Cantando sabiamente el “Acatistos al dulcísimo Jesús”

May 24, 2017 | Autor: P. Gómez, OSB | Categoría: Espiritualidad, MONACATO, Lectio divina, Teología Monastica, Teologia Oriental
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Descripción

Cantar sabiamente el "Acatistos al dulcísimo Jesús"[1]

Pedro Edmundo Gómez, osb.[2]


"Existe todavía…-escribió el Cardenal Spidlik- entre los Bizantinos, un
'Oficio a Jesús dulcísimo' que es anterior al Jubilus (Dulcis Iesu
memoria[3]) de San Bernardo…[4]"[5].
Nosotros, que queremos aprender a "orar con el espíritu y también con la
inteligencia, cantar himnos con el espíritu y también con la inteligencia"
(1 Cor 14, 15), nos proponemos cantar sabiamente, celebrando y saboreando,
este himno litúrgico oriental, siguiendo el camino de la lectio divina[6]:
1) leyendo-oyendo atentamente el texto, por eso copiamos la versión del
Acatistos al dulcísimo Jesús subida a:
http://theoesis.blogspot.com.ar/2012/07/acatistos-al-dulcisimo-
jesus.html[7], y en nota al pie colocamos las diferencias, aunque
sean mínimas, con otras traducciones[8] para apreciar las tonalidades
y matices;
2) meditando-rumiando gustosamente el contenido, por lo que colocamos
algunos títulos, subrayamos posibles puntos para la meditación-
colación, e indicamos otros textos bíblicos como ecos;
3) orando-dialogando silenciosamente, engrandeciendo nuestro deseo del
Dulce Jesús, para que recupere su centralidad en nuestra vida.


Dos textos muy bellos, uno del magisterio contemporáneo y otro de la
tradición patrística, nos proporcionan el suelo y el cielo para nuestro
caminar:


"El monaquismo, de modo particular, revela que la vida está suspendida
entre dos cumbres: la Palabra de Dios y la Eucaristía…La Palabra de Dios
es el punto de partida del monje, una Palabra que llama, que invita, que
interpela personalmente, como sucedió en el caso de los Apóstoles.
Cuando la Palabra toca a una persona, nace la obediencia, es decir, la
escucha que cambia la vida. Cada día el monje se alimenta del pan de la
Palabra. Privado de él, está casi muerto, y ya no tiene nada que
comunicar a sus hermanos, porque la Palabra es Cristo, al que el monje
está llamado a conformarse. Incluso cuando canta con sus hermanos la
oración que santifica el tiempo, continúa su asimilación de la Palabra.
La riquísima iconografía litúrgica, de la que con razón se enorgullecen
todas las Iglesias del Oriente cristiano, no es más que la continuación
de la Palabra, leída, comprendida, asimilada y, por último, cantada:
esos himnos son, en gran parte, sublimes paráfrasis del texto bíblico,
filtradas y personalizadas mediante la experiencia de la persona y de la
comunidad. Frente al abismo de la misericordia divina, al monje no le
queda más que proclamar la conciencia de su pobreza radical, que se
convierte inmediatamente en invocación y grito de júbilo para una
salvación aún más generosa, por ser inseparable del abismo de su
miseria. Precisamente por eso, la invocación de perdón y la
glorificación de Dios constituyen gran parte de la oración litúrgica. El
cristiano se halla inmerso en el estupor de esta paradoja, última de una
serie infinita, que el lenguaje de la liturgia exalta con
reconocimiento: el Inmenso se hace límite; una Virgen da a luz; por la
muerte, Aquel que es la vida derrota para siempre la muerte; en lo alto
de los cielos un Cuerpo humano está sentado a la derecha del Padre. En
el culmen de esta experiencia orante está la Eucaristía..."[9].


"Me parece que son cuatro las partes de la oración que me toca describir
y que hallo dispersas en las Escrituras, y a cuyo modelo debe cada cual
reducir, como a un todo, su propia oración. Estas son las partes de la
oración. Según la capacidad de cada cual, al principio y como en el
exordio de la oración, hay que dar gloria a Dios, por Cristo
coglorificado, en el Espíritu Santo coalabado. Después, cada cual debe
situar la acción de gracias universal por los beneficios concedidos a la
comunidad y luego las gracias recibidas de Dios. A la acción de gracias
parece oportuno le suceda la dolida acusación ante Dios de sus propios
pecados y la petición, en primer lugar, de la medicina que lo libere del
hábito y de la inclinación al pecado, y luego, del perdón de los pecados
cometidos. En cuarto lugar y después de la confesión me parece que ha de
añadirse la súplica implorando los magníficos bienes celestiales tanto
para sí mismo, como para toda la comunidad humana, para los familiares y
para los amigos. Y por encima de todo esto, la oración debe finalizar
por la glorificación de Dios, por Cristo, en el Espíritu Santo. Pues es
justo que una oración que comenzó por la glorificación, con la
glorificación termine, alabando y glorificando al Padre de todos, por
Jesucristo, en el Espíritu Santo, a quien sea la gloria por los
siglos"[10].


I. DULCE JESÚS, CREADOR Y SEÑOR


Kontakion[11] 1. Oh Guía, defensor en la lucha[12]. Señor, vencedor del
infierno[13], ya que me has salvado[14] de la muerte eterna canto tu
alabanza[15], yo, tu criatura, tu siervo. Tú, cuya misericordia no tiene
límite[16], libérame hoy de todo peligro[17], Tú, a quien yo invoco[18]:
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí[19].
Ikos 1. Oh Creador de los ángeles y Señor de las potencias del cielo[20],
Tú que has abierto el oído y dado la palabra al sordomudo, ilumina mi
espíritu y desata mi lengua para que pueda alabar a Tu Nombre purísimo y
dirigirme a Ti con este canto[21]:
Jesús, belleza luminosa[22], estupor[23] de los ángeles.
Jesús, fuerza invencible[24], liberador de nuestros padres[25].
Jesús, dulzura inmensa[26], alabanza[27] de los patriarcas.
Jesús, Señor muy amado[28], cumplimiento de los profetas.
Jesús, admirable en la fuerza[29], gloria[30] de los mártires.
Jesús, paz resplandeciente[31], alegría de los monjes[32].
Jesús, lleno de benevolencia[33], dulzura de los sacerdotes[34].
Jesús, misericordia incansable[35], regocijo[36] de los santos[37].
Jesús, purísimo[38], pureza[39] de las vírgenes.
Jesús, Tú eres desde siempre[40], salvación de los pecadores.
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí[41].


1. Invocación Inicial. Oración completa de glorificación de Dios, acción
de gracias, petición de perdón y súplica implorando los magníficos
bienes celestiales.
2. Relación personal (yo-Tú) del orante (persona-comunidad) con el Señor.
El orante: salvado, redimido, rescatado, criatura y siervo, débil y en
peligro. Jesús: Hijo de Dios, Creador del universo y Señor de la
Historia, Guía por el camino, Defensor-Triunfador en la lucha
espiritual y Misericordia sin límite. Súplica pidiendo: líbrame,
sálvame, ilumíname y desata, en el tiempo presente ("líbrame hoy"),
porque ya ha experimentado la misericordia de Dios ("me has salvado de
la muerte eterna"). Cada invocación reúne un doble título, uno
referido al Señor en sí mismo y el otro a la creatura. Glorificación y
santificación de toda la creación (ángeles y potencias del cielo,
hombres), de la Historia de la Salvación (padres, patriarcas, reyes,
profetas) y de la Iglesia (mártires, monjes, sacerdotes, santos,
vírgenes y pecadores).
3. Misterio de Jesucristo en su dimensión pascual: Lucha, Muerte e
Infierno. Jesús es el vencedor de todos nuestros obstáculos (pasiones,
pecado, muerte) en la lucha espiritual para conducirnos a la unión con
Dios.
4. Icono narrativo de la curación del sordomudo (Mc 7, 31-37): La
comunidad (Iglesia) presenta al sordomudo. Jesús lo separa de la
multitud (ruidos, voces, gritos) y lo lleva aparte para imponerle las
manos, tocarlo. Lectio Divina y Opus Dei: primero pone los dedos en el
oído (mente) abriéndolo para escuchar la palabra ("dado la palabra"),
y luego con su saliva toca la lengua confusa desatándola para cantar
la alabanza (Cf. Sal 50,17) al Santo y Dulce Nombre: Jesús.
Referencias al bautismo: "ilumina mi espíritu" y rito del "efatá".
5. Textos bíblicos: Apocalipsis 19, 11-16; Isaías 35, 1-10; Mateo 15, 29-
31.


II. DULCE JESÚS, PROFETA E ÍCONO DEL PADRE


K. 2. Cuando viste a la viuda quebrantada de dolor[42], tuviste piedad de
ella[43], Señor, y resucitaste[44] a su hijo que estaban llevando a la
tumba[45]. Del mismo modo, Tú que amas a los hombres[46], fortalece mi
alma[47] y ten piedad de mí[48], que te grito[49]: Jesús, Hijo de Dios, ten
piedad de mí.
I.2. Buscando entender al Incomprensible[50], Felipe te dijo[51]: "Señor,
muéstranos al Padre". Tú le respondiste: "¿Hace tanto tiempo que estoy con
ustedes[52] y tú no me conoces[53], Felipe? ¿No crees que yo estoy en mi
Padre y que mi Padre está en mí[54]?" A Ti, que estás más allá de toda la
comprensión[55], con temor te grito[56]:
Jesús, Dios desde siempre y por siempre[57].
Jesús, Maestro muy paciente[58].
Jesús, Salvador lleno de compasión[59].
Jesús, Amor inmenso, custódiame[60].
Jesús, purifícame de mis pecados[61].
Jesús, aparta tu mirada de mis culpas[62].
Jesús, libera mi corazón de toda falsedad[63].
Jesús, yo espero en Ti, no me abandones[64].
Jesús, no me rechaces lejos de Ti[65].
Jesús, mi Creador, no me olvides[66].
Jesús, Tú el único Pastor Bueno, vela por mí[67].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Jesús: Dios-Hijo,
Misericordioso y Compasivo, Amigo del hombre, Médico, Rey, Maestro,
Salvador, Custodio, Misericordia, Libertador, Esperanza, Ayuda,
Creador y Pastor. Orante: pecador, débil, enfermo (Cf. Sal 50, 3) e
ignorante. Súplicas ("que te grito", "con temor te grito") apelando a
la cercanía, la paciencia, la ternura, la compasión y la misericordia.
La oración del publicano en el templo como en la estrofa anterior (Cf.
Lc 18, 9-14).
3. El Misterio de Jesucristo en su dimensión pascual: perdón de los
pecados, vida nueva (resurrección) e inhabitación trinitaria. Buen
Pastor que da su vida, por amor a las ovejas, y la recupera, por el
amor de su Padre.
4. A) Icono narrativo de la resurrección del hijo (parte muerta-herida)
de la viuda (orante). Dos procesiones: una de vida y otra de muerte.
Encuentro con Jesús (Lc 7, 11-17) que ve primero, se conmueve y
consuela ("no llores"). Toca el féretro, detiene la procesión. El
joven obedece la orden del Señor, se levanta, habla y es entregado a
la madre. Temor y alabanza de Dios, por un Gran Profeta. Dios ha
visitado a su pueblo. B) Icono narrativo del diálogo de Jesús con
Felipe (entre los diálogos con Tomás y Judas, Cf. Jn 14, 8-21). Doble
camino para el conocimiento del Padre: Apofatismo y Jesús, ícono del
Padre. Relación de Jesús con el Padre, y del orante con Jesús. Oración
y cumplimiento de los mandamientos. Promesa del Espíritu de la verdad.
Imagen de Jesús en nosotros, participación de su ser (parte viva-
sana).
5. Textos bíblicos: Lucas 18, 9-14; Juan 10, 11-18.


III. DULCE JESÚS, FUERZA Y TERNURA


K. 3. Jesús, Tú has revestido con el poder de lo alto a los apóstoles que
permanecían[68] en Jerusalén[69]. Del ardor[70] del Espíritu Santo
revísteme también a mí aunque esté desprovisto[71] de toda obra buena y
concédeme cantarte con amor[72]: Aleluya.
I.3. Jesús, en la riqueza de tu misericordia has llamado al publicano y al
pecador, ahora vuélvete hacia mí, que soy como ellos y acepta este canto
como mirra muy preciosa[73]:
Jesús, fuerza[74] invencible.
Jesús, ternura[75] infinita[76].
Jesús, belleza luminosa[77].
Jesús, amor inefable[78].
Jesús, Hijo de Dios viviente.
Jesús, ten piedad de mí, pecador[79].
Jesús, ilumíname porque estoy en la oscuridad[80].
Jesús, purifícame de toda culpa[81].
Jesús, recondúceme a Ti, como al hijo pródigo[82].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración de glorificación de Dios, petición de perdón y súplica
implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor: Fuerza-debilidad, Ternura-
pecador, Luz (Belleza)-oscuridad, Amor-culpa, Hijo de Dios viviente-
hijo pródigo perdido. Pedido: ten piedad, escúchame, ilumíname,
instrúyeme, purifícame, límpiame, recondúceme y restáurame. El orante
se identifica con los apóstoles y con el publicano, los enfermos, los
pecadores y los incrédulos. El himno-oración es como la mirra, ofrenda
(Mt 2,11), óleo de la unción (Ex 30,23); perfume del amado (Ct 1,3;
3,6; 4, 6), de la sepultura (Jn 19, 39, Mt 2, 11), y de las vestiduras
del Mesías (Sal 44,8).
3. Misterio de Jesucristo en su dimensión pascual: Pentecostés y el don
del Espíritu (Cf. Sal 50, 12-14), prometido en la estrofa anterior.
Somos revestidos del fuego (calor) del Espíritu Santo, en nuestra
desnudez (frialdad) de buenas obras, para superar el temor (miedo y
vergüenza), proclamar (cantar) en diversas lenguas las maravillas de
Dios y dar alegremente la paz por el perdón mutuo, participación en la
riqueza de su misericordia.
4. A) Icono narrativo del llamado de Mateo-Levi (Mt 9, 9-13; Cf. Marcos
2, 13-17; Lucas 5, 27-32). Jesús misericordioso, perdona a los
pecadores por el Espíritu. Jesús médico, sana los enfermos por-con el
Espíritu. Vocación (salvación) del publicano, del pecador, del pagano.
Mateo se levanta y lo sigue, come con él. Actitud de los fariseos
(hijos mayores, sanos, y justos) ignorantes de la misericordia. B)
Icono narrativo de la parábola del padre misericordioso (Lc 15, 11-
32): Procesos de un Padre y dos hijos: Don generoso – Espera confiada
– Fiesta familiar. Pecado – Conversión – Misericordia. Enojo - Juicio
– Distanciamiento.
5. Textos bíblicos: Hechos 2, 1-13; Juan 20, 19-23.


IV. DULCE JESÚS, HIJO DE DIOS E HIJO DE DAVID


K. 4. Asaltado interiormente por una tempestad[83] de duda[84], Pedro se
hundía. Cuando te ve presente corporalmente caminando sobre las aguas[85],
te reconoce[86] verdadero Dios, y aferrándose a la mano que salva dice[87]:
Aleluya.
I.4. El ciego te siente pasar, Señor, y se pone a gritar[88]: "¡Hijo de
David, ten piedad de mí!". Llamándolo, Tú le devolviste la vista[89]. Del
mismo modo, en tu ternura[90], ilumina los ojos[91] de mi[92] corazón, a mí
que te grito, diciendo[93]:
Jesús, Creador de los ángeles[94].
Jesús, Redentor de los hombres[95].
Jesús, vencedor[96] del infierno[97].
Jesús, Tú has revestido de belleza a toda criatura[98].
Jesús, reanima mi alma[99].
Jesús, ilumina mi inteligencia[100].
Jesús, colma de gloria mi corazón[101].
Jesús, da la salud a mi cuerpo[102].
Jesús, mi Salvador, sálvame[103].
Jesús, mi luz, ilumíname[104].
Jesús, de todo tormento, libérame[105].
Jesús, sálvame, aunque sea indigno[106].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí[107].


1. Oración de glorificación de Dios, petición de perdón y súplica
implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Jesús: Hijo de Dios,
Verdadero Dios (Encarnado) e Hijo de David (Mesías), Maestro. El
orante se identifica con las dudas (negaciones) de Pedro, que ve
corporalmente, y la ceguera de Bartimeo, que oye pasar a Jesús.
3. Misterio de Jesús: Creador-cielo, Redentor-tierra, Vencedor-infierno.
Belleza, Vida, Consuelo, Luz, Gloria, Alegría y Salud. El orante:
criatura, alma, inteligencia, corazón y cuerpo, que pide: ser
reanimado, iluminado, colmado de gloria, sanado, salvado, iluminado y
liberado ("¿qué quieres que haga por ti?... Maestro, que yo pueda
ver"). Ora desde la totalidad de su ser, realidad, a pesar de la
oposiciones y contradicciones.
4. A) Icono narrativo de Jesús que camina sobre las aguas (Mt 14, 22-33;
Cf. Marcos 6, 45-53; Juan 6, 15-21) y Pedro que camina, se hunde y es
salvado de las aguas (Cf. Sal 68, 2-4). La vida, en sus crisis, con
sus problemas, es como la barca en la tempestad. El temor los hace
pensar que es un fantasma. Mano salvadora de Jesús. Mientras tuvo su
mirada fija en Jesús pudo caminar sobre las aguas. B) Icono narrativo
de la curación del ciego Bartimeo (Mc 10, 46-52; Cf. Lucas 18, 35-43):
El orante está sentado al borde del camino pidiendo limosna cuando
pasa Jesús y lo que recibe es reprensión (desánimo) de la multitud.
Jesús lo escucha. Los discípulos llaman y animan. Vocación e
iluminación. Confianza, renuncia al manto. El orante: grito, fe,
diálogo y visión. Camino del seguimiento y seguimiento del Camino.
Mano salvadora de Jesús que sana tocando los ojos, como antes los
oídos y la lengua en las estrofas anteriores.
5. Textos bíblicos: Mateo 26, 69-75; 20, 29-34.


V. DULCE JESÚS, REDENTOR Y SEÑOR


K. 5. Con tu sangre derramada, nos has rescatado. Así, Jesús, no nos
dejaste prisioneros, esclavos de nuestras pasiones y de la profunda
tristeza. Haznos verdaderamente libres, a nosotros que te gritamos[108]:
Aleluya.
I.5. Los hijos de tu pueblo han visto, en un cuerpo como el nuestro, a
Aquél que con su mano había creado al hombre[109]. Y, habiéndolo reconocido
como el Señor[110], buscaban festejarle agitando los ramos y gritando[111]:
¡"Hosanna"! Del mismo modo, nosotros te ofrecemos un himno diciendo[112]:
Jesús, verdadero Dios.
Jesús, Hijo de David.
Jesús, Rey de la gloria[113].
Jesús, Cordero inocente[114].
Jesús, Pastor maravilloso[115].
Jesús, Custodio de mi infancia[116].
Jesús, Consejero de mi juventud[117].
Jesús, alabanza de mi vejez[118].
Jesús, esperanza en la hora de mi muerte[119].
Jesús, vida después de la muerte[120].
Jesús, consolación en la hora misma de mi juicio[121].
Jesús, mi único deseo ábreme la puerta de tu Reino[122].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Los títulos "bíblicos":
Dios, Hijo de David, Creador, Maestro, Rey, Cordero, Pastor, se
enlazan con títulos "existenciales" en relación a las etapas de la
vida del orante: Custodio-infancia, Consejero-juventud, Orgullo-
ancianidad, Esperanza-muerte, Consuelo-juicio y Deseo-abre la puerta
del reino (Cf. Sal 17, 2-4). Súplica: "haznos verdaderamente libres",
sálvanos, rescátanos de las pasiones y de la tristeza. Grito e himno a
la vez.
3. Misterio de Jesucristo: Encarnación ("han visto, en un cuerpo como el
nuestro, a Aquél que con su mano había creado al hombre") y Pascua
("con tu sangre derramada, nos has rescatado"- entrada en Jerusalén).
Creación y pecado-maldición (Cf. Gn 4, 10): Serpientes abrazadoras
(pasiones: incitaciones, murmuración, letargo, tristeza, Cf. Nm 21, 4-
9). Nueva creación y redención-libertad (Cf. Hb 12, 2; Col 1, 20, 1 Pe
1, 19; Ap 5, 9): "Él te aplastará la cabeza…".
4. Ícono narrativo de la entrada de Jesús en Jerusalén (Lucas 19, 29-40;
Cf. Mateo 21 1-11; Marcos 11, 1-11; Juan 12, 12-18). Alabanza al Rey
Mesías. Señor de todo ("El Señor lo necesita"). Mesías humilde y
sencillo, paciente y sufriente, justo y bondadoso. Actitud de la gente
sencilla llena de alegría, que "habiéndolo reconocido como el Señor"
canta "hosanna" y grita sálvanos, y la actitud de las autoridades:
"reprende a tus discípulos".
5. Textos bíblicos: Génesis 3, 14-15; Números 21, 4-9; Sabiduría 16, 5-
13.


VI. DULCE JESÚS, MEDICO HERIDO Y LUZ DEL MUNDO


K. 6. Llevando a cumplimiento el mensaje de los profetas inspirados por
Dios, viniste al mundo, Jesús[123]. Quisiste habitar entre nosotros. Tú, el
Infinito, tuviste compasión de nuestra enfermedad. Porque, nos sanaste por
tus heridas[124]; nosotros hemos aprendido a cantar: Aleluya.
I.6. La luz de tu Verdad se levantó sobre el universo entero y la mentira
fue rechazada: los ídolos, Señor, no soportaron tu poder y cayeron[125]. Y
nosotros que recibimos la salvación de Ti, te cantamos:
Jesús, Verdad que rechaza la mentira[126].
Jesús, luz que no decae[127].
Jesús, tan grande en tu poder infinito[128].
Jesús, Dios inquebrantable en tu compasión[129].
Jesús, Pan de vida, sáciame, que tengo hambre[130].
Jesús, fuente de la inteligencia, sáciame que tengo sed[131].
Jesús, vestido de gloria, envuélveme, que soy corruptible[132].
Jesús, manto de alegría, recúbreme, que soy indigno[133].
Jesús, que das a quien pide, concédeme llorar mis pecados[134].
Jesús, que abres a quien golpea, abre a mi pobre corazón[135].
Jesús, Redentor de los pecadores, purifícame de mi pecado[136].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Jesús: médico compasivo.
Orante: enfermo compungido. Jesús es el cumplimiento de las profecías-
esperanzas (salud, redentor, que purifica) y de los deseos (Pan de
vida para el hambriento, fuente de la inteligencia para el sediento,
vestido de gloria y manto de alegría para el desnudo, que abre a quien
golpea sin hogar, que da al que pide, y recompensa de los que buscan
felicidad: seguridad, poder y afecto). El orante pide desde todas sus
necesidades: corporales ("sáciame"), psicológicas ("envuélveme") y
espirituales ("purifícame").
3. Misterio de Jesucristo en su encarnación redentora: Encarnado
(Infinito entre nosotros) y herido (Médico herido, Siervo sufriente).
Asume la naturaleza humana en su estado original, sin desorden, la
penetra y la deifica. "Nos sanaste por tus heridas": reconocidas,
aceptadas, asumidas, ofrecidas, resucitadas y abiertas, que no duelen
cuando las tocan, sino que son ocasión de fe (Cf. Lc 20, 24-29).
4. Ícono narrativo de la curación del ciego de nacimiento de Jn 9: Ciego
que pide limosna (ceguera física) y fariseos en el templo (ceguera
espiritual). Ceguera y pecado. Noche y día. Luz del mundo que no decae
y Verdad (Cf. Jn 1, 4; 8, 12; 9, 5. 39; 14, 6) que rechaza la mentira
y aleja el engaño diabólico. Poder infinito que vence a los ídolos
(falsas imágenes de Dios construidas desde nuestras heridas no
reconocidas para profundizarlas). Cura la ceguera haciendo barro con
su saliva y poniéndolo sobre sus ojos y enviándolo a la piscina.
"¿Crees en el Hijo del hombre?...Tú lo has visto: es el que te está
hablando…Creo, Señor". Por aceptar la luz de la Palabra es engendrado
por Dios, llega a ser hijo de Dios.
5. Textos bíblicos: Isaías 53, 1-12; Zacarías 13,1-9; 1 Pedro 2, 19-25;
Juan 1, 1-18.


VII. DULCE JESÚS, CORDERO INMOLADO Y GLORIFICADO


K. 7. Queriendo revelar el misterio escondido desde los siglos, como un
cordero mudo has sido inmolado, Jesús[137]. Siendo Dios, has resucitado de
entre los muertos y has subido al cielo en la gloria[138]. Contigo,
nosotros hemos resucitado, y te aclamamos[139]: Aleluya.
I.7.Ante nuestros ojos hiciste tu obra maravillosa cuando el Creador,
nacido de la Virgen, se manifestó, resucitó de la tumba y se presentó
corporalmente a los apóstoles que estaban con las puertas cerradas. Por
esto, maravillados cantamos con fuerza[140]:
Jesús, Verbo incomprensible[141].
Jesús, Palabra impenetrable[142].
Jesús, poder inaccesible[143].
Jesús, sabiduría inconcebible[144].
Jesús, divinidad inmensa[145].
Jesús, Señor de todo el universo[146].
Jesús, soberanía infinita[147].
Jesús, fuerza estrepitosa[148].
Jesús, poder eterno[149].
Jesús, mi Creador, ten compasión de mí[150].
Jesús, Salvador, sálvame[151].


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor: Nuestra resurrección-
ascensión ("contigo, nosotros hemos resucitado"). El bautismo es
participación en su Misterio. Pascua: Salvación, Nueva Creación.
Jesús: Salvador, Creador. Alabanza a Dios que utiliza un lenguaje que
afirma y niega a la vez: via eminentiae ("queriendo revelar el
misterio escondido desde los siglos").
3. Misterio de Jesucristo en su dimensión pascual: Jesús, es la Oveja
muda, Cordero Pascual (Cf. Jn 1, 29.36; Ap 5,6; 7,17; 17, 7.9.14), que
implica la Encarnación ("cuando el Creador nacido de la virgen, se
manifestó"), Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión. "Señor mío y
Dios mío". "Creo que Jesucristo es el Hijo de Dios".
4. Ícono narrativo de la aparición del Resucitado (Jn 20, 19-31).
Paralelo entre: a) nacimiento virginal-apareció, b) resurrección de la
tumba-se levantó, c) aparición con las puertas cerradas-entró. En los
tres casos las puertas estaban cerradas. Aparición (con su cuerpo,
heridas de las manos y costado) a los discípulos para darles el
Espíritu Santo.
5. Textos bíblicos: 1 Timoteo 3, 16; Hechos 1, 3-11; 8, 26-39.


VIII. DULCE JESÚS, RESURRECCIÓN Y VIDA GLORIOSA


K. 8. Viéndote, Jesús, Dios misteriosamente encarnado, nosotros vivimos en
el mundo sin ser del mundo y caminamos llenos de esperanza hacia tu
Reino[152]. Si has bajado a la tierra es para subirnos a nosotros al cielo,
por esto te cantamos[153]: Aleluya.
I.8. Tú estás plenamente presente en la tierra sin dejar de estar en el
cielo. Jesús, ¡cuánto, voluntariamente, has sufrido por nosotros! Con tu
muerte, has vencido a la muerte, y con tu resurrección, nos has dado la
vida, y por esto nosotros te cantamos[154]:
Jesús, dulzura del corazón[155].
Jesús, vigor[156] del cuerpo[157].
Jesús, limpieza[158] del alma[159].
Jesús, vivacidad del espíritu[160].
Jesús, alegría de mi corazón[161].
Jesús, mi esperanza, mi única esperanza[162].
Jesús, alabanza excelsa, alabanza eterna[163].
Jesús, plenitud de mi alegría[164].
Jesús, mi único deseo, no me rechaces[165].
Jesús, mi Pastor, búscame[166].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor: Jesús, Dios encarnado por
nuestra salvación, dulzura, vivacidad, alegría del corazón (espíritu);
limpieza, esplendor deseo, esperanza del alma (mente, conciencia);
vigor, fortaleza, salud del cuerpo. Jesús es nuestro único deseo,
nuestra vida. Vida plena de todo hombre y de todo el hombre: estado
del hombre perfecto (cuerpo, alma y espíritu) que corresponde a la
madurez de Cristo. Hombres, antes expulsados tristemente del Paraíso,
caminan en la luz llenos de esperanza hacia el Reino-Gloria. Ocultos
con Cristo, nuestra gloria, en Dios. Su Gozo es nuestro gozo, el gozo
perfecto es permanecer en el amor (Jn 15, 9-37). Estar en el mundo sin
ser del mundo (Cf. 1 Jn 2, 15-17; 4, 4-11; 5, 4-8).
3. Misterio de Jesucristo: Encarnación-Kénosis ("has bajado a la tierra")
y Pascua-Théosis ("para subirnos a nosotros al cielo"), del deseo
egoísta del pecado original ("seréis como dioses") al don generoso de
la Gracia ("voluntariamente, has sufrido por nosotros"). Su muerte
vence la muerte, su resurrección da la vida. Paradoja de la humildad:
descenso y ascenso, humillación y glorificación.
4. Icono narrativo de la resurrección de su amigo Lázaro (Jn 11).
Enfermedad-muerte. Vida-Gloria de Dios. Marta y María, se invierten
los roles. "Yo soy la resurrección y la vida". Acción de gracias,
glorificación de Dios y súplica. "Lázaro, sal fuera" (Cf. Jn 5, 25).
Jesús es la resurrección y la vida ya desde ahora (la tierra), no hay
que esperar a la resurrección del último día (el cielo).
5. Textos bíblicos: Efesios 4, 1- 13; Colosenses 3, 1-10; 1 Juan 1, 1-10.


IX. DULCE JESÚS, SANTO Y SALVADOR


K. 9. Todos los ángeles magnifican incesantemente tu Santo Nombre Jesús,
cantando en el cielo: "Santo, Santo, Santo"[167]. Nosotros pecadores,
también, con nuestros labios de arcilla, sobre la tierra te cantamos[168]:
Aleluya.
I.9. Viéndote, oh Jesús, nuestro Salvador, los oradores más elocuentes
quedan sin palabra. No son capaces de decir cómo tú permaneces Dios
inmutable y hombre perfecto. Pero nosotros, llenos de admiración delante
del misterio, con fe aclamamos[169]:
Jesús, Dios desde toda la eternidad[170].
Jesús, Rey de reyes.
Jesús, Señor de los señores[171].
Jesús, justicia[172] de los vivos y de los muertos.
Jesús, esperanza de quienes están sin esperanza[173].
Jesús, consolación de los que lloran[174].
Jesús, gloria de los humildes[175].
Jesús, por tu compasión, cúrame[176].
Jesús, expulsa de mí el desaliento[177].
Jesús, ilumina los pensamientos de mi[178] corazón.
Jesús, mantén despierto en mí el recuerdo de la muerte[179].


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Jesús: Santo, orante:
pecador. Títulos y súplicas en relación con la esperanza (dimensión
escatológica): Dios eterno, Rey, Señor, Juez-Justicia, Esperanza,
Consuelo-Compasión, Gloria, Provisión, Alegría-Ánimo, Luz, Vida. El
orante sin esperanza, llorando, humilde y confiadamente súplica
cantando: cúrame, expulsa, ilumina, mantén despierto.
3. Misterio de Jesucristo en su Encarnación-Unión hipostática ("Dios
inmutable y hombre perfecto"). Admiración ante el misterio que se hace
canto, en el cielo por los ángeles y en la tierra por los hombres, con
labios de arcilla (impuros), bocas mortales y lenguas de barro,
purificados por el fuego (Is 6, 1-8). Los oradores más elocuentes
quedan silenciados como peces, pero los fieles cantan con fe. Santo
Nombre de Jesús, Dios salva, y Emanuel, Dios con nosotros, nombres
dados por los ángeles.
4. Icono narrativo de la pesca milagrosa-llamada de los primeros
discípulos (Lc 5, 1-11). Jesús - "Navega mar adentro y hecha las
redes": desafío vocacional. Pedro - "Apártate de mí, Señor, que soy un
pecador": distancia. Jesús - "No temas, en adelante serás pescador de
hombres": cercanía (Cf. Jn 21). Vocación de Isaías – de los
discípulos.
5. Textos bíblicos: Isaías 6, 1-8 (Cf. Apocalipsis 4, 1-11); Filipenses
2, 1-13; Mateo 1, 18-25 (Cf. Lucas 2, 21-24.


X. DULCE JESÚS, AURORA Y CONSUELO


K. 10. Queriendo salvar el mundo, oh Sol que surges, has tomado un cuerpo
como el nuestro y te has humillado hasta la muerte[180]. Por esto tu Nombre
ha sido exaltado sobre todo nombre y de todos los seres de la tierra y del
cielo sientes cantar[181]: Aleluya.
I.10. ¡Dios eterno, Consolador! Cristo verdadero: purifícanos de toda
mancha, como has purificado a los diez leprosos y cúranos como has curado a
Zaqueo, el publicano, de modo que arrepentidos te cantemos[182]:
Jesús, tesoro incorruptible[183].
Jesús, riqueza inexorable[184].
Jesús, alimento de los fuertes[185].
Jesús, fuente inextinguible[186].
Jesús, vestido[187] de los pobres.
Jesús, abogado[188] de las viudas.
Jesús, defensor[189] de los huérfanos.
Jesús, ayuda de los trabajadores[190].
Jesús, guía de los peregrinos[191].
Jesús, piloto de los navegadores[192].
Jesús, consuelo de los angustiados.
Jesús, levántame de mi culpa[193].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Jesús: Consolador, que
limpia (purificación de los diez leprosos - salvación del samaritano)
y cura (conversión del avaro Zaqueo) al orante. Leprosos y Zaqueo son
marginados, excluidos. Jesús es todo lo deseable por el orante, pero
todo ofrecido y recibido como don: tesoro, riqueza, alimento, fuente,
vestido del pobre, defensor de la viuda, protector del huérfano, ayuda
del que sufre, guía del peregrino, estrella del navegante, paz del
impetuoso. Súplica hecha con compunción.
3. Misterio de Jesucristo, Nombre exaltado sobre todo nombre por todos
los seres en el cielo y en la tierra: Encarnación, "tomado un cuerpo
como el nuestro" y Pascua, "humillado hasta la muerte". Jesús: Sol que
surges (Aurora del Oriente, Rey eterno), que ha venido al "oscuro
occidente", vence el primer obstáculo que es nuestra naturaleza herida
("enviado para enfrentar las depravaciones"), y con su Pascua, el
segundo obstáculo el pecado y la muerte.
4. Iconos narrativos de la curación de los diez leprosos-la salvación del
samaritano (Lc 17, 11-19) y de la conversión-salvación de Zaqueo (Lc
19, 1-10). Coinciden el pedido del orante con el deseo de Jesús
("Jesús, Maestro, ten compasión de nosotros" – "vayan a presentarse a
los sacerdotes", "El quería ver quién era Jesús" – "Jesús miró hacia
arriba y le dijo…"). La compunción y la alegría, el arrepentimiento y
la acción de gracias, anticipando la estrofa siguiente.
5. Textos bíblicos: Lucas 1, 68-79; 2, 29-32.


XI. DULCE JESÚS, SALUD Y LUZ


K. 11. Te ofrezco, yo indigno, un himno lleno de ternura y de
arrepentimiento. Como la cananea te llamo: "¡Jesús, ten piedad de mí!".
Cúrame, Jesús, a mí que te grito[194]: Aleluya.
I. 11. Pablo, que hasta aquel momento te perseguía, obedece al poder de la
voz que lo ilumina del conocimiento divino y se convierte al instante. Así
también Señor -Luz que ilumina a quien está en las tinieblas de la
ignorancia- ilumina los ojos oscurecidos de mi alma que te invoca[195]:
Jesús, Dios invencible en tu fuerza[196].
Jesús, Señor omnipotente e inmortal[197].
Jesús, Creador resplandeciente de gloria[198].
Jesús, guía seguro[199].
Jesús, Pastor infatigable en tu ternura[200].
Jesús, Salvador muy compasivo[201].
Jesús, ilumina a mis sentidos cegados[202] por las pasiones.
Jesús, cúrame, que estoy desfigurado por el pecado[203].
Jesús, defiende mi corazón de los malos deseos[204].
Jesús, Hijo de Dios, ten piedad de mí.


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Los títulos de Jesús (ver:
A, en notas al pie) precedidos del adjetivo posesivo mi, o nuestro.
Orante: yo indigno, enfermo, ojos oscurecidos (cegados), desfigurado,
atacado. Súplica: ilumina los sentidos (sentimientos) cegados por las
pasiones, sana el cuerpo desfigurado por el pecado, y purifica la
mente de los pensamientos vanos, protege (defiende, preserva) el
corazón de los malos deseos. Grito e himno compungido, lleno de
ternura y arrepentimiento.
3. Misterio de Jesús: Médico y Salud. Hijo de David (Rey, Mesías) y Señor
(Dueño, Pastor): "¡Que se cumpla tu deseo!". Luz (Faro de luz), Señor,
Maestro, que ilumina la "tiniebla (oscuridad) de la ignorancia"
("tenía los ojos abiertos, no veía nada"- "cayeron de sus ojos una
especie de escamas y recobró la vista").
4. A) Icono narrativo de la curación de la hija de la mujer cananea (Mt
15, 21-28; Cf. Marcos 7, 24-30). La hija enferma ("atormentada por un
demonio") es el "cuerpo poseído de pasiones perversas, de un furor
acuciante - carne poseída violentamente por las pasiones e inquieta
por la cólera". Pedido con una fe grande, insistente e inteligente. B)
Ícono narrativo de la conversión de Saulo-Pablo (Hechos 9, 1-25; Cf.
22, 3-16; 26, 9-18), conversión de la "furia de su alma". Lucha
espiritual contra las pasiones, facultades desordenadas, deseos
desorientados y sentimientos ofuscados que ciegan.
5. Textos bíblicos: Juan 8, 12-18.


XII. DULCE JESÚS, GRACIA Y MORADA


K. 12. Dadme la gracia, Jesús, tú que perdonas toda deuda[205]. Acógeme,
arrepentido, como has acogido a Pedro que te había negado. Llámame, a mí
pecador[206], como has llamado a Pablo que te perseguía, Y escúchame, que
te canto[207]: Aleluya.
I.12. Celebrando tu Encarnación, todos nosotros te alabamos[208]. Con
Tomás, te confesamos[209] Dios y Señor, que sentado a la diestra del Padre
vendrás a juzgar a vivos y a muertos. Otórgame un lugar a tu derecha a mí
que te canto[210]:
Jesús, fuego de amor, enciéndeme[211].
Jesús, morada eterna, refúgiame[212].
Jesús, manto de luz, revísteme de tu belleza[213].
Jesús, perla de gran precio, brilla sobre mí[214].
Jesús, sol que surge, ilumíname[215].
Jesús, luz santa, esclaréceme[216].
Jesús, de toda enfermedad, presérvame[217].
Jesús, arráncame de la mano del adversario[218].
Jesús, libérame de la pena eterna[219].


1. Oración completa de glorificación de Dios, acción de gracias, petición
de perdón y súplica implorando los magníficos bienes celestiales.
2. Relación personal del orante con el Señor. Jesús misericordioso que
perdona toda deuda: traición (negación), persecución, duda,
incomprensión (ambición), y da abundantemente su gracia. Súplica:
perdóname la deuda como a la prostituta que te amó, recíbeme como a
Pedro que te negó, llámame como a Pablo que te persiguió. Títulos de
Jesús algunos referidos a la iluminación: sol que surge, luz santa,
perla de gran precio (Cf. Mt 13, 45-46), y otro, refugio (cobijo):
morada eterna, y otros asocian ambos: fuego de amor, manto de luz.
Algunas versiones se refieren a Jesús como "flor aromática (de dulce
aroma), todo perfuma", y suplican: "hazme fragante".
3. Misterio de Jesucristo: Alabanza de la Encarnación en oposición a la
duda sobre la Resurrección. A Jesús que está sentado en la Gloria a la
derecha del Padre (Ascensión, Rey eterno, Rey de paz) y vendrá a
juzgar a los vivos y a los muertos (Parusía, Juez) le pide un lugar a
su derecha, contrapuesto a la incomprensión y ambición egoísta
("queremos-podemos" de Santiago y Juan).
4. A) Icono narrativo del diálogo de Jesús con Pedro (Jn 21, 15-19; Cf.
Mateo 16, 13-20)), confesión de amor y segundo llamado. B) Icono
narrativo del diálogo de Jesús con Tomás (Jn 20, 24-29) considerando
en esta ocasión la confesión y bienaventuranza de la fe.
5. Textos bíblicos: Lucas 7, 36-50; Marcos 10, 35-41 (Cf. Mateo 20, 20-
24).


XIII. DULCE JESÚS, AMIGO Y ESPOSO


K. 13. Oh Jesús, manso y humilde de corazón, en tu amor que nada desprecia,
mira nuestra miseria, perdónanos sin límite y en tu compasión infinita
acepta nuestra humilde oración como has aceptado la pobreza ofrecida de la
viuda[220].
Jesús, a imagen de los niños, tus preferidos, transfórmame.
Jesús, como los pastores asombrados, atráeme hacia Ti
Jesús, como al ciego de nacimiento, tócame, para que yo te vea.
Jesús, como al paralítico, cúrame para que yo camine contigo.
Jesús, como la cananea que te suplicaba, escúchame.
Jesús, como a María que te escuchaba, háblame de Ti
Jesús, como sobre Pedro que te había negado, fija tu mirada sobre mí.
Jesús, como María Magdalena que te amó mucho, perdóname.
Jesús, como Zaqueo, llámame y ven a mí.
Jesús, como a la hija de Jairo, revíveme.
Jesús, como a la Samaritana, transfórmame.
Jesús, como a Juan –el discípulo amado- hazme permanecer en Ti
Jesús, al terminar mi vida, como al buen ladrón, dime:
"Hoy estarás conmigo en mi Reino."


1. Oración conclusiva de súplica implorando los magníficos bienes
celestiales.
2. Relación personal (Esposo y Maestro – viuda y discípulo) entre Jesús:
manso y humilde de corazón/dulcísimo, y el orante que súplica "como"
los pobres y débiles que se relacionaron personal e íntimamente
(amigos) con Jesús (Cf. Mt 18, 1-5): niños, pastores, ciego de
nacimiento, paralítico, cananea, María de Betania, Pedro, María de
Magdala, Zaqueo, hija de Jairo, Samaritana, Juan, Buen ladrón.
3. Súplica pidiendo protección contra los diversos peligros: enemigos
visibles e invisibles, invasores, enfermedad, hambre, tribulaciones,
heridas, tormentos futuros. Pide su protección, atracción, contacto,
visión, curación, compañía, acompañamiento, atención, palabra,
diálogo, mirada, perdón, conversión, transformación, cercanía,
permanencia, presencia, en una palabra, está pidiendo a Jesús mismo.
4. Dos iconos narrativos de la oración: A) La súplica (pequeño rezo) que
se canta es como la moneda de la viuda (todo lo que tenía para vivir),
el orante vive de y por la súplica confiada (Mc 12, 41-44, Cf. Lucas
21, 1-4). B) La oración de Dimas el Buen Ladrón (Lc 23, 39-43): temor
de Dios-reverencia, confesión del pecado-compunción, súplica confiada
y respuesta divina inmediata.
5. Textos bíblicos: Mateo 11, 25-30; Éxodo 34, 6-13.


A modo de conclusión simplemente una invitación a escribir una nueva
estrofa personal siguiendo el mismo esquema del himno y como fruto de lo
leído-escuchado, meditado-rumiado, orado-dialogado y contemplado.


Apéndice: Guía para siete días de retiro espiritual

Oración inicial[221]:
Bendito sea nuestro Dios, perpetuamente, ahora y siempre y por los siglos
de los siglos. Amén.
Gloria a Ti, Oh Dios nuestro y Esperanza nuestra, Gloria a Ti Bendito sea
nuestro Dios en todo tiempo ahora y siempre y por los siglos de los siglos.
Amén.
Gloria a Ti, Dios nuestro, Gloria a Ti Rey celestial, Consolador, Espíritu
de la verdad, que estas en todo lugar y llenas el universo, Tesoro de
bienes y dador de Vida, ven a habitar en nosotros, purifícanos de toda
mancha, y salva, Tú que eres bueno, nuestras almas.
Santo es Dios, santo y fuerte, santo e inmortal. Ten piedad de nosotros (3
veces).
Gloria al Padre y al Hijo y al Espíritu Santo como era en un principio
ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.
Trinidad Santísima, ten piedad de nosotros. Señor perdona nuestros pecados.
Soberano remite muestras culpas. Santo visítanos y cura nuestras
debilidades por amor de tu nombre.
Venid, adoremos y postrémonos ante nuestro Rey y nuestro Dios. Venid,
adoremos y postrémonos ante Cristo, nuestro Rey y nuestro Dios. Venid,
adoremos y prosternémonos ante Cristo, Él es nuestro Rey, nuestro Señor y
nuestro Dios.

Lectura de la estrofa correspondiente[222]:
1°: I; 2°: II. III, 3°: IV. V; 4°: VI. VII; 5°: VIII. IX; 6°: X. XI; 7°:
XII. XIII[223].

Meditación personal[224]:
Sobre la oración: ¿Qué parte de la oración predomina (glorificación de
Dios, acción de gracias, petición de perdón y súplica implorando los
magníficos bienes celestiales)?
La relación personal del orante con el Señor: ¿Cómo se describe, se
percibe el orante? ¿Cómo es presentado, contemplado, el Señor? ¿Qué
súplica? ¿Cómo suplica?
El misterio de Cristo: ¿Qué dimensión aparece subrayada?
Lectio del icono narrativo propuesto.
Ecos bíblicos propios.

Oración conclusiva[225]:
Oh Soberano Señor, Jesucristo, Dios mío, por Tu indecible amor al hombre
asumiste al final de los siglos un cuerpo humano de la siempre Virgen
María. Nosotros, Tus siervos, cantamos a Tu providencia salvífica. Oh
Soberano: nos dirigimos a Ti A través de Ti hemos conocido al Padre. Te
bendecimos porque por Ti el Espíritu ha venido al mundo. Nos postramos
frente a Tu purísima Madre terrena, que ha permitido la realización de un
misterio tan maravilloso. Alabamos a Tus ejércitos de ángeles que exaltan y
sirven Tu magnificencia. Veneramos a Juan el precursor que Te bautizó.
Señor, enaltecemos a los profetas que Te preanunciaron; glorificamos a Tus
santos Apóstoles. Exaltamos a los mártires; ponderamos a Tus sacerdotes.
Nos inclinamos frente a tus santos y festejamos Tu justicia. Este múltiple
e indecible canto divino, nosotros, siervos tuyos, lo ofrecemos como
oración a Ti, Dios generoso, y por tantos errores pedimos perdón.
Concédenos el perdón por la intercesión de todos Tus Santos y especialmente
por Tu generosidad, porque Tú, eres y serás bendecido por los siglos de los
siglos. Amén.

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[1] Este material puede utilizarse también en retiros espirituales,
jornadas de oración, días de desierto personales o comunitarios (Cf.
Apéndice).
[2] Abadía Cristo Rey, El Siambón, Tucumán, Argentina. Congregación
Benedictina de la Santa Cruz del Cono Sur.
[3] Cf. P. E. GÓMEZ, "Dulcis Iesu Memoria: El dulce método de la teología
monástico medieval", en Cistercium 254 (2010), pp. 169-224; Cistercium 259
(2012), pp. 81-132.
[4] Título de un artículo de S. SALAVILLE, RAM 25 (1949), pp. 247-259.
[5] T. SPIDLIK, "La vida en Dios"
(http://ermitaniourbano.blogspot.com.ar/2009/01/la-vida-en-dioscardenal-
toms-spidlik-sj.html).
[6] Cf. BENEDICTO XVI, Exhortación postsinodal Verbum Domini 87.
[7]file:///C:/Users/Usuario6788/Desktop/EL%20Santo%20Nombre_%20Akathistos%20
a%20Jes%C3%BAs,%20Nuestro%20Se%C3%B1or.html
[8]Akathistos a nuestro dulce Señor Jesucristo,
http://issuu.com/akathistoscomarca/docs/a_nuestro_dulce_senor_jesucristo_pd,
(A); Akatisto a nuestro dulcísimo Señor Jesucristo, Publicaciones del
Monasterio Ortodoxo Lavra Mambré, Lago Azul, Lago de Amatitlán, Villa
Nueva, Guatemala, 2000,
http://hogarafaelayau.org/cms/media/download_gallery/Publicaciones/B._Akatis
to_a_Nuestro_Dulcisimo_Senor_Jesucristo.pdf , (B).
[9] JUAN PABLO II, Carta Apostólica "Orientale Lumen" 10.
[10] ORÍGENES, Sobre la oración, ns. 31-33.
[11] Kontakion (Griego: º¿½Ä¬º¹¿½) es un tipo de himno de ortodoxo. El
término deriva de la palabra griega ºÌ½Ä±¾ (kontax, "palo"), el eje en el
que se enrolla el pergamino. Esto describe el modo en el que las palabras
aparecen cu (Griego: κοντάκιον) es un tipo de himno de ortodoxo. El término
deriva de la palabra griega κόνταξ (kontax, "palo"), el eje en el que se
enrolla el pergamino. Esto describe el modo en el que las palabras aparecen
cuando se lee el rollo. La palabra se usaba para describir una forma de
poesía bizantina cuyos orígenes datan del siglo VI, compuesta de versos o
οικοι (ikoi, "casas").
[12] Conductor audaz (A), A Ti, Líder triunfante y Señor (B).
[13] Hades (B).
[14] Porque me libraste (A).
[15]Te dedico este Himno de Alabanza (A), Te ofrezco un canto de alabanza
(B).
[16] Porque tú tienes una misericordia indecible (A), y por Tu inefable
bondad amorosa (B).
[17] Sálvanos de todos los males (A).
[18] Te invocamos (A), para que pueda implorarte (B).
[19] Oh Jesús Hijo de Dios: ten piedad de nosotros (A).
[20] De los Ejércitos (B).
[21] Abre nuestra mente incapaz y nuestra lengua para alabar tu nombre
purísimo, como una vez abriste los oídos y la lengua aquel que era sordo y
mudo, para que con nuestra voz te podamos invocar (A),…desde antaño abriste
el oído y la lengua del que estaba sordo y mudo, abre ahora mi mente y
lengua confusas para alabar Tu Santísimo Nombre, para que pueda clamar a Ti
(B).
[22] Maravilloso (A).
[23] Asombro (A).
[24] Fortaleza (A), Poderosísimo (B).
[25] Salvador de los antepasados (A), Libertador de los Antepasados (B).
[26] Dulce (A), Dulcísimo (B).
[27] Orgullo (A), Exultación (B). Se agrega: Jesús glorioso, sustento de
los reyes (A).
[28] Amadísimo (A), Muy deseado (B).
[29] Venerable (A), Alabadísimo (B).
[30] Salvador (A), Constancia (B).
[31] Silencioso (A), Muy gozoso (B).
[32] Consuelo de los Monásticos (B).
[33] Piadoso (A), muy compasivo (B).
[34] Presbíteros (B).
[35] Misericordioso (A), Misericordiosísimo (B), Jesús dulce (A), Muy
tierno (B). Se agrega: resistencia de los hambrientos(A), Abstinencia de
los que ayunan (B).
[36] Fulgor (A).
[37] Tus similares (A), Gozo de los Justos (B).
[38] Honorable (A).
[39] Castidad (A), Sobriedad (B).
[40] Eterno (A).
[41] Ten piedad de nosotros (A).
[42] Llorar amargamente (A).
[43] Del hijo de ella (A), Te conmoviste (B).
[44] Levantaste (B).
[45] Que era llevado al sepulcro (A), la sepultura (B).
[46] Amigo del hombre (A).
[47] Resucita nuestro espíritu herido por los pecados (A), levanta mi alma
(B).
[48] Ten piedad de nosotros (A).
[49] Mientras clamamos: ¡Aleluya! (A), mientras clamo (B).
[50] Que quería entender aquello que no es inteligible (A), conocimiento
desconocido (B).
[51] Exclamó (A).
[52] Que estás conmigo (A).
[53] Y aún no has comprendido (A).
[54] Que el Padre está en Mí y Yo en Él (A).
[55] Renunciando a comprender (A), oh inescrutable (B).
[56] Te invocamos (A).
[57] Eterno (A), Dios antes de los siglos (B). Se agrega: Jesús, Rey fuerte
(A), Rey Todopoderoso (B).
[58] Señor de la paciencia (A), Maestro sufriente (B).
[59] Misericordioso (A y B).
[60] Custodio amable (A), amable Guardián (B).
[61] Sé benevolente con nuestros pecados (A), mis pecados (B).
[62] Ayúdanos a evitar nuestras transgresiones (A), borra mis iniquidades
(B).
[63] Libéranos de nuestras iniquidades (A), perdona mi injusticia (B).
[64] Esperanza nuestra no nos abandones (A), mi esperanza (B).
[65] Ayuda nuestra, no nos apartes (A), mi Ayuda no me rechaces (B).
[66] Creador, no te olvides de nosotros (A), mi Creador, no me olvides (B).
[67] Pastor, no nos dejes morir (A), mi pastor, no me sueltes (B).
[68] Aguardaban (B).
[69] Con el poder de las alturas, Oh Jesús, acogiste a los Apóstoles que te
esperaban en Jerusalén (A).
[70] Calor (B).
[71] Despojado (B).
[72] Revístenos también a nosotros, desnudos de buenas acciones, con el
calor de tu Santo Espíritu, de modo que con amor te podamos cantar (A), que
amorosamente pueda cantarte a Ti (B).
[73] En la abundancia de Tu misericordia, Oh Jesús, llamaste hacia Ti a los
publicanos, los pecadores y los paganos. No nos desprecies a nosotros que
somos como ellos. Como preciosa ofrenda acepta nuestro canto (A), En la
abundancia de Tu misericordia, oh Jesús compasivo, llamaste a publicanos,
pecadores e incrédulos. No me desprecies ahora, que soy como ellos, sino
acepta este himno como mirra piadosa (B).
[74] Poder (B).
[75] Bondad (A).
[76] Misericordia interminable (B).
[77] Radiante (A).
[78] Indecible (A), inexpresable (B).
[79] Ten piedad de nosotros, pecadores (A). Se agrega: Jesús, escúchanos,
concebidos en la iniquidad (A), atiéndeme a mí, concebido en iniquidad (B);
Jesús, límpianos que nacimos en pecado (A), límpiame que nací en pecado
(B); Jesús, instrúyenos, que nos hemos vuelto necios (A), enséñame que me
he vuelto necio (B).
[80] Nuestras tinieblas (A), ilumíname que estoy oscurecido (B).
[81] Purifícanos, que nacimos corruptos (A), que estoy manchado (B); Jesús,
danos fortaleza en nuestra caída (A).
[82] Restáurame a mí, pródigo (B).
[83] Interior (A).
[84] Bajo la tempestad interior de pensamientos dudosos (B)
[85] Pero al contemplarte caminar hecho hombre sobre las aguas (A), Pero
contemplándote, oh Jesús, en la carne y caminando sobre las aguas (B).
[86] Supo (B).
[87] Y al recibir la mano de la salvación, clamó (A), y acogiendo la mano
de la salvación, clamó (B).
[88] Cuando, pasando por el camino, el hombre ciego Te escuchó, imploró
(A), Cuando el hombre ciego Te escuchó, oh Señor, pasando por el camino,
clamó (B).
[89] Tú lo llamaste y abriste sus ojos (A), Y Tú lo llamaste y le abriste
los ojos (B).
[90] Con Tu bondad (A), Por Tu misericordia (B).
[91] Espirituales (B).
[92] Nuestro (A).
[93] Te invocamos y exclamamos (A), mientras clamo a Ti, diciéndote (B).
[94] De aquellos en lo alto (B).
[95] Aquellos abajo (B).
[96] Destructor (A).
[97] De los poderes más bajos (B).
[98] Ornamento de toda la creación (A), Adorno de cada criatura (B).
[99] Consuelo de nuestra alma (A), Consolador de mi alma (B).
[100] Luz de nuestro intelecto (A), Iluminador de mi mente (B).
[101] Alegría de nuestro corazón (A), Alegría de mi corazón (B).
[102] Salud de nuestro cuerpo (A).
[103] Salvador nuestro, sálvanos (A).
[104] Luz nuestra, ilumínanos (A).
[105] Mantennos alejados de los tormentos (A).
[106] Sálvanos, aunque somos indignos (A), que soy indigno (B).
[107] Ten piedad de nosotros (A).
[108] Un día, con tu sangre divina expiaste nuestra merecida maldición, Oh
Jesús. Sálvanos del acecho de la serpiente que nos ha enredado con las
pasiones terrenas, sálvanos de la lujuria terrestre, sálvanos de la maldad,
para que así te podamos cantar (A), Desde antaño nos redimiste de la
maldición de la ley por Tu divina sangre derramada, Oh Jesús, de igual
manera rescátanos de las asechanzas en las que la serpiente nos ha enredado
a través de las pasiones de la carne, incitaciones lujuriosas y un letargo
peligroso, mientras clamamos a ti (B).
[109] Al contemplar en forma humana a Quien con su mano creó (formó –B) al
hombre (A).
[110] Y comprender que era su Señor (Maestro-B) (A).
[111] Los jóvenes (niños-B) hebreos se apresuraron a rendirle homenaje con
ramos (palmas – B) y clamaron (A).
[112] También nosotros te ofrecemos este canto (A).
[113] Rey glorioso (A).
[114] Inmaculado (A).
[115] Ejemplar (A).
[116] Protector de nuestra infancia (A).
[117] Alimento de nuestra juventud (A), Guía (B).
[118] Orgullo de nuestra vejez (A), ancianidad (B).
[119] Esperanza ante la muerte (A), mi Esperanza en la muerte (B).
[120] Mi Vida después de la muerte (B).
[121] Consuelo en el juicio (A), mi Consuelo en Tu juicio (B).
[122] Nuestro deseo, no permitas nuestra vergüenza (A), mi Deseo, no dejes
que me avergüence (B).
[123] Al cumplir con las palabras y los anuncios de los Profetas,
mensajeros (portadores – B) de Dios, Tú apareciste en la tierra, Oh Jesús
(A).
[124] Tú que eres incontenible habitaste entre los hombres. Así, sanados
por obra de Tus heridas (A).
[125] Iluminaste el universo con la luz de Tu verdad, fue desterrada la
maldad del diablo. Los ídolos no toleraron tu fuerza, Oh Salvador nuestro y
cayeron (A), Al brillar la luz de Tu verdad en el mundo, fue alejado el
engaño diabólico; pues los ídolos, oh Salvador nuestro, han caído,
incapaces de soportar Tu poder (B).
[126] Que destruyes las ficciones diabólicas (A), que disipa la falsedad
(B).
[127] Que supera todas las otras luces (A), que trasciende toda luz (B).
[128] Rey, que sobrepasa todas las fuerzas (A), todo en fuerza (B).
[129] Que siempre eres misericordioso (A), constante en misericordia (B).
[130] Sacia nuestra hambre (A), sáciame que estoy hambriento (B).
[131] De conocimiento, refréscanos que estamos sedientos (A), manantial de
conocimiento, refréscame que estoy sediento (B).
[132] Hábito de gloria, vístenos que estamos desnudos (A), vestidura de
alegría, vísteme que estoy desnudo (B).
[133] Cúbrenos (A), Puerto de gozo, resguárdame que soy indigno (B).
[134] Danos aflicción por nuestros pecados (A), Dador de aquellos que
piden, concédeme llorar por mis pecados (B). Se agrega: Jesús, recompensa
de los que buscan, encuentra nuestra alma (A), Encuentro de los que buscan,
encuentra mi alma (B).
[135] Que iluminas a aquellos que buscan, abre nuestro endurecido corazón
(A), que abres a los que tocan, abre mi corazón endurecido (B).
[136] Purifica nuestras iniquidades (A), borra mis pecados (B).
[137] Al desear develar el misterio vedado (escondido – B) por todos los
tiempos (siglos – B), fuiste conducido como un cordero (oveja – B) para ser
sacrificado, Oh Jesús (A), como una oveja muda ante el trasquilador (B).
[138] Pero como Dios has resucitado (Te levantaste – B) de entre los
muertos y has ascendido gloriosamente a los cielos (A).
[139] Y (junto contigo – B) nos elevas (levantaste – B) a nosotros, que te
aclamamos (A),…los que clamamos (B).
[140] Haciéndote presente como criatura, Te revelaste como nuestro Creador.
Concebido sin intervención humana de una Virgen, resucitaste del sepulcro
sin romper los precintos y entraste con Tu cuerpo, allí donde estaban loa
Apóstoles a puertas cerradas. Frente a todos, maravillados, Te cantamos
(A), Nueva fue la Creación que nos reveló el Creador cuando El apareció,
pues, sin simiente tomó carne de una Virgen y se levantó de la tumba; sin
romper el sello de ambas y con su cuerpo, entró hasta los Apóstoles
mientras las puertas estaban cerradas. Así, maravillosamente ante esto
cantamos (B).
[141] Palabra innominable (A), incontenible (B).
[142] Inestimable (A), Inteligencia insondable (B).
[143] Fuerza inalcanzable (A), Poder incomprensible (B).
[144] Impensable (A), inconmensurable (B).
[145] Indescriptible (A), irrepresentable (B).
[146] Potencia incalculable (A), Dominio ilimitado (B). Se agrega: Jesús,
reino invencible (A-B).
[147] Interminable (B). Se agrega: Jesús, Señorío inimitable (A).
[148] Altísima (A), sublime (B).
[149] Potencia eterna (A), Autoridad eterna (B).
[150] Creador nuestro, sé benevolente (A), fórmame de nuevo (B).
[151] Nuestro, sálvanos (A). Se agrega: Jesús, Hijo de Dios: ten piedad de
nosotros (A), ten piedad de mi (B).
[152] Al contemplar un Dios prodigiosamente hecho hombre, apartémonos de
este mundo y elevemos nuestra mente a las cosas de Dios (A), Al contemplar
la extraña Encarnación de Dios, apartémonos de este mundo vano (B).
[153] Dios descendió sobre la tierra para elevar al Cielo a quienes
cantamos (A), Para este fin Dios descendió a la Tierra; que El pueda elevar
al Cielo a los que clamamos (B).
[154] Aun estando Él en la tierra nos dejó de estar en los Cielos. Eligió
de manera voluntaria sufrir por nosotros y con Su muerte ha terminado con
nuestra muerte. Con Su resurrección nos ha donado la vida a nosotros que Le
cantamos (A), Totalmente presente con los que están abajo, sin estar
separado de los que están arriba estaba el Incircunscripto, cuando
voluntariamente sufrió por nosotros; por Su muerte destruyó, nuestra
muerte, y por su Resurrección, otorgó la vida a los que cantamos palabras
como éstas (B).
[155] De mi (B).
[156] Fortaleza (A).
[157] Fuerza de mi cuerpo (B).
[158] Esplendor (A).
[159] Luz de mi alma (B).
[160] Presteza de la (mi -B) mente (A).
[161] De la conciencia (A), Regocijo de mi conciencia (B).
[162] Esperanza verdadera (A), insuperable (B). Se agrega: Jesús, Memoria
eterna (A), Remembranza eterna (B).
[163] Loa altísima (A), Alabanza exaltada (B).
[164] Gloria suprema (A), mi Gloria más sublime (B).
[165] Deseo nuestro, no nos abandones (A), mi Deseo, no me rechaces (B).
[166] Pastor nuestro, búscanos (A). Se agrega: Jesús, Salvador, sálvanos
(A), mi Salvador, sálvame (B).
[167] En los cielos, Oh Jesús, todas las jerarquías angelicales glorifican
constantemente Tu nombre Santísimo cantando (A).
[168] En la tierra también nosotros pecadores con nuestras bocas mortales
cantamos (A).
[169] Los oradores más elocuentes quedan mudos como peces ante Ti, Oh Jesús
Salvador nuestro, no estamos a la altura de explicar como Tú eres, Dios
inmutable y un hombre perfecto. Estupefactos a causa del misterio, cantamos
con fe (A).
[170] Eterno (A), de dioses (B).
[171] Gobernantes (A).
[172] Juez (A).
[173] De los desesperados (A).
[174] Consuelo de los afligidos (A).
[175] Pobres (A), Provisión de los pobres (B). Se agrega: Jesús, no nos
juzgues por nuestras acciones (A), no me condenes por mis obras (B).
[176] Purifícanos con tu benevolencia (A), límpiame por Tu misericordia
(B).
[177] De nosotros la tristeza (A), disipa mi desánimo (B).
[178] De nuestro (A).
[179] Haznos (siempre – B) atentos a la muerte (A). Se agrega: Jesús, Hijo
de Dios: Ten piedad de nosotros (A), Ten misericordia de mi (B).
[180] Queriendo salvar al mundo, Oh Aurora del Oriente, viniste del (sic)
oscuro occidente de nuestra naturaleza y Te humillaste hasta la muerte (A).
[181] Es el más glorificado de todos los nombres y de todos los seres
celestiales y terrenales, y escuchas (A), Por eso, Tu Nombre es exaltado
sobre todo nombre y de todos los seres creados en el Cielo y en la Tierra
escuchas (B).
[182] Rey eterno, Consuelo, Cristo verdadero, enviado para enfrentar las
depravaciones, así como limpiaste a los diez leprosos, cúranos como curaste
el alma avara de Zaqueo, el publicano. Temerosamente, Te imploramos y Te
llamamos (A), Haz a Tus santos Ángeles, nuestro refugio, oh Cristo, Tú
Padre del siglo venidero, y límpianos de toda mancha, como limpiaste a los
diez leprosos, y sánanos, como sanaste el alma llena de avaricia de Zaqueo
el publicano, que podamos clamar a Ti con compunción y decir (B).
[183] Infalible (B).
[184] Inagotable (A), inderrochable (B).
[185] Nutriente robusto (A), Alimento sustancial (B).
[186] Inconmensurable (A), Bebida inagotable (B).
[187] Vestimenta (A).
[188] Defensor (A).
[189] Protector (A).
[190] De los que sufren (A), Consuelo de los apenados (B).
[191] Compañero de los viajeros (B).
[192] Estrella del navegante (A). Se agrega: Jesús, Paz de los impetuosos
(A), Puerto tranquilo de los atormentados (B).
[193] Dios, levántanos de nuestras caídas (A).
[194] Un himno compungido Te ofrecemos (ofrezco – B), indignos, te
imploramos (clamo – B) como la Cananea (cananita – B), Oh Jesús: ¡ten
piedad de nosotros! No tengo una hija, pero sí un cuerpo poseído de
pasiones perversas, de un furor acuciante (sino la carne poseída
violentamente por las pasiones e inquieta por la cólera – B). Danos la
sanación a quienes te invocamos (A).
[195] Oh brillante faro de luz que alumbra a los que están en las tinieblas
(oscuridad - B) de la ignorancia. Pablo Te persiguió pero al ser iluminado
por Tu luz y al percibir el poder de Tu voz (sabiamente – B) divina, la
furia de su alma fue mitigada. De igual manera, ilumina los ojos de nuestra
alma oscurecida cuando clamamos (A).
[196] Nuestro Rey fuerte (A), mi Rey supremamente poderoso (B).
[197] Nuestro Dios potente, nuestro Señor inmortal (A), mi Dios
omnipotente, mi Señor inmortal (B).
[198] Nuestro Creador glorioso (A), gloriosísimo (B).
[199] Nuestro buen Maestro (A), mi Guía supremo en bondad (B).
[200] Nuestro Pastor generoso (A), mi Pastor compasivo (B). Se agrega:
Jesús, nuestro Soberano benevolente (A), mi Amo rico en misericordia (B).
[201] Nuestro Salvador misericordioso (A), mi Salvador, Amigo del hombre
(B).
[202] Nuestros sentimientos ofuscados (A), oscurecidos (B).
[203] Sana nuestro cuerpo penetrado por el pecado (A), sana mi cuerpo,
herido por los pecados (B). Se agrega: Jesús, purifica nuestra mente (A),
limpia mi mente (B), de los pensamientos vanos (A).
[204] Protege nuestro corazón de la avara maldad (A), preserva mi corazón
de deseos malignos (B).
[205] Tú que absuelves todos los pecados (A).
[206] Que estoy abatido (B).
[207] Llámanos del letargo así como en un tiempo llamaste a Pablo que te
perseguía. Escucha nuestra voz mientras Te invocamos (A), préstame atención
cuando clamo a Ti (B).
[208] Cantando himnos a Tu Encarnación todos te glorificamos (A).
[209] Creemos que Tú eres (A).
[210] Haznos dignos de estar a tu derecha mientras Te invocamos diciendo
(A). Se agrega: Jesús, Rey eterno, ten piedad de nosotros. Jesús, Flor
aromática, todo perfuma(A), Rey de la paz, concédeme Tu paz. Flor de dulce
aroma, hazme fragante (B).
[211] Rescoldo amado, caliéntanos (A), Cordialidad deseada, reconfórtame
(B).
[212] Templo eterno, repáranos (A), abrígame (B).
[213] Hábito luminoso, adórnanos (A), Vestidura resplandeciente, adórname
(B).
[214] Perla genuina, haznos resplandecer (A), de gran precio, enriquéceme
(B). Se agrega: Jesús, Piedra preciosa, haznos brillar (A), ilumíname (B).
[215] Sol de justicia, ilumínanos (A), brilla sobre mí (B).
[216] Hazme radiante (B).
[217] Protégenos de los males del alma y del cuerpo (A), líbrame de la
debilidad del alma y del cuerpo (B).
[218] Rescátanos de las garras del enemigo (A), rescátame (B).
[219] Libéranos del fuego inextinguible y de los otros tormentos eternos
(A), sálvame de los tormentos eternos (B). Se agrega: Jesús, Hijo de Dios:
ten piedad de nosotros (A), Ten piedad de mi (B).
[220] Dulce y generoso Jesús (dulcísimo y amoroso – B). Acepta ahora
nuestro pequeño rezo (recibe esta humilde súplica – B), como aceptaste
(recibiste – B) las dos monedas de la viuda. Protege a tus hijos (preserva
Tu heredad – B) del enemigo visible e invisible, de la invasión extranjera,
de la enfermedad, del hambre, de cada desgracia (de las tribulaciones – B)
y de la herida mortal. Libéranos de los tormentos futuros a quienes te
imploramos (a los que claman a Ti – B): ¡Aleluya! (En A y B es repetido
tres veces).
[221] Para el momento de oración es conveniente tener delante un icono del
Salvador iluminado y la Sagrada Escritura abierta.
[222] Si el retiro es de menos días se sugiere realizar una selección de
estrofas.
[223] Es conveniente hacerlo de pie, de allí el nombre de "Akathistos". Se
puede cantar la respuesta al Kontakion (Aleluya, o Jesús, Hijo de Dios, ten
piedad de mí, o Kyrie eleison), y/o hacer de modo responsorial los tropos
del Ikos.
[224]Se pueden leer los puntos indicados después de cada estrofa. Si se
hace en comunidad se puede realizar una colación para compartir en el
diálogo fraterno las resonancias-ecos y realizar el discernimiento
espiritual.
[225] Durante la recitación se puede venerar el Icono y la Palabra con una
reverencia y/o un beso.
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