Cuello abajo y boca arriba: ¿dos construcciones sintácticamente distintas?

June 15, 2017 | Autor: M. Perez Saldanya | Categoría: Spanish Syntax, Postpositions, Locative adjunts
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Descripción

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Cuello abajo y boca arriba: ¿dos construcciones sintácticamente distintas? MANUEL PÉREZ SALDANYA (Universitat de València) GEMMA RIGAU (Universitat Autònoma de Barcelona) JOAN SOLÀ (Universitat de Barcelona)

Los sintagmas cuello abajo en (1a) y boca arriba en (1b) presentan a primera vista la misma constitución. Aparecen como sintagmas formados por un nombre común que designa una parte del cuerpo humano (o de un animal) seguido de un adverbio de lugar que indica orientación vertical (abajo, arriba)1. (1)

a. Sentí sus lágrimas cayéndome cuello abajo, metiéndose por el pijama. (A. M. Matute, Primera memoria, 1959, p. 244) b. Lo llevaban boca arriba hasta una farmacia próxima. (J. Cortázar, La noche boca arriba, 1956, p. 392)

Sin embargo, usted ya se habrá dado cuenta de que, mientras cuello abajo en (1a) tiene un valor locativo de trayecto, boca arriba en (1b) expresa la manera como lo llevaban. De ahí que cuello abajo pueda ser sustituido por un sintagma preposicional como por el cuello y boca arriba pueda serlo por un complemento de manera (con los ojos vendados) o un predicativo (inconsciente). ¿A qué atribuiría Vd. estas diferencias? ¿Cree Vd. que estos sintagmas pueden tener estructuras distintas? ¿Cómo las explicaría?

1. ¿Posposiciones o preposiciones? Si asumimos que un sintagma es una agrupación coherente de elementos léxicos en torno a un núcleo, el primer problema que se nos plantea es el de descubrir dónde está el núcleo de los sintagmas cuello abajo y boca arriba. Estos sintagmas expresan orientación vertical por el hecho de contener un adverbio descriptivo intransitivo2. El valor direccional de estos adverbios proviene de la preposición latina ad > a que aparece como primer constituyente del adverbio. Según el análisis adoptado por Bartra y Suñer 1

Los ejemplos que se han utilizado provienen del Corpus diacrónico del español [http://www. rae.es]. Sobre diferencias entre adverbios de lugar transitivos (debajo, encima) y los intransitivos, véase Pérez Saldanya y Rigau (2005). Dejamos de lado aquí el hecho de que en algunas hablas hispanoamericanas arriba puede ser un adverbio transitivo (La camisa recogida arriba de los codos). 2

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(1992), la formación de los adverbios descriptivos intransitivos –conocidos también como adverbios nominales intransitivos– se produjo a partir de un proceso de fusión en el que el término de la preposición (e.g. ripam > riba) se incorporó al núcleo del sintagma preposicional (la preposición ad > a), lo que permite analizar el conjunto como un adverbio (arriba). Si, como han propuesto algunos gramáticos, se asigna al adverbio el valor de núcleo por el hecho de indicar orientación en los sintagmas cuello abajo y boca arriba, entonces el nombre (boca, cuello) pasa a ser analizado como su complemento. Ello supondría aceptar que estas construcciones contienen “posposiciones” o “preposiciones pospuestas” –“extraño concepto para una lengua románica”, como escribe Bosque (1989: 210). Mostraremos que la historia del español nos ofrece datos suficientes para poder analizar estos sintagmas como sintagmas preposicionales con un núcleo abstracto y un adverbio intransitivo adjunto. En realidad, estos adverbios intransitivos de dimensión vertical aparecen desde los textos más antiguos en construcciones introducidas por las preposiciones por o de, como muestran respectivamente el ejemplo (2a), donde se ejemplifica con el adverbio antiguo ayuso (‘abajo’), y el (2b). (2)

a. espada tajador, sangriento trae el braço, / por el cobdo ayuso la sangre destellando. (Anónimo, Poema de Mio Cid, vv. 43-44) b. sea puesto de cara arriba el paciente. (Anónimo, trad. del Tratado de cirugía de G. de Caulico, 1493, f. 152r)

El sintagma preposicional con adverbio adjunto de (2a) posee un significado dinámico, ya que la preposición por expresa trayecto, mientras que el de (2b) tiene en su conjunto un significado estático a pesar de que el adverbio adjunto indique una orientación. La preposición de en (2b) no es una preposición locativa de origen, sino que expresa una simple relación de coincidencia o concomitancia similar a con (con la cara arriba). Los dos sintagmas preposicionales con adverbio adjunto de (2) han experimentado a lo largo del tiempo cambios sintácticos o, si se quiere, un cierto proceso de simplificación. Así, al lado de por la calle abajo encontramos los sintagmas la calle abajo y calle abajo, también con un significado dinámico aunque la preposición no sea visible, como se muestra en (3). (3)

a. A deshora me vino al encuentro un muerto, que por la calle abajo muchos clérigos y gente que en unas andas traían. (Anónimo, Lazarillo de Tormes, 1554, p. 1.156) b. ¡Y velle venir a mediodía la calle abajo, con estirado cuerpo, más largo que galgo de buena pasta! (Anónimo, Lazarillo de Tormes, 1554, p. 1.129) c. Subí en el caballo, y di dos vueltas calle arriba y calle abajo, sin ver nada. (F. de Quevedo, La vida del Buscón, 1626, p. 234)

Asimismo, al lado del sintagma preposicional de valor estático de boca arriba en (2b) encontramos muy pronto el sintagma boca arriba también con este valor. Ambos contienen un sintagma nominal formado por un nombre que designa una parte del cuerpo. (4)

cayó muriente boca arriba sobre sus armas (J. de Mena, Homero Romanzado, 1442, p. 352)

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2. Construcciones dinámicas ¿Qué hace posible la aparición de las construcciones dinámicas la calle abajo y calle abajo sin preposición explícita? La respuesta a este interrogante hay que relacionarla con el hecho de que la preposición de trayecto por se combina con sintagmas nominales formados por nombres que designan entidades dotadas de dimensiones espaciales, como cuesta, montaña, loma, cerro, senda, río, calle, escalera(s), etc., además de otros nombres susceptibles de conceptualizarse como un trayecto o ruta, como los que designan determinadas partes del cuerpo (cuello, brazo, pierna, pecho, etc.) u objetos como lanza o cuerda. Ello nos da pie a postular que la preposición por puede ser silenciada en aquellos casos en los que el nombre que la complementa hace explícita la idea de trayecto gracias a la presencia del sintagma adverbial adjunto. En el sintagma determinante la calle abajo y en el sintagma nominal calle abajo se focaliza el significado de trayecto que puede expresar el nombre y el adverbio incide en la dimensión espacial asociada en la mayoría de casos a dicho nombre: la orientación vertical que caracteriza a las cuestas, montañas, lomas, etc., a los brazos, piernas, lanzas, etc. en su posición más habitual, y también a determinadas calles. En construcciones del tipo por la calle abajo hay, pues, una cierta redundancia semántica en la medida en que el valor de trayecto proviene de la preposición, pero también del nombre calle en combinación con el sintagma adverbial. Partiendo de esta redundancia semántica, se puede entender fácilmente que los hablantes ensayaran construcciones superficialmente más simples o menos redundantes: construcciones en las que no se hacía visible la preposición de trayecto, sin que ello provocara ninguna pérdida del significado global del sintagma ni ninguna dificultad comunicativa. En todo este proceso, una primera posibilidad consistía en silenciar únicamente la preposición, manteniendo intacto, sin embargo, el sintagma determinante, como ocurre en la calle abajo en (3b). En este caso, se puede postular que la construcción continúa estando formada por un sintagma preposicional, pero con una preposición de trayecto abstracta Ø, es decir, con una preposición sin realización fonética, pero con las mismas propiedades sintácticas y semánticas que por: (5)

[SP [[P Ø] [SD la calle]] [SAdv abajo]]

La construcción, por lo tanto, sigue teniendo un complemento de la preposición (la calle) y un sintagma adverbial adjunto que indica la orientación (abajo). No obstante, presenta una diferencia significativa respecto a por la calle abajo. En esta construcción el sintagma adverbial adjunto es optativo, dado que el valor de trayecto se mantiene en el sintagma por la calle. En (5), en cambio, es semánticamente necesario para la correcta interpretación de la construcción, ya que el sintagma determinante introducido por una preposición abstracta no puede expresar por sí solo el valor de trayecto. Un segundo paso consistió en utilizar el nombre sin determinante, como se puede observar en cuello abajo en (1a) y en calle arriba y calle abajo en (3c). En la medida en que el nombre en combinación con el adverbio permite sobrentender semánticamente la preposición silenciada, podemos postular que dicho nombre tendió a ocupar la posición sintáctica de la preposición a través de un proceso de incorporación a la posición de la preposición abstracta, tal como se indica esquemáticamente en (6). (6)

[SP [P/N Ø + calle] [abajo]]

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La incorporación sólo es posible con un nombre sin determinante, ya que es preciso que el nombre sea el núcleo del sintagma. Sólo así se podrá incorporar a otro núcleo contiguo (el de la preposición abstracta de trayecto). De esta manera, el nombre adquiere el valor de la preposición abstracta y, en cierta medida, se comporta como una especie de preposición compuesta. Como en el caso de la construcción la calle abajo, en el sintagma calle abajo el adverbio descriptivo colabora crucialmente a que la totalidad del sintagma sea interpretada como un sintagma preposicional locativo. Así pues, la presencia del sintagma adverbial adjunto en calle abajo es más una exigencia semántica que un requerimiento sintáctico3. Nuestro análisis se aparta del defendido por Bello (1874: §375) y Bartra y Suñer (1992: 70 ss.), entre otros, que consideran al nombre el complemento del adverbio. La razón es que este análisis no permite dar cuenta unitariamente de los sintagmas del tipo por la calle abajo y calle abajo. No es posible postular que el sintagma determinante la calle del sintagma preposicional por la calle abajo está seleccionado al mismo tiempo por una preposición y por una posposición. Asimismo, el hecho de postular posposiciones obligaría a introducir excepciones en una lengua preposicional como el español. Por otro lado, nuestra propuesta permite explicar satisfactoriamente otras características de las construcciones analizadas. En primer lugar, da cuenta de las restricciones estructurales a que está sometida la construcción calle abajo reseñadas por diferentes gramáticos; concretamente, el hecho de que no sea posible la presencia de un modificador o complemento del nombre, como se muestra en (7a): solo un nombre escueto sin modificar puede incorporarse a la preposición abstracta. Asimismo, explica la posibilidad de coordinar sintagmas locativos con y sin preposición explícita (7b-c) y de que en catalán el sintagma locativo sin preposición visible sea pronominalizable por el clítico que representa a un sintagma preposicional, el pronombre hi, como se muestra en (8). (7)

a. *Se fue calle oscura abajo b. E caminaron por un valle e río abajo (Fernández de Oviedo, Historia natural y general de las Índias, 1553, II p. 21) c. dexen pasar el venado por ssy por que alcançen el alano la cuesta a Riba o en el llano sy tal fuere el logar (Alfonso XI, Libro de la montería, 1350) (8) Anaven carrer avall / Hi anaven (catalán) ‘Iban calle abajo’ / ‘pron. loc. iban’

3. Construcciones estáticas Como ya se comentó en § 1, la construcción estática boca arriba se relaciona con otra introducida por la preposición de. En esta construcción, menos usual que la anterior con por, la preposición de selecciona un sintagma nominal con un nombre escueto que designa una parte del cuerpo. Se adjunta al sintagma preposicional un adverbio intransitivo de orientación vertical. 3

Para la cronología del proceso de aparición de la preposición abstracta de trayecto, véase Pérez Saldanya y Rigau (2005).

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a. a vista de todos se volvieron todos los christianos muertos de cara arriba (L. García de Salazar, Istoria de las bienandanzas e fortunas, 1476, f. 214v) b. ¿Qué, mi vida, de cara arriba? (F. Delicado, La lozana andaluza, 1528, p. 459)

Se trata de un sintagma preposicional introducido por una preposición locativa estática. De es aquí una preposición locativa de coincidencia central. Según Hale y Keyser (1986), una preposición de coincidencia central es una preposición que expresa una relación de asociación o de contacto entre dos entidades (e. g., un lugar y un objeto o una sustancia). En estos sintagmas, la preposición expresa una relación de contacto entre la parte y el todo, es decir, entre cara (la parte) y los cristianos muertos, los poseedores de dicha parte del cuerpo en (9a). Así pues, el significado de de en estos sintagmas es el de la preposición con en (10)4. (10) se volvieron todos los christianos muertos con la cara arriba

Tal como sucedió con la construcción dinámica con por, también en este caso tuvo lugar la aparición de una preposición de coincidencia central sin realización fonética. (11) a. el dormir boca arriba es muy malo (Anónimo, Sevillana medicina, 1381, f. 120r) b. le dio tal golpe que, piernas arriba, lo echó malherido (Anónimo, Tristán de Leonís, 1501, p. 101) c. si la noche las toma en el camino, ellas se echan cara arriba por que puedan guardar sus alas de la lluuia & del ruçio. (Fray V. de Burgos, Propiedades de las cosas, 1494, f. 276v).

Como en el caso de los sintagmas de trayecto con por, la aparición de la preposición abstracta de coincidencia central fue posible porque el nombre que designa una parte del cuerpo –por lo tanto, de posesión inalienable– y el sintagma adverbial adjunto permiten sobrentender el significado de dicha preposición. Esta construcción puede explicarse también como el resultado de una incorporación del nombre escueto (boca) a la preposición abstracta Ø. Tal incorporación legitima la preposición fonológicamente vacía. Sin este proceso no sería posible interpretar la preposición de coincidencia central abstracta5. (12)

[SP [P/N Ø + boca] abajo]

Otros sintagmas con una preposición de coincidencia central abstracta, no visible, son los ejemplificados en (13). Se trata de sintagmas preposicionales relacionados con los sintagmas con la boca abajo, con la cabeza abajo, etcétera.

4 Para un análisis del sintagma del tipo de la torre abajo con la preposición de origen de, véase Pérez Saldanya y Rigau (2005). 5 Los sintagmas con preposición abstracta que seleccionan un sintagma nominal formado por un nombre que designa una parte del cuerpo susceptible de ser conceptualizado como un trayecto o ruta pueden resultar ambiguos fuera de contexto. Es el caso del sintagma cara abajo, que en Dormía cara abajo contiene una preposición abstracta de coincidencia central, mientras que en Las gotas de sudor se deslizaban cara abajo la preposición abstracta es una preposición dinámica de trayecto.

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(13) a. Si hubiere tragado alguna agua débenlo poner la boca abajo (A. de Chaves, Quatri partitu…, 1527, p. 234) b. Luis le sujetó por las patas traseras, la cabeza abajo (M. Delibes, La mortaja, 1948, p. 159)

4. Conclusión Un análisis detallado de la documentación histórica nos ha permitido defender la hipótesis de que las construcciones cuello abajo y boca arriba se originaron a partir de construcciones introducidas por una preposición que perdió sus propiedades fonológicas sin perder, en cambio, sus características sintácticas y semánticas. El significado del nombre incorporado y la presencia del adverbio descriptivo de orientación legitiman la presencia de la preposición vacía, por lo que no se produce pérdida de información semántica. Los procesos de fusión entre preposición y nombre aquí presentados no son una rareza en las lenguas como el español. Precisamente, Talmy (1985) defiende como característicos del español los procesos de fusión de los componentes semánticos de dirección y movimiento. Así, dirección y movimiento se fosilizaron en los verbos españoles de (14), proceso que no se da en inglés. (14) a. entrar / go + into b. salir / go + out c. subir / go + up d. bajar / go + down

La fusión del valor de dirección en el verbo de movimiento ha sido analizada en Mateu y Rigau (2002) como un caso de incorporación de una preposición dinámica abstracta a un verbo de movimiento. Se trata de un proceso de incorporación paralelo al que hemos postulado aquí para los sintagmas del tipo calle abajo. Por otro lado, la fusión entre una preposición de coincidencia central abstracta y un nombre de posesión inalienable en boca abajo tiene su paralelo en el análisis que desde Benveniste (1960) se aplica al verbo haber y a otros verbos existenciales (haber < ser + preposición de coincidencia central). No cabe duda de que esta perspectiva de análisis puede resultar muy fructífera, al tiempo que puede ofrecernos una explicación convincente de las diferencias diacrónicas entre las lenguas románicas y las germánicas.

Agradecimiento Los autores queremos agradecer a Ignacio toda la ayuda que nos brindó cuando proyectábamos la elaboración de la Gramàtica del català contemporani y también al inicio de la redacción de la parte dedicada a la sintaxis de la Gramàtica de l’Institut d’Estudis Catalans. En un mensaje electrónico del 22 de agosto de 2010, Joan Solà escribía, refiriéndose a la invitación a participar en el presente volumen: “em fa il·lusió la iniciativa i em sembla molt escaient que hi siguem tots tres: encara que sigui en nota, explicitarem novament un agraïment profund a la seva [de Ignacio] generositat”.

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Y añadía, temiendo que su estado de salud no le permitiría hacer mucho: “El paper que jo hi podré fer ja veurem quin serà: ¿es reduirà a la nota d’agraïment?”. El día 22 de octubre de 2010, como acuse de recibo del esquema del presente “problema” acordado por los tres, Joan escribió: “Gràcies. Aviseu-me per a la noteta, que em serà fàcil”. Fue su último mensaje. Murió cinco días más tarde. Amigo Ignacio: no vas a tener la nota que Joan quería dedicarte, pero sí que tienes el agradecimiento sincero de los tres.

Referencias bibliográficas BELLO, A. (1874), Gramática de la lengua castellana destinada al uso de los americanos. Con notas de R. J. Cuervo, Madrid, Arco, 1988. BENVENISTE, É. (1960), «Être et avoir dans leurs fonctions linguistiques», en Problèmes de linguistique générale, París, Gallimard, pp. 187-207. BOSQUE, I. (1989), Las categorías gramaticales, Madrid, Síntesis. BARTRA, A., y SUÑER, A. (1992), «Functional projections meet adverbs», Catalan Working Papers in Linguistics 2, pp. 45-85. HALE, K., y KEYSER, S. J. (2002), Prolegomenon to a theory of argument structure, Cambridge, Mass., The MIT Press. MATEU, J., y RIGAU, G. (2002), «A minimalist account of conflation processes. Parametric variation at the lexicon-syntax interface», en A. Alexiadou (ed.), Theoretical approaches to universals, Amsterdam, John Benjamins, pp. 211-236. PÉREZ SALDANYA, M., y RIGAU, G. (2005), «Cuesta arriba e por llano: The development of postpositions in Spanish and Catalan», Journal of Portuguese Linguistics 4, pp. 69-91. TALMY, L. (1985), «Lexicalization patterns: Semantic structures in lexical forms», en T. Shoepen (ed.), Language typology and syntactic description III: Gramatical categories and the lexicon, Cambridge, CUP, pp. 57-149.

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