Comentario al capítulo primero del libro: “La economía de la antigüedad” de M. I. Finley

Share Embed


Descripción

Comentario al capítulo primero del libro: "La economía de la antigüedad" de M. I. Finley
Moisés I. Finley (1912-1986) fue un historiador anglo-estadounidense especializado en Historia Antigua y en concreto en la Antigua Grecia. Sus estudios históricos se basan en la sociedad y la economía básicamente. Este hecho se puede deber a su especialización en derecho público.
Entre sus obras cabe destacar El mundo de Odiseo (1954) y la obra en la que se incluye el capítulo sobre el que trata este comentario; esta es La economía de la antigüedad (1973). Otras obras destacables son La Grecia Antigua: Economía y Sociedad (1953), Uso y abuso de la historia (1975), Esclavitud antigua e ideología moderna (1980) o El legado de Grecia (1989).
Finley es ante todo un autor crítico y en el capítulo "Los antiguos y su economía" lo hace latente. El capítulo es en sí una introducción o preludio a lo que más adelante profundizará, pero aun siendo una introducción a la obra, el capítulo hace una crítica al concepto esencial y fundamental de la obra: ECONOMIA. Esta palabra, de origen griego (oikonomia/οἰκονομία), la forman oikos, cuyo significado es casa; y de la raíz nem-, cuyo significado es complejo dependiendo del uso, y en el caso de la palabra citada hace referencia a administrar, regalar u organizar. Para introducirnos en el tema, Finley se basa en la obra de Hutcheson (1694-1746) Breve Introducción a la Filosofía Moral (1742)en la que se basa en dos de sus libros: "Los Principios de Economía y Política" (Libro III) y "Elementos de la Ley de la Naturaleza" (Libro II). Por la explicación que nos da de estos dos libros, sobre sus tratados y enunciados; estos se basan en una tradición clásica que habría perdurado hasta que encuentra sus raíces en la obra de Jerofonte (ca. 431 a.C.- 354 a.C.) Oikonomikos que está es una obra para el caballero terrateniente y la de Hutcheson sobre unos preceptos morales y de organización de la "economía" doméstica.
En todo caso, la base principal para la explicación de la concepción de economía en el Mundo Antiguo es la comparativa de la propia palabra economía (oikonomia/οἰκονομία) en nuestros tiempos con su significado en la actualidad, así como la evolución del término "economía" desde su concepción hasta nuestros días, que sufre un cambio evolutivo, pues etimológicamente la palabra oikonomia (οἰκονομία) significaría organización de la casa. Para entenderlo hemos de fijarnos en que usa dos raíces: Oikos, que significa casa, y una más compleja: –nme, que sería como organización, aunque su significado es más complejo. Teniendo en cuenta esto, en la antigüedad la palabra economía hacía referencia a la "organización de la casa."
Al mismo tiempo, Finley nos hace constar la significación del concepto "familia", ligado estrechamente al significado de la Oikonomia. Nos deja claro que el concepto de familia de Hutcheson tiene una significación ligada a la tradición cristiana, así como los de matrimonio y divorcio englobados en este término. La concepción de la familia y la unidad familiar de los grecorromanos difiere bastante de la que hasta hoy nos ha llegado. La familia grecorromana se incluía bajo el paterfamilias, e incluía a "todos las personas, libres o no, bajo su autoridad" El paterfamilias será el que gobierna, dirige y organiza la casa y a todos sus miembros, que no solo son su mujer y sus hijos e hijas (biológicos y adoptivos); sino también los esclavos y esclavas (suyos y de sus hijos), esposas de sus hijos e hijos e hijas de estos. En resumidas cuentas, Finley lo expresa bien claro: "El paterfamilias no era el padre biológico, sino la autoridad que presidía el hogar, autoridad que la ley romana dividía en tres elementos (…): potestas (…), manus (…) y dominium." Una curiosidad es que la "patria potestas" ha llegado hasta nuestros días; pues la "potestas" era el poder sobre los hijos, los hijos de sus hijos y sus esclavos. Aunque hoy en día, y con los siglos se simplifica en el poder de un padre sobre sus hijos.
Tras dejar claro que la familia grecorromana y la actual no tienen un mismo significado y extensión; Finley pasa a analizar la visión económica que existe sobre la antigüedad y, usando ejemplos de los autores griegos y romanos que tratan el tema de organización económica, elabora una crítica a esta visión que cree desfasada.
Primero nos hablara de la visión de la economía que nos dejan los vestigios grecorromanos, pero los autores contemporáneos intentan hacer una comparativa con el nuevo sistema, el capitalista. En muchos casos hablan de que el comercio en la antigüedad es una red de mercados interrelacionados e interdependientes y (al igual que el sistema capitalista) existían crisis cíclicas del propio mercado que se atribuían a catástrofes climáticas o cólera divina. Todo esto es tirado por tierra por Finley al afirmar que "…la sociedad antigua no tenía un sistema económico que fuera un conglomerado enorme de mercados interdependientes.". También los autores a los que se refiere se empeñan en hablar del crecimiento de las ciudades antiguas se basa en la fabricación y florecimiento de una manufactura, pero Finley vuelve a deshacer este argumento al afirmar que "no había ciclos de negocios en la antigüedad; no había ciudades cuyo crecimiento pudiese ser atribuido –ni aun por nosotros- al establecimiento de una manufactura…"
Junto a esto, el propio autor usa una autodefensa, ya que el sistema económico antiguo, a pesar de no ser capitalista, tiene unas reglas y por tanto se pueden estudiar. Ante esto el autor es firme y afirma que el problema no reside en eso, sino en que nuestros conceptos y conocimientos económicos se basan en el sistema capitalista y que para formular cuestiones a cerca de esos nuevos sistemas debemos formular nuevos conceptos.
En esencia el capítulo es la crítica al estudio de la economía de la antigüedad y de cuál era la visión acerca de la economía de los antiguos, todo ello siempre desde el punto de vista del autor y de su estudio conciso, no solo de autores que a lo largo del capítulo va mencionando, sino también de fuentes clásicas como Jenofonte o Tucídides.
En sus conclusiones acerca de la visión de la economía antigua he de ponerme de acuerdo con sus tesis, ya que creo que no solo el concepto de la palabra economía, sino también lo que hoy en día significa para nosotros y nuestra sociedad liberal, entendemos que el sistema no solo está globalizado sino que interrelacionado entre sí. A pesar de que el mundo griego y romano está claramente interrelacionados por sus contactos bélicos e imposiciones culturales en el caso de Roma, o en Oriente Próximo en las primeras ciudades existían relaciones comerciales; es cierto que las reglas del juego no eran las mismas a las que nosotros hoy nos enfrentamos, para ello usaré el siguiente dato de Finley en el que dice que "las tasas de salarios e interés (…) fueron, ambas, bastante estables, localmente, sobre largos periodos (…) por lo que hablar de un o de un es falsificar inmediatamente la situación." Este hecho nos demuestra que el estudio de estas sociedades ha de hacerse en todo caso desde una visión de conceptos nuevos y formulando nuevas leyes económicas sobre ellas que nos ayuden a entender cuál es su funcionamiento económico.

Iván Garnelo Morán
Grau en Història


Finley, M. I. (1974) Págs. 16-17
Finley, M. I. (1974) Pg. 17
Finley, M. I. (1974) Pg. 23
Finley, M. I. (1974) Pg. 23



Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.