Crossover, puente entre lo tradicional y lo contemporáneo, 2014.

September 12, 2017 | Autor: L. Mandujano Reyes | Categoría: Crossover, Reportaje, Conaculta, Música clásica, Ópera Sinfónica de Minería
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Crossover Puente entre lo tradicional y lo contemporáneo Leticia Mandujano Reyes & Daniela Molina Duarte

Se observan cambios dentro de la música de concierto debido a las necesidades generacionales y tecnológicas que se presentan en este momento, es por ello que la música debe evolucionar para cumplir con los requisitos de la audiencia y acercarse a nuevos públicos.

“Desde que conocí a Vanessa Mae a los 10 años y mi papá me regaló su disco, en realidad llamó mi atención la técnica que utilizaba y poco a poco me fui adentrando en el tema y finalmente en la preparatoria, gracias a mi maestro que requería de violín para sus piezas de pop y rock, me atreví a hacer crossover, ya después para el perfeccionamiento de mi disciplina me inspiré en Jean Luc Ponti, a quien conocí cuando cumplí veinte años”.

ecilia Cerda de León, es maestra en la Academia de Arte Mifasol, Colegio del Olmo y la Universidad Contemporánea de Querétaro y su vida se resume a la música, es decir, en tocar el violín.

Ella menciona que el crossover sin duda es la nueva tendencia como en su momento lo fue el jazz o la misma música clásica en sus distintos periodos, “en mi caso yo uso el violín eléctrico porque es libre, creativo y original, uno puede crear música nueva en cada presentación haciendo uso de habilidades adicionales, por lo que hago una fusión del instrumento con el pop, rock y Dj, a través del uso de efectos con pedaleras y procesadores de voces”, dijo.

La música clásica como tal se refiere a un periodo en específico que fue marcado por compositores que crearon escuela como lo fue Beethoven, Schubert, Mozart y Haydn, por mencionar algunos, pero los demás pertenecen a otro periodo de la música de concierto, aunque se le denomina clásica debido a las bases previamente mencionadas.

Por otra parte el crossover es una mezcla entre dos géneros distintos que, con base en arreglos dentro de la composición, logran obtener una pieza que une los estilos y elementos básicos de ambos géneros.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Hábitos, Prácticas y Consumo Culturales 2010 de Conaculta, la asistencia a conciertos de música clásica es del 9% del total de la población, tomando en cuenta al director, la obra, el precio, compositor y el lugar en donde se llevan a cabo.

C

ecilia comenta que “a mis presentaciones han asistido alrededor de doscientas a quinientas personas y los conciertos generalmente son entrada libre ya que es el gobierno el que me paga, pero cuando se cobra el boleto éste oscila entre los cincuenta pesos mexicanos hasta los treinta y cinco dólares”, aseveró.

Con frecuencia observamos este tipo de mezclas entre la música clásica y otros géneros como lo son el hip hop, rock, pop, por mencionar a los más conocidos; sin embargo, esta combinación no suele ser muy bien vista por el público purista de la música de concierto.

Sobre este tema Cecilia comenta que en su casa todos son músicos clásicos, “lo que yo hago que en parte es jazz, así como el crossover, choca un poco pero siempre que sea bien interpretada gustará al público, inclusive he entrado a concursos donde no consigo siempre el primer lugar y eso me hace pensar que aún hay que trabajar en mejorar mi estilo y la técnica para que sea agradable”.

“La música es una mezcla entre lo intelectual, lo espiritual y lo emocional si es música que vale algo, y si no se tocan las tres partes puede ser atractivo, interesante, o emotivo, pero si no se tienen estos tres no dura”, dijo Gregory Daniels, chelista de la Orquesta Sinfónica de Minería y líder del Ensamble Tamayo.

Hubo en el periodo tardío de compositores como Liszt y Bártok, que no sólo se dedicaban a tocar en las salas de concierto, sino que también componían por su parte y esta práctica se lleva a cabo desde entonces.

En pleno siglo XXI existen varias ramas de la música, incluso desde la segunda escuela de Viena, con compositores como Schubert, porque este tipo de música intelectual sólo correspondía a las clases más altas y a la realeza, debido a ello había que encontrar la forma de acercar este tipo de música a otros públicos.

Para el chelista, en la actualidad existe una tendencia por parte de los compositores, inclusive desde los años sesenta y ochenta, que no buscan complacer a un público tan tradicionalista, sino que buscan crear su propio público, por lo que mucha de esta música no agrada a ciertas audiencias y cada quien puede tener su propia opinión al respecto.

Pero dentro de dicha tendencia hay personas que tienen un estilo que puede estar ligado o no con el público tradicional y con obras de compositores clásicos, pero todo gira entorno a lo que las personas definen como bueno o malo.

La música tradicional siempre ha incluido elementos de la cultura que son externas a la sala de concierto para conectar con la audiencia, la cual no ha sido estática, sino que ha evolucionado logrando ser comparada con una audiencia típica barroca o de la nobleza.

Pero es en el siglo XIX cuando se observa una apertura hacia el público con el surgimiento de una clase media, y esto se puede apreciar en la transición de obras compuestas en italiano para las élites al alemán, así como en las mismas salas de concierto que llevaban nombres como “Teatro Popular”, que evidencia su dirección a un público más generalizado.

“Hay un peligro en el arte al que me dedico de morirse por no actualizarse, en el mundo y en la vida es cambiar o morir”, expresó Daniels.

Para Gregory existen varios músicos que no sólo se dedican a la música clásica, sino al rock u otros géneros, y se ha visto que al final algunos públicos terminan pensando que la experiencia no era tan mala como ellos creían, y pasa lo mismo con la audiencia de otros géneros con la música tradicional.

En función a esto, los espectáculos culturales también van cambiando y ya no se piensa únicamente en esa división entre el público, la orquesta y el escenario, sino que éstos se combinan para involucrar y crear más interacción con la audiencia.

Cecilia toca obras clásicas en misas, tales como el “Canon” de Pachelbel, “Hallelujah” de Haendel, Mozart, “Aire”, “Jesús” o “Alegría de los hombres” de Bach”; también dirige dos orquestas juveniles y un cuarteto de cuerdas donde se enseña repertorio clásico y popular y cada 6 meses prepara un recital donde muestra sus avances dentro de la música clásica y su instrumento.

De igual manera, Ana María Sangeado, mezzosoprano por el Conservatorio Nacional de Música, se encuentra realizando la grabación de un disco para el Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, es una obra de Sor Juana Inés de la Cruz, llamada “El divino Narciso”, cuyo estreno se realizó en el Palacio de Bellas Artes.

Comenta que la mejor experiencia de la música como profesional es el aplauso y las lágrimas emotivas del público, pero la peor es la poca difusión que le dan, así como el regateo de la gente cuando contrata los servicios de músicos profesionales.

Hace un año aproximadamente hubo un programa en el Palacio de Bellas Artes con la Orquesta Sinfónica Nacional que presentó la banda sonora de la película “El Señor de los Anillos” en la que no sólo se trataba de la música, sino que había actores y bailarines en escena.

Dicho espectáculo estaba dirigido a un público infantil, ésta es una de las muchas estrategias que las salas de concierto manejan en la actualidad para así lograr atraer a

otro tipo de audiencia y de esta manera, tener un acercamiento con la música tradicional.

Se pueden observar distintas expresiones culturales en las diversas salas de concierto en nuestro país dedicadas a la música tradicional, desde las temporadas de las orquestas con repertorios tradicionales, óperas clásicas o contemporáneas, orquestas de cámara o ensambles, compañías de danza que van desde ballets de Tchaikovsky hasta Ballet Folclórico como el de Amalia Hernández.

En cuanto a la difusión de la música clásica y ópera en México el panorama es: “Tristemente pésimo, degradante, cruel”, de acuerdo con Ana María.

“Sólo es de acceso a personas de una capacidad económica alta, que no es para cualquiera”, dijo, esto contribuye a la percepción que el público tiene de estos géneros y al porcentaje de asistencia a este tipo de conciertos en nuestro país.

Se ha escuchado mencionar a afamados músicos que tienen experiencia en ambos terrenos que utilizan esta combinación como un puente para atraer audiencia a la música clásica, sobre todo despertar el interés en los más jóvenes debido a que, según la misma encuesta de Conaculta, son las personas mayores de cuarenta años quienes presentan mayor interés por este género.

Cabe mencionar que existen músicos conocidos vigentes en este ámbito cuya base es clásica, algunos de ellos son David Garrett, Vanessa Mae, Martynas Levickis, Stjepan Hauser, Luka Sulik, entre otros, quienes han decidido entrar al terreno del crossover sin dejar de mantener su repertorio clásico.

Son ellos quienes han logrado integrar público joven a su audiencia por medio de canciones de dominio público tales como “Master of Puppets” de Metallica, “Smells Like Teen Spirit” de Nirvana y “Billie Jean” de Michael Jackson, por mencionar algunas,

muchas de ellas integran canciones de compositores de diversas eras y crean una mezcla entre ambas.

“Hay un peligro para cualquier artista creativo de buscar el valor de shock”, dijo el chelista, una parte puede ser por rebeldía, pero ¿para qué fin?, algunos buscan ser diferentes pero eso no es necesariamente bueno, porque al final suena igual, es decir, suena como nada y lo importante radica en lo que se busca comunicar.

En este medio la crítica también juega un papel importante, para la mezzosoprano, puede estar influída por intereses particulares más allá de los fines comunes, y esto no sucede únicamente en la música.

“La música clásica lo es todo, es la base, los fundamentos, la técnica, las ideas, por lo que se debe aprender de los grandes compositores y escuchar sus propuestas para ampliar nuestro conocimiento del instrumento y crear un mejor criterio musical”, atribuyó Cecilia.

Cecilia ha tocado en conciertos llevados a cabo en Nueva York, Boston, Nueva Jersey, Distrito Federal, Querétaro y Guadalajara, el 5 de diciembre tendrá una presentación llamada “El Fantasma de la Ópera” en Querétaro, acompañada de la Academia de Arte Mi-Fa-Sol y sin costo alguno.

“Considero que el crossover es más llevadero por el simple hecho de fusionar el instrumento clásico con el jazz, pop y rock y claro está que es el sonido el que hace que se perciba la fusión, el tocar música clásica en presentaciones de rock o el tocar una balada acompañada de bajo, guitarra y batería con un fondo de rock ligero, es un deleite para el oído”, concluyó Cecilia.

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