Curso de iconografía religiosa

June 7, 2017 | Autor: M. Monreal Casamayor | Categoría: Religion, Iconography, Arquitectura, Iconografia, Iconografia Cristiana
Share Embed


Descripción

CURSO

DE



ICONOGRAFÍA RELIGIOSA

EN LA

HISTORIA DEL ARTE







CRETA

2011




TRABAJO FIN DE CURSO

Manuel Monreal Casamayor

CENTRO REGIONAL de ESTUDIOS TEOLÓGICOS de ARAGÓN

* C R E T A*

Ronda Hispanidad, 10. 50009. Zaragoza





C U R S O S E S P E C I A L E S

ICONOGRAFÍA RELIGIOSA en la HISTORIA DEL ARTE



Lunes: del 14 de Febrero al 30 de Mayo
Horario: de 18.00 a 19, 30 horas.


Reconocido por la Facultad
De Filosofía y Letras de Zaragoza
Con créditos de libre elección



Coordinador: D. Pedro Fraile


Cuadro de Profesores:

Dr. Pedro Fraile
Dr. Bernardino Lumbreras
Dr. Ernesto Brotons
Dr. Emilio Aznar del Cazo
Dr. Luis María Torra






CURSO de ICONOGRAFÍA RELIGIOSA
en la
HISTORIA del ARTE*

ORGANIZA: Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón
COORDINADOR: D. Pedro Fraile

Trabajo fin de Curso




Justificación.
El trabajo de fin de curso que presento pretende ser la plasmación de
lo aprendido durante las horas lectivas, complementadas con la consulta de
la bibliografía pertinente, al objeto de que no se desvanezca la enseñanza
recibida por no dejar constancia escrita, a veces demasiado meticulosa,
aunque disculpable porque lo que escribo es para mi uso personal que soy,
creo, el que mejor conoce mis carencias en este tema de la iconografía
religiosa.
Sirvan las líneas precedentes como justificación de lo que expongo a
continuación ya que no tienen otro objeto que el indicado, aparte del de
cumplir lo que en las directrices del curso se demandan.

Introducción.
Consideramos necesario el exponer, inicialmente, algunas nociones
breves, pero imprescindibles, relacionadas con los contenidos anunciados en
el título del Curso para abordar con cierta perspectiva y conocimiento de
causa la temática del mismo, y que nos puedan servir de ayuda y método de
trabajo para alguna investigación concreta que hace tiempo tengo in mente
pero no llevada a cabo, sino en su fase previa (toma de datos y
fotografías), por carecer de la base iconográfica necesaria que espero
adquirir, o al menos eso deseo, en este Curso: El Arte, que propicia la
creación de las imágenes sagradas y la Iconografía que se ocupa de la
descripción de las mismas utilizando como recursos: los significantes
(Emblemas, Atributos, Alegorías, etc. ), los símbolos, descripciones
realistas, personificaciones de la Divinidad, prefiguraciones, etc., y la
Heráldica, fuente de información cronológica, genealógica, sociológica, …
etc.


El ARTE.

Del arte que aquí vamos a ocuparnos no es el de la virtud, habilidad o
industria que el hombre posee para hacer una cosa, sino que sublimando el
significado hablaremos del Arte por antonomasia en el que el artista
dedica su talento a la creación de cosas bellas, manifestando con viveza y
exactitud lo que quiere decir con su obra, exteriorizando, así mismo, el
estado o los movimientos de su ánimo.
O sea poniendo de relieve que el Arte es la expresión del espíritu
del artista y, también, por extensión, del espíritu de toda época.

Las principales artes que crean cosas bellas son la Arquitectura, la
Escultura y la Pintura, llamadas artes plásticas fundamentales, y también
Bellas Artes aunque en esta última acepción suelen incluirse, así mismo, la
Literatura y la Música.


El ARTE CRISTIANO.

Diremos que el Arte cristiano es el nacido y desarrollado teniendo
como base fundamental la religión cristiana y sus apoyaturas en los Libros
Sagrados de la Biblia, ya que en ambos pilares se sustenta no sólo nuestra
fe sino nuestra civilización, que hemos dado en llamar "Civilización
Cristiana" en general, y también, "Civilización Occidental", que le han
dado toda la importancia que hoy tiene.

Sus orígenes: El Arte Paleocristiano.

Entendemos por Arte Paleocristiano el producido por los cristianos
entre los siglos II al VI de nuestra era, en los territorios situados bajo
dominio romano.
Los orígenes hay que buscarlos en los primeros siglos del
cristianismo, a partir de la instalación de Pedro en Roma, centro cultural
económico, militar y político del mundo occidental del momento,
desarrollándose lenta y humildemente en las catacumbas hasta que ocurren
los dos principales acontecimientos liberadores de la religión cristiana:
Los Edictos de Milán (a. 313) y Nicomedia que traen al cristianismo un
primer periodo de tolerancia y paz, Paz de Constantino, y las disposiciones
de Teodosio el Grande (a. 392), con el consiguiente reconocimiento del
cristianismo ortodoxo como religión oficial del Estado mediante los Edictos
de Milán y Tesalónica.

En una primera etapa: Que llega hasta el año 313, las artes plásticas
empleadas son muy sencillas y rudimentarias ya que la Arquitectura y la
Escultura apenas se desarrollan, por razones obvias, si puede llamarse
Arquitectura la excavación de catacumbas fuera de los núcleos habitados,
consistente en galerías altas y estrechas, con nichos sepulcrales en las
paredes, de mayor o menor amplitud y decoración según la importancia del
difunto.
Como catacumbas más conocidas podemos citar las de San Calixto,
Domitila, Santa Inés y San Sebastián en Roma.

Lo mismo podemos preguntarnos si es Escultura el nicho en arcosolio
con ornamentación a base de acanaladuras paralelas (estrígilos), más o
menos profundas o sinuosas.

La Pintura, por el contrario, es el arte plástica que, siguiendo las
formas artísticas del paganismo, puede considerarse presente, aunque
solamente con carácter decorativo, al fresco y sin noción de la
perspectiva, en representaciones ya simbólicas (de carácter esotérico) que
pretendían, disimuladamente, dar a conocer a Cristo, su vida, pasión y
muerte, dogmas, virtudes, etc., o en composiciones con escenas bíblicas
sacadas del Antiguo y Nuevo Testamento, o de los mártires, a los que
empieza a darse culto ya en el siglo III.

La representación de la cruz no aparece en parte alguna, según consta
arqueológicamente y por los escritores del los siglos II y III
(especialmente en las epístolas de San Pablo), por el miedo a represalias,
por ocultar a los gentiles el conocimiento de los misterios de la fe, y
también por una cierta repugnancia a venerar públicamente el madero de la
cruz, que seguía siendo instrumento de suplicio para los criminales[1].

Para obviar estos inconvenientes la representaron veladamente
mediante otros signos o símbolos, un muestrario de los cuales presentamos
en las figuras 1-5, que, independientemente del significado simbólico
visible (letras griegas X y T, áncora, tridente y svavástica), significaban
para los cristianos: el nombre de Cristo, la vara de Moisés o el palo del
sacrificio de Isaac, la esperanza, el poder y la vida, respectivamente[2].

No obstante su brevedad en el tiempo y la levedad de sus
manifestaciones el arte paleocristiano de esta etapa sentó las bases de la
Iconografía Cristiana, tan importante en la Historia del Arte, que ha
llegado con uso ininterrumpido hasta el presente.


En una segunda etapa: Posterior al Edicto de Milán del 313, las
catacumbas comienzan a ser abandonadas y el cristianismo, superada la
clandestinidad, necesita espacios amplios donde acoger a los fieles, dando
comienzo a un largo proceso de grandes construcciones arquitectónicas, la
basílica cristiana, principalmente, cuyo origen sigue siendo objeto de
debate, pero no el que sea, a su vez, el origen de la arquitectura
religiosa de la Edad Media Occidental.

La Escultura, por su parte, no despega con el mismo impulso pues en
tanto que exenta sólo se conocen la del Buen Pastor, imberbe, con un
cordero sobre sus hombros, inspirada en el pagano Moscóforo griego (el
Crióforo, porta cordero), ya representada en una pintura mural de la
primera etapa (Catacumba de San Calixto), y el Cristo Doctor, sedente,
aunque a veces está de pie, con el rollo de la ley en la mano.
En cambio sí son importantes, escultóricamente, los relieves de los
sarcófagos: unos que siguen utilizando el estrígilo como motivo ornamental
recurrente acompañando al relieve figurativo, ya claramente cristiano, Fig.
6; y más importantes, ya verdaderas obras de arte, los que traen esculpidas
escenas, ya aisladas o secuenciales, tomadas del Antiguo y Nuevo
Testamento; caso del frente principal del sarcófago de Junius Bassus, año
359, hoy depositado en el Museo Vaticano[3]. Fig. 7.

En cuanto a la Pintura se desarrolla en la decoración interior de las
basílicas y mausoleos, de manera monumental y lujosa, con notable aumento
de la iconografía respecto a la catacumbal.
La temática alude frecuentemente a Cristo en asuntos como Cristo
entregando la ley o Cristo entre los doctores. Parecido comentario para el
Mosaico en pavimentos, muros y bóvedas con tanta perfección y rico colorido
que, a veces, fue preferido a la pintura.


Se generaliza, así mismo, el uso de la cruz, la "Cruz del Salvador",
emergida del miedo y las demás razones expuestas, sustituyendo a la "Crux
Dissimulata" de las catacumbas.

El crucifijo, por su parte, no aparece definitivamente hasta finales
del siglo VI, con escasos ejemplares conocidos del s. V, pues si los
cristianos evitaron el uso de la cruz en monumentos y catacumbas, por las
razones ya sabidas, mucho más del crucifijo.














Figs. 1 a 5. Cruces dissimulatas










Fig. 6 . Ornamentación en estrígilos
















Fig. 7. Sarcófago de Junius Bassus
El Arte Cristiano propiamente dicho.

El Arte Paleocristiano, con influencias pagano-romanas, ya
desaparecido el Imperio romano y asentados en los territorios del mismo las
diferentes tribus de los pueblos invasores, da lugar al nacimiento de lo
que conocemos como Arte cristiano en general, formado por la conjunción y
simbiosis del arte primitivo cristiano con el arte que aportan los
conquistadores, conquistados a su vez por el cristianismo en el que quedan
integrados, y que es destinado "en general" al interior del templo y a
formar parte de la liturgia, con temas que enlazan con la Fe de Cristo, por
tanto de carácter limitado, cosa inadmisible desde el punto de vista del
Arte, para quien…

El Arte Cristiano propiamente dicho no puede ser otro que el que
represente temas relacionados con hechos y figuras del Antiguo Testamento,
de posibilidades ilimitadas pues, "dentro de esta selección de argumentos,
se destacan especialmente aquellos considerados como prefiguraciones del
nuevo orden establecido por la Redención o en los que se aprecian
concordancias con textos del Nuevo Testamento" [4]; aunque estos temas no
necesariamente tienen que estar dedicados a las iglesias, sino que pueden
recibir un tratamiento parecido al que se da por los artistas a los temas
de la Mitología u otros asuntos de la Historia de la Humanidad.

La Iglesia, desde sus orígenes, ha hecho suyo el arte de cada época y
ha creado fórmulas religiosas para los estilos sucesivos. E incluso ha sido
iniciadora absoluta de algunos estilos, como el Románico y el Gótico.[5]
Es por lo que se puede constatar que la producción del Arte Cristiano
ha sido mayoritaria, durante muchos siglos. Por lo tanto su conocimiento es
necesario no sólo para el creyente, sino para todo aquel que quiera
profundizar en el conocimiento y comprensión de la cultura occidental











LA HISTORIA del ARTE

En el mundo del saber la HISTORIA del ARTE está incluida en las
llamadas Ciencias Humanas, siendo considerada en la Universidad una
asignatura, al mismo tiempo, humanística y científica.

Siguiendo a Jesús Viñuales González expondremos que…

La Historia del Arte no se constituye como tal hasta el siglo XIX,
cuando casi todas las ciencias y disciplinas adquieren carta de naturaleza
y se independizan para siempre de otras filosofías, ideologías y estudios,
por mor del positivismo reinante, que, aportado en la revolución industrial
y en la idea romántica del progreso, conseguirá una diferenciación de
objetivos, fines, causas, intencionalidades y, sobre todo metodologías, que
irán situando en su lugar oportuno…cada parcela del saber y del
conocimiento humanos [6].


En su fin práctico la Historia del Arte presupone:


- El estudio de su Historia desde los puntos de vista histórico,
cultural, de pensamiento y otros.
- Si se trata del Arte Cristiano, su estudio puede hacerse sin fe,
incluso debe [7], pero nunca sin conocimiento de la Historia del
Cristianismo y de los libros de la Biblia.
- El conocimiento de reglas técnicas concretas, de un desarrollo formal
determinado y de la metodología apropiada para su interpretación.
- Sin olvidar las circunstancias en que se gestó la obra artística: el
mecenas, si lo hubo, la época, y la función y su significado.












LA ICONOGRAFÍA y LA ICONOLOGÍA.

Exordio:
"Hoy, la Iconografía e Iconología, además de dos términos diferentes,
(usados a veces pedantemente unidos)
son considerados, con ligereza, métodos distintos
en el estudio de la Historia del Arte"


Juan Francisco Esteban Lorente [8].

Deducción:
Son dos vocablos semánticamente diferentes, y que a su vez, dan
nombre a dos métodos de estudio en la Historia del Arte.

Propósito:
La correcta y matizada definición de ambas ciencias y explicar
sucintamente, las métodos de estudio que inspiran.

Sobre las definiciones de Iconografía e Iconología.

Al hablar o escribir de Iconografía es, inevitablemente, hacerlo de su
"Alter ego" la Iconología como claramente se dice en el Diccionario de los
profesores Fatás y Borrás [9] al definir la…

ICONOGRAFÍA como "La ciencia que estudia el origen, formación y
desarrollo de los temas figurados y de los atributos con que pueden
identificarse y de los que usualmente van acompañados".
Añadiendo a continuación que…"En realidad, bajo esta denominación se
comprende también la ICONOLOGÍA".


Definición docta, sin duda, y razonable si tenemos en cuenta que…
- ambas voces tienen la misma raíz, icono, del gr. eikon, imagen,
retrato.
- y que ambas se emplearon indistintamente en el mundo antiguo griego.
Aunque la definición así expresada se puede comprender mejor siguiendo
nuevamente, y algunas veces más a lo largo de este epígrafe, al profesor
Esteban Lorente[10] cuando afirma:


"La diferencia entre Iconografía e Iconología es sólo de detalle".

La voz Iconología aparece y adquiere notoriedad en el mundo occidental
con la publicación de la Iconología[11] de Cesare Ripa, Roma, 1593, con el
significado de "Descripción razonada de las imágenes". Siendo esta obra un
verdadero tratado de las alegorías, de su invención, formación, descripción
y representación; por tanto, según consta en la portada de la edición de
Siena, de 1613, es…

"Obra útil para oradores, predicadores, poetas, pintores, escultores,
dibujantes, y para todos los estudiosos en general, así como para idear
Conceptos, Emblemas y Empresas, para disponer cualquier tipo de cortejo
nupcial, funeral o triunfal, para representar poemas dramáticos, y para dar
forma con los más variados símbolos a cuanto pueda caber en el pensamiento
humano".

Redescubierta la Iconología de Ripa, después de ciertos años de
olvido, por parte del historiador del Arte y académico francés, Émile Mâle,
en 1927, la Iconología es considerada ciencia auxiliar de la Iconografía y
fundamental a la hora de describir e interpretar el significado de las
obras artísticas.

No obstante si la Iconología ha pasado a ser considerada "como
auxiliar de la Iconografía" sus razones habrá, entre las cuales puede
citarse el impulso que dio en sus obras, a estos temas, Émile Mâle, pionero
de lo que luego se ha conocido como escuela francesa.

"Por su afán de clasificación es a esta escuela francesa, y a la que
hoy perdura, con los más profundos estudios de significado sobre el arte
medieval, y los no menos estimados del moderno, a la que vulgarmente se
refieren cuando se habla de Iconografía"[12].


Pero no deja de ser llamativo y por ello hago constar:
- Que el iconólogo, es el "genio", el que crea la obra de arte, el
artista, el que va por delante en la composición. Es por lo que en algunas
alegorías de la Iconología aparece una llama, en la cabeza de la dama,
señalando que se trata de la llama del genio[13] indicando que en todas las
artes la invención es lo más eminente.
- Y que el iconógrafo, es el investigador de la obra de Arte ante la que
se encuentra, consistiendo su labor (meritísima, ardua, necesitada de
amplísimos conocimientos, a veces ingrata), en la descripción
(simplificando) de lo que el primero creó.

NOTA: Hemos dicho lo de labor ingrata en último lugar, porque no
siempre es
así, más bien gratificante. Pero a veces ocurre. Díganlo si no algunos
iconógrafos del siglo XIX, como Cahier, Didron, Felicia d´Ayzac, etc., que
fracasaron en las descripciones del simbolismo medieval (que abarcaba
también el bestiario de la gárgolas, las márgenes de los manuscritos, etc.)
a pesar de que aplicaban una, aparentemente buena metodología, puesto que
seguían escrupulosamente los textos de los Bestiarios o los de los Padres
de la Iglesia.
Su fracaso se debió a exceso de imaginación y, sobre todo, a la
falta de un
Método positivo y a una autocrítica suficiente [14].

Por consiguiente asistiremos al contrasentido de que prima el
describir la obra y la ciencia que se ocupa de ese cometido (Iconografía),
sobre la ciencia que hace posible la belleza que estamos describiendo
(Iconología), a pesar de que el nombre del artista que firma la obra, ha
permanecido, y de los iconógrafos de la misma apenas unos pocos expertos
conocen sus nombres.

Como reflexión: Me imagino a Goya, dulcificando se adusto ceño con
una socarrona sonrisa, si alguien le hubiera dicho que la Iconología ( el
artista) era ciencia auxiliar de la Iconografía ( el crítico de arte).

Por no dejar cabos sueltos diremos, que de vez en cuando, al tratar
esta temática, aparece otro vocablo, Icnología, del gr. íchnos, huella de
la planta del pie, trazado, en Arquitectura, del plano de una planta, que
unos identifican con la Iconología[15], pero que en los pocos diccionarios
de la lengua en que se encuentra la definen como: "Ciencia que trata de las
impresiones o huellas fósiles".
Y así mismo encontramos su "alter ego", la Icnografía, de la que se
ocupa Esteban Lorente, en su obra citada (pp.11-13 y 27-32), clasificándola
como un "término técnico arquitectónico", usado ya por Vitruvio (25-23
a.J.C.), "equivalente a diseño de la planta de un edificio", que es al que
nos atendremos, pues otras definiciones[16] la consideran como: "Arte de
hacer mapas o planos", quizás debido a una mala traducción del original.












Definiciones de estas Ciencias.

Retomando la definición de Iconografía de los profesores Fatás y
Borrás, de la cual ya dimos opinión, vamos a constatar que hay definiciones
contradictorias, de Iconología e Iconografía, surgidas de los estudiosos de
la Iconología de Cesare Ripa.
La síntesis o resumen de lo que pasará a definitivo la puso Erwin
Panofsky al establecer, en su formulación del Método Iconológico (1939),
las acepciones de Iconografía e Iconología que quedaron perfectamente
diferenciadas y aceptadas:
La ICONOGRAFÍA, se dedicará a las descripciones, clasificaciones y
lectura de las imágenes.
La ICONOLOGÍA, se preocupará por el significado último de las mismas,
intentando explicar el porqué de las imágenes en un contexto determinado.


Quedó de esta manera aclarada la diversidad de definiciones
existentes comenzando por la del propio Ripa que consideraba que:
"La función de la Iconología podría resumirse en descripción razonada
de las imágenes". O sea lo contrario de lo establecido por Panofsky.


Jean Baptiste Boudard, responsable de la edición francesa de la
Iconología de Ripa de 1759, ya marca el objetivo de la misma:
"El arte de personificar las pasiones, virtudes, vicios y todos los
diferentes estados de la vida se llama iconología".

Gravelot y Cochin, autores contemporáneos de Boudard, corroboran:
"Iconología, como su nombre indica, es la ciencia de las imágenes;
ella enseña a pintar las alegorías, los emblemas, los símbolos necesarios
para caracterizar las virtudes, vicios, pasiones, en una palabra, todos los
seres morales y metafísicos".
Nos queda, después de lo dicho, materializar las definiciones de
forma comprensible para todos.

ICONOLOGÍA. Del gr. "eikon, imagen, y de "logos", ciencia o tratado.
En traducción libre: Discurso o lenguaje de las imágenes.
La definiremos como:
La Ciencia auxiliar de la Historia del Arte que trata de la
representación, en figura o apariencia de persona (personificación), de los
vicios, virtudes u otras cosas morales o naturales, mediante imágenes,
emblemas y alegorías, concebidas no sólo para decorar y embellecer sino
para manifestar ciertas ideas a través de la obra de arte.
ICONOGRAFÍA. Del gr. "eikon", imagen, y "graphia", escribir,
describir.
La definiremos en general como:
La Ciencia auxiliar de la Historia del Arte cuyo objeto es el estudio
descriptivo de imágenes, retratos, estatuas, monumentos y obras de arte en
general, especialmente de los antiguos, para dar a conocer lo que en ellas
se quiso manifestar.

A veces, en el estudio iconográfico de la obra de arte, se encuentra
más de lo que el autor creyó poner. Es mérito de la Iconografía y de los
iconógrafos el descubrirlo, pues el tema de una obra artística no se agota
con una sola descripción, "como no se agota una sinfonía con sus múltiples
interpretaciones, cuando su compositor no habría admitido, sin suda, más
que una".[17]

Particularmente y como sustantivo: La iconografía de un personaje
histórico la forman la serie de retratos del mismo; si no los hubiere nos
serviremos para obtenerla "de un tipo ideal o convencional que prevalezca
con características conocidas y difundidas, y que todavía perduren".[18]
En el caso de un santo nos serviremos para formarla "de los signos,
símbolos o emblemas en general que, de forma directa o figurada, nos lleven
a identificar al sujeto de santidad, por alguno de sus atributos".[19]

Sobre los métodos iconográfico e iconológico: E. Màle y E. Panofsky.

Citados que han sido el historiador del arte francés, Émile Mâle,
(1862-1954), Fig. 8, y el sabio profesor alemán, igualmente historiador del
Arte, Erwin Panofsky, (1892-1968), Fig. 9, diremos de ellos que fueron los
más conocidos representantes de los métodos iconográfico e iconológico
respectivamente.

Émile Mâle, con su redescubrimiento de la Iconología de Ripa, en
1927, encabeza a los historiadores del Arte, conocidos como "formalistas"
que crean el llamado "método iconográfico", y que, agrupados desde
entonces, constituyen la "escuela francesa" que según Esteban Lorente:

- Preconiza la preeminencia de la Iconografía sobre la Iconología.
- Considera, sin embargo, que la Iconología es fundamental para bien
interpretar el significado de las obras artísticas.
- El método iconográfico se preocupa de recopilar marcos generales,
partiendo de lo particular o personal, buscando el sentido general de las
obras artísticas.

Erwin Panofsky, por su parte, a partir de 1939, establece su
formulación del "método iconológico", usando el término Iconología para
designar el estudio culturalista de la obra, pues el término Iconografía
sólo revestía, para él, una acepción etimológica, recibiendo sus seguidores
el apelativo de "culturalistas" que se integrarán en la llamada "escuela
alemana".

Siguiendo igualmente, las directrices del Tratado de Iconografía del
profesor Juan F. Esteban Lorente sintetizaremos el método iconológico:

- Preconiza que la Iconología es el nuevo método de la Historia del
Arte.
- Considera, sin embargo, que su método, tiene como paso previo una
certera Iconografía que clasifique, estudie y aplique el significado
correcto de las imágenes.
- El método iconológico se preocupa del significado último de la obra de
arte: filosófico, histórico, social etc.

Colofón: Se sigue comprobando lo ya dicho en el aserto del apartado
"Sobre las definiciones de Iconología e Iconografía: que …

"La diferencia entre Iconografía e Iconología, es sólo de detalle"













Fig. 8. Émile Mâle Fig. 9. Erwin Panofsky

LA ICONOGRAFÍA CRISTIANA.

Si admitimos que la Iconografía de un personaje histórico es la serie
de retratos del mismo, mutatis mutandis, la Iconografía del Cristianismo la
constituirán, genéricamente, la serie de obras de arte "que tienen como
materia prima el repertorio de imágenes con que se hacen sensibles a los
ojos, los dogmas, ideas, creencias y hechos del Cristianismo".[20]

Descendiendo a lo particular, y por ejemplo…
La Iconografía mariana, la Iconografía de los santos (que ambas
forman la Iconografía de culto) o la del Antiguo Testamento (Iconografía de
ilustración o adoctrinamiento), entre otros personajes y asuntos, la
constituyen las colecciones o catálogos de María y los Santos, o el estudio
de las imágenes de esos mismos personajes y de las imágenes del amplio
asunto del Antiguo Testamento.


Según el historiador, crítico e investigador del Arte, Monreal y
Tejada[21], los fines de la Iconografía Cristiana: latreútico (adoración
que sólo se debe a Dios) y sotérico (salvación), nos llevan a dividirla en
dos grandes sectores: el de las imágenes de culto (destinadas a concentrar
la piedad y mover a la oración), y el de las imágenes de ilustración
(destinadas a adoctrinar a los creyentes); sin olvidar un tercero, aunque
de otro orden: el de la decoración u ornamentación, ya del templo o de
otros lugares de carácter más o menos religioso.
















FUENTES de la ICONOGRAFÍA CRISTIANA

Los principios o fundamentos de la Iconografía cristiana hay que buscarlos:

1º).- EN LA SAGRADA BIBLIA.

Principalmente, y sus Libros Santos (Biblia, del gr. biblia, libros),
con un total de 73 en un solo volumen.

Son libros inspirados por Dios, su autor principal, y es Dios quien
habla en ellos, para todos, en un lenguaje asequible, y para todos los
tiempos; pero no para satisfacer nuestra curiosidad, ni para entretenernos
o resolver nuestros problemas sino para mostrarnos, a modo de mensaje, el
plan divino de salvación por Cristo, pero un Cristo total prefigurado y
realizado[22].
O sea, según lo dicho en la 1ª clase de Curso: La Biblia se nos
presenta como una Historia de la salvación.

La Biblia se divide en dos partes bien diferenciadas: Antiguo
Testamento (AT) con 46 libros, desde el Génesis (Gn), primero de los cinco
del Pentateuco, hasta Malaquías (Ml); y Nuevo Testamento (NT) con 27, desde
el Evangelio de Mateo (Mt), seguido por los de Marcos (Mc), Lucas (Lc) y
Juan (Jn), al último de los libros: el Apocalipsis (Ap), libro visionario y
profético, que ha inspirado las figuraciones más grandiosas y abiertas al
misterio, sobre todo durante la Edad Media[23].

a) - EL ANTIGUO TESTAMENTO:


Proporciona abundante iconografía, por el gran número de personajes que
menciona aparecidos en los más variados relatos o narraciones, procurando
siempre el artista o el mecenas que encarga, (sobre todo "si es Iglesia"),
seleccionar aquellos que nos lleven a Cristo por medio de prefiguraciones y
concordancias que conecten el AT y el NT.


Por otra parte al ser ilimitadas las posibilidades del AT en
generación de repertorios iconográficos, los artistas las han utilizado, a
veces, con fines no estrictamente religiosos sino con parecidos criterios a
los empleados al representar pasajes de la Mitología Universal o los de la
historia no religiosa, lo que les ha permitido, por ejemplo, y como
coartada, representar desnudos femeninos, pretendidamente decorosos por su
temática bíblica, pero difíciles de exponer en recintos religiosos,
obviamente, y por no constituir iconografía cristiana propiamente dicha.


Este tratamiento de la iconografía religiosa ha dado lugar a un género
artístico que se puede denominar de Historia Sagrada, aparecido en España
en dos períodos diferentes y con estos nombres: el manierismo[24], siglo
XVI, arte de corte, aristocrático y refinado, muy cargado de fantasía y
algo rebuscado cuya temática se centró en la Mitología (en este caso en la
Historia Sagrada) destacando los elementos fantásticos y eróticos de la
misma; y el neoclasicismo académico, finales del XVIII y principios de XIX,
que buscaba un arte equilibrado, sereno, elegante y armónico como el arte
antiguo. Lo de académico por estar "sometido" a las directrices de las
Academias de Bellas Artes.
En este género destaca con personalidad propia el sevillano Francisco
Pacheco (1564-1644), maestro de, entre otros, Velázquez y Alonso Cano.




Los más importantes ciclos narrativos o temáticos los podemos comenzar
con el de los grandes Patriarcas: …

Jacob.- El más importante de la Biblia, (a pesar del calificativo
piadoso de "un poco bribón y tramposillo"), por delante del mismo Abrahán,
unido a la memoria y tradiciones de lugares como Peruel y Betel, sobre el
que se ha desarrollado el ciclo más completo y antiguo con episodios que
van desde la compra de los derechos de primogenitura a su hermano Esaú, a
la bendición de Manasés y Efraín, Fig.10, hijos de José, pasando por la
bendición por su padre, el anciano y ciego Isaac, en la que le reconoce la
primogenitura merced al ardid de Rebeca, o por el Sueño de Jacob en Betel,
yendo camino de Jarán, o la lucha con el Angel de Dios (o sea con Dios),
etc,


Abrahán.- Tronco de los israelitas (vivió hacia el siglo XX a. de
C.), unido a los lugares de Mambré y Hebrón, comprende en su ciclo
episodios tan conocidos y populares como el llamado Sacrificio de Isaac o
el famoso, por su importancia iconográfica, de la Teofanía de Mambré; por
su parte…

Isaac.- Genera un ciclo muy breve, en medio de Abrahán y Jacob, con
los que comparte iconografía: El Sacrificio de Isaac y la Bendición a Jacob
como primogénito al hacerse pasar por Esaú.



Los ciclos menores de los demás Patriarcas, suelen ser cortos, como el de…
Lot.- Sobrino de Abrahán, con escasos episodios, tal que la
destrucción de Sodoma y Gomorra, con la consiguiente conversión en estatua
de sal de su esposa, por volver la vista atrás, o el de la embriaguez de
Lot por sus hijas, para yacer con él al objeto de perpetuar la amenazada
descendencia.


José.- Con el de José finalizaremos los episodios de las llamadas
"sagas o ciclos patriarcales", narradas en el Génesis, caps. 12 al 50 y
último, que no podría considerarse un ciclo propiamente histórico pues la
vida de éste, en Egipto, puede ser catalogada, más bien, como una novela
didáctica y moralizante, que como algo histórico.


Hijo de Jacob y Raquel es, junto con Benjamín el preferido de su padre
lo que suscita las envidias de sus hermanos y además por su superioridad
intelectual expuesta en las escenas de sus sueños: El de las gavillas de
trigo que recogen en el campo o el del Sol y la Luna y las Estrellas; en
ambos casos contempla como las once gavillas de sus hermanos se inclinan
ante la suya, o el Sol, Luna y Estrellas se prosternan ante él.

Con la venta de José, por sus envidiosos hermanos, a unos mercaderes
que van a Egipto, comienza la "novela de su ciclo":

- Incidente sexual con la mujer de Putifar, general del faraón.
- Su consiguiente encarcelamiento.
- Sus dotes interpretativas de los sueños del Faraón: anuncio de dos
ciclos de siete años de abundancia y otros siete de hambre.
- Las peripecias con sus hermanos venidos a Egipto a comprar víveres en
los años de hambre, estando ya José al frente de la hacienda del
faraón, propias de una novela por entregas… etc.

NOTAS: Jacob cambia su nombre por el de Israel, por lo que Israel y
Jacob son nombres de personajes intercambiables.
Por otra parte decir que la Casa de José da lugar a Israel con Efraín
y Manasés, sus hijos, nacidos en Egipto, que son los fundadores de Israel.


No continuamos, de momento, con ciclos tan importantes como el de los
Profetas, con el gran profeta Moisés, nacido en Egipto, como principal
personaje, (independientemente de los cuatro profetas clásicos: Isaías,
Jeremías, Ezequiel y Daniel), o el de los Jueces (Samuel), o los grandes
generales (Josué) pues los quiero desarrollar sin prisas.





.































Fig.10- Bendición de Jacob a Efraín y Manases en presencia de José, su
padre.[25]

EMBLEMÁTICA de los REYES SALOMÓN y DAVID

No obstante, y antes de entrar con el tema de la ICONOLOGÍA, propio
de la cuarta clase, voy a tratar de la EMBLEMÁTICA emanada de los dos
grandes reyes: David y Salomón, con extensos ciclos iconográficos, por otra
parte, pero cuya sígnica y simbólica, o su emblemática en general es
obviada por casi todos los autores a pesar de que cumple perfectamente con
las condiciones para ser citada como el enlazar las narraciones del AT con
la más notoria actualidad como veremos.
Nos estamos refiriendo a los llamados signo, símbolo, anillo, sello y
sello verde de Salomón, rey poco interesante desde el punto de la Teología,
o a la estrella y escudo de David, o la estrella judía amarilla, o al
símbolo del Majzén.

El Pentagrama, el Hexagrama y el Rey Salomón.

Aunque históricamente no puede relacionarse el pentagrama regular
estrellado o estrella de cinco puntas entrelazadas, (ni tampoco el
Hexagrama), con el Rey Salomón, sí se le atribuye el pentagrama, a
posteriori, a este rey de Judá y de todo Israel, "para anunciar la sagrada
verdad, cosa que tal figura podía hacer en justicia, ya que tiene cinco
puntas, y cada línea cruzada se une a otra, y es interminable en una y otra
dirección" [26]. Lo que se expresa gráficamente en la Fg. 11, al ver que se
construye, esta estrella de cinco puntas, ejecutada de un solo trazo. Ver
igualmente las Figs, 12 y 13, Pentalfa y Pentáculo, interrelacionadas.


No puede relacionarse, hemos dicho, pero se le va a relacionar con
signos, símbolos, anillos y sellos (sinónimos entre sí) que llevan su
nombre asociados a su fama de mago, el mayor de todos los tiempos, con
poderes mágicos, incluso contra el diablo al que dicen hizo su vasallo.

Conclusión: después de los razonamientos expuestos en "De Sermone
Heráldico, IV: Astros y Meteoros"[27], podemos afirmar: que…

Aunque el pentagrama y el hexagrama, y durante varios siglos, se
identificaron con el Sello de Salomón, (sólo si se empleaban asociados a
técnicas mágicas) parece que en la Europa actual ha quedado finalmente
reservado este nombre, y por excelencia, para el pentagrama, atendiendo a
sus propiedades mágicas y esotéricas y, así mismo protectoras contra el
diablo y los malos espíritus.


El Sello verde de Salomón.

Con este nombre se conoce el pentagrama vacío (pentalfa), de color verde,
sobre rojo, que forma parte del escudo de Marruecos, y de su bandera
nacional, y eso de manera oficial desde el año 1915. Fig. 14. Puede
colocarse también inscrito en una circunferencia.

La Estrella de David.

Es estrella de 6 puntas, plena y de trazos, como la didelta (superposición
simétrica de dos triángulos equiláteros, uno ranversado), Fig.15, y el
hexagrama. En la actualidad:…

El Hexagrama, o HEXÁGONO ESTRELLADO (que no hexágono regular
estrellado) se identifica mayoritariamente con la Estrella de David
(símbolo religioso), considerada como símbolo consolidado del judaísmo.

Si viene pintada de amarillo se llamará Estrella judía y muy
peyorativamente: Estrella judía amarilla. Fig.16, distintivo que debían
llevar, obligatoriamente, en sus prendas de vestir (brazaletes), los judíos
en la Alemania nazi, por orden de Hitler, del año 1933.

El Símbolo del Majzén.

Es el símbolo de la Autoridad Suprema del Imperio Marroquí, consistente en
un hexagrama de perfiles dorados, no entrelazados y esmaltados de blanco
(Guardia Jalifiana y Mehalas), Fig. 18, o de verde (Harcas), y que por
extensión recibió, así mismo, el nombre de Sello de Salomón. En el hexágono
interior iba el signo o la cifra que distinguía a cada unidad, compuesto
normalmente por letras del alfabeto árabe, así mismo doradas.

En el Protectorado Español de Marruecos constituyó el distintivo que
llevaron como insignia de rango, las personas, o como emblema, las banderas
y estandartes de paño rojo, de las Fuerzas Jalifianas.

El Escudo de David.
Es la traducción literal del antiguo Magen David, sobre el que igualmente
actuó la leyenda presentándolo como un verdadero escudo mágico del que se
sirvió el Rey David para protegerse de sus enemigos.



Fig.11. Pentagrama Fig. 12. Pentalfa Fig.13. Pentáculo








.


Fig.15. Didelta Fig.16. Estrella Judía
Fig. 17. Hexalfa







Fig. 14. MARRUECOS



Fig.18 Fig.19

Símbolo del Escudo de
MAJZEN DAVID







Este escudo, según escritores medievales, tenía inscritas las 72
letras del nombre de Dios (El Gran Nombre), o la palabra Shadai (Todo
Poderoso), o nombres de ángeles, etc. Y que fue heredado por Judas Macabeo.
Leyendas aparte, tradiciones posteriores asimilan, el Escudo de
David, después de varios modelos, a un hexagrama vacío, en cuyos seis
triángulos exteriores estaban inscritos los seis aspectos del Espíritu
Santo.

Fue adoptado inicialmente, por los judíos, como símbolo del judaísmo
pero a finales del s. XIX y principios del XX…
Theodro Herzl, fundador del sionismo político lo escogió para su
movimiento, por ser estrella muy divulgada entre los judíos y venir del
hexagrama que no arrastraba connotaciones religiosas.


Negociaciones sucesivas culminaron con la fijación definitiva del
diseño:
El Escudo de David es una estrella, como un hexagrama vacío, de
perfiles azules, no entrelazados que, colocado en el centro blanco de la
bandera, pasó a formar parte de la emblemática de Israel, en Noviembre de
1948, después de la creación del Estado del mismo nombre.

El blanco y el azul del paño de la bandera franjada, evocan los
colores del Tallit, manto o casulla judía de oración.

A veces, y erróneamente, a esta estrella se la llama, Estrella de
David. De llamarla estrella, puesto que estrella es, debería llamarse
Estrella Sionista pues ambas son diferentes en su origen (no es lo mismo
judaísmo que sionismo), función y diseño.










Fig. 20 Bandera de Israel
Continuamos con el apartado b) del punto nº 1, EN LA SAGRADA BIBLIA, de las
FUENTES DE LA ICONOGRAFÍA CRISTIANA, (final de la pg. 17).

b).- EL NUEVO TESTAMENTO:

Considerada como la "Biblia de los cristianos", consta de 27 Libros,
enumerados en el Concilio de Trento, y aporta, a la iconografía cristiana,
el mayor número de asuntos e ideas.
Su corpus principal lo forman los cuatro Evangelios canónicos
complementados por los Hechos de los Apóstoles, las Epístolas de Pablo,
Santiago el Mayor, Pedro, Juan y Judas Tadeo, … y cerrando el conjunto un
libro de gran interés iconográfico del que vamos a ocuparnos a
continuación.

El "Apocalipsis".

Apocalipsis, del gr. y del lat. apokálipsis y apocalipsis, revelación,
manifestación; aunque mejor sólo revelación para que manifestación se
aplique propia y exclusivamente a las teofanías.
No obstante cuando en el lenguaje coloquial actual hablamos de
apocalipsis nos estamos refiriendo a desgracias asociadas a cataclismos
globales que terminarán con la destrucción del mundo…
¡ Cuando suene la última trompeta !
¡ Que llama al Juicio Final ¡

Como Libro es el último de los de la Biblia, visionario y profético en
el sentido original de la voz apocalipsis, atribuido al Apóstol San Juan,
y redactado entre los años 94-96, año este último de la muerte violenta del
Emperador (Domus et Deus) Domiciano (69-96) gran perseguidor de los
cristianos.
Fue escrito en la isla de Patmos, una de las Espóradas, Mar Egeo,
Grecia, próxima a la costa de Turquía, donde El Evangelista recibió las
famosas "visiones".
Es conocido como el "Libro de la Revelación"; revelación de cosas
escondidas y conocidas sólo por Dios, que es quien las revela ya
directamente o por medio de un ángel, a través de visiones.
Igualmente es conocido como el "Evangelio de los últimos días", pues
todo converge hacia o tiene que ver con "lo último", el "más allá", los
"Novísimos"… donde la Escatología tiene tanto que decir.
Contiene a la vez REVELACIONES, PROFECÍAS y EL FIN DEL MUNDO.

- Las revelaciones son, casi siempre, de carácter simbólico, y el
"Viviente" lo hace… "mediante visiones que se describen con un lenguaje
convencional: imágenes, símbolos y números[28], que tienen que ser
interpretadas por cada artista en un ejercicio de exégesis realmente
complejo pues es un libro enigmático cuyas claves no se conocen bien.

Por ejemplo, la Bestia (surgida del mar, según la visión, con siete
cabezas y diez cuernos coronados con diademas), es una de las figuras
centrales de esas visiones y símbolo que históricamente rememora: a Roma y
a su Imperio destrozado, en tiempo de Nerón, loco y extravagante emperador;
sus siete cabezas evocan a la Hydra monstruosa de la Mitología cuya sangre
es de contacto mortal y que emponzoña todo lo que toca.
"Más generalmente, la Bestia representa al Estado perseguidor, el
Adversario por excelencia de Cristo y de su pueblo… aunque después de sus
victorias brillantes y efímeras en este mundo, la bestia tiene prometida la
derrota final… pues será vencida por el Cordero, voz empleada 28 veces en
el Apocalipsis para designar a Cristo".[29]
Es así mismo asimilada al Anticristo; sus siete cabezas, siempre
renacientes, son figura de los vicios; los cuernos de su potencia y las
diademas que los ciman, de su falsa realeza.


Por otra parte es de destacar la simbología de los números con notable
uso del siete, número mágico por antonomasia, el de la perfección,
relacionado con los 7 planetas de la Astrología clásica, con las 7 esferas
celestes, etc…; en el cristianismo con: las 7 peticiones del Padrenuestro,
las 7 Virtudes Teologales, los 7 Sacramentos, etc., y con la Virgen María,
siguiendo a los pitagóricos, para los cuales el 7 es el número de la
Virgen.
Y en el Apocalipsis (número por excelencia ligado a este texto
bíblico) con:
- Las 7 estrellas sostenidas por la mano del "Viviente", el Hijo de
Dios.
- Los 7 candelabros de oro.
- Las 7 Iglesias de Asia: Éfeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira,
Sardis,
Filadelfia y Laodicea.
- Los 7 grandes Septenarios.
- Las 7 cartas a las Iglesias de Asia.
- Los 7 Espíritus de Dios.
- Los 7 cuernos y 7 ojos del Cordero.
- Los 7 Sellos.
- Las 7 trompetas tocadas por 7 ángeles, anunciando desgracias.
- Los 7 truenos en su clamoreo.
- Los 7 Signos.
- El Dragón grande que es la Serpiente antigua, llamado Diablo o Satanás
con 7 cabezas y 10 cuernos, y sobre sus cabezas 7 diademas.
- La Bestia del Mar con 7 cabezas y 10 cuernos (la cabeza central con
cuatro cuernos), y sobre sus cuernos 10 diademas.
- Los 7 ángeles sosteniendo 7 copas (tantas como las cabezas del dragón),
conteniendo las 7 plagas de la cólera de Dios que azotarán la tierra.
- Las 7 palomas en círculo representando los 7 Dones del Espíritu Santo.
- Las 7 palomas en los árboles de Jesé por los 7 Dones del Espíritu Santo
- Las 7 locuciones celestes… Y puede que algún ejemplo más.

- Las Profecías forman parte de las revelaciones, se refieren al
desarrollo de la Historia y nos van anunciando el destino inminente de la
Humanidad.
Juan desde el principio del Apocalipsis llama "Bienaventurado el que
lee, y los que oyen las palabras de esta profecía…" (1, 3), y en el
Capítulo final (Epílogo), dice hasta tres veces que es un libro
profético:"Bienaventurado el que observa las palabras de este libro
profético" (22, 7). Y me dice (Cristo): no guardes bajo sello las palabras
de este Libro profético" (22, 10). "Conmino a cuantos escuchen las palabras
de este Libro profético:… (22, 18).
En algún sentido el Apocalipsis es una interpretación de las
profecías del Antiguo Testamento a la luz del NT.[30]

Los textos españoles que se ocupan de este Libro mencionan estas dos
de las principales creaciones iconográficas medievales del Apocalipsis:

1ª) A partir de los "Comentarios al Apocalipsis", cuyo autor es el
monje asturiano, Beato de Liébana, siglo VIII, del monasterio franciscano
de San Martín de Liébana, hoy llamado de Santo Toribio de Liébana
(Camaleño, Cantabria).

Fue escrito entre los años 776 y 784, y difundido durante los siglos
X al XII por varios códices (al menos 32 ejemplares distintos), conocidos
como "Los Beatos", cuya ilustración corre a cargo de miniaturistas
mozárabes (que le dieron un correcto toque orientalizante) y posteriormente
románicos, de delicada y colorista ejecución, y que transmiten la pasión
por los mismos a otros artistas que plasman sus escenas en pinturas
murales, vidrieras y esculturas colocadas en claustros, portadas, etc. de
las iglesias románicas, y también en tapices…

2ª) Los Tapices de Angers, expuestos en el museo del castillo de la
ciudad de Angers (Maine et Loire, Francia).

Constituyen, sin duda, la colección más importante de iconografía
apocalíptica, cuyo comitente el duque Luis de Anjou, hacia 1375, al
tapicero parisino Nicolás Bataille, sobre cartones del pintor Juan de
Brujas.
Consta actualmente de 70 tapices que ocupan un poco más de 100 metros
lineales (entre 103 y 107, según las fuentes) cada uno con su escena,
concordantes con las distintas visiones del Libro.

No quiero dejar pasar la importante aportación a este tema del pintor,
grabador en madera y teórico alemán Alberto Durero (1471-1528) con su obra
"Apocalipsis" presentada en 16 xilografías que aparecieron por primera vez
en 1498.


2º).- EN LOS TEXTOS "APÓCRIFOS"

Apócrifo, del gr. y del lat. apókryphos y apocryphus, oculto y
también fabuloso, supuesto o fingido, es voz que aplicada particularmente a
la Biblia sirve para designar un conjunto de escritos varios que, aún no
estando canónicamente reconocidos, por considerar la Iglesia que no están
inspirados directamente por Dios, no son considerados heréticos pues sus
autores son escritores sagrados.

En general no contradicen a los textos canónicos a pesar de que las
fuentes originales, narradas por escritores posteriores, han podido ser
modificadas o reinterpretadas al objeto de hacer la narración más atractiva
o darle un toque literario más en consonancia con el estilo del autor.

Los iconógrafos han podido, por tanto, servirse de ellos y aprovechar
los detalles interesantes que aportan, al margen o complementando las
versiones dadas en los Libros Santos.

A parte de los Libros Tercero y Cuarto de Esdras (autor con escritos
canónicos de abreviatura Esd) se citan por Don Luis Monreal y Tejada los
siguientes, sin agotar la enumeración: [31]

- Evangelios de Pedro, de Tomás, de Felipe y de Nicodemo.
- El Apocrifón de Juan.
- El Protoevangelio de Santiago y su apéndice del Pseudo-Mateo.
- Las narraciones de Tomás sobre la infancia del Señor.
- La Bajada de Cristo a los infiernos.
- Las actas de Pablo y Tecla.
- Las cartas entre Jesús y Abgar.
- La carta de Cristo bajada del cielo.
- El Apocalipsis de Pedro.
- El Tránsito y Asunción de Santa María.

3º).- EN LA LITERATURA HAGIÓGRAFICA

En torno a los santos de la Iglesia se ha desarrollado una amplísima
literatura acogida en una ciencia llamada Hagiografía que se ocupa de
narrar la historia de la vida de los Santos, (su biografía), en la que
figurarán el máximo de datos posibles: naturaleza, progenitores con la
extracción social de los mismos, su apariencia externa y vestimenta,
actitudes, estudios, cargos ocupados en la vida civil y dentro de la
Iglesia, milagros, tipo de muerte, etc., más un largo y heterogéneo
catalogo de incidencias, y finalmente los atributos, por los que se les
identifica, cuyo conocimiento, junto a los datos proporcionados por las
biografías, es imprescindible para una correcta representación iconográfica
y su posterior identificación.

Títulos de obras hagiográficas existen en abundancia ya desde todos
los tiempos, base de consulta para los artistas e investigadores, como:

- En los Primeros siglos del cristianismo y para los mártires se
escribieron libros llamados Acta martyrum o los conocidos genéricamente
como Passio en los que se narraban martirios, ya como tormento o con
pérdida de sus vidas, que los cristianos sufrieron individual, así mismo
por parejas o colectivamente.

- En la Edad Media aparecen libros del tipo Flos Sanctorum con las vidas
de los santos siguiendo el orden del año litúrgico, que fueron modelo para
los del tipo Año cristiano, de nuestros días, de carácter divulgativo, sin
excesivo rigor científico, y dirigidos al pueblo fiel con el objetivo de
ilustrarle y fomentar su devoción.
Aunque sin duda el libro más conocido y difundido por lo sorprendente
y maravilloso de sus narraciones (unas 220), es el escrito por el dominico
Jacopo della Voragine (Jacopo de Varazze), en 1266, con el título de
Legenda sanctorum o Legenda aurea continuado posteriormente por autores
anónimos, y que fue muy famoso en toda Europa, con el título de Leyenda
Dorada.
Las narraciones, sorprendentes y maravillosas, como se ha dicho
están, así mismo, llenas de leyendas apócrifas y episodios novelescos,
inventados para magnificar las excelencias del santo, aunque sin
disimularlo, lo que convierten las narraciones en muy atractivas y
apasionantes con gran aceptación de los lectores; es por estos motivos que
lo de "hagiográfico", puede sonar a veces, en el lenguaje coloquial, a
lisonja o adulación inmerecida hacia determinada persona.

- Modernamente y como clásico a nivel internacional, es obligado citar
la Iconnographie de l´art chrétienne de Louis Reau, 1958, que presenta las
vidas de los santos más importantes de la cristiandad. Y…en España, ha
gozado de gran predicamento entre los estudiosos y universitarios la
Iconografía de los Santos, de Juan Ferrando Roig, puede que ya
descatalogada, pues me costó encontrarla en diciembre de 2004, fecha en que
la adquirí.
Mi última adquisición, la Guía iconográfica de la Biblia y de los
Santos, de Gaston Duchet-Suchaux y Michel Pastoureau, edición española de
2009, del original: La Bible et les Saints. Guide iconographique, Paris
1990, es verdadera joya literaria en todos los sentidos, no sólo, aunque
fundamentalmente, por los contenidos y la práctica y didáctica disposición
del texto y gráficos, propia de la altura intelectual de los autores, sino
por la garantía que trasmite su traductor, el prolífico y sabio César
Vidal.

No debo dejar de citar, a nivel regional, la Iconografía de los
Santos Aragoneses, de Wifredo Rincón y Alfredo Santamaría, dos tomos, 1982,
de la Colección ARAGÓN que tan beneméritamente lanzó la Librería General de
Zaragoza, y que tengo en mi biblioteca desde junio de 1994, adquirida de
lance, pues estaba ya descatalogada.

Termino aquí con el epígrafe de las "Fuentes de la Iconografía
Cristiana", dejando reseñados los tres apartados siguientes pues los
trataré más adelante, por no proceder su desarrollo en este momento.

4º).- EN LA HISTORIA DE ÓRDENES RELIGIOSAS

5º).- EN LA HISTORIA DE OTRAS INSTITUCIONES.

6º),- EN LOS BESTIARIOS.

Para el tema de los Bestiarios, será oportuno consultar, una obra moderna,
completa y rigurosa, de los mismos autores que la ya citada Guía
Iconográfica de la Biblia y de los Santos, en su versión original: " Le
Bestiaire Médiéval. Dictionaire historique et bibliographique, Gaston
DUCHET SUCHAUX y Michel PASTOUREAU. Paris. Éditions Le Léopard d´Or, 2002.
168 páginas.


LOS SIGNIFICANTES

Debemos entender por tales las formas figuradas, que sin rebasar el
plano de significación, son por naturaleza imitación, representación o
indicio de otras.
El "leitmotiv" de todos ellos: Ser cosa que representa a otra;


Los que convienen principalmente a la temática que nos ocupa son el
EMBLEMA, el ATRIBUTO y la ALEGORÍA.

Antes de definirlas unos breves apuntes sobre el SIGNO, voz quizás la
más usada entre las propias del lenguaje emblemático, pero seguro, como se
afirma en el Libro de los Signos [32]:
… "que el Signo es el eslabón primero de toda ciencia" y …"el punto, el
origen del que parten todos los otros signos e, indiscutiblemente, es su
esencia más íntima".

Parafraseando reverentemente el inicio del Evangelio de San Juan
podríamos decir, en consecuencia con lo anterior que:
"En el principio existía el Signo"

Entendiendo por SIGNO, corrientemente, toda cosa o carácter gráfico
que por su naturaleza o convencionalmente evoca en el entendimiento la idea
de otra.
De entre las muchas definiciones de Signo escogemos, para el momento,
la del lingüista Ferdinand de Saussure (+ 1913):
"Signo es la asociación de significante y significado"

Denominando "Significante" al representante y significado al representado
[33].
En Arte el significante es la imagen figurada, medio de comunicación
a través del cual el intelecto nos conduce a la cosa o idea que queremos
representar.

EL EMBLEMA.
El Emblema, en principio, es un significante con diferentes
acepciones, que necesitan precisarse para su perfecto conocimiento;
independiente de que existan emblemas que se explican por si mismos y otros
que necesitan un lema y un epigrama que les de más inteligencia.
Podría definirse así:
El Emblema es una composición gráfica, una figura o imagen visible y, en
general, cualquier cosa adoptada convencionalmente para representar algo:
- ya una idea o noción abstracta: la paloma emblema de la Paz,
- un ser físico o moral: la bandera es el emblema de la Patria o el
laurel el emblema de la Gloria,
- una instrucción moral: el pelícano sangrante, por la Piedad que el
padre tiene con sus hijos, del Soberano con sus súbditos o de Dios con los
creyentes.
- una colectividad o nación: una mujer con gorro frigio, emblema de la
República Francesa.
- un personaje: las fasces con el hacha, son el emblema del lictor
romano, y también su atributo, etc.

Si el Emblema personifica, distingue o caracteriza a una figura
iconológica deviene en Atributo.

En libros como la EMBLEMATA de Andrea Alciato (1531) o la ICONOLOGÍA
de Cesare Ripa (1593), el Emblema consistía en una imagen o composición
gráfica con un lema, y un texto en prosa (epigrama), que explicaba el
significado[34].

Emblemas bíblicos.
A modo de ejemplo presentamos los siguientes casos que demuestran la
relación de los emblemas con otras ciencias o artes, no estrictamente
iconográficas, como la Insigniaria o la Heráldica.

- ARCÁNGEL SAN MIGUEL: Al mando de las legiones angélicas, armadas con
espadas y escudos blancos con cruces rojas, que arrojaron a los infiernos a
Lucifer y a los ángeles rebeldes, en un primero y patente anacronismo
heráldico.

- OSIRIS[35], hijo de Cam y nieto del Patriarca traía por emblema un ojo
abierto que, colocado en lo alto de un cetro, constituía su insignia. A
veces también un sol, y a veces un águila.

- Los HEBREOS. Usaron una Tau, T, o cruz egipcia, que pudieron adoptarla
de ésta, sin el asa; no en vano vivieron cautivos en Egipto durante 400
años. Es una cruz commisa o patibulata, repetidamente llamada en la Biblia
Cruz de Moisés, y también Sello o Marca de Dios, en el Apocalipsis, donde
el Señor mandó ponerla en la frente de los justos antes de enviar al ángel
exterminador. Es figura profética del árbol de la cruz en la que Cristo nos
había de redimir con su muerte.

- De las TRIBUS y FAMILIAS de los HEBREOS. Algunos autores, apoyándose
en el Cap. I-52, y II, 1 a 34, del Libro de los Números, (donde se dice
que a la salida de la cautividad de Egipto acamparon cada uno en su
campamento y cada una bajo su bandera según sus escuadras), y "en las
expresiones metafóricas con que Jacob predijo a sus hijos lo que sucedería
después de su muerte"[36], atribuyen estos emblemas a:

La tribu de JUDÁ un león; a la de ISACAR, un asno; a la de ZABULÓN, un
áncora; a la de RUBÉN, ondas de agua; a la de SIMEÓN, una espada; a la de
GAD, un hombre armado; a la de EFRAÍN, una cabeza de toro; a la de MANASÉS,
el Sol y la Luna; a la de BENJAMÍN, un lobo; a la de DAN, una serpiente; a
la de ASER, un manojo de mieses con sus espigas; a la de NEFTALÍ, un
ciervo.


- JOSUÉ, del que dicen traía por emblema un Sol, por el que se detuvo en
el firmamento, sobre Gabaón, hasta aniquilar a los cananeos.

- DAVID, una lira de la que era virtuoso. Compuso entre otros el Salmo
Pastoril (Salmo 23), uno de los más hermosos.


Posteriormente se cayó en el anacronismo, en los últimos tiempos de la
Edad Media, de considerar estos emblemas, colocados en un escudo defensivo,
como sus armerías respectivas, siendo cierto que las armerías como tales no
aparecen hasta principios del siglos XII, de nuestra era, naturalmente, y
de las que se ocupa la ciencia Heráldica. Así al…


- REY DAVID le han atribuido estas armas: En campo de gules (según
otros, de azur), una lira o arpa, de oro. Y a…
- JUDAS MACABEO: Un dragón (que sería su emblema), de gules, en campo
de plata.






EL ATRIBUTO.
Los Atributos son una parte importante y muy principal de la
Simbología y de la Emblemática en general, y además, como diría Monreal y
Tejada, son el gran recurso de identificación iconográfica.

Como el Emblema, el Atributo acumula varias acepciones además de
estar próximo a éste, como se acaba de indicar, y si se refiere al dogma, a
la moral o a una acción mística es Símbolo en el concepto de los
autores[37].
El cordero y la paloma, atributos, pasan a ser símbolos en tanto que
Agnus Dei y Paloma de Espíritu Santo. Por el contrario el Niño Jesús es
solamente atributo en brazos de San Antonio de Padua y de otros santos.

Partiendo de la definición primera de los diccionarios de la lengua:
"Atributo es cada una de las propiedades de un ser"
… que se expresa con sustantivos o adjetivos (la bondad bueno), y que
podemos ampliar, si se trata del atributo de la obra de arte, de esta
manera:

ATRIBUTO artístico es un Emblema para personificar la figura
iconológica; lo que equivale a decir que: el Atributo es signo imaginado,
objeto real o convencional (significantes), de contenido simbólico, que
personifica, distingue o caracteriza, acompañándolos, a un individuo, una
colectividad, un ser moral o una figura en general (significados) para
hacerse conocer fácilmente.
Ej.: La palma, Atributo de la Victoria; el caduceo, de Mercurio.

Esta definición de ATRIBUTO está muy próxima a la definición de
ALEGORÍA que hace J.F. Esteban Lorente, por considerar "El atributo como
objeto (real o convencional) que define o precisa el concepto de alegoría
(y sirve para conocer al personaje-alegoría)[38].

En la Mitología, los dioses y los héroes de la paganidad estaban
caracterizados por sus atributos.
En la Iconografía cristiana las virtudes, vicios, pasiones, etc.,
por los suyos que han sido utilizados fiel e ininterrumpidamente por los
artistas a través de los tiempos.

Aplicados a la Iconografía de los Santos los atributos están
constituidos por objetos de lo más dispar: la parrilla, atributo de San
Lorenzo y de San Vicente Mártir; animales, perro rabioso, que trae Santa
Quiteria sujeto con cadena, como abogada de la rabia contagiosa;
vestimentas, objetos litúrgicos, etc., e incluso por algo tan inmaterial
como el gesto de llevarse la mano a la garganta, por San Blas, como abogado
de los males de la misma.
Podemos, por tanto, en este apartado de la Iconografía de los Santos,
decir que, "sus atributos" los personifican, acompañándolos, y
contribuyendo a su identificación por las alusiones que hacen a su vida,
muerte y milagros, carácter y demás particularidades.

LA ALEGORÍA.
Podríamos decir que la Alegoría es el último eslabón de los
Significantes antes de rebasar el plano de la significación y llegar al
Símbolo: Signo Emblema Atributo Alegoría SÍMBOLO.

Aunque de manera solamente didáctica pues no debemos olvidar que la
noción de Signo (eslabón primero de toda ciencia, punto y origen del que
parten los otros signos, etc.,) es más compleja de lo que pueda parecer ya
que abarca los otros signos incluido el Símbolo, y que no sólo existen
signos-gráficos, sino de otro tipo, los signos-acciones por ejemplo, como
los que narra San Juan en su Evangelio poniendo de manifiesto los "Signos"
realizados por el Maestro; pues el milagro y los hechos son "SIGNOS", el
primero de los cuales lo realiza Jesús en las bodas de Caná.


ALEGORÍA, del gr. alligoria, metáfora, alegoría, y ésta de álla, otras
cosas, y agoreyein, hablar. La definiremos de la manera más simple diciendo
que:
La Alegoría es una ficción producida por la representación simbólica
de algo mediante un objeto con el que está relacionada. Ej. Mujer con gorro
frigio, Alegoría de la República Francesa. Pero…


La representación debe ser simbólica; el algo (la R.F.) puede ir de la
simple cosa a la idea abstracta pasando por una virtud, una hazaña o una
situación; el objeto (mujer con gorro frigio), o grupo de ellos, tiene,
casi siempre, forma humana, aunque a veces animal o vegetal, o ser un
Atributo; la relación, finalmente, entre significante-alegoría y
alegorizado puede ser real, convencional o imaginaria; en este ejemplo,
convencional.
Si el ejemplo hubiera sido: El caduceo de Mercurio, Alegoría del
comercio, el objeto alegorizante es un atributo, el caduceo, Atributo del
dios Mercurio

Las alegorías nacen con el Arte Clásico, del cual se nutrieron mucho
tiempo, y se mantienen a lo largo de la historia de la humanidad, aunque en
el Renacimiento se inspiraron nuevamente en la Mitología.
Las del Arte Cristiano se inspiraron en Libros Sagrados de la
Biblia.

Si la Alegoría se presenta aislada es IMAGEN ALEGÓRICA; si son varias
reunidas para expresar una hazaña, acontecimiento o situación constituirán
las denominadas REPRESENTACIONES ALEGÓRICAS; teniendo siempre en cuenta que
las mejores alegorías son, generalmente, las más sencillas.

Las medallas han acogido prioritariamente alegorías históricas pues
con ese fin han sido acuñadas; si conmemoran un hecho religioso, con un fin
determinado, como la protección o la conmemoración, suelen presentar
alegorías o motivos relativos a lo sobrenatural.


LOS COLORES

Los colores juegan un papel importante en las composiciones
pictóricas pues complementan a la imagen y deben ser tenidos muy en cuenta
lo mismo por los artistas que por los iconógrafos y por los críticos e
historiadores del Arte.
Creo esencial, por tanto, hacer una relación sinóptica de lo que,
sobre los colores en las imágenes, recomiendan G. Duchet-Sucheaux y M.
Pastoureau en su obra: Guía Iconográfica de la Biblia y de los Santos"[39],
en los siguientes puntos:

1º) La presencia del color en la imagen plantea problemas muy complejos,
de los que los historiadores del Arte y los especialistas en Iconografía se
han ocupado rara vez.

2º) En sí mismos los colores carecen de sentido, sólo tienen un uso.

Por eso resulta extremadamente rico por que participa en la
construcción, en la sintaxis, en la música, en el significado y en la
dimensión artística o estética de la imagen. Resulta por lo tanto
importante estudiarlos con atención.

3º) Para hacerlo, no hay que partir de consideraciones generales sobre
los colores, sus propiedades o su simbolismo, sino observar cómo están
presentes y se reparten en la imagen y la unidad documental que se va a
estudiar.

Por eso hay que analizar las frecuencias, las rarezas, las
distribuciones, los ritmos, las secuencias, las asociaciones, las
oposiciones. El color tiene un valor más sobresaliente en esos ámbitos.

4º) Las combinaciones iconográficas, estéticas o simbólicas sólo se
producen en un segundo tiempo. Siempre hay que dar prioridad al documento y
a su análisis estructural interno antes de referirse a saberes más
generales sobre el color en una época determinada, en una región concreta,
en tal artista o en tal taller.

Si, por ejemplo, en una miniatura del siglo XIV, se ve a la Virgen
vestida con un manto azul, no por ello hay que llegar ipso facto a la
conclusión de que se trata de un recurso al color iconográfico y simbólico
tradicional de la Virgen. Pues ésta puede aparecer vestida de azul en ese
manuscrito iluminado, en ese folio concreto, porque está en una miniatura
con fondo rojo, y, algunos folios después , vestida de rojo porque está en
una miniatura con fondo azul.
Así es como funciona siempre el color en la imagen, y así es como hay
que comenzar siempre el análisis.

5º) Dicho esto, ese mismo análisis puede tener en cuenta observaciones
más generales, extradocumentales o recurrentes en varias categorías de
documentos: tradiciones iconográficas, costumbres de talleres,
preocupaciones artísticas, combinaciones pictóricas, simbolismo o mitología
del color, sin contar con las cuestiones técnicas relacionadas con el
conocimiento, el coste y la disponibilidad de los pigmentos.

6º) El simbolismo de los colores resulta siempre un hecho cultural.
Difiere según las sociedades, y en un mismo ámbito cultural varía en el
tiempo y en el espacio.

Lo que es válido en Palestina en el período bíblico ya no sirve en
Grecia o la Roma antiguas ni en el Occidente medieval cristiano, y todavía
menos en la Europa del Renacimiento o del período barroco. Por lo tanto…

7º) No hay que hacerle decir todo, sea lo que sea, como por desgracia
sucede frecuentemente en muchos autores que relacionan el color con todo lo
que les conviene para demostrar sus postulados y a la vez abandonan todo lo
que les desagrada









LA TRINIDAD en el ARTE: ICONOGRAFÍA TRINITARIA

Podemos preguntarnos previamente, si es representable la Santísima
Trinidad; a continuación si es aconsejable su representación.

Es conveniente su representación.
Si sabemos que las imágenes sagradas del cristianismo se compusieron,
en general y fundamentalmente, con la finalidad de servir de "imágenes de
culto", y en segundo lugar (o puede que viceversa) como medio didáctico de
hacer llegar al creyente las verdades de la fe, mediante las llamadas
"imágenes de ilustración", (sobre todo en los siglos en que, carentes de
cultura, los hombres, mayoritariamente no sabían leer), podemos admitir su
conveniencia, pues su belleza y el realismo de su ejecución contribuyeron a
que los cristianos de todo tipo comprendieran mejor las enseñanzas del
catequista, el verbo apasionado del predicador, los razonamientos del
teólogo o las interpretaciones del exégeta.

No obstante el Islam y el Judaísmo no creen conveniente su
representación pues ven en ello una amenaza al principio de la unicidad de
Dios. De hecho, el Misterio de la Trinidad es el gran escollo al
entendimiento, en las reuniones con las otras religiones monoteístas,
agravado por las representaciones de la Divinidad por los católicos.

Se puede representar.
Se puede, pero recrear la Divinidad a través de la Trinidad o
mediante imágenes plásticas de Dios Padre o del Espíritu Santo, (o
representar los ángeles o demonios), al tratarse de seres sobrenaturales,
no es posible, por ocultar algo imposible de visualizar, y, todavía más en
el caso del Espíritu Santo, "al que la Teología concibe como una energía,
un impulso de trascendencia y de bien que debe dinamizar a los
creyentes"[40].

No obstante desde el momento en el que la Divinidad se manifestó en
Jesús, Dios y Hombre, estamos legitimados para su representación.
Sin embargo para salvar la dificultad de lo sobrenatural…
"La iconografía puede proceder por alusión, utilizando símbolos y
emblemas; pero siendo lo más frecuente que no escapemos a nuestro
antropomorfismo instintivo y encarnemos en figuras humanas a los seres
sobrenaturales" [41].


Antes de pasar a la representación de la Trinidad lo haremos de cada
una de las tres Personas de la misma, lo que nos facilitará la
interpretación iconográfica de las obras de arte en que esté representada
la Trinidad.

a) Por signos gráficos o por símbolos.

A YAHVÉH:

- Por signos procedentes de la Antigüedad: Pues ya en el Antiguo
Testamento, se encuentra la prohibición de representar la faz de Yahvéh, y
posteriormente de cualquier tipo de imagen que supusiera, aunque fuera
remotamente, idolatría, lo que originó episodios violentos como la "guerra
de las imágenes"
Pues el mismo Yahvéh dice a Moisés "No podrás ver mi faz, pues el
hombre no puede verme y vivir" (Éxodo, 33, 20). A su vez Moisés, en sus
maldiciones a los transgresores, insta a los levitas a que se dirijan al
pueblo de Israel en estos términos:
"Maldito el hombre que haga una escultura o imagen fundida o
abominación para Yahvéh, obra de manos de artífice, y la ponga en un lugar
oculto". (Deuteronomio, 27,15).
Lo que explicaría que en la Antigüedad los únicos signos, (como
entidad sensible que permite conocer un hecho que no se percibe), que
representan a Dios sean dos: La Zarza ardiente y la Columna de fuego.













Fig. 21. Zarza ardiente Fig. 22. Ojo de
Dios

- Por una "Zarza ardiente" (sin consumirse): Significante-indicio, con
la "Voz de Yahvéh", significante-acústico que oye Moisés en Horeb, el Monte
de Dios, a donde había ido en busca de pastos, Fig. 21:
"Moisés, Moisés.// No te acerques acá.// Yo soy el Dios de tu padre,
el Dios de Abrahán, el Dios de Isahaq, el Dios de Yacob". Éxodo 3: 4 - 6…
La zarza puede acoger entre sus llamas un Ángel o la Mano de Dios.

NOTA: El tema de la Zarza ardiente se ha relacionado ampliamente con
la Virgen: "La liturgia compara, en efecto, la Zarza que no se consume con
la virginidad intacta de la Madre de Cristo, penetrada por la llama del
Espíritu Santo sin ser consumida" [42].


- Por una "Columna de Fuego", o de Nube y Fuego, que acompañó a los
israelitas en su andadura por el desierto, durante su huida de Egipto.

- Por un triángulo o aureola triangular: El triángulo equilátero
representó al Padre Eterno durante toda la Edad Media y lo distinguió en
representaciones de la Trinidad; posteriormente el triángulo equilátero
pasó a simbolizar a la Trinidad, El Triángulo Trinitario, Fig.32, como
veremos.
Se suele representar vacío, del que salen resplandores en forma de
trazos rectos; igualmente, durante el siglo XVII, viene con el nombre de
Dios, en caracteres hebreos, en el centro, y ya en el XIX ocupa su centro
el Ojo de Dios, la omnipresencia y la omnisciencia divinas. Fig. 22.

- La Mano de Dios: Hasta el siglo XII, se representó a Dios Padre por
una mano, La mano de Dios, posiblemente la representación más importante de
Yahvéh como Dios Padre.
La mano, del lat. manus, mano, y en sentido figurado la creación, la
manifestación, y la apropiación[43]. Suele representarse en el cielo sobre
la Zarza ardiente, saliendo de una nube, o de un resplandor de tres rayos
(indicando entonces la Trinidad), simbolizando la Voz de Dios; la mano es
la derecha, con los tres primeros dedos extendidos en actitud de bendecir y
los otros dos recogidos hacia la palma.

El simbolismo de la mano, en general, es muy variado según venga
apalmada, cerrada, en varias actitudes…etc., pero en la tradición bíblica:

- La mano derecha de Dios es la expresión de su mansedumbre y de su
misericordia: Es la mano que bendice; mientras que la izquierda, es la mano
que maldice, expresión de su justicia y su castigo[44]. Es importante
distinguir ambas manos en las descripciones iconográficas.
- Cuando la mano de Dios se posa sobre el hombre, éste recibe la
fuerza y la manifestación de su espíritu.
- Cuando se menciona "la mano de Dios" o "la mano del Señor" en los
textos del Antiguo Testamento, es sinónimo del poder de Yahvéh y de su
supremacía; se nombra a Dios, pero "Dios en la totalidad de su
poderío"[45].
- En la iconografía de los santos suele aparecer en lo alto, como
asistiéndoles en el trance de su martirio, infundiéndoles valor.

A CRISTO:

- Por un pez: Veladamente, desde las catacumbas, se representó a Cristo
por un pez, Fig. 23, no identificable por los paganos, ya que proviene del
monograma I.X.Z.V.S. Ictus, Pez en griego. Las letras del monograma son las
cinco iniciales que significan: Iesus, Xristus, Zeus, Uios, Soter.
















Fig.23. ICTUS-PEZ Fig.24.
Crismón

- Por cruces "dissimulatas": Como ya se ha expuesto al hablar del Arte
Paleocristiano.


- Por una Cruz latina: Immissa o capitata formada por dos rectas que se
cortan perpendicularmente dividiendo el travesaño al palo en dos partes
desiguales, menor la superior o cúspide, cuantificada por algunos autores
con estas dimensiones: brazos y cúspide =a, y el pie=2a.

A partir del siglo V, la cruz tiende a convertirse en el símbolo
oficial de la Iglesia y de la religión cristiana, reemplazando al crismón,
símbolo más representado en el arte paleocristiano.

Recibe también estos nombres: Cruz ordinaria, vertical, recta y
erecta[46]. Es llamada así mismo, cruz romana y cruz de la Pasión; y
antiguamente "marca de Dios", de gran valor intrínseco, pues esta cruz
constituye la clave de toda la metafísica cristiana y por esta razón es
comprensible que la mayoría de los signos crucíferos del mundo occidental
se basen total o parcialmente en la forma de esta cruz[47]

- Por el Buen Pastor, no identificable a su vez por los paganos, pues
esta imagen es tomada figurativamente del paganismo: el Crióforo porta
cordero, sobre sus hombros, pero inspirada en la parábola de la oveja
perdida. Si va acompañado de unas pocas ovejas, representan a la Iglesia.


- Por el Agnus Dei, Cordero de Dios, representación mística de Cristo.
Juan el Bautista da testimonio de Jesús en Betania donde bautizaba y nos
anuncia al ver llegar a Jesús: Juan 1, 29."Al siguiente día vio a Jesús que
se acercaba, y dijo: He aquí el cordero de Dios que carga sobre sí el
pecado del mundo". Juan 1, 29.


Se representa, a partir del siglo XII, convencionalmente blanco,
levantado, de perfil y hacia su diestra, con la cabeza contornada.
Generalmente alza una mano para sostener un astil, rematado en cruz y
banderola blanca, cargada con una cruz roja, a todo trance. Suele traer
nimbo crucífero, propio de Cristo y del Agnus Dei.
En el Arte paleocristiano se representó por un cordero o carnero,
acostado, que se ha reproducido hasta la actualidad en ciertos temas.


El Agnus Dei es atributo de varios santos y emblema sigilar o
heráldico de iglesias, cabildos, comunidades religiosas, etc.

- Por un pelícano: símbolo eucarístico de Cristo, basado en la antigua
leyenda de que alimentaba a sus crías con la carne que arrancaba de su
pecho. De manera similar, en los bestiarios, se nos dice que Cristo dio su
sangre, en su Pasión y Muerte, por la redención del género humano.

En el Salmo 102, que expresa los sentimientos de Cristo próximo a la
muerte, es donde nos dice, v. 7: "Soy como el pelícano del desierto,…".

Aparece representado en sagrarios, cálices y otros objetos litúrgicos.

En la catedral de Mans, una vidriera del s. XIII, asocia a David, presunto
autor de los Salmos, con el pelícano[48].
- Por el ave Fénix: Símbolo de la muerte y resurrección de Cristo. Si
viene nimbado, su representación.

- Por un león: raramente y de forma explícita. En el tímpano de la
catedral de Jaca el león aparece sobre un hombre caído con la serpiente del
pecado en sus manos.


- Por el alfa (A) y omega ( ): primera y última letras del alfabeto
griego, expresión del principio y el fin, aplicables, con carácter
simbólico a Cristo en cuanto es Dios, principio y fin de todas las cosas.
Estas letras pasaron a componer el crismón.

- Por el Crismón: señal religioso-cristiana y símbolo de apelación a
Jesucristo, en cuyo nombre deben ocurrir todas las cosas[49], y monograma
de Cristo formado por el entrecruzamiento de las letras mayúsculas griegas
X y P (ji y rho), primeras de la voz griega Xristós, el "ungido"; la I
(iota) viene superpuesta al palo de la P. Es seguramente el modelo más
conocido.


Usado por los cristianos de las primeras comunidades, pues en él
veneraban el nombre de Cristo, el Crismón sale a la luz después del Edicto
de Milán (313), propagándose su uso lo mismo como insignia imperial que
como encabezamiento de los documentos oficiales, cartas, etc.; León IX
(1048-1054) lo empleó, como rota, en las grandes bulas[50].
Posteriormente y sucesivamente se le añadieron las letras A, y S.,
principio, fin y soter o salvador. Fig. 24


Sirvió de decoración en los frontis de las iglesias anteriores al s.
XIII, alcanzando su mayor esplendor con el Arte románico, fundamentalmente
por ser la X símbolo propiamente románico.

A partir del s. XIII el Crismón va desapareciendo poco a poco de los
documentos, e incluso desaparece como tal monograma al ser sustituido,
desde el s. XV, por este otro, IHS, conocido…

- Por el Monograma de Jesús, reinterpretado como las iniciales de Iesus
Hominum Salvator. En Alemania se interpreta usualmente como: "Jesus Heil
und Selimacher", Jesús, Salvador y Redentor".

- Por el Solis Invictus, correspondiente al monograma, encirculado,
formado con la letras I y X, con todos sus brazos enteramente simétricos,
dando lugar a una rueda de seis radios, la antigua rueda solar.

- Por el Lignum Vitae, que es un árbol de cuyo tranco nacen doce ramas
dispuestas en tres grupos de a cuatro, a distintas alturas. El Lignum
Vitae es una síntesis iconográfica del libro de San Buenaventura de ese
título: los tres grupos de ramas corresponden de abajo a arriba, a la Vida,
la Pasión y la Glorificación. Cada rama tiene hojas y frutos que se
refieren a las meditaciones contenidas en el libro. Sobre el tronco esta el
crucifijo y, por encima de éste, el pelícano, símbolo del amor
inmolado[51].

AL ESPÍRITU SANTO:

- Por una paloma: la que apareció sobre la cabeza de Jesús durante su
bautizo en el Jordán por Juan el Bautista. Esta figuración se anuncia en
los evangelios de Mateo (3, 16), en el que el Bautista "vio al Espíritu de
Dios descender"; en el de Juan (1, 32) "he visto al Espíritu descender", y
sólo en el de Marcos (1,10), cita el nombre completo como comúnmente se
conoce: "Y tan presto subió del agua, vio que se rasgaban los cielos y que
el Espíritu Santo, en figura de paloma, descendía sobre él" [52].





















Fig.25 Espíritu Santo Fig.26 Bautismo de
Jesús
Se representa convencionalmente blanca, de frente, alas extendidas,
cola esparcida, patas recogidas, y descendiendo como cerniéndose en el
aire. Puede venir aureolada. Figs. 25 y 26.


Aparece principalmente en las representaciones de la Anunciación,
Bautismo de Jesús, Fig. 26, y en los árboles de Jesé en número de siete,
por los siete dones del Espíritu Santo.
Como inspiración del Espíritu Santo, la paloma aparece junto a la
cabeza de Evangelistas y Doctores de la Iglesia como hablándoles al oído
para inspirarles; igualmente con los prelados cuya elección es obra del
Espíritu Santo.

- Por un libro: En ciertos casos, símbolo del Espíritu Santo inspirador
de las Escrituras a través de los que las escriben.

- Por lenguas de fuego: las que se posaron sobre las cabezas de los
Apóstoles el día de Pentecostés, acompañadas de ráfagas de viento que los
artistas se ingenian por representar alusivamente. Fig. 27.






















Fig. 27. Las lenguas de fuego de Pentecostés.

- Por sus Dones: En una composición compleja e historiada,
representación mística y piadosa consistente: En la paloma, punto central
del que salen, radialmente, siete trazos al final de cada uno de ellos se
encuentran los siete dones alegorizados como sigue:


Sabiduría: Por Adán con la serpiente.
Entendimiento: Abraham con un gallo.
Consejo: Moisés y una hormiga.
Fortaleza: Elías y un león.
Ciencia: Salomón y un perro.
Piedad: Samuel y una paloma.
Temor de Dios: San Pablo y un ciervo.


Simplificando se puede representar: por medio de siete palomas en círculo
y junto a cada una el nombre de los dones.

b) Por figura de hombre.

DIOS PADRE:

- Como Primera Persona de la Santísima Trinidad: Es representado, desde
el siglo XV, y así lo identificamos, como a un todavía vigoroso anciano de
largas barbas, vestido con túnica y cubierto de manto, empuñando con su
diestra un cetro o bendiciendo, sosteniendo con la siniestra la esfera del
Universo rematada por una cruz, y con una aureola triangular sobre su
cabeza.


- Como Dios Soberano: Aparece majestuoso, sentado en un trono y con los
atributos propios: Corona imperial, cetro en la diestra y el Mundo en la
siniestra rematado por una cruz.

- En otras ocasiones: Siglos III y XIV, aparece de frente con medio
cuerpo saliendo de una nube, contemplando por encima de ella lo que sucede
en el Universo; así mismo puede presentarse dentro de una mandorla formada
por nubes.

DIOS HIJO: C R I S T O

Jristos es la traducción griega de Mésiah, término que a su vez es
una transcripción griega de la palabra aramea (el ungido del Señor). La
palabra Mesías designa al Rey, el Liberador prometido por la Escritura, que
debe instaurar el reino definitivo de Yavéh. Para los cristianos, Jesús es
tradicionalmente el Mesías, el Cristo, en quien se encuentran realizadas
las profecías mesiánicas del Antiguo Testamento[53].
Lo representaremos, entre otras muchas, de las siguientes maneras:

- Por imágenes del Dios-Hombre: Plasmadas en el Arte, están
perfectamente fijadas por la tradición y tomadas en gran medida de la obra
de San Anselmo y en la descripción de Léntulo[54], seguida por los artistas
bastante fielmente: Varón de cuerpo esbelto, moreno, facciones de gran
serenidad; cabello blondo, largo, partido a lo nazareno en dos bandas y
barba más bien corta, rizosa y partida; los ojos garzos y los labios rojos;
como vestimenta: túnica y manto de dos colores, rojo y azul
respectivamente.

Este arquetipo tiene sus excepciones; la más llamativa puede ser el
representado sin barba (en pinturas del paleocristiano catacumbal);
afeitado lo pintó Miguel Ángel en la Capilla Sixtina (figura central del
Juicio Final).

Otra excepción, menos perceptible, por ser bastante frecuente, es el
aparecer con vestiduras totalmente blancas, caso de las representaciones de
la Transfiguración o en otras muchas escenas del Evangelio.

Todos estos atributos pueden ser insuficientes, si Cristo está
acompañado de más varones; Cristo será reconocido y distinguido, en ese
caso, por la aureola crucífera, distintivo exclusivo en su figura humana y
la del Agnus Dei; también, aunque raramente en la del ave fénix.

- Por el Niño Jesús: Representación de Jesús en edad infantil con estas
dos etapas: Bebé que todavía no anda o comienza a andar, o ya Púber, en
varias escenas de su vida o como imagen de devoción.
Aparece vestido con túnica corta y con algún tipo de señal en la
cabeza, o bebé desnudo, en talla, acostado, para adorar en las
celebraciones navideñas; puede, desnudo, venir de pie para ser vestido
ricamente como imagen de devoción.

- Por el Pantocrator: Del gr. pantokrátör, todopoderoso. Se ha
consolidado con esta calificación la imagen de Cristo sedente, de frente,
nimbo crucífero. bendiciendo con la mano diestra, con un libro en la
siniestra, y enmarcada en una mandarla, que si viene pintada trae los
colores del arco iris.

Otra representación del Pantocrator, bastante extendida, es aquella en
la que Cristo viene representado por un busto, con barba y cabellos largos;
el resto como el anterior.

Es creación de la iconografía bizantina (aparece ya en monedas de
Justiniano, 565-578, con el epígrafe Rex regnantium) de donde pasa a
Occidente, con el Románico, s. XI, trayendo su origen en la visión del
Cristo entronizado que se describe en el Apocalipsis de San Juan y en la
Biblia de los Setenta.

- Por Cristo en Majestad: O Majestas Domini, es la expresión que se
corresponde con la imagen de Cristo Glorioso, en su trono; posición y
actitudes las del Pantocrator, mandarla incluida, y encuadrado en el
"rectángulo cósmico" (Tetramorfos) con los "cuatro seres vivientes": ángel
u hombre, águila, león y becerro o toro, símbolo de los cuatro
evangelistas. Es decir: El Cristo en Majestad[55] es un Pantocrator con un
tetramorfos. Fig. 28.






















Fig. 28. Del Evangelario de Saint-Omer, siglo IX. (Biblioteca Nacional,
París)
La organización del Cristo en Majestad procede de los textos que, en
las liturgias de varias Iglesias orientales, contienen la triple invocación
del Santo (el trisagio) [56].

A partir de finales del s. IX, Cristo aparece entronizado a veces
sobre el globo del Universo, y la gloria circular que rodea su busto forma
con el globo el número ocho, que en este caso parece simbolizar la nueva
Creación[57].

Champeaux y Sterckx, de cuya obra se toma el gráfico, completan la
descripción del Cristo en Majestad de esta manera tan completa:
Dentro de la mandorla, Cristo se destaca sobre un magnífico disco
oscuro: aparece en toda su transcendencia divina. Bajo sus pies, el disco
divino, en el que ha venido a inscribirse el cuadrado de la manifestación.
Los ángulos rectos están marcados, a fin de subrayar que son realmente los
de un cuadrado (el de la Ciudad santa), cuyo plano es por naturaleza un
cuadrado perfecto. Es el segundo aspecto del misterio: "El Hijo de Dios se
hizo hombre y acampó entre nosotros. Y hemos visto su gloria"

- Por Cristo Majestad: Es la representación vestida de Cristo en la Cruz
como soberano del mundo sobre el que reina desde un trono muy especial, el
trono de la cruz, que es el trono de su triunfo.
Sin embargo la representación en la Cruz tiene estas características
especiales: La figura no es hierática, en el sentido de que no reproduce
las formas tradicionales de la crucifixión, sino que las dulcifica; viste
túnica manicata (No confundir con el colobium[58]), confeccionada regia y
ricamente, como cumple a un soberano; consecuentemente con la majestad que
manifiesta, su cabeza debe venir adornada con corona real, y no con corona
de espinas.

El Cristo Majestad se mantuvo durante los siglos del románico, XI-XII,
desapareciendo a principios del XIII, olvidándose el significado del Cristo
Majestad; pero se llegó a inventar, para sustituir esta imagen, la
existencia de alguna santa mártir para justificar la vestidura talar del
crucificado que parecía femenina. En España asume esta representación
Santa Librada con iconografía prestada de los Cristos Majestades[59],
representada hermosa y joven, con barba o sin ella pero en la cruz. Ver la
talla de madera del M.A.C. en Barcelona. En Alemania, esta representación
la asumen Santa Kummernis, y otras santas con los nombres de Munia o
Vilgefortis.

- Por el Crucifijo: Imagen de Jesús crucificado, realista y doliente,
con sus clavos, llagas y corona de espinas. Fig. 29.

Para que sea crucifijo es necesario que constituya efigie o imagen
creada para la devoción y sobre todo que aparezca sin otra figura a su
lado, como ocurre en la escena del Calvario, en cuyo caso se llamaría cruz
del calvario; esta cruz del calvario en Heráldica y con ese nombre, se
representa como una cruz latina (sin crucificado) sobre tres gradas o
escalones.

No aparece en la iconografía cristiana hasta el siglo V.

Sobre el cubrimiento de su desnudez, podemos decir:
- Que fue crucificado desnudo según la costumbre romana. San Ambrosio,
Doctor de la Iglesia (339-397), lo asegura claramente.
- Sin embargo, y por pudor, los más antiguos Cristos van cubiertos con
el colubium, o túnica sin mangas, costumbre que se mantiene en Roma hasta
principios del s. VIII
- Durante la Alta Edad Media se mantiene en la forma de Cristo Majestad,
vestido con la túnica manicata.
- En el siglo X, con sus excepciones, los crucifijos se muestran como en
la actualidad, con el lienzo (perizoma o paño de pureza) sujeto a la
cintura y alargado hasta las rodillas.

Sobre los clavos: La opinión generalmente aceptada es que fueron
cuatro los clavos que lo sujetaron al madero, como se vio en las primeras
representaciones: dos entre cúbito y radio y dos en los pies; así lo cree
San Cipriano, obispo de Cartago, martirizado en el 258, (que conoció el
suplicio de cruz todavía en vigor), cuando afirma en plural: "Los clavos
que atravesaban los pies de Nuestro Señor" [60]; también lo asegura San
Gregorio de Tours (539-595), obispo de esta ciudad y predecesor de San
Martín de Tours, patrono de mi lugar de origen, bajo cuya advocación está
su parroquial, Salillas de Jalón(Z).

NOTA: La alusión a San Martín y Salillas de Jalón se justifica porque esta
es la iglesia que tengo fotografiada para su estudio iconográfico como se
anuncia en la Introducción.

En la segunda mitad del siglo XIII, se pintaron ya crucifijos con
tres clavos (que la costumbre ha consagrado) por la superposición de los
pies, atribuida a los renovadores de la pintura italiana, el pintor y
mosaísta Juan Cenni di Pepi Cimabué y su compañero Margaritone.























Fig.29. Crucifijo

Es atributo genérico que traen en la mano los Santos predicadores y
evangelizadores en general, y objeto de devoción de los contemplativos:
anacoretas y ermitaños, junto con la calavera.

- Por el Cristo escarnecido: La escena ocurre en casa de Caifás, sumo
sacerdote, ante el Sanedrín. Los guardias que lo custodiaban se mofan de
él, le golpean y abofetean. "Y habiéndole velado los ojos, le preguntaban:
Profetiza: ¿Quién es el que te golpeó?. Y decían contra él otros muchos
denuestos. Lucas 22, 64-65.
Se representa con los ojos vendados, característica principal, y sus
manos aparecen atadas y cruzadas al frente.

En la escena aparecen otros personajes para ambientar el drama que se
está viviendo: Los guardias que lo escarnecen, como primeros protagonistas,
y a partir de finales de la Edad Media variados personajes que contribuyen
a ambientar las representaciones según el autor de la obra.
- Por el Ecce Homo o Eccehomo: Del lat. ecce y homo, he aquí el hombre,
expresión latina con la que Pilato mostró a Jesús al populacho después de
la flagelación y coronación de espinas.
Esta imagen de Jesucristo (no confundir con la de Cristo escarnecido)
nos lo presenta: De pie, o sólo el busto, de frente y aislado; en actitud
resignada, ligeramente inclinado hacia delante; flagelado y ensangrentado,
con la corona de espinas en la cabeza; las manos atadas por delante y entre
ellas el cetro de la burla, una caña; como vestimenta, cubriendo su
desnudez, un manto o lienzo de color púrpura.

Este arquetipo no siempre fue así, desde las primeras representaciones
plasmadas artísticamente durante los siglos IX y X.

A finales de los siglos XV y XVI, la escena se enriquece con un número
creciente de personajes: El pueblo judío que reclama la ejecución; la mujer
de Pilato, desde lo alto de un balcón contemplando la escena, etc… Y a
veces, aparecen entre los personajes históricos los retratos de los mecenas
de la obra que la ofrecen por devoción.

- Por la Imago Pietatis: Imagen de la Piedad. Por otros nombres Cristo
de Piedad y Cristo Varón de Dolores. Es una imagen mística de Cristo, de
pie, desnudo, mostrando sus llagas y otras veces asomándose desde dentro
del sepulcro; puede traer como atributos los de la Pasión, llamados
tradicionalmente improperios.

En los retablos góticos esta imagen ocupa la predela con lo cual, en
la anterior disposición del altar, el celebrante en el momento supremo de
la consagración la tenía ante sus ojos.

- Por un Cristo yacente: Imagen de Cristo, esculpida y generalmente
policromada, mostrando las llagas de su cuerpo, puesto tendido sobre un
lecho, que puede tener andas para ser mostrado en los pasos de las
procesiones. Fig. 30. Bellísima talla en madera, de los primeros años del
siglo XVI, en la cripta escavada dentro de uno de los torreones de la
primitiva muralla de Zaragoza, del monasterio de la Resurrección de
Zaragoza, Santo Sepulcro.







Fig. 30. Cristo yacente
- Por el Cristo serafín: Representación de Cristo con el cuerpo casi
envuelto por seis alas rojas, propias de los serafines (según la visión
del profeta Isaías), como altas jerarquías angélicas situadas en torno al
trono de Dios. Es rara representación.

Puede traer su origen en la estigmatización de San Francisco de Asís
en el monte Alvernia, donde se le aparece un serafín con cuatro o seis
alas, del que salen cinco rayos en forma de trazos rectos que llegan hasta
las manos, pies y costado de "Il poverello" para marcarle en vivo las Cinco
Llagas de Cristo, como exaltación mística del Santo.
En muchas de estas iconografías de San Francisco, a la figura del
serafín se le superpone la propia imagen del Cristo crucificado[61]

- Por el Sagrado Corazón de Jesús: Es imagen o representación
iconográfica relativamente moderna debida a Santa Margarita María de
Alacoque, religiosa francesa de la Visitación, + en 1690 y canonizada en
1920, que promovió la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Fig. 31.



































Fig.31. Sagrado Corazón de Jesús Fig.32. Triángulo Trinitario


Su representación normalmente es: Busto de Jesús, de frente, manto
azul, abierto, mostrando en el centro del pecho, y sobre la roja túnica, un
corazón; la mano diestra bendiciendo o sujetando el pliegue del manto; con
la izquierda señalando al corazón o apartando el manto para mostrarlo.
Puede venir representado solamente por el corazón, o por el corazón
sostenido por una mano con estas características comunes para todos: De
color rojo con la llaga sangrante, y por encima de ella la corona de
espinas; viene rematado por una cruz, o por un haz de llamas o por los dos
motivos conjuntamente, y siempre resplandeciente la totalidad de la
imagen.

Este corazón puede venir herido por siete puñales, tres a la
siniestra del observador y cuatro a la diestra, simbolizando el amor y el
dolor de Jesús por los hombres.

La devoción al Sagrado Corazón llega y se propaga en España e
Hispanoamérica merced a los jesuitas, consolidándose durante el reinado de
Felipe V (desde 1727).

Durante nuestra última Guerra Civil, se hizo famoso un original
Corazón de Jesús, llamado "detente", de fieltro, prendido en los uniformes
de las tropas navarras del carlismo, bajo cuya protección se ponían, para
detener las balas del enemigo.

DIOS ESPÍRITU SANTO:

Solamente toma aspecto humano cuando aparece conjuntamente en la
Santísima Trinidad, bien representado por un niñito, un adolescente, o un
varón pero marcado por una paloma para diferenciarlo del Padre y del Hijo.


El Espíritu Santo no se representará en forma humana en la Alta Edad
Media salvo en los casos excepcionales que se considere la teofanía de
Mambré.

En 1745 Benedicto XIV desaconseja la figura humana para el Espíritu
Santo y la prohíbe cuando se representa solo.

Desde el siglo XVI la paloma retoma su protagonismo, y desde 1928
estará prohibida la figura antropomórfica del Espíritu Santo, en cualquier
ocasión" [62].






LA GUERRA de las IMÁGENES

Instaurada la dinastía isáurica en el Imperio Bizantino (717-802), ya
encendida la llamada "guerra de las imágenes" por la influencia de la
sectas iconoclastas orientales, del judaísmo y del Islam[63], el emperador
León III el Isáurico, mediante un Edicto de 726 prohíbe las imágenes en las
iglesias (salvo las de Cristo), y en el 730 decreta pena de muerte para sus
veneradores.
A la iconoclastia se oponen violentamente los iconodulios, apoyados
por el Papa Gregorio III, que consideran las imágenes como símbolo y
mediación de lo divino. Igualmente reciben el apoyo de las emperatrices
Irene y Teodora que en los concilios, ecuménico de Nicea (787), y
Constantinopla (843), consiguieron respectivamente, la una, sanciones
solemnes, y la otra que cesara el movimiento iconoclasta.

El papado, en las personas de los Sumos Pontífices Gregorio II (715-731)
y Gregorio III (731-741), ambos santos, combatió a los herejes iconoclastas
con valor y entusiasmo el primero, y apoyando a los iconodulios
(iconódulos) el segundo.

El monacato, más cercano al pueblo devoto, también se opuso a los
herejes iconoclastas. Tenemos el ejemplo de San Juan Damasceno, monje
oriental, de Damasco, como indica su apelativo, doctor de la Iglesia,
teólogo y predicador, muerto cerca de Jerusalén (+ 749); gran defensor del
culto a las imágenes.

Durante los años de lucha contra los iconoclastas orientales el Arte
Cristiano sufre un importante estancamiento, incluso retroceso, sobre todo
en el sur de la Península italiana. En Hispania igualmente, no
recuperándose hasta el primer Románico, siglo XI, pues aplicó lo decretado
en el concilio de Elvira [64], a. (¿) , en cuyo cánon 36 se dice:

"Que no haya pinturas en la iglesias, pues lo que recibe culto y es
adorado no debe pintarse en las paredes"





REPRESENTACIONES de la TRINIDAD.

El Misterio de la Santísima Trinidad es un dogma de la Religión
Católica, revelado por Dios y declarado y propuesto por la Iglesia para ser
creído, cosa que hacemos, en nuestra calidad de fieles, aunque no lo
comprendamos. Hasta aquí todo correcto y aceptado.
Pero al artista que tiene que representarla plásticamente, sea o no
creyente, ¿Quién le ayudará a distinguir gráficamente a tres Personas
divinas (dos de las cuales son seres sobrenaturales) en una sola y única
esencia?; aunque sepa que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son
personas distintas, ya que el Misterio por dogma es inefable.
El arduo problema lo resolverá como ya lo hizo con las
representaciones aisladas de cada una de las Personas de la Trinidad,
porque ¿quién pondrá puertas al campo imaginativo del artista?


En la resolución del problema, en su evolución y representación
podemos distinguir cronológicamente cuatro etapas, importantes en la
Historia de la Trinidad en el Arte (Clase nº 7 de 9/05/11):

1ª.- Etapa: Siglos IV-VIII. Etapa de respeto, que podemos considerar
como de retención y evocación indirecta del Misterio.
2ª.- Entre los siglos IX y XV. Etapa de creatividad que comprende
varios siglos de exploración creativa y difusión en los que se crean los
principales tipos iconográficos de la Trinidad.
3ª.- Entre los siglos XVI y XVII. Etapa de revisión y estabilidad en la
que se reflexiona sobre lo conseguido iconográficamente, en la exposición
plástica de este dogma, pero sin crear nuevas representaciones.
4ª.- Del siglo XVIII al XX. Etapa de declive, y comienzo de la
decadencia de las representaciones de la iconografía trinitaria; causada,
entre otras motivos, por la Bula (Breve?) Sollicitudini nostrae, de
Benedicto XIV, 1745, de retirar de las iglesias imágenes de la Santísima
Trinidad, por incomprensibles, ya que "dan ocasión de error a los rudos".


NOTA: Es de desear que los comienzos del nuevo milenio traigan una
nueva etapa que contemple el resurgimiento de las representaciones
iconográficas trinitarias, pues el Jubileo del año 2000, y a propuesta de
Juan Pablo II, ha de centrarse en la glorificación de la Santísima
Trinidad.

a) Por signos gráficos o por símbolos.


- El Triángulo trinitario: Equilátero, Fig. 32, es el símbolo
esquemático por excelencia de la Trinidad desde finales de la Edad Media.
Se representa generalmente apoyado en un lado, aunque inicialmente adoptó
la posición invertida: es el caso de la figura 32; puede venir adornado,
así mismo, con rayos o fulgores en forma de trazos.

Si viene inscrito en un círculo, o con un círculo inscrito en él,
simbolizará conjuntamente a la Trinidad y el Universo.

Puede traer dibujado en su interior el Ojo divino (la omnipresencia y
la omnisciencia divinas). Fig. 22.

Los masones lo llaman Delta luminoso, considerándolo signo del Gran
Maestro y símbolo del sol, del fuego y de la energía espiritual. Lo
representan conteniendo el ojo divino, como en la Fig. 33, o la estrella
flamboyante[65].

- Tres triángulos equiláteros: Resultantes del Solis Invictus (sin
encircular), al unir los extremos de los radios alternativamente,
comenzando por los dos más altos, "constituyen antiquísimo símbolo de la
Divinidad, más allá del cual nada podemos saber"[66]. Fig. 34.











Fig. 33. Delta Luminoso Fig. 34. Símbolo de la
Divinidad.

- El Esquema del Dogma Trinitario: Es una original disposición
triangular que condensa el dogma a partir del centro, donde figura el
nombre de DIOS, encirculado, del cual salen calles con la palabra EST hacia
los tres vértices, terminados, así mismo, en círculos, donde figuran los
nombres de la tres Personas, unidos, a su vez, por sendas calles con la
negación NON EST. Fig. 32.
- La hoja de trébol: Planta leguminosa forrajera, de hojas casi
redondas, pecioladas de tres en tres. Es símbolo de la Santísima Trinidad
utilizado por algún santo como San Patricio, evangelizador y obispo de
Irlanda, que la utilizó para explicar en sus predicaciones el misterio
trinitario.
- Tres círculos secantes, en línea: Con la palabra UNIDAD en
el
espacio central que queda libre entre ellos.
- Tres círculos secantes entre sí: Formados con centros en los
vértices de un triángulo equilátero y radio el lado del triángulo.
Constituyen otro signo muy antiguo de la Trinidad[67].

b) Por figuras humanas:

- La Teofanía de Mambré: La más famosa, conocida y estudiada de las
representaciones por figuras humanas puede ser la "Trinidad del Antiguo
Testamento", "Trinidad bizantina" o simplemente "La Trinidad", más conocida
como "Teofanía de Mambré" (manifestación de la Divinidad junto a la encina
de Mambré), Icono de la Trinidad, debido a Andrei Rublev, monje y pintor
ruso oriental de entre aproximadamente 1360 a 1430, uno de los mejores
iconógrafos de Rusia, canonizado en 1988.







































Fig. 35. Teofanía de Mambré
Intentaremos su estudio iconográfico, como ejercicio.


Apoyatura bíblica: En un texto del libro del Génesis, Gn 18, 1-2.
Aparición de Mambré: Se prefigura la Trinidad mediante tres peregrinos que
se presentan ante la tienda de Abraham, plantada en el encinar.

1-Yahvé se le apareció en el encinar de Mamre (Mambré) mientras estaba
él sentado a la puerta de la tienda en lo más caluroso del día.
2- Levantó sus ojos y vio que había tres hombres en pie ante él. En
cuanto los vio corrió a su encuentro desde la puerta de la tienda.

Motivación: El autor, monje del monasterio de la "Santísima Trinidad
y San Sergio" quiso representar plásticamente el misterio trinitario que
tan de cerca vivía en el monasterio de esa advocación, interpretando sin
duda, una experiencia de San Sergio (+ ) y la creencia existente en la
tradición cristiana de que los tres peregrinos alados eran Dios uno y
trino.

Estudio iconográfico: Analizaremos la obra desde la metodología más
asequible para el alumno de un curso de iconografía: El formalismo,
ayudándonos de otras metodologías, el historicismo, fundamentalmente, pues
sólo a la luz del texto bíblico puede entenderse y explicarse.

En el cuadro aparecen tres personajes sentados a una mesa y como
fondo, en lo alto y de izquierda a derecha (del observador), una casa, un
árbol y una montaña o roca rodeada de nubes.
Primera crítica de los iconógrafos: Rublev omitió detalles excesivos,
pues en todas sus obras es norma la representación sometida a la idea
única; por tanto sólo pinta lo más significativo del motivo.

1) Examen de los personajes: Son tres y representan, según el relato
bíblico, a Yáhvéh, en la forma de tres peregrinos alados, los aparecidos al
patriarca Abraham ante su tienda plantada en el encinar de Mambré.


La primera pregunta: ¿Quien es quien en el cuadro?. En principio no es
fácil precisarlo pues los tres están sentados, tienen similar porte
distinguido, se cubren con ricas vestimentas, sus actitudes son solemnes y
misteriosas, y presentan parecido aspecto físico: rostros y peinados,
ligera inclinación de las cabezas, y se adornan con idéntico nimbo e igual
bastón, sostenido por sus manos siniestras.

El artista, por medio de la vestimenta y otros detalles, nos indica
que el personaje central corresponde al Hijo ya que es el único que viste
la tradicional túnica roja (la humanidad) y el manto azul (la divinidad),
indicativos de su doble naturaleza.
El Padre se sienta a su diestra pues su cabeza está menos inclinada
que las otras, que se vuelven, en posición reverente, hacia él; y otro
detalle: el bastón rojo(otros dicen que es dorado) de peregrino, que todos
sostienen con su mano siniestra tiene distinta inclinación: El del Padre,
casi vertical, así me lo parece, y los del Hijo y del Espíritu Santo
inclinados hacia la derecha, más inclinado el del Espíritu Santo.
Consecuentemente el Espíritu Santo es el sentado frente al Padre.

2) Sobre las vestimentas: Ya se ha hecho la identificación del Hijo
por su vestimenta, aunque falta hablar de la lista de tela dorada que
partiendo del hombro diestro baja hacia la cintura. Parece ser que se
trataría de una estola litúrgica (banda larga de tela) con el simbolismo de
su Resurrección y por tanto la inmortalidad.
El Padre y el Espíritu Santo, por el contrario, traen túnica azul, y
no capa, que en el caso del Padre parece dorada (amarilla) y en la del
Espíritu Santo como verdosa. Ambos colores serán apropiados para ambas
Personas: El oro del Padre, como metal precioso, sagrado y divino es el
símbolo de la divinidad y la majestad (los Reyes Magos ofrecieron al Niño:
Oro como Rey). Del color verde del Espíritu Santo podemos dar opiniones
diversas del porqué de su elección:

Desde el simbolismo podemos decir que es el color de la vida, la
inmortalidad y la esperanza. Para algunos autores (C. Morel, op.cit. pg.
902), y sintetizando que: El verde es la expresión de Dios sobre la tierra.
Y en general: El color verde, en la Iconografía cristiana, es el color de
la esperanza, Virtud teologal.
No obstante, siguiendo al arzobispo Andrés de Cesárea, el
Hierosolimitano, que algo debía saber sobre la Trinidad, (Asistió al III
Concilio de Constantinopla -680-, combatiendo la herejía monotelista), me
quedo con la preciosa aseveración que se le atribuye:

"La naturaleza divina es siempre verde y florida", …

para resaltar que también el "último personaje de la obra" es de naturaleza
divina, ya explicitada por el azul de su túnica, pero una divinidad joven,
dinámica, reconfortante, llena de vida… "siempre verde y florida". Opinión
tan asumible como otras varias que se han escrito sobre el porqué del
verde en este particular. Aunque aquí, en lo que acabo de escribir, se
cumple, cómo no, lo prevenido en el punto nº 7, del epígrafe LOS COLORES,
página 19, aunque sin obviar otras interpretaciones.

3) Sobre la mesa: La disposición de los personajes en torno a la
mesa podríamos decir que es "incorrecta protocolariamente hablando" ya que
el Padre debería ocupar la posición central, preeminente. ¿Por qué eligió
Rublev este orden?. Puede que con ello quiso resaltar la personal y directa
actuación del Hijo, que se hizo Hombre para nuestra salvación desde el amor
que imparte desde la mesa o altar de su sacrificio.


Seguro que quiso figurar en ella la mesa eucarística, el altar
cristiano, por el detalle de la copa con vino, diríamos a primera vista,
por ser de color rojo y estar en una copa, a pesar de que las descripciones
de algún experto nos digan que se trata de una pieza de carne de cordero;
aunque lo determinante para afirmar que el artista quiso identificar la
mesa con el altar eucarístico puede ser el rectángulo del frontis del
mismo.

4) Sobre las actitudes: A parte de las ya reseñadas, el Padre
mantiene una actitud que indica ser la Primera Persona, y parece está
bendiciendo con su diestra (no lo aprecio en la obra con la que trabajo);
El Hijo dirige su mirada amorosa hacia el Padre, y con su diestra parece
indicar, como invitándonos, que nos acerquemos al banquete eucarístico; lo
que se correspondería con su posición detrás de la mesa, de la que se
considera anfitrión. Por su parte, el Espíritu Santo es el que mantiene una
actitud más discreta ante la mirada del Padre.

5) Los complementos de la parte superior: Ya nombrados: La casa,
sobre la cabeza del Padre, el árbol verde detrás del Hijo y la montaña
sumada de nubes sobre el Espíritu Santo que, independientemente de su
expresión natural, se pueden identificar, por ejemplo, con la tienda de
Abraham o la morada celestial; el Árbol de Paraíso o el de la Cruz, y el
escalamiento hacia el cielo respectivamente. Los tres complementos parece
se inclinan en dirección al Padre con el mismo significado de mostrar quien
es la Primera Persona.

Respecto a los matices y las tonalidades de la esmaltación, a los
sentimientos que expresan los rostros fuera de lo que parece, y mucho menos
a los círculos y octógonos que se presuponen, por los iconógrafos, en la
obra para justificar perichoresis y otros significados simbólicos, no entro
a juzgarlos porque inicialmente no los he percibido, aunque los acepto
basándome en el "magíster dixit".

6) Sobre la tarima en que se asienta el conjunto: Sí que quiero
opinar, de ella, por la extrañeza producida al no ver ninguna referencia a
la misma en los estudios al uso que he consultado de esta teofanía.
Sin embargo, y en mi afán de añadir algo por mi parte al estudio de
la Teofanía de Mambré (aunque dudo que este punto no haya sido tratado
antes, lo que sería menospreciar la inteligencia y el saber iconográfico de
los estudiosos del Arte), encuentro por fin algo que me va a servir.

La noticia la encuentro en el Tomo nº 7, Introducción a los Símbolos,
de la serie EUROPA ROMÁNICA[68], con estas referencias:

"Los soberanos en las civilizaciones más diversas, y en el arte
bizantino en particular - como Cristo o su Madre en la iconografía
cristiana -, están representados frecuentemente con los pies colocados
sobre una tarima cuadrada".

Con ello, en el estrado-tarima-escabel, el arte cristiano ha querido
ver un simbolismo extraído del sugestivo texto evangélico:
"No jureis en modo alguno: ni por el cielo, porque es el trono de
Dios, ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies" (Mt 5, 34-35)

O de este otro cuando Isaías hacía decir a Yahvéh:
"Los cielos son mi trono y la tierra el estrado de mis pies" (Is cap.
66)

De lo que podemos deducir que el monje Rublev quiso reafirmar, con este
detalle del estrado, que los personajes reunidos en torno a la mesa
eucarística eran Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo, o sea la
Trinidad.














Continuamos el apartado b) Por figuras humanas, (p. 56) con el 2º caso…

- Por tres varones: El antropomorfismo del arte cristiano para estas
representaciones de la Trinidad es normalmente con tres varones de pie,
vestidos con túnica. Para diferenciarse el Padre lleva tiara, el Hijo
muestra sus llagas y el Espíritu Santo viene con dos alas.

- Por dos varones y la paloma: La Paloma del Espíritu en el centro,
teniendo a su diestra al Padre y tocando con la punta de sus alas las bocas
del Padre y del Hijo, como indicando que procede de ambos.

- Por el Padre, el crucifijo y la paloma: El Padre con amplias barbas,
tiara y manto: sostiene, de frente y con sus manos los brazos de la cruz,
antepuesta a lienzo sostenido en sus extremos superiores por dos ángeles;
la paloma emerge, de una nube. Ej. La Trinidad de Alberto Durero.

- La Trinidad dolorosa o el Trono de Gracia: El Padre sentado acoge
apesadumbrado, en su regazo, y desde el s. XIII, al Cristo desnudo
descendido de la cruz. Sobre ellos sobrevuela el Espíritu Santo en forma de
paloma. Ej. En un cuadro del Greco.

- En la Coronación de la Virgen: La más conocida representación, con
María en el centro; a sus lados, sosteniendo la corona, el Padre y el Hijo,
y sobre su cabeza la paloma del Espíritu Santo. Fig. 36.


















Fig. 36. Coronación de la Virgen
Ésta es la coronación por la Santísima Trinidad, que alcanza su
máximo desarrollo, sobre el Cielo y la Tierra, en la gran tabla de
Enguerrand Quarton (1454), en el Museo de Villeneuve-les-Avignon[69].

- La Trinidad tricéfala: Otra imagen de la Trinidad, no original (imagen
de Jano), pero si extravagante e incluso monstruosa, se puede presentar:


Por una cabeza con tres rostros: las tres caras, soldadas en una sola
cabeza con limbo único; la central es la del Hijo según se deduce de su
barba corta y partida (las otras dos barbas, largas); los tres rostros
presentan cuatro ojos en línea, tres narices y tres bocas; vestimenta, la
apropiada; bendice con la mano diestra y con la siniestra sostiene o se
apoya en la bola del mundo rematada por una cruz. Esta es representación
más propia, creemos, del arte bizantino que no coincide con la de la Fig.
38.

Por tres cabezas: Como la de la Fig, 37, con el Padre en el centro:
El Espíritu Santo no trae barba.

Atestiguada desde el siglo XI, tiene un éxito considerable. Fue
denunciada por san Antonio (Antonino) de Florencia (+ 1459) como herética.
Prohibida por el papa Urbano VIII en 1628, esta representación no cayó
totalmente en desuso perpetuándose hasta el siglo XIX[70].

















Fig. 37. Trinidad tricéfala Fig. 38.
Rostro triple
Con lo que antecede doy por terminada la exposición que, de momento,
es la mínimamente imprescindible para que no queden en el aire los apuntes
que a lo largo del Curso he ido tomando y recopilando, pues creo necesario,
como ya he dicho, dejar constancia escrita, para una inmediata
continuación, al objeto formar de un corpus o canevás medianamente
orientativo para el trabajo de investigación que tengo pendiente.



Zaragoza, 9 de Julio de 2011

Addenda
et corrigenda: 00-00-00


Firmado: Manuel
Monreal Casamayor




























BIBLIOGRAFÍA

ALLEN, J.F. La Biblia de los Jóvenes, Ilustrada. Traducción y adaptación
Rdo. P. Lorenzo GANDOL, C.M.F. Ilustraciones de Carlos TORA. Badalona
(Barcelona). CREDSA, Edic. y Publicaciones. Segunda edición, diciembre de
1972.

BEIGBEDER, Olivier. Léxico de los Símbolos. Vol.15 de la serie EUROPA
ROMÁNICA. Madrid. Ediciones Encuentro, 1989.

CARMONA MENA, Juan. Iconografía Cristiana. Madrid. Edic. ISTMO, S.A. 2003.

CASTELLANOS de LOSADA, Basilio Sebastián. Iconología Cristiana y
Gentilicia: Compendio del Sistema Alegórico y Diccionario Manual de la
Iconología Universal. Madrid. Imprenta de D.B. González, 1850,

De CHAMPEAUX, Gérard y STREKX, Dom Sebastien. Fotografía ZODIAQUE.
Introducción a los Símbolos. Madrid. Vol. 7 de la serie EUROPA ROMÁNICA.
Ediciones Encuentro. Segunda edición, 1989.

CHEVALIER, Jean y GHEERBRANT, Alain. Diccionario de los Símbolos.
Barcelona, Segunda Edición, 1988.

DEMOL-BIRNAU, ad vocem, en Enciclopedia de la Religión Católica. Barcelona.
Ediciones Dalmau y Jover S.A. Vol. II.

DUCHET-SUCHAUX, Gaston y PASTOUREAU, Michel. Guía Iconográfica de la Biblia
y de los Santos. Madrid. Alianza Editorial S.A. 2009.
- Le Bestiaire Médiéval. Dictionnaire historique et bibliographique.
París, Éditions Le Léopard d'Or, 2002.

Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Madrid. Espasa-Calpe,
1913, Vol. XVI, s.v. "Cruz".

ESTEBAN LORENTE, Juan Francisco. Tratado de Iconografía. Tres Cantos
(Madrid). Ediciones. ISTMO S.A. 2002.

FATÁS, Guillermo y BORRÁS, Gonzalo M. Diccionario de Términos de Arte y
Arqueología. Zaragoza, Guara Editorial, S.A., 1980.

FERRANDO ROIG, Juan. Iconografía de los Santos. Barcelona. Ediciones
Omega. S.A. 1950.

FRANQUESA, Pedro y SOLÉ, José María. Misioneros claretianos. SAGRADA
BIBLIA. Edición manual. Barcelona. Editorial Regina, 1968.

De GARMA y DURÁN, Francisco Xavier. Arte Heráldica. Adarga Catalana.
Barcelona. Euro-Liber, 1967, primera edición, 1753.


GASCÓN de GOTOR, Anselmo. El Crucifijo y el Arte. Zaragoza. Tipografía
"CERVANTES".

KINDER, Herman y HILGEMANN, Werner. Atlas Histórico Mundial. Madrid.
Ediciones Istmo, Colección Fundamentos, 2 Tomos. Décima Edición, 1980. Tomo
I.

LAROUSSE, Biblioteca de consulta. Diccionario de Arte. Barcelona. SPES
EDITORIAL, S.L., 2003. Tomo I .

MAINGUY, Irene. La symbolique maçonnique du troisième millénaire.
Ilustraciones: DEGUILLEMAIN, Henri-Jean, PAULI, René, y amigos. Paris,
Éditions DERVY, 2006. Tercera edición corregida y aumentada.

MOLLETT, J.W. Diccionario de Arte y Arqueología. Arganda del Rey, Madrid.
EDIMAT LIBROS, 1998.

MONREAL CASAMAYOR, Manuel. "La Cruz: Iniciación a un Estudio Tipológico",
Zaragoza, en Revista EMBLEMATA, nº 3, I.Fernando el Católico. (C:S:I:C),
1997.
- De Sermone Heráldico IV: Astros y Meteoros. En EMBLEMATA, nº 14.
I.F.C (C.S.I.C), Zaragoza. 2008.

MONREAL y TEJADA, Luis. Iconografía del Cristianismo. Barcelona. Quaderns
Crema, S.A. El Acantilado, 2000.

MOREL, Corinne. Dictionaire des symbols, mytes et croyences. Paris.
Éditions de l´Archipel, 2005. Voz MAIN.

REVILLA, Federico. Diccionario de Iconografía y Simbología. Madrid.
Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.). Sexta edición, 2009,

RIPA, Cesare. Iconología, Tomos I y II. Móstoles (Madrid). Ediciones Arkal
S.A., 3ª Edición, 2002.

J. VÁZQUEZ ALONSO, Mariano (Texto) y CASTAÑER, Joaquín (Dibujos). El Libro
de los Signos. Barcelona. Ediciones 29, 1987.

DE VICO, Francisco. Segunda parte de la Historia general de la Isla de
Sardeña, Cagliari, Centro di Studi Filologici Sardi / CUEC. Prima Edizione,
mayo 2004, pg. 13.

VIÑUALES GONZÁLEZ, Jesús, y otros. HISTORIA del ARTE. Universidad Nacional
de Educación a Distancia. Curso de acceso. Madrid. Imprime Encuadernaciones
Elva S.A. 1987, Vol. I.

VV.AA. Diccionario Interactivo de Filosofía. Barcelona. Herder Editorial,
2000.






I N D Í C E

Justificación………………………………………………………… Pg. 1
Introducción. ………………………………………………………….Pg. 1

EL ARTE…………. . . ………………………………………………..Pg. 2

El ARTE CRISTIANO. ………………………………………………..Pg. 2
Sus orígenes: El Arte Paleocristiano. …………………………… Pg. 2
El Arte cristiano propiamente dicho……………………………….Pg. 6

LA HISTORIA del ARTE……………………………………………... Pg. 7

LA ICONOGRAFÍA y la ICONOLOGÍA……………………………….Pg. 8
Exordio, Deducción y Propósito………………………………..Pg. 8
Sobre las definiciones de Iconografía e Iconología…………….Pg. 8
Definiciones de estas Ciencias: Émile Màle y Erwin Panofsky. Pg.11
Sobre los métodos iconográfico e iconológico……………….. Pg.12

LA ICONOGRAFÍA CRISTIANA……………………………………. Pg, 14

FUENTES de la ICONOGRAFÍA CRISTIANA……………………… Pg. 15
1º) EN LA SAGRADA BIBLIA………………………………………… Pg. 15
a) En el Antiguo Testamento: JOB, ABRAHAM, ISAAC, LOT, JOSÉ.

----- O ----- O -----

EMBLEMÁTICA de los REYES SALOMÓN y DAVID……………... Pg. 19
El Pentagrama, el Hexagrama y el Rey Salomón…………….. Pg. 19
El Sello Verde de Salomón…………………………………… Pg. 20
La Estrella de David…………………………………………... Pg. 20
El Símbolo del Majzen……………………………………….. Pg. 20
El Escudo de David…………………………………………… Pg. 20

----- O ----- O -----

b) En el Nuevo Testamento: "El Apocalipsis"…..………… Pg. 23

2º) EN LOS TEXTOS APÓCRIFOS……………………………………. Pg. 26
3º) EN LA LITERATURFA HAGIOGRÁFICA……………………. Pg. 27
4º)EN LA HISTORIA DE LAS ÓRDENES RELIGIOSAS……………..Pg. 28
5º) EN LA HISTORIA DE OTRAS INSTITUCIONES………………... Pg. 28
6º) EN LOS BESTIARIOS……………………………………………… Pg. 28

LOS SIGNIFICANTES……………………………………………….Pg. 29
EL EMBLEMA………………………………………………………… Pg. 29
EL ATRIBUTO………………………………………………………….Pg. 32
LA ALEGORÍA…………………………………………………………Pg, 33

LOS COLORES……………………………………………………… .Pg. 34.

LA TRINIDAD en el ARTE: ICONOGRAFÍA e ICONOLOGÍA…….. Pg. 36
Es conveniente su representación…………………………….. Pg. 36
Se puede representar………………………………………….. Pg, 36
a) (Cada una de las Personas) Por signos gráficos o por
símbolos:
A YAHVÉH……………………………………………………...Pg. 37
A CRISTO……………………………………………………….Pg. 39
Al ESPÍRITU SANTO…………………………………………. Pg. 42.
b) Por figura de hombre:
A DIOS-PADRE………………………………………. Pg. 44
A DIOS-HIJO: CRISTO………………………………. Pg. 44
A DIOS- ESPÍRITU SANTO…………………………. Pg. 52

----- O ----- O -----

LA GUERRA de las IMÁGENES………………………………………. Pg. 53

----- O ----- O -----

REPRESENTACIONES de la TRINIDAD…………………………… Pg. 54
a) Por signos gráficos o por símbolos:
- El Triángulo Trinitario……………………………………Pg. 54
- Tres Triángulos Equiláteros………………………………Pg. 55
- El Esquema del Dogma Trinitario………………………..Pg. 55
- La Hoja de Trébol………………………………………...Pg. 55
- Tres Círculos secantes en línea…………………………...Pg. 56
- Tres Círculos secantes entre sí……………………………Pg. 56


b) Por figuras humanas: La Teofanía de Mambré…………….Pg. 56
- Por tres varones…………………………………………...Pg. 61
- Por dos varones y una paloma…………………………… Pg. 61
- Por el Padre, el Crucifijo y la Paloma…………………… Pg. 61
- Por la Trinidad Dolorosa o Trono de
Gracia.,,,,,,,,,,,,,,,,,,,, Pg. 61
- En la Coronación de la Virgen……………………………Pg. 61
- Por la Trinidad Tricéfala………………………………….Pg. 62
- Por el Rostro Triple……………………………………… Pg. 62


ANEXO FOTOGRÁFICO


































Iglesia de Salillas de Jalón. Zaragoza


Nota: Tengo tomadas 174 fotografías de la Parroquial de las cuales, por no
recargar la presentación, presento las más ilustrativas.














FACHADA NORTE
















ALTAR MAYOR






























PUERTA DE ACCESO














SAGRARIO







ALTAR
DE
LA TRINIDAD
























PASO DEL NAZARENO













ALTAR de la VIRGEN del ROSARIO














NAVE CENTRAL















CAPILLA del BAPTISTERIO















ALTAR del SAGRADO CORAZÓN
















CAPILLA del SANTO CRISTO





























ALTAR de los SANTOS FRANCISCANOS














CÚPULA y LINTERNA del CRUCERO

















EL CORO y EL ÓRGANO





























VIRGEN del ROSARIO











CURSO

DE



ICONOGRAFÍA RELIGIOSA

EN LA

HISTORIA DEL ARTE







CRETA

2011




TRABAJO FIN DE CURSO

Alumno: Manuel Monreal Casamayor

-----------------------
*Reconocido por la Facultad de Filosofía y Letras de Zaragoza con créditos
de libre elección
[1] Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo-Americana. Madrid. Espasa-
Calpe, 1913, Vol. XVI, s.v. "Cruz", pp. 606-607.
[2] Manuel MONREAL CASAMAYOR. "La Cruz: Iniciación a un Estudio
Tipológico", en Revista EMBLEMATA, nº 3, Zaragoza. Edita: I.F.C. Diputación
Provincia de Zaragoza, 1997, (pp. 9-44). Pg. 31.
[3] Jesús VIÑUALES GONZÁLEZ y otros. HISTORIA del ARTE. Universidad
Nacional de Educación a Distancia, Curso de acceso. Madrid. Imprime
Encuadernaciones Elva S.A. 1987, Vol. I, pg. 224.
[4] Luis MONREAL y TEJADA. Iconografía del Cristianismo. Barcelona.
Quaderns Crema, S.A. El Acantilado, 2000. Pg. 57.
[5] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 11
[6] Jesús VIÑUALES y Otros. Op. Cit., pp. 19-20.
[7] Juan CARMONA MENA. Iconografía Cristiana. Madrid. Ediciones ISTMO, S.A.
2003. Pg. 35.
[8] Juan Francisco ESTEBAN LORENTE. Tratado de Iconografía. Tres Cantos
(Madrid). Ediciones. ISTMO S.A. 2002, pg. 4.
[9] Guillermo FATÁS y Gonzalo M. BORRÁS. Diccionario de Términos de Arte y
Arqueología. Zaragoza, Guara Editorial, S.A., 1980, pg. 119.
[10] Juan Francisco ESTEBAN LORENTE. Op. Cit. Pg. 6.
[11] Cesare RIPA, Iconología, Tomos I y II. Móstoles (Madrid). Ediciones
Arkal S.A., 3ª Edición, 2002, pp. 8 y 9 del Tomo I.
[12] J.F. ESTEBAN LORENTE. Op. Cit. Pg. 5.
[13] Cesare RIPA. Op. Cit. Tomo I, pg. 10.
[14] Olivier BEIGBEDER. Léxico de los Símbolos. Vol.15 de la serie EUROPA
ROMÁNICA. Madrid. Ediciones Encuentro, 1989, pg. 16.
[15] Basilio Sebastián CASTELLANOS de LOSADA. Iconología Cristiana y
Gentilicia: Compendio del Sistema Alegórico y Diccionario Manual de la
Iconología Universal. Madrid. Imprenta de D.B. González, 1850, pg. 20

[16] J.W. MOLLETT. Diccionario de Arte y Arqueología. Arganda del Rey,
Madrid. EDIMAT LIBROS, 1998, pg. 207.
[17] Olivier BEIGBEDER. Op. Ct.. Pg. 14.
[18] En la ficha catalográfica olvidé poner, en su día, la referencia
bibliográfica. Procuraré buscarla.
[19] Ibidem
[20] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 9.
[21] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pp. 10 y 11.
[22] Pedro FRANQUESA y José María SOLÉ. Misioneros claretianos. SAGRADA
BIBLIA. Edición manual. Barcelona. Editorial Regina, 1968. Pp. 21 y 22.
[23] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 27.
[24] Voz italiana, de maniera, a su manera, aparecida en el s. XX para
nombrar a manifestaciones artísticas, surgidas en Italia en el s. XVI.
[25] Fuente: Rdo. Dr. J.F. ALLEN. La Biblia de los Jóvenes, Ilustrada.
Traducción y adaptación Rdo. P. Lorenzo GANDOL, C.M.F. Ilustraciones de
Carlos TORA. Badalona (Barcelona). CREDSA, Edic. y Publicaciones. Segunda
edición, diciembre de 1972, pg. 72.
[26] Juan Francisco ESTEBAN LORENTE, Op. Cit. Pg. 68.
[27]Manuel MONREAL CASAMAYOR. De Sermone Heráldico IV: Astros y Meteoros.
En EMBLEMATA, Revista de Emblemática, nº 14. Zaragoza. I.F.C. (C.S.I.C.),
2008, Pp. 236 a 247.
[28] Pedro FRANQUESA y José María SOLÉ. Op. Cit. Pg. 1949.
[29] Jean CHEVALIER y Alain GHEERBRANT. Op. Cit. Pg. 110 y 345.
[30] Pedro FRANQUESA y José María SOLÉ. Op. Cit. Pg. 1949.
[31] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pp. 27-28.
[32] Mariano J. VÁZQUEZ ALONSO (Texto) y Joaquín CASTAÑER (Dibujos). El
Libro de los Signos. Barcelona. Ediciones 29, 1987, pgs. 12 y 23.
[33] VV.AA. Diccionario Interactivo de Filosofía. Barcelona. Herder
Editorial, 2000.
[34] Biblioteca de consulta LAROUSSE. Diccionario de Arte. Barcelona. SPES
EDITORIAL, S.L., 2003. Tomo I . pg. 194.
[35] "Mesraim, por otro nombre Osiris, hijo de Cam, y nieto de Noé, se
había apoderado de toda Italia,…". Francisco DE VICO. Segunda parte de la
Historia general de la Isla de Sardeña, Cagliari, Centro di Studi
Filologici Sardi / CUEC. Prima Edizione, mayo de 2004. Pg, 13.
[36] Francisco Xavier de GARMA y DURÁN. Arte Heráldica. Adarga Catalana.
Barcelona. Euro-Liber, 1967, primera edición, 1753. Pg. 20.
[37] Basilio Sebastián y CASTELLANOS de LOSADA. Op. Ct. Pg. 28
[38] J. F. ESTEBAN LORENTE. Op. Cit. Pg. 375.
[39] G. DUCHET-SUCHAUX y Michel PASTOUREAU. Guía Iconográfica de la Biblia
y de los Santos. Madrid. Alianza Editorial S.A. 2009. Pgs. 119-120.
[40] Federico REVILLA. Diccionario de Iconografía y Simbología. Madrid.
Ediciones Cátedra (Grupo Anaya S.A.). Sexta edición, 2009, Voz ESPÍRITU
SANTO, pg. 248.
[41] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 12.
[42] G. DUCHET-SUCHAUX y M. PASTOUREAU. Op. Cit. Pp. 461-462.
[43] Corinne MOREL. Dictionaire des symbols, mytes et croyences. Paris.
Éditions de l´Archipel, 2005. Voz MAIN, pg. 564 y ss.
[44] Corinne MOREL. Op. Ct. Pg. 564.
[45] Jean CHEVALIER y Alain GHEERBRANT. Op. Cit. Voz MANO, pg, 684.
[46] Manuel MONREAL CASAMAYOR. La Cruz… Op. Cit. Pg. 18.
[47] Mariano J, VÁZQUEZ y Joaquín CASTAÑER. Op. Cit. Pg. 47.
[48] G. DUCHET-SUCHAUX y M. PASTOUREAU. Guía Iconográfica… Op. Cit. Pg.
372.
[49] DEMOL-BIRNAU, ad vocem, en Enciclopedia de la Religión Católica.
Barcelona. Ediciones de Dalmau y Jover S.A. Vol.II, pg. 1302
[50] Manuel MONREAL CASAMAYOR, La Cruz..Op. Cit. Pg. 32.
[51] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 52.
[52] Pedro FRANQUESA y José María SOLÉ. Op. Cit. Pg. 1526.
[53] G. DUCHET-SUCHAUX y M. PASTOUREAU. Guía Iconográfica…Op, Cit. Pgs. 135-
136.
[54] Anselmo GASCÓN de GOTOR. El Crucifijo y el Arte. Zaragoza. Tipografía
Cervantes. Pg. 16.
[55] Gérard de CHAMPEAUX y Dom Sebastien STREKX - Fotografía de Zodiaque.
Introducción a los Símbolos. Madrid. Vol nº 7 de EUROPA ROMÁNICA. 1989.
Pp. 103-105
[56] G. DUCHET-SUCHAUX y M. PASTOUREAU. Guía Iconográfica…Op. Cit. Pg. 139.
[57] G. DUCHET-SUCHAUX y otro. Op. Cit. Pg. 140.
[58] Anselmo GASCÓN de GOTOR. Op. Cit. Pg. 10. "Sin embargo, por pudor
los más antiguos Cristos en la cruz van cubiertos con el colubium ú°û°±±
±
±±o túnica sin mangas, que baja hasta los pies". Ya que …Jesús,
indudablemente fue crucificado desnudo, según la costumbre romana. Hacia
finales del s. VIII se redujo, y partía de la cintura como unas enaguas.
[59] Juan FERRANDO ROIG, Iconografía de los Santos. Barcelona. Edic. Omega.
S.A. 1950, pp. 26 y 170.
[60] Anselmo GASCÓN de GOTOR. Op. Ct. Pp. 11-12.
[61] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 275.
[62] Juan Francisco ESTEBAN LORENTE. Op. Cit. Pg. 197.
[63] Herman KINDER y Werner HILGEMANN. Atlas Histórico Mundial. Madrid.
Ediciones Istmo, Colección Fundamentos, 2 Tomos. Décima Edición, 1980. T.
I. pg. 145.
[64] Juan FERRANDO ROIG. Op. Cit. Pg. 10.
[65] Irene MAINGUY. La symbolique maçonnique du troisième millénaire
Ilustraciones: Henri-Jean DEGUILLEMAIN y René PAULI y amigos. Paris,
Éditions DERVY, 2006. Tercera edición corregida y aumentada, pg. 180.
[66] Mariano J, VAZQUEZ ALONSO y Joaquín CASTAÑER. Op. Cit. Pg. 30..
[67] Mariano VÁZQUEZ ALONSO y otro.Op. Cit. Pg. 85
[68] Gérard de CHAMPEAUX y Dom Sebastien STREKX . Fotografía ZODIAQUE Op.
Cit. Pp. 102-103.
[69] Luis MONREAL y TEJADA. Op. Cit. Pg. 155.
[70] G. DUCHET y M. PASTOUREAU. Guía Icvonográfica. Op. Cit. Pg. 439.
Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.