Crítica al argumento Kantiano sobre la demostración de la existencia de Dios

ARGUMENTO DE KANT
KANT UNA POSTURA MÁS CERCANA


La filosofía kantiana, presenta en el campo del conocimiento de la existencia de Dios un acercamiento a lo más humano y divino que se tiene que es lo moral. En este escrito me gustaría inclinarme y poder manifestar que comparto lo que Kant presento, ya que mostrando primeramente como se pueden caer los argumentos; ontológico, cosmológico y físico teológico por puras miradas racionales en donde se manifiesta que son como cadenas que reciben la fuerza no de la propia, sino que recurre a la otra para tener una supuesta firmeza.

Más que resaltar cada uno de los argumentos, voy a enfatizar en el de Kant conocido como moral, agregando cositas de los tres argumentos, bueno, Dios no lo podemos rebajar ni someter a criterios humanos para dar razón de su existencia, incluso me atrevería a decir que como bien lo comparte Kant, el hombre no puede conocer a Dios en sí, ni en las cosas, ni mucho menos tomándolo como el elemento o cosa para tapar los huecos o brechas que la mente humana no puede abarcar, ya que en vida nos es imposible saber lo que es y quien es.

Las ciencias, las teorías, los conceptos humanos no cubren como el precio de ganar por el privilegio de conocerle, Kant nos propone una razón pura, perfecta a priori sin necesidad de recurrir a la experiencia para que tenga sentido pues es pura, haciendo uso de esta para atribuir existencia al concepto de Dios sin necesidad de ir fuera y luego se refuerza con la fe la cual no sirve como herramienta para buscar lo que todo hombre quiere que es la felicidad (Dios mismo).
Pues la moral siendo propia ya desde un principio dado nos hace saber que nuestro obrar tiende a una perfección lo cual la enriquecen y le da sentido, pues si nos volvemos de cosas que están fuera no se tiene nada seguro, mientras que lo exterior cambia, mi mente concibe aquello que me mueve a ser feliz. Pues como llegamos a ser tan irracionales a pretender entender y conocer a Dios por mis propios gustos dejando la fe en cosas y no darla toda a Dios el cual en mi opinión es tan perfecto que su perfección no se centra ni apoya en lo perfecto según lo humano sino en lo que en él y con él, es perfecto. Mientras tanto nosotros seguiremos buscándole para poder quizás con él y en él hallarle. Pues en nuestro obrar moral se reconocerá el deseo en Dios.