CONFERENCIA CARLOS VAZQUEZ

November 22, 2017 | Autor: C. Vázquez Lomelí | Categoría: N/A
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Descripción

Pedagogía teatral: reconceptualización metodológica.
Una mirada a la creación escénica e investigación teatral universitaria[1]

Carlos Manuel Vázquez Lomelí, ph.d.




1.- ¿Cómo crear e investigar en artes?
Algunos artistas teatrales que ejercen docencia en universidades públicas
del país no son muy dados a analizar, estudiar, reflexionar, criticar sobre
estilos, paradigmas, modelos ni teorías; para el caso, existen los
estudiosos y doctos. Pero, imaginar ahora en el siglo XXI, ser
universidades de investigación, que se traduce literalmente como
universidades de generación de conocimiento[2]. La tarea (de existir en un
futuro próximo) que las universidades tengan como desafío el de generar
investigación y entre éstas, sobre arte. Claro, entendido como una manera
cualitativa de conocimiento estético y social. Tarea que podría
considerarse –para la mayoría de las universidades públicas del país–
compleja y titánica a la vez. Para nosotros, los docentes-investigadores de
universidades periféricas o de "provincia", la tarea se muestra de tal
magnitud que sería como buscar "la aguja en el pajar". Pero con ésa
extraña sensación de no saber siquiera dónde está el pajar.
Lo que tendríamos tal vez que ir argumentando con datos que ilustraran
la cuestión: son los escasos e insuficientes posgrados en artes en México;
al menos, visible tal dato hasta el año 2012[3]; esto es sólo cuestión de
contabilizar los cuerpos académicos que se dedican a las artes escénicas en
las universidades del país para conocer en parte el "Estado de la
Cuestión". Lo mismo sería en obtención de grado de maestría y doctorado en
la planta docente de las aproximadamente 15 universidades públicas
representativas que poseen programas en artes en el país. Y, quiénes de los
profesores que laboran como docentes, realizan, además de actividades
profesionales de creación: danza, teatro, pintura, escultura, fotografía,
etc., también tareas de investigación[4]. La cuestión podría comprenderse
mejor si se socializara la producción artística de éstos docentes-
investigadores en artículos, ensayos, capítulos de libros, manuales o
libros especializados del área en cuestión.

Con cierta rareza, en centros de investigación, institutos, o cuerpos
académicos se pueden observar doctores en "artes" o afines, como son las
disciplinas de Humanidades. Es decir, doctores investigando la creación
artística como un proceso multifactorial y fenomenológico que podría
arrojar luz sobre el cómo se origina eso que comúnmente llamamos arte, y de
ser necesario, el cómo generar conocimiento que vincule a la sociedad. Es
decir, en la construcción social de su realidad[5]. Es este punto, donde
Luis de Tavira (2006) también aporta su mirada: "La solución del país no
está en recetas y fórmulas económicas solamente; no se puede pensar en el
desarrollo social del país sin pensar antes en el sujeto del desarrollo.
Cuándo entendemos al sujeto del desarrollo es cuándo entramos en el
problema de la construcción cultural"[6].

Entonces; hablar de arte ya no es sólo hablar de subjetividad humana y
de procesos fenomenológicos cognitivos de percepción, de experiencia
estética y demás conceptos complejos que involucran a demás campos
disciplinarios. Hablar de arte es hablar de cultura, educación, pedagogía,
sociedad, ideología, política, historia, economía, tecnología, etc. El
concepto del que estamos hablando se ramifica, vincula o relaciona con
otros procesos tal vez muy disímbolos entre sí, pero que están presentes en
esa construcción social de la realidad que vivimos día a día. Entonces:
cómo crear e investigar a la vez. Si la creación será investigación,
posiblemente nos quedaremos en la dimensión de conceptos propios de nuestra
especialidad o área de arte: danza, teatro, foto, pintura, etc.

Pero, pensemos sólo en este momento una triada: arte-cultura-
educación. A simple vista, de un investigador de arte posiblemente le sea
demasiado sencillo armar o estructurar un discurso académico sobre la
triada; pero ya no resulta tan fácil cuando a la triada conceptual se le
involucra: política-ideología-economía; o peor aún: estética-tecnología-y-
mercado en un contexto tan adverso como el actual donde el arte es ya
considerado una mercancía[7]. Entonces la creación ya no será sencillamente
pura investigación, ni ésta pura creación. La cuestión continua en el aire
para los interesados en resolver la paradoja.



2.- Educación, pedagogía y teatro.
La aspiración final esperada de una institución, estado o nación será la
educación[8] de calidad. Pero, claro, cómo hablar de algo tan vasto y
general. La educación es un ente o concepto difícil de asir desde cualquier
perspectiva o disciplina. Conocemos diversas expresiones que califican
hechos, acciones, gestos o estado de cosas relacionadas con la educación.
Expresiones cotidianas que se escuchan por doqueir; "El niño es muy
educado, no habla ni molesta cuando están hablando los mayores"; "El señor
es una persona educada; le cedió el asiento al anciano"; No hay educación
hoy en día; los conductores no ceden el paso al peatón en los cruces";
También nos topamos con letreros como: "Es falta de educación pisar el
pasto"; "Muestre su educación colocando la basura en el cesto"; etcétera.
Escuchamos a personas decir o conversarsaciones de cafés, bares o
restaurantes: "A falta de educación, los paises en desarrollo, siguen
dependiendo de los industrializados" o, "La crisis de desempleo se debe,
entre otras tantas razones, a la falta de educación especializada y de
calidad". Y el señalamiento de Luis de Tavira no está de más, a pesar que
desde su mención en una mesa redonda sobre el tema de la formación
profesional del actor en México, sigue siendo válido para algunas
universidades que poseen el pregrado en artes escénicas:

Pienso que las instituciones públicas que habían estado hasta
ahora preocupadas por la formación artística están en crisis,
y en una crisis que las hace absolutamente inadecuadas, no
porque sus planteamientos no obedezcan a necesidades reales,
sino porque los medios que tienen y el agotamiento que padecen
las ha puesto en condiciones de no estar funcionando. No se
trata de descalificar gratuitamente. Si elevamos la reflexión
más allá del ámbito de una comunidad identificada con las
tendencias que surgieron de la universidad, podemos encontrar
un tipo de diagnóstico; pero si abrimos esa reflexión a la
perspectiva nacional, entonces la cosa es terrible. (De
TAVIRA, 1995, en De ITA, op.cit.)


Entonces la educación es una manera o forma de relación e interacción
que califica además de nuestras acciones, comportamiento y conducta frente
y con los demás, también expresa un estado de un grupo social, comunidad,
pueblo, nación. Tan amplia es la posibilidad de uso, que prácticamente está
ligada en todo el trayecto de la vida misma de un ser humano, por no decir
de la humanidad.

Podríamos resumir que la educación es un bien social. Pero, ¿cómo se
logra fomentar tal calidad humana y social? Al parecer, la mayoría de los
académicos y estudiosos concuerda que el campo disciplinario de la
pedagogía es una vía para comprender, generar o fomentar esta calidad
"educativa" en los seres humanos; e independientemente de que cada
perpectiva pedagógica posea o esté adscrita a un sesgo ideológico y
político[9].

Pero la pedagogía comúnmente se le vincula con un espacio académico:
escuela, jardín de niños, colegio, liceo, técnico, preuniversitario,
universidad, academia, instituto. Al hablar de educación social, se puede
pensar que el estado o gobierno utiliza sus instituciones para cohesionar a
la sociedad, centros de salud, de rehabilitación, de cultura, de artes y
oficios y, para hacerlo necesita de una metodología pedagógica, es decir,
una pedagogía social. Y así continuaríamos con otros planos y dimensiones
de lo social y de la sociedad.

Para el caso de vincular el arte, la educación y la pedagogía,
hablaríamos de la educación en artes o educación artística como comúnmente
la nombramos. Así también existe en México la formación profesional de
artístas o licenciados en las diversas expresiones de las artes: plásticas,
escénicas, musicales, cinematográficas, diseño e imagen, etc. Para hablar
de esta formación profesional, también necesitamos hablar de pedagogía en
artes, como lo es para el teatro, la pedagogía teatral. Y para ser más
explícitos en nuestro caso, en la universidad sería una pedagogía teatral
universitaria[10]. Pero todo esto resulta a veces insostenible generar
iniciativas académicas universitarias que incidan en el entorno social
inmediato sino existe congruencia lógica y dialéctica entre en las
políticas de estado y un proyecto nacional de educación y cultura.

Luis de Tavira (2006) que en varias ocasiones se ha pronunciado de
manera crítica a las políticas culturales de estado, en entrevista[11] a la
Jornada, menciona: "Las políticas culturales en el país suelen partir de
una idea errónea de los que es la cultura y, por tanto, de lo que es
educación". Claro, al contar con los medios y subsidios necesarios para sus
proyectos, ha podido ser congruente con su discurso y algunos casos, con su
accionar, como así lo registra en sus escritos sobre la problemática de la
educación artística del país: "En un país como México, en el que más del
90% de sus habitantes nunca ha vivido la experiencia del teatro, ¿de qué
hablamos cuando hablamos del teatro en México?". Luis de Tavira más
adelante, señala una especie de caracterización metodológica de su plan en
3 momentos de acción; y principalmente como pedagogo teatral:

-El primero que comprende a la acción artística como
educadora de la sociedad en el sentido que la tradición le ha
reconocido como educación sentimental, construcción de la
conciencia y formación de la comunidad.




-El segundo que atañe a la formación del artísta y a la
posibilidad de que objetive su condición profesional, sustento
de sus responsabilidades y derechos.




-Y el tercero, menos presente en a conciencia decisiva de su
necesidad; el que pregunta por la capacidad profesional y
pedagógica de los formadores del artista. Círculo que
comprende el debate de los discursos pedagógicos, las
instancias e instituciones y las responsabiliddes
objetivables de los pedagogos.




La problemática teatral que inicia particularmente con mayor atención
con la aparición de programas educativos de pregrado (licenciatura) en la
mayoría de universidades públicas del país en la década de los 90s. No ha
dejado de ser un centro de atención para gente interesada y dedicada al
área. Por un lado y sólo por mencionar algunos de los más conocidos como:
Raúl Serrano, Luis de Tavira, Francisco Beverido, Patricia Cardona, Jorge
Eines, George Laferriére, etc., este último canadiense, pero ya conocido en
nuestro país por la editora española Ñaque. Ha señalado en sus
aportaciones:

¿Podemos enseñar el teatro? Quizás sea una pregunta
complicada de responder y es la razón por la cual algunos
dirán que el teatro no se puede enseñar y que hay que dejarlo
fuera de la escuela. Los más radicales, y son varios, opinan
que llevar el teatro a la escuela para intentar enseñarlo es
un acto mortal. Llevar el teatro a la escuela es matarlo
porque la escuela lo desvía de su verdadera función, […],
sería necesario un estudio de la filosofía de la enseñanza,
del teatro y de la enseñanza del teatro para explicarlo bien.
[…]. Hasta ahora, desde un punto de vista puramente teórico,
no se puede enseñar el teatro[12].

El vínculo o relación natural entre educación y pedagogía no es para
nada de extrañar. Pero han surgido diversas polémicas como: "si el teatro
se deba o no enseñar". Para la formación profesional de actores y
directores de teatro en las aulas universitarias, la pedagogía teatral sólo
será una herramienta más para lograr un objetivo: generar sujetos que
además de expresar y crear su hacer escénico, que éste (sujeto) logre un
compromiso social con su entorno; con una mirada crítica y reflexiva y que
desde su hacer, provoque cambios y transformaciones en bien de su entorno
social. Pero la situación de la pedagogía teatral y la formación de
profesionales en artes escénicas en el país podría y ser más crítica según
comentarios de voces autorizadas como lo es el mismo Luis de Tavira:

[...] el problema nacional es que no hay formadores; lo que
hay son demasiadas escuelas en el sentido burocrático, en el
sentido institucional, sobran escuelas, y lo que no hay son
pedagogos; hay una cantidad de gente improvisada en la
pedagogía aún por muy buenas razones. Me refiero a los
artistas que se meten a maestros y un buen artista no
necesariamente es un buen maestro. Pienso que estamos en una
crisis importante de pedagogos, [...]. (de Tavira en de ITA,
1995, 64)

Los comentarios sí ponen a pensar si se les dimensiona no sólo en el plano
educativo, es decir, si las opiniones alcanzan los planos de la cultura, la
sociedad y la política como lo señala Bruno Bert:

Si nos referimos al teatro de provincia –y a pesar de las
instancias existentes- podríamos hablar de "catástrofe
nacional", porque a la sumatoria de los inconvenientes antes
mencionados tendríamos que agregar las consecuencias del
caciquismo, el cuatismo, la malversación de fondos
provinciales y federales destinados a la educación, el
canibalismo entre espacios y grupos y el bajo nivel de
información real. (BERT, 1995 en de ITA, op cit.)

Otras observaciones que sí son importantes se relacionan con la
caracterización de los mismos aspirantes a la profesión de actores y
directores de teatro según Francisco Beverido Duhalt, profesor de actuación
de la Universidad Veracruzana:

El perfil ideal del aspirante que desearíamos recibir y el
perfil real que nos ofrece el solicitante: la realidad nos
presenta un 80% de aspirantes que no saben leer, que no saben
hablar, que no conocen su cuerpo y no saben que hacer con él y
esperan convertirse en estrellas de la noche a la mañana.




Éstos y otros muchos más señalamientos provoca que sí se reflexione
seriamente sobre la formación profesional en nuestro país. El arte escénico
es una esfera del Arte (con mayúscula), de las escuelas y universidades
queda una responsabilidad social: otorgar educación de calidad.





3.- De la creación escénica y la investigación teatral.

La descripción de los procesos podría ser una vía académica más pertinente
para explicar en parte cómo se realiza la creación. Concepto en verdad que
podría confundirse fácilmente con una habilidad, posiblemente con un don o
talento innato. Todo sería cuestionable, pero en aras de agilizar lo
práctico y sencillo, sería mejor plantear la creación como una propiedad,
habilidad o saber para hacer, resolver problemas de manera inteligente y
"creativa". Más las preguntas podrían y seguir ahí: ¿cómo o cuando sabemos
que somos creativos? Pregunta que podría tener respuesta sólo cuando vemos
el efecto que produce en los observadores o espectadores, además, es
visible emotiva y sensiblemente a quien se encuentre expuesto a su
contacto.

En la jerga académica del área de teatro, al menos es fuerte la idea
que posee el binomio creación-investigación. Pues es común pensar que toda
creación es investigación. Si se habla de proceso de puesta en escena, se
afirma que es un proceso de investigación y que esta está implícita en la
puesta en escena. Si un actor investiga sobre su personaje, está realizando
un proceso de búsqueda para crear a su personaje; es un proceso de creación-
investigación. La cuestión no parece carecer de sentido por la manera como
argumentan los mismos teatristas. Es decir, si un actor está creando a un
personaje, simplemente para hacerlo, tiene que investigar, sea en la
biblioteca, en la internet, en la calle (investigación de campo), en la
escena (exploración).

Así la creación, al parecer por "default" es investigación. Entonces
se da por sobre entendido que una cosa es la otra, o que ambas son lo
mismo; la creación es en sí investigación e investigación es en sí
creación. Al menos, así se percibe en teatro. Tal vez podrían otros
artistas pensar que antes de crear una pieza escultórica, pictórica o
híbrida, primero se investiga a qué publico, en qué espacio, con que
material y si estará a la interperie, etc, etc. Todo esto podría ser
comprendido como un proceso de investigación. Lo cual a nuestro parecer:
para crear más que investigar, uno instrumenta técnica y metodológicamente
aquellos pasos, fases o procesos necesarios para ejecutar una obra, pieza o
proyecto conociendo el contexto donde donde será expuesta.

La "idea" de que se están "matando a dos pájaros de un solo tiro";
solo podría ser aparente. La creación es creación y nada más eso. Que
parezca que la creación es investigación podría muy cómodo para algunos(as)
docentes, directores(ras) o actores(actrices). Cierto que para crear hay
que investigar muchas cosas, pero investigar es sólo buscar información de
cierto "proyecto-idea" que no se posee para lograr instrumentar nuestras
herramientas técnicas, nuestros referentes teórico-metodológicos y modelos
explicativos que enmarcan o delimitan nuestra profesión u oficio de una
mejor manera, es decir, para que el proyecto en cuestión, llegue a buen
fin.

En teatro, no hay duda que la búsqueda de información sea exaustiva, y
en ocasiones compleja. Buscar (investigar) en archivos de la nación sobre
un personaje histórico, sus características o afectos humanos que la
Historia (con mayúscula) oficial no registra y que sólo con cronistas
serios o archivos descatalogados se podría encontrar algo que interese en
la creación del personaje. Pero ¿cómo entender este tipo de investigación
en la creación? O, tal vez, la creación también necesita tal proceso de
indagación (cuando es necesaria y pertinente según la complejidad del
proyecto). Pero nuevamente habrá consenso o discenso en este tipo de
creación con tintes explícitos de investigación. La única posibilidad es
argumentar que en este proceso de puesta en escena, la intencionalidad es
definitivamente un proceso de investigación histórica y los hallazgos
encontrados en los archivos y la correlación (o triangulación) metodológica
aporta el sesgo epistémico de calidad y observancia que toda investigación
cualitativa posee.

Por eso decimos que investigar la creación es otra cosa. O, tal vez y
por qué no, investigar la creación es cosa seria. Ser creador e
investigador es como ser juez y parte del asunto. El ejemplo arriba
señalado sólo es hipotético, y no tenemos evidencia que los procesos de
puesta en escena en México tengan el carácter histórico de investigación en
uno o más personajes históricos y de los cuales, existe demasiada ya
dramaturgia nacional.

Más, el creador difícilmente será objetivo y distante de su creación:
¿cómo investigar la creación del creador? ¿cómo crea lo que crea? Las
dificultades son innumerables, no sólo desde la perspectiva metodológica,
sino porque aún carecemos la forma de focalizar o situar los procesos
creativos o educativos que podrían cultivar el talento como lo fueron
Mozart, Chopin, Vivaldi; o Shakespeare, si fueron sólo accidentes de la
naturaleza o hay formas de entender el cómo de la creatividad. El énfasis
pedagógico en la formación de actores y directores escénicos en el país en
los últimos 15 años es de carácter de perfeccionamiento técnico[13]; es
decir, la formación universitaria busca contar con un actor con excelente
voz y flexibilidad corporal.




Mientras que una problematización pedagógica de la acción teatral,
dramática, escénica, representacional, ficticia; a partir del
reconocimiento de la naturaleza social de la acción humana en interacción
con sus semejantes y delimitada dicha interacción bajo un contexto;
entonces, el vínculo y relación de la acción del actor en escena frente al
espectador-público podría tanto pedagógica como metodológica quedar mejor
fortalecida. Ya no se trata que el actor parta del texto dramático para la
creación del personaje, sino el personaje teatral es tomado como un ser con
características de un ser humano y social que está situado en un contexto:
espacio, tiempo y lugar.




No es el mismo comportamiento y conducta de un estudiante en una
universidad pública en Guadalajara que uno de una universidad de Múnich en
Alemania, o en Sapporo, Japón. A pesar que estamos hablando de tiempos
presentes. La ideología, la cultura, la historia, la sociedad misma otorgan
sesgos significativos a cada estudiante. Posiblemente, la emocionalidad
también tendría sus matices. El esquema No. 1, representa teórica y
metodológicamente cómo podría problematizarce la acción escénica a partir
del planteamiento pedagógico de la unidad metodológica propuesta:








Ideas
Creencias
Actitudes
Disposiciones
Representaciones sociales
Teorías implícitas
Imaginarios sociales y culturales
Pre-juicios



CONTEXTO PENSAMIENTO-Lenguaje
PALABRA-Habla




ACCIÓN

Unidad





ACTO

Comportamiento

Conducta



Esquema No. 1: la unidad metodológica.

Es a partir de la problematización de la acción dramática que inicia
todo el proceso pedagógico con carácter reflexivo en la formación
profesional del actor escénico. La perspectiva teórico metodológica
descansa fundamentalmente en el Método de la Acciones Físicas de Constantín
Serguiévich Stanislasvsky, en el enfoque brechtiano del Distanciamiento y
desde diferentes aportes de las ciencias sociales: comunicación,
sociología, psicología social, antropología, educación. Lo importante de
esta perspectiva pedagógica es que busca el vínculo comunicativo actor y
escenovidente[14]; es decir tradicionalmente se le conoce a este proceso de
relación, actor-espectador o actor y público espectador.



PEDAGOGÍA TEATRAL CRÍTICA
(PTC)

Acción humana
Mímesis

Acción social
Representación

Creencias
Re-creación

Representaciones sociales
Ficción-realidad





Cognición crítica



COMUNICACIÓN TEATRAL
(actor-
escenovidente)

Esquema No. 2: Pedagogía Teatral Crítica



El actor con la acción dramática problematizada desde un enfoque
crítico y reflexivo de la acción social y humana que está en relación
directa con el espectador "escenovidente". Y éste (el espectador-
escenovidente), tendría que ser afectado-mediado por la intermediación
cultural de la acción dramática, pues esta acción tendría un fundamento o
relación de contexto con las acciones de su entorno inmediato, que
traducidas en el campo de las disciplinas sociales, se dirían que comparten
las prácticas sociales y culturales tanto el actor como el escenovidente.
Entonces, en la comunicación teatral (o recepción), lo que está sucediendo
en el escenario está directamente vinculado con el escenovidente porque
ambos utilizan el mismo referente accional-sígnico de sentido y
significado. Es decir, el actor construye al personaje tomando en cuenta la
estructura estructurante que se confirma en las prácticas sociales. Porque
ámbos encarnan tanto en el pensamiento como en el cuerpo, la cultura y las
prácticas que los determina como sujetos sociales. Como se puede ver en el
esquema No. 2.

La reconceptualización metodológica podría y considerarse como un
avance a lo ya problematizado en la PTC. Con base en la experiencia
académica y docente acumulada de los últimos siete años y que tanto el
intercambio con colegas (pares) de otras universidades así como la práctica
de la dirección escénica. Esto ha propiciado, una mirada a la pedagogía
teatral con nuevos elementos que la problematizan. Conceptos que de una u
otra explican mucho mejor los procesos subjetivos de la creación escénica
como lo es el concepto de "emoción". Así se enriquece la relación
conceptual entre el comportamiento humano (conducta) con cierto matiz
emotivo que acompaña a la acción dramática:




COMPORTAMIENTO-CONDUCTA
HABLA-PALABRA






PENSAMIENTO




CONOCIMIENTO





EMOCIÓN
IMAGEN





Esquema No. 3: Reconceptualización metodológica de la PTC



El esquema No. 3 sintetiza conceptual y metodológicamente el avance
pedagógico en el cual se puede sustentar una didáctica teatral. Los
conceptos de imagen y palabra, o emoción y acción (conducta y
comportamiento) mediarían los ejercicios y actividades docentes. Cada
pedagogo sólo harían aplicación metodológica del esquema dependiendo de su
experiencia personal y profesional. La pauta para investigar la propia
práctica docente estaría ya en disposición de aquel que desee observar y
reflexionar sobre sí mismo y así cambiar lo que se tenga que cambiar. La
investigación teatral podría y partir de diferentes líneas de trabajo. En
nuestro caso es la pedagogía teatral y la formación profesional de actores
y directores.




4.- Recapitulación hasta hoy: de lo uno a lo múltiple.
Este tipo, modo o manera de problematizar un concepto, sea solo una forma
de las tantas posibles o existentes para generar diferentes formas de
concebir el intrincado proceso pedagógico en artes. Lo importante es cómo
se problematiza metodológica y epistémicamente hablando. En nuestro caso,
los conceptos de arte, educación, creación e investigación fueron parte
central e implicita. La triangulación de éstos y la transversalidad en su
sentido y significado motivaron la argumentación de este escrito. Así tanto
arte como educación, fueron tomados en cuenta, como conceptos traducidos a
procesos ideales en la formación de un sujeto y, que éste aspira a
adentrarse al intrincado campo de sensibilidad y subjetividad humana como
lo es el arte.
Resulta evidente pensar que involucrar a los macro conceptos arriba
señalados no sólo se debe que los programas educativos (PE), que se ofertan
a nivel de pregrado con la enseñanza de técnicas u oficios propios de las
diversas artes: fotografía, danza, grabado, escultura, pintura, música,
actuación, etc. Sino fundamentalmente porque la sensibilidad estética y
artística tiene que estar presente prioritariamente en los sujetos que se
quieren dedicar a este campo o área de conocimiento. No se trata aquí de
hacer sinonimia de estética y arte, sino de comprender el "pesado"
compromiso que tienen los docentes y formadores de artístas, o por lo
menos, licenciados en esta área compleja de la expresión humana.
De esta manera, la relación o vínculo natural de arte y educación no
sólo necesariamente debe ser competencia profesional de la gente que
estudia y se forma para una expresión en el arte, cualesquiera esta sea.
Sino que obligadamente la relación está implícita en todo el proceso
formativo y, por ende, en todo el proyecto de vida del artísta.

Los avances sobre pedagogía teatral prácticamente no son tan visibles
en una década de estudio (2003-2013); cuando había realizado el estado de
la cuestión para la realización de la tesis doctoral, tomando dos décadas
como delímitación temporal (1980-2000). Y esto lo señalo por la escasa
producción que he encontrado. Otros indicadores funcionan como coordenadas
referenciales del cómo se encuentra el objeto de estudio (e investigación).
Lo mismo sobre el rubro de posgrados en Pedagogía Teatral o Didáctica
Teatral prácticamente no se ven ofertados en las universidades que
conocemos[15] desde el 2008, y con las cuales la Universidad de Guadalajara
tiene convenios marco de colaboración e intercambio. Más si se hace patente
la necesidad de generación de conocimiento en el ámbito de las artes
escénicas.
La exigencias institucionales parece que son prácticamente las mismas
para toda latinoamerica, y donde la figura del docente que imparte en
pregrado, debe poseer mínimo un grado más; es decir, posgrado (maestría); e
ideal sería que sea el doctorado. Pero nuevamente en Artes y más en Teatro
son veraderamente escasos en Latinoamerica. Ahora, con tal situación, ¿cómo
se podría pensar en investigar la creación (escénica) si las instancias
necesarias para realizarla son prácticamente inexistentes? No es una
actitud derrotista, es una realidad palpable de la condición actual.

El panorama todavía es adverso y desalentador. Pero es necesario continuar
con la tarea de profesionalizar la educación artística en todos los rubros
posibles, y en este caso en particular, el teatro. Así que el mínimo avance
en la reconceptualización de la pedagogía teatral es ya un aporte con
vistas a mejorar la calidad de la formación del actor y director escénicos
en nuestro país.

Profesionalizar el arte es profesionalizar la educación que se imparte
en las escuelas superiores y universidades. La pedagogía teatral es una
herramienta teórico-conceptual para potenciar la creación y la
investigación; por eso, este escrito nuevamente nos vuelve a recordar qué
es lo que estamos haciendo y para qué. Así lo uno; la "pedagogía teatral"
nuevamente nos remite al todo: "arte-educación-cultura-estética-sociedad-
bienestar-cambio y calidad" en sociedad. E insistir en la formación de los
sujetos que son sensibles a los fenómenos propios del arte.



Guadalajara, Jalisco, a 8 de mayo del 2014.

Bibliografía:

BAUDRILLARD, Jean, (2007). El Complot del Arte, Ilusión y desilusión
estéticas, Amorrortu. Argentina
De ITA, Fernando. (1995): "El teatro no se enseña pero se aprende. Mesa
redonda sobre pedagogía de la actuación". Relatoría en
Documenta CITRU, No. 2, INBA, México.
DUTTON, Denis, (2010). El instinto del arte. Belleza, placer y evolución
humana. Argentina: Paidós
ECO, Umberto, (2000). La definición del arte. España: Editorial Destino,
col. Imago mundi
LAFERRIERE, George, La pedagogía teatral, una herramienta para educar, en
pdf.
VÁZQUEZ LOMELÍ, C., (2003), Pedagogía Teatral Crítica, Una aproximación
teórico metodológica para la formación profesional de actores
en el Estado de Jalisco, tesis de grado, Universidad de
Guadalajara.
-------------------------------, (2008), "Pedagogía Teatral. Una propuesta
teórica metodológica crítica", revista MIMESIS, No. 3,
Instituto de Investigaciones Estéticas, UdeG, Guadalajara,
México.
-------------------------------, (2013), "Esas extrañas cosas del oficio
llamados conceptos" revista MÍMESIS, No. 5, Instituto de
Investigaciones Estéticas, UdeG, Guadalajara, México.
VÁZQUEZ LOMELÍ, C., FRANCO FRÍAS, E. CHAVOLLA FLORES, A., (2007). Pedagogía
Teatral. Política Cultural: Apuntes y Reflexiones. Editorial
Acento, Guadalajara, México.


-----------------------
[1] La presente conferencia está armada con diversos trabajos que se han
expuesto en congresos y encuentros nacionales e internacionales de diversos
periodos, empezando con una conferencia en la Universidad Católica de Chile
en el noviembre del 2007 sobre Pedagogía Teatral, hasta la realización de
un artículo sobre "Arte y Pedagogía" para la revista MIMESIS del Instituto
de Investigaciones Estéticas de la UdeG en julio del 2013 y el mismo para
una revista indexada de la Academia Superior de Artes de Bogotá de la
Universidad Distrital Fco. José de Caldas, Colombia.
[2] Reseach Universities
[3] Por ejemplo, el número de cuerpos académicos registrados ante PROMEP-
SEP (Programa de Mejoramiento de los Profesores de la Secretaría de
Educación Pública) que investigan sobre el arte o fenómenos y procesos
artísticos no superan la docena en el país.
[4] Comúnmente se le considera a la creación artística, una forma de
producción de investigación.
[5] Ver: Peter L. Berger y Thomas Luckmann: La construcción social de la
realidad, Argentina: Amorrortu
[6] Luis deTavira en Conferencia , 2006; al ser designado director de la
Compañía Nacional de Teartro. Ver en
http://www.teatros.cultura.df.gob.mx/index.php/sala-de-prensa/sala-de-
prensa-2/925-1225 Ver también: De ITA, Fernando. (1995): "El teatro no se
enseña pero se aprende. Mesa redonda sobre pedagogía de la actuación".
Relatoría en Documenta CITRU, No. 2, INBA, México.
[7] Baudrillard, Jean, (2007). El Complot del Arte, Ilusión y desilusión
estéticas, B. A., Argentina: Amorrortu.
[8] Vista como la inversión más importante de un pueblo o nación. Los
ejemplos son innumerables y Finlandia es hoy en día entre lo más
representativo.
[9] Porque en verdad nada lo está; nada de los humano y social puede
permanecer neutral, ni siquiera la palabra; además, porque la "abstención"
ya es una postura política.
[10] Para distiguirla de la tendencia chilena de Pedagogía Teatral aplicada
al ámbito social-institucional donde Verónica Hidobro es una investigadora
de la Universidad Católica de Chile reconocida en esta línea de trabajo
desde hace ya más de 12 años.
[11] www.jornada.unam.mx/2006/09/08
[12] LAFERRIERE, George, (2007). La pedagogía teatral, una herramienta para
educar, pdf. En tumbi.cefral.edu.mx/rieda/images/rieda-2007-
1/contrapunto3.pdf


[13] Ver VÁZQUEZ LOMELÍ, C., (2003), Pedagogía Teatral Crítica, Una
aproximación teórico metodológica para la formación profesional de actores
en el Estado de Jalisco, tesis de grado, Universidad de Guadalajara;
"Pedagogía Teatral. Una propuesta teórica metodológica crítica", revista
MIMESIS, No. 3, Instituto de Investigaciones Estéticas, UdeG, Guadalajara,
México. 2008
[14] Escenovidente es un concepto problematizado a partir de ya conocido
término "televidente". Así mismo: escenovidencia de "teleaudiencia" ver
concepto problematizado en la tesis doctoral, VÁZQUEZ LOMELÍ, C., 2003.,
op cit.
[15] Estamos hablando de las universidades de la RED CITU, Red
Latinoamericana de Creación e Investigación Teatral Universitaria y con las
cuales, la Universidad de Guadalajara tiene convenios de cooperación.


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ACCIÓN DRAMÁTICA



Actor
(teatral)
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