CUIDADO CON LOS PSICÓPATAS QUE EJERCEN LA ABOGACÍA

CUIDADO CON LOS PSICÓPATAS QUE EJERCEN LA ABOGACÍA

Ante el extraño comportamiento de los abogados en Paraguay, inicié una investigación haciendo uso de fuertes resultados de las neurociencias.

Tengo una lista de más de 22 abogados que tuvieron comportamientos disfuncionales conmigo, su cliente. Los comportamientos fueron inesperados pues no hubo ninguna desinteligencia previa, además mi trato siempre fue respetuoso y afable. Lo patológico de todo esto es que yo como cliente le pago para que me ayude a salir de una situación angustiosa y recibo como contraprestación una agresión inesperada y paradójica, como si yo fuese su enemigo.

Las reacciones fueron del tipo: agresiones, estafas descaradas, engaño, mentiras, faltas de respeto, negarse a que yo pueda revisar la documentación antes de presentarla y negarse a entregarme copias, no devolución de llamadas ni respuestas a mails, desplantes sin aviso faltando a citas, abandono, desidia y hasta mala praxis. Esto último me llevó en muchos casos a perder juicios que podría haber ganado fácilmente. Los tiempos de los abogados son los de los juzgados, no se miden en horas ni en días, se miden en semanas y en meses, están acostumbrados a cobrar rápido pero trabajar lentamente. La falta de comunicación es su arma demoledora. Creo que si usted puede evitarlos su salud mental se verá muy preservada.

En pocas palabras todos los abogados que conocí, salvo uno, no procedieron de acuerdo con lo que se espera de un profesional juramentado y cumplidor de un Código de Ética. 

Hay algunos datos particulares de Paraguay que deben conocerse:

1) La colegiación es voluntaria así que el Código de Ética no es de aplicación obligatoria. Y no es posible presentar quejas ante el Colegio de Abogados.
2) Por Ley los abogados se fijan un monto mínimo de 300.000 G/h o por consulta puntual (yo cobro como profesor 40.000 G/h). Contrariando el art. 107 de la CN que establece que "No serán permitidas la creación de monopolios y el alza o baja artificiales de precios que traben la libre concurrencia".
3) Los abogados piden la mitad de los honorarios totales al iniciar el trato y habitualmente que se les entregue un poder para moverse con soltura. 
Con esto el cliente está atrapado, entregó un montón de dinero y estregó el manejo de su caso --muchas veces sensible como el mío--, en manos del abogado, y no tiene donde reclamar.

Antes del análisis se hace necesario buscar argumentos. El primero que encontré es el de un reciente libro de Kevin Dutton, de la Universidad de Oxford, cuyo título es La sabiduría de los sicópatas. En él sale una lista de las 10 profesiones con mayor cantidad de sicópatas. ¡La segunda es la de abogado! Vamos bien, me dije.

El segundo argumento es muy fuerte, nace de un experimento importantísimo, tanto que generó dos películas una estadounidense y otra alemana. Se trata de algo tan muy trascendente que me hizo temblar. Confirmó lo que todos sabemos, pero que en el experimento fue sometido a un serio control y análisis. Lo que todos sabemos es que hay gente que no es mala porque no puede y que apenas puede saca sus garras y colmillos, lo vemos en muchos casos en los que se da poder a una persona y se transforma. En el estudio de Philip Zimbardo, conocido como el experimento de la cárcel de Stanford se simuló, con voluntarios pagos con test de salud física y mental aprobados, una cárcel lo más real posible. Los carceleros y los presos se eligieron al azar. El experimento que debía durar dos semanas se suspendió al final de la primera por los comportamientos inaceptables de los guardias. Zimbardo habla que Abu Grahib y Guantánamo no son más que constataciones de su hallazgo.
A los guardias se les dio mucho poder, la sorpresa fue que esos seres, según los tests, seres normales, tuvieron, muchos de ellos comportamientos marcadamente patológicos, que sobrepasaron la imaginación más desbocada sobre sadismo humano. Lo sorprendente fue que al ser interrogados después del experimento los "guardias" desalmados, no manifestaron el menor arrepentimiento!! Uno se asusta: ¡Qué vulnerables al ambiente somos los seres humanos!!!

Volviendo a los abogados. Por analogía situacional, los abogados por su poder son los carceleros y los clientes por su evidente minusvalía y desprotección son los presos. Guillermo Parodi fue tratado como un preso díscolo por protestar y castigado con mayor violencia!!!!! Aunque el juego aún no ha terminado, al menos tengo la explicación clara de por qué hay tantos abogados disfuncionales en Paraguay.

GFP
Diciembre de 2015.