Cambio en y del poder mundial: Pax ‘BRICS’inica

July 27, 2017 | Autor: E. Tzili Apango | Categoría: China, BRICS
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CAMBIO EN Y DEL PODER MUNDIAL PAX ‘BRICS’INICA1 Eduardo Tzili Apango

El propósito de la presente investigación es analizar la naturaleza del poder mundial en la época contemporánea, tiempo que observa la emergencia (o reemergencia) de nuevos centros de poder que pudieran estar protagonizando una transición del poder hegemónico global, donde la estafeta lentamente pareciera desplazarse de los Estados Unidos hacia el grupo de países conocidos como BRICS.2 Se argumenta entonces que las capacidades poco a poco adquiridas por este grupo de países les otorgan mayor poder que a su vez influye en la toma de decisión mundial. No obstante, China se antepone como posible competidor de la hegemonía estadunidense, rebasando el alcance del resto de los países BRICS: ¿Pax Sinica o Pax BRICSinica?

SOBRE LOS CICLOS HEGEMÓNICOS Y LA TRANSICIÓN DE PODER

Gilpin (1981, pp. 41-43) asegura que si ha existido una constante en las relaciones internacionales desde las ciudades-Estado griegas, ha sido aquélla de la sucesión hegemónica, reflejado en cambios sistémicos y cambios de sistema que a su vez son producto de las constantes redistribuciones de poder a nivel mundial.3 Lo anterior es resultado del fortalecimiento económico y militar que lleva a un actor a configurar a las relaciones políticas y económicas internacionales, moldeando la realidad a sus intereses y fomentando regímenes mundiales, proveyendo estabilidad al sistema global (Gilpin, 1988, p. 595, Keohane, 2005). No obstante, la historia ha demostrado que la tendencia al cambio de hegemonía es acompañada por una inestabilidad en el sistema que eventualmente produce un conflicto; así, desde la disputa entre Atenas y Esparta (relatado por Tucídides en la Guerra del Peloponeso) hasta la segunda guerra mundial, las hegemonías en ascenso,4 en el afán de Trabajo presentado en el Seminario “Nuevos Escenarios Internacionales y BRIC” (BUAP, 2012). Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. 3 Véase también Kennedy (2004) y Modelski (1987) para análisis similares. 4 “La hegemonía… es algo tan viejo como la humanidad” (Brzezinski, 1998, p. 13). 1 2

querer cambiar al sistema bajo sus intereses, se enfrentan a las hegemonías establecidas en la cima del poder mundial y entonces se produce una reconfiguración en la distribución global de poder. Cuando acontece la sucesión, el ciclo hegemónico está completado para volver a iniciar. Lo anterior implica entonces una estructura jerárquica, más que anárquica, en las relaciones internacionales, donde se identifican actores “poderosos y satisfechos” vis á vis aquéllos que son “poderosos” pero “insatisfechos” (Organski, 1958), protagonistas de la transición de poder. Pero ¿qué implica ser una hegemonía mundial? Gilpin (1981, pp. 34-35) y Spiezio (1990, p.167) identifican que una “gobernanza hegemónica” es capaz de suministrar bienes públicos colectivos, además de un orden económico estable con base en el “meta-poder” para satisfacción de los intereses del Estado Hegemónico. El primer autor también afirma que “las potencias dominantes, con base en el poder y en el prestigio (o reputación), organizan y controlan los procesos de interacción entre los demás elementos del sistema”, ello con base en la distribución de poder (Gilpin, 1981, pp. 28-39); entendiéndose este último como las capacidades económicas, militares y tecnológicas, aunque también habría que considerar al “poder suave” (soft power), que en conjunto con el “poder duro” (hard power) da forma a lo que los especialistas reconocen como “poder inteligente” (smart power) (Nossel, 2004, Nye, 2006; 2011; Vuving, 2009). Dicho sea en otras palabras, solo aquél Estado que predomine en el poder duro (visto a través de sus manifestaciones militares, económicas y tecnológicas) y el poder suave (prestigio) además de contar con una estabilidad doméstica, podrá ser capaz de suministrar estabilidad al sistema internacional, lo que en caso de hacerlo, lo enfocaría con base en sus intereses. Desde la literatura que debate sobre las hegemonías y las transiciones de poder, 5 se reconocen dos indiscutibles hegemonías, la Pax Británica que se estableció a inicios del siglo XIX, y la Pax Americana, que se estableció a inicios del siglo XX. Aunque otros autores, como Modelski (1987) y Wallerstein (1974) reconocen a los Países Bajos (o Provincias Unidas) y Portugal como otras posibles hegemonías, ya que en su tiempo se desarrollaron sistemas económicos mercantilistas y colonialistas que dieron paso al 5

Sobre una síntesis de esta discusión, véase Navarro (2009).

capitalismo actual, coincido más con Gilpin (1981) cuando afirma que las hegemonías estadunidense y británica han sido las únicas de verdadero alcance global. Una vez visto de manera sucinta el bagaje teórico sobre la redistribución de poder y los ciclos hegemónicos, se procederá a analizar el caso de los BRICS, bajo la hipótesis de que la transición de poder sólo se estaría yendo hacia China y no hacia el conjunto de países que conforman el acrónimo.

DE LAS POTENCIAS EMERGENTES. BRICS VS ESTADOS UNIDOS

Recordando un poco de historia, en 1956 justo en el ínterin de la Crisis de Suez, Reino Unido daba “patadas de ahogado” al atacar militarmente a Egipto junto con Francia e Israel, tratando de mantener una hegemonía bastante derruida con dos guerras mundiales. A la iniciativa del establecimiento del Sistema de Naciones Unidas, así como el diseño de las instituciones de Bretton Woods, emergía un vigoroso Estados Unidos que tendría la capacidad de detener las ambiciones geopolíticas británicas con presiones económicas. Iniciaría así la Pax Americana que vería su clímax hasta la Crisis del petróleo (1973) y la Guerra de Vietnam (finalizada en 1975); a partir de ahí se iniciaría una cuesta abajo que enfrentaría un reto parecido a la Crisis de Suez, reflejado en la invasión de Afganistán (2001) e Irak (2003), so pretexto de combatir al terrorismo internacional, pero en realidad tratando de asegurar la hegemonía global con base en el posicionamiento geopolítico.6 Lo anterior se lograría de manera parcial, observándose un debilitamiento más profundo de la hegemonía estadunidense al estallar la conocida “Crisis Financiera Global”, donde el sistema regulatorio de Estados Unidos precipitó dicha crisis a través de la “titularización” de créditos hipotecarios otorgados por la banca comercial a tasas arriba de las del mercado, lo anterior llevado a cabo paralelamente a un mercado financiero sustentado en una arquitectura financiera mundial con ausencia de reglas e insuficiencia de capital (Gutiérrez, 2011). Es decir: el capitalismo impulsado desde 1945 por Estados Unidos se vio minado por la misma idea que le dio origen.

6

Definitivamente la apuesta militar estadunidense estuvo enfocada al aseguramiento de energéticos y de la presencia en el Golfo Pérsico, como lo demuestra Rosas (2004)

Sería en el marco de la crisis financiera cuando Goldam Sachs vería materializada la idea que popularizó a su consultor James O’Neill, reuniéndose en Ekaterimburgo (2009) los líderes de los cuatro países que en ése entonces conformaban al llamado BRIC para hablar sobre la posibilidad de hacer frente común ante los problemas económicos experimentados. Cabe recordar que en el mismo año que se reunieron por primera vez los BRIC también se reunieron los países miembros de la Organización para la Cooperación de Shanghái (OCS), otro mecanismo multilateral en donde no hay presencia estadunidense, y que abarca tres de los países BRICS,7 y en donde también se tomaron medidas para paliar los efectos de la crisis global al fomentar el incremento en la cooperación económica, cuando hasta ese año el objetivo de la OCS versaba fundamentalmente en combatir al terrorismo (SCO, 2009). Por otro lado, a partir de febrero de 2011, inmerso en el ambiente que vivía el Magreb sobre la reconocida “Primavera Árabe”, se iniciarían hostilidades contra Libia bajo el amparo de las resoluciones 1970 y 1973 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas; lo anterior se logró gracias a que países como Rusia y China se abstuvieron de utilizar su virtual poder de veto, aún cuando se manifestaban en contra de que la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) interviniera militarmente (El País, 2011). No obstante, no pasaría lo mismo con la situación de Siria, en donde tanto Moscú como Beijing hicieron gala de su condición como miembros permanentes y vetaron las resoluciones del Consejo de Seguridad que condenaba a Damasco. Empero, en este particular caso se observaron las abstenciones de Brasil, India, Sudáfrica y Líbano; exceptuando éste último, se podría decir que los BRICS adoptaron por primera vez una posición política común ante una problemática global real (MacFarquhar, 2011).8 En el plano económico, justo en plena crisis financiera global China es reconocida como la segunda economía global, mientras que Brasil sobrepasa a Italia y España (dos de los países europeos peor golpeados por la recesión global) convirtiéndose en la séptima 7

Rusia y China. La República de la India mantiene el estatus de observador, pero se espera se vuelva miembro pleno al mediano plazo 8 A este efecto habría que preguntarse ¿Por qué la India se abstendría siendo que es muy cercana a Estados Unidos, además de que es considerada la mayor democracia del mundo? ¿Por qué Brasil se abstendría, siendo que el gobierno de Dilma Rousseff se distanció de Irán pretextando el respeto a derechos humanos, además de que éste es firme aliado de Damasco? Cabe destacar que para el 21 de marzo de 2012 ya se había llegado a un acuerdo común en forma de declaración en el seno del Consejo de Seguridad para el asunto de Siria, pero el mismo no es vinculante, por lo que queda observar que pasará en un futuro al respecto.

economía mundial; Rusia e India superaron a España, Canadá y Corea del Sur en 2010, como se muestra en la siguiente tabla.

Tabla 1. Escalada de los países BRICS en términos del PIB medido en millones de dólares

Fuente: Aliu (2012)

Asimismo, en materia de crecimiento del PIB, todos los países BRICS (excepto Sudáfrica) registraron una mejor recuperación que la Unión Europea y Estados Unidos, observando para 2010 que mientras el primero crece 1.96% y el segundo 3%, Brasil crece 7.48%, Rusia 4.03%, India 8.08% y China 10.4%, como se muestra en la Gráfica 1.

Gráfica 1. Crecimiento del PIB (porcentaje anual) 20

15 European Union 10

Brazil China

5

India Russian Federation South Africa

0 2005

2006

2007

2008

2009

2010

United States

-5

-10 Fuente: Banco Mundial (http://data.worldbank.org/indicator/NY.GDP.MKTP.KD.ZG) Fecha de consulta: 07 de marzo, 2012

La teoría de la estabilidad hegemónica en particular, así como las teorías de las transiciones de poder en general, se sustentan en una base fundamentalmente económica; luego entonces y bajo ésa idea, sería lógico pensar que eventualmente los BRICS podrán superar a las hegemonías globales, ya que tanto en el PIB medido en millones de dólares, como su crecimiento visto en porcentaje, se observa un fortalecimiento cada vez mayor, cumpliendo las expectativas de Goldman Sachs. Sin embargo, pareciera que surge un problema en lo anteriormente expuesto: en la primera tabla mostrada, Brasil, Rusia e India parecen muy cerca en el ascenso sobre la escala jerárquica económica mundial, situándose entre los lugares 7, 9 y 10 hasta lo pronosticado para 2012, mientras que China se sitúa en el segundo lugar; lo anterior es reflejo de la superación de Japón como segunda potencia económica en término de paridad de poder de compra y la consolidación de como primer socio comercial de las principales economías asiáticas, quitándole el lugar a los Estados Unidos.9

9

Véase: Cornejo y Navarro (2011, pp. 200-209), León-Manríquez (2011, pp. 220-222) y Li (2008, p. 106).

El que se hable de la posibilidad de que los BRICS reemplacen a los Estados Unidos como hegemonía económica es un argumento que merece revisión; no se habla de la improbabilidad de que los cinco Estados emerjan en un frente común para paliar a occidente, como se ha intentado desde 2009,10 sino por las características económicopolíticas de los actores estudiados. Es el caso, por ejemplo, de los impactos de la crisis global financiera en los empleos y la economía en general. Como señala Navarrete (2011, pp. 39-43), en 2009 China e India registraron las tasas más altas de desempleo entre los BRIC, en razón de 9.6 y 10.7 respectivamente; en contraste recibieron un menor impacto de la crisis, en razón de 5.5 y 7.0 (con base en el índice de gravedad de la crisis), pero Brasil registró un impacto del 33.0 y Rusia, 96.4. Otro caso que también describe el autor es la preocupación de los BRIC de abastecerse de energéticos, lo que es reflejado en la consideración de áreas de cooperación prioritaria global, plasmado en el comunicado de Ekaterimburgo de 2009 (Navarrete, 2011, pp. 46 y 47). A este efecto, Netzahualcoyotzi demuestra las divergencias en materia energética: mientras Rusia exporta un 25% de su petróleo y gas a Europa, solo exporta un 3-5% a Asia del este (2011, pp. 46 y 47) denotando una dependencia excesiva en el continente europeo y en los energéticos; por otro lado, los intereses chinos e indios ya han chocado en países como Nigeria o Kazajstán en competencia por el derecho de explotación de yacimientos petrolíferos (2011, p. 49); y por último, Brasil es líder en la producción de biocombustibles, situación que afecta a la oferta global de alimentos y en la cual China, y en menor medida India, necesitan de manera urgente (2011, pp. 60 y 61). Aunado a la situación de China como segunda potencia económica, Dussel (2011, pp. 440-443) demuestra que las condiciones de éste país son incomparables al resto de los BRICS, tendencia que podría continuar al largo plazo, y el autor ejemplifica con la participación del PIB a nivel mundial, en donde se observa un orden del 8.57 para China, frente a un 2.25 para la India, o un 2.71 para Brasil; asimismo, trae a nuestra atención la tasa de crecimiento del PIB, donde la India registra un 70.7% del total del crecimiento chino, mientras que Rusia un 46.4% y Brasil 30.6%. 10

De los intentos más significativos fue la propuesta para la creación de una divisa supranacional que estuviese bajo el amparo del Fondo Monetario Internacional, cuestión que también se discutió en el seno de la Cumbre de la OCS en 2009 (Pronina et. al., 2009)

En algo que coinciden varios analistas es que China y los BRICS (sin la “C”) deben medirse por separado, ya que el país del Asia oriental supera en muchas dimensiones, al resto de los compañeros del acrónimo. Aunque en conjunto pareciera que pueden ejercer lo que T.V. Paul (2005) reconoce como un “equilibrio suave de poder”, el siguiente apartado intentará demostrar cómo ni siquiera Beijing está cerca de representar un desafío considerable a la hegemonía estadunidense. Y hablar de una hegemonía compartida entre los BRICS implica que existen profundos mecanismos de cooperación entre ellos, además de posiciones estratégicas comunes, algo que estudios ya citados han comprobado irreal. ¿HACIA UNA PAX SINICA?11

Como ya se entrevió, las teorías de la estabilidad hegemónica y de la transición de poder establecen que una potencia en ascenso intentará cambiar el sistema a su favor siempre y cuando los beneficios de hacerlo superen eventuales costos. Aunque ya se reconoció que dichas teorías poseen una base eminentemente económica, se observa particularmente el modelo expuesto por Robert Gilpin (1981)12 como un marco de análisis explicativo más completo, al considerar factores militares, históricos y tecnológicos entre otros. La hipótesis básica a considerar es la siguiente: los cambios hegemónicos se han producido de manera violenta a causa de los desequilibrios del sistema, producidos a su vez por la incapacidad de la hegemonía de mantenerlo, ya que los costos superaron los beneficios que en un inicio se disfrutó. Pero esos costos son de orden múltiple, no solo económico, por lo que una potencia en ascenso deberá superara a la hegemonía en turno en cinco rubros: capacidades económicas, militares, tecnológicas, “suaves” y domésticas. En este sentido, se considera que de los BRICS, el único que bien podría representar una “hegemonía en ascenso” es China; obviamente la hegemonía en descenso son los Estados Unidos. Iniciaré el análisis con el motivo clave del escepticismo internacional: las capacidades económicas entre China y los Estados Unidos, lo que a su vez se desplegará en tres sub-factores: el crecimiento del producto interno bruto anual (PIB), la producción anual

11

Lo presentado en este apartado es resultado parcial de la investigación plasmada en Tzili (2012) Dicho modelo es complementado por la propuesta de Spiezio (1990) al detallar las características de las capacidades de poder 12

de carbón y acero, además del consumo anual de energía, delimitándose al periodo que abarca el año 2000 al 2010. Observando el sostenido y alto crecimiento del PIB chino en comparación con el estadunidense, se vislumbra que en efecto China pareciera superar por mucho el crecimiento de la economía norteamericana; habría que prestar especial atención a los años de la crisis global financiera, donde en 2009 Estados Unidos presenta un decrecimiento en razón del -2.63% mientras que China presenta un 8.68% del PIB.

Gráfico 2. Crecimiento PIB promedio anual 2000-2010 14.00 12.00 10.00 8.00 6.00

Estados Unidos

4.00

China

2.00 0.00 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 -2.00 -4.00 Fuente: Indicadores de Desarrollo del BM, Estadísticas Financieras Internacionales del FMI, Percepción Global de IHS y pronósticos económicos de Oxford (disponible en: "Servicio de Investigación Económica" en Departamento de Agricultura, Estados Unidos) Fecha de consulta: 10 de septiembre, 2011

Empero, no se aprecia lo mismo en cuanto al crecimiento del PIB anual en millones de dólares, reflejando que la economía china aún está muy por debajo de la estadunidense, por lo que en el periodo de tiempo estudiado esto no puede representar un rasgo hegemónico.

Gráfico 3. Crecimiento PIB promedio anual: 2000-2010 (en billones de dólares) 14000 12000 10000 8000 Estados Unidos 6000

China

4000 2000 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: Indicadores de Desarrollo del BM, Estadísticas Financieras Internacionales del FMI, Percepción Global de IHS y pronósticos económicos de Oxford (disponible en: "Servicio de Investigación Económica" en Departamento de Agricultura, Estados Unidos) Fecha de consulta: 10 de septiembre, 2011.

La capacidad económica, vista desde Gilpin y Spiezio, demuestra que en efecto China está en el tránsito de una hegemonía. Aparte del crecimiento del PIB, se estudiaron otros cinco factores (producción de carbón, producción de acero, producción de energía y consumo de energía) que en conjunto representan el poder económico. De estos, solo en uno (PIB en billones de dólares) China es superado. Lo anterior también se debe ligar con el hecho de que la capacidad económica de Estados Unidos se mantiene constante, no presenta crecimientos ni decrecimientos espectaculares. En cambio, la capacidad económica de China está en ascenso y en ningún rubro presenta disminución significativa. En contraste a lo anterior, expondré ahora lo que se refiere a las capacidades militares visto en dos rubros: Gasto del PIB en armamento y defensa, así como personal armado. Sobre el caso del gasto del producto interno bruto en materia de armamento y defensa, se observa que Beijing invierte alrededor de 2,08 del PIB (promedio 2000-2010) en el Ministerio de Defensa Nacional,13 lo que representa un estimado de 68,97 millones de dólares (mdd) para el mismo periodo. En contraste, Washington invierte en su 13

Se compone del Ejército Popular de Liberación, brazo armado del Partido Comunista Chino, el cual a su vez está conformado de: Fuerzas Terrestres, Armada, Fuerza Aérea y Segundo Cuerpo de Artillería

Departamento de Defensa14 alrededor de 3,9 del PIB (2000-2010), reflejando un estimado de 532,528 mdd. Es decir, en promedio del decenio estudiado, Estados Unidos invierte casi diez veces más que China en armamento y defensa, además de que aún cuando sufrieron los embates de la crisis global financiera, el presupuesto militar no se redujo en 2008-2010. Lo anterior no puede demostrar un rasgo hegemónico en China.

Gráfico 8. Gasto del PIB en armamento y Defensa (Porcentaje del PIB): 2000-2010 5 4.5 4

3.5 3 Estados Unidos

2.5

China

2 1.5

1 0.5 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: "The SIPRI Military Expenditure Database", Stockholm International Peace Research Institute (http://milexdata.sipri.org);

"2010

Defense

Spending

by

Country",

Rickety

(http://www.rickety.us/2011/06/2010-defense-spending-by-country/) Fecha de consulta: 13 de septiembre, 2011.

14

Incluye al Departamento de la Armada, Departamento del Ejército, Departamento de la Fuerza Aérea, Estados Mayor Conjunto, Agencia de Defensa de Misiles y el Pentágono

Grafica 9. Gasto del PIB en armamento y Defensa (en millones de dólares): 2000-2010 800 700 600 500

Estados Unidos

400

China

300 200 100 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

Fuente: "The SIPRI Military Expenditure Database", Stockholm International Peace Research Institute (http://milexdata.sipri.org) Fecha de consulta: 13 de septiembre, 2011.

En lo que a personal armado se refiere, se nota que China supera por ± 807,104 tropas al personal militar activo de Estados Unidos, así como por ± 787 unidades de artillería movible y 28 fragatas. No obstante, éste último supera a China en: aeronaves (por un estimado de ± 14,142), unidades navales (± 1,822), portaaviones (10), destructores (33), submarinos (20), tanques (2,103) y vehículos blindados (21,653). ¿Qué significa lo anterior? Tan solo los portaaviones otorgan a un Estado una movilidad militar global, y ellos, EEUU tienen desplegados 11 frente a tan solo 1 porta avión chino. Considerando que las demás unidades militares en donde Beijing es superado por Washington, se concluye que tampoco se manifiesta un rasgo hegemónico en este rubro, toda vez que las unidades mencionadas son aquéllas que permiten el seguimiento de una trayectoria mundial.

Tabla 2 Unidades Militares China

Estados Unidos

Personal Militar Activo 2,285,000

1,477,896

Artillería Movible 2950

2163

Total Aeronaves 4,092

18,234

Total Unidades Navales 562

2,384 Portaaviones

1

11 Destructores

26

59 Fragatas

58

30 Submarinos

55

75 Tanques

7470

9573

Vehículos Blindados 5000

26653

Fuente: Global Fire Power (http://www.globalfirepower.com/countrymilitary-strengthdetail.asp?country_id=China) Fecha de consulta: 13 de septiembre, 2011

Si bien en el campo económico China apenas parece estar superando a Estados Unidos, no pasa lo mismo con la situación militar, donde se mantiene una alta inversión en armamento y defensa; cabe considerar que Estados Unidos tiene numerosas bases alrededor del mundo mientras que China no, además que el país asiático solo posee un 3.7% del arsenal nuclear estadunidense, según Stokes (2010). Una vez vista la comparación entre las capacidades militares de los actores aquí estudiados, procederé con el balance entre las capacidades tecnológicas, lo que incluye gastos del PIB en Educación, Ciencia y Tecnología.

En esta cuestión, pareciera haber tendencias paralelas sobre los gastos del PIB en materia de educación: ni China ha alcanzado a Estados Unidos, ni éste ha reducido su inversión educativa (3,6% y 6,1% el PIB para 2009, respectivamente). Ahora si consideramos el PIB en millones de dólares, por matemática se concluye que China aún está muy por debajo de los niveles de inversión educativa estadunidense. Por ello, esto último no se puede suponer como un rasgo hegemónico.

Gráfico 10. Gastos de educación en porcentaje del PIB 7 6 5 4 Estados Unidos 3

China

2 1 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: US Government Spending (http://www.usgovernmentspending.com/spending_chart_2000_2010USp_13s1li101mcn_20t), "BRICS Joint Statistical

Publication

2011",

National

Bureau

of

Statics

of

(http://www.stats.gov.cn/english/statisticaldata/otherdata/brics2011/P020110412518528753576.pdf).

China Fecha

de consulta: 08 de noviembre, 2011.

Para los gastos en Ciencia y Tecnología tomé en cuenta los indicadores para Investigación y Desarrollo (I+D) publicados por el Banco Mundial. Se tiene, por lo tanto, que para 2007, Estados Unidos había invertido 2,7% de su PIB en I+D, mientras que China 1,44%. Aunque Estados Unidos mantiene estable su inversión en I+D, se observa que el gasto chino se incrementa, aunque modestamente. De igual manera, tomando en cuenta la magnitud en miles de millones de dólares del PIB en ambos actores, por matemática se deduce que China todavía está muy por detrás del desarrollo tecnológico estadunidense.

Por ello, éste factor no es un rasgo hegemónico en la República Popular. Apoyo la decisión anterior con lo pronosticado para la contribución al porcentaje global en materia de I+D: China del 12,2% y Estados Unidos en orden del 34,8%, más del doble.

Gráfica 11. Gastos en I+D en porcentaje del PIB 3 2.5

2 Estados Unidos

1.5

China 1 0.5 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: The World Bank (http://data.worldbank.org/indicator/GB.XPD.RSDV.GD.ZS/countries?display=default) Fecha de consulta: 08 de noviembre, 2011

Realizando la sumatoria resuelvo que de los rubros revisados sobre capacidades tecnológicas, Washington está a la delantera en materia de gastos en educación (con respecto del PIB); la superioridad tecnológica estadunidense aún rebasa por mucho a la china, y le llevaría éste último varias décadas alcanzar la capacidad tecnológica de Estados Unidos. Es por ello que a partir de la indagación en este rubro, concluyo que China aún no está en el camino hacia la hegemonía. Toca turno de analizar las capacidades suaves de ambos actores. Medir el poder suave resulta complejo ya que se trata de mesurar cuestiones intangibles. No obstante varios intentos del mismo (Gill & Huang, 2006; Rocha & Morales, 2011, Tzili, 2011b), se podría caer en el error de la subjetividad. Por ello sólo se tomarán en cuenta la Asistencia Humanitaria, económica y el fomento a la multilateralidad.15

15

Para un análisis más completo del poder suave chino, véase Tzili (2011b; 2012)

En lo que se refiere a la asistencia humanitaria, entendiéndose ésta como “la ayuda en concordancia con los principios humanitarios: humanidad, neutralidad e imparcialidad, y que va encaminada a aliviar el sufrimiento causado por desastres naturales o artificiales, dando prioridad a los grupos más vulnerables y sin adquirir tintes políticos o bélicos […]” (AG/46/182, 1991), discurro en que existe de tres tipos: Ayuda Oficial para el Desarrollo (AOD), asistencia económica para el extranjero (inversiones), y ayuda en “especie” (contribución a misiones para el mantenimiento de la paz, la más representativa). Para la primera, existe una gran brecha entre los dos actores estudiados: mientras que China se debate entre otorgar o recibir AOD, Estados Unidos sólo se preocupa en donar. Así, Beijing recibió 18.5 mdd, mientras que concedió sólo 0.5 mdd. Por su parte, Washington dio 1.4 billones de dólares.16 Esto habla de una capacidad mucho mayor de Estados Unidos de desplegar presencia por medio de ésta faceta de poder suave, algo que China todavía necesita desarrollar mucho. La inmensa diferencia entre las donaciones de AOD en ambos países pone en tela de juicio la supuesta hegemonía china en ascenso.

Gráficas 12 y 13. AOD de China y Estados Unidos 120.0 100.0 80.0 China Donador AOD

60.0

China Recipiente AOD

40.0 20.0 0.0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010

16

Los datos corresponden a 2009. La cifra para Estados Unidos es preliminar.

Estados Unidos Donador AOD 4.0

3.5 3.0 2.5 2.0

Estados Unidos Donador AOD

1.5 1.0 0.5 0.0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: Global Humanitarian Assistance (http://www.globalhumanitarianassistance.org/countryprofile/china, http://www.globalhumanitarianassistance.org/countryprofile/united-states)

Fecha

de

consulta:

19

de

noviembre, 2011

Sobre la asistencia económica para el extranjero, representada en Inversión Extrajera Directa (IED), se visualiza un descenso importante de la IED estadunidense a principios de la década 2000-2010, recuperándose poco a poco. La IED china muestra un ascenso constante que hasta 2010 era menor que la estadunidense, pero no hay una diferencia tan grande como la AOD. No obstante, sigue siendo inferior, por lo que no es considerado un rasgo hegemónico.

Gráfica 14. IED de China y Estados Unidos 3.5E+11 3E+11 2.5E+11 2E+11 China 1.5E+11

Estados Unidos

1E+11

5E+10 0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: World Bank (http://data.worldbank.org/indicator/BX.KLT.DINV.CD.WD) Fecha de consulta: 19 de noviembre, 2011

Seguiré el análisis con una revisión de la contribución para misiones de la paz de Naciones Unidas, de parte de ambos países. De 2001 a 2010 se puede notar cómo la aportación estadunidense se va reduciendo drásticamente, pasando de 781,5 a sólo 85,9,17 mientras que la participación china estriba desde 116,5 hasta 2054 elementos. Con lo anterior deduzco que China se ha dado cuenta del potencial para su imagen política internacional; el participar con soldados y policías para los cascos azules ayuda a reducir el concepto de la “amenaza china”. Al ser este rubro de alcance global, si representa un rasgo hegemónico para la República Popular.

17

Cantidades promedio. Incluyen tropas y policía

Gráfica 15. Contribución a Operaciones para el Mantenimiento de la Paz 2500

2000

1500 Estados Unidos China

1000

500

0 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Fuente: UN Peacekeeping (http://www.un.org/en/peacekeeping/resources/statistics/contributors_archive.shtml) Fecha de consulta: 19 de noviembre, 2011

Continuaré el fomento a la multilateralidad. Para ello habría que establecer una definición clara del término. Maldonado (2005, p. 200) identifica una diferencia entre “multilateralismo” y “multipolarismo”: mientras el primero se refiere a inclusión y complementariedad, el segundo se refiere a exclusión y negación. Por su parte, Ruggie (1992, p. 574) define “multilateralismo” como una conducta coordinada (u organizada) con base en determinados principios de conducta y delimitados (aunque no siempre) bajo ciertas instituciones. Luego entonces, adoptaré la definición del término como el fomento hacia la conducta organizada e incluyente con base en principios. En esta misma línea, habría que diferenciar entre el multilateralismo tradicional y el nuevo multilateralismo. El primero se refiere más que nada al sistema ONU y que pretende ser universal. El segundo se refiere a aquélla diplomacia “paralela”, no dentro del sistema ONU pero que se preocupa por la inclusión, aunque no tiene pretensiones universalistas. Hoy en día ambos coexisten y se complementan.18 Luego entonces, en el presente análisis me enfocaré en ambos aspectos. 18

Para un debate teórico más a fondo sobre el multilateralismo, véase: Bouchard & Peterson (2010), Higgot (2004) y Ruggie (1992)

Tomando en cuenta lo anterior, de inicio ambos actores buscan una estructura de orden “-polar”, más que una de orden “-lateral”. China hace un énfasis en la construcción de un mundo multipolar, destacando su ascenso como gran potencia en el sistema internacional, en lugar de aceptar normas externas en una sociedad internacional (erigiendo los principios de la teoría realista de las Relaciones Internacionales) (Scott, 2007; Ong, 2007, p. 38). Por su parte, y a raíz de los ataques del 9/11, Estados Unidos ha buscado fomentar un orden de tipo unipolar bajo su liderazgo (León-Manríquez, 2004, pp. 85-106; Ong, 2007, p. 37). No obstante, ambos actores han hecho uso de foros multilaterales para persecución de distintos intereses y en el afán de buscar cierto grado de legitimidad. Para 2011, China era miembro de 69 organismos multilaterales, mientras que Estados Unidos lo era en 72. Del mismo modo, fuera de las organizaciones internacionales clásicas (sistema ONU y Bretton Woods), Estados Unidos tiene más presencia global que China, sobre todo por la representación en foros europeos. Beijing se ha preocupado más por consolidarse a nivel regional, aunque su alcance empieza a introducirse en África y Medio Oriente, factor no presente en las estadísticas estadunidenses. Analizando el fomento a la multilateralidad vista desde los números y la geografía, puedo concluir que China sí está adquiriendo un factor hegemónico, pero aún no sobre pasa a Estados Unidos. A manera de prospectiva, quizás el salto cualitativo y cuantitativo para aceptar un rasgo hegemónico chino es cuando Beijing empiece a consolidar su presencia en foros europeos. En el ejercicio del fomento a la multilateralidad es elemental tomar en cuenta a la política exterior de ambos países. Según Rosas (2007, pp. 282- 289), China se busca diferenciar de Estados Unidos al mostrar se de manera “benigna”, contribuyendo a la paz y seguridad internacionales, queriendo parecer un “país opción” vis a vis Estados Unidos. Si fuere el caso, pareciera que la República Popular busca la imagen de una hegemonía benevolente (Snidal, 1985, pp. 588-589). En resumen, China busca estructura de tipo “-polar” y Estados Unidos de tipo “unipolar”; aún cuando aproveche al máximo los márgenes de maniobra que le ofrecen las organizaciones internacionales. No olvidar que el sistema de Naciones Unidas fue fundado bajo propuesta estadunidense, por lo que a excepción de la OCS, China no presenta rasgos

hegemónicos en el rubro del poder suave porque no ha consolidado un prestigio al igual que su par americano. La última parte de éste estudio recaerá sobre el factor doméstico, visto a través de los intereses de los grupos gobernantes y de su población; esto se medirá a través de los discursos de aquéllos encargados de la política exterior de 2000 a 2010, enfatizando en la estabilidad global y las relaciones China-Estados Unidos, así como la opinión pública general. Para lo primero, me parece excelente la contribución de León (2011), en cuanto a la relación entre los países reflejada en las acciones y los discursos de sus élites, que siguió un efecto péndulo donde al inicio del periodo presidencial de George W. Bush y su remarcada tendencia unilateral, se pasó de lo que el autor identifica como una cotidianeidad caracterizada por las tensiones sobre el asunto Taiwán y los derechos humanos, hacia una “luna de miel”, identificándose con la estrategia global antiterrorista y sucediendo un efecto de bandwagoning en donde China se perfiló como un aliado para combatir el terrorismo musulmán, máxime de su situación interna en la provincia de Xinjiang.19 Lo anterior se demuestra con las claras intenciones del gobierno de Bush de apoyar a Teipei al afirmar que harán lo que sea necesario para defender a Taiwán, incluyendo el uso de fuerzas militares; posible y radical reacción de sus asesores en política exterior sobre el reconocimiento de Beijing como un “competidor y posible rival regional” (Trubowitz, 2001). En cambio, tal como lo demuestra Letts (2009, pp. 20-21), el discurso del presidente Obama identifica y extiende la dislocación el discurso político dominante de Estados Unidos; aquélla visión de una hegemonía tambaleante y cuyo liderazgo estaba dispuesto a compartir con la República Popular. No obstante, dada la coyuntura sobre la crisis financiera global que inició en Estados Unidos, y que se extendió por todo el mundo, el discurso se empezó a endurecer al colocar al país oriental como objeto de ataques verbales por no atender la situación de su moneda, además de no abrir su mercado para productos estadunidenses.

19

Tzili (2010). Véase Rosas (2007, 322-333) para un análisis más detallado. Aunado a esto, Yongtao (2006, p. 65) señala que el discurso neoconservador de Bush empezó siguiendo la política Clinton de ver en China a un “competidor estratégico”, hasta reconocerlo como una “potencia responsable”.

Como bien señala Ríos (2009), las tensiones sobre la moneda y los derechos humanos ya existían desde el periodo de Bush; empero, en la primera visita de la secretaria de Estado a Beijing en 2009 se visualizó un trato “suave” de aquéllos temas escabrosos, dando prioridad a la necesidad de afrontar desafíos comunes. En el marco de las elecciones para presidente en Estados Unidos (2011-2012) se nota una radicalización del discurso contra China, sobre todo en la esfera económica, reflejando un punto de inflexión entre los candidatos presidenciales. Incluso el presidente Obama, aunque está obligado por su cargo, entra en la dinámica de los candidatos de culpar a China de todos los males de Estados Unidos. Para el caso chino, fue deber de sus elites presentar un discurso que mantuviera a raya los intentos de otras potencias de subyugar el inevitable crecimiento de la presencia china a nivel mundial, tarea que asumiría la actual dupla de Hu Jintao (presidente) y Wen Jiabao (Premier), cuarta generación de líderes de la República Popular. Es en el marco del liderazgo de Jiang Zemin cuando se hablaría de un “ascenso pacífico” (Bijian, 2005), ya que Occidente vería recelosa la incursión de China dentro de la Organización Mundial de Comercio, además de que ya se notaba que el dinamismo económico-comercial se desarrollaba en Asia, de que este siglo sería el “siglo del Pacífico” (Terry, 2002). Es con Hu Jintao cuando renace el deseo chino de buscar ascender por “meritocracia” bajo términos estrictamente pacíficos. Se cambiaría el término de “ascenso pacífico” por el de un “desarrollo pacífico y emergería la política de una “sociedad y un mundo armónico” (Rosas, 2007, p. 95),20 fundamentos del discurso de Hu Jintao, y que se estudiarán a continuación. “Perseguir la paz, el desarrollo y la cooperación es el irresistible camino de nuestro tiempo […] déjenos trabajar con otros países para construir un mundo armonioso de paz duradera y prosperidad común” (Hu Jintao, 2008), mencionaba el presidente chino en una visita a los Estados Unidos en el marco de una controversia monetaria-comercial entre los dos países, haciendo entrever una petición de China hacia la hegemonía actual para seguir su desarrollo económico pacífico, con base en la construcción sólida de asociaciones con países vecinos (Rosas, 2007, p. 94). 20

Véase también: Zheng, y Tok (2007)

Si bien tampoco con su predecesor se utilizaba el concepto antes mencionado, la ruptura es más evidente con Hu Jintao, ya que Jiang Zemin en su teoría de las Tres Representatividades aún menciona a las fuerzas productivas del mercado y con Hu, el discurso pareciera adquirir una forma más tradicional al introducir el concepto de “armonía”, claramente confuciano (Mergier, 2008, pp. 36-37; Chen, 2007). Al parecer, la lucha de clases y la emancipación del proletariado ya no son herramientas legítimas para seguir asegurando la permanencia en el poder del Partido Comunista, por lo que recurren a términos más tradicionales confucianos, tales como los conceptos de “armonía” y “jerarquía”, que ahora forman parte de la cosmovisión política china de las relaciones internacionales. Así, e intentando seguir el ejemplo de sus predecesores, Hu Jintao pugna por el advenimiento de su Teoría de las Tres Armonías (heping, he-jie and he-xie): buscar la paz mundial, buscar la reconciliación con Taiwán y creación de una sociedad armónica doméstica (Lam, 2006).21

CONSIDERACIONES FINALES

En el presente artículo se estudió la situación global de poder, donde pareciera surgir una tendencia hacia la multipolarización (duojihua) de la que hablan los líderes chinos (Glosny, 2010, p. 105). El enfoque en este análisis ha sido investigar sobre la posibilidad de estar presenciando una transición hegemónica de poder. En un inicio se observó cómo los países que conforman el acrónimo de los BRICS presentan diferencias fundamentales entre ellos y en donde sobresale la República Popular China, por lo que en acuerdo con Dussel (2011, p. 449), “más que ayudar, el concepto de los BRICS puede perjudicar un análisis puntual de China y el resto de los países considerados”. Y citando a Oropeza (2011, p. 174): “… sin el triunfo desbordante de China, hoy no estaríamos hablando del grupo BRICS”. Es decir, al referirse a los BRICS como aquélla idea de democratización entre las grandes potencias se debe identificar aquéllos países con capacidades reales que puedan configurar a la realidad mundial de manera determinante. Y de los cinco países BRICS,

21

Lo expuesto sobre el discurso chino en esta parte del estudio fue extraído de Tzili (2011a)

solo Rusia supera a China en el ámbito de las armas nucleares, pero todos los demás son ampliamente superados por el país asiático en diversos rubros. Hablar de una tendencia a la multipolarización implica reconocer que existe una tendencia de las potencias ascendentes a aumentar de forma sistemática, similar y constante, diversas capacidades como las aquí mostradas, situación que no está ocurriendo, ya que de entre los BRICS, China supera a todos, y Estados Unidos aún supera a China. Dicho sea en otras palabras, el poder hegemónico estadunidense no está siendo movilizado hacia el Este Asiático, cumpliéndose lo afirmado por Strange desde 1987;22 mucho menos está siendo desplazado a los BRICS, cuyos mecanismos de cooperación y nivel de interdependencia aún deben de profundizarse. No obstante, los nombramientos de Justin YiFu Lin como economista en jefe y vice-presidente del Banco Mundial en 2008, así como de Zhu Min como subdirector gerente en el Fondo Monetario Internacional, aunado al nombramiento de Jianhai Lin para la secretaría del FMI, efectivo a partir del 22 de marzo de 2012, entrevén un peso cada vez mayor que China adquiere en el diseño de la arquitectura financiera mundial. Aún cuando los BRICS siguen intentando forjar frentes comunes para configurar a las relaciones internacionales, como la posibilidad de presentar un candidato único para la dirección del Banco Mundial en febrero de 2012, China se ve en la disyuntiva de seguir una senda solitaria que le siga permitiendo obtener los beneficios sin representar amenaza alguna a Estados Unidos u occidente, vis a vis la tan necesaria cooperación intra-BRICS sin que tampoco se piense que forman un bloque para ejercer el balance de poder contra Washington; el “BRICS-Dilemma” (Glosny, 2010, p. 128) Beijing argumenta que más que “configurar” al sistema, lo que podría tener una connotación negativa dado que ello corresponde a limitados intereses, lo que se busca es “construir” (jianshezhe) al sistema, lo que podría denotar un sentimiento de cooperación y de no intención conflictiva (Glosny, 2010, p. 118). Los BRICS, y más China que ha argumentado ser un país de statu quo, se han beneficiado del sistema actual por lo que podrían no tener la necesidad de cambiarlo a tal grado que se presencie una transición violenta hegemónica como Gilpin argumenta (1988)

22

Estoy de acuerdo con la autora mencionada en cuanto a que la naturaleza del poder estructural mundial no ha cambiado, habiendo comprobado un poco de eso en los rubros aquí analizados.

cada vez que sucede el cambio en el ciclo de poder. Sin embargo, como argumenta Glosny (2010, p. 129), las grandes potencias deberían mostrar más disposición de atender las propuestas de los BRICS para moldear al sistema económico-financiero internacional en primera instancia; así estarían más satisfechos con el mismo y podríamos presenciar, por primera vez en la historia, una transición hegemónica pacífica con nuevos actores, y con China a la cabeza.

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