Conformación Monetaria de la Gubernamentalidad Corporativa I Del Nuevo Arte de Gobernar a los Inicios de la Gubernamentalidad Neoliberal

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Conformación Monetaria de la Gubernamentalidad Corporativa I Del Nuevo Arte de Gobernar a los Inicios de la Gubernamentalidad Neoliberal Eduardo Rivera Vicencio Universitat Autònoma de Barcelona, Facultat d'Economia i Empresa Barcelona, Spain E-mail: [email protected] Resumen Desde la perspectiva del enfoque Foucaultiano y utilizando la metodología arqueológica y genealógica, este paper describe el origen de las primeras instituciones monetarias, que son las que tienen gran incidencia en el desarrollo del sistema monetario que se fue conformando a través del tiempo. El origen de los primeros bancos centrales, del sistema de patrón-oro, el origen del FED y el nacimiento de la gubernamentalidad neoliberal, son instituciones que en su conformación van dando origen a la gubernamentalidad corporativa, desde un punto de vista monetario. Este documento de carácter histórico, filosófico y económico, describe las relaciones de poder que van configurando y definiendo, las líneas de desarrollo de un sistema monetario en conformación, que se basa en la concentración de la riqueza y en la apropiación de las rentas y de sus rendimientos. Las crisis, las perturbaciones monetarias o los desequilibrios monetarios comienzan a ser frecuentes y vinculados a la conformación monetaria de las instituciones que dan origen al naciente sistema monetario.

Palabras Clave: Gubernamentalidad, conformación monetaria, Foucault, metodología arqueológica y genealógica, relaciones de poder, patrón-oro, crisis, concentración de la riqueza y apropiación de las rentas.

Reference to this paper should be made as follows: Rivera Vicencio, E. (2016) in press. Biographical notes: Eduardo Rivera Vicencio is a member of the Business Accounting Commission of the Catalan Accounting and Direction Association (Comisión de Contabilidad de Gestión de la Asociación Catalana de Contabilidad y Dirección – ACCID), Spain and a member of the Critical Accounting Society, President South American Research Section.

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1 Introducción La innegable y enorme concentración de la riqueza, se producido por un sistema altamente ineficiente socialmente o por una gran eficiencia de la empresa privada, que ha sido capaz de controlar, dominar y someter al Estado y a la sociedad en su conjunto, en una conformación que he denominado gubernamentalidad corporativa, basado en las relaciones de poder de la obra de Michel Foucault. En estas conformaciones de las manifestaciones de las relaciones de poder, se fue engendrando esta gubernamentalidad, pero que también fue capturando diferentes instituciones y elementos económicos durante su desarrollo. Es así como en este trabajo, que es el primero de una serie, se aborda esta conformación de la gubernamentalidad desde un punto de vista monetario, que se inicia en el nuevo arte de gobernar y abarca hasta el inicio del periodo de la gubernamentalidad neoliberal. Este documento utiliza la metodología arqueológica y genealógica conceptualizada por Foucault, es decir, el trabajo se encuentra enmarcado en el enfoque crítico Foucaultiano. En materia económica, este paper se inicia desde la evolución del dinero y describe el cómo se han ido conformando algunas de estas instituciones monetarias, que pasarán a formar parte fundamental, de las bases del sistema monetario actual. Por tanto, este documento está inserto en el desarrollo de la teoría monetaria. En el periodo histórico abordado, se encuentran principalmente el origen de; los primeros bancos centrales, del patrón oro, del Sistema de Reserva Federal y la conformación de las relaciones de poder que se generan, entre el poder económico y el poder político.

2 Objetivos y Metodología Dentro del proceso que denomino “Gubernamentalidad Corporativa” o gobierno de las grandes corporaciones, caracterizado por un proceso de concentración de la riqueza, de apropiación de las rentas y de sus rendimientos, y de minimización y cautividad del Estado, el cual se ha desarrollado fuertemente a partir del siglo XX. [Rivera Vicencio, E. (2014), p. 281 - 305]. Sin embargo, las estructuras que en el siglo XX dan soporte a su desarrollo, deben tener sus orígenes en conformaciones anteriores, que en este trabajo se quieren describir desde un punto de vista monetario. Por lo tanto, el objetivo central de este trabajo es la descripción de las conformaciones monetarias, que sostienen el desarrollo de la gubernamentalidad corporativa y que a su vez forman parte integral de esta conformación. Sin embargo, 2

dada la amplitud de estas conformaciones monetarias, en este trabajo se aborda una primera etapa, correspondiente a los orígenes de los bancos centrales de las economías dominantes desde mediados del siglo XVIII a comienzos del Siglo XX, es decir, los bancos centrales de Inglaterra y de los EE.UU. A través de la descripción, se intenta dar respuesta a qué si la conformación monetaria influye en las características de la gubernamentalidad corporativa, es decir, si esta conformación ayuda a responder cómo se fue conformando la concentración de la riqueza, cómo se va gestando la apropiación de las rentas (monetaria e históricamente) y cómo se ha producido la minimización y la cautividad del Estado. O si por el contrario, la conformación monetaria de la gubernamentalidad corporativa es una instauración más reciente y sin influencias monetarias anteriores. Las respuestas a estas interrogantes serían las que nos podrán ayudar a profundizar en la conformación de esta historia social. La respuesta a estas preguntas podría estar dada por el profundo cambio ideológico y el sometimiento que sufrió la sociedad en su conjunto en estos años - esto ocurre por causa del neoliberalismo -, pero esto sería simplificar demasiado el tema, lo que de habría que hacer según Foucault es: “no preguntar a los sujetos cómo, por qué y en nombre de qué derechos pueden aceptar dejarse someter, sino mostrar cómo los fabrican las relaciones de sometimiento concretas.” [Foucault (2003), p. 44 - 45]. Con el fin de describir cómo se han fabricado estas relaciones de poder, se aborda un recorrido histórico mediante la metodología arqueológica y genealógica del enfoque Foucaultiano, que permita mostrar el cómo de este proceso de fabricación social y de su conformación.

3 Justificación y Marco Teórico En la actualidad existen muy pocos trabajos orientados al estudio de las relaciones de poder en el área económica, dada la corriente principal dominante, menos aún con el enfoque característico de Michel Foucault y su metodología arqueológica - genealógica y ninguno que se refiera al dinero a través del enfoque Foucaultiano. Por tanto, dada la corriente principal de investigación (funcionalismo) de análisis marginal, que forma parte de la corriente dominante en la investigación en general y en la investigación económica en particular, el utilizar esta metodología justifica este trabajo por los aportes adicionales que esta ofrece, desde un punto de vista histórico, desde un punto de vista de las relaciones sociales del entorno económico y desde un punto de vista de las 3

relaciones de dominación (relaciones de poder). Más aún, teniendo presente que una visión más integral de un hecho económico determinado y visto sin la miopía de las simple relación entre agentes desconectados totalmente del entorno, puede entregar muchísima más información y aportes al estudio económico. De esta forma, siguiendo el enfoque Foucaultiano, cuando expresa: “sugeriría que se debe analizar las instituciones a partir de las relaciones de poder y no a la inversa y por tanto el punto fundamental de anclaje de las relaciones - incluso si ellas están corporizadas y cristalizadas en una institución - debe ser encontrado fuera de la institución.” [Foucault (1994d), p. 238]. Con esta sugerencia metodológica, lo que se describirá es la conformación del dinero - dentro de las relaciones de poder - e indirectamente la conformación de los primeros bancos centrales de las economías históricamente dominantes como institución, mediante la metodología arqueológica y genealógica. La metodología arqueológica está inscrita en la historia general, está ocupada de la regularidad de los enunciados, que da origen a diferentes discursos que hacen referencia a una determinada época, dando lugar al saber que toma el papel de ciencia, o también se podría expresar como el método de análisis de las discursividades locales. En forma conjunta y entrelazada a la metodología arqueológica, se encuentra la metodología genealógica con el seguimiento en detalle de las relaciones de poder y como la táctica que pone en movimiento los saberes que emergen ya liberados del sometimiento, a partir de las discursividades locales. [Rivera Vicencio, E. (2012), p. 741 - 742]. Foucault al referirse al método a seguir, hay que tener presente que el “poder que se ejerce en red”, por tanto, “creo que hay que hacer, que habría que hacer, - es una preocupación del método a seguir - un análisis ascendente del poder, es decir, partir de los mecanismos infinitesimales, que tienen su propia historia, su propio trayecto, su propia técnica y táctica, y ver después cómo esos mecanismos de poder, que tienen por lo tanto su solidez y, en cierto modo, su tecnología propia, fueron y son aún investidos, colonizados, utilizados, modificados, transformados, desplazados, extendidos, etcétera, por unos mecanismos cada vez más generales y unas formas de dominación global” [Foucault (2003), p. 34 - 35].

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Partiendo de esta base metodológica, y además, como profundización de lo que se ha denominado “gubernamentalidad corporativa y apropiación de las rentas1”, se aborda el desarrollo histórico y social de la multiplicidad de relaciones de poder que han ido conformando monetariamente los comienzos de la gubernamentalidad corporativa, donde el dinero, seguramente tiene un papel central en el proceso de concentración de la riqueza. [Rivera Vicencio, E. (2014), p. 281 - 305].

4 Conformación del Nuevo Arte de Gobernar Para Foucault, “un nuevo arte de gobernar que comenzó a formularse, a pensarse, a bosquejarse más o menos a mediados del siglo XVIII”, es caracterizado por la introducción de mecanismos complejos, numerosos e internos, pero que cuya función, “no consiste tanto en asegurar un aumento de la fuerza, la riqueza y el poder del Estado, [el] crecimiento indefinido del Estado, como limitar desde adentro el ejercicio del poder de gobernar”, marcando “la diferencia con respecto a la razón de Estado”. [Foucault (2007), p. 43]. Este nuevo arte de gobernar, tiene sus orígenes en el mercado, en el mercantilismo, privilegiado en los siglos XVI y XVII, “que hacia del comercio uno de los principales instrumentos del poder del Estado, se constituía ahora en un lugar de veridicción.” Ahora bien, mediante esta irrupción del mercado como principio de veridicción, se debe llegar a la inteligibilidad de este proceso, que se encuentra en la historia de la gubernamentalidad “que es, sin duda, uno de los fenómenos fundamentales en la historia del Occidente moderno.” [Foucault (2007), p. 51 y 52].

4.1 Conformación de los Primeros Bancos Centrales El uso de los metales como medio de cambio (oro y plata), inicialmente sin ningún cuño, ni sello, hasta establecerse las monedas de cuño, aunque siempre estaba presente la posibilidad de fraudes o engaños, lo que dio origen la moneda acuñada y las casas de moneda. [Smith (1794), p. 36 y 39]. “El valor de cambio de la mercancía, es dinero; la forma en la cual todas las mercancías se igualan, se comparan, se miden; a la cual todas las mercancías se reducen y que a su vez se reduce a todas las mercancías; el equivalente general”. Este 1

El concepto de apropiación de las rentas, se refiere a la apropiación de las rentas y de sus rendimientos, tanto presentes, como futuros.

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equivalente general presupone un reconocimiento general, es un símbolo social y representa una relación social. [Marx (1971), p. 67 y 69]. Pero por otra parte, esta conformación que se produce a través del tiempo, donde el dinero ya no es solo medio de cambio y unidad de medida de las mercancías, el dinero adopta un tercer rol, ya como mercancía propiamente tal. Como diría Marx, mercadería imperecedera, dinero como objeto de la sed de enriquecimiento y esta sed, producto de un determinado desarrollo social, como algo antinatural, como algo histórico, con diversos precios como mercancía y tendrá tantos precios, como mercancías existan. Donde “el capital se transforma alternativamente en mercancía y dinero” [Marx (1971), p. 142, 157, 167 y 201]. Este desarrollo del mercado, parte con los mercaderes que intermedian entre los consumidores finales y productores, sean estos agricultores o artesanos, gestionando y transportando las mercaderías. Basan su acumulación de la riqueza en la apropiación de las rentas o en la apropiación de los excedentes del consumidor y del productor, traspasando la frontera moral impuesta en esa época, por los escolásticos, del precio justo. [Pirenne (1975), p. 91 y 92]. Esta incipiente acumulación de riqueza por parte de los mercaderes, dado el pequeño volumen de transacciones, les permite a su vez, conquistar derechos y participar en los gobiernos municipales, a través del financiamiento al poder político, lo que da origen a la burguesía y a los primeros bancos. La burguesía que se desarrolló como clase social, también se constituyó como clase jurídica, reclamando libertad, por las ventajas que esta les otorga, como un derecho útil para sus actividades, por otra parte, las necesidades de defenderse de los robos de sus mercaderías, dan origen a las murallas urbanas, para la construcción de estas defensas, se sustituye el tributo señorial, por una cuota proporcional de los gastos que estas defensas representan. Esto termina por conformar las villas, como una pequeña patria. [Pirenne (1975), p. 43 y 48]. Pero antes de que surgiesen los primeros bancos, los príncipes y Estados Soberanos nacientes, poseían el derecho de acuñación y se sentían autorizados a utilizarlos en su propio interés, lo que provocó constantes adulteraciones, con el objeto de pagar sus deudas con menor cantidad de metal. Este comportamiento trae consigo que la acuñación de moneda recaiga en el reino, volviendo a ser un privilegio real, pero esta centralización de la acuñación no consolidó una moneda estable, ya que de un reino a otro la calidad del numerario continuó alterándose, en función de las necesidades de la 6

corona, disminuyendo su valor intrínseco, y también, bajaba o subía la moneda en función si se tenía que pagar o cobrar. Todo esto provocó un desorden crónico en la circulación, volviendo al comercio imposible. [Pirenne (1975), p. 86 y 87] [Smith (1794), p. 46]. Por otra parte, las vinculaciones políticas se traducen

a su vez en privilegios

monopólicos para los mercaderes y para artesanos, lo que facilita la concentración de estos en determinadas zonas de Europa. También es una época en que se desarrollan las vinculaciones del incipiente poder económico con el poder político y la iglesia, mediante la unión matrimonial de sus hijas con caballeros o de mercaderes que dedicaban su fortuna al servicio de Dios. En la Europa feudal, la falta de oro para las transacciones que se debe principalmente: a la exportación del oro a cambio de productos preciosos (compras suntuarias), al pillaje especialmente normando, al atesoramiento en las iglesias, y además a que Europa no produce oro. Esto determina que Europa se convierta en conquistadora en busca de oro en el siglo XVI. Pero no es el oro el que ayuda a la recuperación de Europa, es la expansión demográfica, la agricultura, el desarrollo en materia industrial y técnica iniciada en Francia y posteriormente en Inglaterra, es la mejora en las técnicas de producción de los metales preciosos, el desarrollo de las técnicas monetarias, financieras y comerciales, el incremento del comercio interior y exterior, las mejoras en la red de comunicaciones, el nacimiento de las economías nacionales y de las políticas económicas. [Vilar (1974), p. 42, 43, 93 a 98 y 366 a 375]. Muchos de los créditos de esta época, se canalizaban a los poderes públicos, tanto para gastos personales y de sus familias, como para las guerras. A los reyes, príncipes y aristócratas les resultaba más cómodo pedir dinero que vender sus tierras o mandar sus orfebrerías a la fábrica de moneda, sin que por otra parte, los mercaderes pudiesen negar un préstamo a personas tan influyentes política y socialmente, bastando con fijar un tipo de interés en función del riesgo de recuperación que cubriese las deudas impagas. [Pirenne (1975), p. 95 y 96]. La influencia de los banqueros radicaba muy fuertemente en el alto endeudamiento que las coronas mantenían con estos, lo que en más de algún caso, llevó a la bancarrota a estos bancos por impago, como es el caso emblemático de la familia Bardi (una de las principales familias de banqueros de Europa), que había prestado fuertes sumas de dinero al Rey Eduardo III de Inglaterra. En 1345 el banco quiebra, provocando daños

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adicionales a compañías y a particulares que tenían sus ahorros en estos bancos. Esta situación que se repetiría, tanto en Inglaterra, como en otros países. Inicialmente los bancos de Ámsterdam y de Barcelona (fundados en 1609 de carácter municipal y de alcance local, creados con el objeto de corregir los trastornos monetarios), se constituyen como bancos de depósito y de monopolio del cambio, debido a las irregularidades de muchos bancos en el manejo y manipulación de los metales (oro y plata), actuando como cajeros generales para los comerciantes. Sin embargo, el Banco de Ámsterdam toma mayor importancia mundial, siendo el que juega un papel importantísimo como regulador y redistribuidor de los stocks de los metales, hasta el primer tercio del siglo XVIII, junto con su esencial rol en el sistema monetario europeo y mundial. Después, conservó un gran prestigio hasta la llegada de la supremacía inglesa. [Vilar (1974), p. 285 a 295]. Posteriormente, se constituyen los primeros bancos centrales en un intento por regular el naciente sistema financiero, en Suecia se funda el Stockholm Bank, en 1657 de propiedad de Johan Palmstruch y al final del siglo se funda el Banco de Inglaterra (1694), controlado por la dinastía bancaria europea, entre ellos el clan Rothschild, junto a Khun, Loeb, Lehman, Warburg, entre otros. El Stockholm Bank, consigue el permiso después de ofrecer el 50% de los beneficios a la corona y empieza a financiar a largo plazo, utilizando los depósitos de oro y plata consignados generalmente a corto plazo. Con el objeto de evitar el riesgo de falta de liquidez, empieza a imprimir unas notas de crédito canjeables por plata (Kreditusedlar) por el importe estipulado, por volúmenes muy superiores a los mantenidos en depósitos. Cuando empezaron a surgir dudas sobre la solvencia del banco, muchos de sus clientes intentaron retirar sus depósitos y el banco quebró en 1668. Esto representó que el Parlamento sueco decidiese fundar un nuevo banco, bajo su exclusivo control. [Estrada et al (2013), p. 28 y 29]. En el caso del Banco de Inglaterra, fundado en 1694, el 100% de su capital inicial es prestado a la corona. De esta forma, “el rey gastará, para la guerra en curso, la cantidad que le han prestado; los mercaderes, confiando en el Banco, le prestan dinero en lugar de conservarlo en su poder; así, la circulación, en la que toda clase de papeles de distinta naturaleza entran en juego, se encuentra brutalmente hinchada.” El Banco de Inglaterra es el que pone los fundamentos del sistema monetario mundial, el patrón oro y los billetes de banco. Es la época en que los “moneyedmen”, hombres cuya preocupación

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principal es el dinero, hombres que pasan de ser despreciados, a ser considerados exitosos. [Vilar (1974), p. 296 a 299 y 303]. A pesar de las complejidades de la circulación monetaria de los años 1696-1714, en que la circulación de papel fue importante, a pesar de la enorme carga fiscal impuesta por las guerras y a pesar de la devaluación de este papel moneda inglés en el mercado internacional de los cambios. “La moneda inglesa vio instalarse las condiciones de una consolidación, por la expansión de la actividad industrial y comercial del país y por las ventajas de tipo marítimo, colonial y comercial aseguradas por las victorias militares y diplomáticas: por parte de América, de las Islas, del Mar del Sur, del Mediterráneo, todo está listo para que el oro y la plata - sobre todo el oro - afluyan hacia Inglaterra”. Entre 1693-1713 los ingresos de las aduanas y los impuestos de circulación se triplican. Es la época del nacimiento de pensamiento económico científico, del razonamiento económico y matemático, de los cálculos sobre natalidad, mortalidad y población, e incluso sobre el producto nacional del país. Son los primeros anuncios del fin del mercantilismo y del comienzo del liberalismo económico. [Vilar (1974), p. 315 a 317]. En palabras de Foucault, es el nacimiento de la gubernamentalidad. Con anterioridad a la formación del Banco de Inglaterra, al no existir cambistas oficiales, habían sido los orfebres los que jugaban ese rol, basado en la confianza de los mercaderes que les entregaban los excedentes en monedas y los orfebres les entregaban recibos de los depósitos en contrapartida. Estos recibos de depósitos privados, comenzaron a circular ampliamente como medio de pago, los orfebres al no tener que reembolsar estos depósitos todos a la vez, comenzaron a prestar por encima de los depósitos en metal constituidos, creando crédito y por ende dinero, contrariamente a lo que había hecho el Banco de Ámsterdam. Luego entre los poderes públicos y los grandes mercaderes de Londres, acusaron a los orfebres de especulación, usura y recorte de las monedas e incluso de insolvencia, lo que da origen a la formación del Banco de Inglaterra. A pesar de las especulaciones y el desorden en la emisión, el Banco de Inglaterra se consolidará, la moneda circulante se estabilizará, tomando camino hacia el patrón oro. [Vilar (1974), p. 299 a 304]. En Inglaterra desde el siglo XVIII cualquier banco privado podía emitir billetes, esto le llevó a recurrentes crisis y “en 1825 casi ochenta bancos privados ingleses suspendieron pagos.” “La irresponsable emisión de billetes por parte de los bancos privados ingleses hizo que el gobierno inglés otorgara en 1844 el monopolio de la emisión de dinero a un único banco, el Banco de Inglaterra, propiedad de la familia 9

Rothschild, con la condición de que tenía que avalar las emisiones de billetes de libras con una cantidad equivalente de reservas de oro.” [Estrada, B. et al (2013), p. 34 a 35]. “El monopolio de emisión de billetes de que goza el Banco no es en absoluto el de un “banco de estado”, ya que sigue siendo totalmente libre en sus decisiones y en sus emisiones, pero es el único que puede emitir billetes reembolsables a la vista y a menos de seis meses”. [Vilar (1974), p. 403]. La familia Rothschild también invierte en explotaciones mineras no solo de oro, en 1870 se convierte en uno de los principales inversionistas de la compañía Río Tinto, la mayor productora de cobre de Europa y principal abastecedor de la industria británica. [Marichal (2009), p. 32]. El Banco de Inglaterra dejó de ser privado en 1946, junto a otras empresas nacionalizadas de carácter industrial, de la minería, de transportes (ferrocarriles), de servicios, etc. en un proceso que se llevó a cabo entre los años 1945 y 1950. [Senf (2009), p.8].

4.2 Inicios de la Conformación del Patrón Oro “En 1802 Thornton2 publica una obra titulada Investigaciones sobre la naturaleza y los efectos del papel de crédito en Gran Bretaña, con el doble objetivo de justificar el curso forzoso de los billetes tal como ha sido practicado desde 1797, y de poner en guardia contra un eventual abuso de las emisiones y contra una excesiva hinchazón cuantitativa de este papel.” David Ricardo posteriormente en 1811 participa de los debates parlamentarios de “Bullion Report” (Informe a la Comisión parlamentaria sobre los lingotes), en la cual Ricardo expone los principios de una teoría monetaria que luego es discutida con el nombre de “Currency Principle”. Ricardo se refiere a la moneda como esencialmente cuantitativa y expresa que el exceso de papel explica el alza de los precios y la prima del oro sobre la moneda circulante, siendo necesario llevar el papel al nivel de cobertura del oro existente, lo que servirá de base de la política monetaria inglesa, incluida en los Estatutos del Banco de Inglaterra en 1844 y vigente hasta 1928. Thomas Tooke (1774-1858) contrario a las ideas de Ricardo y las políticas monetarias incluidas en los estatutos del Banco de Inglaterra, expresaba que al no ser la moneda una riqueza, pero sí el oro como valor refugio, las variaciones de los precios dependen esencialmente de la confianza del público en la moneda, sin embargo, la cantidad de esta moneda en circulación será determinada por la demanda del público y por la

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Henry Thornton (1760-1915): Economista (teórico monetario), banquero y parlamentario inglés.

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balanza de pagos exteriores del país: “la cantidad de los billetes es un efecto y no una causa de la demanda de los billetes”, siendo esta la diferencia entre el “Banking Principle” en oposición al “Currency Principle” de David Ricardo y la teoría cuantitativa del dinero. [Vilar (1974), p. 453 a 456]. En el siglo XIX, época de la moneda estable, del patrón oro indiscutible y del billete convertible, se creía que los productos se cambian por productos, y que la moneda era neutral. El gobierno que modificase la relación legal entre su moneda y el oro existente cometía una estafa. [Vilar (1974), p. 10]. En los Estados Unidos en 1690 comienzan a circular los “bills of credit” para financiar la guerra de la colonia de Massachusetts contra Quebec y posteriormente, la emisión de billetes se extendió en las trece colonias inglesas, en la medida de su desarrollo. En 1775, un año antes de la independencia, el Congreso decidió la emisión bajo su cargo, de los billetes llamados “continentales”, pero la continua emisión para pagar soldados y su fácil falsificación, provocó que estos se devaluaran muy rápidamente. Además, cada uno de los Estados mantenía su propio sistema monetario, generando un enorme caos. En 1791 el Congreso, crea el Banco de los Estados Unidos, financiado por capital privado, el cual alcanzó un gran poder regulador del sistema bancario. Sin embargo, Andrew Jackson que fue reelecto como presidente, era un firme opositor al Banco de EE.UU. llevando a este a la quiebra en 1841. [Estrada, B. et al (2013), p. 31 a 33]. El liberalismo que se perfila en el siglo XVIII, con rasgos como la veridicción del mercado, la limitación de la participación gubernamental y la posición de una Europa de desarrollo económico ilimitado, en relación al mercado mundial. Esta nueva gubernamentalidad, se presentará como administrador de la libertad, de la libertad económica, pero que consume la libertad personal. [Foucault (2007), p. 81 y 84]. La Libra Esterlina, desde antes de la Revolución Industrial, se fue consolidando como la moneda de referencia mundial hasta comienzos del siglo XX. Su consolidación estuvo asociada al crecimiento poblacional del imperio (británico), a través de las múltiples colonizaciones, que permitieron la apropiación de las rentas más extrema (apropiación de tierras algodoneras) y la esclavitud (apropiación de la mano de obra), esto le llevó a convertirse en la gran potencia mundial. La materia prima provenía de fuera, su abastecimiento podía aumentarse con los drásticos procedimientos utilizados por los blancos en las colonias - esclavitud y apertura de nuevas áreas de cultivo - más que con los lentísimos procedimientos de agricultura europea. “Entre 1750 y 1769 la 11

exportación de algodones aumentó diez veces”, las ganancias para aquellos que llegaban primero con las remesas de algodón a los mercados eran astronómicas y esto es lo que pudo lograr la industria británica con el agresivo apoyo del Estado inglés. [Hobsbawm (2012), p. 41 a 43]. A fines del siglo XVIII la política gubernamental estaba fuertemente enlazada a la supremacía de los negocios, “se aceptaba que el dinero no solo hablaba, sino que gobernaba”. Otro hecho fundamental fue que en la primera etapa de la Revolución Industrial, las clases ricas acumularon tan de prisa grandes fortunas que excedían a toda posibilidad de gastarla y/o invertirlas, a pesar de gastar a manos llenas, también pudieron invertir, como por ejemplo en los ferrocarriles. Aunque quienes poseían la riqueza tradicional, como los terratenientes, mercaderes, armadores, financieros, etc. no optaron por arriesgar en las nuevas industrias grandes préstamos, siendo los industriales los que inicialmente apostaron por la nueva industria. “El rico siglo XIX estaba preparado para emplear su dinero en ciertas empresas beneficiosas para la industrialización, sobre todo en transportes (canales, muelles, caminos y más tarde también en ferrocarriles) y en minas”. [Hobsbawm (2012), p. 39, 50 a 59 y 174 a 177]. La economía del siglo XIX se formó principalmente bajo la influencia de la Revolución industrial inglesa, pero su política e ideología se formaron principalmente bajo la influencia de la Revolución francesa. “La ideología del mundo moderno penetró por primera vez en las antiguas civilizaciones, que hasta entonces habían resistido a las ideas europeas, a través de la influencia francesa.” Junto con la abolición del feudalismo. [Hobsbawm (2012), p. 61 y 62]. Los franceses que financiaron sus conflictos con bonos de tesorería (bons de trésor 1789), que luego se transformaron en dinero, que con las sucesivas crisis obligó a una mayor impresión de estos, provocando un gran desajuste económico, hasta llevar a Francia a la bancarrota final del Estado en 1797, poniendo punto final al episodio monetario francés y a intentos similares durante la mayor parte del siglo XIX. En cambio Inglaterra, ya estaba familiarizada con los billetes bancarios, pero sin embargo, el Banco de Inglaterra no resistiría la presión de las peticiones del gobierno, junto a las operaciones privadas y el hambre de 1797, lo que obligó a una suspensión de pagos en oro y el billete se convierte en la moneda efectiva, dando origen a la libra esterlina. Posteriormente, el gobierno británico introduce un impuesto a la renta para el financiamiento de las guerras (1799 – 1816), que dada la creciente prosperidad, lo hace perfectamente factible. [Hobsbawm (2012), p. 101 y 102]. 12

En EE.UU. en 1783, “el Tratado de Versalles permitía acceder a la independencia a las trece colonias americanas de Inglaterra. El 17 de septiembre de 1787, la Convención de Filadelfia adoptaba la Constitución de los Estados Unidos, y el 4 de marzo de 1789 entraba en funciones el primer gobierno federal bajo la presidencia de George Washington. País nuevo, dotado de recursos casi ilimitados y de una población de colonos e inmigrantes, los Estados Unidos iban a prestarse fácilmente a todas las empresas susceptibles de mejorar las técnicas de producción.” Los colonos eran principalmente de Inglaterra, pero también de las Provincias Unidas, Escandinavia, Alemania y Francia, a los que no vinculaban ni su condición social ni sus creencias. [Niveau (1971), p. 69]. Sin embargo, antes de la independencia de Estados Unidos, Inglaterra había procurado frenar el desarrollo de sus colonias, con el objeto que estas consumieran sus productos y las colonias les abastecieran de materias primas y productos alimenticios. Desde mediados del siglo XVII y hasta finales del siglo XVIII Inglaterra creó todo un cuerpo legislativo de inspiración mercantilista, con el objeto de frenar y controlar el comercio colonial, que no fueron más que la continuación de las “Actas de Navegación” de 1651, las que prohibían la importación de mercancías a Gran Bretaña sobre barcos extranjeros. Esta política llevó al incremento constante de los aranceles aduaneros y a su vez provocó la revuelta de los colonos conocida como “tea-party” de Boston de 1773. Pero la insuficiencia de mano de obra, de ahorro y la ausencia de medios de transporte perpetuaron la dependencia de los fabricantes y banqueros ingleses. A la industria de los EE.UU. le fue muy difícil soportar la competencia inglesa, que contaba con un sólido sistema bancario especializado en comercio internacional, siendo más fácil salir de la dependencia industrial con consumo interno, que de la dependencia financiera de Inglaterra. [Niveau (1971), p. 75 y 76]. “En términos claros y simples, el liberalismo no es la forma general que toda política económica debe adoptar. El liberalismo es simplemente la política inglesa, la política de dominación inglesa.” [Foucault (2007), p. 137]. Así comienza a perfilarse una nueva Europa, “una Europa que ya no es en absoluto la Europa imperial y carolingia más o menos heredera del Imperio Romano y referida a estructuras políticas muy específicas”...”Es una Europa del enriquecimiento colectivo, una Europa como sujeto económico colectivo que, cualquiera sea la competencia que se produzca entre los Estados o, mejor, a través de la competencia misma que se da entre los Estados, debe avanzar por un camino que será el del progreso económico ilimitado”. 13

El progreso económico, es un tema fundamental en el liberalismo, que invita a mundialización del mercado, para que el enriquecimiento de Europa se logre no por la pobreza de unos, sino a través del enriquecimiento colectivo e indefinido. [Foucault (2007), p. 73]. “El poder era ante todo derecho de apropiación: de las cosas, del tiempo, los cuerpos y finalmente la vida; culminaba en el privilegio de apoderarse de la vida para suprimirla.” [Foucault (2009), p. 144].

4.3 Evolución Monetaria en el Capitalismo y su Primera Crisis con Efecto Mundial “La historia del capitalismo no puede ser más que una historia económico institucional”, “en una perspectiva si se quiere de tipo marxista en el sentido amplio, muy amplio del término, que lo determinante en la historia del capitalismo es la lógica económica del capital y su acumulación, se comprenderá que de hecho sólo hay un capitalismo, porque sólo hay una lógica del capital.” [Foucault (2007), p. 196]. “No es necesario ser “marxista” para trazar el cuadro de los sufrimientos que el pueblo tuvo que soportar en las primeras fases de la industrialización capitalista.”... “Las economías capitalistas pudieron dar preferencia a la inversión sobre el consumo, puesto que los empresarios tuvieron la posibilidad de pagar unos salarios de hambre a una mano de obra abundante y desorganizada.” [Niveau (1971), p. 106 a 108]. En palabras de Keynes: “En realidad era precisamente esta desigualdad en la distribución de la riqueza la que hizo posible esta amplia acumulación del capital fijo y el progreso técnico que fueron los rasgos distintivos de esta época. Esta es la justificación esencial del régimen capitalista.” [Keynes (1920), p. 16]. Uno de los elementos característicos que comienza a ser estudiado, son las recurrentes crisis o lo que algunos economistas denominan movimientos cíclicos, que se mantienen en alza desde liberalismo y mucho más habituales desde los inicios del capitalismo. A mediados del siglo XIX uno de los grandes temores del poder instaurado en Europa, eran las revueltas sociales. En 1848 se produce su estallido a nivel mundial, siendo esta la revolución más extendida y la con menor éxito. En Europa, el derrocamiento de la monarquía francesa y la proclamación de la república, dan inicio a la revolución europea. Pero a pesar de ser la revolución muy amplia, no logró los cambios deseados por los revolucionarios, pero igualmente 1848 marca un antes y un después para la política tradicional de las monarquías de Europa occidental. “Los defensores del orden social tuvieron que aprender la política del pueblo.” Aprendieron 14

que necesitaban influir en la opinión pública, necesitaban de los medios de comunicación. En estos años la banca de Rothschild ya contaba con el medio de servicios informativos más rápido de Europa. Por otra parte, “Las revoluciones de 1848 evidenciaron que, en lo sucesivo, las clases medias, el liberalismo, la democracia política, el nacionalismo e inclusive las clases trabajadoras, iban a ser rasgos permanentes del panorama político.” [Hobsbawm (2014), p. 21 a 38]. La depresión de 1857, aunque luego el crecimiento se reanudó, también fue un periodo de incrementos del crédito y de otros medios de pago, a pesar de no contar con las reservas de oro suficientes. [Hobsbawm (2014), p. 44 a 48]. Después de la guerra civil, los EE.UU. se desarrollaron a gran velocidad, proporcionando grandes oportunidades a los grandes negociantes piratas, llamados “magnates ladrones”, época que se distingue por: a) “la total ausencia de controles sobre los negocios, pese a su inhumanidad y fraudulencia, y las posibilidades realmente espectaculares de corrupción nacional y local, sobre todo en los años posteriores a la guerra civil”, b) “grandes negocios, mucho dinero y gran poder”, lo único que les importaba era generar grandes beneficios, no tenían escrúpulos en una economía donde reinaba el fraude, el soborno, la calumnia y las armas constituían aspectos normales de la competición y c) “La mayoría procedía de familias profesionales o de negocios” y no tuvieron competidores, pese a los mitos de “hombres hechos a sí mismos.” No estaban interesados en adquirir títulos de nobleza, o la grata vida de hacendado y consideraban la política como algo que comprar en vez de practicar. Entre estos figura el banquero de segunda generación J. P. Morgan (1837-1913), uno de los principales intermediarios del traspaso del capital británico a los EE.UU. [Hobsbawm (2014), p. 153 a 156]. Mediados del siglo XIX se caracteriza por un gran financiamiento bancario, pese a que muchos de los industriales intentaban tener el menor trato con los banqueros. Existiendo “cierta proporción entre los recursos privados y el mercado de capital”, en Europa los bancos e instituciones de financiamiento, actuaron de forma sistemática y con fuerte influencia como “factores de progreso histórico.” Otro elemento que se arraiga en el siglo XIX en la burguesía, es el sistema de protección informal, por llamarlo de alguna manera, cadenas de amigos, hablar con el alcalde, con el diputado, con el ministro, con el pariente o con compañeros de la escuela, esto es lo que fue conformando los grupos de presión de distinta índole, como la Anti-Corn Law League. Muchos de estos acaudalados e influyentes millonarios industriales, formaban parte de

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los gobiernos como asesores y por su apoyo en las elecciones. [Hobsbawm (2014), p. 222 a 229, 253 y 254]. Luego de este periodo de crecimiento económico de mediados del siglo XIX, vino la crisis de 1873, la primera crisis a nivel global y la primera de las grandes crisis del capitalismo. Esta crisis es explicada por algunos como parte de los ciclos de la evolución capitalista, donde el año 1873 marca la culminación de un cuarto de siglo de rápido desarrollo de la industrialización de países como Alemania, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, marca el inicio de un prolongado periodo de recesión. Muchos encuentran múltiples paralelos con la crisis de 1929 y en nuestros días, con la crisis de 20083. Pero sin ninguna duda, se puede afirmar que el impacto de esta crisis fue diferente en las economías a nivel mundial y su onda expansiva fue propagándose a diferentes países, tanto desarrollados, como subdesarrollados. Una crisis iniciada en Austria y Alemania, se propagó a otras regiones y tuvo un fuerte impacto en la bolsa de Londres. Luego impactó a los Estados Unidos a nivel bursátil y ferroviario, pero su duración fue muy inferior a lo ocurrido en otros países, solo duró hasta aproximadamente 1878, aunque provocó un gran descontento social, producto de desempleo, lo que generó huelgas y manifestaciones por varios años. En cambio en otros países, casi no tuvo ningún impacto, como en Francia o España, aunque crisis posteriores si les afectó, como es la crisis de 1882. La crisis también llevo a la bancarrota a varios países enormemente endeudados, en los años 1875 y 1876, como Turquía y Egipto (Imperio Otomano) y Perú en América Latina. [Marichal (2009), p. 22 a 24]. Las causas de las crisis de 1873, han sido objeto de diferentes opiniones orientadas a los ciclos monetarios, en esta orientación destacan Juglar, Tougan Baranowsky y Kondratieff. Giffen y Schumpeter, en cambio, se refieren a que la causa básica de la crisis provino del debilitamiento de una de las ramas más poderosas de actividad económica a escala internacional: la construcción de ferrocarriles. Newbold lo atribuye a la inestabilidad de los mercados monetarios a corto plazo, debido a los movimientos de oro y a las transferencias de metálico, debido a la guerra franco-prusiana de 1870, cuando el gobierno francés, después de su derrota, se vio en la obligación de indemnizar a Alemania en 200 millones de libras esterlinas. Siendo esta la mayor operación 3

Marichal, C. (2010): Nueva Historia de las grandes crisis financieras. Una perspectiva global, 18732008. Barcelona, Editorial Debate.

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financiera del siglo XIX. Esta operación llevada a cabo por los principales bancos de Londres y París, impulsó un enorme proceso de especulación y de desestabilización en Europa. [Marichal (2009), p. 25 y 26]. Ninguno aún lo atribuía a las propias ineficiencias del sistema monetario, ni a las violaciones persistentes del patrón-oro. Ante la crisis, queda en evidencia que “el mundo no era tan solo un agregado de “economías nacionales”. La industrialización y la depresión hicieron de ellas un grupo de economías rivales, donde los beneficios de una parecían amenazar la posición de las otras.” Este “proteccionismo fue la reacción política instintiva del productor preocupado ante la depresión, no fue la respuesta económica más significativa del capitalismo a los problemas que le afligían.” La respuesta de mayor impacto fue la concentración económica y la racionalización empresarial, que surge como respuesta a la necesidad de controlar y programar las grandes empresas deseosas de maximizar sus beneficios. Esta nueva fase del desarrollo capitalista, implicó una tendencia hacia el oligopolio en todos los sectores de la economía y en diversos países, principalmente en el Reino Unido y Estados Unidos, esta concentración empresarial, trae consigo además, una baja sostenida de los precios, obtenida mediante la baja de los precios de las materias primas y de reducciones salariales. Un ejemplo de concentración de la riqueza es el caso de Lloyds Bank, que absorbió en esta época 164 bancos pequeños, logrando la desaparición casi total del viejo banco local. Es la también la etapa en que surge el ejecutivo asalariado que reemplaza al miembro de la familia fundadora, en la dirección de la empresa. Después de la crisis de los años 1873 a 1896, que supuso una variación en las relaciones de intercambio, con una fuerte presión sobre los costos de producción y sobre la tasa de beneficios, aparecen las ventas a plazos para los productos, para sectores con menores ingresos. En Francia y el Reino Unido, aún después de terminado el proceso recesivo, los salarios continuaron disminuyendo, provocando un incremento en la tensión social y estallidos de violencia, hasta antes de la Primera Guerra Mundial. [Hobsbawm (2015a), p. 50 a 53, 57 y 58].

4.4 El fin del Imperio Británico, la Intensificación de la Relación entre el Poder Económico y el Poder Político y el Origen de la FED La era del imperio británico, que iniciaba su fin a comienzos del siglo XX, iba dejando tras de si un mundo totalmente diferente, un nuevo mundo que se caracterizaba por: a) ser monocéntrico, ahora era más plural y participaban otras grandes economías, como la de los Estados Unidos, la alemana y la francesa, además de la británica, b) 17

Londres seguía siendo el centro financiero mundial, con un mercado internacional de capitales del 44%, el 56% restante lo tenían Francia, Alemania, Estados Unidos, Bélgica, los países bajos, Suiza y otros, c) la economía mundial tenía una nueva revolución tecnológica, con impresionantes innovaciones tales como; el teléfono, la telegrafía, el fonógrafo y el cine, el automóvil, el aeroplano, entre otros, d) el cambio en el modo de operar de la empresa capitalista, la misma crisis produce una gran concentración de capital y el surgimiento de la gran empresa, junto a los métodos científicos de organización, e) el cambio cuantitativo y cualitativo en el mercado de los bienes de consumo, producto del incremento poblacional, de la urbanización, de los ingresos reales, es decir, del mercado de masas, f) el crecimiento del sector servicios de carácter público y privado, y g) la convergencia entre la política y la economía, por una parte, el importante papel de los gobiernos y el sector público, y “las rivalidades políticas entre los estados y la competitividad económica entre grupos nacionales de empresarios”. Sin embargo, aunque el papel del sector público tenía un peso modesto en la economía, podía ser fundamental. El mundo iniciaba el siglo XX en una economía global y profundamente desigual. [Hobsbawm (2015a), p. 59 a 63]. También, el comienzo del siglo XX tenía aproximadamente una cuarta parte del planeta distribuida en forma de colonias, entre una media docena de estados (Reino Unido, Francia, Alemania, Bélgica, Italia, Japón y Estados Unidos). La expansión colonial buscaba más mercados, tanto para sus productos, como para el abastecimiento de materias primas, además, de situar a las empresas de los países colonizadores en situaciones monopólicas o con grandes ventajas en el mercado. Este “nuevo colonialismo, fue una consecuencia de una era de rivalidad económico-política entre las economías nacionales competidoras, rivalidad intensificada por el proteccionismo.” [Hobsbawm (2015a), p. 68, 75, 76 y 86]. Aunque ya se ha destacado la vinculación económico-política, es a fines del siglo XIX y comienzos del siglo XX, cuando la “corrupción de los sistemas políticos que no se apoyaban ya en hombres de riqueza independiente, sino cada vez más en individuos cuya carrera y cuya riqueza dependía del éxito que pudieran alcanzar en el nuevo sistema político”, es más latente. Escándalos de corrupción política ocurrían ya en todas partes, en Francia el escándalo Wilson de 1885, el Escándalo de Panamá en 1892-1893, en el Reino Unido el escándalo Marconi de 1913 (implicados Lloyd Georges y Rufus Isaacs), más tarde nombrado Lord y virrey de la India), el escándalo de lord Randolph Churchill en 1895, padre de Winston, que debía una suma aproximada al 0,4% del total 18

del impuesto a la renta del Reino Unido de ese año a Rothschild, cuando había sido ministro de Hacienda, o el reparto de títulos de nobleza a millonarios a cambio de donaciones, por parte de Guillermo II entre 1901 y 1920, por solo nombrar algunos de los escándalos más conocidos. [Hobsbawm (2015a), p. 106, 107 y 181]. El siglo XX se iniciaba con una nueva crisis en EE.UU., el pánico de 1907 producto de la caída de la Bolsa de New York en casi un 50% respecto al máximo del año anterior, provocó la quiebra de bancos y empresas. Esta crisis no era una más de las tantas ocurridas en el siglo XIX en EE.UU. (1819, 1837, 1857, 1873 y 1893), su gran importancia radica en la forma en que los bancos actuaron conjuntamente y por las repercusiones posteriores, principalmente en la motivación de la constitución del FED (Federal Reserve System), también vinculada a episodios nada transparentes. [Pineda (2011), p. 130 y 131] y [Griffin (1998), p. 408]. Todo se inicia con una compra masiva de acciones de la United Copper Company por parte de familia Heinze con fines especulativos (familia con intereses en la minería), dada la magnitud de la operación solicitó el apoyo del fondo Knickerbocker Trust Company, luego las acciones bajaron espectacularmente y se produjo un agujero financiero enorme que arrastró el Mercantile National Bank que presidía F. A. Heinze, como también a otras empresas vinculadas con la familia. El 21 de octubre una vez que el desastre se hizo público, los ahorradores del Mercantile National Bank corrieron a sacar sus ahorros y lo mismo hicieron con el fondo Knickerbocker, al enterarse de las vinculaciones con Heinze. Para salvar la situación de inestabilidad del sistema, que no contaba con un banco central, intervino J.P. Morgan juntos a otros banqueros de New York (John D Rockefeller, George Baker y James Stillman, entre otros) a los que convenció para poner dinero y salvar el sistema financiero. En estas reuniones también participó el Secretario del Tesoro George B. Cortelyou, quien también en nombre del gobierno aportó el 50% de los recursos necesarios para cubrir el agujero dejado por Heinze, de cincuenta millones de dólares de esa época. Luego se debieron hacer aportaciones adicionales en la bolsa para cubrir los pagos y los inversionistas respiraron aliviados. Sin embargo, la crisis no había terminado, una corredora de New York había tomado grandes préstamos con garantía de la empresa Tennessee Coal, Iron and Railroad Company, cuyo valor de las acciones estaba en un nivel mínimo debido al colapso de la bolsa. Morgan quiso solucionarlo con la compra de las acciones de la compañía, a través de su empresa US Stell Corporation, pero el presidente Roosevelt se oponía, ya que US 19

Stell poseía un 60% del mercado del acero y Tennessee una de las más importantes industrias metalúrgicas del país, colocaban a US Stell en una posición monopólica a la que Roosevelt no estaba de acuerdo. Finalmente Roosevelt terminó por aceptar, por temor a la crisis que se desataría y por la presión de enviados de Morgan. “El sistema bancario americano que se desarrolló de manera anárquica y fragmentaria, y que carecía de banco central. ... A comienzos del siglo XX se creó una Comisión Monetaria nacional americana con el fin de estudiar el funcionamiento de los sistemas bancarios europeos y proponer una reforma del sistema americano.” Todo esto a pesar que Estados Unidos había superado a Gran Bretaña en el terreno de la producción industrial. El dólar no sería una moneda internacional hasta después de 1914, aprovechando la parálisis monetaria de Londres y la I Guerra Mundial. [Niveau (1971), p. 228 y 229]. EE.UU. sin un banco central o mercado interbancario, hacia que la liquidez excedente en una parte del sistema no podía canalizarse a las áreas de escasez. Así surge la ley Aldrich-Vreeland para que grupos de bancos formaran cámaras de compensación locales como una solución temporal. El conocido como Plan Aldrich de 1912, producto de la recomendación de la Comisión Monetaria, estableció una institución central que se denominó Asociación Nacional de Reserva, con sucursales en todo el país, con facultad de emitir moneda y redescontar documentos a los bancos miembros, es decir, actuando como banco central. “El control de la institución residiría en un consejo de administración, del cual la inmensa mayoría de los miembros serían banqueros.” [Howells (2013), p. 72 y 73]. Pero el Plan Aldrich se había gestado mucho antes en 1910, cuando el senador republicano Aldrich por Rhode Island, socio de negocios con Morgan, conocido también como el senador de Wall Street y portavoz de la gran empresa y de los bancos, es el encargado de organizar una reunión en la Isla Jekyll, una propiedad de J. P. Morgan frente a la costa de Georgia. Aunque Aldrich es el organizador, el cerebro se atribuye a un inmigrante alemán llamado Paul Warburg, quien fue un socio de Kuhn, Loeb y principal bancario estadounidense de los Rothschild después de la Guerra Civil de EE.UU. Además de Aldrich y Morgan, a esta reunión asisten Benjamin Strong, entonces jefe de Morgan Bankers Trust Company; otros dos jefes de los bancos Morgan; el Subsecretario del Tesoro EE.UU. y Frank Vanderlip, presidente del National City Bank de Nueva York, entonces el más poderoso banco de Nueva York (ahora

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llamado Citibank),

que representaba William Rockefeller y Kuhn, Loeb. [Brown

(2008), p. 123]. El Plan Aldrich fue rechazado en 1912 por la oposición. Pero después, con presiones de los banqueros al Presidente Wilson, que estaba rodeado de hombres de Morgan y el apoyo de William Jennings Bryan del partido demócrata, un ferviente opositor a la ley, que terminaría siendo Secretario de Estado en la administración Wilson, el 22 de diciembre de 1913 se aprueba la ley [Howells (2013), p. 74]. Pero, para “obtener su proyecto de ley aprobado, la facción Morgan cambió su nombre de la Ley Aldrich a la Ley de la Reserva Federal4 y la llevó tres días antes de Navidad, cuando el Congreso estaba preocupado por la salida para las vacaciones.” [Brown (2008), p. 125]. “Pasó rápidamente por una votación de 282 a 60 en la Cámara y 43 a 23 en el Senado. El presidente firmó la ley el día siguiente.” [Griffin (1998), p. 468]. Inicialmente los 12 miembros de los bancos regionales de reserva, forman la Junta del FED y establecen la mayor parte de su propia política, siguiendo el ejemplo de la Reserva Federal de Nueva York, donde se concentraba el poder real del sistema. Su presidente, Benjamin Strong, era supuestamente uno de los dos hombres que realmente entendían del Sistema de la Reserva Federal, (recordar que había sido jefe de Morgan de Bankers Trust Company y fue uno de los siete participantes en la reunión secreta en la Isla Jekyll). Fue la elección ideal para el cartel, además de su estrecha relación con los poderes financieros de Londres, que se acentúan con la llegada en 1920 de Montagu Norman a gobernador del Banco de Inglaterra, relación que se mantendría hasta su muerte en 1928. El otro fue su autor principal, Paul Warburg, quien estaba en la junta de Washington. [Zarlenga (2002), p. 536] [Griffin (1998), p. 423]. El FED es en realidad una organización independiente, una corporación de propiedad privada. Se compone de doce bancos regionales de la Reserva Federal y cada uno de ellos es propiedad de muchos bancos miembros comerciales. La cantidad de acciones del FED en poder de cada banco miembro es proporcional a su tamaño. El Banco de la Reserva Federal de Nueva York tiene la mayoría de acciones del FED. Los mayores accionistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York son los mayores bancos comerciales en el distrito de Nueva York. En 1997, la Reserva Federal de Nueva York informó que sus tres bancos miembros más grandes eran Chase Manhattan Bank, Citibank, y Morgan Guaranty Trust Company. En el año 2000, JP Morgan y Chase

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Ley Glass-Owen. [Griffin (1998), p. 469].

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Manhattan se fusionaron para convertirse en JPMorgan Chase Co., convirtiéndose en el tercer mayor banco holding en el país, después de que Citigroup y Bank of America. Bank of America fue fundado en California en 1904 y permanece concentrado en los estados del oeste y suroeste. Citigroup es la piedra angular del imperio Rockefeller. En enero de 2004, JP Morgan Chase & Co. emprendió una de las grandes fusiones bancarias en la historia, cuando adquirieron BankOne. El resultado fue que este imperio pasa a ser el segundo más grande de Estados Unidos, tanto en términos de activos y depósitos. JP Morgan Chase ahora emite la mayor cantidad de Visas y MasterCard de cualquier banco en todo el país y ocupa la mayor parte de saldos de tarjetas de crédito de Estados Unidos. En el año 2003, las tarjetas de crédito superaron al efectivo y los cheques como medio de cambio utilizados en tiendas. Así Citibank y JP Morgan Chase Co., los pilares financieros de los imperios Rockefeller y Morgan, no son sólo los dos bancos más grandes de Estados Unidos, son los dos mayores accionistas del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, la rama de la FED que tiene la mayoría de las acciones. El FED, evidentemente, sigue estando bajo el control de los barones ladrones que la idearon. [Brown (2008), p. 127 y 128]. La conducta monetaria mantuvo su continuidad a través del tiempo, es así como en la línea ideológica sucesoria de W.C. Mitchell5, en la década de 1970 asume la presidencia del Consejo de la Reserva Federal su discípulo (alumno) Arthur Burns, que es el periodo en que se suspende totalmente la convertibilidad en oro y posteriormente un alumno de Burns, Alan Greenspan asume la presidencia. [Hayek (1999), p. 56 y 57]. El control no solo abarcó el terreno financiero, también mientras Rockefeller adquirió universidades, Morgan compró periódicos. El control de los medios de comunicación bajo el control financiero, se fue concentrando (solo seis en el año 2000 en EE.UU.). [Brown (2008), p. 130 y 131].

5 Conformación Monetaria del Neoliberalismo y la Gran Depresión de 1929 Con la llegada de la I Guerra Mundial, EE.UU. es el gran beneficiado del incremento de las necesidades que la guerra generó en el aparato productivo en los años 1914-1919, como también en los años de la II Guerra Mundial (1939-1945). Sin embargo, las crisis también son el prototipo de la reconversión de una economía de guerra, a una economía de paz. [Niveau (1971), p. 172 y 173]. 5

Fundador de la National Bureau of Economic Research (NBER), institución de gran influencia en el desarrollo de la economía norteamericana.

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EE.UU. pasa de ser un país deudor, antes de la guerra, a ser el principal país acreedor al terminar el conflicto. También EE.UU., pretende vincular las reparaciones monetarias de Alemania por el coste y daños ocasionados (cláusula de culpabilidad del tratado de Versalles), con el pago de las deudas que mantenían los países aliados con Washington. En 1924 (Plan Dawes) se establece la suma real que Alemania debe pagar anualmente y en 1929 (Plan Young) se modifica el plan de reparaciones, y también se establece el Banco de Pagos Internacionales en Basilea, Suiza. Los pagos que realiza Alemania durante los años veinte, los financia mediante cuantiosos créditos norteamericanos, al igual que muchos países de Europa. La crisis de 1929 derrumba en castillo de las reparaciones y se interrumpen los pagos, también entre 1931 y 1933, se interrumpe el mecanismo de pagos internacionales. [Hobsbawm (2015b), p. 104 a 106]. Entre los años 1919-1930 se caracterizó por el conflicto entre Londres y New York, pero también con Francia, que entra a jugar un rol relevante entre 1926-1931 como moneda deseada, en el periodo entre la estabilización y la devaluación de la libra. En 1919 Gran Bretaña pierde el monopolio financiero internacional. [Niveau (1971), p. 238 y 239]. La conferencia de Génova de 1922 y el nacimiento del Gold Exchange Standard realmente no representan una innovación y no hace otra cosa que reinventar el patrón oro, tal y como funcionaba en el siglo XIX. El sistema no tenía otro objetivo que economizar oro, ya que las existencias mundiales, no se vieron aumentadas al mismo ritmo que los precios durante la guerra de 1914-1918. A su vez el dólar se había convertido de valor refugio durante la guerra, en divisa internacional y podía competir con la libra, al terminar la guerra. “No es, pues, el que no se volviese al patrón oro del siglo XIX lo que explica el fracaso monetario de 1931, sino la transformación de las estructuras económicas y financieras del mundo; transformaciones que se aceleraron bajo la influencia de la guerra de 1914-1918. La estrategia de los grandes centros financieros no hizo sino acentuar los riesgos de los movimientos de capital y las causas de inestabilidad.” [Niveau (1971), p. 241 y 244]. La posición dominante de la City fue el resultado de una larga evolución histórica, el papel internacional de Nueva York fue una consecuencia de la guerra. De esta forma, los banqueros americanos orientaron sus esfuerzos en: la aceptación, la gestión de los depósitos de activos extranjeros y las inversiones exteriores a largo plazo, todo esto producto de las necesidades de los países en conflicto. En 1913, cuando se funda el FED, otorga a los bancos nacionales el derecho de realizar operaciones de aceptación. 23

“Con el fin de hacer frente a la competencia inglesa, que de nuevo se había hecho muy viva a partir de 1920, los banqueros de Nueva York ofrecieron unas condiciones más ventajosas e intentaron aumentar el volumen de sus operaciones con Alemania y Europa central a costa de relajar las reglas de la prudencia bancaria.” De igual forma, “Los bancos y las sociedades de la City relajaron también sus exigencias habituales en las operaciones de préstamo con el fin de no perder terreno frente a Nueva York.” Este alto nivel de endeudamiento no fue de ninguna manera consecuencia del Gold Exchange Standard, sino consecuencia de los movimientos especulativos de capitales. [Niveau (1971), p. 245 y 246]. Sin embargo, las autoridades monetarias inglesas y americanas cooperaban entre ellas, a principios de 1925 el gobernador del Banco de Inglaterra hizo una visita a los Estados Unidos con el fin de obtener un préstamo para sostener la libra después de su vuelta al oro. J.P. Morgan concedió 100 millones de dólares a la Tesorería británica y los bancos de la Reserva Federal 200 millones de dólares en oro a dos años vista. Esto revalorizó la libra, pero el aumento de los precios debido a la revalorización de la moneda, desfavoreció al comercio exterior de Gran Bretaña. [Niveau (1971), p. 250]. “A pesar de los nuevos créditos concedidos por Francia y los Estados Unidos, Gran Bretaña abandonó el patrón oro el 21 de septiembre de 1931: de este modo acababa el Gold Exchange Standard.” Al establecerse un tipo de cambio fluctuante para la libra, esta acusó una importante baja. En 1931 en Gran Bretaña, en un momento en que existían cerca de 3 millones de parados, el informe May Committee asignado para resolver el problema, recomendó un estricto equilibrio presupuestario y la reducción de beneficios sociales como las indemnizaciones por paro, recomendando una severa política de deflación en un periodo de depresión mundial, resultando peor el remedio que la enfermedad, “ya que la teoría económica subyacente era falsa.” Por otra parte, producto de la descentralización financiera, el sistema de patrón oro llevaba en si mismo a una serie de movimientos especulativos de capitales, que entre otros fueron los causantes de la depresión de 1929-1933, siendo el sistema monetario internacional una causa supletoria de fracaso del sistema. [Niveau (1971), p. 261 y 263]. La crisis de 1929 esencialmente americana, pone fin a uno de los booms especulativos más extraordinarios que haya conocido la Bolsa de Nueva York, su origen es debido a los créditos que se piden a los bancos para comprar títulos de bolsa y ante esta demanda creciente los bancos de Nueva York prestan a muy poco plazo al 12%, cuando obtienen préstamos del FED al 5%. “Todo el mundo hace beneficios y la euforia 24

se propaga junto con la credulidad.” Estos préstamos se otorgan con garantía de los propios títulos comprados. [Niveau (1971), p. 182 y 183]. “La depresión que sigue al crac de 1929 es extraordinariamente profunda y va a durar hasta 1932.”...“La magnitud de las quiebras bancarias tenía por fuerza que paralizar, aún más, las decisiones de inversión. 5.096 bancos hacen suspensión de pagos entre 1929 y 1932.” [Niveau (1971), p. 185]. La “especulación de los años 1927-1929 fue el resultado de una inflación monetaria provocada por la política de dinero barato y por la facilidad de los créditos del sistema de la reserva federal.” Entre los factores estructurales y psicosociológicos se encuentran: a) La estructura bancaria americana fragmentada, desde comienzos del siglo XIX, b) La propia estructura de los negocios era favorable a los abusos. El desarrollo de los investment truscts y los holdings companies fueron una causa profunda de insensata especulación. Estas compañías contaban con paquetes de acciones y de obligaciones y tenían interés en hacer subir sus cotizaciones, c) Las estructuras financieras y bancarias, junto a los grandes intereses capitalistas, la psicología de las masas fueron otras de las tantas causas acumulativas de inflación y de especulación anormal al alza. Junto también a la incapacidad de las autoridades monetarias de prevenir la crisis, aunque también hay que considerar que la intervención de las autoridades monetarias (con poca o nula autoridad) o del gobierno era contraria a los principios del capitalismo liberal. [Niveau (1971), p. 192 a 194]. A pesar de ser esta una crisis esencialmente americana, la evolución de las estructuras mundiales, favorecieron la extensión de la crisis a nivel mundial. Otros factores sumaron peso a la depresión, fueron: 1) Los errores de la ortodoxia liberal, ya que se introducen rigideces en los mecanismos del mercado. Como para el restablecimiento de la economía es necesario una moneda sana y unos presupuestos equilibrados, lo que representa un incremento de los impuestos, con el objeto de implementar medidas expansivas, el gobierno decide reducir los impuestos y solicita a las empresas que mantengan los salarios y la inversión, encontrando una fuerte oposición a tales medidas tanto de sus adversarios políticos, como en su propio partido, 2) Los factores coyunturales, como las quiebras bancarias, que comprometen la capacidad de crédito y la confianza de los depositantes, se favorece el atesoramiento de oro y billetes, y se paralizan los mecanismos de inversión, la baja de los precios en especial los agrícolas, un proceso acumulativo de reducción de la actividad apoyado por las reacciones psicológicas de consumidores e inversores y la reducción de los gastos 25

públicos y el aumento del paro, 3) Factores estructurales; El crecimiento económico anterior a la crisis fue en parte producto de las exportaciones, tanto de productos, como de capitales, con la crisis los países se ven privados de estos financiamientos y por tanto, dejan de comprar las mercancías americanas y se produce una fuerte reducción del comercio exterior. [Niveau (1971), p. 194 a 198]. En Estados Unidos diferentes experimentos encaminados a estimular la economía, algunos de ellos con escasa coherencia, como es el caso de New Deal del presidente F. D. Roosevelt, que no dio los resultados esperados. [Hobsbawm (2015b), p. 108]. En Francia, el impacto de la depresión hace que las quiebras de instituciones bancarias se multipliquen y que los ahorradores pierdan sus depósitos. “Estallan algunos escándalos que muestran la colusión entre ciertos políticos y del mundo de los negocios. El asunto Stawisky es el más célebre: tras la quiebra del Crédit Municipal de Bayonne, su director, Stawisky, muere en condiciones misteriosas”, en enero de 1934. [Niveau (1971), p. 206]. Como se ha podido ver en esta descripción histórica, la corrupción estaba presente en todos los escalones de la vida política y en todas las latitudes, donde los políticos actúan como marionetas de los que detentan el poder del dinero, se empezaba a ver a estos grandes empresarios como estafadores, más que como líderes del progreso. [Laval and Dardot (2013), p. 32]. “Probablemente, el fascismo no habría alcanzado un puesto relevante en la historia universal de no haberse producido la Gran Depresión.” La tesis del “capitalismo monopolista de estado”, puede alcanzar un entendimiento con cualquiera que no pretenda expropiarlo y con el cual pueda llegar a acuerdos. Es debido a esto, que cuando Hitler llegó al poder el capital cooperó decididamente con él, ya que el fascismo presentaba importantes ventajas que otros regímenes, como son: a) la eliminación de la revolución social izquierdista y convertirse en un bastión contra ella, b) la eliminación de sindicatos obreros y otros elementos limitantes de los derechos patronales, c) la destrucción del movimiento obrero ayudó a garantizar a los capitalistas una respuesta muy favorable ante la Depresión y d) el fascismo dinamizó y modernizó las economías industriales, a pesar de que los resultados no fueron mejores que el de las democracias occidentales en la planificación científico-tecnológica a largo plazo. [Hobsbawm (2015b), p. 134 a 136].

6 Nacimiento de la Gubernamentalidad Neoliberal 26

“Desde mediados del siglo XIX, el liberalismo expone líneas de fractura que se irán profundizando hasta la Primera Guerra Mundial y el periodo de entreguerras.” Esta crisis de la gubernamentalidad liberal, es la crisis de la intervención política en materia económica y social, una crisis de la intervención gubernamental para enfrentar las mutaciones del capitalismo, los conflictos de amenaza a la propiedad privada y a las correlaciones de fuerza internacionales, pero a su vez es la búsqueda de la justificación doctrinal, es el nacimiento del neoliberalismo, el nacimiento de la gubernamentalidad neoliberal. [Laval and Dardot (2013), p. 30 a 31]. En esa búsqueda de un Estado de derecho en el orden económico, sus objetivos eran todas las formas de intervención legal en aspectos económicos, que ya se practicaban, como en el New Deal norteamericano y toda la planificación de tipo inglés. El principio del Estado de derecho en el orden económico, es que sólo podrá haber intervenciones legales del Estado, si dichas intervenciones asumen únicamente la forma, de la sanción de principios formales, no puede haber otra legislación económica que la formal. 1) La ley debe decir a la gente lo que hay y lo que no hay que hacer, no debe estar inscrita en un marco económico global, 2) debe concebirse como reglas fijas y no ser jamás corregida en función de los efectos que esta provoque, 3) debe definir el marco en el que los agentes económicos actúen con toda libertad, ya que el marco legal no cambiara, 4) esta ley obliga también al Estado, por tanto, cada agente sabrá exactamente como se comportará el poder público. En definitiva, es “Un juego regulado de empresas dentro de un marco jurídico institucional garantizado por el Estado: ésa es la forma general de lo que debe ser el marco institucional en un capitalismo renovado. Regla de juego económica y no control económico social deseado.” En términos de Hayek “rule of law”, consistente en trazar el marco más racional, donde los individuos han de entregarse a sus actividades conforme a sus planes personales y el gobierno se limite a fijar las condiciones en las que pueden explotarse los recursos existentes. Por tanto, “en esta sociedad liberal donde el verdadero sujeto económico no es el hombre del intercambio, no es el consumidor ni el producto sino la empresa, en ese régimen económico y social en que la empresa no es una simple institución, sino una manera de comportarse en el campo económico,... verán que, en esa sociedad de empresa, cuanto más deje la ley en manos de los individuos la posibilidad de comportarse como quieran en la forma de la libre empresa, cuanto más se desarrollen en la sociedad las formas múltiples y dinámicas que caracterizan la unidad “empresa”, más numerosas y grandes serán al mismo tiempo las superficies de fricción entre esas diferentes unidades y más se 27

multiplicarán las oportunidades de conflicto, de litigio.” Es “la unidad “empresa” como agente económico fundamental. [Foucault (2007), p. 206 a 213]. Dentro de lo que Foucault denomina “moralidad crítica” es donde se encuentra y en horizontes extremadamente números, el Estado, primero en su poder de expansión, en un imperialismo endógeno que lo lleva a ganar en superficie, en extensión, en profundidad, en detalle, llegando a hacerse cargo lo que para él constituye su exterior, su objetivo, a saber la sociedad civil. Un segundo elemento encontrado de manera constante, es la “fobia al Estado” en las diferentes formas estatales. Ambos elementos críticos contradictorios, son característicos del neoliberalismo de las décadas de 19301950, con la crítica al Estado, crítica de las formas estatales, críticas al Estado polimorfo, omnipresente, todopoderoso. Esta crítica característica de estos años, trataba de deslindarse de la crítica keynesiana, criticar las políticas dirigistas e intervencionista, del tipo new deal o Frente Popular, criticar la economía y la política nacionalsocialistas, crítica a las decisiones políticas y económicas de la Unión Soviética y de manera general, criticar el socialismo. La gubernamentalidad, expresa como “la manera de conducir la conducta de los hombres, no es más que la propuesta de una grilla de análisis para esas relaciones de poder”, de manera que esta grilla de la gubernamentalidad puede valer para abordar una política económica, la administración de todo el cuerpo social, la delincuencia, los niños, etc., es decir, no está limitada a un ámbito específico, es un método de desciframiento y puede ser válido a toda escala, cualquiera sea su magnitud, es la razón del método. [Foucault (2007), p. 218 a 221]. El liberalismo económico hace un esfuerzo enorme para restaurar la autorregulación del sistema mediante la eliminación de todas las políticas intervencionistas que interfirieran con la libertad de los mercados de tierra, trabajo y dinero. Mediante tres principios fundamentales de libre comercio, un mercado de trabajo libre, y un estándar de oro libremente funcionamiento, se convirtió, en efecto, la punta de lanza de un heroico intento de restaurar el comercio mundial, eliminar todos los obstáculos evitables a la movilidad de la mano de obra, y la reconstrucción de los intercambios estables. [Polanyi (2001), p. 239 y 240]. Es así como la gubernamentalidad neoliberal se va instaurando, con la empresa como eje central y la confrontación de las críticas de Estado. Pero también no se debe olvidar, que la conformación de la gubernamentalidad neoliberal arrastra consigo desde el siglo XIX la cultura del peligro, propia del liberalismo, es decir, los procedimientos de control (panóptico), coacción y coerción, como contrapeso de las libertades. 28

“Producir, insuflar, incrementar las libertades, introducir un plus de libertad mediante un plus de control e intervención.” Un ejemplo lo encontramos en la década de 1930, cuando con el desarrollo de la crisis económica y sus consecuencias políticas, se vio el peligro de ciertas libertades fundamentales. Ante la situación peligrosa de desempleo, garantizar y producir más libertad, libertad de trabajo, libertad de consumo, libertad política, etc., pero que a su vez estas intervenciones económicas son caracterizadas como amenazas, en si mismas. De este modo, el arte liberal de gobernar, introduce en su interior y es victima de la crisis de la gubernamentalidad. La crisis del liberalismo, es el conjunto de mecanismos que intentaron poner fórmulas económicas y políticas para dar garantías a los Estados contra el comunismo, el socialismo, el nacionalsocialismo, el fascismo, etc., fueron de intervención económica o

dicho de otra forma, de la

intervención coercitiva de la práctica económica. [Foucault (2007), p. 84 a 92]. Michel Foucault con el objeto de situar la historia del neoliberalismo moderno contemporáneo, hace referencia al coloquio de Lippmann6, porque en este se puede ver el cruce en vísperas de la guerra de 1939, del viejo liberalismo tradicional, el ordoliberalismo alemán (Röpke, Rüstow, Mises y von Hayek) y el neoliberalismo norteamericano, que desembocará en el anarcoliberalismo de la Escuela de Chicago (Milton Friedman). Pero también, por el paralelismo en fechas de desarrollo entre la Escuela de Friburgo u ordoliberales (Escuela Austriaca) y la Escuela de Fráncfort, dos escuelas que retoman el paso del capital al capitalismo abordado por Max Weber, con direcciones diferentes, quizás como reflejo de la crítica al Estado. Entre la gente reunida estaba Mises y Hayek, que serán los agentes de transmisión del neoliberalismo, tanto en aspectos de ciencia económica (en especial monetarios), como en aspectos filosóficos. [Foucault (2007), p. 131 a 134, 190 y 191]. En este proceso de reconstrucción de la doctrina liberal, se financiaron importantes instituciones académicas en el mundo, como el Instituto Universitario de Altos Estudios Internacionales fundado en Ginebra en 1927, London School of Economics, Universidad de Chicago y otros centenares de “think tanks”, con el objeto de asegurar la victoria contra los principios adversos y difundir su doctrina a través del mundo. [Laval and Dardot (2013), p. 68]. Hasta posteriormente llegar a instaurar el premio Nobel de economía en el año 1968, organizado por los bancos.

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Reunión de intelectuales en 1938, denominada así en honor a Walter Lippmann.

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Se va instaurando una determinada formación discursiva, es la forma de dominio del saber y en la cual la ciencia se manifiesta. [Foucault (1984), p. 153]. Donde “El saber no es una suma de conocimientos, porque de estos se debe poder decir siempre si son verdaderos o falsos, exactos o no, aproximados o definidos, contradictorios o coherentes. Ninguna de estas distinciones es pertinente para describir el saber, el saber es el conjunto de los elementos (objetos, tipos de formulación, conceptos y elecciones teóricas) formadas a partir de una única y misma positividad, en el campo de un formación discursiva unitaria” [Foucault (1994a), p. 723].

7 Conclusiones El dinero como lo conocemos en la actualidad, ha estado en sus orígenes ligado a decisiones no económicas. Es así como los primeros bancos centrales surgen de decisiones de carácter político y de la vinculación del poder económico con el poder político o si se quiere, de la respuesta a favores de tipo económico que recibían en ese entonces las coronas, otorgando privilegios monopólicos a sus financistas, como el de emitir y controlar el dinero. El funcionamiento del patrón-oro como sistema monetario, también estaba sometido a diversas perturbaciones, cuyo origen fue el exceso de emisión en relación a sus reservas, ya sea debido al financiamiento de guerras o de especulación. Por tanto, en esta etapa de la historia decir que el problema del sistema monetario era el patrón-oro, cuando el problema real era la violación de las normas del patrón-oro, conduce a tomar decisiones monetarias incorrectas. Sin embargo, será una posición dominante que en muchos casos terminó por suspender la convertibilidad. Las crisis que comienzan a ser más frecuentes en este periodo, tienen en gran parte sus raíces en las perturbaciones monetarias, en los excesos de oferta monetaria y en la ausencia de controles, que permitían estas perturbaciones. Pero también el origen de estas ausencias de controles y por tanto de estas perturbaciones, son parte de la conformación del sistema y de la lucha o resistencia que comienza a generarse respecto al rol del Estado. Además, en esta lucha, se inicia el desarrollo de ciertas discursividades que permanecen hasta nuestros tiempos y que confunden al EstadoNación con el poder económico o el poder de los capitales, debido a que el Estado actúa en generar el marco para el desarrollo de estos capitales y poderes, dada la captura del Estado por estos mismos poderes económicos. Es de esta forma como se confunde, a un país determinado con los capitales que en él actúan, las mismas guerras han sido un 30

claro ejemplo de como los capitales se trasladan de un país a otro, enriqueciendo a uno y en empobreciendo a otro, o como ante la caída de un imperio como el británico, el traslado de los capitales al nuevo imperio fue lo que agravó o aceleró su caída. El origen del FED es también producto de una lucha de poderes, donde el capital financiero logra imponer su criterio, mediante presiones en bloque o entramado y la generación de inseguridad. Distinto a lo sucedido en el origen del Banco de Inglaterra, que es producto de un acuerdo político entre las partes, el origen del FED es producto de una imposición del capital financiero dominante. Este es un periodo donde comienza a manifestarse de forma más agresiva la concentración de la riqueza, donde a su vez, las propias perturbaciones monetarias pasan a ser parte de la conformación de la concentración de la riqueza y donde estos desequilibrios monetarios provocados que ya son más recurrentes, impiden que un sistema monetario en desarrollo tenga como base la eficiencia económica. Finalmente, este es un periodo en que el discurso ideológico del neoliberalismo comienza a tomar forma, donde la empresa pasa a ser el elemento central del desarrollo de este modelo, regulado por el marco institucional que le otorga el Estado y la cultura del peligro, que crea un contrapeso entre la mayor libertad (económica) y los mayores mecanismos de control, pero no de control empresarial, sino de control de las personas. Es el nacimiento de la gubernamentalidad neoliberal.

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