COLOMBIA Y LAS OPORTUNIDADES CON JAPON

NO SOLO ES COMERCIO, LO SOCIAL TAMBIÉN IMPORTA

"Por un clavo se perdió la herradura, por una herradura se perdió el caballo, por el caballo se perdió un caballero, por un caballero no llego un mensaje a tiempo y por un mensaje se perdió la guerra".
Japón, es un país donde sus habitantes son defensores de sus creencias y religiones, son centrados en metas donde el crecimiento y desarrollo son sus más grandes anhelos, son personas sabias, pacientes y muy dedicadas a sus responsabilidades. Este país ha sido unilateral en cuanto a relaciones diplomáticas y comerciales se refiere, ya que tienen sus propias tendencias en moda, tecnología y comunicación, sin descuidar los estándares de calidad exigidos por sus mismos habitantes.
Las creencias religiosas, cultura, leyes, moral e idioma, mantenían una posición económica cerrada para otros países, pero a mediados del siglo XX, Japón inicio la incursión de productos extranjeros a sus territorios, dando paso a la apertura a un mercado tan deseado por el mundo, mas sin embargo nunca han dejado globalizarse, lo cual es reflejado en sus negociaciones, donde son ellos quienes ponen las condiciones y es deber del interesado adaptarse a ellas, al igual que a la cultura.
En el ámbito comercial, es de vital importancia conocer y respetar su cultura, para comprender la Manera característica de pensar, sentir o actuar, ya que gracias a eso se podrá lograr una aceptación del producto, en pro de satisfacer unas necesidades.
Japón es un país que cuenta con una población aproximada de 127.463.611 habitantes, es un numero bastante alto para una isla tan pequeña, mas sin embargo por su poca relación con el resto del mundo, han logrado alcanzar una estupenda organización administrativa de sus recursos, que los ha llevado a la cúspide del desarrollo empresarial, lo cual los ha consolidado como la tercera nación en el mundo más competitiva. Cuenta una taza exageradamente baja de analfabetismo, lo que lo convierte en un país muy exigente en calidad.
El consumidor Japonés, está acostumbrado a obtener productos de alta calidad, ya que tienen un poder adquisitivo adecuado para pagar lo suficiente por sus necesidades. Según los estudios, el 80% de los habitantes son de clase media, además tienen un solo idioma, una misma raza y muy pocas religiones, lo que facilita la segmentación del mercado en caso de contraer algún tipo relación comercial.
Las relaciones comerciales de Colombia con Japón, han sido muy buenas, pero muchas propuestas y proyectos han decaído, debido a la diferencia de cultura y trato inapropiado por parte de los colombianos, ya que son empresarios con muy poca paciencia y buscan rentabilidad a corto plazo, sin importar las relaciones interpersonales con sus socios o clientes. Además no se esfuerzan por aprender a comunicarse en un mismo idioma (inglés o japonés) y se les olvida que los asiáticos realizan las negociaciones bajo criterios de confianza y conocimiento entre las partes.
Los japoneses a pesar de ser tan exigentes, han abierto más el acceso a sus mercados, ya que sus importaciones de materia prima han subido al igual que los productos manufacturados, situación que aumentan las probabilidades de colombianos en hacerse socio con sus empresas, siempre y cuando se tenga claridad en el producto a ofrecer, la manera de adaptarlo a sus gustos y un canal de distribución idóneo que garantice la entrega oportuna de dicho producto.
Las relaciones comerciales con los japoneses son muy complejas, debido a la cantidad de creencias y detalles en su forma de actuar y vivir la vida, por lo cual hay que tener mucho cuidado al hacer publicidad, presentación de la propuesta, colores, gestos, forma de hablar, chistes, el saludo y sobre todo la forma de vestir, ya que ellos son muy reflexivos y analizan una y varias veces la propuesta presentada, al igual que tu estilo y manera de vida, con el fin de estar seguros de hacer relaciones personales y comerciales, debido a que sus consumidores son exigentes y ellos deben asegurarse de que los productos importados si sean muy competitivos.
Las empresas japonesas tienen dos métodos para la toma de decisiones, el consenso y el sistema Ringi, en ambos elevan ese llamado espíritu de grupo y toma todas las decisiones de manera grupal, por cura razón, al presentarles una propuesta debe ser en conjunto con varios integrantes de la empresa, pues esto les da confianza, y refleja ese compromiso que se tiene para mantener relaciones personales a largo plazo.
Todo lo anterior no ha sido, ni es y no será limitante para acceder a sus mercados, además nos respalda la creencia que ellos tienen que los colombianos somos un buen talento humano, solo hay que ser muy progresistas, creativos y consientes de la responsabilidad que se adquiere a ser socio o proveedor de una compañía asiática.
Por ultimo quisiera decir que los japoneses son personas que buscan la perfección, no son conformistas y todo lo proyectan a largo plazo mientras se les presenta una propuesta, ya que saben que la toma de una decisión podría cambiar el rumbo se sus compañías o simplemente aportarles algo nuevo, por cuya razón, tenga claro todo sobre su producto y no solo lleve una estrategia para incursionarlo en su país, pues no olvides que son progresistas y les interesa mejorar cada día más la calidad de vida de sus habitantes, a esto súmale las grandes e importantes intervenciones que Japón ha tenido en Colombia, puesto que se han interesado en conseguir soluciones al conflicto que nuestra querida patria ha venido viviendo, así que un pequeño detalle, un poco de respeto y un toque de puntualidad y cordialidad, no será mucho si se compara con beneficios socioeconómicos que obtendrá la empresa y la nación.
Así que si crees cumplir con esto, pues qué esperas, dirígete a la Oficina Comercial de la Embajada o cualquier consultoría especializada, o si lo prefieres personalmente, averigüe la persona de contacto y envíale una carta incluyendo una tarjeta personal, un catálogo o breve descripción de sus productos y nunca dejes de llamar.

Kevin Alexander De Hoyos Montalvo
Administración agropecuaria VIII



Kevin Alexander De Hoyos Montalvo
Administración agropecuaria VIII