Crimea y un nuevo conflicto internacional entre Rusia y occidente

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Descripción

CRIMEA Y UN NUEVO CONFLICTO INTERNACIONAL ENTRE RUSIA Y OCCIDENTE A partir de la coyuntura de protestas y enfrentamientos violentos que se presentaron en contra del gobierno durante los últimos meses en territorio ucraniano y particularmente en la Capital Kiev, las cuales derivaron finalmente en la destitución del Presidente, el nombramiento de un gobierno de facto y la posterior declaración de independencia de la península de Crimea que luego se adheriría a Rusia, resulta pertinente realizar una reflexión sobre los acontecimientos sucedidos abordándolos desde la perspectiva del Derecho Internacional.

Antecedentes a la adhesión de Crimea: Una serie de protestas estallaron en Ucrania el pasado mes de noviembre de 2013, cuando el 1 Gobierno se negó a firmar el Acuerdo de Asociación con la UE . Desde entonces, las mencionadas protestas civiles dejaron al menos cien muertos y centenares de heridos entre manifestantes y policías. A través de los medios de comunicación y particularmente de las redes sociales, la grave situación de orden público se dio a conocer en todo el mundo y así, lo que comenzó como un debate interno en Ucrania para “elegir entre Europa o Rusia", desembocó en una batalla a muerte entre el entonces presidente Víctor Yanukóvich y la oposición, ante lo cual no se hicieron esperar las opiniones de los máximos gobiernos mundiales. Entre otros, el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, alertó de que "las profundas divisiones" que existen en Ucrania no se resolverán "derramando más sangre inocente", al tiempo que mostró su preocupación por la "inaceptable violencia" en las calles de la capital, 2 Kiev. Por su parte, El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, abrió la puerta a que la Unión Europea revise su actual postura e imponga sanciones a los responsables de la violencia en Ucrania. El jefe de la diplomacia alemana advirtió en ese sentido a los responsables de las decisiones que hayan llevado a la situación presentada, ya que la Unión Europea podría reconsiderar su 3 actual negativa a los castigos, según un comunicado difundido por su Ministerio. Bajo ese escenario, pese a que Yanukovich había logrado llegar a un acuerdo con la oposición gracias a la mediación de Alemania, Polonia y Francia, en el cual entre otras cosas ordenó retirar a la policía de las protestas en las calles, ante la inminente presión internacional y del sector de ultraderecha de la oposición, finalmente el 22 de febrero de 2014 el Parlamento de Ucrania destituyó al presidente Yanukóvich, cambió la Constitución Nacional y convocó a elecciones anticipadas para el 25 de mayo. Asumió por tanto un Gobierno de facto en cabeza de Arseni Yatseniuk, como Primer Ministro.                                                                                                                                     1

 El  Presidente  Yanukóvich,  quien  tenía  la  oportunidad  de  firmar  un  acuerdo  de  asociación  con  la  Unión   Europea,  prefirió  en  ese  entonces  mantener  las  relaciones  privilegiadas  con  Rusia.  Ante  ello,  la  oposición   salió  a  la  calle  a  protestar,  bajo  la  premisa  de  que  a  Ucrania  le  iría  mejor  si  se  acerca  a  Bruselas  y  se  aleja   de  Moscú.   2

 Fuente:   http://noticias.terra.com/eeuu/kerry-­‐alerta-­‐de-­‐que-­‐division-­‐en-­‐ucrania-­‐no-­‐se-­‐resolvera-­‐con-­‐ sangre-­‐inocente,da65627f02144410VgnCLD2000000dc6eb0aRCRD.html   3

 Fuente:   http://www.europapress.es/internacional/noticia-­‐alemania-­‐abre-­‐puerta-­‐imposicion-­‐ sanciones-­‐contra-­‐ucrania-­‐20140218205215.html  

No obstante, el foco de tensión se trasladó entonces desde Kiev a una ciudad cuyo pueblo, en su mayoría, apoyaba a Rusia: Crimea. Ahí, un grupo de radicales armados se tomó diversos edificios del gobierno y el pleno parlamentario votó por dos puntos con los que dejó plasmada su posición pro-soviética: la destitución del gobierno y el referéndum para declararse autónomos de Ucrania. Dichos acontecimientos se presentaron en el mismo día en que se iniciaron ejercicios militares rusos en la frontera, ordenados por el Presidente Vladimir Putin ante la desaprobación de diversos Gobiernos, particularmente el de EE.UU y de la UE. Concretamente, el 26 de febrero de 2014 el Kremlin inició el traslado de un contingente de 150 mil soldados, 880 tanques, 120 helicópteros y 90 buques, con su correspondiente armamento, a ubicarse en estado de alerta en la línea fronteriza ruso-ucraniana. Para entonces, el Presidente Putin había manifestado que se trataba únicamente de un ejercicio militar. Sin embargo, la táctica rusa comenzó a proyectar lo que parecería el inicio de una guerra no declarada al no reconocer el Gobierno de facto en Ucrania. Sin embargo, el 16 de marzo de 2014, se celebró un referéndum en Crimea para decidir sobre su incorporación a la Federación Rusa, en donde un 96,77% de la población de votó a favor de que la ya para ese momento República Autónoma pasara a formar parte de la Federación de Rusia. En ese sentido, el 18 de marzo Crimea y la ciudad de Sebastopol firmaron finalmente con Rusia un acuerdo sobre la reunificación de la república y de la ciudad federal en calidad de nuevos territorios de la Federación.

Repercusiones desde el Derecho Internacional El referéndum celebrado en Crimea no es reconocido actualmente por el nuevo gobierno de facto de Ucrania ni tampoco por la mayoría de la comunidad internacional, encabezada por la Unión Europea y Estados Unidos, no obstante sí por Rusia. Los primeros señalaron que se trató de una actuación –el referéndum- sin garantías por llevarse a cabo en un territorio que se 4 encontraba bajo ocupación , cabe señalar adicionalmente en ese sentido, que la independencia de Crimea como un nuevo Estado y la posterior firma de un tratado de integración con Rusia se dieron en menos de 24 horas. La pregunta que surge entonces es si Crimea tiene, tras celebrar un referéndum aparentemente ilegal sobre su independencia, derecho a celebrar un tratado por el que se integra a un tercer Estado perdiendo así la supuesta subjetividad internacional que recién adquiría mediante su independencia. Ante ello debe decirse en primer lugar que la mencionada independencia que adquirió Crimea es en realidad una situación de facto tampoco reconocida por la comunidad internacional. Al respecto, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, manifestaron: "El referéndum es ilegal e ilegÍtimo 5 y su resultado no será reconocido" . Así las cosas, lo lógico sería que la transferencia de territorio se diera en el marco de un tratado internacional celebrado entre Ucrania y Rusia, en el cual se configuren y se tengan en cuenta las contraprestaciones debidas entre cedente y cesionario.

                                                                                                                                    4

 Al   respecto   se   ha   afirmado   adicionalmente,   que   el   Parlamento   de   Crimea   no   reunió   la   mayoría   absoluta  necesaria  para  disolver  el  gobierno  y  tampoco  tiene  derecho  a  convocar  un  referéndum  de  este   tipo.  Ver:  http://www.elmundo.es/internacional/2014/02/28/5310f903268e3ec1138b4586.html     5

 Fuente:  http://es.reuters.com/article/topNews/idESMAEA2F02D20140316  

Y es que la adquisición de territorio por parte de un Estado se encuentra regulada por el derecho internacional, sin embargo, particularmente se encuentra prohibido ocupar un territorio que pertenece a otro estado a través del uso de la fuerza -artículo 2.4 de la Carta de Naciones 6 Unidas-, situación en la cual bien podría tipificarse la acción de Rusia frente Ucrania al no tratarse de una secesión de territorio pacífica o acordada. Lo anterior deriva entonces en la configuración de la nulidad en el tratado de integración entre Rusia y Crimea, o por demás, en la inexistencia del mismo por falta de capacidad de ésta última para celebrar tratados. Por ende, la situación actual se puede leer como una anexión de territorio que se encuentra en contravención del Derecho internacional. En la otra cara, se tiene que finalmente se efectuó la firma de la parte política del acuerdo de asociación entre Ucrania y la Unión Europea, éste sí ajustándose a la connotación de tratado internacional con toda la legalidad del caso. Es por ello que desde la perspectiva de la legalidad internacional, prevalece el principio de la integridad territorial de Estados soberanos e independientes –en éste caso de Ucrania-, configurándose así como un límite claro al principio de la libre determinación de los pueblos, el cual aplica únicamente para los pueblos sometidos bajo dominación colonial u ocupación extranjera, es decir, a territorios no autónomos que el mismo Derecho Internacional considera tienen una condición jurídica distinta y que no forman parte de la integridad territorial de un Estado soberano, tal es el caso de Crimea. Sin embargo, se hace menester mencionar que si bien en la forma la adhesión de Crimea a Rusia es contraria al derecho internacional, también es cierto que detrás de la defensa de Ucrania por parte de occidente en cabeza de EE.UU y la Unión Europea, existe un claro interés político y militar en extender su ámbito de influencia hasta el territorio más próximo a Rusia, de manera que prevalezca cierta vigilancia y control sobre la misma, en una ofensiva que se ha desarrollado desde hace ya varios años a través de la ampliación e inclusión de naciones de la Europa oriental en la Unión Europea. Situación ésta, que es vista como una amenaza por parte de la Federación Rusa, la cual probablemente la llevó a tomar partida frente a Crimea.

La estrategia política Cabe en éste punto hacer referencia al manejo político que se le ha dado a la situación por parte de ambos frentes, y particularmente al aspecto sancionatorio de parte de la comunidad internacional encabezada por la Unión Europea y EE.UU frente a Rusia, al considerarla como responsable de desarrollar las conductas ilegales descritas previamente, las cuales son tomadas como contrarias al derecho internacional y que particularmente, menoscaban la integridad y soberanía de Ucrania. En ese sentido, comenzó una suerte de “guerra de sanciones” entre Rusia y occidente en la cual, de un lado, el presidente estadounidense Barack Obama impuso en una orden ejecutiva el 17 de marzo de 2014 sanciones a siete funcionarios rusos y advirtió que continuaría ampliando el alcance de las mismas, si Rusia no acuartelaba sus tropas en Crimea y comenzaba un diálogo con el nuevo Gobierno de Kiev, y de otra parte Rusia, en respuesta, ya anunció que adoptará sanciones contra nueve políticos de Estados Unidos en represalia por la misma medida adoptada por Washington. Entre ellos figuran los senadores John McCain y Daniel Coats, y el presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner. Al momento de finalizar éste escrito, están siendo decididas las mencionadas sanciones 7 anunciadas por Obama, en coordinación con las autoridades de la Unión Europea , las cuales                                                                                                                                     6

 Carta   de   las   Naciones   Unidas,   artículo   2.4:   “Los   Miembros   de   la   Organización,   en   sus   relaciones   internacionales,   se   abstendrán   de   recurrir   a   la   amenaza   o   al   uso   de   la   fuerza   contra   la   integridad   territorial  o  la  independencia  política  de  cualquier  Estado,  o  en  cualquier  otra  forma  incompatible  con  los   Propósitos  de  las  Naciones  Unidas”.  (subrayas  fuera  del  texto  original).   7

 Al  listado  de  personalidades  rusas  objeto  de  las  sanciones,  se  les  congelarían  sus  activos  en  territorio   europeo  y  se  les  prohibiría  viajar  a  la  UE  

se pidió que además sean complementadas con ayuda económica por parte del Fondo Monetario Internacional al nuevo Gobierno de Ucrania. Finalmente, debe afirmarse que ésta no es la primera vez en que Rusia ejerce presión a través de acciones militares en territorios fronterizos en esa “guerra por el control de las fronteras” dentro de la Europa oriental, pues desde la caída de la URSS en 1991 y la evidente crisis en la cual entró al deshacerse el sistema soviético, comenzó una dolorosa pérdida de influencia y de control sobre territorios que hasta ese entonces pertenecían a la fuerte órbita del poder soviético.

Fuente: http://www.prensalibre.com/

Lo que está por venir Tanto para la Unión Europea como para EE.UU, existe el temor que a raíz de lo acontecido, se avive por parte de Rusia en cabeza del Presidente Putin, el sentimiento nacionalista de las minorías dentro de los países vecinos, lo cual provoque 'pequeñas Crimeas' dentro de sus países. Por ello, varios sectores piden sanciones mucho más fuertes contra Rusia, pese a que ello podría repercutir en un embargo comercial energético por parte de ésta. Bajo esas condiciones, se habla ya de una nueva “guerra fría” entre Rusia y occidente, e incluso de una posible suspensión de relaciones políticas, en la cual cada movimiento y acción dentro del juego de estrategias por parte de los Estados, deberán ser pensados con la mayor prudencia, pues aún es difícil prever el desenlace que puede tener la hasta ahora muy tensa relación, en la cual si bien se han presentado algunos acercamientos diplomáticos, no se ha logrado llegar al más mínimo acuerdo. Lo cierto es que mientras Rusia permanezca firme en cuanto a sostener presencia en la península de Crimea, continuarán en riesgo el mantenimiento de la seguridad y la paz como propósitos comunes de la Comunidad Internacional.

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