Castil de griegos y Puente de la Sierra: Un Modelo de poblamiento celtibérico en el Alto Tajo

July 14, 2017 | Autor: J. de la Torre Ec... | Categoría: Celtiberian History, Celtiberian, Celtiberos, Celtiberian Archaeology
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Descripción

Capítulo 7

vII Simposio sobre los celtíberos

Nuevos Hallazgos, Nuevas Interpretaciones Teruel 2014, I.S.B.N.: 978-84-616-2453-9, pp. 57-63

Castil de griegos y Puente de la Sierra: Un Modelo de poblamiento celtibérico en el Alto Tajo Juan Pablo Martínez Naranjo José Ignacio De la Torre Echávarri

RESUMEN

INTRODUCCIÓN

Presentamos los trabajos arqueológicos (2005 y 2010) en el conjunto celtibérico formado por la necrópolis de Puente de la Sierra y el poblado de Castil de Griegos (Checa, Guadalajara), situado en una de las pocas vías de paso naturales que atraviesa la serranía de El Alto Tajo. Es un modelo de poblamiento en el que existe una relación evidente entre el mundo de los vivos y de los muertos entre los siglos V-I a.C., es decir, coincidiendo con el momento de esplendor de la cultura celtibérica y hasta el fin de esta, cuando la romanización se extiende por el interior peninsular. Nos encontramos cambios culturales significativos que evidencian una simbiosis entre las tradiciones celtibéricas y la introducción de elementos romanos.

En los últimos años la investigación arqueológica de la cultura celtibérica ha experimentado notables avances, debido a un creciente corpus teórico y documental, que posibilita un mayor conocimiento sobre las gentes que habitaron estas tierras circunscritas al Sistema Ibérico entre los siglos V-I a.C. Una contribución al respecto es el resultado de los trabajos arqueológicos realizados entre los años 2005 y 2010 en el conjunto arqueológico formado por la necrópolis de Puente de la Sierra y el poblado fortificado de Castil de Griegos (Checa, Guadalajara), constituyéndose entre los más destacados de la comarca de Molina de Aragón, dentro del Parque Natural del Alto Tajo.

ABSTRACT In this paper we present the results of ours archaeological works (2005-2010) carried out at the Celtiberian complex integrated by the necropolis of Puente de la Sierra and the hillfort of Castil de Griegos (Checa, Guadalajara). These sites are located in one of the few natural pathways through the mountains of the Alto Tajo. It is a model of settlement in which there is a clear connection between the world of the alive and the world of the dead (between the V and I centuries BC), coinciding with the period of development of the Celtiberian culture and until its end, when the romanization was extended through the Iberian Peninsula. We are faced with meaningful cultural changes which show a symbiosis of Celtiberian traditions with new elements introduced by the Roman world.

Ambos yacimientos conforman un enclave arqueológico excepcional que ofrece una amplia información sobre numerosos aspectos culturales de las etapas finales de la cultura celtibérica, permitiendo arrojar nueva luz sobre el proceso de romanización, además de avanzar en el estudio y comprensión del proceso de ordenación jerárquica de este territorio. El conjunto checano se encuentra ubicado en el valle del arroyo Gil de Torres –también conocido como Genitórix–, afluente del río Cabrillas, a su vez subsidiario del Tajo en su curso alto. Es una zona serrana a 1360 m.s.n.m., dentro de la parte occidental del Sistema Ibérico, en una de las pocas vías de paso natural del Alto Tajo, que posibilita la comunicación con la sierra propiamente dicha en sentido Norte-Sur.

PALABRAS CLAvE Celtiberia, romanización, necrópolis, poblado, Alto Tajo.

KEy WORDS Celtiberia, romanization, cemetery, hillfort, Iron Age, Alto Tajo.

Fig. 1.- Situación de Castil de Griegos y Puente de la Sierra.

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Si bien el poblado de Castil de Griegos es conocido desde mediados del siglo XIX, citado por Madoz (1845) y varios cronistas locales, y se realizaron pequeñas intervenciones por parte de la Comisión de Monumentos de Guadalajara, no será hasta el año 2005, con motivo del descubrimiento de la necrópolis de Puente de la Sierra, cuando este conjunto arqueológico se incluyó dentro del programa de excavaciones sistemáticas de la Consejería de Cultura de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha (Martínez y de la Torre, 2008).

LA NECRÓPOLIS DE PUENTE DE LA SIERRA Se encuentra emplazada a escasos metros de un arroyo, en una zona de fondo de valle que muestra una ligera pendiente sobre terrenos sedimentarios del Cuaternario. Este regato debía provocar el encharcamiento de parte del valle, creando un paisaje de humedal que determinó que la necrópolis se dispusiese en la suave pendiente que se alza al Este del mismo. Este lugar se sitúa aproximadamente a 500 metros de distancia de Castil de Griegos, poblado fortificado que se emplaza sobre un prominente cerro que controla el valle, aguas abajo del arroyo. eL rituaL de enterramiento Se ha documentado una única forma generalizada de enterramiento: la cremación del difunto junto con su correspondiente ajuar. Esta parte del ritual debió tener lugar en las proximidades, e, incluso, a pie de tumba, como parecen evidenciar algunas pequeñas manchas cenicientas que parecen tratarse de ustrinia. Los huesos quemados y los restos de ajuar del difunto fueron introducidos en una urna cineraria realizada a torno, la cual, a su vez, se depositaba en un hoyo practicado en el manto natural, –si bien se han documentado enterramientos sin vasija–. Sin embargo, dentro de esta aparente uniformidad ritual, esta necrópolis ha deparado una interesante variabilidad, tanto en la organización del espacio funerario como en el tipo de enterramiento practicado, que podría interpretarse, a la espera de los resultados de las correspondientes analíticas, atendiendo a cuestiones cronológicas, parentales o sociales. extensión, Límites y forma de La necrópoLis Las excavaciones arqueológicas han permitido definir la ordenación de un espacio funerario en

una superficie en torno a 3.000 m2. Esto supone un tamaño similar al de otros cementerios celtibéricos, como La Riba de Saelices (Cuadrado, 1968, 9), Numancia (Jimeno et alii, 2004), La Requijada de Gormaz (Zapatero, 1968, 69), y El Molino de Herrería (Cerdeño y Sagardoy, 2007). En cuanto a la forma que presenta, parece reconocerse una disposición rectangular o paralelepípeda, quedando perfectamente delimitada por su parte occidental, donde la corriente de agua que discurre al Oeste y la zona de encharcamiento determinaron la disposición de las tumbas; el límite oriental lo demarca un antiguo camino, documentado durante el proceso de excavación, que debió encontrarse en uso mientras se practicaban los enterramientos. Esta forma de paralelogramo ya ha sido documentada en la Celtiberia, sobre todo en cementerios con calles alineadas del área del Alto Tajo-Alto Jalón, como La Riba de Saelices (Cuadrado, 1968) y Aguilar de Anguita (Cerralbo, 1916, 11), o en los sorianos de Gormaz (Morenas de Tejada, 1916, 170) y la Mercadera (Taracena, 1932). organización interna Por lo que respecta a esta estructuración interna del espacio funerario, resulta evidente la existencia de una estratigrafía horizontal, similar a lo atestiguado en otras necrópolis, como Numancia (Jimeno et alii, 2004), Atienza (Lorrio 1997, 118) o Carratiermes (Argente et alii, 2001). Hasta la fecha se han documentado 248 sepulturas distribuidas en diferentes zonas de enterramiento. Estas han permitido reconocer diversos tipos de organización del cementerio, evidenciando cambios sensibles en los patrones de enterramiento que parecen responder a variaciones diacrónicas del ritual dentro del mismo espacio funerario. De este modo, las diferentes zonas en las que se dispusieron concentraciones intencionadas de sepulturas aparecen separadas por zonas estériles en las que no se practicaron enterramientos en ningún momento de uso del cementerio. Esta realidad establece un hiato en los espacios de utilización de la necrópolis, dividiendo el cementerio en dos zonas de enterramiento claramente diferenciadas. Por un lado, la oriental, donde se encuentran dos encachados tumulares (denominados A y B), y en donde se documentan tumbas alineadas formando calles; por otro, la zona occidental, se evidencia un tercer encachado (C) y una zona de gran concentración de tumbas.

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Con estos datos, las zonas arqueológicamente estériles alcanzan una importante dimensión, ya que se buscó una separación intencionada entre los diferentes lugares en los que se establecieron las diversas concentraciones de tumbas. fase i (sigLos v-iv a. c) En la zona central de la necrópolis se han documentado los enterramientos más antiguos, que permiten fechar el comienzo de utilización del cementerio en el siglo V a.C. Las tumbas se realizaron excavando en el manto natural simples hoyos de planta circular u ovalada, rodeados parcialmente de piedras de mediano y pequeño tamaño. El ejemplo más ilustrativo es la tumba 138, que presenta un rico ajuar compuesto por una fíbula de tipo Clares, un armazón de tocado de hierro, un brazalete de bronce y una serie de placas de bronce decoradas, entre las que destaca un pectoral de láminas articuladas. A esta fase debieron pertenecer los dos broches de escotaduras cerradas aparecidos en niveles de revuelto: uno de tres garfios y otro de cuatro escotaduras y cuatro garfios, como el de la necrópolis de Monteagudo de las Vicarías (Lorrio, 1997, 217). En esta zona han aparecido varios muros de mampostería, trabados en seco, que tan sólo conservan la primera hilada. Construidos sobre el nivel geológico, y separados 1,5 metros entre sí, discurren paralelos en sentido Norte-Sur. Se trata, a priori, de elementos anómalos dentro del contexto funerario, ya que si bien son elementos constructivos, no pude hablarse de estructuras habitacionales anteriores al periodo de uso de la necrópolis. Parece probable que estos muros tengan relación con una vía de acceso al cementerio en la fase inicial de utilización del mismo, si bien es cierto que con posterioridad perdieron su funcionalidad, practicándose enterramientos sobre dichas estructuras, hecho que viene a confirmar su antigüedad. fase ii (sigLos iii-ii a.c.) En tres zonas bien definidas de la necrópolis se ha podido documentar la existencia de “encachados tumulares” (denominados A, B y C). Son acumulaciones intencionadas de piedras calizas, de mediano y gran tamaño, que fueron realizadas con el propósito de albergar una serie de sepulturas practicadas en el manto natural, entre y bajo las piedras.

En ocasiones, las tumbas aparecen cubiertas por piedras de toba caliza, así como por pequeñas lajas que debieron servir de señalización. Los recipientes empleados como urnas cinerarias son de cerámica a torno, cocción oxidante y forma globular, aunque también se han documentado varios kalathos. Las vasijas son de mediano y gran tamaño, presentan bordes exvasados y fondos umbilicados o con pie realzado. No obstante, existen variantes tipológicas dentro de este patrón. También se han documentado pequeñas vasijas de cerámica a torno y cocción oxidante que, si bien no contienen restos de cremación, motivo por el que descartamos su empleo como urnas cinerarias, debieron jugar un papel importante dentro del ritual funerario. Fueron depositadas junto a algunas sepulturas, habiendo sido empleadas, posiblemente, para realizar ofrendas al pie de las tumbas. En términos generales, destaca la escasa riqueza de los elementos de ajuar, resultando difícil establecer una cronología precisa, si bien es cierto que se encuentran en un nivel anterior a los enterramientos practicados en “calles paralelas”, fase que marca el momento final de uso del cementerio, ya que fueron dispuestas sobre los encachados, rompiendo, incluso, algunas estructuras preexistentes. La gran cantidad de cremación conservada en muchas tumbas –llegando a 1 kilo– permitirá definir las causas de la polarización de estos enterramientos y determinar si fue debido a la existencia de grupos parentales o a razones de sexo, edad o sociales. Equidistante de los encachados tumulares B y C, y separada de ambos por sendos espacios estériles, destaca la existencia de una cuarta zona de gran concentración de tumbas, donde en tan sólo 10 m2 se agrupan más de 25 enterramientos. Sin embargo, y pese a compartir características similares con las anteriores, como la gran acumulación de tumbas por m2 o un aparente desorden en la organización del espacio funerario, en esta ocasión no se emplearon piedras para delimitar y proteger los enterramientos. Otro de los aspectos significativos de este cementerio es la aparición de estructuras funerarias muy próximas entre sí, en lo que podrían ser enterramientos dobles o, al menos, relacionados intencionadamente por quienes depositaron allí

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las cenizas. Su distancia de separación es bastante reducida, hasta el punto de que las estructuras funerarias llegan a tocarse. Desconocemos las causas que llevaron a aproximar estos enterramientos, ya que la escasez de los ajuares nos impide realizar si quiera una primera valoración, por lo que habrá que esperar a los resultados de las analíticas para establecer si pudo deberse a cuestiones parentales y/o sociales. fase iii (sigLo ii-i a.c.) La excavación ha deparado la existencia de una tercera fase de utilización, donde los enterramientos se ajustaron a un ritual diferente. En este momento de uso de la necrópolis (siglos II-I a.C.), las tumbas se realizaron excavando hoyos de planta circular en el manto natural, delimitándose en ocasiones con piedras calizas que protegían la estructura y alineándose unas tras otras siguiendo una orientación general Noroeste-Sureste; dejando espacios intermedios a modo de calles paralelas separadas entre sí por una distancia en torno a un metro. Aunque no siempre ha sido posible documentar las estelas o lajas de piedra que sirvieron para señalizarlas, el hecho de estar alineadas permite suponer que en el momento de realizarse los enterramientos sí que debieron de existir elementos visibles al exterior, corroborando la idea de Cabré que denominó de “incineración con estelas alineadas”, característico del área cultural del Alto Tajo-Alto Jalón. Este tipo de ordenación del espacio requiere de una organización previa y una intencionada planificación, e indica un reparto igualitario del mismo, habiéndose documentado en Arcóbriga, Clares, Luzaga, La Hortezuela de Océn, Padilla del Ducado, Riba de Saelices, Torresaviñán, La Olmeda, Carabias, Hijes, Valdenovillos y Alpanseque (Lorrio 1997, 115). Con todo, los ajuares suelen ser escasos, si bien destaca la presencia de numerosas fíbulas de bronce, fundamentalmente del tipo de LaTène III, de pie vuelto o fundido. Sobresalen por la elegancia y estilización de los motivos representados en ellas, entre las que destaca una fíbula con dos prótomos de toro en el puente, u otra que representa un caballo muy estilizado. No cabe duda de que las fusayolas de barro cocido, ricamente decoradas con motivos geométricos y estrellados, son el elemento más numeroso y característico en los ajuares de Puente de

Figura 2.- Objetos representativos de los ajuares de Puente de la Sierra: (1) collar de cuentas, (2) colgante de plata, (3) fíbula de caballito, (4) fusayola decorada.

la Sierra, siendo en muchas ocasiones el único objeto de ajuar. Esta circunstancia ya llevó al marqués de Cerralbo a reconocer en ellas un elevado carácter simbólico, relacionándolo con el culto a los muertos (Aguilera, 1916, 49). Hasta la fecha se han documentado alrededor de tres centenares de ejemplares, formando parte tanto de ajuares –a razón de una por tumba, si bien hay casos donde se dan hasta una docena–, como fuera de contexto. Otros elementos significativos lo constituyen los objetos de adorno: colgantes, pulseras, cuentas de collar de pasta vítrea, bronce, cerámica y ámbar, así como algunos de oro y plata, destacacando un colgante de plata, de forma esférica y hueco, ricamente decorado con labores de filigrana a base de finos hilos que dibujan dos parejas de espirales unidas entre sí, y una doble hilera de motivos vermiformes. Por el contrario, los utensilios de hierro son bastante reducidos, limitándose a cardadores de lana, hojas de cuchillo y de tijeras, algunas varillas de armazón de tocado, elementos de arreo de caballo, así como alguna fíbula y regatón; objetos que si bien son bastante comunes en el mundo celtibérico, no lo son tanto en este

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Fig. 3.- Planimetrías de Castil de Griegos y Puente de la Sierra.

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cementerio, en el que las armas brillan por su ausencia en todas las fases de ocupación.

EL POBLADO DE CASTIL DE GRIEGOS y SU RELACIÓN CON LA NECRÓPOLIS DE PUENTE DE LA SIERRA Uno de los aspectos importantes a destacar en este conjunto arqueológico es la relación poblado-necrópolis. En este sentido, el cementerio de Puente de la Sierra se sitúa en la margen opuesta y aproximadamente a 500 metros de distancia al Sur de Castil de Griegos, poblado fortificado de enorme valor estratégico por su dominio visual del entorno, ya que se sitúa en una de las pocas vías naturales que cruzan la sierra del Alto Tajo. Los trabajos arqueológicos en Castil de Griegos se iniciaron con la intención de fechar el momento de ocupación del poblado y relacionarlo con las diferentes fases de uso del cementerio ubicado a sus pies. Trabajos que han permitido datarlo, por el momento, en los siglos II-I a. C, si bien es un enclave en el que se documentan distintos momentos de ocupación, siendo los restos celtibéricos los que tienen un peso específico, debido a la monumentalidad e importancia de los elementos constructivos visibles. Las campañas de excavación pusieron al descubierto un complejo sistema defensivo consistente en un recinto de forma elíptica de 600 m2 protegido perimetralmente por una muralla ciclópea de más de 2,5 metros de grosor, a su vez rodeado por un antemuro de piedra y un foso exterior excavado en la roca. A estas construcciones hay que añadir la aparición, frente a la puerta de acceso al recinto

defensivo, de una estructura rectangular excavada en la roca, en cuya base apareció un número considerable de cerámicas a torno celtibéricas, que permiten adscribir esta estructura a época prerromana. Su función es por ahora desconocida, si bien es importante recalcar que es un tipo de estructura poco común en la Celtiberia. La entrada al poblado consiste en una interrupción de la muralla ciclópea en su extremo norte, habiéndose documentado, además, un pequeño vano en el lienzo interior de la misma que coincide con su ensanchamiento máximo, que aquí alcanza 3,5 metros, y que podría interpretarse por la existencia de un acceso a la muralla para controlar el acceso al recinto fortificado. Pese al incipiente estado en que se encuentran los trabajos arqueológicos en Castil de Griegos, los sondeos practicados han documentado un gran estrato de ceniza –de casi 1 metro de espesor–, que parece corresponder a un incendio generalizado que provocó la destrucción y abandono del poblado, y que probablemente fue realizado por el ejército romano en el proceso de conquista del interior peninsular. Cabe destacar la tendencia hacia formas de vida cada vez más influenciadas por la romanización, cuyo estudio resulta de enorme interés, y, entre otros, cabe destacar una posible transformación de la ideología funeraria reflejada en los ajuares, que viene a sustituir al armamento como símbolo de estatus, y los elementos de influjo romano incorporados en los ajuares funerarios indígenas (Martínez y de la Torre, 2008): un dado con una perforación para ser colgado con incrustaciones de bronce para marcar la puntuación, cerámica campaniense y un as de bronce, a mediados del siglo II a.C.

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Jimeno, A., De la Torre, J. I., Berzosa, R. y Martínez Naranjo, J. P., 2004, La necrópolis celtibérica de Numancia, Junta de Castilla y León. Lorrio, A., 1997, Los Celtíberos (Complutum Extra, 7), Universidad Complutense, Madrid. Madoz, P., 1845-50, Diccionario Geográfico-EstadísticoHistórico de España y sus posesiones de Ultramar: Castilla-La Mancha. Martínez Naranjo, J. P., 2002, “Las murallas ciclópeas prerromanas de la zona oriental de Guadalajara”, en E. García Soto, y M. A. García Valero (eds.), Primer Simposio de arqueología de Guadalajara. Martínez Naranjo, J. P. y de la Torre Echávarri, J. I., 2008, “La necrópolis celtibérica de “Puente de la Sierra” (Checa, Guadalajara)”, Segundo Simposio de Arqueología de Guadalajara, Guadalajara.

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VII SIMPOSIO SOBRE CELTÍBEROS NUEVOS HALLAZGOS, NUEVAS INTERPRETACIONES

Francisco Burillo Mozota y Marta Chordá Pérez (Eds.)

Fundación Segeda - Centro de Estudios Celtibéricos

Instituto de Investigación y Desarrollo Rural. Serranía Celtibérica

Publicación n.º 7 de los Estudios Celtibéricos Publicación número 50 del Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda C/ Mayor (Puerta Baja) - 50360 DAROCA (Zaragoza) Teléfono: 976 800 540 - e-mail: [email protected]

Publicación número 3.350 de la Institución “Fernando el Católico” (Organismo autónomo de la Excma. Diputación de Zaragoza Plaza de España, 2 - 50071 Zaragoza (España) Teléfono: [+34] 976 288 878 / 9 - Fax [+34] 976 288 869 e-mail: [email protected]

El VII Simposio sobre Celtíberos: Nuevos Hallazgos, Nuevas Interpretaciones (Daroca, 20-22 de marzo de 2012) ha sido posible gracias al apoyo de las siguientes instituciones: Proyecto HAR2011-15116 y HAR2012-36549 financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y los Fondos FEDER, Universidad de Zaragoza, Grupo de Excelencia Hiberus, Centro de Estudios Darocenses, Comarca Campo de Daroca y Museo de Molina de Aragón. FICHA CATALOGRÁFICA BURILLO MOZOTA, Francisco y CHORDÁ PÉREZ, Marta (Eds.) VII Simposio sobre Celtíberos: Nuevos Hallazgos, Nuevas Interpretaciones pp. 560. ilustraciones: 140; 21x29,7cm I.S.B.N.: 978-84-616-2453-9 1. Historia antigua 1. Civilización Celtibérica. 2. Congresos y asambleas. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorización escrita de los titulares de copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático. © de los autores © de la presente edición Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda I.S.B.N.: 978-84-616-2453-9 Depósito Legal: TE-197-2014 Portada: Santuario del Sol del la ciudad celtibérica de Segeda Diseño y maquetación de textos: Raúl Clavijo Hernández Edita: Centro de Estudios Celtibéricos de Segeda Imprime: COMETA, S.A. - Ctra. Castellón, km. 3,4 - ZARAGOZA

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ÍNDICE

pág. PRESENTACIÓN............................................................................................................................................................... 5 Sesión I. Proceso formativo. Moderador: Gonzalo Ruiz Zapatero.......................................................................11 1. Relaciones continentales durante la génesis del mundo celtibérico: nuevas evidencias en el período Protoceltibérico. M.ª Luisa Cerdeño, Teresa Sagardoy....................................................................................... 13 2. Los umbos bivalvos de scuta en Iberia y la cuestión céltica. Gustavo García Jiménez, Fernando Quesada Sanz..................................................................................................................................... 21 3. Sesión I. Debate: Proceso formativo. Moderador: Gonzalo Ruiz Zapatero.......................................................... 29 Sesión II. Poblamiento. Moderadora: Maria Luisa Cerdeño..................................................................................... 31 4. E  l análisis del poblamiento del territorio en la Comarca del Aranda. Gloria Pérez García................................ 33 5. Las fortificaciones ciclópeas en el Alto Jalón. Luís Alberto Gonzalo Monge...................................................... 41 6. Nuevos aportes al estudio de la Celtiberia Occidental en la provincia de Guadalajara. Ricardo L. Barbas Nieto..................................................................................................................................... 49 7. Castil de Griegos y Puente de la Sierra: Un Modelo de poblamiento celtibérico en el Alto Tajo. Juan Pablo Martínez Naranjo, José Ignacio De la Torre Echávarri.................................................................... 57 8. La construcción de espacios domésticos en un ámbito urbano. El yacimiento de “Las Eras” en Ciadueña (Soria). Carlos Tabernero Galán, Juan Pedro Benito Batanero, Alberto Sanz Aragonés............. 65 9. Oppidum y territorio en el valle del Linares soriano. Los Casares de San Pedro Manrique. Eduardo Alfaro Peña, Iván Aguilera Díez, Juan Pedro Benito Batanero, Alberto Sanz Aragonés, Carlos Tabernero Galán..................................................................................................................................... 73 10. E  l yacimiento de los canónigos, Arcas del Villar (Cuenca): un nuevo asentamiento en la supuesta frontera meridional de la Celtiberia. Miguel Ángel Valero Tévar...................................................... 83 11. Tiermes y el proceso de urbanización del área arévaca suroccidental (ss. IV-I a. C.). La Protohistoria como modelo de frontera. Santiago Martínez Caballero, Fernando López Ambite, José Ignacio Gallego Revilla............................................................................................................................ 93 12. “Segontia, la que ahora llaman comúnmente Medinaceli” (Rodrigo Ximenez de Rada, 1170-1247). Jose Manuel Pastor Eixarch.......................................................................................................................... 103 13. L  os castros de la serranía burgalesa. El inicio de una jerarquización territorial de gran perduración. Alberto Bengoechea Molinero.........................................................................................................................113 14. L  a Carpetania, ¿territorio étnico o región geográfica? Ángel Marchante Ortega, José Antonio Pérez Perona............................................................................................................................ 123 15. E  l complejo defensivo de Pintia (Padilla de Duero/Peñafiel, Valladolid). Carlos Sanz Mínguez, Fernando Romero Carnicero, Cristina Górriz Gañán, Roberto de Pablo Martínez......................................... 129 16. Construcción del territorio y estructuras políticas. El modelo del oppidum de Monte Bernorio y otras formas de construcción territorial. Jesús F. Torres Martínez (Kechu), Susana de Luis Mariño............... 139 17. Sesión II. Debate: Poblamiento. Moderadora: Maria Luisa Cerdeño................................................................. 149 Sesión III. Sociedad y economía. Moderador: Alberto Lorrio............................................................................ 159 18. C  oaliciones en el mundo celtibérico. Alberto Pérez Rubio............................................................................ 161 19. Interacción institucional en Celtiberia: una aproximación al estudio de los instrumentos y mecanismos diplomáticos. Laura Per Gimeno............................................................................................. 177 20. Tipología de las leyendas monetales célticas. La Península Ibérica y las demás áreas de la Céltica antigua. Patrizia de–Bernardo–Stempel.................................................................................... 185 21. Un nuevo tipo de casco celtibérico. Jose Manuel Pastor Eixarch.................................................................. 203 22. Los cascos protohistóricos de Aranda de Moncayo: Una necesidad científica y patrimonial. Raimon Graells i Fabregat, Alberto J. Lorrio Alvarado, Fernando Quesada Sanz.......................................... 213 23. Las fíbulas navarro-aquitanas y su contextualización a ambos lados de los Pirineos. Constantin Thibaud, Marta Chordá................................................................................................................. 223 24. Fíbulas zoomorfas meseteñas. Lugar de elaboración, lugar de hallazgo. Magdalena Barril Vicente........... 231 25. Caballos y carros en el mundo vettón: elementos para cabalgar. Isabel Baquedano, Daniel de Cruz............ 241 26. U  na nueva fusayola segedense con inscripción. Aránzazu López Fernández................................................. 249 27. M  olde singular de fíbula anular, hallado en la ciudad celtibérica de Numancia. Raquel Liceras, Ángel Santos, Sergio Quintero, Antonio Chaín, José Ignacio de la Torre, Gianluca Catanzariti, Christian Diezt, Silvia Viana, Alfredo Jimeno.................................................................................................. 257 28. Estudio de las síntaxis compositivas simétricas en cerámicas con decoración “a peine” vacceas procedentes del yacimiento arqueológico de Pintia (Padilla de Duero/Peñafiel, Valladolid). A. Carmelo Prieto, Selma Neto, Alejandro del Valle, Fernando Romero, Carlos Sanz, Roberto De Pablo, Cristina Górriz............................................................................................................................................... 265

29. Centros productores de muelas del norte de la Península Ibérica. Pilar Pascual Mayoral, Pedro García Ruiz, Javier Castro Montoya.................................................................................................... 275 30. Sesión III. Debate: Sociedad y economía. Moderador: Alberto Lorrio.............................................................. 285 Sesión IV. Cosmología y Ritual. Moderador: Magdalena Barril........................................................................ 293 31. El rito celta de las cabezas cortadas en Iberia: revisión de un tópico historiográfico. Tomás Aguilera Durán....... 295 32. C  oelum aqueum, aproximación al Cosmos celtibérico a partir del análisis de la cerámica n.º 2308 del Museo Numantino. M.ª Pilar Burillo-Cuadrado....................................................................................... 303 33. “ La cuarta dimensión”: un nuevo paradigma en el estudio de la iconografía celtibérica. Su aplicación a la tésera de hospitalidad poliédrica k.0.10. Carlos Foradada-Baldellou, Francisco Burillo-Mozota, M.ª Pilar Burillo-Cuadrado, José Javier Luis-Tello..............................................311 34. Iconografía funeraria indígena. Reflejos, lecturas y pautas en estelas de Tierras Altas, Soria. Eduardo Alfaro Peña...................................................................................................................................... 321 35. Nueva iconografía en una vasija de Numancia. Raquel Liceras, Ángel Santos, Sergio Quintero, Antonio Chaín, José Ignacio de la Torre, Alfredo Jimeno................................................................................ 331 36. Un insólito santuario celtibérico en la serranía de Cuenca: el heroon de Los Casares (Valdemoro Sierra). F.J. Fernández Nieto, C. Alfaro Giner............................................................................ 339 37. El Santuario de la ciudad celtibérica de Segeda I. Propuesta para su declaración como Patrimonio de la Humanidad. Francisco Burillo-Mozota, M.ª Pilar Burillo-Cuadrado, Diego Franganillo, Elena Gallego, Gloria Pérez, Manuel Pérez;Teresa Mostaza; Jonathan Terán, Julio Zancajo y Tamara Folgueiro................. 353 38. U  na propuesta para el origen celtibérico de la hoguera del “paso del fuego” de San Pedro Manrique. Francisco Burillo-Mozota, M.ª Pilar Burillo-Cuadrado, Eduardo Alfaro-Peña............................................. 361 39. Análisis de las poblaciones del ámbito céltico peninsular a partir de sus necrópolis de incineración. M.ª del Rosario García Huerta....................................................................................................................... 371 40. La necrópolis de El Inchidero, Aguilar de Montuenga, Soria. Marian Arlegui Sánchez.................................. 379 41. L  a necrópolis celtibérica de Las Horazas (El Atance, Guadalajara) y su nueva interpretación a la luz de la documentación. Magdalena Barril Vicente............................................................................... 387 42. Nuevas interpretaciones en la necrópolis celtibérica de “El Cuarto” de Griegos (Teruel). Marta Chordá Pérez....................................................................................................................................... 397 43. Las supuestas “diademas femeninas” un ejemplo para revisión. Marta Chordá Pérez, Patricia Pérez Dios........ 405 44. E  nterramiento tardoantiguo en la ciudad celtibérica de Segeda I: Una reflexión sobre las inhumaciones en contextos celtibéricos. Leyre Alconchel Navarro, Gloria Fernández García...................... 413 45. S  esión IV. Debate: Cosmología y Ritual. Moderadora: Magdalena Barril........................................................ 421 Sesión V. Celtíberos y Romanos. Moderador: Ángel Morillo Cerdán.............................................................. 433 46. ¿  Del mercado al tratado? El papel del comercio itálico en las relaciones celtíbero-romanas anteriores a la provincialización. Enrique García Riaza, Eduardo Sánchez Moreno....................................... 435 47. La evolución del concepto celtíberos y Celtibería en época tardía. Enrique Gozalbes Cravioto................... 445 48. L  a I Guerra Celtibérica en el contexto del expansionismo romano. Una valoración comparativa. José Antonio Martínez Morcillo..................................................................................................................... 453 49. La ciudad de Segobriga durante la República Tardía. Luis Amela Valverde................................................... 459 50. El Alto Chacón y su relación con el área ibérica de Levante en época sertoriana. Miguel F. Pérez Blasco......... 467 51. Avance de las excavaciones arqueológicas de 2010 en Arce-Mirapérez/Deobriga: el fin del mundo indígena. F. Rafael Varón Hernández.................................................................................. 475 52. Una ocultación de denarios en Bujalaro (Guadalajara): Contexto. Emilio Gamo Pazos.................................. 485 53. Inscripciones celtibéricas en alfabeto latino. Ignacio Simón Cornago............................................................. 493 54. S  esión V. Debate: Celtíberos y Romanos. Moderador: Ángel Morillo Cerdán................................................ 501 Sesión VI. Gestión y Desarrollo. Moderador: Alfredo Jimeno......................................................................... 509 55. S  erranía Celtibérica: un proyecto de desarrollo sostenible. Francisco Burillo-Mozota, M.ª Pilar BurilloCuadrado, Pascual Rubio-Terrado, Enrique Ruiz-Budría, José Guillén-Gracia, Carlos Lacaba-Burriel..........511 56. Los laboratorios de restauración de campo: el ejemplo de Segeda (Mara, Zaragoza). Ana Palacio Estévez, Andrea VillarDe Miguel................................................................................................ 519 57. Tiermes Laboratorio Cultural. Novedades arqueológicas de las intervenciones del 2007 al 2011. Cesáreo Pérez González, Emilio Illarregui Gómez, Pablo Arribas Lobo......................................................... 523 58. El Museo de Agricultura Tradicional de Oseja como modelo de la sociedad campesina en la Celtiberia. Gloria Pérez García............................................................................................................. 531 59. Una propuesta sobre el baño de metales en la etapa celtibérica. Emilio Guadalajara Guadalajara.............. 537 60. S  esión VI. Debate: Gestión y Desarrollo. Moderador: Alfredo Jimeno........................................................... 543 Sesión VII. Mesa Redonda: Rutas Celtibéricas........................................................................................... 551 Listado de participantes al simposio............................................................................................................ 557

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