Casa señorial, ubicada en la pedanía rural de Torrellano (ELCHE).

Raúl Agulló Coves

Colaboración

Una casa señorial del Camp d’Elx, en el “roal de Lo i Quiles (Torrellano Bajo)

En la pedanía ilicitana de Torrellano Bajo, existe un camino rotulado como Los Quiles, con trazado muy irregular y varias casas típicas del campo de Elche muy antiguas. La antigüedad de los asentamientos dispersos en este entorno, queda atestiguada también por la ubicación muy próxima de las históricas Torres de Gaitán, así como algunas alquerías moriscas aisladas. En concreto, nos merece especial atención el popularmente conocido como “roal de Lo i Quiles”, donde el camino se estrecha y curva para mostrarnos a la izquierda una casona de dos plantas con evidente encanto señorial por su cuidada estética. Y justo frente a esta casa, a la derecha del camino, dos casas juntas mucho más modestas que responden al estilo arquitectónico local de las casas de labranza. La casa señorial perteneció a Don Tomás Brotons Pomares, propietario de uno de los comercios tradicionales que hubo en la céntrica calle Salvador, como fue Tejidos El Cisne. Esta histórica tienda de telas y sastrería abrió sus puertas en el año 1935, en el actual cruce con la calle Pasaje, si bien por aquel entonces no existía tal intersección. Como anécdotas curiosas, cuentan algunos vecinos, que en el interior de esta bella residencia veraniega que debió construirse por sus antepasados a principios del siglo pasado, en una parcela agrícola con una Araucaria actualmente centenaria que sobresale por su porte monumental en esta finca que en los modernos mapas toponímicos aparece denominada como La Rosaleda; se ocultaron durante la Guerra Civil miembros 10 - El Crisol

del bando nacional perseguidos por los militares republicanos. Asimismo, posteriormente se practicó el estraperlo con aceite y otros bienes de consumo, durante la época de instauración de las cartillas de racionamiento, como era habitual en todas partes debido a la escasez de la posguerra. Ahora bien, las dos casas juntas de enfrente son mucho más antiguas, como se intuye en particular al apreciar los detalles de su fachada principal orientada al mediodía, y probablemente sus gruesas paredes de piedra o sus vigas macizas de madera de olivo superen los 200 años, e incluso se hayan asentado sobre una primitiva alquería morisca, habiendo pertenecido en época contemporánea a varios nuevos propietarios como por ejemplo a un capellán eclesiástico, así como a varios populares torrellanenses miembros de la familia Piñol.