e l’indomani si resero alle loro posizioni. Le malattie, e le fatiche della guerra avendo posta la Divisione Lechi fuor di stato a poter continuare l’assedio, il generale Saint-Cyr stimò fonderla rinviando i corpi in accantonamento per riposarsi. Il reggimento partì da Gerona il 25 settembre per rendersi a Rosas ove attualmente si trova. Dietro questo quadro rapido, ma esatto, degli avvenimenti mili-

a

Nel testo ed uncidiale.

17

Di Tassoni, Fiscardi (da non confondersi con gli omonimi tenente e sottotenente) e Ferrara, non abbiamo altre notizie oltre quelle fornite da Pepe.

913

20

RA

21

tari successi in Catalogna, sarà oltremodo agevole il rilevar che il I° Reggimento di Linea Napoletano à ben figurato in tutte le azioni che si sono avute coll’inimico, ed in tutte le operazioni della guerra. Sia ch’era riguardato come un reggimento straniero, sia che si contava sulla di lui bravura, i posti più importanti e perigliosi, le commissioni le più difficili ed ardimentose sono state sempre al medesimo affidate. Continuamente di avanguardia e di retroguardia secondo che l’inimico si riveniva alla testa o minacciava la coda, il Primo Reggimento à ben corrisposto alle mire de’ generali ovunque è stato impiegato. Ciò che ha fatto rimarcarlo più distintamente è stata la veemente impetuosità che ha mostrato nelle azioni. I Napoletani, ardenti come il clima, che anima il loro suolo, fervidi come il Vesuvio, ch’eletriza il loro paese, sono stati pel di loro impeto denominati i Francesi d’Italia. I Spagnoli stessi hanno ammirato questa qualità distintiva della nostra nazione, ed il generale Caldaques, preso da noi prigioniero, stando a tavola del generale Dueshme tenne la seguente proposizione, tanto onorevole pe’ Napoletani: «Voi avete nel vostro corpo d’armata un famoso reggimento, nulla resiste al suo urto. Di qual reggimento parlava voi?» - disse Dueshme - «del Reggimento Napoletano», rispose il Generale spagnolo. A tuttociò si deve aggiungere la considerazione impotente dell’estreme fatighe, travagli marcie penose, totale mancanza di soldo, privazione d’ogni genere, il non aver per molto tempo altri viveri che delle rave, ed infine vessazioni insoffribili in mezzo alle quali il reggimento ha fatto tutto quello ch’è stato anteriormente riferito. Testimonii di tutti gli avvenimenti della guerra di Catalogna, nel rapportarli non abbiamo fatto altro ch’eseguire il dettame della verità senza essere trascinati né dall’ascen//dente della parzialità, né dalla voce della prevenzione. Altrove l’intero Corpo d’Armata d’Osservazione de’ Pirinei Orientali può esser garante della verità del nostro rapporto. Se qualche considerazione ha potuto fare più o meno premere la nostra penna è stata quella dell’amor nazionale, e de’ nostri meritevoli bravi camerati, che han diviso con noi i patimenti ed i pericoli della campagna. Il comandante de’ battaglioni di guerra Aquino, maggiore

914

Informe Aquino // DIARIO DE LAS OPERACIONES MILITARES DE CATALUÑA, DONDE SE ENCONTRÓ EL

1

PRIMER REGIMIENTO DE LÍNEA NAPOLITANO

La Armada de Observación de los Pirineos Orientales, bajo el mando del general Duhesme, que se había reunido en el departamento de tal nombre, se puso en movimiento el 6 de febrero de 1808, el 7 cruzó los Pirineos y pasando por La Jonquera, Figueres, Girona, Malgrat de Mar y Mataró, donde permaneció el 12, llegó el 13 a Barcelona. La División Lechi entró en la ciudad y se acuarteló en sus varios barrios, la del general Chabran se repartió entre Sant’Andreu, Badalona y Mataró. Los Catalanes estaban muy asombrados de nuestra llegada, pero desconocían la razón por la cual estas tropas habían entrado en territorio español. El 1° de marzo el general Duhesme recibió la orden del Ministro de la Guerra de ocupar los fuertes de Barcelona. Enseguida se ordenó a todos los cuerpos que tomaran las armas y sin mostrar ninguna hostilidad ni a la población, ni a la guarnición española, se reunieron en el glacis de la Ciudadela bajo el pretexto de ser revistados. Desde allí el general Lechi, seguido por un escuadrón de caballería y dos batallones napolitanos, entró en la misma e impuso a los regimientos valones, que formaban su guarnición, que salieran en seguida; la misma operación se llevó a cabo en el fuerte de Montjuïc. Se le entregó al 1° Regimiento de Línea Napolitano la guarnición de la Ciudadela y el coronel Pégot fue nombrado gobernador de la misma. Un batallón del 5° Regimiento Italiano consiguió la de Montjuïc. Tras los grandes hechos de Bayona precedidos por los de Aranjuez, empezaron a estallar revoluciones en distintos puntos de España. Los habitantes de Manresa fueron los primeros de Cataluña en enarbolar el estandarte de la insurrección, llamando a la memoria la época de 915

RA

2

Felipe 5°. Esta circunstancia hizo que el general Duhesme pusiera en movimiento una parte de sus tropas, para intentar aplastar de raíz la rebelión. El general Chabran, por tanto, marchó con su división hacia Tarragona, tanto para someter a la población con la fuerza, como para actuar de acuerdo con los cuerpos franceses, que estaban entrando en el País Valenciano desde las Castillas. Contemporáneamente el general // Schwarz fue enviado con su brigada hacia Manresa para ponerla a raya. El primero llegó tranquilamente a Tarragona, el segundo encontró una fuerte partida de insurrectos al acecho en el desfiladero del Bruc, un pueblo situado en las faldas del Montserrat. Este doble movimiento tuvo lugar el 27 de mayo. El 2° Batallón Napolitano, bajo el mando del intrépido jefe de batallón Aquino, formaba parte de la Brigada Schwarz y constituía la vanguardia. Dichos desfiladeros fueron forzados y superados con una carga contundente. La brigada avanzó combatiendo durante el resto del día 29. A medida que iba entrando, aumentaba el número de los enemigos, las posiciones que éstos controlaban se hacían cada vez más impracticables y difíciles de superar y al caer de la noche se oyó tocar la señal de alarma con las campanas a rebato en todo el valle de Esparraguera, formado por las últimas estribaciones del Montserrat, que se cierran para formar el gran desfiladero de Martorell. Todas estas circunstancias, una revolución general e inesperada, con los insurrectos a la espalda y por lo tanto con toda comunicación cortada con Barcelona, hicieron que el general decidiera la retirada. Gracias la oscuridad de la noche, el enemigo no se percató de este movimiento, pero al llegar a Esparraguera, por donde era obligatorio pasar, se encontraron las dificultades más insuperables, tanto por la resistencia de los habitantes insurgentes, como por los materiales con los cuales habían levantado barricadas en las carreteras. La necesidad de despejarlas para que pasara la artillería hizo la operación más difícil y la pérdida de hombres más notable. Los Napolitanos destinados a forzar la entrada y a tirar al suelo las vigas y los árboles entrelazados que formaban las barreras, sufrieron mucho el fuego intenso que se hacía desde las ventanas, las puertas y los campanarios y la inmensa cantidad de piedras y tejas que arrojaba todo el mundo. A pesar de tanta resistencia, sin embargo, todo se superó, se despejó el camino y se ejecutó enteramente el paso de la artillería y de la brigada. Dificultades no menores se encontraron en todo el tramo del camino hasta Martorell, cortado en varios puntos. Un puente de madera al que los insurrectos habían prendido fuego, ardiendo vivamente, resistió al paso de dos piezas de 916

RA batalla y de un cajón de municiones, pero se hundió cuando pasó la tercera pieza, que se perdió. Al amanecer la brigada llegó a la vista de Martorell, donde tuvo que forzar el paso, vigilado por un número imponente de migueletes, al igual que el gran puente de Molins de Rei, también barreado y defendido con obstinación por los rebeldes. Tras tantas penas y muchas bajas, la brigada entró por fin en Barcelona. En esta expedición el 2° Batallón, que había sido el que más había contribuido a superar tantos obstáculos, fue el que más padeció. Resultaron heridos los capitanes Staiti y Ruggiero, los subtenientes Poe//rio y Cannella1, y 41 más entre oficiales y soldados, y hubo 19 muertos. El jefe de batallón Aquino, que había mandado la vanguardia tanto en la ida como en la vuelta, se mereció por su actuación y su valentía los elogios del general Schwarz y del general Duhesme; se distinguieron sumamente el capitán Serrano y los tenientes Martinez y Forni. La vuelta de esta expedición con un gran número de heridos y las voces sediciosas de algunos agentes de los rebeldes empezaron a despertar en la población de Barcelona una predisposición a sublevarse. Debido a los motines secretos y a algunos tumultos populares, en los cuales habían matado a dos soldados italianos, el general Duhesme llamó al general Chabran para poner a raya el pueblo de Barcelona, numeroso y descontento. La vuelta de éste adelantó en Cataluña el momento de una revolución general, hasta el punto que a principios de junio se había reunido una muchedumbre imponente de migueletes a la derecha del Llobregat y desde Molins de Rei, la cual, aprovechando el monte situado a la izquierda de Sant Feliu, infestaba toda aquella comarca e inquietaba todos los días al 2° Regimiento de Cazadores Napolitanos a caballo acantonados allí. El 5 de junio el general en jefe hizo salir el 1° Batallón Napolitano bajo el mando del jefe de batallón Ambrosio para reforzar Sant Feliu. El coronel Zenardi colocó unos puestos en la ribera izquierda del Llobregat para vigilar y tener a raya al enemigo asentado en Sant Boi; la misma operación la llevaron a cabo en el gran camino y en la ribera derecha. La mañana del 6 el subteniente Ferrara2, que mandaba el puesto

1 2

Del subteniente Cannella no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. Seguramente se trata del subteniente Ferrari, que será mencionado por el general Pignatelli en el informe al Ministro de la Guerra desde Castellón del 7 de julio de 1810, cfr. Cortese, Memorie di un generale, I., p. CCLXXIV.

917

3

RA

4

de Cornellà, para impedir que el enemigo cruzara el río en la oscuridad de la noche con una barca que estaba atracada en la otra orilla, mandó que algunos voltigeurs cruzaran el río y se apoderaran de ella. Esta operación era sumamente atrevida, pero los voltigeurs Derosa, Chapell e Izzo, con extremo valor, pasaron el río nadando bajo el fuego de la metralla y de la fusilería enemigas, llegaron a la orilla opuesta y quemaron la barca. Esta muestra de valor merece ser transmitida a los venideros, y sus nombres escritos entre los mejores de nuestra nación. El rey no olvidó recompensarlos pues, condecorados con la Orden de las Dos Sicilias, en la actualidad sirven en la Guardia Real. Ese mismo día todos los puestos que se encontraban tanto a la derecha como a la izquierda fueron atacados vivamente de tal manera que fue necesario hacer fuego sin parar durante toda la jornada. Como se habían terminado las municiones y se esperaba un cajón de cartuchos después de que el coronel Zenardi informara de su falta, el Batallón Napolitano dio prueba de una gran firmeza al mantener las mismas posiciones bajo el fuego del enemigo con sólo las bayonetas. El cajón enviado de Barce//lona y escoltado por unos treinta voltigeurs italianos, fue atacado por los bandoleros en el pueblo de Esplugues y ya estaba a punto de caer en sus manos cuando dos compañías del 2° Batallón Napolitano, enviadas de refuerzo a Sant Feliu, dando la carga, ahuyentaron al enemigo y entregaron el cajón al coronel Zenardi. La mañana del 7 el general Duhesme salió de Barcelona con un batallón del 5° Italiano, con dos compañías del 7° Regimiento Francés para echar a los migueletes de Molins de Rei, cuya entrada estaba cerrada por un parapeto, detrás del cual se encontraba una pieza de a 4. Los Españoles adosaban su derecha al río y habían llevado la mayoría de sus tropas a la izquierda, que se encontraba en una posición de ventaja, en un grupo de colinas que dominan dicho pueblo. El jefe de batallón Ambrosio recibió la orden de atacarlas, de apoderarse de ellas y luego de asaltar Molins de Rei: al mismo tiempo, las ya mencionadas Compañías de Granaderos y una Compañía de Cazadores Napolitanos con una pieza de a 4 atacaban su entrada marchando en el camino carretil, y el Batallón Italiano, siguiendo la orilla del Llobregat, actuaba a la derecha del enemigo. El Batallón Napolitano atacó impetuosamente las alturas, expulsó a los Españoles, se apoderó de ellas y asaltó furiosamente el pueblo. Entonces la entrada fue libre: la pieza que la defendía cayó en manos nuestras y el enemigo, vencido en todos los puntos, huyó de Molins de Rei, que el general hizo quemar para dar 918

RA un ejemplo. Ese día los Napolitanos se merecieron los elogios del general Duhesme, que se había quedado sorprendido y satisfecho del ímpetu vigoroso con el cual el batallón había acometido un enemigo numeroso y bien apostado en las colinas. En la noche del mismo día la infantería de esta expedición volvió a Barcelona. En los días siguientes, mientras faltaba el correo de Francia, llegó la noticia que más allá del Besòs, Milans del Bosch, jefe de todos los migueletes catalanes, había reunido un número imponente de ellos, y había mandado edificar un reducto con once piezas de artillería pesada procedente de la batería de costa en la aldea de Montgat, defendida por una torre marítima a dos leguas de distancia de Barcelona. El día 16 de junio toda la División Lechi marchó hacia ese lugar. Tras cruzar el Besòs, la operación principal fue la de atacar las alturas adyacentes a dicho pueblo vigilado por los migueletes, para tomar el reducto desde el flanco y hacer inútil su fuego. Todos los cuerpos hicieron una carga general. El Primer Regimiento Napolitano, bajo el mando del coronel Pégot, se lanzó al enemigo con ese ímpetu vehemente que es el rasgo distintivo de nuestra nación y, ya sea por suerte o por valentía, fue el primero en llegar a las alturas expulsando al enemigo // de sus posiciones. El 2° Batallón Napolitano, al mando del jefe de batallón Aquino, ocupó la colina que dominaba inmediatamente la torre y el reducto, en las cuales hicieron fuego intenso y continuado; la 5a Compañía de dicho batallón, aprovechando la impresión que el fuego había causado en los Españoles, que ocupaban la torre y el reducto, se lanzó al enemigo a paso de carrera y se apoderó de ellos. Entonces despejaron el paso del camino carretil y nuestra caballería, que se había quedado en el llano, persiguió al enemigo, una parte del cual se puso a salvo en la montaña, una parte en los barcos por mar y el resto fue hecho pedazos. El señor capitán Pepe mandaba la Quinta Compañía del Segundo Batallón3, al frente de la cual entró primero en el reducto o fuerte a paso de carga masacrando a todos quienes se oponían a su paso. Este digno oficial, uno de los valientes del Primero de Línea, siempre se distinguió dondequiera que estuvo, pero al ser autor de este informe por el batallón del que forma parte, por modestia nunca se menciona a sí mismo. Todo el mundo le rinde justicia, y en especial Aquino, mayor4.

3

Es el mismo Gabriele mencionado directamente por Aquino y elogiado por la acción del 16 de junio, descrita en el G1 con fecha 2 de julio. 4 El – mayor: en el margen izquierdo, escrito por el propio Aquino, que firma.

919

5

RA

6

A las 11 horas de ese día había terminado todo. Un desenlace tan rápido y feliz comprometió el general Duhesme a avanzar hasta Mataró, una gran ciudad a seis leguas de distancia de Barcelona, donde Milans se había retirado con la mayoría de los suyos. La división llegó a la vista de dicha ciudad hacia las 4 de la tarde. Encontraron las entradas barreadas y defendidas por muchas piezas procedentes de las baterías de la costa. El 1° Batallón Napolitano, al mando del coronel Pégot y del jefe de batallón Ambrosio, recibió la orden de asaltar una entrada de la ciudad desde tierra; el jefe de batallón Aquino con el 2° la de hacer lo mismo desde la parte del mar. El fuego muy intenso de la artillería y de la fusilería enemigas, la resistencia obstinada que oponía Milans con los migueletes y con toda la población de Mataró, hacía dudar a los generales si seguir con la operación o abandonarla y retirarse; ya estaban ordenando que batieran en retirada, cuando llegó el coronel Zenardi a decirles que suspendieran esta orden, pues Aquino ya había tomado la primera batería. En efecto, el Segundo Batallón Napolitano, marchando por la orilla del mar con el agua hasta medio muslo, se había lanzado a las primeras casas, había echado al enemigo, ocupado una batería de 3 piezas de a 16 y quemado tres grandes barcos, que se encontraban en la arena, desde los cuales procedía el fuego fusilero más vivo y mortífero. Esta circunstancia sembró terror y consternación entre los defensores de la ciudad, en la cual no obstante entraron a duras penas y a viva fuerza pues Mataró no estaba enteramente cercada, y parte [del enemigo] fue masacrada en los lugares donde se había escondido. Las ventajas que se consiguieron en las operaciones del 16 se debieron a la rapidez con la cual todas las tropas acometieron las alturas de Montgat, y por lo tanto a la valentía del 2° Batallón Napolitano, que asaltó de frente una batería a pesar de las bajas causadas por el fuego intenso, apoderándose de esta manera de una de las entradas de la ciudad. Los jefes de batallón y todos los oficiales demostraron a lo largo de todo el día el valor más ejemplar, la energía más activa y la sangre fría más elogiable bajo el fuego de la artillería y de la fusilería enemigas. Se distinguieron los capitanes Forcella, Della Posta, D’Oria y Estengo. Los tenientes Depetris y Costa 1° del 1° Batallón; los capitanes Serrano, Lombardi, Giannettini, los tenientes Dumarteau, Martinez y Tommaselli, herido gravemente, y el subteniente Scarpelli del 2° Batallón. Las bajas del regimiento fueron de 33 muertos y 59 heridos. Al enemigo se le arrebataron cuatro banderas, de las cuales una el teniente // Dumar920

RA teau, la otra el cabo Cesarini, la tercera el teniente Martinez, la cuarta el capitán Serrano, y también 12 piezas de artillería. El alboroto que acontecimientos tan rápidos y afortunados habían sembrado entre el enemigo vencido en todos los puntos, animó el general Duhesme a que hiciera una expedición de reconocimiento hasta Girona. A tal fin marchó el día 18 de junio con toda la División Lechi, y con dos batallones franceses procedentes de la División Chabran desde Mataró; la vanguardia, bajo el mando del coronel Zenardi e integrada por el 1° Batallón Napolitano, por un batallón del 5° Regimiento Italiano y por los Cazadores Napolitanos a caballo había ocupado el día antes Arenys de Mar. El camino cortado y en su mayoría barreado por un gran número de migueletes apostados en las alturas dominantes y dos barcos cañoneros ingleses que hacían un fuego continuo de metralla, opusieron los obstáculos y las dificultades más insuperables al paso de la vanguardia. Sin embargo, gracias a las excelentes órdenes del coronel Zenardi y a la valentía de las tropas bajo su mando, se superó todo. La columna, tras pasar la noche en Malgrat de Mar, continuó su marcha encontrando las mismas dificultades hacia Girona, a la vista de la cual llegó a las 10 horas del día 20. El general Duhesme, protegido por la izquierda por el Ter y por la derecha por el Onyar, colocó a los Cazadores a caballo en Salt, al 1° Batallón Napolitano en Santa Eugènia, a los Vélites Italianos y al 5° Regimiento Italiano, al 37° y al 56° Francés entre este pueblo y el Montilivi; el 2° Batallón Napolitano, apoyando su derecha al Onyar, cerraba la línea. La plaza fuerte y la fortaleza estuvieron disparando durante todo el día. Nosotros respondíamos de vez en cuando con las piezas de batalla. La debilidad de la guarnición y las fortificaciones no bien guarnecidas de artillería, pues había estallado la revolución algunos días antes y no había habido bastante tiempo como para apercibirlas, hicieron que el general decidiera intentar dar una escalada al Bastión del Gobernador. El 1° Batallón Napolitano, el 37° y el 56° fueron destinados a tal objeto. El movimiento empezó hacia las 6 de la tarde. La columna de estos 3 batallones, cerrada en masa, cubierta por la Compañía de los Voltigeurs Napolitanos, que hacía fuego como si fuera de cazadores contra al bastión, avanzó rápidamente hacia las murallas y se tiró al foso, donde solamente encontró dos escaleras, mientras que los zapadores, que llevaban las demás, habían sido desbaratados por el fuego vivo de la metralla y de la fusilería enemigas. Cinquegrani, fusilero de la 1a Compañía y el primero en montar, se cayó al foso traspasado por mil 921

RA

7

balazos y fue víctima de su valor. El voltigeur Giambattista sufrió el mismo destino. Terminiello, fusilero de la 3a, fue más afortunado pues se quedó durante muchos minutos en el parapeto descargando los fusiles que sus compañeros le daban5. En la extremidad de la otra escalera estaba el jefe de batallón D’Ambrosio seguido por sus // oficiales y soldados. Mientras tanto, esperando en balde las otras escaleras, el fuego intensísimo de metralla procedente del flanco del bastión opuesto, la cantidad considerable de granadas de mano que llovían en el foso y la fusilería causaban estragos de los tres batallones. Fue entonces necesario retirarse. Al mismo tiempo, las Compañías Selectas del 2° Batallón Napolitano y del 5° Italiano bajo el mando del jefe de batallón del Estado Mayor Ordonneau6, para hacer una diversión en la guarnición, atacaron la puerta de Barcelona. El señor capitán Prete se distinguió en este asalto al igual que en todos los episodios relatados a continuación, pero como es autor del informe del Primer Batallón, del que formaba parte, tuvo la modestia de no mencionarse a sí mismo, ni hubiese quedado bien si lo hubiese hecho. Todo el mundo está convencido de su mérito, todo el mundo le rinde justicia y en especial Aquino, mayor7. En estas operaciones se distinguieron sumamente el jefe de batallón Ambrosio, el capitán Estengo, herido mortalmente, los capitanes Forcella y Pignataro, los tenientes Depetris, Costa 1° y Corbions y los subtenientes Ferrara y Costa 2°, los sargentos primeros Cetrangolo y Prete, del 1° Batallón; el capitán Staiti, los tenientes Forni y Martinez, herido gravemente, de las Compañías Selectas del 2°. La mañana del 21 la columna se puso en marcha hacia Barcelona y el coronel Zenardi formó la retaguardia con las mismas tropas con las cuales había formado la vanguardia. El extremo valor de aquel oficial superior y sus excelentes órdenes mantuvieron a raya el enemigo, que animado por el fracaso del intento en Girona, obstaculizaba mucho la retirada, la cual sin embargo se llevó a cabo en el máximo buen orden. En esta expedición las bajas del regimiento fueron de 37 muertos y de unos 80 heridos.

5

De Cinquegrani, Terminiello y Giambattista no tenemos más noticias. Se trata de Louis Ordonneau (Saint-Maurice 1770-Thoiry 1855). Jefe de escuadrón (1799), edecán de Duhesme (1802-1805), al servicio de Nápoles (1806-1807) y finalmente general de brigada (1813), año en el cual volvió a Francia. 7 El – mayor: en el margen izquierdo, escrito por el propio Aquino, que firma. 6

922

RA Al llegar a Barcelona las tropas fueron acantonadas en las afueras de la ciudad y se vio que el enemigo había recibido refuerzos y se había vuelto a asentar más allá del Llobregat, donde había formado una batería de artillería gruesa delante del puente de Molins de Rei. El primero de julio el general Duhesme corrió a asaltarlo; el 1° Batallón Napolitano, con nuestros Cazadores a caballo, que formaban el ala derecha de nuestra línea, cruzaron el río en Sant Andreu de la Barca y asaltaron con éxito la izquierda del enemigo; luego, dirigiéndose hacia la izquierda, tomaron la batería desde el flanco y se apoderaron de ella. Al mismo tiempo, el 2° Batallón Napolitano junto con los Cazadores Italianos, que formaban nuestra ala izquierda, cruzaron el mismo río en Sant Boi bajo el fuego intensísimo de la derecha del enemigo, lo asaltaron, lo ahuyentaron y recorriendo la orilla del Llobregat se reunieron a las demás tropas más allá del puente. El enemigo fue perseguido hasta Martorell, donde la División Lechi pernoctó. Al día siguiente volvieron a Barcelona. El resultado de la acción del 1° de julio fue la toma de 13 piezas de artillería y dos banderas a los Españoles. Se distinguieron los dos jefes de batallón, los capitanes D’Oria, Ciliberti8, Della Posta, Lombardi, los tenientes Depetris, Manes, Dumartò, Forni, el edecán Marchand9, los subtenientes Forni y Scarpelli. El 3 de julio la división Chabran salió de Barcelona y volvió a acantonarse entre // Sant’Andreu, Badalona y Mataró. El general Dueshme, al enterarse de que el general Reille estaba preparándose para poner sitio a Girona, quiso participar en él y a tal fin el 19 de julio salió de Barcelona con dicha división reforzada por los Cazadores Napolitanos a caballo, un batallón del 5° Italiano y el 1° Napolitano. Este batallón, que formaba parte de la vanguardia también bajo el mando del coronel Zenardi, sufrió mucho durante la marcha y en esa ocasión se distinguieron el capitán Della Costa, los tenientes Monaco, Depetris y Carascosa, y los sargentos Casalena y Farina10. Aquí cabe subrayar el atrevimiento del capitán D’Oria, que salió tres días después de la salida del general Duhesme, escoltando únicamente con su compañía y con un pequeño destacamento de 40 hombres del 3° Italiano un gran convoy de muni-

8

Del capitán Ciliberti no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. Pietro Marchand, posteriormente promovido a capitán, aparece en el informe Lechi (marzo de 1809) y en la petición, mencionada varias veces y enviada por el general Ferrier, de las recompensas prometidas por Napoleón (abril de 1812). 10 De estos dos sargentos no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. 9

923

8

RA

9

ciones de guerra hasta Girona, atacado continuamente por una gran multitud de insurrectos, y que por fin llegó al campo del general Duhesme el cual, creyéndolo perdido, le dio muestra de su agradecimiento en la orden del día de la Armada. El 26 de julio el coronel Zenardi con 4 batallones de infantería entre los cuales el 1°, y dos escuadrones de caballería, marchó hacia Figueres para abrir la comunicación con el general Reille. El cruce del Ter se hizo bajo el fuego enemigo. Tras la reunión en Bàscara, se volvió al campo el 27. El 31 Zenardi marchó hasta La Jonquera con los mismos cuerpos para escoltar el convoy de vituallas y municiones traído desde Francia. Durante el camino hubo un combate en la sierra Montnegre, donde estaba apostado Clarós con seis mil migueletes. Pero todo se superó. A la vuelta no se encontraron enemigos. Esta circunstancia hizo creer tanto al coronel Zenardi, como a los demás oficiales superiores, que los Españoles habían abandonado aquellas posiciones y se habían desplazado a otro sitio. Por tanto, en el despacho del 6 de agosto el coronel Zenardi marchó con sus propias tropas hasta el Puente Capomagno, a dos leguas de distancia de La Jonquera. Allí destacó al 1° Batallón Napolitano para que se desplazara a dicho pueblo a fin de entregar unos pliegos al Ministro de la Guerra; y él con el resto de sus fuerzas se mantuvo en posición en las colinas adyacentes a dicho puente. El batallón marchó tranquilamente hasta desfiladero de MontRoig, en el cual entró flanqueado por los voltigeurs. Algún que otro miguelete que se veía desde lejos en las alturas y que huía a medida que el batallón avanzaba, convenció al jefe de batallón Ambrosio de que el resto de la marcha sería igualmente libre. Pero en cuanto llegaron en medio del paso, aparecieron los migueletes en todos los puntos, rodeando la carretera y haciendo un fuego intenso y mortífero. Debido a la imposibilidad de retroceder, Ambro//sio decidió continuar la marcha y abrirse paso. Mientras tanto, Clarós y los migueletes avanzaban cerrando a los nuestros. Los flanqueadores, la retaguardia y la vanguardia ya habían llegado a la bayoneta con el enemigo. Todo estaba perdido, cuando la vista de las atrocidades con las cuales los Españoles se ensañaban con los infelices heridos que caían en sus manos, hizo caer a todos los soldados en una tal desesperación, que decidieron morir con las armas en la mano antes que someterse como prisioneros a tanta ferocidad. Entonces, a pesar de las bajas notables, el batallón, marchando a paso de carga y abriéndose paso con la bayoneta, pasó por La Jonquera y por fin llegó a la Bellaguarda. 924

RA Ese día fue fatal para el 1° Batallón: sus bajas fueron de unos trescientos soldados. El capitán Della Posta, que mandaba la Compañía de los Granaderos, hizo prodigios de valor: él fue quien salvó al jefe de batallón caído al suelo desde su caballo herido y que ya no podía marchar debido a la caída. Además de la gran pericia y del atrevimiento del capitán Della Posta, se distinguieron también los capitanes Liguori, D’Oria y Carreras, herido. Los tenientes Costa 1°, Monaco, Depetris y Carascosa, y los subtenientes Forni y Costa 2°. El 7 de agosto el coronel Zenardi se desplazó con su columna a la Bellaguarda; al reunirse al 1° Batallón Napolitano se puso en marcha el día 8 y el 9 llegó al campo de Girona. El día 16 el sitio fue abandonado. El general Reille volvió a Figueres y el general Duhesme se puso en marcha para Barcelona, adonde llegó el 21. Durante esta expedición el puesto de Montgat, que estaba vigilado por la 4a Compañía del 1° Batallón Napolitano, atacado con vehemencia por tierra por los migueletes y por mar por tres fragatas inglesas, al no poder recibir ninguna ayuda debido a la escasez de las tropas que formaban la guarnición de Barcelona, tras tres días de resistencia obstinada fue obligado a rendirse. En esta ocasión cayeron en poder del enemigo el capitán Schmerberg, el subteniente Liguori y la compañía entera. Los considerables refuerzos que recibían los Españoles reunidos alrededor de Barcelona hicieron que el general Duhesme, al ver la disparidad de fuerzas, decidiera convertir una guerra ofensiva en meramente defensiva. Entonces, limitando sus operaciones entre el Besòs y el Llobregat, acantonó a la División Chabran, que apoyando su derecha al primero ocupaba Sant Andreu y Horta; la del general Lechi, apoyando su izquierda al segundo, se dirigía hacia Cornellà, Sant Joan Despí, San Feliu y Gràcia. Como se había filtrado que el enemigo había empezado a establecer almacenes más allá del Llobregat, al amanecer del día 2 de septiembre el general Duhesme lo cruzó con toda la División Lechi. El 2° Batallón Napolitano, con uno del 5° Italiano formaban la derecha. Los Vélites Reales y otros dos batallones del mismo regimiento integraban el centro, el 1° Batallón Napolitano y un batallón suizo la izquierda. El paso se ejecutó im//petuosamente en todos los puntos, a pesar del fuego fusilero intenso y de una batería enemiga de cuatro piezas de campaña. Una parte de los almacenes fueron vaciados, una parte quemados. Ese día murió en el campo de batalla el valiente teniente de los Granaderos Depetris el 925

10

RA

11

cual, tras merecerse el aprecio y la admiración de sus superiores y de sus compañeros por su coraje, se ganó igualmente sus lágrimas con su muerte. El capitán Forcella fue herido gravemente. Se distinguieron sumamente los capitanes D’Oria y Lombardo, los tenientes Sassi, Dumarteau y Carascosa, y el subteniente Scarpelli. El granadero Casati con algunos otros granaderos, al no poder montarse en la batería enemiga debido a la altura de ésta, colocando una barra como palanca entre rocas y gaviones, derribó una parte de ella y se abrió paso. Los Españoles que estaban dentro fueron masacrados a bayonetazos. Una operación de la misma naturaleza y para el mismo fin se llevó a cabo cruzando el Besòs el 10 de octubre. El ayudante comandante Duveaux con dos regimientos franceses cruzó el río a la izquierda en la oscuridad de la noche y cercó las alturas de Sant Jeroni, donde se encontraba el campo de Milans del Bosch. La brigada Milossevitz, a la cual se agregaba el 2° Batallón Napolitano, lo cruzó a la derecha. El enemigo, sorprendido en su campo, gracias a la rapidez y al silencio de la operación, fue en su mayoría masacrado, mientras que una parte se puso a salvo como pudo huyendo. Nuestro batallón hizo unos 400 prisioneros, en esta ocasión los Napolitanos mostraron que sabían combinar la generosidad con la pericia, concediendo la vida y la detención a esos mismos enemigos que insultaban de la manera más cruel y atroz a aquellos infelices que caían en sus manos. El jefe de batallón Aquino actuó con extrema inteligencia. La consternación y la alarma que causó en los Españoles una operación tan inesperada animó mucho a nuestros generales, los cuales mandaron que se persiguiera al enemigo en toda la región adyacente. El ayudante comandante Deveaux llegó hasta Granollers, una ciudad a 6 leguas de distancia de Barcelona, donde entró a viva fuerza y quemó todos los almacenes del enemigo. La Brigada Milossevitz se mantuvo en segunda línea en Ripollet. A la vuelta del ayudante comandante, Milossevitz marchó el 13 de octubre para hacer un reconocimiento hacia Sant Cugat, ciudad a unas ocho leguas de distancia de Ripollet, y Deveaux se mantuvo en posición en la ya mencionada aldea. La bri//gada de este general, reforzada por el 1° Batallón Napolitano, salió al amanecer y a las cinco de la tarde llegó a la vista de Sant Cugat, donde encontró un cuerpo numeroso de tropas españolas bajo el mando del general Caldagués, sumamente fuerte en la caballería y en la artillería. Había sido mandado desde el cuartel general de Molins de Rei para acudir en ayuda de Milans, derrotado en el Besòs. Los batallones na926

RA politanos que formaban la vanguardia asaltaron al enemigo con fuego intenso, forzaron la entrada de la ciudad, pasaron al lado opuesto y en un gran llano sufrieron dos cargas impetuosas de caballería. Debido a la disparidad de fuerzas y al cansancio de nuestras tropas tras nueve horas de marcha, el general decidió la retirada. Mientras tanto, el 1° Regimiento, que detrás del nuevo movimiento constituía la retaguardia, sufrió el asalto de la artillería y de la caballería enemigas. La 5a Compañía del 2° Batallón, que flanqueaba la izquierda, se quedó separada de la brigada y afortunadamente, con la llegada de la noche, se puso a salvo en una dirección totalmente opuesta a la de marcha, con muchas bajas y muchas penas bajo la protección del puesto de Sant Pere Màrtir, vigilado por los nuestros. Posteriormente, hacia las 11 de la noche, nuestras tropas finalmente volvieron a los acantonamientos. Ese día las bajas del Regimiento fueron considerables, y si la suerte no fue favorable, eso se debe al número mayor de Españoles y no a la falta de valor por parte nuestra. La mayoría de los heridos fue rescatada a duras penas. Las dos Compañías de Granaderos y las de Voltigeurs hicieron prodigios de valor al cubrir la retirada del regimiento, al igual que éste cubría la de la brigada. Los jefes de batallón Ambrosio y Aquino actuaron con una firmeza y una sangre fría imprescindibles en semejantes circunstancias. Los dos batallones se retiraban escaqueados como podían, según permitían la naturaleza del terreno y las cargas de la caballería española. Los capitanes Giannettini, D’Oria y Lombardi, y los tenientes Carascosa, Corbions, Ricci, Forni y Garrasa se distinguieron sumamente, al igual que el cirujano Antonio Vitolo11, que prestó los primeros cuidados a los heridos con toda calma y sangre fría, bajo el fuego de la artillería enemiga durante la acción. Ese día el regimiento sufrió unos 60 muertos y 200 entre heridos y prisioneros. Mientras tanto, la Armada Española se hacía cada día más grande y los preparativos para poner sitio a Barcelona eran inmensos. El general Vives, comandante en jefe de esta armada, que constaba de veinticinco mil hombres de tropa de línea, migueletes y somatenes no incluidos, la mañana del 8 de noviembre quiso hacer un reconocimiento y asaltó toda la línea de nuestros acantonamientos. Nuestras tropas, como tuvieron que ceder ante el número imponente de enemigos, estuvieron obligadas // a retirarse bajo la protección de la plaza de Barcelona hasta la llegada del

11

De Garrasa y Vitolo no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe.

927

12

RA general Duhesme. Éste, tras reunir a todas las tropas que se encontraban disponibles en la ciudad, volvió a asaltar a los Españoles por la parte de Sants y los rechazó hasta Sant Feliu, luego se preparó a atacar a los que se habían apoderado de las colinas de Horta y Gràcia e igualmente les obligó a abandonarlas. En ambas acciones participaban los dos batallones napolitanos, que merecieron ser mencionados en la orden del día de la Armada, porque habían competido en valor con las tropas francesas. Los oficiales que se distinguieron fueron los capitanes Della Posta, Pignataro, Estengo y Giannettini; los tenientes Carascosa, Dumarteau, Corbions, el subteniente Sassi y los Voltigeurs De Rosa y Chappel. El día 17 de noviembre, como había sido asaltado con ímpetu el puesto de Sant Pere Màrtir y se temía su toma, el general Lechi recibió la orden de acudir en su ayuda con dos batallones italianos y el 2° Batallón Napolitano, que estaba acantonado en Sarriá. El enemigo tuvo que retirarse y fue perseguido por todas las alturas de Sant Jeroni, desde las cuales también lo echaron. Resultó herido el teniente Fornis de los Voltigeurs y se distinguieron el capitán Ruggiero y los subtenientes Segonne y Poerio. El general Vives, en la mañana del día 26 de noviembre, cruzó el Llobregat con todo su cuerpo de armada y asaltó los acantonamientos en todos los puntos. La mayoría de las tropas enemigas acometieron a nuestro centro y a la izquierda. El pueblo de Esplugues, vigilado por un batallón del 5° Italiano, fue el primero en ser asaltado, y tras una valiosa resistencia, debido a la superioridad de las fuerzas, tuvo que replegar más arriba de Sants retirándose a través del camino en el máximo orden, a la vez que otro batallón del mismo regimiento se retiraba por la misma razón de L’Hospitalet. Los dos batallones napolitanos apostados detrás y a la izquierda de Sants protegían la retirada de ambos, que fueron a formar la segunda línea. Los Españoles avanzaban cada vez más cargando y un batallón de migueletes se apoderó del pueblo ya mencionado, protegido por tres batallones suizos apostados para la batalla en una altura a dos tiros de fusil de Sants. Entonces el jefe de batallón Aquino mandó a dos compañías del 2° Batallón que retomaran el pueblo atacándolo por el gran camino y el regimiento avanzó para proteger la operación. Dichas compañías, a paso de carga y a la bayoneta, expulsaron del pueblo al enemigo, que huyó con el máximo desorden bajo la protección de los tres batallones ya mencionados. Entonces, los dos comandantes D’Ambrosio y D’Aquino, para aprovechar el desorden del enemigo y el entusiasmo de nuestros soldados, ataca928

RA

ron a los tres batallones suizos, que sin poder // resistir al ímpetu y al embate de los Napolitanos, se retiraron precipitadamente bajo la protección de una batería volante de tres piezas de batalla y dos obuses, apoyada por unos seis mil hombres de infantería y caballería apostados en una altura dominante, de la cual habían sido expulsados. El regimiento tomó esta posición y mostró la firmeza más grande al estar expuesto con las armas en los brazos durante aproximadamente una hora al fuego de granadas reales y balas que disparaba la batería. Finalmente, el general Lechi, viendo la superioridad de las fuerzas enemigas mandó la retirada a la Creu Coberta. Nuestra ala derecha sufrió la misma suerte y los Españoles permanecieron dueños de nuestros acantonamientos. Ese día murió en el campo de batalla el subteniente Poerio de la 2a Granaderos, resultaron heridos el teniente Ferrara y el subteniente Ossorio, el sargento Auriemma y unos treinta suboficiales y soldados más. Para alejar cada vez más al enemigo de las murallas de Barcelona y arrancarle el terreno adyacente palmo a palmo, el general Duhesme estableció una segunda línea protegida por el fuego de la plaza y para fortalecerla aún más hizo edificar varias obras de fortificación. En los polvorines situados debajo de Montjuïc y que dominan el campo alrededor, formó un campo atrincherado defendido por 30 piezas de artillería gruesa y apoyó allí su izquierda; un reducto con capacidad de doscientos hombres edificado a la derecha del gran camino y justamente en la Creu Coberta, además del pueblo y del cementerio de Jesús fortificados, cubrían nuestro centro; la derecha estaba apoyada al camino que conduce a Mataró protegida por el Fuerte Pío. Hacia las cuatro de la noche del día 6 de diciembre los Españoles asaltaron el campo atrincherado defendido por el 5° Italiano y paulatinamente toda nuestra línea. Desde el principio sus operaciones parecían apuntadas a apoderarse de dicho campo, ya que en efecto una parte ya estaba en sus manos, cuando el 5° Italiano reforzado por cuatro compañías Napolitanas volvió a la carga y los rechazó, haciendo una masacre de los que habían entrado allí. Durante la batalla el enemigo no hacía sino tener a raya toda la línea con un fuego débil, de manera que hacia las 6 parecía que estaba retirándose, pero de pronto se vio al mismo lanzarse con seis batallones hacia el reducto de Creu Coberta, defendido por dos compañías del 1° Batallón Napolitano, las cuales, tras oponer la resistencia de la que es capaz una tropa sorprendida y un reducto recién edificado, protegidas por el resto del batallón, lle929

13

RA 14

vando consigo piezas de batalla de las cuales estaba guarnecido el reducto, que debido a su imperfección // estaban atadas toda la noche al carro, se retiraron a las faldas de Montjuïc. El enemigo, que se había apoderado del reducto, avanzó hasta la Creu Coberta, pero al amanecer fue expulsado y obligado a volver dentro de su línea. La defensa del reducto le costó la vida al valiente subteniente Valanzuola y algunos soldados más. El teniente Ricci fue herido junto con muchos suboficiales y soldados. El día 7 a las 11 de la mañana el enemigo descubrió una batería de cinco piezas de a 24 y un obús de a 8 apuntado contra el ya mencionado reducto. El capitán D’Oria moría a los primeros cañonazos; mientras tanto, el 7° Cuerpo de Armada, bajo el mando del general Saint-Cyr, tras tomar el fuerte de Roses, salía camino de Barcelona para desbloquearla. El general Vives, cuando se enteró, envió al general Reding con dieciséis mil hombres para oponerse a dicha marcha, pero éste, encontrándolo en Cardedeu sufrió una derrota. Su desbaratamiento y el 7° Cuerpo, que avanzaba, obligaron el general Vives a levantar el sitio y a retirarse más allá del Llobregat. El general Saint-Cyr llegó a Barcelona el día 17 de diciembre y el 21 atacó y derrotó al enemigo que se había asentado más allá del río. Lo persiguió hasta las afueras de Tarragona y lo volvió a derrotar en Valls, haciendo unos tres mil prisioneros. Mientras tanto, la falta de víveres debido al sitio de Barcelona se hacía cada día más grave. Por ello el general Duhesme, que aún era gobernador de la ciudad, envió al general Lechi con su división a la región adyacente para conseguir la cantidad más grande posible de abastos. Para cumplir esta orden, la división se desplazó a Granollers, donde se apoderó de todos los víveres que se encontraban allí. Luego se dirigió a Mataró para el mismo fin. El 1° Batallón Napolitano, encargado de escoltar los convoyes enviados desde esta ciudad a Barcelona y viceversa, sufrió mucho, pues las fragatas inglesas y una cantidad de barcos cañoneros hacían fuego sin parar a lo largo del camino, igual que los migueletes desde las alturas dominantes. En esta circunstancia resultaron heridos los capitanes Pignataro y Giannettini y muchos suboficiales y soldados más. Hacia mediados de marzo de 1809, el general Saint-Cyr recibió la orden de cubrir con su cuerpo de armada el sitio que se iba a poner a Girona; a tal propósito mandó que la División Pino se desplazara a Terrassa y desde allí a Caldes y él, tras dejar la División Souham en el Llobregat, volvió a Barcelona. El día 29 de marzo la División Lechi fue a ocupar 930

RA Granollers, formando la vanguardia al Cuerpo de Armada donde mantuvo la posición hasta el 16 de abril siendo asaltada todos los días por los migueletes. En esta época fue herido gravemente el subteniente Decrescenzi y se perdieron unos sesenta hombres entre muertos y heridos. El mismo 16 de abril todo el Cuerpo de Armada se puso en movimiento hacia Vic. El Primer Regimiento Napolitano, que for // maba la vanguardia, tuvo que forzar el desfiladero del Congost, que conduce del valle de Granollers al llano de Vic. En esta difícil operación resultaron heridos el capitán Della Posta, el teniente Napolitano y el subteniente Prete, y el 1° Batallón perdió a más de 40 hombres, que perecieron. El Cuerpo de Armada, llegado a Vic el 17, se acantonó en la región adyacente. La División Lechi, siguiendo de vanguardia fue colocada en el Ter, y en Roda y Manlleu hasta el día 28 de abril, cuando recibió la orden de escoltar a tres mil prisioneros hasta Figueres cruzando las montañas, entre las cuales corren los ríos Ter y Fluvià. En la mañana de aquel día, entonces, la división se puso en marcha. El 2° Batallón Napolitano, que formaba la vanguardia, rechazó un número imponente de migueletes pasados por el paso del Esquirol, cruzó dicho pueblo y en un llano que se encuentra después de él sufrió una impetuosa carga de caballería española, que lo sumió en cierto desorden. Sin embargo, las dos Compañías de Granaderos bajo el mando de los capitanes Giannettini y Ruggiero se cerraron en masa con el resto del batallón y batiendo una carga avanzaron y rechazaron al enemigo hacia Sant Feliu de Pallarels, donde la división pasó la noche. El capitán Lombardo fue herido gravemente; las bajas del batallón fueron de unos treinta hombres. El resto de la marcha hasta Figueres se realizó entre todas las dificultades y con grandes penas. La vanguardia debía abrirse paso a viva fuerza e la retaguardia estaba siempre perturbada por un número imponente de migueletes y somatenes catalanes, que intentaban soltar a los prisioneros españoles y eran igual de atrevidos, al ser atraídos por el inmenso equipo que llevaban los mulos, algunos de los cuales heridos; como la carga no se podía transportar con otro medio, cayó en sus manos. En dicha expedición perdió la vida el valiente subteniente Forni. El último día, en la marcha de Besalù a Figueres, el jefe de batallón Aquino, que mandaba la retaguardia formada por dos batallones napolitanos y una compañía de Cazadores Italianos a caballo, que fue atacada por unos dos mil hombres de tropa de línea emboscados en la ribera derecha del Fluvià, desplegó la energía y la actuación más singulares, y también el valor y la firmeza más ejemplares. Su caballo fue 931

15

RA

16

matado, resultaron heridos el teniente Manhés y Giuliani, y se distinguieron el capitán Staiti, el teniente Costa y el subteniente Fortunati. La división llegó a Figueres el día 29 de abril, y salió de allí el día 4 de mayo para entregar al general Saint-Cyr algunos pliegos relativos al sitio de Girona, y luego para el mismo fin hizo dos viajes // más entre Vic y Medinyà pasando por Sant Hilari, después de los cuales fue destinado a formar parte de los cuerpos que se reunían para dicho sitio. El 23 de mayo salió, recorriendo el mismo camino de Sant Hilari con las mismas dificultades que había encontrado la primera vez. La noche del 25 llegó al llano de Girona, y acampó apoyando la izquierda a Salt y la derecha a la Casa Cuadrada. El 29 la plaza fue asaltada y en la noche del 30 un batallón de granaderos napolitanos e italianos tomó el pueblo de Santa Eugènia, que se encontraba a 300 toesas de la plaza. En la noche del 4 de junio se empezó a construir a la izquierda del Ter una batería de doce morteros para cañonear la ciudad y otra de doce piezas de a 24 en una altura, para batir en brecha los reductos que cubren el frente de Montjuïc; la primera empezó a disparar en la noche del 14, la segunda al amanecer del mismo día. La primera, además del daño que causaba en las obras de fortificación en el edificio, desbarajustó a los habitantes; la segunda, después de un fuego intenso sin parar durante dos días en las dos torres Luisa y Narcisa, al considerar practicables las brechas, las asaltaron y las tomaron con las bayonetas, masacrando a los defensores. Los Españoles, debido a la imposibilidad de contar con el apoyo de la tercera llamada Daniela, la abandonaron12. Tras la toma de estos reductos, se colocaron tres baterías para derribar los parapetos de dicho fuerte y desmontar sus fuegos. Esto se consiguió en tres días y luego se edificó en la noche del 3 de julio una batería de 20 piezas de a 24 en el flanco derecho de la torre Luisa para cañonear el bastión de izquierda de Montjuïc mirando a tramontana. La misma fue denominada Batería Imperial por su tamaño y al cabo de cinco días de fuego sin parar creían que la brecha estaba abierta. Para ese fin, en la noche del 8 todas las compañías selectas de las tropas que participaban

12

Los reductos están identificados por muchos historiadores españoles, pero también por Vacani, con las torres (Luisa, Narcisa, Daniela o de San Luis, de San Narciso y de San Daniel, para los Españoles; San Luigi, San Narciso, San Daniele, para los Italianos). Cfr. Vacani, Storia, II, pp. 207-208.

932

RA en el sitio, en número de 42, se reunieron en columna cerrada en masa detrás de la batería, y hacia las tres de la madrugada fueron avanzando a paso de carga para montar el asalto. No se puede describir el ímpetu con el cual los más valientes de dichas compañías selectas montaron la brecha, pero el atrincheramiento que los Españoles habían levantado en el bastión impidió a los nuestros entrar en el fuerte y a pesar del fuego intenso y continuado que hacían los defensores de la ciudad y de los fuertes, nuestra tropa volvió dos veces a la carga, y como se había enfrentado a las mayores dificultades que causaba la llegada del día, consiguió el mismo resultado; por lo tanto, tuvo que retirarse con la pérdida de unos mil cien hombres entre muertos y heridos. Las compañías selectas de la Brigada Napolitana, bajo el mando del atrevido e inteligente jefe de batallón Casella, actuaron con extrema pericia y co// raje, de manera que se merecieron el elogio del general Verdier. Nuestras compañías selectas sufrieron la pérdida de 37 muertos entre los cuales el valiente edecán De Dominicis y el subteniente Decrescenzi y tuvieron otros tantos heridos, entre los cuales el capitán Giannettini de la 1a Granaderos, el capitán Pepe, el teniente Dumarteau y el subteniente Nini de la 2 a , el capitán Forni de la 1a Voltigeurs y el teniente Scarpelli de la 2 a. El desgraciado desenlace de esta jornada llamó a su deber los oficiales de Ingenieros (por no ser el objeto de mi informe, no voy a tratar las causas que impidieron la toma de Montjuïc) que decidieron hacer el sitio siguiendo las reglas, empezando por el asalto de la media luna, tomada por la noche: como estaba de trinchera el general Zenardi, fue el primero a la cabeza de los Granaderos en montar el asalto. Tras la toma de la media luna, se empezó a batir la brecha del bastión derecho, para hacer inutilizables las trincheras que el enemigo había construido en el izquierdo: entonces los Españoles, para no exponer la guarnición a ser pasada a cuchillo abandonaron el fuerte volando el polvorín. Una vez tomado Montjuïc, se empezaron a construir baterías para tomar la ciudad, que estuvieron en condiciones de disparar el 30 de agosto. Mientras todo nuestro fuego estaba dirigido a formar dos brechas, una en el bastión de Santa Lucía y la otra en el cuartel de los Alemanes, el general Blake con quince mil hombres y un gran convoy de abastos, que hasta ese momento se encontraba cerca de Hostalric, avanzó hacia Santa Coloma fingiendo querer atacar al general Saint-Cyr el cual, creyendo cierto su movimiento, el 31 de agosto reunió a su cuerpo de armada, que estaba acantonado en la región adyacente a Girona y 933

17

RA

18

mandó al general Verdier, que se encontraba en Sarrià, suspender el sitio y acercarse con todas las fuerzas disponibles a Fornells, su cuartel general13. El 1° de septiembre el general Saint-Cyr se encaminó para atacar al general Blake, que en la oscuridad de la noche había decampado y, escondiendo su marcha, asaltó rápidamente desde la derecha del Ter hacia las 11 de la mañana con ocho mil hombres y seiscientos caballos a la División Lechi, que las enfermedades habían reducido a la fuerza de unos mil hombres y sesenta caballos, desprovistos de artillería, que el general Verdier al pasar se había llevado, junto con el 2° Regimiento de Cazadores Napolitanos a caballo. El general Milossevitz, que mandaba provisionalmente la división, avanzó para reconocer al enemigo, haciendo que las compañías de Voltigeurs napolitanos asaltaran las primeras casas de Salt, de las cuales se habían apoderado ya los migueletes y, al ver la superioridad de las tropas enemigas, // tuvo que retirarse a la Casa Cuadrada y atravesar todo el llano bajo la amenaza de la caballería española, que hubiese hecho pedazos la mayoría de los nuestros, si no se les hubiese impuesto un excelente orden de retirada. Llegados a la Casa Cuadrada, el general, al ver la imposibilidad de quedarse allí, ya que una salida que se había hecho desde la plaza intentaba tomarnos por el flanco, mandó continuar la retirada hacia Fornells. Ese día el regimiento, además de la pérdida de unos veinticinco hombres entre muertos y heridos, perdió una cantidad de efectos que estaban en el almacén de Salt. El enemigo, dueño del llano, introdujo en Girona un gran convoy de víveres e hizo salir de la plaza a todos los heridos capaces de marchar y a la guarnición ya consumida por el sitio, cambiándola con cuatro mil hombres de tropa fresca. El general Saint-Cyr, que por no haberse encontrado con el general Blake había vuelto a su cuartel general, tras ver al general Milossevitz y leer su informe, le mandó volver a Girona, tomar posición en la Casa Cuadrada y apoyar el movimiento del general Verdier, al cual igualmente ordenó marchar con su división para expulsar al enemigo de la llanura. Las dos divisiones salieron enseguida y llegaron a Girona sobre las 4 de la tarde del mismo día. El general

13

La versión del RA , como la de Vacani, cfr. Storia, II, pp. 268-279, rinde justicia a la astuta maniobra de Blake. Véase también De Laugier, Fasti, VIII, pp. 111-123, mientras que la versión pro domo sua de Gouvion-Saint-Cyr – llena de contradicciones – se encuentra en Gouvion-Saint-Cyr, Journal, pp. 241-260.

934

RA Verdier, al no encontrar a los Españoles en el llano, pues se habían retirado ya hacia Banyoles, siguió marchando para Sarrià y a eso de las 6 de la tarde todas las tropas que hacían el sitio retomaron las posiciones que habían dejado el día anterior. La falta de municiones nos obligó a quedarnos inactivos durante unos días y cuando las recibimos empezamos a construir más baterías para desbaratar y hacer practicables las dos brechas ya empezadas, que consideramos tales el 19 del mismo mes. A raíz del informe del Cuerpo de Ingenieros, según el cual las brechas estaban practicables14, el general Verdier mandó que las tropas del sitio se reunieran detrás de Montjuïc en columna cerrada en masa hacia las tres de la tarde; las posiciones que éstas dejaron las ocuparon las tropas del general Saint-Cyr, que se había acercado con su cuerpo de armada para proteger esta gran operación. El general Guillot con su brigada recibió la orden de asaltar la brecha del cuartel de los Alemanes, llamada “Belle bre[c]he” y el general Zenardi, que mandaba provisionalmente la División Lechi, reducida a unos quinientos hombres debido a las enfermedades, la de Santa Lucía15. // Para llegar a estas brechas había que bajar la montaña de Montjuïc a cuyo pie se encuentra la ciudad. El general Guillot para llegar a la suya debía recorrer más camino; para ello, fue el primero en ponerse en movimiento hacia las 4 seguido por el general Zenardi, que a la cabeza de su división montó la brecha a pesar del fuego intenso que hacían desde la plaza, los fuertes y una guarnición de 4000 hombres junto con unos 7000 habitantes. Sin embargo, no sirvió de nada apoderarse de la brecha, pues para bajar a la ciudad hacía falta tirarse a un foso profundo unas cuatro toesas, formado por una porción de la muralla que había permanecido en pie, y una hondonada debajo de él. A pesar de que sabían que era imposible entrar en la ciudad, para apoyar y esperar el desenlace del asalto de la Belle bre[c]he por parte de la brigada Guillot, la cual tras tomarla encontró igualmente unos obstáculos y en especial un fuego intenso de metralla que disparaban dos piezas colocadas encima de un pequeño puente que desde la brecha llevaba a la ciudad, la división estuvo expuesta durante unas dos horas a un

14

El RA da la versión de Verdier. En cambio, la de Vacani, que los hechos probaron ser la verídica, es muy distinta, cfr. Vacani, Storia, II, pp. 289-301. 15 Aquino, en un informe del 16 de septiembre, señalaba en Nápoles que el 1° de Línea estaba a punto de «disolverse en heridos y enfermos ». Cfr. Cortese, L’esercito napoletano, p. 86, nota 1.

935

19

RA

20

fuego intenso y mortífero que el enemigo disparaba desde todos los puntos, y sobre todo desde el campanario de la iglesia de Santa Lucía. Desde aquí arrojaban también piedras a los nuestros que estaban en la parte más alta de la brecha. Finalmente el general Zenardi, que siempre mantenía la mirada fija en las operaciones del general Guillot, como se había dado cuenta de que él mismo por las dificultades encontradas empezaba a retirarse, dio a la división la misma orden. No se pueden expresar el ímpetu y el coraje con los cuales los Napolitanos, que formaban la mayor fuerza de la división, montaron la brecha, particularmente el Batallón de las Compañías Selectas, que estaba a la cabeza de la columna mandada por el atrevido jefe de batallón Palma, herido ligeramente por un balazo en el cogote. Hay que rendir justicia al extremo valor con el cual se portó el general Zenardi, y a las órdenes excelentes que dio, así como al valor y a la sangre fría que demostró el sargento primero D’Aquino, que en dicha circunstancia mandaba la Brigada Napolitana. En esta jornada desgraciada para las tropas francesas el regimiento, de los ciento veinticinco hombres que integraban su fuerza antes del asalto, sufrió diecisiete muertos y treinta y seis heridos. Se distinguieron sumamente los capitanes Carreras, Graziola, el teniente Manhés y los sargentos primeros Tassoni y Fiscardi y el sargento // Ferrara16. Todas las tropas que habían participado en el asalto vivaquearon por la noche detrás de Montjuïc y al día siguiente volvieron a sus posiciones. Debido a las enfermedades y las penas de la guerra, la División Lechi no podía continuar el sitio, por lo cual el general Saint-Cyr pensó disolverla enviando los cuerpos al acantonamiento para descansar. El regimiento salió de Girona el 25 de septiembre para Roses, donde se encuentra en la actualidad. Ante este relato rápido, pero puntual, de los sucesos militares ocurridos en Cataluña, será muy fácil subrayar que el I° Regimiento de Línea Napolitano quedó bien en todas las acciones en contra del enemigo y en todas las operaciones de la guerra. O bien por ser considerado un regimiento extranjero, o bien por contar con su pericia, los puestos más importantes y peligrosos, los encargos más difíciles y atrevidos, fueron encomendadas al mismo. Siempre de vanguardia y de retaguardia, con-

16

De Tassoni, Fiscardi y del sargento Ferrara, que no deben equivocarse con el teniente y el subteniente homónimos, no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe.

936

RA forme el enemigo amenazaba la cabeza o la cola, el regimiento estuvo a la altura de las expectativas de los generales siempre que se empleó, más aún porque en sus acciones demostró un ímpetu vehemente. Los Napolitanos, tan ardientes como el clima que anima su tierra, tan férvidos como el Vesubio, que electriza su país, por su ímpetu fueron denominados los Franceses de Italia. Los Españoles mismos admiraron esta calidad destacada de nuestra nación y el general Caldagués, al que habíamos capturado, en la mesa del general Duhesme dijo lo siguiente, tan honorable para los Napolitanos: «Ustedes tienen en su cuerpo de armada un famoso regimiento, nadie resiste a su choque». «¿De qué regimiento hablaba Usted? – dijo Dueshme – Del Regimiento Napolitano», contestó el general español. A esto se debe añadir la consideración impotente de las penas extremas, de los trabajos, de las marchas penosas, de la falta total de sueldo, de privaciones de todo tipo, durante mucho tiempo de la carencia de otros víveres aparte de los rábanos y finalmente de las vejaciones insoportables en medio de las cuales el regimiento hizo todo lo que se relató anteriormente. Testigos de todos los hechos de la guerra de Cataluña, al referirlos no hemos hecho sino ejecutar el dictamen de la verdad sin ser arrastrados ni por el ascen//diente de la parcialidad, ni por la voz de la prevención. En otro lugar, el entero Cuerpo de Armada de Observación de los Pirineos Orientales puede ser garante de la verdad de nuestro informe. Si alguna consideración movió más o menos nuestra pluma, fue la del amor nacional y hacia nuestros compañeros merecedores y valientes, que compartieron con nosotros las penas y los peligros de la campaña. El comandante de los batallones de guerra Aquino, mayor

937

21

De Laugier, Fasti e vicende, VI, tra p. 202 e 203, incisione/grabado

Lettera al Commendatore

// Lettera al Commendatore… intorno agli ufficiali napoletani

che si distinsero nella guerra di Spagna negli anni 1809 e 1810 . //

43r

1

// Civita, 15 luglio 1842

44r

Signor Commendatore pregiatissimo, se rispondo anzi che che no tardi alla sua graditissima del 10 prossimo passato voglia Ella compiacersi di ascrivere questo ritardo non già ad incuria di dovere, ma bensì a premura di servirla il meglio che da me si potesse, andando attentamente ricordandomi cose di 30 e più anni fa. Così ho l’onore di dirle perché, comunque militando in Spagna io mi andassi scrivucchiando un commentariaccio o commentariuzzo, cui la fantasticheria giovanile trovossi accidentalmente ragionevole in dargli il titolo di Galimathias, nondimanco questo mio centone, bene o male che ne fusse il dettame di scriverlo come lo scrissi, è poverissimo di quelle notizie che Ella più desidera, dei fatti, vale a dire, individuali. Bene o male, ripeto, che fosse, io pensava anche allora come attualmente mi penso, che ne’ fatti di guerra vogliansi o individualità singolarissime quali verbigrazia quelle di un Crastino o di uno Sceva2 per registrarsi, od almeno gesta individuali che trovaronsi da tanto a decidere la sorte di una giornata campale o di un campeggiamento. Ciò anche sostenni in un articoletto dell’“Antologia”3 fiorentina relativo alla storiella aneddotica del Lauger4, opera di cui (sia detto fra noi) giudicando de’ fatti che mi

1

Titolo apposto forse dal nipote Marcello Pepe. Si tratta di Crastino, eroico centurione romano (Cesare, De bello Civili, 3, 91) e di Muzio Scevola. 3 Cfr. in quest’opera Scotti Douglas, Gabriele Pepe, pp. 111-113. 4 Si tratta della recensione, pubblicata sul n. 100 della “Antologia” di Vieusseux (aprile 1829, pp. 129-135), all’opera di De Laugier, Fasti e vicende. 2

941

LC

44v

sono cogniti, i 19 ventesimi sono pure e mere invenzioni. Comeché in ciò stia il vero e tornando al proposito, in una guerra alla spicciolata quale era quella di Spagna, e non fra eserciti ma contro all’intera massa del popolo, individualità dell’anzidetto momento non se ne potevan dare, né se ne dettero. Non intendo intanto in così dicendo né ad invilirla, e con ciò ad invilire i servigi di coloro che onorevolmente la militarono, né a frustrarla della sua vera e grande utilità. E questa era la quotidiana scuola pratica, sì ad agguerrire i gregarii come a svolgere l’ingegno tattico degli ufficiali e formarne buoni generali, perocché ivi l’infimo sottotenente, commesso o ad attaccare un posto od a difenderlo, o ad andare sia da foraggiere, sia da esploratore, sia a speculare il paese eccetera eccetera era di fatto un generale in capo in miniatura, ne’ // tutti suoi provvedimenti e ordini tanto in farsi innanzi con successo, quanto in ritirarsi illeso o con poco danno. In ogni modo, senza punto intendere a laude o apologia del prefato mio lavoretto, io non vi trovai registrate che tre sole belle azioni particolari: quella cioè del volteggiatore Cinquegrana (della compagnia del capitano d’Estaing, 1° di Linea) il quale nell’assalto a soprappresa, stolidamente voluto da {da} Duhesme ne’ principii della guerra, a Girona, precipitò da' merli giù per la scala facendo franar seco quelli onde era seguito, perché ferito a morte col cranio mezzo saltato. (Forse questo è il volteggiatore di cui Ella mi domanda il nome ne’ suoi quesiti. Non so peraltro se Santa Lucia fosse quello del bastione in cui fu dato l’assalto). L’altra del guastatore Bastelli o Bastello, che in un recinto a pietre secche di un podere o giardino al di là del Llobregat, ricinto entro il quale stava postata una banda di Spagnoli, egli facendo dell’asta della sua scure leva a sgominar quel muro a secco, vi riuscì ad aprirvi breccia, ed indi animoso v’entrò il primo. L’ultima bell’azione infine, atto anzi di spiriti o patrii o di corporazione che di virtù militare, fu quella della moglie del nostro vagmeister5 Guerra6, la quale, nella soprappresa della cittadella di Figueres, avvenuta per prodizione di un magazziniere che di nottetempo aprì una poterna agli Spagnoli, salvò la bandiera del 1° di Linea avvolgendosela indosso fralla sottana o camicia e la gonna. Le donne come Ella ben sa, non vanno soggette alla ragion di guerra della prigionia. Fu essa quindi lasciata andar libera e così avvenendo la bandiera fu salva. Ella mi domanderà in qual mai

5 6

Per wagenmeister, capo dei carriaggi. Non ne abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe.

942

LC modo questo stendardo stesse in quella rocca e non col suo regimento. Ed ha ragione. Le dirò dunque che il colonnello Pegot, il quale misurava tutti gli altri col compasso della sua codardia, volle ivi lasciarlo nullostante gli strepiti degli ufficiali. Tornando ora al fatto, gli ha esso, a parer mio, un merito e una bellezza maggiore di un consimile fatto riferito da Napoleone nei suoi dialoghi in Sant’ Elena. Un regimento avea perduto l’aquila, e l’Imperatore strepitava, quando ecco presentarglisi un soldato dicendogli: «Les ennemis n’ont que le baton: mais voici le coucou», e cavossi dallo zaino l’augello giovesco. Maggior bellezza e merito io dicea, v’è nella nostra salvatrice vessillifera, e perché // donna ella e non guerriero, e perché essa sì che potea dire: gli inimici non hanno preso che il solo bastone. Il drappo del vessillo francese, che equivaleva al coucou, era in mano inimica. Queste tre azioni individuali laonde io trovo registrate nel mio Galimathias7. «Che cosa adunque vi scrivevate voi?» sento da lei dirmi. E le risponderò che scrivendolo in forma di efemerida irregolare, senza preordito disegno di diario militare e più per passatempo o divagazione di spirito in quella aspra vita di marce, contromarce, scaramucce e fatiche continue, mi avvenia di scrivervi cheché mi saltasse per la mente, e secondo che in me spirasse l’umore. Lo giudichi, signor Commendatore, dal seguente brano che le trascrivo8. Grazia, 3 settembre 1808 Finora non avevamo avuto che ufficiali feriti. Ieri perdemmo il nostro bravo de Petris. Mentre i zappatori scavavangli il fosso, io incisi nella corteccia di un bel pioppo la seguente iscrizione: «De Petrius, Iae Neapolitanae legionis subcenturio, impavidus ac strenuus miles, cum magno moerore et luctu omnium commilitonum, ab Iberis die II septembris 1808 occisus. Eius cineres mortales sub hac populo iacent sepulti. Hoc ne inscius esset viator, cui non sit grave dicere requiem, centurio Gabriel Pepe posuit»9. Voltaire disse che il poema epico in cui meglio giochi la religione sul meraviglioso dell’epopea è l’argomento della prima crociata, poe-

7

Pepe ricorda male, giacché il salvataggio della bandiera da parte della moglie di Guerra non è ricordata nel G1 e nemmeno nel corto brano nel MInt ove si parla di Spagna. 8 In realtà non si tratta di una trascrizione fedele, ma di una riscrittura che comprende anche nuovi elementi rispetto al brano originale. 9 Questa versione dell’epitaffio, evidentemente citata a memoria, non coincide completamente col testo latino in G1, 70v, ove si trova anche la traduzione alla nota 183.

943

45r

LC

45v

tato dal Tasso. Ed è vero, parlando dei poemi finora fatti. Vi sarebbe però un subietto di assai maggior sublimità. Questo fora la liberazione d’Israello dalla cattività egiziana: Dio che marcia entro una colonna di fumo di giorno e di fuoco di notte, alla testa del popolo, il passaggio mirabile del Mar Rosso eccetera eccetera, in mano di un altro Tasso od Omero sarebbero temi inesauribili di bellezze poetiche, ed il vero caso dell’oraziano «Deus intersit»10. È uscito l’ordine del giorno del fatto d’arme di ieri: «Le septieme s’est surpassè», vi si dice, e sta bene. Anche i Veliti italiani vi sono nominati con lode, e va meglio. Ma che costava la sola menzione del nostro bravo Defonte11? È il vero caso di dire coll’Argillano del Tasso: «Quando le palme poi, quando le prede si dispensan negli ozi e nella pace, nostri non son già ma tutti loro, I trionfi, gli onor, le terre e l’oro»12. // // Da questa mostra o saggio del mio memoriale, Ella vedrà il genere, comeché vorrà, bizzarro o stravagante, che andava a genio del rozzo compilatore. E non taccio che o per nullità di vocazione a’ particolari, o per indole di spirito inescabile da quella realtà od apparenza speciosa che hanno sempre le generalità, io peccai sempre del vizio di abbominare quelli, e d’avviarmene a quest’ultime. Volendosi inoltre, che quando si fanno le confessioni de’ propri falli non vuolsi tacere nessuna colpa, confesserò anche quella del mio amor proprio, che così scrivendo, come mi avvenia di scrivere, io facea bene. Io aveva assaggiato la guerra nella memoranda discesa del San Bernardo; ed abbench’io nell’età di sedici in diecissette anni nulla non intendessi della magnitudine del disegno ed ordine di quell’inclita evoluzione13, la maggiore di certo che mente di capitano abbia mai escogitato, ne sentia impertanto una memoria di stupore, che non si è menomato poi che studiandola venni a capo d’intenderla. Con questa predisposizione di spirito, a me null’altro non parea dia vedere in Ispagna se non una guerra, più fiera invero di quella di cui aveva confusi ricordi del ’99, e che quindi nel 1806 aveva

a

Nel sopralinea.

10

Quinto Orazio Flacco, Ars Poetica, 191. Non ne abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe. 12 Tasso, Gerusalemme Liberata, VIII, 65; la citazione esatta è: «nostri in parte non son, ma tutti loro». 13 La memoria tradisce Pepe: all’epoca del passaggio del San Bernardo (1800), egli aveva infatti già vent’anni. 11

944

LC vista in Calabria e nel 1807 in Contado di Molise; una guerra insomma di briganti, per dirla alla francese. Però me ne andava a’ miei favoriti castelli in aria delle generalità. E fra queste v’erano qua e là osservazioni sulle quali il mio amor proprio mi fa tuttavia peccare della superbiuzza di credere che esse avevano la loro utilità. Verbigrazia io andava scernendo e notando quali attitudini avessero i nostri Regnicoli a divenire o no buoni soldati, perché il governo, i capi e la disciplina attendessero a correggere le male ed a svolgere le buone. E senza punto pretendere, signor Commendatore, che Ella giuri sulle mie parole, sottometterò alcune di queste mie osservazioni alla sua acuzie e sentenza, perché se ne valga, se le crederà confacenti alla sua istoria. Non le è ignoto che gli stranieri in parlando di noi Regnicoli quali uomini poco atti alle armi vanno subito alle frasi trite e volgari, del clima e della mollizia capuana o tarentina, onde, al loro dire, sono snervati gli abitatori del Regno. Fatto sta che sì per raziocinio e sì per esperimento, la cosa va altrimenti del creduto assioma degli Oltramontani. I nostri villici, tra per arretrata civiltà, tra per poca o nulla agiatezza, tra per antichissima consuetu//dine domestica, non sanno che cosa sia il dormire in letto se non quando piglian moglie. Da giovani dunque essi dormono per terra allo scoperto durante la state e ne’ magazzini di paglia durante il verno. Essi inoltre, non conoscendo, non dirò già leccornie, ma nemmanco quotidiana minestra, fanno di un pezzo di pane e di qualche cipolla il loro cibo ordinario. Il che induce per raziocinio alla ragionevole conseguenza d’esser essi, così, come dicemmo, assueti ad una vita aspra, più atti a sopportare le consuete privazioni, fatiche ed asprezze della guerra. E ciò mi parve osservare ne’ nostri durante la guerra di Spagna. I Francesi, dopo aver passato una notte allo scoperto, hanno bisogno di quel sorso di acquavite, che essi dicono la goutte. Nulla non dirò de’ Tedeschi, che son mezzi vivi nel mattino pria di rianimarsi lo spirito. Ne’ nostri non mi parve notarne né bisogno e molto meno necessità: ed abbenché essi ne pigliassero l’uso coll’altrui esempio, non perciò se la passavano men bene quando non l’avevano. I Francesi, inoltre, son mezzi morti quando non hanno la loro zuppa; ed ho udito da coloro i quali hanno militato con gli Inglesi, che così pure è il soldato inglese allorché è privo della sua grossa razione di carne. Il nostro soldato si accomoda a tutto, e fa alimento d’ogni cosa che sia mangiabile. Il che ancora mi fu dato di verificare col fatto, convogliando una volta, insieme con talune compagnie francesi lunghessa la riva sinistra dell’Ebro, un barchereggio carico di artiglierie e munizioni occorrenti all’assedio di 945

46r

LC

46v

Tortosa. Le acque eran basse, e però si fece poco camino non men dalle barche che dalle fanterie di scorta. Dovemmo quindi pernottare in campagna rasa senza vettovaglie. I nostri, frugando e rifrustando i dintorni, trovarono in una meschina casa campereccia qualche moggio di mandorle, porzione delle quali furono offerte a’ Francesi, i quali ne presero qualcheduna sol per segno, forse, di non sgradire la esibizione. Essi insomma se la passarono digiuni; io per l’opposto sentii i miei durante tutta la notte schiacciare e rosicchiar mandorle; e nel giorno appresso, trovando nel groppo de’ monti rimpetto a Vinabro (probabilmente la stretta o forra di monti e fiume ove Cesare antivenne a’ pompeiani Afranio e Petreio) postati gli Spagnoli14, bisognò battersi per isni//darli; piccola carica in cui, tranne il caso possibile dell’amor patrio in farmi venir le traveggole, mi parve vedere che più vigorosi destri e lesti de’ Francesi si dimostrassero i nostri. In generale mi parve scorgere che il fante regnicolo è miglior soldato allorché o sta in ordinanza o pugna alla spicciolata, a fianco di milizie d’altra nazione, che quando è solo. Se ciò addivenga o da accensibilità di spirito ad emulazione, ovvero dalla coscienza più sicura in vedersi egli fiancheggiato da guerrieri che ei reputa più prodi di lui, è un punto che lascio appieno alla sua acuzie d’intelletto, signor Commendatore. In quanto a me ne fo le debite parti ad amendue le testé prefate ragioni. Né ciò è un puro e semplice mio raziocinio, ma una conseguenza che mi parve doversi dedurre da’ fatti. De’ quali le accennerò due soli. Allorché, il dì 26 novembre 1808, Vives investendoci d’ogni banda, ci ristrinse a poca distanza intorno Barcellona, il 2° Regimento di Linea Italiano più degli altri incalzato perché trovavasi più innanzi, passò rasente a quattro compagnie del 1° di Linea Napoletano. Il colonnello Foresti, che comandava quello, chiese a questo ultimo soccorso; e cessando allora la ritirata col pigliar l’offensiva, fosse egli o per maggiore agevolezza di terreno, o per più focosa mobilità di persona o per gara a distinguersi, certo è che i Regnicoli anteriormente agli Italiani trovaronsi nella posizione donde questi ultimi erano stati indietreggiati. Presso che lo stesso mi avvenne di scorgere in iscortando un careggio di munizioni e vettovaglie per l’assedio di Girona. V’era anche in convoglio un batta-

14

Lucio Afranio (?-46 aC.) e Marco Petreio (110-46 a.C.), luogotenenti di Pompeo in Spagna durante la guerra civile, affrontarono nel 49 a.C. le legioni di Cesare presso Lleida e furono sconfitti e catturati. L’episodio cui allude Pepe è in Cesare, De Bello Civili, I, 70-72.

946

LC glione di Vesfali. Alla Montagna Nera non mancò l’ordinario incontro ed attacco colle bande spagnole15. E qui pure, fossesi o per gara, ovvero per la nota tardità o pesantezza delle membra alemanne, certo è che pria de’ Vesfali andaron poggiando per quelle alture i nostri. Dirò intanto ed il bene ed il male. A conseguire i fin qui detti effetti dalle nostre milizie, è vano che l’ufficiale speri di conseguirlo dicendo a’ suoi: andate. Ei vuolsi che egli il primo si slanci, e facendosi vedere innanzi li inanimisca a gareggiare e distinguersi agli occhi degli stranieri. // Il nostro Regnicolo è, come il Francese, più atto a dar lo impeto che a pigliarlo e reggerlo; osservazione che una volta, stando a tavola da Duhesme, udii notata anche da questo generale, che vi aggiunse le seguenti parole: «Sous ce rapport les Napolitains sont les Français de l’Italie». Ed invero poco fermo è il nostro soldato in ischiera.a Nonpertanto ove il suo ufficiale gli si dimostri calmo ed immobile, egli sta al posto suo. E ciò pure mi avvenne di verificarlo col fatto, in quell’istessa posizione anzidetta, che perduta dagli Italiani fu poi ripresa coll’aiuto de’ nostri. Ivi ci trovammo a petto di una batteria di obici spagnoli, che prese a fulminarci una grandine di granate, dalla scheggia di una delle quali morì sventrato sul posto il mio sottotenente Poerio. I nostri vi si tennero fermi. Assai più de’ Francesi, i Regnicoli perdono ogni animo e senno alle soprapprese, nelle notturne in ispecie. E non dissimili da quelli, mentre cotanto se ne disordinano spaventatissimi, sono oltremodo incuranti a guardarsene. Se debbo anzi dire il vero, il servizio che più pesa a’ nostri o li annoia, è il tenersi vigilanti, raccolti, pronti in guardia. In vece di ciò dormono essi nel posto avanzato, così saporitamonte come ne’ dormitori de’ quartieri in tempo di pace, e non di rado la sentinella anche essa dormicchia in piedi. Gli scrittori francesi per iscusarne i loro guerrieri, dicono «qu’ils dorment le sommeil du lion». Io che non amo le frasi vaniloque, dirò che dondunque proceda questo inconveniente o da eccesso di coraggio o da infingarda incuria, gli è desso un vizio grandissimo negli ordini militari, che la disciplina dovrebbe, con ogni cura indefessa e rigidissima, sradicare. Del pari poco fermi, od anzi che no molto disordinabili, mi parvero i nostri fanti alle cariche o correrie di cavalleria. Essi sono ignari del vero,

a

Seguono tre o quattro parole depennate.

15

In catalano Montnegre.

947

47r

LC

47v

che l’uomo a piede è più forte e meno vulnerabile di quello a cavallo. Inscii son pure dell’altro vero, che la fuga salva invero chi è pedone dal pericolo d’esser raggiunto da altri pedoni, ma non già da chi l’insegue cavalcando a briglia sciolta. Per non tacer nulla, dirò che un consimile disordine l’ho scorto non solo ne’ nostri, ma bensì negli Italiani, e dirò // perfino in qualche battaglione francese. Quello che i Francesi hanno di rimedio al male in discorso, ed i nostri no, è che essi si fermano e riordinano alla voce degli ufficiali, in ispecie se questi gridano la magica frase: «au nom de l’honneur». A riunire e riordinare i nostri, il mezzo più efficace che io mi abbia potuto scernere è quello che l’ufficiale pigli di fianco qualche posto difficoltato da ertizze16, o da siepi od altri ostacoli, e da indi li richiami facendovisi veder fermo. Gli è dunque il subietto in materia un vizio sul quale abbenché si andasse ottenendo qualche correzione sotto quegli ufficiali che avevano sangue freddo e godeano della stima de’ loro soldati, nondimeno non si pose capo a rilevante resultato, o v’avrebbero bisognato dieci altri anni di esercizio di guerra e di rigida disciplina per estirparne il pestifero germe. Il servizio in cui più attentamente mi applicai ad andar scernendo lo stato morale de’ nostri soldati, fu, durante l’assedio di Girona, quello della guardia alla batteria di breccia, che a parer mio è il più tremendo servizio di guerra. E qui pure mi parve scorgere che i nostri hanno i numeri occorrenti a miglioria nelle virtù militari; perocché nel primo giorno dell’esperimento non saprei ridire il modo in cui li vidi accovacciati e stretti alla sca[r]pa interiore del parapetto, immobili (e fu quella forse la prima volta che io vedessi immobilissimi i mobilissimi nostri uomini) e la loro fisonomia a cadauno scoppio di mortaio nemico che ne vomitava addosso grandinate di granatelle. Quindi nel toccarne la seconda e la terza volta, siccome l’uomo fa col frequente uso, abito a tutto, e financo a’ pericoli della morte, così anche i nostri tornarono alla loro natura mobile, ciarliera, curiosa, temeraria, anzi, a cavar la testa fuori del parapetto, nullostante il rischio d’averla fracassata da una palla di fucile nemico; andando infine per curiosità, nelle ore di riposo delle artiglierie, a veder per le cannoniere il guasto delle mura nemiche. Erano francesi gli artiglieri, ed ivi mi venne il destro a notare una consimiglianza d’indole fra essi ed i nostri. Essi avevano i loro beaux mots d’esprit e sobriquets allusivi alla circostanza. Ed i nostri pure dicevano gaiamente i loro riboboli.

16

Luoghi scoscesi e dirupati, che rendono difficile l’accesso alla cavalleria.

948

LC Fra’ quali ne notai uno molto poetico, che molto mi andò a genio in quella bella età giovanile, in cui io pizzicava di poeteria, e poetesitrando versacci, ero detto il Poeta del Regimento. Eccolo. // È pressoché generale per tutti i villaggi del Regno l’uso festivo che quando la sposa esce dalla casa paterna per andare a sacramentare le nozze in chiesa si fanno degli spari, e quindi si buttan noci e confetti a’ fanciulli. Ed i nostri soldati, facendone figura alla, invero niente bella, grandinata di confetture de’ mortai spagnoli, a cadauno scoppio gaiamente dicevano: «Mo esce la sposa», e «Mo avremo noci e confetti». O io molto m'inganno, o moltissima potenzialità a divenire ottimi soldati hanno uomini i quali si abituano e naturano ad aver gaiezza di un servizio di guerra in cui gli strumenti di distruzione seminano da un momento all'altro, morti, ferite, mutilazioni e terrore. Così io mi dicea al capitano Gaetano Prete, quello de’ nostri ufficiali, cui null’altro non mancava ad essere un ottimo generale, che l’avere un ricamo al collo. E notando la prestezza de’ nostri ad abituarsi indifferenti a’ pericoli più tremendi, mi ricordo d’avergli detto una volta, che a guarire i nostri soldati dal timor panico della cavalleria, avrei desiderato che per un paio di settimane ne avessimo avuto giornalmente una carica. Così pensava allora; e così tuttavia penso. E queste graduali migliorie militari de’ nostri andava io osservando e notando nel mio centone. Sul quale argomento, senza affermare un fatto, dirò ciò che parevami vedere; e questo era che mentre pareami che le nostre fanterie s’andassero immegliando, direbbe il nostro marchese don Basilio Puoti17, la cavalleria per l’opposto mi sembrava andar digradando dall’antica sua egregietà e riputazione, secondo che essa andavasi assottigliando de’ suoi eccellenti soldati e sottoufficiali, e sovratutto de’ suoi ottimi ufficiali, veterani. Torno a dire di affermare non un fatto, ma un mio modo {modo} di vedere, che chi voglia crederlo falso od erroneo non di certo cade nell’assurdo. Con pari riserva e protesta di non riputarmi un quinto evangelista, toccherò un altro tasto delicato: quello degli ufficiali, e dirò anche dei capi. Zenardi gran ladrone ma gran soldato a lanciarsi il primo alla cieca, compensava il male col bene. Ma che altro sperare, se non danno e ruina, da un Pegot, il quale comandava il Primo di Linea per lettera da Barcellona o da Perpignano; e da un Chiarizia che depravava e

17

Basilio Puoti (Napoli 1782-Ivi 1847). Letterato, fondatore di una prestigiosa scuola di lingua a Napoli (ebbe come allievi, tra gli altri, De Sanctis e Settembrini). Rigoroso purista e oppositore della scuola romantica.

949

48r

LC 48v

pervertiva ufficiali, sottoufficiali e soldati, inculcando a mandar via via o con congedi o all’ospedale quanta più gente potesse, perché // il suo 2° di Linea andasse presto scendendo verso il zero, e così potesse egli più presto andarsene? E vi riuscì! Né ciò è tutto, ché giunto a Napoli, nonché non degradarlo, gli si dava invece un altro reggimento a comporre!!! Il 4° Leggiero! Or siccome i tristi esempi sono i contagi più attaccaticci, così non pochi ufficiali potrei nominarle, signor Commendatore, i quali riuscendo, non so come, a farsi evacuare d’ospedale in ospedale fino a Napoli, erano premiati o coll’aver promozioni o passando alle Guardie Reali. Il che comunque produsse il bene di purgare i corpi di ufficiali che mal facevano il loro dovere e scoraggiavano i gregari, producea nondimanco il male che quelli i quali restavano al posto loro, in udendo i prefati premii ed avanzamenti a’ vili, svogliavansi, diveniano brontoloni, e facean la guerra molto a malincuore. Or si riesca se si può con queste antimilitari disordinazioni governative ad ordinare un buono esercito! Se ne volesse Ella un’altra in esempio, eccola, e non meno inconcepibile ma verissima! Allorquando in sul finire del 1811, facendosi la riduzione da sei battaglioni di fanteria in Ispagna, in tre, rimpatriammo con altri ufficiali superanti io ed il capitano Prete, naturalmente avvenne che parlando noi co’ nostri amici, dicemmo il vero stato delle cose di quella guerra18. Non so che dicesse Prete; in quanto a me io dicea, che quella guerra era una febre continua la quale consumava come una etisia mortalissima l’esercito, giornalmente immolando il fiore de’ guerrieri veterani. Forse il riseppe la Polizia; e Maghella non volle perdere il destro a farsi bello con un caldo rapporto al Governo19, in cui vi era la speciosa frase che gli ufficiali reduci dalla Spagna molto ricordavano gli ufficiali francesi reduci con nuove idee pericolose dall’America dopo la Guerra dell’Indipendenza. In breve, io e Prete fummo messi sotto la particolare vigilanza della Polizia, fatti subito partire per Pescara, e con severi ordini al generale Amato d’invigilarci20! E questo era il premio che ne toccava dopo quattro anni di fatiche e travagli.

18

La memoria fa nuovamente difetto a Gabriele. Infatti egli tornò dalla Spagna verso la fine di febbraio del 1811 (cfr. Lettere, 36) 19 Antonio Maghella (Varese Ligure 1766-Ivi 1850). Uomo politico, massone e giacobino; ministro della polizia a Genova (1800), venne chiamato a Napoli dal locale ministro di polizia Antoine Christophe Saliceti e gli successe nella carica. 20 Luigi d’Amato (Amantea 1753-Mola di Gaeta 1820). Militare napoletano, generale di brigata (1808), si distinse nella repressione del brigantaggio; cfr. ad esempio Colletta P., Storia, III, pp. 79-82.

950

LC

// Ignoro se Ella, signor Commendatore, vorrà o no toccare questo tasto; ma credo (e sappia escusarmene se sono nell’errore) che non puossi scrivere la storia vera delle nostre milizie senza toccare questi svarioni, assurdi, delirii, della potestà che dovea bene organizzarle, atti di assurdità che sarebbero da tanto a spegnere ogni scintilla di virtù militare, perfin nello stesso Achille! Passo ora a rispondere alle sue dimande. Primi corpi napoletani ad entrare in Ispagna furono il 1° Regimento di Linea ed il 2° de’ Cacciatori a Cavallo, incorporati, questo in brigata con un altro regimento di cavalli francesi; quello nella divisione italiana del general Lechi. Era il corpo d’osservazione de’ Pirenei Orientali, retto da Duhesme, il quale oltre alle prefate milizie aveva anche una forte divisione di fanterie francesi comandata da Chabran ed una brigata de’ così detti battaglioni di deposito o provisori. Le sue operazioni militari furono, fino all’arrivo di Saint-Cyr nel dicembre 1808, le seguenti: soprappresa, un po’ anzi punica che no, del Montjoui e della cittadella di Barcellona e della rocca di Figueres; tentativo fallito a consimile soprappresa di Tarragona. Due consimili tentativi del pari falliti a sopraprendere Girona. Chabran battuto al Montserrat; era quivi il nostro capobattaglione Aquino con quattro compagnie. Fatto d’arme del 2 settembre a Molinos del Rey ed a Martorell per disperdere le bande di truppe spagnole che riunivansi dietro il Llobregat. Un consimile se ne era fatto dopo il nostro ritorno dal primo tentativo sovra Girona. Gli Spagnoli ingrossandosi si avvicinavano a Barcellona sulle alture de’ monti che circondano l’agro di questa città. 13 ottobre. Fatto d’arme a discacciarli da quelle posizioni, intento che ne riuscì. Non così avvenne della punta o correria che si ordinò al general Milossewitz con la sua brigata fino a San Golgat al di là di que’ monti. Fummo battuti, ed astretti a ripigliare i nostri posti a qualche miglio da Barcellona. 26 novembre. // Attacco generale e molto vivo degli Spagnoli contro tutta la nostra linea, obligandoci ad indietreggiare fin sotto la protezione del cannone del Montjoui, delle mura, e della cittadella di Barcellona. 17 dicembre. Arrivo di Saint-Cyr e nostro sblocco. Con Saint-Cyr arrivò il 2° Regimento di Linea Napoletano: formava parte della Divisione Chabot (parmi, e però lo verifichi domandandone al bravo signor brigadiere Casella). Questo regimento continuando a militare col 2° Corpo d’Esercito, non fu riunito in brigata col nostro, se non nel giugno dell’anno appresso durante l’assedio di Girona. Anno 1809. Dal febraio al 1° giugno in cui si investì questa piazza, cinque spedizioni della Divisione Lechi da Barcellona alle frontiere di Francia per la via interiore 951

49r

49v

LC

50r

della Catalogna, ossia quella di Hostalrich: la prima per iscortare i prigioni spagnoli fatti da Saint-Cyr a Reus. Le altre quattro per darci la mano con le truppe occorrenti all’ossidione gironese, che riunivansi intorno a Figueres nel Lampourdan. Marce e contromarce tutte contrastate e combattute in mezzo a torme di banditi ed altre collettizie genti spagnole. Assedio di Girona. Consimili andate e ritorni, cada corpo a vicenda secondoché toccavagli la sua volta, dal campo d’assedio a Figueres, e molte volte anche alla Junquera, per convogliare i careggi delle artiglierie, munizioni e vettovaglie necessarie all’assedio. Assalto del Montjoui fallito. Abbandonato questo forte dagli Spagnoli, si assaltò il corpo della Fortezza, assalto anche esso che tornò vano. In sul settembre l’assedio fu cangiato in blocco dopo che Saint-Cyr fecesi in sulla barba furar le mosse dallo spagnolo Blakea che buttò nella piazza un considerevole soccorso di viveri e di presidio. Nell’ottobre la Brigata Napoletana, ridotta pressoché a nulla dal tifo castrense, funne ritirata ed acquartierata a riaversi alquanto, il 2° di Linea a Figueres ed il 1° a Rosas ove passammo l’inverno. Girona capitolò addì 10 dicembre. Era succeduto a Saint-Cyr (caduto in disgrazia pel patito scacco del gioco di mano fattogli da Blakeb) il maresciallo Augereau al comando del 7° Corpo d’Esercito. Anno 1810. Nel febraio di questo anno arrivò in Ispagna, dalla sua campagna nel Tirolo, il 1° Leggiero Napoletano. Alcun poco più tardi giunse il 1° de’ Cacciatori a Cavallo. Ne giunse//ro inoltre invece di reclute duemila e più briganti calabresi, cilentani e d’altre provincie, patteggiati ovvero là mandati a consumarsi; e fortunatamente i più di questi disertarono. Così ho detto col premesso avverbio, perché non sicuri della vita erano gli ufficiali, sottufficiali e soldati non partigiani. Le dirò quello che occorse a me con un bel giovane cilentano datomi come granatiere. Doveva essere di buona famiglia, perché i suoi compatrioti gli davano il don e trattavanlo con rispetto. Era egli intanto di sì mala indole, che non avendosi forbito il suo fucile, prepotentemente si avea preso quello di un altro granatiere. Questi ricorse a me, ed io gli feci restituire la sua arma. Ed egli, venutogli il destro a vendicarsi con sicurtà, uccise il ricorrente e disertò. Venute dunque queste e quelle nuove truppe e venuto Strongoli con l’aiutante generale Florestano Pepe per capo dello stato maggiore,

a b

Corretto su Vives depennato; segue (mi sembra) depennato. Corretto su Vives depennato.

952

LC si formò la Divisione Napoletana, che non credo sommasse a’ 5000 {mila} uomini. Ad Augereau succedea Macdonald come condottiero nell’Armata di Catalogna. I cui campeggiamenti ne’ primi mesi della sua condotta non altri furono che quelli di correre per la Catalogna facendo foraggerie di vettovaglie, ed accumularle a Barcellona per farne base alle sue operazioni verso Aragona o verso il Valenziano. Nel mese di agosto infatti, si mosse alla volta dell’Aragona per darsi la mano con Suchet. Ei ci fu in questa marciata che la Divisione Napoletana, la quale formava l’antiguardo del corpo d’esercito, affermandosi, forse per colpa del comandante della piccola vanguardia, innanzi a tre in quattro battaglioni spagnoli fra Cabra e Montblanc, avvenne il disgusto di Macdonald con Pignatelli. Io non so come precisamente avvenisse il fatto; stanteché il 1° Leggiero marciava alla testa della colonna, noi del 1° di Linea venivamo appresso. Sono oltreaciò amico di Strongoli, e lo stimo per le sue virtù che compensano i suoi difetti. Ogni uomo in ultimo, più o men tardi, paga durante la vita sua il tributo a quella paura, cui i Romani i primi facevan sacrifizi. E queste parole le affido alla ben nota diserezza21 dell’onorevole signor Commendatore, cui scrivo. Giunti a Lerida, ove toccammo i posti di Suchet, la cavalleria continuò a campeggiare con Macdonald che si volse verso la valle della Seu d’Urgel; noi delle fanterie passammo a commilitare con l’Esercito d’Aragona. In que’ primi giorni dopo il nostro arrivo, mi avvenne un aneddoto anzi buffo che bellico di cui toccai una volta nell’“Antologia fiorentina”. Lerida è rocca, e rocca istorica. Il che bastava ad esaltar la testa // di un giovine della mia tempra di spirito. Non così feroce come fervea la popolazione catalana, erano ivi gli abitatori delle campagne. In un bel mattino adunque, chiesto il permesso a Palma che comandava il reggimento, me ne vò co’ Commentari di Cesare in mano, speculando il paese fra la Cinga e la Segra. E per non tediarla con lungherie, ecco che nel bel mezzo delle mie care speculazioni sento colpi e fischi di palle.

21

Forse coniato sul latino disertitudo, basso latino disertia: chiarezza, precisione, eloquenza; qui nel senso di perspicacia.

953

50v

LC

51r

In breve, se non avea buone le gambe, non so che mi potea avvenire, o sarebbemi avvenuto. Tornando al proposito: le fanterie napoletane furono disseminate parte lunghesso l’Ebro e parte lunghesso la via interiore da Saragozza per Battea a Mora, ove Suchet avea il suo quartier generale, convogliando barcherecci e careggi di munizioni, artiglierie e vettovaglie occorrenti all’assedio di Tortosa. Caduta la qual piazza, e dato dal Duca d’Albufera alquanto riposo alle sue genti, avvenne, correndo l’anno 1811, l’assedio di Tarragona, ove di Napoletani non fuvvi che io mi sappia se non il solo Florestano Pepe en chevalier aventuriera ou amateur, si condusse bene ed ebbe la croce d’onore. Strongoli intanto era stato fin da’ principii dell’anno richiamato in Napoli, ed era venuto suo successore, pria, temporariamente, Ferrier poi Compere. Venne in prosieguo l’ordine della riduzione de’ sei battaglioni di fanteria in tre, che formarono il Regimento 8 di cui Guglielmo Pepe venne a prendere il comando. E fin qui so io delle cose di Spagna, signor Commendatore, partendone, come già le toccai, posteriormente alla riduzione testé detta. Vengo ora a’ suoi quesiti. Su’ quali posso poco soddisfarla, non trovandomi ad avere scritto quasi nulla di fattarelli particolari nel mio Galimazias. Se dovessi o volessi dirle il numero de’ fatti d’armi o scaramucce, direi come quel prigioniero spagnolo, che chiesto a Rocroi22, parmi, del numero di coloro di essi i quali difendevano un dato posto, rispose: contate i morti più uno. Ed io direi: contate i giorni da’ principii del maggio 1808 fino alla metà dell’anno 1811, e si avrà ad un dipresso il numero delle scaramucce, fazioncelle od altre più momentose azioni di guerra. E la cosa è talmente vera, che io posso assicurarvi che dal mese di agosto dell’808 non più rigustai cosa fosse dormire in letto se non quando nell’istesso mese dell’anno // appresso, ripigliando i sensi, mi trovai nell’ospedale di Perpignan, infermo della febbre castrense, che mi sopraggiunse alla ferita avuta nell’assalto al Montjoui di Girona. Di ordini del giorno onorevoli, o la mia memoria ne perdette il ri-

a

Nel testo: avanturier.

22

La battaglia di Rocroi fu combattuta il 19 maggio 1643 tra Francesi e Spagnoli durante la guerra dei Trent’anni (1635-1659). La vittoria dei Francesi pose fine alla supremazia militare spagnola.

954

LC cordo, o non ve ne furono. Di ordini per altro parziali a’ Corpi, il Primo di Linea ne contò quattro nelle promozioni de’ sottoufficiali Ossorio, Angelino Prete, Francesco e Carlo Pepe a sottotenenti sul campo di battaglia. Gli ufficiali morti durante il tempo della mia milizia in Ispagna (intendo sempre a dire di quelli del 1° di Linea) furono: il tenente De Petris al secondo passaggio del Llobregat; il tenente Poerio nell’investitura di Barcellona; il capitano Doria durante il blocco pria dell’arrivo di SaintCyr; l’aiutante maggiore De Dominicis e il sottotenente De Crescenzo all’assalto del Montjouì; tenenti Vuillon e Venafro feriti scortando cariaggi23, quindi morti all’ospedale; tenente Panfilo Forni a Martorell24, se mal non mi appongo a ricordarmi il vero. Degli ufficiali feriti: dal canto loro deduca, signor Commendatore, da’ 36 ufficiali di un regimento di due battaglioni, sei in sette che ebbero la ventura di non imbattersi la loro pelle con le palle, ed affermi vulnerati i rimanenti. All’assedio di Mequinenza ed a quello di Tarragona (tranne il già toccato general Florestano Pepe) non vi furono a quel che io mi sappia corpi napoletani. A quelli di Sagunto e di Valenza non fui, perche già partito dalla Spagna, e quindi non saprei dirne nulla. All’assalto infine del Montjouic, perocché del secondo assalto dato a Girona nemmanco posso dirne cosa veruna trovandomi ferito ed infermo all’ospedale, degli ufficiali delle nostre 8 compagnie scelte del 1° e 2° di Linea i morti furono, come già premisi, De Dominicis e De Crescenzio del 1° e Sparano (se non erro, e però ne dimandi al signor brigadiere Casella) tenente de’ granatieri del 2°. I feriti poi eccoli; Giannettini capitano della 1a Granatieri; capitano Pepe con amendue i suoi subalterni Dumarteau e quel povero Nini che si suicise, udii dire, nel 1841; il tenente Forni ed i sottotenenti Scarpelli e Francesco Pepe de’ Volteggiatori del 1° di Linea; e del 2° i capitani Coletti e Caporali, il tenente Morone, ed i sottotenenti Longo ed Orsi. Non fu Zenardi, ma bensì Calcedonio Casella l’ufficia//le superiore che comandava il Battaglione Scelto Napoletano, che si dimostrò benissimo in un’operazione de’ terribili qual è quella d’assaltar la breccia. Forse a Zenardi avria toccato il comando di tutta la colonna d’assalto. Ma Verdier, che comandava l’assedio, volle dare ad un giovine aiutante generale del capo dello stato maggiore un’occasione ad elevarlo a generale di brigata; differì a tale uopo la giornata ad assal-

23 24

Di Vuillon non abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe. Panfilo Forni è citato due volte nel G1, ma sempre come sottotenente.

955

51v

LC

52r

tare finche non venisse il giorno della volta del suo protetto e questo ritardo fe’ fallire l’assalto dando tempo agli Spagnoli di trincerar la gola del bastione in cui era stata aperta la breccia e scavare un profondo fosso ove finia il costo alto o la sommità. Ella mi domanda se i Napoletani furono i primi ad entrar nel bastione. E se ne dettero di coloro che furon tra’ primi, ma in consimili operazioni non si può parlare né di primi né di secondi; in primo luogo perchéa il salto giù nella fossata per andare al piede della breccia rompe, disordina, confonde tutti gli ordini; in secondo perché chiunque struggasi di desiderio ed ambizione ardentissima ad un pezzo di nastro rosso al petto, cacciavasi innanzi fra gli altri alla meglio che potesse. E lo argomenti da ciò che siegue. Primi alla testa della colonna erano, come corpo di guardia reale, i veliti italiani; seguivano granatieri volteggiatori di un regimento francese; a questi quelli del 2° di Linea Italiano; agli Italiani i Napoletani; a noi i Vesfali. Ed impertanto entro la fossata e il taglio della breccia sentiam insieme commisti, comandi, voci, omei25 de’ feriti, gridi, eccetera eccetera, di lingua alemanna, italiana e francese. Morti o feriti nella fossata furono De Crescenzo, de Dominicis, Coletti, Nini, Dumanteau, Forni, eccetera eccetera; e comunque sia sempre opera sospetta o presuntuosa il parlar di sé, dirò nondimanco che io mi trovai ferito, montando la breccia fra il capitano Tinti de’ veliti ed il tenente Sparano26, per una cascata di granatelle o biscagline che precipitavan dall’alto scoppiando, le quali uccisero questi due prodi ufficiali, ed una di esse mi scoppiò sotto il piede sinistro. Il tacco ferrato della scarpa mi salvò dall’averlo sfracellato; ciò non impedì intanto che la punta della scheggia non mi ferisse sotto il malleolo, e mi facesse tenere per un mese e più il piede da gallina con la punta tesa. Caddi e benché mi rialzassi non potevo né reggermi e molto men camminare, stante che il poggiare // il piede in terra facea che la scheggia conficcata nel taccone, compressa dal peso del corpo, più mi lacerava con la sua punta la ferita. Ricaddi adunque; e Dio sa che ne sarebbe di me avvenuto, ove un mio granatiere, un tale Pietro Potenza della terra di Bari27, ed un vero Ercole di statura e di forza , non mi avesse tolto sulle sue spalle come un bambino, e tratto da quel vero cratere di volcano in conflagrazione. Torno a

a

Nel sopralinea su alcune lettere depennate.

25

plurale di ohimé. Per la morte del capitano Tinti cfr. De Laugier, Fasti e vicende, VIII, p. 73. 27 Non ne abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe. 26

956

LC protestarmi, signor Commendatore, di non essere entrato in questo mio particolare per nominarmi o laudarmi sotto velo, ma bensì per farle intendere la commistione che in cosiffatto genere di attacco si ingenera nella colonna assaltatrice, tanto pel salto nella fossata, quanto per lo stimolo morale di cui le feci cenno. In quanto a me dico ad alta fronte ed a viso aperto, che senza punto boriarmi d’aver fatto cosa più de’ miei commilitoni, posso senza né menzogna né orgoglio dire di non aver sudato e travagliato men degli altri. Ho nominato e laudato questi miei compagni d’armi; ed io feci quel che essi fecero. L’ufficiale di cui Ella mi chiede il nome relativamente al fatto della bandiera del forte di Montgat, è l’attuale colonnello Martinez, che era allora nostro tenente nel 1° di Linea. Noti intanto come in tutti i mestieri si danno gli scrocconi. Qui pure deggio dispiacevolmente mostrarmi in iscena; pur, quando Ella udrà la piccolissima mole del fatto, vedrà evidenza che tutt’altro intento si potrà in me supporre, fuorché quello di nominarmi e laudarmi. Mongat è un castelluccio sulla riva del mare, che nella grandezza e forma rassomiglia molto alla torretta del nostro Granatello, e che del pari del nostro Castel dell’Uovo è dominato da una eminenza. Il forte in discorso è a sette in otto miglia da Barcellona, sulla via che rasente al lido mena a Mataró, Girona e Francia, e la cui batteria dalla parte di terra infila la sudetta careggiata. Ciò premesso supponga ora che la schiena della prefata eminenza dominatrice del fortino si prolunghi, come l’Echia nostro, da Pizzofalcone fino a Sant’ Ermo28, ed indi a’ Camaldoli. Sovra questa schiena eransi postati gli Spagnoli retti da Milans del Bosco, generale o capo di tutti i micheletti catalani (così trovo registrato nel mio centone). Duhesme volle attaccarli; ed a tale uopo spiccò in varie colonne i battaglioni italiani e napoletani, a snidar da’ loro posti gli inimici. Incominciò adunque una // carica generale per l’erta della schiena. Per una mera combinazione od accidentalità toccò al 2° Battaglione Napoletano del 1° di Linea, la carica verso la parte di essa schiena che era più prossima all’anzidetta eminenza dominatrice del Montgat; e sbrancandosi il battaglione in varie direzioni secondo che il permetteva il terreno, avvenne che le due compagnie de’ capitani Pepe e Lombardi (quello morto colonnello tre anni fa) trovaronsi più delle altre, vicine a questa estremità dominante. Aggiungevasi che i prefati capitani avevano più degli altri ufficiali, cognizione della località essendovi più volte stati da esploratori ne’ giorni

28

Sant’Elmo.

957

52v

LC

53r

innanzi. Quindi caricando essi e poggiando ognora a destra, dopo aver rovesciato que’ drappelli di Spagnoli che vi erano, trovaronsi sul Pizzofalcone di Montgat. Non occorreva essere né un Montecuccoli né un Napoleone per pigliare di lassù a far fuoco sul forte; e bastò infatti una sola scarica per farne fuggire il presidio e gli artiglieri lungo il Lido. A quella vista precipitaronsi i due ufficiali coi loro soldati pe’ greppi, e giunti sugli spalti del fortino fecero da’ loro soldati alzare i berrettia su’ loro fucili in segnale d’essersi superato quell’ostacolo e libera la via. Nessuno di noi due pensò alla bandiera, non movendoci di là per essere visti dal Generale al suo arrivo, molto meno vi pensarono i soldati che entrarono nel castello per saccheggiarlo. Venne infine Duhesme, cui fummo presentati da d’Aquino, ed egli ci strinse la mano dicendoci qualche frase lusinghiera. Relativamente a questa stretta di mano trovo scritto nel mio centone, la frase mia «io amavo non fumo, ma arrosto»; e gliela trascrivo perché Ella conosca l’ambizioso intento di un giovine ad un pezzo di nastro rosso. Comunque si fosse, ecco uscire dal forte Martinez con la bandiera in mano e presentarla al Generale. Non occorre dire che Lombardi e Pepe non si stettero cheti, dicendogli che non era egli stato con noi, e che commoda cosa era il presentarsi a pranzo a tavola posta senza farne le spese. Più vivi e con parole più indiscrete lo sbugiardarono i nostri subalterni Dumarteau, Scarpelli, Tesoriere e Cannella29; onde è che Duhesme invece di complimento, fecegli un garde a vue. E tuttavolta! Che non può l’impudenza e l’arroganza? Martinez, nonché non arrossire all’essere così smaccato, si cinse // invece a tracolla quella bandiera, e così portolla durante tutta quella nostra prima spedizione a soprapprendere Girona, finché Duhesme rivedendolo e riconoscendolo, gli gridò fieramente di togliersi di dosso quello chiffon (fu sua frase). Ciò intanto non fece che que’ Francesi e Italiani e nostri non presenti alla scena di Montgat, nol tennero per l’ufficiale il quale aveva preso il forte; onde è che questa scroccata voce a quella bandiera, è venuta per tradizione perfino a notizia sua, signor Commendatore. E però Ella stia bene attenta a questa iattanza di personali azioni di valore. Ecco infatti, un fattarello che mentre a me ed a Lombardi non ne costò neanche un solo soldato ferito, fu elevato ad atto di bravura da uno scroccone di paura. Laudi quindi Ella i morti, perché con chiunque, bene o male che sia, muore in guerra, l’elogio funebre è sempre vero e

a

Nel testo barretti.

29

Di Tesoriere non abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe.

958

LC bello. Se vuole, laudi pure i feriti, perché le ferite son sempre «un bel battesimo di fuoco e di sangue», disse Napoleone. Ma tengasi molto in guardia contro alle così dette azioni personali di valore. L’ufficiale che capitolò sul tante volte nominato Mongat fu il capitano Smerberg. E non so intendere in qual mai modo si volesse ivi perdere quella nostra compagnia di presidio. Il che Ella bene intenderà dopo ciò che ebbi l’onore di dirle sull’eminenza la quale pressoché a becco d’uccello domina quel castelluccio. Ella ebbe la generosa gentilezza di chiedermi anche notizia delle cosucce mie; generosità la quale sarebbe molto tentatrice ad orgogliosa millanteria, ove l’età, gli infortuni, ed indi lo scolorimento del prisma con cui traguardo ora ed il presente ed il passato, non mi avessero ricondotto a quella giusta coscienza e stima che ogni uomo spassionato aver deve di se medesimo, e che io sul conto mio le espressi con la formula di credermi non da più di certo, ma neanche da meno, a tutti i miei colleghi, che meco militarono in Ispagna. Il fatto di cui più mi pregi fu un atto anzi di buona camerataggine o fraternità d’armi che di militare bravura; e questo fu il seguente. In una delle cinque già accennatele evoluzioni della Divisione Lechi fra Barcellona e Figueres per concertare l’insieme delle operazioni occorrenti ad investire Girona, eravamo di retroguardia con le nostre compagnie anche io e Lombardi, ed avevamo con noi la 2a Volteggiatori comandata dal tenente Forni. Eravamo vivamente incalzati dagli Spagnoli; ed in un momento in cui la ritirata era più celere di ciò che deve essere per chiamarsi ritirata e non // fuga, ecco cader Lombardi ferito alla coscia presso al ginocchio. Egli era uno smilzo; io era nel mio bel 27° anno; lo raccolgo adunque, e con esso in braccio grido ai soldati di fermarsi per salvare il capitano. Fortunatamente fui obbedito, pigliando essi dietro siepi, alberi e ciglioncelli di terreno, a tener fermo per tutto il tempo occorrente a far trasportare in salvo l’ufficiale. Un atto insomma, anzi di spiriti di contubernio, come dicevano i Romani, che di valentia. Senza né pretensione a boria millantatrice, né affettazione di modestia, Le dirò anche il fatto del 10 ottobre 1810 a Garzia sull’Ebro; fatto pel quale, fui proposto a capobattaglione ed alla croce d’onore, come è detto nella biografia de’ contemporanei, senza averea intanto né questa decorazione, né quel grado. Nel giorno testé detto adunqueb i nostri

a b

Nel sopralinea. Nel sopralinea.

959

53v

LC

54r

posti avanzati furono vivamente attaccati da quell’istesso Regimento 2° Savoia, che un mese incirca innanzi, aveva investito e fatto prigione Lobrano con tutto il suo battaglione del 2° di Linea30. Io e Staiti che ci trovavamo di stanza co’ nostri granatieri e volteggiatori, più dapresso al posto avanzato, corremmo primi a soccorrerlo. Via facendo per quell’erta vedemmo che Palma ne seguia co’ due battaglioni. Avevamo adunque e sicure le spalle, e certo l’arrivo imminente di buon rinforzo. E qui pure l’amore e l’orgoglio di distinguerci mi accese la testa. Il proposi a Staiti, che era capitano più di me antico; eravamo amici ed egli avea per me più bontà di quella che io meritassi. Mi lasciò fare quindi. In breve, le due nostre compagnie e quella di posto avanzato disordinavano e posero in ritirata il 2° Savoia, pria che Palma arrivasse sul terreno. Ebbi in quell’occasione ferito il mio tenente Uccelli; fu anche ferito un altro tenente della compagnia in posto avanzato, un calabrese di cui non ricordo il nome. Staiti ebbe avanzamento e Legione d’Onore, e ben meritò l’uno e l’altra. Uccelli anche fu indi a poco capitano, e tenente il mio sottotenente Pescara31. In quanto a me mi dovetti contentare di pochi versi lusinghieri d’ordine del giorno, che mi favorì Strongoli, personaggio che Ella potrà consultare, signor Commendatore, e La prego anzi di farlo, perche Ella verificando il fatto, il riduca nel suoi limiti veridici, oltre i quali potè forse estenderlo il mio amor proprio. Ad arimendare32 il quale fatto, se mai v’incorsi, dirò ingenuamente io il primo che non vi fu nulla di straordinario nell’azione; perocché quando in guerra un giovine ufficiale, che ha a pochi passi dietro di se 1.200 uomini, non fa l’audace od anche il temerario, o egli non ha sangue nelle vene, o non sa sin quando uno possa e debba essere ardito. // E queste sono, signor Commendatore, le poche notizie che io posso darle. Ed ove io mi fossi da tanto a dar consigli ad un uomo come

30

Gregorio Labrano (Napoli 1779-Ivi post 1857). Cominciò la carriera nell’esercito cisalpino (1797) e passò poi in quello napoletano. In Spagna dal 1809 al 1813, ascese fino al grado di maresciallo di campo (1848). L’episodio cui allude Pepe è citato da Suchet nei suoi Mémoires, I, pp. 209-210. Cfr. Anche la relazione a Macdonald del generale Pignatelli (19 settembre 1810), in Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCLXXXV-CCLXXXVII e il “Monitore Napolitano” del 27 ottobre 1810. Sempre in Memorie di un generale, I, passim, si trovano altre notizie su di lui. 31 Cfr. la relazione del capobattaglione Palma al Ministro della Guerra (Garcia, 12 ottobre 1810), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, p, CCXCIII, in cui, oltre ad Uccelli, sono citati il sottotenente Pescara e lo stesso Pepe. 32 Emendare.

960

LC lei, tornerei a dirle di andar parco e dubitativo nel suo lavoro, sul conto di personali azioni di valore. Laudi Ella i morti in guerra, perché la laude sovra chi cade estinto sul campo di battaglia è sempre o bella e vera, o creduta tale. Ed io le dissi i morti del I° di Linea. Laudi gli ufficiali feriti Forcella, Giannettinia, Ruggieri, Staiti, Durand33, Lombardi, d’Estaing, Prete, tutti capitani; ed i tenenti Ferrari, Francesco e Carlo Pepe, Fortunati34, Ossorio, eccetera eccetera, essi pure feriti, e tutti morti, questi e quelli, perché i morti non più muovonob invidia. Laudi il veterano e vecchio Palma, perché ne è meritevole. Sugli altri, se se ne passerà in silenzio, farà bene, non istuzzicando il vespaio de’ critici. Non saprei di certo il numero de’ morti in tutto il Primo di Linea durante i miei quattro anni di militazione con quel quelc reggimento in Ispagna. Ciò che so di certo glielo dico; ed è che nell’assalto del Montjoui di Girona, fra’ 1091 morti e feriti di tutta la colonna d’attacco, vi furono 28 delle quattro compagnie scelte del nostro regimento. Nella mia 2a Compagnia di Granatieri io ebbi undici morti e nove feriti. Forse Ella noterà un po’ di male umore in questa lettera scritta così come la penna gittava. Ed avrà ragione. Gli è questo argomento delle nostre milizie, così invilite e denigrate come Ella meglio di me sa, un subietto che mi accora. Ove vi sono uomini e non si veggono soldati, la colpa è tutta del governo, disse il Macchiavelli35. E questo è un tasto che non si può toccare. Ma ve n’èd un altro che puossi toccarlo. Ho visto generali non mai stati alla pruova del fuoco! Ho visto nel ’15, invece di dare con tre divisioni addosso a Neuperg, conquassarlo, correre fino a Bologna, e di quivi contromarciare per la Toscana per porre Bianchi fra’ nostri fuochi e quelli della

a

Nel sopralinea. Nel sopralinea. c Sottolineato dall’A. per espunzione. d Nel testo né. b

33

Il capitano Durand (citato anche come Duran e Durans) è elogiato nel già più volte ricordato rapporto di Pignatelli a Suchet da Mora (10 ottobre 1810), in quello dello stesso al Ministro della Guerra (11 ottobre; cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXCI-CCXCII), in cui tra l’altro si propone la promozione per Pepe, e ancora in quello del capobattaglione Palma (Garcia 12 ottobre), ivi, p. CCXCIII. 34 Non ne abbiamo altre notizie oltre a quelle fornite da Pepe. 35 Niccolò Machiavelli, Discorsi sopra la prima Deca di Tito Livio, I, XXI: «Ed è più vero che alcuna altra verità, che se dove sono uomini non sono soldati, nasce per difetto del Principe, e non per altro difetto di sito o di natura».

961

LC

54v

Guardia36, ritirarsi pel contrario facendo linea d’operazione l’arena del lido adriatico. Vidi oltre a ciò generali che lasciandosi sul loro fianco sinistro inesplorate le strade, esporre a perdita la loro retroguardia, ed incolparne poi il costei comandante chiamandolo pazzo; come se un comandante di retroguardia invece di stare attento all’inimico che l’insegue, dovesse anzi volgere la sua attenzione al terreno ove in colonna stanno in ritirata i corpi che il retroguardo deve coprire! A Tolentino fuvvi un generale che attaccò in quadrato37, il che mi parve rassomigliare a quell’artigliere il quale caricasse i cannoni con vessiche gonfie d’aria invece di palle! Vidi nel ’21 generali ed ufficiali sedicenti strategici alzare a cielo la posizione di Mignano, // la quale è inutilissima, sì perché non si dà inimico così stolido che si avanzi per la via di San Germano finché l’Abruzzo è in nostro potere, e più inutile ove sia caduto in mano inimica il montuoso baluardo dell’Abruzzo, perché presa alle spalle per la via d’Isernia. Ho visto tutte queste assurdità antimilitari, signor Commendatore, per tacere di tante altre (non vo’ tralasciare l’altra di Lechi a Tolentino, il quale venendo da Iesi per Filotrano, invece di sboccar dietro la sinistra tedesca, sboccò invece da tergo alla nostra; in quell’istessa precisa guisa, che Macdonald nel passaggio dello Splugen, sboccò dietro la manca di Brune38, invece di sboccare dietro la dritta di Bellegarde!) Ho visto, ripeto, queste antimilitari assurdità, che neppure i frati commetterebbero, e mi accoro al vedere che non i colpevoli, ma bensì la nazione, ne paga le spese in pessima fama. Voglia Ella infine, molto ringraziare il degnissimo signor capitano Ulloa del suo gentile, generoso ed indulgente invito a collaborare alla sua pregevole “Antologia militare” 39. Fatto è che nella mia patria non fui punto ben avventurato, né nelle cose di guerra, né nelle civili, né nelle

36

Federico Bianchi duca di Casalanza (Vienna 1768-Saur Brunn 1855). Militare austriaco, ascese fino al grado di luogotenente generale (1809); partecipò alla campagna contro Murat nel 1815. 37 La battaglia di Tolentino (2-3 maggio 1815), in cui le forze napoletane vennero battute dagli Austriaci, fu l’episodio decisivo della guerra combattuta da Murat per mantenere il proprio trono dopo che il Congresso di Vienna ne aveva sancito il ritorno ai Borboni. 38 Guillaume-Marie-Anne Brune (Brive-la-Gaillarde 1763-Avignone 1815). Generale di divisione (1797), ascese fino a maresciallo di Francia (1804). 39 Antonio Calà Ulloa (Napoli 1807-Ivi 1889). Militare e saggista, fondò nel 1835 l’“Antologia militare”, importante rivista di storia e arte militare che fu pubblicata sino al 1846. Dopo la sconfitta borbonica nel 1860 seguì i sovrani a Roma.

962

LC lettere. Di che per non aver sembiante di incolparne i fati o gli uomini appo i quali un uomo solo ha sempre torto di fatto, dirò, se si vorrà, che tutta mia fu la colpa. Delle civili non occorre dir nulla. De’ militari fuvvi chi mi regalò il titolo di matto e fu applaudito da molti. Altri, e miei conoscenti, forse anche amici, miei antichi subordinati infine, presero a volgere altrove il viso, per prudenza forse, od a bassare gli occhi incontrandomi dopo il mio impatriamento. Credea di potermela pacificamente vivere fra’ cultori delle pacifiche lettere: e si faccia dire da Blanch40 ciò che mi avvenne co’ compilatori del “Progresso”41. E quale fu il subietto della discordia? L’aver io emesso taluni miei dubbi sulla vantata ed alzata a cielo qual novella rivelazione, degli asili infantili; sovra questo idolo del giorno insomma, onde siffattamente imbertonite42 d’ogni abnegazione patria son le menti di tutti, che nello scorso inverno ne toccò d’udire, nel paese della lingua di un Tasso, di un Petrarca, di un Segneri, ne toccò, dicea, d’udire un sermone in francese dall’abate Lefebvre43! Ed anche qui andando io a ritroso e non colla corrente, son io quello che ho torto, se si vorrà. Comunque sia, ho chiuso bottega e me la vivo eremiticamente. Ciò non fa intanto che io men grato sia al cortese invitatore. Piacciale in ultimo, signor Commendatore pregiatissimo, accogliere e gradire i sensi di quell’alta stima e considerazione co’ quali ho l’onore di sottoscrivermi. Suo divotissimo servitore obligatisssimo Gabriele Pepe

40

Luigi Blanch (Lucera 1784-Napoli 1872). Militare napoletano, fu nell’esercito di Murat in Russia, in Germania e in Italia. Esule in Francia, al suo ritorno si dedicò alla storia e agli studi sull’arte della guerra. 41 Cfr. in questo volume Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 107, nota 171. 42 Invaghite. Per la polemica di Pepe sugli asili infantili cfr. Scotti Douglas, Gabriele Pepe, pp. 97-98. 43 Di questo predicatore non abbiamo altre notizie.

963

Ritratto di Gabriele Pepe in età adulta. Incisione/grabado con firma Vajani

Carta al Comendador

// Carta al Comendador… acerca de los oficiales napolitanos que se distinguieron en la guerra de España en los años 1809 y 18101. // // Civita, 15 de julio de 1842

43r

44r

Muy estimado Señor Comendador, si contesto tan tarde a su gratísima carta del pasado día 10, le pido por favor que atribuya este retraso no a negligencia de deber, sino al apremio de servirla lo mejor que puedo, recordando muy puntualmente cosas de hace más de 30 años. Por lo cual, tengo el honor de decirle por qué, aún militando en España, iba borrajeando un comentariazo o comentarito, que la imaginación juvenil consideró accidentalmente razonable titular Galimatías; sin embargo este centón mío, que estuviera bien o no la decisión de escribirlo como lo escribí, carece de aquellas noticias que Usted más desea, es decir de hazañas individuales. Que estuviera bien o mal, repito, yo creía entonces, igual que ahora, que en los hechos de guerra se necesitan o bien individualidades muy singulares como por ejemplo las de un Crastino o de un Sceva2 para ser relatadas, o bien hazañas individuales que decidieron la suerte de una jornada campal o de un campamento. Esto también lo defendí en un articulito de la “Antologia” 3 florentina sobre la historieta anecdótica de Laugier4, obra de la

1

Título puesto quizás por Marcello Pepe (Civitacampomarano 1816-Ídem 1901), sobrino de Gabriele. 2 Se trata de Crastino, heroico centurión romano (César, De bello Civili, 3, 91) y de Mucio Escévola. 3 Cfr. en esta obra Scotti Douglas, Gabriele Pepe, pp. 158-160. 4 Se trata de la reseña, publicada en el n. 100 de la “Antologia” (abril de 1829), a la obra de De Laugier, Fasti e vicende, pp. 129-135.

965

LC

44v

cual (dicho sea entre nosotros), juzgando a partir de los hechos que conozco, 19 vigésimos son puras y meras invenciones. Aunque esto sea cierto, volviendo al objeto de la carta, en una guerra tal como era la de España, con tácticas de guerrilla y no entre ejércitos, sino contra la masa entera del pueblo, individualidades como las ya mencionadas no se podían dar, y no se dieron. Al decir esto, no pretendo ni envilecerla, y con ello envilecer los servicios de los que honradamente militaron en ella, ni frustrarla en su verdadera y gran utilidad. Y ésta era la cotidiana escuela práctica, tanto para instruir a los gregarios, como para desarrollar el ingenio táctico de los oficiales y formar entre ellos a buenos generales, pues allí el ínfimo subteniente encargado ya sea de asaltar un puesto, o de defenderlo, o de salir tanto de forrajeador como de explorador, de explorar el país, etcétera, era de hecho un general en jefe en miniatura, en // todas sus actuaciones y órdenes tanto de avanzar con éxito, como de retirarse indemne o con poco perjuicio. De todas maneras, sin considerar esto como un elogio o una apología de mi obrita, yo no relaté sino tres particulares acciones valientes: es decir, la del voltigeur Cinquegrana (de la compañía del capitán d’Estaing, 1° de Línea) que en el ataque sorpresa a Girona, estúpidamente querido por Duhesme al principio de la guerra, se cayó desde las almenas por la escalera, llevándose a los que lo seguían, pues estaba herido mortalmente con el cráneo medio volado (quizás éste es el voltigeur por cuyo nombre Usted me pregunta. Por otra parte, no sé si Santa Lucía era el del bastión asaltado). La otra, del gastador Bastelli o Bastello, que en un recinto de piedra seca de una granja o jardín más allá del Llobregat, dentro del cual estaba apostada una partida de Españoles, utilizando el palo de su hacha, tira la cerca, consigue abrir una brecha y con ímpetu entra el primero. La última hazaña, finalmente, que se debía más bien al amor por la patria o por la corporación antes que a la virtud militar, fue la de la mujer de nuestro jefe de carruajes Guerra5, la cual en el asalto por sorpresa a la ciudadela de Figueres, ocurrido por la traición de un almacenero que por la noche había abierto una poterna a los Españoles, salvó la bandera del 1° de Línea arropándosela entre la enagua o blusa y la falda. Las mujeres, como Usted bien sabe, no pueden ser hechas prisioneras de guerra. Por consiguiente, la dejaron libre y el estandarte fue puesto a salvo. Usted con

5

No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe.

966

LC razón me preguntará por qué este estandarte estaba en aquella ciudadela y no con su regimiento. Le diré entonces que el coronel Pégot, que medía a todos los demás conforme a su cobardía, quiso dejarlo allí a pesar de las protestas de los oficiales. Volviendo al hecho, éste tiene en mi opinión un mérito y una belleza mayores que uno parecido relatado por Napoleón en sus diálogos en Santa Elena. Un regimiento había perdido el águila y el Emperador estaba alterado, cuando de pronto llegó un soldado a decirle: «Les ennemis n’ont que le baton: mais voici le coucou», y se sacó de la mochila el ave guerrera. Mayor belleza y mérito, decía, se halla en nuestra salvadora del estandarte, por ser // ella mujer y no guerrero, y porque ella sí podía decir: los enemigos no han cogido más que el palo. La tela del estandarte francés, que correspondía al coucou, estaba en manos enemigas. Estas tres acciones individuales, como decía, vienen relatadas en mi Galimatías. «¿Entonces qué es lo que Usted escribía en él?» me preguntará Usted. Y yo le contestaré que, al escribirlo en forma de efeméride irregular, sin un diseño prefijado de diario militar, y más bien como afición o diversión del espíritu en esa áspera vida de marchas, contramarchas, escaramuzas y trabajos continuos, me ponía a escribir en él todo lo que se me ocurría, conforme a mi humor. Júzguelo, señor Comendador, por el siguiente fragmento que le transcribo6. Gràcia, 3 de septiembre de 1808 Hasta ahora habíamos tenido solamente oficiales heridos. Ayer perdimos a nuestro valiente De Petris. Mientras los zapadores le estaban cavando la sepultura, yo grabé en la corteza de un álamo hermoso la siguiente inscripción: «De Petrius, Iae Neapolitanae legionis subcenturio, impavidus ac strenuus miles, cum magno moerore et luctu omnium commilitonum, ab Iberis die II septembris 1808 occisus. Eius cineres mortales sub hac populo iacent sepulti. Hoc ne inscius esset viator, cui non sit grave dicere requiem, centurio Gabriel Pepe posuit»7. Voltaire dijo que el poema épico donde mejor se combina la religión con lo maravilloso de la epopeya es el tema de la primera cruzada, que Tasso versificó. Pero habría un tema aún más sublime, es decir la li-

6

En realidad no se trata de una transcripción fiel, sino de una reescritura que incluye nuevos elementos respecto al texto original. 7 Esta versión del epitafio, evidentemente citada de memoria, no coincide completamente con el texto latino en G1, 70v en donde, en la nota 170, se encuentra también la traducción.

967

45r

LC

45v

beración de Israel del cautiverio egipcio: Dios que marcha dentro de una columna de humo de día y de fuego por la noche, a la cabeza del pueblo, el paso admirable del Mar Rojo, etcétera, en las manos de otro Tasso u Homero, serían temas inagotables de bellezas poéticas y el verdadero caso del horaciano «Deus intersit»8. Salió la orden del día de la batalla de ayer: pone «Le septieme s’est surpassé», y está bien. Incluso los Vélites italianos son elogiados, lo cual está mejor. ¿Pero qué hubiese costado mencionar solamente a nuestro valiente Defonte9? ¿Cabe decir, en las palabras del Argillano de Tasso: «Cuando después el premio extremo y vario/ Se dispensa en el ocio con afecto,/ El oro, las provincias y la gloria/ Es suya, y de nosotros no hay memoria»10. // Desde esta muestra o ensayo de mis memorias, Usted podrá ver el género, raro o extravagante, como quiera, que le agradaba a su grosero autor. Y no oculto que ya sea por carecer de vocación para los pormenores, o por una índole estimulada por esa realidad o apariencia engañosa que siempre tienen las generalidades, yo siempre tuve el vicio de aborrecer aquellos y sentirme atraído por estas. Además, igual que cuando se confiesan los fallos de uno no se quiere callar ninguna culpa, voy a confesar también mi presunción de hacer bien en escribir tal como se me ocurría escribir. Yo había probado la guerra en el memorable descenso del San Bernardo; y aunque entre los dieciséis y los diecisiete años no entendía nada de la magnitud del diseño y orden de aquella ilustre maniobra11, desde luego la mayor que una mente de capitán haya inventado alguna vez, la recordaba con asombro, que no diminuyó cuando al estudiarla conseguí entenderla. Con esta predisposición de espíritu, a mí no me parecía ver en España nada más que una guerra, efectivamente más feroz que la de 1799, que recordaba borrosamente y que más tarde había visto en 1806 en Calabria y en 1807 en el Condado de Molise; en fin, una guerra de bandoleros, por decirlo a la francesa. Pero estaba hablando de mis castillos en el aire favoritos acerca de las generalidades. Y entre ellas había unos cuantos comentarios sueltos con respecto a los cuales mi presunción aún me hace pecar de un poco de

8

Quinto Horacio Flaco, Ars Poetica, 191. No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. 10 Tasso, Jerusalén Libertada, VIII, 65. 11 La memoria engaña a Pepe: al momento del pasaje del San Bernardo (1800), él ya tenía veinte años. 9

968

LC soberbia al creer que serían útiles. Por ejemplo, yo iba averiguando y fijándome en las aptitudes que tenían nuestros compatriotas para hacerse o no buenos soldados, para que el gobierno, los jefes y la disciplina se dedicaran a corregir las malas y a desarrollar las buenas. Y sin pretender ni mucho menos, señor Comendador, que Usted jure sobre mis palabras, voy a someter mis comentarios a su agudeza y juicio, para que los utilice si los cree convenientes para su historia. No desconocerá Usted que los extranjeros, al hablar de nosotros del Reino como hombres poco aptos para las armas, en seguida recurren a frases rancias y groseras, sobre el clima y la flojera de los capuani o tarantini, por los que, según dicen ellos, la población del Reino está enervada. De todas maneras, tanto por racionalidad como por experiencia, la situación es distinta al axioma que se creen los Ultramontanos. Nuestros aldeanos, sea por civilización rezagada, sea por poca o ninguna holgura, sea por hábito // doméstico, no saben qué significa dormir en una cama hasta el día que se casan. Siendo jóvenes entonces, duermen en el suelo al aire libre en verano y en los heniles en invierno. Es más, al no conocer no ya golosinas, sino tampoco la sopa de todos los días, hacen de un trozo de pan y de unas cebollas su comida habitual. Lo cual, por lógica, hace concluir que ellos, como ya dijimos, están acostumbrados a una vida dura, son más aptos a aguantar las privaciones, las penas y las asperezas habituales de la guerra. Y esto me pareció ver en los nuestros durante la guerra de España. Los Franceses, tras pasar una noche al raso, necesitan aquel sorbo de aguardiente que llaman “la goutte”. No voy a decir nada de los Alemanes, que están medio muertos por la mañana antes de reanimar el espíritu. En los nuestros no me pareció ver ni exigencia ni mucho menos necesidad: y aunque ellos adoptaban las costumbres con el ejemplo ajeno, no lo pasaban peor cuando no lo tenían. Los Franceses, además, están medio muertos cuando no tienen su sopa: y escuché de los que estuvieron militando con los Ingleses, que los soldados ingleses son iguales cuando no tienen su abundante ración de carne. Nuestros soldados se conforman con todo y se comen todo lo que se pueda comer. Lo cual pude comprobar acompañando con unas compañías francesas a lo largo de la ribera izquierda del Ebro una flotilla cargada de artillerías y municiones para el sitio de Tortosa. Las aguas eran bajas, sin embargo recorrieron poco camino tanto los barcos como la infantería de escolta. Tuvimos entonces que pasar la noche en un campo a la rasa sin vituallas. Los nuestros, hurgando y rebuscando en los alrededores, encontraron en una mísera casa de campo unos moyos 969

46r

LC

46v

de almendras, una parte de las cuales ofrecieron a los Franceses, que cogieron unas cuantas quizás únicamente para dar muestra de no despreciar la oferta. En fin, ellos se quedaron en ayunas; yo, de lo contrario, oí a los míos machacar y roer almendras durante toda la noche; y el día después, encontrando apostados a los Españoles en el macizo de montes delante de Vinebre (quizás el desfiladero o barranco de montes y el río donde César precedió a los pompeyanos Afranio y Petreyo)12, fue necesario combatir para desalojarlos; // una pequeña carga en la que, a no ser que el amor a la patria me hiciera ver equivocadamente (lo cual es posible), me pareció ver que los nuestros se demostraron más vigorosos, diestros y rápidos que los Franceses. En general me pareció ver que los infantes del Reino son los mejores soldados tanto cuando están en formación de ordenanza como cuando combaten con tácticas de guerrillas, tanto al lado de milicias de otra nación como cuando están solos. Si esto se debe a un espíritu propenso a la emulación, o bien a la conciencia más segura de verse al lado de guerreros que consideran más valientes que ellos, es algo que dejo totalmente a la agudeza de su intelecto, señor Comendador. Con respecto a mí, creo que esto se debe a ambas razones en igual medida. Ni es un puro y simple razonamiento mío, sino una consecuencia que me parece que hay que sacar de los hechos. De los cuales voy a mencionar solamente dos. Cuando el día 26 de noviembre de 1808 Vives, asaltándonos desde todos los lados, nos volvió a cercar a poca distancia de Barcelona, el 2° Regimiento de Línea Italiano, acosado más que los demás por estar más adelante, pasó muy cerca de cuatro compañías del 1° de Línea Napolitano. El coronel Foresti, que lo mandaba, pidió ayuda a éste; y cesando la retirada, al empezar la ofensiva, o bien por más facilidad de terreno, o bien por una movilidad más impetuosa de las personas o por voluntad de distinguirse, lo seguro es que los soldados del Reino se encontraron antes de los Italianos en la posición donde éstos habían sido rechazados. Prácticamente lo mismo me tocó ver al escoltar un carruaje de municiones y vituallas para el sitio de Girona. Con el convoy iba también un batallón de Westfalianos. En el Montnegre no

12

Lucio Afranio (?-46 aC.) y Marco Petreyo (110-46 aC.), lugartenientes de Pompeyo en España durante la guerra civil, se enfrentaron en 49 aC. a las legiones de César cerca de Lleida y fueron derrotados y capturados. El episodio al cual alude Pepe está relatado en César, De Bello Civili, I, 70-72.

970

LC faltó el habitual encuentro y asalto con las partidas españolas. Y aquí también, ya sea por competencia, o por la conocida pereza y pesadez de los miembros alemanes, es seguro que los nuestros llegaron a aquellas alturas antes de los Westfalianos. Para empezar, voy a decir lo bueno y lo malo. Para conseguir con nuestras milicias los efectos mencionados, es inútil que el oficial diga a los suyos: id. Es necesario que él se lance primero y mostrándose delante, los anime a competir y a distinguirse ante los ojos de los extranjeros. // Nuestros compatriotas son, como los Franceses, más aptos para dar el asalto que para recibirlo y aguantarlo; escuché una vez que este comentario, en la mesa de Duhesme, lo hacía este mismo general, que añadió las siguientes palabras: «Sous ce rapport les Napolitains sont les Français de l’Italie». Y en efecto nuestros soldados están poco firmes en formación. Sin embargo, si su oficial se demuestra calmado e inmóvil, permanecen en su lugar. Y esto también me tocó comprobarlo con los hechos, en la misma posición mencionada, que los Italianos perdieron y que retomaron con la ayuda de los nuestros. Allí nos encontramos de frente con una batería de doce obuses españoles, que nos asaltó con una granizada de granadas y el cascote de una de ellas quebró a mi subteniente Poerio, que murió en el mismo lugar. Los nuestros permanecieron allí parados. Mucho más que los Franceses, los soldados del Reino pierden ánimo y razón en los asaltos por sorpresa, sobre todo en los nocturnos. E, igual que aquellos, aunque se dispersan muy asustados ante ellos, son sumamente indiferentes a vigilar para que no ocurran. Más bien, a decir verdad, el servicio que más pesa a los nuestros o los aburre, es estar alerta, sobre el aviso, listos de guardia. En cambio, ellos duermen en el puesto avanzado tan profundamente como en los dormitorios de los cuarteles en tiempo de paz, y muchas veces el centinela también dormita de pie. Los escritores franceses, para excusar a sus guerreros, dicen «qu’ils dorment le sommeil du lion». Yo, que no amo los vaniloquios, voy a decir que sea cual sea la razón de este inconveniente, o bien exceso de valor o bien cobarde negligencia, se trata de un vicio enorme en el orden militar, que la disciplina debería erradicar con cuidado incansable y muy rígido. Igualmente poco firmes o, mejor dicho, muy fácilmente desordenados me parecieron nuestros infantes frente a las cargas o correrías de la caballería. Desconocen la verdad, que el hombre de a pie es más fuerte 971

47r

LC

47v

48r

y menos vulnerable que el jinete. También desconocen otra verdad, que la huida salva en efecto a los infantes del peligro de ser alcanzados por otros infantes, pero no por quienes los persiguen cabalgando a rienda suelta. Por no callar nada, voy a decir que semejante desorden lo vi no solamente en los nuestros, sino también en los Italianos, y // hasta en algún batallón francés. Lo bueno que tienen los Franceses para poner remedio a este mal, y los nuestros no, es que ellos se paran y se reponen al oír a los oficiales, sobre todo si éstos gritan la mágica frase: «au nom de l’honneur». Para reunir y reordenar a los nuestros el medio más eficaz que he encontrado es que un oficial busque a un lado algún vericueto, que sea empinado, tenga setos u otros obstáculos, y desde allí los llame mostrándose firme. Se trata entonces de un vicio que, aunque se estuviera corrigiendo bajo aquellos oficiales que tenían sangre fría y gozaban del aprecio de sus soldados, aún así no permitió conseguir resultados notables, pues se hubiesen necesitado diez años más de práctica de la guerra y de rígida disciplina para erradicar su pestífero germen. El servicio en que más me centré para entender el estado moral de nuestros soldados fue, durante el sitio de Girona, el de la guardia de la batería de brecha, que a mi parecer es el servicio más tremendo de la guerra. Y aquí también me pareció entrever que los nuestros tienen lo necesario para mejorar en las virtudes militares; sin embargo, el primer día del experimento no sabría repetir la manera en que los vi acurrucados y agarrados a la escarpa interior del parapeto, inmóviles (y aquella quizás fue la primera vez que yo vi inmovilísimos a nuestros movilísimos hombres) y su aspecto a cada estallido de mortero enemigo, que vomitaba encima de ellos granizadas de granadas. Luego, cuando les tocó una segunda y tercera vez, como el hombre con el uso frecuente se acostumbra a todo, y hasta a los peligros de la muerte, los nuestros volvieron a su naturaleza movediza, charlatana, curiosa, atrevida hasta sacar la cabeza fuera del parapeto, a pesar del riesgo que se la hiciera pedazos un balazo enemigo; finalmente, por curiosidad, iban en las horas de descanso de las artillerías a ver a través de las troneras los daños en las murallas enemigas. Los artilleros eran franceses y allí tuve la oportunidad de ver el parecido entre su carácter y el de los nuestros. Ellos tenían sus beaux mots d'esprit y sobriquets que aludían a la circunstancia. Y los nuestros también contaban alegremente sus bromas. De ellas anoté una muy poética, que me encantó en aquella bonita edad juvenil, en que yo me dedicaba a poetizar y, al poetizar versículos, estaba denominado el Poeta del Regimiento. Ahí va. // En prácticamente todas 972

LC las aldeas del Reino, se estila, cuando la novia sale de la casa paterna para ir a la iglesia a casarse, que se hagan disparos y luego se echen nueces y confites a los niños. Y nuestros soldados, burlándose ante la – por cierto nada agradable – granizada de confites de los morteros españoles, a cada estallido decían alegremente: «Ahora sale la novia» y «ahora vamos a tener nueces y confites». O bien yo me engaño mucho, o bien tienen muchísima potencialidad para convertirse en soldados buenísimos los hombres que se acostumbran a mantenerse alegres en un servicio de guerra en el cual las herramientas de destrucción siembran de repente muertos, heridos, mutilados y terror. Esto se lo dije al capitán Gaetano Prete, aquel de nuestros oficiales al que faltaba únicamente un bordado en el collar para ser un excelente general. Y viendo la rapidez de los nuestros a acostumbrarse indiferentes a los peligros más tremendos, recuerdo que le dije una vez que para curar a nuestros soldados del pánico a la caballería, hubiese deseado que durante un par de semanas tuviéramos una carga diaria. Esto era lo que entonces opinaba yo y que sigo opinando. E iba fijándome en estas mejoras paulatinas de nuestros militares y anotándolas en mi centón. Sobre este tema, sin afirmar un hecho, voy a decir lo que me pareció ver, es decir que mientras me parecía que nuestra infantería iba mejorando, como diría nuestro marqués don Basilio Puoti13, la caballería de lo contrario me parecía ir perdiendo su antigua excelencia y reputación, a medida que iba perdiendo a sus excelentes soldados y suboficiales, y sobre todo a sus mejores oficiales veteranos. Vuelvo a reiterar que no estoy afirmando un hecho sino mi manera de ver y quien considere esto falso o erróneo desde luego no cae en lo absurdo. Con igual reserva y afirmación de no reputarme un quinto evangelista, voy a tocar otro tema delicado: el de los oficiales y voy a hablar también de los jefes. Zenardi, un gran ladrón pero un gran soldado en lanzarse primero a ciegas, compensaba el mal con el bien. Pero ¿qué más esperarse sino daño y ruina, de un Pégot que mandaba el Primero de Línea por carta desde Barcelona o Perpiñán? ¿Y de un Chiarizia que corrompía o pervertía a oficiales, suboficiales y soldados, animándoles a que se echara a cuanta más gente posible con despedidas o con hospitalizaciones, para que // su

13

Basilio Puoti (Nápoles 1782-Ídem 1847). Literato, fundador de una prestigiosa escuela de lengua en Nápoles (De Sanctis y Settembrini, ente otros, fueron alumnos suyos). Purista riguroso y opositor de la escuela romántica.

973

48v

LC 2° de Línea pronto se redujera a cero y de esta manera él también pudiera marcharse lo más pronto posible? ¡Y lo consiguió! Ni esto es todo, porque una vez llegado a Nápoles, en lugar de degradarlo, ¡¡¡le encargaron que formara otro regimiento!!! ¡El 4° Ligero! Ahora bien, como los ejemplos tristes causan los contagios peores, podría mencionarle a no pocos oficiales, señor Comendador, que consiguiendo, no sé cómo, hacerse evacuar de un hospital a otro hasta Nápoles, se premiaban ya sea con promociones o pasándolos a las Guardias Reales. Lo cual aunque produjera el beneficio de eliminar de los cuerpos a los oficiales que cumplían mal su deber y que desanimaban a los gregarios, no obstante hacía que los que permanecían en su puesto, al saber de dichos premios y avances otorgados a los cobardes, peleaban de muy mal grado. Ahora bien, con estos desórdenes antimilitares del gobierno, ¿cómo se puede armar un buen ejército? ¡A continuación le voy a dar a Usted otro ejemplo, no menos inconcebible pero muy cierto! Cuando, hacia finales de 1811, los batallones de infantería en España se estaban reduciendo de seis a tres, nos repatriamos, con otros oficiales sobrantes, el capitán Prete y yo y, como es normal, hablando con nuestros amigos les contamos el verdadero estado de las cosas de aquella guerra14. No sé que diría Prete; lo que yo decía era que aquella guerra era una fiebre continua que consumía al ejército como una tisis mortalísima, inmolando a diario la flor de los guerreros veteranos. Quizás se enteró la policía; y Maghella no quiso perder la oportunidad de lucirse con un acalorado informe al gobierno15, que contenía la frase engañosa que los oficiales veteranos de España recordaban mucho a los oficiales franceses que volvían de América tras la Guerra de la Independencia con nuevas ideas peligrosas. En resumen, ¡Prete y yo fuimos colocados bajo vigilancia especial de la policía, nos hicieron salir en seguida para Pescara, y con órdenes severas al general Amato que nos vigilara16! Y éste era el premio que nos tocaba tras cuatro años de penas y trabajos. //

14

La memoria le vuelve a fallar a Gabriele, pues volvió de España hacia finales de febrero de 1811 (cfr. Lettere, 36). 15 Antonio Maghella (Varese Ligure 1766-Ídem 1850). Político, masón y jacobino, Ministro de la Policía en Génova (1800), fue llamado a Nápoles por el Ministro de Policía local Antoine Christophe Saliceti y le sucedió en el cargo. 16 Luigi d’Amato (Amantea 1753-Mola di Gaeta 1820). Militar napolitano, general de brigada (1808), se distinguió en la represión del bandolerismo; cfr. por ejemplo Colletta P., Storia, III, pp. 79-82.

974

LC Desconozco si Usted, señor Comendador, quiere tocar este tema o no; pero creo (y le pido disculpas si estoy equivocado) que no se puede escribir la historia verdadera de nuestras milicias sin hablar de estos fallos, absurdidades, delirios del poder que debía organizarlas bien, actos de absurdidad que bastarían para apagar cualquier chispa de virtud militar, ¡hasta en el propio Aquiles! Voy a pasar ahora a contestar a sus preguntas. Los primeros cuerpos en entrar en España fueron el 1° Regimiento de Línea y el 2° de los Cazadores a caballo, incorporados éste en brigada con otro regimiento de caballería francesa y aquel en la división italiana del general Lechi. Era el Cuerpo de Observación de los Pirineos Orientales, bajo el mando de Duhesme el cual, además de las ya mencionadas milicias, también contaba con una fuerte división de infantería francesa bajo el mando de Chabran y una brigada de los llamados batallones de depósito o provisionales. Sus operaciones militares fueron, hasta la llegada de Saint-Cyr en diciembre de 1808, las siguientes: toma por sorpresa, bastante al estilo púnico, de Montjuïc, de la Ciudadela de Barcelona y de la fortaleza de Figueres; el fracaso del intento de la parecida toma de Tarragona. Fracasaron dos intentos semejantes de tomar Girona. Chabran fue derrotado en el Montserrat; allí se encontraba nuestro jefe de batallón Aquino con cuatro compañías. Combate del 2 de septiembre en Molins de Rei y en Martorell para dispersar a las partidas de tropas españolas que se reunían detrás del Llobregat. Una batalla parecida había tenido lugar tras nuestra vuelta del primer intento en Girona. Los Españoles, que aumentaban en número, se estaban acercando a Barcelona, a las alturas de los montes que rodean el campo de esta ciudad. 13 de octubre. Batalla para expulsarlos de aquellas posiciones, intento que salió bien. Esto no ocurrió en la incursión o correría ordenada al general Milossevitz con su brigada hasta Sant Cugat, más allá de los montes. Fuimos derrotados y tuvimos que retirarnos a nuestros puestos a unas millas de Barcelona. 26 de noviembre. // Asalto general y muy impetuoso de los Españoles contra toda nuestra línea, que nos obliga a retroceder hasta bajo la protección del cañón de Montjuïc, de las murallas y de la Ciudadela de Barcelona. 17 de diciembre. Llegada de Saint-Cyr y nuestro desbloqueo. Con Saint-Cyr llegó el 2° Regimiento de Línea Napolitano: formaba parte de la División Chabot (creo, pero compruébelo Usted preguntándole al valiente señor brigadier Casella). Este regimiento, que continuaba militando con el 2° Cuerpo del Ejército, fue reunido en bri975

49r

49v

LC

50r

gada con el nuestro solamente en el junio del año siguiente durante el sitio de Girona. Año 1809. Desde febrero hasta el 1° de junio cuando se asaltó esta plaza, cinco expediciones de la División Lechi de Barcelona a las fronteras de Francia por el camino interior de Cataluña, es decir el de Hostalrich: la primera para escoltar a los prisioneros españoles cogidos por Saint-Cyr en Reus. Las otras cuatro para apoyarnos con las tropas necesarias para el sitio de Girona, que se reunían alrededor de Figueres en el Empordà. Marchas y contramarchas, todas contrastadas y combatidas en medio de partidas de bandoleros y otros grupos de Españoles. Sitio de Girona. Idas y vueltas parecidas, cada cuerpo según le tocaba, desde el campo del sitio a Figueres, y muchas veces hasta la Junquera, para llevar los carruajes de las artillerías, de las municiones y vituallas necesarias para el sitio. Asalto de Montjuïc fracasado. Abandonado este fuerte por los Españoles, se asaltó el cuerpo de la fortaleza, este asalto también fue inútil. En septiembre cambiamos el sitio en bloqueo después de que Saint-Cyr sufriera un golpe de mano del español Blake que mandó a la plaza ayudas considerables en víveres y en guarnición. En octubre la Brigada Napolitana, reducida casi a nada por el tifus castrense, fue retirada de allí y acuartelada para recuperarse, el 2° de Línea en Figueres y el 1° en Roses donde pasamos el invierno. Girona capituló el 10 de diciembre. El mariscal Augereau había remplazado a Saint-Cyr (caído en desgracia por sufrir el golpe de mano de Blake) al frente del 7° Cuerpo del ejército. Año 1810. En febrero de este año llegó a España desde su campaña en el Tirol el 1° Ligero Napolitano. Al poco tiempo llegó el 1° de los Cazadores a caballo. Llegaron // además en lugar de los reclutas más de dos mil bandoleros de Calabria y Cilento y otras comarcas, que habían pactado su libertad a cambio del servicio o habían sido mandadoss allá a matarse; y afortunadamente la mayoría de ellos desertaron. He utilizado dicho adverbio, porque no estaba segura la vida de los oficiales, suboficiales y soldados no partidarios. Le voy a decir lo que me ocurrió a mí con un joven guapo del Cilento que me habían asignado como granadero. Debía ser de familia acaudalada, porque sus compatriotas le trataban de don y con respeto. Él sin embargo tenía tan mala condición que, como no había limpiado su fusil, se había apoderado prepotentemente del de otro granadero. Éste se dirigió a mí y yo le hice devolver el arma. Y él, cuando tuvo la oportunidad de vengarse con seguridad, mató al adversario y desertó. 976

LC Entonces, después de que llegaran estas y aquellas nuevas tropas y Strongoli con el edecán general Florestano Pepe como jefe del Estado Mayor, se formó la División Napolitana, que no creo que alcanzara los 5.000 hombres. A Augereau le sucedió Macdonald como jefe del ejército de Cataluña. Sus acciones en los primeros meses de mando consistieron únicamente en recorrer Cataluña para proveer vituallas y acumularlas en Barcelona para hacer de ella su base para las operaciones hacia Aragón o el País Valenciano. En el mes de agosto, efectivamente, se puso en movimiento hacia Aragón para reunirse con Suchet. Durante esta marcha, en la cual la División Napolitana, que formaba la vanguardia del cuerpo del ejército, se detuvo, quizás por culpa del comandante de la pequeña vanguardia, delante de tres o cuatro batallones españoles entre Cabra y Montblanc, se produjo el disgusto de Macdonald con Pignatelli. No sé cómo precisamente ocurrió el hecho; como el 1° Ligero marchaba a la cabeza de la columna, nosotros del 1° de Línea seguíamos. Además, soy amigo de Strongoli y lo aprecio por sus virtudes que compensan sus defectos. Todo hombre, al final, tarde o temprano paga durante su vida el tributo a aquel miedo al cual los Romanos eran lo primeros en hacer sacrificios. Y éstas palabras se las entrego a la bien conocida perspicacia del señor Comendador, al cual escribo. Llegados a Lleida, donde tocamos los puestos de Suchet, la caballería continuó acampando con Macdonald que se dirigió hacia el valle de la Seu d’Urgell; los de infantería pasamos a reunirnos con el Ejército de Aragón. En aquellos primeros días tras nuestra llegada, me ocurrió un episodio antes gracioso que bélico del cual escribí una vez en la “Antología” florentina. Lleida es una fortaleza y una fortaleza histórica. Lo cual bastaba para exaltar la cabeza // de un joven de mi temple de espíritu. La población del campo no era tan feroz y fervorosa como la población catalana. Una mañana, entonces, tras pedir permiso a Palma que mandaba el regimiento, me fui con los Comentarios de César en la mano, explorando el país entre el Cinca y el Segre. Y, para no aburrirle con detalles prolijos, en medio de mis gratas reflexiones escucho tiros y el silbido de las balas. En breve, si no hubiese tenido buenas piernas, no sé qué me hubiese podido pasar o me hubiese pasado. Volviendo al tema: la infantería napolitana fue repartida parcialmente a lo largo del Ebre, y parcialmente a lo largo del camino interior desde Zaragoza por Batea hasta Mora donde Suchet tenía su cuartel general, llevando barcos y carruajes de municiones, artillerías y vituallas 977

50v

LC

51r

necesarias para el sitio de Tortosa. Después de la caída de esta plaza y después de que el Duque de Albufera concediera bastante descanso a los suyos, en el año 1811 tuvo lugar el sitio de Tarragona, donde que yo sepa no había Napolitanos aparte de Florestano Pepe “en chevalier avanturier ou amateur”. Se portó bien y mereció la cruz de honor. Mientras tanto, Strongoli ya desde el principio del año había sido llamado a Nápoles y había llegado su sucesor, antes temporalmente Ferrier y luego Compère. Posteriormente llegó la orden de reducción de seis batallones de infantería a tres, que formaron el Regimiento 8 del cual Guglielmo Pepe asumió el mando. Y hasta aquí yo sé de las cosas de España, señor Comendador, ya que me marché, como ya mencioné, tras la reducción. Ahora voy a contestar a sus preguntas, acerca de las cuales puedo satisfacerla poco, pues no encuentro casi nada de hechos especiales en mi Galimatías. Si debiera o pudiera decirle el número de batallas o escaramuzas, diría igual que ese prisionero español que, cuando le preguntaron en Rocroi17, me parece, el número de quienes defendían un puesto dado, contestó: cuenten a los muertos más uno. Y yo diría, cuenten los días desde principios de mayo de 1808 hasta mediados del año 1811 y obtendrán el número de las escaramuzas, refriegas u otras acciones de guerra más impetuosas. Y esto es tan cierto que puedo asegurarle que desde el mes de agosto de 1808 ya no supe qué era dormir en una cama hasta cuando el mismo mes del año // siguiente, recobrando los sentidos, me encontré en el hospital de Perpiñán enfermo de la fiebre castrense que cogí a raíz de la herida sufrida en el asalto al Montjuïc de Girona. De órdenes del día honorables, o bien mi memoria perdió el recuerdo, o bien no hubo. De órdenes, por cierto parciales, a los cuerpos, el Primero de Línea tuvo cuatro en las promociones de los suboficiales Ossorio, Angelino Prete, Francesco y Carlo Pepe a subtenientes en el campo de batalla. Los oficiales muertos durante mi servicio en España (sigo refiriéndome a los del 1° de Línea) fueron: el teniente De Petris en el segundo paso del Llobregat; el teniente Poerio en el asalto a Barcelona; el capitán Doria durante el bloqueo antes de la llegada de Saint-Cyr; el

17

La batalla de Rocroi fue combatida el 19 de mayo de 1643 entre Franceses y Españoles durante la Guerra de los Treinta Años (1635-1659). La victoria de los Franceses acabó con la supremacía militar española.

978

LC edecán De Dominicis y el subteniente De Crescenzo en el asalto a Montjuïc; los tenientes Vuillon y Venafro heridos escoltando carruajes y posteriormente muertos en el hospital18; el teniente Panfilo Forni en Martorell19, si recuerdo bien. De los oficiales heridos: de 36 oficiales de un regimiento de dos batallones, deduzca Usted, señor Comendador, seis o siete tuvieron la suerte de no ser alcanzados por el fuego de las balas y los demás resultaron heridos. En el sitio de Mequinenza y en el de Tarragona, que yo sepa, no hubo cuerpos napolitanos (con la salvedad del ya mencionado Florestano Pepe). En los de Sagunto y de Valencia no estuve, porque ya me había marchado de España y entonces no sabría decir nada. Finalmente, en el asalto de Montjuïc, así como en el segundo asalto de Girona tampoco puedo decir nada dado que estaba herido y enfermo en el hospital; de los oficiales de nuestras 8 compañías selectas del 1° y del 2° de Línea los muertos fueron, como ya adelanté, De Dominicis y De Crescenzio del 1° y Sparano (si no me equivoco, de todas maneras pregúntele al señor brigadier Casella) teniente de los Granaderos del 2°. Los heridos Giannettini, capitán de la 1a de Granaderos; el capitán Pepe con ambos subalternos suyos Dumarteau y ese pobre Nini que se suicidó, me enteré, en 1841; el teniente Forni y los subtenientes Scarpelli y Francesco Pepe de los Voltigeurs del 1° de Línea; y del 2° los capitanes Coletti y Caporali, el teniente Morone y los subtenientes Longo y Orsi. No fue Zenardi, sino Calcedonio Casella, el oficial // superior que mandaba el Batallón Selecto Napoletano, quien se demostró muy valiente en una operación de las más terribles, tal como es la de asaltar la brecha. Tal vez a Zenardi le hubiese tocado el mando de toda la columna de asalto. Pero Verdier, que mandaba el sitio, quiso darle a un joven edecán del jefe del Estado Mayor una oportunidad para avanzar a general de brigada20: aplazó para este fin el día del asalto hasta el día del turno de su protegido y este retraso hizo fracasar el asalto, dando tiempo a los Españoles de atrincherar la gola del bastión donde se había abierto la brecha y cavar un profundo foso donde terminaba la parte superior o la cumbre.

18

De Vuillon no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe. Panfilo Forni está citado dos veces en el G1, pero siempre como subteniente. 20 Es una graduación inferior a la de mariscal de campo, que era equivalente a la de general de división, pues una división era formada por distintas brigadas. 19

979

51v

LC

52r

Me pregunta Usted si los Napolitanos fueron los primeros en entrar en el bastión. Hubo quienes estuvieron entre los primeros; pero en semejantes operaciones no se puede hablar ni de primeros, ni de segundos; en primer lugar porque el salto al foso para ir al pie de la brecha rompe, desordena, confunde todas las órdenes; en segundo lugar, porque quien desea y codicia muy ardientemente un trozo de cinta roja en el pecho, se cuela hacia adelante como puede. Y se dará cuenta, con lo que le voy a decir a continuación. Los primeros al frente de la columna eran, como cuerpo de guardia real, los Vélites Italianos; seguían Granaderos y Voltigeurs de un regimiento francés; a éstos los del 2° de Línea Italiano; a los Italianos los Napolitanos; a nosotros los Westfalianos. Por lo tanto dentro del foso y en el corte de la brecha se escuchaba una mezcla de órdenes, voces, lamentos de los heridos, gritos, etcétera, en lengua alemana, italiana y francesa. Murieron o resultaron heridos en el foso De Crescenzo, de Dominicis, Coletti, Nini, Dumarteau, Forni etcétera y aunque siempre es sospechoso o presumido hablar de sí mismo, no obstante voy a decir que fui herido, al montar la brecha entre el capitán Tinti de los Vélites y el teniente Sparano21, por una cascada de pequeñas granadas o vizcaínas que caían explotando y que mataron a estos dos valientes oficiales. Una de ellas me reventó debajo del pie izquierdo. Gracias al tacón herrado del zapato no me machaqué el pie. Sin embargo, eso no impidió que el fragmento me hiriera debajo del tobillo y me hiciera tener durante más de un mes el pie de gallina, es decir estar con la punta estirada. Me caí y aunque me volví a levantar no podía aguantarme ni mucho menos andar, porque en cuanto apoyaba // el pie en el suelo, el cascote hincado en el talón, comprimido por el peso del cuerpo, me iba lastimando la herida con la punta. Entonces me volví a caer; y Dios sabe qué hubiera pasado de mí si un granadero mío, un tal Pietro Potenza de la tierra de Bari22, un verdadero hércules por estatura y fuerza, no me hubiese llevado a cuestas igual que un niño y sacado de ese verdadero cráter de volcán en conflagración. Vuelvo a repetir, señor Comendador, que no he entrado en este detalle para nombrarme o elogiarme disimuladamente, sino para hacerle entender la mezcla que se crea en semejante tipo de asalto en la columna asaltante, tanto por

21 22

Para la muerte del capitán Tinti cfr. De Laugier, Fasti e vicende, VIII, p. 73. No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe.

980

LC el salto del foso, como por el estímulo moral que he mencionado. Con respecto a mí, digo con la frente alta y abiertamente, que sin jactarme ni mucho menos de haber hecho algo más que mis compañeros, puedo sin mentira ni orgullo decir que no sudé o me apené menos que los demás. Nombré y elogié a estos compañeros de armas míos; e hice lo que ellos hicieron. El oficial cuyo nombre me pregunta Usted con respecto al episodio de la bandera del fuerte de Montgat es el actual coronel Martinez, que entonces era teniente nuestro en el 1° de Línea. Fíjese que en todos los empleos hay aprovechados. Aquí también debo lamentablemente aparecer en la escena; sin embargo, cuando Usted se entere de una mínima parte de lo ocurrido, se dará cuenta de que en mí se puede suponer cualquier fin menos el de nombrarme y elogiarme. Montgat es un castillito en la orilla del mar, que en el tamaño y en la forma se parece mucho a la torrecilla de nuestro Granatello y que al igual que nuestro Castel dell’Uovo está dominado por una elevación. Este fuerte está a siete-ocho millas de Barcelona, en el camino que siguiendo la costa lleva a Mataró, Girona y Francia, y cuya batería desde la parte de la tierra enfila dicho camino. Ahora bien, suponga que la espalda de la mencionada elevación que domina el fuertecito se prolonga, igual que nuestro Echia, desde Pizzofalcone hasta Sant’ Elmo, y luego hasta Camaldoli. Sobre esta loma se habían desplazado los Españoles mandados por Milans del Bosch, general o jefe de todos los migueletes catalanes (así lo encuentro relatado en mi centón). Duhesme quiso atacarles y a tal fin separó en varias columnas a los batallones italianos y napolitanos, para desalojar a los enemigos de sus puestos. Empezó entonces una // carga general por la cuesta de la loma. Por una mera combinación o casualidad le tocó al 2° Batallón Napolitano del 1° de Línea la carga hacia la parte de la loma más próxima a la elevación que dominaba el Montgat; y dividiéndose el batallón en varias direcciones conforme permitía el terreno, ocurrió que las dos compañías de los capitanes Pepe y Lombardi (el que murió coronel hace tres años) se encontraron más cerca que las demás de esta extremidad dominante. Además, dichos capitanes conocían la localidad mejor que los demás oficiales pues habían estado allí varias veces como exploradores en fechas anteriores. Entonces, cargando ellos y corriendo siempre a la derecha, tras desbaratar las partidas de Españoles que estaban allí, se encontraron en el Pizzofalcone de Montgat. No hacía falta ser ni un Montecuccoli ni un Napoleón para empezar desde allí arriba a disparar hacia el fuerte; y 981

52v

LC

53r

efectivamente bastó con una sola descarga para ahuyentar al presidio y a los artilleros a lo largo de la playa. Al ver esto, los dos oficiales se apresuraron con sus soldados a través de los peñascos, y llegados a las escarpas del fuertecito, mandaron que sus soldados levantaran los gorros en sus fusiles como señal de eliminación del obstáculo y de vía libre. Ninguno de nosotros dos se encargó de la bandera, pues no nos movíamos de allí para que el general nos viera al llegar, ni mucho menos se encargaron de ella los soldados que entraron en el castillo para saquearlo. Finalmente llegó Duhesme, al cual fuimos presentados por d’Aquino, y nos apretó la mano diciéndonos unas frases halagadoras. Con respecto a este apretón de mano encuentro escrita en mi centón, la frase «no me gustaba el humo sino el asado»; y se la transcribo para que Usted conozca la ambición de un joven para un trozo de cinta roja. De todas maneras, en un momento dado sale Martinez con la bandera en la mano y se la presenta al General. Huelga decir que Lombardi y Pepe no estuvieron quietos, diciéndole que él no había estado con nosotros y que era cómodo presentarse a comer con la mesa puesta sin haber dado golpe. Más enérgicos y con palabras más indiscretas lo desmintieron nuestros subalternos Dumarteau, Scarpelli, Tesoriere y Cannella23; por lo cual, Duhesme, en lugar de felicitarse, le hizo un garde a vue. Aún así (¿qué no pueden la impudencia y la arrogancia?) Martinez, no solamente no enrojeció por ser desenmascarado, sino que se puso // la bandera en bandolera y la llevó de esa manera durante toda nuestra primera expedición para tomar Girona, hasta que Duhesme, volviendo a verlo y reconociéndolo, le gritó furioso que se quitara de encima ese chiffon (fue una frase suya). Eso, sin embargo, no evitó que los Franceses, Italianos y aquellos que no estaban presentes en Montgat lo consideraran el oficial que había tomado el fuerte; por ello, la voz del episodio de la bandera llegó por tradición hasta su conocimiento, señor Comendador. Y por lo tanto tenga Usted cuidado con esta jactancia de acciones personales de valor. Éste es precisamente un hecho modesto que aunque a mí y a Lombardi no nos costó ni un soldado herido, fue elevado a hazaña por un terrible aprovechado. Elogie entonces Usted a los fallecidos, porque para todo hombre que muera en guerra, el elogio fúnebre es siempre verdadero y bello. Si lo desea, elogie a los heridos, porque las heridas siempre «son un buen

23

De Tesoriere no tenemos más noticias además de las que proporciona Pepe.

982

LC bautismo de fuego y sangre», dijo Napoleón. Pero desconfíe Usted de las llamadas acciones personales de valor. El oficial que se rindió en el muchas veces mencionado Montgat fue el capitán Schmerberg. Y no entiendo cómo pudo quererse perder esa compañía de presidio nuestra. Lo cual Usted entenderá bien después de lo que he tenido el honor de decirle sobre la elevación que domina aquel castillito casi a pico de pájaro. Tuvo Usted la generosa amabilidad de pedirme noticias sobre mis cositas; generosidad que me podría tentar a una orgullosa vanagloria si la edad, los accidentes y por ende el descolorimiento del prisma a través del cual miro el presente y el pasado no me hubieran devuelto aquella conciencia y aprecio correctos que todo hombre ecuánime debe tener de sí mismo y que con respecto a mí mismo le expresé a Usted afirmando que no me consideraba desde luego nada más, pero tampoco nada menos, que todos los compañeros que militaron conmigo en España. El hecho del cual más me honro fue una acción más bien de buena camaradería o hermandad de armas que de valentía militar; y fue lo siguiente. En una de las cinco ya mencionadas maniobras de la División Lechi entre Barcelona y Figueres para acordar el conjunto de las operaciones necesarias para asaltar Girona, estábamos de retaguardia con nuestras compañías Lombardi y yo también, e iba con nosotros la 2a de Voltigeurs bajo el mando del teniente Forni. Estábamos acosados vivamente por los Españoles; y en un momento en el cual la retirada era más rápida de lo que debía para llamarse retirada y no//huida, de pronto Lombardi cayó herido en el muslo cerca de la rodilla; él era muy flaco; yo estaba en mi buen año 27°; entonces lo recogí y con él en los brazos grité a los soldados que se pararan para rescatar al capitán. Afortunadamente me obedecieron, amparándose detrás de setos, árboles y bordes de terreno, para mantenerse parados durante el tiempo necesario a llevar a salvo el oficial. Se trató entonces de una acción de contubernio, tal como decían los Romanos, antes que de valentía. Sin pretensión de jactancia vanagloriosa ni afectación de modestia le voy a relatar también el hecho del 10 de octubre de 1810 en Garcia del Ebre; hecho por el cual fui propuesto para la promoción a jefe de batallón con cruz de honor, como está descrito en la biografía de los contemporáneos, sin conseguir por otra parte en aquella época ni esta condecoración, ni aquel grado. Ese día nuestros puestos avanzados fueron asaltados impetuosamente por ese mismo Regimiento 2° Saboya que un mes antes había asaltado y hecho prisioneros a Labrano con todo su 983

53v

LC

54r

batallón del 2° de Línea24. Staiti y yo, que nos encontrábamos alojados con nuestros granaderos y voltigeurs más cerca del puesto avanzado, corrimos primeros en su apoyo. A medida que subíamos la cuesta, vimos que Palma seguía con dos batallones. Teníamos entonces la espalda protegida y muy seguramente la llegada inminente de un buen refuerzo. Y aquí también el amor y el orgullo de distinguirnos me inflamó la cabeza. Hice una propuesta a Staiti, que era un capitán más anciano que yo; éramos amigos y él conmigo era más bueno de lo que yo merecía. Entonces me dejó actuar. Para resumir, las dos compañías nuestras y la del puesto avanzado consiguieron desbaratar y forzar a la retirada el 2° Saboya antes de que Palma llegara al terreno. En aquella ocasión resultó herido mi teniente Uccelli; fue también herido otro teniente de la compañía en el puesto avanzado, un calabrés cuyo nombre no recuerdo. Staiti consiguió una promoción y la Legión de Honor, y bien mereció el uno y la otra. Al poco tiempo Uccelli también fue promovido a capitán, y a teniente mi subteniente Pescara25. En cuanto a mí, tuve que conformarme con unas pocas líneas halagadoras de la orden del día que me hizo Strongoli, persona con la que Usted podrá consultar, señor Comendador, y mejor dicho le ruego que lo haga, para que al comprobar este hecho, lo reduzca a sus límites correctos, más allá de los cuales tal vez lo extendió mi amor propio. Para enmendar este hecho, si es que alguna vez incurrí en la exageración, voy a decir ingenuamente yo primero que no hubo nada extraordinario en la acción; pues, cuando en guerra un joven oficial, que tiene 1.200 hombres a pocos pasos detrás de sí, no es intrépido o incluso atrevido, o bien no tiene sangre en las venas, o bien no sabe cuándo uno puede o debe ser valiente. // Y éstas son, señor Comendador, las pocas noticias que puedo darle. Y si me atreviera a dar consejos a un hombre como Usted, volvería a de-

24

Gregorio Labrano (Nápoles 1779-Ídem post 1857). Empezó la carrera en el ejército cisalpino (1797), posteriormente pasó al napolitano. En España de 1809 a 1813, ascendió hasta el grado de mariscal de campo (1848). El episodio al cual alude Pepe está citado por Suchet en sus Mémoires, I, pp. 209-210. Cfr. también el informe a Macdonald del general Pignatelli (19 de septiembre de 1810), en Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCLXXXV-CCLXXXVII y el “Monitore Napolitano” del 27 de octubre de 1810. En Memorie di un generale, I, pássim, se encuentran también más noticias sobre él. 25 Cfr. el informe del jefe de batallón Palma al Ministro de la Guerra (Garcia, 12 de octubre de 1810), Cortese, Memorie di un generale, I, p, CCXCIII, donde, además de Uccelli, se mencionan el subteniente Pescara y el mismo Pepe.

984

LC cirle que actúe con cuidado y recelo en su trabajo con respecto a las acciones personales de valor. Elogie Usted a los muertos en guerra, porque el elogio para quienes perecen en el campo de batalla es siempre bello o certero, o se cree tal. Y le indiqué los muertos del I de Línea. Que se elogien los oficiales heridos Forcella, Giannettini, Ruggini, Staiti, Durand26, Lombardi, d’Estaing, Prete, todos capitanes; y los tenientes Ferrari, Francesco y Carlo Pepe, Fortunati27, Ossorio, etcétera, también heridos, y todos los muertos, éstos y aquéllos, porque los muertos ya no causan envidia. Que se elogie al veterano y anciano Palma, porque se lo merece. Con respecto a los demás, voy a callar, para no despertar críticas. No sabría a ciencia cierta el número de muertos en todo el Primero de Línea durante mis cuatro años de militancia en aquel regimiento en España. Lo que sé a ciencia cierta se lo voy a decir; y es que en el asalto del Montjuïc de Girona, de 1.091 muertos y heridos de toda la columna de asalto, hubo 28 de las cuatro compañías selectas de nuestro regimiento. En mi 2a Compañía de Granaderos tuve once muertos y nueve heridos. Tal vez notará Usted un poco de mal humor en esta carta escrita tal como salía de la pluma. Y acertará. Este tema de nuestras milicias, tan envilecidas y denigradas, como Usted sabe mejor que yo, es algo que me aflige. Donde hay hombres y no se ven soldados, la culpa la tiene toda el gobierno, dijo Maquiavelo28. Y éste es un tema que no se puede tocar. Pero hay otro que sí se puede tratar. ¡He visto a generales que nunca se sometieron a la prueba del fuego! En el ’15, en lugar de asaltar y postrar a Neipperg con tres divisiones, los vi correr hasta Bolonia y de aquí contramarchar para Toscana, para colocar a Bianchi entre nuestros fuegos y los de la Guardia29, y luego retirarse haciendo de la arena de la playa adriá-

26

El capitán Durand (mencionado también como Duran y Durans) está elogiado en el informe de Pignatelli a Suchet desde Mora (10 de octubre de 1810), en el del mismo al Ministro de la Guerra (11 de octubre; cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXCI-CCXCII), en el cual entre otras cosas se propone la promoción para Pepe, y finalmente en el del jefe de batallón Palma (Garcia, 12 de octubre), ídem, p. CCXCIII. 27 No tenemos más noticias de él además de las que proporciona Pepe. 28 Maquiavelo, Discursos sobre la primera década de Tito Livio, I, XXI, en Obras, Barcelona, Vergara, 1965, p. 341: «Es cierto de toda verdad que hay que achacar al príncipe, y no a deficiencias de lugar o de naturaleza, el hecho que no haya soldados donde hay hombres». 29 Federico Bianchi duque de Casalanza (Viena 1768-Saur Brunn 1855). Militar austríaco, ascendió hasta el grado de lugarteniente general (1809); participó en la campaña en contra de Murat en 1815.

985

LC

54v

tica la línea de la operación. Además, vi a generales dejarse en su flanco izquierdo las carreteras inexploradas, exponiendo a bajas su retaguardia, y luego culpar de eso a su comandante y llamarle loco; ¡es como si un comandante de retaguardia, en lugar de prestar atención al enemigo que le persigue, tuviera que dirigirla al terreno donde están retirándose en columna los cuerpos que la retaguardia misma debe proteger! ¡En Tolentino hubo un general que asaltó en cuadro30, lo cual me pareció como si un artillero cargara los cañones con vejigas hinchadas con aire en lugar de balas! En el ’21 vi a generales y oficiales que se definían estrategas exaltar la posición de Mignano, // que es inutilísima, pues no hay enemigo tan estólido que avance por el camino de San Germano mientras Abruzos estén en nuestro poder, y más inútil aún si ha caído en manos enemigas el baluarte montañoso de Abruzos, porque sería tomado a la espalda por la vía de Isernia. He visto todos estos absurdos antimilitares, señor Comendador, y voy a callar muchos más (no voy a pasar por alto el otro de Lechi en Tolentino, el cual, viniendo de Iesi para Filottrano, en lugar de salir desde detrás de la izquierda alemana, salió desde detrás de la nuestra; asimismo de Macdonald, que al pasar el Splugen, ¡salió desde detrás de la izquierda de Brune31, en lugar de la derecha de Bellegarde!). He visto, repito, estos absurdos antimilitares, que ni siquiera los frailes cometerían y me acongojo al ver que no los culpables, sino la nación pagan el pato con una pésima fama. Finalmente, agradezca Usted mucho al dignísimo señor capitán Ulloa su invitación amable e indulgente a colaborar en su apreciable “Antologia militare”32. De todas maneras, en mi patria no tuve nada de suerte ni en las cosas de guerra ni en las civiles, ni en las letras. De lo cual, para que no parezca que culpo al destino o a los hombres, según los cuales de hecho es el propio hombre el que tiene siempre y única-

30

La batalla de Tolentino (2-3 de mayo de 1815), en la cual las fuerzas napolitanas fueron derrotadas por los Austríacos, fue el episodio decisivo de la guerra combatida por Murat para mantener el trono después de que el Congreso de Viena decretara la restauración de los Borbones. 31 Guillaume-Marie-Anne Brune (Brive-la-Gaillarde 1763-Aviñón 1815). General de división (1797) , ascendió hasta el grado de mariscal de Francia (1804). 32 Antonio Calà Ulloa (Nápoles 1807-Ídem 1889). Militar y ensayista, fundó en 1835 la “Antologia militare”, importante revista de historia y arte militar que se publicó hasta 1846. Tras la derrota borbónica en 1860 siguió los soberanos a Roma.

986

LC mente la culpa, voy a decir, si se quiere, que yo tuve toda la culpa. De las civiles no hace falta decir nada. De las militares hubo quien me llamó loco y fue aplaudido por muchos. Otros, a los que conozco, quizás incluso amigos y finalmente antiguos subordinados míos, empezaron a volver la cara, tal vez por prudencia, o a bajar la mirada al encontrarme después de que me repatriaran. Creía que podría vivir pacíficamente entre los cultores de las letras pacíficas: y dígale a Blanch33 que relate lo que me ocurrió con los redactores del “Progresso”34. ¿Y cuál fue el objeto de la discordia? El de haber manifestado algunas dudas en lo que fue alabado y exaltado como la nueva revelación, la de las guarderías35; con respecto a este ídolo del día, en fin, debido al cual las mentes de todos están tan atolondradas por toda abnegación patria, que el invierno pasado nos tocó oír, en el país de la lengua de un Tasso, de un Petrarca, de un Segneri, decía que ¡nos tocó oír un sermón en francés del abad Lefebvre36! Y aquí también, yendo yo para atrás y no con la corriente, soy yo el que no lleva la razón, si quieren. Sea lo que sea, lo dejo y voy a vivir como un eremita. Mientras tanto, no por ello estoy menos agradecido al amable convidante. Finalmente, señor Comendador apreciadísimo, ojalá acoja y le agraden el alto aprecio y consideración con los cuales tengo el honor de firmarme, Su devotísimo servidor obligadísimo Gabriele Pepe

33

Luigi Blanch (Lucera 1784-Nápoles 1872). Militar napolitano, estuvo en el ejército de Murat en Rusia, en Alemania y en Italia. Desterrado a Francia, cuando volvió se dedicó a la historia y a los estudios sobre el arte de la guerra. 34 Cfr. aquí Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 154, nota 171. 35 Para la polémica de Pepe sobre las guarderías cfr. Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 144. 36 No tenemos otras noticias de este predicador.

987

Provincia di Molise, divisa in distretti e circondari Atlante delle quindici provincie al di qua del Faro del Regno delle Due Sicilie..., Napoli, 1816

Lettere* 1 (1) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 1-2 Napoli, li 28 febraio 1807 Signor Zio veneratissimo, sembrerò malcreato oppur irriconoscente coll’esser stato in silenzio per tanto tempo, ma la natura delle circostanze è stata tale che mi ha impedito finanche di potervi dare semplici mie nuove. Un torto che mi era stato fatto nel regimento durante la mia permanenza costà mi fece ricordare che ero un uffiziale di onore e di coraggio. Questi stimoli mi fecero obliare la militare subordinazione. Il Maggiore non fu esente dagli insulti di uffiziale punto nel più vivo suo interesse, ed una partita d’onore fu da me proposta1. Ma un mese di arresto in Castello nea fu la conseguenza. La bontà degli altri superiori e di tutti gli uffiziali fecero sì che la mia detenzione // non durò che 15 giorni. Dopo questo accidente fui distaccato per 19 giorni in un fondo di Rocca Romana vicino Venafro ad oggetto di sedare un picciolo allarme che era colà sorto. Ecco il motivo pel quale non vi ho potuto scrivere. Intanto io sto bene, e spero di seguitarlo ad essere. Zio Luigi2 mi assicura che voi lo siete ugualmente. Spero che voi godrete continuamente un’ ottima salute. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo nipote Gabriele

*

Per alcune delle lettere qui pubblicate sono state utilizzate le note a suo tempo redatte da De Lisio nella sua edizione dell’Epistolario. Sono identificate con DL posto alla fine di ogni nota. Le lettere sono numerate in sequenza: tra parentesi il numero che esse hanno nell’edizione De Lisio.

a

Nel sopralinea.

1

L’ufficiale sfidato da Pepe è Guglielmo Pégot, cfr. anche Lettere, 15. Luigi Colaneri, marito della zia Angela Maria Pepe e padre di Nazario.

2

991

Lettere 2 (2) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 3-6 Napoli, li 7 aprile 1807 Signor Zio veneratissimo, da una lettera vostra in data de’ 3 marzo ho rilevato che non avete ricevuto mie notizie dal momento che partii da costà. Ciò mi reca moltissima meraviglia mentre non ho trascurato di scrivervi di quando in quando, e non so comprendere in qual modo non vi sono pervenute mie lettere. Forse Cicco2 al quale ho dato sempre l’incarico d’impostarle se ne sarà dimenticato. Mi dispiace egualmente che si sia potuto sospettare costà d’essermi approfittato dell’altrui denaro. Io dovei precipitosamente partire per Capua e quindi sono stato distaccato per 20 giorni vicino Venafro. Ma appena ebbi un momento di mia disposizione volai in questa capitale, disbrigai le incombenze di Carunchio e consegnai al Duca i 35 carlini di don Ottavio4. // Cicco sta in Capua e sta bene. Carlo Pepe e Cicco Blescia5 sono amendue caporali e spero di farli passar tra breve sergenti. Essi sono ubbidienti, rispettosi, umili e subordinati. Io ne sono contentissimo e a dirvi la verità non speravo da essi tutto questo. Vi prego di farne consapevoli i loro parenti per loro consolazione. Mi rincresce oltremodo di non poter mantenere le mie promesse datevi costà di inviarvi qualche summa, fin’oggi neppure i soldati sono pagati. Noi avanziamo 6 mesi di soldo. Ci si faceva sperare che ci davan qualche buona summa tutta insieme, ma si è poi ridotta ad un mese soltanto. Questa è volata già via per qualche debituccio che antecedentemente si era fatto. Noi non risorgeremo mai più se continueranno // a darci a poco a poco quello che ci è dovuto. Mi dispiace oltremodo che Aragona6 sia morto. Abbraccio Raffaele7, Carluccio8, Maria Giuseppa9, e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo nipote Gabriele

3

Francesco Pepe, quintogenito dei fratelli Pepe. Carunchio e don Ottavio sono due dei personaggi civitesi ripetutamente ricordati da Pepe. DL 5 Carlo è un cugino di Gabriele, figlio di Titta Pepe; Cicco Blescia (o Cicco Tetta), figlio del compar Luigi Antonio, è ricordato nelle lettere successive perché protagonista di una diserzione. DL 6 Altro personaggio civitese indicato solo con soprannome. DL 7 Raffaele (Civitacampomarano 1773-Ivi 1854), si dedicò all’agraria; segretario della Società di agricoltura del Molise e socio di varie accademie, pubblicò numerose memorie su boschi, prati, coltivazione della patata ecc. Il nipote Marcello ne pubblicò i Frammenti di studi grammaticali e rettorici (1855); 8 Carlo (Civitacampomarano 1790-Ivi 1849), coltivò gli studi classici e le lingue (francese, spagnolo, inglese). 9 Maria Giuseppa, sorella di Vincenzo Cuoco, moglie di Raffaele. 4

992

Lettere 3 (3) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 7-9 Napoli, li 30 maggio 1807 Signor Zio veneratissimo, ho ricevuto la vostra in data de’ 4 maggio. Io vi ringrazio degli avvertimenti che mi fate, i qualia non vengono dettati che dall’amore che voi avete per me. Non credete ch’io abbia obliato i doveri ed i principii di religione de’ quali sono stato da voi sì saviamente imbevuto. Essi sono intieri e lo saranno finché avrò vita. Se qualche volta sembra ch’io me ne discosti non è effetto di una concezione di cuore ma di una combinazione di circostanze del mestiere che ho riabbracciato. Quantunque io sono da due mesi capitano, quantunque il mio soldo si è in qualche maniera accresciuto, pure avanzo ancora cinque mesi di soldo di tenente. Quel disordine generale che non fa pagare i banchi, che non fa girar il contante in Provincia come voi mi dite, quell’istesso disordine fa che le truppe non sono neppure pagate. Credetemi che le vostre lettere, quanta consolazione mi arrecano nell’b apprendermi che state bene, altrettanto dolore ed afflizione mi risvegliano nel sentirvi in quello stato che voi mi descrivete. // Qui siamo venuti per passar la rivista del Re. Dopo la medesima forse ritorneremo in Capua e forse no. Avrei più piacere di restare, mentre l’aria di quella città non mi è troppo salutare. Il più delle volte sto con dolor di testa. Ho avuto per alcuni giorni una terzanella, la quale grazie a Dio è cessata coll’uso della china. Oltre di questo sono colà in un vuoto di spirito per la mancanza di libri. Non potete idearvi quale crassa ignoranza vi domini. Figuratevi ch’è eguale e forse superiorec a quella che avete osservato tante volte ne’ casali di Napoli10. In Terra di Lavoro tutto è tranquillo. Ho finalmente penetrato come non vi sono capitate tante mie lettere. Fra Napoli e Capua non vi è posta ma corrieri particolari, i quali sono incaricati di portare e riportare le lettere. Or io incaricavo sempre questi signori di mettere le lettere alla posta. Ma siccome io li regalavo prima ed erano sicuri di non essere regalati alla posta istessa poi, così si risparmiavano la fatica di scendere

a

Nel margine sin. Seguono alcune lettere depennate. c e -superiore nel sopralinea. b

10

Si tratta di borghi rurali poveri, poi assorbiti nella cerchia urbana.

993

Lettere fino al molo, contentandosi di quel poco che io davo loro, e dandomi a credere ch’eseguivano ciò che loro imponevo. // Cicco doveva venire costà col capitano incaricato della reclutazione. Venivano egualmente Carlo Pepe e Cicco Tetta. Ma questa missione il Colonnello ha voluto differirla. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano, abbracciando Raffaele, Maria Giuseppa e Carluccio. Affezionatissimo nipote Gabriele

4 (4) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 11-14 (12 e 13 bianche) Campobasso, li 12 luglio 1807 Fratello caro, hai malamente preso il tempo della missione di Peppandrea11. Egli è arrivato in punto ed io da qui a un’altra mezz’ora partirò per Boiano, per portarmi domani in Isernia e quindi a Capua. Scrivo dunque di fretta, e sono imbarazzatissimo per la partenza. Il castoro costò 8 ducati la canna12. I briganti sono stati tutti presi, presentati, uccisi. Il Colonnello è ritornato questa mat[t]ina e parte anche domani. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa e Carluccio. Affezionatissimo fratello Gabriele.

5 (5) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 15-18 Capua, li 29 luglio 1807 Signor Zio veneratissimo, a’ 16 del corrente giunsi qui col mio distaccamento. Il Colonnello rientrò col resto della truppa due giorni

11 12

Sappiamo solo che è l’accompagnatore di Gabriele nel viaggio a Civita. DL Il castoro per la divisa. La canna, misura per stoffe suddivisa in otto palmi, equivaleva all’epoca a m 2,10936.

994

Lettere dopo. Arrivando a Capua trovammo l’ordine di partire per 1’Alta Italia. Una porzione del regimento è già partita l’altro ieri. Noi col resto partiremo domani a notte. Ecco dunque che ci separiamo per la seconda volta. Se nel ’99, proscritto, scacciato come un fellone, io partii colla ferma fiducia di potervi ribaciare un giorno la mano, tanto maggiormente in questa partenza, la quale non è accompagnata da circostanze sì infauste come quelle d’allora, io parto col cuore ripieno di tutti i sentimenti di affezione per voi e per la famiglia, e spero di poter un giorno riconfermarvi i sentimenti sudetti. In ogni conto io spero di comparire più degno della vostra stima // da qui a qualche tempo, e di veder esauditi i miei voti co’ quali parto, quelli cioè di augurarvi dal Cielo tutte le prosperità che meritano le vostre virtù, una lunga vita avvalorata da una salute perfetta, ed uno stato di cose più tranquillo e più propizio relativamente alle circostanze di nostra casa. Io vi prego ricevere i voti sudetti come i più fervidi e i più sinceri, e di riceverli di buon cuore, poiché partono egualmente da un cuore grato ed affezionato verso di voi, al quale devo tutto. Noi siamo diretti per Bologna. I nostri soggiorni saranno Roma ed Ancona. In questa città io spero di trovara vostre lettere. Voi vi compiacerete di dirigerle colà, individuando al capitano Pepe del III° Battaglione, poiché altrimenti vi potrebbe essere un equivoco tra battaglioni, i quali marcian tutti separati, ed allora o non riceverei le lettere, o le riceverei troppo tardi. // Le altre spero di trovarle a Bologna coll’istesso indirizzo per l’istesso fine. Il nostro destino ulteriore ci è ignoto. Alcuni dicono che andremo in Germania, altri in Piemonte, altri alle coste della Manica, altri finalmente a Corfù, che si dice ceduta al nostro Re nella paceb fatta colla Russia13. Ovunque però andremo io porterò sempre un cuore pieno della vostra rimembranza. Mille cose vorrei scrivervi, ma esse non si ridurrebbero ad altro che ad esprimervi i miei sentimenti. Voi scrivetemi e ragguagliatemi sempre della vostra salute, che mi è e mi sarà sempre cara.

a b

Nel sopralinea su ricever depennato. Segue fare depennato.

13

Pepe si riferisce alla pace di Tilsit (1807) tra Napoleone e lo Zar, che prevedeva tra l’altro il protettorato francese sulle isole Ionie.

995

Lettere Saluto don Attanasio14, il compar Luigi Antonio15, e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Vostro affezionatissimo nipote Gabriele. // Fratello caro, dico a te quell’istesso che ho scritto a zio Ciccio. Ricordati che io ti ho sempre amato ed amami sempre, mentre la mia affezione per te merita una tale ricompensa. Credo inutile di raccomandarti zio Ciccio e Carluccio. Tu sei bastantemente istruito di quello che devi ad amendue, al primo come padre, al secondo perché devi fargli da padre. Parto dunque tranquillo riguardo a questi due cari oggetti. Tu sialo anche riguardo a Cicco, pel quale io farò tutto, siccome ho fatto pel passato, giacché oltre della considerazione d’essermi fratello, vi è anche quella di crederlo in uno stato non molto felice, non essendo uffiziale ancora. Non ho altro che scriverti. Ti abbraccio con Maria Giuseppa e Carluccio. Cicco Blescia e Carlo stanno bene e partono allegramente. Affezionatissimo fratello Gabriele.

6 (6) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 19 Roma, li 10 agosto 1807 Signor Zio veneratissimo, ieri giunsimo in questa città e domani partiremo. Tutti stiamo bene. Speriamo che voi altri lo siate egualmente. Son breve perché non ho cosa da scrivere. Spero di trovar vostre lettere in Ancona, dove vi scriverò di nuovo. Inviatene anche delle altre dirigendole a Bologna. Vivo ansioso di saper nuove della vostra salute. Abbraccio Raffaele, Carluccio, Maria Giuseppa e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Signora Zio veneratissimo, son per grazia di Dio bene in salute, come spero sentire di voi con tutta la casa. [H]o girato tutta questa bella città, ed ho veduto tutte le antiche rarità che qui si racchiudono; in que-

a

La grafia di questa seconda parte appare più inclinata e frettolosa.

14 15

Don Attanasio Tozzi, maestro di Gabriele. È il padre di Cicco Blescia. DL

996

Lettere sta sera partiamo, e non potendomi più dilungar per mancanza di tempo saluto tuttia; con più rispetto vi bacio la sacra mano. P.S. Carlo sta bene; baciandovi la sacra mano vi prega di dar i saluti a tuttab la sua casa. Affezionatissimo nipote Gabriele

7 (7) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 21-24 Ancona, li 24 agosto 1807 Signor Zio veneratissimo, questa mattina siamo giunti qui, e domani ne ripartiremo dirigendoci a Bologna. Grazie a Dio io e Cicco stiamo bene, come ancora lo sono Carlo e Blescia. Ho riscosso qui la vostra lettera e mi sono rallegrato assai nel sentirvi in salute perfetta insieme con tutti di casa. Spero di trovarne delle altre a Bologna e a Milano. Io non mancherò di scrivervi da queste città, e da altri luoghi dove potremo capitare. Il nostro destino ci è ancora ignoto. Ma la pace è fatta, e per conseguenza non potrà essere un destino pericoloso come voi temete. Non ci resta che la spedizione dell’Inghilterra16. Ma per rapporto alla medesima tutti i pericoli da’ quali è accompagnata non raffredderanno sicuramente in me il desiderio di veder quell’isola, desiderio che mi ci fa andare col massimo piacere. // Io non dispero di rivedervi tra poco, mentre il Colonnello, stando con lui a tavola in Roma, mi disse che il Re lo aveva destinato per organizzare il 3° Regimento di Linea, e che gli dava la facoltà di scegliere gli uffiziali dagli altri regimenti, aggiungendo ch’io sarei uno de’ sudetti. Spero dunque che il tutto si avveri. Voi conservatevi in salute e scrivetemi spesso ragguagliandomene. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Fratello caro, ho ricevuto la tua affezionatissima lettera, e ti assia b

Nel testo tutto. Nel testo tutti.

16

Pepe allude nuovamente alla pace di Tilsit. Come si vede, le truppe napoletane erano completamente all’oscuro della reale destinazione. Pepe pensa all’Inghilterra perché conosce la fiera avversione di Napoleone per quella nazione.

997

Lettere curo che mi ha penetrato il cuore. Ma perché tanto affligerti della mia partenza? Subito che io ho riabbracciato uno stato al quale ero stato chiamato dalla natura, subito che nel medesimo io ho incominciato la carriera con rapidità ed, oso dirlo, con qualche distinzione; subito che in ultimo io posso nel sudetto aspirare alla gloria ed alla fortuna, anziché affligertene tu dovresti piuttosto rallegrarti di una // circostanza la quale tende direttamente a’ vantaggi di tuo fratello. Il grado di capitano che mi è stato accordato null’altro ha fatto in me che accrescere il desiderio di distinguermi per rendermi meritevole di quello che gli sovrasta. Se tu ritroverai questa proposizione dettata dall’ambizione, sappi che a’ militari è permesso di nutrirne, giacché nel mentre è la molla più possente delle nostre azioni, è quella ancora che ci accorda un certo compenso del violento stato del dispotismo organizzato, qual è lo stato militare. Saluto tutti e ti abbraccio con Maria Giuseppa e Carluccio. Affezionatissimo fratello Gabriele.

8 (8) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 25-28 Lodi, li 11 settembre 1807 Signor Zio veneratissimo, invece di portarci a Novara come avevo scritto da Bologna, noi abbiamo ricevuto contrordine di recarci a Bergamo. Ignoriamo l’ulteriore nostro destino, ma probabilmente passeremo in Germania e, secondo alcuni dicono, in Vesfalia. Io ve ne ragguaglierò da Bergamo appena si saprà qualche cosa di certo e sicuro. Vi prego dunque di dirigere le vostre lettere nella sudetta città, sempre con l’indirizzo del I° Regimento e del 3° Battaglione, giacché in tal maniera non potranno giammai disperdersi, venendo sempre rimesse al corpo. Mi dispiace che in ragione dell’allontanamento sarò in circostanze di ricever meno nuove di voi e della famiglia. Ma purché ne riceva qualcheduna di tanto in tanto, e che sia ragguagliato sempre della vostra buona salute, io non desidero altro, e tutto il resto sarà nulla per me. Vi scrissi da Bologna che Cicco Blescia era disertato. // Io ne sono penetratissimo, non tanto per lui, quanto per l’infelice sua famiglia. Voglio sperare che sia costà giunto senza soffrire alcun disastro, mentre sentiamo infestati da’ briganti gli Abruzzi, pe’ quali ha dovuto passar necessariamente per rendersi alla patria. A questo timore si ag998

Lettere giunge quello di aver potuto esser arrestato dalla gendarmeria. In ogni canto io prego sempre la Provvidenza di liberarlo da qualunque evento cattivo e di perdonarlo della cattiva ed umiliante azione commessa. Non ho più che scrivere, e per siffatta ragione non scrivo a Raffaele, che abbraccio con Maria Giuseppa e Carluccio. Saluto tutti e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo nipote Gabriele

9 (9) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 29-32 Bergamo, li 23 settembre 1807 Signor Zio veneratissimo, saranno dieci giorni in circa che siamo qui giunti. Cicco vi scrisse subito. Io non potei farlo quel giorno, mentre ero di uffizio, e vi era molto da fare per l’acquartieramento del battaglione. Vi scrissi anche da Lodi, ragguagliandovi della mutazione della nostra marcia, recandoci a Bergamo in luogo di Novara, ove eramo prima diretti. Da Bologna in poi non ho più ricevuto vostre lettere. Credo che o saranno per istrada, oppur a Novara ove vi avevo pregato a indirizzarle. D’ora in avanti vi prego di diriggerle qui, individuando sempre il regimento ed il battaglione. Siamo all’oscuro circa l’ulteriore nostro destino. La voce che ci voleva condurre in Vesfalia è svanita. Presentemente corre quella di dover andare al campo di Bayonne. Il Colonnello però mi assicura che o sverneremo qui, o passeremo ben tosto in Francia. Ovunque però andremo io porterò sempre un cuore affezionato e memore dell’incalcolabile // riconoscenza verso di voi. Sono puranche in agitazione rispetto ad alcune notizie qui pervenute, le quali annunziano un violento brigantaggioa in cotesti luoghi. Prego sempre il Cielo a tenerlo lontano dalla nostra patria, ed aspetto ardentemente vostre lettere per sapere qualche cosa di sicuro. Quando sarà che nel nostro Regno si otterrà una tranquillità uguale a quella della quale si gode nel Regno Italiano? Sia che questi popoli sono meno

a

Nel testo brigandaggio.

999

Lettere vivi ed elastici de’ nostri, sia che il governo è più attivo ed energico, qui si gode di una organizzazione e di una tranquillità totalmente invidiabile. Datemi qualche notizia di Cicco Blescia. Vivo ansioso di saperne qualche nuova, quantunque non potrò giammai perdonargli la disonorante azione commessa. Carlo Pepe sta e si porta bene. Saluto tutti i parenti e gli amici, e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo nipote Gabriele // Caro fratello Raffaele, non ho più ricevuto tue lettere dopo quella che trovai a Bologna. Voglio intanto sperare che continuerai a star bene. D’ora innanzi diriggi sempre le lettere qui, coll’individuare il regimento ed il battaglione. Qui il freddo si va rendendo già intenso. Al mezzodì solamente si gode un sole simile a quello del mese di novembre ne’ luoghi nostri. L’aria è pura e salutare, almeno lo è per me, mentre mi si è straordinariamente accresciuto l’appetito, che avevo quasi intieramente perduto coll’aria crassa e malsana di Capua. Se informandoti da Vincenzo Cuoco mi darai notizia di qualche corriere o di qualunque altro comodo che possa portar roba a Napoli, io potrò rimetterti alcune operette di agricoltura che non ti dispiaceranno. Ti abbraccio con Maria Giuseppa e Carluccio, salutando Zi’ Culo17 e tutti. Affezionatissimo fratello Gabriele.

10 (10) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 33-36 Bergamo, li 12 ottobre 1807 Signor Zio veneratissimo, la vostra lettera mi ha piombato in un’estrema agitazione colla circostanza della vostra indisposizione. Io vi prego per amor del Cielo a prender una somma cura della vostra salute. Non trascurate nulla di tutto ciò che l’arte medica può offrir per ripristinarvela. Fate uso di tanto in tanto di leggieri emetici, mentre la malattia che vi affligge dipende ordinariamente da’ calcoli biliari i quali impe-

17

Altro personaggio noto solo per soprannome.

1000

Lettere gnandosi nel dotto cistico lo otturano, vietano l’effusione della bile nelle intestina e quindi causano indirettamente un rigurgitamento di un tal umore nella massa del sangue, che soverchiamente impregnato del medesimo lo porta nelle regioni tutte della macchina ed altera in tal modo il color della cute. La scossa emetica dunque contribuisce mirabilmente a facilitare il passaggio de’ sovraccennati calcoli. Aggiungete a tutto ciò l’uso della china per dare // un certo vigore alla costituzione e soprattutto non trascurate l’uso del latte, il quale non tralascerà di minorare l’asprezza che un fluido sì acre come è la bile induce nella totalità delle parti animali componenti la nostra macchina. Non trascurate di esercitarvi con un moto moderato, e sovrattutto di desistere da qualunque mentale occupazione. Torno dunque a pregarvi di non tralasciar nulla di tutto quello che esser vi può giovevole. Io attendo con grandi palpiti di impazienza ulteriori vostre lettere. Scrivetemi subito, e spero che il Cielo mi accorderà la consolazione di sentirvi ristabilito pienamente. Sono anche nell’agitazione la più viva per lo sconsigliato Cicco Blescia. Chissà che ne è successo. Mi reca somma meraviglia il non sentirlo ancora giunto costà, quandoché avrebbe già dovuto giungere è più di un mese. Compatisco // il povero Luigi Antonio e la sua afflitta madre. Egli era già sergente ed il Colonnello lo aveva in qualche considerazione fin dalla Colonna Mobile fatta nella nostra provincia. Non posso immaginare come diavolo ha potuto lasciarsi sedurre a disertare. Il Cielo lo preservi da qualunque disgrazia, mentre son sicuro che a quest’ora è già pentito della cattiva azione commessa. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Caro fratello, poche parole perché non ho tempo. Vi sia sommamente a cuore la salute di zio Ciccio. Amami e t’abbraccio con Maria Giuseppa e Carluccio. Affezionatissimo nipote Gabriele

11 (11) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 37-40 Bergamo, li 26 ottobre 1807 Signor Zio veneratissimo, attendevo con estremi, violenti palpiti d’impazienza vostre lettere. Potete dunque immaginarvi con qual pia1001

Lettere cere ho ricevuto quella in data de’ 12 di questo mese istesso, dalla quale ho rilevato che passate meglio nella vostra indisposizione, e che sperate di pienamente ristabilirvi fra breve. Caro signor Zio, io vi prego di prendere una somma cura della vostra salute, ed assicuratevi che prego sempre il Cielo di prosperarvela insieme con una lunga vita, anche a spese della mia. Scrivetemi dunque spesso e datemi sempre il piacere di sentirvi bene ed allegramente. Nulla di nuovo riguardo al nostro destino. Fra breve forse ne sapremo qualche cosa, mentre ci aspettiamo di passar da un giorno all’altro la rivista del Viceré, dalla quale dipenderà qualche movimento del corpo. Staremo a vedere. In generale poi posso incominciare ad assicurarvi con qualche maggiore // probabilità che spero di rivedervi tra poco, mentre il Colonnello rientrerà in meno di un mese nel nostro Regno, ad oggetto di organizzare un altro regimento, ed egli mi ha molte volte promesso di condurmi seco. Qui anche si è veduta una cometa con una coda. Attualmente non si può più vedere atteso che il tempo è freddo, piovoso e nebbioso da quasi un mese. Io credo che sia essa quella predetta da Herchel18, il di cui ritorno era stato fissato da questo astronomo al 1799 o 1802. Sono sempre più in angustie per Cicco Blescia. Povero ragazzo, chi sa dove si ritrova! Quel che mi punge estremamente il cuore si è che la famiglia può credere d’aver io indirettamente contribuito alla sua disgrazia, col trascinarlo cioè nella milizia coll’esempioa di Cicco e Carlo. Se io ritornerò, ricondurrò sicuramente questi due ragazzi, mentre sarebbe una barbarie di abbandonarli in un regimento andando io a servire in un altro. Siate dunque sicuro su di essi e non dubitate. Essi si portano bene e sembrano internarsi19 de’ loro doveri // sempre più, dopo lo scandalo dato da Cicco Blescia. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano, salutando don Attanasio, Astolfo e tutti gli amici. Caro fratello, sempre più mi consolo nel sentire che stai bene insieme con gli altri di casa. Io anche la passo bene, e spero che tanto io

a

coll’esempio nel sopralinea.

18

Friedrich Wilhelm Herschel (Hannover 1738-Slough 1822). Astronomo tedesco, emigrato in Inghilterra, nel 1781 scoprì Urano, ma ritenne fosse la cometa di cui parla Pepe. Fu nominato astronomo del Re (1782).Compì importanti ricerche sulla struttura della Via Lattea. 19 Nel senso di: compenetrarsi.

1002

Lettere quanto voi altri seguiteremo nell’istesso stato per comune consolazione. Per rapporto a’ nostri interessi fa’ tutto quello che trovi e credi utile per il bene della casa. Ben sai che il mio voto non è né può esser altro che la felicità della famiglia. Lo spiegar il mio consenso dunque lo credo inutile, e tu sei stato o troppo delicato o incerto della mia affezione e dubitante della medesima, subito che mi hai consultato sulle compere che stimi di fare. Caro fratello, amami, e ti abbraccio con Carluccio e Maria Giuseppa, salutando tutti i parenti, amici e vicini. Affezionatissimo fratello Gabriele

12 (12) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 41-44 Bergamo, 2 novembre 1807 Signor Zio veneratissimo, una deliberazione improvisa dell’Imperatore ha cagionato de’ grandi cambiamenti nel regimento. Il 3° Battaglione è stato rifuso nel 1° e nel 2°, i quali sono presentemente maggiori del completo. Io sono passato nel 1° ed ho Cicco sergente maggiore con me. Carlo è anche nell’istesso battaglione. Ma tutto ciò sarebbe poco. Il forte movimento è quello che nell’entrante settimana partiremo per la Francia. Siamo per ora diretti a Grenoble, ma il futuro destino de’ regimenti essendo come il tempo della morte, sempre cioèa ignoto, non sappiamo nulla circa quello che potrà esserci in seguito. Nella futura posta saprò dirvene forse qualche cosa di più dettagliato e sicuro. Quel che mi ha vivamente colpito si è d’esser restato deluso nella mia aspettativa di potervi rivedere per Natale prossimo, come tutto mi faceva congetturare // di dover accadere, secondo le promesse del Colonnello, che mi conduceva seco al 3° Regimento. Per ora anche l’organizzazione di questo è svanita, ed io che con qualche fondamento aveva concepita la speranza di ascender ad un posto più eminente, la veggo presentemente o estinta o lontana a verificarsi. Ma tutto ciò mi cale poco, per rispetto alla circostanza di allontanarmi sempre di più dalla famiglia e da voi. Quando la

a

Nel sopralinea.

1003

Lettere sorte mi accordasse tutti i suoi favori e mi negasse poi la possibilità di potervi mostrare la mia affezione e la riconoscenza, io le rinunzierei tutti i di lei benefizii. Se avevo la fortuna di tornare in Napoli non altro avrei avuto in mira che una situazione o qualche assegnamento per Carluccio, alfin d’incominciare a produrlo. Presentemente con continui viaggi, maggior spesa, vitto piuttosto dispendioso, mentre tutti i prezzi sono cari, e mantenimento di Cicco, io trovo poco disponibile nel mio soldo in // favor di un fratello, che vorrei in tutti i conti aiutare. Mi dispiace ugualmente il sentire rinnovato sempre più il brigantaggio in codesti luoghi. La circostanza però della miglioria di vostra salute mi ha estremamente consolato. Continuate a rimettervi e non trascurate alcun mezzo onde ristabilirvi interamente. Avvisatemi l’esito del vostro problema. Saluto don Attanasio, tutti gli amici e parenti e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Caro fratello, un terremoto ministeriale ci fa separar per la seconda volta, mentre io conto per una novella separazione ogni qualvolta mi allontano da voi sempre di più. Noi partiamo per la Francia. Alcuni dicono che andremo a Bayonne, altri a Boulogne en Mer. Vedremo. Io ve ne darò ragguaglio in tutti i luoghi ne’ quali saprò qualche cosa di certo e determinato. // Il Colonnello ha con sommo piacere ricevuto la tua lettera. Forse in questa posta riceverai sua risposta, siccome mi ha detto. Cicco e Carlo stanno bene. Essi partono insieme con me. Ho ricevuto una lettera di Carluccio. Egli mi dice che è maltrattato da Maria Giuseppa. Io non voglio crederlo, ma ti assicuro che mi dispiacerebbe infinitamente se ciò fosse vero. Ti abbraccio insieme con Maria Giuseppa e Carluccio, salutando tutti gli amici e parenti. Affezionatissimo fratello Gabriele

13 (13) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 45-48 Turino, li 20 novembre 1807 Signor Zio veneratissimo, ieri mattina giunsimo in questa città. Domani ne partiremo prendendo la volta di Susa. Il nostro destino è a Bayonne. Ho riveduto don Amadio Ricciardi ed attualmente scrivo in sua [presenza], come ancora questa mattina pranzerò con lui. Egli mi ha fatto mille domande relativamente a voi ed è restato oltremodo sodi1004

Lettere sfatto nel sentirvi in buona salute dopo tanti sofferti travagli. Egli è ben situato. Gode di un soldo ricco, di un posto decoroso nel Tribunale d’Appello, ed è generalmente stimato. M’impone di salutarvi nel più distinto modo e coll’espressioni le più affettuose e cordiali. // Vi scriverò da Lione o da Sciamberì un’altra lettera, dandovi sempre notizie di noi. Di voi poi e della famiglia non ho ricevuto lettera alcuna sin da Bergamo. Veramente non poteva riceverne, attesa la nostra marcia da quella città verso la Francia. Abbraccio Raffaele, Maria Giuseppa, Carluccio e tutti gli amici e parenti, e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo nipote Gabrielea

14 (14) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 51-54 Perpignano, 20 gennaio 1808 Signor Zio veneratissimo, il dì 14 arrivammo in questa città dopo undici giorni di marcia continua. Probabilmente passeremo in Ispagna nel principio dell’entrante mese. L’oggetto però del nostro destino ci è ignoto. Alcuni dicono che la nostra divisione è diretta per Gibilterra; altri per introdurre una forza nel nuovo regno che va ad organizzarsi nella Catalogna; altri eccetera eccetera eccetera. Quel che mi sorprende estremamente si è di non ricevere vostre lettere fin da Bergamo. Cicco ha ricevuto qui una lettera di Peppe d’Aloisio20, dalla quale rileviamo che state tutti bene e che Raffaele doveva portarsi a Napoli. Suppongo per affari d’università21. // Noi tutti stiamo bene. Il clima è un poco più caldo del nostro in questi paesi. Abbiamo mangiato de’ carciofi già. Il vino è eccellentissimo, e quello che si beve a tavola corrente è molto più poderoso del ritornato22 che fa Raffaele. Le usanze e i costumi risentono però intera-

a

Nello spazio sopra e sotto la firma è inserito un messaggio autografo di Amadio Ricciardi.

20

Uno dei compaesani ed amici di Gabriele. DL Sulle università cfr. qui Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p. 102, nota 147. 22 È così chiamato comunemente ancor oggi il vino ottenuto facendo fermentare nei tini di legno il mosto in presenza di vinacce complete o diraspate. DL 21

1005

Lettere mente dello Spagnuolo. Grandi tabbarri neri; cappelli piumati attorno e rialzati in una parte della loro falda. I contadini portano una cravatta fatta a guisa delle goliere antiche che si costumano tuttavia in Ispagna. Meno franchezza e dissinvoltura che nel resto della Francia. Più etichetta e maggior gravità affettata. La città è cattiva, mal costruita, mal situata e non posso comprendere come ne avevan // fatta una piazza frontiera. Non scrivo a Raffaele perché lo suppongo ancora in Napoli a divertirsi per tutto il carnevale. Toglietemi dal dispiacere di non ricevere vostre lettere. Saluto tutti e baciandovi la sacra mano sono, con tutta la più profonda venerazione, affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele

15 (15) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 55-60 Barcellona, 6 marzo 1808 Signor Zio veneratissimo, finalmente ho ricevuto una vostra lettera dopo essere stato più di tre mesi senza averne. Vi assicuro che mi rattrovavo in estremi palpiti ed angustie relativamente alla circostanza di non aver vostre nuove. Presentemente sono il più contento degli uomini, anche perché mi avete avvisato che vi siete intieramente ristabilito in salute. Continuate dunque a star bene e datemi sempre notizie di consolazione circa un oggetto sì prezioso per me, sì caro pel mio cuore. Il cattivo ragguaglio che Raffaele mi ha scritto per rapporto a’ nostri interessi mi affligge estremamente. Faccia il Cielo che essi prendano un aspetto più favorevole e che si mitighi quella specie di maledizione che da molti anni gravita sulla nostra casa. Probabilmente resteremo per qualche tempo qui. Siamo però all’oscuro ancora dell’oggetto della nostra entrata nella Spagna. L’ultimo di febraio la nostra divisione prese possesso di tutti i forti della città, e l’indomani ne sortirono le truppe spagnole, alcune delle quali sono da qui partite dirigendosi per Madrid. Il governo però è lo stesso e si amministra come prima. Si dice che lo stesso è succeduto in tutte le provincie di questo regno limitrofo alla Francia. Tiratene voi le conse1006

Lettere guenze. Io non ne comprendo ancora nulla. Vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo, umilissimo nipote Gabrielea // Caro fratello Raffaele, qual consolazione mi abbia prodotta la tua lettera puoi tu stesso immaginartela. Io ne ho risentito una doppia consolazione avendo rilevato che zio Ciccio si è perfettamente ristabilito. L’affare de’ nostri banchi però l’ha alquanto amareggiata, ma purché state e starete tutti bene, non bramo altro. Bigarré non è più nostro colonnello essendo passato ad organizzare il 2° Regimento di Linea Napoletano che sta in Mantova. Gli è succeduto un altro, il quale non è un Bigarré, col quale io non ci sono in molta armonia, mentre è quell’istesso che era nostro maggiore e che mi fece star chiuso circa un mese in castello a Capua per averlo invitato ad una partita d’onore ad oggetto di alcuni torti fattimi durante la mia permanenza in Civita nel dicembre del 180623. Io però vivo tranquillo riguardo a me, mentre non troverà certamente nulla da rimproverar la mia condotta ed il mio servire. Altronde sono anche sicuro che mi risparmierà il più che gli sarà possibile, giacché non credo che voglia farsi eccitar il desiderio di rinnovar una scena nella quale egli non ne sortì con onore rifiutando un duello, ed abusandosi dell’autorità del suo grado con punirmi per un affare privato, esponendosi in tal maniera a perdere il suo impiego. Quello pel quale io temo è Cicco, potendo vendicarsi su di lui di quello che // non può fare a me, non proponendolo cioè per uffiziale nel tempo de’ posti vacanti. Se debbo esser sincero debbo dirti che finora non me ne ha dato alcun segno, non avendolo mai rimproverato in quello che riguarda la carica di sergente maggiore che Cicco occupa attualmente. Dal mio canto io lo abordo sempre con una specie di civiltà obbligante, facendo comparire d’aver obliato un affare del quale egli stesso ne ha rossore, o almeno deve averne. Ma siccome in affari di tal natura chi resta al di sotto rimane sempre con un certo malincuore, così temo di qualche colpo inaspettato che potrebbe piombare sopra il nostro fratello, facendogli un torto di non proporlo. Ad ogni conto io ne ho scritto al colonnello Bigarré, pregandogli per un posto di sottotenente nel Secondo Regimento. Aspetto la sua risposta. Bigarré lo vedeva di buon

a

Sul verso una lettera di Francesco Pepe allo stesso destinatario. L’ufficiale è Guglielmo Pégot: cfr. Lettere, 1.

23

1007

Lettere occhio ed egli stesso volle farlo sergente maggiore a Bergamo. Spero di vederlo uffiziale, in tal maniera, prima di quello che ei potrebbe sperarlo. Tu devi far lo stesso da costà scrivendogli a Mantova, e raccomanda[dan]dogli lo stesso oggetto: «Vis unita fortior», direbbe il Pedante latinista. Non fare un’etichetta della circostanza che il Colonnello forse non ti rispose alla tua prima lettera. La partenza, la risoluzione di un battaglione ne’ dì di guerra, e molti impicci glielo avranno impedito. Ma per la strada mi parlava sempre di questa ingiustizia ch’ei diceva di aver commessa. Allorché si possono tirar de’ vantaggi da’ rapporti acquistati senza alcun rimprovero // all’onore, senza alcuna azione cattiva commessa, bisogna farlo. Non te ne dimenticare dunque, ed auguriamocene un felice esito. Saluto Luigi Antonio, Michele d’Astolfo, i Cuoco, Peppe De Marinis, il Socio vorace sonnolento, la Papessa, Ceria, Zioculo, il Zi’ Peppe, Nunzio, don Attanasio con tutta la famiglia, Titta Pepe colle macchine di Vaucoson24 alle sue dita ed al suo muso, il Politico Cieri, l’Avaro Marco, il Governadore Bottaro, l’Amoroso Caprara, il Timido Liborio, il Geloso Tata Cola, il Bugiardo don Fiore, il Podagroso don Vito, il Finto cieco d’un occhio don Luigi Ferretti, il Lacrimante pelliccista gri gri gri don Amadeo25, l’Inanimato Putaturo26, il Compar universale, il Sultano dell’occidente pacifico Michele Cuoco27, il Perpetuo avvinazzato Pioncola, il Brutto Zilone, il Bello Maggiore, l’Oratore del pergamo zio Angelo, infine tutta Civita e tutti gli amici de’ contorni. Carlo Pepe sta bene. Avevo mandato a chiamarlo per fargli scrivere alcuni righi a’ suoi nel piede di questa lettera, ma mi ha fatto dire che è di guardia. Ti abbraccio con Carluccio e Maria Giuseppa. Affezionatissimo fratello Gabriele

24

Jacques de Vaucanson (Grenoble 1709-Parigi 1782), famoso creatore di automi e meccanismi d’orologeria; cfr. Doyon, Liaigre, Jacques Vaucanson. 25 Nomi e soprannomi di amici, parenti e compaesani. Alcuni sono noti personaggi di Civita, come il notaio Giuseppe Cieri (sindaco nel 1820 e nel 1822), il dottor Francescantonio Caprara (sindaco dal 1815 al 1817), Liborio De Marinis (sindaco nel 1809, cognato di Gabriele), don Felice Caprara (parroco dal 1801 al 1812); di altri invece non vi sono altre tracce. 26 Figlio di Titta Pepe e fratello di Carlo. 27 Michele Cuoco (Civitacampomarano 1776-Napoli 1852), cugino di Pepe e fratello di Vincenzo, trasferitosi poi a Napoli, entrò nella magistratura e giunse al grado di Consigliere della Corte suprema di Giustizia.

1008

Lettere 16 (16) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 61-64 Barcellona, 8 aprile 1808 Signor Zio veneratissimo, ho ricevuto la vostra lettera datata de’ 27 febraio ed ho con infinito piacere rilevato che state tutti bene e tranquilli. Noi anche stiamo in buona salute e sembriamo riposarci alquanto, dopo tante marce, nel seno di questa deliziosa città nella quale probabilmente resteremo per qualche tempo. Finalmente si è tirato il gran sipario che covriva le operazioni delle armate francesi entrate nella Spagna. I Spagnuoli han fatta a mio credere una rivoluzione di governo, parandone un’altra che sarebbe stata fatale e tragica. Il Principe della Pace aveva sedotta tutta la corte a fuggire e portarsi in Gibilterra; il solo Principe d’Asturie resisteva. Egli fu messo in prigione. Il popolo e i grandi, prevedendo che la fuga del Re avrebbe occasionata una guerra disastrosa, guadagnarono tutta la guarnigione di Madrid, ed imposero una specie di arresto al sovrano ed alla famiglia reale. Contemporaneamente sprigionarono il Principe e caricarono di catene Godoya, ossia il Principe della Pace. Fecero anche di più: obbligarono il Re ad abdicare la corona al figlio e di ritirarsi spontaneamente in un sito reale 90 leghe distante dalla capitale. La nuova incoronazione fu fatta, il padre riconobbe Ferdinando VIImo, quindi partì per la sua nuova dimora, in guisa tale che nell’entrar i Francesi // a Madrid trovarono un nuovo governo istallato e tra’ ferri colui che voleva romper l’alleanza colla Francia facendo ricoverar il Re tra le forze inglesi. Ciò non bastò. Prima di entrar Murat a Madrid, avevan essi già spediti quattro Grandi del regno per chiedere una principessa di sangue francese pel nuovo Re e per render conto all’Imperatore d’esser state contraminate tutte le operazioni di Godoyb, in virtù delle quali cercava questi di vendere la Spagna all’Inghilterra. In tal maniera una rivoluzione fatta a tempo con prudenza ed energia, nel momento istesso ha salvato i popoli da tutti i disastri che altrimenti sarebbero loro arrivati. I Spagnuoli sono contentissimi oggidì, mentre si sono sottratti al

a b

Nel testo erroneamente Ogoy. Nel testo erroneamente Ogoy.

1009

Lettere duro giogo di Godoy che aborrivanoa. Mi sembra che essi non sono tanto da nulla come le altre nazioni li valutano. Qui la primavera è già avanzata ed il caldo verso le ore meridiane si rende bastantemente urente. I Spagnuoli però portano tuttavia i loro tabbarri, ch’essi non lasciano se non a quaranta de mayo28 secondo la loro espressione. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo nipote Gabriele // Caro fratello Raffaele, provo un’estrema consolazione ogni qual volta vedo i tuoi caratteri e rilevo da essi che stai bene. Mi dispiace oltremodo che Cicco Blescia non si è presentato ancora. Io lo credevo già ritornato alle bandiere. Per carità, fatelo subito presentare. Egli sarebbe condannato a’ ferri se venisse preso dalla gendarmeria. Se si presenta fategli tacere d’esser stato disertore di questo regimento, altrimenti sarà eternamente soldato senza speranza di ascendere ad alcun grado. Cicco e Carlo stanno bene e si portano bene. Godo che tu sei stato associato alla nuova Società Letteraria, ma il dissesto de’ banchi mi rompe la testa. Ti abbraccio con Maria Giuseppa, Carluccio, tutti gli amici e parentib. Affezionatissimo fratello Gabriele

17 (17) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 65-66 Barcellona, 20 ottobre 1808 Signor Zio veneratissimo, è molto tempo che non ricevo vostre lettere. Non so a che attribuire il vostro silenzio. Sono in una grande agitazione. Ciò che la calma alquanto è la circostanza d’aver ricevuto due lettere di zio Luigi, le quali non mi annunciano nulla da farmi sospettar qualche cosa di sinistro. Cicco è stato proposto per uffiziale. Vogliamo sperare che il Re si vorrà benignare di devenire alla domanda fatta dal Colonnello. Carlo

a b

Nel testo erroneamente Ogoy. Seguono alcune righe autografe di Cicco Pepe allo stesso destinatario.

28

Cuarenta de mayo: come dire alle calende greche, cioè mai. DL

1010

Lettere sta bene ed ha sviluppato un coraggio straordinario, in modo che si è distinto oltremodo in tutte le azioni che abbiamo avute. Io sono stato proposto per cavaliere de[ll]a ’Ordine delle Due Sicilie per l’azione de’ [1]6b giugno, nella quale mi riuscì di assaltare un fortino guarnito di 11 pezzi di cannone colla sola mia compagnia, scacciarvi l’inimico e prendere due bandiere. Abbraccio Raffaele, Carluccio, Maria Giuseppa e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Signor Zio veneratissimo, eccomi infine giunto a quel termine di sperar unc avanzamento frutto delle mie fatiche. Il Colonello mi ha proposto, dopo l’Ordined ricevuto dal Generale, in premio delle mie azioni. Saluto tutti di casa, con pieno rispetto vi bacio la sacra manoe. Affezionatissimo nipote Gabriele

18 (18) Al cugino Vincenzo Cuoco, Napoli MsP V, 67-68 Barcellona, 20 ottobre 1808 Il capitano Pepe al signor consigliere Cuoco. È molto tempo, mio caro fratello, ch’io non ricevo alcuna notizia de’ miei. Non so a qual causa attribuire un tale silenzio, ma vi confesso che sono in una certa agitazione relativamente ad essi. Vi prego dunque di darmene qualche nuova e di far loro sapere siffatti miei sentimenti. Il mio fratello Cicco è stato proposto per uffiziale. Se voi potete prendere qualche impegno nel Ministero della Guerra affinché la sua proposta vada avanti ed abbia effetto, voi ci rendereste il favore più obligante, del quale noi ve ne saremmo eternamente riconoscenti. Il nostro Colonnello ha domandato al governo per me la decorazione dell’Ordine delle Due Sicilie. Sebbene io amo più l’arrosto che il fumo, pure, attesa la circostanza dell’affare de’ 16 giugno, ove il Regi-

a

ll coperto da macchia di inchiostro. 1 coperto da macchia d’inchiostro. c Corretto su il. d Corretto su altra parola. e Le ultime righe (Signor - mano) sono aggiunte tra il testo e la firma. b

1011

Lettere mento credè ch’io la meritassi, sarei bastantemente lusingato se l’avessi. Se voi potete cooperarvi anche in questo mi obligherete infinitamente. Ma vi raccomando più premurosamente l’avanzamento di Cicco. Bacio la mano a zio Peppe, abbraccio Michele29, ossequio la Baronessa30 e con ogni affezione mi dico il vostro fratello Gabriele Pepe

19 (19) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 69-70 Barcellona, 23 dicembre 1808 Signor Zio veneratissimo, bramerei che questa lettera avesse la velocità del mio pensiero affinché arrivasse subito ed in quest’istesso momento costà. M’imagino che avete dovuto star in palpiti per noi altri, giacché sono circa sei mesi che non avete potuto ricever nostre lettere. Durante tutto questo tempo l’armata è stata bloccata in questa città. Ma grazie al Cielo è da più giorni arrivato un rinforzo di 30.000 uomini, che ha tolto il blocco, battuti completamente i Spagnoli ed aperta in un certo modo la comunicazione. Questa sera dunque parte un corriere. Speriamo che il medesimo non incontri alcun ostacolo affin che questa lettera possa pervenirvi e farvi rallegrare. Cicco e Carlo, per essersi distinti in molte di quelle tante azioni che abbiamo avute co’ Spagnoli, sono stati nominati sottotenenti sul campo di battaglia. Spero che il governo li confirmerà al più presto nel sudetto impiego. Essi stanno bene ed allegramente. Non scrivono perché sono amendue di guardia. // Non abbiamo ricevuto vostre lettere fin dal mese di maggio. Michele Cuoco però, dal quale ne ho ricevuta una in data de’ 18 settembre mi scriveva che voi tutti stavate bene. Non mi dilungo. Sono ansioso di rivedere i vostri caratteri. Abbraccio Raffaele, Carluccio, Maria Giuseppa. Saluto tutti i parenti e gli amici e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele

29 30

Zio Peppe è il sacerdote don Giuseppe Cuoco; Michele è il fratello di Vincenzo. DL Olimpia Frangipane Ricciardi Cardone, baronessa di Castelbottaccio.

1012

Lettere 20 (20) Al cugino Vincenzo Cuoco, Napoli MsP V, 71-72 Barcellona, 26 dicembre 1808 Caro fratello, profitto della partenza di un corriere per farvi sapere mie nuove. Saranno tre mesi che ricevei una lettera di Michele alla quale non potei rispondere attesoché eravamo bloccati in questa città dalle truppe spagnole. Ora non gli scrivo mentre lo credo ritornato in Provincia. Michele mi scriveva che voi eravate colla deputazione. Presentemente mi lusingo che siate ritornato in cotesta capitale, e per conseguenza azzardo questa lettera per farvi sapere mie nuove. Il nostro regimento ha fatto onore alla nostra nazione. Disgraziatamente il corpo dell’uffizialità conta 4 morti e 12 hors de combàt. Spero che il governo vorrà tener presenti alle sue considerazioni i superstiti. Se costà si organizzano altri regimenti io vi prego di ricordarvi di me. Ciò che posso dirvi senza né prevenzione né amor proprio si è che io mi credo suscettibile d’aver un avanzamento e d’esser un tenente colonnello. Ve lo raccomando dunque e fido sul vostro buon cuore. I nostri comuni fratelli Cicco e Carlo sono stati nominati sottotenenti sul campo di battaglia. Si aspetta ora che il governo li confirmi nel sudetto impiego. Il nostro colonnello ha avuto la bontà di nominarmi cavaliere dell’Ordine delle Due Sicilie al Sovrano. Io amo veramente più l’arrosto che il fumo, ma se ciò mi si accordasse io non ne proverei che maggior sodisfazione. Il sempre chirurgo Guzzi, presso il quale sono stato a pranzo questa mattina, vi presenta i suoi complimenti. // Non mi dilungo in altro. Se vedete Zaruccio abbracciatelo per parte mia. Vi prego di presentare i miei ossequii alla baronessa Cardone, a tutta la di lei famiglia, al marchese d’Attellis,31 ed assicurandovi di tutta la mia affezione vi abbraccio cordialmente. Il vostro affezionatissimo fratello Gabriele Pepe

31

Orazio De Attellis, marchese di Sant’ Angelo (Sant’Angelo di Limosano 1774-Civitavecchia 1850). Patriota, esule in Francia, combatté nella Legione italiana, fu a Marengo. Giacobino e massone, partecipò a varie congiure, fu spesso in carcere. Rifugiatosi in Spagna dopo il 1821, ne fuggì nel 1824, approdando infine in Messico, da cui fu espulso nel 1826, divenne cittadino degli Stati Uniti nel 1828, tornò in Messico nel 1832 e nuovamente espulso nel 1836, nel 1847 venne in Italia, fu a Roma a offrire i propri servigi a Mazzini, che rifiutò. Cfr. Cortese, Le avventure italiane ed americane di un giacobino molisano.

1013

Lettere 21 (21) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 75-76 Barcellona, 12 marzo 1809 Finalmente signor Zio veneratissimo ho riveduto i vostri cari caratteri dopo nove mesi d’interruzione di commercio. La mia consolazione e quella di Cicco è stata tale che io non saprei esprimervela. Se la circostanza annunziataci da Raffaele d’esser voi stato poco bene nel mese di settembre l’ha alquanto amareggiata, il sentirvi poi perfettamente ristabilito all’epoca de’ 9 gennaio ne ha raddoppiata la vivacità e l’energia. Conservatevi sempre più, conservatevi per noi. Noi dobbiamo ribaciarvi le mani, dobbiamo rivedervi e spargere reciprocamente fra le vostre braccia voi le lagrime di quell’amore che avete e avete avuto sempre per noi, noi quelle dell’affezione e del dovere di gratitudine per il nostro secondo padre. È venuta coll’istesso corriere che ha portate le vostre lettere la confirma del grado d’uffiziale per Cicco. Stiamo ora aspettando quella di Carlo, il quale fu nominato egualmente sottotenente sul campo di battaglia verso la fine di dicembre. Amendue si portano bene e stanno in buona salute. Io ho dati i miei passi per rientrare nel Regno o col passaggio di capobattaglione in un altro regimento o con quello di capitano della Guardia Reale di Napoli. Ne ho scritto a Vincenzo Cuoco il quale spero che s’interesserà per me. Grazie all’educazione da voi ricevuta, grazie alla natura d’un certo coraggio, del quale m’ha munitoa, io credo d’avermi fatta un’onorevole riputazione nel regimento. I di lei vapori, alterandomi la testa, mi han fatto più di una volta rattrovare in qualche pericoletto, affrontare intrepidamente l’inimico e sfidare qualche fiata la sorte. Grazie alla fortuna niun accidente, niuna ferita mi ha mai punito della mia temerità. Credevo però d’esser più rimunerato. La sola circostanza, allorché io, Cicco, il mio tenente, il mio sottotenente ed alcuni soldati della mia compagnia ci lanciammo su di una batteria nimica di 11 cannoni e ce ne impadronimmo, avrebbe

a

Nel testo munita.

1014

Lettere dovuto meritarmi qualche cosa. Mi han proposto per cavaliere dell’Ordine Reale. Non vedo però nulla ancora di risultato. Un nastro però non vale un grado superiore al quale io aspiro. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Fratello caro, la tua lettera ci ha ricolmati di consolazione sentendovi bene con zio Ciccio, Maria Giuseppa e Carluccio. Noi lo siamo egualmente tutti tre. Carlo è stato nominato egualmente sottotenente sul campo di battaglia; stiamo aspettando la confirma della sua nomina. Quella di Cicco è venuta coll’istesso corriere che ha portata la tua lettera datata de’ // 9 gennaio. Godo che sarai Intendente generale d’agricoltura e de’ boschi della Provincia. Quando io ti rivedrò con un abito tutto ricamato ti prenderò per un generale divisionario e come tale ti farò rendere gli onori delle armi e del tamburo;a io, poib, con un triplice inchino col cappello alla mano, in quella maniera che Richardson descrive la riverenza di Hikman tutto confuso innanzi a Nancy32, attenderò rispettosamente i tuoi ordini come tuo subordinato33. Di’ a don Fiore che qui siamo già al paese de las calebassas34 e per conseguenza aspetto una rimessa che lui puòc farmene insieme col legname di costruzione, altra sua mercanzia egualmente abbondante che quella delle sue bugie. Appena il convoglio arriverà in questo posto io lo farò annunziare sul diario, e liberarlo quindi al maggior offerente. Se poi tutta la famiglia vuol unire il di lei contingente delle derrate dell’una e l’altra specie, particolarmente quello di don Nicolad e i magazzini ancor pieni lasciati dall’avo, che deggion esser immensi, allora potremo far un guadagno ugualmente immenso. Io mi contenterò del cinque per cento pel mio incomodo e sono sicuro che la mia fortuna sarà assicurata per esser straricco in tutta la mia vita. Vuoi tu ridere caro Raffaele? Il clima di Spagna ha risvegliato in me

a

Segue ed, depennato. Nel sopralinea. c può nel sopralinea su altra parola depennata; farmene corretto su altra parola. d Segue allora depennato. b

32

Personaggi del romanzo epistolare Clarissa di S. Richardson. L’affettuosa ironia di Gabriele è sprecata, giacché Raffaele Pepe non fu mai intendente, ma ebbe l’incarico di redattore statistico. 34 Zucche: in spagnolo calabazas, in catalano carabasses. 33

1015

Lettere un estro poetico che non mi si era giammai manifestato in quello di Napoli. Sappi insomma ch’io sono il poeta del reggimento. Non v’è tavola nella quale io non sia invitato per far de’ versi, de’ brindisi, eccetera; non v’è occasione nella quale non mi si cerchi una composizione poetica. Ultimamente ne feci una pel parto della Colonnella. Fra gli orrori dell’azione de’ 26 novembre mi venne in testa di far un’ode all’Autor della natura, per la pace, il di cui principio è questo: 1. Arde da molti lustri la più feroce guerra e pace alfin sospira la desolata terra. 2. Mira quel nero velo ch’involve l’orbe tutto, velo di duolo e pianto, manto di morte e lutto! 3. Mira con rovi e spine inculto il suol che langue e ricoperto (ahi vista!) d’umane membra e sangue eccetera eccetera35. Mi domanderai forse, tutto sorpreso e scandalizzato, come spiegar questo fenomeno. Ma non so dirtelo. Infine, tutti cattivi che sono i miei versi, io non fatico ad essere il primo ea a far la prima figura in mezzo a tre o quattro altri poetastri verso de’ quali Apollo è stato più avaro che a me. E conchiudendo da un vecchio pedagogo: «Nel regno de’ ciechi beato chi ha un occhio». Saluto tutti e ti abbraccio cordialmente con Maria Giuseppa e Carluccio. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

a

Nel sopralinea.

35

Cfr. G1, 120r-120v.

1016

Lettere 22 (22) Al cugino Vincenzo Cuoco, Napoli MsP V, 77-78 Barcellona, 12 marzo 1809 Caro fratello, un corriere venuto da Francia per mare ci ha portate finalmente delle lettere dopo tanto tempo che non ne avevamo. Col medesimo è venuta la confirma di Cicco al grado di sottotenente. Siccome io vi avevo pregato di assistere presso il Ministero della Guerra, e ch’io sono sicuro che voi avete avuta una tale bontà, così non manco in questa occasione di ringraziarvi e di assicurarvi tanto della mia riconoscenza che di quella di mio fratello. Le notizie avute ci apprendono tutte le organizzazioni de’ corpi, le promozioni, gli avanzamenti e le decorazioni che si danno costà, ma però a quelli soli che sono costà presenti. Noi altri Napoletani qui in Ispagna rassembriamo a quelli poveri che sentono dal cortile gli odori delle vivande che si mangiano da’ convitati nel triclinio. Pazienza. Mi hanno illuso con la speranza di una decorazione, illusione che più d’una volta mi ha messo nel caso di esser ucciso, particolarmente nelle due terribili giornate de’ 13 ottobre e 26 novembre, ma nulla ho visto finora e sono sicuro nulla vedrò. Del resto la mia riputazione già stabilita nel regimento e nelle divisioni, l’esser stato più di venti volte nominato nell’ordine del giorno dell’armata, me dedommagent asséz di un nastro. Se mi troverete un poco guascone in questa lettera attribuitelo allo spirito che anima il duro nostro mestiere. Siccome sento che costà si organizzano de’ regimenti, così io vi prego di ricordarvi di me. Ve ne ho pregato in un’altra lettera la quale spero che vi sia pervenuta. Se voi credete difficile il mio ascenso al grado di capobattaglione mi vi raccomando per quello di capitano della Guardia Reale, che credo esser più facile ad ottenersi. Sono sicuro che la vostra affezione mi farà ottenere o l’uno o l’altro de’ citati impieghi. Stiamo ora aspettando la confirma di Carlo, nominato puranche sottotenente sul campo di battaglia verso la fine di dicembre. Bacio la mano a zio Peppe e vi abbraccio cordialmente con Michele, pregandovi di porgere i miei ossequi alla signora Baronessa ed a tutta la di lei famiglia. Il vostro affezionatissimo fratello Gabriele Pepe 1017

Lettere 23 (23) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 79-82 Dal campo di Girona, 12 luglio 1809 Signor Zio veneratissimo, dopo la vostra lettera datata de’ 29 maggio e diretta a Figueras non ho ricevute altre di data posteriore, ma bensì due attrassate: particolarmente quella nella quale ci date notizia della morte del nostro don Attanasio. Io l’ho intesa con massimo dispiacere, sì perché era stato il mio maestro, come ancora perché era la persona di Civita la più affezionata alla nostra casa, e forse la veramente unica. Tutti tre noi altri stiamo bene. Io sono ancora zoppo, e marcio con le sottascelle, vulgo stampelle, per esser stato ferito nel montar la breccia alla cittadella di questa piazza, ove mi si crepò una granata sotto il tallone del piede sinistro. Fortunatamente il colpo non mi fece che una leggiera ferita, ma una fortissima contusione. Posso però chiamarmi fortunatissimo d’esser sortito in tal maniera mentre fu un affare caldissimo. Perdei quasi il 3° della mia compagnia de’ granatieri. Tutti tre gli uffiziali feriti, uno de’ quali (il tenente) gravemente e forse senza speranza. Il capitano Forni che voi conoscete ha avuta anche la coscia traforata da una mitraglia. Il nostro aiutante maggiore ha perduto una gamba. Infine di 12 uffiziali del nostro corpo non ne sono sortiti illesi che Cicco, un capitano // ed un altro tenente. Carlo non fu nell’affare giacché egli è di una compagnia del centro e nell’assalto non furono impiegate che le sole compagnie de’ granatieri e volteggiatori di tutti i corpi dell’assedio. Ringrazio sempre la Provvidenza dell’esito dell’affare rispetto a me, mentre potevo soccomberci in quell’istessa guisa che vi son restati tanti bravi. Fu una notte d’inferno e d’orrore. Il forte sembrava un vulcano, tale e tanta era la quantità del foco che proiettava in mitraglia, fucileria, granate, biscagline36, materie incendiarie eccetera. L’altro ieri ricevei la decorazione dell’Ordine inviatami dal gran cancelliere. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano.

a

Segue nulla depennato.

36

Cfr. G1, 126v, nota 299.

1018

Lettere Caro Raffaele, da quel che ho scritto a zio Ciccio potrai rilevare quel che mi è successo da qualche tempo a questa parte. Ma statti allegramente, mentre non èa gran cosa; e se t’ affligerai per un momento, o per l’avvenuto o pel palpito di ciò che fa temere la guerra, di’ tra te stesso: «i miei fratelli non han tralignato da que’ principi d’onore che han sempre singolarizzata la mia famiglia; essi travagliano per illustrarla, né d’alcuna macchia d’obbrobrio o di disonore avrò a temere pel di loro nome o pel mio». // Ti prego di premurare presso Cuoco onde poter aver io un’avanzamento o di tenente colonnello in un altro corpo o come capitano nella Guardia Regale. Per Cicco e per Carlo ci penserò io poi di produrli, siccome mi è riuscito finora. Il nostro Colonnello è stato richiamato in Napoli. Se tu anderai nella capitale ti prego di fargli una visita; se no gli scriverai una lettera officiosa da costà. Egli si chiama Guglielmo Pegot. Tutti noi tre altri gli abbiamo obbligazione. È quell’istesso col quale io ebbi un affare a Marcianesi37, che tu sai. Ma siamo stati poi amicissimi, e ci ha distinti sempre tra gli altri uffiziali. Caro fratello, conservati in salute. Già si vocifera che i nostri regimenti rientreranno nel R[egn]o. Faccia il Cielo che ciò si verifichi. Io [non]a bramo altro per riabbracciarti. Saluto tutti i parenti, gli amici e ti abbraccio affettuosamente con Maria Giuseppa, Carluccio, Ireneo ed Angela Maria38 mille e mille volte. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

24 (24) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 83-84 Dal Campo d[i Giron]ab, 21 luglio 1809 Signor Zio veneratissimo, vi ho scritto un’altra lettera in data 12 dì questo mese, nella quale vi avvisavo che ero stato ferito nel giorno 8 all’assalto della cittadella di questa piazza. Torno a scrivervi ora dopo

a b

[egn] e [non] lacuna per uno strappo. [i Giron] lacuna per uno strappo.

37 38

Marcianise presso Napoli. Ireneo ed Angela Maria sono due nipoti di Gabriele. DL

1019

Lettere sì breve tempo per non farvi stare in agitazione, ed annunziarvi che vado giornalmente meglio, e che verso la fine del mese sarò perfettamente guarito al dir del chirurgo. La ferita è mezza cicatrizzata, ma la contusione prodotta dalla granata scoppiatami sotto il tallone mi fa penar molto nel giocar il piede e mi obbliga a marciar colle stampelle. Non ho ricevute vostre lettere posteriori a quella diretta a Figueras. Spero però che godiate buona salute insieme con tutti di casa. Non scrivo a Raffaele per non aver nulla a dirgli meno che d’abbracciarlo. Fo lo stesso a Maria Giuseppa e Carluccio e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano, come fa Cicco che sta benissimo. Il vostro affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele.

25 (25) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 85-86 Perpignano, 25 agosto 1809 Signor Zio veneratissimo, sono 14 giorni che mi rattrovo qui, parte per affari del regimento, parte perché sono stato poco bene, e che i medici mi consigliaron d’appartarmi dal campo dell’assedio, ove l’aria in questa stagione non è molto buona. Intanto mi sono ristabilito interamente e della ferita e della indisposizione sudetta. Non risento altro che un torpore al piede allorché si cambia il tempo. Del resto cammino liberamente senza alcun incomodo e senza alcun segno di zoppia. Cicco è al campo e sta bene. Fra breve Girona sarà nostra. La cittadella alla quale noi montammo la breccia è in nostro potere. Un altro forte detto il Calvario lo è benanche. Presentemente si batte la città, la quale con 300 bombe al giorno che riceve fin da un mese da’ nostri mortaii, e fulminata da 40 pezzi d’artiglieria da un altroa lato, non potrà resistere, al dir del Genio, che 10 o 12 altri giorni. Speriamo dunque che fra breve avremo nelle nostre mani questo baluardo della Catalogna39.

a

Nel sopralinea.

39

Pepe, di solito molto lucido nelle cose militari, questa volta sbaglia la previsione. Girona capitolerà solo il 10 dicembre.

1020

Lettere Voglia il Cielo far verificare la troppo già sparsa voce che il regimento rientrerà nel Regno dopo finito questo assedio. Allora potremmo io e Cicco aver la consolazione di baciarvi la mano da oraa a quattro o cinque mesi. Noi aneliamo questo momento con ardore, ed il Cielo l’accorderà alla nostra affezione ed alla nostra tenerezza. Mi sono consolato assaissimo che Carluccio è stato impiegato. Egli potrà esser il più fortunato di tutti. Il povero Cicco ha dovuto stentar due anni di travagli e pericoli con un fucile alle spalle per aver una graduazione con un soldo eguale al suo. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Il vostro affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele Pepe // Caro fratello Raffaele, sono stato alquanto indisposto ma ora sto bene. Cicco e Carlo lo sono egualmente. Cicco come anche Carlo sono al campo. Io spero rendermici verso la fine del mese. Siccome il soldo di cavaliere dell’Ordine si paga in Napoli e non ne’ regimenti, così potrai riscuotere il mio costàb. Sono 300 franchi all’anno, che fanno in moneta del Regno ducati 72. Mi consolo assaissimo che Carluccio è stato impiegato. Ti abbraccio affettuosamente con Maria Giusepp{i}a, salutando tutti i parenti, amici e vicini. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

26 (26) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 87-88 Perpignano, 7 settembre 1809 Signor Zio veneratissimo, sono più di venti poste che non ricevo vostre lettere. Tutto ciò mi mantiene in una grande agitazione tanto più che sono restato crudelmente deluso lusingandomi di riceverne più facilmente nel mio soggiorno in questa città. La commissione del regimento per cui mi ci trattengo non ancora finisce; fra di tanto sto bene, la ferita è guarita perfettamente e non risento alcun incomodo nel caminare. Cicco sta bene, Carlo egualmente; sono amendue al campo. Per la nostra con-

a b

Nel sopralinea su qui depennato. Nel sopralinea.

1021

Lettere solazione non mancan che vostre nuove. Datecene dunque senza meno. Nona scrivo a Raffaele mentre non ho cosa alcuna a comunicargli d’importante. Lo abbraccio assieme con Maria Giuseppa e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele

27 (27) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 89-90 Perpignano, 14 ottobre 1809 Fratello carissimo, ho ricevuto una tua lettera del passato mese la quale, sebbene mi ha consolato nel sentirvi tutti in buona salute, mi ha gittato in angustie ed agitazione sentendovi inquietati ancora da’ briganti. Voglio sperare che a quest’ora saranno stati o dissipati o presi; e quel che mi consola si è che questa canaglia ordinariamente all’entrar dell’inverno o si scioglie o si porta nella Puglia, ove il clima è men freddo. Relativamente al mio avanzamento che mi avvisi, io lo credo un equivoco con i Pepe di Calabria40. Io non ne ho ancora alcuna notizia uffiziale e credo impossibile per adesso poter ascendere a capobattaglione. Io domani partirò da questa città per rendermi al regimento che è a Roses. Cicco e Carlo stanno bene. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

28 (28) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 91-92 Roses, 14 novembre 1809 Caro fratello, in questa posta abbiamo io e Cicco ricevute tue lettere. Ci siamo consolati moltissimo nel sentirvi tutti bene. Noi lo siamo egualmente. L’aria marina ci ha rimessi in perfetta salute.

a

Nel sopralinea su una parola depennata.

40

Guglielmo e Florestano, fratelli, entrambi generali.

1022

Lettere Non ti lusingare della notizia datati da Cuoco sul mio avanzamento. Ella è derivata da un equivoco, e non so come Cuoco o si è lasciato ingannare oa pur vuole ingannarti. Per persuaderti di tutto in due parole sappi che il 4° Regimento è completo in capibattaglione. Dì a Titta Pepe che ho fatto pel figlio più di quello che ho fatto per mio fratello. Carlo è già I° tenente. Era andato in proposta per questo grado anche Cicco, ma non è uscito. I suoi rimproveri dunque sono ingiusti ed è per questo ch’io non rispondo alla sua lettera. Noi altri de’ due regimenti che sono in Spagna siamo derelitti, sentiamo da lontano tutte le promozioni che si fanno in Napoli e per noi scena muta, in maniera che rassomigliamo a’ poveri i quali sentono dal cortile l’odore solo delle vivande che si servono nel triclinio. Non ho altro che scriverti. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa mille volte. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

29 (29) Allo zio Luigi Colaneri, Napoli MsP V, 93-94 Roses, 11 dicembre 1809 Signor Zio veneratissimo, le circostanze d’una lunga malattia sofferta da me e da Cicco, della quale non ci siamo ancora perfettamente rimessi, ci fan trovare in posizione di bisogno. È per questo motivo che riceverete dal signor don Giacomo Staiti una cambialetta di ducati 22, per averne ricevuti altrettanti dal suo fratello capitano del nostro regimento41, e che vi prego di pagare a conto di casa nostra. Spero che godiate perfetta salute insieme con tutti di vostra stimatissima casa. Bacio la mano a zia Angela Maria, abbraccio Zaruccio, ossequio donna Olimpia e vi bacio affettuosamente la mano [come]banche fa Cicco. Il vostro affezionatissimo nipote Gabriele Pepe

a b

Segue cioè, depennato. [come] lacuna per uno strappo.

41

Francesco Staiti.

1023

Lettere 30 (30) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 97-100 Roses, 2 gennaio 1810 Fratello caro, ho ricevuto la tua lettera de’ 3 dicembre e con piacere ho ravvisato che godete tuttia buona salute. Noi stiamo egualmente bene. Torno a replicarti per la quarta volta: non ti lasciar ingannare d’essere stato io proposto per capobattaglione. Questa notizia è sorta per equivoco, ed io vado a spiegartelo per persuaderti una volta per sempre. Ambrosio, orab colonnello del 4° Regimento, è sortito dal nostro ove era capobattaglione. Partendo per Napoli io gli pregai di salutarmi Cuoco. Egli vedendolo gli diede i miei saluti e gli disse che facilmente avrebbe raccomandato al Ministro della Guerra tre o quattro giovani uffiziali fra’ quali io. Queste parole furon prese da Cuoco e da Michele, poco esperti nel linguaggio militare, per una proposta o per una nomina, secondo mi scrivesti la prima volta. È inutile, caro fratello, di sperare avanzamenti. I regimenti che sono in Ispagna sono stati e saranno sacrificati in tutto, nel mentre che i militari i quali godono le delizie della capitale senza meriti, senza travagli, senza pericoli, ottengono tutti i vantaggi, tutte le cariche. Noi al contrario, distrutti dalla guerra e dalle malattie in modo che da 2000 e 200 siamo ora appena 500: 8 uffiziali morti sul campo di battaglia, 51 uffiziali feriti de’ quali 13 stroppii, siamo sì mal ricompensati che appena contiamo 5 uffiziali decorati, unico vantaggio accordatoci, quandoché dal colonnello fino all’ultimo tamburo tutti meriterebbero non solo la decorazione ma ricompense d’ogni genere. Passiamo ad altro. Ho caricata una cambialetta di ducati 22 a zio Luigi. Tu e zio Ciccio dovete perdonar a me e Cicco per cercar questa somma, giacché la malattia d’amendue ci ha dissestati e messi in circostanze di un esito superante l’introito. // Mettiamoci in allegria. Salutami don Fiore e digli che stiamo nel paese de las calebassas. S’egli volesse mandarmi qualche bastimento carico di tale derrata, sarebbe sicuro di uno straordinario guadagno. Se poi volesse rimettermi del legname di costruzione di suo taglio, insieme con quello di don Nicola e della famiglia, come ancora quello tirato da’

a b

Nel sopralinea. Nel sopralinea.

1024

Lettere magazzini lasciati dall’avo, che deggion esser immensi, allora egli farebbe fortuna per la vita. Qui stiamo male, essendo una cattiva guarnigione. Girona è presa da un mese, ma la sorte nostra è come quella degli alleati dei Romani, che eran destinati a portar le frecce, senza mai aver parte alle azioni ed alla gloria. Almeno eran essi esenti da’ pericoli de’ combattimenti con un tale destino; ma noi siam sempre distrutti ed esposti i primi senza ricompense in seguito. Il giorno 8 luglio, allorché montammo la breccia al forte Montjouich della piazza, fu fatale pel nostro regimento. Di 13 uffiziali 2 perderon la vita, 9 feriti e due soltanto esenti, fra’ quali Cicco. La mia compagnia de’ granatieri fu quasi distrutta sulla breccia. Il mio tenente fu ferito mortalmente, il sottotenente ha perduto due dita del piede, io fui ferito al tallone sinistro. «Ou avez vous été blessé», mi dimandò il general Milossewitz ;«Au talon gauche», risposi io. «Comme Achille», rispose egli; «De ce seul coté ie peux me rapprocher à lui», // risposi io; «Vous etes brave comme lui», e passò innanzi, nel mentre ero portato da quattro granatieri. Ecco le sole ricompense che riceviamo noi altri, nel mentre in Napoli si profondono i gradi e gli avanzamenti a persone che non sanno ancora né i sibili delle palle e metraglia, né, conoscendo i perigli e le circostanze della guerra, sostenere i loro impieghi, che strappano mediante i raggiri e gl’intrighi. Sono ritornato a’ primi pensieri senza volerlo. Addio caro fratello. Mi fanno mille anni di abbracciarti. Se hai ancor fiducia in Cuoco raccomandagli Cicco, i di cui avanzamenti sono più facili. Per me sono persuaso che nie[n]te può e potrà perché so come vanno gli avanzamenti dal mio grado in su. Bacio la mano a zio Ciccio e t’abbraccio con Maria Giuseppa. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

31 (31) Al fratello Raffaele, Civitacampomaranoa MsP V, 101-102 Roses, li 8 febbraio 1810 Fratello caro, dalla tua lettera de’ 2 gennaio ho con infinito piacere rilevato che godete tutti buona salute. Posso assicurarvi lo stesso di me.

a

Una macchia d’umido ha cancellato nella lettera alcune parole.

1025

Lettere Cicco è ricaduto ammalato, ma non vi mettete in agitazione perché sono que’ residui di malattie che sieguono sempre le febri autunnali durante l’intero corso dell’inverno. Egli è in Perpignano, ove l’ho mandato giorni indietro per farlo stare più tranquillo e più comodo. Ti ringrazio delle buone notizie che mi dai rispetto a me. Accetto e riconosco il tuo buon cuore, ma ti prego d’esser più cauto nel riceverle da chi ti vengono trasmesse e di distinguere l’orpello dall’oro che tu credi venirti smaltito. La mia ambizione non era altra che quella di passare nelle Guardie Regali. Ma ora mi si è estinto anche questo desiderio, attesa l’enorme spesa che m’abbisognerebbe per un viaggio di 3000 miglia, e quindi per un [...]o tutto diverso ed oltremodo più lussuoso del nostro [...]ione; anche di questo ti prevengo di non farti trascinare dall’amor di rivederci, ottenendo un passaggio per noi in un altro corpo, mentre sarebbe questa la massima delle ignominie, essendo sempre una marca di cattiva riputazione quella di cambiar regimento coll’istesso grado. Il proverbio militare è: «se fusse stato buono pel suo corpo non ne sarebbe sortito». O riesce dunque la promozione della quale tu mi parli, o altrimenti lasciamo star le cose come erano. Sono in un regimento che si è coverto d’onore e di gloria. Mi lusingo d’esser nel numero di quelli uffiziali che sonosi distinti e che formano il decoro di un corpo (permettimi questa guasconadea), sono decorato del nostro Ordine, sono capitano d’una compagnia di granatieri alla testa de’ quali andrei fin nel tartaro come Alcide; non sono dunque tanto scontento della mia sorte. Vivan Napoleone e Gioacchino. Quel che ti raccomando poi caldamente è Cicco, i di cui avanzamenti sono più facili atteso il grado nel quale si rattrova. In questa istessa posta scrivo una lettera al colonnello Giustini42, pregandolo a chiamarlo I° tenente nel suo regimento. Scrivigli anche // tu o fagli scrivere da Peppe de Marinis. Mi interessa di dargli una spinta ora che è ancora ragazzo, e metterlo in circostanza di farlo giungere al più presto al grado di capitano, nel quale ogni asceso è obbligato a dimorarvi per qualche anno. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa, salutando tutti gli amici e parenti. L’affezionatissimo fratello Gabriele

a

ua nel sopralinea su due lettere depennate.

42

Camillo Giustini (Napoli 1748-?1812). Maggiore (1806) colonnello (1808).

1026

Lettere 32 (32) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 103-106 Castiglione, 15 aprile 1810 Signor Zio veneratissimo ho ricevuto in questa posta una vostra lettera de’ 16 aprile del 1809, la quale credo che avrà girata mezza Francia e mezza Spagna, tale e tanto è il numero degli indirizzi e delle marche delle diverse città per le quali è passata. Bisogna pazientare ancora la bestialità de’ postieri, la quale fa che o le lettere non giungono, o pervengono infine dopo d’esser state spedite da un anno. Io e Carlo stiamo bene. Questi ha ricevuto una lettera di suo padre dalla quale abbiam rilevato che godete tutti buona salute. Mi consolo poi sentir Titta Pepe finalmente impiegato. Cicco è in Tolosa, mi scrive che passa molto meglio e che fra poco altro tempo si renderà al regimento. Ricevete l’assicurazione della mia affezione e col cuore ripieno di tale sentimento vi bacio umilmente la sacra mano. Caro fratello Raffaele, dalla lettera di Titta Pepe a Satanasso convertito (bisogna rendergli questa giustizia; se n’è fatto un buon uffiziale)43 rilevo che tu godi ottima salute insieme con Maria Giuseppa e zio Ciccio. Io me ne consolo assai assai e spero di sentirvi tutti sempre sani e tranquilli. Riguardo a me sto bene. Cicco passa molto meglio co’ suoi reumi. Prima di ricevere l’attrassata vostra lettera de’ 16 aprile 1809 io credevo che la mia, nella quale ti annunziavo il mio estro poetico, non ti era pervenuta e me ne trovavo contento. Egli è per questa ragione che non te ne avevo più scritto, mentre le mie poesie e il nome di Gabriele Pepe poeta non meritan d’uscire neppure dal barbaro paese della Catalogna. Ma cosa vuoi ch’io ti dica? Io ho sentito una forte irresistibile propensione a far de’ versi nella mia dimora in Spagna. Quale siane poi la cagione lo ignoro. Senza nessuna regola poetica, senza contar i piedi, l’orecchio mi diceva se il verso era giusto o se era di quelli che v’abbisognan le funi tutte di Ripa44 per misurarli. Mascherando poi d’impostura

43 44

Satanasso convertito è Carlo, figlio di Titta. Ripalimosani, a pochi chilometri da Campobasso, un tempo famosa per i suoi abilissimi “funari”. DL

1027

Lettere quest’estro nascente io mi annunziai a tutti gli uffiziali del regimento come poeta fin dal mio nascere. Una volta dato questo passo // bisognava sostenere la mia riputazione, locché era difficile a fronte di qualche conoscitore col quale potessi rincontrarmi; ma sia mia buona sorte, sia prevenzione in chi mi ascoltava, sia tutt’altro, me ne sono cavato sempre con buon esito. Non vi è stata tavola alcuna data da’ corpi o da’ generali nella quale io non ho assistito, essendo invitato per far de’ toast. (Non ridere ancora ed aspetta). Nel gran campo di Girona, durante l’assedio, ogni colonnello dava per giro un pranzo invitando tutti i generali, colonnelli ed uffiziali superiori degli altri corpi. Devi sapere ancora che ogni colonnello istesso era sempre invitato a condur seco una uffiziale del suo regimento. Del nostro dunque io sono stato sempre quello che accompagnava il colonnello. Una sera siamo invitati alla tavola del capo de’ Veliti Regali Italiani, ove vi eran i generali Verdier, Lechi, Milossevitz e Zenardi, insieme con altri 30 o 40 colonnelli e uffiziali superiori. Il colonnello Foresti del 5° Regimento Italiano a fianco del quale io sedevo mi disse sottovoce: «Pepe, questa sera hai un forte rivale a fronte». «Chi è?», dissi io». «È l’aiutante di campo del general Pino», mi rispose. Questa notizia non mi fece molto piacere, come puoi immaginarti, ma intanto non mi sgomentai. Si mangiò dunque con buon appetito ed al desert i brindisi incominciarono. Io mi tacevo aspettando che l’altro dicesse qualche cosa per saggiarlo. Questi si leva e beve alla salute dell’Imperatore dopo aver recitati alcuni versi bellissimi. Io fo il mio toast per lo stesso personaggio. Amendue furon graditi. Egli tornò a bere dedicando il nappo a’ guerrieri napoletani. Io pe’ guerrieri italiani. Fin qui sembrava che le cose fossero eguali, ed io mi contentavo di non esser riputato né superiore né inferiore all’altro. Ma questi forse voleva una superiorità. Tutt’insieme si alza col bicchiere alla mano, si mostra invaso da tutte le muse del Parnaso e d’Elicona e recita un bellissimo sonetto. Nel mentre egli lo declamava io mi combinai alla meglio alcune strofette, nelle quali dicevo che i sonetti sono difficili ad improvvisarsi, anzi impossibili e che appena un Gianni o un Serio potevan farli. Siccome io le recitai appena ebbe egli // finito di recitar il sonetto mentovato, così si credé da tutti i commensali ch’io aveva quella facoltà che rimproveravo all’altro di non avere, e convinti altronde della verità di ciò che io avevo detto nelle mie strofette recitate immediatamente dopo la poesia del mio rivale, fui creduto da tutti un

a

Nel sopralinea su qualunque depennato.

1028

Lettere improvvisatore, e riscossi quindi applausi. L’onta dell’avversario fece incominciar dalla sua parte qualche motteggio, al quale io risposi come mi conveniva di rispondere. La mia risposta, nuove proposte, nuovi motteggi un po’ più piccanti ed amari, i liquori infine che avevan riscaldate le nostre teste, stavan per spingerci a metter mano all’ultima ratio militum, quando il general Milossevitz disse: «I contrasti di poesia bisogna terminarli con decisioni poetiche» e recitò allora que’ ve del Tasso nel canto 6, sostituendo alla parola guerrieri quella di pa: «Siete o poeti... Con pari onor di paro ambo possenti»45. Si toccaron i bicchieri, si bevè, e tutto fu finito. Noi restammo amici. Ora ti permetto di ridere per tutto quel tempo che ti piacerà. Allorché il colonnello Zenardi fu fatto generale, la mia fantasia si riscaldò (anche perché avevo ricevuto de’ benefizii da questo superiore, il quale me ne promette ancor tuttavia) e feci un componimento poetico del quale ti trascrivo alcune quartineb: 1. Nel sentiero del prode guerriero, che al gran tempio di gloria conduce, tu ti avanzi a gran passi, mio duce, tu t’inoltri col tuo gran valor. 2. Tu fra l’armi sei degno de’ carmi di Torquato e d’Omero; tu merti dell’alloro e del mirto più serti, veri fregi di gloria e d’onor. Parlando delle sue gesta militari e del suo coraggio dico: Più veloce del tigre feroce fra le squadre nemiche tu porte lo spavento la strage e la morte con terribil furore ed orror.

a b

La pagina è danneggiata da uno strappo. I versi dell’ode e i brevi commenti inseriti sono scritti in fondo alla pagina su due colonne.

45

Cfr. G1, 124v, nota 297.

1029

Lettere Conchiudendo: 19. Segui dunque per sempre ed ovunque d’eroismo le tracce e la meta, in tal modo s’estingue e s’accheta la gran sete di gloria e d’onor. 20. Già tra’ duci distinti riluci, già a tal rango inalzotti tuo merto, che d’allori sia sempre coperto il tuo crin, quest’è il voto del cor. // Te le trascrivo quali sortirono nel primo impeto dell’estro. Non le ho corrette in seguito perché m’annoio quindi nel corrigere i miei componimenti; scrivo e lacero tutto. Corrigere est mihi grave laboris onus46, ma non credera per questo ch’io voglia paragonarmi ad Ovidio. L’ultima quartina sembrami alquanto fredda dopo la 19esima. Ti prego di dirmene il tuo sentimento. Rispetto all’ode sulla pace, il di cui principio ti è piaciuto, ne ho fatta un’altra con l’istessi pensieri, ma sul gusto di quelle del Savioli47, mettendo cioè lo sdrucciolo in ciascun primo e terzo verso. Mi son trattenuto teco abbastanza. Saluto tutti e t’abbraccio con Maria Giuseppa mille e mille volte. P.S. Alfine Marco48 si è casato? Te Deum laudamus. Avrai, credo, cessato d’inquietarlo. Ma seguita poi ad esser così rustico, avaro ed ingalante coma prima? La compagnia d’una donna, d’un essere il di cui retaggio è l’amabilità, la delicatezza e le gentili maniere, dovrebbe ingentilirlo e dirozzarlo. A fianco d’una donna ogni goffo Tersite, com’è Marco, diventa un galante, ameno Ganimede. Voglio dunque sperare ch’egli si è cambiato e che la scena del caciocavallo (nella nostra gita a Lanciano), il quale sortì e ritornò sano e salvo nelle dispense del critico Boccia, non arriverà più. Saluto tutti gli amici e parenti e ti

a

Nel sopralinea.

46

«Correggere mi è fatica assai pesante». Ludovico Vittorio Savioli Fontana Castelli (Bologna 1729-Ivi 1804), autore di poemi elegiaci di grande successo; storico e traduttore dal latino. 48 Marco Boccia. 47

1030

Lettere abbraccio di nuovo col Bugiardo don Fiore, che mi saluterai particolarmente, ed al quale farai bere un buon bicchiere alla salute del suo Sciatamarro, o Spettacolone.

33 (33) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 107-112 Castillon, 16 maggio 1810 Fratello caro, è qualche settimana che non ricevo tue lettere. Voglio sperare che godi perfetta salute insieme con zio Ciccio e Maria Giuseppa. Io sto benissimo. Cicco mi scrive che passa meglio coll’uso delle acque. Spero di annunziarvi quanto prima ch’egli è ritornato al regimento interamente ristabilito. Il general Pignatelli mi ha domandato per aiutante di campo. Ma io gli ho risposto che non mi conviene abbandonar il regimento ove sono amato e stimato, ove i superiori mi han sempre trattato paternamente e m’hanno affidata una compagnia scelta di granatieri in preferenza di tanti altri. Non so se il mio rifiuto lo ha o no internamente irritato e dispiaciuto. Ma come mai è sorto in testa a Cuoco di propormi al Generale per un tale uffizio? Egli ignora certamente l’idea che si ha nelle armate degli aiutanti di campo. Altronde qual vantaggio ne avrei io ricavato? Sono capitano e capitano sarei stato presso il Generale. Con una compagnia qual è la mia, alla testa della quale andrei fin nel tartaro, posso farmi onore, posso un giorno o l’altro tentare qualche colpo di mano che riuscendomi felice potrà farmi cangiar di stato e di grado: posso… laddove presso del Generale avrei dovuto spendere più di 2000 franchi per equipaggiarmi e montarmi ed io non ne ho neanche 200; avrei dovuto lasciar Cicco, correre come un disperato a portar ordini, non esser a parte né dei perigli né della gloria, rinunziare per sempre ad esser nominato negli ordini del giorno dell’armata come lo sono stato molte volte a Barcellona ed al campo, e non avere infine neanche un quattrino di più di soldo di quel che ho attualmente. Rispetto agli avanzamenti, poi, sii sicuro che la probabilità d’averne servendo ne’ regimenti è, a quella ne’ stati maggiori, come 10:1. Il general Zenardi, che a quest’ora deve esser arrivato in Napoli, mi promise partendo che mi avrebbe proposto al Re per capobattaglione. Questa sarebbe l’occasione di aiutarmi se Cuoco lo volesse, e non quella di farmi fare il galoppino, oppure il cameriere pulito de’ generali, mentre 1031

Lettere generalmente gli aiutanti di campo non altro sono chea tali. Passiamo ad altro. Divertiamoci un poco. Che fa don Fiore? Declamò la Passione nel giovedì // santo? E il suo irresistibile ascendente a dir bugie avesse forse aggiunte nuove scene di sua invenzione a quelle sofferte dalla Divinità sul Golgota? Fece egli entrare la Madonna vestita di lutto? Io credo che riunì nella sottetta tutte le statue di Civita, anche quelle vecchie del fondaco e di zio Marino, e fecele quindi entrar successivamente ad oggetto di accoppiare lo spettacoloso della funzione al tetro patetico della sua eloquenza. E quante bottiglie o morgioni di vino montò egli fin dal giorno sul pulpito ad oggetto di rinforzare la voce dell’oratore, come era suo uso di farlo allorché cantava il Passio? Povera sorte dell’orazione funebre! In bocca a un don Fiore, che è la sorgente inesauribile delle bugie e dell’espirazioni raucovinose! Le ombre rispettabili de’ Bossuet, Flechier, Massillon, Segneri e Dolara avrebbero dovuto sortire dalle tombe con un nodo[so] bastone o fresco nervo alla mano e precipitarlo a colpi di vergate dal pergamo, che è il trono sacro dal quale questi uomini immortali han tuonato parlando a’ monarchi ed a’ popoli48. A proposito dell’oratoria, ultimamente ch’io fui in Perpignano mi capitò nelle mani la Quaresima del padre Bridaine49, oratore encomiato molto dall’abate Maury ne’ suoi principii d’eloquenza50; oratore ch’io ignoravo e del quale non so se tu o zio Ciccio ne avevate notizia alcuna, mentre non mi sovvengo d’avervelo udito nominare alcuna fiata. Ti confesso che restai oltremodo colpito da un’eloquenza di un nuovo genere, tutta nuova, tutta originale e che riunisce l’impetuosità e la forza di quella di Bossuet, la penetrante di Massillon, la tenera di Fenelon51 e

a

Segue questi depennato.

48

Valentin-Esprit Fléchier (Pernes-les-Fontaines 1632-Nîmes 1710), uno dei maggiori predicatori del tempo; Jean-Baptiste Massillon (Hyères 1663-Clermont Ferrand 1742), predicatore molto popolare per lo stile persuasivo dei suoi sermoni; Paolo Segneri (Nettuno 1624-Roma 1694), gesuita, grande predicatore, autore di un celebre Quaresimale (1674). Non ho trovato traccia di un predicatore di nome Dolara. 49 Jacques Bridaine (Chusclan 1701-Roquemaure 1767). Sacerdote francese, predicatore famoso per l’eloquenza vivace e ricca di battute. 50 Jean-Sifrein (o Siffrein) Maury (Valréas 1746-Roma 1817). Cardinale (1794), oratore, accademico di Francia, scrisse l’Essai sur l’éloquence de la chaire (1777). Esule a Roma durante la Rivoluzione, appoggiò Napoleone, che lo fece Arcivescovo di Parigi (1810): per questo fu punito dal Papa al momento della restaurazione. 51 François de Salignac de la Mothe-Fénelon (Sainte-Mondane 1651-Cambrai 1715), teologo, scrittore, accademico di Francia (1693), arcivescovo (1695).

1032

Lettere l’arguta di Segneri. Se v’ha qualche difetto è che non è sempre sostenuta, e che i suoi pensieria tutti originali e nuovi cadono qualche volta per esser troppo bizzarri. Giudica da questo che ti trascrivo. Parlando della morte dice: «Perché contare tanto sulla gioventù? Ella non è la prima età e la più vigorosa della vita; ella è la prima della morte. Non siete voi che avete venticinque anni della prima. È la seconda, che ha giàb cinque lustri della medesima in suo potere». La predica che questo oratore recitò nella chiesa di San Sulpizio innanzi // Luigi XV e la famiglia regale ha un esordio sì maestoso e toccante che il lettore si sente oltremodo mosso e penetrato. Qual effetto dové produrre sull’udienza? Io me ne ricordo qualche frammento: «Fin a quest’ora la mia voce non si era fatta sentire che ne’ villaggi e ne’ boscherecci abituri delle provincie (era missionario). Ella non aveva predicate le verità inconcusse della religione e della morale che a’ pacifici abitanti delle campagne, non aveva tuonate le verità terribili della morte, d’un eternità, della speranza de’ premi o del timore de’ tormenti, della salvezza o eterna perdizione, che ad uomini semplici, poveri ed infelici. Imprudente! Che ho io fatto! Io ho fulminato lo spavento e la costernazione nel cuore di essi, de’ migliori amici del mio Dio, di quelli ch’egli accoglie in preferenza de’ grandi nel suo seno di misericordia. Io ho fomentata forse con sì terribili idee la disperazione nel cuore di coloro che godono la protezione del mio Dioc, mentre gli rammentan colla loro nuda povertà l’immagine del suo Figlio, povero, nudo, infelice ed errante sulla terra, coloro che han de’ dritti sul tesoro immenso della sua bontà onnipotente e che, scarsi d’obblighi e di doveri, non saran giudicati nella forza e nel rigore della giustizia divina. Io ho resa in tal maniera più acre ed amara la tazza delle loro miserie, più spinoso l’altrui suolo ch’essi son costretti a travagliare, più laboriosi i loro sudori, più duro ed amaro il pane scarso ch’essi dividono colla loro miserabile famiglia. Io ho messo in combustione e in orgasmo la loro fervida immaginazione con de’ stimoli così spaventosi e formidabili, dipingendo loro un Dio vendicatore, un Dio irato e inesorabile nel suo sdegno, quando che dovevo sparger del balsamo e consolare il loro cuore ulcerato con le amabili idee d’un Dio paterno indulgente e di misericordia…

a

Segue per esser depennato. Nel sopralinea. c Nel sopralinea. b

1033

Lettere Presentemente la mia voce rimbomba sotto le volte di un tempio della capitale. I miei uditori sono un monarca, de’ principi, de’ grandi ed un popolo corrotto. Come rinforzare la mia voce e declamare a’ medesimi? Ove improntare de’ colori più forti e più scuotenti dopo aver esauriti quelli co’ quali ho ingiustamente spaventati i poveri? Io mi veggo innanzi a coloro a’ quali il mio ministero m’impone di gridare: tremate uomini potenti e superbi; paventate la vostra elevazione e il vostro orgoglio. Il cielo non invia che la rugiada agli umili fiori ed alle tenere erbe; // egli non fa piombare il fulmine che sull’altere cime de’ cipressi e de’ pini» eccetera, eccetera, eccetera. Un frammento che si conserva a memoria e che si traduce nella memoria istessa perde molto. Io che l’ho letto nell’originale me ne avveggo; ma in mezzo a tutto ciò troverai quest’oratore sublime, pieno di fuoco e d’imaginazione. Se non ci fosse quest’immensa distanza che ci divide ti manderei un’opera la quale sarebbe letta con piacere da te e da zio Ciccio. Ella è intitolata Le genie du christianisme par Chateaubriand. Ella comprende 4a trattati: Le bellezze poetiche e morali della religione cristiana, La poetica del cristianesimo, L’influenza di questa religione sulla poesia, sulle belle arti, sulla letteratura, L’armonia della religione con le scene della natura e le passioni del cuore umano. Tutta l’operab è intenta a dimostrare che l’epopea del cristianesimo è più sublime, augusta e filosofica di quella del paganesimo, e che il di lei meraviglioso sarebbe ne’ poemi epici più fecondo di bellezze di quel che lo è stato l’intervenzione delle divinità antiche ne’ poemi d’Omero e di Virgilio. L’opera è ben scritta, lo stile è pienamente corretto, elegante, fiorito e toccante, checché ne dica il Zoilo Geoffroy ne’ suoi feuillettons de’ giornali, il quale ha osato criticar ancora le tragedie di Voltaire. Chateaubriand è stato uno di quelli a’ quali la rivoluzione fece cercar un asilo nell’America. Egli è l’autore d’altre due opere intitolate I Martiri e Atala, ossia gli amori di due selvaggi nel deserto. Quest’ultima fu da lui scritta sotto le huttes (capanne) de’ selvaggi istessi del Canada, a quali è quasic dedicata nella maniera seguente: «Indiens infortunés que i’ai vus errer dans les deserts du Nouveau Monde avec les cendres de vos aïeux! Vous qui m’aviez donné l’hospitalité malgré votre misere! Ie ne pourrois vous la rendre aujourd’hui, car i’erre ainsi que vous à la merci des hommes, et

a

Corretto su tr. Segue intera depennato. c Nel sopralinea. b

1034

Lettere moins heureux dans mon exil, ie n’ai point emporté les os de mès pères». Egli parla ad una tribù di selvaggi la quale era stata discacciata dagli Inglesi stabiliti nella Virginia e ch’egli aveva incontrata presso la cateratta di Nimagara52 portando le ossa de’ loro antenati sulle spalle, e da un selvaggio della quale apprese l’aneddoto d’Atala, che è egualmente toccante del Paolo e Virginia di Bernardin de Saint Pierre52. In mezzo al culto periglioso di Marte io amo come ben vedi di leggere e leggo con piacere quando posso aver qualche momento a mia disposizione. Ma quattro anni sono perduti per la coltura del mio spirito, e questa idea mi risveglia del dispiacere. // In questo tempo ho perduto e parte di quello che avevo, per l’inesercizio, e quello che avrei potuto acquistare. Ma bisogna aver pazienza. Marte non va quasi mai o molto raramente d’accordo con Minerva. Queste due divinità eran nemiche. Ho con molto piacere inteso che la Papessa si è maritata. Abbracciala da mia parte con Filippo. Salutami il Socio Astolfo, Titta Pepe, Luigi Antonio il Compar universale, Marco il Zoilo grossier Boccia, Liborio, Bottaro, il Maggior Ceria, tutti i vicini, Zioculo, Peppe Tetta, Nunzio, il Ciarliere don Nicola prendente tabacco di 9 calli la libra, Pappone, Peppe de Marinis, Ottavio Tatacola, Coccoronzio, Michele Arcangelo, Gaetano Caprara con la moglie, i due Ferretti, Primiano, l’Esopo di figura Pioncola, Peppino Trivisonno, il Furioso stravagante Raffaele d’Ascanio54 e infine don Fiore oceano di vino e di bugie, al quale farai bere un bicchier di vino in mia salute, col patto però di non dir bugie nel portarmi il saluto. No, no, penso meglio. Faglielo fare come egli vorrà, perché se sarà sincero temo che non sortendo una bugia dalla sua bocca non si dovesse sconvolger l’ordine della natura e risentirne gli effetti anch’io poveretto qui. Addio, caro Raffaele. Mi son trattenuto teco abbastanza, e conosco che questa lettera è lunga. Ma siccome una tale occupazione è per me deliziosa, così obblio sovente i limiti epistolari allorché mi metto a scriverti. Assicura zio Ciccio de’ miei profondi sentimenti d’attaccamento e d’affezione, baciandogli tu la mano per me, e ti abbraccio con Maria Giuseppa per mille e mille volte. Il tuo affezionatissimo fratello [Gabriele] Pepe

52

Per Niagara. Jacques-Henry Bernardin de Saint Pierre (Le Havre 1737-Éragny 1814). Scrittore e botanico francese dalla vita avventurosa, nel 1787 scrisse il romanzo Paul et Virginie, ispirato al Robinson Crusoe. 54 Tutti personaggi civitesi, in gran parte già ricordati nelle lettere precedenti. DL 53

1035

Lettere 34 (34) Al cugino Vincenzo Cuoco, Napoli MsP V, 113-114 Mora sull’Ebro, li 20 ottobre 1810 Signor Consigliere e fratello carissimo, è questo il momento nel quale se sono secondato dalla vostra assistenza io sarò promosso certamente ad ufficial superiore. Il dì 9 del corrente il regimento nostro ebbe un’azione caldissima co’ Spagnoli, i quali ci avrebbero rovesciati sul fiume senza una manovra ardita e temeraria che fecimo per farci giorno. La mia compagnia contribuì nella maggior parte ad un esito felice. Si tirò partito e salvezza dalla disperazione. Dopo quest’azione successa sotto gli occhi de’ generali Pignatelli e Abbé55, il primo di essi mi ha proposto a[l sovrano]a per capobattaglione. La domanda è molto bene appoggiata e co’ termini e le caratteristiche le più lusinghiere per me. «Le capitaine Pepe» – dice – «cousin du conseiller d’Etat Cuoco, mérite par sa bravoure et son intelligence un avancement. Il deviendrait u[n] excellent officier superieur. Ie vous demande pour cet brave [le] grade de chef de battaillon»56. Pignatelli stesso mi ha imposto di scrivervi, di prevenirvi di tutto, pregandovi a cooperarvi per ottenere la nomina, ed a tale oggetto vi ha messa quella particolarità cousin, ecceterab. Io vi prego dunque ad aiutarmi in una tale occasione sì favorevole. Se questa fallisce, quando potrò rinvenirne un’altra? Con piena stima e considerazione vi abbraccio con Michele e baciando la mano a zio Peppe mi dico affezionatissimo fratello Gabriele Pepe

a b

Una lacerazione ha tolto l sovra Lacerazioni e macchie hanno cancellato alcune parole, in gran parte reintegrabili mediante il confronto con la lettera n. 35.

55

Louis-Jean-Nicolas Abbé (Trépail 1764-Châlons-sur-Marne 1837). Generale di brigata (1807), in Spagna dal 1810, generale di divisione (1811), tornò in Francia agli inizi del 1814. 56 L’episodio è descritto nei particolari dallo stesso Pignatelli nel suo rapporto da Mora al Ministro della Guerra (11 ottobre 1810). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXCI-CCXCII . Cfr. anche, Ivi, p. CCXCIII, il rapporto da Garcia (12 ottobre 1810) al Ministro della Guerra del capobattaglione Palma sul medesimo fatto d’armi.

1036

Lettere 35 (35) Al Fratello Raffaele, Civitacampomaranoa MsP V, 115-116 Mora sull’Ebro, li 20 ottobre 1810 Fratello carissimo, il movimento fatto dall’armata e le comunicazioni chiuse dalla banda di Catalogna mi fan stare senza tue lettere e notizie da molto tempo. Profitto adesso di quelle dell’Aragona, le quali sono libere, per farti pervenire le mie. Cicco è tenente da quattro mesi ed è partito da qui: avrà un mese per portarsi al 3° Battaglione a Gaeta. Io l’ho munito di denaro, sufficientemente, quasi, per fare il viaggio. Voglio sperare che sarà felicissimo. Ho scritto a Cuoco pregandolo ad aiutarmi in un’occasione favorevolissima per me. Il dì 9 del corrente ebbimo un’azione caldissima co’ Spagnoli, e saressimo stati rovesciati sul fiume se non si fosse tirato partito, risorsa e salvezza dalla disperazione colla quale ci fecimo giorno, la baionetta alla mano. Io posso lusingarmi senza amor proprio d’averci contribuito buttan[domi] colla mia compagnia de’ granatieri en enfants perdus, secondo l’[esp]ressione del rapporto fatto al general in capo Suchet. Il carattere inconsiderato ed impetuoso che tu mi hai tante volte rimproverato mi servì bene quel giorno. Dietro un tal affare il general Pignatelli mi ha proposto per capobattaglione, appoggiando la domanda co’ termini e colle caratteristiche [p]iù efficaci: «Le capitaine Pepe» – dice – «cousin du Conseiller d’Etat [Cuoco ...] deja pour avoir toujours donné de preuves d’intrepidité et de courage [merit]e un avancement par sa bravoure. Il deviendrait un excellent officier [sup]érieur. Ie vous demande pour ce brave officier le grade de chef de [b]attaillon». Lo stesso Generale mi ha fatto leggere la proposta e mi ha imposto di scriverne a Cuoco prevenendolo di tutto e pregandolo a cooperarsi da parte sua per ottener la nomina. Io ti prego di scrivergliene. Io non ho un’ambizione smisurata e superiore a quella che ogni militare deve avere, ma in ogni stato non bisogna trascurare d’impugnare il crine in quelle rare volte che madama Fortuna ce lo presenta. // Cicco mi disse partendo che se arrivava felicemente sarebbe venuto a passar Natale costà. M’imagino già le vostre comuni consolazioni,

a

Lacerazioni e macchie hanno cancellato alcune parole, in gran parte reintegrabili mediante il confronto con la lettera n. 34.

1037

Lettere le consolazioni di tutti. Io ne sarò a parte e vi sarò presente col pensiero. In mezzo al vostro giubilo riservate qualche istante per me. È inutile il pregarvi di riceverlo bene. Egli è tuo fratello, come lo sono io, come lo siamo tutti. Ma poi debbo dirti che egli è bravo, morale ed istruito nel suo mestiere, in grado tale da far onore alla nostra famiglia. I suoi compagni qua lo piangono. Dolce, affabile, manieroso, si aveva guadagnato l’animo di tutti i superiori e camerati. Ha imparato a ballare, a valzare, a tirar di scherma, a star bene a tavola, eccetera. Siano queste notizie i forieri di quelle consolazioni che proverete nel riabbracciarvi. Al dir de’ Spagnoli istessi Massena è entrato a Lisbona. Qui si fanno i preparativi per l’assedio di Tortosa. Conservati, amami. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa affettuosamente per mille e mille volte. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele.

36 (36) Allo zio don Francesco Maria Pepe e al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 119-122 Saragozza, li 14 febraio 1811 Signor Zio veneratissimo, il tanto desiderato piacere di rivedervi mi viene finalmente concesso. Io sono in viaggio per rientrare nel Regno. Affinché non vi allarmiate a questa inattesa nuova del mio ritorno, dovete sapere che per disposizione di Sua Maestà i secondi battaglioni de’ regimenti esistenti in Spagna sono stati fusi ne’ primi per completarli, e gli uffiziali che appartengono a’ detti battaglioni fusi rientrano nel Regno per riorganizzarli. Siccome io ero capitano della 2a Compagnia de’ Granatieri, così mi è spettato anche d’esser nel numero di coloro che ritornano, malgrado che il general Ferrier, il capo dello Stato Maggiore Pepe ed il comandante Palma volevan assolutamente ch’io restassi. Ma siccome io sono andato sempre ove il mio destino mi chiamava, tanto maggiormente ho voluto seguirlo, adesso che lo stesso destino mi richiama legittimamente nella mia patria. Io riconduco con me Carlo, essendo anche restato uffizial superante ed avendone pregato fervidamente il capo del corpo ad accordarmelo, per non lasciarlo solo in Spagna. Potete dunque assicurar la sua famiglia che stesse allegramente, mentre io l’ho cavato 1038

Lettere da Civita ed io ve lo ricondurrò in uno stato diverso e migliore. Cicco deve esser giunto nel Regno da molto tempo. L’ultima sua lettera ricevuta era partita da Turino il dì 6 dicembre. Credo che sarà venuto a vedervi come spero di far io fra alcuni mesi. In tal maniera la consolazione sarà generale. // Quest’immensa distanza che vi è fra l’Aragona ed il Sannio mi spaventa ed il desiderio che avrei di volare e giunger al più presto possibile nel luogo della mia culla me la fa sembrare interminabile. In ogni conto spero d’esser in Napoli verso la fine di maggio. Non vogliate credere che quest’articolo sull’enorme viaggio che devo fare sia per domandarvi denaro. Sono due volte rientrato in casa dopo lunghissimi viagi e senza alcun debito. Spero che così succeda anche la terza volta, malgrado l’aver dato a Cicco allorché partì la somma di 600 franchi, malgrado che sorto povero dalla Spagna, come vi entrai. Povero sì, ma puro, mentre il mio cuore non mi rimprovera in modo alcuno d’aver profittato delle occasioni della guerra e degl’immensi saccheggi dati in queste regioni durante la rivoluzione. Infine io spero di buttarmi fra le vostre braccia sempre più degno della vostra affezione e di ricomparire in Civita meritevole dell’altrui stima, uniche cose che io ho sempre ambizionato e che ambiziono tuttavia. Che il tempo acceleri e rinforzi il corso de’ suoi rapidi momenti per render la mia impazienza men lunga e noiosa durante il mio viaggio; che lo rallenti, poi, allorché respirando io l’aer nativo gioirò degl’istanti deliziosi in mezzo e fra le braccia de’ miei, dopo aver // sorbita tutta l’amaritudine dell’assenza e della lontananza per quattro anni continui. In questa mia ardente impazienza e nell’aspettativa ancor più ardente d’essere fra di voi io vi prego di gradire l’assicurazione sincera di tutta la mia affezione e del più verace attaccamento, co’ quali sentimenti ho il piacere di essere il vostro affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele Caro fratello Raffaele, non ti ripeto quel che ho scritto a zio Ciccio. Ringrazio la Provvidenza che mi concede finalmente la consolazione di riabbracciarti. Anelo il momento di farlo e di provarti che sono e sarò sempre immutabilmente, coll’amor fraterno il più verace e sincero, il tuo affezionatissimo fratello Gabriele P.S. Abbraccio Maria Giuseppa, tutti gli amici e tutti i parenti e vicini. 1039

Lettere 37 (37) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 123-126 (125 bianca) Napoli, li 18 maggio 1811 Fratello carissimo, non ti scrissi nella posta passata sì perché scrivevo in casa altrui, sì ancora perché nell’ebrietà del piacere di ritrovarmi in seno alla mia patria dopo tanti anni e perigli potei appena combinare poche righe per zio Ciccio, riguardo al quale io credo che non sarai geloso se lo preferisco a te di qualche poco nell’affezione. Il Ministro non ci ha dato alcun ordine di dover partire per Pescara e sembra aver voluto tacitamente darci la permissione di restare qualche tempo qui. Io mi propongo di trattenermici fino alla fine del corrente e verrò poscia ad abbracciarvi. Mi viene generalmente assicurato che il general Pignatelli mi chiamerà per capobattaglione suo aiutante di campo appena sarà Sua Maestà ritornata. Questa situazione mi converrebbe attualmentea, in quell’istessa guisa che non mi conveniva in Ispagna. Se l’otterrò, la mia intenzione sarebbe quella di chiamarmi zio Ciccio in Napoli ad oggetto d’accudire al menage de’ miei affari, attesoché per una testa molto poco sistematica qual è la mia ho bisogno di una persona che tenga conto e diriga introiti e spese. Donna Maria Rosa Massarante57, nella di cui casa io scrivo e che // ti saluta, m’impone di raccomandarti caldamente il disbrigo del di lei affare con Drusco, volendo ella ancora che tu le scrivessi dettagliatamente lo stato nel quale rattrovasi un affare siffatto. Alle sue raccomandazioni io aggiungo anche le mie in considerazione di quelle obbligazioni che tu, meglio di me, sai professiamo a questa famiglia. Non mancare dunque di soddisfarle un tal desiderio. Bacio la mano a zio Ciccio, al quale non scrivo per mancanza di tempo, e ti abbraccio mille e mille volte con Maria Giuseppa e Cicco, salutando tutti gli amici e parenti. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

a

Nel sopralinea.

57

Non ne abbiamo altre notizie oltre alle citazioni di Pepe.

1040

Lettere 38 (38) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 127-130 Napoli, li 21 maggio 1811 Mio caro Raffaele, credevo di ricever tue lettere in questa posta ma non ne ho avuta alcuna. Credo che supponevi esser io ancora in viagio. Io ti ho scritto due volte dal momento che son qui giunto. Ti scrivo ora per padre Ubaldo, pel quale ti mando il mio Galimatias (cioè una porzione, mentre l’altra non l’ho rattrovata nel mio baullo) de’ miei viagi. Tu potrai leggerlo allorché vai a render omagio al Nume Stercuzio, e potrà allora servirti di un duplice oggetto. Apprezza un tal Galimatias per quel che vale. Ti avvederai che qualche volta io non ho potuto dire tutto ciò che avrei voluto. Ti avvederai della diversità dello stile nelle sue diverse parti, e concluderai che il medesimo è stato scritto ora nell’agio e nel silenzio del cabinetto, ora fra gli schiamazzi ed il fragore delle armi, or sotto una baracca, or sotto un albero. Io spero di venirti ad abbracciare nel mese entrante, ma ti confesso sinceramente che se potessi vedervi qui tutti mia risparmierei la ripugnanza che ho di // venir costà. Tutti mi dicono che Civita è attualmente un deserto ed io me lo imaginavo. Aggiungi a tutto ciò, che prevedo l’afflizione di molte famiglie nel rivedermi costà, di tutti coloro che hanno i di loro figli in Ispagna, e particolarmente del compare Luigi Antonio pe’ due suoi figli, uno perduto per la sua cattiva testa58ed indole, l’altro dato nel ruolo de’ veliti a quel che sento. Io non so comeb Cicco abbia potuto consumar tanto denaro nel suo viagio59. Qui ho rattrovato un suo debito di ventidue ducati e mezzo ch’egli deve alla sorella di un capitano60 che è in Ispagna. Un altro di 30 sento che abbia fatto nell’Aquila. Egli dovrebbe incominciar a pen-

a b

Nel sopralinea. Nel sopralinea.

58

Cicco Blescia, il disertore già ricordato. Questo Cicco, come si evince dal resto della lettera, è chiaramente Francesco Pepe. 60 Dovrebbe trattarsi del capitano Petit (e non Petitti come lo chiama Pepe in un’altra lettera). È citato nel rapporto del generale Pignatelli a Macdonald (19 settembre 1810), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, CCLXXXV-CCLXXXVII; e “Monitore napoletano” del 27 ottobre. 59

1041

Lettere sare seriamente a’ suoi interessi. Egli sa che contraendo debiti e quindi non sodisfacendoli può esporsi al rischio di perder l’impiego disonoratamente. Sa ancora che tutto forse è perdonato nella nostra religione fuorché il tradimento e l’esser un prodigo fraudolente. Fagli dunque un serio, ma serio, avvertimento. Sarebbe finalmente tempo di entrar in se stesso, dopo esser stato quasi allevato nello stato che è il più efficace a render l’uomo conoscitore del // mondo, dopo aver percorsa tutta la longitudine meridionale dell’Europa, e quindi ad apprender a sue proprie spese, dopo aver infine passato per l’istruttiva scuola delle disgrazie e de’ patimenti. Egli dovrebbe specchiarsi in Carlo, il quale, più ragazzo di lui, senza quelle risorse e quel talento ch’egli ha, senza aver avuto quegli appoggi ch’egli trovava sempre in me, si è sempre meglio di lui regolato ne’ suoi affari e nelle sue cose. Ma bisogna dirlo. Questo era solo e non aveva per sé altro che se stesso; Cicco al contrario trovava sempre l’ancora sacra e ciò gli ha nociuto, o almeno se ne è abusato. La soverchia confidenza è un male. Telemaco non avrebbe fatto tutto ciò che fece se avesse saputo che non era un uomo, ma una divinità quellaa che lo assisteva61. Non creder ch’ io prema la mia penna per qualche risentimento. Lo fo solamente per l’amore che ho per lui. Quand’anche il mio sospetto sulle robe [non] fusse vero, su di che ho de’ forti dubii, mentre è stato scritto qui che è ritornato molto ben equipaggiato, ciò non ostante sii sicuro che il medesimo non vi ha alcuna parte su di questo sfogo ch’io ti fo attualmente. Le passioni non hanno un lungo impero nel mio cuore; ne’ primi istanti esse sono fervide e vivaci, // passati i quali tutto è cancellato, tutto è come prima. Addio, mio caro Raffaele. Conto i momenti di abbracciarti, siccome fo attualmente, facendo lo stesso a Maria Giuseppa e Cicco, salutando tutti i parenti ed amici. Il tuo affezionatissimo fratello Gabriele

a

Nel sopralinea.

61

Il riferimento è all’Odissea, I, 95-300, quando Atena, preso l’aspetto di Mente, capo dei Tafi, rincuora Telemaco e gli predice il ritorno del padre.

1042

Lettere 39 (39) Allo zio don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP V, 131 Napoli, 26 maggio 1811 Signor Zio veneratissimo, nel momento che incominciavo la data di questa lettera è venuto Matematico62. Le prime notizie e le prime domande sono state su di voi. Mi sorprende oltremodo il non ricever ancora vostri caratteri. Io speravo rivedervi fra breve. Ma mi è stato consigliato di aspettar Sua Maestà. Dilaziono dunque un tal felice momento e vi assicuro che lo fo col massimo dispiacere. Scrivo di fretta. Abbraccio Raffaele, Maria Giuseppa, Cicco e tutti e pieno di rispetto vi bacio la sacra mano. Affezionatissimo, umilissimo nipote Gabriele

40 (40) Allo zio don Francesco Maria Pepe, al fratello Raffaele e alla cognata Maria Giuseppa Cuoco, Civitacampomarano MsP V, 133-136 Pescara, 10 giugno 1811 Signor Zio veneratissimo, dalla mia ultima e breve lettera scrittavi da Napoli rilevaste che io dovei partire repentinamente e rendermi al regimento. Tutti i miei disegni furono attraversati e particolarmente il più soave pel mio cuore, quello cioè di venirvi a rivedere. Spero però di poterlo fare quanto prima e se non m’ingannano quelli che non hanno alcun interesse d’ingannarmi spero ancora di buttarmi fra le vostre braccia in una posizione diversa dall’attuale. Per dirvi dunque lo stato nel quale sono le mie cose dovete sapere che Sua Maestà ha detto egli stesso al general Pignatelli, al colonnello Aquino ed al consiglier Cuoco che io sarei il primo capitano ad esser promosso a capobattaglione. Il Re si benignò di fare una tale promessa dopo aver ricevuto il rapporto del combattimento dato a Garzia sull’Ebro il 9 ottobre 1810. O egli si rammenterà dunque una siffata promessa, la mia

62

Altro civitese ribattezzato con un soprannome. DL

1043

Lettere situazione è assicurata e io verrò subito a baciarvi la mano; se no io verrò ancora, ma bramo veder prima l’esito di questo affare. Pieno di rispetto vi bacio la sacra mano co’ sentimenti dell’attaccamento e dell’affezione la più sincera. Il vostro umilissimo, affezionatissimo nipote Gabriele // Caro fratello Raffaele, non ti scrissi partendo da Napoli perché la mia partenza fu repentina ed improvisa. Appena ebbi un momento per far due versi a zio Ciccio. In questo momento è giunto Cicco e mi ha portato molte lettere tue, cioè di zio Ciccio e di Maria Giuseppa. Ho provato un piacere infinito nel rilevare tanto dalle medesime che da lui a voce l’ottimo stato di salute di tutti voi altri. Io anche me la passo bene. Io non cercai offenderti scrivendo a zio Ciccio che forse tu non gli davi le mie lettere, mentre tu stesso per l’affare di Cicco mi avevi fatto entrare in questo sospetto scrivendomene. Non mi lusingavo giamai che il mio giornale doveva far presso di voi quella fortuna che tu mi dici. Io lo credevo, e lo credo ancora, un guazzabuglio incoerente, scucito e disordinato, rassomigliante infine al modo come è stato scritto. Penetrato di questa verità sono stato tentato più volte a bruciarlo, siccome strappai le ultime pagine, per ragioni però diverse. Ma checché ne sia, l’amor fraterno ti ha reso oltremodo indulgente nel giudicarlo, e quando tu mi caratterizzi da Cesare ne’ miei racconti de’ fatti d’armi non ho potuto far a meno di ridere. Io ne attendeva dunque un giudizio più severo ed imparziale, e particolarmente in alcuni degli oggetti disparati come tu molto bene osservi; di più ho osservato che quello del quale era io meno contento ha avuto più incontro. Il delirio, per esempio, credevo che non doveva avere altro effetto che quel che producono i sogni raccontati. In quanto poi al piano del poema epico, tu osservi benissimo, e se farai attenzione nel rileggerlo osserverai che io vorrei il principio d’azione da quel punto che tu accennavi. Se sostituisco // a Moisè Giosuè per eroe principale lo è per le qualità guerriere che l’istoria dà a questo condottiero, le quali lo farebbero spiccare e rendere viepiù interessante. Altronde ben sai che senza religione e guerre non vi può essere epopea. Giosuè dunque mi parrebbe un personaggio più adatto a comparire in figura primaria, ma egli dovrebbe non comparire allorché lo mostra la Bibia, ma esser presentato da principio e fare per la liberazione del suo popolo tutto quello che fece Moisè. Questi poi e Aronne potrebbero rappresentar nell’azione quell’istessi personaggi che eseguiscono nell’Iliade Calcante ed Eleno. 1044

Lettere Quando io verrò parleremo a lungo, ma innanzi a te dovrò star zitto. Tutti mi hanno fatto grandi elogii di te in Napoli. Cuoco, Andria, Ricciardi, Tenore63, Galanti64, Manzi65 e tanti altri mi han detto che nelle tue Memorie d’agricoltura e delle foreste66 hai scritto da Plinio. Hanno particolarmente lodato oltremodo il discorso fattoa nell’b apertura della Società Agraria67, se mal non erro. Cuoco e Ricciardi mi hanno aggiunto ancora che tu hai fatta una utile rivoluzione in agricoltura. Tutte queste notizie non mi han cagionato che consolazione e piacere, ed avendo inteso tutti questi tuoi progressi io fui in punto di cassare e lacerare tutto ciò che riguardava quest’arte che io aveva osservato in Italia, in Francia ed in Spagna. Innanzi a te dunque che potrò io dire? Senza lettura da tanti anni, abrutito dal sangue, da’ perigli, da’ travagli, // dalle malattie d’una guerra delle più feroci, puoi giudicare tu stesso quale io sia attualmente, senza aver nulla acquistato per cinque anni, e perduto la maggior parte di ciò che avevo. Basta, tu parlerai ed io avrò il piacere di apprendere e di ammirarti. È tardi. Putaturo ed io abbiamo voglia di dormire. Ti abbraccio salutando tutti. Cara sorella Maria Giuseppa, ho con moltissimo piacere ricevuto la tua lettera. Ti ringrazio e sono oltremodo sensibile alle tue espressioni. Io

a b

il-fatto nel sopralinea. Corretto su altre lettere di cui alcune depennate.

63

Michele Tenore (Napoli 1780-Ivi 1861). Realizzò l’Orto Botanico di Napoli (1807), lo diresse (1810) e dal 1811 ebbe la cattedra di botanica. Pubblicò tra l’altro i cinque volumi della Flora Napolitana, Napoli, Stamperia Reale, 1811-1838. 64 Luigi Galanti (Santacroce del Sannio 1765-Napoli 1836). Abate, fratello del più celebre Giuseppe Maria Galanti (Santacroce del Sannio 1743-Napoli 1806), professore di geografia all’Università di Napoli e al Politecnico militare. 65 Guglielmo Manzi (Civitavecchia 1784-Roma 1821). Letterato italiano, bibliotecario della Barberiniana di Roma, in contatto e a volte in contrasto con personaggi eminenti della cultura del tempo, tra cui Vincenzo Monti, Pietro Giordani, Giacomo Leopardi. 66 Cfr. Pepe R., Memoria su’ boschi, in “Atti del Reale Istituto di Incoraggiamento di Napoli”, vol. I (1811), pp. 205 sgg. DL 67 La Società di Agricoltura di Molise fu inaugurata il 1° novembre 1810 (Raffaele pronunciò un Discorso riportato in “Atti delle istallazioni delle Società di Agricoltura”, Napoli, Trani, 1811, pp. 33-38) e fu poi mutata, come le altre analoghe, in Società Economica, con decreto del 30 luglio 1812. Raffaele ne fu il segretario per 33 anni (cfr. De Lisio-Martelli, Lingua e cultura, pp. 81 sgg.). DL

1045

Lettere mi offro a tutto quel poco che vaglio, e tutto questo non può ridursi che a quelle dimostrazioni di affetto sulle quali voi avete tanto dritto ed io tanti obblighi. Troverete in queste la sincerità di un militare, ma di un militare riconoscente a tutte le premure che voi vi siete presa per una casa sbilanciata, per un fratello che io amo più di me stesso e per un zio infine che voi meglio di me conoscete, che merita tutto, ed al quale tutte le assistenze che voi prodigherete saranno altrettanti titoli per viepiù imprimervi l’alta stima ed affezione colla quale sono e sarò sempre, abbracciandovi, il vostro affezionatissimo fratello Gabriele

41 (53) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 221-224a Napoli, li 4 gennaio 1812 Fratello caro, non ho ricevute tue lettere in questa settimana. Ciò mi fa stare in qualche agitazione, atteso la notizia preventiva della malattia di zio Ciccio. Amo credere che non avrai potuto scrivere sia per le seccature di Zurlo sia per qualche altra cagione. Non mi domandar più circa i miei avanzamenti. Quando sei persuaso dell’onore e della morale di tuo fratello, quando sai che questo fratello non s’avvilisce a far la corte a chicchessia, neanche // al Re istesso; che non ha né rapporti né protezioni e che non sa far valere l’intrigo, quando – diceva – sei persuaso di tutte queste cose devi dire sempre fra te e te: «mio fratello non può avere né avrà avanzamenti». Non credere che tutto ciò sia mia imaginazione. Giorni fa un amico domandò a monsieur Deconan, impiegato al Ministero, se vi era qualche speranza per me: «Il suo nome è noto al Ministero» – rispose Deconan – «ma non ne avrà niente, attesoché non v’è nessuno che lo spinge innanzi».«Questa è la mia gloria», ripigliai io, allorché mi fu riferito; dissi cioè nel // Ministero che io non posso avere avanzamenti per mancanza di protezioni. Io sono risoluto a cercare la mia dimissione. È una vergogna per me l’aver bisogno di raggiri, intrighi, protezioni ed impegni, dopo quattro anni di fatiche, di travagli e di guerra. In effetti nello scorso 1° dell’anno sono stati promossi a capibattaglioni due che erano tenenti, quando io

a

La lettera è stata rilegata alla fine dell'anno 1812.

1046

Lettere già era capitano. Eh! Come servire ulteriormente? Con quale amore o con qual zelo servire il Re dopo simili ingiustizie? Ecco qual è lo stato delle mie speranze sugli avanzamenti. Io sono // fermamente risoluto, mio caro fratello, di cercar la mia dimissione. Non so se tu l’approvi, ma la mia risoluzione è già presa. Io non posso affacciare che il merito e la bravura, e posso dirlo senza orgoglio. Quando queste cose non sono valutate, quando Liguori (uno de’ nominati capibattaglioni) non ha avutoa altro merito che quello di essere compare del Re, allora io non ho nulla a sperare ed amo dimettermi da questo fottutissimo mestiere. Saluto tutti e ti abbraccio. Affezionatissimo fratello Gabriele

42 (54) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 177-180 Napoli, li 11 gennaio 1812 Fratello caro, non ho ricevuto tue lettere in questa posta. Sono agitato non sapendo nuove della malattia di zio Ciccio. Amo sperare che non avrai potuto scrivere per i decurionati eccetera e che non vi sia nulla di sinistro relativamente all’infermità del signor Zio. Il nostro regimento parte domani per Gaeta. Io abbandono Napoli senza dispiacere, sì perché questa guarnigione è dispendiosissima per gli uffiziali, come ancora per non sentir tanto da vicino i torti e i dissapori che io provo. Ti scrissi nell’ultima mia ch’io ero determinato a chieder la mia dimissione. Attualmente vi sono determinatissimo. Appena sarò giunto al nostro destino che presenterò immediatamente la supplica ed insisterò in tutti i conti a farmela accordare. Quando nel nostro mestiere un uffiziale perde la speranza di avanzare allora si toglie da’ suoi occhi quel prestigio che covre tutto il duro del più vigoroso stato della società. Niuno più di me aveva presa la carriera delle armi con maggiore piacere. Niuno, ardisco dire, l’ha // esercitata con maggior zelo, attaccamento ed onore. Niuno poi ne sarà così disgustato più di quel che lo sono io attualmente. V’han dovuto dunque essere de’ motivi imponenti, poi-

a

Nel sopralinea.

1047

Lettere ché non si possono supporre grandi effetti senza corrispondenti cagioni. Sì, questi motivi vi sono, altrimenti io sarei un capriccioso ed un ingiusto. Il Re, dietro i rapporti della mia bravura in Ispagna, fin dal novembre 1810 die’ la sua parola al general Pignatelli, al colonnello Aquino, al consigliere Cuoco, che io sarei stato il primo capitano ad ascendere a capobattaglione. Intanto da quell’epoca fin oggi ne sono stati fatti 14 o 15 senza che vi sia stato neanche per approssimazione proposta o rimembranza per me. Per colmo di dispiacere nell’ultima promozione è stato nominato capobattaglione del nostro istesso regimento un tal Liguori, il quale era tenente quando ero da molti mesi capitano. Avanti. Nel passato mese di agosto il Re unì una giunta di uffiziali superiori dell’armata ad oggetto // di scrutinare que’ capitani che meritavano un avanzamento e di presentargliene una nota. In questa lista ci fui messo anch’io ed appoggiato molto bene. Questa cosa lusingava almeno e faceva sperare a tutto che tosto o tardi ogni candidato sarebbe stato avanzato. Or dopo queste lusinghe e speranze nell’ultima promozione che è stata bastantemente numerosa neppur uno di que’ della citata nota è stato promosso. Dietro tutto ciò si può dunque più servire? No certamente, ed io sono risolutissimo di non servir più. Non credere che questa risoluzione sia precoce. No, ella è matura, perché da molti mesi io la concertavo fra me e me. Gli ultimi affari sono stati le cause occasionali della di lei intera determinazione. In tal maniera io non avrò certamente a pentirmene, come ordinariamente succede nelle cose repentine ed affrettate. Dopo quattro anni di guerra feroce e distruttiva, dopo esser stato esposto continuamente a’ pericoli, dopo tanti travagli e fatiche, dopo aver servito bene, in ultimo io credeva che si poteva sperar qualche cosa. // Ma io mi sono ingannato. Senza protezioni non si fa nulla, ed io non ho che me solo. Ma questo forma la mia gloria e la mia consolazione. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa. Affezionatissimo fratello Gabriele

43 (55) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 181-184 Gaeta, li 28 gennaio 1812 Mio caro fratello, in questa posta ho ricevuto due tue lettere, amendue oltremodo afflittive per me, attese le notizie non piacevoli sulla 1048

Lettere malattia di zio Ciccio che contengono. Esse mi han messo in un mal umore che io non saprei descrivere e che è la prima volta che io provo. Siccome sono sicuro e della tua morale e del tuo cuore, così sono persuasissimo che gli presti tutta quell’assistenza necessaria e dovuta da nipoti come noi altri ad uno zio affezionato, che ci è stato un altro padre nelle decorse climateriche circostanze della nostra casa. Pensando dunque agli ottimi sentimenti che ti adornano io sono qualche fiata più tranquillo relativamente all’esito della malattia di nostro zio. Io ho chiesto la mia dimissione. Con queste poche parole io avrei risposto a tutte quelle ragioni ed argomenti che l’abbondanza del tuo talento ti ha fatto sopracaricar le tue due lettere. Ma siccome veggo che tu sei nell’opinione che io sono più portato ad esser superbo che docile, così non voglio confirmartela rispondendo in // una maniera cotanto laconica ed esclusiva alla tua persuasiva eloquenza. Non credere che io confonda il cortegianismo colla corte, non credere neanche che io sono inurbano per timore di esser cortegiano. Ma neanche credere che per una uomo senza nascita, senza parentele, senza intrigo, senza rapporti infine come sono io,b basta la seconda per esser portato innanzi. È inutile, caro fratello. Voi potete essere cortese, officioso, amabile quanto volete: se o non servite l’interesse o non favorite le passioni di qualcheduno, questo non vi spingerà certamente. Io intendo nel nostro mestiere. Potrei citarti un’infinità di esempii comprovanti una tale verità. Ma facendo note alcune cose che recherebbero un eterno disonore alla divisa, io non amo di rendere ad alcuni tutto quel male che essi mi hanno fatto. Io non posso né devo dire tutto quel che vorrei. Bramerei soltanto che tu facessi il seguente raziocinio: «Mio fratello era l’uomo più infervorato ed innamorato del mestiere militare. Attualmente ne è il più disgustato. Deve dunque aver provato de’ grandi dispiaceri per render ragione di un tale diametrale cambiamento». Se il Re mi accorderà la mia dimissione, come spero, io sarò felicissimo. Io sarò buon cittadino come sono stato buonc // soldato (dico sono stato perché attualmente io non lo sono neanche mediocre, tanto sono disgustato).d Io sarò felicissimo se la ricompensa de’ miei servizi,

a

Nel sopralinea. Nel sopralinea. c sono-buon nel sopralinea su sono buon depennato. d Segue La ricom depennato. b

1049

Lettere delle mie fatiche, de’ pericoli passati in Ispagna sarà quella di vivere tranquillo a casa mia. Non altro ambiziono, e dal seno pacifico della mia famiglia, io farò sempre de’ voti di prosperità i più sinceri per tutti coloro che non altro han cercato che a farmi del male, e che me ne han fatto. Questa sarà la mia vendetta, ed il mio cuore me ne risponde. Torno alle risposte ai tuoi argomenti dalle quali mi ero allontanato alquanto. Sappi dunque che io non sono attraversato né per non esser cortese, né per non cortegiano, né per tutt’altro di questa natura, ma solo per una circostanza nella quale ogni uomo di onore avrebbe fatto come me. Allorché noi eravamo a Roses in Catalogna, il Ministro chiese un rapporto di tutte le operazioni che il regimento aveva fatte in campagna. Siccome Aquino, che comandava allora il nostro corpo, è un minus habens, e ch’io ho la non meritata riputazione di tener ben la penna in mano, così mi fu addossato questo geloso incarico. Siccome si trattava di presentare a Sua Maestà un rapporto esatto di tutto ciò che il regimento aveva fatto in campagna, di far rimarcare gli uffiziali che si erano segnalati nelle rispettive occasioni, di dar a ciascuno la lode e gli elogi che meritava, così ogni altro uomo onorato avrebbe seguita la guida della verità in un cammino così scabroso e delicato. Questo // è quello ch’io feci, senza risovvenirmi del veritas odium parit, e questo è stato quello il di cui effetto, per la natura di alcune circostanze, sarà una quantità costante contro di me per molto tempo. Cicco mi scrive da Pescara che sta bene. Nel mese entrante sarà qui. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa, salutando tutti i parenti ed amici. Affezionatissimo fratello Gabriele

44 (56) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 185-188 Gaeta, li 8 febraio 1812 Fratello caro, ho ricevuto la tua lettera de’ 30 gennaio e mi sono oltremodo consolato nel rilevare dalla medesima che zio Ciccio migliora nella sua indisposizione. Mi auguro di sentirlo al più presto interamente guarito. Io mi trovo sempre più contento di ciò che ho fatto relativamente a non voler più servire, e tornerei mille volte a farlo. Il mio cuore, che è vivamente ferito, non ha ricevuto un certo balsamo che dal momento in 1050

Lettere cui io ho data la mia dimissione. Spero che mi verrà accordata e vedermi, così, fuori da questo mestiere, nel quale io non ho provato semprea che fatiche, pericoli e poi dissapori, torti ed ingiustizie. Giamai alcuna aura di piacere, o almeno di compenso e di giustizia. Riguardo a quel che tu temi rassicurati interamente. Un uffiziale onorato, noto nel regimento come tu puoi esserlo a Civita, che ha quattro anni di guerra sulla sua nuca del collo, // che l’ha fatta bene, non teme di esser sorvegliato perché cerca di esser dimesso. Chi mi conosce sa che io ho ragione di cercarla. Chi non mi conosce, ma sa che io ho fatto tutte le campagne di Spagna, dirà fra sé: «deve aver avuto qualche torto». Chi non mi conosce affatto non se ne incaricherà. In qualunque di questi tre lati mi riguarderà il governo, io non temo di esser sorvegliato in modo alcuno perché sono stato e sarò sempre un uomo probo e dabbene. Relativamente all’altro tuo timore, di essermi cioè d’ostacolo a qualche pretenzione ad altro impiego, io ne rido ugualmente. Io non ambiziono né ambizionerò nulla. Conosco molto bene a mie proprie spese che cosa è il mangiar il pane altrui. Oh se sapeste, caro fratello, come e quanto è condito d’amaritudine, saresti il primo ad approvare ciò ch’io ho fatto. Per Cicco, finalmente egli è già in istato di marciar solo, né ha più bisogno di me. Ciò // che io potevo e dovevo fare l’ho fatto. Attualmente in nulla potrei io più giovargli. Pe’ giudizi del mondo finalmente me ne rido dell’istessa maniera. Ogni uomo è teatro a se stesso e credo che nessuno ardirebbe di dirmi sul muso che io fo bene o male le mie cose, senza pentirsene. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa. Affezionatissimo fratello Gabriele

45 (67) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 217-220 Lecce, 6 dicembre 1812 Fratello caro, nella posta passata ti scrissi una lunga lettera. Ti dicevo in essa che ero stato senza scriverti molto tempo a cagione de’ maledetti

a

Corretto su altre lettere.

1051

Lettere consigli di guerra, che vi sono stati qui e de’ quali sono stato sempre o relatore o giudice o difensore. Ti dicevo ancora che Cicco è distaccato a Brindisi. Il medesimo seguita a star là e sta bene. Io egualmente sto bene. Mi è dispiaciuto sentire l’indisposizione di Maria Giuseppa, ma dall’ultima tua rilevo che l’incomodo era cessato e che era soltanto oppressa da debolezza. Spero sentirla presto pienamente ristabilita. Si scrive comunemente da Napoli che il nostro regimento nel principio dell’anno prossimo si porterà colà per le manovre // al campo. Se ciò si effettuerà, la nostra sortita dal Regno sarà inevitabile ed io ci ho il massimo dispiacere. Conosco che un guerriero non dovrebbe parlar così , ma io non fo il miles gloriosus: dico quel che sento. Se mi dispiace di partir per l’armata non è perché temo di andar in campagna, ma perché devo sortir un’altra volta da capitano senza aver avuto alcuna ricompensa d’aver fatto quattro anni la guerra con questo grado. Io, come lo dico a te, l’ho detto a’ generali qui, al mio colonnello e a tutti, e se occorresse lo direi francamente al Ministro ed al Re istesso. Questo mestiere per farsi bene in guerra vuole entusiasmo. Or credi tu ch’io possa averne dopo tanti torti, tante // ingiustizie, tanti dissapori provati nel vedere quelli che sono stati miei subalterni attualmente ufficiali superiori ed io ancora capitano senza averlo demeritato? Che mi diano un battaglione e che vedano poi se io temo di andar in Russia, in Ispagna, nell’inferno istesso se occorresse. Bacio la mano a zio Ciccio e ti abbraccio con Maria Giuseppa, salutando tutti gli amici e i parenti. Affezionatissimo fratello Gabriele

46 (71) Al fratello Raffaele, Civitacampomarano MsP V, 224/17-224/18a Napoli, li 6 aprile 1813 Fratello caro, ti do la notizia che sono stato fatto capobattaglione a’ due del corrente. Sono stato provisoriamente piazzato nella 3a Legione di quelle che si formano da’ scelti civici. Spero però di passare a qualche regimento organizzato, e non perder la testa ne’ corpi ne’ quali

a

Così nell’originale.

1052

Lettere bisognerà incominciare a metter alla pianta anche i colonnelli. Non sono tanto contento del mio avanzamento quanto di quello di Cicco e di Carlo. Amendue sono partiti pel loro destino nella scorsa settimana. Prima di partire io feci loro un sermone che neanche Segneri lo avrebbe fatto. Spero che vorranno profittarne ora che sono soli, e seguitare a condursi bene. Io li ho messi in una buona carriera, li ho spinti finché ho potuto; mi è riuscito di farli pervenire ad un grado decoroso finché sono stati meco. Ora spetta ad essi fare il resto. …………………………………………………………… Affezionatissimo fratello Gabriele

1053

Ritratto di Gabriele Pepe (1823-1836), Biblioteca Nazionale di Napoli, sezione “Lucchesi-Palli”, fondo fotografico Si ringrazia la Biblioteca per la gentile concessione

Cartas* 1 (1) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 1-2 Nápoles, 28 de febrero de 1807 Veneradísimo señor Tío, le pareceré a Usted irrespetuoso o desagradecido por guardar silencio durante tanto tiempo, pero debido a la naturaleza de las circunstancias no he podido siquiera darle simples noticias mías. Una injusticia que me habían hecho en el regimiento cuando formaba parte de él me hizo recordar que era un oficial de honor y de valor. Estos estímulos me hicieron olvidar la subordinación militar. El Mayor no fue exento de los insultos de un oficial afectado en lo más vivo y yo propuse un lance de honor1. Sin embargo, la consecuencia fue un mes de detención en el Castillo. La benevolencia de los demás superiores y de todos los oficiales hicieron que mi detención durara tan sólo 15 días. Tras este percance, me destacaron durante 19 días en una granja de Rocca Romana, cerca de Venafro, para calmar una pequeña alarma que había surgido allí. Ésta es la razón por la cual no he podido escribirle. Mientras tanto, yo me encuentro bien, y espero seguir así. El tío Luigi2 me asegura que Usted también sigue bien. Ojalá siga gozando siempre de una salud excelente. Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele

* Para algunas de las cartas publicadas en este volumen se han utilizado las notas que redactó De Lisio en su edición del Epistolario. Están identificadas con DL colocado al final de cada nota. Las cartas están numeradas en secuencia: entre paréntesis el número que tienen en la edición De Lisio. 1 El oficial desafiado por Pepe es Guglielmo Pégot (cfr. Lettere, 15). 2 Luigi Colaneri, esposo de la tía Angela Maria Pepe y padre de Nazario.

1055

Lettere 2 (2) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 3-6 Nápoles, 7 de abril de 1807 Veneradísimo señor Tío, por una carta suya del 3 de marzo me enteré de que no recibe noticias mías desde que salí de allí. Esto me asombra muchísimo, porque no he dejado de escribirle de vez en cuando, y no acabo de entender la razón por la cual no ha recibido Usted mis cartas. Tal vez a Cicco3, al que siempre he encargado de echarlas al buzón, se le habrá olvidado. Siento igualmente que allí hayan podido sospechar que me aprovecho del dinero ajeno. Tuve que salir precipitadamente para Capua y posteriormente me destacaron durante 20 días cerca de Venafro. Sin embargo, en cuanto tuve un momento para mí, llegué volando a esta capital, despaché los encargos de Carunchio y entregué al Duque 35 carlines de don Ottavio4. // Cicco está en Capua y se encuentra bien. Carlo Pepe y Cicco Blescia5 ambos son cabos y espero promoverlos dentro de poco a sargentos. Son sumisos, respetuosos, humildes y subordinados, estoy muy contento de ellos y a decir verdad no esperaba tanto de ellos. Le ruego que informe a sus padres a modo de consuelo. Lamento muchísimo no poder cumplir las promesas que les hice allí de enviarles un dinero, pero es que la situación actual de la tropa es inconcebible. Desde comienzos del año hasta el momento no han sido pagados ni siquiera los soldados. Nos deben seis meses de sueldo. Nos hacían confiar que nos darían un buen dinero todo junto, pero después se redujo a sólo un mes. Éste ya desapareció por unas deudillas que teníamos anteriormente. Ya no vamos a reanimarnos como sigan // dándonos poco a poco lo que nos deben. Siento mucho que Aragona6

3

Francesco Pepe, el quinto de los hermanos Pepe. Carunchio y don Ottavio son dos de los personajes civitenses recordados por Pepe muchas veces. DL 5 Carlo es un primo de Gabriele, hijo de Titta Pepe; Cicco Blescia (o Cicco Tetta), hijo del compadre Luigi Antonio, está recordado en las cartas siguientes porque es protagonista de una deserción. DL 6 Otro Civitense, indicado sólo con un apodo. DL 4

1056

Lettere haya muerto. Mando un abrazo a Raffaele7, Carluccio8, Maria Giuseppa9 y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele 3 (3) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, 7-9 Nápoles, 30 de mayo de 1807 Veneradísimo señor Tío, recibí su carta el 4 de mayo. Le agradezco las advertencias que me da, que no se deben a otra cosa sino a su amor por mí. No crea que me he olvidado de los deberes y de los principios de religión en los cuales Usted sabiamente me embebió. Son íntegros y seguirán siéndolo mientras esté en vida. Si algunas veces parece que yo me aparto de ellos, esto no se debe a una concepción del corazón, sino a una combinación de circunstancias del empleo que escogí. Aunque llevo dos meses de capitán y aunque de alguna manera mi sueldo ha aumentado, todavía me deben cinco meses de sueldo de teniente. Ese desorden general que hace que los bancos no paguen, que el efectivo no circule en la Provincia, como Usted me comenta, ese mismo desorden hace que ni siquiera las tropas hayan sido pagadas. Créame que sus cartas me causan mucho consuelo al enterarme de que Usted está bien, a la vez que despierta en mí dolor y aflicción oír que está en esta situación que me describe. // Hemos venido aquí para que el Rey nos pasara revista. Después de la misma quizás volvamos a Capua y quizás no. Preferiría quedarme, porque el aire de esa ciudad no me resulta demasiado saludable. La mayoría de las veces tengo dolor de cabeza. Durante algunos días tuve una terciana que gracias a Dios se me curó con la quina. Aparte de esto me encuentro aquí en un vacío de espíritu por falta de libros. No puede imaginar la ignorancia crasa que domina allí. Fíjese que es igual y posiblemente superior a la

7

Raffaele (Civitacampomarano 1773-Ídem 1854), se dedicó a la agronomía; secretario de la Società di Agricoltura de Molise, socio de varias academias, publicó numerosas memorias sobre bosques, prados, sobre el cultivo de la patata, etc. 8 Carlo (Civitacampomarano 1790-Ídem 1849), cultivó los estudios clásicos y los idiomas (francés, español, inglés). El hijo Marcello publicó sus Frammenti di studi grammaticali e rettorici (1855). 9 Maria Giuseppa, hermana de Vincenzo Cuoco, esposa de Raffaele.

1057

Lettere que ha visto varias veces en los casali de Nápoles10. En la Terra di Lavoro todo está tranquilo. Por fin averigüé por qué Usted no recibió muchas cartas mías. Entre Nápoles y Capua no hay correo, sino mensajeros especiales que se encargan de entregar las cartas. Ahora bien, yo siempre encargaba a estos caballeros que echaran las cartas al buzón de correos. Pero, como yo les pagaba de antemano y estaban seguros de que luego no se les pagaría en correos, se ahorraban la molestia de bajar hasta el muelle y se conformaban con lo poco que les daba yo, haciéndome creer que llevaban a cabo lo que les mandaba.// Cicco tenía que ir allí con el capitán encargado del reclutamiento. Iban a ir también Carlo Pepe y Cicco Tetta. Pero esta misión el Coronel quiso aplazarla. Lleno de respeto le beso la sagrada mano, abrazando a Raffaele, Maria Giuseppa y Carluccio. Su afectísimo sobrino Gabriele

4 (4) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 11-14 (12 y 13 en blanco) Campobasso, 12 de julio de 1807 Querido hermano, calculaste mal el momento de la misión de Peppandrea11. Él llegó a tiempo y yo dentro de media hora voy a salir para Boiano, para estar mañana en Isernia y luego ir a Capua. Escribo entonces de prisa y me siento incómodo por salir. El castor costó 8 ducados a la canna12. Los bandidos han sido cogidos, presentados y matados todos. El Coronel volvió esta mañana y sale mañana también. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa y Carluccio. Tu afectísimo hermano Gabriele

10

Se trata de aldeas rurales pobres, posteriormente absorbidas por el territorio urbano. De él sólo se sabe que es el acompañante de Gabriele en el viaje a Civita. DL 12 El castor por el uniforme. La canna, medida para tejidos, dividida en ocho palmi, equivalía en aquella época a m 2,10936. 11

1058

Lettere 5 (5) Al tío don Francesco Maria Pape y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 15-18 Capua, 29 de julio de 1807 Veneradísimo señor Tío, el día 16 de este mes llegué aquí con mi destacamento. El Coronel volvió con el resto de la tropa al cabo de dos días. Al llegar a Capua encontramos la orden de salir para el norte de Italia. Una parte del regimiento ya salió antes de ayer. Nosotros con el resto saldremos mañana por la noche. Llegó pues la hora de separarnos por segunda vez. Si en el ’99, desterrado y echado como un traidor, yo salí firmemente confiado que algún día podría volver a besarle la mano, más aún en esta salida, que no está acompañada de circunstancias tan infaustas como las de entonces, salgo con el corazón lleno de todos los sentimientos de afecto por Usted y por la familia y espero algún día poder reconfirmarle estos sentimientos. De todas formas, espero aparecer más merecedor de su aprecio // dentro de algún tiempo y que se cumplan los votos con los cuales salgo, es decir el deseo de que lleguen del Cielo todas las prosperidades que merecen sus virtudes, que tenga una vida larga fortificada por una salud perfecta y un estado de cosas más tranquilo y más propicio para las circunstancias de nuestra casa. Le ruego que reciba dichos votos como los más fervorosos y los más sinceros y que los acoja de buen corazón porque igualmente salen de un corazón agradecido y encariñado con Usted a quien debo todo. Nosotros estamos camino de Bolonia. Vamos a parar en Roma y Ancona. En esta ciudad espero encontrar cartas de Usted. Sírvase Usted enviarlas allí, al capitán Pepe del III Batallón, porque si no podría surgir un malentendido entre los batallones que marchan todos separados y entonces yo no recibiría las cartas, o las recibiría demasiado tarde. // Las demás espero encontrarlas en Bolonia en la misma dirección para el mismo fin. Desconocemos nuestro destino siguiente. Hay quien dice que iremos a Alemania, quien a Piamonte, quien a las costas del canal de la Mancha, quien finalmente a Corfú, que dicen que se cedió a nuestro Rey con motivo de la paz hecha con Rusia13. Vayamos adonde vayamos

13

Pepe se refiere a la paz de Tilsit (1807) ente Napoleón y el Zar, que establecía entre otras cosas el protectorado francés en las islas Iónicas.

1059

Lettere yo siempre llevaré un corazón lleno del recuerdo de Usted. Quisiera escribirle miles de cosas, pero éstas no serían sino expresarle mis sentimientos. Escríbame Usted y siempre póngame al tanto de su salud, que me importa y me importará siempre mucho. Saludo a don Attanasio14, al compadre Luigi Antonio15 y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele Querido hermano, te digo a ti lo mismo que le he escrito al tío Ciccio. Recuerda que yo te he querido siempre y tú también quiéreme siempre, porque mi afecto por ti merece tal recompensa. Me parece inútil encomendarte al tío Ciccio y a Carluccio. Tú sabes bastante bien lo que les debes a ambos, al primero como padre, al segundo porque has de hacerle de padre. Salgo entonces tranquilo con respecto a estos dos seres queridos. Debes estarlo también con Cicco, por el que voy a hacer todo lo posible, igual que hice en el pasado, porque además de ser mi hermano, lo creo en un estado no muy feliz, al no ser oficial aún. No tengo nada más que escribirte. Te abrazo con Maria Giuseppa y Carluccio. Cicco Blescia y Carlo están bien y salen alegremente. Tu afectísimo hermano Gabriele

6 (6) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 19 Roma, 10 de agosto de 1807 Veneradísimo señor Tío, ayer llegamos a esta ciudad y mañana saldremos. Estamos todos bien. Espero que Ustedes también. Voy a ser breve porque no tengo nada que escribir. Espero encontrar cartas de Usted en Ancona donde le volveré a escribir. Mande más cartas a Bolonia. Vivo deseoso de saber noticias de su salud. Abrazo a Raffaele, Carluccio, Maria Giuseppa y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Veneradísimo señor Tío, por gracia de Dios estoy bien de salud,

14 15

Don Attanasio Tozzi, maestro de Gabriele. Tal y como se ha dicho, es el padre de Cicco Blescia. DL

1060

Lettere tal y como espero oír de Usted y de toda la casa. He estado recorriendo toda esta ciudad hermosa y he visto las antiguas maravillas que se guardan aquí; esta noche vamos a salir, y como no puedo detenerme más por falta de tiempo, les saludo a todos; con más respeto le beso la sagrada mano. P.D. Carlo está bien; al besarle la sagrada mano le ruega que le mande saludos a toda su familia. Su afectísimo sobrino Gabriele

7 (7) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 21-24 Ancona, 24 de agosto de 1807 Veneradísimo señor Tío, esta mañana llegamos aquí y mañana saldremos camino de Bolonia. Gracias a Dios, Cicco y yo estamos bien, igual que aún Carlo y Blescia. He recogido aquí su carta y me he alegrado mucho de enterarme de que Usted y toda la familia están en perfecta salud. Espero encontrar más cartas en Bolonia y en Milán. Yo no faltaré de escribirle desde estas ciudades y otros lugares adonde lleguemos. Aún desconocemos nuestro destino. Pero la paz está hecha y por consiguiente no podrá ser un destino peligroso como Usted teme. Lo único que nos queda es la expedición a Inglaterra16. Sin embargo, a este respecto estoy seguro de que todos los peligros que la acompañan no menguarán el deseo de ver esa isla, deseo que hace que vaya allí con sumo gusto. // No desconfío volver a verle dentro de poco, ya que el Coronel, mientras estaba en la mesa con él en Roma, me dijo que el Rey lo había elegido para organizar el 3° Regimiento de Línea y que le daba la facultad de escoger a los oficiales de los demás regimientos y añadió que yo sería uno de ellos. Espero entonces que todo esto se cumpla. Guárdese Usted en salud y escríbame a menudo para que esté enterado al respecto. Lleno de respeto le beso la sagrada mano.

16

La paz a la cual alude Pepe es la de Tilsit. Como se ve, las tropas napolitanas desconocían por completo su verdadero destino. Pepe piensa en Inglaterra porque conoce la aversión orgullosa de Napoleón por aquella nación.

1061

Lettere Hermano querido, he recibido tu afectísima carta y te aseguro que me ha llegado al corazón. Pero ¿por qué te angustia tanto mi salida? En cuanto volví a abrazar un estado al cual había sido llamado por naturaleza, en seguida empecé la carrera con rapidez y me atrevo a decir que con cierta distinción; de modo que, como finalmente puedo en la misma aspirar a la gloria y a la suerte, en lugar de angustiarte deberías más bien alegrarte de una // circunstancia que apunta directamente a las ventajas de tu hermano. El grado de capitán que me han otorgado no ha hecho sino aumentar en mí el deseo de distinguirme para merecer el grado superior. Si consideras que esta afirmación está dictada por la ambición, que sepas que a los militares está permitido tenerla, porque por una parte es el resorte más poderoso de nuestra actuación y por otra es la que nos compensa un poco en ese violento estado de despotismo organizado que es el estado militar. Saludo a todos y te abrazo con Maria Giuseppa y Carluccio. Tu afectísimo hermano Gabriele

8 (8) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 25-28 Lodi, 11 de septiembre de 1807 Veneradísimo señor Tío, en lugar de ir para Novara tal y como había escrito desde Bolonia, hemos recibido la contraorden de tirar para Bérgamo. Desconocemos nuestro destino siguiente, pero probablemente pasemos a Alemania y, según dicen algunos, a Westfalia. Le voy a informar desde Bérgamo en cuanto sepamos algo a ciencia cierta. Le ruego entonces que envíe sus cartas a dicha ciudad con la dirección del I Regimiento y del 3° Batallón, porque de esa manera nunca se podrán extraviar, al estar siempre remitidas al cuerpo. Lamento mucho poder recibir menos noticias de Usted y de la familia, por alejarme cada vez más. Sin embargo, mientras reciba algunas de vez en cuando, y esté enterado siempre de su buena salud, no voy a desear nada más y todo lo demás será nada para mí. Le escribí desde Bolonia que Cicco Blescia había desertado. // Yo estoy muy angustiado, no tanto por él, sino por su desdichada familia. Espero que haya llegado allí sin sufrir ningún desastre, porque se conoce que los Abruzos están infestados por los bandidos, y él debió 1062

Lettere pasar necesariamente por allí para rendirse a la patria. A este temor se añade el de que haya podido detenerlo la Gendarmería. De todas maneras, yo siempre rezo a la Providencia que lo libre de toda desgracia y que lo perdone de la mala y humillante acción que cometió. Ya no tengo nada que escribir, por lo cual no voy a escribir a Raffaele, al cual abrazo con Maria Giuseppa y Carluccio. Saludo a todos y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele

9 (9) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 29-32 Bérgamo, 23 de septiembre de 1807 Veneradísimo señor Tío, hará como diez días que llegamos aquí. Cicco le escribió en seguida. Yo no pude hacerlo ese mismo día porque estaba de servicio y había mucho que hacer para el acuartelamiento del batallón. Le escribí también desde Lodi, informándole del cambio de destino, Bérgamo en lugar de Novara, adonde íbamos a dirigirnos anteriormente. Desde Bolonia en adelante no he vuelto a recibir cartas suyas. Creo que o bien todavía están viajando, o bien están en Novara adonde le había rogado que las mandara. De ahora en adelante le ruego enviarlas aquí especificando siempre el regimiento y el batallón. Estamos a oscuras sobre nuestro destino siguiente. La voz según la cual nos iríamos para Westfalia ya desapareció. Ahora corre la voz de que hemos de marcharnos para el campo de Bayona. El Coronel, sin embargo, me asegura que o bien vamos a invernar aquí, o bien pasaremos muy rápido a Francia. Vayamos adonde vayamos, sin embargo, yo siempre llevaré conmigo un corazón encariñado hacia Usted y nunca olvidaré el incalculable // agradecimiento que le debo. Estoy también muy intranquilo por unas noticias que han llegado aquí, anunciando un violento bandolerismo en esa tierra. Rezo siempre al Cielo que ampare nuestra patria de él y espero ardientemente sus cartas para saber algo a ciencia cierta. Pero ¿cuándo en nuestro Reino llegaremos a la misma tranquilidad de la que gozan en el Reino Italiano? No sé si es porque estos pueblos son menos vivaces y elásticos que los 1063

Lettere nuestros, o porque el gobierno es más activo y enérgico, pero aquí se goza de una organización y una tranquilidad totalmente envidiables. Deme Usted alguna noticia de Cicco Blescia. Vivo deseoso de saber noticias de él, aunque jamás podré perdonarle la acción indigna que cometió. Carlo Pepe está y se porta bien. Saludo a toda la familia y a los amigos, y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele // Querido hermano Raffaele, he dejado de recibir cartas tuyas desde la que encontré en Bolonia. Mientras tanto, espero que sigas bien. De ahora en adelante envía siempre las cartas aquí, especificando el regimiento y el batallón. Aquí el frío ya se está haciendo intenso. Al mediodía solamente se disfruta de un sol parecido al del mes de noviembre de nuestra tierra. El aire es puro y saludable, por lo menos lo es para mí, mientras que me ha aumentado extraordinariamente el apetito, que había perdido casi por completo con el aire pesado y malsano de Capua. Si le preguntas a Vincenzo Cuoco sobre algún mensajero o cualquier otro medio cómodo que pueda llevar cosas a Nápoles, yo podré enviarte algunas obritas de agricultura que no te van a disgustar. Te abrazo con Maria Giuseppa y Carluccio y saludo a Zi’ Culo17 y a todos. Tu afectísimo hermano Gabriele

10 (10) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 33-36 Bérgamo, 12 de octubre de 1807 Veneradísimo señor Tío, su carta me sumió en una inquietud extrema debido a su trastorno. Le ruego por Dios que cuide sumamente de su salud. No pase por alto nada de todo lo que el arte médico pueda ofrecer para recuperarla. De vez en cuando utilice eméticos ligeros, porque la enfermedad que sufre suele estar causada por cálculos biliares

17

Otro personaje conocido solamente por su apodo.

1064

Lettere que, al situarse en el canal cístico, lo obstruyen, impiden la efusión de la bilis en el intestino y luego causan indirectamente un rebosamiento de ese humor en la masa de la sangre, que demasiado embebida del mismo lo lleva a todas las partes de la máquina y de esa forma altera el color del cutis. La sacudida emética entonces contribuye admirablemente al paso de dichos cálculos. A todo eso añada el uso de la quina para // fortalecer la constitución, y sobre todo no deje de tomar leche, que va a atenuar la acidez que un fluido tan agrio como la bilis causa en todas las partes animales que integran nuestra máquina. No deje de practicar movimiento moderado, y sobre todo de desistir de cualquier tarea mental. Le vuelvo entonces a rogar que no pase por alto nada de lo que le pueda resultar beneficioso. Yo espero con gran impaciencia más cartas de Usted. Escríbame enseguida y espero que el Cielo me otorgue el consuelo de enterarme de que Usted se ha recuperado por completo. Estoy también sumamente intranquilo por el desaconsejado Cicco Blescia. Quién sabe qué le habrá pasado. Me asombra mucho no haber recibido aún la noticia de su llegada, pues hubiese tenido que llegar desde hace más de un mes. Compadezco al pobre Luigi Antonio y a su afligida madre. Él ya era sargento y el Coronel lo apreciaba bastante desde la época de la Columna Móvil hecha en nuestra Provincia. No puedo imaginar cómo diablos pudo dejarse seducir a desertar. Dios lo guarde de cualquier desgracia y estoy seguro de que a estas alturas ya se habrá arrepentido de la mala acción que cometió. Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele Querido hermano. Pocas palabras porque no me da tiempo. Que cuides mucho de la salud del tío Ciccio. Quiéreme y te abrazo con Maria Giuseppa y Carluccio.

11 (11) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 37-40 Bérgamo, 26 de octubre de 1807 Veneradísimo señor Tío, estaba esperando sus cartas con extremos y violentos latidos de impaciencia. Puede entonces imaginar lo que me alegró recibir la carta del 12 de este mes, con la cual me he enterado de que 1065

Lettere se está Usted aliviando de su trastorno y espera recuperarse plenamente dentro de poco. Querido señor Tío, yo le ruego que cuide sumamente de su salud y no dude que siempre le rezo al Cielo que le ampare, dándole una larga vida incluso a costa de la mía. Escríbame entonces a menudo y deme Usted el gusto de leer que está bien y contento. Nada nuevo con respecto a nuestro destino. Dentro de poco tal vez sepamos algo, mientras tanto esperamos a que de un día a otro el Virrey pase revista, de la cual va a depender algún movimiento del cuerpo. Ya veremos. En general, además, puedo empezar a asegurarle con mayor probabilidad que espero volver a verle dentro de poco, pues el Coronel volverá a nuestro Reino en menos de un mes a fin de organizar otro regimiento y me prometió varias veces que me llevaría con él. Aquí vimos también un cometa con una cola. Ahora ya no se puede ver porque hace frío, lluvia y niebla desde hace casi un mes. Yo creo que es la predicha por Herchel18, cuya vuelta había fijado para 1799 o 1802. Estoy cada vez más angustiado por Cicco Blescia. ¡Quién sabe dónde se encuentra ese pobre chico! Lo que me aprieta sobremanera el corazón es que la familia puede creer que yo he contribuido indirectamente a su desgracia por arrastrarlo a la milicia con el ejemplo de Cicco y Carlo. Si vuelvo, seguro que traeré conmigo a estos dos muchachos, pues sería una barbarie abandonarlos en un regimiento estando yo en otro. Esté seguro entonces de ellos y no dude. Ellos se portan bien y parecen preocuparse de sus deberes cada vez más tras el escándalo causado por Cicco Blescia. Lleno de respeto le beso la sagrada mano y saludo a don Attanasio, Astolfo y todos los amigos. Querido hermano, me consuela cada vez más el que tú y el resto de la familia estéis bien. Yo también me encuentro bien, y espero que tanto yo como Ustedes sigamos así para mutuo consuelo. Con respecto a nuestros intereses, haz todo lo que consideres útil por el bien de la casa. Sabes muy bien que mi deseo no es ni puede ser sino la felicidad de la familia. Por ello creo que es inútil explicar mi con-

18

Frederich William Herschel (Hannover 1738-Slough 1822). Astrónomo alemán, emigrado a Inglaterra en 1781, descubrió Urano, pero pensó que era el cometa del que habla Pepe. Fue nombrado astrónomo del Rey (1782). Realizó importantes investigaciones sobre la estructura de la Vía Láctea.

1066

Lettere sentimiento, y tú has sido o bien demasiado delicado o bien inseguro de mi afecto y has dudado de él, al haberme consultado sobre las compras que piensas hacer. Querido hermano, quiéreme y te abrazo con Carluccio y Maria Giuseppa. Un saludo a toda la familia, a los amigos y a los vecinos. Tu afectísimo hermano Gabriele

12 (12) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 41-44 Bérgamo, 7 de noviembre de 1807 Veneradísimo señor Tío, una decisión repentina del Emperador ha causado grandes cambios en el regimiento. El 3° Batallón se ha fusionado con el 1° y el 2°, que ahora están más que completos. Yo he pasado al 1° y tengo a Cicco de sargento primero conmigo. Carlo está también en el mismo batallón. Pero todo esto sería poco. Corre la voz muy insistente de que la semana que viene saldremos para Francia. De momento nos estamos dirigiendo a Grenoble, pero por ser el destino futuro de los regimientos igual que el tiempo de la muerte, es decir desconocido, no sabemos nada de lo que podrá ocurrirnos posteriormente. En las próximas cartas tal vez podré decirle algo más detallado y seguro. Lo que me ha impresionado profundamente es la decepción de mi esperanza de poder volver a verles en las próximas Navidades, tal y como me hacía suponer // la promesa del Coronel que me llevaría consigo al 3° Regimiento. Por ahora, incluso la organización de éste se ha desvanecido y yo, que con cierto fundamento había albergado la esperanza de ascender a un puesto más distinguido, de momento la veo extinguida o lejos de cumplirse. Pero todo esto me importa poco en comparación con el hecho de alejarme cada vez más de la familia y de Usted. Si la suerte me concediera todos sus favores y me negara luego la posibilidad de poderle mostrar mi afecto y agradecimiento, yo renunciaría a todos sus beneficios. Si hubiera tenido la suerte de volver a Nápoles no hubiese pensado en otra cosa sino situar o darle alguna renta a Carluccio, para empezar su promoción. De momento, con viajes continuos, con un mayor gasto, con un sustento bastante dispendioso porque todo está caro y con la manutención de Cicco, me queda poco de mi sueldo // para 1067

Lettere un hermano, al que de todos modos quisiera ayudar. También me da mucha pena enterarme de que el bandolerismo se está haciendo cada vez más violento en esa tierra. Sin embargo el hecho de que Usted se haya mejorado me ha aliviado sumamente. Siga Usted recuperándose y no pase por alto ningún medio para recobrarse por completo. Avíseme del desenlace de su problema. Saludo a don Attanasio, a todos los amigos y a la familia y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Querido hermano, un terremoto ministerial hace que nos separemos por segunda vez, ya que para mí alejarme más de Ustedes supone una nueva separación. Salimos para Francia. Hay quien dice que iremos a Bayona, otros a Boulogne sur Mer. Ya veremos. Yo les informaré cuando y donde me entere de algo a ciencia cierta. // El Coronel se ha alegrado mucho de recibir tu carta. Tal vez con este correo recibas su respuesta, tal y como me comentó. Cicco y Carlo se encuentran bien. Salen junto conmigo. Recibí una carta de Carluccio. Él me dice que Maria Giuseppa lo maltrata. Yo no quiero creérmelo, pero te aseguro que lo sentiría muchísimo si fuera cierto. Te abrazo junto con Maria Giuseppa y Carluccio y saludo a todos los amigos y a la familia. Tu afectísimo hermano Gabriele

13 (13) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 45-48 Turín, 20 de noviembre de 1807 Veneradísimo señor Tío, ayer por la mañana llegamos a esta ciudad. Mañana salimos camino de Susa. Nuestro destino es Bayona. He vuelto a ver a don Amodio Ricciardi y ahora estoy escribiendo en su presencia, asimismo esta mañana voy a almorzar con él. Él me ha hecho miles de preguntas acerca de Usted y se ha alegrado al enterarse de que Usted está en buena salud tras tantas penas. Está bien colocado. Goza de un sueldo abundante, de un puesto decente en el Tribunal de Segunda Instancia, y todo el mundo lo aprecia. Me manda que le envíe los más distinguidos recuerdos y las palabras más afectuosas y cordiales. // Le voy a escribir desde Lyon o Chambéry otra carta, dándole 1068

Lettere nuestras noticias. De Usted y de la familia no he vuelto a recibir cartas desde Bérgamo. A decir verdad no hubiese podido recibirlas, debido a nuestra marcha de allí a Francia. Abrazo a Raffaele, Maria Giuseppa, Carluccio y a todos los amigos y parientes y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele

14 (14) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 51-54 Perpiñán, 20 de enero de 1808 Veneradísimo señor Tío, el día 14 llegamos a esta ciudad tras once días de marcha sin parar. Tal vez entremos en España al principio del mes que viene. Sin embargo, desconocemos nuestro destino final. Hay quien dice que nuestra división se está dirigiendo a Gibraltar; quien dice que el propósito es introducir una fuerza en el nuevo reino para organizarse en Cataluña; etcétera. Lo que me impresiona sumamente es no recibir cartas de Usted desde Bérgamo. Cicco recibió aquí una carta de Peppe d’Aloisio19, en la cual dice que Ustedes están todos bien y que Raffaele tenía que marcharse para Nápoles. Supongo por cuestiones de la universidad20. // Todos nosotros estamos bien. En estos países hace un poco más calor que en nuestra tierra. Ya comimos alcachofas. El vino es excelente, y el que se bebe a diario en la mesa es mucho más poderoso que el ritornato21 que hace Raffaele. Los usos y las costumbres están sin embargo enteramente influidos por España. Grandes capas negras; sombreros con plumas alrededor y con una parte del ala levantada. Los campesinos llevan una corbata parecida a los collares antiguos que se siguen estilando en toda España. Menos franqueza y soltura que en el resto de Francia. Más etiqueta y mayor gravedad afectada. La ciudad es fea, está mal edificada, mal situada y no acabo de entender cómo habían hecho de ella una plaza fronteriza.

19

Uno de los conciudadanos y amigos de Gabriele. DL Sobre las universidades cfr. aquí Scotti Douglas, Gabriele Pepe, p 21 Se sigue denominando así el vino obtenido con la fermentación del mosto en los lagares de madera en presencia de hollejos completos o separados de las raspas. DL 20

1069

Lettere No le escribo a Raffaele porque supongo que sigue en Nápoles, pasándolo bien durante todo el carnaval. Quíteme el disgusto de no recibir cartas suyas. Saludo a todos y, besándole la sagrada mano, soy con la más profunda veneración, su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele

15 (15) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 55-60 Barcelona, 6 de marzo de 1808 Veneradísimo señor Tío, por fin recibí una carta suya tras tres meses sin tener ninguna. Le aseguro que me encontraba sumamente intranquilo al no tener noticias de Usted. De momento soy el hombre más contento del mundo porque también me he enterado de que Usted se ha recuperado por completo. Siga entonces en buena salud y deme siempre noticias de consuelo sobre un asunto tan precioso para mí, tan querido para mi corazón. Las malas noticias que Raffaele me escribió con respecto a nuestros intereses me dan suma pena. Ojalá mejoren y se mitigue esa especie de maldición que desde hace muchos años pesa sobre nuestra casa. Quizás nos quedemos algún tiempo aquí. Sin embargo, seguimos sin saber el fin de nuestra entrada en España. A finales de febrero nuestra división tomó posesión de todas las fortalezas de la ciudad y el día después se marcharon las tropas españolas, algunas de las cuales salieron de aquí para Madrid. Pero el gobierno es el mismo y se administra igual que antes. Corre la voz de que lo mismo ocurrió en todas las provincias de este reino colindante con Francia. Saque Usted las consecuencias. Yo sigo sin entender nada. Le beso a Usted la sagrada mano. Su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele Querido hermano Raffaele, tú mismo te puedes imaginar qué consuelo me dio tu carta. Me sentí doblemente consolado al enterarme de que el tío Ciccio se ha recuperado perfectamente. La cuestión de nuestros bancos, sin embargo, me ha amargado bastante, pero no deseo otra cosa sino que Ustedes estén y sigan estando bien. Bigarré ya no es nuestro coronel porque pasó a organizar el 2° Re1070

Lettere gimiento de Línea Napolitano que se encuentra en Mantua. Le sucedió otro, que no es un Bigarré, con el que no me llevo muy bien, porque es el mismo que era nuestro mayor y que me hizo encerrar durante un mes aproximadamente en el castillo de Capua por desafiarlo a un lance debido a unas ofensas que me había hecho en Civita en diciembre de 180622. Yo sin embargo vivo tranquilo por lo que a mí me respecta, ya que seguro que no va a encontrar nada reprochable en mi conducta y en mi actuación. Al fin y al cabo estoy también seguro de que me evitará como pueda, ya que no creo que quiera despertar de nuevo el deseo de renovar un episodio del cual no salió con honor al rechazar el duelo y que abusando de la autoridad de su grado me castigue por un asunto privado, exponiéndose de esta manera a perder su empleo. En cambio, tengo miedo por Cicco, porque puede vengarse en él por lo que // no puede hacerme a mí, es decir no proponiéndolo como oficial cuando haya algún puesto vacante. Sinceramente, tengo que decirte que hasta el momento no ha dado ninguna señal al respecto, porque no le ha hecho nunca ningún reproche como sargento primero, que es el cargo que Cicco ocupa actualmente. Por mi parte, yo siempre me porto con él con una especie de urbanidad servicial, haciendo como que he olvidado un asunto del cual él mismo se sonroja, o por lo menos debe sonrojarse. Pero como en cuestiones como ésta el que se queda por debajo lo hace siempre de mala gana, me temo algún golpe inesperado que podría caerle encima a nuestro hermano y que sufra la injusticia de no ser propuesto. De todas maneras he escrito al coronel Bigarré, rogándole que le dé un puesto de subteniente en el 2° Regimiento. Espero su respuesta. Bigarré lo apreciaba y él mismo quiso hacerlo sargento primero en Bérgamo. Espero verle oficial antes de lo que él pudiera esperar. Tú tienes que hacer lo mismo escribiéndole a Mantua y recomendándole lo mismo: «Vis unita fortior», diría el Pedante latinista. No hagas caso si a lo mejor el Coronel no contestó a tu primera carta. La salida y la resolución que requiere el mando de un batallón en época de guerra y muchos líos se lo impedirían. Pero durante el camino siempre me hablaba de esta injusticia que me decía que había cometido. Si se puede sacar provecho de las relaciones establecidas sin perjuicio // del honor y sin cometer ninguna mala acción, hay que hacerlo. No se te olvide pues y ojalá tengas éxito. Saludo a Luigi Antonio, a Michele d’Astolfo, a los Cuoco, a Peppe

22

El oficial es Guglielmo Pégot (cfr. Lettere, 1).

1071

Lettere De Marinis, al Socio voraz y soñoliento, a la Papessa, a Ceria, a Zioculo, a Zi’ Peppe, a Nunzio, a don Attanasio con toda la familia, a Titta Pepe con las máquinas de Vaucanson23 en los dedos y en la cara, al Político Cieri, al Tacaño Marco, al Gobernador Bottaro, al Amoroso Caprara, al Tímido Liborio, al Celoso Tata Cola, al Mentiroso padre Fiore, al Podagroso don Vito, al Falso ciego de un ojo don Luigi Ferretti, al Llorón pellejero gri gri gri, a don Amodeo24, al Inanimado Putaturo25, al Compadre universal, al Sultán del occidente pacífico Michele Cuoco26, al Perpetuo borracho Pioncola, al Feo Zilone, al Guapo Maggiore, al Orador del Pérgamo tío Angelo, y finalmente a toda Civita y a todos los amigos de los alrededores. Carlo Pepe está bien. Había mandado llamarle para hacerle escribir algunas líneas a los suyos al final de esta carta, pero él me mandó un recado diciendo que está de guardia. Te abrazo con Carluccio y Maria Giuseppa. Tu afectísimo hermano Gabriele

16 (16) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 61-64 Barcelona, 8 de abril de 1808 Veneradísimo señor Tío, he recibido su carta del 27 de febrero y con sumo placer me he enterado de que Ustedes están todos bien y tranquilos. Nosotros también estamos en buena salud y descansando bastante, tras tantas marchas, en esta ciudad maravillosa en la cual po-

23

Jacques de Vaucanson (Grenoble 1709-París 1782), famoso creador de autómatas y mecanismos de relojería; cfr. Doyon, Liaigre, Jacques Vaucanson. 24 Son amigos, parientes y conciudadanos. Algunos de estos personajes pertenecen a la historia de Civita, como por ejemplo el notario Giuseppe Cieri (alcalde en 1820 y 1822), Francescantonio Caprara (alcalde en 1815-17), Liborio De Marinis (alcalde en 1809, cuñado de Gabriele), Don Felice Caprara (párroco de 1801 a 1812); de otros, en cambio, no hay huella. 25 El Civitense con este apodo era hijo de Titta Pepe y hermano de Carlo. 26 Michele Cuoco (Civitacampomarano 1776-Nápoles 1852), primo de Pepe y hermano de Vincenzo que posteriormente se mudó a Nápoles, entró en magistratura y llegó al grado de Consejero del Tribunal Supremo de Justicia.

1072

Lettere siblemente nos quedemos durante algún tiempo. Por fin se levantó el telón que tapaba las operaciones de las armadas francesas entradas en España. A mi entender los Españoles hicieron una revolución y pararon otra que hubiese sido fatal y trágica. El Príncipe de la Paz había persuadido a toda la corte que huyera a Gibraltar; solamente el Príncipe de Asturias se resistía. Él fue encarcelado. El pueblo y los grandes, como preveían que la huida del Rey ocasionaría una guerra desastrosa, se apoderaron de toda la guarnición de Madrid e impusieron una especie de detención el Rey y a la familia real. Al mismo tiempo soltaron al príncipe y encadenaron a Godoy, es decir el Príncipe de la Paz. Aún hicieron más: obligaron al Rey a que abdicara a favor de su hijo y se retirara espontáneamente a un palacio real a 90 leguas de la capital. Se hizo la nueva coronación, el padre reconoció a Fernando VII, luego salió para su nueva morada, de tal manera que al entrar los Franceses en Madrid encontraron un nuevo gobierno instalado, y encadenado al que quería romper la alianza con Francia haciendo que el Rey se refugiara entre las fuerzas inglesas. Con eso no bastó. Antes de entrar Murat en Madrid, ya habían enviado a cuatro Grandes del Reino para pedir la mano de una princesa de sangre francesa para el nuevo rey y relatar al Emperador que habían contrarrestado todos los intentos de Godoy de vender España a Inglaterra. De esta manera, una revolución hecha a tiempo, con prudencia y energía a la vez, salvó a los pueblos de todos los desastres que si no les hubiesen caído encima. Los Españoles ahora están contentísimos, porque se han sacudido el duro yugo de Godoy al que aborrecían. No me parece que sean unos inútiles como las demás naciones los valoran. Aquí la primavera ya está avanzada y por la tarde el calor se hace bastante abrasador. Los Españoles, sin embargo, siguen llevando capas, que no dejan hasta el cuarenta de mayo, como ellos mismos dicen. Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele Querido hermano Raffaele, me siento sumamente consolado siempre que veo tus cartas y gracias a ellas me entero de que estás bien. Siento muchísimo que Cicco Blescia no se haya presentado aún. Yo creí que ya había vuelto bajo las banderas. Por Dios, hagan que se presente ya. Lo condenarían a la cárcel si la Gendarmería lo cogiera. Si se presenta, que no diga que fue desertor de este regimiento, si no seguirá siempre soldado sin esperanza de ascender a ningún grado. Cicco y Carlo están bien y se portan bien. 1073

Lettere Me alegro de que te hayas incorporado a la nueva Sociedad Literaria, pero la quiebra de los bancos me agobia. Te abrazo con Maria Giuseppa, Carluccio, todos los amigos y la familia. Tu afectísimo hermano Gabriele 17 (17) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 65-66 Barcelona, 20 de octubre de 1808 Veneradísimo señor Tío, hace mucho tiempo que no recibo cartas de Usted. No sé a qué se debe este silencio. Estoy muy intranquilo. Me alivia bastante el hecho de haber recibido dos cartas del tío Luigi, que no me anuncian nada que me haga sospechar algo desgraciado. Cicco fue propuesto para oficial. Ojalá el Rey acepte la solicitud que hizo el Coronel. Carlo está bien y ha desarrollado un valor tan extraordinario que se distinguió sumamente en todas las acciones que llevamos a cabo. Yo he sido propuesto para Caballero de la Orden de las Dos Sicilias por la acción del 16 de junio, cuando conseguí asaltar un fortín guarnecido con 11 piezas de cañón, únicamente con mi compañía, echar al enemigo y apoderarme de dos banderas. Abrazo a Raffaele, Carluccio, Maria Giuseppa y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Señor tío veneradísimo, por fin he llegado al punto de poder esperar un avance resultado de mis trabajos. El coronel me ha propuesto, después de la Orden recibida por el general, como premio por mis acciones. Saludo a todos de la casa, con pleno respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo sobrino Gabriele 18 (18) Al primo Vincenzo Cuoco, Nápoles MsP, V, 67-68 Barcelona, 20 de octubre de 1808 El capitán Pepe al señor consejero Cuoco. Hace mucho tiempo, mi querido hermano, que no recibo ninguna 1074

Lettere noticia de los míos. No sé a qué se debe semejante silencio, pero le confieso que estoy bastante intranquilo al respecto. Le ruego entonces que me dé noticias suyas y que les informe de mis sentimientos. Mi hermano Cicco ha sido propuesto para oficial. Si pudiera Usted tomar algún compromiso en el Ministerio de la Guerra para que su propuesta siguiera adelante y tuviera éxito, nos haría el favor más amable, que le agradeceríamos eternamente. Nuestro coronel le ha solicitado al Gobierno para mí la condecoración de la Orden de las Dos Sicilias. Aunque prefiero la sustancia a la apariencia, teniendo en cuenta los hechos del 16 de junio, si el regimiento cree que yo la merezco, estaría bastante halagado de recibirla. Si Usted puede apoyarme en esto también, me sentiré infinitamente agradecido. Pero le encarezco más el avance de Cicco. Le beso la mano al tío Peppe, abrazo a Michele27, le rindo homenaje a la Baronesa28 y con toda afección me firmo su hermano Gabriele Pepe

19 (19) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 69-70 Barcelona, 23 de diciembre de 1808 Veneradísimo señor Tío, ojalá esta carta tuviera la velocidad de mi pensamiento para llegar allí ya. Me imagino que estará preocupado por nosotros, porque hace unos seis meses que no ha podido recibir cartas nuestras. Durante todo este tiempo la armada ha estado bloqueada en esta ciudad. Pero gracias a Dios hace varios días llegó un refuerzo de 30.000 hombres, que levantó el bloqueo tras derrotar por completo a los Españoles y abrir de cierta manera la comunicación. Esta noche entonces sale un mensajero. Ojalá no encuentre ningún obstáculo para que Usted pueda recibir esta carta y se alegre de ella. Cicco y Carlo, por distinguirse en muchas de aquellas acciones que hicimos contra los Españoles, han sido nombrados subtenientes en el campo de batalla. Espero que el gobierno les confirme dicho

27 28

Tío Peppe es el cura Giuseppe Cuoco; Michele es el hermano de Vincenzo. DL Olimpia Frangipane Ricciardi Cardone, baronesa de Castelbottaccio.

1075

Lettere grado cuanto antes. Ellos están bien y contentos. No escriben porque están ambos de guardia. No recibimos cartas de Usted desde el mes de mayo. Sin embargo, Michele Cuoco, del cual recibí una del 18 de septiembre, me escribía que todos Ustedes estaban bien. No me voy a detener. Estoy deseando volver a ver su letra. Un abrazo a Raffaele, Carluccio, Maria Giuseppa. Recuerdos a toda la familia y a los amigos. Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele

20 (20) Al primo Vincenzo Cuoco, Nápoles MsP, 71-72 Barcelona, 26 de diciembre de 1808 Querido hermano, aprovecho la salida de un mensajero para enviarle noticias mías. Hará tres meses que recibí una carta de Michele a la que no pude contestar porque estábamos bloqueados en esta ciudad por las tropas españolas. Ahora no le escribo porque creo que volvió a la Provincia. Michele me escribía que estaba Usted con la diputación. Espero que ahora ya haya vuelto a dicha capital, y por consiguiente me atrevo a escribir esta carta para darle noticias mías. Nuestro regimiento rindió honor a nuestra nación. Desgraciadamente el cuerpo de oficiales sufrió 4 muertos y 12 hors de combat. Espero que el gobierno no se olvide de los supervivientes. Si allí se organizan más regimientos, le ruego que se acuerde de mí. Lo que sí puedo decirle sin prevención ni amor propio es que yo me considero apto para un avance y para llegar a teniente coronel. Se lo encarezco entonces y confío en su buen corazón. Nuestros hermanos comunes Cicco y Carlo fueron nombrados subtenientes en el campo de batalla. Se espera ahora que el gobierno les confirme en dicho puesto. Nuestro coronel ha tenido la bondad de proponerme para Caballero de la Orden de las Dos Sicilias al Rey. A mí realmente me gusta más la sustancia que la apariencia; pero si ello se me otorgara no me sentiría sino satisfecho. El siempre-cirujano Guzzi, con quien he almorzado esta mañana, le envía recuerdos. // No me voy a detener más. Si ve a Zaruccio dele un abrazo de mi 1076

Lettere parte. Le ruego que presente mis afectos a la baronesa Cardone, a toda su familia, al marqués de Attellis29, y asegurándole todo mi afecto le abrazo cordialmente. Su afectísimo hermano Gabriele Pepe

21 (21) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 75-76 Barcelona, 12 de marzo de 1809 Por fin, señor Tío veneradísimo, he vuelto a ver su querida letra tras nueve meses de interrupción del comercio. Mi consuelo y el de Cicco ha sido tal que no podría expresarlo. Si la circunstancia que nos anunció Raffaele, es decir que Usted estuvo regular en el mes de septiembre, me amargó bastante, el hecho de saberle recuperado perfectamente el 9 de enero redobló mi vivacidad y energía. Cuídese cada vez más, cuídese por nosotros. Tenemos que volver a besarle las manos, hemos de volver a verle y derramar abrazados, mutuamente, Usted las lágrimas de ese amor que siente y ha sentido siempre por nosotros, nosotros las del afecto y del deber de agradecimiento hacia nuestro segundo padre. Llegó con el mismo mensajero que trajo sus cartas la confirmación del grado de oficial para Cicco. Ahora estamos esperando la de Carlo, que también fue nombrado subteniente en el campo de batalla hacia finales de diciembre. Ambos se portan bien y están en buena salud. Yo di mis pasos para volver al Reino o bien haciéndome jefe de batallón en otro regimiento o bien con el grado de capitán de la Guardia Real de Nápoles. Escribí a Vincenzo Cuoco sobre este asunto y espero

29

Orazio De Attellis, Marqués de San Ángel (1774-1850). Patriota, desterrado a Francia, combatió en la Legión Italiana, estuvo en Marengo. Jacobino y masón, participó en unas cuantas conjuraciones, estuvo varias veces en la cárcel. Refugiado en España después de 1821, huyó en 1824, llegando finalmente a México, desde donde fue expulsado en 1826, se hizo ciudadano de Estados Unidos en 1828, volvió a México en 1832 y fue nuevamente expulsado en 1836, en 1847 vino a Italia, estuvo en Roma para ofrecer sus servicios a Mazzini, que los rechazó. Cfr. Cortese, Le avventure italiane ed americane di un giacobino molisano.

1077

Lettere que él se interese por mí. Gracias a la educación que recibí de Usted, gracias a cierto valor que la naturaleza me dio, creo que tengo una reputación honorable en el regimiento. Los vapores de ésta, al calentarme la cabeza, más de una vez me hicieron enfrentar pequeños peligros, afrontar intrépidamente al enemigo y desafiar a la vez la suerte. Gracias a la suerte, ningún accidente, ninguna herida me castigó por mi atrevimiento. Creí sin embargo que me pagarían más. La sola circunstancia en la cual yo, Cicco, mi teniente, mi subteniente y algunos soldados de mi compañía nos lanzamos hacia una batería enemiga de 11 cañones y nos apoderamos de ella, hubiese tenido que ser merecedora de algo. Me propusieron para Caballero de la Orden Real. Sin embargo, aún no estoy viendo ningún resultado. Pero una cinta no vale el grado superior que ambiciono yo. Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Hermano querido, tu carta nos llenó de consuelo al enterarnos de que estáis todos bien con el tío Ciccio, Maria Giuseppa y Carluccio. Los tres estamos bien, también. Carlo fue nombrado igualmente subteniente en el campo de batalla; estamos esperando a que confirmen su nombramiento. La carta de Cicco llegó con el mismo mensajero que trajo la tuya del // 9 de enero. Me alegro de que te nombren Intendente General de la Agricultura y de los Bosques de la Provincia. Cuando te vuelva a ver con un traje todo bordado te voy a equivocar con un general de división y como tal te voy a rendir los honores de las armas y del tambor; yo, además, con una triple reverencia y el sombrero en la mano, tal y como Richardson describe la reverencia de Hikman todo confundido ante Nancy30, voy a esperar respetuosamente tus órdenes como un subordinado tuyo31. Dile al padre Fiore que aquí ya estamos en el país de las calebassas (sic)32 y por tanto espero un envío suyo de las mismas, junto con la leña de edificar, otra mercancía suya abundante igual que la de sus mentiras. En cuanto el convoy llegue aquí se lo haré anunciar en las efemérides y adjudicar al mejor oferente. Si además toda la familia quiere unir su parte de mercancías de uno y otro tipo, en especial las de don Nicola y de los almacenes todavía llenos dejados por el Abuelo,

30

Personajes de la novela epistolar Clarissa, por S. Richardson. La afectuosa ironía de Gabriele está mal empleada, pues Raffaele Pepe no fue nunca Intendente, sino que ocupó el cargo de redactor estadístico. 32 Calabazas. En catalán carabasses. 31

1078

Lettere que deben ser inmensos, entonces podríamos sacar un provecho igual de inmenso. Yo me voy a conformar con el cinco por ciento por mi molestia y estoy seguro de que mí suerte estará asegurada y seré riquísimo durante toda mi vida. ¿Quieres reírte, querido Raffaele? El clima de España ha despertado en mí un estro poético que jamás se había manifestado en Nápoles. En fin, que sepas que yo soy el Poeta del Regimiento. No hay mesa en que yo no haya sido invitado a hacer versos, a brindar, etcétera; no hay ocasión en la cual no se me pida una composición poética. Últimamente hice una para el parto de la Colonnella. Entre los horrores de la acción del 26 de noviembre, se me ocurrió hacerle una oda al Autor de la naturaleza, por la paz, cuyo comienzo es éste: Arde desde hace muchos lustros la más feroz guerra y Paz por fin suspira la desolada tierra. Mira aquel negro velo que envuelve todo el orbe, velo de duelo y llanto manto de muerte y luto. Mira con zarzas y espinas inculto el suelo que languidece y cubierto (¡ay vista!) de miembros humanos y de sangre... 33 Quizás me preguntes muy impresionado y escandalizado cómo explicar este fenómeno. Pero no sé decírtelo. Finalmente, por muy malos que sean mis versos, no me cuesta nada ser el primero y quedar estupendamente entre tres o cuatro poetastros más, con los cuales Apolo fue más tacaño que conmigo. Y concluyendo como un viejo pedagogo: «en el país de los ciegos el tuerto es el Rey ». Recuerdos a todos. Te abrazo cordialmente con Maria Giuseppa y Carluccio. Tu afectísimo hermano Gabriele

33

Cfr. G1,120r-120v.

1079

Lettere 22 (22) Al primo Vincenzo Cuoco, Nápoles MsP, V, 77-78 Barcelona, de 12 marzo de 1809 Querido hermano, un mensajero venido de Francia en barco por fin nos trajo unas cartas tras tanto tiempo sin recibir ninguna. Con el mensajero vino la confirmación de Cicco en el grado de subteniente. Como yo le había rogado interceder en el Ministerio de la Guerra y estoy seguro de que tuvo esa bondad, en esta ocasión no dejo de darle las gracias y de asegurarle tanto mi agradecimiento como el de mi hermano. Las noticias que llegan nos informan de la organización de los cuerpos, las promociones, los avances, las condecoraciones que se dan allí pero solamente a los que están presentes. Los Napolitanos aquí en España nos parecemos a los pobres que huelen desde el patio los olores de lo que se comen los invitados en el triclinio. Qué más da. Me ilusionaron con la esperanza de una condecoración, ilusión que más de una vez me expuso al riesgo de ser matado, particularmente en los dos días terribles del 13 de octubre y del 26 de noviembre, pero no he visto nada hasta el momento y estoy seguro de que no voy a ver nada. Al fin y al cabo mi reputación ya consolidada en el regimiento y en las divisiones, el hecho de haber sido mencionado más de veinte veces en la orden del día de la armada, me dédommagent assez de una cinta. Si me encuentra un poco fanfarrón en esta carta, acháquelo al espíritu que anima nuestro duro empleo. Como me he enterado de que allí se organizan regimientos, le ruego que se recuerde de mí. Se lo pedí en otra carta que espero que haya recibido. Si considera difícil mi avance al grado de jefe de batallón, me recomiendo a Usted como capitán de la Guardia Real que creo que es más fácil de conseguir. Estoy seguro de que su afecto me hará conseguir uno u otro oficio. Ahora estamos esperando la confirmación de Carlo que también fue nombrado subteniente en el campo de batalla hacia finales de diciembre. Beso la mano al tío Peppe y le abrazo cordialmente con Michele, rogándole que dé mis afectos a la Baronesa y a toda su familia. Su afectísimo hermano Gabriele Pepe 1080

Lettere 23 (23) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 79-82 Desde el campo de Girona, 12 de julio de 1809 Veneradísimo señor Tío, tras su carta del 29 de mayo enviada a Figueres no he vuelto a recibir otras posteriores, sino dos anteriores; particularmente la carta en la cual me informa de la muerte de don Attanasio. Recibí la noticia con sumo disgusto, pues había sido mi maestro y era la persona de Civita más apegada a nuestra casa, y quizás la única. Los tres estamos bien. Yo todavía estoy cojeando y marcho con las muletas, porque fui herido al montar la brecha a la ciudadela de esta plaza, donde me explotó una granada debajo del talón del pie izquierdo. Afortunadamente el golpe me hizo solamente una herida ligera y una contusión fortísima. Sin embargo puedo considerarme muy afortunado de salir de tal manera porque fueron circunstancias muy difíciles. Perdí casi un tercio de mi Compañía de los Granaderos. Los tres oficiales resultaron heridos, uno de los cuales (el teniente) gravemente y tal vez sin esperanza. El capitán Forni, al que Usted conoce, salió con el muslo perforado por una metralla. Nuestro secretario del coronel perdió una pierna. Finalmente, de 12 oficiales de nuestro cuerpo solamente Cicco, un capitán // y otro teniente salieron ilesos. Carlo no estuvo implicado, pues forma parte de una compañía del centro y en el asalto solo fueron empleadas las compañías de granaderos y voltigeurs de todos los cuerpos del sitio. Le agradezco siempre a la Providencia el desenlace de la situación por lo que a mí me respecta, porque hubiese podido sucumbir al igual que murieron muchos valientes. Fue una noche de infierno y de horror. El fuerte parecía un volcán por la cantidad de fuego que arrojaban metrallas, fusiles, granadas, vizcaínas 34, materiales incendiarios, etcétera. Anteayer recibí la condecoración de la Orden que me envió el Gran Canciller. Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Querido Raffaele, según lo que he escrito al tío Ciccio podrás enterarte de lo que me ha estado ocurriendo recientemente. Pero no te

34

Cfr. G1, nota 280.

1081

Lettere amargues, porque no es una gran cosa; y si te angustias un momento o bien por lo que ocurrió o bien por la inquietud que causa el temor a la guerra, dite a ti mismo: «mis hermanos no se han apartado de aquellos principios de honor que siempre han distinguido a mi familia, trabajan para ilustrarla, si de alguna mancha de oprobio o de deshonor tuviera que temer por su nombre o por el mío». // Te ruego que intercedas con Cuoco para que pueda yo conseguir un avance o bien a teniente coronel en otro cuerpo o bien a capitán en la Guardia Real. Para Cicco y Carlo yo me encargaré de conseguirlos como los he conseguido hasta el momento. Nuestro coronel fue llamado a Nápoles. Si vas a la capital, te ruego que le hagas una visita; si no escríbele una carta obsequiosa desde allí. Se llama Guglielmo Pégot. Los tres le debemos algo. Es el mismo con el que tuve una desavenencia en Marcianise y que tú sabes. Pero luego fuimos muy amigos, y esto siempre nos ha distinguido entre los demás oficiales. Querido hermano, cuídate. Ya corre la voz de que nuestros Regimientos volverán al Reino. Ojalá esto ocurra. Lo único que deseo es volver a abrazarte. Salud a toda la familia, a los amigos y te abrazo con afecto con Maria Giuseppa, Carluccio, Ireneo y Angela Maria35 miles y miles de veces. Tu afectísimo hermano Gabriele

24 (24) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 83-84 Desde el Campo de Girona, 21 de julio de 1809 Veneradísimo señor Tío, le escribí una carta el 12 de este mes, donde avisaba que había sido herido el día 8 en el asalto a la ciudadela de esta plaza. Vuelvo a escribirle ahora después de tan poco tiempo para que no esté intranquilo y para anunciarle que estoy cada día mejor y hacia final de mes estaré perfectamente recuperado, según el cirujano. La herida está medio cicatrizada, pero la contusión causada por la granada que me explotó debajo del talón me duele mucho cuando muevo

35

Ireneo y Angela Maria son dos sobrinos de Gabriele. DL

1082

Lettere el pie y me obliga a marchar con las muletas. No he vuelto a recibir cartas de Usted después de la que envió a Figueres. Espero sin embargo que Usted y toda la familia gocen de buena salud. No le escribo a Raffaele porque no tengo nada que decirle además de abrazarlo. Hago lo mismo con Maria Giuseppa y Carluccio y lleno de respeto le beso la sagrada mano, al igual que Cicco, que está estupendamente. Su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele

25 (25) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 85-86 Perpiñán, 25 de agosto de 1809 Señor Tío veneradísimo, hace 14 días que me encuentro aquí en parte por cuestiones relacionadas con el regimiento y en parte porque he estado regular, por lo cual los médicos me aconsejaron que me apartara del campo del sitio donde el aire en esta época no es muy bueno. Desde entonces, me he recuperado enteramente de dicha herida y de dicho trastorno. Lo único es que el pie se me entorpece al cambiar del tiempo. Por lo demás, ando libremente sin molestia y sin cojear. Cicco está en el campo y está bien. Dentro de poco Girona será nuestra. La ciudadela en donde montamos la brecha está en nuestro poder. Otro fuerte llamado El Calvario también. De momento está luchando la ciudad que, con las 300 bombas al día que recibe desde hace un mes de nuestros morteros y el fuego de 40 piezas de artillería por otro lado, podrá resistir, según el Cuerpo de Ingenieros, 10 o 12 días más como mucho. Esperemos entonces tener dentro de poco en nuestras manos este baluarte de Cataluña. Dios quiera que se cumpla la voz ya demasiado difundida de que el regimiento volverá al Reino tras el final de este sitio. Entonces Cicco y yo podríamos tener el consuelo de besarle la mano dentro de cuatro o cinco meses. Nosotros deseamos este momento con ardor, y la Providencia nos lo otorgará por nuestro afecto y nuestra ternura. Me consuela muchísimo que Carluccio se haya empleado. Podrá ser el más afortunado de todos. El pobre Cicco tuvo que sufrir dos años de penas y peligros con un fusil en el hombro para conseguir una graduación con un sueldo igual que el suyo. 1083

Lettere Lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele Querido hermano Raffaele, estuve bastante malo pero ahora me encuentro bien, al igual que Cicco y Carlo. Cicco y Carlo están en el campo. Espero volver allí hacia final de mes. Como el sueldo de Caballero de la Orden se paga en Nápoles y no en los regimientos, podrás cobrar el mío allí. Son 300 francos al año, es decir 72 ducados en moneda del Reino. Me alivia muchísimo que Carluccio haya sido empleado. Te abrazo afectuosamente con Maria Giuseppa y mando recuerdos a toda la familia, a los amigos y a los vecinos. Tu afectísimo hermano Gabriele 26 (26) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano. MsP, V, 87-88 Perpiñán, 7 de septiembre de 1809 Veneradísimo señor Tío, hace más de veinte correos que no recibo cartas de Usted. Todo esto me tiene muy intranquilo, más aún porque ha quedado cruelmente decepcionada mi esperanza de recibir el correo más fácilmente durante mi estancia en esta ciudad. El mandato del Regimiento por el cual me quedo no se acabó todavía; mientras tanto estoy bien, la herida se ha recuperado por completo y no me duele nada andar. Cicco está bien, igual que Carlo; están ambos en el campo. Para nuestro consuelo no faltan sino noticias de Usted. Dénoslas entonces ya. No escribo a Raffaele porque no tengo nada importante que decirle. Le abrazo con Maria Giuseppa y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele

27 (27) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 89-90 Perpiñán, 14 de octubre de 1809 Hermano querido, he recibido tu carta del mes pasado, la cual, aunque me ha consolado al enterarme de que todos Ustedes están bien, me ha sumido en angustias e intranquilidad al saber que Ustedes están 1084

Lettere azotados por los bandoleros. Espero que a estas alturas ya habrán sido desbandados o cogidos; y lo que me consuela es que al principio del invierno estas bandas de canallas suelen o bien disolverse o bien irse a Apulia, donde el clima es menos frío. Con respecto al avance del que me avisas, tal vez me estés equivocando con los Pepe de Calabria36. Yo aún no tengo ninguna noticia oficial de ello y creo imposible por ahora poder ascender a jefe de batallón. Mañana salgo desde esta ciudad para unirme al regimiento que está en Roses. Cicco y Carlo están bien. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa. Tu afectísimo hermano Gabriele 28 (28) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 91-92 Roses, 14 de noviembre de 1809 Querido hermano, con este correo Cicco y yo hemos recibido tus cartas. Nos ha aliviado muchísimo que Ustedes estén todos bien. Nosotros estamos bien también. Gracias al aire marino nos hemos recobrado por completo. No te ilusiones de la noticia que te dio Cuoco sobre mi avance. Resultó de una equivocación y no sé cómo Cuoco o bien se dejara engañar o bien quiere engañarte. Para persuadirte de todo en pocas palabras, debes saber que el 4° Regimiento está completo con respecto a los jefes de batallón. Dile a Titta Pepe que he hecho por su hijo más de lo que he hecho por mi hermano. Carlo ya es I Teniente. Había sido propuesto para este grado Cicco también, pero no salió. Sus reproches entonces son injustos y es por ello que no voy a contestar a su carta. Los dos regimientos que estamos en España estamos desamparados, oímos de lejos todas las promociones que se hacen en Nápoles y para nosotros nada, así que nos parecemos a los pobres que huelen desde el patio la comida que se sirve en el triclinio. No tengo nada más que escribirte. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa mil veces. Tu afectísimo hermano Gabriele

36

Florestano y Guglielmo, hermanos, ambos generales.

1085

Lettere 29 (29) Al tío Luigi Colaneri, Nápoles MsP, V, 93-94 Roses, 11 de diciembre de 1809 Veneradísimo señor Tío, las circunstancias de una larga enfermedad que sufrimos Cicco y yo, de la cual no nos hemos recuperado perfectamente, hacen que nos encontremos en una situación de necesidad. Por ello, recibirá de don Giacomo Staiti una letra de 22 ducados por recibir nosotros otros tantos de su hermano, capitán de nuestro regimiento37, y que le ruego que pague por nosotros. Espero que Usted y todos en su muy distinguida casa estén en perfecta salud. Beso la mano a la tía Angela Maria, mando un abrazo a Zaruccio, rindo homenaje a doña Olimpia y le beso afectuosamente la mano, al igual que Cicco. Su afectísimo sobrino Gabriele Pepe

30 (30) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 97-100 Roses, 2 de enero de 1810 Hermano querido, he recibido tu carta del 3 de diciembre y me he alegrado de que todos Ustedes estén en buena salud. Nosotros también estamos bien. Te repito por cuarta vez: no te dejes engañar por el hecho de que me han propuesto para jefe de batallón. Esta noticia surgió por una equivocación y yo voy a explicártelo para persuadirte de una vez por todas. Ambrosio, ahora coronel del 4° Regimiento, se salió del nuestro donde era jefe de batallón. Al marcharse él para Nápoles, le rogué que diera mis recuerdos a Cuoco. Él, cuando lo vio, le dio mis recuerdos y le dijo que fácilmente recomendaría al Ministro de la Guerra tres o cuatro jóvenes oficiales incluido yo. Cuoco y Michele, poco expertos en el lenguaje militar, tomaron estas palabras por una propuesta o un nombramiento, tal como me escribiste la primera vez. Es inútil, querido hermano, esperar

37

Francesco Staiti.

1086

Lettere avances. Los regimientos que están en España fueron y serán sacrificados en todo, mientras que los militares que disfrutan de las delicias de la capital sin méritos, ni penas, ni peligros, consiguen todas las ventajas y todos los cargos. Nosotros, en cambio, hemos sido destrozados por la guerra y las enfermedades, de modo que de 2.200 ahora hemos quedado apenas 500: 8 oficiales muertos en el campo de batalla, 51 oficiales heridos de los cuales 13 mancos, fuimos tan mal recompensados que solamente contamos con 5 oficiales condecorados, única ventaja que nos otorgaron, cuando desde el coronel hasta el último tambor nos hubiésemos merecido todos no solamente la condecoración sino todo tipo de recompensas. Pero pasemos a otro tema. Puse a nombre del tío Luigi una letra de 22 ducados. Tú y el tío Ciccio debéis perdonarme a mí y a Cicco por pedir este dinero, porque la enfermedad de ambos nos causó problemas de dinero y nos puso en una situación en la cual los gastos rebasaban los ingresos. // Alegrémonos. Dale recuerdos al padre Fiore y dile que estamos en el país de las calabazas. Si quisiera mandarme algún navío cargado de esta mercancía, seguro que le sacaría un extraordinario provecho. Si él quisiera volver a meterme en el negocio de la leña para edificar, junto con el de don Nicola y de su familia, y también el que procede de los almacenes dejados por el abuelo, que deben ser inmensos, entonces se enriquecería de una vez por todas. Aquí nos encontramos mal, por ser una mala guarnición. Girona fue tomada hace un mes, pero nuestra suerte es igual que la de los aliados de los Romanos que estaban destinados a llevar las flechas sin participar nunca en las acciones y en la gloria. Por lo menos gracias a ese destino, ellos no estaban expuestos a los peligros; pero nosotros siempre somos los primeros en estar destrozados y expuestos sin recompensas posteriores. El día 8 de julio, cuando montamos la brecha en el Fuerte Montjuïc de la Plaza, fue fatal para nuestro regimiento. De 13 oficiales 2 perdieron la vida, 9 resultaron heridos y dos solamente salieron ilesos, entre ellos Cicco. Mi Compañía de Granaderos casi fue destrozada en la brecha. Mi teniente fue herido mortalmente, el subteniente perdió dos dedos del pie, yo fui herido en el talón izquierdo. «Où avez vous été blessé» me preguntó el General Milossewitz; «Au tallon gauche», contesté yo. «Comme Achille», replicó él. «De ce seul côté je peux me rapprocher à lui» dije yo. «Vous êtes brave comme lui», y siguió adelante mientras me llevaban cuatro granaderos. Éstas son las únicas recompensas que recibimos, mientras en Nápoles se prodigan grados y avances a personas que aún no conocen los silbidos de las balas y de las metrallas, ni con los peligros y las circunstancias de la guerra saben justificar los empleos que arrancan con engaños e 1087

Lettere intrigas. He vuelto a los primeros pensamientos sin quererlo. Adiós querido hermano. Me parece que hace mil años que no te abrazo. Si sigues confiando en Cuoco, recomiéndale Cicco, cuyos avances son más fáciles. Yo estoy convencido de que nada puede ni podrá porque sé cómo van los avances desde mi grado para arriba. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa. Tu afectísimo hermano Gabriele

31 (31) Al hermano Raffaele, Civitacampomaranoa MsP, V, 101-102 Roses, 8 de febrero de 1810 Hermano querido, me he alegrado de leer en tu carta del 2 de enero que todos Ustedes están en buena salud. Puedo asegurarles lo mismo de mí. Cicco volvió a caer enfermo, pero no se preocupen porque son solamente consecuencias que siempre siguen a las fiebres otoñales a lo largo del invierno. Él está en Perpiñán donde lo envié hace unos días para que estuviera más tranquilo y cómodo. Te agradezco las buenas noticias que me das con respecto a mí mismo. Acepto y reconozco tu buen corazón, pero te ruego que seas más precavido al recibirlas de quien te las da y de distinguir los oropeles del oro que tú crees que te dan. Mi ambición no era sino la de pasar a las Guardias Reales. Pero ahora se me ha quitado incluso este deseo, debido al gasto enorme que supondría un viaje de 3.000 millas, y por lo tanto para un [...] totalmente distinto y mucho más lujoso que nuestro [...]; con respecto a esto también te aviso que no te dejes arrastrar por el deseo de volver a vernos, obteniendo para nosotros un traslado a otro cuerpo, pues sería ésta una suma ignominia, al ser siempre una marca de mala reputación la de cambiar de regimiento con el mismo grado. El refrán militar es: «si fuera bueno para su cuerpo no se hubiese salido». Entonces, o bien me dan la promoción de la que me hablas, si no vamos a dejar las cosas como están. Estoy en un regimiento que se ha cubierto de honor y de gloria. Espero estar entre los oficiales que se distinguieron y que hacen el decoro de un cuerpo (permíteme esta fanfarronada),

a

Dos manchas de humedad han borrado dos palabras de la carta.

1088

Lettere tengo la condecoración de nuestra Orden, soy capitán de una Compañía de Granaderos a la cabeza de los cuales iría hasta el Tártaro como Alcides: no estoy entonces muy descontento de mi suerte. Viva Napoleón y Joaquín. El que te encarezco mucho, además, es Cicco, cuyos avances son más fáciles debido a su grado. En este mismo correo le voy a escribir una carta al coronel Giustini, rogándole que lo nombre primer teniente en su regimiento. Escríbele tú también o dile a Peppe de Marinis que le escriba. Me interesa apoyarle ahora que aún es un chico y hacer que llegue cuanto antes al grado de capitán en el cual tendrá que permanecer durante unos cuantos años. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa. Recuerdos a todos los amigos y a la familia. Tu afectísimo hermano Gabriele

32 (32) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 103-106 Castellón, 15 de abril de 1810 Veneradísimo señor Tío, con este correo he recibido una carta de Usted del 16 de abril de 1809, que creo que ha dado vueltas por media Francia y media España, por el gran número de direcciones y de sellos de las varias ciudades por donde pasó. Hay que seguir aguantando las barbaridades de los postillones, que hacen que las cartas no lleguen o que lleguen después de un año. Carlo y yo estamos bien. Él recibió una carta de su padre que decía que todos Ustedes gozan de buena salud. Me consuela además saber que Titta Pepe por fin se empleó. Cicco está en Tolosa, me escribe que está mucho mejor y que dentro de poco volverá al regimiento. Confíe en mi afecto y con el corazón lleno de este sentimiento le beso la sagrada mano. Querido hermano Raffaele, en la carta de Titta Pepe a Satán convertido (hay que reconocérselo; se ha hecho un buen oficial38) leo que

38

Satán convertido es Carlo, hijo de Titta.

1089

Lettere gozas de buena salud junto con Maria Giuseppa y el tío Ciccio. Esto me consuela muchísimo y espero que Ustedes estén siempre bien y tranquilos. Yo por mí estoy bien. Cicco está mucho mejor de su reuma. Antes de recibir tu carta atrasada del 16 de abril de 1809 yo creí que no habías recibido la mía donde te anunciaba mi estro poético, y me alegraba de eso. Es por ello que no te había vuelto a escribir, porque mis poemas y el nombre de ‘Gabriele Pepe poeta’ no merecen salir ni siquiera del bárbaro país de Cataluña. Pero, ¿qué puedo decirte? Yo sentí una propensión fuerte e irresistible a hacer versos durante mi estancia en España. La razón la desconozco. Sin ninguna pauta poética, sin contar los pies, el oído me decía si el verso estaba bien o si era de los que necesitaban todas las cuerdas de Ripa39 para medirlos. Luego, disfrazando de embuste este estro naciente, yo me anuncié a todos los oficiales del regimiento como poeta desde mi nacimiento. Una vez que había dado este paso // necesitaba apoyar mi reputación, lo cual era difícil ante unos conocedores con los que pudiera encontrarme; pero ya sea por suerte mía, por la prevención de quien me escuchaba, o por otra razón, siempre he tenido éxito. ¡No ha habido mesa de cuerpos o generales en la cual estando yo no haya sido invitado a hacer toast! (No te rías todavía y espera). En el gran campo de Girona, durante el sitio, cada coronel a turno organizaba un almuerzo invitando a todos los generales, a los coroneles y a los oficiales superiores de los demás cuerpos. Tienes que saber que cada coronel a su vez estaba siempre invitado a traer consigo a un oficial de su regimiento. Del nuestro entonces yo siempre he sido el que acompañaba al coronel. Una noche fuimos invitados a la mesa del jefe de los Vélites Reales Italianos, donde estaban los generales Verdier, Lechi, Milossewitz y Zenardi junto con treinta o cuarenta coroneles y oficiales superiores. El coronel Foresti, del 5° Regimiento Italiano, al lado del cual estaba sentado yo, me dijo en voz baja: «Pepe, esta noche tienes que enfrentarte a un competidor fuerte». «¿Quién es?», pregunté yo. «Es el edecán del general Pino», me contestó. Esta noticia no me hizo mucha gracia, como puedes imaginarte, pero de todas formas no me asusté. Entonces almorzamos con buen apetito y llegados al postre empezaron los brindis. Yo callaba esperando que el otro dijera algo para probarlo. Éste se levanta y bebe a la salud

39

Ripalimosani, a pocos kilómetros de Campobasso, en el pasado famosa por sus sogueros habilísimos. DL

1090

Lettere del Emperador tras recitar unos versos preciosos. Yo hago mi toast por el mismo personaje. Ambos fueron bien recibidos. Él volvió a beber dedicando la copa a los guerreros napolitanos. Yo a los guerreros italianos. Hasta aquí parecía que las cosas eran iguales y yo me conformaba con ser considerado ni más ni menos que el otro. Pero tal vez él quería ser superior. De pronto se levanta con el vaso en la mano, se muestra invadido por todas las Musas del Parnaso y del Helicona y recita un soneto muy bonito. Mientras él lo declamaba, yo junté unas estrofitas a la buena de Dios, en las cuales decía que los sonetos son difíciles de improvisar, mejor dicho imposibles y que apenas un Gianni o un Serio podían hacerlos. Como yo las recité en cuanto él terminó de recitar su soneto, todos los convidados se creyeron que yo tenía esa facultad cuya falta le reprochaba al otro, y convencido de la verdad de lo que había dicho en mis estrofitas recitadas inmediatamente después del poema de mi rival, todo el mundo me creyó un improvisador y me aplaudió. La ofensa al competidor hizo que él empezara a burlarse de mí, pero yo contesté tal como era conveniente. Mi contestación, nuevas propuestas, nuevas burlas un poco más picantes y amargas, y finalmente los licores que habían calentado nuestras cabezas, estaban a punto de animarnos a echarle manos a la ultima ratio militum, cuando el general Milossewitz dijo: «Los contrastes de poesía hay que terminarlos con decisiones poéticas» y entonces recitó aquellos versos de Tasso en el canto VI sustituyendo a la palabra “guerreros” la de “poetas”: «Sois, o poetas... /Con igual honor ambos poderosos»40. Se brindó, se bebió y se acabó todo. Quedamos amigos. Ahora te permito reír todo lo que quieras. Cuando el coronel Zenardi fue nombrado general, mi imaginación se animó (porque también había recibido beneficios de este superior, que me promete más todavía) e hice una composición poética de la cual te escribo unas cuartetas: 1. En la senda del valiente guerrero, Que al gran templo de la Gloria lleva, Tú avanzas a grandes pasos, mi caudillo, Tú te atreves con tu gran valor.

40

Cfr. G1, nota 278.

1091

Lettere 2. Tu entre las armas eres digno de poemas De Torquato y de Homero; tú te mereces Laureles y mirto más guirnaldas, Verdaderos adornos de gloria y de honor. Hablando de sus hazañas militares y de su valor digo: Más rápido que el tigre feroz Entre los bandos enemigos tú llevas El miedo, la destrucción y la muerte Con terrible furor y horror; concluyendo: 19. Sigue entonces para siempre y dondequiera Las huellas y la meta del heroísmo, De tal manera se extingue y se aplaca La gran sed de gloria y de honor. 20. Ya entre caudillos distintos reluces Ya a este rango te levantó tu mérito, Que de laureles siempre esté cubierto Tu pelo, éste es el deseo del corazón. Te las escribo tal como salieron en el primer ímpetu del estro. No las he corregido posteriormente porque me aburro al corregir mis poemas; escribo y lo hago todo pedazos. Corrigere est mihi grave laboris onus41, pero no te creas que por eso yo pretendo compararme a Ovidio. La última cuarteta me parece bastante fría después de la 19. Te ruego que me digas qué opinas. Con respecto a la Oda a la Paz, cuyo principio te gustó, hice otra con los mismos pensamientos, pero al estilo de las de Savioli42, es decir colocando el esdrújulo en cada primer y tercer verso. Me he entretenido bastante contigo. Mando recuerdos a todos y te abrazo con Maria Giuseppa miles de veces.

41 42

«Corregir para mí es una molestia muy pesada». Ludovico Vittorio Savioli Fontana Castelli (Bolonia 1729-Ídem 1804), autor de poemas elegíacos de gran éxito; historiador y traductor del latín.

1092

Lettere P.D. ¿Al final Marco se casó?43 Te Deum laudamus. Creo que habrás dejado de inquietarle. Pero, ¿sigue siendo tan grosero, tacaño y poco atento como antes? La compañía de una mujer, de un ser cuyo legado son la amabilidad, la delicadeza y los buenos ademanes, debería ennoblecerlo y afinarlo. Al lado de una mujer, cualquier torpe Tersites, tal como es Marco, se convierte en un galante y ameno Ganimedes. Espero entonces que él haya cambiado y que la escena del queso caciocavallo (en nuestra excursión a Lanciano) que salió y volvió sano y salvo a la despensa del crítico Boccia ya no se repita. Mando recuerdos a todos los amigos y a la familia y te vuelvo a abrazar con el mentiroso padre Fiore, al que tienes que saludar particularmente, y al cual harás beber un buen vaso a la salud de su Sciatamarro o Spettacolone.

33 (33) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 107-112 Castellón, 16 de mayo de 1810 Hermano querido, hace unas semanas que no recibo cartas tuyas. Espero que goces de salud perfecta junto con el tío Ciccio y Maria Giuseppa. Yo estoy muy bien. Cicco me escribe que se encuentra mejor gracias a las aguas. Espero anunciarles cuanto antes que ha vuelto al regimiento recuperado por completo. El general Pignatelli me pidió que me hiciera edecán suyo. Pero yo le he contestado que no me conviene abandonar el regimiento donde me quieren y me aprecian, donde los superiores siempre me han tratado paternalmente y me han entregado una compañía selecta de granaderos prefiriéndome a muchos otros. No sé si mi rechazo lo irritó o disgustó interiormente. Pero, ¿por qué se le ocurrió a Cuoco proponerme al General para ese cargo? Él seguro que desconoce la reputación que tienen los edecanes en las armadas. Por otra parte, ¿qué provecho hubiese sacado yo? Soy capitán y como capitán hubiese permanecido con el General. Con una compañía como la mía, al frente de la cual me iría hasta el Tártaro, puedo lucirme, algún día intentar algún golpe de mano que, de ser exitoso, me haga cambiar de estado y de grado: puedo… además,

43

Marco Boccia.

1093

Lettere con el general hubiese tenido que gastarme más de 2.000 francos para equiparme de uniforme y caballería y yo no tengo ni 200; hubiese tenido que dejar a Cicco, correr como un desesperado a llevar órdenes, no participar ni en los peligros ni en la gloria, renunciar para siempre a ser nombrado en las órdenes del día de la armada como lo fui muchas veces en Barcelona y en el campo, y finalmente no tener ni un céntimo más que el sueldo de ahora. En cuanto a los avances, además, es seguro que la probabilidad de conseguir uno sirviendo en los regimientos es, respecto a los de los Estados Mayores, 10:1. El general Zenardi, que a estas alturas habrá llegado a Nápoles, me prometió al marcharse que me propondría al rey para jefe de batallón. Esta sería la ocasión de ayudarme si Cuoco quisiera, y no la de hacerme actuar de mandadero, o de camarero limpio de los generales, porque los edecanes no suelen ser sino esto. Pasemos a otro tema más entretenido. ¿Qué hace el padre Fiore? Declamó la Pasión del Jueves Santo? ¿Y si su irresistible propensión a contar mentiras acaso añadiría nuevas escenas de su invención a las sufridas por la Divinidad en el Gólgota? ¿Hizo entrar a la Virgen enlutada? Yo creo que reunió en el desván todas las estatuas de Civita, incluso las antiguas del almacén y del tío Marino y las hizo entrar posteriormente para combinar lo espectacular de la función con su elocuencia sombría y patética. ¿Y cuántas botellas o morgioni de vino subió él al púlpito para reforzar la voz del orador tal como solía hacer cuando cantaba la Pasión? ¡Pobre suerte de la oración fúnebre! ¡En la boca de un padre Fiore que es la fuente inagotable de mentiras y de espiraciones roncas! Las sombras respetables de Bossuet, Fléchier, Massillon, Segneri y Dolara hubiesen tenido que salir de sus tumbas con un palo nudoso o un látigo fresco en la mano y arrojarlo a latigazos del púlpito, que es el trono sagrado desde el cual estos hombres inmortales lanzaron invectivas dirigiéndose a monarcas y a pueblos44. A propósito de la oratoria, la última vez que fui a Perpiñán me cayó en las manos la Cuaresma de padre Bridaine45, orador muy elo-

44

Valentin-Esprit Fléchier (Pernes-les-Fontaines 1632-Nîmes 1710), uno de los mayores predicadores de aquella época; Jean-Baptiste Massillon (Hyères 1663-Clermont Ferrand 1742), predicador muy popular por el estilo persuasivo de sus sermones; Paolo Segneri (Nettuno 1624-Roma 1694), jesuita, gran predicador, autor de un célebre Quaresimale (1674). No he encontrado huella de un predicador llamado Dolara. 45 Jacques Bridaine (Chusclan 1701-Roquemaure 1767). Cura francés, predicador famoso por la elocuencia vivaz y rica de ocurrencias.

1094

Lettere giado por el abad Maury en sus Principios de Elocuencia46; un orador que desconocía y que no sé si tú o el tío Ciccio conocíais, aunque no recuerdo que lo mencionarais alguna vez. Te confieso que me quedé muy asombrado de un nuevo género de elocuencia, totalmente nueva, original y que reúne el ímpetu y la fuerza de Bossuet, la agudeza de Massillon, la ternura de Fénelon47 e la argucia de Segneri. Si hay algún defecto, es que no siempre es sostenida y que sus pensamientos, todos originales y nuevos, a veces resultan demasiado extravagantes. Juzga tú conforme lo que te transcribo. Al hablar de la muerte dice: «¿Por qué confiar tanto en la juventud? Ella no es la primera edad ni la más vigorosa de la vida; ella es la primera de la muerte. No sois vosotros los que tenéis veinticinco años de la primera. Es la segunda que ya tiene cinco lustros de la misma en su poder». La homilía que este orador recitó en la iglesia de San Sulpicio ante Luis XV y la familia real tiene un exordio tan majestuoso y conmovedor que el lector se siente sumamente movido y penetrado. ¿Qué efecto causaría en la audiencia? Yo recuerdo algunos fragmentos. «Hasta ahora mi voz no se había hecho oír más que en las aldeas y los bosques poblados de las provincias (era misionero). Ella solamente había predicado las verdades ciertas de la religión y de la moral a los pacíficos vecinos del campo, únicamente había declamado las verdades horribles de la muerte, de una eternidad, de la esperanza, de los premios o del temor de los tormentos, de la salvación o eterna perdición a hombres sencillos, pobres e infelices. ¡Imprudente! ¡Qué he hecho yo! Yo sembré el pavor y la consternación en el corazón de ellos, los mejores amigos de Dios, a quienes él acoge prefiriéndoles a los grandes en su seno de misericordia. Quizás yo haya fomentado con ideas tan terribles la desesperación en el corazón de los que gozan de la protección de mi Dios, pues le recuerdan con su desnuda pobreza la imagen de su Hijo, pobre, desnudo, infeliz y errante en la tierra, de los que tienen derechos sobre el tesoro inmenso de su bondad todopoderosa y que carecientes de obligaciones y de deberes no serán juzgados con la fuerza y el rigor de la justicia di-

46

Jean-Sifrein (o Siffrein) Maury (Valréas 1746-Roma 1817). Cardenal (1794), orador, académico de Francia, escribió el Essai sur l’éloquence de la chaire (1777). Desterrado a Roma durante la Revolución, apoyó a Napoleón, que lo hizo Arzobispo de París (1810), y por ello el Papa lo castigó a la hora de la Restauración. 47 François de Salignac de la Mothe-Fénelon (Sainte-Mondane 1651-Cambrai 1715), teólogo, escritor, académico de Francia (1693), arzobispo (1695).

1095

Lettere vina. Yo de esa manera he hecho más agria y amarga la taza de sus miserias, más espinoso el suelo ajeno que ellos deben labrar, más trabajosos sus sudores, más duro y amargo el escaso pan que comparten con su miserable familia. Yo puse en ebullición y en desasosiego su férvida imaginación con estímulos tan pavorosos y formidables describiéndoles un Dios vengador, un Dios airado e inexorable en su indignación, mientras que tenía que esparcir bálsamo y consolar su corazón ulcerado, con las ideas amables de un Dios paterno, indulgente y misericordioso ... Ahora mi voz resuena bajo las bóvedas de un templo de la capital. Mis oyentes son un monarca, unos príncipes, unos grandes y un pueblo corrupto. ¿Cómo reforzar mi voz y declamar a los mismos? ¿Dónde utilizar unos colores más fuertes y más sacudidores tras agotar los con los cuales espanté injustamente a los pobres? Yo me veo ante quienes mi ministerio me impone gritar: que tiemblen los hombres poderosos y soberbios; que teman su elevación y su orgullo. El Cielo no envía sino rocío a las humildes flores y a las tiernas hierbas; // él hace caer el relámpago únicamente sobre las altivas copas de los cipreses, de los pinos, etcétera». Un fragmento que se conserva en la memoria y que se transmite de memoria pierde mucho. Yo que leí el original me doy cuenta; pero en medio de todo ello encontrarás a este orador sublime, lleno de fuego y de imaginación. Si no hubiera esta inmensa distancia que nos separa, te mandaría una obra que tanto tú como el tío Ciccio leeríais con gusto. Se titula Le Génie du Christianisme par Chateaubriand. Consta de 4 tratados: las bellezas poéticas y morales de la religión cristiana, la poética del cristianismo, la influencia de esta religión en la poesía, en las bellas artes, en la literatura, la armonía de la religión con escenas de la naturaleza y las pasiones del corazón humano. Toda la obra pretende demostrar que la epopeya del cristianismo es más sublime, augusta y filosófica que la del paganismo y que su maravilla sería en los poemas épicos más fecunda de bellezas de lo que fue la intervención de las divinidades antiguas en los poemas de Homero y Virgilio. La obra está bien escrita, el estilo es plenamente correcto, elegante, florido y conmovedor, diga lo que diga el zoilo Geoffroy es sus feuilletons de los periódicos, que se atrevió a criticar las tragedias de Voltaire. Chateaubriand fue uno de quienes buscaron asilo en América debido a la revolución. Es autor de dos obras más, tituladas Les Martyrs y Atala, es decir los amores de dos salvajes en el desierto. Ésta la escribió en las huttes de los mismos salvajes de Canadá, a los cuales casi está dedicada de la manera siguiente: «Indiens infortu1096

Lettere nés que j’ai vus errer dans les déserts du Nouveau Monde avec les cendres de vos aieux! Vous qui m’aviez donné l’hospitalité malgré votre misère! Je ne pourrais vous la rendre aujourd’hui car j’erre ainsi que vous à la merci des hommes, et moins heureux dans mon exil, je n’ai point emporté les os de mes pères». Él habla a una tribu de salvajes que había sido expulsada por los Ingleses asentados en Virginia y que había encontrado en las cataratas de Niagara, cargando con los huesos de sus antepasados en los hombros, y de un salvaje de quien aprendió la anécdota de Atala, que es tan conmovedora como el Pablo y Virginia de Bernardin de Saint Pierre48. En medio del culto peligroso de Marte, como ves me encanta leer y leo con gusto siempre que tengo un momento a disposición. Pero se han desperdiciado cuatro años para el cultivo de mi espíritu y esta idea me causa disgusto. Ahora he perdido tanto parte de lo tenía por falta de ejercicio, como lo que hubiese podido ganar. Pero hay que tener paciencia. Marte nunca o rara vez se lleva bien con Minerva. Estas dos divinidades eran enemigas. Me alegré mucho de enterarme de que la Papessa se casó. Abrázala de mi parte con Filippo. Salúdame al Socio Astolfo, a Titta Pepe, a Luigi Antonio el Compadre universal, a Marco el Zoilo grossier Boccia, a Liborio, a Bottaro, al Mayor Ceria, a todos los vecinos, a Zioculo, a Peppe Tetta, a Nunzio, al Charlatán don Nicola que toma tabaco de 9 calli a la libra, a Pappone, a Peppe de Marinis, a Ottavio Tatacola, Coccoronzio, a Michele Arcangelo, a Gaetano Caprara con su esposa, a los dos Ferretti, a Primiano, al Esopo de figura Pioncola, a Peppino Trivisonno, al Furioso extravagante Raffaele d’Ascanio49 y finalmente al padre Fiore, océano de vino y mentiras, al cual harás beber un vaso de vino a mi salud, a cambio de traerme sus recuerdos. No, no, se me ha ocurrido algo mejor. Que lo haga como quiera, porque si es sincero me temo, al no salir una mentira de su boca, que se perturbaría el orden de la naturaleza y hasta yo, el pobre aquí, sufriría sus efectos. Adiós, querido Raffaele. Me he detenido contigo bastante y reconozco que la carta es larga. Pero como este trabajo para mí es deleitoso,

48

Jacques-Henry Bernardin de Saint Pierre (Le Havre 1737-Éragny 1814). Escritor y botánico francés con una vida llena de aventuras, en 1787 escribió la novela Paul et Virginie, inspirada en Robinson Crusoe. 49 Todos personajes civitenses, la mayoría ya recordados en cartas anteriores. DL

1097

Lettere a menudo se me olvidan los límites epistolares en cuanto me pongo a escribirte. Asegúrale al tío Ciccio mis profundos sentimientos de apego y de afecto, besándole la mano por mí, y te abrazo con Maria Giuseppa miles y miles de veces. Tu afectísimo hermano [Gabriele] Pepe

34 (34) Al primo Vincenzo Cuoco, Nápoles MsP, V, 113-114 Mora del Ebro, 20 de octubre de 1810 Señor Consejero y hermano querido, llegó el momento en el cual, si Usted me apoya, seguro que me promoverán a oficial superior. El día 9 de este mes nuestro regimiento llevó a cabo una acción muy impetuosa contra los Españoles, que nos hubiesen desbaratado en el río sin una maniobra valiente y atrevida que hicimos para abrirnos paso. Mi compañía fue la que más contribuyó a su éxito. Se sacó partido y salvación de la desesperación. Tras esta acción ocurrida delante de los ojos de los generales Pignatelli y Abbé50, el primero de ellos me propuso al Rey para jefe de batallón. La solicitud está muy bien apoyada y con los términos y las características más halagüeñas para mí. «Le capitaine Pepe,» – dice – «cousin du Conseiller d’Etat Cuoco, mérite par sa bravoure et son intelligence un avancement. Il deviendrait un excellent officier supérieur. Je vous demande pour cet brave officier le grade de chef de bataillon»51. El propio Pignatelli me mandó escribirle a Usted, para avisarle, rogándole que colaborara para conseguir el nombramiento y para este fin puso ese peculiar cousin, etcétera. Le ruego entonces que me ayude en una ocasión tan favorable. Si

50

Louis-Jean-Nicolas Abbé (Trépail 1764-Châlons-sur-Marne 1837). General de brigada (1807), en España desde 1810, general de división (1811), volvió a Francia a comienzos de 1814. 51 El episodio está descrito pormenorizadamente por el propio Pignatelli en su informe desde Mora al Ministro de la Guerra (11 de octubre de 1810). Cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, pp. CCXCI-CCXCII . Cfr. también, Ídem, p. CCXCIII, el informe desde Garcia (12 de octubre de 1810) al Ministro de la Guerra del jefe de batallón Palma sobre el mismo episodio.

1098

Lettere ésta fracasara, ¿cuándo podría tener otra? Con pleno aprecio y consideración le abrazo con Michele y beso la mano al tío Peppe. Su afectísimo hermano Gabriele Pepe

35 (35) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 115-116 Mora del Ebro, 20 de octubre de 1810 Hermano querido, debido al movimiento de la armada y las comunicaciones cerradas por la parte de Cataluña, estoy sin cartas y noticias tuyas desde hace mucho tiempo. Aprovecho ahora las de Aragón que siguen libres para mandarte noticias mías. Cicco es teniente desde hace cuatro meses y salió de aquí hará un mes para juntarse al 3° Batallón en Gaeta. Yo le di dinero suficiente como para hacer el viaje. Quiero esperar que sea muy feliz. Le he escrito a Cuoco rogándole que me ayudara en una ocasión muy favorable para mí. El día 9 llevamos a cabo una acción muy impetuosa con los Españoles y nos hubiesen desbaratado en el río si no hubiésemos sacado partido, recurso y salvación de la desesperación con la cual nos abrimos paso con las bayonetas en la mano. Yo puedo halagarme sin falsa modestia de haber contribuido a ello lanzándome con mi compañía de granaderos en enfants perdus, según la expresión del informe enviado al general en jefe Suchet. El carácter desconsiderado y impetuoso que muchas veces tú me has reprochado, ese día me sirvió. Tras estos hechos el general Pignatelli me propuso para jefe de batallón, apoyando la solicitud en los términos y con las características más eficaces: «Le capitaine Pepe» – dice – «cousin du Conseiller d’Etat [Cuoco …a] déjà pour avoir toujours donné de preuves d’intrépidité et de courage. Il mérite un avancement par sa bravoure. Il deviendrait un excellent officier supérieur. Je vous demande pour ce brave officier le grade de chef de bataillon». El mismo General me hizo leer la propuesta y me impuso escribir sobre ella a Cuoco, para informarle de todo y rogarle que me apoyara para conseguir el nombramiento. Te ruego que le escribas acerca

a

Faltan algunas palabras debido a un desgarro.

1099

Lettere de esto. Yo no tengo una ambición desmesurada y superior a la de cualquier otro militar, pero en cualquier situación no hay que dejar de agarrar su cabellera las raras veces que doña Fortuna nos la brinda. Cicco al marcharse me dijo que si llegaba felizmente iría a pasar las Navidades allí. Yo me voy a enterar y voy a estar presente con el pensamiento. En medio de vuestra alegría, guardad también unos instantes para mí. Es inútil rogaros que lo acojáis bien. Él es tu hermano igual que yo e igual que todos. Pero debo decirte que es bueno, honrado y capaz en su empleo y le hace honor a nuestra familia. Sus compañeros aquí lo echan de menos. Dulce, agradable, amable, se había ganado la benevolencia de sus superiores y compañeros. Aprendió a bailar y a hacer el vals, a tirar de esgrima, a portarse bien en la mesa, etcétera. Que estas noticias anticipen el consuelo que sentiréis al volver a abrazaros. Según los mismos Españoles, Massena entró en Lisboa. Aquí se está preparando el asedio de Tortosa. Cuídate, quiéreme. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa afectuosamente miles de veces. Tu afectísimo hermano Gabriele

36 (36) Al tío don Francesco Maria Pepe y al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 119-122 Zaragoza, 14 de febrero de 1811 Veneradísimo señor Tío, por fin se me concede el tan anhelado gusto de volver a verle. Estoy de viaje para volver al Reino. Para que esta noticia inesperada de mi vuelta no le asuste, que sepa Usted que por orden de Su Majestad los segundos batallones de los regimientos que se encuentran en España han sido unidos a los primeros para completarlos y los oficiales que pertenecen a dichos batallones unidos vuelven al Reino para reorganizarlos. Como yo era capitán de la 2a Compañía de los Granaderos, me correspondió también estar en el número de quienes volvían, a pesar de que el general Ferrier, el jefe del Estado Mayor Pepe y el comandante Palma querían a toda costa que me quedara. Sin embargo, como yo siempre he ido hacia donde mi destino me llamaba, más aún he querido seguirlo ahora que el mismo destino me llama legítimamente a mi patria. 1100

Lettere Carlo irá conmigo, pues él también sigue de oficial sobrante y he rogado fervorosamente al jefe del cuerpo que me lo concediera, para no dejarlo solo en España. Puede entonces asegurar a su familia que se pongan alegres ya que yo me lo llevé de Civita y yo se lo llevaré en un estado distinto y mejor. Cicco debe haber llegado al Reino ya desde hace mucho tiempo. La última carta que recibí de él había salido desde Turín el día 6 de diciembre. Creo que iría a verles, igual que espero hacer yo dentro de algunos meses. De esta manera, el consuelo será general. // Esta inmensa distancia que hay entre Aragón y Samnio me asusta y el deseo que tendría de volar y llegar cuanto antes al lugar de mi cuna me lo hace parecer interminable. De todas maneras, espero estar en Nápoles hacia finales de mayo. No crea que todo lo que estoy diciendo sobre el largo viaje que debo emprender es para pedirle dinero. Dos veces volví a casa tras viajes larguísimos y sin ninguna deuda. Espero que esto ocurra una tercera vez también, a pesar de haberle dado a Cicco cuando salió 600 francos, a pesar de que salgo pobre de España tal como entré. Pobre sí, pero puro, pues mi corazón no me reprocha de ninguna manera aprovechar las ocasiones de la guerra y de los inmensos saqueos que se hicieron en estas regiones durante la revolución. Finalmente, espero echarme a sus brazos más digno de su afección y de volver a Civita merecedor del aprecio ajeno, las únicas cosas que siempre he anhelado y sigo anhelando. Ojalá el tiempo acelere y refuerce el transcurso de sus rápidos momentos para hacer mi impaciencia menos larga y aburrida durante el viaje; que luego lo ralentice cuando yo, al respirar el aire natal, me alegre de los instantes deliciosos entre los brazos de mi familia, tras sufrir toda la amargura de la ausencia y de la distancia durante cuatro años seguidos. En esta ardiente impaciencia mía y en la espera más ardiente aún de estar con Ustedes, le ruego que acepte la aseguración sincera de toda mi afección y del más veraz apego y con estos sentimientos me complace ser su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele Querido hermano Raffaele, no te voy a repetir lo que le he escrito al tío Ciccio. Agradezco la Providencia que por fin me concede el consuelo de volver a abrazarte. Estoy deseando el momento de hacerlo y de probarte que soy inmutablemente y siempre seré, con el amor fraterno más veraz y sincero, tu afectísimo hermano Gabriele P.D. Abrazo a Maria Giuseppa, a todos los amigos y a toda la familia y los vecinos. 1101

Lettere 37 (37) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano. MsP, V, 123-126 (125 en blanco) Nápoles, 18 de mayo de 1811 Hermano querido, no te escribí en el correo anterior porque estaba escribiendo desde una casa ajena y porque en la ebriedad del gusto de encontrarme en mi patria tras tantos años y peligros, apenas conseguí juntar pocas líneas para el tío Ciccio, por lo cual espero que no estés celoso si lo prefiero algo a ti en la afección. El Ministro no nos ha dado ninguna orden de salir hacia Pescara y parece que nos ha querido dar tácitamente el permiso de quedarnos algún tiempo aquí. Voy a quedarme hasta final de mes y luego iré a abrazaros. Todo el mundo me está asegurando que el general Pignatelli me nombrará jefe de batallón y su edecán en cuanto vuelva Su Majestad. Esta situación ahora me convendría, al igual que no me convenía en España. Si la consigo, pienso llamar al tío Ciccio a Nápoles para que lleve el ménage de mis negocios, ya que debido a mi cabeza muy poco sistemática, necesito una persona que maneje ingresos y gastos. Doña Maria Rosa Massarante52, desde cuya casa te escribo y que te manda recuerdos, me impone que te encarezca que desempeñes el negocio con Drusco, y quiere que le escribas pormenorizadamente la situación en la cual se encuentra dicho negocio. A sus recomendaciones añado las mías, considerando las obligaciones que, tú sabes mejor que yo, tenemos hacia esta familia. No dejes entonces de cumplir ese deseo. Le beso la mano al tío Ciccio, al que no escribo por falta de tiempo, y te abrazo miles de veces con Maria Giuseppa y Cicco, y mando recuerdos a todos los amigos y parientes. Tu afectísimo hermano Gabriele 38 (38) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 127-130 Nápoles, 21 de mayo de 1811 Mi querido Raffaele, creía recibir cartas tuyas en este correo, pero no había ninguna. Tal vez creías que todavía estaba de viaje. Yo te he es-

52

No tenemos más noticias de ella además de las citas de Pepe.

1102

Lettere crito dos veces desde que llegué aquí. Te escribo ahora por el padre Ubaldo para el cual te mando el Galimatías (una parte, porque la otra no la encontré en mi baúl) de mis viajes. Podrás leerlo cuando vayas a rendirle homenaje al Numen Stercuzio y entonces te podrá servir para un doble fin. Aprecia un tal Galimatías por lo que vale. Verás que a veces no he podido escribir todo lo que hubiese querido. Te darás cuenta de la diversidad del estilo en sus varias partes y concluirás que el mismo fue escrito a veces en la comodidad y en el silencio del despacho y a veces entre el alboroto y el fragor de las armas, o en una choza, o debajo de un árbol. Espero ir a abrazarte el mes que viene, pero te confieso sinceramente que si pudiera verles a todos aquí me ahorraría la repugnancia que siento de ir allá. Todo el mundo me dice que Civita ahora es un desierto y yo me lo suponía. A todo esto añade que preveo la aflicción de muchas familias al verme allí, de quienes tienen a sus hijos en España y especialmente el compadre Luigi Antonio por dos hijos suyos, uno perdido por su mala cabeza53 e índole, el otro (me consta) alistado a los Vélites. Yo no sé cómo Cicco pudo gastar tanto dinero en su viaje54. Aquí he encontrado una deuda suya de veintidós ducados y medio que debe a la hermana de un capitán55 que está en España. Otra de 30 que por lo visto había contraído en L’Aquila. Debería empezar a pensar seriamente en sus intereses. Él sabe que al contraer deudas y al no pagarlas puede exponerse al riesgo de perder el empleo. También sabe que nuestra religión perdona a todos menos los traidores y los derrochadores fraudulentos. Dale entonces un serio, pero serio, aviso. Ya sería la hora de reponerse, tras criarse en el estado más eficaz a hacer al hombre conocedor del mundo, tras recorrer toda la longitud meridional de Europa y luego aprender a costa suya, y finalmente pasar por la escuela instructiva de las desgracias y de los sufrimientos. Él debería tomar como ejemplo a Carlo, el cual, más joven que él, sin los recursos y el talento que él tiene, sin contar con el apoyo que él siempre encontraba en mí, siempre ha manejado mejor sus negocios y sus cosas. No hace falta de-

53

Cicco Blescia, el desertor ya recordado. Este Cicco, tal como se deduce del resto de la carta, es claramente Francesco Pepe. 55 Debería tratarse del capitán Petit (y no Petitti como lo llama Pepe en otra carta). Está mencionado en el informe del general Pignatelli a Macdonald (19 de septiembre de 1810), cfr. Cortese, Memorie di un generale, I, CCLXXXV-CCLXXXVII; y “Monitore Napolitano” del 27 de octubre. 54

1103

Lettere cirlo: éste estaba solo y tenía únicamente a sí mismo; Cicco en cambio siempre encontraba el ancla sagrada y eso le perjudicó o por lo menos él abusó de ello. Es malo tener demasiada confianza. Telémaco no hubiese hecho todo lo que hizo de haber sabido que no era un hombre sino una divinidad la que lo asistía56. No creas que estoy escribiendo esto por algún resentimiento. Lo hago solamente por el amor que siento por él. Aunque mi sospecha sobre los bienes no fuera cierta, de lo cual dudo mucho, porque aquí se ha escrito que él volvió muy bien equipado, no obstante te aseguro que él no tiene nada que ver con este desahogo que te hago ahora. Las pasiones no dominan mi corazón durante mucho tiempo; en los primeros instantes son férvidas y vivas, pero después todo se borra, todo vuelve igual que antes. Adiós, mi querido Raffaele. Estoy contando el tiempo que queda para abrazarte y hago lo mismo con Maria Giuseppa y Cicco; recuerdos a toda la familia y a los amigos. Tu afectísimo hermano Gabriele

39 (39) Al tío don Francesco Maria Pepe, Civitacampomarano MsP, V, 131 Nápoles, 26 de mayo de 1811 Veneradísimo señor Tío, en cuanto empezaba la fecha de esta carta vino Matemático57. Las primeras noticias y las primeras preguntas fueron acerca de Usted. Me asombra sumamente no recibir aún cartas de Usted. Esperaba volver a verle dentro de poco. Pero me aconsejaron que esperara a Su Majestad. Voy a aplazar entonces ese grato momento y le aseguro que lo hago con gran disgusto. Escribo de prisa. Abrazo a Raffaele, Maria Giuseppa, Cicco y a todos y lleno de respeto le beso la sagrada mano. Su afectísimo, humílimo sobrino Gabriele

56

La referencia es a la Odisea, I, 95-300, cuando Atena, tomando la figura de Mente, jefe de los Tafios, consuela a Telémaco y le predice la vuelta del padre. 57 Otro Civitense llamado con un apodo. DL

1104

Lettere 40 (40) Al tío don Francesco Maria Pepe, al hermano Raffaele y a la cuñada Maria Giuseppa Cuoco, Civitacampomarano MsP, V, 133-136 Pescara, 10 de junio de 1811 Veneradísimo señor Tío, en mi última y breve carta escrita desde Nápoles leyó que tuve que salir de pronto y juntarme al regimiento. Todos mis planes se malograron y en especial el más grato para mi corazón, es decir volver a verle. Sin embargo, espero conseguirlo cuanto antes, y si no me engañan los que no tienen ningún interés en engañarme, espero echarme a sus brazos en una posición distinta a la actual. Para decirle entonces la situación en la cual me encuentro, debe saber que Su Majestad misma le dijo al general Pignatelli, al coronel Aquino y al consejero Cuoco que yo sería el primer capitán promovido a jefe de batallón. El rey tuvo a bien hacer dicha promesa tras recibir el informe del combate de Garcia del Ebre el 9 de octubre de 1810. Si él recuerda semejante promesa, mi situación estará asegurada y yo iré a besarle la mano; si no, voy a ir de todas formas, pero estoy deseando ver el desenlace de este asunto. Lleno de respeto le beso la sagrada mano con los sentimientos de apego y afección más sincera. Su humílimo, afectísimo sobrino Gabriele Querido hermano Raffaele, no te escribí al marcharme de Nápoles porque mi salida fue repentina y súbita. Apenas tuve un momento para escribirle dos líneas al tío Ciccio. En este momento acaba de llegar Cicco y me ha traído muchas cartas tuyas, del tío Ciccio y de Maria Giuseppa. Me alegro mucho de enterarme tanto de estas cartas como de él de que Ustedes están estupendamente. Yo también estoy bien. No quise ofenderte cuando le escribí al tío Ciccio que tal vez tú no le entregabas mis cartas, porque tú mismo por el tema de Cicco me habías hecho sospecharlo al escribirme de ello. Jamás me hubiese esperado que mi diario tendría con Ustedes la recepción que me comentas. Yo lo creía, y sigo creyéndolo, un baturrillo incoherente, deshilachado y desordenado, parecido a la manera en que lo escribí. Consciente de esta verdad, varias veces he tenido la tentación de quemarlo y asimismo arranqué las últimas páginas, aunque por razones distintas. Sea lo que sea, el amor fraterno te ha hecho su1105

Lettere mamente indulgente al juzgarlo y cuando me comparas a César en mis relatos de los combates no he podido aguantar la risa. Yo me esperaba un juicio más severo e imparcial, y en especial en algunos de los asuntos más diversos, tal como observas tú muy bien; además me he dado cuenta de que ha tenido mejor recepción lo de que yo estaba menos contento. El delirio, por ejemplo, creía que no tendría más efecto que el de los sueños relatados. Con respecto al enredo del poema épico, has acertado, y si te fijas, al volver a leerlo verás que yo quería el comienzo de la acción desde el punto que mencionabas tú. Si reemplazo a Moisés con Josué como héroe principal, es por las cualidades guerreras que la historia le atribuye a este caudillo, que lo destacarían y lo harían aún más interesante. Por otra parte, sabes muy bien que sin religión y guerras no puede haber epopeya. Por ello, Josué me parecería un personaje más apto a aparecer como figura primaria, pero no debería aparecer cuando lo muestra la Biblia, sino ser presentado desde el principio y hacer por la liberación de su pueblo todo lo que hizo Moisés. Éste y Aarón podrían representar en la acción a los mismos personajes que en la Ilíada hacen de Calcante y Heleno. Cuando llegue vamos a hablar detenidamente, pero delante de ti tendré que callar. Todos me hicieron grandes elogios de ti en Nápoles. Cuoco, Andria, Ricciardi, Tenore58, Galanti59, Manzi60 y muchos más me dijeron que en tus Memorias de agricultura y de los bosques61 escribiste igual que Plinio. En especial alabaron sumamente el discurso pronunciado con motivo de la apertura de la Sociedad Agraria62, si no me

58

Michele Tenore (Nápoles 1781-Ídem 1861), botánico y viajero napolitano, autor entre otros de los 5 voll. de la Flora napolitana, Napoli, Stamperia Reale, 1811-1838. 59 Luigi Galanti (Santacroce del Sannio 1765-Nápoles 1836). Abad, hermano del más famoso Giuseppe Maria Galanti (Santacroce del Sannio 1743-Nápoles 1806), profesor de geografía en la Universidad de Nápoles y en el Politecnico militar. 60 Guglielmo Manzi (Civitavecchia 1784-Roma 1821), bibliotecario de la Barberiniana de Roma, traductor de los Diálogos de Luciano, que estuvo en polémica con Monti y Giordani 61 Cfr. Pepe R., Memoria su’ boschi, en “Atti del Reale Istituto di Incoraggiamento di Napoli”, vol. I (1811), pp. 205 sgg. DL 62 La Società di Agricoltura di Molise fue inaugurada el 1° de noviembre de 1810 (Pepe pronunció un Discorso incluido en los “Atti delle istallazioni delle Società di Agricoltura”, Napoli, Trani, 1811, pp. 33-38) y luego se convirtió, igual que las sociedades parecidas en Società Economica, con decreto del 30 de julio de 1812. Raffaele fue su secretario durante 33 años (para más detalles, cfr. De Lisio-Martelli, Lingua e cultura, pp. 81 sgg.). DL

1106

Lettere equivoco. Cuoco y Ricciardi han añadido que tú has llevado a cabo una revolución útil en agricultura. Todas estas noticias no me causaron sino consuelo y placer, y al enterarme de todos estos progresos tuyos estuve a punto de tirar y arrancar todo lo que tenía que ver con este arte que yo había observado en Italia, en Francia y en España. Entonces, ¿qué podré decir delante de ti? Sin leer desde hace muchos años, afeado por la sangre, las penas, las enfermedades de una guerra de las más feroces, puedes juzgar tú mismo cómo soy yo ahora, sin haber conseguido nada durante cinco años, y habiendo perdido la mayoría de lo que tenía. Ya está, tu hablarás y yo tendré el gusto de aprender y de admirarte. Es tarde. Putaturo y yo tenemos ganas de dormir. Te abrazo y saludo a todos. Querida hermana Maria Giuseppa, recibí tu carta con muchísimo gusto. Te agradezco tus palabras y estoy sumamente sensible a ellas. Me ofrezco por lo poco que valgo, y todo esto no puede reducirse a esas muestras de afección con respecto a las cuales tú tienes tanto derecho y yo tantas obligaciones. Encontrarás en esta carta la sinceridad de mí como militar, pero de un militar agradecido por todos los cuidados que te has tomado por una casa perturbada, y finalmente por un Tío al que conoces mejor que yo, que se lo merece todo, y con respecto al cual todos tus cuidados serán una razón más para demostrarte mi alto aprecio y afección, ahora y siempre. Un abrazo, tu afectísimo hermano Gabriele

41 (53) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano. MsP, V, 221-224a Nápoles, 4 de enero de 1812 Hermano querido, no he recibido cartas tuyas esta semana, lo cual me preocupa, ya que me he enterado de la enfermedad del tío Ciccio. Prefiero creer que no has podido escribir o bien por las molestias de Zurlo o bien por alguna otra razón. Ya no me preguntes más de mis avances. Si estás convencido del

a

La carta se ha encuadernado colocándola a finales del año 1812.

1107

Lettere honor y de la moral de tu hermano, si sabes que tu hermano no se humilla a halagar a quien sea, ni siquiera // al propio Rey, que no tiene ni relaciones ni protecciones y no sabe recurrir a intrigas, si – decía – estás convencido de todas estas cosas, siempre debes decirte a ti mismo: mi hermano no puede tener ni tendrá avances. No creas que todo esto es imaginación mía. Hace días un amigo le preguntó al señor Deconan, funcionario del Ministerio, si había alguna esperanza para mí: «su nombre es conocido por el ministerio» – contestó Deconan – «pero no va a conseguir nada, pues no hay nadie que lo apoye». «Ésta es mi gloria», repliqué yo cuando me lo dijeron; es decir que dije en el Ministerio que yo no puedo conseguir avances por falta de protecciones. Estoy firme en la decisión de dimitir. Es una vergüenza para mí necesitar enredos, intrigas, protecciones y compromisos tras cuatro años de penas y de guerra. En efecto el pasado 1° del año promovieron a jefes de batallón dos que eran tenientes, cuando yo ya era capitán. ¡Eh! ¿Cómo puedo seguir sirviendo? ¿Con qué amor o con qué fervor servir al Rey tras semejantes injusticias? Éste es el estado de mis esperanzas sobre los avances. Yo estoy decidido firmemente, mi querido hermano, a pedir las dimisiones. No se si tú lo aprobarás, pero ya he decidido. Yo solamente puedo lucir el mérito y la pericia, y puedo decirlo sin orgullo. Cuando esto no está valorado, cuando Liguori (uno de los mencionados jefes de batallón) no ha tenido otro mérito sino el de ser compadre del Rey, entonces yo no tengo nada que esperar y prefiero dimitir de este puto empleo. Un saludo a todos y un abrazo a ti. Tu afectísimo hermano Gabriele

42 (54) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 177-180 Nápoles, 11 de enero de 1812 Hermano querido, no he recibido cartas tuyas en este correo. Estoy angustiado por no tener noticias de la enfermedad del tío Ciccio. Prefiero creer que no has podido escribir por los decurionatos, etcétera y que no hay nada siniestro con respecto a la enfermedad del señor Tío. Nuestro regimiento sale mañana para Gaeta. Yo dejo Nápoles sin disgusto porque esta guarnición es muy costosa para los oficiales, y también para no sentir tan de cerca las injusticias y las desavenencias. Te 1108

Lettere escribí en la última carta que estaba decidido a dimitir. Ahora estoy más decidido aún. En cuanto llegue a nuestro destino voy a presentar inmediatamente la solicitud y a insistir en todas partes para que la acepten. Cuando en nuestro oficio un oficial pierde la esperanza de avanzar, entonces se quita de sus ojos ese prestigio que cubre la dureza del más vigoroso estado de la sociedad. Nadie se había tomado la carrera de las armas con más gusto que yo. Nadie, me atrevo a decir. La había ejercido con mayor diligencia, apego y honor. Nadie luego estará más disgustado de lo que estoy yo ahora. Habría entonces razones importantes, porque no se pueden suponer grandes efectos sin razones correspondientes. Sé que estas razones existen, si no sería un caprichoso y un injusto. El Rey, gracias a los informes sobre mi valor en España, desde noviembre de 1810 dio su palabra al general Pignatelli, al coronel Aquino y al consejero Cuoco que yo sería el primer capitán en avanzar a jefe de batallón. Mientras tanto, desde entonces, han promovido a 14 o 15 sin que haya habido siquiera de lejos propuesta o recuerdo de mí. Para colmo de disgusto, en la última promoción fue nombrado jefe de batallón de nuestro mismo regimiento un tal Liguori que era teniente cuando yo llevaba muchos meses de capitán. Adelante. En el pasado mes de agosto el Rey reunió una junta de oficiales superiores de la armada para // averiguar qué capitanes merecían un avance y para que les presentaran una nota. En esta lista estaba incluido yo y estaba muy bien apoyado. Esto por lo menos era un halago y hacía esperar con toda probabilidad que tarde o temprano cada candidato avanzaría. Ahora bien, tras estos halagos y esperanzas en la última promoción que fue bastante numerosa, no fue promovido ni uno de los de la mencionada nota. ¿A raíz de todo esto acaso puede uno seguir sirviendo? Claro que no, y yo estoy muy decidido a dejar de servir. No creas que esta decisión es prematura. No, es madura, porque desde hace meses la estaba barajando. Los últimos acontecimientos fueron las causas ocasionales de la decisión final. De esta manera, seguro que no me voy a arrepentir, como suele ocurrir en las cosas súbitas y apremiadas. Tras cuatro años de guerra feroz y destructiva, tras estar siempre expuesto a peligros, tras tantos trabajos y penas, tras servir bien, al final creía que podría esperar algo. // Pero me engañé. Sin protecciones no se hace nada, y yo no tengo más que a mí mismo. Pero esto forma mi gloria y mi consuelo. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa. Tu afectísmo hermano Gabriele 1109

Lettere 43 (55) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 181-184 Gaeta, 28 de enero de 1812 Mi querido hermano, en este correo he recibido dos cartas tuyas, que me angustiaron sumamente debido a las noticias desagradables que contienen sobre la enfermedad del tío Ciccio. Me han puesto de tan mal humor que no lo sabría describir y que nunca había sentido antes. Como estoy seguro tanto de tu moral como de tu corazón, estoy muy convencido de que le estás dando todo el cuidado necesario y debido por parte de sobrinos tales como nosotros a un tío encariñado que ha sido otro padre para nosotros en los avatares pasados de nuestra casa. Pensando entonces en los sentimientos óptimos que te adornan, me siento algo más tranquilo sobre el desenlace de la enfermedad de nuestro tío. Yo he pedido dimisión. Con estas pocas palabras habría contestado a todas las razones y a los argumentos de los que la abundancia de tu talento te hizo sobrecargar dos cartas. No obstante, como estoy viendo que crees que yo soy más propenso a ser soberbio que dócil, no quiero confirmar tu opinión contestando de forma tan lacónica y exclusiva a tu persuasiva elocuencia. No creas que confundo la adulación con la cortesía, no creas tampoco que soy descortés por temor a ser cortesano. Pero no creas tampoco que soy un hombre sin ascendencia, sin familia, sin conexiones, sin relaciones, en fin, por como soy yo me basta con la segunda para salir adelante. Es inútil, querido hermano. Podrás ser todo lo cortés, servicial, amable que quieras: a menos que sirvas el interés o favorezcas las pasiones de alguien, esto seguro que no te ayudará. Me refiero a nuestro empleo. Podría mencionarte un sinfín de ejemplos que prueban esta verdad. Pero si te diera a conocer algunas cosas que causarían un deshonor eterno al uniforme, devolvería a algunos todo el mal que me han hecho, lo cual prefiero no hacer. Yo ni puedo ni debo decir todo lo que quisiera. Me gustaría solamente que tú pensaras lo siguiente: «Mi hermano era el hombre más fervoroso y enamorado del empleo militar. Actualmente es el más disgustado. Debe entonces haber tenido grandes disgustos para que se pueda explicar semejante cambio diametral». Si el Rey me concede dimitir, tal y como espero, estaré encantado. Voy a ser buen ciudadano igual que fui buen soldado (digo fui porque ahora no soy siquiera me1110

Lettere diocre, tanto es el desagrado). Me alegraré mucho si la recompensa de mis servicios, de mis trabajos, de los peligros sufridos en España será la de vivir tranquilo en mi casa. No anhelo otra cosa, y desde el seno pacífico de mi familia, siempre voy a desear sinceramente prosperidad a todos quienes no han intentado sino hacerme daño y me lo han hecho. Ésta será mi venganza y mi corazón es testigo. Vuelvo a las respuestas a tus argumentos, de las cuales me había apartado. Que sepas que me encuentro en esta situación ni por no ser cortés, ni por no ser adulador, ni por otra cosa de esta naturaleza, sino solamente por una circunstancia en la cual cualquier hombre de honor hubiese hecho igual que yo. Cuando estábamos en Roses, en Cataluña, el Ministro pidió un informe de todas las operaciones que el regimiento había llevado a cabo durante la campaña. Como Aquino, que entonces mandaba nuestro cuerpo, es un minus habens y yo tengo la reputación no merecida de ser bueno con la pluma, me encargaron esta delicada tarea. Como se trataba de presentar a Su Majestad un informe exacto de todo lo que el regimiento había hecho durante la campaña, de mencionar a los oficiales que se habían distinguido en las varias ocasiones, de darle a cada uno la alabanza y los elogios que se merecía, cualquier otro hombre honrado se hubiese dejado guiar por la verdad en un camino tan difícil y delicado. Esto // es lo que hice sin recordar que veritas odium parit y éste fue el efecto que debido a la naturaleza de algunas circunstancias voy a sufrir durante mucho tiempo. Cicco me escribe desde Pescara que está bien. El próximo mes estará aquí. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa, saludando a toda la familia y a los amigos. Tu afectísimo hermano Gabriele

44 (56) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 185-188 Gaeta, 8 de febrero de 1812 Hermano querido, he recibido tu carta del 30 de enero y me ha reconfortado mucho leer que tío Ciccio va mejorando en su trastorno. Espero enterarme cuanto antes de que se ha recuperado por completo. Yo estoy cada vez más contento de lo que he hecho, con respecto 1111

Lettere a dejar de servir, y volvería a hacerlo mil veces. Mi corazón, que está vivamente herido, no ha recibido un cierto alivio hasta que he pedido la dimisión. Espero que me la concedan para salirme de este empleo, en el cual yo no he experimentado sino penas, peligros y luego disgustos, ofensas e injusticias. Jamás ningún placer, ni siquiera recompensa o justicia. Con respecto a lo que temes tú, no te preocupes. Un oficial honrado, tan conocido en el regimiento como puedes estarlo tú en Civita, que ha estado combatiendo durante cuatro años, que lo ha hecho bien, no teme ser vigilado porque quiere dimitir. Quien me conoce sabe que pido esto con razón. Quien no me conoce, pero sabe que yo he estado en todas las campañas de España, dirá entre sí: «debería sufrir alguna injusticia». Quien no me conoce para nada no se preocupará. Sea cual sea de éstas la postura del gobierno, yo no temo de ninguna manera ser vigilado porque he sido y siempre seré un hombre recto y honrado. Con respecto al otro temor tuyo, es decir de que esto sea un obstáculo para alguna pretensión de otro empleo, igualmente me río. Yo no aspiro ni voy a aspirar a nada. Conozco muy bien por experiencia propia qué significa comer pan ajeno. Oh, si supieras, querido hermano, cómo está aliñado de amargura, serías el primero en aprobar lo que he hecho. Con respecto a Cicco, por fin él ya es capaz de marchar solo y ya no me necesita. Lo que // podía y debía hacer lo he hecho. Ahora ya no podría ayudarle en nada. Finalmente, de la misma manera me río de los juicios del mundo. Cada hombre es teatro para sí mismo y creo que nadie se atrevería a decirme en la cara que hago bien o mal mis cosas sin arrepentirse. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa. Tu afectísimo hermano Gabriele

45 (67) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 217-220 Lecce, 6 de diciembre de 1812 Hermano querido, en el correo pasado te escribí una larga carta. En ella te decía que había estado durante mucho tiempo sin escribirte debido a los malditos consejos de guerra que ha habido aquí y en todos 1112

Lettere los cuales he sido relator, juez o defensor. Te decía también que Cicco está destacado en Brindisi. Él sigue allí y está bien. Yo también estoy bien. Sentí mucho enterarme del trastorno de Maria Giuseppa, pero en tu última carta leo que el malestar ya se le pasó y que la molesta solamente la debilidad. Espero enterarme pronto de que se ha recuperado por completo. Se suele escribir desde Nápoles que nuestro regimiento a principios de año se va a trasladar allí para las maniobras // en el campo. Si esto se lleva a cabo, nuestra salida del Reino será inevitable y para mí esto es un sumo disgusto. Sé que un guerrero no debería hablar así, pero yo no me hago el miles gloriosus: digo lo que siento. Si me da pena salir para la armada no es porque temo ir de campaña, sino porque tengo que salir otra vez de capitán sin haber conseguido ninguna recompensa por hacer cuatro años de guerra con este grado. Yo, igual que te lo he dicho a ti, se lo he dicho a los generales también, a mi coronel y a todos, y si fuera necesario se lo diría al Ministro y al propio Rey. Este empleo, para hacerlo bien en guerra, necesita entusiasmo. Ahora bien, ¿tú crees que yo puedo tenerlo tras tantos agravios, tantas // injusticias, tantas desavenencias sufridas al ver a los que fueron mis subalternos actualmente oficiales superiores y yo aún capitán sin desmerecerlo? Que me den un batallón y que vean luego si temo ir a Rusia, a España y al propio infierno si fuera necesario. Le beso la mano al tío Ciccio y te abrazo con Maria Giuseppa, saludando a todos los amigos y a la familia. Tu afectísimo hermano Gabriele

46 (71) Al hermano Raffaele, Civitacampomarano MsP, V, 224/17-224/18a Nápoles, 6 de abril de 1813 Hermano querido, te doy la noticia de que me hicieron jefe de batallón el dos de este mes. Me han colocado provisionalmente en la 3a Legión de las que se forman con las milicias ciudadanas selectas. Espero sin embargo pasar a algún regimiento organizado y que no se me vaya la cabeza en los cuerpos en los cuales hay que empezar a tener a raya a los coroneles también. No me alegro tanto de mi avance como del de Cicco y de Carlo. 1113

Lettere Ambos salieron para su destino la semana pasada. Antes de salir les hice un sermón que nisiquiera Segneri lo hubiese hecho. Espero que no se aprovechen ahora que están solos y que sigan portándose bien. Yo les he puesto en una buena carrera, les he apoyado hasta donde he podido; conseguí hacerles llegar a un grado decoroso mientras estuvieron conmigo. Ahora les corresponde a ellos hacer el resto. …………………………………………………………… Tu afectísimo hermano Gabriele

1114

Gli Autori – Los Autores Lluís Roura i Aulinas è ordinario di Storia Moderna alla Universidad Autónoma de Barcelona. Si è specializzato nel periodo che va dall’Illuminismo fino al termine delle guerre napoleoniche. È vicedirettore della rivista “Trienio. Ilustración y Liberalismo” (Madrid), fa parte del consiglio di redazione delle “Annales Historiques de la Révolution Française” (París), ed è membro dei comitati scientifici di “Comparativ” (Leipzig) e di “Manuscrits. Revista d’Història” (Barcelona); è inoltre membro del Foro para el Estudio de la Historia Militar de España (FEHME). Ha pubblicato più di un centinaio di lavori, tra i quali si possono citare i più recenti: La crisi de l’Antic Règim a les Balears (1780-1814) (Palma 1999), Precauciones contra alborotos, motines y rebeliones en la Plaza de Barcelona (edición de la obra de Pedro de Lucuce) (Vic 2002), Subjecció i revolta en el segle de la Nova Planta (Vic 2006). In collaborazione con altri Autori ha pubblicato, tra l’altro, Historia de España, siglo XVIII. La España de los Borbones (Madrid 2002) y Catalunya i l’Espanya Moderna. Una relació difícil (Barcelona 2007). Negli ultimi tempi è stato uno dei coordinatori del progetto di ricerca della European Science Foundation, Representations of the Past: National Histories in Europe (NHIST). Lluís Roura i Aulinas es catedrático de Historia Moderna en la Universidad Autónoma de Barcelona. Se ha especializado en el período que abarca desde la época de la Ilustración hasta el final de las guerras napoleónicas. Es subdirector de la revista “Trienio. Ilustración y Liberalismo” (Madrid), miembro del consejo de redacción de “Annales Historiques de la Révolution Française” (París), y miembro de los consejos asesores de “Comparativ” (Leipzig) y de “Manuscrits. Revista d’Història” (Barcelona); y miembro del Foro para el Estudio de la Historia Militar de España (FEHME). 1115

Ha publicado más de un centenar de trabajos, entre los cuales se pueden destacar los más recientes: La crisi de l’Antic Règim a les Balears (1780-1814) (Palma 1999), Precauciones contra alborotos, motines y rebeliones en la Plaza de Barcelona (edición de la obra de Pedro de Lucuce) (Vic 2002), Subjecció i revolta en el segle de la Nova Planta (Vic 2006). En colaboración con otros autores ha publicado, entre otras obras, Historia de España, siglo XVIII. La España de los Borbones (Madrid 2002) y Catalunya i l’Espanya Moderna. Una relació difícil (Barcelona 2007). Últimamente ha sido uno de los coordinadores del proyecto de investigación Representations of the Past: National Histories in Europe (NHIST), de la European Science Foundation. Vittorio Scotti Douglas collabora dal 1996 con la cattedra di Storia Contemporanea di Spagna della Università degli Studi di Trieste. È stato Profesor invitado (1997) presso la Universidade Estadual de Campinas, (São Paulo), Brasile. Coordina la redazione di “Spagna Contemporanea”, con cui collabora dal 1995. È membro del comitato scientifico di “Trienio. Ilustración y Liberalismo” e della Junta Directiva del Foro para el Estudio de la Historia Militar de España; direttore scientifico della Associazione Amici della Biblioteca Militare Italiana, membro della Società Italiana di Studi Militari, della Society for Military History (USA), della Society for Spanish and Portuguese Historical Studies (SSPHS) (USA), e della Société internationale d’étude du dix-huitième siècle. Specialista di storia militare, ha pubblicato molti lavori sulla storia e la teoria della guerriglia. Fra i più recenti: La guérilla espagnole dans la guerre contre l’armée napoléonienne, (2004); Regulating the Irregulars: Spanish Legislation on la guerrilla during the Peninsular War, (2005); La presencia napoleónica en Italia y la respuesta popular (2006); El modelo español de guerrilla y su repercusión en Europa. Un estudio de historia comparada (2007); Los periódicos italianos, la propaganda napoleónica, y la Guerra de la Independencia (2008). Vittorio Scotti Douglas desde 1996 colabora con la cátedra de Historia Contemporánea de España de la Università degli Studi di Trieste. Ha sido Profesor invitado (1997) por la Universidade Estadual de Campinas, (São Paulo), Brasil. Coordina la redacción de “Spagna Contemporanea”, con la cual colabora desde 1995. Miembro del Consejo asesor de “Trienio. Ilustración y Liberalismo”, de la Junta Directiva del Foro para el Estudio de la Historia Militar de España; Director Científico de la Associazione Amici della Biblioteca Militare Italiana, asociado a la Società Italiana di Studi Militari, a la So1116

ciety for Military History (EEUU), a la Society for Spanish and Portuguese Historical Studies (SSPHS) (EEUU), a la Société internationale d’étude du dix-huitième siècle. Especialista de historia militar, ha publicado muchos trabajos sobre la historia y la teoría de la guerrilla. Los más recientes: La guérilla espagnole dans la guerre contre l’armée napoléonienne, (2004); Regulating the Irregulars: Spanish Legislation on la guerrilla during the Peninsular War, (2005); La presencia napoleónica en Italia y la respuesta popular (2006); El modelo español de guerrilla y su repercusión en Europa. Un estudio de historia comparada (2007); Los periódicos italianos, la propaganda napoleónica, y la Guerra de la Independencia (2008). Mauro Bico è dottore di ricerca in Linguistica presso l’Università degli Studi di Firenze (2007), con una tesi su La luce dell’idea. Aspetti linguistici, testuali e retorico – stilistici nelle lettere, nei discorsi politici e nella produzione giornalistica di Sandro Pertini. Collabora con l’Accademia della Crusca nell’ambito di diversi progetti di ricerca sull’italiano della comunicazione di massa (radio e televisione). Collabora a riviste specialistiche come “Rivista italiana di Dialettologia”, “Studi Linguistici italiani”, “Rivista italiana di onomastica”. Coordina la sezione ingauna della ricerca per la creazione di un Archivio toponomastico ligure, nell’ambito dell’Istituto Internazionale di Studi Liguri. Membro del Consiglio Direttivo dell’Associazione Amici di Peagna, che si occupa di promozione e diffusione della cultura ligure, tiene la rubrica Letteratura e dialetto su “Anthia”, rivista dell’associazione stessa. Ha pubblicato saggi di linguistica e dialettologia, tra cui: Forme e modelli di italiano radiofonico: Radio Onda Ligure (1999), Che malinconia questi nomi! Onomastica dialettale nella narrativa ligure del secondo Novecento (2008), L’intrattenimento RAI nel 2006: analisi linguistica, in corso di stampa. Ha in preparazione, con il musicologo Massimiliano Guido, un volume sui rapporti tra aspetti musicali, poetici, stilistici e linguistici nei testi e nelle musiche di Paolo Conte. Mauro Bico es Doctor en Lingüística de la Università degli Studi di Firenze (2007), con una tesis sobre La luce dell’idea. Aspetti linguistici, testuali e retorico – stilistici nelle lettere, nei discorsi politici e nella produzione giornalistica di Sandro Pertini. Colabora con la “Accademia della Crusca” en muchos proyectos de investigación sobre el italiano de la comunicación de masa (radio y televisión). Colabora a revistas especializadas como “Rivista italiana di 1117

Dialettologia”, “Studi Linguistici italiani”, “Rivista italiana di onomastica”. En el ámbito del “Istituto Internazionale di Studi Liguri” coordina la sección de Albenga para la búsqueda y la creación de un Archivio toponomastico ligure. Miembro del Comité de Dirección de la “Associazione Amici di Peagna”, para la promoción y difusión de la cultura ligústica, tiene la sección Letteratura e dialetto sobre “Anthia”, revista de la misma asociación. Ha publicado ensayos de lingüística y dialectología, entre otros: Forme e modelli di italiano radiofonico: Radio Onda Ligure (1999), Che malinconia questi nomi! Onomastica dialettale nella narrativa ligure del secondo Novecento (2008), L’intrattenimento RAI nel 2006: analisi linguistica, en vías de publicarse. Con el musicólogo Massimiliano Guido está preparando un volumen sobre las relaciones entre aspectos musicales, poéticos, estilísticos y lingüísticos en los textos y en las músicas de Paolo Conte.

1118

Gabriele Pepe Opere edite e inedite Obras publicadas e inéditas Opere edite – Obras publicadas Ragguaglio istorico-fisico del tremuoto accaduto nel Regno di Napoli la sera del 26 luglio 1805, Napoli, Sangiacomo, 1806 A S. E. la Signora Laura Gaetana di Sangro dei principi di S. Severo, in occasione delle sue nozze col Signor Duca della Salandra, Ode del Colonnello in 2° Gabriele Pepe, Napoli, Fernandes, 1819 Ode per la ristabilita salute di S. M. Ferdinando I, in Attestato di gioia della Societá Sebezia, Napoli, 1819 I voti e il vaticinio, Siracusa, Tip. G. Fiumara, 1820

Testi pubblicati sull’ “Antologia” 1824 t. XIV, n. 40, aprile Necrologia di Vincenzo Coco, pp. 99-105 (con alcuni tagli della censura, poi integrale in Scritti letterari, pp. 179-190) 1826 t. XXIV, n. 71-72, novembre-dicembre 3° viaggio del Capitano Parry alle regioni polari e Sui principii di Economia Politica di Mac-Coullocb, pp. 70-81 - Sul Veltro allegorico, G. P. al Signor Emanuele Repetti, pp. 274-281 (poi in Scritti letterari, pp. 147-155) 1119

1827 t. XXV, n. 73-74, gennaio-febbraio «Voyage dans la Russie Méridionale» de M. Gamba, pp. 17-43 - Apertura in Parigi dell'insegnamento di geometria e meccanica applicata alle arti, discorso di M. Dupin, pp. 63-73 - Progressi della geografia nell’Africa interna, opuscolo del Sig. De La Rénaudiére, pp. 76-99 n. 75, marzo Viaggio del Maggiore Gordon Laing nell’Africa interna, pp. 33-56 t. XXVI, n. 76, aprile Viaggio del Maggiore Denham, Capitano Clapperton e dott. Oudney nell’Africa interna, pp. 67-103 n. 77, maggio «Memorie sul progetto de’ due canali navigabili fra «Oceano Atlantico e il Pacifico» di Robinson, pp. 125-136 n. 78, giugno Mémoires de Michel Oginski sur la Pologne et les Polonais, pp. 55-74 t. XXVII, n. 79, luglioSituation progressive des forces de la France depuis le 1814, memoria del Dupin, pp. 62-77 t. XXVIII, n. 82, ottobre «Saggio politico sul Regno della nuova Spagna» di Humboldt, pp. 67-93 n. 83-84, novembre-dicembre Viaggio di Cailland al fiume Bianco, pp. 107-131 1828 t. XXX, n. 90, giugno Viaggio alla Nuova Galles del Sud di Cunningham, pp. 22-49 t. XXXII, n. 95-96, novembre-dicembre Navarrete. Relazione de’ quattro viaggi di Cristoforo Colombo». Washington-Irving. Vita di Colombo, pp. 73-108 1829 t. XXXIII, n. 97, gennaio «Costantinopoli e il Bosforo Tracico» di Andreassy, pp. 74-101 n. 99, marzo «Bilancia politica del Globo nel 1828» e «La monarchia francese comparata a’ primari potentati del globo» di Adriano Balbi, pp. 84-108 t. XXXIV, n. 100, aprile Fasti e vicende di guerra de’ popoli Italiani dal 1801 al 1814, o memorie di un Uf1120

ficiale Italiano per servire alla Storia d’Italia del suddetto periodo. Italia 1829, pp. 129-135 t. XXXVI, n. 106, ottobre «Lettere su’ costumi e sugli instituti dell’America Settentrionale» di J. Fenimor-Cooper, pp. 29-60 n. 107-108, novembre-dicembre «Secondo viaggio del Capitano Clapperton nell’Africa interna», pp. 54-90 «Il primo assedio di Vienna tolto da’ Turchi» di G. De Hammer, pp. 209-214 1830 t. XXXVII, n. 109, gennaio «Costantinopoli e la Turchia nel 1828» di Mac-Farlane, pp. 97-116 n. 110, febbraio Lettera a Vieusseux sul corso del Niger, pp. 147-152 n. 111, marzo «Viaggio per la Tauride nel 1820» di Mourawieff-Apostol, pp. 59-75 t. XXXVIII, n. 113, maggio «Histoire de la Révolution Greque» di Alessandro Soutzo, pp. 81-104 t. XXXIX, n. 115, luglio Hernani, ou l’honneur castillan, Drame par Victor Hugo, pp. 3-37 n. 116, agosto «Le Mexique» di I. C. Beltrami, pp. 118-126 n. 117, settembre «Histoire de la Régéneration de l’Egypte» di J. Planat, pp. 104-122 t. XL, n. 119, novembre «Napoli e contorni» di G. M. Galanti, pp. 72-82 (poi in Scritti letterari, pp. 190-200) 1831 t. XLI, 1° del secondo decennio, n. 121, 1° del secondo decennio, gennaio «Storia dell'Impero Osmano» di G. De Hammer, pp. 69-96 t. XLII, 2° del secondo decennio, n. 124, aprile «Histoire de Federic le Grand» par Camille Paganel, pp. 70-98 n. 126, 6° del secondo decennio, giugno «Viaggio» di M. Tenore, pp. 121-125 t. XLIII, 3° del secondo decennio, n. 128, agosto «Introduction à l’Histoire universelle» par M. Michelet, pp. 65-98 t. XLIV, 4° del secondo decennio, n. 131, 11° del secondo decennio, novembre «Histoire de la vie et des ouvrages des plus célébres architects de XI siécle» di Q. De Quincy, pp. 75-110 1121

1832 t. XLV, n. 134, febbraio Sul Veltro della Divina Commedia, al Marchese G. Capponi, pp. 72-95 (poi in Scritti letterari, pp. 179-190) t. XLVII, 7° del secondo decennio, n. 139, 19° del secondo decennio, luglio «Opere» di Raimondo Montecuccoli, corrette, accresciute ed illustrate da G. Grassi, pp. 3-58 Cenno sulla vera intelligenza del verso di Dante «poscia più che il dolor poté il digiuno», Firenze, Molini, 1826 Sulla coltura del canape in Toscana, discorso letto il 6 marzo 1826 all’Accademia dei Georgofili, Firenze, 1826 Due lettere di Gabriele Pepe già colonnello napoletano al marchese Gino Capponi, Firenze, Batelli, 1836 (le lettere – sulla Carità educatrice e La Fiducia in Dio, opere di L. Bartolini – sono rispettivamente del 30 novembre 1835 e del 1° marzo 1836) Lettere sul Dizionario militare italiano di Giuseppe Grassi, in “Il Progresso”, 1835 (V), n. 25, febbraio Sopra un ragionamento del prof. Carena intitolato «Saggio d’un parallelo fra le forze fisiche e le forze morali», in “Il Progresso” , 1837 (VI), n. 31, gennaio-febbraio Studi di Benedetto Castiglia: Discorso circa le origini ed i progressi della lingua italiana, in “Il Progresso” , 1837 (VI), n. 34, luglio-agosto Corso di Istoria Moderna, scritto e dettato da Gabriele Pepe nel suo esilio in Firenze, Napoli, Sautto, 1861 Scritti letterari, a cura di/a cargo de Pasquale Alberto De Lisio, Società Editrice Napoletana, 1976 Considerazioni Istoriche e Politiche sulla Rivoluzione Napoletana, 2 voll., a cura di/a cargo de Renato Lalli, Isernia, Marinelli, 1978 Epistolario I (1807-1829), a cura di/a cargo de Pasquale Alberto De Lisio, Napoli, Società Editrice Napoletana, 1980 Dal Molise alla Catalogna Gabriele Pepe e la sua esperienza nella Guerra del Francès Testi inediti e lettere/De Molise a Cataluña Gabriele Pepe y su experiencia en la Guerra del Francès Textos inéditos y cartas, 2 voll., a cura di/a cargo de Vittorio Scotti Douglas, Campobasso, Provincia di Campobasso, 2009

1122

Opere inedite – Obras inéditas Gli inediti di Gabriele Pepe sono in massima parte raccolti nei fascicoli dei Manoscritti Pepe (MsP), alla Biblioteca Provinciale “Pasquale Albino” di Campobasso, nei quali si susseguono senza un ordine cronologico (ove manchi nel ms., indico in parentesi quadra la datazione, anche se approssimativa). Los inéditos de Pepe están casi todos guardados en los legajos de los Manoscritti Pepe (MsP) en la Biblioteca Provinciale “Pasquale Albino” de Campobasso, en donde se encuentran sin un orden cronológico (si en el ms. falta la fecha señalo entre corchetes su datación, aunque aproximada) Vol. I, n. 1853-1855 Sulla logica - Discorso sulla Religione e sulla Poesia [ascrivibili agli anni del periodo fiorentino/ escritos durante la estancia en Florencia] Vol. II, n. 1856-1864 (Considerazioni sulla natura della rendita nazionale di Storcb [posteriori al 1824/ después de 1824] - Sunto di storia antica - Sunto di storia moderna per uso della marchesa Paolina Pucci [ca. 1832] - Al Direttore del Progresso Ludovico Bianchini intorno agli asili infantili [1836] - Proposta alla R. Societá Economica del Molise intorno ai migliori metodi da adottarsi per la coltura dei terreni (giugno 1817/junio 1817) - Studi-storici, introduzione 1832-1833 Lettere dirette al Marchese Gino Capponi, Bozze [fine 1848/fines de 1848]) Vol. III, n. 1865-1870 - Memoriale di Storia Patria e di avvenimenti contemporanei per mio utile e diletto (appunti cronologici, Napoli, 1817/apuntes cronológicos, Nápoles 1817) - Lezioni di filosofia istorica [mancano le lezioni IIV e parte della V/faltan las lecciones I-IV y parte de laV; ca. 1832] - Poche premesse in ordine all’istoria primitiva dell’umanitá, desunte dalle leggi immutabili della natura umana [ca. 1835-1836] - Considerazioni storiche [mancano i fascicoli 1-3/ faltan los fascículos 1-3; ca. 1835-1836] – Vol. IV, n. 1871-1873 (Sommario di storia romana [ca. 1831-1835] - Sunto di Storia generale, scritto in fretta giorno per giorno per uso della famiglia Crawford (agosto 1831-marzo 1832) - Saggi poetici [poesie varie anteriori al soggiorno fiorentino/poesías varias anteriores a la estancia florentina]) Vol. VI, n. 1874, II (Lettere dal 29 gennaio 1830 al 3 dicembre 1836/Cartas de 29 de enero de 1830 hasta el 3 de diciembre de 1836))

1123

Vol. VII, n. 1875-1877 (Lettere 1848-1849 - Lettere di carattere pubblico, discorsi, studi storici e letterari, disegni, appunti di cronologia/Cartas 1848-1849 – Cartas de carácter público, discursos, estudios históricos y literarios, apuntes de cronología - Poesie ricevute o raccolte da G. Pepe, lettere a lui dirette o che trattano di lui, elenco degli articoli pubblicati nell’”Antologia”)/Poesías recibidas o recogidas por G. Pepe, cartas dirigidas a él o que tratan de él, listado de los artículos publicados en la “Antologia” ; n. 3362, Poesie liriche del Colonnello Gabriele Pepe (Aganippe, 1819). A ciò si aggiungono i manoscritti acquistati dalla Biblioteca “Albino” presso gli eredi Pepe di Civitacampomarano (1976) ancora da catalogare: lettere (di Gabriele e dei fratelli), appunti vari stesi da Pepe a Civita negli ultimi anni della sua vita, un fascicolo con carte di uno degli inediti più importanti, Il Parallelo tra Cesare e Napoleone, cui Pepe lavorò a lungo (1839-1847), riprendendo studi già avviati nel periodo fiorentino (cfr. Carteggio Vieusseux, Biblioteca Nazionale di Firenze, A, cassa 141, n. 2: articolo sulla Vita di Napoleone Bonaparte di W. Scott, primo di tre lavori sullo stesso argomento, che avrebbe dovuto apparire nel n. 86 dell’“Antologia” (febbraio 1828). Ai MsP della Biblioteca “Albino” si devono poi aggiungere le lettere di Pepe a Troya, Vieusseux, Salvagnoli, conservate nella Biblioteca Nazionale di Napoli e di Firenze, molte delle quali pubblicate, cfr. Epistolario (15 lettere a Troya, 6 a Vieusseux, 4 a Salvagnoli), e le tre sul duello Pepe-Lamartine, riprese da De Lisio dal saggio di Jannone del 1912. A esto hay que añadir los manuscritos comprados per la Biblioteca “Albino” de los herederos Pepe de Civitacampomarano (1976), todavía sin catalogar: cartas (de Gabriele y de sus hermanos), apuntes diversos redactados por Pepe en Civita en los últimos años de vida, un fascículo con papeles de uno de los más importantes inéditos, Il Parallelo tra Cesare e Napoleone, al cual Pepe trabajó un largo tiempo (1839-1847), retomando estudios iniciados ya en el período florentino (cfr. Carteggio Vieusseux, Biblioteca Nazionale di Firenze, A, caja 141, n. 2: artículo sobre la Vita di Napoleone Bonaparte de W. Scott, primero de tres escritos sobre el mismo asunto, que habría debido publicarse en el n. 86 de la “Antologia” (febrero de 1828). A los MsP de la Biblioteca “Albino” hay también que añadir las cartas de Pepe a Troya, Vieusseux, Salvagnoli, conservadas en las Bibliotecas Nacionales de Nápoles y de Florencia, muchas ya publicadas, cfr. Epistolario (15 cartas a Troya, 6 a Vieusseux, 4 a Salvagnoli), y las tre sobre el duelo Pepe-Lamartine, que De Lisio ha copiado del ensayo de Jannone del 1912. 1124

Bibliografia generale - Bibliografía general ANONIMO, Journal d’un officier de la garnison de Gironne pendant le siège de cette place, in Beauchamp, Collection de Mémoires, IV, pp. 189-219 ACOSTA RAMÍREZ F. (a cura di/a cargo de), Conflicto y sociedad civil en la España napoleónica. Actas de las Quintas Jornadas sobre la batalla de Bailén y la España contemporánea, Jaén, Universidad de Jaén, 2004 Les acteurs de la guerre de l’Indépendance, “Mélanges de la Casa de Velázquez”, 2008, 38 (1) AGLIETTI M., Le tre nobiltà, Pisa, ETS, 2000 ALBINO P., Biografie e ritratti degli uomini illustri della provincia di Molise, 3 voll., Campobasso, De Nigris, 1864-1866 ALEGRET A., Historia del sitio, defensa, asalto y evacuación de Tarragona en la Guerra de la Independencia, Barcelona, Vicente Martínez, 1911 ALMIRANTE J., Diccionario militar Etimológico, histórico, tecnológico: con dos vocabularios, francés y alemán, 2 voll., Madrid, Ministerio de Defensa, 1989 (I ed. Madrid, Depósito de la Guerra, 1869) ANTONELLI G., Tipologia linguistica del genere epistolare nel primo Ottocento, Roma, Edizioni dell’Ateneo, 2003 ARCÓN DOMÍNGUEZ J. L., Sagunto. La batalla por Valencia, 2 voll., Valencia, Museo Histórico Militar, 2002, 2004 ARENA G. A., Gabriele Pepe tra politica e storia con scritti e lettere inediti, Napoli, Società Editrice Napoletana, 1977 ARISI ROTA A., Il “Giornale istorico” della divisione Pino, in Scotti Douglas, Gli Italiani in Spagna, pp. 201-216 ARMILLAS VICENTE J. A. (coord.), La Guerra de la Independencia. Estudios, 2 voll., Zaragoza, Institución “Fernando el Católico” (C.S.I.C.), 2001, I, pp. 165-190 ASTORGANO ABAJO A. (a cura di/a cargo de), Lorenzo Hervás y Panduro, Biblioteca jesuítico-española (1759-1799), Madrid, Asociación de Libreros de Viejo, 2007, pp. 256-260 1125

AYMES J.-R., Gli italiani in Catalogna, Levante e Aragona: le opinioni dei comandi francesi e di alcuni memorialisti, in Scotti Douglas, Gli Italiani in Spagna, pp. 96-133 - Altre novità dagli archivi parigini sugli Italiani nelle armate napoleoniche in Spagna (1808-1814), in Scotti Douglas, Ancora sugli Italiani in Spagna, pp. 57-78 - Clero y violencia 1808-184: la lucha con las armas y las palabras in Botti, Clero e guerre spagnole BAGÈS J.-F., Études sur la guerre d’Espagne, 2 voll., Paris, Lavauzelle, 1907 BALBO C., Studii sulla guerra d’indipendenza di Spagna e Portogallo scritti da un uffiziale italiano, Torino, Stamperia Sociale degli Artisti Tipografi, 1847 BARRIO GOZALO M., El clero español y la violencia en la Guerra del Francés (18081813). Posturas opuestas in Botti, Clero e guerre spagnole BATTISTI C., ALESSIO G., Dizionario etimologico italiano, Firenze, Barbèra, 1950 BEAUCHAMP A. DE (ed.), Collection des Mémoires relatifs aux Révolutions d’Espagne, 6 voll., Paris, Michaud, 1823-1825 BECCARIA G. L. (a cura di/a cargo de), Dizionario di linguistica, Torino, Einaudi, 1996 BENATI S., GAVELLI M., TAROZZI F. (a cura di/a cargo de), Tommaso De’ Buoi, Diario delle cose principali accadute nella città di Bologna fino all’Anno 1821, Bologna, Bononia University Press, 2005 BENATI S., Un affresco politico e sociale: la Società del Casino (1809-1823), in “Bollettino del Museo del Risorgimento”, 1999-2000 (XLIV-XLV), pp. 27-132 BERENGO M., Intellettuali e librai nella Milano della Restaurazione, Torino, Einaudi, 1980 BIANCO G., La rivoluzione siciliana del 1820, Firenze, Seeber, 1905 BIGARRÉ A.-J., Mémoires du général Bigarré, aide de camp du Roi Joseph, 17751813, Paris, Kolb, 1893 BLANCH A., Cataluña. Historia de la Guerra de la Independencia en el antiguo principado, 2 voll., Barcelona, Litografía de la Unión, 1861. BLOCH M., Réflexions d’un historien sur les fausses nouvelles de la guerre, in “Revue de Synthèse Historique”, 1921 (XXXIII), pp. 13-35 ; ora in Mélanges historiques, 2 voll., Paris, SEVPEN, 1963, I, pp. 41-57 Apologie pour l’histoire ou métier d’historien, Paris, Colin, 1949; ed. critica a cura di/a cargo de E. Bloch, Paris, Colin, 1993 BOFARULL Y BROCÁ A. DE, Historia crítica de la Guerra de la Independencia en Cataluña, continuación de la historia crítica (civil y eclesiástica) de Cataluña, 2 voll., Barcelona, Nacente, 1886-1887. BOTTI A., (a cura di/a cargo de), Clero e guerre spagnole. Dalla guerra antinapoleonica alla guerra civile (1808-1939), Atti dell’VIII Convegno Internazionale di 1126

“Spagna contemporanea”, Alessandria-Novi Ligure, 3-5 dicembre 2008, Soveria Mannelli, Rubbettino, in corso di stampa/en vías de publicarse BOURGOING J.-F., A Modern State of Spain, 4 voll. e un atlante, London, Stockdale, 1808 BURKHARDT J., Die cultur der Renaissance in Italien, Basel, Echweigausers’schen Verlagsbuchhandlung, 1860 CABANIS A, La presse sous le Consulat et l’Empire, Paris, Société d’Études robespierristes, 1975 CAGLIERIS G.M., SCOTTI DOUGLAS V., (a cura di/a cargo de), Dal Risorgimento alla Resistenza. Carlo Bianco di St. Jorioz e la lotta per bande. Barge, 23 aprile 2005, Saluzzo, Fusta, 2007 CANALES E., La Europa napoleónica, 1792-1815, Madrid, Cátedra, 2008 CAPRA C., Il giornalismo nell’età rivoluzionaria e napoleonica, in Castronovo V., Tranfaglia N., Storia della stampa italiana, I, La stampa italiana dal Cinquecento all’Ottocento, pp. 373-537 CARANO A., Gabriele Pepe «Poeta del Reggimento», in “Samnium”, 1958 (XXXI), n. 3-4, pp. 161-185 - Gabriele Pepe eroe tra due secoli, Campobasso, Casa Molisana del Libro, s.d., ma 1963 - G.P. Vieusseux e R. Lambruschini in un carteggio di G. Pepe, in “Samnium», XLVII (1974), n. 1-2, pp. 73-105 CARPI U. Letteratura e società nella Toscana del Risorgimento: gli intellettuali dell’“Antologia”, Bari, De Donato, 1974 CASSINELLO PÉREZ A., El Primer Ejército in AA.VV., Ocupació i resistencia, pp. CASTELLS I., ESPIGADO G., CRUZ ROMEO M. (coord.), Heroínas y patriotas mujeres de 1808, Madrid, Catédra, 2009 CASTRONOVO V., TRANFAGLIA N., Storia della stampa italiana, 6 voll., RomaBari, Laterza, 1976-1980 CAZALS R., Trois poètes guillotinés en 1794: André Chénier, Fabre d’Églantine, Venance Dougados, in Poètes audois dans la tourmente. André Chénier, Venance Dougados, Fabre d’Églantine, Carcassonne, Bibliothèque municipale de Carcassonne, 1994 CENZATTI G., Alphonse de Lamartine e l’Italia, Livorno, Giusti, 1902 CIAMPINI R., Gian Pietro Vieusseux. I suoi viaggi, i suoi giornali, i suoi amici, Torino, Einaudi, 1953 COLETTI V., Storia dell’italiano letterario, Torino, Einaudi, 1993 COLLETTA C. (a cura di/a cargo de), Diario del parlamento nazionale delle Due Sicilie negli anni 1820 e 1821, illustrato dagli atti e documenti di maggiore importanza relativi a quelle discussioni, Napoli, Stamperia dell’Iride, 1864 1127

COLLETTA P., Storia del Reame di Napoli, 3 voll., Napoli, Libreria Scientifica Editrice, 1969, a cura di/a cargo de N. Cortese (I ed. 1834) - Osservazioni, aggiunte, schiarimenti, emende e considerazioni storico-militari all’opera del sig. cav. Maggior Vacani, in “Antologia”, n. 69, settembre 1826 poi in Colletta P., Opere inedite e rare, 2 voll., Napoli, Stamperia nazionale, 1861 COLUMMI CAMERINO M., Idillio e propaganda nella letteratura sociale del Risorgimento, Napoli, Liguori, 1975, pp. 53-80 CORTESE N., Memorie di un generale della Repubblica e dell’Impero, Francesco Pignatelli di Strongoli, 2 voll., Bari, Laterza, 1927 - L’esercito napoletano e le guerre napoleoniche. Spagna – Alto Adige – Russia – Germania, Napoli, Ricciardi, 1928 - Le avventure italiane ed americane di un giacobino molisano. Orazio de Attellis (1774-1850), in “Annuario dell’Istituto Superiore di Magistero di Messina”, 1935 - (a cura di/a cargo de), La condanna e l’esilio di Pietro Colletta, Roma, Vittoriano, 1938 - Le note di Gabriele Pepe alla Storia del Colletta, in “Rassegna storica del Risorgimento”, 1939 (XXVI), n. 6, pp. 675-682 COVARRUBIAS OROZCO Sebastián de, Tesoro de la lengua castellana o española, Madrid, Castalia 1995; I ed. Madrid, Luis Sánchez, 1611 CROCIANI P., ILARI V., PAOLETTI C., Storia militare del Regno Italico (1802-1814), 2 voll. in 3 tomi, Roma, Stato Maggiore dell’Esercito - Ufficio Storico, 2003 CÚNDARO M., Historia político-crítico militar de la plaza de Gerona en los sitios de 1808 y 1809, Gerona, C.S.I.C. – Diputación Provincial de Gerona, 1950 CUOCO V., Saggio storico sulla rivoluzione napoletana del 1799, Milano, Tipografia Milanese, 1802 D’ANCONA A., Ricordi ed Affetti, Milano, Treves, 1902 D’AYALA M., Le vite de’ più celebri capitani e soldati napoletani dalla giornata di Bitonto fino a dì nostri, Napoli, Stamperia dell’Iride, 1843 DARDANO M., Manualetto di linguistica italiana, Bologna, Zanichelli, 1996 DE FRANCESCO A., Vincenzo Cuoco una vita politica, Roma-Bari, Laterza, 1997 DE GUBERNATIS A., Un duel historique. Lettres inédites de Lamartine et du Colonel Pepe, in “Revue des Revues”, 1897, (VIII), vol. 23, pp. 397-407 DE LAUGIER C., Gli Italiani in Russia. Memorie di un uffiziale italiano per servire alla storia della Russia, della Polonia e dell’Italia nel 1812, 4 voll., Italia, 1826-1827 - Fasti e vicende di guerra dei popoli italiani dal 1801 al 1815 o Memorie di un uffìziale italiano per servire alla Storia d’Italia nel suddetto periodo, 13 voll., Firenze, s.e. (ma Batelli), 1829-1838 1128

DE LISIO P.A., MARTELLI S., Lingua e cultura nell’Ottocento meridionale. Un’area regionale: il Molise, I, Salerno, CUES, 1978 GRANDE DIZIONARIO italiano dell’uso, a cura di/a cargo de De Mauro T., 8 voll., Torino, UTET, 2000-2007 DE NICOLA C., Diario napoletano dal 1798 al 1825, 3 voll., Napoli, Società Napoletana di Storia Patria, 1906; ristampa anastatica/reimpresión facsimilar, Napoli, Luigi Regina, 1999 DE RENSIS R., Gabriele Pepe e il suo soggiorno a Firenze, in Idem, Rinascenza sannitica, Milano, Edizione del “Pensiero latino”, 1907, pp.37-52 DE RUBERTIS A., L’Antologia di G.P. Vieusseux, Foligno, Campitelli, 1922 - Per la raccolta degli scritti di Gabriele Pepe, in “Rassegna Storica del Risorgimento”, 1937 (24), n. 9, pp. 1441-1452 DEL GIUDICE G., Carlo Troya: vita pubblica e privata, studi, opere; con appendice di lettere inedite ed altri documenti, Napoli, Giannini, 1899 DELLA PERUTA F., Il giornalismo dal 1847 all’Unità, in Castronovo V., Tranfaglia N., Storia della stampa italiana, II, La stampa italiana del Risorgimento, pp. 249-569 - Esercito e società nell’Italia Napoleonica, Milano, Angeli, 1988 DEVOTO G., OLI G. C., Il Dizionario della lingua italiana, Firenze, Le Monnier, 2002-2003 DEVOTO G., Profilo di storia linguistica italiana, Firenze, La Nuova Italia, 1976 DIZIONARIO Biografico degli Italiani, Roma, Istituto della Enciclopedia Italiana, voll. 72, A-M, 1960-2099 DIZIONARIO Francese-Italiano, Italiano-Francese, Milano, Garzanti, 1987 DOMÍNGUEZ ORTIZ, A., Sociedad y estado en el siglo XVIII español, Barcelona, Ariel, 1976 DONIZONE. Vita di Matilde di Canossa, a cura di/a cargo de Golinelli P. Milano, Jaca Book, 2008 DOYON A., LIAIGRE L., Jacques Vaucanson mécanicien de génie, Paris, PUF, 1966 DUHESME PH.-G., Mémoires du général Duhesme ou précis historique des opérations politiques et militaires, pendant qu’il a commandé en chef dans la Catalogne en 1808, in Beauchamp, Collection des Mémoires, IV, pp. I-VI, 1-104 ELLERO M. P., Introduzione alla retorica, Firenze, Sansoni, 1997 EMSLEY C., The Longman Companion to Napoleonic Europe, London, Longman, 1993 ESPITALIER A., Napoléon et le roi Murat 1808-1815 d’après de nouveaux documents, Paris, Perrin, 1910 FERNÁNDEZ GARCÍA E., Las mujeres en los sitios de Girona: la “Compañía de Santa Barbara”, in Castells, Espigado, Cruz Romeo, Heroínas y patriotas, pp. 105-128 1129

FERRARI C., Memorie postume del cavalier Costante Ferrari, Capitano delle Guardie Reali del regno Italico, Tenente-Colonnello nelle Americhe e Colonnello effettivo in Italia, a cura di / a cargo de M. Menghini, Milano, ISPI, 1942 (I ed. 1855) FERRER R., Barcelona cautiva, ó sea diario exacto de lo ocurrido en la misma ciudad mientras la oprimieron los franceses, esto es, desde el 13 de febrero de 1808, hasta el 28 de mayo de 1814, 7 voll., Barcelona, Brusi, 1815-1819. FILANGIERI FIESCHI RAVASCHIERI T., Il generale Carlo Filangieri principe di Satriano e duca di Taormina, Milano, Treves, 1902 Filiazione de’ rei di Stato, condannati dalla Suprema Giunta di Stato, e da’ Visitatori Generali in vita, e a tempo, ad essere asportati da’ Reali Domini, Napoli, Stamperia Reale, 1800 FOLENA G., L’italiano in Europa. Esperienze linguistiche del Settecento, Torino, Einaudi, 1983 FORREST A., Conscript and Deserters. The Army and French Society during the Revolution and Empire, New York-Oxford, Oxford University Press, 1989 - Napoleon’s Men. The Soldiers of the Revolution and Empire, London, Hambledon and London, 2002 FOY M.-S., Histoire de la guerre de la Péninsule sous Napoléon, 4 voll. e un atlante, Paris, Baudoin, 1827 FRANCISCO OLMOS J.MA. DE, Conflictos bélicos y circulación de moneda extranjera em España 1808-1836. La documentación de la inestabilidad, in “Información y Documentación”, 2001 (11), n. 1, pp. 109-131 FUGIER A., Napoléon et l’Espagne, 2 voll., Paris, Alcan, 1930 GALANTI G.M., Descrizione geografica e politica delle Sicilie, 4 voll, Presso li soci del Gabinetto Letterario, 1789-1798 - Napoli e contorni, Napoli, Borel, 1829 GALLI M., Il Colonnello Gabriele Pepe e il suo duello con Alfonso di Lamartine in “Rivista Militare Italiana”, 1907, LII, pp. 1347-1368; 1746-1773; 2020-2045; 1908, LIII, pp. 253-275; 535-560 GARCÍA CÁRCEL R. (coord.), Historia de España, siglo XVIII. La España de los Borbones, Madrid, Cátedra, 2002 GARCÍA CARRIÓN M., «¿Por qué me habéis hecho soldado, si no podía dejar de ser mujer?». El mito de Agustina de Aragón en su primera recreación cinematográfica, in Castells, Espigado, Cruz Romeo, Heroínas y patriotas, pp. 129-153 GARNIER J., Complément et supplément à la Nouvelle Bibliographie Critique des Mémoires sur l’Époque Napoléonienne, Paris, SPM, 1996 GENTILE E., (a cura di/a cargo de), Atti del Parlamento delle Due Sicilie18201821, 5 voll., Bologna, Zanichelli, 1926-1931 1130

GEOFFROY DE GRANDMAISON CH.-A., L’Espagne et Napoléon, 3 voll., Paris, Plon Nourrit, 1908/1931 GOUVION-SAINT-CYR L., Journal des opérations de l’Armée de Catalogne en 1808 et 1809, ou matériaux pour servir à l’histoire de la guerre d’Espagne, con atlante, Paris, Dumaine, 1865 (I ed. 1821) GRAHIT Y PAPELL E., Reseña histórica de los Sitios de Gerona de 1808-1809, Gerona, Paciano Torres, 1894 GRAMSCI A., Gli intellettuali e l’organizzazione della cultura, Torino, Einaudi, 1949 GRANDE DIZIONARIO della lingua italiana, a cura di / a cargo de Battaglia S., Bàrberi Squarotti G., 24 voll., Torino, UTET, 1961-2008 GRASSET A.-L., La guerre d’Espagne 1807-1813, 3 voll., Paris, Berger Levrault, 1914/1932 GUIOMAR J.-Y., L’invention de la guerre totale, XVIIIe-XXe siècle, Paris, Félin, 2004 HERNÁNDEZ ENVIZ L., Gli archivi catalani e le truppe italiane nella Guerra del Francés, in Scotti Douglas, Ancora sugli Italiani, pp. 79-108 HERRERA GÓMEZ M., Demografía e ilustración en España, Granada, Universidad de Granada, 1999 HIPPLER T., Les soldats allemands dans l’armée napoléonienne d’après leurs autobiographies: micro-républicanisme et décivilisation in “Annales Historiques de la Révolution Française”, 2007, n. 348, pp. 117-130 ILARI V., Le truppe italiane in Spagna in Scotti Douglas, Gli Italiani in Spagna, pp. 449-481 Gli italiani in Spagna, in Scotti Douglas, Gli Italiani in Spagna, pp. 161-190 ILARI V., CROCIANI P., BOERI G., Storia militare del regno murattiano (1806-1815), 3 voll., Invorio, Widerholt Frères, 2007 JANNONE G., Il duello Pepe-Lamartine su documenti inediti, Terni, Visconti, 1912 - “Pepe Cayenne”. Episodio storico del 1821, in “Rivista d’Italia”, 1916, luglio, pp. 134-142 - Gabriele Pepe maestro di napoleonidi, Estratto da “Rassegna nazionale”, 1917, n. 1, pp. 1-17 KAFKA F., Quaderni in ottavo, note di Max Brod, traduzione di Italo Alighiero Chiusano, Milano, SE, 2002; trad. esp. Cuadernos en octavo. Seguidos de “Reflexiones sobre el pecado, el sufrimiento, la esperanza y el verdadero camino”, traducción, introducción y notas de Carmen Gauger, Madrid, Alianza, 1999 LABORDE A. DE, Itinéraire Descriptif de L’Espagne, et Tableau Élémentaire des Différentes Branches de l’Administration et de l’Industrie de ce Royaume, 5 voll. e un atlante, Paris, Nicolle et Lenormant, 1808 1131

LAFFAILLE G., Mémoires sur la campagne du corps d’arméedes Pyrénées-Orientales, commandé par le Général Duhesme, en 1808; suivis d’un prècis des campagnes de Catalogne de 1808 a 1814, Paris, Anselin et Pochard, 1826 LAMARTINE ALPHONSE DE, Le dernier chant du pèlerinage de Childe-Harold, Paris, Dondey-Dupré, 1825 LA PARRA LÓPEZ E., Manuel Godoy. La aventura del poder, Barcelona, Tusquets, 2002 LAS CASES, CONDE DE, Memorial de Napoleón en Santa Elena, México, FCE, 1990 LAVAUX F., Mémoires de François Lavaux sergent au 103e de ligne (1793-1814), Paris, Dentu, 1894? LE GOFF J., Pour un long moyen âge in L’imaginaire médiéval, Paris, Gallimard,1985 pp.7-13 LEPRE A., La rivoluzione napoletana del 1810-1821, Roma, Editori Riuniti, 1967 LISSONI A., Gl’Italiani in Catalogna, Lettere di A.L. ufficiale di cavalleria italiano, Londra (ma Milano, De Stefanis) 1814 Episodi della guerra combattuta dagli Italiani in Spagna, 2 voll., Milano, 1843, Civelli e C. LOMBARDI V., Civitacampomarano fra la fine del Settecento e la metà dell’Ottocento. Fruizione e pratica musicale, musicisti e testimonianze bibliografiche, in “Almanacco del Molise”, XXX (2000-2001), pp. 299-342 LUMBROSO A., Di Gabriele Pepe e del suo duello con Alfonso di Lamartine, Torino, Roux e Frassati, 1899 MACDONALD E.-J, Souvenirs du Maréchal Macdonald Duc de Tarente, avec une introduction par M. Camille Rousset, Paris, Plon, 1892 MADELIN L., La Rome de Napoléon. La domination française à Rome de 1809 à 1814, Paris, Plon, 1906 MARASCHIO N., Grafia e ortografia: evoluzione e codificazione, in AA.VV., Storia della lingua italiana, I, pp. 139-227 MARTI M., L’epistolario come «genere» e un problema editoriale, in Studi e problemi di critica testuale, Bologna, Commissione per i testi di lingua, 1961, pp. 203-208 MEISSNER G. (ed.), Allgemeines Künstlerlexicon: die bildenden Künstler aller Zeiten und Völker, 56 voll. ad oggi, München-Leipzig, K. G. Saur, 1992MERCADER RIBA J., Barcelona durante la ocupación francesa (1808-1814), Madrid, C.S.I.C. Instituto Jerónimo Zurita, 1949 - Catalunya i l’Imperi Napoleònic, Montserrat, Abadia de Montserrat, 1978. MIGLIORINI B., Storia della lingua italiana, Milano, Bompiani, 1987 MINALI G., Historia militar de Gerona, que comprende particularmente los dos Sitios de 1808 y 1809, Gerona, Figaró, 1840 1132

MINCONE F., Antonio Lissoni e Gl’Italiani in Catalogna, in Scotti Douglas, Gli Italiani in Spagna, pp. 328-343 MOLINER PRADA A., L’immagine dei soldati italiani in Catalogna nella Guerra del Francés, in Scotti Douglas, Gli Italiani in Spagna, pp. 60-93 MORTARA GARAVELLI B., Manuale di retorica, Milano, Bompiani, 1989 - Prontuario di punteggiatura, Roma-Bari, Laterza, 2003 MUSIANI E., Circoli e salotti femminili nell’Ottocento. Le donne bolognesi tra politica e sociabilità, Bologna, CLUEB, 2004 NIEVO I., Le confessioni di un Italiano, Milano, Treves, 1931 Ocupació i resistència a la guerra del Francès, 1808-1814. Actes del Congrés, Barcelona 5-7 octubre 2005, Barcelona, Museu d’Història de Catalunya, 2007 OLIVIERI G., Notizie su la vita di Gabriele Pepe con la giunta di alcune lettere inedite, Campobasso, Colitti, 1904 PAGANEL C., Histoire de Frédéric le Grand, 2 voll., Paris, Desauges, 1830 PALADINO G., Il quindici maggio del 1848 in Napoli, Milano-Roma, Dante Alighieri, 1920 PALERMO M., Il tipo «il di lui amico» nella storia dell’italiano, in “Studi linguistici italiani”, XXIV (1998), pp. 12-50 PEPE G., Memoria sui mezzi che menano all’italiana indipendenza, Paris, Paulin, 1833 L’Italia militare e la guerra di sollevazione, Paris, Pihau de la Forest, 1836; II ediz. Venezia, Gattei, 1849, con Sulla guerra di sollevazione per bande sostenuta da esercito permanente - Memorie del generale Guglielmo Pepe intorno alla sua vita e ai recenti casi d’Italia scritte da lui medesimo, 2 voll., Parigi, Baudry, Libreria Europea, 1847 PEPE M., Elementi biografici relativi al generale Gabriele Pepe raccolti dal nipote, Campobasso, Colitti, 1897 PETITEAU N., Napoléon et l’Espagne in AA.VV., Les acteurs, pp. 13-31 PICARD L.-A., Guerres d’Espagne, 2 voll.,Paris, Jouve, 1911/1913 PRUNAS P., L’Antologia di Gian Pietro Vieusseux. Storia di una rivista italiana, Roma-Milano, Società Editrice Dante Alighieri, 1906 RAMISA I VERDAGUER M., Els Catalans i el domini Napoleònic (Catalunya vista pels oficials de l’exèrcit de Napoleó), Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1995 (ed.), Guerra napoleònica a Catalunya (1808-1814): Estudis i documents, Barcelona, Publicacions de l’Abadia de Montserrat, 1996. RECASENS I COMES J.M., El Corregimiento de Tarragona y su Junta en la Guerra de la Independencia (1808-1811), Tarragona, Diputación Provincial, 1958L’administració Suchet a les comarque tarragonines Barcelona, Dalmau, 1973 1133

RICCIARDI G. N., Memorie autografe d’un ribelle ovvero prolegomeni del fuoruscito, Milano, Battezzati, 1873 RICCIARDI G., Vita ed opere di Amodio Ricciardi nella rivoluzione napoletana del 1799, Milano, Tipografia “Popolo d’Italia”, 1933 ROHLFS G., Grammatica storica della lingua italiana e dei suoi dialetti, 3 voll., Torino, Einaudi, 1968 ROSI M., Dizionario del Risorgimento Nazionale. Dalle origini a Roma Capitale. Fatti e persone, 4 voll., Milano, Vallardi, 1931-1937 ROURA I AULINAS LL., Desorganització, frustració militar i estratègia revolucionària a Catalunya davant l’ocupació napoleònica in Ocupació, pp. 109-115 - Expectativas y frustración bajo el reformismo borbónico in García Cárcel, Historia, pp. 167-221 - El reinado de todos juntos (1789-1808), in García Cárcel, Historia, pp. 231-280 - Guerra gran a la ratlla de França: Catalunya dins la guerra contra la Revolució francesa (1793-1795), Barcelona, Curial, 1993 RUBERTO L., Un articolo dantesco di G. Pepe e il suo duello con Alfonso di Lamartine, Firenze, Sansoni, 1898 SABATINI F., COLETTI V. (a cura di / a cargo de), Dizionario italiano Milano, Rizzoli, 2006 SAHLINS P., Boundaries: the making of France and Spain in the Pyrenees, Berkeley, CA, University of California Press, 1989; tr. catalana, Fronteres i identitats: la formació d’Espanya i França a la Cerdanya, s. XVII-XIX, Vic, Eumo, 1993 SALVAT Y BOVÉ J., Tarragona en al Guerra y en la Postguerra de la Independencia, Tarragona, Real Sociedad Arqueólogica Tarraconense, 1965 SCOTTI DOUGLAS V. La guerriglia negli scrittori risorgimentali italiani prima e dopo il 1848-1849, in “Il Risorgimento”, 1975 (XXVII), n. 3, pp. 93-122 - Il numero era potenza…anche per gli Ilustrados del Diciottesimo spagnolo in “Spagna contemporanea”, 2001, n. 20, pp. 247-250 - Las «comisiones reservadas» de los confidentes de la Junta Central Suprema Gubernativa, in Armillas Vicente, La Guerra de la Independencia, I, pp. 165-190 - Los italianos en la Guerra de la Independencia. Una primera aproximación in Acosta Ramírez, Conflicto y sociedad, pp. 47-75 - (a cura di/a cargo de), Gli italiani in Spagna nella guerra napoleonica (18071813). I fatti, i testimoni, l’eredità. Atti del IV convegno Internazionale di “Spagna Contemporanea”. Novi Ligure, 22-24 ottobre 2004, Edizioni dell’Orso, Alessandria 2006 - Gabriele Pepe e la sua visione della Spagna e della guerra in Idem, Gli Italiani in Spagna, pp. 279-301 - El conde Cesare de Laugier, un olvidado cronista de los italianos en la Guerra de 1134

la Independencia, in Actas del I Encuentro Internacional sobre la Guerra de la Independencia (Oviedo, 19- 21 de Abril 2006), in “El Basilisco”, 2006, n. 38, pp. 31-40 - Los periódicos italianos, la propaganda napoleónica, y la Guerra de la Independencia, in “Trienio. Ilustración y Liberalismo”, 2008. n. 52, pp. 97-140 - Ancora sugli Italiani in Spagna durante la Guerra de la Independencia. Giornata internazionale di studio Milano, 24 gennaio 2008, Milano, Comune di Milano, 2009 - Un miroir infidèle: la guerre d’Espagne vue à travers le “Giornale Italiano” de Milan, in L’Espagne en 1808 régénération ou révolution? Actes du Colloque international, Aix-en-Provence 24-25 avril 2008, Aix-en Provence, MMSH, in corso di stampa/en vías de publicarse - Los curas y las armas. Mito e realtà della partecipazione ecclesiastica alla Guerra de la Independencia, in Botti, Clero e guerre spagnole SENÉN DE CONTRERAS J., Mémoire sur le siège de Tarragonne, l’assaut, e la prise de cette place, au mois de juin 1811, Londres, Hay & Cie., 1813 - Sitio de Tarragona: lo que pasó entre los franceses el general Contreras que la defendió, sus observaciones sobre la Francia, y noticia del nuevo modo de defender las plazas, Madrid, Ibarra, 1813 - Mémoire sur le siège de Tarragonne, l’assaut, e la prise de cette place, au mois de juin 1811, in Beauchamp, Collection de Mémoires, IV, pp. 221-316 SERIANNI L., Grammatica italiana. Italiano comune e lingua letteraria, Torino, UTET, 1988 - Il primo Ottocento: dall’età giacobina all’Unità d’Italia, in Bruni F. (a cura di/a cargo de), Storia della lingua italiana, Bologna, Il Mulino, 1989 - La prosa in AA. VV. Storia della lingua italiana, I, pp. 451-497 SETTEMBRINI L., Lezioni di Letteratura Italiana dettate all’Università di Napoli, 3 voll., Napoli, Morano, 1872. - Ricordanze della mia vita e Scritti autobiografici, a cura di/a cargo de M. Themelly, Milano, Feltrinelli, 1961 (I ed. 1879) SISMONDI CH.-L.-S., Histoire des Républiques Italiennes du Moyen Age, 16 voll., Zurigo-Parigi 1807-1818 SIX G., Dictionnaire biographique des Généraux & Amiraux Français de la Révolution et de l’Empire (1792-1814), 2 voll., Paris, Saffroy, 1934 SPAGGIARI W., La lettera dall’esilio, in Tellini G. (a cura di/a cargo de), Scrivere lettere. Tipologie epistolari nell’Ottocento italiano, Roma, Bulzoni, 2002, pp. 41-81 Storia della lingua italiana. I luoghi della codificazione, 3 voll., Torino, Einaudi, 1993-1994 SUCHET L.-G., Mémoires du Maréchal Suchet, Duc d’Albufera, sus ses campagnes 1135

en Espagne depuis 1808 jusqu’en 1814. Écrits par lui-même, 2 voll. e un atlante, Paris, Bossange, 1828 - Atlante, ristampa anastatica/reimpresión facsimilar, Zaragoza, Institución Fernando el Católico, 2008 TAM L., Dizionario Spagnolo- Italiano, Diccionario Italiano – Español, Milano, Hoepli, 1997 TOMMASEO N., BELLINI B. (a cura di/a cargo de), Dizionario della lingua italiana, 7 voll., Torino, UTET, 1865-1879 TOMMASEO N., Di Giampietro Vieusseux e dell’andamento della civiltà italiana in un quarto di secolo, Firenze, Polverini, 1863 - Dizionario estetico, 4a ristampa, Firenze, Le Monnier, 1867 TULARD J., Napoléon ou le mythe du sauveur, Paris, Fayard, 1977 - (dir.), Dictionnaire Napoléon, Paris, Fayard, 1987 - Nouvelle bibliographie critique des mémoires sur l’époque napoléonienne écrits ou traduits en français, Genève, Droz, 1991 UCELAY-DA CAL E., Agustina, la dama del cañon : el topos de la heroína fálica y el invento del patriotismo, in Castells, Espigado, Cruz Romeo, Heroínas y patriotas, pp. 193-265 UHLÍ DUŠAN, L’epilogo dell’intervento austriaco contro Napoli nel 1821 e l’esilio dei murattisti napoletani Colletta e Pepe in Moravia, in “Historica”, VIII, 1964, pp. 89-99 VACANI C., Storia delle campagne e degli assedi degl’italiani in Spagna dal MDCCCVIII al MDCCCXIII, 3 voll., Milano, Pagnoni, 1845 (I ed. con atlante, Milano, Imperial Regia Stamperia, 1823) VALLARDI G, Itinerario italiano o sia Descrizione dei viaggi per le strade più frequentate alle principali città d’Italia, Milano, Vallardi, 1809 VITALE M., La questione della lingua, Palermo, Palumbo, 1984 WEIL M.-H., Joachim Murat, Roi de Naples. La dernière année de règne (Mai 1814-Mai 1815), Paris, Fontemoing, 1909 - Le prince Eugène et Murat, 1813-1814: opérations militaires, négociations diplomatiques, 5 voll., Paris, Fontemoing, 1902 WOOLF S., La Europa Napoleónica, Barcelona, Crítica, 1992 ZAGARIA R., Gabriello Pepe e Carlo Troya, in “Rassegna storica del Risorgimento”, 1929 (XVI), n. 2, pp. 355-414 ZANI P., Enciclopedia metodica critico-ragionata delle belle arti, 28 voll., Parma, Tipografia Ducale, 1823 ZANOLI A., Sulla milizia cisalpino-italiana. Cenni storico-statistici dal 1796 al 1814, 2 voll., Milano, Borroni e Scotti, 1845

1136

Indici - Índices

In questo indice sono presenti i nomi e i cognomi delle persone citate nell’opera, dall’Introduzione sino al termine dei testi e nella Bibliografia generale. Quando non si è potuto rintracciarne il nome, se ne è segnalato il grado, il titolo nobiliare, la condizione ecclesiastica, la posizione sociale, quanto cioè può servire a una migliore identificazione del personaggio. Gli Autori citati, nel testo o nelle note, sono indicati in maiuscoletto. Sono in corsivo i numeri di pagina che rinviano ai testi in spagnolo. Non è presente in questo Indice il nome di Gabriele Pepe, che ricorre praticamente a ogni pagina. En este índice están presentes los nombres y apellidos de las personas citadas en la obra, desde la Introducción hasta el final de los textos y en la Bibliografía general. Cuando no se ha podido identificar el nombre, se ha señalado el grado, el título nobiliar, la condición eclesiástica, la posición social, es decir lo que pueda resultar útil para una mejor identificación del personaje. Los Autores citados, en el texto o en las notas, están indicados en letra versalita. Se han indicado en cursiva los números de página que remiten a los textos en español. No aparece en este Índice el nombre de Gabriele Pepe, que recurre prácticamente en cada página.

1138

Indice onomastico - Índice onomástico

1139

1140

1141

1142

1143

1144

1145

1146

1147

In questo indice sono presenti i nomi delle località citate nell’opera, dall’Introduzione sino al termine dei testi. I nomi che nel testo hanno una grafia errata o che non corrispondono alla lezione moderna sono rinviati alla voce corretta. Sono in corsivo i numeri di pagina che rinviano ai testi in spagnolo.

En este índice están presentes los nombres de los lugares citados en la obra, desde la Introducción hasta el final de los textos. Los nombres que en el texto aparecen con una grafía incorrecta y que no corresponde a la moderna remiten a la voz correcta. Se han indicado en cursiva los números de página que remiten a los textos en español.

1148

Indice toponomastico - Índice toponímico

1149

1150

Volume I – Volumen I

Nicola D’Ascanio

Saluto del Presidente della Provincia di Campobasso Saludo del Presidente de la Provincia de Campobasso

5 7

Vittorio Scotti Douglas Ringraziamenti Agradecimientos

9 13

Vittorio Scotti Douglas Introduzione Introducción

17 25

Avvertenze Advertencias

33 34

Lluís Roura i Aulinas

Le truppe italiane e la Guerra del Francès: guerra patriottica o guerra mercenaria? Las tropas italianas en la Guerra del Francès: ¿guerra patriótica o guerra mercenaria?

Vittorio Scotti Douglas Gabriele Pepe “rivoluzionario” moderato e coerente Gabriele Pepe “revolucionario” moderado y coherente Mauro Bico

Le nozze di Marte e Minerva La lingua di Gabriele Pepe Tra scrittura diaristica, epistolare e saggistica Las bodas de Marte y Minerva La lengua de Gabriele Pepe entre diario, epístola y ensayo

35 55

75 121

169

205

I manoscritti – Los manuscritos

243

Criteri di trascrizione

245

Gabriele Pepe

Galimatias 1 (G1)

249

Testo italiano

Indice generale – Índice general

477

1151

Volume II – Volumen II

Gabriele Pepe

Galimatias 1 (G1)

487

Texto castellano

Manoscritto intermedio (MInt)

709

Testo italiano

Manuscrito intermedio (MInt)

735

Texto castellano

Galimatias 2 (G2)

761

Testo italiano

Galimatias 2 (G2)

825

Texto castellano

Rapporto Aquino (RA)

891

Testo italiano

Informe Aquino (RA)

915

Texto castellano

Lettera al Commendatore (LC)

941

Testo italiano

Carta al Comendador (LC)

965

Texto castellano

Lettere (Lettere)

991

Testo italiano

Cartas (Lettere)

1055

Texto castellano

Gli Autori – Los Autores

1115

Opere di Gabriele Pepe – Obras de Gabriele Pepe

1119

Bibliografia generale – Bibliografía general

1125

Indice onomastico – Índice onomástico

1139

Indice toponomástico – Índice toponímico

1149

1152

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.