campesinos y sustentabilidad texto

July 16, 2017 | Autor: T. Martinezsaldana | Categoría: Politicas Publicas
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Descripción

CAMPESINADO Y SUSTENTABILIDAD UNA POLÍTICA
DE DESARROLLO




POR


TOMAS MARTINEZ SALDAÑA








COLEGIO DE POSTGRADUADOS

MONTECILLO TEXCOCO




MÉXICO 2015
















CAMPESINADO Y SUSTENTABILIDAD UNA POLÍTICA DE DESARROLLO




Tomas Martínez Saldaña


Presentación

La urgente necesidad que existe en México para desarrollar el sector
agropecuario mediante un programa que implique un desarrollo equilibrado
sin costos sociales y políticos ha llevado a la reconsideración y
evaluación de muchos sistemas agrícolas con bajos costos económicos y
altos rendimiento de producción que han manifestado un alto grado de
sostenibilidad por muchos años, lo que ha llevado al descubrimiento de que
existen sistemas de ese tipo en las llamadas zonas de producción campesina.
Dichos sistemas han sido relegados y desatendidos y en algunas partes de
las llamadas zonas tradicionales de agricultura están en proceso de
desaparición. La urgencia de rescatarlos y el interés por estudiar los
sistemas ha permitido que aparezcan las razones por las cuales estos
sistemas, a pesar de su capacidad hemostática y auto reproductiva están en
proceso de extinción. La primera y la más importante son porque se han
vuelto incosteables por su baja capacidad productiva, la mano de obra que
se utilizaba en su mantenimiento y conservación se ha vuelto costosa o por
lo menos encuentra acomodo en otras actividades de la economía con mayor
rendimiento financiero y una mas entre las notorias porque sus recursos
hidráulicos han sido contaminados por las grandes ciudades y finalmente el
peligro mayor de todos porque las tierras dedicadas a la agricultura de
riego en pequeñas parcelas se ha vuelto una mercancía codiciada para el
desarrollo de fraccionamientos residenciales cerca de las ciudades o
parques de recreación o zonas de desarrollo turístico. El estudio de estas
comunidades y de sus sistemas de riego es amplio asi como como la
investigación y la dedicaciónen y urge que se generen políticas de apoyo a
estos sistemas de producción antes que sea demasiado tarde.


LA SUSTENTABILIDAD COMO DESAFIO


El pequeño riego esta en peligro en México en las zonas cercanas a las
ciudades, y en las regiones que ha alcanzado la contaminación ambiental
provocada por los cambios en el uso del suelo agrícola, por la
industrialización y por la carencia de políticas de conservación del medio
ambiente. Estos cambios se traducen en el incremento y los movimientos
de población provocados gracias a los impactos de la economía nacional y
han exacerbado las debilidades y fallas de los sistemas de pequeño riego
en México. También han sacado a flote sus ventajas, como su bajo costo
económico en términos monetarios, lo cual les permite sobrevivir sin gastar
recursos financieros en ellos, la capacidad que tienen de congregar la
población a su alrededor y sobre todo el éxito que han logrado generar por
la producción de pequeñas dosis de productos comerciales que lleva a
satisfacer la demanda de legumbres, vegetales, hierbas de ornato, de olor,
medicinales, aromáticas y enervantes que surgen de los pequeños mercados
regionales.


La sustentabilidad como desafío encuentra una respuesta en el manejo del
riego en pequeña escala por parte de los usuarios, pero ante esta dinámica
salta a la vista la incapacidad que ha existido en las instituciones
oficiales para manejar de una manera adecuada estos sistemas, hay un
desconocimiento de ellos, y no existe un a política adecuada para
aprovecharlos en su máximo rendimiento, las leyes civiles que regulan el
reparto de agua no tienen que ver con los problemas que se generan dentro
de las comunidades sobre la base de manejos y leyes consuetudinarias cuyas
autoridades no son reconocidas por las leyes civiles. Inclusive el aporte
que estas estructuras dan a la economía no se toma en cuenta y se la
cataloga como una parte mas de la economía informal que abunda en el mundo
rural.

El desconocimiento del mundo hidráulico campesino lo hace pasar
desapercibido , apenas en el registro de la Comisión Nacional de Agua
aparece como obras de pequeño riego, pero su diversificación, su origen, su
organización interna y su capacidad productiva son datos que no existen en
el ámbito nacional. La urgencia de contar con esta información es vital
tanto para reconocer su capacidad productiva, como para validar su fuerza
económica y política como productores y agentes de cambio. Las comunidades
rurales que sobreviven, muchas de ellas sobre la base de estos pequen y
elaborados sistemas de riego tiene que tener sus propias leyes reconocidas,
así como sus ámbitos de influencia y esfera de trabajo. Deben de tener una
capacidad legal de manejo dentro de todos sus atributos y se les debe de
dar una presencia legal delante de las autoridades.

La dinámica política y social que se genera dentro de estas comunidades
pasa inadvertida para muchos de los políticos, funcionarios y
representantes populares, acostumbrados al lenguaje burocrático
centralizado, donde estas comunidades rurales no tienen voz ni voto. Lo
difícil de esta situación es que las mismas organizaciones campesinas poco
reflejan esta diversidad, de allí que la representación que las
organizaciones campesinas oficiales manifiestan no conduzca a políticas
unificadoras de los campesinos interesados en mejorar sus sistemas de riego
y en incrementar su capacidad de producción. , Por la sencilla razón de que
ni siquiera se les reconoce como campesinos especializados en sistemas de
pequeño riego.


LA SUSTENTABILIDAD EN BASE AL PEQUEÑO RIEGO


Existe la necesidad de explicar el significado el pequeño riego, ya que
su manifestación externa es limitada, unas cuantas instalaciones
hidráulicas de poca monta, algunas muy antiguas, obras que si bien parecen
sencillas, algunas han sido realizadas a costa de mucho trabajo y empeño
por cientos de años. El acarrear agua por pequeñas zanjas, canales y
acequias llama la atención solo a aquellos expertos que saben cual es la
dinámica y el flujo de líquidos en situaciones complejas y accidentadas.
El caso de monumentos hidráulicos, como taludes, sifones, acueductos llama
la atención a ingenieros e historiadores pero poco se reflejan en usos y
costumbres para los divulgadores, y especialistas en desarrollo, como es el
caso de que una comunidad quiera ofrecer en garantía para un préstamo las
obras hidráulicas que esa comunidad ha venido realizando por cientos de
anos.

Pero el pequeño riego no es el conjunto técnico de obras civiles de
ingeniería complejas o simples esa es la parte más sencilla y la visible,
el pequeño riego es en realidad una estructura social de una comunidad o de
una parte de pequeña comunidad organizada y estructurada sobre la base de
una obra hidráulica que le permite tener un objetivo permanente; el dotar
de agua a los campos de cultivo, esta organización social puede implicar
complejas estructuras sociales, y generar diversos ritos de integración,
comunicación y diferenciación y de hecho cuando se ha involucrado a las
comunidades para que superen sus problemas el apoyo que se les ha dado ha
sido en el orden hidráulico y no en el orden social, ya que esta
prácticamente pasa desapercibido.

El pequeño riego en México representa una compleja gama de sistemas
técnicos y organizacionales asociados al mantenimiento, operación y
construcción de obras de pequeño riego. Sistemas que van desde un simple
transporte de agua por gravedad desde una altura hasta las galerías
filtrantes y los sistemas hidráulicos chinamperos que cuentan con miles de
anos de existencia en Mesoamérica

Los sistemas de riego abastecen de agua a las comunidades, no a los
individuos en las zonas campesinas e indígenas por lo que provocan
sistemas muy intrincados, intercomunicados y complejos para compartir la
responsabilidad de la distribución del agua y para mantener los sistemas
en funcionamiento sobre la base de la participación de todos los
beneficiarios. Este aspecto de la participación permite hablar de los
comités de agua, de los mayordomos de agua, de los repartidos, aguadores,
canaleros etc. cuya estructura es una fuente básica para organizar a los
productores ante una necesidad futura de representación externa a la
comunidad.

Esta organización interna para la distribución del agua, si bien antigua y
estructuralmente basada en las raíces de las comunidades, muchas veces no
esta preparada para los nuevos cambios a los que se enfrentan las
comunidades rurales, como es el hecho de que su fuente de agua se vuelvan
de interés regional o nacional. Estas comunidades con su organización no
están preparadas para defender sus intereses y muchas veces ellas mismas
han provocado que su agua se desperdicie, se derroche y se pierda. De allí
que ante una integración regional, y una planificación de los recursos las
comunidades se sientan perdidas ante la insensibilidad de las autoridades
que buscan a toda costa solucionar los problemas ingentes de las grandes
urbes, de su crecimiento y de abasto de agua. Nadie puede en su sano
juicio negar agua a un ser humano, pero también no se les puede pedir el
agua a aquellos que la tienen y que han trabajado por cientos de anos para
mantener su fuente de agua.

La integración de pueblos hortelanos a las ciudades, es quizá todavía una
quimera pero el caso de Xochimilco en la CD. De México y de otros pueblos
que han conservado sus sistemas tradicionales de riego en medio del masivo
crecimiento urbano permite creer que en lugar de ser una maldición para las
ciudades el que exista campesinos hortelanos, es una bendición ya que estos
permiten una producción local de hortalizas y frutos, mantienen el medio
ambiente sano y hacen que su mundo rural se adapte a los grandes cambios
que esta sufriendo nuestra sociedad. El campesino requiere del creciente
mercado de alimentos frescos para sobrevivir, y los habitantes urbanos
necesitan tanto de esos productos como del medio ambiente que produce el
campesino en sus huertas, en sus campos de cultivo para producir.

El problema estriba en que las únicas fuentes de agua disponibles hasta el
momento que no tengan un valor adicional son las que utilizasen los
campesinos, estos son vistos por los especialistas y por urbanizadores como
un estorbo, pero hay que señalar que las fuentes de agua han sido
mantenidas, controladas y sobre todo cultivadas por los campesinos, con su
desaparición irán junto las fuentes de agua. No es posible pues pensar en
que esas aguas sean la única solución posible al crecimiento urbano. Los
mismos campesinos han provocado en cierto sentido la crisis habida, ya que
los sistemas de riego son jerárquicos por naturaleza, alguien debe tener el
control y el mando, si bien este mando se transfiere esporádicamente, no
toda la comunidad tienen acceso a ese mando, como el agua es un recurso
escaso, no todos los campesinos tiene derecho al agua y por lo tanto
algunos de ellos no les interesa el sistema, aunque su fuente de
aprovisionamiento para sus necesidades domesticas sea el canal de riego.
De allí que todos los sistemas de riego para sobrevivir requieren de una
aceptación explícita de toda la comunidad para su mantenimiento.
Mantenimiento que en lo general descansa en la capacidad tenia de los
mismos campesinos, trabajo manual y algunas habilidades tradicionales para
el trazo de canales heredadas entre los especialistas locales.


LOS CAMBIOS HIDRÁULICOS EN LA SUSTENTABILIDAD



Pero estos sistemas entran en crisis cuando dentro de las mismas
comunidades campesinas se inicia el proceso de distribución de agua por
redes entubadas que no requieren mas el manejo de canales, muchos de los
campesinos que no tienen derecho al agua, ya no les interesa cuidar del
canal, algunos otros encuentran los canales estorbosos para su vivienda y
el resultado es que ya no toda la comunidad le es útil el cuidar del
sistema en su conjunto. Además con la electrificación de la mayoría de las
comunidades ahora se puede contar con una fuente propia de agua, sin
recurrir a la comunidad, las bombas eléctricas y de combustible han
ahorrado a muchos productores de las engorrosas discusiones de distribución
de agua. Los comités de agua potable han resuelto el problema del agua sin
necesidad de recurrir a los antiguos sistemas de riego, o en algunos casos
los han absorbido.

El problema mas grave que han enfrentado las comunidades hidráulicas es que
no han llamado la atención, tan solo ha aparecido el interés por sus
recursos hídricos de parte de los inversionistas urbanos y de los políticos
citadinos, que ven en el agua utilizada por los campesinos una mercancía
rentable para la urbanización urbana y para la realización de
urbanizaciones costosas y rentables. Además no solo la amenaza de los
especuladores urbanos se cierne sobre los sistemas tradicionales de riego,
un problema alterno radica en que cada vez mas los productos que se
logran producir en las pequeñas huertas y jardines y campos regados de las
comunidades rurales tienen un significado comercial mínimo, una proporción
insignificante del recurso financiero que permite a una comunidad
sobrevivir se genera en los campos de cultivo, apenas pequeños grupos de
hortelanos han hecho de su huerta una forma de vida que los ha
especializado y maniatado a los mercados de consumo urbano. Campesinos
hortelanos productores de flor, de hierbas de olor, de hortaliza de clima
frío que venden sus productos en los mercados de México, Puebla y otras
ciudades, pero inclusive estos tienen otras fuentes de ingresos, como son
cultivos no irrigados, trabajo artesanal, recursos provenientes de la
migración de sus parientes, de sus hijos y de sus vecinos y conocidos.

Lo anterior lleva a la lógica debilidad de los sistemas de riego
tradicionales, enfrentados a una urgente reestructuración, estos sistemas
ya no son austosotenibles, la autoridad comunal en la que se basaban ha
sido removida, o por lo menos puesta en duda, la estructura jerárquica en
la que se cimentaban ya no reconocida y las reglas tradicionales poco son
observadas. Hay que añadir a esto la creciente ola de inmigrantes, muchos
de ellos campesinos sin trabajo en las ciudades que han regresado a sus
propias comunidades, quienes encuentran que los sistemas jerárquicos son
para ellos un obstáculo mas que un apoyo, ya que al haber migrado, muchos
de ellos perdieron el derecho al usufructo de los recursos naturales,
derivado de los usos y costumbres locales, los que constituyen los
derechos que se derivan no solo del hecho de pertenecer y haber nacido en
campo y estar asociado a una comunidad rural, sino sobre todo por el
trabajo dado a la misma comunidad en el ciclo de vida tanto del individuo
como de la familia a la que pertenece y esta asociado dentro la comunidad
mediante los sistemas llamados de costo social del trabajo como lo es la
mano vuelta, En el ámbito de familia o grupo de parientes, los prestamos
en dinero o en especie y sobre todo en su relación con la comunidad y con
las autoridades que la representan en los trabajos de faenas locales y
regionales en los servicios gratuitos a las autoridades locales, en la
participación en los festejos y celebraciones anuales, en la integración
local de nexos domésticos, familiares y locales mediante el compadrazgo, y
más que nada la pertenencia activa y adscripción a las jerarquías y
mayordomías locales.

La desaparición de los sistemas de riego, hace atractiva la participación
a todos estos advenedizos quienes aprovechan la oportunidad para recibir
beneficios comunales sin esperar cubrir el costo social de la adscripción
que muchos otros han cubierto. La ruptura de estas normas, así como la
ampliación de servicios de riego, quizá tan solo de agua potable a
parientes lejanos avecindados en las comunidades sin exigirles una
adscripción comunal ha provocado que muchos campesinos ya no se vean
compelidos a trabajar en el cuidado de los sistemas de riego y se sientan
libres de romper las reglas de manejo de agua y generar nuevos sistemas de
aprovechamiento, abriendo pozos artesianos, sino autorización de la
comunidad, o inclusive montando nuevos sistemas de riego sobre la base de
pozos profundos que pueden poner en riego los actuales sistemas de riego al
bajar los mantos friáticos.


LA SUSTENTABILIDAD DE LOS PEQUEÑOS SISTEMAS DE RIEGO

El alto costo de mantenimiento de grandes sistemas de riego es quizá la
limitación mas severa para su desarrollo, por el contrario el pequeño riego
afronta costos al alcance de los productores para su cuidado. Si bien estos
costos son bajos en el entorno de la microempresa familiar rural hay
menos campesinos interesados en cuidar el sistema, porque su cuidado es
incosteable porque los costos ya no son cubiertos por las ventas que se
logran sacar de las cosechas producidas en los pequeños sistemas de riego,
las ganancias obtenidas por la venta de agua son insignificantes en el caso
de que existan.

Estos costos implican que el papel trascendental que tuvieron en algún
momento las autoridades comunitarias, y las autoridades que distribuyen el
agua ha desaparecido o por lo menos se ha desmerecido de una manera
notoria. Es más estas autoridades muchas veces se han vuelto irrelevantes,
no únicamente para las autoridades externas sino también para la misma
comunidad, de tal forma que para la administración de estos sistemas de
riego se coloca a gente que muchas veces ya no tienen la experiencia
necesaria para su manejo. Estos cambios no se deben a fallas de
autoridades ni a intereses políticos, se han venido derivando de la misma
estructura de los sistemas de riego que se han enfrentado a cambios
sustantivos y no han sido modificados conjuntamente con esos cambios.

Las limitaciones más obvias de los sistemas de riego en pequeña escala con
tecnología tradicional es la incapacidad que tienen para crecer y cubrir
la creciente demanda de agua por parte de los productores que se desean
establecerse como irrigadores. Además la insuficiencia de agua se exacerba
durante las estaciones de primavera e invierno, cuando es más rentable
producir legumbres y otros frutos que pueden ser introducidos regional o
localmente al mercado. Igualmente cuando hay anos de sequía pronunciada los
niveles de agua caen mas allá de su uso comercial, y no se pueden suplir
con otros recursos acuíferos al alcance de la comunidad por lo que no se
alcanza a cubrir la demanda establecida de riego.

Los mismos sistemas tradicionales de organización impiden de una forma u
otra adaptar el sistema a los nuevos cultivos de una manera inmediata y
eficaz, estos cambios toman tiempo y muchas veces están fuera del alcance
de un productor en particular. El trabajo que se genera en los sistemas de
riego tradicionales se ha venido ampliando y muchas veces su resultado es
negativo ya que implica costos sociales y económicos que muchos campesinos
en su proceso de cambio y vinculación con el exterior ya no están
dispuestos a aceptar, tal es el caso de los campesinos que tienen un
trabajo diurno temporal o perramente y por obligación tienen la
responsabilidad del manejo del riego a deshoras, como el trabajo nocturno
de irrigación o cuidado del sistema, (el riego parcelario realizado durante
la noche o en las avanzadas horas de la madrugada). En algunas comunidades
esto ha conducido a desintegrar los sistemas, de la misma forma el trabajo
permanente en pequeñas parcelas de riego, todos los días del ano, incluidos
sábados y domingos cuando las entregas de agua caen en esos días. Se
vuelve una carga muchas veces insoportable porque ya no se obtienen mayores
recursos financieros de las parcelas. Lo contrario también es valido los
campesinos están dispuestos a trabajar sin importar fechas ni horas cuando
de ese trabajo se obtiene el beneficio económico suficiente. Las distancias
habidas entre las zonas de cultivo y la ubicación de las habitaciones de
los productores. También puede presentarse como obstáculo para la
producción. Estas y otras practicas hacen que para algunos productores el
sistema sea un costo social económico inútil de cubrir y prefieren
retirarse del mismo.

Estas limitaciones no se deben tan solo al riego, la caída de los precios
del maíz, de la fruta y de otros productos ha hecho irrelevante al sistema,
algunos productores han logrado con éxito hacer algunos cambios, pero no
todos lo hicieron con el éxito adecuado, aquellos que tuvieron oportunidad
de acercarse a la producción hortícola frente a un mercado en expansión
fueron los mas afortunados, los mas han relegado los sistemas de riego a un
nivel secundario en sus sistemas de producción, buscando en ellos tan solo
algunas cosechas para el consumo domestico, o manteniéndolos como jardines
o reservas domesticas de plantas tradicionales para el uso del hogar, sin
mayor aprovechamiento económico externo.

Esto ha llevado a diversas consecuencias en primer lugar la capacidad para
el manejo de sistemas integrados de cultivo ha venido desapareciendo entre
los productores, cada vez menos existen campesinos que cuenten con toda la
tecnología apropiada en su cultura para manejar un huerto combinado, además
la capacidad para construir sistemas de riego y mantenerlos se ha venido
pendiendo delante de la incapacidad que existe para ser autosuficientes
sobre la base del riego. Si sé añade a esto que las aguas residuales que en
un momento fueron de gran provecho para la agricultura ahora se han
convertido en una verdadera plaga y en un verdadero fracaso para los
productores, cada vez aparecen con mas frecuencia en todas partes. La
contaminación de las aguas por las ciudades en el campo se ha convertido en
una plaga que ha desbastado la agricultura de riego de una manera
catastrófica.

El agua negra, como se la conoce a partir del incremento urbano, y de los
cambios de usos y costumbres en el consumo acarrea ya no solo desechos
orgánicos, sino desechos inorgánicos, químicos, contaminantes, productos
que no pueden ser destruidos y que han venido a ser un contaminante fatal
en las tierras agrícolas de los campesinos. Los desechos y la
contaminación química del agua han hecho de los aprovechamientos
hidráulicos derivados de las ciudades unas verdaderas cloacas, mas que
sistemas de uso de agua. Inclusive las recientes manifestaciones del virus
del cólera han provocado una reacción limitadora del uso del agua en las
zonas afectadas por el agua de las ciudades. Esto mismo ha provocado que
muchas zonas de riego bajo manos campesinas hayan sido declaradas zonas de
contagio de cólera, con el consecuente deterioro de la calidad de vida de
los campesinos en sus áreas de residencia y su incapacidad para seguir
produciendo productos de calidad en sus sistemas de cultivo.

Las limitaciones del riego han provocado que muchos agricultores y
campesinos rompan con las contradicciones locales, modificando trazos de
canales, aprovechando de una manera directa el agua de las fuentes de agua,
sin control de las autoridades locales, muchos de ellos han construido sus
casas y las casas de sus hijos en las tierras de riego, ha afectando el
uso del suelo tanto de ellos como de otros agricultores. Muchos han logrado
poner sistemas de aprovechamiento del agua que afecta directamente al uso
comunal, lo que ha provocado que los sistemas de riego que antes tenían una
alcance más amplio se vean limitado y deje sin agua a los usuarios de
aguas abajo del sistema, lo que ha provocado un proceso de deterioro
irremediable. Los campesinos buscan mas agua la cual es absorbida por unos
cuantos y estos mientras más sacan mas destruyen los acuíferos provocando
que el uso del agua sea cada vez menos eficiente y que no permita lograr su
autoabastecimiento. Lo que a la larga lleva a destruir el sistema y las
mismas fuentes de agua. Nadie se ha puesto a medir la cantidad de agua que
un acuífero puede ofrecer en aprovechamiento, los sistemas de riego
tradicionales lo habían cubierto, pero ahora que se han ido perdiendo esas
cantidades de agua han quedado fuera de control.

No solo el agua sino la ampliación urbana de las zonas campesinas cercanas
a las ciudades ha destruido muchos sistemas que se habían conservado por
cientos de años. Las áreas de riego cercanas a las ciudades son objeto de
desarrollo urbano porque ofrecen diversas ventajas entre otras la mayoría
de ellas esta arbolada, casi siempre cuentan con sistemas de drenaje o
están en zonas donde puede ser fácilmente establecido el drenaje urbano,
pluvial o domestico. Están comunicadas con el resto de la ciudad y sobre
todo pueden ser puestas en el mercado de una manera rápida y efectiva.

Las actuales desregulaciones de la tenencia de la tierra en México y otros
países han provocado que estas tierras tengan un incentivo mas para que
sean transformadas de su uso agrícola a otro uso urbano o industrial. Esto
no se ha limitado tan solo a las zonas de riego campesinas también ha
afectado a otras zonas que son importantes para el manejo del equilibrio
ecológico ahora no solo de un pequeño terreno agrícola sino de un amplio y
complejo sistema urbano que requiere de zonas de apoyo a los acuíferos, así
como zonas arboladas para el equilibrio del clima y de los vientos. Muchas
veces estos equilibrios fueron cubiertos por los campesinos en sus zonas de
riego y al desaparecer estas no ha habido nada que reemplace las funciones
que cubrían esas tierras. Las costumbres locales y algunas prohibiciones
culturales hacían que los bosques, los matorrales y los pastos fueran
conservados como parte de las tradiciones de la comunidad rural asentada,
lo que de hecho lograba un equilibrio climático importante, y al poner en
el mercado estas tierras y estos recursos se ha puesto en un desequilibrio
real a muchas ciudades y poblaciones del mundo. Este es el caso de la
cuenca del Valle de México y en la misma zona metropolitana de la ciudad
de México, donde se han empezado a tomar providencias para limitar los usos
de los antiguos terrenos ejidales comunales y de las lagunas y serranías
existentes a la orilla de la antigua ciudad colonial de México.

Cuando se estudian los problemas del pequeño riego hay que analizar si se
deben tan solo a las circunstancias en las que están ubicados o si se
derivan de su propia naturaleza, de allí que un análisis comparado sirva
para entender y aclarar cual es la posición real de estos sistemas. En
este sentido existe una literatura abundante con relación a los sistemas
tradicionales de riego ubicados en diversas partes del mundo, la más
relevante que ha surgido entre ellas es la que se refiere al rescate de los
sistemas de riego en el mundo árabe en especial las galerías filtrantes en
la península arábiga, en el reino de Omán ( Dutton 1995).

Dutton mismo hace una clara identificación de la problemática encontrada en
la zona, este estudio realizado en la península Arábiga ofrece una
semejanza extraordinaria a lo que se ha venido rescatando de la experiencia
mexicana, separando obviamente, las diferencias culturales e históricas de
Omán. Otros países también han señalado el interés por el rescate del
estudio del riego, el caso de España es fundamental, ya que allí se
encuentra una de las tradiciones mas arraigadas de los antiguos sistemas de
riego tanto romanos como árabes, en otras partes del mundo aparece la
urgencia del rescate, lo que surge del estudio de otra literatura referente
al tema. (Dutton, 1995, Martínez, 1994, Palerm, 1992, Melville 1992).

Se puede concluir que ningún sistema de riego es cien por ciento
sustentable porque los sistemas para sobrevivir tienen que adaptar su
infraestructura hidráulica a los avances tecnológicos disponibles y su
organización social a los cambios socioeconómicos y políticos que se
encuentran a su alrededor, para así continuar dando servicio a la comunidad
y poder sobrevivir. Las limitaciones de los sistemas tradicionales de riego
tal como aparecen en México los han expuesto a ser evaluados fuera de su
contexto y a ser menospreciados por los magros resultados que se pueden
obtener de ellos.

De lo anterior se concluye que hay que si se desea que existan los sistemas
de riego, hay que esta preparados para invertir en ellos, así como se ha
invertido en las grandes presas y en los sistemas faraónicos de irrigación
a costos muy elevados. La inversión en la pequeña irrigación es diferente
porque supone no solo la inversión que es la fundamental la política
misma, por el contrario en la pequeña irrigación hay que preparar en una
primera instancia una política para evaluar y justipreciar la calidad del
uso del riego ya existente, viendo los resultados no solo dentro de la
perspectiva de producción comercial sino sobre todo dentro de la visión del
equilibrio ecológico que esos sistemas producen, de allí que hay que esta
preparados para pagar los costos de mantenimiento, de renunciación de los
productores, así como organizar la educación para ensebares otras técnicas
de cultivo cuando así lo requieran ya que muchas veces la evaluación de
estos sistemas tan solo se hace dentro de la perspectiva comercial, en ese
sentido los sistemas de riego están condenados a su extinción. Por el
contrario si estos sistemas se les ve como una fuente de agricultura
sostenible entonces aparecen como un valor que obtiene un grado de calidad
inagotable mientras se les mantenga en esa direccion.



LOS SISTEMAS DE RIEGO COMO DEFENSA SUSTENTABLE


La perspectiva del uso del pequeño riego como sostén de las comunidades
rurales y como guardianes de la ecológica ambienta da un valor nuevo al
pequeño riego , así se ve que estos sistemas pueden generar grandes logros
en el mediano plazo el objetivo sustantivo de este riego será no solo el
lograr que poblaciones agrícolas vivan de el sino que juntamente exista
una continuidad y conservación de manto acuífero, que se genere una
tecnología sustentable en la agricultura que pueda ser medida por el
efecto positivo en el medio ambiente y que logre un mejoramiento en los
mantos freáticos de acuerdo a una norma racional de uso. Esta norma la da
el mismo costo de extracción de agua y el mantenimiento de la vegetación en
las zonas donde existe el pequeño riego.

De esta manera el pequeño riego es un instrumento manejo sustentable por
parte de los productores y puede ser utilizado como instrumento de política
publica para apoyar el bienestar de las sociedades campesinas y sobre todo
lograr un mejoramiento ambiental en las poblaciones urbanas adyacentes a
los sistemas y conservar el equilibrio regional. Estos objetivos
trascienden el interés de los productores y caen en los intereses de la
administración publica y de los funcionarios y técnicos del estado, por lo
que el riego se conforma así en un instrumento valioso de política publica.
Por el contrario cuando no se le utiliza así el mismo riego se puede
convertir en un arma mortal para el deterioro ambiental y para el
decaimiento de las comunidades rurales y para el deterioro de la calidad
de vida de los habitantes de una región. Ejemplo de lo anterior se ve en
cualquier área desbastada por el mal uso del manto acuífero, por la
degradación de la calidad del agua y por la destrucción espontánea o
voluntaria de la vegetación que acompaña a todo sistema de riego.

El pequeño riego tradicional es normalmente establecido en base a fuentes
de agua permanentes que no implican costos en dinero en su mantenimiento,
de allí que sea la fuente de agua mas económica que pueda existir, pero
estas fuentes de agua son económicas si son manejadas por los productores,
cuando un sistema de riego tradicional pasa a ser controlado por la
burocracia o por técnicos su manejo lo vuelve incosteable. Estas fuentes de
agua son de excelente calidad por lo que han sido codiciadas por los
especuladores urbanos que las quieren como fuente de aprovisionamiento para
las áreas residenciales . El equilibrio se logra cuando estas aguas en su
calidad son utilizadas en los pequeños sistemas de riego, que permiten
producir frutos de calidad y sobre todo que hacen que los mantos freáticos
continúen estables y dinámicos. No hay que olvidar el manejo de sistemas de
riego por tandas, por reparto y por ejercicio democrático permite que los
sistemas tengan asegurado su mantenimiento de por vida.

De allí que la política de apoyo al pequeño riego implique una serie de
elementos nuevos en la dinámica de organización social a nivel de
comunidades y de la administración burocrática. No importa que los
sistemas de riego se vuelvan parte de un conglomerado urbano, entonces
pasan a ser una fuente de riqueza botánica, ecológica y sobre todo
ambiental para la población residente. Hay que urgir en esos casos el
respecto y el mantenimiento de los sistemas de riego en zonas urbanas como
una parte sustantiva del interés de las autoridades para que esos sistemas
sirvan al equilibrio y no se conviertan en fuentes de contaminación y
desbalance ambiental.

En estos casos no hay necesidad de montar organizaciones especiales, los
mismos productores pueden convertirse en instituciones que apoyen a
conservar los sistemas, instituciones que deberán ser reconocidas y
promovidas por el estado. El hecho de que un productor campesino, o un
habitante rural se ubique en la ciudad y mantenga sus sistemas
tradicionales de cultivo, le debe permitir sobrevivir y recibir apoyo
institucional, como seria el quedar libre de pago de impuestos prediales,
mientras utilice el riego y mantenga sus labores en buen estado, a si como
que mantenga un numero determinado de árboles en aprovechamiento. De allí
que hay que volver a pensar en las como unidades de usuarios, en las
mayordomías de agua y en los mandos intermedios campesinos no solo desde
arriba, sino sobre todo hay que darle a la comunidad el poder real de
decidir sobre su futuro agrícola o urbano, con una verdadera política de
ubicación y reconocimiento de esos recursos.

LA SUSTENTABILIDAD DE LA AGRICULTURA TRADICIONAL

La agricultura tradicional tiene ejemplos notables de manejo sustentable
tal es el caso del aprovechamiento de los antiguos sistemas chinamperos de
Xochimilco es un caso ejemplar en esta política que representa en sus
sistemas una riqueza botánica que no se podía perder y gracias al apoyo de
muchas instituciones las chinampas en una parte mínima se han salvado por
el momento. Esa política de apoyo burocrático y de investigación debe
seguirse en muchas partes de las grandes ciudades así como en otras zonas
del mundo rural .

Xochimilco ha sido un éxito porque se ha vuelto una estructura rentable
para los chinamperos que han vuelto a sus tierras en un plan de inversión y
aprovechamiento. Las chinampas ahora ya no producen maíz y fríjol, producen
esquejes, plantas, flores exóticas, y se han convertido en gigantes
invernaderos para la producción especializada de hortaliza, muchos
campesinos producen casi como si fuera un sistema hidropónico. pero para
lograr esto, tienen que organizarse como comunidad hidráulica, para que el
sistema funcione, asi como pagar los costos del mantenimiento con su mano
de obra y con su participación y organización del sistema .

Esto ha hecho que las comunidades de usuarios de riego se estén
reconstituyendo y se vuelvan a formar las tradiciones de trabajo comunal,
de festejos comunales y de la conformación de una cultura de
aprovechamiento comunal. El que se obtenga el modo de vida de la chinampa,
tanto por su uso ecológico, o como por su atracción turística hace que los
mejores defensores de ese sistema sean los mismos campesinos chinamperos.
Este caso hay que estudiarlo y aprender de el . Sobre todo porque nos
permite señalar el camino que se puede seguir en el uso del pequeño riego
cuando esta en contacto con el crecimiento urbano

El caso de las chinampas trae a colación una vez mas la urgencia de
revalorar sistemas que pueden mantener el medio ambiente en un largo plazo,
los achololes poblanos, o sistemas de riego por gravedad, las terrazas, los
bancales, los campos drenados, los sistemas de derivación de agua de
manantiales, de jagúeyes , de ríos y el uso de las vegas y otros mas .
Estos sistemas para su uso racional no deben mantenerse ajenos a la
tecnología moderna, casi hidropónica, allí es donde ha habido grandes
problemas de contaminación por mal uso de agroquímicos y por la
contaminación de las aguas . Si esto se logra hay un futuro para
reestructurar el pequeño riego en México, basándose en la dinámica de la
producción de los productores mismos en su organización y sobre todo en su
dinámica comercial con las zonas urbanas.

Aquí es donde estriba el otro punto de vinculación con los sistemas
mayores de producción. El mercado regional y local atiene que estar
regulado de alguna manera por los propios productores que no pueden
depender de acaparadores, de políticas temporales o del capricho de la
oferta y demanda internacional. No es valido decir que el precio de una
lechuga será dado por el valor que se le da en Texas o en Europa, ya que en
el momento en que esa lechuga entra al territorio nacional su precio no
tiene nada que ver con el precio de venta inicial. De allí que una vez
mas valga la pena decir, los sistemas de riego se reintroducirán si se
reorganiza la comunidad ya no solo para su uso sino para su usufructo.

El lograr mantener sistemas de riego implica mayores problemas, la inmensa
mayoría de los sistemas de riego campesino están intercomunicados e
integrados a sistemas mayores, por lo tanto si se le va a dar mayor fuerza
a un sistema de riego, obvio que tendrá que ponerse atención a todo el
sistema en su conjunto. Hay que estar preparados para entregar la toma de
decisiones en manos campesinas, el riego tradicional casi nunca ha sido
controlado por la burocracia, y cuando esta se introduce genera un sinfín
de problemas, compromisos y lealtades que lo único que logran es
descontrolar los sistemas ya existentes. El riego introducido
recientemente por la irrigación obtenida de los pozos profundos en muchas
zonas del país, también hay que verlo con cuidado, En muchas partes esos
pozos los manejan los campesinos y no hubo mayor problema ya que ese nuevo
sistema se integro a los ya existentes y se le manejo de una manera
diferente pero integrada. Por el contrario en otras zonas los sistemas
quedaron en manos de funcionarios y técnicos lo que provoco un
desequilibrio en los sistemas existentes y sobre todo una dependencia real
de agentes económicos externos a la comunidad rural y lo que es peor al
mercado regional. Los funcionarios estatales poco han atendido los
requerimientos del mercado así como los costos de ese mercado para fijar
cuotas y generar oferta y demanda basada en la realidad económica de los
productores.




LA SUSTENTABILIDAD EL APOYO POLÍTICO


El buscar la sustentabilidad en las acciones campesinas y de los
productores es un programa ideal a realizar, e implica elementos que hay
que describir para poder señalar conclusiones operativas. De esta manera
el primer elemento señalado es la reestructuración de las funciones de
las instituciones dedicadas al apoyo al riego. Cuando ya no existan habrá
que crearlas y donde existen habrá que coordinarlas y darles un nuevo
enfoque para que sean útiles a los planteamientos señalados. El apoyo que
mas se requiere no es el técnico, los campesinos en la actualidad manejan
sus sistemas con mayor éxito que antes, algunas veces un producto nuevo
tiene que ser evaluado, habrá que enseñar técnicas de cultivo ,. pero la
mayoría de los casos el apoyo es para defender los sistemas, para evitar la
contaminación del agua, para lograr que las tierras agrícolas no sean
convertidas en predios urbanos y sobre todo para que la habilidad
organizacional tenga una justificación legal y burocrática.

En este apoyo los técnicos del estado pueden hacer mucho por las
comunidades rurales. Este nuevo profesionista no esta exento de apoyar a
la comunidad ni la comunidad esta libre de su costo. Los técnicos deben
estar integrados a las comunidades y deben sufrir los costos que estas
sufren así como obtener los beneficios que las comunidades rurales
obtienen. Estos técnicos no pueden ser parte de consultores externos, ni
de otras instancias pagadas en base a costos fijados. Deben de ser pagados
por el estado en una primera instancia como defensores del medio ambiente y
evaluadores de políticas de buen manejo ecológico, pero por otra parte
deben de estar integrados a las comunidades y de allí deben de percibir
también beneficios económicos y políticos.

El hecho que la antigua SARH se haya desmembrado en diversas secretarias
y comisiones no es otra cosa que una modernización del servicio federal
agropecuario. A varais decadas del cambio no queda claro todavía si esta
reorganización ha sido funcional o no, si la estructura del servicio
agropecuario ja sido integral. Además en la cotidianidad los campesinos y
usuarios no distinguen las diferencias que la burocracia federal quiere
hacer dentro de los distintos ministerios que el ejecutivo federal plantea.
Las teorías de la modernización neoliberal que fueron puestas en practica
tienen que evaluadas rigurosamente en su éxito o su fracaso. El caso de
la desaparición de los extensionistas agropecuarios es un caso único para
evaluar la eficiencia de una política de terciarización de servicios.

En el modelo neoliberal la carga operativa no fue para los funcionarios
estatales, estos tienen un puesto definido que cumplir y se les exige que
lo lleven a la practica. La realidad operativa quedó en manos de los
campesinos quienes tienen que aprender a organizarse de una manera adecuada
y estructurada. No en todos los casos los campesinos y comunidadesa
agrarias fueron exitosos , el éxito se encontró cuando se regresó a las
antiguas tradiciones comunales y organizacionales autogestionarias como el
en caso de una sequía , en una calamidad o emergencia económica o social.


La misma reestructuración del Articulo 27 Constitucional hecha en 1992 ha
dado la razón a este proceso porque la ley auspicia que las comunidades
tengan mayor autoridad en el manejo de sus recursos y que restablezcan las
autoridades comunales dandoles autonomía para el manejo del riego por
ejemplo y autoridad real sobre los acuíferos ,sobre su aprovechamiento y
distribución interna, con capacidad de gestión para defenderse delante de
las otras comunidades y delante de los intereses ajenos a las comunidades.


El mismo articulo dota a los usuarios interesados en que las aguas de los
ríos no estén contaminadas. Las comunidades tienen mas fuerza que una
simple prohibición del uso de las aguas negras en la producción de
hortalizas. El estado no ha cedido esta capacidad de gestión a los usuarios
pero cada vez mas las comunidades rurales exigen a las autoridades
civiles urbanas, distritales o regionales que cumplan con los compromisos
de limpieza de agua y mantenimiento y calidad del control de la
contaminación. La administración urbana de las ciudades ha simplificado los
problemas de agua residual, simplemente los trasfiere al campo, o los
canaliza como desperdicios a los ríos, a las lagunas y al mar. Los costos
de la contaminación se han vuelto además de costosos para la gente
afectada, verdaderamente catastróficos para los medios ambientes afectados
.

No existen en la ley de aguas reglamentos legales que permitan sustentar
una demanda para pedir a los contaminadores que limpien el agua, cuando el
contaminador es una ciudad, o una estructura de poder local o regional,
como un cabildo municipal, un gobierno estatal o un gobierno federal. El
choque de intereses entre el uso urbano y el uso agrícola del agua esta
fuera de discusión, el agua es para las ciudades y no importa el costo de
su traslado, pero su descarga pocas veces es tratada como costo. Ante
esta norma los campesinos poco pueden hacer, es fácil lograr que una
empresa contaminante cierre o reduzca la contaminación, pero cuando es una
entidad en general no hay forma de limitarla.

La reorganización campesina para el manejo del agua implica que las
autoridades campesinas apoyadas por las diversas instancias tengan
capacidad para resolver los problemas que surgen del mal uso del agua.
La prohibición de usos de aguas negras, o la contaminación de las mismas y
el adecuado acarreo debe estar en manos de aquellos que aprovecharan el
agua. De la misma manera la reubicación y balance de las tomas de agua
debe quedar en manos campesinas para que estos sean los que evalúen el uso
y la justificación de su aprovechamiento. No se puede pensar que el agua
será organizada tan solo por una burocracia que quiere cobrar derechos
sobre la misma. Antes de los cobros de derecho esta la racionalización del
uso tanto para un aprovechamiento natural, económico, familiar y social.
No todos los derechos de agua deberán ir acompañados de impuestos, solo los
productores y usufructuarios tienen la capacidad de justipreciar los casos
particulares , los funcionarios y técnicos de la CNA o de otras instancias
tan solo son avales de las tomas de decisiones campesinas.

De igual forma cuando existe un uso no equitativo del agua la evaluación
de este hecho debe quedar en manos de una instancia atendida por los
mismos productores , en caso de pequeños sistemas de riego, o en caso de
los complejos sistemas, siempre habrá una autoridad de agua, que será la
que pueda dar un juicio sobre el caso. Muchas veces el derecho tradicional
o consuetudinario será la base para la toma de decisiones, en otras será el
derecho civil, pero siempre en busca de una integración comunal y regional
de autoridades sustentadas en el uso y usufructo del agua. Esto mismo
lleva a evaluar a aquellos agricultores que mal utilicen el agua o lo
hagan de una manera ineficiente, el agua es un insumo que tiene valor no
solo comercial sino ecológico y ambiental por lo que las autoridades
constituidas deberán tener toda la fuerza para imponer modelos de
producción y racionalización en el uso del agua y en su buen manejo.

Cada vez más se ha vuelto urgente encontrar diversos usos al agua, como
es el caso de las fuentes de abastecimiento de los manantiales derivados
del los volcanes. Sierras y montañas Estos manantiales permiten en una
primera instancia utilizar el agua para producción de trucha, en seguida
para aprovechamientos hidráulicos, después para un uso industrial, seguido
de un uso agrícola. Los sistemas deben de esta totalmente integrados para
que no existan los problemas de contaminación que han provocado el
decaimiento de una parte del sistema.

Para todo este proceso se requiere de un registro muy detallado de los
productores, de los usuarios así como de las cargas de agua que existen en
la zona. La mejor forma de mantener esta fuente de información es que los
productores tengan a su cargo este cuidado. La información en este caso
se vuelve una fuente de poder ya que implica reparto de agua, costos,
impuestos y otras cosas mas, de allí que sean las personas mas interesadas
en mantener esta información viva y actualizada para que los sistemas
tengan capacidad de servicio.

La información implica no solo el registro de los usuarios, sino también el
inventario de usos y usufructos por productor y su monitoreo. Los
productores son los principales evaluadores de que las cargas de agua sean
utilizadas racionalmente, no es posible que un productor pueda irrigar
cuatro o cinco hectáreas con una carga de agua, o con un derecho cuando
estos están medidos de una manera muy tradicional. Un informante externo o
un evaluador externo no puede captar con mayor cuidado estos cambios que se
dan en los sistemas si no es advertido por los mismos productores. De allí
que esta información sea de interés para la comunidad misma,. La
Secretaria a cargo de este proceso deberá dar el apoyo programático y
técnico para capturar la información, pero los que deben de obtenerla y
sobre todo de actuar son las mismas comunidades y autoridades de agua .

La entrega de información, el conocimiento de la tecnología dará una
fuerza nueva a las comunidades rurales, les regresara en parte el poder
que se les ha arrebatado y sobre todo podrán generarán su propia dinámica
al desarrollo tan como ellos mismos lo deseen. Las instituciones externas
tan solo sirven de apoyo y de soporte


CONCLUSIONES SUSTENTABILIDAD EN LA GLOBALIDAD


No es suficiente con señalar lo que se debe hacer o lo que se puede hacer,
también hay que indicar que muchas autoridades tendrán que tomar en cuenta
la sustentabilidad en la globalidad económica y política, además muchas
leyes se adecuarán y se deberá buscar la disposición de mucha gente debe
esta preparada para que este cambio sea real y efectivo . El deseo
personal o grupal en estos casos es un requisito previo para el cambio pero
las estructuras sociales y sobre todo burocráticas deben aprestarse al
cambio también o es inútil el proceso . Lo primero que hay que hacer
dentro de la dinámica nacional es señalar lo importante que es rescatar la
agricultura del pequeño riego, indicando su fuerza política, económica y
social . A la fecha representa en el territorio de México casi el 50% de
todo el riego nacional, su administración implica un porcentaje mínimo del
presupuesto federal para irrigación , es atendida por un numero
insignificante de técnicos, y el cuidado que se le da apenas se reduce al
registro genérico de unidades de riego. En otras palabras oficialmente no
sabemos nada de los sistemas de pequeño riego

La primera política de trabajo dentro de esa línea de acción será la de
capturar información proveniente de los mismos productores. El registro
nacional de usuarios de pequeño o riego, deberá estar basado en la
información que den los productores, este no debe tener costo, ya que el
estado está obligado a tener dicha información y en general nunca ha
invertido recursos en esos sistemas y cuando lo ha hecho pocas veces se
tuvo el cuidado de darle seguimiento. Las bombas, los sistemas eléctricos,
el registro de medidores de agua y otras fuentes de información y control
deberán pasar a control de las asociaciones de usuarios, algunas de ellas
tienen costos que habrá que sufragar de alguna forma; mediante prestamos,
mediante inversión, mediante mano vuelta , cualquier forma tendrá que ser
utilizada para que estos recursos queden efectivamente en manos de gente
que los utilice y los usufructúe.

La evaluación implica no solo el registro, también el uso y calidad de ese
uso, esta información podrá ser evaluada a nivel regional y nacional dando
indicadores de calidad de agua y sus usos lo que es clave para diagnosticar
la salud ecológica de una región en base a la calidad de agua que se
utiliza en la zona . El monitorio de las fuentes de contaminación también
debe ser una parte importante del sistema , de allí que el primer
interesado en controlar la calidad del agua es el mismo campesino , pero
ese interés se convierte en una fuente de información para el técnico
diagnostique la calidad de los acuíferos.

La información obtenida conjuntamente con las otras fuentes de usos de
suelo, de producción, de población y manejo comercial permitirán generar
políticas de uso de suelos, manejo de cuencas, hidráulicas, diagnosticar
futuros usos para el agua, y ampliar el abastecimiento de la misma
mediante la construcción de obras de riego; así como la definición de
fuentes de aprovisionamiento de acuíferos y cuidado de los mismos.

Finalmente, una última conclusión importante y trascendente que se puede
proponer es que la pequeña irrigación tiene una triple perspectiva la
técnica, la sustentable y la social, y ninguna de ellas existe separada. la
pequeña irrigación son los canales de riego y las comunidades rurales que
utilizan esos sistemas, así como el impacto regional que provoca el uso del
agua . También aparece que estas obras son las que menos costos cargan a
los erario local o regional y pueden ser utilizadas como soporte para
reestructurar política y económicamente a las comunidades rurales en muchas
partes del país. La comunidad rural puede aportar una parte sustantiva
para el progreso y desarrollo de estos sistemas pero no pueden hacer mayor
cosa si esta aporte no va acompañado del soporte legal que deben prestar
las instituciones burocrático administrativas del estado .


BIBILIGRAFIA DEL TRABAJO


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Francisco Escobedo, Tomas Martínez Los sistemas de riego en la zona de
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Martínez Saldaña Tomas " (l994) Los pequeños sistemas de riego" en El riego
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