Cartografía de las inundaciones del río Ebro en Aragón en febrero de 2003. Tramo Gallur-Escatrón (Zaragoza)

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CARTOGRAFÍA DE LAS INUNDACIONES DEL RÍO EBRO EN ARAGÓN EN FEBRERO DE 2003. Tramo Gallur - Escatrón (Zaragoza) Del Valle Melendo, J1; Losada García, J.A 2 1. Dpto. de Geografía y Ordenación del Territorio. Universidad de Zaragoza. [email protected]

2. Oficina de Planificación Hidrológica, Confederación Hidrográfica del Ebro. [email protected]

Resumen Mostramos algunos datos de la evolución del río Ebro durante la inundación de principios de febrero de 2003, así como la utilidad de la cartografía empleada para la delimitación de la zona inundada y los impactos producidos. We are showing some information about the evolution of the Ebro river during the floods that took place at the beguining of febrary 2003, and the utility of the cartography used for the delimitation of the flooded area and the social and enviromental damage. Palabras clave/ Key words Inundaciones febrero 2003, Ebro, cartografía/ flood, febrary 2003, Ebro river, cartography. Objetivos -Aportar información sobre la evolución de los caudales del Ebro y algunos de sus afluentes y el anegamiento del llano de inundación en el tramo de estudio. -Mostrar cómo la cartografía y los S.I.G. son muy útiles para valorar el alcance de estos episodios extraordinarios, las afecciones e impactos producidos. Discusión Introducción: una explicación climática Durante los últimos días de enero de 2003 se produjo en el N de la Península Ibérica un fuerte temporal de agua y nieve que afectó a la cabecera del Ebro (Burgos, Cantabria, Álava y Navarra). Las temperaturas fueron bajas y las precipitaciones en buena medida en forma de nieve. La atmósfera evolucionó durante los primeros días de febrero hacia una situación anticiclónica, pero el centro de las altas presiones se desplazó durante los días 3 y 4 al Mediterráneo occidental, por lo que los vientos sobre la Península tomaron una componente SO. Este hecho supuso un importante aumento de las temperaturas: en Logroño la mínima del día 5 fue de 3.9, en Vitoria de 3.1 y en Pamplona de 4.5, estando las máximas entre 6 y 19º en estas tres ciudades. Este comportamiento térmico generó una rápida fusión de la nieve que se tradujo en un destacable aumento de caudal de los afluentes del Ebro que drenan esta zona (se aprecia en el hidrograma). Comportamiento y evolución de la riada El río Ebro, a su paso por Zaragoza, mantuvo un caudal por encima de 1000 m3/sg ininterrumpidamente entre el 1 y el 12 de febrero de 2003. Desde la 1.15 del día 8 hasta las

20.30 del día 9 el caudal superó los 2500 m3/sg, con una punta de 2988 m3/sg entre las 3 y las 3.30 del día 9. Son unos valores sin duda elevados (se considera crecida extraordinaria la que supera en Zaragoza los 2716 m3/sg), pero alejados de los 4130 m3/sg aforados el 1 de Enero de 1961. En Castejón de Ebro (Navarra), unos 100 km aguas arriba de Zaragoza, el río alcanzó un caudal punta de 3320 m3/sg entre las 2.45 y las 3.15 del 6 de febrero. De estos datos podemos obtener algunas conclusiones claras: -La punta de la inundación tardó unas 72 h en recorrer los aprox. 100 km que separan la citada localidad de la capital aragonesa, lo que significa un lapso de tiempo mucho mayor que en condiciones de caudal normal o de riadas de menor cuantía (entre 24 y 36 h). -El caudal máximo alcanzado en Zaragoza es algo menor que el registrado en Castejón, aunque entre ambas localidades no hay ninguna infraestructura que permita realizar regulación. La razón de ambos hechos fue que la ocupación del lecho de inundación, que en algunos tramos alcanza varios kilómetros de anchura, ralentizó significativamente el avance de la punta de avenida, y además permitió la laminación de la misma de forma natural, lo que se aprecia claramente en el hidrograma adjunto. La superficie inundada por la crecida en el tramo aragonés aguas arriba de Zaragoza alcanzó las 18.800 ha, (83.1% de la superficie total del llano de inundación). En este sector la anchura media de la zona inundada alcanzó los 3.48 km, mientras que la anchura media del llano de inundación es de 4.19 km. Aguas abajo de Zaragoza, entre la capital y La Zaida quedaron inundadas 11.400 ha (56.2% de la superficie del llano de inundación). La anchura media de la zona inundada alcanzó los 2.07 km, mientras la media del llano de inundación es de 3.69 km. Dentro del llano de inundación, los principales usos del suelo son agrícolas. Se inundaron 16.693 ha de superficie agrícola de regadío aguas arriba de Zaragoza y 9.192 ha aguas abajo, lo que significa el 81.4% y el 50.8% respectivamente de la superficie agraria inundable (fuente: Ollero A., 2003). Algunos pueblos situados en la llanura de inundación fueron evacuados, pero el seguimiento que se hizo del episodio mediante el SAIH permitió hacerlo con el suficiente tiempo como para evitar daños personales. La cartografía en la gestión de la crecida La imagen que presentamos es una composición en falso color del Satélite Landsat 7 ETM+ (escena 199-31) correspondiente al 6 de febrero de 2003. Sobre ella se ha

representado la superficie inundada en tres momentos del episodio. Se trata de una herramienta muy útil para realizar análisis posteriores a la inundación, tales como: -Deslinde del Dominio Público Hidráulico a partir de la delimitación del área afectada por las inundaciones ordinarias. -Definición de daños ocasionados en las áreas agrícolas para establecer, en su caso, las indemnizaciones o ayudas. -Redefinición del sistema de defensas y establecimiento de un “espacio de libertad fluvial” en el que el río desarrolle su dinámica de forma natural. -Ordenación de usos de suelo en la llanura de inundación en función de los riesgos y la compatibilidad con la ocurrencia esporádica de estos fenómenos. Conclusiones Las inundaciones son un hecho que forma parte de la dinámica natural de los ríos, y en el caso del Ebro, a pesar de que el río principal y la mayor parte de los afluentes están regulados, pueden llegar a afectar amplias superficies del llano de inundación. Son imprescindibles para el buen estado ecológico de los ríos, y las actuales tecnologías de seguimiento en tiempo real (principalmente Sistemas Automáticos de Información Hidrológica.) permiten reducir al mínimo los riesgos para la población al poder tomar medidas de protección con el suficiente tiempo. En general, la agricultura es bastante compatible con estos fenómenos. Sufre daños a corto plazo, pero quedan muy disminuidos a medio plazo (incluso pueden llegar a ser beneficiosos), por lo que debe ser mantenida o potenciada. La población ribereña, debido a la presencia de obras de defensa, sistemas de seguimiento y alerta, ha perdido la sensación de peligro, lo que puede redundar en una intensificación de ciertos usos de suelo. Entre ellos, los residenciales o urbanos son los más sensibles a las inundaciones, por lo que deben ser limitados a las zonas de menor riesgo. Bibliografía Creus Novau Edt. (1995) Situaciones de riesgo en España. Instituto Pirenaico de Ecología. Jaca (Huesca). Del Valle J. (2003). Funciones y usos del agua en la Cuenca del Ebro. Instituto Aragonés del Agua. Zaragoza. Ollero Ojeda A. (2003). Comunicación al Seminario “El problema de las inundaciones, claves, razones y soluciones”. Zaragoza

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