Cercas y muros de piedra para el manejo de barrancadas y aprovechamiento de paja de río

July 9, 2017 | Autor: Jacinta Palerm | Categoría: Organización Social Y Riego
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Descripción

Antología sobre pequeño riego, vol. III Sistemas de riego no convencionales

editor: Jacinta Palerm Viqueira 2002 Colegio de Postgraduados ISBN 968-839-363-0

VI. Cercas y muros de piedra para el manejo de barrancadas y aprovechamiento de paja de río Cirila Avila Castillo y Jacinta Palerm Viqueira Introducción La comunidad de Santiago Chazumba es un municipio del estado de Oaxaca que se encuentra en el trayecto Tehuacán-Huajuapan de León, de la carretera federal 125. Su localización es aproximadamente a los 18° 15’ latitud norte y 97° 40’ longitud oeste. Según SARH (1980) la vegetación corresponde a un matorral oligocilindrocaule afilo, que predomina en un clima semicálido seco con lluvias en verano, temperatura media anual de 20 a 24° C y precipitación pluvial de 500 a 750 mm. La época regular de lluvias inicia en el mes de mayo y sigue un comportamiento irregular, dependiendo del año, hasta finalizar con unas pocas lluvias a mediados y finales de septiembre. Las lluvias son moderadamente torrenciales, no permiten una buena infiltración y provocan una marcada erosión en los suelos, ya muy perturbados de por sí, entre otras causas por su topografía suavemente quebrada. Las tierras de las parcelas de la comunidad no son del todo fértiles; aunado a esto, los campesinos no acostumbran hacer uso excesivo de agroquímicos por diversas razones. Primero, porque se trata de una zona de agricultura de subsistencia, donde el patrón de cultivos se reduce a frijol, maíz, calabaza y en algunas ocasiones siembra de alfalfa y hortalizas como cilantro y rábano, utilizados en su mayoría para el autoconsumo y en algunas ocasiones para el intercambio (trueque) o pequeña venta. De tal forma que utilizar agroquímicos o pesticidas en el proceso de trabajo aumenta el costo de

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producción, lo cual no es redituable para el productor. Otra razón radica en que no hay disposición de agroquímicos en la comunidad, de tal forma que el transporte de éstos representa un costo adicional al proceso de producción que sólo lo pueden cubrir productores con más recursos económicos, para los cuales la agricultura no es el principal medio de subsistencia. El uso de maquinaria es poco común, dado que la tenencia de la tierra es de ½ a 1 ha. Unicamente algunos campesinos cuentan con 2 a 3 ha., mismos que tienen recursos para renta de maquinaria; el resto utiliza tracción animal para evitar incremento en los costos de producción. Como estrategia de supervivencia los campesinos han buscado alternativas que incluyen la recolección de especies vegetales silvestres para consumo (cactus, flores, frutos, semillas), mantener solares con diversidad de especies (medicinales, ornamentales, frutales y hortalizas), hacer rotación e intercalado de cultivos, sembrar dos cultivos anuales, aprovechar abonos animales, paja de río en épocas de lluvia y obtener humedad mediante el aprovechamiento del agua de la barranca da y en ocasiones construcción de norias (pozos). Dado que entre los problemas más intensos en la comunidad son la erosión, poca fertilidad de la tierra y escasa humedad, se realiza la practica de aprovechamiento de tierra o paja de río, (conocida por Fortanelli 1997 como enlamado) durante las primeras lluvias, a mediados del ciclo de lluvias y al final de este periodo, por la necesidad de contribuir a la fertilidad y humedad de las parcelas ubicadas a la orilla del río.

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Aprovechamiento de paja de río La técnica se ha venido practicando por la necesidad de proveer a la parcela de fertilidad que en este caso la puede proporcionar la paja de río rica en materia orgánica, desechos animales y otros acarreados por el agua. Así, durante los meses de abril y mayo, los campesinos se disponen a tomar sus palas y azadones para abrir caño o zanja y preparar sus terrenos para aprovechar las primeras barrancadas que proveerán de paja , lama y humedad a la parcela. La apertura anual del caño o zanja se debe a las condiciones en las que haya quedado el río después de las últimas lluvias del año anterior y a lo accesible que se encuentre la zanja vieja. Algunas veces sólo se repara la zanja o en otros casos se vuelve a construir una nueva dependiendo como vaya a ir la corriente. En algunas ocasiones, sobre todo cuando la ubicación de las parcelas lo permite, el caño se abre a partir del canal de riego y así se distribuye mejor y más rápido por toda la parcela el agua que contiene material de arrastre (hojarasca de árboles, excremento animal, raíces, tierra fértil y lama) proveniente de parcelas, de la zona de monte y de aguas arriba. En otros casos, será necesario construir un caño de 40 a 50 cm de ancho y distinto largo desde la orilla del río donde habrá mayor creciente o donde se encuentra el nivel adecuado para conducir el agua hasta la parcela. En ambos casos todo queda preparado, únicamente es necesario establecer un obstáculo (piedra o tronco) a manera de protección que se quitará cuando llegue la hora. Cuando se presentan las primeras lluvias el río trae la mejor calidad de barrancada, ya que fueron suficientes 4 a 6 meses de no llover para acumular hojarasca, lama y estiércol. Es así como después de una lluvia y justo

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cuando ha disminuido la fuerza de la corriente, se retira el obstáculo para desviar la barrancada de la orilla del río hasta las parcelas por medio del caño o zanja que se destruye rápidamente si la cantidad de agua es excesiva, o sólo se obstruye para utilizarlo a finales del ciclo de lluvias y poder proveer nuevamente de humedad, paja y lama al cultivo de otoño-invierno. En ciertos casos, la construcción del caño o zanja se lleva a cabo justo el día de las primeras lluvias, esto según algunos campesinos, es mejor trabajar de acuerdo a como venga el agua (cantidad de agua, paja y dirección de la corriente), que hacer otra zanja por el cambio de dirección del agua. Cabe mencionar que el aprovechamiento de la materia orgánica que acarrea la barrancada se lleva a cabo en dos épocas del año principalmente: la primera durante las primeras lluvias (abril-mayo) para proveer de humedad y paja al terreno en tanto las lluvias son más frecuentes, y la segunda en los meses de agosto-octubre momento en que finalizan las lluvias y existe la necesidad de mantener húmedo el suelo para el cultivo de otoño invierno que estará establecido cuando ya no llueva. Existe la posibilidad de hacer un encharcamiento entre los meses de mayo a agosto en caso de que se haya presentado un tiempo prolongado sin llover y la tierra lo requiera, sin embargo, esto no se realiza con frecuencia. En casos donde se encuentran tierras susceptibles de regarse por la diferencia de niveles, se emplean bombas de gasolina para subir el agua del río a las parcelas. Sin embargo esta actividad se realiza dos o tres días después de una fuerte barrancada , ya que es cuando el agua se encuentra menos turbia para obstruir el paso por las mangueras. Esta agua, aunque en pocas cantidades contiene materia orgánica que llega hasta la parcela y contribuye a su fertilidad, así, después de tres a cinco años, se encuentra una gran cantidad de materia

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orgánica y las características de la parcela se diferencian por suelo molido muy poroso y poco compacto que se encuentra sobre la superficie y en las primeras capas de suelos ya volteados. Esto permite realizar mejor y más rápido las labores a los cultivos y la misma paja contribuye a reducir pérdidas de humedad por evaporación. La parcela se deja inundar unos 15 a 20 cm. si aún no hay surco y un poco más (30 cm.) cuando ya existe el surco. En ambos casos existe un bordo en la periferia de la parcela para evitar derrames y pérdida de la paja. Este bordo en la mayoría de los casos se encuentra cubierto de pasto u otras arvences como protección. El bordo es permanente y se va reparando cuando se observan algunos daños o cuando este tiende a perderse. Su altura es aproximandamente entre 35 a 45 cm. Algunos campesinos indican que en lugares donde se ha encharcado con agua de río que contiene paja y lama, el suelo no se saliniza y requiere menos o escaso aporte de fertilizante. Sin embargo la práctica ha sido abandonada poco a poco porque requiere tiempo y fuerza de trabajo, además de que en la actualidad hay más acceso a los fertilizantes químicos. La lama y paja que quedan entre las rocas, bajo los árboles y entre los troncos que ha acarreado la barrancada y que es difícil que llegue a las parcelas cercanas al río, es aprovechada una vez apaciguada la barrancada, por algunas personas para fertilizar el suelo de sus solares y por los propios estudiantes de secundaria para fertilizar los jardines, ya que gran parte de los suelos ubicados en la parte norte de la población son de material calcáreo tipo tepetate muy compactos que requieren aporte de materia orgánica para hacerlos más porosos y fáciles de trabajar. Es así como después de una buena lluvia o de lluvias moderadas secuenciales,

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la gente se dirige al río para llevar en carretillas o botes, tierra de río de peso muy ligero rica en materia orgánica. Cercas de ramas, carrizo y alambre de púas La construcción y mantenimiento de cercas de ramas, carrizo y alambre de púas es una actividad que se lleva a cabo una vez al año durante los meses de abril a mayo con diferentes propósitos: como límite entre parcelas, barrera rompeviento, para aprovechar la materia orgánica que baja de las barrancadas y para evitar que el agua penetre con fuerza a la parcela y destruya el cultivo y se lleve el terreno. Las cercas que se construyen para el aprovechamiento de los desechos de la barrancada generalmente se ubican a la orilla del río, donde a su vez se encue ntran los árboles más viejos de sauce llorón y sabinos que fueron plantados con el propósito de utilizarlos como estacas vivas para apoyo del cerco, el cual entretejen con ramas del mismo sauce y carrizo para ir formando el cerco. Al mismo tiempo, es necesario construir una o dos trancas (puerta rústica de alambre de púas y troncos) en la periferia del cerco que servirán de entrada del agua de la barrancada . La técnica para aprovechar la paja de la barrancada la realizan dos personas que utilizan pala, rastrillo y un palo de 2 m. de largo. Lo principal es esperar las primeras lluvias y desviar inmediatamente la barrancada por las trancas hacia la parcela. Esta actividad estará bajo la responsabilidad de una persona, quien de acuerdo cn la cantidad de agua y paja, decidirá abrir las dos trancas o una sola, para distribuir la paja grande hacia la orilla del corral o cerco a manera de reforzar, tapar huecos e ir cerrando el cerco.

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La otra persona se dedicará a distribuir la paja más pequeña y la lama por los surcos de la parcela y la contigua, siempre y cuando ésta pertenezca a algún familiar cercano y haya cierto acuerdo de ayuda mutua. Cuando la cantidad de paja ha disminuido y la cantidad de agua es suficiente, las trancas se vuelven a cerrar y a éstas se les entretejen varas de carrizo y ramas para evitar el paso del agua. La paja de la barrancada también se concentra en la parte exterior del cerco; en muchos casos y sobre todo cuando forma una capa muy gruesa, ésta la retira el dueño de la parcela con una pala y la introduce a su parcela para hacer más fértil el terreno o para abonar árboles frutales. En estos casos las tierras son aptas para sembrar dos veces al año (cultivo de primavera-verano y otoñoinvierno) una variedad de cultivos, entre los cuales destacan maíz, frijol, calabaza, algunas hortalizas como cilantro y rábano; frutales como aguacate , limón , guayaba y tempezquisle. La técnica de cercas a la orilla de ríos de aguas broncas para el manejo de la barrancada es semejante a lo descrito para Sonora por Nabhan y Sheridan (1977). Por su parte las cercas en su técnica de construcción, pero con una ubicación distinta, asemejan a los llamados estacados en San Luis Potosí (Charcas 1984:59-66, 8082), y una foto en Anaya (2000:148, Figura 43) intitulada “Manejo de escorrentías superficiales y construcción a mano de terrazas con estacas y ramas en Nochixtlan, Oaxaca”. Muros o barreras de piedra Los muros o barreras de piedra son construcciones de piedra de laja que se levantan en cualquier época del año en terrenos ubicados a la orilla del río y al mismo

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nivel de éste. Se pone muro de piedra cuando la parcela y el arroyo están al mismo nivel, y la cerca sería insuficiente Los muros de piedra sirven para evitar que el agua penetre con fuerza a la parcela y destruya el cultivo y para desviar, por una orilla del muro, el agua de barrancada hasta las parcelas que se encuentran hacia adentro. Para la construcción del muro es necesario buscar las piedras más planas e ir acomodando unas sobre otras utilizando una plomada para nivelar y evitar derrumbes por la fuerza de agua. Cuando bajan las primeras barrancadas y si éstas traen suficiente paja y lama, el dueño de la parcela bordeada de muro o los vecinos que tienen su parcela hacia adentro, abren parte del muro y dejan pasar un poco de barrancada . Ésta, necesariamente se conduce por el canal de riego, de tal forma que el muro sólo se abre cuando se va aprovechar la barrancada y se cierra y limpia al término de la actividad para evitar azolves en el canal. Referencias Anaya Garduño, M. 2000 “Derivación y Distribución de Torrentes”, en Manual de Captación de Agua de Lluvia, Experiencias en América Latina. Oficina Regional de la FAO para América Latina y el Caribe, Serie: Zonas Áridas y Semiáridas núm.13, Santiago, Chile En línea: http://www.rlc.fao.org/prior/recnat/tya.htm#manu al SARH 1980 Coeficiente de agostadero de la República Mexican: Oaxaca.

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Charcas, H. 1984 Estudio de los principales sistemas de producción de cosechas de secano en el altiplano potosino. Tesis profesional. Escuela de Agronomía, Universidad Autónoma de San Luis Potosí, San Luis Potosí. Fortanelli Martínez, J. 1997 “Pequeña agricultura de regadío” en T. Martínez Saldaña y J. Palerm Viqueira (ed.) Antología sobre pequeño riego [vol. I] Colegio de Postgraduados, México. En línea: http://isei.colpos.mx/~jpalerm http://www.geocities.com/jacinta_palerm/ Nabhan, G. P. y T. E. Sheridan 1977 “Living fencerows of the rio San Miguel, Sonora, Mexico: traditional technology for floodplain management” Human Ecology 5 (2):97-111.

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Foto VI-1 Cerco “descuidado” de una parcela, el cual se reparará entre los meses de abril y mayo, fecha en la que se aproximan las lluvias y será necesario proveer a la parcela de humedad y paja de río a través de las primeras barrancadas. Foto VI-2 Cerco de una parcela, utilizando árboles vivos y troncos, entretejidos con ramas de sauce y carrizo. Atrás del cerco, en la parcela, caseta para guardar herramienta. Foto VI-3 Cerco de piedra que protege la parcela de las grandes avenidas y que a su vez permite la derivación de agua y paja de río en las primeras barrancadas.

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