Dadme sonido y cambiaré (la percepción de) el mundo

June 13, 2017 | Autor: Concha García | Categoría: Bioacoustics, Sonic Arts, Antropology of Sound
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¡DADME SONIDO Y CAMBIARÉ (LA PERCEPCIÓN DE ) EL MUNDO…!

RESUMEN La presente ponencia se centra en las posibilidades de los discursos espaciales sonoros de contribuir a la creación de metáforas, cambiar los procesos metafóricos en base a los cuales vivimos, es decir, en su función heurística, y de producción de espacio, en el sentido que Henry Léfevre desarrolla1. Considera el sonido distribuido en el espacio como una expansión del concepto de escultura (entendiendo el término expansión en el sentido en que Rosalind Krauss lo utilizó en su ensayo “Sculpture in the Expanded Field2) que coloca al cuerpo en lugar central, y analiza el papel que en la tendencia del experiencialismo de las ciencias cognitivas concede al cuerpo en la creación de sistemas conceptuales, utilizando la metáfora como elemento fundamental. Sugiere que las formas sonoras distribuidas en el espacio pueden generar espacios virtuales que aumenten nuestra consciencia espacial y permitan enfrentarse de forma crítica a los espacios representacionales, al lenguaje y las representaciones del cuerpo institucionalizadas.

El material aural que constituye uno de los dos elementos fundamentales de nuestro estudio (es decir, el sonido y el espacio), es el continuum sonoro procedente de la sustitución del concepto tradicional de sonido musical por el de frecuencia, y tiene carácter autónomo, es decir, está separado del cuerpo que lo produce y el tiempo de producción, gracias a los medios de grabación, distribución y reproducción sonora. Con la consideración de los sonidos como objetos sonoros, la composición con sonidos fijados sobre soporte, su edición, transformación y proyección en el espacio, se hace patente el descubrimiento de la materialidad del sonido y que la secuencia sonora tiene dimensiones espaciales: forma

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Lefevre, Henry. La Production De l´espace. Paris: Arthropos, 1974.

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Krauss, Rosalind. (1979, Spring). Sculpture in the Expanded Field. OCTOBER, 8.

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conjuntos y figuras en el espacio. El espacio, convertido así en dimensión compositiva, hace de lo sonoro un nuevo arte espacial. Este enfoque nos conduce inevitablemente a hablar de forma. En vez de forma como apariencia de contornos definidos y estables, al referirnos a ella, estaremos hablando de procesos de formación, enfoque influido por la definición de Gestalt que hace Carl Einstein en su texto, nunca terminado, titulado “Gestalt y Concepto” : forma que guarda relación con el concepto de ruido, de complejidad, de evento, de no continuidad, de situarse en el vórtex del proceso, de destrucción de la unidad semántica, y lo que es fundamental, de elemento generador de nuevas relaciones y por tanto de nuevos significados, de acción verbal. En esta aproximación, el cuerpo ocupa un lugar central: el cuerpo que reúne extremos opuestos, es el sujeto de la percepción y es atravesado por leyes físicas, fisiológicas, psicológicas, lingüísticas, emocionales, perceptuales… Según la visión tradicional de la experiencia y el conocimiento, la razón es abstracta e independiente del cuerpo. La nueva visión defendida por la tendencia de las ciencias cognitivas conocida como experiencialismo y representada por las teorías desarrolladas por George Lakoff y Mark Johnson, concretamente la “Teoría de la Mente Corpórea3” defiende que el pensamiento está corporeizado, es decir, que las estructuras utilizadas para construir nuestros sistemas conceptuales, parten de la experiencia corporal, y cobran sentido en estos términos. La metáfora en este enfoque tiene trascendencia cognitiva porque es el proceso central por el que corporeizamos los conceptos abstractos. Para estructurar el conocimiento utilizamos varios tipos de metáforas: estructurales, las orientacionales o espacializadoras (surgidas de las características de nuestro cuerpo y tienen que ver con la orientación espacial: arribaabajo, dentro-fuera, delante-detrás, profundo-superficial, central-periférico. Proceden de la imantación del espacio por nuestra experiencia corporal y definen las manifestaciones proxémicas) y las metáforas ontológicas, basadas en entender acontecimientos, emociones, ideas, actividades, en base a nuestras experiencias cotidianas con los objetos físicos. El significado de las metáforas no es objetivo, por lo que la comunicación implica una negociación de significado y una voluntad de “dejarse horadar” por las metáforas ajenas.

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Lakoff, George. Philosophy in the Flesh: The Embodied Mind and Its Challenge to Western Thought. New York: Basic Books Inc., Publishers, 1999.

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El espacio surge en este proceso como una diferenciación de nuestro propio cuerpo, organizado según elementos que lo dotan de sentido. Por medio de la objetivación4, realizamos proyecciones significativas de extensión a nuestro cuerpo, percibiendo los objetos, que permiten modular espacios, con existencia independiente del perceptor. El espacio vivencial5 centralizado por quien lo experimenta, es un espacio relacional poblado de direcciones, trayectorias, esquemas espaciales que constituyen imágenes –esquema6. Si tenemos en cuenta su dimensión acústica, éste espacio vivencial puede ser considerado como un fonotopo7: semiosfera sonora poblada de sonidos significativos, separada de los no significativos (alosemióticos) que no logran emocionarnos. En la creación y modificación de esa esfera sonora, puede desempeñar un papel fundamental la composición, por medio de la creación de espacios- forma. El término, ha sido utilizado por Denis Smalley8 para referirse al espacio creado por el sonido proyectado en el espacio, cuya percepción es transmodal, ya que implica el tacto y la propiocepción. Participa de los conceptos de atmósfera y de inmersión: atmósfera entendida como fenómeno de mediación, experimentada afectivamente. Trae consigo el predominio de la experiencia espacial frente a la temporal, cuyo concepto transforma. Inmersión como búsqueda de espacios imaginarios en los que el cuerpo perceptivo se coloca en el centro. El otro concepto fundamental involucrado es el de composición9, entendida como re-semantización contextual que permite crear nuevos significados, nuevas metáforas, la invención de códigos nuevos, como puesta en relación que implica un des-ensamblar y descomponer previos. La composición de las formas sonoras (Gestalts) y su distribución espacial, crea discursos de espacio con estructuras morfológicas que adoptan esquemas basados en nuestra 4

Schachtel, Ernest G. Metamorphosis. On the Development of Affect, Perception, Attention and Memory. New York: Basic Books Inc., Publishers, 1959. 5

Utilizando el concepto desarrollado por Otto Friedrich Bollnow en Bollnow, Otto Friedrich. Hombre y Espacio. Barcelona: Editorial Labor, S.A., 1969 66

Lakoff, George, and Mark Johnson. Metáforas De La Vida Cotidiana. Madrid: Cátedra, 1986

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Sloterdijk, Peter. Esferas III. Espumas. Esferología Plural. Madrid: Siruela, 2009. 290-297.

8

Smalley, D. (2007, Space Form and the acousmatic image. Organised Sound, 12, 35. Aunque Smalley lo utiliza en el contexto de la música acusmática, nosotros, por extensión, creemos que puede utilizarse para todas las formas artísticas que utilizan el sonido distribuido en el espacio. 9

Utilizamos el concepto de composición desarrollado por Jacques Attali en Attali, Jacques. Noise. the Political Economy of Music. Minneapolis: University of Minnesota Press, 1985.

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percepción y forma de conceptualización: imágenes- esquema establecidas a partir de la experiencia corporal multimodal y de la comprensión de nuestro cuerpo (cuerpo como contenedor formado por partes, direcciones asociadas no equivalentes ni intercambiables) imantado por la fuerza gravitatoria y los arquetipos estáticos10 y procesos asociados: emergencia-transición, desaparición, ataque-mantenimiento-liberación, formas sonoras sostenidas, crecimiento - movimiento y significados asociados a ellos. Una cultura de la composición sonora, puede contribuir a modificar las narrativas oficiales: las representaciones oficiales del espacio11, y a que se vean como lo que en realidad son: estructuras precarias impuestas y susceptibles de ser utilizadas como meras herramientas para ser transformadas, para producir nuevos espacios narrativos.

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Bayle, François (1993), Musique acousmatique. Propositions... Positions. Paris: INA-GRM/BuchetChastel. 11

Lefevre, Henry. La Production De l´espace. Paris: Arthropos, 1974.

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