¿Cómo es que la argumentación puede ayudar a su práctica jurídica?
Durante los últimos años la argumentación jurídica a tenido un auge dentro de las practica jurídica, en algunos casos debido a los cambios de procedimientos acusatorios a sistemas adversariales o mixtos, en donde se han impartido gran cantidad de cursos, diplomados y hasta se han creado maestrías especializadas en el tema. A tal grado a llegado su adopción en el medio jurídico que ahora las universidad encargadas de formar a los futuros abogados la han incluido en sus planes de estudio, que ven con gran animo el contar con futuros egresados que combinen el qué del Derecho con el cómo del Derecho.
Lo que aquí nos planteamos es saber ¿Cómo es que la argumentación puede ayudar a su práctica jurídica?. Teniendo en cuenta que la imagen más popular del Derecho tiende igualmente a que se destaque esa dimensión argumentativa. Esta pregunta se podría resumir en los siguientes puntos.
1.-Explicar y justificar. Esta diferencia aunque parezca obvia, no es fácil de distinguir al momento de realizar algún alegato, plantear o contestar una demanda. Cuando hablamos de explicar nos referimos a el momento en que nosotros como abogados damos cuenta de cómo se desarrolló cierto hecho. En el caso de justificar, nos referimos a el proceso de validación de hechos planteados para que esa decisión se consideré como algo aceptable. De ahí que el entender esta diferencia nos lleve a comprender que una síntesis de lo que sucedió en el proceso o un descripción de los hechos, no es suficiente para que se acepte que nosotros hemos probado lo que planteamos en la demanda o en su contestación.
2.- Distinguir argumentos de no argumentos. Esta distinción que a primera vista pudiera parecer algo ligada a las actividad de lectura critica, dentro del campo de la argumentación es un tópico de carácter central. Así pues, el conocer los elementos que conforman un argumento ya sea desde su relación lógica (premisas y conclusiones), su estructura (pretensión, hechos, respaldo, garantía) y su efecto en un grupo social. Permite que nuestra practica jurídica sea una tarea metódica al momento de analizar casos donde nuestra contraparte aporte demasiada información.
3.- La Estructura.- La argumentación tiene objeto dar un conjunto de razones internamente articuladas que justifiquen una postura. Esta actividad es inherente a nuestra practica jurídica. Hay que hacer notar que no esta demás conocer como podemos elaborar de manera coherente un encadenamiento de proposiciones lógicas. Además de que es de gran importancias poder entender que este encadenamiento esta íntimamente relacionado a las actitudes, acciones y creencias que pueden ponderar en el pensamiento jurídico de la época, el cual forma parte de un proceso dialecto dirigido a la aceptación y el consenso de la tesis que planteamos.
4.- Un medio de evaluación. Son pocos los momentos en que nos detenemos a reflexionar cuales han sido las razones por las que se ha tenido éxito en nuestros planteamientos jurídicos o éste ha sido rechazado de manera total o parcial. Vale la pena decir que los teóricos de la argumentación jurídica han desarrollo modelos que exigen que las premisas contengan una clara presentación y evaluación de la cantidad y calidad de pruebas, además de ser una herramienta para evaluar el resultado del juicio, de ahí que se puedan evaluar los argumentos con el fin de conocer si se logro completar o mantener el argumento durante el juicio.
Finalmente, cabe resaltar que para lograr una buena argumentación, es importante que en todo momento se estudie el caso. El conocimiento amplio de los temas inherentes a el litigio que planteamos es la clave para la buena argumentación.
M.A.J. Jacob del Castillo Reyes
Director de Servicios Jurídicos y de Gestión
BRACOIN México
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