Capítulo 6 - Confort Térmico en Bioclima Semi-Frío: Estimación a partir de los Enfoques de Estudio Adaptativo y Predictivo

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Descripción

DIVISIÓN DE CIENCIAS Y ARTES PARA EL DISEÑO Especialización, Maestría y Doctorado en Diseño

CONFORT TÉRMICO EN BIOCLIMA SEMI-FRÍO: ESTIMACIÓN A PARTIR DE LOS ENFOQUES DE ESTUDIO ADAPTATIVO Y PREDICTIVO (Caso de estudio: Centro de Estudios de Educación Superior en Pachuca, Hidalgo)

Julio César Rincón Martínez Tesis para optar por el grado de Doctor en Diseño Línea de Investigación: Arquitectura Bioclimática Miembros del Jurado: Dr. Víctor Armando Fuentes Freixanet Director de tesis

Dr. Gonzalo Bojórquez Morales Codirector de tesis

Dr. Luis Gabriel Gómez Azpeitia Dr. Aníbal Figueroa Castrejón Dr. Juan José Ambriz García Dr. Juan Raymundo Mayorga Cervantes México D.F. Junio 2015 Tesis_Julio_Rincon_Junio_de_2015

CAPÍTULO

6

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RESULTADOS

RESULTADOS

6.

Resultados

Como se mencionó en el capítulo Procesamiento de datos (pág. 304), durante el análisis y el procesamiento de d atos no hub o distinción de sexo, edad, actividad metabólica o nivel de arropamiento, con la intención de estimar valores universales aplicables a to da la población blanco y generar un parámetro de confort térmico que permita auxiliar la toma de decisiones en el diseño arquitectónico; para ello, la actividad metabólica de los sujetos se consideró sedentaria —equivalente a 70,0 W/m2 (1,2 met), según ISO 8996 (2004)— y el nivel de arropamiento normal —0,7 clo en verano y 1,0 clo en invierno, según ANSI/ASHRAE 55, 2010; ISO 7730, 2005; e, Innova, 2002—. Aun cuando se recabó diferente información de los sujetos estudiados (de tipo físico, fisiológico, residencial, metabólico, nivel de ar ropamiento, etc.) y del espacio de ev aluación (de tipo constructivo, físico, acondicionamiento, diseño, etc.) durante los estudios desarrollados (sitio y laboratorio), no fueron analizadas todas las variables registradas en los cuestionarios aplicados en virtud de que el análisis de datos se acotó a los Objetivos (pág. 14) y los Alcances (pág. 16) planteados para esta investigación, por lo que l a correlación realizada entre los datos conseguidos sólo se llevó a cabo entre la ST y la TBS, la TGN, la HR y la VV, respectivamente, para el caso de los estudios de sitio, y, entre la ST y la TBS y la HR, respectivamente, para el caso de los estudios de laboratorio. No obstante, el resto la información recabada puede ser motivo de investigaciones nuevas o complemento de al gunas ya iniciadas. Asimismo, no se consideró la estimación del valor de neutralidad y los rangos de confort anuales (para las variables físicas mencionadas) ya que uno de los objetivos de es ta investigación fue demostrar la variabilidad con la que la sensación térmica de los sujetos se ajusta a lo largo del año con base en las condiciones climáticas que ofrece el entorno. Adicional a l o anterior, la selección de las variables físicas para el análisis de dato s se llevó a cabo con base en lo mencionado en ANSI/ASHRAE 55 (2010: 4) respecto a que entre los factores que definen las condiciones de confort térmico en un es pacio se encuentra la temperatura del aire, la temperatura media radiante, la velocidad del aire y la humedad —variables que, en esta investigación, se identificaron como temperatura de bul bo seco, temperatura de globo negro, velocidad de viento y humedad relativa, respectivamente—. Asimismo, es importante mencionar que el factor que permitió confirmar la elección de las variables físicas fue el coeficiente de determinación (r2) entre la ST y cada una de las variables físicas registradas; para ello, se estimó

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la r2 con base en el total de observaciones, por enfoque de estudio, y se desarrolló una matriz de relaciones en Microsoft Excel® que permitió obtener el grado de cada correlación (Tabla 39).

Tabla 39. Coeficiente de determinación resultante de la correlación de la ST y cada una de las variables físicas registradas durante la evaluación (Elaboración propia).

En otras palabras, el proceso de selección de variables físicas a correlacionar con la ST percibida durante la etapa de análisis de datos —y su posterior modelado de resultados—, estuvo determinado por los siguientes criterios: • Objetivos (pág. 14) y Alcances (pág. 16) de la investigación. • Factores que definen las condiciones de confort térmico según ANSI/ASHRAE 55 (2010: 4). • Grado de relación (coeficiente de determinación) entre la ST y cada una de l as variables físicas registradas. • El registro de variables físicas en los estudios de laboratorio sólo fue posible con la TBS y la HR, por lo que el resto de v ariables físicas descritas en la Tabla 39 sólo fueron registradas en los estudios de sitio. Aun cuando se tomó registro del nivel metabólico y el grado de arropamiento en los estudios de ambos enfoques (adaptativo / sitio y predictivo / laboratorio), estas variables no fuer on consideradas durante el análisis y la correlación de datos ya que su grado de relación respecto a la ST percibida resultó en valores cercanos a cero —lo que se conoce como correlación nula (ver Consideraciones generales, pág. 175)—; aunque es de mencionar que el único valor que fue superior, incluso que la r2 de la velocidad de viento, fue el del nivel de arropamiento de los estudios de sitio, no obs tante, esta variable se omitió con el fin de considerar el efecto de la velocidad del viento en el estudio, debido a su importancia según las investigaciones de Bedford (1936), Humpreys (1976), Auliciems (1981), Nicol (1993) y Nikolopoulou (2004), entre otros.

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El efecto de la adaptación psicológica en los sujetos fue considerado como elemento intrínseco a las respuestas de ST elegidas durante la evaluación, sin llegar a desarrollar un análisis específico de este aspecto, dado que las posibilidades de respuesta fueron producto de l as escalas de sensación subjetiva sugeridas por la norma ISO 10551 (1995). El total de población evaluada, por periodo y por enfoque de estudio, se detalla en la Tabla 40, donde es posible apreciar que se recabó un total de 1 556 observaciones en los estudios de sitio (545 mujeres y 1 011 hombres) y un total de 968 observaciones en los estudios de laboratorio (392 mujeres y 576 hombres) a lo largo de t oda la investigación; para ello, se encuestaron 62 gr upos de es tudiantes en l as instalaciones del ITP y se evaluaron 10 gr upos experimentales en el laboratorio de ambiente controlado de la UAM-I, respectivamente.

Tabla 40. Observaciones recabadas a lo largo de la investigación, agrupadas por periodo de evaluación, enfoque de estudio y sexo (Elaboración propia).

No obstante, es importante dejar en c laro que el total de obs ervaciones recabadas en l os estudios (sitio y laboratorio) no corresponde, necesariamente, con el total de obs ervaciones consideradas en el procesamiento de datos, por periodo y por enfoque de estudio, ya que: 1. La muestra procesada fue producto de l a muestra recabada después de que le fueron aplicados los tres filtros descritos en la Preparación de la base de datos (pág. 305) —lo que, en esta investigación, se denominó como procedimiento de limpieza de datos—. 2. El total de observaciones recabadas en laboratorio conformaron la base de datos a partir de la cual se extrajeron los registros (observaciones) necesarios para llevar a cabo individualmente el análisis correspondiente a cada periodo de estudio. Por lo anterior, el total de obs ervaciones consideradas para el procesamiento de datos se presenta en la Tabla 41, donde se puede apreciar que, para el caso de los estudios en sitio, se procesó un total de 404 observaciones para el análisis de enero; 360, para el de marzo; 302, para el de mayo; y, 381, para el de septiembre; mientras que, para el caso de los estudios de laboratorio, se consideró un total de 145 observaciones para el análisis de enero; 279, para el de

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marzo; 280, para el de mayo; y, 182, para el de septiembre. Lo anterior, da un resultado de 1 447 observaciones (506 mujeres y 941 hombres) procesadas con base en los estudios de sitio y 886 observaciones (345 mujeres y 541 hombres) procesadas a partir de los estudios de laboratorio.

Tabla 41. Total de observaciones procesadas por periodo de evaluación y enfoque de estudio (Elaboración propia).

Lo anterior indica que con la preparación de la base datos fueron omitidas 109 observaciones para llevar a cabo la etapa del procesamiento de datos de sitio, en tanto que para llevar a cabo el procesamiento de datos de laboratorio fueron omitidas 82 observaciones; esto resulta en una base de datos efectiva de 1 447 observaciones para sitio; y, 886, para laboratorio. Si bien, en la Tabla 24 (pág. 219) es posible observar que, para los estudios de laboratorio, la muestra diseñada quedó rebasada por la muestra estudiada a partir del total de observaciones recabadas de forma individual en enero (de 2014) y en mayo (de 2013), ambos periodos conformaron la base de datos general a pa rtir de l a cual se agruparon las observaciones necesarias para desarrollar el análisis de datos correspondiente a cada periodo de estudio, ya que, es conveniente recordar, el control y la manipulación de las variables físicas a las que se expuso el grupo experimental en cada una de las pruebas, se diseñó con base en los registros históricos promedio y extremos de las condiciones higrotérmicas de la ciudad de P achuca (periodo 2000-2012). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar que con cada prueba experimental podía ser posible estimar el valor neutral y los rangos de confort para cada periodo de estudio, no obstante, según Bojórquez (ver nota al pie 41, pág. 334), para que los resultados obtenidos adquirieran validez, la muestra procesada debía ser superior a 120 observaciones, tal como fue posible garantizar con la agrupación de las observaciones totales para cada periodo de estudio (145 para el análisis de enero; 279, para el de marzo; 280, para el de mayo; y, 182, para el de septiembre). De esta manera, la diferencia resultante entre el total de observaciones recabadas (Tabla 40) y el total de obs ervaciones procesadas (Tabla 41), por periodo de ev aluación y enfoque de 355

estudio, fue producto de la omisión de ciertas observaciones por alguna de l as siguientes causas definidas durante la Preparación de la base de datos (pág. 305): • El registro omitido representó un dato atípico (irregular) respecto a l as demás observaciones del grupo al que pertenecía durante la evaluación. • La categoría de ST de la que formaba parte la observación omitida no representaba, por lo menos, el 5,0 % del total de observaciones recabadas durante el periodo de estudio. • La categoría de S T a la cual pertenecía el registro omitido no contaba con dos o más valores par (de variable física registrada) que permitiera determinar la DS de la distribución de puntos. Adicionalmente y para efectos informativos, con base en el total de observaciones resultante para procesar (Tabla 41), se llevó a cabo una clasificación de acuerdo con el nivel de actividad desarrollado previamente a la aplicación de la evaluación (Tabla 42), donde se observó que la actividad predominante en los estudios realizados con ambos enfoques fue moderada. Es decir, para los estudios de sitio, en promedio, las observaciones en actividad pasiva representaron el 15,7 %; aquellas en actividad moderada, el 78,7 %; y, las de ac tividad intensa, el 5,6 % ; en tanto que para los estudios de sitio las observaciones en actividad pasiva representaron el 10,5 %; las observaciones en ac tividad moderada el 89,5 % y las observaciones en actividad intensa el 0,0%; razón adicional por la cual no fue considerado un análisis comparativo a partir del nivel de actividad por periodo de evaluación y enfoque de estudio.

Tabla 42. Observaciones procesadas por nivel de actividad (pasiva, moderada e intensa) y enfoque de es tudio (Elaboración propia).

De acuerdo con los cuestionarios aplicados en cada caso, el nivel de ac tividad pasivo hizo referencia al desarrollo de las actividades habituales con la disposición de poc a energía —por ejemplo, asistir a c lase y poner poca o n ula atención, no participar y, en oc asiones, dormitar durante ésta (55,0 W/m2, según la ISO 8996, 2004)—; el nivel de actividad moderado correspondió con el desarrollo normal de las actividades sin la presencia de sudor y/o de calor

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—por ejemplo: asistir a clases, poner atención y participar moderadamente (70,0 W/m2, según la ISO 8996, 2004)—; y, el nivel de actividad intenso aludió al desarrollo de las actividades cotidianas con la presencia continua de sudor y/o de calor —por ejemplo, practicar algún deporte (futbol o basquetbol) o realizar alguna actividad cultural (danza) que requiriera esfuerzo (130,0 W/m2, según la ISO 8996, 2004)—. Con lo anterior, fue posible estimar, de forma individual y a partir de la aplicación del MIST (ver Anexo XIII, pág. 695), el valor neutral y los rangos de confort de cada variable física analizada (TBS, TGN, HR y VV), por periodo de ev aluación (enero-frío, marzo-transición y seco, mayocálido, y, septiembre-transición y húmedo) y enfoque de estudio (adaptativo y predictivo), con el fin de comparar los resultados de la TBS y la HR entre ambos enfoque y aplicar una ajuste a partir de un método estadístico (media ponderada). Asimismo, con el fin de atender el objetivo específico 5 (pág. 16) que a l a letra dice “Identificar las posibles divergencias entre los resultados obtenidos con los estudios del enfoque predictivo desarrollados en el periodo cálido y los obtenidos en (...) el periodo frío (...); con el fin de encontrar el posible grado de afectación en que distintos factores concebidos en sitio (...) influyen en la sensación térmica de los sujetos evaluados bajo condiciones de ambiente controlado”, se desarrolló, de forma individual, el análisis de datos para la TBS y la HR a partir de los datos obtenidos por cada periodo (enero-frío y mayo-cálido) en que s e llevaron a cabo los estudios del enfoque predictivo; es decir, con las observaciones recabadas en enero, se estimó el valor de neutralidad y los rangos de confort de la TBS y la HR, mientras que, con las observaciones recabadas en m ayo, se siguió el mismo procedimiento, y, posteriormente, se compararon e identificaron las diferencias entre ambos pares de resultados. Es importante mencionar que este último procedimiento, de igual forma, se llevó a c abo por periodo de estudio, con el fin de contar con un parámetro de comparación con el cual se pudieran identificar las coincidencias y/o divergencias compartidas entre los valores de confort obtenidos, por un lado, de forma individual con cada periodo de aplicación (enero y mayo), y por otro, con el total de observaciones recabadas con ambos periodos de aplicación (enfoque predictivo); lo anterior, pese a que, según la nota al pie 41 (pág. 334), la cantidad de observaciones procesadas en cada caso debía superar las 120 (ver Tabla 71, pág. 523). Los resultados se interpretaron conjuntamente, desde un enfoque estadístico y otro fenomenológico, con el fin de entender la adaptación psicológica, la aclimatación y el 357

comportamiento de l as personas simultáneamente. Asimismo, los archivos originales de las bases de datos se han anexado a la versión electrónica de esta investigación (disco compacto adjunto al formato impreso).

Tabla 43. Observaciones recabadas con los estudios de laboratorio, en enero y mayo, respecto a las observaciones procesadas durante el análisis de datos (Elaboración propia).

6.1. Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Adaptativo En este apartado se concentran los resultados obtenidos con la aplicación del estudio transversal correlacional (enfoque adaptativo) en l as instalaciones del ITP. Este análisis es producto de las condiciones del ambiente térmico que di eron lugar al interior del espacio de evaluación (aula de clases) durante la aplicación de encuestas en cada uno de los periodos de estudio: enero (periodo frío), marzo (periodo de tr ansición térmica entre el periodo frío y el periodo cálido; asimismo, representa el periodo seco del año), mayo (periodo cálido) y septiembre (periodo de transición térmica entre el periodo cálido y el periodo frío; adicionalmente, representa el periodo seco del año). Las variables físicas medidas y registradas simultáneamente a la aplicación de encuestas, que permitieron establecer una correlación con la ST percibida por los sujetos durante cada uno de los periodos de evaluación, fueron: TBS, TGN, HR y VV, por lo que en l os próximos subcapítulos se presenta la estimación resultante del valor neutral y los rangos de c onfort (reducido y extenso) para cada variable física analizada por periodo de estudio. Lo anterior, a partir de l a correlación univariable establecida entre la ST y la magnitud de v ariable física registrada en cada evaluación; el análisis de datos y modelado de r esultados se llevó a c abo con base en el empleo del método de MIST para cada uno de los casos. Los resultados son producto del efecto que ejerce cada variable física sobre la ST de los sujetos y representan las magnitudes a partir de las cuales la mayor parte de los evaluados (68,26 % con el rango de confort reducido y 95,45 % con el rango extenso) se sentiría en condiciones de confort térmico, rangos validados con base en el valor de la r2 de cada RLS.

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6.1.1. Estimación de la Temperatura de Globo Negro a partir de la Sensación Térmica En este apartado se presentan los resultados obtenidos de la correlación de la ST percibida y la TGN registrada simultáneamente durante las evaluaciones llevadas a cabo con base en e l enfoque adaptativo. Adicionalmente, se describen las condiciones térmicas particulares a partir de las cuales fueron aplicadas las encuestas en cada uno de l os periodos de estudio: frío (enero), transición / seco (marzo), cálido (mayo) y transición / húmedo (septiembre); y, por último, se desarrolla un análisis estadístico-fenomenológico de los valores resultantes para cada caso (valor de neutralidad y rangos de confort). Las observaciones procesadas por periodo de estudio fueron las presentadas en la Tabla 41 (pág. 355). 6.1.1.1. Periodo frío El levantamiento de encuestas para este periodo de estudio se llevó a cabo del 27 de enero al 17 de febr ero de 2014 —en virtud de que el regreso a clases en el ITP, después de l as vacaciones de invierno, fue el 20 de enero—, durante los horarios de clase próximos a l os momentos en que dan lugar las condiciones higrotérmicas extremas en un día típico (06 h 00 y 15 h 00, hor ario solar), es decir, de 07 h 00 a 09 h 00 ( horario local de la primera clase de la mañana) y de 15 h 00 a 17 h 00 ( horario local de la primera clase de la tarde). De acuerdo con el Análisis climático (pág. 260), para este periodo, la temperatura máxima promedio es de 19,3 °C; la media, de 11,6 °C; y, la mínima promedio, de 5,0 °C en exteriores. El total de observaciones recabadas fue de 425, sin embargo, de esa muestra, sólo 404 fueron procesadas (140 mujeres y 264 hom bres). De ese total procesado, 88 c orrespondieron a actividad pasiva, 293 a actividad moderada y 23 a actividad intensa (21,8 %, 72,5 % y 5,7 %, respectivamente); no obstante, como ya se ha señalado, el análisis de datos se llevó a cabo de forma íntegra, sin distinción por nivel de actividad. En la muestra evaluada fueron consideradas todas las carreras descritas en la Tabla 17 (pág. 138) con el fin de estimar un referente general para el total de población estudiantil atendida por el ITP. La diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada correspondió a 21 observaciones, las cuales fueron omitidas por considerarse observaciones atípicas (irregulares a las del resto del grupo del que formaban parte). Pese a que la sexta categoría de ST (calor) sólo estaba conformada por 12 observaciones (menos del 5,0 % respecto al total de la muestra del periodo de estudio), se decidió no omitirla, ya que s e observó que e ste filtro, además de no

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favorecer la consistencia de los resultados, reducía el coeficiente de determinación de las RLS - 1 DS y - 2 DS (límites inferiores de l os rangos de confort reducido y extenso, respectivamente). Adicional a lo anterior, esta acción significaba restar al diagrama de dispersión (nube de puntos) de cada RLS un par de datos (punto de dispersión que determinaba el valor y la consistencia de la r2 en cada caso). Por lo anterior, en el análisis de datos de este periodo, las observaciones que se omitieron durante la correlación de la TGN y la ST, únicamente fueron las atípicas. Las magnitudes de TGN registradas al interior de las aulas de clase durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 14,6 °C (mínima) y 26,9 °C (máxima), por lo que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la sexta categoría de ST (frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST extremas (mucho frío y mucho calor). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar, en términos generales, el contexto del ambiente térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación). Como se puede apreciar en la Figura 91, la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer dos categorías de ST (tendientes a lo caluroso) por encima de la de confort y dos categorías de ST (tendientes a lo frío) por debajo de ésta, lo que implicó que los rangos de c onfort resultantes (reducido y extenso) fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Lo anterior, ya que el análisis de datos se desarrolló con el procesamiento de las RSTP obtenidas con los tres niveles de actividad simultáneamente (recabadas en todo el periodo de evaluación), en donde, las características de adaptación y el uso de controles difirieron entre uno y otro, lo que implicó que las RSTP no tendieran particularmente por alguna sensación térmica de frío o de calor en específico. Cabe mencionar que las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío) —con 123 y 172 RSTP, respectivamente—; coincidentemente, en cada una de ellas se generó un intervalo térmico de mayor amplitud (respecto al de las demás sensaciones térmicas expresadas en este periodo) con el cual se demostró, a par tir de la distribución dispersa de l as RSTP, una capacidad de adaptación superior frente a las condiciones que les permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Lo anterior, en este caso, implicó que en esas categorías

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se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos y, por ende, que el valor de las DS fuera superior respecto a las demás. En otras palabras, si se asume que la validez de un estudio estadístico está determinado, entre otros elementos, por el tamaño de la muestra analizada, se puede asumir que a m ayor cantidad de valores, mayor consistencia (y representatividad) de los resultados.

Figura 91. Análisis correlacional de la TGN y la ST para el periodo frío (enero) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Con lo anterior, si se supusiera un caso hipotético en el cual se analizara exclusivamente la sensación térmica que concentró la mayor cantidad de observaciones en este periodo (ni calor, ni frio con 172 RSTP, en este caso), se podría determinar que el intervalo de T GN en el cual los sujetos evaluados encuentran condiciones de confort térmico está comprendido de 15,7 °C a 28,2 °C (12,5 K), según lo descrito en la Figura 91 —y lo mismo sería si se llevara a cabo este ejercicio con el resto de s ensaciones térmicas percibidas en es te periodo—; no obstante, este análisis aislado forma parte de un estudio de mayor escala (que implica un número de observaciones más representativo y, por ende, diferentes niveles de sensación térmica percibida), por lo que el rango de confort térmico, determinado anteriormente, debería ajustarse con base en las RLS originadas respecto al resto de RSTP que conforman el análisis de datos —es decir, a partir de las RLS que deriven de los puntos originados por las sensaciones térmicas involucradas en el análisis—. Asimismo, para efectos de esta investigación y desde el punto de vista fenomenológico, la amplitud individual de la DS en cada categoría de ST (medida de la dispersión de los puntos) corresponde con el grado de adaptación psicofisiológica del segmento muestral analizado en esa misma categoría; es decir, a mayor amplitud de la DS (o mayor dispersión de puntos), mayor adaptación a las condiciones térmicas del ambiente, y, a menor amplitud de la DS (o mayor concentración de puntos), menor adaptación de la muestra respecto a las condiciones del ambiente térmico. Lo anterior fue resultado del análisis y la observación analítica y gráfica realizada con cada correlación (variable física - ST) a partir del método de MIST, pese a que, desde el punto de vista estadístico, sería lo contrario a lo ya expuesto, es decir, a mayor concentración de puntos, mayor consistencia (validación) de resultados, y, a mayor dispersión de ellos, mayor incertidumbre de resultados. De esta manera, lo anteriormente expuesto permite entrever que la cantidad de observaciones no está ligada, necesariamente, al grado de adaptación psicofisiológica de la muestra evaluada en cada periodo de estudio, no así, la amplitud de la DS permite conocer el grado de adaptación que la muestra estudiada ha adoptado bajo las condiciones de cada caso específico. Con esto, en la Figura 91 es posible apreciar que la RLS media —producto de la correlación de los pares de datos medios de cada categoría de ST involucrada en el análisis—, resulta con un coeficiente de determinación de 0,9745, lo que equivale a una correlación de variables muy alta. Las RLS de los límites (inferiores y superiores) de l os rangos de c onfort (reducido y extenso) —es decir, las RLS de - 2 DS, - 1 DS, + 1 D S y + 2 DS— reflejan una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un

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grado mayor de adaptación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de confort) que frente a temperaturas altas (superiores al rango de confort); esto es, el intervalo a partir del cual se marcan los límites (superior e inferior), por ejemplo, del rango extenso, es mayor a temperaturas inferiores a la Tn que a temperaturas superiores a ésta —por ejemplo, los umbrales del rango extenso en l a sensación térmica de frío se estiman en 10,9 °C y 21,1 ° C, equivalente a una am plitud de 10,2 K; en tanto, l os umbrales en la sensación térmica de calor se ubican en 25,2 °C y 30,3 °C, lo que da lugar a una amplitud de 5,1 K—, lo que indica que el intervalo térmico de adaptación a temperaturas bajas es más amplio que el intervalo térmico de adaptación a temperaturas altas. Una de las circunstancias causales que permitió conservar las temperatura al interior de los espacios de evaluación (aulas de clase), particularmente, en este periodo de estudio, fue que, en promedio, los grupos encuestados estuvieron conformados por 27 estudiantes, lo que permitió obtener ganancias térmicas internas —a partir de la producción interna de c alor de cada sujeto— y conservarlas a partir del uso de controles —específicamente, con la operación (cierre) de puertas y ventanas—. Adicionalmente, un factor determinante que permitió fortalecer la interpretación fenomenológica expuesta anteriormente para este periodo de estudio, fue que el coeficiente de determinación de las RLS - 2 DS y - 1 DS (límites inferiores de los rangos de confort o temperaturas mínimas de los rangos de confort) fue de mayor valor (próximo a la unidad) que al de las RLS + 1 DS y + 2 DS (límites superiores de los rangos de confort o temperaturas máximas de los rangos de c onfort). Con ello, al lograrse un valor superior en las r2 de los límites inferiores de los rangos de confort que en l os límites superiores de éstos, se puede interpretar un grado mayor de correlación y consistencia de datos a bajas temperaturas (límites inferiores) que a altas (límites superiores) del segmento de muestra analizada según la consideración de ± 1 DS (68,26 %) o ± 2 DS (95,45 %). La ecuación lineal y el coeficiente de deter minación que apar ecen el en ár ea de trazado del gráfico de la Figura 91 corresponden con los parámetros de la RLS media; no obstante, los del resto de RLS trazadas en el diagrama de di spersión (- 2 DS, - 1 DS, + 1 D S y + 2 D S) se muestran en la parte inferior de la tabla de esa misma figura. De las 404 RSTP (u observaciones) procesadas en este periodo, 32 quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, 21 correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni

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calor y 11 con la sensación térmica algo de frío (escalas de ST que registraron mayor cantidad de observaciones en este periodo). En el caso de la sensación térmica ni frío, ni calor se puede observar un desbordamiento de las RSTP a ambos extremos, 12 después del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS) y 9 después del límite superior (RLS + 2 DS); mientras tanto, las 11 RSTP de la sensación térmica algo de frío quedaron fuera del rango extenso a pa rtir del límite superior de éste (RLS + 2 DS). Lo anterior se debió a la consideración de l os tres niveles de actividad —con diferentes características de adaptación térmica y psicológica de los sujetos— durante el procesamiento y el análisis de datos para este periodo de estudio. La estimación del valor de neutralidad de la TGN respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo frío para el total de obs ervaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 21,9 °C; en tanto, el rango de c onfort reducido figuró equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 19,9 °C a 23,8 °C (intervalo de 3,8 K), y, el rango de confort extenso, al igual que el reducido, se dispuso equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 18,0 °C a 25,7 °C (intervalo de 7, 7 K); como se puede apr eciar, ambos rangos de c onfort resultaron proporcionales entre sí. Es importante señalar que los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. Por último, con fines puramente informativos, en la Tabla 44 se muestran los intervalos térmicos —resultantes con el método de MIST— a partir de los cuales los sujetos podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva; por ejemplo, para el 68,26 % de los sujetos las condiciones de frío se presentan en un intervalo de 14,0 °C a 17,0 °C (rango reducido), mientras que para el 95,45 % de ellos estas condiciones se presentan de 10,9 °C a 14,4 °C (rango extenso) —caso similar si se aplica el mismo ejercicio con cada una de las categorías de ST—.

Tabla 44. Rangos de TGN que conforman cada una de las sensaciones térmicas en el periodo frío (Elaboración propia).

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6.1.1.2. Periodo transición (seco) El levantamiento de en cuestas para este periodo de es tudio se llevó a cabo del 18 al 27 de marzo de 2014, en l os horarios de 07 h 00 a 0 9 h 00 ( horario local de la primera clase de la mañana) y de 15 h 00 a 17 h 00 ( horario local de l a primera clase de la tarde) con el fin de coincidir, en la medida de lo posible, con los momentos en que dan lugar las condiciones higrotérmicas extremas en un día típi co (06 h 00 y 15 h 00 , horario solar). De acuerdo con el Análisis climático (pág. 260), para este periodo, la temperatura máxima promedio es de 22,7 °C; la media, de 14,7 °C; y, la mínima promedio, de 7,6 °C en exteriores; en tanto, l a humedad relativa máxima es de 70,4 %; la media, de 46,4 %; y, la mínima, de 21,1 %. El total de observaciones recabadas fue de 397, sin embargo, de esa muestra, sólo 360 fueron procesadas (130 mujeres y 230 hombres). De ese total procesado, 73 correspondieron a actividad pasiva, 259 a actividad moderada y 28 a actividad intensa (20,3 %, 71,9 % y 7,8 %, respectivamente). En la muestra evaluada fueron consideradas todas las carreras descritas en la Tabla 17 (pág. 138). La diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada correspondió a 37 observaciones, de las cuales 35 fueron omitidas por considerarse observaciones atípicas y dos por conformar la séptima categoría de S T (mucho calor) con mismo valor en variable física. Asimismo, pese a qu e la sexta categoría de ST (calor) sólo estaba conformada por 11 observaciones (menos del 5,0 % del total de la muestra), se decidió no omitirla, ya que se observó que este filtro, además de no favorecer la consistencia de los resultados y reducir el coeficiente de determinación de las RLS - 1 DS y - 2 DS (límites inferiores), esta acción significaba restar al diagrama de dispersión de cada RLS un par de datos. Las magnitudes de TGN registradas en interiores durante las evaluaciones oscilaron entre 18,3 °C (mínima) y 28,9 °C (máxima), por lo que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de ST (de algo frío a calor), sin que se procesara RSTP alguna en la primera, segunda y séptima categoría de ST (mucho frío, frío y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos. Como se puede apreciar en la Figura 92, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); con ellas se pudieron conformar dos categorías de

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ST tendientes a lo caluroso (ubicadas por encima de la de confort) y sólo una tendiente a lo frío (ubicada por debajo de la de confort), ya que este periodo de estudio corresponde con el periodo de transición entre el frío y el cálido de un año típico en l a ciudad de Pachuca, por lo que las condiciones térmicas en éste observaron mayor tendencia a lo caluroso que a lo frío. Lo anterior implicó que los rangos de c onfort resultante no figuraran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado.

Figura 92. Análisis correlacional de la TGN y la ST para el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Cabe mencionar que la sensación térmica en la que se concentró el mayor número de observaciones fue la cuarta (ni calor, ni frío), con 213 RSTP. Adicionalmente, con base en el grado de dispersión con el que se presentaron los puntos en esa categoría de ST, fue posible generar un intervalo térmico de mayor amplitud (respecto al de las demás sensaciones térmicas expresadas en este periodo) que demostró una capacidad superior de adaptación psicofisiológica de l os sujetos frente a l as condiciones que les permitieron percibir esta sensación térmica. Es importante mencionar que la cantidad promedio de estudiantes por grupo de evaluación en este periodo correspondió a 24 encuestados. Si bien la categoría de ST algo de calor estuvo conformada por un número inferior de RSTP (74 observaciones) respecto a l a sensación térmica anteriormente descrita, el valor de la DS es equivalente en ambos casos (2,2 °C), lo que indica mismo grado de adaptación por parte de los sujetos frente a l as condiciones que les permitieron expresar ambas sensaciones de c onfort. Este es un claro ejemplo de que l a capacidad de adaptación no está necesariamente sujeta al tamaño de l a submuestra analizada en c ada categoría de s ensación térmica, ya que és ta es producto, más bien, de la dispersión de puntos que conforman la amplitud del intervalo térmico en la que los sujetos expresan una misma sensación térmica respecto a las condiciones que les ofrece el ambiente térmico. La RLS media resulta con un coeficiente de determinación de 0,9715, lo que equivale a una correlación de variables muy alta. Las RLS de - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS reflejan una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de c onfort); caso contrario con la RLS + 2 DS que r efleja divergencia bajo estas condiciones, lo que i ndica que un 13,59 % de l os sujetos encontrara menor capacidad de adaptación frente a esas temperaturas. Por lo anterior, es que las r2 de las RLS - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS resultaron con un valor cercano a la unidad (0,9394; 0,9730 y 0,9109, respectivamente), en tanto l a r2 de la RLS + 2 DS se estimó en 0,7781 ( el valor más bajo respecto al resto de coeficientes de determinación). Lo anterior es producto de la aclimatación adoptada por los sujetos a lo largo del año, así como al historial térmico que algunos de ellos (los originarios de Pachuca) han construido a lo largo de su vida. Adicionalmente, el coeficiente de determinación de las RLS - 2 DS y - 1 DS fue de mayor valor que el de las RLS + 1 DS y + 2 DS, lo que podría interpretarse como un grado mayor de correlación y

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consistencia de datos a bajas temperaturas (límites inferiores) que a altas (límites superiores) del segmento de muestra analizada según la consideración de ± 1 DS (68,26 %) o ± 2 DS (95,45 %). De las 360 RSTP consideradas para el análisis y el procesamiento de datos, 43 se expresaron en condiciones fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De ellas, cinco corresponden con la sensación térmica algo de frío y se desbordan en el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS); 31 corresponden con ni frío, ni calor y su desbordamiento se observa en ambos extremos del rango extenso (RLS ± 2 DS) —24 hacia el límite inferior (RLS - 2 DS) y seis hacia el límite superior (RLS + 2 DS)—; y, los ocho restantes forman parte de la sensación térmica algo de calor y se observa que quedan fuera del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS). Lo anterior, debido a la consideración de los tres niveles de actividad de los sujetos que adoptan diferentes características de adaptación térmica y psicológica. La estimación del valor de neutralidad de la TGN respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición seco para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 22,8 °C, con la posibilidad de un rango de c onfort reducido de 21,1 °C a 24,5 °C (intervalo de 3,5 K), y, un rango de confort extenso de 19,2 °C a 26,1 °C (intervalo de 6,9 K), ambos, no equidistantes al valor de neutralidad. Los umbrales inferiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de n eutralidad que los umbrales superiores, lo que justifica la demanda de enfriamiento en este periodo (transición / seco). Es importante señalar que los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. En la Tabla 45 se concentran los rangos térmicos estimados (reducido y extenso) a partir de los cuales los sujetos podrían percibir la sensación térmica indicada en cada caso.

Tabla 45. Rangos de TGN que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.1.1.3. Periodo cálido El levantamiento de encuestas para este periodo de estudio se llevó a cabo del 7 al 28 de mayo de 2013, en los horarios de 07 h 00 a 09 h 00 (horario local de la primera clase de la mañana) y de 13 h 00 a 15 h 00 (horario local de la última clase de la mañana); este último caso se tuvo que ajustar ya que, a di ferencia de los periodos anteriores, en éste y el siguiente periodo se aplicó el horario de v erano (una hora más). De acuerdo con el Análisis climático (pág. 260), para este periodo, la temperatura máxima promedio es de 23,8 °C; la media, de 16,7 ° C; y, la mínima promedio, de 10,5 °C en exteriores. El total de observaciones recabadas fue de 325, sin embargo, de esa muestra, sólo 302 fueron procesadas (98 mujeres y 204 hombres). De ese total procesado, 15 correspondieron a actividad pasiva, 257 a actividad moderada y 30 a actividad intensa (5,0 %, 85,1 % y 9 ,9 %, respectivamente). En la muestra evaluada fueron consideradas todas las carreras descritas en la Tabla 17 (pág. 138). La diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada correspondió a 23 observaciones, las cuales fueron omitidas por considerarse observaciones atípicas. En este periodo no se omitió alguna categoría de ST inferior al 5,0 % respecto a la muestra total ya que todas representaron una cifra superior a és ta, asimismo, tampoco se hubo omisión de al guna que tuviera mismo valor en variable física ya que las que intervinieron en este periodo fueron conformadas por dos o más magnitudes de variable física. Por lo anterior, en el análisis de datos de este periodo, las observaciones que se omitieron durante la correlación de l a TGN y la ST, únicamente fueron las atípicas. Las magnitudes de TGN registradas en interiores durante las evaluaciones oscilaron entre 20,2 °C (mínima) y 28,7 °C (máxima), por lo que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de ST (de algo frío a calor), sin que se procesara RSTP alguna en la primera, segunda y séptima categoría de ST (mucho frío, frío y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos. Como se puede apreciar en la Figura 93, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío), dos de ellas resultaron por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y sólo una de ellas por debajo de ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó

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que los rangos de confort no fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Lo anterior fue consecuencia de que este periodo de estudio correspondió con el cálido de un año típico en la ciudad de Pachuca, por lo que la sensación térmica de los sujetos tendió hacía las categorías calurosas. Las sensaciones térmicas que concentraron el mayor número de observaciones fueron ni calor, ni frío y algo de calor, con 156 y 85 RSTP, respectivamente.

Figura 93. Análisis correlacional de la TGN y la ST para el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Esto implicó, con base en el grado de dispersión con el que se presentaron los puntos en esas categorías de ST, que se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos y, por ende, que el valor de las DS fuera superior respecto a las demás; caso contrario, fue la capacidad de adaptación estimada con las RSTP expresadas en la sensación térmica calor, las cuales, además de conformar la categoría de ST con menor número de RSTP, denotaron un grado estrecho de adaptación frente a las condiciones térmicas que les permitió percibir esa sensación térmica. Es importante señalar que l os grupos encuestados en es te periodo de ev aluación estuvieron conformados por una cantidad promedio de 23 es tudiantes; con ello, es posible afirmar que en este periodo se encuestaron a los grupos más pequeños de toda la investigación llevada a cabo en sitio. Lo anterior podría justificarse desde el hecho de que este periodo corresponde con el cálido del año, lo que implica que la dispersión de los alumnos al interior de los salones de clase y la necesidad de un área más amplia para ventilación se hacen necesarias durante este periodo de análisis. La RLS media resulta con un coeficiente de determinación de 0,9962, lo que equivale a una correlación de variables muy alta. De igual forma que el periodo anterior, las RLS de - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS reflejan una m arcada convergencia respecto a l a RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de tem peraturas bajas (inferiores al rango de confort); caso contrario con la RLS + 2 DS que refleja divergencia bajo esas condiciones, lo que indica que un 13,59 % de los sujetos encontrara menor capacidad de adaptación frente a esas temperaturas. Por lo anterior, es que las r2 de las RLS - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS (0,7897; 0,9090 y 0,9179, respectivamente) resultaron con un valor superior al de la r2 de la RLS + 2 DS (0,6120). Las RSTP que quedaron fuera de los límites del rango de confort extenso (RLS ± 2 DS) fueron 51 y correspondieron con las sensaciones térmicas algo de frío, ni frío, ni calor y algo de calor (las dos últimas fueron las que registraron mayor cantidad de observaciones en este periodo). En el caso de las categorías de ST algo de frío y ni frío, ni calor fueron tres y 28 RSTP, respectivamente, las que observaron un desbordamiento hacia el límite superior del rango de confort (RLS + 2 DS); en tanto, 20 de las RSTP que conformaron la sensación térmica algo de frío, presentaron condiciones térmicas fuera del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS); esto, debido a la consideración de los tres niveles de actividad —con diferentes características

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de adaptación térmica y psicológica de los sujetos— durante el procesamiento y el análisis de datos para este periodo de estudio. La estimación del valor de neutralidad de la TGN respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo cálido para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 23,9 °C; en tanto, el rango de confort reducido figuró no equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 22,1 °C a 25,5 °C (intervalo de 3,4 K), y, el rango de confort extenso, al igual que el reducido, se dispuso no equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 20,2 °C a 26,8 °C (intervalo de 6,6 K). Los umbrales inferiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutralidad que los umbrales superiores, lo que justifica la demanda de enfriamiento en es te periodo (cálido). Es importante señalar que l os coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso, lo que i ndica que el 68,26 % de l os sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de l as condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. Los rangos térmicos (reducido y extenso) que conforman los umbrales a partir de los cuales la sensación térmica de los sujetos de estudio podría percibirse de diferente manera —y en torno a las categorías de ST dadas en la escala subjetiva— se presentan en la Tabla 46. De acuerdo con estos valores, la sensación térmica mucho frío en este periodo (cálido) podría percibirse por el 68,26 % de los sujetos en un intervalo de 13,8 °C a 16,6 °C (rango reducido), en tanto que el 95,45 % de ellos podrían percibirla entre 9,4 °C y 13,0 °C (rango extenso). De forma contrastante, la sensación térmica mucho calor podría percibirse por el primer grupo en un intervalo de 29,6 ° C a 31,6 °C, mientras que por el segundo grupo podría ser percibida en un intervalo de 31,8 °C a 34,4 °C, de acuerdo con las estimaciones finales resultantes a partir de la utilización del método de MIST.

Tabla 46. Rangos de TGN que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.1.1.4. Periodo transición (húmedo) El levantamiento de encuestas para este periodo de estudio se llevó a cabo del 3 al 18 de septiembre de 2013, en los horarios de 07 h 00 a 09 h 00 (horario local de la primera clase de la mañana) y de 13 h 00 a 15 h 00 ( horario local de l a última clase de la mañana); este último, ajustado al horario de verano (una hora más) aplicado en ese periodo. De acuerdo con el Análisis climático (pág. 260), para este periodo, la temperatura máxima promedio es de 20,1 °C; la media, de 15,0 °C; y, la mínima promedio, de 11,1 °C en exteriores; en tanto, la humedad relativa máxima es de 95,5 %; la media, de 78,2 %; y, la mínima, de 52,6 %. El total de observaciones recabadas fue de 409, sin embargo, de esa muestra, sólo 381 fueron procesadas (138 mujeres y 243 hombres). De ese total procesado, 51 fueron de actividad pasiva, 325 de actividad moderada y 5 de actividad intensa (13,4 %, 85,3 % y 1,3 %, respectivamente). En la muestra evaluada se consideraron todas las carreras descritas en la Tabla 17 (pág. 138). La diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada correspondió a 28 observaciones, las cuales fueron omitidas por considerarse atípicas respecto al resto del grupo del que formaban parte. Asimismo, pese a que la quinta categoría de ST (algo de calor) sólo estaba conformada por 13 observaciones (menos del 5,0 % del total de la muestra), se decidió no omitirla, ya que se observó que este filtro, además de no favorecer la consistencia de l os resultados y reducir significativamente el valor de la r2 de la RLS - 2 DS (límite inferior del rango extenso), esta acción significaba restar al diagrama de dispersión de cada RLS un par de datos. Las magnitudes de TGN registradas en interiores durante las evaluaciones oscilaron entre 19,5 °C (mínima) y 2 4,1 °C (máxima) —oscilación térmica reducida (respecto al resto de per iodos estudiados) debido a los altos niveles de humedad relativa dados en el ambiente durante ese periodo de análisis—, por lo que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la quinta categoría de ST (de frío a algo calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, sexta y séptima categoría de ST (mucho frío, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos. Como se puede apreciar en la Figura 94, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío). Con las RSTP procesadas fue posible establecer sólo una categoría de ST por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y dos más por debajo de

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ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó que los rangos de confort no fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Lo anterior se debe a que este periodo corresponde con el de transición térmica entre el periodo cálido y el periodo frío del año, lo que implica que las temperaturas bajo las cuales fueron evaluados los sujetos en este periodo, tendían hacia lo frío (o, al menos, hacia temperaturas que provocaban en los sujetos sensaciones térmicas inferiores a las de confort, en este caso, algo de frío y frío).

Figura 94. Análisis correlacional de la TGN y la ST para el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron ni calor, ni frío y algo de frío, con 179 y 145 RSTP, respectivamente. Esto, implicó que —con base en el grado de dispersión con el que se presentaron los puntos en esas escalas de ST— se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos respecto al resto de sensaciones térmicas expresadas en este periodo, y, por ende, que el valor de sus DS fuera superior respecto a las de las demás. Es decir, con base en las condiciones de TGN bajo las cuales se encuestaron a los sujetos durante todo el periodo de evaluación, las sensaciones térmicas con mayor aceptabilidad por parte de ellos fueron ni calor, ni frío y algo de frío. Los grupos encuestados en este periodo estuvieron conformados por 30 estudiantes, en promedio, lo que favoreció que las condiciones térmicas de transición hacia el periodo frío no representaran un cambio significativo en las condiciones del ambiente térmico. La RLS media resulta con un coeficiente de determinación de 0, 9927, lo que eq uivale a una correlación de variables muy alta. Las RLS de - 2 DS y - 1 DS (límites inferiores) reflejan una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de confort); en tanto, las RLS + 1 DS y + 2 DS (limites superiores) reflejan una clara divergencia bajo esas condiciones, lo que indica que el 47,72 % de los sujetos encontraran menor capacidad de adaptación frente a esas temperaturas. En otras palabras, a bajas temperaturas (inferiores al rango de c onfort) mayor grado de humedad en el ambiente y, por ende, mayor capacidad de adaptación; mientras tanto, a temperaturas elevadas (superiores al rango de confort) menor grado de humedad y, en consecuencia, menor capacidad de adaptación. De las 381 RSTP procesadas en este periodo (con los tres niveles de actividad), 57 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De éstas, 35 correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni calor (categoría con mayor número de RSTP); 17, con la sensación térmica algo de frío; y, 5, con la sensación térmica frío. En el caso de la sensación térmica ni frío, ni calor se puede observar el desbordamiento de las RSTP en el límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS), mientras que en el caso de las sensaciones térmicas algo de frío y frío, el desbordamiento se presenta en el límite superior de éste (RLS + 2 DS). Esto, debido a la consideración de los tres niveles de actividad —con diferentes características de adaptación térmica y psicológica de los sujetos— durante el procesamiento y el análisis de datos para este periodo de estudio. La estimación del valor de neutralidad de la TGN respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición húmedo para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de 375

actividad) resultó en 22,6 °C, con la posibilidad de un rango de c onfort reducido de 21,6 °C a 23,8 °C (intervalo de 2,2 K), y, un rango de confort extenso de 20,7 °C a 25,1 °C (intervalo de 4,4 K), ambos, no equi distantes al valor de neutr alidad pero si proporcionales entre sí. Los umbrales superiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutralidad que los umbrales inferiores, lo que j ustifica la demanda de calentamiento en este periodo (transición / húmedo). Los rangos de c onfort resultaron más próximos al valor de neutr alidad (más estrechos) —respecto a la amplitud mostrada en los otros periodos de estudio—, lo que puede deber se a los altos niveles de HR en el ambiente, pues septiembre es el periodo más lluvioso del año. Es importante señalar que los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. En la Tabla 47 se presentan los rangos térmicos (reducido y extenso) a partir de los cuales los sujetos de la población blanco analizada podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva. Asimismo, con la estimación de estos valores es posible identificar el grado de adaptación psicofisiológica de los sujetos frente a las condiciones térmicas de calor o d e frío —a partir de las cuales podrían encontrar los umbrales que les ubique en u n estado de estrés térmico—; por ejemplo, el rango de confort extenso está comprendido de 20,7 °C a 25,1 °C, sin embargo, el límite extremo en el cual los sujetos encontrarían el umbral inferior de la sensación térmica de mucho frío (por ejemplo) es 16,0 °C, mientras que el límite superior de la sensación térmica de mucho calor (en correspondencia con la sensación térmica de mucho frío) lo encontrarían en 29,2 °C. Con ello, se puede concluir que existe mayor capacidad de adaptación frente a temperaturas inferiores al rango de confort que a superiores a ésta.

Tabla 47. Rangos de TGN que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.1.2. Estimación de la Temperatura de Bulbo Seco a partir de la Sensación Térmica En este apartado se presentan los resultados obtenidos con la correlación de la ST percibida y la TBS registrada simultáneamente durante las evaluaciones llevadas a cabo con la aplicación metodológica del enfoque adaptativo en las instalaciones del ITP. Se describen las condiciones térmicas (TBS) particulares a partir de las cuales fueron aplicadas las encuestas en cada uno de los periodos de es tudio: frío (enero), transición / s eco (marzo), cálido (mayo) y transición / húmedo (septiembre); y, por último, se desarrolla un análisis estadístico-fenomenológico de los valores resultantes para cada caso (valor de neutralidad y rangos de confort). Adicionalmente, por cada periodo de es tudio se realiza una comparación del valor de neutralidad estimado para la TBS con estos estudios (enfoque adaptativo) y el obtenido con la ecuación de Auliciems y Szokolay (1997) a partir de la temperatura media exterior (pág. 265) — no obstante, la comparación de los rangos de confort no fue conveniente llevarla a cabo ya que estos autores proponen un rango de ± 2,0 K a ± 2,5 K uniforme y equidistante al valor de neutralidad para todo el año, cuando con el método de MIST es posible, además de estimar dos rangos, obtenerlo de forma no equidistante (asimétrico) a la Tn—. Las observaciones recabadas por cada periodo de es tudio fueron presentadas en la Tabla 40 (pág. 354), no obstante, las procesadas se presentan en la Tabla 41 (pág. 355) y la clasificación de éstas respecto al nivel de actividad ejercida por parte de los sujetos durante la evaluación se da a conocer en la Tabla 42 (pág. 356). 6.1.2.1. Periodo frío Las especificaciones y las características referentes al periodo de evaluación (fechas en las que se realizó levantamiento de encuestas), los horarios de aplicación, las condiciones térmicas en exteriores del periodo en estudio, al total de observaciones procesadas respecto a las recabadas (y su clasificación conforme al nivel de actividad desarrollada previamente por los sujetos al momento de l a evaluación), al total de carreras consideradas durante el periodo de evaluación, las causas por las cuales se omitió la diferencia de observaciones entre la muestra recabada y la muestra procesada, la distribución de las RSTP respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío) y la cantidad de R STP considerada por cada categoría de ST involucrada en el análisis, respecto a las de este periodo de estudio,

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corresponden exactamente con las descritas en el subcapítulo Periodo frío (pág. 359), por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. Las magnitudes de TBS registradas al interior de las aulas de clase durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 13,3 °C (mínima) y 27,3 °C (máxima), lo que permite vislumbrar el contexto del ambiente térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación). Las RSTP elegidas por los sujetos de estudio con base en esas características se concentraron entre la segunda y la sexta categoría de ST (frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST extremas (mucho frío y mucho calor). Como se puede apreciar en la Figura 95, la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer dos categorías de ST (tendientes a lo caluroso) por encima de la de confort y dos categorías de ST (tendientes a lo frío) por debajo de ésta, lo que implicó que los rangos de confort resultantes fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado y proporcionales entre sí a razón de dos a uno (rango de confort extenso y rango de confort reducido, respectivamente). Las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío), con 123 y 172 RSTP, respectivamente. Esto implicó, en este caso, que en esas categorías se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos al mostrar mayor amplitud en sus DS respecto a las de las demás. Es decir, con base en la distribución (dispersa) de las RSTP que conforman las escalas de ST algo de frío y ni calor, ni frío, se puede deducir mayor capacidad de adaptación térmica (fisiológica) y psicológica por parte de los sujetos estudiados al establecerse un rango térmico de mayor amplitud en cada una de ellas respecto al del resto de categorías involucradas en este análisis. Asimismo, es posible apreciar que conforme las RSTP se aproximan hacia los extremos de la escala de sensación térmica (frío y calor, en este caso), la capacidad de adaptación se ve afectada y disminuye significativamente; este fenómeno se visualiza de una forma más pronunciada al extremo de las categorías de calor (de algo de calor a calor). La RLS media resulta con un coeficiente de determinación de 0,9763, lo que equivale a una correlación de variables muy alta. Las RLS de - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS reflejan una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo 378

que indica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de confort); caso contrario con la RLS + 2 DS que refleja paralelismo con la RLS media bajo esas condiciones, lo que podría interpretarse como que un 13,59 % de los sujetos cuenta con la misma capacidad de adaptación frente a temperaturas altas (superiores al r ango de confort) que a temperaturas bajas (inferiores al rango de confort) en este periodo de estudio.

Figura 95. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo frío (enero) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Asimismo, con la estimación de los valores de la Tabla 48 es posible identificar el grado de adaptación psicofisiológica de los sujetos. En este caso, el intervalo generado entre el límite inferior del rango de confort extenso y el umbral extremo de la sensación térmica mucho frío es de 13,1 K, mientras que el originado por el límite superior y el umbral extremo de la sensación térmica mucho calor corresponde a 9,1 K, una diferencia de 4,0 K entre uno y otro, lo que implica que los sujetos refieren a una adaptación superior frente a temperaturas bajas (inferiores al rango de confort) que frente a temperaturas altas (superiores al rango de confort); mismo situación se presentaría si se desarrolla este ejercicio con el resto de sensaciones térmicas, o, inclusive, con el rango reducido (RLS ± 1 DS). Por lo anterior, es que las r2 de las RLS - 2 DS y - 1 DS (0,8565 y 0,9324, respectivamente) resultaron con un v alor superior al de l as r2 de las RLS + 1 DS y + 2 DS (0,9252 y 0,7292, respectivamente). De las 404 RSTP procesadas en este periodo para la estimación de las valores de la TBS, 41 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, 30 correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni calor y 11 con la sensación térmica algo de frío (categorías de ST que registraron mayor cantidad de RSTP en este periodo). En el caso de la sensación térmica ni frío, ni calor se puede observar un desbordamiento de las RSTP a ambos extremos, 12 des pués del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS) y 18 después del límite superior (RLS + 2 D S); mientras tanto, las 11 RSTP de la sensación térmica algo de frío quedaron fuera del rango extenso a partir del límite superior de és te (RLS + 2 DS). Lo anterior se debe a que las condiciones bajo las cuales se evaluaron los sujetos difirieron de las del resto del periodo de evaluación en cuanto a ubicación de aula de clases, uso de controles (ventanas y/o puerta abiertas), nivel de ar ropamiento normal (0,7 clo) y proporción de s ujetos originarios (o residentes) respecto a los visitantes; por ello, es que las mismas sensaciones térmicas fueron percibidas bajo condiciones térmicas más altas al rango extenso (RLS + 2 DS). La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo frío para el total de obs ervaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 21,4 °C; en tanto, el rango de c onfort reducido figuró equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 19,4 °C a 23,4 °C (intervalo de 4,0 K), y, el rango de confort extenso, al igual que el reducido, se dispuso equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 17,3 °C a 25,4 °C (intervalo de 8,1 K); como se puede apreciar, prácticamente ambos rangos de confort resultaron proporcionales entre sí. Nuevamente, los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de 380

confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de l os sujetos podrían referir una m ayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. De acuerdo con la ecuación lineal de Auliciems y Szokolay (1997), la temperatura neutra estimada para este periodo de estudio, con base en la temperatura media exterior (11,6 °C), es de 21,2 °C (ver Figura 66, pág. 266), 0,2 K por debajo de la estimada con los estudios realizados a partir de la aplicación metodológica del enfoque adaptativo, lo que presume una aproximación muy estrecha entre ambos valores y fortalece la validez de ambos modelos —y, por ende, ambos resultados— frente a la obtención de valores confiables para la toma de decisiones en el diseño arquitectónico. Por último, en la Tabla 48 se presentan los intervalos térmicos a partir de los cuales los sujetos podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva y a partir de l os cuales se podría confirmar la capacidad de adaptac ión de éstos frente a condiciones superiores o inferiores a l os rangos de c onfort (respecto a cada una de l as categorías de sensación térmica). En este caso, a partir de los valores estimados para el rango reducido —al cual corresponde el 68,26 % de los sujetos estudiados—, es posible asumir que en el intervalo de 8,6 °C a 12,2 °C (3,6 K) se podría percibir una s ensación térmica de mucho frío; de 12,2 °C a 15,8 ° C (3,6 K), una sensación térmica de frío; de 15,8 ° C a 19,4 °C (3,6 K), una sensación térmica de algo de frío; de 19,4 °C a 23,4 °C (4,0 K), una sensación térmica de confort (ni calor, ni frío); de 23,4 °C a 26,2 °C (2,8 K), una sensación térmica de algo de calor; de 26,2 °C a 29,0 °C (2,8 K), una sensación térmica de calor; y, de 29,0 °C a 31,8 °C (2,8 K), una sensación térmica de mucho calor. Misma situación correspondería si se desarrolla esta interpretación para el rango extenso, sólo que con un intervalo constante de 4,4 K en lugar de uno de 3,6 K entre las categorías de ST inferiores a la de confort; uno de 8,1 K en lugar de uno 4,0 K en el rango de confort; y, uno de 4,4 K en lugar de uno de 3,1 K entre las categorías de ST superiores a la de confort.

Tabla 48. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo frío (enero) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

381

6.1.2.2. Periodo transición (seco) Las especificaciones y las características referentes al horario y el periodo de levantamiento de encuestas, las condiciones térmicas en exteriores, al total de observaciones procesadas y recabadas (clasificación por nivel de actividad), las carreras consideradas para evaluación, las causas por las cuales se generó diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada, la distribución de las RSTP respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío) y la cantidad de RSTP considerada por cada categoría de S T involucrada en el

análisis,

corresponden con las descritas en el subcapítulo Periodo transición (seco) (pág. 365). Las magnitudes de TBS registradas en interiores durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 17,6 °C (mínima) y 28,3 °C (máxima) —valores próximos a las TGN registradas durante este mismo periodo (18,3 °C - 28,9 °C)—, lo que permite vislumbrar el contexto térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación). Las RSTP elegidas por los sujetos de estudio con base en esas características se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de ST (de algo frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la segunda y la séptima categoría de ST (mucho frío, frío y mucho calor, respectivamente), ya que este periodo corresponde con la transición térmica del periodo frío al periodo cálido del año, por lo que las condiciones térmicas respecto al periodo anterior se han modificado con tendencia a lo caluroso, y, con ello, los niveles de arropamiento de los sujetos y el uso de controles se ha modificado. Como se puede apreciar en la Figura 96, la distribución de las RSTP no fue uniforme (simétrica) respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío), por lo que, con base en la distribución de ellas en dos categorías de ST (tendientes a lo caluroso) por encima de la de confort y sólo una (tendientes a lo frío) por debajo de ésta, se puede anticipar que los rangos de confort resultaron no equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Esto se debe a las razones señaladas en el párrafo anterior y a la consideración de los tres niveles de actividad durante el procesamiento y el análisis de datos; no obstante, como el periodo de estudio corresponde con el de transición térmica hacia el periodo cálido de año, las RSTP emitidas en las evaluaciones comienzan a tener mayor presencia en las categorías calurosas que en las frías, con 85 RSTP y 60 RSTP, respectivamente. La sensación térmica en la que se concentró el mayor número de observaciones fue ni calor, ni frío, con 213 RSTP, lo que permitió entrever, en es te caso, que en es a escala de S T se 382

manifestó un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos al mostrar mayor amplitud de dispersión en las RSTP y mayor valor de la DS respecto al resto de escalas implicadas en este periodo. Es decir, con base en la distribución (dispersa) de las RSTP que conforman la escala de ST ni calor, ni frío, se puede deducir mayor capacidad de adaptación térmica (fisiológica) y psicológica por parte de los sujetos estudiados al establecerse un rango térmico de mayor amplitud respecto al del resto de categorías.

Figura 96. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Asimismo, es posible apreciar que conforme las RSTP se aproximan hacia los extremos de la escala de sensación térmica (algo frío y calor, en es te caso), la distribución de éstas se concentran entre sí por categoría, lo que implica que la capacidad de adaptación se ve afectada y disminuye significativamente, en especial, hacia el extremo de las categorías de calor (de algo de calor a calor) donde se puede apreciar con mayor claridad este fenómeno. La RLS media resulta con un c oeficiente de d eterminación de 0,9 589, lo que e videncia una correlación de variables (TBS - ST) muy alta. Las RLS de - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS reflejan una tendencia convergente respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que i ndica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de t emperaturas bajas (inferiores al rango de confort); por el contrario, la RLS + 2 DS presenta una tendencia divergente bajo esas condiciones, lo que demuestra que un 13,59 % de los sujetos podría manifestar menor capacidad de adaptación frente a estas temperaturas. Esto se debe a qu e durante el procesamiento de datos fueron considerados los tres niveles de actividad metabólica y cada uno de ellos manifestaba distintas características de adaptación. Por lo anterior, es que las r2 de las RLS - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS (0,9490; 0,9720 y 0,8837, respectivamente) resultaron con un valor superior al de la r2 de la RLS + 2 DS (0,7316). Las categorías de sensación térmica que presentaron registros de RSTP fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS) fueron algo de frío (con cinco RSTP), ni calor, ni frío (con 30 RSTP) y algo de calor (con ocho RSTP), con un total de 43 registros. En el caso de la sensación térmica algo de frío, las RSTP se expresaron fuera del límite superior (RLS + 2 DS); mientras que en la de ni frío, ni calo, el desbordamiento se pronunció a ambos extremos, seis después del límite superior (RLS + 2 DS) y 24 después del límite inferior (RLS - 2 DS); y, por último, en el caso de l a sensación térmica algo de calor, las RSTP quedaron fuera del rango extenso a partir de su límite inferior (RLS - 2 DS). Adicionalmente, es posible observar, de forma gráfica (Figura 96), que las RSTP en su totalidad se aproximan al límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS), lo que indica que la sensación térmica de los sujetos comienza a tender hacia lo caluroso. Lo anterior, en virtud de que el periodo de estudio es el de transición térmica entre el periodo frío y el periodo cálido del año; además, de que la cantidad de estudiantes que conformaron los grupos de evaluación fue de 24 personas y el nivel de arropamiento y actividad fueron modificados con el fin de adaptarse a las condiciones prevalecientes.

384

La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición seco para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 22,3 °C, con la posibilidad de un r ango de c onfort reducido de 20,4 °C a 24,2 °C (intervalo de 3,9 K), y, un rango de confort extenso de 18,3 °C a 26,0 °C (intervalo de 7,7 K ), ambos, no equidistantes al valor de neutralidad. Los umbrales inferiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutralidad (y con un valor de r2 próximo a la unidad) que los umbrales superiores, lo que justifica la demanda de enfriamiento en este periodo (transición / seco). Los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. De acuerdo con la ecuación lineal de Auliciems y Szokolay (1997), la temperatura neutra estimada para este periodo de estudio, con base en la temperatura media exterior (14,7 °C), es de 22,2 °C (ver Figura 66, pág. 266), 0,1 K por debajo de la estimada con estos estudios, lo que permite entrever una aproximación estrecha entre ambos valores y fortalecer la validez de ambos modelos para la correcta toma de decisiones en el diseño. En la Tabla 49 se presentan los intervalos térmicos a partir de los cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva y a partir de los cuales se podría confirmar la capacidad de adaptación frente a condiciones térmicas superiores o inferiores a las de los rangos de confort. Como se puede observar, el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica inferiores a la de confort en el rango reducido es de 3,3 K, mientras que en el rango extenso es de 3,8 K; asimismo, se puede apreciar que el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica superiores a la de confort en el rango reducido es de 2,9 K, mientras que en el rango extenso es de 3,0 K. Lo anterior indica mayor adaptación psicofisiológica frente a condiciones de baja temperatura (inferiores a las del rango de confort).

Tabla 49. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.1.2.3. Periodo cálido Las condiciones específicas a partir de las cuales se llevó a cabo el levantamiento de encuestas durante este periodo (horarios, fechas, condiciones térmicas exteriores, observaciones recabadas y procesadas, carreras encuestadas, cantidad y distribución de las RSTP en cada categoría de ST, entre otras) se han detallado en el subcapítulo Periodo cálido (pág. 369). Las magnitudes de TBS registradas en interiores durante las evaluaciones oscilaron entre 19,3 °C (mínima) y 28,6 °C (máxima), lo que permite vislumbrar el contexto térmico en el que se llevaron a cabo éstas y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos. Al igual que el periodo anterior, las RSTP se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de ST (de algo frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la segunda y la séptima categoría de ST (mucho frío, frío y mucho calor, respectivamente) ya que este periodo corresponde con el cálido del año, y, con ello, los ajustes de adaptación que los sujetos adoptan durante éste se comienzan a generar desde el periodo anterior (niveles de arropamiento, uso de controles y adaptación psicológica). Como se puede apreciar en la Figura 97, la distribución de las RSTP no fue uniforme (simétrica) respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); con ellas, fue posible establecer dos categorías de ST por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y sólo una por debajo de ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó que los rangos de confort no resultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Las sensaciones térmicas que concentraron el mayor número de observaciones fueron ni calor, ni frío y algo de calor, con 156 y 85 RSTP, respectivamente; con ello, fue posible entrever que en esas categorías de ST se manifestó mayor capacidad de adaptación psicofisiológica al mostrarse mayor dispersión entre las RSTP en una misma categoría de ST y mayor valor en la DS respecto al resto de escalas implicadas en este periodo. Es decir, con base en la distribución (dispersa) de las RSTP que c onforman las escala de ST ni calor, ni frío y algo de calor, se puede deducir mayor capacidad de adaptac ión térmica (fisiológica) y psicológica por parte de los sujetos estudiados al establecerse un rango térmico de mayor amplitud en ambos casos respecto al del resto de categorías. Asimismo, es posible apreciar que conforme las RSTP se aproximan hacia los extremos de la escala de s ensación térmica (algo frío y calor, en este caso), la distribución de éstas

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comienza a estrecharse (concentrarse) entre sí, lo que implica que l a capacidad de adaptación se ve afectada y disminuye significativamente; este fenómeno se puede apreciar con mayor pronunciamiento hacia el extremo de l as categorías de calor (de algo de calor a calor), donde el intervalo térmico en el que los sujetos expresaron una sensación térmica de calor es reducido (DS = 0,5), lo que implica una capacidad limitada de adaptación frente a estas condiciones.

Figura 97. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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La RLS media resulta con un coeficiente de determinación de 0,9988 (próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (TBS - ST) muy alta. Las RLS de - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS reflejan una tendencia convergente respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de confort); por el contrario, la RLS + 2 DS presenta una tendencia divergente bajo esas condiciones, lo que demuestra que un 13,59 % de los sujetos podría manifestar menor capacidad de adaptación frente a estas temperaturas. Esto se debe a que durante el procesamiento de datos fueron considerados los tres niveles de actividad metabólica y cada uno de el los manifiesta distintas características de adapta ción. Por lo anterior, es que las r2 de las RLS - 2 DS, - 1 DS y + 1 DS (0,9490; 0,9720 y 0,8837, respectivamente) resultaron con un valor superior al de la r2 de la RLS + 2 DS (0,7316). De las 302 RSTP procesadas en este periodo de es tudio, 37 s e expresaron en condiciones térmicas fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de és tas, tres correspondieron con la sensación térmica algo de frío; 19, con la sensación térmica ni calor, ni frío; y, 15 con la sensación térmica algo de calor. En el caso de las RSTP correspondientes con las categorías de ST algo de frío y ni calor, ni frío, se puede observar que se manifestaron después del límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS), mientras que en el caso de las RSTP de la categoría de ST algo de calor, el desbordamiento se pronunció hacia el límite inferior de dicho rango (RLS - 2 DS). Lo anterior se debió, principalmente, a que la ubicación (respecto al aula de clases) de los sujetos que expresaron estas RSTP era en lugares próximos a l as ventanas, lo que posiblemente permitió percibir con mayor grado las condiciones exteriores del espacio de evaluación, así como la influencia del ingreso del viento a una velocidad de 0,2 m /s; además, que el procesamiento y el análisis de datos se consideraron con los tres niveles de actividad. La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo cálido para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 23,4 °C; en tanto, el rango de confort reducido figuró no equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 21,3 °C a 25,3 °C (intervalo de 4,0 K), y, el rango de confort extenso, al igual que el reducido, se dispuso no equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 19,1 °C a 26,9 °C (intervalo de 7,8 K ). Los umbrales inferiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutralidad que los umbrales superiores, lo que justifica la demanda de enfriamiento en es te periodo (cálido). Es importante señalar que l os coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los 388

obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso, lo que i ndica que el 68,26 % de l os sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de l as condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. De acuerdo con la ecuación lineal de Auliciems y Szokolay (1997), la temperatura neutra estimada para este periodo de estudio, con base en la temperatura media exterior (16,7 °C), es de 22,8 °C (ver Figura 66, pág. 266), 0,6 K por debajo de la estimada con estos estudios, lo que presume una aproximación muy estrecha entre ambos valores y fortalece su validez. Los rangos térmicos (reducido y extenso) que conforman los umbrales a partir de los cuales la sensación térmica de los sujetos de estudio podría percibirse de diferente manera —y en torno a las categorías de ST dadas en la escala subjetiva— se presentan en la Tabla 46. Como se puede apreciar, el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica inferiores a la de confort en el rango reducido es de 2,9 K, mientras que en el rango extenso es de 3,7 K; asimismo, se puede apreciar que el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica superiores a la de confort en el rango reducido es de 2,1 K, mientras que en el rango extenso es de 2,5 K. Lo anterior indica mayor adaptación psicofisiológica frente a bajas temperaturas (inferiores a l as del rango de confort).

Tabla 50. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

6.1.2.4. Periodo transición (húmedo) El levantamiento de encuestas de este periodo se llevó a cabo a partir de las condiciones específicas descritas en el subcapítulo Periodo transición (húmedo) (pág. 373) y relacionadas con los horarios, las fechas, las condiciones térmicas exteriores, las observaciones recabadas respecto a las observaciones procesadas, las carreras consideradas para el estudio, la cantidad y la distribución de las RSTP en cada categoría de ST, entre otras, por lo que simplemente se hace referencia a ellas sin desarrollar nuevamente una descripción precisa.

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Las magnitudes de TBS registradas en interiores durante el levantamiento de enc uestas, en este periodo, oscilaron entre 18,5 °C (mínima) y 23,7 °C (máxima) —lecturas próximas a l as registradas con la TGN (19,5 °C y 24,1 ° C, respectivamente) —, lo que per mite vislumbrar el -

contexto del ambiente térmico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos. Con base en estas condiciones térmicas, las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la quinta categoría de ST (frío a algo calor), por lo que no se registró y/o procesó RSTP alguna en la primera, la sexta y la séptima categoría de ST (mucho frío, calor y mucho calor, respectivamente) en este periodo. Como se puede apreciar en la Figura 98, con las encuestas de este periodo fue posible recopilar mayor número de R STP en l as categorías de ST que tienden a lo frío (189 observaciones) que en las categorías de ST que tienden a lo caluroso (13 observaciones). Lo anterior es producto de que el periodo de estudio corresponde con el de transición térmica entre el periodo cálido y el periodo frío del año, lo que implica que la tendencia de las temperaturas ambiente es hacia lo frío y, por ende, la sensación térmica de los sujetos se adapta a estas condiciones. De esta manera, es posible apreciar que la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados para este periodo de estudio, se pudieron establecer dos categorías de ST (tendientes a lo frío) por debajo de la de confort y una (tendiente a lo caluroso) por encima de ésta, lo que implicó que los rangos de confort resultantes no fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío), con 145 y 179 RSTP, respectivamente. Asimismo, en esas categorías de ST se reflejó el mayor grado de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos, ya que se pudo apreciar una dispersión más pronunciada de sus RSTP (rango térmico de mayor amplitud), así como una amplitud superior en sus DS respecto a las de las demás. No obstante, conforme las RSTP se aproximaron hacia los extremos de la escala de sensación térmica (frío y algo de calor, en es te caso), la capacidad de adaptación disminuyo significativamente; este fenómeno se puede visualizar de una forma más pronunciada en la sensación térmica algo de calor (DS = 0,5). La RLS media resulta con un coeficiente de determinación de 0,9915, lo que equivale a una correlación de variables (TBS - ST) muy alta. Las RLS de - 2 DS y - 1 DS reflejan una marcada

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convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica mayor grado de adaptación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de c onfort); caso contrario con las RLS de + 1 D S y + 2 D S que r eflejan divergencia respecto a la RLS media bajo esas condiciones, lo que podría interpretarse como que prácticamente la mitad de la población (47,72 % de los sujetos) cuenta con la misma capacidad de adaptación pero frente a temperaturas altas (superiores al rango de confort) en este periodo.

Figura 98. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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En otras palabras, en tanto unos se adaptan mejor a temperaturas bajas, otros se adaptan mejor a temperaturas altas. Esto se puede deber a la i nfluencia que ejercen los niveles de humedad frente a la sensación térmica de los sujetos, ya que este periodo, además de corresponder con el de transición térmica entre el p eriodo cálido y el per iodo frío del año, corresponde con el más húmedo. De las 381 RSTP procesadas en este periodo, 95 se presentaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 D S); de és tas, 10 correspondieron con la sensación térmica frío, 34 con la sensación térmica algo de frío y 51 con la sensación térmica ni frío, ni calor (estas dos últimas conciernen con las categorías de ST que registraron mayor cantidad de RSTP en este periodo). En el caso de las sensaciones térmicas frío y algo de frío, las RSTP se presentan después del límite superior del rango extenso (RLS + 2 D S); mientras tanto, en el caso de la sensación térmica ni frío, ni calor, se puede observar que el desbordamiento de las RSTP se pronuncia en el límite inferior (RLS - 2 DS). Lo anterior se debe a que l as condiciones bajo las cuales se evaluaron los sujetos difirieron de las del resto del periodo de evaluación en cuanto a capacidad de adaptación, uso de controles y proporción de sujetos originarios (o residentes) respecto a los visitantes. La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición húmedo para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 22,2 °C, con la posibilidad de un rango de c onfort reducido de 21,2 °C a 23,4 °C (intervalo de 1,2 K ), y, un rango de confort extenso de 20,4 °C a 25,1 °C (intervalo de 4,7 K), ambos, no equidistantes al valor de neutralidad. Los umbrales superiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutralidad que los umbrales inferiores, lo que justifica la demanda de calentamiento en este periodo (transición / húmedo). Los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso, lo que i ndica que el 68,26 % de l os sujetos podrían referir una m ayor aceptabilidad de l as condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. De acuerdo con la ecuación lineal de Auliciems y Szokolay (1997), la temperatura neutra estimada para este periodo de estudio, con base en la temperatura media exterior (15,0 °C), es de 22,2 °C (ver Figura 66, pág. 266), valor exactamente igual al estimado con estos estudios, lo que permite entrever una igualdad entre ambos valores y fortalecer la validez de ambos modelos.

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En la Tabla 51 se presentan los intervalos térmicos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva y a partir de los cuales se podría confirmar la capacidad de adaptación frente a condiciones térmicas superiores o inferiores a las de los rangos de confort. Como se puede observar, el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica inferiores a la de confort en el rango reducido es de 1,4 K, mientras que en el rango extenso es de 2,2 K; asimismo, se puede apreciar que el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica superiores a la de confort en el rango reducido es de 1,2 K, mientras que en el rango extenso es de 2,0 K. En este caso, el intervalo generado entre el límite inferior del rango de confort extenso y el umbral extremo de la sensación térmica mucho frío es de 6,7 K, mientras que el originado por el límite superior y el umbral extremo de la sensación térmica mucho calor corresponde a 6,1 K, una diferencia de 0,6 K entre uno y otro, lo que implica que l os sujetos refieren a una adaptación superior frente a t emperaturas bajas (inferiores al rango de confort) que frente a temperaturas altas (superiores al rango de c onfort); mismo situación se presentaría si se desarrolla este ejercicio con el resto de sensaciones térmicas, o, inclusive, con el rango reducido (RLS ± 1 DS).

Tabla 51. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

6.1.3. Estimación de la Humedad Relativa a partir de la Sensación Térmica La correlación de la ST percibida y la HR registrada simultáneamente durante las evaluaciones llevadas a cabo con base en el enfoque adaptativo se desarrolló de forma similar a la correlación de ésta y la TGN y la TBS descritas en los subcapítulos anteriores. En este apartado se presentan los resultados obtenidos con ese procedimiento y se describen las condiciones hígricas particulares a partir de las cuales fueron aplicadas las encuestas en cada uno de los periodos de estudio: frío (enero), transición / seco (marzo), cálido (mayo) y transición / húmedo (septiembre); por último, se desarrolla un an álisis estadístico-fenomenológico de los valores resultantes para cada caso (valor de neutralidad y rangos de confort).

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La correlación de datos, de igual forma, se desarrolló íntegramente conforme a los tres niveles de actividad (pasiva, moderada e intensa) practicada por los sujetos previamente a la aplicación de las evaluaciones, y se llevó a c abo a partir del método de M IST. Las observaciones recabadas por cada periodo de es tudio fueron presentadas en l a Tabla 40 (pág. 354); no obstante, las procesadas en cada caso se presentan en la Tabla 41 (pág. 355), asimismo, la clasificación de éstas respecto al nivel de actividad ejercida por parte de los sujetos durante la evaluación se da a conocer en la Tabla 42 (pág. 356). Es importante mencionar que con base en el nivel de c onsistencia con el que r esultaba la estimación del valor de neutr alidad, los rangos de c onfort y los coeficientes de de terminación con la correlación de la ST y la variable física analizada en este subcapítulo (humedad relativa), se optó, en al gunas ocasiones (según las circunstancias del análisis y los resultados parciales que con éste se obtenían), por la adopción de uno o varios de los siguientes criterios de filtrado de datos que permitiera establecer un grado más fuerte de relación (dependencia) entre las variables correlacionadas: • Omisión de la categoría de ST que representara menos del 5,0 % del total de observaciones de la muestra analizada. • Omisión de la categoría de ST que contara con un único valor (o valores próximos) en su dato par (magnitud de variable física) para llevar a c abo la correlación de l as RSTP (aunque ésta representará igual o más del 5,0 % del total de observaciones de la muestra analizada). • Omisión de algunas RSTP que mostraran comportamiento atípico —ya fuera en la respuesta percibida por el sujeto de estudio o en e l valor de la magnitud registrada simultáneamente durante la evaluación— respecto a las demás consideradas en la categoría de ST a la que pertenecían o respecto a las del resto que conformaban el análisis en su totalidad. Lo anterior, debido a que se observó que la consideración de alguna (o varias) de estas condiciones en la correlación de datos (HR y ST) generaba un efecto negativo en la consistencia del valor neutral, los rangos de confort y/o los coeficientes de determinación estimados, según la variable física y el periodo de estudio en proceso de análisis. De esta manera, estos criterios también fueron aplicados en la correlación de la VV y la ST descritos en el siguiente subcapítulo, con el fin de mejorar, en la medida de lo posible, la consistencia con la que resultaban los valores estimados durante el proceso de correlación.

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Lo anterior no implicó, necesariamente, que el omitir una categoría de ST o un grupo de RSTP (por cualquiera de las circunstancias mencionadas anteriormente) representara —frente al tamaño original de la muestra designada para el análisis— una disminución íntegra del total de sus RSTP; es decir, no porque se omitiera, por ejemplo, una categoría de ST con 12 RSTP, significaba que el tamaño final de la muestra analizada equivaldría al tamaño original de ésta menos las 12 RSTP omitidas, ya que existieron diferentes circunstancias durante el procesamiento y el análisis de datos que permitieron revalorar, en todo momento, cada una de las observaciones que conformaban la base de datos original cada que se aplicaba alguno de los criterios en comento, y de esta forma, reintegrar algunas observaciones que, en su momento (ver Preparación de la base de datos, pág. 305), posiblemente fueron consideradas como atípicas por considerarse minoría ante el grupo de RSTP que las contenía —lo que permitió que esta situación aplicara exactamente igual con las otras dos causales de omisión mencionadas en párrafos anteriores—. Por ello, es que en de terminadas figuras y/o tablas de é ste y el siguiente subcapítulo, no necesariamente el tamaño de la muestra analizada y la cantidad de RSTP contenidas en cada categoría de ST corresponden con exactitud respecto a las consideradas en la correlación y el análisis de datos de las variables en las que si se consideró el tamaño total de la muestra para el proceso de análisis: Estimación de la Temperatura de Globo Negro a partir de la Sensación Térmica (pág. 359) y Estimación de la Temperatura de Bulbo Seco a partir de la Sensación Térmica (pág. 377). Con lo anterior, en este caso, se tuvieron que realizar algunos ajustes a la cantidad de RSTP procesadas por periodo de estudio para que la estimación de la HR a partir de la ST percibida por los sujetos resultara consistente (valor de neutralidad, rangos de confort y coeficientes de determinación). Asimismo, resulta necesario mencionar que, en algunas ocasiones, en virtud de que la correlación de datos se llevó a cabo por medio de procedimientos meramente estadísticos (regresión lineal simple a partir del método de MIST), los límites superiores de algunas categoría de ST (RLS + 1 DS para el caso del rango reducido y RLS +2 DS para el caso del rango extenso), resultaron superiores a 100 % de HR, por lo que en ese caso se consideró que el valor estimado correspondería a 100 %. Mismo criterio obedeció la correlación de la VV y la ST, descrita en el siguiente subcapítulo, en donde la estimación de los límites en ocasiones resultó en cifras negativas de VV, por lo que en ese caso se consideró que el valor correspondería a 0,00 m/s.

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6.1.3.1. Periodo frío Las especificaciones y las características referentes al periodo de evaluación (fechas y horarios en las que se realizó levantamiento de encuestas), al total de observaciones recabadas y procesadas (clasificación conforme al nivel de actividad), al total de carreras consideradas durante el periodo de evaluación y las causas por las cuales se omitió la diferencia de observaciones entre la muestra recabada y la muestra procesada, corresponde exactamente con las descritas en el subcapítulo Periodo frío (pág. 359), por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. No obstante, es importante mencionar que durante la correlación y el análisis de datos de la HR y la ST, en este periodo específicamente, se observó que al omitir las categorías de ST que representaban menos del 5,0 % del total de observaciones procesadas (en este caso la categoría de ST calor), los coeficientes de determinación de los límites inferiores de los rangos de confort (RLS - 2 DS y RLS - 1 DS) incrementaban su valor y, por ende, l a estimación de resultados presentaba mayor consistencia. Lo anterior fue producto de que la amplitud del intervalo en el que se distribuían las RSTP en la categoría de ST calor era muy estrecho (DS = 1,3 %) respecto a la de las demás categorías de ST consideradas en el análisis, lo que generaba que la medida de dispersión presentada por las RLS en el diagrama (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS) se viera afectada significativamente y presentaran un coeficiente de determinación de menor valor; por ello, en este análisis, se decidió omitir la categoría de ST en mención. Las magnitudes de HR registradas al interior de las aulas de clase durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 14,2 % (mínima) y 69,6 % (máxima); no obstante, las HR promedio en exteriores —determinadas a partir del registro histórico de datos (periodo 2000-2012)—, según el Análisis climático (pág. 260), son: mínima de 28,9 %, media de 57,1 % y máxima de 81,5 %, valores por encima de los registrados al interior de los espacios de evaluación. Con ello, es que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la quinta categoría de ST (frío a algo de calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en l a primera, la sexta y la séptima categoría de ST (mucho frío, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar, en términos generales, el contexto del ambiente hígrico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones hígricas a partir de las cuales fue percibida la sensación térmica elegida por los sujetos durante el proceso de evaluación.

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Como se puede apreciar en la Figura 99, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de S T de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de c onfort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer una categoría de ST (tendiente a lo caluroso) por encima de l a de confort y dos categorías de S T (tendientes a lo frío) por debajo de ésta, lo que implicó que los límites de los rangos de confort (reducido y extenso) no resultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado.

Figura 99. Análisis correlacional de la HR y la ST para el periodo frío (enero) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Lo anterior, debido a que la correlación de los datos se desarrolló con base en el procesamiento de las RSTP obtenidas con los tres niveles de actividad simultáneamente (recabadas en t odo el periodo de evaluación), en donde, las características de adaptación y el uso de controles difirieron entre uno y otro; asimismo, de que las condiciones térmicas del periodo en estudio se caracterizan por ser identificadas como las más bajas del año, lo que implicó que la distribución de las RSTP tendieran hacia las sensaciones térmicas de frío específicamente. Con base en ello, se observó que conforme se incrementa la HR (valores por encima de los límites superiores de los rangos de confort), la respuesta de sensación térmica es de falta de confort y tiende hacia lo frío, mientras que a menor valor de HR (por debajo de los límites inferiores de los rangos de confort), la respuesta de sensación térmica se pronuncia hacia lo caluroso y, de igual forma, se muestra en falta de confort. Cabe mencionar que las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío) —con 123 y 172 RSTP, respectivamente—; coincidentemente, en cada una de ellas se generó un intervalo hígrico de mayor amplitud con el cual se demostró, a par tir de l a distribución dispersa de l as RSTP, una c apacidad de adapta ción superior frente a las condiciones hígricas que les permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Lo anterior, en este caso, implicó que en esas categorías se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos y, por ende, que el valor de las DS fuera superior respecto a las demás (DS igual a 17,2 % para la sensación térmica ni calor, ni frío e igual a 10,6 % para la sensación térmica algo de frío); por el contrario, el grado de adaptación de los sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP se expresaban hacia los extremos térmicos, lo que i mplicó menor capacidad de adaptación frente a condiciones hígricas extremas (ya fuera de mucha o poca HR en el ambiente) y que el valor de las DS fuera inferior respecto a las demás (DS igual a 8,4 % para la sensación térmica frío e igual a 6,7 % para la sensación térmica algo de calor). La RLS media resultó con un c oeficiente de determinación de 0 ,9596, lo que evidencia una correlación de v ariables (HR - ST) muy alta. Las RLS de los límites superiores de los rangos reducido y extenso (RLS + 1 D S y + 2 D S) reflejaron una marcada convergencia respecto a l a RLS media conforme la sensación térmica tendía a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación frente a condiciones de humedad relativa alta (superiores al rango de confort); por el contrario, las RLS de los límites inferiores de esos rangos (RLS - 1 DS y - 2 DS) presentaron una tendencia divergente bajo esas condiciones, lo que indica que la mitad de la muestra estudiada (47,72 % de los sujetos) cuenta con mayor capacidad de adaptación frente a humedades relativas 398

bajas (inferiores al rango de c onfort). Esto se debe a q ue durante el procesamiento de da tos fueron considerados los tres niveles de actividad metabólica y cada uno de ellos manifestaba distintas características de adaptación térmica y psicológica de los sujetos. De las 392 RSTP procesadas en este periodo, 82 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, 71 correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni calor y 11 con la sensación térmica algo de frío (categorías de ST que registraron mayor cantidad de observaciones en este periodo). En el caso de la sensación térmica ni frío, ni calor se puede observar un desbordamiento de l as RSTP a ambos extremos, ocho después del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS) y 63 después del límite superior (RLS + 2 DS); mientras tanto, las 11 RSTP de la sensación térmica algo de frío quedaron fuera del rango extenso a partir del límite inferior de éste (RLS - 2 DS). Lo anterior se debió a que las magnitudes de HR bajo las que se evaluaron los sujetos que expresaron esas RSTP durante la evaluación, estuvieron fuera de las HR promedio registradas históricamente en la ciudad de Pachuca (tal como se mencionó al inicio de este subcapítulo), es decir, las condiciones hígricas bajo las que estuvieron expuestos fueron extremas. La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo frío para el total de obs ervaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 41,0 %, con la posibilidad de un r ango de c onfort reducido de 30,2 % a 50,7 % (intervalo de 20,4 %), y, un rango de confort extenso de 18,3 % a 59,1 % (intervalo de 40,8 % ), ambos, no equidistantes al valor de neutralidad. Los umbrales inferiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutr alidad (y con un v alor de r2 próximo a l a unidad) que l os umbrales superiores, lo que i ndica mayor capacidad de adaptac ión por parte de l os sujetos a condiciones hígricas inferiores al límite inferior de los rangos de confort. En la Tabla 52 se muestran los intervalos hígricos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva.

Tabla 52. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo frío (enero) con datos de sitio. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.1.3.2. Periodo transición (seco) Las especificaciones y las características referentes al horario y el periodo de levantamiento de encuestas, a las condiciones higrotérmicas en exteriores, al total de observaciones procesadas y recabadas (clasificación por nivel de actividad), a las carreras consideradas para evaluación, a las causas por las cuales se generó diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada, a la distribución de las RSTP respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío) y a la cantidad de RSTP considerada por cada categoría de ST involucrada en el análisis, corresponden con las descritas en el subcapítulo Periodo transición (seco) (pág. 365), por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. No obstante, es importante mencionar que en la correlación y el análisis de datos de este periodo fue necesario omitir las RSTP recabadas con el grupo encuestado el 24 de marzo, ya que las condiciones hígricas que se manifestaron durante el proceso de evaluación fueron consideradas atípicas respecto a los valores promedio que dan lugar en ese periodo. De acuerdo con el Análisis climático (pág. 260), durante marzo, la humedad relativa máxima en exteriores es de 70,4 %; la media, de 46,4 %; y, la mínima, de 21,1 %, lo que permite identificar a este periodo como el más seco del año en la ciudad de P achuca; no obstante, las condiciones hígricas en las que se desarrolló la evaluación en mención fueron de 12,4 % al interior del espacio de evaluación y de 15,0 % al exterior de éste, pese a que el nivel de nubosidad de ese día no favorecía dichas condiciones al registrar día semi-nublado (dato registrado en las encuestas aplicadas en esa evaluación). Lo anterior implicó omitir de la correlación y el análisis de datos a las 35 RSTP (observaciones) que conformaban el grupo mencionado, por lo que l a muestra final procesada para la estimación de la HR respecto a la ST percibida, en es te periodo, fue de 331 RSTP (112 de mujeres y 219 de hombres). Adicionalmente, es importante dejar documentado que esta alternativa fue atendida al observarse que las RSTP en mención afectaban significativamente la amplitud de la DS de la categoría de ST calor y, con ello, el comportamiento regular de las cinco RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS), lo que repercutía en valores (de neutralidad, de los rangos de confort y de los coeficientes de determinación) poco consistentes. Las magnitudes de HR registradas al interior de las aulas de clase durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 27,9 % (mínima) y 66,5 % (máxima), por lo que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de ST (algo de frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la segunda y la séptima 400

categoría de ST (mucho frío, frío y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar, en términos generales, el contexto del ambiente hígrico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones hígricas a par tir de las cuales fue percibida la sensación térmica elegida por los sujetos durante el proceso de evaluación. Como se puede apreciar en la Figura 100, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); con base en los votos de confort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer una categoría de ST (tendiente a lo frío) por debajo de la de confort y dos categorías de ST (tendientes a lo caluroso) por encima de ésta, lo que implicó que los límites de los rangos de confort (reducido y extenso) no r esultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Lo anterior, debido a que se observó que conforme se incrementaba el valor de la HR, la respuesta de sensación térmica de los sujetos tendía hacia lo frío, mientras que a m enor valor de HR, la respuesta de sensación térmica se pronunciaba hacia lo caluroso. Ahora bien, si se considera que las condiciones hígricas del periodo en estudio se caracterizan por ser las mínimas del año, es natural observar que la distribución de las RSTP haya tendido hacia las sensaciones térmicas de calor. Cabe mencionar que la sensación térmica en la que se concentró el mayor número de observaciones fue la cuarta (ni calor, ni frío), con 213 RSTP; no obstante, en la sensación térmica algo de frío se generó el intervalo hígrico de mayor amplitud con una DS igual a 11,1 %, con lo cual se demostró, a partir de la distribución dispersa de las RSTP, una capacidad de adaptación psicofisiológica de los sujetos superior frente a las condiciones hígricas que les permitieron percibir esa sensación térmica; por el contrario, el grado de a daptación de los sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP se expresaban hacia las categorías centrales de S T, lo que implicó mayores características de adaptación frente a las condiciones hígricas que permitían a los sujetos percibir sensaciones térmicas extremas tendientes a lo caluroso o a lo frío; esta condición se puede apreciar con mayor pronunciamiento en las categorías de sensación térmica algo de frío y calor (en este caso específico), las cuales, además de contar con una DS de 11, 1 % y 9,7 %, respectivamente, los valores promedio de la HR a partir de los cuales fueron percibidas fueron de 55,3 % (algo de frío) y 36,4 % (calor), mediciones promedio extremas en ese periodo. El fenómeno anterior pudo deberse a que, s i bien en l as sensaciones térmicas frías se expresaba un grado mayor de adaptación por parte de los sujetos (al mostrarse una amplitud

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hígrica o D S más amplía en es as categorías de S T), en este periodo de es tudio (transición seco), las TBS se manifiestan próximas a las que dan lugar en el periodo cálido del año (mayo), por lo que el mecanismo de ter morregulación corporal de sudoración pudo haber afectado la sensación térmica de los sujetos al percibir éstos cierta humedad sobre la superficie de su piel y confundirla involuntariamente con humedad relativa suspendida en el ambiente. Es decir, el periodo seco pudo verse confundido con el húmedo a partir del efecto de sudoración.

Figura 100. Análisis correlacional de l a HR y la ST para el periodo de transición seco (marzo) con datos de s itio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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La RLS media resultó con un c oeficiente de determinación de 0,9 443, lo que ev idencia una correlación de variables (HR - ST) muy alta. Las RLS ± 1 DS y ± 2 DS reflejaron una ligera convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tendía a l o caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación de los sujetos frente a c ondiciones de HR que l es permitía percibir sensaciones térmicas tendientes a lo frío, es decir, condiciones de HR alta (superiores al rango de confort). El total de observaciones procesadas en este periodo (331 RSTP) fueron expresadas dentro de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), no hubo pr esencia de caso alguno fuera de estos límites; no obs tante, se puede observar que las RSTP se concentraron con una aproximación mayor hacia el límite inferior (RLS - 2 DS) que hacia el límite superior (RLS + 2 D S) del rango extenso, lo que indica que existe aún una mayor adaptación de l os sujetos frente a las HR inferiores al valor de neutralidad —de cada sensación térmica expresada en este periodo— que frente a l as superiores a éste, lo que justifica que el valor de l a r2 de los límites inferiores (próximo a la unidad) sea superior al de la r2 de los límites superiores de los rangos. La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición seco para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 47,4 %; en tanto, el rango de confort reducido se estimó de 37,4 % a 57,5 % (intervalo de 20,2 %), y, el rango de confort extenso, de 27,4 % a 67,7 % (intervalo de 40,3 %), ambos no equidistantes al valor de neutralidad. Los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido fueron superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones hígricas estimadas que el 95,45 % de ellos. En la Tabla 53 se muestran los intervalos hígricos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva.

Tabla 53. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.1.3.3. Periodo cálido Las condiciones específicas a partir de las cuales se llevó a cabo el levantamiento de encuestas durante este periodo (horarios, fechas, condiciones térmicas exteriores, observaciones recabadas y procesadas, carreras encuestadas, cantidad y distribución de las RSTP en cada categoría de ST, entre otras) se han detallado en el subcapítulo Periodo cálido (pág. 369), por lo que no es necesario citarlas nuevamente. No obstante, es importante mencionar que, pese a que la cantidad de RSTP concentradas en la sensación térmica calor era de 19 registros —superior al 5,0 % del total de la muestra analizada en este periodo—, fue necesario omitirla, ya que, s i bien se contaba con dos datos pares (magnitudes de variable física) para llevar a c abo el procesamiento de datos correspondiente, éstos valores eran próximos entre sí —aunque no los mínimos registrados en este periodo (uno de 20,9 % y otro de 21,2 %)—, lo que implicaba que la DS calculada para esta categoría de ST resultara muy estrecha (DS = 0,2 %) y, por ende, que los puntos generados (en ésta) para trazar las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 D S y + 2 D S) se ubicaran próximos entre sí, lo que afectaba significativamente el comportamiento de las RLS, el valor de los coeficientes de determinación y la consecuente consistencia del valor de neutralidad y los rangos de confort. En otras palabra, con base en l a proximidad pronunciada que se conformaba con los datos pares de la sensación térmica calor, se originaba un efecto similar al generado cuando los datos pares de una categoría de ST son de un mismo valor (DS = 0,0), por lo que fue necesario dar el mismo tratamiento (omitir) a esta categoría de ST y así permitir que los valores estimados con esta correlación reflejaran una mayor consistencia respecto a sus valores de origen. Las magnitudes de HR registradas en interiores durante las evaluaciones oscilaron entre 19,3 % (mínima) y 62,6 % (máxima); no obstante, las HR promedio en exteriores, según el Análisis climático (pág. 260) periodo 2000-2012, son: mínima de 28,7 %, media de 57,1 % y máxima de 81,5 %, valores por encima de los registrados al interior de los espacios de evaluación. Con ello, es que las RSTP elegidas por los sujetos se concentraron entre la tercera y la quinta categoría de ST (algo de frío a algo de calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en el resto de categorías de ST consideradas en la escala subjetiva. Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente hígrico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las HR a partir de las cuales fue percibida la sensación térmica elegida por los sujetos. 404

Como se puede apreciar en la Figura 101, la distribución de las RSTP resultó uniforme respecto a la categoría de S T de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de c onfort procesados para este periodo de es tudio, fue posible establecer una categoría de S T por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y otra por debajo de ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó que l os límites de l os rangos de c onfort (reducido y extenso) resultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado.

Figura 101. Análisis correlacional de la HR y la ST para el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Lo anterior se debió a que, pese a que este periodo se caracteriza por mostrar las temperaturas más altas del año y las sensaciones térmicas percibidas por los sujetos (respecto a la TGN y la TBS) hayan sido expresadas con una tendencia hacia lo caluroso (ver Figura 93 y Figura 97, pág. 370 y 387), fue nec esario omitir la sensación térmica de calor —con el fin de encontrar mayor consistencia en l a correlación de l os datos analizados y obtener, con ello, resultados acordes con las condiciones hígricas del periodo estudiado—, tal como se detalló al inicio de este apartado, lo que implicó que las RSTP se concentraran únicamente en las categorías centrales de la escala térmica utilizada (algo de frío, ni calor, ni frío y algo de calor). Cabe mencionar que la sensación térmica en la que se concentró el mayor número de observaciones fue la cuarta (ni calor, ni frío), con 158 RSTP; coincidentemente, en ella se generó el intervalo hígrico de m ayor amplitud (DS = 11,0 %) con el cual se observó una capacidad de adaptación superior (respecto al resto de s ensaciones térmicas expresadas en e ste periodo) frente a las condiciones hígricas que permitieron percibir esta sensación térmica. Lo anterior, en este caso, implicó que en esa categoría se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos y, por ende, que el valor de la DS fuera superior respecto a las demás; por el contrario, el grado de adaptación de los sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP se expresaban hacia los extremos térmicos, lo que implicó menor capacidad de adaptación frente a condiciones hígricas extremas (ya fuera de mucha o poca HR en el ambiente) y que el valor de las DS fuera inferior respecto a las demás (DS igual a 9,2 % para la sensación térmica algo de frío e igual a 5,9 % para la sensación térmica algo de calor). La RLS media resultó con un coeficiente de determinación de 0,8029, lo que permite entrever que la correlación entre la HR y la ST es alta. Las RLS de los límites (superiores e inferiores) de los rangos reducido y extenso (RLS ± 1 DS y ± 2 DS, respectivamente) reflejaron una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tendía a l o caluroso, lo que indica mayor capacidad de adaptación por parte de los sujetos frente a condiciones de humedad relativa alta (superiores al rango de confort), específicamente, frente a las condiciones hígricas que permiten percibir sensaciones térmicas tendientes a lo frío. A partir de la categoría de ST calor, las RLS de los límites superiores (+ 1 DS y + 2 DS) intersectan la RLS media y continúan su trayecto a partir de v alores pares contrarios a és ta, lo que indica que el estrés térmico a partir de la HR, en este periodo, se encuentra en ese punto de intersección, en el cual se rebasa el umbral de tolerancia térmica por parte de los sujetos.

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De las 285 RSTP procesadas en este periodo, 57 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, 12 correspondieron con la sensación térmica algo de calor; 39, con la sensación térmica ni frío, ni calor; y, 6, con la sensación térmica algo de frío. En el caso de las sensaciones térmicas algo de calor y ni frío, ni calor, se puede observar el desbordamiento de las RSTP hacia el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS); mientras tanto, en el caso de l a sensación térmica algo de frío, se puede apreciar que las RSTP quedaron fuera del rango extenso a partir del límite inferior (RLS - 2 DS). Lo anterior se debe a que las condiciones bajo las cuales se evaluaron a los sujetos que ex presaron estas RSTP difirieron de l as del resto del periodo de evaluación en cuanto a capacidad de adaptación, uso de controles y proporción de sujetos originarios (o residentes) respecto a los visitantes; además, que en el procesamiento y el análisis de datos se consideraron los tres niveles de actividad. La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo cálido para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 40,3 %, con la posibilidad de un rango de confort reducido de 31,6 % a 49,0 % (intervalo de 17,3 %), y, un rango de confort extenso de 23,0 % a 57,6 % (intervalo de 34,7 %), ambos, equidistantes al valor de neutralidad y, prácticamente, proporcionales entre sí a razón de dos a uno (rango de confort extenso y rango de confort reducido, respectivamente). Los coeficientes de determinación obtenidos con los límites inferiores fueron de mayor valor a los obtenidos con los límites superiores, lo que indica un grado mayor de correlación de los puntos que dieron origen a las RLS - 1 DS y - 2 DS que de los que dieron origen a las RLS + 1 DS y + 2 DS. En la Tabla 54 se muestran los rangos hígricos estimados (reducido y extenso) a partir de los cuales los sujetos de la población blanco analizada podrían percibir cada una de

las

sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva.

Tabla 54. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.1.3.4. Periodo transición (húmedo) El levantamiento de encuestas de este periodo se llevó a cabo conforme a lo descrito en las especificaciones del subcapítulo Periodo transición (húmedo) (pág. 373) relacionadas con los horarios, las fechas, las condiciones higrotérmicas exteriores, las observaciones recabadas respecto a las observaciones procesadas, las carreras consideradas para el estudio (aplicación de encuestas), la cantidad y la distribución de las RSTP en cada categoría de ST, entre otras, por lo que en este apartado simplemente se hace referencia a ellas sin desarrollar nuevamente una descripción precisa. Las magnitudes de HR registradas al interior de las aulas de clase durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 48,7 % (mínima) y 78,9 % (máxima); no obstante, las HR promedio en exteriores, según el Análisis climático (pág. 260) periodo 2000-2012, son: mínima de 52,6 %, media de 78,2 % y máxima de 95,5 %, valores por encima de los registrados al interior de los espacios de evaluación. Con ello, es que las RSTP elegidas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la quinta categoría de S T (frío a algo de calor), sin que s e registrara y/o procesara RSTP alguna en l a primera, la sexta y la séptima categoría de S T (mucho frío, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar, en términos generales, el contexto del ambiente hígrico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones hígricas a partir de las cuales fue percibida la sensación térmica elegida por los sujetos durante el proceso de evaluación. Como se puede apreciar en la Figura 102, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); con base en los votos de confort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer una categoría de ST por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y dos más por debajo de ésta (tendientes a lo frío), lo que implicó que los límites de los rangos de confort (reducido y extenso) no resultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutr alidad estimado. Lo anterior, debido a que s e observó que conforme se incrementaba el valor de la HR, la respuesta de sensación térmica de los sujetos tendía hacia lo frío, mientras que a m enor valor de H R, la respuesta de s ensación térmica se pronunciaba hacia lo caluroso. Ahora bien, si se considera que las condiciones hígricas del periodo en es tudio se caracterizan por ser las máximas del año, es natural observar que l a distribución de las RSTP haya tendido hacia las sensaciones térmicas de frío.

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Las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío), con 145 y 179 RSTP, respectivamente; coincidentemente, en la sensación térmica de c onfort (ni calor, ni frío) se generó el intervalo hígrico de mayor amplitud (DS = 8,6 %) con el cual se pudo apreciar, a partir de la distribución dispersa de las RSTP, una c apacidad de ad aptación superior de los sujetos frente a l as condiciones hígricas que les permitieron percibir la sensación térmica en comento.

Figura 102. Análisis correlacional de la HR y la ST para el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Lo anterior implicó que en la sensación térmica ni calor, ni frío se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de l os sujetos y, por ende, que e l valor de l as DS fuera superior respecto a l as demás; por el contrario, el grado de adaptac ión de l os sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP se expresaban hacia los extremos térmicos, lo que implicó menor capacidad de adaptac ión frente a condiciones hígricas extremas (ya fuera de mucha o poca HR en el ambiente) y que el valor de las DS fuera inferior respecto a las demás (DS igual a 6,3 % para la sensación térmica frío, igual a 7,7 % para la sensación térmica algo de calor e igual a 8,1 % para la sensación térmica algo de calor). La RLS media resultó con un coeficiente de determinación de 0, 7386, lo que evidencia una correlación de variables (HR - ST) alta. En este caso, particularmente, las RLS de los límites superiores de los rangos reducido y extenso (RLS + 1 D S y + 2 D S) reflejaron una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tendía a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de adaptación de los sujetos frente a condiciones de humedad relativa alta (superiores al rango de confort); por el contrario, las RLS de los límites inferiores de esos rangos (RLS - 1 DS y - 2 DS) presentaron una tendencia divergente bajo esas condiciones, lo que indica que la mitad de la muestra estudiada (47,72 % de los sujetos) cuenta con mayor capacidad de adaptación frente a humedades relativas bajas (inferiores al rango de confort). Esto se debe a que durante el procesamiento de datos fueron considerados los tres niveles de actividad metabólica y cada uno de ellos manifestó distintas características de adaptación térmica y psicológica de los sujetos. No obstante, es importante mencionar que l os coeficientes de deter minación tanto de l a RLS media como de las RLS de los límites superiores de los rangos hígricos estimados (RLS + 1 DS y + 2 DS) resultaron con un valor por debajo al de los límites inferiores de los rangos en mención (RLS - 1 DS y - 2 DS), ya que se observó que los puntos que dan origen a éstas se distribuyen de forma curva (cóncava a los puntos de dispersión medios) entre las categorías de ST y no se observa una correlación estrictamente lineal en alguno de l os casos inicialmente mencionados, observándose este fenómeno con mayor pronunciamiento en el límite superior del rango extenso. Asimismo, se puede apreciar que la RSL + 2 DS intersecta con la RLS + 1 D S en el intervalo generado por las sensaciones térmicas calor y mucho calor, lo que indica que es en ese punto donde la capacidad de adaptación entre el 68,26 % de los sujetos (rango reducido) y el 95,45 % de ellos (rango extenso) coincide para establecer el grado de tolerancia que podrían expresar frente a las condiciones hígricas que les estimulan la percepción de esa sensación térmica. 410

De las 381 RSTP procesadas en este periodo, 28 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, 21 correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni calor y siete con la sensación térmica algo de frío (categorías de ST que registraron mayor cantidad de observaciones en este periodo). En el caso de la sensación térmica ni frío, ni calor, se puede observar el desbordamiento de las RSTP hacia el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS); mientras tanto, en el caso de la sensación térmica algo de frío, las RSTP quedaron fuera del rango extenso a partir del límite inferior de éste (RLS - 2 DS). Lo anterior se debió a que las magnitudes de HR bajo las que se evaluaron los sujetos que expresaron esas RSTP durante la evaluación, estuvieron fuera de las HR promedio registradas históricamente en la ciudad de Pachuca, es decir, las condiciones hígricas bajo las que estuvieron expuestos los sujetos —que expresaron percibir las RSTP en mención—, durante la evaluación, fueron extremas. La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición húmedo para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 62,1 %; en tanto, el rango de confort reducido se estimó de 54,3 % a 69,5 % (intervalo de 15,2 %), y, el rango de confort extenso, de 46,4 % a 76,0 % (intervalo de 29,5 %), ambos no equidistantes al valor de neutralidad. Los umbrales inferiores de los rangos de confort resultaron más distantes del valor de neutralidad (y con un valor de r2 próximo a la unidad) que los umbrales superiores, lo que implica mayor capacidad de adaptación por parte de l os sujetos a condiciones hígricas bajas (inferiores a l os rangos de confort). Los coeficientes de determinación obtenidos con los límites inferiores fueron de mayor valor a los obtenidos con los límites superiores, lo que indica un grado mayor de correlación de los puntos que dieron origen a las RLS - 1 DS y - 2 DS que de los que dieron origen a las RLS + 1 DS y + 2 DS. En la Tabla 55 se muestran los intervalos hígricos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva.

Tabla 55. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.1.4. Estimación de la Velocidad de Viento a partir de la Sensación Térmica La correlación de la ST y la VV se desarrolló de forma similar a la correlación de ésta y la HR, la TGN y la TBS descritas en los subcapítulos anteriores. En este apartado se presentan los resultados obtenidos con ese procedimiento, se describen las condiciones eólicas interiores a partir de las cuales fueron aplicadas las encuestas en cada uno de los periodos de estudio y se desarrolla un análisis estadístico-fenomenológico de los valores resultantes para cada caso. La correlación de datos se desarrolló íntegramente conforme a los tres niveles de actividad con el método de MIST. Las observaciones recabadas por cada periodo de estudio fueron presentadas en la Tabla 40 (pág. 354), las procesadas en cada caso se presentan en la Tabla 41 (pág. 355) y su clasificación respecto al nivel de actividad se da a conocer en la Tabla 42 (pág. 356). La base de datos que permitió realizar la correlación y el análisis de datos, por periodo, entre la VV y la ST, al igual que la que se utilizó para llevar a cabo la correlación y el análisis de datos entre la HR y la ST, fue objeto de algunos ajustes —ya fuera, en la sensación térmica percibida por los sujetos de es tudio o en l a magnitud de variable física que les permitía percibir la sensación térmica manifestada—, inclusive, después de exponerla a los filtros de limpieza de datos descritos en el subcapítulo Preparación de la base de datos (pág. 305). Lo anterior, con el fin de encontrar un grado más fuerte de relación (dependencia) entre las variables correlacionadas (VV y ST). Estos filtros fueron: 1) omisión de l a categoría de S T que representara menos del 5,0 % de la muestra analizada, 2) omisión de la categoría de ST que contara con un úni co valor (o valores muy próximos) en s u dato par y 3) omisión de al gunas RSTP que mostraran comportamiento atípico. Por lo anterior, las especificaciones respecto al filtrado de RSTP en cada uno de los casos (correlación de V V y ST por periodo de es tudio) y su representación proporcional respecto al total de m uestra analizada, coinciden con las descritas en el subcapítulo Estimación de la Humedad Relativa a partir de la Sensación Térmica (pág. 393). En virtud de que l a correlación de datos se llevó a c abo por medio de pr ocedimientos estadísticos (regresión lineal simple a partir del método de MIST), la estimación de los límites (inferiores y/o superiores) de los rangos reducido y extenso (RLS ± 1 DS y RLS ± 2 DS, respectivamente) en ocasiones resultó en cifras negativas, por lo que en esos casos se decidió que el valor estimado se interpretara como 0,00 m/s (valor mínimo aceptable para una VV). De esta forma, los rangos de la VV estimada para cada caso se contabilizaron a partir de ese valor 412

(0,00 m/s) y no a partir de los números negativos estimados por el método de MIST, por lo que la redacción de l a interpretación de los resultados no ne cesariamente corresponde con los valores (negativos) y la amplitud (umbral) de los rangos descritos en las figuras y/o las tablas en las que se basa el análisis de datos de cada periodo de estudio. Asimismo, es importante recordar que las VV al interior del espacio de evaluación (aulas de clase) fueron registradas por el instrumento Multifuncional Delta OHM (pág. 611) únicamente durante el último periodo de evaluación (marzo); no obstante, con apoyo de éste (y con base en los datos obtenidos durante la caracterización del aula tipo llevada a cabo en sitio) fue posible estimar las VV de los primeros tres periodos de evaluación (mayo, septiembre y enero), tal como se ha descrito en el subcapítulo Instrumentos de medición (pág. 183). Con lo anterior, la VV medida y registrada al interior del espacio de evaluación, durante todos los periodos de estudio, osciló, en pr omedio, entre 0,01 m/s y 0,19 m/s, lo que, pese a que l a ciudad de Pachuca cuenta con velocidades máximas promedio de hasta 4,7 m/s para exteriores (ver Viento, pág. 283), no representó un recurso que pudi era influir, de forma significativa, la percepción térmica de los sujetos evaluados. Durante la correlación y el análisis de datos, así como durante el modelado de resultados, fue posible apreciar que el comportamiento estadístico de la correlación de la VV y la ST se tornó totalmente distinto entre periodos de estudio (ninguno fue igual entre sí); inclusive, esto se puede distinguir visualmente desde el análisis de los gráficos resultantes en cada caso y el desarrollo de cada una de las RLS respecto a los puntos (de cada categoría de ST) que dieron origen a ellas. No obstante, una característica común que fue posible identificar durante el desarrollo de la correlación y el análisis de datos fue que a mayor velocidad de viento, mayor adaptación psicofisiológica por parte de los sujetos evaluados (en cada caso); así mismo, específicamente en los periodos frío (enero) y cálido (mayo), se observó que a mayor velocidad de viento, mayor cantidad de RSTP concentradas en las sensaciones térmicas tendientes al calor (de algo de calor a mucho calor), es decir, mayor sensación térmica de calor, contrario al concepto que ostenta el nomograma de la temperatura efectiva corregida al respecto (ver Nomograma de Temperatura Efectiva Corregida, pág. 685) (ASHRAE, 1993), por el contrario, en l os periodos de transición seco y húmedo (marzo y septiembre), se observó que a m ayor velocidad de viento, mayor sensación térmica de frío.

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6.1.4.1. Periodo frío Las especificaciones y las características referentes al periodo de evaluación (fechas y horarios en las que se realizó levantamiento de encuestas), al total de observaciones recabadas y procesadas (clasificación conforme al nivel de actividad), al total de carreras consideradas durante el periodo de evaluación y las causas por las cuales se omitió la diferencia de observaciones entre la muestra recabada y la muestra procesada, corresponde exactamente con las descritas en el subcapítulo Periodo frío (pág. 359), por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. No obstante, cabe mencionar que para llevar a cabo la correlación y el análisis de datos entre la VV y la ST, en este periodo específicamente, fue necesario omitir las 12 RSTP que conformaban la sensación térmica calor, ya que, además de no representar el 5,0 % del total de la muestra analizada, contenía un valor único como dato par (magnitud de variable física) para la correlación de l as RSTP (VV - sexta categoría de S T), lo que gener aba un efec to negativo sobre la estimación del valor de neutralidad y los rangos de confort, así como sobre el valor de los coeficientes de det erminación de cada RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 D S y + 2 D S) al ofrecer poca consistencia en l os resultados obtenidos, en el primero de los casos, y un valor distante de la unidad, en el segundo de el los. Este criterio se aplicó, de igual manera, para llevar a c abo la correlación entre la HR y la ST percibida por los sujetos de es tudio, en es te mismo periodo (ver Periodo frío, pág. 396). Las magnitudes de VV registradas al interior de las aulas de clase durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 0,01 m/s (mínima) y 0,50 m/s (máxima); no obstante, las VV promedio en exteriores, según el apartado de Viento (pág. 283) del Análisis climático (pág. 260), son: mínima de 1,4 m/s (dirección dominante E), media de 2,7 m/s (rango dominante S-W) y máxima de 4,0 m/s (dirección dominante NE), valores por encima de los registrados en interiores. Con ello, es que las RSTP elegidas por los sujetos, a partir de la VV, se concentraron entre la segunda y la quinta categoría de S T (frío a algo de calor), sin que s e registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la sexta y la séptima categoría de ST (mucho frío, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en l o anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente eólico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones eólicas a partir de las cuales fue percibida la ST elegida por los sujetos durante el proceso de evaluación.

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Como se puede apreciar en la Figura 103, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de S T de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de c onfort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer una categoría de ST (tendiente a lo caluroso) por encima de l a de confort y dos categorías de S T (tendientes a lo frío) por debajo de ésta, lo que implicó que los límites eólicos de los rangos de c onfort (reducido y extenso) no resultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado.

Figura 103. Análisis correlacional de la VV y la ST para el periodo frío (enero) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Lo anterior, debido a que, por un lado, las condiciones térmicas del periodo en estudio se han caracterizado por ser las más bajas del año, lo que i mplicó que l a distribución de las RSTP tendieran hacia las sensaciones térmicas de fr ío, motivadas, además, por el efecto generado con el viento a bajas velocidades (inferiores a 0,10 m/s), y, por otro, a que la correlación de los datos se desarrolló con base en el procesamiento de las RSTP obtenidas con los tres niveles de actividad simultáneamente (recabadas en tod o el periodo de ev aluación), en donde, las características de adaptación y el uso de controles difirieron entre uno y otro. Con base en ello, se observó que c onforme se incrementaba la VV, la respuesta de s ensación térmica tendía hacia lo caluroso, y, conforme ésta era menor, la respuesta de sensación térmica se pronuncia hacia lo frío; ambas se mostraban en un estado de falta de confort. Contrariamente a lo que diversos autores mencionan (Höppe, 1999; Fanger, 1972) respecto a que, a mayor VV, se percibe una sensación térmica tendiente a lo frío, en esta investigación se observó que bajo esas condiciones la sensación térmica tendía a lo caluroso y viceversa. Esto se debe a que cuando los sujetos evaluados percibían condiciones frías en el ambiente térmico solían cerrar la puerta y la ventana (uso de controles) —con el fin de concentrar la mayor cantidad de producción interna de calor y lograr un rango de temperaturas de confort—, lo que impedía el ingreso franco de viento y, por ende, reducía la velocidad (flujo) de éste al interior del especio de evaluación, y viceversa, frente a condiciones que permitían una percepción térmica de calor, los vanos se abrían y se permitía el libre acceso del viento exterior. Cabe mencionar que las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío) —con 123 y 172 RSTP, respectivamente—; sin embargo, en la sensación térmica algo de calor fue en donde se generó el intervalo eólico de mayor amplitud (DS = 0,15 m/s) con el cual se demostró, a partir de la distribución dispersa de l as RSTP, una c apacidad de adaptac ión superior frente a l as condiciones eólicas que permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Lo anterior, en este caso, implicó que en esa categoría de ST se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de l os sujetos y, por ende, que e l valor de l as DS fuera superior respecto a l as demás; por el contrario, el grado de adaptac ión de l os sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP fueron expresadas hacia el extremo térmico frío, lo que implicó menor capacidad de adaptación frente a las condiciones eólicas extremas que permitían percibir estas sensaciones térmicas y que el valor de las DS fuera inferior respecto a

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las demás (DS igual a 0,07 m/s para la sensación térmica algo de frío e igual a 0,02 m/s para la sensación térmica frío). La RLS media resultó con un c oeficiente de d eterminación de 0,9858 , lo que ev idencia una correlación de variables (VV - ST) muy alta. Las RLS de los límites (superiores e inferiores) de los rangos reducido y extenso (RLS ± 1 DS y ± 2 DS) reflejaron una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tendía a lo frío, lo que indica un grado mayor de adaptación (térmica tendiente a l o caluroso) frente a c ondiciones de viento con velocidades superiores a las de los rangos de confort, este fenómeno se puede apr eciar con mayor precisión con las RLS de los limites superiores (RLS + 1 DS y + 2 DS) ya que con las de los límites inferiores (RLS - 1 DS y - 2 DS), pese a que estadísticamente su comportamiento refiere a l a justificante ya mencionada, el trayecto de l as RLS refleja una relación inversa de variables y los resultados estimados resultan en valores negativos. Esto se debe a que durante el procesamiento de datos fueron considerados los tres niveles de actividad metabólica y cada uno de ellos manifestaba distintas características de adaptación térmica y psicológica de los sujetos; entre otros, el uso de c ontroles (puerta y/o ventanas abiertas durante la evaluación) y la posible generación de viento por movimiento del cuerpo (según el nivel de actividad desarrollado durante la evaluación). Adicionalmente, es posible observar que la RLS media tiende a una relación de variables directa (al incrementarse el valor de una variable, el valor de la otra también asciende y viceversa) al igual que los límites superiores de los rangos de confort (RLS + 1 D S y + 2 D S), sin embargo, en el caso de las RLS - 1 DS y - 2 DS se observa un cambio de pendiente y tanto el comportamiento como los resultados que se obtienen con esos límites de rango se muestran inconsistentes al estimar valores por debajo de 0,0 m/s, lo que indica que éste último es el límite inferior para los rangos de confort en cualquiera de los casos (reducido y extenso) y en cualquiera de las sensaciones térmicas percibidas bajo esta escala de sensación subjetiva. En otras palabras, las RLS de los límites inferiores de los rangos (RLS - 1 DS y - 2 DS) revelan una comportamiento inverso al de los límites superiores y, por ende, el trayecto de su pendiente se observa en dirección contraria, lo que indica una relación inversa de variables (VV - ST) y, en este caso, permite estimar valores de VV inferiores a cero (valores negativos); lo anterior implicó el reemplazo de los valores negativos por el valor mínimo de la VV: 0,00 m/s.

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Una característica adicional que se puede apreciar en este análisis es la intersección (convergencia) de todas las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 D S y + 2 D S) en el intervalo conformado por las sensaciones térmicas frío y mucho frío, lo que indica que a partir de una velocidad superior a 0,015 m/s el viento comienza a ejercer un efecto en la sensación térmica de los sujetos tendiente a lo caluroso, por el contrario, con velocidades inferiores a este valor, el efecto generado por el viento en la sensación térmica de los sujetos es tendiente a lo frío. De las 392 RSTP procesadas en este periodo, 43 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, ocho correspondieron con la sensación térmica algo de calor; ocho, con la sensación térmica ni frío, ni calor; y, 27, con la sensación térmica algo de frío (categorías de ST que registraron mayor cantidad de observaciones en este periodo). En todos los casos se puede observar el desbordamiento de las RSTP hacia el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS). Lo anterior se debió a que los grupos de evaluación a los que pertenecieron los sujetos que expresaron esas RSTP, tenían la puerta y las ventanas abiertas antes, durante y después de la aplicación de las encuestas, lo que permitió que el viento corriera con mayor fluidez al interior del aula. La estimación del valor de neutralidad de l a VV respecto a la ST percibida por los sujetos en e l periodo frío para el total de o bservaciones (incluidos los tres niveles de ac tividad) resultó en 0,07 m/s, con la posibilidad de un rango de confort reducido de 0,00 m/s a 0,18 m/s (intervalo de 0,18 m/s), y, un rango de confort extenso de 0,00 m/s a 0,29 m/s (intervalo de 0,29 m/s), ambos, no equidistantes al valor de neutralidad. Las r2 obtenidas con los límites del rango de confort extenso fueron superiores a las del rango de confort reducido, lo que indica que el 95,45 % de los sujetos podrían referir mayor aceptabilidad de las condiciones eólicas estimadas que el 68,26 % de ellos. En la Tabla 56 se muestran los intervalos eólicos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva. Los rangos de las sensaciones térmicas frías se omitieron ya que resultaron en valores negativos.

Tabla 56. Rangos de VV que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo frío (enero) con datos de sitio. Unidades dadas en m/s (Elaboración propia).

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6.1.4.2. Periodo transición (seco) Las especificaciones y las características referentes al horario y el periodo de l evantamiento de encuestas, al total de observaciones procesadas y recabadas (clasificación por nivel de actividad), a las carreras consideradas para evaluación, a las causas por las cuales se generó diferencia entre la muestra recabada y la muestra procesada, a la distribución de las RSTP respecto a la categoría de ST de c onfort (ni calor, ni frío) y a l a cantidad de R STP considerada por cada categoría de ST involucrada en el análisis, corresponden con las descritas en el subcapítulo Periodo transición (seco) (pág. 365), por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. No obstante, cabe mencionar que para llevar a cabo la correlación y el análisis de datos de la VV y la ST, en este periodo específicamente, fue necesario omitir las 11 RSTP que conformaban la sensación térmica calor, ya que en conjunto no representaban el 5,0 % del total de la muestra analizada, además de que su consideración afectaba negativamente la consistencia de los resultados estimados (valor de neutralidad y rangos de confort) y el coeficiente de determinación de cada una de las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS) con las cuales se obtuvo cada uno de los valores estimados. Las magnitudes de VV registradas en interiores durante las evaluaciones oscilaron entre 0,01 m/s (mínima) y 0,22 m/s (máxima); no obstante, las VV promedio en exteriores, según el análisis de Viento (pág. 283) para la ciudad de Pachuca, son: mínima de 1,6 m/s (dirección dominante E), media de 3,0 m/s (rango dominante S-W) y máxima de 4,4 m/s (dirección dominante NE), valores por encima de los registrados en interiores; el porcentaje promedio de calmas registrado para este periodo es de 8,4 %. Con ello, es que las RSTP elegidas por los sujetos, a p artir de l a VV, se concentraron entre la tercera y la quinta categoría de ST (algo de frío a algo de calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la segunda, la sexta y la séptima categoría de ST (mucho frío, frío, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente eólico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de l os sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones eólicas a partir de las cuales fue percibida la ST elegida por los sujetos. Como se puede apreciar en la Figura 104, la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de S T de c onfort (ni calor, ni frío); con base en los votos de c onfort procesados para este periodo de estudio, fue posible establecer una categoría de ST por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y otra por debajo de ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó que 419

los límites eólicos de los rangos de confort (reducido y extenso) resultaran prácticamente equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Lo anterior, debido a que técnicamente con la VV a partir de l a cual se expresó la sensación térmica de ni calor, ni frío (0,03 m/s, en promedio), el 61 % de l os sujetos evaluados manifestó percibir condiciones ideales del ambiente térmico, el 39 % restante de ellos expresaron condiciones próximas a las de confort (algo de calor y algo de frío).

Figura 104. Análisis correlacional de la VV y la ST para el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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La correlación de los datos se desarrolló con base en el procesamiento de las RSTP obtenidas con los tres niveles de actividad simultáneamente (recabadas en todo el periodo de evaluación), en donde, las características de adaptación y el uso de controles difirieron entre uno y otro. Con base en el lo, se observó que c onforme se incrementaba la VV, la respuesta de sensación térmica tendía hacia lo frío, y, conforme ésta era menor, la respuesta de sensación térmica se pronuncia hacia lo caluroso, fenómeno que se presentó sólo en los periodos de transición (seco y húmedo) y que fue contrario a lo observado en los periodos frío y cálido. Cabe mencionar que l a sensación térmica en l a que se concentró el mayor número de observaciones fue la cuarta (ni calor, ni frío), 213 RSTP. Sin embargo, en la sensación térmica algo de frío fue en donde se generó el intervalo eólico de mayor amplitud (DS = 0,07 m/s) con el cual se observó, a partir de la distribución dispersa de las RSTP, una capacidad de adaptación superior frente a l as condiciones eólicas que permitieron a l os sujetos percibir esa sensación térmica (magnitudes superiores a la del valor de neutralidad estimado); por el contrario, el grado de adaptación de los sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP fueron expresadas hacia el extremo térmico caluroso, lo que implicó, por un lado, menor capacidad de adaptación frente a las condiciones eólicas extremas que permitían percibir estas sensaciones térmicas, y, por otro, que el valor de las DS fuera inferior respecto a las demás (DS = 0,04 m/s sensación térmica algo de calor). Adicionalmente, es importante mencionar que, es pecíficamente en este periodo de estudio, se observó que tanto el valor de las DS —de las sensaciones térmicas que intervinieron en es te análisis (algo de frío, ni calor, ni frío y algo de calor)— como el valor de los rangos de confort —estimados con el modelado de resultados—, resultan inferiores a los obtenidos con los otros periodos de estudio (frío, transición húmedo y cálido), ya que en es te periodo (transición seco), por un lado, el efecto de la ventilación fue perjudicial por la falta de humedad y la presencia de temperaturas próximas a las del periodo cálido, y, por otro, la temperatura del viento se aproximó, en algunos casos, al promedio de la temperatura corporal (37,0 °C), por lo que el efecto generado por éste fue de calentamiento (por convección) en lugar de enfriamiento, por ende, fue mayor la aceptación del viento a velocidades bajas, inferiores al valor de neutralidad. La RLS media resultó con un c oeficiente de d eterminación de 0, 7932, lo que ev idencia una correlación de variables (VV - ST) alta. Las RLS de l os límites superiores e inferiores de los rangos reducido y extenso (RLS ± 1 DS y ± 2 DS), además de conseguir una r2 superior a 0,9

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(próxima a l a unidad), reflejaron una marcada convergencia hacia la RLS media conforme la sensación térmica tendía a l o caluroso, lo que i ndica un grado mayor de adaptación (térmica tendiente a lo frío) frente a condiciones de viento con velocidades superiores a las de los rangos de confort, este fenómeno se puede apr eciar con mayor precisión con las RLS de l os limites superiores (RLS + 1 DS y + 2 DS) ya que con las de los límites inferiores (RLS - 1 DS y - 2 DS), pese a que estadísticamente su comportamiento refiere a la explicación ya mencionada, su pendiente refleja una relación directa de variables (contraria a la de los límites superiores) y los resultados estimados resultan en valores negativos. Una característica adicional que se puede apreciar en este análisis es la intersección (convergencia) de las RLS en el intervalo conformado después de la sensación térmica calor, lo que indica que a partir de una velocidad superior a 0,01 m/s (en promedio) el viento comienza a ejercer un efecto en la sensación térmica de los sujetos tendiente a lo frío, por el contrario, con VV inferiores a es te valor, el efecto generado es tendiente a lo frío. Por otro lado, de las 347 RSTP procesadas en este periodo, 27 se expresaron fuera de l os límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, tres correspondieron con la sensación térmica algo de calor; 15, con la sensación térmica ni frío, ni calor; y, nueve, con la sensación térmica algo de frío; en todos los casos se puede observar el desbordamiento de las RSTP hacia el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS). Lo anterior se debió a que los límites de los rangos estimados estuvieron por debajo de la VV máxima (0,22 m/s) presentadas durante las evaluaciones. La estimación del valor de neutralidad de la VV respecto a la ST resultó en 0,04 m/s; en tanto, el rango de confort reducido se estimó de 0,00 m/s a 0,09 m/s (intervalo de 0,09 m/s), y, el rango de confort extenso, de 0,00 m/s a 0,14 m/s (intervalo de 0,14 m/s), ambos equidistantes al valor de neutralidad. En la Tabla 57 se muestran los intervalos eólicos a p artir de los cuales los sujetos podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva. Los rangos de las sensaciones térmicas calurosas se omitieron ya que resultaron en valores negativos.

Tabla 57. Rangos de VV que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición seco (marzo) con datos de sitio. Unidades dadas en m/s (Elaboración propia).

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6.1.4.3. Periodo cálido Las condiciones específicas a partir de las cuales se llevó a cabo el levantamiento de encuestas durante este periodo (horarios, fechas, condiciones térmicas exteriores, observaciones recabadas y procesadas, carreras encuestadas, cantidad y distribución de las RSTP en cada categoría de ST, entre otras) se han detallado en el subcapítulo Periodo cálido (pág. 369), por lo que no es necesario describirlas nuevamente. No obstante, es importante mencionar que al igual que en l a correlación llevada a cabo con la HR y la ST para este mismo periodo de es tudio (ver Periodo cálido, pág. 404), fue necesario omitir la sensación térmica calor, pese a que la cantidad de observaciones que la conformaban (19 RSTP) era superior al 5,0 % del total de la muestra analizada, ya que contaba con un único dato par (magnitud de variable física) para llevar a cabo el procesamiento de dato s correspondiente, lo que implicaba que la DS calculada para esta categoría de ST resultara en cero y, por ende, que los puntos generados (en ésta) para trazar las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS) se graficaran en una misma ubicación, lo que afec taba significativamente el comportamiento de las RLS, el valor de los coeficientes de determinación y la consecuente consistencia del valor de neutralidad y los rangos de confort. Las magnitudes de VV registradas en interiores durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 0,01 m/s (mínima) y 0,50 m/s (máxima); no obstante, las VV promedio en exteriores, según el apartado de Viento (pág. 283) del Análisis climático (pág. 260), son: mínima de 2,0 m/s (dirección dominante SE), media de 2,9 m/s (rango dominante W-NW) y máxima de 4,8 m/s (dirección dominante NE), valores por encima de los registrados en interiores. Con ello, las RSTP elegidas por los sujetos, a partir de la VV, se concentraron entre la tercera y la quinta categoría de ST (algo de frío a algo de calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la segunda, la sexta y la séptima categoría de ST (mucho frío, frío, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente eólico en el que s e realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones eólicas a partir de las cuales fue percibida la ST elegida por los sujetos durante el proceso de evaluación. Como se puede apreciar en la Figura 105, la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados para este periodo de e studio, fue posible establecer una categoría de ST por encima de la de 423

confort (tendiente a lo caluroso) y otra por debajo de ésta (tendientes a lo frío), lo que implicó que los límites de los rangos de confort eólico (reducido y extenso) resultaran prácticamente equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Lo anterior, debido a que técnicamente con la VV a partir de la cual se expresó la sensación térmica de ni calor, ni frío (0,09 m/s, en promedio), el 55 % de los sujetos manifestó condiciones ideales del ambiente térmico; en tanto el 45 % restante expresaron condiciones próximas a las de confort (algo de calor y algo de frío).

Figura 105. Análisis correlacional de la VV y la ST para el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Con base en ello, se observó que conforme se incrementaba la VV, la respuesta de sensación térmica tendía hacia lo caluroso, y, conforme ésta era menor, la respuesta de sensación térmica se pronuncia hacia lo frío, es por ello que s ólo 42 de l as 285 R STP procesadas fueron manifestadas con tendencia a lo frío —contrariamente a lo que diversos autores mencionan (Höppe, 1999; Fanger, 1972) al respecto—, fenómeno observado, de igual manera, durante el periodo frío (periodos térmicos extremos del año). Cabe mencionar que la sensación térmica en la que se concentró el mayor número de observaciones fue la cuarta (ni calor, ni frío), con 158 RSTP; sin embargo, en la sensación térmica algo de calor fue en donde s e generó el intervalo eólico de mayor amplitud (DS = 0,18 m/s) con el cual se demostró, a p artir de l a distribución dispersa de las RSTP, una c apacidad de adapt ación superior frente a las condiciones eólicas que permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Lo anterior implicó que en la sensación térmica algo de calor se reflejara un grado mayor de adaptación psicofisiológica por parte de l os sujetos y, por ende, que e l valor de l as DS fuera superior respecto a l as demás; por el contrario, el grado de adaptac ión de l os sujetos se vio afectado negativamente conforme las RSTP fueron expresadas hacia el extremo térmico frío, lo que implicó menor capacidad de adaptación frente a l as condiciones eólicas extremas que permitían percibir estas sensaciones térmicas, y, en consecuencia, que el valor de las DS fuera inferior respecto a las demás (DS igual a 0,12 m/s para la sensación térmica ni calor, ni frio e igual a 0,05 m/s para la sensación térmica algo de frío). La RLS media resultó con un coeficiente de determinación de 0,9866, lo que e videncia una correlación de v ariables (VV - ST) muy alta. Las RLS ± 1 DS y ± 2 DS reflejaron una marcada convergencia respecto a l a RLS media conforme la sensación térmica tendía a l o frío, lo que indica un grado mayor de adaptación (térmica tendiente a lo caluroso) frente a condiciones de viento con velocidades superiores a las de los rangos de confort, este fenómeno se puede apreciar con mayor precisión con las RLS + 1 DS y + 2 DS ya que con la RLS - 1 DS, pese a que es tadísticamente su comportamiento refiere a la explicación ya mencionada, el trayecto refleja una relación inversa de variables y los resultados estimados resultan en valores negativos. Una característica adicional que se puede apreciar en este análisis es la intersección de todas las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 D S) en e l intervalo conformado por las sensaciones térmicas algo de frío y frío, lo que indica que a partir de una velocidad superior a 0,00 m/s el viento

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ejerce un efecto en la sensación térmica de los sujetos tendiente a lo caluroso, por el contrario, con velocidades inferiores a este valor, el efecto generado por el viento en la sensación térmica de los sujetos es tendiente a lo frío. De las 285 RSTP procesadas en este periodo, 10 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, siete correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni calor y tres con la sensación térmica algo de frío. En ambos casos se puede obs ervar que el desbordamiento de las RSTP se realizó a partir del límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS). Lo ant erior se debió a que l os grupos de ev aluación a l os que per tenecieron los sujetos que expresaron esas RSTP, tenían la puerta y las ventanas abiertas antes, durante y después de la aplicación de las encuestas, lo que permitió que el viento corriera con mayor fluidez al interior del aula. La estimación del valor de neutralidad de la VV respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo cálido para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 0,10 m/s, con la posibilidad de un r ango de confort reducido de 0,00 m/s a 0,22 m/s (intervalo de 0,22 m/s), y, un rango de confort extenso de 0,00 m/s a 0,34 m/s (intervalo de 0,34 m/s), ambos, desde el punto de vista estadístico (matemático), resultaron equidistantes al valor de neutralidad y proporcionales entre sí (a razón de dos a uno), aunque desde el punto de v ista fenomenológico (magnitud de variable física), ninguno de ellos resultó simétrico a la VV neutral ni proporcional. Las r2 obtenidas con los límites del rango de confort extenso fueron superiores a las del rango de confort reducido, lo que indica que el 95,45 % de los sujetos podrían referir mayor aceptabilidad de las condiciones eólicas estimadas que el 68,26 % de ellos. En la Tabla 58 se muestran los intervalos eólicos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva. Los rangos de las sensaciones térmicas frías se omitieron ya que resultaron en valores negativos.

Tabla 58. Rangos de VV que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo cálido (mayo) con datos de sitio. Unidades dadas en m/s (Elaboración propia).

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6.1.4.4. Periodo transición (húmedo) El levantamiento de encuestas de este periodo se llevó a cabo conforme a lo descrito en las especificaciones del subcapítulo Periodo transición (húmedo) (pág. 373) relacionadas con los horarios, las fechas, las condiciones higrotérmicas exteriores, las observaciones recabadas respecto a las observaciones procesadas, las carreras consideradas para el estudio (aplicación de encuestas), la cantidad y la distribución de las RSTP en cada categoría de ST, entre otras, por lo que en este apartado simplemente se hace referencia a ellas sin desarrollar nuevamente una descripción precisa de cada aspecto. No obstante, es importante mencionar que en este periodo fue necesario omitir las 13 RSTP que conformaban la sensación térmica algo de calor, ya que, además de no representar en conjunto el 5,0 % de observaciones del total de la muestra analizada, la amplitud generada por la distribución de las RSTP en esa categoría de ST multiplicaba el valor de la DS respecto a la de las demás sensaciones térmicas consideradas en este análisis, lo que originaba que el comportamiento de las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS) fuera afectado significativamente (no se observaba un comportamiento claro ni una relación dependiente entre variables) y tanto los resultados estimados (valor de neutralidad y rangos de confort) como el valor del coeficiente de determinación se vieran influenciados negativamente —por ejemplo, en tanto con la consideración de la sensación térmica algo de calor la r2 de las RLS era 0,9539 (- 2 DS), 0,4202 (- 1 DS), 0,0475 (media), 0,2920 (+ 1 DS) y 0,4255 (+ 2 DS); sin la consideración de ella la r2 de las RLS incrementó a 0,9053 (- 2 DS), 0,8894 (- 1 DS), 0,8677 (media), 0,8367 (+ 1 DS) y 0,7905 (+ 2 DS), además de ofrecer resultados más consistentes con el origen de los datos—. Las magnitudes de VV registradas en i nteriores durante las evaluaciones de este periodo oscilaron entre 0,01 m/s (mínima) y 0,30 m/s (máxima); no obstante, las VV promedio en exteriores, según el análisis de Viento (pág. 283) para la ciudad de P achuca, son: mínima de 1,9 m/s (rango dominante S-SW), media de 2,6 m/s (dirección dominante NW) y máxima de 4,9 m/s (dirección dominante NE), valores por encima de los registrados en interiores; el porcentaje promedio de calmas registrado para este periodo es de 7 ,4 %. Con ello, las RSTP elegidas por los sujetos, a partir de la VV, se concentraron entre la segunda y la cuarta categoría de ST (frío a ni calor, ni frío) únicamente, sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en la primera, la quinta, la sexta y la séptima categoría de ST (mucho frío, algo de calor, calor y mucho calor, respectivamente). Con base en lo anterior, es posible vislumbrar el contexto del ambiente

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eólico en el que se realizaron las evaluaciones y la posible adaptación psicofisiológica de los sujetos (conducta, expectativas y aclimatación), así como las condiciones eólicas a partir de las cuales fue percibida la ST elegida por los sujetos. Como se puede apreciar en la Figura 106, la distribución de las RSTP no fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); con base en los votos de confort procesados para este periodo de es tudio, sólo fue posible establecer dos categoría de ST por debajo de la de confort (tendiente a l o frío), no obstante, esto implicó que los límites de los rangos de c onfort resultaran simétricos al valor de neutralidad estimado. Lo anterior, debido a que es en este periodo (transición húmedo) en el que dan lugar los valores altos de HR del año en la ciudad de Pachuca, lo que implica que el efecto de la ventilación diurna sea más efectivo y, por ende, que influya en la sensación térmica de los sujetos con tendencia a lo frío (Höppe, 1999; Fanger, 1972), por lo que e s natural observar que l as RSTP procesadas en este análisis se hayan concentrado únicamente en las categorías de ST de confort y frías (ni calor, ni frío; algo de frío y frío). Adicional a lo anterior, se observó que conforme se incrementaba la VV, la respuesta de sensación térmica tendía hacia lo frío, y, conforme ésta era de menor valor, la respuesta de sensación térmica se pronuncia hacia lo caluroso, fenómeno que s e presentó sólo en l os periodos de transición (seco y húmedo). Cabe mencionar que las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frio) y la cuarta (ni calor, ni frío); con 145 y 179 RSTP, respectivamente. Sin embargo, en este caso en particular, la amplitud del intervalo eólico se presentó por igual en cada una de las sensaciones térmicas analizadas en este periodo (DS = 0,09 m/s), lo que per mitió entrever una capacidad de adaptación semejante frente a l as condiciones eólicas que permitieron a l os sujetos percibir cada una de esas sensaciones térmicas. En este caso, el factor determinante que permitió estabilizar la amplitud del intervalo eólico en cada una de las sensaciones térmicas percibidas en este periodo de estudio fue la HR. La RLS media resultó con un c oeficiente de determinación de 0 ,8677, lo que evidencia una correlación de variables (VV - ST) alta. Visualmente, las RLS media, ± 1 DS y ± 2 DS reflejan un paralelismo substantivo entre sí, lo que indica un mismo grado de adaptación (térmica, ya sea tendiente a lo caluroso o tendiente a lo frío) frente a las condiciones de viento que permitan a los sujetos percibir cualquiera de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva de ST.

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De las 368 RSTP procesadas en este periodo, 20 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De éstas, 13 correspondieron con la sensación térmica ni frío, ni calor; y, siete, con la sensación térmica algo de frío; en a mbos casos se puede observar el desbordamiento de las RSTP hacia el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS). Lo anterior se debió a que los grupos de evaluación a los que pertenecieron los sujetos que expresaron esas RSTP, tenían la puerta y las ventanas abiertas durante el proceso de evaluación.

Figura 106. Análisis correlacional de la VV y la ST para el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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La estimación del valor de neutralidad de la VV respecto a la ST percibida por los sujetos en el periodo de transición húmedo para el total de observaciones (incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 0,06 m/s; en tanto, el rango de confort reducido se estimó de 0,00 m/s a 0,15 m/s (intervalo de 0,15 m /s), y, el rango de c onfort extenso, de 0,00 m/s a 0,24 m/s (intervalo de 0,24 m/s), ambos, equidistantes al valor de neutralidad y proporcionales entre sí (a razón de dos a uno) —desde el punto de vista estadístico (matemático)—, aunque en r ealidad ninguno de ellos resultó simétrico a la VV neutral ni proporcional entre sí —desde el punto de vista fenomenológico (magnitud de variable física)— al sustituir los valores negativos resultantes por el valor mínimo posible para la VV (0,00 m/s). Los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso fueron superiores a l os del rango de confort reducido, lo que indica que el 95,45 % de los sujetos podrían referir mayor aceptabilidad de las condiciones eólicas estimadas que el 68,26 % de ellos. En la Tabla 59 se muestran los intervalos eólicos a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva. Los rangos de las sensaciones térmicas calurosas se omitieron ya que resultaron en valores negativos.

Tabla 59. Rangos de VV que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos de sitio. Unidades dadas en m/s (Elaboración propia).

6.1.5. Resumen de los valores estimados con base en el enfoque adaptativo Con el fin de encontrar un parámetro de comparación entre los valores estimados (neutralidad y rangos de confort) a partir de la correlación de la sensación térmica percibida por los sujetos y cada una de l as variables físicas analizadas (TGN, TBS, HR y VV) durante los periodos de estudio, en la Tabla 60 se concentran, de forma sistemática, los siguientes valores (clasificados por variable física y periodo de es tudio): tamaño de l a muestra analizada (cantidad de R STP procesadas), límite inferior del rango extenso (- 2 DS), límite inferior del rango reducido (- 1 DS), valor de neutralidad (media), límite superior del rango reducido (+ 1 DS), límite superior del rango extenso (+ 2 DS), amplitud del rango extenso, amplitud del rango reducido y coeficiente

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de determinación de la RLS media —cuyo valor, según Bojórquez (2010), es el que permite validar el grado de correlación entre la ST y la variable física analizada a partir de la aplicación del método de MIST, según los criterios de correlación propuestos por el mismo autor y descritos en el apartado Aplicación del modelo (pág. 328)—. Como se ha mencionado en subcapítulos anteriores, los periodos designados para llevar a cabo las evaluaciones en sitio, y, a partir de ello, estimar el valor neutral y los rangos de confort de cada variable física analizada, fueron (ver Periodos de estudio, pág. 181): • Enero, que representa el Periodo Frío (PF) del año. • Marzo, en donde dan lugar las condiciones secas del año, además, es el mes intermedio (de transición térmica) entre el periodo frío y el periodo cálido, por lo que representa el Periodo de Transición Seco (PTs). • Mayo, que representa el Periodo Cálido (PC) del año. • Septiembre, en donde dan lugar las condiciones húmedas del año, adem ás, es el mes intermedio (de transición térmica) entre el periodo cálido y el periodo frío, por lo que representa el Periodo de Transición Húmedo (PTh). En la Tabla 60 se presentan los resultados estimados para el valor de neutralidad y los rangos de confort (reducido y extenso) de la TGN, la TBS, la HR y la VV en los cuatro periodos de estudio (PF, PTs, PC y PTh); lo anterior, con base en los datos recabados con las encuestas de sitio y la aplicación metodológica del enfoque adaptativo.

Tabla 60. Tabla resumen de los valores estimados a partir del enfoque adaptativo y la correlación de la ST y la TGN, la TBS, la HR y la VV, respectivamente, por periodo de estudio (Elaboración propia).

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Como se puede observar, el tamaño de la muestra procesada varió según el periodo de estudio y la variable física analizada, de tal forma que ésta pudo ser diferente en c ada caso; por ejemplo, la muestra procesada para estimar los valores de l a TGN y la TBS, en el PTs, correspondió con 360 RSTP, no obstante, para obtener los valores de la HR, en ese mismo periodo, correspondió con 331 RSTP, y, para estimar los de la VV, con 347 RSTP. Lo anterior fue producto de l os ajustes que se aplicaron en c ada caso con el objeto de mejorar la consistencia de l os resultados estimados y el valor de l os coeficientes de deter minación, tal como se describió en cada uno de los subcapítulos presentados anteriormente. No obstante, pese a ello, el PF se caracterizó por conformar la muestra de mayor tamaño a partir de la cual se llevó a cabo el análisis correspondiente de cada una de las variables físicas consideradas; la cual, en cada caso, superó con creces a la considerada en los demás periodos de estudio. De igual forma, el PF se destacó por reflejar la mayor amplitud (de confort), con ambos rangos (reducido y extenso), en todas las variables físicas analizadas —respecto a la amplitud obtenida con los demás periodos en c ada caso—, excepto por la amplitud de la VV en donde es te periodo quedó desplazado por los valores estimados en el PC. Un aspecto importante a des tacar es que entr e los valores de neutr alidad (resultantes por periodo de estudio) de la TGN y los de la TBS resultó una diferencia constante de 0,5 K; el valor de neutralidad de la TGN en cada periodo de estudio resultó medio grado Celsius por encima de los valores neutros estimados para la TBS, por ejemplo, en tanto la TGN neutra para el PF se estimó en 21,9 °C, la TBS para ese mismo periodo se estimó en 21,4 °C. Pese a ello, se observó que la amplitud de los rangos de confort de la TGN resultaron más estrechos que los de la TBS, por ejemplo, mientras que el rango de confort extenso de la TGN para el PF resultó de 18,0 °C a 25,7 °C (7,7 K), el de la TBS resultó de 17,3 °C a 25,4 °C (8,1 K); esta característica se repitió entre los valores estimados para ambas variables físicas en cada uno de los periodos estudiados. Cabe mencionar que el coeficiente de determinación en todos los casos (periodos de estudio y variables físicas analizadas) resultó superior a 0,9 —lo que indica una correlación de variables muy alta—, excepto por los de la HR del PC y el PTh, así como los de la VV del PTs y el PTh. Asimismo, es de mencionar que en el caso particular de la TGN y la TBS del PC, el coeficiente de determinación resultante fue 1,0 —lo que indica una correlación de variables perfecta desde el punto de vista estadístico—.

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En la Figura 107 se representan gráficamente los valores de la TGN estimados para cada periodo de estudio (valor de neutralidad y rangos de confort), así como el tamaño de la muestra a partir de la cual se llevó a cabo el procesamiento de datos para cada caso. En ella se puede apreciar que el PF, en correspondencia con las condiciones térmicas que este periodo por concepto alude, se caracterizó por resultar con la temperatura neutra (de globo negro) más baja de los periodos analizados; en contraste, el PC resultó con el valor de neutralidad más alto. En lo que r especta a l os periodos de tr ansición (PTs y PTh), la temperatura neutra estimada prácticamente fue la misma (con una divergencia de 0,2 K), la diferencia se centró en la amplitud con la que resultaron los rangos de confort en cada caso. Bajo este contexto, el PF se caracterizó por ofrecer las condiciones térmicas en las cuales los sujetos manifestaron un rango superior de ac eptación térmica con 3,8 K (para el rango reducido) y 7,7 K (para el rango extenso), lo anterior, debido a que las condiciones térmicas de Pachuca son semi-frías generalmente a lo largo del año, por lo que el grado de tolerancia y de adaptación frente estas condiciones es superior en el periodo en el que éstas dan l ugar, no obstante, los límites (inferior y superior) de los rangos de confort resultaron equidistantes al valor de neutralidad.

Figura 107. Comparación gráfica del valor neutral y los rangos de confort de la TGN, por periodo de estudio, estimados con datos de sitio (Elaboración propia).

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En contraste, el PTh se caracterizó por resultar con la amplitud térmica más estrecha de los periodos analizados —con 2,2 K (para el rango reducido) y 4,4 K (para el rango extenso)— en la cual los sujetos expresaron condiciones de c onfort térmico; esto, debido al efecto determinante que la HR ejerció sobre la sensación térmica de los sujetos evaluados. En cuanto al confort térmico del PTs y el PC, la amplitud (de ambos rangos) resultó similar entre ellos y próximos a los valores obtenidos en el PF, lo que permite vislumbrar que el grado de adaptación a lo largo del año ti ende con mayor frecuencia hacía las temperaturas bajas que hacía las temperaturas altas, fenómeno cuya naturaleza se basa en l as condiciones térmicas predominantes del sitio estudiado. Una característica observada durante la comparación de los valores de la TGN obtenidos por periodo de estudio fue que los límites inferiores del rango extenso (- 2 DS) se muestran ascendentes entre los periodos analizados, el menor corresponde con el PF y el mayor con el PTh. Lo anterior resulta natural si se observa que la trayectoria térmica del PF al PC se manifiesta en ascenso, y, que el PTh, por efecto de la HR, refleja una amplitud de confort reducida entre los límites de los rangos estimados, lo que permite que el límite inferior del rango extenso se ubique por encima del de los otros periodos. El periodo en el que se analizó la muestra de mayor tamaño fue el PF con 404 RSTP, contrariamente, el periodo en el cual se procesó la muestra de menor tamaño fue el PC con 302 RSTP; lo anterior, debido a l a coordinación administrativa, académica y logística puesta en práctica durante el proceso de evaluación y la recaudación de l os datos en s itio. Pese a l as discrepancias encontradas entre los tamaños de m uestra procesada en cada periodo de estudio, se observó que éstas no tuvieron injerencia directa en los valores de neutralidad y los rangos de confort resultantes en cada caso, no así, es importante mencionar que fueron un elemento importante que permitió establecer el grado de confiabilidad con el que resultaron cada uno de los valores estimados. Por otro lado, el gráfico que per mitió concentrar los valores estimados para la TBS por cada periodo de estudio se presenta en la Figura 108, en el cual es posible apreciar un comportamiento similar al observado con los valores obtenidos para la TGN, excepto por la amplitud de los rangos de confort, cuya característica se refleja más extensa en esta variable física, específicamente, para alcanzar los límites inferiores de l os rangos de c onfort. No obstante, los periodos térmicos extremos del año (PF y PC) fueron los que reflejaron un grado

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superior de adaptación por parte de los sujetos evaluados al mostrar una amplitud de 8,1 K y 7,8 K en el rango extenso, y, una de 4,0 K en el rango reducido de ambos casos. En contraste, el PTh reflejó un intervalo térmico reducido de adaptación al mostrar 4,7 K de amplitud para el rango extenso y 2,3 K para el rango reducido; lo anterior, debido al efecto que los altos niveles de HR, en este periodo, ejercieron sobre la sensación térmica de los sujetos evaluados. Como se mencionó al inicio de este subcapítulo, las temperaturas neutras de bulbo seco resultaron 0,5 K por debajo de l as temperaturas neutras de gl obo negro en c ada periodo de estudio, sin embargo, la diferencia entre ambas variables radicó principalmente en la amplitud con la que se estimaron los rangos de confort en cada caso, en donde es posible apreciar que, pese a que el valor de neutralidad de la TBS resultó por debajo del valor de neutralidad de la TGN en todos los periodos de estudio, la amplitud de los rangos de confort de la TBS resultaron superiores a los obtenidos para la TGN. En lo que respecta al posicionamiento de los valores (de neutralidad y los rangos de confort), al comportamiento del límite inferior del rango extenso de confort, al tamaño de la muestra procesada y a l a variabilidad con la que se ajustaron los valores de la TBS periódicamente, resultaron con semejanza estrecha a los observados con los valores obtenidos para la TGN.

Figura 108. Comparación gráfica del valor neutral y los rangos de confort de la TBS, por periodo de estudio, estimados con datos de sitio (Elaboración propia).

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De igual manera, los valores estimados para la HR en c ada periodo de es tudio (neutralidad y rangos de confort) se representan gráficamente en la Figura 109. De acuerdo con ese gráfico, las HR neutras presentan una tr ayectoria irregular a l o largo del año al resultar con valores similares durante los periodos térmicos extremos (41,0 % para el PF y 40,3 % para el PC) y valores superiores a 45,0 % durante los periodos de transición térmica (47,4 % para el PTs y 62,1 % para el PTh), también identificados como los periodos hígricos extremos del año. Es importante mencionar que el PTh resultó con valores por encima de l os estimados para los demás periodos de estudio; lo anterior, en correspondencia con las condiciones hígricas que por concepto alude este periodo específicamente a lo largo del año. Tanto los valores estimados para los límites inferiores de los rangos de c onfort, como los estimados para los límites superiores, muestran el mismo comportamiento (de ascensodescenso) respecto a los valores de neutralidad a lo largo de los periodos de estudio; en donde, prácticamente, la característica que diferencia de sí mismos a los periodos térmicos extremos (PF y PC) es la amplitud de s us rangos de c onfort. Situación distinta es la que muestran los periodos hígricos extremos (PTs y PTh) al conformarse de valores (diferentes entre sí) producto de las condiciones hígricas que dan lugar en cada uno de ellos.

Figura 109. Comparación gráfica del valor neutral y los rangos de confort de la HR, por periodo de estudio, estimados con datos de sitio (Elaboración propia).

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Es de des tacar que el PTs manifestó una c apacidad de adaptac ión hígrica mayor al de l os periodos posteriores al mostrar una amplitud próxima a la obtenida para el PF e igual a 40,3 % de HR (para el rango extenso) y 20,2 % (para el rango reducido), ambos, con límites (superiores e inferiores) equidistantes al valor de neutralidad estimado. Lo anterior se puede entender como producto del deseo que los sujetos evaluados expresaron por conseguir mayores niveles de HR en este periodo específicamente, periodo consecuente al PF cuyos valores (de neutralidad y rangos de confort) resultaron con una proximidad inmediata a los estimados para éste último. Asimismo, el PF se caracterizó, nuevamente, por representar la muestra procesada de mayor tamaño en el análisis, con un total de 392 RSTP —15,6 %, 27,3 % y 2,8 % superior a la muestra analizada en el PTs, PC y PTh, respectivamente—. No obstante, el PTh se le aproxima con una muestra igual a 381 RSTP en este caso. Por último, los resultados obtenidos para conocer el valor de neutralidad y los rangos de confort de la VV, por periodo de estudio, se presentan en la Figura 110, con el fin de originar las condiciones gráficas necesarias que permitan establecer una comparación matemática y fenomenológica entre los diferentes periodos de estudio.

Figura 110. Comparación gráfica del valor neutral y los rangos de c onfort de la VV, por periodo de es tudio, estimados con datos de sitio (Elaboración propia).

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Es importante mencionar que en los resultados obtenidos, específicamente, de la VV, los límites inferiores de los rangos de confort, por periodo de estudio, se dispusieron (ajustaron) a partir de 0,0 m/s ya que estadística y matemáticamente resultaron como valores negativos, por lo que la amplitud de l os rangos en cada caso se calculó a partir de es te valor y correspondió con los valores que ostentaron los límites superiores de cada rango de confort. Bajo este contexto, es posible apreciar que el PF, además de c aracterizarse por conformar la muestra más grande que se procesó en los periodos de estudio (con 392 R STP), fue el segundo que resultó con mayor amplitud en sus rangos de confort con 0,18 m/s (para el rango reducido) y 0,29 m/s (para el rango extenso); en tanto, la VV neutra se estimó en 0,07 m /s. Lo anterior, debido a que, si bien este periodo representa las condiciones térmicas extremas bajas de la ciudad Pachuca, la influencia del viento representó un efecto corrector en la sensación térmica de los sujetos. Caso contrario se observa con el PTs, en donde la amplitud de los rangos de confort refleja un decremento significativo respecto a la de los demás periodos de estudio, ya que, en éste, los bajos niveles de HR generaron un efecto contrario de ventilación en la sensación térmica de los sujetos, por lo que la percepción (sensación y preferencia) manifestada tendió a bajas VV; esto, sólo para renovar eventualmente el aire viciado de interiores, tal como se concluyó al realizar el análisis de viento a partir del Nomograma de Temperatura Efectiva Corregida (pág. 685). Por otro lado, en el PC, al igual que en el PF, la adaptación a bajas VV fue favorable por parte de los sujetos ya que, como se puede apreciar en la Figura 110, la amplitud de los rangos de confort en este periodo resultaron superiores a los de c ualquier otro periodo de e studio, con 0,22 m/s para el rango reducido y 0,33 m/s para el rango extenso. Lo anter ior, debido a que este periodo por concepto representa las temperaturas altas de la ciudad de Pachuca y las HR con dirección a las más elevadas del año, por lo que la influencia ejercida por la VV genera un efecto favorable en la corrección de la sensación térmica de los sujetos. Adicionalmente, el PC se caracterizó por conformar la muestra procesada más pequeña de los periodos estudiados. Por último, el PTh, con valores de neutralidad y rangos de confort próximos a los obtenidos para el PF del año, mostró un comportamiento similar al expresado por los valores obtenidos para el PF. Asimismo, es importante hacer notar que la variabilidad de la VV neutra a lo largo de los periodos de estudio fue contraría a la mostrada por la HR neutra, lo que indica que la relación entre las condiciones de confort de ambas variables físicas fue inversa. 438

6.2. Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Predictivo De acuerdo con la Tabla 15, el nivel de análisis del enfoque predictivo se lleva a cabo con base en el conjunto de reacciones fisiológicas 52 que el cuerpo humano experimenta como respuesta a las condiciones del ambiente térmico en el que se expone; este nivel de análisis no considera la capacidad ni las características de la adaptación, la respuesta voluntaria o i nvoluntaria por parte de los sujetos (organismo) sólo es fisiológica y se manifiesta a partir de ciertos sistemas de control humano conocidos como mecanismos de termorregulación corporal (sudoración, vasodilatación, vasoconstricción, piloerección, termogénesis tiritante y/o termogénesis no tiritante), principalmente. Según Bojórquez (2010), la adaptación fisiológica implica cambios en las respuestas de la termorregulación humana, la cual, en el contexto del ambiente térmico, es conocida como aclimatación. Con base en ello, es que durante las pruebas experimentales realizadas en el LAC, las condiciones físicas del ambiente térmico (TBS y HR) se manipularon conforme a lo descrito en el subcapítulo Variación controlada de las condiciones higrotérmicas (pág. 230) y se controló, en la medida de l o posible, la actividad metabólica del grupo experimental (actividades sedentarias, no se les permitía ponerse de pie o cambiar de lugar, etc.), la ingesta de bebidas y/o alimentos, el uso de controles (apertura o cierre de la puerta) y el nivel de ar ropamiento (resistencia térmica), entre otros. La atención de estas características antes y durante cada prueba experimental permitió que la adaptación de los sujetos al ambiente térmico se diera únicamente desde el aspecto fisiológico (aclimatación) a partir de escalofríos, vasodilatación y sudoración, principalmente, por lo que se observó una clara ausencia de adaptación psicológica y conductual por parte de los sujetos durante cada prueba experimental. El hipotálamo monitorea y controla los cambios internos del cuerpo, regula la presión sanguínea y la temperatura corporal; transforma las emociones en respuestas o en cambios físicos y es determinante en el intercambio térmico entre las partes del cuerpo humano respecto a las condiciones exteriores (Mondelo et al., 2001). Desde el punto de v ista fisiológico, este órgano

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De acuerdo con diversos autores (Tresguerres et al., 2009; Barone, 2004; Magaz, 1885), la Fisiología estudia los procesos físicos y químicos que dan lugar en los organismos vivos durante la realización de sus funciones vitales. Entre sus áreas de interés están: la reproducción, el crecimiento, el metabolismo, la respiración, la excitación y la contracción llevados a cabo en las estructuras de las células, los tejidos, los órganos, los aparatos, los sistemas y los organismos (en este orden, de m enor a mayor). Según Bojórquez (2010: 34), en lo que respecta al confort térmico, el área específica de estudio es el metabolismo y los cambios generados por la relación entre la sensación térmica percibida y los procesos físicos y químicos del organismo dentro de un ambiente térmico (aclimatación).

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está encargado de intuir la sensación térmica percibida; por ello, la ubicación de los sensores de temperatura en el LAC (thermistores) se colocaron según lo indicado en ANSI/ASHRAE 55 (2010) e ISO 7726 (1998) en cuanto a la altura del sensor respecto a la posición (sentados) de los sujetos evaluados (ver Figura 53 y Figura 54, pág. 234 y 235). Asimismo, es el hipotálamo quien dirige (activa) los mecanismos de ter morregulación corporal (mecanismos de pér dida, retención o aumento de calor) con el fin de alcanzar la sensación térmica fisiológica requerida por el organismo (Bojórquez, 2010). Por lo anterior, fue importante la ubicación de los sensores —colocados estratégicamente en el LAC— respecto a l a posición de los sujetos durante la prueba experimental, así como la disposición individual de un sensor por cada participante, con el fin de recabar un monitoreo preciso y continuo de las condiciones térmicas a las que se expuso cada sujeto involucrado en la prueba. Asimismo, es importante mencionar que con el contenido de este subcapítulo se da cumplimiento al objetivo específico 2 (pág. 15) planteado para esta investigación, el cual, señala: “Estimar el valor neutral y los rangos de confort de la temperatura de bulbo seco y la humedad relativa (...) a partir de las bases metodológicas en las que se consolida el enfoque predictivo y del desarrollo de pruebas experimentales practicadas bajo condiciones controladas de laboratorio (...)”. Para ello, el tamaño de la muestra procesada para realizar la estimación de los valores (de neutralidad y los rangos de confort), en cada periodo de estudio, fue producto de la base de datos total recabada con las pruebas experimentales llevadas a cabo en los dos periodos que por concepto aluden a l os extremos térmicos de u n año tí pico en l a ciudad de P achuca: mayo (periodo cálido) y enero (periodo frío), el primero en 2013 y el segundo en 2014. Es decir, a partir de la base de datos general —conformada por el total de observaciones recabadas con las pruebas experimentales desarrolladas durante mayo y enero— se conformaron las bases de datos que correspondieron a cada periodo de estudio (llamadas en adelante, sub-bases de datos) y que fueron objeto del procesamiento correspondiente para estimar los valores requeridos en cada caso; para ello, el criterio de estratificación aplicado para extraer las observaciones necesarias para llevar a cabo el análisis individual de cada periodo de estudio fue el siguiente: • Se identificaron las magnitudes máximas y mínimas de TBS y de H R a partir de l as cuales se llevó a cabo la aplicación de encuestas en sitio por periodo de estudio, y, con

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base en los intervalos generados por esos límites, se extrajeron las observaciones de laboratorio que fueron recabadas bajo las condiciones higrotérmicas comprendidas en esos intervalos, para, posteriormente, desarrollar con los datos estratificados el análisis correspondiente a cada periodo de estudio. En otras palabras, las sub-bases de datos utilizadas para llevar a c abo el procesamiento de datos por periodo de estudio fueron resultado de la agrupación precisa a partir de los intervalos generados por las lecturas mínima y máxima de l a TBS y HR registradas por periodo de evaluación desarrollado en sitio. Es decir, para extraer las observaciones necesarias de la base de datos general, primeramente se identificaron las magnitudes mínima y máxima a partir de las cuales se desarrollaron los estudios en sitio y, con base en el intervalo generado con éstas, se extraían las observaciones de l aboratorio que se ubicaban dentro de es e intervalo, conformándose así, la sub-base de datos a procesar para cada periodo de es tudio; esto provocó, en casos aislados, que una misma observación fuera considerada para el análisis de más de un periodo de estudio (esta característica se observó, específicamente, al estratificar las observaciones para analizar el periodo de transición húmedo y el periodo frío). Con lo anterior, es que dieron origen las submuestras procesadas con datos de laboratorio para analizar cada periodo de es tudio (enero / fr ío; marzo / tr ansición seco; mayo/ cálido; y, septiembre / transición húmedo), mismas que fueron descritas en la Tabla 40 (pág. 354), la Tabla 41 (pág. 355) y la Tabla 42 (pág. 356), al inicio de este capítulo. 6.2.1. Estimación de la Temperatura de Bulbo Seco a partir de la Sensación Térmica En este apartado se presentan los resultados obtenidos de la correlación de la ST percibida y la TBS registrada simultáneamente durante cada uno de los ocho momentos de evaluación que conformaron las pruebas experimentales en el LAC —realizadas a partir del enfoque predictivo—. Se describen, adicionalmente, las condiciones térmicas particulares a partir de l as cuales fue posible conformar cada sub-base de datos (submuestra) que permitió llevar a cabo el análisis correspondiente a cada periodo de estudio, y, por último, se desarrolla un an álisis estadístico fenomenológico de los valores estimados para cada caso (valor de neutralidad y rangos de confort). La correlación de datos se desarrolló íntegramente conforme a los tres niveles de actividad (pasiva, moderada e intensa) desarrollada por los sujetos previamente a la aplicación de las evaluaciones —según lo descrito en la Tabla 42 (pág. 356), donde es posible apreciar que la actividad moderada fue la que concentró el mayor número de observaciones en cada uno de

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los periodos de estudio (89,5 % de ellas, en promedio), en tanto que la actividad intensa mostró cero observaciones en cada uno de ellos—, y se llevó a cabo a partir del método de MIST. Las observaciones recabadas por periodo de estudio se presentaron en la Tabla 40 (pág. 354), no ob stante, las procesadas se dan a conocer en la Tabla 41 (pág. 355) y la clasificación de éstas respecto al nivel de actividad ejercida por los sujetos se presenta en la Tabla 42 (pág. 356). Es importante mencionar que c on base en el nivel de c onsistencia con el que r esultaba la estimación del valor de neutr alidad, los rangos de c onfort y los coeficientes de de terminación entre la correlación de la ST percibida y la variable física analizada en este subcapítulo (TBS), se optó, en al gunas ocasiones (según las circunstancias del análisis y los resultados parciales que con éste se obtenían), por la adopción de uno o varios de los siguientes criterios de filtrado de datos que permitiera establecer un grado más fuerte de relación (dependencia) entre las variables correlacionadas, inclusive, después de exponerla a los filtros de limpieza de datos descritos en el subcapítulo Preparación de la base de datos (pág. 305). Estos filtros fueron: • Omisión de la categoría de ST que representara menos del 5,0 % de la muestra analizada. • Omisión de la categoría de ST que contara con un único valor (o valores próximos) en su dato par. • Omisión de algunas RSTP que mostraran comportamiento atípico respecto al de las del grupo del que formaban parte. Por lo anterior, las especificaciones respecto al filtrado de las observaciones (RSTP), en cada uno de los casos, se describen detalladamente en el subcapítulo correspondiente, asimismo, se justifican las circunstancias que motivaron la toma de cada decisión. Adicionalmente, es importante recordar que las pruebas experimentales, a partir de las cuales fue posible estratificar la cantidad de observaciones con las que se llevó a cabo el estudio de cada periodo, se desarrollaron con una TBS inicial de 15,0 °C y una final de 36,0 °C (ver Figura 51, pág. 232), no obs tante, en c ada uno de l os periodos de estudio (análisis subsecuente) se han descrito las lecturas de TBS mínima y máxima a partir de las cuales se conformó el intervalo térmico que di o origen a l a sub-base de datos (submuestra) que permitió realizar el análisis correspondiente en cada caso.

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6.2.1.1. Periodo frío La submuestra considerada para llevar a cabo el análisis de datos de este periodo se constituyó del total de observaciones comprendidas en el intervalo de TBS de 13,3 °C a 27,3 °C, en correspondencia con las condiciones térmicas de las RSTP recabadas durante las evaluaciones en sitio para el periodo frío; no obstante, dado que la HR supone un alto grado de influencia en la sensación térmica de los sujetos, fue importante considerar —en la estratificación de las observaciones recabadas en el LAC— el intervalo hígrico a partir del cual fueron emitidas RSTP de sitio durante dicho periodo, por lo que la submuestra de laboratorio considerada para llevar a cabo el análisis correspondiente, además de es tablecerse dentro del intervalo térmico ya mencionado, estuvo comprendida en un intervalo hígrico de 14,2 % a 69,6 %, lecturas mínima y máxima, respectivamente, con las cuales se llevaron a cabo las evaluaciones en sitio durante el periodo en mención. De esta manera, el tamaño de la submuestra obtenida para el desarrollo del análisis fue de 164 observaciones, de las cuales sólo 145 fueron procesadas (53 de mujeres y 92 de hombres). La diferencia entre la submuestra recabada y la submuestra procesada correspondió a 19 observaciones; de ellas, 17 fueron omitidas por considerarse atípicas (irregulares a las del resto del grupo experimental y a las del momento de opinión del que formaban parte) y dos más por conformar por sí mismas la categoría de ST mucho frío, lo cual, además de no representar el 5,0 % o más del total de obs ervaciones procesadas, mostraba un valor de DS reducido (DS = 0,4 °C) —lo que originaba inconsistencias en el valor del coeficiente de det erminación de los límites inferiores de los rangos reducido y extenso (RLS - 1 DS y - 2 DS) y de la RLS media—. No obstante, es importante mencionar que pese a que la sensación térmica calor, de igual forma, representaba menos del 5,0 % de o bservaciones respecto al total de l a submuestra procesada (con cinco RSTP, únicamente), se decidió conservarla ya que s e observó que influía de f orma positiva en la consistencia del valor de neutralidad y de los rangos de confort, así como en el valor del coeficiente de det erminación de los límites inferiores de l os rangos reducido y extenso (RLS - 1 DS y - 2 DS, respectivamente) y de la RLS media; adicional a lo anterior, esta acción significaba restar al diagrama de dispersión de cada RLS un par de datos (punto de dispersión que determinaba el valor y la consistencia de la r2 en cada caso). Por lo anterior, en el análisis de datos de este periodo, las observaciones que se omitieron durante la correlación de la TBS y la ST, únicamente fueron las atípicas y las correspondientes a la categoría de ST mucho frío.

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De las 145 RSTP procesadas, 22 correspondieron a actividad pasiva y 123 a actividad moderada (15,2 % y 84,8 %, respectivamente), ninguna a actividad intensa; no obstante, como ya se ha señalado, el análisis de datos se llevó a cabo de forma íntegra, sin distinción por nivel de actividad. Lo anterior se puede apreciar en la Tabla 41 (pág. 355) y la Tabla 42 (pág. 356). Adicionalmente, es importante mencionar que por cuestiones de fa cilidad administrativa y coordinación con el departamento de apoy o técnico del ITP, los grupos experimentales evaluados en laboratorio correspondieron únicamente con los alumnos inscritos en las carreras de Arquitectura e Ingeniería Civil (carreras a cargo directo del departamento de apoyo técnico mencionado) señaladas en la Tabla 17 (pág. 138) y las cuales representan la mayor afluencia de estudiantes frente al resto de carreras, lo que permitió vislumbrar la estimación de valores como un referente térmico para el total de la población estudiantil atendida por el ITP. Con base en las condiciones higrotérmicas ya mencionadas, en la Figura 111 se puede apreciar que las RSTP manifestadas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la sexta categoría de ST (frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST extremas (mucho frío y mucho calor), lo que permite vislumbrar, en términos generales, el contexto del ambiente térmico en el que s e desarrollaron las evaluaciones y la posible adaptación fisiológica de los sujetos (aclimatación). Asimismo, es posible apreciar que la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados, se pudieron establecer dos categorías de ST por encima de la de confort (tendientes a lo caluroso) y dos categorías de ST por debajo de ésta (tendientes a lo frío), lo que implicó que los rangos de confort resultantes (reducido y extenso) fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la tercera (algo de frío) y la cuarta (ni calor, ni frío), con 38 y 57 RSTP, respectivamente; en coincidencia, en cada una de ellas se generó un intervalo térmico de mayor amplitud (DS = 2,3 K para la ST algo de frío; DS = 3,0 K para la ST ni calor, ni frío) con el cual se demostró, a partir de la distribución dispersa de l as RSTP, una capacidad de aclimatación superior frente a l as condiciones que les permitieron a los sujetos percibir estas ST. Por otro lado, la r2 de la RLS media resultó con un valor de 0,9548 (valor próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (TBS - ST) muy alta. Las RLS de - 2 DS y - 1 DS reflejan una m arcada convergencia respecto a l a RLS media conforme la sensación térmica 444

tiende a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de aclimatación frente a condiciones de temperaturas bajas (inferiores al rango de confort); por el contrario, las RLS de + 1 DS y + 2 DS reflejan divergencia respecto a la RLS media bajo esas circunstancias, lo que podría interpretarse como que prácticamente la mitad de l a submuestra evaluada (47,72 % de l os sujetos) cuenta con la misma capacidad de aclimatación pero frente a temperaturas altas (superiores al rango de confort) en este periodo.

Figura 111. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo frío (enero) con datos del LAC. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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En otras palabras, se podría decir que en tanto unos muestran mejor adaptación fisiológica a temperaturas bajas (la mitad de la muestra, en términos generales), otros la expresan mejor a temperaturas altas (la otra mitad de l os evaluados). Esto puede deberse, en c ierta medida, a como lo explican Méndez y Tejeda (2005): si la temperatura del cuerpo baja demasiado, los vasos sanguíneos reaccionan con la vasoconstricción —que genera una erección de l os folículos pilosos— para reducir el flujo de la sangre a través de la piel y aumentar la resistencia térmica de ésta (otra reacción es aumentar la producción de calor interior que gener a convulsiones en los músculos cuyo fin es aumentar el calor metabólico a partir de los temblores); en cambio, si el cuerpo aumenta demasiado su temperatura, se inicia el proceso de vasodilatación, en el cual aumenta el flujo de la sangre a través de la piel y como consecuencia se empieza a sudar para reducir la temperatura, ya que la energía requerida por el sudor para evaporarse se toma de la piel. Un factor determinante que permitió fortalecer la interpretación fenomenológica expuesta anteriormente, fue que el coeficiente de d eterminación, tanto de los límites inferiores de los rangos extenso y reducido (RLS - 2 DS y - 1 DS) como de los límites superiores (RLS + 1 DS y + 2 DS), resultaron próximos entre sí (la r2 de la RLS - 2 DS es de 0,7947 en tanto que la de la RLS + 2 DS es de 0,7984; asimismo, la r2 de la RLS - 1 DS es de 0,9034 mientras que la de la RLS + 1 DS es de 0,9162). Con ello, al lograrse un coeficiente de determinación similar en los límites (inferior y superior) de los rangos (extenso y reducido), se puede interpretar un grado mayor de correlación y consistencia de datos a bajas y a altas temperaturas del segmento de submuestra analizada según la consideración de ± 1 DS (68,26 % de los sujetos) o ± 2 DS (95,45 % de los sujetos). De las 145 observaciones procesadas para este periodo de estudio, 16 quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De éstas, 10 correspondieron con la sensación térmica ni calor, ni frío; cuatro, con la sensación térmica algo de frío; y, dos, con la sensación térmica frío. En el caso de la sensación térmica ni calor, ni frío se puede observar un desbordamiento de las RSTP a ambos extremos, seis después del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS) y cuatro después del límite superior (RLS + 2 DS); mientras tanto, l as cuatro RSTP de la sensación térmica algo de frío, así como las dos RSTP de l a sensación térmica frío, se observan fuera del rango extenso a partir del límite superior de éste (RLS + 2 D S). Lo anterior se debió a que la mayor parte de las observaciones registradas (80,0 % de las RSTP) se

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concentraron en la segunda, la tercera y la cuarta categorías de ST (frío, algo de frío y ni calor, ni frío, respectivamente), es decir, en aquellas sensaciones térmicas que tienden a l o frío, ya que las condiciones térmicas a partir de las cuales se extrajo la submuestra para llevar a cabo el análisis en cuestión, corresponden con las del periodo frío en sitio —tal como se describió al inicio de este subcapítulo—. De esta manera, 10 de las 16 RSTP (equivalente al 62,5 % de ellas) que se registraron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), se expresaron después del límite superior (RLS + 2 DS), tal como se puede apreciar en la Figura 111, lo que podría interpretarse como la activación voluntaria y/o involuntaria de los mecanismos de termorregulación del 6,9 % del total de sujetos evaluados para percibir la sensación térmica que el

resto de s ujetos del mismo grupo

experimental, en s imilitud de c ircunstancias, manifestaba bajo las condiciones térmicas a l as que se les expuso. La interpretación fenomenológica anterior se fortalece al visualizar que, estadística y gráficamente, el segmento de s ubmuestra en mención experimentó parcialmente condiciones de es trés térmico por frío al manifestar sus RSTP fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS) —que, para este efecto, fueron estimados con base en el total de observaciones consideradas para el periodo en estudio—. Por el contrario, seis de la 16 RSTP (o, lo que es lo mismo, el 37,5 % de ellas) registradas fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), se observan después del límite inferior (RLS - 2 DS), lo que indica que el organismo del 4,1 % de los sujetos evaluados intentaba conservar calor bajo las condiciones en las cuales el resto de la submuestra encontraba confort térmico. La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos a partir de l as pruebas experimentales de l aboratorio para el periodo frío (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 20,4 °C; en tanto, el rango de confort reducido figuró equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 18,5 °C a 22,2 °C (intervalo de 3,8 K ), y, el rango de c onfort extenso, al igual que el reducido, se dispuso equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 16,7 °C a 24,1 °C (intervalo de 7,4 K); como se puede apreciar, ambos rangos de confort resultaron proporcionales entre sí. Es importante señalar que los coeficientes de det erminación obtenidos con los límites del rango de c onfort reducido son superiores a l os obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos.

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Por último, en la Tabla 61 se presentan los intervalos térmicos a partir de los cuales los sujetos podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva y a partir de los cuales se podría confirmar la capacidad de ac limatación de éstos frente a condiciones superiores o inferiores a los rangos de confort. En este caso, a partir de los valores estimados para el rango reducido (correspondiente con el 68,26 % de los sujetos estudiados), es posible asumir que en el intervalo de 11,3 °C a 13,7 °C (2,4 K) los sujetos podían percibir una sensación térmica de mucho frío; de 13,7 °C a 16,1 °C (2,4 K), una sensación térmica de frío; de 16,1 ° C a 18,5 ° C (2,4 K), una sensación térmica de algo de frío; de 18,5 °C a 22,2 °C (3,7 K), una sensación térmica de confort (ni calor, ni frío); de 22,2 °C a 24,5 °C (2,3 K), una sensación térmica de algo de calor; de 24,5 °C a 26,8 °C (2,3 K), una sensación térmica de calor; y, de 26,8 ° C a 29,0 °C (2,2 K), una s ensación térmica de mucho calor. Misma situación correspondería si se desarrolla esta interpretación para el rango extenso, sólo que con un intervalo constante de 2,8 K en lugar de uno de 2 ,4 K entre las categorías de ST inferiores a la de confort (tendientes a lo frío); uno de 7,4 K en lugar de uno 3,7 K en el rango de confort; y, uno de 2,5 K en lugar de uno de 2,3 K entre las categorías de ST superiores a la de confort (tendientes a l o caluroso). En otras palabras, a partir de los valores estimados para el rango extenso (RLS ± 2 DS, el cual hace referencia al 95,45 % de los sujetos estudiados), se puede asumir que los sujetos podrían percibir una sensación térmica de mucho frío entre 8,3 °C y 11,1 °C (2,8 K), una sensación térmica de frío entre 11,1 °C y 13,9 °C (2,8 K), una sensación térmica de algo de frío entre 13,9 ° C y 16,7 ° C (2,8 K), una s ensación térmica de c onfort (ni calor, ni frío) entre 16,7 °C y 24,1 ° C (7,4 K), una s ensación térmica de algo de calor entre 24,1 °C y 26,6 °C (2,5 K), una sensación térmica de calor entre 26,6 °C y 29,2 °C (2,6 K), y, una sensación térmica de mucho calor entre 29,2 °C y 31,7 °C (2,5 K).

Tabla 61. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo frío (enero) con datos del LAC. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.2.1.2. Periodo transición (seco) Los intervalos de TBS y de HR a partir de los cuales fue constituida la submuestra experimental con la que se llevó a cabo el análisis de datos correspondiente al periodo de transición seco, fueron de 17,6 °C a 28,7 °C y de 27,9 % a 6 6,5 %, respectivamente; lo que eq uivale a un intervalo térmico de 11,1 K

y un i ntervalo hígrico de 38,6 % , en c orrespondencia con las

condiciones higrotérmicas en las que se recabaron las RSTP durante las evaluaciones en sitio para este periodo de estudio. Con ello, el tamaño de l a submuestra resultante —de realizar la clasificación, por periodo de estudio, de las observaciones contenidas en la base de datos general de laboratorio— fue de 295 observaciones; no obstante, de ellas, sólo 279 fueron procesadas (109 de mujeres y 170 de hombres). La di ferencia entre la submuestra obtenida con la agrupación de l a base de datos general y la submuestra procesada para el análisis de datos de es te periodo de es tudio correspondió con 16 observaciones, mismas que fueron omitidas por considerarse atípicas (irregulares) a las del resto del grupo experimental y/o a las del momento de opi nión del que formaban parte. Es importante mencionar que, pese a que la segunda categoría de ST (frío) sólo se conformaba por 10 o bservaciones (menos del 5,0 % del total de l a submuestra procesada), se decidió no omitirla, ya que se observó que este filtro, además de no favorecer la consistencia de l os resultados y reducir el coeficiente de determinación de todas las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS), esta acción significaba restar al diagrama de dispersión de cada RLS un par de datos que influía de forma positiva en la consistencia del valor de neutralidad y de los rangos de confort. Por lo anterior, en el análisis de dato s de es te periodo, las observaciones que s e omitieron durante la correlación de la TBS y la ST, únicamente fueron las atípicas. De acuerdo con la Tabla 42 (pág. 356), de las 279 RSTP procesadas, 26 correspondieron a actividad pasiva y 253 a actividad moderada (9,3 % y 90,7 %, respectivamente), ninguna a actividad intensa; sin embargo, el análisis de datos se llevó a cabo de forma íntegra, sin distinción por nivel de actividad. En la Figura 112 se puede apreciar que las RSTP manifestadas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la sexta categoría de ST (frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST extremas (mucho frío y mucho calor), lo que

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podría interpretarse como que las condiciones de experimentación no se extendieron hasta algún extremo térmico debido a que el periodo de análisis corresponde con el de transición entre los periodos frío y cálido del año. Asimismo, es posible apreciar que la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, éstas fueron expresadas entre las dos categorías de ST por encima de la de confort y las dos categorías de ST por debajo de ésta, lo que implicó que los rangos de confort resultaran equidistantes.

Figura 112. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo de transición seco (marzo) con datos del LAC. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Las sensaciones térmicas en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la cuarta (ni calor, ni frío) y la quinta (algo de calor), con 131 y 89 RSTP, respectivamente; no obstante, las categorías de s ensación térmica en l as que se observó el intervalo térmico de mayor amplitud fueron la tercera (algo de frío) y la quinta (algo de calor) con una DS de 1,9 K y 2,2 K, respectivamente, con lo cual fue posible demostrar, a partir de la distribución dispersa de las RSTP en cada una de ellas, una capacidad de aclimatación superior frente a las condiciones que les permitieron a los sujetos percibir esas sensaciones térmicas. Por otro lado, el coeficiente de determinación de la RLS media resultó con un valor de 0,9744 (valor próximo a la unidad), lo que equivale a una correlación de variables muy alta. Las RLS de los límites inferior y superior de los rangos reducido y extenso —es decir, las RLS de - 2 DS, -1 DS, + 1 D S y + 2 D S— reflejan una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo frío, lo que indica un grado de aclimatación mayor frente a las temperaturas que per mitieron percibir las sensaciones térmicas tendientes a lo caluroso (superiores a las del rango de confort) que frente a las temperaturas que permitieron percibir las sensaciones térmicas tendientes a lo frío (inferiores a las del rango de confort). Lo anterior se explica debido a que, gráfica y estadísticamente, el intervalo térmico conformado por los límites, en cada caso, es más amplio a temperaturas altas que a temperaturas bajas. Esto se debe a que el organismo de los sujetos, en este periodo estudio y bajo las condiciones higrotérmicas controladas a las que se les expuso durante las pruebas experimentales, buscó un equilibrio con el medio térmico a par tir de la activación voluntaria o i nvoluntaria de l os mecanismos de termorregulación (respuesta fisiológica de los sujetos), lo que permitió un grado de aclimatación mayor a temperaturas por encima de l as del rango de confort que a temperaturas por debajo de éste, tal como se puede apreciar según la disposición de las líneas de RLS trazadas en la Figura 112. Un factor determinante que per mitió fortalecer la interpretación fenomenológica expuesta anteriormente fue que la r2 de los límites superiores de los rangos extenso y reducido (RLS + 2 DS y + 1 DS) resultaron próximos a la unidad (la r2 de la RLS + 2 DS es de 0,9865 en tanto que la de la RLS + 1 DS es de 0,9859) y con mayor valor que la r2 de los límites inferiores de dichos rangos (la r2 de la RLS - 2 DS es de 0,9078 en tanto que la de la RLS - 1 DS es de 0,9491). Con ello, al lograrse un coeficiente de determinación similar en los límites superiores de los rangos

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(extenso y reducido), se puede interpretar un grado mayor de correlación y consistencia de datos a temperaturas superiores a las del rango de confort. De las 279 observaciones procesadas para este periodo de estudio, 17 quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De éstas, tres correspondieron con la sensación térmica algo de calor; 13, c on la sensación térmica de confort (ni calor, ni frío); y, una, con la sensación térmica algo de frío. El desbordamiento de las tres RSTP de la sensación térmica algo de calor y de nueve de las 13 RSTP de la sensación térmica ni calor, ni frío se da hacia el límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS); por el contrario, las cuatro RSTP restantes de la sensación térmica ni calor, ni frío y la única RSTP de la sensación térmica algo de frío —que excedieron los límites de la RLS ± 2 DS— se presentan después del límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS). Lo anterior se debió a que la mayor parte de l as observaciones registradas (88,5 % de l as RSTP) se concentraron en l a tercera, la cuarta y la quinta categorías de ST (algo de frío, ni calor, ni frío y algo de calor, respectivamente), lo que permitió una dispersión más amplía de los votos de confort en cada una de esas categorías de ST. Con ello, 12 de las 17 RSTP (equivalente al 70,6 % de ellas) que se registraron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), se expresaron después del límite inferior (RLS - 2 DS), lo que podría interpretarse como la activación voluntaria y/o involuntaria de los mecanismos de termorregulación del 4,3 % del total de sujetos evaluados para percibir la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental, en similitud de circunstancias, manifestaba bajo las condiciones térmicas a las que se les expuso. De acuerdo con la Figura 112, la interpretación anterior se fortalece al visualizar que, estadística y gráficamente, el segmento de submuestra en mención experimentó parcialmente una sensación de estrés térmico por calor al manifestar sus RSTP fuera del rango extenso (RLS ± 2 DS). Por el contrario, cinco de la 17 RSTP (o, lo que es lo mismo, el 29,4 % de ellas) registradas fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), se observan después del límite superior (RLS + 2 DS), lo que i ndica que e l organismo del 1,8 % de los sujetos evaluados intentaba ganar y/o conservar calor con el fin de al canzar las condiciones en las cuales el resto de l a submuestra experimental encontraba confort térmico.

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La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos a partir de las pruebas experimentales de laboratorio para el periodo de transición seco (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 22,6 °C, con la posibilidad de un r ango de c onfort reducido de 20,8 °C a 24,4 °C (intervalo de 3,6 K ), y, un rango de c onfort extenso de 19,0 °C a 26,2 °C (intervalo de 7,2 K ), ambos, equidistantes al valor de ne utralidad y proporcionales entre sí. Es importante señalar que los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso, lo que i ndica que el 68,26 % de l os sujetos podrían referir una m ayor aceptabilidad de l as condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. En la Tabla 62 se presentan los intervalos térmicos a partir de los cuales los sujetos, en este periodo de es tudio, podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en l a escala subjetiva (de mucho frío a mucho calor) y a partir de los cuales se podría vislumbrar la capacidad de aclimatación que éstos podrían adoptar frente a condiciones térmicas superiores o inferiores a las de los rangos de confort. Como se puede obs ervar, el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica inferiores a la de confort (tendientes a l o frío), en el rango reducido, es de 1,9 K, misma situación se presenta con el intervalo del rango extenso (al resultar con un intervalo constante de 1,9 K en las categorías de ST inferiores a la de confort); asimismo, se puede apreciar que el intervalo constante entre las categorías de s ensación térmica superiores a l a de c onfort (tendientes a lo caluroso), en el rango reducido, es de 2,1 K, mientras que en el rango extenso es de 2,2 K. Lo anterior indica mayor adaptación fisiológica frente a temperaturas superiores a las del rango de c onfort que frente a l as inferiores a és te, tal como ya se había des crito en párrafos anteriores y se había realizado la interpretación de la Figura 112.

Tabla 62. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición seco (marzo) con datos del LAC. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.2.1.3. Periodo cálido Los intervalos higrotérmicos a par tir de l os cuales fue c onstituida la submuestra experimental que permitió realizar el análisis de datos para el periodo cálido fueron de 19,3 ° C a 28,6 °C de TBS (equivalente a un intervalo térmico de 8,3 K ) y de 1 9,3 % a 62,6 % de H R (igual a un intervalo hígrico de 43,3 %), en correspondencia con las condiciones higrotérmicas a partir de las cuales fueron recabadas las observaciones durante las evaluaciones en sitio para este periodo de estudio. Con lo anterior, al llevar a cabo la clasificación, por periodo de estudio, de las observaciones de la base de datos general de laboratorio —originada con el total de pruebas experimentales desarrolladas bajo condiciones controladas de laboratorio—, el tamaño de la submuestra obtenida para el desarrollo del análisis fue de 302 observaciones, de las cuales sólo 280 fueron procesadas (113 de mujeres y 167 de hombres). La diferencia entre la submuestra obtenida con la agrupación de la base de datos general y la submuestra procesada para el análisis de datos correspondió a 22 observaciones; de ellas, 20 fueron omitidas por considerarse atípicas o irregulares a las del resto del grupo experimental y/o a las del momento de opinión del que formaban parte, y, 2 más, por conformar por sí mismas la segunda categoría de ST (frío), lo cual, además de no r epresentar el 5,0 % o más del total de observaciones procesadas, mostraba un valor de DS reducido (DS = 0,8 °C) —lo que originaba sesgo en el valor de la r2 de los límites inferiores de los rangos reducido y extenso (RLS - 2 DS y - 1 DS), de la RLS media y del límite superior del rango reducido (RLS + 1 DS), es decir, el valor del coeficiente de determinación se alejaba de la unidad bajo estas circunstancias—. Por lo anterior, en el análisis de datos de es te periodo, las observaciones que se omitieron durante la correlación de la TBS y la ST fueron únicamente las atípicas y las correspondientes a la categoría de ST frío, pese a que en el segundo de los casos, esa acción significó la abstención de un par de datos al diagrama de di spersión de cada RLS (punto de dispersión que, bajo las circunstancias del contexto de análisis, influía negativamente en el valor y la consistencia de las r2 de las RLS - 2 DS, - 1 DS, media y + 1 DS). De las 280 RSTP procesadas, 25 correspondieron a actividad pasiva y 255 a actividad moderada (8,9 % y 91,1 %, respectivamente), ninguna a actividad intensa (ver Tabla 42, pág. 356); no obstante, el análisis de datos se llevó a cabo de forma íntegra, sin distinción por nivel de actividad.

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Con base en las condiciones higrotérmicas ya mencionadas, en la Figura 113 se puede apreciar que las RSTP manifestadas por los sujetos durante las pruebas experimentales se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de S T (algo de frío a calor), sin que s e registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST mucho frío, frío y mucho calor, lo que permite vislumbrar el contexto del ambiente térmico en el que se desarrollaron las evaluaciones y la posible adaptación fisiológica (aclimatación) que adoptaron los sujetos.

Figura 113. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo cálido (mayo) con datos del LAC. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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En cuanto a la disposición de las RSTP respecto a l a categoría de S T de c onfort (ni calor, ni frío) es posible apreciar una asimetría tendiente a las categorías de ST calurosas (distribución no fue uniforme); es decir, con base en los votos de confort procesados, se pudieron establecer dos categorías de S T por encima de l a de c onfort (tendientes a l o caluroso) y sólo una por debajo de és ta (tendiente a lo frío), lo que i mplicó que l os rangos de c onfort resultantes (reducido y extenso) no fueran equidistantes (asimétricos) al valor de neutralidad estimado. Las categorías de S T en las que se concentró el mayor número de observaciones fueron la cuarta (ni calor, ni frío) y la quinta (algo de calor), con 126 y 102 RSTP, respectivamente, ya que los pares de datos aquí analizados corresponden con los del periodo cálido del año —por lo que los votos de confort manifestados por los sujetos, tendieron a las categorías de ST que por concepto aluden al periodo de estudio—. Coincidentemente, en la sensación térmica algo de calor se generó el intervalo térmico de m ayor amplitud (con una DS = 2, 5 K) con el cual se demostró, a par tir de l a distribución dispersa de las RSTP, una c apacidad de aclimatación superior frente a las condiciones que les permitieron a los sujetos percibir esa sensación térmica. El coeficiente de determinación de la RLS media resultó con un valor de 0,9571 (valor próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (TBS - ST) muy alta. Las RLS de - 2 DS y - 1 DS reflejan convergencia hacia la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado de aclimatación mayor frente a las condiciones de temperatura en las cuales los sujetos percibieron las sensaciones térmicas tendientes a lo frío (inferiores a las del rango de confort); por el contrario, las RLS de + 1 D S y + 2 DS divergen respecto a la RLS media bajo esas mismas circunstancias, lo que podría interpretarse como que prácticamente la mitad de la submuestra evaluada (47,72 % de los sujetos) cuenta con la misma capacidad de aclimatación pero frente a temperaturas en las cuales lograron percibir las sensaciones térmicas tendientes a lo caluroso (superiores a las del rango de confort) en este periodo. Lo anterior se explica debido a qu e si la temperatura del cuerpo baja demasiado, los vasos sanguíneos reaccionan con la vasoconstricción para reducir el flujo de la sangre y aumentar la resistencia térmica de la piel; en cambio, si el cuerpo aumenta demasiado su temperatura, se inicia el proceso de vasodilatación y como consecuencia empieza a sudar para reducir la temperatura, ya que l a energía requerida por el sudor para evaporarse se toma de l a piel (Méndez y Tejeda, 2005).

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De las 280 observaciones procesadas para este periodo de estudio, 18 quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De éstas, cuatro correspondieron con la sensación térmica calor; ocho, con la sensación térmica algo de calor; y, seis, con la sensación térmica ni calor, ni frío. En el caso de l as RSTP de las categorías de ST calor y algo de calor se puede observar el desbordamiento hacia el límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS); mientras tanto, en el caso de las RSTP de l a sensación térmica de confort (ni calor, ni frío), el desbordamiento se observa fuera del rango extenso a partir del límite superior (RLS + 2 DS). Lo anterior se debió a que la mayor parte de l as observaciones registradas (81,4 % de l as RSTP) se concentraron en la cuarta, la quinta y la sexta categoría de ST (ni calor, ni frío, algo de calor y calor, respectivamente), es decir, en aquellas sensaciones térmicas que tienden a lo caluroso, ya que las condiciones térmicas a partir de las cuales se extrajo la submuestra para llevar a cabo el análisis en cuestión, corresponden con las del periodo cálido en sitio, tal como se describió al inicio de este subcapítulo. De esta manera, seis de las 18 RSTP (equivalente al 33,3 % de ellas) que se registraron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), se expresaron después del límite superior (RLS + 2 DS), tal como se puede apreciar en la Figura 113, lo que podría interpretarse como la activación voluntaria y/o involuntaria de los mecanismos de termorregulación del 2,1 % del total de sujetos evaluados para percibir la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental, en s imilitud de c ircunstancias, manifestaba bajo las condiciones térmicas a l as que se les expuso. La interpretación fenomenológica anterior se fortalece al visualizar que, estadística y gráficamente, el segmento de s ubmuestra en mención experimentó parcialmente condiciones de es trés térmico por frío al manifestar sus RSTP fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS) que, par a este efecto, fueron estimados con base en el total de observaciones consideradas para el periodo en estudio. Por el contrario, 12 de la 18 RSTP (equivalente al 66,7 % de el las) registradas fuera de l os límites del rango extenso (RLS ± 2 DS), se observan después del límite inferior (RLS - 2 DS), lo que indica que el organismo del 4,3 % de los sujetos evaluados intentaba perder calor con el fin de alcanzar las condiciones en l as cuales el resto del grupo experimental al que per tenecían encontraba confort térmico o una sensación térmica común entre los sujetos evaluados en similitud de circunstancias.

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La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos a partir de l as pruebas experimentales de l aboratorio para el periodo cálido (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 23,1 °C; en tanto, el rango de confort reducido se estimó de 21,5 °C a 24,8 °C (intervalo de 3, 5 K) y el rango de c onfort extenso de 19,4 °C a 26,4 °C (intervalo de 7,0 K). Como se puede apreciar, ambos rangos de confort resultaron proporcionales entre sí pero no equi distantes al valor de neutr alidad. Es importante señalar que los coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones térmicas estimadas que el 95,45 % de ellos. En la Tabla 63 se presentan los intervalos térmicos a partir de los cuales, en este periodo de estudio, los sujetos podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en l a escala subjetiva (de mucho frío a mucho calor) y a partir de los cuales se podría comprender la capacidad de aclimatación que éstos podrían adoptar frente a condiciones térmicas superiores o inferiores a las de los rangos de confort. El intervalo térmico generado entre las categorías de sensación térmica inferiores a la de confort (tendientes a lo frío), en el rango reducido, es constante y equivale a 2,1 K, mientras que en el rango extenso ese valor es igual a 2,4 K ; asimismo, se puede a preciar en la Tabla 63 que el intervalo entre las categorías de sensación térmica superiores a la de confort (tendientes a lo caluroso), en el rango reducido, de igual manera, es constante y equivale a 2,1 K (equidistante al valor de neutralidad), mientras que en el rango extenso ese valor es igual a 2,4 K (de igual forma, equidistante al valor de neutralidad). Lo anterior indica un grado de aclimatación similar tanto a temperaturas superiores a las del rango de confort como a temperaturas inferiores a éste, tal como ya se ha descrito en párrafos anteriores y se ha señalado en la interpretación de la Figura 113.

Tabla 63. Rangos de TBS que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo cálido (mayo) con datos del LAC. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

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6.2.1.4. Periodo transición (húmedo) El tamaño de la submuestra experimental a partir de la cual fue posible llevar a cabo el análisis de datos del periodo de transición húmedo fue determinado por el total de observaciones manifestadas dentro de los intervalos térmico de 18,5 °C a 23,7 °C e hígrico de 48,7 % a 78,9 % —lecturas mínima y máxima, respectivamente, de las condiciones higrotérmicas interiores a partir de las cuales se desarrollaron las evaluaciones en sitio durante este periodo de estudio—, lo que equivale a un i ntervalo térmico de 5,2 K y un hígrico de 30,2 %, en correspondencia con las condiciones higrotérmicas con las que fueron recabadas las RSTP en las evaluaciones de sitio. De esta manera, al realizarse la clasificación, por periodo de estudio, de las observaciones que conformaron la base de datos general de laboratorio, el tamaño de l a submuestra resultante (objeto de es te periodo de es tudio) quedó defi nido por 207 observaciones, de l as cuales sólo 182 fueron procesadas (70 de mujeres y 112 de hombres). La diferencia entre la submuestra obtenida y la submuestra procesada correspondió a 25 observaciones; de ellas, 14 fueron omitidas por considerarse atípicas a las del resto del grupo experimental y/o a las del momento de opinión del que formaban parte, y, 11 más, por conformar por sí mismas la segunda y la sexta categoría de ST (frío y calor, respectivamente, nueve RSTP conformaban el primero de los casos, y, dos RSTP, el segundo de ellos), lo cual, además de no representar de forma individual el 5,0 % o más del total de observaciones procesadas, mostraban valores extremos en el cálculo de la DS (1,3 °C la sensación térmica frío y 0,2 °C la sensación térmica calor), lo que originaba un sesgo en el valor de l a r2 de los límites superiores de los rangos reducido y extenso (RLS + 1 DS y + 2 DS). Lo anterior, adicionalmente, significó la abstención de dos pares de datos en el diagrama de dispersión de cada una de las RLS que conformaron este análisis debido a que influía de forma negativa en la consistencia de los coeficientes de det erminación, el valor de neutralidad y los rangos de c onfort. De esta forma, las observaciones que s e omitieron en el análisis de datos fueron las atípicas y las correspondientes a las sensaciones térmicas frío y calor. De las 182 RSTP procesadas, 20 correspondieron a actividad pasiva y 162 a actividad moderada (11,0 % y 89,0 %, respectivamente), ninguna a actividad intensa (ver Tabla 42, pág. 356); no obstante, como se mencionó al inicio de este capítulo, el análisis de datos se realizó de forma íntegra, sin distinción por nivel de actividad.

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De acuerdo con la Figura 114, las RSTP manifestadas por los sujetos de estudio se encuentran entre la tercera y la quinta categoría de ST, sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST extremas, lo que podría interpretarse como que las condiciones de experimentación a partir de las cuales fue expuesta la submuestra de análisis de este periodo no corresponden con las condiciones extremas a l as que se expusieron las pruebas experimentales debido a que el periodo de estudio corresponde con el de transición entre el cálido y el frío del año.

Figura 114. Análisis correlacional de la TBS y la ST para el periodo frío (enero) con datos del LAC. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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De igual manera, es posible apreciar que la distribución de las RSTP fue uniforme respecto a la categoría de S T de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en l os votos de confort procesados, se pudo establecer una categorías de ST por encima de la de confort (tendiente a lo caluroso) y otra por debajo de ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó que los rangos de confort resultantes (reducido y extenso) fueran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. La sensación térmica de confort (ni calor, ni frío) concentró el mayor número de observaciones (102 RSTP, equivalente al 56,0 % del total analizado en este periodo); no obstante, la sensación térmica algo de frío fue la que mostró el intervalo térmico de mayor amplitud (DS = 1,4 K), mismo que representó, en comparación con el de los otros periodos de estudio, el menor intervalo térmico de mayor amplitud del año (ya que para el periodo frío éste se calculó en 3,0 K; para el periodo de transición seco, en 2,2 K; y, para el periodo cálido, en 2,5 K). Lo anterior, debido a que el grado de i nfluencia de l a HR en la sensación térmica de l os sujetos, en es te caso, es superior —puesto que el periodo en cuestión además de representar la transición entre el periodo cálido y el frío del año, representa el húmedo—. El coeficiente de determinación de la RLS media resultó con un valor de 0,8578 (inferior a 0,9), lo que indica una correlación de variables alta. Las RLS de los límites inferior y superior de los rangos reducido y extenso —es decir, las RLS de - 2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS— resultaron convergentes a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado de ac limatación mayor frente a las temperaturas que per mitieron percibir las sensaciones térmicas tendientes a lo frío (inferiores a las del rango de confort) que frente a las temperaturas que per mitieron percibir las sensaciones térmicas tendientes a lo caluroso (superiores a las del rango de confort). Lo anterior se explica debido a que, gráfica y estadísticamente, el intervalo térmico conformado por los límites, en cada caso, es más amplio a temperaturas inferiores a las del rango de confort que a temperaturas superiores a éste. Una característica adicional que se puede apreciar en este análisis es la intersección (convergencia) de todas las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 D S y + 2 D S) en el intervalo conformado por las sensaciones térmicas calor y mucho calor, lo que indica, estadística y gráficamente, que a partir de ese punto el efecto de la temperatura (como variable independiente) respecto a la sensación térmica de las sujetos (como variable dependiente) se vuelve inverso, es decir, que a partir de una magnitud superior a 23,7 °C el intervalo térmico de tolerancia comienza a ascender.

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De las 182 observaciones procesadas para este periodo de estudio, nueve quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS). De éstas, siete correspondieron con la sensación térmica algo de calor y dos con la sensación térmica de c onfort (ni calor, ni frío). En ambos casos, el desbordamiento de las RSTP se observa hacia el límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS). Lo anterior se debió a que la mayor parte de las observaciones registradas (56,0 % de l as RSTP) se concentraron en l a cuarta categoría de ST (ni calor, ni frío), lo que permitió una dispersión más amplía de los votos de confort. De esta manera, el desbordamiento de las nueve RSTP hacia el mismo límite del rango extenso podría sugerir la activación voluntaria y/o involuntaria de los mecanismos de termorregulación del 4,9 % del total de sujetos evaluados para percibir la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental, en similitud de circunstancias, manifestaba bajo las condiciones térmicas a las que se les expuso. Además, desde el punto de v ista gráfico, el segmento de s ubmuestra en m ención experimentó parcialmente una s ensación de es trés térmico por calor al manifestar sus RSTP fuera del rango extenso (RLS ± 2 DS), lo que originó que sus organismos intentaran perder calor con el fin de alcanzar las condiciones en las cuales el resto de la submuestra experimental encontraba confort térmico. La estimación del valor de neutralidad de la TBS respecto a la ST percibida por los sujetos a partir de las pruebas experimentales de laboratorio para el periodo de transición húmedo (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 22,0 °C, con la posibilidad de un r ango de c onfort reducido de 21,0 °C a 23,0 °C (intervalo de 2,0 K), y, un rango de c onfort extenso de 20,0 °C a 24,0 °C (intervalo de 4 ,0 K), ambos, equidistantes al valor de ne utralidad y proporcionales entre sí. Es importante señalar que l os coeficientes de determinación obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso son superiores a l os obtenidos con los límites del rango de c onfort reducido, lo que i ndica que el 95,45 % de los sujetos podrían referir una m ayor aceptabilidad de l as condiciones térmicas estimadas que el 68,26 % de ellos. En la Tabla 64 se presentan los intervalos térmicos a partir de los cuales los sujetos, en este periodo de es tudio, podrían percibir cada una de l as sensaciones térmicas contenidas en l a escala subjetiva (de mucho frío a mucho calor) y a partir de los cuales se podría entrever la capacidad de aclimatación que éstos podrían adoptar frente a condiciones térmicas superiores o inferiores a las de los rangos de confort.

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Como se puede obs ervar, el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica inferiores a la de confort (tendientes a lo frío), en el rango reducido, es de 1,0 K, mientras que en el rango extenso ese valor es igual a 1,4 K; asimismo, se puede apreciar que el intervalo constante entre las categorías de sensación térmica superiores a la de confort (tendientes a lo caluroso), en el rango reducido, es de 0,3 K, mientras que en el rango extenso ese valor es nulo debido a q ue, gráficamente, la RLS + 2 D S prácticamente es vertical y no de muestra una correlación clara (directa o inversa) entre variables. No obstante, como ya se mencionó en párrafos anteriores, lo anterior indica mayor aclimatación por parte del organismo frente a temperaturas inferiores a las del rango de confort que frente a las superiores a éste, tal como se había realizado la interpretación de la Figura 114.

Tabla 64. Rangos de TBS que c onformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos del LAC. Unidades dadas en °C (Elaboración propia).

6.2.2. Estimación de la Humedad Relativa a partir de la Sensación Térmica La interpretación de resultados realizada a partir de la correlación de la ST percibida y la HR registradas simultáneamente durante cada uno de los ocho momentos de evaluación que conformaron las pruebas experimentales de laboratorio, se presentan, por periodo de estudio, en este apartado; dicha correlación de variables se llevó a c abo a partir del método de MIST. Adicionalmente, se describen las condiciones hígricas (y térmicas, como referencia) y los criterios de filtrado a partir de los cuales fue posible conformar cada submuestra de análisis (sub-base de datos) por periodo de estudio, y, por último, se desarrolla un análisis estadístico fenomenológico de los valores estimados para cada caso (valor de neutralidad y rangos de confort). La correlación de datos se desarrolló íntegramente conforme a los tres niveles de actividad (pasiva, moderada e intensa); asimismo, el intervalo hígrico general a partir del cual se desarrollaron las pruebas experimentales fue de 95,0 % (HR inicial) a 35,0 % (HR final) (ver Figura 51, pág. 232), no obstante, en cada uno de los análisis subsecuentes se describen las lecturas mínima y máxima a partir de las cuales se conformó el intervalo hígrico que dio origen a cada submuestra de análisis.

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6.2.2.1. Periodo frío Las especificaciones y las características referentes a los intervalos higrotérmicos que fueron considerados para clasificar al total de observaciones de la base de dat os general de laboratorio y conformar la submuestra experimental que permitió llevar a cabo el análisis correlacional (HR - ST) de este periodo, así como las referentes al total de observaciones recabadas respecto al total procesado, a las causas por las cuales se omitió la diferencia de observaciones entre la submuestra recabada y la submuestra procesada, a la clasificación de las RSTP respecto al nivel de actividad, y, a las categorías de ST (en la escala subjetiva) que concentraron el mayor número de observaciones, corresponden con las descritas en el subcapítulo Periodo frío (pág. 443), por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. No obstante, con el fin que vislumbrar el contexto en el que se recabaron las observaciones, es importante mencionar que las condiciones hígricas, en las cuales se basó la clasificación de la base de datos general de l aboratorio para obtener el tamaño de la submuestra de análisis de este periodo, quedaron comprendidas por un intervalo de 14,2 % a 69,6 % de HR (y un intervalo térmico de 13,3 ° C a 27,3 ° C); con ello, la submuestra resultante quedó definida por 164 observaciones, de las cuales sólo 145 fueron procesadas (53 de mujeres y 92 de hombres). Con base en lo anterior, se puede apreciar en la Figura 115 que las RSTP manifestadas por los sujetos de estudio se concentraron entre la segunda y la sexta categoría de ST (frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las categorías de ST extremas (mucho frío y mucho calor). Asimismo, es posible apreciar que l a distribución de l as RSTP fue uniforme respecto a la categoría de ST de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados, se pudieron establecer dos categorías de ST por encima de la de c onfort (tendientes a lo caluroso) y dos categorías de S T por debajo de és ta (tendientes a lo frío), lo que implicó que los rangos de confort (reducido y extenso) resultaran equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado. Las sensaciones térmicas en las que generó el intervalo hígrico de mayor amplitud fueron algo de frío (DS = 11,4 % ) y ni calor, ni frío (DS = 9,3 % ), con lo cual se demostró, a partir de l a distribución dispersa de las RSTP, una capacidad de aclimatación superior frente a las condiciones de humedad que les permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Asimismo, la r2 de la RLS media resultó con un valor de 0,9217 (valor próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (HR - ST) muy alta. 464

Por otro lado, es posible apreciar que ambos límites del rango reducido (RLS ± 1 DS), así como el límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS), son convergentes a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo frío, lo que indica un grado de aclimatación mayor frente a condiciones de HR baja (inferiores al rango de confort); sin embargo, el límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS) se observa paralelo a la RLS media, lo que podría interpretarse como que el 13,59 % de los sujetos cuenta con la misma capacidad de aclimatación tanto a HR bajas como a HR altas.

Figura 115. Análisis correlacional de la HR y la ST para el periodo frío (enero) con datos del LAC. Procesamiento de datos con el total de observaciones del periodo y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Lo anterior puede deberse a que los grupos experimentales que fueron evaluados bajo condiciones controladas de l aboratorio provenían de l a ciudad de P achuca, sitio en donde el bioclima, según el sistema de agrupación de Fuentes y Figueroa (1990), es semi-frío seco (a lo largo del año), por lo que durante este periodo de estudio (frío) la tendencia de los sujetos fue manifestar un grado de aclimatación mayor frente a H R bajas o condiciones secas de H R (inferiores a las del rango de confort). Un factor determinante que per mitió fortalecer la interpretación fenomenológica expuesta anteriormente, fue que el coeficiente de determinación de los límites del rango reducido (RLS ± 1 DS) resultó mayor al del límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS); es decir, en tanto las r2 de la RLS - 1 DS y de la RLS + 1 DS fueron 0,7296 y 0,9826, respectivamente, la r2 de la RLS + 2 DS fue de 0,7023, valor inferior a los dos primeros. Con ello, al lograrse una r2 superior en las RLS ± 1 DS, se puede interpretar un grado mayor de correlación y consistencia de datos a bajas HR (inferiores al rango de confort) del segmento de submuestra correspondiente (68,26 % de los sujetos). De las 145 observaciones procesadas en este periodo de estudio, 21 quedaron fuera de l os límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, 10 correspondieron con la sensación térmica ni calor, ni frío, y, 11, con la sensación térmica algo de frío. En ambos casos se puede observar el desbordamiento de las RSTP después del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS). Lo anterior podría interpretarse como que el 14,5 % del total de sujetos evaluados no percibió, en similitud de circunstancias, la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental manifestó bajo las condiciones hígricas a las que se les expuso. Además, esto se debió a que l a mayor parte de las observaciones registradas (65,5 % de l as RSTP) se concentraron entre la tercera y la cuarta categoría de ST (algo de frío y ni calor, ni frío, respectivamente). La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida por los sujetos a partir de l as pruebas experimentales de l aboratorio para el periodo frío (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 53,9 %; en tanto, el rango de confort reducido figuró equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 45,9 % a 61,9 % (intervalo de 16,0 %), y, el rango de c onfort extenso, al igual que el reducido, se dispuso equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 37,9 % a 69,9 % (intervalo de 32,0 %); como se puede apreciar, ambos rangos de confort resultaron proporcionales entre sí. Es importante

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señalar que los coeficientes de det erminación obtenidos con los límites del rango de c onfort reducido son superiores a l os obtenidos con los límites del rango de c onfort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones hígricas estimadas que el 95,45 % de ellos. Por último, en la Tabla 65 se presentan los intervalos de HR a partir de l os cuales los sujetos podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva (de mucho frío a mucho calor) y a partir de l os cuales se podría confirmar la capacidad de aclimatación de éstos frente a condiciones superiores o inferiores a los rangos de confort. En este caso, a partir de los valores estimados para el rango reducido (correspondiente con el 68,26 % de los sujetos estudiados), es posible asumir que en el intervalo de 25,2 % a 32,1 % (6,9 %) los sujetos podían percibir una sensación térmica de mucho calor; de 32,1 % a 39,0 % (6,9 %), una sensación térmica de calor; de 39,0 % a 45,9 % (6,9 %), una sensación térmica de algo de calor; de 45,9 % a 61,9 % (16,0 %), una sensación térmica de confort (ni calor, ni frío); de 61,9 % a 66,0 % (4,1 %), una sensación térmica de algo de frío; de 66,0 % a 70,0 % (4,0 %), una sensación térmica de frío; y, de 70,0 % a 74,1 % (4,1 %), una sensación térmica de mucho frío. Misma situación correspondería si se desarrolla esta interpretación para el rango extenso (correspondiente con el 95,45 % de los sujetos estudiados), sólo que c on un intervalo constante de 9,8 % en l ugar de uno de 6 ,9 % entre las categorías de ST superiores a l a de confort (tendientes a lo caluroso); uno de 32,0 % en lugar de uno 16,0 % en el rango de confort; y, uno de 4,9 % en lugar de uno de 4,1 % entre las categorías de ST inferiores a la de confort (tendientes a lo frío).

Tabla 65. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo frío (enero) con datos del LAC. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.2.2.2. Periodo transición (seco) Las condiciones higrotérmicas a partir de las cuales se conformó la submuestra que per mitió desarrollar el análisis de datos de este periodo con base en las observaciones recabadas en laboratorio, así como los criterios considerados para constituir la submuestra procesada, llevar a cabo la clasificación de las RSTP respecto al nivel de actividad, y, determinar las categorías de ST que concentraron el mayor número de observaciones, refieren a las mismas descritas en el subcapítulo Periodo transición (seco) (pág. 449), por lo que no es necesario especificarlas en este apartado nuevamente. No obstante, es importante mencionar que, de forma adicional a los filtros de limpieza de datos empleados para determinar el tamaño de la submuestra procesada, en el procesamiento de datos de este periodo fue necesario omitir las RSTP que conformaban la sensación térmica frío, ya que, además de no representar el 5,0 % del total de la muestra analizada (con sólo 10 RSTP), afectaban negativamente tanto el coeficiente de determinación de los límites (inferior y superior) de los rangos extenso y reducido (RLS -2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS), como el de la RLS media; es decir, se observó que simplemente con omitir la segunda categorías de ST (frío), las r2 de las cinco RLS incrementaban su valor (próximo a la unidad), y, por ende, la estimación de resultados ofrecía mayor consistencia. Lo anterior fue producto de que la amplitud del intervalo en el que se distribuían las RSTP en la sensación térmica frío era muy estrecho (DS = 1,1 %) respecto a la de las demás categorías de ST consideradas en el análisis, lo que generaba que la medida de dispersión presentada por las RLS en el diagrama se viera afectada negativamente y presentaran una r2 de menor valor; por ello, se decidió omitir la categoría de ST en mención. Con lo anterior, la submuestra procesada quedó definida por 269 observaciones (105 de mujeres y 164 de hombres). Asimismo, con el fin que vislumbrar el contexto en el que s e recabaron las observaciones, es importante mencionar que las condiciones hígricas, en las cuales se basó la clasificación de la base de datos general de l aboratorio para obtener el tamaño de la submuestra de análisis de este periodo, quedaron comprendidas por un intervalo de 27,9 % a 66,5 % de HR (y un intervalo térmico de 17,6 °C a 28,7 °C). De acuerdo con la Figura 116, las RSTP manifestadas por los sujetos de estudio durante las evaluaciones experimentales se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de ST (algo de

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frío a calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las sensaciones térmicas mucho frío, frío y mucho calor. Con ello, es posible observar que la distribución de las categorías de ST involucradas en este análisis no resultaron uniformes a la de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en las RSTP procesadas, fue posible establecer dos categorías de ST por encima de la de confort (tendientes a lo caluroso), pero, sólo una, por debajo de ésta (tendiente a lo frío), lo que implicó que los rangos de confort resultaran asimétricos al valor de neutralidad estimado.

Figura 116. Análisis correlacional de l a HR y la ST para el periodo de transición seco (marzo) con datos del LAC. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Las sensaciones térmicas en las que generó el intervalo hígrico de mayor amplitud fueron algo de frío y ni calor, ni frío, con una DS de 5,3 % y 6,9 %, respectivamente, con lo cual se demostró, a partir de la distribución dispersa de las RSTP, una capacidad de aclimatación superior frente a las condiciones de humedad que les permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Asimismo, la r2 de la RLS media resultó con un valor de 0,9783 (valor próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (HR - ST) muy alta. Los límites inferior y superior de l os rangos extenso (RLS ± 2 DS) y reducido (RLS ± 1 DS) muestran una convergencia clara respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tiende a lo caluroso, lo que indica un grado mayor de aclimatación frente a condiciones de HR alta (superiores a l as del rango de c onfort). Lo anterior puede deber se a los requerimientos voluntarios y/o involuntarios que suelen manifestar los sujetos frente a las condiciones de HR que dan l ugar en el periodo seco del año, en donde los niveles hígricos, de a cuerdo con el análisis de Humedad Relativa (pág. 272) desarrollado para la ciudad de Pachuca, oscilan entre 21,1 % y 70,4 %, correspondiendo, además, con los requerimientos de humidificación determinados para el periodo en mención (ver Figura 71, pág. 274). Un factor determinante que permitió fortalecer la interpretación fenomenológica, expuesta anteriormente, fue que l os coeficientes de determinación, tanto de l os límites inferiores de los rangos extenso y reducido (RLS - 2 DS y - 1 DS) como de los límites superiores (RLS + 1 DS y + 2 DS), resultaron próximos entre sí (la r2 de la RLS - 2 DS es de 0,9725 en tanto que la de la RLS + 2 DS es de 0,9180; asimismo, la r2 de la RLS - 1 DS es de 0,9919 mientras que la de la RLS + 1 DS es de 0,9503). Con ello, al lograrse un coeficiente de determinación similar en los límites (inferior y superior) de los rangos (extenso y reducido), se puede interpretar un grado mayor de correlación y consistencia de d atos a bajas y a altas HR del segmento de submuestra analizada según la consideración de ± 1 DS (68,26 % de los sujetos) o ± 2 DS (95,45 % de los sujetos). De las 269 RSTP procesadas, 24 quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, ocho correspondieron con la sensación térmica algo de calor; 12, con la sensación térmica ni calor, ni frío; y, cuatro, con la s ensación térmica algo de frío. En el caso de las RSTP pertenecientes a las sensaciones térmicas algo de calor y ni calor, ni frío se puede observar su desbordamiento a ambos límites del rango extenso, 10 después del límite inferior o RLS - 2 DS (de ellas, seis eran de la S T algo de calor y cuatro de la ST ni calor, ni frío) y 10 después del límite superior o RLS + 2 DS (dos de ellas eran de la ST algo

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de calor y las ocho restantes de la ST ni calor, ni frío); por el contrario, las RSTP de la sensación térmica algo de frío únicamente se pueden observar después del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS). Lo anterior podría interpretarse como que el 8,9 % del total de sujetos evaluados no percibió, en similitud de circunstancias, la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental manifestó bajo las condiciones hígricas a las que se les expuso. Además, esto se debió a que l a mayor parte de las observaciones registradas (81,8 % de l as RSTP) se concentraron entre la cuarta y la quinta categoría de ST (ni calor, ni frío y algo de calor, respectivamente), y, a mayor cantidad de r espuestas, mayor dispersión (variabilidad) de ellas en las escalas de sensación térmica. La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida para el periodo de transición seco (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 48,8 %, con la posibilidad de un r ango de c onfort reducido de 43,2 % a 54,5 % (intervalo de 11,3 %), y, un rango de confort extenso de 37,7 % a 60,3 % (intervalo de 22,5 %), ambos asimétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. Es importante señalar que las r2 obtenidas con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones hígricas estimadas que el 95,45 % de ellos. Por último, en la Tabla 66 se presentan los intervalos de HR a partir de los cuales los sujetos, en este periodo de estudio, podrían percibir cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva (de mucho frío a mucho calor) y a par tir de l os cuales se podría vislumbrar la capacidad de aclimatación que éstos podrían adoptar frente a condiciones térmicas superiores o inferiores a las de los rangos de confort.

Tabla 66. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición seco (marzo) con datos del LAC. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.2.2.3. Periodo cálido La conformación de la submuestra experimental que permitió llevar a cabo el análisis de datos de este periodo estuvo definida por los mismos criterios de selección y filtrado descritos en el subcapítulo Periodo cálido (pág. 454), por lo que el total de observaciones con las que se desarrolló la correlación de HR - ST quedó comprendido por 280 RSTP (113 de mujeres y 167 de hombres). Asimismo, las especificaciones y las características referentes al total de observaciones recabadas respecto al total procesado, a la clasificación de las RSTP respecto al nivel de actividad, y, a las categorías de ST (en la escala subjetiva) que concentraron el mayor número de observaciones, corresponden con las descritas en el subcapítulo ya señalado, por lo que no es necesario detallarlas nuevamente. No obstante, con el fin que vislumbrar el contexto experimental en el cual se recabaron las observaciones, es importante mencionar que las condiciones hígricas, a partir de las cuales se basó la clasificación de l a base de datos general de l aboratorio para obtener el tamaño de l a submuestra de análisis de este periodo, quedaron comprendidas por un intervalo de 19,3 % a 62,6 % de H R (y un i ntervalo térmico de 1 9,3 °C a 2 8,6 °C), en c orrespondencia con las condiciones higrotérmicas a partir de las cuales fueron recabadas las observaciones durante las evaluaciones en sitio para este periodo de estudio. Con base en lo anterior, se puede apreciar en la Figura 117 que las RSTP manifestadas por los sujetos de estudio se concentraron entre la tercera y la sexta categoría de S T (algo de frío a calor), sin que s e registrara y/o procesara RSTP alguna en las sensaciones térmicas mucho frío, frío y mucho calor. Asimismo, es posible apreciar que la distribución de las categorías de ST involucradas en es te análisis fue asimétrica respecto a la de c onfort (ni calor, ni frío); es decir, con base en los votos de confort procesados, se pudieron establecer dos categorías de ST por encima de l a de c onfort (tendientes a lo caluroso) y sólo una por debajo de ésta (tendiente a lo frío). Normalmente, bajo estas circunstancias, los rangos de confort (reducido y extenso) resultan no equidistantes (asimétricos) al valor de neutralidad estimado; sin embargo, en este caso, particularmente, esta característica fue contraria (a lo hasta ahora observado con los análisis de esta investigación desarrollados con el método de M IST), es decir, los límites de l os rangos resultaron simétricos aunque las categorías de S T involucradas en el análisis no se distribuyeron regularmente a la ST de confort (caso excepcional y único en esta investigación). 472

Las sensaciones térmicas en las que generó el intervalo hígrico de mayor amplitud fueron algo de frío (DS = 6,1 %) y ni calor, ni frío (DS = 6,2 %), con lo cual se demostró, a par tir de l a distribución dispersa de las RSTP, una capacidad de aclimatación superior frente a las condiciones de humedad que les permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Asimismo, la r2 de la RLS media resultó con un valor de 0,9780 (valor próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (HR - ST) muy alta.

Figura 117. Análisis correlacional de la HR y la ST para el periodo cálido (mayo) con datos del LAC. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Los límites inferior y superior de l os rangos extenso (RLS ± 2 DS) y reducido (RLS ± 1 DS) convergen gradualmente hacia la RLS media conforme la sensación térmica tiende a l o caluroso, lo que indica un grado mayor de aclimatación frente a condiciones de HR alta (superiores a las del rango de c onfort). Los coeficientes de determinación, tanto de los límites inferiores de los rangos extenso y reducido (RLS - 2 DS y - 1 DS) como de los límites superiores (RLS + 1 DS y + 2 DS), resultaron próximos entre sí (la r2 de la RLS - 2 DS es de 0,9924 en tanto que la de la RLS + 2 DS es de 0,9646; asimismo, la r2 de la RLS - 1 DS es de 0,9855 mientras que la de la RLS + 1 DS es de 0,9709). Con ello, al lograrse un coeficiente de determinación similar en los límites (inferior y superior) de los rangos (extenso y reducido), se puede apreciar un grado mayor de correlación y consistencia de datos a bajas y a altas HR del segmento de submuestra analizada según la consideración de ± 1 DS (68,26 % de los sujetos) o ± 2 DS (95,45 % de los sujetos). De las 280 observaciones procesadas en este periodo de estudio, 18 se expresaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, seis correspondieron con la sensación térmica algo de calor; ocho, con la sensación térmica ni calor, ni frío, y, cuatro, con la sensación térmica algo de frío. En el caso de la sensación térmica ni calor, ni frío se puede apreciar el desbordamiento de l as RSTP a ambos límites del rango extenso, cuatro después del límite inferior (RLS - 2 DS) y cuatro después del límite superior (RS + 2 DS); en tanto, e n el caso de las RSTP de l as sensaciones térmicas algo de calor y algo de frío, el desbordamiento se produce después de límite inferior (RLS - 2 DS) únicamente. Lo anterior podría interpretarse como que el 6,4 % del total de sujetos evaluados no percibió, en similitud de circunstancias, la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental manifestó bajo las condiciones hígricas a las que se les expuso. Además, esto se debió a que la mayor parte de las observaciones registradas (81,4 % de las RSTP) se concentraron entre la cuarta y la quinta categoría de ST (ni calor, ni frío y algo de calor, respectivamente). La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida por los sujetos a partir de l as pruebas experimentales de l aboratorio para el periodo cálido (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 49,5 %; en tanto, el rango de confort reducido figuró equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 43,9 % a 55,0 % (intervalo de 1 1,2 %), y, el rango de c onfort extenso, al igual que el reducido, se dispuso equidistante al valor de neutralidad y se estimó de 38,4 % a 60,6 % (intervalo de 22,2 %); como se puede apreciar, prácticamente ambos rangos de confort resultaron proporcionales entre sí.

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Es importante señalar que la r2 obtenida con el límite inferior del rango de confort extenso es de mayor valor que la obtenida con el límite inferior del rango de confort reducido, lo que indica que el 47,72 % de l os sujetos podrían referir una m ayor aceptabilidad de los rangos inferiores estimados que el 34,13 % de el los; por el contrario, la r2 obtenida con el límite superior del rango de confort reducido es de mayor valor que la obtenida con el límite superior del rango de confort extenso, lo que indica que el 34,13 % de l os sujetos podrían referir una m ayor aceptabilidad de los rangos superiores estimados que el 47,72 % de ellos Por último, en la Tabla 67 se presentan los intervalos de HR a p artir de los cuales los sujetos podrían percibir, en este periodo de estudio, cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva (de mucho frío a mucho calor) y a partir de los cuales se podría confirmar la c apacidad de aclimatación de és tos frente a condiciones superiores o inferiores a los rangos de confort. En este caso, a partir de los valores estimados para el rango reducido (correspondiente con el 68,26 % de los sujetos estudiados), es posible asumir que en el intervalo de 2 4,6 % a 31 ,0 % (6,4 %) los sujetos podían percibir una sensación térmica de mucho calor; de 31,0 % a 37,5 % (6,5 %), una sensación térmica de calor; de 37,5 % a 43,9 % (6,4 %), una sensación térmica de algo de calor; de 43,9 % a 55,0 % (11,1 %), una sensación térmica de confort (ni calor, ni frío); de 55,0 % a 63,7 % (8,7 %), una sensación térmica de algo de frío; de 63,7 % a 72,3 % (8,6 %), una sensación térmica de frío; y, de 72,3 % a 80,9 % (8,6 %), una sensación térmica de mucho frío. Misma situación correspondería si se desarrolla esta interpretación para el rango extenso (correspondiente con el 95,45 % de los sujetos estudiados), sólo que con un intervalo constante de 5,4 % en lugar de uno de 6,4 % entre las categorías de ST superiores a la de confort (tendientes a lo caluroso); uno de 22,2 % en lugar de uno 11,1 % en el rango de confort; y, uno de 9,7 % en lugar de uno de 8,6 % entre las categorías de ST inferiores a la de confort (tendientes a lo frío).

Tabla 67. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo cálido (mayo) con datos del LAC. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.2.2.4. Periodo transición (húmedo) El intervalo hígrico a partir del cual se llevó a cabo la selección de las observaciones de la base de datos general de l aboratorio para integrar la submuestra con la que s e desarrolló la correlación HR - ST de este periodo, así como los criterios empleados para llevar a c abo la clasificación de las RSTP respecto al nivel de actividad, e, identificar las categorías de ST que concentraron el mayor número de observaciones, corresponden con los descritos en el subcapítulo Periodo transición (húmedo) (pág. 459), por lo que no es necesario especificarlos en este apartado nuevamente. No obstante, es importante mencionar que, en este caso particularmente, se conservó la segunda categoría de ST (frío) durante la correlación de datos HR - ST de este periodo (la cual, para efectos de incrementar la consistencia de resultados, se había omitido de la submuestra procesada con la cual se desarrolló el análisis de la TBS - ST del periodo en estudio, pág. 459), ya que se observó que, si bien no representaba el 5,0 % o más del total de la muestra analizada (con sólo nueve RSTP), ejercía un efecto favorable en el comportamiento de las RLS (- 2 DS, - 1 DS, media, + 1 D S y + 2 D S) trazadas en el diagrama de dispersión, así como en el valor de los coeficientes de determinación de los límites inferiores y de la media, lo que, en consecuencia, permitió proveer de mayor consistencia a los valores estimados (neutralidad y rangos de confort). Asimismo, de forma adicional a los filtros de limpieza de datos empleados para determinar el tamaño de la submuestra procesada, en el procesamiento de datos de es te periodo fue necesario omitir seis RSTP de la quinta categoría de ST (algo de calor) cuyo dato par era superior a 71,0 % de HR, ya que se consideraron observaciones atípicas respecto a las demás RSTP que fueron manifestadas en la misma categoría de ST bajo condiciones de HR dadas en un intervalo de 49,0 % a 62,0 %. Con el fin que vislumbrar el contexto en el que se recabaron las observaciones, es importante mencionar que las condiciones hígricas, en las cuales se basó la clasificación de la base de datos general de l aboratorio para obtener el tamaño de l a submuestra de anál isis de es te periodo, quedaron comprendidas por un intervalo de 48,7 % a 78,9 % de HR (y un intervalo térmico de 18,5 °C a 23,7 °C). De acuerdo con la Figura 118, las RSTP manifestadas por los sujetos de es tudio durante las evaluaciones experimentales se concentraron entre la segunda y la quinta categoría de ST (frío a

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algo calor), sin que se registrara y/o procesara RSTP alguna en las sensaciones térmicas mucho frío, calor y mucho calor. Con ello, es posible observar que la distribución de las categorías de ST involucradas en este análisis no resultaron uniformes a la de confort (ni calor, ni frío); es decir, con base en las RSTP procesadas, fue posible establecer dos categorías de ST por debajo de la de confort (tendientes a lo frío), pero, sólo una, por encima de ésta (tendiente a lo caluroso), lo que implicó que los rangos de confort resultaran asimétricos al valor de neutralidad estimado.

Figura 118. Análisis correlacional de la HR y la ST para el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos del LAC. Procesamiento con el total de observaciones y los tres niveles de actividad (Elaboración propia).

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Las sensaciones térmicas en las que generó el intervalo hígrico de mayor amplitud fueron algo de frío y ni calor, ni frío, con una DS de 7,0 % y 7,6 %, respectivamente, con lo cual se demostró, a partir de la distribución dispersa de las RSTP, una capacidad de aclimatación superior frente a las condiciones de humedad que les permitieron a los sujetos percibir estas sensaciones térmicas. Asimismo, la r2 de la RLS media resultó con un valor de 0,9468 (valor próximo a la unidad), lo que evidencia una correlación de variables (HR - ST) muy alta. Las RLS de los límites superiores de los rangos reducido y extenso (RLS + 1 D S y + 2 D S) reflejaron una marcada convergencia respecto a la RLS media conforme la sensación térmica tendía a l o caluroso, lo que indica un grado mayor de aclimatación de los sujetos frente a condiciones de HR alta (superiores a las del rango de confort); por el contrario, las RLS de los límites inferiores de esos rangos (RLS - 1 DS y - 2 DS) presentaron una tendencia divergente bajo esas circunstancias, lo que indica que prácticamente la mitad de la muestra estudiada (47,72 % de los sujetos) cuenta con mayor capacidad de aclimatación frente a HR bajas (inferiores a las del rango de confort). No obstante, desde el punto de vista gráfico, es mayor la tendencia de los sujetos a una aclimatación frente magnitudes de HR superiores a las del rango de confort; lo anterior, en correspondencia con las condiciones de HR que dan lugar en este periodo de estudio (el húmedo del año) en la ciudad de Pachuca. De las 185 RSTP procesadas, 13 quedaron fuera de los límites del rango extenso (RLS ± 2 DS); de éstas, siete correspondieron con la sensación térmica ni calor, ni frío; tres, con la sensación térmica algo de frío; y, tres más, con la sensación térmica frío. En el caso de las RSTP pertenecientes a la sensación térmica ni calor, ni frío se puede observar el desbordamiento después del límite superior del rango extenso (RLS + 2 DS); por el contrario, las RSTP de las sensaciones térmicas algo de frío y frío se pueden observar después del límite inferior del rango extenso (RLS - 2 DS). Lo anterior podría interpretarse como que el 7,0 % del total de sujetos evaluados no percibió, en similitud de circunstancias, la sensación térmica que el resto de sujetos del mismo grupo experimental manifestó bajo las condiciones hígricas a las que se les expuso. Además, esto se debió a que l a mayor parte de las observaciones registradas (55,1 % de l as RSTP) se concentraron en la cuarta categoría de ST (ni calor, ni frío), y, a mayor cantidad de votos de confort recabados, mayor dispersión (variabilidad) de ellos en las escalas de sensación térmica.

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La estimación del valor de neutralidad de la HR respecto a la ST percibida para el periodo de transición húmedo (con el total de observaciones, incluidos los tres niveles de actividad) resultó en 59,9 %, con la posibilidad de un rango de confort reducido de 54,3 % a 65,1 % (intervalo de 10,7 %), y, un rango de confort extenso de 48,1 % a 69,8 % (intervalo de 21,7 %), ambos asimétricos al valor de neutralidad. Es importante señalar que las r2 obtenidas con los límites del rango de confort reducido son superiores a los obtenidos con los límites del rango de confort extenso, lo que indica que el 68,26 % de los sujetos podrían referir una mayor aceptabilidad de las condiciones hígricas estimadas que el 95,45 % de ellos. Por último, en la Tabla 68 se presentan los intervalos de HR a partir de los cuales los sujetos podrían percibir, en este periodo de estudio, cada una de las sensaciones térmicas contenidas en la escala subjetiva y a partir de los cuales se podría vislumbrar la capacidad de aclimatación de éstos frente a condiciones superiores o inferiores a los rangos de confort. En este caso, a partir de los valores estimados para el rango reducido (correspondiente con el 68,26 % de los sujetos estudiados), es posible asumir que en el intervalo de 38,7 % a 43,9 % (5,2 %) los sujetos podían percibir una sensación térmica de mucho calor; de 43,9 % a 49,1 % (5,2 %), una sensación térmica de calor; de 49,1 % a 54,3 % (5,2 %), una sensación térmica de algo de calor; de 54,3 % a 65,1 % (10,8 %), una sensación térmica de confort (ni calor, ni frío); de 65,1 % a 71,2 % (6,1 %), una sensación térmica de algo de frío; de 71,2 % a 77,4 % (6,2 %), una sensación térmica de frío; y, de 77,4 % a 83,6 % (6,2 %), una sensación térmica de mucho frío. Misma situación correspondería si se desarrolla esta interpretación para el rango extenso (correspondiente con el 95,45 % de los sujetos estudiados), sólo que con un intervalo constante de 6,3 % en lugar de uno de 5,2 % entre las categorías de ST superiores a la de confort (tendientes a lo caluroso); uno de 21,7 % en lugar de uno 10,8 % en el rango de confort; y, uno de 8,0 % en lugar de uno de 6,2 % entre las categorías de ST inferiores a la de confort (tendientes a lo frío).

Tabla 68. Rangos de HR que conformaron cada una de las sensaciones térmicas en el periodo de transición húmedo (septiembre) con datos del LAC. Unidades dadas en % (Elaboración propia).

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6.2.3. Resumen de los valores estimados con base en el enfoque predictivo Dado que c on el análisis de dato s llevado a c abo a par tir de las pruebas experimentales de laboratorio se estimaron distintos valores (coeficientes de deter minación, neutralidad y rangos de confort) por variable física (TBS y HR) y por periodo de estudio (frío, transición seco, cálido y transición húmedo), fue necesario realizar el tabulado de el los en una m atriz que permitiera encontrar un parámetro de c omparación y/o divergencia a partir del cual se identificara la variabilidad con la cual se ajusta cada una de las variables físicas analizadas a lo largo del año respecto a la sensación térmica que los sujetos perciben. Asimismo, con el fin de visualizar e identificar, de una for ma sencilla, esas correlaciones entre los periodos de es tudio, los datos resultantes se graficaron en un mismo diagrama por variable física analizada. Para ello, en la Tabla 69 se presentan sistemáticamente los siguientes valores estimados (los cuales han sido clasificados por variable física y por periodo de estudio): tamaño de la submuestra analizada (cantidad de RSTP procesadas), límite inferior del rango extenso (- 2 DS), límite inferior del rango reducido (- 1 DS), valor de neutralidad (media), límite superior del rango reducido (+ 1 DS), límite superior del rango extenso (+ 2 DS), amplitud del rango extenso, amplitud del rango reducido y coeficiente de determinación de la RLS media. Como ya se ha mencionado, los periodos de estudio con base en los cuales se llevó a cabo la estimación de c ada una de l as variables físicas analizadas (neutral y los rangos de c onfort) fueron: enero, denominado Periodo Frío (PF); marzo, como Periodo de Transición Seco (PTs); mayo, como Periodo Cálido (PC); y, septiembre, como Periodo de Transición Húmedo (PTh).

Tabla 69. Tabla resumen de los valores estimados a partir del enfoque predictivo y la correlación de la ST y la TBS y la HR, respectivamente, por periodo de estudio (Elaboración propia).

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Como se puede observar, el tamaño de la submuestra procesada varió según la variable física analizada y el periodo de estudio, de tal forma que éste pudo ser diferente en cada caso. Lo anterior fue producto de los ajustes que se aplicaron en cada situación con el objeto de mejorar la consistencia de los resultados estimados y el valor de los coeficientes de determinación, tal como se detalló en cada uno de los subcapítulos presentados anteriormente. No obstante, pese a ello, el PC se caracterizó por conformar la submuestra de mayor tamaño en cada análisis de datos; caso contrario, el PF, el cual, de igual manera, se caracterizó pero por contener la submuestra de análisis más pequeña en cada caso, así como por reflejar la mayor amplitud (de confort), con ambos rangos (reducido y extenso), en todas las variables físicas analizadas —respecto a la amplitud obtenida con los demás periodos en cada caso—. Un aspecto que es importante mencionar es que la cantidad de RSTP procesadas, por periodo de análisis, con los estudios de laboratorio, fue inversamente proporcional a la cantidad de RSTP procesadas, por periodo de análisis, con los estudios de sitio; es decir, mientras que la submuestra del PC representó la más grande analizada en los estudios de laboratorio (280 observaciones), fue la de menor tamaño en los estudios de sitio (295 observaciones, en promedio), característica que aplicó exactamente igual en cada uno de los periodos analizados (ver Tabla 60 y Tabla 69, págs. 431 y 480, respectivamente). Asimismo, el coeficiente de determinación de cada variable física analizada por periodo de estudio resultó superior a 0,9 (excepto por el obtenido con la estimación de la TBS para el PTh que resultó en 0,86), lo que indica una correlación de variables muy alta. En el caso particular de la HR del PTs y del PC, el coeficiente de determinación resultante fue de 0,98 (valor próximo a la unidad), lo que indica una correlación de variables casi perfecta desde el punto de vista estadístico. En la Figura 119 se representan gráficamente los valores de l a TBS estimados para cada periodo de estudio (valor de neutr alidad y rangos de confort), así como el tamaño de l a submuestra a partir de la cual se llevó a cabo el procesamiento de datos para cada caso. En ella se puede apreciar que el PF, en c orrespondencia con las condiciones térmicas que es te periodo por concepto alude, se caracterizó por resultar con la temperatura neutra (de bulbo seco) más baja de los periodos analizados; en contraste, el PC resultó con el valor de neutralidad más alto. En lo que respecta a l os periodos de tr ansición (PTs y PTh), la temperatura neutra estimada prácticamente fue l a misma (con una d ivergencia de 0,6 K), sin embargo, la característica determinante que hizo la diferencia entre cada uno de ellos fue la amplitud con la que resultaron los rangos de confort. 481

Es decir, las amplitudes térmicas estimadas para el PTs fueron de 7,1 K y 3,6 K para los rangos de confort extenso y reducido, respectivamente, ambos simétricos al valor de neutralidad (22,6 °C); en tanto, los rangos de c onfort extenso y reducido estimados para el PTh fueron de 4,0 K y 2,0 K, respectivamente, de igual forma, ambos simétricos al valor de neutralidad (22,0 °C). Por lo anterior, es posible identificar que la diferencia determinante entre los valores estimados para los periodos de t ransición térmica fue la amplitud de los rangos de c onfort; esto, debido a la influencia que e jerce la HR sobre la sensación térmica percibida por los sujetos en cada uno de los casos. Bajo este contexto, el PF se caracterizó por ofrecer las condiciones térmicas en las cuales los sujetos manifestaron un rango superior de aceptación térmica con 7,4 K (para el rango extenso) y 3,7 K (para el rango reducido), lo anterior, debido a que las condiciones térmicas de Pachuca son semi-frías generalmente a lo largo del año, por lo que el grado de aclimatación frente a estas condiciones es superior en el periodo en el que éstas dan lugar, no obstante, los límites (inferior y superior) de los rangos de confort resultaron simétricos al valor de neutralidad estimado.

Figura 119. Comparación gráfica del valor neutral y los rangos de confort de la TBS, por periodo de estudio, estimados con datos del LAC (Elaboración propia).

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En cuanto al confort térmico del PC, la amplitud del rango extenso fue de 7,1 K y la del rango reducido de 3,5 K , ambos prácticamente equidistantes al valor de n eutralidad estimado. Si se realiza la comparación de es tos valores con los obtenidos para el PF y el PTs, es posible identificar un alto grado de aproximación entre sí, lo que permite vislumbrar que el grado de aclimatación a lo largo del año ti ende con mayor frecuencia hacía las temperaturas bajas que hacía las temperaturas altas, fenómeno cuya naturaleza se basa en las condiciones térmicas predominantes del sitio estudiado. Una característica observada durante la comparación de los valores de l a TBS obtenidos por periodo de estudio fue que los límites inferiores del rango extenso (- 2 DS) resultaron ascendentes entre los periodos analizados, el menor corresponde con el PF y el mayor con el PTh. Lo anterior resulta natural si se observa que la trayectoria térmica del PF al PC se manifiesta en ascenso, y, que el PTh, por efecto de la HR, refleja una amplitud de confort reducida entre los límites de los rangos estimados, lo que permite que el límite inferior del rango extenso se ubique por encima del de los otros periodos. El periodo en el que se analizó la submuestra de mayor tamaño fue el PC con 280 RSTP, contrariamente, el periodo en el cual se procesó la submuestra de menor tamaño fue el PF con 145 RSTP. Pese a las discrepancias encontradas entre los tamaños de submuestra procesada en cada periodo de estudio, se observó que éstos no tuvieron influencia directa en la estimación de los valores de neutr alidad y los rangos de c onfort en c ada caso, no as í, es importante mencionar que fueron un elemento importante que permitió establecer el grado de confiabilidad con el que resultaron cada uno de los valores estimados. Por otro lado, el gráfico que permitió presentar los valores estimados para la HR por cada periodo de estudio se da a conocer en la Figura 120. De acuerdo con ese gráfico, las HR neutras presentaron una trayectoria inversa a la presentada por los valores neutros de la TBS a lo largo del año; es decir, en tanto la TBS neutra mostró un ascenso uniforme en la mitad calurosa del año (PTs y PC), la HR neutra observó un descenso con las mismas características, por el contrario, durante la mitad fría del año (PTh y PF) las condiciones neutras de TBS presentaron un descenso uniforme, mientras que las condiciones de HR neutra se manifestaron en ascenso. Lo anterior, en correspondencia con lo mencionado por Fuentes (2004) relativo a que frente a c ondiciones de temperatura baja las condiciones de HR incrementan, por lo que es natural observar un comportamiento inverso en la neutralidad (y el confort) de las variables físicas analizadas.

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En otras palabras, el trayecto de la HR a lo largo del año (tanto el valor de neutralidad como los rangos de confort) resultó inverso al de las condiciones de confort de la TBS, en virtud de que las RSTP obtenidas para llevar a cabo el análisis correspondiente, por variable física y periodo de estudio, fueron producto únicamente de l a aclimatación humana (adaptación fisiológica) activada (voluntaria o involuntariamente) a partir de l as condiciones controladas que dieron lugar en el laboratorio durante las pruebas experimentales. Tanto los límites del rango de confort reducido (± 1 DS), como los del rango de confort extenso (± 2 DS), en todos los periodos, mostraron una trayectoria similar (de ascenso-descenso) a la trazada por los valores de neutralidad a lo largo del año. No obstante, las características determinantes que permitieron diferenciar el confort hígrico en c ada uno de l os periodos estudiados fueron, sin lugar a duda, el valor de neutralidad y la amplitud de los rangos de confort, pese a que esos valores, en el caso del PTs y el PC (mitad calurosa del año), resultaron similares entre sí. Es importante mencionar que el PTh resultó con valores (de neutralidad y de límites de confort) por encima de los estimados para los demás periodos de estudio; esto, en correspondencia con las condiciones hígricas que por concepto alude este periodo específicamente a lo largo del año.

Figura 120. Comparación gráfica del valor neutral y los rangos de confort de la HR, por periodo de estudio, estimados con datos del LAC (Elaboración propia).

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Como es posible apreciar, con la aplicación del enfoque predictivo la amplitud de los rangos hígricos de confort resultaron estrechos en cada uno de los periodos de estudio; sin embargo, el PF fue el que registró la mayor amplitud de HR en este rubro con 32,0 % para el rango extenso y 16,0 % para el rango reducido, caso contrario a la del PTh que —si bien, resultó con el valor de HR neutro más alto de los periodos analizados (con 59,9 %)— registró la menor amplitud hígrica en sus rangos de confort con 21,7 % en el rango extenso y 10,8 % en el rango reducido. En cuanto al confort hígrico del PTs y el PC se puede observar una aproximación marcada en sus valores de neutralidad (con una divergencia de 0,7 %) y en sus rangos de confort (con una diferencia de 0,3 % en el rango de c onfort extenso y una de 0,2 % en el rango de c onfort reducido) que, además, resultaron inferiores a los estimados para el PF y el PTh, lo que equivale a que la aclimatación de los sujetos es superior a H R bajas durante el PTs y el PC (mitad calurosa del año) y a HR altas durante el PF y el PTh (mitad fría del año). Una característica importante que sólo se presentó en los periodos de transición térmica (PTs y PTh) —y que, además, corresponden con los periodos hígricos extremos del año—, fue qu e ambos rangos de c onfort (reducido y extenso) resultaron asimétricos al valor de neutr alidad estimado en cada caso, contrariamente a los periodos térmicos extremos (PF y PC) cuyos rangos hígricos de confort resultaron equidistantes (simétricos) al valor de neutralidad estimado (ver Tabla 69, pág. 480); no obstante, en todos los casos, el rango de confort reducido fue proporcional al rango de confort extenso. El periodo en el que se analizó la submuestra de mayor tamaño fue, nuevamente, el PC con 280 RSTP; en contraste, el periodo en el cual se procesó la submuestra de menor tamaño fue el PF con 145 RSTP, prácticamente el 50,0 % de la submuestra procesada en el PC. En cuanto a las submuestras analizadas en l os periodos de transición térmica (PTs y PTh) se puede observar una discrepancia proporcional entre ambas, ya que en el caso del PTs se procesaron 269 RSTP mientras que en el PTh sólo 185 RSTP, lo que representa el 68,8 % del tamaño de la submuestra del primero de los casos (PTs).

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6.3. Comparación y ajuste de resultados obtenidos con ambos enfoques de estudio Con base en los resultados obtenidos, de forma individual, con la aplicación de cada uno de los enfoques de estudio (enfoque adaptativo: estudios de sitio; enfoque predictivo: estudios de laboratorio) fue posible identificar ciertas aproximaciones y/o divergencias entre los valores de neutralidad y los rangos de c onfort de la TBS y la HR estimados para un m ismo periodo de estudio; por ello, en este apartado se realiza, por un l ado, un análisis comparativo de los resultados obtenidos con cada enfoque de estudio (por variable física y periodo de análisis), y, por otro, un ajuste que permita mediar, en cada caso, ambos resultados en un valor único que responda a los requerimientos reales de la población blanco. El análisis comparativo consistió en graficar en un mismo diagrama los valores (de neutralidad y los rangos de confort de una misma variable física, ya fuera la TBS o la HR) estimados por cada enfoque de estudio, para un mismo periodo de anál isis, e identificar y describir las posibles similitudes o discrepancias que cada caso representaba, con el fin de encontrar la relación y la correspondencia existente entre la estimación obtenida con ambos casos. El ajuste de resultados consistió en el cálculo de un v alor intermedio que r epresentara la magnitud de dos resultados homólogos (valor de neutr alidad o r angos de c onfort de una variable física en un mismo periodo de estudio) obtenidos con la aplicación individual de cada enfoque de estudio. Dicho cálculo se realizó a partir de la aplicación de la Media ponderada (pág. 346) sobre los resultados pares obtenidos individualmente; para ello, el parámetro que permitió la ponderación de cada caso fue el tamaño de la muestra (en el caso de los estudios de sitio) o la submuestra (en el caso de los estudios de laboratorio) con base en la cual fueron estimados los resultados a ajustar. Como ya se ha s eñalado, el análisis comparativo y el ajuste de resultados se llevaron a c abo únicamente con los valores obtenidos en la TBS y la HR, por periodo de estudio, debido a que, de acuerdo con lo descrito en la introducción del capítulo 5 Procesamiento de datos (pág. 304), las variables físicas controladas, monitoreadas y registradas en el LAC durante las pruebas experimentales sólo pudieron ser las ya mencionadas, por lo que los análisis respectivos (comparación y ajuste) entre ambos enfoques de estudio para la obtención de un valor único, en cada caso, se realizaron a partir de éstas (debido a s u disponibilidad en am bos enfoques de estudio), mismas que, además, fueron de las que representaron un grado mayor de influencia en la ST percibida por los sujetos de estudio (ver Tabla 39, pág. 353). 486

Asimismo, es importante mencionar que c on este subcapítulo se atiende lo planteado en los objetivos específicos 3 y 4 (pág. 15) de esta investigación que a la letra dicen: “3. Comparar los valores de neutralidad y los rangos de confort obtenidos —para cada variable física y por periodo de estudio— a partir de la aplicación del enfoque adaptativo frente a los resultados estimados con la aplicación del enfoque predictivo e identificar el grado de discrepancia resultante por cada par de datos durante los periodos de estudio. 4. (...) ajustar a un valor único de neutralidad y de rangos de confort los resultados de temperatura de bulbo seco y humedad relativa obtenidos, de forma individual y por periodo de evaluación, por cada enfoque de estudio abordado y con base en las discrepancias de magnitud identificadas entre cada par de datos.” Por último, al igual que los dos subcapítulos anteriores relacionados con el análisis de resultados a partir de la aplicación del enfoque adaptativo y del enfoque predictivo (pág. 358 y pág. 439, respectivamente), al final de este apartado se presentan de forma tabulada y gráfica los valores de neutralidad y los rangos de c onfort resultantes del ajuste llevado a cabo y descrito en el cuerpo de este subcapítulo (por variable física y periodo de estudio). 6.3.1. Comparación y ajuste de la Temperatura de Bulbo Seco En los siguientes apartados se presentan el análisis comparativo y el ajuste de resultados aplicados a los valores de TBS obtenidos con el método de MIST a partir del procesamiento de las RSTP recabadas con las muestras de análisis evaluadas con base en los enfoques adaptativo y predictivo durante los cuatro periodos de estudio. Para ello, se confrontaron los resultados (valor de neutralidad y rangos de confort) de la variable física obtenidos con ambos enfoques de estudio para un mismo periodo de análisis: periodo frío (enero), periodo de transición seco (marzo), periodo cálido (mayo) y periodo de transición húmedo (septiembre); y, posteriormente, se realizó el ajuste correspondiente a par tir de l a aplicación de la media ponderada —donde, el parámetro de valoración que permitió determinar el grado de importancia relativa (o peso) de c ada resultado fue el tamaño de la muestra (o submuestra) a partir de la cual fue estimado—. En este análisis se observó que la variación de resultados entre los periodos de estudio correspondientes a la mitad fría del año (PTh y PF) fue pronunciada; en tanto, la correspondiente a los periodos de la mitad calurosa del año fue con valores próximos entre sí (PTs y PC). 487

6.3.1.1. Periodo frío La muestra de análisis a partir de la cual se estimaron los valores de confort de la TBS (neutralidad y rangos de confort), con base en la ST percibida por los sujetos en los estudios de sitio (enfoque adaptativo), para este periodo de análisis, estuvo definida por 404 observaciones (ver Periodo frío, pág. 377); en tanto, el tamaño de la submuestra empleada para la estimación de esos valores, a par tir de las RSTP recabadas en l os estudios de laboratorio (enfoque predictivo), fue de 145 obs ervaciones (ver Periodo frío, pág. 443). Lo anter ior permitió determinar que, mientras la muestra analizada en los estudios de sitio representó el 73,6 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo, la submuestra analizada en l os estudios de l aboratorio representó el 26,4 % , lo que equivale prácticamente a un tercio de la muestra analizada en los estudios de sitio. Pese a la evidente desproporción de la muestra-submuestra procesadas para la estimación de los valores (por cada enfoque de estudio) de este periodo de análisis, en la Figura 95 (pág. 379) y la Figura 111 (pág. 445) —gráficos a partir de los cuales se estimó cada uno de los valores de TBS (neutralidad y rangos de confort) con base en el enfoque adaptativo y el enfoque predictivo, respectivamente— se observó un comportamiento gráfico similar en el trazo de las RLS (categorías de ST involucradas, diagrama de dispersión, correlación directa de variables, dirección, valor proporcional de la r2, pendiente, convergencia-divergencia respecto a l a RLS media, etc.), lo que indica que las características diferenciales encontradas entre ellas se debieron al origen de los datos (estudios de sitio o estudios de laboratorio) a partir de los cuales se llevó a cabo el procesamiento en cada caso. No obstante, la característica determinante que permitió establecer la diferencia entre las RLS de cada enfoque de estudio fue el grado de inclinación con el que cada una de el las marcó la tendencia de la correlación; es decir, pese a la similitud con la que resultaron trazadas las RLS en cada enfoque de e studio, las del enfoque adaptativo mostraron una i nclinación superior (menor pendiente) a la mostrada por las del enfoque predictivo, lo que influyo en la obtención de la magnitud de c ada resultado (valor de neutr alidad y rangos de c onfort) permitiendo que l as amplitudes de los rangos de confort estimadas a partir de los estudios de sitio fueran superiores a las estimadas con base en los estudios de laboratorio. En la Figura 121 se presentan, matricial y gráficamente, los resultados obtenidos para el valor de neutralidad y los rangos de confort (reducido y extenso) de la TBS para el periodo frío a partir de 488

la aplicación individual de ambos enfoques de estudio, así como los valores resultantes del ajuste aplicado a c ada par de datos homólogos con base en l a media ponderada. Los parámetros (columnas) considerados en la matriz tabulada de dichos valores fueron los siguientes: • Origen de resultados. Se refiere al enfoque de estudio a partir del cual fueron obtenidos el valor de neutralidad y los rangos de confort de la variable física analizada para el periodo de estudio en turno. Puede ser a partir de los estudios de sitio (enfoque adaptativo) o de los estudios de laboratorio (enfoque predictivo). • RSTP (procesadas). Es el tamaño de la muestra (para el caso de los estudios de sitio) y la submuestra (para el caso de los estudios de laboratorio) a partir de las cuales se llevó a cabo el procesamiento y análisis de datos correspondientes para estimar cada uno de los valores de neutralidad y rangos de confort de la variable física analizada para el periodo de estudio en turno. • Proporción. Se refiere al porcentaje que representa la muestra (de los estudios de sitio) o la submuestra (de los estudios de laboratorio) respecto al total de observaciones (sumatoria de l a muestra y la submuestra) procesadas para estimar los valores de l a variable física con ambos enfoques de estudio para un mismo periodo de análisis. La sumatoria de la muestra y la submuestra es el 100 %. • Neutralidad y rangos de confort. Son los valores estimados individualmente a partir de cada enfoque de estudio para el límite inferior del rango de c onfort extenso (- 2 DS), el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS), la neutralidad o confort (neutral), el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS) y el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), de la variable física analizada para el periodo de estudio en turno. • Rango reducido. Se refiere al intervalo generado entre el límite inferior (- 1 DS) y el límite superior (+ 1 DS) del rango de confort reducido (± 1 DS) de la variable física analizada para el periodo de estudio en turno. • Rango extenso. Es el intervalo generado entre el límite inferior (- 2 DS) y el límite superior (+ 2 DS) del rango de confort extenso (± 2 DS) de l a variable física analizada para el periodo de estudio en turno. Asimismo, en la parte inferior de l a tabla se presenta el ajuste de resultados correspondiente, producto de la aplicación de la media ponderada a cada uno de los pares de valores homólogos estimados individualmente por enfoque de estudio (valor de neutralidad y rangos de confort).

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Figura 121. Comparación y ajuste de los valores de TBS estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo frío: Enero (Elaboración propia).

Como se puede apreciar, los valores estimados a partir del enfoque adaptativo resultaron con una magnitud superior a los estimados con el enfoque predictivo (valor de neutralidad y límites de los rangos de confort); la diferencia entre cada par de valores homólogos osciló entre 0,6 K y 1,4 K, la cual se vislumbra con una divergencia más pronunciada conforme se observan los resultados de - 2 DS a + 2 DS. En cuanto a la amplitud de los rangos de confort, se puede notar una diferencia de 0,3 K entre los rangos de confort reducidos (estimados individualmente por cada enfoque de estudio) y, una de 0,7

K, entre los rangos de confort extensos, observándose con mayor

magnitud, en ambos casos, los valores estimados con el enfoque adaptativo. Lo anterior consiente lo mencionado por diferentes estudios de campo (Auliciems, 1981; Nicol, 1993; Humphreys, 1995a; Brager y de Dear, 1998; Bravo y González, 2001; y, Gómez- Azpeitia et al., 2009) relativo a que la comparación de las RSTP manifestadas por sujetos residentes de diversos países y las respuestas previstas con el modelo de Fanger (1972) y los índices 490

ANSI/ASHRAE 55 (2010) e ISO 7730 (2005) (modelos concebidos a partir del enfoque predictivo), denotan una diferencia significativa entre sí, ya que en el caso del estudio del confort térmico con el enfoque predictivo se observa una subestimación de la capacidad de adaptación —particularmente, en condiciones altas de temperatura y de humedad relativa—, así como la ausencia de factores geográficos, climáticos, socioeconómicos y culturales de los sujetos evaluados (Bojórquez, 2010: 102-103). Por otro lado, es posible observar que cada uno de los valores ajustados: neutralidad y límites superior e inferior de los rangos de confort reducido y extenso (gráfico de máximas y mínimas en rojo) resultó intermedio a sus dos homólogos estimados, de forma individual, con base en cada uno de los enfoques de estudio. No obstante, cada uno de dichos valores se muestra con mayor aproximación a su homólogo estimado con el enfoque adaptativo, debido a que la muestra de anál isis empleada en los estudios de sitio representó el 73,6 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo; es decir, prácticamente tres veces más que el tamaño de la submuestra utilizada para estimar los valores de confort con los estudios de laboratorio (enfoque predictivo). Es importante recordar que el parámetro determinante que permitió la ponderación de cada uno de los valores estimados individualmente con cada enfoque de es tudio (valor de neutralidad, límites de los rangos de confort y amplitud de los rangos de confort) fue el tamaño de la muestra (en el caso de los estudios de sitio) o la submuestra (en el caso de los estudios de laboratorio) a partir de la cual se llevó a cabo el análisis correspondiente en cada caso para la estimación de dichos valores. De esta manera, el ajuste de valores de la TBS para el periodo frío —obtenido con la aplicación de la media ponderada a los resultados pares (homólogos) estimados individualmente con cada enfoque de estudio, y, a partir del tamaño de la muestra-submuestra analizada en cada caso— quedó definido en 17,1 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 19,2 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 21,1 °C, para el valor de neutralidad; en 23,1 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 25,1 °C, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una a mplitud del rango de c onfort reducido de 3 ,9 K, y, una del rango de confort extenso de 7,9 K, ambos asimétricos al valor de neutralidad y prácticamente proporcionales entre sí, tal como se puede apreciar en la Figura 121.

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6.3.1.2. Periodo transición (seco) Los valores de confort térmico (neutralidad y rangos de confort) estimados para el periodo de transición seco, a par tir de l os estudios de sitio (enfoque adaptativo), fueron producto del análisis de una muestra poblacional conformada por 360 observaciones (ver Periodo transición (seco), pág. 382); mientras tanto, la submuestra utilizada para el mismo fin, a partir de l os estudios de laboratorio (enfoque predictivo), estuvo definida por 279 observaciones (ver Periodo transición (seco), pág. 449). Con ello, el tamaño de la muestra analizada en los estudios de sitio representó el 56,3 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo, mientras que la submuestra analizada en los estudios de laboratorio representó el 43,7 % de ellas —lo que equi vale, prácticamente, a tres cuartas partes de la muestra analizada en los estudios de sitio—. Ahora bien, si se observan la Figura 96 (pág. 383) y la Figura 112 (pág. 450) —gráficos correspondientes con la correlación y el análisis de datos para la estimación de los valores de confort térmico de este periodo a partir de cada enfoque de estudio—, se puede apreciar que las RLS de los límites superior e inferior de los rangos de confort reducido y extenso, así como la RLS media (RLS - 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS, + 2 DS), mostraron un comportamiento gráfico similar en los diagramas de dispersión en cuanto al tipo de correlación entre variables (directa) y, por ende, en cuanto a la dirección (o tendencia) trazada a partir de los datos que las originaron. No obstante, en c uanto a c aracterísticas tales como categorías de S T involucradas en c ada análisis (enfoque de estudio), ubicación de los puntos en el diagrama de dispersión de cada RLS, valor de l as r2, pendientes y convergencia-divergencia respecto a l a RLS media, durante el análisis comparativo de ambos enfoques de estudio se observó una discrepancia puntual en cada uno de los aspectos mencionados. Por ejemplo, en ta nto con el enfoque adaptativo se observó mayor adaptación de los sujetos conforme la ST tendía hacia lo frío, con el análisis del enfoque predictivo se observó lo contrario, mayor aclimatación frente a c ondiciones higrotérmicas que originaban ST tendientes a lo caluroso; de esta manera, mientras que en el primero de los casos se observaba una c onvergencia hacia la RLS media en l as categorías de S T calurosas, en el segundo de ellos, la convergencia se observaba en la categorías de ST frías. Lo anterior puede deberse al tipo de respuesta que los sujetos expresaron en cada uno de l os casos frente a l as condiciones higrotérmicas a l as que es taban expuestos en el momento de evaluación, es decir, mientras que en l os estudios de sitio la respuesta (voluntaria o 492

involuntaria) estuvo referida a una adaptac ión de ti po psicofisiológica, en l as pruebas experimentales de l aboratorio la respuesta de adaptac ión se reflejó bajo un ni vel meramente fisiológico (aclimatación), lo que permite entrever que bajo estas circunstancias la ausencia de adaptación (psicológica, conductual y expectativa) influyo significativamente en el grado de tolerancia que los sujetos experimentaron bajo condiciones controladas de laboratorio. En otras palabras, se pudo per cibir que los mecanismos de ter morregulación humana, por sí solos, actúan de una forma más efectiva frente a condiciones de temperatura alta (superior a las del rango de confort) permitiendo una aclimatación superior en ST tendientes a lo caluroso; en tanto que la adaptación de los sujetos permite ampliar su tolerancia a ST tendientes a lo frío. Como se puede apr eciar en l a Figura 122 —en donde se presentan los resultados obtenidos individualmente con cada enfoque de es tudio, así como el ajuste de cada par de datos homólogos con base en la media ponderada—, el valor de neutr alidad y los límites de l os rangos de confort estimados a par tir del enfoque predictivo resultaron con una magnitud superior a l os estimados con el enfoque adaptativo; la diferencia entre cada par de datos homólogos osciló entre 0,2 K y 0,7 K, y su pronunciamiento se nota c on mayor claridad conforme se observan los resultados de + 2 DS a - 2 DS, es decir, conforme la estimación de resultados tiende a los límites inferiores de los rangos de confort. Caso contrario es la amplitud con la que resultaron los rangos de confort, en donde los valores obtenidos con el enfoque adaptativo superan en m agnitud a los obtenidos con el enfoque predictivo. Así, en tanto el rango de confort reducido resultó en 3,9 K con el enfoque adaptativo, con el enfoque predictivo fue de 3,6 K; asimismo, mientras el rango de confort extenso con los estudios de sitio estuvo definido en 7,7 K , con los estudios de l aboratorio resultó en 7,1 K . Como se puede observar, la diferencia entre los rangos de confort reducidos (estimados por ambos enfoques de estudio) fue de 0,3 K , mientras que la obtenida con los rangos de confort extensos fue de 0,6 K, valores proporcionales entre sí. Si bien, la diferencia entre cada par de resultados homólogos existe, ésta es despreciable desde el punto de vista térmico si se observa que en ninguno de los casos es superior a 0,7 K. De esta manera, se puede interpretar que los resultados homólogos obtenidos individualmente con cada enfoque de estudio se aproximan entre sí, lo que podría indicar que ambos enfoques, en este periodo, coincidieron en lo estimado, por lo que el ajuste entre ellos podría considerarse despreciable, debido, además, de contar con un tamaño proporcional de muestra-submuestra.

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Figura 122. Comparación y ajuste de los valores de TBS estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo de transición seco: Marzo (Elaboración propia).

Por otro lado, es posible observar que cada uno de los valores ajustados resultó intermedio a sus dos homólogos estimados pero con mayor aproximación a los obtenidos con el enfoque adaptativo, debido a que la muestra de análisis empleada en los estudios de sitio representó el 56,3 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo (prácticamente 1,3 veces el tamaño de la submuestra analizada en laboratorio). Con lo anterior, los valores ajustados de TBS para el periodo de transición seco resultaron en 18,6 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 20,6 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 22,4 °C, para el valor de neutralidad; en 24,3 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 26,1 °C, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 3,7 K, y, una del rango de confort extenso de 7,5 K, ambos prácticamente simétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí (al igual que los obtenidos con el enfoque predictivo). 494

6.3.1.3. Periodo cálido La muestra poblacional analizada en los estudios de s itio (enfoque adaptativo) para llevar a cabo la estimación de los valores de confort térmico (neutralidad y rangos de confort), para este periodo de estudio, estuvo definida por 302 observaciones (ver Periodo cálido, pág. 386); mientras tanto, la submuestra empleada para la estimación de esos valores, a partir de los estudios de laboratorio (enfoque predictivo), fue de 280 observaciones (ver Periodo cálido, pág. 454). Con esto, la muestra analizada en los estudios de sitio representó el 51,9 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo, mientras que la submuestra analizada en l os estudios de laboratorio representó el 48,1 % (lo que equivale prácticamente a otro tanto de la muestra analizada en los estudios de sitio). Adicional a la similitud observada en los tamaños de la muestra y la submuestra analizadas con los enfoques de estudio, a partir de la Figura 97 (pág. 387) y la Figura 113 (pág. 455) —gráficos correspondientes con la correlación y el análisis de datos a par tir del enfoque ad aptativo y el enfoque predictivo, respectivamente— fue posible apreciar un comportamiento gráfico similar en el trazo de las RLS (categorías de ST involucradas, diagrama de dispersión, correlación directa de variables, dirección, valor proporcional de la r2, pendiente, convergencia-divergencia respecto a l a RLS media, etc.), lo que indica que las posibles diferencias encontradas entre ellas se debieron al origen de los datos (estudios de sitio o estudios de laboratorio) a partir de los cuales se llevó a cabo el procesamiento en cada caso. No obstante, la característica determinante que permitió establecer la diferencia entre las RLS de cada enfoque de estudio fue el grado de inclinación con el que cada una de el las marcó la tendencia de la correlación; es decir, pese a la similitud con la que resultaron trazadas las RLS en cada enfoque de e studio, las del enfoque adaptativo mostraron una i nclinación superior (menor pendiente) a la mostrada por las del enfoque predictivo, lo que influyo en la magnitud de cada resultado obtenido (valor de neutralidad y rangos de confort) y en que las amplitudes de los rangos de confort estimadas a partir de los estudios de sitio fueran superiores a las estimadas con los estudios de laboratorio. En la Figura 123 se presentan, matricial y gráficamente, los resultados obtenidos para el valor de neutralidad y los rangos de confort (reducido y extenso) de la TBS para el periodo cálido a partir de la aplicación individual de am bos enfoques de es tudio, así como los valores resultantes del ajuste aplicado a cada par de datos homólogos con base en la media ponderada. 495

Figura 123. Comparación y ajuste de los valores de TBS estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo cálido: Mayo (Elaboración propia).

Como se puede apreciar, los valores del límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), del límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS) y de la temperatura de confort (neutral), estimados a partir del enfoque adaptativo, resultaron con una magnitud superior a los estimados con el enfoque predictivo; la diferencia entre cada par de valores homólogos mencionado osciló entre 0,3 K y 0,5 K, la cual se vislumbra con una di vergencia más pronunciada conforme se observan los resultados en el sentido generado del valor de neutralidad al valor de + 2 DS. Caso contrario lo presentó el valor del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS) del enfoque adaptativo, cuya magnitud resultó inferior a l a estimada con el enfoque predictivo; aquí, l a diferencia fue de 0,3 K. No obstante, fue pos ible identificar que en el caso particular del límite inferior del rango de c onfort reducido (- 1 DS) de ambos enfoques de estudio, los valores estimados resultaron con igualdad de magnitudes.

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Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort térmico (neutralidad y rangos de c onfort) estimados con el enfoque predictivo resultaron dentro del intervalo generado con los valores térmicos estimados con el enfoque adaptativo, característica mostrada únicamente en este periodo de estudio. Por ende, durante el proceso de ajuste de resultados, esta situación influyó en el cálculo de los valores finales de confort, los cuales, al igual que los obtenidos individualmente con el enfoque predictivo, se concibieron intermedios al intervalo térmico resultante de los valores estimados con el enfoque adaptativo. En cuanto a la amplitud de los rangos de confort, se puede observar una diferencia de 0,5 K entre los rangos de confort reducidos (estimados individualmente con cada enfoque de estudio) y, una de 0,7 K, entre los rangos de confort extensos, observándose con mayor magnitud, en ambos casos, los valores estimados con el enfoque adaptativo. Si bien, la diferencia entre cada par de r esultados homólogos fue identificada, ésta podría considerarse despreciable desde el punto de vista térmico si se observa que en ninguno de los casos resultó superior a 0,7 K. De esta manera, se puede interpretar que l os resultados homólogos obtenidos individualmente con cada enfoque de estudio muestran una aproximación estrecha entre sí, lo que podría indicar que técnicamente ambos enfoques, en e ste periodo, coincidieron en l o estimado, por lo que el ajuste entre ellos podría considerarse despreciable, debido, además, de contar con unos tamaños de muestra y de submuestra similares. Por otro lado, es posible observar que cada uno de los valores ajustados resultó intermedio a sus dos homólogos estimados pero con mayor aproximación a l os obtenidos con el enfoque adaptativo, debido a que la muestra de análisis empleada en los estudios de sitio representó el 51,9 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo (equivalente a 1,1 veces el tamaño de la submuestra analizada en laboratorio). De esta manera, los valores ajustados de TBS para el periodo cálido resultaron en 19,2 °C para el límite inferior del rango de c onfort extenso (- 2 DS); en 21,3 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 23,3 °C, para el valor de neutralidad; en 25,1 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 26,7 °C, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 3,8 K, y, una del rango de c onfort extenso de 7, 4 K, ambos asimétricos al valor de ne utralidad (con mayor tolerancia a temperaturas inferiores a la de termopreferendum) y no proporcionales entre sí (al igual que los obtenidos con el enfoque adaptativo). 497

6.3.1.4. Periodo transición (húmedo) El tamaño de l a muestra analizada que di o origen a l a estimación de los valores de c onfort térmico (neutralidad y rangos de confort) del periodo de transición húmedo, a partir del enfoque adaptativo, estuvo definido por 381 observaciones (ver Periodo transición (húmedo), pág. 389); no obstante, el tamaño de la submuestra con la que s e estimaron dichos valores, a par tir del enfoque predictivo, se conformó de 182 observaciones (ver Periodo transición (húmedo), pág. 459). De esta manera, es posible determinar que el 67,7 % del total de observaciones procesadas, para la estimación de l os valores de TBS de este periodo, correspondió a la muestra analizada en los estudios de s itio, mientras que el 32,3 % de ellas, a la submuestra analizada en los estudios de l aboratorio. En este sentido, la submuestra de laboratorio representó prácticamente la mitad de la muestra analizada en los estudios de sitio. Ahora bien, si se observan los gráficos que r epresentan la correlación y el análisis de dato s llevado a cabo para la estimación de los valores de confort térmico de este periodo a partir de los enfoques adaptativo y predictivo (ver Figura 98 y Figura 114, págs. 391 y 460, respectivamente), se puede apreciar que las RLS de los límites superior e inferior de los rangos de confort reducido y extenso, así como la RLS media (RLS - 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS, + 2 DS), mostraron un comportamiento gráfico similar en los diagramas de dispersión en cuanto al tipo de correlación entre variables (directa) y, por ende, en cuanto a la dirección o tendencia (no pendiente) trazada a partir de los datos que las originaron. No obstante, en c uanto a c aracterísticas tales como categorías de S T involucradas en c ada análisis (enfoque de estudio), ubicación de los puntos en el diagrama de dispersión de cada RLS, valor de l as r2, pendientes y convergencia-divergencia respecto a l a RLS media, durante el análisis comparativo de ambos enfoques de estudio se observó una discrepancia puntual en cada uno de los aspectos mencionados. Por ejemplo, en ta nto con el enfoque adaptativo se observó que la muestra analizada manifestaba un mismo grado de adaptación tanto a t emperaturas mayores a la de confort como a temperaturas menores a ésta (prácticamente la mitad de la muestra en cada caso), con el análisis del enfoque predictivo se observó sólo mayor aclimatación frente a condiciones térmicas que originaban ST tendientes a lo frío. Lo anterior puede deberse al tipo (o nivel) de respuesta que los sujetos experimentaron en cada uno de l os casos frente a l as condiciones higrotérmicas a las que es taban expuestos en e l momento de evaluación, es decir, mientras que en los estudios de sitio la respuesta (voluntaria 498

o involuntaria) estuvo referida a una adaptación de tipo psicofisiológica, en las pruebas experimentales de l aboratorio la respuesta de adaptac ión se reflejó bajo un ni vel meramente fisiológico (aclimatación), lo que i nfluyó en la magnitud de c ada resultado obtenido (valor de neutralidad y rangos de confort) y en que las amplitudes de los rangos de confort estimadas a partir de los estudios de sitio fueran superiores a las estimadas con los estudios de laboratorio. Como se puede apr eciar en l a Figura 124 —en donde se presentan los resultados obtenidos individualmente con cada enfoque de es tudio, así como el ajuste de c ada par de datos homólogos con base en la media ponderada—, el valor de neu tralidad y los límites de l os rangos de confort estimados a par tir del enfoque adaptativo resultaron con una magnitud superior a los estimados con el enfoque predictivo; la diferencia entre cada par de datos homólogos osciló entre 0,2 K y 1,1 K, y su pronunciamiento se nota c on mayor claridad conforme se observan los resultados de - 1 DS a + 2 DS, es decir, conforme la estimación de resultados tiende a los límites superiores de los rangos de confort. Adicionalmente, es posible observar que, en c uanto a l a amplitud con la que r esultaron los rangos de confort, los valores obtenidos con el enfoque adaptativo superan en magnitud a los obtenidos con el enfoque predictivo. Así, en tanto el rango de confort reducido resultó en 2,3 K con el enfoque adaptativo, con el enfoque predictivo fue de 2,0 K ; asimismo, mientras el rango de confort extenso con los estudios de sitio estuvo definido por 4,7 K, con los estudios de laboratorio resultó en 4,0 K. De esta manera, la diferencia entre los rangos de confort reducidos (estimados por ambos enfoques de estudio) fue de 0,3 K, mientras que la obtenida con los rangos de confort extensos fue de 0,7 K. La diferencia identificada entre los resultados homólogos estimados individualmente con cada enfoque de estudio podría parecer, visualmente, más pronunciada (de lo que en realidad es) en el gráfico mostrado a continuación (Figura 124); sin embargo, es importante mencionar que ese efecto fue producto de la escala que se manejó en el eje de las ordenadas (X) cuyo fin fue lograr mayor claridad de interpretación del contenido mostrado. El criterio de manejar una escala de menor intervalo en el eje de l a TBS (de 20 °C a 26 ° C), respecto a l a utilizada en los gráficos elaborados para los otros periodos de es tudio, se planteó en correspondencia con la estrecha amplitud con la que resultaron los rangos de confort de este periodo específicamente (debido a la influencia de la HR que da l ugar en este periodo). En este sentido, es posible apreciar que l as diferencias no son representativas si se observa que ninguna de ellas resultó superior a 1,1 K.

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Figura 124. Comparación y ajuste de los valores de TBS estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo de transición húmedo: Septiembre (Elaboración propia).

En este periodo de estudio también fue posible observar que mientras que con el enfoque adaptativo se manifestó mayor tolerancia a temperaturas superiores a la de confort (1,3 K de intervalo entre la Tn y el límite superior del rango de c onfort reducido y 2,9 K entre la Tn y el límite superior del rango de c onfort extenso), con el enfoque predictivo se manifestó mayor tolerancia a temperaturas inferiores a ésta (1,0 K de intervalo entre la Tn y el límite inferior del rango de confort reducido y 2,0 K entre la Tn y el límite inferior del rango de confort extenso), por lo que, de esta manera, se puede interpretar que los mecanismos de termorregulación humana, por sí solos, actúan de una for ma más efectiva frente a c ondiciones de t emperatura baja (inferior a las del rango de confort) permitiendo una aclimatación superior en ST tendientes a lo frío; en tanto que la adaptación de los sujetos permite ampliar su tolerancia a ST tendientes a lo caluroso (fenómeno observado, de igual manera pero con actuación inversa, en el periodo de transición seco).

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Cada uno de los valores ajustados (neutralidad y límites superior e inferior de los rangos de confort reducido y extenso) resultó intermedio a sus dos homólogos estimados, de forma individual, con base en cada uno d e los enfoques de estudio. No obstante, cada uno de dichos valores se muestra con mayor aproximación a su homólogo estimado con el enfoque adaptativo, debido a que la muestra de análisis empleada en los estudios de sitio representó el 67,7 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de TBS para este periodo; es decir, el doble que el tamaño de la submuestra utilizada para estimar los valores de confort con los estudios de laboratorio (prácticamente 2,1 veces el tamaño de la submuestra). De esta manera, los valores ajustados de TBS para el periodo de transición húmedo resultaron en 20,3 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 21,1 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 22,1 °C, para el valor de neutralidad; en 23,3 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 24,7 °C, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 2,1 K, y, una d el rango de c onfort extenso de 4 ,5 K, ambos asimétricos al valor de neutralidad (con mayor tolerancia a temperaturas superiores a la de termopreferendum) y no proporcionales entre sí (similar a los obtenidos con el enfoque adaptativo). 6.3.2. Comparación y ajuste de la Humedad Relativa En este aparado y sus derivados se describe el análisis comparativo y el ajuste de resultados aplicados a los valores de HR estimados con el método de MIST a partir del procesamiento de las RSTP recabadas con la muestra analizada a partir del enfoque adaptativo y la submuestra estudiada con base en el enfoque predictivo durante los cuatro periodos térmicos representativos de un año típico en la ciudad de Pachuca. Para ello, se confrontaron los resultados de la HR (valor de neutralidad y rangos de confort) obtenidos con ambos enfoques de estudio para un mismo periodo de an álisis y, posteriormente, se realizó el ajuste correspondiente a partir de la aplicación de la media ponderada. En este análisis se observó que la humedad relativa neutra (HRn) fue próxima en los periodos de transición térmica (PTs y PTh) y divergente en los periodos térmicos extremos (PF y PC) a partir de los valores obtenidos con cada enfoque de estudio. No obstante, en el primero de los casos, la característica que definió la diferencia entre los resultados obtenidos de forma individual por cada enfoque de es tudio y, a s u vez, a los valores ajustados para el PTs y el PTh, fue l a amplitud con la que resultaron los rangos de confort. 501

6.3.2.1. Periodo frío La muestra de anál isis a par tir de l a cual se estimaron los valores de c onfort de l a HR (neutralidad y rangos de confort), con base en la ST percibida por los sujetos en los estudios de sitio (enfoque adaptativo), para este periodo de análisis, estuvo definida por 392 observaciones (ver Periodo frío, pág. 396); en tanto, el tamaño de la submuestra empleada para la estimación de esos valores, a par tir de l as RSTP recabadas en l os estudios de laboratorio (enfoque predictivo), fue de 145 obs ervaciones (ver Periodo frío, pág. 464). De esta manera, la muestra analizada en los estudios de sitio representó el 73,0 % del total de observaciones procesadas para la estimación de l os valores de H R para este periodo, mientras que l a submuestra analizada en los estudios de laboratorio representó el 27,0 % de ellas (prácticamente un tercio de la muestra analizada en los estudios de sitio). Pese a la evidente desproporción de la muestra-submuestra utilizadas por el enfoque adaptativo y el enfoque predictivo, respectivamente, para la estimación de dichos valores, en la Figura 99 (pág. 397) y la Figura 115 (pág. 465), a partir de las cuales se estimó cada uno de los valores de confort de la HR para este periodo con base en los enfoques de estudio ya mencionados, se observó un comportamiento gráfico similar en el trazo de las RLS (diagrama de dispersión, correlación inversa de variables, dirección o tendencia, convergencia-divergencia respecto a la RLS media, etc.). No obstante, en características tales como las categorías de ST involucradas en cada análisis correlacional (enfoque de estudio) y la desproporción en los coeficientes de determinación, se observaron diferencias puntuales durante el análisis comparativo de cada enfoque de estudio. Adicionalmente, fue pos ible identificar divergencia en e l grado de i nclinación con el que c ada RLS marcó la tendencia de l a correlación en c ada enfoque de es tudio (las RLS del enfoque adaptativo mostraron una inclinación superior a la mostrada por las del enfoque predictivo), lo que influyo en la estimación de cada resultado y en las amplitudes de los rangos de confort (las de los estudios de sitio fueron superiores a las de los estudios de laboratorio). Dichas características diferenciales se debieron al origen de los datos (estudios de sitio o estudios de laboratorio) a partir de los cuales se llevó a cabo el procesamiento en cada caso. En la Figura 125 se presentan, matricial y gráficamente, los resultados obtenidos para el valor de neutralidad y los rangos de confort (reducido y extenso) de la HR para el periodo frío a partir de la aplicación individual de ambos enfoques de estudio, así como los valores resultantes del ajuste aplicado a cada par de datos homólogos con base en la media ponderada. 502

Figura 125. Comparación y ajuste de los valores de HR estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo frío: Enero (Elaboración propia).

Como se puede apreciar, los valores estimados a partir del enfoque predictivo resultaron con una magnitud superior a los estimados con el enfoque adaptativo (valor de neutralidad y límites de los rangos de c onfort); la diferencia entre cada par de v alores homólogos osciló entre 10,8 % y 19,6 %, misma que se aprecia con mayor divergencia conforme se observan los resultados de + 2 DS a - 2 DS, es decir, conforme la estimación de resultados tiende a los límites inferiores de los rangos de confort. Caso contrario fue la amplitud con la que r esultaron los rangos de c onfort, en donde l os intervalos obtenidos con el enfoque adaptativo superan a l os obtenidos con el enfoque predictivo. Así, en tanto el

rango de c onfort reducido resultó en 20,4 % con el enfoque

adaptativo, con el enfoque predictivo fue de 16,0 %; asimismo, mientras el rango de c onfort extenso con los estudios de s itio estuvo definido en 40,8 %, con los estudios de laboratorio resultó en 32,0 %. Como se puede observar, la diferencia entre los rangos de confort reducidos 503

(estimados por ambos enfoques de estudio) fue de 4,4 %, mientras que l a obtenida con los rangos de confort extensos fue de 8,8 %, valores proporcionales entre sí. De acuerdo con el gráfico anterior (Figura 125), es innegable la discrepancia que dio lugar con la comparación de los valores de confort hígrico obtenidos individualmente con ambos enfoques de estudio; la cual, a su vez, debido a l a desproporcionalidad con la que r esultaron las amplitudes de los rangos de confort en cada caso, visualmente se puede percibir más acentuada. Como se puede apreciar, la diferencia no s ólo radicó en los resultados estimados con base en cada enfoque, sino también en el tamaño de la muestra y la submuestra a partir de las cuales fue posible llevar a cabo el procesamiento y el análisis de datos de forma individual. De esta manera, es posible suponer que las diferencias identificadas entre los valores de confort hígrico estimados con ambos enfoques de estudio se deben a las bases que sustentan la aplicación metodológica de cada uno de ellos; es decir, en tanto con el enfoque adaptativo la respuesta de los sujetos se refleja bajo un nivel psicofisiológico, con el enfoque predictivo la respuesta es de tipo fisiológico exclusivamente, lo que per mite subestimar la capacidad de adaptación que los sujetos pueden adoptar bajo circunstancias controladas de laboratorio. Cada uno d e los valores ajustados (neutralidad y límites superior e i nferior de l os rangos de confort reducido y extenso) resultó intermedio a s us dos homólogos estimados, de for ma individual, con base en cada uno de los enfoques de estudio. No obstante, cada uno de dichos valores se muestra con mayor aproximación a su homólogo del enfoque adaptativo, debido a que la muestra de análisis empleada en los estudios de sitio representó el 73,0 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR para este periodo; es decir, prácticamente tres veces más que el tamaño de la submuestra utilizada para estimar los valores de confort con los estudios de laboratorio (enfoque predictivo). Con lo anterior, el ajuste de los valores de la HR para el periodo frío quedó definido en 23,6 % para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 34,4 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 44,5 %, para el valor de neutralidad; en 53,7 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 62,0 %, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 19,3 %, y, una del rango de confort extenso de 38,4 %, ambos asimétricos al valor de neutralidad (con mayor tolerancia a HR inferiores a la de confort) y no proporcionales entre sí (al igual que los obtenidos con el enfoque adaptativo). 504

6.3.2.2. Periodo transición (seco) Los valores de confort hígrico (neutralidad y rangos de confort) estimados para el periodo de transición seco, a partir de los estudios de s itio (enfoque adaptativo), fueron producto del análisis de una m uestra poblacional conformada por 331 observaciones (ver Periodo transición (seco), pág. 400); mientras tanto, la submuestra utilizada para el mismo fin, a partir de los estudios de laboratorio (enfoque predictivo), estuvo definida por 269 observaciones (ver Periodo transición (seco), pág. 468). Con ello, el tamaño de la muestra analizada en los estudios de sitio representó el 55,2 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR para este periodo, mientras que la submuestra analizada en los estudios de l aboratorio representó el 44,8 % de e llas (lo que equivale, prácticamente, a cuatro quintas partes de la muestra analizada en los estudios de sitio). Ahora bien, si se observan los gráficos correspondientes con la correlación y el a nálisis de datos a partir de los cuales fue posible la estimación de los valores de c onfort hígrico para este periodo con base en cada enfoque de estudio (ver Figura 100 y Figura 116, págs. 402 y 469, respectivamente), se puede apreciar que las RLS - 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS mostraron un comportamiento gráfico similar en los diagramas de dispersión en cuanto a categorías de ST involucradas, tipo de correlación entre variables (inversa), tendencia (dirección) de las RLS, valor de la pendiente, y, convergencia-divergencia respecto a la RLS media, lo que indica, entonces, que las características diferenciales encontradas entre ellas se debieron al origen de los datos a partir de los cuales se llevó a cabo el procesamiento en cada caso (estudios de sitio o estudios de laboratorio). Los elementos gráficos que permitieron establecer la diferencia determinante entre las RLS de cada enfoque de estudio fue el grado de inclinación con el que cada una de ellas marcó la tendencia de la correlación y la aproximación (entre sí mismas) con la que cada una resultó. De esta manera, es importante mencionar que pese a l a similitud con la que resultaron trazadas las RLS en cada enfoque de es tudio, las del enfoque predictivo mostraron una inclinación y una aproximación superior (menor pendiente y disposición contigua, respectivamente) a la mostrada por las del enfoque adaptativo, lo que influyó en la estimación de la magnitud de cada resultado (valor de neutralidad y rangos de confort) y en qu e las amplitudes de los rangos de c onfort obtenidas a partir de los estudios de sitio fueran superiores a las estimadas con base en los estudios de laboratorio.

505

Como se puede apreciar en la Figura 126 —la cual hace referencia a los resultados obtenidos individualmente con cada enfoque de estudio y al ajuste correspondiente a cada par de dato s homólogos con base en la media ponderada—, los valores del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS), del límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS) y de la HRn (neutral), estimados a partir del enfoque predictivo, resultaron con una magnitud superior a los estimados con el enfoque adaptativo; la diferencia entre cada par de valores homólogos mencionado osciló entre 1,4 % y 10,3 %, la cual se vislumbra con mayor divergencia conforme se observan los resultados en el sentido generado del valor de neutralidad al valor de - 2 DS, es decir, conforme la estimación de resultados tiende a los límites inferiores de los rangos de confort. Caso contrario lo presentaron los valores del límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS) y del límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 DS) estimados con base en el enfoque predictivo, cuya magnitud resultó inferior a la obtenida con el enfoque adaptativo; aquí, la diferencia fue de 3,0 % y 7,4 %, respectivamente. En cuanto a la amplitud de los rangos de confort, se puede observar una di ferencia de 8,9 %

entre los rangos reducidos (estimados

individualmente con cada enfoque de estudio) y, una de 17,8 %, entre los rangos extensos (valores proporcionales entre sí), observándose con mayor magnitud, en ambos casos, los valores estimados con el enfoque adaptativo. Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort hígrico (neutralidad y rangos de c onfort) estimados con el enfoque predictivo resultaron dentro del intervalo generado con los valores de HR obtenidos con el enfoque adaptativo, característica observada únicamente en ambos periodos de transición térmica (PTs y PTh). Por ende, durante el proceso de ajuste de resultados, esta situación influyó en el cálculo de los valores finales de confort, los cuales, al igual que los obtenidos individualmente con el enfoque predictivo, se concibieron intermedios al intervalo hígrico resultante de los valores estimados con el enfoque adaptativo. Asimismo, es importante mencionar que el valor de neutralidad estimado individualmente por cada enfoque de estudio resultó próximo entre sí, en tanto que con los estudios de sitio resultó en 47,4 %, con los estudios de laboratorio fue de 48,8 %. Desde el punto de vista hígrico, el 1,4 % de diferencia entre ambas HRn es despreciable; no obstante, el parámetro que marcó la diferencia entre ambos casos fue la amplitud con la que se generaron los rangos de confort. De esta manera, se puede interpretar que ambos enfoques coincidieron en la estimación de la HRn para este periodo, por lo que el ajuste de ésta podría considerarse despreciable.

506

Figura 126. Comparación y ajuste de los valores de HR estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo de transición seco: Marzo (Elaboración propia).

Cada uno de los valores ajustados resultó intermedio a sus dos homólogos estimados con cada enfoque de estudio, no obstante, con mayor aproximación a los obtenidos con el enfoque adaptativo, debido a que la muestra de análisis empleada en los estudios de sitio representó el 55,2 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR para este periodo (prácticamente 1,2 veces el tamaño de la submuestra analizada en laboratorio). De esta manera, los valores ajustados de HR para el periodo de transición seco resultaron en 32,0 % para el límite inferior del rango de c onfort extenso (- 2 DS); en 40,0 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 48,0 %, para el valor de neutralidad; en 56,2 %, para el límite superior del rango de c onfort reducido (+ 1 D S); y, en 64,4 %, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 16,2 %, y, una del rango de c onfort extenso de 32,4 %, ambos asimétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. 507

6.3.2.3. Periodo cálido La muestra poblacional analizada en los estudios de s itio (enfoque adaptativo) para llevar a cabo la estimación de los valores de confort hígrico (neutralidad y rangos de confort), para este periodo de estudio, estuvo definida por 285 observaciones (ver Periodo cálido, pág. 404); mientras tanto, la submuestra empleada para la estimación de esos valores, a partir de los estudios de laboratorio (enfoque predictivo), fue de 280 observaciones (ver Periodo cálido, pág. 472). Con esto, la muestra analizada en los estudios de sitio representó el 50,4 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR para este periodo, mientras que la submuestra analizada en los estudios de l aboratorio representó el 49,6 % (lo que equivale prácticamente a otro tanto de la muestra analizada en los estudios de sitio). Adicional a la similitud observada en los tamaños de la muestra y la submuestra analizadas con los enfoques de es tudio, a par tir de la Figura 101 (pág. 405) y l a Figura 117 (pág. 473) —gráficos correspondientes con la correlación y el análisis de datos a partir del enfoque adaptativo y el enfoque predictivo, respectivamente— fue posible apreciar un comportamiento gráfico similar en el trazo de las RLS (diagrama de dispersión, correlación inversa de variables, dirección, valor proporcional de l a r2, pendiente, convergencia-divergencia respecto a l a RLS media, etc.); sin embargo, es posible asumir que las minúsculas diferencias encontradas entre cada par de ellas fueron producto del origen de los datos a partir de los cuales se llevó a cabo el procesamiento en cada caso (estudios de sitio o estudios de laboratorio). No obstante, la característica que permitió establecer la diferencia determinante entre las RLS de cada enfoque de estudio fue el grado de inclinación con el que cada una de el las marcó la tendencia de la correlación; es decir, pese a la similitud con la que resultaron trazadas las RLS con cada enfoque de estudio, las del enfoque adaptativo mostraron una inclinación superior (menor pendiente) a la mostrada por las del enfoque predictivo; esto influyó en el valor de cada resultado obtenido (neutralidad y límites de l os rangos de confort), así como para que las amplitudes de los rangos de confort estimadas a partir de los estudios de sitio fueran superiores a las estimadas con los estudios de laboratorio. En la Figura 127 se presentan, matricial y gráficamente, los resultados obtenidos para el valor de neutralidad y los rangos de confort (reducido y extenso) de la HR para el periodo cálido a partir de la aplicación individual de ambos enfoques de estudio, así como los valores resultantes del ajuste aplicado a cada par de datos homólogos con base en la media ponderada. 508

Figura 127. Comparación y ajuste de los valores de HR estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo cálido: Mayo (Elaboración propia).

Como se puede apreciar, los valores estimados a partir del enfoque predictivo resultaron con una magnitud superior a los estimados con el enfoque adaptativo (valor de neutralidad y límites de los rangos de confort); la diferencia entre cada par de valores homólogos osciló entre 3,0 % y 15,4 %, misma que se puede apreciar con mayor una divergencia más acentuada conforme se observan los resultados de + 2 DS a - 2 DS, es decir, conforme la estimación de resultados tiende a los límites inferiores de los rangos de confort. Caso contrario fue la amplitud con la que r esultaron los rangos de c onfort, en donde l os intervalos obtenidos con el enfoque adaptativo superaron a los obtenidos con el enfoque predictivo. Así, en tanto el

rango de c onfort reducido resultó en 17,4 % con el enfoque

adaptativo, con el enfoque predictivo fue de 11,1 %; asimismo, mientras el rango de c onfort extenso con los estudios de s itio estuvo definido en 34,7 %, con los estudios de laboratorio resultó en 22,2 %. Como se puede observar, la diferencia entre los rangos de confort reducidos 509

(estimados por ambos enfoques de estudio) fue de 6,3 %, mientras que l a obtenida con los rangos de confort extensos fue de 12,5 %, cifras prácticamente proporcionales entre sí. De acuerdo con los valores obtenidos de forma individual con cada enfoque de estudio (Figura 125), fue evidente la discrepancia que se obtuvo de la comparación de cada par de resultados homólogos; la cual, a su vez, debido a la desproporcionalidad con la que resultaron las amplitudes de los rangos de confort en cada caso, visualmente se pudo percibir más acentuada. Si bien, la diferencia entre valores se presentó por cada par de resultados estimados con base en ambos enfoques de estudio, no fue así en el análisis comparativo de los tamaños de la muestra y la submuestra empleados para llevar a cabo el procesamiento y el análisis de datos de forma individual, ya que, en ambos casos, la cantidad de observaciones a partir de la cual fue conformada cada una de ellas resultó próxima entre sí, por lo que, prácticamente, el total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR, para este periodo, fue distribuido en tamaños iguales entre la muestra de los estudios de sitio y la submuestra de los estudios de laboratorio. De esta manera, es posible suponer que l as diferencias identificadas entre los valores de confort hígrico estimados con ambos enfoques de estudio se deben a l as bases que sustentan la aplicación metodológica de cada uno de ellos; es decir, en tanto con el enfoque adaptativo la respuesta de los sujetos se refleja bajo un nivel psicofisiológico, con el enfoque predictivo la respuesta es de tipo fisiológico exclusivamente, lo que per mite subestimar la capacidad de adaptación que los sujetos pudieran adoptar bajo circunstancias controladas de laboratorio. Por otro lado, es posible observar que cada uno de los valores ajustados resultó intermedio a sus dos homólogos estimados —inclusive, se podría considerar que prácticamente a la mitad de ellos—, debido a que, como ya se señaló, la muestra y la submuestra empleadas para realizar los análisis individualmente representaron la mitad, en cada caso, del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR para este periodo. Con lo anterior, los valores ajustados de HR para el periodo cálido resultaron en 30,6 % para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 37,7 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 44,9 %, para el valor de neutralidad; en 52,0 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 59,1 %, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 14,3 %, y, una del rango de confort extenso de 28,5 %, ambos simétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí (al igual que los obtenidos individualmente con cada enfoque de estudio). 510

6.3.2.4. Periodo transición (húmedo) El tamaño de l a muestra analizada que di o origen a l a estimación de los valores de c onfort hígrico (neutralidad y rangos de confort) del periodo de transición húmedo, a partir del enfoque adaptativo, estuvo definido por 381 observaciones (ver Periodo transición (húmedo), pág. 408); no obstante, el tamaño de la submuestra con la que s e estimaron dichos valores, a par tir del enfoque predictivo, se conformó de 185 observaciones (ver Periodo transición (húmedo), pág. 476). De esta manera, es posible determinar que el 67,3 % del total de observaciones procesadas, para la estimación de los valores de HR de este periodo, correspondió a la muestra analizada en los estudios de sitio, mientras que el 32,7 % de ellas, a la submuestra analizada en los estudios de laboratorio. En este sentido, la submuestra de laboratorio representó prácticamente la mitad de la muestra analizada en los estudios de sitio. Ahora bien, si se observan los gráficos correspondientes con la correlación y el a nálisis de datos a pa rtir de los cuales fue posible la estimación de los valores de c onfort hígrico para este periodo con base en cada enfoque de estudio (ver Figura 102 y Figura 118, págs. 409 y 477, respectivamente), se puede apreciar que las RLS - 2 DS, - 1 DS, media, + 1 DS y + 2 DS mostraron un comportamiento gráfico similar en los diagramas de dispersión en cuanto a categorías de ST involucradas, tipo de correlación entre variables (inversa), tendencia (dirección) de las RLS, valor de la pendiente, y, convergencia-divergencia respecto a la RLS media, lo que indica, entonces, que las características diferenciales encontradas entre ellas se debieron al origen de los datos a partir de los cuales se llevó a cabo el procesamiento en cada caso (estudios de sitio o estudios de laboratorio). No obstante, los elementos gráficos que permitieron establecer la diferencia determinante entre las RLS de cada enfoque de estudio fue el grado de inclinación con el que cada una de ellas marcó la tendencia de la correlación y la aproximación (entre sí mismas) con la que cada una resultó. De esta manera, es importante mencionar que pese a la similitud con la que resultaron trazadas las RLS en cada enfoque de estudio, las del enfoque predictivo mostraron una inclinación y una aproximación superior (menor pendiente y disposición contigua, respectivamente) a la mostrada por las del enfoque adaptativo, lo que influyó en la estimación de la magnitud de cada resultado (valor de neutralidad y rangos de confort) y en qu e las amplitudes de los rangos de c onfort obtenidas a partir de los estudios de sitio fueran superiores a las estimadas con base en los estudios de laboratorio.

511

En la Figura 128 se presentan gráfica y matricialmente los resultados obtenidos individualmente con cada enfoque de estudio, asimismo, se muestra el ajuste aplicado a cada par de datos homólogos con base en la media ponderada. En ella se puede apreciar que los valores del límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), del límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS) y de la HRn (neutral), estimados a partir del enfoque adaptativo, resultaron con una m agnitud superior a l os estimados con base en el enfoque predictivo; la diferencia entre cada par de valores homólogos mencionado osciló entre 2,2 % y 6,2 %, la cual se puede percibir con mayor divergencia conforme se observan los resultados en el sentido generado del valor de neutralidad al valor de + 2 DS, es decir, conforme la estimación de resultados tiende a los límites superiores de los rangos de confort. Caso contrario lo presentó el valor del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS) del enfoque adaptativo, cuya magnitud resultó inferior a la estimada con el enfoque predictivo; aquí, la diferencia fue de 1,7 %. No obstante, fue posible identificar que en el caso particular del límite inferior del rango de c onfort reducido (- 1 DS) estimado con ambos enfoques de es tudio, los valores obtenidos resultaron con igualdad de magnitudes (54,3 %). En cuanto a la amplitud de los rangos de confort, se puede observar una diferencia de 4,4 % entre los rangos reducidos (estimados individualmente con cada enfoque de es tudio) y, una de 7 ,8 %, entre los rangos extensos, percibiéndose con mayor magnitud, en ambos casos, los valores estimados con el enfoque adaptativo. Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort hígrico (neutralidad y rangos de confort) estimados con el enfoque predictivo resultaron dentro del intervalo generado con los valores de HR obtenidos con el enfoque adaptativo, característica observada, como ya se mencionó, sólo en los periodos de transición térmica (PTs y PTh). Por ende, durante el ajuste de resultados, esta situación influyó en el cálculo de los valores finales de confort, los cuales, al igual que los obtenidos individualmente con el enfoque predictivo, se concibieron intermedios al intervalo hígrico resultante de los valores estimados con el enfoque adaptativo. Asimismo, es importante mencionar que el valor de neutralidad estimado individualmente por cada enfoque de estudio resultó próximo entre sí, en tanto que con los estudios de sitio resultó en 62,1 %, con los estudios de laboratorio fue de 59,9 %. Desde el punto de vista hígrico, el 2,2 % de diferencia entre ambas HRn podría considerarse despreciable; no obstante, el parámetro que marcó la diferencia entre ambos casos fue la amplitud con la que se generaron los rangos de confort.

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Figura 128. Comparación y ajuste de los valores de HR estimados con ambos enfoques de estudio para el periodo de transición húmedo: Septiembre (Elaboración propia).

Como se puede apreciar en el gráfico anterior (Figura 128), la diferencia no sólo radicó en los resultados estimados con base en cada enfoque, sino también en el tamaño de la muestra y la submuestra a partir de las cuales fue posible llevar a cabo el procesamiento y el análisis de datos de forma individual, ya que e n tanto la muestra utilizada a partir del enfoque adaptati vo representó dos terceras partes del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de H R de es te periodo, la submuestra procesada con base en el enfoque pr edictivo representó una tercera parte. De esta manera, es posible suponer que l as diferencias identificadas entre los valores de confort hígrico estimados con ambos enfoques de estudio se deben a l as bases que sustentan la aplicación metodológica de cada uno de ellos; es decir, en tanto con el enfoque adaptativo la respuesta de los sujetos se refleja bajo un ni vel psicofisiológico, con el enfoque pr edictivo la

513

respuesta es de ti po fisiológico exclusivamente, lo que per mite subestimar la capacidad de adaptación que los sujetos pueden adoptar bajo circunstancias controladas de laboratorio. Cada uno de los valores ajustados (neutralidad y límites superior e inferior de los rangos de confort reducido y extenso) resultó intermedio a sus dos homólogos estimados, de forma individual, con base en cada uno de los enfoques de estudio. No obstante, cada uno de dichos valores se muestra con mayor aproximación a su homólogo estimado con el enfoque adaptativo, debido a que la muestra de análisis empleada en los estudios de sitio representó el 67,3 % del total de observaciones procesadas para la estimación de los valores de HR para este periodo; es decir, el doble que el tamaño de la submuestra utilizada para estimar dichos valores con los estudios de laboratorio (prácticamente 2,1 veces el tamaño de la submuestra). De esta manera, los valores ajustados de HR para el periodo de transición húmedo resultaron en 47,0 % para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 54,3 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 61,4 %, para el valor de neutralidad; en 68,1 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 74,0 %, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 13,8 %, y, una d el rango de c onfort extenso de 27,0 %, ambos asimétricos al valor de neutralidad (con mayor tolerancia a HR inferiores a la de confort) y no proporcionales entre sí (similar a los obtenidos individualmente con cada enfoque de estudio). 6.3.3. Resumen de los valores ajustados a partir de ambos enfoques de estudio Con el procesamiento y el análisis de datos realizados, por un lado, a partir de los estudios de sitio (pág. 358), y, por otro, con base en los estudios de laboratorio (pág. 439), fue posible estimar, de forma individual y por periodo de análisis, cada uno de los valores de confort (neutralidad y rangos de confort) de las variables físicas (del ambiente térmico) que tuvo en común la aplicación de ambos enfoques de estudio (TBS y HR). Asimismo, con base en esos valores estimados, fue posible llevar a cabo el ajuste a cada par de datos homólogos con el fin de mediar los resultados de ambos enfoques en un valor único (neutralidad, y, límites y amplitudes de los rangos de confort) que respondiera de forma consistente a los requerimientos reales de la población blanco. Por lo anterior, fue necesario concentrar, de forma tabulada, cada uno de los ajustes obtenidos con el fin de encontrar un par ámetro de c omparación y/o divergencia a par tir del cual se identificara la variabilidad con la cual se ajustan los valores de confort de la TBS y la HR a lo

514

largo del año respecto a la sensación térmica percibida por los sujetos. Asimismo, con el fin de visualizar e identificar, de una forma clara, esas correlaciones entre los periodos de estudio, los datos ajustados se graficaron en un mismo diagrama por variable física analizada; paralelamente, se trazó una línea de unión que caracterizó de forma precisa la variabilidad con la que se observó el comportamiento de los valores neutros (estimados individualmente con cada enfoque de estudio) a lo largo de los periodos de estudio. Para ello, en la Tabla 70 se presentan sistemáticamente los siguientes valores ajustados (los cuales han sido clasificados por variable física y por periodo de estudio): cantidad total de observaciones procesadas con base en ambos enfoques de estudio para estimar los valores de confort de l a TBS o de la HR de un periodo de estudio específico (RSTP procesadas), límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS), límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS), valor de confort (neutral), límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS), límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), amplitud del rango extenso y amplitud del rango reducido. Como ya se ha mencionado, los periodos de estudio con base en los cuales se llevó a cabo, de igual manera, el ajuste de los valores de confort (neutralidad y rangos de confort) de cada una de las variables físicas analizadas con ambos enfoques de es tudio (TBS y HR) fueron: enero como el PF, marzo como el PTs, mayo como el PC y septiembre como el PTh.

Tabla 70. Tabla resumen de los valores ajustados de TBS y HR (estimados con base en ambos enfoques de estudio), por periodo de estudio (Elaboración propia).

Como se puede observar y se ha manifestado a lo largo de la metodología aplicada y el procesamiento de datos, la cantidad de observaciones que conformó el tamaño total de la muestra procesada para un mismo periodo de estudio (conjunto de o bservaciones conformado por la muestra analizada a partir de los estudios de sitio y la submuestra analizada con base en 515

los estudios de laboratorio), varió según la variable física analizada, de tal forma que ésta pudo ser diferente en cada caso; por ejemplo, la muestra utilizada en un mismo periodo para estimar (y, en este caso, ajustar) los valores de confort de la TBS pudo diferir de la muestra empleada para obtener los de la HR. Lo anterior fue producto de los ajustes que se aplicaron, en su momento, a cada situación, con el fin de mejorar la consistencia de los resultados estimados y el valor de la r2, tal como se detalló en cada uno de los subcapítulos presentados a lo largo de este capítulo. De esta manera, durante el ajuste de resultados —aplicado a cada par homólogo estimado con base en ambos enfoques de estudio—, el PTs se caracterizó por contar con la muestra de mayor tamaño en cada análisis de datos (TBS y HR); caso contrario, el PF, el cual, de igual manera, se caracterizó, pero por contener la muestra de análisis más pequeña en cada caso, así como por reflejar la mayor amplitud, con ambos rangos de confort, de las variables físicas analizadas. En la Figura 129 se representan gráficamente los valores ajustados de la TBS para cada periodo de estudio (valor de neutr alidad y rangos de confort), así como el tamaño total de la muestra a partir de la cual se llevó a cabo el procesamiento de datos para cada caso. En ella se puede apreciar que el PF, en correspondencia con las condiciones térmicas que por concepto alude, se caracterizó por resultar con la temperatura neutra (de bulbo seco) más baja de l os periodos analizados; en contraste, el PC resultó con el valor de neutralidad más alto. En lo que respecta a los periodos de transición (PTs y PTh), la temperatura neutra obtenida prácticamente fue la misma (con una divergencia de 0 ,3 K), sin embargo, la característica que permitió establecer la diferencia entre ellos fue la amplitud con la que resultaron sus rangos de confort. Con lo anterior, para el PTs se obtuvieron unas amplitudes de confort térmico de 7,5 K y 3,7 K para los rangos extenso y reducido, respectivamente; en tanto, las obtenidas para el PTh fueron de 4,5 K y 2,1 K. Con ello, se pudo confirmar que la amplitud con la que resultaron los rangos de confort fue el elemento determinante que marcó la diferencia entre el confort térmico de los periodos de transición; esto, debido a la influencia que ejerce la HR sobre la sensación térmica percibida por los sujetos en cada uno de los casos. Bajo este contexto, las amplitudes de confort térmico obtenidas para el PC fueron 7,4 K y 3,8 K, para los rangos extenso y reducido, respectivamente; por el contrario, las obtenidas para el PF fueron 7,9 K y 3,9 K, lo que s ugiere que durante este periodo, específicamente, dan lugar las condiciones térmicas extremas (mínimas) a partir de las cuales los sujetos manifiestan un grado mayor de tolerancia térmica respecto a las del resto de periodos en estudio. 516

Figura 129. Comparación gráfica de los valores ajustados de TBS, por periodo de estudio, con base en los resultados obtenidos con ambos enfoques de estudio (Elaboración propia).

Ahora bien, si se observan conjuntamente las amplitudes de ambos rangos del PF, el PTs y el PC (independientemente de los valores obtenidos para la neutralidad y los límites de l os rangos de confort, en cada caso), es posible identificar un grado de aproximación alto entre sí, es decir, en tanto las amplitudes del rango extenso resultaron en 7,9 K, 7,5 K y 7,4 K para el PF, el PTs y el PC, respectivamente, las amplitudes del rango reducido fueron 3,9 K, 3,7 K y 3,8 K, lo que permite vislumbrar que el grado de tolerancia térmica a lo largo del año es amplio de acuerdo con las condiciones higrotérmicas predominantes en el sitio estudiado (bioclima semi-frío seco), excepto por el manifestado en el PTh el cual tiende a ser más estrecho debido a la influencia de la HR, fenómeno cuya naturaleza se basa en las condiciones hígricas (y de precipitación pluvial) que dan lugar específicamente en este periodo. No obstante, si se analizan en conjunto, desde un punto de v ista más detallado, los cuatro periodos de estudio, es posible identificar una disminución gradual en la amplitud de los rangos de confort (reducido y extenso), independientemente de la magnitud con la que haya resultado el valor de neutr alidad (confort) y los límites de los rangos de c onfort en cada caso. En este sentido, las amplitudes de confort del PF fueron superiores respecto a las del resto de periodos estudiados, pese a que su valor de neutralidad fue el más bajo estimado (21,1 °C); caso 517

contrario fueron las amplitudes del PTh que representaron las más estrechas de los periodos estudiados. Este fenómeno aplicó, de igual manera, durante el ajuste y la presentación de los valores de confort ajustados de la HR (ver Figura 130, pág. 519). Asimismo, fue pos ible observar que, i ndependientemente de la amplitud con la que resultaron los rangos de confort térmico en cada periodo de estudio, los límites de ambos rangos (reducido y extenso) siguieron la trayectoria (de ascenso - descenso) establecida por el valor de neutralidad a lo largo de los periodos de es tudio. De igual manera, otra característica que es importante mencionar es que, en el caso particular del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS) de cada periodo estudiado, resultó una trayectoria ascendente conforme las condiciones térmicas variaron a l o largo del año (el valor mínimo correspondió con el PF y el máximo con el PTh). Lo anterior resulta natural si se observa que la trayectoria térmica del PF al PC se manifiesta en ascenso, y, que el PTh, por efecto de la HR, refleja una amplitud reducida entre los límites de los rangos de confort, lo que permite que el límite inferior del rango extenso se ubique por encima del de los otros periodos. También fue posible observar que la discrepancia originada con cada par homólogo de valores ajustados (neutralidad y límites de los rangos de confort) entre los periodos de estudio correspondientes a la mitad fría del año (PTh y PF) fue p ronunciada; en tanto, la correspondiente a los periodos de la mitad calurosa del año (PTs y PC) fue con valores próximos entre sí (diferencia máxima de 0, 9 K). En este sentido, los valores de confort ajustados del PTs son similares a los del PC, la diferencia radica en que los obtenidos para el PC están hasta 0,9 K por encima de los obtenidos para el PTs, situación natural al observar que el PC por concepto alude a l a temperaturas altas del año e n Pachuca, mientras que el PTs representa al periodo que por concepto ofrece la transición térmica (ascendente) entre el PF y el PC. Por último, como se puede obs ervar en el

gráfico analizado hasta ahora (Figura 129),

prácticamente las tres líneas de unión que caracterizaron la trayectoria de los valores de neutralidad obtenidos con base en l os estudios de s itio (línea punteada r oja), los estudios de laboratorio (línea punteada azul) y el ajuste aplicado a l os resultados de ambos enfoques de estudio (línea continua gris), resultaron con poca discrepancia desde el punto de vista gráfico y estadístico (una diferencia máxima de 1,0 K en el PF, una mínima de 0,2 K en el PTh y una intermedia de 0,3 K en el PTs y el PC), lo que indica que la Tn obtenida, por periodo de estudio,

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ya sea a partir de la estimación individual con base en cada enfoque de estudio, o, a par tir del ajuste realizado con base en l a confrontación (comparación) de ambos enfoques, expresa un alto grado validación desde el punto de vista estadístico y fenomenológico. Por otro lado, el gráfico que permitió presentar los valores ajustados de la HR para cada periodo de estudio, así como el tamaño total de l a muestra a par tir de l a cual se llevó a c abo el procesamiento de datos para cada caso y la trayectoria de la HRn obtenida individualmente con la aplicación de ambos enfoques de estudio, se da a conocer en la Figura 130. En ella se puede apreciar que el PTh, en correspondencia con las condiciones hígricas que por concepto alude, se caracterizó por resultar con la HRn más alta de l os periodos analizados; en c ontraste, los periodos térmicos extremos (PF y PC) resultaron con el valor de neutralidad más bajo (y próximo entre sí, con una divergencia de 0 ,4 %; sin embargo, la característica que permitió establecer la diferencia entre ellos fue la amplitud con la que resultaron sus rangos de confort). En lo que r especta al PTs, la HRn obtenida se ubicó intermedia a l os dos valores neutros extremos ya referenciados (con 48,0 %).

Figura 130. Comparación gráfica de los valores ajustados de HR, por periodo de estudio, con base en los resultados obtenidos con ambos enfoques de estudio (Elaboración propia).

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De acuerdo con el gráfico anterior (Figura 130), los valores ajustados de las HRn presentaron una trayectoria inversa a la mostrada por los valores ajustados de las Tn (de bulbo seco) a lo largo del año. Es decir, en tanto la TBS neutra mostró un ascenso uniforme en la mitad calurosa del año (PTs y PC), la HRn observó un descenso en el mismo periodo; no obstante, caso distinto fue el que se apreció durante la mitad fría del año (PTh y PF), donde las condiciones neutras tanto de la TBS como de la HR presentaron un descenso uniforme. De esta manera, para el PF se obtuvieron unas amplitudes de confort hígrico de 38, 4 % y 19,3 % para los rangos extenso y reducido, respectivamente; en tanto, las obtenidas para el PC fueron de 28,5 % y 14,3 % . Con ello, se pudo confirmar que la amplitud con la que resultaron los rangos de confort fue el elemento determinante que marcó la diferencia entre el confort hígrico de los periodos térmicos extremos; esto, debido a la influencia que ejercen las condiciones térmicas sobre la presencia y la percepción de las hígricas en cada uno d e los casos. Bajo este contexto, las amplitudes de confort hígrico obtenidas para el PTs fueron 32,4 % y 16,2 %, para los rangos extenso y reducido, respectivamente; mientras que las obtenidas para el PTh fueron 27,0 % y 13,8 %. Como se puede apreciar, el periodo que resultó con la mayor amplitud en sus rangos de confort fue el PF —en correspondencia con las condiciones térmicas que por concepto alude y de acuerdo con lo que Fuentes (2004) menciona respecto a que a temperaturas mínimas, condiciones máximas de HR, y viceversa—, lo que sugiere que durante este periodo, específicamente, dan lugar las condiciones higrotérmicas necesarias a partir de las cuales los sujetos manifiestan un grado mayor de tolerancia hígrica respecto a las del resto de periodos en estudio. No obstante, si se analizan en conjunto, desde un punto de v ista más estricto (minucioso), los cuatro periodos de estudio, es posible identificar una disminución gradual en la amplitud de los rangos de c onfort (reducido y extenso), independientemente de l a magnitud con la que hay a resultado el valor de neutralidad (confort) y los límites de los rangos de confort en cada caso. En este sentido, las amplitudes de c onfort del PF fueron superiores respecto a l as del resto de periodos estudiados, pese a que su valor de neutralidad fue el más bajo estimado (44,5 %); caso contrario fueron las amplitudes del PTh que representaron las más estrechas de los periodos estudiados, y, en correspondencia, su valor de n eutralidad fue el más alto estimado (61,4 %). Como ya se había mencionado en párrafos anteriores, esta característica se mostró, de igual manera, en el ajuste de valores de la TBS (ver Figura 129, pág. 517).

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Tanto los límites del rango de confort reducido (± 1 DS), como los del rango de confort extenso (± 2 DS), en todos los periodos, mostraron una trayectoria similar (de ascenso-descenso) a la trazada por los valores de neutralidad a lo largo del año, independientemente de la amplitud con la que resultaron los rangos en cada caso. No obstante, las características determinantes que permitieron diferenciar el confort hígrico en c ada uno de l os periodos estudiados fueron, sin lugar a duda, el valor de neutralidad y la amplitud de los rangos de confort. Es importante mencionar que los valores ajustados de confort del PTh (neutralidad y límites de los rangos de confort) resultaron por encima de los obtenidos para los demás periodos de estudio; esto, en c orrespondencia con las condiciones hígricas que por concepto alude este periodo, específicamente, a lo largo del año. Por último, de acuerdo con la Figura 130 (pág. 519), prácticamente las tres líneas de unión que caracterizaron la trayectoria de l as HRn obtenidas con base en l os estudios de sitio (línea punteada roja), los estudios de laboratorio (línea punteada azul) y el ajuste de ambos enfoques de estudio (línea continua gris), resultaron con poca discrepancia entre sí en l os periodos de transición térmica (PTs y PTh) —con una diferencia máxima de 1,4 % en el PTs y una de 2,2 % en el PTh— y una más acentuada, desde el punto d e vista gráfico y matemático, en los periodos térmicos extremos (PF y PC) —con una diferencia máxima de 12,9 % en el PF y una de 9,2 % en el PC—. Lo anterior indica que las HRn obtenidas en el primero de los casos, ya sea a partir de la estimación individual con base en cada enfoque de es tudio, o, a par tir del ajuste realizado con base en l a confrontación (comparación) de ambos enfoques, expresa un alto grado validación desde el punto de v ista estadístico y fenomenológico; no obstante, en el segundo de el los, dicho grado de v alidación sólo se puede observar entre las HRn obtenidas con base en l os estudios de sitio y con base en el ajuste realizado con ambos enfoques de estudio, ya que las HRn obtenidas con los estudios de laboratorio se ubicaron en magnitudes más altas que las estimadas con los estudios de sitio (lo que sugirió mayor tolerancia hígrica con los estudios de laboratorio que con los estudios de sitio en los periodos térmicos extremos). De esta manera, los valores ajustados de H R fueron influenciados en mayor medida por los obtenidos con el enfoque adaptati vo, debido a que en todo m omento la muestra analizada en cada uno de los periodos a partir de este enfoque fue superior a la utilizada en la correlación y el análisis de datos con base en el enfoque predictivo. 521

6.4. Comparación entre los resultados del enfoque predictivo según periodo de aplicación Como aporte adicional de es ta investigación, en este apartado se presenta un anál isis comparativo de los valores de c onfort (neutralidad, y, límites y amplitudes de los rangos de confort) estimados, por periodo de estudio y con base en las correlaciones de la TBS - ST y la HR - ST (variables físicas manipuladas, monitoreadas y registradas en laboratorio), a partir de la aplicación individual del enfoque p redictivo (pruebas experimentales a partir de condiciones controladas de l aboratorio), durante los periodos térmicos extremos de un año típico en la ciudad de Pachuca: cálido (mayo) y frío (enero). La correlación de datos y el modelado de resultados se realizaron, de igual manera, con la aplicación estadística del método de MIST; no obstante, la interpretación de resultados en cada uno de los subcapítulos que a c ontinuación se presentan se estableció de forma resumida, es decir, a partir de la interpretación de la tabla y el gráfico que concentraron, de forma paralela, los valores de confort estimados en cada caso, sin llegar a realizar la redacción detallada del análisis de datos descrita en los subcapítulos 6.1 (pág. 358) y 6.2 (pág. 439) de es ta investigación (subcapítulos en los que se presentó la interpretación de resultados obtenidos con el MIST a partir del enfoque adaptativo y el enfoque predictivo, respectivamente). Asimismo, con el desarrollo de este apartado se da cumplimiento con el objetivo específico 5 (pág. 16) planteado al inicio de esta investigación y cuyo cometido fue: “Identificar las posibles divergencias entre los resultados obtenidos con los estudios del enfoque predictivo desarrollados en el periodo cálido y los obtenidos en los estudios practicados durante el periodo frío (periodos térmicos extremos) en la ciudad de Pachuca; con el fin de encontrar el posible grado de afectación en que distintos factores concebidos en sitio (aclimatación periódica y adaptación psicológica: expectativas) influyen en la sensación térmica de los sujetos evaluados bajo condiciones de ambiente controlado”. Como ya se mencionó, los estudios de l aboratorio se desarrollaron durante los periodos térmicos extremos de un año típico en la ciudad de Pachuca; el primero, en mayo de 2013, y, el segundo, en enero de 2014. No obstante, los resultados del enfoque predictivo considerados para realizar la comparación y el ajuste respecto a l os estimados a par tir del enfoque adaptativo, corresponden con los obtenidos con el procesamiento y el análisis de datos que consideraron a l a totalidad de ob servaciones recabadas con los estudios de laboratorio en

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ambos periodos de aplicación (base de d atos total o g eneral), tal cual se describió en el subcapítulo Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Predictivo (pág. 439). Con base en lo anterior, y con el fin de optimizar durante la redacción el espacio de las líneas de texto que contengan cada uno de los periodos de aplicación antes señalados, a continuación se definen las abreviaturas (representación textual) que, en adelante, se citan para referir a cada uno de los casos mencionados: • LAC 1: Estudios de laboratorio realizados con base en el enfoque predictivo durante mayo de 2013 (primer periodo de apl icación), en correspondencia con el periodo cálido percibido por los residentes de la ciudad de Pachuca durante un año típico. • LAC 2: Estudios de laboratorio realizados a partir del enfoque predictivo durante enero de 2014 (segundo periodo de aplicación), en correspondencia con el periodo frío que da lugar en la ciudad de Pachuca. • LAC total: Total de e studios de l aboratorio realizados con base en el enfoque predictivo (pruebas experimentales de laboratorio) durante mayo de 2013 y enero de 2014 (periodos térmicos extremos en l a ciudad de Pachuca), los cuales permitieron generar la base de datos total (o general) a par tir de l a cual se estimaron los valores de c onfort que s e compararon y ajustaron respecto a los obtenidos con el enfoque adaptativo. De esta manera, cada una de l as figuras generadas para (la representación gráfica de) este apartado se desarrolló con el fin de visualizar las posibles semejanzas y/o divergencias que pudieron resultar de la comparación de los valores de c onfort estimados con base en l os estudios de laboratorio realizados, de forma individual, en dos periodos distintos (LAC 1 y LAC 2), según la ST percibida por los sujetos durante el desarrollo de las pruebas experimentales. El total de observaciones procesadas por periodo de es tudio —y clasificadas por sexo—, conforme al periodo de aplicación de los estudios de laboratorio, se presentan en la Tabla 71.

Tabla 71. RSTP procesadas con base en los estudios de laboratorio, agrupadas por periodo de estudio, periodo de aplicación (LAC 1 y LAC 2) y sexo (Elaboración propia).

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Por un lado, se muestra el total de observaciones procesadas con base en las evaluaciones experimentales realizadas en mayo (LAC1), por otro, el total procesado a partir de las pruebas de laboratorio llevadas a cabo durante enero (LAC 2), y, por último, el total procesado con ambos periodos de apl icación (LAC total). En todos los casos, la clasificación de l as observaciones procesadas se realizó por periodo de es tudio (frío, transición seco, cálido y transición húmedo) y por sexo. De acuerdo con Tabla 71, las sub-bases de datos 53 analizadas con las evaluaciones experimentales de enero fueron de mayor tamaño que la procesadas con los estudios realizados en mayo, lo anterior, debido a que la mayor porción de R STP recaudadas (y, por ende, procesadas) con base en los estudios de laboratorio, se obtuvieron de las evaluaciones realizadas en enero, tal como se describió puntualmente en la introducción del capítulo Resultados (pág. 352). Por esta razón, las sub-bases de datos analizadas con base en el primero periodo de evaluaciones en laboratorio (mayo), por variable física y por periodo de estudio, fueron de m enor tamaño que las analizadas con base en el segundo periodo en que dichas evaluaciones fueron desarrolladas (enero). Adicionalmente, es importante mencionar que sólo en los casos del PTs y el PC, analizados con base en LAC 2, las sub-bases de datos procesadas superaron las 120 observaciones; caso contrario fue el de l as sub-bases de datos del resto de los periodos de estudio (ya sea las analizadas con base en LAC 1 o LA C 2) cuyo tamaño fue inferior a l a cantidad de observaciones señalada. En consecuencia, este subcapítulo sólo se integró como referente a los valores de neutralidad estimados en el subcapítulo Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Predictivo (pág. 439), ya que, de ac uerdo con la nota al pie de página 41 (pág. 334) descrita en capítulos anteriores, para que los valores de confort (neutralidad y rangos de confort) obtenidos con base en la aplicación del método de MIST (ver Medias por Intervalos de Sensación Térmica, pág. 333) resulten consistentes y puedan garantizar un grado de validación suficiente, el tamaño de la base (o sub-base) de datos empleada en la correlación y el análisis correspondiente debe ser igual o superior a 120 observaciones. 53

Para efectos de esta investigación, el concepto sub-base de datos hace referencia a un segmento de la submuestra poblacional analizada con base en los estudios de laboratorio durante alguno de los periodos en que éstos fueron desarrollados (mayo de 2013 o enero de 2014) para realizar la estimación de los valores de confort de alguno de los cuatro periodos de estudio (frío, transición seco, cálido, transición húmedo). Este concepto también puede ser entendido como la porción de l a base de datos total (o general) —originada con las observaciones de l os dos periodos en que fue aplicado el enfoque predictivo— utilizada para llevar a c abo la estimación de los valores de confort de un periodo de estudio en específico (ver Anexo VI, pág. 525).

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De esta manera, en cada uno de los subcapítulos a continuación desarrollados se presentan, de forma tabulada y gráfica, los valores de c onfort (neutralidad, y, límites y amplitudes de l os rangos de confort) estimados, por periodo de estudio y variable física analizada (TBS y HR), con LAC 1 y LAC 2. No obstante, como mera referencia y con el fin de i dentificar y analizar las semejanzas o discrepancias originadas con los resultados estimados con la separación (o clasificación) de las RSTP recabadas según el periodo de aplicación (mayo o enero), paralelamente se han integrado, en la misma figura, los valores de confort estimados con la base de datos general (LAC total) conformada por el total de pr uebas experimentales (sin importar el periodo de aplicación) desarrolladas en los estudios de laboratorio y descritas en el subcapítulo Metodología para estudios de confort térmico en laboratorio (pág. 211) Un aspecto interesante que se observó durante el análisis para obtener los valores de confort de la TBS, fue que, en los dos primeros periodos de es tudio (PF y PTs), los resultados estimados con LAC 2 resultaron próximos a los obtenidos con LAC total; caso contrario se reflejó en los dos periodos restantes (PC y PTh) donde l os valores de confort que resultaron próximos entre sí fueron los de LAC 1 y LAC total. Lo anterior se puede interpretar como que en tanto la primera etapa de los estudios de laboratorio garantizó mayor validez en la estimación de los valores de confort para el PC y el PTh (segunda mitad del año), la segunda etapa en l a que se desarrollaron dichos estudios la garantizó para el PF y el PTs (primera mitad del año) —en correspondencia con los periodos térmicos extremos en l os que se llevaron a cabo los estudios de laboratorio: mayo (PC) y enero (PF), respectivamente—. 6.4.1. Estimación de la Temperatura de Bulbo Seco a partir de la Sensación Térmica En este subcapítulo se presentan los resultados obtenidos con la correlación de la ST percibida y la TBS registradas simultáneamente durante cada uno de los ocho momentos de evaluación que conformaron las pruebas experimentales desarrolladas individualmente durante mayo y enero. Las condiciones térmicas particulares a partir de las cuales fue posible conformar cada sub-base de datos que permitió llevar a c abo el análisis correspondiente de cada periodo de estudio son las mismas descritas en cada uno de los subcapítulos desarrollados en el apartado Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Predictivo (pág. 439). Por último, se realiza un análisis comparativo de los valores de confort (neutralidad y rangos de confort) estimados con LAC 1 y LAC 2. La correlación de datos se desarrolló íntegramente conforme a los tres niveles de actividad (pasiva, moderada e intensa), sin distinción por sexo y con base en el método de MIST.

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6.4.1.1. Periodo frío La sub-base de datos que permitió estimar los valores de confort térmico para este periodo de estudio con base en LAC 1 estuvo conformada por 60 RSTP, 28 de l as cuales fueron emitidas por mujeres y 32 por hombres; en tanto, l a sub-base de datos utilizada para el mismo fin, pero con base en LAC 2, estuvo definida por 85 RSTP, de ellas, 31 fueron expresadas por mujeres y 54 por hombres (ver Tabla 71, pág. 523). La sumatoria de am bas sub-bases de datos correspondió con el total de observaciones procesadas que permitieron llevar a cabo la estimación de los valores de confort térmico a partir del enfoque predictivo para el Periodo frío (pág. 443) en esta investigación (LAC total); de esta manera, es posible determinar que la sub-base de datos originada con LAC 1 representó el 41,4 % de ese total, mientras que la de LAC 2 representó el 58,6 %. La diferencia del tamaño en las sub-bases de datos se debe a que los estudios de confort térmico llevados a c abo en l aboratorio durante enero permitieron recabar una cantidad de observaciones superior a la conseguida con los estudios desarrollados durante mayo, por lo que esta característica se observó común en cada uno de l os análisis (subcapítulos) desarrollados en el apartado Comparación entre los resultados del enfoque predictivo según periodo de aplicación (pág. 522). En la Figura 131 se presentan, de for ma tabulada y gráfica, los valores de c onfort térmico (neutralidad, y, límites y amplitudes de los rangos de confort) estimados con base en LAC 1 y LAC 2, así como los obtenidos paralelamente con LAC total —ya descritos en el subcapítulo Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Predictivo (pág. 439)—. En esa figura se puede apreciar que cada uno de l os valores de c onfort obtenidos con LAC 1 resultaron con una magnitud superior a los estimados con LAC 2; la diferencia entre cada par de datos homólogos se ubicó entre 0,2 K y 1,0 K, y fue más pronunciada conforme los resultados se observaban de - 2 DS a la Tn, es decir, conforme la estimación de los valores tendía al valor de neutralidad. En ambos casos (LAC 1 y LAC 2), los límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso (- 2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS) resultaron asimétricos al valor de neutralidad, la mayor amplitud obtenida en cada caso se reflejó hacia el límite superior de los rangos, lo que podría indicar que los mecanismos de ter morregulación humana de l os sujetos evaluados reflejaron mayor efectividad (aclimatación de los sujetos) ante temperaturas por encima de la de termopreferendum que a temperaturas por debajo de ésta durante el periodo frío. 526

Figura 131. Valores de c onfort estimados con la correlación TBS - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo frío (enero), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

Como se ha observado, con la comparación de cada par de resultados homólogos —estimados con base en los estudios de laboratorio desarrollados durante los periodos térmicos extremos de un año típi co en Pachuca (LAC 1 y LAC 2)— fue posible identificar ciertas diferencias de magnitud entre los valores obtenidos con cada periodo de aplicación —pese a que l os límites inferiores del rango de confort extenso de LAC 1 y LAC 2 resultaron próximos entre sí—, lo que podría interpretarse como que factores tales como el historial térmico, las condiciones higrotérmicas de s itio (aclimatación periódica en s itio) y las expectativas de los sujetos evaluados, por ejemplo, influyeron en la percepción de la sensación térmica durante cada uno de los ocho momentos de ev aluación a los que fueron expuestos los sujetos en las pruebas experimentales, pese a que l as condiciones controladas de l aboratorio siguieron la misma metodología experimental en cada uno de los periodos de aplicación. 527

Ahora bien, si en el análisis comparativo anterior se integran los valores de c onfort obtenidos con LAC total (resultados estimados con la totalidad de observaciones recabadas con LAC 1 y LAC 2), se puede observar un alto grado de coincidencia entre éstos y los obtenidos con LAC 2, de tal forma que los límites superiores de los rangos de confort (reducido y extenso) resultaron prácticamente en i gualdad de m agnitudes, mientras que el valor de n eutralidad y los límites inferiores de los rangos de confort reflejaron cierto grado de compatibilidad; caso contrario se observó con los valores estimados con LAC 1 en do nde la diferencia entre cada par de resultados homólogos, respecto a los obtenidos con LAC total, se observa más pronunciada. Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort térmico estimados con LAC 2 resultaron dentro del intervalo generado con los valores obtenidos con LAC total. La aproximación resultante entre los valores de confort estimados con LAC 2 y LAC total permite entrever el alto grado de validación que l os estudios de l aboratorio desarrollados durante enero (LAC 2) lograron para estimar el valor de neutralidad y los rangos de confort térmico para el periodo de estudio en cuestión (frío), al ofrecer resultados similares a los estimados con el total de observaciones recabadas durante los estudios realizados en mayo y en enero con base en el enfoque predictivo (LAC total), pese a mostrar, inclusive, diferencia en el tamaño de las sub-bases de datos que dieron origen a cada uno de los valores estimados en cada caso. En cuanto a las amplitudes obtenidas, se puede observar mayor aproximación entre las de LAC 1 y LAC total, de tal forma que la diferencia resultante con los rangos de confort reducidos fue de 0,2 K, mientras que la originada con los rangos de confort extensos fue de 0,4 K. En este sentido, la diferencia de amplitudes entre LAC 2 y LAC total se puede observar con mayor holgura al resultar con una diferencia de 0,4 K entre los rangos de confort reducidos y una de 0,9 K entre los rangos de confort extensos. De esta manera, los valores de confort térmico estimados para el periodo frío con base en LAC 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 17,9 °C y 17,7 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 19,4 °C y 19,0 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 21,1 °C y 20,1 °C, para el valor de neutralidad; en 22,9 °C y 22,3 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 24,8 °C y 24,1 °C, para el límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 D S), con una am plitud del rango de confort reducido de 3,5 K y 3,3 K, y, una del rango de confort extenso de 7,0 K y 6,5 K, ambos asimétricos al valor de neutralidad y prácticamente proporcionales entre sí.

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6.4.1.2. Periodo transición (seco) Los valores de confort térmico estimados para el periodo de transición seco, a partir de LAC 1, fueron producto del análisis de una sub-base de datos conformada por 91 observaciones, de las cuales, 42 fueron emitidas por mujeres y 49 por hombres; mientras tanto, la sub-base de datos que dio origen a l os valores de c onfort térmico con base en LAC 2 estuvo definida por 188 observaciones, 64 de l as cuales fueron expresadas por mujeres y 124 por hombres (ver Tabla 71, pág. 523). Con ello, la sub-base de dato s analizada con base en LAC 1 representó el 32,6 % de las observaciones procesadas con LAC total para llevar a cabo la estimación de los valores de TB S de este periodo (ver Periodo transición (seco), pág. 449), mientras que l a sub-base de datos analizada a partir de LAC 2 representó el 67,4 % de ellas (lo que equivale, en este caso, a prácticamente el doble del total analizado con base en LAC 1). Como se puede observar en Figura 132, los valores del límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), del límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS) y de la temperatura de confort (neutral), estimados a p artir de LAC 2, resultaron con una magnitud superior a l os estimados con LAC 1; la diferencia entre cada par de valores homólogos mencionado se ubicó entre 0,2 K y 1,6 K, la cual se vislumbra con una divergencia más pronunciada conforme se observan los resultados en el sentido generado del valor de neutralidad al valor de + 2 D S. Caso contrario lo presentaron los valores del límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS) y del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS) estimados con LAC 2, cuyas magnitudes resultaron inferiores a las obtenidas con LAC 1; aquí, la diferencia fue de 0,5 K y 1,1 K, respectivamente. Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort térmico (neutralidad y rangos de confort) estimados con LAC 1 resultaron dentro del intervalo generado con los valores térmicos estimados con LAC 2. No obstante, el par de resultados homólogos que mayor semejanza mostró con ambos periodos de aplicación fue el referente al valor de neutralidad, donde la diferencia obtenida se ubicó en 0,2 K, es decir, en tanto con LAC 1 resultó una Tn de 22,6 °C, con LAC 2 fu e de 22,8 ° C. Por este motivo, el elemento determinante que per mitió establecer la diferencia entre los resultados estimados con ambos periodos de aplicación fue la amplitud con la que resultaron los rangos de confort; así, mientras que con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 2,4 K para el rango reducido, con LAC 2 fue de 3,8 K, asimismo, mientras que con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 4,7 K para el rango extenso, con LAC 2 fue de 7,6 K.

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Figura 132. Valores de c onfort estimados con la correlación TBS - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo seco (marzo), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

En ambos casos (LAC 1 y LAC 2), los límites inferior y superior de los rangos de c onfort reducido y extenso (- 2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS) resultaron simétricos al valor de neutralidad, lo que podría indicar que, independientemente de la amplitud con la que resultaron los rangos de confort con cada periodo de aplicación, los sujetos reflejaron el mismo grado de aclimatación frente a temperaturas por encima de la de confort como a temperaturas por debajo de ésta (fenómeno que caracterizó la tendencia simétrica de la tolerancia térmica en el periodo de estudio: transición seco). Así mismo, si se integran los valores de confort térmico obtenidos con LAC total al análisis comparativo hasta ahora realizado, se puede observar un alto grado de coincidencia entre éstos y los obtenidos con LAC 2, de tal forma que l os límites inferiores de los rangos de c onfort

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(reducido y extenso) resultaron prácticamente en igualdad de magnitudes, mientras que el valor de neutralidad y los límites superiores de los rangos de confort reflejaron cierto grado de compatibilidad. Caso contrario se observó con los valores estimados con LAC 1 en donde la diferencia resultante respecto a l os valores estimados con LAC total fue más pronunciada (hasta 1,2 K de di ferencia entre cada par de r esultados homólogos); no obs tante, el valor de neutralidad (Tn), en ambos casos, resultó en igualdad de magnitudes (22,6 °C), pese a que las amplitudes de los rangos de confort resultaron superiores con LAC total. Con lo anterior, resulta evidente la aproximación entre cada par de v alores homólogos estimados con base en LAC 2 y LAC total, lo que permite entrever el alto grado de validación que los estudios de laboratorio, desarrollados durante enero (LAC 2), lograron para estimar el valor de ne utralidad y los rangos de c onfort térmico para el periodo de transición seco, al formular resultados similares a los estimados con el total de observaciones recabadas durante los estudios realizados en mayo y en enero con base en el enfoque predictivo (LAC total), pese a mostrar, inclusive, diferencia en el tamaño de las sub-bases de datos que dieron origen a cada uno de los valores estimados en cada caso. Asimismo, es posible apreciar que las amplitudes de los rangos confort obtenidas con LAC 2 y LAC total refieren a una aproximación estrecha, de tal forma que la diferencia resultante con los rangos de c onfort reducidos fue de 0,2 K, mientras que la originada con los rangos de confort extensos fue de 0,5 K. Caso contrario es el que se observa en la comparación de las amplitudes de confort entre LAC 1 y LAC total, en donde la diferencia se puede apreciar con mayor holgura al resultar en 1,2 K entre los rangos de confort reducidos y 2,4 K entre los rangos de confort extensos. De esta manera, los valores de confort térmico estimados para el periodo de transición seco con base en LA C 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 20,1 °C y 19,0 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 21,4 °C y 20,9 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 22,6 °C y 22,8 °C, para el valor de neutralidad; en 23,8 °C y 24,7 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 25,0 °C y 26,6 °C, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), con una amplitud del rango de confort reducido de 2,4 K y 3,8 K, y, una del rango de confort extenso de 4,7 K y 7,6 K, ambos simétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí.

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6.4.1.3. Periodo cálido La cantidad de observaciones que conformó la sub-base de datos con la que se estimaron los valores de confort térmico para este periodo de estudio, con base en LAC 1, fue de 99 RSTP, de las cuales 46 correspondieron con mujeres y 53 con hombres; en tanto, las observaciones que definieron la sub-base de datos utilizada para el mismo fin, pero con base en LAC 2, fueron 181 RSTP, de el las, 65 correspondieron con mujeres y 116 con hombres (ver Tabla 71, pág. 523). La adición de las observaciones que conformaron a cada una de las sub-bases de datos ya señaladas fue equivalente al total de observaciones procesadas con LAC total para estimar los valores de confort térmico, a partir del enfoque predictivo, para el periodo cálido (ver Periodo cálido, pág. 454); por lo tanto, es posible determinar que l a sub-base de datos obtenida con LAC 1 representó el 35,4 % de ese total, mientras que la utilizada con LAC 2 representó el 64,6 % (prácticamente el doble que la primera). De acuerdo con la Figura 133, los valores del límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), del límite superior del rango de c onfort reducido (+ 1 DS), de la temperatura de confort (neutral), del límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS) y del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS), estimados a partir de LAC 2, resultaron con una magnitud superior a los estimados con LAC 1; l a diferencia entre cada par de valores homólogos se ubicó entre 0,5 K y 1,1 K, la cual era posible apreciar con mayor divergencia conforme se observaban los resultados de + 2 DS a - 2 DS, es decir, conforme la estimación de los valores tendía a los límites inferiores de los rangos de confort. En el caso de LAC 1, l os límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso resultaron asimétricos al valor de neutralidad, la mayor amplitud obtenida se reflejó hacia el límite inferior de los rangos, lo que indicó, en este caso, que los mecanismos de termorregulación humana de los sujetos evaluados reflejaron mayor efectividad (aclimatación) a temperaturas inferiores a la de confort que a superiores a ésta. Por el contrario, los límites de los rangos de confort reducido y extenso, estimados con base en LAC 2, resultaron prácticamente simétricos a la Tn, lo que podría significar, en este otro caso, que la tolerancia térmica de los sujetos fue la misma tanto a temperaturas por encima de la de confort como a temperaturas por debajo de ésta. En cuanto a las amplitudes de los rangos, fue posible identificar una diferencia de 0,3 K entre los rangos de c onfort reducidos y una de 0,6 K entre los rangos de c onfort extensos, observándose superiores, en ambos casos, las amplitudes obtenidas con base en LAC 1. 532

Figura 133. Valores de confort estimados con la correlación TBS - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo cálido (mayo), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

De esta manera, con la comparación de los valores de confort térmico estimados, por un lado, con base en LAC 1, y, por otro, a par tir de LAC 2, fue posible identificar las diferencias de magnitud entre cada par de resultados homólogos; no obstante, es importante mencionar que esas diferencias, en el caso del límite superior de l os rangos de c onfort reducido y extenso (- 1 DS y - 2 DS), así como en el caso del valor de neutralidad (Tn), reflejaron una aproximación estrecha entre sí (0,5 K de diferencia). De acuerdo con los valores de confort térmico estimados con LAC total, es posible apreciar un alto grado de coincidencia entre éstos y los obtenidos con LAC 1, de tal forma que los pares de datos referentes al límite inferior de los rangos de confort reducido y extenso (- 1 DS y - 2 DS), y, al valor de neutralidad (Tn), resultaron prácticamente en igualdad de magnitudes, en tanto los referentes al

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límite superior de los rangos de confort reducido y extenso (+ 1 DS y + 2 DS) reflejaron un alto grado de c ompatibilidad al resultar con una d iferencia de 0,2 K y 0,4 K, respectivamente; caso contrario se observó con los valores estimados con LAC 2 en donde la diferencia entre cada par de resultados homólogos, respecto a los obtenidos con LAC total, se observa más pronunciada. Con lo anterior, se puede observar que técnicamente los valores de confort térmico (neutralidad y rangos de confort) estimados con base en LAC 1 resultaron dentro del intervalo generado con los valores térmicos estimados con LAC total. No obstante, los pares de resultados homólogos que resultaron en i gualdad de m agnitud fueron los referentes al valor de neutralidad (Tn) y al límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); asimismo, el par de resultados homólogos que mostró mayor semejanza entre sí fue el referente al límite inferior del rango de c onfort extenso (- 2 DS), donde la diferencia obtenida fue de 0,1 K. La aproximación resultante entre los valores de confort estimados con LAC 1 y LAC total permite entrever el alto grado de validación que los estudios de laboratorio desarrollados durante mayo (LAC 1) lograron para estimar el valor de neutralidad y los rangos de confort térmico, para el periodo de estudio en cuestión (cálido), al ofrecer resultados similares a los estimados con el total de observaciones recabadas durante los estudios realizados en mayo y en enero con base en el enfoque predictivo (LAC total), pese a mostrar, inclusive, discrepancia en el tamaño de las subbases de datos que dieron origen a cada uno de los valores estimados en cada caso. Un elemento adicional que permitió validar el alto grado de c oincidencia que r esultó entre los valores estimados con LAC 1 y LAC total, además de las ya descritas, fue l a semejanza de valores con la que resultaron las amplitudes de cada rango; es decir, en tanto que con LAC 1 se obtuvo una am plitud de 3,3 K para el rango reducido, con LAC total se obtuvo una de 3,5 K (0,2 K de di ferencia), asimismo, en tanto c on LAC 1 se obtuvo una am plitud de 6,5 K para el rango extenso, con LAC total se obtuvo una de 7,1 K (0,6 K de diferencia). De esta manera, los valores de confort térmico estimados para el periodo cálido con base en LAC 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 19,5 °C y 20,6 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 21,3 °C y 22,1 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 23,1 °C y 23,6 °C, para el valor de neutralidad; en 24,6 °C y 25,1 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 26,0 °C y 26,5 °C, para el límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 DS), con una am plitud del rango de confort reducido de 3,3 K y 3,0 K, y, una del rango de confort extenso de 6,5 K y 5,9 K. 534

6.4.1.4. Periodo transición (húmedo) De acuerdo con la Tabla 71 (pág. 523), la estimación de los valores de confort térmico, a partir de LAC 1, para el periodo de transición húmedo, fue producto del análisis de una sub-base de datos comprendida por 62 observaciones (27 de mujeres y 35 de hombres); en contraste, la sub-base de datos que dio origen a esos valores, pero con base en LAC 2, estuvo definida por 120 observaciones (42 de mujeres y 78 de hombres), prácticamente el doble de tamaño que el primero de los casos. De esta manera, la sub-base de datos analizada a partir de LAC 1 representó el 34,1 % de l as observaciones procesadas con LAC total para llevar a c abo la estimación de los valores de TBS de este periodo (ver Periodo transición (húmedo), pág. 459), mientras que la sub-base de datos analizada con base en LAC 2 representó el 65,9 % de ellas. A partir del análisis y la interpretación de la Figura 134, fue posible observar que los valores del límite inferior del rango de c onfort extenso (- 2 DS), del límite inferior del rango de c onfort reducido (- 1 DS) y de la temperatura de c onfort (neutral), estimados a par tir de LAC 2, resultaron con una magnitud superior a los estimados con LAC 1; la diferencia entre cada par de valores homólogos mencionado se ubicó entre 0,3 K y 1,0 K, la cual se percibe más pronunciada conforme se observan los resultados en el sentido generado del valor de neutralidad al valor de - 2 DS, es decir, conforme la estimación de r esultados se dirige a los límites inferiores de los rangos de confort. Caso contrario lo presentó el valor del límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS) estimado con base en LAC 2, cuya magnitud resultó inferior a la estimada a partir de LAC 1; aquí, la diferencia fue de 0, 4 K. No obstante, fue posible identificar que en el caso particular del límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS) estimado con ambos periodos de aplicación (LAC 1 y LAC 2), los valores resultaron con igualdad de magnitud. Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort térmico (neutralidad y límites de los rangos de confort) estimados con LAC 2 resultaron dentro del intervalo generado con los valores térmicos estimados con LAC 1, característica que se repitió con la estimación de valores de HR —en donde, de forma inversa, los resultados obtenidos con base en LAC 1 se mostraron dentro del intervalo generado con los resultados estimados con LAC 2 (ver Periodo transición (húmedo), pág. 548)—. No obstante, el par de resultados homólogos que mayor semejanza mostró con ambos periodos de aplicación fue el referente al valor de neutralidad, donde la diferencia encontrada fue de 0,2 K (Tn con LAC 1 = 21,9 °C; Tn con LAC 2 = 22,1 °C). 535

Figura 134. Valores de confort estimados con la correlación TBS - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo húmedo (septiembre), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

Debido a lo anterior, es que el elemento determinante que permitió establecer la diferencia entre los resultados estimados con ambos periodos de aplicación (LAC 1 y L AC 2) se centra en la amplitud de los rangos de confort; así, mientras que con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 2,1 K para el rango reducido, con LAC 2 fue de 1,5 K, asimismo, mientras que con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 4,3 K para el rango extenso, con LAC 2 fue de 3,0 K. Como se puede observar, las amplitudes de mayor tamaño fueron obtenidas con los rangos estimados con base en LAC 1. No obstante, en ambos casos (LAC 1 y LAC 2), los límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso (- 2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS) prácticamente resultaron simétricos al valor de neutralidad, lo que podría indicar que, independientemente de la amplitud con la que resultaron los rangos con cada periodo de aplicación, los sujetos reflejaron el mismo grado de

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aclimatación frente a temperaturas por encima como por debajo de la de confort (fenómeno que caracterizó la simetría de la tolerancia térmica en el periodo de estudio: transición húmedo, al igual que lo observado, únicamente, con el otro periodo de transición, el seco). Por otro lado, si se incluyen los valores de c onfort térmico obtenidos con LAC total al análisis comparativo hasta ahora realizado, se puede observar un alto grado de coincidencia entre éstos y los obtenidos con LAC 1, de tal forma que el límite superior de los rangos de confort extensos (+ 2 DS) resultaron en igualdad de m agnitud (24,0 °C), mientras que l os valores del límite superior de los rangos reducidos (+ 1 DS), de l as temperaturas de confort (neutral), del límite inferior de l os rangos reducidos (- 1 DS) y del límite inferior de l os rangos extensos (- 2 DS), reflejaron un alto grado de compatibilidad (hasta 0,3 K de diferencia). Caso contrario se observó con los valores estimados con LAC 2 en donde la diferencia resultante respecto a los valores estimados con LAC total fue m ás pronunciada (hasta 0,7 K de di ferencia entre cada par de resultados homólogos). Pese a lo anterior, una característica que es importante señalar es que, durante el análisis comparativo, fue posible advertir que el valor de neutralidad (Tn), estimado de forma individual con cada uno de l os casos mencionados (LAC 1, LAC 2 y LAC total), reflejó un al to grado de aproximación entre sí (Tn con LAC 1 = 21,9 ° C; Tn c on LAC 2 = 22,1 °C; y, Tn con LAC total = 22,0 °C), aun cuando se observaron diferencias entre las amplitudes de l os rangos de confort obtenidos en cada caso. La aproximación entre cada par de v alores homólogos estimados con base en LA C 1 y LAC total fue estrecha, lo que permitió entrever el alto grado de validación que l os estudios de laboratorio, desarrollados durante mayo (LAC 1), lograron para estimar el valor de neutralidad y los rangos de confort térmico para el periodo de tr ansición húmedo, al formular resultados similares a los estimados con el total de observaciones recabadas durante los estudios realizados en mayo y en enero con base en el enfoque predictivo (LAC total), pese a mostrar, inclusive, diferencia en el tamaño de las sub-bases de datos que dieron origen, en cada caso, a los valores de confort estimados. Asimismo, es posible apreciar que las amplitudes de los rangos confort obtenidas con LAC 1 y con LAC total resultaron semejantes entre sí, de tal forma que la diferencia obtenida con los rangos de confort reducidos fue de 0,1 K, mientras que la originada con los rangos de confort extensos fue de 0,3 K. Caso contrario es el q ue se observa con la comparación de las 537

amplitudes de c onfort entre LAC 2 y LAC total, en donde la diferencia entre ellos se puede apreciar con mayor holgura al resultar en 0,5 K entre los rangos de confort reducidos y 1,0 K entre los rangos de confort extensos. De esta manera, los valores de confort térmico estimados para el periodo de transición húmedo con base en LAC 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 19,7 °C y 20,7 °C para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 20,8 °C y 21,4 °C, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 21,9 °C y 22,1 °C, para el valor de neutralidad; en 22,9 °C y 22,9 °C, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 24,0 °C y 23,6 °C, para el límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 DS), con una am plitud del rango de confort reducido de 2,1 K y 1,5 K, y, una del rango de confort extenso de 4,3 K y 3,0 K, ambos prácticamente simétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. 6.4.2. Estimación de la Humedad Relativa a partir de la Sensación Térmica El análisis y la interpretación de resultados realizada a partir de la correlación de la ST percibida y la HR registradas simultáneamente durante cada uno de los ocho momentos de evaluación que conformaron las pruebas experimentales de laboratorio desarrolladas individualmente durante mayo (LAC 1) y enero (LAC 2), se presentan, por periodo de estudio, en este apartado. Dicha correlación de v ariables se llevó a c abo a par tir del método de M IST; sin embargo, en cada uno de l os siguientes subcapítulos se presenta, de forma tabulada y gráfica, el resumen de los resultados obtenidos en c ada caso, sin llegar a r ealizar una i nterpretación y una redacción tan detalladas como las presentadas en el subcapítulo 6.2.2 Estimación de la Humedad Relativa a partir de la Sensación Térmica (pág. 463) a partir del enfoque predictivo. Las condiciones hígricas (y térmicas, como referencia) y los criterios de filtrado a partir de los cuales fue posible conformar cada una de las sub-base de datos que permitió llevar a cabo el análisis correspondiente de cada periodo de estudio, son los mismas descritas en cada uno de los subcapítulos desarrollados en el apartado Resultados a partir de la aplicación del Enfoque Predictivo (pág. 439). La correlación de datos se desarrolló íntegramente conforme a l os tres niveles de actividad (pasiva, moderada e intensa) y sin distinción por sexo. De esta manera, por último se realiza un análisis comparativo de l os valores de confort (neutralidad y rangos de confort) estimados, primeramente, con LAC 1 y LAC 2, y posteriormente, con LAC total. Una característica que es importante destacar en esta etapa, es que los valores de HR obtenidos individualmente con LAC 1 y LAC 2, para el PTs y el PC, mostraron un alto grado de coincidencia.

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6.4.2.1. Periodo frío La sub-base de datos que permitió estimar los valores de confort hígrico (a partir de la ST) para este periodo de estudio, con base en LAC 1, estuvo conformada por 57 RSTP, 27 de las cuales fueron emitidas por mujeres y 30 por hombres; en tanto, l a sub-base de datos utilizada para el mismo fin, pero con base en LAC 2, es tuvo definida por 88 RSTP, de ellas, 32 fueron expresadas por mujeres y 56 por hombres (ver Tabla 71, pág. 523). La sumatoria de am bas sub-bases de datos correspondió con el total de observaciones procesadas que permitieron llevar a cabo la estimación de los valores de HR a partir del enfoque predictivo para el Periodo frío (pág. 464) en esta investigación (LAC total); de esta manera, es posible determinar que la sub-base de datos originada con LAC 1 representó el 39,3 % de ese total, mientras que la de LAC 2 representó el 60,7 %. En la Figura 135 se presentan, de forma tabulada y gráfica, los valores de c onfort hígrico (neutralidad, y, límites y amplitudes de los rangos de confort) estimados con base en LAC 1 y LAC 2, así como los obtenidos paralelamente con LAC total. En esa figura se puede apreciar que cada uno de l os valores de c onfort obtenidos con LAC 2 resultaron con una m agnitud superior a los estimados con LAC 1; la diferencia entre cada par de datos homólogos se ubicó entre 2,3 % y 4,8 %, y, fue más pronunciada conforme los resultados se observaban de + 2 DS a - 1 DS, es decir, conforme la estimación de valores tendía hacia los límites inferiores de los rangos de confort (específicamente, hacia el límite inferior del rango reducido). En ambos casos (LAC 1 y LAC 2), los límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso (- 2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS) resultaron asimétricos al valor de neutralidad, la mayor amplitud obtenida en cada caso se reflejó hacia el límite superior de los rangos, lo que podría indicar que l os sujetos mostraron mayor tolerancia (aclimatación humana) a HR por encima de la de confort que a HR por debajo de ésta durante el periodo frío. En cuanto a las amplitudes de los rangos de confort, se puede observar que, de igual forma, en ambos casos, los valores resultaron próximos entre sí, con una diferencia de 1,1 % entre los rangos reducidos y una de 1,5 % entre los rangos extensos, observándose con un valor superior los obtenidos con LAC 1; es decir, en tanto c on LAC 1 se obtuvo una am plitud de 13,2 % con el rango reducido, con LAC 2 se obtuvo una de 12,1 % , asimismo, en tanto con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 25,8 % con el rango extenso, con LAC 2 se obtuvo una de 24,3 %.

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Figura 135. Valores de confort estimados con la correlación HR - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo frío (enero), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

De esta manera, con la comparación de cada par de resultados homólogos estimados con base en LAC 1 y LAC 2, fue posible identificar ciertas diferencias de magnitud entre los valores de HR obtenidos con cada periodo de aplicación, lo que podría sugerir que factores tales como las condiciones higrotérmicas de sitio (aclimatación periódica en sitio), las expectativas de los sujetos evaluados y la predominancia de un género en los grupos experimentales (en este caso, el masculino sobre el femenino), por ejemplo, influyeron en la percepción de la ST (a partir de la cual fueron estimados los valores de H R) durante cada uno de l os ocho momentos de evaluación a los que fueron expuestos los sujetos en las pruebas experimentales, pese a que las condiciones controladas de l aboratorio siguieron la misma metodología experimental en cada uno de los periodos de aplicación con el fin de aislar parcialmente a los sujetos de las condiciones físicas reales de sitio en las que se desenvuelven con habitualidad. 540

Ahora bien, si a este análisis comparativo se integran los valores de confort obtenidos con LAC total, es posible observar un al to grado de c oincidencia entre los límites superiores (de los rangos reducido y extenso) de éste y los estimados con LAC 2, de tal forma que la diferencia máxima entre cada par de valores homólogos fue de 0,9 %; asimismo, se puede observar un alto grado de similitud entre los límites inferiores (de los rangos reducido y extenso) estimados con base en LAC 1 y los obtenidos con LAC total, aquí, la diferencia máxima entre cada par de valores homólogos fue igual o inferior a 3,1 %. Mientras tanto, el grado de c ompatibilidad obtenido entre los valores de l a HRn de LAC 1 y LAC 2 también fue al to al lograrse una discrepancia máxima de 2,7 % entre éstos y el obtenido con LAC total. Con lo anterior, es posible apreciar que los valores de c onfort (neutralidad y límites de l os rangos de confort) obtenidos individualmente con LAC 1 y LAC 2, en ninguno de los casos, desbordan el intervalo generado por los valores de confort estimados con LAC total, por lo que técnicamente se puede interpretar que los valores obtenidos con base en cada uno de los periodos de aplicación de los estudios de laboratorio (LAC 1 y LAC 2), resultaron dentro del intervalo originado con los estimados a partir de LAC total. De esta manera, la aproximación resultante, por un lado, entre los valores de LAC 1 y LAC total, y, por otro, entre los valores de LAC 2 y LAC total, permite entrever el alto grado de validación que los estudios de laboratorio desarrollados durante mayo (LAC 1) lograron para estimar los límites inferiores de los rangos de confort, así como el logrado con los estudios de laboratorio desarrollados en enero (LAC 2) para estimar los límites superiores de dichos rangos de confort (todos estimados para el periodo de estudio en cuestión: frío). Lo anterior, debido a que, desde el punto de v ista hígrico, las diferencias resultantes en cada caso podrían considerarse despreciables al observarse que ninguna de ellas fue superior a 3,1 %. De esta manera, los valores de confort hígrico estimados para el periodo frío con base en LAC 1 y LAC 2, r espectivamente, quedaron definidos en 41,0 % y 44,6 % para el límite inferior del rango de c onfort extenso (- 2 DS); en 45,8 % y 50,6 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 51,9 % y 56,6 %, para el valor de neutralidad; en 59,0 % y 62,7 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 66,7 % y 69,0 %, para el límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 D S), con una a mplitud del rango de c onfort reducido de 13,2 % y 12,1 %, y, una del rango de confort extenso de 25,8 % y 24,3 %, ambos asimétricos al valor de neutralidad y prácticamente proporcionales entre sí.

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6.4.2.2. Periodo transición (seco) Los valores de confort hígrico estimados con base en la ST para el periodo de transición seco, a partir de LA C 1, fue ron producto del análisis de una s ub-base de dat os conformada por 104 observaciones, de las cuales, 48 fueron emitidas por mujeres y 56 por hombres; mientras tanto, la sub-base de datos que dio origen a los valores de c onfort hígrico, con base en L AC 2, estuvo definida por 165 observaciones, 56 de l as cuales fueron expresadas por mujeres y 109 por hombres (ver Tabla 71, pág. 523). Con ello, la sub-base de datos analizada a partir de LAC 1 representó el 38,7 % de las observaciones procesadas con LAC total para llevar a c abo la estimación de los valores de HR de este periodo (ver Periodo transición (seco), pág. 468), mientras que la sub-base de datos analizada con base en LAC 2 representó el 61,3 % de ellas (lo que equivale, en este caso, a prácticamente 1,6 veces del total analizado con base en LAC 1). Como se puede observar en Figura 136, cada uno de l os valores de c onfort de HR obtenidos con base en LAC 2 resultaron con una magnitud superior a los estimados con LAC 1; la diferencia entre cada par de v alores homólogos se ubicó entre 2,7 % y 15,0 %, la cual se vislumbra con una di vergencia más pronunciada conforme se observan los resultados de + 2 DS a - 2 DS, es decir, conforme la estimación de los valores tiende hacia los límites inferiores de los rangos de c onfort. Asimismo, es posible apreciar que la diferencia entre las amplitudes de confort obtenidas con LAC 1 y LAC 2, respectivamente, fue de 4,1 % entre los rangos reducidos y de 13,1 % entre los rangos extensos; en ambos casos, las amplitudes de mayor valor fueron las obtenidas con los rangos de confort estimados con base en LAC 1. En el caso particular de los límites inferior y superior del rango de confort extenso estimados con LAC 1, fue posible identificar una asimetría respecto al valor de neutralidad, con ello, la mayor amplitud de confort resultante se reflejó hacia el límite inferior (19,1 % de HR), lo que indicó, en este caso, que el 13,6 % del total de obs ervaciones procesadas para este periodo de es tudio fueron expresadas con una tolerancia hígrica (aclimatación) superior a HR inferiores a la de confort que a s uperiores a ésta. De igual manera, los límites del rango de confort reducido obtenidos con base en LAC 1, así como los límites inferior y superior de los rangos de c onfort reducido y extenso, estimados a partir de LAC 2, resultaron asimétricos al valor de la HRn, pero con mayor amplitud hacia los límites superiores de los rangos de confort, lo que implicó, en este otro caso, que el 81,9 % de esas observaciones procesadas fueron expresadas con una tolerancia hígrica mayor a HR por encima de la de confort que a HR por debajo de ésta.

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Figura 136. Valores de confort estimados con la correlación HR - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo seco (marzo), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

Si se integran los valores de c onfort hígrico estimados con LAC total al análisis comparativo hasta ahora realizado, se puede o bservar que cada uno de ellos (neutralidad y límites de l os rangos de confort) resultaron dentro del intervalo generado por los valores de HR obtenidos con LAC 1, de tal forma que l os límites inferiores de los rangos de c onfort, en ambos casos, se muestran con una diferencia de 3,3 % de HR entre los rangos reducidos y una de 9,8 % de HR entre los rangos extensos, asimismo, los límites superiores resultaron con una diferencia de 1,3 % de HR entre los rangos reducidos y una de 4,4 % entre los rangos extensos. En el primero de los casos, los límites inferiores de LAC 1 se observaron con un valor por debajo de los obtenidos con LAC total; asimismo, en el segundo de ellos, los límites superiores de LAC 1 se mostraron con un valor por encima de los obtenidos con LAC total, por esta razón es que los valores de LAC total resultaron dentro del intervalo generado por los valores de LAC 1. 543

En el caso de los valores de HR estimados con base en LAC 2, se observó que ninguno muestra compatibilidad con los estimados con LAC total, al contrario, es posible identificar que la diferencia entre cada par de datos homólogos fue ubicada entre 4,6 % y 7,1 %, la cual, se puede notar con mayor divergencia conforme se observan los resultados de los límites (superior e inferior) del rango de confort extenso al valor de neutralidad, es decir, conforme la estimación de los valores tiende de extremos al centro (HRn), de tal forma que la diferencia entre los límites superiores del rango extenso fue de 6,0 %, entre los límites superiores del rango reducido, de 5,7 %; entre las HRn, de 4,6 %; entre los límites inferiores del rango reducido, de 5,9 %; y, entre los límites inferiores del rango extenso, de 7,1 %. Caso contrario se puede observar con la amplitud de l os rangos de c onfort, en donde l os valores que mayor aproximación muestran entre sí son los obtenidos con base en LAC 2 y LAC total, aquí, l a diferencia fue de 0,2 % entre los rangos reducidos y de 1,2 % entre los rangos extensos; en ambos casos (rangos de confort reducido y extenso), los mayores valores observados fueron los obtenidos con LAC 2. Por otro lado, al comparar las amplitudes de confort obtenidas con LAC 1 y LAC total, es posible apreciar una holgura más pronunciada al mostrar una diferencia de 4,6 % entre las amplitudes de los rangos reducidos y una de 14,3 % entre las amplitudes de los rangos extensos; en ambos casos (rangos de confort reducido y extenso), los mayores valores observados fueron los obtenidos con LAC 1. Con lo anterior, resulta evidente que los valores de confort hígrico (neutralidad y límites de los rangos de confort) estimados, por un lado, con base en LAC 1 y LAC total, y, por otro, con base en LAC 2 y LAC total, no fueron próximos entre sí, por lo que, en es te periodo de es tudio, el grado de v alidación entre cada par de valores homólogos simplemente se puede r esumir en más fuerte con los estudios de l aboratorio desarrollados durante mayo (LAC 1) que con los estudios de laboratorio aplicados en enero (LAC 2). De esta manera, los valores de confort hígrico estimados para el periodo de transición seco con base en LAC 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 27,9 % y 43,7 % para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 39,9 % y 48,9 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 47,0 % y 54,4 %, para el valor de neutralidad; en 55,8 % y 60,4 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 64,7 % y 67,4 %, para el límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 D S), con una am plitud del rango de confort reducido de 15,9 % y 11,5 %, y, una del rango de confort extenso de 36,8 % y 23,7 %.

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6.4.2.3. Periodo cálido La cantidad de observaciones que conformó la sub-base de datos con la que se estimaron los valores de confort hígrico (a partir de la ST percibida) para este periodo de estudio, con base en LAC 1, fue de 108 RSTP, de las cuales 50 correspondieron con mujeres y 58 con hombres; en tanto, las observaciones que defi nieron la sub-base de datos utilizada para el mismo fin, pero con base en LAC 2, fuer on 172 RSTP, de el las, 62 correspondieron con mujeres y 110 con hombres (ver Tabla 71, pág. 523). La adición de las observaciones que conformaron a cada una de las sub-bases de datos ya señaladas fue equivalente al total de observaciones procesadas con LAC total para estimar los valores de confort de HR, a partir del enfoque predictivo, para el periodo cálido (ver Periodo cálido, pág. 472); por lo tanto, es posible determinar que la sub-base de datos obtenida con LAC 1 representó el 38,6 % de ese total, mientras que la utilizada con LAC 2 representó el 61,4 % (prácticamente 1,6 veces el tamaño de la primera). De acuerdo con la Figura 137, los valores del límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), del límite superior del rango de c onfort reducido (+ 1 DS), de l a temperatura de confort (neutral), del límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS) y del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS), estimados a partir de LAC 2, resultaron con una magnitud superior a los estimados con LAC 1; la diferencia entre cada par de valores homólogos se ubicó entre 2,7 % y 16,1 %, la cual fue posible apreciar con mayor divergencia conforme se observaban los resultados de + 2 DS a - 2 DS, es decir, conforme la estimación de l os valores tendía a los límites inferiores de los rangos de confort. En ambos casos (LAC 1 y LAC 2), al igual que lo evidenciado con el análisis del periodo de estudio anterior (PTs), los límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso resultaron asimétricos al valor de neutralidad (HRn), sólo que en el caso particular de los límites del rango extenso, estimados con LAC 1, fue posible identificar una asimetría tendiente al límite inferior (la amplitud de confort entre - 2 DS y HRn fue de 19,3 %, en tanto, entre + 2 DS y HRn fue de 17,3 %); por el contrario, en el caso de los límites inferior y superior del rango de confort reducido estimados con LAC 1, así como los de l os rangos de c onfort reducido y extenso obtenidos con LAC 2, se pudo di stinguir una a simetría con tendencia al límite superior de los rangos en cada caso, de tal forma que las amplitudes del rango reducido obtenidas con LAC 1 resultaron en 7,1 % (de -1 DS a HRn) y 8,6 % (de + 1 DS a HRn), mientras que las obtenidas con LAC 2 fueron de 5,5 % (de - 1 DS a H Rn) y de 5,8 % (de + 1 D S a H Rn) con el rango reducido y de 10,7 % (de - 2 DS a HRn) y de 12,6 % (de + 2 DS a HRn) con el rango extenso. 545

Figura 137. Valores de confort estimados con la correlación HR - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo cálido (mayo), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

El primero de los casos podría ser interpretado como que el 13,6 % del total de observaciones procesadas para este periodo de es tudio fueron expresadas con una tol erancia hígrica (aclimatación) superior a HR por debajo de la de confort que a HR por encima de ésta; mientras que el segundo de ellos, como que el 81,9 % de esas observaciones procesadas fueron expresadas con una tolerancia hígrica mayor a HR superiores a la de confort que a HR inferiores a ésta. En cuanto a las amplitudes de los rangos, fue posible identificar una diferencia de 4,5 % entre los rangos de confort reducidos y una de 13,4 % entre los rangos de confort extensos, observándose superiores, en am bos casos, las amplitudes obtenidas con base en LA C 1 (15,8 % en el rango reducido y 36,6 % en el rango extenso).

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De acuerdo con los valores de HR estimados con base en LAC total, es posible apreciar un alto grado de coincidencia entre la HRn obtenida con éste y la obtenida con LAC 1, de tal forma que la diferencia resultante entre este par de valores homólogos fue de 1, 8 %; caso contrario se observó con el resto de valores estimados en cada caso (límites de los rangos de c onfort), donde la diferencia entre ellos pudo ser hasta de 10,0 %. Asimismo, en c uanto al análisis comparativo referente a los valores estimados con LAC total y con LAC 2, se puede observar que en ninguno de los pares homólogos se mostró aproximación de valores, por lo que la diferencia entre cada par de ellos se ubicó entre 5,7 % y 7,1 %. Como se puede apreciar, los valores de HR estimados con LAC total resultaron dentro del intervalo generado por los valores obtenidos con LAC 1, de tal forma que los límites inferiores de los rangos de confort, en ambos casos, se mostraron con una diferencia de 3,4 % entre los rangos reducidos y una de 10,0 % entre los rangos extensos, asimismo, los límites superiores resultaron con una di ferencia de 1,3 % entre los rangos reducidos y una de 4,4 % entre los rangos extensos. En el primero de los casos, los límites inferiores de LAC 1 se observaron con un valor por debajo de los obtenidos con LAC total; asimismo, en el segundo de ellos, los límites superiores de LAC 1 se mostraron con un valor por encima de los obtenidos con LAC total. Asimismo, las amplitudes de los rangos de c onfort obtenidas con base en LA C 2 y LAC total demuestran una aproximación estrecha entre sí, la diferencia es de 0,2 % entre los rangos reducidos y de 1,0 % entre los rangos extensos; en ambos casos (rangos de confort reducido y extenso), los mayores valores observados fueron los obtenidos con LAC 2. Por otro lado, al comparar las amplitudes de c onfort obtenidas con LAC 1 y LAC total, es posible apreciar una holgura más pronunciada al mostrar una diferencia de 4,5 % entre las amplitudes de los rangos reducidos y una de 1 3,4 % entre las amplitudes de los rangos extensos; en ambos casos, los mayores valores observados fueron los obtenidos con LAC 1. De esta manera, los valores de c onfort hígrico estimados para el periodo cálido con base en LAC 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 28,4 % y 44,5 % para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 40,5 % y 49,7 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 47,7 % y 55,2 %, para el valor de neutralidad; en 56,3 % y 61,0 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 65,0 % y 67,7 %, para el límite superior del rango de confort extenso (+ 2 D S), con una a mplitud del rango de c onfort reducido de 15,8 % y 11,3 %, y, una del rango de confort extenso de 36,6 % y 23,2 %.

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6.4.2.4. Periodo transición (húmedo) De acuerdo con la Tabla 71 (pág. 523), la estimación de los valores de confort hígrico, a partir de LAC 1, para el periodo de transición húmedo, fue producto del análisis de una sub-base de datos comprendida por 57 observaciones (25 de mujeres y 32 de hombres); en contraste, la sub-base de datos que dio origen a esos valores, pero con base en LAC 2, estuvo definida por 128 observaciones (45 de mujeres y 83 de hombres), prácticamente el doble de tamaño que el primero de los casos. De esta manera, la sub-base de datos analizada a par tir de LA C 1 representó el 30,8 % de l as observaciones procesadas con LAC total para llevar a c abo la estimación de los valores de HR para este periodo (ver Periodo transición (húmedo), pág. 476), mientras que la sub-base de datos analizada con base en LAC 2 representó el 69,2 % de ellas. A partir del análisis y la interpretación de la Figura 138, fue posible observar que cada uno de los valores de HR (neutralidad, y, límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso), obtenidos con base en LAC 2, resultaron con una magnitud superior a los estimados a partir de LAC 1; la diferencia entre cada par de valores homólogos se ubicó entre 0,7 % y 5,8 %, la cual se percibió más pronunciada conforme se observaban los resultados en el sentido generado de - 2 DS a + 2 DS, es decir, conforme la estimación de valores tendía a los límites superiores de los rangos de confort. Sin embargo, los límites inferior y superior de los rangos de confort reducido y extenso (- 2 DS, - 1 DS, + 1 DS y + 2 DS) de ambos casos (LAC 1 y LAC 2), prácticamente resultaron simétricos al valor de neutralidad, lo que indica que, independientemente de la amplitud obtenida con los rangos de confort en cada periodo de apl icación, los sujetos expresaron el mismo grado de tolerancia tanto a HR por encima de la de confort como a HR por debajo de ésta (fenómeno que caracterizó la simetría de la tolerancia hígrica en el periodo de estudio analizado: transición húmedo). Las amplitudes de c onfort obtenidas con los rangos reducido y extenso de LA C 1 resultaron inferiores a las obtenidas con los rangos de LAC 2, de tal forma que la diferencia entre los rangos reducidos fue de 2,5 %, mientras que la obtenida entre los rangos extensos fue de 4,9%. De esta manera, mientras que con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 8,8 % para el rango reducido, con LAC 2 fue de 11,3 %, asimismo, mientras que con LAC 1 se obtuvo una amplitud de 17,7 % para el rango extenso, con LAC 2 fue de 22,6 %. Como se puede observar, las amplitudes de mayor tamaño fueron obtenidas con los rangos estimados con base en LAC 2. 548

Figura 138. Valores de confort estimados con la correlación HR - ST con base en los estudios de laboratorio, para el periodo húmedo (septiembre), aplicados en mayo y enero (Elaboración propia).

Con lo anterior, es posible apreciar que técnicamente los valores de confort hígrico (neutralidad y límites de los rangos de confort) estimados con LAC 1 resultaron dentro del intervalo generado con los valores de HR estimados con LAC 2, característica que, de forma inversa, fue replicada durante la estimación de valores de TBS para este periodo de estudio —en donde los resultados obtenidos con base en LAC 2 se mostraron dentro del intervalo generado con los resultados estimados con LAC 1 (ver Periodo transición (húmedo), pág. 535)—. No obstante, el par de valores homólogos que mayor semejanza mostró con ambos periodos de apl icación (LAC 1 y LAC 2) fue el referente al límite inferior de los rangos de confort extensos, donde la diferencia encontrada entre ambos valores correspondió a 0,7 % (- 2 DS con LAC 1 = 50,0 %; - 2 DS con LAC 2 = 50,7 %).

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Por otro lado, si se incluyen los valores de confort hígrico obtenidos con LAC total al análisis comparativo hasta ahora realizado, se puede observar cierto grado de coincidencia entre éstos y los obtenidos con LAC 1, de tal forma que el límite inferior de los rangos de confort reducidos (- 1 DS) resultaron prácticamente en igualdad de magnitud (54,4 %), mientras que los valores del límite inferior de l os rangos extensos (- 2 DS), de las HRn (neutral), del límite superior de los rangos reducidos (+ 1 DS) y del límite superior de los rangos extensos (+ 2 DS), reflejaron cierto grado de compatibilidad (hasta 2,2 % de diferencia). Caso contrario se observó con los valores estimados con LAC 2 en donde la diferencia resultante respecto a los valores estimados con LAC total fue más pronunciada (hasta 3,6 % de diferencia entre cada par de resultados homólogos). Con lo anterior, es posible apreciar que nuevamente, al igual que con los valores de LAC 2, los valores de confort hígrico (neutralidad y límites de los rangos de confort) estimados con LAC 1 resultaron dentro del intervalo generado con los valores de H R estimados con LAC total. Asimismo, las amplitudes de los rangos de confort obtenidas con LAC 2 resultaron próximas a las obtenidas con LAC total, de tal forma que l a diferencia entre los rangos de confort reducidos fue de 0,5 %, mientras que la originada entre los rangos de confort extensos fue de 0,9 %; por el contrario, la diferencia resultante entre las amplitudes de confort de LAC 1 y LAC total se observó con mayor holgura, de tal forma que correspondió a 2,0 % de HR entre los rangos de confort reducidos y 4,0 % de HR entre los rangos de confort extensos. Pese a lo anterior, una característica que es importante señalar es que, durante el análisis comparativo, fue posible apreciar que el valor de neutralidad (HRn), estimado de forma individual con cada uno de los casos mencionados (LAC 1, LAC 2 y LAC total), reflejó un alto grado de apr oximación entre sí (HRn con LAC 1 = 58,8 %; HRn con LAC 2 = 62,0 %; y, HRn con LAC total = 59,9 %), aun cuando se observaron diferencias entre las amplitudes de l os rangos de confort obtenidos en cada caso. La aproximación entre cada par de valores homólogos estimados con base en LAC 1 y LAC total fue estrecha, lo que permitió entrever el alto grado de validación que los estudios de laboratorio, desarrollados durante mayo (LAC 1), lograron para estimar el valor de neutralidad y los rangos de confort hígrico para el periodo de transición húmedo, al formular resultados similares a los estimados con el total de observaciones recabadas durante los estudios realizados en mayo y en enero con base en el enfoque predictivo (LAC total), pese a mostrar, inclusive, diferencia en las sub-bases de datos que dieron origen, en cada caso, a los valores de confort estimados.

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De esta manera, los valores de confort hígrico estimados para el periodo de transición húmedo con base en LAC 1 y LAC 2, respectivamente, quedaron definidos en 50,0 % y 50,7 % para el límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS); en 54,4 % y 56,4 %, para el límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS); en 58,8 % y 62,0 %, para el valor de neutr alidad; en 63,2 % y 67,7 %, para el límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS); y, en 67,6 % y 73,4 %, para el límite superior del rango de c onfort extenso (+ 2 DS), con una a mplitud del rango de confort reducido de 8,8 % y 11,3 %, y, una del rango de confort extenso de 17,7 % y 22,6 %, ambos prácticamente simétricos al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. 6.4.3. Resumen de valores estimados según periodo de aplicación del enfoque predictivo El desarrollo de los estudios de laboratorio, realizados durante los periodos térmicos extremos que dan l ugar en la ciudad de P achuca —por un l ado, en mayo (LAC 1), en c orrespondencia con el periodo cálido, y, por otro, en enero (LAC 2), en correspondencia con el periodo frío—, permitió estimar, por periodo de estudio (PF, PTs, PC y PTh), los valores de confort (neutralidad y rangos de confort) de la TBS y la HR respecto a la sensación térmica percibida por los sujetos. Por lo anterior, y con el fin de identificar un parámetro de comparación y/o divergencia entre cada par de r esultados homólogos (por variable física analizada y periodo de estudio), según el periodo de apl icación (LAC 1 y LAC 2), los valores estimados en c ada caso fueron tabulados en la siguiente matriz (Tabla 72).

Tabla 72. Tabla resumen de los valores estimados con la correlación TBS-ST y HR-ST, por periodo de estudio, con base en los estudios de laboratorio desarrollados durante mayo y enero (Elaboración propia).

Para ello, en la tabla anterior se presentan de forma sistemática los siguientes valores estimados: cantidad total de RSTP procesadas con base en LAC 1 y LAC 2 para estimar los valores de

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confort de l a TBS o d e la HR de un periodo de estudio específico (RSTP procesadas), límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS), límite inferior del rango de confort reducido (- 1 DS), valor de confort (neutral), límite superior del rango de confort reducido (+ 1 DS), límite superior del rango de confort extenso (+ 2 DS), amplitud del rango extenso y amplitud del rango reducido. Como se puede observar, la cantidad de observaciones que conformó cada sub-base de datos procesada para un m ismo periodo de estudio, varió según la variable física analizada (TBS o HR) y el periodo de aplicación de los estudios (LAC 1 o LAC 2), de tal forma que ésta pudo ser diferente en cada caso; por ejemplo, la sub-base de datos utilizada en un periodo específico para estimar los valores de confort de la TBS pudo diferir de la sub-base de datos empleada (en ese mismo periodo) para obtener los valores de la HR, asimismo, esas sub-bases de dato s pudieron diferir según el periodo en que se llevaron a cabo los estudios de laboratorio (mayo o enero) para realizar la estimación de los valores en cada caso. Lo anterior fue producto de los ajustes que se aplicaron, en su momento, a cada situación, con el fin de mejorar la consistencia de los resultados estimados. De esta manera, con los estudios de laboratorio desarrollados en mayo, el PC se caracterizó por contar con la sub-base de datos de mayor tamaño en el análisis de cada variable física (99 RSTP en la estimación de la TBS y 108 RSTP en la estimación de la HR), mientras que en el PF y el PTh (mitad fría del año) se procesaron las sub-bases de datos de m enor tamaño (60 RSTP y 62 RSTP, respectivamente, en la estimación de la TBS, y, 57 RSTP, en ambos casos, en la estimación de la HR). Asimismo, con los estudios de laboratorio desarrollados en enero, la sub-base de datos del PTs fue la de mayor tamaño en la estimación de valores de la TBS (188 RSTP), mientras que la del PC lo fue en la estimación de valores de la HR (172 RSTP); por el contrario, el PF se caracterizó nuevamente por contener la sub-base de datos más pequeña en el análisis de cada variable física (85 RSTP en la estimación de la TBS y 88 RSTP en la estimación de la HR). Con el fin de visualizar e identificar, de una forma clara, las correlaciones entre los periodos de estudio (PF, PTs, PC y PTh) según el periodo de aplicación (LAC 1 y LAC 2), los datos estimados en cada caso se graficaron en un mismo diagrama por variable física analizada (TBS y HR); paralelamente, se trazó una línea de unión que caracterizó el proceder de los valores neutros (estimados individualmente con cada periodo de aplicación) a lo largo de los periodos de estudio. Asimismo, los valores de confort (neutralidad y rangos de confort), tanto de TBS como de HR (por

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periodo de estudio), obtenidos con base en el desarrollo de los estudios de laboratorio durante el primer periodo (LAC 1), se representaron en rojo —en correspondencia con las condiciones térmicas calurosas que se perciben durante mayo, mes en el que se desarrollaron los estudios en el periodo señalado—, asimismo, los obtenidos con base en el desarrollo de los mismos estudios pero durante el segundo periodo (LAC 2), se representaron en azul —en correspondencia con las condiciones térmicas frías que dan lugar durante enero— (Figura 139 y Figura 140). Con base en lo anterior, es que en la Figura 139 se presentan los valores de confort térmico estimados con base en LA C 1 y LAC 2 por periodo de es tudio, así como el tamaño de l a sub-base de datos a partir de la cual se llevó a cabo el procesamiento en cada caso. En ella se puede apreciar que, con ambos periodos de aplicación, el PF, en c orrespondencia con las condiciones térmicas que por concepto alude, se caracterizó por resultar con la Tn más baja de los periodos analizados; en contraste, el PC resultó con el valor de neutralidad más alto. En lo que respecta al PTs y al PTh, la Tn obtenida se observó con magnitudes próximas entre sí (con una divergencia de hasta 0,7 K), sin embargo, la característica que per mitió establecer la diferencia entre ellos fue la amplitud con la que resultaron sus rangos de confort.

Figura 139. Comparación de los valores de confort térmico estimados, por periodo de análisis, con base en l os estudios de laboratorio desarrollados individualmente durante mayo y enero (Elaboración propia).

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De esta manera, la diferencia encontrada entre las Tn del PF estimadas a partir de LAC 1 y LAC 2 fue de 1,0 K, la Tn de mayor magnitud correspondió a los valores de confort estimados con los estudios de l aboratorio realizados durante mayo. Las amplitudes de l os rangos de confort, con LAC 1, fueron de 3,5 K con el rango reducido y de 7,0 K con el rango extenso, ambas asimétricas al valor de neutralidad (la mayor amplitud obtenida en cada caso se reflejó hacia el límite superior de los rangos) y proporcionales entre sí; asimismo, las obtenidas a partir de LAC 2 fueron de 3,3 K con el rango reducido y de 6,5 K con el rango extenso, de igual forma, ambas asimétricas al valor de neutralidad (la mayor amplitud obtenida en cada caso se reflejó hacia el límite superior de los rangos) y prácticamente proporcionales entre sí. La sub-base de datos procesada con LAC 1 estuvo definida por 60 RSTP, mientras que la analizada con LAC 2 fue comprendida por 85 RSTP. En cuanto a las Tn estimadas para el PTs, según LAC 1 y LAC 2, se observó una discrepancia de 0,2 K . Para este periodo de es tudio se obtuvieron unas amplitudes de c onfort térmico de 2,4 K y 4,7 K con los rangos reducido y extenso, respectivamente, con base en LAC 1, ambas prácticamente simétricas a la Tn y proporcionales entre sí; en tanto, las obtenidas a partir de LAC 2 fueron de 3,8 K y 7,6 K, respectivamente, de igual forma, ambas simétricas al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. La cantidad de obs ervaciones procesadas con la sub-base de datos de LAC 1 correspondió a 91 R STP, mientras que la analizada con base en LAC 2 estuvo definida por 188 RSTP. Las Tn obtenidas para el PC, de acuerdo con la estimación llevada a cabo a partir de LAC 1 y LAC 2, correspondieron a 23,1 °C y 23,6 ° C, respectivamente; aquí, la diferencia mostrada correspondió a 0,5 K. Las amplitudes de los rangos de confort, con LAC 1, fueron de 3,3 K en el rango reducido y de 6,5 K en el rango extenso, ambas asimétricas al valor de neutralidad (la mayor amplitud obtenida en c ada caso se reflejó hacia el límite inferior de los rangos) y prácticamente proporcionales entre sí; asimismo, las obtenidas a par tir de LA C 2 fueron de 3,0 K en el rango reducido y de 5,9 K en el rango extenso, en este caso, ambas simétricas al valor de neutralidad y prácticamente proporcionales entre sí. La sub-base de datos procesada con LAC 1 estuvo definida por 99 RSTP, mientras que la analizada con LAC 2 fue comprendida por 181 RSTP. De acuerdo con el procesamiento de datos realizado con base en los estudios de laboratorio desarrollados en m ayo y enero, las Tn es timadas para el PTh fueron de 21,9 °C y 22,1 °C,

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respectivamente, por lo que l a diferencia mostrada entre ambos valores de neutr alidad correspondió a 0,2 K. Para este periodo de estudio se obtuvieron unas amplitudes de confort térmico de 2,1 K y 4,3 K para los rangos reducido y extenso, respectivamente, con base en LAC 1, ambas prácticamente simétricas a la Tn y proporcionales entre sí; en tanto, las obtenidas a partir de L AC 2 fueron de 1,5 K y 3,8 K, respectivamente, de i gual forma, ambas simétricas al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. La cantidad de observaciones procesadas con la sub-base de d atos de LA C 1 correspondió a 62 RSTP, mientras que l a analizada con base en LAC 2 estuvo definida por 120 RSTP. Con lo anterior se pudo confirmar que la amplitud con la que resultaron los rangos de c onfort fue el elemento determinante que marcó la diferencia entre el confort térmico de los periodos de transición; esto, debido a la influencia que ejerce la HR sobre la sensación térmica percibida por los sujetos en cada uno de los casos. Ahora bien, si se observan conjuntamente los valores de confort térmico estimados, con base en LAC 1 y LAC 2, por periodo de estudio, se puede apreciar que en todos los casos, excepto en el PTs, las amplitudes de c onfort obtenidas con LAC 1 resultaron superiores a l as obtenidas con LAC 2; asimismo, que las amplitudes de c onfort (reducida y extensa) obtenidas paralelamente con LAC 1 y LAC 2 en los periodos térmicos extremos mostraron cierta aproximación entre sí (independientemente de la magnitud con la que hayan resultados los valores de neutralidad y los límites de los rangos de confort), contrario a lo mostrado en los periodos de transición térmica (PTs y PTh) en donde se puede advertir una holgura (subestimación) más pronunciada entre los valores de confort obtenidos en cada caso. Asimismo, independientemente de la amplitud con la que resultaron los rangos de confort en cada periodo de estudio, los límites de ambos rangos (reducido y extenso) siguieron la trayectoria (de ascenso - descenso) establecida por el valor de neutralidad a lo largo de los periodos de estudio. Otra característica que es importante mencionar es que, en el caso particular del límite inferior del rango de confort extenso (- 2 DS) estimado con LAC 2 para cada periodo de estudio, resultó una trayectoria ascendente conforme las condiciones térmicas variaron a lo largo del año (el valor mínimo correspondió con el PF y el máximo con el PTh); lo anterior resulta natural si se observa que la trayectoria térmica del PF al PC se manifiesta en ascenso, y, que el PTh, por efecto de la HR, refleja una amplitud reducida entre los límites de los rangos de confort, lo que permite que el límite inferior del rango extenso se ubique por encima del de los otros periodos.

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En términos generales, los valores de confort (neutralidad y límites de l os rangos de confort) estimados con base en LAC 2 para el PC y el PTh (segunda mitad del año) se mostraron por encima de los obtenidos con LAC 1; caso contrario se muestra con los valores de confort del PF, donde l os resultados de LA C 2 s e ubicaron por debajo de l os estimados con LAC 1. No obstante a estas diferencias, fue posible concebir una a proximación estrecha entre las Tn estimadas, con ambos periodos de aplicación (LAC 1 y LAC 2), para los periodos de transición (PTs y PTh), de tal forma que la diferencia resultante entre la Tn estimada con LAC 1 y la Tn estimada con LAC 2, para el PTs, fue de 0,2 K , mientras que la obtenida entre la Tn estimada con LAC 1 y la Tn estimada con LAC 2, para el PTh, fue, de igual manera, de 0,2 K. En ambos casos (LAC 1 y LAC 2), la línea de unión que permitió visualizar la trayectoria periódica de la Tn a lo largo del año, mostró un trazo semejante entre los valores estimados con cada uno de los periodos de aplicación, de tal forma que los valores neutros de menor magnitud, en cada caso, correspondieron con los obtenidos para el PF, mientras que los estimados con mayor magnitud correspondieron a los del PC; de esta manera, las Tn de ambos periodos de transición (PTs y PTh) resultaron intermedias a l as magnitudes mínimas y máximas de los periodos de estudio ya mencionados (en correspondencia con las condiciones térmicas que por concepto alude cada uno de ellos). Como se ha observado, con la representación gráfica y la comparación de los valores de confort estimados, por un l ado, con base en LAC 1, y, por otro, a par tir de LAC 2, por periodo de estudio, fue posible identificar ciertas diferencias de m agnitud entre los valores obtenidos con cada periodo de aplicación, lo que podría sugerir que factores tales como el historial térmico, las condiciones higrotérmicas de sitio (aclimatación periódica en sitio), las expectativas de los sujetos evaluados y la predominancia de un género en cada grupo experimental (en este caso, la cantidad de hom bres sobre la cantidad de mujeres), influyeron en la percepción de la sensación térmica durante cada uno de l os ocho momentos de ev aluación a l os que fueron expuestos los sujetos en las pruebas experimentales, pese a que las condiciones controladas de laboratorio siguieron la misma metodología experimental en c ada uno de l os periodos de aplicación con el fin de aislar parcialmente a los sujetos durante las pruebas experimentales. Por otro lado, el gráfico que permitió presentar los valores de confort de la HR estimados para cada periodo de estudio, con base en LAC 1 y LAC 2, así como el tamaño de la sub-base de datos a partir de la cual se llevó a c abo el procesamiento en cada caso, se da a conocer en la

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Figura 140. En ella se puede apreciar que, con ambos periodos de aplicación, el PTh, en correspondencia con las condiciones hígricas que por concepto alude, se caracterizó por resultar con la HRn más alta de los periodos analizados (HRn con LAC 1 = 58,8 %; HRn con LAC 2 = 62,0 %); en contraste, el PTS, en correspondencia nuevamente con las condiciones hígricas que dan lugar en ese periodo, resultó con el valor de neutralidad más bajo (HRn con LAC 1 = 47,0 %; HRn con LAC 2 = 54,4 %). En lo que respecta a los periodos térmicos extremos (PF y PC), las HRn obtenidas se ubicaron intermedias a los valores neutros extremos ya mencionados. De esta manera, la diferencia encontrada entre las HRn del PF, estimadas con LAC 1 y LAC 2, fue de 4,7 %, la HRn de mayor magnitud correspondió a los valores estimados con los estudios de laboratorio realizados durante enero. Las amplitudes de los rangos de confort, con LAC 1, fueron de 13,2 % con el rango reducido y de 25,8 % con el rango extenso, ambas asimétricas al valor de ne utralidad (la mayor amplitud se reflejó hacia el límite superior de l os rangos) y no proporcionales entre sí; asimismo, las obtenidas a par tir de LAC 2 fueron de 12,1 % con el rango reducido y de 24,3 % con el rango extenso, en este caso, ambas prácticamente simétricas al valor de n eutralidad y proporcionales entre sí. La s ub-base de dato s de LAC 1 estuvo definida por 57 RSTP, mientras que, la analizada con LAC 2, por 88 RSTP.

Figura 140. Comparación de los valores de HR (confort) estimados, por periodo de análisis, con base en los estudios de laboratorio desarrollados individualmente durante mayo y enero (Elaboración propia).

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En cuanto a las HRn estimadas para el PTs con LAC 1 y LAC 2, se observó una discrepancia de 7,4 %. Para este periodo de estudio se obtuvieron unas amplitudes de confort hígrico, con base en LAC 1, de 15,9 % y 36,8 % con los rangos reducido y extenso, respectivamente, ambas asimétricas a la HRn (la mayor amplitud obtenida con el rango reducido se reflejó hacia el límite superior, mientras que la mayor amplitud obtenida con el rango extenso se observó hacia el límite inferior) y no proporcionales entre sí; en tanto, las obtenidas a partir de LAC 2 fueron de 11,5 % y 23,7 %, respectivamente, de igual forma, ambas asimétricas al valor de neutralidad (la mayor amplitud obtenida en cada caso se reflejó hacia el límite superior de l os rangos) y prácticamente proporcionales entre sí. La cantidad de ob servaciones procesadas con la sub-base de datos de LAC 1 correspondió a 104 RSTP, mientras que la analizada con base en LAC 2, a 165 RSTP. Las HRn obtenidas para el PC, de acuerdo con la estimación llevada a cabo a partir de LAC 1 y LAC 2, correspondieron a 47,7 % y 55,2 %, respectivamente; aquí, la diferencia mostrada correspondió a 7,5 %. Las amplitudes de los rangos de confort, con LAC 1, fueron de 15,8 % en el rango reducido y de 36,6 % en el rango extenso, ambas asimétricas al valor de neutralidad (la mayor amplitud obtenida con el rango reducido se reflejó hacia el límite superior, mientras que la mayor amplitud obtenida con el rango extenso se observó hacia el límite inferior) y no proporcionales entre sí; asimismo, las obtenidas a partir de LAC 2 fueron de 11,3 % en el rango reducido y de 23,2 % en el rango extenso, de igual forma, ambas asimétricas al valor de neutralidad (la mayor amplitud obtenida en cada caso se reflejó hacia el límite superior de los rangos) y no proporcionales entre sí. La sub-base de datos procesada con LAC 1 estuvo definida por 108 RSTP, mientras que l a analizada con LAC 2 estuvo comprendida por 172 RSTP. Como se puede apreciar, los valores de HR obtenidos para el PTs y el PC resultaron próximos entre sí, tanto los estimados con LAC 1, como los obtenidos con LAC 2. De acuerdo con el procesamiento de datos realizado con base en l os estudios de laboratorio desarrollados en mayo y enero, las HRn estimadas para el PTh fueron de 58,8 % y 62,0 %, respectivamente, por lo que la diferencia resultante correspondió a 3,2 %. Para este periodo de estudio se obtuvieron unas amplitudes de confort hígrico de 8,8 % y 17,7 % para los rangos reducido y extenso, respectivamente, con base en L AC 1, ambas simétricas a la HRn y proporcionales entre sí; en tant o, las obtenidas a par tir de LAC 2 fueron de 1 1,3 % y 22,6 %, respectivamente, de igual forma, ambas simétricas al valor de neutralidad y proporcionales entre sí. La cantidad de observaciones procesadas con la sub-base de datos de LAC 1 correspondió a 57 RSTP, mientras que la analizada con base en LAC 2 estuvo definida por 128 RSTP. 558

Con lo anterior se pudo confirmar que la amplitud con la que resultaron los rangos de confort fue el elemento determinante que marcó la diferencia entre el confort hígrico de los periodos térmicos extremos; esto, debido a la influencia que ejercen las condiciones térmicas sobre la presencia y la percepción de las condiciones hígricas en cada uno de los casos. De acuerdo con el gráfico hasta ahora analizado (Figura 140), los valores neutros de HR presentaron una trayectoria inversa a la mostrada por los valores de las Tn (de bulbo seco) a lo largo del año. Es decir, en tanto la TBS neutra mostró un ascenso uniforme en la mitad calurosa del año (PTs y PC), la HRn observó un descenso en el mismo periodo; no obstante, caso distinto fue el que se apreció durante la mitad fría del año (PTh y PF), donde las condiciones neutras tanto de la TBS como de la HR presentaron un descenso uniforme. Ahora bien, si se observan conjuntamente los valores de confort hígrico estimados, con base en LAC 1 y LAC 2, por periodo de estudio, se puede apreciar que en todos los casos, excepto en el PTh, las amplitudes de confort obtenidas con LAC 1 resultaron superiores a l as obtenidas con LAC 2; asimismo, que las amplitudes de c onfort (reducida y extensa) obtenidas paralelamente con LAC 1 y LAC 2 en los periodos de la mitad fría del año (PF y PTh) mostraron cierta aproximación entre sí (independientemente de la magnitud con la que hayan resultados los valores de neutralidad y los límites de l os rangos de c onfort), contrario a l o mostrado en los periodos de la mitad calurosa del año (PC y PTs) en donde se puede advertir una holgura (sobrestimación) más pronunciada entre los valores de confort estimados con LAC 1 respecto a los obtenidos con LAC 2. Lo anterior indica que las valores de confort hígrico obtenidos para los periodos de la mitad fría del año, ya sea a partir de la estimación individual realizada con cada periodo de aplicación, o, a partir de LAC total (estimación realizada con base en el total de observaciones obtenidas conjuntamente con LAC 1 y LAC 2, ver Periodo frío y Periodo transición (húmedo), págs. 539 y 548, respectivamente), expresan un alto grado validación desde el punto de v ista estadístico y fenomenológico; por el contrario, con la estimación realizada para los periodos de la mitad calurosa del año, dicho grado de validación sólo se puede observar entre los valores obtenidos con base en LAC 2 y LAC total (los cuales muestran cierto grado de compatibilidad entre sí). Tanto los límites del rango de confort reducido (± 1 DS), como los del rango de confort extenso (± 2 DS), en todos los periodos, mostraron una trayectoria similar (de ascenso-descenso) a la trazada por los valores de neutralidad a lo largo del año, independientemente de la amplitud con 559

la que resultaron los rangos en cada caso. No obstante, las características determinantes que permitieron diferenciar el confort hígrico en c ada uno de l os periodos estudiados fueron, sin lugar a duda, el valor de neutralidad y la amplitud de los rangos de confort. Los valores de c onfort (neutralidad y límites de los rangos de c onfort) estimados con base en LAC 2, para cada uno de los periodos de estudio, mostraron una magnitud superior a la estimada con LAC 1 en cada uno de l os casos. No obstante, fue posible observar cierta aproximación entre las HRn estimadas, con ambos periodos de apl icación (LAC 1 y LAC 2), para el PTh, de tal forma que la diferencia resultante entre ellas fue de 3,2 %. Es importante mencionar que los valores de HR estimados para el PTh (neutralidad y límites de los rangos de confort) resultaron por encima de los obtenidos para los demás periodos de estudio; esto, en c orrespondencia con las condiciones hígricas que por concepto alude este periodo, específicamente, a lo largo del año. La línea de unión que permitió visualizar la trayectoria de l a HRn (estimada paralelamente con LAC 1 y LAC 2) a lo largo de los periodos de estudio, mostró un trazo semejante entre los valores estimados con cada uno de l os periodos de aplicación, de tal forma que los valores neutros de menor magnitud, en cada caso, correspondieron con los obtenidos para el PTs, mientras que los estimados con mayor magnitud correspondieron con los del PTh; de esta manera, las HRn de los periodos térmicos extremos (PF y PC) resultaron intermedias a los valores de neutralidad de los periodos de transición térmica ya mencionados.

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