CARTILLA MUJERES Y TRABAJO: TRANSFORMACIONES LEGALES Y FLEXIBILIZACION LABORAL EN COLOMBIA

August 3, 2017 | Autor: L. Vargas Monroy | Categoría: Flexibilización Laboral, Mujeres Y Trabajo
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Descripción

Mujeres y Trabajo: Transformaciones Legales y Flexibilización Laboral en la Industria Floricultora en Colombia

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EQUIPO INVESTIGADOR:

Liliana Vargas Monroy Oscar Andrés López Cortes ASESORIA EDITORIAL E ILUSTRACIONES:

Marisol Leal Acosta DIAGRAMACIÓN:

Henny Rosero Arévalo Esta cartilla se realiza en el marco del proyecto: Prácticas discursivas y formas de sujección/resistencia en la producción de la mujer trabajadora en Colombia. Facultad de Psicología – Pontificia Universidad Javeriana. Bogotá – Colombia. Noviembre, 2014

Índice .......................................................página Introducción.......................................................................................................................................................................................6 Mujeres y trabajo en la industria floricultora: cuatro historias.........................................................................................7 Rosita.................................................................................................................................................................................................8 Ana María..........................................................................................................................................................................................10 Lucía..................................................................................................................................................................................................12 Azucena.............................................................................................................................................................................................14 Transformaciones legales 1990 - 2002.....................................................................................................................................16 Las condiciones del trabajo antes de la flexibilización laboral........................................................................................17 El trabajo en los años noventa: la ley 50 de 1990.................................................................................................................18 El nuevo siglo y el trabajo flexibilizado: la ley 789 de 2002..............................................................................................19 Herramientas para defender los derechos en el trabajo...................................................................................................20

Introducción Como las de muchos trabajadores en Colombia, las condiciones laborales de las trabajadoras de la industria floricultora, han desmejorado significativamente a partir de la introducción de las leyes 50 de 1990 y 789 de 2002. Algunas de las condiciones laborales desmejoradas con estas reformas legales, fueron: la estabilidad laboral, la retroactividad de las cesantías, la contratación directa por parte del empleador, el carácter laboral de la vinculación de aprendices. Para el contexto latinoamericano, estas transformaciones han generado una de las legislaciones laborales más débiles, que privilegia los intereses del capital sobre los derechos humanos en el trabajo. Esta cartilla, dedicada a las trabajadoras de las flores, hace visible a partir de material de entrevistas, algunas de sus historias, y con ellas, las particularidades de su tránsito hacia la precariedad laboral. Hemos recuperado historias que reflejan las transformaciones que ha tenido el trabajo de la industria floricultora entre los años 1990 y 2014, así como las anomalías legales ocurridas en algunas empresas del sector, como consecuencia de la creciente flexibilización laboral. Proponemos esta cartilla como un ejercicio de memoria sobre las transformaciones laborales de los últimos años en Colombia, también como una guía que pretende ser útil para pensar los impactos que estos cambios producen en la vida de las trabajadoras colombianas, buscando en las páginas finales, mostrar algunos mecanismos legales eficaces para la protección de los derechos fundamentales en el trabajo.

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Mujeres y Trabajo en la Industria Floricultora

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Rosita

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ROSITA Antes de entrar a la industria floricultora Rosita había trabajado en el campo al lado de su marido, en diferentes fincas lecheras de la región. En aquella época, combinaba las labores en la casa de los patrones, con el trabajo en el cuidado de las vacas. Su jornada se iniciaba usualmente a las 3 a.m., hora en que tenía que ir a darle concentrado a los animales. Cuando las floras llegaron cerca a donde vivía y se empezó a ver lo que ofrecían a las trabajadoras, Rosita no lo pensó dos veces: entró a trabajar a finales de los años setenta con un contrato de trabajo a término indefinido en una de las empresas floricultoras más grandes de la zona. Sus jornadas laborales fueron largas y extenuantes desde el principio, aunque no tanto como en las fincas lecheras donde había trabajado anteriormente. La empresa le daban dotación, le reconocían las horas extras y nocturnas y si trabajaba un domingo o un festivo se podía ganar el doble de un día ordinario. También le pagaban sus cesantías, con esto Rosita hacía un ahorro: por cada año de trabajo, lograba acumular un mes de salario, que se liquidaba y pagaba al final de la relación laboral con base en el último salario multiplicado por el número de años laborados; esto se conocía como cesantías retroactivas. Gracias a este ahorro, junto con su esposo, Rosita pudo construir una casita poco a poco y apoyar la educacion de sus tres hijas. De sus primeros tiempos en las floras, Rosita recuerda que todas las trabajadoras conocían al dueño de la empresa y de la misma manera había reconocimiento y valoración hacia ellas. A menos que se cometiera un error grave, los despidos no eran usuales. Las trabajadoras tenían un incentivo para hacer bien su trabajo, pues se sabía que a los diez años de antigüedad ya no podrían ser despedidas sin justa causa y entre más años se laboraba, más seguro era el trabajo y más grandes las cesantías que se acumulaban. El trabajo en las floras siempre fue duro para Rosita, a veces largas noches en vela y siempre frías madrugadas, pero al final se vieron los frutos: una casa propia y poder educar a sus hijas. A pesar de las transformaciones en el trabajo por la crisis de su empresa en los últimos años, Rosita logró pensionarse en el 2004.

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Ana María

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ANA MARÍA Ana María llegó a la industria floricultora en 1993. Como otras operarias, entró al cultivo a través de una cooperativa de trabajo asociado; otras de sus compañeras lo habían hecho a través de una empresa de servicios temporales. Para Ana María esta situación era confusa, pues laboraba para gente distinta a la de la cooperativa, donde le pagaban sus “compensaciones”. En la flora Ana María conoció operarias como Rosita, que todavía tenían otras condiciones de trabajo. Durante el tiempo que trabajó desde la cooperativa Ana María nunca recibió cesantías, primas ni vacaciones; ella misma pagaba sus aportes a pensión y salud, pero los recibos de pago se quedaban en la cooperativa. Algunos meses el ingreso era tan bajo que si pagaba sus aportes no podía pagar el arriendo. Luego de seis años la flora la contrató directamente y le empezó a pagar primas, auxilio de transporte y vacaciones; también le entregaba en marzo un papelito donde le informaban que sus cesantías habían sido consignadas a un fondo, del cual ella podría reclamar la plata cuando se fuera del cultivo. Pocos años después, la empresa fue vendida a otra empresa más grande. Ana María pensó que las condiciones mejorarían, sin embargo no fue así: ella no sabía quiénes eran realmente los dueños del cultivo; tampoco era claro qué tipo de contrato tenía, pues cada año le informaban que su contrato había terminado y luego de dos semanas de receso sin pago, le daban a firmar un nuevo contrato por un año; a muchas de sus compañeras nunca las volvían a llamar, lo mismo le sucedía a las que se enfermaban, por lo que cada año entraban nuevas operarias. Alguna vez pensó en acudir al sindicato, pero todo el mundo decía que esa era gente manejada por la empresa. Las condiciones empeoraban cuando se acercaban fechas claves para las ventas -San Valentín en febrero o amor y amistad en septiembre- los turnos que regularmente eran de sJFUF de la mañana a tres de la tarde, podían extenderse hasta la media noche, lo que no siempre significaba el pago de horas extras. El trabajo se puso tan pesado que se organizó un nuevo sindicato, el cual se presentaban como independiente de la empresa, lo que le animó a asistir a las reuniones, pero cuando su jefe se enteró le informó que su contrato no sería renovado, lo que efectivamente ocurrió a finales de 2005. Cuando fue a reclamar sus cesantías le informaron que solo había aportes por el equivalente a seis años: un mes de salario equivalente al ingreso del respectivo año laborado, sin retroactividad; lo mismo le dijeron en el fondo de pensiones. Había trabajado en ese cultivo doce años.

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Lucía

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LUCÍA Cuando ya había terminado el bachillerato, Lucía comenzó a buscar trabajo para costear la universidad. Una amiga la contactó con una empresa de flores al occidente de la sabana de Bogotá, que llegó a ser una de las más grandes del país. Entre los años 1997 y 2008 trabajó en casi todos los proceso de la producción de las flores. Oficios que en su mayoría desempeñaban las mujeres: siembra, corte, recolección, empaque, etc. Llegó a ser supervisora. También vivió las transiciones laborales de la empresa: los dueños de la tierra que iniciaron el negocio, luego la multinacional que lo compró y finalmente el cierre. Sus primeros contratos fueron directos y a término fijo. Estos nunca eran inferiores a un año y tenían todas las garantías legales y algunos beneficios extra legales. Durante los primeros años la empresa y las trabajadoras suscribieron varias convenciones colectivas. Lucía transitó así, una vida laboral con incentivos salariales por antigüedad, bonificaciones, celebración de fiestas y paseos, luego una multinacional compró la empresa. Con los nuevos dueños llegaron: los uniformes, las ideas de más competitividad, la búsqueda de eficiencia y los sellos de certificación. Hubo reducción de personal, entraron temporales a cargo de contratistas. Las horas de trabajo aumentaron, algunas veces sin remuneración extra, despidieron a algunas trabajadoras antiguas y a las enfermas. También aumentaron los rendimientos y con ellos el descontento de los trabajadores. Ante las injusticias que observaba, Lucía aumentó su compromiso y liderazgo en la creación de un nuevo sindicato. Con su elección, su vida y la de las trabajadoras de la flora, cambió. La empresa crecía, y se despersonalizaban las relaciones, y las dinámicas laborales se transformaban, así mismo la gente se organizaba, aprendía de su poder al reconocer sus derechos y de la fuerza que da la colectividad. Lucía nunca abandonó su lucha, aun cuando la empresa le exigió que renunciara cuando el negocio se vino a pique y las flores no fueron el interés ni siquiera de sus dueños, fue una de las últimas trabajadoras de la gran multinacional quebrada que se mantuvo en su puesto sin negociar. La empresa tuvo que indemnizarla para lograr su salida.

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Azucena

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Azucena Azucena empezó a trabajar en una empresa floricultora cercana a su casa en el 2006. Recuerda que el primer día que llegó a la empresa, le hicieron llenar un formulario y después de algunas preguntas la mandaron a una empresa de servicios temporales donde le pidieron papeles, exámenes médicos y la hicieron firmar un contrato de trabajo que decía: “por el término que dure la obra o labor”. Aunque el contrato no era claro para ella, ni tampoco sabía con certeza quién era su jefe, Azucena aceptó el acuerdo, en buena medida por las necesidades que tenía al ser madre soltera de dos niños. Ese primer contrato duró 10 meses, los que Azucena vivió con incertidumbre cada día. Desde eso, han pasado ya 8 años, durante los cuales Azucena ha tenido el mismo contrato año tras año, que termina aproximadamente cada vez que se cumplen los diez meses, momento en el que la empresa la manda “a descansar” por un periodo de 15 días sin sueldo ni pago de vacaciones. Luego la vuelven a llamar a trabajar con el mismo contrato temporal. Aunque Azucena es consciente de que en su situación laboral hay algo irregular, también sabe que a las trabajadoras que tienen ese tipo contrato las pueden despedir en cualquier momento, eso, sumado a la responsabilidad de sus hijos y a la incertidumbre de no tener un contrato que le garantice volver a engancharse después de sus periodos de “descanso”, hace que Azucena haya decidido no quejarse. De esta manera, vive el día a día, tratando de cubrir los gastos que tiene como madre cabeza de familia. Sostenerse es difícil. Hay meses en que se gana un poco más del salario mínimo, pero eso implica varias horas de trabajo extra a la semana, muchas veces de trabajo hasta las diez de la noche, por el cual se le paga igual que en el trabajo diurno. Una señora que también trabajó en las flores, cuida a sus niños mientras Azucena llega a su casa, la señora sin embargo no puede quedarse después de las 5 pm, por lo que los días que Azucena tiene que hacer horas extras de noche, sus hijos deben quedarse solos; sucede lo mismo cuando tiene que trabajar los domingos o festivos. En el cultivo donde labora aun quedan algunas trabajadoras contratadas directamente por la empresa, pero la mayoría son como ella: trabajadoras de una empresa de “servicios temporales”. Azucena no ve futuro en las flores, se siente agotada y dejando su salud en el trabajo, sabe también, que con las condiciones que tiene y a pesar de lo que lleva cotizado hasta ahora, es imposible que algún dia logre conseguir una pensión.

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Transformaciones Legales 1990 - 2002

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LAS CONDICIONES DEL TRABAJO ANTES DE LA FLEXIBILIZACIÓN LABORAL ASPECTO MODIFICADO

ANTES DE LA LEY 50 DE 1990

ESTABILIDAD LABORAL

Al cumplir 10 años de trabajo continuo al servicio del mismo empleador la persona no podía ser despedida sin justa causa, y de serlo, podía obtener el reintegro.

CONTRATACIÓN

Los personas se vinculaban a través de contratos de trabajo a término indefinido y normalmente no se realizaban contratos a término fijo ni de obra o labor contratada.

CESANTÍAS

La cesantía la pagaba directamente la empresa y se tenía en cuenta el retroactivo, esto es, se pagaba con base en el último salario multiplicado por el número de años laborados.

JORNADA DE TRABAJO

Todo trabajo realizado en domingo, festivo y nocturno, así como aquel que excediera las 8 horas de trabajo diario, generaba pago extra a favor del trabajador.

CONCEPTO DE EMPRESA

Principal, filiales y subsidiarias conforman siempre una sola empresa, lo que hacía difícil a los empresarios poder evadir sus obligaciones con los trabajadores.

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EL TRABAJO EN LOS AÑOS NOVENTA: LA LEY 50 DE 1990 ASPECTO MODIFICADO ESTABILIDAD LABORAL

LEY 50 DE 1990 La empresa puede despedir sin justa causa sin importar la antigüedad, pagando la indemnización legal. Creó facilidades para que la empresa pueda despedir trabajadores masivamente sin recibir una sanción legal.

CONTRATACIÓN

Se le facilitó a la empresa la contratación temporal de los trabajadores, así como la intermediación laboral a través de empresas de servicios temporales.

CESANTÍAS

Se pierde la retroactividad de la cesantía y la empresa solamente debe consignar cada año a un fondo privado la cesantía con base en el salario del respectivo año laborado.

JORNADA DE TRABAJO

El empleador ya no está obligado a pagar extras, nocturnos, dominicales y festivos cuando programa turnos rotativos o por acuerdo con el trabajador de ampliación de la jornada para descanso sabatino.

CONCEPTO DE EMPRESA

Da facilidades a las empresas para evadir las obligaciones con los trabajadores mediante la creación de sucursales, filiales, paralelas o satélites a las cuales trasladar los bienes; también para trasladar al extranjero la operación.

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EL NUEVO SIGLO Y EL TRABAJO FLEXIBILIZADO: LA LEY 789 DE 2002 ASPECTO MODIFICADO

LEY 789 DE 2002

ESTABILIDAD LABORAL

Redujo el monto de la indemnización por despido que había establecido la ley 50 de 1990, facilitando aun más el despido de trabajadores.

CONTRATACIÓN

El contrato de los aprendices ya no es un contrato de trabajo.

CESANTÍAS

Se mantiene igual.

JORNADA DE TRABAJO

La jornada entre 6:00 p.m. y 10:00 p.m. no cuenta como nocturna. Reduce el pago de recargos por trabajo nocturno y en festivos y dominicales. Reduce el pago por trabajo en horas extras.

CONCEPTO DE EMPRESA

No se modifica, pero la ley 1004 de 2005 incentiva la creación de zonas francas, dando estímulos a exportadores y a inversores extranjeros mediante la reducción de garantías socio económicas y ambientales para las comunidades.

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Oficina de Trabajo

Herramientas para defender los derechos del trabajo

DERECHOS ECONÓMICOS Y MÍNIMO VITAL Si su empleador le adeuda el pago por conceptos de salarios, prestaciones sociales o cotizaciones a seguridad social, se está poniendo en grave riesgo su mínimo vital y el de su familia, por lo cual usted puede exigir el pago de esas obligaciones laborales a través de la acción de tutela. Para presentar una tutela solo será necesario acudir ante cualquier juzgado del municipio donde prestó sus servicios. En caso de urgencia, la acción podrá ser ejercida verbalmente, evento en el cual el juez deberá atenderle inmediatamente y podrá exigirle posteriormente que rinda una declaración para facilitar el trámite de la solicitud, u ordenar al secretario del juzgado levantar el acta correspondiente.

ACOSO LABORAL Otra situación que vulnera los derechos en el trabajo es el acoso laboral. Según la Ley 1010 de 2006, se consideran conductas que constituyen acoso laboral: Agresiones físicas Expresiones injuriosas, ultrajantes y el uso de groserías Alusiones a la raza, género, origen familiar, características físicas, preferencias políticas o el estatus social de las personas Comentarios hostiles y humillantes que descalifiquen el trabajo realizado Constantes amenazas de despido Burlas sobre la apariencia física o la forma de vestir Comentarios en público sobre hechos pertenecientes a la intimidad personal

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Exigencia de laborar en horarios excesivos respecto a la jornada laboral contratada o legalmente establecida, los cambios sorpresivos del turno laboral y la exigencia permanente de laborar en dominicales y días festivos sin ningún fundamento objetivo en las necesidades de la empresa, o en forma discriminatoria respecto a los demás trabajadores o empleados Recibir menos derechos y beneficios que otros trabajadores La negativa injustificada de permisos, licencias por enfermedad, licencias ordinarias y vacaciones, cuando se dan las condiciones legales, reglamentarias o convencionales para pedirlos Envío de anónimos, llamadas telefónicas y mensajes virtuales con contenido injurioso, ofensivo o intimidatorio, o el sometimiento a una situación de aislamiento social.

¿QUÉ HACER EN CASO DE…? En caso de haber sido sometida a cualquiera de estas situaciones usted puede estar siendo víctima de acoso laboral, por lo cual para protegerse puede acudir ante: Los jueces laborales, o en caso de no existir un juzgado en el municipio El inspector municipal de policía El Personero Municipal La Defensoría del Pueblo Si tiene dudas respecto de sus derechos en el trabajo acuda ante los consultorios jurídicos de las facultades de derecho de cualquier universidad reconocida en el país. Allí será atendida de manera completamente gratuita y dependiendo del asunto le podrán asignar un estudiante de último año de derecho para que adelante la acción legal, asistencia que también es gratuita por disposición de la ley.

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Como las de muchos trabajadores en Colombia, las condiciones laborales de las trabajadoras de la industria floricultora, han desmejorado significativamente a partir de la introducción de las leyes 50 de 1990 y 789 de 2002. Entre los derechos perdidos con las reformas legales, están: la estabilidad laboral, la retroactividad de las cesantías, la contratación directa con el empleador. Para el contexto latinoamericano, estas transformaciones han generado una de las legislaciónes laborales más débiles, la cual privilegia los intereses del capital sobre los derechos humanos en el trabajo. Esta cartilla, dedicada a las trabajadoras de las flores, hace visible a partir de material de entrevistas, algunas de sus historias, y con ellas, las particularidades de su tránsito hacia la precariedad laboral, ocurrido durante las últimas tres décadas.

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