Conciencia-Universo: una sola entidad para entender la realidad

June 7, 2017 | Autor: Nihilitus Inc. | Categoría: Epistemología, Filosofía, Fisica Cuantica
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Descripción

Conciencia-Universo: una sola entidad para entender la realidad
"Consciousness Beyond Life" de Pim Van Lommel (2010) fue publicado en 2010 y aunque apunta a establecer los fundamentos de una nueva teoría que explique la incidencia de la conciencia en la realidad, lo hace criticando dos cuestiones fundamentales de la ciencia moderna: primero, la interdisciplinariedad como una cuestión necesaria y fundamental para entender los problemas de manera holística, y segundo, la crisis de un tipo de materialismo científico basado en la objetividad y el causalismo. A lo largo de esta breve revisión del texto de Van Lommel se irán correlacionando ambos aspectos que dan cuenta de la aproximación que quiere construir el autor.
Primero hay que aclarar que el autor es un reconocido cardiólogo estadounidense que ha tratado cientos de casos asociados a experiencias cercanas a la muerte, es decir situaciones en las que sus pacientes han fallecido y después han vuelto a la vida. Pero lo que llamó la atención al médico fue la información con la que sus pacientes volvían. Con una sistematización muy rigurosa, Van Lommel recopiló muchísima información relacionada a estos relatos, y después los contrasto para hallar consistencias y finalmente poder verificarlos. Había muchos casos de pacientes que volvieron a la vida con recuerdos de eventos futuros (que posteriormente se comprobaron) o detalles no conocidos de familiares o personas cercanas. ¿Cómo pudieron acceder a esa información mientras estaban literalmente muertos? Es lo que se pregunta Van Lommel. Si sus pacientes habían perdido la conciencia, ¿cómo es posible que hayan tenido esas experiencias con mucho detalle, que los hayan vivido y rememorado de forma tan lucida, y que en la vida real hayan sido comprobados?
La respuesta probablemente la tenga un hechicero, pero Van Lommel es un científico, y un profesional reconocido, de modo que su opción era entender el fenómeno desde la misma ciencia, pero no la ciencia tradicional. Y aquí entramos al campo interdisciplinario que describimos al inicio, porque las ciencias médicas no le iban a dar las respuestas a Van Lommel, sino las ciencias físicas, o mejor dichos las nuevas ciencias físicas. La física cuántica.
Para el autor los avances en la física cuántica han sido tan importantes que su trascendencia no solo transformo epistemológicamente la ciencia, derivando de ahí una intensa discusión filosófica sobre la esencia misma de la realidad, sino que a medida que la tecnología ha ido mejorando los instrumentos de experimentación, actualmente se ha podido confirmar con más consistencia la irrefutable relación (e incluso reflejo) de los fenómenos cuánticos con eventos macroscópicos de la vida real. De ahí que el fundamento de Van Lommel sea afirmar que la conciencia no radica en una simple unidad, sino que es un entramado no registrable por la ciencia, donde no existe tiempo ni espacio y donde todo está aglutinado como información (presente, pasado y futuro). Es este el mismo entramado donde opera el mundo subatómico de partículas en el que las leyes de la física tradicional operan en un caos, donde no existe orden ni forma, donde las partículas están entrelazadas a cualquier distancia rompiendo leyes fundamentales como la de la velocidad de la luz, donde es posible la tele transportación y otras anomalías sacadas de una novela de ciencia ficción.
A este entramado de caos e incertidumbre la física cuántica le llamo el vacío absoluto, y según Van Lommel, apoyándose en algunas conjeturas de reconocidos físicos, es donde opera la conciencia, y no es una propiedad exclusivamente humana. El autor se decanta por algunas propuestas de científicos que han estudiado este campo y han conjeturado que todo el mundo material opera con un nivel diferente de conciencia. Es decir, que todo lo que nos rodea tiene conciencia. Esto es lo que se llama pansiquismo y es el marco teórico que el autor utiliza como fundamento de su conjetura: la conciencia es cuántica, y cuando fallecemos podemos acceder a la misma. Su evidencia. Sus pacientes que luego de haber fallecido accedieron a ese entramado cuántico conociendo hechos pasados, presentes y futuros, que posteriormente se verificarían empíricamente.
La crítica a la ciencia tradicional
Van Lommel aclara que hay una seria dificultad para aceptar los postulados del pansiquismo por la influencia y aceptación que tiene la física clásica. Recordemos que el postulado básico de esta disciplina es asumir que la realidad es objetiva y que funciona según ciertos principios fijos. Van Lommel enfatiza que, según la física clásica, "todo en nuestro mundo se produce dentro de una estructura inmutable del espacio y el tiempo sobre la base de las leyes inmutables que pueden explicarse con las ideas de causalidad, continuidad y localidad".
Según la física clásica, es imposible estar en dos o más lugares al mismo tiempo, o moverse instantáneamente a otro tiempo o en otro lugar. Instantáneamente significa inmediatamente, mucho más rápido que la velocidad de la luz, se refiere a una conexión que, independientemente de la distancia, es intemporal y omnipresente. Según la física clásica, vivimos en una realidad objetiva, lo que significa que todo en nuestro mundo se supone que debe ocurrir dentro de una estructura de lo absoluto, un espacio y tiempo fijos.
Y esta perspectiva no solo tiene incidencia en la forma en que entendemos la realidad, sino al sujeto que es parte de esa realidad. Según la física clásica el observador está separado de la realidad, es decir que ambos son independientes, por ende, el sujeto puede interpretar la realidad como un objeto, porque se puede separar de esta.
Finalmente, las leyes inmutables de la física clásica asumen que todo en nuestro mundo natural ocurre a lo largo de líneas ordenadas y predecibles. Como dijo Albert Einstein: "Dios no juega a los dados". En la física clásica, la causalidad es primordial. Esto significa que el tiempo es unidireccional y que el orden de causa y efecto es siempre una conclusión inevitable. La física clásica asume que la realidad es continua, que se refiere al hecho de que nuestro mundo físico está libre de la discontinuidad y de que todo ocurre de manera gradual y ordenada en el tiempo y el espacio. La física clásica asume la localidad, lo que significa que los objetos se ven influidos sólo por contacto directo (local).
Van Lommel revisara que todas estas propiedades de la física clásica entraron en cuestionamiento con la física cuántica, la física de las partículas subatómicas que llevaron el análisis de la realidad a un nuevo nivel, y a la conclusión contradictoria de que los cimientos del mundo macroscópico aparentemente ordenado y objetivo, residían en un entramado caótico, indeterminado y no causal.

La física cuántica y el cuestionamiento a la realidad
La física cuántica estudia el mundo de las partículas subatómicas y sus experimentos, ensayos y teorías cambiaron radicalmente la forma en que entendemos la realidad, porque básicamente puso al revés la concepción científica clásica de nuestro mundo. Los conceptos con los que trabaja la nueva física incluyen la superposición, la complementariedad, el principio de incertidumbre, el problema de medición, y el enredo o la no localidad. Van Lommel los aborda relacionalmente.
La medición y la observación son dos de las propiedades más elusivas de la física cuántica. Siendo así la observación de un objeto cuántico es casi imposible porque no tiene un lugar definitivo en el tiempo y el espacio. En lugar de ello, hay una gama de posibles observaciones, cada una con una posibilidad diferente. Las diferentes posibilidades se conocen como ondas de probabilidad. Esto significa que podemos calcular solamente la probabilidad de que una partícula se encuentre en un lugar determinado, no donde realmente va a terminar, y la gama de ubicaciones probables es la onda de probabilidad. En otras palabras, nunca podremos saber la ubicación exacta de una partícula al mismo tiempo, así como su impulso, el cual es un indicador de su velocidad adecuada. Esto nos lleva a abordar el principio de incertidumbre de Werner Heisenberg, que postula que en la física cuántica la observación no es posible sin alterar fundamentalmente el objeto observado. Algunos físicos cuánticos defienden la interpretación radical de que la observación en sí, literalmente, crea la realidad física, atribuyendo con ello a la conciencia un papel más fundamental que la materia o la energía. Van Lommel se identifica con esta perspectiva, de que la conciencia podría determinar el sí y el cómo experimentamos la realidad (subjetiva).
Al no tener un lugar en el tiempo y el espacio, este mundo opera a través del entrelazamiento cuántico. Este es un fenómeno por el cual las partículas separadas espacialmente se pueden conectar más allá del tiempo y del lugar. Están unidos entre sí de manera que un objeto ya no se puede describir adecuadamente sin mención completa de su contraparte. Los físicos para entender esta extraña propiedad, que permite que las partículas separadas se conecten o se enreden instantáneamente sin importar la distancia, crearon la categoría de la no localidad, y ha dado lugar al concepto de la física cuántica del espacio no local: un espacio multidimensional, con nada más que posibilidades, también conocidas como ondas de probabilidad, y sin certezas, sin materia. Todo en este espacio es incierto.
Otro posible nombre para el espacio no local puede ser el vacío absoluto o verdadero, no tiene estructura y es un espacio atemporal en el que los quarks (partículas elementales y los constituyentes fundamentales de la materia), los electrones, la gravedad y la electricidad se han convertido en una sola unidad y como tal dejan de existir. Este espacio es la base de un número infinito de posibilidades, y a una temperatura del cero absoluto, el verdadero vacío posee una cantidad infinita de energía. Sobre la base de estos y otros hallazgos, algunos científicos como los ganadores y los físicos Eugene Wigner y Brian Josephson o el matemático John von Neumann, Premio Nobel, sostienen que este vacío absoluto, este espacio no local, podría ser la base para la conciencia
Van Lommel retoma el planteamiento del físico cuántico Henry Stapp que incluye la conciencia humana en la estructura básica de las teorías físicas. Él se refiere a la idea de la física clásica de que nuestros pensamientos son completamente irrelevantes y no influyen en la realidad. La física cuántica nos permite vernos a nosotros mismos como personas que buscan y utilizan el conocimiento y quienes, gracias a nuestras actividades de investigación, son capaces de ejercer una cierta influencia sobre el medio ambiente, y por lo tanto no pueden ser reducidos a autómatas. Esta es la razón por el premio Nobel Eugene Wigner afirma que la física cuántica tiene que ver con las observaciones y no con lo observable.
Si las propiedades fundamentales de la materia se pueden establecer sólo después de una observación, Van Lommel se plantea la cuestión epistemológica fundamental de ¿qué tipo de realidad podría existir sin la observación?
Puede parecer inverosímil, pero algunos renombrados físicos cuánticos sostienen, por razones teóricas, que el mundo no existe cuando nadie está mirando, porque sin la observación no podemos estar seguros de que lo que realmente existe. Algunos físicos cuánticos sostienen que una observación crea un mundo subjetivo personal de un número infinito de posibilidades ilimitadas.
Van Lommel resalta, según esta noción, que la mente determina el cómo se experimenta la realidad. En otras palabras: las expectativas dan forma a nuestra realidad.
La mecánica cuántica también cuestiona el concepto de causalidad, la relación fija entre la causa y el efecto, como una ilusión. Los eventos ocurren sólo en presencia de un observador. En la física clásica, por el contrario, la realidad consiste en elementos separados que pueden ser examinados y medidos de forma individual. Pero desde el advenimiento de la física cuántica, se sabe que todo está interconectado, de que todo funciona como un sistema integral y no de forma aislada, y que el análisis de estos elementos por separado no va a descubrir una supuesta realidad objetiva. De hecho, no hay tal cosa como la realidad objetiva, solo la realidad intersubjetiva. Como Schrödinger lo describió en su influyente libro ¿Qué es la vida?: "El mundo es una construcción de nuestras sensaciones, percepciones y recuerdos." A partir de los datos empíricos producidos por la investigación científica en ECM y en los supuestos puramente teóricos de la física cuántica, tal como fue formulada por los científicos antes mencionados, tales como von Neumann, Wigner, Josephson, Wheeler, y Stapp, Van Lommel apoya la interpretación, aún no comúnmente aceptada, de que la conciencia determina el sí y el cómo experimentamos la realidad.

El universo holográfico y el Pansiquismo: los principios de la totalidad unificadora
El principio holográfico es uno de los recursos que Van Lommel utiliza para explicar el estado unificado de la conciencia y el universo. Para entenderlo mejor se remite al concepto básico de holograma aludiendo a una foto holográfica, de dos dimensiones, es decir, una foto en un plano, a través de la cual una imagen tridimensional es transportada con la ayuda de una luz láser coherente. Si esta placa fotográfica se rompe en un centenar de piezas, la imagen tridimensional total estará, en principio, presente en cada fragmento
El principio dice que la información holográfica en un holograma, por tanto, no se almacena en el campo en sí, sino en un medio físico del campo, y el principio holográfico significa que la información almacenada en su totalidad puede ser recuperada desde cada ubicación en este medio físico.
Pero lo que es cierto para el campo también se aplica al holograma, a saber, que una conexión no local no se puede describir con un holograma. La información en un holograma - codificada como un patrón de interferencia en el medio físico de un campo con un máximo de la velocidad de la luz- puede ser recuperada desde cualquier lugar en ese campo. En la física cuántica la información no se codifica en un medio, sino que se almacena no localmente como funciones de onda en el espacio no local, es decir que toda la información está siempre y en todas partes disponibles de manera inmediata. Así que, tanto en un espacio no local y en un holograma toda la información está disponible en todos los lugares, pero el método de almacenamiento de información y la velocidad de recuperación de información son fundamentalmente diferentes.
El holandés premio Nobel Gerard 't Hooft cree que el universo entero podría basarse en el principio holográfico, una visión que considera compatible con la teoría de cuerdas. En esta teoría, las cuerdas son líneas oscilantes unidimensionales (funciones de onda) flotando en el espacio- tiempo. La idea de un universo holográfico se basa en un medio aún desconocido, que se cree pueden ser cuerdas o branas (este medio que solía ser conocido como el éter); en un universo no local en el que todo está codificado como funciones de onda en el espacio no local. Los científicos saben ahora que el vacío no está vacío; el cero absoluto, -273.15 grados Celsius, está lleno de energía (un "plenum"), y a nivel subatómico hay constantes fluctuaciones cuánticas que crean una nueva quanta "de la nada", que luego desaparecen inmediatamente de nuevo. Lo que vemos aquí es una especie de proceso universal de creación y aniquilación constante. Estas fluctuaciones cuánticas son también conocidos como la energía del punto cero del vacío. Puede generar partículas virtuales (con antipartículas) que instantáneamente se destruyen unas a otras. El mismo se refiere a la aparición y desaparición de energía virtual (ondas). Medios virtuales que aparentan ser reales o posibles. Hay un acuerdo general sobre la (muy corta) existencia de partículas virtuales y ondas virtuales (energía). En dos libros, ¨The Connectivity Hypothesis and Science¨ y ¨The Akashic Field¨, el teórico sistemas Ervin Laszlo utiliza la teoría de campo holográfico para argumentar que el universo entero es un campo de información holográfico plenamente interconectado. Sus ideas se basan en la teoría de un campo de punto cero en el vacío cuántico o "plenum cósmico".
El espacio no local también podría ser llamado el vacío absoluto. Este vacío absoluto, este espacio no local, podría ser la base o el fundamento de la conciencia. Van Lommel se inclina a favor de esta interpretación, propuesta por teóricos ya mencionados como von Neumann, Wigner, Josephson, Wheeler, y Stapp. Su propuesta rebasa la descripción matemática del espacio no local; aluden que es un espacio metafísico en el que la conciencia puede ejercer influencia, ya que tiene propiedades fenomenales. Fenomenal significa basado en la percepción subjetiva, o, literalmente, "la percepción subjetiva de la mente". Según esta interpretación, la conciencia tiene una presencia determinante en el universo, y toda la materia posee propiedades subjetivas o conciencia.
Según esta perspectiva, la conciencia es no local y el origen o el fundamento de todo: toda la materia, o la realidad física, es moldeada por la conciencia no local. Ya no hay ninguna distinción entre el espacio no local y la conciencia. Esto no es una nueva idea. Ya en el siglo XVII, Newton sostuvo que el espacio omnipresente puede ser llenado con una "sustancia espiritual" que él llamó el espacio del "observatorio divino." El filósofo David Chalmers, que se especializa en cuestiones de conciencia, llama a este enfoque monismo o panpsiquismo. Él parece compartir la creencia en la relación fundamental entre la conciencia y la materia. En este punto de vista, los sistemas físicos tienen propiedades fenomenales en un nivel fundamental o intrínseco (espacio no local) y por lo tanto poseen subjetividad o un cierto grado de conciencia. Propiedades fenomenales o subjetivas se encuentran en el nivel más fundamental de la realidad física y forman la base de la propia realidad física. Según esta teoría, las propiedades intrínsecas del mundo físico son en sí mismas propiedades fenomenales (conciencia).
De acuerdo con este modelo, propuesto por Chalmers, todos los materiales, sistemas físicos contienen una forma de conciencia subjetiva en un nivel elemental o fundamental, y toda la materia tiene propiedades fenomenales (es decir, propiedades basadas en la observación subjetiva). Este modelo postula que la conciencia tiene una presencia primordial en el universo y que toda la materia posee propiedades subjetivas o conciencia. En este modelo la conciencia no sólo es una propiedad intrínseca de toda la materia, sino que la realidad física está formada por la conciencia. Por lo tanto, Chalmers atribuye a la conciencia un papel claramente causal en el mundo físico. Menciona otra posibilidad teórica en la que las propiedades intrínsecas del mundo físico no son propiedades fenoménicas sino más bien poseen propiedades fenomenales, lo que las convierte en propiedades protofenomenales. Por esta razón, él prefiere el término panprotopsiquismo.
No todo el mundo estará de acuerdo con este último modelo, en el que toda la materia posee propiedades subjetivas o conciencia; la mayoría de la gente va a favorecer un modelo materialista de explicar la relación cerebro-conciencia. Pero Chalmers parece apoyar el panprotopsiquismo y cree que merece más estudio. La investigación empírica en la conciencia humana durante una pérdida de todas las funciones cerebrales (NDE) también parece corroborar el modelo. El contenido de una ECM sugiere que la conciencia puede ser no local. Cuando la función del cerebro se ve afectada, una ECM experimenta una conciencia mejorada, separada del cuerpo seguida de una reentrada consciente en el cuerpo, lo que hace una explicación materialista de la conciencia altamente improbable. Los estudios neurofisiológicos han demostrado que la actividad cerebral no puede explicar el contenido de los pensamientos y sentimientos mientras que existen pruebas irrefutables de la influencia de la mente sobre el cerebro, dado que la estructura anatómica del cerebro y sus funciones asociadas puede cambiar en respuesta a las experiencias en la mente (neuroplasticidad). Sobre la base de todos estos hallazgos Van Lommel termina inclinándose por el panprotopsiquismo de Chalmers, el modelo no materialista de la relación fundamental o intrínseca entre la conciencia y la materia.

Translate by Nihilitus Inc.
van Lommel, Pim (2010). Consciousness Beyond Life: The Science of the Near-Death Experience. HarperCollins.

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