Comentario de la “Carta a Ritschl”

June 23, 2017 | Autor: F. Díaz-Granados | Categoría: Politics, Historia, Filosofía, Poesia
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Comentario de la “Carta a Ritschl”

Francisco Díaz-Granados M. “La forma implícita de una filosofía no solo asistemáticamente expuesta, sino ajena por principio a la argumentación y obediente tan solo a la disciplina de la concisión aforística, ofrece a la interpretación un inusitado margen de libertad.”1

I. Inicio con este epígrafe de J. Habermas para marcar los riesgos de todo comentario e interpretación de los escritos de Friedrich Nietzsche, ya sea que se haga con fines de elucidación como fuente histórica o por su significación para la filosofía y la filología, entre las múltiples lecturas que ofrecen los textos del filósofo poeta, como el documento que se analiza acá: la “Carta a Ritschl”, de 30 enero de 18722. Por su carácter epistolar, junto con su validación técnica de atribución –respecto de la cual no existen dudas entre los eruditos, ni sobre el autor ni sobre el destinatario–3, el documento exige que se lo enmarque en una etapa vital en la que el destino del autor y el de la cultura de su época toman un rumbo que aquel marcará con su especial estilo, en su personalísima interpretación y crítica de la misma. Al respecto, cuando quien se inicia en la lectura de Nietzsche busca coordenadas de acercamiento, un rasgo que aparece como evidente es precisamente su crítica radical a la cultura de su época, crítica que se expresa en su libro El nacimiento de la tragedia –primer referente directo de la Carta–, en la obra publicada póstumamente Sobre el futuro de nuestros centros educativos –segundo referente–, así como en los textos sobre el mundo griego que precedieron y acompañaron su redacción final, que se completan con las cuatro Consideraciones intempestivas y con Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, más un volumen considerable de otros textos de su época de Basilea publicados asimismo póstumamente. Dicha crítica a la cultura se da por varias vías, las cuales dan pie para el estudio del filósofo poeta en líneas temáticas paralelas e interconectadas: Nietzsche y el historicismo, Nietzsche y el nihilismo, Nietzsche y la obra de arte total (Gesamtkunstwerk), Nietzsche y la ciencia, Nietzsche y la filología, Nietzsche y la religión, y así hasta agotar los temas principales que enmarcan los asuntos que ocuparon su 1

Jürgen Habermas. “La crítica nihilista del conocimiento en Nietzsche”, en Sobre Nietzsche y otros ensayos, Madrid: Tecnos, 1982 [1968], p. 32. Y agrega: “Dicho margen [de libertad] ha invitado con demasiada frecuencia a los intérpretes a utilizar a Nietzsche como pantalla de proyección de la propia filosofía”. 2 Friedrich Nietzsche. “A Friedrich Ritschl en Lepzig / Basilea, 30 de enero de 1872”. En Correspondencia II. Abril de 1869-Diciembre 1874. Madrid: Trotta, 2007, p. 262 [original en la Digitale Kritische Gesamtausgabe Werke und Briefe, basada en la edición crítica del texto por G. Colli y M. Montinari, Berlín/Nueva York: Gruyter, 1967, editada por Paolo D’Iorio. eKGWB/BVN-1872,194 – Brief AN Friedrich Ritschl: 30/01/1872. En línea: http://www.nietzschesource.org/#eKGWB/BVN-1872,194]. 3 Académico alemán, nace en Turingia en 1806 y fallece en Leipzig, Sajonia, en 1876, en cuay Universidad pasa sus últimos años. Es reconocido por sus trabajos sobre Plauto y como inspirador de los estudios latinos en Alemania; como fundador de la Escuela de Bonn y de la epigrafía moderna; por su rivalidad con el otro renombrado filólogo Otto Jahn; y por ser quien apadrina académicamente al joven Nietzsche.

pensamiento y su reflexión, a medida que fue floreciendo y dando frutos. Así, entre las múltiples y sugestivas aristas de su obra, esta de la crítica de la cultura permite un acercamiento a la Carta a Ritschl, entre muchos otros, e incluso deja englobar toda la obra nietzscheana y orientarse por ella. ¿Pero cuál era esa cultura y esa época que permiten encuadrar sus escritos? La académica de la Universidad de Berlín, modelo humboldtiano de Universidad; la judeocristiana, que padeció desde niño, en un entorno familiar opresivo; la del auge de la Filología, del Historicismo, de la Filosofía sistemática, del cientificismo positivista decimonónico. Sí. Pero también la que personifican Arthur Schopenhauer y Richard Wagner; la de una revaloración del mundo clásico griego, en la que no está solo, pues tanto el filólogo Erwin Rodhe como el historiador Jacobo Burckhardt –hijo de Basilea– comparten esta empresa; por último, en el plano histórico europeo sociopolítico y económico: la de la unificación alemana – liderada y completada por Bismark en 1871– e italiana; la de los nacionalismos, los socialismos y los futuros conflictos imperiales; la de la progresiva industrialización de la sociedad, apuntalada por los logros en la investigación científica, teórica y aplicada.

II. Respecto de la intención de la Carta a Ritschl, de 30 enero de 1872, Nietzsche es explícito: la escribe a su profesor y mentor a raíz del silencio de este respecto de la aparición de la obra El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música a comienzos del mismo año. En ella le trasmite su asombro por no haber recibido aún comentario a propósito de su primer libro, le señala qué espera de este en relación con el “ser alemán”, en qué proyectos anda y qué consecuencias prácticas espera que tengan sus puntos de vista, en especial para la generación más joven, incluida la de los filólogos. “Pues este libro tiene algo de manifiesto” –aclara–. Anotemos en este punto una constatación a propósito de El nacimiento de la tragedia, extensiva a toda su obra, que comparten los comentaristas de Nietzsche y que condensa José Ferrater Mora: “La distinción entre lo apolíneo y lo dionisíaco en la cultura griega y, a través de ella, en toda la cultura occidental, es resuelta por Nietzsche mediante una acentuación del elemento último, entendido como una afirmación de la vida, como una voluntad de vivir. [...] [la] que significa una negación de toda la cultura alemana de su época y, sobre todo, de la identificación hegeliana de lo real con lo racional”4. Ahí se descubre el vínculo entre su pasión por el mundo clásico griego –que data de sus visitas de adolescente a la biblioteca de su abuelo y se refuerza en los años de aprendizaje en secundaria en la Pforta– y su radical crítica de los valores, representada en esta etapa juvenil por su refutación de la

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“Nietzsche, Friedrich”. Diccionario de filosofía. Barcelona: Ariel, 2001, p. 2556. Énfasis agregado. Por su parte, en el Diccionario Akal de filosofía. Madrid: Akal, 2004, se lee: “(1844-1900), filósofo y crítico de la cultura alemán (sic). Nacido en una pequeña ciudad de la provincia prusiana de Sajonia, la primera educación de Nietzsche se centró en la religión, las lenguas clásicas y la literatura. Tras un año en la Universidad de Bonn, se trasladó a Leipzig, donde prosiguió sus estudios clásicos” (artículo a cargo de Richard Schacht, U. de Illinois). Énfasis agregado.

percepción de ese mundo añorado como “sereno y racional” (apolíneo) por los académicos alemanes. Así se entiende también la manera como en adelante vinculará la tradición filosófica occidental con la metafísica, desde Platón hasta Hegel, de modo que no asistimos a una etapa previa, llamada despectivamente como “filológica” por cierta tradición exegética, sino al momento en que se perfilan ya claramente los pilares sobre los cuales construye desde ya su filosofía5. Como se sabe, por esos años la vida de Nietzsche trascurre entre sus tareas como docente de Filología en la Universidad de Basilea (1869-1879) –cargo que obtiene sin haber presentado aún su disertación doctoral, gracias a la recomendación de Ritschl y a sus propios méritos como filólogo riguroso– y su activismo por la causa político-cultural de Wagner, a quien conoció cuatro años atrás y de quien era huésped asiduo en su casa de Lucerna. Datos de enorme significación, por un lado, por el contraste de la vida académica en una ciudad de tradición universitaria como Basilea –en la confluencia de Suiza, Alemania y Francia– con el andamiaje académico del naciente Segundo Imperio Alemán; y por otro, por el lugar vital que ocupan la obra de Wagner en la obra del filólogo, tanto como la de los filósofos Schopenhauer y F. A. Lange, autor este de una Historia del materialismo que influyó en Nietzsche de modo decisivo. Téngase en cuenta que la carta además informa a Ritschl sobre las conferencias Sobre el futuro de nuestros centros educativos6, en las que se enfila ya hacia la filosofía, pues el arte, que predomina en El nacimiento de la tragedia y escritos preparatorios, “ya no es suficiente como hilo conductor para tratar los problemas de la Antigüedad y abordar la realidad griega con un lenguaje meramente filológico. El camino de la filosofía, cuya referencia seguían siendo los griegos, y sobre todo la personalidad modélica de los filósofos preplatónicos [...] enriquecía con nuevos perspectivas el pensamiento para enfrentarse a los problemas culturales de su época: la enseñanza y la formación (Bildung), la verdadera cultura, la realidad político-social”7. Bildung en la que, desde su etapa de formación, debía confluir el estudio de la Antigüedad clásica, la religión luterana y la lengua y la literatura, y donde la filología, la historia y la filosofía jugaban un papel de primer orden en el programa cultural de recuperación y renovación, que tendría que darse precisamente mediante una formación (Bildung) capaz de definir y construir al individuo y al pueblo alemán y cohesionar su fragmentación con la fuerza de su unidad originaria.

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En este punto, me apoyo en el texto de Herbert Frey. “La reinvención nietzscheana de la antigüedad griega. El periodo arcaico como contraimagen de la época clásica griega”. Estudios Nietzsche, 11 (2011): pp. 27-40. ISSN: 1578-6676. 6 Conferencias pronunciadas en la Universidad de Basilea entre enero 16 y marzo 23 de 1872, dirigidas en especial al Gymnasium prusiano “exponente de las reivindicaciones crítico-culturales de Nietzsche, que en determinados momentos alcanzan una dimensión político-social”. Luis E. de Santiago G. “Prefacio” a Escritos póstumos de Basilea. Tercera parte, vol. I. Escritos de juventud. Obras completas. Madrid: Tecnos, 2011, p. 480. 7 De Santiago G. “Prefacio”, ob. cit., p. 479.

III. A partir del contenido de la Carta es posible entonces rastrear los temas relativos a la crítica de la cultura de su época y el lugar que ocupan tanto El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música como Sobre el futuro de nuestros centros educativos en su vida y sus escritos, que no deben ser subestimados como obra de su “etapa de filólogo”8. Igualmente, la carta delata una actitud ya propiamente nietzscheana, marcada por su independencia metodológica, y es un referente de las luchas que emprende Nietzsche contra todo el sistema de valores culturales de Occidente, entre los que están los relativos a esa Bildung clásica romántica y su inserción en un sistema académico signado por el idealismo y la represión judeocristiana de los impulsos vitales. Además de lo apuntado, la doble mención –a El nacimiento de la tragedia y a las conferencias públicas Sobre el futuro de nuestros centros educativos– permite, por un lado, constatar el sentido práctico de su quehacer como filólogo/filósofo –que ya se distancia de Wagner y Schopenhauer, para acercarse a Heráclito, con su concepción de devenir, en un primer atisbo de su idea del eterno retorno; y por otro, hallar el giro a “un Nietzsche más moralista y preocupado por el presente cultural de Alemania”. Por ello afirma el carácter de manifiesto de El nacimiento de la tragedia y su clara intención de que lo que allí afirma tenga consecuencias prácticas, pues “a lo que menos invita es al silencio”.

Referencias y sugerencia bibliográficas Colli, Giorgio. Introducción a Nietzsche. Valencia: Pre-Textos, 2000. De Santiago G., Luis E. “Prefacio” a Escritos póstumos de Basilea. Tercera parte, vol. I. Escritos de juventud. Obras completas. Madrid: Tecnos, 2011. Diccionario Akal de filosofía. R. Audi (ed.), H. Marraud y E. Alonso (trads.). Madrid: Akal, 2004. Ferrater Mora, José. “Nietzsche, Friedrich”. Diccionario de filosofía. T. 3. Barcelona: Ariel, 2001. Frey, Herbert. “La reinvención nietzscheana de la antigüedad griega. El periodo arcaico como contraimagen de la época clásica griega”. Estudios Nietzsche, 11 (2011): pp. 27-40. ISSN: 15786676. Habermas, Jürgen. “La crítica nihilista del conocimiento en Nietzsche”. En Sobre Nietzsche y otros ensayos. Madrid: Tecnos, 1982 [1968]. Macías, Mónica Salcido. “Nietzsche filólogo. Ambivalencias de una Grecia subterránea”. Signos Filosóficos, X (19) (enero-junio 2009): 95-113. Nietzsche, Friedrich. “A

Friedrich Ritschl en Lepzig / Basilea, 30 de enero de 1872”. En

Correspondencia II. Abril de 1869-Diciembre 1874. Madrid: Trotta, 2007 [Digitale Kritische Gesamtausgabe Werke und Briefe, basada en la edición crítica del texto por G. Colli y M. 8

M. Salcido M. “Nietzsche filólogo. Ambivalencias de una Grecia subterránea”. Signos Filosóficos, X (19) (enero-junio 2009): 95-113.

Montinari, Berlín/Nueva York: Gruyter, 1967, Paolo D’Iorio (ed.). eKGWB/BVN-1872,194 – Brief AN Friedrich Ritschl: 30/01/1872. En línea: http://www.nietzschesource.org/#eKGWB/BVN-1872,194]. Parmeggiani, Marco. “Introducción a la Correspondencia: abril 1869-diciembre 1874”. Correspondencia II. Abril de 1869-Diciembre 1874. Madrid: Trotta, 2007. Sánchez Meca, Diego. “La evolución del pensamiento de Nietzsche en sus escritos de juventud”. Escritos de juventud. Obras completas. Madrid: Tecnos, 2011. Salcido Macías, Mónica. “Nietzsche filólogo. Ambivalencias de una Grecia subterránea”. Signos Filosóficos, X (19) (enero-junio 2009): 95-113.

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