CONMEMORAN NAUFRAGIO DE BUQUE DRESDEN EN JUAN FERNANDEZ

July 8, 2017 | Autor: Hector Arestegui | Categoría: Naval Warfare, First World War, Primera Guerra Mundial, Guerra Naval
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Descripción

15 de marzo de 2015

La Tercera

Conmemoran naufragio de buque Dresden en Juan Fernández

Delegaciones de Reino Unido y Alemania recordaron ayer los 100 años del
hundimiento.

Por Daniela Astudillo - 15/03/2015 - 09:40
La primera certificación de buzos chilenos para inmersión, hasta 100 metros
de profundidad, permitió hacer un valioso hallazgo para la investigación
del hundimiento del crucero alemán Dresden, en el archipiélago de Juan
Fernández, incidente que ayer cumplió 100 años y que incluyó a Chile en la
historia de la Primera Guerra Mundial.

La tesis que gira en torno a esto, es que se trata de un naufragio
provocado por la propia tripulación alemana para eludir el ataque y
posterior posesión del buque de parte de los ingleses. Esto podría
establecerse definitivamente si se confirman los indicios de una operación
de escape, cuyos rastros fueros avistados por buzos de la Armada de Chile
en los restos del naufragio.

"En el sector de popa a babor encontramos abierta una válvula de fondo,
aparentemente de la sala de máquinas. Esto es una muestra clara de que los
alemanes inundaron el buque. No es algo concluyente, pero es una señal muy
importante", dijo el teniente de la Armada, Juan Pablo Tessada.

Una tesis que manejaba Francisco Ayarza (82) y que lo llevó a convertirse
en el primer buzo que llegó al Dresden en 1960. Con una indumentaria menos
tecnológica, el navegante logró encontrarlo a la primera inmersión en la
Isla Robinson Crusoe. "Era un traje simple, con aletas y dos tubos de aire
comprimido. La baja erosión de la nave hacía más fácil sondear en esa
oportunidad. Lo más valioso que sacamos fue un compás magistral, que
donamos a la embajada alemana en Chile", cuenta Ayarza.

En febrero de 2006, ocurrió otro significativo hallazgo por parte del
explorador Willi Kramer. Una campana, de 80 centímetros de diámetro, fue la
primera pieza prioritaria rescatada desde 75 metros de profundidad.

Centenario
Ayer, en la conmemoración del centenario del hundimiento, se reunieron
embajadas del Reino Unido y Alemania, y entregaron una réplica del buque a
escala real a la comuna de Juan Fernández. En la cita también se entregó
una ofrenda floral en el Cementerio de Robinson Crusoe, se exhibió un
documental del Dresden y se realizó un concierto, que reunió a orquestas de
Alemania, la Armada de Chile y al grupo folclórico Dresden de Juan
Fernández. Además, la Bahía Cumberland se vistió de color con la llegada de
los veleros de la Regata Higuerillas-Robinson Crusoe.

"Hoy es un día de conmemoración, reencuentros de la guerra y relatos del
Dresden. Estamos celebrando en Chile la amistad de las dos naciones
europeas, porque es necesario recordar, para evitar las guerras del pasado.
La idea es luchar conjuntamente por la paz", dijo el embajador alemán Hans-
Henning Blomeyer-Bartenstein.

22 de marzo de 2015

La Tercera

La historia sin fin del SMS Dresden

Al cumplirse un siglo del hundimiento del crucero alemán en Juan Fernández,
una nueva inmersión busca desentrañar los secretos del buque atacado en la
Primera Guerra Mundial.

Por Pablo Marín (Juan Fernández) - 22/03/2015 - 06:30
En febrero de 1960, el buzo Francisco Ayarza acuatizó en la bahía
Cumberland, en lo que entonces se conocía como la isla de Más a Tierra.
Llegó a encontrar los restos del SMS Dresden, crucero de la Marina Imperial
alemana hundido el 14 de marzo de 1915, tras una "encerrona" de barcos
ingleses. Y algo encontró, partiendo por la nave.

La semana pasada, con 82 años, Ayarza viajaba de vuelta a la isla,
rebautizada en 1966 como Robinson Crusoe, para participar de las
conmemoraciones de los 100 años del episodio bélico, que se llevaron a cabo
el sábado 14. Y durante el viaje contó que, mientras descendía al barco
hace más de medio siglo, empezó a ver tres círculos negros. Se creyó
víctima, en principio, del efecto narcótico del nitrógeno. Pero los
círculos correspondían, en efecto, a las bases de las tres chimeneas
características del Dresden.

Ayarza y su equipo proveyeron vestigios para la historia. La de esta
embarcación de 180 metros de eslora, pero también la de la I Guerra Mundial
en el Pacífico Sur, una saga que incluyó sangrientas batallas y muchos
otros hundimientos. Está documentado que el Dresden fue la única nave de la
escuadra alemana que sobrevivió a la "emboscada" que la Royal Navy le
tendió en las islas Malvinas en diciembre de 1914. Y que antes de eso
participó, frente a Coronel, en una batalla naval que acabó con la vida de
1.700 británicos. Pero desde 1960 es más lo que se puede saber e
interpretar, como suele ocurrir en historia. Puede decirse incluso que,
tras la conmemoración en la isla, hay aún más para ver y para cavilar.

Sin ir más lejos, el día mismo en que se respetaba un minuto de silencio en
el cementerio de Robinson Crusoe y se develaba en su plaza una réplica de
la campana del Dresden, un robot submarino dispuesto por la ONG Oceana
llegaba a los 65 metros de profundidad de la embarcación. Como en su minuto
se hizo con la Esmeralda o con el Titanic, el aparato permitió registrar en
video HD los restos del Dresden. El video, que puede conocerse parcialmente
en www.latercera.com, permite ver claraboyas que quedaron en cualquier
parte y mucho fierro corroído que hoy es el hogar de erizos, coral y
cardúmenes voluminosos. También, apreciar partes del crucero que no se
habían visto en un siglo, como una hélice de babor. Y escuchar el silencio
del fondo marino, que en la imaginación se combina con el estruendo de un
siglo.

En días previos a la conmemoración, por último, el equipo de buceo autónomo
de alta profundidad de la Armada, como parte de su proceso de certificación
para bucear hasta 100 metros, obtuvo otras imágenes, entre ellas las de una
montura de cañón y de una válvula de fondo semiabierta. Esta última,
descubierta por el jefe de la Partida de Salvataje de la Primera Zona
Naval, teniente Juan Pablo Tessada, confirma la tarea que le cupo a la
tripulación en el hundimiento: la voladura mediante cargas explosivas en la
santabárbara del Dresden, como explica el investigador argentino Diego
Lascano, fue complementada necesariamente con la apertura de las válvulas
de fondo, para acelerar la inundación del casco.

"Toda pieza de información es útil para reconstruir tanto los hechos
menores como los fundamentales", agrega Lascano, autor de S.M.S. Dresden
(2010) y asesor histórico de El hundimiento del SMS Dresden, la primera de
una serie de cuatro documentales sobre naufragios a cargo de Tevo Díaz
(Pena de muerte) y que se verá el 4 de mayo en las pantallas de UCV-TV.
Esta realización, que cuenta con la narración del escritor Antonio Gil,
aborda las distintas aristas de esta historia, incluyendo qué fue de los
marinos del buque, algunos de los cuales pasaron el resto de sus vidas en
Chile.

He ahí una entrada. Otra fue la de Martín Pérez, que el año pasado publicó
la novela Señales del Dresden, donde la investigación de un posible tesoro
escondido por los alemanes en el fiordo Quintupeu, se entrelaza con el
relato, por momentos trepidante, de los padecimientos de la tripulación de
la nave, en especial del joven radiotelegrafista Max Schmidt.

Si se lo piensa, la del Dresden es una aventura insólita e inverosímil,
pero real, que cumple con los requisitos de una superproducción fílmica.
Por ahora, eso sí, cabe tomar nota de sus significados y resonancias. Es
necesario, en la mirada de Lascano, "que en Chile se tome conciencia de una
vez por todas de la relevancia de estos eventos en la historia universal.
Sus aguas fueron escenario de una contienda mundial, situación que no es
común a la mayoría de los países del continente americano".
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