Carta contra Editorial de La Tercera 03.02.2016



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Señor Director: En vuestra editorial del día miércoles 03.02.2016 titulada “Problemas en Antofagasta” se afirmó que ante la actual crisis del cobre: “las ciudades que dependen críticamente del ciclo de las materias primas, como es el caso de Antofagasta… tienen la responsabilidad de administrar correctamente los períodos de bonanza”. Este paladino reproche a la sociedad civil de las regiones mineras, pasa por alto que el modelo chileno de Estado unitario, centralista en la esfera pública y privada, obstaculiza cualquier capacidad de gestión regional genuinamente autónoma. En efecto, aún en épocas de bonanza, las ciudades del Norte no han visto elevadas mayormente la calidad de vida de sus ciudadanos, en comparación a la de los santiaguinos, beneficiados a diario por proyectos de desarrollo que se deciden y ejecutan en la capital con riquezas provenientes de las regiones en cuestión. Parece pertinente tener presente lo dicho en la misma editorial; “No corresponde que el Estado privilegie una región respecto de otra…” pero en sentido inverso, aplicado a la Región Metropolitana, pues claramente el denunciado modelo centralista es un factor determinante del subdesarrollo chileno, toda vez que mientras no se generen otros puntos de progreso distintos al gran Santiago, nuestro país no podrá avanzar hacia el primer mundo (Atienza y Aroca 2012). En razón de ello, el gran desafío de la sociedad civil regional es reclamar -en el contexto del proceso constituyente- el cambio desde un sobrepasado Estado unitario descentralizado a medias por medio de una regionalización formal que tocó techo, hacia un moderno Estado federal materialmente descentralizado, en el cual la propia comunidad de las regiones, en ejercicio de su correspondiente autonomía política-financieraeconómica, forje focos de crecimiento por todo el territorio de la república que nos haga avanzar como país hacia el tan deseado desarrollo. Luis Varela Ventura Facultad de Derecho, Universidad de Antofagasta