CAMBIOS EN LA CULTURA DE LOS SABANEROS GUANACASTECOS LIGADOS AL TURISMO, GUANACASTE, COSTA RICA

La provincia de Guanacaste, Costa Rica, ha tenido cambios muy importantes que la han ido reconfigurado. “En la década de los noventa se inició un período de transición en la Región Chorotega. El principal rasgo de ese cambio es que la economía de la provincia está dejando de estar centrada exclusivamente en la actividad agropecuaria y se está convirtiendo en una economía en la que los servicios, especialmente los relacionados con el turismo, ocupan un lugar cada vez más importante. Como resultado de este proceso, la sociedad guanacasteca se ha tornado muy compleja. Es una sociedad con muchos rostros, un entramado de grupos sociales ligados a diversos sistemas productivos y comerciales, cada uno de los cuales está labrando su lugar en la nueva economía regional.” (Estado de La Nación. 1999:316) Muchos de los pobladores, las familias tradicionales, la élite política y económica han tenido que entrar en la dinámica de la nueva economía, de una sociedad de consumo más exigente y competitiva. En otras palabas, se construye una nueva realidad de la cual las familias tradicionales guanacastecas, y liberianas en particular, no pueden escapar inmunes. Es así como algunas de ellas, y de las nuevas generaciones, han “variado sus actividades y se han dedicado, por ejemplo, a administrar un “café internet” u ofrecer servicios de agencias de viajes, cadenas de hoteles y empresas turísticas.”(Estado de la Nación, 1999:316). Pero esas transformaciones de la economía regional también han traído el surgimiento de nuevos sectores como el caso “los nuevos trabajadores del turismo”. “(…) Hoy existen más de 35 oficios o puestos de trabajo en la hotelería, el comercio, las agencias turísticas o la construcción (entre otros, cocineras, bartender, guías turísticos, botones, lavaplatos, electricistas, cajeros, guardas, mucamas, soldadores, plomeros, saloneros, contadores, puestos gerencias, promotores, jardineros) (Estado de la Nación, 1999:316). Es decir, la actividad turística se ha convertido en la principal actividad económica de muchas zonas como Santa Cruz, por ejemplo. Una de los señalamientos a ese auge de turismo es la modesta generación de empleo en el turismo y los débiles encadenamientos que produce. El Estado de la Nación (1999) al respecto anota: “Una de la interrogantes sobre la actividad turística es su capacidad para articularse con el resto de la economía regional y contribuir a la generación de nuevos puestos de trabajo. Se estima que en los hoteles de Guanacaste trabajan entre 4.713 y 6.216 personas. Otros encadenamientos de la actividad hacia la región apenas empiezan a ser evidentes y se requiere mucho esfuerzo y organización local para consolidarlos. Por ejemplo, una consulta realizada a hoteleros de la provincia y representantes de la Cámara de Turismo de Liberia permitió conocer que los hoteles grandes realizan la mayoría de sus compras con proveedores mayoristas ubicados fuera de la región”. El giro de la economía de la región desde los años 90 ha llevado a que en el 2009 el sector de los servicios sea la principal fuente generadora de empleos (67%), seguida por el sector primario (18,2) que se comporta en forma inversa a los servicios, y por el sector secundario con 14,7%. En cuanto al sector turismo este generaba en el 2009 el 11,6% de los empleos cifra muy por encima del promedio nacional que era de 6,1%. Ese dato revela la importancia del turismo para una región como la Chorotega y, por supuesto, como actividad dinamizadora, está llamada a generar los encadenamientos que permitan ser el motor que impulse el proceso económico. A pesar de ello, se considera que la generación de empleo es modesta. A partir de finales de los años 80 muchas de las haciendas guanacastecas tienen una cotidianidad que se construyó a partir de nuevos elementos aglutinadores para los hacendados y los sabaneros. El turismo, como actividad dinamizadora de la provincia de Guanacaste, comienza a tomar una gran importancia y permea la frontera de la hacienda donde por décadas se formó el sabanero. Guanacaste es un excelente lugar para que el capital transnacional, asociado al turismo, se reproduzca, las condiciones que este tipo de capital busca están dadas. La concepción que los inversionistas de este sector tienen se puede extraer de Groizard y Jacob: Uno de los recursos más utilizados en el servicio otorgado por los hoteles es el medio ambiente. Una parte creciente de la demanda turística reclama el consumo de productos y servicios que incorporen elementos presentes en la naturaleza, como por ejemplo, playas vírgenes, parajes con cierto atractivo ecológico y en buen estado de conservación, o lugares donde habiten especies flora y fauna autóctonas. La provisión de estos recursos permite la diferenciación del producto que ofrece el destino turístico frente a otros y la empresa hotelera trata de obtener ventaja de ello asegurándose su adecuada provisión. La provisión de estos recursos no es costosa para la empresa, pues estos recursos que provee la naturaleza son gratuitos, y una de las maneras de acceder a ellos es elegir una óptima localización del establecimiento (2004:18). ¿Será debido a lo anterior que estas cadenas han incursionado en Guanacaste? Disponen de mano de obra barata, y para bajar aún más los salarios, la migración es incentivada, sobre todo en la industria de la construcción; hay parques nacionales, playas hermosas, se acondicionó el Aeropuerto Internacional Daniel Oduber, en Liberia, entre otros elementos. En cuanto a las haciendas ganaderas, que durante varias décadas habían venido teniendo serios problemas, no solo de productividad, sino también de acceso a los mercados internacionales, encuentran en el turismo una forma de reproducir el capital. Muchas de ellas comienzan a involucrarse en la actividad turística y comienzan a explotar el conocimiento previo de los sabaneros y de las actividades que se realizaba en la misma. De tal forma que las prácticas laborales se transforman y se da una combinación de labores ligadas al ganado pero vinculadas con las turísticas. A partir de este giro de la hacienda ganadera se da también un giro en los patrones de interacción social ligados a lo laboral que el sabanero tradicional venía construyendo. Se incorporan nuevos sabaneros pero no bajo las mismas condiciones ni “escuela” que los tradicionales. Más bien, estos últimos serán desplazados, marginados, y en algunos casos, cumplen una función más simbólica, de mantener su figura en el imaginario social para ser explotado por el capital turístico. Uno de los elementos fundamentales que permea la frontera de la hacienda ganadera es una actividad globalizada y un modelo particular de ella: El turismo. Gran parte del desarrollo turístico está ligado al gran capital transnacional y a mercados inmobiliarios. Es así como la misma hacienda ganadera debe buscar un nicho especial para poder aprovechar ese boom y a la vez adaptarse al fenómeno de la globalización. Ese contexto introduce nuevas realidades y emergencias que construye no solo una nueva ruralidad en Guanacaste, sino también una cotidianidad en la cual la hacienda y los sabaneros ya sean tradicionales o los nuevos ligados al turismo interactúan y construyen sus nuevas relaciones.