\"CONTAMINACIÓN Y POLÍTICAS AMBIENTALES: PROPUESTA ECONÓMICO-AMBIENTAL PARA EL TRATAMIENTO Y RECUPERACIÓN DE UN PASIVO AMBIENTAL\"

July 9, 2017 | Autor: Carolina Cali | Categoría: Political Economy
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Descripción





Ingeniera Geógrafa y del Medio Ambiente, Maestrante 3er Semestre de Sistemas de Gestión Ambiental, Universidad Internacional SEK, Quito- Ecuador, Junio 2015.
(Coase, October 1960)
Enfoque Pigouviano se traduce en un impuesto en el que se da el pago de una tasa que será igual a la diferencia entre el costo social y costo privado.
(Coase, October 1960)
El relave (o cola) es un conjunto de desechos tóxicos de procesos mineros y concentración de minerales, usualmente constituido por una mezcla de tierra, minerales, agua y rocas.
"CONTAMINACIÓN Y POLÍTICAS AMBIENTALES:
PROPUESTA ECONÓMICO-AMBIENTAL PARA EL TRATAMIENTO Y RECUPERACIÓN DE UN PASIVO AMBIENTAL"

Cali Carolina
Universidad Internacional SEK


RESUMEN
El objeto del presente ensayo es aplicar políticas públicas, la idea de óptimo de polución para tratar, desde una iniciativa pública el problema de contaminación causado por la mina Chuquicamata ubicada en el norte de Chile, para lo cual es necesario una revisión bibliográfica de conceptos económicos como lo son externalidades, internalización de externalidades, nivel óptimo de polución, Teorema de Coase,
INTRODUCCIÓN
La importancia asignada a la protección medioambiental en los países desarrollados se ha incrementado durante los últimos años. La preocupación por el medio ambiente surge, no sólo de la constatación de que el desarrollo económico conlleva un deterioro de los recursos naturales, sino también de la convicción de que el deterioro del medio reduce la calidad de vida. Esta preocupación abarca tanto problemas locales como de ámbito nacional o global e incluye problemas relativos al medio natural —sobreexplotación de recursos, calidad del aire y del agua— y al medio creado por el hombre —ruido y congestión de tráfico. (Viladrich, 2004)
Los problemas ambientales globales tales como los generados por la contaminación pueden ser considerados como variables económicas y por tanto deben ser analizados en términos económicos. La contaminación se conceptualiza económicamente como una externalidad negativa generada por los procesos de producción y de consumo. (Reyes Gil, Galván Rico, & Aguiar Serra, Julio-2005).
Según sea el afectado consumidor o productor, existe una externalidad en el consumo cuando a un consumidor le afecta directamente la producción o el consumo de otros; y se da una externalidad en la producción cuando las decisiones de una empresa o de un consumidor influyen en las posibilidades de producción de otra empresa. Las características cruciales de las externalidades son que involucra una interdependencia entre dos agentes económicos y el hecho de que no se fija ningún precio a tal interdependencia. (Bernal & Joseph, 1996).
Con lo indicado anteriormente, como parte de la contaminación, que es el prototipo de una externalidad negativa, que a la vez se produce en un fallo del mercado, se acuña el término pasivo ambiental, el cual "tiene orígenes empresariales: en el balance de ejercicio de una empresa, el pasivo es el conjunto de deudas y gravámenes que disminuyen su activo. Sin embargo, mientras las deudas financieras están minuciosamente inscritas en el balance, muchas deudas ambientales y sociales no se registran en la contabilidad de las empresas. Si estas entidades fuesen obligadas a considerar como costos al conjunto de daños que transfieren a la colectividad, probablemente los daños ambientales producidos se reducirían, porque las empresas son hábiles para minimizar los costos si tienen que pagarlos ella mismas. El término "pasivo ambiental" está logrando una rápida difusión. En América Latina está definiéndose una discusión sobre los pasivos ambientales de empresas mineras, químicas, petroleras y de otros sectores, a partir de casos concretos". (Russi & Martinez-Alier, 2003-01).
Una vez que se ha definido un pasivo ambiental, lo consecuente es buscar la manera de tratarlo o realizar un plan de rehabilitación, para lo cual se deben emplear instrumentos para corregir estos fallos del mercado, que vienen a ser inclusión de políticas públicas con el apoyo de la definición del Nivel óptimo de polución, dentro del que se incluye: "El trabajo de Coase el cual aborda diversos temas, destacando, entre otros, el análisis que hace del enfoque pigouviano de las fallas del mercado y lo que se ha dado en denominar el Teorema de Coase, el que postula básicamente que en un mundo en el cual los costos de transacción son bajos, los derechos de propiedad serán transferidos a aquellos que los valoran más, y para ello es necesario que dichos derechos de propiedad se encuentren bien asignados y de esta manera se podrá generar una óptima negociación" (Harald, 1992)
Sin bien esta negociación planteada por Coase no se de una manera satisfactoria para las partes involucradas, se da la intervención del Estado, misma que se dará a través del uso de políticas ambientales las cuales: "Se muestran como una herramienta clave para la calidad del medio ambiente, sobre todo por inducir o forzar a los agentes económicos a adoptar actitudes y procedimientos menos agresivos hacia el medio ambiente" (Santos & Santos, Diciembre 2011).
Las políticas ambientales son un factor clave, ya que consisten en un conjunto de objetivos e instrumentos dirigidos a reducir los impactos negativos de las actividades humanas sobre el medio ambiente. Según (May, 2010), al igual que toda política, la ambiental tiene una justificación de su existencia, una base teórica, objetivos, instrumentos y establece sanciones para aquellos que no cumplen las normas. Además, interfiere en las actividades de los agentes económicos y por lo tanto sobre la norma en que se establece la influencia con otras políticas públicas, inclusive con las políticas industriales y de comercio exterior. (Santos & Santos, Diciembre 2011)
Palabras Clave: externalidad, pasivo ambiental, políticas ambientales
Conceptos Previos.
Para entender la esencia del Teorema de Coase, es obligado conocer previamente el sencillo concepto de "externalidad", que Coase prefiere llamar "efecto externo". Definiremos externalidad como el beneficio o perjuicio que recibe un agente económico (ya sea consumidor o empresa) como consecuencia del acto de producción o consumo de un segundo agente económico. Así el receptor de la externalidad puede ser un consumidor o productor, y el emisor de la misma también, por lo que podemos tener cuatro tipos de externalidad:
1.- De productor a consumidor
Ejemplo: el humo que suelta la chimenea de una gran fábrica situada cercana al núcleo urbano de una ciudad, que afecta a la salud de los ciudadanos. También la vacuna desarrollada por una compañía farmacéutica que previene de enfermedades a muchas personas.
2.- De productor a productor
Ejemplo: la empresa papelera que contamina un río, que también es usado por una piscifactoría.
3.- De consumidor a productor
Ejemplo: el cambio de moda en el consumo de un nuevo tipo de coche, que incorpora una mejor tecnología, lo que obliga a las empresas automovilísticas a modificar sus esquemas productivos.
4.- De consumidor a consumidor
Ejemplo: un señor, saltándose la norma, fuma en un lugar público. Ese acto causará un perjuicio físico a otras personas.
Según el efecto que reciba el receptor de la externalidad (beneficioso o dañino), se habla de externalidades positivas y negativas, siendo éstas últimas las más habituales. (Miró Rocasolano, 2001).
Por otro lado se maneja también el concepto de: "internalización" de tales efectos, la cual está ligada a un proceso -usualmente un cambio en los derechos de propiedad- que permite a dichos efectos gravitar sobre todas las personas interactuantes. Una función primaria de los derechos de propiedad es la de promover incentivos para alcanzar una mayor internalización de las externalidades, sea mediante la inclusión de impuestos. Cada costo y beneficio asociado con interdependencias sociales es una externalidad potencial. Una condición es necesaria para hacer que costos y beneficios sean externalidades: el costo de una transacción de derechos entre partes (internalización) debe exceder la ganancia de la internalización. En general, el costo de la transacción puede ser grande en relación con las ganancias por las "naturales" dificultades del intercambio comercial, o bien puede ser grande por razones legales. (Demsetz, 1987)
Óptimo de Polución
A continuación se exponen los fundamentos del marco analítico utilizado en economía ambiental para determinar el nivel óptimo de contaminación producida por un agente generador de contaminación sobre otro agente que sufre la contaminación o externalidad. Para facilitar la exposición, se parte de la premisa que el agente contaminante comercializa los productos derivados de su actividad económica en mercados competitivos. El análisis macroeconómico tradicional muestra que la empresa contaminante producirá hasta que su beneficio marginal sea cero; es decir, hasta que el precio o valor marginal del producto iguale al costo marginal

En la Figura l, la curva BMP representa la curva de beneficios marginales privados. Por tanto, el punto Xmáx de dicha figura representa el nivel de producción óptimo, que en lo sucesivo se denominará óptimo privado. Al analizar el problema desde la óptica del agente que sufre la contaminación, puede observarse que conforme el agente que contamina va incrementando su producción, el agente económico que la sufre experimenta un costo marginal externo CME creciente. El punto Xmáx representa el óptimo privado para el agente contaminante, mientras que el origen de coordenadas, o punto de nula actividad económica, representa el óptimo para el agente que sufre la contaminación. Cabe preguntarse cuál es el nivel de producción para el cual el beneficio social, o beneficio conjunto, es máximo. Aplicando el principio neoclásico de la equimarginalidad, o principio de Jevons, el óptimo social se producirá cuando el beneficio marginal de la empresa que contamina coincida con el costo marginal externo de la empresa que sufre la contaminación. Es decir, el óptimo social corresponde al nivel de actividad económica X*. Romero (1993, 1997) propone algunas interpretaciones interesantes a la Figura 1, una vez determinado el equilibrio social. Así, para la solución competitiva de producir Xmáx unidades, el beneficio social viene dado por el área I, es decir, por la diferencia entre las áreas encerradas por la curva BMP de beneficios marginales privados y la curva CME de costos marginales externos. Por otra parte, el área OGX*, encerrada por la curva de costos marginales externos desde el nivel de producción cero hasta el nivel de producción socialmente óptimo (X*), representa el nivel óptimo, para la sociedad en su conjunto, de la externalidad generada por la empresa contaminante. Una vez determinado que la externalidad óptima no es cero, sino la que corresponde al nivel de actividad económica X* para el que el beneficio marginal privado iguala al costo marginal externo. Una vez determinado el nivel socialmente óptimo de contaminación, el paso siguiente del análisis consistirá en presentar métodos que permitan alcanzar dicho óptimo. Resulta obvio que si no se realiza ningún tipo de intervención o de negociación entre las partes, el agente contaminante elevará su nivel de producción hasta el punto Xmáx en que su beneficio marginal se hace cero. El problema consiste en conseguir que el agente contaminante reduzca su actividad productiva del óptimo privado Xmáx al óptimo social X*. (Reyes Gil, Galván Rico, & Aguiar Serra, Julio-2005)
Cronológicamente, el primer método propuesto en este sentido es de tipo intervencionista, consistente en gravar con un impuesto la actividad productiva del agente contaminante. Este tipo de método intervencionista aparece de una manera explícita y extensa en la literatura ambiental contemporánea, dentro de la idea general de que quien contamina paga (el Polluter Pays Principle; Field, 1995), así como en ciertas aproximaciones ecologistas al tema, que proponen la asignación de un impuesto ecológico. Sin embargo, la vía impositiva fue propuesta y desarrollada analíticamente por Pigou (1920) en su texto clásico Economics of Welfare. Por esta razón, en la mayor parte de los textos de economía ambiental este tipo de impuesto se denomina impuesto pigouviano. (Reyes Gil, Galván Rico, & Aguiar Serra, Julio-2005)
Teoría de Coase
El trabajo de Coase tuvo como motivación fundamental extender el campo de la economía al análisis de las instituciones y de las leyes. En esta tarea no estuvo solo y, probablemente, el Premio otorgado hay que entenderlo como un reconocimiento a una nueva esfera de estudio conocida como la "Economía de la Ley", de la que Coase fue un líder indiscutido. Esta disciplina ha sido definida como la aplicación de teoría económica, principalmente la teoría de precios, para examinar la formación, estructura, proceso e impacto que tienen la ley y las instituciones legales. En las últimas décadas ésta se ha desarrollado con tal fuerza que se ha convertido en un área distinta de trabajo con sus propios académicos, entre los que destaca Coase, sus propios journals —el Journal of Law and Economics y el Journal of Legal Studies entre otros— y sus textos de estudio. (Harald, 1992)
Según Coase, si suponemos dos agentes en una economía (A y B) y hay responsabilidad por daños del agente A que causa la externalidad (porque así lo establecen los tribunales), A puede compensar a B de tal manera que lo que pierda B por seguir llevándose a cabo la actividad (ya sea de producción o de consumo) generadora de externalidad (o debido a los gastos por protegerse de la misma), sea menor que lo que gana como consecuencia de la compensación o indemnización por parte de A; mientras que el pago que realiza A deberá ser inferior a la pérdida que podría tener si tuviera que cesar su actividad o trasladarse a otro lugar para efectuarla. (Miró Rocasolano, 2001)
Si por el contrario no hay responsabilidad por daños, también caben los márgenes a la negociación. A pesar de lo sorprendente que pueda parecer en un principio, no lo es tanto el hecho de que B realice un pago al agente generador de la externalidad (A), con tal de que la desutilidad que le conlleva el pago a B sea menor que la utilidad que le proporciona el cese de actividad o traslado de la misma para el que está destinado ese pago; mientras que A estaría dispuesto a renunciar a su actividad o trasladarla (con lo que de incremento de costes supone) si esa pérdida es menor que lo que obtiene con el pago de B. Este segundo caso se puede ilustrar con el siguiente ejemplo: si un fumador molesta con el humo a un no fumador, el no fumador puede pagar al fumador para que deje de fumar. Al pagar, el no fumador tiene una pérdida que, posiblemente, se ve compensada con una ganancia al dejar de fumar el fumador. Y el fumador, igual gana más con el pago del no fumador que lo que pierde con dejar de fumar. (Miró Rocasolano, 2001)
Según Coase, la intervención no siempre es necesaria y a veces se debe permitir la externalidad, llegando a un óptimo social mediante la negociación, si los costes de transacción son menores de lo que se persigue con el intercambio. Sólo si el beneficio que se pudiera obtener eliminando la externalidad fuera mayor que el daño que se produce al eliminar la actividad generadora de la misma, tiene sentido la intervención, aunque en tal caso es mejor llegar a ese óptimo mediante negociación. (Miró Rocasolano, 2001)
A través de esta negociación consistente en la maximización del producto social en vez de la comparación del producto social y privado, es indiferente si al causante del efecto dañino se le puede asignar responsabilidad por daños o no, porque en ambos casos se puede llegar a una situación óptima. Y lo más importante de eso es que se produce a través de un proceso espontáneo, por inercia de la gente. Así se reconoce, en palabras de Coase, la naturaleza recíproca a la hora de solucionar el problema de las externalidades, a través de la negociación entre productor y "consumidor" o receptor de las mismas, en lo que es una compra-venta de derechos legales. Pero para ello, esa negociación conducente a ese resultado sólo será viable con costes de transacción o de negociaciones nulas y unos derechos de propiedad claramente establecidos que puedan defenderse en los tribunales (con independencia de cuál sea esa distribución de derechos). Si bien es indiferente asignar o no responsabilidad por daños para llegar a una situación de máxima eficiencia, no lo es en cuanto al proceso de negociación: (Miró Rocasolano, 2001)
Para que se dé una negociación exitosa un pilar fundamental es la definición de derecho privado tradicional (propiedad, contrato, responsabilidad civiles) con el objeto de diseñar una estructura de negociación y solución de conflictos que sea fiel traducción de la decisión del mercado y que tendrá bases en un sistema de derecho de propiedades eficientes. (Bejarano, 1999)
Un derecho de contratos con la función de facilitación del mercado debe establecer una disciplina para el intercambio de derechos de propiedad a fin de que éste consiga el resultado eficiente, que no es más que la asignación de la titularidad de los derechos a aquellos que más los valores, a aquellos que están dispuestos a pagar más por su uso en un proceso de negociación. (Bejarano, 1999)
Un sistema de responsabilidad civil para los casos en los que el mercado no puede funcionar por la existencia de externalidades provocada por altos costos de transacción y a través del cual se resuelven los conflictos de derechos termina adoptando una decisión en sustitución del mercado. (Bejarano, 1999)
Coase afirmó que el mercado podría ser usado eficientemente para internalizar las externalidades y que, por tanto, no era necesaria la intervención de la administración. (Viladrich, 2004)
Así, si el derecho de propiedad es el instrumento de constitución del mercado, el contrato, su mecanismo de facilitación y la responsabilidad civil el sustituto que garantiza su cumplimiento, no es de extrañar que el sistema jurídico se convierta en una especie de metamercado institucional con una función instrumental explícita de asignación y distribución de recursos de acuerdo con las exigencias de la eficiencia económica. (Bejarano, 1999)
Adicionalmente, uno de los objetivos centrales de la Teoría de Coase fue corregir la vía a través de la cual los economistas establecen recomendaciones de política. Coase sostuvo en su artículo que ―la falla de los economistas en alcanzar conclusiones correctas en el tratamiento de los efectos dañinos [producidos por la actividad económica] no puede explicarse simplemente como deslices del análisis. Se origina en defectos básicos del actual enfoque de los problemas de economía del bienestar. Lo que se requiere es un cambio de enfoque. Coase sostenía que los economistas tendían a recomendar la intervención del gobierno en todos los casos que el mercado se apartaba de un ambiente competitivo, olvidando que el gobierno no podía ser considerado una fuerza correctiva sin costos. Es así como Coase argumentaba que los economistas debían evaluar, en primer lugar, todos los costos y beneficios de las alternativas de política en ejecución y las propuestas. Tanto las soluciones de mercado como aquellas que emplean otras vías (no mercado) tienen costos, fenómeno que muchas veces olvidaban (y olvidan) los economistas. (Bour, 2012)
La integración entre la variable económica y la variable ambiental puede ayudar, entre otras cosas, a priorizar problemas y acciones ambientales, a analizar los efectos de la regulación ambiental sobre la economía y la competitividad de los sectores productivos, y a analizar los beneficios sociales que implica la comercialización de distintos productos, incluyendo los costos y beneficios ambientales. (Borregaard, 2010)
Una vez desarrollado el marco teórico sobre los instrumentos utilizados para corregir los fallos del mercado, se aplicarán el establecimiento de políticas públicas para poder tratar y recuperar los pasivos ambientales que se conocen como relaveras, producto de la Minería en Chile, específicamente la mina de cobre de Chuquicamata que está ubicada a 15 km al norte de Calama, y a 245 km de Antofagasta, en la Región de Antofagasta, Chile. Considerada la más grande del mundo en su tipo, es la mayor en producción de cobre de Chile. Chuquicamata es administrada por la empresa estatal, Codelco.La mina posee una forma elíptica, con una superficie de unas 800 ha y unos 1250 m de profundidad. Inició la producción de cobre en 1915. (CODELCO)
La industria del cobre ha generado contribuciones significativas para Chile, y especialmente para la Región de Antofagasta, que trascienden por mucho el ámbito estricto de la producción minera. Desde la gestación y construcción de asentamientos, que abrieron y colonizaron zonas hasta entonces ajenas a la ocupación formal del territorio, la minería ha configurado durante el siglo XX diversas escalas regionales de actuación y ha establecido relaciones territoriales con alcances continentales. Asimismo, el desarrollo social y económico alcanzado en la región, con especial expresión en los centros urbanos, constituye un legado fundamental resultante del impacto de la minería. (Garces, O'brien, & Cooper, 2010)
Durante el primer decenio del siglo XX se produjeron cambios trascendentales en la industria del cobre en Chile. Tuvo lugar la segunda revolución tecnológica de esta industria, que permitió —después de tres décadas de decadencia— que ésta experimentara un nuevo ciclo de crecimiento. Las empresas norteamericanas que se establecieron en el país dejaron atrás el método de beneficio por fundición directa (que había sido la práctica metalúrgica por excelencia durante el siglo XIX), e introdujeron dos innovaciones: el proceso de concentración mecánica por vía húmeda, y la hidrometalurgia (lixiviación), técnicas que a fines del siglo XIX comenzaron a generalizarse en la metalurgia mundial y que a partir de entonces, se difundieron también en Chile. (Folchi, 2003)
Si bien estos procedimientos metalúrgicos son diferentes, sus desechos son muy similares, pues ambos consisten en reacciones de base acuosa. El material sobrante de estos procesos es un compuesto formado por agua, más materiales estériles (la "ganga" de las menas: silicatos o calizas), más reactivos químicos (generalmente xantato en el proceso de concentración y ácido sulfúrico en el de lixiviación) y metales disueltos, entre los que se cuenta alguna porción cobre y de los demás metales contenidos en los minerales asociados al mineral principal, que también están presentes en las minas. A esta masa húmeda, arenosa e inestable se denominó "relave". (Folchi, 2003)
Los relaves generados a partir de entonces tuvieron básicamente dos destinos: en algunos casos fueron vertidos libremente al mar o cursos de agua dulce, y en otros, fueron acumulados en embalses. Este es el origen de los gigantescos "tranques de relaves" (embalses de relaves) que a partir de entonces fueron quedando diseminados por el zona centro y norte del país, en cada lugar donde funcionaron plantas de beneficio de minerales de cobre. (Folchi, 2003)
Además del impacto ambiental que supone la liberación constante de estos desechos al medio ambiente, los depósitos de relaves, que se autoconstruían con los elementos más gruesos de los mismos, fueron unas construcciones bastante inestables. Ante episodios climáticos o telúricos, estos precarios embalses se derrumbaron en repetidas ocasiones a lo largo del siglo XX, provocando la contaminación intensiva de suelos y cursos de agua, e incluso llegaron a ocasionar la muerte de un gran número de personas. (Folchi, 2003)
La formación de estos desechos tiene una historia propia, en la que se combinan las exigencias tecnológicas sobre la industria minera, el desarrollo de cierto 'saber ambiental' y la pugna política entre sectores con intereses encontrados (agricultores, empresarios mineros y trabajadores). (Folchi, 2003)
La política minera en Chile ha observado oscilaciones radicales en los últimos 40 años en torno a elementos centrales como el papel del Estado y el capital extranjero, la tributación y el aporte de la minería a la economía nacional y economías locales. En los últimos 15 años se ha producido un crecimiento muy significativo de la actividad minera, con niveles record de inversión y producción de cobre y otros productos metálicos y no metálicos. El cambio hacia un paradigma de cooperación entre el Estado y el sector privado resulta fundamental para mantener el dinamismo de la minería en Chile. (Guajardo, 2007)
Al igual que en Zimbabwe, Namibia, El Congo y Marruecos, en Chile no existe un régimen tributario especial para las empresas extractivas, los llamados royalties, un impuesto especial que deben pagar las empresas que extraen recursos no renovables, como compensación por la reducción (o depreciación) del capital natural disponible que su actividad supone. Las empresas mineras se encuentran sujetas a las mismas normas fiscales que cualquier otro negocio, más el pago de las patentes correspondientes a sus concesiones, de precios inofensivos. (Acosta, Alayza, & Gudynas, 2009)
En Chile existe legislación ambiental aplicable a la minería desde 1916. La situación comenzó a cambiar de manera decisiva con el restablecimiento del régimen democrático, a partir de 1990. En junio de ese año se creó la Comisión Nacional del Medio Ambiente (CONAMA), dos años más tarde, se presentó al Congreso el proyecto de ley sobre "Bases Generales sobre el Medio Ambiente", que fue finalmente aprobado en marzo de 1994. En 1997 se promulgó el "Reglamento de Evaluación de Impacto Ambiental", con lo que se completó el sistema normativo para la minería y demás actividades productivas del país. A partir de entonces, ningún proyecto vinculado a la actividad minera puede iniciarse sin contar con la aprobación de un Estudio de Impacto Ambiental (se establece una diferencia según tipo de proyectos y sector involucrado. Algunos de ellos deben presentar un "Estudio de Impacto Ambiental", otros sólo una "Declaración de Impacto Ambiental") por parte de la autoridad competente, en el que se expliciten «las medidas que se adoptarán para eliminar o minimizar los efectos adversos del proyecto o actividad y las acciones de reparación que se realizarán, cuando ello sea procedente» (Ley 19.300, artículo 12, letra e). (Acosta, Alayza, & Gudynas, 2009)
Recién en 1976 se estableció en Chile una legislación para regular la construcción y mantenimiento de los depósitos de relaves, de tal manera de asegurar su estabilidad. (Folchi, 2003)
En Chile, la Corporación Nacional del Cobre (Codelco), propietaria en la actualidad de la mina Chuquicamata, fue presionada para reducir drásticamente las emisiones de contaminantes y lo hizo. (Orihuela, 2014)
En noviembre del año 2000, fue firmado el "Acuerdo Marco de Producción Limpia, Sector Gran Minería", entre el gobierno (con todas su reparticiones y oficinas involucradas) y las empresas afiliadas al Consejo Minero (16 empresas) cuyo objetivo era: "[…] aplicar una estrategia ambiental preventiva en los procesos, productos, servicios y organización del trabajo, relacionados con la empresa, para aumentar su eficiencia y competitividad, previniendo la generación de residuos en la fuente y reduciendo el riesgo sobre la población y el medio ambiente" ("Acuerdo Marco de Producción Limpia, Sector Gran Minería", Ministerios de Economía, Minería y Energía, noviembre de 2000).
Al cabo de dos años de trabajo, el comité técnico creado al efecto ofreció sus primeros resultados, cuatro Manuales Técnicos y dos Guías Metodológicas, que permitirían, de acuerdo a la comisión, una gestión ambiental preactiva de parte de las empresas mineras, y al mismo tiempo, proporcionaría los elementos técnicos que facilitarán la labor de fiscalización a los organismos públicos.
A través de la revisión teórica y con los puntos específicos tratados para el caso de pasivos ambientales de la Mina de Chuquicamata, este caso de gran escala e implicación social y económica para Chile, se puede evidenciar que la forma de impactar en menor cantidad al medio ambiente y a la vez si un alto costo a la empresa que lo administra, es con el establecimiento de políticas ambientales en la que se incluyen parámetros de descargas y emisiones.
Bibliografía
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