Comerciantes del Delfinado en la Sevilla del siglo XVIII, organización familiar y entramado comercial

June 6, 2017 | Autor: Sara Jarana Vidal | Categoría: Sevilla, Dauphiné, France, Comerciantes
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FAMILIA, CULTURA MATERIAL Y FORMAS DE PODER EN LA ESPAÑA MODERNA

III Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Moderna. Universidad de Valladolid 2 y 3 de julio del 2015

MÁXIMO GARCÍA FERNÁNDEZ (EDITOR)

III Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Moderna

FAMILIA, CULTURA MATERIAL Y FORMAS DE PODER EN LA ESPAÑA MODERNA Valladolid 2 y 3 de julio del 2015

MÁXIMO GARCÍA FERNÁNDEZ (EDITOR)

ISBN: 978-84-938044-6-6 © Los autores © De esta edición Fundación Española de Historia Moderna, Madrid, 2016. Editor: Máximo García Fernández. Colaboradores: Francisco Fernández Izquierdo, Mª José López-Cózar Pita, Fundación Española de Historia Moderna. [email protected] Fotografía de cubierta: Biblioteca Histórica Santa Cruz, Universidad de Valladolid. Entidades colaboradoras en la convocatoria y celebración del Encuentro:

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Comerciantes del delfinado en la Sevilla del siglo XVIII, organización familiar y entramado comercial Dauphine traders in Sevilla eighteenth century, training and family commercial network Sara JARANA VIDAL Universidad de Sevilla Resumen: En el presente trabajo se analiza la trayectoria histórica de una familia de comerciantes franceses que durante la primera mitad del siglo XVIII se asentaron en Sevilla. Procedentes de los Altos Alpes, en la provincia del Delfinado, Roland Hermil y María Baylle serán las piezas centrales que definan el desarrollo de un entramado comercial cuyo eje principal pivotará entre las dos ciudades más importantes de la Baja Andalucía, Sevilla y Cádiz. Durante generaciones, la familia Hermil-Baylle se vinculará matrimonialmente con personajes naturales de esta provincia francesa, y al dedicarse todos sus componentes al comercio de mercerías, paños y libros, mantendrán habitualmente relaciones de negocios entre ellos. Asimismo, además de Sevilla y Cádiz, también encontraremos miembros de esta familia distribuidos en distintos puntos de la geografía española y europea, hecho que les ayudaría en el desempeño de su actividad. Palabras clave: Delfinado, Sevilla, familia, comercio Abstract: This paper analyses the historical trajectory carried out by a family of French traders during the first half of the eighteenth century who settled in Seville.From the High Alps in the province of Dauphine, Roland Hermil and Mary Baylle are the central characters who will define the development of a commercial network between the two major cities of the Andalusia, Seville and Cadiz.My objective is to analyse the link that exists between the commercial activity with the generations of the family Hermil-Baylle linked by marriage with the people from the French province of Dauphine. The continued trade of haberdashery, dry goods and books maintained both the business and personal relations of this family.Also, in addition to Seville and Cadiz, we find other members of this family distributed in different parts of Spanish and Europe, something that would help the family continue the commercial trade activity. Keywords: Dauphine, Seville, family, business

1. Introducción El presente trabajo es parte de otro de mayor envergadura, un Trabajo Fin de Grado que se centra en un estudio del que no teníamos información hasta el momento1. Hemos analizado las bases familiares de una colonia comercial oriunda del Delfinado que hasta la fecha sólo había sido estudiada por Álvarez Pantoja en su trabajo “Propiedades Sevillanas en Canarias en el siglo XIX”2. Estamos ante el caso concreto de una familia de comerciantes, todos provenientes de la provincia del Delfinado, en el reino de Francia, y que asientan su actividad mercantil en la ciudad de Sevilla. Aquí vamos a 1

Sara Jarana Vidal, Las compañías comerciales de la familia Chaix, un entramado comercial francés entre Sevilla, Cádiz y Canarias en los siglos XVIII y XIX, Trabajo fin de Grado inédito, Sevilla, Universidad de Sevilla, 2014. 2 María José Álvarez Pantoja, “Propiedades Sevillanas en Canarias en el siglo XIX”, IV Coloquio de Historia Canario-Americana, Cabildo de Gran Canaria, Casa de Colón, 1980, p. 895.

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analizar el desarrollo familiar de los Hermil-Baylle, matrimonio que conforma el núcleo inicial del trabajo citado anteriormente. Vamos a desdoblar su entramado familiar y comercial, atendiendo a las peculiaridades de este caso en concreto, en el que todos los componentes del estudio proceden de pequeñas aldeas, muy cercanas unas a otras, de los Altos Alpes Franceses, y siendo conscientes de las limitaciones del estudio, ya que no contamos con suficiente bibliografía de apoyo sobre esta zona concreta. En cuando a la metodología, este trabajo se ha realizado a partir de la consulta de una variada documentación bibliográfica y archivística; Habiendo consultado el Fondo de Protocolos Notariales del Archivo Histórico Provincial de Sevilla, el Fondo de Protocolos Notariales del Archivo Histórico Provincial de Cádiz y los libros matrimoniales del Archivo General del Arzobispado de Sevilla. 2. Extranjeros en el comercio español El descubrimiento de América supuso para España y para toda Europa un aliciente económico. Fue tal el atractivo de las Indias que, procedentes de todas partes de Europa llegaban a Sevilla comerciantes interesados en vender sus productos y en comprar las mercancías que traían los galeones españoles. Dado que todos ellos querían participar en los beneficios americanos, desde un principio, los Reyes Católicos, amparados por las bulas papales y el Tratado de Tordesillas, adoptaron el derecho de exclusión de los extranjeros en el comercio americano3. Y gracias a esta medida, las ciudades españolas y, en mayor medida las andaluzas, vieron cómo se acrecentaba su población extranjera4. Sin embargo, frente a un comercio cada vez más pasivo, sustentado por los mercaderes y por los productos extranjeros, el monopolio comercial cada vez era más débil5. Como expresa Girard, la imposibilidad que tenía España de aprovisionar ella sola a toda América, unida al exclusivismo celoso de los españoles, atrajo al comercio extranjero6. Los extranjeros, algunos de manera temporal y otros echando raíces 7 , forman parte importante e indiscutible de la sociedad española de los siglos XVII y XVIII, y lo cierto es que múltiples estudios han tratado este tema. Los mercaderes extranjeros desarrollaron diferentes estrategias en cuanto a métodos de integración y naturalización, según sus intereses. En el marco jurídico existirían dos categorías, los extranjeros y los nacionales. En el caso de Francia, país de origen de los comerciantes que ocupan este estudio, y cuya emigración en España durante la Edad Moderna se encuentra discriminada en la historiografía de ambos países8, hemos de decir que su comercio es esencialmente marítimo, muy poco interesado en el norte de Europa, mientras que ocupaba un lugar primordial en el Mediterráneo. El comercio francés se aprovechó 3

Margarita García Mauriño-Mundi, La pugna entre el Consulado de Cádiz y los jenízaros por las exportaciones a Indias, Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1999, p. 29. 4 María Begoña Villar García, “La matrícula de extranjeros en Málaga de 1765”, Baetica, estudios de Arte, Geografía e Historia, 1, 1978, pp. 359-390. 5 Cristina García Bernal y Julián Ruiz Rivera, Cargadores a Indias, Madrid, Mapfre, 1992, pp. 87-92. 6 Albert Girard, El comercio francés en Sevilla y Cádiz en tiempo de los Habsburgo, Sevilla, Renacimiento, 2006, p. 66. 7 Antonio Domínguez Ortiz, Los extranjeros en la vida española durante el siglo XVII y otros artículos, Madrid, Diputación de Sevilla, Área de Cultura y Ecología, 1960, pp. 75-87. 8 Jean-Pierre Amalric, “Franceses en tierras de España: una presencia mediadora en el Antiguo Régimen”, Coloquio Internacional Extranjeros en la España Moderna, Málaga, Universidad de Málaga, 2003, Tomo I, pp. 23-37.

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durante el siglo XVIII de las mejoras de las vías de comunicación. El país galo consiguió constituir un mercado nacional que estaría dominado por determinados centros de transacción permanentes, como era el caso de Lyon, que además de traficar con seda, lo hacía con una gran cantidad de mercancías de todo tipo 9; o Marsella, que era un importante centro de intercambio monetario10. El comercio francés extranjero estaba dominado por el tráfico de mercancías y la reexportación, que va adquiriendo un mayor desarrollo a lo largo del siglo XVIII; de hecho, entre 1716 y la Revolución francesa se multiplicará por cuatro su volumen, lo que se debe fundamentalmente al tráfico masivo de productos coloniales. Además, en Francia a principios del siglo XVIII, los salarios eran inferiores a los de Inglaterra y España, y por tanto, el coste de las manufacturas francesas era menor que el de las españolas, otro factor que explica la penetración de mercancía gala en el territorio de la monarquía hispánica11. 3. Comerciantes extranjeros en Sevilla: los mercaderes franceses La ciudad de Sevilla se encuentra en una situación geográfica muy favorable al situarse en una región privilegiada de los vientos alisios, que, soplando hacia el suroeste favorecen la navegación hacia las Islas Canarias y el continente americano, hecho que sumado a las ventajas que le daba su puerto fluvial, hicieron de Sevilla la ciudad perfecta para comerciar con América. Sevilla se va a conformar como el punto más sensible de la Corona, que actuaría a modo de bisagra entre la España peninsular y el Nuevo Mundo12. Además, sus buenas comunicaciones con la Meseta interior, la riqueza de la tierra de Sevilla y su condición de puerto interior abrigado y seguro dieron lugar a que se convierta en el gran núcleo organizador, cabeza de la campiña, del comercio y núcleo redistribuir de productos agrarios; todo ello explica las razones que llevaron a instaurar en ella el monopolio del comercio indiano. Así pues, la ciudad hispalense llegará a convertirse en la gran capital económica de la monarquía durante los siglos XVI y XVII al calor de la Carrera de Indias 13. La prosperidad de Sevilla se reflejó inmediatamente en el incremento de su población durante el siglo XVI14, mientras que el siglo XVII, cuando comenzó a hacerse notable la decadencia de la ciudad, se produjo un descenso de la población, y aún así, Sevilla seguiría siendo una de las ciudades más pobladas de España e incluso de Europa15. Todo aquel que deseara ser vecino de la ciudad tenía que solicitar al concejo la petición. Incluso, hasta las primeras décadas del siglo XVIII, los nacidos en la propia ciudad tenían que presentar la partida de bautismo junto con una declaración jurada de que pretendían quedarse bajo la jurisdicción de la ciudad16. 9

Batolomé Bennassar, Historia Moderna, Madrid, Akal, 2010, pp.756-760. Marcel Courdurié y Ferréol Rebuffat, Marseille et le négoce monétaire internacional (1785-1790), Marsella, Robert, 1966. 11 Guillermo Pérez Sarrión, La Península comercial: mercado, redes sociales y estado en España en el siglo XVIII, Madrid, Marcial Pons Ediciones de Historia, 2012, p. 205. 12 Antonio Domínguez Ortiz, Historia de Sevilla. La Sevilla del siglo XVII, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2006, pp. 15-16. 13 Ramón M. Serrera, La América de los Habsburgo (1517-1700), Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 2011, pp. 165-166. 14 Antonio Domínguez Ortiz, Orto y Ocaso de Sevilla, Sevilla, Secretariado de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, 1991, p. 71. 15 A. Domínguez Ortiz, Orto y Ocaso…, pp. 72-73. 16 Tamar Herzog, Vecinos y extranjeros, hacerse español en la Edad Moderna, Madrid, Alianza Editorial, 2006, p. 51. 10

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En cuanto a la identidad de los comerciantes, es algo difícil de definir, ya que muchos de los mercaderes realizaban sus actividades al margen de las dos instituciones comerciales, la Casa de la Contratación y el Consulado de Cargadores a Indias. Una parte importante de la élite comercial afincada en Sevilla había aprovechado tradicionalmente los resquicios legales para consolidar sus intereses en el comercio americano 17 . Pero, ¿hasta qué punto las posibilidades ofrecidas eran superiores a la realidad?, aunque en los últimos años se ha avanzado bastante, aún queda mucho por conocer sobre los presupuestos básicos de la actividad económica y comercial sevillana, aunque es sabido que había familias y grupos andaluces que comenzaban a ganar protagonismo en el ámbito mercantil18. En 1717, la Casa de la Contratación se trasladó a Cádiz y Sevilla perdió el monopolio del comercio indiano, quedando así en un segundo plano con respecto a la ciudad gaditana. Pero este declive también se debe al interés solapado de muchos comerciantes, sobre todo extranjeros, que querían trasladar el puerto a un lugar más difícil de controlar19. La cuestión es saber hasta qué punto Sevilla perdió importancia en favor de Cádiz. La escasa competitividad de su industria sumada a la progresiva superioridad comercial y portuaria gaditana, menguaron las posibilidades de crecimiento de la ciudad20. Partiendo de estas ideas, podemos concluir que Sevilla siempre fue un centro comercial de suma importancia, que en el siglo XVIII ve menguado su desarrollo por lo que supuso para la ciudad el traslado de la Casa de la Contratación a Cádiz, por los problemas de infraestructuras urbanas que sufrió la ciudad hispalense a lo largo del siglo y por el deterioro que en general sufrió el comercio español durante dicho siglo con la disminución de la llegada de remesas de las colonias americanas; pero aún así consiguió mantener una posición privilegiada en el comercio internacional, cada vez más controlado por los mercaderes extranjeros. En este estudio no se va a tratar el comercio americano, más bien nos vamos a centrar en el desarrollado entre Sevilla, Cádiz y Europa, más concretamente, con Francia. Dicho comercio no ha sido estudiado en profundidad puesto que los historiadores han sentido tradicionalmente una atracción por el comercio americano, aunque no por ello era menos importante. El estudio de caso que analizamos en este trabajo, trata precisamente de un comerciante francés afincado en Sevilla y que mantiene relaciones comerciales con Francia, desde la que era su sede comercial, Sevilla.

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Manuel Fernández Chaves y José Manuel Díaz Blanco, “Una élite en la sombra: los comerciantes extranjeros en la Sevilla de Felipe III”, Las élites en la Edad Moderna: la monarquía española, Sevilla, 2009, Vol. 3, pp. 35-50. 18 Antonio Miguel Bernal y Antonio García-Baquero, Tres siglos del comercio sevillano (1598-1868): cuestiones y problemas, Sevilla, Servicio de Publicaciones de la Universidad de Sevilla, pp. 161-167. 19 A. Domínguez Ortiz, Orto y Ocaso…, pp. 139-174. 20 Manuel Bustos Rodríguez, Cádiz en el sistema atlántico: la ciudad, sus comerciantes y la actividad mercantil (1650-1830), Madrid, Sílex, 2005, p. 60.

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4. Roland hermil y María Baylle, los orígenes de un entramado comercial francés en Sevilla El núcleo de este estudio es el matrimonio formado por Roland Hermil y María Baylle, ambos naturales de Monnetier de Briançon, en la provincia del Delfinado21. Además, estudiaremos otro matrimonio, que seguía probablemente una estrategia más comercial que familiar: el conformado por Juan Baptista Hermil, hermano de Roland, y Juana Baylle, hermana de María22. Ambos matrimonios estarán vinculados de manera constante, tanto familiar, como económicamente, ya que la primera compañía comercial de la que tenemos constancia es la establecida por los hermanos Hermil, Roland y Juan Baptista, la “Hermil hermanos Cª.”23. Aunque no sabemos si la compañía se fundó en Francia o ya a su llegada a España, ni la fecha exacta de fundación, si que sabemos que para 1752 ya llevaban varios años como vecinos de Sevilla, donde nacieron los hijos mayores de Roland y María. También sabemos que precisamente, en 1752, la compañía de los Hermil se traslada a Cádiz, momento en el cual traspasan su tienda de libros en las gradas de la catedral, a la compañía establecida por Antonio y Diego Berard 24 , mercaderes franceses provenientes de la misma zona de los Altos Alpes, y con quien se verán vinculados familiarmente cuando en 1754 Roland case a su hija mayor (de 16 años), María Cathalina, con Antonio Berard25. Efectivamente, cuando en 1752 los Hermil-Baylle cambian su residencia a la ciudad gaditana, traspasan su tienda a los hermanos Berard, naturales de Chantemerle de Briançon26, y en 1754, ambas ramas establecerán vínculos familiares directos, lo que se repetirá cuando Margarita Apolonia, hermana de María Cathalina, casa con el hermano de Antonio Berard, Diego, también natural de Chantemerle27. De este modo, los mercaderes procedentes de los Altos Alpes, se ligan matrimonialmente con hijas de comerciantes de su misma procedencia, pero siendo ellas naturales de España, lo que les daría estatuto de jenízaras (al igual que lo serán el resto de sus hermanos, todos hijos de Roland Hermil y María Baylle, ya que Juan Baptista y Juana no tendrán hijos28). 5. Descendencia y entronque familiar Viviendo en la ciudad de Cádiz, el matrimonio formado por Roland Hermil y María Baylle casó a su hija mayor, como ya hemos comentado, María Cathalina Hermil, con un comerciante ya conocido por Roland, Antonio Berard, al que no solo le había traspasado su tienda años antes, sino que también era natural de la misma provincia francesa, el Delfinado. De esta manera, vemos como no se rompen los vínculos con la zona de origen, algo que también ocurrirá con los demás matrimonios de la familia, como podremos observar a continuación. 21

Archivo Histórico Provincial de Cádiz [AHPC], Protocolos notariales de Cádiz [PNC], leg. 5343, fol. 34. Archivo Histórico Provincial de Sevilla [AHPSe], Protocolos notariales de Sevilla [PNS], leg. 13187, fol. 11. 22 AHPSe, PNS, leg. 13189, fol. 1º del cuadernillo 2. 23 AHPSe, PNS, leg. 13131, fol. 305. 24 AHPSe, PNS, leg. 13131, fol. 305. 25 AHPC, PNC, leg. 5343, fol. 295. 26 AHPSe, PNS, leg. 13191, cuadernillo 24. 27 AHPSe, PNS, leg. 13190, fol. 3º del cuadernillo 33. 28 AHPSe, PNS, leg. 13189, fol. 1º del cuadernillo 2.

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El matrimonio mencionado anteriormente contrae nupcias en la ciudad de Sevilla, aunque ya no era el lugar de residencia de la novia (natural de Sevilla). La pareja establecerá su residencia esta ciudad, ya que es donde se hallaba el local comercial de Antonio junto a su hermano. Pasados unos años, pero anteriormente a 1767, nos encontramos nuevamente con el traslado de toda la familia. Ahora será a Sevilla donde vayan, para establecer nuevamente su residencia y su base comercial29. Aunque por desgracia, desconocemos los hechos que llevaron a la familia a retornar a Sevilla, lo más probable es que fuesen motivos comerciales. Nos referimos al año 1767 porque es el año en el que el cabeza de familia, Roland Hermil, fallece, teniendo constancia de dicho fallecimiento a través de la documentación de los protocolos notariales de Sevilla, donde también hemos podido ver que, anteriormente a esa fecha, Roland, junto con su hermano Juan Baptista, fundó una nueva compañía mercantil con Antonio Chaix, también natural del Delfinado, de Chantemerle de Briançon. La compañía a la que hacemos referencia se denominó “Hermil Chaix y Cª.”30, la cual no verá su fin con la muerte de Roland. En 1771, poco después de la muerte de Roland, María Baylle junto a sus 2 hijos y su cuñado, Juan Baptista Hermil, refunda la “Hermil Chaix y Cª”31, de la que serían socios Juan Baptista Hermil, María Baylle, sus hijos, Juan José y José Ventura Hermil, y Antonio Chaix. Anteriormente a 1768, desconocemos la relación familiar indirecta que les unía con Antonio Chaix, más allá de saber que eran vecinos en el reino de Francia, pero el 10 de enero de 1768, Antonio Chaix contraería nupcias con una de las hijas del matrimonio Hermil-Baylle, Theresa Elena Hermil, hija de su difunto socio32. Desconocemos si fue un matrimonio orquestado por Roland y no se llevó a cabo antes de su muerte, o bien, si fue una estrategia conformada por María Baylle y Juan Baptista Hermil, para dar continuidad a la compañía anterior. En todo caso, lo cierto es que desde ese momento, Antonio Chaix tendrá un papel fundamental en este estudio, debido a su destacada actuación en todos los asuntos familiares, y por sus negocios. Antonio Chaix y Theresa Elena Hermil contrajeron matrimonio en la parroquia del Salvador, collación de la que eran vecinos, ya que fijaron su residencia, como ya había pasado anteriormente con Roland y María, en la calle Francos, dónde también establecerían su local comercial33. Y además, hay que tener en cuenta que la mayoría de los miembros de la familia que residirán en Sevilla establecen su hogar en la misma calle Francos, o las de alrededor, ya que probablemente todos quisieran mantenerse cerca unos de otros dado su carácter de extranjeros, sus intereses comerciales y por el aspecto más puramente familiar. Por otro lado, tenemos a las hermanas de Theresa Elena Hermil: Margarita Apolonia, que casa con el hermano de su cuñado Antonio Berard, Diego Berard34; Juana María y Josefa Antonia, que casarán con otros dos hermanos, Diego y Juan Josef Gaillard respectivamente 35. Estos dos personajes también son comerciantes naturales del Delfinado.

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AHPSe, PNS, leg. 13151, fol. 8. AHPSe, PNS, leg. 13151, fol. 8. 31 AHPSe, PNS, leg. 13154, fol. 1681. 32 Archivo General del Arzobispado de Sevilla [AGAS], Fondo de la Parroquia del Salvador, Sección: Administración de Sacramentos, Serie de libros matrimoniales, Libro 13 (años 1745-1772). 33 AHPSe, PNS, leg. 13151, fol. 8. 34 AHPSe, PNS, leg. 13190, fol. 3º del cuadernillo 33. 35 AHPSe, PNS, leg. 13194, fol. 16º cuadernillo 13. 30

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De esta manera, veremos cómo se repite la estrategia ya comentada al principio, la de casar a dos hermanos con dos hermanas, de modo que las relaciones familiares sean más fuertes. En primer lugar, son María y Juana Baylle las que casan con dos hermanos, Roland y Juan baptista Hermil respectivamente, después, María Baylle y Roland Hermil, casan a sus hijas, María Cathalina y Margarita Hermil con los hermanos Berard, Antonio y Diego, y posteriormente, a sus hijas Juana María y Josefa Antonia con los hermanos Gaillard. Siendo todos los yernos de Roland y María, naturales del reino de Francia, y sus hijas del de España. Una estrategia comercial y familiar que guarda también especial relación con la zona de origen de las familias con las que entroncan, puesto que, hasta el momento, ningún miembro de la familia tiene vínculos familiares fuera del núcleo que correspondería con los Altos Alpes franceses, lo que es un hecho muy interesante. Esto se mantendrá aún con el paso de las generaciones, ya que los propios Antonio Chaix y Theresa Elena Hermil casan a su hija María Cathalina con Santiago Forrat36, un mercader también proveniente de la misma zona, en este caso, de un pueblo más relevante, pero igualmente cercano a los ya mencionados con anterioridad, Briançon. Esta vinculación matrimonial con comerciantes naturales de la misma zona ha de responder a un tipo de estrategia tanto familiar como comercial, probablemente de este modo, refuercen sus vínculos familiares y ello dé más seguridad a sus intereses comerciales, formando una red comercial amplia, que aunque no lo veamos aquí, deja a miembros de todo este núcleo familiar esparcidos por el mapa europeo. Y aunque no contemos con información de años anteriores a la llegada de los Hermil a Sevilla, probablemente, este tipo de estrategias tengan su origen mucho tiempo atrás, en el reino de Francia, donde se iniciarían las relaciones entre todas las ramas familiares que hemos mencionado. Caso distinto es el de los hijos de estos matrimonios, que probablemente no casaran con francesas vecinas del Delfinado. En primer lugar veremos los matrimonios conformados por los hijos de Roland Hermil y María Baylle. El primer matrimonio que hemos estudiado, Juan Josef y Josef Ventura, casando el primero con María Arcayo y el segundo con Francisca Elvo37, que aunque desconocemos realmente su origen, creemos que no son oriundas de Francia, o al menos no de la misma zona que los demás. Y por otro lado tenemos a los hijos de Theresa Elena Hermil y Antonio Chaix, Josef María Chaix y Santiago, este último casará con una joven de origen irlandés, Isabel Shee 38 y Josef María con una de origen italiano, María San Martori 39. Estos casamientos apuntan a una posible apertura de las estrategias de reproducción social de la familia y a la inclusión de miembros procedentes de otras zonas, y lo más probable es que fuera por intereses comerciales en todos los casos. Lo mismo podría ocurrir en el caso de Rita Magdalena Chaix Hermil, nieta de Roland y María, y que casará con un joven comerciante riojano, Bruno García 40 , aunque al desconocer el origen de los padres, podemos pensar que fue hijo de extranjeros, siendo ya él jenízaro. El caso es que todos ellos, extranjeros, y en su mayor parte, naturales del Delfinado, asientan su familia y sus actividades comerciales en la ciudad hispalense, con vistas a distribuir sus mercancías hacia Canarias41 y también las Indias42, pero sin 36

AHPSe, PNS, leg. 13202, fol. 6º del cuadernillo 1. AHPSe, PNS, leg. 13187, fol. 11. 38 AHPSe, PNS, leg. 13224, fol. 1023. 39 AHPSe, PNS, leg. 18565, fol. 655. 40 AHPSe, PNS, leg.13218, fol. 72. 41 AHPSe, PNS, leg. 13223, fol. 248-266. 37

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olvidar por un momento su origen francés, lo que vemos por los enlaces matrimoniales, y también por la posesión de bienes materiales en el citado reino francés43.

Fuente: elaboración propia a partir de las referencias consultadas.

6. Las compañías comerciales En cuanto al ámbito comercial, haremos un recorrido cronológico siguiendo los datos con los que contamos. Como ya dijimos, la primera compañía de la que tenemos constancia es la “Hermil hermanos Cª.”, una compañía que comercializa con textiles, estampas 44 e incluso libros 45 . Hablamos de una compañía establecida en Sevilla y trasladada en 1752 a Cádiz, aunque desconocemos las causas de este hecho, así como las que llevaron de nuevo al posterior y definitivo traslado a Sevilla antes de 1767. Podemos deducir por tanto que su fundación fue anterior al año 1752, aunque desconocemos la fecha exacta y el lugar donde se llevaría a cabo la redacción de la carta de fundación: si fue en la ciudad de Sevilla, en Cádiz, o bien en el reino de Francia. La segunda es la formada por Antonio y Diego Berard46. Compañía igualmente constituida con anterioridad al año 1752 y que trabajaría con el mismo tipo de mercancía que la anterior. Y retomando el seguimiento de la primera, poco antes de 1767, se creó una nueva compañía de los hermanos Hermil, pero en este caso con un nuevo socio comercial, Antonio Chaix 47 , que pasará posteriormente a formar parte del núcleo familiar más directo de los Hermil, como ya hemos comentado con anterioridad. El caso es que algo debió ocurrir para que los hermanos Hermil dejaran de formar una compañía en solitario y buscaran un nuevo socio externo a su círculo familiar. O bien 42

AHPSe, PNS, leg. 13154, fol. 1681. AHPSe, PNS, leg. 13223, fol. 248-266. 44 AHPSe, PNS, leg. 13131, fol. 305. 45 AHPC, PNC, leg. 5343, fol. 295. 46 AHPSe, PNS, leg. 13131, fol. 305. 47 AHPSe, PNS, leg. 13151, fol. 8. 43

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tuvieron problemas de financiación, lo cual es poco probable, ya que documentación posterior nos muestra que los Hermil tenían un capital abundante 48 , o vieron en Antonio Chaix una forma de mejorar su rentabilidad a través del capital relacional que este les pudiera aportar, aunque es algo que no podemos concluir a la ligera. El caso es que, para 1767, con la muerte de Roland Hermil, la compañía se mantuvo con María Baylle ocupando el lugar de su marido, hasta 1771, cuando se refunda la compañía “Hermil Chaix y Cª”, en la que obviamente ya no estaría Roland, pero sí su esposa María Baylle y sus dos hijos varones, además de Juan Baptista Hermil y Antonio Chaix, ya miembros en la compañía original. María Baylle por tanto, consideró mejor, o probablemente más conveniente, continuar una compañía comercial con su cuñado, hijos y su yerno, que emprender una en solitario, o con sus hijos una nueva, lo que no ocurre, ya que en ningún momento hemos tenido constancia de la existencia de una compañía “Viuda de Hermil e hijos” o “Baylle y Cª”. Posiblemente también tendría un papel importante la hermana de María, Juana, que no podemos olvidar que era la esposa de su cuñado, Juan Baptista Hermil. De este modo, los vínculos familiares tan directos permitirían a María tener una mayor seguridad al mantener una compañía comercial junto a su cuñado antes de comenzar otra en solitario. Igualmente, para esas mismas fechas, alrededor de 1770 ya comenzamos a ver documentación de la “Gaillard hermanos Cª”, formada por Diego y Juan Josef Gaillard, los otros dos yernos del matrimonio Hermil-Baylle, con quien mantendrá relaciones hacia el 1775 la “Hermil Chaix Cª”49. En los años finales de la decimoctava centuria veremos también la existencia de una nueva compañía formada por otros ya conocidos, los Berard, que en este caso establecerán vínculos comerciales con la familia Blanchard 50 , creando la “Berard, Blanchard y Cª”51, compañía que parece que estaba dedicada en exclusiva al comercio de libros52. Realmente, no es mucha la información que tenemos sobre todas estas compañías, y la documentación que hemos podido consultar da más datos sobre la estructura familiar, aunque los que nos ha dejado, han permitido reconstruir en cierto modo el entramado comercial que la familia había organizado. Aunque si bien para estas fechas la documentación comercial es más escasa, para fechas posteriores es algo más abundante, así pues, vemos como la “Chaix Forrat y Cª” 53, ha dejado una gran cantidad de información puramente mercantil, como letras de cambio que dejan rastro por un amplio marco geográfico54; no así la carta de fundación de la compañía, la cual desconocemos hasta el momento. Esta compañía se formaría a la muerte de Antonio Chaix, hacia 1801, cuando Theresa Elena Hermil forma una compañía con sus hijos, su yerno, Santiago Forrat y su cuñado, Ambrosio Chaix, exactamente de la misma manera que lo hizo su madre años antes. De esta compañía sabemos que tenía su sede comercial en la calle Francos, al igual que la “Hermil Chaix y Cª”, que comerciaba con artículos 48

AHPSe, PNS, leg. 13154, fol. 1681. AHPSe, PNS, leg. 8811, fol. 1014. 50 Procedentes también del Delfinado, mantienen vínculos familiares con los Hermil, con los Chaix y con las demás ramas familiares vistas hasta el momento, pero la escasa documentación nos impide definir con exactitud cuáles eran los vínculos entre ellos. 51 AHPSe, PNS, leg. 13198, fol. 462. 52 AHPSe, PNS, leg. 13199, fol. 359. 53 AHPSe, PNS, leg. 13223, fol. 248-266. 54 AHPSe, PNS, leg. 13226, fol. 555. 49

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de mercería y en general, de todo tipo y efectos, como hacen alusión en la documentación55. Sabemos también la fecha de su fin, en 1809, cuando Santiago Forrat muere56, dando lugar a la disgregación de la compañía: por un lado se crea la “Viuda de Forrat e hijos Cª”57 y por otro la “Ambrosio Chaix Cª”58. Desconocemos que pasó con los hijos de Antonio Chaix y Theresa Elena Hermil, no obstante, tenemos constancia de que uno de ellos murió años antes, por lo que podemos intuir que el otro continuaría su actividad comercial en solitario o bien se uniría a algún miembro de la familia. 7. Conclusiones A la hora de estudiar el caso concreto de la familia Hermil, vemos como la organización familiar se corresponde con la solidaridad entre miembros de su misma nación; todos vecinos de la misma región francesa, Briançon, del Delfinado. Estamos ante unas ramas familiares que entroncan desde mediados del siglo XVIII, e incluso antes, y que con su unión, forman vínculos familiares muy extensos con parientes distribuidos por diversos puntos de la geografía tanto española como francesa; de forma que el control de las sociedades comerciales queda bajo una órbita familiar. Por otro lado, nos encontramos con la aplicación general de la llamada “yernocracia”59, “el poder de los yernos”, que se repite constantemente a lo largo de las diferentes generaciones de esta familia: de Roland Hermil a Antonio Chaix, de Antonio Chaix a Santiago Forrat. Como hemos ido analizando, vemos que las compañías que se van creando van determinadas en algunos casos por la salida de los miembros de la familia y la integración en la creación de una nueva compañía. Por otro lado, observamos también una relación lateral entre hermanos a la hora de entender sus relaciones comerciales pues, vemos que se busca en el hermano o el cuñado al mejor socio comercial. Así mismo, cabe destacar la importancia de la mujer en estas estrategias familiares, que no tienen más que un trasfondo comercial. Y por supuesto, el propio papel que la mujer juega en las compañías, sobre todo a partir su viudez, cuando incluso, pasan a formar parte activa en la creación de nuevas compañías. Sin duda, la conclusión más importante que podemos sacar de este estudio es la clara vinculación existente entre las relaciones familiares y las compañías de comercio que forman; la unión familiar desemboca en una unión comercial, lo que a su vez provoca la búsqueda de nuevos lazos familiares de los que servirse para sus actividades comerciales.

55

AHPSe, PNS, leg. 13223, fol. 248-266. En este momento dejamos de ver documentación referente a la “Chaix Forrat y Cª” y comenzamos a ver documentación pertinente a la “Viuda de Forrat e hijos Cª” 57 AHPSe, PNS, leg. 13239, fol. 150. 58 AHPSe, PNS, leg. 13244, fol. 580. 59 Paloma Fernández Pérez, El rostro familiar de la metrópoli, redes de parentesco y lazos mercantiles en Cádiz, 1700-1812, Madrid, Siglo XXI de España Editores, 1997. 56

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COMERCIANTES DEL DELFINADO EN LA SEVILLA … Juan Bautista Forrat

Santiago Forrat

Isabel Forrat (Hermil)

Roland Hermil

Juan Bautista Hermil

Rita Magdalena Chaix (Hermil)

Antonia Theresa Bufedo Elena Hermil (Baylle)

Bruno García

Guillermo Francisca Félix San Blanc García Martori

María Theresa Chaix (San Martori)

María Santiago Isabel Josef María María Cathalina María Chaix Shee Chaix San Chaix (Hermil) (Hermil) (Hermil) Martori

Francisca Antonio Águeda Chaix Mondet (Calier)

Antonio María Forrat (Hermil)

Juana Baylle

Columba Juan Mallen Pedro Mallen

Rosa Mallen

Josef Berard

Antonio Berard (Mathieu)

Magdalena Mathieu

Juan Gaillard

Margarita Juan Josef Apolonia Gaillard Hermil (Baylle) (Guibert)

Ramón Josef Berard Berard (Hermil) (Hermil)

María Diego Cathalina Berard Hermil (Baylle) (Mathieu)

Francisco de Juan Antonio Agustín Antonio Paula Berard Berard Bentura María Berard (Hermil) (Hermil) Berard (Hermil) (Hermil)

Jorge Gaillard

Josef Orcel

Mariana Gaillard

Josefa Antonia Hermil (Baylle)

Diego Gaillard (Guibert)

Cathalina Guibert

María Baylle

Juana María Juan José María Josef Bentura Francisca Hermil Hermil Arcayo Hermil Elvo (Baylle) (Baylle) (Baylle)

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III Encuentro de Jóvenes Investigadores en Historia Moderna Universidad de Valladolid - Fundación Española de Historia Moderna. 2015

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