Chactún, Tamchén y Lagunita: primeras incursiones arqueológicas a una región ignota

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Descripción

Chactún, Tamchén y Lagunita PRIMERAS INCURSIONES ARQUEOLÓGICAS A UNA REGIÓN IGNOTA Ivan Šprajc, Octavio Esparza Olguín, Arianna Campiani, Atasta Flores Esquivel, Aleš Marsetič, Joseph W. Ball

Durante las temporadas 2013 y 2014 del proyecto “Reconocimiento arqueológico en el sureste del estado de Campeche” fueron descubiertos los vestigios de tres extensas ciudades mayas. El impresionante tamaño de los edificios y los monumentos esculpidos, algunos con inscripciones jeroglíficas bien conservadas, revelan que se trata de importantes centros políticos del Clásico.

Lagunita fue visitado en los años 1970 por Eric von Euw, quien nunca publicó su hallazgo, pero gracias a los dibujos que hiciera del sitio se pudo identificar nuevamente este lugar. Modelo digital de la portada zoomorfa de Lagunita. FOTOGRAMETRÍA: ARIANNA CAMPIANI

H

asta hace dos décadas había grandes lagunas en el mapa arqueológico del sureste de Campeche. Durante siete temporadas de reconocimiento arqueológico realizadas a partir de 1996 logramos reducirlas considerablemente. En el territorio al sur de la carretera federal núm. 186, que incluye el sector sur de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, registramos casi 80 sitios, entre ellos varios centros urbanos con arquitectura monumental y monumentos esculpidos. Asimismo localizamos de nuevo sitios que habían sido olvidados, como Balakbal, Oxpemul y Uxul, reportados por las expediciones de la Carnegie Institution de Washington, dirigidas por Karl Ruppert en la década de 1930. En contraste con esta región, un vasto territorio que se extiende al norte de la carretera núm. 186, entre las provincias culturales de Río Bec y Chenes, permanece arqueo20 / Arqueología Mexicana

lógicamente desconocido. La información sobre algunos sitios que, según los datos publicados, se encuentran en esta área es tan deficiente que resulta imposible determinar su localización o identificarlos con cualquier sitio que eventualmente se descubra en campo. Con el objetivo de enmendar la situación, en 2013 se iniciaron los trabajos de prospección en esa región. En temporadas anteriores, se interpretaron fotografías aéreas a gran escala, con lo que se detectaron numerosos sitios que posteriormente se verificaron en campo. La misma técnica fue empleada para el sector norte de la biosfera. Así, en 2013, nuestra primera meta fue verificar lo que parecía ser un sitio extenso, con varios edificios monumentales, a menos de 40 km al noroeste de Xpujil. Para llegar al sitio buscamos los antiguos caminos madereros, también visibles en las fotos aéreas.

El camino que reabrimos debió ser abandonado hace décadas, a juzgar por la tupida vegetación secundaria que tuvimos que eliminar, para abrir paso a los vehículos que llevaban el equipo, el agua y las provisiones. Después de tres semanas de trabajo llegamos al sitio que posteriormente denominamos Chactún, en el cual trabajamos durante dos meses. Al continuar los trabajos de prospección en 2014, usamos un tramo del camino abierto el año pasado y, posteriormente, seguimos otro que conducía hacia el sur y que nos acercó a los sitios de Tamchén y Lagunita.

Chactún Es el más grande de los tres sitios y está formado por tres complejos de arquitectura monumental, dispuestos sobre elevaciones naturales y que cubren más de 20 hectáreas. En el área circundante se encuentran diversas concentraciones de estructuras menores, pero la extensión total del antiguo asentamiento se desconoce. El Complejo Oeste, el más grande, consta de varias plazas y patios rodeados por templos piramidales y edificios alargados, evidentemente restos de palacios con funciones residenciales y administrativas. Más que su altura –la Estructura A-1, la más alta, alcanza los 20 m–, llaman la atención los volúmenes de los edificios palaciegos, con partes de sus muros expuestas. En el extremo sureste del conjunto se localiza un juego de pelota, del cual al parecer partía un sacbé

hacia el Complejo Sureste, a poco más de 300 m de distancia. Al poniente del Complejo Oeste el terreno desciende a un extenso bajo, en cuya orilla se localiza, a poco más de 200 m del borde poniente del complejo, una hondonada de planta rectangular, cuyas dimensiones en direcciones nortesur y este-oeste son de unos 220 m y 170 m, respectivamente. Con excepción de la parte sureste y más baja, donde se ubica una aguada, la hondonada está cubierta por un tintal; además de que el árbol comúnmente llamado “palo de tinte” (Haematoxylon campechianum) crece en áreas periódicamente inundadas, la forma de la hondonada y el material amontonado en sus orillas indican que se trata de un depósito de agua, similar a los que se encuentran en Calakmul, Becán, Ichkabal, Uxul y otros sitios. Los edificios principales del Complejo Sureste, entre los que destacan cuatro basamentos piramidales, rodean la plaza central, en cuyo extremo sur se encuentra, adosado a un par de pirámides, un juego de pelota. El Complejo Noreste es el más pequeño, y también cuenta con dos templos piramidales que circundan una plaza y alcanzan alturas de casi 20 m. Casi todos los monumentos esculpidos de Chactún se localizan en los complejos Oeste y Sureste. En total localizamos 20 estelas, de las cuales 9 contienen restos de imágenes o inscripciones, y 15 altares, 2 de ellos con evidencia de grabado. Particularmente interesante es la Estela 1, en la que se observan cartuchos jeroglíficos de estuco modelado y pintado en color rojo, lo que la convierte en un monumento excepcional. Afortunadamente, todavía se puede apreciar gran parte de la inscripción, con la fecha de cuenta larga 9.16.0.0.0, 2 ajaw 13 sek (5 de mayo de 751 d.C.). Al mencionar la erección de la estela, el texto se refiere a una “piedra roja” o “piedra grande” (chaktuun), término que nos inspiró para bautizar el sitio. Más adelante en el texto se hace referencia a un personaje, probablemente un gobernante local, de nombre Aj K’ihnich B’ahlam, relacionado con la erección del monolito. La Estela 12, que también contiene restos de un texto jeroglífico, se encuentra en

el juego de pelota del Complejo Oeste. En realidad sólo encontramos el fragmento superior del monumento, que fue reutilizado en la esquina noroeste de la cancha, donde se colocó con su extremo superior hacia abajo. En la cara frontal está tallado el rostro de un individuo, asociado a la cabeza de una serpiente con las fauces abiertas, mientras que en el texto en los costados se registra, muy probablemente, el final del katún en 9.16.0.0.0 e incluye una referencia al ciclo de 819 días. La mención de dicho ciclo en una inscripción procedente del enclave entre las regiones Río Bec y Chenes es del todo sorprendente, ya que su área de distribución se encuentra en los extremos oriental y occidental del área maya, registrándose en asentamientos como Palenque, Pomoná, Yaxchilán, Copán o Quiriguá. Otros monumentos relevantes en Chactún, ambos en el Complejo Sureste, son las Estelas 14 y 18, donde se plasmaron las efigies de personajes ricamente ataviados, así como registros calendáricos que hacen alusión a la fecha 9.15.0.0.0, 4 ajaw 13 yax (18 de agosto de 731 d. C.). La Estela 14 estaba, curiosamente, asociada a elementos arquitectónicos, incluyendo un muro que tapó una parte de su cara frontal. Así como muchas otras, la Estela 18 fue reutilizada en algún momento después de su erección original; sus dos fragmentos se encontraron en la esquina suroeste de la cancha del juego de pelota del Complejo Sureste, mientras que fragmentos de otras estelas formaban parte de las esquinas noroeste y sureste. La cerámica de superficie indica una ocupación continua desde por lo menos el Preclásico Tardío hasta el Clásico Terminal o comienzos del Posclásico Temprano. Aparte de los porcentajes de los tipos cerámicos identificables, también los monumentos con fechas sugieren que el asentamiento alcanzó su apogeo durante el Clásico Tardío. Un hallazgo interesante lo representan los fragmentos de incensarios del tipo Chen Mul Modelado, encontrados en las inmediaciones de la Estela 1. Pertenecientes al Posclásico Tardío, estos tiestos constituyen casi la totalidad de la cerámica de esta época encontrada en el sitio. Aunque resulta evidente que, después del Clásico Termi-

Chactún Tamchén Lagunita

Zon a núcleo norte

Reserva de la Biosfera de Calakmul Área de amortiguamiento

CAMPECHE

Becán CAMPECHE

Xpujil

GUATEMALA

Chactún, Tamchén y Lagunita están en la parte oriental del estado de Campeche. ILUSTRACIÓN: RAÍCES

nal, la ocupación del asentamiento fue muy reducida u ocasional, parece significativo que la singular Estela 1 siguió siendo respetada y venerada aún muchos siglos después de su erección.

Tamchén Más de 30 chultunes, concentrados en las dos plazas principales, constituyen tal vez la característica más llamativa del sitio, ubicado a 6 km al sureste de Chactún y más pequeño que este último. Algunos alcanzan profundidades inusitadas de hasta 13 m, a las que alude el nombre que escogimos para el sitio (“pozo profundo”, en maya yucateco). Aunque la cerámica recolectada en la superficie indica una ocupación continua desde el Preclásico Medio hasta el Clásico Terminal, en la muestra recolectada prevalecen los tipos del Preclásico y el Clásico Temprano. Llama la atención que en algunos chultunes fue encontrada únicamente cerámica del Preclásico Medio y Tardío. Entre los edificios monumentales que componen el núcleo del asentamiento, rodeando varias plazas, se destaca una acrópolis con un conjunto triádico en su parte superior; tanto la configuración triádica como la cerámica asociada permiten concluir que el sitio llegó a ser un centro relativamente importante en el Preclásico. Otro edificio

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Detalle de la cara posterior de la Estela 1. Los glifos de estuco modelado conservan restos de color rojo.

Estructura A-1

Estela 18

Juego de pelota Juego de pelota

FOTO: IVAN ŠPRAJC

Altar 13 Estela 14

Altar 14

Los dos fragmentos de la Estela 18 de Chactún se encontraron en una esquina del juego de pelota del Complejo Sureste.

Cara frontal de la Estela 18 de Chactún.

FOTO: IVAN ŠPRAJC

FOTO: IVAN ŠPRAJC

La Estela 14 de Chactún tiene la fecha 9.15.0.0.0. FOTO: IVAN ŠPRAJC

El Altar 14 de Chactún, que está fragmentado e incompleto, se encontró en la plaza principal del Complejo Sureste. En su superficie lateral se conservan algunos glifos e imágenes de personajes recostados, probablemente cautivos.

Č

Cara frontal

Cara derecha

Cara posterior

Cara izquierda

Estela 12 de Chactún.

DIBUJO: OCTAVIO ESPARZA

DIBUJO: OCTAVIO ESPARZA

Cara frontal

MODELO DIGITAL: ALEŠ MARSETIČ

Este sitio, situado a casi 6 km al suroeste de Tamchén, es más grande que este último pero más pequeño que Chactún. Al descubrir una impresionante portada 22 / Arqueología Mexicana

FOTO: IVAN ŠPRAJC

Cara derecha

Chactún es el más grande de los tres sitios. Sus tres núcleos con arquitectura monumental cubren una superficie de más de 20 hectáreas. La extensión total del antiguo asentamiento es aún desconocida. Vista noreste del Complejo Oeste, Chactún, Campeche.

Lagunita

FOTO: IVAN ŠPRAJC

FOTO: OCTAVIO ESPARZA

Cara izquierda

Estela 1 de Chactún.

prominente es la Estructura 1, un templo piramidal con un santuario superior parcialmente expuesto, que alcanza los 15 m de altura. En Tamchén también se encontraron monumentos esculpidos, aunque sólo la Estela 1, localizada en la plaza inmediatamente al sur de la Estructura 1, conservaba grabados, de los cuales sólo era legible un cartucho jeroglífico con la representación del día 3 ajaw, seguramente vinculado con alguna fecha de final de periodo. A un lado de la estela se encontró una punta de flecha unifacial, cuya forma y elaboración permiten saber que corrresponde al Posclásico y que, posiblemente, formaba parte de una ofrenda.

El Altar 13 de Chactún, apoyado en tres piedras con forma cilíndrica, está en la orilla oeste del Complejo Sureste.

Estela 14 de Chactún. En la cara frontal se conservan restos de estuco modelado que formaban parte de la representación de un personaje ricamente ataviado. La función del monumento fue alterada en una época posterior a su erección, cuando le fue adosado un muro que tapó una parte del frente; en un momento aún más tardío se construyó una plataforma que cubrió el muro y una gran parte de la estela.

zoomorfa nos dimos cuenta de que se trataba del sitio que en los setenta del siglo pasado visitó el investigador norteamericano Eric von Euw, quien nunca publicó su hallazgo, pero cuyos bocetos de una parte de la portada y de algunos monumentos se encuentran en el Museo Peabody de la Universidad de Harvard. Gracias a que teníamos copias de esos dibujos, amablemente proporcionadas por el investigador austriaco Karl Herbert Mayer, pudimos identificar el sitio como Lagunita. El núcleo del sitio consta de tres grupos de arquitectura monumental, con diferentes características. El Grupo A, situado sobre una elevación natural, es el más grande y más complejo. Sus edificios delimitan dos plazas contiguas, la primera enmarcada por voluminosos edificios alargados y la otra, inmediatamente al poniente, caracterizada por estructuras diferentes y orientada con su frente principal hacia el poniente, dirección en la que

mira la imponente fachada zoomorfa. A unos metros al noroeste se encuentra un juego de pelota. El Grupo B, en la planicie al sur del Grupo A, se caracteriza por estructuras alargadas cuya diferencia de altura y orientación confieren a la plaza una forma irregular y sugieren diferentes etapas constructivas. El Grupo C, dispuesto arriba de una loma a un centenar de metros al oriente del Grupo A, es el que tiene el menor número de estructuras y cuenta con una plaza delimitada por un edificio alargado en su costado poniente, un montículo menor en el lado sur y otra pequeña plaza elevada hacia el norte, sobre cuyo lado norte se erige la única pirámide del asentamiento, que alcanza los 13 m de altura sobre el nivel de la plaza. El rasgo arquitectónico más sobresaliente del sitio es, sin duda, la fachada zoomorfa en la orilla poniente del Grupo A: se trata de una portada “integral” que representa las fauces abiertas del monstruo

Vista suroeste del Complejo Sureste, Chactún. MODELO DIGITAL: ALEŠ MARSETIČ

de la tierra, acompañado por una cascada de mascarones laterales de perfil. La parte superior del monstruo ya no se encuentra in situ, debido al colapso del dintel de la puerta, pero los demás elementos iconográficos se pueden apreciar casi por completo, incluyendo los colmillos que sobresalen de las encías redondeadas a ambos lados de la puerta y los ojos globulares enmarcados por los párpados cubrecejas flamígeros, todo en un sabio juego de luces y sombras obtenido gracias a las diferentes profundidades de los elementos decorativos. Arriba del ojo, en la parte meridional (derecha) de la portada, puede aún apreciarse un dintel de madera; otro más se conserva en los cuartos abovedados en la parte oriente del edificio que sustenta la portada zoomorfa.

Asociados a los tres grupos hallamos 12 altares y 10 estelas, entre las que sobresale la Estela 2, colocada inmediatamente al sur del Grupo A. En su cara frontal se observa un texto jeroglífico con la fecha 9.14.0.0.0, 6 ajaw 13 muwaan (1 de diciembre de 711 d.C.), que hace referencia al grabado de la estela. El nombre del gobernante que mandó erigir el monolito está borrado, pero el texto conservado menciona que se trata de un señor de 4 katunes, indicando que para ese momento transitaba alrededor de su séptima década de vida. Igualmente interesante es el Altar 1, localizado al centro de la plaza principal del Grupo B: es una piedra de forma rectangular en cuyos cuatro costados están grabados los glifos ajaw con diferentes coeficientes. Debido a que los numerales de-

crecen en un factor de dos unidades, bien puede tratarse de una cuenta de katunes. Por sus características morfológicas destacan también los altares 2 y 3, ubicados en la plaza principal del Grupo B. Se trata de monumentos de planta circular con forma de clavo. Los monumentos esculpidos, sobre todo la fecha en la Estela 2, sugieren que el sitio vivió su auge en el Clásico Tardío, pero en la cerámica de superficie, que evidencia la ocupación desde el Preclásico Medio, están igualmente bien representados los tipos del Clásico Temprano. Algunos tiestos indican una ocupación esporádica u ocasional durante el Posclásico, entre los que cabe mencionar fragmentos de incensarios de los tipos Chen Mul Modelado y Cehac-Hunacti Compuesto.

Chactún, Tamchén y Lagunita. Primeras incursiones arqueológicas a una región ignota / 23

La característica más llamativa de Tamchén son más de 30 chultunes, que se concentran en dos plazas principales. Estructura 1, vista norte, Tamchén. FOTO: IVAN ŠPRAJC

Enigmas por resolver Chactún, Tamchén y Lagunita proporcionan información que, en varios aspectos, resulta inesperada y hace evidente el potencial de los sitios y del área para futuras investigaciones. En primer lugar, llaman la atención algunos rasgos poco comunes, e incluso peculiaridades que no se habían documentado en otros sitios mayas. Dos altares de Lagunita tienen una forma curiosa de cabeza de clavo. Mientras que en los textos jeroglíficos aparecen normalmente en un número par de columnas, la inscripción en la Estela 2 de Lagunita tiene tres y la fecha de la cuenta larga está incompleta. En Tamchén, decenas de chultunes se encuentran dispersos en dos plazas; algunos están parcialmente colapsados o rellenados con material acumulado a través de los siglos, pero otros todavía tienen profundidades de más de 10 m. Aunque los chultunes son comunes en los sitios mayas, sus profundidades y alta concentración en el centro cívico y ceremonial del antiguo asentamiento representan una peculiaridad de Tamchén. Finalmente, resulta sorprendente que los

glifos y motivos iconográficos en algunos monumentos de Chactún fueron elaborados en estuco pegado a la piedra, particularmente bien conservados en las estelas 1 y 14. Sólo las investigaciones futuras en la extensa región arqueológicamente no explorada hacia el norte podrán revelar si tales características, que por el momento parecen ser singulares, eran en realidad comunes en un área más amplia. Si bien algunos estudiosos, al considerar las similitudes entre los estilos arquitectónicos Río Bec y Chenes, propusieron la existencia de una continuidad estilística en la zona intermedia, ahora resulta que las relaciones con las regiones circundantes eran más complejas y variables. Considerando que uno de los elementos típicos del estilo Río Bec lo constituyen las portadas en forma de fauces abiertas del monstruo terrestre, no es sorprendente la presencia de una fachada zoomorfa en Lagunita, que se localiza a escasos 15 km al noroeste de Becán, el sitio más grande de la zona Río Bec. Contrario a las expectativas, sin embargo, Chactún, Tamchén y Lagunita se caracterizan por monumentos con inscripciones, templos piramidales y voluminosos edificios dispuestos en torno a grandes plazas, elementos que contrastan fuertemente con los cercanos sitios de Río Bec, donde no hay concentraciones tan grandes de edificios monumentales, los grupos arquitectónicos son típicamente más pequeños y cuentan con menos estructuras, las estelas con inscripciones son escasas y, en lugar de pirámides verdaderas, son comunes las torres

Una característica de varios chultunes o pozos de Tamchén es la boca cuadrangular, construida con piedras, que remata un tiro cilíndrico. Las piedras finamente labradas en forma cilíndrica encontradas junto a algunos chultunes dan la impresión de que no se trata de tapas sino de pequeños altares; éstos y la gran concentración de chultunes en el núcleo del sitio hacen pensar que su función fue más ritual que práctica. FOTO: IVAN ŠPRAJC

24 / Arqueología Mexicana

a manera de pirámides “falsas”. Aunque también Kajtún, sitio periférico de Río Bec, cuenta con basamentos piramidales, edificios alargados e inscripciones, no deja de llamar la atención que, a pesar de la cercanía de diversos sitios que pertenecen a la esfera Río Bec, varios aspectos de Chactún, Tamchén y Lagunita son notablemente diferentes y más cercanos a la tradición Petén. La cerámica de los tres sitios manifiesta conexiones claras con la zona Río Bec durante el Clásico Tardío, pero también con el Petén. Lo que resulta particularmente inesperado y significativo es que, para los periodos anteriores, son mucho más evidentes las relaciones con las Tierras Bajas del norte, no sólo con la zona de Chenes sino incluso con el occidente de Campeche y el sur de Yucatán. Diversos monumentos de Chactún y Lagunita fueron, en algún momento después de su erección primaria, modificados o rotos y reutilizados en posiciones secundarias. La reutilización de los monumentos del Clásico o de sus fragmentos se ha registrado en otros sitios de las Tierras Bajas, por ejemplo en Cobá, Tikal, Uaxactún y La Milpa. Para el caso de los sitios estudiados son ilustrativos los resultados de los recientes análisis de la cerámica de Becán: se ha mostrado que la ciudad sufrió un notable abandono a mediados del siglo viii y que la reocupación, unas décadas más tarde, fue acompañada por una tradición cerámica diferente. Un escenario parecido puede suponerse, en vista de la cercanía de Becán, también para Chactún y Lagunita: si la fecha 751 d.C. registrada en las estelas 1 y 12 de Chactún –la más tardía conocida al momento en estos sitios– corresponde a los últimos años de su apogeo, la mutilación y la reutilización de los monumentos bien podría explicarse como la ruptura de la tradición y la posterior llegada de grupos foráneos. Aunque los textos jeroglíficos que hemos documentado contienen pocos datos históricos, llama la atención que las tres fechas confiables de cuenta larga, grabadas en Lagunita (711 d.C.) y Chactún (731 y 751 d.C.), corresponden precisamente al periodo en que el poder de la dinastía Kaan, asentada en Calakmul, disminuyó de manera definitiva, debido a las derro-

Portada zoomorfa en Lagunita. Encima del ojo del monstruo de la tierra hay un dintel de madera. FOTO: IVAN ŠPRAJC

Grupo C Grupo A

Portada zoomorfa

Grupo B

Juego de pelota

Altar 2

Altar 1

Estela 2

Estela 2 de Lagunita.

Glifos 4 ajaw y 2 ajaw en una de las caras del Altar 1 de Lagunita.

El Altar 2 de Lagunita tiene forma de cabeza de clavo. En su cara superior se conservan restos de cartuchos jeroglíficos.

DIBUJO: OCTAVIO ESPARZA

FOTO: IVAN ŠPRAJC

FOTO: IVAN ŠPRAJC

Lagunita está situado aproximadamente a 6 km al suroeste de Tamchén, y es más grande que éste, pero más pequeño que Chactún. El lugar fue visitado por el investigador norteamericano Eric von Euw en 1970. MODELO DIGITAL: ALEŠ MARSETIČ

tas que sufrió a manos de su eterno enemigo Tikal en los años 695 y 736. A raíz de estos acontecimientos comenzó el proceso de descentralización y fragmentación política en las Tierras Bajas centrales, lo que hizo posible el fortalecimiento de pequeñas dinastías locales, como parece haber sucedido en Oxpemul. Por lo tanto, si la conmemoración de las fechas registradas en Chactún y Lagunita refleja el aumento de su poder político en la región, cabe preguntarnos si tal desarrollo no fue condicionado precisamente por los procesos referidos. Sin embargo, una explicación alternativa, y quizá aún más probable, es que tanto el ascenso de estos sitios –que pudo haber empezado antes del siglo viii– como su declive estuvieron de alguna manera relacionados con los procesos paralelos en Calakmul. Por el momento no sabemos a qué épocas corresponden diversos casos de reutilización de los monumentos, pero los vestigios del Posclásico –la cerámica en Chactún y Lagunita y la punta de flecha en Tamchén– representan un claro testi-

monio de que la ocupación, aunque esporádica o somera, continuó durante varios siglos después del auge de estas ciudades. En vista de lo expuesto, resulta evidente la relevancia de la información que ofrecen los tres sitios recientemente documentados. Las investigaciones futuras podrán arrojar luz sobre diversas cuestiones de su historia cultural, su interacción con las regiones circunvecinas y su papel en la geografía política en el Clásico, así como sobre los procesos en el todavía enigmático periodo de crisis que siguió y que, hacia el año 1000, de-

sembocó en el colapso total de la gran mayoría de los estados en esta parte de las Tierras Bajas mayas. • Ivan Šprajc. Arqueólogo, investigador del Centro de Investigaciones de la Academia Eslovena de Ciencias y Artes (zrc sazu), Ljubljana, Eslovenia. • Octavio Esparza Olguín. Arqueólogo y epigrafista. Estudiante de doctorado en la unam. • Arianna Campiani. Arquitecta, doctora por la unam. • Atasta Flores Esquivel. Arqueólogo, maestro por la unam. • Aleš Marsetič. Geodesta, investigador titular del zrc sazu, Ljubljana, Eslovenia. • Joseph W. Ball. Arqueólogo y especialista en la cerámica maya. Profesor emérito de la San Diego State University, EE.UU.

Para leer más… Ball, Joseph W., “Rethinking the Becán ceramic sequence: continuities, disjunctions, segmentation, and absolute chronology”, en Latin American Antiquity, 25 (4), 2014, pp. 427-448. Gendrop, Paul, Los estilos Río Bec, Chenes y Puuc en la arquitectura maya, unam, México, 1983. Nondédéo, Philippe, y Alfonso Lacadena, “Kajtún, un nuevo sitio maya con monumentos esculpidos en la región Río Bec”, Journal de la Société des Américanistes, 90 (1), 2004, pp. 183-201. Šprajc, Ivan, “Exploraciones recientes en el sureste de Campeche”, Arqueología Mexicana núm. 86, julio-agosto de 2007, pp. 74-80. _____, ed., Reconocimiento arqueológico en el sureste del estado de Campeche, México: 1996-2005, bar International Series 1742 (Paris Monographs in American Archaeology, 19), Archaeopress, Oxford, 2008. _____, ed., Exploraciones arqueológicas en Chactún, Campeche, México, Prostor, Kraj, Čas 7, Založba ZRC, Ljubljana, 2015 (http://iaps.zrc-sazu.si/sites/default/files/pkc07_sprajc.pdf). Šprajc, Ivan, AtastaFlores Esquivel, Saša Čaval y María Isabel García López, Reconocimiento arqueológico en el sureste de Campeche, México: Temporada 2007, Prostor, Kraj, Čas 4. Založba zrc, Ljubljana, 2014 (http://iaps.zrc-sazu.si/ sites/default/files/pkc04_sprajc_0.pdf.).

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