Claves para criticar los lenguajes y contenidos mediáticos en el aula

June 16, 2017 | Autor: Sylvia Benitez | Categoría: Communication, Didáctica lenguaje
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Descripción

Cómo criticar el lenguaje y los contenidos mediáticos desde el aula

Sylvia M. Benítez Dávila*

En la pantalla de la televisión aparece Homero Simpson brindándole el siguiente consejo a su hijo: “Bart, voy a darte las tres frases que van a sacar adelante tu vida: la primera es ‘No digas que fui yo’; la segunda, ‘¡Ésa es una gran idea, jefe!’, y la tercera, ‘Así estaba cuando yo llegué’”. Un adolescente se ríe a carcajadas ante esta escena, que es aparentemente inocua por su formato de dibujos animados. En la banqueta de una avenida de la ciudad, una mujer indígena vende dulces debajo de un espectacular que muestra a una atractiva mujer de fisonomía occidental junto a la leyenda “Soy totalmente Palacio”. Este espectacular a su vez corresponde a una campaña simultánea transmitida por televisión y presentada en medios escritos como revistas y periódicos. Éstas y otras escenas y mensajes que los jóvenes consumen con frecuencia son ya parte de su formación y experiencia cotidiana. Los diversos medios presentan de manera indiscriminada patrones de consumo, posturas políticas, ideologías religiosas, tendencias de moda, valores y modelos de conducta. Comúnmente nos quejamos de la baja calidad de los contenidos de los medios en cuanto a calidad del lenguaje, presentación y propuestas. El primer paso para mejorar lo que recibimos es someterlo al análisis y a la crítica, a fin de poder definir con claridad qué debemos exigir como consumidores e incluso formular propuestas. Resulta muy valioso que el aula sea un lugar donde este tema pueda ponerse a

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Lengua y Literaturas Hispánicas, UNAM. Autora de planeaciones, materiales educativos

digitales y evaluaciones para Español de primaria en Red Magisterial.

discusión. El análisis de los mensajes que nos ofrecen los medios es complejo porque su estudio implica saber discernir el tipo de información que contienen, los objetivos que persiguen, el tipo de lenguaje que utilizan y su valor en términos de contenidos útiles para el desarrollo personal de los jóvenes como integrantes activos de la sociedad. La crítica sistematizada y guiada en un salón de clase puede ser el germen de una actitud pensante, exigente y propositiva de los alumnos como consumidores y también como futuros productores de los contenidos que los medios difundan. Dado que los jóvenes están muy familiarizados con la dinámica y el lenguaje de los medios de comunicación, el análisis de sus mensajes constituye una oportunidad para usar y revisar algunos temas y herramientas relevantes de las competencias comunicativas, desde la lectura comentada, hasta la elaboración de textos y guiones de diverso género adecuados para distintos medios, pasando por el análisis de los elementos textuales y metatextuales y la simbología de los lenguajes no verbales que se encuentran en los diversos medios. El campo de los medios masivos de comunicación es tan amplio que abarca tanto expresiones que pueden ser casi exclusivamente artísticas –algunas películas y publicaciones culturales– como expresiones tan profanas como los anuncios comerciales y los discursos y programas de análisis político. En un término medio estarían los programas, revistas y emisiones radiales de divulgación científica, documentales y producciones de información general, así como los programas televisivos de entretenimiento como series, telenovelas, concursos, y programas de servicio social. Esta variedad tan compleja refleja que prácticamente todos tenemos algo que decir, a quién decirlo y cómo hacerlo. En las actividades de aprendizaje que se planeen para estudiar las emisiones de los medios masivos de comunicación, es preciso trabajar sobre elementos comunes que se pueden identificar sistemáticamente y luego analizar a profundidad:

a) Identificar al emisor y al receptor del mensaje. Para el análisis de contenidos de los medios es importante determinar de dónde viene, a

quién está dirigido cada tipo de mensaje, por qué se transmite por cierto

medio y cuáles son las formas elegidas para hacerlo. Unos casos son más evidentes que otros, por ejemplo, los editoriales de los periódicos y de los noticieros pueden representar grupos de intereses no tan fáciles de identificar como los de un anunciante de jabón. En nuestro ejemplo del espectacular “Soy totalmente Palacio”, es muy evidente la carga comercial del anunciante –“El Palacio de Hierro”–, dirigida a un sector específico de consumidores: generalmente mujeres con una capacidad de compra alta y que circulan en automóvil por las ciudades, por lo que dichos mensajes se colocan en grandes y transitadas avenidas. b) Identificar el objetivo del mensaje. De la identificación del emisor y el

receptor, se desprende el para qué de nuestro objeto de análisis. En anuncios comerciales, el objetivo es muy simple: vender. Una situación más compleja la constituyen Los Simpson, que presentan de manera descarnada la realidad de una sociedad de consumo autocomplaciente y

en decadencia. El objetivo no es tan claro, pero tras una investigación somera, sabríamos que esta serie la ideó un pequeño grupo de artistas independientes como un experimento que pretendía hacer crítica en tono irreverente. Posteriormente, se popularizó y difundió mediante una cadena televisiva de cobertura mundial, lo que ha vuelto inmensamente conocidos a sus personajes hasta convertirlos tanto en medio de autocrítica de la sociedad estadounidense, como en un producto comercial absolutamente exitoso, ejemplo de la paradójica sociedad de consumo que critica en pantalla. Este tipo de análisis implica que los estudiantes cuenten con conocimientos sobre diversos temas relacionados, tales como el contexto social, histórico y económico de su entorno, que puede ser limitado o sesgado, pero es importante motivarlos a su estudio porque con

el tiempo ellos mismos podrán incorporar más y más elementos para formular a sus reflexiones. c) Caracterizar el tipo de lenguaje. Cada medio tienen su propia forma de

expresión. Los diversos lenguajes de cine, televisión, mercadotecnia e

internet tienen una alta dosis de contenido en imágenes, en tanto que el radio se apoya en gran parte en música y efectos de audio. Los medios impresos utilizan principalmente los textos ilustrados con fotos y gráficos. Los lemas publicitarios, como el del anuncio que analizamos, son generalmente cortos, directos y sintéticos; se asemejan en estas características a los encabezados de los periódicos, que deben dar una idea de la noticia con unas cuantas palabras, y muchas veces son ingeniosos o divertidos para captar la atención de quien los lee desde lejos.

d) Analizar los elementos textuales. Los textos deben ser adecuados a los fines del mensaje y adaptados al medio por el que se difunden. En este

apartado se puede hablar de lenguajes formales y también de formas no ortodoxas e informales de expresión. Es necesario puntualizar que los

diversos contenidos requieren adaptaciones que incluyen formas de expresión y redacción especiales, apartadas del lenguaje literario. En el caso de Los Simpson podemos resaltar que los personajes usan expresiones que ellos mismos crean (como ‘¡Ay caramba!’) y que se vuelven populares, y a la vez integran vocablos del habla popular (como ‘¡Órale!’) que los adaptadores utilizan para acercar al público mexicano al hacer el doblaje. e) Encontrar los elementos simbólicos. Los elementos que relacionan el texto con otros discursos, es decir, los mensajes que se generan más allá de lo

que se expresa de manera explícita con palabras e imágenes corresponden al ámbito de lo simbólico y de los mensajes llamados subliminales. Este análisis más especializado tal vez no sea estrictamente tema de la materia

escolar, pero aporta muchos elementos que estimulan la actitud crítica de los estudiantes y es útil para crear conciencia en ellos. Este estudio se puede relacionar en el aula con el análisis de las metáforas y otras figuras retóricas y establecer analogías con la literatura. Las imágenes utilizadas en el anuncio de la tienda departamental identifican el prototipo de imagen ideal al cual aspiran las consumidoras potenciales. El mensaje que envía el conjunto de elementos textuales y metatextuales relaciona el consumo en esa tienda con el prestigio y con la imagen que presentan estos modelos, definidos en ámbitos comerciales, industriales y mercadológicos. f) Identificar el tratamiento y tono del mensaje. Esto tiene relación con el contenido básico y el objetivo del mensaje. El tono informal y tratamiento desenfadado y cotidiano, incluso la ironía, se presta para públicos jóvenes;

los mensajes políticos generalmente se presentan en tono formal; y se recurre al humor con fines mercadotécnicos con el público en general. Este estudio va más allá del análisis del texto, porque se trata de advertir qué tipo de fraseo se utiliza, si se emplean diálogos, si es narrativo o descriptivo, si se usan eslóganes o lemas publicitarios, melodías o tonadas musicales, si se utilizan recursos como un narrador o presentador, entre otros. Todo ello con base en el tipo de medio utilizado. En el caso de nuestro espectacular, el lema publicitario “Soy totalmente Palacio” ha servido durante años para hacer sumamente popular la campaña de esta tienda departamental, y sólo ha tenido cambios moderados. Su tono puede considerarse informal en términos de la jerga utilizada por el grupo social al que está dirigido. g) Estudiar los lenguajes de cada medio. La parte más atractiva para los

jóvenes es intentar hacer lo que conocen tan bien. Acercarlos a los formatos de cada tipo de expresión les da una visión amplia y práctica de ellos, y también les permitirá hacer la crítica de cada parte de la obra que

analizan, porque conocerán las dificultades que enfrentan quienes la realizan. La práctica de un guión para cine, televisión, noticiario, emisión radial o comercial puede ser una actividad sumamente atractiva para los estudiantes y una forma muy amena de revisar un sinfín de temas relacionados. Los editoriales, crónicas o reportajes son herramientas invaluables para practicar las competencias comunicativas porque implican el uso de conocimientos adquiridos previamente, como los relativos a estructura gramatical y léxica y recursos narrativos. Una parodia o escenificación permite desarrollar las habilidades de expresión oral en varias de sus facetas. En resumen, el análisis de los medios masivos de comunicación constituye una veta valiosísima para la práctica de las habilidades, los valores y las actitudes que constituyen la competencia comunicativa, objetivo principal de la enseñanza de la lengua y la literatura en las aulas. Imaginemos a los estudiantes de hoy realizando cambios radicales en los contenidos de los medios masivos del futuro.

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