Calibración del índice de estaciones odoríferas para estimar tendencias poblacionales del zorro colorado (Pseudalopex culpaeus) en Patagonia

June 8, 2017 | Autor: O. Monsalvo | Categoría: Mastozoología
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Descripción

MASTOZOOLOGÍA NEOTROPICAL JOURNAL OF NEOTROPICAL MAMMALOGY Volumen 7

Julio-Diciembre 2000

N° 2

ÍNDICE EDITORIAL SILLERO, C. Resolución de conflictos entre los grandes carnívoros y el hombre _________________ 69

TÓPICOS ESPECIALES - SPECIAL FEATURES WALKER, R.S.; A.J. NOVARO y J.D. NICHOLS. Consideraciones para la estimación de abundancia de poblaciones de mamíferos. Considerations for the estimation of abundance of mammal populations ____________________________________________________________________ 73 NOVARO, A.J.; M.C. FUNES, C. RAMBEAUD y O. MONSALVO. Calibración del índice de estaciones odoríferas para estimar tendencias poblacionales del zorro colorado (Pseudalopex culpaeus) en Patagonia. Calibration of the scent-station index to estimate population trends of culpeo foxes (Pseudalopex culpaeus) in Patagonia __________________________________ 81 WALKER, R.S.; V. PANCOTTO, J. SCHACHTER-BROIDE, G. ACKERMANN, and A. NOVARO. Evaluation of a fecal-pellet index of abundance for mountain vizcachas (Lagidium viscacia) in Patagonia. Evaluación de un índice de abundancia para el chinchillón en la Patagonia ___ 89

ARTÍCULOS - ARTICLES GONÇALVES GUEDES, P.; S. SEIXAS PEREIRA DA SILVA, A. ROCHA CAMARDELLA, M.F. GOMES DE ABREU, D.M. BORGES-NOJOSA, J. ARARIPE G. DA SILVA e A. ALBUQUERQUE SILVA. Diversidade de mamíferos do Parque Nacional de Ubajara (Ceará, Brasil). Diversity of the mammals of Ubajara National Park (Ceará, Brasil) ______________ 95 POLOP, J.J. and M.C. PROVENSAL. Morphological variation and age determination in Calomys venustus (Thomas, 1894) (Rodentia, Muridae). Variación morfológica y determinación de la edad en Calomys venustus (Thomas, 1894) (Rodentia, Muridae) _______________________ 101 TRAVAINI, A.; S.C. ZAPATA, R. MARTÍNEZ-PECK y M. DELIBES. Percepción y actitud humanas hacia la predación de ganado ovino por el zorro colorado (Pseudalopex culpaeus) en Santa Cruz, Patagonia argentina. Culpeo fox (Pseudalopex culpaeus) depredation on sheep in Santa Cruz: perceptions and attitudes of the ranch sector and the general public ______________ 117 VÁZQUEZ, D.E.; P.G. PEROVIC y A.A. DE OLSEN. Patrones cuticulares y medulares de pelos de mamíferos del noroeste argentino (Carnivora y Artiodactyla). Structural patterns in hairs of mammals from northwestern Argentina (Carnivora and Artiodactyla) ____________________ 131

RESÚMENES DE TESIS - DISSERTATION ABSTRACTS IUDICA, C.A. Systematic revision of the Neotropical fruit bats of the genus Sturnira: a molecular and morphological approach _____________________________________________________ 149 TREJO, A. Selección de presas del búho Bubo virginianus (ñacurutú) en una estepa ecotonal del noroeste patagónico _____________________________________________________________ 149 CASTELLARINI, F. La alimentación del roedor Calomys venustus en poblaciones de Córdoba, Argentina _____________________________________________________________________ 150

INSTRUCCIONES A LOS AUTORES - INFORMATION FOR AUTHORS ____________________________ 153 ÍNDICE ANUAL - ANNUAL INDEX __________________________________________________ 155

Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 7(2):69-72

ISSN 0327-9383

©SAREM, 2000

EDITORIAL RESOLUCIÓN DE CONFLICTOS ENTRE LOS GRANDES CARNÍVOROS Y EL HOMBRE A pesar de ser uno de los órdenes de mamíferos menos numerosos, los carnívoros (orden Carnívora) atraen la atención de los biólogos conservacionistas e intrigan al público en general por una serie de razones. Primeramente, debido a su posición en la cadena trófica los carnívoros son relativamente raros y por lo tanto más susceptibles a los efectos de la mortalidad incidental, como es la inducida por el hombre. Muchas especies (a excepción de los cánidos) tienen camadas pequeñas y madurez sexual tardía, resultando en tasas reproductivas bajas que a menudo no logran compensar las altas tasas de mortalidad producidas por la persecución humana. Desde el punto de vista de un biólogo conservacionista, los carnívoros son importantes ya que proveen un buen indicador de la función y productividad de los ecosistemas y, como tal, son vulnerables a la pérdida o deterioro de su hábitat. Hay quienes argumentan además que los carnívoros proveen un paraguas protector para otras especies silvestres si sus requerimientos ecológicos son asegurados. De un modo u otro la protección efectiva de los carnívoros significa un gran desafío para los profesionales de la conservación. Los carnívoros requieren territorios relativamente grandes y extensas poblaciones de las especies que son su presa. Solo ecosistemas prístinos y vastas áreas protegidas pueden albergar poblaciones viables. Fuera de las áreas protegidas los carnívoros son a menudo los primeros en sufrir la expansión de las poblaciones humanas y la consecuente destrucción de hábitat. La rareza relativa de grandes carnívoros en áreas densamente pobladas de Europa y América ejemplifican ese conflicto. Por ejemplo, osos, lobos y linces fueron exterminados rápidamente en Gran Bretaña con la expansión del hombre, aunque persistieron más tiempo en las remotas áreas montañosas del norte. Finalmente, en su rol de depredadores, los carnívoros tienden a interferir con otros animales, incluyendo animales domésticos, otras especies silvestres en peligro, especies de interés cinegético y, en casos extremos, pueden llegar a matar seres humanos. Por esta razón los carnívoros son percibidos frecuentemente como competidores del hombre. Los carnívoros suelen actuar también como reservorios de enfermedades humanas o del ganado. Por otro lado, los carnívoros pueden ser un recurso para el hombre, con el uso de pieles, partes para fines medicinales, vestimenta o moda. Es sólo cuando esa utilización no es sostenible que se convierte en un problema de conservación. La fuente más importante de conflictos entre carnívoros y humanos es, no obstante, la competición por recursos, ya sea por tierra arable, animales domésticos, cultivos o especies presa. Además de estas razones racionales para la persecución sistemática de los carnívoros por el hombre, se ha sugerido que la urgencia por matar carnívoros es parte de nuestro repertorio de comportamientos, similar a nuestro odio innato por las serpientes o las arañas.

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Tan es así que la historia de la interacción entre humanos y carnívoros silvestres siempre ha estado plagada de conflictos y desentendimientos, y los carnívoros se encuentran frecuentemente “en el lugar equivocado”; su relación con el hombre continúa siendo el factor más influyente en determinar su destino. Lobos, osos, pumas, hienas y zorros, entre otros, han sido perseguidos por siglos debido a sus ataques sobre ganado, por tomar vidas humanas, o simplemente por puro temor, en muchas comunidades rurales. Más a menudo, los carnívoros son perseguidos y cazados simplemente a consecuencia de arraigadas tradiciones rurales que perciben a los carnívoros como una amenaza. Los grandes carnívoros en particular están declinando globalmente debido a la degradación de su hábitat, la caza ilegal, enfermedades y el comercio de sus partes. Tan es así que de 32 grandes carnívoros considerados en esta revisión, 17 han sido clasificados por la UICN como amenazados. Más recientemente, la actitud del hombre hacia la protección del medio ambiente ha comenzado a cambiar, y los carnívoros no son ya percibidos simplemente como "alimañas". Este cambio, desafortunadamente, no pareciera progresar entre la gente rural que vive en simpatría con estos carnívoros silvestres. Por ejemplo, las áreas protegidas son a menudo insuficientes para contener sus poblaciones de carnívoros, resultando en conflicto con vecinos y el deterioro de la relación entre los parques y las comunidades rurales (por comunidad me refiero a la gente de una unidad administrativa como un municipio, un grupo cultural o étnico como una tribu, o a gente viviendo en un área especifica como un valle o una isla.) Mi interés en el tema de carnívoros y comunidades locales surgió inicialmente de mi sorpresa al encontrar en las montañas del Bale, en el sur de Etiopía, en coexistencia aparentemente pacífica, los lobos etíopes (Canis simensis) y los pastores Oromo, su ganado y sus perros. El objetivo principal de nuestro programa de conservación allí fue el de consolidar esa relación, empujándonos a tratar de determinar cómo trasladar nuestro conocimiento científico en acción, cómo superar las dificultades prácticas de las barreras culturales e intelectuales y las diferencias de actitud entre los países receptores de nuestra ayuda y aquellos que proveían el financiamiento y el bagaje científico. Nuestra experiencia en Etiopía sirvió para determinar la importancia de la participación de las comunidades rurales y educación para proteger una especie en peligro crítico de extinción. Esta experiencia resaltó también el importante rol que tiene la transmisión de enfermedades y su prevención en la conservación de carnívoros. Fuera de Etiopía, una serie de ejemplos donde el enfoque comunitario se ha intentado, o podría intentarse, abarca desde el Ártico hasta el Ecuador, desde osos polares hasta los leones asiáticos, pasando por los jaguares centroamericanos. Las políticas y prácticas conservacionistas se están alejando progresivamente de la conservación excluyente de los parques tradicionales, para incorporar las comunidades locales en las decisiones conservacionistas. Es vital que las estrategias dirigidas a disminuir la percepción negativa de los carnívoros involucren la participación de la comunidad rural y demostrar que, además de una tolerancia meramente altruista, quizás existan otros beneficios más directos para ellos que surjan de la conservación de esos carnívoros. Esto involucra un amplio espectro de objetivos y actividades, desde esas designadas a proteger específicamente un área o una especie amenazada, a aquellas donde se puede

EDITORIAL

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lograr cierto desarrollo rural a través de la utilización directa de los recursos naturales, resultando en su conservación como un beneficio secundario. Programas educativos y ecoturismo se están utilizando más a menudo para estimular la tolerancia por la vida silvestre fuera de áreas protegidas. Además, la participación de las comunidades rurales a la hora de tomar decisiones, estrategias conservacionistas para reducir conflicto y el uso consuntivo de la fauna fuera de áreas protegidas también se han ensayado con relativo éxito. No obstante, la búsqueda de estrategias que beneficien e involucren a las comunidades rurales necesitan mirar aún más allá del ecoturismo. Por ejemplo, la vacunación de animales domésticos dirigida a reducir la incidencia de enfermedades sobre la fauna redundará también en un beneficio de salud y económico inmediato para la comunidad, y proveerá un vehículo adecuado para una educación efectiva del público. Esta tendencia hacia la participación de las comunidades rurales en la conservación de los carnívoros es fundamental en el largo plazo. La participación puede ser limitada a mejorar el conocimiento de la gente a través de programas de extensión y educación, a través de la creación de fuentes de trabajo en áreas protegidas, agencias de manejo de fauna o proyectos de campo, pero puede también extenderse a beneficios económicos mediante el turismo o ingresos de actividades de caza, y finalmente, compartiendo la propiedad del recurso faunístico y las decisiones de manejo. Desgraciadamente, aunque la retórica y filosofía de la conservación con bases comunitarias son muy atractivas, no es siempre adecuada para proyectos de protección de carnívoros. En realidad, existe un cierto pesimismo al advertir que los proyectos con base comunitaria que incluyen redistribución tributaria y responsabilidad compartida no son una panacea universal para todos los problemas de conservación. Las necesidades económicas de los países más pobres son a menudo irreconciliables con objetivos conservacionistas. Aun en países desarrollados la gente que sufre el efecto directo de los carnívoros es a menudo la relativamente pobre población rural, no la mayoría urbana con una ética conservacionista y mayor acceso a la opinión publica a través de los medios. En esos casos donde los beneficios económicos que se podrían obtener de la conservación de carnívoros nunca superaran el costo a la comunidad de no usar los recursos del hábitat, la conservación deberá necesariamente tener una actitud preservacionista. La tendencia negativa de muchas poblaciones de carnívoros amenazadas muy probablemente continuará en el futuro con el crecimiento continuado de la población humana. Por lo tanto, en el futuro, los recursos y esfuerzos conservacionistas deberán concentrarse en poblaciones fragmentadas dentro de áreas protegidas. No obstante, el destino del gran número de animales que habitan fuera de las áreas protegidas dependerá en gran parte de las aspiraciones de la comunidad local. Muchos estudios sobre conservación de vida silvestre tienden a describir a la gente local como el “problema” al colocar obstáculos en la gestión y recuperación de la vida silvestre. En realidad la comunidad local necesita ser reconocida no solo como el “problema” sino como parte de la “solución”. Las soluciones que no involucren los intereses de la comunidad serán fútiles, ya que sólo la gente lugareña tiene la posibilidad de mejorar la situación a través de cambios en su comportamiento o el de los carnívoros. Por lo tanto es crucial que se incluya a las comunidades locales en la resolución de estos problemas, siendo ésta la única esperanza para revertir en generaciones venideras la opinión tradicionalmente negativa que se

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tiene de los carnívoros. Esta participación, no obstante, requiere de asociaciones sólidas, objetivos comunes y responsabilidad compartida. Es además crucial que cada solución sea orquestada caso por caso, respondiendo a un conjunto único de circunstancias ecológicas, culturales y económicas. Ajustándonos a la realidad, en paisajes antropogénicos donde los carnívoros coexisten con el hombre, sólo podrá haber, con suerte, una tolerancia incómoda entre ambos. Por lo tanto, para proteger a los grandes carnívoros, las políticas conservacionistas deberán considerar una mezcla de estrategias que incluyan el proteccionismo, la educación, las relaciones públicas, la utilización racional, la participación comunitaria y la redistribución tributaria. Mientras esta reseña demuestra los pasos que se han tomado en esta dirección, en el futuro los conservacionistas deberán expandir el rango de soluciones innovadoras e imaginativas para resolver conflictos entre los grandes carnívoros y el hombre.

Claudio Sillero Editor Asociado

Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 7(2):73-80

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CONSIDERACIONES PARA LA ESTIMACIÓN DE ABUNDANCIA DE POBLACIONES DE MAMÍFEROS R. Susan Walker1,2*, Andrés J. Novaro1,3 y James D. Nichols4 Centro de Ecología Aplicada del Neuquén, C.C. 7, Junín de los Andes, (8371) Neuquén, Argentina; Dept. of Wildlife Ecology and Conservation, University of Florida, P.O. Box 110430, Gainesville, FL 32611, EE.UU.; E-mail: [email protected]. 3 Centro Regional Universitario Bariloche, Universidad del Comahue, Bariloche (8400), Argentina.4 U. S. Geological Survey, Patuxent Wildlife Research Center, Laurel, MD 20708, EE.UU. *Autor a quien se debe dirigir la correspondencia (a dirección en Neuquén). 1 2

RESUMEN: La estimación de abundancia de poblaciones de mamíferos es imprescindible para programas de monitoreo y para muchas investigaciones ecológicas. La primera etapa para cualquier estudio de variación espacial o temporal de abundancia de mamíferos es definir los objetivos y cómo y por qué los datos de abundancia serán usados. Los datos que se usan para estimar abundancia son estadísticos de conteo en la forma de conteos de animales o sus signos. Hay dos fuentes de incertidumbre importantes que se deben considerar en el diseño del estudio: la variación espacial y la relación entre abundancia y estadístico de conteo. La variación espacial en la distribución de animales o signos puede ser considerada con un diseño de muestreo espacial apropiado. Los estadísticos de conteo pueden ser considerados variables aleatorias, con valor esperado representado por la abundancia poblacional verdadera multiplicada por el coeficiente p. En conteos directos p representa la probabilidad de detección o captura de individuos y en conteos indirectos representa la tasa de producción de signos y su probabilidad de detección. Las comparaciones de abundancia utilizando estadísticos de conteo de diferentes lugares y tiempos suponen que pi es igual para todos los lugares y tiempos comparados (p= pi). A pesar de que existe abundante evidencia que indica que este supuesto raramente es válido, es hecho comúnmente en estudios de abundancia de mamíferos, como cuando el número mínimo vivo o un índice basado en signos de animales se usa para comparar abundancia entre distintos hábitats o tiempos. Las alternativas para no depender de esta suposición son calibrar los índices, poniendo a prueba la suposición de p= pi, o incorporar la estimación de p al diseño del estudio. ABSTRACT: Considerations for the estimation of abundance of mammal populations. Estimation of abundance of mammal populations is essential for monitoring programs and for many ecological investigations. The first step for any study of variation in mammal abundance over space or time is to define the objectives of the study and how and why abundance data are to be used. The data used to estimate abundance are count statistics in the form of counts of animals or their signs. There are two major sources of uncertainty that must be considered in the design of the study: spatial variation and the relationship between abundance and the count statistic. Spatial variation in the distribution of animals or signs may be taken into account with appropriate spatial sampling. Count statistics may be viewed as random variables, with the expected value of the count statistic equal to the true abundance of the population multiplied by a coefficient p. With direct counts, p represents the probability of detection or capture of individuals, and with indirect counts it represents the rate of production of the signs as well as their probability of detection. Comparisons of abundance using count statistics from different times or places assume that the pi are the same for all times or places being compared (p= pi). In spite of considerable evidence that this assumption rarely holds true, it is commonly made in studies of mammal abundance, as

Recibido 28 octubre 1999. Aceptado 22 marzo 2000.

R.S. Walker, A.J. Novaro y J.D. Nichols

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when the minimum number alive or indices based on sign counts are used to compare abundance in different habitats or times. Alternatives to relying on this assumption are to calibrate the index used by testing the assumption of p= pi or to incorporate the estimation of p into the study design. Palabras clave: estimación de abundancia, diseño del muestreo, probabilidad de detección, índice, monitoreo, signos de animales Key words: abundance estimation, sampling design, detection probability, index, monitoring, animal signs

OBJETIVOS DE LOS ESTUDIOS DE ABUNDANCIA DE MAMÍFEROS La base para programas de monitoreo y muchas investigaciones ecológicas sobre poblaciones de mamíferos es la estimación de abundancia absoluta o relativa con el objetivo de hacer inferencias sobre variación en el espacio y/o tiempo. La especificación de los objetivos es un primer paso esencial en el desarrollo de cualquier estudio de abundancia de mamíferos. ¿Por qué se buscan inferencias sobre variación en abundancia y con qué objetivo se utilizarán estas inferencias? Existen escasos programas rigurosos de monitoreo de poblaciones animales para proveer información para manejo (ej., Nichols et al., 1995) en Sudamérica. Los programas de monitoreo designados para el manejo de poblaciones animales generalmente tienen dos roles en el proceso de manejo. Uno de esos roles es proveer evaluaciones periódicas del estado del sistema en momentos potenciales de decisión dentro del proceso de manejo. El manejador desea conocer el tamaño de la población en el tiempo t antes de decidir la acción de manejo apropiada a ser aplicada durante el intervalo t a t+1. El otro rol del monitoreo es ayudar al manejador a desarrollar conocimiento sobre la manera en que el sistema podría responder a diferentes alternativas de manejo. En un mundo incierto este conocimiento se expresa típicamente en hipótesis o modelos sobre la dinámica del sistema manejado. El desarrollo de estos modelos casi siempre se basa en datos sobre respuestas pasadas del sistema a diversas acciones de manejo, y los programas de monitoreo proveen esos datos. Se puede usar diversos métodos científicos para desarrollar modelos a partir de datos

históricos, incluyendo análisis retrospectivo, experimentación condicionada o manipulativa estricta y manejo adaptativo. Todos estos métodos requieren monitorear la abundancia de la población de interés. Las investigaciones ecológicas involucran la descripción y/o explicación de patrones de distribución y abundancia de organismos. En estas investigaciones, el objetivo de un estudio de abundancia de mamíferos es distinguir si condiciones ambientales o bióticas o tratamientos experimentales están relacionados con variaciones en abundancia en diferentes sitios o hábitats o a lo largo del tiempo. Los estudios descriptivos pueden comparar abundancia en diferentes lugares para evaluar el uso de hábitat de una especie o entre especies, o correlacionar abundancia de mamíferos con variables o condiciones bióticas y/o abióticas, como la presencia o abundancia de otras especies animales o vegetales, o condiciones climáticas. Los estudios explicativos pueden involucrar la estimación de abundancia de poblaciones en la misma área en diferentes tiempos, por ejemplo antes y después de un tratamiento experimental. En estos casos el investigador puede buscar cambios en la abundancia de poblaciones de mamíferos relacionados con la remoción o introducción de un competidor potencial, la remoción o introducción de un depredador, alimentación suplementaria, o cambios inducidos experimentalmente en el hábitat o variables ambientales. Los detalles del diseño de un estudio de abundancia poblacional de mamíferos dependerán marcadamente de los objetivos. Es importante especificar estos objetivos a priori y luego ajustar el estudio a estos objetivos. El paso inicial en el desarrollo del estudio es, entonces, especificar los objetivos y la forma

ESTIMACIÓN DE ABUNDANCIA DE MAMÍFEROS

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en que los datos de abundancia serán utilizados para alcanzar esos objetivos.

babilidad de detección (sinónimo de probabilidad de captura en estudios con trampeo de animales). Cuando los estadísticos de conteo son conteos indirectos, la variación en la relación entre el estadístico de conteo y la abundancia real incluye al menos dos componentes. Primero, puede haber diferencias en la tasa de producción del signo (ej., tasa de defecación) entre individuos, o en el mismo individuo en diferentes tiempos o sitios. Segundo, la detectabilidad del signo puede variar entre tiempos o sitios. Las estimaciones de abundancia poblacional deben considerar estas fuentes de variación e incertidumbre. A continuación discutimos brevemente las formas de considerar la variación espacial. Luego discutimos en más profundidad el problema de la variación en la relación entre el estadístico de conteo y la abundancia real y cómo considerar ésta variación.

CONSIDERACIONES DE DISEÑO Virtualmente todos los métodos utilizados para relevar poblaciones animales involucran la obtención de alguna clase de estadístico de conteo directo o indirecto. Los conteos directos pueden ser del número de animales capturados en una grilla de trampeo o en redes de niebla, número de animales detectados caminando una transecta de línea o número de animales fotografiados en trampas-cámara. Los conteos indirectos son el número de alguna clase de signo producido por el animal de interés, como cuevas, heces o huellas encontradas en transectas, cuadrados u otras unidades de muestreo. La obtención de estadísticos de conteo con el objetivo de hacer inferencias sobre variación de abundancia animal en el espacio y/o tiempo requiere la consideración de dos importantes fuentes de variación e incertidumbre, (1) la variación espacial y (2) la variación en la relación entre el estadístico de conteo y la abundancia real (Thompson, 1992; Lancia et al., 1994). Los individuos de una población generalmente no están distribuidos uniformemente en el espacio. La incertidumbre debida a la variación espacial surge comúnmente cuando el investigador no puede aplicar técnicas de relevamiento o monitoreo en la totalidad del área para la cual se harán inferencias. En este caso deben seleccionarse áreas de muestreo dentro de la totalidad del área de interés y aplicar el esfuerzo de muestreo sólo a aquellas áreas. Los resultados de esas áreas muestreadas son usados luego para hacer inferencias sobre toda el área de interés. Cuando los estadísticos de conteo son basados en conteos directos, la incertidumbre debida a variaciones en la relación entre el estadístico y el tamaño poblacional real se debe a que generalmente los métodos de muestreo no detectan a todos los animales presentes en el área muestreada. Incluso en las áreas que son seleccionadas para el muestreo, generalmente no puede enumerarse al total de los animales presentes. Esta variación es denominada pro-

Variación espacial El diseño del estudio debe incluir un método de muestreo espacial que permita hacer inferencias sobre la totalidad del área de interés. La variación espacial en la distribución de la población del mamífero bajo estudio puede ser tenida en cuenta a través de un muestreo espacial adecuado. El muestreo espacial típicamente involucra dividir el área de interés en unidades muestrales potenciales. El diseño de muestreo espacial involucra luego la manera en que algunas de estas unidades muestrales son seleccionadas para ser muestreadas (Thompson, 1992). Como el nombre lo implica, el “muestreo simple aleatorio” está basado en la selección al azar de las unidades potenciales. En algunos casos, en base al conocimiento de la historia natural del mamífero estudiado (ej., requerimientos de hábitat), podría ser preferible dividir el total del área de interés en diferentes estratos o áreas que, a priori, difieran con respecto a la densidad de la especie. Dentro de cada estrato, las unidades son incluidas en la muestra seleccionándolas al azar, aunque la intensidad de muestreo (la proporción de unidades de muestreo potenciales seleccionadas dentro de cada estrato) puede diferir entre los estratos. Otros diseños

R.S. Walker, A.J. Novaro y J.D. Nichols

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de muestreo también son posibles; éstos incluyen muestreo sistemático, muestreo agrupado y muestreo agrupado adaptativo. El punto importante es que el diseño para el muestreo espacial debe ser seleccionado al iniciar el estudio (o luego de un muestreo piloto) y debe permitir inferencias razonables sobre toda el área de interés. Relación entre estadísticos de conteo y abundancia real Independientemente del tipo exacto de conteo usado en el estudio, es razonable considerar a los estadísticos de conteo como variables aleatorias. Esto significa que si el estadístico de conteo pudiera ser obtenido múltiples veces exactamente en la misma situación (mismos animales expuestos al esfuerzo de muestreo, mismas condiciones ambientales, etc.), no se obtendría el mismo conteo cada vez, sino que variaría hasta cierto grado entre las réplicas. El valor esperado del estadístico de conteo puede ser visto como el valor promedio que obtendríamos si repitiéramos el conteo una y otra vez exactamente en la misma situación, y puede ser expresado como (Lancia et al., 1994): E (C) = Np ,

(1)

donde E es el valor esperado, C es el estadístico de conteo, N es la abundancia real (la cantidad de interés) y p es el coeficiente que relaciona C y N. En el caso de conteos directos, p representa la probabilidad de detección (la probabilidad de que un miembro de N aparezca en el estadístico de conteo). En el caso de conteos indirectos, p representa la tasa de producción del signo y su probabilidad de detección. Si tenemos un estimador de p asociado con el estadístico de conteo, en base a (1) podemos estimar la abundancia como: ,

(2)

donde el sombrero denota estimadores. Prácticamente todos los métodos para estimar abundancia de animales (ej., Seber, 1982) siguen la

forma general de (2) (ver Lancia et al., 1994; Wilson et al., 1996). Hay dos formas de utilizar estadísticos de conteo para hacer inferencias sobre la variación de abundancia en el espacio o el tiempo: una es tratar a los estadísticos de conteo como “índices” y la otra es obtener datos auxiliares en conjunción con los conteos que permitan la estimación de la probabilidad de detección. Índices. Un índice es una medida (conteo incompleto o conteo indirecto de signos) que está correlacionada con la abundancia animal (Caughley, 1977). El uso de índices para estudiar variaciones en la abundancia de animales en el espacio o tiempo requiere que la relación entre el índice y la abundancia poblacional real sea constante (Lancia et al., 1994; Conroy, 1996), al menos con respecto a la comparación de interés. Esto implica que p (coeficiente del índice) en la ecuación (1) debe ser constante en el espacio y tiempo para poder hacer comparaciones válidas. Definimos lij = Nj/Ni como el cociente entre abundancias en dos tiempos o lugares, i y j. Si i y j son dos puntos diferentes en el tiempo (i210 days were formed with litters from different mating. Male age classes 21 and >210 were not analyzed due to the sample size. Animals were sacrificed by ether inhalation. The characters measured were: i) body length (BL) and tail length (TL); ii) body weight (BW) and eye lens weight (ELW); iii) splanchnocranial and neurocranial measurements: 1greatest length of skull (GLS), 2-condylo-basal length (CBL), 3-basal length (BL), 4-length of palate bone (LP), 5-condylo-zygomatic length (CZL), 6-condylo-molar1 length (CM1), 7-incisive-molar 3 length (IM3), 8-length of diastema (D), 9-total length of toothrow (TLT), 10-mandible length (ML), 11-mandible height (MH), 12-zygomatic width (ZW), 13-interorbital width (IOW), 14-maximum width of neurocrania (MWN), 15-distance between yugular processes (DYP), 16-nasal width (NW), 17superior incisive width (SIW), 18-nasal length (NL). The selection of morphometric characters followed the linear dependence with age (Goto et al., 1979; Lindsay, 1981; Roger and Schmidly, 1981; Van der Straeten and Verheyen, 1981; Engsstrom et al., 1982; Patterson, 1983, 1984; Pagels and Blem, 1984; Reed and Choate, 1986; Varela and Polop, 1991; Lin and Shiraishi, 1992; Provensal and Polop, 1993). Body weight was recorded at the 0.5 g precision. Body length and tail length were measured with a millimeter caliper. Eye lenses were removed, preserved in 10% formalin, and later dried at 80°C for 72 hours and weighed on a Mettler balance to a precision of 0.1 mg. Clean skulls were measured

MORPHOLOGICAL VARIATION IN Calomys venustus

with vernier caliper and recorded to the nearest 0.2 mm. The position and dispersion statistics for each character in both sexes and age groups were calculated. The normality test was performed by test W and U to skewness and kurtosis respectively. The homogeneity of variance was checked by Bartlett’s M’. Logarithmic transformation was applied to those characters that showed normality and/or homogeneity problems. In order to find the sexual and/or age differences for each metric character a two-way analysis (age and sex) was done. The characters selected had a normal distribution according to a multivariate model (with an equal dispersion matrix for each sex) and the D2 of Mahalanobis between each pair of them was calculated. Then the discriminant functions for each age group and sex were obtained. Each function was expressed by: Y= ax1 + bx2 + ... + nxn – K; where x1, x2, ..., xn are the values for the selected characters, a, b, ... n their respective coefficients, and k the constants for each function. The efficiency of these functions and the general method were evaluated by comparing the distribution of specimens with the discriminant functions and the original distribution in chronological age. Also, a series of seven tooth classes was established based on the pattern of eruption and wear of the right upper molars of specimens, using a Wild M3 stereomicroscope. The assignment of animals to the series was independent of their chronological age. Age classes were established by the following characteristics: Class I:

No wear signs, third molar not erupted.

Class II:

Third molar not totally erupted; no signs of cusps abrasion (Figs. 1a and 1b).

Class III: Faint traces of abrasion on major cusps, no apparent wear in the third molar (Fig. 1c). Class IV: Wear in major cusps and faint traces of abrasion in the third molar (Fig. 1d). Class V:

Clear abrasion in major cusps and important wear in the third molar (Fig.1e).

Class VI: Abrasion in the three molar crests; no wear completed in the first and second molar (Fig. 1f). Class VII: No crests nor vales in molars (Fig. 1g). Chi-Square test was applied to examine the existence on differences between wear class and chronological age of the animals.

103

RESULTS The number of observations, the position and dispersion statistics and the homocedasticity and normality tests results, at levels α= 0.05 and α= 0.01, of each character are shown in Tables 1 and 2 (Appendix), for each age group of female and male, respectively. The characters LP, ML, MH, NL, IOW, MWN, DYP and TLT did fit the ANOVA assumptions in females. The same happened for characters CM1, TLT, MH, NL and ZW in the case of males, while the characters BL, CZL, IM3, ML, D and DYP did not show problems after they had been logarithmically transformed. The bifactorial variance analysis of the characters, ML, DYP and TLT showed a significant variation (p 210 Days

0.44

0.61

15.52

2.45

0.10

0.21

0.47

0.17

0.56

0.55

0.13

0.44

0.73

0.16

0.43

0.38

0.45

0.57

0.58

0.89

0.83

0.69

s

n: size of sample. : average. s: standard deviation. + y ++ : levels of significance for kurtosis to 5% y 1% respectively. * y ** : levels of significance for homogeneity of variances to 5% y 1% respectively.

28

32

31

**

BL

NW

BW

33

DYP

32

32

MWN

ELW **

33

33

IOW

*

33

33

ML

33

TLT

33

33

LP

*

n

Charact. fem.

29.36 +

120 Days

Age Group

Table 1 (cont.)

MORPHOLOGICAL VARIATION IN Calomys venustus 109

*

CBL

94

89

90

DYP

NW

ELW **

BW

87

83

TL

*

BL

**

94

94

MWN

94

SIW

**

94

MH

IOW

94

ML

94

94

TLT

94

94

D

ZW

94

IM3

NL

94

94

CM1

**

94

94

LP

CZL

94

BL

*

94

**

GLS

7.91

9.89

31.78

10.12

5.01

8.25

11.08

4.24 +

13.47

9.53

2.56

7.28

12.98

4.51

5.92

11.95

15.76

18.74

12.68

21.02

23.32

25.44

n

Charac. mal.

94

30 Days

Age Group

0.51

0.72

6.40

1.60

0.23

0.24

0.37

0.13

0.50

0.48

0.16

0.33

0.45

0.12

0.25

0.31

0.52

0.64

0.41

0.72

0.74

0.79

s

30

30

30

29

30

30

30

30

30

30

30

29

29

30

30

30

30

30

30

30

30

30

n

8.88

11.55

46.35

16.74

5.49 ++

8.44

11.31

4.40

14.87

11.30

2.82

8.20

14.31

4.52

6.78

13.14 +

17.20

20.77

13.99

23.51

25.84

27.93

60 Days

0.70

0.80

10.52

3.78

0.26

0.33

0.35

0.17

0.52

0.64

0.21

0.39

0.52

0.14

0.34

0.41

0.61

0.83

0.60

0.90

0.92

0.89

s

37

37

37

38

40

40

40

40

40

40

40

40

40

40

40

40

40

40

40

39

40

40

n

9.13

11.64

51.52 ++

18.48 ++

5.57 +

8.39

11.60

4.49

15.37

11.67

2.89

8.49

14.75

4.52

7.10

13.62

17.64

21.47

14.48

24.39

26.73

28.73

90 Days

0.67

0.93

13.24

3.19

0.30

0.34

0.47

0.16

0.57

0.66

0.13

0.40

0.62

0.12

0.39

0.49

0.69

0.84

0.65

1.09

1.05

0.99

s

Table 2: Position and dispersion statistics, test of normality and homogeneity in male specimens of Calomys venustus.

110 J.J. Polop and M.C. Provensal

*

CBL

40

**

**

ELW

BW

39

TL

9.57

12.19

61.79

21.57 +

5.80

8.55

11.74

4.50

15.91

12.05

2.99

8.81

15.44

4.56

7.50

14.11

18.25

22.30

15.11

25.58

27.79

29.86

120 Days

0.74

0.86

12.90

3.06

0.24

0.36

0.36

0.17

0.58

0.65

0.09

0.39

0.62

0.14

0.35

0.44

0.60

0.76

0.61

0.94

0.95

1.00

s

31

34

33

33

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

34

9.55

12.20

60.86 ++

22.36

5.78

8.63

11.81

4.61

15.88

12.17 +

3.02

8.84

15.58

4.54

7.63

14.20

18.43 +

22.48 +

15.25

25.85

28.12

30.12

150 Days 34

n

0.99

1.13

17.14

2.08

0.31

0.34

0.35

0.22

0.62

0.62

0.16

0.44

0.64

0.16

0.43

0.52

0.73

0.84

0.66

1.16

1.13

1.17

s

50

54

53

49

55

55

55

55

55

55

55

53

53

55

55

55

55

55

55

55

55

9.66

12.63

63.19

24.30

5.87

8.60

11.93

4.69

16.19

12.29

3.07

8.98

15.69

4.58

7.72

14.39

18.40 +

22.56

15.52

26.02 +

28.26 +

30.19

180 Days 55

n

0.84

0.74

12.23

1.84

0.34

0.31

0.40

0.22

0.50

0.71

0.18

0.41

0.58

0.15

0.36

0.44

0.74

0.82

0.64

1.02

1.03

1.03

s

12

13

13

11

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

14

9.99 +

13.11

68.63

26.28

6.00

8.78

12.07

4.58

16.63

12.73

3.16

9.21

16.36

4.63

8.05

14.83 +

18.95

23.40 +

15.93

26.99 ++

29.16

31.15

210 Days 14

n

0.61

0.77

12.47

3.32

0.25

0.30

0.42

0.23

0.55

0.66

0.16

0.51

0.59

0.10

0.40

0.34

0.52

0.62

0.45

1.00

0.79

0.83

s

n: size of sample. : average. s: standard deviation. + y ++ : levels of significance for kurtosis to 5% y 1% respectively. * y ** : levels of significance for homogeneity of variances to 5% y 1% respectively.

41

BL

*

42

NW

40

42

DYP

42

42

IOW

**

42

ZW

MWN

42

NL

42

**

SIW

42

TLT

37

42

D

37

42

IM3

MH

42

ML

42

CM1

42

LP

CZL

42

BL

*

42

**

GLS

42

n

Charac. mal.

Age Group

Table 2 (cont.)

MORPHOLOGICAL VARIATION IN Calomys venustus 111

J.J. Polop and M.C. Provensal

112

Table 3: D2 value generalized and between pairs of age groups in Calomys venustus for male and female specimens. FEMALES D

2

GENERALIZED: 2876.17 **

GROUPS: 9

Groups

MALES

D2

D

N° OF CHARACTERS: 7

F

DF

2

GENERALIZED: 3131.02 **

GROUPS: 7

Groups

D2

N° OF CHARACTERS: 13

F

DF

1&2

7.32

9.98 **

7 & 76

1&2

17.45

27.52 **

13 & 110

1&3

33.27

33.62 **

7 & 32

1&3

31.70

62.20 **

13 & 120

1&4

50.49

53.27 **

7 & 35

1&4

45.04

91.60 **

13 & 122

1&5

75.68

81.86 **

7 & 37

1&5

46.41

78.82 **

13 & 113 13 & 135

1&6

77.26

96.67 **

7 & 55

1&6

54.48

133.53 **

1&7

82.06

104.83 **

7 & 59

1&7

73.18

60.83 **

13 & 94

1&8

97.78

76.43 **

7 & 21

2&3

3.24

3.52 **

13 & 56

1&9

102.52

46.87 **

7 & 12

2&4

8.84

9.86 **

13 & 58

2&3

10.86

29.31 **

7 & 92

2&5

10.12

9.83 **

13 & 49

2&4

21.97

63.98 **

7 & 95

2&6

14.02

17.90 **

13 & 71

2&5

38.67

117.73 **

7 & 97

2&7

24.48

12.84 **

13 & 30

2&6

40.14

162.72 **

7 & 115

3&4

2.24

3.00 **

13 & 68

2&7

43.84

185.91 **

7 & 119

3&5

3.30

3.81 **

13 & 59

2&8

56.66

103.64 **

7 & 81

3&6

4.84

7.51 **

13 & 81

2&9

61.30

58.20 **

7 & 72

3&7

11.60

7.12 **

13 & 40

3&4

2.47

4.64 **

7 & 51

4&5

0.70

0.82 n.s.

13 & 61 13 & 83

3&5

9.21

17.90 **

7 & 53

4&6

0.91

1.45 n.s.

3&6

10.66

25.38 **

7 & 71

4&7

4.60

2.90 **

13 & 42

3&7

13.14

32.24 **

7 & 75

5&6

1.43

1.95 *

13 & 74

3&8

20.36

26.47 **

7 & 37

5&7

4.65

2.58 *

13 & 33

3&9

23.91

17.51 **

7 & 28

6&7

2.64

1.86 n.s.

13 & 56

4&5

2.59

5.35 **

7 & 56

4&6

3.27

8.33 **

7 & 74

4&7

4.60

12.10 **

7 & 78

4&8

8.76

11.95 **

7 & 40

4&9

11.47

8.73 **

7 & 31

5&6

0.54

1.42 n.s

7 & 76

5&7

1.15

3.16 **

7 & 80

5&8

3.03

4.26 **

7 & 42

5&9

5.33

4.15 **

7 & 33

6&7

0.28

1.00 n.s

7 & 98

6&8

2.12

3.51 **

7 & 60

6&9

3.48

3.07 **

7 & 51

7&8

1.34

2.27 **

7 & 64

7&9

2.61

2.35 **

7 & 55

8&9

1.27

0.73 n.s.

7 & 17

MORPHOLOGICAL VARIATION IN Calomys venustus

Table 4: Discriminant functions for each age group in female specimens of Calomys venustus.

FEMALE SPECIMENS Discriminant Function of 210 days Constant* Coeficients -6865.82 * 2837.03 2147.38 -1995.37 -59.65 2176.74 5466.70 2074.13

113

J.J. Polop and M.C. Provensal

114

Table 5: Discriminant functions for each age group in male specimens of Calomys venustus.

MALE SPECIMENS Discriminant Function of 30 days Constant* Coeficients -9539.61 * 3329.86 7400.61 -4002.06 9310.53 -7889.46 215.44 1965.43 -1913.04 -118.79 1903.05 3327.74 2075.74 -3241.41 Discriminant Function of 60 days Constant* Coeficients -9755.55 * 3271.62 7526.29 -4093.51 9607.06 -7934.58 2026.47 1985.54 -1889.55 -1087.77 2053.06 3214.03 1952.41 -3263.44 Discriminant Function of 90 days Constant* Coeficients -9888.83 * 3283.03 7618.24 -4189.75 9779.51 -7951.81 1986.99 1991.99 -1894.98 -1104.50 2094.05 3244.36 1874.82 -3302.50 Discriminant Function of 120 days Constant* Coeficients -10000.49 * 3404.35 7628.38 -4272.98 9810.89 -7950.93 1986.75 2049.94 -1919.82 -1136.08 2109.50 3225.68 1856.34 -3297.02 Discriminant Function of 150 days Constant* Coeficients -10009.80 * 3414.02 7603.15 -4227.87 9810.44 -7918.32 1956.38 2061.13 -1928.19 -1126.63 2034.97 3257.80 1879.73 -3318.84 Discriminant Function of 180 days Constant* Coeficients -10052.11 * 3418.07 7608.73 -4340.69 9886.73 -7927.20 1980.37 2052.03 -1920.76 -1141.11 2134.34 3251.04 1843.52 3300.93 Discriminant Function of 210 days Constant* Coeficients -10212.12 * 3351.00 7809.26 -4423.12 9969.52 -7951.51 1990.97 2114.68 -1922.22 -1153.48 2133.87 3236.94 1842.97 -3351.11

MORPHOLOGICAL VARIATION IN Calomys venustus

115

Table 6: Reassignment of the original observations by discriminant functions in male and female of Calomys venustus. Note: the numbers indicate percentages of original observations in each age groups (files), reassigned to the same or different group (columns).

MALES GROUPS

30

60

90

60

80

20

90

17.5

30

120

150

180

210

100 60

2.5

120

12

31

150

15

15 10.9

180

7.3

10

7.5

19

23.8

12

42.4

12

12

16

49

16.4

21.4

78.5

150

180

210

2.5

FEMALES GROUPS

< 30

< 30

100

30

8

60 90

30

60

90

180

7

68

21

19

52

>210

21

39

15

9

9

7

4

15

17

18

17

17

12

9

13

13

31

20

14

18

59

23

4 13

10

210 >210

210

92

120 150

120

12

12.5

6

12.5

6

Mastozoología Neotropical / J. Neotrop. Mammal.; 7(2):117-129

ISSN 0327-9383

©SAREM, 2000

PERCEPCIÓN Y ACTITUD HUMANAS HACIA LA PREDACIÓN DE GANADO OVINO POR EL ZORRO COLORADO (Pseudalopex culpaeus) EN SANTA CRUZ, PATAGONIA ARGENTINA Alejandro Travaini1, 2, Sonia Cristina Zapata1, Rolando Martínez-Peck1 y Miguel Delibes3 Centro de Investigaciones de Puerto Deseado. Universidad Nacional de la Patagonia Austral. Av. P. Lotufo s/n, C.C. 238. 9050 Puerto Deseado. Santa Cruz; Tel: 0297 487-0511; Fax: 0297 487-1237; e-mail: [email protected]. 2 CONICET. 3 Estación Biológica de Doñana. CSIC. Pabellón del Perú. Avenida Ma. Luisa S/N. 40103 Sevilla. España. 1

RESUMEN: Se ha elaborado una encuesta para evaluar los niveles de conocimiento, percepción y actitud de los productores ganaderos y el público en general, en Patagonia, hacia el zorro colorado (Pseudalopex culpaeus), así como el papel de éste como predador de ganado ovino. Los productores ganaderos consideran al zorro colorado una especie perjudicial. Según ellos es el predador que más bajas produce en el ganado, mientras que los no productores (público en general) consideran que las dos especies de zorros, colorado y gris (Pseudalopex griseus), predan por igual. Los productores identifican al zorro colorado como responsable de la muerte de una oveja fundamentalmente por la forma en que ésta ha sido matada, y en menor medida por la forma en que ha sido consumida. La meteorología adversa y el robo también fueron identificados como causas importantes de pérdida de ganado. El 92% de los productores considera necesario controlar las poblaciones silvestres de zorro colorado. De los que lo han hecho, un 56% considera que sus esfuerzos fueron útiles. Los no productores conocen poco sobre los esfuerzos de control, predominando en ellos la idea de que no son efectivos. Esta encuesta puso de manifiesto el aprecio que los productores tienen por el veneno. Lo consideran un método eficiente y económico. Entre 12 métodos alternativos de control, prefirieron los que implicaban la muerte del zorro, mientras que los no productores los rechazaron. Tanto productores como no productores indicaron mayoritariamente no estar dispuestos a perder ninguna oveja por predación. La siguiente categoría de tolerancia, coincidente también para ambos grupos, fue considerar admisibles pérdidas ubicadas entre el 1% y el 5% del total de corderos producidos cada año. Los resultados confirman que los productores ganaderos van a continuar utilizando el control de predadores para mitigar las pérdidas de ganado. Por ello es importante desarrollar métodos de control selectivos que sean efectivamente aceptados por los potenciales usuarios. Un cambio en las prácticas actuales de control de predadores posibilitará el restablecimiento y conservación de especies indirectamente afectadas por el uso indiscriminado de veneno. ABSTRACT: Culpeo fox (Pseudalopex culpaeus) depredation on sheep in Santa Cruz: Perceptions and attitudes of the ranch sector and the general public. Culpeo foxes (Pseudalopex culpaeus) predate on sheep in Patagonia, and thus they are considered a pest by ranchers. Culpeo populations are controlled using both selective (trained dogs, guns) and non-selective methods (poisoned carcasses). The use of selective control methods, instead of highly non-selective ones, would allow reestablishment of depleted non target species. Before initiating the development of new control methods, it is important to know the perceptions and attitudes of members of the rancher sector toward fox depredation, as well as their preferences on control methods. Therefore, we surveyed sheep producers in Santa Cruz

Recibido 9 mayo 2000. Aceptado 29 agosto 2000.

A. Travaini et al.

118

Province. We also surveyed the general public to compare the perceptions and attitudes of this group with ranchers’ opinions. Rancher surveys were administrated through ranchers association and the Consejo Agrario Provincial (CAP). General public surveys were completed during interviews. Both ranchers and the general public showed a good knowledge of the fox species. Ranchers indicated the Culpeo fox is the main sheep predator, while general public considered both fox species (Culpeo and Grey fox, P. griseus) to have similar predation rates on sheep. Ranchers identify the Culpeo fox as the sheep predator mainly because of the way it kills its prey, and secondarily because of the way it consumes the carcass. Most ranchers (92%) consider fox control as a priority, but only 56% consider their previous control efforts as successful. The general public knows little about control efforts, but in general perceives control programs as unsuccessful. Our surveys showed that ranchers prefer the use of poison, as a cheap and efficient control method. The general public agrees on the effectiveness of poison but dislikes its use. From a list of 12 different control methods, ranchers preferred the lethal ones while general public preferred non-lethal methods. Tolerance is the threshold level of damage, above which ranchers are likely to seek mitigation, compensation or management of wildlife populations. Tolerance may be evaluated by calculating the amount of lamb loses below which most survey respondents rate damage as low, acceptable or tolerable. Most ranchers and general public indicated that they were not able to tolerate loss of a single animal from fox depredation. The second most numerous tolerance group, both for ranchers and general public, indicated they would tolerate depredation on between 1 and 5% of total lambs produced each year, before damage was unacceptable or intolerable. There is an urgent need for the development of an efficient, as well as selective control method, acceptable by ranchers, if we want to restore wild populations of non-target species actually depleted by the use of non-selective control methods in Santa Cruz. Palabras clave: actitud, conocimiento, control, encuesta, percepción, predación, oveja, Pseudalopex culpaeus, Patagonia, veneno, zorro colorado, control de predadores Key words: attitudes, control, Culpeo fox, knowledge, perceptions, poison, predation, predator control, sheep, survey, Pseudalopex culpaeus, Patagonia

INTRODUCCIÓN La ganadería ovina en el sur patagónico comenzó hacia fines del siglo XIX, con hacienda traída de Buenos Aires, Islas Malvinas e Inglaterra. Esta actividad, guiada en buena parte por la sola experiencia de quienes la emprendieron (Soriano y Paruelo, 1990), estuvo caracterizada por un criterio de explotación extensiva y por una sobrecarga de animales en los campos. Las modificaciones en el ambiente estepario han sido muchas y en muchos casos de carácter irreversible (Oliva et al., 1995). El sobrepastoreo ocasionó una reducción en la cobertura de plantas palatables, un incremento en la cobertura de plantas no palatables y un incremento de suelo desnudo (acelerando así el desarrollo de procesos erosivos) (Ares et al., 1990, Bisigato y Bertiller

1997), lo que finalmente llevó a una disminución en la capacidad de carga de los campos. Hacia la década del 70 más del 50% de las explotaciones ganaderas de Santa Cruz tenían entre 3000 y 7000 cabezas de ganado, mientras que hacia fines de la década del 80 ese mismo porcentaje correspondía a establecimientos con menos de 3000 cabezas de ganado (Buffoni, 1990). Durante los últimos años, la fuerte depreciación de la lana y las cenizas del Volcán Hudson en 1991 provocaron el cierre de muchos establecimientos de la provincia. La situación actual se caracteriza por grandes extensiones donde los campos no están en producción y otras donde los campos productivos se entremezclan, a modo de mosaico, con campos abandonados. Además de asegurar suficiente provisión de agua y pasturas, el productor ganadero debe

ACTITUD HUMANA HACIA LA PREDACIÓN POR ZORRO COLORADO

proteger a su rebaño de distintas fuentes de mortalidad. Entre las más frecuentes están las enfermedades, condiciones climáticas extremas, y ataques de predadores silvestres. Frente a las enfermedades, el productor cuenta con programas de vacunación y asesoramiento veterinario. Por otro lado, los cronogramas de esquila y destete se ajustan para evitar las épocas más duras del año y en general las pérdidas ocasionadas por imprevistos meteorológicos se asumen como propias de la actividad. El productor ganadero, sin embargo, considera a los predadores de ganado como competidores directos y trata de eliminarlos utilizando los medios a su alcance. Esta situación no es exclusiva de Patagonia, sino que se repite en muchos lugares del mundo donde coexisten predadores y ganado (Ginsberg y Macdonald, 1990; Nowell y Jackson, 1996). En Estados Unidos, los coyotes (Canis latrans) son predadores frecuentes de ganado ovino, aves de corral y cabras (Dorrance y Roy, 1976; Andelt, 1987; Andelt y Gipson, 1979). En Canadá, los lobos (Canis lupus) se alimentan frecuentemente de ovejas y ganado vacuno (Fritts, 1982). El zorro europeo (Vulpes vulpes), introducido en Australia, se transformó rápidamente en una especie plaga por predar sobre ganado doméstico, especialmente corderos recién nacidos (Saunders et al., 1995). En todos estos casos se ha buscado reducir la tasa de predación reduciendo el tamaño de población del predador. El puma (Puma concolor) y, especialmente, el zorro colorado, son las especies más frecuentemente denunciadas por los ganaderos de la Patagonia Argentina. De acuerdo con alguno de ellos, en condiciones excepcionales el zorro colorado podría ser responsable de la pérdida de hasta el 50% de los corderos producidos en un año. En los intentos por reducir sus poblaciones en Santa Cruz se han empleado métodos considerados selectivos (perros adiestrados, armas de fuego), métodos de selectividad intermedia (trampas cepo) y otros nada selectivos (veneno en carcasas y trozos de carne). Estos esfuerzos tuvieron en general un moderado impacto sobre la especie buscada, al tiempo que poblaciones de especies no buscadas (aves rapaces y mamíferos carroñe-

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ros) sufrían efectos devastadores, llegando a producirse extinciones locales (Olrog, 1980). Un ejemplo es la extinción de las parejas reproductivas de cóndor andino (Vultur gryphus) en la Ea. Cerro Horqueta (Departamento Deseado, provincia de Santa Cruz), tras ser envenenados con estricnina en la década del 60 (antiguo propietario, comunicación personal). Esta situación evidencia la necesidad de desarrollar métodos selectivos de control, precedidos por estudios poblacionales de las especies problema. El zorro colorado es probablemente la especie de carnívoro silvestre más estudiada en Patagonia, disponiéndose de mucha información sobre su biología y dinámica de poblaciones (Crespo y De Carlo, 1963; Novaro, 1991, 1997; Johnson y Franklin, 1994). Basándonos en esta información, el presente trabajo constituye el primer paso de un proyecto cuyo objetivo es la restauración y conservación de las especies indirectamente afectadas por métodos no selectivos de control de predadores. Para desarrollar métodos efectivos, selectivos y admisibles para los productores ganaderos, es importante conocer los detalles de la relación del predador (zorro colorado) con el productor y sus ovejas, así como los métodos de control mejor valorados por ellos. Con ese objetivo desarrollamos una encuesta. Las encuestas son herramientas útiles para evaluar el estado de opinión de los diferentes grupos de interés en relación con el objeto de análisis (Kellert, 1985). Numerosos intentos de gestión de especies silvestres fracasaron por no tener en cuenta estas opiniones (Reading y Kellert, 1993). Al mismo tiempo, se hace evidente la necesidad de contar con la opinión pública, tanto para el control como para la conservación de especies de la fauna silvestre (Cockrell, 1999; Messmer et al., 1999). Dentro de ese marco de referencia, los objetivos de la presente encuesta son: 1) caracterizar la percepción que el productor ganadero tiene del zorro colorado; 2) identificar y cuantificar las actitudes de este grupo de interés hacia la especie problema; 3) identificar el umbral de tolerancia al daño producido por la predación de ganado ovino por el zorro colorado;

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4) identificar aquellos métodos de control más aceptados y utilizados por los productores. Se atenderán los mismos objetivos para los no productores y se compararán los resultados de los dos sectores de población.

MÉTODOS La información para el presente estudio provino de una doble encuesta dirigida a productores ganaderos y público en general (no productores), de la provincia de Santa Cruz. La diferencia entre las dos versiones de la encuesta radica fundamentalmente en el ámbito geográfico que abarcan: para los productores las preguntas se circunscriben a los límites de su establecimiento ganadero, mientras que al público se le pregunta sobre toda la provincia de Santa Cruz. Se consideró “Productor ganadero” a cualquier persona directamente vinculada con esta actividad. Se incluyó a: Propietarios, dueños de establecimientos ganaderos, pueden o no ocuparse personalmente de la administración del mismo; Administradores, personas que, con una elevada capacidad de decisión, utilizan su experiencia en campos que no son de su propiedad; Encargados, personas con experiencia pero que reciben instrucciones del propietario o administrador; en algunos casos funcionarían como capataces; Responsable, es una categoría intermedia en cuanto a responsabilidad y capacidad de decisión entre las dos anteriores; Puesteros y Mensuales, agrupa a personas a las que se les asigna una porción del campo, que deben recorrer diariamente registrando el estado general del ganado, alambrados y aguadas (puesteros), y a los equivalentes a los peones de otras provincias, con tareas no específicas que cambian según las necesidades del establecimiento. El reducido tamaño de muestra en alguna de las categorías mencionadas imposibilitó comparaciones estadísticas entre ellas. Se consideraron no productores los habitantes de centros urbanos de la provincia cuya actividad laboral no estuviese vinculada en modo alguno con la ganadería.

Descripción de la encuesta Comienza con una breve presentación de los objetivos del trabajo y de las instituciones que la realizan. A continuación se solicitan algunos datos personales, que en el caso de los productores incluye información sobre su campo (nombre, superficie, ubicación, carga animal, etc). A continuación

la encuesta se organiza en tres bloques independientes: “Conocimiento” (6 preguntas), “Percepción” (3 preguntas), y “Actitud” (3 y 4 preguntas, para la versión de no productores y productores, respectivamente). Finaliza con un párrafo de agradecimiento y una última demanda hacia los productores, para conocer su disposición a permitir el acceso de investigadores a sus propiedades con objeto de recoger muestras (excrementos, carcasas de carnívoros) o llevar a cabo pruebas experimentales (estimaciones de abundancia, métodos de control, etc). Salvo la primera pregunta del bloque de Actitud, que es abierta, el resto son del tipo cerradas, provistas de alternativas para seleccionar. La segunda pregunta del bloque de conocimiento incluye como especie alternativa para seleccionar al zorro “bayo”. Localmente se conoce como zorro bayo a una variedad de zorro colorado de pelaje amarillento. Esta coloración se origina por la desaparición de los pelos guardianes, oscuros, en el pelaje, fenómeno que se conoce como “Mutación de Samson” (Novaro, 1997). Se distribuyeron 1000 copias de las encuestas para productores en las sedes del Consejo Agrario Provincial y Sociedades Rurales de la provincia, donde también se recibían una vez completadas. Además, se entregaron o realizaron personalmente durante visitas a establecimientos ganaderos. Las encuestas a no productores fueron realizadas en oficinas públicas, centros de salud, escuelas y sedes universitarias. Se realizaron comparaciones entre los resultados obtenidos de productores y no productores utilizando la prueba no paramétrica de Chi cuadrado (Siegel y Castellán, 1988) para evaluar diferencias en las respuestas.

RESULTADOS Descripción de la muestra Se recibieron y procesaron un total de 390 encuestas, 165 de productores y 225 de no productores, respectivamente (12 productores y 8 no productores no brindaron toda la información requerida; Tabla 1). En nuestro caso no es posible estimar una tasa de respuesta por la forma en que fueron entregadas y devueltas las encuestas. Aun así, observamos que recibimos pocas encuestas de productores, ya que de las 165 con que contamos, 76 fueron hechas por miembros del equipo de trabajo (durante visitas a establecimientos o en entrevistas concertadas) y sólo 89 se obtuvieron en las oficinas antes mencionadas. En ambos casos

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Tabla 1. Estructura de edades y sexos de la muestra de Productores y No Productores que contestaron la encuesta en La Provincia de Santa Cruz. Rancher and general public sample description by sex and age composition.

PRODUCTORES CATEGORÍA

Hasta 30 años, inclusive

MUJERES

NO PRODUCTORES HOMBRES

ADM

MUJERES

HOMBRES

41

65

31

70

ENC MEN PRO

1 1

7

2

12

RES PUE Más de 30 y hasta 60 años, inclusive

Mas de 60 años

ADM ENC

5

MEN

7

PRO

7

RES

1

53 4

PUE

2

ADM

3

ENC

1

MEN

2

PRO

10

RES

4

34 1

PUE

REFERENCIAS: ADM: Administrador, ENC: Encargado, MEN: Mensual, PRO: Propietario, RES: Responsable, PUE: Puestero.

hay encuestas incompletas, por lo que los totales analizados para cada respuesta no suelen coincidir con el número total de encuestas recibidas. Treinta y ocho productores estaban vinculados a campos cuya superficie era menor a 10.000 has, 99 con campos de entre 10.000 y 40.000 has y 9 con campos más grandes. Diecinueve productores no brindaron esta información. Sólo el 8% de los productores encuestados estaría en condiciones de considerar rentable su actividad ganadera, teniendo en cuenta que 7.000 ovejas constituyen la do-

tación lanar mínima para hacer viable esta actividad (Buffoni, 1990). Conocimiento Tanto productores como no productores respondieron de forma similar a la pregunta de cuantas especies de zorros hay en su campo o en la provincia de Santa Cruz (Chi-cuadrado= 3,393; gl=2; p=0,18). La mayoría de los productores (65%) reconoció tener dos especies, mientras que un 28% indicó tener tres. En el caso de los no productores los números fueron 71% y 25% para dos y tres especies, respec-

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tivamente. De los productores que indicaron la presencia de dos especies de zorros, el 19% identificó al zorro bayo como una variedad de zorro colorado, mientras que un 2% le asignó categoría de especie. De los 47 productores que indicaron estar vinculados a campos con tres especies, un 98% señaló al zorro bayo como diferente de las demás. Solo un 12% de la muestra de no productores señaló la presencia en Santa Cruz del zorro bayo y todos ellos, salvo dos, le asignaron categoría de especie. La opinión acerca de las especies que predaban sobre el ganado ovino difirió significativamente entre productores y no productores (Chi-cuadrado = 93,088; gl= 4; p< 0,001). Las diferencias se debieron fundamentalmente a la importancia que los productores le dieron a las aves (carancho común, Caracara plancus y gaviota cocinera, Larus dominicanus) como predadoras. Para los predadores mamíferos las diferencias entre productores y no productores fueron menores (Fig. 1). El zorro colorado fue la especie más acusada, tanto por productores (95%) como no productores (94%), seguida del puma, indicada

Fig. 1.

por un 50% y un 82% de productores y no productores, respectivamente (Fig. 1). El zorro gris es considerado un predador de ovejas con más frecuencia por no productores (60%) que por productores (40%). Los productores suelen identificar al zorro colorado como predador de una oveja hallada muerta por la forma en que fue muerta (94%) y por la forma en que fue consumida (39%). El 44% de los no productores reconoció no saber del tema, mientras que el 35% manifestó conocer la forma en que un zorro mata una oveja y un 12% la forma en que la consume. Además de las pérdidas por predación, los productores identificaron las causas meteorológicas (79%) y al robo (59%) como causas importantes de muerte o desaparición de cabezas de ganado, de entre seis posibilidades (clima, falta de comida, enfermedades, robo, abandono, otros predadores distintos del zorro colorado). Coincidentemente, los no productores también atribuyeron mayoritariamente al clima (84%) y al robo (77%) la desaparición de animales de un campo.

Especies de la fauna silvestre identificadas, por productores y no productores, como predadores de ganado ovino en Santa Cruz. Wildlife species identified as sheep predators by ranchers and general public in Santa Cruz Province.

ACTITUD HUMANA HACIA LA PREDACIÓN POR ZORRO COLORADO

Percepción Productores y no productores difirieron significativamente en su percepción de la abundancia del zorro colorado (Chi-cuadrado= 46,082; gl=3; p< 0,001), y el puma (Chi-cuadrado= 77,139; gl= 3; p
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