Cultural Studies / Kulturwissenchaften en Italia: un paradigma

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Descripción

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ENSAYO

ESTUDIOS CULTURALES UNA INTRODUCCIÓN

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ENSAYO

Directores de la colección: JOSÉ MANUEL LÓPEZ DE ABIADA PÍO E. SERRANO

Estudios Culturales Una introducción Edición de Michele Cometa, Antonio Lastra y Paz Villar Hernández Biblioteca de La Torre del Virrey L’Eliana 2007

EDITORIAL

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© de cada texto su autor, 2007 © Editorial Verbum, S.L., 2007 Eguilaz, 6-2º Dcha. 28010 Madrid Apartado Postal 10.084. 28080 Madrid Teléf.: 91 446 88 41 - Telefax: 91 594 45 59 e-mail: [email protected] www.verbumeditorial.com I.S.B.N.: 978-84-7962Depósito Legal: Diseño de cubierta: Pérez Fabo Fotocomposición: Origen Gráfico, S.L. Printed in Spain /Impreso en España por Tecnología Gráfica, S.L. Todos los derechos reservados. No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su transmisión en cualquier forma o por cualquier medio, sea éste electrónico, mecánico, reprográfico, gramofónico u otro, sin el permiso previo y por escrito de los titulares del copyright.

ÍNDICE

Presentación ...............................................................................................

MICHELE COMETA Cultural Studies / Kulturwissenchaften en Italia: un paradigma.... FEDERICA MAZZARA La traducción como estudio cultural ................................................ ROBERTA COGLITORE Ciencias diagonales y Estudios Culturales: Roger Caillois, la imaginación y la fantasía....................................... JAVIER ALCORIZA Lecturas de Singer ............................................................................. JAKOB STOUGAARD-NIELSEN Superficies oculares: umbrales de la percepción visual en Retrato de una dama de Henry James............................................................ JULIÁN SAUQUILLO La política de la creación................................................................... RAMÓN DEL CASTILLO En el nombre del materialismo: a vueltas con Eagleton .................. JOSÉ BELTRÁN LLAVADOR Raymond Williams: perspectivas desde el materialismo cultural (para una agenda educativa)............................................................. JOSEP MONSERRAT MOLAS Instituciones y movimientos culturales en Alexandre Galí: una aportación a los Estudios Culturales.......................................... ANTONIO LASTRA La civilización americana y CLR James .............................................

Presentación

Este libro recoge los textos de las intervenciones del Seminario de Estudios Culturales que tuvo lugar en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia en el otoño de 2005 y se une a la Biblioteca de La Torre del Virrey. Como revista de Estudios Culturales, La Torre del Virrey ha abierto, en cierto modo, un camino hacia el futuro de las humanidades, demasiado regidas aún por el concepto de la disciplina y de la especialización. Los Estudios sobre Cine, la Ética de la Literatura, los Estudios Postcoloniales, el Análisis del Discurso, los Estudios Musicales, la Historia de los Conceptos o la Semiótica de las Artes, por nombrar –con mayúsculas– algunas de las aproximaciones que La Torre del Virrey ha favorecido, o los textos que en este libro encontrará el lector, exigen al humanista, al filósofo, al filólogo, al historiador, al economista que sepa dar una respuesta a las preguntas que la actualidad plantea, a veces retorciendo los términos empleados en otras épocas. Nuestra tarea ha sido posible gracias al ejemplo y la colaboración de nuestros colegas italianos. El Dizionario degli Studi Culturali del profesor Michele Cometa, editado por Roberta Coglitore y Federica Mazzara, es una pauta de obligada referencia para los Estudios Culturales.1 Su presencia en nuestro seminario y en este libro es una prueba de que la traducción, sobre la que la profesora Mazzara ha escrito un hermoso texto, es la lengua franca de una cultura común, por encima de las tradiciones y las fronteras nacionales. Esa lengua franca ha encontrado expresión en dos libros recientes en los que la cultura es a la vez el objeto y el método de estudio: Representaciones culturales, editado en esta misma casa editorial, y Surcar la cultura, editado por Andrés Alonso Martos, Juan David Mateu Alonso y Vicente Raga Rosaleny. En los dos, como en este volumen que presentamos, se advierte el mismo conflicto generacional del que depende en buena medida la refle1

Michele Cometa, Dizionario degli Studi Culturali, a cura di F. Mazzara e R. Coglitore, Meltemi, Roma, 2004. 9

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xión. “Todo lo que está escrito –escribió Franz Rosenzweig–, está escrito para los jóvenes”. También por ellos. Sin ellos no hay cultura.2 Surcar la cultura es una metáfora profundamente evocadora. Los editores del libro, de hecho, invocan la autoridad de Virgilio en su introducción: Iustissima tellus… La justicia de la tierra se sobrepone en la imaginación del lector a la otra imagen virgiliana de la partida de una tierra devastada. Eneas, con Anquises a sus espaldas y Ascanio tirándole del brazo, es la representación de la cultura desplazada, que no se olvida de su origen ni se aparta de su meta. “Surcar la cultura” es una metáfora profundamente humana. Como tal, señala el límite de los Estudios Culturales. La cultura supone la naturaleza, aquello que ha de ser cultivado. Virgilio mismo, en las Geórgicas, reconoce que hay una parte de la naturaleza a la que no puede acceder, que no es susceptible de cultura, que no será nunca un producto humano: “sin has ne possim naturae accedere partis…”. El poeta llama a esta resignación “amar sin gloria” (“amem… inglorius”). Amar sin gloria es lo que el ser humano podrá hacer cuando haya surcado la cultura. Es un buen lema para los Estudios Culturales, que con frecuencia conocen “ferrea iura insanumque forum aut populi tabularia”… Michele Cometa es profesor de Literatura Alemana y Literatura Comparada en la Universidad de Palermo. Entre sus últimas publicaciones destacan Visioni della fine. Apocalissi, catastrofi, estinzioni (2004), Descrizione e desiderio. I quadri viventi di E. T. A. Hoffmann (2005) y L’età di Goethe (2006). Federica Mazzara es investigadora en la Universidad de Palermo. Ha editado el Viaggio in Sicilia di R. Payne Knight y es autora de “Persephone. Her Mythical Return to Sicily” (2003). Roberta Coglitore es investigadora de Literatura Comparada en la Universidad de Palermo. Traductora al italiano de Roger Caillois, es autora de Pietre figurate. Forme del fantastico e mondo minerale (2004). Javier Alcoriza es doctor en Filosofía y profesor de Literatura en la Enseñanza Secundaria. Traductor de Henry Adams y Abraham Lincoln, es autor de La ética de la literatura (2004). Codirige La Torre del Virrey. Revista de Estudios Culturales. 2 Véase Representaciones culturales. Ensayos sobre el futuro de las humanidades, ed. de A. Lastra, Verbum, Madrid, 2006, y Surcar la cultura, ed. de A. Alonso Martos, J. D. Mateu Alonso y V. Raga Rosaleny, Pre-Textos, Valencia, 2006.

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Jakob Stougaard-Nielsen es profesor de Literatura Inglesa en la Universidad de Aarhus (Dinamarca). Especialista en la obra de Henry James, es autor de “La cámara y la máquina de escribir: Henry James, autoría e imaginación” (2006). Julián Sauquillo es profesor de Filosofía del Derecho en la Universidad Autónoma de Madrid. Especialista en la obra de Michel Foucault, es autor de Para leer a Foucault (2003). Ramón del Castillo es profesor de Teoría de la Cultura en la UNED. Especialista en el pensamiento americano y en los Estudios Musicales, colabora en el Taller de Humanidades de la Academia de Estudios Orquestales de la Fundación Barenboim-Said de Sevilla. José Beltrán Llavador es profesor de Sociología de la Universidad de Valencia. Especialista en la obra de Raymond Williams, es autor de Celebrar el mundo. Introducción al pensamiento nómada de George Santayana (2002). Josep Monserrat Molas es profesor de Filosofía en la Universidad de Barcelona. Es autor de El polític de Plató. La gràcia de la mesura (1999), editor de Hermenèutica i platonisme (2004) y corresponsal para España del Bulletin Hobbes del CNRS de Francia. Antonio Lastra es doctor en Filosofía y profesor de Filosofía en la Enseñanza Secundaria. Traductor de William Hazlitt y Walter Savage Landor, es autor de Emerson transcendens (2004). Queremos expresar nuestro agradecimiento a las instituciones que han hecho posible este libro. En primer lugar a la sede valenciana de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, que acogió con valentía y riesgo un curso de estas características. Estamos en deuda con su director, Vicente Bellver, y con todo su equipo. El Ayuntamiento de L’Eliana se ha convertido en una representación cultural del mecenazgo. Confiamos en que este libro contribuya a la iustissima tellus… A la editorial Verbum le damos las gracias por incluir este libro en su ya larga y prestigiosa colección de ensayo. Sed nos immesum spatiis confecimus aequor… L’Eliana / Valencia / Palermo, invierno de 2007

Cultural Studies / Kulturwissenchaften en Italia: un paradigma MICHELE COMETA PREMISA. El título que he elegido para este artículo refleja los tres temas que pretendo desarrollar. En la primera parte trataré del fecundo encuentro que la tradición de los Cultural Studies anglosajones ha tenido en Italia con la de las Kulturwissenschaften alemanes y austriacos: un encuentro necesario e ineludible para la cultura italiana, siempre atenta a los desarrollos de la filosofía clásica alemana, e interesada en una confrontación crítica con la tradición de la Kulturgeschichte del final del XIX, así como, de forma más amplia, con el desarrollo de las Geisteswissenschaften del siglo pasado. Resulta evidente que no se puede comprender gran parte de la filosofía italiana de principios del siglo XX (Croce, Gentile, Gramsci), ni la hermenéutica filosófica y literaria del final del siglo (Pareyson, Vattimo, Perniola) sin una referencia a las grandes tradiciones de la filosofía alemana y austriaca. En la segunda parte me concentraré, aunque de forma sumaria y con la conciencia de un déficit evidente, en la repercusión institucional que ha tenido en Italia este encuentro entre Cultural Studies y Kulturwissenschaften, tanto en el ámbito universitario como extrauniversitario. El desplazamiento (Verdrängung) que guiará esta parte del escrito será la prueba evidente del fracaso institucional, al menos hasta el día de hoy, de una política académica y extraacadémica respecto a las Kulturwissenschaften en Italia. Por ultimo, me detendré, como pars contruens de este ensayo, en las oportunidades que los Estudios Culturales podrían aprovechar en Italia si acertásemos a reactivar ciertas energías dormidas de la cultura italiana del siglo XX. No se trata, desde luego, de contraponer un “paradigma” italiano a los elaborados por la investigación internacional, todo un contrasentido tratándose de las Kulturwissenschaften, sino de “reactivar” la calidad y potencialidad del discurso kulturwissenschaftlich en Italia, con ayuda de una confrontación con las perspectivas transalpina y de ultramar. Paradójicamente, esto vendría a corresponder, con abundancia de argumentos y profundizaciones, a la investigación internacional. La cultura italiana, por cierto, ya contribuyó –por así decirlo, ante litteram– a la creación de formas de pensamiento recon13

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ducibles más o menos explícitamente a las Kulturwissenschaften. Me refiero, por citar sólo unos pocos nombres, a figuras como las de Antonio Gramsci, Pier Paolo Pasolini o Ernesto De Martino. En sus obras, en especial en aquellas “no acabadas” o “incompletas”, es posible descubrir una forma de escritura que sirva de modelo para las Kulturwissenschaften del futuro. 1. CULTURAL STUDIES/KULTURWISSENSCHAFTEN. Los Cultural Studies anglosajones, en la forma en que se desarrollaron en Birmingham, tuvieron una primera y pronta recepción ya en los años 70, en el ámbito de la Filología Inglesa de la escuela napolitana de Fernando Ferrara. Es precisamente en Nápoles donde se inicia esta recepción de los principales textos de la escuela de Birmingham y un trato constante con sus principales exponentes, como Raymond Williams1, Richard Hoggart2 o Richard Johnson. Por ejemplo, el celebérrimo ensayo “What is cultural studies anyway?”3 de Johnson es el fruto de un ciclo de conferencias celebradas en el Instituto Universitario Oriental de Nápoles y en la Universidad de Palermo en 1983. El traslado de uno de los alumnos de Birmingham a Nápoles, Iain Chambers,4 pudo permitir un transplante duradero de este amplio campo de indagaciones, y el grupo napolitano de los alumnos de Fernando Ferrara (Lidia Curti,5 Marina Vitale, Laura Di Michele, además del mismo Cham1 Cfr. R. Williams, Cultura e Rivoluzione Industriale in Inghilterra 1780-1950, Einaudi, Torino, 1968; Id., Sociologia della cultura, Il Mulino, Bologna, 1983, Id., Televisione: tecnologia e forma, introducción de C. E. Spada, De Donato, Bari, 1981; Id., Marxismo e letteratura, Laterza, Roma-Bari, 1979; Id., La lunga rivoluzione: variazioni culturali e tradizione democratica in Inghilterra, edición de P. Splendore, Officina Edizioni, Roma, 1979; Id., Il romanzo inglese da Dickens a Lawrence, introducción y edición de A. M. Piglionica, trad. it. de A. M. Piglionica y C. Bacile di Castiglione, Milella, Lecce, 1991. Además, R. Williams, E. Thompson, Manifesto di maggio: la nuova sinistra laburista, De Donato, Bari, 1967. 2 R. Hoggart, Proletariato e industria culturale. Aspetti di vita operaia inglese con particolare riferimento al mondo della stampa e dello spettacolo, Officina, Roma, 1970 (The Uses of Literacy). 3 R. Johnson, “What is cultural studies anyway?”, en J. Storey (ed.), What is Cultural Studies? A Reader, Arnold, London-New York-Sidney-Auckland, 1996, pp. 74-114. 4 De Iain Chambers podemos citar al menos: Esercizi di Potere. Gramsci, Said e il postcoloniale, Meltemi, Roma, 2006; Id., Paesaggi migratori. Cultura e identità nell’epoca postcoloniale, Meltemi, Roma, 2003, Id., Sulla soglia del mondo, Meltemi, Roma, 2003; Id., Ritmi urbani, Arcana, Roma, 2003; Id., Dialoghi di frontiera, Liguori, Napoli, 1995; Id., Hendrix, hip hop e l’interruzione del pensiero (con Paul Gilroy), Costa & Nolan, Genova, 1995. 5 I. Chambers, L. Curti (eds.), La questione postcoloniale: cieli comuni, orizzonti divisi, Liguori, Napoli, 1997 (trad. ingl.: I. Chambers, L. Curti (eds.), The postcolonial question:

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bers) siguen siendo uno de los puntos de referencia de los Cultural Studies en Italia, sobre todo en lo que respecta a la cuestión postcolonial. La experiencia napolitana, aunque indispensable para el nacimiento de la sociología de la literatura6 y por la orientación que dio a la Filología Inglesa, permanece circunscrita a los estudios literarios, y ha existido en una notable clandestinidad académica y cultural hasta el día de hoy. Sin embargo, en los últimos años, merced a la promoción de los Estudios Culturales por la editorial romana Meltemi, fundada por Marco Della Lena y Luisa Capelli, los estudios de Chambers y de algunos de los exponentes históricos de la escuela napolitana están conociendo una segunda juventud. En la última década del siglo XX los “objetos” específicos de los Kulturwissenschaften, aunque al margen del contexto específicamente político en el que se desarrollan los Cultural Studies europeos y americanos, son, en todo caso practicados en el ámbito de la semiótica italiana, la cual, como es sabido, cuenta con un teórico excepcional: Umberto Eco. Aunque la aproximación semiótica comporta inevitablemente una “textualización” (Textualisierung) sistemática de estos “objetos”, la investigación académica italiana afrontó por primera vez cuestiones afines a las de los estudios literarios tradicionales. Los recientes estudios semióticos, a menudo de un nivel formidable, sobre el gender7, el lujo8, la cotidianidad9 o la televisión, con su format10 y sus innumeracommon skies, divided horizons, Routledge, London-New York, 1996); L. Curti, Female stories, female bodies: narrative, identity and representation, Houndmills, London, 1998; L. Curti (ed.), La nuova Shahrazad: donne e multiculturalismo, con S. Carotenuto, A. De Meo, S. Marinelli, Liguori, Napoli, 2004. 6 Cfr. F. Ferrara et al. (eds.), Sociologia della letteratura atti del primo convegno nazionale: (Gaeta 2-4 ottobre 1974), Bulzoni, Roma, 1978. 7 C. Demaria, Teorie di genere. Femminismo, critica postcoloniale e semiotica, Bompiani, Milano, 2003; C. Demaria (ed.), Spettri del potere. Ideologia identità traduzione negli studi culturali, Meltemi, Roma, 2002. 8 P. Calefato, “Fashion Theory”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, editado por R. Coglitore e F. Mazzara, Meltemi, Roma, 2004, p. 194 y ss. En las notas citaremos las voces del Dizionario que recorren el presente escrito, con la intención de dibujar un mapa, tanto de la “recepción” italiana, como de los estudios de origen italiano que pueden ser reconducidos a los Cultural Studies. 9 C. Demaria, “Consumo productivo”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 106. Véase también: M. de Certeau, L’invention du quotidien 1. Arts de faire, Union générale d’éditions, Paris, 1980; trad. it., L’invenzione del quotidiano, Edizioni Lavoro, Roma, 2001. 10 Por ejemplo, cfr.: I. Pezzini, Lo spot elettorale. La vicenda italiana di una forma di comunicazione politica, Meltemi, Roma, 2001; I. Pezzini (ed.), Trailer, spot, clip, siti, banner, Meltemi,

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bles prácticas culturales tradicionalmente ajenas a la investigación académica, son la demostración del establecimiento de una “kulturwissenschaftliche Mentalität” en Italia. Las repercusiones de lo que podríamos llamar el “efecto-Eco”, que de hecho es percibido en los Estados Unidos como el principal representante de los Cultural Studies italianos, han contribuido a mantener con vida, al menos en el ámbito de los estudios semióticos y literarios, la conciencia de una “tradición” italiana nutrida, ante todo, por una lectura “kulturwissenschaftlich” de autores como Barthes, De Certeau o Latour. La dimensión política de los Cultural Studies ha estado más bien limitada al ámbito bastante amplio y bien organizado de los Gender Studies de carácter literario, que en Italia han tenido una evidente inclinación anglosajona (en combinación con los estudios postcoloniales) y francesa (la cuestión de la écriture feminine)11, pero sobre todo, germánica, con los estudios de Frauenliteratur, conectados tradicionalmente con la DDR-Literatur12, la cual, como es conocido, tuvo una recepción importante en Italia. Estos Gender Studies sólo se han imbricado marginalmente, aunque a veces de forma reseñable, con estudios antropológicos y de historia de la mujer13. Lo mismo se puede decir de la vivísima editorial feminista italiana, a la que se deben la importación de las voces más relevantes del feminismo tramontano y la promoción ya decenal de los estudios italianos, pero que hasta ahora, sin embargo, no ha atendido a las cuestiones específicas planteadas por los Cultural Studies. Los grandes nombres de los Cultural Studies de inspiración feminista, first and second wave, aún están por llegar a las librerías italianas, si se prescinde de algunos clásicos publicados por las grandes editoriales (Haraway, Butler, Braidotti). La actividad de la editorial Meltemi también ha servido en este campo para sellar una importante cesura publicando a estudiosos relevantes pero menos conocidos, como Loomba, Steele o Pratt. Roma, 2002; I. Pezzini, S. Cavicchioli (eds.), La tv verità. Da “Finestra sul mondo” a “Panopticon”, RAI-ERI, Roma, 1993; I. Pezzini, La tv delle parole. Grammatica del talk show, RAI-ERI, Roma, 1999; O. Calabrese, S. Cavicchioli, I. Pezzini, Vuoto a rendere. Il contenitore: slittamenti progressivi di un modello televisivo, RAI-ERI, Roma, 1989. 11 E. Melon, “Écriture feminine” y D. Corona, “Women’s Studies”, en M. Cometa, Dizionario degli Studi Culturali, p. 171 y ss., p. 523 y ss. 12 R. Calabrese, “Frauenliteratur”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 212. 13 I. Fazio, “Gender Histor”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 218 y ss.

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Bastante reciente, pero a mi parecer destinado a un desarrollo ulterior, es el casamiento entre las problemáticas típicas de los Cultural Studies anglosajones y las aproximaciones kulturwissenschaftlich desarrolladas en Alemania y Austria. Esta mezcla encuentra un precipitado evidente en tres aspectos de la situación italiana actual: 1) en la redacción del Dizionario degli Studi Culturali, que he editado en colaboración con Roberta Coglitore y Federica Mazzara y que recoge contribuciones de medio centenar de colegas (estetas, literatos, filósofos, semióticos…), el cual tiene como objetivo, más allá del documental, la “traducción” y verificación de las traducciones de las tradiciones de estudio que han contribuido y pueden contribuir al desarrollo de una “kulturwissenschaftliche Forschung” en Italia. Se trata de un “paradigma” ampliado, que comprende tradiciones de estudio que han fecundado la investigación internacional, pero que no asociamos inmediatamente con los Cultural Studies internacionales, como la imagología literaria, la crítica arquetípica, la etnopsicología, etc; 2) en la recepción, aún tímida, de las Kulturwissenchaften austriacas (la traducción de la Einführung de Lutter y Reisenleitner14); 3) en la circulación cada vez mayor de las propuestas teóricas (y de sus representantes) de las Kulturwissenchaften alemanas, sobre todo las relacionadas con los Visual Studies, o sea, Bildwissenschaft15. No son experiencias pioneras, sino cultivadas y metabolizadas durante mucho tiempo en la cultura italiana, no sólo gracias a la ya consolidada frecuentación de la teoría crítica y la hermenéutica alemana –de Adorno a Gadamer, de Benjamin a Kittler– sino también a las investigaciones características de la problemática planteada por la Kulturgeschichte alemana (de nuevo por los historiadores napolitanos del Historismus16), por la Begriffsgeschichte17 y por la Metaphorologie18 –todas ellas tradiciones bien relevantes para 14 Ch. Lutter, M. Reisenleitner, Cultural Studies. Un’introduzione, editado por M. Cometa, Bruno Mondadori, Milano, 2004. 15 C. Demaria, “Cultura visuale”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 151 y ss. 16 B. Mai, “Storicismo”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 411. 17 P. D’Angelo, “Storia dei concetti”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 388. 18 J. L. Villacañas, “Metaforologia”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 262 y ss.

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la cultura filosófica italiana– y, no de menor importancia, por las más recientes Gedächtnisforschung19 y Mythenforschung20. Así pues, las Kulturwissenschaften alemanas, y me refiero a las tendencias actuales de los Cultural Studies en Alemania y Austria, encontraron, por decirlo así, un humus riquísimo, que se desarrolló sin solución de continuidad durante todo el siglo XX. Así, no puede extrañar el redescubrimiento italiano del valor kulturwissenschaftlich de Aby Warburg, o del trabajo sobre mito y mitología de Cassirer a Manfred Frank, o, incluso, de la “literarische Anthropologie”21, por citar tradiciones de pensamiento particularmente frecuentadas por filósofos, historiadores del arte y germanistas italianos. Estos últimos, por ejemplo, han alumbrado un proyecto internacional de investigación, que ha implicado a las universidades de Pisa, Siena y Palermo, dedicado a la Goethezeit 22.Tampoco es casualidad la maduración de algunas iniciativas de investigación relacionada con las Kulturwissenschaften en el ámbito estético, merced a Mario Perniola, al que se debe un celebérrimo escrito polémico titulado “Chi ha paura degli studi culturali?”23, publicado en una de las revistas más innovadoras de los Cultural Studies italianos, Agalma (fundada en el año 2000)24. Gracias a Perniola, la estética italiana muestra un interés particular por las propuestas de los Cultural Studies internacionales. Giuseppe Patella ha publicado recientemente un volumen titulado Estetica culturale25, título algo ambiguo, al tratar, más explícitamente, de la estética en la era del multiculturalismo. 19

E. Agazzi, “Memoria culturale”’, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 254 y ss. 20 M. Cometa, “Mitocritica”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 290 y ss. 21 R. Gambino, “Antropologia letteraria”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 72 y ss. 22 Véase, por ejemplo, M. Cometa, L. Crescenzi (Eds.), Cultura e rappresentazione nell’età di Goethe, Carocci, Roma, 2003; M. L. Roli (Ed.), Adalbert Stifter: tra filologia e studi culturali, C.U.E.M., Milano, 2001. 23 M. Perniola, “Chi ha paura degli studi culturali?”, en Agalma 1 (2000): http://www.uniroma2.it/agalma/aga1art.htm. 24 Los fascículos monográficos de la revista están dedicados a los temas siguientes: Agalma 2 - Il lusso, oscuro oggetto del desiderio; 3 - Mode e modi, comodi e rimedi; 4 - Natura Coltura Cultura; 5 - Magnificenza e mondo classico; 6 - Ukiyo - Mondo Fluttuante; 7/8 - Xenofilia, xenofobia; 9 - Professione: artista; 10 – Tropicalismi; 11 - Trash, debolezza o forza dell’Occidente? 25 G. Patella, Estetica culturale. Oltre il multiculturalismo, Meltemi, Roma, 2005.

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En el campo de la teoría del arte y la cultura visual en particular, es de esperar que las tradiciones italianas de estética filosófica e historia del arte sean capaces de constituir una plataforma para el desarrollo de estudios culturales originales. Quizás incluso podrían surgir propuestas para el debate internacional, como son, en el campo de los estudios históricos, la así llamada “microhistoria” de Carlo Ginzburg, que, gracias sobre todo a su relación con el New Historicism26 de Stephen Greenblatt, ha provisto de materiales y metodologías innovadoras a diversos sectores de los Estudios Culturales internacionales27. A pesar de esta recepción “natural” de las Kulturwissenschaften alemanas y austriacas, antiguas y modernas, sobre el plano de los contenidos, concretados además en una cierta actividad de traducción de los clásicos, de Warburg28 –cuyo Atlante está disponible ya en diversos formatos– a Assmann29, en el mundo editorial italiano se carece casi por completo de las contribuciones más recientes de los estudiosos alemanes y austriacos. Éstas se concentran en la constitución de un “canon” y una “teoría” para las nuevas Kulturwissenschaften, y por lo tanto, más sobre la reconstrucción histórica que sobre los estudios de primera mano, y no por ello ha de restársele importancia. Aludo a ciertos estudios de Friedrich Kittler, Hartmut Böhme, Ute Daniel, Ralf Konersmann, Ansgar Nünning o Rainer Winter, entre otros. Está claro que sólo desde una confrontación productiva con estas experiencias actuales se podrá hablar de una “fecundación” real entre las Kulturwissenschaften germánicas e italianas, donde se habrá de tener en mente, resulta obvio, la experiencia anglosajona. 26

L. Crescenzi, “Neostoricismo”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali,

p. 321. 27 I. Fazio, “Microstoria”, in M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 283 y ss. 28 A. Warburg, Mnemosyne. L’Atlante della memoria di Aby Warburg, editado por I. Spinelli e R. Venuti, R., Artemide, Roma, 1998; Id., Mnemosyne. L’Atlante delle immagini, editado por M. Warnke, con la colaboración de C. Brink, edición italiana de M. Ghelardi, Aragno, Torino, 2002; K. W. Forster, K. Mazzucco, Introduzione ad Aby Warburg e all’Atlante della Memoria, editado por M. Centanni, con cd-rom, Bruno Mondadori, Milano, 2002. Véase la reciente reedición de A. Warburg, La rinascita del paganesimo antico. Contributi alla storia della cultura raccolta da G. Bing, La Nuova Italia, Firenze, 2000; y la nueva edición de Aragno, Torino, 2003. 29 Cfr. A. Assmann, Erinnerungsräume. Formen und Wandlungen des kulturellen Gedächtnisses, C. H. Beck, München, 1999; trad. it. Ricordare. Forme e mutamenti della memoria culturale, Il Mulino, Bologna, 2002.

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Por lo demás, la rapidez y la amplitud con la que se ha desarrollado la investigación kulturwissenschaftlich30 en Austria, está ligada en primera instancia a la redefinición de los confines “europeos”. Que éste es un problema tanto austriaco como italiano resulta evidente, si no por otra cosa, por el nuevo orden “cultural” en el Mediterráneo. No necesito subrayar que quien habla, una cuestión siempre central en los estudios de tendencia kulturwissenschaftlich31, procede de una región italiana que, debido a los fuertes flujos migratorios y a la constitución de una nueva comunidad en el territorio propio, se haya necesitada de una redefinición de los propios confines “culturales”. Así, en Italia, como en Austria o Alemania, ha de hacerse un examen crítico sobre las motivaciones profundas del reciente “cultural turn” de las Geisteswissenschaften, estimuladas por el encuentro con el Otro, antes que complacerse en las “naturales” y comunes raíces histórico-idealistas, hermenéuticas o comunicativo-semióticas. 2. ¿KULTURWISSENSCHAFTEN EN ITALIA? La pregunta por las repercusiones institucionales de las Kulturwissenschaften en Italia se puede afrontar desde un punto de vista exquisitamente cultural y teórico (residuos del idealismo filosófico, desinterés por las discusiones de la tradición marxista, etc.), o atendiendo tanto al atraso como al importante fracaso de los intentos de reforma del sistema educativo y universitario italiano. Habrán notado una gran ausencia en la primera parte de mi relación. He hablado de las tradiciones de estudio relacionadas con la filología inglesa, la filología alemana, la filosofía de la historia, la antropología, los Medienwissenchaften y la semiótica. Pero cualquiera que se ocupe de los Cultural Studies sabe que el primer deber de una aproximación “kulturwissenschaftlich” es una reflexión crítica sobre la propia “localización” y la propia “identidad”. La ausencia de la Filología Italiana en estos debates es sintomática32. Y la 30 Cfr. M. Cometa, “Il ritorno dei Cultural Studies”, en Ch. Lutter, M. Reisenleitner, Cultural Studies. Un’introduzione, p. IX y ss. 31 Sobre la cuestión del “sujeto” de las Kulturwissenschaften me remito a mi “Introduzione al Dizionario degli Studi Culturali”, p. 15 y ss. En alemán: M. Cometa, “Literaturwissenschaft vs. Kulturwissenschaft. Eine Scheinalternative”, en Germanistentreffen Deutschland - Italien 8. - 12. 10. 2003. Dokumentation der Tagungsbeiträge, DAAD, Bonn, 2004, pp. 79-98. 32 Entre las contadas excepciones está el lingüista Tullio De Mauro, La cultura degli italiani, entrevista de Francesco Erbani, Laterza, Bari-Roma, 2004. También el politólogo Ernesto Galli Della Loggia, L’identità italiana, Il Mulino, Bologna, 1998.

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situación es aún más grave si atendemos a que este trabajo de indagación sobre la propia identidad nacional y disciplinar sí ha sido realizado desde las disciplinas que acabamos de citar. Recientemente, Gian Piero Piretto33 ha encaminado el problema del análisis crítico de la identidad de la Filología Eslava italiana en el contexto más amplio de un análisis de la academia italiana inmersa en la crisis del nuevo sistema curricular, el conocido “3+2”. ¿Y los estudios sobre lo italiano? Si excluimos algunas iniciativas meritorias sobre la identidad italiana promovidas por editoriales como Il Mulino o Editori Riuniti –en particular los ya cuarenta y cinco volúmenes de la colección L’identità italiana34 y la Storia fotografica della società italiana, dirigida por Giovanni De Luna y Diego Mormorio– ambas típicamente extraacadémicas, la situación es vergonzante. Tanto más porque en los Estados Unidos e Inglaterra se practican con éxito los Italian Cultural Studies35. La única asignatura que se da en una universidad italiana, proyectada con ocasión de la reforma de la enseñanza universitaria, con el título Studi culturali italiani 36, se da en La Sapienza de Roma, el primer ateneo de la capital, pero es sólo una repetición literal de lo más tradicional de los curricula de letras, con algo de historia de la literatura, filología o pedagogía. Ni historia de la mujer, ni historia colonial, ni nueva subjetividad, ni siquiera una atención ya inexcusable al cine italiano, que, en el extranjero, constituye uno de los puntos de referencia para el estudio de la identidad italiana. Por lo demás, si excluimos los Studi culturali e postcoloniali, disciplina enseñada por Iain Chambers en Nápoles, y sólo posible gracias a la transferencia del docente a la Facultad de Ciencias Políticas, el título “studi culturali” es adoptado por pocos docentes, entre los que citaremos al antropólogo Ugo Fabietti, a Milano Bicocca y a la historiadora Paola di Cori, que enseña “Studi Culturali e di genere”. Podemos decir, entonces, que los Cultural Stu33

G. P. Piretto, “Prospettive e limiti della degli studi culturali nella slavistica italiana”, en eSamizdat, 3 (2005), pp. 15-19 (http://www.esamizdat.it/temi/piretto1.htm). 34 Los volúmenes tratan temas como: Mirafiori, Carosello, La mamma, Amedeo Nazzari, La pasta e la pizza, Coppi e Bartali, Il liceo classico o L’altare della Patria. También figuras como las de D’Annunzio, Bruno, Gentile, Verdi o Mattei, y cuestiones de geografía cultural como La Romagna, Le Alpi, Il Piave o L’autostrada del Sole. 35 Cfr., por ejemplo, Z. G. Baranski, R, J. West (Eds.), The Cambridge Companion to Modern Italian Culture, CUP, Cambridge, 2001 y D. Forgacs, R. Lumley (Eds), Italian Cultural Studies, OUP,Oxford, 1996. 36h t t p : / / l e t t e r e . u n i r o m a 1 . i t / p a g i n e / n u o v o _ o r d i n a m e n t o _ 0 2 03/03/03_Studi_cult_ita.html

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dies están virtualmente ausentes de la nueva ordenación didáctica, por más que la palabra “cultura” recorra de modo obsesivo los currículos de lengua y literatura extranjeras. La “storia della cultura”, la Kulturgeschichte, sí se ha venido enseñando en el ámbito de las disciplinas lingüísticas, aunque de forma marginal y subalterna de la literatura. Los cursos de perfeccionamiento postdoctoral, los másters, parecen mostrar cierta vitalidad, aunque se trata de iniciativas esporádicas, debido a su alto nivel. Este es el caso del máster en Comunicazione e Cultura Visuale, que dirijo en Palermo, inspirado en los principios de la “visual culture” americana y europea y al máster en Studi culturali, comunicazione e cultura visuale dirigido en Bari por Patrizia Calefato, de clara orientación semiótica. Una vez más, nos movemos en la periferia de los estudios de la identidad italiana y en los límites de los estudios sobre la “cultura visual” contemporánea, sin afrontar la complejidad de la “cultura italiana”. La experiencia didáctica y editorial muestra la sensibilidad creciente de algunos docentes por algunos temas típicos de los estudios culturales, en particular por los estudios postcoloniales, el multiculturalismo, los Gender Studies o la nueva identidad híbrida, de los Gay and Lesbian Studies37 a la Cultura cyborg 38. Sin embargo, estas actividades didácticas y de investigación se vienen desarrollando, y no sin resistencia, dentro de cursos tradicionales de literatura, sociología de los procesos culturales o antropología cultural, sin que se desarrolle ni una auténtica transversalidad de saberes, ni una conciencia pública de las disciplinas citadas. Paradójicamente, se puede decir que muchas de las propuestas más innovadoras, con gran efecto sobre el mundo editorial, parten de disciplinas canónicas como la filosofia teorética, la historia de la filosofía o la etnografía. En el plano institucional, la amplia presencia de la Facoltà di Beni Culturali, tan importante para la identidad italiana, y de los cursos universitarios de Pedagogia Interculturale o Mediazione linguistico-culturale, han inflado el uso de la palabra “cultura” en el sistema universitario italiano, sin promover al mismo tiempo una verdadera interdisciplinariedad. A esta incertidumbre institucional se le une la escasa presencia de ini37 M. Pustianaz, “Studi gay e lesbici” e “Studi queer”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 436 y ss., p. 441 y ss. 38 F. Balestra, “Cultura cyborg”, F. Frabetti, “Postumano”, e R. Schembri, “Realtà virtuale”, en M. Cometa (Ed.), Dizionario degli Studi Culturali, p. 146 y ss., p. 338 y ss., p. 344 y ss.

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ciativas extraacadémicas. Hay que decir, en honor a la verdad, que el Ministero dell’Istruzione, dell’Università e della Ricerca italiano ha favorecido la financiación de grupos interdisciplinares e interuniversitarios de investigación sobre temas propios de las Kulturwissenschaften, en su programmazione speciale, esto es, la investigación sobre “intereses nacionales prioritarios”. Pero incluso las iniciativas extraacadémicas más valientes, como la actividad de la editorial Meltemi de Roma, a la que se debe la introducción en Italia de clásicos como Spivak, Bhabha, ÎiÏek, Appadurai, Butler, Chow, Clifford, Gilroy, Loomba o Mirzoeff y de toda una serie de “studi culturali” originales –las revistas como Agalma (Roma), Studi Culturali (Bolonia), Comunicazioni sociali. Rivista di media, spettacolo e studi culturali (Milán) y algunas iniciativas online (Arcojournal 39, Culture 40) y portales dedicados a los Cultural Studies (Visual Anthropology 41, Culturalstudies.it 42)–, incluso éstas, viven en un constante intercambio con la universidad y con su didáctica, de la que importan sus vicios y a veces, sus carencias. 3. UN PARADIGMA. Permítaseme “salvar” por un momento estas carencias, que ciertamente, considero un estímulo para desarrollar en otras direcciones la vivaz actividad teórica de estos últimos años, para detenerme en un problema teórico del que creo que depende el futuro de las Kulturwissenschaften en Italia. Me refiero al “paradigma” para los estudios culturales italianos al que hago mención en el título. Soy consciente de que la misma idea de un “paradigma” o “canon” metodológico o histórico, por anticiparme a las objeciones, resulta sospechoso en el caso de las Kulturwissenschaften, aunque se limite, como en el caso del Dizionario degli Studi Culturali o de bastantes ejemplos alemanes y austriacos, a un simple reconocimiento de las tendencias principales. Esto por no hablar del hecho de que la idea de un “paradigma” italiano sería de hecho contradictorio respecto a las premisas mismas de los Estudios Culturales como se suelen entender. Obviamente, no se trata de constituir una “vía italiana” de los Kulturwissenschaften, ni tampoco de enumerar las glorias canónicas de los estudios culturales practicados en Italia. Sería demasiado fácil reclamar a Vico, o insistir en una “historia de la cultura” ante-litteram o señalar la existencia de 39

http://www.arcojournal.unipa.it/index_it.html http://www.club.it/culture/culture2003/sommario.html 41 http://www.visualanthropology.net/ 42 http://www.culturalstudies.it/index_it.html 40

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obras extraordinarias como el ensayo Sui costumi degli italiani de Giacomo Leopardi y todas sus actualizaciones del siglo pasado. Propondré, por el contrario, una aproximación a los estudios culturales italianos a partir del reflejo de ciertas fisionomías de estudiosos italianos en el espejo del “otro”. Este procedimiento, como saben los aficionados a los Cultural Studies, provee de una cierta visión crítica del Sí mismo. Aunque no sólo esto. Este reflejo, este “paso” por territorios muy distintos tiene otra ventaja. En cierto modo reactiva potencialidades dormidas en los textos, y en este caso también en las “vidas” de sus autores, algo sólo posible desde una perspectiva amplia y transnacional. Es aquella “segunda juventud” que Goethe vislumbraba en sus propios escritos al encontrarse con otras lenguas y culturas, como se puede leer en su ensayo sobre la Weltliteratur. Es esto lo que sucede con autores italianos como Gramsci, Pasolini y De Martino. Gramsci es el caso más impactante, al “volver” a Italia reflejado en las especulaciones de los Cultural Studies americanos, indios y de las Kulturwissenschaften germánicas43. Pero la cuestión no es sólo de contenido, o de los objetos específicos de una “kulturwissenschaftliche Forschung”. No voy a extenderme aquí sobre cómo la noción de cultura de Gramsci, que tanto ha contribuido al estudio de la “questione italiana”, está atravesada por el concepto de “a whole way of life”. Tampoco voy a insistir en la Medienwissenschaft pasoliniana, atenta a la evolución de los mass-media italianos y a las generaciones que hacen y harán uso de estos “nuevos medios” (la radio, la televisión o el cine, por ejemplo)44. Ni en el formidable trabajo de Ernesto De Martino45 sobre la “memoria cultural” (Kulturelles Gedächtnis) y sus vínculos con la psicopatología y la etnología, sobre todo en lo que concierne al Sur de Italia. La actividad de estos intelectuales, por otra parte, es merecedora de estudios especializados, debido a su contribución a la transformación de la sociedad y la cultura italianas, con su trabajo político, periodístico y editorial. Se trata, sin duda, de tres “etnografi del contemporaneo” en el mejor 43 Cfr. G. Baratta, Le rose e i quaderni. Il pensiero dialogico di Antonio Gramsci, Carocci, Roma, 2003, p. 176 y ss.; G. Baratta, Das dialogische Denken Antonio Gramscis, Lang, Frankfurt a. M.-Bern, 2003. 44 Cfr. P. P. Pasolini, Saggi sulla politica e sulla società, editado por W. Siti y S. De Laude, con ensayo de P. Bellocchio, y cronología de N. Naldini, Mondadori, Milano, 1999. 45 Véase: Ernesto De Martino, Il mondo magico, Bollati Boringhieri, Torino, 1948; Id. Sud e magia, Feltrinelli, Milano, 1959.

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sentido del término, atentos a la relación entre consumo y producción intelectual, entre técnica y ciencia, o entre emigración e integración. Esta “etnología del presente” explora todos los ámbitos de la cultura italiana del siglo XX, de los medios de comunicación a la moda, de la sexualidad al folklore, de las culturas juveniles a los vestigios de la cultura moderna. Analizan y prefiguran con amplitud algunas cuestiones ineludibles hoy en día: de las cuestiones de la globalización y de la relacion entre culturas globales y culturas locales (aquello que Pasolini definía como el “genocidio”) a la relación entre residuos arcaicos de la conciencia, y por tanto entre memoria y olvido, en la construcción de las identidades culturales (De Martino). El “canon” podría ampliarse a figuras no menos signicativas como las de Carlo Levi, Rocco Scotellaro u otros. Pero insisto, no me interesa este “canon”, por más plausible y significativo que sea. No voy a discutir aquí los innovadores contenidos de estos autores, que lo son incluso respecto a los Cultural Studies de Birmingham. Me detendré en una indicación que hizo hace algunos años Birgit Wagner, en su gran ensayo Denken (und Schreiben) in Netzwerken 46, dedicado a Gramsci, Benjamin y Machado, aparecido en un libro importante para las Kulturwissenschaften austriacas, Die Werkzeugkiste der Cultural Studies, editado por Udo Göttlich, Lothar Mikos y Rainer Winter. En este ensayo, Birgit Wagner señalaba los parecidos entre estos peculiares “escritos en momento de peligro” que son Passagenwerk (1927-1940)47 de Walter Benjamin, Quaderni del Carcere (1929-1935) de Antonio Gramsci y Juan de Mareina (1934-1939) de Antonio Machado. El camino indicado por Wagner se revela como particularmente fructífero si añadimos la novela incompleta de Pasolini titulada Petrolio (1992)48 y el también incompleto opus magnum de Ernesto De Martino, conocido como 46 B. Wagner, “Denken (und Schreiben) in Netzwerken: Antonio Gramsci, Walter Ben-

jamin und Antonio Machado”, en Göttlich, U., Mikos, L., Winter, R. (Eds.), Die Werkzeugliste der Cultural Studies. Prespektiven, Anschlüsse und Interventionen, Transkript, Bielefeld, 2001, pp. 223-42; Id., “I quaderni alla luce delle scienze culturali”, en R. Medici (Eds.), Gramsci. Il linguaggio della politica, Clueb, Bologna, 1998, pp. 89-99. Cfr. también J. Borek, S. Puntcher Riechmann, B. Wagner (Eds.), Gramsci, Pasolini: Ein imaginarer Dialog, Verlag für Gesellschaftkritik, Wien, 1987. 47 W. Benjamin, Das Passagenwerk, Surkamp, Frankfurt a. M., 1982; trad. it. I “passages” di Parigi, 2 vol., Einaudi, Torino, 2002. 48 P. P. Pasolini, Petrolio, editado por S. De Laude, con una nota filológica de A. Roncaglia, Mondadori, Milano, 2005.

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La fine del mondo: Contributo all’analisi delle apocalissi culturali (1977)49. Se trata de obras inacabadas por motivos distintos. Las tres primeras lo fueron, como se sabe, por motivos existenciales y políticos, las otras, por el carácter fuertemente progresista de su escritura y, cosa que merecería un estudio en profundidad, por su carácter de montage, alguien diría que rizomático, típico de las Kulturwissenschaften. Un desarrollo de las tesis de Birgit Wagner conduce a resultados sorprendentes y de gran relevancia teórica, no sólo sobre el pasado de las Kulturwissenschaften italianas, sino para el futuro de la Kulturwissenschaft tout court. Se trata de formas de escritura que, por diversas razones, plantean la cuestión ineludible de un discurso experimental y fuertemente antiacadémico. Cualquiera que fuese la necesidad de estos escritos –la cárcel, el exilio, la enfermedad o la muerte prematura– lo que nos interesa aquí es la virtud, la virtualidad teórica de estas formas. Aus der Not eine Tugend: se trata de encontrar en esta “parentela”, en esta Familienähnlichkeit, por usar la palabra de Wittgenstein, algo que no sea contingente y determinado históricamente. Podríamos poner estos escritos en relación con otros experimentos como el ya citado Atlas (1927-1929) warburghiano, el archivo foucaultiano o el bricolage de Lévi-Strauss. Conviene, desde luego, evitar caer en la trampa de un pensamiento puramente analógico: entre los fragmentos de Benjamin y los apuntes de Gramsci hay enormes diferencias tanto en sus intenciones como en su redacción. La pregunta no está en la forma aparente de estos dos brouillon. Gramsci no dice nada del montage ni de la colección como forma de escritura, cuestión teorizada explícitamente por Benjamin. Sin embargo, si se atiende al “método de trabajo” de los dos se encuentran muchas afinidades electivas. Sólo puedo enumerar aquí lo que es objeto de un estudio bastante profundo: el método combinatorio de los apuntes (la relación texto-nota-apunte), la atención por los detalles, la aceptación del carácter aforístico de lo que Gramsci llama “filosofía de la praxis”50, esto es, de la progresividad del vínculo teoría-praxis, o la práctica de la Umfunktionierung semántica. 49

E. De Martino, La fine del mondo. Contributo all’analisi delle apocalissi culturali, editado por C. Gallini, introducción de C. Gallini y M. Massenzio, Einaudi, Torino, 1977. 50 A. Gramsci, Quaderni del carcere, vol. II, p. 1432: “Bisogna però intendersi: la filosofia della prassi è nata sotto il segno di aforismi e di criteri pratici per un puro caso, perché il fondatore ha dedicato le sue forze intellettuali ad altri problemi, specialmente economici

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Hayden White51 es quien ha enseñado a leer los “géneros” (Gattungen) de la historiografía de los siglos XVIII y XIX. Los escritos citados bien podrían entrar en el género de la Satura/Sátira, aquella forma de historia de la cultura que, como la filosofía, “añade gris a lo gris” en la conciencia de la propia inadecuación como imagen de la realidad. Ésta es la lección apropiada para las Kulturwissenschaften internacionales. Por esto es necesario comportarse como Sammler, por recordar una expresión feliz de Thomas Macho52, y no renunciar a la “ingenuidad rapsódica”53, como de hecho sostenía Adorno frente a Benjamin. Se trata de hacer hablar, con Gramsci, a esas “catástrofes del carácter”54 que hacen a los investigadores verdaderamente innovadores, de aquel “cavar sangue da una rapa”55, querer lo imposible, que caracteriza la escritura en momentos de peligro. Así, se trata de desarrollar estrategias miméticas y contextuales56, como se puede leer en los Quaderni del carcere, que hagan al método dúctil y adherente respecto al objeto de estudio. Debemos creer en una “semántica histórica” y no en un método eternamente válido, y aquí es Gramsci el que

(in forma sistematica): ma in questi criteri pratici e in questi aforismi è implicita tutta una concezione del mondo, una filosofia”. 51 H. White, Metahistory. The Historical Imagination Nineteenth-Century Europe, Johns Hopkins UP, Baltimore & London, 1973; trad. it., Retorica e Storia, Guida, Napoli, 1973; Id., “The Value of Narrativity in the Representation of Reality”, Critical Inquiry, 7 (1991), pp. 5-27; trad. it. “Il valore della narratività nella rappresentazione della realtà”, en D. Carpi (Ed.), Storia e narrazione, Longo, Ravenna, 1999. 52 Th. H. Macho, “Jäger und Sammler in der Wissenschaft”, Freitag, 6 (1993); H. Lethen, “Kracauers Pendulum. Thoughts on German Cultural History”, New German Critique, 65 (1995), pp. 37-47. 53 W. Benjamin, Das Passagenwerk, p. 1117; trad. it. I “passages” di Parigi, vol. II, p. 1077. 54A. Gramsci, Lettera a Tania del 6 marzo 1933, en Id., Lettere dal carcere 1926-1930, Palermo, Sellerio, 1996, vol. II, p. 692 y ss.; Id. Quaderni del carcere, edición crítica del Instituto Gramsci, editado por V. Gerratana, Einaudi, Torino, 2001, vol. III, p. 1762. 55 A. Gramsci, Lettera a Tania del 22 aprile 1929, en Id., Lettere dal carcere, vol. I, p. 254: “Tuttavia io credo che un carcerato politico deve cavar sangue anche da una rapa. Tutto consiste nel dare un fine alle proprie letture e nel saper prendere appunti se si ha il permesso di scrivere”. 56 A. Gramsci, Quaderni del carcere, vol. II, p. 1404: “Occorre fissare che ogni ricerca ha un suo determinato metodo e costruisce una sua determinata scienza, e che il metodo si è sviluppato ed è stato elaborato insieme allo sviluppo e alla elaborazione di quella determinata ricerca e scienza, e forma tutt’uno con esse”.

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habla57, un lingüista formado en la escuela de Graziadio Isaia Ascoli, y desde luego, no debemos tener miedo de contaminaciones entre campos del saber aparentemente lejanos58. Se podría decir, como he mostrado en otro lugar, que para Gramsci, la filología (ciencia de lo particular), está en la sociología (ciencia de los grandes números), igual que para Benjamin, la kabbalah está en el marxismo. Por lo demás, Gramsci es consciente de la potencialidad eurística de la contaminación. Es célebre la frase que escribe a su hijo Delio en una carta de 1936, sosteniendo la necesidad de “interessarsi ai tre porcellini e poi di leggere una bellissima poesia di Puskin”59. Una lección indispensable acerca de esto último la encontramos en Ernesto De Martino, quien en su último libro dedicado a los “apocalipsis culturales” se mueve en una Zwischenwelt entre etnología y psicopatología, uno de los pilares de la antropología de este siglo, pero sin dejar de atender al imaginario literario y artístico, considerado una “fuente” entre otras para la investigación antropológica y psicológica. Y si se quiere, se trata de un estudio que anticipa en algunas décadas la apocalíptica kulturwissenschaftlich que se ocupa hoy en día de Blade Runner o Matrix. Sus autores pueden no ser Camus, Beckett o Sartre, por mencionar referencias de la filosofía del siglo XX, pero para comprender a Cronenberg, Philipp K. Dick o los hermanos Wachowski podría ser útil la relectura de algunas páginas extraordinarias sobre el cuerpo, sobre el mesianismo revolucionario o sobre la psicosis como residuo mítico del gran work in progress de De Martino. Todo esto sólo se ofrece en forma rizomática. Los Estudios Culturales tienen mucho que aprender de ella. Éste es el paradigma que debemos desarrollar. Traducción de Manuel Vela Rodríguez

57 A. Gramsci, Quaderni del carcere, vol. II, p. 1427: “Lo studio dell’origine linguisticoculturale di una metafora impiegata per indicare un concetto o un rapporto nuovamente scoperto, può aiutare a comprendere meglio il concetto stesso, in quanto esso viene riportato al mondo culturale, storicamente determinato, in cui è sorto…”. 58 A. Gramsci, Quaderni del carcere, vol. II, p. 1429. 59 A. Gramsci, “Lettera a Delio del 1936”, en Id., Lettere dal carcere, vol. I, p. 774.

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