Consecuencias de la Inmigración en el Comercio Internacional
Descripción
Consecuencias de la Inmigración en el Comercio Internacional María Isabel García Luis Fernando Ojeda Mauricio Sarbach Universidad Metropolitana Escuela de Economía Empresarial Abstracto La inmigración es un tema polémico y muchos de los debates parten sin una argumentación económica lo suficientemente acertada a nivel teórico y empírico como para establecer conclusiones definitivas en el tema. Partiendo de la posición de George Borjas y su enfoque en Estados Unidos país emblemático de inmigrantes, adopta una elocuencia racional y centrista en el tema, podemos observar dada la globalización y los distintos factores que influencian en la movilidad de los agentes laborales de un país nativo a uno hospedante o anfitrión que el mercado laboral del país receptar puede verse afectado por el shock de oferta dependiendo principalmente de la cualificación de los inmigrantes y el grado de sustitución de los mismos con respecto a trabajadores nativos, en lo cual Borjas destaca la imposibilidad de rechazar que nativos e inmigrantes tienden ser sustitutos perfectos con lo que descarta un efecto sustancial en los salarios. La adaptación y el bienestar, bajo el punto de vista del autor y con la data estudiada los inmigrantes logran anclarse a la economía de forma armoniosa y promover la productividad del mercado laboral. Lo que indica que dicho tema analizado desde distintas perspectivas no deja de ser polémico y plantea un amplio espacio para la discusión y futuras investigaciones. Palabras claves: Inmigración, productividad, país hospedante, elasticidad de sustitución, salarios, regresiones, emigrantes.
Introducción Recientemente ha habido un resurgimiento en los movimientos inmigratorios en el mundo entero, se estima que alrededor de 60 millones de personas (1.2% de la población mundial) vive en países donde no habrían nacido (Naciones Unidas, 1989). Aunque la mayoría de las personas realizan una “migración típica” a países como Estados Unidos, Australia o Canadá, muchos países como Suiza, Francia y Reino Unido poseen flujos importantes de inmigración cada año. Como un resultado de estos cambios en el mercado de inmigración, es natural pesar que esto trae como consecuencia un cambio en la economía del país anfitrión (país al cual se mudan los inmigrantes). Como base principal de la discusión sobre los cambios que puede o no tener este fenómeno en dichas economías, se encuentran ciertos puntos específicos como: ¿Cómo es el rendimiento de los inmigrantes en la economía del país anfitrión?, ¿Cuál es el impacto de los inmigrantes en las oportunidades de empleo de los nativos?, y una última sería, ¿Cuál sería la política de inmigración que beneficiaria más al país anfitrión? La significancia de las interrogantes previas pueden parecer evidentes. Por ejemplo, podríamos asegurar que los inmigrantes con alta productividad y que se adaptan rápido a las condiciones del país anfitrión podrían hacer contribuciones significativas al crecimiento de la economía, los nativos no tendrían que preocuparse por la posibilidad que estos inmigrantes vayan a aumentar los gastos de los programas sociales. Pero, con una contraparte, si los inmigrantes tienen fallas en las habilidades que requiere el mercado y se les hace cuesta arriba adaptarse a la sociedad, esta inmigración podría incrementar los gastos sociales así como también aumentar la diferencia en la distribución del ingreso entre nativos e inmigrantes en la economía del país anfitrión. Como ejemplo principal en este trabajo se utilizará a los Estados Unidos de América ya que el mismo es el ejemplo más claro en cuanto a inmigración se refiere, siendo este un país hecho por inmigrantes para inmigrantes. Viendo las cifras de este país
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norteamericano podemos observar que quizás el factor más importante a tener en cuenta para analizar cómo afecta la inmigración a una economía es tener claro los elementos que motivan a las personas y las consecuencias económicas que conlleva esa acción, manteniendo en vista que el efecto de la inmigración dependerá del tiempo y del lugar donde ocurre y que la misma puede ser beneficiosa o perjudicial.
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Decisión de migración, habilidades y la selección natural de los inmigrantes: Sir John Hicks en “la teoría del salario” planteó que "las diferencias en ventajas económicas netas, principalmente las diferencias en los salarios, son los principales causas de la migración”. Los trabajadores entonces tomaran la decisión de migrar dados sus ingresos netos, debemos considerar también que existen costos económicos relacionados a la migración y que estos deben estar dentro de este mismo planteamiento, lo son el costo de transporte, ingresos no percibidos y costos psicológicos que van de la mano con el impacto cultural del país hospedante. Partiendo entonces de estos dos principios intuitivamente podemos llegar a la conclusión de que la tasa de emigrantes va a caer cuando el ingreso medio en su propio país (origen) aumenta, o que exista una caída del ingreso medio en el país al que se pensaba migrar (hospedante) y como lo señalábamos cuando los costos de migrar se incrementan con respecto a los ingresos esto disminuirá la tasa de emigrantes. Existen otros incentivos para que los agentes económicos puedan migrar, pero estos yacen en razones de tipo política, gracias a gobiernos dictatoriales y represores, culturales y religiosos por la persecución de una fe prohibida o simplemente razones familiares, por lo que para este tópico partiremos de la consideración inicial y no indagaremos en las razones en amplitud por las cuales los agentes migran. En cuanto a las habilidades de los inmigrante Borjas (1999) señala que “Existe una gran cantidad de dispersión en las habilidades y desempeño económico entre los grupos de inmigrantes en Estados Unidos. En 1990, los inmigrantes originarios de México o Portugal tenían unos 8 años de escolaridad, mientras que las procedentes de Austria, India, Japón y el Reino Unido tenían unos 15 años. Los inmigrantes de El Salvador o México ganan 40 por ciento menos que los nativos, mientras que los inmigrantes de Australia o Sudáfrica ganan 30 a 40 por ciento más que los nativos”. Empíricamente se pudo argumentar que existen ciertas variaciones en diferentes tipos de habilidades relacionadas con el trabajo a través de varios países de donde
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provienen los inmigrantes, y que estas habilidades no son igualitariamente transferibles a los Estados Unidos. Claramente, las habilidades adquiridas en economías altamente desarrolladas como las de EEUU difieren de aquellas adquiridas en economías menos desarrolladas, siendo las primeras más fácilmente trasferibles hacia la economía americana, especialmente al mercado de trabajo americano. De hecho, hay evidencia de contenido bastante confiable que indica una correlación positiva entre los salarios de los inmigrantes en Estados Unidos y el nivel de desarrollo de la economía de su país de origen, más específicamente el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita. El flujo de inmigrantes a una economía no es seleccionado al azar de la población de los países de origen, esta elección de la población se caracteriza por tener un supuesto de irreversibilidad, una vez cometida la elección no hay vuelta atrás, y la misma está basada en la comparación racional de las personas de sus oportunidades de salario a través de los países. La tasa de emigración está negativamente correlacionada con el salario medio del país de origen y con los costos de emigración, y está positivamente correlacionada con el salario medio del país anfitrión. A pesar que la mayoría de los estudios analizan los flujos de emigración interna, hay factores determinantes en el tamaño y la dirección de la emigración y se da pie a formularse preguntas como, ¿Qué personas consideran que vale la pena emigrar al país anfitrión?, La cual es respondida a lo largo de este escrito. El modelo de selección natural puede ser extendido para incorporar el hecho que las decisiones de migración pueden ser reversibles, la cual básicamente se resume a dos posibles causas. La primera es que el país de origen puede ser el lugar de residencia óptimo para terminar el ciclo de la vida, es decir que los individuos migran y regresan cuando han acumulado capital humano o riqueza suficiente, haciendo de este modo que puedan obtener niveles de utilidad superiores que si sus decisiones de migración hubiesen sido permanentes. Y la segunda causa supondría que el flujo de migración tendría como plan obtener mayores beneficios económicos en el país anfitrión que los que realmente
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pueden obtener, haciendo que se devuelvan a su país de origen por no lograr cumplir con la expectativa prevista ya que la idea que motivó la decisión de emigrar fue inalcanzable. Otro factor a considerar es el de la maximización del ingreso familiar (Bronars, 1991) el cual implica que un flujo de inmigración contiene algunos jugadores atados, personas las cuales no hubiesen migrado por su propia cuenta sino como parte de un grupo familiar. Este punto juego un rol fundamental en entender las tendencias de las habilidades entre inmigrantes, bien sea hombres o mujeres, en términos de efectos de cohortes migratorias y convergencia salarial. En un trabajo empírico basado en el censo a través de secciones (Long, 1980), sugiere que en las experiencias de mercados laborales de inmigrantes mujeres en los Estados Unidos difiere substancialmente del mercado laboral de hombres. Por ejemplo, los ingresos de inmigrantes mujeres están negativamente correlacionados con los años de inmigración. Aunque el modelo de selección natural puede influenciar nuestra forma de ver como el flujo de inmigración es elegido de la población del país de origen, es importante acotar que este modelo solo da el punto de vista del lado de la oferta del mercado de inmigración. Trabajadores que deseen emigrar a un país anfitrión específico pueden hacerlo únicamente si el país lo permite, pues la mayoría de estos países que reciben cantidades importante de personas extranjeras poseen un mercado de inmigrantes altamente regulado, la mayoría tienen políticas de aceptación basadas en características demográficas, sobretodo la composición de habilidades del flujo de inmigrantes, haciendo que la oferta sea fuertemente el factor determinante. Generalmente, la oferta de visas del país anfitrión viene determinada por las políticas del país y por los beneficios que obtiene el mismo de la inmigración. Por ejemplo, los retornos económicos de la inmigración van a depender directamente de los beneficios por admitir trabajadores quienes se puedan especializar en industrias y ocupaciones específicas, y por su puesto esto también juega un rol fundamental en el impacto de los flujos de inmigración en las oportunidades de empleo de los nativos. Teniendo en cuenta claramente que habrá beneficios diferenciales entre admitir flujos con habilidades y
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admitir flujos sin habilidades, dependiendo de la composición de destrezas de la fuerza laboral nativa y de la generosidad de los programas de seguros sociales. La demanda de inmigrantes del país anfitrión vendrá siendo un ejercicio político económico, y dependerá del grado de compensación que podrán tener los ganadores con los perdedores. Richard y Freeman (1993) concluyen que la curva de demanda de inmigrantes podría ser determinada mayormente por la discriminación en contra algunos grupos por su país de origen. Haciendo así que todas las políticas económicas de inmigración nos pueda ayudar a comprender las características del equilibrio de este mercado.
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Inmigración y las Implicaciones en el mercado laboral del país hospedante
En un mundo globalizado, los agentes económicos emigran de su país natal en la
búsqueda de la maximización de su utilidad. La relación que existe entre la inmigración y el mercado laboral es interactiva y dinámica, donde parte de ser una variable dependiente e independiente del mismo. La inmigración provoca un shock de oferta al país hospedante, para tratar su impacto Borjas (1999) señala que debemos delimitar en los factores que determinan las competencias relativas del flujo de inmigrantes, las habilidades relativas de los inmigrantes en el país de acogida y la evaluación de como las diferencias en habilidades relativas de los mismos afectan los resultados económicos, pero primero haremos énfasis en los efectos teóricos clásicos del aumento del factor trabajo en el mercado laboral. Si plantemos un modelo simple e intuitivo con una fuerza laboral homogénea, utilizando una función de producción con factores capital y trabajo, en donde cada trabajador es un sustituto perfecto en la producción, el capital es fijo, por ende al aumentar el número de trabajadores por el flujo migratorio entrante, provocara una disminución en los salarios nominales y aumentará la producción (Figura1). Dados estos supuestos podríamos afirmar que pese a la disminución de los salarios, las empresas pueden producir mucho más y si suponemos que el país es intensivo en el factor trabajo, la inmigración provoca un incremento en la oferta del producto que utiliza dicho factor a menores costos, con ellos podría satisfacer la demanda de su socio comercial. Es evidente que la población que migra no es homogénea y es en este punto donde debemos enfocarnos si esta sobre oferta de trabajo provocará un efecto positivo o adverso sobre los salarios, partiendo de la relación que tiene la cualificación de los trabajadores extranjeros en el país hospedante con respecto a los nativos. Acotaremos la definición de trabajador no cualificad o como “parte de la fuerza de trabajo asociado con un nivel de habilidad bajo o un valor limitado, que se caracteriza generalmente por un bajo nivel educativo y bajos salarios. Trabajos que no requieren educación o experiencia
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específica disponible para los trabajadores que a menudo caen en la mano de obra no calificada.” y usaremos la inversa de la misma para trabajador cualificado. El punto crucial de la determinación del impacto en los salarios por parte de trabajadores cualificados y no cualificados con respecto a trabajadores nativos está en la diferenciación de la productividad marginal de los mismos y por ende de su cualificación relativa. Al tratar con el supuesto de inmigración heterogenia las elasticidades del capital tendrán un papel importante ya que el stock de capital se ve afectado directamente cuando inmigrantes llegan al país. Con una perfecta elasticidad de capital la entrada de inmigrantes que cualitativamente se distribuyan de la misma forma que sus contrapartes nativos inducirán un cambio en el stock de capital, que a su vez provocará que tanto salarios de trabajadores calificados como no calificados no se vean afectados por la inmigración, las ganancias de la inmigración para el país vendrá dado cuando exista diferencia entre la cualificación de inmigrantes y nativos. Con un capital inelástico Los salarios de los trabajadores calificados son más sensibles a una variación de la oferta de los salarios de los trabajadores no calificados esto rompe el paradigma de maximizar las ganancias de la inmigración solo con mano de obra especializada o no especializada. Podríamos relacionar intuitivamente que los trabajadores más calificados tienen una complementariedad o una influencia mayor en el factor capital que quienes no tienen cualificación, ya que estos tienen la capacidad de operar o generar producto a partir de la utilización o implementación del factor capital. Bajo este punto, y basándonos en el instrumental matemático de Borjas (1999) podemos afirmar que el mercado laboral del país nativo para obtener beneficios enfrenta un paradigma, citando el autor antes mencionado: “la ganancia es mayor si el país admite inmigrantes que puedan complementar a los trabajadores cualificados del país nativo o admitir inmigrantes sin cualificación. Por otro lado puede obtener una ganancia mayor si
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admite inmigrantes que complementen a los poseedores de capital del país hospedante, o admitir trabajadores cualificados“ Una primera conclusión podemos afirmar que dada la inexorable interconexión de las economías del planeta vía comercio internacional, factores como el trabajo logran unirse a esta corriente de globalización, donde cada agente buscara maximizar su bienestar y que por ende al entrar en una nación causara un impacto en la oferta, ya que evidentemente crece la cantidad de este factor, con esto el mercado laboral dependiendo de sus características en específico y de la diferenciación de sus trabajadores dependerán en el impacto que tendrán estos nuevos trabajadores inmigrantes.
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El impacto en el ingreso y empleo de los nativos Luego de ver algunas características del impacto de la inmigración en la vida de los nativos, es natural preguntarse si tiene un impacto negativo la inmigración en el ingreso u oportunidades de empleos de las personas que nacieron en el país anfitrión, y en caso de ser así, que tanta es la pérdida del beneficio económico de los nativos y si esto puede afectar a un grupo específico o a todos como una sociedad. Las correlaciones a través de las ciudades de los Estados Unidos generalmente indican que el ingreso del americano promedio es ligeramente menor en los mercados de trabajo donde los inmigrantes deciden quedarse. Aunque la mayoría de los estudios se enfocan en la relación entre el ingreso de los nativos y la cuota de participación de inmigrantes en el mercado laboral local, algunos estudios estiman la correlación entre la inmigración y la tasa de participación de la fuerza laboral nativa. Sin embargo, estudios específicos afirman que la inmigración parece tener un impacto muy ligero aun cuando el flujo de inmigrantes es bastante elevado. Como ejemplo empírico tenemos el caso de Cuba, el 20 de abril de 1980 Fidel Castro anunció que los nacionales cubanos podrían irse del país libremente a los Estados Unidos desde el puerto Mariel. Para septiembre de 1980, aproximadamente 125.000 cubanos, la mayoría trabajadores sin habilidades, habrían migrado hacia Estados Unidos. Casi de la noche a la mañana, la fuerza laboral de Miami tuvo un crecimiento inesperado del 7%, el análisis de Card (1990), indicó que las tendencias de salarios y empleo de los trabajadores nativos de Miami, incluyendo a la población afrodescendiente, a penas tuvo una repercusión por el flujo de Mariel, como paso a la historia este acontecimiento. En definitiva, este hecho dejo en claro que las correlaciones entre salarios de nativos y la cuota de inmigrantes no soportan a la hipótesis que dice que las oportunidades de empleo de los trabajadores nativos se ven mermadas por la inmigración extranjera.
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También se puede afirmar que las áreas metropolitanas de los países anfitriones no son economías cerradas, el trabajo, capital y bienes fluyen libremente a través de las localidades y tienden a igualar los precios de los factores en el proceso. Siempre y cuando los trabajadores nativos y las empresas respondan a las entradas de inmigrantes moviéndose a áreas que ofrezcan mayores oportunidades, no hay razón para esperar una correlación entre salario de nativos y la presencia de inmigrantes. Una característica de estos factores es que las personas que llegan nuevas a países como Estados Unidos no eligen simplemente al azar áreas metropolitanas, presumiblemente lo hacen hacia áreas que les proveen las mejores oportunidades, y es por ello que las correlaciones típicas de la literatura no poseen una estructura que dé pie a interpretaciones por sí solas. Aunque los trabajadores nativos y empresas disminuyen el impacto positivo o negativo de la inmigración en los mercados de trabajo locales, este argumento no explica completamente por qué la inmigración tiene tan poco impacto en estos mercados específicos. El caso de estudio de Mariel de Card trae consigo ciertas preguntas fundamentales, en particular, ¿Cómo los “Marielitos” no tuvieron impacto en el mercado laboral de Miami, ni siquiera el año cuando el gran flujo de Mariel tomo lugar? Como resultado, los flujos internos de trabajo, capital y bienes pueden explicar la aparente falla en la correlación entre el ingreso de los nativos y la presencia de inmigrantes si los mercados se ajustan inmediatamente.
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Desempeño de los inmigrantes en el país hospedante y asimilación económica Muchos de los estudios de la literatura económica moderna en inmigración se concentran en las tendencias determinantes en el nivel de destrezas y ganancias de la población inmigrante del país anfitrión. Estos estudios ven el desempeño de los inmigrantes en el mercado de trabajo como una medida de contribución hacia la dotación de habilidades y productividad de la economía del país anfitrión. Y a parte, las tendencias de las habilidades de los inmigrantes ayudan a determinar el impacto que tendrá este flujo de inmigración en las oportunidades de trabajo de las personas nativas y en los gastos de los programas sociales. Según el análisis de Chiswick de 1970 en los Estados Unidos se observó que en el momento de la entrada los inmigrantes ganaban hasta un 17% menos que los nativos y dicha cifra se acortaba a 1% luego de los 35 años en el país. Esto puede ser explicado por la acumulación relativa de capital y otros factores que señalan más hacia el entorno de motivación y superación de inmigrantes con respecto a sus iguales nativos. Al igual que la edad a la que se emigra tendrá un factor determinante respecto a condiciones a las cuales se deberán enfrentar y con ello conducir a un resultado distinto en la economía hospedante. Es en este punto donde se considera que con el paso del tiempo los inmigrantes van a lograr tener una mayor adaptación al mercado laboral y de capitales como también podrán migrar sus familias y se observan con ello también aumentos en la tasa de escolaridad, siendo esta determinante en las ganancias a futuro cerrando la brecha que hay con sus iguales nativos, siendo asimilados económicamente y adaptados al país hospedante. En este caso dos argumentos son utilizados para explicar los resultados. Al momento de llegar al país anfitrión (EEUU), los inmigrantes tienen fallas en las habilidades que son remuneradas en el mercado americano, como por ejemplo el dominio del idioma Inglés. A medida que estas habilidades son adquiridas, el stock de capital humano de los
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inmigrantes aumenta relativamente con respecto al de los nativos, y los inmigrantes experimentan un crecimiento del salario mayor. La hipótesis de la inversión de capital humano, sin embargo, no genera por si sola un punto de sobrepaso con respecto a los nativos ya que no hay razón por que los inmigrantes deban acumular más capital humano que los nativos, aunque ciertos autores afirman que este punto sí puede llegar a sobrepasarse ya que “los no-‐nativos están más motivados y trabajan más fuerte y por periodos más altos de tiempo”, haciendo estos supuestos basándose en que una persona decide migrar de su país natal con la ambición de tener una nueva vida más prospera en otro país. A pesar que hay muchos estimadores de la convergencia de salarios entre inmigrantes y nativos, muchos se preguntan cuál es el factor determinístico que hace que converjan, en primer lugar, y muchos autores están de acuerdo en que ese factor es el llamado “capital del lenguaje” en el país anfitrión. Estos autores, Grenier, McManus, Welch, entre otros, concluyeron que las personas fluidas en inglés que emigraron a Estados Unidos tenían un salario más alto que los que no hablaban el idioma local ya que el hecho de ser bilingües abría campo laboral. Luego de encontrar una correlación positiva entre estas dos variables (idioma y ganancias), pudieron afirmar que los inmigrantes hispanos que no hablaban inglés pagaban una “penalización salarial” de 17%.
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¿Es la inmigración un sustituto perfecto o imperfecto de los trabajadores nativos? Si la inmigración aumenta la oferta de trabajo, ¿cómo es posible que no produzca una baja en los salarios? Una posibilidad es que los inmigrantes y los nativos son sustitutos imperfectos, lo que deja como resultado que los inmigrantes son complementarios a los trabajadores nativos, haciendo que se eleve la productividad marginal del trabajo nativo. La literatura indica dos resultados, según OP Ottaviano y Peri (2007), la evidencia muestra que son sustitutos imperfectos, estimado mediante una media de la elasticidad de sustitución entre los inmigrantes calificados y los nativos calificados; por otro lado, según BGH Borjas, Grogger y Hanson (2007), hay evidencia de sustitución perfecta, lo que implica que la elasticidad de sustitución es infinita. La elasticidad de sustitución entre los inmigrantes cualificados y los nativos es un parámetro crítico para evaluar los efectos de los salarios en la inmigración. Se mostrará que la investigación de OP donde se encontró sustitución imperfecta es sensible a la inclusión de trabajadores que tienen bajos niveles habilidades de adhesión a la fuerza laboral. El problema es que los salarios de esos trabajadores confunden la demanda y oferta de los factores, mientras que la ecuación utilizada para probar la perfecta sustitución deriva de ecuaciones implícitas en la teoría de la demanda de factores que requieren datos sobre el precio de alquiler de mano de obra. La evidencia de la complementariedad en el mercado de trabajo entre inmigrantes y nativos calificados es frágil. En general, un ejercicio empírico cuidadosamente diseñado que concuerda con los conceptos de la teoría de la demanda de factores con observables medidas de precios y suministros no logra rechazar la hipótesis de que los trabajadores inmigrantes y nativos cualificados son sustitutos perfectos. Teoría y estimación de la ecuación
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El estudio de Borjas empieza describiendo la relación entre varios factores de producción. Borjas argumenta que el impacto de la inmigración en el mercado laboral puede ser medido examinando la evolución del salario de grupos de trabajadores con habilidades estrictamente definidas en el mercado de trabajo nacional. Las habilidades están definidas en términos del nivel de educación y experiencia laboral. Después de que documentara que existe una fuerte correlación negativa entre salarios para un grupo particular y los shocks inducidos por la inmigración para esos grupos con datos a nivel nacional, Borjas estimó un modelo estructural que permite efecto cruzados entre los grupos. Las elasticidades de sustitución son entonces usadas para simular cómo lo salarios para cada grupo capacitado es afectado por el shock inducido por la oferta de trabajadores inmigrantes en todos los grupos. El trabajo de Borjas define una CES (Constant elasticity of substitution) de tres niveles, Ottaviano y Peri le agregan un cuarto nivel, argumentando que asumir la sustitución perfecta podría no describir correctamente las interacciones de producción entre trabajadores nativos y extranjeros que pertenecen al grupo con iguales habilidades. OP utiliza la siguiente formula:
(2) El lado izquierdo de la ecuación representa el precio de la mano de obra de los inmigrantes y los nativos, y en el lado derecho el conteo de los trabajadores que representa la contribución relativa de la mano de obra extranjera en el mercado laboral. SI se usan contrapartes empíricas de los precios de la mano de obra y el conteo de trabajadores, la ecuación se puede usar para estimar el parámetro sMN y probar la
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sustitución perfecta entre inmigrantes y nativos; en lo que sigue se consideran definiciones alternativas de las medidas de los precios y cantidades críticas necesarias para probar las sustitución perfecta y se documenta la fragilidad del hallazgo de OP que alega la complementariedad entre los inmigrantes y nativos. Para sus estudios, OP y BGH usaron datos y análisis de los datos muy similares. Ambos definieron grupos de trabajadores dependiendo de su educación (los que abandonaros la secundaria, los bachilleres, los que estudian en la universidad y los graduados de la universidad) y experiencia laboral (dependiendo del número de años que lleva en el mercado laboral desde que empezó a trabajar), además clasificaron dependiendo de las edades, esto produjo un total de 32 grupos. El salario medio es un promedio entre los ingresos de los inmigrantes y nativos, y la total de estos, es una suma de todos los trabajadores. La manera en que se clasificaron los trabajadores que no tienen especialización, en especial los jóvenes estudiantes que dejaron la escuela o que siguen estudiando mientras trabajan, hace que las estadísticas cambien. Los datos muestran que las ganancias de las personas que de verdad dejaron la escuela, son mayores que los trabajadores que siguen yendo a la escuela. De ese grupo de personas, cuando se excluyes a los que siguen estudiando, el promedio de ganancias semanales de los jóvenes que dejan la escuela aumento de $210 a $310. El incluir los estudiantes de secundaria afecta drásticamente las muestras de trabajadores nativos y extranjeros. Excluir a los que siguen estudiando en la muestra de OP de los que dejan la escuela, recorta el número de trabajadores nativos poco cualificados en dos tercios, mientras que aumenta el salario semanal en un 50%. En contraste, la exclusión de los que nacieron en otro país pero que siguen estudiando del grupo de desertores escolares extranjeros solo disminuye la cantidad de trabajadores en un tercio, y aumenta el salario semanal solo en un 10%, de $329 a $359. Esta situación es directamente responsable de la conclusión de OP de que los inmigrantes y nativos son sustitutos imperfectos.
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Siguiendo con el punto de los estudiantes de secundaria, cabe resaltar que los datos que usa OP para el salario promedio de un grupo de ciertas habilidades están contaminado por la heterogeneidad de los tipos de trabajos que tienen las personas que forman ese grupo. Como resultado, los datos del salario promedio de ese grupo pueden tener una relación poco convincente con el precio de la mano de obra por su trabajo. De la misma manera, el número de trabajadores del miso grupo no refleja la verdadera oferta de ese grupo, porque no es sensato contar un estudiantes de secundaria como una persona de 20 años que dejó las escuela, así como no es razonable inferir que el salario promedio de un estudiante de secundaria de alguna manera es representativo para lo que un desertor escolar puede disponer en el mercado laboral. La fragilidad de la complementariedad de los inmigrantes y los nativos que propuso OP Volviendo a la ecuación (2), BGH encuentra los datos de -‐1/sMN muy parecidos a los de OP, de manera que la elasticidad de sustitución media se acerca a 6,6. OP usa este estimado para elaborar su resultado en relación al efecto beneficioso de la inmigración en los salarios nativos. Cabe acotar que OP usa las ganancias anuales para medir el lado izquierdo de la ecuación (2); la función de demanda implícita en la CES resulta de igualar el producto marginal al precio del alquiler del capital humano del trabajador. La medida ideal del salario para esta prueba sería la que mejor represente este precio de alquiler, como por ejemplo, el salario por hora y OP no analiza esa data. Las horas de trabajo para cualquier grupo de los 32, depende de una función de oferta de trabajo. El punto importante que analiza BCH es que se supone que una variación en la oferta de trabajo inducida por la inmigración influencia el salario del grupo, por lo tanto se puede postular la existencia de una ecuación que relacione el salario del grupo con el tamaño del shock de oferta inmigrante:
(3)
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Donde los términos entre paréntesis representan la elasticidad del precio del factor. El coeficiente que relaciona la relación entre las ganancias (y) entre los inmigrantes y nativos, y la relación entre la cantidad de los trabajadores (M, N) podría ser más negativo que la relación entre los salarios relativos y las cantidades relativas si la elasticidad de oferta laboral nativa es menor que la de los inmigrantes. El trabajo de OP no provee el tamaño de las elasticidades de la oferta de trabajo, pero la ecuación (3) deja en claro que las regresiones de ganancias anuales fallan en identificar la elasticidad de sustitución entre inmigrantes y nativos. Otro problema con la investigación de OP, es que las regresiones que usa yace en el cálculo del error estándar que resulta del hecho de que el total de empleo es tratado como un “frequency weight”, que se usa cuando hay diversos grupos con exacto número de personas, pero como en el estudio los grupos no representan exactamente un gran número de personas, es difícil justificar el uso de “frequency weight”, y gracias a esto, OP subestima por aproximadamente un tercio el error estándar de los coeficientes que estima. Para corregir los errores de OP, BGH eliminaron la heterogeneidad de los trabajadores, se excluyeron del cálculo de los desertores escolares a todos los trabajadores que no han completado la secundaria, los que siguen estudiando y los que tienen 17 y 18 años de edad. Esta restricción en la muestra solo afecta el salario medio y la cantidad de empleados en el grupo de los estudiantes más jóvenes. Este cambio muestral vuelca la conclusión de que los inmigrantes y los nativos son sustitutos imperfectos en la muestra de hombres que trabajan, el coeficiente de regresión basado en los ingresos semanales de los hombre pasa a ser -‐0,026; la hipótesis de que los inmigrantes calificados y los nativos cualificados son sustitutos perfectos no puede ser rechazada numérica o estadísticamente.
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Sacar del conteo a los trabajadores que siguen estudiando es crucial. Tomar
en cuenta a estas personas incrementa el número de nativos desertores escolares y disminuye las ganancias de ese grupo. Considerando el modelo de regresión de la ecuación (1), incluir a los estudiantes crea un grupo de trabajadores con muchas personas y con muy pocas ganancias semanales, esta correlación negativa se encuentra en el núcleo del hallazgo de OP que dice que los hombres inmigrantes y nativos no son sustitutos perfectos. Así como sucedió con los estudiantes de secundaria, también ocurría con los que están empezando la universidad. Muchos de estos estudiantes trabajan pero lo han hecho por muy poco tiempo y lo hacen pocas horas, por lo tanto sus salarios compensan la flexibilidad que tienen sus empleos, de igual manera, BGH excluyeron del análisis a todos los trabajadores que estuvieran inscritos en las universidad. El coeficiente de regresión estimado de las ganancias semanales de los hombres es -‐0,065 y en las anuales cae a -‐0,048. En pocas palabras, diferencias a los estudiantes del resto de la fuerza laboral anula la conclusión de que los inmigrantes y nativos son sustitutos imperfectos. Por otro lado, existe un problema general que es cómo se mide el pecio de la mano de obra y la cantidad de trabajo de una manera que sea consistente con la teoría de la demanda de trabajo. Una solución es concentrarse en una muestra de trabajadores que trabajan a tiempo completo, en la medida en que sus ganancias deberían proveer una medida más confiable del precio de la mano de obra. BGH usando la definición “full-‐time, full-‐year” calcularon la media de salarios en los 192 grupo de trabajadores, estas estimaciones de nuevo contradicen el resultado de OP. Mientras los trabajadores a tiempo completo son buenos para medir los salarios, éstos subestiman la cantidad de trabajadores. Idealmente, la variable de la oferta debería reflejar el total de la mano de obra proporcionada por todos los nativos e inmigrantes, no por las horas trabajadas en un año por un grupo de trabajadores. En el análisis de OP el conteo de empleo se hizo solo con el ponderado de las horas trabajadas en un año, y la regresión de la relación entre los salarios relativos y las cantidades relativas de trabajadores es un coeficiente que es
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numérica y estadísticamente igual a cero; la hipótesis de que los trabajadores inmigrantes y nativos son sustitutos perfectos no se puede rechazar. Otra manera de calcular el promedio de los salarios es definiendo un ingreso medio sobre todos los trabajadores de un mismo grupo, pero cada trabajador se pondera de acuerdo al número de horas anuales suministradas al mercado de trabajo. Por ejemplo, dándole menor peso a los trabajadores, como los bachilleres que están estudiando, que tienen apego débil al mercado de trabajo. Este método no elimina el problema de los estudiantes de secundaria, pero lo reduce. En cuanto a los salarios de las mujeres, es complicado clasificar en un grupo de trabajadores con ciertas habilidades en base a los años de experiencia laboral porque las mujeres tienden a retirarse del mercado laboral cuando crían a sus hijos y su actual experiencia laboral puede ser diferente. Al unir hombres y mujeres, se clasifica incorrectamente a millones de mujeres, haciendo que los grupos tengas cantidades incorrectas de trabajadores. Agregar a las mujeres contamina los grupos en cuanto a los salarios relativos de los trabajadores nativos en inmigrantes; las fuerza laboral femenina ha crecido exponencialmente desde 1960, ya no se selecciona aleatoriamente a las mujeres en la fuerza laboral, por lo tanto hay competencia entre las mujeres lo que afecta el precio de la mano de obra. También, al unir un grupo de hombres y mujeres, el salario medio cuando hay un 30% de mujeres va a ser muy distinto que si fuera e 70%. OP no toma en cuenta todos estas variantes provocadas por la fuerza laboral femenina. Las regresiones calculadas para grupos de trabajadores que incluyen mujeres, son similares a los resultados de los hombres; sin importar si es solo de hombres, mujeres o combinados, el coeficiente es cero. En resumen, las conclusiones de OP de la complementariedad entre inmigrantes y nativos cualificados son generadas por las presencia de un gran número de trabajadores que tiene bajos niveles de apego al trabajo, que tiene salarios que reflejan no solo el
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precio de la mano de obra sino factores del lado de la oferta, y sus resultados desaparecen una vez que se remueven los estudiantes de secundaria de la muestra de hombres trabajadores. La sustitución imperfecta de OP desaparece cuando se emplean otros enfoques que permiten tener una mejor aproximación empírica de los conceptos teóricos que miden los precios relativos y las cantidades relativas en un grupo de trabajadores con ciertas habilidades. Nuestras estimaciones preferidas de la elasticidad de sustitución En el apartado anterior se mostraron algunas inconsistencias debido a la heterogeneidad en cada uno de los grupos en el estudio de OP, esos errores sirvieron como punto de partida para el estudio de BGH. Sin embargo, hay otras irregularidades, por lo que BGH hicieron cambios al tomar los datos: 1. Hubo cambios en el código educacional de los censos desde 1990 que no fueron tomados en cuenta por los datos utilizados en el trabajo de OP. BGH usó una variable creada por IPUMS (Integrated Public Use Microdata Series) si tiene consistencia con las definiciones del nivel de instrucción de las personas, gracias a esto fue que se definieron los 4 niveles de educación para el análisis de los grupos dependiendo de las habilidades de los trabajadores. 2. OP no tomó en cuenta el “topcoding” de los datos sobre ganancias en el censo de 1990, por eso en BGH se ajustaron las “topcoded earnings” multiplicándolas por 1.5 3. BGH limitan el cálculo de los salarios medios de las personas que no trabajan para sí mismas. 4. La definición de inmigrantes de OP no es consistente a través del tiempo, para 1960 sus inmigrantes incluyen a personas nacidas en Puerto Rico. BGH aplican una definición de estatus de inmigrantes consistente, y a lo largo de los censos clasifican a esas personas como nativas.
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5. BGH restringe el estudio a trabajadores entre 18 y 64 años, y que tienen entre 1 y 40 años de experiencia. 6. BGH utiliza el salario semanal y para la ecuación (2) el log divide el salario medio semanal de los inmigrantes y los nativos. Para evaluar las sensibilidad de las estimaciones, con el modelo de regresión se divide el salario semanal en 3 casos: la media del log del salario semanal de trabajadores que no estudian, los que trabajan a tiempo completo y el total de todos los trabajadores en el grupo estudiado. Las regresiones son estimadas usando mínimos cuadrados ponderados, esos pesos analíticos están definidos por la inversa de la varianzas de la variable dependiente:
Donde sj2 es la varianza del log de las ganancias semanales de los inmigrantes y nativos de un grupo en partículas, y N es el tamaño de la muestra usada para calcular las ganancias semanales. Lo que quiere decir que el peso que tiene cada variable es una función del tamaño de la muestra, no del total de empleados en el grupo particular (como lo hacía OP). En la muestra de trabajadores hombres, el coeficiente estimado siempre era numéricamente pequeño, a veces mal calculado, y nunca estadísticamente diferente de ceo, en otras palabras, no hay evidencia para decir que complementariedad entre los trabajadores hombres cualificados inmigrantes y nativos; y las muestras con mujeres tienden al mismo resultado. Implicaciones La perfecta sustitución entre inmigrantes y nativos tiene importantes implicaciones en las políticas. OP hizo una simulación de los impactos de la inmigración sobre los salarios usando las elasticidades de sustitución estimadas para cada nivel de las CES para calcular las elasticidades del factor precio, es decir, las elasticidades que dan el impacto salarial de los desplazamientos de la oferta provocados por la inmigración. Entonces, se puede
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simular el modelo trazando los efectos salariales de un desplazamiento de la oferta, OP escogió de flujo inmigratorio que ocurrió entre 1990 y 2004 para hacer la simulación y para estimar el impacto del flujo en los salarios previo que tenían los inmigrantes y nativos. OP usó la elasticidad de sustitución entre inmigrantes y nativos de sMN= 6.6, lo que sustancialmente implica complementariedad. Reportó los resultados de la inmigración, para ese entonces se predijo que la afluencia de éstos alzaría las ganancias de los nativos un promedio de 1,8%, y redujo los ingresos de los trabajadores desertores escolares nativos en sólo un 1,1%. Pero OP también hizo una simulación utilizando elasticidad de sustitución infinita, lo que implica que nativos e inmigrantes son perfectos sustitutos; asumir esto implica que a largo plazo el salario de un tipo trabajador nativo aumentó solo en un 0,1% gracias a la afluencia de inmigrantes entre 1990 y 2004, mientras que el salario de un trabajador inmigrante típico cae en casi un 1%, y el de los trabajadores que son desertores escolares, nativos e inmigrantes, se redujo en un 4%. El flujo que usa OP incrementa el total de la fuerza laboral en un 11% y los desertores escolares en un 20%. En contraste, Borjas-‐Katz cuyo estudio obvia a los trabajadores que estudian, usó un flujo de inmigrantes diferente (de 1980 al 200), pero que igual es comparable y demostró que incrementa la fuerza laboral en un 11,3% y los desertores escolares en un 22,3%. Esto deja ver que aunque se construyan muestras diferentes, el asumir que la elasticidad es infinita, conduce a efectos similares en los salarios en la muestra de los desertores escolares (4% vs. 4,8%). Parece ser que el problema de la heterogeneidad en los grupos de trabajadores según sus habilidades yace en la estimación del parámetro sMN
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Inmigración y bienestar El tema de inmigración y bienestar en los países anfitriones es bastante delicado ya que ciertos debates históricamente en las políticas de los Estados Unidos, específicamente, ha hecho que gracias a el rápido crecimiento de los programas de derecho del país se produzca una pregunta que para muchos es crucial y explosiva como lo es si realmente los inmigrantes pagan su entrada en los programas de bienestar social o si solo restan beneficios a los nativos del país. En el trabajo de Blau (1984) se utilizaron una serie de encuestas de ingresos y educación para estimar la propensión que tenían los nativos e inmigrantes de recibir asistencia social, y se concluyó que las familias inmigrantes poseen aproximadamente la misma probabilidad de recibir asistencia social que las familias nativas como un conglomerado, pero al analizarlo en el mismo grupo con las mismas características socioeconómicas, se observó que hay una menor participación de las familias inmigrantes proporcionalmente. Basados en la evidencia de los trabajos de Borjas y Trejo (1991) se pudo concluir que hay una disparidad en la proporción de la participación entre las familias inmigrantes. Los mismos, arrojan datos que los flujos de inmigrantes más recientes son más probable que usen más asistencia social que los flujos más viejos (tomándose como nuevo las familias llegadas en un período menos a cinco años) y que con el pasar de los años las familias de inmigrantes están usando cada vez más asistencia social. En 1970 solo el 5.5% de las familias nuevas usaron asistencia social comparado a un 6.0% que usaron las familias nativas, mientras que en 1990 el porcentaje de familias inmigrantes recientes pasó a 8.3% y de familias nativas fue de 7.4%. Dejando ver así como poco a poco el porcentaje de participación de núcleos familiares inmigrantes aumenta más que proporcionalmente con respecto a los nativos.
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Ha habido diferentes discusiones en este ámbito con respecto a si los inmigrantes aportan más de lo que restan del sistema de beneficios sociales. Como muestra empírica podemos exponer los trabajos de Passel/Clark (1994) y Huddle(1993), donde el primero afirma que los inmigrantes aportan aproximadamente 27 billones de dólares (luego de deducir lo que restan), mientras que el segundo afirma que los inmigrantes aportan aproximadamente 40 billones de dólares a la carga del sistema de beneficio social anualmente, respectivamente. Autores afirman también con respecto a este caso específico que el costo marginal de los bienes públicos que ofrece el gobierno a los inmigrantes no es cero, y por este simple hecho se les deberían aplicar cuotas económicas a los inmigrantes en varios de los bienes públicos. Es muy difícil determinar la carga exacta económica que le aporta a los programas públicos los inmigrantes, dependiendo de los datos utilizados se pueden derivar diversas conclusiones y por ello es bastante improbable dar con un veredicto que le encaje a todos los casos. Uno de los cálculos que genera más polémica en este tópico es la calculación de costos-‐beneficios del seguro social americano. Por ejemplo muchos aseguran que muchos inmigrantes contribuyen al seguro social ya que trabajan por largos períodos de tiempo en el país y luego se van a su país natal, antes de gozar de los beneficios futuros que les tocaba por derecho, caso que sucede reiteradas veces. Hasta ahora no existe estudio de esta área a pesar de la importancia del seguro social en el país que incorpore el impacto de, por ejemplo una persona que comienza a trabajar a los 15 años, gozará los mismos beneficios de una que comenzó a los 30, sin haber aportado lo mismo. O por ejemplo, los costos de tener a los hijos de las familias inmigrantes en educación pública, se estima que aproximadamente California gastó 1.7 billones de dólares educando hijos de inmigrantes, sin embargo, estos costos deben ser contrarrestados de los beneficios de tener una fuerza laboral más educada en el futuro en el ciclo de vida. Como también casos de inmigrantes que entran al país con su educación completa, e ingresan a la sociedad solo para aportar capital humano a la economía.
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La segunda generación Algo realmente remarcable de este tema de inmigración es la perdurabilidad en el tiempo de los inmigrantes en el país. En 1990, 9.7% de la población americana era nativa-‐ americana pero con padres inmigrantes, llamándose a este fenómeno “la segunda generación”. Según estimaciones de Edmonston y Passel (1992) para el año 2050 este porcentaje aumentará hasta 13.9% y un 8.5% adicional será compuesto por la generación de nietos de la generación actual. El impacto económico de los inmigrantes por su puesto dependerá no solo de cómo se adapten los inmigrantes en el mercado laboral, sino como fue la experiencia de adaptación de sus descendientes. Analizando datos de las diferencias de ingreso de los inmigrantes de primera y segunda generación, se ve claramente indicado que la segunda generación de personas no-‐nativas de los países experimentan un salto en las capacidades de ingreso. Sin embargo la data revela también una fuerte correlación entre el estatus económico de grupos de origen nacional entre la primera y segunda generación. Podríamos resumir que la pendiente estimada (la cual es de 0.45) implica que aproximadamente la mitad del diferencial de ingreso entre cualquiera de las generaciones de origen persiste de la primera en la segunda. Hay alguna regresión hacia la media, pero el origen nacional sigue siendo un factor determinístico de los ingresos de la segunda generación de inmigrantes americanos. Utilizando censos con diferencias de hasta 70 años se pudo mostrar la correlación de las habilidades y ganancias promedio de las generaciones de inmigrantes en Estados Unidos, y se encontró hasta una diferencia del 20% entre las ganancias, con 15% entre primera y segunda generación y 5% entre la segunda y la tercera para ser mas específicos. Esta conclusión no fue muy consistente con la extendida percepción que correlación entre las habilidades de los trabajadores y sus nietos fue sorprendentemente baja, sin embargo
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se sugiere que este error de medición en los antecedentes familiares nos llevan a una correlación subestimada bastante substancial entre ganancias de diferentes generaciones. La hipótesis que el origen del inmigrante tiene efectos en la acumulación del capital humano ha sido ampliamente usada en la literatura sociológica. Por ejemplo, Coleman (1988) hace énfasis en que la cultura en la que el individuo se crió (llamado capital social) puede verse como una forma de capital social común a los miembros del mismo grupo de origen. También argumenta cómo este capital social altera las oportunidades de los trabajadores y tiene cierto nivel de significancia en efectos hacia el comportamiento de los mismos, formación de capital y resultados de mercados laborales.
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Conclusiones Todas las literaturas y datos usados para realizar los análisis hechos previamente realmente han contribuido a determinar o estimar el impacto, bien sea positivo o negativo que poseen los inmigrantes en las economías de los países. Esto definitivamente ha ayudado a perfeccionar nuestro entendimiento de la economía de la inmigración, siendo este un tópico polémico y causante de diversas discusiones con diferentes puntos de vista a nivel global. Se podría considerar esto como una sabiduría de las décadas pasadas, donde podemos observar como a pesar que los inmigrantes generalmente llegaban con desventajas económicas, sus oportunidades en este ámbito mejoraban rápidamente a través del tiempo y la especialización, donde con una década o máximo dos, se acercarían a la paridad salarial con respecto a los nativos para luego sobrepasar en esta medida a grupos de mismo nivel socioeconómico por causas naturales. Se encontró una fuerte correlación entre las habilidades de los inmigrantes y los de segunda generación ya americanos, haciendo que el gran diferencial de ingreso observado entre los inmigrantes de hoy se convierta en los diferenciales de los futuros nativos americanos. Por otro lado, el impacto de la inmigración en las ganancias de los trabajadores nativos de los Estados Unidos es una preocupación fundamental en el debate actual sobre la política de inmigración de ese país. Ottaviano y Peri (2007) concluyeron que los inmigrantes y nativos que son sustitutos imperfectos en empleo han planteado la posibilidad de que los flujos de mano de obra extranjera podrían beneficiar a casi todos los trabajadores de E.E.U.U., sin embargo, la evaluación de BGH no encuentra evidencia empírica que soporte esa complementariedad en el mercado laboral. Bajo clasificaciones convencionales de trabajadores por educación y experiencial, los datos no rechazan la hipótesis de que los inmigrantes y nativos son sustitutos perfectos. Incluso permitiendo
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ajustes a largo plazo, la inmigración parece tender a bajar los salarios de los trabajadores nativos afectados por desplazamientos de la oferta laboral provocados por la inmigración La inmigración plantea situaciones políticas y económicas que pueden resultar polémicas en el mundo, con los estudios de las dos últimas décadas se ha logrado identificar los ganadores y perdedores de este flujo de factor trabajo, los agentes que optan por emigrar de su país natal tienen características concretas. Dadas las razones de porque los agentes emigran lo crítico en resaltar es que con las amplitudes comerciales en un mundo globalizado el factor trabajo tiene una alta movilidad y cada hombre y mujer en este planeta puede tomar la decisión de buscar un mejor futuro para sus próximas generaciones. Es en este punto en el que dependiendo de las características del mercado y de los agentes migratorios que impactan como un shock de oferta determinaran los ajustes en salarios y en las estructuras de beneficios y costos de producción. La evidencia empírica analizada será de gran utilidad para las investigaciones de décadas futuras en este mismo marco teórico de lo único que podemos estar seguros es que el único factor estable en el mundo es el cambio y la inmigración es parte del mismo.
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Bibliografía
Borjas, G. (2008) IMPERFECT SUBSTITUTIONS BETWEEN IMMIGRANTS AND NATIVES A REAPPRAISAL.
BORJAS,G. (1999) THE ECONOMIC ANALYSIS OF IMMIGRATION. BORJAS, G. (1994) THE ECONOMICS OF IMMIGRATION.
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