Carta a Letras Libres (1999)

July 1, 2017 | Autor: L. Cervantes-Ortiz | Categoría: EZLN, Samuel Ruiz
Share Embed


Descripción

22-I-99 Señor Enrique Krauze: Reciba una cordial felicitación con motivo de la aparición de la nueva revista, la cual, me parece, sustituirá con dignidad (o “conquistará la herencia”) de nuestra queridísima Vuelta, que leí (y sigo leyendo) continuamente durante 13 años. Me encanta la página virtual para acceder al archivo de Vuelta. Muchas gracias. Sólo me duele no haber podido adquirir la edición empastada, pero en fin... Le envío esta comunicación porque su amplio texto sobre Chiapas me hizo pensar mucho y me movió a reaccionar para cuestionar algunas de sus aseveraciones. De entrada debo decir que el ensayo trasluce una sincera búsqueda de comprensión del problema chiapaneco, manifestada en el viaje para hablar personalmente con Samuel Ruiz. Por formación y profesión (diez años de ejercer la docencia teológica en el ambiente protestante y ecuménico) me asaltaron serias dudas respecto a los siguientes aspectos: 1. Cuando se ocupa usted del “Tatic: pontífice y exégeta” se percibe una cierta desazón respecto a los oficios episcopales de Ruiz. No me parece adecuado referirse al “oficio real” tan a la ligera (aun cuando pueda ser cierto el ejercicio jerárquico del obispo). Pero quizá la parte más polémica sea aquella en la que se cita al exégeta reformado francés Oscar Cullmann con el fin de echar por tierra la supuesta opción de Ruiz por el Jesús histórico “rebelde opuesto a los oropeles del culto, a las injustas estructuras sociales y a los poderes opresivos de su tiempo” (p. 87). Esta cadena de simplificaciones no le hace justicia a la ya sólida tradición de teólogos y biblistas hispanoamericanos que han batallado concienzudamente con este problema. Pienso en Jon Sobrino (con tres textos sobre cristología) y en el finado Carlos Bravo Gallardo (cuyo Jesús, hombre en conflicto, es una de las mejores síntesis al respecto, basándose, precisamente, en el evangelio de Marcos), por mencionar sólo dos nombres. Y es que, efectivamente, “la polémica entre las diversas escuelas de exégesis ha sido y será permanente” (idem), pero lo que no se puede negar es que la interpretación ahistórica de la frase “Mi reino no es de este mundo”, sigue muy presente en los círculos más desconectados de la exégesis contemporánea. 2. El segundo problema, estrechamente ligado al anterior, consiste en que el ensayo reproduce (y acepta) la satanización generalizada de “la” Teología de la Liberación (en el entendido de que existen varias de ellas) en consonancia con los lineamientos del Vaticano wojtyliano (tan presente en nuestro país por estos días). En este sentido es ejemplar la respuesta que dio el citado Bravo gallardo a los ataques que recibió esta corriente teológica (o conglomerado de teologías) apenas iniciado el conflicto armado y que se recogió en Chiapas: el evangelio de los pobres (Temas de hoy, 1994). Allí, Bravo saca a la luz algunas de las obras fundamentales de esta corriente, preguntándole a sus críticos de ocasión si se habían acercado siquiera a unas pocas de ellas. En esta línea, a usted se le olvidó mencionar que el libro de Ruiz (de 1975) fue recogido previamente en una publicación oficial del CELAM. Sinceramente creo que le falta leer algunos libros básicos puesto que, se lo digo en buen plan, se llevará algunas (gratas) sorpresas. La frase que dice: “La traducción o interpretación de las escrituras (sic) con recursos como la analogía o incluso la adecuación a las necesidades pastorales, culturales o políticas de sus voceros ha sido una práctica común, sobre todo entre los teólogos de la liberación [¿cómo quiénes?]” (idem) reconoce, ciertamente, que las iglesias siempre han tratado de actualizar la Biblia, aunque no en todos los casos con buenos resultados, pero es justamente a esta teología a la que se le reprochan con mayor celeridad sus errores sin consignar, con la misma puntualidad, sus eventuales aciertos. Además, se calla sistemáticamente (no sólo usted lo hizo) ante los excesos del clero ultramontano que padecemos. Una notable excepción es Jean Meyer, quien , con la Biblia en la mano, fustigó, por ejemplo, los

excesos de la comercialización de la visita papal (La Jornada, 21-I-99). Los coqueteos de las jerarquías con el régimen proceden, también, de una “exégesis constantiniana” tan arraigada que, incluso el precepto evangélico más popular: “(“Al César lo que es del César...”), no se esfuerzan en cumplirlo mínimamente. 3. La última objeción debe ir precedida por otro reconocimiento a la sinceridad con la que recuerda sus lecturas bíblicas juveniles (y sobre todo el “peligro” de ser “convertido por el converso”). Pero, a continuación, el contraste tan radical que lleva a cabo entre “los profetas del dios justiciero” y “el mensaje de amor de los evangelios” evidencia, triste y francamente, un profundo desconocimiento de ambas tradiciones (judía y cristiana) en su especificidad religiosa y, sobre todo, de las complejas relaciones entre ambas. Porque, hablando en cristiano, la fe evangélica es inseparable, en su praxis, de la pasión e indignación proféticas. André Neher y Abraham Heschel han profundizado de manera notable en el profetismo bíblico, puntualizando el celo socio-político de aquellos hombres, algo que ha sido reconocido (y aprovechado) de manera fecunda por muchos teólogos hispanoamericanos. Ellos han insistido en que no debe olvidarse que Jesús ejerció un intenso “ministerio profético”. De las tres objeciones, esta es la que más me afecta. Con lo anterior no he querido decir que el ensayo es tendencioso, necesariamente. No, me ha iluminado bastante porque, entre otras razones, demuestra una pasión periodística que raras veces apareció en Vuelta (como usted mismo lo señaló), pero no puedo dejar de pensar en el parentesco anímico-estilístico de este texto con aquel ensayo-panflecto sobre Fuentes que causó tanta controversia, felizmente. Veo con muy buenos ojos las otras dos posturas sobre Chiapas que aparecen en la revista y que equilibran mucho la perspectiva de los lectores. Por ello le agradezco el esfuerzo y le deseo lo mejor en esta nueva empresa.

Lihat lebih banyak...

Comentarios

Copyright © 2017 DATOSPDF Inc.