CAMPOS, HABITUS Y PRÁCTICAS EN LA AGRICULTURA TRADICIONAL CHOL

June 15, 2017 | Autor: Edwin Borland | Categoría: Sociology, Agriculture, Pierre Bourdieu, Mexico, Sociología rural, Local Knowledge
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Descripción





Doctorado en Ciencias en Ciencias Agrarias, Universidad Autónoma Chapingo, México. E-mail [email protected]
Doctorado en Ciencias en Salud Colectiva, Universidad Autónoma Metropolitana, campus Xochimilco, México. E-mail [email protected]
CAMPOS, HABITUS Y PRÁCTICAS EN LA AGRICULTURA TRADICIONAL CHOL.
Edwin Sosa Cabrera
Victoria Raquel Rojas Lozano
Resumen
Durante el siglo XX, se pretendió en México eliminar a la agricultura tradicional, considerándola obsoleta, poco rentable y degradante del medio ambiente. Sin embargo, todavía persiste aunque es posible que asuma un significado diferente. Así, los indígenas choles de Tacotalpa, Tabasco han aprovechado a través de la agricultura, los recursos naturales presentes en su territorio y diversificando los beneficios que obtienen de ella.
Por lo anterior, se retoma la obra de Pierre Bourdieu y se presenta un panorama general sobre los habitus, campos, prácticas, estrategias de producción y reproducción de la estructura propia de la agricultura tradicional, que permiten su permanencia en el campo de las formas de abastecimiento de los requerimientos de los grupos familiares choles.

Palabras clave: Pierre Bourdieu, Patrimonio biocultural, conocimiento local, agricultura tradicional, sociología rural.

INTRODUCCIÓN
La agricultura tradicional en México, sigue siendo un pilar en el aprovechamiento de recursos naturales (Moya et al., 2003; Schmook, Van Vliet, Radel, Manzón Che, & Mccandless, 2013), lo cual sugiere que aún bajo la presión de nuevas dinámicas poblacionales, políticas y comerciales, no desaparece aunque es posible que asuma un significado diferente para los campesinos y sus familias.
Ante este escenario, en el municipio de Tacotalpa, Tabasco, los indígenas choles han aprovechado a través de la agricultura, los recursos naturales presentes en su territorio (Gómez, 2012; Poot, Centurión, Espinosa, Cázares, & Mijangos, 2002). La importancia que tiene dicho sistema de aprovechamiento para la población chol de Tacotalpa, se basa en la diversidad de los beneficios derivados de cada agroecosistema, que en conjunto han solventado las necesidades de la unidad familiar, tomando como eje rector el ciclo agrícola del maíz por ser el producto básico en la dieta diaria de los habitantes de la región (Sosa, 2011, 2014a).
Por tanto, el presente estudio es una investigación inédita, sustentada en las investigaciones previas de los autores, la cual pretende dar un panorama general sobre los esquemas de percepción, pensamiento y acción al interior de las estructuras sociales que han permitido a los campesinos choles de Tacotalpa, Tabasco, mantener y dar vigencia a la agricultura tradicional. Para ello, se retomaron conceptos como campo, habitus, estrategias y prácticas propuestos por Pierre Bourdieu. Caracterizando cómo las estrategias de producción y reproducción de la estructura propia de la agricultura tradicional, permiten su permanencia en el campo de las formas de abastecimiento de los requerimientos de los grupos familiares choles.

MARCO TEÓRICO
El francés Pierre Bourdieu es un teórico que pensó que la práctica es uno de los ejes centrales de la teoría sociológica y que se encuentra dentro de la literatura que caracteriza la relación acción-estructura. Su propuesta denominada como estructuralismo genético, básicamente es concebida por él, como una economía política unificada de las prácticas y el poder simbólico capaz de fusionar los enfoques fenomenológico y estructural en un modo de análisis integrado.
Detrás de esta propuesta, debate a la imperante necesidad de trascender dialécticamente las falsas antinomias que han socavado la estructura interna de las Ciencias Sociales y la han desviado de sus objetivos, entre las que se encuentran: subjetivismo-objetivismo, simbólico-material, teoría-experiencia, estructura-agente, micro-macro, estructuralismo-fenomenología, finalismo-mecanicismo, individuo-sociedad.
Así y como el mismo Bourdieu lo establece en su texto "Respuestas por una antropología reflexiva", su propuesta no radica en una teoría ni en conceptos aislados, sino que es un modus operandi. Es decir, lo que ofrece a partir de sus herramientas conceptuales es un método de trabajo fundado en la reflexividad para problematizar y dar respuesta a las cuestiones prácticas del mundo social. Es una especie de disposición generalizada para la invención sociológica, en el que su modelo de enseñanza va de la aplicación práctica a los principios de la razón sociológica.
Y a la par de ofrecer este constructivismo estructural que es una sociología de los agentes y de los campos, o si se prefiere, una sociología reflexiva contra la dominación simbólica; analiza la práctica de investigación y reflexiona sobre ésta. De modo que, Bourdieu es de los pocos académicos que aplica su proyecto teórico al análisis de su profesión, lo que le permitió reflexionar sobre su propia práctica de sujeto cognoscente.
La teoría de la práctica de este filósofo reconvertido a las ciencias sociales, se puede ver como una reacción ante el estilo estructuralista, y una recuperación de recursos de su tradición opuesta: la fenomenología y el existencialismo. Parado entre estos dos polos, halla la existencia de un poder de estructuración: la práctica. Y lo hizo al hacer descender las estructuras desde las alturas donde se mantenían hasta entonces, atribuyéndoselas a los nativos, pero en la forma imperfecta, aproximativa, de un sentido práctico. (Pinto, 2002).
Es decir, las limitaciones estructuralistas vistas a partir del concepto de práctica, hicieron ver cómo los sujetos en espacios concretos no respondían a una vida llevada sólo por normas que los constreñían: donde no había sólo reglas también había estrategias.
Dicho de otro modo, por no reconocer ninguna otra forma de acción que no sea la racional o la reacción mecánica, uno se impide comprender la lógica de todas las acciones que son razonables sin ser el producto de un designio razonado ni, con más razón, de un cálculo racional; habitadas por una especie de finalidad objetiva sin estar conscientemente organizadas con respecto a un fin explicito constituido; inteligibles y coheretes sin haber surgido de una intención de coherencia ni de una decisión deliberada; ajustadas al futuro sin ser el producto de un proyecto o de un plan (Bourdieu, 2007, p. 83).
La práctica pues, no es una libre expresión intencional ni el seguimiento de reglas utilitaristas "sino muy simplemente una improvisación reglada y condicionada que tiene sus límites objetivos y subjetivos y sus invariantes…" (Pinto, 2002: 64); que se extiende a la esfera del interés (illusio-libido), en el que se persiguen dos objetivos: 1) romper con la visión de la acción que está atrapada en la frontera artificial entre la acción instrumental y la expresiva o normativa; y 2) sugiere la idea de que los individuos son atraídos a un estado de indiferencia por los estímulos provenientes de ciertos campos (Bourdieu y Wacquant, 1995).
De acuerdo con tres de los principales conceptos de Pierre Bourdieu, a saber: habitus, campo y capital simbólico funda lo que denomina su constructivismo genético. Manifestando con ello su interés por exteriorizar lo interior e interiorizar lo exterior mediante el entendimiento de la experiencia vivida. Para ello define al habitus como un conjunto de relaciones históricas depositadas en cuerpos individuales (internalizadas y encarnadas), como estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas (Bourdieu; 2007).

ESTRATEGIAS METODOLÓGICAS DE LA INVESTIGACIÓN
Para hacer la reconstrucción histórica de la agricultura tradicional chol se ha realizado una revisión bibliográfica sobre cuestiones agrícolas, sociales, culturales, políticas y económicas sobre el municipio de Tacotalpa y su población indígena. De modo que, se muestran las prácticas agrícolas, identificando los diferentes discursos que construyen en torno a la agricultura chol y las relaciones que entre ellos exista. En lo que respecta a los agentes, se abordan a través de las trayectorias de los campesinos, técnica que permite observar el proceso por el que pasan durante cada ciclo agrícola, en el esfuerzo para satisfacer sus necesidades alimenticias, al igual que su prestigio por las técnicas de manejo que utilice.
Con esta información, se cuenta con elementos suficientes para analizar posibles cambios en su posición dentro del campo social al cual pertenecen, producidos mediante la incorporación de nuevas técnicas o de nuevas actividades productivas.

CAMPO SOCIAL DE LA AGRICULTURA CHOL
Según Bourdieu (1990), los campos son espacios estructurados de posiciones cuyas propiedades dependen de su posición en dichos espacios y pueden analizarse en forma independiente de las características de sus ocupantes. Para que funcione un campo, es necesario que haya algo en juego y gente dispuesta a jugar, que esté dotada de los habitus que implican el conocimiento y reconocimiento de las leyes inmanentes al juego, de lo que está en juego.
Menciona además, que la estructura del campo es un estado de la relación de fuerzas entre los agentes o las instituciones que intervienen en la lucha o, de la distribución del capital especifico que ha sido acumulado durante luchas anteriores y que orienta las estrategias ulteriores. Esta misma estructura, que se encuentra en la base de las estrategias dirigidas a transformarla, siempre está en juego: las luchas que ocurren en el campo ponen en acción al monopolio de la violencia legítima (autoridad específica) que es característico del campo considerado, esto es, en definitiva, la conservación a subversión de la estructura de la distribución del capital especifico.
Por otra parte, dice del campo que es conjunto de relaciones históricas objetivas entre posiciones ancladas en ciertas formas de poder. Lo observa como un espacio de juego en el que hay jugadores (que pueden ser agentes o instituciones, pero no interacciones subjetivas) en conflicto, competencia, lucha, y con diferentes capitales: económico, social, cultural, simbólico.
De este modo, el campo al que pertenece la agricultura chol, es el campo de los abastecimientos de los grupos familiares, donde estos últimos desarrollan un sistema integral de aprovechamiento de los recursos naturales, basado en la producción de la milpa y su interacción con el acahual, pastizal, huertos, parcela, cacaotal, cafetal y el manejo forestal (Álvarez, 2012; Chablé, 2006; Cruz, 2013; Martínez, 2013); pero al mismo tiempo su agricultura se enfrenta a otro tipo de actividades productivas que compiten para posicionarse como fuente principal de abastecimiento para cada grupo familiar, como lo son: la ganadería, el comercio, las transferencias gubernamentales, el trabajo asalariado, turismo y artesanías; así como actividades agrícolas de lógica empresarial o derivadas del conocimiento construido fuera de la comunidad (Cruz, Jarquín & Ramírez, 2013; Martínez, Villanueva, & Casanova, 2013; Romero, 1993).
El capital simbólico con el que cuenta la agricultura para la población chol de Tacotalpa, se basa en la diversidad de los beneficios derivados de cada agroecosistema que maneja, que en conjunto han solventado tradicionalmente y de manera casi exclusiva, las necesidades alimenticias, medicinales, ornamentales, de construcción, materiales, combustible y comercio que se le presenten a la unidad familiar (Mariaca, Cano, & Morales, 2013; Sosa, 2014a). Incluso aquello que no podría proveer la agricultura se adquiría tras la venta de productos agrícolas excedentes.
De modo que, para el caso de la agricultura chol, se ve manifestado en la lucha constante entre las prácticas realizadas ancestralmente y la modificación o sustitución de estas por aquellas otras derivadas de la asesoría técnica gubernamental, el fomento productivo, la incorporación de agroquímicos o simplemente; el constante riesgo de que la agricultura pierda su papel principal para el campesinado chol, destinando su actividad a un inminente cambio de uso del suelo, la posible migración; y el abandono de la agricultura para el emplearse en actividades no agrícolas (Córdova, Mendoza, Vargas, Izquierdo, & Ortiz, 2008; Grande, Nahed & Pérez, 2010).
Este escenario de relaciones de fuerza y de competencia por un interés producido y reproducido en su interior. Es "…una lucha por la imposición de una definición del juego y de los triunfos necesarios para dominar en ese juego" (Bourdieu, 1996, p. 102). Por lo que la agricultura que realizan los choles tiene la ventaja de encontrarse ampliamente adaptada al entorno ecológico que habitan (con algunas excepciones), a diferencia de las nuevas actividades fomentadas por agentes externos y encontrarse arraigada como capital simbólico, fundamental al interior de su cultura y relaciones en otros espacios de su vida cotidiana.
Asimismo, tiene la ventaja de que se postra sobre el capital cultural y el capital social intrínseco de las comunidades choles; pero no brinda el capital económico suficiente para complementar las actividades agrícolas, por lo que cada vez más este se busca en la terciarización de la economía, como una estrategia dirigida a transformar la estructura del campo de la agricultura chol y su importancia para los agentes que intervienen en ella.
Una vez definido el campo en esta lucha de capitales dentro del campo social de la agricultura chol habrá que analizar las estrategias que se utilizan para mantener o modificar su estructura por parte de los agentes dominantes y dominados; lo cual se entiende tras analizar los habitus de los agentes, es decir la interiorización de un determinado tipo de condiciones sociales, que encuentran en una trayectoria al interior del campo la ocasión de actualizarse (Bourdieu, 2001).

HABITUS
De acuerdo con Bourdieu (2007) se define al habitus como un conjunto de relaciones históricas depositadas en cuerpos individuales (internalizadas y encarnadas), como estructuras estructuradas predispuestas a funcionar como estructuras estructurantes, es decir, como principios generadores y organizadores de prácticas
De este modo, el habitus de los indígenas choles, se observa desde el hecho histórico de ser un grupo tradicionalmente relacionado con la agricultura, quienes incluso, son conocidos en su lengua como "los milperos", los hombres creados del maíz que viven y explican su existencia en torno al cultivo de la milpa (Alejos & Martínez, 2007; Bastiani-Gómez, 2008). Este habitus, tiene mayor sentido e implica que esta relación agrícola (principalmente con la milpa), se ha interiorizado cada vez más conforme se analiza también el simbolismo que se le otorga en el lenguaje chol.
Es decir, la agricultura se encuentra demasiado interiorizada para este grupo étnico, cómo se puede ver en el anterior análisis lingüístico del nombre con el cual se autodenominan. Con ello se ve, como a la par de construir su lengua, los choles fueron asimilando su realidad agrícola como una construcción tanto histórica como de su vida cotidiana como grupo social.
Si consideramos que el habitus es aquello que hace que los agentes dotados del mismo se comporten de cierta manera en ciertas circunstancias históricas, podremos comprender que la agricultura campesina chol (con la milpa como eje central del sistema), es un sistema de aprovechamiento integral de los recursos naturales, que se fundamenta en experiencias acumuladas para obtener los mejores resultados en el aprovechamiento y conservación de la diversidad biológica y cultural adaptados a las condiciones ambientales de su zona de influencia.
Además, el principio de generación y de estructuración de prácticas y representaciones que pueden ser objetivamente reguladas y regulantes, se ve manifestado en el hecho de que el pueblo chol valore mucho el trabajo agrícola porque así se obtiene todo lo necesario para vivir; así, los conocimientos agrícolas se trasmiten o se socializan de manera intracomunitaria y familiar, (Bastiani-Gómez, 2008; Reyes & Barrasa, 2011). De modo que, Pérez (1993) menciona que los padres tratan de orientar a los hijos para actuar de la mejor manera en todos sus actos, procurando tener una familia unida donde todos los hijos obedezcan y colaboren con las necesidades.
Asimismo la agricultura campesina chol, cuenta con estrategias del habitus materializadas en ser estrategias de manutención, seguridad alimentaria, farmacia viva, estrategia de ahorro y diversificación productiva, entre muchas otras características, brindan a la población chol la oportunidad de cubrir estas necesidades, complementándose con las fuentes de ingresos externos que pudiera tener de cada grupo familiar.

ESTRATEGIAS Y PRÁCTICAS
La génesis de las prácticas se encuentra en la dialéctica entre el habitus y la estructura, lo que permite que la relación con el medio no sea una casualidad mecánica sino una complicidad ontológica, existiendo una correspondencia entre la posición social del agente y sus disposiciones. En esta relación se gestan las estrategias que los agentes realizan en los diferentes campos sociales, derivadas de sus posibilidades, necesidades, habitus y disposiciones en cada campo. "Dichas estrategias que orientan a las prácticas, son el fruto del sentido práctico, ese sentido de un juego particular e histórico que se adquiere en la misma actividad social" (Bourdieu, 2001, p. 36).
Particularmente, para los indígenas choles del municipio de Tacotalpa, Tabasco, el maíz es el alimento básico y es que particularmente este grano se encuentra en casi todas las comidas que realizan (Cruz, 2012; Ozuna, 2012; Vázquez, 2012). De ahí que la milpa recobre el papel de eje rector de la agricultura chol y como estrategia colectiva de los grupos familiares de cultivar maíz para abastecer su demanda (Sosa, 2014a).
En cuanto a las estrategias de la agricultura chol para mantenerse en su posición dentro de la estructura del campo al que pertenece; ésta recurre al manejo, los usos y grados de aprovechamiento de los diferentes agroecosistemas que la forman, los cuales se deciden por los habitus de cada grupo familiar; es decir, de acuerdo a sus requerimientos, consideraciones ideológico-religiosas, su cultura, cosmovisión, organización y por ende la infraestructura, tecnología, materiales e información que posee (Centurión, Espinosa, Poot Matu, & Cázares, 2003; Cruz, 2013; Hernández, 2012; Mariaca, 2003). Estos habitus se transmiten intergeneracionalmente, para asegurarse de que las nuevas generaciones, sean capaces de autosatisfacerse sin agotar al entorno ecológico donde están presentes (Meneses, 2006; Sosa, 2014b).
Resultado de su habitus, producto de haber convivido con el entorno ecológico que habitan, tienen buen conocimiento de la agrobiodiversidad; por lo que además de la siembra del maíz, aprovechan gran variedad de especies vegetales cultivadas, fomentadas o toleradas en espacios como la milpa, el acahual y el huerto familiar (Centurión, Cázares, Espinosa, Poot, & Mijangos, 2003; Sánchez, 2012). Para lo cual, tienen la estrategia de asegurar el consumo, mediante el cuidado de las mismas durante su desarrollo, evitando la utilización de agroquímicos, lo cual las eliminaría o modificaría su sabor característico.
Es característica en este tipo de agricultura la distribución del trabajo por cuestiones de género o edad, de modo que en espacios como la milpa o el pastizal se vea trabajando principal a varones y en espacios cómo el huerto y el cuidado de animales de traspatio se ven principalmente a las mujeres. Pues en cada espacio se realizan prácticas que requieren mayor o menor esfuerzo físico, de modo que el esfuerzo de cada quien se vea manifestado como parte de una estrategia para la manutención colectiva en el campo de cada grupo familiar.
En la lucha de capitales dentro del campo de la agricultura chol, se encuentra claramente, la lucha entre el capital económico y el capital cultural, objetivados como la incorporación de nuevas técnicas o cultivos, fomentados por "gente estudiada" pero no han tenido suficiente efecto en las prácticas de los choles, pues no concuerdan con sus trayectorias y por tanto en el juego de poderes no han podido tener la posición que poseen en otros espacios.
En todo caso, las modificaciones al interior de la estructura de la agricultura y fuera de ella, la realizan por medio de esquemas de pensamiento y prácticas propias y el juego por la dominación de los otros elementos participes en el campo. Para lo cual si se pretende por los campesinos choles, incrementar sus ingresos monetarios dejando de realizar la milpa, se cambia el uso del suelo y se instala un pastizal de uso ganadero. Del modo que las prácticas a realizarse, son conocidas y pertenecen al campo de la agricultura chol y se sabe que a mediano plazo se retornará a instalar la milpa o algún otro cultivo conocido.
De modo, que en este caso la agricultura tradicional podría presentarse limitada frente a capitales económicos o culturales con estrategias atractivas para dominar el juego, pero aun así, se encuentra tan arraigado en el habitus de la población chol, por lo que a pesar de ello, se mantiene en una posición central de las actividades de abasto de los grupos familiares, permitido mayormente por el capital simbólico que posee y los productos que otorga.
Así que la fuerza de las prácticas y las estrategias de producción y reproducción, se encuentre en las propias estrategias colectivas de los agentes interesados en mantener la estructura lo más parecido posible a lo que han conocido, pero con adaptaciones de acuerdo a sus trayectorias y disposiciones que permitan a su actividad predilecta el mantener su posición

CONSIDERACIONES FINALES
Los resultados indican que la agricultura campesina chol en Tacotalpa, es una estrategia de aprovechamiento integral de los recursos naturales, fundamentado en habitus y conocimientos locales, altamente adaptados al contexto, que al mismo tiempo ha propiciado la diversidad de poblaciones bióticas, visualizándose como espacios sociales con estructuras y sujetos estructurados y estructurantes.
Debido a esto se fundamenta en experiencias acumuladas como estrategias para obtener los mejores resultados en el aprovechamiento y conservación de la diversidad biológica y cultural adaptados a las condiciones ambientales de la sierra de Tabasco; este tipo de agricultura campesina, se vuelve un eslabón primordial en la cadena que une a las necesidades productivas con el cuidado del ambiente en la región serrana de dicho municipio, ya que se basa en la diversidad y riqueza ecológica pero sustentada en el capital social y cultural.
Cabe destacar el sistema simbólico en las prácticas por parte de los grupos familiares para manejar sus recursos naturales dentro del sistema agrícola; por lo que conocer además el sentido que le dan a las estructuras sociales que han creado, permite encontrarse en un lugar privilegiado entre los conocimientos locales con la visión científica y entender al campo en el que se presenta en su totalidad.
De este modo, la agricultura campesina chol como estrategia de manutención, seguridad alimentaria, farmacia viva, de ahorro y diversificación productiva, entre muchas otras, brindan la oportunidad de vivir dignamente; ya que al tener satisfechas estas necesidades, los capitales económicos y las actividades con objetivos capitalistas, son sólo actividades complementarias para cada grupo familiar.
De modo que la trascendencia del presente estudio mediante la utilización de conceptos básicos en la teoría de Pierre Bourdieu, brindan elementos importantes para reconocer los esquemas de percepción, pensamiento y acción de los agentes involucrados en la producción agrícola campesina-indígena, la cual como se mencionó anteriormente, difiere con la lógica capitalista que rigen la producción industrializada moderna; además de que los capitales inmersos en cada una, se encuentran posicionados de manera distintas, privilegiándose según sea el caso de acuerdo a los objetivos esperados por los agentes que les brindan dicha estructura clarificador para la interpretación de los fenómenos agrícolas.
Concluyendo que en la actualidad, los esquemas de percepción, pensamiento y acción al interior de las estructuras sociales que han permitido a los campesinos choles de Tacotalpa, Tabasco, mantener y dar vigencia a la agricultura tradicional; y puesto que no se encuentran en las condiciones óptimas productivas, los beneficios que bridan y el arraigo cultural que se tienen de los mismos, han permitido mantener a este sistema integral de aprovechamientos como la base de los modos de abastecimiento de los grupos familiares choles en el municipio de Tacotalpa, Tabasco; aunque con cada vez mayor incorporación y dependencia de agentes y capitales externos.


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