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Intención, lenguaje y conocimiento práctico

Contradicciones y racionalidad: Susana y los viejos jueces y la resurrección de Jesús, un estudio de casos

SUSANA GÓMEZ GUTIÉRREZ Corporación Universitaria Minuto de Dios - UNIMINUTO 3RQWLÀFLD8QLYHUVLGDG-DYHULDQD

Este escrito constituye una propuesta de lectura de algunos textos EtEOLFRV GHVGH OD SHUVSHFWLYD GH XQ FLHUWR WLSR GH DQiOLVLV ÀORVyÀFR HO análisis lógico. En este sentido, lo que me interesa hacer aquí no es una exégesis de dichos textos, sino seguir a partir de ellos un cierto problema lógico, a saber, el problema de cómo enfrentar las contradicciones, y examinar las consecuencias que esto tendría en relación con el asunto de la racionalidad. Mi tarea, entonces, es examinar dos casos, uno extraído directamente de la Biblia y otro que involucra pasajes de la misma, en los que se HMHPSOLÀFDQGLVWLQWDVPDQHUDVGHHQIUHQWDUODVFRQWUDGLFFLRQHV(OSULPHU

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caso es la historia de Susana y los viejos jueces, en el libro de Daniel, en el que, al parecer, se asume que, ante la presencia de contradicciones en una narración, tal debe ser considerada como falsa. El segundo caso lo constituye una cierta lectura de los relatos evangélicos de la resurrección de Jesús, en la que a pesar de la existencia de contradicciones en los detalles, su asunto central, la resurrección, no se niega. Ante esta diferencia de actitudes frente a las contradicciones, indago por la racionalidad de cada una de ellas. Propongo aquí una perspectiva según la cual la racionalidad está estrechamente ligada a la logicidad. Así, tomo como punto de partida el supuesto de que si una cierta posición o actitud es racional, debe ser lógicamente consistente; es decir, debe cumplir implícita o explícitamente con los presupuestos de un sistema lógico (de una manera muy general, un sistema organizado de reglas y proposiciones primitivas que permiten estructurar un conocimiento). $O ÀQDO SUHVHQWR XQD VHULH GH SUHJXQWDV TXH VXUJHQ HQ WRUQR D HVWD perspectiva.

Un estudio de casos: Susana y los viejos jueces y la resurrección de Jesús El libro de Daniel, en el capítulo 13, habla de Susana, una mujer joven casada con un joven judío muy rico. Según lo cuenta la historia, todos los días, a la hora del medio día, Susana acostumbra dar paseos por el gran jardín de la casa. En alguna ocasión, la joven pide a sus doncellas que le traigan aceite y perfumes y que cierren la puerta del jardín para ella tomar un baño. Espiándola hay un par de viejos jueces que están encantados con su belleza. Cuando ella queda sola, la abordan y la amenazan. Si no se acuesta con ellos, le dirán a Joaquín, su marido, que la vieron en el MDUGtQ DFRVWiQGRVH FRQ XQ MRYHQ D TXLHQ QR ORJUDURQ LGHQWLÀFDU &RPR Susana no acepta su propuesta, los viejos cumplen su palabra. Convocan a Joaquín y al pueblo pidiendo la muerte de la joven por adulterio. Susana

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ora al Dios de los justos para que la salve de esa injusticia. Sus ruegos son escuchados. En un momento aparece un muchacho llamado Daniel, TXLHQDÀUPDTXHODPXMHUHVLQRFHQWH\TXHpOSXHGHSUREDUOR&RQHVH objetivo llama a los viejos jueces por separado, y pregunta a cada uno de ellos debajo de qué árbol vieron a Susana acostarse con el joven. El primero dice que debajo de una acacia. El segundo, que debajo de una encina. Luego de estos pronunciamientos, la asamblea condena a los dos viejos a muerte por falso testimonio (Daniel 13, pp. 54-59). Como podemos ver en la historia, lo que salva a Susana del repudio de su marido y de la muerte es el hecho de que Daniel prueba la falsedad del relato de los viejos jueces mostrando que estos caen en contradicción en sus versiones acerca de la supuesta relación de ella con un joven desFRQRFLGR8QRGHHOORVDÀUPD46XVDQDVHDFRVWyFRQHOMRYHQGHEDMR GHXQDDFDFLD \HORWURDÀUPD5\5LPSOLFD1R46XVDQDVHDFRVWyFRQ el joven debajo de una encina, lo que implica que Susana no se acostó con el joven debajo de una acacia). Daniel podría haber optado por susSHQGHU HO MXLFLR IUHQWH D ODV DÀUPDFLRQHV FRQWUDGLFWRULDV GH DPERV R podría haber escogido una de las dos versiones como verdadera y la otra como falsa. En ambos casos, Susana habría sido condenada a muerte. No REVWDQWH'DQLHODSDUWLUGHHVWDVGRVDÀUPDFLRQHVFRQWUDGLFWRULDVFRQ FOX\HTXHODDÀUPDFLyQPLVPDGHODLQÀGHOLGDGGH6XVDQDHVIDOVD En muchas ocasiones en la vida procedemos de la misma manera. $OJXLHQQRVFXHQWDXQDKLVWRULD+\VLHQORVGHWDOOHVKD\DÀUPDFLRQHV que se contradicen entre sí, inferimos la falsedad de H. Acudiendo a la tradición, esta manera de proceder se podría enmarcar dentro de lo que se conoce como una reducción al absurdo. En este caso no se trataría de XQDKLVWRULDVLQRGHXQDDÀUPDFLyQTXHLPSOLFDUtDXQDFRQWUDGLFFLyQ Así, queremos probar la falsedad de P, o lo que dentro de este contexto es lo mismo, queremos probar que No-P es verdadera. Para ello suponemos que P es verdadera. Mostramos que P implica una

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FRQWUDGLFFLyQHVGHFLUTXHLPSOLFDODDÀUPDFLyQGHGRVVHQWHQFLDV4\ No-Q al mismo tiempo. Con esto mostramos la falsedad de P o, como dijimos, la verdad de No-P, que era lo que queríamos demostrar. En el FDVRGHORVYLHMRVORTXHVHFRQVLGHUDUtDIDOVRVHUtDVXDÀUPDFLyQ´6XVDQD OHIXHLQÀHODVXHVSRVRFRQXQMRYHQGHVFRQRFLGRHQHOMDUGtQµ(QRWUDV palabras, en nuestra vida diaria, y para la tradición, el hecho de que una DÀUPDFLyQ LPSOLTXH XQD FRQWUDGLFFLyQ OOHYD D GHFLU TXH OD DÀUPDFLyQ original es falsa. En símbolos, podemos expresar este postulado de la lógica proposicional clásica, como sigue: 1)

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Ahora, pensemos en otros pasajes de la Biblia. Esta vez, en los relatos de la resurrección de Jesús en el Nuevo Testamento. Mateo, en HOFDStWXORYHUVtFXORVGHODOFXHQWDTXHSDVDGRHOViEDGRPX\ temprano, van María Magdalena y la otra María (María la de Santiago) a ver el sepulcro de Jesús. Cuando llegan, se produce un gran terremoto y un ángel baja del cielo, corre la piedra del sepulcro, se sienta sobre ella y les dice que Jesús no está allí, que ha resucitado tal como lo había anunciado y que ellas deben ir a contarlo a sus discípulos. Al dejar el lugar, Jesús les sale al encuentro y las envía a avisarle a los discípulos que vayan a encontrarlo en Galilea. 1

Durante una conversación informal, el profesor Andrés Bobenrieth presentó una versión diferente del asunto. Para él, no se trataría de una reducción al absurdo, en la medida en que no habría allí una conjunción de implicaciones, sino una conjunción de dos conjunciones en la cual al menos una de las componentes se considera falsa. Así, el argumento correría como VLJXH6XVDQDOHIXHLQÀHODVXPDULGR\ORIXHGHEDMRGHXQDHQFLQD\6XVDQDOHIXHLQÀHOD su marido y lo fue debajo de una acacia. En símbolos: . Ésta es una lectura diferente del pasaje de Daniel que tendría que revisar con más cuidado pero que en todo caso, no pondría en cuestión la tesis central de este artículo que consiste en decir que hay aquí una actitud de rechazo a las contradicciones que es diferente u opuesta, como veremos, a la que se asume en el caso de los relatos de la resurrección de Jesús. Otra cosa que anota el profesor Bobenrieth es que en realidad no se trataría de proposiciones contradictorias , sino de dos proposiciones independientes, por decir algo, Q y R, pues los viejos podrían haber visto a Susana acostarse con el joven en lugares diferentes. Para mí, sin embargo, no es viable esa interpretación, dado que, según el texto, los viejos se encontraban juntos en el momento en que vieron a Susana. Así, si lo que dicen es cierto, la joven tendría que haber estado en dos lugares al mismo tiempo, lo cual es, como mínimo, dudoso.

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El evangelista Marcos, en el capítulo 16, versículos del 1 al 13, cuenta que el primer día de la semana, muy temprano, van María Magdalena, María la de Santiago y Salomé al sepulcro a embalsamar el cuerpo de Jesús con unos aromas que habían comprado. Cuando llegan, ven que la piedra del sepulcro (que es muy grande) ya está retirada y que un joven con una túnica blanca está sentado sobre ella. El joven les dice que no se asusten, que Jesús ha resucitado y que vayan a contarlo a los discípulos. Jesús se aparece a María Magdalena y luego a dos discípulos que van caminando hacia una aldea. 3RUVXSDUWH/XFDVHQHOFDStWXORYHUVtFXORVGHODOFXHQWDTXH las mujeres que han venido con Jesús desde Galilea (María Magdalena, Juana, María la de Santiago y las demás que estaban con ellas) van el primer día de la semana al sepulcro con los aromas y la mirra que habían preparado el sábado y hallan que la piedra ha sido retirada y que el cuerpo de Jesús no está. Se presentan ante ellas dos hombres con vestidos resplandecientes que les dicen que Jesús ha resucitado y que recuerden sus palabras cuando les decía que era necesario que el hijo del hombre IXHUD HQWUHJDGR HQ PDQRV GH ORV SHFDGRUHV \ IXHUD FUXFLÀFDGR SHUR DO tercer día resucitaría. Luego ellas van a contarlo a los once y a todos los demás.