Cajamarquilla y los Mega Niños en el pasado prehispánico (con Juan D, Mogrovejo)

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ICONOS

Contenido

lnstituto Superior de Conservación Yachay Wasí Número I - junio, 1999

Enero

DIRECTORA

Jenny Figari de Ruiz

CoNsrjo EDtroRIAL Fronctsco Stostny Una esperada revisión de lo que ha sido la aplicación del análisis microquímtco a las pinturas de este hifórico r.ecinto que permite apreciar los alcances

de un trabajo integral en la restauración del patrimonio artístico.

ComlrÉ ctENTÍFtco Deborah Schorsch y Ellen Howe (Metropolitan Museum of Art

Tartarín en los

NuevaYork)

22

Trata del turismo y su relación con nuelros tesoros artísticos, señalando las actuales carencias de la ) un ap eurneJ] 'selqeroAeJ seleluetqule se"lnlunl

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longadas fases húmedas pudo ha-

ber tenido un impacto decisivo en la subsistencia y por lo tanto, en la historia política de aquellas sociedades.

Durante los períodos secos es probable que se incrementara la presión sobre la costa, relativamente próspera gracias a su agricultura de riego, por parte de los habitantes de los valles andinos con frecuencia dependientes de cultivos de secano y de la ganadería de camélidos. El supuesto lmperio Huari nace en un siglo marcado por sequías prolongadas. Por otro lado, los Meganiños afectaban la red de riego en la costa, pudiendo contribuir al debilitamiento político de curacazgos e, incluso, de grandes estados

expansivos como el Mochica. Los desastres mermaban la confanza en

el poder de las huacas ancestrales y, asimismo, en la legitimidad de las elites que representaban a las divinidades en la tierra, Los prolongados períodos húmedos, por su par-

te, permitían extender los cultivos y las áreas ganaderas hacia las zonas periféricas,

Todos estos factores sumados contribuían a modificar de manera sustantiva el equilibrio de fuerzas: surgían nuevos actores en la esce-

ciones ideológicas causadas, en particular; por el surgimiento de religiones proselitistas, Estos modelos no nos han permitido aún captar los procesos de adaptación a un medio am-

biente

f-a;gil,

y no siempre predeci-

ble, en toda su riqueza de solucio-

na de la historia, nuevos líderes, nue-

nes creativas,

vos estados, otros caminos y fronteras, nuevas jerarquías, El escena-

de de las consideraciones sobre

rio que acabamos de esbozar

se

repetía probablemente en cada una de las épocas de reestructuración, pero con distintas variantes en fun-

ción del nivel de desarrollo tecnológico y socioeconómico, así como del mapa político existente en cada etapa. Los modelos interpretativos que manejamos aclualmente para explicar los grandes cambios en la prehistoria, de algún modo relacionados con la secuencia de los hori-

zontes estilísticos (Chavín, Huari, lnca), suelen girar alrededor de dos alternativas: la de imperios o estados expansivos y la de transforma-

Una conclusión más se desprenla

secuencia paleoclimática y demuestra que la arqueología, ciencia del pasado, puede aportar al entendi-

miento del presente, Las fuertes ocurrencias del Fenómeno El Niño que han castigado de manera tan dura a la costa del Perú en l9B3 y 1997-lt998 no son excepcionales y fueron precedidas durante el Holoceno por otros eventos de magnitud similar o mayor: Por ende, el desarrollo de nuestra civiltzación con sus efectos negativos probablemente no es responsable por estas calamidades, aún no...

C. M. H,

NOTAS

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