Configuración del Movimiento Popular Juvenil en la Zona Nor-oriental de Medellín 2000-2013

July 11, 2017 | Autor: J. Piedrahita Usuga | Categoría: Social Movements, Estudios Culturales, Acción Colectiva
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Descripción

CONFIGURACIONES DEL MOVIMIENTO POPULAR JUVENIL EN LA ZONA NOR-ORIENTAL DE MEDELLÍN. ESTUDIO DE CASO: “EL PROCESO DE ARTICULACIÓN JUVENIL”

JONATHAN PIEDRAHITA USUGA MONOGRAFIA PARA OPTAR AL TÍTULO DE POLITÓLOGO

ASESOR PROFESOR AARON TAUSS

UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y ECONÓMICAS PROGRAMA DE CIENCIA POLÍTICA MEDELLÍN 2013

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TABLA DE CONTENIDO.

1. PRESENTACIÓN. 2. JUSTIFICACIÓN.

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3. MARCO METODOLÓGICO.

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4. REFERENTE TEÓRICO CONCEPTUAL.

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4.1 Aproximaciones a las juventudes como “sujetos” sociales, políticos e históricos.

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4.2 Historicidad y contexto en la comprensión política y organizativa de las juventudes urbanas populares.

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4.3 Perspectivas de reflexión y análisis de la acción colectiva y los movimientos sociales desde el paradigma socio-crítico y popular.

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4.3.1 La acción colectiva y los movimientos sociales como campo analítico de la lucha social.

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4.3.2 Aproximaciones a las juventudes como movimiento social.

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5. CONTEXTOS TERRITORIAL Y SOCIOPOLÍTICO EN EL QUE SE DESARROLLA LA INVESTIGACIÓN.

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5.1 De la villa a la ciudad: Industrialización y poblamiento irregular en la configuración de Medellín.

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5.2 Surgimiento de las barriadas populares y el narcotráfico: un caldo de cultivo para la urbanización del conflicto en Medellín.

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5.3 Del terror a la esperanza, cambios y continuidades en la Medellín actual.

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6. ESTUDIO DE CASO: “EL PROCESO DE ARTICULACIÓN JUVENIL DE LA ZONA NORORIENTAL.”

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6.1 Historicidad del proceso de articulación juvenil de la zona Nor-oriental: “Desde la Nororiental, hacia y por la transformación de la sociedad”.

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6.1.1 Hacer-Para (2001-2005): La Articulación Juvenil como oportunidad organizativa en la Zona.

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6.1.2 Hacer-con (2005-2008): Tejiendo redes de liderazgo popular.

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6.1.3 Hacer-Hacer y Dejar hacer (2009-2013): De la resistencia a la resiliencia política.

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7. A MODO DE CONCLUSIÓN

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7.1 Aprendizajes significativos.

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7.2 Desafíos por abordar.

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7.3 Recomendaciones para tener en cuenta.

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8. ANEXO 1. Cuadro sinóptico del análisis histórico del proceso de Articulación Juvenil zona Nor-oriental (2001 - 2013)

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9. BIBLIOGRAFIA.

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¡Oh, mi amada Medellín, ciudad que amo, en la que he sufrido, en la que tanto muero! Mi pensamiento se hizo trágico entre tus altas montañas, en la penumbra casta de tus parques, en tu loco afán de dinero. Bajo estos cielos divinos me obligaste a vivir en el infierno de la desilusión. Pero no podía abandonarte a los mercaderes que ofician en templos de vidrio a dioses sin espíritu.

Eres utilitaria en cambio, y preferías acostarte con gerentes y mercaderes. También eres tiránica, pues te place la servidumbre, dominar soberana en el reposo de los vencidos y los muertos. Sola y pura con tu gloria inhumana. Avara con tu majestuosa belleza. No te das porque a todos has matado, Medellín asesina, Medellín de corazón de oro y de pan amargo. ¿Por qué te empeñas en matar el Espíritu? Yo sé: porque el Espíritu tiene sus glorias que te rivalizan en poder. A pesar de ti, te debo lo que soy, pues no sería nada si no hubiera nacido bajo tu cielo. Tu tradición me predestinó desde siempre a la rebeldía. La demencia de tu producción me arrojó en los hornos de la pasión creadora y la contemplación. Tu desalmada indiferencia me obligó a vencer mis feroces enemigos: esos fantasmas interiores que crucificaban mi carne joven con fieros clavos de auto-destrucción. Yo chillaba de dolor silencioso en el mismo corazón de tu desprecio. Francamente, Medellín, eres peligrosa. Eres como el diablo para comprarle las almas, con la diferencia de que tú no las condenas al Infierno, sino al No-ser. No te enojes, mi querida, te amo más de lo que crees, pues al fin tú me has hecho posible. A tí, que no me has dado nada, salvo soledad y un poco de dura miseria, te debo la riqueza infinita y humilde de mí ser, que no cambio por todo el oro de tus bancos comerciales. Después de todo eres milagrosa. Haces posible lo imposible: hasta eres capaz de producir un loco idealista como yo. ¡Bendita seas!

Fragmentos del poema “Medellín, a solas contigo” Gonzalo Arango.1993 3

Este trabajo está dedicado a todos/as los amigos(as), familiares y líderes populares de la zona y la ciudad que me apoyaron y acompañaron en mi proceso de formación política y profesional. También va dedicado de manera especial a los y las jóvenes de las barriadas y comunas de esta ciudad, porque en ellos/as habita la esperanza de un mundo mejor que no ha sido, pero que se construye cotidianamente desde las propuestas de resistencia y emancipación popular.

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1. PRESENTACIÓN. Conscientes de la importancia histórica, política y cultural que representan las experiencia de organización y acción colectiva juvenil en la constitución de propuestas de renovación de imaginarios, sentidos y mecanismos de emancipación y lucha política en los territorios empobrecidos de la ciudad de Medellín. El presente trabajo abordará los procesos de organización popular juvenil en la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín desde las categorías de “movimiento social” y “acción colectiva”.

Valiéndose para tal objetivo, del estudio de caso del proceso de Articulación Juvenil de la Zona Nor-oriental, como referente organizativo y de actuación política de las juventudes populares de esta parte de la ciudad, en tanto espacio que ha permitido la formación de sujetos políticos críticos y proactivos, que buscan y construyen desde su cotidianidad alternativas de mejoramiento y transformación de sus realidades, a partir de la materialización de propuestas de concientización, resistencia y transformación sociocultural y política de las adversidades que padecen.

Para esto, este trabajo se desarrollará a partir de seis apartados temáticos; los tres primeros contienen una presentación general de la propuesta investigativa, seguido de un ejercicio de justificación y la descripción del marco metodológica con el que se realiza la investigación. Seguidamente, en el cuarto apartado se introducen los referentes conceptuales y las categorías de análisis desde las que se analizará el proceso de configuración del movimiento popular de juventudes de la zona Nor-oriental.

Posteriormente, en el quinto apartado se desarrolla un ejercicio de problematización del contexto territorial donde emerge la acción. Dimensionando los efectos políticos de la configuración histórico-social de los barrios de esta parte de la ciudad, así como la influencia a nivel orgánico y reivindicativo del acumulado organizativo popular comunitario que presenta esta zona. Elementos que permitan problematizar incluso la influencia de los proyectos y relaciones institucionales construidas en la conformación, sostenibilidad y ampliación de los ejercicios organizativos y de actuación colectiva juvenil en la zona.

Finalmente en el último apartado se desarrolla un ejercicio de periodización y caracterización del proceso organizativo de la Articulación Juvenil. Ejercicio que permitirá destacar los principales aprendizaje, retos y recomendaciones que desde esta experiencia colectiva juvenil se han obtenido en la intencionalidad de potenciar

las dinámicas de resistencia y transformación de las

problemáticas que padecen los y las jóvenes de esta zona. Analizando incluso los efectos que han acarreado los fenómenos de fluctuación y reacomodo de las dinámicas de conflictividad, así como los constantes intentos de cooptación institucional al que se han visto sometidos.

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2. JUSTIFICACIÓN.

Los procesos de organización, resistencia y acción colectiva de las juventudes populares en la Zona Nor-oriental de Medellín, se han convertido en procesos que propician formas alternativas de ser y vivir la juventud, en medio de un contexto de empobrecimiento y conflictividad permanente. No obstante, desde la década de 1990, la mayoría de reflexiones académicas y sociales, se centraron en analizar y reflexionar acerca de la inserción social de las y los jóvenes en los procesos armados y de criminalidad organizada de la ciudad (SALAZAR: 1990), dejando de lado, ejercicios de análisis, reconocimiento y visibilización de procesos alternativos como los que este trabajo pretende abordar. Lo anterior viene siendo contrastado durante la última década desde un esfuerzo liderado por diversas organizaciones sociales, ONGs y la misma institucionalidad por cambiar dicho imaginario, a través de la visibilización y posicionamiento de algunas políticas y programas en el campo de la 1

formación ciudadana . Las cuales, vienen siendo objeto de sistematizaciones recientes (Londoño, Gallo R, & Garcia R, 2008), producidas desde instituciones que se fortalecieron a mediados de la década de los 90´s con recursos provenientes de la cooperación internacional y programas estatales como lo fue la estrategia de la “Consejería Presidencial para Medellín y el Área Metropolitana” a principios de los 90´s. Estos apoyos buscaron canalizar parte de los recursos estatales y de la ayuda internacional al desarrollo que llegaba a la ciudad, para contener y resolver parte la crisis social y el abandono estatal al que el estado venia sometiendo a las comunidades 2

periféricas de la ciudad . Una buena parte de estos programas intentaban impactar en la visión tradicional y problematizadora que se tenía frente a la juventud y sus procesos de organización y participación social y política (Corporación Paisa Joven, 2004; Lopez G, 2010 y (Londoño, Gallo R, & Garcia R, 2008); logrando avances de manera reciente, en la realización de ejercicios de caracterización y

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Tal es el caso de las casas juveniles 1990, los clubes juveniles del ICBF que aparecen a inicios del 2000, y más recientemente la política de participación y organización juvenil contemplada en el acuerdo 02-2000 o Política Pública de Juventud del Municipio de Medellín, y también el acuerdo 076-2007 por el cual se adopta el plan estratégico de desarrollo juvenil 2 Entre estas experiencias organizativas está la Corporación Paisa Joven, la cual tuvo un papel preponderante en la formulación, difusión y cualificación técnica y operativa de una buena parte de las políticas públicas en materia juvenil que se produjeron en la ciudad. Ver documentos como: ABAD M. JOSE (2004) POLÍTICAS DE JUVENTUD. Conceptos y herramientas para la construcción de Política de Juventud en lo loca. Tomo I: Las políticas públicas en el contexto de la población Juvenil. Corporación Paisa Joven – GTZ; y también: ABAD M. JOSE (2004) POLÍTICAS DE JUVENTUD. Conceptos y herramientas para la construcción de Política de Juventud en lo loca. Tomo II: El ciclo de las Políticas Públicas de Juventud. Corporación Paisa Joven – GTZ. Otras instituciones relevantes en los procesos de cualificación política y formación ciudadana en la ciudad son la Corporación región, la Escuela de Animación Juvenil y la ACJ, las cuales continúan ofreciendo un sinnúmero de programas y proyectos formativos y de acompañamiento político a las juventudes de la ciudad. Siendo productoras incluso de gran parte de la bibliografía e investigaciones referidas a temas juveniles y de participación social y política de estos en la ciudad.

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diagnostico participativos sobre el estado actual de los procesos de organización y actuación colectiva juvenil. Estos programas también han servido para visibilizar cómo desde los proceso de organización y actuación colectiva juvenil se promueven y potencian autonomías que crean entornos favorables para “avanzar en la revisión y aplicabilidad de políticas públicas que incorporen a la población juvenil como actores del desarrollo y como constructores y transformadores de su realidad social” (Alcandia de Medellin Y Federación Antioqueña de ONG, 2009, pág. 16). Por lo que dichos procesos representan en cierto sentido, una ruptura frente aquellos fenómenos de estigmatización social y política prevaleciente frente a la juventud, donde textos como: “ No nacimos pa’ semilla” (SALAZAR: 1990), “Rosario Tijeras” (FRANCO J: 1999); y películas como “Rodrigo no Futuro” (GAVIRIA: 1989), “La Vendedora de Rosas” (GAVIRIA: 1998) , “La Virgen de los Sicarios” (SCHROEDER: 2000) entre otras, se impusieron como hitos en las formas de ver y entender a las juventudes populares como “el problema”; sin ahondar mucho en la problematización de las causas económicas, sociales y culturales que propiciaron el asentamiento de una cultura narcoterrorista como referente de vida “exitosa” y “buena” en la mayoría de los territorios empobrecidos de la ciudad. Es por esto, que desde este trabajo, se pretende aportar a la caracterización política de aquellos procesos y prácticas organizativas, de resistencia y actuación colectiva que han configurado las juventudes populares de la ciudad; tomando como referencia, la experiencia organizativa y de actuación colectiva que la Articulación Juvenil de la zona Nor-oriental ha tejido durante los años 2000-2013. Para lograr tal cometido, nos valdremos de reflexiones y dinámicas de contrastación logrados desde los aportes que ofrece tanto la teoría política sobre los movimientos sociales y la acción colectiva, así como de la contextualización y reconstrucción histórica del mismo proceso juvenil estudiado, teniendo como referente las siguientes preguntas problematizadoras: a) ¿Cómo han logrado

los procesos de organización y acción colectiva juvenil de esta parte de la ciudad

convertirse en una expresión viva del movimiento social y popular?, y b) ¿cuáles

serían los

aprendizajes y desafíos del Proceso de Articulación Juvenil en la configuración de un movimiento popular de juventudes autónomo, democrático y proactivo en la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín? En este sentido, el trabajo tendrá como eje transversal de reflexión las afectaciones producidas tanto por los cambios del contexto social, político y económico del territorio en el que dicho proceso organizativo actúa, como aquellos cambios propiciados a nivel interno en razón misma de la cualificación política de su proceso organizativo; expresado por ejemplo, en las formas de construcción y concertación de sus agendas de movilización, en las estrategias formativas de sus

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liderazgos, y en la constante dinámica de renovación de los grupos que la conforman. Vislumbrando a la vez con esto, los principales efectos sociales y políticos que dicho accionar colectivo ha representado para las apuestas reivindicativas y de participación política juvenil en esta parte de la ciudad. Todo esto nos permitirá incluso comprender

el accionar colectivo de dichos procesos de

organización popular juvenil, como una acción que disputa y resiste a las formaciones hegemónicas y violentas acentuadas en estos territorios. Ya que es desde su accionar consiente que se replantean cotidianamente las alternativas políticas y éticas de construcción de proyectos de vida por fuera de los fenómenos de militarización, criminalidad y exclusión política que ha ofrecido históricamente la ciudad a las poblaciones empobrecidas y victimizadas que se asientan en las periferias de su territorio.

2.1 OBJETIVO GENERAL. Caracterizar la experiencia de organización y acción colectiva de los y las jóvenes de la zona Nororiental en el periodo 2000-2013, a partir del estudio de caso del la Articulación juvenil de la Zona Nor-oriental.

2.2 OBJETIVOS ESPECÍFICOS.

2.2.1

Realizar un ejercicio de contextualización histórica territorial de la ciudad y la zona

Nor-oriental que facilite la comprensión política de los diversos momentos por los que ha transcurrido la experiencia organizativa de la Articulación juvenil, y sus implicaciones en la vigencia y continuidad de sus propuestas de formación, organización y movilización política en el territorio durante los años 2000-2013.

2.2.2 Reconocer y visibilizar los sentidos, valores, estrategias formativas y de movilización que dicha experiencia juvenil ha construido en los territorios durante el periodo 2000-2013, como alternativas de resistencia y transformación social de los contextos adversos que afrontan las y los jóvenes de esta parte de la ciudad.

2.2.3

Aportar desde el análisis realizado algunas recomendaciones orientadas hacia el

mejoramiento y la potenciación de las acciones organizativas, formativas y de movilización política juvenil que se vienen configurando en la zona Nor-oriental de la ciudad desde el periodo temporal estudiado.

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MARCO METODOLÓGICO.

Este trabajo retoma del paradigma socio crítico e interpretativo en tanto la pretensión transversal de esta investigación, consiste en problematizar la historia como campo de saber desde el cual es posible conocer a profundidad aquellos elementos, situaciones y fenómenos, que de manera causal o contingente, articulan y hacen posible el entendimiento y la explicación de los hechos y cambios sociales o políticos dados (VASCO, 1990); en este caso, lo que se busca es dar cuenta del devenir del proceso de organización y acción colectiva de la Articulación Juvenil en el contexto territorial de la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín durante el periodo 2000-2013. Lo anterior, nos permite problematizar la posibilidad de articular los distintos niveles y herramientas de conocimiento histórico y político que disponemos sobre el territorio y su población, para darle voz a partir de esto, a las experiencias de resistencia, organización y actuación colectiva juvenil en un contexto transversalizado por dinámicas de conflictividad, exclusión política y empobrecimiento como el que presenta la zona Nor-oriental de Medellín. Asunto que se intenta resolver al adoptar los postulados teóricos formulados por las epistemologías del sur, las cual reconoce la necesidad de abrir espacios analíticos para realidades sorprendentes (porque son nuevas o porque hasta ahora fueron producidas como no-existentes), donde puedan brotar emergencias libertadoras (DE SOUSA SANTOS B. , 2011, pág. 28). Con lo cual se llega a reconocer en las experiencias organizativas y de movilización zonal juvenil son escenarios donde el ejercicio dialógico y de análisis crítico de la cotidianidad, permiten a las juventudes populares, empoderarse de ciertos discursos y saberes prácticos como la política, la 3

historia, la pedagogía crítica y el análisis territorial; además de las artes, las TICs , y las dinámicas de autogestión comunitaria, como herramientas de cualificación, ampliación y proyección autónoma y colectiva de sus dinámicas de resistencia y deconstrucción cotidiana de aquellos fenómenos y situaciones que limitan y contienen su libertad y sus apuestas de transformación social y política de la realidad imperante. Por tal motivo, el ejercicio de caracterización del proceso de Articulación Juvenil de la Zona Nororiental se realiza desde una aproximación histórico-hermenéutica, en la que se combinan tres momentos de reflexión y análisis, que se describen a continuación: Primero una aproximación crítica al contexto histórico y territorial de la Zona Nor-oriental de Medellín y del movimiento urbano popular gestado en esta parte de la ciudad. Retomando para esto los trabajos históricos desarrollados por autores como (CALVO & PARRA, 2012) y (HILTON, Cambio Radical de Medellín, 2012), en los cuales se aborda tanto la configuración de las zonas 3

Tecnologías de la Información y Comunicación masiva.

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periféricas de la ciudad, como su relación con los procesos y actores de la corriente de la teología de la liberación, a la vez que permite contrastar la influencia del narcotráfico y de los procesos de conflictividad urbana en los cambios políticos, económicos y sociales de Medellín dados después de mediados del siglo XX. Dichos aportes, estarían complementados y contrastados tanto por informes o documentos oficiales publicados desde los diversos entes institucionales, como por reflexiones y análisis ofrecidos por autores como (ZIBECHI, 2011); quien investiga el papel que han jugado los sectores populares en las ciudades Latinoamericanas desde mediados del siglo XX, concibiéndolos como actores fundamentales de los procesos de resistencia y cambio social en dichos territorios. Brindando incluso, elementos conceptuales que problematizan las actuaciones institucionales provenientes desde los gobiernos locales con el objeto de afrontar y contrarrestar las demandas y formas organizativas que desde dichos sectores emergen. El Segundo momento,

consistió en la elaboración de un ejercicio de Reconstrucción de la

Memoria Histórica del Proceso de Articulación Juvenil de la Zona Nor-oriental.

Lo que

implico por un lado, la identificación de aquellos documentos organizativos como evaluaciones o publicaciones virtuales, informes de acompañamiento, sistematizaciones de discursos o jornadas de trabajo del proceso; complementado con la elaboración de entrevistas a sujetos y líderes claves del proceso durante el periodo de tiempo analizado. Además de esto, se buscó convalidar dicha información, a partir de la realización un taller participativo en el cual participaron 22 líderes y ex-acompañantes de la Articulación Juvenil. Taller que sirvió para identificar los hitos y trayectorias más relevantes de la dinámica organizativa y de actuación política del proceso. Valorando de manera conjunta, tanto los elementos de contexto territorial y político urbano que han afectado a nivel interno y externo el proceso de organización y de actuación colectiva, a la vez que se daba cuenta de las características y coyunturas propias que ha debido afrontar la experiencia organizativa y de movilización popular juvenil en la Zona Nororiental durante el periodo 2000-2013. Finalmente, el trabajo contó con un momento interpretativo y de retroalimentación, en el cual se contrastaron los principales hechos y hallazgos obtenidos en el primer y segundo momento, con las perspectivas y elaboraciones teóricas propias de la acción colectiva y los movimientos sociales; en especial, con aquellas que abordan los procesos de configuración de las identidades y acción política colectiva desde los sectores populares

(MUNERA, 1998; TORRES 2002 Y 2006).

Generando a partir de dicho ejercicio, dinámicas de retroalimentación logrados a través de exposiciones y jornadas de debate sobre los fenómenos y hallazgos obtenidos. Derivando esto, en una síntesis política, con la que se busca visibilizar los retos y fortalezas más relevantes de la experiencia de organización y de actuación colectiva de la Articulación Juvenil de la Zona Nor-

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oriental, y sus esfuerzos por renovar los mecanismos de ampliación y fortalecimiento las dinámicas de configuración de movimiento social y popular en la ciudad y el país.

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REFERENTE TEÓRICO CONCEPTUAL.

“Toda sociedad va desarrollándose en medio del conflicto y la pugna de intereses de diversos actores sociales, y dicho conflicto se manifiesta en el ejercicio de la dominación y la resistencia o subordinación de los distintos actores, producto de lo cual surgen visiones, ideas y proyectos políticos, que encarnan el proyecto de sociedad de cada uno de ellos” (PARDO, 2012, pág. 15)

Abordar la configuración del movimiento popular juvenil en la zona Nor-oriental de Medellín implica reconocer de un lado los aportes conceptuales propiciados por las múltiples corrientes de la teoría de la acción social colectiva y los movimientos sociales, donde autores como: (TILLY, 1991); (MUNERA, 1998); (TORRES A. C., 2002 y 2006); (DE SOUSA SANTOS B. , 2001); (JAVALOY F., 2005); (ARCHILA, 2005); (SVAMPA, 2010) y (PARDO, 2012) entre muchos otros, han realizado síntesis y amplias reflexiones sobre las más diversas expresiones organizativas y de movilización colectiva surgidas en las diferentes latitudes europeas, americanas y más recientemente colombianas, tanto en los escenarios rurales como urbanos. Así mismo, debe tenerse en cuenta los aportes complementados por aquellas aproximaciones teóricas y disciplinares que desde la sociología (BRITO, 1996), la psicología (BOTERO, 2011) y la historia (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008) se han interesado por comprender y dimensionar las dinámicas de configuración de relaciones, imaginarios y sentidos del accionar político colectivo propiciadas desde las juventudes, con la intensión de resistir y transformar las condiciones impuestas por el sistema hegemónico y de poder en los contextos que habitan. En este sentido, la conjunción de dichos campos epistemológicos brindarían los elementos metodológicos y conceptuales propicios para teorizar y comprender desde una perspectiva socio crítica (VASCO, 1990) los mecanismos y fenómenos sobre los que se sustentan aquellos procesos de resistencia y transformación social generados por las jóvenes en contextos y realidades particulares como lo son por ejemplo de las zonas periféricas urbanas de la ciudad de Medellín. Lo anterior implica, dada su complejidad, el decantar y problematizar cuáles de las herramientas categoriales y conceptuales brindadas por dichos campos del conocimiento social resultan pertinentes y adecuados para la realización del ejercicio analítico-descriptivo sobre lo que son y han representado políticamente las dinámicas de organización y actuación colectiva juvenil en el

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contexto de la zona Nor-oriental de Medellín. Ya que serían estas herramientas teóricas las que permitirían abordar a las juventudes populares de esta parte de la ciudad como sujetos sociales, políticos e históricos. Lo cual pasa incluso, por entender cómo dichas juventudes han podido ser y desplegar su accionar colectivo en medio de las contradicciones territoriales signadas por los fenómenos de marginalidad y la violencia; aprovechando la generación de procesos de organización y movilización política comunitaria, como base política para el reconocimiento y la potenciación de la identidad popular, convirtiendo esta identidad en el eje articulador del tejido social y la formación de sujetos políticos críticos promotores de subjetividades emancipadoras. Es por esto que el ejercicio investigativo que se pretende realizar, privilegia el abordaje históricohermenéutico (VASCO, 1990), en tanto paradigma metodológico que facilita el entendimiento y la contextualización de los sucesos y factores sociales que han influido en la definición lo que son y han implicado políticamente las dinámicas de organización y acción colectiva de los/as jóvenes en el proceso de configuración de dicha identidad popular critica y emancipadora. Motivaciones que permiten ofrecer en este apartado, tres secciones que briden de una manera sucinta, una descripción de las categorías y referentes conceptuales que servirán de sustento para el ejercicio analítico y descriptivo de la experiencia organizativa y de acción colectiva de la Articulación juvenil de la Zona Nor-oriental durante los años 2000-2013. Inicialmente se parte de una aproximación socio-histórica de la categoría juventud, a partir de una descripción del sujeto joven como representación y protagonistas de las dinámicas de reproducción, resistencia y transformación sociocultural y política cotidiana, problematizando parte de las tensiones y del ordenamiento social impuesto desde las dinámicas de autoridad y poder propiciadas por el mundo adulto (LEMUS, 1996; ELIÉCER & FERNANDO, 2008; LOPEZ, 2010). Seguidamente, se planteará una aproximación a las categorías de la historicidad y el contexto como ejes analíticos de los conflictos presentes en la territorialidad y en los escenarios sociocultural y político en los que se desarrollan las experiencias de organización y acción colectiva juvenil (ALBERTO, 1990; TORRES C. A. 2006; ZIBECHI, 2011). Adentrándonos finalmente, en algunas perspectivas de reflexión y análisis de la acción colectiva y los movimientos sociales desde el paradigma socio-critico y popular; los cuales permitan adquirir elementos para dimensionar la experiencia colectiva de la Articulación juvenil, como uno de los procesos que han posibilitado a los sujetos (los y las jóvenes urbano populares) apropiarse de una parte de las configuraciones (practicas, sentidos, símbolos e imaginarios colectivos) de lo que se ha sido denominado “la identidad popular” (MUNERA, 1998; TORRES, 2002 y ROMERO, 1990).

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Por lo que entenderemos dicha construcción identitaria como un escenario y herramienta de corte ideologico y político que define buena parte de las dinámicas de agenciamineto, lucha política y constitución de poder de los/as sometidos/as; ya que dicha construcción implica el reconocimiento de un conjunto de saberes y sentidos de sí mismos (su identidad), asi como de las realidades socio económicas y politicas que han habitado como sectores popuales sometidos. Recreando a partir de esto diversos mecanismos, estrategias y propuestas para la transformación y resistencia efectiva y contextualizada a las dinámicas de cooptación, militarización y control biopolítco (ZIBECHI, 2011) implantadas en los territorios urbano populares de la zona y la ciudad durante las últimas dos décadas.

4.1 Aproximaciones a las juventudes como “sujetos” sociales, políticos e históricos.

Conceptualizar las juventudes no es un ejercicio sencillo, y menos cuando se tienen en cuenta los múltiples sentidos y significados con que se ha venido dotando tanto en el plano académico como en vida común a las categorías de la juventud, lo juvenil y los/as jóvenes. Para algunos autores, “establecer un concepto que defina la juventud puede ser un esfuerzo inútil si se parte de la idea de construir una representación totalizante” (LOPEZ, 2010, pág. 38).

Para otros, la superficialidad y confusión que resulta del concepto juventud, viene dado en parte por la utilización indiscriminada de dicho concepto en la cotidianidad, así como por la ausencia de un marco teórico concreto que permita definir el objeto de estudio “juventud”, como referente interpretativo de la realidad (BRITO, 1996, pág. 2). No obstante, desde las diferentes disciplinas, escuelas, ámbitos sociales y líneas epistemológicas de las Ciencias Humanas, se han venido proponiendo una serie de aproximaciones y acercamientos sobre los sentidos y significados que ha cobrado la categoría de la juventud como fenómeno de representación social, así como condición política, social y cultural de un grupo poblacional determinado.

Para ello, las distintas corrientes disciplinares han debido plantearse rupturas con aquellas miradas esencialistas centradas en enfoques y paradigmas clásicos heredados del método positivista, el cual, privilegiaba una relación sujeto-objeto que hacía predominar las representaciones hechas de la juventud, sobre lo que realmente significaba la juventud como fenómeno social propiamente dicho (LOPEZ, 2010, pág. 53).

Actualmente se ha avanzado en miradas interdisciplinares que desembocan en enfoques integrativos y transdiciplinares que acentúan el análisis del sujeto desde algún componente de la dinámica social, lo que implica una contextualización y articulación de los diferentes saberes y

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posturas sobre el sujeto joven, “ubicándolo en una relación contextuada e histórica con su entorno y propendiendo por la identificación de sus características particulares, en donde la generalización está siempre en entredicho y se transforma en tendencias” (LOPEZ, 2010, pág. 53). Con base en lo anterior, se revisan los aportes conceptuales condensados en el cuadro Nº 1. En el cual se sugieren diversas aproximaciones analíticas que nos ayudarían en la comprensión y problematización de las juventudes como sujetos sociales, políticos e históricos; reconociendo en las miradas disciplinares desarrolladas propiamente desde la Historia y la Sociológica, aquellas definiciones o categorías que más se acercan al ejercicio de reflexión y análisis que pretendemos realizar. GRÁFICO 1. 4 MIRADAS DISCIPLIRARES Y TEÓRICAS .

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Matriz elaborada por Mónica Sepúlveda y Manuel López, con aportes de los estudiantes del diplomado en juventud de la EAJ (Escuela de animación Juvenil). Parte de: (LOPEZ, 2010, pág. 52).

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Esta matriz de perspectivas disciplinares contienen en sus referentes de análisis, así como en los conceptos de juventud construidos, categorías que permitirían problematizar y entender a las juventudes desde las relaciones de poder y las lógicas de confrontación, sumisión y ruptura con el ordenamiento social propuesto por el status quo (del mundo adulto). Es decir, dichos referentes analíticos privilegian el potencial emancipatorio de la juventud desde un sentido político, al ser 5

comprendida como el resultado de un proceso social e histórico determinado en parte por las condiciones sociales, políticas, culturales y económicas de la sociedad (BRITO, 1996, pág. 3). Lo anterior implica que la categoría “juventud” es entendida como una construcción social e histórica, inmersa en relaciones de poder que la definen y determinan en relación con el lugar (de sumisión o ruptura) que ocupa respecto a la estructura generacional de la sociedad. Así como en su rol de reproductor o transformador de las lógicas de producción, valoración y constitución del orden social y político imperante. Por lo que visto de esta manera, “el proceso social que implica la juventud, resulta en un proceso de inculcación que transforma al ser humano maduro fisiológicamente en el “agente social” competente” (BRITO, 1996, pág. 4), debido en parte, al status de subordinación en el que los y las jóvenes se constituyen, donde la propiedad del saber y la experiencia acumulada (por el mundo adulto) se constituyen en las bases que sustentan la posesión de un capital cultural acumulado con el tiempo y concentrado en los símbolos y sentidos que el mundo adulto impone. Lo cual tiene fuertes implicaciones, en tanto que las relaciones entre hijos y padres de familia, alumnos y maestros de escuela, y en general entre los y las jóvenes, el estado y la sociedad queden signadas por la verticalidad y autoridad del mundo adulto, en una constante disputa por adquirir mayor 6.

autonomía dentro de las dinámicas sociales . No obstante, dado lo contradictorio y complejo que han de resultar las dinámicas de reproducción de la sociedad, se ha avanzado en caracterizar la situación social de la juventud a partir de ejercicios de diferenciación de las múltiples tipologías de relaciones generacionales, Las cuales se encuentran sintetizadas en el cuadro 2 (BRITO, 1996, pág. 5).

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Para Roberto Lemus, las categorías de joven y mujer están transversalizadas por los condicionamientos que acarrea la división social del trabajo y lucha de clases sociales en la sociedad capitalista. Lo cual requiere de ejercicios transversales del análisis de las diferencias de clase para abordar analíticamente las particularidades que puedan presentar ambas categorías. Para conocer más sobre dicha relación consultar: HACIA LA DECONSTRUCCIÓN DE UN NUEVO PARADIGMA DE JUVENTUD, parte de: Hacia una Sociología de la Juventud, Revista de estudios en Juventud JOVENES. Editada por el Centro de Investigaciones y estudios sobre juventud. Cuarta época, Nº 1, México, 1996. 6 (Ibídem, pág. 4).

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GRÁFICO 2. 7 TIPOLOGÍA DE LAS RELACIONES GENERACIONALES .

Dicho esquema, extracta los conflictos y contradicciones presentes en la reproducción o superación de las relaciones de subordinación y reconocimiento de la juventud (Relaciones generacionales) según las características de mentalidad, así como las condiciones de vida y desarrollo de las diversas sociedades. Evidenciando que: “entre más cerrado, reaccionario y tradicional sea un sistema social, más contradictorio resultará para él la participación juvenil” (ibídem, pág. 5).

Aduciendo además, que la asimilación y resolución de los conflictos y contradicciones presentes entre las visiones y formas del ser juvenil en un mundo adulto-céntrico, dependerán en gran medida de las condiciones reales de mentalidad social, desarrollo económico y apertura política con que cuenten dichos sistemas sociales.

Por lo tanto, esta descripción socio-histórica y conflictiva del concepto juventud, realizada bajo un enfoque genealógico como el propuesto por (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008), se alimentan de otras perspectivas como la sociocultural propuesta por Carles Feixa, quien conciben la existencia de la juventud como grupo o “condición social caracterizada por determinadas actitudes, comportamientos o una subcultura que agrupa a todos aquellos(as) que se encuentran en un momento de transición entre el mundo infantil (esfera improductiva) y la condición adulta (esfera productiva) de manera indistinta en todas las culturas” (Feixa: 1998, pág. 18). Lo que resulta igualmente definida por una relación material y de poder que se expresa en términos de la vinculación de los sujetos en los diversos escenario de producción y reproducción social, político, económico y cultural. 7

Este esquema de las Tipologías de las relaciones generacionales es desarrollado por (BRITO, 1996), en su texto, Hacia una Sociología de la juventud: Algunos elementos para la deconstrucción de un nuevo paradigma de la juventud. Publicado en la revista Estudios sobre juventud JOVENes, Cuarta Época, año 1, Nº 1, México. Editada por el Centro de Investigación y Estudios sobre juventud de México.

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Dichas aproximaciones permiten realizar a manera de ejercicio genealógico, un recorrido por las diferentes acepciones que se han usado para referirse a los y las jóvenes durante los distintos periodos históricos. Teniendo presente, que son tanto las condiciones sociales (es decir, las normas, los comportamientos e instituciones) como los imaginarios culturales (es decir, valores, atributos y ritos asociados específicamente a los(as) jóvenes) las que determinaran el valor y los significados asignados socialmente a lo que sería la juventud como condición social; así, como los diversos papeles que las y los jóvenes deberán de cumplir en aquellos procesos de producción y reproducción de la sociedad (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008, pág. 357).

En esta línea, la perspectiva genealógica contempla por lo menos 5 modelos de juventud presentes en los diferentes periodos históricos de la cultura occidental, los cuales van desde los púberes de las sociedades primitivas, fragmentadas y sin Estado; pasando por los efebos de la sociedad clásica, los mozos de la edad media, los muchachos de la sociedad industrial y finalmente, producto de los procesos de modernización tecnológica, económica y política, la aparición de la escéptica juventud post-industrial, en donde resalta la tensión que estos últimos representan al status quo, en tanto “que dudan de la sociedad forjada por el mundo adulto, brotando variedades inusitadas de rebeldes sin causa” (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008, pág. 358).

Finalmente, recogemos en este recorrido analítico por las concepciones de la juventud como sujetos sociales, políticos e históricos las reflexiones que para el caso de la condición de la juventud en Colombia propone el investigador y psicólogo Manuel López (LOPEZ, 2010). Quien de manera sucinta, esboza cuatro contextos o momentos históricos diversos a partir de los cuales describir y caracterizar la condición de juventud en el contexto nacional durante las últimas décadas: “En un primer momento durante la denominada modernización económica de la primera mitad del siglo XX, la juventud vive el proceso de diferenciación a partir de la categoría de estudiante, asociada por tanto a la educación, el tiempo libre, y la prevención. En un segundo momento, los procesos de crisis y transformación latinoamericana de los 60´s y 70´s, permiten la participación y visibilización de la juventud como movimiento social o como integrante de estos; lo cual puso a la juventud en el escenario social y político pero generó hacia ella estrategias de control, restricción y coerción, a la vez que profundizo el estigma de rebelde, ya no sólo desde la condición inocente de “inmanejable” sino como sujeto peligroso para el orden. En tercer momento, las políticas y trasformaciones mundiales tendientes a la preocupación por la población vulnerable de los años 80´s y siguientes, implican ampliar la mirada sobre la población juvenil que oscila entre la condición

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vulnerable y la condición de actor estratégico” (citando a Londoño et al, 2008; en LOPEZ, 2010, pág. 55) Y finalmente, el cuarto momento perteneciente al periodo de las décadas de los 80´s y 90´s “caracterizado por una tensión y confusión en el surgimiento y visibilización de la población juvenil. […] sumado a otros fenómenos como el narcotráfico, los procesos de apertura, globalización y democratización de los estados latinoamericanos, conllevo a que la juventud irrumpiera desde la pugna por encontrar un lugar social a través de tres formas: las expresiones violentas, la participación y organización social y política y la generación de identidades y prácticas culturales propias y diferenciadas del mundo adulto. […] Pudiendo pensarse esta época como aquella en la que se produce la juventud en Colombia y a la vez se da un proceso de aprendizaje y acomodamiento, tanto de la juventud como del estado y la sociedad”. (LOPEZ, 2010, pág. 55) Podemos apreciar en síntesis, con este recorrido analítico, como la categoría juventud ya sea como condición y sujeto, ha sido complejizada y reconstituida constantemente desde el mundo adulto. Obedeciendo principalmente a los significados culturales, relaciones de poder y roles impuesto a los individuos en los diversos momentos del devenir social e histórico. Lo cual nos permite proponer una comprensión del sujeto social joven, en términos de los roles, comportamientos, dinámicas y procesos de preparación y transición psico-biológica que la 8

sociedad les impones y les permiten (como la educación y la moratoria social ); con la intensión de prepararlos para su inserción a las dinámicas de producción y reproducción social propias del mudo adulto. Io cual implica el tener en cuenta tanto las condiciones de clase, como el potencial emancipador y revolucionario que en sí mismo representan, al concebir la juventud como una condición donde las tensiones y el conflicto por la irrupción de la autoridad y el poder se acrecientan y definen de manera constante. En este sentido podemos ver como la anterior concepción social de la juventud da pie para analizar el sujeto político joven desde una perspectiva Foucaultiana. En tanto que, las reflexiones respecto al sujeto y el poder que propone dicho autor, se centran en una comprensión de los 9

sujetos políticos ampliada, principalmente desde un plano que él denomina ético , en tanto implica,

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Dicha fenómeno de moratoria social comienza a ser definido propiamente en la modernidad básicamente desde dos perspectivas, una psicosocial, entendida como la pausa en las demandas de la sociedad en responsabilidades frente asuntos sexuales, sociales, académicos y laborales; y otra perspectiva que hace alusión a la cantidad del tiempo que aparentemente dispone el joven por su ubicación en el ciclo vital, lo que le otorga una posición privilegiada en términos de mayor cantidad de oportunidades para experimentar. Para profundizar en estos dinámicas, consultar: Variables para comprender la condición de juventud en (LOPEZ, 2010, págs. 71-89). 9 Según la teoría Foucaultianan, existen diversos modos de objetivación a través de los cuales los individuos nos convertimos en sujetos: Primero estarían los “Modos de Inquirir o investigar” (disciplinas que alcanzan el estatuto de ciencia: la gramática (desde el estudio del sujeto hablante); la economía (analizando el sujeto

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entender al sujeto como un producto de sí mismo y su realidad; y en contraposición con las relaciones de poder y conflicto presentes en las comprensiones disciplinares que los pretenden objetivar. Inaugurando así, un método analítico que más que profundizar en las totalizaciones del análisis cultural o social, pretenden debelar la racionalización de las experiencias y sus relaciones frente a los mecanismos de poder (FOUCAULT, 2001). Lo anterior facilita el entendimiento de aquellos mecanismos individuales y colectivos emancipatorios que los(as) jóvenes vienen estableciendo (los guetos, grupos de pares, expresiones estéticas y movimientos juveniles) como resistencia al poder. los cuales logran reconfigurar políticamente su subjetividad, en tanto ponen en tensión aquellos símbolos, comportamientos e imaginarios que desde el ordenamiento y la autoridad adulta se le han transmitido, recreando e irrumpiendo a través de diversas formas organizativas, de participación y movilización social y política generadas autónomamente, en la urdimbre interna que sostiene y reproduce las dinámicas sociales, económicas y políticas del status quo imperante desde el mundo adulto. Proceso que permite al mismo tiempo la constitución de un sujeto histórico. En tanto dicha comprensión que los/as jóvenes alcanzan de sí mismo y su realidad de sometimiento, les permite construir y apropiarse de determinados imaginarios e identidades móviles, que de manera individual y colectiva impactan en los procesos de renovación, ruptura y cambio de las condiciones y formas de vivenciar sus contextos y territorios inmediatos,

constituyendo si se quiere, una

especie de “espíteme juvenil” que les facilita no sólo su entendimiento como grupo social, sino posicionar sus visiones, proyectos y condiciones de vida. Elementos que se traducen prácticas y discursos promotores de aquellos cambios que permean y trastocan tanto la continuidad como el desacoplamiento de determinadas formaciones y patrones socioculturales, tal y como pueden ser: las experiencias de religiosidad, la concepción tradicional de la familia y sus roles masculinos y femeninos, las formas de producción, reproducción y consumo dentro de la economía capitalista, los ejercicios de participación social y política clientelar

productivo); la biología (como campo de objetivación absoluta del ser viviente)). Segundo, serian las denominadas “Practicas de escisión” donde el sujeto está separado de sí mismo y de los otros (tal es el caso de la psiquiatría con la distinción entre sujetos locos-cuerdos, la Medicina y su distinción entre sujetos enfermos-sanos y la criminalística y su distinción entre criminales -muchachos buenos). A partir de este análisis, Foucault se propone construir un método para abordar el sujeto que no parta de las totalizaciones del análisis cultural o social, sino que parta del entendimiento de las relaciones de poder y las luchas de resistencias que los mismos sujetos asumen. Definiendo así al sujeto como “aquel que está sometido a otro a través del control y la dependencia. O aquel que se encuentra atado a su propia identidad por la conciencia y el conocimiento de sí mismo (visión ética). Parte de: FOUCAULT, 2001. EL SUJETO Y EL PODER. Consultado 11 de Enero 2012 en: http://www.philosophia.cl/biblioteca/Foucault/El%20sujeto%20y%20el%20poder.pdf. Pág 3-7.

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y asistencial e incluso las formas de asumir y comprender su sexualidad y los roles de género determinados por el sistema patriarcal hegemónico.

4.2 Historicidad y contexto en la comprensión política y organizativa de las juventudes urbanas populares. Sería un anacronismo pensar las dinámicas de organización y acción política juvenil por fura de los sucesos y condicionamientos que han marcado el contexto y la formación histórica del territorio en el que estas habitan, por lo que se hace necesario reconocer y construir algunos referentes conceptuales que permitan apropiarse y caracterizar parte del devenir histórico de la ciudad y la Zona Nor-oriental en donde se desarrolla la experiencia orgánica y política de la Articulación juvenil. Este trabajo tendrá en cuenta aquellos fenómenos de conflictividad económica, social y política que han dado forma a los imaginarios y realidades fácticas de las periferias urbanas y las poblaciones que conforman esta parte de la ciudad de Medellín durante el periodo 2000-2013. Partimos para esto del reconocimiento que se hace de la historia como proceso y como reflexión. Con lo primero, se hace referencia a aquel campo del conocimiento social que se encarga de percibir y concatenar a partir de causalidades y contingencias los distintos procesos sociales y políticos que estructuran la realidad (ROMERO, 1990). La segunda acepción, concibe la historia como una “reflexión (apoyada en acontecimientos narrados y señalados tanto desde los discursos oficiales, como de los medios de comunicación y de aquellos procesos de comunicación alternativa, como los producidos por las mismas organizaciones y liderazgos populares) sobre la manera y el por qué se han generado las diversas transformaciones sociales, así como las denominaciones que han recibido estas épocas; mostrando incluso las percepciones y efectos que estas transformaciones han tenido en las subjetividades de los sujetos que las padecieron” (LOPEZ, 2010, pág. 17). En este mismo sentido, es necesario señalar qué se entiende por contexto, dado que es recurrente en los análisis de tipo político e histórico el referenciárselo como variable determinante o transversal de las explicaciones a los sucesos, situaciones o fenómenos sociales estudiados. Por lo que se entenderá por contexto entonces a: “aquellas condiciones y posibilidades

que

determinan e influencian el surgimiento de maneras de comportamiento social, de movilizaciones masivas o de cambios en las formas como un conglomerado se mueve en el mundo y produce su entorno” (Ibídem, pág. 14). Razón que propicia que dichas condiciones y posibilidades puedan ser

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leídas desde diferentes dimensiones analíticas, las cuales abracan lo espacial, lo histórico, lo sociocultural, lo económico y lo político. Lo que permite que “un contexto pueda tener también una dimensión escalar, pueda ser macro, meso o micro, escalas que no necesariamente se relacionan con tamaños geográficos a nivel, mundial, regional y local, sino también con alcances interpretativos que se pretenden; en ultimas, la lectura de un contexto debe dimensionarse, tanto espacial como temporalmente en una relación dialéctica de sus contenidos, ya que los fenómenos sociales, económicos y políticos son una consecuencia de esta relación” (Ibídem, pág. 14). En síntesis, cuando se habla de contextualizar, es porque se propone “establecer relaciones entre lo histórico, lo espacial, lo político y lo cultural. [Para que a partir de estas relaciones] se comprender qué influencia o determina el surgimiento de un fenómeno social específico o qué hace posible su aparición con unas características particulares” (Ibídem, pág. 14). Basándonos en lo anterior, abordaremos la configuración histórica de las barriadas populares de la ciudad de Medellín, desde aquella mirada crítica propuesta por Raul Zibechi (ZIBECHI, 2011), quien aporta elementos analíticos para examinar los efectos que sobre las dinámicas de organización y acción colectiva popular tienen tanto las dinámicas de crecimiento poblacional como las lógicas de poblamiento irregular de las periferias urbanas de las principales ciudades latinoamericanas. Traducido esto en los cambios políticos y administrativos presentes en las lógicas de actuación político institucional de los gobiernos locales, para dar respuestas a las demandas y acciones reivindicativas de los sujetos que habitan dichos territorios. Ya sea desde políticas que implican tanto dinámicas de militarización para controlar las lógicas de criminalidad y conflicto vigentes en estos territorios en razón de la pobreza y descomposición social que en ellos se vive; así como la implementación de programas y políticas de corte asistencial y participativos, con los cuales se busca legitimar y ampliar la gobernanza institucional, en detrimento de los procesos de organización e incidencia política autónomamente construidos y gestionados por los(as) pobladores populares. Actuaciones que se complementan y agudizan la descomposición social desde políticas asistenciales y de aumento de control biopolítco, las cuales van desde ayudas económicas como subsidios alimenticios, hasta la definición de los planes de ordenamiento territorial que especifican 10

la disposición y uso de los suelos que conforman dichas periferias .

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Algunos de los casos más emblemáticos de este tipo de políticas lo constituye por una parte el Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo (PLPP), el cual tuvo una fuerte influencia en la fractura y desaparición de la propuesta organizativa y de movilización política popular aglutinada en la Red de

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Con todo esto se busca dar cuenta de cómo este contexto histórico tan particular ha impactado de manera específico en la vida, imaginarios y prácticas de las juventudes que habitan y han habitado durante en este último tiempo dicho territorio. En particular, en lo referido a la generación de propuestas de resistencia a las dinámicas de reclutamiento, intimidación y control que se han perpetrado contra toda la población y en especial sobre las y los jóvenes. Razones que permiten visibilizar las alternativas de resistencia y transformación colectiva juvenil como experiencias que obedecen a la reconfiguración y fortalecimiento del tejido social roto en razón del recrudecimiento y transfiguración de la violencia vivida desde la década de los 90´s a partir de la entrada de las estructuras paramilitares al territorio; las cuales no sólo diezmarían a través del terror y el miedo las acciones políticas emprendidas por los sujetos populares, sino que además serían las artífices de las dinámicas de consolidación política, económica y militar de la bandas criminales y del narcotráfico que actualmente presenta la ciudad, al organizar estructuralmente las lógicas económicas y de seguridad criminal que durante las últimas dos décadas han predominado en la zona y gran parte de la ciudad (GÓMEZ R. H., 2012). Lo anterior, permite analizar el papel jugado por las expresiones organizativas juveniles en la constitución de sujetos sociales y político críticos, con capacidad de entablar ejercicios de exigibilidad de sus derechos, de formular planes y políticas públicas afirmativas con el apoyo de la institucionalidad estatal y la cooperación internacional, que contribuyeran a mejorar sus condiciones de vida. A través de la dinamización y el fortalecimiento de escenarios alternativos de educación, desde la pedagogía crítica y el enfoque de la educación popular, lo que se expresa actualmente, en la diversidad de expresiones de formación artística y política que propiciarían en los y las jóvenes la consecución de proyectos de vida éticos y alternativos a las condiciones de marginalidad, violencia y exclusión política que el contexto brinda. 4.3 Perspectivas de reflexión y análisis de la acción colectiva y los movimientos sociales desde el paradigma socio-crítico y popular. Son múltiples las aproximaciones analíticas desde las cuales se ha intentado problematizar y entender los fenómenos de organización y movilización social y políticas de los sujetos en la historia (ver síntesis realizadas por autores como: (MUNERA, 1998); (TORRES A. C., 2002); (ARCHILA, 2005) y (PARDO, 2012)). Todos estos, aportan elementos singulares desde los cuales dimensionar y caracterizar las expresiones reivindicativas y de movilización de los individuos.

Organizaciones Comunitarias ROC; y de otro lado, toda la propuesta de renovación y transformación urbanística de gran parte de los barrios y territorios periféricos formulada e implementada desde el Plan urbano Integral (PUI) que comienza en el año 2000 con la aprobación del Metro Cable para Santo Domingo y que se prolonga durante las administraciones del Alcalde Sergio Fajardo (2004-2008) y de Alonso Salazar (2008-2012).

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No obstante, debido a las características y delimitaciones epistemológicas propias de este ejercicio investigativo, realizaremos una breve contextualización teórica sobre las comprensiones generales que se tienen de la acción colectiva y los movimientos sociales, haciendo especial énfasis en aquellas aproximaciones que abordan la categoría de “movimiento popular” en Colombia (MUNERA, 1998) y (TORRES C. A., 2006), así como su relación con el paradigma socio-crítico y emancipatorio forjado en torno a los procesos de construcción de saber y poder desde los sectores populares

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o subalternos en América Latina (DE SOUSA SANTOS B. , 2001).

En este sentido, los aportes de la perspectiva socio-crítica apuntan a nutrir aquellos paradigmas epistemológicos que permitirían “descubrir todas aquellas ataduras de la realidad, todas aquellas esclavitudes de las que somos todos víctimas más o menos inconscientes, [buscando incluso] la mejor manera de romper esas cadenas” (VASCO, 1990). Lo que permite la realización de ejercicios de teorización y análisis crítico de la realidad, que propugnen por la deconstrucción de aquellas comprensiones funcionales y sistémicas limitadas a sustentar y fundamentar las dinámicas de actuación y comprensión del poder desde el ámbito institucional. Sobre todo al nivel de las explicaciones dadas a los desajustes y conflictos sociales provocados por la exacerbación de las dinámicas de dominación política y económica que se incuban al interior de las lógicas de reproducción “irracional” del sistema de acumulación capitalista global. En el convulso contexto latinoamericano, el despliegue de dicha perspectiva analítica implica la realización de ejercicios de lectura de la movilización social como efecto de la agudización de las consecuencias de los procesos de la globalización y expansión económica recientes; sobre todo en razón de la exaltación de las contradicciones y conflictos propios de los planos económico, social y político, que se reflejan, entre otras situaciones, en las disputas territoriales y jurídicas entre las comunidades, las corporaciones multinacionales y los estados en razón de la reprimarización económica vía intensificación del modelo extractivo (SVAMPA, 2010); además de la consecuente precarización de las condiciones de vida de las poblaciones periféricas urbanas, debido a la instalación de modelos de seguridad y desarrollo en las principales ciudades, que continúan materializando la ampliación de diversas formas que control biopolítco y militar en detrimento de la calidad de vida de los y las pobladores urbanos (ZIBECHI, 2011).

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Abordamos la categoría de sujetos populares, a partir del paradigma sociocultural e histórico (ROMERO, 1990) que propone una superación de las dicotomías y determinismos socio-demográficos impuestos desde las perspectivas socio-económicas propias de las aproximaciones Marxistas vulgares. Las cuales privilegiaron abordajes de los sectores populares a partir de los roles de subordinación, producción y consumo que estos ocupaban dentro de la estructura social y económica. Desconociendo así, las acciones reivindicativas, de resistencia y deconstrucción cultural e ideológica que dichos sectores han propuesto frente a las dinámicas de explotación y marginalización social, política y económica del régimen hegemónico. Donde la cotidianidad se erige como escenario de proyección de sus estilos y proyectos de vida colectiva, siendo a su vez el lugar de donde brotan y se reconfigura la definición de sus referentes identitarios y de construcción de poder contrapuestos al status quo.

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Ante este sombrío panorama, se hace necesario desplegar un andamiaje conceptual que devele cómo en medio de dicha realidad, se han logrado gestar y sostener propuestas de organización, resistencia y movilización social y política construidas por dichos sectores populares; dando cuenta a la vez de cuáles han sido los efectos de sus acciones en el plano de la disputa ideológica y política por el entendimiento y la de-construcción de la historicidad y el poder en dichos territorios. Para esto, el trabajo pretende esbozar brevemente los aportes que desde las teorías de la acción y de los movimientos sociales se han aportado a la explicación de tales fenómenos colectivos.

4.3.1 La acción colectiva y los movimientos sociales como campo analítico de la lucha social: Los análisis teóricos sobre la acción colectiva en América Latina coinciden en caracterizar la prominencia de las reflexiones, categorías y conceptos sobre dicho campo del estudio social en dos vertientes desarrolladas primordialmente en las

escuelas estadounidenses y europeas

(MUNERA, 1998); (TORRES A. C., 2002) ; (ARCHILA, 2005) y (PARDO, 2012)). Estos paradigmas analíticos estarían condensados principalmente en dos vertientes: de un lado, las perspectivas conductistas o de la acción racional con énfasis en la reflexión y análisis desde la sociología política, el individualismo metodológico, y las teorías de movilización de recursos (TORRES A. C., 2002, págs. 5-7), las cuales han sido complementadas recientemente por algunos estudios realizados desde la psicología de la acción (JAVALOY, RODRIGUEZ, & ESPELT, 2001). Del otro lado, encontramos la aproximaciones teóricas realizadas por la sociología de la acción, el enfoque socio histórico y el paradigma de la identidad. Enfoques que presentan una confluencia de argumentos en términos de validar y ampliar las reflexiones y aportes hechos por la teoría Marxista al análisis de la lucha de clases, así como en el abordaje y caracterización de los diversos conflictos sociales, políticos económicos y culturales generados por las contradicciones estructurales de desigualdad económica y la expansión del régimen de explotación capitalista (PARDO, 2012). La primera vertiente, al estar sustentadas por las visones funcionalistas de los años 60 (BLUMER, 1946)

proponen analizar la “conducta colectiva” (collective behavior) a partir de creencias

generalizadas sobre los fenómenos que generan la movilización de los individuos, basándose “en formas elementales como el pánico, el furor colectivo y el estallido hostil, hasta en comportamientos organizados como los movimientos normativos y los movimientos valorativos” (TORRES A. C., 2002, pág. 5). Lo anterior, permite entender la acción colectiva como el producto de una tensión que perturba la armonía social, por lo que las actuaciones sociales desplegadas por

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tales fenómenos colectivos estarían encaminadas a reconfigurar paulatinamente el orden social, económico y político que resulto perturbado por dicha tensión. Para Múnera, dicho abordaje estudia las acciones emprendidas por actores individuales y colectivos desde un entendimiento de las conductas contestatarias guiadas por una doble racionalidad: de un lado tendríamos que los “fenómenos sicológicos como la frustración o la agresividad llevarían a los individuos a integrarse en comportamientos colectivos. Mientras que de otro lado, creencias generalizadas sobre el alcance y la fuerza de la acción colectiva, desproporcionadas con respecto a la realidad, serían el motor de la movilización” (MUNERA, 1998, pág. 26). Como puede apreciarse, ambas comprensiones desbordan los marcos explicativos funcionalistas impuestos desde la racionalidad institucional. De lo que deviene que los movimientos sociales encarnen una disfuncionalidad social en el entendimiento de la sociedad como un “todo integrado”, donde se desprecian elementos centrales como el conflicto y las contradicciones estructurales que presenta la sociedad en las explicaciones que sustentarían dichas conductas colectivas; elementos que al combinarse con “la marginalidad de los actores; la irracionalidad, la no institucionalidad y la disfuncionalidad de la acción con respecto al orden social; así como la precaria organización y transitoriedad de este tipo de conductas colectivas, configuraban una definición negativa de los movimientos sociales” (ibídem, pág. 27). En contraposición a esto, los autores de la segunda vertiente teórica desmarcaran sus reflexiones de dichas concepciones negativas, proponiendo miradas más complejas que abordaran por ejemplo el examen concreto de la acción colectiva en un contexto histórico determinado (enfoque socio histórico) (TILLY, 1991). Razones que llevan a cuestionar y problematizar desde esta nueva perspectiva las relaciones sociales, culturales y de producción de manera continua y permanente, ya que es a partir de “los cambio estructurales a gran escala, y situados en la larga duración (modernización) los que afectan consecuentemente las formas y los modos que presentarán las acciones colectivas” (TORRES A. C., 2002, pág. 8). Es entonces Charles Tilly quien inaugura este tipo de aproximaciones al desmarcarse con sus indagaciones del paradigma funcionalista, al examinar algunos fenómenos de acción colectiva en los que la conexión entre lo individual y colectivo “destaca y es problemática”; ya que observa con especial atención aquellas dificultades a los que se enfrentaban los teóricos al realizar tal conexión (TILLY, 1991, pág. 151). Por lo que retomará en sus ejercicios de observación de las actuaciones colectivas, un sentido especial por “el conflicto y la acción política discontinua”, que se expresaba en los constantes ejercicios de protestas y movilización de la población obrera de Europa de mediados del siglo xx.

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Argumentos que le permitirían hacer ruptura con aquellas denominaciones y términos estigmatizantes que provenían del ámbito institucional respecto a las

actuaciones colectivas,

provenientes principalmente de las instituciones policiales y administrativas de los estados de aquella época. En sus aproximaciones, Tilly formula que el conocimiento inicial que se tuvo sobre las acciones colectivas de los obreros de la época (especialmente en Francia), “buscaba predecir, prevenir y canalizar la acción colectiva popular” (TILLY, 1991, pág. 158), por lo que se incurría en errores como: a) saltar de las predisposiciones del individuo a las predisposiciones del grupo; b) tratar la conducta de un solo actor, la persona o grupo más propenso a protestar, rebelarse, exigir o acatar las normas, dejando de lado la interacción social; c) solían ser análisis estáticos, careciendo de especificaciones de los medios por los que cambia la acción y produce resultados; d) las consideraciones de la conducta entre antagonistas eran causales en lugar de intencionales, pese a que los análisis detallaban repetidamente consideraciones tácticas (ibídem, pág. 159). De modo similar, desde la vertiente interaccionista del funcionalismo (BLUMER, 1946) se señaló que tales comportamientos no eran conductas desviadas sino componentes normales del funcionamiento de la sociedad; de lo que se podía deducir que las demandas y acciones de los inconformes no buscarían romper con el orden social sino integrarse a él. Y además, dado que las acciones colectivas no pueden ser controladas en su totalidad por las instituciones del orden social, podrían estas dar origen a nuevas formas y relaciones, es decir, favorecerían los cambios de valores culturales y sociales (BLUMER, 1946, citado por TORRES A. C., 2002, pág. 3). De otro lado, los aportes realizados por el sociólogo francés Alain Touraine desde el “paradigma de la Identidad”, complementan aquellas reflexiones provenientes de las aproximaciones marxistas de la lucha de clases, sobre todo en lo relacionado al entendimiento y los sentidos que tienen el accionar colectivo para los sujetos que lo promueven. Lo que le permite a dicho autor formular que la sociedad no puede ser concebida como “un orden social establecido, sino como un sistema dinámico de relaciones en permanente construcción, en otras palabras, como sistema de acción histórica donde el conflicto juega un papel central” (TOURAINE 1987:68, citado por: TORRES A. C., 2002, pág. 9). Lo que hacen que

los

movimientos sociales puedan ser concebidos como “la conducta colectiva organizada de un actor luchando contra su adversario por la dirección social de la historicidad en una colectividad concreta” (TOURAINE, LOS MOVIMIENTOS SOCIALES, 2006, pág. 255). Caracteristicas que hace de los movimientos sociales espacios privilegiados para la constitución de sujetos sociales, político e históricos criticos y emancipadores.

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A su vez, dicha comprensión ampliada de la movilización social permitiria establecer cierta diferenciación entre las multiples formas de acción colectiva (dadas en terminos de las conductas colectivas coyunturales) y los movimientos sociales (presentes cuando las luchas sociales son sostenidas y prolongadas en un espacio histórico más amplio). La anterior diferenciación ha permitido entender el primer tipo de conducta como “acciones conflictivas de defensa, de reconstrucción o adaptación de un elemento enferemo del sistema social”; mientas el segundo tipo de conductas, estarian definidas como “mecanismos que buscan modificar las decisiones y por lo tanto los factores del cambio de la historia y el ordenamineto social” (TORRES A. C., 2002, pág. 9). Esta última perspectiva analítica sería posteriormente alimentada por las visiones del italiano Alberto Merliccí desde la “sociologia de la acción”. Quien con sus estudios intentó profundizar en el análisis y las relaciones existentes entre los elementos subjetivos y de cambio estructural que permitieran “comprender las conductas conflictivas a la estructura de la sociedad sin renunciar a explicar cómo se forman y manifiestan en concreto nuevas creencias y nuevas identidades colectivas”

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(ibidem, pág 10).

Elementos que facilitarian entablar desde este enfoque, una coincidencia con las diferenciaciones propuestas por Touraine sobre la relación que guardan la clasificación de los diversos tipos de acciones colectivas y movimientos sociales en sus formas: reivindicativas, políticas y de clase. Para el autor frances, los movimientos reivindicativos serían aquellos situados en el plano del control de las organizaciones y las normas; los movimientos políticos aquellos que se generan en torno a los canales y mecanismos de participación; dejando por último, pero no menos importantante, a los movimientos clasistas, los cuales estarían recogidos en

todas aquellas

expresiones de lucha por la apropiación, control y orientación de los medios de producción social. Razón por la cual presentan cierto carácter mixto, al no ser posible encontraselos de manera “pura”, sino como expresiones reivindicativas o políticas de la lucha de clases (ibidem, pág, 10). Estos dos avances teoricos inauguran el estudio de los denominados “nuevos movimientos sociales” de las sociedades complejas, al problematizar a partir de las condiciones y conflictos surgidos desde los años 80, el influjo de dichas propuestas sociales en la definición y configuración

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Comprensión que permitiría ver a los movimientos sociales como acciones colectivas que responden a dos condiciones especificas: a) Expresan un conflicto social: [en términos de la] oposición entre dos o más actores por la apropiación o el control de los recursos centrales de una sociedad. B) Tienden a provocar una ruptura de los límites de compatibilidad del sistema histórico en el cual se hallan situados. Para conocer más a cerca de la ampliación de las condiciones o rasgos que Melucci propone analizar y contemplar en la caracterización de los movimientos sociales ver el apartado dedicado al análisis del paradigma de la identidad que propone el profesor Alfonso Torres en el texto: LAS LOGICAS DE LA ACCIÓN COLECTIVA APORTES PARA AMPLIAR LA COMPRENSIÓN DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES (2002), PÁG 10-11.

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de nuevos razgos organizativos, identitarios y de proyección política de los sujetos en las representaciones del accionar colectivo de los diversos grupos sociales. Lo cual permite explicarlos incluso a partir de los factores que los componen como “construcciones sociales organizadas, es decir, como sistemas de acción que involucran: a) conflicto: existencia de oposiciones estructurales que generan dos o más actores que compiten por los mismos recursos sociales; b) identidad: capacidad de los actores para generar solidaridades y sentidos de pertenencia que les permita ser vistos como actor social; c) transgresión de los limites del sistema: que conforman alternativas políticas, sociales y culturales (ibidem, pág 11). En sintesis, esplica Torres, dicha mirada de los movimientos sociales como “sistema” pasa por concebirlos como estructuras organizadas que garantizan cierta unidad y continuidad en el tiempo. Por lo que puede entenderseles como “acción” en la medidad en que están orientados por objetivos, creencias y decisiones; así mismo, son forjadores de “identidades” en la medida que construyen solidaridades y sentidos de pertenencia a su interior y comparten campos de oportunidades comunes. De allí que los movimientos sociales resulten siendo un campo analítico complejo que requiere de amplios procesos de abstracción y observación crítica de las realidades en las que se incuban y emergen, para de esra manera porde fortalecerlos o ampliarlos (ibidem, pág 11). En terminos de las aproximaciones a los movimientos popuales en Colombia, Munera establece que dicha complejización analítica y metodológica da pie para proponer algunas pautas donde se visualizen los “movimientos populares” desde formas de investigación de la acción colectiva de 13

clases y actores populares .

Por lo que aborda tales movimientos desde 3 dimenciones

fundamentales: la primera, referida a los procesos de articulación entre actores individuales y colectivos (lo organizativo), lo segundo son los ambitos concretos de relaciones sociales (escenarios de actuación); y finalmente, la acción colectiva propiamente dicha y en la que coexisten un sentido de acuerdo con valores, la racionalidad instrumental y lo simbólico afectivo (el accionar) (MUNERA, 1998, pág. 61).

13

Dichas pautas recogen también una definición crítica y ampliada de su entendimiento de las clases populares a partir de “la posición que ocupan dichos sectores en el sistema de relaciones sociales y la acción que lleva a [la configuración del] movimiento popular” (MUNERA, 1998, pág. 65). Para ello, el autor recurre a aquellas aproximaciones de clase brindadas por Poulantzas y Touraine donde se la expone tanto desde una posición objetiva, referida esta a: “la posición que ocupan los agentes en el conjunto de la división social del trabajo, en el cual están contenidas las relaciones políticas e ideológicas” (POULANTZAS, 1974). Así mismo, contempla las estructuras que emergen tanto en la realización y gestión de la acumulación, como en el conflicto por el control y la orientación de la historicidad; encontrándose dicho conflicto caracterizado por la oposición presente entre “una clase superior, dirigente o dominante que ejerce una coacción sobre el conjunto de la sociedad, gestionando y realizando el modelo cultural; mientras la clase popular no lo controla y orienta, pero participa en él intentando darle otra orientación y resistiendo al dominio de la clase superior” (TOURAINE, 1973).

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Todos estos elementos tendrán aplicaciones practicas en investigaciones recientes sobre el movimiento popular colombiano, como las realizadas por eljemplo por Mauricio Archila, quien define los movimiento populares ”como formas de asociación orgánicas entre individuos” (ARCHILA, 2005, pág. 376) que van más allá de los escencialismos o procesos de homogenización y autoexclusión que enfatizan en los particularsmos y lo común; recogiendo las miradas pluralistas de Chantal Mouffe, quien propone “ver a los sujetos como seres múltiples y contradictorios, habitantes de una diversidad de comunidades (…) construidos a partir de una variedad de discursos, y ligados temporal y parcialmente en la intersección de esas posiciones de sujeto” (ARCHILA, 2005, pág. 379). Tales aproximaciones hacen que Archila plantee incluso que los movimientos sociales “no sirven unicamente para conseguir reivindicaciones sino que dan sentido de pertenencia en un contexto de fragmentación social” (ibidem, pág, 380), concluyendo que: “los movimientos sociales no parten de escencias predeterminadas sino que son construcciones colectivas -constituyen otro tipo de “comunidades imaginadas”-, sobre referencias históricas que muchas veces se han naturalizado. Sus

identidades son relacionales y simultaneamente

moldeadas desde fuera y forjadas desde dentro. Ponen a prueba las tradiciones heredadas en experiencias en donde actuan el conflicto social. Además, las formas de identificación son múltiples, cambian con el tiempo y no hay una que sea superior a las otras per se; todo depende del contexto histórico y de la primacia que los actores le otorguen a una manera particular de asociarse. Por último, no solo apuntan a las dimenciones culturales de la acción social colectivas sino que ellas mismas ofrecen un sentido de pertenencia, un conjuto de valores y una proyección futura” (ARCHILA, 2005, pág. 381). En relación a esto último, Alfonso Torres reconoce que los procesos de configuración y posicionamiento de las organizaciones urbano populares durante las últimas décadas , han contribuido a la construcción y ampliación de la identidad y la acción política de dichos sectores, al ser dichas organizaciones los escenarios donde se prefiguran y multiplican las diversas estrategias 14

de resistencia silenciosa de los dominados . Sobre todo, en la medida en que estas organizaciones permiten a los subalternos (o sectores populares) generar -desde su propia iniciativa o la de agentes externos- una variedad de formas organizativas desde las cuales articular esfuersos para hacer frente a la resolución de problemtaticas comunes o para hacer visibles proyectos y utopias compartidas” (TORRES C. A., 2006, pág. 3).

14

Torres asume para esto, los análisis de la resistencia propuestos desde la aproximación realizada por Scott, J. (2000). En: Los dominados y el arte de la resistencia. México: Editorial Era. En la cual se describe las practicas de resistencia como expresiones infra-políticas donde los grupos subordinados incorporan sus discursos y prácticas en algunas visiones del mundo, manifiestos principalmente en los discursos políticos que pueden analizarse políticamente en el plano de la disputa ideológica por la hegemonía.

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Argumentos que contrubuyen a reforzar la necesidad e importancia política de realizar estudios sistemáticos y críticos, sobre la caracterización y conceptualización de las practicas organizativas y de actuación colectiva construidas por las diversas poblaciones urbanas de las periferias de una ciudad como Medellín.

4.3.2 Aproximaciones a las juventudes como movimiento social. Hasta ahora, este trabajo ha desarrollado desde diferentes enfoques y aproximaciones analíticas los conceptos de Juventud, de acción colectiva y de movimiento social. Es por esto, que intentaremos en este pequeño apartado, dedicar algunas reflexiones a lo que ha significado la juventud como movimiento social, o si se quiere, los movimientos juveniles. La mayoría de reflexiones académicas coinciden en caracterizar estos movimientos juveniles dentro de la tipología de los “nuevos movimientos sociales”, aduciéndoles características culturales y de actuación particulares más asociadas al campo de las reivindicaciones identitarias, del reconocimiento y la inclusión política, e incluso de las reivindicaciones educativas, ecológicas y hasta anti-sistémicas.

Es por esto que los

procesos de actuación colectiva juvenil pueden

entenderse como escenarios con la capacidad de agenciar múltiples identidades políticas, donde las propuestas de resistencia, renovación

y

cambio del ordenamiento y las desigualdades

existentes son los ejes transversales de las dinámicas de organización y movilización cotidiana. Una de las aproximaciones que más se acerca a esta comprensión, es la desarrollada por Martines P. y Barragán G (2008),

para quienes “La lista de sucesos en los que los jóvenes son

protagonistas de los movimientos sociales dan muestra de un “potencial ontológico” entendido como “potencial de actuar”. Bajo esta premisa, se amplían las nociones cobradas por los sentido que imprimen los jóvenes a sus luchas y formas organizativas; ya que son estas los escenarios en los cuales los y las jóvenes pasan a ser sujetos políticos que proponen una forma de agencia propia y contextualizada a sus realidades, es decir, se convierten en acción en el ejercicio de su libertad individual y al mismo tiempo en una perspectiva de liberación colectiva” (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008, pág. 364) Para estos autores, las formas en cómo los y las jóvenes se han vinculado a los procesos de transformación y lucha social en las diferentes latitudes del planeta, los hace proclives de analizar 15

desde la categoría de multitud . En este sentido, “los movimientos sociales se presentan como

15

Para estos autores, es posible identificar los movimientos juveniles con el concepto de multitud elaborado por Hart- Negri en el contexto de análisis del imperio, en tanto les permite comprenderlos como un potencial para la resistencia, es decir, un poder político potencial que se manifiesta en los diferentes movimientos políticos juveniles que se han dado en la historia. Los cuales van desde los movimientos

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multitud porque no tienen la necesidad de buscar fuera de su propia historia y de su poder productivo los medios de llegar a constituirse en sujeto político” (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008, pág. 365) De otro lado, esta visión teórica permite entender la funcionalidad del concepto multitud como un resultado de lo que sería el imperio, en tanto: “ éste es capaz de crear una potencia para la revolución; una potencia ontológica que se propone renovar políticamente el marco de la economía política; una potencia del trabajo vivo como expresión de la nueva composición técnica y política del trabajo productivo como potencia del trabajo inmaterial y del trabajo efectivo” (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008, pág. 367). Por lo que las juventudes se convierten en los sujetos de las transformaciones inmanentes “en la medida que aportan la fuerza viva que reaccionan ante las lógicas del capital que propone una gubernamentalidad que asume la forma de imperio, en la que los dispositivos de control constituyen una subjetividad de productores” (ibídem, pág, 367). Otras nociones de los análisis conceptuales que se vienen dando sobre los movimientos juveniles, es el representado por la “perspectiva generacional” (BOTERO, 2011). Dicha aproximación conceptual, propone retomar la historicidad desde las narrativas de los/as jóvenes en sus prácticas de acción colectiva, concibiéndolas como - narrativas afirmativas –, las cuales se orientan hacia la deconstrucción de la política como práctica adulto céntrica, dominada por una amplia gama de prácticas clientelares, burocráticas y conservadoras que resultan conflictivas y poco atractivas para el dinamismo y las necesidades de cambio y renovación que invocan las juventudes actualmente. Por lo tanto, para dicho enfoque de análisis de los movimientos juveniles, la vinculación de los jóvenes a los movimientos sociales indican “tensiones, regularidades y distanciamientos a la luz de sus prácticas interculturales e intergeneracional” (BOTERO, 2011, pág. 62). Por lo que se hace necesario centrarse “en los contextos que han dado pie a las movilizaciones generacionales actuales, en las cuales los/as jóvenes forman minorías disidentes frente a los sucesos políticos del país: reconociendo cómo vienen irrumpiendo formas instituyentes de construir sentidos comunes – o sentido común -, frente a la naturalización de esquemas incorporados en los imaginarios y prácticas de injusticia, así como de violencias sociales, económicas, políticas y culturales” (ibidem, pág, 62).

estudiantiles de Chile, Argentina (1918), hasta las recientes revueltas antiglobalización desarrolladas en Europa y EEUU; pasando incluso por los sucesos de Chiapas (1994) y desde luego el emblemático hito de movilización y cambio cultural de 1968 y principios de la década de 1970 (MARTINES P & BARRAGAN G, 2008, pág. 363).

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Razones que permitirían a su vez, el promover una historicidad desde las narrativas de los y las jóvenes en sus prácticas de acción política, las cuales constituyan un nuevo relato desde la generación actual, resignificando las otras generaciones (ibidem, pág, 62). En síntesis, el abordar la juventud como movimiento social pasa por entenderla como parte de la fuerza que ha impulsado los procesos de revolución y cambio social en la sociedad capitalista en las últimas décadas. Sobre todo, en los contextos de empobrecimiento y marginalidad crecientes, donde constituyen un amplio capital de renovación y emancipación colectiva, mostrando con el paso del tiempo, mayores niveles de organización, cualificación política y apoyo social para el despliegue de sus propuestas de actuación y transformación cultural, política e incluso económica.

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5. CONTEXTOS TERRITORIAL Y SOCIOPOLÍTICO EN EL QUE SE DESARROLLA LA INVESTIGACIÓN. “El faro del neoconservadurismo en América Latina arroja un fulgor turbio que nos recuerda que la operación de reconversión de Medellín reposa sobre las tumbas de decenas de miles de sus ciudadanos. La resistencia, no sólo armada, ha sido formidable, lo 16

que explica la sangre y el fuego que se han necesitado para aplastarla” .

Lograr dimensionar los procesos de resistencia, organización y acción política de las juventudes populares de la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín durante los últimos diez años, requiere necesariamente una aproximación a los principales fenómenos económicos, sociales y políticos que han configurado la trágica y contradictoria realidad de la que ha sido denominada la segunda ciudad más importante del país.

Para ello, este apartado intentará contrastar algunas de las reflexiones y análisis propuestos por diversas investigaciones que permitan primero problematizar las dinámicas de conformación de las Barriadas populares en América Latina (ZIBECHI, 2011), así como el papel de sus pobladores en los procesos de organización, movilización y lucha por el mejoramiento de las condiciones de vida en estos territorios (CALVO & PARRA, 2012). Lo anterior será complementado por un abordaje crítico de la historicidad de la ciudad, donde se problematice de un lado, parte del devenir social, político y económico sobre la que se ha configurado la matriz productiva de la ciudad (HILTON, 2012), tanto en razón de los procesos de industrialización de mediados del siglo XX, así como de los cambios ocurrido en dicho modelo productivo luego de los fenómenos de apertura económica y de la consolidación del narcotráfico a nivel nacional y local durante las últimas tres décadas de este siglo XX. De otro lado, este análisis del contexto territorial y sociopolítico que se realiza de la ciudad, pretenderá mostrar las afectaciones territoriales, políticas y socioeconómicas que han influido de manera directa en la configuración de la zona Nor-oriental de la ciudad, al ser uno de los focos de resistencia política popular, así como el territorio donde se acentúa el despliegue del proceso de Articulación Juvenil estudiado. Con dicho recorrido se pretende destacar el histórico abandono estatal al que ha sido sometido este territorio y sus pobladores, reflejados por ejemplo en los altos índices de miseria y exclusión política, así como en el auge de las dinámicas de conflictividad y el reclutamiento que han debido

16

HYLTON FORREST. El cambio radical de Medellín. Parte de: Revista electrónica, New Left Review Nº 44. Pág. 66-85.

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padecer los y las jóvenes durante las últimas tres décadas (1980-2010) en razón de la urbanización y ampliación del conflicto armado. Contrastando esta realidad, con las dinámicas organizativas y de movilización popular y comunitaria que darían el sustento a los actuales procesos de resistencia y acción colectiva juvenil presentes en esta parte de la ciudad (HERNANDES, 2005).

5.1 De la villa a la ciudad: Industrialización y poblamiento irregular en la configuración de Medellín. Son bastante amplias las reflexiones historiográficas y sociológicas que han tratado el tema de la conformación de las ciudades latinoamericanas como consecuencias de los cambios productivos y las necesidades de expansión, tecnificación y especialización de la producción y de los capitales. Raúl Zibechi ha sido uno de los autores que más ha enfatizado en este tipo de análisis, argumentando que algunas de las características que más destaca en dichas ciudades, han sido el exponencial aumento de sus poblaciones, así como las cada vez más marcadas y constantes políticas de militarización y aumento de legitimidad institucional, a través de múltiples programas asistenciales y de control biopolítco (ZIBECHI, 2011, pág. 2). Para este autor “la situación se agrava cuando las lógicas de urbanización se han desconectado y autonomizado de la industrialización y aún del crecimiento económico, lo que implica una desconexión estructural permanente de muchos habitantes de la ciudad respecto de la economía formal, mientras los modos actuales de acumulación siguen expulsando personas del campo” (ZIBECHI, 2011, pág. 2), y agravando sus situaciones de supervivencia y relacionamiento entre los nuevos habitantes de los territorios urbanos que vienen a desarrollar sus proyectos de vida. Esto se confirma al revisar las historias de las ciudades latinoamericanas y percatarse de que muchas de estas han estado asociadas a procesos de expansión de su población urbana como consecuencia del auge comercial e industrial; ya fueran desde la época de la colonia, o a partir de periodos más recientes donde hubo una amplia migración de la población campesina que habitaba en los alrededores y periferias de dichos centros urbanos. Estos nuevos pobladores, llegaban con la finalidad de cubrir la demanda de mano de obra que se requerían tanto en el proceso de industrialización, como en la mayoría de enclaves comerciales y de desarrollo de infraestructura vial y locativa que requería las lógicas de ampliación del capital. La historia de Medellín no es ajena a dicho fenómeno, pues según lo expresado por autores como Forrest Hilton, la ciudad fue “Fundada en torno a la minería del oro y como centro comercial en 1675, por lo que se convirtió en capital comercial de la región a finales del siglo XVIII. Sus comerciantes se beneficiaban de la exportación del oro obtenido por esclavos en las minas y de la

34

importación desde España de productos manufacturados baratos. Durante la década de 1880 la región se convirtió en centro del boom del café, que vinculó más estrechamente a Medellín con su entorno rural: los banqueros comerciales de la ciudad controlaban el crédito, la fijación de precios, la distribución y el transporte de la cosecha de café, mientras que pequeños cultivadores colonizaban las laderas de los Andes” (HILTON, 2012, pág. 68) Este proceso concuerda en parte con las aceleradas formas de poblamiento irregular presentadas desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX. Ya que la mayoría de campesinos, jornaleros rurales y algunos pequeños mineros, vieron en la naciente industria y dinámica comercial que se gestaba en este territorio como consecuencia de las bonanzas aurífera y cafetera un mejor escenario de vida para sí mismos y sus familias. Lo cual es confirmado por algunas investigaciones publicadas

17

en 1993 por la que fuera la

consejería presidencial para Medellín y su área metropolitana. Las cuales tratan el tema de la conformación de “barrios espontáneos”, más conocidas como “invasiones” o “barrios irregulares”. Señalando incluso que: “al año de 1840 se produjo la primera invasión conocida con el nombre de “El Salado” que surgió como una población de esclavos emancipados”. Quienes huyendo de sus amos, se asentarían en lo que fuera las laderas del camino que conectaba al Valle del Aburra con la que fuera la ciudad de Santa fe de Antioquia, ubicadas en la actual parte alta de la comuna 13 al centro occidente de la ciudad (Municipio de Medellín, 1993). Este proceso se tornaría en una constante y tormentosa realidad social, dándose cada vez con mayor frecuencia y de manera ampliada, en la medida que se presentaba un escalamiento y transformación del conflicto rural que venía vivido el país desde mediados del siglo XX. Ya que aunque en un principio “dicha guerra civil no afectaría mucho la región antioqueña por la fuerte consolidación de ejércitos regulares que la protegerían de los ataques de caudillos y estados vecinos” (LONDOÑO, 2007). No obstante, Las afectaciones que sufriría la región durante el periodo de surgimiento de las guerrillas y los grupos paramilitares a mediados del siglo XX, serían uno de los factores determinantes tanto del ingente crecimiento irregular de los asentamientos urbanos, como de los índices de crecimiento demográfico de la ciudad durante dicha época (ver cuadro 3). Dicha hipótesis es confirmada por las investigaciones hechas por Oscar Calvo, quien asevera que la ciudad “recibe una nueva oleada de inmigrantes entre 1940 y 1960, procedentes sobre todo de

17

Parte de la recuperación histórica de estos sectores populares, viene siendo recogida por programas de recuperación de la Memoria Histórica de la ciudad en el marco del conflicto social, político y armado. Uno de esos trabajos, denominado “Memoria Cultural de la Comuna 13, se puede consultar en: http://www.medellindigital.gov.co/Mediateca/repositorio%20de%20recursos/SecretariaCultura_MemoriaC ulturalComuna13.pdf (Consultado el 07/07/2013).

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la región del sur-oeste antioqueño, que venían atraídos por las mejores condiciones que ofrecía la ciudad y huyendo de la violencia en el campo, lo que aceleró el poblamiento en las laderas empinadas al norte del sector de Berlín y Aranjuez, a través del loteo de antiguas fincas por propietarios legales e ilegales” (CALVO & PARRA, 2012, pág. 38). GRÁFICO 3. TASAS DE CRECIMIENTO POBLACIONAL 18 DE LA CIUDAD DE MEDELLÍN Lo anterior estaría complementado, como ya se ha dicho antes, con la alta demanda de mano de obra solicitada por las diversas empresas. Siendo bastante significativa, aquella representada por las mujeres madres cabeza de hogar, quienes venían siendo empleadas por la naciente industria textil concentrada en las fabricas de Coltejer (Fundada en 1907) y Fabricato (1923). Quienes a partir del acompañamiento y orientación recibido desde las compañías

Jesuitas,

fundaron

procesos

de

organización obrera donde se inculcaban “la «obediencia y lealtad personal absoluta » para configurar unas pautas de conducta obrera basadas en los lazos personales con los patrones y una ejecución pronta y eficiente de sus órdenes. Beneficiando con ello el crecimiento y posicionamiento de dicha industria, del cual eran dueñas las prestantes familias Echeverria y Restrepo” (HILTON, 2012, pág. 70)

Por otro lado, el proceso de reordenamiento y dotación urbana que sufriría la ciudad, producto del trabajo realizado por la Sociedad de Mejoras Públicas fundada en 1899, así como la apertura del centro para la educación en artes y oficios y las dos escuelas de profesionales más importantes de la ciudad como lo eran la universidad de Antioquia, que formaría principalmente a médicos y abogados y la Escuela Nacional de Minas, encargada de profesionalizar a Ingenieros de las diversas áreas productivas y de infraestructura. Serian los pilares que impulsarían la estrategia de industrialización y urbanización del valle. Para Hylton, “el régimen de desarrollo regional de Antioquia –industrialización, redes de transporte y comunicaciones y reestructuración urbana– sirvió como modelo para el resto del país entre 1904 y 1920, cuando las elites estatales decidieron transformar su influencia económica en ventajas políticas nacionales. La burguesía cafetera invirtió en la banca, la industria y la propiedad 18

Tasas de crecimiento poblacional estimadas a partir del Censo poblacional realizado el 9 de Mayo de 1951. Tomado de: “Programa integral de mejoramiento de barrios subnormales en Medellín. Consejería Presidencial para Medellín y su Área Metropolitana. Municipio de Medellín. 1993. Pág. 5.

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inmobiliaria, convirtiéndose en expertos especuladores” (Ibídem, pág. 70), garantizando con esto, parte de su posicionamiento al interior de las disputas políticas por el predominio de los poderes regionales por lo menos hasta la entrada de los dineros del narcotráfico a finales de la década de 1970. Lo anterior tendría como principal ventaja, la sólida infraestructura empresarial lograda a partir de su tradicional estrategia corporativista, que “llevaría a la élite económica a mantener la defensa de los intereses regionales, a través de la creación de agremiaciones empresariales como la Federación Nacional de Cafeteros, la Asociación Colombiana de Mineros, la Asociación Nacional de Industriales (ANDI), la Federación Antioqueña de Ganaderos, la Asociación de Bananeros de Colombia, entre otras (LONDOÑO, 2007). Prácticas que aun siguen estando vigentes, y ejemplo de ello

sería el conjunto empresarial conocido como “El grupo empresarial antioqueño” (ó

informalmente Sindicato Antioqueño), el cual aglutina actualmente a por lo menos cinco de las 19

empresas más prestantes del país . No obstante, dicho modelo de desarrollo presentaba algunas falencias, las cuales salieron a flote “cuando los precios del café cayeron durante el largo declive de las décadas de 1960 y 1970 y las economías de Asia oriental –Taiwán, Hong Kong– se convirtieron en competidores imbatibles en cuanto a la ropa barata y los artículos de consumo más corrientes” (HILTON, 2012, pág. 72). A lo que habría de sumarse que cada uno de los sectores productivos, seguían siendo manejados por pequeños monopolios familiares que jamás lograron pasar de la producción de mercancías básicas y manufacturas livianas, hacia bienes superiores que requirieran de una intensiva y cualificada intervención industrial. Por lo que algunas de estas compañías dejarían de ser competitivas tanto en el plano nacional e internacional, dadas las nuevas condiciones de flexibilización y apertura que mostraban los mercados al finalizar la década del 70, y donde las anteriores estrategias proteccionistas y de apadrinamiento gubernamental del sector industrial serian desmontadas gradualmente por la imposición del modelo neoliberal. Estas razones hicieron que “las esperanzas generadas por la economía industrial durante las primeras décadas de posguerra en cuanto a la movilidad social, mejora en el alojamiento, educación, sanidad y condiciones de trabajo se desvanecieron para las generaciones posteriores a la crisis del modelo antioqueño. Durante la década de 1970, mientras los habitantes de los nuevos

19

Una aproximación más detallada de lo que ha sido esta estrategia corporativa Industrial y comercial en Antioquia y Medellín la pueden encontrar en: LONDOÑO, CARLOS FELIPE. Grupo Empresarial Antioqueño. Evolución de políticas y estrategias, 1978-2002. Revista EIA, núm. 1, febrero, 2007, pp. 47-62 Escuela de Ingeniería. Disponible en: http://redalyc.uaemex.mx/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=149217763005. de

Antioquia Envigado, Colombia

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barrios de Medellín se organizaban y requerían la mejora de los servicios públicos, un joven proletariado sin empleo añadía un matiz insurgente a las movilizaciones” (HILTON, 2012, pág. 73).

5.2 Surgimiento de las barriadas populares y el narcotráfico: un caldo de cultivo para la urbanización del conflicto en Medellín. Como ya se ha mencionado, la ciudad a mediados de 1950 venia presentando un flujo migratorio bastante significativo, producto de la violencia rural y la creciente demanda de mano de obra del sector industrial. Para la década de 1960, “la crisis de los patronatos obreros en las fábricas, la emergencia de un sindicalismo católico no patronal y el fracaso de barrios construidos para domesticar un pueblo insumiso, indican que las formas de control social construidas por las élites antioqueñas estaban resquebrajándose” (CALVO & PARRA, 2012, pág. 35). Estos fenómenos confluirían con el auge de la movilización social en la ciudad producto de luchas estudiantiles, y el compromiso asumido por una parte de la iglesia católica que radicaliza su compromiso

con

los

sectores

empobrecidos

y

marginados,

lanzándose

en

misiones

evangelizadoras que buscaban acompañar tanto la fundación de barrios irregulares en las periferias de la ciudad,

como acompañar y fundar comunidades de base en aquellos

asentamientos con los cientos de desplazados que dejaba tanto la violencia en el campo, como los procesos de reordenamiento urbano de la ciudad. Según datos de Planeación Municipal

20

“más de una tercera parte de los núcleos clasificados como

“piratas” por el municipio estaban ubicados al nororiente de Medellín, donde se habían asentado la Salle (1939), Villa de Guadalupe (1943), Carambolas y La Cima (1945), Moscú (1945), Santa Cruz (1948), Germania (1945) y La Francia (1950). Los cuales fueron conformados en un proceso dual que combinaba la acción ilegal de toma y división

de los terrenos, con la promoción y

conformación de barrios por parte de las autoridades locales, que veían en estas prácticas, las formas de reubicar y contener las dinámicas de poblamiento que venían presentándose en las zonas céntricas y estratégicas de la ciudad. Así lo registra las investigaciones elaboradas por Oscar Calvo, quien asegura que “desde 1956, la municipalidad había acordado construir Casitas de la Providencia, una fundación de derecho privado – dotada de presupuesto público pero administrada con participación de la iglesia, los gremios de la industria y la construcción – cuyo objeto era la erradicación de los tugurios; […] el proyecto para reubicarlos fue construido entre 1961-1963, en un lote comprado por el municipio al oriente del rio, al norte de Moscú y al sur de la zona de invasión donde se levantaban las primeras

20

Datos obtenidos del Centro de Documentación de Planeación Municipal (CDPM), Medellín. Historias de Barrio. Citadas por Osacar Calvo y Mayra N. Parra Salazar en el texto: Medellín Rojo (2012).

38

casas del Popular. La localización del nuevo barrio en la periferia urbana permitiría reforzar la segregación socio-espacial de los centros económicos y políticos de la ciudad” (CALVO & PARRA, 2012, pág. 41). Este tipo de fenómenos, no es exclusivo de la ciudad, sino que es bastante recurrente en otras ciudades de América Latina, donde las primeras ocupaciones (1930-1950) se localizaron en zonas céntricas de las ciudades, cercanas a las plazas de abastos, las veras de los ríos y los ferrocarriles hasta que fueron desplazados por diversos medios a las periferias (CALVO & PARRA, 2012, pág. 50). 21

Algunas investigaciones adelantadas por el Municipio en el año de 1993 , señala por ejemplo algunas de las deplorables condiciones socioeconómicas que padecen las poblaciones asentadas en dichos territorios, entre las que destaca el precario índice de sus ingresos familiares que rondaban entre 62 a 90 US$ mensuales (configurando el salario mínimo para la época), acompañado esto de una tasa de desempleo del 15% en toda la ciudad, siendo la más alta del país durante el año de 1991. También se destaca la baja cobertura educativa, la cual estaba ubicada para los estratos bajos medios y bajos-bajos en tan solo el 53% y 38% respectivamente; sumado a las preocupantes condiciones de desnutrición infantil e insalubridad, así como los ascendentes y preocupantes índices de drogadicción que por supuesto tenían relación directa con la consolidación del fenómeno de narcotización y de violencia que se vivieron para la época en las esferas cultural, económica y política de la ciudad. Son estos escenario de precariedades socioeconómicas y de limitadas oportunidades de educación y desarrollo para la pululante población urbana de la ciudad, las que se conjugaran con el ascenso de una “naciente clase económica”, que desde mediados de la década de 1980 complejizaría de una lado la estrategia de desarrollo económico regional y nacional por las oportunidades de negocio y expansión comercial que ofrecían los altos ingresos económicos para el país y en especial para la ciudad y región cafetera. A la vez que fortalecería las dinámicas de conflictividad y disputa por el control político y territorial de dichas barriadas, al propiciar y financiar un sinnúmero de organizaciones armadas y de seguridad privada al servicio de este nuevo sector económico (el narcotráfico), el cual se organizaría en estructuras de control mafioso conocidas como las “oficinas”.

21

Estos estudios se adelantaron con recursos provenientes del Programa de la Naciones Unidas Para el desarrollo, canalizados desde la estrategia de la Consejería para Medellín y su Área Metropolitana, quienes elaboran un Estudio de Factibilidad al Programa Integral para el Mejoramiento de barrios subnormales (PRIMED) en Septiembre de 1993.

39

Ante este panorama los y las jóvenes de dichas barriadas se convierten en una población altamente vulnerable y afectada por dichas dificultades, aunándose a dichas problemáticas el aumento de las dinámicas de reclutamiento militar (tanto por parte de las milicias populares, como por parte de los ejércitos de mercenarios y grupos paramilitares que comienzan a llegar a la ciudad a mediados de 1990) lo que aumentaría considerablemente las tasas de homicidios de jóvenes durante la década de 1990, la cual se situaba en un 70% comprendiendo edades entre los 14 y los 20 años (Municipio de Medellín, 1993, pág. 11). GRÁFICO 4. 22 CICLOS DE VIOLENCIA Y DESARROLLO EN LA CIUDAD .

Según investigaciones adelantadas por el Instituto Popular de Capacitación (IPC), desde que empieza la década de los noventa hasta hoy, en Medellín han asesinado a cerca de 40.000 jóvenes entre los 14 y 26 años de edad. Siendo el año de 1991 el periodo donde mayor número de 22

En el siguiente esquema se intenta brindar una síntesis de los diferentes ciclos del conflicto que ha vivido la ciudad en los últimos 30 años, teniendo como fuente el ejercicio investigativo desarrollado por Fernando Zapata, quien realiza un análisis geopolítico del conflicto en la ciudad durante los últimos 30 años y su impacto en los procesos de desarrollo económico y el modelo de ciudad. Estudio actualizado y complementado a partir del seguimiento y análisis de la prensa nacional y local del periodo 2000-2013.

40

homicidios se presentan con una cifra de 6.658 muertos en una ciudad que para el mismo periodo presentaba una población cercana a 1`700.000 habitantes (GÓMEZ A. , 2012). Lo anterior, da cuenta de la degradación y constante reconfiguración del conflicto, así como el aumento de la vinculación y pérdida de jóvenes en la guerra. Finalmente, otro de los elementos relevantes que se mencionan sobre la influencia del fenómeno del narcotráfico en la ciudad es el referido a la “involución de los barrios obreros de Medellín”, los cuales dirían un nuevo giro: en tanto el crimen organizado ligado a la producción y distribución de narcóticos proporcionaba empleo en abundancia a los jóvenes proletarios sin perspectivas de educación o de trabajo asalariado, ofreciéndoles oportunidades inauditas de movilidad social mediante una versión puesta al día de los valores que suscribía el corporativismo católico” (HILTON, 2012, pág. 75), estando representado principalmente por las estructuras organizativas (oficinas) de las organizaciones criminales que dominarían la ciudad hasta la actualidad.

Lo cual ha repercutido recientemente en la especialización y profesionalización de las bandas de la ciudad, así como en el debilitamiento de los procesos de auto-organización y gestión comunitaria de las necesidades básicas que se venían forjando en dichas barriadas desde los inicios y fundación de dichos barrios. Procesos que ha venido quedando en la mayoría de los casos, en manos de liderazgos vinculado directamente a dichas estructuras armadas, quienes a partir de las cercanías con parte de la clase política y económica, no sólo propiciaron una aceptación y reproducción de la cultura mafiosa en gran parte de estos territorios y poblaciones empobrecidas de la ciudad, sino que alimentaron desde allí, la infiltración política de dicha clase emergente en los demás escenarios de decisión política regional y nacional a partir de prácticas clientelistas ampliamente conocidas y denunciadas en la actualidad.

5.3 Del terror a la esperanza, cambios y continuidades en la Medellín actual.

Las esquelas de aquel pasado convulso, marcadas por el escalonamiento y la urbanización de un conflicto que deterioraba constantemente el entramado social que intentaba tejerse, continúan marcando durante las últimas dos décadas, aquellos procesos de cambio y reposicionamiento de la imagen internacional de la ciudad.

Sobre todo debido a la influencia que jugó y sigue jugando el componente del narcotráfico en la reproducción y ampliación de dichos fenómenos de violencia y descomposición social. Lo cual se expresa en fenómenos como la asunción de una cultura violenta, donde los mecanismos de eliminación del otro como práctica cotidiana y legítima para solucionar las diferencias y tensiones que se presentaban entre vecinos, sería la herencia adoptada de aquellas dinámicas del conflicto.

41

Según Alonso Salazar “sólo en la década del noventa las muertes de personas como resultado del odio, la traición, los problemas personales, o las riñas, se acercaron al 70% de las producidas en la ciudad, indicando cómo la violencia común, es decir, la no atribuible a los grupos armados, comienza a ser igual de protagonista en la escena de la muerte y el terror de la ciudad de 23

Medellín” .

Dicho fenómeno comenzará a ser tratado de manera coyuntural por las instituciones y autoridades políticas de la ciudad y el país, a través de diversos programas de asistencia social e intervención urbanística que buscaron de una lado fortalecer el tejido social y político que se había desgastado en la ciudad en razón del conflicto, a la vez que se retomaban los procesos de gobernabilidad mediante diversas propuestas de concertación y “desmonte” gradual de las agrupaciones armadas; lideradas principalmente por la iglesia católica y organizaciones de la sociedad civil fuertemente 24

apoyadas e influidas por los gremios económicos . Algunas de las iniciativas más reconocidas fueron la creación de una “Consejería Presidencial para Medellín y su Área metropolitana” en la década de 1990, la cual adelantaría desde la administración central y en coordinación con el gobierno local, proyectos de mejoramiento de la 25

infraestructura de las localidades periféricas , a la vez que propicia y formula, con la ayuda de dineros provenientes de la cooperación internacional alemana, el fortalecimiento de ciertas organizaciones sociales y comunitarias en los barrios que venían trabajando en apuestas no violentas y de integración social de las juventudes populares. Uno de los ejemplos más emblemáticos de este trabajo fue la constitución de la “ONG Paisa Joven”, la cual impulsaría un amplio espectro de programas y proyectos formativos, dirigidos principalmente a mejorar las condiciones de la organización y participación política de las juventudes urbanas que venían siendo parte del conflicto en la ciudad. Sin embargo pese a los esfuerzos realizados, la ciudad no ha logrado superar de manera estructural el fenómeno de la

23

SALAZAR, Alonso y Ana María Jaramillo. “Medellín: Las subculturas del narcotráfico”. Bogotá: CINEP. 1992. Citado por, JARAMILLO Q. JUAN. Medellín imaginada: una radiografía de las expresiones de violencia a través de la prensa. Tesis de Maestría, Universidad de Medellín. Medellín, 2012. Pág. 25. 24 Dentro de este tipo de propuestas caben por ejemplo, las experiencias del proceso de la Asamblea Civil Por la Paz que llevaría a los diálogos y negociaciones con la guerrillas urbanas del M-19 y el EPL en la década de 1990; así como la comisión de Notables que jugó un papel fundamental en la falsa desmovilización del los Bloques Casique Nutivara y Héroes de Granada del años 2003 y 2004. 25 Ver por ejemplo el Programa Integral Para el Mejoramiento de Barrios Sub-normales en Medellín (PRIMED). Financiado por el la Consejería presidencial para Medellín y su Área metropolitana en asocio con el programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD. Alcaldía de Medellín.1993.

42

violencia, y quizá esto se deba en parte, al sostenimiento de las condiciones de desigualdad y 26

empobrecimiento que sufren más de la mitad de la población que habita actualmente la ciudad .

GRAFICO 5. FUENTE: MEDELLÍN COMO VAMOS. ANÁLISIS EVOLUCIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA Así lo muestra el siguiente gráfico elaborado por el programa municipal “Medellín Cómo Vamos”, el cual presenta el promedio que presentaron

las

13

principales

Áreas

Metropolitanas del país en sus indicadores de pobreza

27

durante el periodo 2008-2010.

Evidenciando cómo la ciudad de Medellín logra disminuir para este periodo su índice de pobreza, al pasar del 25% al 22%, situándose una décima por debajo del promedio nacional calculado en el 23% pero aún por debajo del promedio que presentan ciudades como Bogotá y Barrancabermeja.

Lo que prueba que las grandes inversiones, y las múltiples políticas focalizadas hacia la población mayormente empobrecida han sido insuficientes o se han quedado en paliativos que en poco o nada buscan transformar la pobreza estructural que presenta la ciudad. Lo que se agrava para el caso de Medellín con la llegada constante de población desplazada víctima del conflicto, la cual según el mismo informe publicado por “Medellín como vamos” para el trienio 2008-2011 era de 16.632 personas por año, quienes se ubican principalmente en las zonas altas de las barriadas populares de la ciudad, principalmente en la zona Nor-oriental y Centro-oriental.

Otros indicadores que permiten dimensionar las condiciones de vida en la ciudad de Medellín 28

serian el Indicador Multidimensional de Calidad de Vida , siendo 0 el valor más bajo y que denotan

26

En la actualidad la ciudad presenta una población que excede los 2.5 millones de habitantes, según las proyecciones del último censo realizado por el DANE. Las cuales se ubican por división político administrativa en 16 Comuna dentro de la parte urbana y 5 corregimientos en su parte rural. 27 Tomados por Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad –MESEP–. En: Análisis de la evolución de la calidad de vida en Medellín, 2008-2011 Pobreza, desigualdad y demografía. Boletín Medellín Cómo Vamos. 28 El cual tiene como base la teoría de la medición del estándar de vida de Amartya Sen (1987, 1994). Operativamente, la medición del nivel de estándar de vida está basada en: la selección de una canasta de atributos (u objetos de valor) los cuales están relacionados con las condiciones de vida de los individuos de la población, y la adecuada selección de una métrica que permite combinarlos en una sola medida. Tomado

43

menor calidad de vida, mientras 100 es el valor más alto y da cuenta de la satisfacción de todas las necesidades.

GRAFICO 6. FUENTE: MEDELLÍN COMO VAMOS. ANÁLISIS EVOLUCIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA En los datos propiciados por el “Boletín Medellín Cómo Vamos”, este indicador se situó en promedio para la ciudad en 46,6 durante el 2010 y en 47,0 en 2011. Lo cual significa que la ciudad no alcanza ni la mitad del nivel de condiciones de vida ideal. Este promedio, no obstante, esconde grandes diferencias por comunas.

Al igual que con otros indicadores calculados para la ciudad, las comunas que presentaron las condiciones de vida más bajas fueron Popular (32,1), Manrique (35,8), Santa Cruz (36,4), Villa Hermosa (36,6), San Javier (37,19) y Doce de Octubre (38,6). En cambio, las comunas de mejores condiciones de vida fueron El Poblado (76,6), Laureles (70,9) y La América (62,2). Por su parte, el índice promedio para los corregimientos fue de 38,6 en 2010 y de 39,9 en 2011, casi ocho puntos de diferencia con el indicador promedio para el área urbana. El corregimiento de menores condiciones de vida fue Palmitas tanto en 2010 como en 2011 con cifras de 31,3 y 32,3 respectivamente, un nivel bastante similar al de la comuna uno Popular. Estos datos continúan corroborando los altos índices de desigualdad que aún presenta la ciudad, pese a los títulos que le han sido otorgados como “la ciudad más innovadora del mundo” en el año 2012 “por lograr durante los últimos 20 años un proceso exitoso de regeneración urbana, de

de: Memorias de la Mesa de la mesa de trabajo sobre pobreza y exclusión en Medellín. Parte de los boletines de Medellín cómo vamos, Noviembre del 2009. Pág 7.

44

transformaciones en el espacio físico con alto énfasis en la condición social, buscando mejorar la 29

calidad de vida de sus habitantes” . De otro lado, al valorar los índices de desigualdad que presentan tanto Colombia como sus principales ciudades, se puede constatar que Medellín y el Área Metropolitana continúa durante el periodo 2008-2010 siendo la región más desigual del país, presentando para el 2010 un coeficiente de Gini de 0,538 (Ver gráfico 7). Pese a estar por debajo del promedio nacional que se sitúa para el mismo periodo en un índice del 0.56, definido por el PNUD como uno de los índices más 30

desiguales en América latina y del mundo . GRAFICO 7. FUENTE: MEDELLÍN COMO VAMOS. ANÁLISIS EVOLUCIÓN DE LA CALIDAD DE VIDA Todas estas cifras, no hacen más que cuestionar los impactos que se muestran en la

justificación

competitividad

de

las

políticas

de

e

internacionalización

31

regional ; sobre todo en el ámbito de sus alcances en la lucha contra la pobreza y la disminución de la desigualdad en la región.

Aumentando muy por el contrario los índices de acumulación de riqueza a partir de los distintos procesos de reducción de los costos de producción dada la flexibilización del mercado laboral, la interrelación y configuración de redes productivas que abaratan los costos de transacción y valorización, así como la apertura y fortalecimiento del marketing empresarial regional mediante la estrategia de internacionalización de 32

Medellín y su apuesta por fortalecer los diversos clústers de servicios . Ello evidencia que las políticas de desarrollo formuladas, más que orientarse hacia la gestión pública de las necesidades de la población, ha obedecido a los intereses de una elite regional empresarial que no quiere perder competitividad en el mercado global, y que busca articular desde 29

Medellín: una ciudad que se transforma Por: Patricia Schnitter Castellanos. Recuperado de: http://www.razonpublica.com/index.php/regiones-temas-31/3620-medellin-una-ciudad-que-setransforma.html (05/07/2013). 30 La Misión para el Empalme de las Series de Empleo, Pobreza y Desigualdad –MESEP–, retoma en su informe presentado al Boletín Medellín Como Vamos del año 2011, los datos propiciados por el PNUD en su informe de Desarrollo Humano del año 2011. Los cuales pueden verse en: medellincomovamos.org/file/2030/download/2030. (recuperado el 17/12/2013). 31 PRESENTACIÓN INFORME DE LA COMISIÓN REGIONAL DE COMPETITIVIDAD (CRC). Plan de Competitividad para Medellín y Valle de Aburrá y Antioquia. Agosto 2010. Pág.- 27 – 78. 32 Ibídem. Pág. 31- 59.

45

los diversos

procesos de desarrollo territorial y político la coordinación de sus intereses de

acumulación, sobrepasando las necesidades de la mayoría de la población, y acrecentando cada vez más la brecha económica y política entre marginados, sectores medios y altos de la ciudad. Situación que se ha tornado en una de las condiciones estructurales que no han permitido, pese a las importantes inversiones en infraestructura y procesos de educación formal y para la participación política, la superación de los círculos de miseria y procesos de vinculación y revictimización de los sectores populares por las dinámicas del conflicto. Ya que mientras persistan en los procesos de desarrollo que la ciudad propone, formas de invisibilización y marginación política, social y económica de dichos sectores empobrecidos, no podrán sostenerse por sí mismos, las apuestas de desvinculación y prevención del reclutamiento armado de las y los jóvenes por aquellas organizaciones ilegales que siguen ofreciendo

el

imaginario de enriquecimiento y éxito social mediante las empresas criminales. Las cuales se adaptan cada vez mejor al modelo de servicios que hoy propone la ciudad, así como aquellas políticas securitarias que intentan posicionar a toda costa a la ciudad de Medellín como un baluarte de la innovación y la competitiva en esta región de América Latina.

46

6 ESTUDIO DE CASO: “EL PROCESO DE ARTICULACIÓN JUVENIL DE LA ZONA NOR-ORIENTAL” “Las iniciativas ciudadanas y de resistencia no son acciones coyunturales y aisladas sino que se pueden entender como procesos estructurales permanentes, como un medio para transmitir un mensaje a los violentos, cargados de sentido de lo comunitario y la no violencia, constituyéndose de esta manera en una forma concreta de actuación profundamente política que se escenifica en el ámbito de la infapolítica ”

Observatorio de Seguridad Humana (2012).

El objetivo de este trabajo investigativo ha sido el de caracterizar la experiencia de organización y acción colectiva de los y las jóvenes de la zona Nor-oriental de Medellín en el periodo 2000-2013, a partir del estudio de caso del la Articulación Juvenil de la Zona Nor-oriental. Para esto, en los capítulos anteriores, se esbozaron elementos teóricos y contextuales fundamentales para la comprensión de las variables políticas y socioeconómicas que atraviesan la población y el territorio donde surge y se consolida el proceso de organización y actuación colectiva emprendida por la Articulación Juvenil el periodo 2000-2013. Por tal motivo el siguiente apartado estará dedicado a correlacionar las reflexiones teóricas antes expuestas, con el desarrollo y la problematización de la historicidad del proceso de la Articulación Juvenil de la Zona Nor-oriental. Entendiendo dicho ejercicio como la posibilidad de hacer práctico el enfoque histórico-hermenéutico que transversaliza la investigación, valiéndonos del análisis y la correlación de los sucesos, discursos, sentidos, estrategias y apuestas construidas al interior de dicho espacio de organización y acción política juvenil de la ciudad. Para ello, este trabajo retomará parte de los aportes generados en el “Taller de reconstrucción de 33

la Memoria histórica del proceso” , así como de las entrevistas realizadas a antiguos acompañantes y líderes del proceso organizativo, complementando esta información, con el análisis discursivo de algunas de las piezas comunicativas y de información implementadas en el accionar colectivo, y las reflexiones generadas a partir del ejercicio de “observación-participante” que el investigador pudo desarrollar en la praxis política vivenciada al interior de la Articulación Juvenil durante los años 2007-2013.

33

Taller de reconstrucción de la memoria histórica del proceso. Realizado el 29 de septiembre del 2013 en la Corporación Con-vivamos. Participaron 22 personas entre los que se encontraban: jóvenes representantes de los grupos de la articulación, Líderes antiguos y acompañantes del periodo 2005-2010. (Ver documento de sistematización del taller que se adjunta a la tesis final).

47

6.1 Historicidad del proceso de articulación juvenil de la zona Nor-oriental: “Desde la Nororiental, hacia y por la transformación de la sociedad” Al preguntarnos por la historicidad del proceso organizativo, lo hacemos desde una intencionalidad política concreta, la cual consiste en inscribir el desarrollo y despliegue del proceso de Articulación Juvenil en el marco de los cambios políticos y sociales que ha presentado la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín durante el periodo 2000-2013. No obstante, dicha correlación no se hace de manera deliberada y abusiva, sino que retoma las preguntas problematizadoras del ejercicio investigativo en la concatenación de los elementos sociales e históricos de la ciudad, así como las afectaciones positivas y negativas que dichos sucesos han tenido en el quehacer organizativo y político del proceso de Articulación Juvenil durante este tiempo. La primera de estas preguntas indaga sobre ¿Cómo han logrado los procesos de organización y acción colectiva juvenil de esta parte de la ciudad convertirse en una expresión viva del movimiento social y popular? Por lo que el eje transversal de reflexión retoma las afectaciones producidas por los cambios del contexto social, político y económico del territorio, en las correlaciona con las transformaciones ocurridas en el proceso de la Articulación Juvenil durante el periodo 2000-2013. Es decir, problematiza los efectos de las dinámicas de militarización y reconfiguración de los grupos armados por el control territorial, la implementación de mecanismos de formalización y cooptación de la participación política juvenil al interior de los espacios locales como JAC, el PLPP y los Planes de desarrollo local en el despliegue del quehacer reivindicativo y organizativo del proceso de la Articulación Juvenil, y su propuesta de formación y fortalecimiento del movimiento popular en la zona Nor-oriental y la ciudad. Como marco de referencia para el análisis nos valemos de las aproximaciones analíticas que sobre 34

el movimiento popular expone Leopoldo Múnera , las cuales permiten realizar la lectura de la historicidad del proceso de Articulación Juvenil desde sus características A) organizativas; B) de los escenarios de actuación en los que establecen sus apuestas; y finalmente C) desde la acción colectiva propiamente dicha desplegada por la Articulación Juvenil en el Territorio.

34

En terminos de las aproximaciones a los movimientos popuales en Colombia, Múnera proponer algunas pautas donde se visualizen los “movimientos populares” desde formas de investigación de la acción colectiva de clases y actores populares. Por lo que aborda tales movimientos desde 3 dimenciones fundamentales: la primera, referida a los procesos de articulación entre actores individuales y colectivos (lo organizativo), lo segundo son los ambitos concretos de relaciones sociales (escenarios de actuación); y finalmente, la acción colectiva propiamente dicha y en la que coexisten un sentido de acuerdo con valores, la racionalidad instrumental y lo simbólico afectivo (el accionar) (MUNERA, 1998, pág. 61).

48

El segundo interrogante que el estudio se ha propuesto resolver es: ¿cuáles son los aprendizajes y desafíos del proceso de Articulación Juvenil en la configuración del movimiento popular de juventudes autónomo, democrático y proactivo en la zona Nor-oriental de la ciudad de Medellín? Inquietud que exige realizar una caracterización política del proceso, cuestionando incluso los alcances reales en la configuración dicho movimiento juvenil en la zona. Para lograr tal objetivo, se realiza una descripción de los factores de los cambios propiciados a nivel interno (en el ámbito lo organizativo) ya sea en razón misma de la cualificación política de su proceso organizativo, o como producto de determinadas contingencias o situaciones coyunturales que pudieran perturbar o favorecer dichos cambios, por ejemplo: a) las formas de organización para la construcción y concertación de sus agendas de movilización, b) las estrategias formativas de sus liderazgos y grupos, c) la constante dinámica de renovación y ampliación de su base social, d) los procesos de alianza

y relacionamiento estratégico y

finalmente, d) los niveles de incidencia real que logran los y las jóvenes organizados al interior del proceso, en la transformación de sus formas de vida y en la toma de decisiones que los afectan. Sirviendo incluso, como elementos explicativos de su persistencia y fortaleza política en el tiempo pese a las adversidades culturales, políticas y económicas que el medio ofrece. De otro lado, esta pregunta por las características o rangos del proceso de Articulación Juvenil como expresión viva del movimiento popular en la ciudad, pasa por el reconocimiento que hace Alfonso Torres a la acción de las organizaciones sociales en la configuración del movimiento 35

popular . Sobre todo, en la medida que el proceso de la Articulación Juvenil de la Zona Nororiental ha sido influenciado de manera permanente por diversas relaciones de acompañamiento e interlocución con organizaciones sociales y populares de la Zona y la ciudad. Lo que hace necesario valorar las repercusiones del relacionamiento con estas organizaciones en los cambios que la Articulación ha tenido tanto en la cualificación de sus liderazgos, como en la promoción de las diversas estrategias de formación, movilización e incidencia política juvenil en los territorios. Es por esto que para ilustrar de manera pedagógica y práctica dichos cambios y consecuencias, adoptamos el esquema analítico propuesto en las fases de acompañamiento comunitario que la Corporación Con-vivamos ha construido en sus estrategias de fortalecimiento del movimiento

35

Alfonso Torres reconoce que los procesos de configuración y posicionamiento de las organizaciones urbano populares durante las últimas décadas , han contribuido a la construcción y ampliación de la identidad y la acción política de dichos sectores. Sobre todo, al ser estas los escenarios donde se prefiguran y multiplican las diversas estrategias de resistencia silenciosa de los dominados. En la medida en que estas organizaciones permiten a los subalternos (o sectores populares) generar -desde su propia iniciativa o la de agentes externos- una variedad de formas organizativas desde las cuales articular esfuersos para hacer frente a la resolución de problemtaticas comunes o para hacer visibles proyectos y utopias compartidas” (TORRES C. A., 2006, pág. 3)

49

36

popular y comunitario . Ya que cada una de estas fases se adecuan contextualmente a los momentos que ha atravesado la Articulación Juvenil. Podría decirse incluso, que es dicho acompañamiento comunitario, uno de los elementos diferenciadores del proceso de la Articulación juvenil, el cual le ha permitido sostener y posicionar al proceso de articulación y actuación colectiva juvenil de esta parte de la ciudad como una expresión crítica y comprometida permanentemente con la generación de apuestas de emancipación y transformación social desde los sectores populares. GRAFICO 8. 37 ESQUEMA ANALÍTICO DE LA HISTORICIDAD DEL PROCESO

A continuación, desarrollamos cada uno de los periodos y elementos planteados en el esquema analítico, con la finalidad de contrastar de manera más clara, cuáles fueron las características que

36

CUADERNOS CON-VIVAMOS. ACOMPAÑAMIENTO COMUNITARIO: Nuestra labor pedagógica y de transformación social. Documentos Organizativos. Corporación Con-vivamos. 2012. Pág. 36-37. 37

Elaboración propia a partir de fuentes documentales, El taller de reconstrucción de la memoria histórica del proceso. 29 de septiembre del 2013, y diversas entrevistas a líderes y ex acompañantes del proceso.

50

han dado forma al proceso de Articulación juvenil en su intencionalidad de construir y fortalecer el movimiento popular juvenil en la zona y la ciudad. 6.1.1 Hacer-Para (2001-2005): La Articulación Juvenil como oportunidad organizativa en la Zona El proceso de

Articulación Juvenil de la Zona Nor-oriental ha sido el producto del esfuerzo

colectivo de diferentes actores, grupos y organizaciones que desde sus inicios en el año 2001, vieron la necesidad de organizarse para resistir y afrontar las dinámicas de reclutamiento y exterminio juvenil que se venían dando en la zona en razón del conflicto armado. “La Articulación juvenil surge en el 2001, como una apuesta, como una estrategia para que los(as) jóvenes se apropiaran de los espacios, de los territorios. Porque en esa época existe lo que hoy se conoce como fronteras invisibles; es decir, era casi que imposible pasar de un barrio al otro, por lo que surge la propuesta de Articulación Juvenil como una manera de decirle a los violentos: “hoy, en esta noche, nos vamos a apropiar de este territorio, nos vamos a adueñar de este sector, vamos a hacer un evento cultural, y este evento va a ser un espacio para la cultura, para la 38

recreación” . GRAFICO 9. 39 AREAS Y ACTORES DEL CONFLICTO EN LA CIUDAD PARA EL AÑO 2002 .

38

Síntesis del Taller de reconstrucción de la memoria histórica del proceso. Realizado el 29 de septiembre del 2013 en la Corporación Con-vivamos. Documento de Trabajo. Pág. 6. 39 Fuente: MEDELLÍN 20 AÑOS DE LLANTO EN LAS CALLES. Periódico el Colombiano. Sección 10ª. Paz y D.H.; Publicado el martes 22 de abril del 2002. recuperado de: http://www.elcolombiano.com/proyectos/serieselcolombiano/fotos/conflicto_urbano/Memorias/10A30.PD F

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En la imagen anterior puede dimensionarse los alcances del conflicto armado en la ciudad para la época en que surge la propuesta organizativa de la Articulación juvenil. Según el informe elaborado por el Periódico el Colombiano para abril del 2002 existían en la zona Nor-oriental cerca de 30 grupos armados disputándose el territorio, a lo que agregan que: “Las Autodefensas, controlaban el 70% de los barrios en disputa en Medellín, contaban con centros de operaciones en Manrique, la Nororiental (parte baja), Santa Cruz, la Noroccidental y la Suroccidental. Tan sólo les faltaba la parte de la Centroriental y por eso los combates con la Terraza, Frank y las milicias. La banda de 40

Los Triana (Santa Cruz y Aranjuez), en cambio, estaban en proceso de incorporación a las AUC” .

Es en parte a esta dinámica de conflictividad, y a sus efectos sobre las dinámicas de movilidad y desarrollo cotidiano de la vida y la convivencia en la zona, que se propone desde la corporación Con-vivamos la creación de un espacio de Articulación Juvenil, al cual se vincularon principalmente grupos de recreación y carácter artístico que participaron de algunos de los talleres de formación, o de las propuestas de acompañamiento socio-político que ofrecía la organización 41

desde “plan de formación para la participación socio-política de los y las jóvenes” . Según lo expresa Elkin Pérez, líder popular y para la época director de esta organización: “Para este momento la organización ya había planteado algunos elementos para entender a los y las jóvenes como protagonistas de su desarrollo; y estaba pensado que eran los y las jóvenes las que tenían la capacidad de liderar los procesos de trasformación social en las realidades que se vivían. Sobre todo, porque había una percepción desde fuera, incluso aun persiste en la sociedad, al mencionarse al joven como el problema, como víctima y como victimario, como el destructor, el rebelde y problemático. Por esto, precisamente en la comprensión de Con-vivamos se estaba trabajando en generar una comprensión del joven como un ser con la capacidad de articular procesos juveniles con otros jóvenes, y que juntando las diferentes culturas de los otros jóvenes 42

pudieran conformar lo que se conoce como un movimiento social juvenil” . El proceso de Articulación Juvenil comienza a desarrollarse a partir de acciones de sensibilización y acompañamiento a jóvenes líderes en temas referidos al contextos de violencia y exclusión que presenta la zona, así como en estrategias de ampliación y fortalecimiento de las dinámicas de organización para la participación juvenil, las cuales estaban transversalizadas por la generación

40

Ibídem. Dicho Plan de formación política hacia parte del programa de juventud construido por la Corporación Convivamos para el acompañamiento y la formación de jóvenes lideres desde el año 1996. Para conocer una síntesis de los alcances, estrategias formativas y dinámicas de dicho proceso formativo, ver: HERNANDES, HERRERA JORGE WEIMAR (2005). CORPORACIÓN CON-VIVAMOS 15 AÑOS DE JUVENTUD. Tesis de Grado. Págs. 69-80. 42 Entrevista a Elkin Pérez Zapata. Líder popular y comunitario, Realizada 26 de julio del 2013. 41

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de acciones colectivas dentro de la zona, principalmente las lunadas . Estas acciones culturales facilitarían el encuentro entre los jóvenes, quienes venían siendo arrinconados por las constantes dinámicas de confrontación y toma de territorios por parte de los grupos armados. Según lo registra Weimar Hernández, en ese momento inicial de la Articulación Juvenil “Se acordó desarrollar un trabajo que propendiera por el fortalecimiento de la organización juvenil, la formación en torno a temas como los derechos juveniles, la objeción de conciencia y fomentar la participación en espacios de decisión local y municipal. Para el desarrollo de estas estrategias se propuso nombrar un equipo dinamizador de la Articulación que se encargara de planear las diferentes actividades y de representarla a nivel de la ciudad, de igual forma se nombraron unos comités que se encargaron de apoyar las diferentes actividades y eventos, entre ellos está el comité operativo encargado de gestionar los recursos con la Corporación para la realización de los eventos, el comité de formación encargado de realizar las actividades enfocadas a la formación temática y el comité de comunicaciones encargado de crear los mecanismos adecuados para informar a todos los grupos de las actividades” (HERNANDES, 2005, pág. 82). Dicha propuesta organizativa fue bastante exitosa, al menos en sus dos primeros años de actuación (2001-2002), en los cuales participaron por lo menos 22 organizaciones juveniles de toda la zona Nor-oriental. Tambien se vincularon como espacio organizativo juvenil a las propuestas de movilización

comunitaria

que

venian

impulsadose

desde

las

organziaciones

sociales

pertenecientes a la ROC (Red de Organizaciones Comunitarias), así como a diferentes actividades y propuestas en contra de la Militarización y la violencia que sufria la ciudad y el pais. Según lo expresado sistematización realizada por Weimar Hernandes sobre la dinámica del proceso: “Los y las jóvenes de la Articulación comienzan a tomar parte en espacios de decisión a nivel de la zona y de la ciudad, en la zona se logra tener incidencia en las Juntas de Acción Comunal (JAC) y en las Juntas Administradoras Locales (JAL), se apoya el movimiento “Compromiso Comunitario”

44

y se comienza un ejercicio de promoción del Consejo Popular de

Juventud (CPJ), como una propuesta de incidencia política y alternativa a los CMJ Consejo Municipal de la Juventud. A nivel de la ciudad, la Articulación participó de la Campaña “Juventudes desde la No Violencia Activa Resistiendo a las Guerras”, la cual consistió en la generación de un 43

Durante el primer año de la Articulación Juvenil, se movilizaron jóvenes por toda la zona nororiental, mostrando lo que realizaba cada organización juvenil a través de una toma cultural de cualquier lugar público de la zona en las horas de la noche; es así como se originó la “Lunada Juvenil”, la cual se convirtió en la actividad central de la Articulación, mostrando incluso a lo largo del devenir histórico cambios significativos que evidencian la madures política y organizativa alcanzado por el proceso. 44 Movimiento político liderado por líderes populares del movimiento popular comunitario de toda la ciudad, quienes pretendían incidir en los escenarios locales de gobierno como las JAL y el Consejo de la Ciudad, bajo la consigna “Sin Poder Político, no hay desarrollo”.

53

movimiento nacional juvenil en contra de la guerra. De la misma manera algunos miembros del Comité Dinamizador estuvieron participando en espacios de discusión de las políticas públicas de juventud; la Mesa de Juventud, la Oficina de la Juventud, el CMJ, entre otras.” (HERNANDES, 2005, págs. 84-85). Paralelo a este despliegue, el proceso de Articulación venia sufriendo una serie de desgastes en sus dinámicas internas, así como en el ejercicio formativo y de representación política del espacio; los cuales se debian en parte, al constante cambio del acompañamiento político y metodológico ofrecido por Con-vivamos. Esto repercutío de manera directa tanto en las intencionalidades y métodologias de formación e incidencia política que venia implementandose en el proceso, así como en las formas de actuación colectiva que se venian emprendiendo hasta ese momento. Por tal motivo, para el cierre del año 2003 hubo una renovación importante de los grupos articulados al interior del proceso, en razón de lo que algunos líderes nombran como una dinámica “monotoná o rígida”, en la cual se privilegiaba la acción teórico formativa, la participación y representación en ciertos escenarios y espacios de decisión de la zona y la ciudad, en desmedro de la acción colectiva y cultural con la que habia surgido la propuesta de Articulación Juvenil. En respuesta a esto, la Corporación Con-vivamos en conjunto con el equipo dinamizador de la Articulación elaboran una propuesta de fortalecimiento y reactivación de la Articulación Juvenil para el año 2004, la cual tuvo una significativa acogida en los antiguos liderazgos y en una parte de las organizaciones juveniles que se habian apartado, retomando la realización de las Lunadas y tomas recreativas, a la vez que se intensiona un primer ejercicio de reconstrucción de la memoria política y organizativa del proceso sistematizado por Weimar Hernandez en el 2005. A modo de sintesis de este primer ciclo de la Articulación, se puede destacar la consolidación de un proceso de organziación, formación y movilización política juvenil que propiciará espacios para el intercambio de experiencias y encuentro entre los diversos grupos de jóvenes de la zona Nororiental de la ciudad. Así mismo, destacamos la identificación de este proceso con las dinámicas de movilización y resistencia emprendidas desde las organziaciones populares con asiento en el territorio, complementado por procesos de formación e incidencia política desde los escenarios locales de participación. También es de reconocer el carácter reivindicativo, antimilitarista y no violento que asume el discurso y la apuesta política de la Articulación, lo que responde de manera directa a la concientización lograda por los jóvenes articulados sobre sus realidades y las dinámicas de conflictividad por las que atraviesa. Razones que han permitido distinguir este proceso organizativo, como una estrategia de resistencia política concreta a las lógicas de exterminio, reclutamiento y vulneración de derechos que ejercen los grupos armados en la zona.

54

6.1.2 Hacer-con (2005-2008): Tejiendo redes de liderazgo popular Este segundo momento de actuación colectiva y de formación política al interior de la Articulación Juvenil coincidió con una serie de cambios en el contexto, uno de los más significativos es el 45

proceso de “desmovilización” que tuvieron parte de las AUC presentes en el territorio 2003-2004 . Suceso que ocasionaría una mayor institucionalización de los actores armados, y con ello, una mayor influencia de estos actores sobre las dinámicas sociales y organizativas de la comunidad. Este periodo también coincide con el aumento considerable de los programas y estrategias de formación sociopolítica

y atención institucional

para jóvenes, formulados

desde entes

institucionales como la Secretaria de la Juventud de la ciudad de Medellín, algunas organizaciones como Paisa Joven, la Escuela de Animación juvenil y la Asociación Cristiana de Jóvenes (ACJ). Con dicha oferta se buscaba afianzar y fortalece las propuestas de organización y participación política juvenil que se estaban gestando en distintas partes de la ciudad. Todo esto jugará un papel muy importante en el desenvolvimiento de la dinámica colectiva de la Articulación Juvenil, en tanto el proceso de desmovilización de las AUC hace que se presente una disminución sustancial de las confrontaciones armadas en los barrios, facilitando el aumento del número de acciones juveniles, su frecuencia y el número de participantes. A la vez que las ofertas formativas y de acompañamiento que se dispusieron, fueron aprovechadas por algunos líderes del proceso juvenil, quienes adquirieron mayores herramientas metodológicas y políticas para la realización de los ejercicios de lectura del contexto y comprensión de su realidad, así como para la construcción de alianzas y redes de apoyo con otros líderes de la zona y la ciudad con los cuales ampliar su incidencia política dentro del territorio. Todo esto nos permite ver cómo el proceso de Articulación Juvenil se va transformando de un simple espacio de encuentro e intercambio entre grupos y liderazgos juveniles de la zona, en una propuesta de organización, formación política y actuación colectiva de más amplias proyecciones.

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Para agencias internacionales coma AMNISTIA INTERNACIONAL “el paramilitarismo, tanto en Medellín como en otros lugares de Colombia, no se ha desmantelado; simplemente se ha “reinventado”. Puesto que ya se ha arrebatado a las guerrillas el control de muchas zonas de Colombia, y en muchas de ellas se ha establecido un control paramilitar, ya no hay necesidad de contar con grandes contingentes de paramilitares uniformados y fuertemente armados. En lugar de eso, los paramilitares están empezando a contribuir como “civiles” a la estrategia de contrainsurgencia de las fuerzas de seguridad en estructuras legales, como empresas privadas de seguridad y “redes de informantes”, que sean más aceptables para la opinión pública nacional e internacional. Tomado de: https://www.amnesty.org/es/library/asset/AMR23/019/2005/es/2abbb539-d4d5-11dd-8a23d58a49c0d652/amr230192005es.html (Enero.2014).

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Fundamentada principalmente en una nueva visión del acompañamiento político, definido desde la 46

lógica de la “ACCIÓN-REFLEXIÓN-ACCIÓN ”, desde la que se proponía lo siguiente: “La Articulación debía entenderse no como un grupos más, o como un espacio más, sino como un espacio de retroalimentación conformado por un grupo de voceros de los grupos, lo que constituye a la Articulación en un espacio de Coordinación, donde los voceros deben realizar constantemente devoluciones a sus grupos, tanto en los aprendizajes como en las dudas y las fortalezas, y de 47

manera inversa los grupos deberían de devolver inquietudes y propuestas a los grupos” . En consecuencia, para quienes integraban la Articulación en aquel momento lo que se debía era aprovechar cada uno de los espacios de representación alcanzado, cada intercambio o proceso de formación vivenciado, y cada una de las acciones y propuestas colectivas emprendidas, para promover el fortalecimiento de los grupos y liderazgos que conformaban el proceso de Articulación zonal juvenil. Hecho que resultó bastante funcional para la dinámica del equipo dinamizador conformado, pero con pocos resultados concretos al interior de las organizaciones juveniles; ya que durante el periodo 2005-2006, muchos de los(as) lideres tuvieron dificultades con el manejo de la información, en algunos casos la información recibida era concentrada y manejadas como un capital propio, alejándose incluso de sus grupos para participar como sujetos independientes en el proceso zonal. Pese a esta nueva dificultad, este periodo es asumido por la Articulación como un momento de relevo generacional en los liderazgos organizativos, logrado a partir de la entrada de nuevos actores y grupos, así como por la retroalimentación que propiciaron los jóvenes provenientes de procesos acompañados por Con-vivamos como los líderes del barrio la Cruz, Manrrique y Popular, y el grupos artístico Renacer de la Magia. Estos nuevos sujetos propiciaron la renovación de las 48

dinámicas de actuación colectiva, al ser más autónomas y auto gestionadas . Recomposición orgánica que es descrita en un diagnóstico social realizado a la Articulación en el año 2007 y en el cual se menciona lo siguiente:

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Esta forma de ver y entender los procesos sociales y de organización de las bases populares, es uno de los legados pedagógicos de las labores pastorales y de educación popular emprendidos por los misioneros y voluntarios de la teología de la liberación, quienes influyeron políticamente en la formación de los líderes y la sociales de la zona, así como en configuración de algunas de las organizaciones sociales del territorio, entre ellas Con-vivamos. 47 Definición del Proceso de Articulación juvenil para el año 2005, obtenida en la entrevista a Rafael Muñoz. Líder popular y comunitario Ex acompañante del proceso de Articulación Juvenil (2005-2007), Realizada 2 de Agosto del 2013. Pág. 3. 48 Hasta ese momento las mayorías de las acciones que propiciaba la articulación juvenil eran financiadas desde proyectos que la Corporación Con-vivamos gestionaba. A mediados del 2005, se comienza a establecer por parte de la organización algunas restricciones económicas, lo que llevará al proceso de Articulación Juvenil a buscar formas de autogestión con las cuales sostener tanto los procesos de formación como de acción colectiva dentro de la zona, principalmente las Lunadas Juveniles.

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“En la actualidad la Articulación juvenil está conformada por 11 grupos juveniles de las diferentes comunas que hacen parte de la zona, y de un grupo de la zona 2 comuna 5, también hay jóvenes independientes; los grupos son artísticos en su gran mayoría, otros son recreativos, formativos y otros son sociales que buscan la reivindicación de los derechos; algunos tienen cierta antigüedad en el espacio, otros son muy nuevos e iniciaron la articulación en este año 2007, uno de los grupos surgió y fue motivado en los encuentros que se han dado este año en La Articulación, este es el grupo de diversidad sexual, que encontró en este espacio el apoyo de diferentes jóvenes 49

organizados/as y de La Articulación Juvenil” . En términos de la acción política, en este periodo también comienza a notarse una ampliación en los repertorios de actuación colectiva juvenil en el territorio, logrados a partir de diversas estrategias de trabajo en red con otros procesos pares de la ciudad que realizaban dinámicas de formación crítica y de movilización política con jóvenes de los sectores populares. Situación que se reflejó por ejemplo en la promoción de jornadas de sensibilización y formación para los nuevos integrantes del proceso, llevados a cabo semanalmente, combinándose con otros espacios de discusión y plenarias donde se trataban los temas operativos o del contexto general, a la vez que se tomaban las principales decisiones que afectaban la dinámica de la Articulación. A estas actividades se les suma la realización mensual o bimensual de las Lunadas Juveniles, las cueles comenzaron a ser antecedidas de Pre-lunadas, tomas barriales o actividades de sensibilización poblacional en los territorios donde se iban a llevar a cabo cada actividad cultural y 50

reivindicativa . Con relación al acompañamiento brindado por Con-vivamos, se comienza a trabajar en la conformación de un movimiento nacional de juventudes con aquellas organizaciones co-partes de 51

la plataforma TDH , abordando temáticas como la prevención del abuso y la explotación sexual, el reclutamiento armado, la apropiación y multiplicación de los derechos juveniles, así como la ampliación de un movimiento intergeneracional en favor de la soberanía alimentaria y el reconocimiento de la interculturalidad en las distintas regiones de Colombia. Esto se conectará posteriormente con la propuesta formativa y de articulación política entre diferentes procesos juveniles de la ciudad

que conformarían la Acción de Resistencia y Movilización juvenil por

Colombia (ARMJC) la cual era apoyaba técnica y financieramente la agencia Internacional VOLENS. Representando un nuevo escenario de cualificación política y pedagógica, el cual se

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RODRIGUEZ, PAULA (2007). DIAGNÓSTICO SOCIAL ARTICULACIÓN JUVENIL. Documentos de trabajo organizativo. Corporación Con-vivamos. Medellín, 2007. Pág.8. 50 Ibídem. Pág. 10-11. 51 Plataforma de cooperación Internacional Tierra de Hombres (Alemania). Realiza procesos de cooperación económica y técnica con organizaciones sociales que trabajan en temas relacionados con la vulneración de derechos de Niños, Niñas y Adolescentes en Colombia.

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desarrolló por medio de las “Mesas de reflexión pedagógicas” , algunos intercambios a Bogotá y Ecuador para conocer experiencias de organización juvenil, así como a través del apoyo a las acciones de movilización y reflexión de las y los jóvenes en el “Foro Social Juvenil” desarrollado en el marco del Foro social Medellín

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durante el año 2008.

En el ámbito de la política institucional la Articulación decide nuevamente presentar un candidato a las elecciones del Concejo Municipal de Juventud (CMJ), al concebirlo como:“ un espacio de representación y participación política de la ciudad que permitiría a los y las jóvenes de la zona posicionar sus ideas en torno a las condiciones de abuso y explotación sexual que padece la niñez y juventud de los sectores empobrecidos, las limitaciones de acceso a educación gratuita y de calidad en los estratos bajos, la necesidad de promover diversos procesos de debate y negociación política del conflicto armado, el desmonte del militarismo, la generación y el fortalecimiento de los procesos de objeción de conciencia, así como el apoyo a la configuración de un Concejo Popular Juvenil que permitiera hacer seguimiento y control político a los proyectos que impactan en la vida 54

de la juventud .” Podría caracterizarse este periodo (2005-2008) como un momento de fortalecimiento y fuertes contrastes políticos, los cuales se evidenciaban en la renovación y fortalecimiento del protagonismo y liderazgo de los y las jóvenes en la dinamización y formulación sus propias acciones formativas y de movilización en el territorio. También se destaca este periodo por la continuidad del acompañamiento brindado por la corporación Con-vivamos, así como por la ampliación del equipo con algunos practicantes de trabajo social de la universidad de Antioquia, quienes continuarían los ejercicios de sistematización y caracterización del proceso de Articulación juvenil y de otras prácticas organizativas y de participación que los y las jóvenes de la zona venían emprendiendo. Adicionalmente este periodo se caracteriza por presentar una ampliación en los vínculos tejidos entre la Articulación Juvenil y otras organizaciones y procesos de educación popular y actuación 52

Fueron espacios de intercambio y de reflexión política desarrollados entre año 2008-2009 con cerca de siete procesos juveniles urbanos y rurales de la ciudad y el departamento acompañados por diversas organizaciones sociales, también asistieron algunos grupos de la ciudad de Bogotá pertenecientes a la Asociación de Objetores y Objetoras por Conciencia (ACOOC). En dichos espacios se abordaron temas del contexto político y del conflicto nacional y local, se realizaron diagnósticos pedagógicos de cada uno de los procesos, hubo intercambios de metodologías y experiencias formativas y de movilización política con jóvenes. 53 El foro Social Medellín fue un proceso de articulación política entre diversas personas, comunidades, organizaciones, colectivos, redes y movimientos sociales, que tenía como propósito avanzar en la búsqueda de alternativas y propuestas para transformar la situación de pobreza y exclusión social que se presenta en Medellín, Antioquía y Colombia. 54 Síntesis de las propuestas realizadas por el candidato de la Articulación Juvenil a las elecciones del CMJ 2007-2011. Tomadas del: Boletín Con-vivamos Nº 39. Julio del 2007. Pág. 2-3.

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colectiva de la ciudad, el departamento y Bogotá. Lo anterior permitió ampliar las comprensiones que se tenían del quehacer colectivo juvenil, dotándolo de mayores sentidos pedagógicos y políticos que llevaron a realizar profundas reflexiones sobre el nivel real de la autonomía política logrado por el proceso, problematizando la dependencia que la Articulación Juvenil presentaba frente al acompañamiento y la financiación económica de las acciones colectivas por parte de Convivamos, llegando a cuestionar incluso, los efectos de los procesos de institucionalización en los que se venía haciendo parte, al participar pasivamente en ciertos escenarios de participación política y proyectos propiciados desde la institucionalidad local como el programa de Clubes 55

juveniles y el recién creado proyecto P.P. Joven . 6.1.3 Hacer-Hacer y Dejar hacer (2009-2013): De la resistencia a la resiliencia política Entrado el año 2009 el proceso de organización y participación política juvenil en la zona entra en un punto de inflexión importante producto de varios factores, algunos de los más relevantes son la 56

constitución de la Alianza Zonal de Formación , La ampliación de la participación de jóvenes dentro del Programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo como oportunidad de gestión de recursos para su quehacer organizativo; así como la vinculación de algunos de los líderes juveniles que conformaban el equipo dinamizador de la Articulación al equipo operativo del programa de juventud de la Corporación Con-vivamos. Elementos que se conjugaron con la reconfiguración de los actores armados y el conflicto en la zona en razón de la extradición de los jefes paramilitares, entre esos, el jefe de la oficina de envigado alias Don Berna. Por el lado de la constitución de la Alianza Zonal de Formación se destaca su conformación como una propuesta estratégica de diversas organizaciones sociales de la zona Nor-oriental, quienes intentaron dar un viraje a las formas e intencionalidades con las cuales se venían implementando

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El proyecto P.P. Joven es un programas de formación y acompañamiento para la participación política de los y las jóvenes de la ciudad de Medellín en el programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo (PLPP) el cual inicia en el año 2008 con cuatro experiencias en la ciudad, de las cuales dos (Comunas 2 Santa Cruz, y la Comuna 4 Aranjuez) se desarrollaron en la zona. Desde el año 2009 este proyecto se expande a las 16 comunas y los 5 corregimientos de la ciudad, logrando vincular una parte considerable de organizaciones y liderazgos juveniles, e imprimiendo en algunos de ellos lógicas y dinámicas de actuación política y organizativas muy instrumentales y apegadas a las tradicionales prácticas clientelares que se han denominado “institucionalizadas”, para diferenciarlas de las dinámicas comunitarias y reivindicativas de algunos procesos y liderazgos organizativos que aún se resisten a estas formas de instrumentalización y acomodamiento político que se proponen desde dichas políticas. Para conocer más sobre los impactos políticos de este programa en los procesos de organización y participación de la zona ver: ALIANZA ZONAL DE FORMACIÓN JUVENIL (2012). sistematización sobre dinamizas de organización y participación juvenil en la zona Nor-oriental. DOCUMENTO DE TRABAJO. MEDELLÍN, 2012. 56 Alianza interinstitucional realizada por cuatro organizaciones sociales y comunitarias de la zona: de la comuna 1 la Corporación Con-vivamos, de la Comuna 2 la Corporación Cultural Nuestra Gente, de la comuna 3 la Fundación Sumapaz, y de la comuna 4 la Corporación Talentos.

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las políticas de apoyo y formación a los procesos de organización y participación juvenil en el 57

territorio y la ciudad . Este nuevo escenario le permite a la Articulación Juvenil afianzar parte de las propuestas y relaciones de formación, intercambio y acción colectiva que venían forjando con algunas de las redes y procesos organizativos de jóvenes en la zona

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y la ciudad. Sobre todo, porque esta

alianza propició diversos escenarios y estrategias para el empoderamiento político de los y las jóvenes, como lo fueron los talleres temáticos sobre la política pública de participación juvenil, la socialización de los planes de desarrollo local de cada comuna, y los elementos técnicos del funcionamiento del PLPP. Temáticas que se complementaban con recorridos territoriales y ejercicios de cartografía y caracterización socio-política del territorio, incluyendo apoyo y financiamiento de los eventos culturales y de movilización emprendidos por las y los jóvenes de las distintas comunas. Toda esta dinámica logra reflejarse en el posicionamiento de los Festivales Zonales de Juventud como escenarios de movilización, reflexión y resistencia a las prácticas de centralización, masificación e instrumentalización que la administración municipal venia promoviendo durante cada coyuntura del mes de julio (declarado desde el mes nacional de la juventud). Espacio que además contribuiría a la formulación de una Plataforma Zonal Juvenil, en la que confluirían aquellos liderazgos y expresiones organizativas interesadas en conformar y consolidar una propuesta de movimiento popular juvenil para la zona y la ciudad de carácter autónomo, democrático y proactivo. De modo similar, los recursos provenientes de proyectos del programa de Planeación Local y Presupuesto Participativo a nivel comunal, permitieron la reestructuración de la dinámica de

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Según lo expresado por las mismas organizaciones que conformaron la Alianza Zonal de Formación: “Esta propuesta se empieza a consolidar en el año 2009, como un ejercicio de articulación de experiencias para el acompañamiento a grupos y redes juveniles y para la realización del proyecto PP Joven. Inaugurando con ello un ejercicio de actuación que permitió no sólo el encuentro y dialogo de saberes entre distintos procesos y actores de la Zona, sino que a su vez posibilitó la optimización de recursos para las actividades de apoyo y fortalecimiento de las dinámicas de actuación colectiva de las juventudes, que derivarían posteriormente en lo que hoy se conoce como Festivales Zonales de Juventud y Plataforma Zonal Juvenil.” Tomado de: ALIANZA ZONAL DE FORMACIÓN JUVENIL (2012). sistematización sobre dinamizas de organización y participación juvenil en la zona Nor-oriental. DOCUMENTO DE TRABAJO. MEDELLÍN, pág. 6. 58 Para ese momento la Articulación Juvenil se proponía consolidar una propuesta de formación y movilización en la Zona y la ciudad con aquellos procesos y expresiones organizativas que realizaban algún tipo de trabajo en red dentro del territorio zonal, logrando convocar de la Comuna 2 a la Red Jóvenes Sin Fronteras; en la Comuna 3 al Colectivo Juventud N.N. y la red Cultural de la comuna 3, así como la Red Sinergia Juvenil y posteriormente el Colectivo Juvenil C4 de la Comuna 4.

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acompañamiento y apoyo pedagógico y formativo brindado a los diversos grupos juveniles que 59

venían haciendo parte de la Articulación Juvenil hasta ese momento . Por tal motivo, dicho periodo representa uno de los momentos de mayor capacidad de difusión y acompañamiento brindado por la Articulación Juvenil a los procesos organizativos de jóvenes en la comuna y la zona, lo que se evidencia en los informes de evaluación de impacto realizados por el equipo de juventud de aquel entonces, donde se hace mención de los alcances en términos 60

poblacionales y organizativos a los que logra acceder la Articulación juvenil . No obstante, estos avances obtenidos en los procesos de fortalecimiento de la dinámica de movilización y empoderamiento político de las juventudes populares de la zona

se verían

nuevamente perturbadas por el aumento en las dinámicas de conflictividad en el territorio. Esta vez, protagonizadas principalmente por las diferentes agrupaciones armadas pertenecientes a la oficina de envigado, quienes al extraditarse Don Berna, comienzan a disputarse el control de los territorios, las plazas de vicio y todos lo relacionado con el negocio de la criminalidad y el narcotráfico en la ciudad. Un análisis del contexto de la ciudad publicado por la Corporación Con-vivamos durante el primer semestre del 2010, evidencia la grave crisis humanitaria a la que llegó tal situación: 61

“Según datos de la Personería de Medellín , en lo corrido de 2010 se han presentado en la ciudad 1.057 homicidios, 732 declaraciones de desplazamiento intraurbano, que representan un total de 2.395 personas forzadas a salir de sus barrios. Además, 938 estudiantes reportaron deserción escolar por motivos de riesgo para trasladarse de la casa a los colegios. Los combos y bandas de todo tipo –muchas de ellas afines al paramilitarismo– ya suman 343; sus enfrentamientos se escenifican en por lo menos 52 sectores de ciudad.

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Esta reestructuración de la estrategia de acompañamiento fue denominada “acompañamiento Nodal” consistente en una metodología organizativa y de interacción desde la cual el proceso combinó los saberes y experiencia del trabajo territorial y poblacional de Con-vivamos, para forjar una estrategia que resultará efectiva en términos de cobertura y retroalimentación de la acción política, educativa y comunitaria con las y los jóvenes. Buscando además la manera de generar una estrategia de acompañamiento descentralizado a los diversos procesos juveniles, avanzando en la estructuración de un equipo de comunicación popular juvenil, además de continuar posicionando la animación sociocultural como eje trasversal del proceso de educación y movilización popular”. Ver: CORPORACIÓN CON-VIVAMOS (2010). Ensayo de Evaluación Institucional del proceso de juventud. DOCUMENTO DE TRABAJO. MEDELLÍN, Pág. 4-5. 60 Según las fuentes de evaluación del equipo de juventud de la Corporación Con-vivamos, para el periodo 2009-2010 se logra llegar a una población cercana de 500 jóvenes de toda la comuna y la zona, así como a cerca de 20 procesos organizativos de diversa índole en todo el territorio. Ver CORPORACIÓN CON-VIVAMOS (2010). Ensayo de Evaluación Institucional del proceso de juventud. DOCUMENTO DE TRABAJO. MEDELLÍN, Pág. 2. 61 Se hace referencia a los datos publicados en el informe semestral de Derechos Humanos de la Personería de Medellín, enero a junio de 2010.

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Esta contundente realidad deja entrever que en Medellín hay una incuestionable disputa territorial, y que un actor fundamental de esta pugna es el paramilitarismo, también manifestado como mafia, ahora no concentrada sólo en asuntos de comercio de narcóticos sino dedicada a controlar la vida de los habitantes de distintos sectores de la urbe, en una manifestación de poder de la cual no escapan tenderos, transportadores, comerciantes al por mayor y al detal, así como los habitantes de un sector dado, obligados a pagar su vigilancia, realidad que, según el diagnóstico de algunas organizaciones sociales –entre ellas Con-vivamos-, amerita que la ciudad sea declarada en crisis humanitaria.”

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GRAFICO 10. 63 ZONAS DE CONFLICTIVIDAD Y DISPUTA TERRITORIAL EN LA CIUDAD .

Ese estudio realizado por la organización, no sólo muestra la magnitud del conflicto en términos de las cifras de victimización, sino que además da cuenta de las diversas modalidades de violencia empleadas por los grupos armados para intimidar y ejercer control militar sobre la población, a la vez que evidencia la concentración de la violencia principalmente en la zona Nor-oriental con 15 focos, afectando de manera particular a cada una de las 4 comunas que la conforman. 62

Tomado de: http://www.desdeabajo.info/ediciones/periodico/item/7771-medell%C3%ADn-la-ciudadpopular-est%C3%A1-en-zozobra. (19/07/2013) 63 Gráfico elaborado por la Corporación Con-vivamos, publicado en la edición virtual del periódico desde abajo el 22 de septiembre del 2010. Los puntos de amarillo indican las zonas de conflictividad en la ciudad.

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De otro lado, al examinar más a fondo la población principalmente afectada, se encuentra que siguen siendo principalmente los jóvenes y la niñez quienes más número de víctimas y victimarios siguen sumando a las arcas del conflicto. A propósito de este tema el informe señala lo siguiente: “En la confrontación en curso, preocupa el aumento de los homicidios que afectan a los menores de edad, así como su vinculación a distintas manifestaciones de este conflicto. Así lo precisó la Personería misma, al aseverar que durante los primeros seis primeros meses de 2010 entre niños y adolescentes menores de 17 años de edad, se presentaron 103 asesinados; de igual manera, el incremento de las muertes de jóvenes entre 18 y 25 años, que ya totalizan 366. Si antes era preocupante la vinculación de niños en labores de mensajería e inteligencia, en la actualidad es alarmante su vinculación directa, guardando las armas y participando en las confrontaciones armadas. Los grupos armados reclutan niños desde los 8 años de edad, forzándolos a participar del conflicto, lo que los convierte fácilmente en víctimas. Otro hecho predominante en las zonas señaladas es el asedio al que se ven sometidos los jóvenes estudiantes de las diferentes instituciones educativas, además de la desescolarización por las intimidaciones, las amenazas y las restricciones para pasar de un barrio a otro. A esto se suma el hecho que estas mismas personas se ven sometidas, al obligárseles a servir de “correo humano”, transportando armas de fuego en sus bolsos 64

escolares” . Esta situación, llevó a que desde el proceso de Articulación Juvenil se intensificará la estrategia de acompañamiento comunitario y en materia de DDHH con los grupos juveniles de la comuna, y de manera especial con algunos grupos de Hip-Hop de Santo Domingo Sabio y Popular que venían siendo amenazados y hostigados por no vincularse a las bandas que se encontraban en confrontación. Al mismo tiempo, el proceso organizativo decide iniciar una estrategia de movilización y toma artística de los territorios en disputa, intentando diezmar las condiciones de miedo y el control de la movilidad que los actores armados pretendían implementar sobre los jóvenes de la zona. Por otro lado, la constante zozobra y el escalonamiento de los hechos generan la necesidad de emprender al interior del proceso organizativo, una dinámica de acompañamiento psicosocial y tratamiento de los miedos y tensiones provocadas por las situaciones de confrontación y las amenazas recibidas por algunos jóvenes lideres en el territorio donde actuaban. Con la intensión de que esta coyuntura no afectará a las dinámicas de los grupos y el tejido establecido hasta ese momento, se llevan a cabo unos espacios de encuentro y reflexión colectiva

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Ibídem.

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con los grupos y sus líderes, los cuales inician a mediados del año 2009 y se sostienen durante 65

todo el año 2010 mediante una estrategia denominadas “Plataformas Políticas” . Otras contingencias que permiten entender los altos índices de movilización y organización que alcanzó la Articulación durante esta coyuntura tan adversa, son: por un lado, los procesos de cualificación y acompañamiento político brindados desde las propuestas de “Escuela Popular de Formación Juvenil” realizada por la Alianza Zonal de Formación y el proyecto “Memoria Joven” liderado por el Instituto Popular de Capacitación (IPC). Escenarios donde se emprendieron acciones de acompañamiento y formación en estrategias para la reconstrucción de la memoria histórica del conflicto armado en la zona y la ciudad. Lo que se complementó con la dinamización de propuestas de relacionamiento con otras expresiones organizativas y de movilización de la ciudad y el país como los Movimientos Políticos “Congreso de los pueblos” y “Marcha Patriótica”; además de asumir una dinámica de retroalimentación desde el quehacer artístico, de las luchas estudiantiles libradas en defensa de la educación superior pública 66

y en contra de la reforma a la ley 30 de 1992 . Todos estos espacios formativos y de movilización abrieron la posibilidad de oxigenar los liderazgos y promover al interior del procesos organizativo y de actuación política un conjunto de reflexiones y formaciones identitarias desde los cuales se ampliaría la capacidad de movilización 67

tanto dentro como por fuera de los territorios de actuación de la Articulación . Lo que generó que al interior del proceso de la Articulación se comenzaran a plantear reflexiones y críticas sobre la importancia y los efectos que podrían acarrear el vincularse de manera proactiva y protagónica en aquellas plataformas y escenarios de decisión de estas expresiones amplias de movilización y

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Estos espacios consistieron en encuentros de tres días en donde participaban en promedio 40 jóvenes pertenecientes a los distintos grupos y procesos que conformaban la Articulación juvenil. En ellos se discutían las propuestas de movilización en el territorio y las diversas formas de organización y actuación política. También se realizaban balances de las acciones de cada uno de los grupos, a la vez que se tramitaban las tensiones, miedos y rupturas que se venían presentando al interior del proceso como consecuencia del aumento de la violencia y de los procesos de cooptación institucional. 66 Una de las estrategias más destacables de esta vinculación fue la propuesta de generar un bloque de payasos movilizados e indignados denominado “Bloque Nariz Roja”, el cual no sólo participaba de las marchas y protestas populares, sino que generaba estrategias de difusión de las posiciones políticas de la Articulación Juvenil sobre la realidad nacional mediante historietas o fanzines. 67 Aunque la articulación había participado de las jornadas de movilización del movimiento estudiantil y popular de la ciudad, durante el desarrollo del ejercicio de reconstrucción de la memoria histórica del proceso de Articulación, los y las asistentes reconocieron como hitos importantes del último periodo de articulación, la preparación y participación en la marcha Nacional de Congreso de los pueblos en Octubre 2010, el Encuentro Nacional de la federación de Estudiantes Universitarios llevada a cabo en el mes de abril del 2011 en la ciudad de Bogotá; así como la movilización nacional llevada a cabo en el mes de abril de 2012 en conmemoración del bicentenario de la independencia de Colombia convocada por el Movimiento Político Marcha Patriótica en abril del 2010.

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actuación política popular a nivel nacional. Con respecto a este tema, algunos de los líderes de los grupos de la articulación anotaban: 68

“Después del cabildo nacional de Juventudes , ya estábamos más relacionados con la Articulación,

ya sabíamos los temas que se trataban, las incidencias que se tenían en la Zona Nor-oriental. Antes del pre-cabildo nacional, como grupo no nos habíamos relacionado mucho con las dinámicas de los otros grupos, ni con las reuniones, pues estábamos más metidos en el ámbito musical y nos interesaba solamente eso, pero cuando comenzamos a ver que esto si tenía una fuerza mayor, fue cuando nosotros nos comprometimos con todo el procesos, y empezamos a participar de todas estas cosas”69. Este tipos de posiciones, visibiliza la conciencia adquirida por los sujetos articulados en la propuesta organizativa y de actuación política de la Articulación Juvenil, sobre todo cuando se realiza el análisis del nivel de autonomía política y las formas en cómo el proceso va definiendo sus dinámicas de agenciamiento e interacción con otros pares. También puede leerse en el trasfondo de estos discursos, elementos simbólicos del nivel de identidad y credibilidad que los jóvenes construyen sobre las apuestas de movilización y transformación emprendidas. No obstante, a finales del 2011 se presentan nuevamente cambios en el contexto formativo y de acompañamiento organizativo que hacen nuevamente renovar la dinámica interna de organización de la Articulación, así como la participación de algunos de los grupos y liderazgos en los procesos de movilización y actuación colectiva de los y las jóvenes en la zona Nor-oriental. Dichos cambios tienen que ver con la finalización del comité dinamizador de la Articulación Juvenil a finales del 2011, a causa de la terminación del proyecto de fortalecimiento a las dinámicas de participación y organización política de los y las jóvenes, el cual era administrando por la Alianza zonal de Formación. A lo anterior se sumaría la decisión política tomada por Con-vivamos de no continuar sosteniendo la promotoría de juventud durante el año 2012 debido a la falta de recursos, a lo que se aúnan algunas rupturas políticas entre los liderazgos y grupos pertenecientes a la Articulación por asuntos personales asociados al nivel de desazón dejada por la participación o “instrumentación política” que representaba las relaciones con el movimiento político Marcha Patriótica.

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Hace referencia al cabildo nacional de Jóvenes, convocado por el movimiento político Marcha Patriótica el 24,25 y 26 de Agosto del 2012. 69 Aporte brindado por uno de los líderes participantes del taller de reconstrucción de la memoria histórica del proceso de la Articulación Juvenil. Realizado el 29 de septiembre del 2013 en la Corporación Convivamos.

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Este nuevo panorama hace que la Articulación convoque nuevamente a una Plataforma Política a inicios del 2012 en la cual se amplía la convocatoria a otros liderazgos de la zona y la ciudad con quienes se venían retroalimentando el quehacer político y organizativo durante los últimos dos años del proceso. En dicho espacio se da un amplio debate sobre las implicaciones, aciertos y desaciertos de participar del Movimiento político Marcha Patriótica, lo que permite dar cuenta de que eran más los beneficios que perjuicios obtenidos al participar en este proceso de movilización y formación sociopolítica, sobre todo, al brindar herramientas para dimensionar de manera más amplia los diversos procesos de organización y lucha política que se estaban dando en el contexto nacional, tejiendo incluso alianzas estratégica entre los diversos sectores que confluyen en este espacio, en términos de la sostenibilidad de los procesos de educación popular y de movilización que la Articulación buscaba emprender en el territorio. Al respecto de esta discusión uno de líderes de los grupos señalaba que: “creo que el hecho de dejar de estar tanto en lo local es una ganancia, pues nos hemos posicionado

como organización y como sujetos, en espacios que llegan a ser incluso más importantes que una organización o una corporación. Porque una corporación se encarga simplemente de ejecutarle proyectos a la alcaldía, de hacer cooperación internacional, pero no transciende”70 Otro de los elementos que permite observar la realización de dicha plataforma política es la renovación de la estructura organizativa y la dinámica de actuación y formación del proceso. Con relación a lo primero, se define conformar cuatro comisiones de trabajo ( Formación, Comunicación,

gestión, Trabajo de base) desde las cuales se pudieran tejer planes de trabajo en cada una de las áreas antes mencionadas, y de esta manera sostener el proceso. Y en relación a lo segundo, se propone la configuración de una escuela popular de artes y formación política, nombrada escuela 71

“Escuela Popular Víctor Jara” , con la intensión de llegar a aquellos jóvenes no organizados ni interesados en primera instancia sobre la formación política. Esta nueva manera de actuación ha logrado durante los últimos dos años (2012-2013) sostener parte de los procesos de comunicación, formación y actuación colectiva en el territorio,

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Aporte brindado por uno de los líderes participantes del taller de reconstrucción de la memoria histórica del proceso de la Articulación Juvenil. Realizado el 29 de septiembre del 2013 en la Corporación Convivamos. 71 La intensión de nombrarla de esa manera es conmemorar la memoria del cantautor y líder popular chileno Víctor Lidio Jara Martínez, quien fue asesinado por la dictadura chilena en 1973. Además, este gesto manifiesta la intención política de reconstruir y ampliar las luchas por la vida desde los proyectos alternativos de vida y la identidad popular y comunitaria.

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representadas principalmente en la actualización periódica del Blog virtual , la realización de murales, comunicados o pronunciamientos sobre la coyuntura o los temas de interés de la articulación, así como la elaboración de los guiones y escritos que se leen en aquellas acciones formativas y de movilización en la zona como lo son las lunadas, los seminarios ideológicos y las tomas territoriales. GRAFICO 11. 73 ESQUEMA ORGANIZATIVO DEL PROCESO .

De esta última etapa del proceso se destaca la propuesta de escuela popular de artes, la cual ha atraído el interés de algunas organizaciones sociales de la zona quienes se han mostrado dispuestas a apoyar con algunos materiales y su infraestructura las actividades formativas impartidas. Esto ha hecho que la articulación pase de la total dependencia económica y política en la realización de su proceso, a una dinámica de mayor autonomía, compromiso y autogestión sostenidos desde el compromiso de los liderazgos y grupos que actualmente la conforman.

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http://articulacionjuvenil-nororiental.blogspot.com/. Elaboración propia a partir de los datos propiciados en el taller de reconstrucción histórica del proceso.

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Por otra parte, esta estrategia de escuelas populares de artes ha brindado la posibilidad de intercambiar experiencias pedagógicas y relacionarse de manera más directa con otras expresiones del movimiento popular colombiano, como lo es por ejemplo el sector campesino. Hecho que se viene ampliando de manera reciente, después del apoyo y acompañamiento que la Articulación brindó a las comunidades campesinas que se encontraban aglutinadas en el norte del Valle del Aburra durante el paro campesino ocurrido en el segundo semestre del 2013, así como aquellos que estuvieron desplazados por los efectos del proyecto Hidro-Ituango, y asentados en la Universidad de Antioquia. En síntesis este último periodo evidencia como una experiencia de resistencia organizativa juvenil ha logrado conjugar en los diferentes momentos de su historicidad, todos aquellos elementos que le son adversos o favorables, para afianzar y renovarse de manera paulatina a los cambios del contexto, reverdeciendo al mismo tiempo el compromiso y la identidad política tejida al interior de los liderazgos y grupos

que la conforman. Características que les permite proyectarse en el

escenario político, como uno de los referentes que lideran y retroalimentan las propuestas de exigibilidad y organización popular tejidas en la zona y la ciudad. De allí la necesidad de entender y problematizar cuáles han sido los principales aprendizajes y desafíos que como proceso organizativo y parte del movimiento popular han debido afrontar experiencias como la de la Articulación Juvenil de la Zona Nor-oriental, en su apuesta de generar y sostener las practicas organizativas y actuación colectiva de la juventudes populares en una ciudad como Medellín.

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7

A MODO DE CONCLUSIÓN.

Más que lograr extraer generalizaciones sobre los alcances y el sentido político del proceso organizativo y la acción colectiva de las juventudes populares. Este trabajo buscaba reconocer y caracterizar la historicidad y los cambios por los que ha atravesado el proceso de la Articulación Juvenil de la zona Nor-oriental en sus ya 12 años de actuación como parte del movimiento popular de la ciudad. Por tal motivo, merece la pena que destaquemos los principales aprendizajes y desafíos de dicha propuesta organizativa y de actuación colectiva juvenil, con la intensión de formular algunas recomendaciones que puedan contribuir a la continuidad y ampliación de este tipo de propuestas de organización y movilización en otras partes del país y ojalá del mundo:

7.1 Aprendizajes significativos: Ser resistencia desde lo simbólico y afectivo para transformar desde la cotidianidad: Desde sus orígenes en el año 2001 la Articulación juvenil ha creado estrategias de actuación colectiva que disputan y resisten a las formaciones hegemónicas y violentas acentuadas en estos territorios. Esto es logrado a partir de prácticas simbólicas donde la combinación de las artes y la pedagogía crítica se conjugan para formar sujetos conscientes de su realidad y dispuestos a transformarla. De igual modo, estas prácticas organizativas y de acción política “no violentas” garantizan la pervivencia de los procesos de transformación y lucha político de los sectores populares, al reivindicar su defensa de la vida digna y el derecho al territorio desde prácticas que revierten en la cotidianidad los miedos provocados por las violencias estructurales al que han sido sometidas las comunidades. Recurriendo de manera constante a la memoria, los actos simbólicos y la solidaridad como elementos transversales de la identidad y las formas de vida que desde diversos actores sociales están dispuestos a aportar en la deconstrucción del capitalismo y sus proyectos de competitividad y “modernización” de la ciudad. En este sentido son movimiento juvenil en la medida que los jóvenes que lo integran desarrollan su lucha por cambiar la historia desde el plano de la cotidianidad, es decir, su lucha se da en el plano de la infra-política, pues es en esta realidad material y objetiva concreta (el barrio, la comuna, la zona y la ciudad) donde se pretender transformar de manera estructural los procesos de dependencia, dominación y explotación que se vienen imponiendo desde el régimen hegemónico capitalista.

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Tejer y ampliar las estrategias de movilización y lucha política desde la diversidad: Una de los elementos que destacan de la historicidad de la Articulación Juvenil, es su capacidad de renovar en los diversos momentos y coyunturas sus estrategias actuación colectiva y trabajo en red. Esta característica le ha permitido establecer alianzas estratégicas con diversos actores instituciones y comunitarios, que aportan a la ampliación y sostenibilidad de la acción colectiva juvenil tanto fuera como dentro de la zona Nor-oriental. De igual modo, este procesos de recomposición constante de su campo aliado ha posibilitado retroalimentar y ampliar las visión que se tiene del movimiento popular y comunitario, problematizando las dinámicas de arraigo territorial, y promoviendo un debate más amplio sobre lo que implica la generación de la identidad popular y lucha política desde los sectores empobrecidos y estigmatizados de una ciudad como Medellín. En este sentido la Articulación Juvenil hace un reconocimiento de los aprendizajes y experiencias que otros procesos de organización y acción colectiva de la zona y la ciudad le han aportado a la configuración de movimiento popular. Retomando en ese ejercicio las reflexiones y aportes pedagógicos de la educación popular y comunitaria, las estrategias de organización y formación de las bases de la teología de la liberación, y los mecanismos de acción directa colectiva aportados desde los movimientos anarquistas y culturales. Este acumulado ha implicado cambios significativos en las formas de actuación e incidencia política tanto en el escenario político institucional, como en el cuestionamiento y constante deconstrucción y problematización de las formas de vida patriarcal, consumista, violenta e individualista que se intentan imponer en la ciudad. Construir y renovar las estrategias pedagógicas a partir de la lectura constante de la realidad: De acuerdo a los elementos descritos en las estrategias formativas y de actuación colectiva del proceso organizativo de la Articulación Juvenil, se logra evidenciar el potencial que aún logran tener el fomento de procesos de formación artística desde la pedagogía crítica y la educación popular como medios de cualificación política de la juventud y la configuración de una identidad popular y comunitaria. Esto se ha logrado, gracias a la constante evaluación y renovación de las estrategias de formación por parte de quienes los dinamizan y los reciben. Lo que se ve reflejado por ejemplo, en el fortalecimiento político y logístico que han tenido las escuelas de formación artística, las calidades políticas y logísticas de las tomas culturales, las lunadas e incluso aquella propuesta de los Festivales zonales Juveniles.

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También es necesario reconocer el papel que han jugado las organizaciones sociales de las distintas comunas en ese proceso de renovación pedagógica, pues han sido los acumulados de su experiencia lo que ha permitido en gran medida que los procesos juveniles puedan sostenerse y ampliar sus propuestas de actuación colectiva dentro de los territorios.

7.2 Desafíos por abordar: Efectos contradictorios de las políticas públicas en los procesos de organización y movilización juvenil: Uno de los elementos centrales del debate actual sobre la configuración y análisis de los movimientos sociales es la relación de estos con el estado. Reflexión a la que no es ajeno el proceso de la Articulación Juvenil, sobre todo si se tiene en cuenta que como propuesta organizativa juvenil, fue en sus inicios una propuesta desplegada por una organización social que se ha relacionado de manera constante con el estado, e incluso en algunos momentos, ha llegado a cumplir parte de sus funciones asistenciales y formativas. Es por esto que debe de promoverse acciones de reflexión y evaluación más profundas sobre los efectos que han tenido aquellas políticas de organización y participación política juvenil que se han 74

aplicado en la ciudad durante la última década . Sobre todo, por los efectos que estas han tenido en los procesos de institucionalización de algunos liderazgos, así como la transformación de las formas de autogestión y relacionamiento crítico entre las juventudes organizadas y la institucionalidad política local. Lo que muestra la experiencia de la Articulación, es que es posible valerse se los recursos provenientes del estado para materializar parte de las propuestas formativas y de actuación colectiva juvenil, sin que esto implique necesariamente un ejercicio coactivo o de cooptación discursiva y política. Para logar tal resultado, es importante profundizar en los procesos de formación crítica, y en el conocimiento de los elementos técnicos y operativos de las políticas, ya que al lograr entender estos elementos,

es posible contrarrestas parte de los objetivos

asistencialistas e ideológicos de estas políticas, y potenciar las dinámicas de autonomía, exigibilidad y movilización de quienes se benefician. En últimas, se trata de entender el estado y sus actuaciones como el producto de una confluencia de interés y factores que favorecerán o entorpecerán los procesos de transformación social según 74

Uno de los aportes más significativos que puede marcar una línea investigativa en este tema, es la experiencia de sistematización del proceso de organización y participación juvenil desarrollado por la Alianza Zonal de Formación. Ver: ALIANZA ZONAL DE FORMACIÓN JUVENIL (2012). sistematización sobre dinamizas de organización y participación juvenil en la zona Nor-oriental. DOCUMENTO DE TRABAJO. Medellín.

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las dimensiones ideológicas y el grado de negociación política que los actores sociales puedan lograr al interior de las decisiones (outputs). Razones que hacen posible que en la actualidad la Articulación se valga de algunas formas de relacionamiento con el estado y sus políticas para potenciar sus procesos de formación y empoderamiento de las juventudes populares, a la vez que amplían las dinámicas de actuación colectiva en pro de las reivindicaciones por la vida digna y la defensa del territorio promovidas desde el movimiento popular en la zona y la ciudad. Superación del sectarismo y la renovación de los liderazgos políticos: Uno de los principales aprendizajes que muestra el proceso de la articulación juvenil es la capacidad de renovar sus liderazgos en determinadas coyunturas, así

como habilidad de

engendrar relaciones de confianza y trabajo colectivo con otros pares e iniciativas de organización y movilización juvenil en la ciudad. No obstante, al revisar con detenimiento la historicidad del proceso, se pueden identificar momentos de tensión y transición del quehacer político colectivo, como consecuencia de las disputas personales y la estigmatización de algunos liderazgos sobre otros del mismo proceso. Esto sigue siendo una de las principales limitaciones para emprender acciones de actuación colectiva más amplias y con alcances mayores en el plano político. Lo que abre además espacio para la fragmentación de los pocos espacios de convergencia y despliegue de la fuerza contrahegemónica y alternativa, a la vez que desgasta las procesos de resistencia y formación crítica emprendidos haciéndolos susceptibles a la instrumentalización y el aprovechamiento de los actores institucionales que buscan afianzar a toda costa sus proyectos políticos. También sigue siendo un reto la generación de procesos conscientes de relevo generacional en la dinamización de las propuestas organizativas y metodológicas del proceso de Articulación Juvenil. Ya que hasta hace muy poco esta tarea era pensada desde la propuesta de acompañamiento brindado por las organizaciones sociales de la zona, pero en la actualidad se viene transitando hacia estrategias mucho más autónomas y democratizadas al interior de los liderazgos que conforman el actual equipo dinamizador de la Articulación.

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7.3 Recomendaciones para tener en cuenta. Diagnosticar y fortalecer las redes y relaciones estratégicas para el proceso de organización y actuación colectiva juvenil: Este estudio de caso ha servido para caracterizar y realizar un breve acercamiento a la compleja historicidad de uno de los procesos de organización y actuación colectiva juvenil de la zona Nororiental. Sin embargo, para logar dimensionar de manera más clara las implicaciones que han tenido en el territorio el movimiento popular de juventudes, se hace necesario emprender un ejercicio de investigación mucho más amplio, el cual pueda incluir el mayor número de expresiones de organización y actuación colectiva de los y las jóvenes de la zona y la ciudad, así como identificar sus trayectorias y las formas en cómo han intervenido en los procesos de cambio y emancipación de los sujetos que los conforman y de las comunidades donde despliegan su acción. Continuar y ampliar los procesos pedagógicos y de proyección política de la resistencia: Sin lugar a dudas, uno de los elementos que han garantizado la continuidad del proceso de Articulación Juvenil ha sido la constante proyección y renovación de las estrategias de formación y actuación colectiva. Hay que garantizar la continuidad y potenciación de estos procesos a partir de la vinculación de nuevos jóvenes del territorio, así como de la continuación de la formación y el intercambio de saberes y experiencias entre los liderazgos y procesos que actualmente lo conforman. Otro de los elementos que merece la pena ampliar y profundizar con los grupos y procesos de organización y actuación colectiva de jóvenes en la zona y la ciudad, es el trabajo en antimilitarismo y objeción por conciencia. Ya que son temas que se relacionan de manera directa con los procesos de vinculación y reclutamiento de las juventudes para el conflicto, por lo que se convierte en una herramienta contra-hegemónica y de resistencia el logara establecer ejercicios de empoderamiento de los marcos legales y las posibles acciones civiles que se pueden emprender para resistir a la guerra y la militarización de la vida. Aunado a lo anterior, está la generación de procesos de vinculación de nuevas propuestas 75

artísticas y comunicativas a las dinámicas de denuncia y exigibilidad de derechos , en la medida que es una forma contundente y emotiva que logra tocar la subjetividad de los y las jóvenes, logrando que estos se vinculen de manera más comprometida con los procesos de concientización sobre los fenómenos que afectan su realidad, a la vez que les brinda herramientas prácticas que les ayudan en el proceso de transformarla y controvertirla, aunque sea en el plano de lo ideológico y subjetivo. 75

Esto puede hacerse posible a través de la configuración de un proceso de fortalecimiento y ampliación de la Escuela Popular Víctor Jara.

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Recuperación y apropiación de la memoria y la identidad popular: Uno de los factores que facilitaron la realización del ejercicio de caracterización y análisis de la historicidad del proceso de Articulación Juvenil fue el contar con diversas fuentes documentales y virtuales donde se analizaba o daba cuenta del accionar y del proceso organizativo que estos jóvenes estaban vivenciando en esta propuesta de organización. No obstante, una gran parte de las practicas organizativas y de los procesos de resistencia y lucha política de los sectores populares de las ciudades colombianas siguen siendo poco sistematizadas y sometidas a procesos de reflexión y análisis histórico-político. Por tal motivo, es fundamental que se fomenten y fortalezcan los procesos de Investigación Acción Participativa, así como los ejercicios de sistematización de experiencias donde puedan ser aprovechados los niveles de cualificación académica logrado por los liderazgos que conforman el procesos, valiéndose de las relaciones de entre las organización sociales y comunitaria y la academia local para forjar procesos de investigación que permita reconstruir parte de la memoria histórica y el legado dejado por estos procesos de resistencia y lucha cotidiana.

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8. ANEXO 1.

CUADRO SINÓPTICO DEL ANÁLISIS HISTÓRICO DEL PROCESO DE ARTICULACIÓN JUVENIL ZONA NOR-ORIENTAL (2001 - 2013) CATEGORIAS PERIODO

2001-2005

2005

2006

TEMÁTICAS ABORDADAS

ESTRATEGIAS DE FORMACIÓN

ESCENARIOS DE PARTICIPACIÓN Y ALIANZAS ESTRATÉGICAS

Contexto de violencia, herramientas informáticas, política pública, liderazgo y DDHH

Acompañamiento personalizado a grupos y líderes juveniles. Campaña: Juventudes desde la No Violencia Activa Resistiendo a las Guerras

Metrojuventud y Políticas Públicas; La Red de organizaciones Comunitarias (ROC); Plataforma Miserior

Arte; participación política; liderazgo; Movilización

Acompañamiento personalizado a liderazgos juveniles desde la Educación popular

Metrojuventud y Políticas Públicas; La Red de organizaciones Comunitarias (ROC); Plataforma Miserior

Derechos Humanos; El territorio

La educación popular: Tertulias; Cine-foros

Metrojuventud y Políticas Públicas; La Red de organizaciones Comunitarias (ROC); Plataforma Miserior

ACCIONES COLECTIVAS DE INTERVENCIÓN TERRITORIAL

OBJETIVOS DEL ACOMPAÑAMIENTO.

Lunadas, Tomas recreativas y artísticas, movilizaciones dentro del territorio

- Conformar una propuesta de organización y formación política para jóvenes en la zona. - Establecer estrategias de protección y resistencia de los y la jóvenes ante la dinámica del conflicto armado. - Ampliar el protagonismo de los y las jóvenes en las dinámicas

Lunadas; intervenciones artísticas

- Ampliar las dinámicas de actuación territorial (tomas barriales) - Fortalecer liderazgos - Afianzar la participación en alianzas y redes

Foros; tertulias; Tomas barriales y Lunadas

- Ampliar las relaciones para gestionar recursos - Ganar importancia al interior de los procesos juveniles - Llevar al proceso de Articulación Juvenil a posicionar el tema de la organización y participación juvenil dentro de la organización comunitaria (Con-vivamos)

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2007

2008

2009

La Objeción por Conciencia

Presupuesto Participativo; Investigación Acción Participativa

Objeción de conciencia; Feminismo; comunicación popular; Territorio; políticas públicas; cultura

Equipo dinamizador

Equipo dinamizador; escuela de formación fuera de aulas

Seminario ideológico; Comité de Formación; Escuela Zonal de Juventud; Plataforma Política

Metrojuventud y Políticas Públicas; La Red de organizaciones Comunitarias (ROC); Plataforma Miserior

Acción de Resistencia y Movilización Juvenil por Colombia (ARMJC); Plataforma Copartes de la agencia Volens; Red Vincularte; Foro Social Medellín. Acción de Resistencia y Movilización Juvenil por Colombia (ARMJC); Presupuesto Participativo (Comisión de convivencia y participación)

Foros; tertulias; Tomas barriales y Lunadas; proceso de formación equipo dinamizador

Diagnóstico rápido participativo de la Organización Juvenil; Lunadas, Tomas territoriales, intercambios de experiencias, 1° Festival Zonal Juvenil

Creación de la plataforma zonal juvenil; campamentos urbanos; marchas carnavales; lunadas; conversatorios; participación escuela de Formación Política.

- Generar escuelas en pro de la ampliación del accionar de la Articulación. - Afianzar las alianzas - Fortalecer las construcciones internas y externas. - Generar mayor autonomía - Lograr gestionar recursos para los procesos juveniles - Generar escuelas en pro de la ampliación del accionar de la Articulación. - Generar mayor autonomía Lograr gestionar recursos para los procesos juveniles

- Consolidar un equipo de juventud. - Descentralizar las dinámicas de formación y acompañamiento - Apropiación de los recursos del Presupuesto participativo para el fortalecimiento de las dinámicas juveniles.

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2010

2011

2012

El territorio y las dinámicas de conflictividad; Plataforma de juventud

Anticapitalismo; antiimperialismo; Bolivarianismo; movimiento estudiantil; socialismo; liderazgo; plan de desarrollo

Recuperación de la Memoria; conflicto; territorio

Salidas de formación política; Consolidación de la plataforma Política de la articulación; recorridos territoriales; Reuniones; Intercambio a Venezuela con campamento Pioneros

Escuela zonal de liderazgo; plataforma política; tramitación de conflictos

Foros; mesas de trabajo;

Colectivo de ciudad Memoria joven (IPC); Marcha congreso de los pueblos; Festival Zonal de Juventud; Escuela zonal de liderazgo juvenil; JAC Granizal PLPP Festival Zonal de Juventud;3 º Congreso de la FEU (Federación de Estudiantes universitarios); Marcha Patriótica Cabildo Nacional de Juventudes Marcha Patriótica (Cartagena); Relación con JAC de la Piñuela (C4) y de Santa Cecilia (C1), así como la Corporación Amigos Unidos de Aranjuez

Campamentos Urbanos; Marcha por el bicentenario de la Independencia; Precabildo Cartagena; lunadas; Foros; participación en marchas; conciertos

- Continuar y ampliar el equipo de juventud - Afianzar los nodos territoriales de acompañamiento y articulación de grupos - Posicionar el tema de la organización y participación juvenil en Con-vivamos.

- Sistematizar el proceso de organización y participación juvenil. Dramatizaciones de temas trabajados; conversatorios; lunadas

Producciones audiovisuales; radio Novelas; Fincas de Formación; concierto zonal “lucha y resistencia se pronuncian en Femenino”

- Se acaba el equipo de juventud, no hay promotor organizacional para este grupo poblacional - Se intenta tramitar organizacionalmente parte de los procesos de fractura entre los grupos y al interior de los liderazgos de la Articulación juvenil

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2013

Territorio; Soberanía; arte en resistencia; conflicto armado; recuperación de los espacios; incidencia Formativa en la Zona Nor-oriental.

La Escuela Víctor Jara: ofrece talleres de formación musical, teatral, de arte circense, de artes plásticas y de comunicaciones; continúan los foros; mesas de trabajo y la realización de seminarios formativos

Relación en JAC de Santa Cecilia; Corporación el Megáfono; corporación amigos unidos de Aranjuez; red juvenil de la comuna 4; Parroquia de San Cayetano

Tomas barriales (san Cayetano); Marchas carnavales; Lunada (Santa Cecilia) Escuela Popular Víctor Jara; Encuentro regional de juventud (ITM)

- Fortalecimiento del Movimiento Popular y comunitario. - Apoyo a los procesos de Educación Popular y formación política propuestos desde los procesos de organización juvenil. - Fomento de ejercicios de Investigación y sistematización de experiencias.

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9. BIBLIOGRAFIA.

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