Cuerpo en disolvencia (4): Transformaciones tecno-económicas

June 8, 2017 | Autor: Emilio Tarazona | Categoría: Colombia, Redes informaticas, Wikileaks, Neoliberalismo, Tecnopolítica
Share Embed


Descripción

cuerpo en disolvencia flujos, secreciones, residuos / (una lectura íntima y expuesta del arte colombiano contemporáneo). Emilio Tarazona ((fragmento)). ((auto-filtración: estas páginas hacen parte de un libro en perseverante aunque intermitente proceso de escritura desde inicios de 2013: el ensayo (completo) permanece vinculado con una exhibición homónima realizada ese mismo año: “Cuerpo en disolvencia: flujos, secreciones, residuos” (en la Galería Pancho Fierro de Lima-Perú, en el mes de abril; y en la Fundación Gilberto Alzate Avendaño de Bogotá-Colombia, en los meses de junio-julio. ver imágenes en: https://arte.uniandes.edu.co/expo/cuerpo-en-disolvencia-proyecto-curatorial-de-emiliotarazona/); y despliega desarrollos teóricos sobre las ideas aludidas o propuestas en ese proyecto: nociones de flujo que se vinculan, incluso desbordando los fluidos estrictamente considerados orgánicos, con esa otra conceptualmente elusiva entidad biológica que denominamos cuerpo. como se anticipa en los impresos o textos en muro que presentaron la exhibición en las dos ciudades donde se realizó, ‘se trata de conceptos extremadamente dúctiles y capaces, (ambos) de ser extrapolados a un amplio espectro temático que incluye ámbitos distintos, marcados en gran medida (indistintamente) por la fluctuación, la inestabilidad o la impermanencia: desde los flujos de las telecomunicaciones o la informática, que hoy se conducen (o se filtran) con o sin cables; hasta la llamada Nueva Economía que ha gobernado a las sociedades post-industriales en los últimos decenios; desde los flujos de materia y energía, que bien atraviesan una cadena trófica o participan de un ciclo de intercambios entre atmósfera, biomasa y corrientes acuáticas en el precario dispositivo ecológico del planeta; hasta los enormes desplazamientos de migrantes, refugiados y exiliados, producto de las dinámicas sociales en las múltiples comunidades de un mundo en drástico conflicto y reconfiguración’.

el libro (en curso) se divide en cinco capítulos y quince ensayos breves adicionales (sobre cada una de las obras expuestas entonces, pertenecientes a Fernando Arias, Germán Arrubla,

1

William Bahos, Wilson Díaz, La Fulminante, Nadia Granados, Elías Heim, Erika Mabel Jaramillo, María Evelia Marmolejo, Oscar Muñoz, Raúl Naranjo Luna, Fernando Pertuz, Miguel Ángel Rojas, Raquel Solórzano y Liliana Vélez); los capítulos del libro se dividen en: 1. la dispersión y el flujo / 2. de los sistemas y sus límites / 3. el corazón de América Latina / 4. transformaciones tecno-económicas / 5. flujos y fricciones socio-estéticas. he separado para este fragmento los últimos párrafos del tercer capítulo y la totalidad del cuarto. algunos párrafos o secciones de los ensayos breves (ya concretamente sobre las obras y/o artistas incluidxs en la exhibición) han sido adelantados, bien insertos o bien separadamente, en publicaciones realizadas en los últimos años: “Cuerpos y flujos” (apartes sobre la obra de Miguel Ángel Rojas y María Evelia Marmolejo); “Cuerpos, territorios y exilios. Acciones realizadas por María Evelia Marmolejo y Constanza Camelo” (apartes sobre la obra de María Evelia Marmolejo); y “Breve historia de ‘Sementerio’ en su traslado al crematorio” (sobre la obra de Wilson Díaz); todos ellos también disponibles en esta cuenta de academia.edu.

el apartado que se ofrece ha sido escrito simultáneamente al artículo “Biopolítica / necropolítica / tecnopolítica: la cohesión de las estrategias de poder o una Racionalidad Gubernamental Integrada – RGI, en la era del capitalismo terminal”, publicado en 2014 (también incluido en academia.edu) y ha sido desplegado en conferencias como parte toral de un seminario también en Lima y Bogotá en 2015 (en la Facultad de Arte de la Universidad Católica del Perú, en mayo, y en El Parche - artist residency en Colombia, en julio). la autofiltración (o desclasificación) de estas páginas se debe, por un lado, al interés despertado por lxs asistentes a estos seminarios y, del otro, al hecho de constatar que los contextos que describen se encuentran en una constante transformación (o ‘disolvencia’) que obliga a actualizar comentarios sobre algunas menciones que se hacen (en los casos de Grecia y Siria, por ejemplo). eso hace sin embargo parte del placer de pensar y escribir a destajo)). Bogotá, febrero 2016.

2

3. el corazón de América Latina (…)

como si se tratara de un corazón, Colombia no es un núcleo sólido sino una víscera dúctil que es posible comparar con aquella frontera que, dentro un enfoque post-identitario, Gloria Anzaldúa describe no como punto de encuentro sino como el “lugar de contradicciones” que se erige entre el espacio que a uno se le asigna y aquel otro al cual también es posible 1

desplazarse. la batalla sin garantía de triunfo por apropiarse del presente y restituir a esa historia colombiana confinada a la inexistencia desde su requisa, se produce en un tiempo donde se debaten rutas divergentes (es decir, contradictorias) visibles desde uno de sus más importantes desfases actuales, originado a comienzos de la década de los Noventa: cuando el proyecto social se sitúa entre ideales planteados desde la nueva Constitución Política de 1991 y desde el modelo económico neoliberal, ambos emprendidos con el entonces gobierno de 2

César Gaviria. desplegados de manera simultánea e irremediablemente enfrentados, la relativa estabilidad democrática (siempre deseable) no encuentra lugar en medio de ambos esquemas: toda noción de “democracia” dentro de la comunidad por venir queda disuelta entre paradigmas adversos que tienden, cada uno, a definirla en sus propios términos, al punto que “democracia” y “libertad” se han vuelto conceptos ambivalentes, habitualmente entendidos de modo bastante diferente en cada uno de estos discursos: o la democracia refiere a la racionalidad gubernamental distributiva y de asignación de recursos e ingresos en favor del beneficio de la toda la población (es decir, inclusiva), o bien al modelo social que solo admite una regulación por parte de la lógica o los principios de un libre mercado con ganancias

1

Gloria Andalzúa. Borderlands / La frontera: The new mestiza. San Francisco, Aunt Lute books, 1999 (Third edition / primera edición de 1987).

2

Luego de su mandato como Presidente, ejercido de 1990 a 1994, Gaviria es nombrado Secretario General de la Organización de los Estados Americanos – OEA, desempeñándose en ese cargo durante una década. Las políticas neoliberales de su gobierno aceleran visiblemente el ritmo de medidas económicas implementadas durante el gobierno anterior. El exPresidente es también un conocido coleccionista y promotor de arte contemporáneo y, desde su fundación en 2007, es socio principal de la Galería Nueveochenta.

3

económicas privativas, desiguales y excluyentes (en su versión actual, lo que allí tienden a socializarse son las pérdidas).

3

la fisura detenta un nexo parental (diremos, de consanguineidad) con aquella ostensible brecha desde 2008 aparentemente insalvable entre el neoliberalismo tardío y el denominado Estado benefactor: una fisura donde el capitalismo ha terminado por depredar, después de la debacle financiera a escala global, toda política dirigida al bienestar social. se trata del auge de la especulación sobre una amplitud existente de instrumentos de inversión y, particularmente, de los contratos y mercados de derivados (futuros u opciones); así como otras modalidades (como los derivados financieros over the counter): sistemas fluctuantes, extremadamente líquidos; al mismo tiempo inestables y de muy alta volatilidad, que proporcionaron el contexto y brindaron los dispositivos que permitieron fraguar fraudes filtrados impunemente en el ducto de las cadenas de bursatilización (y que, avalados por las agencias de calificación de riesgos — 4

rating— a su servicio, crearon la burbuja especulativa más grande de la historia). se trata de entidades financieras socialmente desacreditadas, que anteriormente solo admitían ser reguladas por aquella lógica tecnocrática inflexible de los mercados y rechazaban cualquier intento de intervención Estatal y que muy al contrario, de un tiempo a esta parte, han aceptado, en complicidad con casi todos los gobiernos de los países drásticamente afectados, ser rescatadas con millonarios flujos de dinero público. se trata así de una apuesta global coordinada que insiste en la re-configuración, no de la “democracia” (una de las bases de las protestas y movimientos sociales que han surgido desde 2011 en Europa y los Estados Unidos), sino del “capitalismo”: logrando galvanizar este sistema para protegerlo del la 3

“Una doble transición” es la frase con la que Luis Orjuela describe en su estudio la irrupción, desde la crisis institucional de inicios de los Noventa, de estos proyectos enfrentados de sociedad (entre la Constitución Política de 1991 y el modelo económico neoliberal en Colombia). Ver: Luis Javier Orjuela Escobar. La sociedad colombiana en los años noventa: fragmentación, legitimidad y eficiencia. Bogotá, Ediciones Uniandes – Ceso, 2005.

4

Aun cuando se puedan desconocer los conceptos que definen los instrumentos de inversión financiera, resulta imposible sustraerse a sus efectos. Particularmente a partir de la debacle inmobiliaria, crediticia y de confianza generada por el sistema económico (concretamente, por las entidades involucradas): la reducción del gasto público en salud y educación, el alto nivel de desempleo o el desahucio de familias enteras con viviendas bajo hipoteca, dan cuenta de la situación por la que atraviesan inmediatamente después varios países. Sin embargo: lo positivo es constatar como en pocos años se ha hecho insostenible el discurso de la ‘crisis’: la estafa visibilizada consiste más bien en una drástica transición del capitalismo cínico al capitalismo descarado o, si se prefiere, del capitalismo tardío al capitalismo terminal: mientras en los Estados Unidos se vive una recesión y deuda fiscal sin precedentes, las imposiciones de los pagos de deuda que exige la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y Fondo Monetario Internacional, crean al interior de países como Chipre, Grecia, Portugal o España, un clima semejante al de países ocupados. El film de Charles Ferguson: Inside Job (Documental, 2010; 108 min.), ofrece una descripción bastante certera del escenario creado desde 2008. ((actualizar el caso de Grecia a 2015))

4

corrosión a la cual se expone en contacto con el aire (donde tarde o temprano, se dice, todo lo sólido se desvanece).

5

mientras la soberanía nacional de varios países (muchos de ellos antes llamados “desarrollados”) se encuentra vulnerada por los poderes económicos transnacionales que los gobiernan; en otros, que vienen experimentado un incremento de índices macroeconómicos en los últimos años (muchos de ellos antes llamados “sub-desarrollados”), ese modelo económico se afianza con mayor facilidad sobre el caldo de cultivo proporcionado por contextos de una endémica fragilidad institucional del Estado. en Colombia, no hace falta extenderse hacia los inicios de la República para sostener este argumento cuando la historia reciente del conflicto armado interno es suficiente: el Estado no solo ha sido despojado varias veces de su reconocido monopolio del uso la violencia o la fuerza ejercida a través de las instituciones armadas, policiales o militares (interpelado con la competencia que, en distintos momentos, adquieren en ello tanto los movimientos subversivos, el narcoterrorismo o los ejércitos paramilitares), sino que también ha cedido gran parte de su emblemático dominio y liderazgo para ejercer la violencia socio-económica o socio-cultural (actualmente confiscada en gran medida por los tratados bilaterales de comercio establecidos y por las corporaciones multinacionales que frenan el despunte del mercado interno). acaso nunca ha sido tan intensamente vigente aquella descripción hecha por Daniel Pécaut a mediados de los años Setenta que hoy, acentuada exponencialmente, parece más bien un presagio: el sociólogo entonces señala una “(…) disolución progresiva del poder del Estado, abandonado en las manos de diversas corporaciones económicas y eventualmente de diversas regiones.”, la cual se pliega a una disociación creciente agudizada desde los primeros años Cuarenta entre lo 6

social y lo político (extendida durante gran parte de la conflagración civil bipartidista). la 5

La metáfora del galvanizado (y la amenaza de la corrosión) puede ser considerada aquí una versión electroquímica del “paradigma inmunitario” de Roberto Esposito (ver nota 16 ((en el capítulo 2))). “Todo lo sólido se desvanece en el aire” es la frase del Manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels, que llega a nosotros a través del libro de Marshall Berman que al tomar ese título la propagó (Buenos Aires, Siglo XXI, 1989; Tercera edición en castellano). Karl Marx tiene no obstante una expresión análoga, acaso más cáustica, que hace referencia al contacto de la cultura China con Europa: “El aislamiento completo fue la primera condición para que se conservase la vieja China. Cuando, con el concurso de Inglaterra, se puso fin violento a ese aislamiento, hubo de seguir la descomposición de manera tan segura como se descompone toda momia, cuidadosamente conservada en un sarcófago herméticamente cerrado tan pronto como entra en contacto con el aire fresco.”; énfasis mío (Ver: “La revolución en China y en Europa”. New York Daily Tribune, junio 1853. En: K. Marx y F. Engels. Artículos y cartas. Moscú, Editorial Progreso, s/f.).

6

La disociación político-social a la que se añade la “disolución progresiva del Estado” que destaca Pécaut, explica la (aparentemente contradictoria) prosperidad económica que, con los ingresos provenientes del exterior generados por

5

“disolución” que señala Pécaut refiere a la consolidación en Colombia de una vía muy precisa: ella “(…) es resultado de la creciente implantación de un modelo liberal de desarrollo económico que hace perder al Estado su carácter autónomo”, en palabras de Gonzalo Sánchez y Donny Meetens.

7

el neoliberalismo puede entenderse como la fórmula extrema con la que, de la mano de las teorías enunciadas por Friedrick von Hayek y (particularmente) Milton Friedman, el clásico liberalismo económico intensifica muchos de sus postulados en contra de lo que, junto a otros autores, David Harvey ha denominado el “liberalismo embridado”: un liberalismo fermentado desde fines de la Segunda Guerra Mundial, el cual sostenía un componente regulador y de planificación Estatal alrededor de los mercados, manteniendo elementos clave de la economía 8

(como los sectores energéticos) bajo control público. el contexto parece enormemente propicio: a escala planetaria, en la década del Setenta se producen crisis de diverso cuño que sirven de impulso y consolidación al proyecto de la denominada Escuela de Chicago, cuyas teorías y especialmente antecedentes y contexto Michel Foucault analiza extendidamente 9

dentro de sus clases dictadas en el Collège de France a fines de la década del Setenta.

las exportaciones cafeteras y en beneficio también de grupos comerciantes-exportadores y del sector industrial, se mantiene sin interrupción toda una década (hasta mediados de los años Cincuenta) en medio de esa despiadada guerra. Ver: Daniel Pécaut “Reflexiones sobre el fenómeno de la violencia” En: Ideología y sociedad, n. 19 (Revista trimestral). Bogotá, octubre -diciembre, 1976, pp. [71]-79. Esp, p. 74. En un texto publicado 10 años después, el mismo autor desarrolla esta idea hablando del "desmantelamiento de la ideología de la regulación estatal". Ver: “De las violencias a la violencia”. En: Gonzalo Sánchez y Ricardo Peñaranda (Comp.). Pasado y presente de la violencia en Colombia. Santafé de Bogotá, Cerec, 1986, pp. 188-190. 7

Gonzalo Sánchez y Donny Meertens, “La violencia, el Estado y las clases sociales”. En: Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura, n. 10. Bogotá, Universidad Nacional de Colombia – Facultad de Ciencias Humanas, Departamento de Historia, 1982, pp. 253-258. Esp.: p. 254. Los autores señalan la diferencias entre esta tesis de Pécaut y otra posterior de Paul Oquist (desarrollada en: Violencia, conflicto y política en Colombia. Bogotá, Instituto de Estudios Colombianos, 1978) quien alude al "derrumbe parcial del Estado” desde la desintegración de los aparatos institucionales, (judicial, armado, parlamentario, etc); pero, para Sánchez y Meetens, mientras la propuesta de Oquist se relaciona directamente con el conflicto bi-partidista, la de Pécaut permanece vinculada al papel del Estado interventor en materia económica o entre las clases sociales.

8

David Harvey. Breve historia del neoliberalismo. Madrid, Akal, 2007, p. 17. (originalmente publicado en inglés en 2005).

9

De hecho, el propio término “neoliberalismo”, ampliamente utilizado a lo largo el curso lectivo de 1978-79, no gozaba entonces de la familiaridad que alcanza, incluso fuera del ámbito económico, durante la década inmediatamente sucesiva. Esta versión norteamericana de neoliberalismo, en esos años emergente, es también denominado por el pensador francés “anarcocapitalismo” o “anarcoliberalismo”, por su excesiva fobia al Estado. Ver: Michel Foucault. Nacimiento de la biopolítica. Curso en el Collège de France (1978-1979). Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2007, pp. 132, 191 (el curso, a partir de notas y grabaciones existentes, fue editado dos décadas después de la muerte de Foucault, publicado originalmente en francés en 2004). Para un análisis local sobre estas clases, así como los cursos lectivos previos vinculados, impartidos por Foucault en esos años, puede verse el estudio de Santiago Castro-Gómez. Historia de la gubernamentalidad. Razón de Estado, liberalismo y neoliberalismo en Michel Foucault. Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Pontificia Universidad Javeriana – lnstituto Pensar; Universidad Santo Tomás de Aquino, 2010.

6

4. Transformaciones tecno-económicas

ampliamente expandido, el correlato podría situarse temporalmente entre 1973 y 1978, atravesando territorios distantes y distintos: aquel donde se desencadena la primera crisis energética que el mundo conocería, que se articula a un intervalo fácilmente extensible entre la primera y la segunda crisis del petróleo (atizando el conflicto árabe-israelí), en la que sus mayores productores generan por razones políticas un corte de suministro a los países consumidores;

10

y aquel otro que consideramos más próximo (aunque en sincronía de acordes

con el anterior), en el cual se produce la sucesiva irrupción de algunas de las más violentas y represivas dictaduras en América Latina.

a pesar de que las causas y las consecuencias se difuminen, entre ese “oriente medio” conformado por el sudoeste asiático y el “lejano occidente” latinoamericano se coagula un marco flexible que dibuja cotas que permiten inscribir el sisma que sacude a los países industrializados que habían hecho del petróleo su principal recurso energético (haciéndose dependientes de la importación del crudo) y que, sumado a la crisis de acumulación de capital, se ven afectados de manera devastadora en ámbitos económicos y sociales (la escasez genera caídas en los salarios y en la productividad, así como desempleo y cierre de fábricas). pero mientras una puede ser entendida como consecuencia inesperada de los paulatinos procesos de nacionalización de los reservorios petrolíferos durante la década anterior, así como la creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo – Opep, en 1960 (pero que diez años después demuestra la dimensión de su fuerza); la otra (mucho más próxima a nuestro contexto) parece permitir a esta primera, una ruta de salida que se abre

10

La denominada “primera crisis energética” se despliega con posterioridad a la Guerra de Iom Kippur o del Ramadán (octubre 1973) en la cual las fuerzas militares de Egipto y Siria atacan de súbito a Israel como respuesta contra la invasión que este país había perpetrado contra los territorios de Palestina. Gracias al apoyo de los Estados Unidos y varias naciones europeas, Israel se recupera. La organización de países exportadores de petróleo (Opep), reunida en Kuwait (la cual controlaba más del 50% de la producción mundial), en represalia contra los países industrializados dependientes del crudo, que se manifestaron aliados de Israel, restringen la explotación y determinan un embargo de petróleo para obtener el retiro de sus tropas de apoyo. El precio del crudo se cuadriplica de octubre a diciembre de ese año produciendo un estancamiento e inflación sin precedentes dentro de muchas de las potencias mundiales.

7

paso sobre la sangre de miles de víctimas (civiles y opositores políticos): tanto en el Chile de Augusto Pinochet (en 1973) como posteriormente la Argentina de Jorge Videla (en 1976), asumen la drástica implementación de políticas neoliberales, impulsando la privatización de las empresas públicas, la desregulación laboral, así como la reducción de impuestos y controles 11

financieros a la inversión del capital.

se trata de la puesta en funcionamiento de un proceso

abrupto consolidado mundialmente con los gobiernos de Den Xiaoping, impulsando la liberación de la economía de la China comunista (en 1978), e inmediatamente después, Margaret Thatcher en Inglaterra (en 1979) y Ronald Reagan en los Estados Unidos (en 1981). así, la crisis generada en gran medida por el embargo o retención de salida de aquel flujo crudo (material hidrocarburo, orgánico y prehistórico, acumulado y extraído desde las sedimentaciones geológicas en las que yace), sirve indirecta e inesperadamente de combustible para la actual desregulación del flujo económico a escala global con la que se ha logrado el desmantelamiento, el colapso acaso definitivo del viejo paradigma industrial (en gran medida territorial) hasta esa década dominante.

dentro de esta ajustada crónica de flujos, retenciones y contraflujos, parece importante enfatizar que la erupción del proyecto económico del neoliberalismo y (particularmente) su vertiginosa propagación, no hubieran sido posibles sin dos acontecimientos sucesivos: es con la caída de la “cortina de hierro”, a fines de la década de los Ochenta, que el capitalismo entonces triunfante asume no encontrar límites para su expansión; y es desde comienzos de la década de los Noventa que esta expansión logra vehicularse con el impulso de las nuevas tecnologías de la información y de las telecomunicaciones (este es el despunte de la Nueva Economía). sí: internet, aquella herramienta surgida pocas décadas atrás (y aun hasta entonces reservada a usos vinculados con la investigación y la defensa), permite ampliar 11

El bombardeo al Palacio de la Moneda en Santiago de Chile, que significó el comienzo del golpe militar de Pinochet y la muerte del presidente electo, Salvador Allende, se produce el 11 de setiembre de 1973 (menos de un mes antes del sorpresivo ataque de Siria y Egipto a Israel: es decir poco antes del inicio oficial de la denominada “crisis del petróleo”). La dictadura chilena logra poner de relieve las drásticas contradicciones entre el liberalismo en política y el liberalismo en economía: la Junta Militar impuesta por el régimen despliega el plan económico de una oposición liderada por el ex-Presidente y candidato Jorge Alessandri, que había pedido democráticamente en 1970 ante la propuesta socialista de Allende en las urnas. Popularmente denominado “El Ladrillo”, este plan fue elaborado por alumnos y seguidores de Milton Friedman becados en la Escuela de Chicago, que serían conocidos como los “Chicago boys”, y representa, en la práctica, la debacle del modelo de industrialización por sustitución de importaciones y la caída de las barreras al libre comercio en la región. Para una lectura sobre la relación entre dictaduras y neoliberalismo en América latina puede verse el libro de Naomi Klein. La doctrina del shock: el auge del capitalismo del desastre. Buenos Aires, Paidós, 2008 (existe una película homónima realizada en base al libro, dirigida por Michael Winterbottom y Mat Whitecross (Documental, 2009; 79 min.).

8

exponencialmente tanto la difusión y el alcance, como la velocidad y la frecuencia en la transmisión-transacción de los intercambios comerciales (al punto que, en la actual era de la financiarización, podemos describir la economía mundial como gobernada por algoritmos y compuesta en su mayoría por la circulación de bits). el trabajo científico y su aplicación tecnológica impulsan un capitalismo cognitivo que, desde la revolución industrial, difumina (o más bien, subsume) dentro de ese poder del conocimiento objetivado en la máquina, la presencia de un trabajo vivo u obrero cuya productividad, por causa de ella, no depende ya del aumento de la fuerza o del tiempo de la jornada laboral. es en un pasaje de los Grundrisse que Karl Marx vislumbra esto como un signo que anunciaría acaso la futura superación del capitalismo con la desaparición del trabajo, describiendo esta tendencia del capital a dirigirse “en favor de su propia disolución como forma dominante de la producción”.

12

si bien ese

pronóstico tecnocrático se ha comprobado radicalmente con la era posfordista (o postindustral), este no se encuentra lejos de implicar una emancipación de la clase obrera, como sí la forzosa trasformación de las estrategias de explotación: dentro del capitalismo cognitivo. la revolución informática no parece avocada a mejorar las formas de vida de la humanidad: como si las formas de subjetividad posibles y alternas se situaran en contra de los objetivos de las corporaciones multinacionales y sus nuevas producciones semióticas, estas últimas han inscrito nuevas o actualizadas modalidades de opresión (tanto de los marginados como de los plenamente integrados al sistema), construyendo sobre estas modalidades el auge de su ruta programada.

pero si la tecnología de la red, al multiplicar las conexiones, organiza e intensifica la productividad brindando inesperado impulso al neoliberalismo tecno-económico (facilitando movilidad de capitales, flujo de transacciones internacionales en tiempo real e integración de los mercados); tanto la proliferación y auge de los dispositivos accesibles, que han mermado el protagonismo de los medios masivos de comunicación surgidos durante la relevada sociedad industrial (computadoras personales, grabadoras de audio, cámaras de video, conexiones satelitales y smartphones); así como las plataformas interactivas de la denominada web 2.0 (páginas wiki, blogs, foros en línea y una multiplicidad de redes sociales), han sido igualmente 12

Karl Marx, Elementos fundamentales para la crítica de la economía política (borrador) 1857-1858. (Tomo II). Buenos Aires, Siglo XXI, 1973, p. 222. (publicado como Grundrisse, originalmente en alemán, en 1939).

9

de gran utilidad para articular la multiplicidad de protestas y revueltas desatadas en diversos lugares del planeta, con gran repercusión a escala global. el uso de internet como arma, hecho extensivo desde el legendario Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, a mediados de los Noventa (una práctica entonces inédita que investigadores de la Rand Corporation, partiendo de esa experiencia, designaron como “social netwar”);

13

juega un rol

cada vez más predominante en los acontecimientos producidos durante el Siglo 21 en curso, diseminados eruptivamente en diversos puntos del planeta. entre ellos la revolución islandesa (octubre, 2008 - enero, 2011) o la mal llamada “primavera árabe” (secuencia que, a partir de la inmolación auto-incinerante del joven vendedor ambulante Mohamed Bouazizi, se enciende como reguero de pólvora y masacre multitudinaria desde diciembre 2010 en Túnez, a países como Egipto, Libia y Siria ((actualizar en nota el caso de Egipto y Siria a 2015))); así como revueltas que tienen espasmódica continuidad, como las protestas en Grecia (desde mayo de 2010), la del movimiento de los Indignados en España (desde mayo 2011) y Occupy en los Estados Unidos (desde setiembre 2011); o las protestas en Chile (desde mayo 2011), México (diciembre 2012), Turquía (mayo-junio 2013), Brasil (junio, 2013) o Colombia (desde agosto 2013).

al enfocar por igual vínculos y diferencias entre los reclamos y condiciones que tienen lugar en cada contexto, sostener un discurso en extremo entusiasta sobre estas formas de organización en red resulta ingenuo (sin por ello desestimar la utilidad ni la contribución potencial de aquella revolución tecnológica dentro del proceso de producción de una subjetividad post-mediática). es mejor situarse en lo que aquí denominaré un optimismo crítico: es decir, una posición que rehúye tanto la mirada del pesimista como la de su opuesto (que no es el optimista, sino el fanático), y eludir pensar que las actuales condiciones de aquel general intellect anunciado por Marx vienen siendo adecuadamente potenciadas desde la multiplicidad de los medios de comunicación audiovisuales de esta, inicialmente denominada, aldea global (nombre con el que Marshall McLuhan anticipa las realidades cibernéticas que, de un tiempo a esta parte, han tomado el nombre de comunidades virtuales, inteligencia colectiva, sociedad red o multitudes

13

David Ronfeldt, John Arquilla, Graham Fuller y Melissa Fuller. The zapatista social netwar in Mexico. California, Rand – Arroyo Center, 1998.

10

conectadas; y que en algunas publicaciones recientes tienden a ser consideradas como una suerte de élite o vanguardia).

14

sin embargo, varios entre los estudios que escoltan este fenómeno mundial nos despliegan inexorablemente un escenario donde, ante las fuerzas dominantes (cada vez más integradas entre lo Estatal, lo financiero y lo corporativo), avocadas a esa co-producción simultánea de cuerpos y de subjetividades normativas, se hace posible oponer usos inéditos y tácticas de hacktivismo (informático o no) que actúan de manera intensificada como fuerzas semiautónomas de rechazo, de crítica y de contra-producción.

siguiendo a Manuel Castells: tanto los acontecimientos ocurridos dentro de las interconexiones digitales del ciberespacio como los emplazamientos urbanos que se apropian de calles y plazas, coagulan por momentos bajo el signo de la ocupación, apropiando y desviando una función o una práctica previamente asignadas (para lo “físico” o lo “virtual”) y redefiniendo con ello el ámbito de lo público.

15

sin embargo, parece en ocasiones necesario aterrizar el

14

El concepto de general intellect (originalmente en inglés) fue acuñado por Karl Marx entre 1857-58 en su famoso fragmento sobre las máquinas de sus Grundrisse, texto que no sería publicado hasta 1939 (Op. Cit.). Su influencia sin embargo se produce luego de la Segunda Guerra Mundial con las traducciones y reediciones que estos apuntes tienen en los años Setenta. El término “aldea global” fue acuñado por Marshall McLuhan desde los primeros años Sesenta (Gutenberg galaxy: The making of typographic man. Toronto, University of Toronto Press, 1962) y es anterior al uso comercial de la computación. La terminología posterior (así como sus diversas aplicaciones y actualizaciones) procede de autores como Howard Rheingold (The virtual community: homesteading on the electronic frontier. Cambridge Massachusetts, MIT Press, 2000; originalmente publicado en 1993); Pierre Lévy (L’intelligence collective. Pour une anthropologie du cyberespace. Paris, La découverte, 1994); la noción de “sociedad red” ha sido desarrollada por Manuel Castells a partir de un libro homónimo publicado en 1991 por Jan van Dijk, que a su vez toma literalmente el concepto de nettsamfunn, enunciado diez años antes por Stein Leif Bråten (ver por ejemplo el primer volumen de la monumental trilogía de Castells: La era de la información. Economía sociedad y cultura (vol. 1): La sociedad red. Madrid, Alianza Editorial, 1997; inicialmente publicado en inglés en 1996); la noción de “multitudes conectadas”, como actualiación del concepto de “multitud” lanzado por Antonio Negri y Michael Hardt en 2004, la podemos circunscribir al contexto español de los últimos años (ver por ejemplo: Mario Tascón y Yolanda Quintana. Ciberactivismo. Las nuevas revoluciones de las multitudes conectadas. Madrid, Los libros de la catarata, 2012; o Javier Toret y @Datanalysis15m. Tecnopolítica y 15m, la potencia de las multitudes conectadas. El sistema red 15m, un nuevo paradigma de política distributiva; disponible para descarga en: . Barcelona, Universitat Oberta de Catalunya – IN3, 2013; versión 1.0; ultima consulta en enero 2014). Un antecedente del “optimismo crítico” que propongo aquí, podemos recogerlo de observaciones de Felix Guattari: “La producción maquínica de subjetividad puede laborar tanto para lo mejor como para lo peor. (…) no puede ser juzgada ni positiva ni negativamente; todo depende de lo que llegue a ser su articulación con las conformaciones colectivas de enunciación. Lo mejor es la creación, la invención de nuevos Universos de referencia; lo peor, la masmediatización embrutecedora a la que millones de individuos están hoy condenados. Las evoluciones tecnológicas, aunadas a experimentaciones sociales en estos nuevos ámbitos, tal vez puedan librarnos de la etapa opresiva actual y hacernos entrar en una era posmediática caracterizada por una reapropiación y una resingularización en la utilización de los medios de comunicación.” En: Caosmosis. Buenos Aires, Manantial, 1996, p. 16 (énfasis mío, original en francés publicado en 1992).

15

Manuel Castells, Redes de indignación y esperanza. Madrid, Alianza Editorial, 2012, p. 168. (Originalmente en ingles el mismo año).

11

pensamiento desde aquella “nube informática” en la que a menudo se desplaza de forma exclusiva, para deslizarlo también indistintamente dentro de una afrenta necesaria away from keyboard —lejos del teclado— (para usar la expresión que Peter Sunde opone a “en la vida real” —puesto que lo digital es también real—, y que da título al documental realizado durante al inicio del proceso judicial contra The Pirate Bay):

16

luego que el posfordismo logró diluir la

dualidad entre tiempo de trabajo y tiempo de ocio, construyendo un decurso de temporalidad fluida entre ambos, la dualidad aun vigente entre lo virtual y lo real tiende también a hacerse cada vez más imperceptible, a difuminarse o desvanecer dejando acaso una frontera prácticamente indiscernible entre cuerpos y flujos. a pesar de ello, los campos de acción que ambos ejercen (y respectivos condicionamientos que los circunscriben) tienden a menudo a mistificarse: incluso autores como Castells, sin subestimar el ámbito urbano-espacial de las protestas, describe el “espacio de flujos de internet” como un área de democratización y “plataforma específica de autonomía política” que los geoespacios parecen estar perdiendo; una afirmación que se encuentra en marcado contraste con aquél “rol complementario” que le atribuye a los ciberlugares un activista como Arm Gharbeia en Egipto: “Quiero pensar que las redes sociales son la gente en sí misma. Cosas como Facebook, Twitter, SMS y teléfonos son solo herramientas sociales. Cuando ellos bloquearon Facebook y apagaron la tecnología, nuestras redes aun operaban porque se trata de la gente. Los activistas de internet son solo gente y mucho en nuestra organización, trabajo social y relaciones están desarrolladas offline.”

17

se requiere prioritariamente intensificar los flujos humanos.

en un estudio publicado el mismo año que este último citado de Castells, Antonio Negri y Michael Hardt sostienen que: “Los medios y las tecnologías de la comunicación tienen un papel cada vez más central en todas las clases de prácticas productivas y resultan clave para los 16

Simon Klose, TPB AFK: The Pirate Bay Away From Keyboard (Documental, 2013; 82 min.).

17

Afirma Castells: “(…) Internet y las redes de telefonía móvil no son simples herramientas, sino formas de organización, expresiones culturales y plataformas específicas de autonomía política.”; y más adelante: “Los ocupantes utilizaron el espacio autónomo de flujos de las redes de Internet para hacerse con espacios simbólicos de lugares, desde los que podrían desafiar con su presencia y sus mensajes al espacio financiero de los flujos donde los poderes globales dominan la vida.”; o “(…) Internet proporciona la plataforma de comunicación organizativa para traducir la cultura de la libertad en la práctica de la autonomía.” ver: Redes de indignación y esperanza. Op. cit. pp. 108-109; 177; 220, respectivamente. El testimonio de Gharbeia se encuentra en: “Egypt unrest: bloggers take campaign to Tahrir Square”, BBCNews, 7 febrero 2011, disponible en: (la traducción es mía; se reúnen también testimonios de Nawara Negm, Malek Mustafa y Nasly Hussein; última revisión, enero 2014).

12

tipos de cooperación necesarios para la producción biopolítica de hoy.” ambos autores identifican al sujeto “mediatizado” como distinto al alienado: donde este ultimo se encontraba fragmentado o dividido, el primero parece completamente subsumido en una red que opera de modo ambivalente como forma de liberación y forma de control, pero acentuando una superficialidad que acompaña cada vez más de cerca a la expresión y desplegando ciberlugares alternos donde la circulación de información e ideas gana terreno a “la construcción de afectos políticos” que exigen la proximidad de los cuerpos, “(…) base de la inteligencia y acción política colectivas”.

18

ciertamente, no se trata aquí de construir

acontecimientos “primero deseados y proyectados (en parte pre-vividos) en el digital y que 19

después se efectúan en el espacio urbano.”, como sostiene Javier Toret : la indignación y la potencia de revuelta fluyen entre seres y pensamientos vivos vehiculados de diversas y múltiples maneras, haciendo uso, en cada contexto, de todas las técnicas y tecnologías disponibles, desde las más sofisticadas a las más rudimentarias.

una ofensiva en favor de la autonomía no puede ejercerse ni exclusiva, ni privilegiadamente (como tampoco anticipada, ni orquestadamente) desde el ciberespacio para luego desplegarse sobre el geoterritorio de modo programático (y a dos tiempos); puesto que, hasta el momento, los movimientos sociales no nacen, sino que se despliegan en internet: se requieren flujos múltiples actuando simultáneamente desde los cuerpos (cualquiera sea el concepto de cuerpo y cualquiera sea el cuerpo mismo que se tenga). y esto, sobretodo, mientras se habite en un mundo en el cual se tiene acceso a este, digamos, moderno ejercicio de ciudadanía (que impusieron términos como “netizen” o “cybercitizen”), como un derecho ejercido fundamentalmente dentro de ciberlugares que son plataformas privadas, localizables e indexadas, y por medio de líneas comerciales que ofrecen proveedores de servicios de internet de alta velocidad en las que cada entrada y contenido queda registrado y hasta regulado por corporaciones y Estados.

18

Antonio Negri y Michael Hardt. Declaración. Madrid, Akal, 2012, pp. 22-26. (Originalmente en inglés el mismo año).

19

Javier Toret y @Datanalisis15m, Op. Cit. p. 52.

13

la existencia fugaz y fecunda de esa horizontalidad, promovida aun hoy por la telemática, tuvo lugar a inicios de los años Sesenta dentro de las primeras (casi legendarias) comunidades de hackers que diseñaron y escribieron los programas informáticos de aquello que hoy conocemos como la red de redes: desde los laboratorios del Masachusetts Institute of Tecnology - MIT, la red Usenet o el primer sistema operativo Unix. el tránsito desde ese mundo cibernético, en continuo proceso de configuración y de códigos abiertos, al ciberespacio actual, gobernado por códigos fuente cerrados y privativos (aun cuando basados medularmente en los primeros, los 20

cuales aun constituyen su núcleo técnico ), coincide, según la tesis de Lawrence Lessig, con el tránsito que ha hecho posible el desarrollo completo del comercio electrónico, y es fácil notar que corre en paralelo a la connotación progresiva que ha adquirido el término hacker como 21

sinónimo de pirata informático , es decir, el modelo económico penetra Internet al tiempo que va reservándole al comportamiento e ideas de los iniciales arquitectos de la red un estatuto de criminalidad: así, sus principios políticos y fines sociales fueron denostados al mismo tiempo

20

Cabría hablar aquí de robo, saqueo o apropiación ilegítima de lo común para intereses comerciales privados (es decir: las bases sociales constitutivas de la producción cultural del mundo moderno). Pekka Himanen comenta en 2001 el reporte de Keith W. Poterfield (“Information wants to be valuable: A report from the first O'Reilly perl conference”, disponible en: - última revisión, enero 2014), añadiendo referencias precisas: “Keith Porterfield resume la dependencia general del funcionamiento de Internet y la Red respecto a las creaciones de los hackers exponiendo qué sucedería en la práctica si los programas hackers fueran eliminados del núcleo técnico de aquellos (incluyo entre paréntesis una sucinta referencia a las causas de lo expuesto): / ‘Más de la mitad de Internet desaparecerá (porque casi dos terceras partes de los sitios son gestionados por ellos; véase Netcrat, The Netcrat Web Server Survey [septiembre de 2000]). / Los grupos de noticias Usenet también desaparecerán (porque son sostenidos por el programa Inn, creado por hackers). / Pero eso no tendría importancia, porque el correo electrónico tampoco funcionaría (porque casi todas las transmisiones de correo electrónico se hacen a través del programa Sendmail, creado por los hackers). / Teclearás «199.201.243.200» en tu ordenador en lugar de «www.netaction.org» (porque el lenguaje base de Internet «address list» depende del programa Bind, creado por los hackers)’.” Ver: Pekka Himanen. La ética del hacker y el espíritu de la era de la información. Barcelona, Destino libro, 2004, p. 236 (libro con prólogo de Linus Torvalds y epílogo de Manuel Castells, publicado originalmente en inglés en 2001).

21

La estigmatización del hacker, conceptualmente desplazado dentro del sentido común desde el estatuto de constructor de la red a “pirata informático” (es decir: quien roba cuentas de plataformas, destruye máquinas o implanta virus para obtener beneficios individuales), ha servido no solo para crear un territorio de indistinción en relación al denominado cracker (término más preciso para el pirata informático), sino también para desplazar esa estigmatización sobre quienes abogan aun hoy por muchos de los fundamentos de la cultura y ética hacker: incluyendo las batallas por el software libre, la cultura libre y la neutralidad de la red. Como comentan Katie Hafner y Matthew Lyon: “Los usuarios de redes entrometidos y maliciosos, de los cuales no había virtualmente en los comienzos, fueron primero denominados como ‘network randoms’, ‘net randoms’ o simplemente ‘randoms’ [net: red, random: aleatorio]. Hubo de pasar aún otra década para que a la actividad de los hackers adquiriese una mala reputación.” Where wizards stay up late: The origins of the internet. New York, First Touchstone Edition, 1998, p. 190 (la traducción me pertenece).

14

que su ética y espíritu fueron convertidas en “comunidades al margen de la ley” y en gran medida, incluso lejos del teclado “(…) los hackers fueron proscritos de la sociedad.”

22

así como la ley y toda la institucionalidad jurídica imponen al mismo tiempo las conscripciones y la protección de la ciudadanía (las obligaciones y los derechos) dentro de geoterritorios política y legalmente delimitados, el código informático es para Lessig análogo a la arquitectura que estructura y define un espacio físico, logrando desde allí gobernar lo permitido o lo permisible al interior tanto de los programas cuyos derechos de uso adquirimos comercialmente (en periodos actualizables), así como de los ciberlugares disponibles online: el código define, de manera a menudo imperceptible (lo que es decir, con amplio margen de impunidad) nuevas formas de soberanía para ese vasto continente que es Internet. se trata de una forma de organización y conducción de la conducta que a diferencia de las leyes o las enmiendas constitucionales, se produce de manera indirecta: detrás de estas encontramos corporaciones, fabricantes de software y Estados, pero en ese ámbito las luchas y reclamos sociales actualmente no parecen jugar un papel decisivo ni dominante.

23

podemos argumentar, dentro de la secuencia en este ensayo, que junto a la administración o gestión de la vida (o lo que es lo mismo, de la muerte) previamente aludidas con la bio-necropolítica ((temas de los capítulos anteriores)), otra razón gubernamental vinculada a un muy preciso ejercicio de poder (igualmente dirigidos a la dominación y control social) se ha fortalecido en las últimas décadas como una afrenta precisa en el ámbito de la “tecnopolítica”. aquí, esta última noción no se pliega al uso restringido del mismo término, difundido en los últimos años desde algunos autores cercanos al movimiento de indignados en España

22

Lawrence Lessig. El código y otras leyes del ciberespacio. Madrid, Taurus-Santillana, 2001, p. 358. (originalmente publicado en inglés en 1999). La distinción entre ética hacker y piratería informática (la traspolación del hurto en el mundo físico que no se aplica al mundo digital) la destaca John Perry Barlow, co-fundador de Electronic Frontier Fundation - EFF, en una entrevista de 2007: “Los piratas son personas malvadas que atacan embarcaciones en alta mar, matan a las personas a bordo y roban todo lo que tiene valor. No son personas que alientan a otras personas a escuchar las mismas canciones que les gustan. Además, no veo cómo algo puede ser robado si aún está en mi poder. La propiedad es algo que puede ser quitado a alguien.” En: “El copyright es la nueva forma de imperialismo, afirma gurú de la Web·” disponible en: (revisado: junio: 2014).

23

Lawrence Lessig. Op Cit. (particularmente: Parte 4, capítulo 14: “Soberanía”). Puede consultarse también la versión 2.0 del libro. Code. New York, Basic Books, 2006, pp. 281 – 293. Descargable en: (revisado: junio 2014).

15

(denotando un considerable entusiasmo por las formas de organización y articulación de la protesta y activismo urbano posibilitados por la red), quienes la entienden como una función combinada de diversas modalidades del ciberactivismo participativo: social media, open government, marketing político; además del uso de modalidades de métrica para monitorear el impacto mediático de las campañas emprendidas, el seguimiento en línea de las plataformas 24

(por un hábil community manager) o el uso viral de hashtags.

la tecnopolítica no podría restringirse a ese ámbito por el mismo hecho de que Internet no es un fenómeno exclusivo del ciberespacio: también en los últimos años (a contravía de esa acepción ingenua aunque optimista de los usos permisibles de la tecnología), varias publicaciones han empezado por señalar (e incluso, por advertir) los peligros generados por la 24

En los últimos años, la “tecnopolitica” ha sido definida como “(…) el uso táctico y estratégico de las herramientas digitales para la organización, comunicación y acción colectiva” poniendo el acento de modo casi exclusivo en sus nada estériles usos procedimentales. Varios textos se han publicado en torno a esta acepción, desde: VV. AA. Tecnopolítica, Internet y r-evoluciones. Sobre la centralidad de redes digitales en el 15m (Barcelona, Icaria, 2012, p. 98 ⎯en el glosario de términos⎯) hasta, más recientemente: Antoni Gutiérrez-Rubí, Tecnopolítica. El uso y la concepción de las nuevas herramientas tecnológicas para la comunicación, la organización y la acción política colectivas (Barcelona, Grafiko, 2014). Para una concepción previa y más compleja del término ver: Stefano Rodotà, Tecnopolítica. La democracia y las nuevas tecnologías de la comunicación. Buenos Aires, Editorial Lozada, 2000 (originalmente publicado en italiano en 1997) o, más recientemente: Stefano Rodotà, “Tecnopolitica”, Treccani, 2009. En: < http://www.treccani.it/enciclopedia/tecnopolitica_%28Enciclopedia-Italiana%29//> (Última revisión: mayo, 2015). En otro glosario actualizado al 2013, y entendida como parte de un léxico del Siglo 21, la tecnopolítica se define como un fenómeno que da forma inédita a la política por la información y las tecnologías de la comunicación, mutando incluso la naturaleza de las organizaciones sociales: “[m]ientras que la tecnología precedente (micrófono, radio, televisión) instaura una comunicación vertical, (…) exaltando tanto la potencia del comunicador como la pasividad de la audiencia que recibe su mensaje, con la nueva tecnología de la comunicación se hace horizontal, igualitaria, puede proceder de abajo hacia arriba y prescindir de los tradicionales mediadores sociales, expandiendo las potencias individuales y colectivas y revelando una potencialidad igualitaria.” No obstante, no se propone allí un relevo radical de las herramientas, ya que el modelo “(…) considera la integración de los lugares y de diferentes medios y no la cancelación de los viejos medios por obra de los nuevos o la prevalencia absoluta del ciberespacio, sino el surgimiento de una realidad mixta.”. Esta definición señala además los beneficios de un nuevo contexto sin dejar de advertir sobre sus peligros: “La explosión de la blogosfera y luego la web de redes sociales 2.0 (YouTube, Facebook, Myspace, Twitter, etc.) ha producido formas inéditas de espacios públicos que no tienen naturalmente impresa la marca de la democracia, pero sin duda puede revocar jerarquías y liberar de vínculos inapropiados, con efectos inmediatos en el fortalecimiento de la igualdad. Si tenemos tales procesos de inclusión en una esfera pública renovada y diversa a la que conocíamos, hoy representada por Internet, gran metáfora de toda la potencialidad naciente, (…)debe ser protegida contra el riesgo de la censura y del uso solo comercial, para evitar que la potencialidad de los ciudadanos de Internet sea progresivamente asimilada por aquella del inmenso supermercado a cielo abierto.”: se reconocen así los procedimientos tecnológicos que “(…) ponen de relieve cambios significativos del circuito ciudadanos/instituciones.”, advirtiendo la necesidad de: “(…) moverse constantemente hacia la construcción de una dimensión ‘constitucional’ de la Internet, que va en la dirección exactamente opuesta a aquella que puede devenir en cualquier forma de cyberpopulismo. En el cruce de los esplendores y de las miserias de Internet, la dimensión de la política, en su versión t[ecnopolítica]., exige un ejercicio continuo de vigilancia crítica, para no quedarse atrapado en entusiasmos súbitos y caídas igualmente repentinas. A la espera de un proyecto de ley de los derechos de Internet, lo que otorgue la t[ecnopolítica]. su concreto marco constitucional, debemos salvaguardar los principios y criterios que hasta ahora ha proyectado Internet sobre el instrumentalismo, ofreciendo buenas oportunidades para una t[ecnopolítica]. no obligada a la farsa del marketing o del puro instrumento de control social.”. Ver: (la traducción del italiano me pertenece. Última revisión: mayo, 2015). Una rauda genealogía de algunos de los diversos usos de este término empleados desde fines de los años Setenta puede encontrase en: Emilio Tarazona. “Biopolítica / necropolítica / tecnopolítica: (la cohesión de las estrategias de poder o una Racionalidad Gubernamental Integrada – RGI, en la era del capitalismo terminal)”, julio 2014. En: (Última revisión: mayo, 2015).

16

gestión y control de la estructura física de esta red de redes: backbones y datacenters que permiten las conexiones y la navegación en línea y que constituyen hoy la espina toral o el cuerpo a través del cual circulan los flujos informáticos que muchos usuarios imaginan aun como datos inmateriales flotando en nebulosas intangibles (o un territorio sin control ni dominación posibles). medularmente, internet se conforma por servidores de almacenamiento ubicados en territorios y países (y por tanto legislados por jurisdicciones específicas) así como cables de fibra óptica de primer orden que, revestidos de cobre, aluminio, acero trenzado y plásticos polímeros, cruzan los océanos y circundan los continentes conformando una columna vertebral que es casi en su totalidad propiedad de empresas privadas de telecomunicaciones: grandes corporaciones multinacionales que, con la supremacía o complicidad de algunos Estados, ejercen a través de estos dispositivos un control sobre los sujetos a escala planetaria (así como sobre gobiernos de naciones más débiles). Simona Levi logra un mejor enfoque cuando sostiene en las primeras líneas de sus Notas para una r-evolución 2 (versión 1.1), que: “Internet no es solo una herramienta, es una época histórica. El desarrollo tecnológico modifica las formas de organización, de pensar y de ver el mundo. Internet es una herramienta y un campo de batalla.”

25

ya por encima o por debajo de ese mundo confinado al ciberespacio, la tecnopolítica es aquí entendida como un conjunto de prácticas, dispositivos y relaciones de poder que requieren ser analizadas y recuperadas por la ciudadanía de su actual expropiación por los Estados y las corporaciones que han establecido vínculos asimétricos en una paulatina pero radical cooptación de sus fuerzas. las diferencias entre estas acepciones del término tecnopolítica no son diametrales pero si muy visibles y estas parecen residir en el modo en que puede entenderse también la palabra “política”, a secas: mientras una hace énfasis en su carácter inclusivo, social y participativo, como prácticas destinadas a la toma de decisiones para la obtención de objetivos en una comunidad específica, de un lado; la otra se enfoca en una la acepción que la vincula al 25

Simona Levi, Notas para una r-evolución 2 (versión 1.1). Segunda fase: vicios vs nuevas virtudes tácticas, 2012. Descargable en: (El énfasis es mío, última revisión: marzo 2014).

17

ejercicio concreto del poder vertical: particularmente, la racionalidad gubernamental y los modos de control ejercidos desde posiciones que hacen parte medular del dominio y de la producción de sujeciones (cuerpos y subjetividades) aplicadas sobre de un conjunto de usuarios identificados como población. siendo ambas acepciones admitidas, es sin embargo la segunda la que se destaca en el uso teórico de términos como “biopolítica” y “necropolítica”, mientras otras terminologías locales como “narcopolítica” o “parapolítica” pierden por completo su significado atribuido cuando se tiene en mente la primera acepción.

26

pero biopolítica, necropolítica o tecnopolítica no son estrategias o campos de acción independientes: se trata de prácticas solidarias e integradas que, aun cuando hacen uso de vías distintas, permanecen juntas en el despliegue de una autoridad avocada a la conducción de la conducta, la producción-regulación de cuerpos y subjetividades compactas y la restricción o confinamiento simultáneos del ámbito de las potencialidades, de los posibles. no obstante, aun a contravía de sus restricciones, como herramientas re-apropiadas, su uso permite rutas de empoderamiento hacia la propia emancipación (teniendo en mente las formas soberanas de auto-gobierno o las formas consentidas y admisibles de gobierno, necesariamente abiertas — es decir, translúcidas—, a ser ejercidas sobre el sujeto; las cuales queda pendiente reinventar): de un tiempo a esta parte, activistas en diferentes partes del mundo han logrado desplegar mecanismos colaborativos que extraen datos que se pretendían confidenciales a corporaciones y gobiernos, para develar fragmentos vulnerados de un dominio, mucho más amplio, plagado indistintamente de crímenes de guerra, fraudes económicos y corrupción política. actividad desplegada por una plataforma como WikiLeaks: aquella metáfora de filtración (en interfaz wiki y de fuentes anónimas) que, como legajos de un flujo informático mayor, se realiza con el uso de códigos criptográficos de software libre (considerados como arma de guerra de la que inicialmente solo el Estado hegemónico podía hacer uso, al mismo tiempo que el neoliberalismo se adueñaba de Internet), se opone con una efectiva y acaso ínfima confiscación de datos —inspirada en el difundido lema criptopunk: “privacidad para los pobres, transparencia para los poderosos”— al desmedido caudal que supone la interceptación, almacenamiento y monitoreo de carácter estratégico y sistemático con el cual corporaciones y Estados de vigilancia operan en un campo transnacional intentando mantener 26

Emilio Tarazona. “Biopolítica / necropolítica / tecnopolítica (…)”: (Op. Cit.).

18

control integral de las telecomunicaciones a escala global. resulta revelador que esa utopía de una conectividad a partir de un territorio considerado enteramente virtual o regido por normas autónomas de auto-gobierno, parece hoy doblegada gracias a sus propias estructuras físicas: de mismo modo a como los diagramas de flujo tienden a canalizar rutas y establecer nodos incluso en la complejidad hermética de los algoritmos, la articulación física de Internet y su centralización de servidores es la que hace mucho más fácil el potencial control, interceptación, vigilancia y asedio estratégicos de cada usuario de servicios de una empresa proveedora de internet con la eficacia e impunidad de un imperio totalitario y absolutista apenas imaginado en décadas anteriores por la ciencia ficción. los ataques perpetrados contra este orden, en medio de esa opacidad que los resguardaba del rechazo civil, han permitido conocer en los últimos años algunos de los alcances más inquietantes de captura del flujo de las interacciones humanas (o entidades jurídicas) que atraviesa la red, como fuente de datos para ejercer coerción o extorción, o saber cómo, cuándo y dónde emprender una guerra o una campaña sicosocial para proteger intereses (políticos, geopolíticos, económicos) muy concretos, invocando para ello, si fuera necesario, a aquello que el ciber-activista Jacob Appelbaum denomina “Los 4 jinetes del info-apocalipsis” (la explotación infantil pornográfica, el terrorismo 27

internacional, el lavado de dinero y la guerra localizada contra algunas drogas ), como la perfecta coartada que legitima la sistemática violación de libertades civiles de la población

27

Julian Assange con Jacob Appelbaum, Andy Müller-Maguhn y Jérémie Zimmermann, Criptopunks. La libertad y el futuro de Internet. Montevideo, Trilce, 2013, p. 48 (originalmente publicado en inglés en 2012). En los últimos años, varios escándalos de espionaje han sacudido también la escena política colombiana: de un lado, la interceptación de comunicaciones y seguimientos ilegales (‘chuzadas’ de correos electrónicos y telefonía) realizados por el entonces Departamento Administrativo de Seguridad – DAS (fundado en 1960 y disuelto por el Presidente Juan Manuel Santos, a raíz de este caso, el 31 de octubre de 2011 ⎯un día de brujas: hay que reconocer en ello un cierto sentido del humor⎯), denunciados desde 2009 como parte de una estrategia gubernamental sistemática que tenía por objetivo campañas de desprestigio, sabotaje, neutralización y guerra jurídica contra magistrados de la Corte Suprema de Justicia, opositores políticos, periodistas y miembros de organizaciones de derechos humanos, donde elementos de este organismo del Estado (el denominado ‘G-3’) hicieron uso de ese flujo de información para perpetrar amenazas, actos de manipulación, implantación y montaje de datos (en lo que puede ser considerado un brazo criminal dentro del desviado enfoque dado por el ex-Presidente Álvaro Uribe ⎯quien gobierna de 2002 a 2010⎯ a su política de Seguridad Democrática, pensada como estrategia de lucha contra la delincuencia y la subversión), por los cuales hoy varios funcionarios se encuentran condenados e inhabilitados para ejercer cargos públicos como en proceso de investigación; y por otro lado, el caso del ‘hacker’ (término usado aquí como sinónimo de ‘pirata informático’) Andrés Sepúlveda, quien fue capturado en mayo de 2014 y condenado a diez años en abril de 2015 por los cargos imputados de concierto para delinquir, acceso abusivo informático, violación de datos personales agravado, espionaje y uso de software malicioso en contra de negociadores y personas públicas que se encuentran a favor de los Diálogos de Paz que se llevan a cabo en La Habana, Cuba, entre el Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC-EP - Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia -Ejército del Pueblo (iniciados en octubre de 2012), y cuyos testimonios han sindicado también a miembros de la campaña presidencial del partido Centro Democrático (vinculado al ahora Senador Álvaro Uribe) así como supuestas actividades ilegales de interceptación realizadas desde una sala-fachada de inteligencia montada legalmente por el Ejército Nacional para que algunos de sus mandos adquirieran conocimientos de informática, la cual operaba sin control (denominada ‘Andrómeda’).

19

mundial interconectada bajo políticas de seguridad secreta desplegados con intensidad después del 11 de septiembre.

28

tres entre lxs conocidxs adversarixs de esta distopía de sistema-mundo tecno-digital bastante fraguado (Julian Assange, Edward Snowden y Chelsea Manning), se han convertido, de un tiempo a esta parte, en extraños emblemas en favor de la libertad (en una acepción de “libertad” que puede unas veces ser liberal y otras radicalmente socialista o anárquica: es decir, auto-gobernada), buscando la transparencia de Estados y corporaciones dentro los efluvios informáticos, a pesar de hallarse, por ello mismo, bajo diversos tipos de confinamiento. las modalidades o procesos de reclusión que operan sobre ellxs (o aun los asechan) son emblemáticos: comentando en 2010 los cargos imputados a Assange (editor en jefe de WikiLeaks), antes de su auto-reclusión en condición de asilado en la Embajada de Ecuador en Londres desde 2012, y quien en ese momento se encontraba bajo arresto domiciliario, el filósofo Paul B. Preciado (en aquel preciso entonces, nombrado Beatriz Preciado) había descrito al preservativo como un elemento de valor sexopolítico: la imposibilidad de establecer límites o soberanías jurídico-nacionales que permitan su inmediata captura bajo cargos aun no imputados de espionaje o traición a la patria norteamericana (inoperantes siendo australiano), les permitiría sin embargo afianzar indirectamente la idea de una violación a los límites físicos de los cuerpos de dos mujeres suecas presuntamente ultrajadas sexualmente por Assange en un intercurso de fronteras (sean estas demarcaciones tácitas, según el caso, del consenso o del consentimiento) transgredidas por la posibilidad del paso del esperma (entendido aquí como elemento info-biológico que reclama la necesaria prevención del profiláctico): los flujos informáticos u orgánicos, para ambos casos codificados, filtrados o vertidos sin autorización más allá de la jurisdicción en la cual debían permanecer resguardados como intimidad (o secreto) serán considerados actos criminales susceptibles de castigo: “(…) el paso de Assange 29

violador en WikiLeaks terrorista será simplemente una cuestión de extensión de la metáfora.”

28

Para el contexto de América Latina, el 11 de septiembre (de 1973) es la fecha del bombardeo al Palacio de la Moneda y golpe de Estado al Gobierno del presidente de izquierda democrática Salvador Allende (y su consecuente asesinato) por parte de as Fuerzas Armadas de Chile al mando de Augusto Pinochet, Comandante en jefe del Ejército (con el apoyo, entre otras, de instituciones norteamericanas como la Central de Inteligencia Americana - CIA). No obstante, el atentado a las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, ocurrido también un 11 de septiembre (de 2001) ha concentrado la atención mundial sobre esa fatídica fecha en la prensa mundial.

29

Beatriz Preciado, “Condones, goteras diplomáticas y otros archivos orgánicos”. En: Ara, 14 de diciembre, 2010.

20

en añadidura, resulta por demás simpático (por decir lo menos) que organizaciones de defensa en los Estados Unidos como la Central Intelligence Agency – CIA y el Pentágono hayan creado entonces (poco después de la publicación del artículo de Preciado) una división denominada WikiLeaks Task Force – WTF, cuyas involuntariamente irónicas siglas no pasarían desapercibidas por algunos medios de prensa.

30

el territorio parece así plagado de metáforas: para el caso de lxs otrxs dos, las regulaciones del tránsito se imponen de modo análogo o analógico (es decir, fuera del sistema binario-digital): Edward Snowden, ex-agente de la CIA y de la National Security Agency – NSA norteamericanas, quien había expuesto a la prensa internacional y a la opinión pública documentos sobre programas confidenciales de vigilancia masiva indistintamente contra millones de ciudadanos de ese país y extranjeros (potencialmente, cualquier usuario de telefonía o Internet) así como contra otros gobiernos (aliados o no), se dispone a dejar Honk Kong en busca de asilo político a mediados de 2013 y, debido a la súbita anulación de su pasaporte, se convierte en un inesperado apátrida (“a stateless person”, en sus propias 31

palabras ) que permanece por 40 días en un limbo: la zona de tránsito del Terminal F del Aeropuerto Sheremétievo de Moscú, antes de obtener un asilo temporal en Rusia. con frecuencia, la realidad se propone la literal ironía metonímica: la duración de esa estancia forzosa es la descripción más precisa de la proto-estrategia inmunológica que da nombre a la cuarentena, establecida en la Venecia del Siglo 14 como prevención contra la pandémica y mortífera Peste Negra. por su parte, Chelsea Manning (en aquel preciso entonces, nombrado Brian Manning), ex-analista y soldado del Ejercito de los Estados Unidos, quien había confesado filtrar a WikiLeaks el video que sería editado y difundido bajo el título de “Collateral murder” así como cientos de miles de documentos clasificados sobre crímenes de guerra en Afganistán e Irak y cables diplomáticos que comprometen la política internacional de su país (descrita inmediatamente como la filtración y desclasificación de documentos más grande de la

30

Adam Gabbatt, “WTF? OMG, LOL! CIA gives WikiLeaks taskforce naughty name”. The Guardian (Londres), 22 de diciembre, 2010. (WTF, si es necesario decirlo, son también las siglas de “What the fuck?”, que puede traducirse como la manera grosera de decir “¿qué está pasando?”).

31

“Statement from Edward Snowden in Moscow” (Monday July 1, 21:40 UTC): (última revisión: julio 2015).

21

historia), sería apresada y condenada por un tribunal militar en agosto de 2013 a treinta y cinco años de prisión, lugar desde el cual anuncia su nueva identidad como mujer transgénero, resolviendo así un problema de hardware (“the CPU is not made for this motherboard”, en sus 32

propias palabras ): como si se hiciera una involuntaria referencia tanto al confinamiento como a la libertad simultáneas que, según el caso particular, lxs usuarixs pueden atribuir a los ámbitos mismos aprobados o permitidos por las lógicas internas de sus respectivas conexiones a Internet, se trata, en su caso, de suscribir un proceso asistido de re-codificación (por sustitución hormonal) a partir de la autorización concedida para hackear un género previamente asignado al nacer, permitiéndose una inesperada libertad al interior de un confinamiento que para ella había durado, hasta ese momento, el lapso de la propia vida.

5. flujos y fricciones socio-estéticas (…) ((actualizado: agosto de 2015))

32

Collateral murder es el nombre dado por Julian Assange a la edición del video de uno de los ataques producidos el 12 de julio de 2007 por un equipo de las Fuerzas Militares norteamericanas en dos helicópteros AH-64 Apache en Baghdad, durante la ocupación en medio de la Guerra de Irak (o Segunda Guerra del Golfo), en una incursión de “combate asimétrico” contra no-combatientes, el cual resultó en la muerte de alrededor de 20 civiles, entre ellos dos periodistas de Reuters. El video fue difundido por WikiLeaks el 5 de abril de 2010. Ver: (última revisión: julio 2015). La frase citada de Chelsea Manning fue tomada de una línea dentro de las varias incluidas en el chat log que sostiene en mayo de 2010 con el ex-hacker Andrian Lamo (quien finalmente lo denuncia). Estas han sido publicadas de modo parcial en diferentes medios. Ver: (última revisión: julio 2015).

22

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.