Civilización equilibrada

¿Civilización equilibrada?

Koyaanqatsi es un documental del director estadounidense Godfrey Reggio producida el año 1982. Demuestra, con una visión impactante para el observador ajeno al tema ambiental, el significado del título, en su totalidad, una vida en desequilibrio. Podemos observar 5 etapas durante el largometraje. Antes de estas comienza con el final, con el desastre total.
En la primera nos introduce mostrando como este caos gradualmente se repara, al ocurrir esto vemos a la tierra en su estado natural, logramos ver su belleza y gran esplendor. Ella crece con tranquilidad y la música va con esta. Bruscamente aparecen las máquinas.
Esto le da paso al comienzo de la segunda etapa. El hombre obliga, brutamente, a la naturaleza a adaptarse a él, siendo el hombre un niño egocéntrico, interrumpe su crecimiento, su tranquilidad y con esta destruye la belleza original, trayendo consigo explosiones, industrias y maquinaria pesada. Construye, construye y más que nada, destruye al imponerse. Volvemos al desequilibrio.
El documental empieza a exponer la batalla humano contra humano. Reggio para lograr mayor impacto genera enfoques del humano en una supuesta calma, la más común: la rutina y de a un momento a otro se aburre de esta y crea las armas. Tanques, aviones, bombas y misiles aparecen solo por entretención del humano. Quedo la habitación de juego desordenada, de nuevo.
Paulatinamente volvemos a la rutina, no obstante con un nuevo juguete: el dinero. Con este entra la actualización, ya que vemos la pobreza y lo antiguo siendo demolido para traer lo nuevo, lo que el dinero compra, lo utópico. Esta etapa es corta, más bien es la transición a la siguiente.
Finalmente el dinero y la rutina se unen con la producción y el consumo en masa para que simplemente el humano sea de la masa. La masa indiferente entre sí, pero no dejan de ser ellos, aunque no pueden dejar de ser de la masa. Esto los enferma, la apatía es muy fuerte. Aun así la rutina, el dinero, la producción y el consumo deben continuar. Nuestro niño enfermo, vuelve a la multitud y deja de tener sentido, solo rutina y dinero. Como consecuencia se escapa de la realidad con la escena de un cohete despegando, pero esta no es la solución, no cierra el ciclo y este da vueltas y vueltas. No hay fin debido a la falta de cura de esta indiferencia, a la falta de contención del consumo, a la falta de moderación en la destrucción y en conclusión del equilibrio.
Personalmente disfruté bastante esta obra por la manera que crea conciencia acerca de lo que hacemos, la rutina dañina que tenemos implementada. Nos grita un claro y potente ¡detente! Nos hace evidente la necesidad de cambio, de busca de un equilibrio. De Lomakatsi (vida en equilibrio).