Chilenos en Argentina, entre la protección del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y la política de expulsión de la dictadura militar

El derrocamiento del gobierno constitucional de Salvador Allende por el golpe de estado encabezado por el general Augusto Pinochet el 11 de septiembre de 1973 y la posterior instauración de una dictadura militar en Chile dieron comienzo al exilio de cientos de miles de personas. La extensión y porosidad de la frontera trasandina que comunica a Chile y Argentina, convirtieron a este país en una de las mejores opciones, principalmente para quienes carecían de la protección y los contactos partidarios que les permitieran organizar su partida. La masiva llegada de chilenos representó un gran desafío para el gobierno argentino que respondió articulando, junto con el ACNUR y las Iglesias Católica y Metodista, una red nacional de asistencia integral a refugiados. No obstante, la profundización del conflicto social y político luego de la muerte del presidente Juan Domingo Perón primero y del golpe cívico-militar del 24 de marzo de 1976 después generaron cambios en la política migratoria que afectaron la situación de los chilenos y la labor de las agencias que los asistían. A partir del análisis de fuentes orales y de la documentación hallada en los archivos de las agencias cristianas este capítulo se propone esclarecer las transformaciones operadas en las relaciones entre el ACNUR, las iglesias y el gobierno, y analizar cómo la redefinición del tema de los refugiados como un problema de seguridad condicionó las opciones y las condiciones de vida de los chilenos que residían en la Argentina.