Capítulo 17. Investigación del arte rupestre prehsitórico

July 8, 2017 | Autor: José Ramos Muñoz | Categoría: Social Archaeology, Hunter-Gatherer Archaeology, Palaeolithic Art
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Descripción

CUEVA DE ARDALES (Málaga) INTERVENCIONES ARQUEOLÓGICAS 2011 - 2014

José Ramos, Gerd-C Weniger, Pedro Cantalejo y María del Mar Espejo (Coordinadores)

Ediciones Pinsapar 2014

© José Ramos, Gerd-C. Weniger, Pedro Cantalejo y María del Mar Espejo (coordinadores) © Ediciones Pinsapar www.edicionespinsapar.com - correo electrónico - teléfono Ediciones Pinsapar es un sello editorial perteneciente a Micogest. Gestión, Educación y Turismo Medioambiental, S.L.L.

Entidades colaboradoras: Consejería de Educación, Cultura y Deporte de la Junta de Andalucía Ayuntamiento de Ardales Universidad de Cádiz (Grupo de Investigación HUM-440) Neanderthal Museum Unicaja Obra Social



Primera edición: mayo de 2014



Director de colección: José Ramos Muñoz



Diseño de cubierta: Álvaro Sedeño Márquez



ISBN: 978-84-xxxxx-xx-1



Depósito Legal: MA xxx-2014 Reservados todos los derechos. No se permite reproducir, almacenar en sistemas de recuperación de la información ni transmitir parte alguna de esta publicación, cualquiera que sea el medio empleado –electrónico, mecánico, fotocopia, grabación, etc.–, sin el permiso previo y por escrito de los autores. Son Derechos Reprográficos, vela por el respeto de los citados derechos.

CUEVA DE ARDALES (Málaga) RESULTADOS DE LAS PROSPECCIONES ARQUEOLÓGICAS CON GEORRÁDAR, SONDEOS Y DOCUMENTACIÓN GRÁFICA DEL ARTE RUPESTRE 2011 - 2014 ÍNDICE Capítulo 1. Introducción. Gestación del proyecto y equipo interdisciplinar José Ramos y Gerd-C. Weniger ................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Capítulo 2. Localización geográfica y descripción de la cavidad Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo, José Ramos, Gerd-C. Weniger y Javier Medianero ......... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21 Capítulo 3. Enmarque geológico. Génesis, evolución y geocronología Juan José Durán y Pedro Agustín Robledo Ardila . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27 Capítulo 4. Historia de las investigaciones Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo, José Ramos y Gerd-C. Weniger ................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35 Capítulo 5. Resultados de la actividad arqueológica puntual 2011-2012 José Ramos, Gerd-C. Weniger, Andreas Pastoors, Jörg Linstädter, Pedro Cantalejo y Javier Medianero . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41 Capítulo 6. Investigaciones geofísicas y perforaciones Nicole Höbig, Klaus Reicherter y Martin Kehl . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51 Capítulo 7. Nueva Topografía Dirk Hoffmeister, Stefan Zellmann, Andreas Pastoors, Martin Kehl, Pedro Cantalejo, José Ramos, Gerd-C. Weniger y Georg Bareth .............. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

Cueva de Ardales. Resultado de las investigaciones

Capítulo 8. Sedimentología y Micromorfología Martin Kehl ......................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59 Capítulo 9. Dataciones C14 Janet Rethemeyer ................................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83 Capítulo 10. Estudio polínico de la secuencia AD Blanca Ruiz Zapata y María José Gil García .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85 Capítulo 11. Informe Paleontológico María Patrocinio Espigares, Sergio Ros-Montoya, José Antonio Riquelme, Bienvenido Martínez Navarro y Paul Palmquist ................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95 Capítulo 12. Arqueometría Raman Cristina Capel Ferrón, Susana Jorge Villar, Juan T. López Navarrete y Víctor Hernández Jolín . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 105 8

Capítulo 13. Aplicaciones con escáner a los grabados prehistóricos Andreas Pastoors y Pedro Cantalejo ........... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo 14. Elementos de iluminación Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo, José Ramos y Gerd-C.Weniger ................................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo 15. Materias primas líticas. Estudios arqueomineralógicos y geoarqueológicos Salvador Domínguez-Bella, José Ramos, Gerd-C. Weniger, Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo, Javier Medianero, Serafín Becerra y Lidia Cabello ................ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Capítulo 16.Tecnología lítica tallada José Ramos, Gerd-C. Weniger, Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo, Salvador Domínguez-Bella, Andreas Pastoors, Jörg Linstädter, Javier Medianero, Serafín Becerra, Lidia Cabello, José María Gutiérrez, Antonio Barrena, Eduardo Vijande y Juan Jesús Cantillo .............................. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Capítulo 17. Investigación del Arte Rupestre Prehistórico Pedro Cantalejo, María del Mar Espejo, José Ramos y Gerd-C. Weniger y Andreas Pastoors ...... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

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Capítulo 18. Valoración interdisciplinar y perspectivas de estudio para un proyecto general de investigación José Ramos, Gerd-C. Weniger, Andreas Pastoors, Martin Kehl, Jörg Linstädter, Pedro Cantalejo, Javier Medianero, María del Mar Espejo, Juan José Durán, Salvador Domínguez-Bella, Blanca Ruiz, María José Gil,Víctor Hernández, Susana Jorge Villar, Cristina Capel Ferrón, Juan T. López Navarrete, José Antonio Riquelme, Paul Palmquist, María Patrocinio Espigares, Sergio Ros-Montoya, Bienvenido Martínez-Navarro, Klaus Reicherter, Nicole Höbig, Dirk Hoffmeister, Serafín Becerra, Lidia Cabello, Juan Jesús Cantillo, Eduardo Vijande, José María Gutiérrez y Antonio Barrena . . . . . . . . . . . . . . 195 Bibliografía ....................................... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 201 9

CAPÍTULO 17 RESULTADOS DE LAS INVESTIGACIÓN SOBRE EL ARTE RUPESTRE PREHISTÓRICO Pedro Cantalejo Duarte, María del Mar Espejo Herrerías, José Ramos Muñoz, Gerd-C Weniger y Andreas Pastoors

1. Cueva de Ardales y su relación con los artistas prehistóricos La cavidad conocida como Cueva de Ardales, conserva numerosas zonas que mantuvieron una relación directa con los grupos humanos prehistóricos. En este volumen se han descritos los usos de la cueva como un lugar de hábitat y también, como un depósito funerario. Sin embargo, la faceta más conocida de su relación con la Prehistoria es la de haber sido un extraordinario contenedor de obras gráficas, tanto pintadas como grabadas; formando parte, desde principios del siglo XX (Breuil 1921), de un importante grupo de cavidades, consideradas arcaicas, por la investigación actual (Petrognani 2013). En la Cueva de Ardales se han documentado más de doscientos cincuenta lugares (252 paneles) con vestigios gráficos situados, mayoritariamente, en sectores de total oscuridad (Cantalejo et al. 2006); aunque, cercano a la boca de entrada (zona de penumbra), también se han inventariado numerosos tocamientos y manchas en color rojo, así como digitaciones y barras aplicadas con las yemas de los dedos. 2. El Arte rupestre prehistórico El Arte rupestre prehistórico conservado en la Cueva de Ardales, está realizado, mayoritariamente, durante el Paleolítico Superior. Sólo se ha podido documentar un motivo perteneciente a momentos neolíticos y, por tanto, adscrito al Arte Rupestre del tipo Esquemático. La colección paleolítica es extraordinaria, tanto por su cantidad, como por su diversidad técnica y estilística, configurando uno de los más interesantes repertorios del Arte Paleolítico fuera del área francesa y cantábrica. La temática conservada incluye los cuatro grandes grupos presentes en el contexto europeo: representaciones de fauna, representaciones humanas, manos

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y signos. El cómputo total del que ahora se dispone ascienda a un número de 1.010 motivos, distribuidos en 252 paneles. Desde el punto de vista temático, han sido documentados y descritos 98 figuras zoomorfas, 10 imágenes antropomorfas, 9 manos, 787 signos y otros 106 motivos que, fundamentalmente, por la evolución natural de las paredes y espeleotemas donde se realizaron, no han sido posible clasificar. Los soportes utilizados para la realización de este repertorio fueron todos los posibles, dándose casos en paredes, techos, suelos, grandes bloques desprendidos, estalactitas y estalagmitas. 2.1. Fauna La temática más conocida de Ardales es la representación de animales salvajes, característicos de un biotopo de gran diversidad, como corresponde a los entornos territoriales del yacimiento, donde, en un espacio reducido, se encuentran: montañas, medias montañas, laderas, cursos de agua (arroyos y ríos), praderas y zonas endorreicas (lagunas). Comprendiendo alturas entre los 1.200 m y 150 m sobre el nivel del mar Mediterráneo actual. 166

Lámina 17. 1: Cierva grabada a punta de buril

Ramos, Weniger, Cantalejo y Espejo (editores)

Lámina 17. 2: Équido grabado en el suelo con trazo ancho y profundo

Aunque las representaciones de fauna fueron, seguramente, algunas más, aún así, han podido inventariarse 63 cérvidos (Lámina 17.1), 25 équidos (Lámina 17. 2), 3 cápridos (Lámina 17. 3), 2 bóvidos (Lámina 17. 4), 3 aves, 1 ofidio y 1 pez (Lámina 17. 5), destacando cuantitativamente los cérvidos (64%) y los équidos (26%) sobre el resto de la fauna (10%). Debe destacarse también la alta incidencia porcentual que alcanzan las figuraciones de ciervas, constituyendo un 85% de los cérvidos representados y un 55% del total de zoomorfos documentados (Ramos y Cantalejo 2007, Ramos y Cantalejo 2011). Nos encontramos, por tanto, ante una colección donde predominan la fauna de bosque de media montaña (cérvidos) y de praderas (équidos), estando presentes, aunque no en porcentajes relevantes, ejemplares de montaña (cápridos), laderas (bóvidos), ríos, arroyos y lagunas (aves, serpientes y peces). La mayoría de ellas están presentes en la fauna conservada en los sedimentos arqueológicos muestreados. Evidentemente, la colección tiene una importancia figurativa como representación de las especies presentes en la biocenosis del entorno, pero al tratarse de una selección subjetiva, también representaba el objetivo cinegético de los cazadores, tratándose, probablemente, de

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Lámina 17. 3: Caprido grabado con punzón

Lámina 17.4: Cabeza de bóvido grabada profundamente en el suelo

Ramos, Weniger, Cantalejo y Espejo (editores)

Lámina 17. 5: Gran pisciforme grabado sobre un bloque con trazo ancho y profundo

un arte vinculado con los modos de vida y las fórmulas de obtención de recursos alimenticios y derivados (pieles, tripas, grasas, cuernas, huesos…). 2.2. Imágenes antropomorfas: representaciones femeninas La decena de antropomorfos conservados en la Cueva de Ardales son representaciones de cuerpos femeninos.Todas ellas responden a formatos presentes en la mayor parte del Arte Rupestre Paleolítico de Europa: cuerpos abreviados, mayoritariamente en perfil absoluto, centrados en la representación del abdomen, nalga y pierna, en un convencionalismo que ha sido analizado (Bosinski 2011) y que, pese a su escaso papel cuantitativo, debió tener una gran importancia en la superestructura ideológica de los grupos humanos durante el Paleolítico superior. En Ardales, se han distinguido 5 figuras simples, 2 figuras con incorporaciones de detalles corporales (Lámina 17. 6), 1 figura con tendencia zoomorfa y 2 figuras asociadas (Ramos et al. 2002). Los motivos femeninos se realizaron a lo largo de toda la secuencia gráfica paleolítica y fueron ejecutados, fundamentalmente, mediante la técnica del grabado (Cantalejo et al. 2006).

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Lámina 17. 6: Panel que contien: un triángulo, una figura humana femenina representada desde debajo de los pechos hasta debajo de las rodillas y un trazo vertical, ligeramente arqueado. Grabado ejecutado mediante el raspado de la superficie del bloque de mármol

2.3. Siluetas de manos La presencia de manos pintadas en las cavidades está considerada como un indicio cronológico arcaico, otorgándoles un papel protagonista en el inicio de la secuencia gráfica humana. En Ardales, se han estudiado dos modos de representación que, convencionalmente, se describen como “manos positiva o negativas”, dependiendo si el color se untó en la palma de la mano, y se aplicó directamente encima del soporte o, por el contrario, se colocaba la mano limpia encima del soporte y el pigmento se aplicaba mediante la pulverización alrededor de la misma, obteniendo una silueta definida del contorno. En Ardales se han documentado 7 manos positivas, 3 en color rojo y 4 en color ocre. Las otras 2 son negativas (Lámina 17. 7) y están realizadas en negro (Cantalejo et al. 2003, 2004 y 2006). 2. 4. Signos, manchas y otras formas indeterminadas En todo ese compendio gráfico que engloba la tipología normalmente incluida

Ramos, Weniger, Cantalejo y Espejo (editores)

Lámina 17. 7: Mano negativa aerografiada en negro. Presenta plegados los dedos índice y meñique, aunque entre el muñón del índice y el pulgar, una reserva a modo de puntuación sin color, informa de que allí se apoyó el ápice del dedo índice

dentro del tema signos, existen no pocas dudas de si, en los numerosos casos de las manchas rojas o tocamientos, nos encontramos frente a una obra que puede catalogarse como “arte” o si, por el contrario, estamos en un estadio previo o paralelo al verdadero arte (Lámina 17. 8), ese que claramente se despliega en las otras tres grandes temáticas (representaciones de la fauna, las figuras humanas y las manos). La tipología de los signos inventariados en Ardales ha sido establecida en función de las diversas técnicas de ejecución, al comprobarse que existen morfologías propias de la pintura y otras que lo son del grabado. Para la pintura se establecieron diferentes subtipos a partir de las manchas, los puntos o digitaciones, las barras, y las formas curvadas, mientras que en el grabado se distinguieron morfologías rectilíneas, curvilíneas y angulares. Muchos de los signos se asociaron a paneles con representaciones de fauna y, en menor medida, también a los ámbitos donde se realizaron manos y figuras femeninas (Cantalejo et al. 2004). Sin embargo,

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también se documentó un amplio repertorio de manchas, digitaciones y barras pintadas en espacios donde no se realizaron otros temas gráficos. El extenso cómputo abstracto representa, formalmente, uno de los futuros objetivos de la investigación, tanto en sus aspectos cronológico, que habrá que fijar claramente y en paralelo a las figuras más emblemáticas; como en sus aspectos formales, dado que muchas veces ni siquiera se incluyeron en las publicaciones de otros yacimientos y,por tanto, no podemos contextualizarlos con certeza suficiente. 172

Lámina 17. 8: Dedos manchados de rojo impresos

3..Técnicas de realización del arte en una columna estalagmítica rupestre La incorporación de la informática y las nueva tecnologías fotográficas han supuesto el desarrollo de métodos muy fiables de reproducción, ofreciendo la posibilidad de elaborar el catálogo documental de una forma íntegramente digitalizada

y permitiendo que, en ningún momento, se establezca contacto físico con el soporte motivo del estudio, casi siempre en un estado de gran fragilidad.También importante ha sido la definición de los convencionalismos de representación relacionados con las técnicas de ejecución primitivas, ya que las reproducciones finales sirven, además, como referentes técnicos, incluyendo el soporte si se considera vinculante.Aplicando una metodología simple de inducción, contraste y deducción, se plantearon multitud de hipótesis relacionadas con las técnicas de ejecución tanto de los motivos grabados como de los pintados, siendo confirmadas o refutadas a posteriori. En este estudio, desempeña un papel esencial la toma de macros y micros fotografías, así como el manejo y control de los programa de reproducción (Cantalejo et al. 2006). En estos últimos años, gracias a las nuevas tecnologías basadas en el escaneado superficial, realizado en paneles con grabados y pinturas rupestres, por medio de

Ramos, Weniger, Cantalejo y Espejo (editores)

un sistema High Spex, que permite modelar la luz estructurada de la superficie, convirtiéndola en una representación 3D, de alta resolución, llegando a 0,1 mm por píxel. Alcanzando formatos digitales, de las paredes soportes del arte rupestre, de gran precisión en los ordenadores y, como primera consecuencia, la posibilidad real de evitar cualquier contacto con los paneles y sus contenidos. También se han realizado análisis con tecnología RAMAN sobre estas representaciones gráficas prehistóricas, permitiendo conocer los componentes químicos de sus pigmentos; destacando el uso directo de hematites y limonitas (para los rojos y los amarillos), de manganeso y carbones (para los negros), o de las arcillas y otras tierras procedentes de la propia cavidad (para los ocres y marrones). 3.1. La pintura Los pigmentos empleados fueron el rojo, el amarillo (Lámina 17. 9), el ocre, el marrón y el negro.Todos ellos, salvo una variedad de negro (cuya base era el carbón), eran óxidos o tierras, debidamente tratados (pulverizados y quizás tostados) para poder ser aplicados directamente o disueltos en agua. Los medios propuestos

Lámina 17. 9: Cáprido pintado en amarillo, probablemente con pincel

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para la aplicación de la pintura fueron los dedos, las manos, el pincel, el aerógrafo y el carboncillo. Con los dedos se realizaron signos (puntos, barras, manchas) en rojo, y motivos figurativos (cérvidos) en marrón. Las manos se utilizaron mediante impresiones positivas realizadas en rojo y ocre. Con el pincel se ejecutaron los signos (barras) y motivos figurativos (cérvidos, équidos, cápridos, bóvidos y figuras humanas femeninas) en rojo y ocre. El aerógrafo se propone para el pulverizado sobre las manos empleadas a modo de plantilla, de lo que resultan las improntas negativas en negro. Por último, el carboncillo se asocia a la realización de signos y motivos figurativos (cérvidos). En cuanto a las formas de aplicación, se plantea la hipótesis del empleo del pigmento en seco para el grupo de signos en rojo y de una pasta (realizada con arcillas y resinas) para el grupo realizado en marrón, considerándose que el pigmento disuelto en agua pudo ser exclusivo de las aplicaciones a pincel.

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3.2. El grabado Se observaron diversos resultados técnicos, como la digitación, la incisión en “U”, la incisión en “V”, la extracción y el raspado. En función de la dureza del soporte. Así, se emplearon la yema de los dedos (Lámina 17. 10) o las uñas, punzones de hueso

Lámina 17.10: Cérvido grabado con los dedos sobre un soporte rocoso relativamente blando.

Ramos, Weniger, Cantalejo y Espejo (editores)

Lámina 17.4: Cabeza de bóvido grabada profundamente en el suelo

(Lámina 17. 11) o de madera, lascas y buriles de sílex, incluso algún instrumento de incisión múltiple (quizás unas garras) y se ha podido determinar el empleo de todos ellos en distintos soportes, salvo el uso de los buriles de sílex, que fue exclusivamente aplicado en superficies duras o muy duras. Los grabados resultantes tuvieron un perfil en “U”, para los realizados con los dedos y los punzones y en “V” para el resto, salvo aquellos grabados que se rasparon. Con los dedos se realizaron signos (barras, lazos) y motivos figurativos (cérvidos), los punzones fueron empleados para la realización de signos lineales y motivos figurativos (cérvidos, équidos, ofidios y figuras humanas femeninas), mientras que con los útiles líticos relacionados con la incisión en “V”, la extracción y el raspado, se ejecutaron signos lineales y motivos figurativos (cérvidos, équidos, cápridos, bóvidos, aves, peces y figuras humanas femeninas). Quizás se usó un posible instrumento de incisión múltiple que fue empleado para la realización de signos lineales. 3.3. Una técnica mixta (grabado y pintura) Una última técnica de ejecución presente en la Cueva de Ardales es la que

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combina el grabado digital y la pintura sobre un mismo motivo. En este caso, la pintura aplicada tiene una textura arcillosa de color rojizo (Lámina 17. 12), aunque no llega a ser una sustancia pastosa. Con ella se realizaron signos (barras, lazos) y motivos figurativos (cérvidos).

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Lámina 17.12: Grabados con los dedos sobre una pared blanda y posterior aplicación de pigmento rojo

4. Secuencia gráfica y propuesta cronológica La mayoría del Arte Rupestre Paleolítico inventariado en la Cueva de Ardales se conserva en buen estado, aunque muy patinado por concreciones cristalinas que le han llegado a cubrir ampliamente (Lámina 17. 13). Esta circunstancia, sumada a que la mayor parte del arte pintado de Ardales esté realizado con pigmentos minerales y los motivos realizados con puntas de carboncillos son muy escasos, han hecho, extremadamente difícil, obtener dataciones directas de los pigmentos; convirtiendo en uno de los objetivos futuros, las dataciones de las cristalizaciones y pátinas que cubren las grafías, tanto pintadas como grabadas. El problema de las dataciones directas se comparte con numerosas cavidades arcaicas del ámbito europeo (Petrognani 2013), porque el empleo masivo de medios inorgánicos para

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Lámina 17.13: Ciervo grabado con los dedos, muy patinado por las critalizaciones

177 la realización estas obras originales, anteriores al 15.000 BP, hace, por el momento, difícil su análisis cronológico por metodología AMS. Por el momento, se ha ordenado el millar de motivos a partir de las variables de carácter técnológico, temático, estilístico, espacial y morfológico, estableciendo grupos de significación y conjuntos sincrónicos, cuya sucesión cronológica se propuso a partir de veinticuatro casos en los que se registraron superposiciones o infraposiciones que se repetían en distintos paneles (Láminas 17. 14; 17. 15; 17. 16 y 17. 17). Según los resultados de este análisis, pudo determinarse un orden general de ejecución, exclusivo para la secuencia gráfica de la Cueva de Ardales, que se iniciaría con la pintura roja, el grabado digital, la pintura negra y la extracción, a lo que le seguiría la incisión en “U” y la incisión múltiple. La incisión en “V” y la pintura marrón fueron, probablemente, sincrónicas, o alternantes, al final del proceso de agregaciones gráficas. Por último, en el motivo antropomorfo esquemático se usó pigmento rojo claro. A partir de estos datos se propuso una secuencia gráfica que permitió la ordenación diacrónica de los motivos y conjuntos estudiados en Ardales. Como

Lámina 17. 14: Superposiciones técnicas/diacrónicas en seis paneles gráficos paleolíticos: III-B-1; IV-A-3; IV-A-4; IV-A-11; IV-A-13 y IV-B-30d. Según el inventario de la Cueva de Ardales (Cantalejo et al 2006)

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Lámina 17. 15: Superposiciones técnicas/diacrónicas en seis paneles gráficos paleolíticos: IV-B-35d; IV-B-35d; IV-B-35d; IV-B-39d; IV-B-42b y IV-B-47e. Según el inventario de la Cueva de Ardales (Cantalejo et al 2006)

Lámina 17. 16: Superposiciones técnicas/diacrónicas en seis paneles gráficos paleolíticos: IV-B-47 y IV-C-4 . Según el inventario de la Cueva de Ardales (Cantalejo et al 2006)

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Lámina 17. 17: Superposiciones técnicas/diacrónicas en seis paneles gráficos paleolíticos: IV-C-7; IV-C-8; IV-C-9; IV-C-10 y IV-d-13. Según el inventario de la Cueva de Ardales (Cantalejo et al 2006)

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Lámina 17. 18: Primer ciclo. Grabado realizado con los dedos en una pared blanda. Cierva con la cabeza vuelta

resultado de esta propuesta de periodización se definieron tres grandes ciclos artísticos que fueron ejecutados en, al menos, ocho fases gráficas (ocho agregaciones de grupos sincrónicos). 4.1. Primer ciclo: el arte de los exploradores Le atribuimos un carácter eminentemente configurativo, caracterizado por el reconocimiento previo y prácticamente integral de la cavidad y la articulación, como espacios simbólicos, de sus dos núcleos artísticos principales (Sala de las Estrellas y Calvario). Desde un punto de vista normativo, su cronología correspondería a un Paleolítico Superior inicial (quizás Auriñaciense y seguro Gravetiense). En este primer ciclo se distinguen tres fases: • Fase I: Se realizaron signos y manos positivas y negativas; estaría caracterizado por el uso de la pintura en rojo y negro. Se emplearon los dedos, las manos, el carboncillo y el pulverizador, abarcando todos los sectores de la cavidad y desarrollándose sobre todos los soportes. • Fase II: Se presentaron zoomorfos y antropomorfos pintados en rojo a pincel.

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Lámina 17. 19: Segundo ciclo. Grabado realizado con punzón en la cara superior de un bloque. Caballos.

Esta fase se desarrolló íntegramente en la Sala de Las Estrellas, sobre soportes murales y espeleotemas. • Fase III: Se representaron zoomorfos, antropomorfos y signos pintados en rojo y ocre, y grabados mediante digitación (Lámina 17. 18), extracción y raspado, sobresaliendo las composiciones sobre soporte mural en las que predominan los cérvidos. Se desarrolló íntegramente en “El Calvario”. 4.2. Segundo ciclo: el arte de los grandes cazadores Muy localizado y notablemente homogéneo y estandarizado, se correspondería cronológicamente con un Paleolítico superior medio (Solutrense antiguo). Este ciclo intermedio tendría un carácter monofásico. • Fase IV: Se ejecutaron zoomorfos, antropomorfos y signos realizados mediante grabado inciso en “U” e instrumentos de incisión múltiple, predominando las composiciones sobre facetas de bloques y observándose un incremento cuantitativo de los équidos respecto al ciclo anterior (Láminas 17. 19). Se desarrolla íntegramente en la galería de “El Calvario”.

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Tercer ciclo: de la plenitud a la decadencia 4.3. Recogería las últimas incorporaciones recibidas por la cueva y correspondería a un horizonte cronológico estimado hacia el Paleolítico superior final: Solutrense evolucionado, Magdaleniense (fases V y VI) y a momentos Epipaleolíticos (Mesolíticos: fases VII). Fuera del contexto del arte de los cazadores, pero dentro de la cavidad se realizó un motivo adscrito al Arte rupestre Esquemático que asociamos al Neolítico (fase VIII). En este tercer ciclo, por tanto, se realizaron las últimas cuatro fases. • Fase V: Se grabaron zoomorfos, antropomorfos y signos realizados mediante grabado inciso en “V”, observándose un incremento cuantitativo de los antropomorfos respecto a las fases anteriores. Se desarrolló en “El Calvario” (Lámina 17. 20). • Fase VI: Se pintaron zoomorfos y signos realizados con pintura marrón. Esta fase se desarrolla íntegramente en “El Calvario”. • Fase VII: Se realizaron grabados muy finos de zoomorfos y signos a punta de 184

Lámina 17. 20: Tercer ciclo. Grabado fino realizado sobre la pared de un gran bloque. Figura femenina sintetizada en perfil absoluto

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buril. Las figuras se ejecutaron claramente desproporcionadas, son pequeñas pero con cuerpos macizos y cabezas muy pequeñas. Se situaron en la “Sala de las Estrellas” y en la galería de “El Calvario”. • Fase VIII: Se dibujó con un pincel fino cargado de rojo, una figura antropomorfa que representa un arquero flechando hacia la izquierda, con las piernas ligeramente separadas. La figura se localiza en una de las galerías marginales. Respecto a la evolución de los estilos del Arte Rupestre Paleolítico, se sigue basando en conceptos estereotipados herederos de la obra de Leroi-Gourhan (Leroi-Gourhan 1965), bien sistematizados y actualizados a posteriori (Petrognani 2013). En este teorema de formatos, los dibujos de cabezas de cérvidos y cápridos, realizados con triples líneas: una que representaba desde una oreja hasta el hocico a través de la cara, otra desde la otra oreja por la nuca hasta la espalda y, la tercera, desde el labio inferior por la garganta hasta el pecho, se consideran representantes del arte previo al episodio frío y, por tanto, a las fases Gravetiense-Solutrense 185

Lámina 17. 21: Esquema de la evolución de la secuencia gráfica durante los tres ciclos

Cueva de Ardales. Resultado de las investigaciones

antiguo. Algo similar ocurre con la tendencia a considerar antiguas la cronología relativa a los équidos que fueron representados con hocicos en pico de pato. Ambos estilos, junto con el hecho de que numerosos animales tienen sus patas cortas y sin pezuña, convierten el repertorio de Ardales en uno de los ejemplos recurrentes del arte pre Magdaleniense. Y, sin embargo, el final del ciclo Paleolítico es escaso, pero está bien representado en el yacimiento. Algunos cérvidos y caballos realizados a punta de buril están claramente superpuestos a motivos anteriores, con cuerpos bien proporcionados y actitudes de movimiento.

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5. Propuesta explicativa del arte prehistórico contenido en la Cueva de Ardales. La secuencia gráfica propuesta para la Cueva de Ardales (Lámina 17. 21) incluye, por tanto, una primera actividad que pudo consistir en un reconocimiento muy exhaustivo del espacio subterráneo que sirviera para tomar posesión del mismo y ordenar tanto su futura configuración como el marco de las otras actividades a desarrollar. De esta forma, el recinto natural habría quedado humanizado (estructurado) mediante la distribución espacial de grupos de barras y puntos rojos, delimitado por medio de manchas y puntuaciones aisladas, articulado con el dibujo de signos negros a punta de carboncillo, e incorporado a grupo social a través de las manos con gestos (manos aerografiadas con el plegado de los dedos índice y meñique).Tras la configuración gráfica inicial, se sucedieron en el tiempo varias series de incorporaciones figurativas y simbólicas, lo que demuestra una relación humana intensa a lo largo de muchas generaciones. Es evidente que la ejecución del arte fue una de las actividades más importantes desarrolladas en el interior de la cavidad pero, lógicamente, no la única, porque las visitas organizadas a los espacios gráficos principales (Sala de las Estrellas y Galería del Calvario), pudieron ser una de las claves de la pervivencia de la unidad del “discurso expositivo” que se fue agregando en distintos soportes y durante más de veinte mil años, dentro de unas variables gráficas muy controladas, estrechamente concebidas, repitiendo, fundamentalmente, los mismos representantes de la fauna una y otra vez (cérvidos y équidos). Quizás porque la ejecución del arte no debió constituir un fin en sí mismo, sino un refuerzo de las actividades desarrolladas en el ámbito subterráneo. De hecho, las evidencias vinculadas a la presencia física en los entornos del mismo, en especial las improntas

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Lámina 17. 22: Impresión de una mano infantil/adolescente en el entorno del Arte Paleolítico

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Lámina 17. 23: impresiones de manos adolescentes en el entorno del Arte Paleolítico

Cueva de Ardales. Resultado de las investigaciones

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de manos adolescentes (Láminas 17. 22 y 17. 23), nos ilustran sobre un tipo de actividad, aquella para la que, probablemente, todo este entramado fue concebido, es decir, la transmisión oral pedagógica de unos modos de vida contrastados, como medio de garantizar la continuidad y la supervivencia del grupo (Cantalejo et al. 2006). Participando de esta idea, creemos que las manifestaciones artísticas sirvieron para fijar la tradición oral mediante una iconografía de carácter simbólico capaz de sugerir los argumentos esenciales de dicha tradición. Y en cada lugar se habría plasmado a partir de elementos conocidos, de ahí que la iconografía reconocible, en este caso la fauna representada, resulte un reflejo del entorno inmediato de los ecosistemas que rodean la cueva (Ramos y Cantalejo 2007). La presencia de adolescentes pudo ir más allá de ser acompañantes o receptores de la comunicación. En algunos paneles de Ardales se ha constatado que adolescentes grabaron, con sus pequeños dedos, zonas de paredes blandas, con una trama de trazos verticales que sirvió como base de grabados, realizados con dedos de adultos, que representaron motivos faunísticos (Lámina 17. 24). En efecto, la diversidad iconográfica del arte de Ardales y su interés por expresar ciertos estereotipos del comportamiento animal, sugieren que lo representado responde, de una u otra forma, a una realidad de interés vital, existiendo vínculos inherentes entre la plasticocenosis (fauna representada) y la biocenosis (fauna presente en el entorno) propiamente dicha, relación que se hace patente al observarse que todos los pisos propios del entorno del yacimiento (montaña, bosque, valle, río, laguna) se hallan representados por las especies que les son propias (Ramos y Cantalejo 2011). Por otro lado, los análisis etológicos de algunas figuras de animales parecen confirmar comportamientos estacionales que apuntan al periodo entre la primavera y el otoño, lo que vincularía el arte de la Cueva de Ardales con unas sociedades cazadoras-pescadoras-recolectoras que, en función de sus estrategias para la obtención de recursos, practicarían un nomadismo restringido entre la costa y el interior (Cantalejo, 1995; Espejo y Cantalejo, 1989), en el seno de un sistema de bandas dispersas que encontrarían en estos enclaves singulares sus centros de asociación, estrechando así las relaciones sociales y reforzando las actividades económicas. En este marco teórico, la predación a gran escala, las relaciones de género y la incorporación de los adolescentes al mundo adulto, supondrían los ejes principales sobre los que se articularía la cohesión social de estos grupos (Ramos y Cantalejo, 2011).

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Lámina 17. 24: Panel con la interacción gráfica de adolescentes y adultos

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Lámina 17. 25: Zona de acumulación de restos carbonosos frente a las manos negativas

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Los contenidos y la propuesta valoran el arte de la Cueva de Ardales como un cúmulo de aportaciones sucesivas de carácter simbólico que, entroncadas con una tradición artística global (europea), habrían sido concebidas y utilizadas periódicamente por grupos de cazadores-recolectores del Paleolítico superior, como complemento de su cultura y dentro de las estrategias de comunicación imprescindibles para informar y formar a los adolescentes. La Cueva de Ardales, por tanto, dejo de ser un espacio natural para convertirse, durante veinticinco mil años, en un espacio cultural y social de gran importancia para los grupos humanos que la visitaban y atesoraban en ella las huellas de sus antepasados. 6. Otras actividades relacionadas con el arte Existen en el interior de la cavidad y relacionados con los grupos que la frecuentaban durante el Pleistoceno, numerosas evidencias asociadas a las estrategias de progresión espeleológica, a la iluminación o a la realización de motivos pintados o grabados. Destacaremos la vinculadas a la iluminación artificial (Lámina 17. 25), los restos de cordelería empleada como apoyo de lugares complejos, las herramientas o útiles de los artistas (instrumentos de sílex, esquirlas de hueso tal vez usadas para grabar, paletas de pigmentos, placas manchadas y pigmento ocre y rojo en forma de pasta), las relacionadas con la presencia física en los entornos del arte rupestre (impresiones de manos y dedos, apoyos, resbalones, etc.), las construcciones localizadas también en los ámbitos del arte rupestre y los posibles litófonos (pliegues rotos y pintados). En definitiva, los ámbitos subterráneos relacionados con el Arte Rupestre Prehistórico en la Cueva de Ardales, son más de doscientos cincuenta, destacando dos espacios simbólicos que fueron utilizados, recurrentemente durante varios miles de años: uno de ellos se sitúa en la Sala de las Estrellas, donde además de las manos negativas aerografiadas, numerosas manchas, puntuaciones, varias representaciones de fauna (un bóvido, un cáprido y un équido) y una figura humana femenina, se han estudiado los puntos de iluminación fijos, algunas lámparas portátiles y una cuerda situada como elemento de seguridad para bajar al sitios de las manos. El segundo se sitúa en la conocida como Galería del Calvario, localizada por Breuil en 1918, donde, en las últimas investigaciones, se han localizado más de seiscientos motivos gráficos (Breuil 1921, Cantalejo et al. 2006), destacando más de noventa figuras de animales, una decena de figuras humanas y otras muchas grafías catalogadas como

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signos, manos, manchas, etc. En esta zona de la cavidad, también han sido estudiados puntos de iluminación, impronta de manos infantiles, herramientas usadas por los artistas (punzones de hueso, pigmentos, etc.). Otros sectores de la cavidad, menos frecuentados por estos artistas prehistóricos, se encuentra en zonas vinculadas con el uso de la cueva como refugio, cercanas

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a la boca de entrada, donde se han documentado materiales arqueológicos y paleontológicos, relacionados con el hábitat estacional de grupos de cazadores, recolectores. En estos ámbitos en penumbra predominan las puntuaciones realizadas con la yema de los dedos manchados de rojo, manchas, barras y manos. Sin que se hallan constatados motivos que representen animales o figuras humanas (Lámina 17. 26). En estos espacios intermedios entre la luz y la total oscuridad, se han detectado varios puntos de fabricación de lámparas, algunas paletas, morteros y piedras manchadas de rojo, junto a algunas piezas talladas en sílex. También hay vestigios gráficos en zonas muy profundas y de acceso difícil; se tratan de numerosos tocamientos que han dejado manchas rojas, algunas puntuaciones realizadas con dedos manchados de pigmento y algunas barras. En estas zonas profundas se han documentado numerosas roturas de espeleotemas y algunas lámparas. Los objetivos futuros en relación con el estudio del Arte Rupestre contenido en la Cueva de Ardales, pasan por un nuevo intento de obtención de dataciones directas e indirectas, tanto de los motivos gráficos, sus pátinas (Lámina 17. 27) y sus cristalizaciones, como de los vestigios detectados en su ámbito, todo ello dentro de un marco de aplicación de nuevas tecnologías, que sean capaces de avanzar en el conocimiento de las actividades socioculturales,que se desarrollaron en este yacimiento.

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Lámina 17. 26: Gran trazo diagonal en color rojo en una zona cercana a la boca de entrada y a lugares de hábitat

Lámina 17. 27: Cabeza de ciervo grabada con los dedos. Se observan grandes zonas patinadas en la parte superior de la cabeza del animal.

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