Ceguera y Fotografía

July 24, 2017 | Autor: Valentina Ahumada | Categoría: Antropología
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Descripción

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El mismo fue organizado por la Secretaría de Cultura de Salta y la Dirección General de Políticas Sociales para Personas con Discapacidad. Se llevó a cabo en la Biblioteca Provincial de la ciudad de Salta, 2010-2012. Coordinado por Víctor Notarfrancesco y Mariana Morena.
http://centrodelaimagen.conaculta.gob.mx/
Desde el año 1992.
Por ejemplo: el Paisaje, el Retrato, Fantasmas, el Museo, el Circo y la Lucha Libre.
Considerada como un término global que hace referencia a las deficiencias en las funciones visuales y estructurales del ojo y/o sistema nervioso, y las limitaciones que presenta un individuo al realizar una tarea o acción en un contexto "normalizado", tomando como parámetro su capacidad-habilidad real y las restricciones en su desempeño.
La construcción del otro como diferente, diverso o desigual fue desarrollada por los antropólogos Boivin, Rosato y Arribas (1989).
Fotógrafo ciego nacido en Eslovenia, 1946.
Para Bavcar el deseo de imágenes y la memoria resultan estrechamente vinculados.
"El deseo de imágenes consiste en la anticipación de nuestra memoria y en el instinto óptico que desea apropiar para sí el esplendor del mundo: su luz y su sombra". E. Bavcar, Revista Luna Córnea, n°17 "La Ceguera", México.
Sostienen que la visión trasciende las capas sociales, las capacidades y potencialidades de cada individuo; entendiendo que cada uno de nosotros poseemos una imagen de nuestro mundo, de nuestro lugar, de nuestra familia y de nosotros mismos, construida por las vivencias, la educación, los sentidos y la sensibilidad de cada persona.
Víctor Notarfrancesco y Mariana Morena.
Limitada por fronteras sociales y culturales
Es una enfermedad ocular crónica de origen genético; se caracteriza por una degeneración progresiva de la estructura del ojo sensible a la luz, la retina, que produce como síntomas principales una disminución lenta pero progresiva de la agudeza visual que en las primeras etapas afecta predominantemente la visión nocturna y al campo periférico, manteniéndose sin embargo la visión central.
Cuenta que en otra oportunidad, sabiendo que había una vicuña cerca de unos tarros con agua, logró ubicarla por el ruido que hacía al tomar agua logrando fotografiarla.
Que figura como domicilio legal de la asociación.
Enfermedad genética hereditaria de carácter progresivo, afecta el colágeno que forma parte importante del tejido conectivo. Dentro de los síntomas se encuentran enfermedades que afectan a los ojos, enfermedades óseas, también puede existir pérdida de audición, escoliosis y dificultades de aprendizaje.
A través del uso articulado de los símbolos, es posible formar otros colores además de los primarios; también variar la intensidad, los valores de luz y oscuridad en las tonalidades.








Ceguera y Fotografía
Fotografías de personas ciegas que ven












Antropología e Imagen 2014
Ahumada Valentina


Índice
Introducción
La construcción del discapacitado como otro
La ceguera y los estereotipos sociales en relación a sus capacidades
Una mirada de la discapacidad desde una antropología de los sentidos
La Mirada Invisible
La experiencia de Félix
La experiencia de Matías
Conclusión
Bibliografía
Anexo

















Introducción
El motivo de realizar un trabajo dentro de la antropología, sobre un taller de fotografía para ciegos realizado en la ciudad de Salta, surgió de la inquietud de articular por un lado la imagen, la ceguera y la fotografía. Y por el otro, reflexionar sobre los prejuicios sociales referidos a cuáles son las capacidades que tiene una persona que ha perdido uno de sus sentidos, en este caso la vista, para realizar ciertas actividades que dentro de los estereotipos construidos socialmente, tienen una relación directa con el mismo, como es el caso de la fotografía. Entonces ¿Por qué pensar en un fotógrafo ciego puede generar tantas controversias? Cuándo la gente prejuzga ¿desde qué supuestos lo hace? ¿Cuáles son los estereotipos construidos socialmente que predominan en relación a la visión, a la ceguera y su posible articulación con la Fotografía? ¿Cuál es la idea más difundida en nuestra sociedad sobre cómo opera la vista?
Estas son algunas de las preguntas que surgieron en el transcurso de un proceso de investigación, iniciado a partir del conocimiento del "Proyecto Integrar: Taller de Fotografía para personas ciegas y de disminución visual" llamado: La Mirada Invisible, que se llevó a cabo en la ciudad de Salta. La primera reacción de las personas que se enteran del mismo, es la de asombro, seguida de una serie de preguntas como: ¿Es posible que sea cierto? ¿Las fotos salen movidas? ¿Cómo saben lo que sacan? ¿Qué satisfacción pueden sentir si no ven cómo salió lo que sacaron?, entre otras.
Fue un desafío trabajar sobre este taller, repensar la imagen, la percepción, los sentidos, y la posibilidad de cambiar la mirada que tenemos sobre las personas ciegas o con disminución visual, sobre sus capacidades y necesidades expresivas, y su relación con la imagen.
El proceso de investigación reveló que en el mundo existen muchos fotógrafos ciegos, y que en algunos países como México particularmente, se lleva a cabo una producción muy grande de esta disciplina. En este país se encuentra el Centro de la Imagen, un espacio que propicia el encuentro, la discusión y exhibición de la fotografía como experiencia artística, creado a principios de los años noventa por un grupo de fotógrafos; a través del cual se impulsa una política en el campo de la fotografía, que reconoce este ámbito como vínculo entre los diferentes campos del conocimiento, la expresión y comunicación humana, así como estimular la reflexión sobre la imagen como un proceso "cuyas transformaciones requieren una permanente revisión histórica que contempla sus inicios, aborda su presente y explora su porvenir".
En el Centro de la Imagen existe a su vez, una revista bilingüe: Luna Córnea, que se plantea como un espacio de reflexión y análisis de la fotografía, abordando diferentes temáticas entre las cuales se encuentra la ceguera.
Además de estas fuentes y de otras relacionadas con la experiencia fotográfica, con la imagen, y aquellas vinculadas a la discapacidad visual, principalmente el trabajo busca articular la información obtenida, con la experiencia particular de dos personas que participaron del taller de fotografía: Matias Amaro (15) y Félix Guitian (61), como una invitación a repensar de forma crítica aquellos estereotipos sociales que existen en relación a la ceguera y a su atribuida incapacidad, en este caso dentro de la disciplina de la Fotografía.
En una primera parte se abordará el tema de la discapacidad en forma general, entendiendo a la ceguera o disminución visual, como una sub-categoría dentro de la misma. De esta forma se expondrán algunas reflexiones que contribuyen a repensarla y concebirla como una construcción sociocultural determinada históricamente.
Una vez conceptualizada y problematizada la categoría de discapacitado, en relación a los lugares desde donde ha sido definida y las instituciones que intervienen en su determinación, se busca reflexionar sobre su relación con la Fotografía, y los estereotipos sociales en torno a la ceguera, teniendo en cuenta las particularidades actuales de la sociedad moderna caracterizada por una cultura visual y una hegemonía del sentido de la vista en relación a los otros sentidos.
La concepción de la vista como el sentido hegemónico y principal que interviene en la relación del hombre con el mundo, invita a su cuestionamiento cuando la realidad demuestra que existen casos protagonizados por personas que han perdido este sentido, y que al parecer carecen de la posibilidad de ver; se vuelve necesario entonces, reflexionar sobre cómo se experimenta lo sensible frente a la carencia de ese sentido, los sentidos y su participación en la interacción del hombre con el mundo circundante. La antropología de los sentidos se apoya en la idea de que las percepciones sensoriales no surgen solo de una fisiología, sino ante todo de una orientación cultural que deja un margen a la sensibilidad individual (Le Breton, 2007).
Tenemos en cuenta, así mismo el concepto de sinestesia, que hace referencia a una percepción del espacio multisensorial; donde los sentidos se corrigen, se relevan, se mezclan, remiten a una memoria, a una experiencia que toma al hombre en su integridad para dar consistencia al mundo. Y de acuerdo al tema principal de este trabajo (la relación entre ceguera y fotografía) sería una aproximación articular estas ideas como una posible explicación y comprensión de la existencia de fotógrafos ciegos. Así también, nos permite reflexionar sobre la singularidad de la ceguera, su inscripción en la experiencia del mundo, la construcción de imágenes y los diversos recursos, como la memoria y los sentidos, que son usados dentro del proceso, atendiendo sobre las particularidades existentes entre las relación imagen-ceguera.

La construcción del discapacitado como otro
La discapacidad puede entenderse como una categoría que ha sido construida socialmente, en un momento y lugar determinados; así podemos tener en cuenta dos características al pensar sobre esta construcción social: la diferencia y la diversidad.
La modernidad ha construido mecanismos de regulación y control de la alteridad, ha creado dispositivos de construcción de sujetos y regímenes de verdad; estos dispositivos y regímenes determinan a cada sujeto un lugar, una forma de conducirse, una función a desempeñar, para establecer a su vez, el adentro y el afuera, es decir para determinar la "inclusión" y la "exclusión" (Foucault, 1980)
La discapacidad como diferencia, puede entenderse más bien como sinónimo de carencia. Se califica e identifica al otro, como carente de un miembro o de un buen funcionamiento de un órgano. Así la diferencia marca la distancia entre un nosotros y un ellos. Sucede que teniendo estos parámetros de clasificación, de determinación, sólo se consideran los aspectos biológicos (médicos); se sitúa el origen de la carencia de oportunidades y de la desigualdad, en lo que el sujeto no puede hacer-pensar-comunicar con los demás y por lo tanto se niegan y desconocen las particularidades de las condiciones sociales, políticas, históricas y culturales (Almeida, 2011).
Debe mencionarse que de acuerdo al evolucionismo social, las personas que nacen o adquieren algún tipo de discapacidad, son situadas en un estadio de desarrollo inferior. Estas personas para lograr sub-sanarse y evolucionar hacia lo humano, considerado socialmente como normal, acceden a tratamientos de rehabilitación. La importancia que se asigna a los tratamientos de rehabilitación crea una vivencia en el sujeto discapacitado, y en su familia, de inferioridad e incompletud; estas personas son percibidas como incompletas, no sólo "anormales y diferentes", sino también inferiorizadas en su calidad humana, siendo incluso situadas en un estadio de subhumanidad.
Otra forma de construir la discapacidad es a través de la diversidad enfatizando la variación y multiplicidad de capacidades, que existe dentro de una sociedad. De acuerdo a esto, podría pensarse que todos somos discapacitados, todos tenemos capacidades diferentes, lo diverso es sólo variación. De acuerdo a la idea de que todos somos discapacitados para alguna tarea, o de alguna forma, aquello señalado como: defecto, falla o dificultad, se hace con respecto a un ideal de sujeto, que determina la discapacidad de cada uno.
Sin embargo aunque todos los sujetos tienen capacidades distintas, diferentes, existen algunas faltas-carencias-déficits que dis-capacitan más que otros, y que son considerados como anormales. De acuerdo a la organización de una sociedad determinada, a los comportamientos establecidos y estandarizados dentro de un régimen de reglas y convenciones explícitas e implícitas, las variaciones que transgredan este tipo de organización (lo convencional, normal), serán tomadas como capacidades diferentes y por lo tanto tendrán necesidades especiales. De alguna forma esta calificación que evita explícitamente el término discapacidad para nombrar a lo diverso, refuerza la naturalización de las normas de lo socialmente establecido como normal. Este argumento que propone un funcionamiento armónico y equilibrado del todo social, donde existe una complementariedad de las capacidades de unos y otros, y donde cada función adquiere sentido dentro de la lógica del todo; en realidad lo que hace es encubrir que hay funciones, tareas, capacidades que son socialmente más valoradas, y que por lo tanto otorgan mayor prestigio y reconocimiento social. En el caso de las personas ciegas, existe un acceso limitado a determinadas cosas, espacios y experiencias, a los cuales las personas videntes sí pueden acceder.

La ceguera y los estereotipos sociales en relación a sus capacidades
La ceguera denota la incapacidad de los seres vivos de captar visualmente las imágenes proyectadas de los objetos circundantes, siendo entendida como la falta de visión total o parcial que puede poseer una persona. Esta incapacidad está determinada por un mal funcionamiento del ojo, generado por alguna enfermedad de nacimiento, o adquirida en el transcurso de la vida. De acuerdo a la definición de la OMS la función visual se subdivide en cuatro niveles: visión normal; discapacidad visual moderada; discapacidad visual grave, y ceguera.
Generalmente se cree que las personas ciegas están limitadas para desenvolverse y desarrollar las actividades de la vida cotidiana de una forma normal, acorde a lo socialmente establecido, incluyendo en este caso la posibilidad de hacer uso de una cámara fotográfica. Esta postura muchas veces está fundada en ciertos prejuicios, estereotipos, desconocimiento, desinterés y omisión de responsabilidades. Los estereotipos pueden no ser completamente falsos, pero a menudo exageran algunos elementos de la realidad y omiten otros, pudiendo ser más o menos crueles y violentos pero careciendo siempre de matices, aplicando un mismo modelo a diferentes situaciones culturales y sociales, sin tener en cuenta las particularidades presentadas en cada caso de ceguera en su relación con el entorno, ni las diferentes historias de vida y trayectorias de cada persona (Burke, 2001).
Los estereotipos sobre la ceguera y las personas ciegas, están determinados por la mirada de una sociedad sumergida dentro de una cultura visual, que promueve una división entre un nosotros vidente, y un ellos invidente. De acuerdo a lo propuesto por el fotógrafo ciego Evgen Bavcar, existe actualmente una polución de imágenes que imposibilita apreciarlas realmente, generando una sociedad intolerante, desinteresada y emocionalmente insensible. Podríamos comprender los estereotipos en torno a la ceguera, como una inversión de la sociedad misma, que atribuye incapacidades a las personas que no tienen un buen funcionamiento de los ojos, siendo ella misma la que presenta una especie de ceguera, de incapacidad de apreciación y sensibilidad debido a la cantidad de imágenes que circulan. En realidad el mundo es el que está ciego, de acuerdo a Bavcar "hay imágenes de más", y el problema con respecto a la ceguera y su relación con la fotografía, es un problema más de las personas videntes que de las ciegas. La imagen de un fotógrafo ciego, incomoda-molesta y genera ruido.

Una mirada de la discapacidad desde una antropología de los sentidos
Luego de una exposición sobre lo que se entiende por discapacidad, es interesante articular lo desarrollado con la propuesta que ofrece la antropología de los sentidos. Dentro de la misma, se exploran los sentidos como pensamiento del mundo, mostrando que el individuo sólo cobra conciencia de sí mismo a través de los sentidos, experimentando su propia existencia mediante resonancias sensoriales y perceptivas. En el caso de las personas que tienen ceguera o disminución visual, se da la oportunidad de apreciar como muchas veces el hecho de que uno de los sentidos haya sufrido algún tipo de trastorno o presente un tipo de insuficiencia en su funcionamiento fisiológico, posibilita el desarrollo en mayor grado de los otros (tacto, olfato, oído).
Los ciegos se orientan mediante el oído y sobre todo por el contacto físico de las cosas, ellos construyen su sentido del espacio a través de la tactilidad y del oído. El conocimiento inducido por el tacto, difiere del que surge de la vista, para el ciego el tacto proporciona elementos de saber de manera sucesiva, mientras que la vista los ofrece de un solo golpe; así descubre las cosas poco a poco, de acuerdo al modo en que se disponen en el camino; las corrientes de aire, los objetos que irradian calor o frío duplican las informaciones auditivas y entregan indicaciones valiosas a lo largo del recorrido de una habitación o de una calle. El oído es otra línea de orientación a través de la intensidad y la dirección de los sonidos, pero disminuye su capacidad de orientación si las informaciones sonoras abundan mezclándose entre sí, impidiendo su identificación.
De acuerdo a lo expuesto, puede entenderse que el hombre, frente al mundo, nunca es un ojo, una oreja, una mano, una boca o una nariz, sino una mirada, una escucha, un tacto, una gustación o una olfacción, es decir una actividad; y que es por medio de su cuerpo que interactúa con el mundo en su vida cotidiana, por medio de sus sentidos que han sido social y culturalmente educados. Así, los límites del cuerpo como los del universo del hombre (en este caso atendiendo la particularidad de una persona que ha perdido el sentido de la vista), son los que proporcionan los sistemas simbólicos de los que es tributario. (Le Breton 2007)
Pero además de tener un cuerpo, el hombre siente deseos. En una entrevista publicada en la revista Luna Córnea el fotógrafo ciego Evgen Bavcar explica la existencia del deseo de la imagen, aún en personas que reciben la denominación de ciegas; para él, "lo que significa el deseo de imágenes es que cuando imaginamos las cosas, existimos"; por lo tanto dice "no puedo pertenecer a este mundo si no puedo decir que lo imagino a mi propia manera, cuando un ciego dice 'imagino', ello significa que él también tiene una representación interna de realidades externas". Este fotógrafo entiende que tener una necesidad de imágenes implica crear un espejo interiorizado, que expresa nuestra actitud hacia la realidad que yace fuera de nuestro cuerpo, y que determina nuestra forma de relacionarnos con el mundo. Así el deseo de la imagen, es el trabajo de nuestra interioridad, lo cual consiste en crear a partir de cada una de nuestras miradas auténticas, un objeto posible y aceptable para nuestra memoria.
El arte de Bavcar se caracteriza por ser una iconografía más que ser sólo una fotografía, implica evidenciar las penumbras "si la fotografía es escritura con luz, el arte del ciego consigna que toda imagen es imagen de algo y de algo invisible". Explica que depende de otras personas para poder hacer sus fotos, en la descripción de un paisaje o de cualquier escena que tenga delante; de acuerdo a lo que le cuentan que ven, él actúa y utiliza el mismo método que otros para escoger sus fotos, con la única restricción de que debe controlar la mirada física de aquellos que le sirven de mediadores entre la variedad de imágenes y su realidad interior. Según él, la fotografía le permite pervertir el método de percepción entre las personas que ven y las que no.

La Mirada Invisible
"La Mirada Invisible" es el nombre que tuvo el proyecto integrar de fotografía para personas ciegas o con disminución visual, que se realizó en la ciudad de Salta entre los años 2010 y 2012. En el mismo se trabajó con un grupo de 17 personas de diferentes edades, de 12 a 58 años, con distintos niveles de ceguera y disminución visual y con distintas percepciones del mundo. Los encuentros se realizaron entre los meses de Agosto y Diciembre, en la sala para discapacitados visuales que tiene el edificio de coordinación de Bibliotecas y Archivos provinciales. Cada año se cerró con la creación de diferentes productos: un calendario (2010), postales (2011), una muestra y dos clips audiovisuales (2012); en cada ocasión se les pidió a los fotógrafos que acompañaran cada imagen con una frase o idea que no relatara de forma literal el contenido de la fotografía, sino que ampliara la percepción del espectador con otra información relacionada. La propuesta fue integrar a diferentes personas y trabajar sobre las percepciones y sentimientos a través de la fotografía, permitiendo que cada persona plasme por medio de la fotografía la visión que tiene del mundo.
El taller tuvo como base un principio según el cual "ver y conocer" el mundo no es atributo exclusivo de los ojos, sino que se trata de un acto multi-sensorial en el que los demás sentidos están presentes. Sus coordinadores comprenden a la fotografía como la materialización de algo que ya está registrado y construido interiormente, como una representación de nuestros sentimientos e ideas. Muy similar a lo propuesto por Bavcar, entienden que la fotografía es un acto mental, una decisión individual, subjetiva, que revela una imagen de la persona que la construye.
El proyecto permitió a quienes participaron del mismo, que pudieran expresarse artísticamente utilizando el lenguaje visual, entrando en contacto con su lado creativo y comunicativo. La fotografía pasa a ser una herramienta en la mediación entre el ser y el mundo que lo rodea, en este caso, la fotografía construida por personas ciegas o con disminución visual contribuye en la ampliación, clarificación y reflexión del concepto social de ceguera, y en la superación de los prejuicios que giran en torno a la misma. Sucede que por una acumulación histórica de prejuicios, la población en general ha creído poder reducir su relación con las imágenes a su aspecto estrechamente retinal, por lo mismo, las personas videntes consideran que sin vista no hay imagen. Pero la ausencia de visión no implica falta de percepción, mucho menos de pensamiento o capacidad de visualización; así, para un ciego es todo el cuerpo el que de algún modo se vuelve órgano de la vista, cualquier parte del cuerpo puede mirar de cerca un objeto que le sea exterior (Bacvar, 2003). Esta concepción permite una re-definición de las fronteras de la mirada para ir más allá de lo visible y de la visión, apelando a una imagen interior cargada de emociones y sentimientos; poniendo en tela de juicio la mirada dominante en la sociedad actual, caracterizada por la presencia de imágenes superficiales y estáticas, regidas por una doxa naturalizada de perfección; y presentando una nueva concepción en cual se considera el cuerpo en su totalidad, como un todo perceptivo que mira, que construye conocimiento y aprende las particularidades del mundo, a través de sus vivencias y percepciones subjetivas.
Entendemos que toda mirada implica una interpretación, determinada por la percepción y apreciación de aquello que nos rodea, haciendo que en el acto de mirar, se perciban ciertos elementos y objetos dejando otros de lado. La propuesta del taller de fotografía para ciegos, implica una educación de la mirada, busca ampliar la percepción de la misma, tomando por un lado una postura crítica frente a la polución de imágenes vacías y sin sentido que circulan, y por el otro cambiando la concepción e interpretación de la fotografía y del acto de fotografiar. De acuerdo a esto último, el acto de fotografiar se considera como un acto lúdico, donde por medio del juego el ciego interactúa con la cámara y la persona fotografiada; y la fotografía representa tanto esa interacción, como la sensibilidad del fotógrafo. Además existe otra relación interesante que proponen, referida a las imágenes y palabras, y a la narración; por medio de la narración se rememora lo vivido y experimentado al momento de fotografiar, la percepción de la realidad que tuvo el ciego y la articulación con su imagen interior, con sus imágenes mentales.
Bavcar explica que la mirada utilizada por las personas ciegas para la construcción de la foto, podría denominarse mirada aproximada, y entiende que se caracteriza por el contacto y el toque, haciendo que la experiencia de ser fotografiado por una persona ciega, implique mucho más que ser visto por una cámara fotográfica, sino permitirse una entrega del alma a la intimidad y la proximidad, a la experimentación corporal. En el taller, proponen una instancia dentro del proceso de aprendizaje, que implica la interacción entre fotógrafo y fotografiado una vez que ya han sido capturadas las imágenes, en la cual cada uno debe tomarse el tiempo de verbo-visualizar imagen por imagen, historia por historia, generando un movimiento de ida y vuelta, de interacción y de lectura.
Creemos necesario mencionar la existencia de un grupo internacional de fotógrafos ciegos que llevan el mismo nombre que el proyecto "la Mirada Invisible", y que reúne la obra de quince artistas invidentes provenientes de México, EE. UU, Escocia, Francia y Eslovenia. Ellos producen sus obras desde tres posturas diferentes que deben ser mencionadas para contribuir al desarrollo de este trabajo. Un primer grupo fotografía lo que imagina, estos creadores describen o representan sus imágenes interiores a través de la cámara fotográfica, recreando el original que está en su cabeza (Evgen Bavcar es uno de ellos). El segundo grupo utiliza la cámara para dar cuenta de su percepción del mundo; al ser ciegos son libres de las imposiciones de la vista y sus imágenes escapan a estereotipos icónicos y estéticos; para ellos la fotografía es una experiencia en la que involucran el resto de sus sentidos, por lo que su necesidad de fotografiar viene detonada por un olor, un sonido, una textura o un sabor. El tercer grupo está integrado por ciegos parciales que utilizan la fotografía para ver mejor, ellos dependen de dispositivos de ampliación como un monitor, para conocer el mundo a través de sus fotografías, desplazándose entre los límites de su vista y el deseo de imágenes.

La experiencia de Félix
Félix tiene una enfermedad hereditaria desde que nació, Retinitis pigmentaria, debido a la cual nunca pudo ver bien, ni pudo usar lentes porque esta enfermedad hace que la retina se vaya deshaciendo y el uso de lentes sólo implicaría una molestia más sin mejorar su vista; así vivió toda su vida acostumbrado a ver las cosas por la forma, podía ver algo a 5km y saber que era un animal, ver su movimiento, pero no lograr distinguir bien que animal era. El se crió cerca de San Antonio de los Cobres, ahí se acostumbró a moverse guiándose por intuición, por el viento y por lo que sentía. De día se manejaba mejor, porque de noche no veía nada, dice que no conoce las estrellas, pero menciona que aceptar su ceguera no fue algo que le haya molestado, de hecho toda su vida fue un proceso de acostumbramiento hasta que un día, hace 10 años dejó de ver completamente. De ahí en más comenzó a usar bastón, debido a que no podía caminar sin el mismo.
El día jueves 13 de febrero nos encontramos con Félix en la biblioteca provincial. Era muy temprano así que había poca gente, llegué y lo encontré en la puerta, esperando; me presenté, lo saludé y entramos, el salón habilitado para personas con discapacidad visual aún no había abierto, por lo que nos ubicamos en uno de los pasillos. Lo primero que me dijo fue: "lo único que no puede hacer un ciego, es disfrutar de la fotografía" (…) "para eso necesita de un tercero que le diga como salió". Intenté organizar la entrevista siguiendo algún orden de acontecimientos o datos, pero muchos fueron saliendo solos a medida que transcurría la conversación.
Félix asistía a la biblioteca porque estudiaba música, allí fue donde conoció a Morena en el año 2009, quien le comentó que a partir del año siguiente iba a dictarse un taller de fotografía para personas ciegas y con disminución visual, a lo cual Félix respondió: "yo soy su primer anotado". Así fue como entre Agosto y Septiembre del año 2010 comenzó el curso, al cual asistieron alrededor de 17 personas. "Todos teníamos la curiosidad, pero no todos tuvimos la misma calidad para sacar fotos, eso depende de la persona, de la intuición de la persona".
"Una vuelta salimos a sacar fotos por la calle, en un momento sentí que se acercaba un perro por detrás, entonces inmediatamente apunté con la cámara y disparé. Lo capturé justo saltando, Rulo dijo que era una muy buena foto. Después por supuesto todos quisieron sacarle foto al perro, pero no era lo mismo, ya había pasado el momento, por eso te digo que depende de la persona" (….) "muchos después, ya en el segundo año con la práctica, mejoraron la calidad de las fotos que sacaban, porque al principio algunas salían cualquier cosa".
Comentó varias experiencias de su vida, como por ejemplo que siempre fue un vendedor, vendía de todo y lo hacía en un ciclomotor. Ante esa confesión le pregunté si tenía registro, pero me dijo que no; comentó que en alguna oportunidad lo pararon de Tránsito y de Bromatología (vendía quesillos), y ante la interrogación de determinadas autoridades, el respondía: "y que quieren que haga? Tengo esta enfermedad, no tengo pensión, de algo tengo que vivir", por lo cual terminaban dejándolo ir sin ponerle ninguna infracción. Con respecto al trámite de la pensión, mencionó que comenzó a gestionarlo en 1989 y que hubo cambios en la política de acuerdo a los gobiernos de turno en cada momento; durante el gobierno de Menem existió un decreto que decía que aquellas personas discapacitadas que vivieran con algún familiar que tuviera un trabajo en relación de dependencia, no podían cobrar pensión alguna por su condición. Situación que se modificó en el gobierno de Cristina al derogarse ese decreto. Actualmente Félix cobra una pensión por discapacidad, hace ya dos años.
Otra experiencia relatada fue la de la construcción de su vivienda desde la base hasta la estructura, que hizo él mismo, con ayuda de uno de sus hijos, quien le iba indicando cómo realizar el trabajo, orientándolo. Actualmente es una persona muy activa, todo el tiempo está en movimiento haciendo algo, tiene una huerta en Quijano, cocina todos los días para su familia (su esposa y dos hijos), y está muy interesado en el Turismo y en su difusión por medio de imágenes en internet.
Con respecto al Taller, cuenta que el primer día los hicieron acostarse en el piso, para lograr una adecuada "concentración". Les decían que pongan la mente en blanco, y que pensaran qué era la fotografía para ellos; luego les dieron información sobre la fotografía, las cámaras, su origen e historia. Algo muy importante que les enseñaron fue referido a la distancia, lo cual les permitiría sacar fotos en primer y segundo plano; así como los conceptos de "encuadre" y "focalización", "el ruido que hace la cámara, avisa que está en encuadre, y entonces ahí sacas la foto", "además con la práctica, en las manos, ya tenes el nivel". Al principio no tenían cámara, pero luego la Dirección de Cultura compró cuatro, y muchas veces eran dos alumnos por cámara. Personalmente él cuenta que antes nunca había sacado una foto, entonces no sabía cómo salía lo que sacaba, después con el tiempo fue adquiriendo experiencia, y por eso explica que cree saber lo que va a sacar, y que no saca fotos a montones.
Otra experiencia relatada en relación al Taller, fue la visita de "Mundo Alas", en la cual una mujer que no tenía brazos relataba cómo su vida transcurría por medio del uso de sus pies. Félix dice que mientras ella contaba que se maquillaba, peinaba, arreglaba "yo que estaba sentado en la primera fila tomé la cámara y empecé a fotografiarla, sin saber que era lo que estaba capturando; en un momento apunté la cámara hacia abajo y disparé, después el Rulo me dijo que le había sacado una foto a sus zapatos". Por medio del taller pudo conocer a otros ciegos, y así formar una Asociación de Ciegos: ACO; cuya finalidad es la de ayudar y orientar a las personas ciegas en su manejo cotidiano y laboral. El lugar y día de encuentro es los viernes en la biblioteca provincial de Salta.
En el año 2012 participó de una exposición en Swiss medical, la cual tenía como temática "Autorretratos". Félix explica que se deja llevar mucho por la intuición, por lo que escucha, y por lo que conoce; "Como conozco, se lo que voy a sacar"; conoce mucho la provincia y sabe donde está ubicado, conoce las características del paisaje y la naturaleza, su interés es mostrarlo y hacerlo por medio del turismo, teniendo como preferencia fotografiar paisajes, fauna y flora.
Ante la pregunta de cuál fue la impresión de la gente ante la idea de un fotógrafo ciego, cuenta que muchos desconfían de su ceguera, creyendo que en realidad puede ver; en una oportunidad subió al colectivo y comenzó a fotografiar la cara de asombro de los pasajeros. Félix siempre anda con la cámara encima, para esos momentos de espera ante un próximo encuentro, en el cual lo abruma el aburrimiento y no logra quedarse quieto, entonces toma la cámara y comienza a fotografiar; así una vez capturó su propia cara, para saber cómo era la expresión de su rostro cuando estaba molesto por la espera.
La percepción del espacio y sus elementos por medio de los sentidos del oído y el tacto permiten que Félix pueda tomar fotografías. Como lo explica él mismo, hay mucho de intuición, de experiencia y depende mucho de la persona. También es determinante el conocimiento previo del lugar y el hecho de no ser ciego de nacimiento, caso en el cual su conocimiento del lugar estaría determinado por otros elementos y percepciones. Entonces en casos como estos, la memoria tiene un papel muy importante, Félix recuerda las características geográficas de los paisajes salteños, y eso le permite decidir con mayor seguridad aquello que quiere fotografiar. Seguramente si viajara a otras provincias y quisiera fotografiar otros paisajes, tendría ciertas dificultades, en sus propias palabras "sería jugar al azar".

La experiencia de Matías
En Diciembre del año pasado nos encontrarnos con Matías y su mamá Gloria en la sala de discapacidad visual de la biblioteca provincial; después de presentarnos y explicarles mi interés por el taller, comenzamos a conversar sobre su experiencia.
Cuando Matías tenía 9 años, se le desprendió la retina por un pelotazo que recibió en la cabeza mientras jugaba al fútbol. Su madre cuenta que en un primer momento asistieron al hospital público pero que no fueron bien atendidos, por lo cual decidieron acudir a médicos privados. Ellos les informaron que Matías tenía el Síndrome de Stikler, por lo que el golpe solo apresuró la aparición de una dificultad que inevitablemente en algún momento de su vida iba a manifestarse. La pérdida de la visión primero se dio en un ojo, comenzó a ver una mancha negra, después era como un río, una catarata, burbujas, muy borroso, y por momentos predominaban determinados colores. Actualmente él ve con su ojo izquierdo un poco de luz y algunos colores, se guía por los sonidos, y trata de concentrarse en sus movimientos.
Fue en la escuela Colina Lona donde se enteró de la propuesta del Taller; cuenta que ésta fue tomada con mucho asombro y extrañes siendo él el único que asistió de sus compañeros. Sin embargo cuando fue, conocía a otros de los integrantes del grupo porque jugaban juntos al fútbol.
El taller le sirvió para aprender a concentrarse en los movimientos, a pensar y enfocar; hubo un tiempo en el que las imágenes salían movidas, porque él se movía mucho; cuenta que le enseñaron a manejar una cámara y que todas son iguales: tienen un botón disparador y el flash, por lo cual no le resulta complicado agarrar cualquier cámara, porque las funciones son similares en todas. Al principio dice que le parecía loco sacar fotos sin ver, lo motivó el hecho de que era algo nuevo y de que quiso demostrar que él podía sacar bien; hoy considera que es una herramienta más de la cual dispone.
Cuenta que se guía por el tacto y la voz, pero que no sabe qué elementos conforman el espacio que rodea a la persona fotografiada, utiliza la cámara como un juego, le gusta hacer trucos, como dice él, sacarle a cosas raras, que existen o que sólo existen o son creadas por él mismo en ese momento. Experimenta con el infrarrojo en la oscuridad y con el ultravioleta a través del cual se pueden captar cosas que son invisibles; se interesa mucho por las historias de cosas raras, fantasmas y duendes. Cuenta que en el hogar escuela se dan muchas cosas raras, que existe la creencia de que hay fantasmas, espíritus, que incluso los conserjes tienen miedo. También juega sacando fotos "en el aire" por los rayos del sol, que se forman como esferas.
Juega mucho a "asustar" con sus hermanas y con otras personas, menciona que a veces quieren asustarlo pero que él escucha y siente los pasos cuando alguien va acercándose, entonces es él quien asume el rol de asustador. Ha tratado de enseñarles a sacar fotos a sus amigos ciegos, pero sin obtener resultados satisfactorios, debido a que ellos no aprenden a enfocar porque no se concentran en los movimientos. Actualmente Matías no saca fotos porque tiene estropeada su cámara, pero espera con ansias que se organice nuevamente el taller.
Relató una experiencia que consistió en la grabación de un video spot, promocionando el taller, donde él tenía que bailar rap frente a una cámara, mientras escuchaba música con su mp3, pero riéndose dice que en ese momento sonaba Led Zeppelin y que no podía inspirarse; así luego de varios intentos, porque se perdía y quedaba de espalda a la cámara, lograron grabarlo y éste forma parte de uno de los spot que realizó el taller como cierre del año, con la promoción de la idea de que sí se puede, y que es posible que un ciego pueda tomar fotografías.
Matías ahora tiene 15 años, realiza varias actividades como danza, pintura, es miembro de una orquesta en la cual se encarga de la percusión; antes jugaba al fútbol pero tuvo un problema en la rodilla por lo que este año empezará natación. Con respecto a la pintura y su experiencia, explica que puede hacerlo por medio de un sistema de símbolos, que representan los colores; a través de los símbolos de los colores realizó una pintura sobre una remera, usando a su vez porcelana fría para los detalles.
La experiencia de Matías representa el aspecto lúdico que proponen en el taller, donde por medio del juego él interactúa con la cámara y con las personas que fotografía. Él recuerda la apariencia de las cosas pero se divierte más generando efectos en las imágenes, y tratando de captar aspectos invisibles, como las sensaciones.

Conclusión
Presentamos la posibilidad de reflexionar sobre la relación entre ceguera y fotografía, entendida esta última como disciplina y como imagen materializada. Para ello tuvimos en cuenta en primer lugar los estereotipos y prejuicios construidos socialmente que existen en torno a la ceguera como discapacidad visual; éstos representan una serie de ideas sobre cuáles son las capacidades que tienen las personas ciegas y cuáles sus respectivas limitaciones para realizar determinadas actividades, particularmente en este caso presentada por el uso de una cámara fotográfica. Generalmente se cree que una persona ciega o con disminución visual será incapaz de tomar fotografías, que sean de buena calidad, que representen de forma fidedigna la realidad circundante. Para poner en tela de juicio estos supuestos, trabajamos sobre un taller de fotografía que se dictó en la ciudad de Salta, durante tres años consecutivos, con el relato de la experiencia de dos de sus integrantes, y lo articulamos con otras experiencias de fotógrafos ciegos en el mundo.
Entendemos que esta división binaria construida socialmente entre personas videntes y personas invidentes, es una diferenciación arbitraria que no permite apreciar que pueden presentarse diferentes formas de ver e interactuar con el mundo a través de los sentidos. Los ciegos no pueden ver a través de los ojos, pero lo hacen por medio de todo su cuerpo, que funciona como un órgano perceptivo. Entonces de acuerdo a los estereotipos construidos sobre la ceguera, es posible pensar si no es la sociedad la que se encuentra imposibilitada de ver y apreciar su entorno, siendo permanentemente bombardeada de imágenes vacías y sin sentido; asociándolo con la metáfora de la cueva que planteaba Platón, donde las imágenes que muestran la realidad, de alguna manera sustituyen la realidad.
Pensar en la posibilidad de que personas ciegas puedan acceder a la disciplina de la fotografía, implica tanto un cuestionamiento de la misma, en relación a los regímenes de perfección y estética impuestos; como a la hegemonía del sentido de la vista dentro de la cultura visual en la cual vivimos; y a nuestra capacidad de percepción e interacción con el mundo. Para ello, recurrimos a lo propuesto por la antropología de los sentidos, referido a la idea de una percepción del espacio multi-sensorial, determinada por una educación de los sentidos social y culturalmente, teniendo en cuenta a su vez la subjetividad de la persona que percibe. Creemos que la pérdida de uno de los sentidos, como la vista, en lugar de incapacitar a la persona, posibilita el desarrollo en mayor profundidad de los otros sentidos, particularmente el del oído y tacto. Como mencionamos anteriormente los fotógrafos ciegos se guían de acuerdo a lo que oyen y tocan, y en algunos casos por las indicaciones que reciben de las personas a su alrededor, como la descripción de un paisaje o espacio. Creemos importante mencionar también el rol de la memoria, en casos como los de Matías y Félix, que no son ciegos de nacimiento, donde los recuerdos e imágenes mentales que poseen, les permiten una mejor orientación y determinación al momento de tomar una fotografía.
Con respecto a la fotografía como imagen materializada, pensamos por un lado en la herramienta de expresión que representa, reflejando las emociones y sensibilidad del fotógrafo. Y por otro lado consideramos importante la idea de imagen como construcción mental, representando la articulación entre palabras, recuerdos, emociones y sentimientos, siendo lo que los fotógrafos ciegos identifican como mirada interna. Esta exposición permite una ampliación en la concepción que se tiene de la imagen, de la mirada e interpretación, y de la participación que tienen todos los sentidos en la percepción e interacción del hombre con el mundo.



Fuentes
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SEVERI, Carlo, "El sendero y la voz. Una antropología de la memoria", BsAs, 2010
BURKE, Peter, "Visto y no visto. El uso de la imagen como documento histórico", Ed. Crítica Barcelona, 2001
MITCHELL, W, "Mostrando el ver: una crítica de la cultura visual", Estudios visuales, 2003
FOUCAULT, Michael, "Microfísica del poder". Las Ediciones de la Piqueta, España, 1980
BOIVIN. M, ROSATO. A, ARRIBAS. V, "Constructores de Otredad". Eudeba, 1989
ALMEIDA. E, ANGELINO. A, FERNÁNDEZ. E, KIPEN. E, LIPSCHITZ. A, SPADILLERO. A, VALLEJOS. I, "La construcción del discapacitado como otro. Entre la diferencia de lo que falta y la diversidad de lo que abunda", 2011
integrarsalta.blogspot.com.ar/
issuu.com/c_imagen/docs/lunacornea_17
centrodelaimagen.conaculta.gob.mx/
letraslibres.com/revista/artes-y-medios/evgen-bavcar-fotografo-ciego
Documental "Janela da alma", 2001

Anexo
















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