Control indirecto: Lazos estadounidenses con terroristas

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Descripción

Control indirecto: Lazos estadounidenses con terroristas La estrategia de Estados Unidos con grupos takfiríes Hadi Kobaysi

Se habla mucho últimamente sobre la ambigüedad del comportamiento de gobiernos occidentales y sus contradictorias posturas respecto a los “movimientos de doctrina takfirí” (los que tildan de hereje a cualquiera que no comparte su ideología y le condenan a muerte), empezando por “aprovechar de ellos” en la guerra de Afganistán a finales de los años setenta a combatirles en la península arábica en los años noventa, luego declararles la guerra en Afganistán (2001) y en Iraq tras la invasión de 2003, hasta volver a la “inversión” en Siria (2011), llegando a la confusas relaciones con Daesh. Las interrogativas y las dudas de los analistas tienen sus razones; de una parte, la mentalidad relativamente cerrada y la brutalidad de estos grupos no pueden competir con la flexibilidad y el pragmatismo de la mente occidental, y de otra parte, la afiliación de los grupos takfiríes, en muchos casos, en el frente occidental motivó a que fueran acusados de “servir a potencias occidentales”. Dicha acusación es real hasta cierto punto, siempre de acuerdo con la teoría del “control indirecto”, debido al “desequilibrio” ideológico y estratégico que padecen estos grupos, más la susceptibilidad de su entorno hacia las relaciones con Estados Unidos. De otro lado, los takfiríes se defienden ferozmente ante cualquier acusación de tener contactos con EEUU o sus aliados, lo que da validez a la mencionada teoría (control indirecto). Analizando la experiencia EEUU-Daesh nos conduce a un “ejemplo” de como los occidentales, especialmente EEUU, administran esta relación. Este ejemplo consiste en tres dimensiones: Allanamiento, Orientación y Ajuste. Cada dimensión está formada de varias herramientas que puedan utilizar (los Estados Unidos) según las circunstancias y el terreno. Primero, Allanamiento: Esta política consiste en evaluar el ámbito geográfico apropiado para actividad bélica de los grupos takfiríes, siempre que no represente una amenaza y beneficie a intereses estratégicos estadounidenses, se aplica, según tiempo y lugar, a través de cinco herramientas básicas: 1- Abrir el entorno geográfica: Debilitar el control en la zona señalada como objetivo a través de (disturbios, agitación política, acuerdo político, levantamiento popular...), tal como ocurrió en Siria (2011) y Mosul - Iraq (2014). 2- Abrir vías logísticas: Abrir acceso fácil por rutas terrestres, aéreas y marítimas, proporcionar los visados necesarios e incluso los medios de transporte para llegar a la zona de destino (objetivo). Ejemplo: Servirse de Egipto, Yemen y Pakistán durante la

guerra de Afganistán (1979), o de Turquía y Jordania en la guerra en Siria (2011). 3- Permitir financiación y armamento: Dar luz verde a las potencias aliadas que deseen procurar apoyo a los grupos takfiríes a proporcionarlos armas y financiación, directa o indirectamente (a través de asociaciones y contrabandistas de armas), y proceder a canalizar y programar (en tiempo) las ayudas de tal forma que puedan manipular el destino estratégico de estos grupos. En casos excepcionales, EEUU recurre a la intervención directa, como ocurrió en Kobani, los aviones americanos lanzaron armas y municiones a los terroristas de Daesh en más de cinco ocasiones, alegando que se trataba de un error. 4- Transferencia: Exportar los takfiríes de los países aquejados por su presencia o de aquellos que deseen sacar provecho de ellos. 5- Dar facilidades a los misioneros: Permitir que los ideólogos takfiríes realicen sus actividades y difundir sus ideas en las zonas de “transferencia”, así como dejarles salir en las cadenas de satélite y en los diferentes medios de información. Segundo, Orientación: Este sistema se basa en realizar esfuerzos a nivel informativo y en el terreno para dirigir las prioridades estratégicas de los grupos takfiríes hacia moverse en un determinado espacio y contra un enemigo específico, incluso hacer cambiar la dirección estratégica temporal, siempre según las circunstancias y las posibilidades existentes. EEUU es muy activo en este aspecto con la ayuda de sus aliados regionales e internacionales por medio de nueve “herramientas” fundamentales. 1- Señalar al enemigo favorito (para EEUU): Resaltar a los líderes y movimientos takfiríes apropiados mediante su inclusión en la lista del terrorismo, y arrojar luz informática sobre ellos, que serán seleccionados de tal manera que su prevalencia en el escenario político conlleve ganancias políticas locales e internacionales, como en el caso de El Zarqawi a principios de la guerra contra Iraq, Colin Pawell declaró que “El Zarqawi era el enemigo de EEUU” y lo convirtió en un personaje “potente” para llevar a cabo el plan de guerra inter-confesional en Iraq. La entidad sionista intervino hace pocas semanas para nombrar los cabecillas del grupo Frente al-Nusra en las zonas sirias fronterizas con los Altos del Golán ocupado. 2- Eliminar líderes: Asesinar a los dirigentes takfiríes que representan una amenaza para la seguridad nacional americana, o aquellos que tengan cierta influencia local que pueda influir negativamente en el proceso de orientación y manipulación, como el asesinato de Ossama Bin laden, Aiman al-Aulaki y muchos jefes de Al Qaeda en Yemen. 3- Medios de comunicación: Utilizar los medios para difundir conceptos incitadores y valores islámicos que estimulen a los grupos takfiríes de tal forma que estén dispuestos a trasladarse a la zona de destino fijada y luchar contra la parte que elija Estados Unidos. 4- Predicadores de Arabia Saudita: La institución religiosa saudí juega un papel central a través de los decretos religiosos (fatwas) que declaran la “yihad” en el área señalada como objetivo. 5- Infiltración: Reclutamiento, enviar occidentales convertidos al Islam, el papel de la

inteligencia árabe, servirse de los presos, atraer el entorno descontento del comportamiento de los grupos takfiríes. El papel de las prisiones es importante, allí se recluta y se forma la mayoría de los dirigentes terroristas. 6- Fomentar conflictos: Manipular la crisis en la zona objetivo para lograr los objetivos estadounidenses y mantener el poder takfirí dirigible y aprovechable. 7- Crear un entorno adecuado y polémico: Buscar un ambiente de rivalidad y combate que coloca a los sunitas en una situación como si estuvieran atacados y sufrieran abusos e injusticias, como ocurrió en Afganistán y actualmente en Siria. 8- División: Provocar divisiones entre grupos takfiríes mediante diversas herramientas disponibles, crear conflictos y pluralismo en los objetivos y prioridades, generar incidentes tácticas en el campo de batalla, para evitar la formación de una fuerza unificada, ejemplo de ello, Daesh y Frente al-Nusra en Siria. 9- Retórica estratégica: Proporcionar una estrategia integral que da la convicción de que el beneficio del plan takfirí está dentro de un ámbito geográfico determinado. En su libro “llamamiento a una resistencia global”, Abu Mosab al Souri, en su versión estratégica, inhibe a los grupos takfiríes luchar contra ejércitos occidentales, sin explicar las razones de tal prohibición. Tercero, Sintonización: Los grupos takfiríes procuran mantener su agenda propia, a pesar de la gran influencia de Estados Unidos, para conservar su prestigio dentro de su entorno favorable, por lo tanto, las potencias occidentales necesitan usar un sistema de sintonización para evitar que estos traspasen las líneas rojas, siempre con los medios adecuados según las circunstancias. 1- Confrontación directa: Realizar operaciones militares de forma directa para golpear focos sensibles de las fuerzas takfiríes o los que puedan representar una amenaza, como en Afganistán (2001). 2- Limitar financiación y armamentos: Ejercer un control sobre el flujo de dinero y armas, cuantía, calidad, agenda de horario, y mantener los límites que no permiten la transformación de los grupos takfiríes en una amenaza, siempre en el marco que les permite hacer un trabajo útil para los Estados Unidos, como en Siria (2011). 3- Ajuste geográfico: Cuando sea necesario las fuerzas de Estados Unidos o las fuerzas aliadas realizan ataques a los puntos y posiciones donde la presencia de los takfiríes pueda representar una amenaza actual o futura, como hizo la Coalición cuando Daesh intentó entrar en Arbil. 4- Disponer de una geografía alternativa: En el caso de que los grupos takfiríes experimenten cierta inflación o están fuera de control, se procede a preparar un nuevo campo de batalla donde puedan descargar su impulso psicológico y militar, vivo ejemplo es abrir el camino a Mosul ante las tropas de Daesh. 5- Orientar los Medios de comunicación: La incitación en los medios de comunicación sirve para mantener el impulso militar y político, así como orientarlo hacia la meta deseada y predeterminada, así es difícil para líderes takfiríes volver atrás. 6- Liquidar Liderazgo: Este método ya ha sido explicado en “Orientación”. Un ejemplo,

la liquidación de Al-Zarqawi después de haber jurado lealtad a Bin laden y declarado que combatir a Estados Unidos era una prioridad. Ejemplos prácticos Estos métodos han sido usados en diferentes ocasiones, en Afganistán (1979) el plan estaba diseñado por Estados Unidos, el asesor del presidente Carter para asuntos de seguridad nacional, Zbigniew Brzezinski, planeó el envio de miles de “islamistas” a Afganistán para iniciar una guerra de desgaste contra los soviéticos. Otro ejemplo, después de los atentados de once de septiembre (torres gemelas), Estados Unidos comenzó a sintonizar a los grupos que salieron de Afganistán y posteriormente los orientó hacia Iraq (2003) para crear luchas internas, luego llegó el turno a Siria. El fruto de todo este proceso es la creación de Daesh que actualmente combate en Iraq y Siria. El arte de lo posible Estados Unidos, y sus aliados regionales, adoptó esta estrategia tridimensional debido a que los pueblos árabes sienten profunda “enemistad” con EEUU, y tienen la conciencia de que su ejército no podrá dominar el terreno con la fuerza, por razones militares y económicas, de otra parte, incrementan las fuerzas contrarias a EEUU y la entidad sionista, por ello ha habido necesidad de una fuerza alternativa. Otro factor importante es la dificultad (de EEUU) de enfrentarse con los grupos takfiríes, además de la necesidad de la existencia de estos grupos para justificar cualquier intervención militar en la región, y en muchos casos consigue acuerdos de seguridad y económicos con los países afectados de esta plaga terrorista. Y por último, los países aliados “se deshacen” de estos elementos dañinos permitiendo su salida hacia territorios en conflicto. Arabia Saudita resolvió su problema con Al Qaeda (2003) llevando el conflicto a territorio iraquí. Por su parte, los grupos takfiríes facilitaron la tarea de Estados Unidos y el uso de esta estrategia con sus acciones y su peculiar naturaleza, ya que son propicios a ser dirigidos y manipulados fácilmente, sufren fragmentación intelectual y a nivel de liderazgo, lo que les hacen vulnerables a infiltraciones. La carencia de medios propios de financiación empuja a estos grupos a aceptar ayudas de países aliados de Estados Unidos (Arabia, Qatar, Emiratos Árabes, Turquía y Pakistán). Evaluación global de la estrategia Las experiencias principales han sido en Afganistán (1979), Iraq (2003) y Siria (2011), teniendo éxito en lograr sus principales objetivos, convertir la amenaza takfirí en una oportunidad, y sacar provecho de su naturaleza sanguinaria y destructora. Consiguió que los soviéticos salieran de Afganistán, sembró división y sedición inter-confesional en Iraq, mientras en Siria está destruiendo la estructura de un país en el eje de la resistencia. También la entidad sionista se sirvió del conflicto, creando una franja de seguridad dominada por el grupo Frente al Nusra en las fronteras (con Siria) de los Altos

del Golán ocupados. A largo plazo, esta estrategia logró desviar la acción militar lejos de países occidentales. En Afganistán, el enemigo era la Unión soviética, aunque en la fase que siguió empezaron a apuntar a objetivos estadounidenses hasta llegar al atentado del once de septiembre, pero gracias al “control indirecto” en Iraq, los objetivos americanos se convirtieron en prioridad segundaria, a cambio, los ataques se centraron contra fuerzas locales. En Siria, donde la principal preocupación de los terroristas se centra en términos geográficos, el establecimiento y la expansión del “Estado” y la conservación de su territorio, EEUU está totalmente a salvo de los ataques. En resumen, EEUU consiguió evitar que los takfiríes operen en territorios aliados y que amenacen sus intereses. Los takfiríes pierden la capacidad de actuar de forma práctica y efectiva, a menos que beneficie a los intereses de Estados Unidos. Así, de una forma u otra, estos grupos se transforman en parte esencial del plan estadounidense que los manipula y dirige acorde a sus intereses. Hadi Kobaysi: Analista libanés - siga en Twitter @hkobaysi

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