“Viviendo las Culturas Vivas Comunitarias en Costa Rica: experiencia desde la Peña Cultural Ramonense” Mauren Pérez Pérez, Peña Cultural Ramonense. Mariela Pacheco Rojas, Peña Cultural Ramonense. San Ramón, Costa Rica.
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Línea temática Arte y transformación social.
Relación de la experiencia con la línea temática seleccionada La Peña Cultural Ramonense (PCR) es un colectivo que trabaja por promover una transformación social pacífica y solidaria dirigida al respeto de los derechos humanos, de los animales y de la naturaleza, a través de la apertura de espacios lúdicos, libres, críticos, para la expresión y desarrollo de las diversas manifestaciones de las culturas vivas comunitarias en el cantón de San Ramón. Desde esta agrupación concebimos la cultura y el arte como elementos claves para la edificación de sociedades fundamentadas en la solidaridad, la sostenibilidad, el respeto, la diversidad, la libertad, la creatividad, la equidad, la igualdad y en la alegría. El trabajo de la PCR busca reivindicar el rescate de lo inmediato y de lo local como una alternativa al sistema capitalista, y es ahí donde la experiencia de más de cuatro años de trabajo constante y voluntario, por parte del colectivo cobra relevancia, ya que se presenta como un recurso más en el intercambio de conocimientos que fortalecen la diversidad de arte y cultura en nuestra región. Asimismo, se busca abordar la experiencia del colectivo a partir de un análisis general sobre el contexto mundial evidenciado en la actualidad y en nuestras realidades regionales. Palabras clave: Culturas vivas comunitarias, democracia cultural, arte, expresión, intercambio, transformación social.
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Trayectoria Histórica de la Peña Cultural Ramonense. El involucramiento de la Peña Cultural Ramonense dentro de una sinergia de acciones y redes a nivel nacional y latinoamericano, fundamentadas en la lógica de las culturas vivas comunitarias, inicia a partir de enero del año 2009, puesto que ya se trabajaba aisladamente en espacios culturales esporádicos, los cuales no contaban con un respaldo organizacional sistemático y sostenido en el tiempo. Luego de efectuarse una reunión con la GuanaRED1, a la que asistieron representantes de diversas zonas del país con el propósito de construir las bases de la PCR, se logra realizar la primer Peña Cultural en el cantón de San Ramón el día 22 de marzo de 2009. Desde sus inicios, se ha buscado el rescate de la sensibilidad humana, del amor en todas sus manifestaciones, donde el material validado y de intercambio son los abrazos. Nuestro colectivo integra la perspectiva de Culturas Vivas Comunitarias (CVC) como ese paradigma de movimiento latinoamericano gestado para reivindicar el arte y la cultura en cada región. De ahí que las peñas culturales son acciones encaminadas a lograr la descentralización de las políticas públicas y de las diferentes manifestaciones de las culturas vivas comunitarias. Con el desarrollo de las peñas culturales, el pueblo ramonense ha logrado consolidar un punto de encuentro, acercándose al arte comunitario y apropiándose de los espacios vitales a los que tienen derecho las personas. A lo largo de estos cuatro años y 55 peñas realizadas cada tercer domingo del mes, se ha abierto el espacio para la participación activa a más de 600 artistas nacionales e internacionales. Nuestro trabajo nace día con día motivado por el sueño tangible de promover una transformación social pacífica y solidaria, dirigida al respeto de los derechos humanos, de los animales y de la naturaleza, mediante la creación de espacios lúdicos, libres, sanos, críticos, para la expresión, la apreciación y desarrollo de las diversas manifestaciones de las culturas vivas comunitarias en San Ramón.
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Peña Cultural Ramonense apropiándose de las Culturas Vivas Comunitarias. “Creemos que el arte puede reencantar el mundo y hacerlo poéticamente habitable”. (Plataforma Puente, 2010) Somos una organización que cree en la horizontalidad; es decir, que ninguna persona partícipe del colectivo adquiere un papel preponderante sobre el resto, puesto que el principio de igualdad es el que prevalece. Además, al ser constituida bajo el trabajo voluntario, las personas involucradas accionan respondiendo a un espíritu de solidaridad y cooperación. Las peñas culturales son aquellos espacios artísticos de encuentro impulsados en las comunidades los cuales cuentan con una participación diversa y activa de las diferentes propuestas artísticas forjadas en la comunidad, fomentando la recreación saludable, la identidad local, el liderazgo de las juventudes y la conciencia ecológica. La Peña Cultural Ramonense es caracterizada por su entrada libre, lo que significa que ninguna persona puede ser privada de disfrutar de la actividad, tampoco se le cobrará dinero por hacerlo. Las y los artistas que se presentan en las mismas no son pagados con dinero, sino que su retribución son los abrazos que reciben del público (abrazo peñero), ya que se comprende una presentación artística como una donación para la comunidad, o un espectáculo con carácter de voluntariado. De esta forma, la PCR es sostenida a través del trabajo voluntario y de las donaciones de las personas; es decir, que hemos persistido en nuestra labor a pesar de que no contamos con fuente de financiamiento, así como tampoco apoyo financiero alguno. Por el contrario no existe apoyo del gobierno local, ni de otras organizaciones, inclusive de la Academia misma. Esta situación genera ciertas complicaciones, ya que la realización de una peña acarrea gastos económicos importantes de producción y divulgación, por tanto, en ocasiones la organización de alguna actividad se ve profundamente limitada por la cantidad de dinero disponible, que no suele ser suficiente para cubrir los gastos. Cada tercer domingo, se abre en San Ramón un espacio para la expresión y disfrute de las culturas vivas comunitarias para personas de todas las edades, que inicia desde horas de la tarde con el montaje, por parte de las comisiones de sonido y escenografía, de uno o varios espacios para las presentaciones de artes escénicas originales como la música, el cine, el teatro, danza, malabares y narración oral, entre otras. Por otra parte, las comisiones de comidas y ventas preparan los alimentos para
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las y los artistas, productores y productoras culturales, así como personas voluntarias del colectivo de gestión cultural. Igualmente, se recolectan fondos para cubrir gastos de la peña, mediante la venta de alimentos y tarjetas durante la actividad. La Peña Cultural Ramonense posee como una de las líneas de acción, el visibilizar que las creaciones culturales tienen “vida” y que nacen en todos los rincones de las comunidades de forma espontánea y natural. Por esto, se apuesta por volver la mirada al pueblo, a lo que realiza la gente desde siempre, a las tradiciones, al conocimiento ancestral y al saber popular. Se rescata la producción local y original, promocionando a las y los artistas pues, desde nuestra lógica, el verdadero desarrollo parte de lo propio, de los conocimientos de cada persona, de los recursos naturales, culturales, de las organizaciones sociales, en fin. Desde sus inicios la Peña Cultural Ramonense ha servido como un espacio para el desarrollo de la Economía Solidaria. Aunque, no se planeó precisamente como un ámbito dedicado a ésta, la apertura del espacio fraterno sobre este enfoque de economía se ha dado de forma natural y respondiendo a la necesidad, cada vez más acentuada, de contar con el mismo, por tanto se define como otra de nuestras líneas de acción. Desde el año 2012 se colocan puestos de comercio justo: Feria de Trueque2; y se abren espacios para la venta de productos artesanales, agrícolas, culinarios y otros artículos elaborados manualmente y caracterizados por ser amigables con el ambiente. Otra de nuestras líneas de acción va enfocada en que las personas asistentes a la actividad sean capaces de reflexionar, ser críticas, sensibilizarse, compartir y tomar conciencia sobre el entorno que nos rodea, razón por lo cual en cada peña se aborda una temática intencionada. En otras palabras, se analizan de forma crítica temas relacionados en los derechos humanos, con el medioambiente, rescate de lo ancestral, el valor del arte manual, y demás. Por otro lado, se llevan a cabo talleres para niños, niñas y personas adultas, donde se busca estimular las creaciones originales. Igualmente, efectuamos cine foros abiertos a todas las personas, con el propósito de estudiar una temática determinada, por medio de la proyección de cortometrajes, documentales o películas que profundizan en tal fin, asimismo, al finalizar la proyección se realizan conversatorios para el intercambio de opiniones y/o conocimientos. A lo largo de estos cuatro años el pueblo, el trabajo voluntario, las y los artistas y las personas del colectivo que trabajamos sin fines de lucro nos apropiamos del espacio de la Peña Cultural Ramonense. Por todo lo anterior, podemos englobar la experiencia y
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los alcances que hemos logrado desde el espacio de la Peña Cultural Ramonense a partir de las siguientes frases: • Apreciación y valoración de la
• Sensibilización • Educación popular
cultura viva comunitaria • La cultura se hace viviéndola
• Reconocimiento de la identidad
• Recreación sana
• Creación original
• Autogestión efectiva
• Economía solidaria: Trueque
• Trabajo voluntario
• Apropiación de espacios públicos
• Lazos afectivos
• Autoconocimiento
En fin, en este colectivo buscamos forjar un mundo distinto donde las relaciones humanas sean el eje central hacia la equidad, inclusión y la convivencia, reivindicando la cultura viva comunitaria y la identidad de nuestros pueblos, y partiendo de seguir haciendo realidad nuestro sueño pues, como lo plantea Paulo Freire, “no hay cambio sin sueño, como no hay sueño sin esperanza”. En definitiva, a esto apostamos como Peña Cultural Ramonense.
Notas aclaratorias 1
GuanaRed es la red de artistas y de personas gestoras y promotoras culturales,
fundada en el año 2006. Integra de manera activa la Red Mesoamericana de Arte Caleidoscopio y de la Red Latinoamericana de Arte y Transformación Social. 2
Feria de Trueque es una forma de economía solidaria, donde el principal propósito es
aportar al desarrollo sostenible en términos de reducción de consumo y la reutilización de recursos. Existen dos formas básicas de participación; una es intercambiando directamente los artículos o servicios; la otra forma es llevando los artículos o servicios a la mesa del puesto y negociando su valor con la persona facilitadora.
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